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Catedra de Urología
Br. Andrés Abreu Massaro
Definiciones:
a) Reducción del flujo urinario: Obstrucción del flujo de salida por IPB, Hiperplasia
prostática, estenosis uretral, calculo, cáncer, vejiga neurogénica e ingesta inadecuada
de líquidos
b) Estimulación de la colonización:
- Actividad sexual: aumento de la inoculación
- Espermicida y depleción de estrógenos: aumento de la adherencia
- Antibióticos: reducción de la flora
c) Facilitación del ascenso: Cateterismo, incontinencia urinaria o fecal, orina residual con
isquemia de la pared vesical.
ITU no complicada: Cistitis o pielonefritis guda en mujeres no embarazadas fuera del hospital
sin anomalias anatomicas ni introduccion de instrumentos en las vias urinarias
Es un tipo de UTI más frecuente en el sexo femenino, cuyo agente causal es E. coli en el 75-
90% de los casos y el restante 10-20% es S. saprophitus. En el sexo masculino el agente
etiológico mas frecuente es E. coli.
Clinica: Disuria, polaquiuria, tenesmo vesical, dolor suprapúbico, hematuria, orinas fétidas
Laboratorios:
Uroanalisis:
Tratamiento:
Tratamiento:
Enfermedad entre leve y moderada sin signos de sepsis: Fluroquinolona VO durante 7-14 dias
ITU recurrentes:
Se producen cuando hay resurgimiento de bacterias en la orina e infección, puede ser de dos
tipos:
- Por persistencia: las bacterias resurgen desde un sitio dentro de las vías urinarias, el
patógeno siempre es el mismo, las infecciones son próximas entre sí y el tratamiento
se basa en tratar tanto el foco de infección como la corrección de la anomalía
quirúrgicamente.
- Por reinfección: infecciones de novo causadas por distintas bacterias de se encuentran
fuera de las vías urinarias, no hay anomalías en la vía urinaria, se desarrollan con
frecuencia variable, el tratamiento ataca el foco de manera prolongada.
Vía de acceso:
1. Incisión transversal de 1-1,5 cm en el hemiescroto afecto entre los vasos escrotales
superficiales mientras el ayudante mantiene el testículo presionado e inmovilizado
contra la piel.
2. Se va profundizando lentamente la incisión con bisturí eléctrico y tijera hasta llegar a la
túnica vaginal.
3. Una vez se abre la vaginal se da en cada borde un punto de referencia de ác.
poliglicólico (DEXON®) o poliglactin (VICRYL®) de 4/0 para que no se retraiga y facilitar
el cierre posterior.
4. Tirando de ambos puntos de referencia se puede exponer bien la superficie de la
albugínea testicular.
Técnica quirúrgica:
1. Mientras se tira de la referencia se practica una incisión de 5 mm sobre la albugínea
con un bisturí del 11.
2. Al presionar ligeramente la gónada, la pulpa testicular protruye por la incisión. Con
unas tijeras de Metzenbaum se toma la muestra.
3. Si la biopsia se realiza con fines diagnósticos debe ser siempre bilateral. Se toma un
fragmento de cada testículo y se envía en botes separados para su análisis patológico
en líquido de Bouin (el formol desestructura el parénquima testicular).
Se puede usar:
- Inmunoterapia:
El tratamiento con BCG puede causar síntomas similares a los de una gripe (fiebre, escalofríos
y cansancio), También puede causar una sensación de ardor en la vejiga. En raras ocasiones,
BCG se puede propagar por el cuerpo, lo que causa una infección grave. Un signo de esto
puede ser una fiebre alta que no se alivia con aspirina o medicamentos similares.
- Quimioterapia:
HPB: Es un tumor benigno frecuente a partir de los 50 años y cuyo diagnóstico definitivo se
hace por hallazgos histopatológicos de hiperplasia prostática.
Clínico:
Síntomas obstructivos: Retraso en el inicio de la micción, Disminución del calibre y fuerza del
chorro, micción intermitente o prolongada, goteo posmiccional, retención urinaria,
incontinencia por rebosamiento.
Síntomas irritativos: Polaquiuria, nicturia, micción imperiosa, incontinencia por urgencia, dolor
suprapúbico.
Exploración física y tacto rectal: Vamos a encontrar una próstata aumentada de tamaño en
mayor o menos medida, de forma uniforma y de consistencia firme y elástica, conservando el
surco medio, no dolorosa a la palpación
Analítica: Sedimento urinario, urocultivo y función renal con la determinación opcional del PSA
Tratamiento farmacológico:
La litiasis renal se suele manifestar con la aparición de una crisis de cólico que se inicia con
incomodidad moderada o molestia y alcanza en 30-60 minutos una intensidad extrema; es
punzante y no mejora con alguna posición específica.
