#4 Leia Stone - Mated Girl

Traducción: ValKarin24
SINOPSIS
Finalmente logré salir del Bosque Oscuro solo para enterarme de

que Sawyer está en prisión, nuestra gente todavía está en guerra
y los lobos se esconden bajo tierra. Se necesitará cada gramo de
fuerza que tengo para salvar a nuestra gente, recuperar a mi
hombre y derribar a la reina.
No puedo hacer esto sola, y llamar a un viejo amigo resulta ser la

mejor decisión que podría tomar. Nada me alejará de mi pareja,
ni siquiera la prisión de mayor seguridad del mundo mágico.
¡Te encantarán los giros y vueltas en esta épica conclusión de la

exitosa serie Wolf Girl!
CONTENIDO
Sinopsis
Mapa de Magic City
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Epílogo
Expresiones de Gratitud
MAPA MAGIC CITY
CAPÍTULO UNO
Después de hablar con mi mamá sobre la decisión de sacar a
Sawyer de la prisión de Magic City, me metí en la ducha. El agua
corría por mi cuerpo en cálidos riachuelos y suspiré. Me alegré
de que los Ithaki no hubieran dañado la torre de agua alimentada
por gravedad cuando saquearon Villa Paladin. Me había perdido
esto, ducharme con jabón y afeitarme las piernas, pero mentiría
si dijera que no extrañé esa pequeña cabaña en el bosque y mi
tiempo allí.
Mis pensamientos eran un enredo frenético de cómo llegaría

exactamente a la Prisión de Magic City, que estaba en medio de
la Ciudad Light Fey de alta tecnología, y luego cómo sacaría a
Sawyer. Sawyer había indicado que los vampiros estarían
esperando a que lo rescatara, lo que significaba que ir allí era una
trampa… pero no tenía forma de evitar eso. Yo era un acto de una
sola mujer, aunque sabía que Sage insistiría en ir conmigo y no
lo haría de otra manera... pero aun así. ¿Cómo entraban dos
mujeres en una prisión mágica? Tenía siete días para sacarlo
antes de que lo mataran, y eso no era suficiente tiempo,
especialmente considerando que básicamente era una mujer
buscada con un objetivo en mi propia espalda.
Obligué a reprimir el sollozo que amenazaba con volver a

subir. Ahora no era el momento de un colapso. Sawyer parecía
tan desesperado cuando hablamos por última vez. Me rompió el
corazón. Yo también estaría desesperada si me acabaran de
sentenciar a muerte en la guillotina.
No podía dejar que eso sucediera.
También me preocupaba dejar a Creek, pero si tenías que dejar

a tu bebé con alguien durante un período prolongado, se sentía
bien cuando era con tu propia madre.
Después de cerrar el grifo y ponerme ropa limpia, entré en la sala

de estar y encontré a Eugene, Sage y Rab inclinados sobre un
mapa de Magic City. Sostenían humeantes tazas de té y café y
hablaban animadamente sobre algo.
—¿Que está pasando aquí?— Pregunté, frunciendo el ceño ante

los envoltorios de comida y las viejas tazas de café que cubrían la
mesa. —¿Alguno de ustedes ha dormido?—
Sage se veía como un zombi, con el pelo en un moño

desordenado, círculos oscuros debajo de los ojos, su pie izquierdo
tocando un ritmo como si hubiera tomado demasiado café.
Ella sonrió cuando me acerqué, sus ojos se agrandaron, lo que la

hizo lucir aún más animada. —Eugene conoce a un tipo que
escapó de la prisión de Magic City hace una década—.
Me congelé, mi corazón se aceleró hasta que fue un golpe

constante en mi pecho. —Yo… necesito verlo. ¿Quién es?
Necesito que me cuente todo, necesito ... —
—Es un troll—, dijo Eugene, levantando las manos. —Pasó a la

clandestinidad hace años. No he hablado con él en una década.—
¡Mierda!
Había asumido un amigo lobo, preferiblemente uno que todavía

estuviera vivo y aquí en Villa Paladin. Comencé a caminar por la
habitación, mi mente dando vueltas mientras masticaba esta
nueva información.
Rab se puso de pie y se puso delante de mí. —Hemos estado

despiertos toda la noche. Hemos decidido que los tres iremos y
trataremos de traer a Sawyer de vuelta ... mientras tú te quedas
y cuidas de la manada —.
Miré a Rab con lo que esperaba que fuera una expresión de

agradecimiento y no de asesinato, que era lo que estaba sintiendo
actualmente. —Eso es muy dulce, chicos, pero no puedo dejar
que todos hagan eso. Tengo que ser yo quien vaya —.
Sawyer era mi maldito esposo, compañero y papá de mi
bebé. Nadie iba por él excepto yo.
Rab negó con la cabeza. —Tú eres el alfa, el más importante…—
—¿Y si fuera Willow?— Lo detuve. —¿Confiarías en alguien más

para recuperarla?—
Suspiró, encogiéndose de hombros cuando una expresión de

derrota cruzó su rostro. —No puedes ir sola y no podemos dejar
a toda la manada sin liderazgo—.
Asentí. —Tú, Eugene y Star liderarán la manada mientras Sage

y yo vamos. Hemos sido las dos desde siempre. Podemos hacerlo
juntas.—
Miré a mi mejor amiga mientras su rostro se contraía, como si

estuviera luchando contra las ganas de llorar.
—Voy totalmente, ni siquiera es para discutir—, agregó a Rab.
Gruñó levemente, pasando los dedos por la larga cicatriz de su

rostro. —Acabamos de obtener un alfa, estamos empezando a
reconstruir ...—
Asentí. —Y cuando traiga a Sawyer de vuelta, reconstruiremos

más fuerte que nunca—.
Suspiró, dándome un breve asentimiento. Entonces se me

ocurrió una idea.
Troll.
El chico que Eugene conocía era un troll.
—¡Marmal!— Grité, haciendo que todos saltaran. —Podemos ir a

ver a mi amiga troll Marmal. ¡Quizás ella pueda ayudarnos a
encontrar a este chico que Eugene conoce! —
Eugene se encogió de hombros desde su lugar en el sofá, donde
atendía una taza humeante. —Los trolls son conocidos por sus
chismes e historias. Quizás ha oído hablar de él —.
Estoy segura de que lo hizo. Marmal dijo que la gente de Villa

Troll pagaba con chismes. Si un compañero troll hubiera
escapado de la prisión de Magic City, ella sabría la historia y
posiblemente dónde encontrarlo.
—¡Nos iremos de inmediato!— Empecé a mirar alrededor de la

habitación en busca de qué llevar.
—Espera.— Rab extendió las manos. —Nuestra gente acaba

de establecerse aquí. Querrán verte primero, tener fe en este
nuevo hogar al que los has traído —.
Gruñí, no emocionada de jugar a la política en este momento.

Pero tenía razón. Necesitaría hacer una pequeña aparición antes
de irme. —Bien. Sage, prepara dos caballos. Empaquételos con
suficiente comida para una semana y yo iré a hacer una ronda
por el pueblo. Partimos en una hora hacia Villa Troll —.
No iba a dejar morir a Sawyer porque tuviera que mantener una

imagen.
Sage asintió y dio un paso hacia mí, sacando algo de su

bolsillo. —En todo el drama, olvidé devolver esto. Tu mamá me lo
guardó cuando fui a buscarte —. Extendió su mano y mi
respiración se atascó en mi garganta.
Mi anillo.
Lo arranqué de su palma y lo deslicé en mi dedo anular. Se sentía

tan extraño usar joyas después de un año en la naturaleza y, sin
embargo, este anillo se sentía como casa. Me hizo extrañar
mucho más a Sawyer. —Gracias—, croé.
Rab salió, indicándome que hiciera lo mismo, y asentí. Luego,
Sage me entregó una taza de café y un burrito de desayuno, que
tomé con gratitud. Mi cabello todavía estaba húmedo, pero salí al
aire frío de la mañana y contemplé a mi gente, a nuestro nuevo
hogar.
Lo primero que noté fueron las sonrisas. La gente se reía, bebía

de tazas humeantes que habían sido calentadas sobre fogatas,
mientras respiraban aire fresco. Después de vivir de la tierra
durante un año, no podía imaginarme escondida en un búnker
de concreto. La emoción se me atascó la garganta cuando noté
toda la hierba verde fresca, flores amarillas y rosadas,
helechos. La tierra todavía se estaba restaurando mágicamente,
pero parecía que se había convertido en un jardín maravilloso de
la noche a la mañana. Cada árbol estaba lleno de hojas, cada
parcela de tierra cubierta de hierba o musgo, y cada casa seguía
en pie cubierta de trepadoras enredaderas y flores.
Fue la manifestación física de lo que había hecho en esa cueva al

entregar mi magia a mi gente y esta tierra, y me dejó boquiabierta
de orgullo y gratitud.
—El pueblo nunca se había visto más hermoso—, dijo Rab,

sacándome de mis pensamientos. —Revisé los campos hace unas
horas. El maíz, los aguacates, los melocotones, la cebada, los
guisantes, todo vuelve a crecer a un ritmo rápido, sin que
aparezcan enfermedades —.
Una lágrima se deslizó por mi mejilla mientras mi garganta se

apretó. Esto de aquí hizo que valiera la pena. El año que faltaba,
no estar allí para Sawyer, fue una decisión difícil, pero había
salvado a miles de Paladines, y ahora a miles de lobos urbanos,
ya que esta tierra sería su refugio seguro hasta que pudiéramos
recuperar Wolf City.
Inhalé por la nariz. Mezclado con las flores estaba el olor de la

magia, mi magia, la magia de los Paladin. Esta tierra era especial,
y creo que incluso los lobos de la ciudad lo sintieron. Tratando
de sacar a Sawyer de mi mente y la sensación de urgencia que
sentía por llegar a él y a Marmal para encontrar a este troll, me
obligué a calmarme y tomar un respiro, para disfrutar este
momento de lo que había logrado para nuestra gente.
—Mucha gente quiere agradecerle—, dijo Rab. —Vamos.—
Lo seguí a los pequeños campamentos donde la gente se

despertaba y se sentaba frente a las fogatas mientras preparaban
el desayuno.
—¡Gracias, Alfa!— una mujer Paladin con un niño en cada cadera

me dijo al pasar. Le di una pequeña sonrisa y asentí con la
cabeza. La gente estaba fuera de casa, estirándose y mirando
hacia el sol naciente. Imagínese un año bajo tierra y luego
regresar a este Jardín del Edén.
—¡Ella curó nuestra tierra!— dijo otro, y de repente me sentí

incómoda con la atención del público, pero seguí caminando y
siendo vista como dijo Rab. No quería que me conocieran como
un líder ausente, especialmente si me iba por un tiempo. Tomé
un sorbo de café y mordisqueé mi burrito mientras saludaba y
asentía con la cabeza a las personas con las que pasábamos.
Llegamos a un campo abierto donde un grupo de lobos de la

ciudad parecían estar inspeccionando la tierra y señalando
diferentes áreas para construir. Reconocí a uno de ellos como el
hombre que casi me desafió en el búnker. Como si me sintiera
detrás de él, se giró. Había pesar en sus ojos, incluso
vergüenza. Me dio un pequeño asentimiento con la cabeza y yo
asentí en respuesta. Esa fue la disculpa más grande que iba a
recibir.
—Oye, escuché que te vas pronto—, me llamó Willow desde

atrás. Me giré para verla sosteniendo a su hija. El bebé se parecía
mucho a su madre, todo excepto por los hermosos ojos marrones
que tenía en comparación con el azul Paladin de su madre. Ella
sería conocida para siempre en nuestra comunidad como uno de
los pocos niños Paladin que nacieron sin la magia de los
cambiaformas lobo en el tiempo en que no teníamos alfa… y yo
me sentiría culpable por eso por el resto de mi vida.
Aun así, ella era perfecta.
Me preocupaba que Creek naciera sin un lobo, ya que él también

nació antes de que yo reclamara la tierra, pero podía oler a su
lobo justo debajo de su piel, algo que obtuvo de su padre y de mi
linaje de lobos de la ciudad, sin duda. En ese caso, su lobo no
emergería hasta alrededor de su primer cumpleaños, como era
normal en la genética de los lobos urbanos.
—Sí, solo estoy haciendo las rondas—, le dije a Willow, —y luego

voy a buscar a Sawyer y traerlo de vuelta—.
Ella asintió con la cabeza como si entendiera, y luego golpeó la

nariz de su hija. —¡Voy a llevar a Daisy a jugar con Creek y luego
voy a preparar una sopa de puré de maíz!— Dijo las últimas
palabras con voz emocionada al bebé, que le sopló una frambuesa
en la cara.
Sonreí. Willow era una madre tan natural y me encantaba el

nombre Daisy. En todo el drama me había olvidado por completo
de preguntar cómo la habían llamado. Entonces tuve un
pensamiento oscuro. ¿Qué pasa si Sage, Sawyer, Walsh y yo
morimos y ninguno de nosotros regresa? ¿Quién se haría cargo
de Creek? Mi mamá era genial, pero no era una guerrera. ¿Y si
los Ithaki atacaran y ella también muriera y no hubiera nadie que
se ocupara de mi hijo? El pánico se apoderó de mí.
—Oye, Willow, Rab ...— Los miré a ambos con torpeza, decidiendo
algo en el impulso del momento. Me miraron con preocupación,
probablemente porque sonaba al borde de las lágrimas. —Yo, uh,
mi mamá va a cuidar de Creek mientras yo no esté, pero si algo
le pasara a ella, a mi papá ... y no volviera a casa ...— Soplé aire
por mis labios nerviosamente. —Si me pasa algo, ¿se asegurarán
de que se encarguen de Creek?— Mi garganta se apretó con la
emoción ante ese pensamiento, pero era algo muy real en lo que
tener que pensar ahora mismo. Sage y yo íbamos a una misión
peligrosa y necesitaba saber que mi hijo estaría bien.
Willow agarró su corazón, abrazando a Daisy más cerca de ella

mientras las lágrimas llenaban sus ojos. Como nueva madre,
esperaba que entendiera mi pánico.
—Espero que eso nunca suceda, pero si sucede, ese bebé tendrá
una vida larga y feliz—, prometió Willow. —Me aseguraré de ello—
—Yo también—, dijo Rab. —Lo mantendremos y lo protegeremos

con nuestra vida, como si fuera la nuestra—.
Entonces se me quitó un gran peso de encima. Eso era lo que

necesitaba escuchar. Ahora estaba lista para ir a luchar por mi
hombre.
***
Los caballos que los Paladines mantenían en la parte trasera de

la tierra habían pastado las hierbas silvestres y bebido del arroyo
durante el año pasado, por lo que estaban en muy buena
forma. Sage pudo convencer a dos de ellos para que usaran una
silla de montar, así que tuvimos suerte. Había pasado un año
desde que ambos habían sido montados, pero parecían estar bien
con eso, aparte de algunas colas nerviosas. No podía ir a Wolf
City y conseguir un coche y conducir hasta Villa Troll, así que
esta era la mejor opción. Decir adiós a Villa Paladin esta mañana
había sido difícil. Nuestras dos manadas de lobos estaban
tratando de empezar de nuevo, y se suponía que yo era su líder y
me iba. Pero tenía que hacer esto.
Debido a que estaba vinculada a esta tierra, conocía nuestro

territorio sin siquiera mirar hacia abajo en busca del camino
triturado de piedra azul. Lo sentí como una guía debajo de mi
piel. Algunas partes se sentían y olían a casa y otras eran
ajenas. No es que importara mucho ya que los Ithaki había roto
el acuerdo de paz y estábamos en guerra con todo el
mundo. Pero, afortunadamente, fue una caminata corta a través
de las Tierras Salvajes a caballo hasta el borde de Villa Troll.
El problema era que la granja de Marmal estaba en el borde

exterior, cerca de Vampire City, y tendríamos que atravesar todo
el pueblo para encontrarla. Una vez que entráramos en territorio
trol, sería un viaje de un día completo. Pinté la cara de Sage con
pintura azul y la vestí para que pareciera una comerciante de
Paladines. Usar piel de ciervo que apenas nos cubría el trasero
no era gran cosa después de nuestro año en el bosque. También
nos trenzamos el pelo y atamos dos adornos de huesos tallados
en los extremos. Teníamos algunos productos para vender con
los que Willow nos había enganchado y, lo más importante, yo
estaba usando mis esposas. Nadie debería ser capaz de oler lo
que yo era, aparte de un lobo. La pintura facial y la capucha
profunda sobre mi cabeza también deberían ocultar mi identidad
si estuviera en alguna lista de buscados.
Guiamos a los caballos por una colina empinada a través del

último tramo de Tierras Salvajes y me complació ver la pequeña
valla de roca en la parte superior que indica un cambio de
territorio.
Villa Troll, aquí vamos.
—¡Owww wooaaaw!— una voz desconocida gritó un grito de

batalla desde los árboles.
—¡Ithaki!— Sage apenas escuchó la advertencia cuando una

flecha pasó zumbando junto a mi cabeza y se hundió en el suelo,
justo en frente de mi caballo. Mi yegua se encabritó hacia arriba,
mientras yo apretaba mis muslos alrededor de ella para sujetarla
y agarraba las riendas para salvar la vida.
¡Maldita sea! Esos bastardos.
Sacando un cuchillo arrojadizo de la pistolera de mi muslo, hice
girar a mi caballo y miré una franja de tela roja en la copa del
árbol.
—¡Hola!— Espoleé ligeramente a mi caballo y ella echó a correr

en dirección al Ithaki escondido en el árbol. Al arrojar el cuchillo,
se escuchó un grito. Una mujer vestida con harapos rojos cayó
hacia atrás del árbol, agarrándose el pecho y golpeó el suelo con
un ruido sordo, muriendo instantáneamente.
Había matado muchas ardillas de esa manera en el Bosque

Oscuro.
Me relajé un poco, soltando el aliento que había estado

conteniendo.
—¡Cuidado!— Sage gritó justo cuando lo que se sintió como una

bota golpeó mi espalda y salí volando de mi caballo. Giré
torpemente en el aire, cayendo hacia atrás justo a tiempo para
ver al vampiro-Ithaki navegando por el aire detrás de mí. Estaba
cubierto de camuflaje de tierra, pero podía olerlo, ese olor
metálico de vampiro mezclado con cables calientes para magia
fey. El aire salió silbando de mí cuando golpeé el suelo con fuerza,
y por un segundo no pude recuperar el aliento. Sentí como si mi
pulmón colapsara, pero me habían dejado sin aire suficientes
veces para saber que ese no era el caso.
Maldita sea. No necesitábamos esto, no tan temprano en nuestro

viaje. Por los gruñidos y ruidos de la lucha más allá, sonaba como
si Sage estuviera en su propia batalla. Tuve unos dos segundos
para decidir si debiera quitarme las esposas y convertir a este
bastardo en polvo pero exponer mi olor, o mantenerme cubierta
y patearle el trasero en mi forma humana.
Decidí que todavía no sabía quién era yo y nos atacó porque

éramos lobos y él era un idiota.
—‘Mantente cubierta’—, convino mi lobo.
Finalmente, pude tomar una bocanada de aire antes de que el
bastardo me alcanzara. Con un gruñido, el Ithaki y yo chocamos
juntos. Aterrizó encima de mí, pero pude levantar mis piernas a
tiempo para que se estrellara contra la suela de mis
botas. Pateando con todas mis fuerzas, lo lancé lejos de mí
mientras gritaba, formando un arco en el aire antes de que
golpeara el suelo con un ruido sordo. Sabiendo que tenía sólo
unos segundos para actuar o estaría sobre mí de nuevo con su
velocidad de vampiro, me levanté y me lancé hacia
adelante. Sacando una estaca de detrás de mi espalda, la que
siempre guardaba en mi cinturón, luché con él mientras me
alcanzaba.
Agarrando mi brazo derecho, gruñó, tratando de evitar que le

apuñalara hasta la mierda. Sus dedos presionaron con tanta
fuerza mi muñeca que lloriqueé, temiendo que se partiera. Él era
inhumanamente fuerte, y yo tenía una fuerza de nivel humano
en este momento, lo cual era molesto.
—‘Plan B. Quítate las esposas’—, dijo mi lobo.
—‘Leíste mi mente’— , gruñí, tratando de alcanzar mi brazalete

con mi brazo libre justo cuando el vampiro-hada se congeló, un
gruñido gutural entrecortado salió de sus labios mientras la
sangre goteaba de su boca. Miré hacia abajo justo a tiempo para
ver la punta delantera de una estaca clavándose en su
pecho. Mirando hacia arriba, mi mirada se encontró con la de
Sage.
—Gracias.— Solté un suspiro de alivio cuando el tipo cayó al

suelo. Una red negra de venas subió por su cuello y su piel se
hundió cuando comenzó a descomponerse.
Estudié a mi mejor amiga. El cabello de Sage había sido

arrancado de su moño y estaba cubierta de tierra, al igual que
yo, pero por lo demás ilesa.
—De nada—, suspiró, tratando de recuperar el aliento. —Hubiera
usado el arma pero no quería dispararte accidentalmente—.
—Valoro eso.— Le di una sonrisa astuta.
Sage me rodeó con un brazo y me reí entre dientes. Donde había

problemas, siempre podía contar con ella.
—Lo tenía totalmente—, agregué.
—Totalmente.— Ella me guiñó un ojo.
Nuestros caballos esperaron a solo unos metros de distancia

mientras escudriñábamos los árboles, preparándonos para un
posible próximo ataque. Cuando no vino nada, asentí. —Bueno,
sigamos adelante, supongo—.
Ella asintió con la cabeza, pero no dijo nada; ella no necesitaba

hacerlo. Ambas lo estábamos pensando. Con suerte, ese ataque
no fue un presagio de lo que iba a ser el resto del viaje.
Cuando subimos a nuestros caballos, volvieron a subir la colina

y saltaron la pequeña valla de adoquines de un metro de alto que
indicaba que salíamos de las Tierras Salvajes y entrabamos en
Villa Troll. Inmediatamente llegamos detrás de algunos edificios
de piedra y entramos en un bullicioso mercado.
—Hora del espectáculo —, le murmuré a Sage, quien asintió con

la cabeza, bajando la capucha sobre su brillante cabello
rojo. Ambas hicimos un trabajo rápido para limpiar la tierra y las
hojas y la evidencia de nuestra reciente pelea mientras
conducíamos a los caballos a un área abierta en la parte trasera
de lo que parecía un mercado.
Los trolls se apresuraron, corriendo de puesto tras puesto y

comprando artículos a toda prisa. Sage y yo compartimos una
mirada. Algo no estaba bien aquí. Estaban luchando entre sí
para empujar al frente de las líneas y actuar agresivamente. Mi
cabeza giró hacia mi derecha, donde noté a dos mujeres peleando
por un pequeño tarro de miel.
¿Qué diablos está pasando aquí?
—¡Comerciantes!— alguien gritó, y luego la multitud se giró hacia

nosotros. Se apresuraron hacia adelante, presionando a Sage y a
mí. Mi caballo se encabritó hacia arriba mientras yo tiraba de sus
riendas, apretando mis muslos y tratando de no soltarme.
—¡Atrás!— Extendí una mano a los trolls que nos apresuraban y

ellos obedecieron.
—¿Qué tienes? ¿Maíz?— preguntó una mujer con desesperación

en su mirada.
Fruncí el ceño.
Este no era el Pueblo Troll que había visitado hace más de un

año. ¿Había hecho esto la guerra? ¿Tenían poca comida?
Asentí. —Maíz azul. Algunas pieles de ciervo. Y semillas —.
A la mención de las semillas, la multitud se volvió loca. Corrieron

hacia adelante, agarrándose de mis piernas, y estaba a punto de
entrar en pánico cuando un disparo se disparó justo a mi lado.
Todos cayeron al suelo, tapándose los oídos, y miré a Sage, que

sostenía una elegante pistola negra.
—¡Sean cortés o no obtendrá nada!— Gritó Sage.
De acuerdo, habíamos acordado que no habría armas en este

viaje a menos que fuera absolutamente necesario, pero supongo
que era necesario para que esta turba no me destrozara.
Asustados a obedecer, se alinearon uno por uno, en una sola
fila. Debía de haber cincuenta personas en total y más saliendo
de sus casas y chozas para ver qué estaba pasando.
Me bajé del caballo y agarré la bolsa de comerciante que Willow

nos había preparado. Sage se quedó en su caballo, pistola en
mano, mientras miraba la escena de abajo.
Me arrodillé, abrí la tela roja y la alisé en el suelo mientras

colocaba mis artículos. Hubo jadeos y ohhhs y ahhhs mientras
ordenaba las semillas.
—¡Tiene semillas!— alguien dijo desde lo más profundo de la

línea, y fruncí el ceño de nuevo. Miré a Sage, que apuntaba con
su arma a la multitud, y ella se encogió de hombros.
La primera mujer salió de la fila con una manta vieja. —¿Te la

cambiaré por cinco semillas?— Sonaba insegura, como si supiera
que era un negocio de mierda. Para ser honesto, los artículos de
los comerciantes eran una fachada. Necesitaba información, no
una manta.
También era una manta andrajosa, con los bordes rasgados y

deshilachados, ¿y por qué diablos todos se veían tan
delgados? No quería actuar demasiado despistada y dar la
alarma de que claramente no sabía lo que estaba pasando en el
mundo mágico, pero tenía que averiguar por qué parecían medio
muertos de hambre y estaban peleando por semillas.
Tragué saliva y bajé la voz. —¿Qué tal si me dices por qué todo el
mundo necesita tanto semillas? ¿Por qué están todos peleando
por la comida? Entonces te daré cinco semillas de las que te
gusten —.
Sus ojos brillaron de emoción ante la perspectiva de poder

agarrarse a la manta y las semillas. Ella se inclinó hacia
adelante, asintiendo. —Los vampiros quemaron todas nuestras
granjas hace casi un año para obligarnos a luchar en la guerra
contra los lobos—. Se lamió los labios, mirando las semillas de
brócoli, maíz, calabaza y zanahoria que tenía.
¡Esos hijos de puta chupasangre! ¡Quemaron todas las granjas!
Marmal.
—¿Todas las granjas? ¿Conocías a alguien llamado Marmal?

Marmal de Rose algo… —. Mi corazón latía contra mi pecho
mientras luchaba por recordar de dónde era mi amiga. La dama
se encogió de hombros.
—Sí, todas las granjas, pero no conozco a ningún

Marmal. ¿Puedo tener mis semillas? —
Asentí con la cabeza y ella se arrodilló, recogiendo cinco semillas

con cuidado y luego corriendo como si estuviera escapando de un
incendio. El hombre que estaba a continuación me miró con
curiosidad.
—Sé de una historia sobre una Marmal de Rose, algo. Podría ser
la misma, pero te costará diez semillas —, susurró.
Había estado escuchando a escondidas.
Asentí. —Hecho.—
Era regordete, claramente no tan hambriento como los demás, y

sus fosas nasales eran tan grandes que podía ver su cerebro
mientras se elevaba sobre mí. Los colmillos de sus mejillas
estaban amarillentos.
—Marmal of Rosedale fue una de las primeras granjas en

quemar. Vivía cerca de la frontera de los vampiros —. Su voz era
rasposa como si fuera un fumador.
La emoción me recorrió el cuerpo. Rosedale! Eso era. —Sí. ¡Esa

es ella! ¿Se escapó a salvo? —
El asintió. —Ella perdió todo. Pero lo último que supe fue que la
habían contratado en el granero de Trip en las tierras de los Dark
Fey. Tenía un don para la cría de animales —.
Ay, Dios mío. Marmal. ¿Estaba criando animales para ese idiota
de Trip con el fin de alimentarse? ¡En las tierras de Dark Fey! Mi
mente dio vueltas con la noticia.
—Gracias.— Mi voz se quebró y le indiqué que podía tomar las

semillas.
Inclinándose, recogió sus semillas y luego se fue, con un arco y

una flecha atados a la espalda.
La siguiente persona llegó con algún tipo de reliquia familiar, un

hermoso broche de color bronce frotado con aceite y con
incrustaciones de turquesa.
—Era de mi madre—, dijo, con la voz temblorosa. —¿Veinte

semillas?—
No podía tomar las cosas de estas personas solo por

comida. ¿Qué tipo de líder tenían que les permitía morir de
hambre así? No conocía las reglas, pero ¿por qué no salían por
una de las puertas al mundo humano y hacer una maldita
carrera de Costco?
Yo lo haría.
—Solo toma las semillas. Quédate con el broche —.
Su boca se abrió con sorpresa y se quedó allí como si no confiara

en mí.
—Vamos.— Agité mi mano para apurarla. Necesitaba

moverme. Iba a regalar todas estas semillas a esta gente y luego
iba a ver a Marmal y Trip. Mi objetivo seguía siendo encontrar al
troll que había escapado de la prisión de Magic City y hablar con
él, pero primero tenía que ver a mi querida amiga.
Pensando en el futuro, me agaché y agarré unas cincuenta

semillas, guardándolas en mi bolsillo en caso de que tuviera que
intercambiarlas con Trip por la liberación de Marmal. No sabía si
era una esclava o una empleada que podía renunciar en
cualquier momento, pero no la iba a dejar allí con él.
De ninguna manera.
Cada persona vino a mi pequeña tienda de semillas y le di a cada

una cinco semillas gratis. Quería que comenzaran su propio
jardín y, con suerte, obtuvieran más semillas de eso y
reconstruyeran su comunidad. Los trolls eran conocidos por la
agricultura, por lo que sin duda fue un golpe devastador para
ellos.
Una vez que mi paño de comercio estuvo vacío, empaqué y,

cuando nos íbamos, las sonrisas y los saludos mientras nos veían
partir me hicieron sentir un poco mejor acerca de lo que
habíamos hecho.
CAPÍTULO DOS
—¿Oye, Sage?— La llamé mientras conducíamos nuestros
caballos a través del paisaje herboso en dirección al granero en
el que había salvado a Astra. Estábamos evitando por completo
la tierra de Marmal y atravesando todo Villa Troll para atacar los
territorios fey esta noche.
Sage me miró.
—¿Por qué el rey de los trolls no se sube a un coche y deja las

Tierras Mágicas y compra algunas semillas de Home Depot o algo
así?— Yo pregunté.
Sage frunció el ceño, confundida. Probablemente la referencia a

Home Depot.
—Una tienda en el mundo humano que vende semillas y

productos agrícolas—, modifiqué. —En Spokane o Idaho—.
Ella asintió entonces, la comprensión se apoderó de su

rostro. —Los cazadores humanos no permitirán ese tipo de
cosas. ¿Te imaginas si un humano viera al rey trol haciendo cola
en una tienda? —
Es cierto. Las únicas razas aceptables en el mundo humano eran

hombres lobo, vampiros y brujas. Incluso entonces era dudoso.
Si devoramos, o los colmillos de un vampiro se dilataban, se
acabó el juego. Delphi había estado en un área mágicamente
restringida de Spokane en la que los humanos no entraban, y
todas sus cosas fueron entregadas. Solo a mi familia y algunas
familias de brujas se les permitió vivir fuera del campus en
apartamentos normales porque teníamos las esposas que
esencialmente nos hacían humanos.
Me estremecí. —No sabía que había cazadores humanos. Quiero

decir, escuché rumores pero no los creí —.
Sage asintió. —Probablemente te estuvieron observando todo el

tiempo que viviste allí. Esperando a que te equivocarás y te
expusieras, o lastimaras a un humano, y luego… —Se pasó el
dedo por la garganta.
¡Vaya!
Supongo que fue bueno que hubiera reglas para mantener a los
humanos a salvo de criaturas mágicas que podrían salirse de
control.
Continuamos cabalgando en silencio durante unas horas,

pasando por Dark Fey Territory sin ningún problema.
Estaba a punto de hacer otra pregunta cuando noté la silueta

familiar de un granero gigante en la distancia. Consulté mi mapa
y asentí. —Esto es, ¿verdad?—
Sage asintió con la cabeza. —¿Realmente solo vamos a bailar el

vals después de la última vez ...?—
Hice una mueca al recordar que Walsh y yo matamos a dos de

los preciados luchadores trolls Ithaki de Trip. Walsh casi muere
y nos llevamos a Astra. Fue un desastre.
—Quiero decir, técnicamente, todo era parte del trato—.
Sage se rio entre dientes. —Trip parecía dispuesto a asesinarnos.

