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1889/1890-c1920) (2)
II. El modernismo en música
1889: se estrena Don Juan
1890: se estrena 1era Sinfonía de Mahler
1920: se estrena el ballet Pulcinella de Stravinsky
Scriabin
(Palisca, Morgan, Salvetti)
Durante el siglo XIX en Rusia hay dos corrientes estilísticas principales:
-La tradición conservadora: apoyada por los lazos culturales establecidos hace mucho tiempo entre
Rusia y Occidente. Estaba representada por compositores como Anton Rubinstein, que basaban sus
obras en modelos occidentales.
-Otros que cultivaron características autóctonas con el fin de crear una música exclusivamente rusa,
independiente de influencias occidentales. Esta tendencia estaba relacionada con las tendencias
nacionalistas a fin de siglo en Europa.
Durante el siglo XIX en Rusia se estableció una tradición de experimentación, en parte
basada en la utilización de recursos folklóricos rusos y en cierta medida independiente de la
tonalidad occidental, formando una línea desde Glinka hasta Dargomïzhky y Mussorgsky hasta
Rimsky-Korsakov. Un rasgo característico de esta corriente de experimentación fue la utilización de
escalas modales “exóticas” y no occidentales, especialmente aquellas con características simétricas
como las de tonos enteros y la octatónica (que alterna de forma regular los tonos con semitonos).
Estas escalas se combinaron con progresiones armónicas cíclicas, esencialmente no funcionales,
que se movían a lo largo de sucesiones de terceras mayores y menores o mediante tritonos. El
compositor ruso que llevó a cabo esta tendencia de forma más consistente fue Alexander Skryabin,
que en los primeros años del siglo XX desarrolló un nuevo acercamiento a la armonía y la
tonalidad, basado en escalas artificiales. Scriabin no fue nacionalista en cuanto a su orientación.
Tenía una visión sumamente romántica del artista, colocando los problemas de expresión personal
por encima de aquellos de identidad nacional. Estudió en el tradicionalista conservatorio de música
de Moscú y pasó la mayor parte de su vida adulta fuera de su país de origen (vivió en Suiza).
Sus primeras obras son piezas para piano con influencia de Chopin, tonales en cuanto a su trazado
con movimientos de fuertes raices armonicas facilmente reconocibles. Pero casi desde el comienzo
resulta evidente una tendencia a colorear la estructura triadica con pronunciadas inflexiones
cromaticas y suspender la resolucion de armonias inestables durante periodos cada vez mas largos.
Con “Prometeo” Scriabin realiza una ruptura final con la tonalidad tradicional. Esta obra esta
enteramente escrita con un nuevo sistema de relaciones tonales (con la excepcion de que termina en
una triada de do mayor). Scriabin exploró este sistema solamente en sus últimos años; en Prometeo,
las últimas cinco sonatas para piano y una serie de composiciones más cortas escritas entre 1908 y
1913. Estas obras están basadas en una linea armónica disonante, el llamado “acorde místico”; este,
o sus pequeñas variaciones, sirven como punto de referencia armónica y como recurso tonal dentro
de la música. La forma más común del acorde es presentado como una serie de cuartas ascendentes.
Además, para la ejecución del Prometeo Scriabin quiso usar luces de colores en la sala de
conciertos mientras sonase la música. En la música posterior a Prometeo este acorde pasa a
transformarse en un nuevo tipo de música “artificial” e inestable, distinta a la de cualquier música
anterior. Cuando el acorde se dispone como escala, la resultante es similar a la escala por tonos
enteros. El acorde puede aparecer como una serie de cuartas, una serie de terceras, o formando otras
configuraciones. Otra característica es que todas las notas del acorde básico, excepto su raíz, pueden
ser alteradas: a veces una forma alterada sirve para diferenciar una sección completa (como en sus
sonatas) o una obra entera. No es necesario que aparezcan todas las notas del acorde en un momento
dado. Scriabin animaba los principios armónicos y estáticos de su música mediante manipulaciones
rítmicas y texturales complejas. Siguió usando los tipos tradicionales de forma del siglo XIX,
especialmente las sonatas, diseños binarios y ternarios.
La mayor limitación del método de Scriabin es que el transporte secuencial se convierte en el único
medio para producir movimientos musicales a larga escala y la persistencia en la misma armonía
básica a lo largo de una composición causa problemas de naturaleza formal expresiva.
En el almanaque “el jinete azul” de los expresionistas, sale un artículo de Sabaneev sobre el
Prometeo. Es posible que Schoenberg (al haber colaborado en ese almanaque) tuviese
presente la experiencia de Scriabin cuando introdujo indicaciones sobre los colores de los
reflectores en “la mano feliz”. No tuvo discípulos importantes, aunque su lenguaje armónico
influyó en los compositores de principios de siglo XX.
