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ALIPIO SÁNCHEZ VIDAL
PROFESOR TITULAR DE PSICOLOGÍA SOCIAL DEL DEPARTAMENTO
DE PSICOLOGÍA SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD DE BARCELONA

MANUAL
DE PSICOLOGÍA
COMUNITARIA
Un enfoque integrado

EDICIONES PIRÁMIDE
COLECCIÓN «PSICOLOGÍA»

Director:
Francisco J. Labrador
Catedrático de Modificación de Conducta
de la Universidad Complutense de Madrid

Diseño de cubierta: C. Carabina

Realización de cubierta: Anaí Miguel Para mis estudiantes de Barcelona;


para los lectores latinoamericanos y españoles.

Reservados todos los derechos. El contenido de


esta obra está protegido por la Ley, que establece
penas de prisión y/o multas, además de las corres-
pondientes indemnizaciones por daños y perjui-
cios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distri-
buyeren o comunicaren públicamente, en todo o en
parte, una obra literaria, artística o científica, o su
transformación, interpretación o ejecución artísti-
ca fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada
a través de cualquier otro medio, sin la preceptiva
autorización.

© Alipio Sánchez Vidal


©Ediciones Pirámide (Grupo Anaya, S. A.), 2007
Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madrid
Teléfono: 91 393 89 89
www.edicionespiramide.es
Depósito legal: M. 4.612-2007
ISBN: 978-84-368-2099-7
Composición: Grupo Anaya
Printed in Spain
Impreso en Lavel, S. A.
Polígono Industrial Los Llanos. Gran Canaria, 12
Humanes de Madrid (Madrid) © Ediciones Pirámide

I
Ningún hombre es una isla, completo en sí mismo,
cada hombre es trozo del continente, una parte del todo...
la muerte de cualquier hombre me disminuye
porque soy parte de la humanidad;
y, por consiguiente, nunca envíes a preguntar
por quién doblan las campanas;
doblan por ti.
JOHN DONNE
Devotions upon emergent occasions

Caminante, no hay camino,


se hace camino al andar.
ANTONIO MACHADO
Proverbios y cantares

El que no puede lo que quiere que quiera lo que puede.


LEONARDO DA VINCI

© Ediciones Pirámide
índice

Prólogo 23

PARTE PRIMERA
Concepto y bases teóricas

1. Orígenes, desarrollo y valoración 31


1. Estados Unidos: salud mental comunitaria y Psicología comunitaria 32
1.1. Origen y contexto 32
2. Raíces e influencias 33
2.1. Alternativas de atención en salud mental 34
2.2. Desintegración social y desarraigo psicológico 35
2.3. Activismo social 36
2.4. Aplicación e intervencionismo psicosocial 36
2.5. Estudio del cambio social 37
3. América Latina: psicología social comunitaria 37
3.1. Cronología, contextos y variaciones 37
3.2. Características: psicología social comunitaria 40
4. España: Transición democrática y psicología comunitaria 41
4.1. Apunte histórico 41
4.2. Áreas de desarrollo práctico 42
4.3. Desarrollo académico / 44
5. Raíces socioestructurales 45
6. El «espíritu» comunitario: creencias y valores asumidos 46
7. Balance y valoración 49
7.1. Estados Unidos 49
7.2. América Latina 50
7.3. España 51
7.4. Convergencias: éxitos y fracasos 52
8. Agenda del siglo xxi 53
índice / 13

2. Psicología comunitaria: concepto y carácter 59 4.1. Concepto y carácterdel empoderamiento 132


1. Diferencias con la clínica y el modelo médico 59 4.2. Poder social 135
2. Visiones de la PC 63 5. Cómo empoderar a la comunidad: modelos operativos 138
2.1. Salud mental comunitaria 63 6. Cambio social y comunitario 141
2.2. PC estadounidense: ciencia aplicada, cambio social y poder 64 6.1. Concepto y formas del cambio social 141
2.3. Psicología social comunitaria 67 6.2. Contenidos del cambio comunitario 143
3. Psicología comunitaria: norte y sur 68 7. El cambio psicosocial y sus límites 144
3.1. Concepto «mínimo» de psicología comunitaria 68 7.1. Potencial y límites del abordaje psicosocial 146
4. Diferencias norte-sur 69 8. Principios operativosdel cambio social 147
4.1. Objetivo: cambio social radical, calidad de vida y empoderamiento... 69 9. Problemas sociales 151
4.2. Método de actuación: participación, autogestión comunitaria y plani- 9.1. Definición e ingredientes 151
ficación 71 9.2. Enfoques teóricos: causas, efectos y soluciones 153
4.3. Comunidad, sociedad y problemas sociales 71
4.4. Papel: colaboración, servicio comunitario y política 72
4.5. Base teórica e investigadora 72 Investigación comunitaria. Sentimiento de comunidad 159
5. Concepto sintético de psicología comunitaria: intervención y desarrollo pro- 1. La investigación como intercambio cooperativo 160
cesal 73 2. Elección de método y nivel 162
6. Ingredientes y características básicas 76 2.1. Nivel de análisis 163
7. El enfoque o «estilo interventivo» comunitario 78 3. Metodologías y asunciones implícitas 164
8. Acción comunitaria: esencia y significado 83 4. Panorámica metodológica: enfoques analíticos 166
9. Tareas y procesos psicosociales involucrados 85 5. Enfoques operativos 169
6. Investigando la comunidad psicológica 171
7. Sentimiento de comunidad 172
3. Comunidad y psicología comunitaria 93 8. La comunidad y sus habitantes 173
1. Evolución histórica: modernidad, globalización y comunidad 94 9. Midiendo el SC: la escala 174
1.1. Modernización, industrialización y declive de la comunidad 94 10. Estructura: relación, territorio y teoríade la comunidad 176
1.2. Búsqueda de comunidad 95 11. Relaciones del SC: participación, pertenencia y cambio social 178
1.3. Globalización, posmodernidad y localidad 96 12. Conclusión: potencial y límites; valores y lealtades del investigador 179
2. Conceptos de comunidad 97
3. Una nueva síntesis: la comunidad como tejido relacional 99
4. Funciones y tipos 101
5. Comunidad y sociedad 103 PARTE SEGUNDA
6. Las dimensiones básicasde la comunidad 105 Bases operativas
7. Resumen: la comunidad en psicología comunitaria 110
8. Evaluación de la comunidad: dimensiones estructurales 110 Evaluación: necesidades, recursos y resultados 187
9. Enfoques analíticos 111
1. La evaluación social como metodología utilitaria 187
10. Análisis y evaluación integrada 113
2. La evaluación como proceso social 190
11. Cómo «construir» comunidad 116
3. Evaluación comunitaria y poder 194
3.1. Implicaciones prácticas: participación, democracia y empoderamiento.. 195
4. La práctica: principios reguladores : 196
4. Otros conceptos: desarrollo humano, empoderamiento, cambio social,
4.1. La evaluación en el proceso interventivo ' 196
problemas sociales 121
5. Conocimiento instrumental 197
1. Carácter y panorámicade la teoría comunitaria 121 6. Valoración social, no diagnóstico psicológico 198
1.1. Nivel mesosocial y multifuncionalidad: explicación, intervención y 7. Multidimensionalidad: temas, actores, métodos 200
valoración 121 8. Proceso 203
2. Salud mental positiva 124 9. Funciones interventivas 203
2.1. Criterios 125 10. Enfoques y métodos de evaluación de necesidades 205
3. Desarrollo humano y suministros sociales 127 10.1. Métodos verbales 206
4. Empoderamiento y poder 131 10.2. Otros métodos 208

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índice / 15

11. Evaluación de programas: concepto y relevancia 210 9. Ética de la intervención comunitaria 287
12. Contenido. Modelo tripartito: bienestar, eficacia y utilidad 212 1. Relegación de la ética, anomia y reacción social 287
13. Proceso y tareas implicadas 215 2. Ética social aplicable 289
14. Consideraciones prácticas 217 2.1. Sistemas de valor, relativismo metodológico y modulación contextual.. 290
2.2. Características de la ética aplicada a lo social y niveles de análisis .... 291
3. Acción moral profesional: estructura 294
Intervención comunitaria: conceptos, supuestos, técnica y estrategia.. 225 4. Acción ética social: diferencias 296
1. Introducción: psicología comunitaria e intervención 225 5. Ingredientes teóricos y analíticos: actores, valores, opciones y consecuen-
2. La intervención social y su estructura 227 cias 298
2.1. Componentes y variedades 229 6. Temas y cuestiones eticasen la acción social 300
2.2. ¿Intervención comunitaria? 231 7. Valores y principios deontológicos 303
3. Cuestiones previas: contradicciones, legitimidad, autoridad, intencionalidad, 8. Valores sociales y comunitarios 306
racionalidad 232 9. Abordaje de las cuestiones éticas 308
3.1. Contradicción medios-fines: la intervención y lo comunitario 232 9.1. Enfoques y criterios evaluativos 308
3.2. Legitimidad, intervencionismo y deber de ayudar 233 10. Proceso analítico AVOC 309
3.3. Autoridad: política, técnica y moral 236 11. Confidencialidad y derecho a la información: un caso 311
3.4. Intenciones, resultados y autobeneficio 236
3.5. Racionalidad: efectos no deseados y lógica política 238
4. Supuestos metodológicos e ideológicos 239 10. Papel psicológico-comunitario: contenido funcional y desempeño 319
5. Estructura funcional y social de la intervención comunitaria 240 1. El papel como puentepsicosocial entre teoría y praxis 320
5.1. Estructura social: nivel centralizado y local 242 1.1. Dimensiones 320
5.2. Actores y sus funciones 243 1.2. Significados y componentes 322
6. Técnica: contenido y funciones 245 2. Características diferenciales 323
7. Desarrollo: negociación tripartita y estrategia consensuada 246 3. Contenido: Ingredientes 325
7.1. Definiendo problemas y soluciones con los «grupos nominales» 246 3.1. Tipos de cambio, formasde relación y modelos formativos 325
7.2. Una estrategia de consenso y aproximaciones sucesivas 248 4. Tareas y papeles en la solución de conflictos 327
8. Proceso: la intervención comunitaria como cambio planificado 250 5. Propuesta sintética: componentes básicos del papel sociocomunitario 329
9. Estrategia interventiva 254 6. Contenidos psicosociales 334
7. Desempeño de rol: condicionantes y conflictos 337
7.1. Polaridades definitorias 337
PARTE TERCERA 7.2. Determinantes del desempeño 338
Intervención: marco y métodos 7.3. Conflictos de rol y sus soluciones 339

Política y organización de la intervención comunitaria: participación e 11. Modelos clínico-comunitarios: intervención de crisis y consulta 345
interdisciplinariedad 261
1. Salud mental comunitaria: entre la clínica y la comunidad 345
1. Los aspectos políticos y organizativos de la intervención comunitaria 261 2. Intervención de crisis 346
2. Participación: significado y justificación 261 2.1. Crisis y estrés 347
2.1. Dimensión política y estratégica de la participación 262 3. Evaluación y objetivos 349
3. Las formas y nivelesde la participación 264 4. Principios y líneas de actuación 351
4. La prácticade la participación social 267 5. Intervención crítica tras un atentado terrorista : 353
4.1. Condicionantes y contexto 267 6. Consulta: origen y asunciones 354
5. Principios y recomendaciones 269 7. Definición y carácter 355
6. Potencial y límites 272 7.1. Características 356
7. Interdisciplinariedad: organizando la cooperación entre profesiones 273 8. Tipos de consulta 357
7.1. Justificación: las razonesde la multidisciplinariedad y sus dificultades .. 274 9. Proceso 359
8. Grados de colaboración disciplinar 275 10. Consulta en una biblioteca 360
9. Los componentesde la acción multidisciplinar 277 11. Valoración 361
10. Proceso y condiciones 280
11. Potencial y costos 281

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12. Prevención 365
1. Las razones de la prevención 365
2. Los desafíos: cambio cultural, aspiraciones humanas e intereses económi-
cos 366
3. Bases epidemiológicas 368
4. Niveles de prevención 370
4.1. Prevención primaria 371
4.2. Prevención secundaria 372
4.3. Prevención terciaria 373
4.4. Estrategias genéricas y específicas 374
5. La práctica: diseño y realización de programas preventivos 375
6. El destinatario y su localización 375
7. La metodología: enfoques y estrategias 377
7.1. Principios estratégicos
7.2. Criterios de excelencia
378
380
Índice de cuadros y figuras
8. Objeción ética y estratégica: autonomía, consentimiento informado y efica-
cia 380
Capítulo 1
9. Contenido de los programas preventivos: prevención primaria 381
10. Prevención secundaria 383 Cuadro 1.1. Origen y causas del desarrollo de salud mental comunitaria y psico-
11. Prevención terciaria 384 logía comunitaria en Estados Unidos 34
12. Ilustraciones y experiencias preventivas 386 Cuadro 1.2. Origen y características de la psicología social comunitaria 38
Cuadro 1.3. Psicología comunitaria en España: historia, áreas y raíces sociales.... 43
Cuadro 1.4. El «espíritu comunitario»: creencias y valores de la psicología co-
13. Ayuda mutua 393 munitaria 47
Cuadro 1.5. Los valores de la psicología comunitaria 48
1. Un fenómenode nuestros días 393 Cuadro 1.6. Evaluación de la psicología comunitaria 52
2. Origen y causas 394 Cuadro 1.7. Agenda comunitaria del siglo xxi 58
3. Significados y perspectivas de la ayuda mutua 396
4. Definición y estructura 397
5. Los ingredientes esenciales 398 Capítulo 2
6. Mecanismos funcionales: la familia como modelo de apoyo 401
7. Mecanismos y funciones básicas de los GAM 404 Cuadro 2.1. Diferencias entre psicología comunitaria y enfoque clínico-médico... 61
8. Clasificando los GAM: tipos 406 Cuadro 2.2. Salud mental comunitaria: estrategias y bases teóricas y metodoló-
9. Proceso 407 gicas 64
10. Hipótesis explicativas 407 Cuadro 2.3. Definiciones de psicología comunitaria 65
11. El papel de los profesionales en la ayuda mutua 410 Cuadro 2.4. Perfiles norte y sur de la psicología comunitaria 70
11.1. La organización y el proceso técnico del apoyo profesional 411 Cuadro 2.5. Ingredientes y características básicas de la psicología comunitaria .... 77
12. Valoración crítica 413 Cuadro 2.6. Estilo interventivo comunitario 81
Cuadro 2.7. Los ejes de intervención comunitaria y psicología comunitaria 84
Referencias 417 Cuadro 2.8. Tareas psicosociales básicas en intervención comunitaria 86
Cuadro 2.9. Procesos y tareas psicosociales centrales en psicología comunitaria .. 88
Figura 2.1. Dos visiones de la psicología comunitaria: intervención psicosocial
y desarrollo comunitario 74

Capítulo 3
Cuadro 3.1. Comunidad: evolución histórica 95
Cuadro 3.2. Comunidad y asociación: dos tipos de agrupación social 98
Cuadro 3.3. Definiciones de comunidad 100
Cuadro 3.4. Nueva síntesis de comunidad 101

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1 8 / índice de cuadros y figuras índice de cuadros y figuras / 19

Cuadro 3.5. Funciones sociales de la comunidad 102 Cuadro 6.10. Métodos de evaluación de necesidades y programas 205
Cuadro 3.6. Comunidad y sociedad: relaciones y diferencias 104 Cuadro 6.11. Entrevista comunitaria: temas básicos 207
Cuadro 3.7. Dimensiones básicas de la comunidad 106 Cuadro 6.12. Relevancia y dimensiones de la evaluación de programas 211
Cuadro 3.8. Dimensiones del desarrollo comunitario 107 Cuadro 6.13. Modelo tripartito de evaluación de resultados 213
Cuadro 3.9. Estructura de la comunidad: componentes básicos 108 Cuadro 6.14. Proceso de evaluación de programas 216
Cuadro 3.10. Estructura de la comunidad: componentes detallados 108 Cuadro 6.15. «Mandamientos» prácticos de la evaluación de programas comuni-
Cuadro 3.11. Análisis-evaluación integrada de la comunidad 114 tarios 218
Cuadro 3.12. Cómo «generar» comunidad 116
Figura 6.1. La evaluación como parte del proceso de intervención comunitaria... 197
Figura 3.1. Continuo de comunidad 97

Capítulo 7
Capítulo 4 Cuadro 7.1. Intervención social/comunitaria: definiciones 226
Cuadro 4.1. Características de la teoría psicológica comunitaria 122 Cuadro 7.2. Definición de la intervención social 228
Cuadro 4.2. Conceptos y modelos teóricos comunitarios 122 Cuadro 7.3. Componentes de la intervención social 230
Cuadro 4.3. Criterios de salud mental positiva 126 Cuadro 7.4. Cuestión previa conceptual: ¿contradicción intervención-comunitaria?. 233
Cuadro 4.4. Desarrollo humano y suministros externos 129 Cuadro 7.5. Cuestiones previas ético-políticas: legitimidad y autoridad 234
Cuadro 4.5. Empotramiento/empowerment: concepto, estructura y niveles 133 Cuadro 7.6. Cuestiones previas ético-técnicas: intencionalidad y racionalidad... 237
Cuadro 4.6. Poder social: concepto, carácter y dinámica 136 Cuadro 7.7. Asunciones metodológicas e ideológicas de la intervención comuni-
Cuadro 4.7. Modelos y proceso de empoderamiento 138 taria 240
Cuadro 4.8. Formas o tipos de cambio social 142 Cuadro 7.8. Estructura funcional de la intervención comunitaria (y social) 241
Cuadro 4.9. Contenidos del cambio sociocomunitario 144 Cuadro 7.9. Estructura social de la intervención comunitaria 244
Cuadro 4.10. Cambio psicosocial: concepciones 145 Cuadro 7.10. Funciones y contenidos principales de la intervención comunitaria.... 246
Cuadro 4.11. Potencial, límites y «soluciones» del enfoque psicosocial 147 Cuadro 7.11. Programación comunitaria con los «grupos nominales» 247
Cuadro 4.12. Principios del cambio social 149 Cuadro 7.12. Estrategia de elaboración consensuada de un programa comunitario.. 249
Cuadro 4.13. Visiones de los problemas sociales y sus soluciones 154 Cuadro 7.13. Proceso de la intervención comunitaria 250
Cuadro 7.14. Estrategia: concepto y aspectos básicos 255

Capítulo 5
Cuadro 5.1. Enfoques de investigación comunitaria y dimensiones en que varían. 165 Capítulo 8
Cuadro 5.2. Características de los enfoques analíticos de investigación comuni- Cuadro 8.1. Participación: carácter y significado 263
taria 167 Cuadro 8.2. «Mapa» de la participación comunitaria: tipos, niveles, actores 265
Cuadro 5.3. Características de los enfoques operativos de investigación comuni- Cuadro 8.3. Condiciones previas y contexto de la participación 268
taria 168 Cuadro 8.4. Reglas prácticas de la participación comunitaria 270
Cuadro 5.4. ítems de la escala de sentimiento de comunidad y dimensiones teó- Cuadro 8.5. Potencial y límites de la participación 273
ricas 175 Cuadro 8.6. Interdisciplinariedad: justificación y obstáculos 274
Cuadro 5.5. Análisis factorial de la escala de sentimiento de comunidad 177 Cuadro 8.7. Grados: multidisciplinariedad, interdisciplinariedad, transdiscipli-
nariedad 276
Cuadro 8.8. Colaboración disciplinar: estructura y componentes dinámicos 278
Capítulo 6 Cuadro 8.9. Condiciones que posibilitan/facilitan la colaboración disciplinar.... 281
Cuadro 6.1. Evaluación social: concepto y carácter 188 Cuadro 8.10. Beneficios y costes potenciales de la colaboración disciplinar.. 282
Cuadro 6.2. Usos y formas de evaluación social 191
Cuadro 6.3. Estructura social: actores, papeles y dimensiones de la evaluación so-
cial 193 Capítulo 9
Cuadro 6.4. Evaluación comunitaria como conocimiento instrumental 198 Cuadro 9.1. Ética, básica y aplicada: concepto y carácter 292
Cuadro 6.5. Diferencias con la evaluación psicológica 200 Cuadro 9.2. Estructura ética AVOC: actores, valores, opciones consecuencias... 299
Cuadro 6.6. Multidimensionalidad: temas, actores, métodos 201 Cuadro 9.3. Tipos de problemas éticos y situaciones que las generan 300
Cuadro 6.7. Stakeholders o actores sociales en la evaluación comunitaria 202 Cuadro 9.4. Temas éticos básicos de la intervención comunitaria 301
Cuadro 6.8. Secuencia procesal: unidad, contenido, método 203 Cuadro 9.5. Cuestiones éticas frecuentes en la intervención comunitaria 302
Cuadro 6.9. La evaluación comunitaria como interacción: funciones interventivas... 203 Cuadro 9.6. Principios y pautas deontológicos de comportamiento 304

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índice de cuadros y figuras I 21
2 0 / índice de cuadros y figuras

Cuadro 9.7. Valores sociales y comunitarios 306 Cuadro 12.10. Contenido de la prevención primaria 382
Cuadro 9.8. Proceso de abordaje de las cuestiones éticas 309 Cuadro 12.11. Contenido de la prevención secundaria 384
Cuadro 9.9. Ilustración del esquema analítico: planteamiento del problema 311 Cuadro 12.12. Principios y contenido de la prevención terciaria 385
Cuadro 9.10. Ilustración: planteamiento de las soluciones 313 Figura 12.1. Esquema temporal de la prevención 372
Figura 9.1. Niveles y procesos de análisis ético 293
Figura 9.2. Esquema del acto ético psicológico 295
Figura 9.3. Esquema del acto ético social 297 Capítulo 13
Figura 9.4. Sistema comunitario de valores 307 Cuadro 13.1. Carácter y causas de la ayuda mutua 394
Cuadro 13.2. Perspectivas y significados de la ayuda mutua 396
Cuadro 13.3. Componentes básicos de la ayuda mutua 398
Capítulo 10 Cuadro 13.4. Definición de los grupos de ayuda mutua 400
Cuadro 10.1. Papel psicológico-comunitario: concepto, dimensiones y significado... 321 Cuadro 13.5. Aportes funcionales de la familia y los grupos de ayuda mutua 404
Cuadro 10.2. Características diferenciadoras del papel psicológico-comunitario.. 324 Cuadro 13.6. Tres tipologías de los GAM 406
Cuadro 10.3. Formas de cambio social y tipos de relación 325 Cuadro 13.7. Dinámica y proceso personal de la ayuda mutua 408
Cuadro 10.4. Estrategias y papeles interventivos en el conflicto comunitario 327 Cuadro 13.8. Hipótesis explicativas de la ayuda mutua 408
Cuadro 10.5. Componentes del papel interventivo comunitario 330 Cuadro 13.9. Papeles de los profesionales en la ayuda mutua 410
Cuadro 10.6. Estrategias básicas de dinamización y activación social 332 Cuadro 13.10. Principios y proceso de formación de un GAM desde la orgnización
Cuadro 10.7. Contenidos psicosociales del papel comunitario 335 externa 412
Cuadro 10.8. Polaridades desde las que se define el papel comunitario 337
Cuadro 10.9. Determinantes contextúales del papel interventivo 339
Cuadro 10.10. Estrategias para resolver conflictos de rol 340
Cuadro 10.11. Cómo facilitar el desempeño del papel práctico 341 Abreviaturas usadas
Figura 10.1. Proceso e integración de funciones del papel sociocomunitario 334 GAM: grupos de ayuda mutua
PC: psicología comunitaria
SMC: salud mental comunitaria
Capítulo 11 SC: sentimiento de comunidad
Cuadro 11.1. Ámbito de la salud mental comunitaria (SMC) y características de
intervención de crisis y consulta (ICC) 346
Cuadro 11.2. Proceso de la crisis 348
Cuadro 11.3. Características del modelo de intervención de crisis 349
Cuadro 11.4. Evaluación y objetivos de la intervención de crisis 350
Cuadro 11.5. Principios y acciones de la intervención de crisis 351
Cuadro 11.6. Características de la consulta 356
Cuadro 11.7. Tipos/modelos de consulta 357
Cuadro 11.8. El proceso de consulta 359
Figura 11.1. Estructura de la consulta 355

Capítulo 12
Cuadro 12.1. Características diferenciales de la prevención (primaria) 366
Cuadro 12.2. Epidemiología: conceptos básicos 369
Cuadro 12.3. Prevención primaria, secundaria y terciaria 371
Cuadro 12.4. Enfoques genéricos y específicos 374
Cuadro 12.5. Elementos de los programas preventivos 375
Cuadro 12.6. Formas de identificar el destinatario de programas preventivos 376
Cuadro 12.7. Enfoques metodológicos: ventajas e inconvenientes 377
Cuadro 12.8. Principios estratégicos 379
Cuadro 12.9. Criterios de éxito de programas preventivos 380

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Prólogo

Éste es el tercer intento de presentar por escri- flexión. Estaba claro: era necesario un nuevo tex-
to la psicología comunitaria (PC). El primer in- to, más claro y manejable, que pusiera al día co-
tento, de 1988, derivó de una memoria académica; nocimientos y puntos de vista; que destilara el
el segundo —de 1991, reimpreso en 1996— am- acervo documental conceptual y práctico existen-
plió hasta límites casi enciclopédicos los conte- te y compendiara con la mayor sencillez posible
nidos y aportaciones en un intento de mostrar a lo aprendido de la observación, la escucha y la
academia y sociedad los alcances teóricos y téc- reflexión personal o compartida. (Además, ésa es
nicos de ese híbrido de psicología social práctica una de las obligaciones fundamentales de los que
y servicio público que es la PC. En ambos casos estamos en la universidad: dejar constancia de lo
se incluían, y ordenaban, muchos referentes y pun- que vamos aprendiendo de la forma más clara y
tos de vista, aunque procedentes mayormente de accesible posible.) Un compendio que contempla-
Estados Unidos. No en vano la PC había alcanza- ra la diversidad real del campo psicológico-comu-
do allí un alto grado de elaboración y, sobre todo, nitario sin renunciar a alcanzar una síntesis con
de difusión a través de libros y revistas que daban, sentido de ella; con una vocación más práctica
sin embargo, una visión temática e ideológica- que erudita pero que no excluyera una visión glo-
mente parcial del campo. Consciente de ello, y bal y crítica de los temas centrales ni, desde lue-
para compensar tal sesgo, vi preciso introducir en go, el realismo y la reflexión autocrítica mostran-
ediciones precedentes capítulos adicionales sobre do no sólo nuestras presencias, logros y saberes
el desarrollo de comunidad y la PC latinoameri- sino también nuestros silencios, ignorancias y lí-
cana que mostraban otros caminos teóricos y prác- mites del campo, raros en un discurso, el comu-
ticos más ligados a las realidades sociales europeas nitario, a menudo demasiado combativo y auto-
y sudamericanas. rreivindicativo. Creo que la reflexión ética conti-
Con el paso del tiempo, las reacciones de es- nuada es una pieza central de este empeño.
tudiantes y colegas, la multiplicación de publica- Tres influencias han resultado decisivas para la
ciones y el contacto con nuevas realidades socia- elaboración de esta tercera presentación de la PC.
les y culturales iban dejando al descubierto un Una, la enseñanza universitaria en nuestra propia
serio desfase entre lo escrito y lo que, como fruto realidad social y comunitaria: el continuado esfuer-
de la «digestión» de esas influencias, yo explica- zo por explicar el campo, la discusión con los estu-
ba en clase; entre la exposición erudita y libresca diantes de licenciatura y doctorado de los concep-
y la palabra viva labrada por el diálogo y la re- tos, métodos y casos han cambiado y enriquecido
2 4 / Prólogo
Prólogo I 2 5

considerablemente las ideas iniciales (muchas de el examen histórico (capítulo 1), coordenadas que la mediación de esos valores— en el espejo de las periferia de distintas visiones del campo —Salud
cuño estadounidense) y exigido agilizar la forma de marcan especificidades y diferencias pero también prácticas y los resultados reales. La ética comu- mental comunitaria y psicología social comunita-
transmitirlas, revelando, por contraste, la obsoles- comunalidades y vinculaciones con otras áreas y nitaria impregna, por tanto, no sólo las acciones ria—, cuyo trasfondo histórico se ha narrado en
cencia literaria y pedagógica del texto escrito que realidades sociales, lo cual, creo, permite hablar de sino también los análisis comunitarios. Y es con- el capítulo 1, hacia un «concepto mínimo» común
usaba como respaldo. Dos, el contacto con la PC un campo unitario, aunque con variantes temáticas templada en su complejidad social y con el cariz desde el que entender diferencias y semejanzas y
en América Latina, tanto a través de la escucha y el y regionales, llamado psicología comunitaria. político que suele acompañarle. Se desgranan tam- llegar, finalmente, a proponer un «concepto sinté-
diálogo con los estudiantes de doctorado como del Este libro registra algunos cambios y noveda- bién los temas y cuestiones a que se enfrenta el tico» integrador —en principio compatible con la
más ocasional conocimiento en directo de algunas des —asociados a los factores e influencias co- practicante, y los valores deontológicos y sociales dualidad norte-sur— que puede, de todas formas,
experiencias, preocupaciones y formas de percibir y mentados— de forma y contenido respecto de la que pueden orientar la acción y un proceso meto- materializarse en una bifurcación de modelos de
encarar unas y otras de los practicantes y docentes edición anterior, de 1991. En cuanto al contenido, dológico que ordena el análisis y solución de las actuación general —uno más interventivo, otro
comunitarios allí. Es precisamente la constatación destaca el peso de la evaluación como condición cuestiones éticas basada en los cuatro ingredientes más procesal— ya barruntados en artículos y de-
del contraste de la praxis —y el concepto— de la previa de la praxis comunitaria racional, pero tam- básicos de la ética social: actores, valores, opcio- bates del campo comunitario. No creo que haya
PC en Sudamérica respecto de sus contrapartes en bién como legitimación social de esa práctica en nes y consecuencias. que afinar más porque, a la postre, un campo queda
Norteamérica —que habían cimentado los escritos un tiempo en que la invocación de unos valores definido implícitamente por lo que en conjunto
Se ha ampliado considerablemente el espacio
anteriores— lo que me llevó a introducir la duali- (solidaridad, justicia, compromiso, etc.) respeta- contiene; lo otro, las definiciones formales, no
dedicado al empoderamiento (el empowerment
dad norte-sur en la forma de entender y practicar dos cuando se fundó la PC ya no basta para jus- pasan de ser avances o aproximaciones de mayor
anglosajón), un concepto emergente que ha inva-
la PC y el sentido que esa disparidad adquiere en tificar las acciones sociales; hoy día, hay que mos- o menor mérito.
dido, literalmente, el discurso social, político e
cada contexto social. Tres, las nuevas «realidades» trar que los programas funcionan y las acciones Hay otros cambios menores. Se ha ampliado
institucional actual; lo cual quizá avala su perti-
sociales e intelectuales, que, como la globalización, son eficaces. Se acentúa, por tanto, el peso rela- el espacio dedicado a la comunidad en diversos
nencia pero desprende, al mismo tiempo, un sos-
la posmodernidad o la extensión epidémica de la tivo de las exigencias técnicas frente a las meras capítulos —históricos, conceptuales, de investi-
pechoso tufo de moda pasajera que habrá que vi-
evaluación —cuya grado de consistencia «real» o invocaciones ideológicas, otrora casi suficientes. gación—, dándole en el específicamente dedicado
gilar. Ciertamente viene a reconocer el peso del
moda pasajera es difícil discernir ahora—, pueden Sin embargo, y como muestra el capítulo 6, la a ella (capítulo 3) un tratamiento más sintético y
poder y sus dinámicas en el trabajo comunitario,
alterar sustancialmente el quehacer del psicólogo evaluación debe ser vista como un fenómeno téc- operativo. En coherencia con el reconocimiento
suponiendo, además, un desplazamiento del cen-
comunitario. Primero, porque suponen un cambio nica y socialmente polivalente: puede usarse tan- de la diversidad, se han incluido tres guiones his-
tro de gravedad psicológico desde la salud mental
del «mundo social» (o al menos de las coordenadas to para el dominio de los otros como para favore- tóricos del campo añadiendo los de América La-
hacia el poder psicosocial, que pasa a compartir,
sociohistóricas) en que se trabaja: la PC nació y cer el control democrático y la igualdad de tina y España al de Estados Unidos, que era casi
con la comunidad, la centralidad conceptual de la
creció a caballo de movimientos sociales hoy casi oportunidades. Encarna, además, eficazmente —y el único reconocido habitualmente. Se ha incluido
PC. He dado algunas pinceladas amplias del em-
exangües. Enfrentados a un mundo culturalmente por razones que han de ser exploradas en profun- un capítulo sobre investigación comunitaria, otro
poderamiento asumiendo tanto su carácter fron-
prefabricado, moralmente anémico, apenas soli- didad— la tremenda tecnificación de la vida mo- campo deficitario, centrado en los enfoques me-
terizo entre lo psicológico y lo social (o socio-
dario, individualizado e «intoxicado» de modelos derna —y de la práctica profesional— como sus- todológicos, pero que contiene también y a modo
político) como la mutua dependencia de ambos
egoístas y consumistas de realización personal, nos tituto de la en otro tiempo denostada burocracia, de ilustración una investigación del sentimiento
planos; reconociendo la aportación psicológica
invade la duda de hasta qué punto una forma de con los riesgos de deshumanización y «escleroti- de comunidad, uno de los pilares conceptuales del
anglosajona pero trascendiéndola con algunas in-
entender la realidad y cambiarla basada en aspira- zación» social inherentes a los excesos raciona- campo. Se ha rebajado el contenido clínico-comu-
tuiciones e ideas sociológicas más generales. Y
ciones de pertenencia, en la comunidad y la justi- listas de uno u otro signo que marcan nuestro nitario, reagrupando los temas de intervención de
me he atrevido a esbozar tres modelos operativos
cia social puede ser pertinente y, además, factible. tiempo pero que, a la vez, resultan tan útiles téc- crisis y consulta en un solo capítulo e integrando
para orientar el trabajo práctico, a sabiendas, cla-
Segundo, dado que en la PC se propone un cambio nicamente y tan lucrativos económicamente. la noción de salud mental positiva en el conjunto
ro está, de que la exploración de este tema acaba
con la gente, las nuevas realidades nos enfrentan He introducido también un capítulo específico de bases teóricas del campo. He prescindido del
de comenzar y tendrá, previsiblemente, un largo
(capítulo 1) a la posible redefinición o reorienta- (el 9) de ética social que resume lo explicado en detalle de varias aportaciones teóricas, metodoló-
recorrido.
ción de la PC en vista tanto del propio espíritu re- distintos cursos. En realidad las consideraciones gicas o empíricas para obtener un compendio más
He usado una estrategia de «capas de cebo-
belde y activista como de los tiempos que corren; éticas infiltran el conjunto del libro desde la con- coherente, integrado, a la vez que práctico y legi-
lla» para definir la PC (el capítulo 2). Primero, y
la tecnificación, visible en el mencionado auge de vicción de que los valores son centrales tanto para ble, de la PC. Ello me ha exigido un doble esfuer-
cuestionando la unicidad homogénea del campo
la evaluación, parece una respuesta obvia, pero no definir la PC (un enunciado tan repetido como zo, de relación e integración de temas, conceptos
resultante de «universalizar» el modelo estado-
siempre acertada a los cambios. Quizá no es super- poco aplicado) como para practicarla. Y de que y puntos de vista, por un lado, y de simplificación
unidense, he introducido la diversidad en PC, a
fluo aclarar, en fin, que esta síntesis se hace desde el campo necesita una cura de realismo que, aban- y clarificación conceptual y de lenguaje, por otro,
través de la polaridad norte-sur y los perfiles, di-
unas coordenadas sociales y temporales (la España donando el refugio en el limbo de la gran retórica que espero merezca la pena a quienes usen el libro.
ferenciados pero convergentes, asociados. Eso me
europea surgida tras la dictadura) reconocidas en y las buenas intenciones, le lleve a mirarse —con La orientación sintética y práctica no ha impedido
ha permitido —y obligado— moverme desde la
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Prólogo I 27
2 6 / Prólogo

enfoques de acción comunitaria: la intervención alternativa de ayuda que, respetando su carácter


—al contrario ha requerido— trazar una introduc- empowerment, cambio social (y psicosocial) y
de crisis y consulta, los métodos, a medio camino profundamente auto-gestionado, admite el impulso
ción global y crítica de los temas esenciales. Sí problemas sociales. El capítulo 5 se dedica a la
entre lo clínico y lo comunitario (capítulo 11), pro- y apoyo externo (capítulo 13).
ha exigido, en cambio, abreviar esa visión general investigación comunitaria, describe los enfoques
y ponerla en la perspectiva comunitaria; ha sido y métodos usados en PC y ofrece para ilustrarla pios de la salud mental comunitaria; l a p revene ion
(capítulo 12), también proveniente del campo de Barcelona, enero de 2007.
también preciso seleccionar enfoques y métodos un estudio del sentimiento de comunidad.
de análisis y actuación entre la pléyade existente la salud, a la que se da un enfoque metodológi-
ALIPIO SÁNCHEZ VIDAL
y primar en general los aspectos más prácticos y //. Bases operativas: evaluación e intervención. co que se ilustra con varios ejemplos; y la ayuda
asanchezvi@ub.edu
viables de esos enfoques. La introducción de múl- Constituyen, como bases «trasversales», la metodo- mutua, un híbrido de movimiento social y forma
tiples cuadros, así como de «resúmenes» y «tér- logía práctica general de la PC, que se complementa
minos clave» en cada tema, debe ayudar, espero, en la parte tercera con aspectos procesales o mé-
a la comprensión global y a captar lo esencial de todos más concretos. Asumida como conocimien-
cada asunto. En el mismo espíritu, he sustituido to utilitario y social, no como mera metodología
la larga lista de referencias y citas de ediciones científica o diagnóstico psicológico, la evaluación
anteriores por unas pocas lecturas recomendadas comunitaria (capítulo 6) es presentada como un
en cada tema y por una lista final mucho más re- fenómeno complejo y polivalente, describiéndose
ducida y actualizada de la PC primando lo publi- los enfoques y métodos usados en la evaluación
cado en español, sin ignorar la literatura en inglés, de necesidades y programas y los aspectos prác-
mucho más extensa pero menos accesible al lector ticos a tener en cuenta. El capítulo 7 desarrolla
español o iberoamericano. El índice temático debe, una teoría de la intervención comunitaria como
en fin, ayudar a la tarea de consulta puntual o más un tipo de intervención social (psico-social, mejor)
localizada que la lectura sistemática y ordenada de composición tridimensional (técnica, estrategia,
del texto. valores) que es examinada y discutida: cuestiones
El libro está organizado en tres partes dedica- ético-políticas, proceso técnico y aspectos estraté-
das, por este orden, a: definir la PC y sus concep- gicos principales.
tos y teorías básicas, explicar sus bases para actuar
u operar y describir el marco organizativo y con- ///. Intervención: marco y métodos. Esta parte
textual y algunas estrategias y métodos de inter- describe los aspectos organizativos y contextúa-
vención. les que enmarcan la intervención, por un lado, y
algunas estrategias y métodos comunitarios, por
/. Concepto y bases teóricas. Se trazan prime- otro. El capítulo 8 se centra en la participación
ro los orígenes y desarrollo histórico y social de —el ingrediente político de la acción comunita-
la PC en Estados Unidos, América Latina y Espa- ria—, estructura general y principios prácticos y la
ña, desvelándose las asunciones y valores del cam- multidisciplinariedad, como procedimiento prácti-
po y haciendo un balance provisional (capítulo 1). co-teórico de organización de la colaboración pro-
El capítulo 2 define la PC a partir de las diferen- fesional, discutiendo su estructura y potencial. El
cias norte-sur y un concepto mínimo que llevan a capítulo 9 resume los aspectos éticos de la acción
un modelo sintético integrador, explicando tam- comunitaria, define y caracteriza la ética social
bién las dimensiones y características teóricas y aplicada y sus ingredientes básicos, muestra los
prácticas («estilo interventivo») del campo. El ca- temas y cuestiones relevantes y/o frecuentes y los
pítulo 3 se ocupa de la comunidad, su significado valores —deontológicos y sociales— aplicables,
histórico y social, dimensiones esenciales y es- así como una metodología para plantear y dar so-
tructurales y las formas de analizarla y evaluarla, lución a esas cuestiones. El capítulo 10 examina
proponiéndose también una «nueva síntesis» del el papel comunitario —y sus aspectos más espe-
concepto. El capítulo 4 revisa el resto de concep- cíficamente psicosociales—, sus características,
tos y modelos teóricos comunitarios: salud mental componentes básicos y las dificultades de su des-
positiva, desarrollo humano, empoderamiento o empeño. Y los tres capítulos restantes examinan

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PARTE PRIMERA
Concepto y bases teóricas
Orígenes, desarrollo y valoración

Se suele hablar de psicología comunitaria (PC), y protección social para construir un Estado del
en singular, como si existiera un solo cuerpo prác- bienestar al estilo europeo.
tico-teórico, ligado a la disciplina desarrollada en De forma que en este capítulo, dedicado a situar
Estados Unidos de América (EUA), que sería el históricamente y valorar la psicología comunitaria
referente y modelo básico, si no el único. La rea- (PC), se destierra ya de entrada el mito de la enti-
lidad es, sin embargo, que, tanto histórica como dad unitaria del campo, narrando, junto al «guión»
temáticamente, el campo es plural (Sánchez Vi- histórico estadounidense, los correspondientes a
dal, 2001a), y el término «psicología comunitaria» América Latina y España, ligados a dinámicas y
abarca formas distintas, aunque convergentes, de realidades sociales distintas desde las que pode-
comprensión y práctica de lo comunitario desde mos comprender mejor los «productos» científi-
la psicología como respuesta a retos y demandas co-prácticos surgidos en cada una. Eso no debe
sociohistóricas específicas. Así, mientras en EUA hacernos olvidar, sin embargo, las convergencias
la PC es creada por psicólogos clínicos insatis- e interrelaciones tanto de las variantes comunita-
fechos con la forma de atender la salud mental rias generadas como de las matrices sociohistóri-
en una sociedad muy polarizada por una guerra cas de origen. Ni tampoco, que, como sucede en
exterior (Vietnam) y los derechos civiles, en la otros campos, al estar mejor documentado y haber
América Hispana deriva del injerto de psicólogos tenido mayor difusión, el «guión» histórico —y
muy concienciados políticamente en experiencias la propia PC— estadounidense ha alcanzado una
pluridisciplinares de desarrollo comunitario en so- superior «eficacia» como modelo a seguir en otras
ciedades marcadas por la pobreza, el autoritarismo regiones sociales.
y la dependencia externa. Mientras en EUA (y otros Dejamos para el capítulo 2 la descripción temá-
países ricos) los psicólogos comunitarios reivin- tica de las distintas formas de entender y practi-
dican la comunidad frente a los estragos causados car la PC para centrarnos, en éste, en la narración
por el individualismo y el utilitarismo social, en histórica y el análisis social. No sólo nos intere-
el sur (véase el capítulo 2) se preocupan por la sa cómo y cuándo surgen entre los psicólogos los
pobreza, la desigualdad y el fatalismo social. En afanes comunitarios en un contexto social, sino,
España, el desarrollo de la PC está ligado (como también, por qué surgen: cuáles son las fuerzas
en el «cono sur» latinoamericano, por otro lado) sociales y las razones profesionales que no sólo
a una «transición democrática», a la emergencia explican el nacimiento y desarrollo del campo sino
académica y profesional de la psicología y al for- que nos pueden permitir vislumbrar su futuro a la
talecimiento de los sistemas de salud, educación luz de las siempre cambiantes circunstancias. Da-

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3 2 / Manual de psicología comunitaria Orígenes, desarrollo y valoración I 3 3

das, por otro lado, la gran carga activista del campo cenario comunitario y a apropiarse del conjunto del mejorar la atención profesional y las condiciones se reúnen en un barrio de Boston para redefinir
comunitario y su limitada sistematización teórica, campo. De tal manera que en otras regiones no po- de vida de los «enfermos» mentales. Inicialmente, la formación psicológica. Acaban, sin embargo,
la aproximación histórica es una buena forma de cos sectores y autores le otorgan a menudo el papel el Instituto Nacional de Salud Mental (1949) es el elaborando una proclama (Bennett, 1965; Blanco,
introducirse en la PC y de tener una primera com- «natural» de modelo a seguir aunque las necesida- catalizador de los esfuerzos reformistas. Varios psi- 1988) más amplia, radical y acorde con los tiempos
prensión global de ella. Narro, pues, por separado des y circunstancias históricas y sociales difieran cólogos trabajan con Caplan y Lindemann en la que corren. Se propone un nuevo campo y forma
el desarrollo de la PC en EUA, América Latina y marcadamente de aquellas en que se desarrolló la línea multidisciplinar de prevención y trabajo co- de actuación en que el psicólogo de salud mental,
España distribuyendo el espacio según las áreas en corriente comunitaria estadounidense. Es también munitario que, al usar el enfoque comunitario con rompiendo los moldes establecidos, sea un agente
que supongo se usará este libro, la disponibilidad visible (sobre todo en América Latina) una tenden- problemas de salud mental, se llama salud mental de cambio social, analista de sistemas sociales,
del análisis sociohistórico y la documentación a cia a reivindicar la forma autóctona de conceptuar comunitaria. Caplan aporta gran parte del andamia- consultor en asuntos comunitarios y «conceptua-
mi alcance: resumo por archiconocida la historia y practicar la PC cuya combinación con la anterior je conceptual y práctico preciso: introducción del lizador participante», que estudia integralmente a
norteamericana, ofrezco un esbozo tentativo de la suele producir una actitud general de ambivalencia modelo de prevención en el campo de la salud men- las personas en relación a su contexto. El nuevo
sudamericana (menos documentada y conocida por variable que liga el reconocimiento del legado co- tal, teoría de crisis, metodología de consulta, apoyo campo es apropiadamente bautizado «psicología
mí) y me extiendo en la española, en que, al serme munitario estadounidense con el rechazo del riesgo social, etc. comunitaria» (community psychology). Y aunque
más familiar, hago un esfuerzo de sistematización de colonización que siempre acompaña a los con- Dos son los hitos históricos (véase el cuadro en 1974 aparece un primer libro a cargo de Zax y
de las diversas piezas informativas dispersas a lo tactos con esa cultura. 1.1) de la PC estadounidense. En 1963 Kennedy Specter con ese título, hay que esperar tres años
largo y ancho de la literatura. La segunda parte del propone la creación de los centros de salud mental más para ver el influyente volumen de Rappaport
capítulo es mucho más interpretativa y valorativa y, comunitaria, la piedra angular de la nueva forma de (1977), cuyo subtítulo —«valores, investigación y
por tanto, susceptible de discusión y discrepancia; 1.1. Origen y contexto atención. En 1965, un grupo de psicólogos comu- acción»— revela el triple carácter —ético, cientí-
la dedico a sintetizar las creencias y valores implí- nitarios «rompen» con la línea «clínico-comunita- fico y político— que para ese autor tiene la PC.
citos en la PC, hacer un balance de la breve vida En EUA la PC nace en los años sesenta del pa- ria» (la salud mental comunitaria) y «fundan» la
del campo y proponer una agenda para el futuro y, sado siglo. Y, no por casualidad... Los sesenta son psicología comunitaria como empresa «específica-
en función de ese carácter de reflexivo y evaluati- una época convulsa y rebelde preñada de cambios mente» psicológica, más politizada y acorde con 2. RAÍCES E INFLUENCIAS
vo, puede ser inicialmente obviada, reservando su sociales y culturales que fecundan las décadas ve- los nuevos vientos sociales. Estas dos fechas seña-
lectura para el final, tras haber leído otros capítu- nideras marcando buena parte de la agenda política lan respectivamente el origen social y académico ¿Qué fuerzas históricas y tendencias sociales
los del libro. Su lectura debe, además, estimular y social hasta el advenimiento de la «contrarrefor- de la PC estadounidense. En su mensaje de 1963 al están en la raíz de la constitución social y profe-
la propia reflexión crítica del lector, que, a partir ma» neoliberal y la globalización que sigue al hun- Congreso el presidente Kennedy recomienda que sional de la PC en los sesenta en EUA? Diversos
de su situación social, geopolítica u otra, debería dimiento del socialismo. En esos años EUA (véase, se adopte un «enfoque nuevo y atrevido», preven- análisis sociales y comunitarios aportan pistas úti-
ser capaz de confeccionar unas conclusiones y una por ejemplo el espléndido retrato de Rosen y Kings- tivo, para combatir los problemas de trastorno men- les para responder a esa pregunta: Korchin (1976),
agenda de futuro diferente o, al menos, diferenciada bury, 1977) es una sociedad crispada y polarizada tal; un enfoque que, además de contar con progra- Zax y Specter (1979), Levine (1981) y Bloom
de la que aquí se incluye. en torno a serios conflictos: protesta contra la gue- mas concretos para paliar las causas del trastorno (1984), American Journal of Community Psycho-
rra de Vietnam, movimiento pro derechos civiles mental, exige que se fortalezca la comunidad y el logy (1987), Nisbet (1953), Sarason (1974), Bell
de los negros, rebelión contracultural, brecha ge- sistema de bienestar social, que se adopten progra- (1976) y Bellah y otros (1989). Sintetizo en cinco
1. ESTADOS UNIDOS: neracional, guerra fría contra «el comunismo», etc. mas educativos para corregir las duras condiciones (cuadro 1.1) los factores asociados a la emergencia
SALUD MENTAL COMUNITARIA Todo eso en medio de una euforia económica en ambientales a menudo asociadas al trastorno men- y desarrollo de la PC en EUA: descontento con los
Y PSICOLOGÍA COMUNITARIA que los recursos parecen ilimitados y la búsqueda tal. Posteriormente, y siguiendo las recomendacio- servicios de salud mental, cambios sociales ligados
de una sociedad mejor, más justa y culturalmente nes de la Comisión establecida para estudiar el tras- a la industrialización y urbanización, activismo so-
A diferencia de la europea y latinoamericana, la libre encandila a los jóvenes. Y no sólo en Occi- torno y la salud mental, se crea una red de «centros cial y profesional de los sesenta, «aplicacionismo»
historia de la PC estadounidense está escrita; basta dente; en China, Mao lanza la «revolución cultural», de salud mental comunitaria», que habrán de sus- psicosocial y estudio del cambio social. Como se
ver, por ejemplo, los libros de Levine (1981), de y en Cuba las conquistas sanitarias, sociales y edu- tituir el tratamiento hospitalario del problema men- verá, varios de esos «determinantes» están también
Bloom (1984) o el monográfico del American Jo- cativas de la revolución castrista iluminan, como tal por la prevención y la atención comunitaria de implicados en grado variable en el surgimiento de
urnal of Community Psychology (1987). Como se un potente faro, el continente americano. ese trastorno. Es el origen socioprofesional del tra- la PC en otros países al atravesar períodos de de-
ha apuntado, los psicólogos comunitarios estadouni- El movimiento comunitario estadounidense se bajo comunitario. sarrollo económico similares. El análisis muestra,
denses han elaborado un guión histórico y conceptual incuba en este contexto. Combina el triple activis- Por otro lado, en 1965 algunos psicólogos que sin embargo, que ciertos rasgos culturales y socia-
más coherente y documentado que sus homólogos mo ciudadano, contracultural y profesional con el están usando el enfoque comunitario en diversos les específicos modulan la influencia final que la
de otras regiones que, al ser, además, el más antiguo impulso político del gobierno de Kennedy, que apro- ámbitos (Instituto Nacional de Salud Mental, pro- industrialización y los profundos cambios asocia-
y difundido, ha tendido a ocupar el centro del es- vecha el clima social y la bonanza económica para gramas en distintas comunidades, universidades) dos tienen en las distintas sociedades y en la forma

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3 4 / Manual de psicología comunitaria Orígenes, desarrollo y valoración I 3 5

en que éstas encaran los retos y problemas sociales blemas de salud mental que se da en un contexto sin ofrecerles ayuda terapéutica, sólo disponible, Dos encuestas encargadas por una comisión para el
ocasionados por los cambios. Examinemos breve- social convulso. Un movimiento impulsado por la en todo caso, para aquellos privilegiados que pueden estudio de la salud y enfermedad mentales (Albee,
mente esos factores. denuncia de ex pacientes mentales, las propuestas pagarse la psicoterapia privada. Pero es que, además 1959; Gurin y otros, 1960) mostraron, además, tan-
de la antipsiquiatría europea y el activismo entu- de no ser terapéutico, el hospital psiquiátrico, se to la enorme desproporción entre la gran demanda
siasta de un sector de psicólogos clínicos que, in- dice, tiene efectos muy negativos sobre sus acogi- de atención en salud mental y la limitada oferta pro-
2.1. Alternativas de atención satisfechos con el modelo médico y el tratamiento dos, a los que «institucionaliza» y deshumaniza en fesional como el potencial terapéutico de personas
en salud mental psiquiátrico, buscan enfoques y alternativas más un proceso en que los pacientes son separados de no profesionales en situaciones críticas y de dificul-
humanos, eficaces y socialmente justos. Veamos su entorno comunitario, despojados de su capacidad tad que, además de no ser atendidas por los profe-
Como se ha indicado, la PC estadounidense es los distintos aspectos que motivan la búsqueda de de decidir y controlar su propia vida y sometidos a sionales, pueden ser el primer paso del desarrollo de
esencialmente un movimiento para cambiar la con- nuevos modelos conceptuales e interventivos para una vida rutinaria y sin sentido propia de la «insti- un problema psicológico más serio. Emergen, final-
cepción y respuesta social y profesional a los pro- los problemas psicológicos. tución total». La aparición de las drogas psicoac- mente, nuevos problemas (drogas, abortos, crisis fa-
tivas —q U e suprimen muchos síntomas perturba- miliares y de relación, «desajustes» sociales, etc.)
dores y permiten que los psicóticos se desenvuelvan que, por su naturaleza más social, demandan res-
CUADRO 1.1 con relativa normalidad en la vida diaria— y el puestas interventivas distintas de la psicoterapia tra-
desarrollo de alternativas psicosociales —terapia dicional formal, más flexibles, inmediatas y cercanas
Origen y causas del desarrollo de salud mental comunitaria y psicología comunitaria en Estados Unidos al estilo de vida y valores de los grupos sociales —jó-
del medio, comunidad terapéutica, intervención de
crisis, consulta y otros— permiten la desinstitucio- venes, pobres, marginales, etc.— que las sufren. La
1963. Propuesta «centros de salud mental comunitaria» nalización psiquiátrica que comporta el cierre de convergencia de los límites de la psicoterapia, la
Hitos históricos 1965. Conferencia Boston: «psicología comunitaria»
muchos hospitales y la vuelta de sus internados a evidencia del papel de los agentes terapéuticos «na-
Búsqueda de alternativas servicios de salud mental sus familias o comunidades de origen, donde pueden turales» y la emergencia de nuevos problemas psi-
• Repudio del modelo médico. seguir un tratamiento más humano y socialmente cosociales apuntan claramente a la necesidad de de-
• Rechazo del hospital psiquiátrico, desinstitucionalización. arraigado. La desinstitucionalización esconde, tam- sarrollar y poner a prueba nuevas formas de actuación
• Desencanto con psicoterapia. bién y por desgracia, motivaciones económicas (se más apropiadas a los nuevos problemas y a los gru-
Causas • Desproporción oferta-demanda. pos sociales demandantes. El trabajo familiar, grupal
espera ahorrar dinero al cerrar los hospitales psi-
• Nuevos problemas psicosiciales (drogas, fracaso escolar, crisis familiares, estrés, etc.). quiátricos) que impiden crear los servicios de aten- y comunitario, la intervención de crisis, la consulta,
Desintegración social y desarraigo psicológico. la educación para la salud y la prevención son algu-
Activismo social de los sesenta. ción comunitaria necesarios, realizándose muchas
veces sin la debida preparación de familias y co- nos de los enfoques que surgen en respuesta a esa
Aplicación/intervencionismo psicosocial.
Estudio científico del cambio social. munidades. Se producen, por tanto, efectos negati- necesidad sentida.
vos para los propios ex pacientes, algunos de los
cuales acaban en la calle o viviendo en condiciones
El repudio del modelo médico. Los problemas hospitalaria destructora de la humanidad de los pa- lamentables, creando un rechazo de mucha gente a 2.2. Desintegración social
mentales no han de ser considerados enfermedades cientes se opone una alternativa comunitaria, poten- que los «locos anden sueltos» por la comunidad. y desarraigo psicológico
a diagnosticar y tratar con fármacos en un hospital, ciadora y liberadora. La revuelta contra el modelo
sino, más bien, el resultado de conflictos sociales de médico y la emergencia del trabajo comunitario, des- El desencanto con la psicoterapia y los nuevos Numerosos análisis y proclamas coinciden en
los que los individuos serían meros «portadores» y ligado de la institución hospitalaria y la jerarquía problemas psicosociales. La aparición en los años denunciar desde distintos ámbitos los alarmantes
en que el profesional desempeña un papel de «eti- médica que lo acompaña, contribuyen, además, po- cincuenta de algunos estudios empíricos (por lo de- perjuicios sociales y psicológicos que han acompa-
quetador» que coadyuva al despojamiento de la res- derosamente a la democratización de la atención en más bastante mediocres y tendenciosos) que cues- ñado al «progreso» económico y técnico y a sus
ponsabilidad personal, al estigma social y el encierro salud y a la búsqueda de nuevos roles y oportunida- tionan la eficacia del psicoanálisis y otras formas de supuestos socioculturales reivindicando la recupe-
en hospitales psiquiátricos de los afectados. El psi- des profesionales para los psicólogos. psicoterapia refuerza el desencanto con esas formas ración de una comunidad cimentada sobre la vin-
cólogo debe, en consecuencia, desmarcarse de ese de tratamiento psicológico que habían creado inge- culación personal: Nisbet (1953), Sarason (1974),
papel represor y estigmatizador definido por el mo- El rechazo del hospital psiquiátrico. El hospital nuas expectativas de acabar con el trastorno mental. Bellah y otros (1989), Sawaia (1996), Memmi
delo biomédico y buscar alternativas terapéuticas psiquiátrico es —junto al modelo médico— la au- Pese a la refutación posterior de los «datos» iniciales, (1984), Kirpatrick (1986), Sennett (1998) o Mari-
globales que, partiendo de un análisis de las raíces téntica «bestia negra» del movimiento comunitario, su difusión estimula la búsqueda de alternativas psi- na (1997) son ejemplos representativos. En EUA,
sociales y psicológicas del trastorno mental, consi- el blanco preferido de la crítica psicológica y social. cológicas y psicosociales a una psicoterapia indivi- el vigoroso desarrollo industrial y la urbanización
dere, además de la terapia psicológica, la prevención Se le acusa de ser un simple «depósito» que «cus- dual que, aunque fuera eficaz para algunos, resulta- de la segunda parte del siglo xix y primera del xx,
y potenciación personales. En suma, a la custodia todia» a las personas con dificultades psicológicas, ba bastante limitada, cara y socialmente selectiva. unidos al auge de la burocracia industrial (corpo-

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3 6 / Manual de psicología comunitaria Orígenes, desarrollo y valoración I 3 7

raciones) y gubernamental y al individualismo, el igualdad social, ya que, no habiendo pasado aún la los hospitales de veteranos, buscan oportunidades research) de Rothman, la «investigación en la inter-
egoísmo utilitarista y la feroz competitividad social industrialización, son «ricos» en comunidad y so- de crecimiento profesional que el trabajo más abier- vención» de Serrano, el cambio social experimental,
como bases valorativas de la vida social, minan lidaridad social. to, posibilista e igualitario en la comunidad brinda. la cuasiexperimentación, el estudio y análisis amplio
seriamente la comunidad y la capacidad de vincu- De forma que el intervencionismo psicológico y un del sentimiento de comunidad (capítulo 5) y del em-
lación y compromiso con los demás y con las tra- cierto oportunismo profesional amparado por las poderamiento (capítulo 4), el estudio de la partici-
diciones que recrean las comunidades (Bellah y 2.3. Activismo social universidades y el Instituto Nacional de Salud Men- pación y el análisis de procesos participativos, el
otros). Las instituciones sociales primarias (fami- tal coadyuvan para impulsar la PC {American Jo- análisis de casos aplicado tanto a problemas como a
lia, localidad, relaciones interpersonales, religión), Enfrentados al clima social y a los nuevos pro- urnal of Community Psychology, 1987). También, intervenciones comunitarias y las distintas modali-
imprescindibles para aportar identidad y pertenen- blemas que la fractura social, cultural y genera- obviamente, el carácter cada vez más global y social dades de evaluación de necesidades o programas
cia personal y para vincular a personas y sociedad, cional plantea a mucha gente, los psicólogos es- de los problemas afrontados por los psicólogos que (capítulo 6) usadas para generar conocimiento.
tienen cada vez menos peso social frente a institu- tadounidenses se replantean su papel social: qué exige actuaciones más integradoras y atentas a las
ciones utilitarias (como el trabajo, el gobierno o la modelo de persona y sociedad sostienen, qué res- causas sociales de esos problemas. La estrategia
corporación industrial), centrales para el desarrollo ponsabilidad les corresponde y cómo van a parti- comunitaria —multidisciplinar, integral, orientada 3. AMÉRICA LATINA:
económico y la asignación de recompensas socia- cipar en los cambios sociales en marcha. Muchos hacia los recursos— es, en ese sentido, adecuada PSICOLOGÍA SOCIAL COMUNITARIA
les (Nisbet). Como consecuencia, las personas se cuestionan la tradicional «neutralidad valorativa» para confrontar tales demandas.
sienten cada vez más solas, desvinculadas de los de la psicología y se muestran partidarios de com- En América Latina surgen a lo largo de los cin-
demás, desarraigadas y huérfanas de normas y sig- prometerse con los más débiles y necesitados de cuenta y los sesenta del siglo xx focos dispersos de
nificado vital. La pérdida real del «sentimiento de sus conocimientos y ayuda. Es en ese clima de re- 2.5. Estudio del cambio social trabajo comunitario que algunos psicólogos tratan
comunidad» (Sarason) dispara la búsqueda subje- novación y compromiso social donde cobran todo de articular posteriormente bajo el nombre «psico-
tiva de comunidad o las «terceras vías» de organi- su sentido los llamamientos a «regalar» la psicolo- Si bien la PC es un campo más orientado hacia logía social comunitaria» en un claro intento de di-
zación social basadas en la vinculación con los gía (Miller, 1969) para que la gente lleve a cabo su la acción que hacia la investigación y el análisis, la ferenciarse de la contraparte norteña, vista como
otros, no en el contrato social entre individuos egoís- propio cambio o el cónclave de Boston, en que se contumacia de los efectos secundarios de los progra- excesivamente clínica. A falta de una historia (o «his-
tas ni en la «disolución» de esos individuos en to- redefine el trabajo psicológico y se urge a que los mas sociales (especialmente de las experiencias de torias») de la PC latinoamericana, recojo las impre-
talidades sociales que les arrebatan la dignidad e recién bautizados psicólogos comunitarios contri- desinstitucionalización psiquiátrica) y las lagunas en siones históricas aportadas por Serrano (y Vargas,
identidad personal (Kirpartrick, Memmi). buyan, en calidad de «agentes de cambio social», los conceptos y conocimientos utilizables en la acción 1992; con Rivera, 1988), Montero (1987 y 1989,
Mirados desde esta perspectiva global, los pro- a las transformaciones en curso. la han enfrentado con la necesidad de estudiar seria- 2004), Lañe (1996), Gois (1993), Freiré (1976), An-
blemas psicosociales tan visibles en las sociedades mente el cambio social, sus causas y sus efectos psi- der-Egg (1982) y Marín (1988) y, entre nosotros,
modernas y económicamente desarrolladas pueden cológicos. El campo es cada vez más consciente de Hombrados (1996), a las que uno mis propias im-
ser leídos sin dificultad como signos de desintegra- 2.4. Aplicación e intervencionismo la insuficiencia del intervencionismo basado exclu- presiones.
ción social y de desarraigo y pérdida de significado psicosocial sivamente en las buenas intenciones y el crudo em-
vital de los individuos. Y la emergencia de términos pirismo y de que, como recordaba Lewin, nada hay
como el «sentimiento de comunidad» (capítulos 2 La psicología, que ya había coqueteado con la tan práctico como una buena teoría. Mientras que el 3.1. Cronología, contextos
y 6) o el «capital social» es una respuesta concep- aplicación práctica en distintas áreas a todo lo lar- impulso investigador es bienvenido y saludable, no y variaciones
tual («toma de conciencia», si se quiere) de los ana- go del siglo xx, entra masivamente en el campo está claro, sin embargo, que sus frutos sean suficien-
listas sociales ante los cambios y las «nuevas rea- clínico para tratar los problemas de los veteranos tes para entender los cambios sociales pasados y guiar Se coincide en señalar finales de los cincuenta
lidades» surgidas como «efectos secundarios» de estadounidenses de la Segunda Guerra Mundial las intervenciones futuras; sobre todo si se limita a como origen de experiencias comunitarias, con fre-
la industrialización y la modernidad occidental. Así (Anastasi, 1979). En el campo psicosocial (esen- dos grandes líneas que parecen desarrollarse en pa- cuencia multidisciplinares y ligadas a movimientos
es que en EUA para algunos (Sarason) la PC habría cialmente desconectado en EUA del movimiento ralelo y sin apenas contacto o integración: el empi- sociales de base que toman la forma de desarrollo
de tener como meta central la recuperación del sen- comunitario) Kurt Lewin había impulsado una fruc- rismo fragmentario predominante en el mundo an- comunal, autogestión comunitaria, educación popu-
timiento de comunidad y quizá, a otro nivel, la re- tífera línea de implicación social bajo el rótulo de glosajón, y el activismo casi ateórico que bajo el lar u otras (cuadro 1.2). Serrano marca la cuenca
construcción de la comunidad social. Hay que aña- investigación-acción y al amparo de diversas insti- nombre «investigación-acción» se practica en otros caribeña como origen de esos trabajos, que algunos
dir, sin embargo, que mientras que la erosión de la tuciones como la Sociedad para el Estudio Psico- ámbitos. Parece, por el contrario, conveniente ampliar concretan en la actuación del sociólogo Fals Borda
comunidad (y de la cohesión social en general) es lógico de las Cuestionses Sociales (SPSSI es su el espectro investigador para que en un sentido ex- en una aldea colombiana. Los brasileños (Gois, Lañe)
una de las grandes preocupaciones de los países acrónimo en inglés). Los psicólogos clínicos, incó- tenso incluya tanto líneas distintas como híbridos destacan las campañas de educación popular y alfa-
ricos, en los países del sur preocupan más necesi- modos con el limitado papel diagnosticador asig- metodológicos que pueden ser de gran valor, como betización de adultos impulsadas por Paulo Freiré
dades básicas como el hambre, la pobreza o la des- nado y con la jerarquizacion médica imperante en la «investigación de la intervención» (intervention desde la filosofía de la educación como «práctica»
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Orígenes, desarrollo y valoración I 3 9
3 8 / Manual de psicología comunitaria

CUADRO 1.2 cado: en el norte tendemos a pensar más en térmi- el interaccionismo simbólico, representación so-
nos de responsabilidad social que de compromiso cial o la versión de la fenomenología de Berger y
Origen y características de la psicología social comunitaria social. Otras diferencias, de matiz en apariencia, Luckman (1968), los pensadores de la Escuela de
son igualmente reveladoras: en el norte se habla Frankfurt (Adorno, Habermas, etc.), las nociones
continuamente de libertad —de elegir y actuar de de «localización del control» e impotencia apren-
Fines de los cincuenta en el Caribe:
Origen los individuos, se sobreentiende—, en América La- dida, la psicología existencialista y el humanismo
desarrollo comunitario, educación popular, autogestión comunitaria
tina se habla de liberación, sobreentendiendo unas cristiano o laico. En México se describen trabajos
condiciones sociales opresivas de las que hay pri- de desarrollo comunitario rural (Miller, 1976), la
1. Autogestión de las personas para contrarrestar alienación y percepción de impo-
tencia mero que liberarse para poder acceder, como paso fusión de clínica analítica y trabajo comunitario
2. Control de la comunidad frente a autoritarismo e intervencionismo externo posterior, a esa libertad y autonomía personal sin llamada «psicocomunidad» (Cueli y Biro, 1975)
3. Unión de teoría y práctica: investigaciónacción condicionantes externos a las que nosotros hacemos y el injerto, más reciente, de experiencias de in-
4. Práctica transformadora basada en 1 + 2 + 3 para combatir percepciones internas referencia. vestigación-acción participativa (Almeida 1986; y
Características
negativas y situaciones sociales que generan alienación e impotencia En América Latina se dejan, sin embargo, sentir Quintanilla, 1986). Experiencias de investigación-
5. Enfoque social, politización y compromiso social con los desposeídos las influencias teóricas y técnicas de la psicología acción e intervención participante que se repiten en
6. Condicionamiento de la dependencia exterior europea y estadounidense y de las metodologías Colombia (Arango; Letelier; Roux; todos, 1990).
7. Teoría: influencias externas, marxismo, pedagogía de Freiré, teología de la libera- Como en otros países, en Chile se notan modelos
de planificación del cambio social; más en los
ción, teoría de la dependencia, Fals Borda, Martín Baró
programas que siguen el enfoque de salud mental e influencias plurales que incluyen, junto a los
comunitaria, pero también en el resto. Montero y «clásicos» indicados (pedagogía freiriana, inves-
otros han subrayado, por otro lado, la influencia tigación-acción, pensamiento crítico), otros como
liberadora en lo personal y fundamental para el de- e intervención más sociales. Pero existen, también,
de la cultura de la pobreza, el colonialismo y la la salud mental comunitaria, el análisis de la po-
sarrollo democrático. Otros (Ander-Egg) notan la notables divergencias. Quizá la más notable es el
dependencia, así como la necesidad de plantear breza —vieja y «nueva»— que centra el interés
encrucijada planteada en el desarrollo comunal por carácter marcadamente social, anunciado por la
una práctica transformadora en que la participa- interventivo en un país en pleno desarrollo econó-
dos concepciones enfrentadas: la continuista, que etiqueta distintiva «psicología social comunitaria».
ción y la autogestión permitan el desarrollo de los mico, los problemas y desequilibrios modernos y
supone el paso gradual del «subdesarrollo» al desa- Mientras que los impulsores de la PC en EUA son
sujetos devolviendo el foco del control y poder a posmodernos derivados de ese desarrollo, las ideas
rrollo capitalista según el modelo de los países oc- clínicos disidentes, en América Latina son psicó-
la comunidad. Coincide con P. Freiré (1976), que sobre capital social.
cidentales industrializados, y la rupturista, que pro- logos sociales que usan como plataforma teórica
ha destacado el efecto perverso del colonialismo El examen de algunas publicaciones colectivas
pone un cambio radical de modelo social buscando las ciencias sociales, la teología de la liberación, la
europeo y de las relaciones asimétricas que con- (por ejemplo: Montero, 1997; Rocha y Bomfin,
una sociedad socialista más justa al estilo de la Cuba reformulación radical y activista de la investigación-
llevaba, en que los locales habían de asumir un 1999) y la experiencia directa muestran, en todo
surgida de la revolución. A pesar del desarrollo tar- acción de Fals Borda, la concienciación ligada a la
rol mudo, pasivo y de objeto del otro. En ciertas caso, una considerable variedad de prácticas y un
dío y plagado de influencias extranjeras, la PC lati- pedagogía liberadora de Freiré, los planteamientos
áreas (Brasil y Cuba) es bien visible la influen- más que interesante y creativo mestizaje de elemen-
noamericana tiene un vigoroso crecimiento en todo de Martín Baró y una matriz conceptual común
cia del cognitivismo soviético —y de otras co- tos propios y ajenos en condiciones sociales con
el subcontinente. Se señala el fin de los años sesen- esencialmente marxista. Ése es uno de los «polos»
rrientes europeas— en concepciones comunitarias frecuencia bien distintas de las del norte europeo o
ta y comienzo de los setenta como momento de sis- —el del cambio social— de la PC, porque hay otro
(Lañe, Gois) centradas en «categorías» como la estadounidense. Se nota también la coexistencia de
tematización y organización de esfuerzos buscando que, como indica apropiadamente Serrano, está
actividad comunitaria —«motor» del cambio—, metodologías y líneas de trabajo específicas loca-
un carácter propio para el campo a través de la cla- igualmente presente en la acción y el análisis co-
la conciencia «desveladora» de la realidad y la les (autoconstrucción de viviendas, alfabetización
rificación ideológica y el relleno de las lagunas teó- munitario. Se trata del polo clínico-comunitario
cultura. La tarea comunitaria es así concebida y educación popular, reeducación de «niños de la
ricas y metodológicas iniciales (Serrano). Se avanza destacable en México o Cuba pero presente también
como la transformación del individuo en sujeto o calle» y control de la natalidad, trabajo con pobla-
en la institucionalización organizativa (Sociedad In- en mayor o menor grado en otras áreas. Otra dife-
(la «constitución del sujeto social») a través del ciones indígenas, etc.) con áreas y metodologías
teramericana de Psicología) y académica (cursos rencia apreciable es el carácter mucho más político
desarrollo de la conciencia crítica (que implica «universales» (problemas ligados a la industriali-
universitarios), registrándose esfuerzos convergentes del movimiento latinoamericano y la insistencia
una «integración en el mundo») lograda mediante zación) como la educación para la salud, el abu-
para construir una «psicología social comunitaria» generalizada en el compromiso social con los más
la actividad comunitaria y el cambio cultural. En so de drogas o la organización comunitaria. Con
que se distinga de la salud mental comunitaria desa- pobres o desvalidos. No es que esos elementos —po-
Argentina hay una fuerte impregnación analítica frecuencia, la retórica justificadora es diferencia-
rrollada en el norte (EUA) por tener a las ciencias litización y compromiso social— no existan entre
del trabajo comunitario con influencias como la de da según las líneas mencionadas, mientras que la
sociales —no a la clínica y la salud mental— como los psicólogos comunitarios del norte (EUA o Eu-
Pichón Riviere o la «psicohigiene» (Bleger, 1984), práctica repite el modelo clásico de los programas
base de la acción comunitaria. ropa), sino que, en todo caso, son menos relevantes,
que dan paso a una mayor pluralidad posterior. planificados (evaluación de necesidades-interven-
Hay coincidencias con la PC norteña en el re- permaneciendo en general como rasgos periféricos,
Otras influencias teóricas observables incluyen ción-evaluación de resultados) patrocinados por el
chazo del enfoque individual a favor de un análisis minoritarios e implícitos. Y tienen distinto signifi-

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4 0 / Manual de psicología comunitaria Orígenes, desarrollo y valoración I 4 1

gobierno y con participación de la comunidad (Se- contribuyendo a que la comunidad tome con- opinión el adjetivo «social» añadido a «psicología mienzos de los ochenta, de las inquietudes sociales
rrano y Vargas, 1992). Una discrepancia preocupan- ciencia de su situación y necesidades y asuma comunitaria» es redundante: la cualidad social de de los primeros psicólogos licenciados con las nue-
temente repetida, añado, en casi todas partes, norte su propia transformación. la PC está plenamente expresada por el término «co- vas orientaciones de atención a los problemas men-
y sur: la retórica del «gran» cambio social frente 3. Unión teoría-praxis, que en el aspecto metodo- munitaria». Tampoco se trata de minimizar las di- tales, de salud, psicopedagógicos y sociales, con
a una práctica, menos vistosa pero realizable, de lógico suele tomar la forma de investigación- ferencias, reales o buscadas: y es que el añadido las posibilidades abiertas por los nuevos servicios
reforma y mejora social. Discrepancia relacionada, acción participante. «social» puede remachar que el foco de interés es descentralizados como expresión de un incipiente
pienso, con el utopismo y una cierta —ingenua o 4. Práctica transformadora, basada en los princi- la temática social (problemas sociales como pobre- «Estado del bienestar». El proceso es alentado por
bienintencionada— omnipotencia del campo que pios anteriores (autogestión, control de la co- za o desigualdad), no, como sucede en parte en el fuerzas sociales e intelectuales, como los movimien-
debería propiciar una reflexión sobre sus propios munidad y metodología de investigación-acción) norte, la salud mental o la desintegración comuni- tos sindicales, asociaciones barriales y ciudadanas,
límites y sobre la factibilidad de ciertos plantea- y que implica necesariamente la participación taria (que por supuesto implican también dimensio- antipsiquiatría, democratización y globalización de
mientos grandilocuentes de cambio social desde de la comunidad en el cambio social. Un cambio nes sociales relevantes). Otra cosa es que nos pre- la salud (Organización Mundial de la Salud, OMS)
la psicología. Alfaro (2000) ha distinguido en una social que debe: guntemos si el campo en su conjunto ha sido y salud pública, renovación pedagógica o análisis
visión panorámica de la PC latinoamericana tres suficientemente coherente a la hora de asumir la institucional.
grandes tradiciones de trabajo en el subcontinente: • Contrarrestar tanto los factores internos liga- socialidad teórica y práctica implicada en «la co- Como en las otras áreas examinadas, la emer-
la amplificación sociocultural genérica —asociada dos a situaciones de subdesarrollo y depen- munidad» y lo comunitario; creo que la respuesta gencia de la PC está íntimamente ligada a los acon-
al construccionismo psicosocial y al cambio socio- dencia como las representaciones negativas en el norte, pero también en el sur, es un tajante no. tecimientos sociopolíticos y económicos. La dife-
cultural global—, que incluiría líneas como la edu- de sí (autoimagen) que mantienen esas situa- ¿Y la expresión «psicología clínico-comunitaria» rencia en España es el relativo aislamiento de un
cación popular, la psicología social comunitaria y la ciones. adoptada para la otra corriente comunitaria? Pienso país sumido en una larga dictadura cuya vocación
amplificación sociocultural propiamente dicha; la • Subrayar la toma de conciencia liberadora y que el adjetivo «clínico» sí está justificado en la de autosuficiencia produce un considerable desfase
intervención y trabajo con redes, y el desarrollo de la participación desalienante en la acción co- medida en que modifica la cualidad social de lo co- social y cultural respecto de Europa. Aunque a par-
competencias (la línea socioconductista de la salud lectiva que permitirá confrontar la ideología munitario en la dirección —personalizada y de salud tir de los sesenta la dictadura comienza a desmoro-
mental comunitaria). Es de señalar la presentación como racionalización de las formas de domi- mental— indicada. El problema es aquí, en cambio, narse progresiva e irremediablemente ante el em-
de Montero (2004), que por primera vez ha dibujado nación existentes. de coherencia entre dos enfoques —clínico y comu- puje convergente del desarrollo económico y las
un panorama amplio, integrado y reflexivo de la PC • Abordar también los factores externos que ge- nitario— que muchos ven incompatibles. presiones sociales y políticas que exigen democra-
latinoamericana como conjunto, así como de sus neran alienación en los sujetos y los efectos cia y normalización política, hay que esperar a los
dimensiones históricas, teóricas y ético-valorativas, psicosociales (extrañamiento del sujeto res- años setenta y, sobre todo, al alud democratizador
que, por el momento en que apareció, no ha podido pecto de su entorno, reificación de sus rela- 4. ESPAÑA: TRANSICIÓN que sigue a la muerte de Franco (1975) para que
ser incorporado en esta exposición. ciones, percepción de impotencia y pérdida DEMOCRÁTICA Y PSICOLOGÍA las energías renovadoras acumuladas sean fecun-
de finalidad de la acción) de esa alienación. COMUNITARIA dadas por las corrientes sociales preexistentes y
Se trata de ver las situaciones de desequilibrio fructifiquen en múltiples iniciativas profesionales
3.2. Características: social, también como causas, y no sólo como 4.1. Apunte histórico y sociales cargadas de la ilusión, la intención polí-
psicología social comunitaria efectos, de esos procesos. tica y los límites intelectuales característicos de esa
La historia de la PC en España está aún por es- época de transición a la democracia. De forma que,
Maritza Montero (1989), una de las impulsoras ¿Qué decir de la denominación psicología social cribir. Existen informes fragmentarios de los co- en nuestro país, los convulsos sesenta se vivieron,
y teóricas clave del movimiento comunitario lati- comunitaria con que la PC latinoamericana se quie- mienzos del campo y de sus influencias en algunas con una década de retraso, en los setenta.
noamericano, ha resumido en los siguientes princi- re distinguir de la corriente desarrollada en el norte, áreas: Carballo (1984), Ávila (1985), Costa y López La cronología es reveladora de la evolución
pios las características de la PC latinoamericana vista como demasiado «clínica» (centrada en el in- (1986), Casas (1990), Musitu y Arango (1995) y descrita. La psicología nace como carrera univer-
(véase el cuadro 1.2): dividuo y la salud mental) e insuficientemente social, Hombrados (1996). Integro aquí las distintas piezas sitaria en 1967 (antes se ha estudiado en insti-
en el doble sentido de individualista y poco com- informativas con mis anteriores relatos (Sánchez tutos psicotécnicos), de forma que los primeros
1. Autogestión de los sujetos, que permite consta- prometida socialmente? ¿Es «otra» PC, o la misma, Vidal, 1985, 1990a y 199la) buscando una narración psicólogos se licencian en los años setenta de una
tar las capacidades propias, combatiendo la alie- presentada con otro nombre y otra retórica verbal? coherente y legible, describiendo después las áreas universidad muy politizada en un país que está
nación y el sentimiento de impotencia. ¿Justifican las diferencias, reales o alegadas, entre práctica y académica de desarrollo y, finalmente, experimentando un fuerte desarrollo económico
2. La comunidad como centro de poder y control una y otra un nombre distinto o se trata de «marcar» las raíces socioestructurales del campo en nuestro acompañado de una extensa movilización social
del cambio. El psicólogo evitará cualquier forma diferencias para justificar la autonomía disciplinar? país, todo lo cual está sintetizado en el cuadro 1.3. con las universidades y las empresas como focos
de autoritarismo, paternalismo o intervencionis- Aunque volvamos sobre el tema en el capítulo 2 al El movimiento comunitario en psicología nace del principales. En esos mismos años se crean en al-
mo haciendo posible la autogestión colectiva, discutir las variantes norte y sur de la PC, en mi engarce, a finales de los setenta (siglo xx) y co- gunas provincias los primeros centros de salud

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mental (Calvé, 1983) para organizar el tratamiento pectivos colegios profesionales o se «engancha» a CUADRO 1.3
sectorizado, comunitario e integrado en el sistema agrupaciones supranacionales como la Red Europea
sanitario general. A lo largo de los setenta florecen Psicología comunitaria en España: historia, áreas y raíces sociales
de Psicólogos Comunitarios.
en Cataluña y la Comunidad Valenciana gabine- En cuanto a publicaciones, en 1988 aparecen
tes y equipos psicopedagógicos multidisciplinares 1970 Primeros licenciados en psicología
los dos primeros textos, uno individual (Sánchez
—incluyendo psicólogos— que en algunos casos Vidal, 1988), elaborado a partir de una memoria 1975-1978 Transición democrática, ayuntamientos elegidos, Constitución,
son asumidos por los ayuntamientos. A principios Pactos de La Moncloa
preexistente (1986), y otro colectivo (Martín y
de los ochenta se crean en el área de Madrid y otros 1970-1980 Centros salud, psicopedagógicos, centros higiene/salud mental,
otros, 1988) fruto de los encuentros de docentes Historia
lugares centros de salud municipales orientados de PC. Precedentes dignos de destacar son las pro- equipos servicios sociales
a la prevención y la atención primaria (Carballo, puestas de Rueda (1983 y 1986) en el trabajo so- 1980 Cursos psicología comunitaria en universidades
1984; Icart e Izquierdo, 1984; Ávila, 1985). Algo cial, la recopilación de Ávila (1985), las propues- 1986 Libro: Salud comunitaria
similar sucede en Barcelona y su área de influencia tas de Costa y López (1982) y Barriga (1984) y el 1988 Textos: Psicología comunitaria
con los centros de higiene mental (desde 1975 en libro de salud comunitaria de Costa y López (1986),
Las Corts; Cásale y Mestres, 1984) y de atención ligado al trabajo comunitario en centros de salud Salud mental
primaria (Diputació de Barcelona, 1988) en salud Salud
municipales. En 1985 se celebran las Jornadas de Áreas de desarrollo Psicopedagogía
mental. También se crean los servicios sociales Salud Comunitaria en Sevilla fruto del amplio im- Servicios sociales
(equipos de base y atención primaria) municipa- pulso del gobierno autonómico al área de la salud. Universidad
les, destacando por su liderazgo comunitario el Los sucesivos congresos de psicología social, a
Ayuntamiento de Barcelona. partir del primero en Granada en 1985 (Barriga y Desarrollo económico y urbanización de los sesenta y setenta
Dado su carácter municipal o provincial y la vo- otros, 1988), acogen «mesas» o áreas de PC, así Desintegración social y problemas psicosociales
luntad de los nuevos ayuntamientos elegidos por los como los congresos sobre psicología de la inter- Raíces
Democratización y demandas psicológicas
ciudadanos de acercarse globalmente a las necesida- vención social del Colegio de Psicólogos o las socioestructurales
Iniciativas asociativas políticas, ciudadanas, sindicales
des de la gente, muchos de esos servicios de salud jornadas sobre dinámicas locales y trabajo comu- Emergencia y desarrollo psicología
—o salud mental—, educativos o sociales, adoptan nitario organizadas por la Diputación de Barcelo-
el enfoque comunitario como marco conceptual y na (Patronat Flor de Maig, 1989). A partir de 1990
operativo natural. Y los psicólogos que trabajan en se ofrece un curso de posgrado, luego máster, en por las ideas y experiencias de la antipsiquiatría Salud. Muchos de los nuevos centros de salud
ellos incorporan la nueva orientación, «practicando» PC en la Universidad de Barcelona (Sánchez Vidal, británica (Laing, Cooper) e italiana (Basaglia), psi- creados en Madrid y otras ciudades tratan de poner
de hecho una PC que aún no se enseña en las facul- 1991b). También las universidades de Valencia y quiatría comunitaria (comunidad terapéutica, tera- en práctica las ideas y enfoques de la salud públi-
tades de psicología, constituidas en 1978. Hay que Complutense de Madrid ofrecen cursos similares. pia ambiental, etc.), ideas de Caplan y propuestas ca y comunitaria en el campo (atención primaria,
esperar a finales de los ochenta para tener las primeras Las publicaciones sobre teoría, técnica o práctica de los centros de salud mental comunitaria de EUA. prevención, educación para fomentar la salud, sa-
de
asignaturas de psicología comunitaria (1987, en la PC —e intervención psicosocial— se han mul- Por otro lado, la crítica a las lamentables condicio- lud integral, etc.) realizando los psicólogos sus
Universidad de Barcelona) con nombres variopintos tiplicado en la década de los noventa. En cambio, nes de los manicomios españoles y al abandono aportaciones desde los equipos multidisciplinares
como «intervención psicosocial», «psicología pre- se echan de menos —como en América L a t i n a - social de los «enfermos» mentales genera un mo- de trabajo (Ávila, 1985). Andalucía fue pionera
ventiva», «prácticas de psicología social» u otros. revistas especializadas, de orientación teórica, em- vimiento (Conxo, Oviedo, Leganés, etc.) para hu- (Musitu y Arango, 1995) en la reforma de la aten-
El Colegio Estatal de Psicólogos y el de Cataluña pírica o práctica. manizar los centros psiquiátricos, mejorar las con- ción primaria a través de instituciones como el
acogen e impulsan iniciativas y encuentros ligados diciones de vida de los internos y, en lo posible, Servicio Andaluz de Salud. La reforma psiquiá-
a la PC y la intervención psicosocial y cursos sobre «desinstitucionalizarlos», organizando su atención trica se realizó allí con fuerte influencia comuni-
esos temas. Entre 1987 y 1990, y por iniciativa de 4.2. Áreas de desarrollo práctico en la comunidad. Florecen así los centros de salud taria y con participación de los psicólogos en todos
las universidades de Madrid, Barcelona y otras, mental, que ofrecen una atención primaria sectori- los niveles, incluida una reconocida Escuela de
se celebran una serie de «encuentros» de docen- Incluyo aquí los desarrollos sectoriales de la PC zada y comunitaria desde concepciones preventivas Salud Pública y un programa de psicólogos inter-
tes de PC en Madrid, Barcelona, Málaga y Valen- (véase el cuadro 1.3) con frecuencia ligados a los y educativas basadas en las nuevas ideas y estrate- nos residentes (PIR). También en Cataluña se de-
cia, que en esta última acaba siendo un verdadero impulsos políticos, liderazgos profesionales y prio- gias interventivas. Los psicólogos se incorporan así sarrollan un buen número de iniciativas y progra-
congreso. Tras la interrupción de esos encuentros ridades presentes en cada zona. a los equipos multidisciplinares (junto a psiquiatras, mas de salud en esta línea (Sánchez Vidal, 1993a).
monográficos, la PC «académica» se integra en la asistentes sociales y, a veces, enfermeras) con un Si bien en conjunto se registra un notable avance
psicología social como una de las áreas «aplicadas» Salud mental. Los psicólogos clínicos surgidos papel profesional legalmente reconocido en este del enfoque comunitario tanto desde el punto de
de los congresos nacionales, se incorpora a los res- de la universidad en los setenta están muy influidos ámbito a partir de 1985. vista interventivo (programas de fomento de la sa-

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lud) como investigador y teórico (por la implica- metodológico para los profesionales que ya trabajan estudio por haberse realizada a través de libros o en la Constitución y catapultan la modernización
ción de las universidades en los programas), tam- en base más a la intuición y a algunas lecturas. La de otros congresos (como los de Psicología del Co- cultural y social del país.
bién aquí se describe la deriva clínica que lleva a incorporación de asignaturas y cursos en los planes legio de Psicólogos o los de Psicología de la Inter-
muchos a abandonar con el tiempo los conceptos de estudios de las facultades de psicología en la se- vención Social) o revistas (como la Revista de Tra- Desintegración social y problemas psicosocia-
y enfoques comunitarios. gunda parte de los ochenta y primera de los noventa bajo Social). Además de las publicaciones ya les. La industrialización, la urbanización y los des-
señala una acelerada institucionalización, comple- mencionados en el apunte histórico, y dejando de plazamientos masivos asociados crean un sinfín de
Psicopedagógicos. Los primeros equipos psico- mentada con los encuentros de docentes citados y lado los muchos libros aparecidos bajo el nombre desequilibrios sociales y problemas personales a
pedagógicos municipales surgen en la Comunidad con la integración en los congresos de psicología de intervención psicosocial y similares, se pueden los que se han de enfrentar los primeros psicólogos
Valenciana tras las primeras elecciones municipales social (indicativo de la afiliación social de muchos mencionar los libros de Sánchez Vidal (1993a) y que se acercan a trabajar en la comunidad desde
democráticas de 1977 como respuesta a las deman- de los docentes de PC) y, a nivel internacional, en de Musitu (1993) sobre programas de intervención, las distintas áreas profesionales. Como ya escribía
das socioeducativas no contempladas por ninguna European Network ofCommunity Psychology, la Red el volumen de Sánchez Vidal y Musitu (1996) sobre en 1991, el paso de una sociedad rural a una urba-
forma de intervención psicológica desde otras ad- Europea de Psicólogos Comunitarios que en 2005 se intervención comunitaria, la introducción de Hom- na, industrializada y moderna comporta cambios
ministraciones (Musitu y Arango, 1995). En Cata- convierte en la Asociación Europea de Psicología brados (1996) y, desde la práctica profesional, la profundos y con frecuencia socialmente desverte-
luña (Casas, 1990) los primeros equipos surgen de Comunitaria (European Community Psychology As- compilación de artículos de Rueda (1998). bradores: debilitamiento de relaciones y grupos
iniciativas profesionales que son después asumidas, sociation). primarios (familia, comunidad, relaciones perso-
en parte, por los nuevos ayuntamientos democráti- La expansión académica de la PC es vigorosa, nales, etc.), individualismo, competitividad, decli-
cos. Resistencias profesionales y conveniencia po- brotando varios núcleos universitarios. En Madrid 5. RAÍCES SOCIOESTRUCTURALES ve de la solidaridad, desarraigo cultural y anomia
lítica deslizan la orientación inicialmente comuni- (Universidades Autónoma y Complutense), centra- personal. Todo ello plantea dramáticos problemas
taria de no pocos de estos equipos hacia el simple dos en la animación soicocultural, la evaluación y Como se ha dicho, el desarrollo de la PC espa- adaptativos a grupos de población (emigrantes in-
apoyo escolar. Algo similar sucede en la Comunidad el contacto con América Latina. En Barcelona, con ñola está vinculado a influencias «internacionales» ternos y externos, mayores, parados, etc.), sobre
Valenciana, donde sólo una minoría de gabinetes una potente producción teórica y editorial ligada a y estructurales —ya explicadas en relación a la sa- todo en los cinturones industriales de las grandes
psicopedagógicos conserva la vocación comunitaria la intervención comunitaria y, últimamente, a la lud mental comunitaria estadounidense— pero, so- ciudades, donde, no por casualidad, se inician mu-
ante una mayoría centrada en la atención individua- ética interventiva social. Valencia destaca como nú- bre todo, a los profundos cambios que acompañan chas de las nuevas experiencias y programas co-
lizada y el trabajo clínico. cleo de investigación del apoyo social y los servicios los estertores del franquismo y a la transición a la munitarios. Marginación y desarraigo traen consi-
sociales. Sevilla destaca por la fuerte presencia del democracia que permite recuperar las ilusiones y go los problemas psicosociales ya familiares a otros
Servicios sociales. La atención primaria y los área de salud (y el apoyo social), y Málaga, por sus dinámicas que otras países vivieron en los años se- países industrializados: droga, desintegración fa-
equipos de base se desarrollan en comunidades como marcadas influencias ambientales. Cabe citar otras senta. Destaco algunos de esos procesos y sucesos, miliar, violencia doméstica, delincuencia, fracaso
Cataluña, Valencia, Madrid y Baleares a lo largo de universidades donde, hasta lo que conozco, se dan resumidos en el cuadro 1.3. escolar, estrés laboral, etc. El declinar de los se-
los años ochenta generando un estimable conjunto cursos y realizan trabajos de PC: País Vasco, Sala- tenta evidencia la desilusión de la gente con la jo-
de programas interventivos y elaboraciones teóricas manca, Granada, La Coruña y Murcia. En algunos Desarrollo económico y urbanización. Tras el ven democracia y sus instituciones —el desencan-
(Huerta, 1990; Ministerio de Asuntos Sociales, 1989; casos (Valencia, Murcia) la PC tiene también pre- Plan de Estabilización de 1959, España experimen- to—, que no han satisfecho las expectativas casi
Musitu y otros, 1993; Navalón y Medina, 1993; Ló- sencia en las Escuelas de Trabajo Social y, en otros ta un crecimiento económico e industrial acelerado mágicas de los ciudadanos. Si a ese desencanto se
pez Cabanas y Chacón, 1997). Destaca el dinamismo casos (Barcelona), en la formación de Enferme- (Flaquer y otros, 1990) que trae consigo importan- une la drástica reconversión industrial de los ochen-
y liderazgo del Ayuntamiento de Barcelona, en el ría. tes cambios sociodemográficos: urbanización por ta, tendremos una tensa situación social y una am-
que Rueda (1998) contribuye a perfilar el papel del En cuanto al carácter de la producción editorial, el transvase de la población agraria a las ciudad y pliación de la marginación («nuevos pobres», más
psicólogo comunitario en el área social. Musitu y otros (1993) han hecho un análisis de los las grandes migraciones hacia las zonas de mayor parados, madres solteras, exclusión laboral, etc.)
trabajos sobre PC y salud presentados en los cuatro desarrollo (Madrid, Cataluña, País Vasco); creci- que a la vuelta del milenio y con los aires globali-
primeros Congresos Nacionales de Psicología So- miento de la población obrera y expansión de los zadores cambia de signo con el impacto de la emi-
4.3. Desarrollo académico cial. Se observa ritmo sostenido en el volumen de sindicatos de clase con un importante papel en los gración exterior (norteafricana, sudamericana, asiá-
esas aportaciones que tienen un carácter predomi- cambios sociales y las reivindicaciones democráti- tica...): España pasa de «exportar» emigrantes a
Como se ha visto, en nuestro país la PC aparece nantemente empírico, usan un enfoque básicamen- cas; hacinamiento de los emigrantes en periferias recibirlos masivamente. Como en otros países eu-
primero como práctica profesional, dándose la répli- te psicosocial y social, se centran en actitudes y urbanas carentes de servicios y de un sistema de ropeos, esa emigración despierta los fantasmas del
ca académica apenas una década después en forma problemas sociales y en programas de intervención protección social de corte europeo. La desaparición racismo y la discriminación, pasando los inmigran-
de asignaturas primero y cursos posgrado después y recurren a una aproximación empírica casi siem- del dictador y los Pactos de La Moncloa (1977) en- tes a ser los «nuevos parias» y exigiendo su pre-
que cumplen la doble función formación básica para pre de tipo correlacional. Es claro, sin embargo, tre las principales fuerzas sociales y políticas abren sencia la introducción de enfoques multiculturales
los estudiantes (asignaturas) y fundamento teórico y que muchas contribuciones a la PC escapan a este la puerta a la democracia parlamentaria cimentada de análisis y acción comunitaria.

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Transición democrática y demandas psicológicas. muy politizada y expuesta a los efluvios sociales y muchos llaman así, sin suscribir necesariamente la rrollo humano, fomentando la capacitación in-
Ya se ha visto en la revisión histórica que los cambios profesionales que llegan desde Europa y América teoría o ideología que hay detrás). Varios de estos dividual y colectiva de la gente. Su carencia
políticos que acompañan a la transición democrática forman la base humana del movimiento socioco- supuestos, valores o conceptos son abordados más impide o dificulta ese desarrollo y contribuye a
son fundamentales para el desarrollo de servicios munitario. Una parte de esos licenciados, mayor- ampliamente, o desde otra óptica, en los capítulos generar problemas psicológicos y sociales.
más cercanos a los ciudadanos y a sus necesidades mente clínicos (y más adelante ligados a la opción teóricos, operativos o interventivos que siguen. El Con ser importante, el poder no es, sin embargo,
de salud y salud mental, educación y servicios so- psicosocial), conecta con la nueva realidad social cuadro 1.4 extracta esas asunciones. suficiente para mejorar la vida social y personal:
ciales. La formación de los ayuntamientos democrá- y se plantean, como sus colegas norteamericanos y el conocimiento científico de los temas tratados
ticamente elegidos (1977), la Constitución fruto del sudamericanos, cómo contribuir desde su profesión 1. Los sistemas sociales determinan en gran me- y las relaciones entre sus aspectos básicos, el
consenso político (1978) y la descentralización ad- a la solución de los problemas y tensiones socia- dida la conducta humana, positiva o negativa. entrenamiento técnico para diseñar, evaluar y
ministrativa (comunidades autónomas) abren la puer- les, abrazando los enfoques conceptuales y técnicos, Por tanto, las causas de los problemas psicoló- ejecutar acciones o ayudar a conducir procesos
ta a un conjunto decisivo de leyes y reformas de los como la antisiquiatría, salud pública, prevención, gicos y psicosociales no están tanto en los indi- adecuados para alcanzar ciertos objetivos y el
sistemas de prestación de servicios. La institución desarrollo humano, comunidad, aplicación psico- viduos como en los sistemas sociales y en la trazado de una estrategia apropiada para hacer
de un incipiente Estado de bienestar, el desarrollo de social o psicología humanista. relación que individuos y grupos sociales man- realidad las acciones o procesos esbozados en
los servicios sociales municipales y las reformas en
tienen con ellos. una comunidad concreta y con unos medios per-
la sanidad permiten una modernización y ampliación
2. El cambio social y la mejora de la comunidad sonales y sociales dados son ingredientes igual-
de servicios que, en conjunción con los nuevos en-
6. EL «ESPÍRITU» COMUNITARIO: contribuyen significativamente tanto a solucio- mente importantes para el éxito de acciones,
foques interventivos, consiguen una atención profe-
CREENCIAS Y VALORES ASUMIDOS nar los problemas sociales como a reducir el procesos y programas comunitarios.
sional más integrada y multidisciplinar, más cercana
sufrimiento humano. Cada persona es en parte única y diferente y en
a la comunidad local y más acorde con las necesida-
Todo campo de estudio o acción se construye 3. La sociedad (el «contexto» social) no es nece- parte igual a los otros, con los que comparte
des y aspiraciones de la gente.
sobre una serie de creencias y valores raramente sariamente fuente de problemas o conflictos para aspectos básicos que identificamos con la hu-
desvelados o sometidos a escrutinio empírico, entre personas y grupos, sino, también, origen poten- manidad y la socialidad. La comunidad psico-
Las iniciativas asociativas. La ilusión de las li- otras razones porque a menudo no son verificables. cial de recursos que pueden, y deben, usarse social tiene una base mixta material y social: su
bertades recuperadas torna en efervescencia asocia- Por otro lado, esa cualidad dual de escondidas y para fomentar el desarrollo personal y social. desarrollo exige que todos tengan acceso a los
tiva las iniciativas políticas, sociales y sindicales fundamentales (en el doble sentido de fundamen- 4. El fortalecimiento de las personas y de su com- recursos materiales (vivienda, renta, educación,
preexistentes y más o menos toleradas por la dicta- tar un campo y de ser irrenunciables hasta el punto petencia para confrontar las dificultades vitales trabajo, protección social, etc.) pero también
dura: partidos políticos, plataformas, asociaciones de no estar dispuesto a someterlas a verificación tiene un efecto preventivo en relación con los simbólicos (derechos, libertades, salud mental
vecinales, movimientos sociales, grupos asamblearios empírica) delata la medida en que esas asuncio- problemas sociales. y poder, seguridad, respeto y dignidad, etc.),
y autogestionados, iniciativas profesionales, etc. Mu- nes son reveladores del carácter del campo y de la 5. Necesidades individuales e intereses sociales son existentes en la sociedad.
chas de esas asociaciones (partidos y sindicatos de necesidad de descubrirlas o explicitarlas para co- generalmente compatibles, aunque en ciertos La justa distribución social de recursos y poder
izquierdas, democristianos y otras) son origen, o es- nocer verdaderamente ese campo. En el caso de casos y coyunturas pueden divergir y entrar en y la garantía de «mínimos vitales» materiales y
tán ligadas de una u otra forma, de la gestación de la PC, la exploración de las asunciones temáticas, conflicto. simbólicos —dignidad y derechos humanos—
servicios para los marginados sociales o los perse- metodológicas o prácticas ha de redondear, ade- 6. El poder psicológico (empoderamiento, compe- son también necesarias para asegurar el desarro-
guidos políticamente. Así, el sindicato Comisiones más, el acercamiento histórico y social, destilando tencia, potencia, etc.) es esencial para el desa- llo humano y la legitimidad de una sociedad.
Obreras en relación a los derechos de los trabajado- lo que, en resumidas cuentas, piensan y creen los
res; las asociaciones de vecinos se implican en la psicólogos comunitarios: la esencia de la PC, su
transformación de barrios y comunidades y la lucha CUADRO 1.4
espíritu. Recojo y complemento aquí las asunciones
contra la especulación inmobiliaria. Iniciativas pro- cognitivas y valorativas contenidas en la edición El «espíritu comunitario»: creencias y valores de la psicología comunitaria
fesionales, como la antipsiquiatría y otras, coinciden anterior del libro (Sánchez Vidal, 1991a) usando
con frecuencia en su orientación y propuestas de un lenguaje lo más descriptivo y ateórico posible Determinación social de los problemas sociales y el desarrollo humano '
cambio con estos grupos y asociaciones coaligándo- que minimice diferencias cosméticas debidas a la Cambio social y aporte de poder ayudan al desarrollo de la comunidad y las personas y a la prevención
se en iniciativas comunes en los barrios o en las res- distinta codificación teórica de creencias o valores Visión positiva de la sociedad: no es sólo fuente de problemas, aporta recursos y oportunidades de desarrollo humano
pectivas áreas de servicio. similares entre las variantes de PC narradas (dado Comunidad (solidaridad «natural») es la base del desarrollo humano y la persona/humanidad
Distribución justa de poder/recursos sociales, base de la comunidad y el poder psicológico
que sólo en parte es eso posible, entrecomillo cier-
Emergencia y desarrollo de la psicología. Los El poder no es suficiente: la mejora personal y social precisa también conocimiento, técnica y estrategia
tos términos o expresiones —teóricamente «parti- Derecho a la diferencia sociocultural
primeros licenciados en psicología surgidos des- distas», aunque de uso común—, indicando un uso Compromiso social con los más débiles/desposeídos
de principios de los setenta de una universidad denotativo, no teórico: trato de describir algo que

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4 8 / Manual de psicología comunitaria

10. La distribución equitativa de bienes, poder y tales en relación a esos dos básicos: el poder y Por supuesto, no hay que olvidar los matices ha detallado críticamente la historia del movimien-
recursos es esencial para el desarrollo humano empoderamiento personal y colectivo, el activismo diferenciales, tanto terminológicos, ya menciona- to y el relativo fracaso de una desinstitucionaliza-
y social por ser: profesional, la responsabilidad social o el compro- dos, como de contenido real. Cada variante comu- ción psiquiátrica mal preparada.
miso con los más débiles o vulnerables (ligados a nitaria tendrá, en ese sentido, su propia constelación Resumo el análisis, más equilibrado, de Bloom
• Base de la comunidad social; si personas y un tercer valor básico, la justicia social) y el de- valorativa o asuntiva, que incluiría tanto valores (1984), que opina que la PC estadounidense ha evo-
grupos sociales no comparten —o tienen ac- recho a la diferencia social, valor «posmoderno» propios como comunes a otras constelaciones pero lucionado positivamente ampliando sus conceptos y
ceso a— los «bienes» del sistema social, di- útil en el manejo práctico de la multiculturalidad. ordenados o ponderados de distinta manera. El caso base empírica y reduciendo el evangelismo ideoló-
fícilmente se sentirán parte —valiosa, útil y Podemos añadir un último valor —o presupuesto del compromiso social ha sido ya apuntado. Com- gico inicial, lo que le ha permitido alcanzar una ins-
activa— de él. La distribución desigual o in- interventivo—, la asunción de recursos, que ven- promiso social, antiautoritarismo y, en lo metodo- titucionalización y desarrollo, aunque sea desequili-
justa de recursos genera, al contrario, mar- dría a resumir el valor positivo asignado a los otros lógico, la coordinación conocimiento-acción (in- brado. En general, los logros de los programas de
ginación, alienación e impotencia. valores de la constelación ética comunitaria, como vestigación-acción) y la valoración del «saber salud mental comunitaria están bastante alejados de
• Prerrequisito del poder psicológico. Difícil- la solidaridad —«natural» o «inducida» a través popular» podrían ser valores propios o distintivos las esperanzas originales, registrándose los mayores
mente desarrollaremos un sentimiento de po- de la organización—, el poder y el potencial de de la constelación latinoamericana. éxitos en el retorno de los servicios a la comunidad,
tencia y valor personal si no podemos parti- desarrollo de personas y sociedades. Ingredientes los servicios indirectos a las agencias de ayuda y en
cipar en las decisiones sociales básicas o que, en definitiva, son recursos profesionales, so- las intervenciones de corta duración. Las realizacio-
disponer de los recursos externos necesarios ciales y personales que permiten la mejora humana 7. BALANCE Y VALORACIÓN nes distan, en cambio, mucho más de lo esperado en
para desarrollar nuestras capacidades inter- y la justicia social. Son, de otro modo, medios o aquellos objetivos más ambiciosos, como la articu-
nas. instrumentos para los fines últimos de desarrollo Siendo interesante y revelador examinar los lación de un sistema comunitario e integrado de ser-
personal y la justicia social que podrían ser, en sus presupuestos y aspiraciones valorativas de un cam- vicios, la implicación de la comunidad y el uso óp-
11. El derecho a ser diferente o a comportarse de distintas variantes y nomenclaturas, los objetivos po, no se puede olvidar la realidad: los logros prác- timo de agentes no profesionales, así como en la
forma diferente sin ser socialmente sancionado básicos de la PC. Comunidad, desarrollo humano, ticos del campo y las consecuencias positivas o prevención y reducción de problemas —y desarrollo
o estigmatizado. O, visto desde el otro lado, la justicia social, poder, solidaridad, activismo profe- negativas que la praxis de los profesionales, movi- de recursos— de las comunidades. Es decir, los logros
necesidad de tolerancia social hacia modos de sional, responsabilidad social, tolerancia y recursos dos por esos supuestos y valores, ha tenido para las se dan en las tareas más clínicas y los fracasos en
vida y posturas sociales diferentes, minoritarios humanos y sociales serían, en resumen, los valores comunidades y la sociedad en su conjunto: sin lo- las menos clínicas y más sociales. Como parte de
o marginales. nucleares de la PC, aquellas cualidades personales gros reales, asunciones y valores quedan en un sim- una revolución social más amplia, el movimiento ha
12. El compromiso social con los marginados o y aspectos sociales que, considerándolos valiosos, ple discurso autojustificativo, una acusación siem- contribuido, concluye Bloom, a llamar la atención
desposeídos que niega el distanciamiento del motivan la acción comunitaria y la «mueven» a pre presente en las prácticas sociales ricas en sobre asuntos sociales relevantes como la prevención,
científico y la neutralidad profesional al uso. actuar de manera que sus acciones maximicen ese utopía y pobres en conocimientos o técnicas trans- las desigualdades en los servicios de salud mental,
Es éste, sin embargo, un valor operativo pola- conjunto de valores. formadoras. Centro este examen de la PC en nues- el progreso de los derechos civiles, el protagonismo
rizador norte-sur: dominante en el sur, pero más tro país, diferenciada, pero no desvinculada, de de la comunidad y la participación ciudadana. O,
matizado y polémico en el norte, donde, frente los logros de otras áreas, EUA y América Latina, usando su propia sistemática, podemos afirmar que
al compromiso social personal o ideológico más CUADRO 1.5 que, por razones opuestas —exceso de documen- la PC norteamericana ha cosechado los mayores éxi-
concreto, encontraríamos valores más «blan- tación y falta de ella—, abordo mucho más breve- tos en el desarrollo de servicios alternativos de salud
Los valores de la psicología comunitaria mental, menos en el terreno intermedio de la preven-
dos» como la responsabilidad social genérica, mente.
la imparcialidad o la autonomía, entendida ope- ción y los mayores fracasos en el área más ambicio-
Comunidad
rativamente como la promoción de las opciones sa y difícil del cambio social de la comunidad.
Desarrollo humano
del otro. Poder (y empoderamiento) 7.1. Estados Unidos Para analistas locales más exigentes, como Sa-
Justicia social rason (1983), Rappaport (1977) o Levine (1981),
Valores sustantivos sin embargo, el proyecto comunitario inicial de cam-
¿Cuáles son, en conclusión, los valores nuclea- y procesales
Solidaridad y cooperación Existen muchas evaluaciones del movimiento
res de la PC y el movimiento comunitario (cua- Activismo social y profesio- comunitario estadounidense en su conjunto y, en bio y renovación social para redistribuir recursos y
dro 1.5)? Dos, de entrada: la comunidad—como
nal especial, de los programas de salud mental comu- humanizar el entorno social ha fallado en buena
Responsabilidad social/com- parte, resultando en una «oportunidad perdida» y
hermandad o solidaridad social «natural»— y el nitaria: la anterior edición de este libro (Sánchez
promiso social estando aún pendiente de realización. Si bien la
desarrollo humano, aspiración compartida y he- Vidal, 1991a) incluía varias; Costa y López (1986)
cha realidad a través de la solidaridad y el poder han resumido las críticas a la salud mental comu- salud mental comunitaria estadounidense es un re-
Recursos personales y socia- ferente —uno de los referentes— en otras áreas,
compartidos. Existen otros valores asociados que Asunciones
les
nitaria, especialmente en lo relativo al funciona-
podemos considerar en buena medida instrumen- miento de los centros de salud mental; Levine (1981) visto desde Europa se le puede criticar por:

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• Dedicarse a la salud mental subestimando acción comunitaria tanto en los modelos teóricos matices de peso. Así, en la teoría, el análisis micro tos, abandonos y, cómo no, reflexiones críticas so-
otras áreas de actuación psicológica. «tradicionales» (mayoritariamente estadouniden- y el trabajo empírico dominan en EUA, mientras bre esas dificultades.
• Ignorar las teorías del conflicto y la desigual- ses) como en aquellos, «más desarrollados», liga- que la búsqueda de marcos más comprensivos e Un primer punto es la constatación de la dificul-
dad social que pudieran guiar operativamente dos a procesos cognitivos, emotivos y motivacio- integradores y el intento de revivir una variante tad de la cooperación entre el mundo académico
el cambio social. También, y como se verá en nales (ideología, conciencia o subjetividad). Tres, de la investigación-acción son típicos de América y el profesional debida tanto a diferencias insti-
otras áreas geográficas, se echan en falta teo- se constata la consabida discrepancia entre una Latina. La pervivencia del énfasis político y del tucionales (de objetivos y papel social, estructura
rías psicológicas que sitúen y definan «lo psi- retórica del cambio social participativo y una rea- compromiso social es otro elemento diferenciador organizativa, dinámicas internas, sistemas de re-
cológico» en el conjunto de «lo comunitario» lidad de los programas llevados a cabo desde ins- destacable en el sur. Lo que, más allá de las preten- compensas, etc.) como a desencuentros de personas
y del cambio social. tituciones estatales y siguiendo el esquema de in- siones de coherencia interna y diferencia respecto clave en ambas esferas. Mientras que la institucio-
• Carecer de un marco valorativo y político «so- tervención planificada con algunos añadidos al resto, llama la atención al observador externo de nalización académica de la PC le garantizó perma-
cializante» que desde la perspectiva de lo pú- participativos. Señala, por tanto, la autora la con- la PC latinoamericana es la pluralidad de enfoques nencia y posibilidad de influencia interna (a través
blico cree un clima favorable a la acción social tradicción entre las conceptualizaciones y prácticas teóricos y metodológicos y de prácticas reales (algo de la psicología social, que pasó a ser su «mentor»
y el trabajo colectivo que en casi todas partes sobre la ideología y la conciencia, por un lado, y que se repite en casi todas partes) y, más inusual, académico reconocido), la alejó del mundo social
se entienden como esenciales para la perspec- la implicación del psicólogo como actor y parte las creativas fusiones de enfoques teóricos —y, a real por las exigencias propias de la carrera do-
tiva y el trabajo comunitario. Mientras que la integrante del proceso de «construcción» ideoló- veces, de técnicas— provenientes de los ámbitos cente tal y como es entendida habitualmente. Y la
solidaridad social, lo público y {ajusticia so- gica. En la parte positiva, concluye Serrano, los más variados y hasta, en ocasiones, aparentemente vinculación a la psicología social, si bien supone
cial son parte de la tradición social europea (e psicólogos han ampliado sus horizontes discipli- contradictorios. un apoyo relevante —a cambio de dar un decidido
iberoamericana), EUA es una sociedad cons- nares proponiendo intervenciones en que las per- empujón práctico a una materia tan marcadamente
truida sobre la autonomía individual, la inicia- sonas: obtienen soluciones para sus problemas teórica—, clausura la posibilidad de que la PC se
tiva privada, la eficacia y el éxito del más fuer- inmediatos, fortalecen las organizaciones comu- 7.3. España constituya como campo autónomo con un perfil
te, valores, todos ellos, bastante antitéticos con nitarias, se acercan a la academia con su propio intelectual y social más rotundo.
el espíritu comunitario. El peso de la autonomía saber e investigación, alcanzan una mejor com- Como se ha visto, la PC nace con la transición En segundo lugar, varias de las tendencias apun-
individual frente a las realizaciones colectivas prensión de su realidad social y de su potencial política de mediados de los setenta como fruto de tadas muestran, en mi opinión, la dificultad, si no la
pone, como se verá, en tela de juicio la natu- transformador de esa realidad y acaban compar- procesos internos e influencias externas que buscan imposibilidad, de institucionalizar un movimiento
raleza comunitaria de esfuerzo comunitario tiendo colectivamente la vivencia, inicialmente renovar la vida social y la atención profesional a social (espontáneo, emocional, vital, pegado al
norteamericano. individual, de sus problemas. Marca la autora una los ciudadanos desde perspectivas más comunitarias contexto social y al momento) o de convertirlo en
agenda de tareas (encuentros y grupos de trabajo, y democráticas. Se institucionaliza y avanza vigo- un programa social o una disciplina académica
divulgación, etc.) que deberían contribuir a hacer rosamente en los ochenta y comienzos de los no- regulados y estables. En la medida en que la PC es
7.2. América Latina realidad la acción colectiva con la comunidad so- venta y sufre, después, un cierto estancamiento e fruto de los movimientos sociales de los sesenta,
bre la base del diálogo, la confrontación, la com- incapacidad para desplegar todo su potencial en el su destino profesional y académico debía afrontar
Resumo la valoración de Irma Serrano (con plicidad y el compromiso. clima de desencanto político y de individualismo un dilema típico con el cambio del clima social:
Vargas, 1992) de la PC sudamericana que contie- No debe sorprender a estas alturas observar egoísta que acompaña a la estabilización democrá- permanecer fiel a su espíritu inicial, aunque des-
ne no pocos paralelismos con su homónima nor- cómo, tras la obstinada búsqueda de autonomía y tica y la «contrarreforma» neoliberal. Agotado el acompasado con los nuevos tiempos, o cambiar
teña. Destaca Serrano tres tendencias en la tríada diferenciación respecto a la PC norteña, irrumpen aliento político y social que lo inspira inicialmente lo suficiente como para convertirse en un campo
teoría, práctica y metodología que constituyen la una y otra vez en su contraparte sureña similitu- y enfrentado a la inexorable exigencia de «resulta- de estudio o de actuación profesional más o me-
PC. Una, los aspectos prácticos y metodológicos des y paralelismos: prioridad inicial de la praxis, dos» que acompaña a la racionalización de la ad- nos formal, lo que casi seguramente conllevará la
están más adelantados que los teóricos: en Amé- búsqueda de una teoría integradora, divergencia ministración pública, el trabajo comunitario regis- «domesticación» de sus rebeldes y utópicas ambi-
rica Latina, la PC arranca como parte de un es- entre intenciones maximalistas y resultados más tra el consabido deslizamiento hacia la atención ciones primeras. La psicología no podía; además,
fuerzo práctico global carente de un marco teóri- modestos, tendencia a «regresar» al papel clínico clínica e individual, más vistosa y apreciada por las monopolizar unas aspiraciones y tendencias ges-
co psicológico. La metodología, en cambio, ante las dificultades, recurrencia de la planifica- instituciones. Ya se sabe que en tiempos de retro- tadas junto a otras profesiones y grupos sociales.
encuentra en la investigación-acción participante ción como marco metodológico de referencia de ceso social quedan las aportaciones teóricas y los No se puede ignorar la complejidad y dificultad
un marco integrador general que, a diferencia de la actuación, etc. Estos paralelismos y semejanzas, logros técnicos y sociales de un campo. Y es pre- del cambio social, tan diferente del cambio indivi-
los enfoques cuantitativos y fragmentarios domi- repetidos en otros lugares, indican el parentesco cisamente lo limitado de esas aportaciones lo que dual, más familiar para el psicólogo. Pero si ya el
nantes en otras zonas, aporta una coherencia glo- de los «brotes» comunitarios surgidos en distintas queda al descubierto en el caso de la PC —aquí y cambio social es difícil de por sí, la postura comu-
bal incluyendo los aspectos subjetivos. Segunda latitudes y su convergencia como campo unitario. en otros sitios— cuando la marea ideológica, que nitaria —animar y atizar los intentos de cambios
tendencia, la búsqueda de «lo psicológico» en la Se observan también, sin embargo, diferencias y primero la impulsó, retrocede. Ello origina desalien- de otros en vez de protagonizarlos— exige para

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ser consecuente estar en función de los deseos de sociales, la afirmación —si bien tímida— del estudio Fracaso dei «programa máximo» del gran cam- 8. AGENDA DEL SIGLO XXI
cambio de la gente: si la gente no quiere cambiar, de la comunidad, la recuperación de la justicia social bio social autogestionado por la comunidad, en
no hay cambo comunitario posible. Y ése es el dato y de una ética social clara. función de las dificultades notadas, con valiosas No están los tiempos para predicciones o excesos
clave que a menudo se pierde de vista: el apabu- Vista en su conjunto, la PC española ha usado ma- excepciones parciales y puntuales. utópicos: la conjunción de desconcierto moral, «re-
llante conformismo y renuncia al cambio social yoritariamente los conceptos y enfoques interventivos Éxito de objetivos y pretensiones intermedios y conversión» ideológica, desmovilización social, neo-
real de unas sociedades instaladas en el bienestar estadounidense en la academia y en varias áreas de más limitados, a veces de carácter social y glo- imperialismo militarizado y terrorismo integrista que
material. En esa tesitura, el psicólogo comunitario trabajo, no sólo la salud mental. Se ha servido tam- bal, otros muchos de carácter más psicosocial y vivimos en este principio del siglo dibujan un hori-
debe necesariamente revisar sus pretensiones om- bién, sin embargo, de otros aportes teóricos y prácti- cercano a los conocimientos y habilidades más zonte poco propenso al examen sereno del pasado o
nipotentes de cambio y, probablemente, reajustar cos de procedencia europea o, más minoritariamente, psicológicos, como: la proyección esperanzada hacia el futuro al que la
sus expectativas, asumir un papel más modesto, latinoamercana: ideas marxistas, críticas, enfoques PC no es inmune. ¿Qué hacer en esa coyuntura? ¿Vol-
buscar alianzas con otros actores profesionales y antipsiquiátricos y de terapia social, orientaciones • Denuncia de la desigualdad y la injusticia so- ver a «las esencias» comunitarias como si nada hu-
sociales. Pienso que no se trata de negar la utopía sociales anarquistas y socialistas inspiradas por un cial. biera pasado o «adaptarse» a los tiempos, aun a cos-
ni la voluntad del cambio y mejora social, sino de cambio de modelo social desde un rol psicológico • Fortalecimiento y ayuda a ciertos grupos so- ta de desfigurar el campo? ¿Dónde situar el equilibrio
reconocerlos como tales, no confundiendo utopía plenamente político, métodos de investigación-ac- ciales más necesitados o vulnerables. entre la fidelidad al espíritu comunitario y la mudan-
y voluntad con realidad. ción, etc. Parece en este sentido que nuestra realidad • Afloramiento de las capacidades y papel agen- za según la moda intelectual y social? Son preguntas
Tercero, las limitaciones citadas no nos deben social nos sitúa más cerca de los planteamientos de te de las personas y de la necesidad de parti- que el conjunto del campo comunitario y cada una
ocultar el potencial del movimiento comunitario para la PC «norteña» que de la corriente sociocomunitaria cipación tanto en programas sociales como en de sus corrientes deben debatir y responder desde su
transformar los enfoques teóricos y las prácticas pro- latinoamericana. la vida política en general. particular situación y punto de vista. Ofrezco aquí
fesionales. Aportaciones comunitarias que, en ese • Explicitación de la comunidad y lo comuni- algunos temas adicionales de debate que, a partir del
sentido, no sólo no deben perderse sino que merece tario en la agenda académica y social. examen previo, pueden marcar las discusiones y op-
la pena difundir a otros campos incluyen: la revita- 7.4. Convergencias: éxitos y fracasos • Humanización de la atención en salud men- ciones de los psicólogos comunitarios (en la España
lización de la investigación-acción, la mejor com- tal y otros sectores, renovación técnica de la europea, al menos) en este comienzo de siglo. El
prensión de los contextos mesosociales, la exigencia No podemos concluir sin notar los paralelismos acción psicológica orientándola hacia la pre- cuadro 1.7 los sintetiza.
de participación y la devolución de la capacidad de y tendencias comunes observados en las tres va- vención, globalidad y colaboración multidis- ¿Revitalizar el impulso inicial o adaptarse? Aun-
sujetos a las personas y la comunidad, la cooperación riantes —estadounidense, latinoamericana y espa- ciplinar. que recuperar energías parece ahora conveniente,
multidisciplinar, la inequívoca introducción del poder ñola— de la PC (véase el cuadro 1.6), que tampoco • Introducción del saber popular en la agenda no podemos pretender volver sin más al punto de
como variable analítica y práctica clave, la explici- niegan las diferencias o singularidades de cada una científica y reorientación del análisis e inves- partida, tratando de repetir aquel impulso. Lo lógi-
tación de los recursos y capacidades personales y de ellas. tigación psicológica hacia los problemas e co es averiguar primero las razones del desencanto
intereses sociales de la gente. social y del desánimo de los profesionales para, a
• «Traducción» mayoritaria de las experiencias la vista de los logros y fracasos, reformular tanto
comunitarias a la planificación de programas la tarea comunitaria como el papel que en ella co-
CUADRO 1.6 y el patrocinio institucional, con acompañan- rresponde al psicólogo de manera que ambos, tarea
tes metodológicos minoritarios distintos, como y papel, sean realizables. Y es que una de las razo-
Evaluación de la psicología comunitaria la investigación-acción. nes de los desalientos detectados es que los psicó-
logos comunitarios han aceptado —o se han autoa-
Fracaso del «programa máximo»: cambio de la sociedad, restablecimiento de la comunidad social Deslizamiento de la práctica comunitaria desde signado— tareas manifiestamente irrealizables con
— Desfase con ideología y valores sociales: individualismo, egoísmo, utilitarismo pretensiones maximalistas iniciales de acción los medios técnicos y sociales con que contaban.
Logros medios, limitados y renovación comunitaria hacia el trabajo clí- De forma que no tendría sentido volver a colocar a
— Denuncia de la desintegración y desigualdad social nico reparador más asequible y con frecuencia las nuevas generaciones ante la misma tarea exi-
— Humanización de los servicios de salud mental y otros mejor reconocido. giéndoles, además, un entusiasmo impropio de los
— Conciencia de la importancia de la comunidad Búsqueda de teorías sociales y psicológicas in- tiempos que corren. Sólo tras esa revisión y rede-
— Fortalecimiento del papel como agente de sujetos finición tiene sentido recuperar los ánimos y los
tegradoras que, incluyendo el cambio y el poder,
— Introducción de formas alternativas de conocimiento (saber popular)
Tendencia a la planificación e institucionalización de las acciones orienten la práctica —espontánea y ateórica— y deseos de cambio y mejora social.
«Deslizamiento» individualista de la acción manteniendo el discurso explicativo social el contenido específicamente psicológico hacia el
Búsqueda de teorías psicosociales integradoras de aspectos psicológicos y sociales que orienten acción trabajo comunitario compartido con otras pro- Reafirmar y replantear la participación de la
fesiones. gente. Reafirmarla como valor central del campo:

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CUADRO 1.7 —exitosas o fallidas— de países con tradición mi- propuesta y puesta en marcha de alternativas de
Agenda comunitaria del siglo xxi gratoria o multiétnica. Tercero, hay que tender puen- vida de nivel medio que atiendan anhelos y nece-
tes y cooperar tanto con los grupos y organizaciones sidades de la gente que los sistemas utilitarios de
• Revitalizar el impulso inicial a la luz del análisis causal de logros, fracasos y cambio de clima inmigrantes en la comunidad como, si es apropiado, la sociedad (economía, trabajo, tecnificación, etc.),
• Reafirmar y replantear la participación y el empoderamiento a la luz del nuevo clima con organizaciones sectoriales o con sus homólogos lejos de satisfacer, perjudican. La vivencia de la
• Tomar en serio una comunidad de carácter relacional e inclusivo de la diversidad profesionales en los países de origen de los emi- comunidad y la experiencia de la relación entre per-
• Reafirmar la solidaridad y la fraternidad frente a individualismo como base de la humanidad grantes. sonas o la ayuda mutua (capítulo 13) serían, por
• Buscar formas de romper el círculo de conformismo y autoexclusión de la gente ejemplo, elementos valiosos de cara a un posible
• Repensar la dimensión política de intervención comunitaria con potencialidades y riesgos Sostener los valores de justicia social y frater- cambio global.
• Asumir la importancia práctica de la ética y los valores comunitarios nidad, propios de la tradición europea, denuncian-
do el papel socialmente disolvente y humanamente Psicología comunitaria y política. Reconociendo,
empobrecedor (Sánchez Vidal, 2004) de competi- de entrada, el carácter polémico tanto de la relación
ayudar a empoderar y hacer partícipe a la gente de tareas moral y socialmente empobrecedoras, como tividad, individualismo y utilitarismo, como valores de la PC con el poder (capítulos 2 y 4) como de la
los procesos de cambio es la manera de asegurar fomentar la autonomía o la eficacia de los indivi- «funcionales» que sostienen la lógica económica forma que debe tomar la relación entre psicólogos
que la PC no queda reducida a un haz de técnicas duos. Cierto es que la PC nunca se ha tomado en en que se basa nuestro bienestar material. No po- comunitarios por un lado y políticos e instituciones
para investigar o mejorar la comunidad, sino que serio la comunidad, y, seamos claros, una psicolo- demos ignorar, por tanto, la ambivalente adhesión públicas por otro, no podemos ignorar las posibili-
aspira a ser un punto de encuentro de los psicólogos gía sin comunidad, centrada en la promoción indi- popular: se es parcialmente consciente de los exce- dades, pero también los riesgos, asociados a la en-
y la gente, que es la que, en definitiva, ha de definir vidual, no puede apellidarse «comunitaria». La ta- sos y perjuicios asociados a esos valores pero se les trada abierta del profesional en el terreno político.
lo que desea y luchar por ello. De nuevo, tampoco rea es, por tanto, tomarse en serio la comunidad y considera necesarios para mantener el orden eco- Entiendo que, si bien el trabajo del psicólogo comu-
valen aquí voluntarismos autistas: es preciso exa- reafirmarla en la doble condición de concepto y nómico que genera nuestro actual «bienestar». Se nitario tiene siempre un componente político ligado
minar las causas del desencanto y desafección social valor director del campo y de área de estudio que les ve, además, difíciles de cambiar o sustituir por al manejo del poder propio y ajeno, el componente
de la gente y conocer el punto de vista de los que integre la investigación empírica y el análisis social el masivo conformismo de la gente y por la aparen- primario de su papel es psicológico, ya que ni por
no participan; el de los pocos que participan lo co- existentes. Se trata de desarrollar una nueva con- te inutilidad de la protesta y la disidencia minori- formación ni por vocación somos políticos. Y, aun
nocemos de sobra y de poco nos va a servir. Habrá, cepción relacional de la comunidad, cuyo núcleo taria... Es el clásico círculo vicioso que, aunque cuando en determinadas circunstancias decidiera el
en este sentido, que tener en cuenta algunas diná- es la vinculación y relación social, que sea compa- tiende a reproducirse, se puede romper o cambiar psicólogo asumir un papel primariamente político,
micas sociales autoritarias o desmovilizadoras tible con la afirmación de la individualidad pero no en un momento dado por cualquier punto o des- ese papel habría de estar subordinado a la voluntad
como: el abuso de la técnica como sistema de con- con los excesos del individualismo como fuente equilibrio (cambio de clima social, contradicciones de la gente, la comunidad, que es finalmente el su-
trol en el trabajo y la vida social en general, la única de identidad personal y realización social. lacerantes en el ciclo, sucesos externos imprevistos, jeto de la acción política desde abajo (o desde arriba,
manipulación y creación de necesidades artificiales Afirmaríamos así la convicción de que las vincula- amplificación de los efectos negativos creados, sa- mediada en ese caso por el político, como «profe-
de «bienestar» a través de la publicidad comercial ciones y relaciones entre personas y grupos sociales turación general de la mayoría, etc.), de forma que sional» del poder). De manera que, en todo caso, el
y la propaganda política, las excesivas expectativas son constituyentes fundamentales de la identidad el deber de los convencidos y «concienciados» es profesional comunitario no tendría más legitimidad
creadas por las transiciones hacia la democracia, el personal y del desarrollo humano. seguir insistiendo y tratar de convencer a la gente en esta situación que la de mediador cualificado en-
«déficit» democrático característico de la «cons- sin caer en extremismos sectarios que acaban sien- tre instituciones y comunidad cuando, en circunstan-
trucción europea», el determinismo económico, la Emigración, diversidad y multiculturalidad. Los do contraproducentes. El psicólogo comunitario cias excepcionales, falla el mediador «profesional»
dominancia del credo neoliberal o la difusión de un grandes movimientos migratorios impulsados por debe ser consciente de que, en estas circunstancias, del poder (el político) y no hay otro agente social
clima generalizado de miedo e inseguridad. Toma- los desequilibrios económicos y la globalización y recibe de la sociedad un encargo imposible: mejo- más adecuado para defender los intereses de los gru-
das en su conjunto, estas y otras dinámicas propician la creciente diversidad plantean, entre otros retos, la rar a las personas y comunidades sin alterar los pos más débiles o necesitados. No se puede olvidar
un clima social enrarecido, escéptico y medroso necesidad de introducir correcciones multicultura- mecanismos básicos —sobre todo la lógica econó- que la adscripción política, ensalzada por unos y re-
que favorece la conformidad, la retracción de la les en los conceptos y enfoques de trabajo comu- mica— del sistema y sin contar con la voluntad de chazada por otros, tiene, por tanto, sus propias «in-
gente de los asuntos sociales y las demandas de nitario. ¿Qué correcciones? Primero, pensar la co- cambio de la gente, inexistente porque, además de dicaciones de uso» y conlleva riesgos como la des-
seguridad a cualquier coste. munidad como un grupo inclusivo y heterogéneo vivir bien, sus eventuales deseos de cambio están legitimación del papel psicológico o los conflictos
que, admitiendo la diferencia legítima y de acuerdo anestesiados por el conformismo y la resignación. planteados por los papeles duales (capítulo 9). Tam-
Tomar en serio a la comunidad. La sacralización con lo ya señalado, se teje desde la interacción y No hay salidas globales fáciles a estos dilemas. Una, poco, que, en el otro extremo, la inhibición «política»
del individualismo utilitarista en Occidente amena- la experiencia compartida, que el interventor co- ya citada, sería la denuncia de la situación; otra, la en situaciones de violencia, explotación, injusticia o
za con desfigurar toda forma de pensar y actuar munitario debe, por tanto, facilitar. Segundo, debe- alianza con grupos sociales disidentes; y la tercera, pobreza flagrante es moralmente inaceptable, desdi-
solidaria y social —como la PC— reduciéndolas a mos tener en cuenta las experiencias integradoras y pienso que estratégicamente más fructífera, es la ciendo los valores básicos del campo comunitario.
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La ética y valores. Ya se va viendo que la PC existentes para trasladar esa postura a la realidad,
tiene un perfil decididamente ético. Y, sin embar- proponiendo valores y métodos de análisis de los
go, ése es un «punto negro» del campo que apenas dilemas y cuestiones éticas más candentes en su academia y en los ámbitos profesionales de sa- favoreciendo la participación de la gente y
ha recibido atención teórica y práctica abierta. Pa- práctica diaria y formando a los futuros interven- lud mental y salud, psicopedagogía y servicios tratando de fortalecer la comunidad local. No
rece como si la PC, dando por sentada su superio- tores en esa área. A esa tarea, que debe ser situa- sociales, observándose después un cierto estan- se han cumplido, sin embargo, las propuestas
ridad moral, no viera la necesidad de hacer explí- da entre los afanes centrales de la PC, se dedica camiento. «máximas» de cambios sociales y comunita-
cita su postura ética, examinando las dificultades aquí el capítulo 9. 7. Raíces socioestructurales de la PC española rios profundos difíciles de alcanzar por la fal-
son: el desarrollo económico y la urbanización ta de voluntad de la gente y de técnicas psico-
de los sesenta, que catapultan la modernización sociales adecuadas. Se observa una redefinición
RESUMEN cultural y social pero generan desintegración del campo y del papel psicológico implícito
social y marginación en las periferias urbanas; asociada al agotamiento de los movimientos
la transición democrática y las demandas psi- sociales que lo impulsaron inicialmente y a
1. La PC tiene orígenes y desarrollos diversos comunitaria. La PC latinoamericana tiene un cológicas asociadas a la modernización eco- los amplios cambios sociales posteriores.
pero convergentes según los contextos sociales carácter más social, político y comprometido nómica y social y a los conflictos y problemas 10. Se propone un programa para la PC del si-
e históricos norteamericanos, sudamericanos que su contraparte norteña, y contiene nume- derivados; elflorecimientode las asociaciones glo xxi, buscando combinar metas utópicas
o europeos en que se desenvuelve a partir de rosas influencias externas a la vez que aporta- políticas, ciudadanas y sindicales, y la emer- orientadoras y tareas realizables en base a:
los años sesenta del siglo xx. ciones originales, como la teología de la libe- gencia y el desarrollo académico de la psico- actualizar el impulso renovador a partir del
2. En Estados Unidos la PC surge en los años se- ración, la pedagogía liberadora freiriana o la logía como carrera autónoma. análisis de las causas de logros y fracasos
senta de la conjunción de fuerzas sociales, ac- versión activista de la investigación-acción. 8. La PC asume un conjunto de creencias y valores del pasado; reafirmar y replantear la parti-
tivismo profesional e iniciativa política en mo- 5. Principios básicos de la psicología social co- esenciales que subrayan: la causalidad social cipación y el empoderamiento en tiempos
mentos de cambio social y a partir de una línea munitaria son: la autogestión comunitaria como del desarrollo humano y los problemas psico- de desánimo y pasividad; tomar en serio una
de salud mental comunitaria centrada en la pre- eje estratégico y condición para combatir alie- sociales; el papel del cambio social, la comuni- comunidad basada en la relación y enrique-
vención y atención en la comunidad, educación nación e impotencia; la investigación-acción dad y el poder psicológico en la solución de los cerla con la noción de diversidad y los enfo-
para la salud y participación social. La Confe- como forma preferente de unir teoría y praxis; problemas sociales y el desarrollo humano; la ques de trabajo multiculturales; sostener los
rencia de Boston define el campo de la psico- y la práctica transformadora tanto de las situa- importancia de la justicia social y el acceso de valores de justicia social y fraternidad como
logía comunitaria asignando al psicólogo el ciones externas de pobreza e injusticia como todos a los bienes colectivos como base de la fundamento de humanidad y solidaridad frente
papel de agente de cambio social y «conceptua- de las condiciones internas (conciencia y cul- comunidad y el poder psicológico; el compro- a un modelo de desarrollo económico de base
lizador participante». tura) que justifican ideológicamente esas situa- miso con los más vulnerables y desfavorecidos, competitiva e individualista que produce es-
3. Causas de la PC en EUA —también presentes ciones. La dependencia exterior, las difíciles y el derecho a la diferencia social y cultural. tragos psicológicos y sociales; buscar formas
en otras áreas— son: la búsqueda de alterna- condiciones sociales (deuda externa, autorita- 9. Aunque globalmente positivo, el balance de la de romper el círculo de conformismo y pasi-
tivas más humanas y eficaces de atención en rismo, populismo, etc.), la debilidad del Estado, PC es ambivalente: se han renovado los enfo- vidad actual; repensar la dimensión política
salud mental rechazando el modelo médico y el compromiso social, la politización y la in- ques interventivos en psicología, se han mejo- del trabajo comunitario sin ignorar sus riesgos
su símbolo: el hospital psiquiátrico; la correc- fluencia de los enfoques discursivos y «com- rado y humanizado los servicios de salud men- ni sus potencialidades, y asumir la relevancia
ción de la desintegración social y el desarrai- prensivistas» y el saber popular son rasgos adi- tal y otros y se ha concienciado a la sociedad de los valores y la ética en el trabajo comu-
go psicológico asociados a la industrialización cionales de la PC latinoamericana que no sobre problemas e injusticias sociales nitario y en la formación de sus practicantes.
y el desarrollo económico; el activismo pro- excluyen una gran pluralidad real de enfoques
fesional y social de los sesenta; la aplicación y prácticas.
e intervencionismo psicosocial, y el estudio 6. En España la PC surge a fines de los setenta
del cambio social. del activismo social de los psicólogos, las nue- TÉRMINOS CLAVE
4. En América Latina surgen a fines de los cin- vas orientaciones de atención a los problemas
cuenta focos de trabajo comunitario ligados al de salud, educación y servicios sociales, la de-
desarrollo comunal, la educación popular y la mocratización política tras la dictadura y el
autogestión cuya dimensión psicológica se bus- impulso de movimientos sociales e influencias • Salud mental comunitaria • Psicología social comunitaria
ca organizar teórica e institucionalmente más externas. Se desarrolla vigorosamente y se ins- • Psicología comunitaria • Transición democrática
adelante con el nombre de psicología social titucionaliza en los ochenta y noventa en la • Desintegración social • Espíritu comunitario
• Aplicación psicosocial • Comunidad

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5 8 / Manual de psicología comunitaria

Nueva York: Brooks/Cole.


LECTURAS RECOMENDADAS
Bloom, B. L. (1984). Community Mental Health (2.a edic).