Seamos cautelosas —.
Ella tenía razón. Lo último que necesitaba era que alguien me

entregara a los vampiros. Reflexioné sobre diferentes ideas sobre
formas de entrar y buscar a Marmal cuando mi lobo salió a la
superficie.
—'Iré.'—
¡Sí!
Estaba tan acostumbrada a no necesitarla tanto durante mi

tiempo en el Bosque Oscuro que casi me olvido de que ella estaba
allí a veces.
Le di cuenta a Sage del plan y ella asintió con la cabeza mientras
dejamos nuestros caballos a un lado. Estábamos detrás de unos
frondosos árboles que nos ofrecían una bonita vista de la parte
trasera del granero.
Sage me miró expectante. —¿Quieres que cambie y vaya con tu

lobo también?—
Negué con la cabeza. —No te ofendas, pero tu lobo no puede

atravesar paredes—.
Una sonrisa se dibujó en sus labios. —Touché—.
Me quité las esposas rápidamente y sin otra palabra, mi lobo

saltó de mi pecho y cayó al suelo. Ella se solidificó y luego me
asintió con la cabeza mientras colocaba las esposas en mi
muñeca.
—‘Encuentra a Marmal’—, le dije, —‘Haz que salga’—.
Estaba hablando sola. Por supuesto que conocía el plan, era

yo. Ser un cambiador dividido nunca sería algo a lo que me
acostumbraría. Cerrando los ojos, sintonicé el punto de vista de
mi lobo y de repente estaba mirando por sus ojos. Caminó por el
suelo rocoso hasta que llegó a una puerta trasera.
Estaba cerrada.
Metiendo la nariz en él, inhaló.
Sangre. Dolor. Ciervo. Oso. Temor.
La mezcla de olores flotó a través de un pequeño pliegue en la

puerta y mi lobo de repente se volvió semisólido. Cuando estaba
en mi forma de lobo, nunca tuve que esforzarme para hacer nada
o pensar demasiado en ello. Si quería atravesar una pared,
simplemente lo hacía. Deseé que mi lado humano fuera más
así. Demi Humana cuestionó todo, incluso a ella misma.
Cuando atravesó la pared, se mantuvo semitransparente y supe

que sería invisible para los demás que la miraran, de la misma
manera que había sido invisible durante la reunión con los
vampiros, cuando solo Sawyer la veía.
Abriéndome paso entre la multitud, me di cuenta de que se

estaba librando una pelea. Reconocí los gritos y el sonido de
puños golpeando huesos.
—¿Qué está sucediendo?— Sage susurró a mi lado, apartando mi

atención de mi lobo.
—Ella está adentro. Hay una pelea en curso. Está buscando a

Marmal —. Me resbalé de mi silla. Quería estar lista para correr
y saludar a mi amiga troll.
—Amarraré los caballos—, me informó Sage, y yo solo asentí,

viendo a través de los ojos de mi lobo mientras escaneaba la
habitación.
Macho grande, macho pequeño, macho feo, Trip, animales en

jaulas… todo era lo mismo hasta que noté una niña encorvada
sobre la jaula más grande del lugar.
Marmal.
¡Le estaba haciendo algo al dragón! Me había olvidado por

completo de la criatura dragón que habíamos visto la última vez
hasta ahora. Mi lobo se lanzó hacia adelante, entrando y saliendo
del tumulto hasta que estuvo pisándole los talones a Marmal. Mi
hermosa amiga troll estaba cubierta de tierra, de rodillas y
restregando las garras del dragón a través de la jaula con un
cepillo de cerdas y un poco de agua. Una de las garras había sido
cortada por completo; el extremo era plano y estaba astillado en
algunos puntos.
—Lo siento, niña—, le susurró Marmal al dragón.
A pesar de que mi lobo era invisible, el dragón de repente giró la

cabeza en mi dirección, mirándome directamente a los ojos. La
luz del granero se filtraba a través de los barrotes, iluminando
esas escamas de perlas lechosas, y mi lobo se congeló, fascinado
por sus profundos ojos turquesas. Ella era la criatura más
magnífica que jamás había visto.
—Qué…?— Marmal dijo y giró la cabeza justo cuando mi lobo se

solidificaba.
Marmal saltó un poco. —¿Quién es usted? ¿Cómo saliste de tu

jaula? — Miró por encima del hombro, la ansiedad se reflejaba en
sus rasgos mientras examinaba la habitación en busca de
Trip. Mi lobo dio un paso adelante y acarició la pierna de Marmal,
haciendo que Marmal frunciera el ceño. Alcanzándome, Marmal
acarició el cuello de mi lobo. —Vamos, niña, no puedes salir de
las jaulas o me meteré en problemas—. Dejó caer su cepillo de
fregar y se puso de pie, justo cuando mi lobo cruzó rápidamente
la habitación.
—¡Regresa aquí!— Marmal susurró y gritó, saliendo tras mi lobo.
Ahora era mi oportunidad. En forma humana, abrí los ojos y corrí

desde donde había estado parada en silencio, cerca del lugar
donde Sage había atado a los caballos. Bombeando mis piernas,
corrí a través de los árboles y hasta la puerta trasera del granero,
sabiendo que ahí es donde mi lobo iba a llevar a Marmal.
Marmal nunca había conocido a mi lobo, así que no la

reconocería. Patiné hasta detenerme justo en frente de la puerta
al mismo tiempo que mi lobo saltó, pasando de espectral a
sólido. La puerta se abrió de golpe y me encontré con el rostro
desconcertado de Marmal, con los brazos extendidos para agarrar
a mi lobo. En el momento en que me miró, me quité un poco la
capucha y ella palideció antes de esbozar una sonrisa. Saliendo
por la puerta, miró por encima del hombro y la cerró para
asegurarse de que no la seguían.
Ninguna de las dos dijo nada, ambas simplemente abrimos los

brazos y abrazamos a la otra con fuerza. Era una locura cómo
podía vincularse con alguien tan profundamente en tan poco
tiempo. Conocía a Marmal sólo unos días y, sin embargo, sabía
que podía pedirle cualquier cosa. Sabía que en el fondo de su
persona era buena.
—Pensé que estabas muerta—, gruñó, alejándose para verme
mejor.
Mis ojos recorrieron una cicatriz rojiza en su brazo

derecho; estaba irritada, arrugada y grande. Parecía una
quemadura. —Siento mucho lo de tu granja. Si lo hubiera sabido,
habría ... —
Me interrumpió, agarrándome por la axila y tirándome hacia los

árboles. Sus ojos parecían cautelosos, como si esperara que
alguien saliera y nos agarrara en cualquier momento.
—No puedes estar aquí. La recompensa por tu cabeza es

insondable —. Ella extendió la mano y volvió a ponerme la
capucha alrededor de la cara.
Fruncí el ceño, un precio de recompensa insondable no era

bueno, pero no me gustó la forma en que estaba actuando, como
si estuviera asustada.
—¿Trip te está golpeando? ¿Te han hecho daño?— Hubo un

gruñido en mi voz y mi lobo se puso erguido a mi lado.
Marmal me miró entonces, sacudiendo la cabeza mientras

abrazaba sus brazos contra su pecho. —No, pero lastimaron a los
animales y eso bien podría ser lo mismo—.
Oh, Dios.
Me sacudí. —Mira, no tenemos mucho tiempo. Te lo explicaré en

el camino. ¿Hay algo que necesites agarrar antes de irnos? —
Empecé a retroceder y llevarla hasta donde estaban Sage y

nuestros caballos. Marmal frunció el ceño, los diminutos
colmillos blancos de sus mejillas se inclinaron hacia adentro,
formando una grieta en su piel.
—¿Qué?— Parecía desconcertada pero un poco esperanzada.
—¡Mar, no te dejaré aquí! Sawyer está en la prisión de Magic
City. Ven con nosotros para sacarlo y luego podrás venir a vivir a
Villa Paladin para siempre. Soy el alfa —.
Una lenta sonrisa tiró de sus labios. —¿Alfa? Sabía que había
algo especial en ti. ¿Ese es ... tu lobo? Juro que reconocí el
olor. Hueles igual pero ... —
Asentí y mi lobo se volvió espectral antes de saltar a mi

pecho. Marmal se tambaleó hacia atrás, con los ojos muy
abiertos.
—Cambiaformas dividido. Vamos —le supliqué. —Te lo explicaré

en el camino. Hay un troll que escapó de la prisión de Magic City
hace como diez años. Ayúdanos a encontrarlo y luego podremos
irnos a casa juntos —.
Marmal miró hacia el establo, frunciendo el ceño. —Yo ... quiero

... pero no puedo dejarlos. No puedo dejarla —.
Mi estómago dio un vuelco. —¿Quién? ¿Tienes un hijo? ¿Un

compañero?—
Marmal negó con la cabeza. —Los animales, mi dragón—.
En el momento en que mencionó al dragón, mi boca se

abrió. —¿Tú dragón?—
Las mejillas de Marmal se sonrojaron. —Bueno, no, pero ... la he

nombrado y ... ella me habla—.
¡Mierda! ¿El dragón podía hablar con ella? Quizás eso era magia
troll, no lo sabía. Pero así fue como me sentí por Astra en el
momento en que la vi, y supe que no podía pedirle a Marmal que
abandonara a los animales que claramente había llegado a amar
durante el año pasado. —Está bien ...— Mi mente se aceleró
tratando de idear un plan. Me di cuenta de que Marmal hizo lo
mismo, porque parecía sumida en sus pensamientos.
—¿El troll del que hablaste, que escapó de la prisión de Magic

City ...?— Dijo Marmal.
Asentí.
—Creo que vino hace unos meses a ver a Trip, se emborrachó y

les contó la historia a los chicos. Pensé que estaba mintiendo
para verse bien —, dijo, y la esperanza se abrió de par en par
dentro de mi pecho.
Apenas pude contener mi emoción. —¿Dónde vive el?—
Marmal extendió las manos. —No es un troll puro. Es Ithaki,

mitad troll y mitad hada —.
Y la burbuja de la esperanza estalló como un globo. No estaba

exactamente en la lista agradable de los Ithaki en este
momento. Si tuviera que regresar a las Tierras Salvajes y buscar
a este tipo, me enojaría, especialmente después de nuestro
ataque.
—Pero él vive aquí. No le gustan los Ithaki y es un tipo solitario—

agregó.
Y la esperanza volvía a estar viva. ¡Debería haber comenzado con

eso!
—¿Dónde?— Me acerqué, esperando que pudiera ver la

desesperación en mis ojos.
Ella respiró hondo. —Puedo dibujarles un mapa del área

general. Sé que está en un lugar llamado South Hill, pero no qué
cabaña es la suya. Es un viaje de un día de ida y vuelta —.
Asentí. Ya casi anochecía. ¡Podríamos salir a primera hora de la

mañana para ir a verlo! —¿Y en ese tiempo encontrarás una
manera de que saquemos a los animales para que puedas venir
a salvar a Sawyer conmigo?— Realmente quería que
estuviéramos en la misma página. No me iba de aquí sin ella.
Ella sonrió y asintió con la cabeza. —Pasado mañana es el día de

la cosecha de Pearl. La dejaron salir de la jaula para sacar
escamas, cortarle las uñas y… sangre. Entonces ... encontraré
una manera de liberarla —.
Mi corazón dio un vuelco ante la mención de un puto día
de cosecha. Esos bastardos. Me encantaba el nombre Pearl; era
perfecto para ella.
—Mi amiga Sage vino conmigo. Podemos ayudarte a sacar a Pearl

y a todos los demás —le prometí, luego le hice un gesto a mi mejor
amiga pelirroja, que saludó a través de los árboles.
Marmal le devolvió el saludo; las lágrimas se alinearon en sus

ojos mientras me acercaba para otro abrazo. —No puedo creer
que vinieras por mí—.
Habría venido mucho antes si hubiera sabido la situación de

mierda en la que se encontraba. —Siempre—, le prometí.
Cuando se apartó, señaló mi cara. —Deténgase en un pueblo y

pida un velo de novia antes de ver a Seam, ese es el Ithaki. Solo
conozco su primer nombre. Pero si sabe quién eres,
probablemente te entregará por la recompensa. Las novias trol
usan un velo integral en público durante todo un mes antes de
la boda, y solo se lo quitan en la noche de bodas —.
Asentí. —Lo haré.—
—Querrá un gran pago. Oro o piedras preciosas —, me dijo. —Lo

escuché decirle a los chicos que solía ser joyero y que estaba
preguntando por trabajo. Es conocido por encontrar piedras
preciosas y ese tipo de cosas —.
El pánico se apoderó de mí ante eso. No tenía oro ni piedras

preciosas. Tenía algunas semillas. Había estado fuera por tanto
tiempo, y con los lobos en el búnker… no estaba segura de que
nos quedara dinero. Mi esposo era multimillonario, pero yo no
tenía acceso a esas cuentas… pero luego mis dedos fueron a la
cadena alrededor de mi cuello. Mi anillo de compromiso. Lo puse
en un collar justo antes de nuestro viaje. Me mataría revelar esto,
pero si ayudaba a Sawyer, valía la pena.
Marmal bajó hasta donde teníamos los caballos atados y se

encontró con Sage, que rápidamente dibujó un mapa de South
Hill. Había algunas tiendas en el camino donde podía conseguir
un velo de novia. Le di las gracias y le prometí que volvería
mañana por la noche. Podríamos dormir en el bosque y luego
planear su escape al día siguiente.
Sage y yo decidimos seguir adelante con el resto del día y llegar a

la aldea de Seam. Podríamos quedarnos en una posada o
acampar en el bosque. De esa manera no nos apuraríamos con
él mañana, y podríamos estar de regreso aquí mañana al
anochecer.
Entonces sería otro día para sacar a Marmal y sus animales ...
Lo estaba cortando bastante dado que la prisión de Magic City le

había dado a Sawyer siete días de vida. Pero no necesitaba llegar
temprano, solo necesitaba llegar a tiempo.
CAPÍTULO TRES
La caminata de medio día hasta South Hill nos dejó allí mucho
más allá del anochecer. Sage y yo conseguimos el velo de novia
que necesitaba intercambiando semillas justo en la frontera de
los trolls, y luego encontramos una posada para pasar la
noche. Atamos los caballos y luego llevamos nuestra cena a la
habitación que habíamos alquilado, antes de devorarla.
El posadero echó un vistazo a mi velo completo y me preguntó si

viajaba para ver a mi nuevo esposo, y yo solo asentí con la cabeza,
lo que pareció satisfacerlo. Estábamos en la frontera de tierras de
trolls y hadas y había visto una mezcla de ambas razas. Echó un
vistazo a Sage, inhaló y luego preguntó dónde la había
encontrado.
—Criada—, le dije, y de nuevo eso pareció satisfacerlo.
Esa noche, Sage y yo nos acurrucamos juntas en la cama y me

permití pensar en Creek. A propósito, no había pensado en mi
hijo todo este tiempo porque quería mantener la concentración.
Quería ser fuerte por Sawyer, pero ...
Una lágrima se soltó y la limpié con el dorso de la mano.
Sage frunció el ceño, acostada de lado, frente a mí. —¿Extrañas

a Sawyer?—
Asentí. —También a Creek—.
La agonía revoloteó por su rostro. —Yo también. Extraño los

pequeños chirridos que hace cuando duerme —.
Sonreí, sintiéndome mejor después de hablar de eso con

alguien. —Me encanta la forma en que huele—.
Sage asintió. —Excepto cuando hace caca—.
Ambas nos reímos hasta que las lágrimas brotaron de nuestros
ojos. Finalmente, miré hacia el techo hasta que me quedé
dormida.
***
—'¡Demi!'— La voz de Sawyer en mi cabeza me despertó de un

sueño profundo. Mi mente estaba nublada y mis miembros
estaban pesados por el cansancio. Miré alrededor de la
habitación medio esperando verlo antes de recordar nuestra
situación actual.
—‘Estoy aquí’—, le dije, sacudiendo los últimos restos de niebla

de mi cerebro.
—'Te echo de menos.'— Su voz era cruda, anhelante. No me lo

esperaba. Parecía menos apresurado esta vez y me relajé,
recostándome en la almohada.
—‘Te echo de menos. Tan jodidamente.’— Mi garganta se apretó.
—‘Tienen un escudo que nos impide hablar, pero mi amigo brujo es

capaz de quitarlo a veces para poder contactar con su aquelarre.’—
Entonces no sabíamos cuánto tiempo teníamos. Asentí con la

cabeza, aunque no podía verme. —‘Sawyer ... yo ... un año. Lo
siento mucho.’ —
Le había dicho tres días y me había ido un año. Esa comprensión

me mató.
—‘¿Estás loca? Que te hayas ido todo este tiempo ha sido una
bendición. Es lo único que me mantuvo cuerdo. Me dio la
esperanza de que aún estuvieras viva y que los vampiros no te
hubieran alcanzado. Cuéntame algo sobre tu tiempo en el bosque,
sobre Creek, quiero saberlo todo.’—
Supongo que ese fue un buen punto sobre estar a salvo de los
vampiros. —‘No ... no puedo creer que tuve a nuestro bebé en el
bosque y Sage me ayudo a dar a luz en una cabaña sin
electricidad’—.
Casi podía sentir a Sawyer sonriendo. —‘Eres increíble. ¿Estuvo

bien el parto o fue traumático?’ —
Consideré esa pregunta. ¿Qué nacimiento no fue traumático

hasta cierto punto? No tenía nada con qué compararlo, pero por
lo que sabía, era un bonito libro de texto. —‘Normal. Tuve que
llevar su placenta en un cuenco porque teníamos demasiado miedo
para cortarla’.—
Él se rio, una risa profunda y gutural que reverberó en mi

cabeza y me hizo extrañarlo tanto que me dolió físicamente. Sentí
como si un peso se posara en mi pecho y me pellizcara el
corazón. —‘Tengo que conseguirte un regalo de empuje cuando
salga.’ —
Me reí y miré a Sage para asegurarme de que todavía estaba

durmiendo. —‘¿Cómo sabes lo que es un regalo de empuje?’—
—‘Nos dejan ver películas de humanos aquí’—, dijo Sawyer.
Jugué con el anillo de la cadena en mi garganta. —‘Háblame de

tu último año. ¿Walsh está ahí?’ —
—‘Sí, el idiota me siguió hasta aquí. No lo merezco’. —
Asentí con la cabeza, mirando a una Sage dormida y me pregunté

qué había hecho para merecerla.
—‘¿Es ... duro ahí dentro?’— Yo pregunté. Quiero decir que la

prisión normal era dura, no podía imaginar una prisión con
sobrenaturales que pudieran patearte el trasero con magia.
Estaba callado, como si no estuviera seguro de querer decir algo.
—'Sawyer. Dime.'— No pude sentir mucho a través de nuestro
vínculo. O lo estaba ajustando o algo de magia no dejaba pasar
las cosas.
—‘Estoy sobreviviendo’— , dijo finalmente. —‘Nos hacen usar las

esposas con las que creciste. Las que causan dolor si intentas
cambiar.’— Había vergüenza en su voz y supe que se sentía
culpable al saber que las usé casi todos los días de mi vida
durante más de veinte años.
—'Lo siento', — le dije con sinceridad. Mantener a raya a tu lobo

durante un año apesta, especialmente para un alfa. —'¿Hay
muchas peleas?'—
De repente me sentí protectora de mi hombre y quería saber con

qué había estado lidiando.
—‘Todos los días’— , respondió finalmente. —‘Pero he creado mi

propia pequeña manada aquí. No te preocupes por mí. Concéntrate
en mantenerte a salvo. Mantener a nuestro bebé a salvo’.—
Parecía que Sawyer había creado una pequeña banda de manada

para sobrevivir a la prisión. Dios mío, cómo habían cambiado las
cosas. Fruncí el ceño cuando me dijo que me concentrara en
mantenerme a mí y a Creek a salvo. —‘Estoy concentrada en
sacarte de allí. Estoy en Dark Fey Territory en este momento,
conociendo a un tipo llamado Seam que escapó de la prisión de
Magic City hace diez años.’ —
Algo se disparó a través de nuestro vínculo. Temor. —‘¿Estás en

tierras de Dark Fey? ¿Dónde está Creek? ¿Las Manadas?’ —
Quería poner los ojos en blanco, pero luego recordé lo que se

sentía estar en el bosque durante un año sin toda
información. Sawyer no sabía nada de lo que había estado
sucediendo. —‘Creek está con mi mamá y todos están en Villa
Paladin con nuestras dos manadas. Todos están a salvo porque
soy un alfa y soy buena en mi trabajo’.— Casi le gruñí a mi
hombre.
—‘Maldita sea, eres sexy cuando estás enojada’—, dijo Sawyer, y

casi pude verlo sonreír, lo que me alivió el humor. —‘Tienes razón,
sabes lo que estás haciendo. Odio no estar allí’. —
Podría imaginarlo, especialmente para un alfa. —'Tengo todo

cubierto. Incluido sacarte de la cárcel'—, le dije.
—'Seam, dijiste? Ese tipo es una leyenda aquí'. —
—'Sí. Él.'— Me animé sabiendo que reconocía al chico.
—'Demi, ese es un plan realmente bueno ... pero ese tipo escapó
antes de que fueran con todo lo de alta tecnología con el
lugar. Literalmente, no hay forma de que puedas sacarme de aquí,
mi amor. No sin alertar a la mitad de la comunidad
mágica.’— Estaba callado. —‘Demi, he visto a la reina Drake
aquí. Les he oído hablar de mí, preguntando si pensaban que
estaba hablando con alguien o pasando notas a Walsh sobre ti. Te
están esperando.’—
La ira estalló dentro de mí. —‘A la mierda la reina Drake, acabo

de apuñalar a esa perra en el hombro hace unas noches. Sawyer,
necesito que creas en mí. Necesito que estés listo para soplar ese
porro, porque yo voy, te guste o no.’—
Estuvo en silencio durante demasiado tiempo, tanto tiempo que

pensé que lo había perdido. Tal vez nuestra conexión se perdió y
su amigo brujo ya no pudo apagar el bloqueador de señal o lo que
sea. Justo cuando estaba a punto de volver a dormirme, volvió a
hablar.
—‘Eres sexy cuando estás planeando fugas de prisión. Estaré

listo. Te amo.’ —
—‘Yo también te amo’—, le dije, sonriendo, y luego, de repente, la
conexión se rompió. Sentí que Sawyer me dejaba, llevándose su
familiar presencia con él.
Me recosté en la cama, mirando el techo de yeso que se despegaba

y suspiré.
El amor te volvía loco, te hizo hacer cosas locas, pero si pudiera

retroceder hasta ese día en Delphi donde Sawyer y yo nos
conocimos, no lo retractaría. No recuperaría nada de esto. Amaba
a la persona que me había hecho amar a Sawyer. Yo era una
mujer fuerte, una alfa, una madre. Nada de eso lo habría sabido
si él no me hubiera encontrado y me hubiera sacado de mi prisión
de Delphi, de mis esposas. Ahora era el momento de devolver el
favor.
***
Di vueltas y vueltas después de hablar con Sawyer hasta que

finalmente amaneció. Después de lavarme y desayunar, me puse
mi velo de novia troll y partimos hacia la casa de Seam. Le
preguntamos a una gruñona hada oscura de South Hill donde
vivía Seam el Ithaki y ella solo señaló una pequeña cabaña azul
en la cima de la colina y gruñó.
Los caballos hicieron un trabajo lento para subir la colina, tanto

que estuve tentada de atarlos en la parte inferior y caminar hacia
arriba, pero no estaba segura de sí serían robados. Cuando
finalmente llegamos a un conjunto de puertas de acero oxidadas,
miré el letrero atado a la puerta. La pintura se estaba pelando,
pero pude distinguir las palabras con claridad. Fuera, decía.
Miré a Sage.
—No puedo ver tu cara en este momento, pero supongo que no te

gusta el letrero—. Sage trató de mirar a través de los pequeños
puntos que se asomaban en el velo de algodón color crema y ver
mi expresión.
—Correcto. No me gusta ni un poco. No tenemos idea de qué tipo

de tipo podría ser. ¿Debería hacer que mi lobo salga y entre con
nosotras? —
Ella se tocó la barbilla. —Eso es amenazante. Necesitamos

parecer mansas. Si nos metemos en problemas, puedes quitarte
las esposas y lucharemos para salir —.
Asentí. Ese era un plan decente. Conduciría a los vampiros hacia

nosotros, pero decente.
—Ahora o nunca, entonces.— Me acerqué a la puerta y extendí

la mano para agarrar la manija. En el segundo en que mis dedos
tocaron el frío metal, un golpe me atravesó el brazo y lo tiré hacia
atrás con un grito.
—¡Hijo de puta!— Grité.
¡Estaba electrificada!
—¿Qué quieres?— una voz profunda y ominosa gritó desde algún

lugar de los arbustos.
Mierda.
Giré, mirando el arbusto, y luego me relajé un poco cuando vi un

altavoz. Era muy poco controvertido tener lo que Marmal llamaba
“tecnología demoníaca”, pero supuse que esté Ithaki era más
parecido a un hada. Hada oscura, tuve que recordarme a mí
misma. Los malos.
Me acerqué al arbusto. —Quiero darte este brillante y gordo

diamante a cambio de información—, le respondí, sacando el
anillo de mi mano y acercándolo a la casa. Lo había movido de
mi collar a mi dedo anular esta mañana. Vi moverse una cortina
y luego la puerta se abrió con un fuerte crujido.
Te tengo.
La codicia era buena. Podría trabajar con eso.
Dejamos los caballos atados al poste de la puerta inferior y nos

dirigimos hacia el camino de entrada a pie. La casa estaba en
muy mal estado, lo que era una buena señal de que necesitaba
dinero. Esto era un buen augurio para que se llevara mi anillo a
cambio de información. El revestimiento azul estaba deformado
y el techo era de metal pero oxidado. El lugar definitivamente no
estaba bien cuidado, eso era seguro.
Cuando llegamos a la puerta principal, estaba abierta y un

hombre alto acechaba en la entrada. Su cabello era blanco y le
caía hasta la mitad de la espalda; tenía pequeños colmillos en las
mejillas y orejas puntiagudas. No parecía un hada oscuro. De
hecho, parecía muy parecido a un hada de luz. Su cabello blanco
y sus brillantes ojos azules eran señales reveladoras ... pero
entonces, ¿por qué vivir aquí? ¿Entre los malvados?
Era alto y esbelto, definitivamente más fey que troll en estatura.