Schoenberg fue un compositor austríaco de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Estudió
con Zemlinsky (un importante compositor austríaco del momento) de 1895 a 1900. Pasó la mayor
parte de su vida en Viena. Tuvo cortos periodos de estancia en Berlín. De 1903 a 1911 fue el
periodo más importante en la actividad didáctica de Schoenberg en Viena. Fueron los años en los
que se formó la “Segunda Escuela de Viena”, no solo con Berg y Webern, sino con un número
creciente de alumnos-seguidores-admiradores. De estos años de enseñanza surgió el tratado de
Armonía (1911). De 1925 a 1933 fue el sucesor de Busoni en la Academia de Artes Prusianas. De
1933 a 1944 emigró a EE.UU y fue profesor en la universidad de California.
Schoenberg llevó el cromatismo de finales del siglo XIX hasta sus últimas consecuencias, lo que lo
llevó a abandonar los principios tonales y armónicos de la práctica-común de la música. Entre 1905
y 1912 Schoenberg pasó de cultivar un estilo cromatico alrededor de una base tonal a algo que
comúnmente se denomina “atonalidad”
En este periodo ya estan presentes dos conceptos que Schoenberg formula de forma teórica:
-Variación desarrollada (Según Morgan): continua evolución y transformación del material
temático, evitando las repeticiones literales
-Prosa musical: despliegue de una forma musical continua que carece del recurso del equilibrio
simétrico producido por las frases y las secciones de igual duración y por la existencia de un
contenido motívico correspondiente.
Schoenberg evita el relleno armónico y la figuración o activación textural (arpegios, bajo alberti,
trémolos de un acorde)
Entre 1907 a 1909, Schoenberg llevó a cabo su ruptura final con la tonalidad y la armonía triádica y
se movió al campo del cromatismo libre, produciendo una serie de trabajos que alterarían el curso
de la música: El segunda cuarteto de cuerdas opus 10, las tres piezas para piano opus 11, dos
canciones opus 14, el ciclo de canciones “El libro de los jardines colgantes” opus 15, cinco piezas
orquestales opus 16 y el monodrama “Erwartung” opus 17.
La nueva concepcion de Schoenberg con respecto a la organización tonal esta vinculada a 2
aspectos esenciales:
-La importancia que se le da a los tonos no armonicos, cuya consecuencia es la perdida de su
tendencia a la resolución no tonal. La triada ya no se considera la referencia armónica de la cual el
resto de las sonoridades derivan. Schoenberg denomino a esto “emancipación de la disonancia”.
Los acordes disonantes ya no están relacionados con los fundamentos triádicos mas sencillos.
-El mayor o menor abandono de las funciones tonales convencionales. Una nota (o triada
formada sobre esa nota) ya no actua como referencia funcional constante para el resto de los tonos,
sino que las triadas se construyen sobre estos tonos.
La mayor parte de las obras evitan las estructuras triádicas completamente e incluso, cuando
aparecen referencias tradicionales, actúan más como motivos aislados. Un rasgo común en las
obras de Schönberg es el carácter firmemente lineal y contrapuntístico. En sus obras atonales, en
cada trabajo establece sus propios métodos, su propio y especial conjunto de referencias. Al final de
este periodo, Schönberg utiliza cada vez menos las correspondencias motívicas explícitas y las
estrategias estructurales conscientes (por ej: el canon) para integrar su música. Esto se ve en sus
úlltimas tres obras compuestas en 1909: la última de las piezas orquestales op. 16, la tercera de las
piezas para piano op. 11, y “Erwartung” que, además de ser atonales, son esencialmente atemáticas.
El impacto que produjo la música de Schoenberg de este período en el curso de la música del siglo
XX en general fue enorme. Su influencia sobre compositores posteriores se limitó principalmente a
los músicos que estuvieron relacionados con él (principalmente sus alumnos) y solo un pequeño
grupo de compositores adoptó la atonalidad durante la vida de Schoenberg. Sin embargo su
concepción de la música como un campo cromático que abarca doce notas de forma libre, dentro
del cual cualquier configuración de notas podría actuar como una “norma”, redefinió los límites de
lo que era considerado posible, o permisible en la composición musical. Dentro del enorme y
novedoso marco de posibilidades cada trabajo tenía que definir su propio vocablo particular y sus
métodos composicionales.