Contiene un resumen equilibrado de la historia y


los principios de la salud mental comunitaria en EUA.
cional de psicología comunitaria. Valencia: Ñau Lli-
bres.
Narra los orígenes históricos de la PC en distintas
comunidades españolas.
Psicología comunitaria:
concepto y carácter 2
Levine, M. (1981). The history and polines of Commu- Serrano García, I. y Vargas, R. (1992). La psicología
nity Mental Health. Nueva York: Oxford. comunitaria en América Latina. Estado actual, con-
Visión crítica de la historia de la salud mental troversias y nuevos derroteros. Actas del I Congreso
comunitaria en Estados Unidos. Iberoamericano de Psicología. Madrid: Colegio Ofi-
cial de Psicólogos.
Musitu, G., Berjano, E. y Bueno, J. R. (comps.) (1990). Valoración crítica de la PC en América Latina.
Psicología comunitaria. Actas del IV Encuentro Na-

El capítulo 1 mostró tanto las diversas circuns- delos del sur en una propuesta final integradora de
tancias en que surge la PC y sus variantes regionales la PC y de sus características teóricas y operativas.
desarrolladas como la forma similar en que unas y Tratándose, por otro lado, de un área esencialmente
otras evolucionan hacia una concepción de lo huma- práctica, la PC quedará mejor perfilada desde sus
no y una práctica social semejantes reflejadas en el características interventivas, visión de los problemas
«espíritu» valorativo del campo. Concepción y prác- y soluciones y valores implicados que desde los con-
tica que, aunque adopten distintas formas o se ex- ceptos o la teoría, siempre secundarios y «a rastras»
presen en diferentes lenguajes, coincidían en la re- de la forma de actuar. Dado que las diferencias de la
belión contra las formas tradicionales de concebir y PC con las formas individuales de trabajo psicoló-
hacer la psicología de las que la PC se quiere clara- gico y con el modelo médico asociado carecen ya de
mente distinguir construyendo un campo práctico- la importancia que inicialmente tuvieron en la defi-
teórico dedicado a la mejora de las personas y el nición del campo, me limito a resumirlas aquí bus-
desarrollo de las comunidades por medio del cambio cando una definición sustantiva —qué es la PC—,
social protagonizado por las propias personas y co- no una diferencial que sólo indica lo que no es el
munidades. Este capítulo trata de definir y explicar campo, de qué quiere distinguirse.
las características analíticas e interventivas de la PC
desde la dialéctica unidad-diversidad apreciada en
el campo. La diversidad es patente en las formas 1. DIFERENCIAS CON LA CLÍNICA
diferentes de entender la PC en el norte y el sur; la Y EL MODELO MÉDICO
unidad se manifiesta en una definición y modelo in-
tegrados que recoge rasgos paralelos o comunes a Ya se vio en el capítulo anterior que la PC nace
las distintas formas de entender y practicar la PC. con una vocación rupturista respecto de las formas
Mientras que la primera edición del libro (Sán- «establecidas» de entender y resolver los problemas
chez Vidal, 1991a) incluía una gran variedad de con- psicológicos y sociales, de los que trató de distan-
ceptos y definiciones de la PC —generalmente pro- ciarse. Eso la llevó a definirse por oposición a los
vinientes de EUA—, aquí me limito a destacar modelos clínicos centrados en la atención individual
aquellas que, con la perspectiva que da el tiempo, he y al modelo médico asociado a ellos, de forma que
juzgado nucleares al campo dentro de una visión una buena aproximación inicial a la PC consiste en
global más próxima a los modelos del norte —en revisar las diferencias entre ambos modelos —comu-
general más apropiados a la realidad social españo- nitario y el clínico-terapéutico— a la hora de prestar
la— pero que también incorpora aspectos de los mo- servicios. Aunque esas diferencias están pensadas
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6 0 / Manual de psicología comunitaria Psicología comunitaria: concepto y carácter I 61

para la salud mental, se pueden aplicar sin mayor rios—, no, como pretenden los paradigmas ecológi- CUADRO 2.1
problema a otras áreas de intervención comunitaria. cos tan comunes hoy en día en el mundo anglosajón, Diferencias entre la psicología comunitaria y el enfoque clínico-médico
La pretensión de definirse por oposición a algo suele, relaciones casi biológicas organismo-entorno para
por otra parte, producir una visión distorsionada, «en las que la ecología podría ser más adecuada.
Concepto Psicología comunitaria Psicología clínica, modelo médico
blanco y negro», del campo: clarifica las diferencias
pero oculta continuidades y semejanzas ignorando Localización de la intervención. Mientras que
otros rasgos importantes de la PC no referidos al tra- la práctica clínica se realiza en centros artificiales Causas de problemas Socioambientales: en contexto social y Internas, intrapsíquicas
bajo psicológico tradicional que deberemos explicar y segregados —un hospital, un centro de servicios, relaciones entre personas y contexto
en otros apartados. Describimos sintéticamente las un despacho—, la actuación comunitaria debe lle-
once diferencias principales de la PC con los mo- varse a cabo en la comunidad o lo más cerca posi- Modelo teórico De adaptación, sistémicos, relaciónales, Psicología individual, personalidad, psi-
delos individuales de tratamiento psicológico que ble de ella. ¿Por qué? Porque si queremos modificar ecológicos, acción social copatología
son resumidas en el cuadro 2.1. los determinantes sociales básicos de los problemas
o alcanzar el desarrollo personal, habrá que inter- Lugar de intervención La comunidad: contexto social inme- Instituciones distantes: hospital, centros
Asunciones sobre las causas de los problemas. venir en el propio entorno social y cultural en que diato de servicios
Mientras que los modelos psicológicos clásicos asu- operan esos determinantes, sin esperar en nuestro
men, con algún matiz, causas psicológicas o «inter- despacho a que los individuos vengan a pedir ayu- Destinatario La comunidad en conjunto Individuos etiquetados como enfer-
nas» a los individuos, la PC supone que las causas da. No es, simplificando, el «enfermo» el que tiene mos, con retraso escolar, delincuen-
de los problemas psicosociales son relaciónales y tes, etc.
que buscar al psicólogo comunitario, sino el psicó-
socioculturales: tienen que ver con los procesos so- logo quien ha de buscar al «enfermo» o, más pre-
ciales y culturales y con las interacciones que con cisamente, a los grupos vulnerables y los procesos Áreas de intervención Salud, bienestar, justicia, tiempo libre, Salud mental
ellos tienen las personas y los grupos humanos. Las y «nutrientes» sociales que, siendo en parte respon- desempleo, etc.
consecuencias prácticas de esta asunción causal son sables de los problemas psicosociales, habrían de
esenciales: la intervención debe centrarse en las re- permitir su prevención de esos problemas y el de- Fines Desarrollo humano y comunitario Tratamiento terapéutico, cambio indi-
laciones entre personas y contextos y no, como en Liberación de opresión vidual
sarrollo humano del conjunto de la comunidad.
Prevención de problemas
la clínica, en los individuos. Y las implicaciones éti-
cas también: si buena parte de las causas son socia- Destinatario: la comunidad, no los individuos.
Tipo de intervención Intervención global, totalizadora, contex- Intervención individual, especialista,
les y ambientales, no se debe culpar a las víctimas No se trata sólo de que la PC se haga en la comu-
tual, multidisciplinar descontextualizada
(Ryan, 1971) de los problemas que padecen. nidad, sino que se centre en ella y no en ciertos
individuos: la comunidad es el destinatario, además
Tipo de servicios Renovación técnica Servicios terapéuticos individuales se-
Modelos teóricos relaciónales y sociales. Si los de la localización de la acción comunitaria. Mien-
Ayudadores no profesionales gún modelo médico en mercado;
determinantes de los problemas —y del desarrollo tras que el trabajo clínico se dirige a individuos que Organización global: continuidad, coor- atención pública, residual, comple-
humano— son predominantemente sociales, los con- sufren, la PC se dirige a la comunidad como grupo dinación, integralidad mentaria
ceptos y teorías de base individual que habitualmen- social asentado en un territorio. La comunidad es Búsqueda problemas/clientes
te ha usado la psicología (la personalidad, psicología una realidad sociopsicológica compleja, con fre-
diferencial, psicopatología u otras) son esencialmen- cuencia representada por unidades administrativas, Centro de poder Comunidad, gente Profesional
te inválidos para las nuevas tareas. La PC necesita como los barrios o distritos urbanos, al conjunto de
conceptos y enfoques teóricos supraindividuales que, cuyos pobladores va destinada la intervención, aun- Papel del psicólogo Más amplio y flexible según demandas Ayudador profesional
contemplando las dimensiones y determinantes re- que no siempre se corresponden con el tejido social situación Contenido limitado: terapeuta, diagnos-
laciónales, sociales políticos y ambientales de los denso (capítulo 3) que forma la verdadera comuni- Agente de cambio social ticado^ consejero
temas comunitarios, pongan en relación a las perso- dad. Y, como se verá más adelante, esa complejidad
nas con los grupos sociales de que son parte activa: hace que muchas veces la intervención se centre no Relación Igualitaria: colaboración psicólogo-comu- De arriba abajo: psicólogo diagnostica
modelos relaciónales, de adaptación, sistémicos, so- en el conjunto de la comunidad, sino en ciertos te- con el destinatario nidad y prescribe soluciones; paciente las
ciales, de «activación social», ecológico-sociales. mas o sectores de población, buscando implicar de (de abajo-arriba: al servicio de la comu- sigue
Modelos, habría que añadir, cuyo núcleo deber ser una u otra forma al conjunto de la comunidad en nidad)
social —con un añadido micropolítico ligado a la los procesos. E, incluso, cuando la acción se dirige
importancia del poder en los fenómenos comunita- a «la comunidad», a menudo se trabaja realmente

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6 2 / Manual de psicología comunitaria Psicología comunitaria: concepto y carácter I 6 3

con la parte socialmente «viva» y organizada de dad del servicio para las personas y grupos sociales pe en las acciones de cambio y asuma colectiva- 2.1. Salud mental comunitaria
ella (instituciones y asociaciones, grupos moviliza- con necesidades y recursos diversos. mente la responsabilidad de esas acciones.
dos o motivados, etc.), dejando de lado amplios La salud mental comunitaria (SMC) aborda los
sectores comunitarios. Renovación de servicios y formas de ayuda. La Papel del psicólogo. La acción comunitaria su- problemas de salud mental con un enfoque comuni-
ampliación de las asunciones causales, destinatario, pone, como ya se va viendo, una redefinición de tario conformando un híbrido, también llamado psi-
Multisectorialidad interventiva. Dado su ca- fines y áreas de intervención y la pretensión de glo- la ecología de los papeles sociales —profesional y cología clínico-comunitaria, que acoge un conjunto
rácter totalizador e integral, el enfoque comunita- balidad exigen de la PC un replanteamiento de la clientes— incluidos en varios aspectos. En el aspecto de alternativas a las estrategias clínicas clásicas. Aun-
rio no se limita al ámbito de la salud mental, feu- concepción y funcionamiento de los servicios de procesal, el psicólogo pierde parte de la responsabi- que se considere a la SMC un campo a medio cami-
do tradicional del psicólogo, sino que se extiende ayuda, modificando también el papel del psicólo- lidad e iniciativa a favor de la gente, la comunidad, no entre el trabajo clínico individualizado y la PC,
al conjunto de áreas de problemática y potencial go y la forma de relacionarse con sus clientes. Se que ha de tener, por tanto, un mayor protagonismo llevada al extremo (asumiendo los once puntos dife-
de desarrollo psicológico y social: educación, ser- renuevan, por un lado, las estrategias interventivas: y actividad. En cambio, el contenido del papel psi- renciales anteriores y usando sus estrategias más so-
vicios sociales, pobreza, trabajo, política, desarro- si en clínica bastaba con la terapia, la orientación cológico —las funciones a desempeñar— aumenta ciales y comunitarias), no se diferencia gran cosa de
llo rural y urbano, etc. Ahí radicaría una de las y la asesoría, aquí se amplía a la prevención, in- notablemente en la dirección social y política, pa- la PC, salvada su limitación al ámbito de la salud
diferencias entre salud mental comunitaria, limi- tervención de crisis, consulta, organización social, sando de desempeñar unas pocas funciones clínicas mental. De hecho, y como ha mostrado el repaso
tada a esa área, y PC, abarcando la totalidad de investigación-acción, concienciación, etc. Se am- (terapeuta, diagnosticador, consejero) a un conjunto histórico del capítulo precedente, buena parte de las
esferas y servicios sociales. plía el personal de ayuda para incluir a voluntarios, más amplio: analista social y evaluador, dinamiza- razones que llevan a desarrollar la PC frente a la
no profesionales, organizaciones no gubernamen- dor, mediador social, planificador, consultor, etc. clínica u otras formas de actuación psicológica tra-
Fines. Mientras que la clínica persigue la «cu- tales, grupos de ayuda mutua y otros: para la PC Ello plantea, a su vez y en el plano dinámico, difi- dicionales están formuladas —al menos en EUA— en
ración» terapéutica —resolver los problemas psi- todas las personas y grupos sociales son ayudado- cultades para identificar la función adecuada a cada el área de la salud mental y organizadas, precisamen-
cológicos de los individuos—, la PC busca, en su res y agentes de cambio en potencia. Cambia tam- situación y para integrar las diversas funciones a te, como SMC. De forma que, si bien las distinciones
versión más modesta, la prevención de problemas bién, como se ha sugerido, la forma de hacer llegar asumir. Globalmente, el psicólogo pasa de ayudador conceptuales y prácticas entre ambos campos son a
y conflictos y el desarrollo de personas y comu- la ayuda al destinatario: en lugar de esperar pasi- profesional (clínica) a agente de cambio social o, veces reales, en otras ocasiones son apenas cuestión
nidades en su versión más utópica, que para no vamente a que los clientes vengan a pedir ayuda al menos, mediador cualificado entre instituciones de matiz y grado, más que de modelo o enfoque
pocos implica —en el sur— la liberación de con- (modalidad de espera, waiting mode; Rappaport y y comunidad. global. La SMC se desarrolla en EUA a partir de
diciones sociales opresivas. Ya se ve que la PC se Chinski, 1974), el psicólogo debe ir a la comunidad experiencias de la posguerra mundial, aportando Ca-
marca metas más ambiciosas pero con un carácter y «buscar» a los posibles «clientes» o problemas Relación con el destinatario. También la relación plan buena parte de su base teórica y operativa y
menos psicológico y de más difícil realización que (seeking mode). Si bien esa modalidad «activa» de entre psicólogo y destinatario cambia, y pasa de la constituyendo su libro (1964/1979) y los de Bloom
las metas más limitadas, pero también más psico- búsqueda es esencial para prevenir y entender las tradicional relación distante, de arriba abajo (el pro- (1984) y Korchin (1976) (capítulos 17 a 19) las me-
lógicas y realizables, de la clínica. dinámicas comunitarias, conlleva también impor- fesional decide, el cliente se limita a seguir sus in- jores explicaciones del campo.
tantes dificultades técnicas y motivacionales a te- dicaciones), a una más igualitaria y colaboradora La SMC comprende un conjunto de estrategias
Globalidad e integralidad. A diferencia del en- ner en cuenta. —horizontal— o bien, para algunos, de abajo arriba: de intervención sustentado en unas bases teóricas
foque clínico —especializado y parcial—, el enfo- el psicólogo estaría al servicio de la comunidad. valorativas y metodológicas ya descritas en sus di-
que comunitario es totalizador e integral: persigue Foco de control y poder. Si en el modelo clí- ferencias de principio con la clínica y resumidas
realizar acciones que abarquen no sólo los aspectos nico el profesional es el centro de poder que de- en el cuadro 2.2. Las estrategias son: intervención
psicológicos o de salud mental, sino todos los as- termina el problema del cliente y las soluciones 2. VISIONES DE LA PC de crisis, consulta de salud mental, utilización de
pectos de la comunidad o los asuntos sociales. Lo que ése se limita a ejecutar, en la acción comuni- ayudadores no profesionales, educación y promo-
que implica que el trabajo comunitario ha de ser, taria el poder reside en la comunidad, que será Revisemos ahora brevemente, y antes de entrar a ción de la salud mental y prevención; pueden tam-
por fuerza, multidisciplinar, de forma que exista un quien marque los objetivos y tome las decisiones, profundizar en las diferencias norte-sur y ofrecer una bién añadirse la comunidad terapéutica y la terapia
conjunto de profesionales que evalúan y actúan so- con la ayuda del psicólogo u otros profesionales, formulación integrada, tres visiones de lo comunita- social o del medio. Multidisciplinariedad y parti-
bre los distintos aspectos —psicológicos, biomédi- que pasan así a ser colaboradores o asistentes cua- rio que corresponden a la salud mental comunitaria cipación de la comunidad son principios operativos
cos, sociales, económicos, educativos, etc.— de los lificados de la comunidad. El cambio del titular (SMC) norteamericana, los conceptos, diferenciados básicos. Y cada estrategia está asociada a ciertas
problemas o asuntos de interés. También exige des- de la iniciativa es preciso para que sea la comuni- como PC, generados en ese mismo ámbito y a la áreas teóricas, metodológicas y de actuación mul-
de el punto de vista macrosocial la coordinación de dad, no el profesional, quien, al protagonizar las psicología social comunitaria (PSC) latinoamerica- tidisciplinares. Así, la intervención de crisis está
los distintos tipos de servicios sectoriales (salud, acciones, se atribuya los resultados positivos lo- na. Estas aproximaciones a lo comunitario desde la ligada a la teoría del estrés y al campo de las emer-
educación, sociales, etc.) de forma que funcionen grados consiguiendo el empoderamiento efectivo. psicología se ilustran y amplían en el abanico de gencias psiquiátricas; la educación para la salud y
integrada y eficazmente, garantizando la continui- La acción comunitaria exige que la gente partici- definiciones recogidas en el cuadro 2.3. la prevención a la salud pública; la terapia social

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6 4 / Manual de psicología comunitaria Psicología comunitaria: concepto y carácter I 6 5

CUADRO 2.2 CUADRO 2.3


Salud mental comunitaria: estrategias y bases teóricas y metodológicas Definiciones de psicología comunitaria

Intervención en crisis y emergencias para minimizar los efectos del estrés y recuperar el nivel de funcionamiento Autor Definición
inicial
Consulta: colaboración con instituciones o líderes comunitarios para resolver problemas o alcanzar objetivos en Caplan (1979) Conocimientos profesionales teóricos y prácticos que pueden usarse para planifi-
el propio entorno social car y realizar programas para reducir la duración y efectos de los trastornos men-
tales en una comunidad
Voluntarios y no profesionales que por sus cualidades pueden, con la cooperación y seguimiento profesional,
ayudar a personas o grupos vulnerables o necesitados Bloom(1984) Campo conceptual y académico centrado en el análisis y modificación de los sis-
temas sociales y en el manejo de las cuestiones sociales desde la psicología
Prevención: anticipación a los problemas de salud mental o psicosociales para evitar su surgimiento, facilitar el
tratamiento efectivo y minimizar sus secuelas
Rappaport(1977) Busca el bienestar de las distintas subcomunidades sociales por medio del desa-
Educación y promoción de la salud: educación y provisión de aportes para fomentar la salud global implicando rrollo de recursos humanos, la acción política y la aplicación de la ciencia so-
a la comunidad en el cuidado propio y del ambiente cial

Otras: terapia social y ambiental, ayuda mutua


Newbrough(1973) Campo que intenta integrar el conocimiento de distintas áreas de la psicología
Bases teóricas-metodológicas: epidemiología, teoría del estrés y afrontamiento, apoyo social, modelos sistémicos y otras disciplinas para desarrollar una teoría general y unificada de la conducta
humana

Goodstein y Sandler (1978) Intervención en los sistemas sociales que controlan la desviación y realizan el
y comunidad terapéutica son prácticas ligadas a la rámica sumaria, expongo varias estrategias y mé- apoyo social, humanizándolos, denunciando sus fallos y creando alternativas en
psiquiatría social y el movimiento comunitario. todos de la SMC a lo largo del libro, integrándolos que el psicólogo asume el papel de crítico del sistema y agente de cambio social
Caplan ha sentado las bases teóricas de intervención en la PC: prevención en el capítulo 12, intervención
de crisis, consulta, apoyo social y desarrollo hu- de crisis y consulta en el 11 y salud mental positiva Bender(1981) Intento de hacer los campos de la psicología aplicada más efectivos en la presta-
mano introduciendo el modelo de prevención en el —base de la promoción de la salud mental— en el ción de sus servicios y más sensibles a las necesidades y deseos de las comunida-
campo de la salud mental. 4. Otros aspectos operativos compartidos con otras des a las que sirven
Las estrategias de salud comunitaria tienen a visiones de lo comunitario son expuestos en la par-
menudo una orientación poblacional y social, de te final, interventiva: participación y multidiscipli- Sánchez Vidal (1988) Estudio de la relación entre sistemas sociales entendidos como comunidades y
forma que van dirigidas a grandes masas de pobla- nariedad, en el capítulo 8, y papel comunitario, en comportamiento personal y de su aplicación interventiva a la potenciación y el
ción que incluyen a los más necesitados y desfavo- el capítulo 10. desarrollo humano integral y a la prevención de los problemas psicosociales des-
recidos —que no suelen usar los servicios norma- de la comprensión de sus raíces socioambientales y a través de la modificación de
los sistemas sociales y de la comunidad
lizados— y acercan la atención de salud mental a
la comunidad. Tratan, además, de optimizar los re- 2.2. PC estadounidense: ciencia
cursos de ayuda para ponerlos a disposición del ma- Montero (1989) Estudio de los factores psicosociales que permiten desarrollar, fomentar y mante-
aplicada, cambio social y poder ner el control y poder de los individuos sobre su ambiente individual y social para
yor número de personas, estando, a la vez, mejor
solucionar problemas que los aquejan y lograr cambios ambientales y en la es-
definidos y técnicamente probados que las estrate- El cuadro 2.3 recoge un conjunto de defini- tructura social
gias comunitarias más directamente sociales. El ciones de la PC de procedencia norteamericana,
carácter multidisciplinar del campo es valorado de sudamericana y europea seleccionadas para mostrar Área de la psicología social que estudia la actividad psíquica resultante de la for-
Gois(1993)
manera mixta y ambivalente: mientras que unos ven la variedad de formas en que el campo, sus concep- ma de vida de la comunidad, las relaciones y representaciones, identidad, con-
ventajoso poder colaborar con otras disciplinas no tos teóricos, tareas prácticas y el papel psicológico ciencia y pertenencia de los individuos; busca desarrollar la conciencia de ésos
psicológicas y hacer aportaciones a la salud mental implicado son concebidos desde distintas regiones y como sujetos históricos y comunitarios a través de un esfuerzo multidisciplinar
sin caer en el sectarismo propio de cada profesión, ámbitos ideológicos. El muestrario descubre también de organización y desarrollo de los grupos y la comunidad
otros encuentran negativa la imposibilidad de con- la complementariedad de las definiciones tomadas en
templar los aspectos específicamente psicológicos su conjunto y las amplias coincidencias visibles tras
del campo y del papel involucrado. Tras esta pano- las disparidades conceptuales y de lenguaje. Mien-

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6 6 / Manual de psicología comunitaria Psicología comunitaria: concepto y carácter I 6 7

tras que las definiciones estadounidenses y europeas ciencia social— además del político. Sus tres com- quier intervención: destinatario, contenido, proceso estadounidenses. Más que una propuesta teórica y
(como las de Caplan y Bender) son más descripti- ponentes estructurales son, pues: y conocimientos de base. práctica acabada, se trata de una orientación y una
vas, concretas y técnicas, especificando, junto a los A diferencia de otras formas de intervención manera de abordar la acción comunitaria desde una
conceptos y valores básicos, las estrategias y tareas • Desarrollo de recursos humanos que en las psicológica, la PC no busca sólo soluciones indivi- base más social que clínica —ligada a las ciencias
prácticas implicadas, las latinoamericanas (como la personas y entornos sociales contribuyan a duales, sino cambios sociales en los sistemas de sociales, el marxismo, la teología de la liberación
de Gois) son más globales y comprensivas, usando fomentar el bienestar de los individuos nece- control de la desviación y los de apoyo social que o la pedagogía liberadora— con pretensiones de
un lenguaje más discursivo y abstracto. Varias de- sitados incluyendo, además de la prestación serían los destinatarios de la acción comunitaria. cambio radical comprometido con la justicia social
finiciones en cambio (Bloom, Goodstein y Sandler, de servicios a las comunidades locales, la pre- La misión no es, como en la SMC, ampliar los pa- global cuyas ideas y principios básicos son:
Rappaport, Sánchez Vidal) comparten característi- vención y el cambio social en los sistemas que peles de los afectados y sus «otros significativos»,
cas de uno y otro enfoques aunque usan palabras o generan problemas. sino denunciar los fallos y abusos de aquellos sis- • La autogestión comunitaria como vía para que
conceptos distintos para expresar ideas y misiones • Acción política para realizar los cambios o temas, reformar los procesos de control de la des- la comunidad tome conciencia de su situación
parecidas o, al menos, de carácter muy similar: «sis- reformas sociales que puedan llevar a prevenir viación (como el encarcelamiento o encierro psi- y asuma su propia transformación a través de
temas sociales», «bienestar», «cuestiones sociales» o paliar los problemas sociales a través de la quiátrico) y construir alternativas más apropiadas la acción liberadora de la opresión social y
frente a «conciencia», «cultura», «modo de vida», justa distribución de los recursos y servicios para los individuos en ambos sistemas, de apoyo de los sentimientos de alienación e impotencia,
«sujeto». Diferencias y semejanzas son más adelante entre los grupos sociales prestando especial social y control social; ése es el contenido de la permitiendo que la gente reconozca sus pro-
integradas en un cuadro coherente. atención a los más débiles y necesitados. intervención comunitaria. También los conocimien- pias capacidades.
Resumo ahora dos visiones estadounidenses de • Aplicación de la ciencia social que usando el tos teóricos y prácticos requeridos por la PC son • El control y la participación de la comunidad
la PC que, trascendiendo la SMC, «traducen» de método científico aporte los conocimientos ne- diferentes de los de sus contrapartes psicológicas; en los procesos de cambio que el psicólogo
alguna manera el espíritu radical del movimiento cesarios para prevenir y paliar los problemas incluirían áreas como psicología social, psicología facilitará evitando posturas intervencionistas
comunitario en aquel país y de la conferencia fun- sociales. de las organizaciones, psicología ambiental, ecolo- y autoritarias.
dacional de Boston: la de Rappaport (1977), muy gía o sociología de la desviación. Pero donde la PC • La confrontación de la ideología como ra-
influyente y conocida, y el intento de Goodstein y Para ser eficaz, la acción comunitaria ha de se distancia más rotundamente de otras formas de cionalización colectiva de la dominación so-
Sandler (1978) de perfilar una PC radical, distinta combinar los tres elementos. Sin los conocimien- ayuda psicológica es en el proceso o estilo inter- cial.
de otras modalidades de actuación psicológica. En tos y la metodología científica, la acción social ventivo, la forma de actuar: en lugar de limitarse a • La práctica transformadora de la realidad so-
la segunda edición de este libro (Sánchez Vidal, tendría efectos muy limitados; sin la actividad ayudar o «prestar servicios», el psicólogo comuni- cial y la investigación-acción participante
1991a) se pueden encontrar otras propuestas de PC política, la información científica no tendría uti- tario debe asumir los papeles de crítico del sistema como unión de teoría y praxis, sin olvidar el
generadas en EUA. lidad al no llevarse a la práctica; y, por fin, co- y agente de cambio que, además de facilitar el aná- saber popular.
nocimiento científico y acción política sin unas lisis y cambio de los sistemas sociales, resuelva sus • El compromiso social y político con los más
Recursos humanos, ciencia social y acción personas competentes y con recursos para ejecutar discrepancias de valores con los clientes. necesitados y desposeídos.
política. Según Rappaport, la psicología aplicada los cambios resultarían igualmente insuficientes. La propuesta de Goodstein y Sandler constituye,
ha tendido, como otras profesiones dedicadas a ayu- Posteriormente Rappaport (1981) ha dado un paso junto con la de Rappaport, la apuesta más radical y Lo que la PSC plantea es, en resumen, transfor-
dar, a resolver los problemas de desviación social más en el descubrimiento de la naturaleza política ambiciosa de la PC estadounidense, «rompiendo» mar a los individuos en sujetos a través de la toma
surgidos del clásico conflicto entre individuo y so- de la PC, proponiendo la idea de empowerment drásticamente con cualquier tipo de planteamiento de conciencia y la acción colectiva, teniendo en cuen-
ciedad etiquetando a los diferentes y ayudando a (empoderamiento, poder personal) como tema teó- clínico o psicológico. El problema es si, como se le ta no sólo los procesos psicológicos y psicosociales
que se ajustaran a la norma social prevalente. La rico-práctico central del campo (véase el capítulo ha criticado, es realizable y, con su contenido esen- al uso sino, también, procesos y categorías sociales
PC debe, por el contrario, encontrar alternativas sin 4) que, además de alejarse de metas deficitarias o cialmente sociológico, puede aún ser llamada «psi- e históricos más globales, como la identidad, la cul-
recurrir al control social, afirmando el derecho de preventivas, señala el objetivo básico a perseguir cología» cuando traspasa con mucho las fronteras de tura y el significado (también presentes, aunque de
los individuos a ser diferentes, pero también a ser por personas y comunidades para obtener el do- lo psicológico y desdibuja el papel correspondiente. una forma más implícita y expresados en otro len-
iguales, de manera que tengan parecido acceso a minio de sus propios destinos. guaje, en el análisis y la acción en otras áreas). La
los recursos sociales existentes. La PC es un campo PSC es, como ya se dijo, un planteamiento más glo-
constitutivamente político y valorativo por estar li- Cambio de los sistemas de apoyo social y con- 2.3. Psicología social comunitaria bal, retórico y explícitamente político que sus con-
gado a la definición de los problemas sociales y a trol de la desviación. Goodstein y Sandler tratan trapartes comunitarias norteamericanas y europeas,
la distribución de recursos sociales. Pero al tratar de distinguir la PC de otros campos psicológicos Se trata, como ya se dijo en el capítulo prece- más individualistas y técnicamente explícitas y co-
sobre el bienestar de los individuos en las subuni- dedicados a promover el bienestar humano (como dente, de una visión más social, política y compro- dificadas en un lenguaje más descriptivo y analítico.
dades sociales que son las comunidades, ha de in- psicología clínica, SMC o psicología política) par- metida hecha en la América Latina y formulada con Al igual que la propuesta de Goodstein y Sandler,
cluir otros dos aspectos —desarrollo de recursos y tiendo de los cuatro componentes básicos de cual- una clara voluntad de diferenciarse de la SMC y PC la PSC rebasa claramente el ámbito de lo psicoló-

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6 8 / Manual de psicología comunitaria Psicología comunitaria: concepto y carácter I 6 9

gico. Contiene un exceso de voluntarismo utópico el contexto o sector de actuación comunitaria exa- mas de actuación psicológica empeñadas en ser alcanzado en un proceso protagonizado o
que la hace difícilmente viable en circunstancias y minado. La consideración conjunta de los conteni- resolver déficit o problemas, se coincide en autogestionado por la propia comunidad.
ambientes sociales «normales» y un exceso de re- dos específicos de cada una de las cinco «casillas» asignar a la PC metas positivas, de mejora de • Base conceptual y teórica preferida para com-
tórica y abstracción en su lenguaje que dificulta mu- de la definición dará perfiles sectoriales o sociales las personas como tales personas y no sólo en prender y explicar los fenómenos de interés,
chas veces la comprensión exacta de lo que se trata que «retratarán» las diferentes formas de entender alguno de sus aspectos (como la salud mental) así como el método de investigación usado
de decir. Tampoco podemos olvidar que, como se y practicar la PC, permitiendo, además, situar y o desempeños sociales parciales. Es decir, se para acumular el conocimiento explicativo o
verá a continuación al examinar las divergencias entender globalmente coincidencias, singularidades busca una mejora totalizadora y equilibrada comprensivo.
norte-sur, la PSC está pensada para contextos socia- y discrepancias. Así, la comprensión de los objeti- (integral) que puede resumirse en el desarrollo
les bien diferentes de los norteños, lo que puede vos planteados en cada enfoque puede aclararse humano integral.
explicar algunas de esas diferencias. mucho si se relacionan en cada caso con la base • Metodología y proceso interventivo: cambio 4. DIFERENCIAS NORTE-SUR
comunitaria, social y de problemática desde la que auto gestionado, o «desde abajo», en que los
se formulan esos objetivos. Comencemos con la sujetos afectados son protagonistas (o, al me- El cuadro 2.4 resume los constituyentes básicos
3. PSICOLOGÍA COMUNITARIA: definición «mínima» de la PC. nos, coprotagonistas) que se embarcan activa- usados y su contenido en cada orientación polar,
NORTE Y SUR mente en su propio proceso de cambio. Este norte y sur, de la PC que describo reduciéndola a
tipo de cambio se suele definir por oposición sus tendencias centrales, con el consiguiente ries-
Retomamos, tras revisar las distintas visiones La psicología comunitaria es un campo práctico- tanto al cambio psicológico individual como al go, inevitable en estas comparaciones diferencia-
de la PC, el tema de la diversidad y la unidad del teórico que busca la mejora de las personas a través cambio social planificado —«desde arriba»— les, de esquematización y excesiva homogeneiza-
campo. En el capítulo 1 se desmontó el mito de que del cambio «desde abajo» —gestionado por los pro- ción de fenómenos sociales siempre complejos y
pios sujetos— y basado en la comunidad territorial en que los afectados son sólo objeto del cambio,
existe una única historia y contenido del campo, y psicosocial en que el psicólogo desempeña un pa- no sujetos de él. En la PC los afectados/intere- heterogéneos.
que corresponde a la corriente comunitaria desa- pel indirecto de dinamizador o catalizador de es- sados son, además de objeto de cambio, sujetos
rrollada en EUA, que, como hemos visto, tampoco fuerzos (más o menos activos) de ese cambio. Lo que
es homogénea. ¿Podemos explicar coherentemente implica, además de la cualidad de agentes (no 4.1. Objetivo: cambio social radical,
las variantes regionales y sectoriales de la PC to- pacientes) con capacidad de activación social calidad de vida y empoderamiento
mando en consideración no sólo las propuestas (sus La definición especifica los cuatro elementos cla- que ayuda a hacer efectiva el psicólogo comu-
contenidos) sino, también, los contextos sociohis- ve en cualquier forma de acción psicológica o social: nitario, que su participación en los cambios es Muchos psicólogos comunitarios latinoameri-
tóricos en que se originan? ¿Y podremos, tras ese objetivo perseguido, proceso seguido y metodología característica metodológica central de la inter- canos proponen —o asumen implícitamente—
análisis, hacer una propuesta coherente y unitaria usada para alcanzarlo, punto de partida (o realidad vención. como meta de la PC alguna modalidad de cambio
de PC válida para todos los contextos? Trato de sociopsicológica inicial) y papel del interventor psico- • Base social: la comunidad territorial o psico- social radical que a veces se concreta —o se con-
responder a la primera pregunta explorando las di- lógico en el proceso. Y los describe con la suficiente social. La actuación tiene como punto de par- cretaba hace un tiempo— en una «sociedad socia-
ferencias y semejanzas en los constituyentes básicos generalidad conceptual y simplicidad lingüística como tida —y con frecuencia se centra en— la co- lista» utópicamente entendida como sociedad más
del campo de las corrientes comunitarias desarro- para ser compatibles con muchos de los enfoques o munidad local o la comunidad simbólica, los igualitaria y socialmente justa, capaz de satisfacer
lladas en EUA y América Latina, que, en función modelos comunitarios existentes que, de alguna mane- vínculos psicosociales y los elementos socio- las necesidades básicas de todos y de superar las
de sus características, pretensiones y contexto so- ra, concretarían las distintas visiones de cada elemento culturales compartidos. Es importante tener situaciones de explotación, dependencia y colo-
cial, he identificado (Sánchez Vidal, 2001a) respec- y de la PC en conjunto. Añado un quinto aspecto, la también en cuenta la problemática caracterís- nialismo que se sobreentiende subyacen al desa-
tivamente como PC del norte y PC del sur. La se- base teórica e investigadora, que, aunque no es parte tica y la sociedad que forman, respectivamen- rrollo económico-social de las sociedades capita-
gunda cuestión se aborda más adelante. de la definición (por ser esa dimensión secundaria en la te, el objeto inicial de trabajo y el contexto listas. Como ya se vio en las definiciones ofrecidas
PC), es útil en la comparación. Revisemos brevemente global (que incluye la comunidad simbólica) más arriba, algunos resumen esa pretensión en la
el «mínimo común denominador» de cada aspecto de la acción comunitaria. «construcción» de un nuevo sujeto histórico. Este
3.1. Concepto «mínimo» que junto a las características diferenciales descritas • Papel interventivo. Existe un amplio acuerdo tipo de propuestas suscita serias dudas sobre la
de psicología comunitaria al comienzo del capítulo contribuirá a aclarar el con- en que el psicólogo no debe limitarse a prestar vigencia ideológica de las ideas de base, la viabi-
cepto integrador de PC que se elabora más adelante directamente servicios —de salud mental o de lidad de los cambios a realizar y el carácter psi-
Para hacer esa comparación propongo una defi- y que aparece en la primera columna del cuadro 2.4 otro tipo—, sino que ha de asumir un papel cológico de las tareas involucradas.
nición «mínima» de la PC que servirá de marco de junto a cada aspecto. indirecto de dinamizador o activador social
referencia, al recoger cinco componentes nucleares que cataliza el cambio sin protagonizarlo. No PC del norte: calidad de vida, humanización,
de la PC (objetivo, método, base social, rol y base • Objetivo: mejora de las personas, desarrollo puede ser de otro modo si se asume que el ob- empoderamiento. En las sociedades ricas y de tra-
científica y metodológica) que pueden variar según humano integral. A diferencia de otras for- jetivo de mejora personal o comunitaria debe dición democrática, el cambio social radical (el

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7 0 / Manual de psicología comunitaria Psicología comunitaria: concepto y carácter I 71
t
í

CUADRO 2.4 •¡ verdadero cambio social) ha desaparecido prácti- o menos presente en esos métodos (sobre todo en
f camente del ideario comunitario. Esa explicable la organización comunitaria), raramente se hace tan
Perfiles norte y sur de psicología comunitaria [ «pérdida de ambición» transformadora tiende a re- explícita ni tiene un papel tan relevante como en el
ducir el objetivo del psicólogo comunitario a la sur. En cuanto a la metodología usada en el sur, se
Aspectos Norte Sur | búsqueda de reformas sociales que mejoren la vida pueden señalar diferencias en aspectos y procesos
comunes Salud mental comunitaria Psicología social \ de las personas o sus oportunidades de desarrollo específicos como la concienciación sobre las con-
Psicología comunitaria comunitaria
planteando metas más limitadas, realizables y de diciones sociales y personales y la persistencia de
contenido más psicosocial y personal, como la ca- las utopías y alternativas en el «imaginario colec-
Objetivo Salud mental positiva
Sociedad justa I lidad de la vida, la humanización de los sistemas tivo» (o, al menos, en algunos sectores); la insis-
Mejora personal, Empowerment, empoderamiento
desarrollo humano Autonomía personal
Comunidad autogestionaria de atención, el empowerment, o empoderamiento, tencia en la liberación colectiva de unas condicio-
«Construcción» de sujeto consciente y o la autonomía personal o comunitaria. nes sociales adversas (pobreza, dominación...)
Humanización de sistemas de presta-
agente frente a la persecución generalizada de la libertad
ción de servicios
individual en unas sociedades más ricas y posibi-
Método/proceso interventivo Participación social Autogestión comunitaria 4.2. Método de actuación: listas en las que la idea de «liberación» o no enca-
Cambio «desde abajo», par- Organización comunitaria Concienciación participación, autogestión ja o habría de tener un contenido distinto, y la au-
ticipativo Desarrollo de destrezas personales y Activación social comunitaria y planificación togestión colectiva y solidaria, en lugar de la acción
sociales Investigación-acción concertada de muchos individuos que en el norte
[ En la medida en que el método de actuación mar- buscan la autonomía personal. Como se ve, el es-
Planificación-coordinación Evaluación-planificación Evaluación-planificación I ca las estrategias a usar para alcanzar unos objetivos tado real de la sociedad circundante y los valores
acciones t prefijados, podemos esperar también divergencias (colectivismo/comunidad frente a individualismo)
í norte-sur de peso dentro de una línea general común asumidos impregnan el tipo de métodos usados y
Base: comunidad territorial Debilitada: preocupación por pérdida Solidaridad «natural»; comunidad fuer- y diferente de otras maneras de actuar, de cambio procesos seguidos en unos y otros contextos.
y psicosocial de comunidad te, valores colectivos desde abajo, participativo y autogestionado. Aunque
¡ esas divergencias son en general de graduación (gra-
Sociedad Organizada, contractual Poco organizada [ do de participación, protagonismo de la comunidad 4.3. Comunidad, sociedad
Estado de bienestar Debilidad del Estado; I y autonomía de ésa respecto al psicólogo), algunos y problemas sociales
Carencia del Estado del bienestar | aspectos en la forma de hacer la PC del sur —indi-
¡ cados después— marcan diferencias profundas con Comunidad, solidaridad «natural» y organiza-
Problemas sociales centra- Industriales Problemas «preindustriales»: pobreza, í la PC norteña. Pero hay también, no nos engañemos, ción social. La PC busca potenciar a las personas no
les (postindustriales) desigualdad f un importante —casi universal— elemento metodo- individualmente sino a través de las agrupaciones
(Industriales + postindustriales) ! lógico compartido por las dos orientaciones que, sociales inmediatas de que son parte: las comuni-
I además, ni siquiera tiene carácter estrictamente co- dades. La comunidad (capítulo 3) se entiende como
Papel Dinamizador social Activista social comprometido munitario: la evaluación y planificación de los pro- el contexto social más cercano en el triple aspecto
Dinamizador, Catalizador del cambio Más sociopolítico que técnico j gramas. También hay coincidencia en la importancia territorial o geográfico, psicológico (vinculación
catalizador Técnico socialmente consciente
\ que se da al proceso frente a los resultados y accio- afectiva) y sociocultural, redes sociales y cultural.
Repartidor de recursos r
nes concretas, aunque esa importancia adquiere ca- Es claro que sólo en el sur podemos asumir la exis-
\ rácter casi definitorio en orientaciones y enfoques tencia de una comunidad entendida como solidari-
Base teórica Clínica con orientación psicosocial Social (psicología y filosofía social,
i comunitarios latinoamericanos, como la investiga- dad social y vinculación afectiva que conforma un
marxismo, educación popular...)
f ción-acción o la educación popular, lo cual señala tejido social denso y «natural». En el norte (Europa
j una diferencia adicional. y EUA), en cambio, la industrialización y los va-
| Las metodologías comunitarias usadas en el nor- lores (individualismo, racionalidad, utilitarismo y
Metodología de
investigación
Más empírico-positivista Más cualitativo-procesal ! te son el desarrollo de destrezas personales, la par- egoísmo ético, etc.) de la modernidad han erosiona-
ticipación, abogacía social para reformar y huma- do severamente la comunidad «natural» intentando
I nizar los sistemas de asistencia acercándolos a las substituirla por el pacto contractual basado en los
I necesidades de sus usuarios y la organización co- intereses compartidos por individuos autónomos
I munitaria. Aunque la dimensión política está más que reclaman sus derechos. La erosión ha alcan-

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7 2 / Manual de psicología comunitaria
Psicología comunitaria: concepto y carácter I 7 3

zado tales proporciones que la reivindicación de la básicos y perentorios (preindustriales) como son la to. Esto refleja tanto el diferente origen de ambas 5. CONCEPTO SINTÉTICO
comunidad es un tema central en la literatura y el pobreza, el hambre, la sobrepoblación, la carencia corrientes (la salud mental en Estados Unidos, el DE PSICOLOGÍA COMUNITARIA:
debate del norte; hay, pues, una enorme diferencia de vivienda o trabajo viable, las grandes desigual- desarrollo comunitario y la educación popular en INTERVENCIÓN Y DESARROLLO
entre norte y sur en el papel que la comunidad des- dades entre las élites y las masas o la debilidad de América Latina) como la señalada diversidad de PROCESAL
empeña como punto de partida y meta reivindicada los estados y la sociedad civil que alimentan el po- bases sociales a que esas teorías se refieren. En
de la PC. Mientras las sociedades del sur pueden pulismo y el autoritarismo militar o personalista. América Latina se detecta también una incómoda Tras examinar las diferencias externas —con
basar la acción comunitaria en su gran «reserva»
conciencia de dependencia de las teorías foráneas el enfoque clínico— e internas —variantes norte-
de solidaridad natural (en proceso de erosión con
acompañada de una búsqueda de modelos propios sur—, estamos ya en condiciones de ofrecer una
la industrialización y globalización neoliberal) y 4.4. Papel: colaboración, servicio (explicable por el deseo de autonomía de la PC definición que amplíe, desde unos supuestos, la de-
vinculación psicosocial, las del norte, carentes de comunitario y política del sur) y de interesantes síntesis de unos y otros. finición mínima antes avanzada que se muestra en
esa reserva de solidaridad, basan su actuación en la
Mientras las ideas clínicas derivan de una prácti- el siguiente recuadro.
organización de intereses, la autonomía personal y El acuerdo general sobre el carácter dinamizador ca psicológica existente —facilitando por tanto la
la «reconstrucción social» ligada a la reivindicación o activador social del papel psicológico-comunitario adopción de un papel psicológico práctico y reali-
de la comunidad perdida. da paso a diferencias norte-sur apreciables cuando La psicología comunitaria es un campo
zable—, resultan menos adecuadas para la PC que
se pasa a precisar su contenido o dimensión política. emergente de actuación e investigación del
las ideas sociales, que, aunque desconectadas de
Sociedad: norte y sur. En el norte, el desarrollo En efecto: sobre el papel, la PC del norte subraya comportamiento humano en sus contextos so-
una tradición práctica específicamente psicológica,
industrial, la urbanización y la racionalización han los contenidos más técnicos (evaluación, diseño de ciales inmediatos, comunitarios. Como forma
son más adecuadas para la comprensión social de
tendido a generar una sociedad menos solidaria (en el programas, gestión de dinámicas colectivas, etc.) de intervención se ocupa, en lo negativo, de la
los fenómenos y las acciones comunitarias y el tra-
sentido descrito), más fragmentada, organizada sobre del papel (sin olvidar algunos matices políticos de prevención de (y atención globalizada a) de los
bajo multidisciplinar. Se echa también en falta una
intereses, con un volumen de pobreza y desigualdad fondo), mientras que la PC enfatiza en el sur los problemas psicológicos con raíces sociales (dro-
mayor atención de la PC del norte hacia las ideas
limitado y con un Estado del bienestar (en Europa contenidos más políticos (generar conciencia de po- gas, exclusión, desintegración social, violencia
y modelos del sur, que, por otro lado, se publican
y en EUA es distinto) que actúa como colchón de sibilidad de cambio, inducir conciencia de poder co- doméstica y pública, trastorno mental, fracaso
y difunden mucho menos de lo deseable.
seguridad frente a la adversidad. Las sociedades del lectivo, defender al más débil, etc.) y el compromiso escolar, delincuencia juvenil, etc.) y, en lo posi-
sur, en cambio (y dependiendo de su grado de desa- social, y usa un vocabulario más explícitamente tivo, de promover el desarrollo humano integral.
Metodología investigadora: empirismo y feno- Todo ello desde la participación de los afecta-
rrollo y la trama sociocultural de partida), conservan político. Hasta qué punto la postura política y el menología. La investigación es bastante secunda- dos como sujetos activos (agentes) de la acción
una robusta solidaridad «natural», están menos arti- compromiso social proclamados se hacen realidad ria en un campo de vocación activista como la PC, psicológica. Como área de estudio se interesa por
culadas socialmente en torno a intereses y derechos, en la práctica es otro asunto. La importante diferen- centrándose, además y con frecuencia, en asuntos la dimensión comunitaria de la conducta huma-
presentan mayores niveles de pobreza y desigualdad cia de tono sociopolítico es, en todo caso, coherente —como el estrés o el apoyo social— bastante pe- na: el desarrollo humano y sus determinantes,
y en ellas la protección social brindada por el Estado con las desigualdades sociales existentes y con las riféricos para la teoría y práctica comunitaria y el poder personal y colectivo, el sentimiento de
es bastante limitada, si es que existe. El tipo de PC carencias democráticas, especialmente llamativas realizándose abrumadoramente en el norte anglo- comunidad y el cambio social participadvo.
concebida y practicada en uno y otro contextos ha en épocas de dictadura o, como se observó en el sajón desde plataformas universitarias de base me-
de ser, por fuerza, diferente. capítulo 1, de transición hacia la democracia, en todológica empirista y «objetivista», con añadidos
que la tarea comunitaria adquiere inevitablemente cualitativistas y fenomenológicos minoritarios. La Soy consciente de que la definición ofrecida in-
Problemática social. También los problemas una impregnación marcadamente política. limitada investigación realizada en el sur muestra cluye elementos, como la atención globalizada a los
sociales a los que se enfrenta la PC varían. En las
una mayor penetración de los enfoques cualitativos problemas psicosociales, que en puridad no deberían
sociedades del norte, con las necesidades básicas
que permiten una comprensión más subjetiva, glo- formar parte de la «verdadera» PC. En la medida en
(alimentación, vivienda, seguridad personal, traba- 4.5. Base teórica e investigadora bal y dinámica de la acción y fenómenos comuni- que la práctica real del campo está casi siempre li-
jo, etc.) cubiertas para la mayoría, predomina la
tarios pero que, como se ha notado, se expresan gada, en nuestro contexto al menos, a la ¿tención a
problemática «industrial» (fracaso escolar, drogas, La literatura comunitaria muestra una importan- con frecuencia en un lenguaje abstracto y poco problemas sociales o psicosociales, excluir esos as-
estrés, desintegración social, violencia familiar, des- te diferencia de la base teórica de la PC en una y claro (hay que admitir que tampoco el lenguaje de pectos y ver la PC sólo en positivo, en relación al
arraigo personal, etc.) y, últimamente, postindustrial otra regiones: en la norteamericana, predominan los los informes empíricos al uso es atractivo ni fácil desarrollo humano o comunitario, sería identificarla
(hiperindividualismo, desorientación, adicciones conceptos clínicos y de personalidad con añadidos de seguir). Otra característica del sur es la insis- con lo que debería ser, no con lo que es, introducien-
informáticas, confusión de papeles de género y de psicológico-sociales del entorno sajón; en la latinoa- tencia en la investigación-acción como marco ge- do una indeseable duplicidad pedagógica al definir
esferas pública y privada, etc.). En las del sur, aun- mericana dominan (dominaban, mejor) los concep- neral en que la acción tiene casi siempre un peso el campo como una cosa y ejemplificarlo como otra.
que esos problemas están presentes, quedan en se- tos sociales y la ideología marxista, más apropiados mucho mayor que la investigación o la generación La definición está pensada para mi propio contexto,
gundo plano frente a necesidades y problemas más en principio para el cambio social radical propues- de conocimiento. «norteño», de referencia, por lo que, para ser apli-
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7 4 / Manual de psicología comunitaria Psicología comunitaria: concepto y carácter I 7 5

cable a contextos sociales del sur, habría que añadir distintas visiones y la polaridad norte-sur revisadas: «desde abajo» y con participación de la gente que, La PC como proceso comunitario. El proceso B
a la problemática psicosocial industrial citada los A, correspondiente a la definición anterior de la PC por ser sujeto —no sólo objeto— del cambio, llamo tiene su centro de gravedad en la comunidad, cuya
problemas sociales «preindustriales»: pobreza, ham- como intervención psicosocial en que el psicólogo psicosocial. Ese cambio psicosocial pretende, como autogestión o desarrollo, sea del conjunto de sus
bre, desigualdad, sobrepoblación, infravivienda, ni- tiene un papel relevante; B, como proceso de desa- indica la definición, el desarrollo humano comple- miembros (asimilable al desarrollo humano integral
ños de la calle, inseguridad y violación de derechos rrollo de la comunidad que el psicólogo se limita a to y equilibrado (integral) y la prevención de los citado en el esquema A), sea de sus dimensiones so-
básicos, sida y problemas epidémicos de salud, etc. animar o activar. problemas que por ser, de alguna manera, a la vez ciales (solidaridad, liberación, participación, etc.), es
La figura 2.1 esquematiza gráficamente el pro- La PC como intervención. En el proceso A, el psicológicos (afectan a personas) y sociales (afectan el objetivo o asunto principal de la acción comunita-
ceso de actuación comunitario y sus distintas «par- punto de partida es una acción externa (interven- a muchas personas y tienen determinantes en parte ria. ¿Dónde estaría el input psicológico? En la parte
tes» en forma dual, recogiendo dos conceptos com- ción) en que el psicólogo intenta conseguir, junto sociales) llamo psicosociales. El cambio psicosocial izquierda del diagrama donde el psicólogo podría,
plementarios de lo comunitario subyacentes a las a otros, un cambio social, no individual, realizado es, pues, lo que «se introduce» (la «entrada») en un junto a otros, ayudar a dinamizar, animar o activar
sistema o colectivo social, y el desarrollo humano socialmente la comunidad para que ésta se embarque
o la prevención, los resultados esperados, la «sali- en el proceso de su propio desarrollo. Si se quiere
A) Psicología comunitaria como intervención psicosocial da» prevista de la intervención. Las metas positiva precisar más el papel psicológico podría hablarse de
y negativa están conectadas: se espera que el desa- activación psicosocial, un concepto interesante que
rrollo de recursos humanos ayude (por medio del habría, sin embargo, que precisar. La lectura teórica
voluntariado, los paraprofesionales y mediante la de este esquema sería similar a la del anterior utili-
solidaridad social efectiva) a prevenir y resolver los zando, como prefieren algunos, conceptos y modelos
PROMOVER DESARROLLO problemas psicosociales. teóricos más globales y comprensivistas. Al final, de
w HUMANO Desde el punto de vista teórico, el proceso asume todas formas, habrá que justificar teórica y empírica-
INTEGRAL que conocemos la relación entre el contenido de la mente que la dinamización o activación psicosocial
CAMBIO intervención que genera el cambio psicosocial y los conduce al desarrollo personal y social, entiéndase
INTERVENCIÓN
PSICOSOCIAL resultados de desarrollo humano y prevención psi- como se entienda cada uno de esos conceptos. Esta
cosocial que esperamos alcanzar. De tal modo que visión procesal tiene la virtud de subrayar dos as-
PREVENIR la teoría comunitaria debería definir cada uno de esos pectos esenciales de la tarea comunitaria: el proceso
t. PROBLEMAS
V
PSICOSOCIALES conceptos (intervención, cambio social participativo, de acción y aprendizaje, frente a los meros resul-
desarrollo humano integral y problemas psicosocia- tados, y el papel central de la comunidad frente a
les) y aportar modelos operativos que expliquen las cualquier aporte, profesional o de otro tipo, externo.
relaciones entre lo que manipulamos o «introduci- Presenta dos dificultades obvias. Una: la mayoría de
mos» en el sistema social (las «variables indepen- problemas no se resuelven con una mera activación
dientes»: intervención, cambio psicosocial) y lo que o dinamización social, precisan de la aportación,
B) Psicología comunitaria como activación del desarrollo comunitario esperamos modificar («variables dependientes» o de como ayuda técnica externa (intervención), de otros
salida: desarrollo humano y social, prevención psi- elementos materiales, psicológicos o sociales. Dos:
cosocial, desalienación, etc.). El esquema especifica como ya se dijo antes respecto de la visión socio-
una visión, quizá más limitada pero relativamente logista de Goodstein y Sandler, el modelo subraya
DESARROLLO factible y con carácter psicológico, en los distintos el carácter comunitario de la tarea pero borra, casi,
PERSONAL aspectos especificados de la PC; una visión que, por el psicológico, cuya función acaba reducida a la de
corresponder más con la práctica habitual de la PC mero apéndice o agente de la comunidad, algo difí-
ACTIVACIÓN
en nuestro entorno, y por involucrar abiertamente el cilmente aceptable para muchos.
PSICOSOCIAL
¥ COMUNIDAD
papel psicológico, seguiré a lo largo de este capítulo La visión interventiva es más concreta e infor-
y del libro en su conjunto. Incorporaré también, sin mativa sobre el papel y la tarea del psicólogo (por-
DESARROLLO embargo, elementos de la visión B, más procesal y que lo incluye en el esquema de acción), pero tiene
r SOCIAL «despsicologizada», que, como se habrá adivinado, sus propias dificultades derivadas precisamente del
se ajusta más a los enfoques de la PSC latinoameri- planteamiento de un esquema «intervencionista» y
cana. Lo cierto es que muchas experiencias utilizan de los riesgos, simétricos pero opuestos a los de la
elementos de uno y otro enfoques, que sólo en sus visión procesal, que comporta: profesionalización
Figura 2.1.—Dos visiones de la psicología comunitaria: intervención psicosocial y desarrollo comunitario. extremos son excluyentes. y «psicologización» de la PC y desdibujamiento del

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7 6 / Manual de psicología comunitaria Psicología comunitaria: concepto y carácter I 7 7

papel de la comunidad y la gente frente al papel del paración e individualidad, de las personas. Los ele- Otros asuntos y procesos de interés teórico e inter- la gente (situada en cualquier punto del continuo
psicólogo. Nos topamos aquí, como se ve, con dos mentos compartidos, la comunidad personal, serán, en ventivo son: la intervención social, la dinamización disfunción-funcionamiento pleno) pueda controlar
opciones —con sus correspondientes riesgos— en- consecuencia, el punto de partida de la intervención o activación social, la participación, el desarrollo —o ser dueña— su propia vida, eligiendo qué hacer
tre las que ha de elegir continuamente el psicólogo comunitaria, que será tanto más viable y promisoria comunitario, el empoderamiento (el poder personal) de ella. La PC trata de añadir, en pocas palabras,
comunitario: mantener el purismo ideológico, con cuantas más cosas (simbólicas y materiales) compar- y el poder social y los problemas sociales (y psico- «grados de libertad» social a la autodeterminación
los riesgos de tener una menor eficacia y de negar- tan —o estén dispuestas a compartir— las personas. sociales, si se puede hacer esa distinción). de las personas.
se a sí mismo, o ser más pragmático y mantener la E\fin de la PC es, entonces, promover racional-
identidad psicológica en la intervención comunitaria Comportamiento: personas-entornos sociales mente el cambio social participativo para conseguir Proceso: participación, agencia de los sujetos.
pero a costa de la mala conciencia de traicionar de inmediatos. No nos interesa la conducta humana el desarrollo humano integral, como queda claro Independientemente de la meta perseguida (qué se
algún modo los ideales comunitarios. Un compro- per se (en relación a determinantes internos, psico- en la definición sintética y en los dos esquemas, busca), en PC es fundamental el cómo se busca, el
miso obvio, y en principio deseable, de una y otra lógicos), ni tampoco los sistemas sociales como interventivo y procesal, anteriores. Enriquecimiento proceso seguido y la metodología usada para alcanzar
posibilidad sería la postura de colaboración igua- tales (como agregados despersonalizados), sino el personal, potenciación o capacitación de las per- esa meta. Que la comunidad sea parte activa de los
litaria, y corresponsabilidad psicólogo-comunidad. comportamiento humano en relación a esos sistemas sonas, «producción» de seres humanos más salu- cambios implica reconocer a personas y colectivos
Retomaré la dualidad intervención-acción comuni- o agrupaciones sociales de que las personas son a dables, o de «sujetos históricos» conscientes, son el carácter de sujetos agentes. Aunque participación
taria y los temas ético-políticos asociados al hablar, la vez parte y actor: instituciones sociales, organi- otras propuestas de metas alternativas al desarrollo y agencia son características distintivas de la PC en
en el capítulo 7, de intervención comunitaria y de zaciones funcionales, grupos de amigos e iguales, humano. También podemos pensar que la PC persi- general, tienen un mayor peso y centralidad en las
las cuestiones previas implicadas. equipos de trabajo, asociaciones voluntarias, etc. gue aportar medios y alternativas sociales para que opciones procesales —modelo B— que subrayan la
Específicamente nos interesa la interacción de las
personas con las comunidades, entendidas como
6. INGREDIENTES contextos sociales inmediatos a ellas en un triple
Y CARACTERÍSTICAS BÁSICAS CUADRO 2.5
sentido: territorial (comunidad local), afectivo (co-
munidad psicológica) y sociocultural (redes rela- Psicología comunitaria: características analíticas e interventivas
Conviene, para aclarar los términos de la defi- ciónales y de adscripción cultural). De momento
nición y esquemas precedentes, tratar de responder entendemos simplificadamente la comunidad como
a las siguientes preguntas: ¿cómo enfoca teórica y un tejido de relaciones e interdependencias perso- 1. Interesa lo comiín-compartido, no lo individual-único
prácticamente la PC los asuntos y situaciones de la nales y no como un simple «contexto» social. Y
realidad social y psicológica a los que se enfrenta? entendemos la relación personas-comunidad como 2. Comportamiento humano entendido en relación a contextos sociales próximos:
¿Cuáles son sus intereses nucleares y las caracte- posibilidad de interacción mutua, aunque asimétri-
rísticas analíticas e interventivas centrales frente a Territoriales
ca: las personas constituyen las comunidades de las
otros enfoques y campos psicológicos y sociales? Comunidades Afectivas (psicológicas)
que acaban siendo —o no— parte y son constituidas Psicosociales
Expliquemos esos intereses y características en seis por ésas y por sus cualidades y dinámicas globales.
puntos —extractados en el cuadro 2.5— sin perder Y por supuesto, como en toda psicología social, la
de vista ni la sustancia psicológica del campo ni su interacción incluye dimensiones de acuerdo e inte-
cualidad comunitaria. gración, pero también de conflicto persona-comu- I Cambio social participativo
3. Temas básicos
nidad y entre personas y grupos intermedios. Y nos [ Desarrollo humano integral
Comunidad personal. Como psicología que es, interesa, sobre todo, cómo se puede cambiar la re-
a la PC le interesan las personas, pero no en lo que lación —incluyendo los dos términos, personas y 4. Fin: promover racionalmente un cambio social participativo para lograr un desarrollo humano integral
tienen de único, individual o diferente, sino en lo que contextos, que se relacionan— para ayudar a pre-
les es común o compartido, comunitario, tanto en la venir problemas o a desarrollar a las personas y a , „ . . , , . . , ] Máxima participación posible
vertiente negativa o problemática (sentimientos de las comunidades. 5. Proceso intervención/activación \ c . . . z' n n / - „ t a c , n n c : „ n c
impotencia, marginación, pobreza, etc.) como en la Los temas o asuntos de interés centrales de la PC [ Sujetos agentes, no pacientes, pasivos
positiva (deseo de mejorar, solidaridad y relaciones, son, por tanto: el cambio social «desde abajo» (cam-
intereses compartidos, cultura, espacios sociales co- bio social participativo o, como lo he llamado, psi- „ „ ,, , . . „ [ Activador, dinamizador
munes, etc.). Frente al pertinaz individualismo que cosocial) y el desarrollo humano integral. Simplifi- 6. Rol básico psicólogo comunitario | M e d i a d o r > educador, evaluador, consultor
empapa la psicología tradicional, la PC reafirma los cando: el cambio social es la parte comunitaria o
espacios de encuentro y coincidencia, no los de se- social de la PC; el desarrollo humano, la psicológica.

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7 8 / Manual de psicología comunitaria Psicología comunitaria: concepto y carácter I 7 9

autogestión colectiva y la «toma» de conciencia de orientación y dirección en función de unos valores; que implique" a jóvenes inmigrantes, puede ser muy Recursos y capacidades, no sólo problemas y
la situación y de las propias capacidades de cambio, es, sin embargo, y según se ha sugerido, por sí sola provechoso averiguar los intereses o aficiones com- necesidades. Asumimos que personas, colectivos
en detrimento de otros aspectos como la técnica y el insuficiente para generar cambios reales: la voluntad partidas por los adolescentes locales y los inmigran- y comunidades tienen recursos, unos actuales, otros
papel del interventor profesional. Asumir la cuali- y la forma de trabajar deben estar respaldadas por tes o sugerir grupos de discusión, trabajo u otros potenciales. La misión del interventor comunitario
dad de sujetos agentes (no meros receptores pasivos) unos conocimientos y análisis teóricos, por un lado, en la escuela o la comunidad con objetivos y acti- es, en consecuencia, usar los recursos existentes y
de las personas implica, por un lado, reconocerles y por una panoplia técnica y estratégica adecuada, vidades que puedan interesar a unos y otros y en activar o ayudar a desarrollar los potenciales, co-
una capacidad potencial de activación social —de por otro. Según Goodstein y Sandler (1978), el esti- los que puedan relacionarse positivamente. Las so- mentando así el desarrollo de la gente y la comu-
llegar a ser socialmente activos— que el psicólogo lo interventivo incluye aspectos procesales, como el luciones comunitarias no pasarían en ese caso por nidad. El problema de la clínica y los enfoques
comunitario ayuda a hacer efectiva y, por otro, que papel de cada parte (agente de cambio y destinatario) sacar a esos chicos de sus grupos de clase, creando deficitarios es que sólo asumen déficit y necesida-
la participación es un ingrediente imprescindible de en el proceso de intervención, la forma de definir el grupos especiales de estudiantes «retrasados» o con des, olvidando las capacidades personales y los
la metodología interventiva. Las características pro- destinatario y los fines de la intervención o el tipo de «necesidades especiales», sino por mantenerlos en recursos colectivos. Recursos personales y sociales
cesales de la actuación comunitaria se detallan en el «contrato» (derechos y deberes) pactado. Describo los grupos que les corresponden (fortaleciendo el son: el interés por el asunto en que se actúa, el
apartado del estilo interventivo. a continuación en nueve puntos (extractados en el sentimiento de pertenencia en una comunidad plu- deseo de mejorar o ayudar al otro, el nivel educativo,
cuadro 2.6) los rasgos centrales del enfoque inter- ral) y tratando de aumentar la interacción, que, es la riqueza económica y ecológica, las capacidades
Papel básico: activador social (mediador, edu- ventivo comunitario prestando especial atención a de esperar, generará relaciones positivas y comuni- afectivas y relaciónales, las habilidades sociales, etc.
cador, consultor...). Si la activación psicosocial es un sus derivaciones e implicaciones prácticas para el dad y disminuirá la conflictividad intergrupal. Recursos sociales básicos son, no se olvide, la mo-
contenido importante de la actuación comunitaria, psicólogo, tivación e interés por el asunto tratado y la solida-
dinamizar, concienciar o activar serán funciones me- Integralidad e integración, no especialización ridad social. Asociaciones, grupos de interés secto-
dulares en ella. Esas funciones son apropiadas en Colectivos y comunidades, no individuos. La y parcialidad. El trabajo comunitario es: rial, plataformas reivindicativas, redes relaciónales
situaciones de pasividad o impotencia frecuentes en intervención comunitaria no se dirige a los indivi- y sociales, instituciones funcionales, clubes depor-
PC y definen el papel psicológico básico de activador duos, sino a comunidades, como unidades sociales • Integral: abarca los distintos aspectos (eco- tivos o recreativos y peñas son algunos de los so-
o dinamizador social que toma la forma de organi- «totales» (contienen toda la gama de fenómenos y nómicos, sociales, psicológicos, etc.) de los portes y recursos sociales. El enfoque positivo y la
zación de intereses (norte) y concienciación en el actores sociales) donde se pueden llevar a cabo ac- problemas y fenómenos en que se interviene. asunción de recursos se traducen en dos orienta-
sur. Sin embargo, y según las demandas de la situa- tuaciones integrales territorializadas e integradas; Esto exige una intervención multidisciplinar ciones a la hora de actuar.
ción, otras funciones (capítulo 10) pueden ser igual- colectivos sociales que, aunque no forman una ver- en que colaboren armónicamente los profe-
mente precisas y definitorias del papel psicológico- dadera comunidad, comparten ciertas características sionales que se ocupan de cada aspecto rele- • La intervención debe comenzar por los recur-
comunitario. En situaciones de conflicto, el papel positivas y problemas (mayores, drogadictos, po- vante del asunto tratado (capítulo 8) y una sos existentes, apoyándolos y fomentándolos.
central no será activador, sino mediador; en muchos bres, parados, etc.). Y, a diferencia de la acción coordinación de servicios dentro de una inter- El psicólogo comunitario se preguntará: ¿quién
otros casos puede ser indicado hacer de educador, psicológica individualizada, la acción debe centrar- vención globalizada. (asociación, grupo, institución, etc.) está tra-
analista y evaluador, consultor, abogado social, or- se en dos tipos de aspectos psicosociales. Uno, los • Integrador: busca soluciones globales que in- bajando en el asunto X de interés en esta co-
ganizador o agente partidista o, muchas veces, habrá elementos positivos o negativos compartidos por crementen el sentimiento de pertenencia y no munidad?, ¿cómo puedo ayudarle a potenciar
que combinar varias de esas funciones. las personas: intereses, valores, afectos, formas de soluciones individuales que llevan a la exclu- lo que está haciendo o qué necesita para ha-
ver las cosas, problemas, sufrimiento, deseos de sión o estigmatización de algunos considera- cerlo mejor?
cambio y mejora, etc. Dos, la interacción y relacio- dos, diferentes, incapaces o inadaptados. Se • El interventor no puede limitarse a diagnosti-
7. EL ENFOQUE O «ESTILO nes, existentes o potenciales, entre las personas y buscan pues acciones que, en línea con las car problemas o clasificar personas y grupos,
INTERVENTIVO» COMUNITARIO los grupos. características ya indicadas de la PC: 1) con- sino que ha de ofrecer soluciones y aportar
Como ya se indicó, cuanto más compartan las sideren a las personas no aisladas, sino en sus recursos técnicos (apoyo, evaluación, infor-
Como se dicho repetidamente, el enfoque, estilo personas y más intensas y extensas sean las rela- contextos sociales; 2) traten de mantener o mación, formación, coordinación, activación o
interventivo o forma de actuar es, para muchos, el as- ciones entre ellas (es decir, cuanto más densa sea incrementar la comunidad de las personas con mediación, etc.) que los «ayudadores» o agen-
pecto más importante y definitorio de la PC, hasta el la trama comunitaria), más viable y «fácil» será la que se trabaja y la interrelación personas-con- tes de cambio «naturales» o la gente directa-
punto de que las concepciones más procesales definen intervención comunitaria. Si, por el contrario, ape- textos. El mantenimiento de los adolescentes mente puedan usar para resolver problemas o
el campo casi exclusivamente por la forma de abordar nas existen elementos compartidos y relaciones en- inmigrantes en sus grupos escolares «natura- hacer realidad sus aspiraciones colectivas.
los temas, despreciando, en cambio, los contenidos tre las personas y grupos destinatarios, la interven- les» sería, así, un paso fundamental para man-
teóricos y habilidades prácticas asociados a la acción ción se dirigirá a desarrollar unos y otros creando tener, a través de la integración en la escuela, Maximizar la participación y el protagonismo
comunitaria. Pero hay que reconocer que, por impor- espacios de convivencia y acción social comunes y el sentimiento de pertenencia y la autoestima de la comunidad en todas las fases del proceso de
tante que sea la forma de trabajar, sólo marca una aceptados por la gente. Así, en un conflicto escolar de ese grupo vulnerable. intervención, sobre todo al definir los problemas

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8 0 / Manual de psicología comunitaria Psicología comunitaria: concepto y carácter I 81

prioritarios y al establecer los objetivos de la in- (comunidad e interventor) son desiguales en térmi- «clientes», es también preciso un acercamiento so- tentes; se trata simplemente de un prerrequisito para
tervención. Como se ha señalado, la participación nos de saber, poder y estatuto social. Ese cambio cial y cultural —en valores, significados y visiones establecer una relación que permita «entrar» en la
traduce operativamente el mandato genérico de tra- de postura relacional tiene, al menos, y en todo caso, de la realidad— a la comunidad o colectivo con que comunidad y comenzar a dialogar con la gente. Este
tar a las personas como sujetos agentes y capaces tres implicaciones interventivas. se trabaja. Ello evitará, por otro lado, que inadver- acercamiento se puede hacer por dos vías —una
y se deriva de la asunción anterior: la gente tiene tidamente impongamos a los otros nuestros propios interna, externa la otra— complementarias.
capacidades para identificar sus propios problemas • Supone una voluntad de iniciar un proceso de puntos de vista, valores y soluciones. Entendámo-
y metas vitales y, con ayuda externa, para resolver colaboración entre las dos partes en que el nos, no es que la proximidad sociocultural vaya a • La empatia sociocultural que permita al in-
los unos y alcanzar los otros. En la medida en que psicólogo renuncia al poder y prestigio social resolver por sí sola los problemas objetivos exis- terventor acercarse a la forma de vivir y ver
la asunción de recursos se corresponda en cada caso que de entrada se le supone, para trabajar con
con la realidad, la participación será eficaz y útil. la comunidad, sin perder su condición de psi-
Si, en cambio, olvidamos los recursos pensando que cólogo, facilitando, al mismo tiempo, cons- CUADRO 2.6
la gente sólo tiene problemas que únicamente el ciente y activamente, la iniciativa y actuación
Estilo interventivo comunitario
profesional sabe resolver, estaremos reproduciendo de la gente.
un esquema «asistencialista» de intervención que, • Es fundamental, para promover, en el nivel
aunque sea eficaz, no permitirá el desarrollo y em- psicosocial, el desarrollo humano posibilitar 1. Intervención dirigida a f comunidades 1 n o individuos
a
poderamienteo de la gente. La participación, prota- la expansión, el crecimiento —no restringido I colectivos J
gonismo y autogestión de la comunidad son, pues, por paternalismos o dependencias relacióna-
«vehículos» básicos del desarrollo humano en nivel les— y la experimentación activa de las per- „ , , (elementos compartidos
macrosocial. Si, por otro lado, se asumen recursos Centrada en/. ., \ .
sonas y grupos comunitarios que harán, en j interacción + relaciones
o potencialidades que no existen, la participación consecuencia, atribuciones causales internas
—y la intervención— puede resultar un fiasco: es de los efectos de las acciones. 2. Integral ^ multidisciplinar, no especialista parcial
ingenuo pensar que la participación de la gente va • Supone una redistribución de poder en el ni- Integrador ^ busca comunidad e integración social, no soluciones individuales desintegradoras
a solventar por sí sola, y sin aportación de otros vel micro: el interventor lo cede y la gente
elementos técnicos y sociales, los conflictos o ne- lo gana. Ambos procesos pueden, sin embar- Personas y comunidades tienen recursos
cesidades presentes. go, generar resistencias: a perder poder y 3. Positivo de recursos Intervención fomenta recursos existentes
estatus social y a redefinir su papel prepon- Interventor aporta recursos y soluciones, no sólo diagnostica problemas
Relación igualitaria y cambio de papel. La derante en el experto y a salir de una cómo-
condición de que la gente, que tienen recursos y da postura de pasividad y dependencia para 4. Máxima participación y protagonismo de la comunidad base del desarrollo humano
capacidades, sea parte activa del cambio no cuadra moverse y asumir responsabilidades en los
con la relación profesional clásica, distante, pres- grupos comunitarios. Proceso ^ interventor facilita iniciativa de destinatario
criptiva, de arriba abajo. Necesitamos otro tipo de • Exige una notable redefinición del papel pro- Base desarrollo humano
5. Relación más igualitaria
relación: o bien el psicólogo se pone al servicio de fesional, que, como se ha dicho, pasa a ser más Redistribuyen poder (intervento ^ comunidad)
la comunidad —relación de «abajo arriba»—, o bien difuso, menos directamente técnico y más so- Redefinen rol de interventor + comunidad
ambos, psicólogo y comunidad, colaboran en pie cial, incluyendo funciones más sociopolíticas
de igualdad. Dando por sentado que, en general, el de colaboración en los cambios sociales, no de 6. Empatia sociocultural (empatia psicológica + experiencia social)
psicólogo trabaja para la comunidad, entiendo que mera ayuda psicológica. A eso hay que unir la Uso de mediadores y agentes de cambio «naturales» (acercamiento sociocultural a la comunidad + despro-
la primera postura relacional es indeseable como redefinición requerida por el trabajo multidis- fesionalización ayuda/cambio social)
pauta generalizada: el psicólogo no debe convertir- ciplinar (capítulo 8), que limita y expande, a la i

se en un mero medio para los fines de la comunidad vez, el cometido profesional. 7. Proactividad (prevención), cercanía territorial a la comunidad, flexibilidad metodológica (multimétodos) y
(como tampoco debe tratar de convertir a la comu- optimización (coordinación e integración) de recursos de ayuda
nidad en objeto de su acción profesional), pues ha- Empatia sociocultural y desprofesonalización
ciéndolo renuncia a su condición de sujeto y «di- de la ayuda. No basta el acercamiento geográfico 8. Evaluación + actuación global y contextualizada según cada comunidad concreta
suelve» su entidad ética y, en parte, técnica. La a la comunidad, trabajar en la comunidad. Dado
posición más correcta sería, entonces, colaboración que, a diferencia de otras formas de actuación, la 9. Perspectiva temporal largo plazo
igualitaria, que tampoco está exenta de dificultades: posición social y la cultura del interventor comu- Flexibilidad temporal (objetivos a corto + medio + largo plazo)
la colaboración se da entre iguales y las dos partes nitario pueden diferir notablemente de las de sus

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8 2 / Manual de psicología comunitaria Psicología comunitaria: concepto y carácter I 8 3

la realidad de la comunidad. A la capacidad el enfoque comunitario del clínico-médico son, (corto, medio'y largo plazo) según la «profundi- otro plazo temporal—: los tres componentes —y
de sentir con el otro (empatia psicológica) se también, características propias del enfoque inter- dad», dificultad o resistencia a ser modificados sus respectivos planteamientos temporales— son
ha de unir aquí la experiencia psicosocial ventivo comunitario. que presenten los asuntos de interés. Situaciones necesarios; cualquiera de ellos por separado es
—adquirida a través de prácticas o estancias o temáticas en que, por ser particularmente resis- insuficiente.
en la comunidad— con los asuntos de interés Globalidad y contextualización. La evalua- tentes al cambio, habremos de esperar progresos
y forma específica en que la gente los perci- ción comunitaria debe ser global y contextual lentos y plazos de tiempo largos incluyen: los pro-
be y afronta. Las «prácticas» serían, así, esen- (usando la «imaginación sociológica» glosada por blemas con raíces culturales profundas —como 8. ACCIÓN COMUNITARIA:
ciales para la formación integral del psicó- W. Mills en 1959) para entender los distintos as- el racismo o el cambio de roles de género— que, ESENCIA Y SIGNIFICADO
logo comunitario. pectos de los asuntos comunitarios en su mutua al ser interiorizadas en la socialización primera,
• Mediadores y agentes de cambio locales. relación y con respecto al contexto social inme- resultan difícilmente reversibles en los adultos; los ¿Cuáles son los ejes de la acción o intervención
Cuando las diferencias sociales o culturales diato. Y es que no sólo las personas son variables, fenómenos que comportan beneficios psicológicos comunitaria, los vectores desde los que despliega
son muy grandes (trabajo con comunidades sino también las comunidades, cuyas caracterís- o sociales secundarios de los que la gente será como forma de actuar tanto sus contenidos psico-
indígenas, emigrantes, gitanos, grupos muy ticas, recursos y perspectiva social y cultural pue- reacia a desprenderse, como la discriminación, los sociales (PC) como de otro tipo? Los siguientes
marginados, etc.), no basta con la empatia, den diferir notablemente, por lo que el mismo privilegios sociales o distintas formas de domi- (esquematizados en el cuadro 2.7.
necesitaremos la ayuda de mediadores cua- fenómeno problemático o positivo puede adquirir nación; procesos que conllevan un grado notable
lificados que hagan de «puente» con la co- significados diferentes en comunidades o contex- de disciplina o de sacrificios —económicos, de • La comunidad local; destinatario y soporte
munidad. Los mediadores pueden ser líderes tos sociales distintos. Algo similar sucede con la tiempo, de esfuerzo, etc.— a largo plazo; cualquier territorial de la intervención comunitaria y
locales, personas con una cierta formación intervención: no hay soluciones prefabricadas um- modificación de la situación que suponga cambios de procesos y características —integralidad,
que entienden los valores de clase media y versalmente válidas; una estrategia que ha fun- grandes o repentinos del papel de los actores so- recursos, participación y organización global
cultura ilustrada típicos del interventor o per- cionado bien en una comunidad puede fracasar en ciales; si el cambio genera temor o ansiedad ante y contextual; cuadro 2.6, puntos 2, 3, 4 y
sonas con especiales cualidades psicológicas otra con parámetros contextúales o estratégicos lo desconocido, podemos asumir que, cuanto más 8— que nacen de la comunidad geográfica o
y sociales. Se puede también formar a agen- (interés de la gente, recursos económicos, historia cambio de rol impliquen, más resistencias podemos se organizan siguiendo su estructura territo-
tes locales como interventores o dinamiza- reciente con el tema, estructura social, sistemas esperar de los afectados. rial.
dores reales, limitándose el profesional a de solidaridad, etc.) distintos. Con frecuencia ha- Ilustremos la globalidad y perspectiva temporal • La comunidad psicosocial y cultural punto de
facilitar y seguir el proceso como consultor brá que modificar los programas o las estrategias en el caso del maltrato a mujeres. ¿Qué plantea- partida y de llegada —a la vez que objetivo a
externo. de acercamiento e intervención en función de la miento temporal de solución haríamos? Teniendo desarrollar en la intervención comunitaria—
visión global obtenida mediante la evaluación ini- en cuenta los distintos tipos de factores involucra- promoviendo relaciones, integración y recur-
Proactividad, cercanía a la comunidad, bús- cial del contexto concreto. dos, sería útil considerar acciones en tres momen- sos personales y sociales (puntos 1, 2 y 3 del
queda, flexibilidad y optimización de recursos. El tos temporales: a corto, medio y largo plazo. En el estilo interventivo comunitario).
trabajo comunitario busca anticiparse a los pro- Perspectiva procesal de largo plazo. El cam- corto plazo, deberíamos crear refugios para acoger • Desarrollo humano, objetivo perseguido por
blemas y conflictos atajando sus causas y buscan- bio social es mucho más lento y dificultoso que el a las mujeres que están siendo maltratadas y ga- la PC partiendo de los recursos humanos y
do sus orígenes sociales, ambientales y psicológi- cambio individual al que el psicólogo está acos- rantizar su seguridad física y psicológica. A medio sociales existentes y usando la participación
cos (capítulo 12), en vez de limitarse a eliminar o tumbrado. Es preferible, por tanto, adoptar una plazo, convendría establecer programas psicoso- y activación social y el establecimiento de re-
revertir las consecuencias o efectos de esos con- concepción procesal de largo plazo en que la inter- ciales —de «reinserción» social— para facilitar la laciones más igualitarias (punto 5, cuadro 2.6)
flictos o problemas. La adopción de un modelo vención comunitaria sea vista más como un intento vuelta a la comunidad de las maltratadas en base como «métodos» microsociales.
activo y «de búsqueda» y el acercamiento territo- de modificar ciertos procesos sociales en una di- al apoyo psicosocial (recuperación de autoestima
rial y sociocultural a la comunidad son estrategias rección deseable que como una acción específica y relaciones sociales), jurídico (asesoría legal) y El desarrollo humano es, pues, el referente utó-
que facilitan mucho la prevención al permitir el que resolverá problemas o alcanzará metas espe- formativo para iniciar la búsqueda de trabajo. A pico básico de la acción comunitaria, tal y como es
contacto directo con las dinámicas psicosociales cíficas. No es, entendámonos, que los objetivos largo plazo, deberíamos poner en marcha progra- aquí entendida: el despliegue de aquello que —como
comunitarias; el uso de indicadores sociales obje- no sean importantes, sino que importan más por mas de sensibilización y educación en la escuela personas en relación y como miembros de una co-
tivos (capítulo 6) y los informes de los mediadores señalar orientaciones y direcciones que guíen los —para los niños y niñas— y en la comunidad para munidad— podemos llegar a ser. Marca el concep-
comunitarios formales o informales también son procesos sociopsicológicos que como hitos o metas los hombres y mujeres adultos, sobre el problema to nuclear que la PC debe investigar y definir en la
de gran utilidad. La flexibilidad en el uso de mé- a alcanzar a través de acciones seleccionadas. Es en sí y, sobre todo, sobre las actitudes —machismo, teoría y promover y ayudar a alcanzar en la prácti-
todos de evaluación y de intervención —según las mejor, por tanto, que el interventor comunitario sumisión, etc.— asociadas. Es importante notar ca, orientando hacia el análisis y evaluación inicia-
demandas situacionales— y la optimizacióon e adopte una perspectiva temporal de largo plazo que, para atajar el maltrato, no debemos elegir les, de manera que, en un caso o situación, nos
integración de recursos ya descrita al diferenciar situando los objetivos en un continuo temporal uno u otro componente de intervención —o uno u haríamos tres preguntas básicas:

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CUADRO 2.7 que, según el análisis y evaluación inicial, indicarán «puente» con comunidades social o cultural-
el blanco concreto de la intervención. mente alejadas del interventor o como promo-
Los ejes de intervención comunitaria (IC) y psicología comunitaria (PC) tores «naturales» del cambio.
• Los colaboradores terapéuticos o educativos
Eje Significado/contenido Papel/objetivo en IC/PC 9. TAREAS Y PROCESOS seleccionados para ayudar a otros a resolver
PSICOSOCIALES INVOLUCRADOS ciertos problemas o para fomentar su desarro-
1. Comunidad te- Localidad Destinatario llo casi siempre como parte de programas glo-
rritorial Mejorar + aumentar pertenencia Dado que la PC se suele servir de unos concep- bales que incluyen el asesoramiento y forma-
tos y un vocabulario ajenos a los de la ciencia social, ción de voluntarios y paraprofesionales por
2. Comunidad psi- Vínculos-interacción Objetivo puede ser útil «traducir» sus significados y propues- parte de expertos.
cosocial Elementos compartidos-cultura Aumentar, potenciar • La ayuda a los agentes de socialización natu-
tas operativas a los conceptos y terminología social
al uso. Trato aquí de contribuir a ello, explorando rales que, como mediadores autorizados, tienen
3. Desarrollo Lo que podemos llegar a ser Referente analítico los procesos psicosociales y sociales implicados en algún tipo de influencia —afectiva, informati-
humano Potencial de mejora personal + social Objetivo básico va, autoridad social o laboral, etc.— vital para
las tareas comunitarias, en especial, en el papel psi-
Recursos Persona = sujeto activable ^ agente Enfoque actuación el desarrollo de las personas: padres, maestros
cológico que llevan implícito. El cuadro 2.8 recoge
esas tareas, que son explicadas a continuación; el y educadores, jefes y capataces laborales, etc.
Se hace en la comunidad (territorial) ^ 1 cuadro 2.9 muestra otros procesos e ingredientes Ayudar a estos agentes a realizar adecuadamen-
psicosociales más genéricos, no desarrollados aquí, te su misión socializadora es, sin duda, la for-
Psicología _ [la comunidad psicosocial — > 2 pero sí en la anterior edición (Sánchez Vidal, 1991a) ma más importante de contribuir al desarrollo
comunitaria Para fomentar { , , , , , vo humano global y a la prevención de los proble-
[ el desarrollo humano ^ 3 del libro. La exploración de las dimensiones psico-
sociales del papel comunitario es, por otro lado, mas ligados a la detención o el mal rumbo que
Con un enfoque potenciador de recursos >3 necesaria para evitar que ese papel pueda quedar ese desarrollo puede tomar. Se trata de ayudar-
limitado a la realización de tareas técnicas indivi- les a ser mejores padres, maestros, jefes o jue-
dualizadas («prestación de servicios» a las personas) ces y de corregir sus «vicios» y «funcionamien-
con que se suelen identificar los papeles técnicos to» como agentes facilitadotes del desarrollo
• ¿Cuál es potencial por desarrollar de estas energía en la bebida, condenándose a una esclavitud en psicología o trabajo social. Examinemos seis de aquellos sobre los que ejercen uno u otro
personas o de esta comunidad? de una sustancia (el alcohol) en lugar de relacio- tareas psicosociales básicas de la acción comunita- tipo de influencia social.
• ¿Qué obstáculos impiden realizar ese poten- narse con los otros y dedicarse a otras actividades ria (ampliadas y especificadas en su dimensión más • La organización social: el interventor colabora
cial? personalmente más satisfactorias y socialmente más práctica en el capítulo 10). con grupos marginales o desposeídos en un pro-
• ¿Cómo puede el psicólogo (o el equipo inter- productivas? O, en un caso de fracaso educativo y Desarrollo y fomento de recursos humanos y ceso de articulación de objetivos comunes y
ventor en su conjunto) ayudar a remover esos conflicto escolar en adolescentes, ¿cómo es que unos sociales. Si el desarrollo humano es el eje o meta acción conjunta para alcanzar esos objetivos que
obstáculos y facilitar el desarrollo de las po- adolescentes, que en una sociedad moderna pueden directora de la acción comunitaria, el desarrollo de genere, primero, conciencia de poder y, después,
tencialidades personales y comunitarias? llegar a ser lo que se propongan, despilfarran sus recursos humanos y sociales será la tarea básica del si la acción es eficaz, poder colectivo real.
energías en agredir a otros, en vez de relacionarse campo con una misión o sentido global triple: como
De forma que es en los factores y procesos que armónicamente con ellos, y se desentienden de las camino para lograr el desarrollo humano, como ex- Aunque éstos son procedimientos específicos de
impiden que la gente llegue a ser todo lo que per- actividades escolares que son el vehículo central de presión de ese desarrollo y como ayuda para solu- desarrollo de recursos, prácticamente todas las ta-
sonal y socialmente podría ser donde la acción co- su desarrollo personal, profesional y social? ¿Qué cionar problemas y conflictos. Participación, igua- reas y procesos comunitarios contribuyen de una u
munitaria debería centrar su actuación inicialmente. falla en esa escuela o en sus programas y propuestas lación relacional y reconocimiento del carácter otra forma a desarrollar recursos, tienen, en otras
Los problemas o conflictos (alcoholismo, privación docentes? ¿Qué falla en las familias de esos adoles- agente de las personas (ampliando su papel social) palabras, componentes inespecíficos de desarrollo
económica, marginación social, conflicto intergru- centes o en su comunidad y en el tipo de relación han sido ya reconocidos como bases del desarrollo de recursos, si bien ese componente es central en
pal, etc.) presentes serían así sólo, para la PC, di- que uno y otro plantean a esos jóvenes? ¿Qué fa- de recursos. Indico cuatro procedimientos más es- procesos de desarrollo comunitario, organización
ficultades a desanudar o superar para estimular las lla en esos adolescentes —o en los adolescentes en pecíficos que ese desarrollo toma en la acción co- en torno a intereses, ayuda mutua, educación y «en-
capacidades y procesos conducentes al desarrollo. general— y en las trayectorias vitales que en esta munitaria. trenamientos» de habilidades sociales.
Así, en un problema de alcoholismo, nos preguntare- sociedad se les proponen (o imponen)? Estamos,
mos: ¿cómo es que unas personas en principio sanas como se ve, situando los obstáculos en varios nive- El uso de mediadores y agentes de cambio Climas sociales y redes que satisfagan necesida-
y capaces están desperdiciando sus capacidades y les (personales, familiares y comunitarios, sociales) locales que, según se señaló, actúan como des de vinculación y faciliten la resolución de pro-

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CUADRO 2.8 para trasladar a la gente la valía que la sociedad le Ya se puede ver que, salvado el desarrollo de
Tareas psicosociales básicas en intervención comunitaria asigna como medio para crear riqueza (y, también, recursos humanos —tema central de la PC—, estas
para el desarrollo personal). El fomento del valor tareas psicosociales están dirigidas a problemas li-
salud es una tarea inicial necesaria en los programas gados a la desintegración social y a la destrucción
• Desarrollar y fomentar de recursos humanos y sociales
preventivos en un intento de que, desde el punto de de la comunidad, asuntos en todo caso típicos de
• Crear climas sociales y tramas relaciónales
• Corregir y encauzar positivamente procesos de socialización y resocialización vista comunitario, la gente se responsabilice de su las sociedades industriales (el norte) pero no ne-
• Diseñar y regular instrumentalmente valores propia salud y conciba la vida como un desarrollo cesariamente del sur preindustrial. Tienden, por
• Crear papeles y modelos sociales de comportamiento «saludable» y positivo, no como una sucesión de otro lado, a definir tareas globales a realizar en
• Diseñar programas institucionales y organizativos riesgos de enfermedad «administrados» por profe- principio desde arriba —como la socialización o
sionales de la salud. regulación de valores—, importantes para el cam-
Creación y uso de modelos de comportamiento bio social pero difíciles de compatibilizar con el
necesarios para grupos en situación de desorienta- espíritu comunitario de trabajar «desde abajo». Es
blemas o el desarrollo personal. La creación de un que, al jubilarse, sufren pérdidas de valor social ción y «anomia» (carencia de creencias y valores deseable tratar de que la actuación del psicólogo
clima social positivo y favorable al cambio es un —al dejar de ser «productores»—, que se suman a claros) vital: adolescentes, ciertos sectores margi- comunitario esté también orientada a que la gente
punto de partida esencial en la mayoría de procesos otras pérdidas psicológicas y físicas relevantes. Las nados, padres en relación con el desarrollo de los las «hagan suyas», aunque no resultará sencillo por
de desarrollo y transformación. Se trata de desarro- nuevas condiciones de producción («desregula- hijos, mayores en una sociedad «joven», etc. Puede el carácter global y más fácilmente dirigible desde
llar una ilusión por lo que se quiere conseguir, o una ción», trabajo temporal, etc.) están multiplicando ser, por ejemplo, muy útil utilizar deportistas o ído- arriba mencionado, por darse a veces en períodos
comunidad de acción en torno a los objetivos y tareas en los países desarrollados las situaciones de tran- los juveniles como modelo positivo en programas de desarrollo formativos en que las personas tienen
marcados, una conciencia y sentimiento de que el sición, vacío social y marginación en grandes gru- dirigidos a los adolescentes o, a otro nivel, implicar una capacidad limitada de pensar y decidir por sí
cambio es posible y se puede lograr uniéndose co- pos crecientes de personas: parados, prejubilados, como modelos de rol a personas que, habiendo rea- mismas y porque la gente puede muy bien carecer
lectivamente en un proceso social organizado para «nuevos» pobres, mujeres y hombres recién sepa- lizado provechosamente el cambio que se persigue de conciencia subjetiva de la necesidad y direc-
desarrollar la comunidad o el conjunto de participan- rados, familias monoparentales, etc. (desintoxicación de drogas, abandono de la prosti- ción del cambio deseable, condiciones todas ellas
tes. O de establecer un clima afectivo positivo en tución u otras formas de vida, etc.), tienen una au- que dificultan, aunque no imposibilitan, el cambio
instituciones que trabajan con niños o adolescentes Diseño y modulación instrumental de valores. toridad «experiencial» de que el profesional carece desde la base.
(aunque sabemos que es casi imposible hacer de «pa- Dado que los valores sociales median entre la cultura (capítulo 13).
dre» o «madre» de todos), etc. social y la conducta personal, su modificación ha de Procesos y factores básicos anteriormente des-
ser parte —condición previa o resultado— de cual- Diseño de programas institucionales y organiza- critos en la intervención comunitaria y su vertiente
Corrección y encauzamiento de los procesos de quier intento de cambio social profundo, que nunca tivos. Si, como se tiende a pensar, las distintas formas psicológica, la PC, son (cuadro 2.9):
socialización y re socialización. Dado que gran par- puede entenderse simplemente como cambio conduc- de intervención social se limitan en el fondo a pa-
te de los problemas psicosociales del industrialismo tual o de habilidades, pues habilidades y conducta liar —en los países industrializados, al menos— las • El papel social, globalmente ampliado en la
están ligados a la entrada a, o salida de, ciertos se «insertan» en la vida personal a través de pautas carencias de la familia y las consecuencias de su comunidad y personas destinatarias de la ac-
sistemas sociales o a la transición entre ellos —tran- profundas como los valores, afectos y significados destrucción, no basta con crear un clima positivo y ción, reducido en el interventor y modificado
sición escuela-trabajo, jubilación, acceso a la vi- adquiridos en la socialización temprana. En ese senti- modelos de comportamiento adulto favorables: de- en ambos, hacia un mayor protagonismo de
vienda o a la pareja y los hijos, etc.— y a las am- do es instrumental el cambio de valores: lo persegui- bemos diseñar programas globales que, cubriendo el la primera y una menor directividad y una ma-
bigüedades y dificultades que los acompañan, la mos para modificar comportamientos perniciosos o conjunto de funciones y actividades que la familia yor difusión en el segundo.
reforma o reversión de los procesos de socialización fomentar otros deseables desde la mediación citada. realizaba, logren el desarrollo personal. El diseño • La solidaridad social como tema amplio liga-
en una dirección positiva que minimice el «maltra- Se pueden de esta forma «crear» o «modular» valores —y realización— de programas psicosociales que do a la pérdida de comunidad y otros fenóme-
to institucional» y los riesgos de problemática, fa- según los objetivos sociales o comunitarios. Así, si sustituyan lo que la familia hace «naturalmente» es, nos sociohistóricos complejos que ejhmarcan
voreciendo el desarrollo de sus miembros, es una se desea paliar los efectos dañinos que la falta de pues, una de las tareas centrales del quehacer comu- la tarea comunitaria y las relaciones entre per-
tarea de especial relevancia visible en instituciones trabajo acarrea en los jubilados que «pierden» gran nitario: ya veremos en el capítulo 13 que la familia sonas y «climas» sociales, como fenómenos
reformadoras, de acogida, comunidades terapéuticas parte de su valía social, asociada en las sociedades es, precisamente, el modelo «natural» de los grupos más microsociales ligados a la evolución de
u otras como la propia familia. Dos grupos sociales industriales al trabajo, habrá que relativizar el valor de ayuda mutua. Ejemplos de programas institu- la cohesión social global pero también a la
merecen en esta perspectiva especial atención: los del trabajo o bien proponer tareas (como ayudar a cionales son, además de esos grupos, la comunidad práctica comunitaria.
adolescentes que pasan del mundo escolar al del la educación de los niños) que sustituyan al trabajo terapéutica para drogadictos, los centros para niños • La calidad de la vida, noción más aséptica y
trabajo (o que han abandonado la escuela y pueden como fuentes de valor social. En cambio, en un país abandonados, los correccionales o las comunidades menos direccional que la de desarrollo huma-
tener, además, problemas familiares) y los mayores en desarrollo, será preciso fomentar el valor trabajo de desarrollo personal. no, común en el análisis y la acción sociopo-
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Psicología comunitaria: concepto y carácter I 8 9
I Manual de psicología comunitaria

RESUMEN
CUADRO 2.9
Procesos y factores psicosociales centrales en psicología comunitaria
1. La PC se ha definido por oposición a la psi- Otras visiones, más sociologistas, separan cla-
• Papel social: ampliado en sujetos, reducido en interventor cología clínica y otras formas de acción psi- ramente salud mental comunitaria y PC, que
• Solidaridad social, relaciones interpersonales y climas sociales cológica individuales y de orientación tera- se centraría en la crítica y denuncia de los
• Calidad de vida, vida cotidiana y hombre común, destinatario de la PC péutica o reparadora. Se alegan diferencias de fallos de los sistemas sociales de control de la
• Procesos de socialización y efectos sobre el desarrollo humano la PC con esos enfoques en: las asunciones desviación y de apoyo social, proponiendo
• Comunidad y sentimiento de comunidad causales de los problemas psicosociales, mo- cambios y alternativas más humanos.
• Poder y su distibución social delos teóricos usados, localización y destina- 5. Dentro de su pluralidad, la PC latinoamericana
• Necesidades sociales tario de la intervención, ampliación de las es más social, politizada y comprometida y me-
• Expectativas como arma de doble filo, movilizador y frustrante nos perfilada técnicamente que la practicada en
áreas de actuación más allá de la salud mental,
• Sistemas de definir objetivos y tomar decisiones en la comunidad
fines de la actuación, globalidad e integralidad, EUA. Principios básicos de su tendencia radical,
• Sistemas de premios y castigos para desarrollar recursos sociales
• Sistemas de apoyo social renovación y ampliación de los servicios y la psicología social comunitaria, son: la auto-
• Sistemas de exclusión y control de la desviación social formas de ayuda, idealización del poder y con- gestión de la comunidad que controla la acción,
trol de la acción en la comunidad, papel psi- rechazando el intervencionismo y el autorita-
cológico implicado y relación del psicólogo rismo externos; la toma de conciencia libera-
con el destinatario de la acción. dora de la situación y capacidades propias; la
líricos actuales; también la vida cotidiana y sociales» —más elaborados en la sociología—,
2. La salud mental comunitaria —también llama- investigación-acción como paradigma integrador
el hombre común como referentes a los que marcan un interesante horizonte operativo del
do psicología clínico-comunitaria— es un cam- de los dos papeles nucleares de lo comunitario,
van dirigidos las acciones comunitarias. campo comunitario, siempre que no se olvi-
po multidisciplinar, particularmente desarrolla- y lapráctica transformadora que confronte alie-
• Los procesos de socialización y sus fallos des- den, como complemento, las potencialidades
do en EUA, que combina la tradición clínica nación e ideología y se comprometa con los
de el punto de vista de la comunidad y el desa- y recursos sociales.
con el enfoque comunitario. Abarca una serie más débiles y desposeídos.
rrollo humano, cuyo papel en el entramado • Las expectativas como arma de doble filo,
de estrategias de intervención como la preven- 6. Para explorar diferencias y semejanzas en el
práctico-teórico comunitario ha quedado ya so- movilizadoras y frustrantes, que el agente de
ción, intervención de crisis, consulta, uso de no concepto y la práctica de lo comunitario, par-
bradamente ilustrado en páginas precedentes. cambio debe manejar cuidadosamente en la
profesionales, educación y promoción de la sa- timos de una noción «mínima» que recoge los
• La comunidad y el sentimiento de comunidad, intervención junto con los procesos de definir
lud mental, comunidad terapéutica y terapia aspectos comunes —objetivo, método de tra-
fenómenos social y psicosocial, respectiva- objetivos y tomar decisiones de la comunidad,
social. Bases teóricas y metodológicas incluyen bajo, base social, papel del interventor— de
mente, centrales al campo comunitario y, sin decisivos para que se dé una participación
la epidemiología, el enfoque sistémico y las diversas corrientes. Según ella, la PC es un
embargo, groseramente ignorados o simplifi- efectiva.
teorías del estrés y el apoyo social; multidisci- campo centrado en la mejora de las personas
cados por él en su generalidad; serán aborda- • Sistemas de premios y castigos como vía para
plinariedad y participación comunitaria son sus a través del cambio «desde abajo», basado en
dos en los capítulos 3 y 5. el desarrollo de recursos sociales.
principios operativos. la comunidad territorial y psicosocial en que
• El poder y su distribución social, asuntos ope- • Sistemas de apoyo social y de control de la
3. La psicología comunitaria ha sido definida de el psicólogo asume un papel indirecto de di-
rativos nucleares de la acción (y por tanto de desviación social que muchos consideran cen-
distintas formas que van desde un enfoque pre- namizador.
la teoría) comunitaria que sólo últimamente trales en la intervención; los primeros, en la
ventivo y participativo correspondiente a la sa- 7. Existen diferencias sustanciales entre las co-
han recibido parte de la atención que merecen generación de apoyos sociales suplementarios,
lud mental comunitaria hasta visiones globales rrientes de la PC desarrolladas en EUA (nor-
(capítulo 4). y los segundos, en la evitación de los proble-
y técnicamente menos precisas centradas en el te) y América Latina (sur) en los cuatro as-
• Las necesidades sociales, un tema más propio mas psicosociales y la humanización de las
cambio social radical y el desarrollo de las per- pectos básicos indicados y en un quinto, base
del trabajo social que, junto a los «problemas alternativas de actuación comunitaria.
sonas como sujetos históricos y culturales. teórica y metodológica, añadido. Objetivo:
4. La PC estadounidense es plural en sus con- comunidad autogestionaria y sociedad iguali-
cepciones. Rappaport la ha descrito como una taria (sur) frente a calidad de vida y empower-
empresa con tres componentes centrales: de- ment (norte); método de intervención: auto-
sarrollo de recursos humanos, acción política gestión comunitaria frente a participación de
para realizar los cambios sociales necesarios los sujetos, con la planificación como esquema
y aplicación del método y la ciencia social. organizativo común; base social, comunidad

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9 0 / Manual de psicología comunitaria
Psicología comunitaria: concepto y carácter I 91

social fuerte, problemas sociales «preindus- 10. La forma de trabajo o estilo interventivo es el TÉRMINOS CLAVE
triales» (sur), frente a una sociedad desinte- aspecto que mejor define la PC. Según el estilo
grada y poco comunitaria pero organizada, con interventivo comunitario, la IC: se centra en
problemas sociales industriales y postindus- Salud mental comunitaria Definición sintética de PC
colectivos y comunidades, sobre todo en sus
triales (norte); papel: agente de cambio com- Psicología social comunitaria Características analíticas e interventivas
elementos compartidos y relaciones; es integral
prometido, frente a dinamizador y reformador Diferencias norte-sur en PC Estilo interventivo comunitario
(temáticamente completo), multidisciplinar e
social; base teórica y metodología investiga- Concepto «mínimo» de PC Tareas psicosociales básicas
integrador, tratando de fomentar la comunidad
dora: más global, comprensiva y ligada a in- de las personas; positivo, asumiendo y fomen-
vestigación-acción en el sur, más analítica, tando los recursos personales y sociales; maxi-
microscópica y empírica en el norte. miza la participación y el protagonismo de la
8. Se propone una definición sintética de la PC comunidad en la acción; adopta una relación LECTURAS RECOMENDADAS
como campo dedicado, en la práctica, a la pre- más igualitaria interventor-comunidad que su-
vención de los problemas psicosociales y al pone redistribuir el poder y modificar el papel Sánchez Vidal, A. (1991). Psicología comunitaria. Bases Montero, M. (2004). Introducción a la psicología comu-
desarrollo humano integral desde la participa- de ambos; usa la empatia sociocultural y la des- Conceptuales y Operativas. Métodos de Intervención nitaria. Desarrollo, conceptos y procesos. Buenos
ción de los sujetos, asumidos agentes, y, en lo (2.a edic). Barcelona: Promociones y Publicaciones Aires: Paidós.
profesionalización de la ayuda y el cambio so- Universitarias (PPU).
teórico, a la dimensión comunitaria de la con- Presentación integral, documentada y reflexiva
cial; es proactivo, cercano a la comunidad, Exposición integrada de los conceptos y opera- de la PC latinoamericana; incluye, además de los as-
ducta humana y al cambio social participativo. flexible, y trata de optimizar recursos; usa la ciones y métodos generales de la PC; combina el pectos históricos y teóricos, los ético-valorativos.
Caben, sin embargo, dos visiones complemen- evaluación y actuación global y contextualiza- punto de vista estadounidense con aportaciones es-
tarias de la PC: como intervención externa para da a largo plazo contemplando el corto, medio pañolas y europeas. Heller, K. H., Price, R. H., Reinharz, S., Riger, S. y Wan-
producir cambios en que el profesional tiene y largo plazo de los cambios buscados. dersman, A. (1984). Psychology and community chan-
un papel relevante, más extendido en el norte; 11. Comunidad territorial, comunidadpsicosocial Martín González, A., Chacón, F. y Martínez, M. (comps.) ge. Pacific Grove: Brooks/Cole.
como proceso de desarrollo protagonizado por y desarrollo humano (y recursos) son los tres (1988). Psicología Comunitaria. Madrid: Visor. El clásico más informativo desde el punto de vis-
la comunidad con el auxilio técnico externo, ejes básicos de la intervención, y psicología, Visión más ecléctica del campo desde distintos ta metodológico y práctico.
más propio del sur. Cada visión tiene sus ven- autores españoles.
comunitarias. La PC se hace en la comunidad Nelson, G. y Prilleltensky, I. (2005). Community Psy-
tajas e inconvenientes: la intervención es con- territorial, para promover la comunidad psi- Rappaport, J. (1977). Community Psychology: Valúes, chology. In pursuit ofliberation and well-being. Nue-
ceptualmente más abierta y explicita el papel cosocial y el desarrollo humano (objetivos), research, and action. Nueva York: Holt, Rinehart & va York: Palgrave Macmillan.
psicológico; el proceso comunitario es más desde un enfoque potenciador (de recursos) Winston. Puesta al día amplia y legible desde una perspec-
fiel al «espíritu» comunitario y resalta los as- de colaboración con la comunidad. Documento inicial básico del campo como con- tiva crítica.
pectos procesales (el «cómo») más que los 12. Tareas psicosociales básicas ligadas con fines cepción social e ideológica diferenciada de la salud
resultados (el «qué»), paliativos, preventivos o potenciadores a la prác- mental comunitaria.
9. Características básicas de la PC como forma tica comunitaria son: el desarrollo de recursos
de entender la realidad y la acción psicológi- humanos y sociales, la creación de climas rela-
co-social son: partir de lo común o comparti- ciónales y sociales, el diseño y regulación ins-
do por las personas; ver el comportamiento trumental de valores, la creación de modelos
humano en relación a los contextos sociales de rol y el diseño de programas institucionales
inmediatos, comunitarios; tener el cambio so- y organizativos. Procesos y factores psicoso-
cial participativo y el desarrollo humano como ciales clave incluyen: el papel social, la solida-
temas centrales, siendo su fin promover el pri- ridad y el cuma social, la vida cotidiana y hom-
mero para lograr el segundo en un proceso bre común, el poder, su significado psicológico
participativo que reconoce la capacidad de y su distribución social, las necesidades y ex-
agentes de las personas y en que el psicólogo pectativas sociales, los métodos de definir ob-
tiene un papel genérico de activador o dina- jetivos y tomar decisiones, los sistemas sociales
mizador social a especificar según las deman- de premiar y castigar y los de apoyo social y
das de la situación. control de la desviación.

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Comunidad y psicología comunitaria

Una psicología comunitaria sin comunidad. ¿Se psicológicos de ella, como el sentimiento de comu-
puede hacer una «psicología comunitaria» sin co- nidad.
munidad? Parece un contrasentido, pues, como se Y, sin embargo, es obvio que la comunidad ha
ha repetido una y otra vez, la comunidad es el su- de ser el fundamento de un campo psicológico ape-
jeto y destino de ese campo, que se distingue pre- llidado «comunitario» porque, como se ha visto
cisamente de otras áreas psicológicas por su cuali- (capítulo 2), se hace para la comunidad, con la co-
dad de «comunitaria». El examen de manuales y munidad y en ella. Debemos entonces conocer esa
escritos evidencia sin embargo, lo contrario: se está realidad tanto sustantivamente, como sujeto teórico
haciendo una PC sin comunidad; la comunidad es y práctico, como adjetivo calificador de una prác-
la gran ausente conceptual del campo donde parece tica psicológica —comunitaria— que nos es propia.
tomarse como algo genérico y de alguna manera ya Necesitamos un conocimiento teórico y práctico
sabido que casi nadie se molesta en explicar, mas que permita responder a la cuestión general plan-
allá de la referencia a una forma de trabajar («co- teada en este capítulo: ¿cuáles son el significado y
munitaria») o a un tipo de «sistema social» (norte) el papel de la comunidad y lo comunitario en PC?
o tejido histórico-cultural (sur) titulares de la acción Una pregunta sobre cuya respuesta ya hemos ido
comunitaria. Es como si quisiéramos hacer psico- sembrando «pistas» en el examen histórico y teó-
logía de la personalidad sin explicitar qué entende- rico del campo realizado en los dos capítulos pre-
mos por «personalidad». La comunidad es tratada cedentes. Esos datos iniciales son ampliados con-
como algo subordinado y menor que ninguna de las ceptual y operativamente en éste, que comienza con
aproximaciones (salud mental comunitaria, psico- un análisis histórico y conceptual amplio, pasando
logía social comunitaria u otras) descritas en el ca- después, y tras hacer una síntesis de lo «sabido» y
pítulo anterior aborda por sí misma, como la reali- concretar las dimensiones básicas de la comunidad,
dad social específica, compleja e ideológicamente a considerar los aspectos más cercanos a \a prácti-
polémica que es. Y es que, en general, a los psicó- ca: evaluación y estudio (enfoques y componentes
logos no nos ha interesado mucho la comunidad, estructurales y guía operativa) y formas de «cons-
de forma que los análisis y estudios relevantes se truir» comunidad. El capítulo 5 se ocupará de la
han de buscar en otras ciencias sociales como la visión psicológica de la comunidad, el sentimiento
sociología. Si acaso en PC se ha enfocado la comu- de comunidad. Sintetizo, por un lado, el material
nidad desde concepciones —sistémicas, redes, mar- incluido en la edición anterior (Sánchez Vidal,
xistas...— pensadas para otras realidades, o se han 1991a) reescribiendo, por otro, la parte histórica y
estudiado aspectos parciales, más específicamente teórica desde la perspectiva actual.

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9 4 / Manual de psicología comunitaria Comunidad y psicología comunitaria I 9 5

1. EVOLUCIÓN HISTÓRICA: que la acompañan. La conciencia de la pérdida de de las grandes"burocracias industriales y estatales entre el individuo y la sociedad impersonal. Para
MODERNIDAD, GLOBALIZACIÓN vínculos y lazos comunitarios es frecuentemente fomentan hasta tal punto el individualismo y la Sarason (1974), el debilitamiento del sentimiento
Y COMUNIDAD acompañada en el siglo xx por un extendido re- racionalidad impersonal que privan al individuo de comunidad es la fuerza más destructiva de las
chazo de los excesos del racionalismo ilustrado y de sus «raíces» comunitarias condenándolo a en- sociedades occidentales modernas, de forma que
Comunidad y modernidad mantienen un largo el capitalismo industrial y por una vindicación de contrar por sí solo sentido y hermandad humana. la PC debe centrar sus afanes en reconstruir el
pleito del que pensadores y activistas sociales han la comunidad y de formas de vida más humanas y Tal estado de cosas sólo podría paliarse fortale- sentimiento de comunidad, que (capítulo 5) pasa
sido notarios y comentaristas apasionados. En ge- solidarias. Y, como vamos a ver, se prolonga has- ciendo el poder de los grupos sociales intermedios por tanto a ser su «centro conceptual».
neral, uno tiene la impresión de que la comunidad ta nuestros días de «globalización», capitalismo
ha sido una «víctima» de la modernidad y de las «informacional» y posmodernismo en forma de
grandes turbulencias sociales (capitalismo, indus- conflicto entre «lo local» y «lo global» o entre li- CUADRO 3.1
trialismo, urbanización, movimientos obreros...) beralismo y comunitarismo. Lo peor es que, a falta Comunidad: evolución histórica
e intelectuales (individualismo, secularización, de soluciones teóricas y prácticas a ese conflicto,
utilitarismo, razón, progreso) que la acompañan parece que el ciclo se repite en cada nuevo proceso Cambios sociales/comunitarios
Período Fenómenos históricos
a lo largo de siglo xix y que dividen y polarizan a de industrialización en un país en desarrollo que
los analistas. Con frecuencia se destacan los cam- paga como «peaje» obligatorio la brutal destruc-
bios en las formas de la cohesión o «solidaridad ción de la comunidad y el tejido social a manos Modernidad Individualismo y autonomía Capitalismo
de las exigencias sociales y culturales, primero de (Renacimiento Declive funcional del lugar Industrialización
social». Durkheim constató el paso gradual de
a siglo xix) Debilitamiento de la comunidad Urbanización
formas «mecánicas» de solidaridad, propias del la modernidad y después de la globalización y el
Búsqueda de comunidad Revolución Francesa
mundo rural, basadas en la similitud de intereses neoliberalismo. Y, para cerrar el círculo, se acuñan Utilitarismo Luchas obreras
y valores, a formas «orgánicas», urbanas, ligadas «nuevos» conceptos —«apoyo social», «capital Secularización
en la interdependencia funcional y la impersona- social»— que vienen a certificar esa destrucción Ilustración y racionalidad
lidad. Cooley y Mclver apuestan por distinciones y a ponerla —casi siempre demasiado tarde— en Burocracias centralizadas
similares (grupos primarios y secundarios; rela- la agenda de las ciencias sociales y las preocupa- Liberalismo
ciones comunitarias y asociativas); Tonnies (1947) ciones ciudadanas. Socialismo y movimientos obreros
propone la clásica dicotomía entre formas de or- No hay, de todos modos, consenso entre los
ganización social comunitarias, de base afectiva y observadores sociales sobre las causas precisas Posmodernidad Homogeneización cultural Predominio de los servicios
experiencial, y asociativas, de base instrumental e del declive comunitario: unos las sitúan en la in- globalización Aumento de la desigualdad Nuevas tecnologías
interesada, que, por su importancia para definir la dustrialización y la importancia del trabajo y de Neoliberalismo y «Estado mínimo» Hundimiento del socialismo
las relaciones utilitarias frente a las personales; «Flexibilidad» laboral Globalización económica
idea de comunidad, se amplía más adelante. El cua-
Exclusión social Exaltación del «mercado» (capitalismo
dro 3.1 recoge algunos hitos sociales e históricos otros, en la urbanización, masificación y anoni-
Hiperindividualismo «informacional»)
ligados a la evolución histórica de la comunidad midad urbana; otros, en el auge del comercio, los Consumismo Imperialismo estadounidense
durante la modernidad y la actual globalización y transportes, la movilidad social y, hoy, la infor- Conformismo social
posmodernidad. mática; otros, en el desarrollo de las burocracias Movimiento antiglobalización
centralizadas: gobiernos y corporaciones industria- Comunitarismo y propuestas híbridas
les, y otros, en fin, en la prominencia de los valo-
1.1. Modernización, industrialización res ilustrados, como el individualismo, la razón,
y declive de la comunidad el progreso o la eficacia. Esos procesos no son,
de todas formas, excluyentes, sino complemen- 1.2. Búsqueda de comunidad los sesenta. Esa búsqueda de comunidad ha estado
Uno de los fenómenos centrales destacados por tarios y probablemente acumulativos en su efecto también, como ya se vio en el capítulo inicial, en
muchos analistas como efecto de la industrializa- de degradación de los sistemas de vinculación y La constatación de la pérdida de comunidad y el origen de la PC estadounidense constituyendo,
ción y sus acompañantes sociales e intelectuales comunidad social. Nisbet (1953), por ejemplo, des- la venenosa estela de deshumanización, margina- según Sarason, su base ideológica como modelo
es la erosión de la solidaridad comunitaria y los taca la desorganización social, la desintegración ción, anomia, soledad y fragilidad personal que la alternativo de relación social distanciado tanto del
deletéreos efectos sociales (desintegración e ines- cultural y la inseguridad generada por la pérdida ruptura de la «ecología social» deja tras sí han atomismo individualista como de la homogenei-
tabilidad social, debilitamiento de los grupos pri- de función social de los grupos sociales primarios generado una intensa búsqueda de comunidad (Nis- zación global (Kirkpatrick, 1986).
marios y redes de apoyo) y psicológicos (anomia, (familia, religión, comunidad local) en socieda- bet) que ha puntuado el devenir del siglo xx, ha- Kanter (1976) ha retratado certeramente la bús-
desarraigo, impersonalidad, falta de sentido vital) des excesivamente racionalizadas en que el poder ciéndose presente en los movimientos sociales de queda histórica de comunidad notando que cada

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9 6 / Manual de psicología comunitaria Comunidad y psicología comunitaria I 9 7

vez que el cambio social ha desorganizado lazos 1.3. Globalización, posmodernidad que es, la globalización supondría otra vuelta de que renunciar. Visto lo visto, parece que necesita-
y lealtades sociales o las instituciones sociales se y localidad tuerca en la desterritorialización de procesos so- mos una nueva síntesis conceptual de la comunidad
han vuelto demasiado grandes, impersonalmente ciales como la cultura o la identidad y, en conse- que, sin negar al todopoderoso individuo, recoja
poderosas o tan complicadas que separan a cier- Así como en la segunda parte del siglo xix se forjó cuencia, otro paso en la depredación de la comu- aportaciones recientes y reafirme la humanidad,
tos sectores sociales de las experiencias huma- la era industrial moderna, a fines del xx habríamos nidad territorial y social. Creo, sin embargo, y en la vinculación social y el poder colectivo como
nas básicas la gente se ha reunido en comunidad entrado, según diversos observadores y analistas, en línea de analistas lúcidos como Bellah, Sennet, constituyentes básicos tanto de esa noción como
para buscar una existencia más simple, integra- una nueva era, que, según el aspecto destacado, se ha Marina o Kanter, que, en un mundo más individua- de la trayectoria humanística y social de la PC.
da y significativa regida por valores alternativos llamado postindustrial, capitalismo «informacional», lista, impersonal e interconectado en lo económico, Necesitamos una noción desde la cual se puedan
como el contacto existencial con uno mismo, el posmoderna, ultramoderna o modernidad reflexiva o la pertenencia a un lugar y a un tejido de relaciones combatir los excesos ideológicos de modernidad,
crecimiento personal, la experiencia fraternal en tardía (véase, por ejemplo, Webster, 2002). Se trataría que llamamos comunidad es una necesidad no me- posmodernidad o capitalismo, letales para una vida
familia, el contacto con la naturaleza y la tie- de un mundo «monocromático» —sin alternativas, nor, sino, al contrario, mayor, si, como contrapeso y un desarrollo verdaderamente humanos, elegidos
rra o la búsqueda de la igualdad. En momentos socialistas o de otro tipo— uniformemente capitalista, de la deslocalización y dominio de lo simbólico, por la gente, no dictados por grandes estructuras
de transición social o de excesivo dominio de centrado en los servicios y el consumo —frente a la queremos seguir conservando nuestra humanidad; apoyadas en ideologías y prácticas que, a pesar de
fuerzas deshumanizadoras como la tecnología o industria y la producción de bienes materiales pro- y es que la comunidad es fuente esencial de iden- su apariencia irreprochable («liberal», promotora
la burocracia, las comunas han desempeñado un pios de la era industrial—, en que la «información» tidad, cultura y poder colectivo, todos ellos ingre- del «bienestar» de la gente, etc.), acaban negando
importante papel en la reorientación personal, re- —cierto tipo de datos e imágenes— es la nueva sa- dientes básicos para constituir a las personas. Esa la misma autonomía y libertad humana que pro-
novación social y lucha por la igualdad. Pero no via vivificadora del desarrollo económico. Y que, en tesis viene avalada tanto por la mencionada persis- claman.
todas las comunas son iguales: el grado de comu- lo sociocultural, registra una dura contestación a las tencia en los países del norte de la preocupación
nidad varía entre la comunidad ideal, que tiende ideas y valores de la modernidad (razón, progreso, social por la comunidad como por la problemática
a ser una experiencia intensa pero poco duradera, utilidad, socialismo, capitalismo), un desesperanzado psicosocial asociada a la decadencia de esa comu- 2. CONCEPTOS DE COMUNIDAD
y las comunidades más realistas, que exigen un escepticismo ideológico, ético y estético, el auge de la nidad.
trabajo constante en forma de sacrificio, inversión diversidad y el multiculturalismo, junto a la extensión La noción de «glocal» —que combina la visión Revisemos, antes de proponer la nueva síntesis,
en la vida colectiva, renuncias, comunión con el global de ciertas pautas culturales occidentales, una global con rasgos y acciones locales— podría, por los diversos conceptos y definiciones de la comu-
«nosotros» y renovación identitaria y búsqueda difusión de los límites de lo público y lo privado, el lo demás, ser un compromiso aceptable entre glo- nidad y «lo comunitario», que han tomado a menu-
espiritual. Esas cualidades se encuentran en los auge de las periferias, nuevos movimientos sociales balización y localidad comunitaria si no implicara, do la forma de dicotomías o polaridades.
monasterios occidentales y orientales, los movi- («alterglobalización», «tercer sector») y una convi- como suele, una burda falacia: se importa el pensa-
mientos milenaristas —que buscan la salvación vencia del individualismo extremo con la búsqueda miento dominante (así, las soluciones económicas «Continuo» de comunidad. Dado que «comuni-
colectiva en momentos de crisis—, los utopismos de formas nuevas de vida en común (tribus urbanas, neoliberales), aplicándolo con algún cambio menor dad» y «comunitario» hacen referencia a algo co-
socialista o hippy y las comunas de los años se- sectas, nuevas religiones, etc.), todo ello acompañado como recetas universalmente válidas para todos los mún o compartido, su significado final dependerá
senta. El riesgo, señala Kanter, es que, sin tales de un exasperante conformismo social. problemas y contextos socioculturales, los nuestros de la cantidad y cualidad de lo que se comparta; en
cualidades, las nuevas estructuras, que pretenden Una de las dimensiones más destacadas de esta incluidos. Y es que la globalización contiene, jun- base a esto podemos proponer un «continuo de co-
romper con el orden establecido, corren el riesgo «nueva» constelación social es la globalización: la to a procesos reales que se están dando, no pocas munidad» a lo largo del cual podemos situar, como
de duplicarlo. ampliación a nivel mundial de ciertos procesos eco- adherencias interesadas que, a caballo del confor- se ve en la figura 3.1, los distintos conceptos de
La búsqueda de comunidad es, según este aná- nómicos (financieros, «deslocalización» fabril, co- mismo reinante, buscan convertirla en un dogma comunidad. Esta gradación de lo comunitario es de
lisis, un «termómetro» del rechazo de un orden so- mercio) y culturales, acompañados de un supuesto inapelable y una realidad inevitable a la que no alguna forma paralela a la graduación «estricta»
cial determinado en función de la deshumanización aumento en la interdependencia e integración mun- podemos oponernos y frente a la cual la comunidad que, como veremos, se puede establecer en las di-
al que ese orden somete a sus miembros, y de la dial de países y actores sociales. Todo ello cons- sería una especie de deseo adolescente al que, en mensiones —psicológicas, sociales y culturales—
consecuente necesidad de buscar formas de vida truido en base a una amalgama ideológica de uni- nombre de esa «realidad» nueva y superior, habría no territoriales de la comunidad.
más humanas y apropiadas a las necesidades bási- versalización del mercado capitalista, los valores
cas de las personas. La PC «norteña» sería, en esta neoliberales y la forma de vivir anglosajona, posi-
Red de Interacción Cultura Fraternidad Comunión
línea y enlazando con las ideas de Sarason, punta
de lanza de los movimientos de recuperación de la
ble por el extendido desconcierto intelectual y con-
formismo social y apenas quebrado por un difuso, relaciones
I
Relación compartida
I
Hermandad Identidad

comunidad frente a los desastres de la industriali- aunque animoso, movimiento contraglobalizador. colectiva
zación capitalista y su cortejo de valores disolven- ¿Qué implicaciones y consecuencias tiene la glo- («nosotros»)
tes; esa recuperación sería condición indispensable balización —tendencia, deseo o realidad— para la
para el desarrollo humano. comunidad? Si fuera la realidad que muchos dicen Figura 3.1.—Continuo de comunidad.
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9 8 / Manual de psicología comunitaria Comunidad y psicología comunitaria I 9 9

En el continuo que ahora interesa, los conceptos comunidad. La «nueva síntesis» comunitaria pro- que comporta asociarse. Así una clase universitaria, da de una comunidad humana y cooperadora como
de comunidad oscilarían entre dos polos o extremos, puesta más adelante recoge esas cualidades inter- en que los estudiantes están juntos para aprender reverso de la sociedad fría, competitiva e imperso-
uno duro y global, blando e individualista el otro. medias, propias de una verdadera comunidad, pero sobre un tema, o una junta de accionistas, en que los nal a la que parecemos abocados. Un ejemplo lla-
En el polo «duro» comunidad equivale a «comuna- también vigentes y necesarias para la PC actual. reunidos comparten intereses económicos, serían mativo y cercano de esos cambios se encuentra en
lismo» (Kanter, 1976): la comunión con «algo» su- ejemplos de asociación; un grupo de amigos o una el cambio acelerado de la universidad (española y
perior en que los individuos comparten el territorio Comunidad y asociación. Una de las distincio- familia con vínculos afectivos sólidos ilustrarían los europea), que está pasando de ser una «comunidad
(viven juntos), vínculos psicológicos intensos —y nes más esclarecedoras de lo comunitario es la que, grupos comunitarios. Y, sin embargo, las realidades carismática autodirigida» (Bell, 1976), humana, re-
sexuales a veces— de hermandad y camaradería al hilo de los cambios sociales del siglo xix, trazó el sociales son siempre mixtas: en una clase pueden lacional y críticamente orientada hacia al mundo
que incluyen la identidad colectiva («nosotros») y sociólogo alemán Fernando Tónnies (1947) entre llegar a desarrollarse lazos comunitarios, y el grupo social externo a convertirse en una sociedad inte-
pautas culturales; la propiedad y el trabajo son mu- comunidad y asociación como formas polares de or- de amigos o la familia suelen también contener in- resada estrechamente orientada hacia el «mercado»
chas veces colectivos, diversas actividades se rea- ganización social (véase el cuadro 3.2). La comuni- tereses económicos o de otro tipo. y la producción (una auténtica «fabrica» de «inves-
lizan en común. En el polo «blando» no existe una dad (gemeinschaft), propia de las sociedades agrarias De manera que en la realidad la comunidad se tigación y desarrollo», por un lado, y de profesio-
verdadera comunidad, sino redes sociales flexibles y los tiempos preindustriales, es algo «cálido» y se puede definir mejor como un grupo más tradicional, nales, por otro) y burocráticamente planificada en
y más o menos estables que intercambian informa- basa en el afecto y la experiencia compartida; en la que sigue pautas organizativas microsociales, tiene función de esos objetivos utilitarios que tan bien
ción, bienes materiales, ayuda psicológica o apoyo medida en que estar con otros es el motivo primario poca movilidad geográfica y social con estratifi- retrató W. Mills (1959) en su país, EUA.
social; se trata de una analogía con las redes infor- del encuentro social, los otros son tratados como cación simple, en que predominan los grupos pri-
máticas y económicas. Si el primer concepto es di- fines en sí mismos. La asociación (gesellschaft), sur- marios y las relaciones estables y que contiene un Definición. Ya se ha indicado que en la medida
fícilmente aplicable al trabajo comunitario en la gida de las aglomeraciones urbanas industriales, es número pequeño de papeles sociales más bien gene- en que la comunidad designa lo que es común o
sociedad individualista actual, en el segundo, que «fría» y racional, fruto de la deliberación y el interés rales. La asociación tiende, en cambio, a organizarse compartido, tendremos varias definiciones según los
basa el «trabajo en red», han desaparecido los ras- individual, de forma que la ligazón social es el ca- siguiendo pautas macrosociales, basadas menos en elementos compartidos que se incluyan. El cuadro
gos centrales de lo comunitario dejando al desnudo mino para alcanzar fines pactados entre los indivi- vínculos estables que en relaciones contractuales 3.3 extracta, de la segunda edición de este libro, va-
el modelo atomista de «comunidad» (Kirkpatrick) duos, y el otro es sólo un medio para conseguir esos temporales; posee una mayor movilidad geográfica rias de esas definiciones, en que distintos autores y
que lo subyace. Entre ambos polos podemos situar fines. Mientras que en la comunidad las relaciones y social y una estratificación más compleja basada documentos nos aportan información sobre la comu-
nociones intermedias basadas en la vinculación e sociales son espontáneas, fruto de una voluntad «na- en un número mayor de roles especialistas. Predo- nidad y sus componentes y características básicas.
interacción social, con suficientes elementos psico- tural» —y de objetivos comunes que trascienden los minan los grupos secundarios, quedando los gru- Podemos resumir estas especificaciones y lo ya
lógicos y socioculturales compartidos (sentimiento intereses particulares—, visible en las formas socia- pos primarios limitados en sus funciones (relación, escrito en una definición telegráfica cuyas claves
de pertenencia y «nosotros»), como para fundamen- les «orgánicas» —familia, amistad, vecindad—, en pertenencia, significación, etc.), con frecuencia di- se van desarrollando y ampliando en el resto del
tar una acción verdaderamente colectiva que tras- la asociación, la agrupación deriva de una voluntad rigidas a compensar los problemas causados por el capítulo.
cienda el simple concierto de intereses y deseos deliberada y racional establecida por el consenso ex- predominio de los grupos secundarios, socialmente
individuales que basan los conceptos atomistas de preso o tácito de sus miembro en base a la utilidad instrumentales.
La comunidad es un grupo social arraigado, auto-
Aclaremos, a partir de aquí, algunos rasgos de consciente e integral.
esta diferenciación. Comunidad y asociación son
CUADRO 3.2 extremos polares y «puros»: no sólo admiten grados
Comunidad y asociación: dos tipos de agrupación sociales sino que, además, difícilmente se encontrarán, como
se ha indicado, como tales «tipos puros» en la vida
Comunidad Asociación social que siempre contiene en sus distintos niveles 3. UNA NUEVA SÍNTESIS:
grupos de carácter más comunitario y grupos de LA COMUNIDAD COMO TEJIDO
Primaria: para estar con los otros (el otro es un Secundaria, por interés (el otro es medio orientación más asociativa. La distinción de Tónnies RELACIONAL
Tipo agrupación tiene, en realidad, un valor más bien analítico: per-
fin en sí mismo) para un fin)
mite reconocer la orientación general de una comu- Toca ahora, y tras esta introducción, reafirmar
Afectivo, experiencial Construida deliberadamente en base a nidad o sociedad concreta y como una y otra cam- la comunidad como centro del quehacer teórico y
Origen bian con el tiempo de forma que, aparcando las práctico de la PC rechazando tanto los intentos
intereses compartidos
veleidades «organicistas» del autor, su descripción impropios del campo de construir una PC sin co-
Carácter Cálida, «natural»: nace del contacto social y el Fría, contractual, racional, interesada contiene algunas claves para entender el malestar munidad —centrada en la autonomía individual—
sentimiento psicológico social moderno —ligado, según se ha visto, al de- como los externos de desarrollar una sociedad
clive de la comunidad— y la consecuente búsque- deshumanizada, sin vínculos personales o territo-
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CUADRO 3.3 CUADRO 3.4


Definiciones de comunidad Nueva síntesis de comunidad

Fuente Definición Motivación positiva de socialidad: otros y relación con ellos ^ valiosos
Sociedad más que contrato social interesado ^ disfrute mutuo, cooperación
Diccionarios Calidad de lo común o compartido Persona interconectada, no átomo social
Vox y Webster Grupo social que comparte características o intereses y es percibido, o se percibe a sí mismo, Identidad colectiva («nosotros») e individual («yo») compatibles, interconectadas
como distinto del conjunto de la sociedad [vinculación, interdependencia
Grupo social radicado en una localidad específica, con gobierno e historia común „ ., , ..,, . , /reciprocidad y confianza mutua
Comunidad = tejido
J sociaHIcompartir
"L„^- con' ntT .nc,
otros
[comunicación y diálogo
Hillery (1955) Localidad compartida, donde existe interacción social y relaciones y lazos comunes
Interacción en comunidad contribuye a «construir» individuo/sujeto
no se «disuelve» en la comunidad;
Bernard(1973) La comunidad: localidad geográfica singular
Comunidad simbólica: incluye lazos emocionales, intimidad personal, compromiso moral,
( , , frelación y compromiso con otros
se realiza a través de < . . ., . ,. . . ,
[participación en instituciones sociales
cohesión social y continuidad temporal
Liberación/emancipación personal compartida, colectiva, no individual
Poder, costumbres e historia son importantes para constituir y mantener comunidad
Sanders (1966) Sistema organizado territorialmente con un patrón de asentamiento en que existe una red Reconocimiento de auténticas diferencias sociales y culturales
efectiva de comunicación y la gente —que comparte instalaciones y servicios— desarro-
lla una identificación psicológica con el símbolo del lugar (el nombre)
el valor propio y el bienestar mutuo y «constru- los otros, alcanzando el propio placer a la vez que
Klein (1968) Conjunto de interacciones pautadas en un dominio de individuos que tratan de conseguir se- yéndose» como personas desde la reciprocidad. Se el bienestar colectivo. La comunidad es, pues, un
guridad e integridad física y apoyo en tiempos de estrés y de alcanzar individualidad y trata de una concepción que (Bellah) rechaza la espacio relacional que hace posible el desarrollo
significado a lo largo de la vida fragmentación social, el individualismo «ontoló- de la comunalidad y de valores de desarrollo hu-
gico» (la única realidad en que muchos creen), la mano, no antagónicos con la individualidad pero
Warren(1972) Combinación de unidades sociales que desempeñan las funciones sociales principales con libertad entendida como aislamiento de los demás sí ligados, en un mundo asolado por el egoísmo,
relevancia local y el desinterés por los asuntos públicos; y sostiene, al diálogo sobre la dignidad humana y al rechazo
en cambio, que los humanos nos realizamos en la de cualquier forma de exclusión.
interrelación, la participación en las instituciones
ríales. Se trata, como ya se ha señalado en el ca- de la diversidad geográfica, conceptual y discipli- sociales y el compromiso con los demás, con las
pítulo 1 y en éste, de proponer una concepción nar de su procedencia— de Kirkpatrick (1986), costumbres y tradiciones comunitarias y con una 4. FUNCIONES Y TIPOS
viable de la comunidad que, sosteniéndola como Bellah y otros (1989) y Sawaia (1995); y concuer- vida pública no escindida de la vida privada. Habría
realidad sustantiva y valor irrenunciable del cam- da con la postura de observadores sociales tan cua- pues que valorar más las recompensas intrínsecas En su amplio análisis de la comunidad, Warren
po, pueda basar tanto una práctica verdaderamen- lificados como Memmi (1984), Sennett (1998), y reducir la competitividad, sin ignorar las dife- (1965 y 1972) y Sanders (1966) han descrito las
te comunitaria compatible con el desarrollo de la Marina (1997) o Bell (1976). rencias reales, las estructuras de poder y las inter- funciones y tareas que, como parte de procesos
individualidad como un activismo que reivindique La comunidad (Kirkpatrick) no puede consistir dependencias personales y sociales que se dan en sociales más amplios, realiza la comunidad. Más
la recuperación de la comunidad en el norte y que en un contrato interesado y egoísta entre individuos las complejas sociedades actuales. La «apropiación concretamente, para Warren, la comunidad realiza
evite su destrucción en el sur. Una comunidad in- aislados que produce alienación, fragmentación y psicológica» de la comunidad rompería (Sawaia) —variablemente según sus capacidades ,y autono-
termedia entre el comunalismo y la simple red riesgos de conformismo totalitario; ni derivarse de el cisma individual-colectivo: la singularidad y el mía—funciones sociales con relevancia local. El
funcional que, contemplando a la persona como la disolución en una totalidad orgánica a la que las gozo individual sólo son alcanzables en las expe- cuadro 3.5 reproduce las funciones en que ambos
totalidad integrada —no como «átomo» aislado o personas sacrifican su libertad y valor intrínseco, riencias, vividas por la persona pero compartidas autores coinciden (producción y distribución de
mosaico de funciones sociales— y conectada, se así como su capacidad de cooperar y relacionarse con otros, que recrean continuamente lo social, bienes, socialización, control social, participación,
constituya desde la vinculación y la interdepen- con otros. La verdadera comunidad existe cuando permitiendo, además, participar en la lucha colec- apoyo social) y otras que añade Sanders.
dencia, y cuyos rasgos sintetiza el cuadro 3.4. Ese personas distintas pero interdependientes coope- tiva por la liberación y la igualdad. En ese proceso Hay que aclarar que, si bien la comunidad es el
perfil de la comunidad puede tejerse desde las pro- ran y mantienen relaciones de camaradería, amor dialéctico se puede construir un «nosotros» defen- lugar en que se realizan, las funciones como tales
puestas —sorprendentemente coincidentes a pesar o amistad afirmando en ese proceso la dignidad, diendo las necesidades propias y respetando las de tienen un carácter más genéricamente social que es-

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1 0 2 / Manual de psicología comunitaria Comunidad y psicología comunitaria I 1 0 3

CUADRO 3.5 pecíficamente comunitario, si bien es cierto que, como parte conceptual, un continuo que admite grados:
nota Warren, algunas funciones —como la distribu- puede existir en mayor o menor medida.
Funciones sociales de la comunidad (Warren, 1963; Sanders, 1966) ción de bienes o el apoyo social— tienen una rele-
vancia específicamente local junto a la global para
Funciones Descripción toda la sociedad. En cambio, otras funciones —como 5. COMUNIDAD Y SOCIEDAD
(Warren y Sanders) la socialización o el control social— son más neta-
mente sociales, aunque los mecanismos y estructuras Otra forma de aclarar la noción de comunidad
Producción, distribu- De bienes y servicios a través de las tiendas, mercado del barrio, etc. locales tengan un papel relevante en su transmisión, es compararla con la sociedad en su conjunto; exa-
ción, consumo o los contenidos de las pautas transmitidas puedan minemos la relación y diferencias entre comunidad
adquirir matices locales relevantes. Lo cual otorga, y sociedad en cuatro apartados —resumidos en el
Socialización Transmite conocimientos, valores y normas sociales mediante grupos y estructuras como se verá más adelante, a la comunidad un im- cuadro 3.6— y extraigamos algunas consecuencias
locales: grupo de iguales, parroquia, asociaciones juveniles, etc.
portante papel de mediación entre los individuos con- prácticas.
cretos y la sociedad abstracta. Hay por fin que añadir Nivel. Ya debe estar claro a estas alturas que lo
Control social Asigna recompensas y sanciones para que personas se comporten conforme a valo- que esas funciones y operaciones sociales pueden comunitario se sitúa en un nivel inferior al social: la
res y pautas establecidos a través de la familia, el grupo de iguales, la escuela o
adquirir un carácter singularmente local o comunita- comunidad es una parte de la sociedad, que, como
el trabajo
rio (así en una familia o agrupación cultural) en la totalidad, está formada por multitud de comunidades,
medida en que la comunidad tenga un perfil clara- instituciones y organizaciones socialmente articula-
Participación En la actividad social mediante actividades y reuniones formales e informales de
mente diferenciado de la sociedad de que es parte. das. La sociedad forma, entonces, el «contexto» so-
asociaciones y grupos en centros comunitarios
cial de la comunidad que no se debe ignorar en el
Tipos. Podemos distinguir cuatro tipos de co- análisis o la práctica. No es igual una comunidad de
Apoyo social Formal (servicios comunitarios) e informal (familia, amigos, vecinos...) en situacio-
munidad. un país rico que de uno pobre; o de una sociedad
nes y épocas de estrés
solidaria que de una articulada sobre intereses de
• De «sangre», basada en el parentesco y la afec- grupo; o un contexto social movilizado y luchador
Otras funciones
tividad: familia, tribu, clan u otros. que otro pasivo y resignado. Tampoco se puede pasar
(Sanders)
• De lugar, basada en el territorio y la vecindad por alto que las comunidades tienden a perseguir su
resultante: pueblo, aldea, barrio, etc. beneficio particular en perjuicio de otras o del con-
Reclutamiento nuevos Por nacimiento o inmigración
• De «espíritu», que hoy llamaríamos cultural: junto de la sociedad, por ejemplo, cuando se reparten
miembros
la nación, los amigos, las mafias, etc. recursos o se toman decisiones que afectan a todos.
• Basada en la marginación (pandillas, bandas, Todo ello remite al tema, prácticamente ausente en
Comunicación Física (transporte) y simbólica para tomar decisiones y formar opinión
gangs, etc.). la discusión comunitaria, de la relación, cooperativa
o conflictiva, entre comunidades.
Diferenciación y División del trabajo y de papeles especializados al servicio de la comunidad asig- Los tres primeros tipos, identificados por Tón- Tipo de agrupación social. Ya se ha explicado la
asignación de estatus nando el estatus social que corresponda
nies, corresponden (cuadro 3.7) a las tres dimen- distinción entre agrupaciones comunitarias y aso-
siones básicas de la comunidad; el cuarto, basado ciativas (comunidades y asociaciones), clave para
Asignación de prestigio Jerarquizando personas según el grado en que encarnan los valores centrales de la en la marginación, se ha añadido como realidad de entender el significado de la comunidad y de los
comunidad y diferenciándolas en clases sociales
la vida moderna que suele generar potentes lazos cambios sociales que acompañan la industrializa-
comunitarios. Normalmente «comunidad» se refie- ción y la urbanización occidentales en el siglo xix.
Asignación de poder Proveyendo posiciones de liderazgo social
re a la comunidad territorial, siendo el resto de tipos Hay que añadir dos importantes matices. Primero,
formas distintas de comunidad simbólica producidas no se puede confundir sociedad con asociación: la
Movilidad social Ascendente y descendente en posiciones sociales desde la comunidad territorial que, a través del con- sociedad real está formada por agrupaciones aso-
tacto y la experiencia compartida, serían base ge- ciativas y comunitarias. Lo que la distinción entre
Integración y ajuste Manteniendo la solidaridad al compartir aspectos —lugar, historia, cultura— que neradora de toda forma de comunidad. Obsérvese, ambas pretendía subrayar es la emergencia de nue-
social aportan una orientación social común y el deseo de participar en la vida colec- además, que, mientras que la comunidad local es vas formas —asociativas e interesadas— de cohe-
tiva
algo concreto, tangible y «dicotómico» —existe o sión social y la creciente presencia, en las socie-
no existe—, la comunidad simbólica —afectiva, dades industriales, de asociaciones secundarias en
social o cultural— es, como se apuntó antes en la detrimento de las comunidades y grupos primarios.

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1 0 4 / Manual de psicología comunitaria Comunidad y psicología comunitaria I 1 0 5

Es esa ruptura del equilibrio entre ambos tipos de merosas asociaciones o grupos (entidades, asocia- munidad, y por tanto de su papel mediador, produ- vez más el trabajo se realiza, sin embargo, fuera de
grupos lo que como analistas debe preocuparnos en ciones sectoriales, territoriales, etc.) que a menudo ce en la escena contemporánea. La carencia de in- la comunidad territorial en que se reside); «la co-
función de las perversas secuelas que, como se ha combinan aspectos secundarios (intereses) y prima- termediarios cualificados como la comunidad es, munidad», en singular. Componente concreto, no
señalado, conlleva. Segundo: el interventor habrá rios (vínculos sociales y territoriales); no se puede para analistas como Bellah o Nisbet (también, indi- cuantificable de la comunidad, de la que es sopor-
que tener en cuenta lo anterior al menos en tres olvidar que aspectos como el liderazgo, el poder y rectamente, Max Weber o Wright Mills), una de las te y asiento territorial: la proximidad física es la
áreas de actuación: ajusfando nuestras expectativas la organización —ninguno incluido directamente claves del profundo malestar y alienación social mo- base de la relación; la comunidad territorial genera,
sobre la solidaridad a esperar en las comunidades en la dimensión comunitaria— son esenciales en dernos: deja a personas y colectivos sociales aislados por tanto, el resto de formas —simbólicas, continuas
reales; anticipando que la comunidad contiene nu- la intervención. e impotentes ante élites poderosas y enormes estruc- y cuantificables— de comunidad. El sentimiento
turas industriales y políticas, unas y otras insensibles de arraigo, expresión de la vinculación al lugar, es
a las verdaderas necesidades y deseos humanos. Ahí la dimensión psicosocial de este componente, y su
CUADRO 3.6 carencia, el desarraigo, es uno de los indicadores
reside también, remachémoslo, el papel crucial
Comunidad y sociedad: relaciones y diferencias («primario», en sentido literal) de lo comunitario típicos de la marginación social.
en la vida social; y la tragedia de la depredación de
Comunidad Sociedad la «ecología social» en que se insertaba la comuni- Comunidad psicosocial, el conjunto de vincu-
dad, tan frivolamente minimizada por algunos ideó- laciones y relaciones psicológicas y lazos sociales
Nivel social Medio Macro logos modernos y posmodernos. entre personas y grupos de una comunidad cuyo
contenido varía según la naturaleza de los intercam-
Experiencial Interesada bios: económicos, informativos, afectivos, ayuda
Tipo agrupación 6. LAS DIMENSIONES BÁSICAS material, cooperación social, etc. Las relaciones
Primaria Contractual
social pueden ser horizontales (a menudo vínculos coope-
Base: solidaridad «natural» Construida: instituciones formales DE LA COMUNIDAD
rativos entre iguales que fortalecen la cohesión co-
Papel del territorio Primario Secundario La comunidad tiene tres ejes básicos (más un munitaria) y verticales, relaciones jerárquicas que
cuarto menos mencionado) que aparecen represen- mantienen el orden social. Se puede tener una idea
Mediación individuo-sociedad Funciones sociales básicas centralizadas, le- tados, junto a sus respectivos componentes psico- más clara de este componente si imaginamos el
Papel social conjunto de relaciones que uno mantiene un día
Concreta: instituciones sociales janas a individuos lógicos, en el cuadro 3.7. Esas tres dimensiones
corresponden a los tres tipos de comunidad identi- normal con otras personas: relaciones familiares,
ficados —de lugar, afectiva y «de espíritu»— que con compañeros del trabajo, relaciones sociales con
Importancia de la territorialidad. Aunque re- arriba abajo). En general, la comunidad «concreta» son, a su vez, variantes comunitarias en que predo- los amigos, los vecinos, los comerciantes en tiendas
ducida últimamente por el peso de la movilidad encarna las instituciones sociales en el ámbito local, mina el componente central que las define: el terri- del barrio, etc. Los sentimientos de pertenencia a de-
geográfica y social y las comunicaciones, la cen- que, como suele decirse, es el más próximo —el torial en las comunidades de lugar, el psicosocial terminados grupos sociales (vecinos, compañeros de
tralidad del territorio como núcleo generador y es- único próximo, en realidad— a los ciudadanos. En- en las «de sangre» (afectivas) y el sociocultural en trabajo, grupo de amigos, etc.), vecindad con los
tructurador de las relaciones sociales es el elemen- contramos así otra cualidad distintiva fundamental las «de espíritu». Esto facilita la comprensión inte- compañeros de territorio, vinculación afectiva —fa-
to distintivo de la comunidad (local) frente al resto de la comunidad: es el contexto social próximo, más grada de los distintos significados de la comunidad miliar, de pareja, filial, paternal u otra— o interde-
de agregados y grupos sociales. cercano a las personas en su triple aspecto terri- y el paso de una clasificación tipológica cualitativa pendencia, reciprocidad y mutualidad encarnan la
torial (vecindario), psicológico (las vinculaciones a un análisis o evaluación multidimensional en que, vertiente más directamente psicológica del conjun-
Mediación, cercanía social y concreción insti- afectivas) y social (las redes sociales de que uno en cada comunidad concreta, se pueden describir to de vínculos y relaciones abarcados por este com-
tucional. Globalmente se puede concebir la comu- es parte). Esa propiedad de proximidad es usada —y en su caso cuantificar— estas dimensiones o ponente. El sentimiento de comunidad o pertenen-
nidad como un sistema mediador entre individuos cuando en la organización de la sociedad se desea los componentes más concretos que se detallan en cia (capítulo 5) puede servir como priterio e
concretos y singulares y sociedad abstracta, com- establecer mecanismos que acerquen la política u el apartado siguiente y en los cuadros 3.9 y 3.10. indicador simbólico de la existencia de comunidad,
pleja y lejana; como tal «mecanismo» mediador la otras actividades a los ciudadanos: los consejos de Examinemos esos componentes o ejes básicos de que será tanto más robusta cuanto más fuerte sea
comunidad conecta a personas y sociedad ayudando distrito en las grandes ciudades, la «policía comu- la comunidad. ese sentimiento en los pobladores de un lugar —o
a satisfacer necesidades y demandas mutuas. Así, nitaria» en un barrio o la tienda o el comercio «de en los miembros de un grupo social—. La posesión
la comunidad facilita la participación social de in- proximidad». Comunidad territorial o geográfica, el lugar de comunidad psicosocial es fundamento, e indica-
dividuos y grupos en las tareas sociales (mediación La importancia social de estas funciones media- —vecindario, barrio, pueblo— en que la gente vive dor, de salud y desarrollo humano, y su carencia,
de abajo arriba) y la socialización de aquéllos se- doras permitidas por la proximidad queda patente junta, interactuando cotidianamente, y en que tra- señal de marginación social y factor de riesgo para
gún pautas acordadas por la sociedad (mediación de en los efectos que la debilidad o ausencia de la co- baja, realizando tareas útiles para la sociedad (cada desarrollar problemas psicológicos.

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1 0 6 / Manual de psicología comunitaria Comunidad y psicología comunitaria I 1 0 7

CUADRO 3.7 Conviene hacer algunas consideraciones sobre formas de comunicación —simbólica, elec-
las dimensiones, sus relaciones y significado, que, trónica o de otro tipo— no pueden satisfacer.
Dimensiones básicas de la comunidad aun a riesgo de repetir lo ya dicho, hagan explí- Así, cuando se argumenta que la generación
citas ideas implícitas del campo, sentando las ba- de comunidad se ha desplazado del territorio
Dimensión ses de una teoría de la comunidad muy necesaria al trabajo, hay que recordar que el soporte
(tipo) de Descripción Aspectos psicosociales territorial —el sitio de trabajo— sigue exis-
en PC.
comunidad
tiendo, y sólo se ha «descentrado» respecto
• En conjunto, los tres componentes (o tipos) del otro soporte residencial, la vivienda. Algo
A) Territorial Lugar donde la gente vive junta Arraigo territorial
básicos de comunidad representan tres (o cua- similar podría decirse de las «comunidades
Vecindario
tro) formas de cercanía (territorial, psicoló- virtuales», que, como muchas otras formas
gica, social y cultural) a otros, que es lo que de contacto no personalizado, tienden a ma-
B) Psicosocial Vínculos psicológicos y relaciones sociales Pertenencia, vecindad, vinculación, in-
viene a ser la comunidad. terializarse, si registran progresos, en con-
(horizontales y verticales) entre personas terdependencia, mutualidad
y grupos • Dinámicamente la comunidad territorial tie- tactos reales.
ne un papel generatriz: «produce» interacción
(el núcleo actual de la comunidad), que a su Desarrollo de la comunidad. El esquema di-
C) Sociocultural Cultura (socialización); historia y experien- Valores, significados, visiones de futuro, mensional descrito es también útil como guía de la
vez facilita la construcción a largo plazo de
cia compartida proyecto de comunidad
la comunidad cultural. Normalmente, cuando intervención al marcar las principales líneas de de-
la gente habla de «comunidad», se refiere a la sarrollo de la comunidad (véase, por ejemplo, Ross,
D) Política Poder compartido para alcanzar objetivos Empoderamiento comunidad territorial. Vistos los datos actua- 1967), que, según resume el cuadro 3.8 y amplían
comunes les (capítulo 5), sería más correcto decir que con otra sistemática los cuadros 3.9 y 3.10, serían
el territorio es un soporte que, mediante la las siguientes:
proximidad física, hace posible la interac-
Comunidad sociocultural, la cultura compar- sociales muy diversos o en barrios residenciales o ción, que es, a su vez, el núcleo generador • Desarrollo de la base territorial y urbanística
tida por un conjunto de personas —que también «de aluvión») puede dificultar notablemente el de la comunidad. de la comunidad (el «entorno construido» en
incluye diversidad y diferencias— en base a la trabajo colectivo. • Ya se ha visto que, aunque históricamente el el esquema 3.9 y la «planificación urbanística»
historia y la experiencia vivida en común y trans- peso de la dimensión territorial se ha reduci- y «vivienda» en el 3.10). Incluiría el acondi-
mitida en el proceso de incorporación a una socie- Comunidad política, la percepción de compar- do, continúa siendo vital porque la interacción cionamiento y mejoría del territorio, infraes-
dad, la socialización. La comunidad sociocultural tir el poder necesario para alcanzar objetivos vitales y el contacto personal cara a cara son necesi- tructuras urbanísticas, red viaria, servicios
es un conglomerado de valores, modos de sentir para la comunidad y el grado en que esa percepción dades (y deseos) humanas básicas que otras municipales, transporte local y otros.
y pensar, imágenes, creencias, visiones de futuro corresponde a una realidad social objetiva. Aunque
y, en nuestro caso, el proyecto de comunidad de no se le considere habitualmente como parte de la CUADRO 3.8
la gente. Aunque se supone que la cultura es una comunidad, este componente es vital para la acción
«emanación» popular, incluye también, en la rea- social y el desarrollo personal: sin poder no hay Dimensiones de la comunidad y del desarrollo comunitario
lidad, la transmisión y homogeneización institu- posibilidades de transformar una comunidad y ha-
cional, desde arriba, siendo el aglomerado final cer realidad las aspiraciones de sus pobladores; sin Dimensión comunidad Acción derivada
resultado de ambos procesos: aportes desde abajo la percepción colectiva común de que se puede cam-
y desde arriba. En nuestro caso, para que este com- biar el entorno territorial y social más próximo di- A) Territorio Desarrollo físico-urbanístico del enclave comunitario
ponente sea significativo, es preciso que exista un fícilmente se logrará el desarrollo humano. De for- i
mínimo de historia común (varias décadas en el ma que el grado de comunidad política —también B) Relaciones Desarrollo y conexión social: desarrollar «tejido social» (redes sociales y
caso de los barrios) y acciones y experiencias com- ligado al sistema político y social global— es, de apoyo social)
partidas que, a través de la relación, generan víncu- nuevo, un dato práctico esencial, y su ausencia, un
los psicosociales y dejan como poso una cultura indicador pertinente de marginación y exclusión C) Cultura común Desarrollo cultural (significados compartidos)
hecha de comunidad y diversidad. El grado real social. La organización colectiva para conseguir
de comunidad sociocultural será, pues, un dato a poder común será, en tal caso, el camino para su- D) Poder colectivo Asociación y organización comunitaria en base a intereses y fines comunes
tener en cuenta en el análisis y la acción comuni- perar la marginación y alcanzar objetivos de igual- (y vecindad y vinculación social)
taria, ya que su debilidad o carencia (en grupos dad y justicia social (capítulo 4).
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CUADRO 3.9 • Desarrollo del «tejido social», facilitando las CUADRO 3.10 (continuación)
Estructura de la comunidad: condiciones de encuentro y relación entre per-
sonas Procesos y comisiones planificadoras
componentes básicos (Felner, 1983) y grupos, a través de programas, fiestas Planificación urbanística
Organización del territorio
y actividades colectivas, protegiendo las ins-
I. Entorno natural tituciones y asociaciones existentes (familias, Condiciones, desarrollo urbanístico
Vivienda
Geografía y clima parroquias, asociaciones y entidades, etc.), Barrios
Recursos (energía, agua, vegetación) y fortaleciendo las redes sociales, estructuras de
parques ayuda mutua y organizaciones voluntarias, Escuelas locales: administración, personal
II. Entorno construido Escuelas y comunidad, educación de adultos
facilitando la creación de otras nuevas, fomen- Educación
Edificios y otras estructuras (tipos y calidad) Bibliotecas y museos
tando el apoyo social a los mayores, margina- Educación superior
Polución
III. Características de la población dos, desconectados, etc.
Edad, sexo, estado matrimonial, densidad, • Desarrollo de la cultura compartida, facilitan- Ocio y recreo Oferta pública, privada y tercer sector
salario, estado salud, etc. do las condiciones, acciones y programas cul-
Ajuste persona-entorno turales para aclarar y debatir valores, signifi- Confesiones religiosas, clero y poblaciones atendidas
Actividad religiosa
Sentimiento de comunidad; redes sociales Organizaciones religiosas y actuación en la comunidad
cados y visiones de la comunidad y del futuro
IV. Sistemas sociales de los pobladores comunitarios. Por ejemplo,
Políticos: legislativos, ejecutivos, judiciales Seguridad social y atención al desempleo
a través de la organización de las fiestas locales Protección social Atención a la niñez y familia
Económico: empleo, paro
Medios de comunicación: periódicos, revistas, («fallas», procesiones, desfiles, etc.), programas Juventud y delincuencia
televisión, radio de radio sobre temáticas locales, concursos so-
bre «cómo ve el futuro de su barrio» o debates Hospitales y servicios públicos
Servicios sociales: centros comunitarios de Enfermedades transmisibles y crónicas
salud mental, settlement houses en torno a obras de teatro sobre la vida en él. Salud
Salud mental
Centros educativos En las condiciones de creciente multiculturali- Grupos de riesgo: mayores, discapacitados, emigrantes
Transporte dad, el intercambio de elementos y significados
Atención médica culturales y el «diálogo intercultural» a través Prensa local
Establecimientos penitenciarios y correccio- Comunicación
de celebraciones, programas y otras acciones Radio, televisión e Internet
nales
Instituciones religiosas y debates sería también parte del desarrollo
Relaciones y conflicto Discriminación, racismo
Instalaciones recreativas (multicultural en este caso) de las culturas, en
entre grupos Programas para mejorar relaciones intergrupales
plural, de la comunidad.
Asociaciones y organizaciones voluntarias Extensión, cobertura, participación
CUADRO 3.10 Organización global y coordinación de servicios comunitarios
Organización comunitaria
Estructura de la comunidad: componentes detallados (Warren, 1965)

Geografía y transporte
Población Ampliación del poder colectivo de personas y Falta sólo recalcar que más allá de la mejora de
Contexto y marco una u otra dimensión, el desarrollo comunitario
Historia grupos comunitarios mediante la asociación
Tradiciones y valores y organización para reivindicar intereses te- (Barbero y Cortés, 2005) suele entenderse como un
rritoriales (asociaciones de vecinos) o secto- proceso integral de desarrollo de la comunidad
Estructura económica riales (juventud, mujeres, mayores, comercian- como un todo, en que la mejoría de la ba^e territo-
Vida económica Trabajo y empleo
tes, etc.). La constitución de asociaciones, rial iría acompañada de la del tejido social y aso-
Desarrollo industrial
foros de debate, plataformas o grupos de pre- ciativo y del poder colectivo y reivindicativo aso-
Servicios y nuevas tecnologías
sión y acción más o menos vinculados con ciados, así como de la vivificación de la cultura (o
Organización política local movimientos sociales supracomunitarios in- culturas) de los miembros de la comunidad. Más
Política y sistema judicial Administración y su personal dica la existencia de procesos de asociación adelante se singularizan (cuadro 3.12) algunos pro-
Impuestos y organización comunitarios con los que for- cedimientos (y condiciones) para generar comuni-
Delincuencia y cumplimiento de la ley talecer el poder colectivo local. dad, sobre todo a partir del soporte territorial.

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7. RESUMEN: LA COMUNIDAD industriales; no hay garantía de que sean, por tanto, una comunidad. Jason y otros (1983) ofrecen un rados, de las preferencias epistemológicas y de los
EN PSICOLOGÍA COMUNITARIA aplicables tal cual a comunidades rurales o a entor- esquema relativamente simple que, como se ve en medios disponibles. De forma que si el foco es la
nos sociales y culturales distintos. En la medida en el cuadro 3.9, comprende cuatro apartados genera- comunidad como tal y el objetivo su estudio, debe-
Hagamos ahora una pausa para sintetizar lo que que en esta parte los cuadros organizan la exposición les: entorno natural y sus recursos, entorno cons- mos considerar con alguna profundidad el conjun-
hemos aprendido tanto sobre la evolución histórica y son, muchas veces, suficientemente explícitos por truido (infraestructuras urbanísticas y vivienda), to de dimensiones estáticas e históricas propuestas
y el significado de la comunidad como sobre su sí mismos, el texto escrito se reduce a menudo al características demográficas de los habitantes (den- produciendo, si tenemos recursos suficientes, una
papel en PC, por el que nos preguntábamos al inicio comentario de esos cuadros. sidad, edad, sexo, etc.) y un conjunto heterogéneo monografía de cierta amplitud. Si se trata de cono-
del capítulo. Hemos visto que la modernización ha La escasez de descripciones y análisis de co- —e insuficientemente especificado— de sistemas cer mejor una dimensión de la comunidad o un tema
minado la comunidad —territorial y simbólica— munidad en PC recomienda señalar, antes de entrar sociales que incluyen desde sistemas amplios como específico (el absentismo escolar o la participación
cuya recuperación pasa a ser supuesto y tarea cen- en materia, algunas fuentes bibliográficas útiles los políticos, económicos o educativos hasta aspec- local), la descripción general de la comunidad será
tral en la PC en el norte. Se han manejado tres con- para estudiar o evaluar una comunidad. Los textos tos más concretos como los medios de comunicación sólo un marco para profundizar en el asunto de in-
ceptos básicos de comunidad. de Roland Warren (1965), Rachelle y Donald o el transporte. terés. Si trata, en cambio, como sucederá en PC con
Warren (1977; capítulo 8) y Sanders (1966) son Si queremos detallar un poco más el perfil que frecuencia, de intervenir, deberemos buscar un equi-
• Unidad social territorializada y contexto social guías metodológicas y temáticas aconsejables con nos proporciona ese esquema amplificando los «sis- librio razonable entre obtener información y actuar
más próximo a las personas. un enfoque más bien cualitativo —en el segun- temas» y aspectos no concretados aquí, podemos para no gastar toda nuestra energía y medios en la
• Solidaridad «natural» opuesta a la solidaridad do— o integrado, en los otros. El primer libro con- recurrir a la guía de Warren (1965), que incluye un evaluación relegando la acción, pero evitando tam-
asociativa u organizada. tiene un amplio banco de preguntas que pueden ser listado detallado —excesivo a veces— de preguntas bién empezar a actuar sin tener el conocimiento
• Tejido «denso» de relaciones y cultura com- usadas para elaborar cuestionarios a lo largo de en quince áreas generales, de forma que el libro mínimo de la comunidad y asunto de interés. La
partida. quince dimensiones reproducidas en el cuadro 3.10; puede ser usado no sólo por los expertos, sino tam- estrategia desde el punto de vista de recolección de
el libro de Sanders es una integración más cualita- bién por los habitantes para hacer evaluar su propia datos es, por lo demás, la misma: obtendremos in-
Respecto del papel de la comunidad en PC, lo tiva, también usada aquí tanto en la parte metodo- comunidad. El cuadro 3.10 reproduce las áreas con- formación de conjunto y de cada dimensión rele-
podemos desplegar en cuatro funciones, las tres lógica como en la descripción estructural. Añada- sideradas y algunos de sus componentes relevantes; vante si se trata de hacer un plan integral para el
primeras ligadas a la comunidad —territorial o so- mos también el capítulo 4 del libro de Heller y a saber: contexto y marco (background) de la co- desarrollo de la comunidad; bastará con una des-
cial— sustantiva, y el cuarto, al calificativo «comu- otros (1984), que proporciona una panorámica am- munidad (geografía, población, historia, tradiciones cripción general —de varios párrafos, normalmen-
nitario». plia y clara de los métodos para investigar y des- y valores); vida económica y condiciones de traba- te— de la comunidad en su conjunto centrándonos
cribir la comunidad, y el capítulo 8 del libro de jo; organización política y sistema judicial (inclu- después en el asunto de interés y sus conexiones
• Localización: la PC se hace en la comuni- Bloom (1984), que ilustra el análisis de una comu- yendo la delincuencia); planificación urbanística; dinámicas e históricas con la comunidad o con al-
dad. nidad concreta. El capítulo 6 de este libro aborda, vivienda y barrios (desarrollo urbanístico); educa- gunos de sus aspectos, si actuamos en un tema es-
• Destinatario: la PC se centra en la comunidad, por otro lado, la evaluación de temas comunitarios, ción formal e informal; ocio y recreo; actividad re- pecífico.
va destinada a ella. y, más adelante, ofrezco en este capítulo una guía ligiosa; sistemas de protección social; salud y su
• Objetivo: la PC se hace para desarrollar —o detallada e integrada para el análisis y evaluación mantenimiento; medios de comunicación; compo-
recrear— la comunidad psicosocial. de una comunidad. sición étnica y conflictos entre grupos (discrimina- 9. ENFOQUES ANALÍTICOS
• Forma de trabajar participativa y colaborado- El estudio de la comunidad puede realizarse des- ción, racismo); asociaciones y organizaciones vo-
ra {comunitaria, con la comunidad) orientada de varias perspectivas —examinadas más adelan- luntarias, y formas de coordinación de servicios y Para estudiar la comunidad, pueden utilizarse
al desarrollo humano. te— y adoptar un punto de vista más cualitativo o organización global de la comunidad. Naturalmen- varias perspectivas que, partiendo de ciertos su-
cuantitativo —según primen las dimensiones nu- te que, estando pensadas para la sociedad estado- puestos sobre lo que es más importante y cómo
méricas y su descripción empírica o las cualitativas unidense, estas divisiones requerirán cambios y debe ser enfocado, privilegian unos u otros aspec-
8. EVALUACIÓN DE LA COMUNIDAD: y su integración más comprensiva— o, más reco- ajustes según el país en cuestión y el tipo de comu- tos sobre los demás. Siguiendo sobre todo a San-
DIMENSIONES ESTRUCTURALES mendable en una realidad compleja como la comu- nidad concreta. ders, distinguimos seis enfoques de análisis o es-
nidad, integrador de ambos. Por otro lado, la co- Como es natural, la descripción de Warren —o tudio de la comunidad según subrayen uno u otro
Entramos ahora en la parte más aplicada del ca- munidad local es infinitamente más compleja de lo cualquier otra— debe usarse como una orientación aspecto básico: el ecológico, ligado al lugar y su
pítulo dedicada a la evaluación de la comunidad, que la síntesis dimensional presentada pueda dar a general, no como un catálogo exhaustivo. La am- contexto; el demográfico, a la población que lo
en la doble vertiente de contenidos (estructura y entender. Si bien esa y otras síntesis sirven para plitud temática y profundidad informativa en cada habita; el etnográfico, a la cultura o forma de vida;
dimensiones) y métodos. Debo advertir que, en ge- entender genéricamente una comunidad, necesita- tema dependerán (capítulo 6) de los objetivos per- el social o sociológico, a los sistemas sociales; el
neral, las descripciones que siguen están pensadas mos guías más amplias de sus componentes estruc- seguidos en cada evaluación, del foco analítico o psicosocial, a las tipologías psicosociales o psico-
para comunidades territoriales urbanas en países turales para organizar el estudio o evaluación de interventivo del proceso y nivel sistémico conside- culturales imperantes, y el histórico. Es obvio que

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los enfoques no son excluyentes sino complemen- La perspectiva social o sociológica se centra en 10. ANÁLISIS Y EVALUACIÓN de las calles predominantemente marinos indicarán
tarios, de forma que aunque su combinación dará el estudio de la comunidad como un sistema social INTEGRADA un barrio de pescadores o dedicado —ahora o en el
una visión más global e integrada de la realidad formado por una estructura de subsistemas con pasado— a la actividad marítima. La presencia ma-
rica y compleja que es una comunidad, el analista funciones y pautas de intercambio e interacción Se ofrece ahora un esquema más operativo y siva de carteles de compra y venta de pisos señala-
favorecerá uno u otro según el propósito del estu- dados. Los análisis de Warren (1965) y Sanders metodológicamente asequible para recoger impre- rá un barrio en pleno desarrollo (y la probable pre-
dio teórico o la evaluación aplicada. En el caso (1966) ilustran adecuadamente este enfoque. Las siones y datos básicos que pueden ser usados como sencia de procesos de especulación urbana y
concreto del psicólogo, parece aconsejable tener descripciones temáticas de la comunidad que si- punto de partida de una intervención o de un estu- movilidad social); las ofertas abundantes de guar-
en cuenta los aspectos más sociales y culturales guen tienen una base social global, ya que es una dio más completo de algún aspecto concreto de la dería y «canguro» pueden muy bien indicar la pre-
para contrapesar el más que probable sesgo «psi- buena forma de presentar las distintas dimensiones vida comunitaria. He usado el trabajo de Warren y sencia de población joven en que ambos cónyuges
cologista» que por su formación y punto de vista de la comunidad (y sus funciones) como conjunto; Warren (1977, capítulo 8) como punto de partida trabajan fuera de casa. El número de padres que
tiende a adoptar. el riesgo de esta perspectiva es perder de vista las en un proceso de recogida de información, mayor- llevan a los hijos a la escuela dará una idea de en
En el enfoque ecológico la comunidad es una interacciones entre niveles (personas, grupos pe- mente descriptiva y cualitativa, de aspectos y pro- qué medida los hombres comparten sus tareas con
unidad territorial que forma parte de un entorno queños, asociaciones, instituciones formales, etc.), cesos comunitarios clave en cuatro áreas: territorio, las mujeres. La frecuencia de personas mayores en
físico y social. Interesan aspectos como: la distri- tanto o más importantes que la descripción de cada vida social, datos de archivo y entrevistas. El es- calles o parques indicará probablemente un barrio
bución espacial de grupos y actividades sociales o nivel o sistema. quema incluye los tres tipos de datos —y canales envejecido, y la de escolares fuera de los horarios
de otro tipo, el ajuste de tales grupos y actividades El enfoque psicosocial incorpora los aspectos de captación— básicos en toda realidad social: ob- de «recreo», problemas de absentismo; la presencia
a zonas o subáreas de la comunidad y la relación psicológicos en forma de tipos sociales o de «per- servación, registros escritos, entrevistas. Se trata de personas con túnicas o vestimentas norteafrica-
de esas subáreas entre sí o con el conjunto de la sonalidad» que una comunidad (o sociedad) «pro- así de evitar los típicos sesgos de la información nas o asiáticas o de mujeres con pañuelos al estilo
comunidad. Así, se han relacionado zonas urbanas duce» o atrae especialmente. La personalidad es así verbal —entrevistas y cuestionarios—, que casi mo- musulmán será un indicador aproximado de «pene-
y características relevantes de la población, como asumida como «puente», construido en el proceso nopoliza la investigación psicológica, dando una tración» multicultural etc.
la delincuencia, la movilidad residencial y otras. de socialización, entre cultura y psicología. El cam- visión más global e integrada de la comunidad. El La observación directa de la vida social en los
Un ejemplo de este enfoque serían los estudios so- po clásico de «cultura y personalidad» ilustra el proceso se organiza en tres partes cuyos contenidos distintos lugares de encuentro dará pistas funda-
bre la relación de problemas psiquiátricos y áreas enfoque. Modernamente, algunos autores han tra- son detallados en el cuadro 3.11, y está pensado, mentales sobre el grado —y el tipo— de comunidad
urbanas del Chicago de los años treinta (por ejem- tado de trazar un cuadro psicosociológico de una sobre todo, para comunidades urbanas. psicosocial existente. Las plazas, calles, mercados,
plo, Faris y Dunham, 1939). Esos estudios cubren sociedad o comunidad a través de los prototipos bares o tiendas determinadas acostumbran a ser
también, de alguna forma, el segundo enfoque, de- sociales representativos. Así Bellah y otros (1989) Observación del territorio y la vida social. Se —en países y zonas geográficas con vida de calle,
mográfico, que prima el examen de la población proponen el ciudadano independiente, el empresa- trata aquí de captar, a través de la observación, im- claro es— un buen observatorio para captar la co-
(características, evolución, patrones de asentamien- rio, el gerente y el terapeuta —junto al activista presiones generales sobre aspectos relevantes de la munidad existente. El número de conocidos que se
to y movilidad, etc.) como conjunto colectivo sus- social o el ciudadano interesado— como prototipos comunidad haciendo, por así decirlo, un reconoci- encuentran las personas por la calle o con que se
ceptible de análisis estadístico estático y dinámico. de la moderna sociedad estadounidense. miento general de ella. Un paseo con la atención reúnen es un excelente indicador de sentimiento de
Usa datos con frecuencia recogidos en los padrones El enfoque histórico incorpora la dimensión «flotante» (no focalizada y sin datos o «programa comunidad (capítulo 5). Un barrio con una vida
municipales o en los censos de población. temporal, integrando datos y hechos comunitarios previo») por las distintas zonas territoriales y so- social intensa, donde la gente se saluda incesante-
El enfoque cultural o etnográfico intenta cap- tanto desde la perspectiva del conjunto de la co- ciales (en el caso de que no sea un tejido urbano mente por la calle y se para a hablar con los demás
tar la comunidad como cultura o forma de vida munidad como desde la individual, en forma de homogéneo) de la comunidad. Y que cubra los tres podemos asegurar con poco margen de error que
a través de la observación participante y de la biografías seleccionadas o prototípicas. Se obtie- bloques horarios típicos —mañana, tarde y noche— tendrá un sentimiento de comunidad elevado. Uno,
residencia prolongada en ella. La comunidad es ne así una visión de la comunidad como realidad a los que corresponden ritmos y actividades vitales en cambio, en que las calles están vacías fuera de
tomada como una «representación» reducida de evolutivamente configurada por unos actores y diferentes y complementarias: actividades produc- ciertas horas (determinadas por el ritmo productivo,
la sociedad en su conjunto, por lo que se puede fuerzas sociales, particularmente interesante en la tivas y desplazamientos espaciales en la mañana y comercial o social; así la hora del lunch'.—de 12
comprender globalmente la vida social a través de intervención comunitaria en dos sentidos: 1) para primera parte de la tarde (con el paréntesis de la a l — en las ciudades norteamericanas) y en que
sus valores, tradiciones, sistemas de significado y ayudar a que los actuales pobladores se «apropien» comida), actividades recreativas y «sociales», en la apenas se registra interacción visible tendrá, con
otros elementos culturales de la comunidad. Los de la comunidad recreando su pasado; 2) para que tarde y noche. El aspecto de la trama urbana, calles, gran probabilidad, un bajo sentimiento de comuni-
«estudios de comunidad» representan este enfoque, esos pobladores, sintiéndose actores y agentes, espacios y edificios singulares, casas, circulación, dad (o bien interacción y comunidad se manifiestan,
cuya aplicación a áreas urbanas e industrializadas tomen el relevo y planteen los cambios que estimen los signos y mensajes visibles y el resto de elemen- por una u otra razón, en espacios más privados).
resulta, en principio, más problemática, aunque el precisos para «su» comunidad, no para una reali- tos indicados en el cuadro 3.11 darán una idea ge- La observación territorial y social es un buen
análisis de White (1943) en un barrio de Chicago dad preexistente con la que no perciben conexiones neral no sólo del soporte territorial sino del tipo de comienzo para la evaluación comunitaria porque,
ilustra esa posibilidad. afectivas o vitales. vida social que en él se desenvuelve. Así, nombres al no interferir prácticamente con los fenómenos

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1 1 4 / Manual de psicología comunitaria Comunidad y psicología comunitaria / 1 1 5

CUADR0 3.il observados, no los modifica —como sucede en la solverlos, sobredimensionar su propio papel. Los
entrevista, que implica siempre interacción con el folletos y «revistas» frecuentes en los comercios y
Análisis-evaluación integrada de la comunidad informador y por tanto altera los datos obtenidos— tiendas comunitarios (panaderías, peluquerías, mer-
ni identifica al observador como agente profesional cados, cafeterías, etc.) se acercan más a catálogos
A) + B) Territorio y vida social con un papel determinado (aunque en una comuni- comerciales que a órganos de información o expre-
dad pequeña sea casi infaliblemente detectado como sión del barrio. En los centros cívicos y bibliotecas
Observación distribuida por zonas y por bloques horarios: mañana, tarde, noche. Paseo por la comunidad con atención «extraño»). Utilizando varios observadores se pue- suele, en fin, encontrarse numerosa información
flotante: recoger impresiones generales den después cotejar las impresiones de cara al con- sobre actividades y eventos culturales y sociales del
trol de su fiabilidad o validez convergente. barrio que darán una idea aproximada del conteni-
A) Territorio y entorno construido: do y ritmo de la vida cultural y recreativa de la
• Aspecto: trama urbana, calles, densidad y altura edificios, espacios abiertos, etc.
Datos de «archivo». Se trata de información comunidad.
• Calles y circulación: vehículos, aspecto de la gente, fachadas, tipos de negocios, edificios y espacios singulares (es-
cuelas, iglesias, hospitales, parques, etc.) —actual y pasada— escrita en revistas, registros,
• Casas: disposición, construcción (materiales), habitaciones y distribución, decoración, signos y carteles (imágenes publicaciones y otros canales (como páginas web Entrevistas. La entrevista semiformal con líde-
religiosas, equipos de fútbol, ídolos juveniles, etc.) en Internet, tablones de anuncios en centros, co- res y otras figuras que de una u otra forma repre-
• Signos/carteles externos: en paredes, fachadas, quioscos, pancartas, carteles de identificación con la comunidad («soy mercios o instituciones, etc.) sobre la historia, la sentan a la comunidad redondeará las impresiones
del barrio»), en coches, adornos y decoración, signos de compra/venta (pisos, productos, servicios, etc.) cultura y la vida cotidiana del barrio; se suele en- iniciales obtenidas a partir de la observación y la
• Forma de vida/ritmo vital: rápido, relajado (según zonas y horarios), zonas de tránsito, zonas de reunión y descanso contrar en la biblioteca o archivo del barrio (si es información escrita aportando datos adicionales en
(plazas, parques, etc.) que existe), en folletos y revistas esparcidas por las que estemos específicamente interesados y, sobre
tiendas, publicaciones institucionales (ayuntamien- todo, puntos de vista que ayuden a interpretar, com-
B) Vida social:
to, distrito, gobierno regional) o revistas de las aso- prender y situar globalmente las impresiones e hi-
• Lugares de encuentro: calles, plazas, mercados, tiendas (panaderías...), cafés, bares, etc.
• Tipología personas que se reúnen: composición por grupos, sexo, edad, aspecto ciaciones de vecinos u otras y periódicos locales, pótesis iniciales. Las personas a entrevistar serán
• Horarios y actividades sociales: grupos de madres tras dejar a los niños en la escuela, mayores jugando a petanca, si es que existen. en principio seleccionadas tanto en función de la
«drogatas», ejecutivos en hora almuerzo, etc. Interesa fijarse en los temas que aparecen y en información que necesitemos a partir del reconoci-
• Temas de conversación (si se pueden captar) sus autores. Los temas recurrentes suelen corres- miento y el examen de la «producción» escrita de
• «índices» de vida social: número de conocidos que se encuentra una persona «media» en un trayecto típico, encuen- ponder a asuntos que preocupan a la comunidad, a la comunidad como de los objetivos perseguidos:
tros y saludos en la calle un sector de ella o, a veces, a un grupo minúsculo podemos seleccionar algunos «informantes clave»
o simplemente a un autor voluntarioso que trata de (véase el capítulo 6) para el asunto que indagamos
C) Datos de archivo «influir» en sus convecinos. La variedad de autores o bien a todas las figuras que algún informante con-
—y contenidos— indica, en principio, preocupa- sidere clave para entender lo que sucede en la co-
Se encuentran en la biblioteca del barrio, archivo histórico, ayuntamiento, revistas vecinales, publicaciones de institu- ciones amplias por los problemas y vida de la co- munidad (si el número es excesivo, habríamos de
ciones locales, etc. municad; la reiteración, en cambio, de unos pocos usar métodos grupales, como los «grupos nomina-
autores —y también de algunos temas— señala, por les»; capítulo 6). Genéricamente los informantes se
• Periódicos/revistas del barrio (o la ciudad, si no es muy grande): temas básicos, puntos de vista, gente que escribe seleccionan por su cualidad de ser «claves» por su
• Publicaciones, pasquines, folletos y otros; localizables en: panaderías, mercados, centros de servicio, cafeterías y el contrario, interés limitado por los asuntos del
barrio (o, también, una mala reputación del medio papel político (líderes formales), posición social o
bares, biblioteca, etc.
• Biblioteca local: libros de descripción del barrio, estudios existentes, historia y tradiciones, etc. escrito en cuestión). La biblioteca o archivo local por poseer un especial conocimiento del asunto de
• Revistas y publicaciones de las instituciones locales (propaganda e información): distrito urbano, ayuntamiento, suelen contener libros sobre el barrio que también interés (los drogadictos, la historia del barrio, la
concejalía o consejería, gobierno regional, centro de servicios, parroquia, etc. existen a nivel general en algunas ciudades (por inmigración norteafricana, etc.). En cada caso es-
ejemplo, en Barcelona, Fabre y Huertas, 1977). Las tableceremos una estrategia o «programa» de en-
D) Entrevistas (conversación) «memorias» y revistas de los gobiernos e institu- trevistas —predeterminadas en su conjunto o enca-
ciones suelen contener tanta propaganda política denadas sucesivamente—. Figuras y papeles que en
• Figuras/líderes locales formales (políticos, gestores, etc.) e informales (líderes comunitarios, figuras profesionales, como información real, por lo que hay que leerlas general nos interesa entrevistar incluyen tres cate-
líder juvenil, etc.) selectiva y críticamente. Ése puede ser también el gorías:
• Asociaciones de vecinos caso de las revistas de asociaciones y grupos acti-
• Maestro (director) de la escuela local vistas que tienden a remachar desde su particular • Líderes formales (políticos locales, represen-
• Cura/párroco sesgo ideológico los problemas y reivindicaciones tantes de instituciones y otros) e informales
• Asociaciones sectoriales existentes (deportivas, mujeres, jóvenes, «amigos de...») (representantes de la comunidad).
comunitarios y, si han intervenido para intentar re-
• Profesionales de centros locales (salud, servicios sociales, policía, centro cívico)
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1 1 6 / Manual de psicología comunitaria Comunidad y psicología comunitaria / 1 1 7

• Representantes de asociaciones vecinales (re- caso podemos dejar cuestiones abiertas para aclarar Espacio humano «caminable». Si entendemos fricción y conflicto. La identificación con valores,
lacionadas con la comunidad) o sectoriales si más adelante tenemos la oportunidad. la comunidad como un espacio territorial y social figuras y símbolos locales puede facilitar el proceso
(relacionadas con temas concretos: deporte, El conjunto de la evaluación comentada debería de tamaño medio que permite el encuentro «cara a de integración cultural, aunque mi punto de vista es,
juventud, personas mayores, etc.). poder ser realizado por un equipo reducido de per- cara» y la interacción personalizada, debería ser en este sentido, no intervencionista: la cultura se
• «Figuras» locales —si no coinciden con los sonas a lo largo de unas pocas semanas, y su re- «caminable», de forma que pueda ser transitada y genera —y se comparte, o no— desde abajo. La
líderes citados—: el director de la escuela (o sultado sería un cuadro general de la comunidad recorrida a pie por las personas que lo pueblan. Ello intervención desde arriba suele llevar a la homoge-
un maestro especialmente informado), el cura que permita comenzar a intervenir o, según el caso, lleva aparejado: neización cultural o al dominio de las pautas de un
párroco, el director del centro cívico o de ser- a profundizar antes en algún aspecto concreto a grupo social; también el propio «mercado» puede
vicios sociales, etc. aclarar. • Un urbanismo de densidad media alejado tanto acabar «imponiendo» unos contenidos culturales que
• Profesionales seleccionados de los centros de de los excesos de la concentración vertical («ras- de una u otra forma están ligados a ciertos intereses
salud o servicios sociales locales y especialis- cacielos») como de la dispersión horizontal, ya políticos o comerciales.
tas en el tema (expertos, universitarios, etc.). 11. CÓMO «CONSTRUIR» COMUNIDAD que ambos extremos dificultan la comunicación
e interacción humanas. Es ideal, por tanto, una Facilitando la interacción. La existencia de lu-
Una secuencia típica incluirá de media docena Ya se han mencionado en los apartados anteriores distancia razonable entre viviendas que permi- gares de encuentro, zonas de paseo que excluyen
a una docena de entrevistas comenzando por aquel (sobre todo en el relacionado con el «desarrollo de ta la intimidad personal y familiar pero no coar- el coche (enemigo de la relación y el encuentro), el
informante con quien tengamos acceso más fácil o la comunidad») diversas formas de mejorar la comu- te la interacción vecinal en las escaleras de ve- fomento de las actividades y espacios que faciliten
pueda aportarnos más información sobre el tema o nidad a lo largo de sus dimensiones básicas o más cinos y entre viviendas o edificios. la relación y representen símbolos comunes (no
bien con el político local más cercano al tema de concretas. Recogemos aquí (cuadro 3.12) algunas • Una densidad y tamaño poblacional mínimos particulares; como las escuelas, iglesias, parques,
interés o los profesionales o expertos relacionados condiciones necesarias para la existencia de la co- por debajo de los cuales prima el control social plazas, etc.) y la facilitación de la «apropiación»
con él. Estos contactos iniciales deberían poder fa- munidad o bien útiles para guiar el diseño urbanís- excesivo sobre la interacción humanizada y por parte de la gente de los espacios públicos o
cilitarnos el «mapa» comunitario de intereses y co- tico y la política social que facilitan el desarrollo en enriquecedora. Pero evitando, en el otro ex- semipúblicos también ayudan a generar relación
nocimientos sobre el tema e indicarnos con quién el tiempo de la comunidad social y cultural. tremo, las grandes aglomeraciones, enemigas y por tanto comunidad. La suciedad, delincuencia
deberíamos entrevistarnos y con qué frecuencia in- de la comunidad; las «megaciudades» de be- o falta de condiciones higiénicas o de iluminación
cluirán al director de la escuela, el párroco, líder de rían estar organizadas en barrios o áreas más pueden hacer más difícil que la gente use deter-
la asociación de vecinos, líderes sectoriales elegidos CUADRO 3.12 pequeñas que se acerquen al ideal comunitario minadas calles, zonas o plazas. La eliminación de
y figuras especiales, como alguna persona mayor en lo territorial, social, cultural y político: ten- esas condiciones es una condición previa para su
Cómo «generar» comunidad «apropiación». La participación efectiva de la co-
que puede narrar la historia del barrio, una figura gan su propia «personalidad» y trama territo-
carismática para los inmigrantes, etc. Sin caer en rial, permitan la interacción, puedan alcanzar munidad y sus representantes en el diseño, gestión
formatos extremos de selección de entrevistados • Tamaño población medio: espacio humanamente un perfil cultural diferenciado y tengan cierta y cambio de la comunidad son, sin embargo y con
como la «bola de nieve» (cada entrevistado nos su- «caminable» toda probabilidad, más importantes para desarrollar
capacidad de autogobierno y permitan el con-
• Urbanismo: exceso de dispersión horizontal o ele- y mantener un verdadero sentido de propiedad del
giere a los siguientes) o el muestreo puramente vación vertical de las viviendas dificulta interac- trol de los ciudadanos en el área incluida.
aleatorio, los datos acumulados deberían darnos ción y comunicación territorio, sus espacios y actividades. Ello remi-
pistas sobre el curso de las entrevistas siguientes y • Distancia media entre viviendas razonable Un mínimo de historia y cultura compartida sin te inevitablemente a la democratización real de
cuándo detener el proceso. Es conveniente usar un • Población y densidad poblacional mínima la que difícilmente podemos hablar de comunidad. la política urbanística, con demasiada frecuencia
guión mínimo de temas a tocar o puntos a aclarar • Mínimo de historia y elementos culturales com- Eso significa que las nuevas poblaciones o barrios dominada por grupos empresariales estrechamente
en cada entrevista de tal forma que, sigamos la sis- partidos necesitarán un proceso de convivencia y confronta- aliados con los partidos políticos, que hacen valer
temática que sigamos, cesaremos la recogida de • Existencia lugares de encuentro (plazas, parques, ción de retos en común para constituir algún tipo de sus intereses sobre las verdaderas necesidades o
información preliminar cuando tengamos suficien- aceras...) entidad cultural y socialmente coherente. La exis- deseos del conjunto de la comunidad. Así es que,
• Zonas peatonales: uso excesivo de coches que di- una vez más, comunidad y política, comunidad y
tes datos en los distintos apartados del guión para tencia de distintas culturas en el mismo espacio pre-
ficulta la relación poder, están mucho más asociados, y son más in-
que podamos empezar el trabajo o la intervención • Fomentar actividades que faciliten la interacción cisará en general un proceso más largo de intercam-
o, simplemente, podamos responder a las preguntas y representen intereses comunes bio y búsqueda de equilibrio entre lo común y lo terdependientes, de lo que podría en un principio
que nos planteábamos. O bien habremos alcanzado • Facilitar «apropiación» de calles, uso servicios y diferencial, cuyas dificultades llevan con frecuencia parecer. Es una buena razón para incluir, como se
un punto de «saturación» en los temas objeto de lugares semipúblicos a las urbes pluriétnicas a constituirse en mosaicos hizo más arriba, una dimensión política como parte
evaluación de forma que nuevas entrevistas no su- • Facilitar identificación con valores, figuras y sím- en que las distintas culturas o grupos sociales con- de la comunidad y para reconocer, como se hará
pondrán ya apenas aportes adicionales de datos. bolos locales viven juntos pero segregados unos de otros y con en el capítulo 4, el empoderamiento como una de
Otras veces el tiempo o el dinero se acaban, en cuyo mínimos espacios de intercambio pero también de las bases teóricas de la acción comunitaria.