Un brazo largo colgaba a su costado y otro brazo más corto, sin
la mano, sostenía su pecho.
—¿Joya?— Extendió su mano buena.
—Información primero—. Metí el anillo en mi palma.
Él puso los ojos en blanco. —Obviamente, pero necesito ver la

joya para asegurarme de que sea real—.
Saqué el anillo de mi dedo, despidiéndome en silencio, y se lo

ofrecí. Extendió la mano y extendió un dedo huesudo hacia
mí. Las uñas se afilaron en puntas y pintadas de negro. Tal vez
un disfraz para encajar con los otros elfos de la ciudad.
De repente me preguntaba qué hizo para aterrizar en la prisión
de Magic City. Sacando el anillo de mi mano, lo levantó a la luz,
sonriendo.
Dientes puntiagudos.
De acuerdo ... era en parte un hada oscura ... Menos mal que
estaba bajo este velo porque no podía controlar mis reacciones
en este momento.
—¿Cinco quilates?— Sacó una lupa.
Di un paso adelante. —Uh, supongo que sí. Vale por lo menos

cien mil dólares —, supuse.
Sage se acercó a mí. —Medio millón. Es incoloro, impecable y con

corte redondo realizado por un maestro joyero en París —.
Pude ver la codicia física que se apoderó de Seam ante las

palabras de Sage. Sus ojos prácticamente brillaron cuando rodó
la gema en su mano.
¡Medio millón! ¡Vaya! Miré a mi mejor amiga con sorpresa.
—Le ayudé a elegirlo—. Ella me guiñó un ojo.
El hombre me entregó el anillo y lo devolví a mi dedo. —¿Qué

conocimientos necesitas para un pago tan impresionante?—
Respiré hondo. —Necesito saber cómo sacar a alguien de la

prisión de Magic City—.
El Ithaki me consideró durante un largo momento, simplemente

mirándome a través de los agujeros de mi velo. —Bien. Es tu
funeral —.
—Necesito que me dé su palabra, señor. Me darás toda la

información que tengas sobre la prisión de Magic City, incluidos
mapas de los edificios, a cambio de este anillo —. Levanté mi
mano.
Él era hada y yo sabía que con los Fey que las palabras eran
importantes.
Él sonrió, cruzando los brazos. —Prometo darte toda la

información que tengo sobre la prisión de Magic City, incluidos
mapas de los edificios a cambio de ese anillo—. Señaló mi mano
y me relajé un poco. —Oh, y puedes quitarte el velo. Sé quién eres
y que has venido a intentar sacar a Sawyer Hudson —. Luego giró
sobre sus talones y entró en la casa.
Sage se puso rígida a mi lado y me congelé, mirándola en estado

de shock.
Mierda.
¿Cómo lo supo?
—¡Vengan!— gritó, y entramos tras él.
Bueno, no tenía sentido usar esta cosa sudada si él ya sabía

quién era yo.
Arranqué el velo y jadeé en busca de aire cuando una brisa fresca

tocó mi piel. Sage me miró y me encogí de hombros. Todavía
teníamos nuestro plan de que si las cosas se ponían turbias
podría arrancarme las esposas y luchar contra él.
El Fey caminó más profundamente en el vestíbulo, hasta un par

de puertas de vidrio que conducían a un jardín, y se giró hacia
nosotras. En el segundo en que posó los ojos en mi rostro sin
velo, el color desapareció de su tez y su mirada se posó en una
imagen en la mesa de entrada.
Seguí su mirada y vi una foto con un Seam más joven. Una niña
estaba sentada sobre su hombro. Ella tenía el mismo cabello
rubio blanquecino que él.
—No tengo todo el día—, espetó, y abrió las puertas, saliendo al

jardín.
Aparté la mirada de la foto, preguntándome dónde estaría la niña

ahora. Ella era claramente su hija, se parecían mucho. Sage y yo
corrimos por el lúgubre vestíbulo con paredes de pintura
desconchada y pisos de madera deformados antes de seguirlo al
patio exterior. Había una gran mesa con una taza de té humeante
y un plato de comida. Habíamos interrumpido su desayuno.
—¿Como supiste?— Le pregunté, mirando el patio y buscando

salidas por si atacaba. Había una valla de estacas blanca de sólo
un metro de altura por la que podía trepar fácilmente. También
había docenas de hermosos rosales que salpicaban el borde del
patio de ladrillos rojos. El jardín exterior claramente se había
mantenido, mientras que el interior se había dejado pudrir.
Seam se sentó, tomó un sorbo de té y luego se terminó una

galleta. —Viajas con un hombre lobo ...— Hizo un gesto a Sage:
—Tienes un anillo de medio millón de dólares y quieres sacar a
alguien de la prisión de Magic City el día después de que
anuncien en las noticias de que Sawyer Hudson está condenado
a muerte. —
Maldita sea. Tenía razón, era tan obvio.
—¿Por qué no llamar a los vampiros, y conseguir la

recompensa?— Preguntó Sage, moviendo la mano en su cadera
donde estaba su espada.
Puso los ojos en blanco y le dio un mordisco a un sándwich de

pepino. —¿Viste lo que le hicieron a mi tierra natal?— Hizo un
gesto más allá de su patio, hacia la base de la ladera trasera de
la colina. Vivía justo en la frontera Fey, pero se podía ver Villa
Troll desde aquí y las tierras de cultivo. Una vez tan hermosa con
sus dorados y verdes, ahora todo era negro hasta donde
alcanzaba la vista. —Lo quemaron todo. No estoy interesado en
darles lo que quieran pronto. Además, ese anillo arreglará
fácilmente este lugar y puedo retirarme temprano. No necesito
mucho aquí —.
De acuerdo ... fue una respuesta decente, pero no iba a confiar

en ella. Él podía volverse contra mí en cualquier momento y yo lo
iba a tratar como tal.
—¿Cómo escapaste?— Yo pregunté. —Cuéntamelo todo.—
Observó las dos sillas al otro lado de la mesa. —Siéntate, esto

llevará un tiempo—.
CAPÍTULO CUATRO
Dos horas después, habíamos escuchado la historia completa. La
prisión de Magic City se construyó ochenta pisos hacia el
cielo. Era el edificio más alto de Magic City, que estaba en el
centro del Light Fey Territory, y todos los prisioneros se
mantenían en los cincuenta pisos superiores. Los treinta pisos
inferiores eran para administración, almacenamiento y otras
cosas. ¡Era casi tan alto como la maldita Torre Eiffel! Pero la peor
noticia que escuché fue que estaba en una pequeña isla de banco
de arena en medio de un río rugiente gigante. Tenías que nadar
o tomar un bote para llegar al edificio.
—Así que incluso el nivel más bajo está a sesenta metros en el

cielo—, observé mientras describía el diseño.
El asintió. —No puede saltar por esa ventana sin una muerte
segura—.
Me retorcí mientras miraba la protuberancia en el extremo de su

brazo. Había contado su historia de cortarse la mano para liberar
la magia del brazalete. —¿Entonces solo tenían un brazalete
antes?— Pregunté por quinta vez.
Él asintió con la cabeza. —Y ahora hacen ambos

brazos y piernas—.
Mierda. Quizás Sawyer tenía razón y esto era inútil. Seam nos
había dicho que había una rejilla mágica incorporada en el
edificio, e incluso si lograbas salir, no podías salir de la propiedad
con las esposas puestas o morirías instantáneamente. Así que
tendría que quitarles las esposas a Sawyer y Walsh y luego
romperlas de alguna manera.
Decidí dejar eso para más tarde y centrarme en cualquier otra

información que pudiera utilizar. —¿Así que después de ti
...?— Miré su brazo sin manos.
Él sonrió. —Atraje al guardia y lo noqueé—.
Asentí con la cabeza, repitiendo la historia que nos acababa de

contar. —Y luego arrastraste su cuerpo a la celda y usaste la
huella de su mano para abrir la puerta porque las puertas se
cierran detrás de ellas ...—
El asintió. —Una vez que estuve en el pasillo, me subí al conducto

del aire acondicionado, que noté que estaba suelto después de
un mantenimiento de rutina—.
Sage asintió con la cabeza. —Porque normalmente están

cerrados con cerrojo—.
Habíamos repasado esto diez veces, tratando de encontrar algo

que pudiéramos usar para Sawyer.
—Precisamente. Y luego bajé treinta pisos por la estrecha

ventilación hasta que llegué al estacionamiento subterráneo —.
—De allí robaste un bote. Es probable que todo esto no nos

ayude, ya que después de que usted se fue, han reforzado la
seguridad —.
Mierda.
Me miró con seriedad, acariciando su barbilla con su mano

sana. —¿Es cierto que eres un maldito? ¿Demonio? ¿Saltador de
alma? —
Tragué saliva. ¿Saltador de alma? Eso era nuevo. —No. No sé qué

es eso —, mentí de inmediato.
Sus ojos brillaron como si no me creyera. —Porque si los rumores

son ciertos, podrías hacer que tu alma de lobo salte a tu pequeño
amigo aquí ...— Señaló a Sage. —… Y luego ella podría llevarte al
interior del edificio. Especial dos por uno —.
Fruncí el ceño. ¿De qué estaba hablando?
Sage se inclinó hacia adelante. —¿Qué quieres decir?—
El Ithaki puso los ojos en blanco. —Su lobo, si el rumor es cierto,

antes saltó fuera de su cuerpo con las esposas puestas, así que
seguramente podrá volver a hacerlo. No la pueden arrestar
porque el alcaide de la Magic City simplemente la entregará a la
Reina Drake, pero tú… —Evaluó a Sage. —Te acogerían con
mucho gusto—.
Una luz amaneció sobre mí. —Caballo de Troya.—
Golpeó la mesa con su mano buena y ambas saltamos. —¡Eso

exactamente!—
Sage podría meter a mi lobo en el edificio y luego yo podría sacarla

y ... de alguna manera liberarlos a todos. Pero nunca podría
pedirle a Sage que hiciera eso, arriesgar su vida así.
—Bueno, si los rumores fueran ciertos, que no lo son, sería una

buena idea—, dijo Sage, dándome los ojos muy abiertos de
“hablemos más tarde”.
Miré a Seam, preguntándome por qué demonios nos estaba

dando estas buenas ideas cuando tan claramente podía
delatarme o peor aún, tratar de “robarme mi esencia” como todos
los otros psicópatas que había conocido en el camino.
—¿Cuál es tu trato? ¿Por qué me ayudas?— Crucé mis brazos

sobre mi pecho, mirándolo con sospecha. Llevábamos aquí más
de dos horas y no había hecho más que responder a todas mis
preguntas. Había sacado mapas con pasillos y ríos dibujados a
mano. Había ido más allá. Pero si iba a alertar a alguien y
entregarme, ya lo habría hecho. Dos horas era tiempo más que
suficiente para que los vampiros llamaran a la puerta.
Su rostro se oscureció y entrecerró los ojos. —El diamante,
obviamente—. Pero su mirada recorrió mi largo cabello blanco y
su rostro se suavizó. Había algo más ahí.
La niña, de la foto. Su cabello era como el mío, largo, espeso y

rubio plateado.
—¿Nada más?— Yo presioné.
Suspiró, mirando la pared de rosas rosadas. Estuvo en silencio

durante mucho tiempo, el pecho subía y bajaba con cada
respiración. No creo que haya tenido muchas visitas y en realidad
podría estar disfrutando de nuestra compañía. No nos había
pedido que nos fuéramos e incluso nos había ofrecido té. Ambas
nos negamos por no confiar en él, pero ahora me preguntaba si
simplemente lo malinterpretamos.
—Tuve una hija. Me recuerdas a ella —, fue todo lo que dijo, y mi

corazón dio un vuelco. Fue como pensaba.
Noté el tiempo pasado. Él tenía una hija.
—Lo siento—, le dije con seriedad.
—¿Qué pasó?— Preguntó Sage.
La pateé debajo de la mesa y ella hizo una mueca.
Miró a Sage, aparentemente considerando su pregunta y si quería

responderla.
—No volveré a verte después de esto, así que ...— Se encogió de

hombros. —¿Por qué no?—
Luego se inclinó, dejando que el sol le iluminara la cara, y

apartando los labios mostró sus afilados dientes.
Ambas retrocedimos un poco, inseguras de lo que estaba
haciendo y se rio entre dientes. —¿No estás confundida con mi
linaje? Tengo los dientes de un hada oscura, el pelo y los ojos de
un hada light y los colmillos de un troll —.
Ohhh, tan pronto como lo dijo, hizo clic. Él era... un chucho total.
—¿Tu madre o tu padre eran ambos?— Yo pregunté.
El asintió. —Madre era mitad hada light y mitad oscura. Padre

era un troll. Tengo el linaje de los tres. Nunca pertenecí del todo,
pero nunca molesté a nadie, así que no pareció importarles.
Entonces conocí a mi esposa ... —
Su voz se quebró cuando volvió a mirar la pared de flores.
Las rosas. El jardín tan cuidado ... ¿era de su esposa?
—Ella era una Ithaki vampiro-hada—, dijo y mi boca se abrió de

golpe. Las hadas eran los únicos que podían reproducirse con las
otras razas. Tenían algún tipo de gen que podía transformarse de
cualquier manera y crear vida donde no se podía crear de forma
natural.
—Así que tu hija ...— Sage puso todo junto en su mente antes de
que yo lo hiciera.
Inclinó la cabeza. —Ella era una verdadera quimera. Hada

oscura, hada light, vampiro y troll. Tenía un poder incalculable
cuando comencé a entrenarla ... —
Su voz se apagó y me miró. Entonces supe lo que había sucedido

sin que él siquiera tuviera que decirlo. El poder era algo que los
vampiros, específicamente la reina Drake, no podían permitir.
Gruñí. —¿Se la llevaron?—
El asintió. —Los vampiros se la llevaron, experimentaron con
ella, la mataron—.
Las venas de su cuello estallaron y el anillo de la taza de té se

rompió cuando la sostuvo con demasiada fuerza, luego cayó al
suelo y se hizo añicos, derramando su contenido. —Lo siento, no
he hablado de esto en mucho tiempo—.
El miedo que una vez le tuve, la desconfianza, se desvaneció

en ese momento. Este era solo un anciano destrozado. Me dejé
caer a sus pies y comencé a recoger los fragmentos de la taza de
té. —Está bien—, le dije. —Entonces, ¿es por eso… por qué fuiste
a la cárcel? ¿Tomó represalias? —
El asintió. —Algo así. El sistema de justicia estaba tardando

demasiado para el gusto de mi esposa —.
Eso me sonó familiar.
—Cuando mi esposa y yo recibimos noticias de las autoridades

locales de que habían encontrado el cuerpo de nuestra dulce hija
de dieciséis años en la tierra de los vampiros en una zanja poco
profunda con un montón de agujeros en sus brazos y
completamente drenada de sangre ...— los nudillos de su mano
aparecieron mientras cerraba el puño. —Presentamos cargos,
pero dijeron que podría llevar hasta un año encontrar al
asesino. La policía de Magic City no se preocupa por un
Ithaki. Algún vampiro humilde, dijeron que probablemente lo
hizo. Sabía que eso no era cierto. La reina había estado hurgando
por aquí una vez que se enteró de mi hija y su poder. Incluso se
ofreció a pagarnos por ella —.
Sage jadeó. —¡Pagarte!—
El asintió. —Con el pretexto de que era una educación privada

elegante, pero pude oler el hambre en ella cuando miró a mi dulce
niña—. Sus ojos brillaban con humedad a la luz del sol y mi
corazón dolía por él. Si era posible odiar más a esta reina
amargada, lo hice. Quería que la borraran de esta tierra.
—Entonces, ¿su esposa ... se fue?— Preguntó Sage.
Estábamos demasiado metidas en la historia para detenernos

ahora. Necesitaba saberlo todo. Dejé los pedazos rotos de la taza
de té sobre la mesa y regresé a mi asiento mientras él me
saludaba con la cabeza.
—Varilla era una guerrera temible. Cuando se enteró de lo de

nuestra hija, dejó de dormir. Una noche, la encontré
desaparecida, con la cama vacía y una nota que decía que no
descansaría hasta que la reina estuviera muerta —.
Oh, mierda.
Sage extendió la mano, tomó mi mano y la apretó.
—Corrí toda la noche, usé todos los poderes mágicos que tenía
para entrar en las murallas de Vampire City y donde estaba el
castillo de la reina, pero era demasiado tarde. Mi esposa estaba
muerta, la reina ni siquiera estaba en la ciudad, pero mi esposa
había matado a una docena de sus guardias antes de que la
derribaran. Me arrestaron por allanamiento e intento de
asesinato de un monarca —.
Santa mierda.
Su esposa e hija desaparecieron en una semana ...
—Lo siento mucho—, le dije, con la voz quebrada.
Se inclinó hacia adentro. —Les rogué que me mataran, pero la

reina ordenó que yo viviera mi vida sin las dos mujeres que
amaba como castigo—.
Mujer malvada.
—Entonces, ¿por qué siquiera escapar? Quiero decir...
¿realmente no tenías a nadie con quien volver a casa?— Dijo
Sage, y luego hizo una mueca de dolor ante sus
palabras. —Quiero decir, eso no es lo que quise decir. Yo…—
Él la despidió con su mano buena. —No, tienes razón. Regresé

por esas —. Señaló la pared de flores perfectamente
cuidadas. —Mi esposa amaba pocas cosas tanto como a mí y a
nuestra hija, y esas rosas son una de ellas. Pasó horas aquí. No
podía soportar la idea de que ellas también murieran. Algo en lo
que puso gran parte de su vida —.
Una lágrima se deslizó de mi ojo y se deslizó por mi mejilla antes

de que pudiera parpadear. Fue lo más triste que había escuchado
en mi vida, y sin embargo… algo hermoso. Dejaría ir la casa, pero
se quedó con las flores.
—Son flores hermosas—, le dije. —Y si te hace sentir mejor,

planeo matar a la reina Drake muy, muy pronto—.
Hablaba muy en serio y me evaluó con una ceja enarcada.
—Así que es verdad. ¿Lo qué hizo su hijo? Toda esa familia es
malvada. Manchada —siseó. —Me haría sentir muchísimo mejor
si me enviaras sus cenizas una vez muerta. De esa manera podría
mezclarlas con arcilla y hacer un urinario con ellas, orinarla
todos los días —.
Me eché a reír; Sage hizo lo mismo a mi lado. Él sonrió. Y eso fue

eso. Todos teníamos algo en común. Esa maldita reina iba a
morir si era lo último que hacía.
Me despidió. —Bueno, será mejor que se vayan. Conseguiré el

resto de los mapas y luego podrás seguir tu camino —.
Asentí. Él era un buen hombre. Lo había subestimado por

completo.
Regresó unos minutos después con una pila de mapas en los
brazos. —Estas son copias. Puedes tenerlos.—
Le di las gracias, antes de quitarme el anillo del dedo y entregarle

el único recuerdo físico de mi matrimonio con Sawyer que me
quedaba. —Gracias por tu ayuda—, le dije.
Miró el anillo y se detuvo. —Realmente necesito esto. De lo

contrario, yo ... —
Le hice un gesto con la mano, mirando su casa en ruinas y su

triste vida. —No te preocupes. Sawyer puede conseguirme otro.—
Sonreí.
Era una verdad a medias. Sí, Sawyer podría conseguirme otro

anillo. No sería el mismo, con todos los hermosos recuerdos, pero
no importaba. Un trato era un trato, y quería que Seam tuviera
una buena vida después de todo lo que había pasado.
Cerró la mano a su alrededor y asintió. —Bueno, está bien

entonces. Esté segura y buena suerte —.
—No pierdas de vista el buzón—. Le guiñé un ojo, lo que le hizo

sonreír.
Nos acompañó a través de la casa, pero cuando nos detuvimos

en la puerta a punto de irnos, su brazo se extendió y me acercó
a él. —Llegará un momento en este atrevido escape en el que
tendrás que preguntarte cuánto quieres sacarlo—. Luego, su
mirada se posó en la larga cicatriz al final de su mano
recortada. —Puede que haya que hacer sacrificios—.
Tragué saliva y asentí. Mensaje recibido. Solo esperaba que no

llegara a eso.
Cuando Sage y yo llegamos a los caballos al pie de la colina, miré

hacia la vieja casa en ruinas.
—No era así como esperaba que fuera—, le dije.
Ella asintió. —Él era ... un poco dulce—.
Él era solo un padre y un esposo afligido que intentaba regresar

a tiempo a las rosas agonizantes de su esposa.
—Demi, sé que vas a tratar de protegerme y decir que no, pero si

crees que es posible que tu lobo…— Se estremeció un poco. —…
se una a mi cuerpo, entonces quiero intentar eso. Quiero salvar
a mi primo —.
Asentí. Ya había hecho un chequeo con mi lobo y ella pensó que

era posible. —Tengo una idea ...— le dije.
Sage pasó una pierna por encima de su caballo y me

sonrió. —Soy todo oídos.—
Solté aire a través de mis dientes. —Entonces, para empezar,

volveremos al establo de animales de Trip y robaremos ese
maldito dragón. ¿Tu juego?—
Ella sonrió. —Cabalga o muere—.
Solo esperaba que Marmal estuviera de acuerdo con que usara a

Pearl en una fuga de la prisión.
***
Nos tomó el resto del día regresar a través de las tierras Fey y al
granero de Trip. Marmal se reunió con nosotras en el lugar de
encuentro que habíamos discutido anteriormente, y una idea
surgió a la luz parpadeante de la lámpara de la tienda que todas
compartíamos en lo profundo del bosque.
—Entonces, después de que arresten a Sage y ella entre a la
prisión—, les dije, —dejaré que mi lobo salga de ella y ella
encontrará a Sawyer—.
Seam había confirmado lo que Sawyer me había dicho, que es

que mi lobo no sería capaz de atravesar las paredes exteriores y
entrar en la prisión, debido a la magia de protección allí, pero ella
podría caminar a través de las paredes interiores, pensó.
—Una vez que encuentro a Sawyer y Walsh, mi lobo los ataca

atacando a un guardia y usando su llave para abrirles las
esposas—, dije.
Sin esas esposas, no tenía sentido tratar de sacarlos de allí. La

rejilla mágica los mataría instantáneamente, y no estaba jugando
con eso.
Marmal y Sage asintieron con los ojos muy abiertos. —Luego nos
reunimos con Sage, rompemos la ventana y saltamos sobre la
espalda de Pearl que Marmal volará—.
Miré a mi amiga troll para ver qué pensaba de la idea y su boca

colgaba abierta, boquiabierta. No le había preguntado
exactamente sobre esto todavía ...
—¿Que dices ahora?— Marmal me miró parpadeando

rápidamente.
De acuerdo, probablemente debería haberle suavizado la forma

del plan, pero estaba realmente emocionada. —Los vampiros nos
estarán esperando. En el segundo en que suene la alarma de que
estamos sacando a la gente de sus celdas, todo el lugar se
cerrará—, le dije.
—¿Así que saltas por una ventana ochenta pisos más

arriba?— Marmal me miró como si estuviera loca. —¡Ni siquiera
estoy segura de que Pearl pueda volar, y si puede, no estoy segura
de que pueda volar tan alto!—
Dejé escapar el aliento que había estado conteniendo. —Mira, he
repasado esto en mi cabeza de cientos de formas diferentes y esta
es la única en la que puedo pensar que se nos da una
oportunidad. Usarán magia para derribar un helicóptero, ¡pero
un maldito dragón! Eso confundirá a sus brujas y nos dará una
oportunidad —.
Marmal se mordió el labio. —Los dragones son realmente

inmunes a la magia, no puedes hechizarlos—.
La esperanza floreció en mi pecho, esa era la mejor noticia que

había escuchado en mucho tiempo. —¿Crees que puedes hacer
que ella vuele una vez que la saquemos?—
Marmal sopló aire por los dientes. —Ella ha estado cautiva

durante años. La usan estrictamente para la donación de
ADN. Trip hace magia oscura, uniendo a los animales a las hadas
para que puedan hablar en las mentes de los animales y
controlarlos. De eso se trata el pequeño establo de cría de Trip. Yo
... no sé si ella puede volar, no la dejan salir del granero —. Había
ira en su voz y tenía buenas razones para ello. Esos bastardos
habían estado tratando a ese dragón como una rata de
laboratorio, tratando a todos esos animales así. ¡Cómo se
atreven!
—Bueno, ¿podemos conseguir un carro para enganchar a Sage y

mis caballos y llevarla hasta que se cure, o hasta que puedas
practicar con ella?— También ayudaría esconderla hasta el
momento en que la necesitemos. Un dragón de cuatro metros y
medio de largo no era fácil de ocultar.
Marmal asintió. —Vale, vale la pena intentarlo, pero no hay

promesas—.
Golpeé mis piernas con entusiasmo, ansiosa por este plan y lo

que traería el mañana. Un intento era todo lo que necesitaba.
—Pero tenemos que sacarla primero—, agregó Marmal.
Incliné mi cabeza. —Déjame eso a mí y a mi lobo—.
No sabía mucho sobre magia trol, eran muy reservados al

respecto, pero sabía que podían manipular metales y eran
maestros herreros. —Marmal, ¿puedes ... abrir las cerraduras de
las jaulas sin tocarlas?— Como con tu magia, quería decir pero
no lo hice.
De repente se volvió muy tímida, sus mejillas enrojecieron

mientras se miraba las manos. Era un super tabú en su cultura
hablar de su magia. No tenía ni idea de por qué. Algo acerca de
que lo perderían o algo si recordaba correctamente mi historia y
cultura trol.
—Porque si pudieras ...—, agregué, —podríamos liberar

a todos los animales, no solo a Pearl, y crearía la distracción que
necesitaríamos para sacar a Pearl—.
Tragó saliva y luego asintió una vez. Iba a tomar eso como un sí.
Esos bastardos iban a pagar por lo que les estaban haciendo a

estos animales indefensos. Me aseguraría de ello.
CAPÍTULO CINCO
A la mañana siguiente me desperté con una fiebre desesperada
para llegar a Sawyer. No había escuchado de él sin importar
cuántas veces lo había contactado, y como estábamos en medio
de Dark Fey Territory, no teníamos acceso a una radio ni nada
para que yo supiera lo que estaba pasando en Light Fey. Ciudad,
donde estaba la cárcel. Marmal había salido de la tienda esta
mañana temprano para su turno diario en el granero de
Trip. Sage y yo iríamos en unos minutos y robaríamos un carro y
una calesa para atar nuestros caballos. Luego, encendíamos un
fuego en la puerta trasera para crear la distracción que ella
necesitaría para hacer su magia incalculable y abrir esas
jaulas. Era un plan sólido, suponiendo que nada saliera mal.
—‘¿Cómo está la manada?’— Hice un chequeo rápido con

Rab. Me había mantenido al tanto con pequeños comentarios
aquí y allá a través de nuestra conexión, pero no funcionó en Villa
Troll, así que solo podía hablar con él aquí en las tierras Fey.
—‘Bien. Tuve un problema con el tanque de agua. Está roto, pero

lo arreglamos y la moral está alta. A todo el mundo le encanta
estar al aire libre’. —
Eso fue un gran alivio. No estaba segura de qué haría si me decía

que había un gran problema y que tenía que volver a casa.
—‘¿Cómo está mi mamá con Creek?’— Traté de no pensar en mi

bebé, pero era difícil, lo extrañaba tanto que me dolía. Me
emocionaba cada vez que pensaba demasiado en él, así que traté
de apartarlo de mi mente.
—‘Genial, Willow la está ayudando, y Creek y Daisy se han

convertido en mejores amigos’—.
Sonreí, una lágrima resbaló por mi mejilla ante eso.
—‘¿Va bien la caza?’— Cambié de marcha. Veinte mil personas
era mucho que alimentar. Habíamos traído del búnker las
menguantes provisiones que tenían, pero no durarían mucho. Mi
magia parecía haber sanado la tierra, pero no estaba segura de
cómo eso se traducía en comida real para alimentar a tanta gente.
—‘Ya estamos ahumando carne de alce en exceso’— ,

respondió. —‘Los campos de arándanos están llenos de fruta’—.
Otro alivio.
—'¿Astra? ¿Se encuentra ella bien?'—
—'Alfa, todo está bien aquí. Astra está bien y vuelve a caminar
entre la gente. No te preocupes. Me pondré en contacto contigo si
tenemos algún problema. Solo concéntrate en traer a tu pareja de
regreso'. —
Suspiré aliviada de nuevo. —'Usted es el mejor. Gracias.'—
Después de eso, me reuní con Sage y la ayudé a desmontar la

tienda. Una tienda de campaña era un lujo comparado con lo que
habíamos pasado en el Bosque Oscuro. Tabletas de tratamiento
de agua, comida liofilizada, todo lo que había empacado era
mucho más de lo que necesitábamos.
—¿Estás pensando en nuestro tiempo en el bosque?— preguntó

mientras empujaba la tienda en la alforja del caballo.
Asentí. —¿Lo echas de menos?—
Ella se rio entre dientes. —Lo hago. ¿Eso es raro? Quiero decir,
el bosque estaba constantemente tratando de matarme, y antes
de encontrarme contigo, pasaba hambre la mitad del tiempo y
estaba asustada, pero luego ... había paz allí, ¿sabes? Nuestra
pequeña cabaña junto al arroyo —.
Asentí con la cabeza. —Lo sé.—
—Pero no volvamos nunca allí—. Sage arrugó la cara y me reí.
Una punzada de tristeza atravesó mi pecho ante eso: ¿no volver

a ver la cabaña donde di a luz a Creek? Supongo que no,
¿eh? ¿Por qué iba a volver allí?
—Pero podríamos construirles a ti y a Sawyer una pequeña

cabaña en el arroyo en Villa Paladin—, ofreció Sage,
probablemente notando mi tristeza.
Yo sonreí. Realmente no había llegado a explorar Villa Paladin

tanto como me hubiera gustado. Sabía que había un arroyo y
muchas tierras de cultivo para explorar. Yo era el Alfa de un lugar
en el que no había pasado mucho tiempo.
—Me gustaría eso—, le dije, mi labio inferior temblaba cuando de

repente me emocioné.
—Oye.— Sage me agarró por los hombros. —Vamos a recuperar

a Sawyer. Lo prometo.—
Asentí con la cabeza, secándome la mejilla. Ahora que había

imaginado una casa en el arroyo con Sawyer y nuestro hijo, no
quería renunciar a ese futuro.
—Ahora, vayamos a robar un carruaje tirado por caballos—, dije,

y ambas nos echamos a reír.
Sage sonrió. —Tantas cosas que nunca pensé que diríamos

casualmente—.
Con nuestro ánimo aliviado, caminamos con nuestros caballos

hacia los árboles espesos detrás del granero y los atamos. Luego
caminamos hasta la puerta trasera y rodeamos el costado hasta
un gran cobertizo de almacenamiento que Marmal nos había
dicho que contenía los carros.
—Es hora de atravesar una pared—, le dije a Sage mientras nos
escondíamos detrás del cobertizo de almacenamiento. Podía
escuchar a dos hombres hablando en el frente, así que iba a
enviar a mi lobo primero.
Me quité las esposas durante dos segundos y mi lobo saltó fuera

de mi cuerpo y atravesó la pared como si no fuera gran cosa,
luego me volví a poner las esposas rápidamente. Cambiando mi
conciencia a la de ella, de repente estaba mirando un almacén
gigante de sillas de montar para animales, bridas, jaulas y carros
y vagones de diferentes tamaños. ¡Esto era exactamente lo que
necesitábamos! Las gigantes puertas dobles delanteras estaban
abiertas de par en par, pero dos hombres estaban allí hablando
en voz alta y claramente no habían olido ni escuchado a mi lobo.
Los dos hombres eran muy grandes. Íbamos a necesitar una

pequeña distracción para alejarlos, no una que les avisara de que
estábamos a punto de tender una emboscada al lugar, pero lo
suficiente para hacerlos correr hacia el bosque durante unos
minutos para que yo pudiera sacar el carro.
Deseé poder hablar mentalmente con Sage en forma

humana. Era molesto tener que susurrar como un humano y
tratar de no ser escuchado.
—Prepárate para correr con la carreta—, casi murmuré, tratando

de hablar lo más bajo posible con ella mientras estaba de pie a
mi lado. Ella asintió con la cabeza y parpadeé de regreso a la
conciencia de mi lobo.
Ella ya conocía el plan, ya que compartíamos la misma opinión.
—'Cuídate'—, le dije.
—‘Soy más rápida que ellos’— , respondió.
Mi lobo tenía un ego totalmente. O yo lo hacía, supongo.