En un cuadro típico, los cálculos que obstruyen total o parcialmente la pelvis o el uréter
superior se manifiestan en el lado afectado, mediante dolor lumbar o abdominal irradiado al
flanco ipsi-lateral, en ocasiones con distensión abdominal y se acompaña de náuseas y
vómitos. Cuando el cálculo se encuentra entre la zona media e inferior del uréter, el dolor a
menudo se irradia hacia las regiones inguinocrural y genital. Un cálculo localizado en el
segmento terminal intravesical del uréter puede manifestarse por dolor suprapúbico, mayor
frecuencia urinaria y disuria y por lo tanto puede ser confundido con cistitis o uretritis.
La hematuria puede estar asociada con cualquiera de estos tipos de dolor. La presencia de
fiebre, escalofríos y dolor lumbar ocurre cuando los cálculos obstructivos o parcialmente
obstructivos de la pelvis y uréter se complican con infección.
Tiene como ventajas la información funcional que aporta, la cual puede ser usada para definir
el grado de obstrucción, y sirve de orientación en caso de ameritar resolución quirúrgica.
Permite evaluar la posición del o los cálculos con respecto a las estructuras colectoras y es una
herramienta útil si se está planteando la posibilidad de una nefrolitotomía percutánea.
Sus limitaciones e inconvenientes son el tiempo requerido para concluir el estudio en caso de
alto grado de obstrucción del tracto urinario, tiene un valor diagnóstico limitado en pacientes
no preparados u obesos, en la litiasis radiolúcidas o cálculos pequeños, además existe un
riesgo potencial de reacciones adversas, especialmente de tipo alérgica, con la administración
del medio de contraste iodado específicamente en ciertos grupos de pacientes como aquellos
con insuficiencia renal, en tratamiento con metformina, hipertiroidismo no tratado y pacientes
con mielomatosis.
c. Ultrasonido (US):
Su valor es controversial en vista que su sensibilidad y especificidad son muy variables (99% -
32%).
Desventajas: costo, disponibilidad del método, no determina la función renal, ni detecta litiasis
producida por metabolitos de drogas (indinavir) y la dosis de radiación.
Evaluación
Tratamiento:
No farmacológico:
Recomendaciones dietéticas: Deben indicarse teniendo los resultados del análisis de la orina
recolectada en 24 horas
2. Litiasis por ácido úrico: La causa más común es por pH urinario bajo y reducido
volumen urinario. En estos casos es obligatorio la alcalinización de la orina con
incremento del pH por encima de 6,5 (6,5 a 7,2).
- Citrato de potasio: Es el alcalinizante ideal. La dosis debe ser ajustada hasta obtener un
pH mayor de 6,5. En caso de una marcada hiperuricosuria y es difícil mantener un pH
suficientemente alcalino, el alopurinol a dosis de 100 a 300 mg/día, dependiendo de la
función renal, es la segunda línea de elección.
Se considera que la conducta conservadora debe ser la conducta inicial de primera línea en el
tratamiento del CN simple, pues se conoce que, aproximadamente, dos tercios de las litiasis
ureterales son expulsadas de manera espontánea en el trascurso del mes siguiente del inicio
del cuadro agudo.
El principio básico del tratamiento es instaurar un adecuado control del dolor y preservar la
función renal, evitando en lo posible las consecuencias de la obstrucción ureteral, por lo que se
recomienda:
Por el contrario, la hidratación excesiva durante la etapa aguda del CN tiene la potencialidad
de exacerbar los síntomas.
Con toda la información recabada y contando en nuestro medio con un arsenal farmacológico
más específico para tratar el origen fisiopatológico del dolor, el consenso venezolano de litiasis
renal no recomienda el uso rutinario de fármacos antimuscarínicos en el tratamiento del cólico
renal.
Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): Múltiples estudios avalan a los AINEs como fármacos
que alivian significativamente el dolor en el CN. Aparte de su poderoso efecto analgésico y
antiinflamatorio, tienen el beneficio teórico de actuar directamente sobre la causa principal
del dolor, inhibiendo la síntesis de prostaglandinas y, por tanto, disminuyendo el flujo
sanguíneo renal (FSR), reduciendo la producción urinaria y la presión intraluminal.
Dentro de los AINEs, los más utilizados son el diclofenac y el ketorolac, los cuales aportan un
poderoso efecto analgésico con mínimos efectos adversos. Igualmente el ibuprofeno, que
tiene el beneficio de poseer el menor riesgo de efectos gastrointestinales, y la indometacina,
con un efecto muy potente pero con alta incidencia de efectos colaterales.
Opiáceos: Sin lugar a dudas, los opiáceos ofrecen una dramática disminución del dolor en el
CN. Actúan con rapidez, con elevada eficacia, son de bajo costo y sus dosis se ajustan con
facilidad. Pueden provocar dependencia, náuseas y vómitos.