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1 1 8 / Manual de psicología comunitaria
Comunidad y psicología comunitaria / 1 1 9

RESUMEN
9. La descripción de una comunidad real debe 11. Puede realizarse una evaluación intermedia
incluir un conjunto más amplio de compo- y orientada a la práctica de la comunidad que
1. Pese a ser su centro conceptual, el tema de la y como una forma de solidaridad natural, no nentes y aspectos concretos: territorio y con- combina e integra cuatro tipos de información
comunidad ha sido subestimado, cuando no interesada; constituye el contexto territorial, texto natural, entorno construido y organiza- complementaria obtenida con distintos mé-
ignorado, en el campo que se ha desarrollado, psicológica y socialmente más cercano a las ción urbanística, vida económica, población todos: observación del entorno construido y
como una PC «sin comunidad». personas que, como espacio «caminable» que y estructura social, sistemas político y judi- la vida social, análisis de información escri-
2. La modernización tecnológica y social ha de- permite la interacción cara a cara, configura cial, educación, salud, protección social, ocio ta sobre la comunidad y entrevistas semifo-
bilitado y desconcentrado la comunidad social un tejido social denso de relaciones, vínculos y recreo y vida religiosa. El grado de detalle cales con líderes y figuras de interés social
y territorial causando desintegración social, y cultura compartida. descriptivo dependerá, también, de los obje- e informativo de la comunidad.
desarraigo personal y fragilidad relacional. Ha 6. Se precisa una nueva síntesis y reafirmación tivos planteados y medios disponibles en cada 12. La construcción o desarrollo de comunidad
generado, también, un movimiento social de de la comunidad que, manteniendo la fidelidad caso: una intervención sectorial o sobre un tiene una serie de condiciones y se favorece
rechazo de los excesos de modernidad, racio- al espíritu transformador de la PC, sea viable tema concreto no precisa un estudio exhaus- por una serie de procesos que incluyen un
nalismo y capitalismo, acompañado de una en el mundo actual. La comunidad sería así tivo de todos los componentes. espacio humanamente «caminable» (edifi-
reivindicación de la comunidad como forma de un tejido social de vinculación, reciprocidad 10. Existen varios enfoques complementarios, cua- cación y población de densidad media), un
vida más humana y solidaria, que es el sustrato y comunicación mutua en que los individuos, litativos y cuantitativos, de estudio de la co- mínimo de historia y elementos culturales
ideológico de la PC en los países industrializa- lejos de ser «átomos» aislados y temerosos munidad según el punto de vista adoptado y compartidos desde la experiencia y acción
dos. Las tendencias disolventes y racionalistas de los demás, están interconectados porque el aspecto resaltado: ecológico (entorno físico colectiva y una serie de disposiciones que
se acentúan con la globalización neoliberal desean estar con los otros: individuo y comu- y construido), etnográfico (comunidad como faciliten la relación social: lugares de en-
y son contestadas por renovadas exigencias nidad conviven y se alimentan mutuamente a forma de vida integral), social (estructura y cuentro, minimizar el uso del coche, facilitar
de la comunidad como fuente de pertenencia, través de la relación interpersonal y el desa- sistemas sociales interdependientes),/75ico5í?- la apropiación del espacio y del poder por
sentido e identidad. rrollo de confianza mutua que tienen un papel cial (tipos humanos característicos en cada medio de la participación de los miembros
3. El concepto de comunidad ha sido usado con constituyente tanto de la persona como de la comunidad) e histórico (evolución dinámica de la comunidad y la democratización de la
varios significados que pueden ser ordenados a comunidad. Se reconoce también a la acción fruto de la acción de actores sociales). política municipal.
lo largo de un continuo cuyos extremos «duro» colectiva un papel emancipador inasequible
y «blando» se identifican respectivamente con al individuo aislado y las verdaderas diferen-
la comunión de las personas con un «noso- cias sociales y culturales.
tros» totalizador y con una red de relaciones 7. La comunidad es un intermediario básico en- TÉRMINOS CLAVE
entre individuos (sin verdadera comunidad). tre individuo concreto y sociedad global y
La polivalencia semántica de la comunidad es abstracta, y se diferencia por el papel básico
explicada, también, por las distintas dimensio- Comunidad Comunidad psicosocial
del territorio como generador de relaciones y
nes (y tipologías; epígrafe 8) abarcadas por el Declive de comunidad Comunidad sociocultural
organizador de la vida social; cumple funcio-
concepto. Comunidad y asociación Comunidad política
nes sociales (como producción y distribución
4. La comunidad es una agrupación social prima- Búsqueda de comunidad Desarrollo de comunidad política
de bienes, apoyo social, control y participación
ria, natural, cálida, basada en la experiencia Comunidad territorial Análisis y evaluación de la comunidad
social) con relevancia local.
común, opuesta a la asociación, agrupación 8. Analíticamente se distinguen tres dimensiones
secundaria, «fría», racionalmente construida básicas (con sus componentes psicológicos):
sobre intereses compartidos. La sociedad mo- territorial (arraigo), psicosocial (vínculos y
derna prima los grupos asociativos sobre los LECTURAS RECOMENDADAS
relaciones) y sociocultural (cultura comparti-
comunitarios, lo que produce un desequilibrio da); se puede añadir una cuarta dimensión, la Sanders, I. T. (1966). The community: An introduction to Guía sintética de la organización comunitaria, con
deshumanizador y generador de problemas política (poder colectivo). El predominio de a social system (2.a edic). Nueva York: Ronald Press. un espléndido capítulo (el 8) para el «diagnóstico»
sociales que la reivindicación de comunidad cada dimensión define un tipo de comunidad Descripción general de la comunidad y sus siste- de la comunidad.
busca reducir. (de lugar, afectiva y cultural) y permite guiar mas y procesos básicos.
5. La comunidad se puede definir como un gru- el desarrollo comunitario a lo largo de cada Warren, R. L. (1965). Studying your community. Nueva
po social arraigado, autoconsciente e integral eje: territorial, relacional, cultural y político. Warren, R. B. y Warren, D. I. (1977). The neighborhood York: Free Press.
organizer' handbook. Notre Dame: University of No- Guía detallada para estudiar una comunidad.
tre Dame.
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Otros conceptos: desarrollo humano,
empoderamiento, cambio social,
problemas sociales
4

1. CARÁCTER Y PANORÁMICA en la PC, que son complementadas en el capítulo 5


DE LA TEORÍA COMUNITARIA al describir la investigación comunitaria y sus notas
distintivas. Se trata del carácter social y psicosocial
«Mapa» conceptual de la PC. Una buena manera de esos conceptos y modelos, de su relación con la
de identificar las ideas teóricas de la PC es revisar realidad social de que emergen, de su orientación
la definición que del campo y su misión se hizo en práctica y del tipo de «materiales» que la componen,
el capítulo 2: allí deberíamos poder encontrar los muy ligado a las funciones que la teoría cumple en
intereses y preocupaciones teóricas relevantes del la acción social (cuadro 4.1).
campo. Retomando y resumiendo lo allí explicado,
podríamos decir que la PC se ocupa de promover el
desarrollo humano integral —y prevenir los proble- 1.1. Nivel mesosocial
mas sociales— en base a la comunidad territorial y y multifuncionalidad: explicación,
psicosocial y por medio de un cambio social parti- intervención y valoración
cipativo (realizado por sujetos socialmente activos)
en que el psicólogo tiene un papel de promotor de Los conceptos y teorías comunitarias deben di-
recursos comunitarios y dinamizador social en pos ferenciarse de los de la psicología individual, pen-
del empoderamiento colectivo. He realzado en cursiva sados para describir y cambiar personas individuales:
los conceptos teóricos y operativos básicos: comuni- necesitamos ideas y teorías de carácter social, no
dad y problemas sociales, en la parte más descriptiva individual, apropiadas al nivel comunitario de aná-
o analítica; cambio social, desarrollo humano, desa- lisis y cambio. Esto es, por un lado, conceptos y
rrollo comunitario, participación, empoderamiento o modelos —sistémicos, ecológicos y otros— que, por
empowerment, prevención y activación (o moviliza- contemplar los fenómenos en su globalidad, llamaré
ción) social, en la parte más operativa o metodoló- sociales: la comunidad, los problemas sociales, el
gica; se puede añadir la salud mental positiva, como cambio social o la movilización colectiva. F*or otro,
noción proveniente de la salud mental comunitaria y modelos —adaptativos, relaciónales, otros— que, al
cercana al desarrollo humano. Si, en fin, hubiéramos darse en un nivel social medio y centrarse en el con-
de reducir esas nociones teóricas a las fundamenta- texto social de las personas, la interacción entre esas
les de la PC, quedarían tres: comunidad, desarrollo o su relación con el contexto, llamamos psicosocia-
humano y empoderamiento. les: salud positiva, desarrollo humano, empodera-
Antes de explicarlas, debemos aclarar algunas miento o participación (cuadro 4.2). Notemos que
características de la teoría comunitaria y su papel esta distinción —como otras que se harán aquí— es

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1 2 2 / Manual de psicología comunitaria Otros conceptos: desarrollo humano, empoderamiento, cambio social, problemas sociales I 1 2 3

CUADRO 4.1 sociales (pérdida de comunidad, fragmentación a la ayuda mutua, o la competencia, al fomento de
Características de la teoría psicológico-comunitaria social, etc.) ligados al industrialismo, las versiones habilidades personales.
latinoamericanas (como la PSC) usaban modelos Las distintas funciones que cumple la teoría so-
marxistas, educativos o psicosociales ligados a la cial (Sánchez Vidal, 2002a) nos permiten hacer ex-
1. Debe ser apropiada para el nivel comunitario, no individual, de comprensión y acción: modelos sociales y
psicosociales concienciación y activación social, el cambio social plícita una distinción ya usada en los párrafos an-
2. Relacionada con la realidad social de que emerge y que «refleje» la ideología (y epistemología) de quien radical y el desarrollo comunitario, esperablemente teriores en relación a los distintos «materiales»
la formula más apropiados para los problemas «preindustriales» teóricos manejados, a la que añado la dimensión
3. Ligada a la acción y la práctica, no sólo a la explicación y comprensión: modelos operativos y descriptivos de pobreza y desigualdad, propios de la región. valorativa, también presente en ellos. Tendríamos
4. Los conceptos teóricos fundamentan estrategias interventivas y áreas de trabajo Puesto que la PC busca cambiar la comunidad y así tres «tipos» de «materiales» teórico-prácticos
5. Compuesta de conceptos, modelos y valores con funciones respectivas de focalizar análisis y acción, relacio- no sólo entenderla, todos sus conceptos y modelos (o, mejor, tres dimensiones presentes en cada uno
nar conceptos y evaluar conceptos y objetivos de acciones teóricos tienen un componente operativo (D'Aunno y que varían según su función principal).
y Price, 1984). La distinción entre elementos teóricos
analíticos y operativos, trazada en el cuadro 4.2, es, • Conceptos: comunidad, desarrollo humano o
por tanto, relativa, más cuestión de grado que de cambio social; identifican y nombran ideas y
CUADRO 4.2 carácter. De forma que algunos «materiales» teóricos fenómenos de interés en torno a los que se
Conceptos y modelos teóricos comunitarios (en realidad conceptos focales) son más sustantivos, articula un campo teniendo como función ge-
nombrando «algo» que tratamos de describir o en- neral focalizar en ellos la atención del estu-
Conceptos Modelos-métodos tender y teniendo un papel y potencial teórico más dioso o el practicante.
analíticos operativos analítico: la comunidad, los problemas sociales, la • Modelos teóricos u operativos que, al especi-
salud mental positiva. En cambio otros «materiales» ficar las relaciones de un concepto o fenóme-
Salud mental positiva Desarrollo humano (sobre todo modelos teóricos que relacionan unos no con otros, no sólo hacen relacionalmente
Psicosociales Empoderamiento/empowerment conceptos con otros) están pensados para actuar, por explicable o comprensible a aquél, sino que
Participación lo que los clasifico como operativos: prevención, permite predecir los efectos de su manipula-
activación social, cambio social, empoderamiento y ción intencionada: la intervención racional.
Comunidad Cambio social desarrollo humano y social. El caso del desarrollo El conocimiento de las relaciones entre los
Problemas sociales Desarrollo comunitario humano y social es particular; los he situado en la conceptos de cambio social, prevención, par-
Globales
Prevención parte operativa porque los modelos de que realmen- ticipación, problemas sociales y desarrollo
Activación/movilización social humano habría de hacer posible «pasar» de
te disponemos —como vemos más adelante para el
modelo de suministros— son prácticos o interventi- unos fenómenos a otros permitiendo prevenir
vos: describen estrategias y operaciones para conse- los problemas psicosociales a partir del cam-
relativa y orientadora, no absoluta y cerrada: ciertos mos en ambos casos que el aspecto psicosocial no guir el desarrollo de las personas o de las comuni- bio social participativo (capítulo 2) o alcanzar
conceptos pueden, según sean concebidos o qué par- agota el fenómeno global, aunque sí aporta una visión dades, sin explicar realmente el concepto de persona el desarrollo humano haciendo una serie de
te de ellos tomemos, ser situados en uno u otro apar- específica y relevante de él. o comunidad desarrollada que buscamos, que cons- aportaciones —físicas, psicosociales y socio-
tado. Así, prevención o activación social pueden ser Si aceptamos la observación de W. Mills (1959) tituiría la noción teórica de base. culturales— en unas condiciones específicas
perfectamente entendidos como fenómenos psicoso- de que la teoría social debe reflejar de alguna mane- La orientación práctica de la PC determina que, («modelo de los suministros»).
ciales ligados a procesos de cambio o animación ra la realidad de la que emana, las ideas teóricas en general, conceptos teóricos y modelos operativos • Valores. Pero empoderamiento, desarrollo hu-
personal, pero también, y si se toman en su globali- habrán de variar según la realidad social en que se acaben estando vinculados, de forma que un concep- mano o activación social no son sólo elemen-
dad, como fenómenos sociales cuya vertiente psico- han formulado y la visión ideológica global que se to fundamenta un ámbito de actuación y una estra- tos teóricos valiosos por su poder focalizador,
social es sólo una porción. En PC interesa, lógica- adopta frente a ella. Habríamos de esperar, entonces, tegia de trabajo. Así, el concepto de salud positiva explicativo o predictivo, sino también por su
mente, la vertiente psicosocial de los fenómenos que los conceptos comunitarios de la PC en el norte está ligado al ámbito (y la estrategia) de promoción deseabilidad o bondad inherente, lo cual nos
globales más apropiada —junto a los modelos psi- y el sur presenten énfasis o diferencias relevantes, de la salud y prevención (capítulo 12); la comunidad, permite asignarles una valencia ética o social
cosociales— para la visión —y misión— social in- algo que, como vimos en el capítulo 2, sucedía. En al desarrollo comunitario; el empoderamiento y la fundamental a la hora de fijar los objetivos de
termedia propia del campo. Así, interesa el senti- efecto, mientras que las versiones «norteñas» de la participación, a la organización comunitaria y el de- las intervenciones y de realizarlas.
miento de comunidad como percepción psicosocial PC reflejaban los intereses más clínicos e individua- sarrollo político, etc. Lo mismo sucede con la teoría
de la comunidad o la visión —aspecto, nivel, etc.— listas del campo centrándose en el desarrollo huma- e investigación más clínico-comunitaria, en la que De manera que los materiales teóricos psicoco-
psicosocial del cambio social global. Sobreentende- no, la salud mental positiva o los problemas psico- el estrés está ligado a la prevención; el apoyo social, munitarios contendrán esas dimensiones o cumplirán
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esas funciones —conceptual, relacional y valorati- tes como Rappaport (1977; capítulos 3, 4, 5 y 6), social a favor de concepciones positivas y amplias por resultar su rememoración consciente do-
va— en mayor o menor grado, siendo los más «po- Bloom (1984), Caplan (1964/1979; Caplan y Ki- en que la salud es vista como proceso dinámico lorosa o inaceptable para el sujeto.
tentes» aquellos en que, como «la comunidad», el llilea, 1976); Gibbs y otros (1980); Heller y otros ligado al contexto y como un estado ideal y po- • La objetividad y corrección del concepto de sí
«desarrollo humano», el «empoderamiento» o la «ac- (1984), Kofkin (2003), Levine y Perkins (1987), sitivo a perseguir. La OMS define la salud como mismo, libre de distorsiones ligadas a procesos
tivación social», confluyen las tres dimensiones o Martín y otros (1988), Nelson y Prilleltensky el estado de bienestar físico, mental y social y no patológicos o necesidades irracionales.
funciones, aunque predomine una u otra. (2005) y Rappaport y Seidman (2000); todos ellos sólo la ausencia de enfermedad; esa definición • La aceptación de uno mismo tal y como es,
pueden ser consultados para ampliar el conoci- basa un modelo «biopsicosocial» de atención que no como le gustaría ser.
• Relevancia social y teórica que los convierte en miento de los temas tratados. El espacio dedicado hace explícitas las vertientes psicológica y social • Una identidad integrada (sólo alcanzada en la
núcleos conceptuales necesarios para focalizar al empoderamiento es, por el contrario, ampliado de la salud humana minimizadas, si no ignoradas, edad adulta) que incluye una «mismidad» y
los análisis en muchos casos y situaciones. por el interés que el concepto ha despertado en PC en el modelo médico tradicional. continuidad interna identificables con un «sí
• Red de relaciones amplia y/o robusta que los y en otros campos y su expansión teórica y prác- Es en este contexto y dentro del movimiento mismo» continuo y estable a través de los cam-
liga a otros fenómenos comunitarios de interés tica en los últimos años. comunitario estadounidense cuando en 1958 Marie bios del entorno.
y les otorga poder comprensivo, explicativo y Jahoda, sintetizando ideas previas, elabora una pro-
predictivo y, si además se pueden manipular puesta sobre salud mental positiva en un libro to- Crecimiento, actualización y desarrollo del po-
efectivamente, importancia interventiva. 2. SALUD MENTAL POSITIVA davía útil y de interés siempre que no se olvide que tencial personal implícito. Cubre tres dimensio-
• Valor ético o social, que los convierte en idea- está pensado para individuos, no para comunidades. nes:
les orientadores de la acción comunitaria y, La salud mental positiva es la idea directriz de Considera esa propuesta la salud mental positiva
por tanto, referentes para marcar tanto sus ob- la línea clínico-comunitaria que, aunque comparte como un atributo —o comportamiento—personal, • Autoconcepto positivo (el criterio anterior).
jetivos como la forma de actuar; la interven- con la clínica el acento individual, se diferencia de no colectivo, de forma que, desde ese punto de vis- • Proceso motivador que guía a una persona ha-
ción comunitaria perseguirán prioritariamen- ella en la orientación positiva de recursos, propia de ta, sería impropio hablar de «patología social» o de cia fines, valores e intereses vitales positivos
te, según eso, el desarrollo de la gente o su lo comunitario. Si se pudiera (que, como veremos, «salud comunitaria». Reconoce, sin embargo, que que trascienden la mera subsistencia existen-
empoderamiento, la comunidad psicosocial o no siempre se puede) «estirar» conceptualmente la el entorno social y cultural puede facilitar o difi- cial. La persona usa sin restricciones sus capa-
la activación social. idea de salud mental positiva, estaríamos muy cer- cultar la consecución de la salud, a través de las cidades potenciales, no limitándose a «vegetar»
ca del concepto más amplio y social de desarrollo normas para evaluar el comportamiento saludable o satisfacer sus necesidades, y se orienta hacia
Panorámica. Del conjunto de conceptos y mo- humano. que, lejos de ser fijas y objetivas, varían con el lu- el futuro, no hacia el pasado.
delos teóricos útiles para la PC, algunos son exa- Salud integral, no enfermedad médica. La no- gar, el tiempo, la cultura y las expectativas de cada • «Inversión» en la vida, incluyendo la capaci-
minados en capítulos venideros al hilo de campos ción de salud mental positiva se propone como al- grupo social. dad de «extenderse» positivamente hacia los
de actuación o enfoques operativos a los que están ternativa al modelo médico de trastorno mental do- demás, hacia el trabajo y hacia ideales, metas
ligados: la prevención (capítulo 12); la participa- minante en la clínica psicológica. Como se vio en o estándares morales.
ción, en el capítulo 8. Otros, como la comunidad, el capítulo 1, dicho modelo se juzga inviable para 2.1. Criterios
son tan centrales que hemos necesitado examinar- el trabajo comunitario en salud mental por conce- La persona autorrealizada o madura se caracte-
los para definir la PC; su vertiente psicosocial, el bir los problemas mentales como enfermedades y Jahoda presenta seis dimensiones o criterios de riza por un alto grado de desarrollo y diferenciación
sentimiento de comunidad, es explicado en el ca- tratarlas por medio de fármacos e internamiento salud mental positiva, cada uno de los cuales pue- y por ser capaz de comportarse de un modo eficien-
pítulo 5. Este capítulo se centra en cinco concep- hospitalario que desarraigan a los afectados de su de ser tomado como un continuo con un extremo te y guiado por fines vitales preestablecidos.
tos y modelos específicos de la PC: salud mental entorno comunitario cronificando sus dolencias y positivo de salud y uno negativo de trastorno o
comunitaria (ligado a la corriente clínico-comu- generando etiquetas socialmente estigmatizadoras. enfermedad. Son los siguientes (resumidos en el Integración: grado en que las fuerzas o tenden-
nitaria y fronterizo con el desarrollo humano), La prevención y la atención integral, integrada y cuadro 4.3): cias psicológicas están equilibradas en los procesos
empowerment o empoderamiento, desarrollo hu- comunitaria de los problemas psiquiátricos exi- e interacciones sociales, de manera que la/persona
mano, cambio social y problemas sociales. Otras gen, como indicamos, conceptos y enfoques nue- Actitud positiva hacia sí mismo (self) reflejada tiene una perspectiva vital unificada e integrada
nociones y operaciones (estrés, apoyo social, com- vos que europeos y estadounidenses desarrollan en la autoaceptación y la confianza en uno mismo que aporta coherencia objetiva y significado subje-
petencia), más periféricas, pueden ser revisadas en el contexto de cambio social y cultural de los y en la capacidad de valerse por sí mismo, indepen- tivo al conjunto de sus actividades vitales. Y cuen-
en la literatura de salud pública o la de salud men- sesenta del siglo pasado y en paralelo con las ideas dientemente de los demás. Esa actitud positiva ha- ta, también, con una resistencia al estrés y una to-
tal comunitaria (por ejemplo, Bloom, 1984) o en positivas de salud auspiciadas por la salud pública cia sí mismo incluye los siguientes aspectos. lerancia para la frustración que evita desequilibrios
la edición anterior (Sánchez Vidal, 1991a) de este y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se internos significativos o riesgo de desintegración
libro. La exposición resume lo ya escrito (Sánchez rechazan las concepciones negativas de salud como • Acceso pleno a la conciencia de sí, sin áreas del self (aspecto este ligado a los criterios de auto-
Vidal, 1991a y 2002a) utilizando autores relevan- ausencia de enfermedad o normalidad estadística o o sucesos inaccesibles o de acceso limitado nomía y de dominio de entorno).

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CUADRO 4.3 respetar los sentimientos, ideas y valores de gico: está pensada para las personas individuales
los demás. Asumimos que la percepción es un —cuyas cualidades ideales describe con acierto—,
Criterios de salud mental positiva (modificado de Jahoda, 1958) fenómeno social, cuya corrección es precisa no para comunidades o colectivos. Y al excluir as-
para una interacción realista y eficaz con el pectos sociales básicos como las relaciones inter-
Criterio Descripción entorno: mientras que la percepción incorrec- personales, el poder, los valores, las costumbres,
ta genera una relación egocéntrica e ineficien- la conformidad social y el deseo de pertenencia y
Actitud positiva hacia uno Contacto con uno mismo (acceso a la conciencia) te —guiada por nuestros deseos o necesida- conformidad social, impide entender apropiada-
mismo Percepción correcta de sí mismo (self) des— con aquél, la visión correcta permite mente la realidad comunitaria y guiar los cambios
Autoaceptación reconocer la conducta real de los demás y re- consecuentes.
Identidad integrada: «mismidad» y continuidad de sí mismo lacionarse adecuadamente con ellos. Algo similar sucede con otras ideas de salud
positiva —de procedencia médica— y de desarrollo
Crecimiento actualización Proceso motivador: sujeto guiado por valores/metas positivos y trascenden- Dominio (mastery) del entorno en la doble ca- o madurez personal ligados a la corriente psicoló-
personal tes gica humanista (Allport, 1961;Maslow, 1971; Quit-
lidad de proceso de relación con ese entorno y de
«Inversión» en la vida y extensión hacia los demás y hacia valores positi-
resultado exitoso del proceso evidenciado por la mann, 1989): son modelos ideales de persona, no
vos
presencia de capacidades o cualidades como: la ca- de comunidad o sociedad, que, aunque pueden mar-
pacidad de amar y de experimentar placer sexual, car orientaciones analíticas y operativas positivas,
Integración equilibrio interior Perspectiva vital unitaria
la adecuación en las relaciones interpersonales o resultan insuficientes para entender a, o trabajar con,
Relación flexible entre fuerzas internas
Resistencia al estrés afectivas significativas y la capacidad de sentir co- comunidades y grupos sociales. De forma que, aun-
munidad con otros; la adecuación en el amor, el que tales ideas pueden servir de base para elaborar
trabajo y el juego como formas básicas de relación un concepto sustantivo de desarrollo humano, como
Autonomía razonable Proceso: capacidad autorregulación y toma decisiones según valores y nor-
mas internalizados de la persona con su entorno; la eficiencia para sa- modelos psicológicos que son, necesitan del injer-
Resultado: funcionamiento vital autónomo de demandas y presiones del tisfacer demandas y requerimientos razonables del to de otros modelos más sociales que, como el de
entorno entorno sin hacer daño a otros o violar los otros suministros de Caplan, incluyan aspectos sociales
criterios de salud mental positiva; la adaptación al y culturales relevantes.
Percepción correcta realidad Sin distorsiones significativas por demandas/presiones externas o necesida- entorno y a sus cambios, incluyendo la capacidad
des internas de modificarse uno mismo y la de modificar el en-
Sistema de prueba de la realidad eficaz torno que vaya más allá de la mera acomodación a 3. DESARROLLO HUMANO
Capacidad de empatizar con otros ese entorno, y la capacidad de resolver problemas Y SUMINISTROS SOCIALES
y enfrentarse a dificultades vitales cotidianas.
Dominio, maestría razonable Capacidad experimentar comunidad y relaciones interpersonales satisfacto- Gerald Caplan (1964-1979), destacado propulsor
del entorno rias Salud positiva, autorrealización personal, de- y practicante comunitario norteamericano, ha pro-
Capacidad solución problemas sarrollo humano y PC. La salud mental positiva es, puesto un modelo operativo del desarrollo humano
Adaptación al entorno y sus cambios como se ve, un concepto multidimensionado, cuya que —a diferencia de los modelos deficitarios o
Conducta eficiente para satisfacer demandas y alcanzar metas negativos— describe en líneas generales (como un
evaluación ha de incluir el conjunto de dimen-
siones o criterios, no sólo uno o varios de ellos. «mapa a gran escala») los determinantes —sumi-
Tampoco podemos olvidar que salud o bienestar nistros o aportes— de ese desarrollo. La asunción
Autonomía en su doble aspecto de proceso —ca- Percepción razonablemente objetiva del en- de base es que los individuos tienen una capacidad
no son siempre cuestiones de máximos (a mayor
pacidad de autorregularse y tomar decisiones de torno —y de sí mismo— de acuerdo con nor- de desarrollarse que puede ser «activada» median-
autonomía o control del entorno, más salud) sino,
acuerdo con normas, valores y principios internos— mas —preestablecidas o consensuadas— in- te la aportación externa de aquellos «suministros»
con frecuencia, de óptimos: la autonomía ideal
y de comportamiento estable y relativamente inde- dependientes de las propias necesidades. Es (supplies) de que carecen. El desarrollo humano
no es, en nuestra cultura, la independencia total
pendiente de las demandas y presiones del entorno decir, el sujeto cuenta con un sistema autóno- sería así el resultado de «sumar» a las capacidades
del entorno y de sus demandas —no deseable en
físico, psicológico o social. La autonomía está ligada mo y eficiente de verificación de la realidad individuales los aportes externos. Esos aportes pue-
cuanto supone un egocentrismo e insensibilidad
—en su fundación estructural personal— al criterio (reality testing) para comprobar la correspon- den ser positivos o negativos, de manera que pueden
extremos—, sino un equilibrio razonable entre
anterior y, también, al de dominio del entorno. dencia o discrepancia entre la realidad exter- añadir potencialidades operativas a las de los suje-
autorregulación y apertura y flexibilidad ante las
na y los propios deseos o necesidades. tos o —si son negativos o inadecuados— «restar»
demandas del entorno. El mayor problema con
Percepción correcta de la realidad, que com- Capacidad de experimentar —y usar efectiva- posibilidades de actuar a las que aquéllos ya po-
esta noción es, sin embargo, su carácter psicoló-
prende dos procesos complementarios. mente— la empatia y sensibilidad social y de
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seían. Los aportes o suministros se agrupan en tres Cada contenido se intercambia preferentemente CUADRO 4.4
categorías, que cubren toda la gama de necesidades en uno u otro contexto relacional. Los aportes afec-
y potencialidades por desarrollar de las personas: tivos, en la familia (rol materno); los normativos Desarrollo humano (DH) y suministros externos (Caplan, 1964)
físicos, psicosociales y socioculturales. El cuadro jerárquicos, primariamente en la familia (rol pater-
4.4 sintetiza las asunciones, principios de funcio- no) y secundariamente en la escuela y el trabajo; Aspecto Descripción
namiento y contenido del modelo de suministros. los aportes normativos cooperativos, en el grupo de
iguales. Y así sucesivamente. Asunciones Personas/comunidades tienen capacidades y recursos reales y potenciales
Suministros físicos. Aseguran el crecimiento En una relación «sana», la persona percibe, res- Para lograr el DH, hay que potenciar los recursos existentes y aportar desde fuera suministros
corporal, mantenimiento de la salud y protección peta y trata de satisfacer las necesidades de los otros necesarios e inexistentes
del daño externo. Incluyen alimentación, vivienda, El DH es la «suma» de los recursos individuales más los aportes externos
a través de intercambios conformes con sus respec-
entorno y medio ambiente, estimulación sensorial tivos papeles sociales y valores culturales. En una
y disponibilidad del ejercicio físico (y, se podría relación en que la provisión de aportes psicosocia- Suministros Físicos. Aseguran crecimiento corporal, mantienen salud y protegen del daño externo: ali-
añadir, dinero). les es inapropiada, la persona se relaciona con quie- mentación, vivienda, estimulación y ejercicio físico
nes no pueden satisfacer esas necesidades, no la
Suministros psicosociales. Se ocupan de la respetan o tratan de manejarla para satisfacer sus Psicosociales. Estimulación y desarrollo intelectual y afectivo por interacción con «otros
estimulación y desarrollo intelectual y afectivo de propias necesidades. También la interrupción de una significativos» en familia, iguales y superiores a través de intercambios personales en rela-
ciones duraderas:
la persona logrados en base a la relación interper- relación positiva por la muerte, enfermedad o aban-
• Amor/afecto > desarrolla autoestima y seguridad en uno mismo
sonal con miembros significados de la familia, los dono de la otra persona causa el cese de los aportes
psicosociales. • Aportes normativos (reglas, consecuencias) ^ responsabilidad, límites
iguales o pares (peers) y los superiores jerárquicos
• Participación en actividad colectiva
en la escuela, la iglesia y el trabajo. Los aportes
cooperando y colaborando > solidaridad, interdependencia
son «transmitidos» por la influencia ejercida en Suministros socioculturales. Comprenden el compitiendo ^ autonomía individual
los intercambios cara a cara entre cada individuo efecto de la estructura social y las costumbres cultu-
y las personas («otros significativos») con que se rales transmitidas tanto desde «la sociedad» global Socioculturales. Efecto de estructura social y costumbres culturales transmitidas por
compromete emocionalmente y con las que desa- (medios de masas, educación formal y otros) como • Sociedad global: medios masas, educación formal
rrolla relaciones continuadas y duraderas. Estos desde grupos o agentes sociales más concretos: la fa- • Agentes socializadores concretos: familia, comunidad, líderes, iguales
suministros ayudan a satisfacer las necesidades milia, la comunidad, los «otros significativos», etc. Valores, significados, normas, expectativas poder personal y colectivo
interpersonales, obtener información y desarrollar Estos suministros «fijan» la posición de los indivi-
papeles sociales según patrones establecidos. En duos en la estructura social y le permiten orientarse, Principios Los suministros son complementarios, se potencian o anulan mutuamente
tales interacciones se intercambian —se reciben y avanzar en ella y desarrollarse como miembros de Las instituciones son más o menos eficaces como fuentes de suministros
también se aportan— tres tipos de suministros: colectivos que conocen y pueden utilizar conscien- La capacidad personal de localizar y utilizar aportes es importante
temente —y contribuir a cambiar— las normas y Problemas/dificultades pueden fomentar DH generando «resiliencia»
• Amor/afecto, que contribuye al desarrollo de pautas sociales y culturales. Los aportes sociocultu-
la autoestima y la seguridad en sí mismo. rales incluyen: percepciones y expectativas, valores
• Control, limitación y responsabilidad (apren- y significados, normas y reglas sociales, poder per- influencia en el desarrollo social se ejerce por una plo, cuando una adolescente embarazada no
dizaje de reglas, límites y consecuencias); sonal y colectivo y pautas de comportamiento. doble vía: puede utilizar la ayuda y apoyo de su familia,
aportes normativos ligados al mantenimiento Crecer en un grupo aventajado de una sociedad para la que tal situación es inaceptable.
de la autoridad y las normas sociales. estable y con suministros socioculturales claros y • Directa, como «herencia» sociocultural con la • Indirecta, modificando los aportes psicoso-
• Participación en la actividad social a través, «funcionales» en esa sociedad facilitará el desa- que parte el sujeto en su vida; si es positiva, ciales (relaciones de trabajo, aportes familia-
por ejemplo, del grado de independencia o rrollo humano. Hacerlo en un grupo marginal, una enriquece su propia dotación constitucional res) y físicos (dieta, disponibilidad de dinero,
apoyo de otros al afrontar una tarea. Habría sociedad inestable o con suministros sociocultu- ayudándole a resolver los problemas y dificul- entorno físico y arquitectónico, etc.) que tam-
que añadir como contenido relevante de estos rales inexistentes, ambiguos, contradictorios o so- tades vitales. Si, por el contrario, es neutra o bién afectan al individuo a otro nivel.
suministros la forma en que se desarrolla esa cialmente inadecuados dificultará el desarrollo negativa, el individuo queda sólo a merced de
participación: cooperación y colaboración humano. Los suministros socioculturales tienen, sus propios recursos o, peor, ha de enfrentarse El determinismo socioambiental del esquema
—que fomenta la solidaridad e interdependen- según Caplan, gran influencia en el desarrollo de a los problemas adicionales derivados de esas requiere alguna corrección: el individuo no es, sim-
cia— o competición —que fomenta la auto- la percepción social del individuo, sus actitudes, carencias externas, a la hora de resolver las plemente, un receptor pasivo de suministros, sino
nomía individual. opiniones, valores, nivel de aspiración, etc. Esa dificultades y tareas vitales básicas; por ejem- un sujeto interactivo, en la medida en que puede

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contribuir activamente y en conexión con otros a mensiones dinámicas, sólo pueden aspirar a marcar luación personal) o un grupo de iguales promover social. Esta refocalización psicológica en el em-
crear suministros (y poder, como se verá más ade- objetivos interventivos. ¿Podrían integrarse esos valores perjudiciales para las relaciones con otras powerment desentierra, a la vez, el problema nun-
lante), alterar su significado y modificar su entorno. conceptos sustantivos centrados en el individuo en personas o grupos sociales (lo que puede ser, por ca resuelto del nivel y los límites de la PC que,
Los grupos o poblaciones vulnerables que se en- un modelo dinámico claramente sociologista, en otro lado, positivo para el desarrollo de la autonomía como veremos, asoma continuamente en las dis-
frentan a la pérdida de suministros estarían en todo que ni el individuo ni el sujeto activo tienen fácil del adolescente). cusiones sobre el tema, dejando en el aire pregun-
caso a riesgo de desarrollar disfunciones mentales acomodo? Creo que sí; el reto es interesante porque Como se ha apuntado, se echa de menos en el tas vitales como:
y psicosociales al afrontar situaciones de crisis que aportaría al esquema dinámico de cambio social modelo el papel del sujeto —persona o colectivo—
exceden sus capacidades de respuesta. Las crisis se «desde arriba» —en ese sentido poco comunita- como parte activa en la generación y en la «apro- • ¿Qué relación hay entre poder personal y el
producirán en tres tipos de situaciones: rio— de Caplan un complemento de activismo sub- piación» o asignación de recursos, lo que le daría poder social, un tema amplio y polémico que
jetivo —cambio «desde abajo»— que lo haría más una dimensión más comunitaria y de cambio psi- desborda —pero condiciona— cualquier plan-
• Pérdida repentina de aportes físicos, psicoso- genuinamente comunitario, así como un concepto cosocial, no sólo estructural o social. Hay que des- teamiento meramente psicológico o psicoso-
ciales o socioculturales significativos. Así, en sustantivo tanto de «persona desarrollada» (para lo tacar, por ejemplo, que, como se constata en el tra- cial?
una ruptura familiar se pierden aportes psico- que servirían las ideas de salud mental positiva) to con colectivos marginados, la capacidad personal • ¿Es posible potenciar personas y comunidades
sociales básicos; un despido del trabajo priva como de «comunidad desarrollada», para lo que y social de localizar y utilizar recursos y aportes es sin alterar el equilibrio global de poder y los
al sujeto de aportes físicos (monetarios) y so- necesitaríamos modelos de desarrollo comunitario. tan importante como la existencia misma de esos sistemas sociales de dominación que lo man-
cioculturales (autoestima, utilidad social, re- Mientras esas integraciones teóricas llegan, se im- aportes o recursos. Esta línea de pensamiento y ac- tienen y encarnan?
des relaciónales, etc.) relevantes. pone en la práctica combinar varios modelos y con- ción es subrayada en el empoderamiento. • ¿Puede el psicólogo (o cualquier otro agente
• Amenaza de pérdida; así, en situaciones de ceptos para suplir así las carencias singulares de La confrontación de dificultades y carencias social) «empoderar» a otros —algo paradójico,
inestabilidad familiar o laboral. cada uno de ellos. también puede generar desarrollo humano en forma a primera vista— o bien la gente se «empode-
• Incremento de la responsabilidad ligada al au- El uso del modelo de suministros debería tener de capacidad de afrontamiento y «resiliencia» per- ra a sí misma» —una idea también sorprenden-
mento de esos aportes, como en un ascenso en cuenta algunas observaciones y matices críticos. sonal o social. Excluir esta dimensión conflictiva o te— creando poder «nuevo» o «apropiándose»
en el trabajo o al contraer matrimonio. Los distintos tipos de suministros son comple- problemática del esquema llevaría a la deducción, del poder de los que ya lo tienen, que difícil-
mentarios e interactúan potenciándose o anulándose poco creíble, de que la persona «criada entre algo- mente lo cederán graciosamente?
La prevención de los problemas psicológicos o mutuamente, como se señala, por ejemplo, para los dones» a la que se le da todo lo que pide alcanzaría • ¿Es el poder un recurso ilimitado, que se pue-
sociales deberá tener como objetivo básico asegurar suministros socioculturales. Así un clima familiar linealmente el máximo desarrollo humano. de crear y fomentar, o, por el contrario, un
y mantener el nivel social e individualmente adecua- afectuoso (suministro psicosocial) puede ser poten- bien limitado y escaso que sólo se puede re-
do de los tres tipos de aportes descritos. Eso se lle- ciado por la transmisión de normas y valores socia- distribuir? La confirmación de la primera op-
vará a efecto, según el autor, a través de la acción les claros o devaluado por normas contradictorias o 4. EMPODERAMIENTO Y PODER ción permitiría adoptar un modelo cooperativo
social (intervención política, social, legislativa, etc.), valores «negativos» para una sociedad concreta. O de empowerment en que se podría compartir
que trate de mantener el suministro social de aportes, la carencia de suministros familiares apropiados pue- El empowerment es una idea emergente, pero el poder (pues se podría incrementar el poder
y de la acción interpersonal, orientada a mantener de ser paliada o complementada por una institución muy pujante, de la PC y otros campos de la polí- del otro sin disminuir el propio), «empoderar»
el acceso de las personas a esos aportes y a ayudar- o un grupo de iguales «positivos»: ésa es, precisa- tica y la acción social. En 1981, Julián Rappaport, a otros y, más aun, lograr un empoderamiento
les a reparar los efectos de su pérdida. mente, la base del diseño de instituciones de acogi- un conocido teórico comunitario estadounidense, colectivo. Asumir la segunda opción lleva a
da de niños o de reeducación de adolescentes pro- lo propone como una alternativa positiva y desa- adoptar un modelo operativo de competición
Valoración. Caplan hace con este modelo una blemáticos. El desarrollo humano será función de la rrollista a las concepciones deficitarias o adapta- o conflicto por recursos escasos (correspondien-
aportación relevante: reconoce el desarrollo huma- convergencia de aportes desde las distintas institu- tivas, útiles para prevenir o paliar problemas psi- te con la noción de apoderamiento) en que el
no como eje del trabajo comunitario proponiendo, ciones sociales, mientras que la divergencia de apor- cológicos pero inadecuadas para guiar acciones poder se ha de redistribuir de manera que, si
además, un modelo operativo para alcanzarlo por tes entre una institución y otra (familia y grupo de que potencien personas y desarrollen comunidades. unos lo ganan {apropiándose de él); otros lo
medio de acciones —y políticas— sociales globales. iguales, escuela y mundo laboral, etc.) tenderá a ge- La introducción del empowerment viene a «equi- han de ceder o perder.
El «valor añadido» del modelo respecto a otros aquí nerar disonancia y conflictos internos (en algún gra- librar» el predominio teórico de la «comunidad»
incluidos es su planteamiento global y dinámico, do inevitables, tampoco nos engañemos). como asunto de interés de la PC. Implica, sobre Estas preguntas básicas nos sitúan directamente
que permite tomar en consideración el conjunto de Las instituciones y organizaciones sociales pue- todo, desplazar el foco psicológico desde la salud ante la complejidad y dificultad del empowerment
aspectos y niveles que facilitan —o dificultan— el den ser más o menos «funcionales» (o también ne- (el tradicional, ligado al modelo médico, la psico- y ante las posibilidades —y trampas— que la in-
desarrollo de las personas, algo impensable en con- gativas) para asegurar suministros de uno u otro terapia y la prevención) hacia el poder, un fenó- troducción del poder plantea en PC: si el poder
ceptos como la salud positiva y el empoderamiento, tipo. Así, una familia puede aportar suministros meno más pertinente —pero también más comple- es tan importante para constituir a las personas y
que, por su focalización personal y ausencia de di- afectivos negativos (odio, indiferencia, autodeva- jo y desconocido— para el análisis y el cambio las comunidades, hemos de estar preparados para

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encontrarlo en cada rincón de la práctica comuni- la Cooperación y el Desarrollo Económico, Fondo desequilibrios de poder, de forma que, en comuni- humanos; una concepción paralela a los suministros
taria, pues nadie querrá renunciar a él: los que no Monetario Internacional o Banco Mundial. dades muy desiguales, los más débiles necesitarán de Caplan. Es lugar común asumir que el poder con-
lo tienen lo buscarán afanosamente, y los que lo un mayor grado de empoderamiento que en otras siste en —o se logra a través de— el control de re-
tienen y usan querrán conservarlo y se resistirán a Definición y características. Los diccionarios más igualitarias. Otros definen contextos sociales cursos sociales valiosos pero escasos. La asunción
cederlo con el mismo afán. Consciente de su esta- (Collins, 2000; Random House, 1973) trasladan al «empoderadores» (que ofrecen oportunidades de de recursos escasos es, sin embargo, parte de un pa-
do emergente, trato de resumir aquí el significado castellano dos núcleos diferentes de significado del empoderamiento) y «empoderados» (que, teniendo radigma asociado al conflicto y la competición al
—los significados, mejor— del concepto-proceso, empowerment. Uno, «dar poder, autorizar o capaci- poder, lo usan para promover cambios sociales), y que se puede enfrentar otro paradigma cooperativo
sus componentes y niveles operativos, caracterís- tar», es decir, empoderar, término antiguo usado por otros hablan de «coempoderamiento» en referencia que no precisa tal asunción, ya que la colaboración
ticas de su «hermano mayor» social (el poder) y, Cortina (2003) y Zambrano (2003). Dos, «apoderar- a procesos cooperativos de cambio en que las dis- conduciría a una expansión sinérgica del poder y
apunto, finalmente, algunas conclusiones y propues- se de, tomar el poder», acepción más moderna reco- tintas partes resultan empoderadas. recursos existentes. La opción por uno u otro mode-
tas para usar el empowerment en PC. Amplío, para gida por Gil Calvo (2003) como apoderamiento. La lo es, según se ha visto, clave para determinar el tipo
ello, lo ya escrito (Sánchez Vidal, 199la), usando palabra «empoderamiento» parece más consonante Componentes. Zimmerman identifica tres com- de acción —redistribuidora o cooperadora y desa-
la exposición de Kofkin (2003, capítulo 9) y las con la idea general de adquirir poder, mientras que ponentes en el empoderamiento: acceso a los recur- rrollista— a emprender para acceder a los recursos
de Zimmerman (2000; Rappaport, 1981 y 1987);
«apoderamiento» es más parcial, y refleja sobre todo sos sociales, participación social conjunta y com- y desarrollar el poder. Mi impresión es que la estra-
Montero (2004) ha hecho una revisión crítica del
el segundo significado de su contraparte inglesa. La prensión crítica del contexto social. tegia cooperativa sólo será posible y efectiva en un
concepto y del fortalecimiento comunitario que, por
distinción semántica no es baladí; bien al contrario, Acceso a los recursos sociales que, a nivel indi- medio social mínimamente solidario y comunitario,
haber aparecido cuando este libro estaba escrito, no
expresa las dos concepciones posibles del empower- vidual (trabajo, salud, autoestima, dinero, etc.) o co- mientras que, en medios sociales organizados en tor-
ha podido ser incluida aquí.
ment, y los dos modelos prácticos ligados a ellas: munitario (sentimiento de comunidad, financiación no al individualismo y la competitividad (o en casos
1) algo que unos «transmiten» a otros («empodera- pública, disponibilidad de empleos, redes de comu- de claro conflicto de fines entre grupos), el modelo
miento»); 2) algo de lo que hay que apoderarse, por- nicación...), pueden satisfacer necesidades y deseos de conflicto puede ser más efectivo y realista.
4.1. Concepto y carácter que el otro no lo cederá sin más («apoderamiento»).
del empoderamiento Uso aquí la palabra «empoderamiento» como reflejo
más amplio y neutral de empowerment, sobreenten- CUADRO 4.5
Aunque la idea de empowerment tiene sus raíces diendo que la apropiación puede ser parte del proce-
en las luchas por la liberación de la opresión pro- so. El cuadro 4.5 resume el concepto y la estructura Empoderamiento/empowermQM: concepto, estructura y niveles
movidas en los años sesenta del pasado siglo por (componentes y niveles) del empoderamiento.
activistas como Paulo Freiré o Saúl Alinsky, el tér- Para Rappaport, el empowerment es el proceso Aspecto Descripción
mino comienza a ser usado a mediados de la déca- o mecanismo a través del cual personas, organiza-
da siguiente en los campos del trabajo social, polí- ciones o comunidades adquieren dominio o control Concepto Proceso de —interacción para la— adquisición de poder y control sobre vida personal,
tica y sociología por autores como B. Solomon sobre los asuntos vitales. Asumiendo el punto de institucional y comunitaria
(1976), Berger y Neuhaus (1977) o Laue y Cormick vista ecológico, señala su carácter socialmente com- Dotar de poder, capacitar, habilitar
(1978). Rappaport lo propone en 1981 como con- plejo y transversal (se da en varios niveles sociales Apoderamiento del poder
cepto guía de la PC buscando distanciar al campo y entre ellos) e infinito (no es un recurso escaso),
de la prevención (y sus referentes de disfunción y así como la necesidad de ver el empoderamiento Componentes Percepción subjetiva (sentimiento de poder, potencia)
enfermedad) y asociarlo, por el contrario, con el desde el contexto social y evolutivo de las personas, Poder personal real; ligado al poder global y a su distribución comunitaria o social
desarrollo de potencialidades y competencias en un entenderlo desde la perspectiva (valores e ideología) 1. Comprensión crítica (conciencia) del contexto sociopolítico: distribución social de
proceso en que, siendo el profesional un colabora- poder, grupos de poder e interés...
de cada grupo social y tener la igualdad personal y
dor cercano, se reconozca que la gente tiene opcio- 2. Relación y comunicación con otros para la participación y organización colectiva
la participación social como prerrequisitos para que 3. Acceso a recursos sociales para satisfacer necesidades y deseos humanos relevantes
nes y derechos, no sólo necesidades y problemas. se alcance. Otros han remachado estas ideas o aña-
La idea de empowerment hace fortuna y su uso se dido otras que aclaran el significado del proceso
extiende, recibiendo considerable atención en dis- Nivel individual Potencia: poder latente, percepción de poder
empoderador: la interacción social y participación Poder personal real
tintos campos y erigiéndose en poco tiempo en re- como elementos intermedios y el acceso a, o control
ferente operativo imprescindible de una amplia sobre, los recursos sociales como condicionante y Nivel relacional y Relación y comunicación entre personas, grupos y comunidades para conseguir poder
parcela de la acción social ligada a la economía y resultado del proceso. Laue y Cormick hablan de microsocial social participando en acciones sociales
la empresa, la política y la retórica de organismos «empowerment proporcional», en referencia a la
internacionales como la ONU, Organización para «cantidad» de poder necesaria para eliminar los Nivel macrosocial Poder social, global

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Participación social de los desfavorecidos crean- Sin percepción (o conciencia) de poder el sujeto no ción comunitaria. Berger y Neuhaus (1977) han la percepción subjetiva en esos niveles se crea con
do una «causa común» y una conciencia de grupo actuará para alcanzar el poder real; pero la concien- propuesto el respeto y fortalecimiento de las estruc- frecuencia más una ilusión de poder que un poder
oprimido que los lleve a buscar colectivamente el cia de poder no basta por sí sola: el sujeto debe turas sociales (vecindario, familia, iglesia y aso- real y duradero. Inevitablemente, el empoderamien-
cambio global en pos de la justicia social. emprender acciones conjuntas que incrementen su ciaciones voluntarias, entre otras) que intermedian to colectivo va entonces unido al cambio social
poder. El logro efectivo de ese poder confirmará y entre el individuo y las instituciones sociales im- (véase la próxima sección), a la justicia distributiva
Comprensión crítica («concienciación») del con- fortalecerá la percepción inicial; el fracaso la refu- personales (gobiernos, burocracias y corporaciones global o a nociones, economicistas pero globales,
texto sociopolítico que, según el esquema evolutivo tará. Y, viceversa, la percepción de impotencia ge- industriales) como vía para alcanzar el empower- como el capital social (interacciones y vinculacio-
de la conciencia de Freiré, llevará a rechazar el es- nerará pasividad, confirmando la derrotista visión ment. Esas estructuras serían vitales para canalizar nes sociales basadas en la confianza y reciprocidad).
tado injusto de cosas y a buscar una liberación de inicial. Esta misma dinámica o dialéctica entre la la participación de los individuos en las decisiones Necesitamos pues visitar el terreno sociológico del
la opresión. visión subjetiva de empoderamiento y la posesión y para el establecimiento de metas de la colectivi- poder social, que, aunque trasciende el ámbito de
Asumiendo un punto de vista dinámico y prác- real de él se repite en cada nivel, aunque el paso de dad. Ya se señaló (capítulo 3) hasta qué punto el la psicología y el poder personal, está, como se ha
tico, observamos cómo, reordenando estos compo- uno a otro —percepción subjetiva a adquisición deterioro de una de esas estructuras intermedias, la indicado, decisivamete conectado con ambos.
nentes estructurales y «volviendo del revés» la pro- real— se hace más complejo y dificultoso a medi- comunidad, ha tenido efectos psicosocialmente per-
puesta de Zimmerman, obtenemos un programa da que ascendemos en los niveles sociales. Y es que niciosos, uno de los cuales sería, en la línea que nos
operativo coherente de empoderamiento cuyos pa- las resistencias serán infinitamente mayores para ocupa, dificultar la participación y empoderamien- 4.2. Poder social
sos serían: un cambio de poder global —que suponga amena- to colectivo al «dejar solos» a los individuos ante
zas reales para los «poderes establecidos»— que las poderosas instituciones burocráticas y élites so- Pese a su relevancia, el poder tiene un recono-
1. «Toma de conciencia» de la situación de para cambios individuales o microgrupales que no ciales que acaparan y mantienen el poder. cimiento desigual en la teoría social: mientras pasa
opresión y comprensión realista del contex- amenazan apreciablemente el equilibrio global de A medida que ascendemos en el nivel social, se casi inadvertido en psicología social (pese a ser la
to sociopolítico comunitario o social que en poder o la posición de las élites dominanes. Al mis- hace más preciso considerar el marco sociopolítico forma más importante y frecuente de influencia e
gran parte determina el reparto global del mo tiempo, para tener dominio o control de la pro- y el momento histórico al analizar las posibilidades interacción social), los análisis más influyentes se
poder y otros recursos. pia vida no basta la percepción individual; necesi- de empoderamiento personal y comunitario. Baste encuentran en algunas corrientes y autores socio-
2. Participación en la acción colectiva necesaria tamos también una serie de recursos o suministros contrastar las ansias de participación de los espa- lógicos: Marx, Weber y otros (como Wright Mills,
para cambiar la situación social injusta y en- —en lenguaje de Caplan— sociales; el poder per- ñoles (a pesar de la falta de hábitos participativos) Simmel o Dahrendorf). Sigo aquí la síntesis de Dye
frentarse a las élites y poderes establecidos, sonal depende —y puede influir en— del poder en la transición democrática con la apatía actual, (1995), pero también a Bierstedt (1952) y otras lec-
algo difícilmente abordable desde un nivel social. Autoestima, autoeficacia, sentimiento o lo- con unos hábitos y «habilidades» participativas mu- turas recogidas por Coser y Rosenberg (1969), re-
pequeño-grupal o meramente individual. calización del control e impotencia aprendida son cho más desarrollados. Por otro lado, en las socie- sumiendo conceptos y características centrales del
3. Acceso a los recursos (riqueza, poder, esti- conceptos psicológicos ya acuñados y emparentados dades construidas sobre el individualismo y la com- poder social y sus implicaciones políticas, incluida
ma, etc.) sociales escasos (o no) e injusta- con el empoderamiento individual, el más familiar petitividad se suele entender el empoderamiento su relación con el empoderamiento, que vendría a
mente repartidos: resultado esperable de una y apreciado por el psicólogo. como simple autosuficiencia personal, lo que difi- ser su «borde» psicosocial, el que verdaderamen-
acción social eficaz (el acceso a los recursos culta enormemente la búsqueda de soluciones em- te nos interesa aquí. En español, podemos señalar
puede ser también un paso intermedio en el Nivel relacional y microsocial. El empodera- poderadoras globales. Y aunque la perspectiva eco- como fuentes documentales sobre el poder social
proceso de adquisición de poder). miento se deriva aquí de las interacciones y rela- lógica asume que los cambios de poder «irradian» y sus dinámicas el libro más político-filosófico de
ciones personales y de la participación en grupos y desde los niveles sociales más altos a los más bajos, Ibáñez (1982) sobre Poder y libertad y el capítulo
Niveles de análisis y actuación. Aunque en asociaciones sociales medias según una idea obvia: el fenómeno opuesto —«ascensión» hacia arriba 2 del libro de Martín Baró Sistema, grupo y poder
PC el empowerment se ha considerado casi siem- en la medida en que el poder es un fenómeno global, del cambio— es posible: algunas transformaciones (1989), una sobresaliente síntesis psicosocial, vista
pre en el nivel individual (como un atributo per- el empoderamiento —personal, grupal o del tipo globales —como las producidas por movimientos críticamente desde la perspectiva marxista. Pero el
sonal), las pretensiones ecológicas del concepto que sea— precisa de la colaboración de personas y sociales— se nutren de la participación en esfuerzos poder no puede ser encasillado en un campo (po-
exigen considerar otros niveles (interactivo y mi- grupos e implica por tanto algún tipo de interacción colectivos de cambio, de la inducción de climas lítico, social, psicológico, económico...) concreto,
cro y mesosocial) que en su límite superior bordean instrumental para alcanzarlo. La adquisición de ha- sociales propicios al cambio, de la creación de nue- pues es un fenómeno transversal a todos ellos que,
ya el poder social. bilidades relaciónales o sociales, la organización vas instituciones o de la ejemplificación de formas por tanto, será definido mejor en relación a los di-
social en torno a objetivos comunes y la participa- de vida más igualitarias que acaban siendo adopta- ferentes fenómenos sociales con que se combina y
Nivel individual. Incluye los dos aspectos inter- ción en grupos comunitarios son, desde este punto das o imitadas por muchos. relaciona —y con los que tiene fronteras con fre-
dependientes y dialécticamente vinculados del po- de vista, tanto formas de desarrollo personal como, Parece que, en general, el empoderamiento in- cuencia borrosas—: la autoridad, la influencia y la
der personal o psicológico: la percepción de poder sobre todo, vehículos para el empoderamiento co- dividual y microsocial no remedia las injusticias dominación, el conflicto y el cambio social. Como
y el control real de ese poder y de la propia vida. lectivo y, como tales, estrategias centrales de la ac- globales del sistema, de forma que actuando sobre realidad multiforme, debe ser también entendido a

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través de las instituciones o áreas de la vida social fuerza latente, de manera que la fuerza es poder cuencia y diversos tipos de violencia y, en general, medios de producción y los frutos del trabajo, cuyo
que lo manifiestan (y, a veces, enmascaran): la polí- manifiesto. Pero el poder no sólo se manifiesta como en casi todo tipo de conflictos (entre personas, gru- «despojo» genera alienación en los «desposeídos».
tica y la ley (poder político y legislativo), la econo- fuerza (por ejemplo, en la acción policial o militar), pos, instituciones, comunidades o naciones) y, en La ideología «disfrazaría» la injusticia y la opresión,
mía (poder económico), el ejército (poder militar). sino también como ideología, a través de las ideas el nivel psicosocial, en las relaciones interpersona- justificándola y haciéndola soportable a los que la
Otros (Bierstedt, Simmel) subrayan la naturaleza que justifican y legitiman situaciones y relaciones les, particularmente en los sentimientos de domi- sufren. El conflicto —regla, no excepción— es el
social del poder, su centralidad en la vida social: el sociales. No es sólo el constituyente central de la nación o impotencia que acompañan a algunas for- «motor» del cambio social, en versiones modernas
poder es, argumenta Bertrand Russell, el concepto política, el ejército o la economía —reconocidos mas de relación. Resumiendo, en mayor o menor como la de Dahrendorf (1974), estando ligado a la
fundamental de las ciencias sociales, como el de como sistemas de dominación y de ejercicio abier- grado, el poder está detrás de todos los problemas lucha entre grupos de interés (conflicto de intereses)
«energía» lo es para las ciencias físicas. to del poder—, sino que está presente en mayor o sociales y es ingrediente central —a la vez causa en que el poder está «dualizado» —los que ejercen
menor grado en los sistemas de estratificación so- y efecto— de todo fenómeno que implique inte- la autoridad están interesados en mantener lo esta-
Concepto y manifestaciones. El poder puede cial, el colonialismo, las diferenciaciones (y discri- racción social de uno u otro tipo por dos razones: blecido, y los que están sujetos a ella buscan cam-
ser definido como la capacidad de afectar al com- minación) de género y raza. También en los grupos 1) es constituyente ineludible de la relación social; biar «el sistema»— y es estructural, no localizado
portamiento de otros o a la vida colectiva a través sociales organizados (y, en menor medida o de otra 2) es el núcleo de la desigualdad, el conflicto y la y coyuntural.
de la amenaza o el uso real de la fuerza y de re- forma, en los grupos sociales informales y la co- oposición; no sólo no habría desigualdad sin dife-
compensas y castigos. El poder es, para algunos, munidad), la pobreza, el trastorno mental, la delin- rencias de poder, sino, argumentan algunos, tam- Poder, interacción y empoderamiento. Reco-
poco hay poder sin diferencias de poder, si unos no jo aquí algunos análisis sociológicos de orientación
CUADRO 4.6 tienen más poder que otros. El poder —social o más microscópica o interactiva que pueden iluminar
personal— ha de estar, por tanto, en el centro de la relación entre poder global y empoderamiento y
Poder social: concepto, carácter y dinámica cualquier programa de desarrollo o cambio social. ser especialmente pertinentes para la PC. Simmel
El cuadro 4.6 resume algunas de sus características (1977) ha descrito las relaciones como formas de
Aspecto Descripción estructurales y dinámicas. dominación sostenidas por la reciprocidad activa
de ambas partes —roles o personas—: el que do-
Concepto del Forma de influencia social: capacidad de afectar a otros y de controlar recursos socialmente Poder, autoridad y conflicto social. Weber y mina pero también el dominado o subordinado que
poder valorados otros han hecho una distinción importante para el acepta implícitamente la relación y su orientación.
Fuerza latente Toda relación asimétrica, advierte, esconde un in-
análisis entre el poder —ligado para algunos a las
«Savia» de vida social; energía que dinamiza acción social
personas— y la autoridad, el poder institucionali- tercambio de influencias entre la parte supraorde-
Un forma de relación entre individuos, grupos e instituciones
zado o legitimado, ligado a la sociedad. Otros han nada y la subordinada (el profesor y la clase, el
notado que buena parte del poder no se ejerce di- periodista y sus lectores, etc.) en que la aceptación
Carácter, Adopta múltiples formas y apariencias: riqueza, armamento, ley, autoridad, opinión, influen-
rectamente sobre otros —personas o grupos—, sino de esta última está ligada a su falta de deseo de
dimensiones cia social
Está desigualmente distribuido: no hay poder sin desigualdad; si todos lo tienen, no hay ver- indirectamente a través de dispositivos institucio- ejercer la libertad e iniciativa cuyo precio no se está
dadero poder nales (la policía o la judicatura, las burocracias es- dispuesto a pagar. Corolario práctico del análisis
Se ejerce a través de instituciones sociales (ejército, empresa, política, justicia y policía, tatales o corporativas) u organizativos: las reglas y de Simmel: el poder del otro se refuerza si uno no
familia, escuela...) normas de la empresa o la asociación, los contratos ejerce el suyo y defiende su libertad de actuar, pues
La autoridad es poder institucionalizado, legítimo de alquiler o compraventa, los programas informá- está dando su consentimiento tácito al ejercicio por
Está presente en la organización social formal e informal y en la comunidad ticos, leyes mercantiles de oferta y demanda, etc. aquél del poder. De otra forma, y generalizando, la
Se manifiesta en el conflicto, la desigualdad, la ideología y los problemas sociales De forma que esas estructuras sociales deben ser pasividad y dejación refuerza el poder establecido,
Es ejercido por las élites y «padecido» por las masas el statu quo. Y, viceversa, el poder propio se refuer-
tomadas en consideración en el cambio social pues,
Como relación (de dominación u otra), implica reciprocidad activa por ambas partes, domi-
por una parte, legitiman el ejercicio del poder, re- za con el ejercicio del poder, que a su vez, contro-
nante y subordinada
Su dimensión psicosocial incluye sentimientos de potencia e impotencia y poder real —o ca- sultando, por otra, vitales para hacer eficaz ese ejer- lará el ejercicio del poder de los demás y de los
rencia de él— ligados a las personas y sus relaciones con los demás cicio y para mantener el sistema de poder estable- poderes institucionalmente establecidos.
cido. Todo orden social necesita así un sistema de
legitimación del poder y las instituciones estable- Powerlessness y empoderamiento. El punto de
Dinámica El poder propio se refuerza cuando uno lo ejerce y cuando los otros renuncian a ejercerlo cidas, en que la ideología suele desempeñar un pa- vista psicológico es componente relevante de cier-
Fuentes de poder: el número (las mayorías), la organización social, la participación en ac- pel relevante. El análisis marxista subraya el papel tos fenómenos sociales globales ligados al poder y
ciones colectivas y los recursos sociales valiosos del poder en los conflictos sociales y en las rela- a su carencia. Así, los sentimientos de impotencia,
ciones de dominación ligadas a la posesión de los desesperanza y desconfianza (powerlessness) son
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parte esencial de problemas sociales como la po- sonal que lleve a una acción social eficaz (nivel cedentes en respuesta a las preguntas planteadas al recursos (Sánchez Vidal, 2002a) según el cual la
breza —la «cultura» de la pobreza— y constituyen psicológico del empoderamiento); relación iguali- principio. Las complemento aquí ampliando los mode- constitución de cualquier espacio o agrupación social
su componente psicosocial, que hay que tener en taria o simétrica (nivel psicosocial) que transfiera los operativos ya apuntados y algunos principios adi- (grupo, institución, empresa, equipo de trabajo,
cuenta, junto a otros, a la hora de abordar esos pro- poder y potencie el sentimiento de potencia del otro. cionales (véase el cuadro 4.7) que me llevan a esbozar asamblea vecinal, comisión, asociación de padres
blemas. Segundo, las relaciones profesionales (o Faltan aquí dos componentes adicionales, más so- un proceso general para alcanzar el empoderamiento. de alumnos, etc.) genera poder y otros recursos so-
de ayuda) que se establecen en las intervenciones ciales, para redondear el proceso de empoderamien- ciales ligados al tipo de espacio social creado y a
incluyen una importante dimensión —e intercam- to que se esboza en el próximo apartado: interacción Modelos de empoderamiento. La pregunta ini- los elementos comunes puestos en marcha para di-
bio— de poder que hay que saber manejar en la con otros de cara a la participación u organización cial de si el psicólogo puede generar poder en otros, rigirlo y mantenerlo: prestigio, evaluación social,
práctica. Dado que esas relaciones suelen ser asi- social y acción colectiva para adquirir poder. empoderarlos (o, siendo más humildes y realistas, poder político, medios económicos, capacidad de
métricas de entrada, si el psicólogo comunitario ayudarlos a que se empoderen a sí mismos), tendría influencia social y creación de opinión, etc. Esta
quiere convertirlas en un vehículo de empodera- como respuestas posibles dos modelos sociales de concepción de recursos sociales salvaría de algún
miento y desarrollo humano —por limitado que 5. COMO EMPODERAR empoderamiento —el cooperativo y competitivo— modo la bifurcación analítica (modelo finito-redis-
sea—, debe, para estar dispuesto a compartir poder, A LA COMUNIDAD: MODELOS a los que quiero añadir un tercero, de creación de tribuidor, modelo infinito-desarrollista), transfor-
cederlo a otros, en vez de acapararlo y aumentar el OPERATIVOS recursos, de factura propia. mándola en un proceso dinámico: el poder es un
propio poder y prestigio. El nivel interactivo no es, recurso indefinido en la medida en que se van crean-
sin embargo, suficiente para lograr el desarrollo No debe haber dudas a estas alturas sobre el gran Modelo cooperativo: ayudamos, como psicólo- do espacios sociales en una comunidad o sociedad
humano, que, desde el punto de vista comunitario, potencial práctico del empoderamiento. Varias de- gos, a generar condiciones personales y relaciones y hasta ese momento; pero, una vez creados esos
debe incluir, al menos, dos componentes: fortale- rivaciones y aplicaciones prácticas de la teoría del sociales cooperativas en que, manteniendo la comu- espacios institucionales, el poder queda limitado y
cimiento del sentimiento de poder (potencia) per- empowerment han sido ya hechas en las páginas pre- nidad y pertenencia, se adquiere y comparte relacio- sólo puede ser redistribuido, hasta que se «recons-
nal y colectivamente el poder, que se asume ilimita- truya» o desarrolle el espacio social o se creen otros
do y compartible. La exposición de Prilleltensky espacios nuevos que generen recursos adicionales.
CUADRO 4.7 Tampoco invalidan ese modelo las observaciones
(1997) ilustra claramente la postura cooperativa.
Modelos y proceso de empoderamiento sobre la influencia del entorno social global (coope-
Modelo competitivo, de conflicto: ayudamos a la rativo o competitivo), pero introducen una nueva
Modelo Descripción organización social de los más débiles para que pue- mirada analítica sobre el tema del poder y el empo-
dan defender sus intereses por sí mismos y se apo- deramiento: las personas serían, a la vez, agentes
Cooperativo Poder recurso ilimitado > se puede crear y desarrollar poder deren «proporcionalmente» —según sus carencias— sociales generadores y «consumidores» de poder,
(presupone/aumenta: solidaridad y comunidad) del poder, que, como recurso escaso, precisa ser como actores sociales interesados, si se quiere. Así,
redistribuido a un nivel comunitario o superior, como el liderazgo o la jerarquización de un grupo se en-
defienden, por ejemplo, Laue y Cormick (1978). tenderían como «apropiación» de los bienes colec-
Conflicto/competición Recurso limitado ^ hay que redistribuir socialmente el poder existente
Hay que notar, en todo caso, que la respuesta tivos creados o de búsqueda de influencia por parte
(presupone/refuerza: competitividad, individualismo) de unos, y como cesión de poder y fatalismo resig-
negativa a la pregunta de si se puede ayudar al em-
poderamiento de los más débiles o desfavorecidos nado por parte de la mayoría más pasiva que aporta
Recursos sociales La constitución de un espacio social genera poder y otros recursos psicosociales; el conduce o bien a la revolución (harto improbable recursos a la comunidad pero apenas saca beneficio
desarrollo humano y social dependen del acceso a, y distribución del poder y los hoy día), o bien a la pasividad y la inacción. El am- de su reparto, exceptuada la cómoda posición de
recursos generados irresponsabilidad y concentración en sus asuntos
biente social actual favorece claramente el modelo
competitivo/conflictivo, que es, así, más «realista» privados. El «manejo» del poder creado es también
Asunciones Nivel social medio pero también más desintegrador, en tanto que desde vital para una acción comunitaria empoderadora: el
Manejo dialéctico del sentimiento de potencia-poder real acceso igualitario y la distribución equitativa del
la perspectiva comunitaria primaríamos el modelo
Transformar potencia en poder real exige acción social eficaz poder y recursos comunes aportarán oportunidades
cooperativo, que puede ser menos realista (quizá en
algunos casos inviable) pero es a la vez más integra- de empoderamiento colectivo —o de los más débi-
Proceso 1. Identificar potencial poder en grupo/colectivo les, quienes más necesitan de ese poder— fortale-
dor y coherente con la filosofía de la PC.
2. Generar sentimiento/conciencia de potencia ciendo la solidaridad global. La desigual distribución
3. Relación con otros, sentimiento de pertenencia, participación en acción colectiva
u organización en torno a objetivos comunes Modelo de recursos: espacios sociales y gene- de esos «bienes» comunes o su acaparamiento por
4. Acción social efectiva para obtener/compartir poder y recursos sociales valiosos ración de poder. La pregunta puede tener una res- unos pocos (personas o élites movidas por la bús-
puesta diferente si adoptamos un enfoque social de queda de estatus o poder), favorecidos por unas re-

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glas «sesgadas», aumentarán el poder de esos pocos terno dotado de poder técnico o burocrático que ganización, activación, etc.) social. En la práctica, ha sido desarrollado en otros espacios (Sánchez
a costa del malestar colectivo y del sentimiento de respeta las necesidades y el ritmo del grupo. Aven- el empoderamiento es un enfoque interventivo Vidal, 2002a, 1991a y 1995), a los que remito al
opresión, y ahondarán las diferencias e injusticia turo como conclusión un proceso operativo que, orientado hacia el desarrollo del poder de decisión lector interesado en ampliar la visión del cambio
global, llevando, quizá, a la exclusión de aquellos teniendo en cuenta el estado inicial del asunto y en y actuación de los grupos sociales más indefensos social y, sobre todo, los problemas sociales que
que, necesitando más poder, no disponen de los me- línea con todo lo expuesto, puede guiar el empode- o desfavorecidos alcanzado a través de la partici- aquí reviso más brevemente. Las nociones de cam-
dios o recursos para acceder a él. ramiento comunitario, ayudando a transformar un pación social y la organización colectiva en que el bio social y problemas sociales están emparenta-
sentimiento inicial de potencia en poder real me- interventor actúa como dinamizador o activador y das. El cambio social suele ir dirigido a resolver
Reglas del empoderamiento comunitario enten- diante una acción social efectiva. Constaría de cua- recurso técnico, pero no marca los objetivos de la problemas sociales —también, con menos frecuen-
dido en el nivel social medio, a tenor de lo ya con- tro pasos: acción. cia, a alcanzar metas positivas—, por lo que pre-
siderado, serían: supone su existencia como justificación: una de
1. Identificar un grupo o colectivo social con poder las condiciones que suelen exigirse para acordar
• Privilegiar el nivel intermedio o psicosocial potencial y que, típicamente, se suele sentir im- 6. CAMBIO SOCIAL Y COMUNITARIO la existencia de un problema social es, como se
(poder psicológico, interacción y asociación potente o frustrado en relación con necesidades verá más adelante, que haya acuerdo en que la
social) asociado a, pero distinto de, el nivel insatisfechas o aspiraciones no alcanzadas. Salud mental positiva y desarrollo humano son situación precisa cambios. También la idea de in-
macrosocial, como propio de la acción comu- 2. Ayudar a generar sentimiento de potencia (o ideales referidos al despliegue o desarrollo de cua- tervención —que se desarrolla en el capítulo 7—
nitaria; reconocer sus potencialidades, sin ol- fortalecer el existente), la conciencia de que se lidades personales o sociales, pero no contienen está ligada a la de cambio, a la que añade, además
vidar sus límites: es en el nivel macro donde puede alcanzar poder (concienciación, si se verdaderas ideas de cambio y, como se ha visto, del acento sobre la autoría del cambio («desde
están los mecanismos de asignar y distribuir quiere); sentimiento o conciencia que puede tienen dificultades por su acento positivo y conti- arriba») y sus condiciones, el acompañamiento de
el poder global. establecerse a partir del reconocimiento del es- nuista para manejar los conflictos y discontinui- unos objetivos y de un proceso generalmente «pla-
• Distinguir —y manejar juiciosamente— el tado actual de impotencia (opresión, desespe- dades sociales. El enfoque positivo y el acento en nificado».
sentimiento de poder (de potencia, sería más ración, pobreza, etc.) o bien desde el estado el desarrollo de la PC no deben ocultar la necesi-
correcto) del poder real: la percepción o con- ideal (de poder, control, riqueza, igualdad, de- dad de ideas y modelos de cambio social que per-
ciencia de potencia es en general condición sarrollo, etc.) que se aspira a alcanzar o que mitan manejar situaciones indeseables o injustas 6.1. Concepto y formas del cambio
necesaria pero no suficiente para la adquisi- otros grupos ya poseen o han alcanzado. —que necesitan cambios verdaderos y no simples social
ción de poder, que precisa, además, de una 3. Facilitar la interacción social y el fortalecimien- desarrollos de lo ya existente en personas o colec-
acción social eficaz y generalmente colectiva. to del sentimiento de pertenencia al grupo social tivos— y que puedan manejar apropiadamente el El cambio social puede ser definido como la
Sin la conciencia (colectiva) de potencia, sin desposeído como vías para la participación so- conflicto social. Es interesante observar cómo las alteración de la estructura o el funcionamiento de
embargo, difícilmente se embarcará la gente cial en un esfuerzo colectivo de cambio para ideas de poder y empoderamiento son útiles en las un sistema social que tiene efectos relevantes para
en la acción transformadora: habrá, primero, empoderarse —generando poder o apropiándo- dos direcciones de las transformaciones comuni- la vida de sus miembros; esto es, la modificación
que animar o inducir ese sentimiento potencial se del desigualmente repartido— o para generar tarias: el cambio social y el desarrollo comunitario de los sistemas normativos, relaciónales y teleoló-
de poder. La percepción de impotencia lleva organización social en torno a unos objetivos o social. Las nociones de cambio social y proble- gicos (de fijación de metas) que gobiernan el sis-
a la inacción; la transformación del sentimien- (ligados al punto 2) comunes que cohesionan y mas sociales son pues necesarias en PC, aunque, tema social y que afectan decisivamente a la vida
to de potencia en poder real exige acción co- orientan la acción colectiva y que, por supuesto, por su alcance macrosocial, su encaje en la teoría y relaciones —horizontales y verticales— de sus
lectiva. son definidos por el grupo, no por el interven- comunitaria pueda resultar tan problemático como miembros, sean éstos individuos o grupos sociales.
tor. el de las ideas de salud positiva y desarrollo hu- Mirado globalmente, el cambio social admite gra-
La intervención comunitaria empoderadora. 4. Ayudar a «diseñar» y realizar una acción social mano: si éstas eran insuficientes por demasiado dos. En el «verdadero» cambio social se produce
¿Podemos proponer algunas ideas o pasos concre- efectiva para obtener el poder (o los recursos psicológicas, aquéllas parecen excesivas por de- una alteración de la relación entre los constituyen-
tos para lograr una acción comunitaria empodera- sociales que conducen a él) o compartirlo; «efec- masiado sociológicas. tes del sistema (individuos, grupos, instituciones
dora? Zambrano (2003) ha sugerido tres condicio- tiva» implica el uso de una técnica y una estra- Nos centramos aquí en el cambio social y sus y comunidades) al cambiar algunos de sus ingre-
nes o posibilidades para una acción comunitaria tegia ajustadas a los objetivos perseguidos (ca- tipos, los contenidos más específicos del cambio dientes básicos (normas, valores, roles, órganos
empoderadora: se fomentan acciones colectivas a pítulo 7). comunitario —como una variante del cambio so- rectores, sistemas de distribución de poder, etc.)
favor del bien común (a partir de objetivos compar- cial—, la noción emergente de cambio psicosocial que posibilitan tanto la reproducción del sistema
tidos y en un clima de confianza y reciprocidad que Resumiendo, en PC, el empoderamiento o em- —también cercana al cambio comunitario— y el como la de sus «productos» humanos, los indivi-
desarrolla el «capital social»); se generan condicio- powerment se ha convertido en un referente opera- potencial y límites del abordaje psicosocial del duos y grupos intermedios socializados por él. Esa
nes para el aumento del poder y la potenciación de tivo imprescindible que articula y da forma a una cambio global. Partiendo de una breve definición, acepción «fuerte» del cambio recibe, según el con-
la comunidad; el psicólogo actúa como agente ex- vasta área de actuación ligada a dinamización (or- resumo los aspectos más aplicados del tema que texto conceptual, nombres como cambio social

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1 4 2 / Manual de psicología comunitaria Otros conceptos: desarrollo humano, empoderamiento, cambio social, problemas sociales I 1 4 3

«cualitativo», «estructural», «radical» o «de segun- se trata de una trivialización de la idea de cambio Se trata de formas o tipos de cambio no nece- reconstrucción social y el cambio social. Aparecen
do orden». Y suele implicar un cuestionamiento social —que vale más llamar simplemente, en plu- sariamente distintos y excluyentes sino, más bien, condensados en el cuadro 4.9, y su examen debe ir
—o «problematización»— de las bases culturales ral, «cambios»— que no supone un cambio verda- interdependientes que con frecuencia coexisten acompañado de la misma advertencia que el resto
y sociales del sistema para las que se buscan alter- dero. y se complementan en los procesos globales de de formas de cambio: aunque distintos en el análi-
nativas. Una concepción menos fuerte del cambio En línea con lo ya mencionado, podemos dis- cambio, mientras que pueden distinguirse en las sis, no forman categorías excluyentes, solapándose
social, más frecuente en la acción social actual, tinguir varias formas o tipos de cambio social in- transformaciones más parciales que suelen po- con frecuencia en los intentos concretos de cambio
implica, como se ha dicho, la existencia de proble- tencionado, según el aspecto o dimensión en que ner el acento en una u otra forma en función de comunitario.
mas sociales que exigen solución sin modificar se centra el cambio (estructural, relacional, desa- su importancia para el proceso global de cambio
necesariamente el sistema social o sus cimientos; rrollo, distributivo, generación de alternativas o que se pretende realizar o la mayor facilidad o • Prestación de servicios (salud, educación, ser-
estaríamos hablando aquí de reformas, más que de psicosocial), que están recogidas y descritas en el accesibilidad de ese cambio parcial. Así, pode- vicios sociales, etc.) orientados por criterios
cambios profundos. Hay una última noción de cam- cuadro 4.8. (excluyo el cambio «natural» derivado mos comenzar por cambios en los sistemas re- públicos (dirigidos a toda la población, no sólo
bio —muy empleada hoy en día en el área de las de catástrofes, pérdida de disponibilidad de recursos laciónales si ha habido quejas de la gente en ese a usuarios privados que los pagan en el mer-
organizaciones y en la vida diaria— en referencia energéticos, epidemias u otros cambios externos o sentido o pensamos que la estrategia a introducir cado), sociales (subrayando la atención a los
a ajustes o cambios menores en una empresa o en «sobrevenidos» que, sin embargo, pueden tener un para llevarlos a cabo va a generar menos resisten- más débiles o desprotegidos) o comunitarios
la vida de una persona («quién se comió mi queso», papel importante en el conjunto de cambios de una cia que el cambio estructural o la redistribución (realizados en la comunidad, con participación
«ponerse en forma» para la nueva estación, etc.): comunidad o sociedad). económica. La constancia de injusticias flagrantes de la gente y promoviendo recursos persona-
en una comunidad o de que ciertos colectivos no les y colectivos).
tienen acceso a los servicios básicos (de salud, • Desarrollo de recursos humanos de dos tipos.
por ejemplo) aconsejará acometer cambios en la Uno, recursos de ayuda para enfrentarse a las
CUADRO 4.8
distribución de recursos (y quizá, también, en los dificultades propias (como el entrenamiento en
Formas o tipos de cambio social procesos políticos de decisión). Como se señala, destrezas sociales) o ayudar a resolver las de
sin embargo, el cambio estructural y el desarrollo otros, como la formación de voluntarios o pa-
Formas Contenido social se suelen entender como procesos de cambio raprofesionales. Dos, recursos y capacidades
global y coordinado (de hecho son las dos formas dirigidas al desarrollo humano: escuelas para
Estructural Cambia la estructura institucional, las funciones realizadas por las instituciones sociales y básicas de cambio) con un efecto de «arrastre», no ser mejores padres, mejora de las relaciones
(cualitativo) las relaciones entre sistemas sociales obstante, sobre las otras formas de cambio que se sociales, fomento de redes de apoyo y partici-
verán también afectadas. pación local, promoción del asociacionismo,
Relacional Cambian las relaciones entre individuos o grupos el deporte o la salud, etc.
• Horizontales, entre iguales: aumenta la solidaridad o el sentimiento de pertenencia • Prevención de los problemas sociales y sus
• Verticales, jerárquicas: aumento de participación, democratización de la toma de deci- efectos, en sus modalidades de prevención pri-
siones 6.2. Contenidos del cambio maria (supresión de las causas y raíces de los
comunitario problemas), secundaria (atención global y re-
Desarrollo del Se desarrollan potencialidades del sistema y sus miembros; suele entenderse como integral, organización de servicios) y terciaria (rehabi-
sistema potenciando a la vez distintas partes y subsistemas: economía, educación, urbanismo, Otras tipologías y formas de cambio social son litación de las personas y resocialización fruto
(cuantitativo) salud y bienestar social, asociacionismo y participación, etc. descritas en el texto mencionado (Sánchez Vidal, de la educación de la comunidad).
2002a), en el que se discute también la distinción • Reconstrucción social, que trata de paliar o
Distributivo La distribución de bienes y recursos sociales: poder, dinero, estima, prestigio, informa- entre cambio individual (psicológico) y social, que compensar la desintegración social y comu-
cambia ción, etc. obviamos aquí a favor de la noción de «cambio nitaria actual de dos formas. Una, a través del
La forma de distribuirlos (o de acceder a ellos): igualdad de oportunidades, redistribución psicosocial» más pertinente para la PC que resul- apoyo a las instituciones existentes' (familias,
de la renta, gratuidad de los servicios básicos (educación, salud, etc.), empoderamiento de taría oscurecida por una dicotomía radical o polar grupos de iguales, articulación comunitaria, etc.)
desposeídos, participación y democratización de toma de decisiones entre cambio individual y cambio social. Antes de para que funcionen mejor. Dos, con la creación
entrar a revisar esa noción, interesa subrayar los de instituciones «artificiales» (hogares para
Instituciones Generación de alternativas sociales más humanas o eficaces cuando instituciones existentes contenidos más frecuentes del cambio comunitario personas maltratadas, familias de acogida, co-
paralelas no satisfacen necesidades o anhelos de la gente: escuelas alternativas, comunas iguali- o, si se quiere, los «tipos» del cambio social en el munidades terapéuticas, grupos de ayuda mu-
tarias, comunidades terapéuticas, comercio de trueque, etc. nivel comunitario que incluyen la prestación de ser- tua, etc.) que sustituyan a las que no funcionan
vicios, el desarrollo de recursos, la prevención, la bien, resultando nocivas para sus miembros, o

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1 4 4 / Manual de psicología comunitaria Otros conceptos: desarrollo humano, empoderamiento, cambio social, problemas sociales I 1 4 5

CUADRO 4.9 Centralidad de aspectos intermedios y relació- tendida como una búsqueda de alternativas a una
Contenidos del cambio sociocomunitario (Sánchez Vidal, 1991) nales, como las actitudes, significaciones, valores, situación social indeseable pero mantenida por un
interacción o empoderamiento, que, junto a su sig- «sistema adaptativo» (pautas de significación, in-
nificado subjetivo, son subrayados en los dos mo- teracción y comportamiento colectivo) a modificar
Prestación de servicios con orientación pública (para todos), social (para los más necesitados y excluidos) y
mentos decisivos del cambio: al definir los proble- a través de un cambio autogestionado por el grupo
comunitaria (desarrollando recursos y cercanos a la comunidad)
Desarrollo de recursos para ayudar a otros y para crecer como personas y ciudadanos mas o fenómenos a cambiar y al diseñar y llevar a social en que, venciendo aquellas resistencias al
Prevención primaria, secundaria y terciaria de los problemas, necesidades y conflictos comunitarios cabo las soluciones, priorizando en ambos el sig- cambio y ahondando en la oposición dialéctica en-
Reconstrucción social, creación de instituciones «artificiales» para sustituir a las naturales que no funcionan, nificado y valor para los sujetos tanto del fenóme- tre el «sistema adaptativo» actual —problemático
fomento de sentido de comunidad, fortalecimiento de redes y vínculos sociales, etc. no a cambiar como de las metas alternativas a per- e indeseable— y sus alternativas más deseables, se
Desarrollo comunitario, fomento coordinado de los distintos aspectos (territorio y vivienda, economía, vida seguir. Esta concepción concuerda con la que halle una síntesis más adecuada y funcional para el
social, educación, salud, etc.) y recursos de la comunidad dirigido por fines autodefinidos y compartidos Rueda (1986) atribuye a la «praxis psicosocial» en- colectivo.
Cambio social: redistribución del poder, redefinición de fines colectivos, creación de nuevas instituciones,
autogestión de asuntos, reorganización social y territorial, etc.
CUADRO 4.10
ayuden a confrontar nuevos retos sociales para 7. EL CAMBIO PSICOSOCIAL Cambio psiocosocial: concepciones
los que no hay mecanismos sociales (como las Y SUS LÍMITES
primeras comunidades terapéuticas cuando, al Concepto Descripción
propagarse la heroína, no había servicios for- El concepto de cambio social resulta, como se
males de atención). O, también, de programas ha indicado, excesivamente global y heterogéneo Agencia, protagonismo Las personas son colectivamente agentes protagonistas del cambio; cambio
de fomento del civismo, el sentimiento de co- para la intervención comunitaria en general y la de sujetos comunitario, desde abajo
munidad o los valores sociales que fortalecen psicológico-comunitaria en particular, entre otras
los aspectos cohesionadores o vinculares de razones por no resaltar lo suficientemente el papel Aspectos intermedios Se subraya el papel de interacción y pautas subjetivas de significado, valor
la vida social. y agencia de los sujetos en los cambios que, como e interacción centrales y comportamiento en el cambio
• Desarrollo comunitario: desarrollo global y se vio en el capítulo 2, es central para definir la PC.
conjunto de los distintos aspectos (territorio, ¿Podemos perfilar alguna forma o tipo de cambio Desequilibrio inducido Se alienta la «descongelación» del estado de equilibrio (fuerzas a favor y en
entorno construido y vivienda, economía y que, sin ser una etiqueta de conveniencia, pueda de fuerzas psicosociales contra) grupal y el «deslizamiento» conformista de los miembros del gru-
trabajo, redes sociales y asociacionismo, edu- llevar coherentemente el apellido «psicosocial», po hacia un nuevo estado de equilibrio
cación, salud, etc.) y los recursos de la co- siendo así más apropiado para la PC? Examinando
munidad dirigido por fines definidos por la las formas de cambio social identificadas (cuadro
propia comunidad y compartidos por la ma- 4.8) y los contenidos más específicamente comu- «Descongelando» y «recongelando» las fuerzas vimientos de miembros inconformistas del grupo que
yoría de sus miembros. Por ejemplo, los «pla- nitarios (cuadro 4.9), podemos observar que con- psicosociales. K. Lewin (1951, 1997) ha esbozado «arrastren» al resto. Se produce así un desplazamien-
nes integrales» en barrios o el desarrollo ru- tienen, junto a aspectos más amplios y globales, otra interesante versión del cambio psicosocial que to (descongelación, unfreezing) hacia un nuevo es-
ral. otros, más intermedios e interactivos, con los que integra dinámicamente aspectos psicológicos (ini- tado de equilibrio, que ha de ser «recongelado» o
• Cambio social en sentido «fuerte», es decir, la podemos esbozar tres conceptos posibles de cambio ciativa de los sujetos en un grupo) y sociales: normas, consolidado para no regresar por inercia al estado
alteración de la estructura y funcionamiento psicosocial que son sintetizados en el cuadro 4.10. valores, hábitos, conformidad social, etc. Las situa- anterior. Se trata, pues, de un cambio genuinamente
de una comunidad (o sociedad) con frecuen- Protagonismo y agencia de los sujetos. En el ca- ciones sociales son concebidas como estados («cua- psicosocial, en que los individuos cambian en función
cia redistribuyendo el poder y los recursos pítulo 2 se habló de cambio psicosocial para referir- siestacionarios») de equilibrio inestable de dos tipos de sus vinculaciones sociales a la vez que el sistema
sociales básicos. Se suelen usar estrategias se al tipo de cambio comunitario —ni individual ni de fuerzas sociales: unas que mantienen ese estado social se modifica en función de la conformidad y
como la organización comunitaria, la creación social, planificado desde arriba— en que las personas y otras —«internas» al grupo— que «ajustan» o con- percepciones de los individuos, siendo ambos —sis-
de instituciones «paralelas» (así cooperativas objeto del cambio son también sujetos agentes, pro- forman el comportamiento de cada miembro al equi- tema e individuos— interdependientes en el proceso
o escuelas con un ideario no convencional), tagonistas —coprotagonistas al menos— de él. La librio del grupo. Para realizar un cambio en el grupo, participativo de cambio. El mantenimiento de pro-
la investigación-acción participativa, la con- potencia agente y activa reconocida a los sujetos otor- hay que actuar sobre estas últimas, desbloqueando gramas (capítulo 7) de intervención puede ser visto
cienciación social crítica o la educación po- ga la dimensión psicológica (en realidad psicológico- el equilibrio inicial mediante la generación de mo- como una forma de «recongelar» el cambio.
pular, la democracia directa o la autogestión colectiva) a los esfuerzos sociales de cambio, justi-
comunitaria. ficando el calificativo «psicosocial».

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1 4 6 / Manual de psicología comunitaria Otros conceptos: desarrollo humano, empoderamiento, cambio social, problemas sociales I 1 4 7

7.1. Potencial y límites del abordaje lectivos; muchos de los conceptos y métodos CUADR0 4 . i l
psicosocial usados son, además, de naturaleza no psico-
Potencial, límites y «soluciones» del enfoque psicosocial
lógica.
Cualquier forma de cambio supraindividual (psi- • La dificultad de documentar los resultados,
cosocial, comunitaria o social) tiene un potencial derivada tanto del relativo desconocimiento y Adecuación a asuntos globales desde raíces sociales
Potencial frente a Mayor eficacia esperable del cambio social generado
transformador incomparablemente mayor que el gran complejidad de los temas sociales como cambio individual Mayor amplitud y cobertura poblacional y menor costo relativo
cambio individual al que tradicionalmente se ha del largo plazo en que se producen los efectos Bienestar derivado de la participación de la gente
dedicado el psicólogo. El abordaje psicosocial que de las acciones psicosociales, que resultan así
corresponde al psicólogo en el espectro general de «invisibles» en el corto plazo en que se mue-
Causas sociales, globales, «soluciones» parciales psicosociales
cualquiera de esas formas de cambio presenta, al ven, además, las decisiones políticas y presu- Limitaciones de base científica y técnica (psicológica/individual)
mismo tiempo, una serie de dificultades o limita- puestarias que los sostienen. Dificultad documentación de resultados: temas complejos con efectos «invisibles» y a
ciones que conviene al menos mencionar, junto a • Problemas motivacionales y de acceso a la corto plazo
población; la acción social —y más claramen- Dificultades
las soluciones u opciones para paliar esas dificul- y límites Problemas de motivación y acceso a los más necesitados, pero menos organizados y rei-
tades (Sánchez Vidal, 1995). Todo ello es extracta- te la comunitaria— presenta una paradoja de vindicativos
do en el cuadro 4.11. difícil solución: las personas y grupos sociales Dificultades y desajustes de valores éticos e intereses políticos interventor-comunidad
El mayor potencial de cambio de la acción su- que más necesitan y merecen la intervención Homogeneización de las acciones para todos los individuos
(los más débiles y marginados) suelen ser Riesgo de instrumentalización política de la acción comunitaria
praindividual frente a la individual deriva de: su
mayor aplicabilidad a los problemas actuales, cada —por su marginalidad, desinformación o fal-
vez más globales e interconectados; su superior efi- ta de organización— los más desmotivados y, Análisis y acción multidisciplinar, sensibilización políticos sobre aspectos psicosociales
en consecuencia, menos accesibles a la actua- de la acción social, reconocimiento de potencial y límites de dimensión psicosocial y en-
cacia al «atacar» las raíces sociales de los problemas
«Soluciones» foque comunitario, promover investigación aplicada e investigación-acción, evaluar pro-
que debería generar efectos más duraderos y pro- ción. paliativas gramas, usar tipologías sociales e intervenciones multimétodo, examinar cuestiones éticas
fundos y la mayor cobertura poblacional y, por tan- • Dificultades y desencuentros éticos derivados y políticas, establecer reputación profesional autónoma del poder político y ser técnica-
to, la mayor eficiencia del cambio conseguido. (capítulo 9) tanto de la mayor complejidad del mente eficaz
Las dificultades y limitaciones del enfoque psi- tejido social y los valores de los actores como
cosocial en el abordaje de temáticas globales inclu- de las exigencias morales de una forma de
yen: trabajo, la comunitaria, que manda respetar al
máximo el punto de vista y la iniciativa de la Soluciones propuestas a estas dificultades y li- 8. PRINCIPIOS OPERATIVOS
• El distinto nivel, y carácter, de causas y efec- comunidad, lo que hace éticamente inviable mitaciones del enfoque psicosocial incluyen: la DEL CAMBIO SOCIAL
tos al evaluar y al actuar. En efecto, los pro- una intervención en que los valores del inter- formación y actuación multidisciplinar; la sensibi-
blemas y sus causas son sociales, pero el abor- ventor y la comunidad no tengan un mínimo lización de los gestores políticos sobre la natura- Resumo aquí en ocho puntos algunos principios
daje es parcial, psicosocial. ¿Consecuencias? de compatibilidad. leza y relevancia de los aspectos psicosociales en operativos relevantes del cambio social (y psicoso-
Uno: evaluación e intervención habrían de ser • Costo y riesgo de instrumentalización políti- los asuntos sociales y sobre el largo plazo de la cial, si contemplamos esa distinción) derivados de
multidisciplinares, compartidas con otros en- ca. Al ser mucho más costosa que la acción acción social; el reconocimiento por parte del psi- diversas áreas con experiencia práctica y teórica en
foques complementarios; es razonable esperar individual, estar frecuentemente pagada con cólogo tanto del potencial como de los límites de ese terreno. Aunque no constituyan un catálogo
efectos más paliativos que resolutivos de la dinero público y tener un gran potencial para los aspectos psicosociales; la investigación aplica- acabado, sino más bien una guía orientadora sobre
intervención psicosocial en la medida en que generar bienestar, la intervención social corre da y la consideración de las condiciones de «apli- cómo conducir el cambio social, se hace preciso
el nivel causal nos está, de alguna manera, ve- siempre el riesgo de ser aprovechada por los cabilidad» del conocimiento y la metodología psi- subrayar su importancia en PC. Esos principios, y
dado por la naturaleza misma de la intervención políticos para favorecer sus propios intereses, cosocial; la evaluación cuidadosa de programas, las concepciones que los inspiran, recuerdan las
y porque, igualmente importante, la titularidad no los de la comunidad. incluyendo el análisis causal de resultados; la orien- grandes diferencias, y mayor dificultad, del cambio
de los cambios sociales no corresponde a nin- • Homogeneización de las acciones, para los tación comunitaria y preventiva de las acciones; la social en relación al cambio individual al que está
gún interventor concreto sino a la propia co- distintos individuos, al no poderse tener en formación ética para analizar las cuestiones de va- acostumbrado el psicólogo: siendo aquél incompa-
munidad o sociedad como totalidad. cuenta, como en la acción individual, sus ca- lor y para actuar correctamente, y la inclusión en rablemente más complejo y multidimensional, no
• Los límites de la base científica y técnica del racterísticas distintivamente personales; es el las intervenciones de tipologías sociales y métodos podemos usar impunemente teorías y principios
abordaje psicosocial, pensados y probados precio a pagar por trabajar con grandes grupos múltiples que permitan dirigir esas intervenciones inspirados en la psicología individual (clínica u otra)
con individuos, no con comunidades o co- con problemáticas similares. a las necesidades y características diferenciados de como guía del cambio comunitario o social. Prin-
los grupos comunitarios. cipios básicos del cambio social (y psicosocial)
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propuestos son (cuadro 4.12): interdependencia, estructura o composición y la relación (contenido CUADRO 4.12
multiefectividad, inercia funcional y acción para- e intensidad) entre sus partes. Esto nos ayudará
dójica, visión interactiva o adaptativa, asunción de a comprender y preveer los efectos secundarios Principios del cambio social (Sánchez Vidal, 1991a)
recursos y concepción dinámica y procesal. causados por un input interventivo introducido
en el sistema. Prácticas recomendadas para ello Principio Contenido
1. Las partes o subsistemas de un sistema social y para evitar los efectos secundarios negativos
son interdependientes. El cambio de una de las son: el conocimiento teórico y empírico del tema Interdependencia Cambio en una parte afecta a otras relacionadas según contenido e intensidad
partes afectará a: la relación de esa parte con el a tratar y el método a usar para conocer su fun- de relación
resto del sistema y a otras partes con las que cionamiento y problemas; la evaluación siste-
Multiplicidad de efectos Previstos e imprevistos, positivos y negativos (a eliminar o minimizar)
aquélla tenga relación. Un cambio en la relación mática de programas (tanto de sus resultados
entre subsistemas afectará a todos los subsiste- como del proceso) y la realización de pruebas
Inercia funcional Los sistemas tienden a autorreproducirse; cambio bruscos o excesivos pueden
mas (red relacional) ligados por esa relación. piloto en actuaciones novedosas, complejas o
provocar resistencias para volver a estado inicial
Los efectos producidos en cada subsistema de- muy costosas.
penderán de la naturaleza y contenido de la re- 3. Los sistemas sociales tienden a autorreprodu-
Perspectiva adaptativa Más adecuada para entender la conducta humana en relación con el contexto
lación de cada subsistema con el afectado y de cirse. Poseen una cierta «inercia funcional»,
o interactiva sociocultural; para mejorar interacción persona-entorno, se pueden intro-
las posibles interacciones potenciadoras (siner- «naturaleza» estable difícil de modificar: valores ducir cambios en personas, entornos o en su relación
gias) o reductoras (interferencias) entre los di- básicos, tradiciones, reguladores sociales y re-
versos efectos así generados. Así, una acción laciónales, hábitos, etc. También las personas
Recursos personales Multiplicar (recursos ilimitados) ^ desarrollar recursos
para aumentar la autoafirmación de mujeres con que son miembros de esos sistemas suelen ten- y sociales
baja autoestima afectará a los hombres (y el res- Redistribuir (recursos limitados) > política social
der a la estabilidad temiendo lo desconocido y
to de las familias) con los que aquéllas se rela- el cambio. Un intento de cambio demasiado
cionan y al tipo de relaciones mantenidas entre brusco o extenso que no tenga en cuenta esas Evolución dinámica Tener en cuenta como punto partida de intervención
unas y otros; el aumento del poder de un grupo inercias y temores e intente «cambiarlo todo» Estancamiento > bloqueo de fuerzas enfrentadas
o asociación comunitaria afectará a sus relacio- puede suscitar reacciones o resistencias que
nes con el resto de colectivos y, si es suficien- «empujan» al sistema hacia su estado de equi- Proceso/relación interventor- Para atribución causalidad cambios y empowerment
temente importante, al equilibrio de conjunto de librio inicial («homeostasis»). Puede, a veces, sistema importantes Para colaboración e integración interventor-sistema
la comunidad. llevarlo a un estado más alejado en la dirección
2. El cambio social tiene efectos múltiples al afectar contraria a la pretendida por el cambio («ley del sonas), crean mecanismos de «distribución» adaptativos o interactivos (interacción de la per-
a elementos interdependientes y, con frecuencia, péndulo»), lo que frustrará el intento de cambio paralelos y trasladan los problemas al ámbito sona con otras y con su entorno) que absolutos:
jerarquizados de un colectivo o sistema social. haciéndolo perjudicial y regresivo en lugar de policial y legal, sin resolverlo. «buena», «mala»; «sana», «enferma». Los «re-
Unos son positivos y deseados; otros, negativos progresivo y positivo. Es preciso examinar con 4. Ciertos cambios pueden requerir, entonces, una querimientos funcionales» (es decir, las cuali-
e indeseados. Hay que tener en cuenta esos efec- cuidado los factores que «mantienen» un siste- intervención paradójica que vaya en dirección dades para «funcionar» o vivir dentro de los
tos secundarios al planificar y evaluar el cambio ma o colectivo social y las funciones —explíci- opuesta a la lógica o esperable para conseguir límites socialmente admitidos) de un sistema o
social intentando evitar o reducir los negativos tas o implícitas— que los elementos que se tra- una reacción o efecto dado. Así, por ejemplo, el entorno son distintos de los de otro; lo que es
e indeseables. A veces los efectos secundarios ta de modificar tienen en ellos. Merton (1976) aumento de un conflicto para poder resolverlo, apropiado en uno (hospital psiquiátrico, prisión)
son buscados como positivos o deseables, aun- ha notado el previsible fracaso de intentos de o legalizar las drogas para resolver los problemas puede no serlo en otro (comunidad o sociedad
que no sean admisibles a nivel explícito. Así, la cambiar ciertos fenómenos sociales que cumplen que causan. Es éste un principio discutible a usar no reglamentada). Los cambios pueden,, por tan-
recogida de información se puede usar para esta- funciones sociales básicas sin aportarles formas con mucha precaución y, en general, como últi- to, hacerse en cualquiera de las partes que inte-
blecer una relación (efecto secundario) con una alternativas de realizar esas funciones. Así, el mo recurso. La legalización de las drogas puede, ractúan para optimizar su congruencia o inte-
comunidad. O se busca la discusión abierta de un intento de erradicar la prostitución, sin atender por ejemplo, ser una forma de facilitar —sino racción:
tema tabú (efecto secundario) en una campaña a las funciones no reconocidas, como alivio de incentivar— el consumo con previsibles conse-
nominalmente dirigida a prevenir enfermedades tensiones y dificultades en los matrimonios. O cuencias nefastas (dependencias y adicciones • La persona, incrementando sus recursos adap-
de transmisión sexual por medio del uso del pre- las «leyes secas» sobre alcohol y drogas que, dañinas) para un buen número de los consumi- tativos e interactivos («habilidades»).
servativo (campaña del «póntelo, pónselo»). El lejos de eliminar el consumo de las drogas ile- dores. • El sistema o contexto, disminuyendo o flexi-
intento de cambiar un sistema en una dirección galizadas (que parecen cumplir funciones psi- 5. Es más apropiado definir la conducta o los pro- bilizando sus requerimientos funcionales o
previsible exige conocer, en consecuencia, su cológicas y sociales relevantes para muchas per- blemas humanos a cambiar como fenómenos aumentando sus posibilidades adaptativas so-
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cialmente aceptadas. Por ejemplo, incremen- y regresiva. Si esa dinámica se toma como pun- psicológico) y autoestima de ése en detrimen- pueden ser, mientras tanto, útiles como alternativa
tando los papeles socialmente apropiados, no to de partida para modificar su dirección o ritmo to de los de los miembros del sistema social. más social y amplia a la estrecha noción de proble-
definidos como patológicos o «desviados», y o para introducir aportes compensadores (en • Si la intervención es, en cambio, protagoni- mas psicológicos, excesivamente ligada a la psi-
aumentando la tolerancia social respecto de función de los objetivos finales), sus efectos se- zada por el propio colectivo, éste se atribuirá quiatría, que tendemos a manejar en PC. Aquí, y
las personas «distintas». rán, probablemente, más eficaces y previsibles la generación de esos efectos creciendo su po- vistos los límites citados, me limito a dar unas pin-
• En la relación entre personas y sistema, la (aunque la línea marxista de pensamiento, par- der colectivo. celadas de definición, carácter y explicación teóri-
opción psicosocial. Por ejemplo, aumentan- tidaria de un cambio radical y revolucionario, • En el caso intermedio de colaboración y co- ca, enviando al lector interesado en profundizar el
do el nivel de participación de las personas aconsejaría, por el contrario, agudizar los con- rresponsabilidad —posible y deseable desde tema a los textos de Merton (1976); Rubington y
en las decisiones sociales o aumentando la flictos para forzar un cambio verdadero; qué muchos puntos de vista—, el crecimiento psi- Weinberg (1995); Sullivan y otros (1980), que, jun-
interacción social positiva entre ellos (formas conviene en cada caso debe ser evaluado por el cosocial será compartido, aumentando, además, to a Fuller y Myers (1941a y 1941b), sigo en esta
de cambio antes definido como «distributivo» interventor en función de la situación real y no la integración mutua interventor-sistema social, exposición y, en castellano, a la integración reali-
—redistribución de poder de decidir— y re- sólo del modelo teórico —funcionalista, mar- otro efecto secundario, en este caso deseable zada en el texto de Psicología Social Aplicada ya
lacional). xista, humanista, etc.— ideal de cambio. Re- para la futura cooperación de ambos. citado (Sánchez Vidal, 2002a).
cuérdese a este respecto la discusión registrada
6. En todo sistema social hay (como en las perso- en el tema del empoderamiento y los tres mo-
nas) recursos y potencialidades por desarrollar: delos allí descritos). Si el sistema está estanca- 9. PROBLEMAS SOCIALES 9.1. Definición e ingredientes
poder político, bienes económicos, poder psico- do («dinámica cero»), habremos de analizar qué
lógico, liderazgo, expectativas positivas, tenden- ha conducido a ese estancamiento (historia pre- Los problemas sociales constituyen una de las Sintetizando, se acepta generalmente que en un
cias a mejorar la situación, interacciones, rela- via) o cuál es el equilibrio de las fuerzas actual- grandes áreas de estudio sociológico que en con- problema social concurren una situación «objetiva-
ciones y apoyo mutuo, cohesión social, etc. El mente enfrentadas para diseñar una intervención junto reflejan tanto el análisis de los problemas de mente» problemática y una definición socialmente
objetivo de la acción social será, según la situa- —mediadora, potenciadota de liderazgo, intro- las respectivas sociedades (mayormente los proble- subjetiva de esa situación, de forma que el proble-
ción y el tema: crear y desarrollar recursos, si ductora de nuevas fuerzas o puntos de vista, mas ligados al industrialismo y la desintegración ma manifiesta una discrepancia significativa entre
ésos son ilimitados (desarrollo de liderazgo, or- etc.— que dinamice el sistema. El conocimien- social en Occidente) como los intereses ideológicos «lo que es» (las condiciones sociales reales) y «lo
ganización política y desarrollo organizativo o to de la evolución histórica o el equilibrio diná- de la corriente desde la que se formula el análisis. que debería ser» (la norma o ideal social) y existe
comunitario, etc.); redistribuir (o «reciclar») mico actual permitirán diseñar una intervención De manera que la definición de lo que es un pro- cuando un número significativo de personas o un
recursos si ésos recursos son limitados y finitos técnica y estratégicamente más adecuada que blema social, cuáles son sus causas y efectos y cómo grupo influyente perciben una situación como in-
a través del cambio social «redistributivo». Cada evite dilapidar la energía del colectivo y del in- puede ser prevenido o paliado está íntimamente co- compatible con —o amenazadora para— sus valo-
modalidad de cambio tiene su propia lógica, terventor, optimizando los aspectos estratégicos nectada al marco teórico (marxista, funcionalista, res y están de acuerdo en que es necesaria una ac-
ventajas e inconvenientes: la redistribución de de la actuación social. modelo médico, visión moral, etc.) de quienes la ción colectiva para cambiarla.
recursos para lograr una mayor igualdad (justi- 8. El proceso mismo del cambio y la relación entre formulan, escaseando en cambio escandalosamen-
cia distributiva) tiende a crear resistencias en los interventor y sistema social (o grupo) son tan te los datos empíricos. Es decir, justo lo contrario Ingredientes básicos. Es decir, un problema so-
que tienen más y a veces a agudizar los conflic- importantes, si no más, como el contenido mis- de lo que sucede con las formulaciones focales de cial, a diferencia de las cuestiones personales, que
tos existentes; la creación de recursos requiere mo de la intervención. Aspectos relaciónales o problemas psicológicos y psicosociales, en las que sólo afectan a la persona y su entorno relacional
planificación (y participación social): desarrollo «procesales» como la forma de realizar el cam- abundan los datos empíricos pero escasean los en- inmediato, amenaza fines y valores sociales que
de recursos humanos, nuevas instituciones y ser- bio y el tipo de métodos elegidos, el papel de marques valorativos y la visión global en que in- requieren soluciones colectivas. El componente sub-
vicios, liberación de liderazgo y potencial polí- cada parte, la confianza y tipo de comunicación sertar esos datos. Razón por la cual el análisis so- jetivo se construye a partir de valores sociales que
tico e iniciativa personal y organizativa, etc. mutua, el grado de participación e iniciativa de ciológico de los problemas sociales es de interés definen una situación como deseable para un co-
7. Todo sistema tiene una evolución (o regresión) la gente o la adecuación del ritmo de la acción para el psicólogo comunitario, que no debe olvidar, lectivo que, además, tiene conciencia de ¡a discre-
determinada e interpretable como una sucesión al de la gente son esenciales para su balance en todo caso, los límites apuntados: exceso de ideo- pancia entre el estado social ideal o deseable y la
dinámica de ajustes adaptativos a su entorno o final. A la hora de la atribución de protagonismo logía teórica y globalidad (en relación al punto de realidad concreta y juzga, finalmente, esa discre-
a los estados y cambios precedentes: adaptación y causalidad de los resultados del cambio, pue- vista psicosocial) y carencia de datos, por un lado, pancia como inaceptable. El «colectivo» puede es-
contextual y dinámica o evolutiva. Hay que co- den darse tres opciones con diferentes efectos. y de soluciones, por otro. La elaboración de un pun- tar formado por muchas personas o consistir en un
nocer, y tener en cuenta, la dirección y tasa de to de vista psicosocial (similar al ya esbozado en grupo —generalmente organizado— socialmente
cambio del sistema antes de intervenir: una ac- • Si protagonismo y responsabilidad son atri- relación al cambio social) debería ser la prioridad influyente y poderoso, por tener acceso a medios
tuación directamente opuesta a la dinámica cen- buidos al interventor (modelo técnico al uso), de la PC y otras corrientes psicológicas en esta área. económicos, políticos, militares, de comunicación
tral del sistema puede resultar fácilmente baldía aumentará el sentimiento de potencia (poder Muchas de las ideas sobre «problemas sociales» masiva u otros, que piensa que hay que actuar para
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1 5 2 / Manual de psicología comunitaria Otros conceptos: desarrollo humano, empoderamiento, cambio social, problemas sociales I 1 5 3

cambiar la situación indeseable. La subsiguiente masas, aparatos políticos, grupos de presión) la de- miento de la vida social (o personal) tienen pectos de concepto, causas y soluciones de los pro-
acción social puede estar protagonizada por sujetos finición de los intereses y prioridades sociales. En esos problemas, según se indicó al explicar blemas sociales y que describo a continuación.
colectivos —como los movimientos sociales— que consecuencia, desde el punto de vista del análisis, los «efectos secundarios» del cambio social.
no sólo actúan para resolver los problemas sociales conviene preguntarse: ¿quién define ciertas cuestio- Parece que el «orden social» {cualquier orden • Patología social. Concepto «organicista: los
sino, con frecuencia y a veces en función de inte- nes como problema social?, ¿a quién beneficia la social) somete a las personas a unas exigencias problemas sociales son enfermedades; las per-
reses compartidos, se conciertan para identificarlos existencia de tal o cual problema social?, ¿quién ha- que hacen surgir, en el límite, tensiones com- sonas que violan ciertas expectativas morales
como tales problemas ante el conjunto de la socie- bla en nombre de la mayoría?, ¿a quién representan pensatorias indeseables o «problemáticas» son consideradas enfermas. Las causas de los
dad («legitimándolos» así socialmente). los poderosos que toman las decisiones?, ¿cuál es la para ese orden que acaban siendo «etiqueta- problemas sociales son fallos de socialización
relación entre problemas sociales, principios demo- das» (y vividas) como discrepantes o «desvia- en tres áreas de «patología» (las tres «des»):
Los intereses de diversos colectivos sociales cráticos y mayoría en la situación X?, ¿qué ocurre das». delincuencia, deficiencia y dependencia; las
pueden coincidir (lo que creará dinámicas conver- con el bienestar —y la opinión— de las minorías y • ¿Aceptamos los costos de resolver el problema, soluciones a los problemas son la eugenesia,
gentes de acción) o divergir, lo que generará con- con la justicia distributiva global según como se de- por ejemplo, mantener limpios el aire y las la educación y el cambio de valores. Es un
flictos sociales más o menos abiertos. El «mapa» finan los problemas sociales? aguas (o, en un país en desarrollo, mantener modelo simplista de principios del siglo pa-
de intereses puede variar en cada comunidad o si- los bosques y emitir pocos gases contaminantes sado, hoy básicamente obsoleto.
tuación concreta, hasta el punto de que lo que unos Cuestiones prácticas a plantearse si tratamos de con la consiguiente limitación de la tasa de cre- • Desorganización social. Surgido al observar
definen como problemas sociales en algunos casos resolver los problemas sociales: cimiento económico)? Hay que tener en cuen- los desarreglos asociados a la emigración ma-
puede ser positivamente valorado por otros; así la ta, en ese sentido, los límites —económicos, siva, urbanización e industrialización de EUA,
cocaína puede ser el problema de una sociedad eu- • ¿Es el asunto que tratamos realmente un pro- pero, también, sufrimiento, reducción de bien- tras la Primera Guerra Mundial. La sociología,
ropea pero, también, «la solución» para un agricul- blema social en el sentido de que algún grupo estar y seguridad, etc.— de lo que la sociedad que quiere establecerse como ciencia autóno-
tor colombiano; «la droga» puede ser el problema social influyente es consciente de tal condi- está dispuesta a «pagar» para alcanzar un de- ma, aplica las ideas «objetivas» de «organiza-
de los adultos pero «la solución» para el ocio de ción? Si, por el contrario, y como sucede en terminado nivel de resultados. ción social» y «reglas sociales» de forma que
algunos adolescentes. Conviene, en fin, distinguir problemas crónicos y difusos como la pobre- los problemas sociales serían fallos (anomia,
problemas sociales patentes (en que, como se ha za o la marginación, ningún grupo social «se conflicto cultural, etc.) de esas «reglas» so-
definido, existe conciencia de problema) y latentes, hace cargo» del problema, careceremos de los 9.2. Enfoques teóricos: ciales acompañados de desorganización o des-
en que la condición objetiva (sobrepoblación, po- actores (y las energías) sociales para abordar causas, efectos y soluciones ajuste del sistema social visible en las familias,
breza, desigualdad, discriminación...) existe pero su solución que suele requerir la movilización personas o en el trastorno mental.
no hay conciencia de problema. El científico social social significativa. Existen varias visiones o enfoques de los proble- • Conflicto de valores. En reacción a la visión
debe, según Merton, desenmascarar y hacer paten- • ¿Tiene solución «humana» o se trata de una mas sociales, en parte divergentes y en parte com- objetiva, valorativamente neutral del modelo
tes los problemas latentes enfrentando críticamen- catástrofe natural no modificable por la acción plementarios, en la medida en que privilegian unos anterior (que, se dice, justifica, en realidad, el
te a la sociedad con ellos y contribuyendo, además, humana (aunque sí se puedan reducir sus con- u otros aspectos de tales problemas. Enfoques que sistema establecido reflejando los valores de las
a anticipar futuros problemas patentes derivados secuencias destructivas)? casi siempre destacan la descripción de las causas y clases medias estadounidenses), se hace explí-
de aquéllos. Así, el exceso de población debe aler- • ¿Queremos resolver el problema? Es decir, efectos de los problemas en detrimento de sus solu- cito el conflicto de valores o intereses entre gru-
tar sobre conflictos económicos y sociales entre ¿estamos dispuestos a asumir los costos so- ciones o prevención. Merton ha distinguido dos for- pos sociales (ligados a la visión subjetiva de la
grupos o países y sobre conflictos sociales (pobre- ciales exigidos por la solución, como sacrifi- mas generales de comprensión de los problemas so- competencia y la lucha por recursos y derechos
za, violencia...) asociados. car determinadas libertades o modificar dis- ciales, ligados a dos tipos distintos de problemática: escasos) como núcleo no sólo de los problemas
Vemos que, a diferencia de los problemas indivi- posiciones sociales básicas? ¿Estaríamos, por desorganización social (la estructura social no fun- sociales sino de sus posibles soluciones.
duales, en el análisis —y solución— de los problemas ejemplo, dispuestos a prohibir las películas y ciona adecuadamente y causa un desajuste de los • Conducta disconforme o «desviada». El siste-
sociales debemos tener en cuenta una serie de aspec- programas violentos para eliminar su impacto roles y estatus de sus miembros) y comportamiento ma social está globalmente organizado, pero
tos sociales relevantes como (Sullivan y otros): nor- negativo sobre los niños? «desviado» o discrepante (deviant); algunos indivi- algunos individuos «incumplen» sus funciones
mas y valores, poder social y autoridad institucional, • ¿Debemos intentar solucionar el problema? duos incumplen sus funciones sociales cayendo en y papeles sociales y se comportan de manera
grupos de interés (stakeholders), diversidad cultural Hay que ser consciente de que si un problema la delincuencia o el trastorno mental). Contando con distinta o disconforme con las normas estable-
y social, el etnocentrismo (en la definición de los (como la prostitución, las drogas, el «vicio» descripciones más detalladas (Rubington y Weing- cidas, cayendo, por ejemplo, en la delincuen-
problemas sociales a partir de nuestros propios va- en general) tiene funciones sociales o psico- berg; también Etzioni, 1976; Merton; Sullivan y cia. La asociación a personas y grupos social-
lores y tradiciones) y la regla democrática de la ma- lógicas latentes, erradicarlo puede crear otros otros) se ha elaborado un resumen de los principales mente disconformes o «desviados», la carencia
yoría que, en situaciones de apatía como las actuales, problemas de similar o peor cariz por las fun- enfoques teóricos que amplía el esquema anterior y diferencial de oportunidades para alcanzar los
puede dejar en manos de ciertas élites (medios de ciones compensadoras que para el manteni- que aparece resumido en el cuadro 4.13 en los as- objetivos institucionalmente mandados o el

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1 5 4 / Manual de psicología comunitaria Otros conceptos: desarrollo humano, empoderamiento, cambio social, problemas sociales I 155

CUADRO 4.13 desviación usando las ideas del interaccio- valores: los problemas sociales, siendo una for-
Visiones de los problemas sociales (PS) y sus soluciones nismo simbólico, con los problemas mentales ma de comportamiento colectivo en que los ac-
(Rubington y Weinberg, 1995; Etzioni, 1976; Merton, 1976) y la delincuencia. Interesan también las re- tores (movimientos sociales) «construyen» los
acciones sociales —como la estigmatización problemas mediante un proceso reivindicativo
Modelo Concepto y causas PS Soluciones
social o la desviación secundaria (adaptación o de queja sobre una condición social y la res-
al papel «desviado» o disconforme)— que el puesta institucional (o falta de ella) a tales rei-
proceso de etiquetado provoca. La misión de vindicaciones. Un problema se «construye»
Patología social Deficiencia orgánica y violación expecta- Educación y cambio de valores
tivas morales ligadas a fallos de socializa- ciertos profesionales (psiquiatras, psicólogos, socialmente a partir de tres elementos: los inte-
ción jueces, periodistas) es precisamente asignar reses sociales, la indignación moral de la gente
etiquetas, lo que conlleva consecuencias ne- y la «historia natural» del tema en cuestión.
Desorganización Fallos de «reglas» sociales: instituciones Reforma de instituciones sociales; consenso gativas —pero también positivas, como elu- • Neoconservador o liberal. Los problemas so-
social no cumplen bien su papel socializador social dir responsabilidades al asumir el papel de ciales son fallos de autorregulación de un sis-
«enfermo»— para los sujetos etiquetados. tema social —basado en el mercado, la com-
Conflicto de Conflicto de valores/intereses de grupos Consenso, negociación, imposición del más • Perspectiva marxista («crítica», en EUA). Los petitividad y la libertad individual— que
valores sociales; elaboración subjetiva de una con- fuerte problemas sociales reflejan conflictos sociales favorecen la supervivencia de los más aptos y
dición objetiva profundos ligados a los procesos de produc- el funcionamiento eficiente del sistema. Se
ción (y hoy en día al consumo y al control de producen fallos en el mercado o el «contrato
«Desviación»/ Individuos incumplen su papel o las fun- Resocialización; la información y los capitales) y la lucha de social» entre la gente y sus líderes elegidos
disconformidad ciones sociales Asociación «diferencial» clases o grupos sociales por el control de re- que se solucionan sin intervención externa
social Igualdad de oportunidades para alcanzar me- cursos escasos. El cambio social estructural (laissezfaire), garantizando la libertad e igual-
tas sociales (la revolución) y la emancipación humana son dad de oportunidades para competir o refor-
las soluciones propuestas. mando la socialización de la gente mediante
Etiquetado Resultado proceso etiquetado socioprofe- Cambiar definiciones de PS • Construccionismo social. Visión radicalmente el progreso científico y la eficiencia técnica o
sional y estigmatización social resultante evitando etiquetas subjetiva, síntesis de etiquetado y conflicto de la mejora del liderazgo.
Eliminar recompensas asociadas a etique-
tado

Enfoque marxista Manifestación de conflictos sociales lucha Cambio social radical eliminando conflictos RESUMEN
crítico de clases, profundos y desigualdad; emancipación humana
Desigualdad social
1. A diferencia de las teorías psicológicas pensa- social) y menos en otros, y analítica, orien-
Construcción Conducta colectiva de queja, elaboración Reconstruir/desmontar PS das para la persona y el cambio individual, en tada hacia el análisis y la comprensión: sa-
social subjetiva PC precisamos conceptos y teorías psicosocia- lud mental positiva, comunidad y problemas
Proceso reivindicativo de movimientos
les (salud mental positiva, desarrollo humano, sociales.
sociales
empoderamiento y participación), centrados 3. Ideas y modelos teóricos reflejan los problemas
en la interacción y la adaptación social, y so- e intereses sociales y comunitarios de cada
Neoliberal/neo- Élites/gobierno no garantizan condiciones Laissezfaire, no intervenir. Garantizar con-
ciales, globales: comunidad, cambio social, región, norte (problemas del industrialismo y
conservador para que funcione el mercado: competen- diciones de libre competencia e iniciativa
cia, libertad, iniciativa privada privada problemas sociales, desarrollo comunitario y desintegración social) y sur (pobreza "y des-
activación social. igualdad). Tienen a la vez funciones explica-
2. Dada la vocación práctica e interventiva del tivas y analíticas, operativas o interventivas
campo, conceptos y modelos comunitarios y valorativas (valor social e implicaciones éti-
etiquetado social (que se desglosa como en- Etiquetado (labeling). Cercano al modelo tienen siempre una orientación operativa, cas). Con frecuencia son, a la vez, conceptos
foque diferenciado) son variantes teóricas del anterior que se ocupa del «producto» de la más acusada en unos (desarrollo humano, y modelos teóricos y de investigación, valores
enfoque de desviación que sirvió de guía para desviación (la conducta «desviada»), mien- empoderamiento, participación, cambio so- guía de la práctica, estrategias interventivas y
ambiciosos programas sociales de mejora de tras que éste se centra en el proceso subjeti- cial, desarrollo comunitario y dinamización áreas de actuación.
la situación de las minorías en EUA. vo («etiquetado») de definición social de la
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1 5 6 / Manual de psicología comunitaria Otros conceptos: desarrollo humano, empoderamiento, cambio social, problemas sociales I 1 5 7

4. La salud mental positiva, idea directriz de la 7. El poder es una forma de influencia social y 10. El cambio social supone modificaciones en viduos en la acción global. «Soluciones» para
salud mental comunitaria, identifica las cuali- control de recursos globales central al análisis la estructura o el funcionamiento de los sis- paliar esos problemas incluyen: colaboración
dades ideales de la persona desarrollada, sen- y acción social. Toma diversas formas y ex- temas sociales y no sólo en sus miembros multidisciplinar, reconocimiento del poten-
sibles al contexto psicosocial. Abarca seis áreas presiones. Se ejerce directamente sobre otros individuales. Hay varias formas (o tipos) se- cial y los límites de lo psicosocial, concien-
o criterios: actitud positiva sobre uno mismo, (relaciones de dominación) o a través de institu- gún cambie la estructura social (instituciones ciación social sobre la naturaleza del cambio
autoconcepto; actualización y desarrollo per- ciones y organizaciones (autoridad) que pueden y susfines),las relaciones horizontales o ver- social, evaluación cuidadosa de los programas
sonal; integración de tendencias psicológicas; ser entendidos como sistemas de dominación: ticales o la distribución de poder y recursos y hacer uso del enfoque comunitario, el aná-
autonomía razonable del entorno físico y social; economía, milicia, ley y política, etc. Es consti- o se desarrollen capacidades personales y so- lisis ético previo y las acciones multimétodo
percepción correcta de la realidad y empatia; tuyente de muchos fenómenos sociales relevan- ciales o se generen alternativas (instituciones) que tengan en cuenta la pluralidad social de
dominio juicioso del entorno. tes: estructura social, ideología, delincuencia, sociales. La acción comunitaria adopta varios los destinatarios.
5. El desarrollo humano se logra añadiendo a las conflicto y desigualdad y problemas sociales en contenidos de cambio —además del estruc- 13. Principios operativos del cambio social inclu-
capacidades de la persona suministros físicos, general. El nivel psicosocial del poder incluye tural—: prestación de servicios, prevención yen: interdependencia de las partes o subsis-
psicológicos y socioculturales externos. Los la percepción compartida de poder o su carencia de problemas y conflictos, desarrollo de re- temas; multiplicidad de efectos, incluyendo
suministros físicos (alimentación, vivienda, (powerlessness) asociada a problemas sociales cursos, desarrollo comunitario y reconstruc- los negativos e indeseados; inercia funcional
ejercicio físico y estímulos sensoriales) posi- como la pobreza, la marginación y la opresión ción de tramas sociales. y reproducción del sistema; conveniencia de
bilitan el desarrollo corporal. Los suministros y los intercambios de poder que acompañan a 11. Un cambio psicosocial diferenciado del social ver la conducta como fenómeno interactivo
psicosociales facilitan el desarrollo intelectual toda interacción social, profesional o no, simé- pero ligado a él puede ser concebido de tres o adaptativo; asunción de recursos persona-
y afectivo por medio de la relación estable con trica o asimétrica. formas complementarias: esfuerzo colectivo les y sociales que se pueden desarrollar y
«otros significativos» con los que se intercam- 8. El empoderamiento tiene gran interés práctico en que las personas son sujeto agente colecti- redistribuir; importancia de la dinámica del
bia afecto, normas y formas de participar en en PC; puede ser concebido desde tres mode- vo, no sólo objeto, del cambio (concepto co- sistema y de la relación entre el interventor y
la vida social. Los suministros socioculturales los o puntos de vista: cooperativo, el poder es munitario); cambio centrado en la interacción la comunidad para la generación de poder en
—valores, normas, significados, etc.— derivan un recurso ilimitado que se puede crear y de- y las pautas subjetivas colectivas de significa- función de los resultados obtenidos.
de la estructura social y las costumbres cultu- sarrollar en otros (aumenta la solidaridad y do, valor y comportamiento en la adaptación; 14. Un problema social implica la definición
rales, sitúan al individuo en el sistema social comunidad social); competitivo, el poder es desequilibrio inducido («descongelación») de subjetiva de una condición objetiva: un gru-
y le permiten progresar, obtener recompensas un recurso limitado, se ha de redistribuir, los fuerzas grupales a favor y en contra del cam- po social numeroso o influyente alega que
y alcanzar metas. Las personas deben ser con- que menos tienen se han de apoderar del que bio y congelación o estabilización en un nue- existe una situación incompatible con sus
sideradas sujetos que buscan y utilizan acti- ostentan los más poderosos (presupone y au- vo estado. valores y piensa que es preciso actuar colecti-
vamente los suministros que precisan. menta la competición y el conflicto social); 12. La acción social o comunitaria tiene un ma- vamente para cambiarla. La existencia de una
6. El empowerment o empoderamiento introduce recursos sociales, la formación de un espacio yor potencial de cambio al ser más aplicable condición social problemática sin la corres-
el poder en PC compensando el dominio teó- social genera recursos que se han de distribuir a las problemáticas humanas actuales, atacar pondiente conciencia colectiva de problema
rico de la comunidad; es el proceso por el cual equitativamente para garantizar el desarrollo sus raíces causales y llegar con más «profun- define un problema social latente. Paráme-
personas y comunidades adquieren poder. Se humano de todos (el poder es un recurso ili- didad» a más gente. El enfoque psicosocial, tros sociales clave para definir un problema
compone de: el acceso a los recursos sociales mitado al constituir espacios sociales y limi- parcial y de nivel medio usado por el psicó- incluyen: normas y valores que definen una
valiosos, la participación para alcanzar metas tado una vez constituidos). logo tiene a su vez importantes dificultades situación como inaceptable, acceso al poder
compartidas y la comprensión del contexto 9. El proceso operativo de empodermaiento tendría y límites que no deben ser ignorados: da una y los recursos sociales, existencia de grupos
sociopolítico. Se analiza y desarrolla en los cuatro pasos: identificar un grupo social con «respuesta» parcial a cuestiones globales e de interés y movimientos sociales asociados
niveles individual (poder personal: conciencia potencial de poder (y, en general, sentimiento interrelacionadas, su base científica y las téc- al asunto de interés y visión etnocéntrica de
o percepción subjetiva de poder y control real de impotencia); ayudar a generar sentimientos/ nicas usadas (con frecuencia no psicológicas), ese asunto.
de la propia vida) y relacional y microsocial: conciencia de potencia; establecer relaciones documenta los resultados a largo plazo, mu- 15. Los modelos teóricos propuestos para en-
interacciones sociales para organizarse y par- con otros y fomentar el sentimiento de perte- chas veces «invisibles», el acceso a los grupos tender —y resolver— los problemas socia-
ticipar a través de estructuras sociales inter- nencia participando en acciones colectivas u más débiles y marginados, los desencuentros les están muy ligados a las tendencias so-
medias en esfuerzos colectivos para adquirir organizándose para alcanzar objetivos comunes; y problemas éticos, el alto costo y el riesgo ciológicas dominantes en cada momento; los
poder. En el nivel macrosocial, es poder so- diseñar y realizar acciones sociales para obtener consiguiente de instrumentalización política conciben como: patología social («enferme-
cial. poder y recursos sociales valiosos. y el inevitable trato homogéneo de los indi- dad moral»); desorganización global por

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1 5 8 / Manual de psicología comunitaria

Investigación comunitaria. &


fallo de las reglas sociales; conflicto de va- control de los medios de producir, consumir
lores o intereses de las facciones sociales; e informarse (enfoque crítico-marxista); Sentimiento de comunidad %J
conducta individual disconforme o «desvia- construcción social y reivindicación colec-
da»; fruto del etiquetado social estigmati- tiva; fallo de los mecanismos (mercado,
zador; conflicto social profundo entre gru- competitividad) de autorregulación social
pos dominantes y oprimidos y alienados del (liberalismo).

TÉRMINOS CLAVE

• Teoría comunitaria • Modelo cooperativo de empoderamiento


• Salud mental positiva • Modelo competitivo o de conflicto
• Criterios de salud mental positiva • Modelo de recursos Comprender, actuar, describir y explicar. Sien- medir y poner en relación empírica y objetivamente
• Desarrollo humano • Cambio social do la PC una empresa de vocación activista, orien- dimensiones concretas de los fenómenos comunita-
• Suministros físicos • Cambio comunitario tada hacia la acción y el cambio social, investigación rios y en distintos contextos o momentos de cambio.
• Suministros psicosociales • Cambio psicosocial y desarrollo teórico han sido relegados, como inte- Como se indica enseguida, hay muchas dudas de que
• Suministros socioculturales • Principios operativos del cambio social reses secundarios, a un segundo plano. Esos intereses, la estrategia de fragmentación analítica objetivista
• Poder social • Problemas sociales sostenidos aunque secundarios, han tendido a seguir que tan fructífera ha sido en la física y las ciencias
• Empoderamiento • Enfoques teóricos de los problemas sociales dos caminos. Uno, combinar, siguiendo el rumbo naturales sea apropiada en el campo social; y, tam-
marcado por Kurt Lewin, investigación y acción de bién, de que separar radicalmente investigación y
alguna manera provechosa para ambos, ignorando, acción sea el camino adecuado —o, cuando menos,
con frecuencia, que los intereses y destrezas reque- el camino menos malo o problemático— de generar
ridos por cada línea son diferentes, de forma que conocimiento sobre la comunidad y de entender
LECTURAS RECOMENDADAS
incrementar las condiciones (control experimental o cómo cambia. De la investigación comunitaria po-
estadístico) para acumular conocimiento supondrá dría decirse que, como «los caminos del Señor»,
Sánchez Vidal, A. (2002). Psicología Social Aplicada. Recoge una serie de enfoques sociales útiles en reducir el potencial de producir cambios sociales (a son ilimitados. Y es que hay diversas variantes
Madrid: Prentice Hall. PC. corto plazo, al menos), y, viceversa que disponer las intermedias o formas de combinar los enfoques o
Explica sintéticamente varios conceptos teóricos cosas desde el punto de vista de la acción y el cam- métodos concretos de uno y otro caminos —acción
y analíticos, así como un capítulo (el 3) dedicado a Kofkin, J. (2003). Community Psychology. Guiding prin- bio social tiende a dificultar la investigación siste- e investigación, comprensión global y análisis mi-
la teoría en la acción psicosocial en general. cipies and orienting concepts. Upper Saddle River,
mática de los fenómenos comunitarios. Algo similar croobjetivista—, como la evaluación de programas
NJ: Prentice Hall.
Gibbs, M. S., Lachenmeyer, J. R. y Sigal, J. (eds.) (1980). Puesta al día de conceptos comunitarios relevan- sucede con el papel involucrado: las condiciones per- (capítulo 6) u otras formas de investigación apli-
Community Psychology. Nueva York: Gardner. tes (sobre todo el empowerment). sonales y profesionales requeridas por la acción y el cada. Existen también otras líneas de investigación
cambio social son diferentes de las aconsejadas para más básica de los fenómenos y procesos comunita-
estudiar y analizar los fenómenos; y no es frecuente rios quizá menos «rentables» interventivamente a
que coexistan las dos condiciones en una persona. corto plazo pero esenciales para construir teoría y
La investigación-acción es el intento más interesan- acumular conocimiento específico absolutamente
te de combinar una y otra líneas: acumular conoci- necesario en un campo demasiado escorado, como
miento por medio de la investigación y producir se ha dicho, hacia el activismo y, además, hacia los
cambios sociales por medio de la acción. dos polos extremos pero igualmente limitados: el
El segundo camino de la investigación comunita- psicologismo, que lleva a utilizar el conocimiento
ria ha seguido la tradición de las ciencias naturales y seguir las teorías de la psicología individual, y el
dominante en la psicología anglosajona, separando sociologismo, más cercano a la realidad comunitaria
investigación y conocimiento de acción y buscando pero desconocedor del terreno psicosocial interme-

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1 6 0 / Manual de psicología comunitaria Investigación comunitaria. Sentimiento de comunidad / 161

dio, único adecuado para describir, según lo dicho otros (1984; capítulos 3 y 4), una descripción amplia sobre la selección de los asuntos a investigar, la • Los asuntos a investigar están ligados a las
en el capítulo 2, la realidad psicológico-comunitaria y razonable del tema que complemento con comen- forma como son definidos e investigados y la ma- necesidades e intereses comunitarios: el in-
y la subjetividad que le es propia. tarios propios o de otros autores. Otras explicacio- nera en que se interpretan y utilizan los resultados vestigador, la comunidad o ambos identifican
Enfoques y temas. Vista en su globalidad, la nes útiles incluyen la de Gómez Jacinto y Hombra- obtenidos. Parece, pues, más conveniente reconocer un problema o interés comunitario que la in-
investigación se mueve entre los dos polos señala- dos (1988) sobre diseños de investigación y la más que ciencia y valores no son incompatibles y que, vestigación puede ayudar a conocer, resolver
dos: uno anglosajón, empírico, cuantitativo, está- teórica y abstracta de Tolan y otros (1990). En el dado que el investigador está cargado de asunciones, o satisfacer o ambas cosas.
tico, que busca explicaciones de dimensiones es- capítulo 3 se mencionaron diversas fuentes y pro- preferencias y valores, la mejor manera de proceder • La investigación es un instrumento de acción
pecíficas (como el sentimiento de comunidad o el cedimientos apropiados para estudiar la comunidad; es hacer lo más explícita posible esa «subjetividad» social, además de un fin: un medio para eva-
estrés) usando como herramientas la descripción el capítulo 6 incluye consideraciones metodológicas e intentar entender su origen y el impacto que ten- luar necesidades y recursos y elegir el curso
objetivista y microscópica y el análisis y la infe- adicionales ligadas a la evaluación como estrategia drá en nuestro trabajo de investigación o actuación. de acción más apropiado. Debe generar, en
rencia estadísticos. Otra que trata de comprender para generar información eminentemente «aplicada» ¿Cómo? consecuencia, «productos» socialmente útiles:
globalmente los fenómenos comunitarios a través o utilitaria describiendo, además, otros métodos El procedimiento más adecuado para solucionar no sólo un artículo científico sino, también,
de estrategias cualitativas que incluyen y potencian —más verbales— escasamente representados en la esta y otras dificultades planteadas por la investi- evaluaciones, procesos de intervención, for-
la subjetividad social de los actores y la dinámica panorámica aquí mostrada. En general parece más gación comunitaria —concebida como investigación mación de actores sociales, etc.
de esos fenómenos. Tanto la ideología y sistema de apropiado y potencialmente fructífero considerar social— será, según D'Aunno y Price, buscar un • La evaluación de la acción social es, pues, un
filtros de la «literatura internacional» (hecha en la investigación psicológico-comunitaria más in- pacto o «contrato» —explícito o implícito— con imperativo ético.
inglés, básicamente en EUA y otros países de cul- vestigación social que investigación psicológica. la comunidad. La asunción de partida es que la in-
tura anglosajona: American Journal of Community vestigación es una empresa cooperativa y relacional Más recientemente Kofkin (2003) ha expresado
Psychology, Journal of Community Psychology, en que los participantes intercambian recursos: unos un punto de vista similar con matices adicionales.
Journal of Community and Applied Social Psycho- 1. LA INVESTIGACIÓN COMO (investigadores) aportan metodología y conocimien- La investigación comunitaria debe, según ella: re-
logy) como los sistemas establecidos de recompen- INTERCAMBIO COOPERATIVO to técnico y ayudan a resolver problemas y alcanzar conocer que no está libre de valores; incluir los
sas universitarias favorecen la primera tendencia, objetivos; otros (la comunidad) aportan informa- procesos ecológicamente imbricados en niveles su-
permaneciendo la segunda en una situación relati- D'Aunno y Price recuperan la noción amplia de ción, interés e implicación en los asuntos por co- praindividuales; ser sensible a las diferencias y
vamente marginal, excepto en buena parte de la PC la metodología que, además de incluir un muestra- nocer y/o solucionar. La negociación del contrato especificidades culturales; ser socialmente útil, ade-
latinoamericana. Los intentos de combinar ambos rio de técnicas, implica unas asunciones y valores tiene aspectos políticos a la vez que técnicos y se más de teóricamente relevante, y respetar las ca-
enfoques, cualitativos y cuantitativos, son limitados que el investigador habrá de conocer y tener en complicará por las diferencias de necesidades y va- pacidades de la gente. He subrayado los tres aspec-
y mucho menos frecuentes en todo caso que los cuenta a la hora de elegir un método o enfoque lores de cada parte, que deben ser reconocidas y tos añadidos a lo anterior siguiendo los principios
intentos de enfrentar uno y otro. En cuanto a con- metodológico en una situación concreta y en el con- enfrentadas. Es deseable que haya un equilibrio (lo de contexto, diversidad y enfoque de recursos sobre
tenidos investigados, dos temas (de procedencia texto de un proceso con unos objetivos dados. Ello que en el capítulo 9 llamaré equidad relacional) o los que la autora asienta la PC.
estadounidense los dos) dominan claramente el exige, entonces, examinar las características y asun- relativa igualdad en el intercambio de forma que, El «nuevo» papel aquí resumido reitera para la
campo comunitario: el sentimiento de comunidad ciones implícitas de cada enfoque, sus «indicacio- en la medida de lo posible, resulte satisfactorio para comunidad los postulados críticos que la psicología
y el empowerment. Participación, estrés, apoyo so- nes» de uso, sus ventajas y fortalezas y sus límites las dos partes: si una de ellas se siente usada o in- social aplicada (Sánchez Vidal, 2002a) ha recogido
cial y otros (citados en el capítulo 4) permanecen e inconvenientes. fravalorada, la colaboración será insatisfactoria y de la idea de investigación-acción de Lewin y que
en segundo plano o son complementarios, relati- La pretensión de neutralidad valorativa ha esta- el proceso general ineficaz (fallará la motivación, encuentran su práctica más radical y comprometida
vamente marginales al campo o no son específicos do justificada en las ciencias sociales por el deseo se falsearán los datos, etc.). en la psicología social comunitaria. Tiene, además,
de él, sino transversales o multidisciplinares. de hacerlas tan respetables y «científicas» como las Papel del investigador comunitario. Esta con- y como reconocen los autores, sus propios límites,
A falta de exposiciones de conjunto e integradas ciencias naturales o físicas, evitar el «mentalismo» cepción relacional, no unilateral, de la investigación a saber: exige más tiempo y esfuerzo, incluye con-
sobre la investigación psicológico-comunitaria, o y otras «desviaciones» pseudocientíficas. Esa pre- conlleva un cambio y ampliación del papel del cien- frontar las cuestiones políticas de las comunidades
comunitaria a secas, sólo pretendo esbozar aquí una tensión es hoy en día un mito insostenible en los tífico social. Junto al tradicional interés en construir y sus grupos organizados y difiere notablemente
panorámica amplia de su metodología —que inclu- campos sociales y psicosociales, en los que se ex- teoría y generar conocimiento, ese papel debe incluir del papel tradicionalmente reconocido al psicólogo,
ye una aproximación al concepto y condiciones tiende la conciencia de que la ciencia neutral, libre también un compromiso con el bienestar y desarro- sobre todo en el mundo académico.
propias de la investigación comunitaria— e ilus- de valores, no existe y es, probablemente, un ideal llo de la comunidad que convierta la relación de ésa Hay que hacer, sin embargo, una importante pre-
trarla describiendo una investigación empírica de no sólo inalcanzable sino, probablemente, equivo- con el investigador en un verdadero intercambio en cisión a esta visión de la investigación en lo tocan-
uno de sus conceptos básicos: el sentimiento de cado. La visión de los científicos sociales está, como que aquél da algo a cambio de la colaboración y la te a su segundo principio, al menos tal y como lo
comunidad. Sigo en la parte metodológica la expo- la de cualquier humano, teñida de asunciones, va- información que recibe de la gente. El papel inves- expresan D'Aunno y Price. La investigación no es
sición de D'Aunno y Price del libro de Heller y lores y preferencias que ejercen una gran influencia tigador queda delineado por estos principios. un instrumento de acción social sino de creación

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1 6 2 / Manual de psicología comunitaria Investigación comunitaria. Sentimiento de comunidad I 1 6 3

de conocimiento, aun cuando, en sus versiones más cuado o mejor que los demás para investigar la co- vestigación que mejoren las cualidades de la in- metodológico ecológico de que cada nivel social
«aplicadas», el conocimiento tenga, además de re- munidad o los temas sociales en general sino, más formación obtenida. tiene su propia forma de funcionamiento, aplicar
levancia teórica, uso en la acción social, que pasa- bien, diversos métodos y enfoques a usar según el Debe quedar claro que, en este contexto, fiabi- conclusiones extraídas en un nivel de análisis (in-
ría así a ser un fin secundario, no primario, de la tema, la situación o los objetivos planteados. Y es lidad y validez son cualidades deseables de los da- dividual, por ejemplo) a otro nivel (institucional o
investigación. Es decir, no hay problema en reco- que, como se remacha en el capítulo 6, el método tos recogidos, no exigencias absolutas, de forma comunitario) puede ser claramente erróneo por su-
nocer la generación o el uso de conocimiento para es un camino o medio para algún otro fin, no un fin que su valor en el proceso investigador dependerá poner una «falacia ecológica». Y que si hacemos
actuar (conocimiento aplicable o útil para la acción en sí mismo; existirán, por tanto, distintos caminos tanto de los objetivos perseguidos como del tipo de un análisis básicamente individual de un asunto co-
social) como una de las orientaciones de la acción para conocer el fenómeno comunitario de interés: información o datos a recoger. Así, si se busca for- munitario o social, muy probablemente propondre-
investigadora, siempre que ni sea la única ni nece- observación, experimento de campo, entrevistas a mular hipótesis, puede ser más apropiado sacrificar mos cambios individuales —de los individuos o en
sariamente la más importante o meritoria, aun cuan- personas clave, etc. La elección de la metodología la fiabilidad a la riqueza descriptiva, usando como ellos— en vez de cambios relaciónales o sociales.
do en áreas de trabajo activista, como la PC, esa investigadora dependerá, entonces, de varios facto- método las entrevistas exploratorias poco estructu- Veamos un caso clásico y de complejidad media:
orientación tenga comprensiblemente cierta priori- res que incluyen qué es lo que ya sabemos, ciertos radas, en vez de cuestionarios cerrados. Pero si bus- el fracaso escolar, que puede ser analizado a nivel
dad. Pero la existencia de orientaciones aplicables límites prácticos y éticos, los objetivos perseguidos camos información para actuar, puede interesarnos individual (ciertos estudiantes), grupal (grupos de
de investigación sólo parece aceptable y saludable y el nivel de análisis apropiado. más clasificar a los miembros de una población en estudiantes o de profesores), organizativo e institu-
para un campo si existen, también, otras líneas de categorías homogéneas (fiables) que obtener la cional (clases, escuela, distrito escolar), etc. Si,
investigación dedicadas a generar conocimiento bá- El conocimiento previo. Antes de empezar el máxima riqueza descriptiva. Hay que añadir que, como suele, el psicólogo estudia ese tema a nivel
sico o fundamental a la larga que será la única ga- proceso formal de investigación debemos averiguar en general, el tipo de «datos» apropiados para actuar de individuos que fracasan en la escuela, está con-
rantía de que la PC sea una verdadera ciencia, ade- lo que ya se sabe sobre el asunto en cuestión a tra- suele diferir del necesario para generar conocimien- virtiendo automáticamente un problema social en
más de un campo activista guiado por principios vés del conocimiento experto, la literatura escrita to, debiendo el científico elegir en tal caso entre una cuestión individual pasando por alto los facto-
empíricas más o menos inmediatistas. De manera o por otros medios. usar una estrategia metodológica más adecuada para res sociales y relaciónales y las causas existentes
que la orientación «aplicada» («práctica» sería me- lo uno o para lo otro habida cuenta de que no pue- en otros niveles: adecuación del programa escolar,
jor), la investigación-acción y otras similares resul- Limitaciones prácticas y éticas que nos obliga- de maximizar simultáneamente las cualidades de- dotación de medios y recursos, interés de la comu-
tan aceptables e interesantes sólo como orientacio- rán a combinar el juicio práctico sobre lo que po- seables para ambos propósitos, y de que, aun en el nidad en sus escuelas, formación y selección de
nes parciales de la investigación comunitaria, no demos hacer tanto con los recursos disponibles caso de que ambas estrategias fueran compatibles profesorado, situación social y económica de la co-
como líneas únicas y obligadas que monopolizan como con una sensibilidad ética que exige respetar (que no suelen serlo), el esfuerzo para compatibi- munidad cuyos estudiantes recibe la escuela, etc.
dicha actividad y que habría que seguir para llevar los deseos de la comunidad, mantener una cierta lizar la obtención de datos apropiados para construir Es fácil que en tal situación la familiaridad con
a cabo cualquier estudio o investigación de la co- equidad relacional en los intercambios con ella y teoría y para actuar doblaría probablemente el ne- métodos de evaluación individuales (la entrevista,
munidad o de sus vertientes psicológicas. La segun- tener en cuenta las consecuencias previsibles que cesario para conseguir una cosa o la otra. el test psicológico) induzca, además, a «traducir»
da advertencia, conectada con la anterior, es que el la acción tendrá para el conjunto de grupos y acto- la temática social en su conjunto a un agregado de
conocimiento directamente instrumental para la in- res sociales (capítulo 9). individuos a los que se puede «administrar» las téc-
tervención es la evaluación, que, como se verá en 2.1. Nivel de análisis nicas y métodos de recoger información que uno
el capítulo 6, se puede distinguir por ese carácter Los objetivos perseguidos que ambas partes conoce por más que sean inapropiados o dejen de
centralmente utilitario e interesado para la acción —investigador y comunidad— deben tener claros Si aceptamos el presupuesto de que el nivel de lado aspectos fundamentales del asunto, como los
de la investigación en que la creación de conoci- (y estar limitados por el juicio pragmático citado) análisis ha de estar «ajustado» al fenómeno que se ya mencionados, que no son asequibles a las técni-
miento es un fin en sí, sin ulterior utilidad o interés. antes de comenzar la investigación. Objetivos co- pretende estudiar o cambiar, el abordaje de la co- cas psicológicas enseñadas en las carreras de psi-
Eso, como principio, porque luego en la realidad múnmente perseguidos en la investigación comu- munidad o los asuntos comunitarios demanda una cología al uso.
existen también variantes intermedias o mixtas que nitaria incluyen: la exploración y formulación de especial atención por la complejidad estructural D'Aunno y Price lamentan la escasa atención
combinan generación de conocimiento y acción so- hipótesis, indicadas en las primeras etapas —ex- —ya mostrada en los capítulos precedentes— de prestada a la comprensión del comportarniento de
cial de distintas maneras. ploratorias— de abordaje de un tema o en temas ambos y por la «natural» tendencia del psicólogo a la gente desde varios niveles sociales de análisis.
nuevos; la prueba y descarte de hipótesis, más fre- analizar las cuestiones sociales desde la óptica de Pero eso es, en mi opinión, y según el razonamien-
cuentes en etapas más avanzadas, en que se cono- los individuos implicados ignorando el resto de to anterior, claramente insuficiente: la elección del
2. ELECCIÓN DE MÉTODO Y NIVEL ce mejor el fenómeno; la recogida de información componentes de tales cuestiones. La elección del nivel de análisis —o intervención— depende fun-
como guía para la acción (evaluación de necesi- nivel de análisis de los fenómenos sociales o co- damentalmente del nivel en que se localizan las
Aunque muchos investigadores tienen un méto- dades, funcionamiento de servicios o de formas munitarios es entonces crucial, porque suele coin- causas del fenómeno de interés; lo que ciertamen-
do favorito que usan para cualquier tema y situación, alternativas de resolver problemas de la comuni- cidir con, o al menos condicionar, el nivel de inter- te implica hacer una hipótesis causal («diagnósti-
debe quedar claro que no hay un solo método ade- dad); o el desarrollo y prueba de métodos de in- vención, de tal forma que si aceptamos el principio co»), por general que sea, sobre ese fenómeno de
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1 6 4 / Manual de psicología comunitaria Investigación comunitaria. Sentimiento de comunidad I 1 6 5

interés. Así si tenemos indicios de que el fracaso incluye, además de los métodos de investigación identificar las dimensiones o parámetros a lo largo tema, situación y objetivos perseguidos. Los au-
escolar en el caso X tiene que ver con la inadecua- (técnicas de recogida y almacenamiento de datos de los cuales varían los distintos métodos de in- tores señalan tres dimensiones relevantes en torno
ción de la escuela y su programa a un número cre- e información), una tradición y un punto de vista vestigación comunitaria para tenerlos en cuenta a a las cuales aparecen agrupados (cuadro 5.1) los
ciente de estudiantes de extracción o clase social epistemológico sobre la naturaleza de la realidad la hora de elegir la estrategia adecuada según el enfoques de investigación.
diferente de la habitual, el nivel a considerar es social y su conocimiento que se traducen en una
escolar (o escolar-comunitario); si en cambio el fra- serie de asunciones del investigador sobre el ca-
caso se reduce a algunos estudiantes con dificulta- rácter del fenómeno a investigar y el tipo de re- CUADRO 5.1
des personales o escaso interés de sus familias por lación que debe establecer con él para conocerlo
la escuela, el nivel puede ser grupal (o grupal-fa- y comprenderlo más adecuadamente. Si eso tiene Enfoques de investigación comunitaria y dimensiones en que varían (D'Aunno y Price, 1984)
miliar); si el fracaso tiene que ver con el endureci- importancia en la ciencia física o natural —en que
miento de las exigencias y aprendizajes, sin la co- el objeto de investigación es inerte—, en la psico- Grado de colaboración con la comunidad
rrespondiente asignación de recursos ni formación logía o las ciencias sociales, en que las personas no
de los maestros, el nivel del sistema escolar —con son sólo el objeto de estudio, sino, además, sujetos Bajo Medio Alto
especial atención a la formación de los docentes— de él, el tipo de relación establecida (entrevista,
será el adecuado, etc. observación distante, etc.) con esos sujetos-objetos Bajo Epidemiología • Análisis de redes • Observación partici-
La elección del nivel de análisis (y el objeto de y las asunciones implícitas del investigador son Control Indicadores sociales • Etnografía • pante •
estudio, si se quiere) tiene implicaciones prácticas primordiales, no accesorias o secundarias. Y lo del
y teóricas de peso: cuanto más alto es el nivel de son tanto desde el punto de vista de los métodos fenómeno Medio Cuasiexperimentos-fr Investigación-acción^
análisis, más trabajosa será la investigación y menos a elegir (aspecto resaltado por los autores) como
atención podremos prestar a los aspectos concretos. de la adecuación de ese método al proceso inves- Alto Verdaderos experimentos Simulaciones a
Pero, más importante, si elegimos niveles altos (ins- tigador, hay que añadir. de campo #
titucionales, comunitarios), siempre podemos con- En efecto, las asunciones metodológicas no sólo
templar e incluir los niveles inferiores (grupos, fa- señalan qué métodos serán adecuados para inves- • Enfoques analíticos. « Enfoques operativos.
milias, individuos), mientras que la elección de un tigar un asunto, sino que —como en el caso del
nivel bajo de análisis hace imposible en la práctica nivel de análisis— han de ser también tomadas
generar hipótesis causales en los niveles superiores. como hipótesis o presuposiciones generales sobre
Así, si el análisis del fracaso escolar se aplica a la situación real a encarar, de modo que los méto- Grado de colaboración y contacto con los más alto en simulaciones o verdaderos expe-
«algunos estudiantes», no sólo no se investigarán dos elegidos sólo serán fructíferos y apropiados participantes del estudio. Mientras que en rimentos de campo. El problema es que las
aspectos supraindividuales —como la metodología en la medida en que la situación o asunto a estu- algunos enfoques (como la epidemiología o situaciones en que obtenemos máximo control
docente, el contenido del programa, la apertura a diar cumpla las asunciones hechas por los métodos los indicadores sociales) el contacto es inexis- (experimentos verdaderos) son prácticamente
la diversidad cultural, los recursos presupuestarios a usar. Es decir, la validez real de las asunciones tente o mínimo, en otros (observación parti- inexistentes en la comunidad o, aunque pudié-
o el apoyo de la comunidad a la escuela—, sino que metodológicas tendrá una fuerte incidencia sobre cipante) es máximo, siendo intermedio en ramos crearlas, resultarían indeseables, ya que
se estará haciendo, además, una hipótesis causal la eficacia analítica de los métodos a usar, de ma- otros, como el análisis de redes. Como vere- la introducción de controles experimentales
sesgada: la causa de los problemas son determina- nera que si en una situación utilizamos técnicas mos en el capítulo 6, una de las implicaciones suele distorsionar, si no destruir la situación a
dos aspectos (procedencia, motivación, actitud, etc.) de observación (asumiendo que habrá manifesta- más importantes de la colaboración es que, estudiar y las reacciones de los participantes,
individuales: estaremos «psicologizando» el pro- ciones externas del asunto estudiado) y la cuestión al suponer una relación con los participantes además de poder ser objetables desde el punto
blema. se manifiesta de forma esencialmente verbal o para acceder a la información, modifica el de vista ético.
como sentimiento personal o colectivo, no capta- tipo y contenido de la información obtenida, Orientación analítica o hacia la acción. Aun-
remos los parámetros esenciales del fenómeno. O lo que marca una diferencia importante res- que, como se ha dicho, la investigación comu-
3. METODOLOGÍAS Y ASUNCIONES si usamos una entrevista normalizada asumiendo pecto de enfoques «objetivos» que —como nitaria se distingue por su dimensión activis-
IMPLÍCITAS que la gente contestará a esas preguntas y nos dirá la observación— no implican interacción ni, ta, unos enfoques (como la investigación-acción
la verdad en una población que, por lo que sea, no por tanto, distorsión relacional de los datos o la simulación) están más orientados hacia
Aunque pueda parecer chocante, no es lo mis- está acostumbrada a contestar preguntas de extra- recogidos. la acción mientras que otros (como indicado-
mo metodología, en general, que métodos y téc- ños, a manejar mensajes verbales o a dar respues- Nivel de control sobre las variables de inte- res sociales o etnografía) se centran más en el
nicas, en particular. D'Aunno y Price recuerdan tas que piensa que le pueden perjudicar, el proce- rés: bajo en la epidemiología, por ejemplo, y análisis.
que «metodología» es una noción más amplia que dimiento será ineficaz e inválido. Conviene pues

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1 6 6 / Manual de psicología comunitaria Investigación comunitaria. Sentimiento de comunidad I 1 6 7

4. PANORÁMICA METODOLÓGICA: dida de distancia social diluye el papel investigador

programas y polí-

Pocos modelos es-

Límites en diseño
supraindividua-
Estadísticos socia-

social en niveles
les describen es-

Ambigüedad inter-
tado social de co-

Prueba de hipóte-

políticas sociales
Permite descripción
Indicadores sociales

Busca información

Diseñar y evaluar
ENFOQUES ANALÍTICOS y sesga la visión del fenómeno, modificándose, ade-

para intervenir
más, el comportamiento de los observados.

tructurales
pretación
D'Aunno y Price presentan una amplia panoplia

munidad
de estrategias analíticas y operativas de investigación Etnografía. Trata de captar la cultura como for-

ticas
que, a falta de los enfoques verbales —explicados ma de vida global de una población o subcomunidad

les
sis
Bajo
Bajo
en el capítulo 6—, comprende: observación partici- —adolescentes, vagabundos, alcohólicos u otros—,
pante, etnografía, análisis de redes y epidemiología poniendo «entre paréntesis» nuestras asunciones
e indicadores sociales, entre los enfoques analíticos; culturales para entender la diversidad cultural en

problemas socio-

Sesgos de estima-
Examen distribu-

Permite planificar

Permite identificar
servicios globa-

problemas socia-
Prueba de hipóte-

factores asociados
Busca información

nir «casos» de
ción ecológica de

Dificultad de defi-

ción incidencia y
la comunidad. Esto puede ser conseguido a través

para intervenir
e investigación-acción, simulación, experimentación

Epidemiología
de entrevistas con un informante que nos ayude a

a trastornos
de campo y cuasiexperimentación, entre los opera-

prevalencia
sanitarios
tivos. El cuadro 5.2 resume las características de las entender el significado y sentido de las palabras y
primeras, y el cuadro 5.3, las de los segundas. acciones de la gente en su vida diaria. Por ejemplo,
la contradicción y ambivalencia encarnada por la

les

les
sis
Bajo

Bajo
Observación participante. El investigador com- toma de medicación en los ex pacientes psiquiátri-
parte la experiencia diaria de los grupos, institucio- cos: mientras que por un lado esa toma mantenía «a
raya» los síntomas, por otro consagraba la condición

Medidas no están-
Estudia redes de re-
lación individua-

Percepciones suje-
entornos sociales
Podemos analizar
nes y colectivos de la comunidad que desea estudiar,

dual y estructural
Prueba de hipóte-

tos no verifica-
rios niveles y en-

Énfasis nivel indivi-


Busca información

complejos a va-
Análisis de redes

para intervenir
lo que le permite observarlos sistemáticamente, en- de enfermo mental que nunca volvería a estar bien.

les y grupales
focando su atención hacia los aspectos que le inte- La virtud básica de este enfoque es que capacita

tre niveles
resan. El enfoque minimiza, por tanto, la distancia al investigador para entender la vida social de los
social entre comunidad e investigador, lo que capa- participantes en sus propios términos y significados,

Medio

bles
dar
red
no en los del investigador; permite, además, captar o

sis
cita a éste para entender el fenómeno estudiado
desde un punto de vista próximo al del sujeto que la complejidad y riqueza de las vivencias de las CQ

lo vive. En la participación completa el investigador gentes que viven en subculturas diferenciadas de la


comunidad. Sus problemas residen en la dificultad

Capta cultura como

diversidad desde

Difícil generalizar
mulación hipóte-

complejidad so-

punto de vista del

Problemas fiabili-
Podemos captar

cial y entender

sujeto comunita-

dad entre investi-


en sus propios

Busca información
forma vida global

Exploración y for-
oculta su identidad para pasar desapercibido y no

para intervenir
interferir con el proceso observado; en la partici- de generalizar los hallazgos a otros contextos y cul-

Etnografía
pación como observador, el investigador revela su turas y en el alto grado de interpretación subjetiva

hallazgos
términos
identidad, lo que, aunque aumenta la distancia so- que se añade a los datos y que tiende a mermar la

gadores
cial, le permite mantener una mayor integridad de fiabilidad de las conclusiones específicas a un ob-

Medio

rio
sis
Bajo
su rol observador y de su capacidad de recoger da- servador y contexto.
tos. Ejemplos de fenómenos aptos para ser estudia-
dos a través de la observación son: el estudio de Análisis de redes. Análisis de ciertas caracterís-

métodos y captar-
cesibles a otros
Permite estudiar fe-

Modifica fenómeno
Comparte experien-

vestigador y ses-
dad; observación

mulación de hi-

Busca información

Debilita papel in-


cia de comuni-

nómenos no ac-
ticas de las redes sociales que —estando a medio

ga su percepción
Exploración y for-
sectas o grupos religiosos para probar ciertas hipó-

los desde dentro


para intervenir
tesis (Festinger), la conducta de pacientes psiquiá- camino entre las relaciones interpersonales y el sis-

Observación
participante
tricos y el medio institucional (Goffman, Rosen- tema social amplio y abstracto— «retratarían» la

observado
ham), para demostrar la irracionalidad de los estructura relacional de la comunidad. Se trata de

directa

pótesis
sistemas, o el comportamiento de los jóvenes si se averiguar las redes en que cada persona está inmer-

Bajo
Alto
quiere investigar patrones de diversión (como «el sa, así como las conexiones y lazos en cada red, que
botellón»). Virtudes del enfoque son que nos per- son, a la vez, canales de comunicación potenciales
mite estudiar fenómenos inaccesibles a otros enfo- entre sus «nudos» (personas, grupos, instituciones).