Estupendo.
Sin perder ni un segundo más, mi lobo se solidificó y se estrelló
contra una jaula cercana para hacerla sonar. Ambos hombres
dejaron de hablar y se giraron, justo cuando ella salió disparada
del granero entre sus piernas.
—¡Oy! ¡Un lobo se escapó del granero! — dijo uno de los hombres
y salió corriendo tras ella.
El segundo hombre se quedó dónde estaba, viendo cómo se

desarrollaba la escena. Mi lobo golpeó el suelo tan rápido como
pudo, y estaba claro que el único tipo no iba a poder alcanzarla.
Vamos, ve a ayudar a tu amigo , pensé.
—¡Esa maldita mujer trol es una inútil!— gruñó el segundo

hombre, cerrando de golpe las puertas dobles del cobertizo y
echando a correr hacia el bosque.
—¡Vamos!— Le susurré y grité a Sage y llamé mi atención por

completo a mi forma humana. Rodeamos el frente del cobertizo
de almacenamiento y tiramos las puertas hacia atrás, corriendo
hacia adentro. Necesitábamos algo grande, lo suficientemente
grande para llevarnos a Pearl y a nosotros y no romper la espalda
de nuestros caballos.
—¡Ese!— Sage siseó y corrimos hacia un gran carruaje de madera

resistente. Estaba carpada con algún tipo de material liviano que
nos ocultaría.
Perfecto.
Tenía cuatro ruedas gigantes y luego dos postes largos para

conectar con las sillas de los caballos. Agarré un palo y Sage
agarró el otro y luego lo empujamos hacia adelante.
Santa Madre.
Esta cosa era pesada, pero era nuestra única forma de atravesar
el Dark Fey Territory hasta que pudiéramos robar un auto en
Light Fey.
Vamos…
Pulgada a pulgada, la empujamos hacia adelante, deteniéndonos

para sacar otros trastos. Fuimos demasiado lentas, podía
escuchar las voces lejanas de los hombres y sabía que podrían
dejar de atrapar a mi lobo y regresar. Sin pensarlo dos veces, me
quité las esposas y las metí en el bolsillo de mi capa, sintiendo
que mi magia cobraba vida bajo mi piel. Con un gruñido, tiré de
la carreta hacia adelante y la arrastré a gran velocidad fuera del
cobertizo de almacenamiento.
—¡Vaya!— Sage gritó y se apresuró a apartarse del camino

cuando casi la arrastré debajo.
—Lo siento—, susurré y grité, sin darme cuenta de cuánta fuerza

y velocidad tenía en ese momento. Arrastré el carro detrás del
cobertizo y bajé la colina hasta donde nuestros caballos estaban
pastando mientras Sage cubría nuestras huellas detrás de mí. La
magia pulsaba a través de mi cuerpo en ondas eléctricas y mi
corazón latía con fuerza en mi pecho. Me sentí como Hulk con
esteroides.
Cuando finalmente me detuve, jadeando y sintiéndome mareada,

me puse las esposas rápidamente y miré a mi amiga. Ella me
miraba con los ojos muy abiertos.
— ¿Qué diablos fue eso?— Ella miró mis brazos como si esperara
que crecieran de tamaño.
Me reí nerviosamente. —Magia, supongo—.
Sage simplemente negó con la cabeza. —Increíble, tus poderes

son cada vez más fuertes—.
¿Lo eran ellos? ¿O estaba empezando a descubrirlos todos?
Desde el momento en que descubrí lo que era, todos intentaron
suprimir mis poderes u ocultarlos. Me preguntaba si sería capaz
de ser libre y usarlos, de qué sería capaz. Probablemente debería
haberlo intentado en el bosque, pero estaba demasiado ocupada
aprendiendo a confiar en mi lado humano y obteniendo comida y
buscando la cueva para molestarme con la magia.
—Está bien, engancha a los caballos, iré a encender el fuego y

luego me prepararé para largarme—, le dije a mi mejor amiga y
segunda al mando.
Ella asintió con la cabeza y se puso manos a la obra atando

nuestros caballos al carro. Mi lobo atrajo mi atención y me
concentré en ella, viendo que había permitido que los hombres la
atraparan. Gruñó mientras la empujaban hacia la puerta
principal del granero con una cuerda alrededor de su cuello. El
tipo grande luego le entregó la cuerda a Marmal, quien estaba
inclinada frente a la jaula de Pearl. Tenía una llave especial en la
mano y estaba abriendo la cerradura. Anoche nos había dicho
que el día de la “cosecha” de Pearl se le permitió usar la llave para
sacar a Pearl y llevarla a la trastienda. Había trabajado allí un
año y ahora confiaban en que ella haría esto sola sin una
escolta. No pudo abrir la cerradura con su magia, ya que tenía
algún tipo de hechizo protector sobre ella que las demás no
tenían.
—¡Mantén a los malditos animales en la jaula o haré que te

despidan!— —le espetó la hada troll Ithaki a Marmal,
entregándole la correa de cuerda que estaba conectada a mi lobo.
Ella echó un vistazo a mi lobo, los ojos se abrieron un poco y

asintió secamente al hombre.
Bien. Mi lobo estaba a salvo con ella y había conseguido la llave

para dejar salir a Pearl. Es hora de iluminar este lugar.
Literalmente.
Subiendo la colina hasta la puerta trasera del granero, saqué el
encendedor y la leña de mi bolsillo que había escondido allí esta
mañana. Empujando la leña en una grieta en el revestimiento de
madera del granero, la encendí, soplando suavemente para
aumentar la llama. Atrapó y ascendió lentamente por la pared,
provocando que volutas de humo se elevaran hacia el cielo.
Bien, ahora para echarle leña al fuego.
Sacando la pequeña botella de combustible que Marmal me había

dado, me aparté y abrí la tapa.
Aquí vamos.
Tiré el líquido, apagando la mitad inferior de las llamas. Por un

segundo temí que se apagaran, pero luego el fuego cobró vida con
un rugido y envolvió toda la pared trasera del granero en
segundos. Tropecé hacia atrás cuando el calor se volvió
demasiado intenso, el crujido y el estallido se hicieron más
fuertes.
Es hora de largarme.
Corriendo hacia el costado del granero, me subí la capucha

cuando escuché una conmoción dentro.
—¡Maldito fuego!— Escuché a alguien gritar.
Llamé la atención a mi lobo, que todavía estaba dentro del

granero, y de inmediato fue asaltado por el olor a humo. Marmal
estaba en la esquina cerca de la jaula sin llave de Pearl, mirando
al techo como si estuviera en trance. Mi lobo estaba acurrucado
protectoramente alrededor de sus pies, mirándola. El olor a
cables calientes y electricidad ardiente llenó el aire.
Magia. Magia trol.
Clic, clic, clic, el sonido de cientos de cerraduras abriéndose
traqueteaba por todo el espacio como una orquesta. El fuego
había devorado por completo toda la pared trasera, incluida la
oficina de Trip, y la gente ahora abandonó toda idea de apagarlo
mientras huían hacia la salida.
—¡Magia!— gritó alguien, y fue entonces cuando Marmal se

acercó a la puerta de la jaula de Pearl y la abrió de par en par.
Mi lobo echó la cabeza hacia atrás y aulló, largo y profundo, y

sentí un movimiento en el aire, como si de alguna manera
hubiera enviado una señal a los otros animales de que era hora
de luchar y ser libres. Los animales se habían enterado del hecho
de que sus jaulas habían sido desbloqueadas, y ahora abrieron
las puertas de las jaulas con el hocico. La magia de Marmal era
tan poderosa que había abierto todas las jaulas. Estaba
completamente asombrada por ella.
Una columna de humo gris llenó el establo tan rápido que me

preocupé de que no salieran a tiempo. Docenas de animales
diferentes saltaron a la conmoción, todos abandonaron sus
jaulas. Zorros, osos, lobos, nutrias, águilas, fue una locura.
—¡Vamos!— Marmal gritó mientras tiraba del cuello de Pearl. El

dragón parecía asustado, como si no estuviera segura de si iban
a hacer otro experimento con ella. —Lo prometo—, dijo Marmal
con una mirada feroz, mirando a los ojos de Pearl. —Nunca
más. Eres libre.—
Con eso, Pearl se puso de pie, saliendo de la jaula gigante y

parándose en toda su altura justo fuera de ella.
Santo cambiaformas.
Ella era enorme. Como… definitivamente no va a caber en el

enorme vagón . Tenía más de seis metros de altura, su cabeza
casi tocaba el techo del granero y sus alas aún no estaban
extendidas. Su mirada recorrió el granero en llamas con
paranoia, y luego, de repente, bajó en picado, agarró la parte de
atrás de la camisa de Marmal con los dientes y la levantó en el
aire con un chillido. Moviendo la cabeza hacia atrás, tiró a
Marmal sobre su espalda y luego salió hacia las puertas abiertas,
corriendo sobre sus garras.
Santa mierda.
—Sal de ahí—, le dije a mi lobo. Pearl claramente tenía el instinto

de proteger a Marmal, pero no a mi lobo, a quien no conocía de
ningún otro animal allí.
Mi lobo corrió hacia la entrada, donde yo esperaba mientras la

gente y los animales pasaban a mi lado en pánico. Se lanzó a
través de los animales aterrorizados como si estuviera atrapada
en un laberinto, cuando de repente un dolor agudo se disparó en
su espalda cuando alguien la agarró por la piel y la levantó. En
el segundo Trip acercó a mi lobo a su cara y la olió, mi yo humano
trató de correr hacia adelante y ayudarla, pero había tanta gente
bloqueando la entrada en su urgencia por escapar.
—Te ves familiar—, le gruñó a mi lobo, caminando rápidamente

hacia la salida mientras su granero ardía detrás de él y los
animales liberados corrían por sus vidas.
Volviendo a mi perspectiva humana, miré por encima del hombro

para tratar de localizar a Sage o Marmal, y jadeé cuando vi una
mancha blanca brillante despegar hacia el cielo sobre mí.
Pearl había salido y ahora volaba, ¡con Marmal a la espalda!
—¡Síguelos!— Grité por el terraplén a Sage, que estaba

cabalgando lo más rápido que podía en nuestro caballo y nuestro
carruaje para llegar a la carretera principal. Ni siquiera estaba
segura de que me hubiera escuchado, pero no podía perder más
tiempo o Trip iba a lastimar a mi lobo. Empujándome entre la
multitud, finalmente irrumpí en el granero lleno de humo y me
detuve unos metros adentro justo cuando Trip corría hacia la
salida.
Trip me miró y se detuvo en seco. Se paró en la entrada del

granero humeante y envolvió sus dedos con fuerza alrededor de
la garganta de mi lobo hasta que ella no pudo respirar.
—Eres tú—, gruñó.
Hijo de puta.
Sin pensarlo más, me quité las esposas y tiré las manos hacia
afuera. Una fuerza invisible se estrelló contra él, arrojándolo
hacia atrás en el granero en llamas. Mi lobo cayó con él y yo
avancé, más allá de la gente y los animales en pánico. Mi lobo se
volvió espectral y se soltó del agarre de Trip mientras intentaba
ponerse de pie, y luego corrió hacia mí.
—'¡Corre!'— ella dijo.
No necesitaba que me lo dijeran dos veces. Girando donde estaba

parada, mantuve mis esposas en mis manos y despegué a la
velocidad de un vampiro con mi lobo pisándome los talones. Pasé
a toda velocidad junto a los animales asustados y las hadas que
gritaban, trolls e Ithakis, y alcancé a Sage en poco tiempo. Con
un salto gigante, mi lobo volvió a mi cuerpo y me puse las
esposas.
—¡Casi te disparo!— Sage refunfuñó cuando aparecí rápidamente

a su lado. Extendiendo la mano, extendió el brazo y luego me
subió al carruaje de caballos en movimiento.
—¿Dónde diablos está Marmal? ¿Se escapó? — Sage miró detrás

de nosotras hacia el granero humeante que ahora estaba en la
distancia. Entonces ella no había escuchado mi orden de
seguirlas.
Sonreí y señalé hacia el cielo.
Sage miró hacia arriba al dragón blanco brillante con
un pequeño punto marrón en la espalda y abrió la
boca. —Entonces… puede volar…— dijo.
Sonreí. —Sí.—
Saltando sobre mi caballo, miro las riendas y los instamos a ir

más rápido. El viaje fue duro, el carruaje voluminoso y Trip, sin
duda, no dejaría de buscarnos. Me mordí el labio. —Si Pearl
puede llevar a Marmal hasta la prisión de Magic City, no
necesitamos el carruaje—, le dije a Sage.
Ella asintió. —Estoy de acuerdo. Suéltalo. Iremos más rápido sin

él —.
Sin otra palabra, me puse manos a la obra cortando las cuerdas

que ataban el carruaje a las sillas de los caballos. Tuvimos que
frenarlos para que no se lastimaran, pero lo resolví rápidamente.
—¿Lista?— Yo pregunté.
Sage agarró las riendas de su caballo con fuerza y corté la última

cuerda suelta a cada lado, con segundos de diferencia. Se
balanceó a la izquierda, ya que corté esa cuerda primero, y luego
a la derecha, antes de finalmente estrellarse contra el
suelo. Nuestras yeguas tomaron velocidad entonces, y casi me
caigo con la repentina prisa. Aferrándonos a mi yegua con mis
muslos, avanzamos con el doble de velocidad y partimos hacia
Light Fey City.
—‘Sawyer, casi estoy allí. ¿Sigues bien? No me estás

respondiendo’.— Sabía que probablemente no tenía sentido, pero
tenía que intentarlo.
Me sentí más que aliviado cuando respondió. —‘Lo siento

amor. Me echaron en solitario por el día.’—
Mi estómago se hizo un nudo ante eso. —'¿Por qué? ¿Qué
pasó?'—
—‘Me peleé. Alguien saltó sobre mi compañero de cuarto. Tuve que

ayudarlo.’ —
¡Estoy a un día de sacar a mi esposo criminal de la cárcel y él se

está metiendo en peleas! —'Bueno, desearía que no estuvieras
luchando, pero es bueno que protejas a Walsh'—, le respondí.
Se erizó entre nuestro vínculo y pude sentir dolor en mi hombro

y debajo de mi ojo izquierdo por un momento antes de que él lo
absorbiera todo. —‘No, amor. Mi compañero de cuarto no es
Walsh. Nunca nos dejarían en habitación juntos. Es Luka ... un
vampiro.’—
Me quedé paralizada, agarrando al caballo con fuerza entre mis

piernas . —‘¿Fuiste al solitario por un vampiro?’ —
Sawyer suspiró dentro de mi cabeza y me pateé por comenzar

una puta pelea cuando teníamos tan poco tiempo para hablar.
— ‘No es como los demás. Me ha salvado el trasero más veces de

las que puedo contar durante el último año. Necesito que confíes
en mí. Es familia’. —
¡Familia! Caray. ¿Un vampiro y Sawyer se convierten en mejores

amigos? Eso fue raro. Soplé aire a través de mis dientes. —‘Está
bien, confío en ti. ¿Hay algo más que puedas decirme que me
ayude a sacarte de allí? ¿Qué tan lejos está la celda de Walsh de
la tuya? En que piso estas ¿Cuál es tu horario?’ —
—‘Walsh está en el mismo piso que yo, ochenta, el de arriba. Está

en la celda cincuenta y siete. Yo estoy en la celda sesenta.
Almorzamos juntos y hacemos ejercicio juntos todos los días’. —
El alivio me recorrió con esa información. Eso era algo con lo que
podía trabajar. —‘¿Te dejan hacer ejercicio? ¿Cuándo? ¿Dónde?’—
Una idea surgió en mi mente mientras trataba de recordar cómo
era el mapa del piso ochenta. Seam dijo que todos los pisos de
los bloques de celdas se distribuían de la misma manera.
—‘Durante una hora al día. Sin pesas, solo correr, jugar baloncesto
y otras cosas no letales. Cuatro de la tarde en punto, antes de
cenar a las cinco. Es una sala de entrenamiento en el mismo
piso. No dejamos el piso superior. Nunca.’ —
A menos que te echen en solitario, quería decir, pero lo pensé

mejor.
—‘¿Cuántas personas hacen ejercicio juntas?’— Sería más

arriesgado irrumpir en una habitación con un grupo más grande,
pero probablemente más fácil que sacar a Walsh y Sawyer de dos
celdas separadas.
Podía sentirlo físicamente alejarse más, como una señal de radio

que se apaga.
—‘Hay diez tipos en mi grupo de entrenamiento de las cuatro de la

tarde y diez guardias armados’—.
Maldita sea. Eran muchos guardias para diez hombres

esposados que inutilizaban su magia.
—‘Okey. Entonces intentaré sacarlos, chicos, para que ...’ —
—‘Bebé’ —me interrumpió Sawyer, y pude sentir su agonía

apretarse en mi pecho a través de nuestro vínculo. —'Si algo te
sucediera mientras intentabas sacarme ... nunca podría vivir
conmigo mismo. Estoy en el piso de arriba. Incluso si salimos,
¿cómo bajaremos y cruzaremos el río y ...?’ —
Sus preocupaciones eran válidas. Creo que un año en ese lugar

le había hecho perder la esperanza, pero no creo que entendiera
que no iba a parar hasta que él estuviera conmigo, al diablo con
las consecuencias. ¿Cómo podría mirar a mi hijo a los ojos
cuando fuera mayor y decirle que dejé que decapitaran a su
padre?
No podía.
—‘Frágil como una bomba, Sawyer, ¿recuerdas?’— Le recordé sus

propias palabras y lo que habían significado para mí. Todos me
subestimaron, Rab, Arrow, incluso Sawyer. De hecho, creo que
la única persona que no me subestimó fue Astra. Iba a mostrarles
a todos de lo que era capaz. Finalmente iba a explotar, como una
bomba.
—‘Además, tengo un dragón volador’— , agregué.
Su conmoción atravesó nuestro vínculo y me llenó tan rápido que

jadeé. Se sentía tan bien sentirlo así, pero con él vino la
oscuridad, el dolor, la depresión, la ira, la desesperación, el amor,
la devoción. Tantas cosas que me había estado ocultando.
—‘Un dra ...’ —
Sus palabras se cortaron a mitad de la oración y luego toda su

energía fue absorbida lejos de mí, dejándome, sintiéndome como
si tuviera un enorme agujero en mi pecho. Me agarré la base de
la garganta, jadeando por la repentina pérdida de él. Las lágrimas
se deslizaron por el rabillo de mis ojos y me tragué los sollozos
que querían liberarse.
—¿Estás bien?— Sage gritó sobre el sonido de los cascos

atronadores.
Me limpié los ojos y asentí, apretando las riendas y

empujando mi conversación con Sawyer de mi mente lo mejor
que pude. —Cabalguemos rápido y duro hasta la frontera Light
Fey. Una vez que la superemos, dejarán de seguirnos —. Miré
detrás de mí a los borrones en la distancia. Con suerte, Trip no
tenía ningún otro animal que pudiera montar más rápido que un
caballo. Teníamos una ventaja decente, así que si él nos seguía
deberíamos dejarles atrás. Había escuchado rumores de las
hadas oscuras atando animales a ellos como un cambiaformas lo
haría con un lobo. Marmal había confirmado esto y más.
Sage empujó a su yegua con más fuerza, luego yo hice lo

mismo. Mis ojos se movieron rápidamente hacia el cielo y vi la
mancha blanca que era Pearl y Marmal. Nos estaban siguiendo
arriba. Solo necesitábamos llegar a Light Fey City, robar un coche
y luego llegar al puerto sin ser vistos.
Era más fácil decirlo que hacerlo.
CAPÍTULO SEIS
Cabalgamos rápidamente durante casi una hora, mi trasero
chocando contra la dura silla de cuero del caballo con cada
trote. Cuando la frontera de Light Fey City apareció en la
distancia, finalmente redujimos la velocidad.
—Whoa, whoa—, le grité a mi yegua y tiré de sus riendas. Redujo

la velocidad, sus fosas nasales dilatadas mientras aspiraba más
aire del riguroso sprint.
—Niña gracias. Lo hiciste bien.— Le di unas palmaditas en el

cuello mientras se detenía por completo. Sage y yo desmontamos
rápidamente y sacamos las mochilas de los caballos. Después de
darles un poco de agua, sentí el tirón interno de la obligación
moral.
—¿Qué hacemos con ellos?— Le pregunté a Sage. Eran caballos

Paladin, caballos de los que probablemente no podríamos
prescindir.
Sage miró al cielo para ver a Marmal dando vueltas con Pearl.
—¿Solo dejarlos sueltos? Quizás Rab pueda enviar a alguien para

que intente interceptarlos. Los caballos son buenos para
encontrar el camino a casa —.
Sí, pero ¿qué tan buenos? Habíamos cruzado mucho terreno. Tal
vez si corrían a lo largo del muro fronterizo y se adentraban
directamente en las Tierras Salvajes, a través de las casas en los
árboles de los Ithaki, podrían regresar más rápido ...
Asentí con la cabeza a Sage, acariciando a mi caballo una vez

más. —Vuelve a casa, bebé—, le susurré, y la apunté a lo largo
del muro de piedra que bordeaba las dos tierras. Si recorría todo
el recorrido, llegaría a las Tierras Salvajes. Solo esperaba que
pudiera sentir mi significado, si no mis palabras. Con una ligera
palmada, le di un manotazo en el trasero y ella se fue, la otra
yegua estaba justo detrás de ella.
—'Rab, me dirijo a Light Fey City. Puede que no hable durante un

tiempo hasta que recupere a Sawyer. Dejé libres a los
caballos. Espero que corran a lo largo de la frontera y terminen en
Tierras Salvajes en la frontera de Dark Fey'. —
No respondió de inmediato y mi corazón latía frenéticamente en

mi pecho mientras mi mente giraba con todas las razones. Estaba
a punto de llamar a Arrow, o a Willow, cuando Rab habló.
—‘Okey. Enviaré a un explorador para que los recoja.’ —
Sage tiró de mi brazo. —Estamos a la intemperie. Tenemos que

ponernos a cubierto —.
Corrí detrás de ella, casi tropezando con un arbusto cuando la

respuesta tardía de Rab dio vueltas en mi mente. —'¿Qué
ocurre?'— Finalmente pregunté.
Hizo una pausa de nuevo. —‘Nada que no pueda manejar.’ —
—‘Rab. Es mi manada. ¿Qué está mal?’— Gruñí y Sage se giró

para mirarme mientras le lanzaba una mirada de disculpa y me
tocaba la frente. Ella puso los ojos en blanco, muy consciente de
que estaba hablando en mi cabeza. No me gustó la sensación de
que me mantenían al margen de mi propia manada.
Rab suspiró. —‘La Sociedad Independiente de Lobos Imbéciles, o

como diablos se llamen a sí mismos, abandonó el búnker y está
tratando de encontrar nuestra tierra. Al hacerlo, podrían haber
avisado a los vampiros.’—
¡Esos idiotas! En cuanto conocí a ese tipo, supe que sería un

problema para nosotros. Probablemente se quedó sin comida y
se dio cuenta de que había cometido un error. Por mucho que
quisiera lavarme las manos y decir que no era mi problema, eran
los lobos de Sawyer; hasta que mi marido saliera de la cárcel,
eran mi problema.
—'¿Dónde están ahora?'— Yo pregunté.
—'Vagando por la tierra de Ithaki buscándonos a plena luz del día

como un montón de bufones'. —
Levanté los brazos con frustración cuando Sage y yo nos

escondimos detrás de un gran roble justo en la frontera de Light
Fey City.
—‘Espera hasta el anochecer y luego envía un pequeño equipo

para traerlos’—, le dije a Rab . —‘Entonces duplique las
patrullas. Si los vampiros vienen husmeando...’— Hice una
pausa. ¿Hacer qué? ¿Correr? ¿Luchar? Quería estar allí con ellos
para tomar estas decisiones. —‘Intenta que las brujas protejan
mejor el lugar, pero lucha para proteger lo que es nuestro’—, dije
finalmente. Esperaba que no llegara a nada de eso.
—‘Lo tienes, Alfa. No creo que lleguen hasta aquí. Se rumorea que
los Ithaki están fuera de combate con los vampiros por no haber
cumplido con su parte del trato o algo así.’—
Eso fue un alivio. Quizás podríamos usar eso a nuestro favor. Me

volví para contarle a Sage lo que había sucedido, cuando un
borrón apareció detrás de ella en los árboles.
—¡Corre!— Grité al mismo tiempo que alguien se acercó y me

agarró por detrás. Una mano fuerte se envolvió alrededor de mi
garganta y otra alrededor de mi estómago mientras me tiraban
hacia atrás y me inmovilizaban contra alguien. Sage se movió
para ayudarme, cuando otra persona saltó desde detrás de un
árbol, tirándola hacia atrás por la correa de su mochila.
Mi mirada se movió rápidamente hacia los ojos del captor de Sage

y me congelé.
Trip estaba cubierto de hollín del incendio del granero. La ceniza
negra cubría su rostro y su ropa, a excepción de las arrugas en
su frente. Apuntó con la pistola de Sage directamente a mi mejor
amiga, mientras una mirada de loco apareció en su rostro.
Mierda.
Mis esposas estaban puestas, así que no iba a ser de mucha

ayuda hasta que pudiera quitármelas. Especialmente si la
persona que me sostenía era una Ithaki troll-hada, y supuse que
lo era.
—Ustedes. Pequeñas. Perras, — Trip siseó enfureció, sosteniendo

el borde del arma hasta la barbilla de Sage. —Quemaste mi
negocio. Te llevaste mi maldito dragón. Voy a dispararle y hacerte
mirar antes de entregarte a los vampiros por mi muy bien ganada
recompensa, —gruñó.
Tragué saliva, tratando de evaluar muchas cosas a la

vez. ¿Apretaría el gatillo a Sage para cuando yo pudiera romper
al tipo que me sostenía en la cara? ¿Quizás si me lanzaba hacia
adelante, él soltaría su agarre sobre Sage y dirigiría su atención
hacia mí, lo que le permitiría escapar…?
Mientras pensaba en todos estos escenarios, Trip y Sage se vieron

repentinamente cubiertos por una gran sombra. Cayó sobre ellos
como ...
Sonreí y, una milésima de segundo después, Pearl descendió en

picado del cielo y clavó sus garras en la espalda de Trip. Un grito
ensordecedor salió de su garganta cuando Sage tiró su cabeza
hacia un lado y Trip soltó el arma. Pearl lo tiró en el aire cuando
la mano alrededor de mi garganta se apretó. Sage se lanzó hacia
el arma y me eché hacia atrás con todas mis fuerzas para
desalojar al bastardo detrás de mí.
—No tan rápido—, gruñó, doblando su agarre hasta que los
puntos negros bailaron en los bordes de mi visión. ¿Por qué los
hombres siempre iban por la garganta? Traté de tomar aire, pero
fue en vano. Usé codos, tacones, nada funcionó. Él era un gigante
y yo estaba atrapada. Mi lobo sacudió mis entrañas cuando
comencé a entrar en pánico. Después de todo lo que había
pasado, ¿realmente me iba a asfixiar un troll? Parpadeé, ya no
tenía ojos en Sage. ¿Dónde estaba mi mejor amiga cuando
necesitaba …?
El fuerte estallido de una pistola atravesó el espacio y la presión

en mi cuello se liberó. Caí al suelo con un ruido sordo, jadeando
y escupiendo aire. Mi garganta se sentía como si hubiera una
bola dura alojada en el centro mientras luchaba por calmarme.
Cuando finalmente llegué a tener suficiente oxígeno en mi
cerebro, miré hacia un lado y vi a Sage sosteniendo la pistola a
su lado. Le había disparado al troll hada en la caja torácica, lo
que probablemente le había atravesado el corazón para que la
bala no entrara en mí.
—No pude conseguir un tiro limpio de su cabeza—, dijo,

extendiendo una mano para levantarme.
Con un suspiro de alivio, tomé la mano que me ofrecía y me puse

de pie. —Gracias.— Me froté la garganta y miré al cielo.
Pearl tenía a Trip en sus garras mientras Marmal cabalgaba sobre

su espalda. Agitaba y movía los brazos y las piernas, tratando de
soltarse. Entonces, de repente, ella simplemente lo dejó ir. El
grito de Trip atravesó el cielo y se hizo más fuerte cuanto más se
acercaba. Su cuerpo cayó como una piedra al suelo, y me
estremecí cuando el fuerte golpe resonó entre los árboles.
—Tengo la sensación de que Pearl va a ser útil—, me dijo

