Está en la página 1de 5

CÁNCER DE COLON

Es el crecimiento incontrolado de las células del colon y/o el recto. Los tumores
malignos colorrectales pueden originarse en cada una de las tres capas: mucosa,
muscular y serosa.

• El adenocarcinoma se origina en las glándulas. Es el más frecuente: más del


90% de los cánceres colorrectales son adenocarcinomas. Por esta razón, todos los
capítulos siguientes se refieren al adenocarcinoma.

• Los linfomas, los sarcomas y los melanomas son infrecuentes.

Epidemiología: El cáncer colorrectal predomina en personas mayores. La edad


media de presentación es 70-71 años y la mayoría de los pacientes tienen más de
50 años en el momento del diagnóstico, pero no hay que olvidar que también
puede aparecer en personas más jóvenes. Afecta a hombres y mujeres casi por
igual.

A nivel mundial, en el año 2018 el cáncer colorrectal representa el tercero en


incidencia en ambos sexos después de cáncer de pulmón y mama.

Causas y factores de riesgo

Las causas exactas del cáncer colorrectal no se conocen en la mayoría de los


casos, aunque se sabe que existen unos factores de riesgo que favorecen su
aparición.

1. Factores dietéticos: Dieta muy rica en grasas, y pobre en frutas y verduras


frescas.

2. Enfermedades o condiciones predisponentes: Existe una serie de enfermedades,


benignas o premalignas, que aumentan el riesgo de padecer cáncer colorrectal. Las
más destacadas son:

• Pólipos en el colon o/y recto:

- Los pólipos pueden ser neoplásicos (adenomas tubulares, vellosos o tubulo-


vellosos) o no neoplásicos (hiperplásicos, inflamatorios).
- El riesgo de desarrollar un cáncer en el pólipo es diferente según el tipo de
pólipo.

- En los pólipos neoplásicos, a mayor tamaño, mayor riesgo de degeneración


maligna.

• Enfermedades intestinales inflamatorias: sobre todo, la enfermedad de Crohn y


la colitis ulcerosa.

3. Cáncer colorrectal previo: Haber tenido un cáncer colorrectal previo aumenta el


riesgo de un segundo cáncer colorrectal. Por esta razón, en las revisiones se vigila
la aparición de segundos tumores.

4. Factores genéticos o familiares: Hasta un 25% de los pacientes tienen un


familiar afecto y en < 10% existe un componente hereditario.

• Factores genéticos: Algunos síndromes genéticos aumentan el riesgo de


desarrollar un cáncer colorrectal.

• Factores familiares: La incidencia es mayor en aquellas personas con uno o


varios familiares diagnosticados de cáncer colorrectal.

Clínica

1. Los síntomas pueden ser vagos e inespecíficos. Pueden ser producidos por el
tumor primario o por las metástasis cuando ya se diagnostica avanzado:

- Tumor primario: Cambios en el hábito intestinal (estreñimiento, diarrea o ritmo


alternante), eliminación de moco y/o sangre en las heces, dolor abdominal o
pélvico). Los síntomas relacionados con una obstrucción intestinal son ausencia
de deposición, náuseas y vómitos, y dolor cólico abdominal. Existen otros
síntomas menos frecuentes.

- Metástasis: Ictericia, ascitis, disnea, dolor óseo, dolor abdominal, etc,


dependiendo del órgano en el que se localizan las metástasis.

También puede existir anemia, por sangrado crónico, y/o un síndrome


constitucional, es decir, disminución del apetito, cansancio y pérdida de peso.
2. Los signos: nódulos, masas en el abdomen, tumor rectal en el tacto rectal,
organomegalias, adenopatias y otros signos menos frecuentes.

Diagnóstico

1. Historia clínica y exploración física: Como en cualquier enfermedad,


habitualmente la historia clínica y la exploración física son las dos actuaciones
médicas que se realizan en primer lugar.

2. Analítica: El hemograma aportará información sobre si existe anemia. La


bioquímica sanguínea puede orientar sobre la función de órganos como el hígado
o el riñón.