Nivel de control
Dada su procedencia sociométrica, en este enfoque

Inconvenientes
ques, permitiendo entender los procesos desde la

colaboración
Carácter

Ventajas
Nivel de
perspectiva y el punto de vista de los sujetos invo- se analizan tanto los aspectos interactivos (reflejo de

Fines
lucrados: puede ser enormemente útil cotejar el los distintos tipos de intercambios y relaciones entre
comportamiento de los adolescentes en su diversión elementos) como los estructurales (tamaño de una
con las justificaciones y acompañamientos verbales red y densidad, o grado de contacto entre nudos);
de ellas. Y sus dificultades radican en que la pér- mientras que en las redes muy densas abundan las

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1 6 8 / Manual de psicología comunitaria Investigación comunitaria. Sentimiento de comunidad I 1 6 9

interconexiones e intercambios, en las menos densas singularizados en el nivel comunitario) en un mo-

por
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i cd
cd cd '3 cd cu cd
X
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cd X 60 3
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escasean. El enfoque se ha usado para relacionar el mento dado a través de estadísticos descriptivos
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2'5ü cu cd o ka CJ
cd CA proceso de confrontación de mujeres en transiciones como el número de años de escolarización, la ren-
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vitales con sus redes sociales y el apoyo social deri- ta media, el porcentaje de personas en paro o el
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vado. Mientras que el enfoque permite análisis com- número de camas hospitalarias para un cierto nú-
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VO ka T 3 l-g 1- 3 cd

II pletos de los entornos sociales («mapas» relacióna-

recer
mero de habitantes (capítulo 6). Según los indica-

leatori
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ka § -E » S ka les), así como análisis entre niveles (individual, dores elegidos, pueden representar el «bienestar
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g 2 ja -o £ ved CT CJ cd grupal, etc.) y a través de ellos, presenta el inconve- social» de la comunidad. La capacidad de los indi-
C
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a, < CQ niente de la ausencia de estandarización de los pa- cadores de aportar una descripción general de las
rámetros de las redes, la subjetividad de los informes condiciones sociales y la posibilidad de usarlos para
U (1) CA
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O de sus participantes y el abuso del nivel individual analizar en un nivel supraindividual otros aspectos
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3 «- S CJ 0 que tiende a monopolizar los análisis. sociales (como hizo Durkheim en su conocido es-
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Da tudio del suicidio) son los puntos fuertes del enfo-
cd CA CA

3 2
O- (1) Epidemiología. Una estrategia especialmente que; la ambigüedad de su interpretación y la caren-
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H s0 rA útil —junto a los indicadores sociales— para el ni- cia de modelos causales de relación con otros

raz
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vel comunitario, al permitir examinar la distribución fenómenos, que dificultan su uso para diseñar po-

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CU
O
global de un fenómeno en el conjunto de la pobla- líticas sociales, sus puntos débiles.
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s ción. Mientras que la epidemiología proviene del


c campo de la salud (por lo que es descrita más am-
•S c c 13 pliamente en el capítulo 12, sobre prevención), los 5. ENFOQUES OPERATIVOS
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cu indicadores sociales están ligados al campo del bien-
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O II E estar social. En la epidemiología se cuentan los

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Los enfoques ya examinados, analíticos, están
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CU <2 . 2 o 3 13 0
<U
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O 60 > 3 13 «casos» declarados en una población y se buscan pensados para describir con claridad los fenómenos
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2 21 las causas del problema examinando su distribución comunitarios o examinar las relaciones entre algu-

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3 poblacional y evolución temporal por medio de ín- nos de sus aspectos o características, siendo su poder
2 o Ovg *CA 2 E ka 13 60 n 2 3
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CU Cd
ved T 3 o -§ E o X 2a CU ' 0 0 E dices de incidencia (nuevos casos), prevalencia (ca- operativo escaso. En cambio, otros enfoques están
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04 < PJ c Cu, c/5
(* sos acumulados) y riesgo. Es uno de los enfoques orientados hacia la acción y el cambio, de forma
2 preferidos en los problemas de salud —incluida la
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u do un problema no acude a los centros de atención permitirá establecer programas de información y
o tratamiento. Es decir, tiene dificultades fuera del promoción de la salud; o mostrar empíricamente
ámbito de la salud y los problemas que no admiten la capacidad de la movilización comunitaria para
5 un diagnóstico o definición clara. obtener ciertos equipamientos necesarios en los ba-
rrios debería facilitar los esfuerzos de organización

í Indicadores sociales. Desarrollados a partir de


los «indicadores económicos» en la idea de que
crecimiento económico y progreso social son pro-
de la comunidad.

Investigación-acción. Lewin (1946/1997) pro-


cesos paralelos. Dan una imagen del estado de una pone integrar dinámicamente investigación y acción
comunidad (en realidad sociedad, raramente están en un proceso continuo en que el investigador cola-
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1 7 0 / Manual de psicología comunitaria Investigación comunitaria. Sentimiento de comunidad I 171

bora con la comunidad en la producción de cambios cial como sea posible para poder observar (a veces variables que-pueden «contaminar» los resultados. hospital psiquiátrico, por ejemplo), de forma que
sociales deseados por aquélla. Se tiene así un proce- con actores aliados con el investigador) los efectos Cuando es viable, este enfoque tiene dos grandes el término de comparación son mediciones pasa-
so en que la investigación está íntimamente enlazada de una acción o dinámica determinada. La simula- ventajas: permite hacer inferencias causales razo- das del propio fenómeno en lugar de las medidas
con la intervención en un ciclo continuo de planifi- ción puede incluir posibilidades «virtuales» gene- nablemente robustas y combinar investigación e de otro grupo social. Los cambios de tendencia
cación, actuación, observación y evaluación reflexi- radas por ordenador, representación de papeles intervención. La asignación aleatoria y otros su- detectados al introducir un «tratamiento» experi-
va del proceso y sus resultados que a su vez retroa- (role-playing) en juegos (como el «dilema del pri- puestos de los experimentos verdaderos son, sin mental (así un nuevo programa para reducir las
limentan la planificación consiguiente de los cambios. sionero» para observar procesos de negociación) o embargo, y como se ha señalado, exigencias con crisis) indicarían la eficacia de tal tratamiento,
Lewin propuso una forma de cambio, democrática y situaciones sociales, como la simulación de una frecuencia irrealizables en la realidad social o co- aunque la capacidad de descartar hipótesis alter-
participativa, en que el psicólogo tiene un rol dual «cárcel» para observar el comportamiento de «guar- munitaria. nativas (tendencias locales a la larga, variaciones
—e integrado— de generar conocimiento y promo- dias» y «prisioneros». Si bien este enfoque permi- estacionales, impacto del estallido de un conflicto
ver el cambio social junto a la comunidad. La inves- te estudiar procesos, raros, inaccesibles o que, por Cuasiexperimentos. Son un conjunto de diseños social simultáneo, etc.) de estos diseños es limi-
tigación-acción se ha constituido, en realidad, en todo obvias razones éticas, no podemos provocar (dis- de investigación de campo que aproximan las de- tada. Baste recordar a este respecto cómo el de-
un paradigma o modelo alternativo (Balcázar, 2003; turbios, guerras, etc.) con un coste menor que los mandas de los verdaderos experimentos lo suficien- clive del consumo de heroína de los años ochenta
Salazar, 1992; Sánchez Vidal, 2002a) de practicar la verdaderos experimentos, corremos el riesgo de ha- te como para poder descartar «hipótesis alternativas estuvo relacionado no tanto con la eficacia de los
PC particularmente en la psicología social comuni- cer generalizaciones inválidas sobre el comporta- plausibles» y establecer relaciones causales entre las programas de tratamiento e inserción social como
taria latinoamericana de la que es espinazo concep- miento de la gente en el mundo real, una crítica variables de interés. Campbell y sus colegas (Cam- con la irrupción del sida, una enfermedad mortal
tual y práctico. Es frecuente que tanto los intentos repetida contra los excesos del experimentalismo pbell y Stanley, 1966; Cook y Campbell, 1979) iden- asociada al uso de jeringuillas con que se inyec-
de cambio como los proyectos de investigación sobre en la psicología social. tifican dos tipos de diseños: diseños de grupo control taba la droga.
el terreno se planteen en América Latina como pro- no equivalentes y series temporales. Las ventajas de los cuasiexperimentos residen
cesos de investigación-acción de un tipo u otro en Experimentos de campo. Cuando tratamos de Diseños de grupo control no equivalente. La en su capacidad de aproximar las inferencias cau-
que la actuación es objeto de evaluación (que varía comparar —o tomar decisiones sobre— distintas asignación aleatoria de grupos, organizaciones o sales sin las drásticas exigencias de asignación alea-
entre la reflexión subjetiva y colectiva y la medición) líneas de intervención (programas, políticas, prác- individuos a un grupo experimental (en que se toria a uno u otro grupo; sus límites, en que no
y la investigación se vincula a alguna propuesta de ticas sociales), lo apropiado es realizar experimen- prueba una hipótesis o forma de intervención) o alcanzan el poder suficiente como para interpretar
cambio «interno» de la comunidad o, más frecuen- tos en que grupos o miembros de la comunidad son control (grupo de comparación) que permite atri- los resultados con la claridad que esa asignación
temente, promovido desde fuera. También es fre- asignados a uno u otro grupo, experimental o con- buir las diferencias observadas a la variable de aleatoria otorga a los verdaderos experimentos de
cuente que en esos procesos predomine netamente trol. Sin embargo, hacer de la comunidad un labo- interés es frecuentemente inviable en el campo campo.
la acción sobre la investigación, muchas veces vica- ratorio en el que poner a prueba distintas hipótesis comunitario. Se usan en estas condiciones grupos
ria de la primera, como reflejo de la prioridad —no- o decidir entre la conveniencia de varios «tratamien- de control lo más similares posible en variables
tada al comienzo del capítulo— del activismo y el tos» alternativos conlleva grandes dificultades, so- clave (como edad, nivel educativo, grado de mo- 6. INVESTIGANDO LA COMUNIDAD
cambio social sobre la generación de conocimiento, bre todo en el tema de la asignación al azar de per- tivación o problemática, etc.) a aquel en que se PSICOLÓGICA
típica de la PC. sonas o grupos, muchas veces técnica o éticamente pone a prueba la hipótesis o intervención, lo cual
Podemos destacar como aspectos positivos de inviables. La línea de innovación social experimen- permite atribuir la diferencia de resultados del gru- Siendo la comunidad noción central —aunque
este enfoque su capacidad para combinar fructífe- tal de Fairweather y sus colegas (1977) o E. Rogers po experimental a los factores puestos a prueba: poco reconocida— de la PC, su percepción psico-
ramente teoría y acción social, así como los valores (y Shoemaker, 1971) tratando de encontrar la forma un nuevo método pedagógico, un programa de pre- lógica, el sentimiento de comunidad (SC), había
(colaboración, democracia, participación) que pro- de vida más humana para los pacientes psiquiátricos vención de accidentes de coche o una experiencia de recibir una cierta atención investigadora en el
mueve en su proceso; sus dificultades residen en tras ser dados de alta de la hospitalización es un de participación directa en la vida municipal, etc. campo, como, según veremos, ha sucedido. Sin ol-
los límites que el exceso de activismo impone a la ejemplo de este enfoque. Las distintas formas de El enfoque se complica por la conveniencia de vidar el amplio análisis de la comunidad realizado
actividad investigadora, la dificultad de establecer innovación institucional y cambio social en general tener diversos grupos de comparación (control) en el capítulo 3, presento aquí un estudio propio
relaciones causales (por la visión «desde dentro» (comunidad terapéutica, organización de empresas respecto del grupo experimental o de usar otros del SC para ilustrar la investigación comunitaria.
que tiene el investigador) y la dudosa viabilidad del en economía social, introducción de nuevas tecno- artificios que salven la ausencia de un control ex- El estudio se inserta en uno de los dos núcleos
rol en el complejo nivel comunitario, ya que la in- logías, democracia directa y elaboración de presu- perimental perfecto, casi siempre imposible en la conceptuales (el empoderamiento, sería, como ya
vestigación-acción está realmente pensada para el puestos participativos, etc.) se prestan a ser estu- vida social real. se dijo, el otro) del campo; no pretende, sin em-
nivel grupal, más reducido y manejable. diadas de esta manera. Se trataría de aproximar esos Análisis de series temporales. Se trata de sus- bargo, representar al conjunto de la investigación
intentos a las condiciones experimentales para, sin tituir aquí el control experimental por el control comunitaria, sino sólo ilustrar una de sus líneas
Simulación. Se trata aquí de reproducir tantos destruir la naturaleza social de los fenómenos a in- estadístico, multiplicando las observaciones en el principales. Y no representa a la investigación co-
rasgos básicos de un acontecimiento o sistema so- vestigar, obtener el mayor control posible de las tiempo del fenómeno de interés (las crisis en un munitaria en su conjunto al menos por dos razones:

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1 7 2 / Manual de psicología comunitaria Investigación comunitaria. Sentimiento de comunidad I 1 7 3

primera, tiene un carácter «básico» y fuertemente 7. SENTIMIENTO DE COMUNIDAD cepto, el número de personas que forman la comu- • Está formado por dos componentes básicos
teórico que no se corresponde con el de la mayoría nidad (familiar, territorial o de trabajo) personal; repetidamente propuestos en la literatura: uno,
de estudios psicológico-comunitarios —orientados Aunque el SC puede ser definido, en principio, la fuerza del sentimiento de comunidad con ellas; la más potente, relacional, y otro, secundario,
hacia la evaluación y la práctica—. Segunda, por como la percepción psicológica de la comunidad, disponibilidad (afectiva y geográfica) de esa co- territorial.
su continuismo metodológico respecto de la psi- la investigación empírica demanda descripciones munidad, y la disposición a alterar la permeabili- • Aparece consistentemente relacionado con la
cología: se usa un método, el cuestionario verbal, precisas del concepto desde las que construir me- dad de la «membrana» personal para incluir a los edad, tiempo de residencia —real y espera-
clásico de la investigación psicológica empírica didas viables, de las que se suele carecer en el cam- otros. Tenemos aquí un perfil suficientemente ex- do— en la comunidad y, más débil y esporá-
pero no incluido entre las metodologías aquí des- po social. Sarason, por un lado, y, más recientemen- plícito del SC como para construir una medida vá- dicamente, con la autodefinición del SC y otras
critas como comunitarias, que han sido ya no obs- te, McMillan y sus colegas han hecho propuestas lida y útil de él. variables estructurales como el nivel de renta
tante señaladas como limitadas. conceptuales desde las que podríamos construir ta- o la raza.
Planteamiento del estudio. Como se vio en el les medidas. Para McMillan y Chavis (1986), el SC Resumen de la literatura empírica. Aunque • Presenta también relaciones, más tenues, con
capítulo 3, la comunidad, su reivindicación frente es un sentimiento de pertenencia, de ser importan- los primeros intentos de medir el SC datan de los participación local, competencia, empower-
a la fragmentación social y a las deletéreas conse- te para los otros y el grupo, y una fe compartida en años cincuenta del siglo pasado, es a fines de los ment y satisfacción comunitaria.
cuencias de industrialización y modernización pri- que las necesidades de los miembros de una comu- setenta y en los ochenta cuando los estudios empí-
mero y globalización y posmodernidad después, ha nidad serán satisfechas a través del compromiso de ricos se multiplican en EUA: Doolittle y MacDonald Objetivos. Con los datos teóricos y empíricos
sido objeto de encendidos debates intelectuales y permanecer juntos. El concepto tendría, así, cuatro (1978), Ahlbrant y Cunningham (1979), Glynn previos, el estudio exploratorio se propuso desde
sociales desde el siglo xix en el Occidente industrial. componentes: pertenencia (membership), influencia (1981) o Riger y Lavrakas (1981), Davidson y Co- un planteamiento transcultural desarrollar una me-
La constatación de la importancia temática de la social, satisfacción de necesidades comunes, víncu- tter (1986) o Chavis y otros (1986). En general los dida localmente válida y fiable del SC basada en la
comunidad en PC y las inquietudes sociales sobre los emocionales y apoyo compartido. Descarté esta estudios utilizan cuestionarios verbales a veces ba- teoría de Sarason y en los instrumentos ya probados,
la desintegración social en las sociedades del norte teoría como base de la medida de SC porque, a sados en teorías de la comunidad y otras en nocio- comprobar las dimensiones subyacentes detectadas
industrializado, atizada por el movimiento comu- pesar de ser la más usada en los estudios empíricos nes de los expertos o jueces y buscan indicios de y explorar la red relacional del SC en un contexto
nitario de los sesenta del pasado siglo, acabaron por recientes, describe la solidaridad social en general, fiabilidad y validez de la medida, dimensiones sub- local distinto del estadounidense en que se hicieron
generar en EUA (la sociedad más individualista y no el SC, que es un concepto más específico al que yacentes o relaciones con variables demográficas o la mayoría de estudios anteriores.
desintegrada y proclive, al mismo tiempo, al examen esa definición desborda ampliamente; coincidía así comunitarias relevantes. Varias revistas o secciones
empírico de los fenómenos sociales) una línea flo- plenamente con el criterio expresado por Dunham de libros, monográficamente dedicados al tema, re-
reciente de investigación empírica del SC. Una línea (1986) y opté por basarme en la teoría más clásica cogen estudios dispersos o resumen las aportaciones 8. LA COMUNIDAD
centrada en la medida empírica del concepto, la y específica del SC de Sarason. preexistentes: Journal of Community Psychology Y SUS HABITANTES
identificación de sus componentes estructurales y En su obra The Psychological Sense of Com- (Newbrough y Chavis, 1986a y 1986b), Journal of
la exploración de sus relaciones con otros concep- munity, Sarason (1974) define el SC como «el sen- Community and Applied Social Psychology (Prezza La comunidad elegida para estudiar el SC fue
tos sociales relevantes, como la participación y el timiento de que uno pertenece a, y es parte signi- y Schruijer, 2001); Fisher, Sonn y Bishop (2002); La Barceloneta, un barrio marinero de Barcelona
empowerment. ficativa de, una colectividad mayor», sintiéndose Sánchez Vidal, Zambrano y Palacín (2004). Si bien que, además de aproximar las condiciones de una
La investigación del SC tiene menos eco fuera parte de una red de relaciones de apoyo mutuo ya el grueso de lo publicado proviene de EUA y el verdadera comunidad (enclave geográfica y social-
del ámbito anglosajón, salvadas excepciones como disponible en la que puede confiar. El SC equiva- ámbito anglosajón, se producen también aportacio- mente delimitado con historia, carácter propio y
Italia, que genera una variada amalgama de estudios. le a sentimiento de pertenencia, mutualidad e in- nes relevantes, especialmente desde Italia y, en mu- autoconciencia social), era accesible informativa y
El origen norteamericano de la línea investigadora terdependencia voluntaria, diluyendo su posesión cho menor grado, en España, donde Pons y sus co- geográficamente, dado su reducido tamaño. La elec-
y de la mayoría de sus estudios introduce algunas la sensación de alienación, anomia, aislamiento y legas (1992, 1996; Marín y otros, 1994) estudian el ción de la comunidad para poner a prueba una me-
dudas sobre la validez transcultural de la base con- soledad y satisfaciendo las necesidades de intimi- sentimiento de comunidad en varias comunidades dida de SC es esencial: la medida habría de quedar
ceptual, instrumentos usados para medir el SOC y dad, diversidad, pertenencia y utilidad. Consta de de la periferia de Valencia; Gómez Jacinto y Hom- más claramente perfilada, y sus relacione^, puestas
resultados obtenidos. Aunque las investigaciones cuatro ingredientes: percepción de similitud con brados (1993) lo relacionan con ciertas dimensiones de manifiesto en una comunidad fuerte y cohesio-
españolas habían sugerido que las medidas desa- otros; interdependencia mutua; voluntad de man- ambientales y sociales. nada.
rrolladas en EUA podían ser aplicadas entre noso- tener esa interdependencia, dando o haciendo por Tomados en su conjunto, y a pesar de algunas ca- La Barceloneta (Fabre y Huertas, 1976; Ajun-
tros, parecía conveniente desarrollar una medida otros lo que uno espera de ellos, y sentimiento de rencias teóricas, los estudios muestran que el SC: tament de Barcelona, 1994) es una pequeña penín-
del SC anclada a una teoría alternativa a la usada y pertenencia a una estructura mayor estable y fiable. sula —parcialmente ganada al mar— de la ciudad
ponerla a prueba en una «verdadera» comunidad. Son características del SC la percepción de ser • Puede ser definido operativamente y medido de Barcelona con una amplia fachada marítima de
Tales eran los fines del estudio que narro brevemen- necesario, de ser parte significativa de la comuni- con precisión, exhibiendo varias medidas ver- playas por un lado y de puerto por otro. Se desa-
te a continuación. dad, y la autoconciencia. Y son indicadores del con- bales una apreciable consistencia interna. rrolló a mediados del siglo xvm, adquiriendo un
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carácter industrial, marinero y recreativo. Su estra- en la densa vida de calle y en la popularidad de las CUADRO 5.4
tégico emplazamiento, conexiones marítimas y fe- fiestas locales. El fuerte sentimiento de pertenencia
ítems de la escala de sentimiento de comunidad y dimensiones teóricas (Sánchez Vidal, 2001b)
rroviarias y su localización extramuros de la ciudad al barrio es detectable en la forma de describirse y
(que permitía establecer industrias, como el gas, describir al barrio de sus habitantes en relación a
Dimensión teórica ítems
prohibidas en ella) convierten al barrio en podero- la ciudad: son frecuentes los letreros de «soy del
so núcleo industrial. La industrialización genera un barrio» en los cristales de los coches; dicen «voy»
robusto movimiento obrero y una rica vida asocia- a Barcelona, cuando viajan del barrio a otra parte Arraigo territorial Formo parte del barrio
tiva y cultural ligados a las reivindicaciones obreras de la ciudad. Problemas comunitarios frecuentes Pertenencia Siento el barrio como algo mío
y a los problemas urbanísticos y sanitarios del ba- Tengo raíces en este lugar
son, según la gente, la droga, las carencias urbanís-
Pienso vivir mucho tiempo en este barrio
rrio: cooperativas, organizaciones mutuas, baños ticas y la falta de ciertos equipamientos (sobre todo Me gusta este barrio porque tiene carácter y tradiciones propias
marítimos, clubes de natación, sociedades deporti- una residencia de mayores y un polideportivo). Las
vas. La expansión industrial del siglo xix marcó el estadísticas muestran un perfil social (Gómez, 1994)
Relación Una de las mejores cosas de la vida son los vecinos
desarrollo de La Barceloneta, y su decadencia a de desventaja respecto del conjunto de Barcelona: Interacción Conozco y trato bastante a mis vecinos
fines del siglo pasado («reconversión» industrial), población envejecida, menor esperanza de vida, más Estoy satisfecho de mis relaciones con los demás
el estancamiento, si no decadencia, posterior. El paro, mínima proporción de titulados superiores y Tengo buenos amigos entre los vecinos
pasado industrial y marinero del barrio pervive aún capacidad económica notablemente menor que la
en sus fiestas populares, calles, edificios e institu- media de la ciudad. Interdependencia Es importante tener buenas relaciones con los que están a tu alrededor
ciones, cuyos nombres (La Maquinista, Andrea Do- Mutualidad Creo que todos nos necesitamos unos a otros
ria, Almirante Cervera, etc.) rememoran el pasado. Ayudo a los vecinos cuando lo necesitan
La remodelación urbana realizada con motivo de 9. MIDIENDO EL SC: LA ESCALA Mis vecinos suelen ayudarme si lo necesito
los Juegos Olímpicos de 1992 privó al barrio de su Es importante ayudarse los unos a los otros
condición de la playa de Barcelona y, rodeado por El enfoque metodológico usado para investigar Puedo confiar en los demás
nuevos y más dinámicos barrios y con sus habitan- el SC y sus relaciones es la encuesta poblacional
tes dedicados a oficios y ocupaciones cada vez más (descrita en el capítulo 6) en que se hacen pregun- Otras Me veo básicamente como los demás
obsoletos, fue creciendo la frustración y la sensa- tas cerradas (cuestionario) sobre las variables y Si quiero, puedo influir en la vida del barrio
ción de haber sido «sobrepasado» por los barrios asuntos a conocer a una muestra representativa de En este barrio se pueden hacer muchas cosas
circundantes. Sensación ratificada por la ostensible la comunidad elegida, La Barceloneta en este caso,
pérdida de población del barrio, que pasa de 50.000 que son después analizadas numérica y cualitativa-
habitantes en 1976 a los actuales 16.000 (Ajunta- mente. Para recoger la información precisa se ela- que había mostrado buenas cualidades métricas. Los pués a 260). El habitante «promedio» (más frecuen-
ment de Barcelona, 1996) y que, podemos suponer, boró un cuestionario recabando información sobre ítems cubren en cuatro áreas temáticas el contenido te) del barrio tiene, según la muestra reconstruida,
acentúa el sentimiento de comunidad (capítulo 3) los tres tipos de datos que interesaban: caracterís- del SC: pertenencia o arraigo territorial captado por una edad de 45 años, es casado, con un nivel de
ligándolo a la marginación compartida por sus ha- ticas sociodemográficos de la población e indica- ítems como «Formo parte del barrio» o «Tengo raí- estudios primario y ha vivido en el barrio durante
bitantes respecto a la ciudad de Barcelona en su dores del SC (edad, estado civil, nivel educativo, ces en este lugar»; relación o interacción social 33 años.
conjunto. residencia, tiempo viviendo en el barrio, etc.); par- básicamente vecinal («Tengo buenos amigos entre Análisis y resultados. Una vez registrados los
Urbanísticamente, el barrio es un triángulo con ticipación local, un fenómeno que, además de haber los vecinos») y, también, social general («Estoy sa- datos, fueron sometidos a análisis estadístico con
una trama regular y geométrica en que, salvo cier- aparecido relacionado con el SC, interesaba cono- tisfecho de mis relaciones con los demás»); inter- el Statistical Packagefor the Social Sciences (SPSS/
tas zonas de ensanche nuevas, las calles son estre- cer por sí mismo, y SC. dependencia y mutualidad («Puedo confiar en los PC+; Nie y otros, 1978; SPSS, 1990) que incluyó:
chas con edificios de cinco o seis plantas con vi- Escala de sentimiento de comunidad. El SC se demás», «Ayudo a mis vecinos cuando lo necesi- descripción de las variables; análisis la escala de
viendas antiguas y pequeñas (46 metros cuadrados mide por medio de una escala de 18 enunciados tan»); y otras, como influencia, competencia o si- SC y sus ítems; análisis factoriales, para descubrir
de media en nuestra muestra), resultado de las su- —que los participantes puntuaban de cero a seis militud con otros. la estructura subyacente, y relaciones con las va-
cesivas divisiones (quart de casa) de las amplias según el grado de acuerdo—, creada a partir de la Tras la prueba previa, el cuestionario fue pasado riables cualitativas y cuantitativas. La covariación
viviendas iniciales, en que viven tres personas, ma- teoría de Sarason. Dada la impregnación cultural a una muestra de 354 personas residentes en el ba- de ciertas variables relevantes con la edad y otras
yoritariamente en régimen de alquiler. Posee una estadounidense de la investigación en el área de SC rrio y elegidas en centros y lugares de reunión de ocurrencias observadas (como la observación de
fuerte personalidad y una intensa vida social, visi- y de los instrumentos de medida, se prestó especial forma que fueran representativas de la distribución que las rotaciones factoriales oblicuas resultaban
ble tanto en la interacción social en el mercado, atención a la pertinencia cultural de las preguntas por sexo y edad del barrio de La Barceloneta (para conceptualmente más adecuadas y métricamente
escuelas y zonas de juego, bares del barrio como y a la escala usada por Pons y otros en nuestro país, ajustar lo cual fue «reducida» estadísticamente des- menos exigentes que las ortogonales) llevaron a
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1 7 6 / Manual de psicología comunitaria Investigación comunitaria. Sentimiento de comunidad I 1 7 7

realizar un amplio análisis estadístico en varias eta- rotados oblicuamente, apareciendo con los ítems que CUADRO 5.5
pas. Resumo los resultados principales, su interpre- los forman y la correlación de éstos con cada factor
Análisis factorial de la escala de sentimiento de comunidad (Sánchez Vidal, 2001)
tación y discusión teniendo en cuenta los hallazgos (saturaciones) en el cuadro 5.5.
anteriores, los referentes a la escala de SC y sus El primer factor, el más potente, llamado in-
Factores
cualidades métricas, su estructura factorial y las teracción vecinal, explica el 31 por 100 de la va- y varianza ítems que lo definen
Correlación
relaciones con otras variables. rianza común, conteniendo ítems sobre percepción ítem-factor
explicada
El SC medio de la muestra es alto, 85 (sobre positiva de, y relación con, los vecinos e interde-
un máximo de 108), lo que confirma los indicios pendencia social. El segundo, que explica casi el Interacción Mis vecinos suelen ayudarme si lo necesito 0,83
—relaciónales y otros— previos de que La Bar- 10 por 100 de la varianza compartida, está clara- vecinal (31 por Conozco y trato bastante a mis vecinos 0,82
celoneta es un barrio muy comunitario. Evaluación mente definido por ítems ligados a la pertenencia 100 de varianza) Tengo buenos amigos entre los vecinos 0,69
que debe ser, no obstante, confirmada comparan- o arraigo territorial. El tercero, responsable de Puedo confiar en los demás 0,68
do ese valor con el obtenido en otras comunidades algo más del 8 por 100 de la varianza común, es Una de las mejores cosas de la vida son los vecinos 0,66
menos cohesionadas, lo que ayudaría a establecer etiquetado interdependencia, ya que los ítems con Estoy satisfecho de mis relaciones con los demás 0,63
la validez discriminante de la medida de SC. La mayores saturaciones tienen que ver con la mutua- Ayudo a los vecinos cuando lo necesitan 0,62
fiabilidad de la escala es alta (alfa de Cronbach, lidad y solidaridad social general. Esos factores
0,86, similar al resultado obtenido en otros estu- son similares, con matices, a los identificados en Arraigo territo- Formo parte del barrio 0,75
dios), mostrando sus ítems una correlación sus- otros estudios, como Pons y otros (1992 y 1996) y rial (9 por 100) Si quiero, puedo influir en la vida del barrrio 0,67
tancial con la escala en su conjunto, lo que indica Davidson y Cotter (1986), que han usado escalas Tengo raíces en este lugar 0,67
Siento el barrio como algo mío 0,62
que el SC es un concepto coherente, aunque di- verbales autodescriptivas. Y corresponden global-
mensionalmente heterogéneo. Los ítems: «Conoz- mente a las áreas temáticas inicialmente propues-
co y trato bastante a mis vecinos», «Una de las tas (cuadro 5.4), respaldando empíricamente, con Interdependen- Es importante ayudarse los unos a los otros 0,82
cia (8,4 por 100) Creo que todos nos necesitamos unos a otros 0,80
mejores cosas de la vida son los vecinos» y «Mis matices, la teoría comunitaria que —nucleada por
Es importante tener buenas relaciones con los que están a tu alrededor 0,71
vecinos suelen ayudarme si lo necesito» son los las ideas de Sarason— se usó para construir la es- Me gusta este barrio porque tiene carácter y tradiciones propias 0,56
que mayor correlación muestran con la escala, cala. Mientras que hay un acuerdo sustancial con
siendo los mejores indicadores —verbales en este los contenidos de esas áreas teóricas en los facto- Análisis de componentes principales con rotación Oblimín.
caso— del SC, mientras que la autopercepción del res secundarios (arraigo territorial e interdepen-
SC y de la importancia de su posesión son indica- dencia), el factor empírico principal (interacción
dores verbales más débiles, y el número de perso- vecinal) incluye, junto a los contenidos ligados a
nas conocidas por su primer nombre, usado en la la dimensión teórica de interacción, otros relacio- dirección social general, desterritorializada. Sugi- término (como reconocen Hillery, 1955; Bernard,
literatura estadounidense, no parece funcionar en- nados con la interdependencia pero que se dan en riendo, en otras palabras, que la relación o interacción 1973; o Gusfield, 1975), los hallazgos recientes in-
tre nosotros, al menos tal y como se midió (esti- la esfera territorial del vecindario. no es sólo el fundamento del sentimiento de comu- dican inequívocamente que, aunque ese componen-
mación verbal) en este estudio. nidad en el ámbito territorial del vecindario, sino que te es aún parte del SC, ya no es el referente funda-
Interacción vecinal y social. El peso de este fac- influye también en la cohesión social de los ámbitos mental de la comunidad subjetiva que ha pasado a
tor relacional del SC, identificado bajo distintas for- no territoriales de la sociedad general. ser esencialmente relacional. Ello confirma tanto
10. ESTRUCTURA: RELACIÓN, mas por otros muchos investigadores (Riger y La- tesis sociales clásicas (como la de Durkheim) como
TERRITORIO Y TEORÍA vrakas, 1981; Chavis y otros, 1986; o Hillery, 1955), Arraigo territorial: aunque bastante menos po- las de autores más modernos como Dunham (1986),
DE LA COMUNIDAD afirma que la interacción social de base territorial tente, este factor es más claro y compacto que aquél. que afirman el papel decreciente de la solidaridad
(vecinal o barrial para ser más precisos) es el núcleo Recoge sentimientos de arraigo e identificación con estructural, ligada al territorio y la localidad, y su
El análisis factorial (Gorsuch, 1974; Hair y otros, del SC, confirmando indirectamente ideas teóricas el barrio como un todo y no sólo, como en los otros sustitución por un proceso más relacional y funcio-
1995) identifica las dimensiones básicas que subya- (como las de Durkheim y otros) que mencionan la dos factores, con su vertiente relacional, apareciendo, nal (ligado para algunos al trabajo). ¿Qué función
cen a una medida verbal a partir de las correlaciones interdependencia social como base de la solidaridad también, en ciertos análisis (Pons y otros, 1992 y tiene el territorio en la comunidad y el SC según los
entre sus ítems en una población, en función, en social en las sociedades industrializadas. La solidez 1996; Riger y Lavrakas, 1981) pero no en otros (Da- resultados de este y otros estudios del SC? Parece
otras palabras, de cómo la gente tienda a agrupar en del núcleo relacional del SC es confirmada en el vidson y Cotter, 1986; Skjaeveland y otros, 1996). que, a pesar de las suposiciones de globalización y
sus respuestas unos ítems con otros. Los tres facto- tercer factor (interdependencia o mutualidad), menos Aunque la dimensión territorial ha formado tradicio- el posmodernismo (capítulo 3) sobre su progresiva
res principales, que explican algo más del 48 por potente, que extiende la esencia interactiva del SC nalmente el núcleo de la definición de la comunidad degradación, localidad y territorio sigue conservan-
100 de la varianza común, fueron retenidos tras ser más allá de la esfera territorial del vecindario en la tanto en el uso popular como en el científico del do un doble e importante papel.

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1 7 8 / Manual de psicología comunitaria Investigación comunitaria. Sentimiento de comunidad I 1 7 9

• Es el ámbito o plataforma en que se desarrolla ciocultural) tiene el riesgo de desnaturalizar ambas tiz interpretativo histórico, podemos aventurar que rar otros componentes menores. La fuerte relación
la interacción (componente principal de la co- cosas: el carácter de lúdico y de mejora personal las personas mayores del barrio, con frecuencia in- del SC con la edad —y en menor grado, con el
munidad), reteniendo, probablemente y como implícito en la participación de la gente y la orien- migrantes rurales, se desarrollaron en una sociedad tiempo de residencia en la comunidad— tiene in-
se indicó en el capítulo 3, un papel, no exclu- tación al verdadero cambio social buscado por la agraria más comunitaria y cohesionada en que las terpretaciones dinámicas e históricas congruentes
sivo, de generador de interacción. acción comunitaria (y por el interventor). tendencias disolventes de la modernización y el li- con el análisis social y la teoría comunitaria. Otras
• Nuclea el constituyente secundario de la co- El SC aparece positivamente relacionado con la beralismo económico no habían penetrado todavía relaciones parecen, por el contrario, resultado de
munidad, la pertenencia o arraigo territorial edad (la relación más clara y potente, que «conta- en las ciudades a las que el desarrollo español de artificios metodológicos o socioculturales especí-
asociada al vecindario, la vertiente territorial mina» otras relaciones), el tiempo de residencia en los años sesenta y setenta empezó a abocar. En cam- ficos de la sociedad estadounidense en que se han
de la solidaridad social natural local que lla- el barrio y, probablemente, el número de personas bio, los jóvenes se han criado en urbes y en el seno realizado la mayoría de estudios. El acuerdo razo-
mamos sentimiento de comunidad. conocidas por su primer nombre. La relación con de una cultura moderna y «posmoderna» que como nado en la definición del SC que no desborde los
la participación comunitaria es, en cambio y contra se vio (capítulos 1 y 3) ha debilitado los valores y límites del concepto y que permita verificar su es-
lo esperable, nula. La evidencia de estas relaciones vínculos relaciónales estables sobre los que se cons- tructura subyacente y explorar las relaciones en
11. RELACIONES DEL SC: se obtuvo a través de correlaciones, análisis de re- truye la comunidad: no es pues extraño que los es- otras sociedades y culturas es pues una tarea pen-
PARTICIPACIÓN, PERTENENCIA gresión, varianza y covarianza (controlando la edad, tudios realizados con ellos muestren dificultades en diente y señala los límites a la eventual generaliza-
Y CAMBIO SOCIAL un poderoso intermediario en las relaciones con la pertenencia y el SC. La falta de relación de SC ción como «universales» de los conceptos y la evi-
otras variables) y regresión logística, que permite y participación local sólo teóricamente es inespe- dencia empírica específica del ámbito anglosajón
El perfil participativo del barrio fue obtenido examinar en qué medida un conjunto de variables rada; los índices de relación relatados en otros es- en que se generan.
averiguando los grados de participación en áreas cualitativas y cuantitativas predice los valores de tudios (Davidson y Cotter, 1989; Chavis y Wan- Aun cuando el enfoque cuantitativo y empírico
relevantes de la vida comunitaria como las asocia- otra (el SC, en este caso). El control de la edad en dersman, 1990) tienen valores mínimos, y cualquier se muestra fructífero y revelador en los estudios
ciones vecinales o de padres de alumnos (APAs), los análisis permitió detectar que las aparentes re- experiencia o estudio cualitativo detecta la comple- realizados, es demasiado limitado y estrecho como
fiestas, parroquias, asociaciones culturales y otras. laciones iniciales con otras variables (sexo, estado jidad y singularidad social del fenómeno participa- para monopolizar el estudio de un concepto social
En conjunto, la participación comunitaria es muy civil, nivel de estudios) eran artefactos asociados a tivo que puede adquirir distintas formas en cada —por tanto construido— como el sentimiento de
baja (4 puntos de media sobre un máximo de 30), su estrecha asociación (covariación) con la edad. comunidad, entorno social y momento histórico comunidad. Conceptualmente, el enfoque parece
estando, además, concentrada en unas pocas perso- En cuanto al número de personas conocidas por su concreto y que no siempre se puede capturar con insuficiente a la hora de definir conceptos básicos
nas que participan activamente en múltiples activi- primer nombre, la evidencia es mixta, apareciendo unas cuantas preguntas sobre supuestas conductas como «comunidad» o «vecindario». Reacciones en
dades. La mayor participación se da en las fiestas asociado al SC sólo en unos análisis estadísticos y «participativa». Es, de todos modos, otro interro- el terreno de las personas que respondían a los cues-
y asociaciones de carácter lúdico y popular, no en no en otros. Aunque parece un indicador razonable gante abierto por la investigación. tionarios y algunos ensayos grupales complementa-
aquellas de carácter más formal o institucional de integración comunitaria e interacción social (del rios previos aconsejan explorar los significados que
(APAs, asociaciones vecinales, etc.), típicamente SC, por tanto), la peculiaridad de la comunidad es- la gente atribuye a esos y otros términos clave. Tal
asociado con el activismo y el cambio comunitario. tudiada (un auténtico «pueblo» donde todos se co- 12. CONCLUSIÓN: POTENCIAL Y exploración habría de ser útil y clarificadora tanto
El carácter predominantemente lúdico de la parti- nocen) y la forma de medirlo (estimación personal LÍMITES; VALORES Y LEALTADES al interpretar los resultados logrados con medidas
cipación en La Barceloneta, aunque congruente con global) pueden haberle restado eficacia a los resul- DEL INVESTIGADOR teóricamente «prefabricadas» de SC como al «cons-
los datos de otros estudios españoles, puede ser ex- tados, reduciendo la variabilidad del fenómeno y la truir» o definir ese concepto, poniendo de manifies-
plicado por el citado carácter recreativo del barrio; fiabilidad de su medida. Sólo la prueba más con- Esta y otras investigaciones han mostrado que to divergencias conceptuales que pueden explicar
la baja participación en asociaciones que buscan el trolada en otras comunidades arrojará luz adicional la percepción psicológica de la comunidad, el SC, —en parte al menos— diferencias de resultados y
cambio social es coherente con el gran «bajón» del sobre el verdadero valor de tal «marcador» en nues- puede ser medido mediante una escala teóricamen- de interpretaciones. Ello puede ser especialmente
activismo político tras la transición democrática tro entorno social. te fundada, pudiendo ser analizado en sí mismo y útil en grupos de edad como los adolescentes —y
posfranquista (capítulo 1); uno y otro datos sugieren El significado de las relaciones detectadas es en relación a otros fenómenos sociales relevantes. su contraste con los mayores— de cara a/explicar
que al participar en actividades sociales la gente relativamente obvio y consistente con la teoría de Estructuralmente, el SC presenta un núcleo relacio- su visión de la comunidad y entender las dificulta-
busca más la relación y la pertenencia que el cam- la comunidad y el SC descrita en el capítulo 3. Si nal del que el territorio parece soporte generador des encontradas con este tipo de medidas con ese
bio social. La implicación práctica de tal sugeren- el SC se desarrolla como fruto de la experiencia —no único—, lo que otorga a las interacciones co- grupo. Metodológicamente, el cuestionario están-
cia es clara: la participación comunitaria debe ser compartida y ha declinado históricamente como munitarias su carácter distintivo: el estar —en par- dar y cerrado, pensado para poblaciones urbanas
planteada a través de actos y formatos lúdicos y resultado de los procesos de industrialización y ur- te— territorialmente constituidas. Siendo el com- acostumbradas a responder a preguntas personales
populares. Pero resulta, también, descorazonadora, banización, es lógico que las personas mayores y ponente territorial pequeño pero constante en los formuladas por un extraño (¡a veces por teléfono!),
un planteamiento tal de la participación comunita- con más tiempo de residencia en un barrio tengan estudios, hay que reconocer que la manera de «cons- puede muy bien resultar inapropiado en un proceso
ria (encarnado, por ejemplo, por la animación so- más sentimiento de comunidad. Acentuando el ma- truir» teóricamente el concepto de SC puede gene- de investigación-acción o desarrollo comunitario en

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1 8 0 / Manual de psicología comunitaria Investigación comunitaria. Sentimiento de comunidad / 1 8 1

un pueblecito del Algarve portugués, los cerros de Particularmente interesante parece aclarar si las de solucionar dilemas estratégicos y éticos, como ve— que deben ser explicitados y discutidos más
Valparaíso o el campo araucano, en que los formatos relaciones del SC con otros conceptos —como el desarrollar conocimiento y actuar, lealtad debida allá de la supuesta solución que la estrategia de
de obtener información, preguntar y responder son empoderamiento— son «reales», reflejan, simple- a la academia —de la que uno es parte real— y investigación-acción —una de las opciones ante
otros. Puede que en tales casos el contenido de las mente, los solapamientos de contenido dimensional la comunidad —a la que uno supuestamente sir- esos dilemas— representa.
preguntas haya de ser cambiado o puede ser necesa- que algunos autores establecen de entrada, y además
rio leerlas y «explicarlas» a la gente estableciendo de diluir el significado del SC, pueden contribuir
una interacción real con ella, con lo que se alteran a crear covariación artificial con otros fenómenos RESUMEN
las condiciones y, presumiblemente, la posibilidad relevantes pero diferentes del SC.
de comparar los resultados obtenidos. La existencia En un artículo posterior (Sánchez Vidal, 2003)
de otros métodos y enfoques —no necesariamente he abordado las dimensiones «no científicas» (so- 1. Por su orientación preferente hacia la acción, ma comunitario). Se debe evitar primar el ni-
verbales ni, desde luego, ligados a los individuos ciales, estratégicas, valorativas...) ligadas a la in- investigación y desarrollo teórico son secun- vel individual de análisis, que imposibilita una
sino a dimensiones sociales de la comunidad— de vestigación en La Barceloneta, prestando especial darios y están aún infradesarrollados en PC. investigación —e intervención— verdadera-
identificar y medir la comunidad plantea, en fin, la atención a las disyuntivas ético-valorativas que un 2. Dadas las preferencias activistas del campo, la mente comunitaria.
pregunta teórica de cómo comparar los datos obteni- investigador «basado» en la universidad se plantea investigación comunitaria trata, en general —y 6. La idea de metodología es más amplia que la de
dos con diferentes métodos y la más práctica de por al abordar una comunidad para generar —y en su a diferencia de otros campos—, de combinar técnicas o métodos: abarca, además de procedi-
qué han de primar en los procesos de publicación, caso usar— conocimiento. Se hace allí un esbozo armoniosamente investigación y acción social, mientos técnicos para recoger información, una
difusión de resultados y asignación de recompen- de evaluación dinámica y global del barrio y su desde el compromiso dual del psicólogo comu- serie de asunciones sobre los fenómenos socia-
sas los informes verbales con demasiada frecuencia situación que incluye los datos e impresiones acu- nitario: con el desarrollo de la comunidad y el les y la forma más adecuada en que el investiga-
identificados como el método científico de medida mulados durante el proceso investigador y en otros bienestar de sus pobladores, por un lado, y con dor puede relacionarse con esos fenómenos para
o, al menos, el más científico de los métodos de contactos y observaciones («devolución» de los re- la generación de conocimiento, por otro. obtener un mejor conocimiento de ellos.
medir e investigar. sultados del estudio, representación teatral y deba- 3. Rechazada la pretensión, hoy insostenible, de 7. La elección del enfoque metodológico depen-
Tampoco ha de olvidarse que hemos extraído te sobre el barrio, investigación grupal fallida con que la ciencia social es neutral, debemos re- derá de la medida en que esos presupuestos
conclusiones a partir de una comunidad concreta jóvenes, etc.) necesarios para tener una visión in- conocer que la investigación comunitaria está sintonicen con los objetivos del investigador y
elegida por su elevada cohesión: los hallazgos ex- terconectada y totalizadora de lo que sucedía en la impregnada de valores que tratan de combinar se cumplan en la realidad social a investigar y,
plicados deberían ser ratificados en otras comunida- comunidad que los resultados del estudio empírico ciencia y valores que asumimos compatibles. eventualmente, cambiar. Tres dimensiones ca-
des elegidas con criterios teóricos. Así, el contraste del SC —tomados como una pieza de información Para ello, el investigador comunitario debe ser racterísticas de los enfoques, clave para esa
con barrios escasamente comunitarios contribuiría más a relacionar con el resto usando la «imaginación lo más claro y explícito posible sobre sus va- elección, son: el grado de colaboración y con-
a probar la fiabilidad de la medida y su estructura sociológica» tan querida de Mills— nunca conse- lores y presupuestos previos. tacto con la comunidad, el nivel de control ejer-
factorial y, de obtenerse un menor nivel de SC, su guirían por sí solos. 4. Investigador y comunidad poseen recursos ge- cido sobre las variables de interés y la orienta-
validez discriminante. Los datos preliminares de Se replantea, también y sobre todo, el clásico neralmente complementarios; la mejor forma, ción más analítica (hacia la descripción de los
un estudio posterior en otro barrio (el Ensanche conflicto de lealtades del psicólogo académico que por tanto, de hacer realidad el ideal comuni- fenómenos comunitarios y sus relaciones) o más
barcelonés) parecen ratificar la estabilidad de la al hacer un estudio sobre el terreno entra en con- tario de combinar productivamente investiga- operativa (hacia el cambio social).
estructura factorial y relacional y el menor nivel tacto, también, con el latido vital y los problemas ción y desarrollo comunitario es establecer un 8. Los enfoques metodológicos analíticos inclu-
de SC con respecto a La Barceloneta, lo que aporta reales de una colectividad de personas viviendo en pacto o relación de colaboración en que in- yen: observación participante, etnografía, aná-
una cierta validez discriminante al concepto y la un territorio que llamamos comunidad. Ese conflic- vestigador y comunidad intercambien equita- lisis de redes sociales, epidemiología e indi-
medida usados. La prueba con jóvenes (contras- to entre academia y comunidad tiene una serie de tivamente recursos. cadores sociales. Cada enfoque tiene unas
tándola a la vez con mayores) de esta medida y de derivaciones estratégicas y éticas ligadas al grado 5. Existen diversos enfoques metodológicos para características, ventajas e inconvenientes y
enfoques cualitativos alternativos (como los grupos de compromiso con la comunidad y la continuidad abordar los procesos y fenómenos comunita- varía a lo largo de las dimensiones (grado de
focales) podría contribuir a dilucidar en qué medi- de la relación del psicólogo comunitario con ella, rios. La elección del enfoque adecuado a cada colaboración, nivel de control y fines'perse-
da las dificultades encontradas con ese grupo con la forma de acceder a la comunidad desde fuera y caso y situación dependerá de: el conocimien- guidos) relevantes para elegir uno u otro.
las medidas verbales de SC se deben a la forma de las preferencias personales y condicionantes socia- to previo del tema, los límites éticos y prácti- 9. Los enfoques operativos incluyen la investiga-
medir el concepto o indican una verdadera caren- les (recompensas académicas, legitimidad social cos, los objetivos perseguidos por el investi- ción-acción, las simulaciones, los experimentos
cia de SC reflejo de las dificultades de integración de las distintas formas de desarrollar conocimien- gador y el nivel de análisis más apropiado (que de campo y los cuasiexperimentos. También
social (y de sentirse parte de la comunidad) de los to, uso «político» de esa legitimidad para sostener orienta, a su vez, la elección del «blanco» in- poseen características, ventajas e inconvenien-
jóvenes actuales. Los estudios longitudinales po- una u otra concepción de conocimiento e investi- terventivo y la forma de «construir» el proble- tes que orientan la elección de uno u otro.
drían aportar también valiosos datos evolutivos. gación, etc.) que interactúan al considerar y tratar

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1 8 2 / Manual de psicología comunitaria
Investigación comunitaria. Sentimiento de comunidad I 183

LECTURAS RECOMENDADAS
10. El sentimiento de comunidad (SC), el com- terdependencia. Se confirma así el carácter
ponente psicológico de la comunidad, su per- básicamente relacional del SC cuyo núcleo
cepción subjetiva, es un tema teórica y so- central —en las sociedades industrializadas— Heller, K. H., Price, R. H., Reinharz, S., Riger, S. y Wan- poder, ética y valores. Barcelona: Publicacions de la
cialmente relevante que ha sido objeto de es la interacción social de base territorial dersman, A. (1984). Psychology and community chan- Universitat de Barcelona.
ge. Pacific Grove: Brooks/Cole. El capítulo III es un muestrario de puntos de vis-
análisis social desde la modernización e in- (vecinal), complementada con la interacción
Los capítulos 3 y 4 presentan la panorámica más ta y estudios europeos (italianos sobre todo) sobre el
dustrialización y de investigación empírica social general, desterritorializada. Ello apoya amplia de los métodos —no verbales— de investiga- sentimiento de comunidad, sus implicaciones y apli-
desde los años sesenta del pasado siglo. —con matices— los análisis que distinguían ción. caciones sociales.
11. Las investigaciones realizadas sobre todo en (capítulo 3) comunidad simbólica y comuni-
EUA con cuestionarios han mostrado que el dad territorial y sugerían el declive sustanti- Bloom, B. L. (1984). Community Mental Health (2. a
Newbrough, J. R. y Chavis, D. M. (eds.) (1986a). Psy-
SC puede ser medido a través de escalas ver- vo de esta última, sin desestimar su papel edic). Nueva York: Brooks/Cole.
chological sense of community, I: Theory and con-
bales fiables, estructuralmente formadas por generador de comunidad simbólica. Descripción clara de diversos enfoques de estudio
cepts. Journal of Community Psychology, 14 (1).
dos componentes ya reiterados en la litera- 14. El SC está sustancialmente ligado a la edad de la comunidad, ilustrados con la descripción de una
comunidad específica. Colección de artículos sobre el sentimiento de
tura teórica: uno, más potente, relacional, y y, mucho menos, al tiempo de residencia en comunidad desde una perspectiva estadounidense,
otro territorial que tiene relaciones significa- la comunidad. Algo coherente con las inter- mayoritariamente empírica.
Sarason, S. B. (1974). The psychological sense of com-
tivas con la edad, el tiempo de residencia (real pretaciones —históricas y dinámicas— que munity: Prospectsfor a Community Psychology. San
y esperada) en la comunidad y, esporádica- proponen que la comunidad y el SC se desa- Francisco: Jossey-Bass. Fisher, A. T., Sonn, C. C. y Bishop, B. J. (2002). Psy-
mente, con otras variables. rrollan a partir de la vida común y la expe- Descripción crítica y teoría del sentimiento de chological sense of community: Research, applica-
12. Para examinar esas medidas y datos en nues- riencia compartida. comunidad y su significado social en la escena con- tions and implications. Nueva York: Kluvwer Aca-
tro contexto sociocultural, se plantea una in- 15. La participación local (baja, de carácter lú- temporánea. demic/Plenum.
vestigación del SC en un barrio altamente dico-recreativo y a cargo de unas pocas per- Compilación de artículos sobre investigación,
comunitario de Barcelona. En base a la teoría sonas) no parece, en cambio, relacionada con Sánchez Vidal, A., Zambrano, A. y Palacín, M. (comps.) aplicación y teoría del sentimiento de comunidad en
de Sarason, se construye una escala de 18 el SC, como sugiere la lógica y habían apun- (2004). Psicología comunitaria europea: comunidad, el ámbito anglosajón y australiano.
ítems que cubren las tres dimensiones básicas tado débilmente algunas investigaciones pre-
de contenido del concepto —interacción so- vias.
cial, arraigo territorial e interdependencia— 16. El estudio del SC, de su naturaleza y relacio-
y que los análisis muestran robustamente nes parece una línea fructífera de investiga-
fiable. ción comunitaria que ilustra las metodologías
13. Según los resultados —convergentes con aná- verbales empíricas que merece la pena pro-
lisis teóricos y empíricos previos—, la es- seguir, ampliando su base conceptual y ex-
tructura subyacente al SC está formada por periencia sociocultural (incluyendo la de los
un factor dominante, interacción vecinal, y más jóvenes) y usando también enfoques cua-
otros dos menores, arraigo territorial e in- litativos y consideraciones valorativas.

T É R M I N O S CLAVE

• Investigación comunitaria • Sentimiento de comunidad


• Metodología • Interacción vecinal
• Enfoques analíticos • Arraigo territorial
• Enfoques operativos

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T

PARTE SEGUNDA
Bases operativas

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1

Evaluación: les, recursos


y resultados

1. LA EVALUACIÓN SOCIAL COMO resume el concepto, características técnicas y so-


METODOLOGÍA UTILITARIA ciales de la evaluación social.
Conocimiento utilitario, no investigación. Exis-
Como fenómeno ambiguo, complejo y social- ten múltiples formas de utilizar el conocimiento
mente relevante, la evaluación admite variadas lec- (Sánchez Vidal, 2002a) que vendrían a encarnar
turas técnicas y sociales. Implica medir, pero tam- metodológicamente los distintos modos de concebir
bién valorar; es un acto metodológico, pero también la relación entre teoría y práctica social: educación
una interacción entre sujetos en un contexto social e «ilustración» de la gente, difusión de innovacio-
preñado de intereses y poder. Puede ser reducida a nes, consejo experto, activismo social partidista,
un procedimiento de generar conocimiento utilita- elaboración del saber popular, generación de prin-
rio —que puede, en consecuencia, ser utilizado por cipios de acción social, etc. En último término, la
diversos actores sociales para sus propios fines— o relación entre teoría y práctica oscila, según el fin
elevada a fuente de conocimiento público que po- perseguido y el papel asignado a conocimiento y
sibilita el debate y la acción social consciente e acción, entre dos polos extremos. Uno, investiga-
informada. Puede devenir instrumento de control ción, que, al buscar primariamente la producción
democrático pero, también, de burocratización y de conocimiento, deja a la acción social como po-
alienación. Para el profesional, la evaluación es, en sibilidad secundaria o periférica; otro, evaluación,
fin, una oportunidad de aprender de la práctica, una pensado para la acción social, por lo que el cono-
fuente esencial de conocimiento práctico a añadir cimiento tiene un papel secundario, instrumental
al conocimiento, más teórico o desinteresado, pro- para tal acción. En la realidad caben, sin embargo,
ducido por la investigación. formas intermedias entre uno y otro polos y com-
Comienzo explorando aquí algunas caracterís- binaciones de ambos procesos —producción de
ticas metodológicas y sociales de la evaluación so- conocimiento y acción social—. La investigación-
cial situándola, al mismo tiempo, en el doble con- acción lewiniana o los ciclos «integrales» (Rothman
texto interventivo (técnico) y social de que forma y Thomas, 1994) formados por desarrollo de cono-
parte. Subrayo, en la parte técnica, su carácter de cimiento, utilización del conocimiento y desarrollo
«contenedor» metodológico productor de conoci- de intervenciones son dos variantes señaladas.
miento utilitario, sus diferencias con la evaluación
psicológica, la dualidad subjetiva-objetiva desde la «Contenedor» metodológico ateórico. Dado
que puede ser enfocada, el papel de los valores y que la evaluación surge para valorar resultados de
su pluralidad conceptual y práctica. El cuadro 6.1 acciones sociales realizadas en distintos campos

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1 8 8 / Manual de psicología comunitaria Evaluación: necesidades, recursos y resultados I 1 8 9

CUADRO 6.1 (valores, poder, intereses) adquieren tal relevancia de fuera— hace aconsejable, como principio, la
que deben ser tenidos en cuenta tanto en el dise- combinación de ambos y de las correspondientes
Evaluación social: concepto y carácter ño del proceso evaluador como en la valoración de metodologías cuantitativas y cualitativas. El papel
los resultados. Por ejemplo, la forma de manejar (ya comentado) de la interacción y la importancia
Dimensión Descripción la interacción personal implícita en la recogida de atribuida al punto de vista de los otros, así como el
información es crítica a la hora de elegir uno u otro grado en que los consideremos actores sociales o
Concepto Interacción selectivamente dirigida a obtener información para actuar método. En efecto, podemos elegir usar la interac- meras piezas inanimadas o comparsas de estructu-
Conocimiento público que permite autorreflexión y debate social ción evaluador-evaluado como fuente de información ras y procesos mejor descritos por atributos socia-
Aprendizaje de la práctica: investigación de la acción social o tratar de suprimirla, controlándola experimental les «objetivos» y despersonalizados (sean éstos
o estadísticamente. Cada opción tiene sus propias designios divinos, indicadores económicos o patro-
Características Conocimiento utilitario, instrumental, no investigación consecuencias: el uso de la interacción aumentará nes socioculturales dados), serán criterios de peso
técnicas Evaluación socioterritorial, no diagnóstico psicológico las oportunidades de observar el fenómeno y las para seleccionar los métodos de evaluación.
«Contenedor» metodológico, ateórico, transversal, multidisciplinar reacciones a aquélla, que, sin embargo, habrá modi-
Conceptual y funcionalmente plural; ligada a toma de decisiones en acciones sociales ficado el fenómeno de interés. Si queremos controlar Evaluación y valores. Los valores importan en
Prerrequisito (y acompañante) de intervención la interacción, pagaremos el precio de limitar mucho la evaluación al menos desde tres puntos de vista.
el nivel y contenido de lo observable que excluirá Uno, general e intrínseco: evaluar es valorar datos
Características Proceso social, no sólo métrico y metodológico datos subjetivos o procesales esenciales a través de o medidas. Los valores están, pues, en el corazón
sociales y Interacción relevante (se puede controlar o utilizar); objetividad y subjetividad también se instrumentos invariables e «independientes» de la mismo del proceso evaluador; sobre todo en sus
psicosociales pueden combinar; bidireccional persona del evaluador, aunque, como contrapartida, últimos pasos, más directamente y explícitamente
Desarrollo ligado a problemas sociales y liberalismo: libertad de elegir, empirismo, indivi- se mantiene mejor —según el tipo de control usa- valorativos. Pero también, más implícitamente, a lo
dualismo y competitividad. Otras visiones posibles do— la «integridad» del fenómeno social. largo de ese proceso, con lo que empapan sus re-
Forma de control social. Permite control democrático de acción social sultados finales. Y es que los valores puntúan todos
Deshumaniza en exceso y sofoca realización personal; contradice supuesto básico libertad aquellos momentos de la evaluación en que hay que
Visiones objetivas y subjetivas. Como cualquier
de elección
Legitima acción social
forma de conocimiento de lo social, la evaluación optar o tomar decisiones: al elegir destinatario, al
comunitaria oscila entre —y combina— dos aproxi- determinar qué dimensiones y aspectos de los fe-
maciones que hacen asunciones diferentes sobre la nómenos a evaluar son más importantes, al selec-
y ámbitos (salud, educación, servicios sociales, que cambia es el «contenedor» y la dirección o realidad social y la mejor forma de aprehenderla. cionar las medidas o indicadores a usar o las uni-
comunidad, etc.) sin una base teórica clara, se ha propósito del proceso global. Así la epidemiología Una aproximación objetiva que, fiel a la aspiración dades y formas de observación adecuadas, y así
desarrollado como un proceso genérico, transver- o los cuasiexperimentos pueden ser parte, indis- de la ciencia naturalista, trata de suprimir la inte- sucesivamente. En consecuencia, las medidas nu-
sal y multidisciplinar, adaptable a distintos campos tintamente, de una investigación o de una evalua- racción y la subjetividad personal, seleccionando méricas resultantes de la «recogida de información»,
pero no perteneciente a ninguno de ellos. Como ción concreta para introducir un cambio social. dimensiones cuantificables para obtener una repre- lejos de ser indicadores objetivos y universales de
el modelo de planificación social del que es parte, sentación objetiva, valorativamente neutra —y no una dimensión X, reflejan el conjunto de asuncio-
la evaluación sería, en nuestro caso, un añadido, Evaluación e interacción social, no diagnóstico «contaminada» por el método— de la comunidad nes y valores que han guiado las sucesivas opciones
importante pero solapado, para «organizar» y ra- psicológico. La evaluación social debe ser claramen- como realidad vista desde fuera. La encuesta o los y juicios que componen el proceso evaluador. Re-
cionalizar el proceso de intervención comunitaria, te distinguida de la psicológica. Ésta se centra en el indicadores sociales son enfoques metodológicos flejan, también, por supuesto, las condiciones so-
no una parte específica de él. En otras palabras, individuo, sus rasgos de personalidad o su patología congruentes con esa visión. La otra aproximación, ciales y experimentales preexistentes y las opera-
caben actuaciones comunitarias concebidas y rea- psicológica; aquélla, en colectivos y en sus carac- subjetiva, usa la interacción personal como parte ciones métricas, estadísticas o de otro tipo aplicadas.
lizadas desde otros parámetros conceptuales y me- terísticas y dinámicas globales: sociodemográficas, de un proceso de comprensión, en que subjetividad Segundo, como veremos, la información obtenida
todológicos, aunque aquí defenderemos aquel que territoriales y ecológicas, económicas, relaciónales y postura valorativa, lejos de ser un obstáculo a está teñida por los valores, intereses y punto de
incluye evaluación e intervención como ejes. En y otras. No se trata, pues, de pasar tests a las perso- suprimir o controlar, son un dato valioso de la rea- vista social de los sujetos y agentes sociales de las
general podemos, pues, concebir la evaluación nas sino, en nuestro caso, de conocer a través de los lidad humana a tener bien en cuenta. Esta visión, que también es en parte reflejo. Tercero, hay dos
como un contenedor, marco o proceso genérico y métodos apropiados las características estructurales desde dentro (o, al menos, desde el otro, «descen- momentos de la evaluación en que los valores son
flexible donde podemos «insertar» o situar distin- de la comunidad y las tramas relaciónales y dinámi- trada» del observador), se vale de enfoques cuali- decisivos. Uno, ya citado, al elegir, al principio, el
tos métodos, estrategias y decisiones valorativas, cas sociales compartidas por sus pobladores. Ade- tativos como la etnografía o la observación partici- destinatario y el nivel y método de medida. Otro,
elementos que, por cierto, pueden ser comunes con más, y como se irá viendo, en la evaluación social pante. El carácter complementario de los puntos de al final, al integrar e interpretar los resultados, lo
los existentes en los procesos de investigación: lo los aspectos relaciónales (psicosociales) y sociales vista subjetivo —desde dentro— y objetivo —des- que implica aplicar «pesos» o valores diferentes a

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1 9 0 / Manual de psicología comunitaria Evaluación: necesidades, recursos y resultados I 1 9 1

las distintas «piezas de evidencia» y, finalmente, • Evaluabilidad: examina si distintos enfoques CUADRO 6.2
atribuir una valía y significado global al conjunto y métodos de evaluación serán técnica o es- Usos y formas de evaluación social
de datos teniendo en cuenta el tema y los objetivos tratégicamente realizables.
que se plantearon de entrada. No hay que olvidar, • Evaluación «formativa»: busca mejorar los Usos Formas de evaluación
en fin, que los datos cobran significado y valor, no programas y su realización.
sólo en función del contexto teórico que enmarca la • Evaluación del impacto o los resultados y efec-
Conocer resultados, y conjunto de efectos, de los pro- Evaluación de resultados o impacto
evaluación sino, también, en función del contexto tos globales de un programa.
gramas
sociocultural, político y relacional que encuadra el • Seguimiento del programa para verificar el
proceso evaluador y los actores sociales que lo con- grado de cumplimiento de los objetivos ini-
Tomar decisiones sobre acciones Evaluación «respondiente» y comparativa
forman, de forma que los mismos datos serán con ciales. Elegir entre programas
frecuencia interpretados de forma dispar por colec- • Evaluación de la evaluación: usando los datos
tivos o comunidades diferentes. obtenidos en la evaluación como material de
Ayudar al desarrollo y mejora de las acciones sociales Evaluación formativa
nuevos análisis (metaanálisis, crítica de los
Pluralidad de conceptos y usos. El ateoricismo, informes de evaluación, etc.).
Seguimiento del desarrollo de programas en relación a Evaluación de proceso
origen diverso y carácter utilitario de la evaluación
objetivos/expectativas iniciales
de programas por un lado, y la complejidad de los El cuadro 6.2 resume los usos de la evaluación
fenómenos y contextos sociales en que se usa, por y las formas que, en consecuencia, toma en un sen-
tido amplio. Acumular información sobre cuestiones, programas y Conocimiento público, reflexión social
otro, «garantizan» tanto la pluralidad de usos y con-
contextos sociales
ceptos generales como la multidimensionalidad de
las evaluaciones concretas. En efecto, la evaluación Prerrequisito de la intervención. En general, y
se entiende de muchas formas y maneras, según la pese a la mencionada pluralidad de enfoques y pro-
concepción filosófica de base, el aspecto que a par- cesos, aquí entendemos la evaluación social como métricos y metodológicos se ven acompañados por (al «generar» los datos) como en la obtención, inter-
tir de ahí se prime y el uso que pretendamos darle una parte integral del proceso de intervención social —o «sumergidos» en— un mar de elementos so- pretación y uso de sus resultados, adquiriendo una
a los datos obtenidos: diseñar acciones, tomar de- al que, como veremos, precede (evaluación inicial ciales de importancia similar o superior a la de aqué- significación real equiparable, si no superior, a la de
cisiones, mejorar programas, examinar resultados, o de necesidades), acompaña (evaluación de proce- llos. De ahí derivan una serie de rasgos y significa- los procedimientos de recogida, «tratamiento» y aná-
analizar relaciones entre variables, verificar el cum- so) y cierra (evaluación de resultados). De tal forma dos (cuadro 6.1) a destacar en la evaluación social: lisis estadístico de la información.
plimiento de objetivos, etc. Posavac y Carey (1992) que la actuación social presupone la evaluación, y su vinculación con los problemas sociales y con
mencionan los siguientes usos de la evaluación de la evaluación de resultados —o procesos— presu- ciertos supuestos liberales, su conexión con el con- Evaluación, problemas sociales y liberalismo.
programas: «acreditar» (reconocimiento oficial del pone una acción social. La evaluación inicial no trol y la democracia, su potencial alienante para las La evaluación es una respuesta de la ciencia social
correcto funcionamiento) instituciones y agencias; presupone, sin embargo, una intervención poste- personas y su pluridimensionalidad social. aplicada a los problemas de las sociedades indus-
justificar la financiación pública de programas o rior. triales modernas a las que parece significativamente
agencias; responder a demandas concretas de in- Proceso social, no sólo métrico. La evaluación vinculado tanto en su evolución como en la filosofía
formación (sobre problemas, poblaciones, progra- social supone bastante más que recoger información que la inspira. En efecto, el desarrollo del campo está
mas, etc.); tomar decisiones y elegir entre varios 2. LA EVALUACIÓN COMO PROCESO o realizar medidas de necesidades, actitudes o cam- ligado (Rebolloso, 1998) a los programas lanzados
programas; ayudar al diseño y mejora de interven- SOCIAL bios sociales: es un proceso social complejo que, por los gobiernos demócratas en los años sesenta y
ciones, e identificar y conocer los efectos indeseados como se ha indicado, implica interacción e influen- setenta del pasado siglo para resolver los problemas
de los programas. La ayuda en la toma de decisiones Aunque inicialmente se asumió que el diseño de cia bidreccional con los evaluados (que a su vez eva- sociales de EUA. Pero la evaluación refleja tam-
sobre acciones sociales es un uso casi universal- programas sociales y su evaluación eran procesos lúan al evaluador) y transcurre en un escenario social bién, según House (1980), el trasfondo ideológico
mente mencionado por los analistas de la evaluación esencialmente racionales sometidos, por tanto, a la poblado de relaciones, valores y actores que tratan —libertad de elegir, individualismo, empirismo y
social. La Sociedad para la Investigación de la Eva- misma lógica y normas métricas y estadísticas que de influir todo el proceso en la forma que les resul- competitividad— del liberalismo norteamericano.
luación (ERS; Patton, 1982) ha identificado seis las medidas físicas, el tiempo se encargó de mostrar te más favorable o positiva, no siempre coincidente, El comentario del autor sobre el origen y significado
formas de evaluación según el fin perseguido y el cuan ingenua e irreal era esa visión. Aunque tal claro está, con los designios del evaluador o la ins- de la evaluación es elocuente y esclarecedor:
tipo de actividades subrayadas: visión tiene cierta utilidad en ámbitos psicológicos titución que representa. Cuestiones como quién eva-
relativamente controlados como el laboratorio o el lúa, para qué, desde qué supuestos, quién paga o para «Todos los modelos actuales derivan de la filo-
• Análisis (contextúales, de factibilidad, etc.)pre- despacho profesional, al evaluar la comunidad u qué se usarán los resultados devienen en consecuen- sofía liberal, en que las desviaciones de la corrien-
vios a la puesta en marcha de la intervención. otros entornos sociales los aspectos estrictamente cia capitales tanto en el propio proceso de evaluación te principal son responsables de los distintos enfo-

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ques. El liberalismo [...] surgió del intento de del progreso de los estudiantes, evaluando lo que Es obligado introducir en este punto la reflexión por ejemplo, Mumford, 1969, o Ellul, 2003); ex-
racionalizar y justificar una sociedad de mercado han aprendido. Pero, como se ha dicho, la evalua- ética recordando que, si bien se pueden evaluar com- presión tanto más significativa y preocupante cuan-
organizada sobre el principio de la libertad de elec- ción social es siempre bidireccional: los estudian- portamientos, desempeños o resultados, las perso- to que acaba negando el «sagrado» principio de
ción. La elección sigue siendo la idea clave de los tes también evalúan las aportaciones del profesor, nas no son evaluables, tienen valor y merecen en autonomía personal sobre el que la modernidad oc-
enfoques de evaluación, aunque quién elige, entre aunque esa evaluación carecía, hasta hace poco, de principio respeto por sí mismas con independencia cidental está montada. Es el riesgo de deshumani-
qué opciones y sobre la base de qué se elige son legitimidad social. El reconocimiento de la evalua- de sus desempeños. Ese principio ético marca un zación implícito en cualquier método o proceso que
aspectos diferenciadores [...] ción que los estudiantes hacen de los profesores límite que ni la valoración profesional ni las polí- —en nombre de la eficacia, el bienestar, la seguri-
Una segunda idea del liberalismo es la de la para mejorar la enseñanza la ha convertido en un ticas sociales ligadas a la evaluación social deberían dad o lo que sea— trata de suprimir los valores y
psicología individual [...] otra la orientación empi- mecanismo de control democrático —algo que tam- cruzar, especialmente cuando se trata con los más deseos humanos que acompañan a la ciencia o la
rista [...]». bién sucede, como se verá, en la intervención co- débiles o socialmente maltratados, que es cuando técnica convirtiendo en valores en sí, algo que, como
Los enfoques de evaluación asumen también un munitaria—. La extensión de la evaluación a las la aplicación del principio adquiere todo su sentido la ciencia, la técnica o la eficacia, son sólo medios
mercado de ideas en que los consumidores pueden distintas áreas de la vida social (comportamientos, de humanidad y justicia social. justificables únicamente por los objetivos humanos
«comprar» las mejores. Asumen que la competición actividades, desempeños, resultados, etc.) junto a La violación de ese principio es, por desgracia, que —como la felicidad o la justicia— persiguen y
de ideas fortalece la verdad. En última instancia la creciente racionalización y burocratización que frecuente cuando topa con las exigencias de efica- valiosos sólo en la medida en que ayudan a los hu-
asumen que el conocimiento hará a la gente feliz o conlleva pone en peligro, sin embargo, la libertad cia y dedicación social, entronizadas por la sociedad manos a alcanzarlos.
mejor de alguna manera. De forma que los enfoques y realización personal. Lo que encierra una curio- actual: la tragedia de los suicidios infantiles ligados
de evaluación comparten las ideas de una sociedad sa paradoja: si Marina (1997), Giddens (1985 y al bajo rendimiento escolar o la de adultos por eva- Dimensiones sociales: responsabilidad, apren-
de mercado competitiva e individualista. Pero la 1987) y Mumford (1969) coinciden en señalar que luaciones sociales negativas (baste recordar los sui- dizaje y conocimiento público. Ya hemos visto que,
idea fundamental es la libertad de elección, porque, el control y la rutina social son la base sobre la que cidios de los cocineros franceses privados de las como fenómeno poliédrico y ambiguo, la evalua-
sin elección, ¿para qué sirve la evaluación? (pp. se construyen la autonomía personal por un lado y conocidas «estrellas» que acreditaban la calidad de ción tiene diversas lecturas, de forma que la percep-
46-47, énfasis añadido). el desarrollo de la sociedad moderna por otro, la su cocina) son sólo la punta del gran iceberg for- ción individualista y liberal norteamericana puede
Aunque a falta de una teoría robusta esa inspi- sobredosis de evaluación y control burocrático, tan mado por miríadas de vidas «guiadas», con la ben- ser corregida y complementada con una visión más
ración ideológica parece marcar la orientación ini- característica de la sociedad moderna, amenaza dición social y el «consentimiento» personal, por colectiva y global. En efecto, como se ha reite-
cial de la evaluación, creo preciso ofrecer lecturas tanto esa autonomía personal como la libertad de el juicio y la evaluación ajenos. Tal «heteronomía» rado, la evaluación es un proceso esencialmente
ideológicas alternativas y análisis sociales adicio- elección que, según House, era fundamento de la vital no es más que otra expresión alienante y des- social que implica tres actores distintos: la gente
nales para captar en toda su amplitud y potencial propia evaluación. humanizadora a que el exceso de racionalismo y (la comunidad o sociedad), que suele generar la
—positivo y negativo— el fenómeno evaluador an- utilitarismo acompañantes de la progresiva tecnifi- información; los especialistas profesionales, que
tes de adentrarnos en sus aspectos más técnicos y Evaluación, alienación social y realización per- cación y burocratización parece abocarnos (véase, la «recogen» y «tratan» técnicamente, y el gobier-
prácticos. sonal. Pero la evaluación encierra otro tipo de ries-
gos personales derivados de su carácter utilitario e
Evaluación, control social y democracia. Como instrumental. Como toda valoración usada con fines CUADRO 6.3
recogida sistemática de información sobre carac- motivadores (incentivos económicos, imperativos
éticos, metas sociales, etc.), la evaluación genera- Estructura social: actores, papeles y dimensiones de la evaluación social
terísticas personales y desempeños sociales, la eva-
luación puede ser usada por los actores sociales lizada de la actividad de las personas en la sociedad
actual es fuente de deshumanización y alienación Dimensiones
con distintos propósitos, pudiendo convertirse en Actores Papel
Responsabilidades
una herramienta de control social con un potencial, social ya que la vida de las personas acaba estando
positivo o negativo, democratizador o tiránico, for- regida más por esas evaluaciones y criterios extrín-
secos que por sus propias y auténticas aspiraciones. Público Genera la información («propietario» de la in- Conocimiento público
midable. Así, la evaluación de desempeños y ho-
Sociedad formación) Permite reflexión y debate social '
rarios en las empresas puede ser un mecanismo Las personas viven una vida, en otras palabras,
«racionalizador» de la producción y la justa remu- alienada, dirigida por los demás (por «artefactos»
motivadores sociales, éticos o económicos genera- Gobierno Encarga y paga evaluación («propietario» de Responsabilidad social
neración pero, llevado al extremo y espoleado por
los resultados)
la codicia capitalista, acaba siendo una forma de dos en nombre de ellos por la sociedad), no por sí
control y explotación de los trabajadores. Otro mismas. Ésa sería una de las tensiones que, conec-
tando con la tesis de Marina, contribuyen a la «des- Experto Recoge y elabora información («propietario» Aprendizaje de la práctica
ejemplo, la enseñanza, ilustra otras posibilidades
Profesional del proceso metodológico) Investigación-acción
de la evaluación. En efecto, en la enseñanza el pro- aparición» del sujeto y de la voluntad individual
Investigación de la intervención
fesor ejerce, por encargo de la sociedad, el control como «instrumento» de búsqueda de la felicidad.

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no, que, en representación de la sociedad, paga, y las soluciones a los problemas o la realización neral. La amplitud de la literatura sobre evaluación En consecuencia, en la escena social, la evalua-
con frecuencia utiliza, los datos obtenidos. De ahí de las aspiraciones compartidas y controlar desborda (sobre todo en inglés) lo imaginable, así ción de necesidades o programas adquiere irreme-
se derivaría la triple valencia o significado de la los programas dirigidos a lograr lo uno o lo es que me limito a indicar algunas obras en caste- diablemente tintes políticos, tanto más cuanto más
evaluación social que, ampliando lo expuesto por otro. llano que, entre otras, estimo recomendables para carga política o social tenga la cuestión evaluada,
Chelimsky (1978) y en coincidencia con algunos de • Para el experto o el profesional, la evaluación profundizar en el tema: Organización Mundial de cuantos más recursos y poder haya en juego para
los «usos» ya asignados a la evaluación, se puede es una forma insustituible de generar conoci- la Salud, 1981; Fernández Ballesteros, 1995; Pi- abordarla y cuanto más diversos sean los puntos de
concretar en: responsabilidad social, eficacia de los miento y aprender de la práctica social; no neault y Daveluy, 1989; Rossi y Freeman, 1989; vista de los actores involucrados o los desequilibrios
programas y generación de conocimiento práctico. sólo se trata de establecer si los programas Stufflebeam y Shinkfield, 1993; Medina, 1996. sociales entre ellos. Pero si hay un cierto acuerdo
El cuadro 6.3 sintetiza la estructura social de la «funcionan» (son eficaces y efectivos), sino Y en inglés: McKillip, 1987; Posavac y Carey, sobre la existencia de una dimensión política en la
evaluación a través de los actores, sus papeles y de saber por qué funcionan y, en consecuencia, 1992; Patton, 1990. Varios manuales de psicolo- evaluación social, el manejo de esa dimensión es,
las dimensiones que desde cada punto de vista se cómo pueden ser mejorados. gía comunitaria incluyen también capítulos sobre en cambio, polémico, registrando posturas diver-
derivan y que examinamos ahora. evaluación o metodología relacionada. gentes, asociadas al reconocimiento explícito —o
La presencia de esos tres actores básicos —co- no— de esa dimensión política y al papel que res-
• Para el político, la evaluación de programas munidad, expertos y políticos— puede también lle- El poder como constituyente y trasfondo de la pecto a ella debe adoptar el interventor profesional.
fundamenta la demanda de responsabilidad varnos a plantear preguntas de mayor calado ético evaluación. Como los valores, el poder es un cons- Mientras unos, más reticentes a reconocer la im-
social por el uso de los medios públicos para y político como: ¿a quién pertenece la información tituyente nuclear tanto de la evaluación social, cu- pregnación política del rol comunitario, proponen
mejorar la vida de la gente, lo que se traduce obtenida, quién la genera, quién la trata o quien la yos distintos aspectos y momentos impregna, como que el interventor permanezca como un actor neu-
en la exigencia de que los programas sean efi- paga? ¿Cómo actuar en caso de conflicto de valores del trasfondo social en que se desenvuelve, con fre- tral, independiente de las pugnas por el poder, otros,
caces con el menor gasto posible. De otra for- o intereses entre los actores? Aplazamos la consi- cuencia descrito como un escenario de juegos de, asumiendo plenamente la naturaleza política de la
ma, la evaluación de programas es el elemen- deración de las respuestas al capítulo 9, en que se y lucha por el, poder entre diversos actores y grupos acción comunitaria, piensan que el compromiso so-
to esencial de legitimación social de la acción tratan las cuestiones éticas. sociales. En efecto: cial y el activismo partidista son las opciones co-
social y de las teorías y métodos que la sus- rrectas para el psicólogo comunitario. Así, para
tentan. Las acciones sociales ya no se justifi- • Los temas sociales a evaluar tienen dimensio- Riger (1989), «los psicólogos se convierten, tanto
can, como antaño, simplemente en base a la 3. EVALUACIÓN COMUNITARIA nes políticas importantes, estando muchas si quieren como si no, en jugadores de un juego
ideología política o los valores éticos y socia- Y PODER veces ligados a conflictos entre facciones so- político cuando intervienen en escenarios comuni-
les que las fundamentan; hay que demostrar ciales. tarios» (p. 380), y para Cook y Shadish (1986) «la
que, además, son eficaces. Los profesionales Como evaluación social que es, la evaluación • La información —el fruto de la evaluación— evaluación no es, en muchos aspectos, más que otro
deben estar, pues, siempre preparados para comunitaria participa de las características descri- es poder en la medida en que fundamenta las acto político que se da en una contienda en que el
demostrar la eficacia real de las acciones (co- tas. Su especificidad deriva del papel desempeñado decisiones públicas y los debates sociales tan- poder, la ideología y los intereses son determinan-
munitarias o de otro tipo) propugnadas, más por el soporte territorial como referente organi- to «directos» (entre colectivos sociales) como tes más poderosos de la toma de decisiones que la
allá de las exposiciones teóricas y posiciones zativo de sus sistemas y dimensiones presentes, indirectos, los mediados por los poderosos evaluación de los programas» (p. 200).
ideológicas de partida. según se vio en el capítulo 3. En coherencia con medios de comunicación.
• Para el público, los programas deben tener lo escrito, concibo aquí la evaluación comunitaria • La evaluación acaba siendo, en consecuencia,
efectos beneficiosos al menor coste posible y, como un instrumento para intervenir (parte inte- un «arma» decisiva en la lucha entre distintos 3.1. Implicaciones prácticas:
debería añadirse, generar datos y elementos gral, por tanto, de la intervención y diferenciado grupos y facciones sociales para conseguir re- participación, democracia
que aumenten el conocimiento, la reflexión y del diagnóstico psicológico) y como un proceso cursos escasos precisos para satisfacer necesi- y empoderamiento
discusión pública sobre las cuestiones sociales interactivo y social complejo (multidimensional) dades o alcanzar objetivos y aspiraciones.
básicas. Es decir, a diferencia de otros tipos impregnado de valores e intereses. A continuación • Los actores sociales «tiñen» con sus intereses La exploración y reconocimiento explípito de la
de información, la evaluación social debe ser se desarrollan algunas implicaciones metodológi- (mezcla de valores y poder) el contenido de dimensión política obliga a extraer ciertas conclu-
también considerada como un proceso de ge- cas y prácticas de los rasgos ya descritos para la la información aportada. siones a tener en cuenta en la evaluación comuni-
neración de conocimiento público que posibi- evaluación social, se describen después algunos • El interventor social maneja en mayor o menor taria.
lita el debate social en la medida en que co- métodos típicos de evaluación de necesidades y medida poder (recursos sociales escasos: ayu-
munidad o sociedad adquieren una información programas y se aborda, al final, la evaluación de da profesional, dinero, prestigio, trabajo, etc.) Evaluación como participación. En la medida
sobre sus capacidades y problemas que les programas. Antes de entrar en esos temas, debemos a distribuir entre distintos grupos sociales po- en que permite a los colectivos comunitarios definir
habilita para: entablar un debate y participar especificar en el terreno comunitario la dimensión tenciales, sobre todo al elegir el destinatario cuáles son los problemas u objetivos comunes re-
informadamente en la vida social, avanzar en política ya apuntada en la evaluación social en ge- social de su actuación. levantes y significativos, la evaluación constituye

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una forma privilegiada de participación social; una psicólogo y otros expertos comunitarios pueden 5. CONOCIMIENTO INSTRUMENTAL
vía, por tanto, inicial de acceso al poder «definito- ser críticos en la compleja sociedad actual en que
EVALUACIÓN
rio», si no decisorio. tanto el debate social como la toma de decisio- PROCESO Ya hemos visto que la evaluación, como saber
nes requieren unos conocimientos y significados al servicio de la intervención, tiene un carácter ins-
Multilateralidad y democracia. Los aportes mul- globales sin los cuales la gente queda a merced trumental, más restringido y utilitario que el cono-
tilaterales de los diversos grupos suponen un control de élites políticas, intelectuales o mediáticas que, cimiento, que en principio se asume desinteresado,
EVALUACIÓN EVALUACIÓN
democrático del poder del evaluador experto cuya monopolizando la información relevante o mani- INICIAL
INTERVENCIÓN
PROGRAMA
no utilitario y de alcance ilimitado: no se trata de
visión se ve confrontada con informaciones y pun- pulándola según sus intereses, acaban definiendo conocer por conocer, sino de conocer para actuar.
tos de vista externos y autónomos. La pluralidad de los problemas y aspiraciones de la comunidad, De ese carácter utilitario de la evaluación comuni-
fuentes de información y opinión social funcionan tomando decisiones en su nombre e induciendo Figura 6.1.—La evaluación como parte del proceso taria se derivan dos consecuencias metodológicas
como contrapoderes o «contrapesos» del poder de- el retiro del hombre común del escenario público de intervención comunitaria. destacables respecto al proceso a seguir y el volu-
cisorio del político o el evaluador profesional, lo ante una profusión y complejidad de datos cuyo men de información a obtener (cuadro 6.4).
que debería contribuir finalmente a democratizar sentido y alcance no acaba de entender.
los procesos de producción de información, defini- Evaluación inicial que, salvo circunstancias crí- El contenido determina el método a usar. Si la
ción de objetivos y toma de decisiones sobre los ticas o excepcionales, precede a la intervención y información va a ser usada para actuar, el contenido
programas e intervenciones sociales. 4. LA PRÁCTICA: PRINCIPIOS la hace posible al mostrarnos el estado inicial del de la información —lo que necesitamos saber para
REGULADORES tema (problema o deseo positivo), sus determinan- intervenir— dictará el método (o métodos) adecua-
Evaluación y empoderamiento. Si, como suele tes y la situación en que se inserta. Todo ello tiene do para obtener tal información. Y no, como sucede
decirse, la información es poder (esencialmente De los conceptos y significados de la evaluación una doble utilidad: 1) aporta los datos numéricos y con frecuencia, al contrario, cuando nuestro método
en los procesos de actuación y de toma de de- comunitaria explicados se derivan una serie de prin- cualitativos para elaborar una hipótesis evaluativa preferido determina el contenido de la información
cisiones), un procedimiento interesante, y poco cipios que regulan su práctica, en la que nos cen- (que no diagnóstica: no estamos trabajando con per- obtenida. Esta regla parece, sin embargo, plantear
utilizado, de intervención potenciadora consiste tramos en esta parte. De su condición instrumental sonas enfermas sino con complejas cuestiones co- una contradicción, pues necesitaríamos conocer con
en el uso de la información obtenida en la eva- derivaremos varias reglas metodológicas; de su ca- munitarias) sobre los elementos que «causan» y antelación los datos que la evaluación va, precisa-
luación para la «ilustración social» de la gente. rácter social complejo deducimos, además de la mantienen el problema o situación a modificar; 2) mente, a aportarnos. La contradicción es sólo apa-
En efecto, la utilización de la evaluación como necesidad de tener en cuenta los valores y el poder, sirve de base con que comparar el estado final del rente: es el contenido de las preguntas que vamos a
forma de producir conocimiento público, la devo- el principio de multidimensionalidad; y de su con- tema, y la situación en su conjunto, permitiendo la hacer —no de las respuestas a ellas— lo que debemos
lución a la comunidad del conocimiento que ella dición interactiva y psicosocial obtendremos un evaluación de acciones y programas, imposible sin conocer para seleccionar el método adecuado; sólo
misma ha generado tendrá un efecto empoderador conjunto de funciones interventivas. Debemos acla- esa «línea base». la «aplicación» de ese método a la comunidad nos
nada despreciable. ¿Cómo? Primero, aumentando rar, además, la diferencia respecto a la evaluación «dará» las respuestas. Y es que no es posible obtener
el conocimiento y la conciencia que la comunidad psicológica (particularmente el psicodiágnostico) Evaluación del proceso o progreso; seguimien- respuestas sin saber antes las preguntas que vamos a
tiene de sí misma, sus problemas y sus capacida- ya enunciada en la introducción, así como la ubi- to del programa para ir verificando en qué medida hacer, que estamos buscando. Eso supone tener una
des; segundo, ese autoconocimiento permitirá que cación de las distintas variantes de evaluación a lo sus distintos componentes (etapa 5, cuadro 6.14: idea de los objetivos globales y el nivel social en que
los colectivos sociales sean actores conscientes e largo de la intervención, punto por el que, al per- actividades, métodos, trabajadores, etc.) se van se va a desenvolver la evaluación inicial, a partir de
informados tanto del debate social como de las mitirnos situar la evaluación en el proceso de ac- «comportando» conforme a lo previsto de forma cuyos resultados podremos concretar los objetivos
propuestas de solución de los problemas colectivos tuación comunitaria, empezamos. que o se alcanzan los objetivos intermedios seña- interventivos finales. Más que de una contradicción,
y de las vías para hacer realidad sus aspiraciones y lados o se progresa apropiadamente hacia los obje- se trata, pues, de un proceso parcialmente «cíclico»
deseos. Es decir, la devolución de la información o tivos generales. o retroalimentado. Un ejemplo puede aclarar tanto
el saber emanado de la comunidad —y elaborado 4.1. La evaluación en el proceso la relación instrumental de la metodología respec-
por el experto comunitario— puede constituir una interventivo Evaluación de resultados (o «evaluación de pro- to al contenido como la aparente incongruencia de
vía para transformar a aquélla de mero emisor de gramas» en general) desde el punto de vista de los procedimiento descrita. Para conocer la motivación
información y receptor más o menos pasivo de Ya se ha indicado que la evaluación precede a objetivos planteados y del tema específico objeto de una comunidad ante un problema X (contenido
programas elaborados por ciertas élites políticas o la intervención comunitaria, de la que es requisito de la intervención (la participación, la droga, etc.) de la evaluación), podemos observar la dinámica de
intelectuales en participante en la discusión social previo. En realidad, y como muestra la figura 6.1, pero también del impacto comunitario global. Esta una reunión o acto vecinal sobre el tema, un breve
y en actriz consciente e ilustrada. Pensemos que la evaluación está presente a todo lo largo de la evaluación final sólo puede realizarse con alguna cuestionario a los vecinos o pedir a ciertos infor-
tanto esta forma de empoderamiento a través de intervención, en sus distintos momentos: al comien- garantía si se ha hecho una evaluación inicial que mantes clave que estimen la motivación o interés de
la información social como el papel mediador del zo, durante el proceso y al final. le sirva como término de comparación. la comunidad; se trata de tres opciones o métodos

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CUADRO 6.4 ticipación— ó en las características de un colectivo de individuos, escamotean valiosas dimensiones y
Evaluación comunitaria como conocimiento instrumental social concreto: los adolescentes, los inmigrantes, relaciones sociales.
las mujeres maltratadas, etc. Más allá de la diferen- El colectivo social ocupa un lugar intermedio en-
cia general entre el nivel comunitario e individual, tre la comunidad y la dimensión temática: es estruc-
Descripción conviene examinar las características, particulari- turalmente más complejo que la dimensión singular
dades de cada uno de esos tres focos posibles —co- pero menos que la comunidad, careciendo igualmen-
Carácter Información para intervenir; no conocimiento desinteresado munidad, tema, colectivo social— de la evaluación te de soporte territorial al que limitar la recogida de
comunitaria en lo relativo a la dificultad del acceso información. La cuestión de los núcleos organizativos
Proceso Contenido de información a recoger determina método, no al revés a los informantes y la información, y de la tarea sociales que nos sirven como fuentes informativas
evaluadora en su conjunto. La comunidad es, sin tiene un planteamiento similar a la de la dimensión
Intermedio apropiado a objetivos y nivel de intervención duda, la unidad estructuralmente más compleja en temática, aun cuando parece, en principio, más fre-
Volumen [defecto: faltan datos para actuar términos de los aspectos territoriales, sociales e ins- cuente la organización social por temas que por gru-
|exceso: dificultad de integración de datos y discrepancias titucionales incluidos (capítulo 3). Dado que su pos de edad. Con frecuencia, de todos modos, los
descripción puede resultar casi inagotable en rela- tres tipos de unidad evaluativa distinguidas aparecen
ción al tiempo, medios y esfuerzo personal dispo- «mezclados» o superpuestos. Así, podemos evaluar
distintos para obtener el contenido informativo bus- debemos recoger la información —cantidad y cua- nibles, es en general aconsejable hacer una descrip- las necesidades de los inmigrantes o jóvenes de un
cado, aquello que deseamos averiguar. lidad— que en la situación inicial necesitamos para ción limitada de aquellos rasgos generales básicos barrio X (comunidad y población), la participación
diseñar, realizar y evaluar el programa; eso sin ol- que «retraten» a la comunidad en su conjunto, lo en el barrio Y (tema y comunidad) o el maltrato in-
Volumen medio de información. Debemos reca- vidar que nunca vamos a tener toda la información que permitirá centrarnos en los aspectos más rele- fantil (tema y población).
bar una cantidad de información intermedia según precisa y que pueden producirse acontecimientos vantes para el tema de interés. La información es,
el nivel de actuación y los objetivos planteados: inesperados o surgir preguntas para las que vamos en cambio, bastante accesible en los aspectos físico Contenido. La evaluación psicológica se suele
cuanto más ambiciosos los cambios buscados y más a necesitar nuevos datos. (la gente se concentra en un espacio territorial li- centrar en aspectos psicológicos (como la patología
alto el nivel social, más información precisaremos mitado) y social: la gente está con frecuencia orga- psiquiátrica) y dimensiones o rasgos de la persona-
en general. No tendremos las mismas necesidades nizada en asociaciones e instituciones que son fuen- lidad. En la evaluación práctica de la comunidad in-
informativas para animar un barrio hundido en el 6. VALORACIÓN SOCIAL, NO te importante de información temática (asociaciones teresan básicamente tres tipos de «datos»: necesida-
desánimo o dirimir una lucha por el poder en una DIAGNÓSTICO PSICOLÓGICO sectoriales) o social, representando los intereses des o problemas de la comunidad o sus habitantes,
comunidad que para resolver un conflicto en una colectivos. Así, las asociaciones de mujeres o la motivación o actitud ante el tema de interés y recur-
escuela o las quejas de unas cuantas familias. Se Las diferencias de la evaluación social respecto vocalía de la mujer son núcleos organizados muy sos sociales (solidaridad, riqueza económica, traba-
debe, pues, evitar tanto el exceso como el defecto a la evaluación psicológica se pueden situar, en el valiosos si estamos evaluando el maltrato. jo disponible, tejido asociativo presente, etc.) o per-
de información. Obtener demasiada información ámbito comunitario, en los tres ingredientes básicos Si la unidad evaluada es un aspecto social de- sonales. Si el conocimiento de las necesidades y
implicará gastar en la evaluación parte del esfuerzo de cualquier forma de evaluación: la unidad o nivel terminado (el paro o la participación), la compleji- dificultades existentes y su gravedad es preciso para
(tiempo, dinero, energías del equipo) necesario para evaluados, su contenido (qué queremos averiguar) dad estructural desaparece quedando reducida a una evaluar la problemática presente (el «diagnóstico»
la intervención en su conjunto; no debemos agotar y el método usado para averiguar ese contenido sola dimensión; carecemos, en cambio, del soporte en la visión médica), conocer la motivación y los
en la fase inicial las energías personales y los me- (cuadro 6.5). Examinemos las diferencias en los territorial de la comunidad, lo que puede dispersar recursos sociales es necesario para abordar los temas
dios que luego necesitaremos para actuar. El exce- tres componentes, extrayendo las correspondientes y dificultar el acceso a la información, que ya no y buscarles solución («pronóstico»). Hay que evaluar
so de datos suele crear, además, problemas para consecuencias prácticas para la evaluación comu- se limitará al territorio X. La tarea evaluadora se por tanto unos y otros: el mismo problema X tendrá
integrar la información, especialmente si ésa ha sido nitaria. simplifica si el tema tiene un soporte organizativo muy distintas probabilidades de solución en una co-
obtenida con distintos métodos, que, como se sabe, formal o informal que, como se ha indicado, servi- munidad apática y desmotivada que en una organi-
«crean» su propia varianza. Tener, por otro lado, Unidad o nivel social. Mientras que el psico- rá como fuente informativa. Si, por el contrario, la zada y «peleona». De hecho, la motivación social (o
información escasa o insuficiente es aún más grave, diagnóstico —la evaluación psicológica en gene- gente no está organizada respecto al tema de interés, personal) es con frecuencia más importante para so-
ya que puede impedirnos diseñar, realizar o evaluar ral— se centra en el individuo o en alguna de sus carecemos de una valiosa fuente de información lucionar un problema (o alcanzar una meta deseada)
la intervención adecuada, algo imperdonable. dimensiones o características (patología, persona- sobre el tema; tenemos, entonces, que recurrir al que la gravedad del problema o los obstáculos acu-
¿Cuánta información es, entonces, una cantidad lidad, etc.), la evaluación comunitaria se centra en muestreo de individuos y a la agregación de datos mulados ante la meta ansiada.
«intermedia»? Por supuesto que no existe una con- la comunidad (el barrio X) o, también, en alguna como procedimientos evaluativos, cuestionables
testación predeterminada y cuantificable para esa dimensión social problemática o positiva —la de- desde el punto de vista metodológico, ya que, al Método. La evaluación individual aún se basa
pregunta. La respuesta orientativa y general sería: lincuencia, el sentimiento de comunidad o la par- reducir una comunidad o colectivo a una colección en un solo método (con predominio de los métodos
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CUADRO 6.5 importantes én aspectos que no hayamos identifi- les y diversas sus visiones de las cuestiones y de
cado ni en consecuencia medido, con lo que pode- sus soluciones. El número de actores o grupos de
Diferencias con la evaluación psicológica mos estar simplificando o distorsionando la evalua- interés varía según el tema y el contexto social: en
ción de los verdaderos cambios producidos al general aumenta con el nivel social, pero también
Concepto Evaluación comunitaria Evaluación psicológica considerar sólo una dimensión (o un número redu- —al igual que la diversidad o divergencia de los
cido de ellas) y no el fenómeno en su conjunto. Así intereses implicados— con el tipo de tema tratado.
Nivel/unidad Comunidad Individuo (cuadro 6.6) en la evaluación de los problemas —y Los intereses sociales en una familia o un grupo
Problema/dimensión positiva programas de tratamiento— de drogas, el «índice pequeño serán relativamente más simples, por ejem-
Colectivo social de Severidad de la Adicción» (Adiction Severity plo, que en una organización o institución media
Index; MacClelland y otros, 1980) valora seis di- (una escuela, una empresa mediana, un hospital pe-
Contenido Necesidades/problemas Problemas psicológicos mensiones: consumo de drogas, estado físico, es- queño) y más simples que en un barrio o comunidad.
Motivación/actitud Dimensiones de personalidad
tado psicológico, situación laboral y económica, Los enfoques «respondientes» de evaluación (Stake,
Recursos personales y sociales
estado legal y relaciones sociales. Se incluyen aquí, 1975; Bryk, 1983; Cook y Shadish, 1986) tienen
como se ve, aparte de la dimensión básica de inte- muy en cuenta los intereses o puntos de vista de los
Métodos Múltiples Monométodo
rés (el consumo de drogas), otras cinco de diversas actores sociales interesados (stakeholders) relevan-
Más indeterminados (observación impor- (priman enfoques verbales)
áreas psicológicas, sociales y otras, que son parte tes en la evaluación. Dos preguntas prácticas per-
tante)
del conglomerado «drogas» y que, por tanto, hemos tinentes en esta área son: ¿qué actores sociales de-
de evaluar junto a la dimensión central citada para bemos tener en cuenta en la evaluación comunitaria?
verbales como la entrevista o los tests), mientras portancia del poder y los valores y la multiplicidad obtener un perfil verídico del fenómeno en su con- ¿Cómo usar el enfoque en la práctica de la evalua-
que la comunitaria necesita combinar varios méto- de lecturas sociales y de dimensiones temáticas y junto y de los cambios producidos por las interven- ción?
dos con frecuencia de distintos tipos (verbales, ob- metodológicas involucradas. Tal consideración nos ciones, y no una aproximación de ambos sesgada- En respuesta a la primera pregunta, Delbecq y
servación, de archivo) que puedan captar los dife- exige introducir métodos de análisis y gestión prác- mente unidimensional. sus colegas (1984) consideran tres tipos de actores
rentes niveles y tipos de datos que componen la tica que tengan en cuenta tanto la impregnación básicos: los usuarios potenciales (la comunidad),
comunidad y los colectivos que la habitan. Así, aun- política y valorativa como las diversas dimensiones Actores e intereses sociales. También son múl- los expertos y los que patrocinan o pagan la inter-
que los métodos verbales tienden a dominar en el relevantes de los temas tratados, los intereses so- tiples las partes interesadas en las cuestiones socia- vención (políticos u otros proveedores de recursos).
trabajo comunitario del psicológico, la observación ciales involucrados y, en consecuencia, de los mé-
territorial o social es también esencial, y los datos todos de evaluación a usar. Así, el constructivismo
estadísticos o cotidianos de archivo son comple- social busca incorporar los puntos de vista de los CUADRO 6.6
mentos aconsejables, como se vio en el capítulo 3. actores sociales en la elaboración conceptual de
No obstante, es ésta una diferencia más de grado los problemas y el operacionalismo multimetódi- Multidimensionalidad: temas, actores, métodos
que de cualidad, ya que la tendencia al uso de mé- co, el uso de varios métodos complementarios para
todos múltiples es cada vez más extendida en el describir los temas y problemas mejor. Examine- Aspecto Descripción
trabajo individual, en respuesta a la variedad de mos las tres fuentes de multidimensional de la
datos a captar en las personas, no sólo en las comu- evaluación comunitaria y su manejo para reflejar Tema/ Dimensiones básicas Consumo
nidades o poblaciones, infinitamente más complejas mejor la complejidad de los fenómenos comuni- problema Medir cada dimensión Estado físico
y heterogéneas, de todas formas, que las perso- tarios. Ejemplo: droga Estado psicológico
nas. Situación laboral
Situación familiar-relacional
Cuestiones sociales. Si los problemas y cues-
Estado legal
tiones sociales tienen varias facetas o dimensiones,
7. MULTIDIMENSIONALIDAD: el primer paso de su evaluación será el análisis di-
Actores Afectados (criterio subjetivo)
TEMAS, ACTORES, MÉTODOS mensional que permita identificar las dimensiones stakeholders Profesional/experto (criterio objetivo, profesional)
relevantes y desarrollar indicadores o medidas para Social (entorno social, gestores, políticos)
Dos rasgos destacan al considerar la evaluación cada una. Eso permitirá detectar los cambios pro-
como fenómeno social —como una actividad que ducidos en la intervención en la cuestión o proble- Métodos Cualitativos/subjetivos y cuantitativos/objetivos
implica relaciones con actores sociales diversos y ma, lo que no sucedería si usamos un solo método Verbales, observacionales e históricos (cuadro 6.10)
se da en un contexto trabado y complejo—: la im- o indicador que en general pasará por alto cambios
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Cook y Shadish (cuadro 6.7) añaden un cuarto: los servicios, otros más prestaciones familiares o una vados—. La combinación de esos tres tipos de mé- CUADRO 6.8
grupos de interés y organizaciones sociales. Esto escuela o un parque, etc. Los profesionales suelen todos nos permitirá obtener nuevos datos, confirmar
Secuencia procesal:
puede ser simplificado a un modelo tripartito desde hacer evaluaciones positivas de los programas que hipótesis iniciales y compensar los sesgos de cada
unidad, contenido, método (UCM)
el que más arriba trazamos las dimensiones sociales ellos diseñan o llevan a cabo y definir los problemas enfoque metodológico. Se trata, como en la investi-
de la evaluación y que usaremos, más adelante (cua- de forma que precisen de su intervención, en lugar gación (capítulo 5), de seleccionar estrategias meto-
1. Seleccionar unidad/nivel social - U
dro 6.14), para evaluar resultados de las acciones de desarrollar los recursos sociales existentes. Y la dológicas, no sólo en función de la información (con- 2. Determinar contenido información necesaria - C
comunitarias. El modelo define tres aspectos bási- comunidad defiende con frecuencia sus propios in- tenido y cantidad) precisa sino, también, de los 3. Elegir métodos apropiados - M
cos a evaluar (subjetivo, objetivo y social) cuyos tereses frente a otras comunidades e ignora la voz requisitos y asunciones de cada estrategia y de los
titulares informativos son respectivamente: los su- y necesidades de los más débiles. Y así sucesiva- efectos no interventivos (premisas relaciónales, in-
jetos afectados, los expertos o profesionales y los mente. ¿Qué regla práctica podemos derivar de esta terferencia con el fenómeno, creación de expectati- 9. FUNCIONES INTERVENTIVAS
otros socialmente significativos con que se relacio- observación? La siguiente: debemos tener en cuen- vas, etc.) involucrados en cada una.
nan los sujetos. Basta con desdoblar los «otros sig- ta la posición (o papel) de cada actor social rele- Hay que tener en cuenta que cada método tiene Desde el punto de vista psicosocial, la evalua-
nificativos» en grupos sociales informales (asocia- vante en relación al tema a evaluar y el contenido unas características, puntos fuertes y puntos débiles, ción es una interacción con personas o colectivos
ciones, grupos de interés) y formales (políticos y de los valores e intereses (cuál es su interés por el facilita un tipo de información pero hace difícil, si sociales selectivamente dirigida a obtener informa-
agencias privadas) para tener un esquema coheren- tema) respecto al tema tratado. El conocimiento de no impide, obtener otro. ¿Por qué conviene, en ese ción para actuar. Tendrá, pues, como cualquier in-
te y utilizable en la evaluación comunitaria que vie- esas dos cualidades de los stakeholders básicos nos sentido, combinar enfoques cualitativos y cuantita- teracción, una serie de implicaciones y funciones
ne a coincidir con las propuestas ya citadas. permitirá entender cada punto de vista y obtener tivos? Porque los enfoques cuantitativos u objetivos interventivas que van más allá de la recolección de
una evaluación global del tema «encajando» las (como los indicadores sociales) maximizan la in- datos, su propósito explícito. Por eso, y aunque la
distintas piezas del rompecabezas comunitario —o formación descriptiva y estructural, pero nada dicen evaluación es una fase distinta de la intervención
CUADRO 6.7
social— resultante. De nuevo, el esquema triparti- sobre las dinámicas psicosociales y aspectos valo- propiamente dicha y tiene objetivos diferenciados,
Stakeholders o actores sociales en la evalua- to (cuadro 6.14) adquiere así pleno significado: tie- rativos y subjetivos «internos»: motivación y actitud no existe una separación clara y tajante entre una y
ción comunitaria (Cook y Shadish, 1986) ne en cuenta los tres tipos de intereses básicos (sub- de los actores sociales, significado para ellos de los otra, de forma que podemos afirmar que, de alguna
jetivo, objetivo y social) implicados en una cuestión temas evaluados, relaciones entre actores, dinámi- manera, la evaluación ya es intervención. Funcio-
• Gestores políticos o administrativos social que corresponden a las tres posiciones socia- ca de la acción, etc. Para captar esos aspectos (los nes y dimensiones interventivas de la evaluación,
• Grupos de interés: organizaciones sociales y ciu- les esenciales (sujeto, estudioso o experto en el tema cornos y los porqués de la acción y de los actores), parcialmente notadas a lo largo de la exposición,
dadanas y grupos de presión y contexto social próximo al sujeto y que por su debemos también usar métodos cualitativos o sub- son (cuadro 6.9) las siguientes:
• Prestadores de servicios: técnicos y profesiona- relación con él sufre las consecuencias de su con- jetivos (como los informantes clave o grupos semi-
les ducta). La articulación de los tres tipos complemen- focales). De nuevo, el esquema tripartito permite • La evaluación de necesidades comunica im-
• Usuarios o consumidores en general: «comunidad» tarios de conocimiento ligados (experiencial, cien- situar y dar sentido global a los datos aportados por
o sociedad interesada plícitamente el respeto e interés del interven-
tífico-técnico y social) en cada tema o programa uno u otro enfoque. tor por las personas y colectivos con que se
interventivo debe dar una visión global, integrada va a intervenir. Se les pregunta por sus nece-
Para responder a la segunda pregunta (cómo usar y significativa del tema.
el enfoque multilateral en la práctica), partiremos 8. PROCESO
de la observación de que, en la medida en que los CUADRO 6.9
Métodos. La presencia de dimensiones temáticas
actores sociales actúan como grupos interesados y de perspectivas sociales plurales exige, lógicamen- El carácter instrumental del método y los in- La evaluación comunitaria como interacción:
(stakeholders), tienden a «colorear» la realidad so- te, usar métodos múltiples apropiados a los distintos gredientes identificados al diferenciar evaluación funciones interventivas
cial (especialmente aquellos temas que les interesan) tipos de «datos» o información a captar. Necesitamos social y psicológica permiten ya proponer un pro-
y los esfuerzos para cambiarla con sus propios va- indicadores de las distintas dimensiones (subjetivas, ceso lógico que ordene esos ingredientes (cuadro • Es una forma básica de participación de la comu-
lores e intereses. Así, los políticos tienden a ocu- sociales, objetivas) y métodos que puedan captar los 6.8). Primero identificaremos el nivel social en que nidad
parse tanto por la imagen social y la rentabilidad distintos puntos de vista de los actores sociales y las nos moveremos o la unidad precisa objeto de la • Establece papel inicial del interventor (indagador
electoral de una acción comunitaria como por sus consecuencias dinámicas y estructurales de los pro- evaluación (y de la intervención posterior), después y proveedor potencial recursos)
resultados reales para la gente. Los grupos y orga- gramas. Con frecuencia será necesario combinar determinaremos el contenido de la información a • Comunica respeto por el punto de vista de la co-
nizaciones comunitarias tendrán intereses específi- (cuadro 6.10) los datos históricos o estadísticos exis- obtener (las «preguntas a hacer») y, finalmente, ele- munidad
cos ligados a objetivos sectoriales muchas veces tentes con algún método verbal —que implica inte- giremos los métodos apropiados para obtener esa • Permite acceso a la comunidad o población
dispares, si no incompatibles: mientras unos pueden información, teniendo en cuenta los recursos reales • Motivación social y creación de expectativas de
racción— y con la observación del entorno físico o
cambio
querer más seguridad y policía, otros desearán más social —que no interfiere con los fenómenos obser- con que contamos.

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2 0 4 / Manual de psicología comunitaria Evaluación: necesidades, recursos y resultados I 2 0 5

sidades, capacidades y puntos de vista en lugar • Motivación social y creación de expectativas 10. ENFOQUES Y MÉTODOS interacción servirán tanto para detectar necesidades,
de asumir que el experto externo los conoce de cambio. Al establecer la relación inicial DE EVALUACIÓN DE NECESIDADES problemas o recursos comunitarios iniciales como
o que puede prescindir de la información y con las personas o grupos sociales y crear ex- para documentar los cambios generados por la inter-
opinión de esas personas y grupos sociales. pectativas de que se van a producir cambios, Como se ha indicado, la evaluación inicial inclu- vención, con la ventaja de que el uso de los mismos
• La evaluación es, como se ha indicado, una la evaluación tiene un importante papel moti- ye, además de necesidades o problemas, las capaci- métodos antes y después de intervenir elimina la
forma básica de participación, de hacer a los vador y dinamizador. Tiene, de otro modo, un dades personales y los recursos sociales existentes. «varianza metodológica», la influencia del método
destinatarios partícipes de la intervención. importante efecto interventivo previo a la in- Los modelos y métodos descritos a continuación en el resultado. Pero no siempre es así: la historia
A través de ella se reconoce el valor y papel tervención formal. están pensados para medir y valorar déficit o con- de la comunidad o del tema tratado, o la ecología
central de la comunidad o del colectivo social • La evaluación comunitaria crea expectativas, flictos (el núcleo de la «evaluación de necesidades») físico-social, interesan básicamente al inicio, en la
de interés para definir sus propios problemas casi mágicas con frecuencia, de intervención pero suelen servir igualmente y en su mayoría para «evaluación de necesidades», dado que, además y
y necesidades, si bien, para ser efectiva, la posterior. Ese efecto es más probable y poten- evaluar los resultados de los programas que, según el como en el caso de la cultura u otros «datos» glo-
participación debe extenderse, también, a las te si el evaluador coincide con el interventor esquema procesal bosquejado, se hace comparando bales, o no son modificables o no van a ser objeto
fases de toma de decisiones y de ejecución y pertenece —o es percibido como pertene- la situación tras intervención con la inicial. Así, los de un cambio, que suele centrarse en aspectos más
de las acciones. ciente— a una institución política dotada de informantes clave, la encuesta o la observación de la accesibles y micro.
• Desde el punto de vista estratégico, la evalua- medios (económicos sobre todo) y obligada a
ción es una buena forma de acceder a la co- atender las necesidades sociales: ayuntamien-
CUADRO 6.10
munidad o población de interés, aunque tiene to, consejería, agencia pública, etc. En este
sus propios riesgos. Por un lado, crea expec- tipo de situaciones es estratégica y éticamen- Métodos de evaluación de necesidades y programas
tativas —irreales con frecuencia— de que se te conveniente que el evaluador aclare —re-
va a hacer algo para solucionar la situación, defina si es preciso— su papel real si observa Tipo métodos Enfoques/métodos Características básicas
algo que muchas veces no sucede. Sitúa, por distorsiones implícitas de ese rol (o del pro-
otro, al evaluador en la clara e incómoda po- ceso que seguirá) en las personas evaluadas, Verbales (impli- Informantes clave Personas con información relevante sobre tema; explo-
sición de proveedor potencial de recursos y disipando expectativas irreales. ¿Cómo hacer- can interacción) ratorio, subjetivo
bienes (servicios, ayudas económicas o de otro lo? Explicando tanto la identidad institucional
tipo, etc.) altamente deseados, lo que puede a del evaluador (a qué o a quién representa) Grupos semifocales Personas interesadas en el tema; permite observar di-
su vez llevar a los sujetos a distorsionar la como el uso que se va a dar a los datos. Faci- námica; subjetividad e interacción social
realidad comunitaria exagerando o inventando litar esa información es un deber del evaluador,
los problemas y responsabilizando siempre a y conocerla, un derecho de la comunidad. El Encuesta poblacional Cuestionario fijo sobre temas conocidos por población;
objetivo, minimiza interacción
otros (ayuntamiento, gobierno, «los políticos», manejo de las expectativas es también impor-
«la administración»), con lo que la evaluación tante desde el punto de vista estratégico, pues
(y el evaluador) se pueden convertir fácilmen- constituyen un arma de doble filo. Positivo, Datos existentes Tasas de tratamiento Datos indirectos sobre cantidad y cualidad de casos
Historia, estadísti- atendidos en servicios normalizados
te en vehículos de reivindicación y victimiza- al crear, como se ha dicho, un clima inicial
cas
ción en vez del proceso de captación más o favorable a la intervención posterior. Negativo, Indicadores sociales Estadísticos sociales básicos; permite comparación en-
menos objetiva de la realidad comunitaria que porque las expectativas frustradas (repetida- tre sociedades y en el tiempo
se supone son. mente con frecuencia) alimentan los procesos
• La evaluación define por tanto implícitamen- de apatía y fatalismo social cuyo arraigo y Historia Permite situar tema y comprender problemas presen-
te el rol del practicante respecto al sistema perpetuación en los colectivos marginales di- tes
social evaluado. Al menos inicialmente: es ficulta o imposibilita cualquier movilización
posible que en función del papel atribuido el posterior. Las expectativas de un colectivo so- Observación Interacción: forma y contenido Indicador de vida y perfil social
interventor haya de redefinir ese papel inicial- cial son, pues, un recurso a administrar cui-
mente atribuido (por ejemplo, como se ha vis- dadosamente averiguando, como parte del
to, de proveedor de recursos o de vehículo proceso de evaluación inicial, la historia pre- Cultura y vida cotidiana Comprensión forma de vida, asuntos básicos y organi-
amplificador y legitimador de quejas institu- via de expectativas suscitadas, confirmadas o zación global de comunidad
cionales). frustradas. Estructura físico-arquitéctoni- Territorio, como condicionante relaciones y vida co-
ca de entorno munitaria; relación con entorno

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Modelos. Siguiendo a McKillip (1987), podemos ble filtro de la subjetividad de los evaluados y su (pero también, como «control», el político local a Grupos focales y nominales, foros comuni-
describir tres modelos generales para identificar y respuesta a la situación de interacción establecida. cargo del asunto) serían informantes apropiados. tarios. Familia de métodos de interacción grupal
evaluar. Como se ha indicado, la interacción es a la vez En el capítulo 3 se ampliaron los informantes cla- en que los colectivos sociales o sus representantes
un dato (valioso en sí) y una fuente indeseable de ve a entrevistar en una exploración comunitaria aportan información y valoraciones sobre temas de
• De discrepancia. La diferencia entre las ex- distorsión de la información objetiva que pudiera (cuadro 3.11: líderes formales, representantes de interés (necesidades o problemas, actitudes y moti-
pectativas o ideales sociales por un lado y la interesarnos. La manera de captar ambos aspectos asociaciones y figuras locales y profesionales) y vación, recursos y servicios comunitarios) usando
realidad existente por otro define aquí tanto es combinar los métodos verbales con la observa- se indicó la estrategia apropiada para «mapear» el formato semifocal ya descrito para los informan-
el estado inicial de necesidad o problemática ción u otros datos (históricos, ecológicos, etc.) de la comunidad. tes clave. Se trata de un enfoque más complejo y
como el éxito de la intervención, indicado por origen no verbal que no incluyen el doble filtro Las entrevistas a informantes clave constituyen dinámico que, al multiplicar los actores presentes,
la reducción de esa discrepancia. Es la forma interactivo y subjetivo. Por ejemplo, para evaluar un procedimiento exploratorio que aporta informa- sustituye los sesgos personales por los sesgos so-
habitual de evaluar necesidades y resultados el sentimiento de comunidad o la relación comu- ción preliminar, valiosa pero parcial, a validar o ciales propios de la dinámica grupal, y ligados a las
de los programas. nitaria se puede usar una medida verbal (como la matizar con otros métodos más amplios y abarca- jerarquías, el liderazgo, los intereses profesionales
• De marketing. La población-cliente define las explicada en el capítulo 5) pero, también, observar dores. Sus ventajas son la accesibilidad, el bajo o sociales y otros fenómenos similares. El cuestio-
necesidades; el interventor se limita a pregun- la interacción en la calle o ver el número y tipo de coste y el caudal de información cualitativa y cau- nario o guía semiformalizado se usa con flexibili-
tar qué es lo que aquélla quiere o necesita. No redes o asociaciones existentes. La concordancia sal que aporta; sus desventajas, los sesgos introdu- dad variable. Así, los evaluadores más cualitativos
siempre existen, sin embargo, los medios o la o discrepancia de los tres tipos de «indicadores» cidos por los intereses del informante en función (Krueger, 1988; Taylor y Bogdan, 1987) siguen el
voluntad política de satisfacer las necesidades nos permitirá «desenredar» los aspectos subjetivos de su posición —social, profesional o personal— flujo espontáneo del grupo asumiendo que así aflo-
así definidas. y desiderativos y aclarar las dimensiones o formas respecto del tema a valorar. Esos sesgos pueden ser rarán con mayor claridad los intereses y prioridades
• De toma de decisiones. Las necesidades se de- de expresión del fenómeno captado a través de mé- corregidos usando varios informantes clave (dos al de los participantes, no los del evaluador. Parece re-
finen a partir de un modelo numérico algo com- todos más sensibles a uno u otro aspecto. Así, la menos) situados en las distintas posiciones sociales comendable en general usar una estrategia mixta que
plejo en que se ponderan las «utilidades» (va- visión subjetiva de un sector de la comunidad de que relevantes con respecto al problema o tema de in- permita expresar el sentir del grupo, introduciendo
lores o intereses asociados por los sujetos a las existe un bajo sentimiento de comunidad no avalada terés. Es decir, según los valores o intereses que en un momento dado los temas o cuestiones que,
opciones que se contemplan) teniendo también por los datos de observación y asociativos globales teñirán el punto de vista de los informantes, lo que siendo importantes para el evaluador, no han sido
en cuenta ciertas cualidades de las necesidades. puede muy bien indicar un deseo subjetivo de ma- condujo a considerar los tres tipos de informantes abordadas por aquél. Este enfoque general incluye
yor comunidad que la existente. Los informantes clave ligados al modelo tripartito (cuadro 6.14): una familia de métodos que oscila entre los grupos
Aunque los métodos principales de evaluación clave, grupos focales y la encuesta son enfoques expertos, entorno social y afectados. pequeños (o «nominales») y los foros comunitarios,
de necesidades aparecen en el cuadro 6.10, dado el verbales típicos. Aparte de la información concreta sobre el tema que incluyen al conjunto de la comunidad (o a sus
predominio de los enfoques verbales, pueden tam- evaluado, es útil siempre indagar las actitudes de los representantes directos) y son usados en el desarro-
bién incluirse aquí las estrategias investigadoras Informantes clave. Personas, clave por su pro- informantes y su motivación para implicarse en las llo comunitario o las experiencias de democracia
que, como se indicó en el capítulo 5, pueden muchas fesión, actividad o posición en la comunidad o soluciones. De forma que la entrevista adopta un participativa. Dado que los grupos «nominales» se
veces usarse para la evaluación. Informantes clave, tema de interés que, a través de la entrevista indi- formato semiestructurado cuyo guión general recoge usan no sólo para evaluar asuntos comunitarios sino,
grupos focales, encuesta, tasas de tratamiento e in- vidual, aportan información sobre la comunidad, el cuadro 6.11. también, para elaborar programas, el enfoque es
dicadores sociales son los enfoques tradicionales, el tema y la forma de afrontarlo y el uso de los descrito en el capítulo 7 (cuadro 7.11), en el que
y se describen a continuación. La observación sue- servicios y recursos existentes. Los informantes se pueden consultar sus fases evaluativas (esencial-
le ser, sin embargo, igualmente relevante en el caso clave comúnmente entrevistados pueden agruparse mente las dos primeras, de valoración de problemas
CUADR0 6.il
de la comunidad; y los análisis histórico, ecológico en tres categorías: expertos o profesionales ligados y soluciones).
y cultural aportan elementos contextúales muchas a la comunidad o tema de interés, líderes comu- Entrevista comunitaria: temas básicos Desde el punto de vista estratégico, la dificultad
veces esenciales para situar, hacer comprensibles y nitarios informales y administradores públicos y práctica del método reside en contar con los contac-
dar sentido al resto de datos. afectados por el tema o necesidad —o usuarios del • Problemas o necesidades más importantes de la tos comunitarios que permitan reunir al conjunto de
servicio— en cuestión. Es decir, los tres tipos de comunidad personas con las características sociales o personales
actores o grupos de interés básicos contemplados • Aspiraciones, metas e intereses compartidos deseables (conocedoras del tema, pero heterogéneas
10.1. Métodos verbales en el modelo tripartito. Pero habrán de elegirse en • Recursos informales y estrategias para afrontar los —u homogéneas— en sus puntos de vista, posición
cada caso y situación, en función de la información problemas o para alcanzar metas comunes social, edad, etc.) y estructurar el proceso en uno o
Implican una interacción del evaluador con los • Servicios formales disponibles; accesibilidad y más grupos y en un número de reuniones suficiente
precisa. Así, si queremos conocer la historia de calidad de los servicios
habitantes de la comunidad que responden pregun- una reivindicación comunitaria, las personas ma- • Ayuda o servicios adicionales necesarios para obtener la información precisa, pero también
tas o aportan datos, sometidos, lógicamente, al do- yores testigos de las luchas o participantes en ella limitado para evitar las «bajas» que con el tiempo

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se producen. Las discusiones grupales suponen una datos; interpretación, obtención de conclusiones y necesarios. Ésa es una posibilidad real en socieda- estimación de la dimensión o problema derivados
buena forma de acceder a la comunidad, aunque sea recomendaciones de actuación. des y comunidades que mantienen registros y datos de la consideración social atribuida al uso de los
a través de la «ventana» que supone el asunto que Como se ha indicado, y a diferencia de las tasas (censos, padrones, estadísticas sociales, económicas correspondientes servicios o programas de atención.
tratemos y las vinculaciones sociales de los miembros de atención, la encuesta exige hacer explícitos los o de otro tipo) públicos, así como a través de las es- Si el uso del servicio conlleva la estigmatización
de los grupos. El eco social que aportan contribuye, criterios que definen la dimensión evaluada (fracaso tadísticas de organismos internaciones (OMS, FAO, social del usuario (trastorno mental, sida, toxico-
además, a crear expectativas exageradas o irreales escolar, participación, inmigración) y que son precisos PNUD, ONU, etc.), Internet, enciclopedias o libros manía, etc.), se subestimará el problema existiendo
sobre la solución del asunto de interés. Conviene para «construir» verbalmente las variables a medir, lo de historia y similares. El problema de ese tipo de numerosos «falsos negativos en la comunidad. Si,
recalcar también el potencial interventivo de estos que presenta dificultades en el campo social, en que información es que la mayoría de las veces es esca- al contrario, del «etiquetado» diagnóstico y uso de
métodos de interacción social que, además de aportar hay casi siempre modos diferentes de concebir cada samente pertinente o útil para el tema considerado servicios se derivan beneficios económicos o socia-
información, opinión y valoraciones sobre el asunto dimensión o variable. Las ventajas de la encuesta ra- o el nivel —comunitario— en que se le trata, por lo les, se puede sobrestimar el problema y registrar
en cuestión, permiten iniciar la búsqueda de solu- dican en la posibilidad de cuantijicar las dimensiones, que —con la excepción de las tasas de tratamien- «falsos positivos». No se puede, pues, asumir me-
ciones y sondear la actitud y motivación de la gente generalizar los datos obtenidos y hacer comparacio- to—, su utilidad se limita a enmarcar y dar sentido cánicamente que las personas tratadas o asistidas
identificando personas y grupos dispuestos a impli- nes entre poblaciones o comunidades, siempre, claro a otros datos que sí respondan específicamente a las representan, en cantidad y cualidad, al conjunto de
carse en la intervención posterior. está, que los criterios usados para definir las variables preguntas planteadas. De forma que si disponibilidad afectados en la comunidad, sino sólo a aquellos que,
sean equivalentes. Subsisten, de todas formas, los ries- y comparabilidad son las ventajas generales de estos padeciendo el problema o necesidad, están suficien-
Encuesta poblacional. Conocido método sociop- gos, también presentes en las tasas de tratamiento, enfoques, su amplitud y falta de especificidad son temente motivados o informados —u organizados—
sicológico que evalúa el asunto de interés en una de sobrestimar un fenómeno (si se usan criterios de sus defectos. Aparte se describen las tasas de aten- para buscar ayuda. Dos, los datos pueden no ser
muestra representativa del conjunto de la comunidad definición muy laxos) o infravalorarlo, si se usan cri- ción o tratamiento e indicadores sociales. La historia comparables si los criterios usados en los distintos
o población diana, por lo que —junto a los indica- terios muy rigurosos que excluirán casos reales de la de una comunidad, o dimensión concreta de interés, servicios o centros o a través del tiempo no son
dores sociales— ocupa el extremo más objetivo y dimensión considerada. Como método de evaluación, puede trazarse a partir de los estudios existentes (en uniformes o, al menos, equiparables, lo que puede
global de la evaluación comunitaria. Es, sin embargo, la encuesta suscita tantas adhesiones (ligadas a las la biblioteca o archivo local u otros lugares similares) llevar a atribuir mayor presencia a los problemas
mucho más costoso que otros métodos, y precisa una virtudes mencionadas) como críticas, derivadas del o a través de informantes clave que hayan vivido el en una zona o momento si se usan criterios laxos o
amplia infraestructura organizativa: equipo de en- abuso del método y de la engañosa «objetividad» desarrollo histórico de la comunidad, cuyos testi- a inferir una reducción de la problemática (así, el
cuestadores preparados, estrategia de muestreo con lograda uniformando los procedimientos y haciendo monios deben ser valorados, como se indicó, inte- porcentaje de parados) al usar criterios más estric-
frecuencia engorrosa, prueba piloto, etc. Se tiende a preguntas cerradas con alternativas fijas, lo que deja rrelacionadamente y en función de su papel en los tos que excluyen a una parte de los afectados.
olvidar, por otro lado, que el método sólo es apro- poco lugar para la captación de puntos de vista o da- sucesos descritos. En el capítulo 3 (cuadro 3.11) se
piado para captar dimensiones sociales con las que tos subjetivos relevante para la intervención, como se describían las fuentes concretas y los tipos de datos Indicadores sociales. Estadísticos descriptivos
la gente está familiarizada, de forma que, teniendo reseñó en el capítulo 5 a propósito del sentimiento de de archivo —actuales o históricos— específicamente de aspectos sociales básicos (como la salud, la edu-
las preguntas que «traducen» esas dimensiones, un comunidad. La experiencia demuestra, por otro lado, referidos a la comunidad, ya que muchos de los mé- cación o el empleo) cuyo conjunto «retrata» numé-
mismo significado para todos, puedan ser respondi- que hay aspectos de la interacción y la situación de todos y datos preexistentes son también aplicables a ricamente el estado de una sociedad en un momento
das sin ambigüedad y ser interpretadas con claridad, encuesta que influyen en las respuestas pudiendo ses- otros contextos y unidades sociales. dado, permitiendo, sobre el papel, actuar informada-
pudiéndose sumar las respuestas como cantidades o garlas notablemente en una u otra dirección. mente en el ámbito social, de forma similar a como
porcentajes con sentido. Razones por las cuales en Tasas de atención. Enfoque objetivo y directo los indicadores económicos lo hacen en el ámbito
los temas sociales o comunitarios el enfoque debería para estimar las necesidades y problemas a partir económico. El conjunto de indicadores sociales re-
ser en general usado en las últimas fases, cuando 10.2. Otros métodos de los usuarios de los servicios de tratamiento y presenta el nivel de vida de una región o sociedad
tenemos claro lo que queremos preguntar y sólo si atención correspondientes (hospitales, centros de (raramente de una comunidad). Indicadores sociales
otros métodos más flexibles y menos costosos no han Métodos suplementarios de obtener información servicios sociales u otros) que se asumen represen- al uso incluyen aspectos (y, entre paréntesis, sus
respondido a esas preguntas. Las fases y mecánica del comprenden el examen de datos estadísticos e his- tativos de todos los afectados en la comunidad. Es indicadores métricos) como: la pobreza (porcentaje
método están bien establecidas (véanse, por ejemplo, tóricos preexistentes (incluyendo las tasas de aten- uno de los métodos epidemiológicos clásicos que de hogares por debajo de un nivel dado de renta);
Babbie, 1973; García Ferrando y otros, 1986): ela- ción o tratamiento) y la observación. estudia los problemas tratados {no los realmente el desempleo (tasa de desempleo); la salud (tasa de
boración de la encuesta o entrevista estructurada y existentes). Sus virtudes radican en la accesibilidad mortalidad infantil); el nivel de renta (renta per cá-
prueba piloto exploratoria; muestreo, selección de un Datos preexistentes: estadísticas e historia. Un de la información y, por tanto, su bajo costo: la pita); la vivienda (coste de la vivienda); la educación
grupo de personas —o «unidades muéstrales»— que principio estratégico básico de la evaluación es hacer información está ya recogida, sólo hay que organi- (nivel de escolarización); la desintegración social
representen al conjunto de la población a encues- acopio de la información existente (factual, históri- zaría. Pero tiene, como contrapartida, dos impor- (indicadores de delincuencia o violencia social); la
tar; pasación por un equipo debidamente entrenado; ca, contextual o de otro tipo) antes de organizar la tantes problemas derivados, precisamente, de esa seguridad ciudadana (robos declarados), o la parti-
codificación de respuestas y análisis estadístico de recolección de datos adicionales que se consideren facilidad de acceso a los datos. Uno, los sesgos de cipación ciudadana (porcentaje de voto).