Sage. Asentí.
Odiaba no poder hablar en la mente de Sage como con los otros

miembros de mi manada. Marmal también.
Una idea se formó en mi mente y la medité. —Sage, ¿puedes
hacer que los que no sean lobos ... miembros de la manada?—
Los ojos de Sage se abrieron un poco, pero asintió. —Hay

rumores, pero ... ¿por qué?— Luego, su mirada se dirigió al cielo
mientras Pearl y Marmal volaban en círculos lentos y amplios y
aterrizaban ante nosotros. Pearl pisoteó el suelo con una garra,
que estaba cubierta con la sangre de Trip.
El cabello de Marmal estaba azotado por el viento mientras

sostenía dos cuernos que sobresalían de la cabeza de Pearl.
—¡Bueno, ella puede volar!— Le grité a Marmal cuando Sage y yo

nos acercamos a ellas.
Marmal sonrió y los pequeños colmillos de sus mejillas se

hundieron hacia adentro. —Ella puede.—
—¿Puedes hablar con ella?— Confirmé por segunda vez, y

Marmal simplemente asintió. Magia trol. Misterioso.
—Dile gracias. De las dos —. Hice un gesto a Sage.
Sage asintió y luego miró detrás de mí. —La gente habrá

escuchado todo eso. Deberíamos largarnos —.
Ella tenía razón. Un disparo y la caída de Trip ... Light Fey City
estaría sobre nosotros en poco tiempo. Dark Fey también sin
duda.
—Está bien, robaremos un coche y ...—
Marmal negó con la cabeza. —Pearl dice que puede transportar

hasta veinte hombres adultos. Ustedes dos se sentirán como
plumas —.
¡Montar un dragón! Quiero decir, ese era mi plan de escape

después de sacar a Sawyer y Walsh de la cárcel, pero ...
—¿Y si nos descubren? Pude verla claramente todo el tiempo —,
discutí con mi amiga.
Marmal asintió. —Queríamos que pudieras seguirnos. Ella puede

disfrazarse. Magia antigua. Seremos invisibles —.
¡Invisible!
Mis ojos se agrandaron.
—'¿Es tan loco?'— preguntó mi lobo.
Touché.
Quiero decir... ella podría volverse invisible y atravesar

paredes. Quizás de ahí es de donde vino… esta vieja magia.
Miré a Pearl bajo una nueva luz. ¿Eran el dragón y mi lobo

similares de alguna manera? ¿Al menos mágicamente?
—Suena bien para mí.— Sage saltó a través del espacio y Marmal
la ayudó a subir al hermoso dragón blanco.
—Niña gracias.— Me acerqué a Pearl y acaricié sus escamas

blancas. Se sentían como un cruce entre un lagarto y un
delfín. Brillante y firme, pero suave en cierto modo. Fue difícil de
describir. Tenía los ojos entornados y el color del océano, azul y
blanco y negro, todo mezclado en una joya brillante. Extendiendo
su rostro hacia atrás, acarició mi pierna e inhaló, sus fosas
nasales dilatadas.
—Dice que hueles a casa—, tradujo Marmal, sonando un poco

confundida.
Fruncí el ceño, insegura de lo que eso significaba. —¿Dónde está

tu casa?—
Marmal me levantó y me acurruqué detrás de Sage, agarrando el
cuerpo de Pearl debajo de mis piernas para estabilizarme.
Los ojos de Marmal se agrandaron. —¿Dijo que lo llamarías el

Bosque Oscuro?—
Sentí que Sage se ponía rígida contra mí. ¿Pearl era ... del Bosque
Oscuro? Pensé en la cueva mágica dentro de la montaña y en la
forma en que se movían los árboles. Si algún lugar en toda Magic
City fuera el hogar de un dragón, estaría allí.
Santo cielo.
Mi mente se tambaleó ante esa revelación, pero antes de que

pudiera reflexionar más sobre ello, Pearl chasqueó las alas hacia
afuera.
—¿Listas?— Preguntó Marmal.
Sage y yo apenas habíamos dicho que sí cuando Pearl despegó

del suelo y luego estábamos volando. Sus alas gigantes
bombeaban el aire a medida que nos elevábamos más y más
alto. El viento pasó a mi lado, lanzando mi cabello alrededor de
mi cara.
—¡Wooooo!— Sage gritó, pero la hice callar con un codo ligero en

las costillas.
—Feys podrían estar siguiéndonos—, murmuré detrás de ella.
—Aguafiestas—, refunfuñó.
Miré la extensión gigante frente a mí y jadeé. ¡Vaya! Era tan

hermoso aquí arriba. Se veían los pequeños muros de ladrillo que
delimitaban los territorios como radios de una rueda. En
realidad, era triste que todos estuvieran tan segregados. Porque
pude ver cómo toda Magic City, en su conjunto, era
increíblemente hermosa. Las tierras iban desde bosques ricos,
densos y verdes hasta las llanuras abiertas de Villa Troll, que
estaban quemadas de color naranja y amarillo.
Pearl voló sobre Light Fey City con sus carreteras de asfalto negro
y edificios de vidrio cubiertos con paneles solares, y una poderosa
magia se apoderó de nosotros. Podía oler el olor a cables
quemados mientras levantaba algún tipo de escudo. Era como si
estuviera mirando a través de una bolsa de plástico. Claro, pero
brumoso.
—¡Está bien, ella dice que somos invisibles! Ella tiene la capa
levantada —, gritó Marmal detrás de ella a Sage y a mí.
De acuerdo, eso iba a ser muy útil para sacar a Sawyer de la

cárcel. Pero sabía que la clave para que esto saliera realmente sin
problemas era poder comunicarme mentalmente con Sage y
Marmal.
—¡Chicas!— Grité, y ambas se dieron la vuelta para mirarme.
Tragué saliva y traté de transmitir la seriedad que sentía agitarse

dentro de mí. —Quiero hacer que ambas sean de mi
manada. Manada de Paladin. Mi manada. Te reclamaré, y de esa
manera podremos hablar en la mente del otro ... —
Ambas bocas se abrieron al mismo tiempo. —Pero soy un

troll— Marmal sonaba como si estuviera completamente
incrédula.
Asentí. —Y serías aceptada como familia. Querida. Amada.

Protegida.— Sabía que si lo aprobaba, Rab y los demás también
lo harían.
Sus ojos se empañaron y asintió. Luego miré a Sage, preparada

para pelear, preparada para decirle que en realidad no estaba
dejando atrás a los lobos de la ciudad, solo se estaba uniendo a
una familia mezclada.
—He estado en la manada contigo por un tiempo,
Demi. Hagámoslo oficial —. Sage extendió su muñeca, sabiendo
lo que se requería, sabiendo lo que había hecho para reclamar
Astra.
Incliné la cabeza, las lágrimas llenaron mis ojos mientras

pensaba en lo mucho que había pasado con esta chica.
Extendiendo la mano, me quité la muñequera izquierda y sentí

que mis dientes se alargaban, luego bajé la cabeza hasta su
antebrazo y la mordí, hasta que sentí el sabor de la sangre.
—'Mía. Manada.'— Mi lobo se lanzó hacia adelante mientras mi

poder alfa cubría a Sage. Sentí que nuestro vínculo se hacía más
profundo cuando una oleada de conciencia se unió a la mía y
sentí a Sage con tanta fuerza, su preocupación por mí, Walsh y
Sawyer, su protección, su lealtad. Luego se desvaneció en el
fondo con el resto de la manada.
—'Probando, probando'— intenté.
Ella sonrió. —‘Eso es genial. Nunca he hecho eso sin estar en

forma de lobo’. —
Una sonrisa se dibujó en mis labios. —‘Bienvenidas a la

manada.’—
Marmal fue la siguiente. Extendió el brazo tímidamente; ella no

me conocía tan bien como Sage, y seguro que no conocía las
costumbres de los lobos, aun así confiaba en mí. Después de
sacarle sangre, la reclamé y su conciencia se disparó con la
mía. Había un pánico frenético en su energía y sus ojos se
abrieron como platos.
Ella apretó su pecho. —‘Te siento’ —.
Asentí. —'Te siento también. Ahora eres familia. Manada '—
terminé con una sonrisa, deslizando la pulsera hacia atrás en mi
muñeca.
Su boca se abrió y se cerró unas cuantas veces, como un pez

fuera del agua, y luego una sola lágrima se deslizó de su ojo. No
debería haberla presionado, pero lo hice; Empujé sus emociones
solo un poquito para ver qué estaba mal, y luego las lágrimas
cubrieron mis ojos también.
Ella ya no estaba sola. Su hermana había muerto en los

incendios de la granja el año pasado, y no se había dado cuenta
de lo sola que estaba hasta el momento en que sintió nuestro
vínculo.
Extendí la mano y tiré de ella para darle un abrazo, en el que

Sage tuvo que inclinarse y agarrarse a Pearl y apartarse de
nuestro camino.
—‘Estás con nosotros ahora’—, le dije.
—‘Feliz de estarlo’— , respondió ella.
Todos volamos en silencio reflexivo durante los siguientes veinte

minutos cuando el grupo de edificios que señalaban el centro de
Magic City, la capital de Light Fey City, apareció a la vista.
Fue deslumbrante. Un río gigante corría por el centro de la

ciudad, atravesado por un enorme puente para que los autos
pudieran ir a cada lado. El río era casi como un lago por su
ancho. A medida que nos acercábamos, noté que allí, en el mismo
centro del ancho río que corría, estaba el edificio más alto de toda
la ciudad.
Prisión de Magic City.
Probablemente había treinta metros de agua a cada lado de la

isla, con muelles para botes y canoas amarradas en las orillas. La
ciudad se movía alrededor de la prisión de la isla como si no
existiera, los coches entraban y salían del tráfico, hadas
caminando y riendo mientras se vestían con sus mejores
trajes. Era como un Manhattan mágico.
—‘Dígale que descansaremos allí. Tenemos que repasar el plan de

juego’—le dije a Marmal, señalando los árboles gruesos que
chocaban contra la orilla del río. Parecía algún tipo de
estacionamiento o ruta de senderismo. Era como si hubieran
cortado una ciudad directamente del bosque pero manteniendo
la mayor cantidad de naturaleza posible. Nunca había visto
tantas hadas en un solo lugar. Hubo muy pocas en mi tiempo en
Delphi y se mantuvieron para sí mismas. La forma en que
caminaban, tan ágil y elegante, era casi hipnótica.
Pearl nos bajó a un terreno cubierto de hierba en las

profundidades del parque, y desmonté mientras salía de su
escudo invisible. Estábamos solas por ahora, pero me subí la
capucha por encima de la cabeza para cubrirme por si acaso, y
luego verifiqué que mis esposas estuvieran bien en mis
muñecas. Sage y Marmal se reunieron conmigo en la zona
cubierta de hierba mientras yo caminaba por las exuberantes
hojas verdes.
Yo lo había logrado. Estaba aquí. Y no tenía ni puta idea de qué

parte del plan empezar a continuación. Pero mirar hacia el
enorme edificio y saber que mi pareja estaba tan cerca me dio
esperanza. Necesitaba hacer entrar a Sage, pero hacer que la
arrestaran ahora parecía una gran y oportuna fanfarria. Habría
sentencia y todo eso si fuera como las cárceles de Spokane y el
mundo humano. Mi lobo se sintió al borde mientras se deslizaba
inquieta dentro de mí. ¿Había vampiros dentro de la prisión
ahora mismo? Tal vez estuvieran al acecho en estos mismos
arbustos.
—Dile que se mantenga envuelta hasta que me dé cuenta de

esto—. Señalé la dirección en la que sabía que estaba Pearl, pero
en lugar de un dragón solo había una burbuja brillante que el ojo
inexperto no podía notar.
Marmal asintió. —Ella lo hará.—
—Está bien ...— dije, sin reducir mi ritmo. —¿Qué hora es

aquí?—
Sage sacó un teléfono celular de su bolsillo y lo encendió. Mierda,

no había visto uno de esos en más de un año. Mis dedos estaban
ansiosos por revisar mi cuenta de Instagram, por tonto que
sonara.
—Eugene me lo dio—, ofreció Sage. —Son las dos de la tarde,

hora de Light Fey—.
Dos horas. Tenía dos horas para hacer entrar a Sage y hacer una
fuga a las cuatro de la tarde durante el tiempo de entrenamiento
de Sawyer, o tendría que esperar otro día. No iba a esperar otro
día para ver a mi hombre.
—Okey. Tengo un plan.— Dejé mi mochila y saqué todos los

mapas.
La sala de ejercicios en el piso ochenta estaba directamente

enfrente del comedor y al lado de las duchas en el lado oeste del
edificio.
—Sage, si puedes fusionarte con mi lobo y hacerla entrar, ella

puede subir al piso ochenta para salvar a Sawyer y luego volver
por ti—, le dije a mi mejor amiga, sabiendo que era una gran
pregunta. Ella pondría su vida en peligro. Si supiera que no me
reconocerían de inmediato, lo haría yo misma. Ella ya había
aceptado, pero quería darle una última oportunidad para echarse
atrás.
—Sabes que estoy dentro, pero ¿cómo puedo ser arrestada y

enviada a prisión en dos horas?— ella preguntó.
Mordí mi labio, una idea formándose en mi mente. —Vamos a

poner a prueba tus habilidades de actuación—.
Ella frunció el ceño y señalé a Marmal. —Eres mi coche de
escape. Mantendremos a Pearl escondida, y luego, cuando te
dirija, necesito que me dejes en el piso superior mientras
agarramos a los chicos, y luego iremos a buscar a Sage antes de
que la transfieran a una sala de psiquiatría —.
Sage farfulló, ahogándose con su saliva. —¡Sala de psiquiatría!—
Asentí. —Necesito que actúes como una tonta loca de teoría de la

conspiración. Nade al otro lado del río, camine por la puerta
principal y grite cosas ridículas. Lo suficiente para meter a mi
lobo dentro —.
Sage negó con la cabeza, medio sonriendo. —Tú y Sawyer me

deben las mejores vacaciones posibles después de todo esto—.
Sonreí. —Hecho.—
—Está bien, puedo hacer esto—. Una sombra cruzó su rostro y

se metió el labio inferior en la boca para masticarlo
nerviosamente.
—¿Qué?— Pregunté, dando un paso adelante. Era normal estar

nerviosa ante algo como esto. —Si pudiera ir yo misma, lo
haría. Yo… —
Ella sacudió su cabeza. —Me pregunto cómo es Walsh ahora

...?—
Oh .
Pude hablar con Sawyer mentalmente. La última vez que había

hablado con Walsh, habían terminado con una mala nota, y él la
rechazó para cumplir con su deber.
—Estoy segura de que ambos son diferentes. Sawyer se ha hecho

amigo de un vampiro —gruñí.
Sage arrugó la cara como si oliera algo horrible. —¿En
serio? Asqueroso.—
Asentí. —Pero seguirá siendo Walsh. Nuestro Walsh. No te

preocupes.— Le di un abrazo lateral y ella asintió con la cabeza.
—Pregunta ...— Marmal levantó una mano. —Hay protecciones

mágicas por todo ese lugar—. Señaló el edificio. —No podremos
volar lo suficientemente cerca a menos que lo derribemos. ¿Y no
dijiste que los chicos llevan esposas que los electrocutan si salen
del local? ¿Cómo vas a lidiar con todo eso? No tenemos una bruja
y no puedo derribarlas —.
Mierda. Tenía razón y también me había dado otra pista sobre su

magia. Podía ver las barreras. Debería haber traído a Raven o
Star, pero tal vez Marmal era lo suficientemente buena. No sabía
entonces todo lo que estaría involucrado, y había querido
protegerlas dejándolas atrás.
Planeaba robar una llave para quitarles las esposas a los chicos,
pero las otras protecciones mágicas… no tenía ningún
plan. ¿Eran como los puños? Porque me había quitado las
esposas una vez ... hizo falta una espada de hada y algo de
sangre, pero ...
—¿Las hadas light llevan espadas de duendes? ¿O es solo una

cosa oscura de las hadas? — Yo pregunté.
Los ojos de Marmal se abrieron un poco. — Todas las hadas

llevan su espada de nacimiento. Es un gran problema para su
cultura —.
Bien, bien…
Caminé más fuerte. Tenía dos horas. Necesitaría mi atención

para estar con mi lobo y Sage, pero tal vez podría escabullirme y
robar una espada fey antes ...
—Lo haré.— Marmal dio un paso adelante y sacó una pequeña
daga de detrás de su espalda. Ella la apretó con fuerza y me miró
con determinación.
—¿Hacer qué?— Aún no había dicho nada.
—Quieres una espada Fey, ¿verdad? ¿Pero necesitas quedarte

con Sage ya que tu lobo estará con ella? La conseguiré y nos
vemos aquí antes de las cuatro de la tarde.— Marmal cruzó un
puño sobre su pecho.
Vaya, ¿cómo había tenido suerte con mujeres tan solidarias a mi

lado?
—Gracias—, croé.
Ella asintió y miró en dirección a Pearl, probablemente

comunicándose mentalmente.
—'Estaré en contacto.'— Se golpeó la cabeza y empujó las

palabras a mi mente. Le di una sonrisa a medias.
Marmal estaba en la manada, y me sentí muy bien con esa

decisión. Después de que nuestro miembro de la manada de
trolls se escabulló por la ruta de senderismo para robarle la
espada a alguna hada desprevenida, me gire hacia Sage.
Colocando una mano en cualquiera de sus hombros, la miré

directamente a los ojos y respiré hondo.
—¿Estás lista para que mi lobo ... se una a ti?—
Ella tragó saliva. —No. Totalmente asustada, ya imaginé lo peor,

como si se atascara, o yo vomitara, o me volviera loca ... pero
hagámoslo —.
No pude evitar reírme. —Oh, niña, te amo—.
Ella sonrió. —Simplemente no te quedes atascada. Me gusta
tener una sola alma en mi cuerpo —.
Le di un asentimiento brusco, como si supiera lo que estaba

haciendo cuando en realidad estaba asustada. ¡Tampoco quería
la mitad de mi alma atrapada en el cuerpo de otra persona! Mi
lobo estaba listo, encaramado justo en el borde de mi piel,
bloqueado solo por la magia de las esposas que Sawyer me había
hecho a medida.
Extendiendo la mano, me las quité, pero las mantuve en mis

manos, lista para volver a ponerlas en el segundo en que saliera
mi lobo. Enviar mi esencia, o lo que sea, a Light Fey City, no era
algo que quisiera hacer en este momento.
En el momento en que mi lobo saltó de mi cuerpo y se posó en la

hierba frente a mí, volví a ponerme las esposas. Mi lobo todavía
era espectral, aún no solidificaba su cuerpo mientras miraba de
Sage a mí.
—'Va a ser extraño, lo sé'—, le dije. —‘Pero tenemos que hacerlo

para tener a Sawyer.’ —
Sage cerró los puños y se preparó como si estuviera preparándose

para ser golpeada, luego sus ojos brillaron de color amarillo.
—‘A su lobo no le gusta’—, dijo mi lobo.
Me encogí de hombros. —‘Mierda dura. Ella lo superará’.— Ahora

estaba en modo alfa y hoy llevaría al papá de mi bebé a casa sin
importar nada.
Mi lobo asintió y luego saltó.
Fue como si el tiempo se detuviera. Mi lobo trazó un arco en el

aire cuando Sage se estremeció, cerró los ojos y contuvo la
respiración. Yo también sostuve la mía, y también mi lobo. Nadie
respiraba, el viento no soplaba, era como si el mundo se detuviera
por un momento solo para presenciar la mitad de mi alma
fusionándose con otra persona. Luego ella desapareció. Saltó
directamente al pecho de Sage y ... se fue. Una conmoción me
atravesó, como si la electricidad me recorriera la columna. Grité
al mismo tiempo que lo hizo Sage, nuestros gritos en tándem
atravesaron el bosque.
Dolía, como si mi piel estuviera en llamas, pero solo por un

segundo antes de que desapareciera. —'¿Qué diablos fue
eso?'— Le pregunté a mi lobo.
—‘Su lobo luchó conmigo por un segundo antes de ceder’— , me

dijo.
Sage jadeó, sosteniendo su pecho y mirándome con los ojos muy

abiertos. —Este es el sentimiento más extraño de mi vida y
quiero que se detenga lo antes posible—.
Hice una mueca, sintiendo la incomodidad de Sage a través de

nuestro vínculo. También fue malo para mí, pero no tanto como
para ella.
—Lo siento. Entonces hagamos esto rápido —. La llamé a la orilla

del río. Caminamos alrededor de la brillante burbuja
transparente que era la capa de Pearl y me arrodillé al borde del
agua. Metiendo la mano en el barro espeso y húmedo, recogí dos
puñados y me moví para frotarlos en el cabello de Sage.
Ella se apartó de mí. —¿Qué demonios?—
Puse los ojos en blanco. —Tienes que lucir loca. Ahora mismo
pareces una Lara Croft Tomb Raider sexy y pelirroja —.
Sage frunció el ceño. —¿Quién?—
Negué con la cabeza. —Estamos atrasadas para una noche de

cine, amiga.—
Cerró los ojos, cediendo, y se acercó a mí mientras frotaba el
barro en su cara, luego en su cabello y en su ropa.
—En realidad te odio en este momento, y Sawyer me debe

mucho. Quiero un Range Rover rojo con asientos de cuero blanco
cuando llegue a casa —gruñó Sage.
Sonreí cuando comencé a peinar su cabello en nudos y

mechones, haciéndolo lucir salvaje. —Lo tienes, nena. Y una
casa con vista. Lo que quieras.—
Ambas sabíamos que estábamos bromeando a medias. Quién

sabía cuándo ese tipo de vida volvería a la normalidad. Pero si no
lo hiciera, le conseguiría un caballo blanco y una cabaña en la
tierra Paladin, lo que ella quisiera y yo fuera capaz de darle.
—Muy bien, hagamos una práctica. Tienes que parecer

mentalmente inestable y no amenazante —.
Abrió los ojos de golpe, ampliándolos, luego abrió los labios para
mostrarme los dientes. —Escuché que bebes sangre de lobo
aquí—. Ella siseó en mi cara. —Necesito un cuerno de unicornio
para producir milagros—.
Mordí mis labios para evitar estallar en carcajadas. —Eso es

perfecto. Ve a hacer una escena pero sé inofensiva, no quieres
que te esposen mágicamente antes de que mi lobo pueda salir. —
Ella asintió con la cabeza, mirando el agua. Al otro lado del río, a
unos treinta metros nadando de distancia, estaba la prisión
gigante, toda de vidrio pero teñida tan oscura que no podía ver
nada. Una enorme valla de diez metros salpicaba el perímetro con
alambre de púas azul brillante. Definitivamente era mágico.
Cruzaría ese puente cuando llegara.
—Mantente segura, ¿de acuerdo? Quiero a Sawyer de vuelta,
pero no a costa de perderte. Si la mierda sale de lado, lárgate —,
le dije.
Ella asintió con la cabeza, pero ambas sabíamos que era más fácil
decirlo que hacerlo.
Ella se movió para saltar al agua y yo me apresuré hacia adelante,

atrayéndola en un abrazo. —Te amo, Sage Hudson. Como un
gran amor enorme. Eres mi hermana, no importa que nuestro
ADN diga algo diferente —. Mi voz se quebró y quería patearme
por ponerme tan emocional, pero si algo le pasaba a esta mujer,
necesitaba que supiera lo mucho que significaba para mí.
Echándose hacia atrás, se secó los ojos llorosos y se untó más

las mejillas con barro. —Yo también te amo. Por eso iré a la
tumba con la certeza de que cuando nació Creek, hiciste caca en
mi mano —. Ella sonrió.
Mi boca se abrió de golpe ante esa declaración. —Cállate la

boca. Eso no es cierto.—
Ella solo levantó una ceja y luego se metió en el agua.
¿Qué demonios?
—¡Sage!— Susurré-grité. —¿Es eso cierto?— Porque eso fue

mortificante.
Mi mejor amiga se rio entre dientes antes de caer al agua, tomar

un gran respiro y patear las rocas.
No había forma de que hiciera caca en su mano. Totalmente de

ninguna manera… ¿verdad?
Empujando esa revelación de mi mente, me escabullí entre los

arbustos y vi como Sage vadeó el río, su cabello rojo embarrado
fluyendo a su alrededor como una sirena desordenada. La
ansiedad aumentó dentro de mí mientras ella avanzaba poco a
poco, alejándose cada vez más de mí. Mientras se acercaba a la
orilla del otro lado, se levantó del agua y… comenzó a caminar
como un pollo.
Que…? De acuerdo, la actuación había comenzado.
Metió los brazos en el pecho y agitó los codos, moviendo el cuello

hacia adelante y hacia atrás.
Cambié mi perspectiva a mi lobo e inmediatamente quise

retroceder. Era ... un ajuste perfecto estar dentro de Sage. Su
lobo seguía empujando contra el mío y lo hacía sentir
claustrofóbico de una manera que era difícil de describir. Sage
llegó al banco de arena y comenzó a rascarse los brazos.
—¡Asesinos de bebés!— gritó a una torre de guardia que se

encontraba muy por encima de la valla gigante. —¡Malvavisco
para el desayuno es lo que piensas!— gritó sin sentido.
Las dos íbamos totalmente al infierno por usar la enfermedad

mental como tapadera para entrar a este edificio.
Silenciosamente envié una oración pidiendo perdón a cualquiera
que realmente sufriera de tales delirios.
—¡Alto ahí!— alguien gritó, y un rayo láser rojo del alcance de

una pistola apareció en el pecho de Sage. Miró la valla gigante y
el hada que ahora estaba encima de ella. Él la miró con
escrutinio, con el rifle en alto.
—¡Sé lo que estás haciendo aquí!— Sage gritó. —¡Comer limones

y matar bebés de hombres lobo para hacer aparecer bloqueador
solar en la hoja de oro plateado!—
Mierda, realmente se iba a merecer un Oscar por esto.
El hombre hada frunció el ceño y bajó la mira. —Estás

invadiendo. A los infractores se les dispara a la vista —.
Sage extendió la mano y le arañó la cara, arrastrando las uñas
por sus mejillas. —¡Los bichos me hicieron!—
—Mierda.— El tipo miró por encima del hombro y habló con un

segundo tipo, apenas visible desde este ángulo. —Una chica loca
está perdiendo la cabeza aquí. Llame al médico y pídales que la
transporten de regreso al continente —.
Sage gritó entonces y corrió a toda velocidad hacia la cerca de

ladrillo, con los brazos extendidos como si esperara atravesarla.
¿Qué diablos estaba haciendo ella? En el segundo en que sus

manos tocaron la cerca, el duende macho gritó: —¡No lo
hagas!— Pero fue demasiado tarde. La magia azul brotó de la
cerca, golpeando a Sage, y ella cayó al suelo, completamente
inconsciente, golpeando a mi lobo con ella.
El hada macho gritó algo que no pude escuchar desde mi

escondite en los árboles al otro lado del río, pero pude verlo y
parecía alarmado.
Mi lobo se movió dentro de Sage, volviéndose consciente antes

que ella, y pude ver desde mi lugar al otro lado del río que la
pared sobre ella comenzó a moverse. Una puerta de piedra estaba
escondida en la pared para que no pudieras verla hasta que se
estaba retrayendo para poder entrar. El patrón de ladrillo era un
aluvión moteado de crema de colores apagados, de modo que
incluso las bisagras de la puerta estaban camufladas.
Dos guardias salieron con sus pistolas apuntando a Sage

mientras yacía resoplando en el suelo. Sentí que su conciencia se
agitaba e inmediatamente hablé en su mente. —‘Quédate
abajo. Creo que te llevarán dentro de las puertas. La cerca fue
hechizada y te electrocutó.’ —
—‘Todo duele’ —respondió ella, pero no dijo nada más mientras

permanecía inmóvil.
Los dos guardias la miraron con lástima, sus puntiagudas orejas
de hada asomaban por los lados de sus gorras de béisbol negras,
y me acerqué a los arbustos donde me escondía para ver
mejor. Cien pies estaban lejos cuando tenías que nadar esa
longitud, pero tan cerca cuando estabas escondida en un arbusto
tratando de evitar que te vieran.
Uno de ellos inhaló. —¿Ella es un lobo? ¿Qué diablos está

haciendo un lobo hasta aquí?— Estaba viendo a través de mis
ojos humanos pero escuchando lo que decían a través de mi lobo
que estaba consciente en Sage. Fue una extraña sensación
extracorporal.
Otros cuatro guardias salieron ahora, apuntando con sus armas

a los árboles al otro lado de la orilla del río, directamente hacia
mí, y me escabullí completamente hacia atrás para no poder
verlos más desde mi cuerpo humano.
Mi corazón latía con fuerza en mi pecho mientras usaba el oído

de mi lobo para escuchar lo que decían los hombres. Los ojos de
Sage todavía estaban cerrados, así que no pude ver nada.
—Ella estaba despotricando sobre una locura. ¿Quizás escapó de