Luego de su periodo de 1907-1909, la obra que ejerció mayor influencia fue el “Pierrot Lunaire”, un
conjunto de 21 poemas del poeta francés Albert Giraud, traducidos al alemán, para sprechstimme y
5 instrumentos (2 de ellos dobles). Cada una tiene su propia organización instrumental y recrea una
atmósfera que está intimamente ligada al texto. El Pierrot es un indicador de un cambio de
pensamiento de Schoenberg que fue cada vez mas evidente con el paso del tiempo. Las canciones
más características se elaboran a base de estructuras contrapuntísticas bastantes rígidas, marcando
un cambio con respecto a la aproximación más libre de sus obras anteriores. “Die Nacht” se basa
casi enteramente en combinaciones de tres notas células; en “Der Mondfleck” contiene un doble
canon elaborado que se origina hacia la mitad de la canción y que se mueve hacia atrás, en
movimiento retrógrado, hasta que vuelva a llegar al comienzo de la canción. En los años posteriores
a la guerra, Schoenberg incorporará estas técnicas a un nuevo y general sistema composicional.
El cambio de perspectiva de Schoenberg no es sorprendente. Sin las ataduras del sistema tonal, las
correspondencias motívicas y temáticas explícitas, resultó difícil mantener estructuras musicales
coherentes de larga duración. Todos los trabajos atonales extensos son vocales (tienen texto),
mientras que las piezas instrumentales son relativamente breves.
Entre 1916 y 1923 Schoenberg no publicó ninguna obra nueva. No fueron años de inactividad, sino
de intensa investigación.
Anton Webern
(Morgan, Salvetti)
Anton Webern fue un compositor austríaco de principios del siglo XX. Tenía solo 10 años menos
que Schoenberg. En 1902 estudió Historia de la Música en la universidad de Viena con Guido
Adler. En 1906 fue nombrado doctor. Adler le recomienda a Schoenberg como maestro de
composición. Sus obras tienden a ser muy breves. Tenía predilección por los procedimientos
contrapuntísticos estrictos.
Sus primeras composiciones tienen raíces en Wagner y Mahler. Las opus 1 (passacaglia para
orquesta) y opus 2 (“huid en barcas ligeras”, para coro) (ambas de 1908) fueron las últimas que
realizó bajo las indicaciones de su maestro. Para ésta época su influencia es Brahms en vez de
Wagner. En el opus 3 (cinco canciones sobre textos de Stefan George, de 1909) Webern abandona la
tonalidad. Favorece las combinaciones verticales no triádicas con segundas menores, septimas y
novenas; los amplios saltos y un desarrollo continuo de diferentes técnicas de variación. El punto de
partida de sus composiciones no suele ser mayor que una idea melódica, con características rítmicas
claramente definidas pero basada en un conjunto de notas abstractas que pueden ser modeladas e
innumerables formaciones composicionales distintas. Todas estas características revelan la
influencia de Schoenberg.
Entre 1909 a 1911 se dedicó principalmente a la composición instrumental. El contenido musical de
las obras de este periodo se reduce a una serie de sucesiones de intervalos que no tienen relación
con las sucesiones claras, recurriendo a patrones rítmicos o motívicos. Webern considera estos
intervalos como unidades aisladas, separadas unas de otras por contrastes de registro, instrumentales
y dinámicos. Pocas veces aparecen unas pocas notas formando un grupo continuo. La textura
aparece fragmentada en series de acciones separadas, dando lugar a una propiedad que ha sido
descrita como “puntillista”.
Webern tiende a producir bloques cromáticos o desarrollar segmentos de la escala cromática
completa. Webern avanza hacia lo “no-temático” en sus piezas cortas por medio del uso de varios
elementos totalmente individualizados entre sí, y de parecido valor e importancia. Las repeticiones
de unidades largas son totalmente evitadas. Conduce el concepto de Schoenberg de
“Klangfarbenmelodie” (melodía de timbres) a su máxima consecuencia. Según este concepto la
música se estructura mediante las transformaciones del color y no mediante el desarrollo melódico y
rítmico. Los efectos tímbricos fuertes e inusuales son característicos de todas sus obras de los años
anteriores a la guerra. Los ejemplos más extremos aparecen en las cinco piezas opus 10 para
orquesta pequeña (1913). Tenía preferencia por los niveles dinámicos suaves.
Webern dijo sobre las bagatelas opus 9 para cuarteto de cuerdas “tuve la sensación de que, agotada
la exposición de 12 sonidos, la pieza debía considerarse concluída...en una palabra, había nacido
una regla: antes de que no se hayan expuesto los doce sonidos no se puede repetir ninguno de
ellos”. Podría ser un antecedente del dodecafonismo, pero dirigido a una concepción
macroestructural.
La guerra representó para Webern una ruptura en su producción. De 1915 a 1926 compuso casi
exclusivamente lieder para voz y varios instrumentos. El lenguaje musical fue sometido en unos
pocos años (1908-1913) a una ruptura radical con la tradición; la poética que siguió esta revisión del
lenguaje fue siempre idéntica a la de los pintores y dramaturgos expresionistas.