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2 1 0 / Manual de psicología comunitaria Evaluación: necesidades, recursos y resultados I 2 1 1

Dado que la información para elaborar los indi- 11. EVALUACIÓN DE PROGRAMAS: CUADRO 6.12
cadores sociales se extrae de censos, padrones mu- CONCEPTO Y RELEVANCIA
nicipales, registros públicos o de la acumulación de Relevancia y dimensiones de la evaluación de programas
estudios realizados, el enfoque tiene la ventaja de la Ya se recalcó al inicio del capítulo el carácter
accesibilidad, y la desventaja de que los datos ya social del proceso evaluador en general y las impor- Dimensión Descripción/función
existentes raramente son útiles para la intervención tantes funciones sociales que ese carácter y el exten-
específica en el nivel comunitario, dando, en general, dido uso social de la evaluación le conferían. También Teórica Aprender de la práctica comunitaria (resultados y proceso)
un marco numérico indicativo de la situación social se situó la evaluación de resultados o programas en
en que se enmarca la acción comunitaria. Se achaca el contexto lógico y temporal de ese proceso. Co- Práctica Mejorar la acción comunitaria desde lo aprendido
al enfoque la carencia de una base teórica idónea que rresponde ahora subrayar la relevancia social espe-
permita hacer interpretaciones significativas de lo cífica de la evaluación de programas a partir de un Social Legitimar la intervención comunitaria (mostrar que «funciona»)
que representan o de los cambios producidos por los esquema tridimensional que le reconoce tres funcio-
programas destinados al cambio social. Bloom (1984) nes básicas recogidas en el cuadro 6.12. A continua-
concluye su recomendable exposición sobre el tema ción trato de aclarar en qué consiste realmente la Concepto. Las definiciones de evaluación de pro- temas sociales; es la cuestión de los «ingredientes
señalando la incapacidad de los indicadores sociales evaluación de programas y qué implicaciones meto- gramas tienden a subrayar —como ya se vio en la causales» —las «causas»— de la intervención. Esto
para responder —por sí solos— a la cuestión básica dológicas tiene esa aclaración. Revisamos antes las introducción del capítulo— o bien sus dimensiones nos lleva a plantearnos la verdadera naturaleza de la
de la evaluación comunitaria: ¿obtiene la gente lo tres dimensiones —teórica, práctica y social— de científicas o sus implicaciones utilitarias. Así, para tarea de evaluar programas: se trata de comparar lo
que necesita (o desea)? Incapacidad que remite a los toda valoración de acciones sociales. Rutman (1977), la evaluación de programas aplicaría que ha sucedido realmente con lo que habría suce-
límites ya subrayados de los enfoques objetivistas: procedimientos científicos para acumular evidencia dido si el programa no se hubiera realizado. Sólo
sólo aportan una de las dos dimensiones —la exter- • Dimensión teórica. La evaluación de progra- válida y fiable sobre cómo ciertas actividades con- esa comparación nos permite desenredar los efectos
na, objetiva, social— necesarias para responder a esa mas e intervenciones comunitarias debe servir, cretas producen resultados o efectos concretos; a la del programa del resto de factores actuantes y atribuir,
cuestión. Falta la percepción subjetiva colectiva tan- según se indicó, para aprender de la práctica, vez, esa evaluación (Stufflebeam y Shinkfield, 1993) por tanto, los efectos observados a la intervención
to del estado de necesidad (o problemática) como de manera que el proceso seguido y los resul- utilizaría los datos obtenidos para guiar la toma de realizada. Pero... el programa se ha realizado, ha
del grado de satisfacción logrado por las interven- tados alcanzados permitan desarrollar una teo- decisiones, solucionar problemas y entender los fenó- tenido sus efectos y eso ya no tiene vuelta atrás.
ciones destinadas a cambiar la situación. Sólo de la ría más o menos utilizable o modificar el co- menos implicados en ambas actividades. Debemos, de ¿Cómo aproximar en la práctica social las exigencias
comparación y cotejo de ambas dimensiones (y del nocimiento ya existente. todas formas, ir un poco más lejos y tratar de aclarar el para atribuir los efectos observados a la intervención
correspondiente examen dinámico) podemos derivar • Dimensión práctica. Se trata de mejorar los verdadero significado de la evaluación de programas realizada, teniendo en cuenta que la comunidad no
una respuesta aproximada a la cuestión de la evalua- programas comunitarios (y la intervención desde el punto de vista social y examinar, a partir de es un laboratorio ni la intervención comunitaria un
ción comunitaria. comunitaria en general) a partir de la evalua- ahí, las exigencias científicas del proceso evaluador. campo de experimentos con sustancias químicas o
ción de los resultados de los programas, ela- Veamos. Toda evaluación de resultados implica dos físicas, sino con personas? Estamos planteando la
La observación. En el capítulo 3 se describieron borando principios y recomendaciones prác- cuestiones esenciales, un «qué» y un «porqué». cuestión de los diseños de intervención que permiten
los aspectos del territorio y la vida social que es ticas que, en último extremo, deben mejorar hacer inferencias causales razonablemente sólidas,
conveniente observar en una comunidad y que el la vida de la comunidad, de sus habitantes. • El qué: ¿el programa tiene efectos, «funciona»? válidas. Hay dos procedimientos (ligados a la cua-
cuadro 3.11 detallaba. En el caso de la comunidad, • Dimensión social. Sobre la evaluación de pro- • El porqué: ¿los efectos detectados pueden ser siexperimentación), realizables y que dan una res-
se trataba de hacer un reconocimiento general con gramas descansa gran parte de la legitimidad razonablemente atribuidos al programa y no puesta aproximada a la pregunta planteada: el pro-
la atención flotante de los aspectos construidos como social de la intervención comunitaria: ahí re- a la miríada de variables y esfuerzos sociales yectivo y el experimental que corresponden a las dos
la trama urbana o los edificios, las casas, los signos side su relevancia social (y científica). Si los que actúan a la vez que la intervención formal modalidades de cuasiexperimentos descritos en el
y carteles y, por bloques horarios, de la vida social programas no «funcionan» (no producen los en la comunidad? capítulo 5: series temporales y diseños de grupo con-
en lo tocante al ritmo vital, sitios de reunión, tipos efectos científicamente previstos y socialmen- trol no equivalente.
de grupo o temas de conversación. Aunque no se te buscados), todo el andamiaje teórico y me- La primera es una cuestión más pragmática, la
desarrolle aquí en detalle, hay que señalar que la todológico de la acción comunitaria queda en constatación de que podemos inducir o causar a vo- «Proyectivo» o geométrico: se toman unas medi-
observación es también útil en temas sociales con- cuestión. Si, por el contrario, los programas luntad cambios comunitarios o sociales. La segunda das (tres al menos) previas a la intervención del fe-
cretos o reuniones y actos comunitarios para reivin- son eficaces y contribuyen a mejorar la vida cuestión es teórica, pues indica que los efectos ob- nómeno X a modificar, se forma una línea resultante
dicar o solucionar problemas; por ejemplo, en una de la gente y a reducir las desigualdades, serán servados han sido causados por el programa (y no y se compara esa proyección (la prolongación de esa
asamblea vecinal o una reunión sobre un conflicto vistos por la comunidad como relevantes y por otros fenómenos concurrentes) de forma que pue- línea) en el momento de finalizar la intervención con
del barrio. socialmente legítimos. den ser «generalizados» a otras comunidades y sis- el resultado realmente logrado por ésa. La diferencia
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entre la proyección de la tendencia inicial y el resul- Shinkfield (1993) proponen el conocido modelo dos en sus percepciones o estados internos; más cambio social, implicando, como resume el cuadro
tado real será atribuida a la intervención realizada. CIPP porque, según el acrónimo formado por las asociada a la forma de atender a los afectados 6.13, distintos tipos de conocimiento, aportados por
Estamos, claro es, asumiendo que la tendencia inicial primeras letras de cada aspecto, evalúa: y al tipo de relación establecida con ellos que tres actores centrales y diferentes. Las tres clases
se mantendrá en el tiempo, con lo que la diferencia al contenido efectivo del programa o servicio. de conocimiento incluidas son: experiencial, inter-
es atribuible al programa. Para reforzar la atribución • El contexto de la evaluación. • Eficacia: la capacidad de «producir efectos», no, la percepción de cómo se vive subjetivamente
de causalidad se pueden analizar los sucesos sociales • La entrada (input) en el sistema; la capacidad de alterar la variable de interés o alcanzar los la condición (dependencia alcohólica, pobreza, par-
relevantes que puedan haberse dado durante el mismo de ese sistema para aceptar y permitir que se objetivos para los que fue concebido el progra- ticipación social, etc.) evaluada, sólo conocida por
período de la intervención y estimar los efectos que realice el programa. ma: reducir el consumo de droga o el nivel de quienes la han padecido (o disfrutado, si es positiva);
pueden haber tenido sobre el fenómeno X a modifi- • El proceso de realización del programa y sus pobreza, aumentar la participación de la comu- científico-técnico, los conocimientos o datos válidos
car. Si, por ejemplo, se trataba de reducir el consumo actividades. nidad, etc. Se trata de una dimensión definida sobre esa condición, acumulados por los expertos y
de drogas, una noticia espectacular sobre la muerte • El producto o resultados obtenidos en función por los expertos a través de la observación o profesionales; social, derivado de la relación con los
de un adicto o el endurecimiento de las penas por de los objetivos marcados. medición objetiva de las manifestaciones ex- afectados, cuyos titulares (los «otros significativos»)
consumir droga pueden contribuir, junto al programa ternas de los cambios producidos en el fenó- padecen las consecuencias externas de la condición
en cuestión, a disminuir el consumo. La irrupción del McLean (1974) incluye cinco componentes que meno comunitario a modificar. (o disfrutan de sus beneficios). Hay, como se ve, tres
sida en un momento histórico dado causó una caída pueden reducirse a los tres que siguen (los otros • Utilidad que las acciones y efectos del pro- categorías de actores sociales titulares de cada dimen-
drástica del consumo de heroína, pero esa caída no dos son los resultados en relación a los costes —efi- grama tienen para la comunidad. Cercano al sión que aportan datos diferentes y complementarios
podía ser atribuida a ninguno de los programas des- ciencia— y el impacto global y pueden ser subsu- impacto y utilización, aunque no del todo equi- (entre paréntesis) según su posición social respecto
tinados a reducir ese consumo. midos en el componente de resultados). valente. No es definido por el profesional en al tema valorado: los sujetos afectados (bienestar,
la variable de interés (eficacia) ni por el bien- satisfacción), el profesional o experto (eficacia) y la
Experimental: se trata de usar una comunidad de • La estructura administrativa y gestión del pro- estar subjetivo de los destinatarios del progra- comunidad o los «otros» social y psicológicamente
control B (en que no se aplica el programa) con la grama (financiación, recursos disponibles, clien- ma (satisfacción), sino por la utilidad que la significativos que padecen las consecuencias negati-
que se comparan los cambios en el fenómeno X de tela a atender, instalaciones necesarias, etc.). suma de efectos (positivos o negativos, ligados vas de la conducta de los afectados y se beneficiarán
la «comunidad experimental» A, en la que sí se apli- • El proceso, llamado valuación «formativa», a los objetivos iniciales o no) tiene para el de la utilidad de su desaparición y de otros efectos
ca. Las diferencias pueden ser atribuidas con cierta porque contribuye a mejorar y modificar los conjunto de los grupos y colectivos sociales, positivos que pueda tener el programa. Como puede
confianza al programa y no a otros sucesos concu- programas; es especialmente relevante al co- y no sólo para sus usuarios directos. apreciarse, el modelo tripartito toma en consideración
rrentes. Como en el procedimiento previo, se hace mienzo, cuando se ponen a prueba o realizan la multiplicidad temática y social de las acciones
preciso examinar y tener en cuenta sucesos y accio- las primeras intervenciones, mientras que la Los tres contenidos son complementarios y debe- sociales (ya comentada antes en este capítulo) y, al
nes simultáneas que en cualquiera de las comunida- evaluación de resultados tiene sentido más ade- rían estar, en principio, presentes en cada evaluación, mismo tiempo, le da una respuesta evaluadora inte-
des puedan haber contribuido a incrementar o redu- lante, cuando el programa ya está probado y se ya que captan las dimensiones o aspectos básicos del gral pero relativamente simple.
cir el nivel del fenómeno X analizado. Puede que, trata de apreciar sus resultados reales.
por ejemplo, una iniciativa ciudadana sobre el fenó- • Los resultados, tipo de evaluación con que se
meno X (maltrato o construcción de viviendas ase- suele identificar la evaluación de programas CUADRO 6.13
quibles) en la comunidad control B tenga efectos tan en general; usa indicadores de eficacia, efi-
Modelo tripartito de la evaluación de resultados
positivos sobre esos fenómenos como la intervención ciencia o efectividad práctica real de un pro-
formal realizada en la comunidad A. Naturalmente grama, o impacto comunitario general.
que estos procedimientos pueden ser también apli- Contenido Criterio Tipo conocimiento Actor social titular
cados en otros sistemas o niveles, comparando, por Por nuestra parte sostenemos un modelo tripar-
ejemplo, programas escolares u hospitalarios. tito construido a partir de la propuesta de Strupp y Bienestar Subjetivo: percepción de tema Interno, experiencia vivida Afectados
Hadley (1977) para la psicoterapia. Consta de tres Satisfacción y resultados i

dimensiones —recogidas en el cuadro 6.13—: bien-


12. CONTENIDO. MODELO TRIPARTITO: estar, eficacia y utilidad. Eficacia Objetivo: manifestaciones Científico-técnico: evidencia Experto
BIENESTAR, EFICACIA Y UTILIDAD externas empírica, teoría Profesional
• Bienestar o satisfacción de aquellos que son
Hay distintas propuestas sobre qué se debe eva- atendidos en la intervención. Dimensión esen- Utilidad Social: consecuencias exter- Social: según relación e in- «Otros significativos»: ve-
luar en los programas sociales, cuál es el conte- Impacto nas-sociales de tema y con- terés social cinos, familia, compa-
cialmente subjetiva, definida por los propios
ducta de afectados ñeros trabajo, red social
nido básico de la evaluación. Así, Stufflebeam y afectados a partir de los cambios experimenta-

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2 1 4 / Manual de psicología comunitaria Evaluación: necesidades, recursos y resultados I 2 1 5

Siendo complementarios, pero no coincidentes, o de la violencia, disciplina alimenticia o ejercicio futuro, el expolio, la injusticia o la discriminación— explicitar qué cualidades y contenido ha de
los tres contenidos y criterios pueden concordar o físico en la promoción de la salud, etc.) sin con- que no sólo no pueden ser cuantificados sino que, tener la información a obtener para evaluar el
no. En principio, la producción de una acción po- trapartidas claras y en el corto plazo generan algún además, deben primar éticamente sobre aquellas tema, su relevancia, saber si el programa pro-
tente y bien dirigida en una comunidad o tema so- tipo de «malestar» subjetivo y social. Puede tam- dimensiones que, aun siendo secundarias, pueden gresa, etc.
cial X debería generar cambios positivos en las tres bién suceder que el bienestar de los afectados su- ser cuantificadas. • Las fuentes de información disponibles: do-
dimensiones: sería eficaz en la reducción de la pro- ponga, a la vez, el malestar del entorno social o los El metaanálisis permite sumar los resultados ob- cumentos gubernamentales; informes perió-
blemática o avance hacia los objetivos marcados, otros significativos, como sucede con los programas tenidos en varios estudios «traduciendo» todos los dicos de instituciones locales, nacionales o
aumentaría el bienestar de los afectados que se sen- permisivos («de reducción de daños») sobre drogas efectos obtenidos a una escala común que los hace internacionales; información demográfica o
tirían mejor (o menos mal), de forma que la comu- pero, también, con los programas para mejorar las numéricamente comparables (una operación cues- epidemiológica; programas de actividades de
nidad encontraría útil el programa, cuyo impacto condiciones de vida (vivienda, acceso a la protec- tionable), con lo cual se pueden sintetizar resultados instituciones o centros, etc.
sería valorado como positivo. Pero muchas veces ción social, etc.) de los inmigrantes en las socie- de varios estudios o evaluaciones y comparar la efi- • Valoración de la adecuación —accesibilidad,
eso no es posible y se producen discrepancias de dades ricas. Estas ilustraciones dejan clara, en todo cacia de los diversos enfoques de intervención. utilidad y suficiencia— de la información dis-
peso en el grado, o incluso el signo global, de los caso, la necesidad de considerar las distintas di- ponible con el fin de saber si es necesario re-
tres contenidos o indicadores del cambio. Así, tra- mensiones de los cambios producidos por las ac- coger información adicional y por qué medios:
bajando con enfermos terminales, no podemos es- ciones sociales y la conveniencia de un análisis 13. PROCESO Y TAREAS IMPLICADAS encuestas, entrevistas individuales o grupales,
perar acciones eficaces, puesto que los males en conjunto y global de esas dimensiones. datos de uso de servicios, etc.
cuestión no tienen cura; habremos de valorar la La Organización Mundial de la Salud (OMS,
intervención por la mejora subjetiva («calidad de Evaluación comparativa. En realidad, toda 1981) ha resumido en una guía breve y útil las nue- 3. Verificar la relevancia del programa: hasta qué
vida» de los enfermos) o social, el confort de los evaluación de programas es de naturaleza compa- ve etapas del proceso de evaluación de programas punto responde a necesidades humanas básicas y a
familiares. Es factible, por otro lado, mejorar los rativa, ya que, como se ha dicho, compara el efec- subrayando las tareas básicas de cada una. Las eta- las prioridades políticas y sociales generales o del
índices de satisfacción o bienestar de los usuarios to de una acción sobre una comunidad con lo que pas y tareas consideradas por la OMS, resumidas campo concreto (salud, educación, trabajo, etc.).
de servicios o programas estableciendo una buena habría sucedido de seguir ésta con su propia diná- en el cuadro 6.14, son las siguientes. 4. Adecuación del programa y la política marco
relación con ellos (entrenando a los profesiones en mica y sin intervención exterior alguna. Se habla desde la que se formula. Valorar en qué medida
«habilidades sociales» o relaciones públicas), sin de evaluación comparativa en sentido estricto para 1. Especificación del tema a evaluar; qué es lo que los problemas han sido claramente identificados
mejorar realmente la eficacia de los servicios pres- referirse a la comparación de varios programas en se va a evaluar: un programa, un servicio que y definidos (escalón de diseño político) y el pro-
tados. Debe quedar claro a este respecto que si no relación a un mismo asunto desde algún punto de ofrece varios tipos de programas o una institu- grama o programas apropiadamente formulados,
se ayuda realmente a la gente que lo necesita (me- vista o criterio: coste, eficacia, valores sociales in- ción. El tema debe ser relevante y justificable como garantía de que podrán ser correctamente
jorando la salud o la educación, reduciendo la po- volucrados, etc. La función de la evaluación com- en términos de cobertura poblacional (el núme- evaluados.
breza, etc.), la simple mejora del bienestar o satis- parativa es ayudar a políticos y gestores sociales a ro de personas servidas) o importancia potencial 5. Revisión del progreso del programa verificando
facción es un fraude técnico y social. Sin olvidar tomar decisiones informadas sobre la forma de in- para la población. Habrán de concretarse tam- hasta qué punto su desarrollo real se ajusta a lo
que la participación en los programas comunitarios tervención más conveniente para cada población bién otros parámetros básicos de la evaluación, previsto, introduciendo correcciones y cambios
puede tener un efecto similar: la gente se siente según su eficacia, coste o beneficios generados. como el nivel organizacional en que se realiza, según las desviaciones observadas y resolviendo
mejor, se relaciona con otros y es escuchada, pero El análisis coste-eficacia relaciona los efectos destinatario, finalidad, limitaciones percibidas los problemas que puedan aparecer. Esto puede
no siempre mejoran realmente las condiciones so- conseguidos por la intervención (outputs) con su o respuestas posibles según los resultados que realizarse a través de indicadores incluidos ini-
ciales que deberían cambiar. coste monetario (input) mostrando la eficiencia re- se esperan. cialmente, del feedback de los usuarios o de la
Tampoco que la mayoría de cambios sociales lativa de cada programa; en el análisis coste-bene- 2. Asegurar el apoyo informativo preciso para lle- observación de la marcha de las actividades del
requieren esfuerzos, sacrificios: si sólo usamos cri- ficio compara los costes monetarios con los bene- var a cabo todo el proceso de evaluación, espe- programa. Se trata de comprobar si:
terios de bienestar a corto plazo, será bastante im- ficios (también económicos) del programa. Aunque, cialmente en tres aspectos. ¡
probable que se alcancen objetivos o cambios como se ha señalado, estos análisis economicistas • La tecnología y el método de trabajo utilizados
comunitarios significativos. (Aquí hay, evidente- pueden ayudar a racionalizar el gasto público en • Los requisitos de la información a obtener te- tienen la efectividad prevista.
mente un matiz importante: ¿quién toma las deci- programas sociales, suponen una falacia peligrosa niendo en cuenta las necesidades de los diver- • Se están llevando a cabo las actividades pre-
siones y marca los objetivos de la acción? No es en el terreno social: asumir que todo lo que es re- sos componentes de la evaluación: el tema y vistas en el programa y si se están realizando
lo mismo que los sacrificios sean decididos por los levante en una acción puede ser expresado en tér- unidad evaluada, la relevancia del tema y su en el tiempo previsto.
propios sujetos a que sean impuestos por otros...) minos económicos. Y es que aspectos primordiales definición, la adecuación estratégica y políti- • El personal tiene la preparación apropiada y
En general, las medidas o programas que suponen en los problemas y acciones sociales —como el ca del programa, el progreso, la eficiencia, la está realizando las acciones del programa en
prohibiciones o restricciones (control de accidentes sufrimiento, la vida, la dignidad, la privación del efectividad y el impacto. O sea, se trata de la forma prevista.
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CUADRO 6.14 • Se están logrando los objetivos parciales —por gramas; redefinición de funciones o estructuras
áreas o por períodos de tiempo— previstos o administrativas; aumento de los presupuestos; for-
Proczso de evaluación de programas (OMS, 1981) mación o incorporación de personal adicional.
se progresa al ritmo marcado hacia los obje-
tivos generales o finales.
Etapa Descripción
6. Valorar la eficiencia del programa analizando los 14. CONSIDERACIONES PRÁCTICAS
1. Especificar Qué se evalúa: un programa, un servicio, una institución resultados obtenidos en relación con los esfuerzos
tema Nivel de realización, finalidad, limitaciones y respuestas posibles según resultados y des- realizados (eficiencia técnica) y los recursos ma- No deberíamos cerrar esta breve exposición so-
tinatario teriales usados (eficiencia económica). Para ello bre la evaluación de programas sin hacer algunas
Tema debe ser relevante por cobertura o importancia para la gente habrá que revisar: las actividades y métodos usa- recomendaciones prácticas y estratégicas que, por
dos, la mano de obra, las finanzas, las instalacio- la relevancia y frecuente uso social del método, han
2. Asegurar Preciso para realizar proceso de evaluación de complementar los análisis técnicos y metodoló-
• Requisitos (cualidades y contenido) de la información a obtener según componentes
nes y centros, la colaboración social o económi-
apoyo infor-
ca con instituciones y agencias, el control de la gicos precedentes. Según esas recomendaciones
mativo de evaluación: 3-9.
• Fuentes de información disponibles: documentos, informes, datos demográficos o epi- gestión y la relación costo-eficacia. —sintetizadas en el cuadro 6.15—, en la evaluación
demiológicos, actividades de instituciones, etc. 7. Valoración de la efectividad del programa anali- de programas debemos:
• Adecuación (accesibilidad, utilidad y suficiencia) de información disponible: ¿se pre- zando en qué medida se han logrado los objetivos
cisa más información?, ¿cómo se obtendrá? expresados, si es posible, en términos de la re- • Verificar que el programa tiene cimientos co-
ducción del problema o situación indeseable que munitarios, es decir, que: 1) responde a una
3. Establecer ¿Responde a necesidades básicas? originó la acción. Ello exige haber identificado necesidad o aspiración real de la gente de for-
relevancia del ¿Se ocupa de temas y áreas social o políticamente prioritarias? antes adecuadamente los destinatarios de la in- ma que la comunidad lo ve como algo propio,
programa no como algo dado innecesario, ajeno o im-
tervención y los indicadores de resultados.
8. Evaluación del impacto, o efecto global del pro- puesto desde el exterior; 2) es accesible a la
4. Adecuación Verificar si el programa y la política que lo enmarca son apropiados:
¿Programa bien formulado, de forma que puede ser evaluado? grama sobre las condiciones de vida y desarrollo gente. La ausencia de relevancia comunitaria
técnica y
política ¿Problemas claramente identificados y definidos? de la comunidad. El impacto incluye el conjunto y accesibilidad social garantiza el desinterés,
de efectos (deseables e indeseables, previstos e si no el rechazo, de la comunidad.
5. Revisar Verificar si la realización del programa se ajusta a lo previsto imprevistos) del programa y su influencia gene- • Asegurarse de que se cuenta con los recursos
progreso Introducir correcciones según desviaciones observadas y resolver problemas emergentes. ral sobre el funcionamiento social de la comu- necesarios para la puesta en marcha, realiza-
Ver si: nidad o colectivo valorado. Requiere un análisis ción y mantenimiento del programa antes de
• Tecnología y métodos funcionan totalizador y es, según la OMS, la tarea más echarlo a andar; con ello evitaremos dificul-
• Se realizan actividades previstas en el momento justo difícil del proceso de evaluación. tades técnicas y humanas de difícil solución
• Los trabajadores están preparados y realizan acciones previstas una vez en marcha la intervención.
• Alcanzamos objetivos parciales o avanzamos hacia los generales
9. Obtención de conclusiones y formulación de pro-
puestas de actuación futura, resumiendo los ob- • Establecer canales de comunicación lo más
6. Valorar Analizando los resultados en relación con los esfuerzos realizados (eficiencia técnica) jetivos, enfoques, métodos y resultados del pro- directos y ágiles que sea posible entre comu-
eficiencia y los recursos usados (eficiencia económica) grama y mostrando las relaciones entre enfoques nidad o usuarios del programa por un lado y
y métodos usados, por un lado, y las acciones del los responsables o planificadores por otro; esos
7. Valorar efecti- En qué medida se han logrado objetivos propuestos (y paliado el problema de interés) programa y los resultados obtenidos, por otro. canales permitirán evaluar la marcha del pro-
vidad eficacia según los destinatarios de la intervención y los indicadores de resultados previstos Conviene partir de un resumen de la información grama y corregir desviaciones o resolver pro-
y resultados que apoyen las conclusiones obteni- blemas imprevistos. Habitualmente.' se esta-
8. Evaluar Global del programa sobre la vida y el desarrollo de la comunidad; exige análisis totali- das; el resumen debe incluir las opiniones y co- blecen vías de comunicación verticales que
impacto zador incluyendo efectos indeseables e imprevistos mentarios de personas o grupos contemplados en transmiten las consignas y procedimientos de
el proceso. Las conclusiones deben ser discutidas arriba abajo. Suele faltar, sin embargo, un sis-
9. Conclusiones Resumir objetivos, enfoques, métodos y resultados con los responsables del programa. Las propues- tema de retorno de abajo arriba —de la co-
y propuestas Mostrar las relaciones entre métodos, acciones y resultados tas de actuación pueden incluir, según los resul- munidad o los profesionales de base que «eje-
Conclusiones a discutir con responsables del programa cutan» el programa a los responsables o
tados: cambios del programa o sus objetivos; re-
Recomendaciones: cambios en programa, nuevas acciones; redefinición administrativa,
diseño del programa o modificación de alguno de planificadores— que permita a estos últimos
institucional o del programa; mejora de financiación o el personal, etc.
sus componentes; inicio de nuevas acciones o pro- conocer desde los despachos lo que está su-

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2 1 8 / Manual de psicología comunitaria Evaluación: necesidades, recursos y resultados I 2 1 9

CUADRO 6.15 también, por los condicionantes sociopolíticos sejable en ocasiones elaborar varios informes
de la situación. Así un «cliente» puede, por según qué actores sociales pensemos deben
«Mandamientos» prácticos de la evaluación de programas comunitarios conocer lo que se ha hecho y sus resultados,
ejemplo, tratar de legitimar con los datos del
experto externo una acción social en beneficio y qué es lo que cada uno debe saber al respec-
• Programa tiene cimientos comunitarios: se ajusta a necesidades o aspiraciones de la gente y es accesible propio o en contra de otros grupos. De ello se to. Estamos sobrentendiendo, lógicamente,
• Contar con recursos necesarios para su realización deduce el consejo citado de examinar con cui- que aunque el conjunto de información obte-
• Establecer vías de comunicación entre destinatarios y responsables del programa dado la eventual existencia y contenido de nido es sólo uno, puede variar tanto la porción
• Examinar antes «qués» y «porqués» básicos: por qué evaluar; por qué nosotros, por qué ahora, quién encarga
«agendas ocultas» en relación al evaluador y que de esa información se facilita a los distin-
y para quién, qué quiere obtener, quién paga...
• Ver evaluación como proceso social: dinámica social, liderazgo, relaciones de grupos, equilibrios de poder, a la evaluación. tos actores como la forma de presentarla; lo
cómo cambiará y las relaciones y equilibrios de poder, etc. • Analizar antes de actuar las consecuencias cual supone, como se ve, un esfuerzo adicio-
• Papel del evaluador; posibles cambios, agendas ocultas, etc. previsibles de las acciones programadas tra- nal de difusión de la información aconsejable
• Examinar consecuencias previsibles para grupos sociales contratantes y terceros tando de predecir: quiénes se verán beneficia- tanto desde el punto de vista ético (los gene-
• Incluir conclusiones y recomendaciones claras, sintéticas, pertinentes dos y quiénes perjudicados; cómo van a ser radores de información tienen derecho a co-
percibidas las acciones por los distintos acto- nocer los resultados) como estratégico, por la
res sociales y qué reacciones cabe esperar de importancia de implicar a los actores en el
cediendo en realidad en la comunidad y en el tros); ¿espera beneficios ilegítimos de la ac- ellos; qué efectos objetivos tendrán sobre el proceso interventivo. En general, si uno quie-
día a día de los programas. La carencia de tal ción?; pide algo para otros o van a ser afecta- problema o cuestión objeto de intervención y re que la evaluación genere acción social, en
seguimiento (que materializa la evaluación del dos terceros que no han participado en el sobre las actitudes que los actores tienen sobre vez de ir a parar al cajón o la papelera, los
proceso o progreso) dificulta, o hace imposi- proceso de «contratación»; están presentes los su solución, etc. Ya se ve que el examen de informes deben ser claros y sintéticos, «ir al
ble, la corrección de los fallos o desviaciones actores sociales básicos o sus representantes; las consecuencias de la intervención no es sólo grano», evitando la «paja», el argot, la retóri-
del programa. Las reuniones periódicas son, han quedado perfilados el papel, deberes y recomendable desde un punto de vista técnico ca teórica, las vaguedades o el apelmazamien-
por ejmplo, una forma útil de «mantenerse al derechos de cada parte del proceso, etc. sino, también, estratégico y ético, por los pro- to sin fin de datos. La discusiones metodoló-
día» sobre el progreso del programa. • Ver el proceso en términos relaciónales y sis- blemas que puede presentar al interventor; gicas o teóricas son de «consumo» interno,
• Dedicar un tiempo a examinar los «porqués» témico-sociales, no como un simple encargo será, por eso, retomado y aclarado en el capí- apropiadas para los informes científicos o téc-
de la evaluación, antes de comenzar a actuar. descontextualizado. La visión contextual de- tulo 9, dedicado a la ética de la intervención nicos dirigidos a los expertos y su parroquia,
¿Para qué? Para detectar intenciones no de- berá valorar puntos como los siguientes: gru- comunitaria. no a la comunidad, los ciudadanos o los polí-
claradas, «agendas ocultas», beneficios «se- pos en presencia; dinámica social existente; • Incluir, como aconseja la OMS, conclusiones ticos. Hay que ser, en fin, consciente de que
cundarios» u otras «sorpresas» que puedan el liderazgo activo (o inexistente); la estruc- y recomendaciones de actuación. Tales con- el interés de la gente o el tiempo de los polí-
presentarse más adelante. No es infrecuente, tura, fines y filosofía social de la organización clusiones y recomendaciones deben ser claras ticos para leer informes sobre un tema deter-
por ejemplo, que los fines o intenciones reales o institución de que el profesional es parte y y sintéticas; deben estar pensadas para la per- minado son recursos limitados. Y reconocer
de algunos actores sociales (patrocinadores cómo es vista la institución por la comunidad; sona o institución a que van específicamente que la presentación personal del informe y de
del programa, asociaciones comunitarias, po- relación comunidad-sociedad; distribución y destinadas (stakeholders): el político, las aso- sus conclusiones suele ser muy útil, si existe
líticos locales, etc.) no coincidan con los que relaciones de poder entre los grupos comuni- ciaciones locales, la comunidad en su conjun- la oportunidad, para apoyar lo escrito o subra-
declaran abiertamente, lo que puede conducir tarios; relaciones de los grupos comunitarios to, la prensa u otros. Ello puede hacer acon- yar alguna parte del informe.
al interventor a diseñar un programa erróneo y el poder establecido.
que puede, además, estar condenado al fraca- • Examinar el papel del evaluador en el proce-
so y al enfrentamiento entre unos actores cuyo so a la luz de los «porqués» y datos contex-
comportamiento puede diferir de lo esperado túales obtenidos de los análisis previos. No
y causar problemas a un interventor ingenuo hay que olvidar que la presencia de un eva-
o desprevenido. Vale, pues, la pena pregun- luador externo puede modificar notablemen-
tarse y analizar: por qué piden la evaluación; te los equilibrios preexistentes, creando, por
por qué a nosotros; por qué en este momento ejemplo, expectativas de cambio o modifican-
(como fruto de qué intenciones, procesos, ne- do el equilibrio de fuerzas existentes en la
cesidades o deseos); quién hace realmente el comunidad. El evaluador ha de ser conscien-
encargo; a quién —o a qué— representa; qué te de que su papel será definido, no sólo por
quiere obtener (de la evaluación y de noso- las demandas técnicas de la evaluación, sino,

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2 2 0 / Manual de psicología comunitaria Evaluación: necesidades, recursos y resultados / 2 2 1

RESUMEN
vos, verbales, de observación y registros es- dad en sus dimensiones sociales básicas. La
tadísticos e históricos— que captan niveles historia permite entender lo que está suce-
1. La evaluación es una interacción selectiva- sociales. La evaluación es, además, una forma y aspectos distintos de la vida comunitaria y diendo en una comunidad a la luz del pasado
mente dirigida a obtener información necesa- de participación que permite el control demo- cuya combinación dará un retrato global y com- y como fruto de una interacción de fuerzas y
ria para intervenir. Implica medir dimensiones crático de unos actores sociales por otros y prensible del tema evaluado. actores sociales.
sociales pero, también, atribuirles significado que, apropiadamente difundida a la gente, pue- 8. La evaluación es más que una recogida de 11. La observación del territorio, entorno cons-
e integrarlas coherentemente según criterios de ayudar a su ilustración y desarrollo. datos, teniendo, por su carácter interactivo truido y vida social permite obtener datos
de valor. Permite al experto aprender de la 5. Procesalmente, la evaluación precede a la in- y social, una serie defunciones interventivas globales —o concretos sobre asuntos singu-
práctica y facilita, como conocimiento com- tervención, estando en su comienzo (evalua- que debemos tener en cuenta al actuar: co- lares— sin modificar el fenómeno observado.
partido, el debate y la acción de la comuni- ción inicial o de necesidades), pero también munica respeto e interés por la comunidad, Aporta información contextual e hipótesis
dad. en su final (evaluación de programas) y en es una vía importante de participación y de iniciales imprescindibles para evaluar una
2. Desde el punto de vista técnico, la evaluación paralelo con ella (evaluación de proceso). Tie- motivación de la gente al crear expectativas comunidad.
es un «contenedor» métrico ateórico y hete- ne un carácter instrumental respecto a la ac- de cambio que, por su doble virtualidad — 12. La evaluación de programas trata de estable-
rogéneo en sus concepciones y usos, clara- ción, lo que implica que el contenido de la positiva y negativa—, deben ser administra- cer si un programa «funciona» o tiene efectos
mente diferenciado de la evaluación psicoló- información a obtener determina el método (y das con cuidado. positivos en relación a un problema o aspi-
gica, que genera conocimiento utilitario y que no al contrario) y que debemos obtener un 9. Hay varios métodos o enfoques de evalua- raciones comunitarias comparando lo que ha
puede ser concebido desde perspectivas sub- volumen medio, suficiente para intervenir in- ción de necesidades. Los métodos verbales sucedido con lo que habría sucedido si el
jetivas (que enfatizan la interacción y los su- formadamente pero evitando tanto el defecto implican una interacción que introduce ses- programa no se hubiera realizado. Tal com-
jetos sociales) u objetivas (que subrayan los de datos (que dificulta la acción informativa) gos subjetivos y sociales que, si bien dis- paración puede lograrse aproximadamente
aspectos estructurares) complementarias. como el exceso, que absorberá energías y me- torsionan la información obtenida, pueden proyectando la tendencia de la dimensión an-
3. Desde el punto de vista social, la evaluación dios necesarios para actuar, creando, además, ser también valiosos en sí mismos. Las en- tes de intervenir o comparando los cambios
supone un proceso social multiforme que se dificultades para integrar la información. El trevistas a informantes clave facilitan infor- en la comunidad de interés con otra «control»
da en un contexto complejo; ha estado histó- proceso de evaluación consistirá en determi- mación respecto al tema de interés, cuyos similar.
ricamente vinculada a la solución de los pro- nar, por este orden: el nivel social, el conteni- sesgos pueden evitarse teniendo en cuenta 13. La evaluación de programas tiene tres fun-
blemas sociales desde supuestos liberales. Co- do de la información a conocer, los métodos los respectivos intereses. En los grupos fo- ciones esenciales: teórica, permite aprender
nectada al control social, puede tener un uso para obtener esa información. cales y foros comunitarios se extraen datos de la práctica; práctica, posibilita mejorar
democrático pero, también, resultar profunda- 6. La evaluación comunitaria debe ser distingui- simultáneos de muchos informantes que in- los programas comunitarios, y social, legiti-
mente alienante si, como sucede en la vida da de la psicológica (sobre todo del psicodiag- teractúan, pudiendo usarse como inicio de un ma la práctica (y la teoría) comunitaria, de
moderna, se abusa de la evaluación como me- nóstico) en sus tres constituyentes básicos: la proceso de organización de la comunidad. lo que se deriva su gran relevancia social.
dio para controlar los desempeños sociales de unidad o nivel, la comunidad, asunto o colec- Con la encuesta se obtiene información so- 14. El modelo tripartito establece tres aspectos
las personas. Cumple distintas funciones para tivo social, no el individuo; el contenido, ne- bre temas conocidos por la gente a través o contenidos a evaluar en una intervención
los diversos actores sociales involucrados: le- cesidades o problemas, motivación y recursos, de preguntas claras y preestablecidas; sus comunitaria: bienestar subjetivo o satisfac-
gitimación de la acción social, conocimiento no psicopatología o dimensiones de persona- ventajas de representatividad y globalidad ción de los afectados; eficacia o efectos pro-
público, expresión de responsabilidad social. lidad, y métodos, múltiples y sociales (a veces son contrapesadas por la rigidez de su for- ducidos en la cuestión de interés u objetivos
4. El poder y los valores son ingredientes básicos territorializados), no los tests o entrevistas in- mato y su alto costo. perseguidos, y utilidad o impacto global del
de la evaluación comunitaria, a la que impri- dividuales característicos de la evaluación psi- 10. Los datos estadísticos o históricos preexis- programa. Se captan así los tres aspectos
men un valor interventivo que trasciende la cológica. tentes son útiles para establecer el marco ge- complementarios del cambio social definidos
simple recogida de información: los asuntos 7. La evaluación comunitaria es multidimensional neral de la evaluación, excepto en las tasas por los tres tipos de actores básicos: afecta-
comunitarios tienen dimensiones políticas, la en: los asuntos y temas sociales tratados, cuyos de atención, que dan información cuantitati- dos, expertos y profesionales y entorno so-
información obtenida puede ser usada para ingredientes relevantes hay que identificar para va y cualitativa sobre los usuarios de servicios cial.
alcanzar más poder y recursos sociales, los detectar los cambios producidos; los actores de atención a problemas socialmente reco- 15. El proceso de realización de programas tiene
actores sociales «tiñen» con sus intereses y sociales involucrados y el tipo de información nocidos aunque no sobre el conjunto de los nueve pasos (y tareas sucesivas): especificar el
valores la información aportada y el interven- aportada según el contenido de sus valores e afectados. Los indicadores sociales retratan tema y el destinatario; asegurar el apoyo infor-
tor maneja poder técnico y distribuye recursos intereses; y los métodos —subjetivos y objeti- el estado y evolución de una región o socie- mativo para poder realizar la evaluación; esta-

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2 2 2 / Manual de psicología comunitaria Evaluación: necesidades, recursos y resultados I 2 2 3

Posavac, R. G. y Carey, E. J. (1992). Program evaluation. Taylor, S. J. y Bogdan, R. (1987). Introducción a los méto-
Mecer la relevancia del programa en relación a a ella; cuenta con los medios necesarios para Methods and case studies. Englewood Cliffs: Pren- dos cualitativos de investigación. Barcelona: Paidós.
necesidades personales y prioridades sociales; poder realizarse; se establecen vías de comu- tice Hall. Exposición clara y relativamente amplia de la
verificar la adecuación técnica del programa y nicación entre destinatarios y responsables Contiene un tratamiento práctico, asequible e ilus- metodología cualitativa incluyendo el proceso gené-
de la filosofía política desde la que se formula; del programa; examinar los «qués» y «por- trado con casos de la evaluación de necesidades y pro- rico de realización y la descripción somera de algunas
revisar el proceso y corregir los posibles fallos qués» sociales del proceso; ver la evaluación gramas. estrategias verbales y de observación.
y desviaciones producidos; valorar la eficiencia como proceso social dinámico y complejo
en relación a los esfuerzos realizados y a los sin olvidar los equilibrios comunitarios y las
medios usados; valorar la efectividad respecto relaciones de poder; analizar el papel previ-
del problema o asunto de interés; evaluar el sible del evaluador teniendo en cuenta las
impacto global; obtener conclusiones y hacer intenciones e intereses de los actores sociales;
propuestas de actuación. examinar las consecuencias previsibles del
16. Se recomienda, desde el punto de vista prác- programa, e incluir conclusiones y recomen-
tico y estratégico: asegurar que el programa daciones claras, sintéticas y legibles para el
tiene raíces en la comunidad y es accesible destinatario (o destinatarios) potenciales.

TÉRMINOS CLAVE

Evaluación social Métodos de evaluación


Conocimiento utilitario Grupos focales y nominales
Evaluación, control social y democracia Encuesta
Evaluación, responsabilidad y conocimien- Tasas de atención
to público Indicadores sociales
Evaluación comunitaria Evaluación de programas
Multidimensionalidad temática, social y me- Contenidos de la evaluación
todológica Modelo tripartito
Proceso de evaluación Evaluación comparativa
Funciones interventivas Proceso de evaluación de programas
Evaluación de necesidades

LECTURAS RECOMENDADAS

Organización Mundial de la Salud (1981). Evaluación ciones sociales planificadas en el ámbito de la salud,
de programas de salud. Ginebra: Autor. en buena parte extrapolable a otros ámbitos.
Texto breve, claro y muy recomendable como guía
práctica. Medina, M. (1996). Gestión de servicios sociales. Mur-
cia: DM.
Pineault, R. y Daveluy, C. (1989). La planificación sa- Contiene una exposición amplia y bien organiza-
nitaria (2.a edic). Barcelona: Massons. da de la evaluación de programas desde un punto de
Un clásico de la metodología participativa en ac- vista institucional.

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1

Intervención comunitaria:
concepto, supuestos, técnica y estrategia 7

1. INTRODUCCIÓN: PSICOLOGÍA pendian en la práctica sus dictados «teóricos» concre-


COMUNITARIA E INTERVENCIÓN tándose según la situación y objetivos en una serie de
estrategias como la prevención, la consulta o la ayuda
La acción es la vocación natural y primera de la mutua. De forma que las bases para definir la inter-
PC y a ella se suelen subordinar el resto de tareas y vención comunitaria han sido ya establecidas en varios
operaciones propias del campo: investigación, re- momentos de los capítulos anteriores y bastará recor-
flexión, valoración, debate, etc. Esas tareas son, por darlas y «encajarlas» con lo que aquí se exponga para,
otro lado, el contrapunto imprescindible para com- espero, obtener un cuadro coherente del concepto de
pensar el exceso de activismo —no pocas veces irre- acción y cambio comunitario aquí adoptado.
flexivo y poco evaluativo— que con frecuencia ame- Segundo, como sucedía con la evaluación, hay dis-
naza al campo. Así es que este capítulo, dedicado a la tintas formas de concebir y practicar la acción comu-
intervención comunitaria (nuestra visión de la acción nitaria según la naturaleza del proceso de cambio asu-
y el cambio comunitario), es el centro del libro. Pero mido, el peso que en él se asigne a la técnica y la
sólo eso, un centro al que están conectados de distin- planificación y el papel de cada actor básico: comu-
tas formas otros capítulos que se ocupan de asuntos nidad, profesionales y representantes políticos. El
y temas complementarios y teórica o prácticamente examen de las definiciones incluidas en el cuadro 7.1
interdependientes y en los que ya se han explicado muestra claramente esa variedad, no exenta, sin em-
nociones y operaciones que no necesitamos repetir bargo, de elementos comunes. La opción aquí elegida
aquí. Así, la intervención comunitaria precisa de la y descrita es la intervención comunitaria que, como
evaluación que, como se ha dicho, es su requisito pre- es natural, presenta sus propias ventajas y dificultades.
vio y acompañante imprescindible. Depende de bases La introducción del concepto de «intervención» —que
teóricas que señalan el carácter de la acción (psicoló- será explicado con algún detalle— supone una «for-
gica y comunitaria), el lugar y ámbito (comunidad) malización» del proceso de acción social. Permite,
en que se realiza, el carácter del cambio y los fines también, elaborar una teoría de la acción sostenida en
más precisos a perseguir (cambio social, empodera- tres patas —valores, técnica y estrategia— en que tan-
miento, desarrollo humano, etc.) y la producción de to la técnica como el psicólogo tienen un papel rele-
conocimiento desde la praxis. Y, en fin, de cara a la vante. Como acción técnica organizada en buena par-
práctica la intervención viene influida a nivel macro te «desde afuera» plantea, por otro lado, dudas sobre
por el marco organizativo, político y ético en que se el carácter genuinamente comunitario de la acción
realiza y, a nivel micro, se «traduce» en un papel social interventiva. Eso exige, por un lado, examinar la po-
a asumir por los actores que la «ejecutan» y que com- sible contradicción entre los dos conceptos —«inter-

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á
Intervención comunitaria: concepto, supuestos, técnica y estrategia 1227
2 2 6 / Manual de psicología comunitaria

vención» y «comunitaria»— y, por otro, constatar la 2. LA INTERVENCIÓN SOCIAL a sus aspectos técnicos y prácticos, sus supuestos
bre todo, 1991a y 2002a, a los que remito, sobre todo
existencia de otras formas de actuación que —como Y SU ESTRUCTURA sociales, éticos y políticos. Ello llevará (exigirá, en
los dos últimos, al lector interesado en ampliar infor-
ya se vio en el capítulo 2— reflejan modelos concep- realidad), por cierto, a que nos planteemos la viabi-
mación). Kaufman (1987), Goodstein y Sandler
tuales y operativos diferentes, como lo que allí llama- Para dibujar el perfil de la intervención comuni- lidad comunitaria de alguna forma de la intervención
(1978), Annual Review ofPsychology (intervenciones
mos «acción comunitaria». taria debemos comenzar definiendo una intervención social genérica o abstracta que así definamos.
sociales y comunitarias), Rothman y Tropman (1987),
A pesar de ser más característica del campo que social netamente diferenciada de la acción psicoló- ¿Qué es, pues, la intervención social? ¿Qué su-
Rappaport (1977) y Heller y otros (1984) son fuentes
la evaluación, la intervención comunitaria está menos gica para ver si, examinados su armazón y sustancia pone o conlleva intervenir en la vida social? La in-
informativas igualmente recomendables. La exposi-
desarrollada conceptual y técnicamente, siendo la li- básica, cabe una variante de esa forma de actuar que tervención supone, de entrada, una influencia social
ción se organiza en cuatro apartados generales: defi-
teratura relevante más impresionista y dispersa (liga- podamos coherentemente llamar comunitaria. Una externa: una mediación, en su forma «blanda», una
nición de la intervención comunitaria a partir de la
da muchas veces a temas emparentados) y menos primera aproximación al tema de la intervención so- injerencia en su forma más cruda y dura. Una in-
intervención social, la parte «teórica»; examen de las
sistemática. Por eso, por la amplitud de la literatura cial lo aportan las definiciones extraídas de la serie fluencia que puede o no responder a una demanda
cuestiones previas involucradas en la definición y asun-
sobre campos asociados (cambio social, intervención «Intervenciones sociales y comunitarias» del Annual de ayuda y que, por tanto, necesita una justificación
ciones que se hacen sobre el carácter de la intervención
social, aplicación psicosocial, problemas sociales) y Review of Psychology (por ejemplo: Bloom, 1980; adecuada que establezca su legitimidad moral. Jus-
comunitaria, la parte ético-política; estructura funcio-
por el carácter voluntariamente práctico y sintético de Iscoe y Harris, 1984; Kelly y otros, 1977) y de otros tificación que exige mostrar convincentemente tanto
nal y social de la intervención, y, finalmente, la parte
este libro, trataré de resumir aquí como conjunto co- volúmenes sobre temas similares, como la interven- la incapacidad de la gente de resolver el problema
«práctica», los aspectos técnicos y estratégicos de su
herente y práctico desarrollos y propuestas que sobre ción psicosocial o la prevención (Caplan, 1979; Seid- (o alcanzar un objetivo) en cuestión como la capa-
realización que están bastante ligados a las bases teó-
intervención social y psicosocial y comunitaria he he- man, 1983; Barriga et al., 1987; Kaufman, 1987). cidad efectiva del interventor para ayudar más allá
ricas sentadas en el capítulo 4, sobre todo las relativas
cho anteriormente: Sánchez Vidal (1985, 1995 y, so- Ofrecen esos escritos un muestrario variopinto de de sus buenas intenciones. Ampliando esos pespun-
al cambio social, psicosocial y comunitario.
lo que se puede entender por intervenciones sociales tes iniciales, podemos describir la intervención social
en lo relativo a sus constituyentes básicos. Al conte- como una acción externa, intencionada y autorizada
CUADRO 7.1 nido de la intervención: cambios sociales, influencias para mejorar el funcionamiento de un sistema o co-
Intervención social/comunitaria: definiciones sociales, cambio de relaciones, mediación, interacción lectivo social (grupo, institución, comunidad, orga-
social selectiva. A su destinatario: un grupo demo- nización, servicio, etc.) que, perdida su capacidad
Autor Definición gráficamente definido, los pobres y dependientes, habitual de autogobierno, es incapaz de resolver sus
ciertas organizaciones y comunidades, los sistemas propios problemas o alcanzar metas vitales deseadas.
Bloom Intervención —preventiva o restauradora— que trata de afectar al bienestar psicológico de un sociales, etc. O a los objetivos perseguidos: prevenir; La intervención supone una interferencia (impuesta
grupo de población o respondiendo a una demanda) en la vida social y
mejorar el bienestar y la calidad de vida; mejorar los
Iscoe Busca mejorar la condición humana mediante esfuerzos dirigidos principalmente a ayudar a los aportes físicos, psicosociales y socioculturales; me- persigue un cambio. Ha de ser justificada por crite-
y Harris pobres, desfavorecidos y dependientes a confrontar sus problemas y a mantener o mejorar la jorar los servicios; redistribuir los bienes y derechos rios razonablemente objetivos (e independientes de
calidad de sus vidas y cambiar las relaciones sociales, etc. la motivación subjetiva del interventor) como la ne-
Las descripciones varían también en concreción, cesidad, el riesgo, la destrucción social o ambiental,
Kelly y Influencias en la vida de un grupo, organización o comunidad para prevenir o reducir la desor- el peligro de conflicto o de daño inminente para las
nivel social de referencia y profundidad del cambio
otros ganización social y personal y promover el bienestar de la comunidad personas, el maltrato físico, psicológico o social o la
propuesto, lenguaje teórico y aspecto clave identifi-
Caplan Esfuerzos para modificar los sistemas sociales, políticos y legislativos en lo referente a la salud, cado. Así, unas definiciones son más lineales y des- injusticia y desigualdad social. Ésos son, como se
educación y bienestar y a los campos religioso y correccional para mejorar la provisión de su- criben distintas formas de ayuda social. Otras insis- ve, y adoptando una terminología sistémica, criterios
ministros físicos, psicosociales y socioculturales básicos de la comunidad y la organización de ten en la prevención y los cambios en la justicia y indicadores de la pérdida de la capacidad de auto-
los servicios que ayudan a los individuos a confrontar sus crisis relaciones sociales (que se asume son las causas pro- rregulación del sistema en que se interviene. Resu-
fundas de los problemas «superficiales» observados). miendo, podemos definir la intervención social como
Seidman Cambio de relaciones intrasociales que afectan a la calidad de la vida social, o de gran número
de personas y grupos, como resultado de: la distribución de derechos, recursos y servicios; el Y otras, en fin, creen preciso desvelar el tipo de re-
desarrollo de bienes, recursos y servicios que mantienen y mejoran la vida; la asignación de lación (mediación sistémica) o marco social (inte-
estatus ligados a las tareas y papeles sociales racción selectiva de actores sociales) desde el que se una acción externa e intencionada para cambiar
ejerce la influencia social que siempre acompaña a una situación social que según criterios razona-
Barriga Mediación entre dos partes o sistemas: el cliente y el medio la intervención. Teniendo estas aportaciones a la vis- blemente objetivos se considera intolerable o su-
Kaufmann Una interacción intencional y selectiva entre dos o más actores sobre la base de una relación ta, me parece conveniente ahora distanciarnos lo su- ficientemente alejada del funcionamiento huma-
sujeto-objeto en que el interventor ocupa una posición de ventaja en lo relativo a las intenciones ficiente para adquirir una perspectiva más general y no o social ideal como para necesitar corrección.
y recursos disponibles sintética de la intervención social que incluya, junto

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2 2 8 / Manual de psicología comunitaria Intervención comunitaria: concepto, supuestos, técnica y estrategia I 2 2 9

Subrayo las ideas básicas, resumidas en el cua- (se responde a una petición de ayuda del sistema o humanizadas. 'Las intencionalidad es la base para muchos de los problemas de salud que se presentan,
dro 7.2, que aclaran el qué (concepto), el cómo (ca- colectivo). La opción de una u otra variante de esta definir los objetivos de la intervención, y su intro- la visita médica es algo excepcional, no un suceso
rácter), el porqué (justificación) y el para qué (fi- dicotomía tiene, como se puede imaginar, impor- ducción llama la atención sobre dos rasgos relevan- diario. Y es, en fin, esa incapacidad de autorregu-
nalidad) de la intervención social. tantes repercusiones para la legitimidad de la inter- tes del proceso interventivo: que implica una inte- larse lo que justifica la intervención: por eso se
vención: mientras que la intervención respondiente racción selectiva con un «otro» elegido en función exigió la presencia de criterios razonablemente ob-
Acción externa al sistema o colectivo social ya no presenta, en principio y genéricamente, proble- de ciertos valores o intenciones y que tiene una im- jetivos que trasciendan las intenciones subjetivas
que éste ha perdido su capacidad de autorregularse mas de legitimidad, la injerencia no demandada portante dimensión ética ligada, entre otras cosas, a del interventor.
y responder a retos internos (que los miembros del exige siempre una justificación ética convincente. las intenciones y valores del interventor y a la selec-
sistema se proponen) o externos. El contenido de ción del destinatario de la acción.
la acción puede ser una ayuda económica, psicoló- Intencionada. La intervención social es un pro- 2.1. Componentes y variedades
gica, educativa o social, una ley, un servicio de aten- ceso humano guiado por intenciones y finalidades Autorizada. El interventor puede interferir o in-
ción a un problema, un programa, la mediación en (del interventor) y dirigido hacia algún «otro» social. tervenir porque, como se ve —y cuestiona— más ¿Cuáles son los ingredientes básicos de cualquier
un conflicto, el impulso a un proceso en marcha, la Intenciones como: ayudar al otro, reducir el sufri- adelante, posee una autoridad política, científico-téc- forma de intervención o acción social? Podemos
ayuda técnica a través de la evaluación o la inter- miento o aumentar el bienestar de la gente, cambiar nica o moral que «lo avala» y en ausencia de la cual concretarlos en cinco, obtenidos al ampliar la pro-
vención, etc. La determinación del contenido ade- la sociedad o luchar por un mundo más justo. Esas su actuación no estaría, en principio, justificada. puesta de Goodstein y Sandler (1978) y resumidos
cuado para alcanzar ciertos objetivos es la tarea intenciones llevan aparejados valores, más o menos Persigue un cambio social (no individual): no en el cuadro 7.3.
central del interventor profesional en todo el pro- compartidos por los actores sociales, como la com- sólo buscamos «cambiar» a las personas (muchas,
ceso. La acción es, también, racional en el sentido pasión humana, la empatia, la caridad, la responsa- no a algunos individuos), sino también aspectos • Blanco o destinatario de la intervención.
de que usa unas técnicas eficaces, científicamente bilidad social, la justicia, la liberación o emancipa- estructurales o vinculares del sistema, como las re- Aquello —o aquellos— a lo que ha de afectar
fundamentadas, y una estrategia efectiva que per- ción, el empoderamiento u otros. Eso significa laciones entre personas y grupos o la distribución la actuación: familias, escuelas, la comunidad,
miten alcanzar los objetivos perseguidos. Según también que los efectos producidos son buscados global del poder y recursos. El proceso está defini- un servicio o equipamiento, los líderes comu-
exista o no una demanda de ayuda, la intervención como beneficiosos para el otro, no son fruto del azar, do por unos objetivos interventivos que aportan un nitarios, etc.
puede ser impositiva (se «impone» desde fuera aun- ni pueden ser explicados, simplemente, como resul- destino y dirección a la idea, en principio amorfa • Fines u objetivos perseguidos en la interven-
que no haya petición de actuar) o «respondiente» tado de una racionalidad técnica o estratégica des- y adireccional, de cambio social. ción: «curar», prevenir, rehabilitar, ayudar a
El sistema social ha perdido la capacidad de desarrollar aspectos sociales, dinamizar, des-
CUADRO 7.2 autorregularse, de regir «su» propia vida, resolver activar un conflicto, etc.
efectivamente los problemas que se presentan y al- • Contenido técnico: qué se va a hacer o inducir
Definición de la intervención social canzar fines y aspiraciones básicos, como educar a para alcanzar los objetivos: educar, concien-
los niños, disponer de alimentación, vivienda y tra- ciar, promover una ley, montar un servicio,
Concepto Descripción bajo para todos, obtener seguridad, convivir y aso- aportar ayudas económicas, proteger personas
ciarse con otros, proteger el entorno o conseguir un o grupos, fortalecer psicológicamente a indi-
Qué Acción [intencionada servicio o equipamiento deseado o necesario. Ésta viduos o familias vulnerables, activar social-
[racional, de erectos previsibles es la justificación general de la intervención social: es mente, etc.
Ayuda económica, psicológica o social, auxilio técnico, ley, mediación, servicio, impulso de precisamente porque el sistema ha perdido su ha- • Estilo interventivo, el cómo, la manera de lle-
procesos, evaluación, etc. bitual capacidad y funcionar por lo que se hace var a cabo las acciones pensadas para alcanzar
necesaria una acción externa que evite la perpetua- los objetivos. Tiene que ver sobre todo con el
Cómo Externa al (sistema social ción —o el deterioro— de la situación indeseable. proceso seguido (por lo que con frecuencia
[colectivo Asumimos, como se ve, que los grupos humanos permanece implícito), no con sus resultados,
Impositiva o «respondiente» (respuesta a una demanda o encargo) son habitualmente capaces de resolver sus proble- e incluye entre sus componentes: cómo se iden-
Desde postura de autoridad (política, técnica, moral) tifica al destinatario de la intervención; cómo
mas y alcanzar sus fines, y sólo cuando esa capa-
cidad colectiva falla o está temporalmente bloquea- (o quién) define los objetivos; qué criterios se
Para qué Para cambiar situación o sistema social usan para valorar los resultados; qué tipo de
da, se hace precisa la intervención externa, que
sería un suceso excepcional (no continuo o frecuen- relación establecen el interventor y el desti-
Por qué Sistema social ha perdido capacidad de autorregulación (resolver problemas o alcanzar objetivos te), complementario respecto de la acción del pro- natario; grado de participación e iniciativa
básicos) según algún criterio «objetivo»: peligro, daño, destrucción social o ambiental, amena- reconocidas a los distintos actores (interventor,
pio grupo. Como asumimos que el organismo hu-
za a valores sociales básicos, etc.
mano tiene capacidad de autorregularse y resolver destinatario, grupos comunitarios), y valores

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2 3 0 / Manual de psicología comunitaria Intervención comunitaria- concepto, supuestos, técnica y estrategia I 2 3 1

que guían implícitamente y promueven real- moción de redes sociales, reorganización de servi- Variantes y significados. Los componentes des- gía y tiempo requerido, pero que tendrá un impor-
mente el proceso interventivo. cios y muchos otros. El conjunto de programas so- critos tienen valor analítico: permiten clasificar los tante potencial de desarrollo humano y aprendizaje
• Base científica: los conocimientos que funda- ciales existente en un contexto y momento dados programas e intervenciones sociales y distinguir una colectivo. La conjunción de los tres componentes
mentan la intervención y las acciones técnicas depende de factores como el ambiente sociopolítico u otra forma de actuar según el contenido que ten- nos da dos perfiles interventivos sociales diferentes:
«asegurando» que la parte intencional (inten- (con el auge del liberalismo se recortan los progra- ga cada componente. Así, si el destinatario es social una intervención más global y técnica, dirigida a
ciones y objetivos perseguidos) y la racional mas sociales, mientras que los gobiernos de orien- (un colectivo), y la acción persigue objetivos socia- mejorar la calidad de vida de las mayorías «insta-
(contenido técnico) están conectadas de forma tación socialista suelen garantizar sistemas de pro- les (aumento de la cohesión social) por medio de ladas» (en una sociedad rica), frente a otra, más
que las acciones programadas conducen a los tección social amplios) y el clima social, más o técnicas también sociales (promoción del asociacio- política, centrada en la justicia social y participa-
objetivos buscados. menos favorable a la ayuda social, la marcha de la nismo), hablaremos de una intervención social. Si, tivamente dirigida a aumentar el poder de las mi-
economía que permite o no establecer acciones so- en cambio, el destinatario (individuos), los objetivos norías marginales y «nivelar» sus diferencias con
En la realidad la intervención social comprende ciales en beneficio de los más débiles y necesitados. (mejora de la salud mental) y técnicas (psicoterapia) las mayorías. No es difícil adivinar que este segun-
actuaciones y programas muy variados, como sala- Por otro lado, el «Estado de bienestar», que como son psicológicos, tendríamos una acción psicológi- do perfil se acerca más a lo que podemos entender
rios mínimos, amparo de niños maltratados, come- paraguas ideológico y político cobija muchos de los ca. Esa distinción nos importa a efectos de distan- por intervención comunitaria.
dores populares, legislación protectora de grupos en programas e intervenciones sociales, sólo existe en ciarnos de la forma psicológica individualizada, que
riesgo, fomento de la participación comunitaria, ce- países ricos, siendo un ideal difícilmente alcanzable no es la que nos interesa en el campo social, inclui-
sión de instalaciones para realizar actividades so- en las sociedades pobres, con frecuencia lastradas, do el comunitario. En varios momentos de los ca- 2.2. ¿Intervención comunitaria?
ciales, transporte de minusválidos, actividades para además, por deudas externas que hacen difícil in- pítulos anteriores se ha perfilado, sin embargo, una
mayores, rehabilitación social y urbana, desarrollo vertir en la salud, educación o protección social de forma de cambio y acción psicosocial (que retoma- Retomemos la pregunta inicial: ¿son aplicables
integral agrario, prevención de la delincuencia, pro- sus ciudadanos. mos más adelante) ligada a las relaciones o aspec- estas ideas al campo comunitario de forma que po-
tos sociales medios o en que las personas son suje- damos hablar con propiedad de «intervención comu-
tos agentes, que quedaría más cerca de la idea de nitaria»? Para responder a esa pregunta debemos
CUADRO 7.3 intervención comunitaria que buscamos. «llenar las casillas» de los componentes identificados
Componentes de la intervención social (modificado de Goodstein y Sandler, 1978) Por otro lado, esos componentes, tomados de con los parámetros que en el capítulo 2 identificamos
uno en uno, imprimen a las acciones reales un sig- como propios de la PC en uno de los esquemas (el
Componente Descripción nificado social, político o moral determinado, per- A) allí descrito y ver si el resultado tiene coherencia
mitiendo su perfil conjunto identificar formas dis- y sentido. Según eso, la intervención comunitaria
tintas de intervención. Así, el destinatario puede ser sería una variante de la intervención social.
Destinatario Aquello/aquellos a los que ha de afectar, la comunidad, escuelas, un servicio, los líderes
sociales, las familias el conjunto de la comunidad o sociedad o las mi-
norías más débiles y marginales, lo que nos dará • El destinatario es la comunidad, como colec-
una acción más amplia y global, en el primer caso, tivo social o territorio.
o más sectorial y restringida, en el segundo. Se pue- • Sus objetivos específicos son el desarrollo
Fin, objetivo Qué se persigue: prevenir, desarrollar personas o comunidades, acelerar procesos sociales,
reducir tensión... de perseguir el objetivo de aumentar el bienestar (o humano y social y la prevención.
la calidad de vida) de aquel conjunto (lo que com- • Tiene un estilo o forma de trabajar global, igua-
porta una acción más técnica, costosa económica- litario y multidisciplinar en que las personas
mente pero política y profesionalmente rentable) o son consideradas sujetos agentes y se promueve
Contenido técnico Qué se va a hacer para alcanzar el fin perseguido: educar o concienciar, apoyar una ley,
montar un servicio, dar ayudas económicas, etc. reducir las desigualdades sociales y aumentar el el cambio social «desde abajo» de forma que
poder de las minorías marginales, algo menos ren- la participación, activación y autogestión son
table política y profesionalmente, pero de mayor formas básicas del contenido interveptivo.
Estilo interventivo Cómo se interviene; manera de actuar y relacionarse con la comunidad y los actores so- valor ético y social al mejorar la justicia social. Se
ciales: quién/cómo se identifica al destinatario, cómo se definen los objetivos y evalúan puede usar un estilo interventivo más «dirigista» de He obviado la base científica, por no ver especi-
los resultados, qué valores guían el proceso, etc. cambio desde arriba y coordinación de actividades ficidades destacables (más allá de los rudimentos
siempre útil técnicamente pero «neutro» desde el teóricos sobre sentimiento de comunidad y empode-
punto de vista del desarrollo humano y social, o un ramiento) respecto a los fundamentos teóricos de
Base científica Conocimientos que fundamentan técnicamente la intervención: la conexión entre inten-
ciones y resultados asegurando que las acciones programadas (contenido) conducen a los estilo más participativo que incluya los deseos e otras variantes de actuación social. No parece que
objetivos perseguidos iniciativas de la gente, y que a menudo resultará haya dificultades especiales a la hora de encajar el
más «desorganizado» y costoso en términos de ener- trabajo comunitario en la noción de intervención so-

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2 3 2 / Manual de psicología comunitaria Intervención comunitaria: concepto, supuestos, técnica y estrategia I 2 3 3

cial excepto en el apartado de estilo o forma de tra- en las líneas de trabajo y los tipos de actuaciones • Respeta los valores y fines básicos de la co- El planteamiento hecho sirve, en mi opinión, para
bajo, en el que se aprecian algunas fricciones y des- descritos en el trabajo comunitario del norte y del munidad, sin tratar de imponer los propios o constatar que no tiene por qué haber oposición de
encuentros significativos entre los significados de sur, en el que encontramos una tendencia más in- los de determinados grupos o sectores. principio entre las ideas de «lo comunitario» y «lo
«lo comunitario» y «lo interventivo» que podrían terventiva, ligada al cambio planificado y la pres- interventivo» ni entre los enfoques a ellas asocia-
exigir modificar la idea de intervención. tación de servicios profesionales que incluiría, por Naturalmente que ni eso elimina las diferen- dos. El problema real es a menudo de grado: cómo
ejemplo, programas de educación para la salud o cias de enfoque en la acción comunitaria ni los actuar o intervenir de manera que se respete al
planificación comunitaria, y otra más «procesal» conflictos entre fines de desarrollo personal y co- máximo la autonomía y capacidad de decisión de
3. CUESTIONES PREVIAS: pensada como desarrollo autogestionado de la co- munitario y los medios profesionales más o menos la comunidad sin mermar la eficacia global de la
CONTRADICCIONES, LEGITIMIDAD, munidad y ligada a enfoques como la organización intervencionistas usados para conseguirlos (o, si se acción. O, de otro modo, cómo lograr el equilibrio
AUTORIDAD, INTENCIONALIDAD, comunitaria o la educación popular que en el capí- prefiere, entre la forma tradicional de trabajar de óptimo entre la eficacia esperable de la interven-
RACIONALIDAD tulo 2 llamamos «acción comunitaria» por distin- los profesionales y los deseos de la comunidad o las ción externa y el respeto ético por la capacidad del
guirla de la primera línea, más intervencionista. tendencias de trabajo comunitarias más radicales). otro y su cualidad de verdadero sujeto agente —no
Examinamos ahora sintéticamente esas fricciones ¿Es posible resolver esa contradicción de princi- Esos conflictos no sólo pueden aparecer, sino que sólo objeto— de acción social, propia del enfoque
y otras cuestiones previas y generales planteadas por pio y reunir las dos líneas de actuación comunitaria? son esperables y deben ser abordados (capítulo 9). comunitario.
la idea de «intervención comunitaria» que son discu- Creo que sí. ¿Cómo? No considerando que las dos
tidas con más amplitud en otro libro (Sánchez Vidal, líneas o enfoques son excluyentes, sino, al contrario,
1999). Se retoman aquí los rasgos formalmente atri- compatibles, de forma que, como muestran muchos CUADRO 7.4
buidos a la intervención social, poniéndolos sin em- programas y líneas de actuación social, pueden ser Cuestión previa conceptual: ¿contradicción intervención-comunitaria?
bargo en cuestión y examinándolos desde los prismas combinados satisfactoriamente en la realidad. Nada
comunitario (contradicciones entre medios y fines), impide, por ejemplo y por principio, montar un pro-
ético-político (legitimidad y autoridad) y ético-técni- Cuestión Opciones/«soluciones»
grama de promoción de la salud o desarrollo comu-
co (intencionalidad y racionalidad). Aunque estas nitario que combine los conocimientos y esfuerzos
cuestiones generales son examinadas ahora como par- de médicos, psicólogos o ingenieros con la iniciativa Intervención incluye: desarrollo de recursos y participación social
Oposición entre: la intervención y lo
te del planteamiento global de la intervención comu- (intervención «desde abajo»)
de la gente para decidir sus necesidades y prioridades comunitario
Respeta valores/fines de la comunidad
nitaria, podrían ser igualmente parte del capítulo 9, y participar activamente en todo el proceso. Hacer
dedicado a la ética en la intervención comunitaria. compatible lo interventivo y lo comunitario exige,
sin embargo, ampliar el concepto de intervención
para que incluya tanto la intervención externa y pla- 3.2. Legitimidad, intervencionismo justificación es que no basta asumir, sin más, la
3.1. Contradicción medios-fines: nificada como la organización social y el desarrollo y deber de ayudar incapacidad de la comunidad para autogobernarse
la intervención y lo comunitario de recursos desde abajo; tal concepto podría hacer o resolver un asunto puntual: hay que constatarla
incluso superflua la distinción hecha entre interven- La legitimidad se refiere a la justificación mo- fehacientemente. Por eso se exigía aportar algún
La principal objeción al uso del término «inter- ción comunitaria y acción comunitaria. De otra for- ral y social de interferir en la vida de la gente y criterio razonablemente objetivo, que, desligando
vención» en el campo comunitario deriva de la apa- ma, y sistematizando lo ya apuntado, se podrá hablar en las relaciones sociales establecidas. Se trata de la decisión de intervenir de las intenciones subje-
rente contradicción entre los significados básicos coherentemente de «intervención comunitaria» si la cuestionar tanto la legitimidad de la intervención tivas (más o menos «intervencionistas») del agente
del sustantivo y el adjetivo que lo califica. En efec- intervención (cuadro 7.4): comunitaria en general como la de cada interven- profesional, justifique la intervención. Este apunte
to, la intervención es externa e impositiva, se hace ción concreta, centrando el cuestionamiento en el inicial del tema de la legitimidad se puede profun-
desde fuera y, a veces, desde arriba, desde la auto- • Potencia los recursos personales y comunitarios: intervencionismo profesional, político o de otro dizar examinando tres cuestiones o dilemas enca-
ridad. El enfoque comunitario es participativo, fun- solidaridad social, interés y motivación, asocia- tipo. Ya se han avanzado, al definir y caracteri- denados: la alternativa genérica de intervenir o no
ciona desde abajo y desde dentro. Esa oposición de ciones y organizaciones de base, liderazgo, edu- zar la intervención social, algunas respuestas al intervenir en la vida y los problemas sociales; el
principio se puede traducir en la intervención social cación, capacidad de identificar metas, etc. problema general de la legitimidad. Se interviene grado de intervencionismo (o imposición) impli-
en una contradicción medios-fines: entre los fines • Fomenta la participación e iniciativa de los básicamente por dos razones: 1) porque se asume cado en la acción, y la calidad de derecho o deber
de cualquier acción pensada para desarrollar la au- actores sociales en aquellos procesos y acti- que la comunidad ha perdido la capacidad de au- de la intervención, respectivamente ligada a las
tonomía personal social y sus capacidades de con- vidades que, por su carácter o nivel, precisen togobernarse en un asunto o situación, por lo que responsabilidades por acción y por omisión del
frontar problemas por un lado, y los medios —la coordinación y planificación global, como el necesita ayuda externa; 2) porque el interventor agente interventor. El cuadro 7.5 resume la discu-
intervención externa— usados para conseguir esos urbanismo, las instituciones y servicios colec- externo tiene autoridad para hacerlo (tema trata- sión de la cuestión de la legitimidad y las posibles
fines, por otro. Se trata de una tensión real visible tivos o la acción política pública. do en el punto siguiente). La clave de la primera soluciones que se pueden proponer.

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2 3 4 / Manual de psicología comunitaria Intervención comunitaria: concepto, supuestos, técnica y estrategia I 2 3 5

Intervención-no intervención: liberalismo y pla- qué corresponsabilidad? Porque entiendo que tan cidades y la activación social— más comunitarias y valores básicos de la comunidad y con su
nificación socialista. Ante una cuestión social, el indeseable es que el interventor sea absolutamente desarrollistas. Lo que se cuestiona aquí, quede claro, participación activa en los cambios.
liberalismo aboga por la inacción, laissez faire, no responsable de la vida y problemas de la gente como no es la legitimidad de principio de la intervención,
intervenir: las cosas funcionan mejor en un sistema que cada persona sea total y únicamente responsa- sino el grado de imposición implicada y XA forma que Hemos de reconocer, sin embargo, que hay al
social cuando éste resuelve por sí solo sus propios ble de su vida, lo que excluiría tanto la responsabi- debe tomar esa intervención teniendo en cuenta tanto menos dos temas para los que las indicaciones an-
problemas sin interferencia gubernamental o externa lidad de los gestores (políticos y profesionales) pú- la eficacia de la acción como los valores comunitarios teriores resultan insuficientes. Uno, la legitimidad
alguna. La intervención social (comunitaria u otra) blicos que representan al conjunto de la comunidad (autonomía de la comunidad y capacidad de decidir y de la intervención impositiva, en aquellos casos en
no tiene pues lugar en el liberalismo «puro». Algo como la responsabilidad social —entre personas y actuar por sí misma) que en principio «garantizan» el que el interventor considera con fundamento que
similar sucede en el polo opuesto, la planificación o grupos— basada en la solidaridad. No parece haber desarrollo de la comunidad y el empoderamiento de hay que actuar en contra de —o de forma distinta
el socialismo «total» (hoy prácticamente extinguido): otra solución razonable que la responsabilidad com- sus miembros. Vista así, la intervención externa no de— los deseos de la comunidad. Piénsese, por
no tiene sentido hablar de intervención ocasional o partida por la comunidad y el interventor político o sólo puede no ser positiva o deseable, sino que, en la ejemplo, en la intervención en casos de maltrato o
puntual, ya que todo está intervenido y organizado profesional. Y es que negar cualquiera de las dos medida en que interfiere en los procesos de afrontar para instalar un equipamiento o servicio (centro de
—además a un nivel central— por el Estado. Esas responsabilidades es ética y socialmente peligroso: dificultades y resolver problemas de la comunidad, día para drogodependientes o jóvenes sin familia,
dos posturas externas resultan, para nosotros, inacep- negar la solidaridad social y responsabilidad pública puede resultar perjudicial por crear dependencias no una mezquita, etc.) que la gente rechaza en un ba-
tables. La primera porque, al negar los valores bási- implica dejar a la gente sola frente a sus problemas deseables y frenar el desarrollo de capacidades en rrio. Otro, la legitimidad de los medios (las técnicas
cos de solidaridad y responsabilidad social, deja a y renunciar a la justicia social; negar la responsabi- vez de potenciarlo. Pero, según se ha visto antes, ese y estrategias) usados que, al no quedar asegurada
los más débiles e indefensos a merced de su destino lidad personal supone, en último extremo, negar a la argumento no puede de ningún modo conducir a la —sólo— por la legitimidad de los objetivos o ac-
(y de un «mercado» inhumano). La segunda porque persona su dignidad y capacidad de dirigir su vida pasividad y la inacción. ¿Cuándo podemos conside- ciones previstas, necesita ser establecida per se,
niega la subjetividad y agencia tanto personal como por sí misma. rar, entonces, legítima desde ese punto de vista una asegurando que las técnicas usadas no violan valo-
colectiva (de la «sociedad civil») de forma que las intervención comunitaria? Cuando la intervención res (dignidad, autonomía, justicia, etc.) básicos de
personas o la comunidad quedan reducidas a engra- Intervencionismo y acción comunitaria. Si la an- cumpla tres condiciones. la gente y la comunidad.
najes o piezas inertes de un tinglado totalitario. La terior era una cuestión «falsa» o menor desde el punto
respuesta a la cuestión general de la intervención de vista práctico (en el sentido de que implicaba una 1. Está motivada o justificada de forma que, Intervención, ¿derecho o deber? Responsabilidad
social (o comunitaria) ha de ser, por tanto, un rotun- dicotomía falsa), ésta —el grado de intervención o una de tres: añade algo (conocimiento, me- por acción y por omisión. Los comentarios anterio-
do sí, que por un lado la aleje de los dos extremos imposición— tiene una relevancia práctica innegable: dios económicos, técnicas de evaluación o res están guiados por el temor al intervencionismo
que la niegan, reafirmando, por otro, los principios plantea la alternativa entre líneas más impositivas de actuación, etc.) de que la comunidad carece profesional, político o de otro tipo en que el exceso
de solidaridad y «corresponsabilidad» social. ¿Por actuar y otras —como el fomento de recursos y capa- y es preciso para conseguir el objetivo X; se de celo lleva a intervenir en asuntos que la gente
inducen ciertos procesos (dinamización, rei- puede manejar por sí sola, imponiendo, además, mu-
vindicación, conexión social, mediación, etc.) chas veces al otro los valores o visión del mundo del
CUADRO 7.5 interventor. Pero hay otro riesgo simétrico, e igual-
imprescindibles para «activar» socialmente
Cuestiones previas ético-políticas: legitimidad y autoridad la comunidad; se potencian técnicamente mente significativo, del intervencionismo: no inter-
(con estrategias de organización, conciencia- venir cuando, ante una situación de necesidad, daño
Cuestión Opción /«solución» ción u otros) procesos ya existentes, pero o injusticia, habríamos de hacerlo. Existe ahí una
insuficientes, de búsqueda de soluciones. Es- responsabilidad por omisión ligada a los valores de
General: solidaridad social y responsabilidad pública (corresponsabilidad) tamos planteando, otra vez, una visión más solidaridad social y responsabilidad pública mencio-
Legitimidad: justifica-
ción de interferir en Justificación concreta: aditiva y complementadora que impositiva nados y al derecho a esperar ayuda que los más po-
vida personal y social • Añade capacidades al colectivo de la intervención comunitaria. bres, necesitados y excluidos tienen en situaciones
¿Derecho o deber? • Respeta valores básicos gente 2. Adopta una doble perspectiva finalista y tem- en que aquellos valores son ostensiblemente'violados.
• Enfoque temporal dual f r e s o l v f Problemas actuales poral ayudando, por un lado, a resolver los En ese caso la intervención se convierte no sólo en
[estimular competencias para futuro problemas actuales y estimulando, por otro, un derecho, sino en un deber del interventor. Esa
la capacidad de la comunidad de enfrentarse perspectiva dual de riesgos de acción y de omisión
a otros retos y problemas similares en el fu- de la acción (inacción) sitúa el tema de la legitimidad
Autoridad: «credencia- Autoridad política ^ mandato democrático en sus justos términos y pone la base para responder
les» para intervenir turo. Perspectiva que ayuda, además, a resol-
Autoridad técnica — > conocimiento y habilidades prácticas equilibradamente a la cuestión de la intervención
ver el dilema medios-fines antes planteado.
Autoridad moral ^ violación flagrante valores básicos: injusticia, pobreza, ex- impositiva a la vez que revela los límites del enfoque
plotación humana, etc.
3. La acción que se promueve es congruente
—o al menos compatible— con los deseos y comunitario. Examinada ya una cara de la legitimi-

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2 3 6 / Manual de psicología comunitaria Intervención comunitaria: concepto, supuestos, técnica y estrategia I 2.21

dad, la de la intervención, debemos abordar ahora su efecto, parece necesario proponer un tercer tipo de las intenciones sólo son percibidas por el sujeto Intenciones y resultados. Si las intenciones encar-
otra cara, la legitimidad del interventor, su autoridad autoridad, que llamaré moral, que complemente el titular de la acción. A los demás —incluidos los nan la vertiente subjetiva de la intervención comu-
para intervenir. fundamento de la intervención comunitaria (o social destinatarios de la acción— les trae sin cuidado nitaria, han de ser controladas desde su contraparte
en general). Se trataría de una autoridad, ligada a la la motivación subjetiva o interna de las acciones; objetiva, los resultados reales. No es suficiente, des-
existencia de situaciones y problemas (desigualdad, lo que realmente interesa son sus resultados: los de el punto de vista ético, que las intenciones sean
3.3. Autoridad: política, técnica pobreza, explotación, marginación, discriminación efectos potencialmente benéficos, o maléficos, que buenas para que lo sea la acción resultante: necesi-
y moral de minorías, etc.) que, pese a violar flagrantemente para ellos puedan tener. De ahí derivan tanto la tamos, además de intenciones altruistas y benéficas,
valores éticos básicos (justicia social, dignidad huma- enrevesada dinámica de la atribución de intencio- buenos resultados, que es lo que ayuda realmente a
La intervención comunitaria encuentra funda- na, derecho a la vida, etc.), no son abordados por los nes como las frecuentes discrepancias entre la vi- la gente. Eso significa que además de un fundamento
mento, de entrada, en dos tipos de autoridad: una políticos o expertos, titulares de las otras formas de sión interna del actor —generada desde las propias intencional personal o institucional (los idearios, la
política y otra científico-técnica. autoridad. La autoridad moral sería, así, el fundamen- intenciones y percepciones— y la externa del re- filosofía de las instituciones y organizaciones so-
to del la acción social «desde abajo»: el activismo ceptor de la acción, ligada no sólo a los resultados ciales) positivo —de carácter profesional, político o
• La autoridad política deriva del mandato de- social, los movimientos sociales o el «tercer sector» visibles sino a las intenciones que, a partir de sus religioso—, la intervención comunitaria debe tener
mocrático otorgado por la comunidad a sus u ONGs (organizaciones no gubernamentales). intereses, valores o experiencia, atribuye acertada una base racional sólida, usando una buena técni-
representantes elegidos para resolver —ayudar Tendría un carácter general más complementario o equivocadamente al interventor. Sin entrar en la ca y una estrategia adecuada que, a partir de un
a resolver, mejor— sus problemas y alcanzar que sustitutivo: no se trata de suplantar a las otras amplia casuística estratégica y ética de la inten- esquema teórico válido, permita llevar la acción a
sus metas usando el poder y los recursos co- dos formas de autoridad (se correría entonces el ries- cionalidad, debemos exponer aquí tres importantes buen puerto.
lectivos asignados para ello. Es competencia go de deslegitimar la acción institucional y pública), aspectos (resumidos en el cuadro 7.6) de la inten-
de esta autoridad iniciar la acción comunitaria sino de suplementarias en los casos y situaciones en cionalidad y su dinámica en la intervención comu- Intenciones latentes y autobeneficio. En el
y dotarla de medios materiales y humanos para que aquéllas no atiendan a necesidades y problemas nitaria: 1) intenciones y resultados (aspectos sub- análisis ético y social, no podemos aceptar, sin
que pueda ser realizada efectivamente y exigir significativos o lo hagan de forma ineficiente o in- jetivos y objetivos de la acción comunitaria); 2) más, las declaraciones verbales de altruismo y
en nombre de la comunidad responsabilidades apropiada. Eso confiere también a la autoridad moral intenciones latentes y «autobeneficio» tanto del buenas intenciones. Debemos, por el contrario,
por sus resultados. y a sus portadores una función de «vigilancia» de la interventor como de los otros actores sociales sospechar que junto a ellas existen intenciones
• La autoridad científico-técnica deriva de la acción institucional realizada por las autoridades po- («agendas ocultas»); 3) riesgos del intervencionis- que, por su carácter egoísta o «autobenéfico»,
experiencia y conocimientos teóricos u ope- lítica y experta. Reclama, a la vez, una postura de mo social o profesional asociado al abuso de las tienden a permanecen latentes y que suelen girar
rativos válidos y de las habilidades metodo- colaboración y concordia entre los tres tipos de au- buenas intenciones. Dado que estos riesgos y el en torno al poder y el prestigio social: manteni-
lógicas y técnicas adecuadas para diseñar, toridad que excluya el monopolio de cualquiera de peligro de anular al otro fueron ya comentados en miento de la estima y reputación del interventor,
evaluar y ejecutar eficientemente las interven- las dos formas de actuación social posibles: inter- el punto correspondiente a la legitimidad, debemos pago monetario o simbólico (reconocimiento ex-
ciones. Es la autoridad del experto o practi- vención institucional desde arriba (desde la autoridad examinar los otros dos. terno), poder y estatus social, etc. Dos reglas útiles
cante, profesional o no. Sus competencias son político-técnica) y acción social desde abajo (desde
crear, organizar y realizar acciones comunita- la autoridad moral), dejando claro que el psicólogo
rias en congruencia con las directrices marca- (el experto, en general), aunque suele operar desde
das por la autoridad política y las necesidades la primera, puede estar, con distintos y variables pa- CUADRO 7.6
y deseos de la comunidad (que a su vez debe- peles, en cualquiera de las dos. El cuadro 7.5 resume Cuestiones previas ético-técnicas: intencionalidad y racionalidad
rían ser convergentes). las formas de autoridad contempladas como «solu-
ción» a la cuestión de la legitimidad del interventor Cuestión Opción /«solución»
Debe quedar claro entonces que la dimensión po- comunitario, de las «credenciales» que avalan su
lítica del papel experto no está respaldada por ningu- participación en la intervención.
na de esas dos autoridades: el psicólogo comunitario Riesgos del abuso de buenas intenciones: Desvelar y controlar intenciones '
ni está avalado por un mandato democrático de la ineficacia, ocultar autobeneficio y anular al Vigilar «agendas ocultas»
otro Usar técnica y estrategia correcta; evaluar resultados
comunidad, ni de sus conocimientos o habilidades 3.4. Intenciones, resultados
prácticas se deriva, en principio, autoridad política y autobeneficio Racionalidad Formación teórica y técnica
alguna. Y, sin embargo, la profesión, que es algo
En duda por: Evaluación de programas
más que un muestrario de técnicas, tiene siempre Hay que notar, de entrada, el carácter esquivo • «efectos secundarios» Programas piloto
una dimensión ética y política... ¿Falta, entonces, y «opaco» de la noción de intencionalidad en la • efectividad de racionalidad política Considerar reparto de poder, grupos de interés
algún tipo de autoridad en el esquema anterior? En acción social: por su propia naturaleza subjetiva,

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Intervención comunitaria: concepto, supuestos, técnica y estrategia /239
2 3 8 / Manual de psicología comunitaria

para el manejo ético del autobeneficio serían: 1) neutral tradicional, defendido por unos, y su con- Nivel social medio, inferior a la intervención social
3.5. Racionalidad: efectos no
reconocerlo y acotar un autobeneficio legítimo flicto con el papel de agente partidista, políticamen- «centralizada», realizada para todo un país o región,
deseados y lógica política
(capítulo 9) que incluya el derecho a los medios te comprometido, defendido por otros. pero superior al trabajo psicosocial grupal o familiar.
(información, reputación, etc.) para alcanzar los Un nivel definido por la comunidad local como terri-
Ya se dijo que la intervención comunitaria es
fines pactados y excluya otras formas de egoísmo torio y como dimensión psicosocial ligada a la per-
racional porque tiene una base científica que per-
profesional inadmisibles o ilegítimas; 2) situarlo mite predecir sus efectos en función de las acciones
4. SUPUESTOS METODOLÓGICOS tenencia y la vinculación social (capítulo 3).
en una posición claramente secundaria respecto realizadas y las técnicas usadas. Ésa es «la teoría».
E IDEOLÓGICOS
Solidaridad social y responsabilidad pública en
al beneficio del otro, el destinatario de la inter- En la práctica, la racionalidad científico-técnica
Ya se vio que el contenido de la intervención la gestión de los asuntos y problemas comunes cuya
vención; el psicólogo no trabaja para sí sino para nominal se ve comprometida por dos fenómenos
social puede variar notablemente y adquirir signi- solución corresponde coordinadamente al gobierno
el otro. Estos criterios éticos son particularmente repetidos una y otra vez: los «efectos secundarios»
ficados sociales distintos según los supuestos va- y a la comunidad. En base a la solidaridad, asumi-
importantes en la intervención comunitaria que y la importancia de los aspectos políticos, ya recal-
lorativos e ideológicos que la sustentan. Eso su- mos que esos asuntos y problemas afectan a todos
busca, precisamente, potenciar al otro, no a sí cada en la evaluación comunitaria.
cedía según el marco político —liberal o estatismo los ciudadanos y no sólo aquellos que los padecen
mismo. No cabe por tanto aquí una actitud calcu-
socialista—, el contenido de sus componentes (des- directamente. La corresponsanbilidad gobierno-
ladora o egoísta: el interventor no puede ceder a la Los efectos secundarios no deseados son endé-
tinatario, objetivos, forma de trabajar) básicos y ciudadanos evita, según se dijo, dos extremos igual-
tentación de acaparar poder a través de la acción micos en la acción social, debido —entre otros fac-
la posición que se adopte ante las cuestiones pre- mente peligrosos: la irresponsabilidad pública que
social; debe, por el contrario, estar dispuesto a tores— a la insuficiencia o inadecuación de la base
vias involucradas en la idea de intervención. Se se dará si los individuos han de responder por sí
cederlo, usarlo o compartirlo para ayudar al desa- científica y de los instrumentos técnicos, con fre-
hace preciso resumir las descripciones y discusio- solos de sus acciones y situación (lo que supone la
rrollo de la comunidad y sus miembros. Y es pre- cuencia excesivamente psicológicos: más adecuados
nes precedentes en algunos supuestos metodoló- disolución de la ética social y la responsabilidad
cisamente para compensar esa exigencia extrema para entender y cambiar a los individuos que a las
gicos, éticos e ideológicos que completan la pro- colectiva), por una parte, y la «anulación» de los
por lo que le debe ser reconocido en calidad de comunidades. La presencia en una actuación de efec-
puesta de intervención social (y comunitaria) hecha sujetos (no reconocidos como capaces de dirigir sus
sujeto —no sólo un agente de la comunidad— el tos secundarios numerosos o tan importantes como
aquí. Esos supuestos y asunciones, recogidos en propias vidas y responder de sus acciones) que ge-
derecho a unos ciertos beneficios, beneficios que, los efectos positivos buscados cuestiona lógicamen-
el cuadro 7.7, son compatibles con muchas, pero nerará atribuir toda responsabilidad al gobierno y
desde el punto de vista estratégico, eviten, ade- te su racionalidad —científica, técnica o ambas.
no con todas, las orientaciones de intervención a los políticos, supuesto, además, incompatible con
más, que el exceso de entrega o altruismo acabe
social y, más específicamente de sus variantes co- la intervención comunitaria basada, precisamente,
«quemando» o incapacitado al interventor para Racionalidad política. Una constante de la prác-
munitarias. en la agencia de los sujetos y su reconocimiento
ayudar a otros. tica social es la importancia decisiva de factores como actores sociales capaces.
ajenos a la lógica científica o técnica, como las re-
Agendas ocultas. Las agendas ocultas no se re- Intervencionismo social intermedio entre la
laciones (a nivel medio) o los intereses políticos de
fieren a los motivos egoístas del interventor, sino planificación total, por un lado, y el liberalismo Democracia política y participación de los ciu-
los grupos implicados (a nivel macro). Aspectos
a los de los otros actores o participantes en la in- individualista, por otro. Se asume la intervención dadanos en la gestión política en general y, según
como la presión social, la influencia política o las
tervención. Estas intenciones socialmente «incon- externa como suceso ocasional y limitado o ex- las modalidades, en la intervención social. La
relaciones con quien posee el poder de decidir tie-
fesables» (y por lo tanto no confesadas) de los cepcional, no habitual y totalizador, y el «Estado inexistencia de democracia hace difícil, pero no
nen con frecuencia más importancia para conseguir
actores sociales son harto frecuentes en toda di- del bienestar» como marco político-social global imposible, la práctica de diversas formas de inter-
que se lleve a cabo un proyecto que la correcta do-
námica social, estando casi siempre relacionadas que facilita (desde el punto de vista logístico, pero vención social. ¿Se puede, por ejemplo, hacer tra-
cumentación de la necesidad y conveniencia del
con la búsqueda de poder, prestigio social y otras también ideológico) la intervención social o co- bajo comunitario en un contexto autocrático? Es
proyecto. Esa constatación hace patente la necesidad
formas ocultas de autobeneficio. Dado que esas munitaria. No puede ser, sin embargo, condición evidente que sí: se ha realizado bajo regímenes
de introducir en la intervención comunitaria otras
intenciones, aunque permanecen latentes, influyen imprescindible: es en ausencia de un sistema de dictatoriales o condiciones poco democráticas, aun-
racionalidades, como la política, tan determinantes,
notablemente en la conducta de los actores — protección social cuando las intervenciones socia- que en tales casos suele tener una significación
si no más, que la racionalidad habitualmente reco-
creando una aparente incongruencia con la con- les son más necesarias, sobre todo las de carácter política especial, ya que, por un lado, supone un
nocida, la científico-técnica. Y hace necesario, en
ducta derivada de las intenciones benéficas con- comunitario, dirigidas a los excluidos, realizadas desafío al monopolio político del «régimen» y, por
el terreno práctico, que el interventor sea capaz de
fesadas—, las agendas ocultas resultan difíciles desde abajo y basadas más en la solidaridad social otro, la concienciación y movilización desde aba-
reconocer y tener en cuenta los intereses políticos
de manejar en la práctica: están pero no están; si que en los inexistentes programas institucionales. jo suele propiciar la búsqueda de una mayor de-
presentes en el escenario comunitario y, según al-
se sacan a la luz para ser discutidas suelen ser De hecho, la cuestión de si la existencia de un mocracia y de la redistribución («subversiva») del
gunos, esté dispuesto a actuar políticamente si es
negadas, pero si no se explicitan no pueden ser Estado del bienestar facilita o dificulta la acción poder. Eso puede explicar que en las democracias
que quiere ser realmente efectivo. Inevitablemente
discutidas y por tanto «gestionadas» abierta y cons- comunitaria es significativa y no tiene una res- establecidas el trabajo comunitario tenga una me-
hemos topado con un tema clásico de la discusión
cientemente por el grupo... puesta unívoca o sencilla. nor significación política: por un lado, no hace fal-
social y moral: la suficiencia del papel de experto
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2 4 0 / Manual de psicología comunitaria Intervención comunitaria: concepto, supuestos, técnica y estrategia I 241

CUADRO 7.7 el interventor hacen imposible la intervención co- raciones. Su fundamento es el conocimiento cien- realidad social concreta: el aquí y ahora, siendo los
Asunciones metodológicas e ideológicas munitaria a menos que el interventor esté dispues- tífico, pero su sustancia real es la metodología prác- resultados la meta final de las dos. Y la destreza
de la intervención comunitaria to a sacrificar sus valores y punto de vista y a po- tica, ya que, como se ha repetido, los efectos de las central no es aquí la previsión, sino el reconoci-
nerse al servicio incondicional de la comunidad, acciones sociales no dependen sólo de la «teoría» miento de la realidad, que es el punto de partida
algo que en general me parece tan inaceptable como sino, también, de otros poderosos factores, como de la intervención y el interventor. La perspectiva
• Intervencionismo intermedio entre liberalismo y
planificación total la posición contraria, que el interventor trate de im- los intereses y el poder, los valores, el interés y difiere aquí radicalmente respecto de la técnica: allí
• Nivel social medio: comunitario poner su punto de vista a la comunidad en nombre motivación de la comunidad o la aptitud del inter- se trataba de cómo alcanzar racionalmente ideales
• Solidaridad social y responsabilidad pública: co- de argumentos y razones más o menos técnicas. ventor, incluidos en los componentes estratégico y y deseos (metas y fines); aquí se busca cómo usar
rresponsabilidad Existencia de una doble autoridad que funda- valorativo. En la medida en que «diseñar» las ac- mejor las capacidades y energías «internas» (del
• Democracia política y participación social menta —y, junto a democracia y participación, le- ciones y métodos interventivos es el corazón de la interventor) y externas de la comunidad. Por su im-
• Intervención: incluye desarrollo de recursos y co- gitima— la acción social: política, derivada del tarea técnica, se trata de un componente «de pizarra» portancia, se describen más adelante algunos de sus
operación con la comunidad mandato democrático otorgado por los ciudadanos; que exige capacidades de previsión y proyección. aspectos principales: abordabilidad técnica de los
• Compatibilidad básica de valores y fines de inter- científico-técnica, derivada del conocimiento, ex- Como parte de la técnica se describen más adelan- temas elegidos, accesibilidad social y motivación
ventor y comunidad
periencia y habilidades válidas de los interventores. te los contenidos o funciones de la intervención de la comunidad, obtención de los medios preci-
• Existe autoridad científico-técnica, política y, qui-
zá, moral Tal autoridad no excluye, ni es incompatible con, comunitaria y, sobre todo, dos procesos que inclu- sos, superación de resistencias y mantenimiento
la participación activa de personas y comunidades yen las tareas técnicas más habituales; también la del programa y el personal. La estrategia es tan
en los procesos de cambio. La iniciativa social es parte práctica (el «cómo hacerlo») de la evaluación necesaria como la técnica para alcanzar objetivos:
pertinente tanto como complemento habitual de la comunitaria (capítulo 6) sería parte de este compo- de nada vale un excelente diseño de soluciones si
ta democratizar «el sistema» para trabajar desde intervención social «desde arriba» como en situa- nente. éstas son irrealizables en un contexto y momento
abajo; por otro, la política ya se hace en los órganos ciones lacerantes (injusticia, marginación, explota- dados. Y viceversa: no hay manera de resolver pro-
y sistemas especializados (eso no excluye, claro ción, maltrato...) en que puede invocarse una terce- Estrategia. Asegura el tránsito del diseño téc- blemas o alcanzar metas sociales deseadas si, por
está, un contenido político siempre presente en la ra autoridad legitimadora de carácter moral. nico al contexto comunitario concreto de forma más recursos y voluntad social que se ponga, las
intervención comunitaria o de otro tipo, en la me- que las soluciones ideadas sean viables, realiza- soluciones técnicas no existen. Por eso la accesi-
dida en que sus ideales sociales discrepen de los bilidad técnica es parte de la estrategia entendida
bles (cuadro 7.8). Así como el referente último
del «sistema» establecido). El criterio respecto de 5. ESTRUCTURA FUNCIONAL en sentido amplio.
de la técnica es la ciencia, el de la estrategia es la
la participación es más claro y taxativo: sin parti- Y SOCIAL DE LA INTERVENCIÓN
cipación no hay intervención comunitaria ni, pro- COMUNITARIA
bablemente, empoderamiento comunitario y apren-
dizaje social, aunque sí puede haber intervención CUADRO 7.8
La intervención comunitaria se compone, como
social no participativa. Estructura funcional de la intervención comunitaria (y social)
cualquier intervención social, de tres procesos dis-
Un concepto amplio y flexible de intervención tintos pero dinámicamente superpuestos y que ha-
que incluya tanto la acción «desde arriba», en que bremos de tener muy en cuenta en la práctica al Componentes Descripción
se aporta ayuda externa (planificación, coordina- diseñar y llevar a cabo las acciones. Esos compo-
ción, servicios profesionales, aportaciones técnicas nentes, resumidos en el cuadro 7.8, son la técnica, Métodos para diseñar, evaluar y ejecutar intervenciones eficaces que alcancen objeti-
Técnica
y económicas...), como el desarrollo de recursos la estrategia y los aspectos valorativos. vos buscados
personales y sociales y la cooperación con la co- Marca diseño ideal/racional
munidad (acción «desde abajo») más propia de la Técnica. El qué y cómo de las intervenciones:
acción comunitaria. Se asume también que aunque qué debemos hacer (diseño de acciones o compo-
domine uno u otro enfoque, ambos son compatibles Estrategia Cómo hacer realidad la intervención conectando diseño técnico ideal con/realidad
nentes) y cómo (metodología) se han de ejecutar y social concreta
y combinables. evaluar las acciones para conseguir los resultados Viabilidad práctica: cómo usar mejor medios internos (del interventor) y externos,
esperados. Como medio para conseguir resultados motivación y recursos sociales
Compatibilidad básica entre los valores y fines y alcanzar objetivos es pues un componente instru-
del interventor y la comunidad, necesaria para que mental de la acción social; el fin y justificación
ambos puedan cooperar o, más simplemente, para última de la técnica es garantizar la eficacia de los Aspectos valorativos Orientan objetivos, criterios de evaluación y conducta del interventor desde valores
que pueda realizarse una intervención comunitaria. (éticos, políticos) sobre lo bueno o conveniente
programas, aportar soluciones a los problemas de
Las discrepancias esenciales entre la comunidad y Centrados en proceso más que en resultados
la comunidad y ayudarla a hacer realidad sus aspi-

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2 4 2 / Manual de psicología comunitaria
Intervención comunitaria: concepto, supuestos, técnica y estrategia I 2 4 3

Aspectos valorativos. Valores y principios (éti- ¿cómo interesaremos o movilizaremos a tal o cual sultados. Debe, en fin, asegurar que las acciones son
blan con su entorno social o están mediadas por
cos, políticos u otros) que guían la intervención, grupo? La autonomía funcional afirma el derecho instituciones y medios de masas o son tan globales viables y eficaces para aquello que comunidad y
especialmente al marcar sus objetivos, la evaluación (y la conveniencia) de tratar cada aspecto per se sin y masivas que no constituyen verdaderas relaciones. político han establecido como prioritario. El técni-
de resultados y el comportamiento del interventor, sacrificar unos aspectos (casi siempre los «blandos» El practicante que trabaja en este nivel tiene un co es, según eso, un «instrumento» que garantiza la
aportando criterios sobre lo que se considera co- o valorativos) de la intervención a otros (los «du-
papel eminentemente técnico: planifica y coordina eficacia de unas acciones que diseña y ejecuta en el
rrecto y conveniente —o incorrecto e inconvenien- ros», técnicos o económicos). Tiene, sin embargo,
(evalúa, impulsa y apoya selectivamente) los es- nivel concreto pero cuyas coordenadas globales vie-
te— que establecen tanto lo que se debe hacer (po- límites analíticos (en la realidad social las dimen-
fuerzos interventivos locales y diseña modelos de nen dadas por las directrices políticas y la planifi-
tencial) como los límites (lo que no se debe hacer) siones se mezclan y superponen) y operativos: di-
intervención apropiados a las características, pro- cación del nivel central. Hay, sin embargo, situacio-
de la acción social o comunitaria. Se trata de di- fícilmente podemos manejarlos de uno en uno cuan-
blemas y recursos de la zona. nes (crisis, trabajo en organizaciones privadas, etc.)
mensiones relevantes, aunque frecuentemente sub- do están tan interconectados lo que exigirá que en
en que el grado de iniciativa y autonomía del inter-
estimadas o supeditadas a la técnica o la estrategia, la mayoría de las cuestiones combinaremos (simul-
que merecen mayor atención en la práctica y en la Nivel local, el propiamente comunitario. La in- ventor es mayor. Pero, por otro lado, el interventor
tánea o sucesivamente) criterios técnicos, estraté-
formación de los interventores. En distintos mo- tervención pasa aquí del diseño político y la plani- no puede ser un mero instrumento técnico al servi-
gicos y éticos. Lo que no significa, quede claro,
mentos, hemos destacado la impregnación política ficación abstracta a la actuación directa y la prác- cio del político o la comunidad: como persona —o
confundir unos criterios con otros ni ignorar unos
global de la intervención comunitaria, que tiene en tica concreta. Está, sin embargo, enmarcada por los grupo— tiene siempre una dimensión subjetiva (va-
en beneficio de otros.
la adquisición de poder uno de sus valores clave dos contextos en que se inserta: el político, las di- lores, intenciones, puntos de vista, etc.), no por se-
tanto a nivel psicosocial (empoderamiento) como rectrices ideológicas, legislativas y estratégicas cundaria menos importante, que ha de ser articula-
a nivel global (participación, capítulo 8). La dimen- emanadas del nivel centralizado; y la realidad social da con el contenido centralmente técnico de su
5.1. Estructura social: nivel concreta, la comunidad, con la que el interventor papel; ahí entra en funcionamiento la ética socio-
sión ética incluye aspectos como: criterios para de- centralizado y local
finir los fines y el destinatario de la intervención, está en contacto directo, manteniendo una relación, profesional. El practicante funciona también como
legitimidad de la intervención, valores promovidos, aquí sí, más personalizada. los «ojos y oídos» del político en la comunidad,
El haber asumido para la intervención comunita- aportando información de primera mano sobre el
implicaciones políticas y cambios de la estructura
ria un nivel social intermedio entre lo simplemente estado de necesidad y la opinión de «la calle» en
de poder comunitaria, partidismo social del interven-
relacional y lo macrosocial no impide analizar glo- 5.2. Actores y sus funciones los asuntos sociales de interés. Este retorno infor-
tor o principios deontológicos que guían la práctica
balmente el proceso de intervención, situando la ac- mativo será realmente influyente en la medida en
social del psicólogo. Varios de ellos han sido co-
ción comunitaria, local y «micro» por naturaleza, en El nivel local o concreto está poblado por tres que exista —esté socialmente aceptado, económi-
mentados aquí como cuestiones previas; otros lo
su contexto social y político mayor y examinando su protagonistas principales: el político, el practican- camente dotado y técnicamente desarrollado— un
serán en el capítulo 9.
textura social. Distinguimos así dos niveles —central te técnico y la comunidad. Examino telegráficamen- sistema relativamente objetivo de indicadores so-
y local— en la intervención comunitaria e identifi- te el papel de cada uno (y de otros influjos de peso), ciales que permita objetivar y «rentabilizar» políti-
Dinámica. En la práctica asumimos que las tres camos los principales actores sociales que la consti- camente (como sucede en el campo de la salud o la
ya apuntado en páginas anteriores y que puede, ade-
dimensiones son autónomas pero están interrela- tuyen o influyen, así como sus respectivos papeles economía pero no en el campo social) las carencias,
más, variar según la orientación que tenga la inter-
cionadas; es decir, que cada una tiene su propia y tareas; todo ello es condensado en el cuadro 7.9. problemas y aspiraciones de la gente.
vención social o comunitaria.
lógica de funcionamiento y debe ser analizada (y
solventada) en su ámbito de referencia: los aspectos Nivel «centralizado», supracomunitario: un área La comunidad. El sujeto y destinatario de la
El político. Su papel consiste en iniciar, impul-
técnicos tendrán soluciones técnicas, los de viabi- geográfica o social amplia (una gran ciudad, una intervención comunitaria. Intenta resolver sus pro-
sar —y dotar de medios— y pedir responsabilidades
lidad, soluciones estratégicas, y las decisiones va- comarca, una región, un país) que abarca varias blemas y hacer realidad sus aspiraciones colecti-
la acción social en función de datos como: las ne-
lorativas, respuestas éticas o políticas. No se pueden, comunidades y funciona como marco o contexto de vas por sí sola y —asumimos— pide —por los
cesidades y aspiraciones sociales —recogidas y
pues, solucionar problemas técnicos con criterios la intervención comunitaria, más local. En este ni- cauces que le son más familiares o están recono-
elaboradas por el practicante— a las que la comu-
estratégicos o políticos, como no se pueden respon- vel no se realizan intervenciones comunitarias, sino cidos— ayuda externa para aquellos asuntos que
nidad no puede dar respuesta por sí sola y el ideario
der cuestiones éticas o políticas con criterios téc- que se trazan, básicamente, las líneas ideológicas percibe que sobrepasan sus capacidades. Delega
general y el programa concreto de la opción polí-
nicos. Simplificando, hay cuestiones «sólo» con- (política social) y técnicas (planificación global) en el político legitimidad, poder y medios (dine-
tica que gobierna.
testables desde principios valorativos; por ejemplo, en que se habrán de insertar las acciones locales. ro, personal, infraestructuras, etc.) para iniciar y
¿quién debe ser el destinatario de la intervención? La intervención social se nutre en este plano de realizar los programas que ayuden a hacer realidad
El practicante, generalmente —pero no necesa-
Otras lo serán desde principios científicos: ¿cuál es idearios políticos y sociales que se plasman opera- aquellas metas compartidas que por sí sola no pue-
riamente— profesional. Se encarga de ejecutar los
la solución más eficaz para el problema X? Y otras tivamente en leyes o regulaciones de distinto tipo. de alcanzar, participando en —y controlando— los
programas, determinando sus objetivos concretos y
sólo tendrán solución desde criterios estratégicos: Es éste un nivel esencialmente impersonal en que programas que la afectan más directamente. Ése es
el contenido de las acciones para alcanzar esos ob-
¿por dónde o con quién comenzamos a trabajar?, las relaciones que el practicante y el político enta- el guión «teórico»: cómo habrían de ser las cosas.
jetivos, realizando las acciones y evaluando sus re-
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2 4 4 / Manual de psicología comunitaria Intervención comunitaria: concepto, supuestos, técnica y estrategia I 2 4 5

CUADRO 7.9 prosperidad económica y el irresponsable marketing naron (capítulo 4) al cambio comunitario y que
político, parece abocar, por otro lado, al fracaso a recoge el cuadro 7.10: prestar servicios, desarrollar
Estructura social de la intervención comunitaria recursos, prevenir, reconstruir contextos sociales,
los sistemas de protección social occidentales en su
forma actual. desarrollar comunidades y producir cambios socia-
Aspecto Descripción les en general. Esas funciones o contenidos aclaran
Hay que destacar también el papel de filtro de
la realidad social de los medios de comunicación la realidad (no el ideal «teórico») de la intervención
Nivel central Política social: idearios, leyes de masas y su capacidad para conformar y «cons- comunitaria: qué es lo que hacen los psicólogos u
(marco impersonal) Planificación global: modelos de intervención, coordinación y apoyo a las inter- otros practicantes comunitarios y cuál es el carácter
truir» tanto las cuestiones sociales como sus solu-
venciones locales, evaluación global o tipo de las intervenciones comunitarias (sociales
ciones y los cauces políticos y técnicos por los que
ésas deben discurrir. Deben, por tanto, ser tenidos en general).
Nivel comunitario local, Acción: programas y acciones dentro de marco global Esos contenidos o funciones son complemen-
en cuenta a la vez como mediadores comunitarios
personal tarios y no excluyentes, apareciendo con frecuen-
y como potentes medios para influir en la comuni-
dad. Las campañas de prevención o educación ma- cia superpuestos en las acciones concretas por más
Actores y funciones Político: inicia, impulsa y dota de medios acción social según filosofía social que predomine una función determinada, que es
partidista y necesidades y valores de comunidad
siva, la denuncia social, la sensibilización de los
periodistas sobre temas sociales, la creación de opi- la que «imprime carácter» a la acción. Ese sola-
Practicante: ejecuta localmente programas según directrices globales; marca ob-
jetivos y contenido concreto programas, los ejecuta y evalúa nión o difusión de valores a través del debate de- pamiento será tanto más frecuente cuanto más
Comunidad: responde a problemas y aspiraciones comunes, pide ayuda externa mocrático y los consultorios radiofónicos, perio- globales sean las acciones; así, un programa de
cuando no puede; delega poder y recursos en el político; participa y controla en dísticos o televisivos sobre temas candentes son construcción de viviendas para necesitados o mar-
acciones que le afectan algunos ejemplos y posibilidades que los medios ginados en un barrio implicará muy probablemen-
Medios de masas: filtran, seleccionan mensajes; expresan intereses de grupos brindan a la intervención comunitaria. La existencia te tareas de «inserción» social de la gente que in-
comunitarios; son decisivos para definir problemas/deseos y soluciones de tales oportunidades —con demasiada frecuencia cluyan el aprendizaje para convivir en una situación
ignoradas por el practicante comunitario— no pue- nueva (desarrollo de recursos) y la prevención de
de de todos modos cegarnos ni sobre los intereses conflictos con los vecinos. Un conflicto juvenil
En la realidad, sólo ciertas minorías cualificadas o participación y en formas de intervención más comerciales o políticos que muchas veces están de- ligado a quejas de falta de oportunidades de ocio
participan activamente y generan opinión de forma dirigistas o técnicas frecuentes en las instituciones trás de los medios ni sobre la influencia que sobre y recreo en una comunidad puede implicar, aparte
que los problemas y prioridades de la comunidad económicas, urbanísticas o sociales, así como en ellos tiene ciertas élites o grupos de presión. Pero de la oferta de «servicios» reclamados (lugares y
son con frecuencia definidos no por ésta en su sus cúpulas directivas. tampoco puede el interventor desistir de usar las actividades de ocio apropiadas a las necesidades
conjunto, sino en función de los intereses, pre- posibilidades que los medios brindan a la comuni- y deseos de los jóvenes), el desarrollo de recursos
ocupaciones y puntos de vista de esas minorías. Otros influjos sociales. No se pueden pasar por dad para expresar y amplificar sus problemas y de y capacidades de los jóvenes (reflexión sobre sí
El grado de protagonismo y el papel asumido por alto en la intervención otras poderosas influencias acceder a la comunidad y tratar de influir en ella, mismos como colectivo, sobre qué quieren hacer
los colectivos sociales varían en función de: el como el clima social, los medios de masas y los gru- por medios éticos, claro es, respecto a ciertas temá- con su vida, posibilidad de crear sus propias dis-
asunto objeto de intervención y su interés real para pos de interés organizados que, como se ha sugerido, ticas de interés. tracciones y espacios de ocio, etc.), prevención de
la comunidad o para los grupos organizados que pueden llegar a «secuestrar» o suplantar la voluntad conflictos y peleas (entre bandas y grupos de jó-
dicen representarla; la homogeneidad y cohesión de la comunidad. El clima social actual (neolibera- venes) y quizá también una cierta «reconstrucción»
general de la comunidad; su nivel de activación lismo social, individualismo, competitividad, con- 6. TÉCNICA: CONTENIDO comunitaria trabajando el sentimiento de perte-
social, y la actitud más o menos permisiva sobre formismo, egoísmo ético, debilidad de la solidaridad Y FUNCIONES nencia (o de no pertenencia) de los jóvenes y sus
la participación del interventor y la institución de social y de las filosofías socializantes, etc.) es poco relaciones con otros grupos comunitarios. (Ello
que es parte. Así, el protagonismo de la comuni- propicio para la movilización, la cooperación entre Los aspectos técnicos son abordados como par- conllevaría replantear procesos de cambió social
dad será máximo en temas socialmente candentes actores o el trabajo colectivo. La extendida mentali- te del proceso de elaboración y realización de ac- como la comunicación y cooperación entre colec-
y en colectivos homogéneos y cohesionados que dad «acreedora» («la sociedad» nos «debe» siempre ciones y programas comunitarios; ese proceso, lejos tivos comunitarios, con frecuencia dedicados a sus
además tienen un alto nivel de iniciativa. Será, algo; los individuos tenemos multitud de derechos, de ser unitario, varía según la concepción más o propios intereses y ajenos al resto.) En el extremo,
por el contrario, menor en temas socialmente poco pero apenas deberes y responsabilidades), genera una menos planificada que se tenga del cambio comu- un «plan integral» para un barrio exigirá todas las
atractivos (aunque tengan una gran repercusión a actitud reivindicad va en que la queja y la reclamación nitario. Se ofrecen a continuación tres formas de funciones y dimensiones descritas aunque predo-
medio o largo plazo, como la planificación de ba- son la forma preferida de acción social y de relación desarrollar programas comunitarios. Se incluye an- minen las de desarrollo: elaboración de un pro-
rrios o ciudades), en colectivos heterogéneos, sin de los ciudadanos con la política y los sistemas de tes un resumen de los contenidos (ligados a las co- yecto colectivo («el barrio que queremos», cambio
intereses comunes, sin tradición de movilización servicios. Ese exceso de derechos, alimentado por la rrespondientes funciones) principales que se asig- social), creación de servicios básicos (salud, edu-

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2 4 6 / Manual de psicología comunitaria Intervención comunitaria: concepto, supuestos, técnica y estrategia I 2 4 7

CUADRO 7.10 este barrio)». Cada persona hace (en una hoja o en eligen, finalmente, representantes (uno, dos o más)
fichas) su propia lista de elementos problemáticos para la fase de desarrollo de prioridades.
Funciones y contenidos principales de la intervención comunitaria (cuatro, cinco o el número que se pida) por separado,
recogiéndose a continuación (en una pizarra o cartel Exploración de conocimientos. Se repite el pro-
• Prestación de servicios (salud, educación, bienestar...) para todos, incluyendo a los más necesitados y exclui- amplio a la vista de todos) los distintos elementos cedimiento de la fase anterior para definir, ahora,
dos y desarrollando recursos de cada lista (de uno en uno), explicando luego cada las soluciones a los principales problemas o nece-
• Desarrollo de recursos de ayuda (voluntarios, paraprofesionales) y de desarrollo humano para ser mejores persona el significado de cada elemento propuesto, lo sidades detectados en esa fase pero reuniendo esta
personas y ciudadanos
• Prevención primaria, secundaria y terciaria de los problemas psicosociales que permite que todos entiendan el conjunto de ítems vez a expertos (investigadores, profesionales, etc.)
• Reconstrucción social: creación de instituciones, fomento del sentimiento de comunidad, fortalecimiento de y se eliminen duplicidades. El grupo vota entonces especialistas en el tema. En este caso se les pide
la vinculación y redes sociales, etc. los componentes (dos, tres, etc.) más importantes o que definan dos tipos de datos: componentes críti-
• Desarrollo comunitario: desarrollo global de los distintos aspectos (territorio, vivienda, economía, vida social, prioritarios, con lo que se obtiene un listado de diez cos que debería tener cualquier programa que pre-
educación, salud...) y recursos de la comunidad o doce (o el número que se desee retener) problemas tenda resolver los problemas o necesidades detec-
• Cambio social: redistribución del poder, redefinición de fines colectivos, creación de instituciones, autogestión básicos según el conjunto de personas reunidas. Se tados en la fase anterior; recursos —existentes o a
de asuntos sociales, investigación-acción, reorganización social y territorial, etc.

cación, vivienda, seguridad...) que serán sólo una CUADR0 7.il


7.1. Definiendo problemas
parte del desarrollo de la salud o la educación de y soluciones con los «grupos Programación comunitaria con los «grupos nominales»
las personas; fomento de la actividad económica nominales»
y creación de empleo (desarrollo económico), etc. Descripción
Etapa Participantes
Todo ello implicaría importantes cambios sociales Merece la pena describir brevemente este méto-
(relaciónales, sobre todo) que harían muy reco- do (Delbecq, Van de Ven y Gustafson, 1984; cuadro
mendable abordar la prevención de patologías tí- 7.11) por su flexibilidad, sencillez y utilidad para Exploración de proble- Representantes de comu- Lista individual de problemas
picas del desarrollo como el estrés, el desarraigo, evaluar problemas y planificar programas en comu- mas nidad o usuarios del pro- Recogida, explicación, depuración de respuestas
la desintegración social o los «problemas psico- nidades e instituciones. Se trata de un proceso de grama Votación de ítems y elección de representantes
sociales» (droga, fracaso escolar, etc.). cinco fases, que van incorporando sucesivamente a
las tres partes básicas (afectados por los problemas, Exploración de solucio- Representantes de exper- Identificar aspectos críticos de soluciones a proble-
expertos en soluciones y gestores y poseedores de nes tos en conocimientos so- mas detectados
7. DESARROLLO: NEGOCIACIÓN recursos), en el que los representantes aportan in- bre el tema de interés Recursos existentes y nuevos, a crear
TRIPARTITA Y ESTRATEGIA formación sobre los problemas y sus soluciones y Elección de representantes
CONSENSUADA discuten conjuntamente la forma en que esas solu-
ciones serán pertinentes y viables. Se llaman «gru-
Se describen ahora tres propuestas distintas y Establecimiento de Representantes de comu- Representantes comunidad y expertos explican in-
pos nominales» porque, al estar formados por pocas
prioridades nidad y expertos elegidos, formación y propuestas a políticos y patrocina-
complementarias de cómo desarrollar la interven- personas, éstas se pueden relacionar por su nombre. y políticos y patrocina- dores
ción comunitaria. Una, basada en los «grupos no- Las etapas del proceso son las siguientes. dores Negociación trilateral de diferencias
minales», es un proceso semicualitativo y abierto
de negociación entre los tres protagonistas básicos Exploración de problemas. Se reúnen represen-
de la acción comunitaria: la comunidad, los políti- tantes de los afectados por el problema o usuarios Diseño del programa Técnicos/expertos Teniendo en cuenta los problemas detectados, so-
cos y gestores y los profesionales. La segunda, de potenciales del programa y, si son muchos, se dividen luciones y recursos necesarios y límites marcados
Caplan (1979), es una estrategia de aproximación en grupos nominales (de seis a diez personas). Se por políticos y patrocinadores
por consenso, flexible y progresiva, a un programa expone visiblemente la pregunta (que se ha redactado
cuyo contenido concreto importa menos que el pro- y puesto a prueba previamente para asegurarse de Evaluación del diseño Técnicos y representan- Retorno a representantes de la comunidad, expertos
ceso relacional seguido. Y en la tercera resumo las que es clara, pertinente y comprensible) a la que han tes de la comunidad y y políticos; discutir discrepancias con lo decidido
etapas típicas de la intervención comunitaria como de responder los reunidos; por ejemplo: «cuáles son expertos, políticos y pa- en cada fase
cambio a la vez participativo y planificado predo- las necesidades más importantes (o los problemas trocinadores
minante hoy en muchos ámbitos y contextos. más preocupantes) del barrio (o de las familias de

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2 4 8 / Manual de psicología comunitaria Intervención comunitaria: concepto, supuestos, técnica y estrategia I 2 4 9

crear— necesarios para poder llevar a cabo un pro- miso razonable entre necesidades comunitarias, ri- CUADRO 7.12
grama que cuente con esos componentes. Se eligen, gor técnico y limitaciones político-económicas que,
Estrategia de elaboración consensuada de un programa comunitario (Caplan, 1964/1979)
al final, representantes para la fase siguiente. El además, sea viable.
producto de esta fase debe ser una lista de acciones Fuentes y otros (1996) ilustran apropiadamen-
a realizar —y de medios precisos para llevarlas a Etapa Tareas principales
te el uso de la técnica del grupo nominal para eva-
cabo— que resuelvan o palien sustancialmente los luar las necesidades de las familias de un barrio
problemas identificados. urbano. Iniciación de actividad Recogida de información preliminar precisa para la intervención
(con demanda o Valoración por líderes y otros actores comunitarios relevantes de problemas y solu-
encargo; «desde ciones resultantes
Desarrollo de prioridades. La etapa crucial: se
dentro») Visión de la comunidad y compromiso ciudadano con acciones previstas
reúnen los representantes de los afectados (que 7.2. Una estrategia de consenso Decisión del interventor de aceptar o rechazar encargo/demanda
han definido las necesidades o problemas) y de y aproximaciones sucesivas
los expertos (que han definido las soluciones y
Sin demanda o encargo Comenzar con los más interesados o concienciados y tratar de convencer a otros
recursos ejecutivos precisos) elegidos con repre- El esquema usado por Caplan tiene cuatro fases («desde fuera») grupos comunitarios
sentantes de las instituciones políticas y económi- que se describen ahora y que resume el cuadro 7.12. Visita a líderes formales e informales
cas (públicas o privadas) que van a aportar el vis- Por medio de conocidos en la comunidad
to bueno y los recursos precisos para llevar a cabo Iniciación de la actividad comunitaria, previa a Crear relaciones desde el asunto de interés
el programa deseado. Se les explican las propues- la intervención en sí. Tareas sucesivas de esta fase
tas elaboradas en las dos fases anteriores, escu- son: recoger la información preliminar precisa para Elaboración del No diseñar un programa fijo, sino aproximaciones sucesivas a uno final que implique
chando sus reacciones y datos sobre las posibili- poder realizar la intervención (véase dimensiones programa a la comunidad, siguiendo principios estratégicos generales
dades (dinero, personal, prioridades políticas o del capítulo 3: ecología, población, vida social, ser- Trazar plan en cada fase según demandas de la situación y principios generales
estratégicas, etc.) existentes y, éste es el punto crí- vicios, etc.); contactar con los líderes, profesionales, Progresar lentamente según las necesidades detectadas
tico, se negocia a tres bandas para resolver las patrocinadores y otros actores comunitarios relevan- Buscar aprobación de líderes y grupos comunitarios e implicarlos
discrepancias entre necesidades, soluciones y re- tes para obtener su valoración de la información ob- Usar «oportunismo estratégico» y crear buena reputación profesional
cursos disponibles. El resultado de esta fase debe tenida, conocer su actitud y expectativas sobre los
ser la luz verde de los tres grupos clave (afectados cambios previsibles y tener un perfil general de la Establecimiento de Esenciales para llevar a cabo cualquier programa: contactos y relaciones por arriba
o usuarios, especialistas, políticos o administra- relaciones y creación (líderes, servicios) y por abajo (trabajadores, comunidad)
comunidad; explorar la visión de la comunidad en
de reputación «Ganarse» un papel a través de la relación y el contacto social
dores) al programa que antes debe ser formalmen- su conjunto sobre los problemas y soluciones resul- Ganarse la confianza y respeto: interventor busca bienestar de comunidad y respeta
te diseñado, en la siguiente fase. tantes del proceso anterior y el grado de compromi- sus fines y valores; ayuda efectivamente, es profesionalmente competente
so de la gente para llevarlas a cabo. La fase finaliza
Diseño del programa, que debe recoger los con el acuerdo inicial de aceptar —o rechazar— el Contacto continuo con instituciones y grupos comunitarios
Mantenimiento del pro-
acuerdos de esos tres grupos, respondiendo a las encargo de trabajo. Así se procedería si hay una de- grama Relaciones públicas; divulgación de programas
necesidades de los afectados, considerando las so- manda o encargo; si no la hay, el interventor debe Coordinación con servicios profesionales
luciones y recursos que los expertos vieron nece- comenzar con los más interesados o concienciados
sarios y los límites impuestos por administradores para actuar en el asunto de interés, buscando (sin
y controladores de recursos (gobiernos, bancos, ca- «vender») convencer a otros actores y grupos comu-
jas de ahorro, fundaciones, empresas, etc.). nitarios clave a través de estrategias como: visitar a diseñará una vez que los líderes, otros profesionales de líderes y grupos sociales e implicarlos en el plan;
líderes comunitarios formales e informales, valerse y servicios locales, y la comunidad en general, hayan usar el «oportunismo estratégico» y crear una buena
Valoración del diseño. Los técnicos que diseña- de conocidos en la comunidad o generar relaciones aceptado el procedimiento de trabajo (que ya se habrá reputación profesional que tiene un efecto acumulati-
ron el programa se reúnen con los representantes a partir del caso o asunto de interés. ido ensayando a lo largo de los tanteos previos). Para vo («bola de nieve») sobre el progreso del programa.
de afectados, expertos y políticos explicándoles el ello es recomendable, según Caplan, usar desde el
programa, escuchando la evaluación de aquéllos e Elaboración del programa una vez determinada la comienzo ciertos principios operativos generales sin Establecimiento de relaciones y creación de repu-
introduciendo los cambios y matices precisos para temática a abordar y la disposición de la comunidad negociar un programa concreto: trazar un plan para tación, esencial para realizar cualquier programa: se
ajustarlo a las necesidades o problemas identifica- a participar en el proceso. No se trata de elaborar un cada fase según principios generales a la vez que las trata de crear buenas relaciones con los líderes co-
dos por los primeros, las soluciones definidas por esquema fijo de actuación, sino de usar una estrategia demandas situacionales concretas; progresar lenta- munitarios y directores de servicios pero también
los segundos y los límites marcados por los últimos. de aproximaciones sucesivas al programa final que mente al ritmo marcado por las necesidades indicadas con los trabajadores de base y con la gente de la
El programa resultante debe garantizar un compro- implique a la comunidad; el programa final sólo se por los líderes comunitarios; buscar la aprobación comunidad dispuesta a involucrarse en las acciones

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2 5 0 / Manual de psicología comunitaria Intervención comunitaria: concepto, supuestos, técnica y estrategia / 2 5 1

siguiendo criterios estratégicos (interés a la larga) y (grupos comunitarios, escuelas, servicios de salud, grama comunitario organizado, en que se identifican comunitaria son una comunidad o territorio, un co-
tácticos (intereses más inmediatos). Aspectos básicos universidad, etc.); relaciones públicas divulgando los y discuten las tareas técnicas y estratégicas propias lectivo o población social y una dimensión positiva
de esta parte son: el rol que el practicante habrá de programas a través de medios de masas, charlas, li- de cada paso. Quede claro que cada intervención o negativa concreta (el asociacionismo o la droga)
«ganarse» en la relación y el contacto con las perso- bros, panfletos, etc.; coordinación con servicios pro- tiene su propio proceso de desarrollo según el asun- teniendo cada destinatario sus propias ventajas e
nas y grupos comunitarios; la confianza y respeto de fesionales no vinculados formalmente al programa. to de interés, el nivel —barrial, familiar, escolar...— inconvenientes. La comunidad delimita geográfi-
la comunidad, que se obtendrá cuando, por un lado, social en que se desenvuelve y la metodología utili- camente el trabajo y facilita el acceso territorial a
ésa vea que el interventor busca su bienestar y res- zada. En ese sentido no existe un proceso homogéneo la información y actuación contando con núcleos
peta sus fines y valores y, por otro, cuando el inter- 8. PROCESO: LA INTERVENCIÓN y general de elaboración y realización válido para organizados formales e informales (asociaciones,
ventor demuestre competencia profesional en su ac- COMUNITARIA COMO CAMBIO cualquier intervención, tema y comunidad. Se trata sedes institucionales, etc.) desde los que actuar. Pero
tuación, ayudando efectivamente a solucionar los PLANIFICADO sólo de resumir las fases generales comunes a muchas es, a la vez, muy compleja en términos de proble-
problemas o alcanzar los objetivos marcados. de las acciones señalando sus puntos o momentos mática, recursos y grupos humanos, y contiene,
Los esquemas anteriores han destacado estrategias relevantes. Como ya se indicó en la parte de evalua- además, una serie de elementos —redes de comu-
Mantenimiento del programa, una vez en marcha. más cualitativas y relaciónales de diseño y realización ción, la planificación es un añadido, en principio nicación, transporte, organización urbanística, vida
Comprende tres aspectos: mantener el contacto con- de acciones comunitarias. Describo ahora con mayor ajeno a la acción comunitaria pero que puede resul- comercial, etc.— que, como «soporte» territorial o
tinuo con instituciones y grupos locales relevantes amplitud las fases típicas de elaboración de un pro- tar muy útil para guiarla y racionalizar su desarrollo. económico, exceden con mucho el campo de lo psi-
Puede, sin embargo, dar la falsa impresión de que es cológico o lo psicosocial en que se suele mover
la única forma correcta de preparar y realizar accio- rutinariamente el psicólogo comunitario. Un grupo
CUADR0 7.13 nes comunitarias. Hay casos y situaciones en que la poblacional es más reducido, tiene una cierta
planificación puede resultar más un lastre y una jau- homogeneidad (en razón de la historia o las carac-
Proceso de la intervención comunitaria (Sánchez Vidal, 1991a) la metodológica que una ayuda real. Hay quienes terísticas compartidas) pero no está geográficamen-
conciben la acción comunitaria más como un proce- te delimitado ni suele contar con núcleos asociativos
Etapa Tareas técnicas y estratégicas so abierto y flexible que van definiendo en cada caso o institucionales desde los que actuar. Y una dimen-
y situación los actores comunitarios relevantes (ya sión positiva o problemática es aún más simple des-
Definición del problema Identificar y definir problema/tema positivo relevante se han visto dos propuestas en esa línea). Hay, ade- de el punto de vista estructural, lo que permite un
Identificar destinatario intervención más, aspectos y procesos sociales que nunca vamos trabajo más especializado. Carece, en cambio, del
Justificar intervención a poder prever ni organizar del todo, como las rela- soporte territorial o social, puede no ir ligada a un
Describir contexto institucional y social ciones de la gente, el comportamiento de grupos en grupo social determinado (en cuyo caso el acceso
Negociar contrato
situaciones de estrés o conflicto social, las situacio- personal es más difícil) y está casi siempre conec-
nes nuevas o acontecimientos inesperados, la actitud tada con otras dimensiones sociales de las que di-
Evaluación inicial Evaluar necesidades, recursos y actitud/motivación social de comunidad ante un asunto o tema complejo o fícilmente puede desligarse el interventor y la in-
Identificar información necesaria
nuevo, etc. Así es que las etapas propuestas, y resu- tervención.
Seleccionar métodos apropiados para recoger información
midas en el cuadro 7.13, son una guía genérica y
cambiante que puede ser alterada o revisada sobre Origen de la intervención. Puede ser una de-
Diseño y planificación de la Definir objetivos
Determinar acciones para alcanzar objetivos
el terreno, no un armazón preestablecido al que deba manda, un encargo o la propia iniciativa profesional.
intervención
Establecer medios precisos ajustarse cada actuación. Si la intervención responde a una demanda desde
abajo, tenemos generalmente asegurada la motiva-
Realización (estrategia) Acceso/contacto población/sistema social
Identificación y definición del tema positivo ción (y participación) de la gente (en realidad los
Obtención medios a potenciar o problema a resolver de la forma más demandantes pueden o no representar al Conjunto
Implicación/motivación población precisa y concreta posible. El tema debe ser rele- de la comunidad); habremos, sin embargo, de ase-
Seguimiento y ajuste de acciones del programa vante para el colectivo social o para una gran parte gurar la implicación institucional y los medios pre-
Mantenimiento del programa de él —y no sólo para el interventor o institución cisos para llevar a cabo la intervención. Un encar-
que origine la acción— con el fin de asegurar la go desde arriba asegura esos medios pero no el
Terminación y evaluación de Eficacia respecto de objetivos planteados implicación de la gente en la intervención. interés y motivación de la gente a que va destinada
resultados Evaluar <Utilidad/impacto global la intervención ni de los que la van a realizar. En
Satisfacción usuarios Destinatario. Como ya se indicó en el capítu- ambos casos el interventor (casi siempre un equipo
Seguimie nto y apoyo posterior, si es posible lo 6, destinatarios habituales de una intervención multidisciplinar) deberá aclarar lo que el que hace

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2 5 2 / Manual de psicología comunitaria Intervención comunitaria: concepto, supuestos, técnica y estrategia I 2 5 3

el encargo o el demandante realmente pretende y, respecto a los cambios a introducir. Informantes cíales, o "según la perspectiva temporal: a Terminación y evaluación de resultados del
en su caso, negociarlo a la luz de lo que ese equipo clave, grupos nominales y otros, tasas de utilización corto, medio y largo plazo. Se puede también programa incluyendo tres aspectos básicos: su efi-
puede llevar a cabo en la realidad con los medios de servicios, encuestas poblacionales, indicadores trabajar «sin objetivos», guiados por los pro- cacia en relación al asunto u objetivos planteados,
disponibles, es decir, establecer si corresponde a sociales, contextualización histórica y cultural y blemas, valores, decisiones asamblearias su- la satisfacción de los usuarios de las acciones y el
sus competencias profesionales y se dispone de los observación de la interacción y el entorno comu- cesivas, etc. impacto —o utilidad social— global en la comuni-
medios técnicos y materiales (información, perso- nitario son métodos comúnmente usados en esta • Establecer los contenidos o componentes del dad que incluya los efectos no previstos inicialmen-
nal, tiempo, etc.) precisos. Si no es así, debe recha- etapa. programa, las acciones o proyectos parciales te. Aunque habitualmente se lleva a cabo al finali-
zarse el encargo o demanda o «derivarlo» al servi- El proceso sociorrelacional se extiende en pa- a realizar para alcanzar los objetivos, a partir zar la intervención, la evaluación de resultados
cio o instancia apropiados y competentes. Una ralelo a la recogida de información de esta fase y, de una concepción estratégica (de consenso, debería realizarse en el momento en que racional-
tercera posibilidad es actuar por iniciativa profe- en parte, de la anterior y la siguiente. Incluye la confrontación, organización social, etc.) que mente se prevea que la intervención va a surtir efec-
sional, sin encargo ni demanda; en esa situación el entrada en la comunidad (si no hay demanda o con- indica la línea general a seguir a lo largo de to, que no siempre coincide con la conclusión del
interventor habrá de obtener tanto la conformidad trato), que se trata más adelante como un aspecto la intervención. programa. En general, y dado que ese momento no
e interés de la comunidad (siguiendo, por ejemplo, estratégico, y la negociación del contrato, que in- • Identificar los medios (financieros, de perso- es siempre previsible, es recomendable hacer un
la estrategia marcada por Caplan), que asegure la cluirá aspectos como: la decisión del interventor de nal e instalaciones u otros) precisos para rea- seguimiento de los efectos del programa realizando
viabilidad social de la acción, como la complicidad aceptar o no el trabajo; la identificación del desti- lizar las acciones y alcanzar los objetivos. evaluaciones periódicas posteriores a la terminación
institucional, que garantice su viabilidad económi- natario; el establecimiento de unos objetivos (pun- • Establecer un calendario o marco temporal, (a los tres o seis meses y al año, por ejemplo) para
ca y logística. La intervención puede aún ser viable to siguiente) acordados con la comunidad y de los siquiera aproximado, para realizar las acciones ver si sus efectos se mantienen (o se incrementan
a falta de esta última, siempre que se tenga el acuer- criterios para evaluar los resultados, y el acuerdo y alcanzar los objetivos parciales o temporales, o disminuyen) en el tiempo.
do de la comunidad: dependiendo del asunto y nivel sobre el papel de cada parte (interventor y comu- lo que permite conocer con antelación qué Por otro lado, no es infrecuente que la interven-
de intervención habrá entonces que estar preparado nidad) y tipo de relación general que mantendrán. medios y recursos serán precisos en cada mo- ción termine antes de lo deseable: la acción no ter-
para obtener los recursos precisos por medios no mento y lugar. mina cuando se resuelve el problema o se alcanzan
directamente institucionales, apoyarse en —o apo- El diseño y planificación de la intervención, los objetivos, sino por otras razones: se acaba el
yar a— la comunidad y estar dispuesto a confrontar otra fase eminentemente técnica cuyas dimensio- La realización de la intervención, «fase» no dinero con que se financiaba, cambia la línea polí-
la resistencia abierta —o la indiferencia— de las nes sociales y relaciónales son incluidas en la par- previsible o planificable en que, al «pasar a la ac- tica o se traslada al interventor a otra zona o área
instituciones que puede, en todo caso, y según los te estratégica y lo han sido ya en la fase anterior. ción» y entrar en contacto directo con la realidad de trabajo. Otras veces, las acciones se prolongan
argumentos estratégicos de que se disponga, ser En efecto, una vez obtenida la información preci- comunitaria, predominan ya los aspectos estratégi- una vez se ha resuelto el problema específico plan-
contrarrestada a través de estrategias de organiza- sa y acordada la actuación, se trata ahora de trazar cos, también presentes de alguna forma en las otras teado al haberse consolidado una estructura orga-
ción comunitaria o negociación. el programa a realizar y organizarlo de común fases (y abordados en el punto siguiente): acceso a nizativa o equipo de trabajo (que, como es sabido,
acuerdo con la comunidad y según los criterios la comunidad o contacto con la población «diana»; tienden a perpetuarse y generar su propia demanda).
La evaluación inicial, un proceso a la vez téc- pactados con ella. Incluye cuatro tareas técnicas mecanismos de implicación y motivación de la po- Desde el punto de vista técnico, lo lógico sería que
nico y relacional. La parte técnica se centra en la básicas: blación y de superación de resistencias al cambio; los programas duraran tanto como los problemas a
evaluación o análisis en el asunto X de interés de forma de obtener los medios que se han identifica- resolver o los efectos positivos a conseguir. Si los
las necesidades y recursos de la comunidad, inclu- • Determinar los objetivos a partir de la eva- do como precisos para alcanzar los objetivos; meca- medios o la presencia material del interventor cesan,
yendo la actitud de la gente y su motivación en luación efectuada junto a la comunidad o sus nismos de participación y retorno de los usuarios es deseable que el programa pueda integrarse en
relación al asunto tratado y a los cambios por rea- representantes. Es preciso que los objetivos del programa y sistemas de mantenimiento, y, en las instituciones (consejería, ayuntamiento, junta
lizar. Para ello, y según se ha indicado en los capí- sean relevantes para los problemas o asuntos su caso, diseminación del programa. En esta fase local, etc.) o programas existentes. Ello plantea el
tulos 6 y 3, se usará primero la información pre- de interés, de forma que alcanzarlos implique es importante establecer mecanismos de retorno (de tema, ya abordado por Caplan, del mantenimiento
existente y se identificará la información a recoger un cambio significativo en ese asunto o pro- seguimiento o evaluación procesal, en definitiva) del programa: cómo se mantiene una intervención
teniendo en cuenta la visión de los actores sociales blema. Y es deseable que los objetivos sean que permitan introducir ajustes y correcciones en una vez que el equipo impulsor desaparece del es-
básicos (afectados, profesionales, entorno social) realistas, estén definidos con la mayor pre- el programa cuando algo va mal o se desvía de lo cenario comunitario. Tareas centrales del manteni-
en las dimensiones relevantes del asunto X y usan- cisión posible y sean ordenados de manera previsto. La ausencia de tales mecanismos (reunio- miento del programa son: asegurar las fuentes de
do los métodos verbales, de observación o registros que si los medios son escasos o las acciones nes periódicas, contacto permanente con la comu- financiación entrenando a algún miembro de la
sociales adecuados para captar los datos cuantita- para alcanzar un objetivo son contradictorias nidad y con los trabajadores «de base», etc.) puede comunidad en la búsqueda de ayudas, subvencio-
tivos básicos y la comprensión cualitativa global e con las conducentes a otro, tengamos criterios impedir detectar los fallos y desviaciones y, en con- nes, etc.; desarrollar el liderazgo local que pueda
integrada de lo que está sucediendo y de la percep- para elegir un curso de acción u otro. En oca- secuencia, corregir el programa antes de que termi- hacerse cargo de aspectos dados del programa, y
ción de la comunidad tanto sobre la situación como siones se plantean objetivos temáticos o par- ne y sus efectos sean irreversibles. mantener desde el principio el contacto y buena

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relación con las instituciones locales para que éstas abordar de entrada otros asuntos, quizá menos re- CUADRO 7.14
se impliquen en el programa. Un aspecto capital levantes, pero que son técnicamente solubles; dos,
adicional es el mantenimiento de los trabajadores, ajustar nuestras expectativas (y objetivos) al limi- Estrategia: concepto y aspectos básicos
el personal. Se puede realizar a través de reuniones tado nivel de eficacia de los métodos existentes.
periódicas dirigidas tanto a solucionar dificultades Siempre será, además, preciso fomentar la investi- Hacer realidad intervención técnicamente racional, deseable
técnicas de los trabajadores como, sobre todo, al gación e innovación experimental de nuevos méto-
sostenimiento del apoyo y la cohesión social nece- dos y soluciones para el asunto de interés. I Diseño > Realidad comunitaria concreta
saria para mantener la integridad colectiva y la ilu- Concepto
Conecta
sión por la tarea de ayudar a la gente. Viabilidad (y motivación) social, probablemen- [Intervención ideal > Intervención posible aquí y ahora
te el factor estratégico más importante. Debemos
preguntarnos: ¿está la gente (o una parte relevan- Cómo usar mejor las capacidades y recursos propios y ajenos (de la comunidad)
9. ESTRATEGIA INTERVENTIVA te de ella) sensibilizada sobre el tema en cuestión
y dispuesta a actuar al respecto? Si no es así, de-
Viabilidad técnica: ¿existen soluciones técnicas para el tema o problema de interés?
Como se ha indicado, la estrategia trata de co- beríamos posponer la intervención formal y em- Motivación/viabilidad social: ¿está la comunidad interesada en los cambios buscados?, ¿pien-
nectar diseño y realidad social buscando hacer via- pezar por sensibilizar o motivar a la población o sa que hay un problema o aspiración a abordar colectivamente?
ble la «solución» técnicamente correcta en las con- bien buscar otras formas de motivación: crear ilu- Aspectos
básicos Movilización/activación social: creación de clima de cambio
diciones comunitarias existentes. La estrategia sión o un clima de cambio, ayudar a encontrar Acceso a la comunidad o población desde fuera
marcará una línea general de actuación, en la que áreas de consenso y objetivos comunes, desarrollar Obtención de medios externos: personal, dinero, instalaciones
se «encajan» o insertan las distintas acciones o «téc- la confianza de la gente en el interventor, potenciar Superación de resistencias conociendo las razones en que se apoyan
nicas» de intervención usadas. En ese sentido pode- el liderazgo local, etc. Formas de motivación social Mantenimiento del programa y el personal
mos hablar de una estrategia de consenso cuando la «naturales» con las que deberíamos contar de en-
línea conductora de la acción es la búsqueda de trada incluyen: necesidades sociales significativas,
acuerdos y consensos entre grupos discrepantes o sufrimiento personal, conflictos y tensión inter- Obtención de medios para realizar el programa: tremo, y si peligra la realización de la acción, afron-
enfrentados; de una estrategia de empoderamiento grupos, deseos de mejorar, intereses sociales co- dinero, medios técnicos y personales e infraestruc- tando abiertamente las razones o actuación de los
comunitario cuando el eje de la acción es la organi- munes, solidaridad y vínculos afectivos con otros tura (locales, material, transporte, etc.). Esos me- opositores o resistentes, contando, si es posible, con
zación de la comunidad y la búsqueda de poder para (hijos, grupos deprivados, etc.). La ausencia de dios pueden ser obtenidos a través de las institu- la colaboración de la mayoría o el conjunto de la
alcanzar los fines marcados; o de una estrategia de estas formas «naturales» de motivación y el des- ciones públicas (ayuntamientos, gobierno...), los comunidad.
conflicto cuando se use la confrontación y el con- interés por el tema de trabajo indican una escasa «proveedores sociales de recursos» (fundaciones,
flicto como camino inicial para negociar con otros probabilidad de que el programa tenga éxito y que cajas de ahorros, fondos europeos o de organismos Mantenimiento del programa y su personal ase-
grupos. Aquí nos referimos, sin embargo, a los as- la comunidad participe en él a pesar de los inten- internacionales, etc.) o colectas populares (rifas, gurando su continuidad una vez haya finalizado o
pectos que acompañan (o preceden) a la «aplicación» tos bienintencionados de «motivarla» que podamos fiestas y otras). Las habilidades de localizar fuen- el interventor haya de abandonar la comunidad.
de las soluciones técnicas permitiéndole hacerse probar. tes de recursos, escribir propuestas y establecer Acciones adecuadas, siguiendo a Caplan, son: de-
realidad en la comunidad X en el momento Y. Según relaciones son con frecuencia básicas para obtener sarrollar todo lo posible el liderazgo local y trans-
se indicó anteriormente, la estrategia se centra en Acceso a la comunidad o población (si no hay recursos. ferir progresivamente responsabilidades; asegurar
cómo usar mejor los recursos, capacidades y energía, una demanda explícita). Siguiendo algunas de las la financiación entrenando a alguien para buscar
tanto del propio interventor como de la comunidad. pistas ya apuntadas, puede hacerse a través de: Superación de resistencias: localizando intereses fuentes de recursos; implicar a las instituciones lo-
Como condicionantes de la viabilidad y eficacia real conocidos en la comunidad, líderes locales o au- opuestos, conociendo las razones de la oposición y cales (escuela, parroquia, centros de servicios, etc.)
de la intervención comunitaria, los aspectos estra- toridades formales que simpaticen con el cambio los puntos de vista de quienes la sustentan; recono- para que colaboren desde el principio e incorporen
tégicos deben ser analizados, junto a los estricta- o mejora general del barrio o con el cambio con- ciendo a los opositores, explicándoles la lógica, al final el programa o parte de él a sus actividades,
mente técnicos, antes de poner en marcha los planes creto planteado, profesionales locales afines (psi- necesidad y beneficios del programa y las acciones y mantener la moral del personal a través de reunio-
y acciones. Aspectos relevantes de la estrategia in- cólogos, asistentes sociales, enfermeras, médicos, a realizar y tratando de hacerles parte de él o, al nes periódicas en que se ventilen quejas y tensiones,
terventiva a considerar (cuadro 7.14) son: maestros, etc.), la evaluación de necesidades o la menos, minimizando su oposición. Negociando con se revisen las dificultades y, sobre todo, se cree un
provocación controlada (una estrategia nada fácil, los opositores, si no los convencemos; intermedian- clima consistente de apoyo social. (Otros factores
Viabilidad técnica. ¿Tenemos soluciones técni- no recomendable de existir otras formas y de no do entre grupos enfrentados o, según el caso, igno- también cuentan, como es natural: condiciones de
cas para el tema o problema planteado? De no exis- tener una probada capacidad y experiencia con rándolos (lo cual nos va muy probablemente a crear trabajo, remuneración de los profesionales, parti-
tir tales soluciones, tenemos dos posibilidades: una, ella). un crítico o enemigo persistente) o, en último ex- cipación en el programa, etc.).
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RESUMEN
bales e impulsa la acción; el practicante, que nicamente eficaz; establecimiento de reputa-
llena de contenido técnico y estratégico esas ción del interventor ganándose la confianza
1. Actuar, intervenir, es la tarea central de la psi- dato democrático), técnica (conocimientos y directrices (diseñando, ejecutando y evaluan- de la comunidad y mostrando su competencia
cología comunitaria. La intervención social habilidades) y moral (ligada a la violación de do las acciones), y la comunidad, sujeto y profesional, y mantenimiento del programa
es una acción para cambiar una situación que valores éticos básicos). destinatario de la acción, corresponsable en para asegurar su continuidad comunitaria.
se considera intolerable o muy alejada del ideal 6. El abuso de la intencionalidad positiva tiene la determinación de objetivos y participante 12. El proceso planificado de la intervención co-
humano de funcionamiento social, por lo que riesgos a contrarrestar mostrando buenos re- activo en todo el proceso. El clima y momen- munitaria consta de cinco etapas: definición
ha de ser modificada. Hay que destacar el ca- sultados y controlando las intenciones latentes to social y político y los medios de masas son del tema de interés en que se ha de identificar
rácter externo (se actúa desde fuera), intencio- (intereses egoístas propios y ajenos). La racio- también influjos poderosos. también el destinatario y tener en cuenta el
nado (desde intenciones y valores ligados a nalidad científico-técnica es cuestionada por 10. La técnica de los «grupos nominales» es un origen de la intervención; evaluación inicial
los fines de la acción), la autoridad que la los efectos secundarios indeseados y por la método flexible para diseñar un programa co- de problemas, motivación y recurso, parale-
fundamenta, la búsqueda de cambios sociales potencia de otras lógicas —la política, sobre munitario reuniendo a los tres actores básicos la a la entrada en la comunidad y «negocia-
y la pérdida ocasional del sistema o colectivo todo— que han de ser tenidas en cuenta. (o sus representantes) en cinco etapas: explo- ción del contratro»; diseño y planificación
social de su capacidad de autogobernarse. 7. Asunciones y supuestos de la intervención ración de problemas, a cargo de la comunidad de la intervención, marcando objetivos (con-
2. Los componentes de la intervención social son: comunitaria son: intervencionismo medio (y o destinatario del programa; exploración de sensuados con la comunidad), estableciendo
el destinatario (a quién, o qué, va destinada) Estado de bienestar como marco social de- conocimientos de los expertos para identificar el contenido de las acciones, identificando
sus fines y objetivos (qué pretende), el conte- seable); nivel social medio de actuación; par- aspectos críticos de las soluciones y recursos los medios precisos y trazando un calendario;
nido técnico (acciones para alcanzar los obje- ticipación y —deseablemente— democracia precisos para hacerlos realidad; definición de realización de las acciones, menos previsible
tivos), estilo interventivo (forma de actuar y política; un concepto amplio que incluya el prioridades negociando el ajuste de problemas, y ligada a los aspectos estratégicos, que de-
relacionarse con el destinatario) y base cien- desarrollo de recursos y la cooperación con soluciones y recursos que los políticos y pa- ben incluir mecanismos de seguimiento para
tífica. la comunidad; la compatibilidad de los valo- trocinadores puedan aportar; diseño técnico introducir cambios y ajustes en el proceso,
3. La intervención comunitaria es una variante res básicos de comunidad e interventor, y la del programa, y retorno de lo diseñado a los evaluación de resultados (y seguimiento) tras
de la intervención social cuyo destinatario es existencia de autoridad política y técnica (y, actores básicos y ajuste respecto a los proble- terminar la intervención.
la comunidad social o territorial, que tiene ob- en su caso, moral). mas, soluciones y medios disponibles. 13. Aspectos estratégicos clave, paralelos a los
jetivos de desarrollo humano social y preven- 8. La intervención comunitaria se compone de tres 11. Caplan propone una estrategia a medio plazo técnicos citados, son: viabilidad técnica del
ción y un estilo de trabajo global e igualitario aspectos complementarios, que requieren un basada en el consenso con la comunidad y sus abordaje del tema de interés; viabilidad y
basado en el cambio social «desde abajo», con abordaje diferenciado: técnica, la metodología líderes en el marco de una relación de con- motivación social: está la gente interesada o
la participación, autogestión y activación so- de diseño, evaluación y ejecución usada para fianza con ellos. Consta de cuatro etapas: co- podemos despertar su interés y deseo de ac-
cial como contenidos técnicos básicos. conseguir los resultados esperados; estrategia, mienzo de la actividad, recogida progresiva de tuar; acceso a la comunidad o población des-
4. La aplicación del modelo interventivo a la ac- el camino para hacer realidad el diseño técnico información y evaluación de necesidades y de fuera; obtención de medios necesarios para
ción comunitaria plantea varias cuestiones de conectándolo con la realidad comunitaria con- soluciones que incluya el parecer de la comu- llevar a cabo el programa; superación de re-
principio. Una, la contradicción entre los fines creta y teniendo en cuenta los medios con que nidad; aproximaciones sucesivas a la elabora- sistencias a partir de las razones que las mo-
de autonomía y desarrollo perseguidos y los se cuenta; y dimensiones —éticas y políticas— ción de un programa flexible en base a prin- tivan, y mantenimiento del programa y su
medios —intervención externa— usados, sal- valorativas, que guían y controlan la interven- cipios a la vez respetuosos con la voluntad de personal para asegurar su continuidad cuan-
vable si la intervención incluye el fomento de ción (sobre todo alfijarobjetivos) y la conduc- la comunidad y sus actores principales y téc- do la acción interventiva formal cese.
recursos y la participación social y respeta los ta del interventor desde criterios de valor
valores y fines de la comunidad. morales y políticos.
5. La legitimidad de interferir en la vida social 9. Socialmente, conviene diferenciar un nivel
y personal exige asegurarse de la necesidad «central», impersonal, en que se marcan las
de actuar complementando las capacidades directrices políticas y técnicas globales, y uno
existentes y trabajar con la doble perspectiva local, personalizado, que las «traduce» a prác-
de resolver problemas y desarrollar recursos ticas y acciones concretas en la comunidad X.
para afrontarlos. La autoridad exigible a la Actores básicos en la intervención comunitaria
intervención social es triple: política (man- son: el político, que define las directrices glo-

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2 5 8 / Manual de psicología comunitaria

TÉRMINOS CLAVE

• Intervención social • Estructura social


• Intervención comunitaria • Grupos nominales
• Contradicción medios-fines • Estrategia de consenso y aproximaciones
• Legitimidad sucesivas
• Autoridad • Intervención comunitaria como cambio
• Autobeneficio e intenciones latentes planificado
• Racionalidad • Estrategia
• Estructura funcional de la intervención
PARTE TERCERA
Intervención: marco y métodos
LECTURAS RECOMENDADAS

Caplan, G. (1979). Principios de psiquiatría preventiva. Panorama general de la PC con un amplio capí-
Buenos Aires: Paidós. tulo dedicado a la intervención comunitaria.
Obra clásica que conserva aún su vigencia meto-
dológica y, menos, conceptual. Sánchez Vidal, A. y Musitu, G. (comps.) (1996). Inter-
vención comunitaria: Aspectos científicos, técnicos
Sánchez Vidal, A. (1991). Psicología comunitaria. Bases y valorativos. Barcelona: EUB.
Conceptuales y Operativas. Métodos de Intervención Compilación amplia sobre la intervención comu-
(2.a edic). Barcelona: Promociones y Publicaciones nitaria que incluye, además de investigación, aspec-
Universitarias (PPU). tos éticos y descripción de programas.