Psiquiatría? Es sólo a unas pocas cuadras, en 3 rd Street —, uno
de los guardias dijo, y lo vi apuntando a través del río a un centro
de la zona de mi escondite en la selva.
—No mantenemos a los lobos en Psiquiatría en la 3rd —, dijo el

otro, desconcertado.
—Vamos a llevarla adentro y preguntarle al alcaide qué quiere

hacer al respecto—, dijo otro.
—Las reglas establecen que disparamos a todos los infractores a

la vista. Esto me huele a una emboscada, —gritó una nueva voz
masculina fría. Me estremecí, justo cuando pateó a Sage en las
costillas.
Los ojos de Sage se abrieron de golpe y comenzó a cantar a todo
pulmón. —¡Crecen bebés en árboles de sandía!— Ella empujó su
brazo hacia arriba, arqueando la espalda.
Los hombres la miraron en estado de shock, pero ella no se

detuvo. —¡Me frotan los ojos con jugo de tortilla!—
El hada que la había pateado negó con la cabeza. —Está bien,

eso es simplemente triste. ¡Llévala al médico, pero haz que se
calle! —
Uno de los duendes se agachó y sacó un rollo de cinta adhesiva

de sus pantalones cargo. En un movimiento rápido, arrancó un
trozo y se lo pegó a la boca. Sage se agitó un poco, pero lo
suficiente para parecer asustada por la cinta y no lo suficiente
como para ser una amenaza. Luego, el guardia la ayudó a
ponerse de pie, le puso las manos detrás de la espalda y la
acompañó al interior. La emoción me recorrió el cuerpo. Estaba
sucediendo.
La fuga de la prisión era un éxito.
CAPÍTULO SIETE
—‘Sawyer, estoy aquí’—, le dije. —'¿Puedes escucharme?'—
Caminé por la pequeña arboleda escondida dentro de la gruesa

pared de arbustos, pero no obtuve respuesta.
Sage había sido trasladada a una sala médica en el

hospital. Marmal seguía acechando a una hada.
Cuando Sawyer no dijo nada después de un largo momento, volví

a centrar mi atención en Sage. La tenían atada a una cama
médica, y ella se resistió a las ataduras cuando un médico hada
entró con una bata blanca de laboratorio. La habitación estaba
en el piso inferior y la cama de Sage estaba justo frente a una
ventana con cortinas de color amarillo pálido. La habitación era
realmente bonita, limpia y moderna. Me sorprendió.
—La encontraron nadando en el río, hablando como una loca—,

dijo un joven asistente al médico, entregándole un portapapeles.
Sage giró bruscamente la cabeza hacia la doctora duende, que

tenía el pelo rojo largo y suelto como el suyo. —¡Las moscas están
en el universo para mis ollas y sartenes!— Sage dijo con urgencia.
El doctor frunció el ceño. —Es posible que haya tenido un

derrame cerebral recientemente. Esto suena a ensalada de
palabras —.
Ensalada de palabras? ¿Era un término médico?
—Vamos a sedarla para transportarla a Psiquiatría en

3 rd Street—. El médico firmó algo en el portapapeles y se lo
devolvió. Luego extendió la mano y la asistente colocó una jeringa
larga en su palma, la aguja reflejó la luz del techo.
El miedo se apoderó de Sage y supe que era ahora o nunca con

mi lobo.
—‘No me iré de este lugar sin ti. Moriría antes de que eso
sucediera, tienes que creerme’—, le dije a Sage.
—‘Confío en ti’ —gimió ella.
Mi lobo saltó libre del pecho de Sage entonces, pero al mismo

tiempo, se volvió invisible, activando cualquier poder que Pearl
también usaba, magia antigua.
—No hagas que el sueño venga. Las lagartijas son peonías —

gimió Sage al médico, manteniendo el ritmo.
El doctor frunció el ceño. —Pobre chica. Pensé que todos los

lobos murieron en la guerra o pasaron a la clandestinidad o algo
así —. le preguntó a su asistente, un hada de pelo negro con
pecas.
Él se encogió de hombros. —Tal vez sea una refugiada—.
El médico puso la aguja en el brazo de Sage y sentí que el pánico

de mi mejor amiga se disparaba a través de nuestro vínculo de
manada. Mi lobo estaba escondido en la esquina, esperando a ver
qué le pasaría a Sage antes de que empezara a tratar de encontrar
a Sawyer. Si iban a lastimarla, saldríamos de aquí y tendría que
encontrar otra forma de sacar a mi hombre.
—Me gustan los lobos. Una vez fueron nuestro aliado más fuerte
antes de que el primer ministro Locke arruinara eso —, dijo el
médico.
Casi me hundí de alivio. No lastimarían a Sage.
—'Estarás bien. Volveré enseguida por ti’ —le dije a Sage.
—‘Está bien ...’— fue todo lo que murmuró, y luego el médico le

clavó la aguja en el brazo y la pesadez del sueño drogado se
apoderó de ella rápidamente.
Mi lobo se quedó mirando al doctor y esperando. Ella no saldría

de esta habitación sin saber lo que le iba a pasar a mi mejor
amiga, y estaba agradecida por eso. Estaba segura de que no la
lastimarían después de escuchar su conversación, pero quería
esperar un minuto más.
Alguien llamó a la puerta y asomó la cabeza. —Llamó

Transfer. No pueden llegar hasta las seis de la tarde por el lobo.—
El doctor asintió. —Ella puede dormir aquí hasta que ellos

vengan. Puedo darle otra dosis a las cinco si se despierta y
todavía está delirando —.
Cinco.
Miré el reloj. Ya eran las tres y cuarto. Tenía menos de dos horas
para sacar a Sawyer de aquí y volver por Sage antes de que la
drogaran de nuevo. Cuando el médico y la enfermera se fueron,
cerraron la habitación con llave y le di una última mirada a la
forma dormida de Sage antes de que mi lobo se deslizara a través
de la pared y saliera al pasillo.
Examinó el pasillo en busca de una escalera y luego se dirigió

hacia una señal de salida luminosa. Podía sentir sus
pensamientos. Pensaba que no podía entrar en un área llena de
gente, porque aunque era invisible, alguien con la magia
adecuada podría verla. Y las hadas tenían la magia
adecuada. Eran incluso más esquivas que los trolls. Solo Dios
sabía de lo que eran realmente capaces.
Sentí a Marmal tirar de mi conciencia y me alejé de mi lobo,

confiando en que ella sabría cómo llegar al piso ochenta. Cuando
abrí los ojos, Marmal corría hacia mí, sujetándose el costado
mientras la sangre empapaba su camisa. Corrí hacia adelante
presa del pánico.
—‘Tenemos que subir a Pearl y volar a los cielos’— , me dijo. —‘Me

persiguen, pero tengo la espada.’— Ella levantó una espada de
hada plateada brillante y asentí.
Cuando me alcanzó, miré su estómago.
—'¿Qué tan malo es?'— Ya no parecía que estuviera sangrando
activamente, así que era una buena señal.
—Estoy bien. ¡Vamos!— susurró-gritó, justo cuando escuché

gritos provenientes del sendero principal.
—¡Fui atacada!— gritó una mujer.
Mierda.
Ambas corrimos directamente hacia donde estaba descansando

Pearl, y ella bajó su escudo para que pudiéramos entrar. Apenas
habíamos llegado al escudo que nos hacía invisibles cuando una
hada y dos guardias de seguridad armados entraron en el prado.
—Huelo sangre—, la mujer se enfureció. Sin otra palabra, nos

deslizamos sobre la espalda de Pearl y ella pateó el suelo,
batiendo sus alas, lo que provocó que los arbustos y la hierba
alta a nuestro alrededor se aplastaran.
—¿¡Qué fue eso!?— chilló la mujer, mirando la tormenta de viento

que había creado Pearl. Los guardias levantaron sus armas y me
estremecí, esperando que no dispararan al azar al aire. Pearl
subió más hasta que fueron solo una mancha en la distancia,
luego me relajé un poco.
—Déjame ver.— Retiré la mano de Marmal e inspeccioné un corte

limpio de una pulgada a lo largo de su caja torácica.
—Eso necesitará puntos de sutura, pero no parece haber

golpeado ningún órgano importante—, le dije, la culpa de su
lesión pesaba mucho sobre mí. —Déjame traer el botiquín—.
Ella apartó mi mano. —Estoy bien. Lo he pasado peor. ¿Cómo

está Sage? ¿Qué está pasando adentro? —
Me entregó la espada fey y la tomé con gratitud. —Gracias por

conseguir eso—. Luego rápidamente la puse al día sobre cómo
habían ido las cosas con Sage mientras buscaba en mi mochila
el botiquín para atender su lesión lo mejor que podía mientras
montaba en un maldito dragón volador. Después de limpiar y
vendar su herida mientras Pearl rodeaba el área del parque, me
sintonicé con mi lobo a continuación.
Estaba en el piso cuarenta y cuatro, jadeando de subir todas las

escaleras. No podía usar la velocidad de vampiro porque yo tenía
las esposas puestas y estaba preocupada por quitármelas. De
alguna manera todavía estábamos conectadas, y aunque ella
podía volverse invisible, no podía usar algunos de nuestros otros
poderes. Yo con las esposas la estaba agotando, parecía que ...
Estaba preocupada por intentar colarse en un ascensor y

quedarse atascada al bajar, o que alguien la notara. El hueco de
la escalera estaba relativamente desocupado, pero para un
conserje que había pasado en el piso veintiséis.
Eran casi las cuatro de la tarde. Tenía quince minutos para llegar
al piso ochenta, pero no le dije eso. La hora de entrenamiento era
hasta las cinco, pero necesitaba conseguir a Sage antes de que
entraran y le dieran otra dosis de ese medicamento. Todo esto iba
a depender de que yo pudiera romper este hechizo de protección
y entrar en una de estas ventanas.
Respira, solo respira.
Metí la mano en la mochila de Sage y saqué el elegante teléfono

negro que ella guardaba allí. Si alguien pudiera decirme cómo
atravesar una protección mágica Fey, sería mi otra mejor
amiga. Marqué el número de Raven de memoria y recé para que
su teléfono celular aún funcionara. Técnicamente, estábamos en
algún lugar de Idaho escondidos en las Tierras Mágicas, y las
torres de telefonía celular definitivamente funcionaban en
Idaho...
—¿Hola?— Respondió tentativamente.
—Gracias a Dios que todavía tienes un teléfono—, le dije.
—Mierda, Demi,— Raven respiró. —Casi no contesto. Me

sorprende que esta cosa siga conectada después de un año bajo
tierra —.
Sonreí. —Me da gusto oír de ti. Tengo un problema que necesita
una solución mágica —.
—Estoy aquí con Star. Poniéndote en altavoz —, anunció Raven.
Eso estaba bien, necesitaría todas las manos a la obra.
—La prisión de Magic City está rodeada por algún… hechizo de

protección que electrocuta de color azulado. Huele a hada en su
origen. Necesito bajarlo para poder acercarme lo suficiente como
para romper una ventana y sacar a los muchachos —.
—Las protecciones Fey son muy complejas. ¿Con qué tienes que
trabajar? — Star sonaba escéptica y me puso nerviosa.
—Bueno, tenemos una espada fey—, le dije.
—¡Genial!— Dijeron ella y Raven al mismo tiempo.
—Y tengo un dragón—.
El teléfono se quedó en silencio y lo aparté para asegurarme de

que no se había apagado. No, todavía corriendo.
—¿Hola?— Grité.
—¿Dijiste que tienes un dragón?— Raven chilló.
—¿Vivo o muerto?— Star susurró.
Vaya.
—Viva, volando en sus espaldas en este momento. ¿Puede

ayudarme? —
—¿Ella puede ayudar?— Star parecía ofendido por mi

sugerencia. —Los dragones son las madres de la magia. Santa
mierda. ¿Puedo conocerla? ¿Como una vez que todo esto
termine? — Podía escuchar la emoción en la voz de Star.
—Concéntrate,— Raven la reprendió.
—Lo siento. Correcto. ¿Te dejará pelar una de sus escamas? Si
es así, puedo darte un encantamiento para cubrir la espada Fey
y cortará la magia de protección como mantequilla, — me dijo
Star.
Miré a Marmal, que estaba escuchando atentamente mientras yo

también ponía el teléfono en altavoz. Mi amiga troll se quedó
callada un momento antes de asentir. —Ella dijo que puedes
tener una escama siempre que la magia para la que se usas no
dañe a otros—, tradujo Marmal.
—¡Ohhh, tienes a alguien que puede comunicarse con ella!— Star

chilló de alegría.
Asentí con la cabeza, luego recordé que no podía verme. —Mi troll
fr… miembro de la manada,— corregí y Marmal sonrió.
—Está bien, esto es lo que debes hacer—. Star luego procedió a

decirme el encantamiento que rompería el hechizo, y después de
agradecerle a ella y a Raven, colgué.
Entonces me registré con mi lobo. Ella estaba en el piso setenta

y seis y se había detenido, jadeando contra la pared de
ladrillos. Estaba cansada, sedienta y lista para una siesta. Todo
se hizo mucho más difícil por el hecho de que no estábamos
juntas. Nos fortalecíamos unas a otras.
—Tienes esto—, le dije, tratando de darle el aliento que

necesitaba para correr esos últimos tres pisos.
—‘¿Demi? ¡Te siento cerca!’ — La voz de Sawyer retumbó a través

de nuestro vínculo y la alegría repentina golpeó en mi pecho.
Mi lobo se apartó de la pared, inspirada por escuchar a nuestra

pareja. Su voz la recorrió, dándole el impulso final que
necesitaba. Cuando me esforzaba demasiado en pensar en ella, o
en mí, o en nosotros, me dolía el cerebro. Éramos una y ella sintió
lo que yo sentí, y yo sentí lo que ella sintió. Ambos queríamos a
Sawyer, ¡y queríamos verlo ahora mismo!
Subiendo las escaleras, sus piernas temblaban de fatiga y pensé
que podría colapsar mientras jadeaba y sus pulmones
ardían. Quedan dos pisos más.
—‘Mi lobo está en el piso setenta y ocho. Prepárate’ — le dije a

Sawyer, mirando el mapa que había extendido ante mí mientras
Marmal sacaba la escama del costado de Pearl. Era una que ya
parecía flojo y Pearl no se inmutó, así que me sentí menos mal
por tomarlo.
Le indiqué a Pearl a qué ventana volar, que esperaba que fuera

la sala de ejercicios según lo que decían los mapas.
—‘Estoy entrando en el gimnasio justo ahora’—, me dijo

Sawyer. —'Walsh está aquí. ¿Cuántos de nosotros pueden
salir? No puedo irme sin mi tripulación'.—
¿Su tripulación?
—‘¿Cuántos hay en tu tripulación?’—
—‘Somos cinco, incluidos Walsh y yo.’ —
Bueno, eso no fue planeado. —‘¿Y este amigo vampiro es uno de

ellos?’ — Pregunté amargamente.
—‘Sí, Luka es mi familia. Sé que te resulta difícil de entender,

Demi, pero ...’ —
No quería discutir ahora mismo. —'Está bien. Podemos llevarnos

a los cinco'. —
Pearl dijo que podía llevar a veinte hombres adultos. Tendríamos

que hacerlo funcionar.
Mi lobo subió el último escalón y sus patas traseras comenzaron

a temblar. Estaba tan fatigada, tan cansada y, sin embargo,
siguió adelante. Usando la poca magia que le quedaba, atravesó
la pared y entró en el bloque de celdas del piso ochenta.
Y mierda fue intimidante. Las paredes estaban llenas de celdas
enrejadas, los hombres entraban, dos por celda. Pasó junto a un
hada, un troll, un brujo, un lobo, Ithaki. No discriminaron
aquí; todo tipo de criatura estaba presente y encerrada. Mi lobo
miró fijamente a un hombre hada que estaba detrás de los
barrotes de su celda. Sus tobillos estaban atados con puños
plateados similares a los que tenía cuando crecí, cicatrices y piel
roja enojada asomando justo encima de ellos, mostrando cuántas
veces había intentado usar su poder.
Girando su cabeza, mi lobo miró hacia el espacio abierto fuera de

las celdas. La habitación era un rectángulo largo y las celdas
corrían hacia la izquierda, la derecha y la parte trasera de la
pared. Mi lobo miró por encima del hombro para ver a un guardia
sentado en un escritorio y hojeando una tableta. Mi lobo no había
tenido problemas para atravesar las paredes aquí hasta ahora,
así que estuvo bien. No necesitaría la huella de la mano de un
guardia para abrir la puerta de la sala de ejercicios, pero
necesitaría las llaves para abrir las esposas de los chicos o todos
serían tocino frito crujiente cuando intentaran irse.
Mi lobo se acercó al guardia alto y ágil sentado encorvado sobre

su tableta, con los tobillos cruzados, el dedo sobre la pantalla
mientras se desplazaba por algún sitio web. Mi lobo escaneó su
cuerpo, buscando un juego de llaves torpes que colgarían de su
cinturón como en las películas. No existía tal juego de llaves.
—‘Sawyer’ —susurró mi lobo a través del vínculo. —‘¿Qué

aspecto tienen las llaves de las esposas?’ —
Siempre me habían quitado las esposas por arte de magia, pero

eso no funcionaría aquí con tantos presos y la prisión dirigida
principalmente por hadas, no por brujas. Necesitarían una forma
más fácil de quitarlas cuando estuvieran dañadas y tuvieran que
ser reemplazados o lo que sea.
La respuesta de Sawyer fue inmediata. —'Es un imán cuadrado

que cuelga de un cordón negro en sus cuellos. El cierre solo se
suelta si el protector lo toca. Es una especie de nueva tecnología
inteligente que coincide con su huella dactilar'. —
De acuerdo, eso sonó complicado, especialmente para que mi
lobo se las arreglara sin manos ...
—¡Lobo!— El guardia levantó la vista de su tableta de repente y

siseó. Sus ojos se clavaron directamente en mi lobo y ella se
congeló.
Mierda. Él me vio. Ella. Nosotras.
¡Algunas hadas tenían esa magia y, por supuesto, tenía que ser
este guardia! Un segundo mi lobo se volvió transparente y al
siguiente se solidificó, arremetiendo contra su cuello. Sus brazos
se levantaron de inmediato y se aferraron a su cuello cuando una
conmoción recorrió a mi lobo. Ella se estremeció cuando su
magia la atravesó, tratando de debilitarla.
No.
De vuelta en Pearl, en mi cuerpo humano, me quité las esposas,

el poder surgió de mí hacia mi lobo. Ella se soltó del agarre del
guardia con sorprendente fuerza, cayendo al suelo. Él alcanzó un
botón rojo en el escritorio, y fue entonces cuando ella se abalanzó
sobre su entrepierna, hundiendo los dientes en la carne entre sus
piernas. Un lamento inhumano atravesó el espacio y los hombres
en las celdas enjauladas comenzaron a vitorear y golpear los
barrotes mientras veían cómo todo se derrumbaba.
El hada cayó al suelo y una onda de choque salió de su cuerpo,

pero mi lobo estaba listo. Vio el cambio en el aire, y cuando vino
a por ella usó su velocidad y fuerza vampírica para empujar a
través de él. Con las esposas fuera de mí ahora, no había
restricciones. No había límite para nuestro poder.
Su campo de fuerza protector golpeó contra su piel con la fuerza

de una bala y supe que iba a doler mañana. Sin perder tiempo,
se lanzó de nuevo hacia su cuello, abalanzándose primero sobre
su pecho para inmovilizarlo. El poder latió a través de mí hacia
ella y no perdió el tiempo arremetiendo contra su yugular con los
dientes.
Sus brazos se levantaron para tirar de ella, pero ya era demasiado
tarde. Su garganta salió de un tirón rápido; el músculo y los
tendones se desgarraron limpiamente. Ella escupió la carne en el
suelo cuando él quedó flácido debajo de ella. Los hombres de las
celdas se volvieron locos, gritando y golpeando fuerte.
—‘Los guardias vienen a ver de qué se trata ese ruido’—, nos dijo
Sawyer a mi lobo y a mí.
Mierda.
Saltando del guardia muerto, mi lobo se volvió fantasmal cuando

ella se acercó y tiró de su muñeca suavemente en su boca. Ella
dio un paso torpe sobre su pecho y trató de maniobrar su mano
flácida de una manera que presionaría su dedo contra el broche
alrededor del collar en su garganta ahora destrozada.
Asqueroso.
Usando su hocico, ella cavó debajo de su cuello, girando su

cabeza hacia un lado mientras su mano todavía estaba
firmemente apretada en su boca.
—‘Vamos a necesitar terapia después de esto’—, le dije a mi lobo

mientras la sangre le salpicaba el hocico. Me complació ver que
incluso invisible, ella todavía podía maniobrarlo.
—¡OYE!— gritó un guardia detrás de ella y mi lobo se

congeló. —¿Qué es todo ese alboroto?— él gritó. La mirada de mi
lobo se movió rápidamente hacia un lado para ver a dos guardias
hadas que acababan de salir a la sala principal y estaban frente
a los prisioneros, quienes golpeaban salvajemente las barras de
sus celdas con tazas y puños. Los guardias no me habían mirado
todavía, estaban demasiado preocupados por los prisioneros
salvajes.
Pero pronto lo harían.
Uno de ellos se giró hacia mi lobo, y un lobo prisionero en la celda
más cercana gritó: —¡Estoy sangrando!— Se agarró el estómago
y se cayó.
Los dos guardias hadas corrieron a su celda y me di cuenta de

que me estaba ganando tiempo.
Gracias, amigo.
Mi lobo reanudó el acrobático acariciar con la nariz, tratando de

llevar el dedo del guardia hada muerto hasta el broche en la parte
posterior de su cuello. Finalmente lo logró y el collar se cayó con
un clic.
¡Sí!
Sin perder un momento, se llevó el collar a la boca y se alejó del

guardia sin vida.
Sus ojos escanearon las puertas, agradecida de que el tipo de la

celda estuviera haciendo algo falso para distraer a los nuevos
guardias.
Baño.
Armario de utilidad.
Gimnasio.
Lo tengo.
Al cruzar la puerta que decía “Gimnasio”, mi lobo se detuvo en

seco al ver a Sawyer, y todo el aliento salió de mi forma humana
sentada sobre Pearl.
Santo criminal.
Mi dulce esposo multimillonario preppy había cambiado. Ahora

tenía una barba completa y estaba parado sin camisa debajo de
la barra donde estaba haciendo flexiones. Los músculos de sus
brazos estallaron cuando la mirada de mi lobo recorrió el mayor
cambio hacia Sawyer.
Su cuerpo estaba cubierto de tatuajes.
RIP Dad estaba escrito en cursiva sobre un corazón anatómico

en su antebrazo. Alfa estaba escrito sobre una imagen de un
lobo aullando en su bíceps. Hudson estaba escrito con letras
mayúsculas en sus abdominales, y luego la mirada de mi lobo se
posó en su pecho. Justo sobre su corazón estaba mi nombre en
una hermosa letra cursiva.
Demi.
Un gemido atrapó la garganta de mi lobo y los ojos de Sawyer se

clavaron en ella.
Siempre había podido verme sin importar si yo era invisible para

los demás o no. Se quedó quieto, y de repente me di cuenta de
todas las otras personas en la habitación que no podían verme:
ocho guardias y diez sobrenaturales de aspecto aterrador. Casi
solté un grito de alegría cuando vi a Walsh parado detrás de un
vampiro que estaba golpeando una bolsa de velocidad. El cabello
del vampiro era negro oscuro, peinado hacia atrás con sudor, y
santo yumi odiaba admitirlo, pero estaba increíblemente
caliente. Todos estos tipos lo estaban. Estaban armados en
músculo como el infierno, cubiertos de tatuajes y barbas y
sudando testosterona como si fuera aire. Mi lobo se sacudió para
aclarar sus pensamientos y se acercó lentamente a Sawyer. No
se había movido, solo se quedó congelado mientras me miraba.
Sawyer tosió dos veces, muy brevemente, y debió haber sido una
señal, porque Walsh, el vampiro ardiente y algún prisionero Fey
empezaron a moverse al unísono hacia Sawyer.
—¡Hudson! ¡Walsh! Bennett! No se congreguen—, dijo un

guardia. Mi lobo había alcanzado a Sawyer, y cuando él se inclinó
para atarse el zapato, ella escupió el collar en el suelo a sus
pies. Lo agarró con dedos temblorosos justo cuando el vampiro
(debe ser Luka, el compañero de habitación de Sawyer)
comenzaba a interrumpir al guardia.
—Tiré de mi espalda, hombre—, dijo Luka mientras Walsh

comenzaba a inspeccionar la espalda de Luka.
—Déjame ver—, gritó el hada, acercándose mientras cubrían el

hecho de que Sawyer se estaba quitando las esposas.
—Joder, te extrañé tanto—, susurró Sawyer mientras miraba

directamente a los ojos de mi lobo y desabrochaba el puño
restante, poniendo el juego azul brillante, que ahora estaba
abierto, detrás de una alfombra para esconderlas. Sawyer pasó
los dedos por el pelaje de mi lobo y yo lloriqueé de nuevo. Se
sentía tan bien ser tocada por él, verlo, olerlo.
De vuelta en Pearl, le dije a Marmal con medio sollozo de

alegría. —Es la hora.—
De vuelta en la habitación, Sawyer le entregó la llave a Walsh y

comenzó a inspeccionar la espalda de Luka. —Oh, mierda, ¿es
un hueso que sobresale?— Sawyer gritó en voz alta, mirando la
perfecta y musculosa espalda de Luka, cubierta de tatuajes y sin
huesos sobresaliendo.
—Es un vampiro. El sanará. ¡Sepárense!— Un guardia hada se

apartó de la pared y se acercó a Sawyer con el arma en alto.
De vuelta en Pearl, me sacudí. La mierda iba a pasar y teníamos

que hacer esto, ahora.
—¡Llévame lo más cerca que puedas a esa ventana y prepárate

para largarte en el segundo en que los saque!— Le grité a Marmal,
que se sentó frente a mí.
Ella asintió con la cabeza y dirigió a Pearl hacia la ventana del

fondo del último piso. Había una pequeña repisa, tal vez quince
centímetros de profundidad. Nada en lo que pudiera
apoyarme. Cuanto más se acercaba Pearl a la ventana, más podía
sentir la magia en acción en los escudos protectores. Era como
un brillo de arco iris de aceite o burbujas suspendidas en el aire.
—¡No puede acercarse más o su ala golpeará el escudo!— Gritó