3. Marcadores tumorales: Son unas determinaciones que miden el nivel de ciertas


proteínas en la sangre. El antígeno carcinoembrionario (CEA) y el CA 19.9 son
los más utilizados. Son análisis orientativos, pero no diagnósticos, porque:

• Los marcadores tumorales pueden ser normales y existir un cáncer => no todos
los cánceres produce elevación de marcadores.

• Los marcadores tumorales pueden estar elevados y no existir un cáncer =>


elevación de marcadores por causas benignas o no tumorales.

4. Colonoscopia: La endoscopia consiste en la introducción de un aparato (=


endoscopio) que tiene una luz al final y que permite visualizar el interior del colon
y recto.

5. Exploraciones radiológicas:

• Radiografía (Rx) de tórax: Es una técnica empleada con mucha frecuencia.


Puede ser sustituida por un escáner torácico si el médico lo considera más
apropiado.
• Rx simple de abdomen: Es fácil de realizar y puede aportar información
sobre si existe obstrucción intestinal. Puede ser sustituida en la mayoría de
los casos por un escáner (TAC) abdominal.
• Enema opaco: Consiste en la administración de un contraste de bario por
el ano. Este contraste “dibuja” el interior del colon y recto. Puede detectar
lesiones, siempre que tengan un tamaño determinado. Si se ha realizado
una colonoscopia completa, no es necesario hacer un enema opaco.
• Ecografía abdominal o abdominopélvica: Se basa en los ultrasonidos. Es
útil para estudiar el hígado, saber si hay líquido libre en el abdomen,
detectar masas en el abdomen o la pelvis, etc
• Escáner (= tomografía axial computerizada ó TAC ó CT) de tórax. Aporta
información sobre los pulmones, el mediastino (= espacio entre los
pulmones), los huesos del tórax y el corazón.
• CT abdominal-pélvico: Es una prueba radiológica que ofrece muchos
datos sobre el cáncer colorrectal: su extensión local, si existen metástasis
en el hígado, si hay ascitis, etc.
• Resonancia abdominal: Es una técnica diferente al CT, que se suele hacer
cuando existen hallazgos en el escáner que precisan exploraciones
complementarias.

Tratamiento

1. Resección endoscópica de la mucosa (REM): Extirpar el tumor mediante


gastroscopia y se reserva para cánceres iniciales, de pequeño tamaño (< 2 cm),
limitados a la mucosa y sin úlceras.

2. Cirugía

- Intención curativa: la cirugía se realiza para intentar eliminar todo el


cáncer.
- Intención paliativa: la cirugía se realiza para mejorar los síntomas que
produce el tumor.
3. Radioterapia : Tratamiento con radiaciones ionizantes. Con la radioterapia, se
trata una zona concreta del cuerpo. Por esta razón, se considera un tratamiento
local/locorregional al igual que la cirugía.

4. Quimioterapia, anticuerpos monoclonales e inmunoterapia

Dentro de los fármacos biológicos activos en cáncer colorrectal avanzado, se


encuentran los anticuerpos monoclonales y una proteína de fusión recombinante.
Cetuximab, panitumumab, bevacizumab y aflibercept son fármacos biológicos,
que se administran por vía intravenosa, con actividad dirigida contra una diana
celular (un factor de crecimiento o su(s) receptor(es)). Cetuximab y panitumumab
son anticuerpos monoclonales anti-EGFR (contra el receptor del factor de
crecimiento epidérmico) que sólo son útiles en pacientes RAS no mutado y
bevacizumab es un anticuerpo anti-VEGF A (contra el factor de crecimiento
endotelial vascular A). Aflibercept es una proteína de fusión recombinante (contra
VEGF-A, VEGF-B y el factor de crecimiento placentario), que está indicado en
determinados pacientes.

Los inhibidores tirosina quinasa (TKI), que son también fármacos dirigidos contra
dianas celulares, se administran por vía oral. De ellos, el regorafenib es el único
TKI que tiene actividad en cáncer colorrectal metastático refractario a terapias
estándares.

También podría gustarte