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Política y organización
de la intervención comunitaria:
participación e interdisciplinariedad
8

1. LOS ASPECTOS POLÍTICOS lo ya publicado anteriormente sobre ambos temas


Y ORGANIZATIVOS DE LA (Sánchez Vidal, 1991a, 1993b y 2002a) que, como
INTERVENCIÓN COMUNITARIA es natural, recoge información y puntos de vista de
otras fuentes y autores.
Abordamos en esta última parte del libro los as-
pectos metodológicos, organizativos y prácticos de la
intervención comunitaria. Los primeros, los métodos 2. PARTICIPACIÓN: SIGNIFICADO
de actuación, ocupan los tres últimos capítulos (11 Y JUSTIFICACIÓN
a 13), tratando los otros capítulos tres dimensiones
clave de la intervención comunitaria —la política, El papel central de la participación en PC ha que-
la organizativa y la ética— y su síntesis operativa, dado ya fijado en los capítulos anteriores. Así, en el
el papel profesional (capítulo 10); dimensiones que capítulo 7, vimos cómo la participación ayudaba a
recogen lo que ahora se da en llamar la «transver- conjugar los puntos de vista interventivo, desde arri-
salidad»: los aspectos inespecíficos, no adscritos a ba, y comunitario, desde abajo, tendiendo un puente
un campo o disciplina concreta, sino comunes a va- entre ambos y contribuyendo a que la expresión «in-
rios. El capítulo 9 se dedica a los aspectos éticos, y tervención comunitaria» tuviera sentido. Y al definir
el presente, a la participación y la interdisciplina- la PC en el capítulo 2 quedó claro que la participación
riedad como características —política y organiza- es el centro del «método» comunitario, de forma que
tiva—, respectivamente, de la acción comunitaria. sin participación no hay trabajo comunitario. Y es
La participación expresa, aunque no agota, la ver- que es la participación efectiva lo que «convierte» a
tiente política de la acción comunitaria articulando las personas (y a la comunidad) en sujetos agentes
los aspectos políticos globales (la «gran política») «hacedores» conjuntos de su vida en común.
con la dimensión humana, psicosocial, propia de la Si participar es tomar parte en alguna actividad
PC, a través del proceso de empoderamiento, clave, o proceso, el significado real de la participación de-
como hemos visto en el capítulo 4, para el desarrollo penderá, en buena parte, de la importancia de la ac-
personal. La colaboración disciplinar es la forma tividad en que se participe: no tiene el mismo valor
de organizar la «transversalidad», de integrar las ser consultado sobre ciertos detalles o formalidades
aportaciones con que diversas profesiones y disci- de un plan ya establecido por otros que ser el inicia-
plinas tratan de responder a la complejidad concep- dor y protagonista del proceso. Pero el significado
tual y operativa de los asuntos comunitarios. Esta de la participación depende, también, de otros fac-
exposición elabora desde un punto de vista práctico tores. La eficacia de la participación, los resultados

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2 6 2 / Manual de psicología comunitaria Política y organización de la intervención comunitaria: participación e interdisciplinariedad I 2 6 3

logrados a través de la acción participativa, es uno ¿Cómo es eso? Porque la participación tiene que ver varemos la regla práctica de que, desde el punto como mero objeto de intervención, verá reduci-
de ellos: mientras que la consecución de una meta con el poder y su manejo por parte de unos y otros. de vista relacional, el interventor debe tratar a la da (si no abolida) la conciencia de sujeto, lo que
deseada refuerza el esfuerzo participativo, la ausen- Y es que, según se mire, participar es acceder al gente como sujetos capaces y potentes para que, contribuirá al extrañamiento de los miembros de la
cia de efectos visibles tiende a desalentarlo «que- poder o compartirlo con otros. En efecto, vista des- sintiéndose tales, actúen como agentes que buscan comunidad respecto de la acción y sus consecuen-
mando» a la gente para futuras convocatorias. Y en de arriba, la participación exige que el político y el hacer realidad esos atributos. Se trata, como visión cias, a la atribución de poder al interventor —en
la calificación de «deseado», va implícito un tercer técnico compartan el poder que poseen con la co- relacional, de un proceso retroalimentado (o dialéc- vez de a sí mismos— y al rechazo a participar en
ingrediente del acto participativo: el significado sub- munidad. Vista desde abajo, la participación permi- tico) en que, al verse respetadas y tratadas como un proceso que se ve como ajeno y no necesaria-
jetivo que ése tiene para la gente que ha de participar: te a la gente acceder al poder (de decidir, actuar, ser sujetos, las personas participarán en los cambios mente enriquecedor.
en qué medida la participación responde a una ne- protagonista, etc.) ostentado por actores u organiza- deseados y vistos como necesarios, lo que, de fun- Podemos redondear el significado y carácter de
cesidad o aspiración hondamente sentida por la co- ciones poderosos o establecidos; y era, precisamen- cionar exitosamente, no sólo incrementará el poder la participación, resumido en el cuadro 8.1, seña-
munidad. De forma que de la conjunción de estos te, ese empoderamiento o adquisición de poder lo personal y colectivo sino, también, el deseo de lando que es, a la vez, un valor del campo comuni-
tres factores —relevancia funcional de la actividad que, como se vio en los capítulos 4 y 2, facilitaba el participar en futuras acciones. Y, por el contrario, tario y una estrategia de cambio (un medio para un
en que se participa, correspondencia con los deseos desarrollo humano. Pero para que el esfuerzo parti- la aproximación tecnocrática, no participativa, al fin) que presupone una actitud favorable en los ac-
o necesidades reales de la gente y eficacia de la ac- cipativo sea personal y socialmente relevante, la par- tratar a la gente como un «bulto» social informe, tores (interventor y comunidad) protagonistas.
ción participativa— se derivará la mayor potencia ticipación debe darse a lo largo de todo el proceso
de la participación. Y de la ausencia de alguno de interventivo desde su inicio, incluyendo especial-
esos factores o del conflicto entre varios (participa- mente dos momentos cruciales: al fijar los objetivos CUADRO 8.1
ción en asuntos triviales, participación sin cambio (siendo ahí la evaluación de necesidades vía central
Participación: carácter y significado
real, gran «inversión» colectiva en un proceso que de participación) y al tomar las decisiones clave,
fracasa, etc.) se deducirá una participación debilita- como asignar el papel de cada parte, repartir recursos
da, rutinaria o desacreditada. y protagonizar acciones colectivas. Dimensión política de la acción comunitaria
La participación es, por otro lado, un importante Es, sin embargo, en su potencial de transforma-
elemento de legitimación social en los dos niveles ción donde se manifiesta el contenido político de Tomar parte en proceso/actividad f fl J ar objetivos acciones
—global y psicosocial— que nos interesan en la ac- la participación que, si es auténtica, conlleva siem- [tomar decisiones
ción comunitaria. En el nivel social, que para nosotros pre un cambio social (Marchioni, en Bejarano, importancia actividad en que se participa
conforma el marco de la acción comunitaria, la par- 1987). En efecto, la participación supone un pro- Significado depende de significado subjetivo: ¿respuesta a deseos colectivos?
ticipación política directa o a través de representantes ceso dinámico doble: uno, la toma de conciencia eficacia de la acción
elegidos es el sello de la legitimidad democrática: sin de una situación indeseable (y de sus causas) y de
participación ciudadana, no hay democracia. En el la acción a realizar para superarla; dos, la implica- Implica fdesde abajo: acceder al poder
nivel psicosocial, propio de la PC, la participación ción activa de la gente en los cambios consiguien-
[desde arriba: compartir el poder (político, técnico)
legitima la intervención comunitaria. ¿Cómo? Porque tes. Es desde esta visión, más idealista y dialéctica,
el incremento del empoderamiento y del sentimiento desde donde podemos afirmar que la participación Convierte a comunidad/persona en sujeto agente corresponsable de su vida
de pertenencia que una participación exitosa genera «convierte» a las personas (y a la comunidad) en
«produce» desarrollo humano, la meta de esa inter- sujetos a la vez agentes (actores de sus propias vi- Requisito acción comunitaria: sin participación, la acción no es comunitaria
vención. Pero debemos advertir ya de entrada que, si das personales y comunitarias) y potentes, con po-
bien parece claro que la experiencia de participar ge-
nera bienestar psicosocial, no está, en cambio, tan
der para cambiar el estado de cosas dado, lo que
sólo sucede si la participación es exitosa, alcanza
p
(
Medio para desarrollo humano y social
t t [intervención (desde arriba)
Puente entre <. u . V . ,, , , . ,
claro que produzca cambio social. los objetivos perseguidos. Así es que, en teoría, [trabajo comunitario (desde abajo)
conciencia y poder real son los componentes sub- BisagrafP° d e r s o c i a l 'g l o b a l
jetivo y objetivo que, como en el caso del empode- [empoderamiento comunitario, psicosocial
2.1. Dimensión política y estratégica ramiento, tendremos que conjugar siempre en los ,,, , ,. v . , c- • ,. \ [desarrollo humano
de la participación procesos participad vos. Valor: rpoder valioso—> necesario (no suficiente) rpara { ,. . ,
' [cambio social
Y volviendo esa consideración del revés, no [facilitar el cambio social
Como se ha apuntado, la participación revela el debemos olvidar que sólo en la medida en que las Estrategia (medio para) < involucrar a la gente
carácter político de la intervención comunitaria, ya personas y colectivos se sientan sujetos partici- [aumentar bienestar
descubierto, por otro lado, en el empoderamiento. parán en los procesos de cambio, de lo que deri-

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2 6 4 / Manual de psicología comunitaria Política y organización de la intervención comunitaria: participación e interdisciplinariedad I 2 6 5

La participación es un valor instrumental básico tible» en relación a las exigencias técnicas y a los cuelas; los ciudadanos participan como jurados en se entiende como un proceso activo en que se hace
de la PC: una estrategia para adquirir poder que, resultados deseables teniendo en cuenta los costos la administración de la justicia; y, a veces, los habi- algo a favor o en contra de un asunto o programa:
según se indicó, es un recurso social fundamental reales (tiempo, energía, complicación procesal) de tantes de una comunidad tienen voz (y más raramen- recoger fondos, ir a una manifestación, correr en
para alcanzar el desarrollo humano. Dicho de otro las estrategias participativas. te voto) en el diseño y programación de las activida- una carrera en pro de algo o dar un punto de vista
modo, la participación vale o importa mucho en PC La participación requiere, en fin, una doble ac- des comunitarias. La participación tiene grados que en un debate. Eso supone, sin embargo, excluir for-
porque subraya la cualidad de sujetos agentes y po- titud complementaria de los actores centrales: el suelen corresponder al nivel de compromiso social mas pasivas de participación que caracterizan a las
tentes de las personas y colectivos comunitarios. interventor ha de estar dispuesto a compartir el po- de los participantes con el asunto en cuestión y que «mayorías silenciosas», frente a las que se destacan
Aunque los frutos finales del empoderamiento con- der; la comunidad, a asumir responsabilidades. El van desde asistir pasivamente a reuniones o estar de como «verdadera» participación: las acciones de
seguido con la participación dependerán, lógicamen- interventor que busque establecer su propio poder acuerdo con las decisiones de otros hasta asumir res- ciertos grupos minoritarios pero socialmente más
te, del uso que se haga del poder logrado y de su o posición, que necesite acumular poder, está inca- ponsabilidades máximas en un proyecto (ocupar car- activos. Por ejemplo, si un grupo silba a un orador
distribución social en la comunidad; en otras pala- pacitado para hacer trabajo comunitario, pudiendo gos en juntas o consejos directivos, recoger fondos, en una reunión, ¿significa que los que no silban
bras: de quién adquiere poder y para qué lo usa. ser, incluso, un «peligro» para la comunidad, ya coordinar actividades, captar simpatizantes, etc.) con están de acuerdo con el orador o para considerar
Como estrategia, la participación permite a la vez que tenderá a acumular poder en vez de compartir- grados intermedios, como ir a movilizaciones o rea- que están participando deberían aplaudir al dirigen-
hacer viable el cambio social e implicar a la gente lo con aquélla o ayudarla a establecer ese poder por lizar tareas organizativas. te o enfrentarse verbalmente a los que silban? ¿La
en ese cambio. De otra forma, es en la medida en sí misma participando en la acción. Si la comunidad clase que escucha concentrada al profesor está ya
que la gente se sienta sujeto, parte de un programa pretende adquirir poder sin pagar el precio de res- Tipos: participación activa. Se pueden distinguir participando o bien sólo consideramos que hay par-
y que la acción se haga desde la comunidad y sus ponsabilidad y esfuerzo preciso, será igualmente tipos de participación según la esfera y el punto de ticipación si hay preguntas, réplicas y debate...?
verdaderos intereses, con ella (no desde fuera y sobre imposible una participación (y un cambio) real, pu- vista desde el que contemplemos el fenómeno par-
ella), como la participación puede ser la clave del diendo, en cambio, florecer la participación «des- ticipativo: activa y pasiva, espontánea y organizada, Participación desde abajo y desde arriba. Se tien-
éxito o fracaso de un programa. Un programa «im- cafeinada» —para sentirse mejor, no para cambiar continuada y temporal, etc. Esas variantes están con de a pensar que la participación comunitaria es es-
puesto» o elaborado técnicamente sin el concurso de el estado de cosas existente— que tan frecuente- frecuencia relacionadas y tienen una utilidad ana- pontánea, iniciativa de la gente, con lo que podríamos
la comunidad será en general visto por la gente como mente se observa en la vida social (capítulo 5). lítica limitada. Así, en principio, la participación distinguir esa participación «desde abajo» de la par-
algo ajeno y lejano. Sintetizo aquí algunas consideraciones concep-
¿Medio o fin? Estamos aquí considerando la tuales, extendiéndome algo más en los aspectos
participación como valor instrumental —como un técnicos y prácticos de la participación comunitaria
CUADRO 8.2
medio para los fines de desarrollo humano o la jus- asumiendo un punto de vista realista y remitiendo
ticia social— cuya valía depende, precisamente, de al lector interesado en ampliar información a los <Mapa» de la participación comunitaria: tipos, niveles, actores
la medida en que ayuda a conseguir esos otros fines. siguientes escritos: Borja, 1987; Dorwart y Meyers,
La participación puede ser también vista como un 1981; Erber, 1976; Fernández y Peiró, 1989; Florin «Espontánea» > desde abajo, informal, grass-root
valor finalista, un fin: sería buena por sí misma y, y Wandersman, 1990: Giner de Grado, 1979; Hal- Institucional > desde arriba, formal, organizada
por tanto, se ha de perseguir con independencia de priny otros, 1974; Langton, 1978; Marchioni, 1991;
Tipos
sus efectos. Esa visión estaría relacionada con la Sánchez Alonso, 2000; Sánchez Vidal, 1990b, y dirigida por objetivos compartidos
«conversión» —considerada de valor per se— de Wandersman, 1981. Organizada existen canales institucionales para participar
la persona en sujeto activo. La visión instrumental se participa a través de organizaciones sociales
tiene la virtud de relativizar la participación y si-
tuarla como parte del proceso estratégico teniendo 3. LAS FORMAS Y NIVELES Niveles
en cuenta sus límites y costes reales. Si es un medio DE LA PARTICIPACIÓN
para involucrar a la gente, lograr desarrollo perso- Social Marco global de la participación comunitaria
nal y alcanzar fines buscados, la participación será La participación es un proceso transversal omni- Descentralización política y estructuras intermedias facilitadoras
fomentada en la medida en que ayude a conseguir presente en las sociedades democráticas en las que
Institucional Titulares de la participación a nivel medio
esos objetivos finales y teniendo en cuenta las com- adopta formas variadas en distintos niveles sociales. Organizativa Instituciones intermedian entre personas y comunidad o sociedad
plicaciones técnicas y estratégicas que los procesos Así, los ciudadanos participan en política eligiendo Instituciones facilitan o inhiben la participación de individuos y grupos sociales
participativos pueden generar. Tendríamos así en representantes en los parlamentos, los estudiantes en
cuenta, desde una postura de corresponsabilidad el gobierno de la universidad; los trabajadores en los Grupal Personas o grupos activos/movilizados que buscan cambiar su vida y/o su comunidad par-
interventor-comunidad, a la vez participación y efi- comités de empresa; los padres en las asociaciones Individual ticipan en procesos o acciones «espontáneas» u organizadas
cacia: buscaríamos la «máxima participación fac- de padres y madres de alumnos (AMPA) de las es-

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2 6 6 / Manual de psicología comunitaria Política y organización de la intervención comunitaria: participación e interdisciplinariedad I 2 6 7

ticipación organizada desde arriba, en que la inicia- ambos tipos de participación (institucional e infor- y que se examinan más adelante. El político debe sobre ella, recordar algunos hechos y constataciones
tiva de alguna institución y organización es secun- mal) son complementarias y se necesitan mutuamen- renunciar a cualquier concepción patrimonialista desmitificadoras (abreviados en el cuadro 8.3) sobre
dada por los individuos. Tampoco esta distinción es te. La participación desde abajo se ve facilitada por del ejercicio de su cargo que le lleve a pensar que las dinámicas participativas en los actuales contex-
absoluta o dicotómica: en general las iniciativas es- los mecanismos institucionales, debiendo tender el poder es «suyo» y que «necesita» controlar los tos democráticos.
pontáneas, fruto frecuente de la emoción, se agotan (siempre que no se trate de una cuestión aislada y sectores y grupos comunitarios. Debe, en una pa-
en sí mismas si no se dotan de un mínimo de orga- situacional) a establecer canales institucionales que labra, compartir el poder que ejerce por delegación
nización que aporte continuidad temporal y signifi- la sostengan y sean parte de la vida cotidiana de la de la comunidad, sin disolver, pero sí redefinir, las 4.1. Condicionantes y contexto
cado social al proceso participativo para que llegue gente. La participación «mandada» no pasará, por funciones específicamente asignadas a su cargo. La
a ser eficaz en la consecución de algún objetivo va- otro lado, de ser un mero artificio legislativo si no participación es así entendida como una forma de Expectativas: desencuentros y excesos. Como
lioso. De forma que la organización es, en mayor o responde a una necesidad o deseo colectivo relevan- profundización real de la democracia que va más ya se ha dicho, la participación es un fenómeno
menor grado, una cualidad exigible —aunque no te que se canaliza institucionalmente. El cuadro 8.2 allá de la elección de representantes cada equis omnipresente en la vida social en que las personas
siempre presente— en cualquier forma de participa- resume las formas de participación y sus niveles. años. participan a través de instituciones y procesos di-
ción social que busque cambiar un estado de cosas Algo similar ha de suceder, como se indicó, con versos como el trabajo, la escuela o las rutinas so-
o alcanzar unos objetivos dados. La participación Niveles. De lo escrito se deduce que el proceso el profesional, con la diferencia de que el poder a ciales de la comunidad. Así, la «partida» o la char-
desde abajo suele ser más espontánea y lúdica, no de participación atraviesa varios niveles de com- compartir —y el carácter de sus funciones— no es la del bar, las salidas con los amigos o la asistencia
dimana de las instituciones (que se limitan a regular plejidad social creciente que aquí contemplamos en este caso político sino técnico. El profesional ha a misa, las reuniones familiares o eventos deporti-
su actividad): asociaciones vecinales, de consumi- desde el punto de vista comunitario. El nivel más de preservar su propio perfil técnico, pero debe es- vos, o los grupos de discusión sobre temas cotidia-
dores o sectoriales; movimientos sociales; grupos de alto, el sociopolítico, constituye el marco global de tar dispuesto a redefinirlo en función de la coope- nos son formas informales de participar en la vida
autoayuda y otros tipos de agrupaciones denomina- la participación comunitaria, que se ve facilitada ración con los otros actores y a reconocer otras social. Cuando el profesional habla de «participar»,
dos grass-root (de base, de raíz) por los anglosajones. por la descentralización política, el fortalecimiento formas de conocimiento (como el «saber popular») está de hecho pidiendo a la gente un «plus» sobre
En la participación «desde arriba» o institucional la de estructuras sociales intermedias (como las aso- o actuación que incluyan a la comunidad. Debe con- esa participación informal que, por otro lado, no
iniciativa es de ciertas organizaciones o instituciones ciaciones voluntarias) o el apoyo a las iniciativas cebir la intervención no como algo meramente téc- siempre es la que más cuadra o conviene a la co-
(AMPA en las escuelas, consejos sociales en insti- ciudadanas. Elementos propios del nivel medio, co- nico y trazado de antemano, sino como un proceso munidad en general. Además, la sobrecarga deri-
tuciones, comités de empresa en el mundo laboral) munitario, son las instituciones establecidas que abierto que se va construyendo junto a la comuni- vada de las exigencias funcionales (básicamente
creadas precisamente para permitir y vehicular la hacen de intermediarias con los individuos y grupos dad. La comunidad, la gente, debe ser capaz de ligadas al trabajo, pero también al funcionamiento
participación de determinados sectores sociales. La de base, facilitando o inhibiendo su participación. trascender la posición (cómoda) de apatía y pasivi- en otros papeles sociales como el de padre o ciu-
participación se entiende como organizada en dos Aspectos organizativos importantes para estructurar dad y estar dispuesta a asumir su papel de verda- dadano), el ritmo acelerado de la vida moderna y
sentidos interrelacionados: 1) existen vías (institu- y sostener los esfuerzos participativos son la exis- dero protagonista, explorando y usando sus capa- el exceso de demandas a participar en multitud de
cionales, casi siempre) para canalizar la participación tencia de fines compartidos, el liderazgo y la orien- cidades y siendo más activa en la vida y asuntos de actos, actividades o movimientos reales o «virtua-
de forma que sus titulares son organizaciones socia- tación hacia la tarea; aunque, como se ha indicado, la comunidad. Esa asunción se verá facilitada por les» (a través de las redes electrónicas) suelen ge-
les (partidos políticos, comités, consejos, juntas y tales aspectos pueden estar ausentes en la partici- la existencia de problemas o deseos relevantes com- nerar resistencias a. participar e involucrarse en una
otros) y no individuos; 2) la participación se dirige pación no organizada o informal. El nivel inferior partidos, de una predisposición a mejorar la vida esfera de actividad dada, a menos que sea percibi-
hacia unos objetivos (mejorar el barrio o la escuela, es la «base»: los grupos e individuos que, en último comunitaria y de una actitud positiva en los otros da como cercana y vital para los propios valores o
obtener un servicio, etc.) que la estructuran y le dan término, participan en un proceso para hacer reali- actores, con lo que la cooperación final resultará intereses. El interventor puede así tener una sensa-
sentido. Esos objetivos pueden, sin embargo, estar dad un anhelo o meta común valiosa a través de enriquecedora y multiplicadora («sinergística») y ción de que «la gente no quiere participar» en ge-
ausentes en la participación más informal o espon- estructuras existentes, o por crear, si no existieran. no antagonista y empobrecedora. neral, cuando la realidad es que no quiere participar
tánea. en la actividad o proceso X, que interesa al inter-
La distinción entre formas de participación más Los actores y las actitudes. Como proceso glo- ventor pero no necesariamente a la gente, ya «sa-
formales y organizadas y más espontáneas o infor- bal y transversal, la participación comunitaria de- 4. LA PRÁCTICA turada» de participación y responsabilidad.
males es, pues, relativa, pudiendo centrarse simple- pende de tres actores básicos (político, comunidad DE LA PARTICIPACIÓN SOCIAL Existe ahí un desajuste de las expectativas mutuas
mente en el proceso seguido: la organización es pre- e interventor) que han de realizar la parte de la ta- sobre participación. La virtud de la vida comunitaria
via a la participación o, por el contrario, el impulso rea que les corresponde desde una disposición pre- La participación suele estar revestida en la dis- es que, al centrarse en los elementos más cercanos
participativo es anterior y la organización se añade via de compartir y cooperar. Eso no significa que cusión y la práctica comunitaria de un halo místico y motivadores para la gente, la participación en ese
para hacer ese impulso duradero y eficaz. Además, hayan de renunciar a sus respectivos papeles, que y de una retórica reverencial que acaban ocultando nivel puede ser más viable que en otros niveles, per-
y en la medida en que las instituciones son sistemas están sometidos, sin embargo, a demandas y pre- su verdadera naturaleza y dinámica. Conviene pues, cibidos como más lejanos y abstractos por el ciuda-
que facilitan o inhiben la participación desde abajo, siones propios de la colaboración interdisciplinar antes de pasar a hacer recomendaciones prácticas dano de a pie. Un exceso de participación puede así

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2 6 8 / Manual de psicología comunitaria Política y organización de la intervención comunitaria: participación e interdisciplinariedad I 2 6 9

CUADRO 8.3 una ciudad son, con frecuencia, galimatías pensados una comunidad pobre, la participación formal en
para desanimar la participación comunitaria y man- instituciones sanitarias o educativas con canales
Condiciones previas y contexto de la participación preestablecidos, procesos participativos turbulentos
tener a distancia a la gente en lugar de contar con
ella. Y, de nuevo, la existencia de cauces institucio- a caballo de desastres o situaciones sociales dramá-
• Vigilar posibles discrepancias de expectativas y objetivos: el interventor busca el cambio social; la comunidad, nales y organizativos es una condición necesaria ticas, reivindicaciones sociales históricas de un ba-
la pertenencia y la relación con otros para que la participación sostenida se produzca y rrio o colectivo, etc. Tampoco pueden darse las
• La viabilidad y el significado de la participación varían con la actividad o proceso específico funcione. Si los vecinos no tienen acceso a la in- mismas reglas y dinámica para la participación en
• La gente ya participa de varias formas en diversas actividades, además de lo que interesa al interventor
formación o ésa se da por vías puramente burocrá- un contexto autocrático o con pautas organizativas
• La organización social y los canales institucionales facilitan y sostienen la participación a largo plazo
• La participación puede exigir el cambio de estructuras y procedimientos administrativos ticas, en una jerga inaccesible y alejada de la vida muy jerarquizadas que en una comunidad igualita-
• Administrar la participación; el exceso puede ser contraproducente, cansando a la gente y retrayéndola ciudadana, raramente se producirá una participación ria y democrática. El cuadro 8.4 recoge diez reglas
• Conjugar eficacia y participación comunitaria: la participación laboriosa sin beneficios visibles acaba gene- constructiva y efectiva. básicas para llevar a buen puerto la participación
rando hastío y frustración comunitaria.
Conjugando participación y eficacia. Partici-
pación y eficacia siguen lógicas a menudo encon- • La actitud y la técnica. Como se ha indicado,
tener un efecto antagónico, provocando resistencia, desnaturalizar la participación comunitaria como tradas en la intervención comunitaria. Según hemos la participación presupone por parte de los
cansancio e incluso rechazo. De lo que deduciríamos, instrumento de profundización democrática y de cam- ido viendo, la participación tiene una serie de exi- actores sociales actitudes favorables que creen
como criterio práctico, que ni todos tienen que par- bio social a favor de fiestas y reuniones en que la gencias (de tiempo, esfuerzo, económicas, de re- un clima inicial propicio a la cooperación. El
ticipar en cada actividad ni todos los aspectos de un gente se junta o se reparte algo (refrescos, comida, pensar los procesos, etc.) que, miradas desde las psicólogo comunitario debe acercarse a la co-
programa o acción han de hacerse participativamen- vales para asistir a tal o cual atracción o evento, etc.) exigencias técnicas y el corto plazo, suponen una munidad con una actitud cooperativa y defe-
te, aunque sí, deseablemente, aquellos aspectos o que por sí solas no tienen trascendencia real en la reducción de la eficacia que podríamos conseguir rente, estar dispuesto a compartir el poder que
procesos centrales del programa que deben, además, vida de la comunidad aunque puedan contribuir a de ahorrarnos los esfuerzos y costos señalados. posea y a colaborar con la comunidad, cedién-
contribuir más decisivamente al fortalecimiento y fortalecer ciertos vínculos sociales. Sólo vista la acción a largo plazo o como un pro- dole protagonismo e iniciativa y adoptando
desarrollo de la gente. El interventor debe, en todo ceso de desarrollo de las personas, cobra verdade- un papel más igualitario, flexible y dialogan-
caso, hacer una evaluación previa del contexto par- Las actividades y los canales institucionales. ro sentido el «extra» de esfuerzo exigido por la te que el acostumbrado en psicología. Pero
ticipativo y, siempre, «auscultar» el sentir de la gen- No todas las actividades y procesos son igualmen- participación. En general, y si se quiere ser rea- esa actitud es sólo un presupuesto, una con-
te; especialmente —y aunque resulte difícil— el de te accesibles a la metodología participativa. Mien- lista, nada impide considerar la participación como dición inicial necesaria, no suficiente: para
los sectores más apáticos y pasivos: aquellos que, al tras que ciertos asuntos y temas ligados a necesi- un medio, que conviene conjugar con las técnicas que el proceso pueda ser realizado con éxito,
no participar ni manifestarse, nos resultan psicoso- dades e intereses básicos de la gente suscitan a usar y la estrategia a seguir, de forma que la el interventor debe estar en posesión, además,
cialmente «opacos». Y es que lo que piensan los interés y se prestan más al abordaje participativo intervención sea, además de participativa, econó- de una metodología que «vehicule» eficaz-
movilizados y participantes ya lo sabemos; el pro- («pensar» el futuro del barrio, definir necesidades mica y socialmente factible y eficaz. Que permita, mente las intenciones participativas y ha tener
blema es saber qué piensan los apáticos y desmovi- básicas, intervenir en una acción concreta sobre un en otras palabras, conjugar los deseos o necesida- unas expectativas realistas y apropiadas al caso
lizados, por qué no participan. tema candente...), otros pueden resultar demasiado des de la gente y la eficiencia de los procesos téc- y situación concretos (en lo relativo, por ejem-
Como se vio en el capítulo 5, hay indicios de que áridos, complejos o intelectuales como para intere- nicos a seguir, algo que, lógicamente, preocupa a plo, al interés inicial de la gente, a los tiempos
el interventor y la gente pueden perseguir objetivos sar e implicar a la gente: reformas administrativas, políticos y profesionales. y ritmos para plantear temas e implicarse en
distintos en la participación: mientras que el prime- presupuestos, urbanismo, etc. En tales casos y asun- acciones, a la comprensión global de lo que
ro suele buscar el cambio social, mucha gente puede tos puede ser útil simplificar los temas planteando está sucediendo, etc.).
estar interesada en la pertenencia y la relación social los aspectos básicos en que la gente pueda —y 5. PRINCIPIOS Y RECOMENDACIONES • Formación técnica y estratégica. Sin lo cual
conseguidas a través de las actividades participativas. deba— decidir en un formato y lenguaje que sea puede suceder que, en situaciones de gran apa-
Si esto es así y la participación significa cosas dis- comprensible y dejando para los técnicos los aspec- Resumo en forma de recomendaciones prácticas tía o con una historia de frustraciones previas,
tintas para unos y otros, hay que tenerlo en cuenta y tos más formales o complejos, algo no siempre po- las observaciones e indicaciones ya realizadas sobre el interventor se «queme» o llegue a la con-
evitar equívocos y desencuentros que pueden crear sible, y casi nunca fácil. Con frecuencia será tam- la participación y su dinámica social general. Se clusión prematura o falsa de que «la gente no
en el interventor la sensación de que se están forta- bién necesario simplificar o cambiar los procesos trata, lógicamente, de orientaciones de actuación quiere participar» cuando lo que realmente
leciendo los procesos de participación cuando en administrativos, que raramente están pensados para generales que pueden tener distinta validez según sucede es que fallan aspectos técnicos o es-
realidad, al ir a contracorriente de las verdaderas mo- que los ciudadanos los entiendan y puedan expresar el enfoque ideológico asumido por el interventor y tratégicos: el proceso no se ha explicado bien,
tivaciones de los participantes, se están debilitando. su parecer: la organización de los hospitales y el el contexto social y comunitario en que se trabaje: el ritmo no es el adecuado o no se ha dado a
Tampoco hay que perder de vista el riesgo simétrico: sistema de salud o de justicia, o el urbanismo de un proceso de investigación-acción participante en la gente el tiempo o espacio apropiados para

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2 7 0 / Manual de psicología comunitaria Política y organización de la intervención comunitaria: participación e interdisciplinariedad I 2 7 1

CUADRO 8.4 • Proceso,no suceso. En general, el psicólogo co- colectivas, relaciones y vínculos entre grupos,
munitario debe ver la participación, más que resultados concretos, consecución de un servi-
Reglas prácticas de la participación comunitaria (Sánchez Vidal, 1991a)
como una respuesta espontáneo o instantá- cio o prestación, etc. Eso permitirá sostener una
nea, como con proceso que hay que seguir y tensión y esfuerzo participativo que puede ser
Regla Recomendaciones derivadas apoyar. Un proceso con un ritmo que viene largo y difícil, evitando el desánimo y «aban-
esencialmente marcado por la gente, no por los donismo» de la mayoría ante las dificultades
Primar intereses y necesida- Tenerlos en cuenta durante intervención profesionales, con avances pero también retro- no esperadas o toleradas del proceso.
des básicas de la gente Intereses generales y de los más débiles, prioritarios cesos, con continuidades y saltos en que no se • «Romper el hielo», las barreras sociales y la
Compatibilizar intereses sectoriales y generales; si no posible, alternar unos in-
deben perder de vista los objetivos finales, aun distancia inicial entre el interventor y el grupo.
tereses sectoriales y otros
cuando haya que ajustar y pactar continuamen- Algo tanto más necesario cuanto mayores sean
te con la gente (como sugería Caplan en el pro- la formalidad social y la distancia entre el in-
Ver participación como Tener en cuenta ritmo de gente (distinto del trabajo técnico)
proceso dinámico
ceso interventivo descrito en el capítulo 7), y terventor y el grupo. Una forma habitual de
Escuchar razones de los que no participan
Observación y reflexión conjunta (y separada): expertos y comunidad en que el profesional debe limitar su propio eliminar distancia social y facilitar el contacto
protagonismo y presencia a la vez que incita el es partir los colectivos en grupos pequeños;
Beneficios a esperar de la comunidad y sus representantes. Una «pe- otra es «traducir», como se ha indicado, las
Explicarlos y mostrar ventajas tangibles para sostener esfuerzos a largo plazo
dagogía social» basada en la explicación de los tareas a realizar (y los objetivos a perseguir) a
nuevos métodos y conceptos y sus ventajas y, actividades concretas o «juegos» que permiten
Proponer tareas y actividades No sólo discusiones verbales (a plantear también como tareas colectivas)
sobre todo, practicada en las relaciones con la «saltarse» las convenciones y formalidades
gente suele ser muy útil en ese sentido. sociales pensadas, precisamente, para mantener
Romper formalidad; Fomentar cooperación y contacto de personas y grupos
• Partir de los intereses de la comunidad, la regla la distancia social.
facilitar solidaridad Potenciar vivencia de lo común en actos cotidianos: comidas, fiestas, reuniones
colectiva informales, etc.
de oro de la participación no sólo en cuanto al • Asegurar la autoestima y seguridad personal
contenido (qué interesa a la gente) sino en cuan- del interventor, de manera que las necesidades
to a la forma: cómo quiere participar. Así, si al de autoestima o poder no interfieran con el pro-
Evitar vicios típicos de Devolver responsabilidad
reuniones: «quejismo», Estimular búsqueda de soluciones e implicación en la acción
grupo le gusta el deporte, acercar las activida- ceso participativo. En otras palabras, el inter-
pasividad, trivialización Evitar charla insustancial, crítica a todo, recordar objetivos de proceso des al formato deportivo; si la relación, al for- ventor debe venir a la tarea participativa con
mato relacional. No se trata naturalmente de las necesidades satisfechas y los «deberes» per-
Cuidar enfrentamientos Intermediar entre facciones/personas
quedarse ahí: asumimos esos intereses como sonales hechos, de manera que la búsqueda de
entre facciones: consumen Buscar consensos/áreas de coincidencia punto de partida para intentar llegar —o acer- prestigio, estima o liderazgo no obstruya la di-
energía, debilitan coopera- Acordar reglas para dirimir productivamente discrepancias carse— a otras tareas o cometidos relevantes o námica participativa y los procesos de autono-
ción Recordar necesidad de acuerdos para alcanzar objetivos globales necesarios, aunque quizá menos atractivos de mización, búsqueda de identidad, liderazgo o
Reconocer derecho a la diferencia entrada para los participantes. empoderamiento del grupo, que siempre en-
• Marcar objetivos concretos y plantear las ta- contrará más fácil amoldarse a la iniciativa y
Impulsar, estructurar el No limitarse a escuchar y asentir reas a realizar como actividades más que como propuestas del interventor que desplegar las
proceso Ayudar a marcar objetivos, calendarios y acciones discusiones. Y es que ambas cosas, la acción iniciativas propias. Como se indica después,
y la focalización en tareas específicas, tienen aun cuando inicialmente el interventor haya de
Crear canales de comunica- Que permitan participación efectiva: reuniones, comunicación escrita, buzones un potencial dinamizador superior a las metas mostrar cierta iniciativa (sobre todo si el grupo
ción de abajo arriba de sugerencias, etc. genéricas o la falta de ellas y las charlas o tiene una actitud pasiva o apática), hay que ser
discusión que con frecuencia obstaculizan o particularmente cuidadoso con ir «cediendo»
Cuidar seguridad y estima Para eliminar comportamientos autodefensivos (celos, necesidad autoafirma- amodorran los procesos participad vos. No se espacio e iniciativa para cambiar esa'dinámica
propia (fuera de interven- ción, etc.) perjudiciales para la participación y el desarrollo de la comunidad trata, sin embargo, de caer en el activismo inicial de pasividad y dependencia por una de
ción) ciego: la discusión y la reflexión deben ser implicación e iniciativa.
parte del proceso aunque sin monopolizarlo • Evitar la pasividad y el mero «seguidismo» de
ni frenar la acción. la comunidad, el vicio simétrico del anterior, a
discutir y valorar lo que se plantea. El psicó- conflictos, dinámicas asamblearias, movi- • «Oportunismo» estratégico. Conviene asociar la espera de que, limitándose a escuchar y ob-
logo necesitará entrenamiento en el uso de mientos sociales, evaluación de intereses y las propuestas participativas a algún beneficio servar, la participación se dará sin más, el pro-
técnicas y formatos grupales, mediación en grupos de poder y otras similares. tangible o recompensa temprana: satisfacciones ceso se mantendrá por su propio impulso y los

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2 7 2 / Manual de psicología comunitaria Política y organización de la intervención comunitaria: participación e interdisciplinariedad I 2 7 3

problemas que surjan se resolverán por sí solos. es que la dinámica participativa desborde las CUADRO 8.5
Tal actitud, opuesta a la secular tendencia pro- expectativas iniciales del interventor exigien-
Potencial y límites de la participación
fesional a dirigir y controlar el proceso, puede do que éste reajuste su papel a la nueva reali-
ser, sin embargo, igualmente perniciosa si se dad. La medida en que el interventor acabe
quiere fomentar la participación productiva, que siendo innecesario no es, en todo caso, un «Produce» poder colectivo
suele necesitar impulso y dirección para no caer fracaso, sino, al contrario, la medida del éxito Potencial Activa y dinamiza a la gente, convirtiéndola en sujeto agente
Aporta pertenencia y relación social
en alguno de los vicios que ralentizan o esteri- del proceso, siempre que sea indicativo de que
Si funciona, genera cohesión social
lizan los esfuerzos participad vos. la comunidad se ha hecho cargo del proceso
• Evitar los vicios que aquejan a los procesos par- participativo y de que éste se dirige hacia el
Puede reducir eficacia objetiva de acciones en el corto y medio plazo
ticipativos, paralizándolos o desviándolos de sus logro de los objetivos planteados y no hacia la Puede hacer más lentos los procesos
verdaderos objetivos: las actitudes victimistas simple satisfacción complaciente de los propó- Límites y costos
Lleva tiempo y energía personal
y el «quejismo» generalizado («todo va mal», sitos del interventor o del colectivo dominante A veces exige redefinir tareas y reorganizar procesos
«no nos escuchan», «la administración no nos en la comunidad. Es decir, que se encamina en
entiende»...); la transferencia global de respon- la dirección de resolver el problema que inició
sabilidades a los demás (los políticos, «el ayun- la participación y no en la de «sentirse bien
tamiento», etc.); la trivialización de los temas y porque hemos participado», lo que equivale a En otras palabras, vista con ojos utilitaristas, la par- la colaboración entre disciplinas se estrellan una y
discusiones hacia las charlas insípidas e insus- desvirtuar el fenómeno participativo. ticipación es costosa en términos de tiempo y energía, otra vez. Y es que si, por una parte, se extiende la
tanciales en que la gente lo pasa bien pero ni se pudiendo suponer un engorro y una pérdida de efi- sensación de que el empirismo analítico y el indivi-
avanza ni se hacen propuestas; los enfrentamien- ciencia técnica a corto plazo. Requiere, además, un dualismo valorativo han encerrado a la ciencia y la
tos constantes e improductivos entre facciones o 6. POTENCIAL Y LÍMITES cambio de actitudes y procedimientos —que pueden práctica social en un callejón sin salida de fragmen-
grupúsculos como fruto de tensiones anteriores generar resistencias en función del cambio de rol im- tación y falta de sentido global (Bellah y otros, 1989),
o con la intención de controlar la situación, etc. La participación no es una panacea ni un artículo plicado—, así como una preparación previa en ambas la impronta de las potentes dinámicas dominantes
Aunque no haya una «receta» universal o infa- místico. Ya debe haber quedado claro que se trata de partes, interventor y comunidad. Sólo considerando —especialización, individualismo y competitivi-
lible y debemos esperar momentos viciados a un proceso sujeto, como cualquier fenómeno social, las «ganancias» de desarrollo humano, activación so- dad— y la novedad del tema colocan, por otra parte,
lo largo de los procesos participativos, el recor- a principios; un proceso trabajoso que exige replantear cial y facilitación del cambio que conlleva a largo al interventor en una difícil posición de practicar algo
datorio de las metas perseguidas y las acciones la intervención en su conjunto y que tiene un impor- plazo, podremos entender y justificar la participación —la multidisciplinariedad— que desconoce y que,
periódicas (con un sentido, no actuar por actuar) tante potencial positivo de cambio personal y social, y sus costos a corto plazo. El balance ventajas-des- al acarrear importantes cambios de rol, genera
pueden ser eficaces para salvar algunos de esos pero también límites y costos, unos y otros resumidos ventajas dependerá, en fin, de en qué medida lo con- grandes resistencias profesionales e instituciona-
vicios y remoras. Si éstos obedecieran, sin em- en el cuadro 8.5. Efectos potenciales positivos son la sideremos un medio para conseguir fines interventivos les. ¿Resultado? Aunque transversalidad y multi-
bargo, a causas más o menos «subterráneas», sensación de bienestar y, más importante, el senti- (en cuyo caso los costos son decisivos) o un derecho disciplinariedad están en el primer plano de la agen-
conviene confrontar directamente esas causas miento de la propia potencia y utilidad que se genera básico de la gente y un fin en sí, en cuyo caso los cos- da científica y social, son nociones difícilmente
para buscarles solución antes de seguir con las en los participantes y que puede contribuir decisiva- tos serán un tema menos importante. trasladables a la práctica diaria. Primero, porque son
tareas participativas. mente a su empoderamiento y activación como agen- temas apenas explorados que, cuando lo son, tienen
• Autonomía comunitaria y «eclipse» del inter- tes de mejora social. Por eso la participación es, como un tratamiento pragmático y ateórico poco prove-
ventor. En general, y en los supuestos viciados se ha indicado, un vehículo importante de desarrollo 7. INTERDISCIPLINARIEDAD: choso para el avance de lo teórico o la práctica; se-
citados, conviene reconducir constantemente personal y de cambio social en el nivel macro que ORGANIZANDO LA COOPERACIÓN gundo, por estar lastrados por una retórica de cambio
el proceso en la dirección de la autorrespon- debe complementar la función potenciadota de la re- ENTRE PROFESIONES de paradigma que no aporta «datos» teóricos y prác-
sabilización comunitaria y evitar que la par- lación igualitaria en el nivel micro. ticos que permitan trabajar en la realidad, y. tercero,
ticipación se reduzca a la expresión catártica No debemos, sin embargo, ignorar los costos y Como ya se dijo, la multidisciplinariedad es una por la falta de apoyo institucional necesario'para po-
o victimista de problemas. En otras palabras, límites de la participación, mayormente ligados a su forma de síntesis práctica y teórica adoptada por las der experimentar apropiadamente con esas nociones
hay que tratar de que la comunidad se respon- conflicto potencial con la eficacia de la acción, más profesiones sociales en respuesta a la transversalidad en un contexto social adverso.
sabilice de sus problemas y se embarque en específicamente con las modificaciones que la parti- y complejidad de los temas y problemas sociales, si Trato en estas páginas de ampliar los análisis exis-
la búsqueda de soluciones en lugar de quejar- cipación exige introducir en el contenido y proceso bien existe aquí, como en otros aspectos de la prác- tentes a partir de lo ya publicado anteriormente (Sán-
se. El interventor debe procurar que la acción de la intervención que pueden reducir significativa- tica comunitaria, una inquietante brecha entre el ideal chez Vidal, 1993b) justificando el tema desde sus
movilizadora sustituya a la queja improducti- mente en el corto plazo la eficacia de las acciones y de colaboración «mandado» y ciertas tendencias so- causas y delimitando el concepto y los grados de
va y autocomplaciente. El «riesgo» opuesto complicar y ralentizar la forma de llevarlas a cabo. ciales contra las que los intentos de hacer realidad colaboración disciplinar, describiendo después la es-

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2 7 4 / Manual de psicología comunitaria Política y organización de la intervención comunitaria: participación e Interdisciplinariedad I 2 7 5

tructura funcional y el proceso de la acción multi- desconocidos, de forma que la «división del cia respuestas integradas. Así es que, en el y competitivo que tan eficazmente trasmite el mun-
disciplinar y señalando tanto su potencial como sus trabajo» disciplinar —qué competencias pro- campo social, la interdisciplinariedad es un do académico y social actual y que tan difíciles
límites y costes. El número 97 de la Revista de Tra- fesionales están involucradas— no está clara, intento de recomponer el rompecabezas espe- resultan de desterrar una vez establecidos.
bajo Social está dedicado a la multidisciplinariedad con lo que el abordaje especialista no tiene ga- cialista en una gestalt que dé sentido global a Se puede ilustrar la complejidad dimensional y
en el trabajo social. rantías de éxito. Así, en asuntos como el mal- las piezas disciplinares inconexas y sin senti- la conveniencia (y dificultad) del enfoque multidis-
trato, la droga, el sectarismo, el paro, la parti- do por sí solos. Se trata, pues, de una necesi- ciplinar con asuntos como el maltrato de género o
cipación o la prevención —o casi cualquier otro dad práctica esencial, sobre todo en un campo, la droga. Así, en el maltrato podríamos identificar
7.1. Justificación: las razones tema social mínimamente complejo—, las fron- el comunitario, que, según se dijo, busca so- dimensiones culturales (machismo, sumisión feme-
de la multidisciplinariedad teras entre temáticas disciplinares son, al con- luciones integrales e integradas. nina), relaciónales o familiares (vínculos afectivos
y sus dificultades trario que en las especialidades tradicionales, • El enfoque temático no disciplinar. El trabajo y aprendizaje familiar del manejo de las relaciones),
borrosas o simplemente inexistentes. integral exige como condición previa que las psicológicas (impulsividad, tolerancia al estrés u
¿Qué justifica hoy en día la colaboración e in- Las dificultades de la especialización. El pro- tareas tengan una orientación temática, no dis- otras), policiales y penales (violencia y violaciones
tegración disciplinar en contra de las corrientes a blema del modelo especialista es que todas las ciplinar, de forma que las competencias o apor- de la ley) y económico-legales (dependencia o auto-
la especialización y el atomismo analítico que han facilidades que da para profundizar en el aná- taciones concretas de cada disciplina o profe- nomía económica de la víctima, estatuto jurídico de
prevalecido en la ciencia y técnica modernas? ¿Qué lisis (y actuación consiguiente) se tornan difi- sión no tienen sentido en sí mismas sino en la mujer). También en la droga convergen, sin una
razones o motivos la aconsejan y cuáles la dificul- cultades para integrar las aportaciones atomi- función de una cuestión u objetivo compartidos delimitación clara de fronteras, varias dimensiones
tan? Las siguientes, abreviadas en el cuadro 8.6: zadas que hace cada especialista, de tal forma por todos y a los que, por tanto, se subordinan y disciplinas: sociológicas (desintegración social,
que el modelo resulta inapropiado para encarar las aportaciones de cada disciplina, lo que, valores consumistas y hedonistas dominantes, etc.);
• Complejidad social. Los problemas y cuestio- problemas y situaciones que requieren respues- como se ve, exigirá una redefinición de las ta- económicas (tráfico ilegal, «rentabilidad» económica
nes sociales, siempre heterogéneos y multidi- tas teóricas o prácticas unitarias o, cuando me- reas y papeles profesionales y una reorientación del tráfico...); jurídicas (ilegalidad o penalización del
mensionados, demandan abordajes analíticos nos, coherentes. valorativa y administrativa de los servicios e tráfico o consumo de drogas); psicológicas y psico-
y prácticos pluridisciplinares. En su abordaje La exigencia de integralidad. La cooperación instituciones que materializan las acciones so- sociales (efectos tranquilizantes o euforizantes de
deberían entonces reunirse, idealmente, tantas disciplinar es, a la postre, un sistema de sín- ciales. la droga, dependencia, presión del grupo de pares,
disciplinas o profesiones como dimensiones tesis e integración de los fragmentos analíticos déficit de modelos de rol, afirmación adolescente a
básicas se puedan identificar, ya que cada una y operativos resultantes del exceso de espe- Pero no es sólo eso: la interdisciplinariedad su- través de la trasgresión de la norma, etc.); o biofísicas
de ellas sería insuficiente por sí sola para ana- cialización —originado en la ciencia natural pone, como ya se habrá ido intuyendo, un replan- (problemas ligados a la administración y abuso de
lizar o solucionar el asunto en cuestión. y física—, patéticamente insuficiente para la teamiento epistemológico del enfoque empírico, la droga, abstinencia, etc.). Así es que una interven-
• Nuevos problemas y retos sociales, cuyos de- ciencia y la práctica social, cuya complejidad especialista y atomizador de la ciencia y la tecno- ción integral (completa) en un problema de maltrato
terminantes y soluciones son generalmente y conectividad relacional exigen con frecuen- logía. Una reformulación que cuestiona la forma o droga habrá de contemplar esas facetas básicas
de conocer y actuar que ha servido para desarrollar e involucrar a expertos o profesionales (sanitarios,
explosivamente las ciencias naturales y físicas des- psicológicos, policiales y judiciales, etc.) en cada
CUADRO 8.6
de el Renacimiento pero que, como se ve, resulta faceta o, al menos, en las principales.
Interdisciplinariedad: justificación y obstáculos inapropiada para encarar la complejidad y dispari-
dad del mundo social. Señala, en fin, un camino de
Complejidad y multidimensionalidad de acción y cuestiones sociales «desespecialización» contra la atomización espe- 8. GRADOS DE COLABORACIÓN
Enfoque temático no disciplinar: centrado en el tema o problema, no en las competencias cialista, de gran eficacia en la ciencia natural y fí- DISCIPLINAR
profesionales sica pero inapropiado para la ciencia humana y so-
Justificación Temas psicosociales nuevos y desconocidos cial. De la situación contracorriente descrita se Las distintas formas de colaboración disciplinar
Transversalidad y difusión de las fronteras disciplinares en los temas sociales derivan, por otro lado, las dificultades, antes apun- representan grados de aproximación al ideal último
Excesiva especialización científica y técnica: dificulta integración de aportaciones tadas, que la práctica de la colaboración disciplinar de integrar aportaciones diversas en la dirección mar-
Exigencia de integralidad de análisis y acción social cada por objetivos comunes. Multidisciplinariedad,
y profesional encuentra. No resulta fácil trabajar en
los márgenes de las disciplinas y profesiones pode- interdisciplinariedad y transdisciplinariedad designan
Fuerte tradición del trabajo especialista rosas y ya establecidas, con temas complejos o poco grados crecientes de integración disciplinar. ¿Pode-
Fragmentación analítica del enfoque empírico dominante mos identificar unas condiciones precisas para que
Obstáculos conocidos; ni primar la cooperación entre personas
Prevalencia de individualismo y competitividad: dificultan la cooperación personal y la
integración disciplinar y la integración de conocimientos y acciones sobre se dé en uno u otro grado la colaboración disciplinar?
los hábitos de trabajo especialista, individualizado Sin perjuicio de especificarlas y ampliarlas más ade-

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lante (cuadro 8.9), los requisitos generales de la co- Como se ve, incluso las condiciones mínimas ma de colaboración más común y visible, y el mero de un equipo que funciona, por tanto, como conjunto
laboración entre especialistas son: para colaborar multidisciplinarmente son difíciles reparto de casos por disciplinas, un remedo frecuen- operativo unitario. El citado «desbordamiento» de
de reunir en la realidad. Así es que es más correcto te de la verdadera colaboración disciplinar. las fronteras disciplinares permite la fertilización y
• Un marco conceptual y operativo común que verlas como un punto de llegada (aunque sea inicial enriquecimiento mutuo entre disciplinas, así como
permita entender globalmente el asunto de in- de cara al trabajo externo) que de partida, ya que Multidisciplinariedad. Se da aquí una colabo- configuraciones parciales nuevas que pueden supo-
terés y situar las distintas aportaciones profe- requieren de los profesionales un período de prue- ración «horizontal» de disciplinas (teóricas o prác- ner avances en la comprensión de, e intervención
sionales. ba y acoplamiento mutuo al diferir considerable- ticas) que se reúnen para trabajar de manera coor- en, los fenómenos de interés.
• Un acuerdo global para distribuir el conjunto mente de los hábitos y expectativas sociales trans- dinada: se trata de una «simple» yuxtaposición o
de tareas involucradas y establecer los corres- mitidos en la formación académica, pensada, no lo mosaico de distintas «piezas» que permanecen casi Transdisciplinariedad (un ideal más que una
pondientes papeles de manera que las distintas olvidemos, para la especialización, no para la in- intactas. Usando los dos aspectos analíticos que realidad cotidiana): se quiebran aquí las fronteras
aportaciones teóricas y prácticas puedan ser terdisciplinariedad. luego se distinguirán, en el plano interno (el equipo entre disciplinas o profesiones obteniendo integra-
articuladas en una acción coherente —y si Multidisciplinariedad, interdisciplinariedad y multidisciplinar), la unidad de trabajo sigue siendo ciones globales a través de las profesiones y alcan-
puede ser unitaria— con las menores interfe- transdisciplinariedad designan grados crecientes de el profesional individual, no el equipo, y en el pla- zando, además, un lenguaje y una metodología co-
rencias conceptuales, organizativas y perso- integración disciplinar. Examinemos brevemente sus no externo (el output que el equipo «entrega» a la munes y diferenciados de las jergas y técnicas
nales posibles. características —recogidas en el cuadro 8.7— a par- comunidad) no se produce una acción operativa in- particulares de cada profesión o disciplina.
• Un mínimo lenguaje común que haga posible tir de la descripción de Porcel (1985) y notando que tegrada sino, más bien, un conjunto de aportaciones Es obvio, por lo narrado, que nos basta con los
tanto la comunicación interna (entre los miem- la trasdisciplinariedad es más un ideal, casi un artícu- profesionales más o menos conectadas según el gra- dos primeros términos para describir los intentos
bros de un equipo que tienen distintas jergas lo de fe, que una realidad tangible: de hecho, que un do de coordinación alcanzado. reales de colaboración disciplinar. En la gran ma-
profesionales) como externa con la comuni- equipo de trabajo alcance la interdisciplinariedad ya yoría de esos intentos encontraremos la forma de
dad. es una rareza, siendo la multidisciplinariedad la for- Interdisciplinariedad. Aquí, además de una coordinación que hemos llamado multidisciplina-
coordinación «horizontal» efectiva, existe una in- riedad, alcanzándose más raramente y en el medio
tegración «vertical» del producto social del equi- y largo plazo grados variables de integración inter-
CUADRO 8.7 po. En el plano interno se trasciende la mera cola- disciplinar y, sólo muy excepcional y puntualmen-
boración entre disciplinas de manera que, aunque te, la nueva gestalt transdisciplinar que supere y
Grados: multidisciplinariedad, interdisciplinariedad, transdisciplinariedad ésas mantienen sus perfiles propios, sus fronteras trascienda el conjunto disciplinar de partida.
se hacen permeables permitiendo intercambios e
Grados Descripción integraciones significativas a través de disciplinas
que hacen aflorar nuevos significados y formas de 9. LOS COMPONENTES
Cooperación «horizontal» de disciplinas > mosaico operar, gestalts teóricas y prácticas. De manera que, DE LA ACCIÓN MULTIDISCIPLINAR
Multidisciplinariedad Unidad de trabajo > profesional individual a diferencia de mera colaboración disciplinar, en la
Conjunto de acciones coordinadas, no acción (output) integrado y unitario interdisciplinariedad todos comparten los fines de En la acción multidisciplinar coexisten (véase
la acción, siendo los objetivos marcados únicos para el cuadro 8.8) dos aspectos diferenciados, pero re-
Cooperación horizontal de personas e integración trasversal y «vertical» de lo produ- todos, y la unidad de trabajo el equipo, no sus miem- lacionados, que conviene distinguir a efectos de
cido bros individuales. Existe, por otro lado, una división análisis y dinámica: el contenido de la acción y el
Permeabilidad de fronteras disciplinares: permite intercambios y gestalts parciales funcional efectiva del trabajo que permite asignar proceso psicosocial que «soporta» ese contenido.
Objetivos compartidos por todos las tareas a realizar a los roles profesionales, a partir
Modelo común de comprensión/intervención de un modelo interventivo o conceptual compartido Contenido técnico de la acción: qué es lo que
Interdisciplinariedad
Unidad de trabajo > equipo interprofesional que permite situar aproximadamente el lugar y apor- se va a hacer para abordar la cuestión (rrialtrato,
Referente básico > el tema, no la competencia profesional
taciones de cada profesión en el proceso global, aun droga, participación...) a tratar. El contenido espe-
División funcional del trabajo (no forzosamente ligada a disciplinas)
Output (acción/investigación) integrado y unitario cuando las distintas profesiones conserven su jerga y cífico de la acción multidisciplinar depende del
Se conserva lenguaje y metodología de cada disciplina metodología propios. Siendo el referente básico de la asunto concreto que determina la composición del
acción (o la investigación) el tema o asunto externo equipo y es, como «objeto de trabajo», compartido
Desaparecen las fronteras disciplinares (fusiones) (el maltrato o la droga) y no las profesiones o los por todos, aunque cada profesional lo verá de acuer-
Transdisciplinariedad Integraciones comprensivas/operativas nuevas, globales métodos más o menos específicos de cada una —que do con la particular percepción selectiva —antro-
Lenguaje y metodología común superando lenguajes y métodos de cada disciplina han de estar subordinados al proceso interventivo pológica, económica, psicológica, sociológica...—
global—, se genera un output interventivo integrado que caracterice a su disciplina. Tal «construcción»

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2 7 8 / Manual de psicología comunitaria Política y organización de la intervención comunitaria: participación e interdisciplinariedad I 2 7 9

CUADRO 8.8 experiencia previa positiva de trabajo grupal. El li- multiprofesional son: establecer procedimientos
Colaboración disciplinar: estructura y componentes dinámicos (Sánchez Vidal, 1993) derazgo aceptado por el grupo será vital para faci- para definir objetivos aceptables para sus miembros
litar el acoplamiento y dinámica interdisciplinar y (pero también para la institución de que son parte)
Cualidades relevantes
las ambigüedades y roces que comporta. y distribuir racionalmente las tareas precisas para
alcanzar esos objetivos en base a la competencia
Profesional: el papel social efectivo construido real (no nominal) de sus miembros. Si el equipo no
Contenido técnico «Objeto de trabajo» (asunto de interés) compartido por todos los profesionales pero
alrededor de los conocimientos y competencias realiza con un mínimo de eficacia estas funciones,
«construido» de forma distinta por cada uno
pero, también, del prestigio y poder social acumu- difícilmente podremos hablar de trabajo interdisci-
lado por el gremio profesional. Aspectos profesio- plinar; se tratará, todo lo más, de un grupo plural
Proceso psicosocial
nales importantes en la acción multidisciplinar son: de discusión de temas y tareas.
el estatus socialmente reconocido a la profesión y
Nivel personal Aptitud para compartir y cooperar, seguridad en sí mismo, identidad flexible, capacidad su poder colegial, la validez y aplicabilidad de los Socioinstitucional y organizativo: nivel ya muy
de liderazgo, experiencia de colaboración
conocimientos y técnicas que pueden considerarse complejo que, en la medida en que funciona como
Estatus, validez de conocimiento y eficacia técnica, tolerancia a ambigüedad de rol, propios, la tolerancia a la ambigüedad del papel y sistema de facilitación conductual, puede ejercer
Profesional
poder gremio profesional la apertura a la redefinición de ese papel profesio- una influencia enorme en los otros niveles, a la vez
nal. También aquí podrían señalarse unas condicio- que es influido por el conjunto de esos niveles.
Grupal Liderazgo, dinámica integradora o conflictiva, autonomía funcional respecto institución, nes óptimas (cuando esos aspectos sean máximos Factores y procesos organizativos e institucionales
comunicación y autoevaluación o más favorables) y unas condiciones indeseables relevantes para la interdisciplinariedad serán: la
(con el nivel mínimo o más desfavorable) para la ideología política y social que guía a la institución
Institucional y social Ideología social, claridad del encargo, sistemas de jerarquización e incentivos, per- dinámica interdisciplinar. Hay que notar, sin em- y marca sus objetivos básicos; los sistemas de prio-
meabilidad a deseos y demandas sociales bargo, dos tipos diferentes de aspectos que pueden rización de tareas; la relevancia relativa de lo po-
generar conflictos grupales: unos, lógicos, ligados lítico y lo profesional en el esquema organizativo
a los conocimientos y habilidades propios de cada global; la claridad del encargo institucional que se
diferencial de la «realidad» social, junto a la jerga embargo, distinguir otros niveles (por encima y por profesión; otros, no lógicos, ligados al poder o es- trasmite a los equipos profesionales de trabajo; los
propia de cada disciplina, genera «versiones» dis- debajo del equipo) cuyas cualidades han de ser teni- tatus social reconocido (que sólo en parte está li- sistemas de jerarquización y de promoción interna
tintas del asunto abordado y contribuye a crear dis- das en cuenta al analizar y organizar la dinámica de gado a los primeros). Es frecuente que, aunque los (y el grado en que esos sistemas están relacionados
tancia social entre los miembros del equipo pluri- la colaboración disciplinar. Se trata (cuadro 8.8), en enfrentamientos del equipo se presenten como con- con las titulaciones profesionales); el nivel de re-
disciplinar a la hora de relacionarse y trabajar. orden de complejidad creciente, de los siguientes. flictos de conocimiento y competencia profesional, cursos; los canales internos de comunicación y
sean, en realidad, episodios de lucha por el poder cambio de normas; la permeabilidad a las deman-
El proceso psicosocial subyacente que sirve de Personal: las personas «portadoras» de los pa- personal o el estatus profesional que pueden blo- das y las reacciones del entorno social o la auto-
matriz y soporte dinámico común de la acción in- peles disciplinares. Las cualidades personales rele- quear, si no son resueltos y negociados, el progreso nomía de que disponen los profesionales a la hora
terdisciplinar. Se trata del aspecto interno, psicoso- vantes para la dinámica y funcionamiento interdis- hacia la integración disciplinar. de marcar objetivos concretos de acciones o distri-
cial, del trabajo multidisciplinar. Es el resultado de ciplinar —en buena parte ligadas a la flexibilidad buir tareas. La acción interdisciplinar será, en prin-
las características previas y la interacción de los con que se conectan persona y papel disciplinar— Grupal: el «centro» de la dinámica pluridisci- cipio, favorecida por una institución u organización
diversos niveles sociales participantes: personal, son: tendencia a compartir y cooperar, la capacidad plinar. Aspectos grupales destacables de cara a esa en que: exista una ideología favorable al trabajo
profesional, grupal, institucional. Interacción tanto empática de percibir y aceptar las posiciones de los dinámica son: el liderazgo existente, las vías de social de amplio espectro, se reconozca la impor-
horizontal —entre unidades del mismo nivel, pro- otros, el nivel de seguridad personal, la tolerancia a comunicación y resolución de conflictos, las opor- tancia de la eficiencia técnica y su independencia
fesionales o grupos— como vertical, entre distintos la ambigüedad y la capacidad de liderazgo y la ex- tunidades formales o informales de aprendizaje co- del escalón político, los equipos tengan un encargo
niveles: institución y el profesional o profesión y periencia previa de trabajo interdisciplinar. Una per- mún, los sistemas de retorno y autoevaluación del relativamente claro y estén dotados de los medios
cada profesional individual. sona tendrá un mayor potencial de «productividad» grupo, el grado de autonomía que tiene para definir adecuados, los sistemas de jerarquización no sean
en el trabajo interdisciplinar en la medida en que: sus objetivos y las tareas a asignar a sus miembros de base principal —o exclusivamente— profesio-
Niveles. El equipo multidisciplinar, titular habi- tenga mayor disposición a compartir y trabajar coo- y la posible «penetración» en el grupo de los siste- nal, etc. Lo contrario (jerarquía de base profesional,
tual del trabajo multidisciplinar, puede ser definido perativamente con otros, haya establecido razona- mas institucionales de jerarquización (por ejemplo: impermeabilidad respecto del entorno social, ideo-
como un conjunto coherente de papeles profesiona- blemente su propia seguridad e identidad, tenga to- los médicos deciden y las enfermeras escuchan, el logía estrecha o superespecialista de la acción so-
les orientados hacia una tarea que interactúan en un lerancia a la ambigüedad, esté abierta a la discusión psicólogo depende, o no, organizativamente del psi- cial, etc.) desincentivará el trabajo interdiscipli-
contexto social pautado (institucional). Conviene, sin y el cambio en sus puntos de vista y haya tenido una quiatra, etc.). Dos competencias básicas del equipo nar.
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10. PROCESO Y CONDICIONES estructurales descritos, que, como se ha indicado, CUADRO 8.9
pueden modificar sustancialmente el proceso psi-
Maruny (1990) ha descrito el proceso de consti- cosocial resultante. Condiciones que posibilitan/facilitan la colaboración disciplinar
tución de un grupo interdisciplinar en cuatro etapas: Ha de quedar claro, en todo caso, que el trabajo
interdisciplinar es un último paso de un proceso que Marco conceptual común de comprensión del asunto de interés - permite situar la aportación de cada dis-
• Reivindicación del lugar de trabajo a partir de ha de ser precedido por un laborioso período de ciplina
la competencia con otras profesiones y de la acoplamiento mutuo de los profesionales que per- Lenguaje compartido para comunicarse internamente
lucha por encontrar un espacio propio tratando mita forjar una cierta identidad grupal como paso Acuerdo organizativo para asignar roles y tareas
con frecuencia de «desplazar» al competidor. previo para trabajar juntos con eficacia razonable Diferenciación y complementariedad de los conocimientos y destrezas profesionales
Igualación de poder/estatus — ^ crea clima de libertad para hacer aportaciones
• Competencia por el poder y el liderazgo del y sin excesivos conflictos. Un período durante el
campo (que, como ya se ha señalado, enmas- cual el grupo vivirá relativamente «ensimismado»
cara con frecuencia los verdaderos problemas estableciendo su nueva identidad, autoseguridad, papeles profesionales (o sea, su difusión en el que la matriz psicosocial sea común e igualadora para
interdisciplinares) y, más adelante, por la di- misión a cumplir y reglas de funcionamiento inter- «magma» multidisciplinar) de forma que «todos todos, pero los contenidos de las aportaciones, dife-
rección y gestión de los centros y servicios en no, por lo que su eficiencia funcional hacia el ex- hacen de todo» y que la contribución de cada rentes y complementarios (es decir, aditivos).
que trabajan los profesionales. terior se verá casi siempre reducida. En la medida profesional no es diferenciada; ésa es una falsa
• Debate sobre la identidad profesional del gru- en que ese período es necesario para el bienestar simplificación de la multidisciplinariedad que
po que se ve complicada por el replanteamien- del grupo y para su eficaz funcionamiento posterior, en vez de conducir al enriquecimiento (un todo 11. POTENCIAL Y COSTOS
to del objeto de trabajo y por la adopción de debe ser previsto y facilitado por la institución u que es más que la suma de las partes) acaba
una de las dos soluciones generales posibles: organización de que es parte el grupo a través de la empobreciendo al conjunto (que es menos que Ya se puede ver, por todo lo dicho, que la mul-
adaptar el objeto de trabajo a las habilidades supervisión (y asesoría externa cuando sea preciso) la suma de las partes). tidisciplinariedad ni es una panacea salvadora ni es
del profesional; o adaptar esas habilidades al y el apoyo explícito al proceso. Ello deberá reducir • Que los profesionales hacen sus aportaciones «gratis». Es, más bien, otra forma de trabajar con
objeto de trabajo redefinido, es decir, formarse. tanto las tensiones internas ligadas a los cambios en pie de igualdad reconociéndose a ésas la importantes potencialidades pero, también, con lí-
• Análisis interdisciplinar del objeto de trabajo. como la esperable baja de productividad externa; y misma validez de principio, con independencia mites y costos (unos y otros resumidos en el cuadro
Una vez alcanzada la seguridad de los profe- es esa productividad lo que la comunidad espera, a de la profesión y categoría organizativa, res- 8.10) a considerar en cada caso. Entre los beneficios
sionales en sí mismos y en sus instrumentos la postre, de la institución y los profesionales: que pecto de las cuales han de estar igualados. Y potenciales figuran:
técnicos y establecida una cierta tolerancia a sean eficaces, que les ayuden a resolver problemas es que la práctica multidisciplinar es, en los
la ambigüedad, aquéllos pueden centrarse en y alcanzar sus aspiraciones colectivas. aspectos sociales, profundamente igualitaria; • Ampliar los conocimientos sobre los temas de
la realidad externa y alcanzar un estadio de será pues preciso algún tipo de acuerdo insti- interés, obteniendo idealmente una visión glo-
razonable integración mutua y redefinición Condiciones. ¿Se pueden sintetizar los distintos tucional (o, al menos, grupal) para que sus bal de esos temas no disponible desde los pun-
común del campo de trabajo. requisitos y condiciones técnicas y psicosociales miembros renuncien —en la colaboración mul- tos de vista parciales de cada disciplina, lo
ya citadas de la colaboración multidisciplinar (mar- tidisciplinar al menos— al poder o los privile- que acaba conduciendo a una «fertilización»
Acoplamiento psicosocial y apoyo institucional. co operativo común y acuerdo global para repartir gios derivados de la jerarquía profesional o de o enriquecimiento mutuo, interdisciplinar, in-
Ya se ve que lo que se está aquí describiendo real- tareas y otros) de forma que captemos la esencia de cualquier otro tipo. Una condición tan difícil accesible a cada disciplina por separado. Esto
mente es la incorporación de una profesión «nueva» lo que implica esa colaboración? Simplificando la de cumplir como potencialmente revoluciona- es, el psicólogo, el trabajador social y el pe-
(como la psicología) a un área de trabajo (en que propuesta de Rueda (1985), podemos resumir en ria si se lleva a cabo —o, al menos, se busca dagogo pueden enriquecerse mutuamente, sin
se inserta como una cuña) ya «ocupada» por otras dos las condiciones básicas del trabajo multidisci- seriamente— para democratizar la vida social abandonar sus papeles respectivos pero obte-
profesiones más asentadas como la medicina con plinar (véase el cuadro 8.9): de una institución u organización. niendo una visión integradora que cada pro-
las que ha de «competir». Es una visión que resal- fesión por sí misma nunca alcanzaría
ta, en clave de conflictos de poder, los avatares so- • Que los conocimientos y destrezas aportados Estas dos condiciones se refieren, como se ve, a • El abordaje integrado e integral (complemen-
ciales del paso del trabajo especialista, unidiscipli- por los distintos profesionales sean diferentes los dos aspectos (contenido técnico y proceso psico- tario y totalizador) tan necesario en los asun-
nar, al multidisciplinar, así como las modificaciones y complementarios, de forma que, idealmente, social) distinguidos en la acción multidisciplinar cu- tos sociales en que la acción especialista va a
que, al recorrer el camino, sufre la profesión. Una el conjunto de saberes y habilidades reunidos yos requisitos son, de otra forma, que haya una dife- resultar siempre segmentadora y parcial.
visión que, como se indica, no debe ocultar las «ver- por el equipo abarque los aspectos conceptua- renciación en el contenido técnico (de forma que las • La redefinición potencial de disciplinas y pro-
daderas» dificultades (ligadas a factores técnicos, les y prácticos de la globalidad de situaciones aportaciones de los profesionales sean aditivas) pero fesiones no en función de sus propios métodos
ya descritos) del trabajo multidisciplinar y que debe, a que el equipo se ha de enfrentar. No estamos, una igualación en las condiciones psicosociales des- y enfoques sino de criterios externos: los in-
por tanto, ser matizada a partir de los componentes pues, abogando por igualar el contenido de los de las que se hacen las aportaciones. O, si se quiere, tereses y necesidades sociales. Aunque el
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abandono del «egocentrismo» disciplinar (véa- Los límites o dificultades del trabajo multidisci- pueden exigir cambios organizativos impor- participantes se quemen (burnout) y la efi-
se el mundo desde nuestras propias lentes) plinar son, en buena parte, el reverso de los beneficios tantes, algo que, lejos de ser negativo, puede ciencia global del grupo disminuya en vez de
exige trabajosos cambios de enfoque y papel, descritos o sus costos psicológicos y sociales. propiciar la democratización de instituciones aumentar. La conflictividad y los enfrenta-
conlleva también interesantes beneficios inte- y organizaciones demasiado burocratizadas y mientos pueden hacerse endémicos. El papel
lectuales y sociales, ligados a la exigencia de • Los cambios del papel y las tareas discipli- replantear las relaciones entre sus profesionales profesional puede verse, en fin, confundido y
utilidad del conocimiento usado y a la asun- nares exigidos para trabajar en función de la e, incluso, entre éstos y la comunidad. desdibujado en vez de clarificado en el pro-
ción de responsabilidad por los asuntos de la totalidad definida por el tema de interés y de Conflictividad, pérdida de eficiencia y difusión ceso. Naturalmente que esos problemas pue-
comunidad. los otros profesionales que son parte, también, de rol. Si el grupo no funciona bien o no exis- den ser fruto transitorio del período inicial de
La reformulación de las tareas y papeles dis- del proceso. te un mínimo de convergencia y sintonía entre acoplamiento del grupo pudiendo, y debiendo,
ciplinares desde la interdepencia, no desde • Tiempo y energía. En el trabajo interdisciplinar sus miembros, es probable que se generen ro- solucionarse con apoyo institucional y profe-
una supuesta, y falsa, autosuficiencia profe- las reuniones se multiplican. Si los resultados ces y tensiones, aumente el riesgo de que sus sional externo.
sional. No se trata sólo de una lección de hu- producidos son superiores a la suma del traba-
mildad para las disciplinas y profesiones, sino jo individual (en la eficacia externa de la ac-
de reafirmar la realidad de su dependencia ción, en la producción de conocimiento rele- RESUMEN
mutua, tan fatuamente negada desde las pre- vante y en el proceso de ajuste psicosocial del
tensiones de individualismo y competitividad equipo), se producirá una ganancia real a largo
que dominan en el día a día las disciplinas y plazo. Si no, se estará perdiendo, de forma que 1. Participar es tomar parte en una actividad o ción informal necesita organización para durar
sus relaciones. la eficiencia relativa del proceso interdiscipli- proceso. La participación encarna la dimensión y ser eficaz, pero los canales institucionales u
El trabajo multidisciplinar aporta un formato nar será más negativa que positiva. política de la intervención comunitaria, de la organizativos serán cauces estériles si no co-
psicosocial apropiado para resolver roces y • Organización. Las tareas y esfuerzos organiza- que es condición esencial: sin participación nectan con problemas y anhelos reales de la
conflictos profesionales que sin el contacto tivos y de coordinación se multiplican, la auto- no podemos llamar a una acción «comunita- gente.
real o no se plantean o se arrastran y agra- nomía de funcionamiento institucional puede ria». Su significado concreto depende de la 4. La participación no es un artefacto mágico, sino
van en la distancia y el prejuicio. Bien es verse mermada y los procesos de toma de de- importancia social de la actividad en que se un fenómeno regido por reglas que se da en un
verdad que el trabajo multidisciplinar crea cisiones y realización de las tareas pueden alar- participa, del significado subjetivo para los contexto social complejo cuya singularidad
también problemas que no se darían si no se garse, a veces considerablemente. Y es que las colectivos que la llevan a cabo y de la eficacia, debe examinar el interventor, siendo conscien-
reunieran distintos profesionales que tratan exigencias (igualación, redefinición de tareas y los resultados, de la acción participativa. te de que: puede haber discrepancias entre sus
de colaborar. roles, etc.) de la colaboración multidisciplinar 2. La participación es uno de los pilares para le- objetivos (cambio social) y los de la gente (re-
gitimar la intervención comunitaria: establece laciones y pertenencia social); la gente ya par-
el carácter comunitario de la acción (protago- ticipa en la vida social de muchas formas; no
CUADRO 8.10 nizada por la comunidad) y es un «vehículo» todas las actividades son igualmente aborda-
Beneficios y costes potenciales de la colaboración disciplinar de desarrollo humano. Es, también, una estra- bles, por métodos participativos, siendo a veces
tegia para facilitar el cambio social que trans- necesario modificar estructuras administrativas;
Ampliación de conocimientos y visión totalizadora (gestalt) de temas forma a las personas en sujetos agentes y po- las exigencias excesivas de participación pue-
Enriquecimiento interdisciplinar tentes; para el psicólogo implica compartir el den resultar contraproducentes, generando re-
Abordaje integrado e integral de asuntos sociales poder con los otros; para la comunidad, acce- chazo y mermando la eficacia de las acciones
Beneficios der al poder. en el corto y medio plazo.
Redefinición de disciplinas y profesiones a partir de intereses y necesidades sociales
Reformulación de las tareas y papeles disciplinares desde la interdepencia 3. La participación está presente de distintas for- 5. En la práctica de la participación comunitaria
Formato psicosocial apropiado para resolver roces y conflictos profesionales mas en la vida social. La participación desde se recomienda: partir de las necesidades e in-
abajo, propia de la acción comunitaria, reco- tereses de la gente, verla como un proceso de
Necesidad de replantear el papel y tarea disciplinar en función de la totalidad y los otros ge las necesidades e intereses de la gente. La aprendizaje dinámico que exige, además de
Multiplicación de reuniones participación «mandada» desde arriba es guia- actitudes favorables y cooperativas de las dis-
Tiempo y esfuerzo personal da por objetivos, usa canales institucionales tintas partes, una formación técnica del psicó-
Costes Aparición de conflictos y roces de competencias profesionales y de poder y estatus de las preexistentes y se hace a través de organiza- logo comunitario. En el proceso participativo
distintas profesiones
ciones. Son dos caras necesarias y comple- conviene que el interventor: «muestre» bene-
Exige un período de acoplamiento
Puede exigir redefinir procesos y reorganizar servicios mentarias de la misma moneda: la participa- ficios tempranos tangibles que sostengan el

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r
I
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esfuerzo a la larga; combine objetivos concre- como unidad efectiva de trabajo. En la trans- redefinición de profesiones y disciplinas en desde un punto de vista más totalizador y de
tos con actividades; «rompa el hielo» social y disciplinariedad desaparecen las fronteras función de las prioridades sociales (no de las reorganizar estructuras y servicios; la apari-
facilite la solidaridad colectiva; evite tanto el entre disciplinas dándose integraciones glo- propias) y el aporte de un formato psicosocial ción de roces y conflictos de poder y com-
intervencionismo innecesario en la marcha del bales y generándose conocimientos, lengua- apto para resolver los conflictos interdisci- petencia, y la multiplicación de las reuniones
proceso como el «seguidismo» pasivo del gru- jes y métodos nuevos superiores de los de plinares. Entre sus costes y límites figuran: con la consiguiente demanda de tiempo y es-
po; vigile los vicios (victimismo, queja gene- cada disciplina. La multidisciplinariedad es la necesidad de replantear los papeles y tareas fuerzo personal.
ralizada, disputas constantes, discusiones tri- la forma más frecuente de colaboración dis-
viales) típicos de las dinámicas asamblearias; ciplinar; la interdisciplinariedad es un logro
ayude a abrir canales de comunicación de aba- parcial e infrecuente, y la transdisciplinarie- TÉRMINOS CLAVE
jo arriba, y asegure su autoestima para que no dad, casi un artículo de fe.
perjudique la dinámica participad va. 9. La acción multidisciplinar está formada por
6. La participación tiene beneficios y límites po- un contenido técnico, el «objeto de trabajo» Multidisciplinariedad
tenciales. Ventajas potenciales son la genera- Participación social
común a todos, y un proceso o matriz psico- Interdisciplinariedad
ción de poder colectivo, activación colectiva, Participación desde abajo
social de soporte con varios niveles: perso- Transdisciplinariedad
el aporte de sentimiento de pertenencia y re- Participación desde arriba
nal, papel profesional, grupal (equipo multi- Componentes de la colaboración discipli-
lación y cohesión social. Costos posibles son Organización de la participación
profesional) y socioinstitucional. Cada nivel nar
la limitación a corto plazo de la eficacia de las Principios técnicos y estratégicos de la par-
contiene aspectos cuyas cualidades facilitan Condiciones de la multidisciplinariedad
acciones, la mayor lentitud de los procesos, la ticipación
o dificultan la dinámica interdisciplinar: la
necesidad de redefinición de tareas y papeles disposición a cooperar o la flexibilidad de
y la exigencia de tiempo y energía personal. la identidad en el nivel personal; los conoci-
7. La multidisciplinariedad es un procedimiento mientos, técnicas, poder social y definición LECTURAS RECOMENDADAS
de colaboración disciplinar y síntesis temática del papel profesional; el liderazgo, autonomía
que se justifica por la transversalidad y com- funcional, comunicación y gestión de conflic-
plejidad dimensional de las cuestiones sociales, Sánchez Alonso, M. (2000). La participación: Metodo- Revista de Trabajo Social, 97 (1985).
tos en el grupo; y la ideología social, clari- logía y práctica (3.a edic). Madrid: Popular. Monográfico dedicado a la multidisciplinariedad
los nuevos retos y problemas sociales, las difi- dad del encargo, permeabilidad comunitaria Breviario relativamente sencillo de orientación en el trabajo social.
cultades asociadas a la especialización investi- y sistemas de recompensa y jerarquización práctica y metodológica; incluye numerosos esquemas
gadora y técnica y las exigencias en el mundo en el nivel socioinstitucional. sobre cómo realizar procesos de participación social. Sánchez Vidal, A. (1993b). Interdisciplinariedad en la
social de abordajes totalizadores centrados en 10. La colaboración multidisciplinar exige un pe- acción social. En C. R. Navalón y M. E. Medina
los temas, no en las disciplinas o métodos de ríodo de desarrollo y acoplamiento personal Marchioni, M. (1991). Comunidad, participación y de- (comps.), Psicología y Trabajo social (pp. 379-392).
investigación o intervención. Las distintas for- y profesional que suele suponer un «ensimis- sarrollo. Madrid: Popular. Barcelona: DM-PPU.
mas de colaboración disciplinar son una res- mamiento» del equipo —que precisa el apoyo Libro más amplio sobre la participación comunitaria Consideración general de la multi e interdiscipli-
puesta a esos retos y preocupaciones. a partir de un esquema conceptual más general; incluye nariedad desde un punto de vista psicosocial.
de la institución— en que puede disminuir su
8. Hay varios grados de colaboración e inte- ejemplos en varios barrios y comunidades españolas.
eficacia externa. Condiciones prácticas para
gración disciplinar. La multidisciplinarie- la colaboración disciplinar son: un marco
dad supone una cooperación horizontal en- conceptual y operativo común, un lenguaje
tre profesionales individuales que produce compartido, un acuerdo para asignar tareas y
un conjunto coordinado de acciones. En la papeles, la diferenciación complementaria de
interdisciplinariedad existen, además, inte- los conocimientos y destrezas aportados y la
graciones horizontales (síntesis teóricas y igualación del poder y estatus en el proceso.
prácticas parciales) y verticales, una acción 11. La colaboración disciplinar tiene costos y
integrada como resultado de la permeabilidad beneficios. Los beneficios esperables inclu-
de las fronteras disciplinares; hay, además, un yen la ampliación totalizadora de conoci-
modelo común de compresión e intervención, mientos y técnicas y el enriquecimiento mu-
objetivos comunes y un equipo que funciona tuo, el abordaje integral de los asuntos, la

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Ética de la intervención comunitaria

1. RELEGACIÓN DE LA ÉTICA, hora de usar socialmente los «productos» científicos


ANOMIAY REACCIÓN SOCIAL (evaluación, técnicas grupales, mediación en con-
flictos, gestión psicosocial de organizaciones, etc.).
Aunque los valores fueron reconocidos como El discurso académico refleja con frecuencia una
pilar central de la PC por Rappaport, que subtituló ambivalencia a implicarse en la acción social (que
su libro (1977) «Valores, investigación y acción», se percibe como conveniente pero, a la vez, arries-
el campo en su conjunto ha ignorado o desdeñado gada) que se racionaliza subrayando las dificultades
sus connotaciones éticas, que sólo recientemente de implicarse en la acción y el daño que esa impli-
han comenzado a recibir la consideración explícita cación puede acarrear a la ciencia «pura». En el caso
que por su importancia merecen. La tendencia es, de la práctica psicológica, aunque su mayor cercanía
con algún matiz importante, similar en la psicología a la acción y la toma de decisiones la confronta más
general, que ha confinado la valoración ética a dos directamente con las valoraciones y opciones éticas,
estrechos reductos: el pragmatismo de la ética pro- no es difícil detectar en el discurso «aplicado» una
fesional y la retórica grandilocuente o del ocasional resistencia a juzgar éticamente las acciones realiza-
pronunciamiento político. Aunque no carentes de das y a considerar otras alternativas más deseables
interés, lo cierto es que tanto la regla deontológica que acaba suponiendo una legitimación a posteriori
como el gran discurso ético-político resultan harto de la acción en vez de un análisis crítico de ella. Se
limitados para guiar la ciencia y la acción social, observa así una curiosa simetría de posturas en el
llevando a despachar los problemas éticos con re- tema ético: las áreas prácticas insisten en la acción
ferencias individuales poco ajustadas a la comple- rehuyendo el distanciamiento y la crítica analítica;
jidad de los temas sociales o con generalidades re- las áreas académicas resaltan el análisis distanciado
tóricas más útiles para situar ideológicamente a rehuyendo la acción. En algo acaban coincidiendo,
quien las emite que para guiar la práctica. Y es que, sin embargo, ambas áreas: en esquivar el juicio ético
en general, tanto la práctica como la ciencia psico- sistemático de su trabajo teórico y práctico y en evi-
lógica suelen mostrar ante los valores y la ética una tar la evaluación moral tanto de lo que hacen como
actitud de desconfianza y prevención. de lo que, por omisión, dejan de hacer, algo espe-
Aunque la ciencia, más ligada al estudio, ha tra- cialmente cierto en el área social (incluyendo ahí,
tado de esquivar la ética adoptando una postura de desde luego, a la comunitaria).
neutralidad valorativa y distanciamiento objetivo, los La PC, por su parte, ha abusado del doble rase-
aspectos valorativos irrumpen descaradamente en ro a la hora de juzgar: se critican con crudeza los
distintos momentos del proceso investigador y a la supuestos científicos y valorativos de otras áreas y
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formas de trabajar —la clínica sobre todo—, reser- unos y otros a través de métodos de análisis ade- vida personal'y social y ayuden a conciliar intere- diendo el binomio bondad-maldad no como una
vándose para sí un juicio indulgente y un aura an- cuados. Es precisamente ese enfoque desde la rea- ses crecientemente dispares de los grupos sociales dicotomía absoluta, sino como dimensiones gra-
gelical de pureza ética que no resiste el contraste lidad cotidiana lo que hace especialmente útiles en el escenario social actual. duables, que admiten grados. De forma que, en el
con la realidad. Subyace ahí un maniqueísmo no dos documentos básicos en este terreno: el libro Esbozo aquí una ética aplicable a la intervención polo de la bondad, podremos juzgar unas acciones
por ingenuo menos rechazable: no podemos juzgar de Bermant, Kelman y Warwick (1978) The ethics comunitaria, una ética práctica que, aunque tiene como mejores que otras y, en el polo de la maldad,
lo propio en base a intenciones y aspiraciones y lo of social intervention y el monográfico del Ame- su punto de partida en la deontología profesional, unos comportamientos como peores o más indesea-
ajeno en base a logros reales. Debemos «medirnos» rican Journal of Community Psychology (1989): considera tanto las condiciones (complejidad, am- bles que otros. Corresponde aquí «aplicar» la ética
a nosotros mismos con la misma vara que a los ambos plantean y examinan cuestiones éticas re- bigüedad) diferenciales de lo social como los valo- a la acción comunitaria, aclarando la naturaleza y
demás, y eso pasa necesariamente, en ética, por levantes a partir de casos reales de la práctica so- res (justicia social, solidaridad, interdependencia, dinámica operativa de la misión ética del psicólogo
valorar las acciones —lo que en realidad hacen los cial y comunitaria. diversidad, etc.) y filosofías sociales que inspiran comunitario, en el supuesto de que su actuación no
psicólogos comunitarios— en función de concep- Contexto moral y reacción social. Las necesi- éticamente las distintas maneras de organizar la vida sólo debe ser eficaz, sino también ética, conforme
ciones ideales de lo que deberían hacer. Ello sig- dades éticas del campo comunitario desentonan, social. Se trata de una ética social, en un doble a principios y normas morales acordados por el con-
nifica partir de la realidad y juzgarla, no esconder- sin embargo, con el clima social actual. La lógica sentido: primero, porque su destinatario y titular junto de psicólogos (o por el conjunto de interven-
la o embellecerla artificialmente. Significa, también, posmoderna desacredita toda certeza o creencia son sociales; segundo, distanciada de la ética filo- tores) comunitarios (en que también han de tener
afrontar las cuestiones éticas con realismo, sepa- sólida y la ideología dominante (neoliberalismo sófica en la dirección social aunque sea a costa de voz las comunidades con que trabajan). Hay, sin
rando retórica y realidad, intenciones y logros, usan- y globalización) ordena suprimir toda regla social caer en un cierto relativismo (al menos en el méto- embargo, que añadir una tercera acepción de la éti-
do, en fin, el mismo rasero para medir teoría y ac- o responsabilidad pública protectora. La acción do) difícilmente evitable cuando se desciende des- ca —común en la tradición filosófica occidental
ción propias que para medir otras teorías y acciones social, cada vez más consciente de sus implicacio- de el esencialismo y homogeneidad filosófica has- pero de escasa utilidad en el enfoque usado aquí—
psicológicas y sociales. nes y dificultades morales y de lo primitivo de su ta la mundana concreción y diversidad de la vida que la asocia a la búsqueda del buen vivir, de la
¿Qué consecuencias prácticas tiene la situación reflexión sobre ellas, intenta, en cambio, construir social. Una ética, en fin, realizable que, aun tenien- felicidad.
de anomia descrita en el campo psicosocial para el una ética operativa válida que dé respuestas a los do en cuenta el idealismo comunitario, pueda ser Mientras que la ciencia y la técnica presuponen
trabajo comunitario? El interventor queda en una dilemas y dificultades que el interventor afronta en incorporada al papel interventor como una parte de determinación —para poder identificar las causas
situación delicada. Como practicante profesional el día a día. Así es que nuestro análisis no puede su hacer cotidiano. y efectos de las acciones sociales—, la ética parte
tiene responsabilidades por los conocimientos y ser guiado por las líneas disolventes y derrotistas En este capítulo se dan primero unas nociones de la asunción radical de libertad: los humanos po-
técnicas que por delegación social maneja, pero ca- del discurso posmoderno, cuya influencia tampo- simples de ética aplicada a lo social; identifico des- demos elegir y autodeterminarnos. Al darnos, así,
rece, al mismo tiempo, de las pautas de comporta- co puede negarse. Sí debe, sin embargo, ayudar- pués los temas generales y las cuestiones éticas más una visión de la sociedad como fruto de la elección
miento adecuadas a su nivel y forma de trabajo. El nos a entender el enfrentamiento, nada casual, de frecuentes en la práctica social; y se describe final- y la acción humana (no de «fuerzas» despersona-
«olvido» de la ética y los valores tiene pues un trayectorias éticas de PC y contexto intelectual y mente un procedimiento para analizar las dificulta- lizadas, aunque racionales, como la ciencia, la téc-
impacto estresante sobre el trabajador, que, como social que son, en realidad, haz y envés de una des éticas a partir de un conjunto de valores deon- nica o la economía), la ética «exige» que nos res-
en toda situación de déficit institucional, acaba ab- misma realidad. Dado que la gente necesita pautas tológico, sociales y comunitarios y de los actores, ponsabilicemos de nuestro mundo y que usemos la
sorbiendo personalmente la carencia de normas y guías de comportamiento en su vida personal y las opciones y sus consecuencias. Me baso en es- libertad y el poder que poseamos para recrearlo
sociales de comportamiento y las dudas y dificultad en su funcionamiento social, la anomia global debe critos anteriores (Sánchez Vidal, 1996a, 1998,1999, como producto humano y para humanos en vez de
para resolver los conflictos que la acompañan. Todo ser compensada con la norma sectorial o local; 2002a y 2002b), sobre todo en los dos últimos. aceptarlo como un dato externo e inalterable. Como
ello acaba socavando la dedicación y militancia ini- el vaciamiento social de reglas y valores exige otras dimensiones valorativas, la ética es, así, un
cial, «quemando», en resumidas cuentas, al traba- una normativización de los ámbitos concretos de complemento imprescindible del examen científico
jador en un principio entusiasta e implicado. acción social, de forma que cuanto más anómica 2. ÉTICA SOCIAL A P L I C A B L E o técnico, que dan una visión muy parcial y sesga-
El examen ético de la intervención comunitaria es la escena social global, más necesario es que da de la realidad y la acción social; especialmente
es, pues, inaplazable, tanto en el nivel «teórico» personas y colectivos concretos se doten de pautas La ética busca definir y hacer el bien. Su obje- cuando —como en el caso de la intervención co-
y genérico de los valores y principios, como en el éticas de actuación en sus respectivos ámbitos de tivo es, pues, doble: identificar el bien y el mal, munitaria— nos movemos en el terreno de las ac-
nivel de las cuestiones y dificultades concretas actuación. Ese rearme moralizador y normativo es evaluando las acciones humanas como «buenas» o ciones o relaciones entre personas y grupos huma-
afrontadas por el interventor comunitario en el día también visible en la sociedad general, en la que la «malas»; sostener el deber u obligación moral de nos y no como otros campos no sociales, que tratan
a día que obligará a encarar las dudas y conflictos miseria moral y crueldad del «mercado» global, la actuar de acuerdo con esos juicios de valor. Más de la relación de los humanos con materias inertes
recurrentes de la práctica. La elaboración de una fragmentación social y el monopolio del raciona- concretamente, la ética trata de los valores y prin- o seres vivos no humanos. La importancia de la
ética comunitaria habría, pues, de tener en cuenta lismo utilitarista suscitan demandas crecientes de cipios morales (como justicia, autonomía, verdad ética no reside sólo en complementar —como re-
a la vez valores y principios generales, por un lado, valores, normas y vínculos que iluminen las zonas o diversidad) desde los que se puede juzgar el com- verso humanista y personalizado— a ciencia y téc-
y casos concretos, por otro; y debería confrontar de incertidumbre, vertebren y den significado a la portamiento humano como bueno o malo, enten- nica deshumanizadas, sino, también, en regular el

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uso que se hace de ambas en la acción social. La engaño han de ser rechazados evitando que sean la deberá con frecuencia elegir entre valores deseables mantener en la práctica. De hecho la primera tarea
ética profesional es, además, la base y el criterio base del comportamiento profesional y la acción (o indeseables) pero no en el mismo grado y pro- de la ética «aplicada» (entendida como aplicación
para que la comunidad controle y evalúe moralmen- social. Los valores éticos deben, resumiendo, guiar mover algunos valores especialmente deseables, de valores a casos y situaciones concretos) será
te a los interventores profesionales y el conjunto de la conducta del psicólogo comunitario y orientar la desechando otros, menos valiosos. Puede ser que identificar qué valores son relevantes a la situación
sus acciones, en función de la conformidad de las intervención comunitaria en su conjunto al identi- mantener la confidencialidad (y la confianza, que y en qué medida lo son.
acciones y sus consecuencias a los valores y prin- ficar las características de la comunidad —y el mun- es el valor de fondo) en la información concernien-
cipios deontológicos acordados. do— en que queremos vivir y de las personas con te a un cliente implique violar el derecho del públi-
las que merece la pena convivir. Son, recapitulando, co, o sus representantes sociales, a estar informado. 2.2. Características de la ética aplicada
la base ética de la intervención comunitaria o, me- Trabajar con, o servir a, un colectivo impedirá mu- a lo social y niveles de análisis
2.1. Sistemas de valor, relativismo jor, una de sus bases: más adelante introduciremos chas veces trabajar con el conjunto de la comunidad
metodológico y modulación las consecuencias como otro ingrediente ético im- o con otros colectivos. El aumento del poder o re- Podemos resumir como sigue los rasgos distin-
contextual portante. cursos sociales de un grupo marginal para favorecer tivos de la dimensión ética de la acción comunitaria
Para poder usar adecuadamente los valores en la la justicia social suele conllevar el recorte del poder (cuadro 9.1).
Los valores son, como se ha señalado, la sus- ética social, necesitamos una visión totalizadora y de otros grupos más ricos o poderosos. Así es que
tancia de la ética: los «ladrillos» con los que se relacional en que, lejos de ser elementos absolutos jerarquizar valores y reconocer sus interconexiones • Si consideramos con Downie (1971) que la
construye. La ambigüedad y la polivalencia del y aislados, de «valía» intrínseca, los valores forman es imprescindible para operar éticamente en la es- ética social se construye sobre los pilares de
concepto «valor» suscitan, sin embargo, cuestio- sistemas o constelaciones que la gente —personas cena comunitaria: permite tomar decisiones cuyas los valores morales y los papeles sociales,
nes teóricas de peso en las que no vamos a entrar. o instituciones sociales— tienden a asociar. Esta consecuencias —otro elemento esencial a conside- nuestra misión sería «aplicar» la ética al papel
Sí es, en cambio, preciso desde el punto de vista visión permite identificar morales «regionales» o rar— serán polivalentes según los valores de cada de interventor comunitario, sin olvidar la pla-
práctico especificar más el significado y función temáticas como conjuntos coherentes de valores; grupo social, favoreciendo a unos grupos sociales taforma práctica existente, aunque pensada
ética de los valores, así como sus propiedades y así la moral cristiana (amor, caridad, perdón, vida, y perjudicando a otros. Y eso es crucial en la inter- para individuos: la deontología psicológica.
modo de funcionamiento dinámico en un contex- dignidad personal), la ética de la modernidad (li- vención social, en que la pluralidad y heterogenei- • La tarea ética es eminentemente práctica: im-
to dado, de forma que podamos manejarlos con bertad, justicia, racionalidad, individualismo, her- dad de valores es —a diferencia de la clínica— nor- plica hacer juicios de valor y tomar decisiones
razonable eficacia y claridad en la acción social. mandad), el neoliberalismo (competencia, bene- ma, no excepción. en base a valores relevantes. Su aportación
Una forma sencilla e intuitiva de entender los va- ficio económico, autointerés, iniciativa privada, Un último aspecto a tener en cuenta en la prác- consiste, por tanto, en introducir los valores
lores morales es identificarlos con las cualidades responsabilidad individual). Y aunque esa visión tica de la ética social es el efecto modulador que morales en los procesos de actuación y toma
deseables en las personas (honestidad, autonomía, nos aboca a un cierto relativismo moral —casi sobre el peso y significado de los valores tienen el de decisiones sociales que tradicionalmente
veracidad) o las instituciones sociales (justicia so- inevitable en el abordaje metodológico de la éti- contexto sociocultural y la situación histórica; un incluían sólo conocimientos técnicos y estra-
cial, solidaridad, diversidad, etc.), de forma que el ca social—, nos permitir actuar —elegir y tomar efecto que es mayor en los valores más «periféri- tégicos.
conjunto limitado de esas cualidades conformaría decisiones— en la práctica ordenando o jerarqui- cos» y menor en aquellos que —como la vida, la • Los valores morales, la base de la ética, son
el ideal de persona o de sociedad, el «perfil moral» zando los valores y examinando sus relaciones seguridad, la dignidad, la libertad o la justicia so- ideales o cualidades deseables en las personas
deseable para nuestros hijos o para la comunidad mutuas en un contexto y situación dados. De for- cial— consideremos valores «fuertes», generales o instituciones sociales. En la vida social, no
en que nos gustaría vivir. ma que, con frecuencia, promover unos valores o casi universales. Por ejemplo, aun tratándose de son absolutos sino relativos y jerarquizables
¿Qué función tienen esos valores en la acción significará debilitar o socavar otros: como se ha un valor «fuerte», la justicia social no tendrá la en función de la «valía» atribuida y de otros
social? ¿Cuál es su relación con la actuación del comentado en varios capítulos, favorecer la au- misma importancia y fuerza movilizadora en un valores relevantes y tienden a ser agrupados
psicólogo comunitario? En la medida en que los tonomía individual socava la solidaridad social e contexto social de mucha pobreza y enormes des- en constelaciones o «sistemas» interrelacio-
valores dibujan rasgos deseables, el interventor debe interdependencia personal; el igualitarismo social igualdades (del «tercer mundo») que en una socie- nados, de forma que la valoración ética no
promoverlos implícitamente, en sus relaciones pro- (de salarios, promociones, etc.) tiende a reducir la dad más rica y con diferencias menores o cuando puede hacerse aisladamente, con un solo valor,
fesionales, y explícitamente, en su actuación social. eficacia productiva (y viceversa, promover la efica- se refiere a asuntos (de «bienestar», no de mínimos sino conjuntamente con los valores relevantes
De forma que su relación con los clientes o la co- cia social tiende a generar desigualdades); buscar vitales) menos acuciantes. No significa lo mismo al caso. Habrá también que tener en cuenta el
munidad ha de ser veraz, equitativa y respetuosa más seguridad suele conllevar recortar libertades, la libertad en tiempos (o lugares) de dictadura o contexto y la dinámica social y humana en
con los otros y su actuación social ha de contribuir y así sucesivamente. represión general que en períodos en que las liber- que los valores se inscriben y adquieren sig-
a aumentar —no a disminuir— el poder, la justicia Tampoco se puede, en general, impulsar todos tades cívicas están garantizadas. Ni tendrá el mis- nificado global.
social o la autonomía de la comunidad y de las los valores a la vez, porque el interventor comuni- mo trato la confidencialidad en un contexto urbano • El psicólogo debe responder ante la comuni-
personas que la forman. Por el contrario, valores tario no tiene el conocimiento o la energía suficien- que en uno rural (donde todo el mundo sabe lo que dad del uso que hace de la autonomía profe-
negativos como la desigualdad, la infidelidad o el tes. De manera que, en la práctica, el psicólogo hacen los demás), en que puede ser imposible de sional y del poder y la técnica que la sociedad

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CUADRO 9.1 más de ética, lá tarea sea factible, hemos de definir ticia se deriva el principio de perseguir la igualdad,
valores y señalar metas realizables para el actor o del valor libertad, el principio de fomentar la
Ética, básica y aplicada: concepto y carácter
social común y corriente, no para héroes morales. autonomía de las personas. El nivel concreto es el
Estoy abogando, en otras palabras, por una ética de la actuación y comportamiento de los actores
Concepto y aspectos Descripción y carácter
practicable, que, sin dejar de ser ética, tenga en sociales (incluido el practicante) y, por tanto, el
cuenta los aspectos técnicos y estratégicos (capítu- de las cuestiones éticas singulares y reales que se
Ética trata de El bien, lo bueno (justicia, libertad, verdad) lo 7) de la intervención. Una ética, pues, distante plantean y el juicio moral específico que merecen.
El mal, lo malo (injusticia, opresión, mentira) Es costumbre asumir que el análisis ético correc-
del rigorismo irrealizable que acaba conduciendo
El deber y la obligación moral
La vida buena/la felicidad
a la doble moral: se predica una cosa para la galería to consiste en proceder de arriba abajo, desde los
pero se hace otra en la realidad. Segundo, dualidad: valores y principios abstractos hasta el comporta-
la ética tiene una doble virtualidad. Negativa: esta- miento y cuestiones concretas: los valores y prin-
Materia básica: interrelacionados
Como sistemas organizados blece límites y sanciones en lo que se puede hacer cipios orientan el comportamiento del actor co-
valores jerarquizables
y las condiciones sociales a aceptar a partir de lo munitario, indicando lo que debe hacer en una
que consideremos malo, incorrecto o indeseable y tesitura concreta y qué solución dar a las cuestio-
Supone Alternatividad a la realidad actual: lo que debe ser, no lo que es
censura y critica condiciones sociales y conducta nes y dilemas específicamente planteados. O sea,
Bipolaridad | ' ° ma l°> censurable, indeseable (crítica moral)
[lo bueno, ideal, deseable (modelos positivos de comportamiento) profesional. Pero también positiva: los criterios la «aplicación» de los valores y principios éticos
éticos deben orientar el comportamiento de las per- y sociales a las situaciones y comportamiento sin-
Ética aplicada a sonas y su desarrollo humano o social en la direc- gulares nos indicaría la solución a los problemas
Comportamiento/vida personal > ideal de persona (virtudes)
Conducta profesional > ideal profesional (buena práctica) ción de lo que se juzga bueno, correcto o deseable. éticos o, en el análisis a posteriori, hasta qué pun-
Comunidad/sociedad > ideal de comunidad e instituciones sociales La ética debe identificar y aportar valores y opcio- to el actor ha actuado correctamente.
nes sociales positivas, virtudes personales, derechos Eso es cierto sólo a medias, porque el esque-
Implica Elegir/optar sociales y modelos de comportamiento profesional ma puede también ser recorrido de abajo arriba:
Hacer juicios de valor > en base a valores éticos y personal. partiendo de las cuestiones y dilemas éticos de
Tomar decisiones la práctica cotidiana del interventor comunitario,
Niveles y análisis ético. Es muy útil para el podemos deliberar sobre las «soluciones» a esas
análisis distinguir dos niveles —abstracto y con- cuestiones y sobre cómo conducirse correctamente
creto— en la ética social e individual. El nivel en cada caso, infiriendo desde ahí los principios
general o abstracto está habitado por valores (li- de actuación o valores apropiados. Los niveles se
ha puesto en sus manos garantizando que uno cesivamente pragmáticas o negativas— de la tarea bertad, justicia, verdad...) y principios (autonomía, pueden conectar bidireccionalmente, como indi-
y otro serán usados para mejorar la vida de la ética, conviene destacar, finalmente, dos caracte- beneficencia o igualdad, etc.) que orientan la ac- ca la figura 9.1: desde las cuestiones y conductas
gente, no simplemente su propia carrera o cu- rísticas intrínsecas a esa tarea: su alternatividad y ción social. Los principios serían reglas generales concretas hacia los principios y valores generales
rrículo. El interventor es responsable porque su dualidad. La ética no se refiere a la realidad exis- de actuación, basadas en valores: así del valor jus- o desde éstos hacia las conductas, resultados y
tiene libertad y poder; debe, pues, responder tente, lo que es, sino a lo que —como alternativa o
de cómo y para qué usa la una y el otro en su posibilidad— debe ser. Implica, por tanto, una cier-
actuación social; cuanta mayor autonomía y ta autonomía respecto de la realidad dada, o, si se
poder, más responsabilidad tendrá. quiere, juzgarla desde ideales o valores morales para
• Las decisiones a tomar en la intervención co- poder cambiar esa realidad (y el comportamiento
Abstracto, general > Valores, principios
munitaria implican libertad para elegir entre humano) en función precisamente de esas nociones
opciones o alternativas de actuación que han de lo deseable, de lo que debe ser. No se trata, pues,
de ser sopesadas tanto desde los valores del de aceptar el comportamiento o la realidad dada (de Derivar Seleccionar
interventor y los actores sociales como desde legitimar, en definitiva, lo establecido), sino de Deliberar «Aplicar»
las consecuencias previsibles de las acciones transformar esa realidad, lo que es (el punto de
derivadas de cada opción. partida de la acción), en función lo que debe ser,
que, como meta deseable o ideal, marca el punto Concreto/real ^ Conducta, cuestiones
Alternatividad realizable y dualidad de la tarea de llegada. Pero esa afirmación requiere una con-
ética. Para evitar interpretaciones estrechas —ex- sideración complementaria: si queremos que, ade- de análisis ético.
Figura 9.1.—Niveles y
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problemas observables. En la realidad conviene dicotomía gratuita sino de dejar bien clara desde
combinar ambos procesos, de ninguna manera el principio no sólo la naturaleza social de toda la PARTE PARTE
incompatibles sino más bien complementarios y SUBJETIVA OBJETIVA
ética, sino sobre todo los dos aspectos o lógicas
necesarios en un área, la social, en la que la inde- —subjetivos y objetivos, intenciones y resulta-
terminación y complejidad valorativa es más regla dos— que debemos tener en cuenta en el análisis
que excepción. Debemos así tratar de aplicar los ético. Recorramos el esquema de izquierda a de-
valores ya establecidos en un área para actuar y recha, del polo subjetivo y previo al polo objetivo
generar nuevos valores y modificar los existentes a y posterior, revisando telegráficamente los ingre- Relación
partir de la actuación cotidiana, por un lado. Pero dientes de la acción moral profesional. Al profe- profesional
debemos, también, deliberar antes de actuar —y sional —una persona ejerciendo ese papel social—
reflexionar después— para generar pautas espe- PROFESIONAL ' ^/ CLIENTE CONSECUENCIAS
titular de acción ética se le supone libertad de i
?
cíficas de actuación y criterios más generales a elección y acción (autonomía profesional), con-
partir de las consecuencias reales de las acciones ciencia moral, intenciones (benéficas, se asume) Acción
y de la conciencia y los «sentimientos» morales y poder técnico.
asociados (satisfacción, reproche, etc.) resultantes Autonomía *Y
de esas acciones. • La conciencia moral permite distinguir el bien Intenciones
y el mal y, por tanto, juzgar moralmente las Poder técnico RESPONSABILIDAD
acciones identificando el proceder más meri-
3. ACCIÓN MORAL PROFESIONAL: torio o correcto. Dado su carácter individual,
ESTRUCTURA presenta algunas dificultades en un campo en
que, siendo los temas complejos y polivalen- Figura 9.2.—Esquema del acto ético psicológico.
La deontología, la ética profesional, tiene una tes, se hace muchas veces difícil juzgar una
larga tradición en medicina. Como la moral filosó- acción como simplemente «buena» o «mala».
fica, la deontología se construye en base a una re- Si el juicio ético se basa, además, en la «apli- casi nunca tiene el interventor la autonomía de la empatia por el otro como base emocio-
lación diádica entre un profesional y un «otro», un cación» reflexiva de la conciencia personal real de decidir y llevar a cabo lo que cree que nal del impulso ético tanto en las relaciones
cliente individual, en que las acciones del primero ¿cómo se producen los juicios éticos sociales, sería mejor en un caso dado. ¿Quiere decir eso de cuidado con los que sufren como, también,
producen unas consecuencias que se presuponen de un equipo multipersonal, por ejemplo? Evi- que, al carecer de la libertad «total», no será en la lucha social por la justicia y la igualdad
beneficiosas para el cliente y de las que el profe- dentemente a través de la discusión y delibe- responsable de las consecuencias de sus accio- (habríamos de añadir el sentimiento de indig-
sional es, en todo caso, responsable. Examinemos ración moral colectiva, que no puede ser sus- nes? No; se trataría de introducir los «grados nación moral como impulso inicial del acto
telegráficamente los ingredientes de la acción mo- tituida por el mero consenso, aunque ése sea de libertad» (personal y social) existente como ético).
ral profesional esquematizados en la figura 9.2 y el procedimiento final de decisión y formación una variable que modularía el juicio, de forma El profesional tiene un poder técnico, deriva-
discutidos con más amplitud en otro lugar (Sánchez de opinión ética. que las restricciones parciales a la autonomía do de las destrezas técnicas (y, secundaria-
Vidal, 1999). • La libertad de elegir o actuar, la otra «pata» del sujeto matizarán, pero no anularán, la res- mente, de sus conocimientos aplicables) que
La parte izquierda del esquema, centrada en el del acto ético: sin conciencia moral no hay acto ponsabilidad final. posee, y, también, una posición —o estatus
sujeto «titular» de la acción y lo que él/ella y su ético; sin libertad, tampoco. En nuestro caso, Las intenciones del interventor fueron ya ana- social— privilegiada. Ese plus de poder téc-
entorno conllevan, es la «región» subjetiva, previa el profesional ha de tener autonomía profesio- lizadas como parte de las cuestiones previas nico y social sobre otras personas que la so-
al contacto con otros, o la acción, en que los sig- nal —capacidad de actuar y decidir lo que es en el capítulo 7. Como se indicó allí, aunque ciedad le confiere genera una responsabilidad
nificados morales son configurados por la visión más conveniente hacer— para que se le pueda los profesionales suelen tener intenciones al- adicional: cuanto más poder real tenga el in-
del sujeto y su entorno sociomoral concreto. La exigir responsabilidad por lo realizado. Pero truistas o benéficas para los clientes, convie- terventor, más responsabilidad acumulará en
relación con otros o la acción en relación a ellos en la realidad profesional la libertad absoluta ne examinar las intenciones (latentes) más el uso de ese poder.
constituye la «región» objetiva en que los signifi- no existe; puesto que se trata de un proceso egoístas y tener en cuenta los resultados rea- El profesional mantiene una relación profe-
cados éticos cobran naturaleza más social y obje- social, la libertad del interventor topa tanto con les de las acciones, compensando así la visión sional, no personal, con el otro; una relación
tiva al incluir el punto de vista de otros actores y la libertad de los otros (sean esos clientes o más subjetiva propia de las intenciones con basada en la confianza y dirigida a solucionar
las consecuencias de las acciones del sujeto (el colegas) como con las restricciones (económi- el análisis más objetivo de los efectos e im- problemas o alcanzar objetivos planteados por
profesional en nuestro caso) sobre los actores y cas, ideológicas, organizativas, etc.) que toda pacto social de las acciones. Conviene recor- un cliente, que se asume cooperativo y deseo-
sus contextos vitales. No se trata de introducir una acción social suele conllevar. De modo que dar también la importancia en el campo social so de trabajar en el tema o problema objeto

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de la acción. El carácter profesional de la re- 4. ACCIÓN ÉTICA SOCIAL:


lación no habría, en principio, de excluir cier- DIFERENCIAS
tos sentimientos ya citados como la empatia
o la indignación ante la injusticia. La extrali- Aunque la deontología resulta útil para orientar RELAC. 1 DESTÍN. 1
mitación de la relación hacia lo personal o la la acción profesional individual, es en gran medida INTERVENTOR CONSECUENCIAS
pérdida de eficacia real de las acciones suele inadecuada para guiar la intervención comunitaria. (INSTITUCIÓN
generar, sin embargo, problemas éticos, de tal POLIVALENTES
¿Por qué? Porque, como se observa comparando SOCIAL)
modo que los valores deontológicos pueden las figuras 9.3 y 9.2, la acción social presenta im-
RELAC. 2 DESTÍN. 2
ser concebidos como las cualidades deseables portantes diferencias estructurales y dinámicas res-
(empezando por la confianza) para mantener pecto a la individual para la que está pensada la
y fortalecer esa relación profesional y los fines deontología. En efecto, mientras ésta se basa en la RESPONSABILIDAD
que la guían. relación entre dos individuos —un profesional y un
• El cliente o destinatario es aquel al que va «otro» destinatario de las intenciones y acciones de
dirigida la acción. La elección del destinatario aquél—, la ética social implica un interventor co-
T
de la acción profesional es un tema básico de lectivo que establece relaciones múltiples con varios
justicia social. El hecho de que los profesio- destinatarios potenciales de las que se derivan con-
nales tienden a seleccionar implícitamente sus secuencias polivalentes en un contexto que influye CONTEXTO
destinatarios en función de sus posibilidades significativamente cada aspecto del proceso. Con-
económicas (pagan por los servicios presta- tando, en comparación con el individual, en el
dos) o reivindicativas («el que no llora no o ético social (figura 9.3).
mama») y no de sus necesidades o potencial
real de desarrollo es, así, una cuestión ética • El destinatario es social, no individual, exis-
fundamental. Y la pregunta de quién es el des- tiendo, además, otros actores sociales (gru- Figura 9.3.—Esquema del acto ético social.
tinatario (quién debe ser el destinatario; Sán- pos, instituciones, asociaciones, etc.) intere-
chez Vidal, 1998) se planteará con frecuencia sados en la intervención y sus consecuencias.
en casos y situaciones de pluralidad de actores Esos diversos actores y destinatarios suelen, sional; sobre las consecuencias, en función de nudo ostenta o administra— en las relaciones
y demandantes. además, estar interrelacionados, de forma los valores social o culturalmente dominantes y asuntos comunitarios.
• Según se ha dicho, el interventor es responsa- que los efectos de las acciones dirigidas a en un tiempo y entorno dados. • Interventor y grupos sociales comparten menos
ble de las consecuencias de las acciones que unos afectan también a otros. Con frecuen- El interventor es colectivo, con frecuencia un valores —por la mayor «distancia» social y
realiza o induce por tener libertad y poder. El cia, por ejemplo, los actores pugnarán por equipo multiprofesional, lo que complica do- cultural de ambos— que en la mayoría de for-
tema de la responsabilidad profesional es esen- obtener bienes sociales escasos (incluida la blemente el análisis ético en función de la na- mas de acción individual.
cial y puede resumir por sí solo casi toda la atención profesional), de forma que si unos turaleza social de la discusión ética y de la
ética profesional, muy ligada a la beneficencia los consiguen es porque les han sido nega- pluralidad de valores y tradiciones éticas li- Por lo tanto, y en general, la dificultad y compleji-
o maleficencia real de las acciones realizadas. dos a otros. gados a las distintas profesiones que compo- dad del análisis ético crecerán a medida que aumente
Parte de las dificultades de examinar la res- • Existen varias relaciones significativas que nen el equipo interventor. el nivel social y su «densidad» y heterogeneidad en
ponsabilidad ética de las acciones sociales tie- pueden plantear demandas morales diversas, La base científica y técnica es más débil que términos de valores e intereses. En niveles sociales
ne que ver con dos aspectos diferenciales de con frecuencia discrepantes, al interventor. en el trabajo individual —mejor conocido teó- «altos», como el comunitario, tendremos más relacio-
la ética social frente a la individual: la plura- • El contexto social tiene una importancia con- rica y técnicamente por el psicólogo—, lo que nes, siendo el contexto más relevante, la acción más
lidad de actores (interventores, clientes, partes, siderablemente mayor que en la acción clíni- genera espacios de desconocimiento y ambi- compleja y multidisciplinar, la base científica global
interesadas, etc.), que hace más correcto hablar ca en su influencia sobre los actores, valores güedad en los que florecen las dificultades y más incierta y, por tanto, menos aplicable la deonto-
de corresponsabilidad (sobre todo en el cam- y tipos de contrato relacional establecido. So- dilemas éticos. logía individual. En cambio, en niveles más microso-
po comunitario, en que todos son asumidos bre el interventor como entorno institucional La ética social está más cargada políticamen- ciales (familia, grupos pequeños), las condiciones se
sujetos activos), y la polivalencia que, como u organizado que «impone» una serie de va- te al ser el poder (político, técnico, etc.) un aproximarán más a aquellas interindividuales en que
veremos, tienen las consecuencias de las ac- lores y líneas de actuación; sobre los actores, ingrediente clave —que el interventor a me- las pautas deontológicas pueden ser más útiles.
ciones para los distintos actores según sus res- estableciendo lo que se considera una relación
pectivos valores. correcta o deseable con un interventor profe-

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5. INGREDIENTES TEÓRICOS Y del interventor (valores deontológicos; cuadro 9.6), CUADRO 9.2
ANALÍTICOS: ACTORES, VALORES, en la ética social (especialmente en la comunitaria) Estructura ética AVOC: actores, valores, opciones y consecuencias
OPCIONES Y CONSECUENCIAS han de respetarse también otros valores sociales
(cuadro 9.7) con frecuencia ligados a otros actores Ingredientes Contenido/carácter
Resumiendo, comparada con la deontología in- o a su especial situación social (de explotación, mar-
dividual, la ética interventiva social es más com- ginación, degradación personal, etc.).
Actores Interventor: equipo uni o multidisciplinar, institución
pleja e incierta en los cuatro ingredientes básicos El problema es que, si bien sabemos cuáles son Cliente, paga y patrocina acción
del análisis ético: actores, valores, opciones y con- «nuestros» valores (los deontológicos clásicos), en Destinatario/s
secuencias (cuadro 9.2). Veamos. la intervención social o comunitaria no siempre sa- Afectados/interesados (stakeholders): asociaciones, grupos interés
bemos quiénes son «los otros» (o a quién represen-
Actores. Además de los dos actores básicos tan) o cuáles son sus valores reales. Tenemos aquí Valores explícitos o Valores deontológicos
—profesional y cliente— del esquema individual, (cuadro 9.2) dos posibilidades alternativas: una, los implícitos Valores sociales y comunitarios
en la intervención comunitaria suelen existir otros valores de los actores son concordantes, o al menos Concordancia valores > se puede trabajar con todos (acción global)
actores significativos: un cliente (que paga, trata compatibles entre sí; dos, ese conjunto es discor- Discrepancia — > hay que elegir entre valores/actores conflicto
de imponer ciertas condiciones y que puede ser dante, siendo los valores que contiene internamente
distinto del destinatario de la intervención) y las incompatibles. En el primer caso —concordancia Opciones Viabilidad estratégica: ¿son realizables con medios disponibles?
personas o grupos afectados por la acción, así como general— el practicante podrá trabajar globalmente Dilemas: opción bueno-bueno; opción malo-malo
aquellos (asociaciones, «entidades», grupos de in- con todos; en el segundo —discordancia o discre-
terés, etc.) que, aunque no sean afectados directa- pancia—, habrá de jerarquizar los valores priori- Consecuencias Múltiples: buenas y malas
mente, están positiva o negativamente interesados zando unos sobre el resto sin olvidar el significado Polivalentes: bueno para A, malo para B
en ella, deviniendo reactores potenciales —a favor de los valores en el contexto comunitario concreto. Concordancia ^ acción global, concertada
o en contra— a la acción a realizar. Además, y Es importante tener en cuenta en el análisis ético Discrepancia consecuencias ^ acción sectorial, conflicto
como se ha indicado, el destinatario de la acción social no sólo los valores explícitos o declarados
puede ser múltiple (puede haber varios destinata- (casi siempre positivos y altruistas) sino también
rios potenciales) o plural, y el interventor —equipo los valores implícitos (que suelen corresponder a los actor condiciona tanto las opciones subsiguientes los actores evaluarán las consecuencias en base a
multipersonal o institución— es igualmente social. «intereses»). Estos están en general ligados a aspec- como las reacciones del resto de actores. En la sus valores (e intereses), de manera que la identifi-
La multiplicación de actores densifica considera- tos que, aunque por su carácter «egoísta» o «autobe- práctica debemos tener en cuenta no sólo las dis- cación de valores no sólo es importante per se sino,
blemente el tejido relacional y moral generando néfico» (como la búsqueda para sí de poder, estatus tintas opciones existentes sino, también, su viabi- además, para predecir las consecuencias que las
un gran número de relaciones, intereses y valores o prestigio social) no son socialmente explicitados, lidad estratégica (si son realizables con los medios acciones a realizar tendrán para los actores (por lo
potencialmente divergentes o indeterminados (falta tienen una gran influencia en el comportamiento de a nuestro alcance). menos la parte de esas consecuencias determinada
de claridad sobre el papel de cada uno, quién es los actores en muchas situaciones comunitarias. Hay por los valores éticos y no por intereses implícitos)
el interventor, quién el destinatario, qué grupos que ser consciente de que, al introducir los intereses Consecuencias. No es sólo que las acciones so- y, a partir de ahí, sus reacciones a esas acciones
pueden resultar afectados, etc.), lo que torna más o valores egoístas, estamos, no obstante, cruzando ciales tengan muchas consecuencias (unas positivas previstas.
complejo el análisis ético y aumenta las disyunti- las fronteras entre la ética y la política y mezclando y otras negativas), sino que, además, ésas afectan a Como puede verse, no sólo hemos identificado
vas y dificultades. el análisis ético con el estratégico-político. más actores (a veces terceros que no han solicitado los ingredientes básicos de la ética interventiva so-
la intervención) y son más polivalentes en función cial y las diferencias que en ellos presenta respecto
Valores. Cuantos más actores, más valores. Y la Opciones. La complejidad de los asuntos so- de los distintos valores de los actores. Lo que es de la acción individual sino que hemos sentado las
pluralidad y diversidad de valores y relaciones mul- ciales, la pluralidad de actores y valores y la me- bueno para A puede ser malo para B y relativa- bases para el abordaje (análisis y solución) de las
tiplica tanto los espacios de ambigüedad (sobre los nor familiaridad con las técnicas interventivas y mente indiferente para C. Unos preferirán que en cuestiones éticas. Estamos entrando, pues, en la
valores e intereses de cada actor) como la posibilidad sus efectos crean espacios de ambigüedad y «op- su comunidad se construya una escuela, otros que parte más práctica de la ética comunitaria, que he-
de divergencias o conflictos entre los valores de los cionalidad» muy superiores a los que existen en se mejore la seguridad y a otros que se creen más mos de iniciar identificando primero los temas ge-
actores y la carga política de la acción comunitaria la acción individual. En otras palabras, en la in- puestos de trabajo o se ayude económicamente a la nerales y cuestiones concretas más frecuentes y,
(con frecuencia ligada a la lucha por el poder y los tervención comunitaria no sólo existirán más op- familias más necesitadas. Ya se puede ver que en después, los valores-guía a usar en un método de
recursos) que planteará al interventor la cuestión de ciones sino que, además, éstas están relacional y tales condiciones la evaluación que los miembros evaluación y solución de aquellas cuestiones basa-
su neutralidad o compromiso partidista. Si en la dinámicamente «encadenadas», de forma que lo de una comunidad hagan de las consecuencias de do, precisamente, en los ingredientes descritos: al
deontología tradicional sólo contaban los valores que suceda en un momento de la actuación a un un programa social va a ser diversa. En principio identificar los actores y sus valores estamos «plan-

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teando el problema» ético, y al determinar las op- o inciertos: identificar y clarificar los valores y roles tervención, sobre todo si los papeles son incompati- frecuencia la más costosa); la pluralidad de destina-
ciones y sus consecuencias, estamos planteando las de los actores, las alternativas de acción existentes bles entre sí; la escasez de recursos que dispara los taños potenciales y la eventualidad de conflictos in-
«soluciones» a esos problemas. y las consecuencias previsibles de cada alternativa. conflictos entre los actores sociales y limita seria- temos (lealtades enfrentadas, papeles duales) en los
Los problemas de divergencia y conflicto requieren mente el diseño de la intervención más adecuada (con profesionales; la inexistencia, ambigüedad o comple-
intermediación entre los actores, aclarando valores
6. TEMAS Y CUESTIONES ETICAS y prioridades y tratando de buscar un consenso o
EN LA ACCIÓN SOCIAL aportando valores y opciones no contempladas por CUADRO 9.4
los actores en conflicto. Temas éticos básicos de la intervención comunitaria
De lo ya escrito se deducen los dos tipos de si- El cuadro 9.3 resume esos dos tipos de situaciones
tuaciones que tienden a generar dificultades éticas y de problemas derivados, recogiendo también otras • Legitimidad y justificación: derecho/deber intervenir en la vida social frente a autonomía comunitaria y per-
en la acción comunitaria. Una, de ambigüedad o in- circunstancias o factores situacionales que generan sonal; condiciones de legitimidad y límites de intervención externa; contradicción entre fines (desarrollo hu-
certidumbre respecto de los actores, valores, opcio- problemas éticos en las acciones sociales o comuni- mano) y medios, intervención externa
nes y consecuencias previsibles: ignorancia o con- tarias. A saber, el excesivo utopismo e idealismo —
fusión sobre qué actor asume un papel determinado, • Autoridad que fundamenta la intervención: política, científico-técnica, moral
frecuente en los planteamientos comunitarios— que
cuáles son los valores de los actores, las opciones puede llevar a hacer propuestas interventivas irreali- • Destinatario: quién es (la comunidad, el gobierno, el cliente que paga, el grupo más débil); quién y cómo se
posibles o las consecuencias previsibles. Dos, de di- zables y crear, por tanto, al psicólogo la sensación de identifica; participan los actores sociales; se usan criterios valorativos además de técnicos; existen varios des-
vergencia o conflicto entre esos elementos: entre ac- fracaso; la carencia de información o su incorrección tinatarios potenciales; son sus valores y fines compatibles
tores o valores, entre opciones parejamente deseables en el momento de tomar decisiones o de actuar, o la • Intencionalidad del interventor personal o institucional y contenido; intenciones latentes y agendas ocultas;
o indeseables y entre consecuencias contrapuestas irrupción de datos o acontecimientos imprevistos que autobeneficio ilegítimo del interventor; condicionamiento ideológico de ayuda; control psicológico e institu-
(positivas para unos y negativas para otros). Las pri- modifican la intervención cuando se está realizando; cional de la intencionalidad
meras situaciones producen problemas de anomia las demandas de que asuman papeles diferentes de los • Objetivos de la intervención, valores que los guían y forma de establecerlos (¿participación social?); conflictos
ética que requieren aportar los ingredientes ausentes tradicionales y de los cambios de rol durante la in- potenciales entre los objetivos de distintos actores sociales o de ésos y el interventor
• Metodología técnica: ¿se elige en base a criterios éticos además de técnicos? Valores implícitamente promo-
CUADRO 9.3 vidos por el proceso técnico y respeto de la autonomía y capacidad de personas y comunidad

Tipos de problemas éticos y situaciones que los generan • Resultados: ¿existe una forma acordada con los actores comunitarios de evaluar las consecuencias?; criterios
de relevancia para valorar, integrar e interpretar datos
Tipos Problemas Soluciones • Responsabilidad por resultados: orientación (ante quién es responsable; quién es el destinatario); alcance (de
qué es responsable el interventor y de qué no; efectos secundarios) y contenido; responsabilidades concretas
hacia los actores comunitarios y compatibilidad de unas y otras
Indetermi- Actores Aportar valores
nación Valores Clarificar valores/consecuencias • Valores promovidos explícita o implícitamente en proceso de intervención: determinación fines, rol de los ac-
Opciones Identificar opciones y actores tores, técnicas usadas y efectos reales de intervención; respeto de los valores comunitarios, ¿participa la co-
Consecuencias munidad en la elección de esos valores?
• Rol y relación con la comunidad. Postura relacional (igualitaria, de «arriba abajo», de «abajo arriba») y valo-
Conflicto Actores y valores Intermediar entre actores res éticos promovidos: corresponsabilidad, dependencia, empoderamiento comunitario, etc.; papel del psicó-
Opciones y consecuencias Ayudar buscar acuerdo/consenso (clarificar valo- logo comunitario (colaborador, director técnico, servidor de comunidad, etc.) e implicaciones éticas. Ambi-
res/prioridades de actores) güedad, conflictos de rol, lealtades enfrentadas; transiciones de rol e integración de funciones diversas; papel
del resto de actores /
• Contrato explícito o implícito: identidad de cada actor (interventor, destinatario, etc.); derechos y deberes de
Situaciones Ambigüedad Temas excluidos de códigos deontológicos
cada uno; acuerdo sobre fines perseguidos y forma de evaluar resultados; participación de actores en el proce-
generadoras Conflicto Agendas ocultas
so y posibilidad de afectar a terceros
Reparto de recursos escasos Idealismo/utopismo excesivo
Información insuficiente o inadecuada Cambios de rol incompatibles • Postura sociopolítica del interventor (experto neutral, simpatizante o agente partidista) y efectos éticos e in-
Temas nuevos/desconocidos Contrato no claro o inexistente terventivos: fortalecer el «orden» establecido, reducir desigualdades, no poder trabajar con toda la comunidad,
Existencia de varios destinatarios posi- Valores/cultura de interventor distinta de la de ac- utilizar al interventor, dañar a los más débiles/necesitados, agudizar conflictos. Generalidad de la postura y
bles tores sociales contexto comunitario concreto; «rentabilidad» social de la acción frente a mérito moral

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CUADRO 9.5 jidad de los contratos explícitos o implícitos y las 7. VALORES Y PRINCIPIOS
agendas ocultas; la insuficiencia o inadecuación de DEONTOLÓGICOS
Cuestiones éticas frecuentes en la intervención comunitaria
las pautas deontológicas, pensadas para la actuación
clínica, y, por último, la diferencia de valores o de Vistos ya los «problemas» éticos a esperar, de-
Cuándo es correcto intervenir y cuándo no (legitimidad intervención) cultura entre los actores comunitarios o entre éstos y bemos considerar ahora las «soluciones» a esas
el interventor. Dado que esas circunstancias son el cuestiones exponiendo primero los valores y princi-
Quién es el destinatario (o destinatarios); ¿cambian durante la intervención?, ¿tienen los distintos «clientes» pios orientadores y después un método para resolver
intereses contradictorios? «pan nuestro de cada día» de la intervención comu-
nitaria, debemos estar preparados para afrontar nu- esas cuestiones basado en el esquema estructural
Conflictos de intereses entre varios clientes/destinatarios y respuesta adecuada merosos problemas y dilemas éticos ligados a cada AVOC (actores, valores, opciones y consecuencias)
Roles duales (amigo-profesional, miembro de un grupo-interventor) o múltiples una de ellas o a su combinación. ya presentado al describir los ingredientes estruc-
Afloran ya ahí, además, algunos de los temas turales.
Demandas manipulativas (nos quieren utilizar para sus propios fines o para actuar sobre un tercero que no ha
hecho ninguna demanda) y cuestiones básicas de la ética social. A partir de Los valores y principios deontológicos tienen
revisiones ofrecidas por autores como Kelman y una base clínica: están pensados para guiar la ac-
Demandas de actuación contrarias a nuestros principios o valores (profesionales, personales o propios del Warwick (1978), Snow y Gersick (1986) o el Ame- tuación profesional con clientes individuales. Su
método que usamos) validez para la actuación social es, pues, limitada;
rican Journal ofCommunity Psychology (1989), in-
Competencia profesional y formación adecuada para ejercer la acción social cluyo en el cuadro 9.4 una panorámica más sistemá- tanto más cuanto más alejados estén los casos y
Confidencialidad, consentimiento informado y uso de la información en la relación profesional; conflictos tica de esos temas éticos relevantes —o de aspectos situaciones sociales abordados de la práctica indi-
entre confidencialidad y derecho a la información pública del proceso interventivo que presentan implicacio- vidualizada. Aunque las situaciones comunitarias
nes éticas y valorativas significativas— elaborada están, en ese sentido, lejos del trabajo individual,
Buenas intenciones (altruismo, solidaridad social, etc.) y autointerés: autobeneficencia legítima, condiciona-
miento de la ayuda, intenciones-resultados, estrés profesional, etc. a partir de publicaciones anteriores (Sánchez Vidal, el interventor sigue necesitando guías sobre lo
1996a, 1999 y 2002a) notando que varios de esos que es valioso para actuar. Dado que los valores
Conflictos defines interventor-destinatario en programas y acciones concretas temas han sido ya discutidos en el capítulo 7 como y principios deontológicos son, hoy por hoy, los
Elección de técnicas interventivas y afectación de valores básicos (técnicas intrusivas; «persuasión» o mani- cuestiones previas de la intervención comunitaria. más desarrollados y gozan, además, de un am-
pulación en campañas de salud; incentivos en programas de control conductual, drogas, natalidad, etc.) Esa lista puede usarse para controlar la «calidad plísimo consenso profesional, los expongo en el
Discrepancia de criterios de valoración de programas (entre el que paga, el que lo realiza, los destinatarios, etc.) ética» de una intervención comunitaria a través de cuadro 9.6 haciendo una lectura marcadamente
sus distintos aspectos o apartados: legitimidad y social de ellos. Añado, también, otros valores, más
Responsabilidad por efectos secundarios y consecuencias imprevistas sociales y comunitarios, que, aunque no estén tan
justificación de la intervención externa, autoridad
Afectación de terceros que no han pedido ayuda ni intervenido en el contrato que la fundamenta, destinatario y forma de identi- claramente formulados ni gocen del consenso de
Maltrato institucional (así, instituciones de menores, residencias de mayores) e institucionalización ficarlo, intencionalidad del interventor personal o aquéllos, pueden ser usados por el interventor para
institucional, objetivos de la intervención y valores compensar el sesgo individualista de las pautas
Uso por otros de recomendaciones, información y técnicas psicosociales generadas por el interventor deontológicas.
subyacentes, implicaciones éticas de la metodología
Papel de la subjetividad (preferencias, creencias, valores) personal, profesional y social en la actuación pro- y técnicas usadas, evaluación de resultados y crite- Los principios deontológicos se despliegan a par-
fesional rios valorativos implícitos, alcance y contenido de tir de dos valores individuales básicos: el «bien» (sólo
Incumplimiento por alguna parte del contrato explícito o implícito la responsabilidad del interventor, valores implíci- groseramente traducible a «bienestar») y la autono-
ta o explícitamente promovidos por la intervención, mía, ligada a la libertad (y al individualismo). Del
Responsabilidad del interventor en condiciones de restricción de la libertad de acción (escasez de medios,
negación de acceso a la información, condicionamiento ideológico de programas, etc.) papel del interventor y tipo de relación establecida primero se derivan los principios de beneficencia y
con la comunidad, contrato explícito o implícito no maleficencia que casi se limitan a reiterar que el
Situaciones críticas y emergencias en que no se puede analizar ni planificar acción pactado y postura sociopolítica del interventor (neu- comportamiento profesional debe ser ético: ha de
Publicidad institucional partidista, implicación del profesional y actitud ante ella tral, partidista, etc.) e implicaciones éticas. buscar el bien, y evitar el mal o daño, de sus clientes.
Legitimidad de la influencia social en campañas masivas (afectan a muchos que no han pedido nada) y en El cuadro 9.5 enumera una serie de cuestiones La gran amplitud de esos principios (que abarcan la
acciones preventivas (sobre problemas que «aún no existen») concretas {frecuentes en la práctica social o indivi- misión general de la ética) lo hace fácilmente gene-
dual) muchas veces ligadas a los temas generales ralizable a través de culturas y sociedades; queda, sin
Apropiación indebida de poder y recursos colectivos por parte del profesional o político embargo, por especificar en qué consisten «el bien»
reproducidos o a otras áreas de la acción social, como
Confusión de los espacios público y privado en el diseño, ejecución y evaluación de intervenciones comuni- el manejo de la información, la publicidad de los (o bienestar) y «el mal» de los otros (y también quién
tarias; privatización de la acción social servicios o el papel de las instituciones en la presta- lo define, el practicante o los otros mismos). Hasta
ción de servicios. tal punto es vaga la fórmula que la beneficencia o la

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maleficencia quedan probablemente mejor definidas la intervención comunitaria, en la que la autonomía CUADRO 9.6 (continuación)
por las consecuencias reales de las acciones profe- individual no puede prevalecer sobre la comunidad si
sionales (por el impacto y significado de esas conse- el interventor es fiel al «espíritu comunitario» (capí- Principios Pautas de comportamiento derivadas
cuencias para los afectados, más exactamente). Me tulo 1). Sería, en todo caso, más apropiado promover
he permitido «traducir» el bien o la beneficencia en la autonomía comunitaria, distinta de la autonomía No maleficen- Evitar el mal y la ineficacia
la acción profesional a dos valores complementarios personal. Parece más adecuado, en todo caso, y vistos cia Evitar/reducir efectos secundarios (psicológicos, sociales, etc.) negativos
y algo más concretos: la eficacia (de que es titular el los efectos nocivos del exceso de autonomía indivi- Obtener la mejor información disponible sobre el tema y la técnica a usar
profesional) y el bienestar del cliente. Es decir, que, dual, primar en el trabajo social, pero también en el Realizar pruebas piloto (sobre todo en acciones nuevas, complejas, etc.)
para el interventor, promover la beneficencia supon- individual, el desarrollo humano (capítulo 4) como No desencadenar efectos que no podemos controlar durante la acción
dría actuar eficazmente para promover el bienestar valor por un lado más sensible a los significados del Compensar —psicológica, económica, socialmente— por daños causados
—o, al menos, evitar el daño— del cliente. contexto social y cultural y, por otro, más amplio, ya
La autonomía, por el contrario, es un valor muy que incluye como valiosos para la persona no sólo Justicia social Tratar a todos de igual manera
saturado culturalmente: va ligado a la libertad (y al una cierta autonomía sino también los vínculos y Hacer disponibles técnicas y beneficios de la acción profesional a todos, incluyendo a los más
poder también), el valor cardinal de la cultura occi- relaciones sociales que están prácticamente ausentes débiles, necesitados o vulnerables
No discriminar en función de sexo, edad, etnia, grupo o nivel social, etc.
dental moderna. Habríamos, por tanto, de ser muy (exceptuando la confianza) de la deontología profe- No condicionar ideológica, psicológica, social o económicamente la ayuda
cuidadosos al extrapolarlo a otras culturas o colec- sional, pensada para trabajar con individuos. Deber profesional: ayudar psicosocialmente a las minorías más necesitadas (sociedad debe
tivos sociales —cuando se trabaja, por ejemplo, con La confianza (lealtad, fidelidad, etc.) es el valor aportar medios precisos)
inmigrantes— en que pueden primar otros valores relacional que fundamenta y mantiene el vínculo Equidad relacional en el intercambio profesional para empoderar al más débil
relaciónales o sociales como la solidaridad, la inter- profesional-cliente ampliable, hasta cierto punto, a
dependencia o la comunidad. Algo similar sucede en las relaciones con grupos supraindividuales. Modifi- Confianza Mantener confianza de destinatario > base de la relación profesional
Ayudar al otro, hacerse profesionalmente disponible a él/ella
Mantener confidencialidad y normas —implícitas/pactadas— de relación profesional
CUADRO 9.6
Autointerés Cuidarse a sí mismo para poder ayudar a los otros: el profesional es también sujeto, no sólo
Principios y pautas deontológicos de comportamiento
razonable objeto del cliente (límites humanos a otros principios)
Derecho a mantener integridad psicológica y estima profesional
Principios Pautas de comportamiento derivadas Derecho a no ser utilizado por el otro y a no implicarse personalmente en sus problemas
Derecho a los medios (información, psicosociales, económicos) precisos para alcanzar fines
Autonomía Fomentar autonomía de personas y colectivos sociales pactados
Tratar a personas como sujetos, no como objeto —de las acciones, intenciones o fines— del Derecho a mantener reputación profesional y a condiciones de trabajo dignas
practicante o de otro
Respetar su dignidad y capacidad de elegir, decidir y actuar por sí mismas
Obtener consentimiento voluntario e informado para intervenir
Informarles sobre lo que se va a hacer, consecuencias previsibles, derechos y obligaciones cando la propuesta de Thompson (1989), he añadido La deontología profesional pivota, en resumen,
de cada parte también un quinto principio, el autointerés razonable, sobre tres valores nucleares que corresponden a los
Acordar o pactar con destinatario los fines de la intervención ligado al cuidado de sí mismo del interventor y enten- tres actores que concurren en la intervención: un va-
Evitar relaciones y situaciones sociales que creen dependencia dido no como valor prioritario sino como un principio lor del cliente, la autonomía; otro del profesional, la
Limitar intervención: no hacer por el otro lo que ése puede hacer por sí mismo modulador (o limitador) de los otros —sobre todo beneficencia del cliente para el que trabaja; y un
Evitar técnicas y procedimientos dañinos, invasivos, demasiado restrictivos del de beneficencia— de forma que el interventor es tercero de la sociedad, la justicia social. Falta sólo
reconocido como sujeto ético, no como puro objeto añadir la confianza como eje de la relación entre los
Beneficencia Hacer el bien y ser eficaz en la intervención psicológica y psicosocial o medio para el bienestar del cliente. El concepto de dos primeros actores, profesional y cliente. El cuadro
Bienestar otro Ayudar y «servir» al otro, no a sí mismo justicia social (el único valor realmente social de la 9.6 desarrolla telegráficamente los cinco valores
Eficacia de la No utilizar al otro en beneficio propio deontológicos (libertad, bienestar, justicia social,
propuesta deontológico) manejado en la ética profe-
intervención Preparación en todos los métodos eficaces de ayuda psicosocial confianza y autointerés), junto a los seis principios
Obtener información adecuada sobre problemas y mejor forma de resolverlos
sional es ciertamente estrecho. Aun cuando aquí hago
una lectura más amplia, un concepto más plenamente que se deducen de ellos (autonomía, beneficencia,
Supervisión que minimice daños causados por interventor
Elegir técnicas en función del tema, no de preferencias del practicante social y abarcador de la justicia es perfilado luego no maleficencia, justicia social, confianza y autocui-
entre los valores sociocomunitarios. dado) y a algunas pautas de actuación derivadas de

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cada principio. Así, del valor libertad se deriva el ver si se puede actuar de forma que se fomenten esos dida en que han sido elaborados por los gremios pro- cubren razonablemente el uso del término (y los
principio de fomentar la autonomía de las personas tres valores a la vez y, si no se puede, elegir la opción fesionales, podemos considerar valores del interven- criterios operativos derivados) en la acción social,
y colectivos sociales que se «traduce» a pautas de o forma de actuar más cercana a esa fórmula tenien- tor. No hay un consenso en las distintas áreas, subrayando el componente distributivo como el que
actuación como la mínima intervención posible, el do en cuenta la jerarquía de esos valores que esta- corrientes ideológicas y profesiones sobre el conte- mejor puede identificar a la justicia social en gene-
consentimiento informado (no actuar sin el consen- blezcamos en la situación y caso específicos. nido concreto de esos valores, de manera que las ral. Si la justicia social es el valor social finalista,
timiento voluntario e informado del destinatario de constelaciones valorativas varían según las áreas (en el compromiso social —con los más débiles o des-
la acción) o la evitación de la dependencia. el trabajo organizativo prima la eficacia y el benefi- favorecidos— sería un valor instrumental, en la
Como se ha indicado al describir los valores y su 8. VALORES SOCIALES cio; en el «social», la solidaridad y la justicia social), medida en que ese compromiso ayuda a conseguir
dinámica, la clave de la ética social es el manejo Y COMUNITARIOS las tendencias ideológicas y las tradiciones profesio- la igualdad o justicia social. Es, sin embargo, un
simultáneo de los valores relevantes a un caso y su nales. Se sugiere aquí un sistema ligado de valores valor «polarizador», ya que mientras que unos prac-
ordenamiento en función de su «valía» en la situación Estos valores son sociales por su doble condición sociales a los que he añadido los dos valores comu- ticantes preferirán la postura comprometida, otros
concreta. Esto es, puede ser distinto lo que un inter- de cualidades deseable de una comunidad o sociedad nitarios nucleares —comunidad y desarrollo huma- se decantarán por la de neutralidad o independencia.
ventor haría si prima el valor autonomía que si pri- (excepto empoderamiento y desarrollo humano, que no— que aparecen brevemente definidos en el cuadro El desarrollo humano es el valor comunitario
vilegia el mantenimiento de la confianza del cliente son valores psicosociales) y de valores de los actores 9.10 y agrupados como sistema en la figura 9.4. básico (capítulo 4) ligado al crecimiento armónico
o de la justicia social del conjunto. La cuestión es sociales, no los valores deontológicos que, en la me- Como valor central de la ética social, Injusticia y equilibrado de las personas en sus distintos aspec-
social ha recibido una gran atención y ha sido de- tos y en relación con otros. En la constelación va-
finida conceptual y operativamente de distintas ma- lorativa comunitaria sería (junto a la justicia social
neras según el tipo de igual al que se aspire. Am- y la comunidad) un valor finalista al que contribui-
CUADRO 9.7 pliando el restrictivo significado del valor en la rán como valores instrumentales el empoderamien-
deontología, lo describo aquí con los tres compo- to y la participación social. La comunidad sería otro
Valores sociales y comunitarios valor central de esa constelación, que podemos con-
nentes identificados por Bellah y otros (1989), que
Sustantiva ^ mínimo cubierto para todos (necesidades vitales)
Justicia social Distributiva ^ distribución equitativa de poder, bienes y recursos sociales; igualdad
(valor básico, de oportunidades/acceso de personas a ellos
finalista) Procesal ^ trato igual a todos; favorecer a más débiles o necesitados (principio de la
diferencia)

FINES
Compromiso social Con los más débiles/necesitados DESARROLLO JUSTICIA COMUNIDAD
4—1
HUMANO SOCIAL SOLIDARIDAD
i

Desarrollo humano Despliegue global y equilibrado de capacidades humanas en relación con otros
Referente ideal: lo que los humanos podemos llegar a ser

Empoderamiento Poder personal compartido y construido en la actividad colectiva eficaz

Derecho Derecho a la diversidad personal y social Compromiso


a la diferencia Tolerancia ante los diferentes y sus comportamientos (no lesivos) Empoderamiento
social

MEDIOS
Participación social Compartir decisiones y poder social; derecho a ser tratado como sujeto agente, actor social,
no sólo como objeto Diversidad )

Solidaridad social Valor social básico «natural» en sociedades preindustriales, deteriorado en sociedades indus-
triales por individualismo, utilitarismo y autointerés Participación Eficacia
social
Comunidad Hermandad colectiva tejida con vínculos e interdependencias (solidaridad «natural»)

Eficacia Primacía de resultados positivos y uso de medios adecuados para obtenerlos en instituciones
y acciones sociales
Figura 9.4.-—Sistema comunitario de valores.

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siderar finalista o valioso por sí mismo o, también, que guían la acción; ligados, pues, a la «inten- además, medios éticamente correctos para generar el de los peor situados, no, como sucede con fre-
instrumental para el desarrollo humano. Estaría muy cionalidad» valorativa del interventor. las consecuencias deseables de forma que ni las cuencia, el de las minorías que ya están mejor que
cercano al valor social genérico de solidaridad social • Consecuencialistas, basados en las consecuen- personas que «producen» los resultados ni aque- el resto. Se combina aquí, como se ve, un criterio
al que, si acaso, añade el significado más específi- cias reales que la intervención tiene para la llas a que van destinados sean meros medios para social (la justicia social) con uno individual (el bien-
camente comunitario de similitud con otros y per- comunidad y actores sociales. Mientras que alcanzar esos resultados. Es decir, el ideal de la estar, un valor bastante difuso e inconcreto) exten-
tenencia. La diversidad o el derecho a la diferencia la valoración deontológica puede hacerse an- acción social sería buscar consecuencias desea- dido al conjunto de la gente (usado en sentido «so-
personal o cultural sería el contrapunto posmoderno tes de actuar, la consecuencialista sólo puede bles en valores socialmente relevantes que respe- cial») y con uno procesal o metodológico. La
de la igualdad, resultando difícil de ubicar en el sis- hacerse «empíricamente» tras haber actuado. ten éticamente a las personas que los producen y palabra «bienestar» puede ser sustituida por varios
tema de valores comunitarios o sociales. La eficacia Estos enfoques incluyen los diversos «utilita- a la sociedad que los «usa». Estoy abogando por valores y concepciones similares de lo que es ge-
es el valor básico (junto al beneficio económico) en rismos» cuyo criterio para valorar éticamente intervenciones que compatibilicen los valores éti- néricamente bueno para la gente, como salud men-
las áreas «organizativas» (las empresas). Hay que una acción podría ser la medida en que ésa cos con la eficacia técnica (resultados) mediante tal, competencia, desarrollo personal, poder, auto-
subrayar su carácter claramente instrumental: la efi- logra «el mayor bienestar para el mayor nú- el uso de métodos lo más respetuosos posible con nomía, autoestima o pertenencia social.
cacia o productividad de una organización o insti- mero posible de personas». la integridad ética y la capacidad de las personas.
tución (una empresa, una escuela, un hospital) sólo Lo que necesariamente implica conjugar, y tratar
tienen mérito moral en la medida en que contribuyan Los dos tipos de enfoques no son excluyentes y, de hacer compatibles, los valores de los distintos 10. PROCESO ANALÍTICO AVOC
a mejorar la vida de la gente o la justicia de la co- en principio, pueden combinarse. Si una acción pre- actores sociales que coinciden en la acción social
munidad o sociedad. Pero no debe ser menosprecia- tendía mejorar autonomía de un colectivo o reducir desde una base ética inviolable. Ése sería el reto La metodología para evaluar las cuestiones y
do: por mucha comunidad y solidaridad que tenga- su desigualdad respecto a otros colectivos sociales ético del interventor comunitario. problemas éticos de la acción social se encuentra
mos, no existirán posibilidades generalizadas de en algún aspecto relevante (enfoque deontológico), aún en estado embrionario, teniendo los esquemas
bienestar, desarrollo humano o justicia social si el la verificación de en qué medida ha aumentado la Criterios de evaluación. ¿Qué criterios básicos usados una orientación esencialmente individual.
sistema social y las acciones comunitarias no fun- autonomía o se han reducido las desigualdades tras usaríamos para valorar éticamente una intervención Kelman y Warwick (1978), Glidewell (1978) o Li-
cionan, no son eficaces. la intervención servirá para mostrar a través de las comunitaria? Propongo, reduciendo al máximo los ppitt (1983) han propuesto métodos de análisis éti-
El sistema comunitario de valores sería, pues, el consecuencias reales los progresos valorativos que elementos ya manejados, tres criterios relativamen- co de orientación social. Teniendo en cuenta esos
representado por la figura 9.4. Desarrollo humano y se buscaban inicialmente. Tendremos un serio pro- te simples y genéricos planteados en forma de pre- intentos, ofrezco aquí un esquema analítico relati-
justicia social (quizá también comunidad) serían los blema evaluativo, sin embargo, cuando haya discre- gunta: vamente simple (cuadro 9.8) para analizar las cues-
valores centrales, con el compromiso social, empo- pancias o conflicto entre la visión valorativa y la tiones éticas en la acción comunitaria a partir de
deramiento y participación (y eficacia) como valores consecuencialista. Cuando, por ejemplo, un progra- • ¿Ha aumentado la intervención el bienestar los cuatro elementos básicos ya identificados: ac-
instrumentales para la consecución de aquéllos; y ma inspirado en los mejores valores o intenciones del conjunto de las personas (sobre todo el de tores, valores, opciones y consecuencias (AVOC).
con la solidaridad y comunidad y la diversidad en se muestra ineficaz (queremos promover la escuela las más débiles o necesitadas)?
algún punto o zona intermedia más o menos inde- pública pero resulta, por ejemplo, menos eficaz que • ¿Ha disminuido las desigualdades (de poder,
pendiente de unos y otros y sin un claro carácter la privada). O cuando conseguimos buenos resulta- CUADRO 9.8
desarrollo, salud mental, recursos, oportuni-
instrumental o finalista, ya que no están directamen- dos usando medios impropios, degradando a las per- dades sociales, etc.) entre personas y grupos Proceso de abordaje de las cuestiones éticas
te ligados a operaciones o procesos de actuación. sonas o violando algún valor básico. Por ejemplo: sociales (y, si puede ser, aumentando el poder
se obtiene información sobre una red terrorista mor- de los más débiles)? 1. Identificar las cuestiones éticas relevantes
tífera torturando a los sospechosos; se aumenta la • ¿Se ha conseguido lo uno y lo otro a través de 2. Determinar los actores significativos y los valores
9. ABORDAJE DE LAS CUESTIONES productividad de un hospital o escuela sometiendo un proceso o relación (y con unos métodos o intereses de cada uno
ÉTICAS a los trabajadores a una presión o exigencia excesi- técnicos) que respeten la dignidad y capacidad 3. Especificar opciones existentes y consecuencias
va, o se suministra droga a una persona adicta para de la gente? (previsibles) de cada opción
9.1. Enfoques y criterios evaluativos «reducir los daños» psicológicos o sociales ligados 4. Deducir el comportamiento éticamente correcto
al consumo de esa sustancia; se contribuye al «bien- El mérito moral de una acción social vendría
La valoración ética de las acciones comunitarias estar» de consumidores o televidentes a través de la dado por la respuesta positiva a los tres puntos. (O El proceso consta de cuatro fases: en la primera
se puede hacer desde dos enfoques o tipos de cri- publicidad manipuladora o los programas de «tele- a las formulaciones contrarias de los dos primeros: se identifican las cuestiones o dificultades éticas
terios complementarios: visión basura». «¿ha disminuido el malestar del conjunto?», «¿ha relevantes del caso o situación analizado; en la se-
En la evaluación de las cuestiones éticas socia- aumentado la igualdad entre las partes?») O, en gunda y tercera se determinan respectivamente los
• Deontológicos, basados en los valores y prin- les debemos, pues, combinar los enfoques deon- todo caso, y si sólo puede aumentar el bienestar o actores sociales y sus valores, por un lado, y las
cipios (como la solidaridad o justicia social) tológicos y los consecuencialistas pero usando, poder de algunos, que al menos sea (Rawls, 1971) opciones y consecuencias, por otro; en la cuarta
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fase se elige, a la vista del análisis anterior, del conflicto ético que habremos de afrontar. Podremos de sujetos «abarcados» por los valores y las conse- no tenemos claras las opciones reales o no podemos
problema (fase dos, actores-valores) y las solucio- también tener dificultades para identificar los ac- cuencias benéficas de la intervención. Así, y como elegir una como mejor que las otras; a veces las op-
nes (fase tres, opciones-consecuencias), el compor- tores, sus valores, las opciones existentes o las se ha señalado en los criterios antes expuestos, las ciones pueden estar claras pero carecemos de los
tamiento ético más correcto. consecuencias previsibles de cada opción; esas consecuencias negativas para un grupo social más medios para llevarlas a cabo; en otras el interventor
Las dos fases intermedias son, como se ve, el dificultades señalarán las áreas de ambigüedad o vulnerable (parados, «enfermos» psiquiátricos, mu- (o los actores) carecen de las condiciones personales
núcleo del proceso. En la segunda se identifican los incertidumbre que deben ser aclaradas «empírica- jeres maltratadas, inmigrantes, etc.) tendrán más peso o sociales para poder elegir; otras veces los actores
actores sociales relevantes para el caso o situación mente» —en el proceso de evaluación previo a la que las de otro grupo, incluso más numeroso, si da- se niegan a sí mismos las opciones más meritorias
y sus valores (explícitos e implícitos) básicos; es intervención— para poder realizar con garantías el mos prioridad al valor justicia en el análisis, lo que (así, vivir sin dependencias químicas o psicológicas)
decir, aquellos actores con los que habríamos de tra- análisis y la actuación. tornaría, a su vez, a esos grupos vulnerables ética- porque son las que más esfuerzo requieren. Baste
bajar para solucionar la situación y los valores de Lógicamente, y vista la complejidad social de mente más importantes que otros quizá mayoritarios finalmente recordar que el proceso aquí expuesto
esos actores que hayamos de tener en cuenta para las situaciones comunitarias, habríamos de buscar o más significativos (clases medias, industriales y carece de virtudes taumatúrgicas: ni evita elecciones
evaluar éticamente el caso. En la tercera fase, se es- un equilibrio en el número de elementos (actores y comerciantes, élites sociales, etc.) desde el punto de difíciles en la acción social ni resuelve por sí mismo
pecifican las opciones fundamentales de que dispo- valores; opciones y consecuencias) que tomemos vista de su peso en la toma de decisiones de la co- las cuestiones éticas, facilita simplemente su abor-
ne el interventor y sus consecuencias probables para en consideración. Si por limitar ese número omiti- munidad o su contribución a la eficacia global del daje y solución al presentar esas cuestiones de una
los actores; es decir, las diferentes (recalco el adje- mos algún actor esencial para entender la situación sistema. La valoración sería, en cambio, bien dife- forma ordenada y sistemática.
tivo) alternativas o cursos de acción existentes a prio- (o alguno de los valores básicos para entender su rente si primamos la eficacia del sistema social sobre
ri y las consecuencias que para cada actor relevante forma de actuar), tendremos un déficit importante la justicia distributiva de los bienes generados. Y se
tendrá previsiblemente (en la medida en que en fun- a la hora de comprender la situación o la actuación hará un poco más compleja si —dado que cuantos 11. CONFIDENCIALIDAD Y DERECHO
ción de los valores relevantes de cada actor podamos de los actores involucrados. Pero, por otro lado, más bienes se produzcan, más habrá para repartir— A LA INFORMACIÓN: UN CASO
prever esas consecuencias) cada alternativa. Convie- cuantos más actores y valores incluyamos, mayor tratamos de compatibilizar los dos valores (justicia
ne no descuidar los valores implícitos (generalmen- complejidad analítica adquirirá el entramado (con- y eficacia) fijando, por ejemplo, un «suelo» de mí- Propongo un caso, semirreal y relativamente sen-
te identificables con intereses no confesables) en vergencias, divergencias y relaciones de actores y nimos (justicia sustantiva) como criterio «intocable» cillo (tomado de Sánchez Vidal, 2002b), para ilustrar
situaciones en que, en función de la gran «deseabi- valores) y más difícil será sacar conclusiones útiles. de base aun cuando la aportación de ese mínimo para brevemente el proceso analítico descrito. Un órgano
lidad» social o de que hay mucho que repartir, sos- Algo similar sucede con las opciones y sus con- todos perjudique la productividad o eficacia del sis- de un Ayuntamiento encarga a un psicólogo comuni-
pechemos que esos valores, aun permaneciendo im- secuencias: aunque no debemos omitir opciones tema (que, de primar la eficacia, exigiría dar más al tario, experto en metodología, la evaluación del per-
plícitos, van a tener un gran peso en la motivación realizables, la multiplicación de alternativas pue- que más produce, no al más necesitado). fil social y necesidades de los jóvenes de una ciudad
de los actores. En el lado de las consecuencias, la de producir un cuadro tan complicado de conse- En la vida real habrá situaciones de especial di- para elaborar un plan integral de promoción de ese
dimensión temporal puede ser muy importante, de cuencias que supere nuestra capacidad de síntesis ficultad ética; por ejemplo, cuando no hay ninguna segmento poblacional. El psicólogo, tras realizar (al
forma que (como se ve en la ilustración que sigue) y de sacar conclusiones respecto de la opción más solución buena y hay que elegir entre dos opciones frente de un equipo) la evaluación y analizar sus re-
las consecuencias de una opción pueden ser buenas deseable. Un correctivo útil que podemos introdu- más o menos malignas (el «mal menor») o cuando sultados, entrega el correspondiente informe al Ayun-
en el corto plazo pero malas en el largo plazo; y cir aquí es la viabilidad de las opciones, de forma el cuadro es de tal ambigüedad o complejidad que o tamiento, que, en vísperas de elecciones, lo difunde,
viceversa, no siempre las consecuencias positivas a que, si hay muchas alternativas, consideramos sólo
la larga lo son a la corta (con frecuencia por requerir aquellas que, con los medios y contexto dados,
un sacrificio o esfuerzo inmediato que sólo en el podamos llevar a cabo.
largo plazo recibe recompensa). CUADRO 9.9
¿Cuál será entonces la conducta éticamente co-
La observación de las columnas del esquema rrecta, la mejor opción (fase cuatro del proceso)? La Ilustración del esquema analítico: planteamiento del problema
permite detectar las convergencias y divergencias respuesta teórica es fácil: aquella que, teniendo en
de valores y consecuencias en cada opción. Las con- cuenta el mérito moral de los valores en juego (in- Actores Valores (deberes/derechos)
i
vergencias indicarán que el entramado social (fa- cluidos los valores deontológicos del interventor)
milia, institución o comunidad) funciona como una maximice las consecuencias positivas para el con- Ayuntamiento Información + veracidad (deber: decir la verdad a jóvenes)
globalidad más o menos unitaria en que se puede junto de actores y minimice las negativas. Es decir, (Rentabilidad electoral + imagen pública)
trabajar con todos los actores con resultados poten- tendremos en cuenta tanto los valores implicados
ciados (siempre que usemos las técnicas adecuadas, como las consecuencias de las acciones cuya evalua- Evaluador (y equipo) Información + veracidad (deber ante sociedad)
claro es) por la convergencia existente. Las diver- ción es cualificada (como la «importancia» dada a
gencias entre valores y consecuencias de cada op- los actores) por esos valores y no sólo por una mera Jóvenes Confidencialidad (para mantener confianza Ayuntamiento)
ción señalarán, en cambio, núcleos de dificultad y cuestión de amplitud o cantidad (cuanto más, mejor) Saber la verdad (derecho a la información pública veraz) en tema que les afecta

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3 1 2 / Manual de psicología comunitaria Ética de la intervención comunitaria I 3 1 3

abreviado, a los medios (televisión, prensa, etc.) lo- sociales de su trabajo: informar a los ciuda- surable de una persona (o papel social) con- la profesión para salvaguardar su prestigio y
cales. Avisado por un miembro del equipo evaluador, danos (derecho a la información pública ve- lleva la generalización —injusta con frecuen- buen nombre ante la sociedad.
el psicólogo revisa las informaciones de prensa y te- raz), frente a la confidencialidad debida al cia— de la censura a todos sus compañeros En la opción contraria: denunciar públicamen-
levisión, notando que un par de extremos importantes cliente nominal, el Ayuntamiento (que, aun- de categoría social: si este psicólogo miente te las omisiones y falsedades del informe, las
del informe —que resultaban desfavorables para el que habría de representar los intereses de los y no se le sanciona, los psicólogos mienten consecuencias previsibles serán contrarias en
Ayuntamiento— han sido convenientemente «maqui- ciudadanos, hace prevalecer aquí los suyos (o, peor, son unos mentirosos); si este político cada actor: beneficiosas para el autoconoci-
llados» para eliminar la visión negativa que de la propios, rentabilidad electoral e imagen so- miente o roba y no es castigado, los políticos miento y acción social de los jóvenes, per-
institución muestran los jóvenes. cial). Ese choque de valores o deberes hacia son mentirosos o ladrones; si un policía mal- judiciales a corto plazo para la imagen y el
Para analizar el caso, sigamos el proceso AVOC dos actores relevantes plantea al interventor trata y no es sancionado, los policías tortu- rendimiento electoral del Ayuntamiento (pero
representado en los cuadros 9.19 y 9.10. un conflicto de lealtades evidenciado al exa- ran... Ésa es precisamente la justificación de probablemente beneficiosas a la larga y para
minar las soluciones (cuadro 9.10). la deontología: ejercer el autocontrol ético de el conjunto de instituciones públicas) y para
1. Cuestiones éticas: ¿qué debe hacer el evalua- 3. Solución: opciones y consecuencias. Las op-
dor bajo cuya responsabilidad se ha realizado ciones son aquí de entrada relativamente cla-
CUADRO 9.10
el estudio y el informe? ¿Debe guardar silen- ras y diferenciadas: permanecer en silencio,
cio, él y su equipo, o, por el contrario, ha de no hacer nada y denunciar el comportamien- Ilustración: planteamiento de las soluciones
denunciar públicamente el «maquillaje»? ¿A to del Ayuntamiento. Si el psicólogo elige no
quién debe ser leal en primer lugar: al Ayun- hacer nada, primando así la confidencialidad Opciones Consecuencias (corto/largo plazo)
tamiento, el «cliente» que paga, o al público al cliente (el Ayuntamiento) sobre el deber de
(los jóvenes aquí) «destinatario» final de la los jóvenes a conocer la información relevan- Permanecer en silencio Los jóvenes no conocerán la verdad de su «realidad» social; «rentabilidad»
evaluación pero que no le han hecho ninguna te que ha «producido», está faltando a la ver- profesional para evaluador
demanda? dad por omisión. Consecuencias probables
2. Análisis: actores y valores. Parte del deber para los actores: los jóvenes no conocerán su Denunciar falsedades Los ciudadanos tendrán información correcta para tomar decisiones apropia-
general del Ayuntamiento de servir a los ciu- verdadera realidad colectiva y social y no po- das
dadanos es recoger y aportar información vá- Refuerzo prestigio profesional; dificultades futuras con Ayuntamiento.
drán, por tanto, usar esa información pública
lida para solucionar los problemas y ayudar para mejorar sus vidas y la situación que las
al desarrollo de los ciudadanos. Valores del enmarca. La actitud del psicólogo tendrá con-
Ayuntamiento en este caso y en relación a los secuencias mixtas: el «premio» probable del la actividad profesional del evaluador (en derecho del público a conocer la verdad so-
jóvenes son, pues, la información pública y Ayuntamiento por su «fidelidad» y discreción relación al Ayuntamiento) pero beneficiosa bre el del cliente a mantener la confidencia-
la veracidad: debe difundir información social (complicidad sería más correcto) junto a una de cara a otros clientes potenciales y los ciu- lidad de sus datos, que encubren, además de
verídica para que los jóvenes se conozcan mella en su reputación profesional, si en el dadanos en general, al quedar su reputación una falsedad, un autobeneficio ilegítimo. El
mejor a sí mismos y sus problemas y recursos. largo plazo se conoce (como suele suceder) profesional a salvo, una vez sabido que no evaluador debe, pues, desenmascarar las fal-
Ése es el valor explícito o declarado; hay otros su disposición a primar intereses particulares guardará silencio aun cuando hablar pueda sedades del informe, que, aunque es difun-
valores implícitos (entre paréntesis en el cua- sobre los deberes públicos. El Ayuntamiento resultarle perjudicial. dido por el Ayuntamiento, ha sido elaborado
dro 9.9) que no podemos ignorar: la rentabi- obtendrá a corto plazo una ventaja electoral y De no existir otras opciones intermedias o más con los datos que él ha recogido y que, esto
lidad electoral de la información difundida y mejora de su imagen social. Este tipo de com- matizadas que puedan respetar los distintos es importante, puede ser el único capaz de
su impacto en la imagen pública del Ayunta- portamientos acaban acarreando, sin embargo, valores enjuego, el psicólogo se enfrenta a un reconocer la falsedad de los datos. Es decir,
miento y el partido político que lo sustenta. a largo plazo, un descrédito general de la «cla- clásico dilema ético en que debe elegir entre el psicólogo no sólo tiene el deber de no men-
A los jóvenes (ciudadanos en general) les in- se política» al descubrirse las falsedades y una opción que favorece los valores de unos tir sino de evitar que otros mientan /con los
teresa conocer su situación para buscar solu- omisiones, lo que lleva a la gente a sospechar actores y otra que favorece los de otros, tenien- datos (técnicas, informes, etc.) que confec-
ción a sus problemas o potenciar su propio (con cierto fundamento) que «no dicen la ver- do ambas opciones consecuencias negativas ciona o desarrolla (el caso de la publicidad
desarrollo por sí mismos o con ayuda de la dad» (toda la verdad, en este caso). para él (en un caso a la corta, a la larga en el estaría, por supuesto, incluido aquí). Esa op-
institución municipal. El psicólogo (que en Dos importantes lecciones éticas deben ser otro) y mixtas para el conjunto de actores. Se ción estaría fortalecida si, además, el grupo
general no incluiremos en los esquemas) tie- extraídas aquí: primera, las consecuencias po- encuentra, de otro modo, en una encrucijada afectado fuera especialmente débil o vulne-
ne valores de la misma «familia» (informa- sitivas a corto plazo pueden tornarse negativas que le provoca un conflicto de lealtades. rable o la acción afectara a valores «fuertes»
ción) que definen, sin embargo, deberes con- (y más difíciles de corregir) en el largo plazo. 4. Conducta éticamente correcta. Es bastante como la justicia social. Debemos recalcar,
trapuestos respecto de los «destinatarios» Segunda, no sancionar el comportamiento cen- obvio que en esta situación debe primar el también, el significado relacional de romper

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3 1 4 / Manual de psicología comunitaria Ética de la Intervención comunitaria I 3 1 5

la regla de confidencialidad debida al clien- Ayuntamiento, si sucede que la decisión de facilitar RESUMEN
te (el Ayuntamiento en este caso): en la me- información sesgada fue tomada por alguna persona
dida en que implica perder la confianza del o sector concreto, estando otras personas o sectores
cliente, éste merece una explicación clara y de la institución en desacuerdo con ese proceder. 1. A pesar de la importancia reconocida a los valores, opciones y consecuencias, los consti-
convincente de las razones que llevan a faltar La cuestión ética de fondo tiene que ver con la valores, la PC ha menospreciado su dimensión tuyentes básicos de la ética interventiva: el
a la confidencialidad; tal explicación puede complejidad del proceso de «producción» de cono- ética, lo que, unido a una visión maniquea destinatario es, como el interventor, social o
permitir recomponer la confianza en el futu- cimiento social y con la pluralidad de actores im- —en blanco y negro— que no reconoce los plural, existen varias —no una sola— relacio-
ro, si se entiende que había motivos de peso plicados: los que «poseen» la información (la co- propios problemas éticos, ha dejado a los in- nes significativas, el contexto tiene gran im-
para romper, en ese caso y momento, la regla munidad, los jóvenes), que suelen ser, además, terventores huérfanos de orientaciones éticas portancia, la técnica (y su base científica) está
general de confidencialidad. destinatarios de su uso, los que la recogen y orga- adecuadas dada la limitada utilidad de una menos desarrollada, los temas tienen un mayor
nizan (los profesionales y expertos) y los que pagan deontología profesional pensada para la acción peso político y hay una divergencia mayor en-
Algunos matices. Debemos tener en cuenta la el proceso de recogida y elaboración (clientes). ¿A individual. tre los valores del interventor y otros actores.
viabilidad de la opción elegida, desvelar pública- quién pertenece, pues, esa información? Incluso 2. La PC necesita una ética social —no indivi- 6. Las cuestiones éticas surgen en situaciones de
mente la verdad. Es muy probable que el psicólogo aunque contestemos que a los tres actores, tenemos dual—, realizable que pueda servir de guía mo- indeterminación o ambigüedad respecto a ac-
no tenga la capacidad de comunicación ni el acceso que cualificar y graduar esa respuesta, según los ral de la acción comunitaria. Tal ética se cons- tores, valores, opciones o consecuencias o de
a los medios de que dispone el Ayuntamiento, por lo usos que se vaya a hacer de la información, pues, truye sobre dos pilares: los valores éticos conflicto entre ellos. Esas situaciones requie-
que su intento de denuncia, aunque éticamente me- en casos de conflicto, como el planteado, hay que sociales —que expresan las cualidades de la ren clarificación y aportes de valores u opcio-
ritorio, puede resultar ineficaz. Así es que debe con- priorizar a unos destinatarios sobre otros. Desde el comunidad ideal— y las consecuencias reales nes o la mediación entre los actores en con-
templar formas realistas de hacer efectiva la opción punto de vista comunitario, pensaríamos que la in- que para la comunidad y sus miembros tienen flicto. Otros factores y circunstancias que
elegida. Por ejemplo, recurrir al comité ético del co- formación pertenece, primariamente, a la comunidad las acciones realizadas; e implica una dimensión generan dificultades éticas son: la escasez de
legio profesional o de la empresa o institución —si que la genera y a la que con frecuencia va destinada alternativa, lo que debe ser (los valores o idea- recursos o información (o la inadecuación de
lo hubiera— en que se dé el problema; ese recurso esa información utilizable. No se puede, sin embar- les), a partir de la cual se juzga la realidad (lo ésta), la novedad de los temas tratados, el ex-
puede, además, abrir otras vías de solución o enten- go, olvidar que es la elaboración de esa información que es) o las acciones realizadas. ceso de utopismo, los cambios y transiciones
dimiento éticamente aceptable con el Ayuntamiento. a largo plazo en forma de conocimiento científico 3. Constituyentes estructurales de la acción ética de rol, la inexistencia o inadecuación del con-
La opción más apropiada sería, sin embargo, apelar válido lo que ha producido verdaderos avances y social son: la conciencia moral, la libertad de trato, la existencia de varios destinatarios po-
primero al propio Ayuntamiento (como responsable que, si la sociedad (no necesariamente los clientes elegir y actuar, las intenciones, el poder téc- tenciales, las agendas ocultas, la diferencia de
directo de la difusión de información parcialmente individuales que pueden buscar autobeneficiarse, nico, la relación profesional, el destinatario valores entre interventor y otros actores y los
falsa) para que corrija la información, añadiendo que, «privatizando» el conocimiento y sus productos téc- de la acción y la responsabilidad por las con- temas no incluidos en los códigos deontoló-
de no hacerlo la institución, él mismo procedería a nicos) no promueve y recompensa la producción de secuencias. El interventor comunitario debe gicos.
denunciar la falsedad, pues tiene el deber de señalar conocimiento básico y aplicado por parte de los ex- responder ante la comunidad del uso de la au- 7. Temas ético-sociales relevantes incluyen: le-
la inexactitud de lo publicado. El asunto podría com- pertos y científicos, difícilmente se darán esos avan- tonomía profesional y el poder técnico que le gitimidad y justificación de la intervención,
plicarse si se tiene en cuenta que el psicólogo ha ces. Estas consideraciones matizan significativamen- son socialmente concedidos: a mayor autono- autoridad, elección del destinatario, intencio-
dirigido un equipo cuyo punto de vista ético debe te la dimensión ética del proceso de producción y mía y poder, mayor responsabilidad. nalidad, fijación de objetivos, las implicacio-
ser también tenido en cuenta. Similar aunque mayor uso del conocimiento reconociendo el papel global 4. Los valores son los «ladrillos» de la ética y el nes éticas de la metodología, los criterios para
complicación social tendríamos en el otro lado, el de otros actores. juicio ético: forman sistemas dinámicos, inte- evaluar resultados, la responsabilidad del in-
rrelacionados y jerárquicos que tienen una terventor (y otros actores que participan en la
valía «relativa» (de unos en relación con otros) acción), los valores promovidos en la inter-
en función de su relevancia humana general y vención, los aspectos éticos de la relación con
del significado que adquieren en relación con la comunidad y el papel desempeñado por el
los temas y situaciones sociales concretas. interventor, el contrato interventivo y la pos-
5. La ética social está menos desarrollada que la tura sociopolítica (neutral o partidista) del
ética profesional individual, careciendo sus psicólogo. A esos temas generales van ligadas
valores-guía del consenso de que gozan la una serie de cuestiones más concretas que sur-
deontología y siendo notablemente más com- gen frecuentemente en la intervención comu-
pleja e indeterminada respecto de los actores, nitaria.