Marmal.
Mierda. Estaba a unos buenos diez pies del escudo

reluciente. Pero era ahora o nunca. Estaba tan cerca de sacar a
Sawyer y todavía tenía que preocuparme por Sage.
—¡Cuando empiece a caer, atrápame!— Grité. —Voy a saltar y

derribar el escudo—.
Levanté la espada Fey y los ojos de Marmal se abrieron como

platos. Ella se quedó callada un momento, pero luego asintió.
Miré hacia abajo, apenas podía ver el río ya que estábamos a más
de doscientos cincuenta metros en el aire.
Por favor, no dejes que así sea como muera, envié una oración
silenciosa a quienquiera que pudiera estar escuchando, y luego
hundí la espada Fey en mi palma. Una porción de dolor ardiente
irradió a lo largo de mi mano cuando una gruesa línea de sangre
carmesí se acumuló en mi palma y saturó el cuchillo.
Murmuré el encantamiento que Star me había dicho, y el cuchillo

brilló con un tono verde enfermizo.
Bueno, eso era algo al menos. Iba a tener que confiar plenamente
en que este hechizo funcionaba, y en el segundo en que clavara
la hoja en el escudo protector ... se rompería.
—Magia vieja. Tengo magia antigua y eso es bueno, va a

funcionar —, grité en voz alta, tratando de prepararme para este
salto.
Mi lobo llamó mi atención y me concentré en ella justo a tiempo

para ver a Luka darle un cabezazo a un guardia de seguridad en
la cara, y luego Sawyer pateó a otro.
Oh mierda.
Bueno.
Ahora o nunca.
—Uno.— Me paré sobre la espalda de Pearl, balanceándome

en el aire mientras ella batía sus alas para tratar de
mantenerme estable. —Dos.— Agarré la hoja con más fuerza en
mi puño. —¡Tres!— Grité.
Y luego salté. Afuera en el aire, apuñalando con mi mano de la

hoja en el escudo protector, enviando una oleada de dolor por mi
codo. Hubo un crujido ... y luego me caí.
Oh joder.
Caer libremente desde doscientos cincuenta metros es

probablemente la cosa más aterradora que jamás podría
imaginar, y había pasado por una mierda aterradora. Incluso
saber que Pearl haría todo lo posible para atraparme no hizo nada
para calmar mis nervios.
—'¡Demi!'— Sawyer gritó. Debe haber captado mis emociones y

sentir mi terror. Lo ignoré, solo me concentré en respirar y no me
desmayé cuando Pearl se materializó justo debajo de mí.
—¡Aquí!— Marmal gritó y la alcancé. Con una fuerza

sorprendente, golpeé la espalda de Pearl, enviándola a sacudirse
hacia la izquierda. Marmal se aferró a mí, colocando ambos
brazos sobre mis hombros para estabilizarme. Casi las dos nos
caemos, pero luego Pearl pudo enderezarse.
Extendiendo la mano, acaricié sus escamas. —Lo siento mucho

si eso dolió—.
Marmal me miró con una sonrisa a medias. —Dijo que se sentía

como un masaje de tejido profundo—.
Fruncí el ceño. ¿Cómo diablos sabía un dragón antiguo lo que era

un masaje de tejido profundo? Sacudiendo mi cabeza, me obligué
a concentrarme. —Llévame de vuelta allí. Es posible que solo
tengamos unos minutos antes de que recuperen el escudo —.
—¡Lo tienes!— Marmal la instruyó y luego Pearl agitó sus alas
enloquecidamente mientras se acercaba al edificio ahora que el
escudo protector había desaparecido. A medida que nos
acercábamos más y más, me preparé para lo que probablemente
sería la parte más dolorosa de este proceso. Rompiendo la
ventana abierta con mi cuerpo. Por lo que dijo Sawyer, no había
nada pesado o peligroso en el interior que pudiera usarse como
arma. Sin pesas ni nada. Eso me dejó, lanzándome por el aire
como una pelota.
—¿Quieres que Pearl rompa la ventana con la cola?— Marmal

preguntó de repente, rompiendo mis pensamientos.
Volví a mirar la cola de Pearl. En la punta había seis cuernos

nudosos de varios tamaños.
Oh ... esa era una mejor opción. Quería ponerme la palma de la

mano, pero me contuve. En el interior se estaba librando una loca
pelea en la prisión y necesitaba ayudar.
—¡Sí, por favor!— Grité, y segundos después el sonido de

cristales rotos resonó en el aire.
¡Sawyer!
Lo sentí antes de verlo. Mirando hacia arriba desde la espalda de

Pearl, giré y allí estaba él, de pie frente a la ventana rota, los
dedos hundidos profundamente en el pelaje de mi lobo mientras
ella estaba a sus pies. La sangre le corría por el cuello desde una
herida en la oreja y su pecho se agitaba mientras trataba de
recuperar el aliento. Pero aun así, me dedicó una amplia sonrisa
hasta dejarme las bragas, con un hoyuelo.
Maldita sea, me había perdido esa sonrisa.
—¡Demi!— gritó, abriendo los brazos.
No perdí el tiempo. De pie sobre la espalda de Pearl, salté del

dragón de un salto, tratando de mantener toda mi mierda junta
para no romper en sollozos. Había pasado tanto tiempo desde que
lo abracé, lo olí, lo probé. Tuvimos un jodido bebé juntos y él ni
siquiera lo supo hasta hace poco. En el segundo en que choqué
contra su pecho, sus brazos me rodearon como un tornillo de
banco.
—Santo infierno, mujer—, dijo con voz ronca mientras yo envolvía

mis piernas alrededor de su cintura, tratando de acercarme a
él. Su respiración se estremeció contra mí cuando liberé los
sollozos que había estado conteniendo. Me apretó con tanta
fuerza que me dolió, pero no me importaba porque en algún nivel
se sentía bien. Estar abrazada con tanta fuerza contra su cuerpo
sin camisa era la mejor maldita sensación que había tenido en
mucho tiempo.
Alejándome un poco de él, miré hacia sus ardientes ojos azules y

permití que nuestro vínculo se enmarañara completamente una
vez más. Me abrí a él, a cada emoción, a cada experiencia que
había tenido desde que nos separamos. Tener a Creek,
convertirme en Alfa Paladin, sobrevivir al Bosque Oscuro,
extrañarlo. Todo ello. Simplemente me miró a los ojos y asintió.
Entonces lo sentí abrirse. Me había ocultado mucho. Había tanta
oscuridad en él ahora, no estaba preparada para eso. Había
contemplado el suicidio tantas veces en nuestra ausencia
juntos. Los guardias y otras bandas penitenciarias rivales lo
golpeaban a diario. Había estado muerto de hambre,
electrocutado miles de veces, al borde de la muerte. Mi pecho se
sentía como un peso de quinientas libras sobre él mientras
empujaba sus emociones hacia mí, compartiendo todo lo que
había pasado. Casi pierde la cabeza sin saber qué había sido de
mí. Lo único que lo mantuvo unido y en marcha fue su nueva
manada de amigos y la esperanza de que yo estuviera viva. Una
lágrima se deslizó por mi mejilla sabiendo que había pasado por
tanto dolor. Inclinándose hacia adelante, besó la lágrima,
derritiéndola en su boca.
—Te amo mucho—, croé.
Sus labios aterrizaron en los míos y no pude respirar por un

momento, no pude moverme. ¿Era esto realmente real?
¿Finalmente estábamos juntos? Gemí cuando su lengua cálida y
húmeda se deslizó en mi boca y lo probé por primera vez en
mucho tiempo.
—¡Hey, tortolitos, un poco de ayuda!— Walsh de repente gritó.
Sacudido por nuestra reunión, Sawyer se apartó de nuestro beso

y me dejó en el suelo, luego ambos nos giramos.
Mierda.
Noté a Luka, Walsh y otros dos tipos. Supuse que eran el resto
de su “tripulación”. Uno era hada y el otro troll. Todos estaban
atrapados en una pelea feroz con cinco guardias. Los puños
golpeaban, la sangre volaba, los cuerpos se agrietaban, todo en
un esfuerzo por arrebatarles las armas. Los otros hombres en la
sala de ejercicios estaban en la esquina sacando armas de los
guardias hadas muertos y armándose.
Estupendo.
Luka, el vampiro, se había quitado las esposas y ahora arrojó a

un guardia a través de la habitación como si estuviera hecho de
papel. El guardia golpeó la pared con un ruido sordo justo
cuando otro guardia hada se abalanzó sobre Luka con la espada
desenvainada. Sawyer saltó a la pelea y sentí mi poder surgir
dentro de mí. Necesitábamos salir de aquí, y teníamos que
conseguir a Sage. Ese escudo podría volver a levantarse en
cualquier momento, atrapándonos a todos dentro de él. Me lancé
hacia adelante con la velocidad de un vampiro y me estrellé
contra el guardia hada que estaba a punto de apuñalar a
Luka. Su cuerpo se estrelló contra la pared y tomé su cabeza
entre mis manos y la retorcí. El repugnante crujido de su cuello
al romperse sonó por toda la habitación y lo dejé caer al suelo y
me giré. Los dos guardias restantes corrían hacia mí.
—¡Demi!— Sawyer gritó, con pánico en su rostro. Los guardias

tenían armas en alto.
Un pulso de poder se encendió bajo mi piel y extendí mis brazos,

enviándoles un escudo de magia similar a una explosión de
bomba. Parecía una ola de luz azul, y cuando se estrelló contra
sus cuerpos, se convirtieron en cenizas.
—Mierda—, suspiró Sawyer, mirando los dos montones de

ceniza.
Está bien, eso fue extraño. Nunca había hecho eso antes.
Tragué saliva, un poco agitada, y miré alrededor de la habitación.

Los otros guardias habían sido asesinados o sometidos.
—Maldita sea, ¿dónde puedo encontrar una mujer así?— Luka

me evaluó con orgullo. Mi mirada recorrió sus tatuajes. Five
Crew estaba impreso en grandes letras mayúsculas en la
clavícula. Miré la clavícula de Sawyer. Luego Walsh. Luego el
duende y el troll. Todos tenían lo mismo. Esta era la manada de
Sawyer.
Acepté a Marmal y Sage como mi manada. Y así fue como Sawyer

pasó el año pasado. No iba a ser un capullo solo porque odiara a
los vampiros.
Sawyer sonrió. —Te dije que era increíble—.
Luka se inclinó ante mí, tomando mi mano en la suya y besando

suavemente la parte superior. —Mi señora Alfa, siempre estaré
en deuda contigo—.
¡Vaya! ¿Hacía calor aquí o…? Este encantador no se parecía en

nada a los vampiros fríos que había conocido. Me retorcí bajo su
mirada y asentí mientras soltaba mi mano.
—Un amigo de Sawyer es amigo mío—, le dije.
Él se rio entre dientes. —Sé que odias a los de mi clase. Está

bien. Mi familia es un montón de idiotas —.
—¿Familia?— Pregunté, inclinando la cabeza hacia un lado.
Sawyer se aclaró la garganta. —Deberíamos salir de aquí—.
Correcto.
—Soy Talon—, dijo el tipo troll. Era un tipo gigante, de más de

seis pies de altura y parecía tallado en piedra.
—Bennett—. El macho Hada me saludó. —Gracias por

salvarnos—.
Todos los hombres de la pequeña tripulación de Sawyer eran

extremadamente guapos y sabía que Marmal y Sage no tendrían
reparos en pasar los próximos días con ellos.
Asentí. —Placer conocerlos.— Caminamos hacia la ventana rota

justo cuando sonó una alarma en toda la prisión.
Sage.
Finalmente se habían dado cuenta de que se estaba produciendo

una fuga de la prisión.
—Los procedimientos de cierre comienzan ahora. Tenemos una

infiltración activa —, dijo una voz femenina robótica por el
altavoz.
—¡Vamos!— Grité justo cuando Pearl apareció frente a la ventana

en todo su esplendor.
—Mierda,— Luka respiró a mi lado. Bennett y Talon no perdieron

el tiempo saltando sobre la espalda de Pearl, con la ayuda de
Marmal para estabilizarlos, mientras me inclinaba hacia mi lobo.
—Tienes que asegurarte de que no le den a Sage otra

inyección. Será más fácil sacarla si no está inconsciente. Muerde
las ataduras de sus manos y pies y volaremos hacia abajo ahora
mismo y las sacaremos a las dos —.
Ella asintió con la cabeza y luego se fue, volviéndose fantasmal

mientras atravesaba la pared.
—¡Bebé!— Sawyer me llamó y miré hacia arriba. Éramos los
únicos dos que quedaban. Me tendió la mano. Volví a ponerme
las esposas y tomé su brazo extendido.
—¡Oye, llévanos contigo!— un hombre espetó detrás de mí. Estiré

la cabeza para ver al resto de los muchachos que habían estado
haciendo ejercicio cuando comenzó toda la pelea. El que había
hablado era un vampiro alto y sostenía una elegante pistola que
le había robado al guardia. Sus esposas todavía estaban puestas,
lo que me hizo saber que Sawyer no les había compartido la llave.
—‘Estos capullos han estado tratando de matarme desde el día

que llegué aquí’—, gruñó Sawyer en mi cabeza.
Agarré la mano que me ofrecía Sawyer. —Seguro. Déjame hablar

con mi amigo —, le dije, y me puse de pie.
Levantó el arma y luego los brazos de Sawyer rodearon mi

cintura, tirándome hacia atrás mientras saltaba. Navegué por el
aire, aterrizando encima de Sawyer cuando ambos golpeamos la
gigantesca espalda de Pearl, con fuerza. La tripulación de Sawyer
y Marmal nos mantuvo en el lugar justo cuando el arma hizo
clic. Me armé de valor, lista para recibir balas o cualquier mierda
mágica que pudiera necesitar, pero luego no pasó nada.
—Necesita la huella digital del guardia, idiota —, gritó Luka.
Sawyer sonrió con saña. —Disfruta los próximos cincuenta años

sabiendo que salimos—.
Walsh simplemente les saco el dedo. Entonces el viento se levantó

detrás de nosotros cuando Pearl comenzó a descender.
Vaya, estos tipos deben haber tenido un montón de problemas

juntos, historias para otro momento.
Necesitaba concentrarme en mi mejor amiga.
—¡Llévame al piso inferior, a la parte trasera del edificio donde

tienen a Sage!— Le grité a Marmal.
Todo sucedía tan rápido que no podía procesarlo correctamente.
—‘Me colé en un ascensor, los escuché decir que iban a llevar al

guardia muerto al médico en el primer piso’—, dijo mi lobo.
Gracias a Dios.
—¿Sage está aquí?— La voz de Walsh se quebró.
Lo miré y noté la expresión de dolor que cruzó su

rostro. Asentí. —Ella metió a mi lobo adentro, pero la están
sosteniendo en el piso inferior, así que tenemos que
recuperarla.—
Mientras Pearl volaba por los ochenta pisos hasta el fondo, vi las
luces parpadeantes del interior. Destellos rojos y blancos
parpadearon cuando la sirena aulló y la voz del robot se escuchó
por un altavoz: —Fuga de Prisión. Procedimientos de bloqueo
activos. Escudo hacia abajo. Permanezcan en sus celdas —.
Mi lobo llamó mi atención y me concentré en ella justo a tiempo

para verla entrar en la habitación de Sage. Ella todavía estaba
inmóvil en la cama con correas de tela alrededor de sus pies y
brazos. Las bandas de tela estaban conectadas con cadenas de
plata, pero mi lobo ya había comenzado a morder la banda de su
brazo derecho, cortándola con los dientes posteriores.
Sage gimió.
—'¡Sage, despierta!'— Usé nuestro vínculo de manada para

despertarla. —‘Tengo a los chicos. Walsh y Sawyer están a
salvo. Tenemos que sacarte de allí.’ —
Sentí que su conciencia se agitaba. —'¿Demi?'— dijo con voz

ronca a través de nuestro vínculo.
Mi lobo la miró justo cuando abrió los ojos y el brazalete se le

cayó de la mano derecha. Lentamente levantó la mano para
acariciar la cabeza de mi lobo y luego asintió como si saliera de
un sueño profundo.
—‘Estoy tan atontada’— , dijo.
—'Está bien. Solo trata de ayudar a deshacer tus ataduras. Estoy

casi por ti'. —
Sage se acercó perezosamente y comenzó a soltar la atadura del

brazo izquierdo mientras mi lobo masticaba el lazo de la pierna
izquierda. Una vez que tuvo las manos libres, se sentó, luciendo
más alerta, y ayudó a salir de las ataduras a sus pies justo
cuando se podían escuchar voces gritando en el pasillo.
—‘Abre las persianas de la ventana que tienes detrás. No sé cuál

es el tuyo’ —le instruí mientras Pearl volaba a ras de suelo entre
el edificio y el muro de seguridad de diez metros de
altura. Estábamos atrapados aquí si recuperaban la
protección. Necesitábamos salir de aquí.
De inmediato.
Las persianas de la ventana a mi izquierda se abrieron y Sage y

mi lobo nos miraron desde adentro. El alivio estalló en mi pecho
al ver a mi mejor amiga.
—‘¡Ahora apártate de la ventana! ¡Lo vamos a romper para

abrirlo!’— Le dije. Ella retrocedió y Sawyer me miró con
fascinación mientras se sentaba detrás de mí, con las manos
apretadas con fuerza en mis caderas.
—¿Te estás comunicando con ella?— preguntó de repente

mientras ella y mi lobo se alejaban de la ventana.
—Están en la manada—, fue todo lo que dije, y luego le di a

Marmal un breve asentimiento. Cuando volví a mirar a Sawyer,
su rostro estaba congelado por la conmoción. Con la boca
abierta, los ojos muy abiertos, sabía que el hecho de que había
convertido a Sage en mi manada lo golpearía con fuerza. Después
de todo, ella era su prima.
Manada. Pronunció la palabra confundido. Sage era suya,
Marmal era un troll, pero no tenía tiempo para esta conversación
en este momento.
Pearl se sentó en el suelo y luego retiró las alas para poder

acercarse a la ventana a pie. Su cola se movió una vez y luego
todos en su espalda se estremecieron cuando la ventana se hizo
añicos. Talon y Walsh se sentaron uno al lado del otro, con las
piernas debajo de ellos mientras se agarraban a los cuernos como
manijas. Luka y Bennett hicieron lo mismo detrás de ellos. No
había mucho más espacio, especialmente para un largo vuelo a
casa, pero lo haríamos funcionar.
De vuelta en la habitación con mi lobo, ella y Sage se acurrucaron

juntas mientras el vidrio roto explotaba por todas partes.
Fragmentos esparcidos por el suelo de linóleo mientras Sage
cargaba hacia adelante para escapar. No necesitaba decirle que
el tiempo era esencial. Ella lo sintió.
En Pearl, Walsh se alejó de nosotros, y su bota se extendió hasta

el alféizar de la ventana para prepararse mientras alargaba una
mano hacia Sage. Mi atención volvió a mi cuerpo, asegurándome
de que con el peso cambiante de Walsh no iba a ser arrojada por
el dragón gigante sobre el que todos de alguna manera nos
tambaleábamos. Sage saltó al alféizar de la ventana, y luego
Walsh la agarró por la cintura y la atrajo hacia él. Ella lo abrazó
completamente, envolviendo sus brazos y piernas alrededor de él
mientras sus manos subían para enrollar su cabello y yo sonreí.
Lo hicimos.
Mirando a mi lobo que estaba en lo profundo de la habitación,

palmeé mi pecho. —¡Vamos! ¡Salta!—
¿Por qué estaba tan atrás?
¡Oh, el vidrio! Estaba en todas partes y le rompería las

patas. Podía sentirla pensando qué hacer cuando la puerta
detrás de ella se rompió las bisagras y luego un dolor al rojo vivo
atravesó la caja torácica de mi lobo. La madre de todas las
descargas eléctricas sacudió su cuerpo y cayó al suelo temblando
cuando yo me paré encima de Pearl y grité.
—¡NO!—
Allí, de pie justo detrás de mi lobo incapacitado, estaba la maldita

reina vampiro. Sostenía una especie de dispositivo Taser, y
cuando giró un dial, mi cuerpo y el lobo sintieron
simultáneamente como si fueran consumidos por el fuego. Cada
terminación nerviosa se deshilachó y el mundo dio vueltas y el
sudor estalló en mi cuerpo. Mi lobo tembló, sus dientes
castañetearon cuando la electricidad sacudió su pequeña
figura. Mi yo humano se lanzó hacia adelante, colocando un pie
en el alféizar de la ventana, y estaba extendiendo mi brazo
izquierdo para quitarme el brazalete derecho cuando uno de los
altos guardias hadas de la sala del gimnasio, que claramente ya
no estaba inconsciente, irrumpió en la habitación con el arma
levantada.
Todo sucedió tan rápido, demasiado rápido. La boca de la pistola

parpadeó con luz y luego algo afilado me pellizcó el estómago. Un
calor fresco y caliente se deslizó por mi ropa interior y me
balanceé. Volé hacia atrás a los brazos de alguien y luego Sawyer
gritó. Fue desgarrador e inhumano cuando se convirtió en un
aullido.
Me tomó un momento darme cuenta de que estaba gritando por

mí.
—¡No! ¡Idiota! La necesito viva —. La voz de la reina sonó con

rabia y mi cuerpo se estremeció. —Esposa al lobo y trae el campo
de protección—, espetó la reina.
Entonces Sawyer dijo las tres palabras más horribles que jamás
había escuchado. —¡Vamos! ¡Debes dejarla!—
Sin siquiera considerar otra opción, Pearl despegó del suelo y sus
alas se batieron mientras nos lanzaba por los aires. Mi lobo yacía
en el suelo dentro de la habitación temblando y gimiendo por la
corriente eléctrica de alto voltaje que pulsaba sin parar en su
cuerpo.
Todo se sentía tan ligero y frío ... Tenía tanto frío. Mis dientes
castañeteaban mientras volamos más y más lejos de mi lobo, la
otra mitad de mi alma, mi salvadora.
—Sawyer no ... me obligues... no puedo—, dije con voz

ronca. Había presión en mi estómago, y miré hacia abajo para ver
a un Walsh con los ojos muy abiertos y en pánico tratando de
tapar todos los agujeros allí.
Ay, Dios mío. Había tantos agujeros en mi cuerpo. ¿Cómo estaba

todavía consciente?
En ese momento, la conmoción desapareció y la pesadez mareada

del sueño me presionó junto con un dolor tan espantoso que casi
me desmayé.
Así fue como iba a morir. Lo sabía. Lo sentí en el fondo de mi

alma.
Levanté la mano con los dedos ensangrentados y los arrastré por

la mejilla de Sawyer. —Quiero que sepas ...— Dije con voz ronca,
mientras la respiración se hacía demasiado difícil. —Que eras
amado. No por tu dinero, o por algún estúpido año de
apareamiento. Yo… —¿Por qué respiraba tan fuerte? Los ojos de
Sawyer se llenaron de lágrimas mientras negaba con la cabeza en
total negación de la situación. —Te amaba tan loca y
salvajemente. Quiero que lo sepas. Dile a Creek que… yo también
lo amaba. A diferencia de cualquier otro —. Una vez que la última
palabra se escapó de mis labios, una oscuridad profunda y
pesada, como nunca había sentido antes, se apoderó de mí y me
hundió, como un tsunami que arrastra a una víctima a la tumba.
CAPÍTULO OCHO
SAWYER
Ella se quedó flácida en mis brazos y cada pensamiento racional

me abandonó. Esto no estaba sucediendo. Así no. —¡Demi!— La
sacudí ligeramente, pero su cabeza simplemente cayó sobre mi
regazo.
No, no, no. Joder, no. No ella, no el amor de mi vida ...
—¡Quítale las esposas!— Sage medio sollozó cuando aquellos de

nosotros que mejor la conocíamos perdimos nuestras mentes
colectivas. Walsh le arrancó las esposas y una vez más me
maldije por hacerlas. Estas cosas la lastimaron más veces de las
que la ayudaron.
—Sin las esposas, ¿se curará?— Le pregunté a mi mejor

amigo. Mi voz sonaba hueca, e incluso yo sabía que no había
curación de esto, no sin un equipo de trauma y un hospital de
primer nivel, que ya no teníamos. Había sido bombardeado por
los malditos vampiros.
Mi corazón tronó en mi pecho mientras agarraba la camiseta

empapada de sangre de mi moribunda esposa.
Piensa. Respirar. Maldito infierno.
—Astra—. La voz de Walsh era apenas un susurro. Estábamos

volando sobre un maldito dragón sobre toda la ciudad de Light
Fey y nadie nos miraba, lo que me hizo pensar que el dragón tenía
algún tipo de habilidad de camuflaje.
—¿Qué?— No pude concentrarme. Toda mi educación médica

estaba tratando de establecerse en mi cerebro al mismo tiempo
que mi dolor y estaba provocando un cortocircuito en mi cerebro.
Demi no era alguien sin quien pudiera imaginarme vivir. Lo
intenté en la cárcel y casi me suicido. Nunca había amado tanto
a una criatura como amaba y adoraba a esta mujer en mis
brazos. Ella no podía morir. Así no. No después de todo lo que
habíamos pasado.
—¡Astra! ¿Sigue viva esa chica? — Walsh le gritó a Sage.
El rostro de Sage se iluminó, lo que me dio esperanza al recordar

la historia de la sacerdotisa Paladin curando a Walsh cuando fue
herido… casi muerto.
Miré a la chica trol que parecía estar a cargo del

dragón. —Llévanos a Astra—.
Ella parecía confundida. Joder . ¿Por qué se veía confundida?
—Villa Paladin, en las Tierras Salvajes, te mostraré el camino—,

ladró Sage. El troll asintió y su nombre apareció en mi
mente. Marmal. Esta debe ser Marmal del tiempo de Demi
atrapada en las Tierras Mágicas.
Había tanta sangre. Incluso con Walsh y yo tapando agujeros,

sangraban hasta su espalda. Mi mirada se dirigió rápidamente a
Luka, cuyos ojos prácticamente brillaban de hambre. Su sangre,
sería casi imposible resistir por él, especialmente porque lo
mataron de hambre en prisión. —¿Estás bien, hermano?— Yo
pregunté.
Tragó saliva y asintió, apartando la mirada de Demi. Le confiaba

mi vida, sabíamos todo el uno del otro, el último año nos había
acercado más que a hermanos. Si sentía que estaba perdiendo el
control, saltaría de este dragón antes de dañar a mi esposa. Sabía
lo que ella significaba para mí.
Si tuviera un equipo quirúrgico y un quirófano, podría hacer

algo. En este momento era absolutamente inútil ... a punto de
poner toda mi fe en una adolescente con supuestos poderes
curativos ...
Mi mente calculó cualquier otra opción. Podríamos volar al centro
de Light Fey City y llevar a Demi a su hospital, pero lo más
probable es que no la traten una vez que descubran que ella fue
la responsable de la fuga de la prisión. Ya estábamos sobre Dark
Fey Territory, llegando a Villa Troll. Ahora no había vuelta atrás.
Mis dedos taparon agujeros dentro del pequeño estómago que

una vez sostuvo a mi hijo que nunca conocí. Entonces tuve una
experiencia extracorporal. ¿Cómo era esto real? Todo estaba
yendo bien. Demi estaba en mis brazos. Casi teníamos a su
lobo. ¿Cómo estaba pasando esto?
Walsh se rasgó la camisa en tiras mientras trataba en vano de

detener la hemorragia. ¿Cómo podía alguien tan pequeño sangrar
tanto?
Dios, por favor no te la lleves. Me acerqué al universo. Yo era un

hombre de ciencia, no de espiritualidad, pero ahora mismo se me
podía persuadir para que creyera en cualquier cosa.
Cualquier cosa por Demi.
Alzando mi mano libre, hice algo que tenía miedo de hacer desde
que perdió el conocimiento. Busqué el pulso en su cuello.
—'Espera, mi amor'.— Traté de encontrarla a través de nuestro

vínculo, como si tal vez allí pudiera salvarla, abrazarla de alguna
manera ... pero estaba todo oscuro, desaparecida. Me dejó con
una sensación de vacío, y la desesperación que sentí inicialmente
cuando aterricé por primera vez en prisión cayó sobre mí como
una espesa niebla.
Los golpes golpean ligeramente contra mi dedo. Golpe. Golpe. Me

quedé helado. Era débil, pero tenía pulso.
—¡Por favor, ve más rápido!— Le gruñí a la troll. Ella miró a Demi

flácida en mis brazos y empapada en sangre y todo el color
desapareció de su rostro. Las lágrimas cubrieron sus ojos,
rodando por sus mejillas, y asintió.
Todavía tenía que conocer a una persona que realmente

conociera a Demi y no la amara en absoluto. Incluso la mujer trol
lo hacía, se podía ver en sus ojos. Si Demi moría, la devastación
que dejaría atrás la sentiría cada persona que la conociera.
No puedo pensar así ahora.
Sage estaba buscando a tientas con un teléfono celular. Por qué,

no lo sabía. No había nadie a quien llamar. No teníamos hospital
y suponía que la sala médica de Villa Paladin no estaba equipada
para esto.
—Eugene, han disparado a Demi. Dile a Astra que se prepare

para curarla —dijo Sage rápidamente al teléfono, y un destello de
esperanza surgió dentro de mí.
Si Astra realmente pudiera curar a alguien cercano a la muerte,

si estuviera esperando y lista cuando aterrizáramos... tal vez
Demi lo lograría ...
Mientras volamos sobre los altos edificios góticos de Vampire

City, mi rostro se convirtió en un ceño fruncido. Los vampiros
eran responsables de casi todos los problemas recientes de mi
vida. Mirando hacia atrás, miré a Luka, el único chupasangre
decente que conocía. Llevaba una máscara de dolor; bailó por su
rostro antes de desaparecer en una mirada fría y dura. Después
de lo que Luka había pasado, cómo debe ser ahora mirar hacia
abajo en su antigua casa… no podía imaginarlo. Me miró a los
ojos y asentí una vez.
Lo devolvió.
Eso fue eso. Un vínculo tácito. Me llevaría su historia a la tumba

conmigo, pero él sabía que yo lo sabía, y eso significaba que no
estaba solo. A veces era necesario compartir el dolor o te
asfixiaría bajo su peso. Luka había compartido su dolor conmigo,
y ahora cargué un poco para que pudiera respirar.
Hipotéticamente, dado que los vampiros en realidad no
respiraban.
El pulso de Demi revoloteó bajo mi dedo índice y lloriqueé, mi

atención de nuevo en ella. Tenía que hacerlo, solo tenía que
hacerlo.
El dragón comenzó a descender sobre las Tierras Salvajes cuando