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3 1 6 / Manual de psicología comunitaria Ética de la intervención comunitaria I 3 1 7

LECTURAS RECOMENDADAS
8. Los principios y valores deontológicos, sólo (o la disminución de su malestar), el aumen-
parcialmente aplicables a la acción social, to de la justicia social (o la disminución de Sánchez Vidal, A. (1999). Ética de la intervención social. Volumen amplio de discusión de casos y cuestio-
recomiendan fomentar: la autonomía perso- la desigualdad) del colectivo social y el uso Barcelona: Paidós. nes éticas en la intervención social en distintos nive-
nal, la beneficencia (evitando el daño y la de una metodología técnica y proceso rela- Exposición teórica amplia e integral de los con- les que van de lo más micro a lo macrosocial.
maleficencia), la confianza relacional, la jus- cional respetuosos con la dignidad y capaci- ceptos básicos, cuestiones generales y métodos de
ticia social y el cuidado de sí mismo como dad de las personas. abordaje de los temas éticos en la acción social. Lippitt, R. (1983). Ethical issues and criteria in interven-
base de la ayuda eficaz y beneficiosa para 11. Los problemas y las acciones comunitarias tion decisions. En S. Cooper y W. Hodges (eds.), The
los otros. se pueden analizar y valorar a través de un American Journal of Community Psychology (1989), / 7; mental health consultation field (pp. 139-151). Nue-
9. Valores sociocomunitarios relevantes, que esquema cuatripartito: identificación de ac- monográfico sobre «Ética de la intervención comu- va York: Human Sciences.
nitaria», 355-360. Discusión de cuestiones éticas en casos reales
complementan a los deontológicos, incluyen: tores sociales y sus valores significativos en Discusión de las cuestiones éticas del trabajo co- sobre la matriz de un interesante procedimiento que
la justicia social en sentido amplio (básico, la situación (planteamiento del problema) y munitario a través de casos reales. difiere algo de los propuestos por otros autores.
distributivo y relacional) y el desarrollo hu- determinación de las opciones o alternativas
mano, como valores finalistas o básicos; la existentes y de las consecuencias (positivas Bermant, G., Kelman, H. C. y Warwick, D. P. (eds.). The
comunidad y solidaridad social; el compro- o negativas) para los actores en función de ethics of social intervention (pp. 3-33). Nueva York:
miso social, el empoderamiento, la participa- sus respectivos valores. La concordancia o Halstead Press.
ción y la eficacia, como valores mediadores discordancia de valores y consecuencias se-
o instrumentales para la justicia y el desarro- ñala, respectivamente, la posibilidad de una
llo humano, y la diversidad y respeto a la di- acción armónica y global o de futuros con-
ferencia como contrapunto de la igualdad. flictos éticos en que hay que primar unos va-
10. Existen dos enfoques éticos para evaluar las lores (o los valores de unos ciertos actores)
acciones sociales: deontológicos, ligados al sobre otros. La acción éticamente más co-
mérito moral de los valores y principios que rrecta será aquella que maximice las conse-
las motivan; consecuencialistas, ligados a las cuencias positivas para el conjunto de actores
consecuencias reales de las acciones. Es re- y minimice las negativas teniendo en cuenta
comendable combinar ambos enfoques te- el mérito moral de los valores (deontológicos
niendo como criterios globales: el incremen- y sociales) en juego en la situación y caso
to del bienestar del conjunto de las personas específico.

TÉRMINOS CLAVE

• Ética social • Beneficencia


• Valores • No maleficencia
• Sistemas de valores • Confianza
• Estructura de la acción ética • Justicia social
• Ingredientes: actores y valores • Autointerés razonable
• Ingredientes: opciones y consecuencias • Enfoques de evaluación deontológicos
• Temas éticos • Enfoques de evaluación consecuencialistas
• Cuestiones éticas concretas • Método AVOC
• Valores y principios deontológicos

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Papel psicológico-comunitario: I I I
contenido funcional y desempeño A \J

Aunque se puede señalar algo irónicamente que, el corazón de lo que podríamos llamar intervención,
a diferencia de otras áreas, la PC no es un campo agencia de cambio o práctica. Un individuo que usa
teórico del que derivar un papel social sino un papel el conocimiento, la pericia técnica y la sensibilidad
(una práctica) del que derivar un campo, lo cierto en la interacción social con su propia persona como
es que el tema del papel psicológico-comunitario instrumento directo y principal de impacto desem-
ha recibido escasa atención; bastante menor, en todo peña con frecuencia un papel crucial en las profe-
caso, de la que por su importancia y por el carácter siones y movimientos que intentan modificar el
del campo merece. Hay, además, que añadir que orden social. Esto implica que debemos tener una
—debido a la vocación activista del campo— la comprensión clara de qué papeles ha de asumir en
limitada atención recibida por el papel práctico está qué momento y cómo desempeñar esos papeles para
marcada por un pragmatismo y ateoricismo de cor- alcanzar el máximo efecto» (p. 35).
tos vuelos. Así es que siguen siendo globalmente Al resumir los aspectos prácticos o aplicables
válidas las coordenadas en que hace más de dos de un campo, el papel profesional está conectado
décadas situaba el tema. Por un lado, el papel psi- de una u otra manera con muchos de sus temas
cológico-comunitario sigue siendo un tema clave, conceptuales y metodológicos. Así, en la PC el rol
apremiante y pendiente. «Clave, por plantear al psi- tiene relación con la noción de PC manejada y con
cólogo no sólo su identidad profesional sino, tam- los conceptos teórico-operativos (desarrollo huma-
bién y desde ella, su papel en la acción social en no, empoderamiento, comunidad) que marcan las
general. Apremiante para el interventor, necesitado metas del campo. Está también ligado a la interven-
en el día a día de directrices operativas que no pue- ción como marco metodológico práctico y con los
den esperar a que investigación y ciencia hayan métodos concretos de actuación (prevención, orga-
hallado las soluciones finales y los principios aca- nización comunitaria, ayuda mutua, etc.) que seña-
bados. Pendiente: los contenidos funcionales del lan los contenidos técnicos del rol. Y está fihalmen-
rol y las competencias profesionales del psicólogo te relacionado con la ética, la participación y la
comunitario están en lo esencial por concretar» multidisciplinariedad en cuanto condiciones orga-
(Sánchez Vidal, 1996b, p. 89). Por otro lado, y como nizativas y valorativas que configuran tanto el con-
remacha Rothman (1974), una voz destacada del tenido del papel psicológico-comunitario como la
trabajo social comunitario, el papel es un aspecto forma en que es desempeñado en la realidad. Sin-
vital de cualquier área práctica: «De alguna mane- tetizo aquí trabajos anteriores sobre el tema (Sán-
ra, los papeles del practicante, traducibles a formas chez Vidal, 1985, 1988, 1991a y 1996b) añadiendo
específicas de comportamiento de aquél, están en a los nutrientes comunitarios algunos aportes pro-

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3 2 0 / Manual de psicología comunitaria Papel psicológico-comunitario: contenido funcional y desempeño / 3 2 1

venientes de la aplicación psicosocial (Sánchez Vi- Esto es, el papel será una constelación de fun- otros aspectos valorativos y sociales— muy ligada laboral. Y, viceversa, la claridad de la identidad
dal, 2002a) y, sobre todo, del trabajo social comu- ciones (integradas) que ha de asumir el practicante al desempeño del papel práctico. La importancia profesional es —como se vio en el tema de la mul-
nitario, según la elaboración de Rothman (1974) y (profesional o no) en respuesta a las exigencias o del aspecto funcional es evidente en la definición tidisciplinariedad— un requisito importante para el
sus colaboradores. La exposición se desarrolla en demandas repetidas que le «hacen» los colectivos ofrecida, en que el papel práctico aparece como un funcionamiento social satisfactorio.
tres partes. En la primera, acoto el concepto (di- personales y las situaciones a que se enfrenta en su catálogo integrado de funciones técnicas asumidas
mensiones, significados y diferencias respecto a práctica cotidiana. Desde el punto de vista ecoló- para responder a las demandas sociales. No es de Contenido técnico y desempeño. El papel elegi-
otros roles psicológicos) del papel psicológico-co- gico, el papel práctico consistiría en un conjunto extrañar que esa perspectiva sea la dominante en do ante una demanda o encargo indica la estrategia
munitario; en la segunda describo los contenidos de funciones profesionales que encajan —o se co- la literatura existente: las sociedades modernas va- técnica a adoptar para alcanzar unos fines prefijados.
(generales y más específicamente psicológicos) de rresponden— con las demandas sociales planteadas loran más lo que hacemos (la función) que lo que De forma que el conjunto de funciones asumidas
ese papel, y en la tercera, centrada en el desarrollo en un contexto dado. En la medida en que las de- somos (la identidad). Pero el papel implica bastante por una profesión forma su «arsenal técnico», el
y desempeño, identifico factores y tendencias so- mandas presentadas sean generalmente similares más que unos contenidos funcionales: es, también, compendio de los métodos prácticos (descritos des-
ciales y contextúales que contribuyen a definir el (reclaman casi siempre el mismo tipo de función) núcleo de la identidad social del practicante, que pués para el papel comunitario) que la profesión
papel y su desempeño y examino propuestas para o diferenciadas (reclaman funciones diversas), el tiende a verse a sí mismo —y es visto por los de- utiliza para abordar los problemas y demandas a
manejar los conflictos de rol. rol será más homogéneo —contando con pocos más— como aquello —psicólogo, médico, abogado, que se enfrenta en un área concreta de actuación
componentes funcionales relativamente fáciles de agricultor...— a lo que se dedica en la vida. Así es (psicología, economía, cirugía, etc.). Desde ese
integrar— o heterogéneo —teniendo componentes que, en la medida en que el papel «laboral» define punto de vista, el papel consiste en un contenido
1. EL PAPEL COMO PUENTE más variados y difíciles de integrar en la prácti- «quién es» socialmente el interventor, función e funcional o utilitario, pudiendo ser globalmente
PSICOSOCIAL ENTRE TEORÍA ca—. Como veremos más adelante, una caracterís- identidad están, necesariamente, interrelacionadas. interpretado como la aportación del conjunto de
Y PRAXIS tica diferencial del papel comunitario frente al clí- Por una parte, el papel es fuente de identidad, de practicantes del campo a la «productividad» de una
nico tradicional es la diversidad y complejidad de forma que, mientras que a unas funciones claras y comunidad o sociedad. Pero, de nuevo, ésa es sólo
El papel social puede ser visto desde distintas funciones (informar, evaluar, fomentar la vincula- socialmente aceptadas corresponderá una identidad una de las vertientes del papel, para cuya compren-
perspectivas y, por tanto, definido de variadas ma- ción, ayudar a generar poder, intermediar, «con- profesional sólida, a un perfil funcional más bo- sión cabal precisamos otra complementaria: el des-
neras. Es, en ese sentido, un «contenedor» práctico cienciar», activar socialmente, etc.) que abarca. rroso o por establecer corresponderá una identidad empeño real de esas funciones que lo componen
heterogéneo conectado, como se ha visto, con casi ¿Qué visión tendremos del papel práctico desde más difusa que generará ansiedad personal y estrés nominalmente por parte de los practicantes de car-
todos los aspectos de la acción social que adquieren la teoría? Como ya he apuntado, desde esa pers-
relieve o quedan iluminados según la perspectiva pectiva, el papel sería una síntesis de los aspectos
—práctica o teórica, funcional o identitaria, re- teóricos y metodológicos aplicables, de los concep- CUADRO 10.1
lacional, profesional, ecológica, etc.— adoptada. tos y métodos que tienen uso práctico. El papel Papel psicológico-comunitario: concepto, dimensiones y significado
Antes de entrar a describir las diferentes dimen- interventivo funciona así, a la vez, como una «cri-
siones y componentes del papel, debemos tratar ba» que retiene los aspectos teóricos y metodoló- Aspecto Contenido/descripción
de definirlo desde las perspectivas práctica —que gicos útiles para la acción y como un puente bidi-
primará aquí— y teórica —que nos permitirá en- reccional entre teoría y práctica, señalando los
lazar con otros aspectos del campo comunitario aspectos prácticos —la actuación social del practi- Concepto Respuesta a demandas funcionales recurrentes (práctico)
ya mencionados—. Conceptos, dimensiones y sig- Síntesis de aspectos metodológicos y teóricos aplicables (teórico)
cante— que precisan fundamento científico y téc-
nificados básicos del papel psicocomunitario son nico, además de soporte psicosocial. Dimensiones Función: qué hace el practicante (portador del papel)
recogidos en el cuadro 10.1. Identidad: quién es socialmente practicante
Contenido: conjunto de funciones desempeñadas (qué sabe hacer el practicante comunitario)
Concepto. Desde el punto de vista de la acción, 1.1. Dimensiones Desempeño: condiciones y proceso de asunción del papel ,
de la práctica psicológico-comunitaria, podemos
definir el papel como Función e identidad. Para entender correcta-
Significado Puente teoría-práctica
mente el papel práctico y su significado debemos y componentes . . | ., fio psicológico (identidad psicosocial)
captar las dos dicotomías que lo definen: función
lio social (la función social)
la respuesta a las demandas funcionales recu- e identidad por un lado, contenido y desempeño Relación contractual pactada con comunidad (relación profesional)
rrentes de los casos y situaciones que encara el por otro. Dicotomías, por otra parte, relacionadas: Referente valorativo (fuente de autoestima) con implicaciones éticas y políticas
practicante. el catálogo de funciones a realizar define el conte- Base formación profesional (conocimientos y habilidades prácticas)
nido del papel; y la identidad social está —junto a

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3 2 2 / Manual de psicología comunitaria Papel psicológico-comunitario: contenido funcional y desempeño I 3 2 3

ne y hueso en situaciones sociales definidas. Esa disponibilidad de medios, motivación y dinámica gremial, a uno'más difuso (o por construir) le co- Referente formativo. Al catalogar las funciones
vertiente del desempeño incluye aspectos extratéc- preexistente, etc.) que, siendo parte del papel in- rresponderá un menor reconocimiento social y una necesarias para trabajar efectivamente en un área X,
nicos vitales como: la claridad del encargo institu- terventivo, no están incluidos por la teoría o el autoestima profesional más débil. el papel práctico especifica las habilidades que ha-
cional o demanda social que reciben los practican- método psicológico o social. brían de ser parte de la formación del futuro prac-
tes; la coherencia o incoherencia de las funciones Relación contractual. Todo papel profesional ticante. De forma que si se parte de lo que el futu-
a asumir, así como la claridad y viabilidad práctica Articuladorpsicosocial. El carácter plenamente implica un doble pacto. Uno genérico entre la so- ro profesional ha de saber hacer, el papel casi indi-
de esas funciones; el proceso de asunción del papel psicosocial del papel práctico va ligado a las fun- ciedad y los gremios profesionales (u otras institu- ca el contenido del currículo formativo, en los tres
y los posibles cambios y transiciones a otros pape- ciones de puente o bisagra entre los individuos y la ciones intermedias) por el que la primera cede a los planos conectados que concurren en la intervención
les a lo largo de la actuación; la aceptación y el sociedad en varios aspectos importantes. Uno, entre segundos la prestación de ciertos servicios y funcio- comunitaria: el técnico y estratégico (habilidades
poder social de que gozan las profesiones (y actores la función técnica (lo que se hace socialmente) y la nes exigiendo a cambio un control (ético y social) metodológicas), el científico (conocimientos) y el
no profesionales implicados) en una sociedad dada; identidad (lo que se es psicológicamente). Dos, el del ejercicio profesional. Y un segundo pacto, más ético-social (valores, actitudes y normas de com-
la autoestima gremial y el estrés laboral; la relación papel es intermediario entre las vocaciones y pre- particular, entre cada practicante (persona, equipo portamiento). El primero, la pericia técnica, sería
con la comunidad y con otras profesiones y actores ferencias laborales de los individuos y las necesi- o institución) y sus respectivos clientes que incluye el centro de la práctica; los otros dos formarían la
sociales; los valores sostenidos y la viabilidad ética dades sociales; la mediación es ejercida por enti- una «relación profesional» que especifica explícita base cognitiva y valorativa en que se ha de articular
del trabajo cotidiano de los practicantes; la postura dades gremiales cualificadas (las profesiones, las o implícitamente las expectativas, derechos, deberes el uso práctico de esa pericia.
política de los practicantes en su conjunto y de cada «organizaciones no gubernamentales») que facili- de cada parte. Dado el carácter asimétrico de la rela-
uno en particular, etc. tan, también, la identificación e integración social ción profesional al uso (al profesional se le reconoce
de los practicantes individuales. Tres, el papel ar- un poder, conocimiento y capacidad de iniciativa 2. CARACTERÍSTICAS
ticula las dimensiones técnicas deshumanizadas de de que el cliente carece), en el campo comunitario DIFERENCIALES
1.2. Significados y componentes la acción social (los métodos y estrategias usados) habremos de cuestionar ese formato relacional en
con la realidad social y comunitaria por un lado y nombre del igualitarismo propio del campo. Para perfilar el papel psicocomunitario convie-
Del análisis conceptual y dimensional preceden- con la psicológica (autoestima, identidad, compe- ne dejar claras sus divergencias tanto respecto del
te se desprenden una serie de significados generales tencia personal, etc.) por otro: no sólo ha de ser Dimensiones éticas. Al implicar una relación papel clínico e individualizado a que está acostum-
o aspectos más parciales destacados según la pers- capaz el practicante profesional de seleccionar las con otras personas e incluir el manejo de poder y brado el psicólogo como respecto a otros papeles
pectiva adoptada, recogidos en el cuadro 10.1 y que técnicas más apropiadas al caso y situación concre- recursos sociales escasos, el desempeño del papel sociales. Partiendo de la definición funcional del
me limito a subrayar aquí. tos, sino que, como notaba Rothman, él mismo (su psicocomunitario conlleva importantes responsabi- papel práctico ofrecida y del resto de significados
sensibilidad social o su capacidad de captar las de- lidades éticas y sociopolíticas. Si, por otro lado, la y dimensiones revisados, las diferencias que marcan
Puente teoría-praxis. El papel práctico es un mandas de la gente o relacionarse con ella) es un sociedad delega en las profesiones la realización el perfil singular del papel psicocomunitario son
terreno fronterizo que permite el tránsito fluido «instrumento» técnico esencial en la ejecución de de determinadas funciones básicas (cuidar la salud, (cuadro 10.2): su condición emergente, la comple-
entre distintos territorios y puntos de vista temá- las tareas. educar, prevenir...), es lógico que controle el uso jidad y diversidad, el carácter generalista y la fle-
ticos que deben ser compatibilizados e integrados: social que sus practicantes hacen de los privilegios xibilidad, la influencia social frente a la relación
teoría y práctica, lo psicológico y lo social, lo va- Referente social y valorativo. El papel profesio- y poder (técnico y social) concedidos para llevar a interpersonal como motor del cambio y la primacía
lorativo y lo técnico. Ya se ha indicado que el pa- nal se constituye, a partir de lo ya dicho, en refe- cabo esas funciones. La ética tiene una triple función de la facilitación y dinamización psicosocial sobre
pel sintetiza los aspectos metodológicos y teóricos rente social y fuente de valor relevante. En efecto, en este esquema global: 1) orientar esa tarea en la la prestación directa de servicios. El papel psico-
que tienen aplicación práctica, a la vez que com- sirve para ser reconocido por otros («la sociedad», dirección correcta garantizando que el poder trans- comunitario sería, pues,
pendia las acciones reales de los practicantes que otras profesiones, etc.) como miembro de un colec- formador es usado en beneficio de todos, especial-
precisan fundamento científico y técnico. Tiende, tivo con unas competencias técnicas y, también, para mente de los más necesitados y vulnerables, y no Emergente: en construcción. Tratándose de un
de otra forma, un puente entre la ciencia (el mé- ser tenido en cuenta en sus decisiones como encar- en beneficio del propio interventor o los más pode- papel relativamente nuevo que depende piel con-
todo o la teoría que indican qué habría que hacer gar un trabajo o contratar unos servicios. Sirve, por rosos; 2) guiar el comportamiento del interventor texto y concepto de PC manejado, su contenido
para obtener un efecto determinado) y la práctica, otro lado, para derivar autoestima en función de la singular (persona o equipo); 3) facilitar a la socie- no está aún clara y definitivamente establecido
que señala lo que realmente se hace, lo que puede eficacia en el desempeño del papel y de los resul- dad criterios de valor desde los que evaluar la pro- («cristalizado»), sino que, como sucedía con la
hacerse. El papel enlaza, de otra forma, dos planos tados logrados pero, también, del aprecio que la fesión en general y a cada profesional singular. El interdisciplinariedad, se va construyendo (y «con-
—prescriptivo y descriptivo—, distintos pero dia- sociedad tenga al correspondiente gremio profesio- ejercicio del papel profesional lleva pues aparejada quistando») en el trabajo diario y en la colabora-
lécticamente entrelazados, cuya conexión es esta- nal. En este sentido, mientras que a un papel claro una serie de deberes y exigencias ligados al contra- ción y competencia con otras profesiones sociales
blecida por los aspectos de estrategia y desempe- y establecido como eficaz suele corresponder un to establecido que fueron especificados en el capí- que trabajan con los mismos asuntos o en el mismo
ño (situación social, formación del interventor, alto reconocimiento social y una robusta estima tulo 9. territorio.
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CUADRO 10.2 cólogo puede, y debe, oponer una objeción ética a psicocomunitario está aun en construcción (lo que
este ideal: al trabajar para la comunidad, pierde su demanda, por otro lado, que se hagan aportaciones
Características diferenciadoras del papel psicológico-comunitario
cualidad de sujeto, a la que, como cualquier perso- razonadas).
na, tiene derecho. Así es que, desde el punto de
Característica Descripción
vista del desempeño, habrá que encontrar una pos-
tura más igualitaria de colaboración que permita 3.1. Tipos de cambio, formas
En desarrollo Por su carácter emergente y diverso; se conquista y construye en el día a día y junto a compaginar el ideal de activación indirecta con la de relación y modelos formativos
otros profesionales cualidad de sujeto del propio psicólogo (y, eviden-
temente, con la cualidad de sujetos de los miembros Glidewell (l 977) ha sintetizado en cuatro las
Complejidad, Derivada ^ complejidad y variedad de situaciones y casos confrontados
de la comunidad). modalidades de cambio social (recogidas en el cua-
diversidad
dro 10.3) indicando, además, las funciones o con-
Generalismo Habilidades/actitudes comunes a muchas situaciones/casos exigen adaptar habilidades tenidos de rol exigidos por cada tipo de cambio.
y flexibilidad generales a situación/caso particular 3. CONTENIDO: INGREDIENTES
• Desarrollo de personas y colectivos sociales.
Facilitación-activa- Practicante impulsa, facilita el cambio, no lo protagoniza La literatura no ayuda mucho en este punto: Conlleva funciones de planificación, diseño y
ción social Influencia social indirecta además de ser escasas, las descripciones explícitas evaluación de las acciones.
sobre el contenido del papel psicosocial o comunitario • Conflicto y desviación social, cuyos conteni-
son a menudo vagas, fragmentarias o unilaterales, dos de rol son la consulta, la negociación y la
Complejo y diverso. La complejidad y la diver- y situación que, por otro lado, no son siempre ni estando ligadas a un área concreta de actuación conciliación.
sidad de situaciones confrontadas por el psicólogo clara ni específicamente psicológicos sino, más como las drogas, los problemas psiquiátricos, el • Justicia distributiva, discriminación y aban-
comunitario requieren, según se ha señalado, res- bien, multisectoriales, con lo que la asignación pro- conflicto social o el maltrato. Resumo aquí algu- dono social, que demanda funciones de abo-
puestas funcionales más variadas y heterogéneas. fesional de papeles (quién hace qué) está bastante nas propuestas hechas desde la PC y la psicología gado social, organizador comunitario y agen-
En consecuencia el papel psicocomunitario amplía menos clara que en el trabajo clínico. social aplicada y sugiero, después y a partir de te de cambio social.
notablemente —como se ve en las propuestas de ellas, los componentes generales del papel comu- • Dolor y sufrimiento, que llevan aparejados los
contenido que siguen— los limitados contenidos Indirecto: facilitación-activación, colaboración nitario (Sánchez Vidal, 1988) subrayando algu- papeles de terapeuta, consejero y «curador»
funcionales del papel clínico («diagnosticador», e influencia social. A diferencia de los papeles clí- nos aspectos más específicamente psicosociales (éstas son, en realidad, funciones clínicas li-
terapeuta, orientador). Esta mayor complejidad y nicos en que la relación interpersonal funciona como a sabiendas de que, como se ha indicado, el papel gadas al cambio individual).
diversidad funcional generará dificultades para motor del cambio, en los papeles sociales (incluidos
desempeñar el papel: es dudoso que una sola per- los comunitarios) la influencia social asume esa CUADRO 10.3
sona pueda asumir e integrar sin problemas las función impulsora del cambio. En ese sentido los
distintas funciones que comprende. Parece, por distintos papeles psicosociales corresponderían a Formas de cambio social (Glidewell, 1977) y tipos de relación (Hornstein, 1975)
tanto, necesario pensar —y poner a prueba— sis- las diferentes formas de ejercer en la práctica la
temas de síntesis —como los papeles conectores influencia microsocial. Sin embargo, lo verdadera- Formas Contenido Papeles
y la multidisciplinariedad— en que sean varias mente característico del papel psicocomunitario es
personas quienes asuman tal diversidad, no una el carácter indirecto de esa influencia debido a que De cambio y roles respec- Sufrimiento y dolor Terapeuta y consejero
sola (como se ha hecho tradicionalmente), para la los verdaderos sujetos y agentes del cambio son los tivos Desarrollo personal Planificación, diseño y evaluación
que tal diversidad puede resultar excesiva y des- miembros de la comunidad. El papel que corres- Conflicto y desviación social Consulta, negociación y conciliación
quiciante. ponde entonces al psicólogo es más indirecto y me- Justicia distributiva Abogado social, organizador comunitario,
nos técnico que el tradicional: no se trata de prestar agente de cambio social
Generalista, flexible. La variabilidad e indeter- un servicio psicológico, sino de «catalizar» posibi-
minación de la casuística y situaciones encaradas lidades de actuación o de animar o «activar» social- De relación con cliente Experta: profesional = técnico (analiza problema y sugiere soluciones) al servicio
por los psicólogos comunitarios y su novedad para mente a colectivos sociales desmotivados pero ca- del cliente (decide o no llevar a cabo soluciones)
paces, con recursos. De alguna manera, y en el Colaboradora: psicólogo y cliente cooperan en plano de igualdad para alcanzar
una profesión, la psicológica, acostumbrada a las
fines acordados
temáticas individuales exigen un abordaje funcional extremo, el psicólogo comunitario funcionaría como Abogado social: profesional defiende intereses del más débil para obtener más
a la vez más generalista (más amplio, menos espe- recurso externo a la comunidad que facilita o acti- poder y presionar a los más fuertes
cializado) y más flexible según el caso, grupo social va el cambio pero no lo protagoniza. Pero el psi-

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3 2 6 / Manual de psicología comunitaria Papel psicológico-comunitario: contenido funcional y desempeño I 3 2 7

El segundo tipo de cambio —conflicto— y los la parte más débil, presionando a la más fuer- 4. TAREAS Y PAPELES EN LA las partes una vez han aceptado la imposibilidad de
contenidos de rol asociados son amplificados un te para aumentar el poder y recursos de aqué- SOLUCIÓN DE CONFLICTOS lograr sus respectivos objetivos al cien por 100); la
poco más abajo al hablar de los conflictos comuni- lla. Se trata de una posición partidista, direc- conciliación para hallar un punto general de acuer-
tarios. tamente fundada, como se ve, en la teoría del Laue (1981; Laue y Cormick, 1978) ha descrito do, y la mediación propiamente dicha en que un
¿Qué formas de relación se dan en la actuación empoderamiento. con inusual precisión y claridad las tareas y los tercero aceptado por las partes en conflicto media
social del psicólogo? Hornstein (1975) las ha resu- papeles implicados en la intervención en conflictos entre ellas (en general sin tomar explícitamente par-
mido en tres según que la posición —o papel— bá- La Conferencia de Austin (Iscoe y otros, 1977) sociales. Según ese autor, el conflicto social se pro- tido) para alcanzar un acuerdo satisfactorio para
sica del psicólogo sea de: experto, colaborador o redujo a seis modelos —que se resumen a conti- duce cuando (debido a problemas de legitimidad de todas. Si esas estrategias fracasan, se puede recurrir
abogado (cuadro 10.3). nuación— las distintas propuestas presentadas para la autoridad o sus decisiones, a la insuficiencia de al arbitrio, en que una figura con poder reconocido
formar interventores comunitarios que, por su he- recursos o una injusta distribución de esos recursos) impone una solución externa.
• Relación experta o «clientelar» siguiendo el terogeneidad y amplio solapamiento, parecen re- se rompe el equilibrio existente en un sistema social.
modelo relacional médico-paciente. El agente flejar tanto posiciones ideológicas del momento Esa ruptura del equilibrio social provoca grados de Papeles. Dependiendo de elementos prácticos
de cambio es un experto técnico con habili- como concepciones reales de papeles interventi- disensión entre los distintos grupos cuyas manifes- como las habilidades del interventor, su relación
dades especiales para analizar problemas y vos. taciones fluctúan entre la cooperación y competen- con las partes en conflicto y la forma de financiar-
seleccionar soluciones, pero el cliente tiene cia (polos positivos) y el conflicto o la crisis (polos se (quién paga) y organizarse, Laue y Cormick dis-
el poder de hacerlas, o no, realidad. Es una • Clínico-comunitario (o salud mental comuni- negativos). La ocurrencia del conflicto comunitario tinguen cinco papeles básicos para la resolución de
relación apropiada para situaciones en que taria), intermedio entre la clínica y lo comu- —social en general— señala la necesidad de intro- conflictos (cuadro 10.4).
el cliente percibe la necesidad de cambios nitario, subraya factores intra e interpersona- ducir estrategias de solución que, aunque pueden
sociales. Las opciones de cambio propues- les en la prevención de, y atención a, los ser globalmente llamadas de mediación, incluirían • Activista: el practicante toma partido por un
tas deben ser aceptadas por los clientes y problemas de salud mental; usa estrategias (cuadro 10.4) también otras variantes específicas: grupo (en general el más débil) asumiendo sus
poder ser realizadas por las instituciones de como prevención, intervención de crisis, con- la negociación (que implica un «toma y daca» entre fines, y, a veces, se hace miembro del grupo.
que son parte (de forma que entren dentro sulta y análisis epidemiológico.
de las capacidades y competencias de sus • Desarrollo comunitario y sistemas sociales:
miembros y que los objetivos sean admisi- enfoque sistémico centrado en el desarrollo CUADRO 10.4
bles para ellos). de los sistemas sociales de la comunidad pres- Estrategias y papeles interventivos en el conflicto comunitario (Lave y Cormick, 1973)
• Relación de colaboración, la propuesta por tando atención al desarrollo personal y so-
Lewin para la investigación-acción: las dos cial. Estrategias Descripción
partes, agente de cambio y comunidad (o gru- • Intervención en sistemas y organizaciones: se
po social), colaboran sobre la base de una re- busca aumentar la calidad de vida mejorando Negociación Partes discuten y pactan acuerdo desde igualdad repartiendo ganancias y pérdidas
lación igualitaria en que cada uno tiene fun- la competencia de personas y grupos en la
ciones complementarias en el proceso de Conciliación Ayudar a poner de acuerdo a las partes, clarificando información, armonizando posturas
comunidad y las organizaciones y subrayando
cambio. A diferencia de la relación experta, la prevención. Mediación Intervención imparcial/neutral entre partes en disputa para alcanzar acuerdo satisfactorio
aquí, psicólogo y cliente tienen un poder si- • Cambio social: busca el cambio institucional para todos
milar en cada fase (análisis del problema, di- y social y usa estrategias interventivas socio- Arbitrio Tercero con autoridad —arbitro— impone solución externa cuando otras estrategias han
seño de soluciones y realización de éstas) de políticas como la organización comunitaria o fracasado
ese proceso. Como la relación anterior, impli- la abogacía social.
ca una coincidencia general de los fines del • Ecología social: perspectiva basada en los Papeles
cliente y del interventor (o que, al menos, éste principios de la ecología, busca mejorar el po- i
acepta los fines de aquél). der y la competencia de las personas al rela- Activista Se pone al servicio de una parte adoptando sus fines o valores
• Abogacía social. Aquí no existe esa coinci- cionarse con su entorno. Abogado Defiende intereses de una parte, menos implicado que activista
dencia de fines cliente-interventor, por lo que • Psicología social aplicada: centrada en la
la colaboración entre ambos no es posible. En Mediador Externo a las partes en conflicto y con visión más objetiva
aplicación de la psicología social a los pro-
esta postura relacional, el agente de cambio, blemas y sistemas sociales (dos de cuyas pro- Investigador Visión más amplia y distante (periodista, científico social, analista político); función de
asumiendo que la gente se mueve por el inte- puestas de rol —la de Glidewell y Hornstein— análisis social más que intervención
rés egoísta, trata de defender los intereses de han sido ya resumidas). Ejecutor Hace cumplir los acuerdos; posee poder coercitivo

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3 2 8 / Manual de psicología comunitaria Papel psicológico-comunitario: contenido funcional y desempeño I 3 2 9

Este papel exige las habilidades de organizar, implicadas, según se ha visto, en distinta medida cadas en las eventuales transiciones de rol a que se sionalidad de lo social aconseja focalizar el análisis
hablar en público, diseñar estrategias y reunir en los cinco papeles descritos: autoanálisis, comu- va a enfrentar el interventor en una acción tan he- en cuatro aspectos prioritarios:
seguidores. nicación, análisis social, organización, aporte de terogénea y diversa, frente a la acción individual,
• Abogado: desde una postura más distante que información, identificación de recursos, interme- en relación a las funciones a asumir y los papeles • El problema, necesidad o aspiración colec-
la del activista, apoya la causa de un grupo y diación «comisionista» (broker), pensamiento di- a desempeñar. Los papeles conectores (linking ro- tiva (droga, maltrato, participación, mejora
promueve sus fines frente a los adversarios o vergente, planificación, consejo y ejecución de so- les) y la multidisciplinariedad (capítulo 8) se per- global de la comunidad) que interesa espe-
toda la comunidad. Si actúa desde «dentro» luciones. Si bien las habilidades son —hasta cierto filan como propuestas emergentes de solución que cíficamente.
del grupo es un consultor, si desde fuera, un punto— compatibles, pudiendo por tanto ser asu- deben ser investigadas y puestas a prueba. • Los determinantes de la necesidad o aspira-
organizador. Puede también actuar como nego- midas por una misma persona o institución, \os pa- ción, aquellos factores psicológicos y psico-
ciador representando los intereses de la parte peles no lo son, de forma que el practicante ha de sociales que, estando significativamente im-
correspondiente. Añade a las destrezas exigidas elegir uno de los cinco papeles, pues no puede asu- plicados en la generación del asunto de interés,
al activista la de tener una visión del final del mir varios a la vez. 5. PROPUESTA SINTÉTICA: intentamos modificar.
conflicto que ayude a defender los intereses del COMPONENTES BÁSICOS DEL • Los procesos sociales que «reproducen» o
grupo por el que se aboga. Resumen: diversidad y problemas de desem- PAPEL SOCIOCOMUNITARIO mantienen el problema que buscamos resolver
• Mediador: su posición externa respecto a las peño. ¿Qué conclusiones sobre el papel psicosocial o la carencia de aquello que queremos desa-
partes en conflicto le permite tener una visión o comunitario podemos sacar de la breve excursión Trato ahora de sintetizar los componentes fun- rrollar.
más objetiva y general de la situación que la realizada por la literatura respecto de sus dos ver- cionales básicos del papel sociocomunitario que sub- • Los recursos personales y sociales que pode-
de los papeles previos. Su misión es ayudar tientes, funcional (contenido) y procesal (desem- yacen a la diversidad de descripciones de lo que ha- mos utilizar o ayudar a desarrollar para favo-
a alcanzar acuerdos satisfactorios para todas peño)? Respecto de la vertiente funcional, se ob- cen los interventores sociales y comunitarios recer el cambio deseado (incrementando, por
las partes en conflicto y solucionar las dife- serva que, si bien el contenido de los papeles mostrada en las propuestas precedentes. Incluyo sie- ejemplo, el poder colectivo).
rencias que causaron el conflicto. Además de psicosociales es diverso, variando según el área de te funciones (recogidas en el cuadro 10.5) que tienen
ser aceptado por todos, es recomendable que actuación, enfoque ideológico e interventivo, nivel un componente psicológico o psicosocial sustancial Procesos y aspectos sociales objeto frecuente de
goce de autonomía económica y organizativa. de especificidad de la descripción y otros factores, que es resaltado aquí en la descripción y recogido análisis son: la socialización formal (educación) e
Habilidades precisas son: facilitar la negocia- se observa que convergen sobre las tres formas de más adelante en otro apartado. No siendo, sin em- informal, los sistemas de poder y asignación de re-
ción, organizar, comunicar, buscar recursos y relación general explicadas por Hornstein: experto bargo, esas funciones específica ni siempre central- cursos, el apoyo e interacción personal y grupal, el
elaborar acuerdos aceptables. técnico (ligado a una relación «clientelar»), de co- mente psicológicas, parece más correcto asumirlas liderazgo y la forma de controlar la desviación. El
• Investigador, científico social, analista político, laboración y partidista (o de abogacía social en sen- multidisciplinares, de forma que pueden ser desem- análisis general precede y enmarca la evaluación
periodista, u otro, con una visión más amplia y tido amplio). Glidewell resume con claridad las peñadas por varios tipos de agentes de cambio. Fluc- dimensional concreta. ¿Cómo? Mientras el análisis
distanciada del conflicto que, en teoría, le per- funciones globales del interventor social que Laue túan también en el grado en que son específicamen- es global y cualitativo (centrándose en el conjunto
mitiría «empatizar» con todas las partes. Su po- y Cormick amplían conectando las dos últimas pro- te comunitarias, de forma que mientras varias de esas del sistema o situación), la evaluación (capítulo 6)
der depende de la importancia que la comunidad puestas por aquél (conflicto y justicia distributiva) funciones (análisis y evaluación, diseño y planifica- se centra en la dimensión concreta que nos intere-
y las partes enfrentadas concedan a sus hallazgos. y desgajándolas en cinco papeles y once habilidades ción, consulta, negociación...) son genéricamente sa incluyendo la valoración de medidas cuantitati-
Este papel exige las habilidades metodológicas más específicas. sociales, otras, como el desarrollo de recursos, la vas de ella (cuando la dimensión es cuantificable,
ya conocidas por el científico social: observar, Respecto del desempeño, parece claro que la abogacía social o la organización social, deben ser claro está).
registrar información, analizarla, relacionar fac- amplitud temática y la diversidad de funciones a consideradas —por ese orden— más específica y
tores y variables. La mayor dificultad para des- ejercer por parte del interventor psicosocial o co- propiamente comunitarias. Diseño y organización de programas de cam-
empeñarlo es ser capaz de mantener la distancia munitario suscitan cuestiones críticas sobre su via- bio. Este componente comprende varias funciones
y no inclinarse por una parte concreta. bilidad. Una, primordial, la compatibilidad de los Análisis y evaluación social. El análisis de si- asociadas a la creación de actuaciones integradas
• Ejecutor (enforcer): ha de hacer cumplir los distintos papeles que el psicólogo haya de asumir tuaciones y sistemas sociales (comunidades, insti- (programas) para solucionar los problemas detec-
acuerdos alcanzados, para lo cual ha de tener simultánea o sucesivamente. Dos, derivada de la tuciones u organizaciones, grupos) que se desea tados o alcanzar las metas positivas buscadas con
un poder coercitivo o formal sobre los grupos; anterior, ¿puede una sola persona asumir papeles modificar desde el punto de vista de un problema un grado de organización que fluctúa entre los en-
por ejemplo, un tribunal de justicia, la policía, tan diversos y diferentes de aquellos a los que el o interés positivo es el primer paso de cualquier foques más flexibles y los planificados, los más
los jueces o ciertos administradores. psicológico está acostumbrado? Como ya se ha acción social. Se trata de un análisis a la vez global comunes. Consta de dos funciones —el diseño del
apuntado, habremos de plantear la necesidad de es- y selectivo, que debe contemplar la situación o sis- programa y su organización estratégica— o mo-
Habilidades. En conjunto, la solución de con- tablecer sistemas de síntesis e integración para re- tema en su totalidad, pero desde la perspectiva del mentos procesales, pues son acciones sucesivas:
flictos exige para los autores once destrezas básicas, solver los conflictos de rol y las dificultades impli- fenómeno de interés. La complejidad y multidimen- primero se diseña la acción, después se organiza

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Papel psicológico-comunitario: contenido funcional y desempeño / 3 3 1
3 3 0 / Manual de psicología comunitaria

las personas y comunidades tienen capacidad de la resolución de discrepancias y conflictos comu-


para su ejecución y más tarde se ejecuta, tras lo en los programas comunitarios, además de la
saber lo que es mejor para ellos si se les da infor- nitarios. La relación humana —entre personas o
cual se puede difundir a otros contextos. búsqueda de medios económicos y personales,
mación clara y pertinente sobre los temas de interés grupos— es, como la educación, un componente
una estrategia de motivación e implicación de
y —en el caso de la consulta—, que pueden actuar y más o menos secundario de toda intervención co-
• El diseño o creación del programa es una fun- la gente en todo el proceso de cambio. Algunos
alcanzar sus propios objetivos con ayuda técnica munitaria, en que tiene un importante papel facili-
ción «de gabinete» en que se marcan los ob- practicantes recomiendan crear también estra-
externa. tador de la realización de las acciones y el éxito de
jetivos de la acción, se proyectan las acciones tegias eficaces de difusión de programas una
En la consulta el practicante, tras estudiar la situa- las técnicas usadas de manera que no se concibe un
apropiadas (el programa) para alcanzarlos y vez se haya comprobado el éxito de éstos.
ción o problema de interés, propone soluciones a los programa exitoso que no incluya el establecimiento
se establece la estrategia para llevar a cabo el
responsables del sistema de forma que sean ésos los y mantenimiento de buenas relaciones con los gru-
programa. Consulta y educación. Se trata de dos funciones
encargados de llevar, o no, a cabo esas recomenda- pos y personas clave de la comunidad. Las «buenas
• En la fase organizativa se buscan los medios diferentes que tienen en común su carácter educa-
ciones. Se trata, como se ve, de un servicio triangular relaciones» no necesitan ser siempre complacientes
personales y sociales necesarios para poder tivo y multiplicador respecto de los esfuerzos del
(problema-consultante-practicante) e indirecto en que y amigables y pueden (deben) también incluir la
llevar a cabo eficaz y coordinadamente el pro- practicante, cuya capacidad de actuación se «mul-
los miembros del sistema retienen la responsabilidad divergencia y la franca confrontación, cuando eso
grama en un contexto social o comunitario tiplica» con intervenciones más limitadas que res-
por la marcha de ése y la solución de sus problemas, sea apropiado.
dado. Es una tarea básicamente estratégica que petan las capacidades de los afectados de resolver
limitándose el practicante a colaborar con ellos vo- Las otras dos funciones, mediación y negocia-
se lleva a cabo a varios niveles (técnico, po- sus propios problemas y hacer realidad sus aspira-
luntariamente y en pie de igualdad. ción, ya fueron descritas como parte de la mediación
lítico, administrativo, etc.) que han de incluir ciones compartidas. Se asume en ambos casos que
La educación acompaña más o menos secun- en el esquema de Laue y Cormick. En ellas se asu-
dariamente a la mayoría de acciones comunitarias me que hay varias partes en conflicto (o sin con-
CUADRO 10.5 que casi siempre tienen una dimensión educativa, tacto entre sí) y que sus posiciones pueden ser acer-
o informativa al menos. Es central, sin embargo, cadas a través de una transacción de diferencias
Componentes del papel interventivo comunitario
en estrategias preventivas o de desarrollo como la para alcanzar un arreglo de conjunto aceptable (ne-
educación para la salud, la educación de adultos u gociación) o de una mediación, generalmente en-
Componente Descripción tareas
otras, más subversivas, como la educación popular tendida como neutral, autónoma respecto de las
Análisis social Análisis selectivo de comunidades y sistemas desde el punto de vista de fenóme- o la pedagogía freiriana. Aunque varía en su grado partes y sin poder decisorio o ejecutivo, pero capaz
Evaluación de necesida- no de interés de directividad (entre la simple información y la más de convocarlas y proponer iniciativas. La diferencia
des y programas Evaluación de problemas y aspiraciones, determinantes y recursos personales descarada manipulación), asume generalmente que entre ambas funciones es que en la mediación hay
y sociales útiles para cambio sociopsicológico la gente elegirá racionalmente sus acciones si se le un papel para el interventor externo y en la nego-
facilita la información pertinente. En la realidad los ciación no, son las partes en conflicto las que ne-
Diseño y organización de Establecer acciones para alcanzar objetivos marcados, medios precisos componentes afectivos y sociales extrarracionales gocian. Las funciones mediadoras (y negociadoras)
programas y estrategia de participación de la gente son también fundamentales, de manera que el tra- están adquiriendo relevancia creciente por la mul-
bajo educativo en grupo será mucho más efectivo (y tiplicación del conflicto (y su reconocimiento social,
Consulta y educación Colaboración con el cliente: proponer «soluciones» a problemas que aquél puede en realidad) en todos los ámbitos de la vida social
(o no) aplicar
costoso) que la mera campaña masiva de conciencia-
ción a través de la televisión. En general las estra- moderna y por la búsqueda de soluciones construc-
Formación y entrenamiento útil para el crecimiento humano, la prevención y la
solución de problemas tegias educativas usadas en el cambio comunitario tivas que eviten la multiplicación y escalada del
van dirigidas a cuatro grupos de interés (capítulo enfrentamiento, por lo que ambas estrategias tienen
Mediación, negociación Para facilitar la solución de conflictos fomentando la comunicación y relación 12): los afectados por la condición a modificar, los un apreciable potencial preventivo. Se están ensa-
y relación entre las partes, manteniendo buenas relaciones con personas y grupos comu- «otros significativos», los profesionales de ayuda y yando estrategias de mediación en los vecindarios,
nitarios los líderes comunitarios y sociales. Las estrategias las escuelas y las familias.
educativas deben transmitir información pertinente Laue y Cormick identificaron once habilidades
Abogacía social Ayuda a la defensa de intereses de colectivos sociales que no pueden defenderlos sobre el problema de interés y los signos o síntomas básicas de las funciones negociadora y mediadora
por sí mismos que podemos resumir en una serie de destrezas re-
que permitan reconocerlo tempranamente, y sobre
las soluciones o recursos de ayuda disponibles. laciónales como: la empatia con el otro; la capaci-
Organización y dinamiza- Facilitar el empoderamiento colectivo a través de organización y activación so-
dad de escuchar, hablar y callar; la capacidad de
ción cial
Negociación, mediación y relaciones humanas. percibir elementos comunes y crear vínculos, y así
Desarrollo de recursos Crear habilidades sociales; fomentar redes sociales y grupos de ayuda mutua; de- Se trata de formas distintas de facilitar la relación sucesivamente. La asunción básica de estas funcio-
humanos y sociales sarrollar asociaciones y grupos reivindicativos, etc. y comunicación social entre grupos para posibilitar nes es que el conflicto está originado por deficien-

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Papel psicológico-comunitario: contenido funcional y desempeño I 3 3 3
3 3 2 / Manual de psicología comunitaria

de conflictos, producción y gestión de evidencia, y el cambio social profundo (que involucraría el casi todas las tareas comunitarias y en los compo-
cias de relación y comunicación, de forma que pue-
negociación) y acción social partidista que impul- cambio de la estructura de poder), la meta última. nentes del papel psicosocial. Según el carácter y la
de resolverse facilitando la comunicación —y
sa el cambio institucional a partir de reclamaciones En la medida en que es la comunidad (o colectivo utilización de aquello que se considere «recurso»
relación— entre las partes, aflorando asunciones
y demandas a instituciones de colectivos margi- social) quien realiza su propia transformación, el (o potencialidad), se pueden considerar distintos
implícitas, aclarando malentendidos, etc. Hay, sin
nados, indefensos o desasistidos que se consideran practicante sólo puede ser agente indirecto de cam- tipos de recursos a desarrollar a varios niveles. En
embargo, que añadir una segunda condición, que
perjudicados por esas instituciones. Se asemeja a bio que —a partir del descontento, la necesidad o las principio entendemos como recursos las cualidades
con frecuencia se pasa por alto la igualdad del po-
su homónima jurídica, de la que deriva, en que el aspiraciones compartidas— trata de desatar o libe- —personales, sociales, territoriales, ecológicas o
der entre las partes que negocian. Si no se da esa
abogado social defiende los intereses del cliente rar fuerzas transformadoras ya existentes (o laten- de otro tipo— que estando real o potencialmente
condición, si el poder de las distintas partes no está
(aunque en un proceso social, no legal). Se dife- tes), impulsar procesos de cambio incipientes y presentes en ellos pueden contribuir a la potencia-
nivelado, el más fuerte se impone a los más débiles.
rencia de ella en que aquí se busca reformar sis- activar a grupos y personas que, de otra forma, ción o desarrollo de personas, colectivos sociales
En ese caso, la abogacía social o la organización
temas y procedimientos administrativos y políticos permanecerían pasivos e inactivos. o comunidades. La educación, la «autoayuda», la
comunitaria serían funciones más apropiadas para
y en que, en vez de sustituir al cliente, en la abo- ¿Cómo puede el psicólogo, u otro practicante psicoterapia, los grupos de crecimiento, el fomen-
abordar las disputas producidas.
gacía social se trata de suplementar o potenciar comunitario, ejercer esta difícil misión? Ya vimos to de habilidades psicológicas o relaciónales o del
sus intereses y capacidad de actuar de cara a los algunas de las claves teóricas y operativas al exa- asociacionismo, la organización comunitaria o la
Abogacía social. Desgloso el cambio social en
sistemas a los que reclama. Métodos y acciones minar en el capítulo 4 la noción de empoderamien- participación en proyectos sociales son estrategias
dos líneas o componentes: la abogacía social, re-
típicas de abogacía social son la investigación de to y los procesos de adquisición y reparto de poder para conseguir el desarrollo personal y social al me-
formista y apropiada en sistemas accesibles al cam-
programas sociales, la denuncia social y judicial que conlleva. Otros procesos sociales (en buena jorar la autoestima y el poder personal, la relación
bio, por un lado, y la organización comunitaria,
de fallos y abusos institucionales, el cambio de parte psicosociales) asociados a la función social con otros, el sentimiento de pertenencia e identidad
radical e indicada en sistemas impermeables a las
métodos y sistemas administrativos inhumanos o organizativo-dinamizadora aparecen singularizados, social y la eficacia de las acciones individuales y co-
propuestas de cambio, por otro. Aquí se asume que
perjudiciales, la presión organizada de afectados por su importancia, en el cuadro 10.6. lectivas. Nos estaríamos ahí refiriendo al desarrollo
las deficiencias de base no son relaciónales o de
por fallos de instituciones u organizaciones (esca- Vemos que, aunque los procesos pueden —y directo de recursos en el sentido de que buscan el
comunicación, como en la mediación y negociación,
pe de gas de una planta química, jubilados con con frecuencia deben— combinarse entre sí, cada crecimiento personal o social per se, no para otros
sino de poder o capacidad, de forma que es preciso
pensiones insuficientes, parados sin representación uno marca una línea estratégica diferenciada: or- fines utilitarios.
ayudar a empoderar a los más débiles pero con ca-
sindical, etc.) o la exigencia del cumplimiento de ganización comunitaria, si se favorece la partici- Hablaríamos de desarrollo indirecto de recursos
pacidad potencial para defender sus propios intere-
los cambios acordados. pación en acciones colectivas para conseguir más cuando potenciamos capacidades de ayudar a otros
ses (organización social) o representar los intereses
poder; creación de «instituciones paralelas» a las seleccionando o capacitando voluntarios o parapro-
de aquellos colectivos (menores, mayores desvali-
existentes cuando éstas parecen impermeables al fesionales, mejorando la capacidad de socialización
dos, etc.) cuando son incapaces de defenderlos por Organización y dinamización comunitaria.
cambio desde dentro; mediación en conflictos de los padres u otros agentes o sensibilizando a
sí mismos. Estrategias de cambio social nucleares a la acción
como forma de «desanudar» energías comunitarias ciertas personas no profesionales para que puedan
La abogacía social se origina en el trabajo so- comunitaria, centradas en la activación o dinami-
no utilizadas constructivamente; identificación de relacionarse con adolescentes con dificultades per-
cial (Knitzer, 1980; Weber y McCall, 1978) com- zación social de la gente y en su organización social
necesidades o la «concienciación» sobre condicio- sonales o de adaptación social. La distinción entre
binando las funciones de abogacía legal (gestión para adquirir poder. El poder es aquí el factor clave,
nes insoportables o injustas de vida como procesos recursos patentes y recursos latentes («potenciali-
que crean su propia dinámica de actuación, etc. dades») es mucho menos clara en la práctica que en
CUADRO 10.6 Varios de esos procesos son reconsiderados al iden- el concepto, pudiendo referirse estos últimos, los
tificar los componentes psicosociales del papel recursos potenciales, a capacidades no detectadas
Estrategias básicas de dinamización y activación social o ejercitadas que se pueden «descubrir» o hacer
comunitario.
«aflorar» frente a cualidades ya existentes que sean
Establecer objetivos y metas a perseguir como proceso social aglutinador y anticipador de la acción posterior susceptibles de desarrollo y mejora, en el caso de los
Desarrollo de recursos humanos y comuni-
Ayudar a desarrollar sentimientos de potencia (percepción de que uno puede cambiar las cosas, actuar y luchar recursos existentes o patentes. Así el descubrimiento
por aquello que desea o necesita) y cohesión social como requisitos motivacionales para embarcarse en la ac- tarios. Si el desarrollo humano es objetivo cen-
tral de la PC, se comprenderá perfectamente que de personas con capacidad de ayuda o el fomento
ción
el desarrollo de recursos constituya, como forma de asociaciones para hacer frente a un problema o
Utilización constructiva de tensiones, contradicciones (y procesos de cambio ya existentes) para generar dina-
mismo, en vez de enfrentamiento diferenciada de cambio social, junto a los dos com- interés compartido serían casos de desarrollo de
Identificación de necesidades y conciencia de ellas como elementos motivadores básicos ponentes anteriores, el núcleo más comunitario del recursos latentes o potenciales, mientras que el for-
Ayuda en la búsqueda de medios materiales, institucionales o apropiados para actuar papel psicosocial. También que, como sucedía con talecimiento de la capacidad reivindicativa de una
Ayudar a cambiar desde fuera instituciones y sistemas sociales (o creación de otros «paralelos») más acordes la relación humana o la educación, este componente asociación o la eficacia de una escuela de padres y
con los intereses o necesidades colectivas esté presente de forma más o menos secundaria en existentes ejemplificarían el desarrollo de recursos

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3 3 4 / Manual de psicología comunitaria Papel psicológico-comunitario: contenido funcional y desempeño I 3 3 5

patentes. El desarrollo comunitario busca poten- de actuación: educación, negociación, abogacía so- de esta tarea viene dado por la cualidad de sujeto posibilidad de una vida mejor, la creación de la
ciar, a las comunidades como un todo integrado cial, organización comunitaria, consulta, desarrollo agente (actor) adquirida por las personas que cam- conciencia de que el cambio es posible y de que
atendiendo no sólo a las dimensiones territoriales integral (véase la figura 10.1). Las dificultades de bian. Como parte del campo general de la motiva- existen alternativas es una tarea psicosocial fun-
o urbanísticas (calles, comunicaciones, transpor- integración de funciones o componentes del papel ción psicosocial habrá que tener en cuenta en estas damental en el trabajo comunitario. Las ideas
tes...), económicas (fomento del empleo, creación serán comentadas en la última parte del capítulo, funciones las raíces —relaciónales, grupales y marxistas sobre la «conciencia alienada» o las
de riqueza, etc.), educación o salud, sino también centrada en el desempeño. socioculturales— de las situaciones de desmotiva- psicológicas sobre internalidad del control o la
a las sociales y psicosociales (asociaciones, valores ción y apatía sociales que se busca alterar y usar impotencia aprendida son pertinentes aquí: refi-
cívicos, sentimiento de comunidad, «proyecto» de estrategias como la participación comunitaria y la riéndose todas al desarrollo social de la concien-
barrio, participación, etc.) y otras (vida cultural, 6. CONTENIDOS PSICOSOCIALES dinámica y cambio grupal. La creación de climas cia psicológica pueden ser utilizadas productiva-
ocio y recreo, etc.). sociales favorables al cambio social o al desarrollo mente en la acción comunitaria si se introducen
Proceso e integración de funciones. Los com- ¿Cuáles son los aspectos más clara y específi- humano (en la tradición lewiniana) ejemplificada con una cierta sensatez. ¿Cómo? Primero ayudan-
ponentes del papel comunitario tienen una clara camente psicológicos (psicosociales si se quiere) por espacios sociales como la comunidad terapéu- do a los grupos sociales a «tomar» conciencia de
lógica procesal de acuerdo con la cual pueden ser de las funciones del rol descrito y de las tareas co- tica, las casas de mayores (u otros grupos) que ofre- que su situación actual es indeseable; segundo,
ordenados. Mientras que unos (análisis y evaluación munitarias? Describo algunos, a veces apuntados cen relaciones y actividades que generen ilusión impulsando la idea de que otra vida (mejor) es
social, diseño y organización de intervenciones) son en la descripción general del papel precedente y colectiva ilustraría también estas funciones. posible y de que hay alternativas a su miserable
comunes a cualquier acción comunitaria como pasos que se resumen en el cuadro 10.7. forma de vida presente. La creación de expecta-
sucesivos a seguir, otros (el resto de componentes) Desarrollo humano, un fenómeno centralmente tivas de cambio no es tarea fácil: demanda un
conforman opciones alternativas de actuación entre Dinamización y activación social en un nivel psicosocial, aunque incluya aspectos y determinantes equilibrio razonable entre la imaginación de las
las que se elige una u otra como estrategia central medio. Como se ha dicho, el carácter psicológico múltiples y en gran medida extrapsicológicos. La potencialidades por crear y el realismo derivado
tarea de explorar esos determinantes y su integración de las posibilidades reales (motivación de la gen-
y significado final son tareas psicosociales de las que te, experiencia en el manejo de situaciones simi-
son titulares personas socialmente interconectadas lares, etc.) de cambio que sólo se acaban cono-
(no «átomos» individuales aislados). Y también son ciendo cuando se intentan hacer realidad. Las
psicológicas algunas de las áreas de ese desarrollo, expectativas de cambio deben ser, en ese sentido,
Consulta como la expansión de la creatividad y experiencia un anticipo razonable de algo (realidad deseada)
educación i emocional, la interacción y relación, la asimilación que puede ser conseguido, no una proyección más
\ de valores y toma de decisiones personales o el de- o menos demagógica de los deseos o teorías pre-
sarrollo de empatia social y tolerancia. dilectas del interventor sin conexión con la reali-
Mediación dad comunitaria.
Negociación
\V\v 4
Inducción de la conciencia de posibilidad del
cambio social. En la medida en que muchos co-
lectivos comunitarios viven en condiciones de
Inducción de la conciencia de poder personal.
La conciencia es sólo un primer paso; falta otro
Análisis Diseño t Abogacía Evaluación
social -—• marcada alienación y apenas pueden concebir la complementario, el poder. Tras concienciarse de
programa social *— r programas
( /
\\ /? CUADRO 10.7

V \
Organización
comunitaria
/ / Contenidos psicosociales del papel comunitario

Dinamización y activación social en un nivel medio


Desarrollo humano
Desarrollo Inducción de la conciencia de que el cambio social es posible
1
de recursos Inducción de la conciencia de poseer poder personal
Racionalización de procesos de socialización para fomentar crecimiento y prevenir problemas
Diseño y realización de programas institucionales con fines preventivos o de desarrollo humano
Modulación de valores que promueven el crecimiento humano
Creación de modelos de comportamiento para contrarrestar anomia y promover crecimiento
Figura 10.1.—Proceso e integración de funciones del papel sociocomunitario.

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3 3 6 / Manual de psicología comunitaria Papel psicológico-comunitario: contenido funcional y desempeño I 3 3 7

las posibilidades y alternativas, es preciso generar mas de normas y premios que regirán las institu- 7. DESEMPEÑO DE ROL: desarrollo de destrezas de ayuda de otras personas
conciencia de potencia, de que el cambio es posible ciones «artificiales» a crear de forma que compen- CONDICIONANTES Y CONFLICTOS no profesionales —un tabú del ejercicio profesional
para que la gente decida actuar. Ya vimos (capítulo sen los perjuicios y déficit de las instituciones clásico— es parte importante de la intervención; que
4) cómo la conciencia de potencia es una precondi- existentes y promuevan el desarrollo de las personas Se examinan aquí, primero, algunas tendencias el tipo de relación típica de ese ejercicio (de arriba
ción del empoderemiento conseguido a través de la que acogen. sociales y profesionales que influyen poderosamen- abajo) es rechazado aquí a favor de una relación
acción conjunta eficaz que rompa el ciclo fatalismo- te en la «construcción» del papel psicocomunitario más igualitaria y cooperativa, y que, finalmente, se
pasividad-autoderrota. Aunque un colectivo tenga Modulación de valores (salud, participación, identificando, después, de la mano de Rothman, los admite la importancia, junto al saber científico y
conciencia de sus pésimas condiciones de vida y trabajo, etc.) de forma que se fomenten comporta- factores sociales que condicionan el desempeño y técnico, del «saber popular» y el punto de vista de
de cómo podrían mejorar, no va a actuar hasta que mientos encaminados al crecimiento personal, mi- resumiendo al final algunas propuestas emergentes la comunidad.
crea que él (con o sin ayuda externa) puede cam- nimizando aquellos asociados a los problemas so- sobre el manejo de los conflictos de rol.
biar el estado de cosas existente. Ésa es la vertiente ciales como las adicciones destructivas, la pobreza Resistencias y tensiones a la introducción del
psicosocial de la tarea; otros aspectos —como la o la marginación. De nuevo, sólo una fracción de papel. La introducción de cualquier papel nuevo en
redistribución social del poder y la riqueza— exce- las tareas a realizar en esta función (una porción 7.1. Polaridades definitorias un campo ya «poblado» de otros papeles similares
den lo psicológico requiriendo actuaciones políticas del diseño de instituciones mencionado) son psico- o complementarios conlleva siempre tensiones y
o multidisciplinares a escala no sólo medio-social lógicas o psicosociales: básicamente el diseño glo- Entre las polaridades y tensiones desde las que resistencias por parte de los titulares de los roles ya
(comunidad) sino, también, macrosocial. bal del sistema de valores a promover desde la pers- se definen los papeles comunitarios, su desempeño establecidos. En el caso del rol psicocomunitario,
pectiva humana indicada (el «modelo» de persona y contenidos, podemos citar cuatro: antiprofesio- se pueden esperar resistencias y tensiones tanto in-
Racionalización de procesos de socialización que se busca «producir»). La tarea es instrumental nalismo, resistencias profesionales, tensión entre ternas (las de aquellos psicólogos que no reconocen
en la dirección conducente al crecimiento personal en la medida en que los valores son promovidos (o descripción y prescripción y desequilibrio entre co- como psicológicas las funciones o papeles comu-
y a la prevención de los problemas no deseados. De desalentados) no por sí mismos, sino como medios nocimiento y poder (cuadro 10.8). nitarios) como externas, provinientes de profesiones
nuevo, sólo parte de la modulación de los procesos para conseguir objetivos de desarrollo humano. Así, que ya «ocupan» temas y terrenos aledaños en la
socializadores es psicosocial. ¿Cuál? La orientación la modificación de lo que se considera «trabajo» y Antiprofesionalismo. Existe un claro sentimiento acción social o comunitaria: trabajo social, medi-
de los procesos socializadores en la dirección de el valor socialmente asignado habrá de tener en antiprofesional (variable según los contextos y ten- cina familiar y comunitaria, pedagogía social, so-
los «resultados humanos» a «producir» (el «mode- cuenta a los parados o jubilados, que se sentirán dencias) en el campo comunitario que lleva a cues- ciología aplicada, etc.
lo de persona» a promover) y una porción de la fracasados o frustrados en la medida en que el tra- tionar o rechazar varias de las asunciones y prácticas
realización multidisciplinar de intervenciones con- bajo sea escaso y esté socialmente muy valorado o del modelo profesional de actuación. Es lógico: si Tensión descripción-prescripción. Es fundamen-
cretas —como la socialización afectiva y relacional se defina de forma muy restrictiva. La salud habrá la intervención comunitaria busca el desarrollo hu- tal a la hora de abordar el desempeño de un papel
o la transmisión de valores— de claro contenido de ser muy valorada por la gente si se quiere que mano, se ven como rechazables aquellos aspectos distinguir lo que sus portadores hacen realmente
psicológico. El trabajo en sistemas micro y medio- ésta participe en programas comunitarios de pro- del modelo profesional que restan protagonismo a la (rol descriptivo) de lo que, según el mandato cien-
sociales como la familia, el grupo de iguales o la moción de la salud. comunidad y a su empoderamiento. Por eso el papel tífico, técnico y social, deberían hacer (rol pres-
escuela será crítico desde el punto de vista de as- del practicante es menos directivo que en la acción criptivo). Y cabe siempre esperar una cierta tensión
pectos como el diseño de programas institucionales, Creación de modelos valiosos para orientar el profesional clásica y se centra más en el fortaleci- entre ambas vertientes del rol. En los papeles ya
la modulación de valores y la «creación» de mode- comportamiento de ciertos colectivos (adolescentes, miento y la promoción del otro que en la «receta» establecidos, esa tensión suele ser limitada y es
los de rol. mayores) o promover cualidades deseadas en situa- aceptada por los practicantes y la sociedad como la
técnica de soluciones. También se ha visto que el
ciones (transiciones vitales, cambios sociales brus-
Diseño y realización de programas institucio- cos o profundos) de anomia o incertidumbre nor-
nales con fines preventivos o de desarrollo humano, mativa y conductual. Las nociones y teorías sobre
CUADRO 10.8
como los correccionales juveniles o los hogares de aprendizaje y «modelado» social o asunción de ro-
acogida y transición de niños o mujeres maltratadas les pueden ser de utilidad, así como la teoría, aún Polaridades desde las que se define el papel comunitario
o las comunidades terapéuticas. Es una demanda por desarrollar, sobre socialización implícita. El uso
psicosocial en aumento por la gran desintegración de figuras (como deportistas o cantantes) muy va- Antiprofesionalismo: debido a la primacía del desarrollo humano sobre la prestación de servicios
social actual y la consiguiente debilidad de las co- loradas por adolescente en campañas antidroga o Tensiones «ecológicas»: resistencias internas (de la mismo profesión) y externas (de otras profesiones)
munidades e instituciones tradicionalmente cohe- la función de los monitores en «instituciones» ar- Descripción-prescripción: tensión entre lo que se debe hacer (científica y éticamente) y lo que se hace (se
sionadoras: familia, grupos de amigos o iguales, tificiales (pisos asistidos, comunidades terapéuticas, puede hacer) realmente
religión, etc. La tarea consiste en concebir (y llevar hogares de grupo, etc.) ilustran este componente Poder-conocimiento: incluye saber (conocimiento) y saber hacer (técnica), pero también poder y prestigio del
a término) actividades, formas de relación y siste- psicosocial. gremio profesional del practicante

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3 3 8 / Manual de psicología comunitaria Papel psicológico-comunitario: contenido funcional y desempeño I 3 3 9

distancia que suele haber entre la norma social ideal u otro tipo de papel; el proceso mismo de cambio, CUADRO 10.9
y el comportamiento humano real o posible. En los que irá requiriendo funciones distintas según el mo- Determinantes contextúales del papel interventivo
papeles nuevos, sin embargo, la diferencia puede mento, y el tipo de contexto o situación laboral en
ser notable por la idealización del nuevo rol en cons- que se actúe. Así, en lo tocante a los efectos a obte-
Determinantes Descripción
trucción, cuyo contraste con otros ya conocidos (el ner (ligados a los objetivos del programa), se vio que
clínico en nuestro caso) y considerados inapropia- los practicantes exhibían estrategias diferenciadas
dos suele maximizarse para marcar diferencias. De (capacitación, demostración, estimulación de la in- Dinámica del cambio social Objetivos perseguidos
Momento del proceso de cambio
forma que hasta que no se establecen pautas claras novación) según los efectos buscados por el progra-
Requisitos del contexto de trabajo
para el desempeño del nuevo rol, la práctica real ma. También los distintos momentos de planificación
suele oscilar entre el contenido deseable —pero mal urbana mostraron funciones (entre paréntesis) com-
Factores sociocomunitarios Tipo de comunidad y estructura social
definido y difícil de asumir— del papel prescrito y plementarias: generación de ideas (iniciador) y apo-
Normas y valores sociales de los receptores de los programas
el contenido tradicional (clínico, asesoría indivi- yo de propuestas («influenciador»). O, en los pro- Necesidades y reacciones de los clientes
dual), mejor definido y más reconocido. gramas comunitarios: actor-profesor (función inicial),
Poder y conocimiento. Un papel se construye catalizador interno (apoyando a los más débiles des- Factores organizativos Estructura organizativa
tanto en base al conocimiento y las habilidades de dentro) y abogado-observador, más distante, en Tradiciones institucionales
técnicas (transmitidas en la formación) de los prac- la fase final, cuando el grupo ha adquirido poder y Posición jerárquica del interventor
ticantes como sobre el poder (reconocimiento e capacidad para actuar con mayor autonomía. Se ob- Poder, prestigio y recursos de la institución marco
implantación social) ostentado por el gremio pro- serva, finalmente, que mientras que contextos socia-
fesional al que pertenecen esos practicantes. Más les que implican tareas diversas demandan preferen- Atributos personales Rasgos de personalidad
aún: cuanto menos desarrollada esté la vertiente temente papeles de coordinación e integración, Percepción de la situación y problema concreto
científico-técnica, mayor peso tendrán el poder y situaciones que implican tareas uniformes y regula- Orientación valorativa
prestigio social del gremio a la hora de definir el res demandan, en cambio, papeles más «directivos» Coherencia valorativa practicante-cliente
papel. La psicología y otras profesiones sociales y con un contenido más normativo y burocrático. Cantidad y tipo de formación recibida
tienen, desde ese punto de vista, menos peso para
ver reconocidos sus papeles sociales que otras, Factores comunitarios influyentes para el ejerci-
como la médica o la jurídica, ya establecidas y cio del papel práctico incluyen: el tipo de comunidad seguir y los papeles a desempeñar, y el poder y otros cultoso para un practicante blanco trabajar con
socialmente más poderosas. o la estructura social del contexto en que se actúa recursos de la institución patrocinadora que obvia- colectivos negros o indígenas) y Información con
(los practicantes tienden a asumir papeles más mili- mente condicionan las posibilidades de acción y el que cuente el practicante, que, en buena lógica, con-
tantes cuando trabajan con poblaciones marginales prestigio asignado a los practicantes que de ella diciona fuertemente su visión de los temas, las he-
7.2. Determinantes del desempeño u organizadas); las normas culturales de los sistemas, dependan. rramientas técnicas que puede usar y, en definitiva,
que exigen cambios de posición cuando divergen las funciones que puede ejercer.
Tras revisar una amplia muestra de literatura, marcadamente de las normas y valores de clase me- Atributos personales del practicante involucra- El panorama que emerge de este somero repaso
que puso de manifiesto la diversidad de papeles dia para las que están pensados los programas socia- dos en el ejercicio del rol comprenden los rasgos es bastante desmitificador de ciertos análisis previos
asumidos por los practicantes sociales y comunita- les al uso (y a los que está acostumbrado el practi- de personalidad que, como en el caso de la multi- muy sesgados ideológicamente: se ve el papel prác-
rios, Rothman (1974) identificó los determinantes cante), y las necesidades y reacciones de los clientes disciplinariedad, facilitan o dificultan la asunción tico como un conjunto de posiciones más amplio,
de esa variedad de desempeños en cuatro niveles o que a veces responden mejor a propuestas de cambio y desempeño de cierto tipo de papeles. Las percep- variable y matizado que el papel imaginado o desea-
categorías del proceso de cambio: la dinámica del (y contenidos de rol) más «sociológico» (cambios ciones sociales y de la situación y orientación va- do que solemos manejar en ausencia de datos empí-
proceso, el contexto comunitario, la vertiente orga- sociales), mientras otras prefieren una orientación lorativa: así, si se ve un tema como un problema ricos. La investigación del papel y su desempeño es,
nizativa y los atributos personales del practicante. más «psicológica», de cambio personal. personal, se montará una estrategia de cambio in- en consecuencia, sumamente útil y debe ser alentada.
Los factores relevantes de cada nivel son recogidos dividual; si como un fallo social, una de cambio
en el cuadro 10.9 y comentados sumariamente en Factores de organización comprenderán: la es- social; si como una cuestión de justicia social, se
los párrafos que siguen. tructura organizativa (así la complejidad organiza- buscará redistribuir el poder; cada estrategia con- 7.3. Conflictos de rol y sus soluciones
tiva estará ligada a un tipo u otro de papeles); las llevará, además, un tipo de papeles diferentes. Estos
La dinámica del cambio social incluye tres as- tradiciones institucionales; la profesión y posición atributos incluyen, también, la homogeneidad o he- Si aceptamos que la expresión «conflicto de rol»
pectos de gran influencia en el desempeño del papel jerárquica o administrativa del impulsor del progra- terogeneidad practicante-cliente en asuntos de va- incluye los distintos tipos de problemas con que se
sociocomunitario: los objetivos, que demandarán uno ma, que suele imprimir su sello en la estrategia a lores y raza (así puede resultar especialmente difi- encuentra el practicante, hemos visto ya cómo ese

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3 4 0 / Manual de psicología comunitaria Papel psicológico-comunitario: contenido funcional y desempeño I 3 4 1

conflicto está ligado en el caso de la intervención te divergentes) y éticos, pudiendo fácilmente practicante "tiene por qué «pagar» personalmen- «asimétricos» respecto de los distintos grupos co-
comunitaria, por un lado, a la gran amplitud y diver- violentar la coherencia moral interna o la fi- te por las dificultades sociales a que lo enfren- munitarios (favorecer, en otras palabras, las expec-
sidad de funciones que el papel comprende poten- delidad social debida a ciertos colectivos en ta su trabajo. tativas de los más débiles o desfavorecidos). Otros
cialmente (y a la dificultad de que una sola persona situación más vulnerable. factores que, facilitan el desempeño del papel prác-
pueda ejercerlas todas simultánea o sucesivamente) Retirada del caso o situación conflictiva: «so- En la literatura revisada, los practicantes prefie- tico serían en las experiencias revisadas: la claridad
y, por otro, a la novedad del papel y la dificultad de lución» naturalmente inaceptable desde el ren como más efectiva la estrategia de equilibrar con que está definido el papel, el consenso entre
su aceptación social y profesional. En su revisión de punto de vista ético, ya que quebranta la res- las expectativas en liza o alcanzar un compromiso los actores sociales (sobre todo entre el practicante
la literatura interventiva, Rothman ha encontrado cin- ponsabilidad moral y profesional básica. entre ellas. Algo lógico desde el punto de vista es- y sus colaboradores) y la mejora de la comunicación
co estrategias alternativas que los practicantes usan Actuar para cambiar la definición del papel tratégico, pues minimiza los residuos de enfrenta- entre instituciones interventoras y grupos comuni-
para resolver los conflictos de rol que aparecen (mo- que se le ha asignado cuando el practicante se miento u hostilidad social resultantes del conflicto, tarios a través de agentes conectores (linking roles)
dificadas y combinadas con las ofrecidas por Thomas enfrenta a expectativas sociales irreales o de pero que puede ser éticamente cuestionable si hay del rol. El cuadro 10.11 recoge estas sugerencias
y Feldman, 1964) en el cuadro 10.10. Enfrentado a muy difícil cumplimiento que aquél no tiene desigualdades que demandarían asumir papeles para mejorar el desempeño del papel práctico.
varios papeles posibles el practicante puede: por qué aceptar. Asumo aquí que el practican-
te ha de ser parte activa (sujeto) de la defini-
CUADRO 10.11
• Seleccionar uno de ellos como el papel más ción del papel y, por tanto, de la educación de
apropiado. los clientes. En vez de limitarse a «encajar» Cómo facilitar el desempeño del papel práctico
• Mantener el equilibrio entre expectativas di- en los deseos o expectativas que la comunidad
vergentes de los grupos comunitarios, asu- traza para él/ella, debe tratar de modular esas Definir claramente su contenido: lo que se debe hacer (claridad del encargo institucional)
miendo papeles diferentes según el momento expectativas en la interacción y con el apoyo Facilitar el consenso entre actores (incluido el practicante)
procesal o las demandas de esos grupos de de la institución de que sea parte. Tener en cuenta y tratar de equilibrar las diversas expectativas sociales
manera que muestre «una cara» diferente ante Reaccionar psicológicamente, encajando inter- Usar agentes conectores para facilitar la comunicación y relación institución-comunidad
cada grupo. Esta opción puede presentar, sin namente el conflicto a través de mecanismos
duda, problemas psicológicos (dificultad de de defensa; una «solución» técnica y éticamen-
combinar expectativas sociales marcadamen- te negativa: ni resuelve el conflicto social ni el
RESUMEN

CUADRO 10.10
1. A pesar de ser un campo eminentemente prác- que articula lo que se hace (función social) y
Estrategias para resolver conflictos de rol tico, la PC ha prestado poca atención al papel lo que se es (identidad psicológica), la voca-
(modificado de Rothman, 1974, y Thomas y Feldman, 1964) psicológico-comunitario, atención que, ade- ción personal y las necesidades sociales. Pue-
más de limitada, ha tenido un carácter prag- de también ser visto como un referente social
Estrategia Descripción y valoración mático y ateórico. y fuente de valor personal, como expresión de
2. El papel práctico es un conjunto integrado de una relación contractual con la sociedad y los
Elegir un rol Seleccionar un papel técnica y éticamente preferible al resto respuestas a las demandas funcionales recu- clientes que conlleva importantes responsabi-
rrentes de los casos y situaciones que aborda lidades éticas, y como referencia última para
Compatibilizar Equilibrar expectativas divergentes de varios grupos sociales el practicante. Además de ese catálogo de fun- Información del practicante.
varios roles Factible sólo si expectativas/roles son compatibles ciones (lo que hace el practicante), el papel es 4. A diferencia de los papeles individuales tra-
núcleo de la identidad social (lo que es), algo dicionales, el papel psicocomunitario está aún
Retirada Solución inaceptable: el practicante se retira de la situación conflictiva de gran importancia para el desempeño del pa- en construcción, por consolidar, y es más com-
pel. El conjunto de funciones forma el conte- plejo y diverso por la mayor heterogeneidad
nido técnico del papel, que incluye, además, de casos y situaciones afrontados, que exigen
Redefinición Redefinir el papel asignado en base a expectativas irreales o no asumibles por el practi- las condiciones y proceso de desempeño en un un enfoque más generalista y flexible por un
cante contexto social concreto. lado y más indirecto al buscar facilitar el cam-
3. Al sintetizar los aspectos teóricos y metodo- bio de los otros colaborando con ellos y tra-
Interiorizar Manejándolo a través de mecanismos de defensa (opción técnica y éticamente inacepta- lógicos aplicables, el papel tiende un puente tando de activarlos socialmente ejerciendo así
el conflicto ble) entre teoría y praxis, y es bisagra psicosocial formas más indirectas de influencia social.

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3 4 2 / Manual de psicología comunitaria
Papel psicológico-comunitario: contenido funcional y desempeño I 3 4 3

Las funciones generales del cambio social son ocial), el diseño y realización (multidiscipli- TÉRMINOS CLAVE
cuatro: desarrollo personal y social, solución nar) de programas de instituciones pensadas
del conflicto social, fomento de la justicia para satisfacer aspiraciones humanas y corre- • Contenido técnico del rol • Organización y dinamización comunitaria
distributiva y paliación del sufrimiento perso- gir problemas colectivos, la modulación de • Papeles en la solución de conflictos • Desarrollo de recursos
nal. Al ejercer esas funciones, el practicante valores sociales con el mismofiny el «diseño» • Componentes básicos del rol sociocomuni- • Contenidos psicosociales del papel
puede adoptar tres formas de relación gené- de modelos sociales de comportamiento para tario • Desempeño del papel
ricas: experta o «clientelar», de colaboración colectivos con déficit de valor y significado.
con el cliente y de abogacía social respecto • Análisis y evaluación • Polaridades definitorias del desempeño
8. El desempeño del papel psicocomunitario (y • Consulta y educación • Determinantes del desempeño
a él/ella. también su contenido) se define desde las po- • Negociación, mediación y relación • Conflictos y transiciones de rol
El contenido de los papeles sociales y comu- laridades de antiprofesionalismo, resistencias • Abogacía social
nitarios puede resumirse en siete componen- internas y externas a su introducción frente a
tes o funciones: análisis de situaciones y sis- otros papeles establecidos, tensión entre papel
temas sociales desde el punto de vista de un mandado (prescriptivo) y real (descriptivo) y
tema o problema específico y evaluación de entre saber científico y técnico y poder y pres- LECTURAS RECOMENDADAS
éste; diseño y organización de programas de tigio social del gremio de pertenencia.
cambio social según la evaluación inicial; edu- 9. Se han comenzado a identificar los facto- Sánchez Vidal, A. (1991a). Psicología Comunitaria. Ba- Explora las condiciones que debería reunir el rol
cación de, y consulta con, comunidades y res relevantes para el desempeño del papel ses Conceptuales y Operativas. Métodos de Interven- específicamente psicológico en la intervención co-
colectivos sociales; negociación, mediación práctico en: la dinámica del cambio social ción (2.a edic; cap. 15). Barcelona: PPU. munitaria y propone algunos componentes esencia-
y relación con los grupos y personas sociales (objetivos perseguidos, proceso y contexto), Visión general del papel sociocomunitario en ge- les.
clave; abogacía social de los más indefensos; el contexto comunitario (normas culturales, neral y su carácter, centrándose en los contenidos
dinamización y organización comunitaria de funcionales básicos. American Journal of Community Psychology, 12, 1984.
necesidades colectivas, etc.), los aspectos
aquellos grupos con poder y recursos poten- Monográfico sobre «formación en psicología comu-
organizativos del trabajo (tradiciones, com- Sánchez Vidal, A. (1996). Rol del psicólogo en la inter- nitaria».
ciales para defender sus intereses con ayuda plejidad organizativa, etc.), y las caracterís- vención comunitaria: Condiciones y contenidos. En Colección de artículos sobre el papel psicocomu-
externa, y desarrollo de recursos humanos y ticas (personalidad, percepción, orientación A. Sánchez Vidal y G. Musitu (comps.), Intervención nitario y la preparación necesaria desde el punto de
comunitarios. Las tres últimas funciones son valorativa, formación, capacidad de relación) Comunitaria: Aspectos científicos, técnicos y valo- vista estadounidense.
las más específicamente comunitarias, siendo personales del practicante. rativos (pp. 89-106). Barcelona: EUB.
el resto más genéricamente sociales. 10. El conflicto de rol apenas ha sido estudiado
Aspectos más psicosociales del papel socio- en el campo comunitario. Cuatro alternativas
comunitario son: la dinamización y activación emergentes de solución son: seleccionar un
social, el desarrollo humano (como concepto papel posiblefrenteal resto, alcanzar un com-
global y en algunos de sus determinantes), la promiso entre las expectativas de los diversos
inducción de la conciencia de que el cambio es grupos, retirarse de la situación conflictiva e
posible, la inducción del poder personal para interiorizar el conflicto. Estas dos últimas
llevar a cabo ese cambio, la racionalización de opciones son técnica y éticamente cuestiona-
procesos de socialización (sólo en parte psico- bles.

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Modelos clínico-comunitarios:
intervención de crisis y consulta

1. SALUD MENTAL COMUNITARIA: nal» especializada y el enfoque más comunitario


ENTRE LA CLÍNICA de este libro me llevan a reducir a lo básico esta
Y LA COMUNIDAD presentación de intervención de crisis y consulta
enviando al lector interesado en ampliar información
Prevención, intervención de crisis y consulta son a la edición anterior (Sánchez Vidal, 1991a) y a las
alternativas comunitarias a los servicios clínicos fuentes y referencias allí incluidas.
tradicionales. Junto a otras estrategias —como epi- Intervención de crisis y consulta tienen seme-
demiología, educación para la salud, uso de volun- janzas y continuidades, pero también diferencias
tarios y paraprofesionales—, forman un campo de respecto al modelo clínico tradicional. A semejanza
trabajo que se ha dado en llamar «salud mental co- de ese enfoque, se centran en problemas de salud
munitaria» o «psicología clínico-comunitaria» por mental y tienen un componente terapéutico sustan-
estar a medio camino entre la psicología clínica, cial. Eso es aplicable a la intervención de crisis,
dedicada a atención individual de los problemas de pues la consulta tiene un ámbito de aplicación más
salud mental en centros especializados, y la PC, amplio (que incluye la industria y la educación) que
dedicada a impulsar el desarrollo personal en la la salud mental y está más orientada hacia la reso-
comunidad. La prevención se aborda en el capítulo lución general de problemas. Pero estas estrategias
12; en éste nos centramos en la intervención de presentan también diferencias y discontinuidades
crisis y la consulta, y reservamos el capítulo 13 para relevantes respecto del enfoque clínico. Una es la
la ayuda mutua, un enfoque autogestionario de ac- presencia en ellas de un importante componente pre-
tuación comunitaria. Como se vio en el capítulo 2, ventivo y de desarrollo de recursos. Otra es el enfo-
la SMC es una de las orientaciones comunitarias que más social y comunitario: por un lado, consulta
básicas que acabó dominando el desarrollo de la e intervención de crisis están a menudo dirigidas
PC estadounidense, surgida entre clínicos que bus- a instituciones y colectivos, no sólo a individuos;
caban alternativas técnicas de enfoque más social por otro, se persiguen cambios —en relaciones, va-
a las formas y dispositivos de ayuda existentes. Ge- lores, significados, etc.— psicosociales, no mera-
mid Caplan es su pilar teórico-práctico central, sin mente individuales; finalmente, se busca movilizar
olvidar otros aportes como la teoría del estrés (y el a la gente fomentando su autorresponsabilización
coping), el modelo de salud pública, la psiquiatría y protagonismo colectivo bien sea dejando en sus
social o la propia PC (terapia social, comunidad manos la realización de las acciones (consulta), bien
terapéutica). La disponibilidad de descripciones de devolviéndole lo antes posible la responsabilidad
estos temas en la literatura clínica y «organizacio- (la intervención de crisis).

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CUADRO 11.1 dad y eficacia limitada) de los sistemas de prestación extremas. Como en cualquier estrategia, la viabili-
Ámbito de la salud mental comunitaria (SMC) de servicios, no son atendidos por profesionales (psi- dad y efectividad de la intervención dependerán de
y características de intervención de crisis y consulta (ICC) cólogos y psiquiatras) o reciben una atención insu- la medida en que los problemas presentes y su pro-
ficiente o puramente farmacológica. La cuestión que ducción se ajusten a las asunciones del modelo, lo
se plantean entonces los profesionales de salud men- que, como se ha repetido, debe ser verificado a tra-
Prevención primaria, secundaria y terciaria
Intervención de crisis y terapias breves tal es: ¿cómo ayudar a la gran mayoría de personas vés de la evaluación inicial de esos problemas. Se-
Consulta de salud mental, industrial y comunitaria que, padeciendo problemas psicológicos significati- gún Caplan (1979), la crisis se produce cuando una
Estrategias incluidas en SMC Uso de paraprofesionales y voluntarios vos, no van a acudir a los profesionales ni a usar el persona se enfrenta a obstáculos para alcanzar ob-
Epidemiología sistema establecido de salud mental? La intervención jetivos vitales que no puede superar a través de los
Comunidad terapéutica con grupos de riesgo o en situaciones de crisis y la métodos habituales de resolver problemas; tras un
Terapia social consulta con agentes clave de la comunidad son dos período de desorganización y alteración subjetiva
de las respuestas, junto a la prevención general, a esa con intentos infructuosos de solución, la persona
Tienen funciones educativas y preventivas, además de terapéuticas pregunta a la vez técnica y social, pues implica ex- suele buscar ayuda exterior. Expresado en términos
Buscan desarrollar recursos personales tender las formas de ayuda psicológica dotándolas
Se aplican a ámbitos (comunidad, escuela, empresa) más allá del tradicional del modelo de suministros (capítulo 4), una crisis
de más eficacia global pero, también, para que al-
de salud mental implica una pérdida súbita de suministros físicos,
cancen a los grupos de población más desfavorecidos
Se dirigen a colectivos e instituciones y se busca cambiar aspectos relacio- psicosociales o socioculturales (un incendio, una
o desconectados de las redes institucionales existen-
Características de ICC nales y psicosociales separación, el despido del trabajo), la amenaza in-
tes. La intervención de crisis se origina tras la Se-
Optimizan recursos profesionales escasos minente de tal pérdida (el temor a un despido) o la
gunda Guerra Mundial asociada a los campos de las
Se dan en situaciones (crisis y demanda de ayuda) que facilitan el cambio exigencia de mayor responsabilidad derivadas del
desde fuera catástrofes naturales y urgencias, las «clínicas libres»
comunitarias para poblaciones marginadas, las ur- aumento de esos suministros (un ascenso laboral,
Devuelven responsabilidad al cliente el matrimonio).
Tienen mejor definición técnica y mayor aceptación que la acción comunitaria gencias médicas y el suicidio y el tratamiento de las
general «neurosis de guerra» (después rebautizadas «síndro- La característica esencial de la crisis es el des-
me de estrés postraumático»). equilibrio entre las demandas planteadas por una
situación inusualmente difícil y los recursos o ca-
Como se ha sugerido, la intervención de crisis
pacidades del sujeto para afrontar esas demandas
cobra sentido comunitario como parte de una red
Por otro lado, y aunque consulta e intervención consulta y prevención secundaria en la intervención asistencial amplia en la que constituiría la primera acompañada de la conciencia subjetiva de impoten-
de crisis son métodos de actuación distintos, el he- de crisis. Y, tercero, en la medida en que ambas línea de atención, la más cercana a la comunidad cia. En otras palabras, a diferencia de otras formas
cho de compartir algunas características permite estrategias aparecen ligadas al mundo clínico-médi- (o a instituciones como la escuela) encargada de de problemática psicológica, en la crisis una per-
asociarlos de alguna forma. En efecto, se trata, pri- co (intervención de crisis) e industrial-organizativo intervenir con prontitud y cercanía a los problemas sona común y corriente se enfrenta a una situación
mero, de estrategias de optimización de recursos (consulta), son más aceptables —y están mejor de- psicosociales evitando su agravamiento y actuando excepcional para la que no encuentra respuesta ade-
profesionales escasos cuya disponibilidad social finidas— que la metodología comunitaria general, globalmente, no sólo en relación a las personas afec- cuada en el repertorio adaptativo que ha ido apren-
maximizan mediante acciones intensivas de dura- más nebulosa, «política» y variable a los ojos de tadas sino, también, a los problemas contextúales dido y usando con éxito a lo largo de su vida. El
ción limitada y en situaciones (crisis o consulta) la gente y los potenciales clientes. El cuadro 11.1 desencadenados. Otras veces, en la intervención estado final en que el sujeto está desbordado por
especialmente propicias al cambio; un cambio que, recoge las características de intervención de crisis anticipadora de crisis, se actúa con antelación para las demandas situacionales —y es consciente de
aunque es impulsado desde fuera, se espera pueda y consulta, así como el conjunto de estrategias que evitar crisis o dificultades previsibles que de lo con- ello— es la crisis, que puede en consecuencia ser
ser autosostenido por «el sistema». Esta posibilidad forman la salud mental comunitaria. trario se producirían, teniendo así la intervención simplemente definida como una respuesta normal
de mejorar el rendimiento global de la acción pro- un potencial preventivo significativo. a una situación anormal. Y es precisamente la ex-
fesional les garantiza, como veremos, un espacio cepcionalidad de la circunstancia (o estrés) con-
importante en cualquier sistema general de atención 2. INTERVENCIÓN DE CRISIS frontada la característica diferencial del modelo
a poblaciones o comunidades, que nunca debe des- 2.1. Crisis y estrés etiológico de crisis; y la posibilidad de detectar,
cansar exclusivamente sobre los cuidados individua- Contexto y justificación. La intervención de crisis prevenir o atajar ese tipo de situaciones, lo que mar-
les. Segundo, tienen, además de la función central de se justifica por la gran extensión de los problemas ca una forma de actuar diferenciada, la intervención
La intervención de crisis deriva de un modelo
prestar servicios (terapéuticos y ayuda para resolver relevantes de salud mental (entre un 15 y 20 por 100 de crisis, que está temporal y temáticamente enfo-
teórico, el modelo de crisis, que especifica una for-
problemas), otras funciones adicionales relevantes: de la población), que, debido a la escasez de «mano cada en la superación de los efectos personales y
ma de entender la producción de problemas psico-
educación y desarrollo institucional o personal en la de obra profesional» y a las características (desigual- lógicos en personas expuestas a situaciones de estrés ambientales causados por los estresores externos.
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3 4 8 / Manual de psicología comunitaria Modelos clínico-comunitarios: intervención de crisis y consulta I 3 4 9

CUADRO 11.2 • Búsqueda intensiva y focalizada de soluciones (como el crack de la bolsa en 1929), etc. Otras crisis, • La detección y afrontamiento temprano de las
a la amenaza presente que impide, por otro evolutivas, están ligadas a transiciones vitales en bue- dificultades, cuando los problemas están en
Proceso de la crisis lado, prestar atención al resto de datos vitales, na parte previsibles y prevenibles: crisis adolescen- su fase inicial y las personas buscan activa-
con la consiguiente reducción del campo de tes, separaciones, jubilaciones, pérdida de trabajo... mente soluciones, es crucial para prevenir ma-
• Elevación de la tensión interna y búsqueda de so- conciencia e incapacidad de mantener el fun- Otras categorías están ligadas a problemas médicos les mayores e irreversibles, lo que a su vez
luciones adaptativas cionamiento vital normal. Lo ideal es, desde o reflejan psicopatología subyacente (no siendo ver- exige aproximación espacial y temporal.
• Búsqueda de soluciones nuevas y recursos de emer- el punto de vista interventivo, poder apoyar daderas crisis en el sentido aquí postulado). La natu- • Cercanía espacial y temporal a los contextos
gencia desde fuera esta búsqueda interna de solucio- raleza del estresor —y su significado subjetivo para y lugares en que se tienden a producir los pro-
• Agotamiento emocional e intelectual las personas— señalará una tipología u otra de pro- blemas, lo que a su vez demandará una reorga-
nes.
• Búsqueda de ayuda externa
• Sensación interna de ineficacia e impotencia blemática psicológica: pérdidas (materiales, persona- nización de las redes de ayuda acercándolas
y desorganización externa. El fallo sucesivo les, sociales), problemas interpersonales, problemas más a la comunidad y dotándolas de la debida
de las estrategias de coping (afrontamiento de de cambio y evolución social, conflictos grupales o movilidad (equipos móviles, atención domici-
Proceso y componentes psicológicos. Por lo co- situaciones) lleva al colapso subjetivo (indi- enfrentamientos sociales (con efectos psicosociales liaria, visitas periódicas en el medio rural, etc.)
mún, y según indica la descripción anterior, las per- cado por la percepción de impotencia) y ob- más variados y complejos), etc. y conectividad telefónica e informática.
sonas afectadas siguen un proceso psicológico tí- jetivo, visible en la incapacidad de atender las • Se plantean objetivos de intervención limita-
pico —que puede variar según el tipo de estrés y la obligaciones personales y sociales habituales; dos que permitan atender al mayor número
persona— cuyas etapas son resumidas en el cuadro datos, uno y otro, que indican la necesidad de 3. EVALUACIÓN Y OBJETIVOS posible de personas y situaciones críticas.
11.2. Se inicia con una elevación de la tensión in- ayuda externa. • La intervención tiene una duración limitada
terna y búsqueda de soluciones en el repertorio Podemos definir la intervención de crisis como por la misma razón, la optimización de recur-
adaptativo habitual para responder a la amenaza o Si la situación y el contexto son, según el pro- una forma de intervención de corta duración y ob- sos profesionales escasos.
demanda planteadas por el estresor. Si ese reperto- pio modelo de crisis, cruciales en la generación de jetivos limitados centrados en la resolución preven-
rio aporta una solución eficaz, problema resuelto; los problemas, también deben serlo en su solución tiva de una desorganización psicológica y contextual Estos criterios guían la evaluación y los prin-
si no es así, se ensayan soluciones nuevas movili- interventiva. Si ese contexto social (la familia, los que se asume causada por estresores externos im- cipios básicos de intervención. A diferencia de los
zando recursos intelectuales, emocionales y socia- presentes en un accidente o catástrofe, los bomberos portantes que provocarían problemas significativos casos o situaciones normalizados, en las situaciones
les de emergencia; la ineficacia de esos recursos y o la policía, etc.) actúa positivamente, puede ayudar a la mayoría de la gente. Aquí están incluidos los de crisis apenas hay tiempo para la evaluación, por
soluciones excepcionales conduce al agotamiento a reconducir la solución de la situación crítica y mi- elementos básicos de la intervención de crisis, a su lo que ha de ser, inicialmente al menos, más breve
emocional e intelectual del sujeto, que, en el caso nimizar sus efectos negativos; si, por el contrario, vez recogidos en el cuadro 11.3; a saber: de lo deseable, enfocándose, como se ha dicho, en
más favorable, buscará ayuda externa en su entorno actúa torpe, descoordinada o desconsideradamente, torno al estresor y sus efectos contextúales y persona-
social inmediato o entre los especialistas. Es en es- puede añadir nuevas dificultades y problemas a los • El estrés externo (estresor) es clave en la ge- les. El carácter transitorio de muchas intervenciones
tas últimas fases cuando la disponibilidad de ayuda ya causados por el propio estresor y por la evalua- neración de los problemas y dificultades ob- —en que se toman las medidas para restablecer el
externa informal o formal es decisiva para ayudar ción negativa de los sujetos afectados. De lo que se servados, por lo que la evaluación e interven- funcionamiento de los sistemas sociales y se cla-
a los afectados a superar la situación evitando que deduce que una parte de la intervención de crisis ción deben centrarse en él. sifica y distribuye a los sujetos en función de su
la crisis cristalice en psicopatología definitiva. Los es la formación de ciertos profesionales de ayuda
dispositivos de ayuda deben así estar cerca —en el (como la policía o los bomberos) para manejar psi-
espacio y el tiempo— de aquellas situaciones y gru- cosocialmente situaciones de forma que, además de
pos sociales con mayor riesgo de afrontar estresores desempeñar competentemente sus propias labores CUADRO 11.3
excesivos. La estrategia interventiva debe ser esta- profesionales, minimicen los daños psicológicos en Características del modelo de intervención de crisis
blecida desde este supuesto si quiere tener eficacia las víctimas.
global y preventiva. Si el estresor externo es el elemento clave en su
El estresor es clave en la producción de los problemas y dificultades psicológicas presentes
Componentes psicológicos (y contextúales) ca- desencadenamiento, no todas las crisis serán iguales;
racterísticos de la crisis son: sus características y efectos variarán en función del Resolución temprana de los problemas para prevenir males mayores
tipo de estresor implicado. Así, hay crisis, mayor- Objetivos de intervención limitados
• Emociones negativas, como la ansiedad o el mente imprevisibles, desencadenadas por estresores Intervención de corta duración
miedo, que señalan la existencia de amenazas traumáticos naturales o causados por el hombre: te- Espacialmente cercana al entorno en que se producen los problemas
externas y mecanismo de movilización psico- rremotos o maremotos, incendios e inundaciones, Disponibilidad inmediata de ayuda (exige reorganizar redes de ayuda con criterios comunitarios)
fisiológica frente a ellas. guerras, conflictos humanos, desastres económicos

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3 5 0 / Manual de psicología comunitaria Modelos clínico-comunitarios: intervención de crisis y consulta / 3 5 1

condición— hace especialmente importantes tanto • Recursos personales y sociales disponibles (in- Descubrir los mecanismos de producción de de otros procesos terapéuticos o de intervención
el seguimiento de los afectados como la evaluación cluyendo la ayuda externa) para restablecer las la crisis. social posteriores.
global del conjunto de medidas (restablecimiento de condiciones psicológicas y sociales previas. Examinar soluciones personales y sociales al-
servicios esenciales, alojamiento de emergencia, tras- ternativas y fortalecer los sistemas de inter- Inmediatez espacial de la acción para aumentar
lado de los heridos graves a centros sanitarios, etc.), Objetivos. En función de la disponibilidad de vención y coordinación de servicios. la eficacia reparadora y preventiva de la ayuda, de
así como la coordinación de los servicios implicados medios y tiempo, podemos plantear unos objetivos Establecer mecanismos de prevención de si- forma que ésta pueda prestarse lo más cerca posible
(bomberos, protección civil, servicios sanitarios y mínimos, que corresponderían a la intervención de tuaciones críticas. de los lugares en que se producen las crisis. Dado que
psicosociales, etc.)- La evaluación estará dirigida a crisis en sí, y otros óptimos o máximos que exigi- sólo a veces las crisis son previsibles, el principio
averiguar: qué ha sucedido, qué se ha hecho hasta rían un trabajo adicional que puede o no ser rea- implica disponer los sistemas existentes (protección
ahora y con qué resultados, cómo se encuentran las lizable con los medios de que se dispone. El ob- 4. PRINCIPIOS Y LÍNEAS civil, sanidad, bomberos, servicios sociales) de forma
personas afectadas y qué capacidad de funcionamien- jetivo general de la intervención de crisis es DE ACTUACIÓN flexible y comunitaria, de manera que exista una dis-
to tienen, y con qué medios y recursos podemos con- retornar a personas y contexto a la situación pre- ponibilidad continua de equipos móviles y que éstos
tar. En otras palabras, los temas objeto de evaluación crítica restaurando el nivel de funcionamiento De lo escrito se deducen unos principios y for- estén lo más cerca posible de las comunidades y en-
son (cuadro 11.4) los siguientes: personal y social previo. Objetivos concretos se- mas de actuación bastante claros en relación a las tornos sociales en que se producen las crisis, sobre
rían (cuadro 11.4): crisis que son resumidos en el cuadro 11.5; son los todo las previsibles.
• Naturaleza de la crisis y del precipitante o siguientes:
estresor, cómo ha actuado y qué efectos con- • Eliminar síntomas de problemática psicológi- Inmediatez temporal de la acción. El tiempo es,
textúales y psicosociales ha tenido. ca y sufrimiento subjetivo. Enfocar el trabajo terapéutico y contextual en como muestra la literatura y la experiencia común,
• Visión subjetiva de los afectados y valoración de • Devolver a las personas la percepción de con- la crisis presente, los estresores y circunstancias fundamental para reducir el daño psicológico causa-
la situación en el momento de la intervención. trol subjetivo, la capacidad de funcionar ha- que la han propiciado y la forma de reaccionar de do por una situación de crisis. Los criterios de mo-
• Cómo se han adaptado y han reaccionado los bitual y la responsabilidad sobre sí y sus ac- los afectados, descartando otros temas periféricos. vilidad y cercanía comunitaria son así clave. Así en
sujetos e instituciones (escuelas, familias, co- tos. Temas intermedios como el estilo de afrontamien- la atención a víctimas de malos tratos o mayores, la
munidades...) a la actuación del estresor: pa- • Restablecer los servicios básicos y el normal to personal, los mecanismos de producción de la atención domiciliaria y el contacto continuo con los
ralizándose, luchando, buscando salidas y so- funcionamiento de las instituciones. crisis, el desarrollo de recursos personales o socia- eventuales afectados (o sus agresores) son vitales.
luciones, etc. les de afrontamiento o la mejora y coordinación de
• Grado desorganización personal e institucio- Objetivos óptimos a perseguir adicionalmente los servicios implicados pueden —deben en la me- Directividad y flexibilidad técnica superiores a
nal en el momento de actuar. incluyen: dida en que sea posible— en todo caso ser objeto las habituales en la terapia al uso, ya que, por un

CUADRO 11.4 CUADRO 11.5


Evaluación y objetivos de la intervención de crisis Principios y acciones de la intervención de crisis

Qué ha sucedido Focalización temática en crisis y estresor («motor» del cambio)


Principios
Qué se ha hecho hasta ahora y con qué resultados de actuación Inmediatez temporal y espacial de la acción
Evaluación Cómo se encuentran las personas, instituciones, servicios básicos (agua, gas, etc.) afectados Directividad y flexibilidad técnica
Qué capacidad de funcionamiento tienen personas, instituciones y servicios
Con qué medios y recursos podemos contar para superar la situación Alejar afectados de entorno estresante ,
Actuación externa Resolver situación: organizar tareas urgentes y coordinar agencias y actores implicados
Eliminar síntomas psicopatológicos Transferir responsabilidades
Objetivos
mínimos Devolver control subjetivo y capacidad funcionamiento personal
Restablecer funcionamiento social y servicios básicos de instituciones Tranquilizar y bajar la tensión
Facilitar «catarsis» emocional
Descubrir mecanismos de producción de la crisis Actuación interna Apoyar y facilitar solución de problemas psicológicos
Objetivos (Examinar causas crisis)
óptimos/máximos Examinar soluciones personales y sociales
Prever mecanismos socioinstitucionales de seguimiento y evitación de situaciones críticas (Prever y ensayar soluciones ante futuras situaciones similares)

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3 5 2 / Manual de psicología comunitaria Modelos clínico-comunitarios: intervención de crisis y consulta I 3 5 3

lado, los afectados tienen sus capacidades de pensar de reanudar su vida en los lugares costeros donde Facilitar la '«catarsis» emocional, la catarata de 5. INTERVENCIÓN CRITICA
y actuar temporalmente limitadas y, por otro, no se vivían o de volver a volar; los que han sufrido la sentimientos, temores, angustias y presiones que TRAS UN ATENTADO
dispone del tiempo y espacio psicológico que per- muerte de allegados, aceptarlas; quien se culpa de una situación inasumible para la persona le ha crea- TERRORISTA
miten, como la psicoterapia, un ritmo más pausado la muerte de allegados, establecer los límites de su do a lo largo de la crisis. El desahogo emocional
y profundo. Aquí, como se ha visto, el «tiempo es actuación y responsabilidad por ello, etc. puede facilitarse —y a veces inducir necesariamen- Peleato (1989) ha descrito la intervención tras
oro» tanto en el sentido de intervenir lo antes posible «Reconducir» la situación, resolviendo los pro- te— pidiendo un relato de lo sucedido o partiendo un atentado con bomba contra un cuartel de la
como de usar el poco tiempo disponible para movi- blemas y daños causados: organizar tareas urgentes de un estímulo o elemento (vivencia, sonido, per- guardia civil en la ciudad de Zaragoza en 1987. El
lizar directamente capacidades —dañadas por la cri- y coordinar agencias y actores implicados. En casos sona, etc.) asociado a lo acaecido. Y, una vez cum- atentado, obra de la organización terrorista ETA,
sis— de los afectados y ayudar al máximo número de destrucción material y daños al entorno, a la vez plida su función de desbloqueo emocional, puede causó once muertos, seis de ellos niños —dado
posible de personas. Eso implicará muchas veces que a las personas, toman precedencia las tareas ligarse a la solución de los problemas psicológicos que en el cuartel vivían los guardias civiles y sus
trabajar con grupos (como en el caso del atentado logísticas y la organización de la ayuda a los heri- remanentes sugiriendo acciones que, por las cir- familias—, e innumerables heridos. La interven-
descrito a continuación) o colectivos, por ejemplo al dos y más necesitados: atención a los heridos, alo- cunstancias de la crisis, no pudieron ser realizadas ción de crisis subsiguiente tuvo dos líneas de ac-
organizar a grandes cantidades de gente afectada por jamiento temporal de los que lo precisan, restable- entonces, de manera que esa cadena de vivencias tuación, una externa sobre los efectos materiales
un terremoto o un accidente o catástrofe masivos (en cimiento de los servicios básicos, provisión de psicológica pueda ser reintegrada en la vida psico- del atentado, llevada a cabo desde el Ayuntamiento
un estadio deportivo o un accidente aéreo o químico alimentación y agua potable, etc. La comunicación lógica consciente y aceptable para el sujeto. Así, de Zaragoza y otras instancias administrativas, y
grande, por ejemplo). O implicar a los propios co- entre agencias (oficiales o no) y de éstas con los tras la expresión del dolor de una madre por la pér- otra sobre los efectos personales, realizada por
lectivos en la tarea por medio de personas con capa- afectados y con la sociedad en general y la coordi- dida de un hijo —o de un soldado por la muerte de psicólogos de servicios sociales, en la que se en-
cidad de persuasión o liderazgo, etc. nación entre agencias y grupos de ayuda son aquí un compañero— obtenida al llevarla a revivir la foca el artículo.
Estos principios se pueden concretar en una se- vitales para asegurarse de que se recibe lo que real- situación, podemos pedirle que, permaneciendo aún
rie de tareas y acciones tanto externas o contextúa- mente se necesita y de que los diversos grupos no en esa situación, diga al hijo —o al compañero— lo Intervención externa. Consistió en reparar los
les como psicológicas, prioritarias (cuadro 11.5). estorban, en vez de ayudar, en las tares relevantes. que en su momento no pudo decirle, expresando los daños de las viviendas que habían resistido y realo-
Las acciones externas o contextúales básicas La actuación de organismos, como protección civil, correspondientes sentimientos. jar a la gente en otras viviendas. Los afectados se
consisten en alejar a los afectados del entorno crí- encargados de la coordinación operativa y la reali- Apoyar la solución de los problemas psicológicos ocuparon de gestionar las ayudas a recibir, reparar
tico, normalizando la situación y devolviendo la zación de ensayos periódicos frente a catástrofes y relaciónales, asociados a la crisis y a la reacción lo dañado y sustituir los enseres destruidos. Cuan-
responsabilidad a la comunidad en cuanto sea po- son tareas igualmente necesarias. del sujeto a ella: integración de las vivencias bloquea- do las viviendas asignadas estuvieron fuera del ba-
sible. Transferir responsabilidades a la comunidad das o suprimidas, contacto con la realidad externa, rrio, las familias fueron ayudadas por las corres-
Alejar a los afectados del entorno crítico, pues local y la sociedad civil en cuanto sea material y restauración de la autoimagen personal, asunción de pondientes comunidades de propietarios para
la exposición prolongada a un estresor (el combate, socialmente posible importa tanto para devolver la pérdidas materiales o personales, restablecimiento de gestionar los servicios (luz, teléfono, bancos, trans-
la muerte de personas, un incendio o accidente, el confianza como para inducir a que la gente vuelva relaciones o solución de conflictos interpersonales, porte y comedor escolar, etc.) y por los centros es-
maltrato físico o psicológico, un robo, etc.) de cu- a la normalidad evitándose, además, dependencias establecimiento de un nuevo proyecto vital, etc. Da- colares, que mantuvieron un estrecho contacto con
yos efectos lesivos no se puede escapar acaba ge- indeseadas al amparo de situaciones extremas. das la profundidad y complejidad de varios de esos bastantes familias.
nerando daños subjetivos y funcionales irreparables. La acción psicológica o interna incluye varias procesos, no es seguro que puedan ser abordados di-
Retirar a un niño o a una mujer de un entorno fa- tareas orientadas a eliminar el sufrimiento y recu- rectamente en la intervención de crisis, que debe cen- Intervención psicológica. Se montó en respues-
miliar de maltrato o a los afectados de la escena de perar las capacidades y responsabilidad de las per- trarse en los problemas urgentes, dejando para otros ta a la presencia de problemas psicológicos de-
un accidente o catástrofe es pues esencial, aunque sonas afectadas. procesos posteriores aquellos problemas que precisen tectados en los terminales de base de los servicios
en ciertos casos, o cuando los afectados son muchos, Tranquilizar y bajar la tensión reduciendo, por un trabajo terapéutico prolongado. de atención de la zona con el propósito de abordar
implique tareas logísticas complejas y difíciles. La un lado, el sufrimiento subjetivo y devolviendo, por El examen de las causas de la crisis es un obje- grupalmente y con un enfoque comunitario esas
retirada del escenario crítico ha de tener, sin em- otro, a la persona su capacidad de pensar y organi- tivo deseable si puede conducir, en el plano psico- dificultades. Dado que las familias tenían' su vida
bargo, un segundo paso complementario para la zar sus acciones para incorporarla así lo más acti- lógico, a descubrir mecanismos para alertar ante social y material organizada antes del atentado,
regeneración psicológica de la gente: su vuelta gra- vamente posible a la solución de los problemas. situaciones similares en el futuro. Y que permitirá, se buscaba apuntalar la capacidad de recuperación
dual al entorno físico o social en que se dio la cri- Buena parte del efecto se logrará aquí alejando, en una segunda instancia y si las circunstancias de de las personas trabajando en aquellas áreas que
sis y la confrontación psicológica de lo sucedido. física o psicológicamente, a la persona del entorno la intervención lo permiten, sugerir —y en su caso estuvieran bloqueando las habilidades de resolver
Sólo así podrá el sujeto integrar lo sucedido en su crítico y haciéndole ver que el peligro ya pasó, de ensayar— formas de afrontar esas causas o estreses problemas de las familias, suponiendo que los
vida mental habitual y recuperar su capacidad de forma que hemos tomado control temporal de la en el futuro: estrategias de actuación o encaramien- problemas presentes eran fruto del impacto am-
funcionamiento previa. Así los afectados por un situación y vamos a ayudar a resolver los problemas to cognitivo, grupos o lugares donde hablar de di- biental externo (el atentado y sus efectos) y no de
maremoto o accidente de avión deben ser capaces causados. ficultades o pedir ayuda, etc. un proceso patológico interno. Para ello se perse-

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Modelos clínico-comunitarios: intervención de crisis y consulta I 3 5 5

guían, como objetivos parciales, reducir con ra- 6. CONSULTA: ORIGEN


pidez la tensión emocional entrenando a alguno que: instituciones y personas están abiertas al cam- 7. DEFINICIÓN Y CARÁCTER
Y ASUNCIONES bio y se van a involucrar en las responsabilidades
de los padres en la toma de decisiones, el control
del estrés y los eventuales problemas observados que lo acompañan; una buena forma de resolver los En su uso general —muy ligado a la práctica
Las razones que justifican el uso de la consulta problemas psicosociales es mejorando los servicios médica—, consultar significa asesorarse o pedir la
en los niños y orientar hacia otros recursos socia- en salud mental fueron mencionadas al introducir la
les o sanitarios a aquellas familias que no pudie- (salud, educación u otros) prestados y las capaci- opinión o consejo de un experto en relación a un
intervención de crisis: la gran extensión de los pro- dades y bienestar de los profesionales que los pres- tema o dificultad no resuelta. A partir de Caplan
ran ser atendidas con estos métodos. En el caso blemas psicológicos entre la población y la imposi-
de los niños se buscaba, además, ayudarles a re- tan; el impacto social de la intervención será tanto (1970) podemos cualificar un poco más ese signi-
bilidad de que la escasa «mano de obra» profesional mayor cuanto más cercana esté al entorno social ficado, definiendo la consulta como un proceso de
cuperar su patrón habitual de sueño, muy pertur- alcance a atender esos problemas por los métodos
bado por el atentado, el estruendo y las secuelas en que se producen los problemas (escuela, comu- interacción entre dos profesionales: un consultor
terapéuticos al uso. Eso plantea la necesidad de usar nidad, empresa) y a los mecanismos socializadores especializado en problemas y relaciones humanas
asociadas. nuevas estrategias pensadas para el conjunto de la
Para llevar a cabo la intervención se pidió la en que se localizan los fallos. y un consultante que busca ayuda para resolver un
población, incluidos los grupos más marginales. Dada No olvidemos que para que un método funcio-
colaboración de las instituciones que en la zona problema de trabajo con el que está teniendo difi-
la constancia de que, al menos en EUA (Gurin y otros, ne los supuestos habrán de verificarse en la reali-
contaran con psicólogos en sus equipos de trabajo, cultades y que piensa entra en el área de competen-
1960), cuando la gente sufre problemas psicológi-
siendo la petición contestada positivamente con dad. Si la comunidad no desea realmente cambios cia del consultor. El problema puede incluir la aten-
cos no acude en su gran mayoría a los profesionales
ciertas condiciones: que el trabajo profesional no o no está dispuesta a hacerse cargo de las respon- ción de uno o más clientes o la preparación y
del área sino más bien a otros agentes comunitarios
superara las tres horas semanales durante un pe- sabilidades correspondientes o si el problema no realización de un programa para atenderlos.
cualificados (médicos, curas, etc.) o a personas del
ríodo máximo de tres meses. También se pidió está realmente relacionado con la mejora de los Como muestra la figura 11.1, la consulta es un
entorno social inmediato (amistades, compañeros de
la colaboración de los directores de los centros servicios (es, por ejemplo, un conflicto social, que servicio indirecto, triangular y cooperativo en que,
trabajo, camareros, peluqueras, etc.), lo lógico sería
escolares, públicos y privados, de la zona. Unos no puede ser mejorado, simplemente, con mejores aunque el consultante hace una propuesta de inter-
que el psicólogo cuide de la salud mental de la gen-
dos meses y medio después del atentado se lan- servicios), el método de consulta no será adecua- vención basada en una evaluación informada del tema
te «a través» de esos mediadores, potenciando sus
zó por carta una oferta masiva (casi 900 perso- do, por lo menos no será el más adecuado. La ma- a resolver, la responsabilidad de llevar o no a cabo
conocimientos y habilidades y aprovechando su ca-
nas) de ayuda a personas que vivían en la zona yor eficacia de la actuación cercana al contexto el plan propuesto, y cómo llevarla a cabo, correspon-
pacidad de influencia social; convirtiéndolos, en una
del atentado (localizadas a través del callejero palabra, en «agentes de salud». Pero, a diferencia de «natural» y al terreno social en que se generan los de al consultante. El consultante que demanda ayu-
telefónico), recogiéndose con posterioridad la la intervención de crisis, la consulta no se limita al problemas es una asunción comunitaria compar- da puede ser una persona (un clínico, un maestro, un
frecuencia de síntomas presentes de las 65 per- ámbito de la salud mental, sino que es ampliamente tida, como se ve, con la intervención de crisis. líder comunitario), un colectivo (unos maestros, unos
sonas que contestaron a las cartas. Con ellas se usada en otros ámbitos como las «organizaciones»
formaron cinco grupos (dos de adultos, dos de (empresas) y la educación. Heller (con Monahan,
niños, uno de adolescentes) con los que se reali- 1977; y otros, 1984) —a quien, junto con Caplan
zaron nueve sesiones semanales en que —parece (1970 y 1997), sigo en esta exposición— señala el
ser, la descripción no lo acaba de aclarar— se origen en EUA del trabajo de consulta en salud men-
trabajó en las líneas temáticas marcadas por los tal. Ante la imposibilidad de cuidar directamente la
objetivos mencionados a través de técnicas como salud mental de poblaciones rurales o muy dispersas
la relajación, observándose mejoras visibles en en grandes áreas territoriales, los psicólogos clínicos Recomienda
el ritmo del sueño. solución
se plantearon la conveniencia de trabajar mediante
A falta de una descripción más precisa de las cuidadores locales como enfermeras o voluntarios
acciones llevadas a cabo, la intervención, meritoria cualificados. En otros campos se mencionan como
por el hecho mismo de hacerse y por la movilización orígenes de la consulta la generalización al terreno
profesional y coordinación institucional realizada, de los hallazgos experimentales del laboratorio y el
presenta sin embargo un par de deficiencias rele- intento de mejorar tanto el bienestar de los traba-
vantes: la ausencia de una «célula» de crisis —co- jadores en las empresas como la educación en las
misión interinstitucional o ventanilla administrati- escuelas trabajando con los mandos intermedios o
va— que coordine la acción y facilite las tareas de con los propios maestros.
realojamiento y gestión de los servicios básicos; la
Si en la intervención de crisis asumimos que los
acción psicológica se demoró (más de dos meses y
problemas psicológicos habían sido causados por
medio) en exceso.
un estresor excepcional, en la consulta se asume
Figura 11.1.—Estructura de la consulta.
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3 5 6 / Manual de psicología comunitaria Modelos clínico-comunitarios: intervención de crisis y consulta I 3 5 7

vecinos) o una institución u organización (empresa, • Se ocupa de problemas o asuntos del trabajo nal y dependiente de la voluntad de cambio (y ob- sultor. Mientras que en la consulta de casos (cen-
escuela, etc.). El consultor suele ser una persona, un del consultante, no —como la psicoterapia— de jetivos) del cliente. trada en el cliente y en el consultante) basta con los
equipo uni o multiprofesional o una empresa o ser- problemas psicológicos o de la salud mental conocimientos y destrezas de salud mental, en la
vicio. Y, como se verá más adelante, según «dónde» de ése. Estos problemas o cuestiones constitu- consulta centrada en el programa y en el consultan-
se piense reside el foco del problema (en el caso o yen, precisamente, la tercera pata o elemento 8. TIPOS DE CONSULTA te organizativo son precisos, además, destrezas y
cliente presentado, en el consultante o en el progra- distintivo del enfoque. conocimientos sobre organizaciones y procesos so-
ma u organización), podrán especificarse varios tipos • Se basa en una relación cooperativa y de con- Caplan ha combinado dos criterios para clasificar ciales: relaciones intra e intergrupales, desarrollo
o modelos de consulta. fianza en que consultante y consultor interac- la consulta: su foco (un cliente particular, un progra- organizativo, pautas de asignación de papeles, co-
túan en pie de igualdad y autonomía, siendo ma u organización) y el objetivo perseguido, aportar municación, estilos de liderazgo, participación,
cada uno experto en sus respectivas áreas de información para resolver un caso frente a mejorar toma de decisiones, etc. Al igual que Heller y Mo-
trabajo. Así un maestro, experto en enseñanza, la capacidad global de resolver problemas del con- nahan (1977), agrupo aquí los dos tipos de consul-
7.1. Características consulta a un psicólogo sobre problemas «de sultante. El resultado son cuatro tipos de consulta ta social (centrada en el programa y en el consul-
actitud» de un grupo de estudiantes. según que ésta se centre en: resolver un caso o pro- tante organizativo), ya que tratan de procesos y
Examinamos ahora algunas propiedades del en- • La relación es, también, voluntaria en su ini- blema de un cliente, las dificultades del consultante temas similares, no siempre distinguibles.
foque de consulta (simplificadas en el cuadro 11.6) cio, mantenimiento y terminación, de duración para resolver casos, un programa u organización o
que amplían los puntos incluidos en la definición limitada —acaba cuando el problema plantea- las dificultades del consultante en relación con un Consulta centrada en el cliente o caso, la más
ayudando a distinguirla de otros métodos de ayuda do está resuelto—, de apoyo al consultante y programa u organización. En cada tipo de consulta, habitual en salud mental, con un significado similar
como la psicoterapia, la supervisión o el simple suele conllevar un contrato pactado entre con- y dependiendo de la hipótesis «diagnóstica» sobre al que tiene en la práctica médica: el consultante
contrato administrativo. En efecto, a diferencia de sultante y consultor. Dado que se trata de un el origen del problema manejado, se sugieren distin- que tiene dificultades para resolver el caso de un
esas estrategias, la consulta: proceso de cooperación entre actores autóno- tas soluciones o líneas de actuación cuyo conjunto cliente pide ayuda al consultor especialista en el
mos, la realización de las recomendaciones formaría el catálogo de herramientas técnicas utili- tema. Éste evalúa el caso o cliente extrayendo con-
del consultor es responsabilidad exclusiva del zables en el proceso de consulta (cuadro 11.7). clusiones y recomendando soluciones que el con-
CUADRO 11.6 consultante, sobre el cual aquél no tiene nin- Estas líneas de actuación presuponen, además, sultante puede —o no— llevar a la práctica según
Características de la consulta guna autoridad; es decir, la consulta se diseña conocimientos y habilidades específicas en el con- su propio criterio y, en todo caso, con una mínima
«desde fuera» del sistema, pero se ejecuta des-
Servicio indirecto de dentro de él teniendo en cuenta sus parti-
De duración limitada cularidades y recursos internos. El consultor
Centrada en problemas de trabajo no personales sí es, en cambio, responsable de involucrar CUADRO 11.7
Triádica (consultante, consultor, problema), no diá- activamente al consultante en el proceso, re- Tipos/modelos de consulta (Caplan, 1970; Heller y Monahan, 1977)
dica chazando responsabilidades ejecutivas que no
Basada en relación cooperativa y voluntaria le corresponden.
Centrada en asunto/problema profesional no perso- Tipo Hipótesis causal Solución
nal • La consulta tiene un triple/m: reparador —re-
[cambiar situación/resolver problema solver la cuestión planteada por el consultan- Sugerir plan acción
Centrada Problemas por dificultad de caso o situación
Busca j educar/preparar consultante para resolver te— y educativo-preventivo, preparando al en caso/cliente (cliente) (Mejora conocimiento/destreza de consul-
[problemas similares en el futuro consultante para resolver en el futuro proble- tante)
La ejecución es responsabilidad del cliente (con- mas similares y de cambio social, modifican-
sultante) do el contexto relacional e institucional ligado Problemas profesionales de consultante Formación/adiestramiento
Centrada
al problema presentado. en consultante Falta de conocimiento o destreza Apoyo/mejora autoestima /
• Su ámbito de aplicación trasciende la salud Falta confianza en sí Confrontación concreta de tema que inter-
Es un proceso triangular o triádico, no diádico, mental incluyendo también ámbitos como la Problemas objetividad («interferencia temá- fiere
que implica (figura 11.1) tres elementos: un educación, las empresas o la comunidad. tica») Cambio de percepción estereotipada
consultante (consultee, en inglés) que hace una
demanda, un consultor (consultant) que la re- Estas características muestran a la consulta como Centrada en el Dificultad «estructural», psicosocial o de Recomendar cambios técnico-estructura-
cibe y un tercero —caso, competencia profe- un método de cambio a caballo entre lo clínico y programa/ realización de programa o «sistema» que les, psicosociales o estratégicos (largo
sional del consultante, programa— que define lo sociocomunitario: más amplio y ambicioso que organización impide movilizar recursos para solucionar plazo)
el tema de consulta. la acción clínica pero aún excesivamente profesio- o consultante problema (Apoyar ejecución)

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3 5 8 / Manual de psicología comunitaria Modelos clínico-comunitarios: intervención de crisis y consulta I 3 5 9

implicación del consultor. De forma que aquí los por tanto soluciones— sociales. La interferencia Así, la apertura al cambio de una institución o especificará las condiciones de la interven-
consejos e indicaciones del consultor se orientan del tema en cuestión sería, así, efecto de estereoti- comunidad es más fácil si existe malestar interno ción: identificación del destinatario y actores
principalmente a elaborar un plan para manejar las pos socialmente aprendidos cuyas soluciones —pa- o fallos significativos en su funcionamiento; con básicos, papel (derechos y deberes) del con-
dificultades identificadas pero también, secunda- ralelas en lo social a las individuales sugeridas por frecuencia es difícil convencer al responsable de sultor y los otros actores, condiciones de tra-
riamente, a educar al consultante para afrontar apro- Caplan— consistirían en ampliar la percepción del una institución —que tienden a automantenerse— bajo (acceso a la información, duración del
piadamente casos similares en el futuro. consultante evitando las predicciones «necesaria- de que la necesidad de introducir cambios no im- proceso, etc.) y condiciones de evaluación.
mente» negativas («los inmigrantes nos vienen a plica reconocer un fracaso de su gestión; los miem- Esta «negociación» del contrato ha de ser pa-
Consulta centrada en el consultante. Aquí se quitar el trabajo», «las mujeres no pueden dirigir bros de una organización no suelen ver con buenos ralela —y está en buena parte condicionada
piensa que la causa de los problemas reside más en un servicio o un negocio») y argumentando o mos- ojos la intromisión de expertos externos para reco- por— al establecimiento de una relación de
deficiencias profesionales del consultante que en trando empíricamente la falsedad del estereotipo o ger información o «fiscalizar» su trabajo. En gene- confianza con el consultante y suele estar pre-
la dificultad de los casos. Es la consulta «caplania- bien, si eso no es factible, excluyendo al individuo ral, los cambios tienden a inspirar temor ante «lo cedida —o acompañada— de un análisis so-
na» por excelencia. El consultante puede tener ca- o caso particular de la categoría estereotipada («¿ha- nuevo» o ante la expectativa de ser controlados, o mero del tema de consulta y del sistema con-
rencias de conocimiento, destreza, confianza en sí ría usted el trabajo que hace este inmigrante por el tener que trabajar más; los líderes organizativos o sultante para tener una primera idea de las
o problemas de objetividad profesional que pertur- sueldo que le pagan?, «esta mujer sí que puede di- comunitarios pueden sentirse «atrapados» por bases posibilidades de la intervención que luego se
ban su trabajo. Las dos primeras deficiencias se rigir el servicio»). sociales muy conservadoras que piensan se van a concretarán tras la evaluación más formal y
solucionarán educando o adiestrando al consultan- oponer al cambio, por la falta de medios o compe- la negociación del contrato.
te o, cuando ése sea parte de una empresa o insti- Consulta centrada en el programa o la organi- tencias para realizar ese cambio, en cuyo caso será
tución, mejorando la preparación de agentes socia- zación, en que, como se ha dicho, incluimos tanto preciso un plan de apoyo decidido como parte del CUADRO 11.8
lizadores medios —como supervisores o mandos las dificultades propias de un programa (diseño o proceso de consulta. En otras ocasiones, la lealtad
técnicos— del «sistema». Este método indirecto es El proceso de consulta
puesta en marcha) u organización como las del mal entendida a una autoridad política (o a los su-
preferible para Caplan, porque, además de no in- consultante implicado en uno u otra. Independien- periores jerárquicos) puede llevar a oponerse a cual-
terferir con la jerarquía o dinámica del sistema, debe temente de quién haga la consulta, aquí se percibe quier cambio comunitario que pudiera ser interpre- • Contacto con el sistema/institución
producir cambios más amplios y duraderos y ajus- tado como una deslealtad a esa autoridad o como • Establecimiento de la relación y contrato
que las dificultades están localizadas (como en el • Evaluación: definición del problema y análisis de
tándose, al mismo tiempo, a la cultura y procedi- caso de la biblioteca descrito más adelante) en la un fracaso de la política emanada de ella.
mientos específicos del sistema concreto. En el caso alternativas
institución u organización en su conjunto o en al- • Ejecución y manejo de resistencias
de la baja confianza en sí mismo se precisará, ade- guno de sus componentes: la comunicación entre
más de orientar la actuación del consultante, apo- • Terminación y evaluación
sus miembros, la toma de decisiones en los siste- 9. PROCESO
yarlo. mas de afrontamiento de dificultades, estilos de
liderazgo, participación, toma de decisiones, va- Se puede describir en cinco fases (recogidas en 3. Evaluación: definición del problema y esta-
Los problemas de objetividad profesional admi- lores, en la forma de coordinarse los grupos, la el cuadro 11.8) el proceso seguido comúnmente en blecimiento de objetivos. Se identifica y de-
ten dos hipótesis causales: la interferencia de con- atención al público, etc. Es preciso hacer entonces la consulta, al menos entendida en su forma más fine el problema (o problemas) objeto de la
flictos no resueltos o fracasos personales no asimi- un análisis y propuesta de solución «sistémicos» global o «sistémica», es decir, la centrada en un consulta haciendo, además, una hipótesis
lados por el consultante (Caplan) y la estereotipia (según el proceso de consulta descrito a continua- programa, empresa, institución o comunidad. Esas causal sobre él a partir del análisis del con-
social. En la primera hipótesis, de raíz psicoanalí- ción) que contemplen una triple posibilidad, según fases —no necesariamente lineales, sino con un texto organizativo o comunitario y de la in-
tica, «temas» (sentimientos o ideas transferidos del donde se localice el foco de la dificultad y del grado variable de solapamiento y retroalimenta- formación aportada por el consultante. La
pasado) pendientes interfieren en el trabajo del con- cambio a realizar: cambios tecno-estructurales, de ción— serían las siguientes: evaluación permite marcar, preferiblemente
sultante. ¿Solución desde la consulta? Se puede las estructuras o procedimientos técnicos usados; de acuerdo con el consultante, los objetivos de
confrontar directamente el efecto de la «interferen- cambios psicosociales, de los aspectos relacióna- 1. Entrada al sistema frecuentemente acompa- la intervención. ,
cia temática» en la resolución del problema de con- les, comunicativos, de toma de decisiones, etc.; ñada —o precedida— de una toma de con- 4. Intervención. Se traza un plan de acción eli-
sulta o, si eso no es posible, sugerir explicaciones acciones estratégico-políticas, vinculadas a la via- tacto con el consultante en que se sientan las giendo la mejor de las alternativas existentes;
y formas de comportarse alternativas sin conectar bilidad del proceso en el contexto social concreto, bases para los procesos —relacional («con- un plan que, por un lado, permita alcanzar
la dificultad profesional con los problemas perso- cómo «entrar» en una institución o comunidad y trato») y técnico (evaluación)— paralelos que los objetivos marcados y resolver el problema
nales del consultante para mantenernos en el terre- en qué nivel, cómo ganarse el apoyo de ciertos han de seguir. que generó el proceso de consulta y, por otro,
no profesional propio de la consulta. Heller y Mo- grupos o líderes, vencer resistencias previsibles o 2. Establecimiento de la relación con el consul- genere los recursos (personal, actuaciones
nahan (1977) amplían la interpretación de las conocidas, cómo mantener la cohesión y autoesti- tante (persona, grupo, colectivo) y negociación concretas, medios económicos, etc.) precisos.
dificultades del consultante incluyendo causas —y ma de los trabajadores, etc. del contrato que explícita o implícitamente La puesta en práctica de las acciones y la

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forma concreta de realizarlas son como se ha varios. Las bibliotecarias se sentían frustradas e consultivo. Obtenido el permiso, se entrevistó con desde la perspectiva comunitaria podíamos añadir
dicho, responsabilidad del consultante, que impotentes ante esas repetidas molestias y proble- otros trabajadores, detectando un amplio consenso dos consideraciones. Una sería la implicación de la
puede modificar sobre la marcha, y en fun- mas, que excedían su papel profesional y les cau- sobre los problemas inicialmente apuntados y sobre comunidad en la consecución de financiación pú-
ción tanto de los resultados parciales como saban un estrés excesivo. la necesidad de encontrar soluciones efectivas ya blica estable que diera continuidad temporal a la
de su conocimiento de la propia institución, que, sorprendentemente, nada se había hecho en el biblioteca sin depender de donaciones coyunturales
los planes establecidos inicialmente. El ma- Alternativas y enfoques. La solución que dé el pasado para resolverlos. El consultor descubrió que de los ciudadanos que, como se ve en el caso, tienen
nejo de las resistencias (así como de las ener- consultor a un problema dependerá en buena par- el director había sido reticente a desarrollar una también sus contrapartidas (ésta es, desde luego una
gías y recursos positivos del «sistema») sue- te de cómo conceptualice los problemas descritos. normativa punitiva que, de aplicarse generalizada- perspectiva más europea, dado que lo público ten-
le ser, como en la intervención comunitaria Desde una perspectiva conductual, las dificultades mente, podía ofender a lectores influyentes o gene- dría aquí un papel central frente al predominio de
en general, una tarea crítica a lo largo del se entenderían como el resultado de una deficiencia rar quejas ante la administración local. Dado que la iniciativa privada típico del modelo estadouni-
proceso. de habilidades del personal de la biblioteca, propo- el presupuesto de la biblioteca se alimentaba en dense). Un segundo punto nos llevaría a cuestio-
5. Terminación de la intervención, una vez se niéndose, en consecuencia, como solución talleres buena parte con donaciones de los ciudadanos, el narnos cómo es que los niños y algunas personas
hayan cumplido los objetivos de la interven- de entrenamiento de habilidades para manejar las director quería mantener buenas relaciones con con problemas de salud mental usaban la bibliote-
ción (o antes, por voluntad del consultante), situaciones y comportamientos citados. El consultor ellos, y temía que unas medidas duras o restrictivas ca. Sospechando que el barrio carecía de espacios
y evaluación final de resultados, en la doble de orientación «caplaniana» incluiría también esos pudieran perjudicar seriamente la continuidad eco- comunitarios (guarderías, centros de día y clubes
dirección de eficacia en la resolución del pro- talleres formativos, pero los dirigiría al supervisor nómica de la biblioteca. Los trabajadores captaron sociales) para esos dos grupos de población, se tra-
blema objeto de consulta (o de los objetivos de las bibliotecarias (o al director de la bibliote- la preocupación del director pero, como el tema no taría de movilizar a la comunidad o a sectores sig-
planteados) y del impacto global del proceso ca), que, por su posición, tiene más capacidad de fue nunca debatido abiertamente, aquéllos interpre- nificativos de ella en la búsqueda de alternativas y
sobre el sistema en su conjunto. influencia y conocimiento del personal y la biblio- taron la falta de normativa sobre los usuarios difí- medios para hacer realidad tales espacios, lo que,
teca, para adaptar y poner en práctica las destrezas ciles como una resistencia del director a delegar además de mejorar la calidad de vida de la comu-
El proceso es, como se ve, muy similar al proce- concretas a partir de unas recomendaciones gene- responsabilidad y una desconfianza hacia ellos y su nidad, liberaría a la biblioteca de las funciones de
so general de intervención comunitaria (capítulo 7) rales del consultor, evitando, además, resistencias capacidad de afrontar las dificultades. «guardería» de niños y discapacitados mentales que
del que en el fondo es concreción para la estrate- y susceptibilidades por «saltarnos el escalafón». El consultor convocó entonces una reunión de parece estar ejerciendo.
gia de consulta. Sería importante saber, obviamente, si las dificul- todo el personal de la biblioteca para discutir abier-
tades son comunes a todas las bibliotecarias o son, tamente el tema, lo cual permitiría ventilar las ten-
por el contrario, específicas de alguna bibliotecaria siones acumuladas y buscar alternativas racionales. 11. VALORACIÓN
10. CONSULTA EN UNA BIBLIOTECA concreta (como la que pide ayuda), en cuyo caso A partir de ahí formaron grupos de trabajo para
habríamos de indagar eventuales «interferencias discutir y buscar soluciones (desarrollar normas y Los enfoques de SMC han hecho importantes
Heller y Monahan (1977) han explicado un caso temáticas» ligadas a problemas no resueltos que líneas de actuación) en cada uno de los temas pro- aportaciones metodológicas al trabajo comunitario
real de consulta en una biblioteca pública presentado pudieran generar hipersensibilidades o dificultades blemáticos apuntando también planes para even- que incluyen, además de un arsenal técnico apor-
por Haas y Watherley (1981) junto a las tres alter- de relación con los lectores. tualidades extremas. El proceso y el trabajo de los tado y bastante claramente definido, el enfoque
nativas («caplaniana», conductual y organizativa) que El consultor con enfoque socioorganizativo se grupos insufló en el director la confianza en los multidisciplinar (propio de un campo, la SMC, in-
ilustran —con la ampliación conductual— los enfo- preguntará por qué una organización con un perso- trabajadores y en su capacidad para manejar ade- herentemente multisectorial), la participación de la
ques y tipos antes descritos, a los que añadiré algunas nal altamente capacitado es incapaz de hacer fren- cuadamente las distintas dificultades planteadas, comunidad en la organización de salud colectiva,
sugerencias en la dirección comunitaria. te por sí sola a un problema relevante y estresante con lo que las conclusiones fueron finalmente «tra- la orientación global y poblacional para incluir a
para sus trabajadores, precisando ayuda externa. ducidas» a política general de actuación del perso- sectores más débiles y marginados, el acento en la
El caso. Un psicólogo fue consultado por una Sospechando que la institución carece de mecanis- nal de la biblioteca. Como complemento, los tra- prevención y el acercamiento de los servicios pro-
trabajadora de la biblioteca del barrio pidiendo ayu- mos apropiados de resolución de problemas, verá bajadores recibieron información básica sobre fesionales a la comunidad y a los sistemas, sociales
da para resolver algunas dificultades que estaban la consulta como una ocasión para que aquélla de- patología psicológica que ayudara a desvanecer en que se producen los problemas. Desde el punto
teniendo: lectores «difíciles» excesivamente exi- sarrolle mecanismos para solventar no sólo estos los falsos temores sobre algunos de sus clientes, de vista comunitario, el enfoque puede ser critica-
gentes o «abusivos» con las bibliotecarias, otros problemas concretos sino otros que pudieran pre- ensayaron a través del role playing las respuestas do por su cercanía a la clínica tradicional al enfa-
que hablaban solos o muy alto y otros aparentemen- sentarse en el futuro. a las situaciones de dificultad frecuentes y apren- tizar más el cambio personal que los determinantes
te intoxicados que molestaban a los demás; padres Esta última perspectiva —desarrollo organiza- dieron a relajarse para afrontar más calmadamente sociales y ambientales de la salud mental y por fo-
que abandonaban durante horas a sus hijos mientras tivo— fue la adoptada por el consultor del caso. Se las situaciones. calizarse excesivamente en los problemas psicoló-
iban de compras o a hacer encargos, lo que provo- puso primero en contacto con el director de la bi- Aunque la solución organizativa adoptada por gicos (y sociorrelacionales en el caso de la consul-
caba travesuras, peleas entre chicos y desórdenes blioteca y le pidió permiso para iniciar el proceso el consultor del caso parece correcta en lo esencial, ta), lo que impediría vertebrar una verdadera PC

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3 6 2 / Manual de psicología comunitaria Modelos clínico-comunitarios: intervención de crisis y consulta I 3 6 3

dedicada al desarrollo humano. Algo particularmen- de fines entre el profesional y cliente. ¿Consecuen-
te cierto de la intervención de crisis cuyo potencial Es, además, deseable descubrir los determinan- ponsabilidad por la realización, o no, del plan
cia? Llevar o no a cabo los cambios propuestos, y
preventivo podría maximizarse, sin embargo, con tes de la crisis, examinar alternativas personales recomendado: la consulta se diseña desde
la forma última en que se van a realizar queda en
la intervención anticipadora de crisis y la educación e institucionales y establecer mecanismos pre- fuera pero se ejecuta desde dentro.
manos del cliente, lo que puede muy bien garantizar
de la población en relación a la detección y mane- ventivos para el futuro. 9. Se distinguen cuatro tipos de consulta, según
que no se realizarán cambios sociales (o personales)
jo de los estreses vitales y sociales (capítulo 12). 6. Son principios de actuación general en situa- que ésa se centre en: un caso (un cliente par-
drásticos o que perjudiquen seriamente los intereses,
La consulta aparece como un método más am- ciones de crisis: inmediatez temporal y espa- ticular) y problema planteado, el consultante
posición social o estima personal de aquél. Otra
bicioso que la reparación clínica: trasciende el ám- cial a la actuación de los estresores, limitación y sus problemas profesionales y un programa
posibilidad es que el trabajo y recomendaciones
bito tradicional de la salud mental y apunta en sus de objetivos, focalización del trabajo en torno u organización o las dificultades que con ellos
técnicas del profesional sean usados para los fines
variantes más amplias hacia el cambio social. El al estresor y sus efectos, duración limitada y tiene el consultante. En los dos primeros tipos
(muchas veces egoístas o perjudiciales para los tra-
acento en la colaboración con los clientes y la res- mayor directividad y flexibilidad técnica que de consulta los problemas pueden ser de fal-
bajadores) de dirigentes con pocos escrúpulos o que
ponsabilización de éstos caminan en la dirección la terapia al uso. Disponibilidad, movilidad, ta de conocimiento o destreza o autoconfian-
el consultor quede atrapado en cuestiones éticas
comunitaria de la autogestión social pero —como cercanía comunitaria, coordinación operativa za del consultante o problemas de objetividad
ligadas a la ambigüedad y la incertidumbre carac-
cualquier método basado en la cooperación— plan- y enfoque preventivo son los criterios gene- asociados a un tema pasado que perturba el
terísticas del terreno de nadie que dejan las condi-
tean importantes problemas potenciales ligados al rales de organización de los servicios de ayu- desempeño profesional. En la consulta pro-
ciones de cooperación y autonomía mutua de con-
prerrequisito metodológico de un acuerdo básico da en situaciones críticas. gramática u organizativa intervienen, además,
sultante y consultor inherentes al método.
7. Tareas externas a realizar en la intervención aspectos técnico-estructurales, psicosociales
en crisis son: alejar a los afectados del entor- y estratégico-políticos cuyo abordaje será más
no crítico, resolver las tareas urgentes y res- prolongado y exigirá al consultor una forma-
RESUMEN
tablecer los servicios básicos, coordinar las ción más amplia que la de salud mental.
tareas operativas y, finalmente, transferir res- 10. Fases del proceso de consulta son: entrada al
1. Intervención de crisis y consulta son alternati- ponsabilidades a la comunidad local y retornar sistema, establecimiento de la relación y nego-
de adaptación habituales. Va acompañada de ciación del contrato, evaluación causal del pro-
vas comunitarias a los servicios clínicos tradi- gradualmente a las personas a la vida cotidia-
emociones como el miedo o la ansiedad, de la blema y establecimiento de objetivos, diseño
cionales: están a medio camino entre la atención na o al entorno crítico. Las tareas internas
búsqueda intensiva de soluciones, sensación de y realización del plan de acción y terminación
individual y el desarrollo humano encarnando básicas son: bajar la tensión y el impacto am-
impotencia y desorganización funcional, signos y evaluación de resultados. El proceso incluye
(junto a la prevención y educación para la salud) biental, facilitar el desahogo emocional, des-
todos de afrontamiento de una amenaza y de tareas técnicas, relaciónales y psicosociales
la salud mental comunitaria, una de las orien- bloquear los mecanismos reactivos de las per-
necesidad de ayuda externa. paralelas y mutuamente condicionadas.
taciones básicas de lo comunitario. sonas y ayudar a la búsqueda de soluciones a
4. La evaluación de crisis es breve y enfocada en 11. Si bien intervención de crisis y consulta supo-
2. Intervención de crisis y consulta se caracteri- los problemas psicológicos y psicosociales.
el estresor y sus efectos: naturaleza de la cri- nen una ampliación de los servicios clínicos
zan por: tener fines educativos y preventivos, 8. La consulta es un servicio indirecto y triangu-
sis y el estresor, visión subjetiva de los afec- tradicionales en una dirección educativa, po-
además de reparadores y de resolución de pro- lar de cooperación entre un consultante que
tados, adaptación y reacción de personas e blacional y potenciadora de recursos profesio-
blemas, buscando el desarrollo de recursos tiene dificultades con un caso o programa y
instituciones, grado de desorganización per- nales escasos, han sido criticados —y excluidos
personales y psicosociales; usarse en los ám- un consultor, experto en el área, que tras una
sonal y ambiental y recursos adaptativos dis- por algunos del ámbito comunitario— por con-
bitos escolar, comunitario y empresarial, ade- evaluación causal recomienda soluciones. El
ponibles. Es decir: qué ha sucedido, qué se ha servar los fines reparadores o de solución de
más del de salud mental, buscando a veces el tema de consulta es profesional, no personal,
hecho hasta ahora y con qué resultados, cómo problemas y no centrarse en el cambio social
cambio social en organizaciones y a través de buscándose, además de resolver el problema
se encuentran las personas, instituciones y ser- o el desarrollo humano, de los que se ocupan
programas; optimizan el uso de recursos pro- presentado, educar al consultante para encarar
vicios básicos, qué capacidad de funciona- sólo periféricamente.
fesionales escasos, actuando en situaciones futuras dificultades y recayendo en ése la res-
miento retienen y con qué medios contamos
críticas y de demanda de ayuda que facilitan para afrontar la situación.
el cambio inducido desde afuera, y mantienen 5. Elfin de la intervención de crisis es restaurar el
—o retornan— la autorresponsabilidad perso- estado subjetivo y nivel funcional de personas,
nal, organizativa o comunitaria. instituciones y servicios eliminando sufrimien-
3. Una crisis es una reacción normal a una situa- to y sintomatología, devolviendo la percepción
ción anormal, un estrés extraordinario que las de control y el nivel de funcionamiento personal
personas no pueden superar con sus estrategias y social y restableciendo los servicios básicos.

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3 6 4 / Manual de psicología comunitaria

TÉRMINOS CLAVE
Prevención
• Salud mental comunitaria • Consulta
• Intervención de crisis • Consulta centrada en el cliente
• Crisis • Consulta centrada en consultante
• Estrés • Interferencia temática
• Principios de intervención de crisis • Consulta centrada en el programa
• Acción externa • Proceso de consulta
• Acción psicológica

LECTURAS RECOMENDADAS

Heller, K., Price, R. H., Reinharz, S., Riger, S. y Wanders- Caplan, G. (1997). Consulta y colaboración en salud 1. LAS RAZONES DE LA PREVENCIÓN PC son, sin embargo, objeto de controversia: mien-
man, A. (1984). Psychology and community change mental. Barcelona: Paidós. tras que algunas líneas —más «radicales» o «pu-
(2.a edic; cap. 8). Pacific Grove, Cal.: Brooks/Cole. Puesta al día de las postura del fundador del cam- Dice la sabiduría popular que «vale más preve- ras»— estiman que la tarea comunitaria debe limi-
Exposición clara y modernizada de la consulta po con su habitual claridad y simplicidad. nir que curar», proclamando de forma lapidaria la tarse a la potenciación y el cambio social, para otras
con un énfasis conductual y de desarrollo organiza- la prevención es una parte importante de los fines y
tivo y con ejemplos. Slaikeu, K. A. (1988). Intervención en crisis. México: El extendida —pero apenas practicada— creencia en
la superior eficacia, y el menor costo («lo barato métodos de actuación comunitarios. Dos razones de
Manual Moderno.
Caplan, G. (1979). Principios de Psiquiatría preventiva. Razonable y actualizada exposición técnica y con- sale caro»), de las estrategias anticipadoras frente peso avalan esta segunda postura. Primera, cambio
Buenos Aires: Paidós. ceptual de la intervención de crisis. a las reparadoras, de evitar los daños y atajar las social y potenciación son estrategias limitadas, in-
El libro clave de la salud mental comunitaria, causas frente a reparar las consecuencias y el su- suficientes para abordar por sí solas muchas situa-
consulta, intervención de crisis y prevención inclui- frimiento producido. Y lo remacha la convicción, ciones y problemas sociales. No tiene entonces sen-
dos; aún conserva su validez y frescura iniciales. y evidencia, de la salud pública de que nunca vamos tido rechazar desde premisas ideológicas otras
a acabar con un problema colectivo —sea éste el metodologías de trabajo que, como la prevención,
sida, la depresión, la pobreza o la exclusión— a pueden evitar calamidades sociales y sufrimiento
menos que lo afrontemos globalmente y seguemos humano en casos y situaciones en que estén indica-
sus raíces sociales y ambientales. Mientras que con das. Que esas estrategias sean o no «verdaderamen-
terapias físicas o psicológicas y con ayudas econó- te» comunitarias o que estén en el centro o la peri-
micas y sociales podemos ayudar a las personas feria del campo son, en este sentido, cuestiones
deprimidas, enfermas de sida, pobres o marginadas, bastante menores. Sobre todo si se considera la pre-
paliando sus dolencias y sufrimiento, los problemas vención como una alternativa inclusiva que no ex-
(el sida, la pobreza, la depresión o la marginación) cluye el cambio social o el desarrollo de recursos
no van a cambiar a menos que abordemos eficaz- sino que los usa para anticipar y, en lo posible, evi-
mente sus causas sociales, psicológicas, biológicas tar los problemas.
o económicas, evitándose así su difusión social. Así vista, la prevención no sólo no excluye el
Tenemos que ver en qué medida esas premisas de desarrollo humano sino que es un presupuesto para
la prevención, que tan buenos frutos han cosechado él e, incluso, pone al descubierto las flaquezas prác-
con las enfermedades infecciones o trasmisibles, ticas de los modelos de desarrollo, humano o co-
son también aplicables a los problemas psicosocia- munitario. No podemos «borrar» de un plumazo
les y al enfoque comunitario propio de este libro. voluntarioso los problemas psicosociales preten-
Ya vimos que desarrollar recursos y prevenir pro- diendo que el desarrollo comience desde un cero
blemas son los fines básicos de la acción comuni- de problemática y sufrimiento que nunca va a exis-
taria. La presencia y el papel de la prevención en tir: siempre vamos a partir de una realidad social

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3 6 6 / Manual de psicología comunitaria Prevención I 3 6 7

«sucia», problemática y deficitaria en que los en- y sociales. En general se considera a la prevención para todos; supone invertir y trabajar en algo «in- El desafío psicológico: generar alternativas de-
foques reparadores y preventivos (con o sin orien- más un modelo u orientación general que un mé- tangible» y genérico en vez de en los problemas mocráticas y comunitarias. Pero, como se deduce
tación de recursos) van a ser necesarios. De forma todo concreto; una orientación en que (cuadro 12.1), urgentes y visibles; requiere una visión global y de las premisas expuestas, la prevención exige re-
que dónde coloquemos la «raya» del comienzo de a diferencia de la intervención directa, se actúa an- coherente de la marcha de la comunidad que, ade- nunciar a la gratificación fácil de hondos deseos psi-
lo comunitario no es sólo un asunto menor sino que tes de que existan los problemas (y no directamen- más de estar alerta al desarrollo de tendencias da- cológicos (estima, pertenencia, estatus social, etc.)
puede resultar en un «purismo» conceptual y pseu- te sobre ellos) trabajando con aquellas personas que ñinas o perjudiciales a la larga (polución, desinte- que el consumismo y la extendida filosofía de un
doético inaceptable desde el punto de vista práctico: aún están bien (no con las ya afectadas o enfermas) gración social, odio al diferente, degradación de bienestar blando e indoloro prometían satisfacer.
no nos vamos a meter en el fango social, eso lo y atacando las causas o determinantes sociales y las formas de vida social deseables, etc.), sea res- Así, prevenir el abuso y la adicción a las drogas
dejamos para otros campos; el trabajo comunitario contextúales de los problemas en vez de sus efectos petuosa y solidaria con las necesidades y deseos supone la renuncia al bienestar fácil e inmediato (o
empieza en aquel punto en que el desarrollo es po- individualizados. No es que la prevención no tenga de otras comunidades, etc. la evitación de la ansiedad y el sufrimiento al en-
sible. Se trataría, si acaso, de insuflar espíritu co- su método y estrategia práctica (que revisamos más Pero nuestro mundo social se rige por pautas y frentarse psicológicamente a los problemas) apor-
munitario a las estrategias preventivas. adelante), sino que, como enfoque global, presupo- valores bien diferentes y enfrentados a esos presu- tado por la droga (material o simbólica) para evitar
Pero es que —segunda razón— la prevención (pri- ne un conjunto de valores y actitudes cuyo encaje puestos: la reparación y el parcheo temporal típicos daños más devastadores a largo plazo y en el con-
maria) tomada en serio no sólo no excluye el cambio o congruencia con los que predominan en la socie- de la cultura política y profesional, frente al abor- junto de la vida personal. En la prevención de los
social sino que supone un programa de transforma- dad debemos examinar para conocer la viabilidad daje de las causas de los problemas; el activismo daños y accidentes del tráfico no se puede olvidar
ción bastante más amplio que muchos programas social de la prevención y para, trascendiendo la un- expansivo de la economía, que exige gastar y con- que el coche, además de ser un signo visible de
comunitarios. Más aún: como veremos, el contenido tuosa retórica política que a menudo la envuelve, sumir cada vez más, frente a la austeridad y la pre- estatus y autoestima social, encarna sueños y anhe-
de un programa social global para el desarrollo hu- orientar el diseño y realización de programas so- visión racional de consecuencias; el individualismo los humanos, no por recónditos menos poderosos,
mano diferiría bien poco del programa ideal de pre- cialmente aceptables y aceptados. Examino ahora y egoísmo ético, frente a la primacía del bien común como la velocidad, la liberación del espacio, el tiem-
vención primaria, salvo, eso sí, en el énfasis en el brevemente las dificultades culturales, psicológicas que asegure la equidad del reparto de los bienes y po y el deambular peatonal, la belleza y la perfec-
papel de los sujetos. De forma que si dejamos de lado y económicas de la empresa preventiva sacando las la sostenibilidad de nuestra forma de vivir; el he- ción mecánica puesta directamente al servicio de
«cuestiones de principio» y nominalismos inapropia- oportunas conclusiones sociales y prácticas. donismo e «inmediatismo» (tener lo que quiero aquí la persona, etc.
dos, el reto real de la prevención en PC es, repito, y ahora) fomentado por un impresionante tinglado Estas observaciones han de ayudarnos a entender
cómo compaginar el enfoque preventivo de cambio publicitario, frente a la contención y dosificación que las campañas preventivas no pueden, simple-
—global, centralizado y desde arriba— con el estilo del bienestar, o el placer, etc. Las divergencias son mente, basarse en prohibiciones sino que han de
CUADRO 12.1
comunitario: local, descentralizado, desde abajo. Y, evidentes: la prevención es —como la PC en gene- proponer alternativas de vida o actividades que, dan-
también, ver las modificaciones necesarias para tras- Características diferenciales de la prevención ral— una empresa global y profundamente contra- do cumplimiento a las legítimas aspiraciones y deseos
ladar aquel enfoque desde el campo de la salud pú- (primaria) cultural, cuya filosofía y práctica desafían —o bor- humanos, son igualmente atractivas —y, por supues-
blica del que procede a los problemas comunitarios dean— ios valores y fines establecidos, lo que to, menos dañinas— que aquellos comportamientos
y sociales en que prácticamente descartaremos la • Es proactiva: actúa antes de los problemas naturalmente augura fuertes resistencias sociales; o hábitos a los que han de sustituir. Porque si, de lo
causalidad específica y biológica a favor de una cau- • Va dirigida a las personas sanas (sobre todo a las y es que, como ya sabemos (capítulo 4), el cambio contrario, la prevención se limita a campañas basadas
salidad psicosocial más genérica: no hay «bichitos» que están a riesgo) cultural es uno de los más dificultosos. Piénsese, en la prohibición («no fume», «no haga esto», «no
que transmitan enfermedades a «huéspedes» vulne- • Se centra en las causas/determinantes de los pro- por ejemplo, en la prevención de algunos de los coma lo otro», etc.), puede acabar siendo vista como
blemas, no en éstos problemas más preocupantes de las sociedades una pieza más del antipático tinglado restrictivo y
rables sino, más bien, factores o situaciones de ries-
go y, como consecuencia, grupos sociales expuestos «avanzadas»: accidentes de tráfico, drogas y adic- regulador —autoritario, muchas veces— que nos
—o que se exponen— a esos riesgos. El desafío cultural. ¿Cuál es el sustrato cultural ciones, estrés laboral, soledad y alienación, etc. Las impide vivir como desearíamos y que niega hipócri-
de la prevención? ¿Qué es lo que, como enfoque, medidas preventivas que la más elemental raciona- tamente las ansias de libertad y autonomía tan ma-
prima y exige la prevención en las personas y en lidad recomendaría (reducir drásticamente la publi- chaconamente auspiciadas por nuestras «sociedades
2. LOS DESAFÍOS: CAMBIO la sociedad? Como enfoque causal, proactivo y cidad de los coches; fomentar en serio el transpor- del bienestar». Así es que ése, el de generar alterna-
CULTURAL, ASPIRACIONES evitador, la prevención presupone y favorece el te público y desincentivar, también en serio, el uso tivas deseables y elegidas por la gente, en vez de
HUMANAS E INTERESES control y la austeridad personal, la previsión y el del coche; trabajar menos o en condiciones más limitarse a prohibir, es el verdadero reto de la pre-
ECONÓMICOS pensamiento global y a largo plazo y la planifica- humanas; enfrentarse psicológicamente a los pro- vención. Un reto nada fácil, por cierto, pero que de-
ción racional de las consecuencias individuales y blemas en vez de evitarlos a través de mediadores bemos tener al menos claro desde el principio y que,
Para detectar los obstáculos y desafíos a que se sociales. En efecto, la prevención «manda» ir a las químicos; buscar más las satisfacciones intrínsecas por otro lado, nos indica la necesidad de insuflar de
enfrenta la prevención, necesitamos ver primero lo raíces de los problemas; precisa una mirada amplia, que las monetarias o sociales, etc.) resultan escan- espíritu comunitario a las estrategias preventivas, lo
que representa y presupone en términos valorativos anticipando beneficios a la larga y consecuencias dalosamente «antisociales» o contraculturales... que ha de contribuir, además y necesariamente, a la

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3 6 8 / Manual de psicología comunitaria Prevención I 3 6 9

democratización de la prevención al desactivar los se quieren prevenir. Así, se financian los programas bución poblacronal, lo que interesa verdaderamen- Las tres tasas tienen utilidades específicas: la
componentes y tendencias potencialmente totalitarias contra la ludopatía con los impuestos sobre las má- te. A partir de los casos contados podemos obtener incidencia es más apropiada al principio, cuando
de algunas de las metodologías que la hacen realidad quinas tragaperras o los servicios de salud con lo varias tasas epidemiológicas, que, por un lado ayu- un problema (el sida, por ejemplo) se está desarro-
en la vida social actual. recaudado de la gasolina. dan a distinguir distintos tipos de prevención, per- llando y nos interesa saber su ritmo de expansión.
Una vez introducida la prevención y sus difi- mitiendo, por otro, cuantificar la distribución so- La prevalencia —que, como se ha visto, depende
El desafío económico y la contradicción moral. cultades, debemos atender los aspectos concep- cioecológica de un problema y elaborar estadísticas tanto de la tasa de crecimiento de un problema como
Tampoco se deben pasar por alto las poderosas fuer- tuales y técnicos del tema. En lo que queda de comparativas en base a las que se identifican los de su duración (es decir, de la eficacia del trata-
zas e intereses económicos contrarios a la prevención capítulo se presentan primero los conceptos epi- factores y grupos de riesgo. Definamos sucintamen- miento)— será más útil cuando el problema ya está
como los intereses gremiales de las profesiones (me- demiológicos y definiciones básicas de la preven- te esas tasas y sus usos. estabilizado en la población, lo que permitirá pla-
dicina, psicología y otras) que viven del tratamien- ción y, en una segunda parte, los aspectos (de mé- nificar la atención o tratamiento en función del nú-
to, los ingresos que el Estado recauda de los impues- todo y contenido) de la realización práctica de Incidencia, prevalencia y riesgo. La incidencia mero total de afectados. Los distintos índices de
tos al juego, el alcohol, el tabaco o la gasolina o los programas preventivos. designa el número de casos aparecidos en una po- riesgo permiten detectar factores, perfiles y situa-
intereses de la industria (y los trabajadores) de sec- blación durante un período de tiempo dado (un ciones de riesgo que, como se ha señalado, facilitan
tores privados tan potentes como el automóvil, el año, a menudo); la prevalencia es el número total la concentración de los esfuerzos preventivos. Se
vino o el tabaco. Ni se pueden ignorar, en el nivel 3. BASES EPIDEMIOLÓGICAS de casos existentes en la población en un momen- distinguen tres tipos de factores causales (las tres
legal, los enormes beneficios que algunos obtienen to dado; una y otra suelen darse en tantos por lOOto «pes») en relación a un trastorno: aquellos que pre-
del tráfico de drogas, personas o de la prostitución. El modelo de prevención proviene del campo de —o por mil, diez mil, etc.— de manera que resul- disponen a alguien para desarrollarlo (así una pér-
Todos esos beneficios económicos militan en contra la salud, de forma que sus conceptos teóricos y ope- ten comparables en distintas poblaciones. La pre- dida familiar en la infancia en relación a la depre-
de la prevención que trataría de reducir las activi- rativos están pensados para enfermedades físicas valencia de un trastorno se obtiene multiplicando sión) en el futuro; los factores que precipitan la
dades que generan ganancias económicas para las que se pueden diagnosticar por medio de pruebas su incidencia por la duración media (el tiempo que aparición del trastorno (una ruptura interpersonal),
personas e instituciones citadas. La prevención en relativamente objetivas. Su transposición al campo se tarda en «curar» o resolver el problema). El y los que contribuyen a mantenerlo o perpetuarlo
esas áreas no sólo ha de convencer a mucha gente social es, en consecuencia, cuestionable, ya que, riesgo viene dado por la probabilidad de que un (por ejemplo, la falta de trabajo respecto de una
de que modifique hábitos arraigados y psicológica- como se ha indicado, ahí no tenemos «microorga- individuo sea afectado por el problema, sea en tér- depresión).
mente gratificantes, sino que debe, además, hacer nismos» que transmitan enfermedades a «huéspe- minos absolutos, sea en relación a un grupo de- ¿Para qué sirven estos conceptos y tasas epide-
frente a grandes intereses corporativos y laborales des» vulnerables. Más útiles pueden ser, en cambio, mográfico específico definido por un factor o va- miológicas en la prevención psicosocial? Su prin-
y a sus potentes altavoces publicitarios privados di- las tasas epidemiológicas. riable dados. Por ejemplo, el riesgo de desarrollar cipal utilidad es, como se ha indicado, identificar
fíciles de contrarrestar con campañas o acciones un cáncer en fumadores en relación a los no fu- factores de riesgo que permitan focalizar la pre-
pagadas con los, siempre exiguos, fondos públicos. Epidemiología. A diferencia de la clínica, que madores, o el de ser pobre de alguien que provie- vención en ciertos grupos, situaciones, en vez de
Plantean también una palmaria y curiosa contradic- se centra en los síntomas de la enfermedad en los ne de una clase social baja frente a alguien que trabajar con la totalidad de la población, o entorno.
ción ético-social: los gobiernos usan a menudo para individuos, a la epidemiología le interesa su ecolo- viene de la población general o de una clase social Las tasas y conceptos epidemiológicos permiten, en
la prevención los fondos que obtienen de gravar las gía social: cómo se distribuye la enfermedad o pro- media. resumen, concentrar y especificar el trabajo preven-
mismas actividades y hábitos que, por su maleficen- blema de interés en la población. Los epidemiólogos
cia social, han de limitar o prevenir. De manera que, se dedican, pues, a contar «casos» (individuos en-
desde la lógica consecuencialista del «autointerés», fermos o afectados por el problema) y ver cómo se
les interesa que existan muchas actividades poten- distribuyen entre los diferentes grupos de población CUADRO 12.2
cialmente malignas —aunque muy productivas eco- y con qué variables sociales o ambientales (familia, Epidemiología: conceptos básicos
nómicamente: beber, fumar, fabricar coches— que nivel social o educativo, área de residencia, toxici-
los principios éticos les impiden favorecer... Aun- dad ambiental, etc.) está relacionada su distribución. Concepto Descripción .'
que, pensará el cínico, vale más gravar o penalizar Esas variables constituyen los factores de riesgo
el vicio —no, desde luego, incentivarlo— que la que definen parámetros demográficos y situaciones Incidencia Casos nuevos del problema en un período de tiempo dado
virtud: el trabajo, la productividad, etc. La contra- sociales en las que concentrar los esfuerzos preven-
dicción alcanza su máxima agudeza en aquellos ca- tivos. El trabajo epidemiológico asume que la cau-
sos en que una agencia o departamento que promue- Prevalencia Casos totales acumulados en un momento dado
sa de los problemas es, en gran parte, exógena, de Prevalencia = Incidencia x Duración problema
ve la prevención o el «bienestar social» se nutre con forma que, para atajarlos, necesitamos conocer tan-
el dinero de otra ligada a la producción de aquellas to los signos o síntomas de esos problemas —que
actividades cuyos excesos o consecuencias lesivas Riesgo Probabilidad —absoluta o relativa— de ser afectado
permitirán identificar los casos— como su distri-

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3 7 0 / Manual de psicología comunitaria Prevención / 3 7 1

tivo. Así, en los comienzos del sida se identificaron minados factores sociales o ambientales y para uva los conceptos básicos de la prevención («pre- 4.1. Prevención primaria
tres grupos de riesgo —las «tres haches»— ligados a deslindar los «tipos» de prevención. vención primaria», «prevención secundaria» y
ciertos hábitos o comportamientos: hemofílicos (que «prevención terciaria») como parte de un modelo La prevención primaria fue ya definida al carac-
contraían la enfermedad por transfusiones de san- De manera que, vistas esas limitaciones y difi- global de desarrollo humano (véase el capítulo 4) terizar (cuadro 12.1) la verdadera prevención fren-
gre infectada), homosexuales (por contacto sexual) cultades del modelo de salud pública, los practican- en que la prevención desempeñaba (junto a consul- te a la intervención directa sobre los problemas
y heroinómanos (por jeringuillas compartidas con tes encuentran a veces más útiles otros modelos. ta e intervención de crisis) un papel central. En desde tres criterios básicos, que me limito a clari-
colegas ya afectados). Ya podemos imaginar que Así, en la prevención del abuso de drogas se usa en principio hay que reconocer que aunque se distin- ficar ahora en relación a los otros tipos de preven-
en el caso de problemas típicamente psicosocia- ocasiones el modelo económico del mercado, bus- guen tres clases o tipos de prevención (primaria, ción definidos en el cuadro 12.3. Según esos crite-
les como el maltrato, la pobreza o el racismo, las cándose tanto reducir la oferta de sustancias adic- secundaria y terciaria), sólo la primaria cumple los rios (momento de la actuación, foco de atención y
cosas son harto más complicadas y no se pueden tivas (limitando la producción, transformación, trá- requisitos característicos de la prevención como destinatario), la prevención primaria:
extrapolar linealmente los conceptos y tasas epi- fico y distribución) como la demanda por parte de algo distinto de la intervención directa sobre los
demiológicas pensadas para un modelo causal de los consumidores, igualmente necesaria para acabar problemas, por lo que sería la «verdadera» y genui- • Es proactiva, no retroactiva, realizándose, como
base biomédica. ¿Qué diferencias hay entre el mo- con «el mercado» y el consumo de drogas. No es na prevención; la más importante desde el punto de se ve en la figura 12.1, antes de que se produz-
delo causal asumido en la prevención sanitaria y casual elegir un modelo económico como el de mer- vista práctico, en todo caso. La prevención secun- can los problemas a prevenir, no después de
el que necesitamos en la prevención psicosocial? cado en el caso de las drogas habida cuenta de que, daria y terciaria no dejan de ser, en el fondo, formas que ellos hayan afectado a los individuos.
Las siguientes, en los tres conceptos —«entorno», además de plantear un problema de salud colectiva, de tratamiento, aunque diferenciadas de los enfo- • La acción se centra en los determinantes —las
«agente», «huésped»— característicos del modelo constituyen también un enorme negocio (legal o ques clínicos al uso. Merecen, sin embargo, atención situaciones ambientales o procesos sociales
sanitario de prevención. ilegal, según los casos). por ser las formas más viables y —aunque menos que generan o extienden los problemas en la
El método epidemiológico ha sido ampliamente relevantes— mejor desarrolladas de prevención, población— y trata de evitar que se produzcan
• El entorno favorable al desarrollo del pro- usado en el campo de la salud mental para estudiar mientras que la forma más importante, la primaria, o extiendan los problemas, o sea, trata de re-
blema no es un medio físico, sino una urdim- tanto la extensión de los problemas psiquiátricos como es la más difícil de realizar, tanto porque precisa un ducir su incidencia en la población.
bre más compleja, dinámica e inespecífica su relación con distintas variables ecológicas y am- conocimiento mínimo de los determinantes de los • Va, por tanto, dirigida a las personas sanas o
de elementos (personales, sociales, culturales bientales. El resumen de los resultados obtenidos y problemas a prevenir como por traducirse en la prác- no afectadas; es decir, al conjunto de la po-
y otros). las hipótesis que los explican pueden encontrarse en tica en programas inespecíficos y extremadamente blación, si no conocemos los mecanismos cau-
• El agente que «transmite» el problema al hués- los volúmenes de Bloom (1984) o en la edición an- amplios (y caros) de cambio social. sales o de expansión del problema a prevenir,
ped tampoco es el «bichito» X o Y, sino pro- terior de este libro (Sánchez Vidal, 1991a, capítulo
cesos sociales y psicológicos infinitamente más 9). Esos estudios de un campo intermedio entre la CUADRO 12.3
complejos, trabados e inmateriales —muchas enfermedad física y los problemas sociales muestran
veces indistinguibles del entorno mismo—, tanto el interés y potencial de la epidemiología para Prevención primaria, secundaria y terciaria
como la instrucción escolar, los medios de ma- derivar hipótesis causales y para guiar la prevención
sas, el clima familiar o el grupo de iguales. como sus límites para dirimir la disputa entre las dos Tipo Descripción
• El huésped vulnerable y el caso son, proba- hipótesis que podían explicar el conjunto de hallazgos
blemente, los conceptos más asimilables del sobre cómo se distribuían los problemas mentales: la Primaria Proactiva: actúa antes de que se generen los problemas
modelo sanitario de prevención; aun así, la «causación social» según la cual esos problemas se- Centrada en determinantes de problemas
definición operativa de un caso (que, recuér- rían la consecuencia personal de problemas o disfun- Dirigida a toda la población, preferentemente a grupos de riesgo
dese, es el punto de partida para elaborar las ciones sociales («desorganización social»), o la deri- Busca reducir la incidencia
tasas epidemiológicas) es bastante más cues- va social (social drift) en que los problemas mentales
tionable que en los problemas de salud, des- serían la causa, no el efecto, del deterioro y declive Secundaria Simultánea: actúa mientras existen los problemas
cansando más en perfiles multivariados de social de las personas afectadas. Centrada en los ya afectados
probabilidad que en manifestaciones sintomá- Aporta información y atención global a los afectados
Busca reducir prevalencia
ticas, más simples y precisas. Y si la identifi-
cación de un caso es más difícil e imprecisa, 4. NIVELES DE PREVENCIÓN
la elaboración de las tasas epidemiológicas Terciaria Retroactiva: actúa después de que se produzcan los problemas
Dirigida a los que estuvieron afectados
pierde parte del valor analítico y relacional El modelo de prevención fue introducido en el Busca reducir los efectos negativos de problemas y a evitar recaídas
que tenía para identificar factores de riesgo campo comunitario por Caplan, que en 1964 rede- Restaura capacidades de afectados y facilita reinserción social
basados en relaciones estadísticas con deter- finió en su libro Principios de Psiquiatría preven-

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3 7 2 / Manual de psicología comunitaria Prevención I 3 7 3

y a grupos concretos de riesgo, si, conocien- la comunidad los aportes físicos, psicosociales y so- problemas (no antes de ellos, como en la prevención tante, sin olvidar, de todos modos, que, en la medida
do de alguna forma esos mecanismos, los po- cioculturales básicos para su desarrollo, ya que es la primaria), buscando reducir la gravedad y duración en que impliquemos en ella la evitación de recaídas,
demos identificar. carencia de ellos la que causa, en el modelo, los del problema y el sufrimiento que causa a los afec- ese concepto laxo de prevención terciaria incluiría
problemas psicológicos y sociales. Se traza así un tados, es decir, la prevalencia en el conjunto de la las otras dos formas, primaria y secundaria.
Con frecuencia se insiste en el carácter positivo programa preventivo amplio e inespecífico (que po- población. Como prevención que es, y a diferencia La figura 12.1 aporta un criterio relativamente
de los programas de prevención primaria, que habrían dría equipararse a una «ingeniería social» extrema- del tratamiento clínico individual, la prevención se- simple para diferenciar las tres formas de prevención
de buscar aumentar la capacidad de las personas y damente ambiciosa) virtualmente idéntico al que se cundaria se sirve de una estrategia global dual que según la zona temporal en que se sitúen en relación
los recursos de las comunidades para enfrentarse al seguiría para lograr el desarrollo humano, con lo cual, busca tanto descubrir los casos existentes —aportan- al comienzo y final del problema en una persona o
estrés y a los problemas. Ese acento positivo suele paradójicamente, prevención y desarrollo humano do información sobre los signos y síntomas inicia- colectivo: la prevención primaria cubriría todas las
traducirse en estrategias de contenido básicamente —en principio dos estrategias divergentes aunque les del problema— como proporcionar una atención actividades preventivas realizadas antes del comien-
educativo (la gran mayoría, por ser más baratas y complementarias— son tan equivalentes como cier- efectiva y accesible a todos los afectados. Así como zo del problema; la prevención secundaria, aquellas
factibles) y de ingeniería social (menos frecuentes) tas concepciones de la prevención y promoción en no se podía hacer prevención primaria sin conocer los que se hacen mientras dura el problema, y la preven-
para alterar sustancialmente el ambiente físico o so- el campo de la salud. determinantes de los problemas, no se puede hacer ción terciaria, las acciones realizadas después del
cial. Como veremos más adelante al hablar del con- prevención secundaria si no existe un tratamiento fin del problema. La cuestión, en muchos temas psi-
tenido de los programas preventivos, si bien las es- efectivo del problema, ya que, a falta de tratamiento, cosociales, es la dificultad, si no imposibilidad, de
trategias educativas conforman una línea importante 4.2. Prevención secundaria las campañas de sensibilización social serán con- señalar un comienzo y un final precisos de un pro-
y fructífera de trabajo —ligada a la prevención y traproducentes generando alarma social y pudiendo blema que, al no ser fruto de la «invasión» del orga-
promoción de la salud mental—, la prevención pri- Como indica el cuadro 12.3, la prevención secun- causar más daño que beneficio real. La prevención nismo por un virus u otro «bichito», manifiestan
maria puede tener una concepción y una práctica más daria se refiere a los esfuerzos realizados para reducir secundaria está bastante más desarrollada en la prác- grados de afectación de problemática con unos alti-
amplias y ambiciosas, no necesaria ni centralmente los daños causados por un problema a aquellas per- tica que la prevención primaria y, tomada en sentido bajos y evolución bien distintos de aquellas afeccio-
educativas, ligadas al modelo de aportes de Caplan. sonas ya afectadas por él. Es, entonces, una forma amplio, incluiría también a la prevención primaria, nes de origen orgánico.
Se trataría, según ese modelo, no sólo de ayudar en de tratamiento —global y con criterios poblacionales ya que trata de reducir prevalencia, que, como se Una pregunta obvia que puede plantearse el pla-
situaciones de crisis o educar a la gente, sino, más y preventivos, eso sí, pero tratamiento, al fin— en ha dicho, depende de la incidencia (cuya reducción nificador y trabajador preventivo, vista la gradación
generalmente, de garantizar a todos los miembros de que se actúa mientras (figura 12.1) se producen los persigue la prevención primaria) y duración. de importancia de las distintas formas de prevención
(de más a menos de la primaria a la terciaria) y la
viabilidad inversa (de más a menos de la terciaria a
4.3. Prevención terciaria la primaria) de esas formas, es ¿qué forma de preven-
ción —primaria, secundaria o terciaria— debe reali-
La prevención terciaria busca reducir las secuelas zarse en un momento dado en una población X? La
del problema a través de la rehabilitación de los que respuesta es obvia: deben realizarse las tres, ya que
estuvieron afectados, de su reinserción social y de la siempre tendremos en un momento Y personas aún
evitación de recaídas posteriores. Por tanto, y como sin afectar que requerirán un trabajo de prevención
muestran la figura 12.1 y el cuadro 12.3, la prevención primaria, personas que están sufriendo el problema,
terciaria es retroactiva, al realizarse después de que que precisan prevención secundaria, y personas que
se haya dado el problema (aunque también tiene una fueron afectadas y exigen un trabajo de prevención
visión proactiva de reincorporación social y evitación terciaria. El dilema se hace real si introducimos en
de recaídas), dirigiéndose a los que en su momento esa ecuación la escasez de medios (dinero, personal,
estuvieron afectados, aunque ya no lo están (una dis- energía y tiempo de los profesionales, etc.). ¿Qué for-
tinción cuestionable en el terreno psicosocial), con la ma de prevención debemos priorizar en esas condi-
pretensión de minimizar las consecuencias negativas ciones en el momento Y en una comunidad X?
del problema en los niveles físico, psicológico y so- La dificultad de responder genéricamente a esta
Prevención Prevención Prevención ciolaboral a través de un proceso dual: restauración cuestión deriva de que, como se ha indicado, la for-
primaria secundaria terciaria ma de prevención que sería más efectiva e importan-
de las capacidades de las personas y facilitación de
su reincorporación a la comunidad. La terciaria es la te, la primaria, es, a la vez, la más cara y difícil de
forma más desarrollada y eficaz de prevención aun- realizar, por lo que a veces, estratégicamente, puede
Figura 12.1.—Esquema temporal de la prevención. que, como se ha dicho, sea también la menos impor- ser más conveniente usar las energías y medios dis-

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3 7 4 / Manual de psicología comunitaria Prevención I 3 7 5

ponibles en la prevención secundaria o terciaria, es- 4.4. Estrategias genéricas que el de las técnicas que incluyen la interacción el contenido a la población diana. Examinemos bre-
pecialmente si no se conocen las «causas» del pro- y específicas personal (cuadro 12.4). vemente esos componentes.
blema en cuestión o si, conociéndose, esas causas Lo apropiado, entonces, sería especificar lo más
no son —por la razón que sea— controlables aquí y Cuando no tenemos conocimiento suficiente de posible los factores que pretendemos modificar
ahora. Claro que en tal caso nos quedará la impresión los determinantes de un problema a prevenir o esos —como los grupos sociales en riesgo—, lo que nos CUADRO 12.5
de que, faltando a la lógica última de la prevención, determinantes son muy vagos y difusos, la preven- permitiría, como se ha señalado, concentrar los es- Elementos de los programas preventivos
estamos evitando atajar las causas finales quedándo- ción a realizar ha de ser genérica, actuando sobre fuerzos preventivos en factores, grupos y problemas
nos con soluciones intermedias entre el simple par- el conjunto de factores socioambientales y de la dados y esperar una mayor eficacia de esos esfuerzos.
cheo y la verdadera prevención. población, sin centrarse en ningún grupo o factor • Objetivos perseguidos (evitar problemas, mejorar
Los enfoques específicos se centran, pues, en modi-
Pensemos, por poner dos ejemplos simples, en específico. La prevención genérica está indicada información y tratamiento, rehabilitar/reinsertar)
ficar aspectos sociales, ambientales o psicológicos • Destinatario: a quién/qué va dirigida y en qué ni-
la prevención del «estrés» (o burn out) laboral o de en el campo psicosocial (y de salud mental), en el específicamente ligados al problema que deseamos vel social
ciertas «bolsas» de pobreza en una sociedad con un que esas situaciones, a diferencia del campo sa- prevenir. Así, en el caso de la prevención de drogas, • Contenido: qué se va a hacer para lograr los obje-
aceptable nivel de vida general logrado, lógicamente, nitario, son típicas. Se usan entonces estrategias la promoción de los gimnasios o la vida cultural de tivos
con un gran esfuerzo laboral de la gente (y, proba- como la educación, el desarrollo de competencias una comunidad serían actividades genéricas de pre- • Método: cómo se hacen llegar los contenidos al
blemente, con un nivel más bien bajo de salarios o la planificación urbanística, no dirigidas hacia vención, pues deberían facilitar el uso constructivo destinatario
que garanticen la competitividad económica). Para un problema particular sino a procesos o estruc- del tiempo libre de los jóvenes y su desarrollo físico
prevenir el estrés uno recomendaría, lógicamente turas básicos que, por tanto, se espera tengan una y psicosocial en general; el endurecimiento de las
y yendo a la raíz del tema, como manda la preven- virtualidad preventiva general sobre el conjunto de penas por el tráfico o consumo de drogas sería, en Los objetivos especifican las metas generales
ción, disminuir el sobreesfuerzo laboral o cambiar la población, por tanto sobre todos los que pueden cambio, una medida preventiva específica, pues va de la prevención para el campo temático y área so-
el tipo de vida que se lleva; si los afectados o la so- llegar a desarrollar un problema. Como ya se puede dirigida a un factor concretamente ligado al consumo cial concretos: evitar el desarrollo o expansión del
ciedad en su conjunto no se «pueden» (no se quiere intuir por lo dicho, la prevención primaria tiene una de drogas. En el caso del estrés laboral, las dos me- problema X en la población (prevención primaria);
en realidad) permitir ese cambio, nos limitaremos tendencia hacia lo genérico en el terreno social. Las didas antes citadas (mejora de la vida cultural o los reducir el impacto del problema informando a los
—como se hace casi siempre en ese campo— a evi- estrategias genéricas presentan ventajas: permiten clubes deportivos) serían medidas básicamente ge- potenciales afectados sobre sus signos precursores
tar las consecuencias más serias en las personas más «prevenir» problemas relativamente desconocidos néricas de prevención, en tanto que la reducción de y sobre los recursos de ayuda (prevención secun-
propensas (los picos del estrés en los ejecutivos o a través de estrategias de gran cobertura poblacio- la jornada o la mejora de las condiciones de trabajo daria), y minimizar las secuelas en los que ya han
los sujetos más vulnerables) o a ayudar a que los nal (llegan prácticamente a toda la gente), por lo serían medidas específicas. Como se verá a conti- sufrido el problema restaurando sus capacidades y
afectados sobrelleven mejor su estrés. En el caso de que su coste relativo es pequeño (sobre todo en los nuación, el tipo de enfoque —genérico o específi- facilitando su reincorporación fructífera a la vida
la pobreza, puede muy bien suceder que el conjunto enfoques educativos). Pero tienen también serios in- co— preferido determina en gran parte la metodo- social (prevención terciaria). Los objetivos deben
de la comunidad (o la sociedad) no esté dispuesta a convenientes: el grado real de eficacia preventiva es logía (elección de blanco poblacional, contenido y ser claros y tan específicos como permita el tema
sacrificar parte de su bienestar o la forma de orga- más que discutible en la medida en que las acciones forma de hacerlo llegar a la gente) a usar, ya que y nivel social en que se trabaja.
nizar la sociedad o la economía, para ayudar a salir y técnicas usadas pueden tener escasa incidencia mientras ciertos métodos —de influencia social di-
de la pobreza a una minoría, a menos que exista sobre las raíces concretas del problema a prevenir fusa— son más apropiados para el trabajo masivo y
una recia solidaridad social, algo infrecuente en las y, además, el grado de influencia social real de las genérico, otros —basados en influencia interperso- 6. EL DESTINATARIO
sociedades «avanzadas». campañas masivas e inespecíficas es mucho menor nal— precisan que se focalice mucho más el blanco Y SU LOCALIZACIÓN
poblacional.
Según Price y otros (1988), uno de los criterios de
CUADRO 12.4 éxito de los programas preventivos modelo que exa-
Enfoques genéricos y específicos 5. LA PRÁCTICA: DISEÑO minaron era, precisamente, contar con un destinatario
Y REALIZACIÓN DE PROGRAMAS claro. Y es que, como se ha indicado, cuanto más
Enfoques Descripción PREVENTIVOS claramente definida esté la población diana a la que
va dirigido el programa y el nivel —o niveles— en
Genéricos El diseño de un programa preventivo contempla que ése se va a desarrollar (en la medida en que el
Dirigidos al conjunto de la población buscando mejorar las condiciones generales de vida
cuatro componentes —presentes, en realidad, en conocimiento existente lo permita), más específico
Específicos cualquier intervención— (cuadro 12.5): objetivos podrá ser el programa y más eficiente la asignación
Dirigidas a grupos concretos de riesgo y a factores específicamente ligados al problema o
perseguidos, destinatario o blanco poblacional, con- del esfuerzo profesional y de los recursos económi-
condición a prevenir
tenido y estrategia metodológica para hacer llegar cos y materiales.
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En la práctica se han propuesto algunos proce- evolutiva a otra o, lo que es lo mismo, cambiando de güedad vital, sobre todo en ausencia de vínculos y nes, etc.) o causadas por el hombre (guerras, acciden-
dimientos para localizar los destinatarios de la pre- papel social, lo que provoca crisis de adaptación en apoyos sociales y de valores claros que sirvan de tes, delincuencia y violencia interpersonal, etc.) son
vención que están directamente relacionados con una parte (un 20 o 25 por 100) de las expuestos. La guía en la vida. La jubilación es otro momento im- ocasiones apropiadas para actuar preventivamente,
el tipo de métodos apropiados en cada caso. Bloom ventaja de este criterio es que, siendo los momentos portante por la pérdida de «función» social y que evitando las consecuencias negativas de las situacio-
(1984) ha descrito tres —a los que añado un cuarto cruciales de la historia vital previsibles y afectando en nuestras sociedades envejecidas afecta cada vez nes y fomentando el crecimiento personal e institucio-
ligado a situaciones de crisis— basados en criterios a un número limitado de personas, la prevención de a más personas. nal a partir del correcto manejo de las dificultades. La
poblacionales, evolutivos y epidemiológicos, resu- los efectos negativos de esas transiciones es factible, prontitud e inmediatez de la actuación y la disposición
midos en el cuadro 12.6. pudiéndose organizar coherente y eficazmente los Grupos de riesgo localizados por medio de estu- comunitaria de los sistemas de ayuda eran aspectos
esfuerzos preventivos sobre problemas homogéneos dios epidemiológicos. El problema para identificar clave para poder hacer un planteamiento preventivo
Comunidad o población total. Al no tener la en grupos concretos de riesgo: nacimiento, comien- tales grupos radica, como se ha dicho, en la poca de las intervenciones en situaciones de crisis. La in-
información que permita precisar los grupos de ries- zo de la escolaridad, cambios en la adolescencia, especificidad y amplitud de los factores de riesgo tervención anticipadora de crisis en aquellas circuns-
go asociados al problema a prevenir, se usa aquí un finalización de la escolaridad obligatoria, incorpo- asociados. Así, en un estudio (Srole y otros, 1962; tancias y casos en que las personas que se prevé van
criterio geográfico o demográfico incluyendo a to- ración al mercado del trabajo, matrimonio, jubila- Langner y Michael, 1963) sobre los problemas men- a estar expuestas a un estrés (rechazo social, choque
dos los habitantes del área o zona de interés con lo ción, etc. La regla general sería que a mayor cambio tales realizado en Nueva York identificaron los diez cultural, etc.) es un buen enfoque preventivo que usa
que tenemos la seguridad de alcanzar a aquellos de rol exigido y mayor vulnerabilidad previa de la factores de riesgo siguientes: hogar roto y mala salud la información sobre ese estrés y el ensayo anticipado
grupos. Este tipo de destinatario global exige utili- persona afectada, mayor probabilidad de que se pro- propia o de los padres en la infancia, dificultades de soluciones para enfrentarse a él.
zar métodos masivos como la televisión u otros me- duzcan problemas y, por tanto, mayor necesidad de económicas, conflicto entre los padres, mala salud
dios de masas o las vallas o, también, medidas de actuar preventivamente. La transición adolescente de adulto, relaciones interpersonales inadecuadas y
«ingeniería social» multidimensionalas que, como del final de la educación secundaria a la sociedad preocupaciones socioeconómicas, matrimoniales o 7. LA METODOLOGÍA: ENFOQUES
el desarrollo comunitario o ciertas leyes sociales, adulta y los deberes (búsqueda de trabajo, elección paternales. Este ejemplo muestra tanto la dificultad Y ESTRATEGIAS
cubran todo el territorio y las distintas áreas de ac- carrera superior, emancipación familiar, estableci- de establecer grupos concretos de riesgo a partir de
tividad y problemática social. miento de relaciones de pareja, etc.) es decisiva en esos factores como la amplitud de esos posibles gru- La elección del método para hacer llegar el
la prevención de un gran número de problemáticas pos (¿quién no tiene «preocupaciones socioeconó- contenido del programa preventivo al destinatario
Transiciones o hitos vitales. El criterio para iden- (alcoholismo, drogas, comportamientos antisociales micas, matrimoniales o paternales»?) y su poca es- depende tanto del carácter de ese contenido (in-
tificar el destinatario es aquí evolutivo: aquellos o delictivos, etc.) que con frecuencia comienzan o pecificidad causal: una persona incluida en varios de formación, ayudas económicas, acciones sociales,
grupos de población que están pasando de una etapa se consolidan en momentos de transición y ambi- esos factores estresantes puede desarrollar tanto una planificación, etc.) como del destinatario, amplitud
úlcera o un problema cardíaco como una depresión, social y grado en que ese destinatario está clara-
desembocar en la delincuencia, o... mente identificado o delimitado a través de alguno
CUADRO 12.6
de los procedimientos —epidemiológico, evolutivo,
Formas de identificar el destinatario de programas preventivos Crisis. Ya se ha visto en el capítulo 11 cómo las geográfico u otro— descritos. En general se pue-
crisis naturales (catástrofes, terremotos, inundacio- den distinguir (cuadro 12.7) dos tipos de estrategias
Método Destinatario Criterio

Comunitario/ Toda la población de una zona Desconocemos factores/situaciones de CUADRO 12.7


poblacional riesgo (enfoque genérico)
Enfoques metodológicos: ventajas e inconvenientes

Evolutivo Transiciones vitales/cambio de rol Situaciones de riesgo previsibles y abor- Enfoques Metodología Ventajas Inconvenientes •
dables i

Globales Medios de masas, vallas, Gran cobertura poblacional Poco específico


Epidemiológico Grupos de riesgo Grupos/factores/situaciones identificados transportes, etc. (influencia Bajo coste relativo Efectividad limitada
estadísticamente social difusa)

Crisis Crisis y catástrofes naturales o causadas Evitar/reducir efectos posteriores Trabajo personal y grupal Más efectivo y duradero Cobertura reducida, más
Interactivos
por el nombre (prevención terciaria y secundaria) (interacción personalizada) costoso

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—bastante ligadas a los enfoques genéricos y espe- rológica, un accidente de tráfico que bloquea los Concebir —como ya se recomendaba en la capacidad de influencia social y psicoafectiva
cíficos ya explicados. accesos a la ciudad o, incluso, consejos ante una participación— el cambio de comportamien- interna, sobre sus miembros, y su poder de
epidemia o problema grave y masivo de salud. Cuan- to como un proceso gradual y paulatino que difusión social hacia otros grupos y personas
Enfoques globales (televisión y otros medios de do el destinatario es más reducido o se encuentra se ha de motivar e incentivar inicialmente y de la comunidad.
masas, vallas, transportes, planes comunitarios in- más localizado y contamos, además, con personal mantener una vez logrado. Aportar opciones y alternativas que aumenten
tegrales, leyes sociales «universales», etc.), dirigidas suficiente, el trabajo personalizado o la acción local Cuidar los escenarios sociales y ambientales la percepción de «autoeficacia» y autonomía
al conjunto de la población residente en un área, en en la comunidad son más recomendables por su que promueven los comportamientos para que del sujeto evitando tanto su reacción negativa
el supuesto de que, como en las estrategias genéricas mayor poder de convicción y, también, porque esas sean adecuados, resultando tan atractivos a las consignas restrictivas u órdenes externas
de prevención, no tenemos información que nos per- estrategias se pueden integrar mejor en la vida co- como los escenarios que fomentan las con- como generando nuevas dependencias (de la
mita especificar más el destinatario del programa. tidiana de la gente y, importante para nosotros, por- ductas nocivas a desterrar (por ejemplo, sitios actividad o cambio propuesto) que sustituyan
Como cualquier método basado en la influencia so- que permiten una participación que puede resultar de encuentro para jóvenes que excluyan las a las anteriores.
cial difusa, los enfoques globales tienen la ventaja decisiva para «hacer suyos» los mensajes o acciones drogas). Procurar que las actividades o cambios pro-
de su gran cobertura poblacional y el costo relativa- que se intentan trasmitir. Lo ideal, por tanto, es Marcar fines realistas y realizables para la po- puestos tengan valor intrínseco, per se, de for-
mente bajo por persona. Y presentan los inconve- combinar tantos métodos y estrategias —de efectos blación diana; de lo contrario la gente ni plan- ma que resulten buenos o agradables para los
nientes de la poca especificidad de los mensajes o convergentes— como podamos, dado que los hábi- teará cambiar. sujetos {tan buenos o agradables al menos como
acciones para los distintos grupos de población, el tos y pautas a modificar están, como se indicó, man- Especificar claramente los procedimientos a los que se busca prevenir).
limitado efecto de los mensajes genéricos en pobla- tenidos o «perpetuados» por potentes sistemas y seguir y las técnicas a usar para asegurarse de Mantener los cambios en el largo plazo, apo-
ciones sistemáticamente «bombardeadas» por miles maquinarias sociales y publicitarias. Es en todo caso que la gente los ha comprendido, en lugar de yándolos e integrándolos lo más posible en
de comunicaciones —muchas veces incoherentes— recomendable, en mi opinión, compaginar las cam- limitarse a transmitir consignas en la seguridad la vida y entorno social cotidiano (relaciones
sin un contacto personal, específico y significativo pañas globales —de las que se tiende a abusar— con de que serán seguidas (así, en la prevención familiares, rutinas diarias, etc.), algo muy
para el receptor. Un ejemplo puede ser una campa- algún tipo de dispositivo comunitario (un centro, del sida, asegurarse de que los jóvenes dispo- ligado a la autorresponsabilización y el for-
ña contra el consumo de drogas (o el tabaco) en un número telefónico, un servicio) que permita el nen de preservativos y saben cómo usarlos). mato comunitario aquí defendido: si el suje-
televisión y prensa. contacto personal y adecuar la oferta global a los Usar varios métodos (así, televisión y educa- to no está convencido de la bondad de los
intereses y necesidades de los miembros de una ción en las escuelas) con efecto convergente cambios ni los ha decidido o aceptado como
Enfoques interactivos, basados en la relación comunidad. Así, en una campaña para prevenir la en relación al tema a prevenir en distintos ni- suyos, difícilmente los mantendrá por sí mis-
cara a cara con otros, generalmente en grupo, también transmisión del sida, será bueno dar un número de veles sociales (comunidad, escuela, sociedad mo, cuando cese la relación formal o informal
individualmente, como en la educación para la salud teléfono o un centro comunitario donde se pueda global, familias...) para provocar un efecto en cuyo contexto se establecieron. Esta orien-
o contra las drogas con grupos de adolescentes en obtener, sin compromiso posterior, información, acumulativo. tación reducirá, además, las objeciones éticas
una escuela o en centros comunitarios. Estos métodos consejo y apoyo personalizado. Trabajar con las redes sociales —formales o hechas a los programas preventivos globa-
—en principio educativos— son aplicables a desti- informales— y desde ellas aprovechando su les.
natarios limitados identificados con criterios evolu-
tivos, epidemiológicos u otros —como situaciones 7.1. Principios estratégicos
críticas— y presentan ventajas e inconvenientes si- CUADRO 12.8
métricos respecto de los enfoques globales. Incon- Diekstra y Maes (1989) han propuesto una serie Principios estratégicos (Diekstra y Maes, 1989)
venientes: su limitada cobertura poblacional y su bastante razonable —aunque no siempre fácilmen-
mayor costo relativo (por persona); ventajas: la ma- te realizable— de principios y recomendaciones
yor eficacia y duración de la interacción personal en para facilitar el cambio de las personas en programas Centrar acción en mecanismos psicosociales que controlan comportamiento
Cambio gradual/procesal: se ha de incentivar y mantener
términos emotivos y persuasivos. preventivos —en el campo de la salud, sobre todo— Entornos/sitios que promueven comportamientos deseables deben ser adecuados y tan atractivos como alter-
¿Qué métodos son preferibles en la práctica? recogidos en el cuadro 12.8. nativas perjudiciales a prevenir
Depende, como se ha indicado, en primer lugar de Establecer fines realistas/realizables
la amplitud del destinatario y del contenido del pro- • Centrar el cambio en los mecanismos psico- Especificar técnicas/instrucciones: no limitarse a dar consignas
grama: mientras que un destinatario muy amplio no lógicos y psicosociales subyacentes (como el Buscar varios métodos con efectos convergentes en diversos niveles sociales
permite utilizar enfoques interactivos, un programa control social o la regulación emocional), más Trabajar con/desde redes sociales
con contenidos básicamente informativos se tras- que el comportamiento mismo de la gente, Aportar opciones y libertad de elegir que aumenten autoeficacia y autonomía
mite mejor a través de los medios de masas. Pen- respetando el autocontrol y capacidad de de- Dotar de valor intrínseco a la actividad o cambio propuesto
semos en las alarmas ante una eventualidad meteo- Mantener efectividad a largo plazo e integrar cambio en vida cotidiana
cisión personal.

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7.2. Criterios de excelencia Recogen evidencia rigurosa para documentar La objeción ética paralela es, si cabe, más seria: perfecto de prevención primaria consistiría nada más
sus resultados usando métodos y dimensiones en general los programas preventivos masivos soca- —¡y nada menos!— que en garantizar los aportes
Price y otros (1988) han recogido en un estimable diversos y apropiados a cada caso. Se tiende van, en vez de promover, la autonomía de la gente, físicos, psicosociales y socioculturales necesarios
volumen catorce programas preventivos modelo (al- a incluir, cada vez más, análisis costo-eficacia su capacidad de decidir por sí misma lo que debe para el correcto desarrollo de los miembros de una
gunos de los cuales son resumidos en la última parte o costo-beneficio, que resultan útiles para hacer y cómo quiere hacerlo. Una objeción más con- comunidad o sociedad: un ideal irrealizable en la
de este capítulo) realizados en EUA extrayendo, al guiar la difusión de los programas a otras co- creta es que (capítulo 9) ese tipo de programas so- práctica en condiciones normales en cualquier so-
final, una serie de aspectos compartidos por los pro- munidades y contextos. ciales masivos suelen violar una de las reglas éticas ciedad. ¿Cómo podemos acercarnos a ese ideal?
gramas que podemos, de alguna manera, considerar más «sagradas» para el interventor social: el consen- Según el enfoque genérico, cualquier programa
criterios de excelencia o éxito (cuadro 12.9). Según timiento voluntario e informado del destinatario de que aumente significativamente la calidad vida, la
este análisis inicial, los buenos programas preventivos: 8. OBJECIÓN ETICA Y ESTRATÉGICA: una acción —de aquellos que vayan a ser afectados educación, la atención sanitaria o las oportunida-
AUTONOMÍA, CONSENTIMIENTO por ella— previo a su realización. Si bien es cierto des de encontrar y mantener un trabajo adecuado
• Se dirigen a destinatarios poblacionales (tar- INFORMADO Y EFICACIA que no es fácil obtener ese consentimiento cuando contribuirá de una forma u otra a la prevención
gets) predeterminados y se formulan a partir se trata de un colectivo amplio, no es menos cierto primaria a la vez que, como se señaló al comienzo
de un conocimiento razonable de los riesgos y Es conveniente hacer en este punto, y al hilo que la supresión generalizada de ese trámite ético del capítulo, al desarrollo personal. De forma que,
problemas a que se enfrenta el grupo diana. de las recomendaciones metodológicas realizadas, inicial permite —al amparo de «la técnica» y en nom- a falta de estrategias más específicas, la lista de
• Están diseñados para alterar la trayectoria vital una consideración a la vez ética y estratégica. Ya bre del bienestar de los destinatarios— el uso gene- acciones potencialmente preventivas es ilimitada.
de las personas que participan en ellos, buscan- se señaló al comienzo del capítulo que el modelo ralizado de enfoques tecnocráticos de cambio que Korchin (1976) las ha organizado en varios nive-
do cambios a largo plazo, abriendo nuevas vías preventivo —y epidemiológico— heredado de la bordean el autoritarismo «ilustrado» (todo para la les (social, comunitario, familiar y pequeño grupal
evolutivas, ofreciendo nuevas oportunidades, salud es centralizado y poblacional con una visión gente pero sin la gente en nombre de su propio bien- e individual) e incluirían acciones como (cuadro
cambiando sus circunstancias vitales o pro- desde arriba y que eso casa mal con la forma co- estar y con la garantía de «la técnica»). 12.10) las siguientes:
porcionándoles apoyo. La participación de los munitaria de trabajar, local, descentralizada y des- Se hace, entonces, preciso buscar enfoques y pro-
padres y los sistemas educativos son vehículos de abajo. Esa concepción de los programas pre- cedimientos que limiten esos peligros garantizando, • Atención y seguimiento pre y posnatal de las
adecuados para mejorar el funcionamiento fa- ventivos presenta dos peligros complementarios: junto a la eficacia técnica, el respeto de la voluntad familias de una comunidad o zona urbana des-
miliar y el rendimiento escolar y para ayudar al uno de carácter estratégico y otro de tipo ético. El y los genuinos deseos de la gente. La participación favorecida, centrándose en el desarrollo de los
desarrollo de los niños y adolescentes. riesgo estratégico consiste en que, en la medida y el enfoque comunitario en los programas preven- neonatos, asesorando y ayudando a los padres
• Los programas proporcionan, además, nuevas en que los cambios a realizar no conectan con los tivos constituyen una vía razonable para conectar los en su función educativa y conectándolos con las
destrezas para confrontar situaciones y apoyo verdaderos intereses y necesidades de la comuni- intereses o aspiraciones de la comunidad con la me- redes de servicios relacionadas con problemas o
social para arrostrar las transiciones vitales dad, no son vistos como propios, sino como ajenos todología y contenidos preventivos implicando real- necesidades de salud o socioeconómicas (véa-
(por ejemplo, habilidades relaciónales y so- —incluso impuestos desde fuera—, de manera que mente a la comunidad en el diseño y realización de se el programa de Ciutat Vella más adelante).
ciales para resistir la presión social de los ado- no sólo peligra, como señalaban Diekstra y Maes, los programas. La combinación de ambos enfoques • Fortalecimiento y apoyo familiar a través de
lescentes en temas de drogas). su «mantenimiento» cuando cesa la acción profe- —ilustrada en alguno de los programas preventivos bajas de maternidad y paternidad, facilitando
• Fortalecen el apoyo social natural recibido sional, sino hasta su propia realización por el es- que se presentan más adelante— debería salvar tan- el trabajo a tiempo parcial de las madres jó-
de la familia, comunidad o escuela (movili- caso eco, si no resistencia, que pueden encontrar to los problemas estratégicos como, en parte al me- venes, las guarderías públicas asequibles y
zando, por ejemplo, el apoyo de otros). entre la gente. nos, las objeciones éticas, permitiendo realizar cam- otras medidas que permiten a los padres ocu-
bios duraderos que, además, faciliten la autonomía parse de sus hijos (garantizando los aportes
y el crecimiento personal en lugar de recortarlos. psicosociales y socioculturales precisos).
CUADRO 12.9 • Programas de formación ocupacional, educa-
ción general (y compensatoria para los ¿nenos
Criterios de éxito de programas preventivos (Price y otros, 1988) 9. CONTENIDO DE LOS PROGRAMAS aventajados) y manejo de nuevas tecnologías
PREVENTIVOS: PREVENCIÓN que faciliten la búsqueda de trabajo en zonas
Tienen destinatario claro y un enfoque específico según problema/riesgo a prevenir PRIMARIA pobres o desfavorecidas.
Buscan cambiar la vida de las personas (cambios a largo plazo, crean oportunidades y dan apoyo, abren nuevas • Evitar o reducir la discriminación (laboral,
perspectivas vitales) La prevención primaria es, en pocas palabras, educativa, residencial...) en base a la proce-
Proporcionan nuevas destrezas para afrontar situaciones y apoyo social en transiciones vitales relativamente fácil de enunciar pero difícil de hacer. dencia territorial o social, raza o sexo.
Fortalecen apoyo social de grupos sociales naturales o construidos En el fondo, y usando los conceptos del modelo • Medidas sociales que faciliten el acceso a la
Evalúan los resultados en las distintas dimensiones pertinentes
de aportes de Caplan (capítulo cinco), el programa vivienda a los jóvenes y grupos peor situados,

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3 8 2 / Manual de psicología comunitaria

vez más exigente y descuidado a favor del como la escuela o los cuarteles, contengan la ma-
CUADRO 12.10 res condiciones de vida a través del empode-
trabajo. yor cantidad posible de población (y por tanto los
Contenido de la prevención primaria ramiento colectivo.
• Proyectos de mediación y terapia familiar que individuos a riesgo) en un punto lo más temprano
• Formación de los líderes comunitarios sobre
mejoren las relaciones y la comunicación en posible del ciclo vital como para permitir descubrir
las necesidades físicas, psicosociales y socio-
• Atención y seguimiento de familias y recién la familia o entre algunas de sus partes (padres los problemas en su etapa formativa. La escuela es,
culturales de los grupos sociales más pobres
nacidos e hijos, cónyuges...). obviamente, el escenario ideal para la detección
y necesitados, o de los «diferentes».
• Fortalecimiento y apoyo de la familia • Creación de grupos de iguales «alternativos» precoz y en ella se realizan muchos programas pre-
• Escuelas de padres • Educación de la comunidad tanto en relación
(boy scouts, equipos deportivos, grupos ex- ventivos. También el ejército (en aquellos países
• Formación ocupacional con las necesidades citadas como respecto a
cursionistas, etc.) que faciliten el buen uso del en que es obligatorio) o los centros de enseñanza
• Trabajo a tiempo parcial para que padres puedan sus propias posibilidades de autoconocimiento
secundaria son instituciones apropiadas. Es obvio
estar con hijos y desarrollo personal (psicología básica, rela- tiempo libre y la integración social armónica
que, para poder llevar a cabo cribados masivos, hace
• Reducir la discriminación ciones interpersonales, sexualidad, crecimien- de individuos marginales o aislados y previ-
• Planes integrales de desarrollo comunitario falta conocer los síntomas o signos precursores
to personal, comunidad y sentimiento de per- niendo problemas —adicciones, sectarismo,
• Educación de líderes comunitarios y de planifi- del problema en cuestión (que se pueden difundir
tenencia, etc.) por medio de consultorios en delincuencia u otros— ligados a otro tipo de
cadores y urbanistas entre la población) y disponer de instrumentos de
prensa o radio, divulgación en centros comu- grupos.
• Educación de la comunidad sobre necesidades detección o diagnóstico suficientemente válidos y
nitarios y otros. • Ayuda psicosocial en situaciones de crisis y
básicas y desarrollo humano breves para ser usados con grandes cantidades de
• Consulta con instituciones y servicios públicos • Red de bibliotecas populares, una por comuni- transiciones vitales difíciles a través de pro-
personas. El programa de DART de prevención de
para sensibilización psicosocial dad (o área administrativa), con una dotación gramas comunitarios accesibles y asequi- la depresión que se describe más adelante ilustra
• Planificación comunitaria apropiada básica de material educativo, literario y divul- bles. esta estrategia.
• Organización comunitaria y empoderamiento de gativo que preste especial atención a los ni- • Fomento de las habilidades sociales y relació-
los más débiles ños. nales en las personas y de actividades y talleres
• Mínimos vitales garantizados (rentas mínimas) Tratamiento disponible. De nada sirve, sin em-
• Sensibilización y asesoría a urbanistas y plani- dirigidos a la mejora de la relación con los de-
• Vivienda disponible para todos bargo, detectar precozmente un problema si no se
ficadores sobre las dimensiones —negativas y más.
• Facilitar el acceso al trabajo dispone de la solución o asistencia apropiada —rá-
positivas— psicosociales de la planificación ur- • Preparación de agentes socializadores (direc-
• Educación obligatoria y mejora de las escuelas pida, eficaz y accesible— para todos los que la
bana o de los espacios (edificios, plazas, centros tores de residencias, mandos de empresas o
públicas precisan. Bien al contrario, la mejora de los siste-
• Bibliotecas públicas populares de servicios, etc.) arquitectónicos y sociales. instituciones, etc.) que, por su relación conti- mas de detección de problemas sin la correspon-
• Programas de formación en valores, civismo y • Consulta con instituciones y servicios públicos nuada con la gente, tienen una mayor posibi- diente solución sembrará la alarma social, hacien-
ciudadanía de la comunidad (hospitales, escuelas, policía, lidad de detectar problemas y dificultades y do surgir «nuevos» casos («falsos positivos»,
• Creación y fomento de «grupos de iguales» juzgados, etc.) para atender mejor los proble- de orientar inicialmente a los afectados sobre muchas veces) con el resultado de un aparente em-
alternativos mas psicosociales de los grupos atendidos y las medidas a tomar.
• Fomento de habilidades sociales y mejora de peoramiento de la condición a prevenir, al «au-
ayudar en las situaciones de crisis.
relación con otros mentar» su incidencia. Para que la atención esté a
• Mejora general de las escuelas (organización, disposición de todos los que la necesitan con pron-
• Preparación de mediadores sociales «naturales» formación del profesorado, medios pedagógi- 10. PREVENCIÓN SECUNDARIA
para detectar problemas titud es necesario que se ofrezca una amplia gama
cos y económicos, apoyo social del profeso- de métodos (incluyendo atención 24 horas y de
rado, contacto fluido con la comunidad y los Recordemos que la prevención secundaria inten-
ta reducir la prevalencia de un problema a través de crisis, servicios móviles, líneas telefónicas de ayu-
como los inmigrantes (programas de vivienda padres, etc.) como pieza socializadora y ve-
la detección precoz y el tratamiento accesible y efi- da y orientación) que, además de ser eficaces, es-
protegida, intervención en el mercado, etc.). hículo de desarrollo humano básico.
caz que minimice su duración, sufrimiento personal tén cerca de la comunidad y sean accesibles eco-
• Programas de renta mínima que garanticen un • Programas de complementación escolar de los
o efectos disfuncionales. Aunque es una forma de nómica y socialmente (servicios públicos gratuitos
«mínimo vital» digno a cualquier persona in- grupos (inmigrantes, bajo nivel social, mino-
tratamiento, se diferencia de la práctica clínica en y abiertos a todos).
dependientemente de su situación familiar, rías culturales, con dificultades de aprendiza-
dos puntos (cuadro 12.11) relevantes: usar cribados Difundir información sobre los signos tempranos
pasado laboral u otras condiciones. je, etc.) con necesidades especiales.
masivos (screening); contar con dispositivos asisten- (o factores asociados) y reconocibles de la condi-
• Planes de desarrollo comunitario que permi- • Programas o materias deformación en valores,
ciales accesibles y disponibles (en tiempo, forma, ción a prevenir y sobre los recursos asistenciales o
tan el progreso armónico y la organización de civismo, ciudadanía o salud como partes esen-
movilidad, etc.) que permiten atender apropiadamen- sociales que se pueden usar. Esa información ha de
las comunidades de acuerdo con sus propios ciales, y cada vez más desatendidas, del de-
te a todas las personas que lo precisen y soliciten. ser clara y simple para que la población destinata-
intereses y con ayuda externa. sarrollo personal para la democracia.
El cribado masivo de determinados grupos ria la pueda entender sin dificultad y la pueda usar
• Apoyo a los procesos de organización comu- • Escuelas de padres que ayuden en el desem-
de edad a realizar en instituciones o centros que, para detectar con la mayor precisión y Habilidad
nitaria orientada a la reivindicación de mejo- peño de su papel social y psicológico cada

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CUADRO 12.11 de la comunidad y con regímenes de vida au- Rehabilitación de los afectados, restaurando su
tónomos. identidad y capacidad: física, psicológica (autoes-
Contenido de la prevención secundaría
• Garantizar la continuidad del tratamiento o la tima e imagen de sí mismo), sociofamiliar (papel
asistencia tras la salida de la institución y la social y de miembro de la familia) y laboral (tra-
Componente Acciones Destinatario
existencia de centros de transición entre las bajo) retomando los roles que antes se tenían o
instituciones y la comunidad. asumiendo otros nuevos si fuera necesario. Es pre-
Detección temprana . . [signos precursores Afectados (lo sepan o no) ciso aquí fortalecer la capacidad de afrontar la
T r
Información / fc K , ,
afectados j recursos de ayuda Mediadores comunitarios
El contenido de las medidas para realizar la pre- marginación y rechazo social con frecuencia aso-
Profesionales
vención terciaria se puede englobar en dos apartados ciados a la condición social (de «enfermo», «tras-
según que esas medidas vayan dirigidas a rehabilitar tornado mental», «ex presidiario», «adicto», etc.)
Búsqueda de Combatir prejuicios para disminuir estigma/ Comunidad y afectados y a la «reconstrucción» de la identidad requerida
a la persona que ha sufrido el problema o a asegurar
tratamiento discriminación
su «reinserción» social (entrecomillo la palabra «rein- por la «ruptura biográfica» que a menudo conlleva
serción» porque, siendo usada comúnmente, transmite la condición y el rechazo social hacia ella. Ambos
Atención/ Disponer de tratamiento masivo y accesible Los ya afectados procesos deben ser ayudados por el apoyo, conse-
un sentido de encajar o ajustar a alguien a un molde
tratamiento geográfica, económica y socialmente jo y terapia psicológica, por un lado, por Informa-
o hueco social que me parece inaceptable; creo que
el término «reintegración» sería preferible, como más ción ocupacional por otro y, muchas veces, por la
respetuoso con las personas que vuelven a la sociedad, información y la provisión de medios mínimos (una
posible los signos o manifestaciones del proble- en algunas situaciones, facilitar información sobre pero sin ser encajadas en un espacio preexistente y no cantidad de dinero y una lista de residencias o con-
ma a detectar (sida, depresión, maltrato...). Y debe el tipo de ayuda adecuada (médica, psicológica, le- modificable). Son resumidas aquí—y recogidas en el tactos comunitarios) para poder sobrevivir inicial-
ir dirigida esencialmente a tres colectivos socia- gal...) y bajo qué circunstancias es apropiado pedir cuadro 12.12— siguiendo a Korchin (1976). mente.
les básicos: aquellos ya afectados o que lo pueden uno u otro tipo de ayuda.
ser en un futuro inmediato; mediadores comunita-
rios y profesionales que, por su posición social o CUADRO 12.12
profesional, tienen gran probabilidad de entrar en 11. PREVENCIÓN TERCIARIA Principios y contenido de la prevención terciaria
contacto con muchos afectados por la condición
a prevenir (médicos, maestros, peluqueras, pana- La prevención terciaria pretende minimizar las Componentes Contenido
deros, camareros, trabajadores sociales, policías, secuelas de un problema y de las condiciones de su
curas, psicólogos, mandos medios de instituciones tratamiento, especialmente cuando éste conlleva el
Principios Empezar desde el principio (detección o diagnóstico del problema)
y empresas, etc.). Ciertos centros y puntos muy tran- internamiento (hospital) o la reclusión o retiro de Combatir alienación y segregación debida al prejuicio y desconocimiento del problema
sitados de la comunidad serán también, y además, la vida social normal (cárcel, correccional, comu- Mantener la relación con la comunidad y la cercanía espacial y social de los centros de
lugares para depositar material gráfico o de lectura: nidad terapéutica) y evitar las recaídas. Es la va- tratamiento
panaderías, cafeterías, centros cívicos, bibliotecas, riante más desarrollada de prevención, y se rige, Evitar institucionalismo de instituciones totales: cerradas y segregadas de la comunidad
escuelas, etc. Y, por supuesto, los medios de ma- según Caplan, por los siguientes principios gene- Garantizar continuidad de tratamiento tras desinstitucionalización
sas locales o globales son también formas comple- rales (cuadro 12.12):
mentarias imprescindibles de difundir información, Rehabilitación física
especialmente la relativa a eventos temporales, ca- • Comenzar ya con la detección o diagnóstico personal Restaurar identidad psicológica (apoyo y terapia psicológica)
tástrofes o recomendaciones del momento (sobre del problema, no esperar a su final. y capacidad ' sociofamiliar
tráfico, sucesos, indicaciones en caso de tormentas • Combatir la alienación de los afectados y su laboral (formación ocupacional)
o catástrofes, etc.). Internet y los teléfonos móviles segregación social causadas por los prejuicios
pueden ser también muy útiles ante ciertos eventos. y el desconocimiento del problema. Reinserción social Educación comunitaria para evitar discriminación/estigma
La información debe dirigirse también a combatir • Mantener la relación y el contacto con la co- y evitación de Instituciones de transición (centros de día, pisos asistidos, talleres, clubes sociales...)
los prejuicios sociales de la comunidad y los temo- munidad de las personas tratadas o internadas recaídas Facilitar contacto bidireccional institución-comunidad
res irracionales de los afectados a pedir ayuda en Organizar instituciones cerradas para vida autónoma de residentes en el exterior
buscando la mayor cercanía —espacial y so-
Contacto gradual con comunidad (permisos fin de semana, etc.)
casos —como los problemas mentales, el maltrato cial— posible de los centros de tratamiento. Mediación en conflictos con vecinos
o el sida— que van acompañados de marginación • Evitar el institucionalismo que se produce en Seguimiento proceso transición a la comunidad
y estigmatización social. También puede ser útil, centros e instituciones cerradas y segregadas
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Reinserción social y evitación de recaídas im- miserables, como sucedió en la desinstitucio- dispone de tratamientos psicológicos breves y re- con la debilidad o flojera indicada. Estos datos mar-
plican, sobre todo, cambios en la actitud y compor- nalización masiva de pacientes psiquiátricos lativamente eficaces como la terapia cognitiva. El carían, naturalmente, estrategias de abordaje infor-
tamiento de la comunidad que permitan superar la realizada en EUA. La hospitalización parcial, proyecto DART se basó en dos amplios estudios mativo diferenciadas para hombres y mujeres.
estigmatización y el rechazo que la sociedad asocia centros de día, clubes sociales, albergues y epidemiológicos previos (Leo, 1984; Mervis, 1986) El segundo mensaje pretendía facilitar el reco-
al trastorno mental, las drogas, la cárcel o ciertas residencias comunitarias, pisos asistidos y realizados por el NIMH que establecieron tanto la nocimiento correcto de los síntomas del problema
enfermedades —como el sida— en base, muchas grupos de ayuda mutua son ejemplos de dis- extensión y condiciones de tratamiento de los pro- evitando tanto los «falsos negativos» delatados por
veces, a la ignorancia, el prejuicio o la cómoda «so- positivos de transición. blemas psicológicos como la eficacia terapéutica los prejuicios de los hombres como la posibilidad
lidaridad de los sanos» frente a los enfermos, tras- Establecer métodos (persona, teléfono o di- de dos formas de tratamiento psicológico —la te- de «falsos positivos» que toda campaña de difusión
tornados o diferentes. Esto se logrará a través de rección electrónica de contacto) para mediar rapia cognitiva de la depresión de Beck y la terapia de información sobre problemas suele producir. La
las siguientes acciones. en los conflictos que puedan producirse entre interpersonal de Klerman y Wiessman—, con lo tercera actividad consistió en cursos-seminario de
los ex afectados y la comunidad, evitando que que se cumplía la condición de que existiera un dos días y medio de duración (precedidos por cuida-
• Educación y sensibilización de la comunidad dificultades menores puedan acumularse o de- tratamiento eficaz para poder realizar la prevención dosas pruebas piloto) dirigidos a los profesionales
y del contexto específico (barrio, escalera de rivar en problemas insalvables para la convi- secundaria. —preparados por expertos y reproducidos en vídeo
vecinos u otro) en que vayan a «aterrizar» los vencia de ambas partes. El proyecto tenía tres destinatarios con objetivos para ampliar su difusión— sobre el diagnóstico
ex afectados respecto al problema y estado específicos para cada uno de ellos: las personas ya y tratamiento de la depresión. Todo ello se com-
actual de aquéllos tras el tratamiento. deprimidas, que deberían ser capaces de reconocer plementó con una cuarta actividad, la difusión de
• Utilizar enfoques y métodos de tratamiento 12. ILUSTRACIONES Y EXPERIENCIAS los síntomas y buscar tratamiento; los médicos, que información a través de anuncios en los medios de
(como la comunidad terapéutica o la terapia PREVENTIVAS deberían reconocer la depresión y o bien discutirla comunicación y de material impreso claro y accesi-
del medio) que promuevan la autonomía de con sus pacientes o bien derivarlos a los especialistas ble para ser usado por las personas deprimidas en
los afectados (y su capacidad para funcionar Describo ahora brevemente algunos programas en salud mental, y los profesionales de salud mental, que se apoyaba el tratamiento terapéutico.
y reintegrarse activamente a la comunidad) de prevención contenidos en los libros de Price y que habrían de actualizar sus conocimientos sobre
por un problema en vez de fomentar, como es otros (1988) y Sánchez Vidal (1993a) sobre progra- diagnóstico y terapia del problema para poder ofre- La enseñanza preescolar puede cambiar vi-
frecuente, la adaptación pasiva, a veces regre- mas realizados, respectivamente, en EUA y España cer a sus clientes el tratamiento adecuado. das. En base a investigaciones que mostraban una
siva, a la institución o centro de tratamiento. en temas de depresión, drogas, mortalidad y otros Para alcanzar esos fines se llevaron a cabo varias clara relación de la pobreza y el fracaso escolar con
• Fomentar el contacto bilateral institución-co- problemas infantiles, delincuencia, estrés laboral y actividades a lo largo del país, cada una con una el desempleo y la delincuencia, Weikart y sus cole-
munidad y el intercambio entre ambos a través viudedad. Estos programas ilustran varios de los metodología distinta según el destinatario y objeti- gas (Schweinhart y Weikart, 1988) pensaron que un
de jornadas de puertas abiertas, exposiciones procedimientos y enfoques de prevención primaria vo perseguido. La primera consistió en unos talle- programa preescolar que implicara activamente a los
de trabajo, excursiones o visitas de los internos, (así el Programa materno-infantil de Ciutat Vella), res previos para representantes de grupos ciudada- padres en la mejora de las habilidades intelectuales de
salidas de fines de semana, ofrecimiento de secundaria (el proyecto DART y la reducción del nos y organizaciones profesionales sobre cómo los niños los situaría en una posición más aventajada
servicios a la comunidad u otras actividades. estrés laboral de los maestros) y terciaria (De viuda llegar a los grupos diana citados y captar el grado al comenzar sus vidas. En consecuencia, establecie-
Se busca una «membrana» comunidad-centro a viuda). de su conocimiento de la depresión, con lo cual ron un programa de dos años en que niños negros
permeable, no una barrera infranqueable. podrían decidir el contenido de los mensajes a enviar de tres y cuatro años procedentes de familias pobres
• Crear alternativas sociales y centros de tran- Proyecto DART (Depression Awareness, Re- a cada grupo y los canales (métodos) para hacerles asistían a clases compensatorias centradas en tareas
sición a la comunidad que garanticen la con- cognition and Treatment, sensibilización, recono- llegar ese contenido. Segundo, en base a los datos de aprendizaje cuidadosamente preparadas. Además,
tinuidad y gradualidad del proceso de rein- cimiento y tratamiento de la depresión), dirigido obtenidos en los talleres y estudios epidemiológicos los profesores visitaban a las familias durante una
serción que pedía Caplan. Se trata de evitar por el Instituo Nacional de Salud Mental (NIMH), previos se decidió que los mensajes para el público hora y media semanal para ofrecer a los padres orien-
que los «saltos» bruscos, discontinuidades del de prevención secundaria de la depresión. El pro- general giraran en torno a dos temas encadenados: tación sobre cómo criar y educar a sus hijos.
cambio y las dificultades planteadas por el yecto (Bales, 1986), comenzado en 1985, intentaba uno, la depresión es una enfermedad y puede ser El programa mostró resultados inmediatas posi-
entorno social inciten al ex afectado a retornar reducir la prevalencia de un problema de salud men- tratada; dos, cómo reconocer los síntomas de la tivos en varias áreas, incluyendo la capacidad inte-
al centro, un fenómeno —conocido como tal, la depresión, que afecta al 6 por 100 de la po- depresión. El primer mensaje buscaba contrarrestar lectual de los niños, superiores a los de un grupo
«puerta giratoria» (revolving door)— obser- blación. Se usaría para ello una estrategia de edu- la percepción, frecuentemente expresada en los ta- control en el largo plazo. Al final de la adolescencia
vado en los ex presidiarios que no encuentran cación pública para facilitar el reconocimiento de lleres, de que la depresión es más un tipo de debi- los niños del programa habían resultado —compa-
trabajo o los ex pacientes mentales rechazados los síntomas del problema por parte del público y lidad o flojera que una verdadera enfermedad. Se rados con los del grupo control— menos proclives
por su familia. O que algunos de los ex inter- los profesionales, y su correcto tratamiento tera- vio, también, que las mujeres estaban más familia- a abandonar la escuela y a ser arrestados por la po-
nos acaben en situaciones (vagabundeo, de- péutico. Se eligió la depresión por ser un problema rizadas con la depresión que los hombres, que a licía, teniendo más probabilidad de mantener un tra-
lincuencia, explotación, etc.) degradantes o extendido, bastante bien conocido y para el que se menudo se resistían a reconocerla identificándola bajo y continuar su educación hasta la universidad.

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Programa materno-infantil de Ciutat Vella. niños durante los primeros cuatro años de vida e más capaces de resistir la oferta de drogas que sus ensayándose otras soluciones y recursos relativos a
Ciutat Vella es uno de los diez distritos de la ciudad implicar a la comunidad en la atención de los infan- compañeros, que no siguieron el programa. la comunicación y la asertividad personal; se acaba
de Barcelona; contaba con una población aproxima- tes. Para ello se desarrollaron cuatro programas: uno esta fase volviendo a pasar las pruebas de estrés y
da de 110.000 habitantes en la época (mediados de dirigido a los jóvenes para mejorar la planificación Reduciendo el estrés de los maestros. Masip ansiedad administradas inicialmente.
los ochenta y comienzos de los noventa) en que se familiar; otro, al cuidadoso seguimiento de las mu- (1993) ha descrito un programa de prevención secun- Los resultados comparativos pre y post de ambas
realizó el programa, registraba una gran concentra- jeres embarazadas; un tercero, a todos los niños re- daria del estrés laboral en profesores de primaria en escuelas —experimental y control— muestran una
ción de niños y mayores y tenía un marcado perfil cién nacidos del distrito, y el cuarto, a la comunidad una escuela pública (que había hecho una demanda clara disminución de la ansiedad de la escuela ex-
de problemática social en relación al conjunto de la a través de jornadas informativas, folletos, contacto en tal sentido) de Barcelona bajo los auspicios del perimental frente a un ligero aumento en la escue-
ciudad en que destacaba una mortalidad infantil que con las asociaciones de vecinos, formación de madres Instituto Municipal de Educación de la ciudad. El la control, así como de todos los demás factores
prácticamente duplicaba la media de Barcelona. Sa- y padres y trabajo con guarderías infantiles. programa tenía como objetivos: uno, la detección del estresantes identificados. Otras dimensiones de los
bedor de ello por las detalladas estadísticas epide- La evaluación continuada de los programas mos- estrés de los maestros a partir de su propia percep- cambios parecen más erráticas y difíciles de inter-
miológicas recogidas por los servicios municipales, tró una disminución drástica de la mortalidad infan- ción subjetiva y, dos, que fueran los propios maestros pretar.
el Instituto Municipal de la Salud de la ciudad (Diez til entre los años 1986 y 1988, así como un aumento quienes, una vez analizadas las causas del estrés,
y Torrentó, 1993) diseñó un programa materno-in- de la planificación y el control de los embarazos. En las modificaran a partir de sus propios recursos y De viuda a viuda. Conociendo los efectos nefas-
fantil para reducir la mortalidad infantil y mejorar su vertiente «formativa», permitió también, como se habilidades. Como se ve, la acción preventiva tenía tos de la viudedad (duelo doloroso, sentimiento de
las condiciones sanitarias del barrio que se llevó a ha indicado, la restricción de la población diana y el aquí una clara orientación comunitaria. que la vida se ha acabado y problemas de salud) y
cabo en dos fases, coordinadas desde el centro de perfeccionamiento del programa. Una vez obtenido el visto bueno de la escuela la soledad en que queda la mujer viuda tras el fune-
servicios sociales del barrio. destinataria del programa, se buscó una escuela con- ral, Silverman (1988) concibió una forma novedosa
La primera fue un proyecto piloto, iniciado en Aprendiendo a decir «no» a las drogas. Sabien- trol lo más similar posible en cuanto a entorno, tipo y participativa de enfrentarse al duro y largo proce-
1985, que perseguía recoger información amplia do que los jóvenes comienzan a experimentar con de alumnos y otros parámetros básicos y se echó a so de adaptación subsiguiente. ¿Por qué no implicar
sobre los factores de riesgo ligados a la mortalidad drogas, alcohol y tabaco en los primeros años de la andar el programa en dos fases que se desarrollan a en ese proceso a otra viuda, la persona que mejor
perinatal e infantil y facilitar el acceso a la atención adolescencia y que los intentos de apartarlos de esas lo largo de tres meses del curso escolar. La primera puede ayudar por haber pasado por el mismo proce-
social y sanitaria de las mujeres en edad fértil y de sustancias informando sobre los riesgos implicados fase duró tres sesiones dedicadar a detectar a través so? Puso por tanto en marcha un programa en que
los niños menores de un año. Se componía de tres han tenido escasa eficacia. Botvin y sus colaborado- de un grupo nominal (capítulo 6) las situaciones mujeres que habían enviudado hacía más de dos años
subprogramas dedicados respectivamente a: pro- res (Botvin y Tortu, 1988) optaron por dar clases a productoras de estrés. Éstas resultaron ser, de ma- ayudaban a otras viudas recientes. Para eso preparó
mover el uso de los servicios de planificación fa- los adolescentes para enseñarles cómo resistir la pre- yor a menor puntuación: relaciones personales entre a las primeras para que tuvieran una mejor compren-
miliar para evitar embarazos no deseados; extender sión social de sus compañeros favorables a la expe- maestros, prisas y falta de tiempo, condiciones de sión del proceso de pérdida de un ser querido y del
el control temprano y regular del embarazo infor- rimentación o el consumo de drogas. las clases, organización de la escuela, factores per- duelo acompañante y para mejorar su capacidad de
mando a través de trípticos distribuidos en centros Para ello desarrollaron un proyecto para estu- sonales de cada maestro y otras. Una vez evaluado escuchar a otra persona. A partir de ahí, cada una de
sociales y sanitarios públicos y privados, y la aten- diantes de los primeros cursos de la enseñanza se- el nivel inicial de estrés, la segunda fase, coordinada estas mujeres se puso en contacto con una viuda re-
ción posnatal, el componente central del programa, cundaria en EUA en que se estudiaban las drogas, por la psicóloga, era fomentar la participación de ciente ofreciendo su ayuda, primero de una en una
que incluyó tres visitas domiciliarias a cada recién organizando, como parte de él, un programa de fo- los maestros que participan voluntariamente en las y, más adelante, en reuniones grupales de discusión
nacido del distrito en un período de un año, lo que mento de habilidades para mejorar la competencia siete sesiones que dura, animando la búsqueda de y en salidas en grupo.
permitía seguir su desarrollo y, en caso necesario, personal y social de los chicos y chicas y para re- soluciones colectivas y aportando estrategias psico- La evaluación mostró que las viudas que habían
derivarlo a alguno de los centros sanitarios o socia- sistir la presión grupal y los esfuerzos de persuasión lógicas de eficacia probada. Se presentan primero seguido el programa se sentían más felices, menos
les especializados del distrito. de sus compañeros para consumir drogas. Comple- los resultados de los cuestionarios pasados, animan- ansiosas, habían hecho más amistades y se impli-
La experiencia, el perfeccionamiento de las téc- mentariamente, los jóvenes aprendieron a ser más do la expresión de situaciones estresantes para los caban más en distintas actividades que aquellas
nicas usadas y la mejora de la coordinación entre los asertivos y a mantener sus propios derechos y op- participantes (ligadas a la premura de tiempo) para viudas que luchaban por sí solas. El programa ilus-
servicios participantes en el programa permitieron ciones personales sin ser influidos por los otros, a las que la psicóloga explica técnicas de manejo (por tra, también, una concepción comunitaria de la es-
una reformulación centrando más la actuación, a par- comunicarse con los demás y a enfrentarse al re- ejemplo la planificación del tiempo), aportándose y trategia preventiva.
tir de 1990, en un grupo de madres y niños con más chazo que podían esperar de aquellos compañeros
riesgo. Además de especificar el destinatario, en esta que consumían drogas.
segunda etapa los objetivos se tornaron más comu- El programa tuvo efectos alentadores: el consu-
nitarios y positivos, buscando aumentar la proporción mo de drogas se redujo en un 50 por 100 entre los
de embarazos planificados y los nacimientos con- jóvenes que pasaron por él, habiendo, además, cam-
trolados, mejorar el entorno del desarrollo de los biado significativamente sus actitudes y resultando

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3 9 0 / Manual de psicología comunitaria Prevención / 3 9 1

RESUMEN
do crisis naturales o causadas por el hombre. 11. El contenido de la prevención primaria es muy
El destinatario comunitario se presta al traba- amplio, coincide con el del desarrollo huma-
1. La prevención, uno de los objetivos básicos sólo se puede abordar si existe un tratamiento jo preventivo global y genérico; los otros tres no, incluyendo todas las acciones que mejoren
de la PC, es más una orientación general que apropiado para el problema. permiten un trabajo más específico y focal. la vida de la gente: educación, trabajo, ali-
un método concreto de trabajo. Un objetivo 5. La prevención terciaria es retroactiva, se dirige 9. Se distinguen dos tipos de métodos según el mentación, atención sanitaria y social, forta-
de difícil cumplimiento porque presupone ac- a los que fueron afectados y a las consecuencias contenido, destinatario y grado de conoci- lecimiento de la familia y redes de apoyo,
titudes y valores —control, austeridad, previ- del problema, que se trata de minimizar restau- miento de los determinantes del problema a empoderar a los marginados, reducir la dis-
sión y planificación racional de consecuen- rando las capacidades personales y facilitando prevenir. Enfoques globales (medios de ma- criminación, facilitar el acceso a la vivienda,
cias— enfrentados a poderosos intereses la reinserción social de aquéllos para evitar re- sas y programas sociales y comunitarios glo- rentas mínimas vitales y otras.
económicos gremiales e industriales y a ten- caídas. Es la forma más desarrollada y factible bales), de gran cobertura poblacional y coste 12. El contenido de la prevención secundaria es
dencias básicas de la cultura actual —hedo- de prevención. En la práctica son precisas las relativo bajo pero de especificidad y efecti- dual: detección precoz (información sobre
nismo, consumismo, «inmediatismo» y par- tres formas de prevención: la primaria para la vidad limitadas por usar la influencia social signos y síntomas tempranos y sobre recursos
cheo en la acción política y social. parte de la población aún sana, la secundaria difusa. Enfoques interactivos, dirigidos a per- de ayuda y forma de obtenerla) y cribados
2. A diferencia del tratamiento (retroactivo, di- para la parte actualmente afectada y la tercia- sonas y grupos pequeños, de menor cobertu- masivos; facilitar el tratamiento ágil a todos
rigido a reparar los efectos personales de un ria para los que ya han superado el problema. ra poblacional y mayor coste relativo pero los afectados combatiendo los prejuicios y la
problema), la prevención es proactiva y se di- 6. Los enfoques genéricos de prevención buscan más específicos y duraderos en su efecto al estigmatización asociada a ciertos problemas
rige a las personas sanas y a las causas de los mejorar las condiciones generales de vida del basarse en la interacción personal. sociales, incitando a los afectados a buscar
problemas. Utiliza conceptos y cálculos epi- conjunto de la población, los enfoques especí- 10. Desde el punto de vista estratégico, se aconseja ayuda y haciendo esa ayuda accesible geo-
demiológicos procedentes del campo de la sa- ficos buscan cambiar procesos o factores espe- concebir el cambio como un proceso gradual gráfica, económica y socialmente.
lud que describen la distribución socioambien- cíficamente relacionados con el problema a en que interesa centrarse en los mecanismos 13. La prevención terciaria es un proceso que debe
tal de los problemas y que tienen una utilidad prevenir en grupos concretos deriesgo.Es acon- psicosociales que controlan el comportamiento comenzar con el inicio del problema, mante-
limitada en los problemas psicosociales y de sejable especificar lo más posible tanto los fac- teniendo en cuenta la influencia de los esce- niendo el contacto de los centros de tratamien-
salud mental con un proceso causal distinto. tores como los grupos deriesgopara concentrar narios socioambientales, estableciendo fines to con la comunidad, evitando la segregación
La incidencia mide el avance temporal del los esfuerzos preventivos. Dado que la causa- realizables y cambios que se puedan integrar y garantizando la continuidad del tratamiento
problema; la prevalencia, la totalidad de casos lidad psicosocial es mucho más difusa que la en la vida diaria y combinando varios métodos y la graduación del retorno a la comunidad
acumulados, y el riesgo, la probabilidad de ser sanitaria, la prevención —sobre todo la prima- con efectos convergentes. Conviene también que minimice el riesgo de recaídas. Su con-
afectado. ria— es, casi siempre, más genérica. usar las redes sociales, aportar alternativas tenido tiene dos partes: rehabilitación de las
3. La prevención primaria, la verdadera preven- 7. Los programas preventivos tienen cuatro com- atractivas y contar con el sujeto fortalecien- personas, restaurando su identidad y capaci-
ción, es proactiva, se dirige al conjunto de la ponentes: objetivos perseguidos, destinatario do, no limitando, su capacidad de decisión. Es dad física, psicológica, sociofamiliar y laboral;
población, sobre todo a los grupos de riesgo poblacional, contenido o acciones del programa aconsejable adoptar un enfoque comunitario reintegración social a través de la educación y
—si se pueden identificar— y a los determi- y metodología, la forma de hacer llegar el con- de participación e implicación de los sujetos sensibilización comunitaria, las instituciones
nantes o factores de riesgo asociados a la con- tenido al destinatario. Los objetivos especifican que apuntale estratégicamente la eficacia y el de transición institución-comunidad, el con-
dición o problema. Es la forma más importan- para un tema concreto los fines generales de la mantenimiento de los efectos del programa y tacto progresivo con la comunidad y el se-
te, también la más dificultosa y cara, de prevención primaria, secundaria o terciaria. permita superar las objeciones éticas hechas a guimiento del proceso y la mediación en los
prevención y busca reducir la incidencia de 8. Hay cuatro métodos para identificar el destina- las acciones preventivas masivas. conflictos que se puedan producir.
los problemas. tario de un programa preventivo según la in-
4. La prevención secundaria es una forma de tra- formación existente sobre el problema a preve-
tamiento global; es simultánea, se centra en nir: comunitario, toda la población de un área
las personas que están siendo afectadas y tra- geográfica (desconocemos los factores o situa-
ta de reducir la prevalencia de un problema ciones de riesgo); evolutivo, grupos en transi-
aportando información sobre sus signos ini- ción, experimentando cambios de papel y que
ciales y tratamiento ágil y accesible para todos presentan riesgos homogéneos y previsibles;
los afectados. Es una forma intermedia —en epidemiológico, grupos de riesgo identificados
importancia y viabilidad— de prevención que estadísticamente; personas y grupos atravesan-

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3 9 2 / Manual de psicología comunitaria

TÉRMINOS CLAVE
Ayuda mutua
• Obstáculos culturales y económicos a la pre- • Destinatario de un programa preventivo
vención • Enfoques globales de prevención
• Epidemiología • Enfoques interactivos
• Incidencia, prevalencia y riesgo • Principios estratégicos de cambio
• Prevención primaria • Contenido de la prevención primaria
• Prevención secundaria • Contenido de la prevención secundaria
• Prevención terciaria • Contenido de la prevención terciaria

LECTURAS RECOMENDADAS 1. UN FENÓMENO comunitario, más comunitario de hecho —aunque


DE NUESTROS DÍAS no necesariamente más eficaz— que las estrate-
Bloom, B. L. (1984). Community mental health: A ge- Describe catorce programas preventivos seleccio- gias de cambio organizado con participación pro-
neral introduction (2.a edic). Monterey: Brooks/ nados realizados en Estados Unidos, en distintas áreas En la ayuda muta, personas que piensan que tie- fesional —la intervención comunitaria— descritas
Colé. y grupos de edad. nen un problema o interés común se reúnen para en capítulos precedentes. Dado que la psicología
Incluye una presentación clara y sintética de la alcanzar sus objetivos de cambio social o mejora ha construido, como otras profesiones, sus cono-
epidemiología y prevención en salud mental. Sánchez Vidal, A. (comp.) (1993). Programas de Preven-
ción e intervención comunitaria. Barcelona: PPU. personal por sí mismos, sin ayuda profesional. Se cimientos y sistemas de ayuda sobre relaciones
Price, R. H., Cowen, E. L., Lorion, R. P. y Ramos-Mckay, Describe once programas de prevención e inter- forman así grupos de ideologías, objetivos y diná- profesionales jerarquizadas, la ayuda mutua brinda
J. (eds.) (1988). 14 ounces ofprevention. Washington: vención de orientación comunitaria en áreas de salud, micas sumamente heterogéneas pero con un deno- una oportunidad única de estudiar los intercambios
American Psychological Association. escuela y servicios sociales realizados en nuestro país. minador común: se basan en relaciones de recipro- igualitarios y las relaciones de reciprocidad, así
cidad entre personas iguales que autogestionan el como los mecanismos subyacentes a unos y otras
proceso de cambio y, por tanto, se «autoayudan». y el potencial de cambio que, frente a los sistemas
De forma que lemas como «la fuerza está en noso- profesionales planificados, encierran. En lo teóri-
tros» o «ayudándose a sí mismo al ayudar a otros» co, la ayuda mutua (y su complemento la autoayu-
(Katz y Bender, 1976; Hurley, 1988) resumen cer- da) está pues directamente ligada al apoyo social
teramente el sentido de la ayuda mutua como una y, en la práctica, al trabajo con redes sociales y,
forma de ayuda microsocial basada en mecanismos en sentido más amplio, al concepto de «capital
de solidaridad y, más específicamente, de intercam- social», hoy de moda.
bios recíprocos e igualitarios de apoyo y ayuda sim- Desde el punto de vista social, el fenómeno pue-
bólica o material. Originado en EUA en el período de ser interpretado como una reacción a la desinte-
de entreguerras del pasado siglo, la ayuda mutua gración social y deshumanización de la vida actual.
irradió a muchos otros países hasta adquirir una El tono cooperativo, solidario y comunal que por
extensión inimaginable y convirtirse en un fenóme- lo común adquieren los grupos de ayuda mutua
no de masas que hoy en día moviliza a millones de GAM) deja poco lugar para la duda: los GAM pa-
personas atraídas en todo el mundo por una forma recen canalizar anhelos populares de comunidad
más democrática y horizontal de resolver sus pro- (capítulo 3) que la sociedad industrial moderna y
blemas, mejorar sus vidas o conseguir cambios so- posmoderna y sus instituciones no sólo no son ca-
ciales en asociación con sus pares. paces de remediar, sino que, por sus exageradas
En la medida en que (cuadro 13.1) es una visión exigencias económico-técnicas, contribuyen a crear.
positiva, de recursos y autogestionada de la ayuda Esa lectura permite entender, también, otras conse-
psicológica y social, la ayuda mutua es un enfoque cuencias menos positivas del fenómeno: si la bús-

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394 / Manual de psicología comunitaria Ayuda mutua I 395

CUADRO 13.1 cutibles, ya que'los criterios para contar varían se- social y las insuficiencias (y también los éxitos) de
gún se incluyan o no cierto tipo de organizaciones las formas de ayuda profesional. Veámoslos.
Carácter y causas de la ayuda mutua
no gubernamentales (ONG) o caritativas, grupos
del llamado tercer sector (voluntario o social, jun- La sociabilidad: el deseo de la estar con otros
Autogestionada es una tendencia básica y universal de los humanos
Tipo de ayuda De recursos to a lo público y la empresa privada, los otros dos
sectores), u otras agrupaciones o asociaciones. Así, que en este caso está unida a otros fines (la ayuda
Entre iguales
en EUA a mediados de los ochenta se contaban psicológica autogestionada y la búsqueda de cam-
según las estimaciones (Sánchez Vidal, 1991a, ca- bios y mejoras sociales) que añaden dirección uti-
Deseo de afiliación/relación social litaria y propósito a los contactos y reuniones pe-
Causas Desintegración social y debilitamiento de vínculos comunitarios pítulo 13) entre seis y 23 millones los miembros
del medio millón de grupos operativos. Las estima- riódicas que así surgen.
Insuficiencias (y éxitos) de las ciencias y técnicas modernas y de la ayuda profesional
ciones del porcentaje de personas empleadas por
este tercer sector (más amplio que la mera ayuda La desintegración social resultante de la indus-
queda de relación humana y pertenencia es el afán que no sólo no son sociales sino que, más impor- mutua) recogidas por Rifkin (2004) oscilan entre trialización económica y la modernización sociocul-
central de los GAM, no puede extrañarnos que su tante, excluyen los mecanismos de influencia recí- un 5 y un 12 por 100 del total de trabajadores en tural (capítulo 1) expresada en el debilitamiento de
eficacia para resolver muchos problemas psicoló- proca que son el corazón definitorio y operativo de los países europeos y norteamericanos. los vínculos comunitarios y de los grupos primarios
gicos sea puesta en duda. Ni de que se acuse a esos la ayuda mutua. Ya se ve que las redes semánticas ¿Cómo se explica la increíble expansión del fe- (familia, comunidad, amistad, etc.) —que eran los
grupos de haber fragmentado el cambio social en de los dos términos —ayuda mutua y autoayuda— nómeno de la ayuda mutua o, como se dice última- proveedores primordiales de vinculación y cohe-
múltiples células descoordinadas que, en vez de coinciden sólo en parte. mente, del tercer sector (que, como se ha dicho, no sión—, el aumento de la movilidad geográfica y la-
canalizar los deseos y energías masivas de cambio acaban de coincidir)? Uniendo a los análisis hechos boral (el «trabajo» importa más que la vida personal
hacia objetivos amplios, las dilapidan en minúscu- en la literatura especializada (Jacobs y Goodman, o familiar o las relaciones con otros) y el declive de
los espacios con pretensiones divergentes que re- 2. ORIGEN Y CAUSAS 1989; Levine y Perkins, 1987; Schure y otros, 1982) las redes tradicionales de relación y mutualidad
sultan, a la postre, socialmente inocuos. la observación sociohistórica, surgen algunas hipó- (gremios, agrupaciones deportivas, benéficas y de
Examinamos a continuación algunos aspectos Los GAM nacen en EUA en los años treinta del tesis que, además de descubrir las raíces del movi- «socorros mutuos», peñas y clubes sociales y cul-
básicos (orígenes y causas, concepto y componen- pasado siglo como reacción a la dramática estela miento de ayuda mutua, iluminan su significado so- turales, etc.). La desintegración social no sólo acre-
tes, mecanismos y tipos) de la ayuda mutua y los de problemas sociales y psicológicos que en ese ciocultural en la doble vertiente psicológica (como cienta la sensación de soledad de muchas personas
GAM, reservando los apartados finales del capítu- país deja la depresión de 1929. Algunas personas autoayuda popular) y de cambio social «miniaturi- sino que, además, suprime, debilita o vacía de valor
lo para el papel potencial de los profesionales y la deciden reunirse para mantenerse sobrias fundando zado» y difuso. En efecto, tanto el momento (tras la y función social espacios sociales «naturales» que,
valoración del fenómeno. Conviene clarificar antes Alcohólicos Anónimos, otras se independizan de gran depresión de 1929) como el lugar (EUA, un país como los mencionados, satisfacían los deseos pro-
la relación entre los dos términos —ayuda mutua y un profesional que en un hospital psiquiátrico ha virtualmente carente de sistemas públicos de protec- fundos de asociación humana y de ayuda personal
autoayuda— que se usan indistintamente para nom- establecido un grupo de pacientes mentales recu- ción social) del nacimiento y el vertiginoso creci- en situaciones de dificultad. Dos son las eventuales
brarlo y que, aunque se toman por sinónimos, de- perados. Aventado por la tendencia a asociarse ca- miento de los GAM indican el papel —de sustituto respuestas sociales a esa situación: la profesional, la
signan, en realidad, aspectos complementarios e racterística del país y las bondades que promete, el de un inexistente Estado del bienestar— del movi- ayuda especializada y pagada (que no acaba de saciar
interconectados del fenómeno. El término «autoayu- movimiento de autoayuda va calando en el tejido miento en una sociedad que, al fiarlo todo a la ini- los deseos de socialidad, aunque sí los de ayuda), y
da», de uso popular, refleja la autogestión y auto- social, aunque haya que esperar hasta los años se- ciativa individual y la empresa privada, carece del la ayuda mutua (que satisfaría los deseos de aso-
nomía del grupo respecto a los profesionales y agen- tenta para que los profesionales le presten atención colchón humanitario amortiguador del sufrimiento ciación aunque no tanto los de ayuda efectiva). En
cias sociales; «ayuda mutua» —una denominación relacionándolo con las ideas, entonces emergentes, psicológico y la tensión social que siempre supone ausencia de esas respuestas se producirían las pato-
más «explicativa» de los expertos— indica el me- del apoyo social que lo fundamentan teóricamente. el Estado del bienestar. Como en otros casos y mo- logías sociales tan pujantes en nuestro mundo «de-
canismo básico de funcionamiento de los grupos, A caballo de la influencia cultural estadounidense, mentos históricos, la gente parece seguir la regla sarrollado». Es lógico que, partiendo de esa situación
la reciprocidad o mutualidad, cuyos efectos psico- la debilidad de las alternativas socializantes que elemental del «sálvese quien pueda»: si «el sistema» de desintegración, los GAM hayan florecido en so-
lógicos y sociales potenciales exceden, como vere- acompaña la caída de los regímenes socialistas y ha fallado (lo privado se hunde y lo público y social ciedades en que, como EUA, prima la asociación civil
mos, la autoayuda de sus miembros en algún pro- otras tendencias, los grupos de autoayuda en asun- o no existe o, si existe, no funciona), que cada cual y la iniciativa privada sobre las soluciones públicas o
blema compartido. Conviene apuntar, además, que tos de drogas, violencia familiar, soledad, enferme- se «busque la vida» y resuelva sus problemas por su institucionales, o en momentos en que —como a par-
la autoayuda incluye, en su versión anglosajona ex- dades, relación social u otras muchas preocupacio- cuenta. Procesos y factores determinantes del surgi- tir de los años ochenta del siglo pasado— el libera-
tendida entre nosotros, también modalidades indi- nes e intereses psicosociales se extienden como una miento y desarrollo de la ayuda mutua —con un gran lismo eleva esa iniciativa y el desmonte del Estado
viduales de ayudarse a uno mismo, como la lectura mancha de aceite por todo el mundo. Las cifras paralelismo, como se ve, con el movimiento comu- del bienestar (en aquellos países en que existe) a
de libros, ver cintas de vídeo y otras actividades mencionadas son mareantes y, también, harto dis- nitario— serían la sociabilidad, la desintegración dogmas de validez universal.

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3 9 6 / Manual de psicología comunitaria Ayuda mutua I 3 9 7

Las insuficiencias y fallos de los sistemas profe- y que se preste, por otro, a variadas lecturas e in- como movimientos políticos que poseen una ideolo- GAM constituyen un sistema de prestación de ser-
sionales e institucionalizados de ayuda que, una de terpretaciones. La revisión de más de 200 documen- gía cohesionadota y que persiguen cambios sociales, vicios no profesional, más congruente con las de-
dos, o se muestran relativamente impotentes ante las tos sobre el tema permitió a Killilea (1976) catalo- basados en la redistribución del poder conseguida mandas del cliente o consumidor y más democrático,
patologías de la modernidad (drogas, soledad, mal- gar esas lecturas (o «categorías de interpretación») a través de la organización social. O, finalmente, integral y participativo que los sistemas formales de
trato y desintegración familiar, fracaso escolar...) o de los GAM en nueve apartados —reducidos aquí los GAM serían religiones seculares: movimientos ayuda, cuyas insuficiencias temáticas o sociales
no alcanzan a grupos sociales marginados, margina- a tres— que, además de dar una visión panorámica espirituales que, valiéndose de unas ideas o «fe» (asuntos excluidos o grupos sociales marginales no
les o desenganchados de los sistemas formales de del fenómeno de la ayuda mutua, ordenan sus di- compartida (la divinidad, la sobriedad, los «doce servidos) cubre. Como forma de ayuda terapéutica,
ayuda. También, y paradójicamente, el éxito de las versas dimensiones facilitando su clasificación (que pasos», etc.; véase Gartner y Riesman, 1980) por el la ayuda mutua es una buena encarnación práctica y
ciencias y técnicas modernas —como la medicina se aborda más adelante) en función de la visión grupo, buscan la regeneración de sus miembros su- popular de la terapia del medio o social que, en vir-
para preservar la vida— contribuye a la pujanza de —político-social, espiritual, ayuda psicológica— midos en condiciones «pecaminosas» o socialmente tud de sus aportes relaciónales y de apoyo social,
los GAM al acabar «produciendo» un sinfín de «so- dominante. El cuadro 13.2 resume los apartados rechazadas (el juego, el alcohol, etc.). parece relativamente eficaz con ciertos problemas
brevivientes» vulnerables a la soledad o con proble- generales y visiones básicas desde los que podemos psicosociales —como las drogas— difíciles de sub-
mas crónicos que no tienen remedio sanitario efecti- contemplar y entender los GAM: sociopolítica, so- Perspectiva sociocultural: comprende los aspec- sanar por medios estrictamente técnicos. También
vo. Pueden mencionarse también en este apartado ciocultural y prestación de servicios. tos de los GAM relacionados con la socialización constituye un vehículo de ayuda a personas que pa-
causal otros «efectos secundarios» de la modernidad privilegiando las dimensiones comunitarias y com- decen problemas vitales generales (deficiencias físi-
y posmodernidad, como el aislamiento social asocia- Significado sociopolítico: solidaridad, movi- prendiendo las comunidades integrales e interme- cas, obesidad, efectos de accidentes de tráfico u otros,
do a las «nuevas tecnologías de la información» —que miento político y religión secular. La perspectiva dias —o de transición— y la visión de agencias de cirugía, etc.) o que atraviesan transiciones vitales o
no niegan sus efectos positivos en otros aspectos. más global y social de los GAM, relacionada con control social. Las comunidades «intencionales» situaciones críticas (separaciones, jubilación, pérdi-
las pretensiones de cambio político y social de cierto (Synanon, El Patriarca, las sectas, etc.) comportan da de trabajo, etc.) en que deben aprender nuevas
tipo de grupos, los movimientos sociales, a los que una forma de vida integral, diferente de la mayori- funciones o papeles sociales.
3. SIGNIFICADOS Y PERSPECTIVAS serán lógicamente más aplicables estas categorías taria en la sociedad y elegida voluntariamente por Una vez revisado el panorama general de signi-
DE LA AYUDA MUTUA interpretativas. Desde esta perspectiva los GAM se- sus miembros que genéricamente definiría a estos ficados o funciones, la heterogeneidad de la ayuda
rían expresión de la solidaridad y cooperación que GAM como «subculturas» diferenciadas. Como co- mutua, debemos afrontar aquellos aspectos nuclea-
La flexibilidad conceptual del término «ayuda no pocos (Kropotkin, 1914) consideran críticas para munidades temporales, los GAM servirían para fa- res que centran y definen el fenómeno confiriéndo-
mutua», el espíritu autogestionario y no profesional la supervivencia humana, ya que, como sistemas de cilitar la transición entre dos sistemas sociales (el le coherencia unitaria.
de la empresa y la consecuente heterogeneidad fi- apoyo de base solidaria, mejoran la competencia hospital psiquiátrico o la cárcel y la comunidad; la
losófica y metodológica de los GAM hacen que, adaptativa a través de mecanismos que se describen segregación del adicto y la sociedad normalizada)
por un lado, el fenómeno haya sido poco estudiado más adelante. Los GAM pueden también ser vistos apoyando y suplementando, a modo de «muletas», 4. DEFINICIÓN Y ESTRUCTURA
las capacidades de las personas o colectivos más
débiles o vulnerables. En ambas instancias los gru- Ya se han avanzado en la introducción varias
CUADRO 13.2 pos aportan apoyo a colectivos minoritarios o en nociones básicas sobre la ayuda mutua; amplío
situaciones especiales. Los GAM pueden ser tam- ahora esas nociones con una definición más com-
Perspectivas y significados de la ayuda mutua bién concebidos como agencias de control social pleta y precisa y describiendo los componentes
que usan el liderazgo y la presión grupal y el deseo básicos de los GAM que ya podemos intuir en la
Perspectiva Concepto de conformidad de sus miembros para contrarrestar panorámica anterior. Según Katz y Bender (1976),
la estigmatización social que aquéllos padecen fue- los grupos de autoayuda: (1) son estructuras gru-
Sociopolítica Forma de solidaridad y cooperación ra del grupo y para promover su resocialización pales voluntarias y pequeñas de ayuda mutua para
Movimiento social (busca cambio global) efectiva. Las normas y reglas —la cultura, en fin— alcanzar un objetivo específico; están generalmen-
Religión secular del grupo opuestas al hábito a erradicar (alcoholis- te formadas por iguales (peers) que se han reuni-
mo, drogas, juego, etc.) conforman los criterios de do para la asistencia mutua con t\fin (2) de satis-
Sociocultural Comunidad integral voluntaria admisión, funcionamiento y mantenimiento en el facer una necesidad común, superar un obstáculo
Comunidad temporal para transitar a la sociedad grupo: una comunidad terapéutica, Alcohólicos o problema compartido que perturba seriamente
Método de resocialización basado en el control social del grupo su vida o conseguir cambios sociales o personales
Anónimos u otros.
deseados. (3) Los promotores y miembros de estos
Prestación Sistema alternativo, participativo, no profesional, de servicios Prestación de servicios y ayuda terapéutica. Como grupos piensan que sus necesidades no son, o no
servicios Terapia social (basada en relaciones y efectos sociales) pueden ser, satisfechas a través de las instituciones
ya ha quedado claro, desde este punto de vista los

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3 9 8 / Manual de psicología comunitaria Ayuda mutua I 3 9 9

CUADRO 13.3 res) y, finalmente, su aportación al fortalecimiento • Los intercambios se basan en la mutualidad Experiencia común: todos los miembros del
de la identidad social de sus miembros. e interdependencia —no en la caridad o la grupo han afrontado la misma dificultad o tenido
Definición de los grupos de ayuda mutua relación profesional remunerada— en que to- el mismo problema X en un momento determinado
dos dependen de todos. de sus vidas: alcoholismo, ludopatía, enfermedad
5. LOS INGREDIENTES ESENCIALES • Son igualitarios en dos sentidos: uno, se dan crónica, homosexualidad, rechazo social, hijos con
Grupos voluntarios y pequeños de iguales para: entre partes iguales en cuanto a su posición taras físicas, etc. Esa experiencia compartida defi-
La lectura de algunos análisis relevantes (Killi- social, no entre una subordinada (ayudado) a ne la naturaleza temática del grupo y se constituye
• Alcanzar objetivos específicos en criterio específico de entrada: para ser parte del
lea, 1976; Caplan, 1976; Levine, 1988; también, otra en posición de autoridad (ayudador); dos,
• Satisfacer necesidades (o superar dificultades)
Sauber, 1983; y Jacobs y Goodman, 1989) permite se intercambia lo mismo (información, apoyo, grupo hay que haber pasado por la experiencia X
compartidas
• Conseguir cambios personales o sociales desea- identificar seis ingredientes centrales del concepto consejo...), algo que no sucede en la relación respecto de la cual el grupo es, por tanto, homogé-
dos y forma de funcionar de los GAM que aparecen profesional, en la que uno aporta una cosa neo, aunque sus miembros difieran en muchas otras
extractados en el cuadro 13.4 y son explicados a (apoyo, consejo, interpretación) pero recibe características físicas, psicológicas o sociales. La
Piensan que las instituciones no pueden satisfacer continuación. otra a cambio (dinero), mientras que la otra experiencia común tiene varias consecuencias des-
sus necesidades parte (el cliente) aporta información, motiva- tacables tanto en la dinámica establecida en el GAM
Reciprocidad-mutualidad. El mecanismo bá- ción y dinero para recibir ayuda. Dar lo mismo como en sus consecuencias potenciales.
Subrayan [interacción cara a cara sico, definitorio y distintivo de la ayuda mutua: per- que se recibe permite establecer papeles inter-
1 responsabilidad personal de miembros cambiables, aunque temporalmente diferen- • Permite el intercambio de papeles entre re-
mite distinguirla de otras modalidades de ayuda casi
siempre remuneradas y cimentadas sobre relaciones ciados (un miembro de un grupo puede apoyar ceptor y prestador de la ayuda que, como se
Aportan [ asistencia material
1 apoyo emocional profesionales y jerárquicas. Riessman (1965) ha pro- a otro en un momento A y ser a su vez apo- ha señalado, es la condición para que funcio-
puesto un principio, el helper therapy principie (que yado por aquél —o por otro miembro del gru- ne el «principio terapéutico de ayudar» y la
Defienden una causa, promueven una ideología y podría traducirse por el «principio de que ayudar es po— en un momento B). reciprocidad generalizada que acaba produ-
unos valores que fortalecen la identidad social de terapéutico»), como explicación de cómo y por qué • Para recibir hay que estar dispuesto a dar y, ciendo la mutualidad.
sus miembros funcionan los grupos de ayuda mutua. Se trata de viceversa, al dar algo a otro/a se puede esperar • A diferencia de la ayuda profesional, la ayuda
un principio paradójico que acaba definiendo una recibirlo de él o ella. La expectativa de recibir mutua se basa en la autoridad «experiencial»
concepción revolucionaria de la ayuda psicológica algo está sostenida por la disposición a darlo o de iguales que conocen el problema por haber-
sociales existentes. Los grupos de autoayuda su- y de las relaciones sociales que le sirve de soporte. devolverlo; la expectativa de unos y la obliga- lo vivido y las soluciones y sus dificultades por
brayan las interacciones cara a cara y la asunción Lo terapéutico para una persona no es recibir ayuda ción o disposición de otros son, pues, interde- haber pasado por ellas. La psicoterapia y otros
de responsabilidad por parte de sus miembros, pro- de otros (profesionales o legos) en forma de caridad pendientes y permiten estructurar un espacio servicios profesionales, en cambio, operan en
porcionando con frecuencia asistencia material y o pagando, sino darla, ayudar a otros: lo que ayuda socialmente estable y éticamente equitativo. base a una autoridad científico-técnica (capí-
apoyo emocional, estando a menudo orientados es ayudar; la mejor forma de ayudarse a sí mismo • El que más se beneficia de estos intercambios tulo 7) derivada de los conocimientos adquiri-
hacia una «causa» y promoviendo una ideología es, por tanto y paradójicamente, ayudar a los demás. recíprocos no es aquel que desee recibir más, dos sobre el tema objeto de intervención, de
o unos valores por medio de los cuales sus miem- El principio podría ser también aplicado a otras ac- sino el que esté más dispuesto a dar y a co- haber padecido el correspondiente problema.
bros pueden alcanzar un sentido de identidad social tividades: así, en la enseñanza, la mejor forma de rresponder a lo que otros dan. De ello se deduce, también, que mientras que
más profundo. aprender no sería escuchando las explicaciones de en la ayuda mutua se espera una implicación
Estas líneas resumen con simplicidad y eficacia un profesor, leyendo un escrito o viendo un vídeo o Para que estas condiciones y principios ideales —y relación— personal, en los servicios pro-
el concepto e ingredientes esenciales de los GAM Internet, sino, paradójicamente, teniendo que ense- puedan hacerse efectivos —o al menos aproximar- fesionales no se espera (capítulo 9) tal impli-
(subrayados y extractados en el cuadro 13.3) am- ñar a otros aquello que queremos aprender. Pero, se— en la realidad debemos crear un tipo de espacios cación personal, sino una relación profesio-
plificados, de todos modos, a continuación. La pri- demos un paso más: no es sólo que uno se ayude a o situaciones sociales que faciliten, fomenten y hagan nal.
mera parte define los GAM y su estructura (qué y sí mismo ayudando a los demás, sino que, además, socialmente deseable —y a veces fuercen— los in- • Los GAM permiten (Cressey, 1965) la aso-
cómo son); la segunda aclara sus fines más comunes para ser ayudado hay que estar dispuesto a dar eso tercambios igualitarios y recíprocos y el intercambio ciación diferencial de personas con un pasado
(qué persiguen los GAM y sus miembros), y la ter- mismo que uno espera recibir (orientación, compren- sistemático de papeles, de forma que los que en un antisocial, asociándolos a otras personas que,
cera destaca algunas de sus características adicio- sión, afecto, información, etc.) a los otros. Estamos momento son donantes en otro sean receptores o si habiéndolo superado (o comprometiéndose a
nales: su función social de complemento institucio- definiendo las condiciones del tipo de relaciones ahora ayudan o apoyan luego serán ayudados o apo- superarlo), están en contra de esas conductas
nal, la autorresponsabilidad de sus miembros, la interpersonales igualitarias y recíprocas entre per- yados. Los GAM serían, obviamente, los espacios antisociales (digamos, la delincuencia juvenil)
centralidad del apoyo material y emocional y de su sonas mutuamente interdependientes que tejen la sociales construidos con tales objetivos y caracterís- y en un grupo que, como veremos, condiciona
finalidad sociocultural («causa», ideología y valo- ayuda mutua. A saber: ticas de funcionamiento. la entrada y permanencia en él y el manteni-

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miento de la relación con otros miembros a la • El individuo con problemas tiene la seguridad bio, implicación grupal y disposición a ser modelo intentar cambiarlos conjuntamente o impulsar nue-
renuncia al comportamiento socialmente con- de poder contar con un entorno social acoge- para otros son tres elementos que parecen maximi- vos grupos más acordes con las ideas y normas pro-
denable. dor en que será aceptado aunque haya trans- zar las condiciones de éxito de los grupos basados pias).
Como «universo» social particular, el gru- gredido normas o costumbres sociales rele- en la reciprocidad.
po aporta un contexto social que permite la vantes que le harían censurable o rechazable La importancia de la acción y de sus resulta-
«normalización o validación social de aque- en otros contextos sociales. El GAM funciona Autogestión grupal. El grupo se gobierna a sí dos. No basta que los miembros del grupo com-
llos que, padeciendo un problema o condición así como una familia extensa que proporciona mismo, siendo autónomo respecto de los profesio- partan sus ideales y asistan a las reuniones; han
social por el que son rechazados y estigma- apoyo emocional (ya veremos que la familia nales y sistemas formales de ayuda con los que, en de estar dispuestos a hacer lo necesario para, en
tizados por la sociedad general, son, en cam- es, en efecto, un sistema social modelo para todo caso, colaborará. De la condición autogestio- base al compromiso personal de cambio, alcanzar
bio, reconocidos como personas y aceptados los GAM). Pero estos aportes de afecto y va- nada deriva el nombre de «autoayuda» que la gente los objetivos compartidos con otros miembros del
como miembros de una comunidad social, en lidación social no son gratuitos, tienen un pre- da a los frutos terapéuticos de los GAM. El autogo- grupo. Es la acción y sus resultados positivos en
la medida en que se comprometen a superar cio: el compromiso de cambio y la genuina bierno se traduce en dos reglas de funcionamiento: relación a los objetivos perseguidos lo que final-
el problema o condición degradante. Al unirse implicación en el grupo. la autorresponsabilidad de sus miembros por las mente permitirá la validación competencial de los
a otros que padecen el problema o condición, consecuencias buenas o malas que se deriven de su miembros del grupo, su empoderamiento real, en
el individuo se da cuenta de que no es único, Compromiso de cambio e implicación grupal. participación en el grupo (que no se pueden achacar términos comunitarios, ya que la experiencia de
distinto o especial (en el sentido peyorativo Las personas que quieran pertenecer al grupo han a una persona o institución externa) y la autogestión, lograr cambios deseados permite verificar que es
casi siempre), sino que hay muchos otros como de estar dispuestas a implicarse como uno más en el programa y la política del grupo son decididos posible hacer realidad los ideales y valores (so-
él o ella, reconociendo así la «universalidad» las tareas del grupo y comprometerse a cambiar su por sus miembros y no por personas o agencias briedad, integración social, etc.) del grupo y que,
social del problema, pues el problema no es, comportamiento (beber, aislarse, dañar a otros o a ajenas a él. Y, en consecuencia, si el grupo se au- además, eso lo puede hacer uno mismo en coope-
en este entorno social, excepción sino norma; sí mismo, violar la ley, etc.) y a servir de modelo togestiona, sus miembros se atribuirán a sí mismos ración con otros iguales («yo puedo permanecer
es, aquí, un problema «normal». de rol para los otros. Y es que compromiso de cam- —no a una persona o agencia externa— los logros sobrio, con ayuda de mis compañeros»). La acción
obtenidos; harán, en términos técnicos, atribuciones comprometida es la cuarta pata o ingrediente del
internas de causalidad, lo cual fortalecerá a su pro- cambio personal compartido en los GAM. La in-
CUADRO 13.4 pio empoderamiento («validación competencial» si formación y la orientación conductual, por un lado,
Componentes básicos de la ayuda mutua se quiere), frente al fortalecimiento del profesional el apoyo social, por otro, y el compromiso perso-
o agencia externos que se da cuando éstos son los nal de cambio serían los otros tres ingredientes
responsables del proceso. que facilitan el cambio y la consecución los me-
Reciprocidad-mutualidad: intercambios jores resultados en los grupos basados en la mu-
• entre iguales
El control social del grupo facilita —y fuer- tualidad.
• de lo mismo (emoción, apoyo, información...)
• interdependientes: expectativa de recibir f z ^ ; obligación de dar/devolver za— el cambio de actitudes y comportamiento de
sus miembros a través de su conformidad tanto con
Experiencia común miembros — > criterio de pertenencia grupal las normas internas del grupo (por ejemplo, confe- 6. MECANISMOS FUNCIONALES: LA
• permite intercambiar papeles sar las propias faltas o errores, no interrumpir a otro FAMILIA COMO MODELO DE APOYO
• da autoridad basada en la experiencia mientras habla) como, más importante, con las nor-
• permite «asociación diferencial» positiva con otros afectados mas sociales que el grupo adopta como propias (no La analogía de los GAM con una familia exten-
• aporta validación social beber o consumir drogas, respetar a los demás, etc.) sa, ya insinuada más arriba, es tentadora para ob-
• aceptación del grupo condicionada a
actuando, así, como agente delegado de control so- servadores y practicantes: se trataría de analizar esos
Compromiso personal de cambio cial y como referente normativo positivo para sus grupos y su funcionamiento a la luz de las funcio-
miembros. Presión grupal, liderazgo carismático y nes que cumple la familia. Los GAM serían así
Autogestión grupal y personal permite atribuciones internas y aumento de la «autoeficacia» y empodera- conformidad individual a las normas y conducta del vistos como una especie de familia extensa artificial
miento grupo son, pues, tres mecanismos centrales del con- que sustituye o complementa a la natural cuando
trol social ejercido por el grupo. Un control, hay ésta no existe o no cumple adecuadamente sus fun-
Control social del grupo: facilita cambio personal que notar, que alcanza legitimidad en la medida en ciones de aportar los suministros precisos para el
que las personas deciden voluntariamente incorpo- desarrollo humano de sus miembros. De forma que
Acción básica — ^ produce «validación competencial» rarse al grupo y adherirse a su ideología, valores y el estudio de los mecanismos y funciones que rea-
Junto a información, apoyo y compromiso de cambio, optimiza cambios positivos formas de funcionamiento (o bien objetar a ellos e liza una familia «sana» y efectiva nos daría las cla-

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ves para entender mejor los GAM. Es lo que ha (educación), y también implícitamente, a través apreciados en "épocas de dificultad económica, la- sus propias necesidades, no como un papel social
hecho Caplan (1976), que, considerando a la fami- de la identificación con, e imitación de, modelos boral o vital o cuando los miembros de la familia deshumanizado.
lia como un sistema modelo de apoyo social, ha tanto de papeles asumidos por los padres y otros se sienten más vulnerables o desorientados. Merece la pena hacer un par de anotaciones y
identificado nueve funciones o mecanismos básicos miembros de la familia como de las relaciones una reflexión final. Una: estas aportaciones de la
que he extractado aquí en cinco. El cuadro 13.5 que se mantienen en el seno de la familia y con Validación de la identidad psicosocial. La fa- familia tienen un equivalente en las distintas formas
resume esas funciones familiares junto a las de los otras personas ajenas al círculo familiar. La trans- milia es fuente primordial de identidad, que contri- (informativa, evaluativo-normativa, material, afecti-
propios GAM, que son examinadas en el próximo misión cultural y su eficacia socializadora son buye a crear, sostener y validar con acciones como va, resolución de problemas, etc.) de apoyo social.
apartado. Identifiquemos y describamos primero potenciadas por la concordancia de la cultura fa- afirmar y aclarar la imagen de sí mismo y apoyar La validación de la identidad es la excepción, no
los aportes funcionales de la familia natural: infor- miliar con la de la sociedad, por las expectativas la autoconfianza y continuidad de la identidad, algo correspondiendo a ninguno de los componentes del
mación objetiva y evaluación personal, socializa- de conformidad hacia esa cultura del individuo y particularmente útil y necesario en épocas de tran- apoyo social, lo que indica que la familia es algo más
ción, ayuda en la solución de problemas, validación por la solidez del encargo socializador que la so- sición, inseguridad o crisis. La familia contribuye —bastante más— que un mero sistema de provisión
de la identidad social y ayuda afectiva. ciedad hace a la familia. De ahí que una familia a esos procesos de tres formas (que corresponden de apoyo social, y recordando, de paso, los límites
fuerte e integrada (interna y socialmente) tenga a los tres componentes esenciales de la afirmación de los conceptos y escuelas psicológicas al uso —la
Información mundana y evaluación personal. La mayor capacidad para afrontar problemas (glo- o validación de la identidad psicosocial: social, conductista y la psicoanalítica en este caso—, para
familia recoge y aporta información sobre la vida y balmente y ayudando a alguno de sus miembros) competencial y afectiva). entender integralmente sistemas y procesos sociales
el mundo en dos direcciones: los padres transmiten que una familia débil, desdibujada —en la asig- o psicosociales de una mínima complejidad. Dos,
a los hijos lo que han aprendido en la vida para que nación de roles, por ejemplo— o poco integrada. • Transmitiendo y facilitando la asunción de como ya sucedía en caso del modelo de suministros
ésos no tengan que obtener esa información por sí Como grupo de control y referencia social, la fa- papeles (role taking), que, además de formar (del que está descripción podría ser parte) explica-
solos, y los hijos «ponen al día» a los padres, ex- milia moldea el crecimiento y comportamiento de la parte social de la identidad personal, ayuda do en el capítulo 4, las funciones o aportaciones
plicándoles lo que sucede en el mundo y la calle sus miembros juzgando —en base a los valores y —por medio de la imitación de los modelos enumeradas corresponden a una familia «sana» o
actualmente, algo necesario en épocas de cambio códigos sociales nucleares al componente socia- familiares— a afrontar dificultades y proble- funcional, esto es, intacta, estable e integrada y con
acelerado. Pero la tarea socializadora de la fami- lizador anterior— como buena o mala su conduc- mas vitales. una capacidad de comunicación verbal y afectiva
lia es más amplia; los padres no sólo transmiten ta y distribuyendo, otra vez según esos valores, • Recordando y apoyando la identidad, así como correcta. Las deficiencias en algunas de esas cuali-
información sino, también, otros aportes esencia- los correspondientes premios y castigos. El hecho las capacidades personales y realizaciones pa- dades funcionales de una familia (discrepancia con
les desde el punto de vista práctico: orientación de que por un lado las personas sean especialmen- sadas (quién es uno, qué sabe hacer y qué ha el entorno social, disgregación de sus miembros, mal
y retroalimentación valorativa sobre la persona y te sensibles al juicio de los más allegados sabien- hecho en el pasado). clima afectivo, etc.) pueden ocasionar la ausencia o
su comportamiento. Sólo una parte de esa tarea es do, además, que pueden confiar plenamente en • Mostrando amor y afecto, siempre fundamen- insuficiencia de alguna o varias de las aportaciones
explícita, siendo su mayoría implícita, y adopta fre- ellos sin el temor de ser rechazados aunque hayan tales para sostener psicológicamente a la per- señaladas o su potencial negativo, en vez de positivo,
cuentemente la forma de comentarios sobre lo su- obrado incorrectamente confiere una especial fuer- sona. para el desarrollo de sus miembros.
cedido en el día en la escuela, el trabajo o la propia za socializadora a estos procesos. Reflexión final: el hecho de que la familia sea
familia valorando el comportamiento de los hijos o Ayuda afectiva tanto para apoyar el dominio y tomada como modelo a imitar o suplir es un indi-
sus reacciones ante ciertas situaciones: han obrado Ayuda psicológica para resolver problemas y control emocional en situaciones de crisis o difi- cador fidedigno del fracaso sociocultural de la mo-
bien, mal, habría otra forma mejor —según la cul- ayuda material. La ayuda psicológica se presta tan- cultad como sirviendo de «santuario» protector en dernización —al menos, tal y como se ha desarro-
tura y valores familiares, naturalmente— de hacer to en situaciones agudas de crisis como en etapas momentos difíciles. La ayuda en situaciones de llado— dando la medida de la desarticulación de
las cosas en la situación X, etc. más duraderas de dificultad, como las transiciones crisis y dificultad adquiere la forma de solidaridad, grupos «primarios», como la familia y la comuni-
vitales y cambios de papel social (infancia, entrada apoyo y afecto en momentos de transición vital dad, y de la necesidad de que las funciones huma-
Socialización como proceso de incorporación en la guardería y escuela, búsqueda de trabajo, es- (paternidad, jubilación...) o el apoyo para elaborar nas, sociales y culturales que esos grupos «natura-
de los individuos a la sociedad. La familia tiene tablecimiento de relaciones de pareja, etc.), o fren- el duelo, la preocupación o el sentimiento de im- les» cumplían sean cubiertas —de manera harto
ahí una doble función: transmite cultura y valores te a demandas o exigencias de cambio psicológico potencia causados por pérdidas personales, amo- insatisfactoria casi siempre— por grupos artificia-
sociales y sirve como grupo de referencia y con- del mundo externo. La familia actúa en estos casos rosas o sociales. La familia proporciona también les ad hoc como los GAM. O, si se quiere, la nece-
trol social. La primera vertiente de la función so- como mediador social, orientador o consejero que seguridad afectiva, funcionando como refugio pro- sidad de esta sustitución institucional y sus mani-
cializadora de la familia ha sido ya ilustrada en facilita la solución de los problemas afrontados por tector en que, en épocas de estrés y dificultad, la fiestas imperfecciones en comparación con sus
el punto anterior respecto de la información y sus miembros. Es también una fuente de ayuda ma- persona puede reposar y recuperarse de las aspe- contrapartes naturales marcan implacablemente los
orientación valorativa verbal. Basta que aquí la terial y servicios prácticos —como el cuidado de rezas de la vida y ser «ella misma» descansando límites de una modernización de raíz técnica y eco-
ampliemos para que incluya la ideología y cultu- niños o mayores, los regalos y ayudas monetarias de las máscaras y obligaciones sociales y siendo nómica y el precio humano y social que por ella
ra en general, que se transmiten explícitamente en momentos señalados del año— particularmente entendida —y reconocida— como personas y por estamos pagando las sociedades «avanzadas».
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CUADRO 13.5 ante la desesperanza y desorientación arrastrados creto de comportamiento socialmente «desviado»
Aportes funcionales de la familia y los grupos de ayuda mutua por muchas personas aportándoles un significado (bebida, pederastia, delincuencia, etc.) que el grupo
(Caplan, 1976; Levine y Perkins, 1987; Hurley, 1988) vital del que con frecuencia carecen. También per- busca erradicar. A ese control se une la confronta-
mite, en calidad de ideario definitorio de cada gru- ción abierta con el resto del grupo en casos de de-
po, que cada miembro se identifique con el grupo y, negación flagrante del problema o incoherencia
Familia Grupos de ayuda mutua a través de él, con el resto de sus miembros. Las entre lo que se dice («me mantengo sobrio») y lo
ideas y valores compartidos funcionan, pues, como que se hace (seguir bebiendo «a escondidas») por
Información del mundo exterior cemento cohesionador: no importa tanto su conte- parte de algunos miembros, si bien el rechazo del
Valoración de la persona nido específico como la existencia misma de ese comportamiento (drogarse, beber, robar) va conve-
Socialización Ideología grupal: «antídoto cognitivo» «credo» y el grado en que, en la medida en que nientemente acompañado de la aceptación de la
Transmisión cultural e ideológica (implícita y ex- aporta creencias y valores apropiados para los miem- persona (que no pocas veces es condicionada a la
plícita) bros del GAM, todos ellos se identifiquen con él. confesión personal y a la crítica social indicadas).
Control/referencia social Control grupal de la desviación Así, el ideario de Alcohólicos Anónimos (los famo-
(distribuye recompensas) sos «doce pasos») reconoce la impotencia del indi- Modelos de papeles sociales de ayudador (que
viduo para dominar su conducta (beber) y su con- apoya, informa, aconseja, etc.) y de ayudado, que
Ayuda psicológica y material para resolver proble- Estrategias para afrontar problemas secuente sumisión a un poder divino externo. En según el principio terapéutico de la ayuda son inter-
mas Recovery Inc., por el contrario, la creencia central cambiables y reversibles. Usualmente los recién
es que el ex paciente tiene poder de voluntad para llegados al grupo son ayudados por los más vete-
Validación de la identidad social Pertenencia y sentimiento de comunidad (normalización
Asunción de modelos de rol social) controlar por sí mismo su problema psicológico. Se ranos, que les sirven de modelo («si él ha podido
Desarrollo de propia identidad Modelos de rol ayudador trata, como se ve, de creencias antagónicas pero con hacerlo, yo también puedo»); más adelante, con el
Aporte de amor, afecto y apoyo una eficacia potencial similar en la medida en que tiempo, aquellos pasan a ayudar a los nuevos miem-
responden a capacidades personales y situaciones bros que se van incorporando al grupo.
Ayuda afectiva (refugio) ante crisis y dificultades Solidaridad afectiva dispares (incapacidad probada para controlar la be-
Catarsis, confesión, crítica de iguales bida en el primer caso, capacidad potencial no asu- Aprendizaje de estrategias para afrontar proble-
mida de hacerse cargo de una vertiente significativa mas, que se descubren, comparten —y ponen a
Red de relaciones sociales potenciales de sus problemas mentales, en el segundo). prueba cuando es factible— en las sesiones y dis-
cusiones del grupo. Puesto que casi siempre hay
Catarsis y crítica social. El ambiente «contro- alguien que puede aportar una solución a problemas
7. MECANISMOS Y FUNCIONES po. A partir de Levine y Perkins (1987) y Hurley lado» y protector del GAM facilita la confesión de o situaciones que en un momento dado preocupan
BÁSICAS DE LOS GAM (1988), identificamos y describimos en los GAM seis faltas y debilidades y el desahogo emocional, todo a otros miembros, las reuniones se suelen convertir
tipos de aportes que, como mecanismos funcionales lo cual libera tensiones y sentimientos de culpabi- en un foro activo y democrático de solución grupal
La lista de aportes o funciones de la familia es un básicos de esos grupos similares a los de la familia, lidad a la vez que crea un interesante sentimiento de problemas, sirviendo, además, como eficaz an-
buen punto de partida para examinar los mecanismos pueden explicar su éxito popular y los beneficios que de solidaridad afectiva entre personas que han pa- tídoto contra el sentimiento de impotencia que a
funcionales característicos de los GAM, sobre los que reportan a sus miembros. sado por experiencias similares (abusar de la bebi- menudo arrastran los «novatos» en el grupo.
hay un consenso razonable en la literatura, siempre da, recaer en un comportamiento condenable, etc.).
que tengamos en cuenta, además de las semejanzas Pertenencia y sentimiento de comunidad alcan- Es así frecuente que los miembros de los GAM se Red de relaciones sociales. Los GAM constitu-
funcionales de ambos grupos, sus diferencias: la fa- zado por las personas que, teniendo una experiencia identifiquen —además de con la ideología grupal— yen, también, una ocasión relajada para establecer
milia es una comunidad heterogénea «natural», en compartida, son aceptadas como iguales por el gru- con las «historias de vida» de otros miembros en contactos y «engancharse» a redes sociales (pro-
tanto que un GAM es un grupo artificial y homogéneo po paliando los sentimientos iniciales de alienación las que ven reflejada su propia trayectoria vital. La yectos comunes, actividades informales fuera del
constituido con un propósito concreto. Diferencias y y marginación social que experimentan. Ello pro- conocida «confesión» inicial de grupos como Al- grupo, posibles amistades, etc.) de especial utilidad
semejanzas pueden apreciarse en el cuadro 13.5, que duce un saludable efecto de «normalización» y va- cohólicos Anónimos («me llamo X o P y soy alco- para todos aquellos que se sienten solos o están en
recoge en columnas separadas las funciones y meca- lidación social de esos miembros manifiestamente hólico») es un ejemplo de catarsis que, al realizar- momentos o situaciones de aislamiento social.
nismos básicos de uno y otro grupo emparejando a paralelo al observado en la familia. se públicamente, funciona también como método Aunque la investigación es aún escasa, los datos
un lado y otro de la divisoria central aquellas que se ritual que, a la vez que «humilla» suficientemente (así, Knight y otros, 1980) parecen confirmar la
corresponden y dejando descuadradas, sin correspon- Ideología. El conjunto de creencias —o fe— pro- a quien la hace, lo expone a la crítica de los pares. corrección de este análisis funcional de los GAM,
dencia, aquellas que son idiosincrásicas en cada gru- pio de cada GAM, que sirve de «antídoto cognitivo» El grupo ejerce así el control social del tipo con- señalando primariamente el componente social de
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apoyo y aceptación y, secundariamente, la ayuda información ya aportada sobre funciones y visiones Levy (1973) propone cuatro tipos de grupos según personas a los GAMs, tendríamos un esbozo inicial
en la compresión y solución de los problemas y en de los GAMs (pues en cada tipo de grupo predomi- que el fin perseguido sea: la «reorganización» per- (de nuevo falta información suficiente) del proceso
el crecimiento personal. Parece, pues, que la hipó- na una función o visión determinada), enumero aquí sonal y el autocontrol de personas que al divergir de social que lleva a constituir estos grupos tanto desde
tesis del apoyo social como eje vertebral de la ayu- brevemente tres clasificaciones ilustrativas que apa- la norma social han de cambiar su comportamiento el punto de vista de las condiciones sociales y per-
da mutua tiene visos de validez empírica. recen comparadas en el cuadro 13.6 (en que los gru- (abuso de drogas, alcoholismo); la reducción del su- sonales que lo generan como desde los pasos opera-
pos similares están emparejados transversalmente, frimiento o estrés derivado de problemas o situacio- tivos para engrosar un grupo (cuadro 13.7).
quedando desparejados aquellos que no encuentran nes (como el trastorno mental o ser padre o madre
8. CLASIFICANDO LOS GAM: TIPOS correspondencia en las otras clasificaciones). solo) con ayuda del apoyo y la reciprocidad de otros; El punto de partida del proceso es la existencia
La tipología más general es la de Lieberman la supervivencia de una forma de vida, cultura o co- de personas que luchan contra un problema o cir-
Ya se ha señalado que la expresión «ayuda mutua» (1986), que distingue cuatro variantes de GAM (el lectivo socialmente amenazados, y el crecimiento y cunstancia (por ejemplo el abuso del alcohol) que se
se aplica a una enorme variedad de grupos que tratan primero de los cuales no pertenece en realidad a la la mejora personal. aparta de un ideal social normativo, como conse-
de casi cualquier problema vital o condición social categoría de ayuda mutua tal y como la hemos defi- Finalmente Levine y Perkins (1987) ofrecen una cuencia de lo cual se han ido automarginando pro-
imaginable: alcoholismo y drogas materiales, rela- nido): grupos terapéuticos conducidos por profesio- clasificación mixta, más descriptiva, con cinco tipos gresivamente y se sienten aislados, diferentes e im-
ciónales o sociales, enfermedades de la sangre, ampu- nales, que siguen el modelo médico; movimientos de grupos: de personas que sufren alguna condición potentes, sin poder para enfrentarse eficazmente al
tados quirúrgicos, anorexia u obesidad, trastorno de autoayuda, auténticos movimientos (micro)sociales o estado físico (enanismo, obesidad, parálisis cere- problema. Dado que, en la parte social, las institu-
mental, deformidades físicas, fundamentalismo re- formados por personas que comparten un problema bral...) o social (jugadores, homosexuales, ex pre- ciones y los servicios de ayuda han resultado inca-
ligioso, mujeres maltratadas, viudedad, padres so- (Alcohólicos Anónimos o Synanon); grupos de po- sidiarios, alcohólicos, etc.) que los descalifica so- paces de atender adecuadamente a esas personas y
los, etc. Es lógico que se haya intentado ordenar y tencial humano (grupos de encuentro, de cultivo de cialmente como «no normales»; de familiares de resolver sus problemas (o así lo perciben ellas), los
clasificar a esos grupos por medio de criterios como la sensibilidad, etc.), que buscan el crecimiento hu- afectados por esas condiciones o estados (hijos de afectados buscan ayuda externa alternativa a la ins-
su orientación general o social, las funciones que mano; grupos de concienciación en relación a asun- alcohólicos, padres de retrasados mentales, etc.); titucional. ¿Cómo suele concretarse esto operativa-
desempeñan, los tipos de problemas atendidos o el tos (comportamiento sexual, raza, género, etc.) por de personas que padecen problemas que los aislan mente? Siguiendo, típicamente, tres pasos: primero
grado de implicación de los profesionales. Dado que los que los miembros sufren discriminación o mal- socialmente (viudas, padres solos, ciegos, etc.); li- se encuentran o entran en contacto dos o más perso-
con frecuencia las tipologías resultantes duplican la trato social. gados a una ideología o característica social (coo- nas que tienen el mismo problema (una de ellas sue-
perativas, organizaciones fraternales, étnicas o fe- le ser ya miembro de un GAM), lo que genera una
ministas, etc.); y cuasipolíticos, que defienden unos identificación entre ellas a través del problema que
CUADRO 13.6 intereses dados («amigos» de un barrio, grupos de comparten; viene después el contacto con el grupo
Tres tipologías de los GAM (Lieberman, 1975; Levy, 1973; Levine y Perkins, 1987) desarrollo comunitario o de interés ciudadano). de ayuda y la aceptación, inicialmente pasiva, de su
ordenadas según funciones Varias coincidencias (a veces enmascaradas tras programa o ideología para, en una última fase, pro-
nombres o puntos de vista clasificatorios diferentes) ducirse la identificación efectiva del individuo con
Lieberman Levy Levine y Perkins emergen de estas enumeraciones (y otras no repro- el programa del grupo que va acompañada de Xa par-
ducidas aquí) y pueden ser observadas en el cuadro ticipación activa en él. Los mecanismos que llevarían
13.6. Así, se detecta la existencia de tres tipos de según estas dinámicas a la constitución de los GAM
(Terapéuticos y llevados por pro- Disminución del estrés y malestar Comparten condición o identidad
fesionales)* «no normal» grupos, que resumen los fines básicos de la ayuda serían: la conciencia del problema y la identificación
Problemas que aislan socialmente mutua y están de una u otra forma presentes en prác- interpersonal mediada por esa conciencia, el fracaso
Familiares de afectados por proble- ticamente todas las tipologías: aquellos que fomen- institucional, la apertura inicial pasiva (y expectante)
ma tan el crecimiento humano, los que buscan el cambio al grupo de ayuda (y su ideología) como alternativa
personal, sea para adecuarse a la norma social, sea y, en su caso, la plena aceptación del grupo y parti-
para paliar el sufrimiento personal, y los que persi- cipación en él (en el supuesto de que se confirmen
Movimientos sociales de autoayu- De supervivencia Comparten ideología guen el cambio social. las expectativas de ayuda o de otro tipo que movían
da la búsqueda inicial de las personas interesadas).
De concienciación social Reorganización y autocontrol Preservan intereses sociales
9. PROCESO
Crecimiento y mejora personal 10. HIPÓTESIS EXPLICATIVAS
De potencial humano Combinando las descripciones de Levine y Per-
kins (1987) y Killilea (1976) sobre el punto de par- Las descripciones de las visiones, aportes, tipos
* No son verdaderos grupos de ayuda mutua, al estar llevados por profesionales. tida y la secuencia típica de incorporación de las y modo de formación y funcionamiento de los GAM

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CUADRO 13.7 pensando que no pueden superar sus dificultades o cer atribuciones causales externas (las causas de los
Dinámica y proceso personal de la ayuda mutua (Levine y Perkins, 1987; Killilea, 1976 ) alcanzar objetivos de cambio por sí solas, necesitan sucesos son ajenas a él, quedan fuera de su alcance
un soporte externo. El apoyo social del grupo ayu- y no es responsable de ellas) o internas (el sujeto es
daría, según Caplan, a esas personas a alcanzar la parte de las causas, es responsable y puede controlar
1. Estado inicial: persona que lucha con problema o situación que se apartan de la norma social maestría y control de su conducta y emociones, el fenómeno y sus consecuencias). El interés y valor
2. Automarginación: persona se siente marginada, diferente
3. Instituciones/servicios no responde adecuadamente a esas necesidades aportando información y orientación sobre el en- de los intercambios simétricos e igualitarios carac-
4. Las personas buscan ayuda alternativa: torno y validación social personal. El apoyo social terísticos de los GAM se deben a una doble combi-
• Contacto con otra persona que comparte problema tiene, además, y según la hipótesis general clásica, nación. Por un lado sus miembros hacen atribuciones
• Contacto con grupo ayuda y aceptación pasiva de su programa o ideología un efecto preventivo o protector de atenuación o externas sobre las causas de los problemas (esas cau-
• Identificación con programa y participación activa «amortiguación» del estrés. sas están en el entorno social, no en la persona), lo
que no elimina la búsqueda de ayuda, que, al con-
Helper therapy principie. El significado del efec- trario, es apoyada como normal, sin tomar esa de-
hechas a lo largo del capítulo han dejado ya al des- que apoyo social y reciprocidad generalizada (mu- to paradójico de ayudar a otros y sus implicaciones manda de ayuda como evidencia de desviación social
cubierto las razones por las que los analistas pien- tualidad) parecen las dos hipótesis principales —se- terapéuticas y sociales han sido ya convenientemente o inadecuación personal (el argumento es correcto
san que funcionan esos grupos. Sólo falta recordar- gún criterios analíticos y empíricos—, atribución explicados. Si se da por válido el principio de que sólo en parte: hay grupos que hacen atribuciones
las ordenadamente aquí traduciéndolas, si acaso, al social, equidad y congruencia adaptativa serían hi- lo verdaderamente terapéutico no es recibir ayuda internas sobre las causas de los problemas de sus
lenguaje más sistemático de la teoría, pero asignán- pótesis secundarias y complementarias. y apoyo sino darlos a otros, los GAM son conce- miembros). Por otro lado, se hacen atribuciones in-
doles el rango de hipótesis, más que teorías acaba- bidos como espacios sociales organizados para que ternas sobre las soluciones adoptadas y los resulta-
das, por el estado aún inicial en que se encuentra Apoyo social, que ya ha sido señalado en los se produzcan intercambios recíprocos generalizados dos del proceso. Ésta es la atribución decisiva para
el estudio del fenómeno de la mutualidad. Cinco análisis precedentes como uno de los dos ejes teó- que producen extendidos beneficios psicológicos (au- el empoderamiento y crecimiento personal de los
conceptos o principios explicativos (extractados en ricos —junto a la mutualidad— de la ayuda mutua. toayuda). ¿Por qué ayudar a otros es beneficioso para participantes en los GAM: dado que son ellos mismos
el cuadro 13.8) de la ayuda mutua emergen a partir El funcionamiento y efectos de los GAM se expli- el ayudador, además de para el ayudado? Killilea quienes han actuado y alcanzado esos resultados, es
de los escritos de Caplan (1976), Killilea (1976), can porque aportan apoyo informativo, evaluativo, (1976) ha ofrecido varias explicaciones en forma de su propio poder y estima personal los que aumentan,
Gottlieb (1983) y Levine y Perkins (1987). Mientras emocional, conductual y material a personas que, efectos potencialmente benéficos que ayudar a otros no los del profesional externo.
tendría sobre el ayudador: aumentar su competencia,
al mostrar que puede mejorar la vida de otras per- Equidad relacional. Según esta teoría psicoso-
sonas; producir un sentimiento de igualdad entre el cial, mientras que las personas tienden a entrar, y
CUADRO 13.8 ayudador y otras personas (la hipótesis de la equidad a permanecer, en relaciones en que pueden devolver
Hipótesis explicativas de la ayuda mutua que se describe luego separadamente) que ayuda a lo que reciben, tienden a retirarse de relaciones ba-
(Caplan, 1976; Killilea, 1976; Gottlieb, 1983; Levine y Perkins, 1987) la «normalización social» del primero; aprendiza- sadas en intercambios desiguales o asimétricos en
je «experiencial» de quien ayuda, que es distinto y que uno recibe más —o menos— de lo que da.
Hipótesis Descripción tiene otro tipo de valor que el saber adquirido en los Como consecuencia, los pacientes tenderían a aban-
libros; aprobación social de los ayudados y, habría donar una relación terapéutica (diádica y asimétri-
Apoyo social Amortigua efectos del estrés y mejora la capacidad de afrontarlo que añadir, el sentimiento de ser socialmente valio- ca) en que se sentirían «en deuda» por recibir más
so, de ser útil a los demás como persona, no como de lo que pueden devolver. El secreto de los grupos
Helper therapy Ayudarse ayudando: lo que ayuda a una persona es ayudar a otros, sentirse útil y ser papel social. y redes de apoyo y autoayuda, su durabilidad, es-
principie reconocido por ello tabilidad y potencial benéfico para sus participantes
Atribución interna de resultados. Gottlieb (1983) residirían, precisamente, en el carácter simétrico e
Atribución social Se hacen atribuciones internas del trabajo y los resultados que aumentan sentimiento de ha usado la teoría de la atribución social para expli- igualitario de los intercambios que permiten a aque-
poder y eficacia personal car el funcionamiento de las relaciones de ayuda si- llos devolver lo que se recibe. Se trata, como se ve,
métricas, como las que se dan en los GAM, frente a de una interesante reformulación de la mutualidad
Equidad Relaciones simétricas/igualitarias facilitan entrada y permanencia en grupos de ayuda
mutua al poder devolver lo que reciben las asimétricas o profesionales. La teoría de la atri- y reciprocidad, digna por tanto de ser tenida en
bución trata de explicar el comportamiento de la cuenta —e investigada— en la ayuda muta.
Congruencia Espacios sociales estructurados para optimizar congruencia necesidades personales/re- gente a partir del tipo de atribuciones que como su-
adaptativa cursos de ayuda externos jetos hacemos sobre las causas de acontecimientos Congruencia adaptativa. Desde el punto de vis-
sociales y vitales significativos. El sujeto puede ha- ta ecológico, los GAM suponen un mejor «ajuste»

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o correspondencia entre las demandas de muchas el funcionamiento de un sistema, el de ayuda mutua, na» (o el «boca a boca») de sujetos (A-B-C, etc.) den implicar tareas para los profesionales como:
personas y las ofertas sociales. La congruencia glo- cuyo valor y fuerza residen, precisamente, en la reci- como forma relativamente efectiva de comenzar un identificar y reclutar ayudadores locales (a través
bal persona-entorno mejoraría así al: aumentar los procidad y camaradería de los iguales y en su auto- grupo. de anuncios de prensa, folletos, voluntariado de
recursos («nichos») adaptativos disponibles y acep- nomía de cualquier otra agencia o sistema social. La agencias o de calle, etc.), poner en contacto a los
tables para las personas demandantes; ampliar el postura correcta de los profesionales ha de ser, pues, Derivación, aportando información sobre los ayudadores que ya operan en un territorio, mejorar
repertorio conductual eficaz de los sujetos en base a colaborar con, y ayudar a, los GAM sin intentar con- GAM, manera de contactar con ellos, filosofía, con- sus conocimientos o habilidades técnicas o apoyar
lo que aprenden en los grupos, y mejorar, además, trolarlos evitando, en fin, esa tendencia tan arraigada diciones de admisión, etc. La recomendación de los las redes locales existentes facilitando el contacto
la congruencia o ajuste entre las dos partes —perso- entre nosotros a definir los problemas de tal forma GAM es una posibilidad aún poco utilizada por los e interrelación mutuos.
na y entorno— como resultado de la mejor corres- que requieran la acción profesional {sólo profesional, profesionales, probablemente por la mezcla de des-
pondencia entre oferta y demanda, entre necesidades casi siempre), lo que (Sarason, 1974) garantiza que confianza y falta de información que todavía carac- Investigación, fundamental en el campo de la ayu-
de las personas y respuestas del entorno social. no habrá solución definitiva para muchos de ellos que teriza los sentimientos de aquéllos hacia esos grupos. da mutua, en el que hay un verdadero «agujero negro»
demandan acciones psicológicas o sociales más am- Así, en el estudio de Knight y otros (1980) la gran en el área de conocimientos que se ha ido reseñando
plias. Cinco son las funciones que, según Gartner y mayoría de los miembros de GAM eran reclutados a lo largo del capítulo. Parece que al limitado interés
11. EL PAPEL DE LOS Riessman (1980), los profesionales pueden tener, a través de los medios de comunicación o de «cade- de los psicólogos y otros investigadores por una for-
PROFESIONALES EN LA AYUDA y han tenido, en relación a los GAM (cuadro 13.9). nas humanas», no de los profesionales, que podrían, ma de trabajo de la que no son parte directa o prota-
MUTUA en todo caso y además, contribuir a la expansión de gonista se une la resistencia de los propios grupos al
esos grupos elaborando guías, catálogos o directorios, escrutinio y la evaluación externa. Hay muchos as-
Si la ayuda muta es autónoma respecto de los CUADRO 13.9 dando charlas o conferencias sobre los grupos o in- pectos prospectivos de interés, porque partimos casi
profesionales, éstos no deberían tener, en principio, Papeles de los profesionales en la ayuda mutua sertando información en boletines y revistas profe- de cero; se pueden, no obstante, destacar el estudio
un papel significativo en los GAM. La realidad es, (Gartner y Riessman, 1980) sionales o comunitarios en que participen. de la efectividad real de los GAM y los factores es-
sin embargo, más matizada, ya que los profesionales tructurales y dinámicos que influyen en ella; los di-
atienden a, o están en contacto con, un gran núme- Consulta y educación: la función más frecuente namismos de funcionamiento, formas de organización
• Apoyo en la creación y desarrollo de grupos de y el liderazgo y proceso de desarrollo grupal y de
ro de personas que son candidatos potenciales a la y relevante de los profesionales en esta área. Se asu-
ayuda mutua
ayuda mutua, lo cual llevó en el pasado a algunos me, obviamente, que la iniciativa de la consulta es producción de cambios en los miembros.
• Derivar clientes e informarles sobre grupos exis- del grupo. Éste suele pedir información y asistencia
profesionales a impulsar la formación de algunos tentes
GAM y lleva hoy a muchos otros a derivar a los sobre aspectos como: determinados problemas psi-
• Consulta y educación sobre temas y habilidades cológicos o métodos terapéuticos para abordarlos; 11.1. La organización y el proceso
grupos a no pocos de sus clientes. Si, además, ayu- específicas
da mutua y ayuda profesional son las dos grandes organización de talleres de entrenamiento de líderes técnico del apoyo profesional
• Fortalecer redes de apoyo social: familias, agentes o de desarrollo organizativo; temas organizativos
modalidades o sistemas de ayuda, es conveniente, locales, etc.
casi necesario, que establezcan puentes y formas de como financiación, subvenciones o preparación del Los profesionales que deseen trabajar con GAM
• Investigación de grupos, mecanismos básicos y personal; planes para desarrollar un grupo o un con- han de tener en cuenta, según Gartner y Riessman
colaboración que optimicen su utilidad social, que resultados
es, al final, lo que importa. Así, los GAM pueden junto de grupos asociados, etc. (1980), a quienes sigo en este punto, sus diferencias
atender muchos problemas y situaciones psicoso- básicas respecto de los grupos terapéuticos, con los
ciales en los que la técnica profesional tiene poco Fortalecimiento de redes de apoyo social for- que no deben ser confundidos. La tarea organizati-
Creación y desarrollo de grupos. Los profesiona-
o nada que aportar. Y, viceversa, los profesionales males o informales, como terreno fronterizo —a va debe así basarse en dos principios elementales
les de salud o servicios sociales pueden ayudar a crear
de la psicología (o la medicina, el trabajo social o veces indistinguible— de la ayuda mutua. Estrate- que ningún organizador —profesional o no— debe
GAM si detectan que sus clientes tienen problemas
la enfermería, por citar algunos) poseen una serie gias como el trabajo terapéutico con redes familia- ignorar: primero, el grupo va a ser autónomo del
no cubiertos por los sistemas de ayuda existentes o
de técnicas y conocimientos que pueden ser de gran res (family network therapy), el apoyo de las redes organizador, no dependiente de él; segundo, en lo
si ven la necesidad o el deseo recurrente de asociarse
utilidad para mejorar el funcionamiento y la eficacia comunitarias en un área determinada o la organiza- esencial, el grupo debe basar su funcionamiento en
para conseguir algún objetivo común. ¿Cómo pueden
de los GAM. ción de espacios comunitarios artificiales —clubes el saber experiencial de sus miembros, no en el
ayudar en esa dirección? De varias formas: localizan-
Así pues, desde esa perspectiva de colaboración sociales o pisos asistidos para ex pacientes menta- conocimiento científico-técnico del organizador.
do grupos en estado de necesidad o riesgo; sugirien-
y respeto mutuo de ambos sistemas de ayuda —pro- les o drogadictos, hogares autogestionados, etc.— Tampoco deben descuidarse otros dos aspectos.
do lugares y formas de comenzar las reuniones y
fesional y mutua—, cabe proponer algunas tareas y ilustran el trabajo con redes formales. Las redes Uno, desarrollar liderazgo en el grupo desde un
ofreciéndose para conducirlas al principio; apoyando
papeles para los profesionales en el campo de la ayu- informales de apoyo pueden estar formadas por ve- buen principio. Dos, el tiempo y el ritmo: obtener
a los que coordinan o impulsan las reuniones (cuan-
da mutua. Los profesionales deben, en ese sentido, cinos, familiares, agentes de salud o ayudadores la confianza de la gente y lograr que el grupo al-
do el grupo ya funciona) y tratando de que tengan
evitar cualquier intento de tutelar—o interferir con— «naturales», compañeros de trabajo u otros. Y pue- cance un ritmo estable de funcionamiento lleva
continuidad; o intentando formar una «cadena huma-
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tiempo; no conviene, por tanto, forzar la cadencia participación, comunicación, cohesión y atmósfera ticos e indiscütidos. Hay otros dos sistemas de li- Permitir la «desresponsabilzación» pública en
natural del grupo aunque el organizador la consi- grupal, establecimiento de objetivos o evaluación derazgo frecuentes en los GAM: el democrático la ayuda social y los servicios profesionales favo-
dere lenta (cuadro 13.10). grupal. —elegido por sus miembros— y el rotatorio. El en reciendo, además, el control social y político del
En consecuencia, el organizador tendrá una se- el caso del liderazgo democrático —con frecuencia fenómeno al distribuir las subvenciones de manera
rie de funciones que, de acuerdo con los principios Apoyo puntual del proceso. Una vez consolida- también plural, o sea, compartido por varias perso- que favorezcan a los grupos y enfoques políticamen-
mencionados, irán cambiando con el tiempo, ten- do el grupo, el organizador —que no tiene necesa- nas—5 es, como se ha señalado, necesario que el te más dóciles o menos «conflictivos». Se trata de
diendo a reducirse, de forma que el papel se acaba riamente los mismos intereses que el grupo— se organizador identifique desde el principio personas una acusación grave: en pleno proceso de desmonte
«eclipsando», perdiendo protagonismo e iniciativa limita a apoyar el proceso ejerciendo, a demanda interesadas y dinámicas que puedan hacerse cargo y descrédito del Estado de bienestar, el «tercer sec-
gradualmente a favor del grupo. El proceso de del grupo y como un miembro-recurso suyo, tres de distintos aspectos del grupo: administrativos, tor» y las variantes de autoayuda están coadyuvan-
«eclipse» profesional pasaría por tres momentos o tareas ya definidas: observar el proceso, comentar- psicológicos, facilitar la participación, llevar las do a ese desmonte y convirtiéndose de una u otra
etapas (véase el cuadro 13.10): lo y apoyarlo. El organizador no tiene por qué estar tareas logísticas, estimular la acción, etc. El lide- manera en cómplices «objetivos» del retroceso de
presente en las reuniones del grupo (en todas las razgo rotatorio, o por turnos, tiene —como se pue- conquistas sociales que ha costado mucho conseguir.
Constitución del grupo. El organizador tiene en reuniones) aunque si esté a su disposición para cuan- de observar en las «comunidades de vecinos»— la La implicación en nuestro medio social de ONGs
esta fase la función de catalizador del proceso asu- do se solicite su colaboración o ayuda. Pueden tam- ventaja de recordar la responsabilidad social a todos como Cruz Roja y otras en la atención a inmigrantes
miendo tareas como: identificar miembros poten- bién corresponderle en esta fase otras tareas espo- permitiendo participar activamente a aquellos que es un ejemplo flagrante y revelador: el Estado se
ciales, encontrar el tiempo y lugar apropiados para rádicas, como obtener fondos o hacer contactos con de otra forma no lo harían. Presenta, a la vez, las desentiende del asunto como si la responsabilidad
las reuniones, presentar el concepto de ayuda mutua otros grupos o instituciones. desventajas ligadas a la falta de motivación y de de esa atención no fuera suya: se limita a transferir
y conducir las sesiones iniciales ayudando a que capacidades (todos han de dirigir, tengan o no cua- fondos (temporales) y delegar responsabilidad en
los miembros se conozcan. El liderazgo es un aspecto tan importante como lidades) de muchas personas que, por otros sistemas, las ONGs.
variable en los GAM cuyo carácter agudiza una nunca asumirían papeles directores.
Consolidación. A medida que el grupo va cua- paradoja inherente a ese fenómeno: en la medida Fragmenta el cambio social en pequeñas unida-
jando, el organizador le cede iniciativa y protago- en que esos grupos han de tener un funcionamien- des que, en la medida en que satisfacen anhelos
nismo, pasando a un segundo plano y funcionando, to autónomo, necesitan un liderazgo fuerte que los 12. VALORACIÓN CRÍTICA personales y psicosociales de mejora de muchas
más bien, como asistente técnico que: identifica «proteja» de injerencias y dependencias externas; personas en grupos generalmente desconectados
líderes grupales y apoya su papel; observa el pro- al mismo tiempo, un liderazgo fuerte puede —sue- La ayuda mutua es una forma innovadora y au- entre sí, «desactivan» la posibilidad de un cambio
ceso grupal y, si se lo piden, lo comenta; apoya le— debilitar, si no imposibilitar, la verdadera au- togestionada de atención psicosocial, basada en re- global con objetivos amplios y con un protagonista
ciertos aspectos de la construcción del grupo y ofre- togestión y funcionamiento democrático del grupo. laciones de mutualidad y apoyo distintas de las que colectivo. Y es que ciertas ideologías y valores do-
ce, si es preguntado, sugerencias sobre asuntos como Ese es el riesgo de los grupos con líderes carismá- cimientan la ayuda profesional. Se trata de una al- minantes en el cambio de siglo —invidualismo,
ternativa más democrática, participativa e igualita- egoísmo personalista, hedonismo, hundimiento del
ria que la profesional, respecto de la cual resulta, socialismo y conformismo social— han contribui-
además, y según el tipo de asuntos atendidos y for- do a esta renuncia «reconduciendo» los anhelos de
CUADRO 13.10
mas de funcionar, complementaria, por lo que am- cambio social al terreno, más inocuo y personal-
Principios y proceso de formación de un GAM desde la organización externa bos sistemas pueden —deben— colaborar en bene- mente satisfactorio, del bienestar conseguido con
(Gartner y Riessman, 1980) ficio de los atendidos. Siendo la ayuda mutua un la relación interpersonal en «microespacios» socia-
fenómeno «joven» y apenas estudiado, las adhesio- les y con pequeños cambios que exigen poco sacri-
Principios y proceso Descripción nes y valoraciones altamente favorables que suele ficio y anestesian, siquiera un poco, la conciencia
recibir de sus incondicionales deben sin embargo de las personas.
El grupo va a ser autónomo del organizador hacernos sospechar que se está «hinchando el perro» ¡

Principios Va a funcionar en base a su propio conocimiento experiencial o presentando como panacea casi universal contra Su efectividad ante problemas psicosociales sig-
Conviene impulsar el liderazgo desde el principio todo mal una estrategia que, como cualquier otra, nificativos no está probada. Los estudios de resulta-
Respetar los tiempos y el ritmo del grupo debe ser analizada desde la distancia y sin obviar dos existentes —a menudo entusiastas— se limitan
sus límites y problemas. Es necesario examinar, a evaluar la satisfacción. Que los miembros de los
1. Constituir el grupo (organizador ayuda/cataliza) pues, las críticas hechas a la ayuda mutua para tener grupos estén satisfechos no significa, sin embargo,
Proceso (y papel del 2. Consolidarlo (liderazgo, retroalimentación y consejo, apoyo) una visión equilibrada de un fenómeno que tiene, que hayan superado sus problemas de alcoholismo
organizador) 3. Apoyar el proceso cuando es solicitado (observando, comentando y apoyando, además de luces, no pocas sombras. Se ha criticado o adicción a una actividad o droga, por ejemplo. Para
como consultor-recurso especializado) a la ayuda mutua por varias razones. Veámoslas. probar eso se necesitan evaluaciones objetivas y ex-

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ternas menos alterables por la euforia provocada por casos estar en un GAM porque, además de obtener
la participación y convivencia temporal con los igua- apoyo y solidaridad, no se les exige enfrentarse se- 5. La familia puede ser tomada como modelo de para paliar el estrés y sufrimiento, y los que
les. Las reticencias de muchos grupos a la evaluación riamente a sus problemas e intentar resolverlos. apoyo social para la ayuda mutua con funcio- persiguen el cambio social.
externa dificulta, por otro lado, las tareas de evaluar nes vitales para el desarrollo de sus miembros: 8. Hay cinco hipótesis explicativas de la ayuda
e investigar el fenómeno mutualista. Crea dependencia, un efecto secundario inde- información del mundo y evaluación y orien- mutua y sus efectos. Apoyo social del grupo
seable observado en ciertos grupos de carácter au- tación personal; socialización, transmitiendo que amortigua los efectos del estrés y mejora
Permite participación y apoyo, pero no ayuda toritario, que «predican» nuevas —y con frecuencia cultura e ideología, modelos de papeles y ejer- la capacidad de afrontarlo; relaciones y apoyo
realmente a solucionar los problemas. Del punto simplistas— formas de ortodoxia o exigen la sumi- ciendo el control y la referencia social; apor- mutuo que, según el helper therapy principie,
anterior se deduce que, al brindar oportunidades de sión irracional a un líder carismático o a una ideo- tando ayuda material y apoyo psicológico para ayudaría a sentirse útil y ser reconocido social-
participación, la ayuda mutua produce bienestar logía más o menos cerrada; es decir, grupos faná- resolver problemas y dificultades vitales; «va- mente; atribución social interna del trabajo y
pero no arregla necesariamente los problemas rea- ticos o sectarios, no siempre fáciles de identificar lidación» de la identidad personal y transmi- resultados alcanzados, que mejora el sentimien-
les. Es más, las personas pueden preferir en muchos desde fuera. sión de papeles sociales, y ayuda afectiva como to de poder y eficacia personal; la equidad de
refugio ante la dureza de la vida. los intercambios, que asegura la permanencia
6. Concebidos como sustitutos artificiales de la en el grupo, y la congruencia ecológica entre
familia, los GAM cumplen funciones para- las necesidades personales y la ayuda social.
RESUMEN
lelas, aportando: pertenencia y sentimiento 9. Ayuda mutua y ayuda profesional son siste-
de comunidad a los que están aislados o se mas complementarios que deben colaborar.
sienten solos; ideología, creencias y valo- Los profesionales, que han de respetar la au-
1. La ayuda mutua es una forma innovadora y birse como: una comunidad integral voluntaria, tonomía de los GAM y evitar la tentación de
res, antídoto contra la falta de sentido y fe;
autogestionada de atención psicosocial, al- una comunidad temporal de tránsito social y controlarlos o tutelarlos, tienen papeles auxi-
oportunidad de desahogo emocional en un
ternativa a la ayuda profesional y basada en una forma de «resocialización» inducida por liares o secundarios en ellos: derivación e
ambiente protector y solidario; control social
relaciones de mutualidad y apoyo entre igua- el control social. Y desde la perspectiva de la información de clientes; consulta y educación
de los que carecen de controles internos o
les, en que personas que comparten un pro- prestación de servicios, la ayuda mutua es un a demanda del grupo; animación y fortaleci-
están implicados en comportamientos «des-
blema o interés de cambio o mejora se reúnen sistema alternativo y no profesional de ayuda miento de redes de apoyo comunitarias, e
viados» desde la autoridad «experiencial» del
voluntariamente en grupos pequeños para al- o una forma de terapia social que usa las re- investigación de su mecánica y efectos.
igual; modelos de papeles y comportamientos
canzar sus objetivos. Los grupos resultantes laciones y fenómenos sociales como palanca sociales positivos; estrategias para afrontar 10. La evaluación de la ayuda mutua ha sido ex-
(GAM) son muy heterogéneos en sus objeti- de cambio. problemas, y una red potencial de relaciones cesivamente partidista y acrítica, faltando
vos, composición, ideología y forma de fun- 4. Se pueden identificar seis ingredientes esen- sociales. información externa y crítica sobre el tema.
cionar. ciales en la ayuda mutua. Reciprocidad y mu- 7. Hay distintas formas de ordenar y clasificar los La ayuda mutua puede ser criticada por: per-
2. La ayuda mutua tuvo su origen en la dramáti- tualidad de los intercambios que funcionan mitir la «desresponsabilización» social y el
GAM según susfines,ideología, dinámica fun-
ca situación creada por la gran depresión del según el helper therapy principie: lo que ayu- debilitamiento de los servicios públicos y la
cional o asunto tratado. Tres tipos de grupos,
siglo pasado en EUA y ha alcanzado gran di- da es ayudar a los demás; los GAM se estruc- protección social; fragmentar y debilitar el
presentes en casi todas las clasificaciones, in-
fusión convirtiéndose en un fenómeno de ma- turan como espacios de intercambios entre cambio social global; fomentar la participa-
dican los fines básicos de la ayuda mutua: los
sas. Sus causas son el deseo de afiliación so- iguales dispuestos a dar y recibir los mismos ción y el bienestar a costa de no resolver los
que fomentan el desarrollo humano y la mejora
cial y la reacción a la desintegración social y aportes. Experiencia común de sus miembros problemas psicosociales, y no aportar evi-
personal; los que buscan el cambio personal,
la desvinculación comunitaria, por un lado, y que permite intercambiar papeles, da autoridad dencia de su efectividad.
sea para conformarse a la norma social, sea
a las insuficiencias y fallos de la ciencia y la «experiencial» y aporta validez social. Com-
ayuda profesional, por otro. promiso personal de cambio como condición
3. Por su diversidad y carácter abierto y autoges- a la aceptación social del grupo. Autogestión
tionado, la ayuda mutua admite muchas lectu- grupal que hace posible las atribuciones inter-
ras que se pueden agrupar en tres perspectivas nas y el empoderamiento de los miembros.
generales. Desde la perspectiva sociopolítica Control social del grupo que facilita el cambio
la ayuda mutua es: una forma de solidaridad y de los hábitos y comportamientos de los miem-
cooperación social, un movimiento que busca bros. Y acción para alcanzar los objetivos co-
cambios sociales y una religión secular. Desde munes, importante, con sus efectos, para au-
el punto de vista sociocultural, puede conce- mentar la competencia personal.

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TÉRMINOS CLAVE

• Ayuda mutua (AM) • Autogestión grupal


• Autoayuda • Control social del grupo
• Significado sociopolítico de la AM • Apoyo social
• Significado sociocultural de la AM • La familia como modelo de apoyo
• Significado terapéutico de la AM • Atribución interna de resultados
• Reciprocidad y mutualidad • Equidad relacional
• Helper therapy principie • Congruencia adaptativa

LECTURAS RECOMENDADAS Referencias


Caplan, G. y Killilea, M. (eds.). Support systems and Guía práctica e informativa de grupos de ayuda
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