Sage ladró instrucciones desde su lugar detrás de mí. Nunca
había estado en Villa Paladin. Había crecido odiando a su gente,
y cuando finalmente quise ir allí, estar con Demi y apoyarla, tenía
puesto ese maldito monitor de tobillo.
—¡Vamos!— Grité, sabiendo que gritar no ayudaría en nada, pero

me hizo sentir un poco mejor de todos modos.
Si el pabellón médico de allí tuviera un equipo intravenoso, al

menos podría transferir parte de mi sangre a Demi. Mi mente
estaba llena de conocimientos y procedimientos médicos que
podría probar si tuviera las herramientas adecuadas. El año que
viene habría empezado la facultad de medicina, pero hice lo
suficiente en mi formación como para saber cómo suturar y hacer
una punción en una vena intravenosa.
Me pregunté si el Dr. Pearson había sobrevivido el año pasado y

si estaba en el pueblo en este momento. Era el mejor cirujano que
teníamos, pero sin las herramientas adecuadas, ni un quirófano
adecuado ...
—¡Allí!— Sage señaló un matorral de árboles, y miré más allá de

ellos hacia lo que supuse que era Villa Paladin.
Pearl descendió y pude ver más de cerca.
¡Vaya ! El shock me atravesó mientras mi mirada se posaba en

la valla de madera, las puntas afiladas en puntas. Dentro no
estaba el campamento rudo y ruinoso que supuse que
sería. Quiero decir, claramente había recibido una paliza, con
algunos edificios que parecían haber sido bombardeados por
bombas, pero la mayoría de ellos estaban intactos y hechos
completamente de ladrillo. Miles de tiendas de campaña y chozas
improvisadas salpicaban las carreteras y áreas abiertas, y mi
corazón se llenó de esperanza de que algunas de esas personas
fueran de mi manada.
Miré a Demi.
Nuestra manada.
Ya no había ellos ni nosotros. Fue nosotros. Paladin, lobo de la

ciudad, necesitábamos unirnos si queríamos poner fin a esta
guerra, y eso comenzó aquí mismo con Demi y yo. Juntos. Volví
a mirar las tierras de cultivo a lo lejos y me sorprendió ver las
colinas verdes y onduladas salpicadas de hileras e hileras de
comida. Parecía maíz, lechuga y otras cosas comestibles.
Entonces me di cuenta de que los Paladines tenían algo que los
lobos de la ciudad no tenían: un conocimiento que podían
enseñarnos para que pudiéramos sobrevivir los próximos meses.
El dragón trató de encontrar un lugar para aterrizar, pero había

gente por todas partes. Niños corriendo y jugando. Tiendas de
campaña y mochilas cubrían las carreteras.
Los latidos del corazón de Demi se detuvieron repentinamente y

el pánico surgió tan rápidamente dentro de mí que mi lobo casi
salió de mi cuerpo.
—¡Se está yendo!— Grité, mientras el poder alfa salía de mí y

presionaba a todos los que montaban el dragón.
Sage señaló un lugar abierto donde la pequeña niña de cabello

castaño rojizo nos hizo señas. La recordaba de la única vez que
nos conocimos, pero de alguna manera se veía aún más pequeña
ahora, más joven también. Llevaba una especie de tocado de
plumas y un collar tallado en huesos, pero parecía una niña
tratando de jugar a ser la jefa.
¿Esta era ella? ¿La gran sanadora?
Mi cabeza se giró hacia Walsh: —En el segundo que toquemos el

suelo, necesito que encuentres al Dr. Pearson… si todavía está
vivo. Si no, cualquiera de los cirujanos lobos de la ciudad
servirá—.
Walsh asintió y luego las garras del dragón golpearon la tierra.
Era como si el tiempo se hubiera detenido o se hubiera

ralentizado; los siguientes momentos se sintieron tan largos. Me
sentí fuera de mi cuerpo tratando de entender qué hacer y cómo
podría ayudar a Demi. Luka me ayudó a llevarla al suelo, pero
eso solo hizo que Demi perdiera más sangre, y ni siquiera estaba
seguro de que todavía estuviera viva en este momento.
Sin pulso ... ¿por qué no puedo sentir el pulso?
Tanta sangre.
Astra, de tal vez diecisiete años, se acercó a Demi y sus ojos

brillaron de un azul brillante.
—Sánala por favor. Te lo ruego —. Miré a la chica, mis dedos

todavía tapaban agujeros en mi esposa sin vida mientras las
lágrimas llenaban mis ojos, y casi pierdo mi mierda frente a toda
esta gente. Sentí como si mi corazón fuera a explotar en mi pecho,
como si alguien hubiera metido la mano y lo hubiera apretado
con tanta fuerza que podría estallar como un globo en cualquier
momento.
Entonces Astra me miró con tanta fuerza y confianza que me

pregunté si la había subestimado.
Con un simple asentimiento, cayó de rodillas y juntó las manos
en oración.
—Padre, necesitamos un milagro. Úsame, hazme tu vaso de luz y

curación —. La niña levantó sus manos juntas hacia el cielo.
Demi dijo que los Paladines eran súper espirituales, pero yo no

lo había experimentado de primera mano. No me importaba. No
estaba aquí para juzgar, y si eso salvaba a mi esposa, rezaría al
puto Padre todas las noches por el resto de mi vida.
Un grito sonó detrás de mí, levantándome los pelos de los brazos

y giré. La madre de Demi estaba directamente detrás de mí, con
el rostro afligido mientras miraba a su hija inconsciente. Un niño
pequeño con cabello oscuro y ojos azules estaba en sus brazos, y
mi corazón se hizo añicos. Tragué un sollozo mientras alcanzaba
a mi hijo con mi mano libre. Una multitud de personas había
comenzado a reunirse alrededor, y Eugene los estaba empujando
hacia atrás, pero no me importaba nada de eso. Nada me
importaba en ese momento excepto sostener a este hermoso niño
que Demi y yo hicimos. La mamá de Demi extendió la mano y
depositó a Creek en mis brazos antes de que cayera en un charco
de lágrimas, su esposo la abrazó con fuerza.
Su dolor me mató, pero todo mi dolor se desvaneció en el

momento en que miré a mi hijo. Sus ojos redondos y muy abiertos
me miraron con una inocencia a la que me aferré y esperaba que
siempre lo hubiera hecho. Sabiendo que Demi lo cargó y lo dio a
luz por su cuenta en la naturaleza, me hizo amarla y respetarla
diez veces más de lo que lo había hecho antes de que se fuera a
su prueba alfa. Demi era la mujer más fuerte que conocía. Había
visto el fuego y la fuerza de un alfa el primer día que la conocí en
Delphi. Para ser honesto, a veces me asustaba, porque no estaba
seguro de en qué mundo podrían coexistir dos alfas, pero ahora
lo sabía. Este mundo. Si alguien podía volver de la muerte, era
ella. Reconstruiríamos el mundo junto con nuestro hijo. Nacido
tanto de tribus como de culturas. Un símbolo de nuestro amor y
unificación. Podía oler a su lobo dentro de él, todavía joven pero
fuerte, y estaba agradecido por eso.
Sosteniendo su pequeño cuerpo contra mi pecho, me di la vuelta
justo a tiempo para ver una neblina azul caer del cielo, cubriendo
a Astra como una lluvia mágica.
La multitud jadeó de asombro, pero todo lo que pude hacer fue

tener esperanza. Espero que esta joven sea lo suficientemente
poderosa como para salvar al amor de mi vida.
Extendiendo la mano, agarré la mano fría y flácida de Demi y

apreté a Creek contra mi pecho entre su madre y yo.
—Él te necesita. Te necesito, —le rogué, como si tuviera una

opción, como si mis palabras pudieran traerla de regreso de
dondequiera que su espíritu se hubiera desviado. El destello azul
que llovía sobre Astra se volvió tan brillante entonces que tuve
que cerrar los ojos y proteger el rostro de Creek con mi pecho.
Mientras sostenía la mano de mi esposa, nuestro hijo recién

nacido acunado entre nosotros, oré a todos los dioses
imaginables para que se curara y despertara para que
pudiéramos ser una familia nuevamente, porque ninguna mujer
se comparaba con ella.
—¡Vuelve!— Astra gritó, pero su voz no era la suya. Era profunda,

apenas humano y lleno de poder. La fuerza de ese poder golpeó
contra mí, como si intentara empujarme hacia atrás. Sacudí a
Creek lejos, sacando mis dedos del abdomen de Demi, y rodé
sobre mi costado justo cuando la niebla azul explotó fuera del
cuerpo de Astra. Se elevó ligeramente en el aire y luego cayó sobre
Demi con la fuerza de un millón de pequeñas balas.
Santo cambiaformas.
El cuerpo de Demi se agarró y se sacudió salvajemente cuando la

luz azul la golpeó como granizo cayendo del cielo. Astra arqueó la
espalda, soltándose con un gemido de dolor y fruncí el ceño. ¿Era
esto normal? Debería haber preguntado más sobre la curación
con Walsh. Debería haber preguntado más sobre los
Paladines. Había sido tan despectivo con ellos, y Demi nunca
hablaba de ellos, probablemente por miedo a molestarme. Lo iba
a hacer mejor después de esto, a interesarme por su gente.
Nuestra gente.
Los cuidaría como si fueran míos, como claramente lo había

hecho ella con los lobos de la ciudad en mi ausencia.
El gemido de Astra creció en intensidad y retrocedí, poniéndome

de pie y entregando Creek a Sage.
Algo no estaba bien. Esto no se sentía normal. ¿Por qué sufría el

sanador?
—¿Estás bien?— Le pregunté a Astra, mirando de ella a Demi con

el ceño fruncido.
Demi había dejado de convulsionar, y negué con la cabeza con

incredulidad cuando mi mirada se redujo a su estómago
destrozado y sangrante, o lo que había sido su estómago
desgarrado y sangrando. Ahora estaba… curado. Cinco
casquillos metálicos cubrían el suelo debajo de su caja torácica
como si hubieran sido empujados mágicamente.
¿Qué clase de sanadora era esta chica?
Miré hacia arriba con absoluta alegría para agradecerle, luego

noté que la sangre florecía en el abdomen de Astra. Fue entonces
cuando ella comenzó a caer.
Moviéndome rápidamente, corrí hacia adelante, saltando sobre

Demi para atrapar a Astra. Se derrumbó en mis brazos mientras
la multitud rompía en sollozos. Deduje del tocado y de las
increíbles habilidades curativas que ella era importante para
estas personas, y ahora no sabía qué hacer.
Sabía que ella era su sacerdotisa, pero no sabía culturalmente a
qué significaba eso. ¿Presidente? ¿Pastor? ¿Madre Teresa?
—¡Consiga un médico!— Grité, moviendo a Astra hacia su

espalda para poder empezar a tapar agujeros en su estómago tal
como lo había hecho con Demi. Tenía agujeros de bala en el
mismo lugar que tenía Demi.
¿Qué clase de brujería es esta?
Un escalofrío recorrió mis brazos cuando me di cuenta de lo que

había hecho Astra. Había tomado la herida de Demi, no la había
curado. Ella lo tomó en sí misma. Una niña pequeña e inocente
de diecisiete años.
—Mierda. Lo siento mucho. No lo sabía —, le dije a la chica,

reviviendo la pesadilla que acababa de pasar con Demi, pero
ahora con un extraño del que de alguna manera me sentía
responsable.
Astra se estiró, agarró los lados de mi cara y sonrió

dulcemente. —Cuida de Demi. Ella es especial —. Su voz era
débil, demasiado débil.
Mierda. No.
Miré a Demi justo a tiempo para ver su pecho elevarse con una
respiración gigante mientras tragaba bocanadas de aire.
¡Oh, gracias a Dios! Ella estaba viva y yo maté a su miembro más

querido de la manada.
Ella me va a matar.
CAPÍTULO NUEVE
—¿¡Qué hiciste!?— Mi voz croó mientras jadeaba por aire y
rodaba de lado para ver a Sawyer sosteniendo a una Astra
sangrando en sus brazos. Recordé que me llenaron de balas y
luego perdí el conocimiento con Pearl. Ahora Sawyer sostenía a
Astra, que sangraba del estómago en los lugares exactos que yo
tenía.
Ella me había curado.
¡No!
El mareo y el pánico se apoderaron de mí mientras trataba de

recordar lo que había sucedido cuando ella curó a Walsh. ¿Cómo
la había ayudado? La había reclamado ... pero ahora ya era mía.
Mía.
Mi poder Alfa surgió dentro de mí y me senté, extendiendo la

mano para alejarla de Sawyer, quien miraba abatido a la
adolescente aparentemente muerta en su regazo.
Había tanta sangre ...
Sawyer la soltó y la acerqué a mi pecho, con lágrimas en los

ojos. No había muchas personas por las que realmente me
preocupara como si me importara esta chica. Su fe en mí, su
creencia de que regresaría de las Tierras Salvajes y salvaría al
pueblo Paladin, me mantuvo con vida en mis momentos más
oscuros en el bosque.
—‘Astra ... quítame lo que necesites. Eres mía. Tienes que quedarte
conmigo. Te necesito.’ — Hablé en su mente, aferrándome a su
alma con mi poder Alfa. Sentí mi poder, como pequeños zarcillos,
enganchándose en la energía de Astra y tirando de ella hacia
donde se estaba desviando.
—‘Cuidado, Alfa. Podrías matarlas a las dos’.— La advertencia de
Rab bajó el miedo helado por mis venas y me quedé paralizada.
Willow se arrodilló a mi lado, avivando el humo de salvia hacia

los dos. —No puedes tomar demasiado de la herida de
ella. Tendrá que ser ella quien cure esa herida. Solo toma lo
suficiente para mantenerla viva. De lo contrario, lo recuperarás
todo y las dos perecerán —. La voz de Willow tembló. Asentí y me
di cuenta de que estaba a punto de hacer algo de magia muy seria
y avanzada sin entrenamiento.
—Demi ...— la voz de Sawyer llamó mi atención y levanté mi

cabeza para mirarlo.
—‘No te atrevas a decirme que no salve a esta dulce niña’— , gruñí

a través de nuestro vínculo, y él se resistió, luciendo culpable,
antes de asentir y agachar la cabeza en sumisión.
Tomando una respiración profunda, dejé que mi intuición me

guíe. Mi poder estaba tan enredado con el alma de Astra, que era
difícil saber dónde ella comenzaba y yo terminaba. Mi estómago
se contrajo cuando empujé la energía dentro de ella y ella la
chupó de mí como una aspiradora. Podía sentir la magia
dejándome a borbotones y jadeé cuando más dolor me cortó el
estómago.
—¡Eso es suficiente!— Sawyer gritó, dando un paso adelante,

pero Rab fue rápido y se colocó entre Sawyer y yo.
—Ella tiene esto—, dijo Rab, mirando a mi esposo.
No podía enfocar mi atención en el concurso de meadas de macho

dominante, tenía que concentrarme en esta energía y poder que
sentía. Necesitaba que Astra recuperara la conciencia antes de
retirar mi magia.
—'Astra ... vuelve,'— gemí, el dolor en mi estómago se hacía

insoportable.
Justo cuando pensé que moriría de esta agonía, se alivió y los
ojos de Astra se abrieron de golpe.
—Alfa.— Ella me miró débilmente y sentí que el poder que me

había chupado se cerraba tan libremente como un grifo.
El dolor se detuvo y alcancé su camisa, levantándola para ver que

había agujeros fruncidos allí. Se veían rojos y enojados, algunos
todavía sangraban, pero cerrándose lentamente.
El alivio se apoderó de mí. Quería sacudirla por hacer una cosa

tan estúpida como arriesgarse ella misma por mí, pero lo pensé
mejor.
—No hagas eso de nuevo. No mueras por mi Jamás —le dije con
enojo. Joder, amaba a esta chica. De alguna manera, a lo largo
del camino, se convertiría en una hermana pequeña para mí.
Ella me dio una pequeña sonrisa, una sonrisa que decía que lo
haría todo de nuevo, y yo negué con la cabeza con incredulidad.
Walsh apareció en ese momento con el único cirujano de manada

que quedaba a su lado.
—Llévala al médico y asegúrate de que no esté sangrando

internamente—, le espeté al Dr. Pearson. —Creo que está sellado,
pero ... necesita líquidos y avíseme si necesitamos donar
sangre.—
Él asintió con la cabeza, inclinándose con Walsh para tomarla.
Willow puso una mano sobre la mía. —Iré con ella. Me asegurare
de que esté bien —.
Apreté su mano. —Gracias.—
Todos se habían reunido en filas y filas de personas, abriéndose

en abanico hacia el pueblo, para ver el gran espectáculo. Sus ojos
pasaron de mí, cubiertos de sangre, a Sawyer, su alfa recién
salido de prisión, y luego a Luka, un vampiro traidor en nuestras
tierras, antes de finalmente descansar en Pearl, el maldito dragón
que nadie sabía que existía hasta ahora.
—‘Por favor, haz que se vayan. No puedo ahora. Necesito procesar

todo’ —le dije a Sawyer, mirando mi ropa ensangrentada.
Morí. Recordé esta luz brillante, y luego estaba flotando entre las
estrellas mirando hacia el planeta desde miles de millas de
distancia. Recordé la voz de Sawyer llamándome a casa, y luego
la energía de Astra, antes de ser absorbida violentamente.
Ahora quería pasar tiempo con mi bebé y más tiempo con

Sawyer. Necesitaba reagruparme y no quería que mi gente me
viera tan débil.
—Estos hombres ...— Sawyer señaló a Luka, Bennett y

Talon. —… Están aquí como mis invitados. No
sufrirán ningún daño —. Su voz era clara. Esa fue una orden y
una amenaza. —Vuelvan a sus tiendas de campaña y continúen
con sus quehaceres. Tendremos una reunión de manada mañana
para discutir nuestro plan para recuperar Wolf City —.
Hubo un coro de vítores por eso y todos se

disolvieron. Cuando la pradera estuvo despejada de la mayoría
de la gente, Sawyer se agachó y me tomó en sus brazos,
levantándome del suelo. —¿Estás herida?— Su voz era ronca.
Negué con la cabeza. —¿Creek?— Miré a mi alrededor y Sawyer

asintió con la cabeza, llevándome hacia Sage.
Sage me entregó a mi hijo y lo apreté hacia mi pecho, un sollozo

salió de mi garganta. Joder, lo extrañaba mucho. Los bebés, los
cachorros y los autos nuevos, todos tenían ese olor distintivo, y
Creek no era diferente. Quería embotellarlo y conservarlo para
siempre; olía tan fresco y limpio.
Se inclinó hacia mí, tratando de mamar a través de mi camisa, lo
que hizo que Sawyer se riera. —Parece que tengo competencia.—
Sonreí. —Llévanos a casa. Quiero una noche en familia. Mañana

podemos planear una guerra —.
Él asintió con la cabeza y le dije a Rab que hiciera que nuestros

invitados se sintieran cómodos dándoles lo que necesitaran,
incluida Pearl. Luego, Sage abrió el camino hacia nuestra
pequeña pero pintoresca cabaña de dos dormitorios frente a la
iglesia-salón de reuniones de Astra. En el segundo en que Sawyer
entró, pude ver que estaba impresionado. Su mirada de
aprobación recorrió los muebles hechos a mano y luego a la
cocina.
—Puedes bajarme—. Me aferré a Creek, que ahora estaba

dormido.
Sawyer negó con la cabeza. —¿Dónde está el dormitorio?—
Sage señaló hacia un pasillo y asintió con la cabeza, caminando

a pasos rápidos a través de la sala de estar y la cocina y por el
pasillo hacia mi habitación.
—Astra me dio este lugar, lo preparó todo para mí—, le dije. Todo
lo adorable y hecho a mano en esta casa se debe a Astra. Quería
que él supiera eso.
Él asintió con la cabeza, mirando a su alrededor con

reverencia. —Es agradable. Es una chica muy especial y le estoy
agradecido —.
Será mejor que esté bien. No podría vivir conmigo misma si ella
no lo estuviera. Me sentí tan vacía y deprimida sabiendo que ella
estaba enferma en este momento, recuperándose de las heridas
que había sufrido. No me sentía como yo misma, me sentía vacía,
triste y… apagada. Estaba a punto de decir lo mismo cuando la
verdad de lo que acababa de decir me golpeó como un camión. En
todo el drama de casi morir, lo había olvidado por completo.
Mi lobo.
—'¡Lo siento mucho!'— Sollocé mientras me acercaba a ella a

través de nuestro vínculo, horrorizada de haberla olvidado por un
momento en todo el drama cercano a la muerte. Pero ella no
respondió. Estaba esposada, amordazada, separada de mí como
yo de Sawyer cuando había estado en una situación similar.
Sawyer me miró, aparentemente confundido por mi repentino

sollozo.
—Sawyer, mi lobo—, croé, todo el peso y el vacío de saber que la

mitad de mi alma estaba en prisión mientras yo estaba libre
instalándose en mí.
Asintió solemnemente, sentándonos a Creek y a mí en la cama

mientras se arrastraba a nuestro lado. —Lo sé. Lo siento mucho,
mi amor —.
—Pero ...— Mis ojos se llenaron de lágrimas y Sawyer se acercó y

tomó mi barbilla, obligándome a mirarlo.
Me encontré con la ardiente mirada amarilla de su lobo.
—Demi Calloway-Hudson, no dejaré que nada malo le suceda a

ninguna parte de ti. Lo prometo.— Su voz era apenas humana,
llena de su lobo, y asentí, confiando en él.
Necesitaba apoyarme en él ahora mismo, porque donde estaba,

estaba demasiado oscuro y él era mi faro de luz.
Acostado junto a nuestro hijo entre nosotros, no pude evitar

pensar que mi lobo había sacrificado algo de nuevo para que yo
pudiera ser libre.
—'Lo siento'—, le dije. —'Lo siento mucho.'—
Apoyé mi frente en la de Sawyer, y los dos nos quedamos allí

mucho tiempo antes de que finalmente me levantara y me
duchara toda la sangre seca. Luego nos quedamos dormidos, por
primera vez en familia.
***
Creek lloró por una botella en medio de la noche y yo me levanté

aturdida para preparar una. Arrastrándome con mi bebé hacia la
cocina, descubrí que Sage ya tenía una en sus manos. —Lo
escuché llorar. Me lo llevaré hasta la mañana. Inclinó la cabeza
hacia la habitación en la que dormía Sawyer y me hizo un gesto
para que volviera y me acostara con él.
Estaba tan exhausta después de casi morirme que no iba a

discutir. Asentí con la cabeza con gratitud y me arrastré por el
pasillo. Deslizándome en la cama junto a Sawyer, traté de no
despertarlo, pero se movió de todos modos.
—¿Es el bebé? ¿Necesitas ayuda?— preguntó, frotándose los ojos

y sentándose. —Estoy levantado. Cambiaré un pañal o lo que
necesites —.
Con ojos llorosos, me miró a través del cabello revuelto y largas

pestañas. Sin camisa, cubierto de tatuajes, Sawyer nunca se
había visto más sexy. Este nuevo delincuente Sawyer estaba
caliente como el infierno, y mi cuerpo repentinamente cobró vida
con la necesidad.
—Sage lo tiene—. Me acerqué más a él, mi pelvis se alineó con su

dureza, y se congeló.
Había pasado un año desde que ninguno de los dos nos habíamos
tocado, y nuestros cuerpos parecían darse cuenta en este mismo
momento. Fue como si alguien accionara un interruptor y ambos
nos convirtiéramos en conejos cachondos.
Extendiendo la mano, agarró mis caderas y las atrajo con más

fuerza hacia él mientras me aferraba a su cuello, acercando su
rostro al mío.
Nuestras bocas se encontraron en un beso hambriento,

desordenado y sexy como el infierno. Ardía con un fuego y una
pasión como nunca le había visto antes. Estábamos hambrientos
el uno por el otro de una manera que se sentía casi peligrosa, de
una manera que casi dolía. Rastrillé mis uñas a lo largo de su
cuello, hasta sus abdominales, sin importarme si empujaba
demasiado fuerte. Quería reclamarlo, quería devorarlo.
Él era mío.
Un gruñido salió de su garganta y luego, de repente, estaba

encima de mí, inmovilizándome debajo de él. Manipulé mi ropa
interior, tratando de quitármela, cuando él se agachó y tiró de
ella con fuerza, arrancándolas.
Si. Santo hijo de puta, sí.
Gemí, tan lista para esto mientras me quitaba la camiseta con un

movimiento rápido. Había soñado con esto durante tanto tiempo
en la cabaña en el bosque. Estar con Sawyer de nuevo, hacer el
amor.
Metiendo la mano en sus bóxers, agarrando su dureza, traté de

alinearlo con mi centro.
—Todavía no—, ordenó con su profunda y autoritaria voz alfa.
—Sí, ya—, resoplé, tratando de nuevo de alinear nuestros

cuerpos.
Él sonrió, y estaba a punto de suplicarle cuando arrastró su
lengua por mi cuello y rodeó mi pezón. Mi piel se erizó, mi núcleo
se tensó mientras arqueaba mis caderas, buscándolo.
—Sawyer. Por favor —, rogué.
Su lengua húmeda y cálida se arrastró desde mis pechos hasta

mi ombligo y la comprensión de lo que estaba a punto de hacer
me hizo sentir un dolor absoluto por la liberación.
—Dios, te extrañé—, resopló Sawyer, su barba se deslizó por mi

pelvis hasta que sentí su lengua lamiendo entre mis piernas.
Un grito ahogado salió de mis labios y me agaché para enredar

mis dedos en su cabello. Sus manos pasaron por debajo de mi
trasero, y luego un profundo placer comenzó a construirse entre
mis piernas mientras me despegaba. Esta no fue una sesión de
placer larga y prolongada, fue dura, rápida y jodidamente
increíble. Oleadas de éxtasis sacudieron mi cuerpo mientras
apreté mis muslos, arqueando mi espalda y meciéndome en la
boca de Sawyer.
Un segundo su cabeza estaba entre mis piernas y al siguiente se

cernió sobre mí, finalmente alineándose con mi centro mientras
presionábamos nuestros cuerpos juntos como uno. En el
segundo en que me llenó, sus gemidos de satisfacción ocuparon
la habitación y rastrillé mis uñas por su espalda.
Este Sawyer era nuevo. Era tan fuerte y seguro de sí mismo. Y

era total y absolutamente lo más sexy del mundo. Miré hacia su
pecho cincelado y miré la palabra Demi que había tatuado sobre
su corazón.
Agachándose, entrelazó sus dedos en la parte de atrás de mi

cabello y sus ojos brillaron amarillos. Un placer profundo y
palpitante y un calor se abrieron dentro de mí al mismo tiempo
que nuestro vínculo parecía cobrar vida. Era como si fuera un ser
vivo, tratando de mostrarle a la otra persona cuánto nos
queríamos el uno al otro. Yo era todo para Sawyer, lo sentía. Me
adoraba, deseaba posesivamente proveernos y protegernos a mí
y a Creek, y dejaría que todo el mundo ardiera antes de permitir
que me pasara una cosa mala más.
Nuestros cuerpos se movían a un ritmo perfecto, una pasión

febril que intentaba compensar el año de estar
separados. Cuando no pude aferrarme más a ella, me permití
desenredarme, volviendo la cabeza hacia un lado para morder la
almohada mientras su cuerpo comenzaba a temblar sobre mí.
Ahora que tenía a Sawyer de regreso, sabía que no había nada

que no pudiéramos hacer mientras estuviéramos juntos.
CAPÍTULO DIEZ
A la mañana siguiente, Sawyer y yo nos duchamos juntos y luego
salimos a la sala de estar, donde Sage dormía con Creek en el
sofá. Su espalda estaba mirando hacia la habitación abierta y
Creek estaba escondido entre ella y el respaldo del sofá para que
no se cayera. Tenía los mejores instintos maternales. Estaba muy
agradecida de tener su ayuda para criarlo.
Alargando la mano, sacudí su hombro suavemente. —Ve a

descansar—, le dije, —Yo me haré cargo ahora—.
Ella miró con ojos nublados de mí a Creek, y luego asintió,

plantando un beso en la frente de Creek. Se fue arrastrando los
pies hacia su dormitorio.
Sawyer se abalanzó a mi lado y reemplazo el lugar vacío donde

acababa de estar Sage, levantando el brazo por encima de la
cabeza para poder acostarse y mirar a nuestro hijo. —¿Tú y Sage
hicieron todo esto solas? ¿En el bosque sin pañales ni nada?—
Podía sentir el dolor en su voz, arrepentimiento y vergüenza.

Sabía que quería estar ahí para mí y para Creek, lo sentí a través
de nuestro vínculo.
—Sí. Nos las arreglamos —, le dije.
Sawyer asintió. —Eres increíble. Cuéntamelo todo. Quiero

ayudar a cuidarlo. ¿Con qué frecuencia le damos de comer,
cuándo debería cambiarle el pañal, cómo le cambio el pañal? —
Creek se agitó al oír la voz de Sawyer y me reí. —Bueno, primero

que nada,— susurré. —Cuando un bebé duerme, trata de no
usar su fuerte voz alfa en su oído—.
Sawyer me miró, aterrorizado. —Oh. Mierda —susurró, justo

cuando Creek comenzaba a llorar.
—Y le damos de comer ahora. Toma tu dedo y pégalo cerca de su
boca. Si empieza a chupar, tiene hambre —.
Los ojos de Sawyer se agrandaron. Tomando el dedo de su mano

libre, lo puso cerca de la boca de Creek y Creek comenzó a
succionarlo, calmando sus gritos instantáneamente.
—¡Vaya!—, dijo Sawyer, y me reí de nuevo, corriendo a la cocina

para mezclar un poco de fórmula.
Durante la siguiente hora, le di a Sawyer una clase de Bebé

101. Le enseñé cómo alimentar y hacer eructar a Creek, cómo
cambiar un pañal y las diferentes formas de cargarlo, lo cual era
más fácil ahora que su cuello no estaba flácido y podía mantener
la cabeza erguida.
—Lo amo—, reflexionó Sawyer, mientras Creek estiraba la mano

y jugaba con el pelo de su barba. —Solo he sabido de él desde
hace una semana, y lo conocí durante medio día, y de verdad
moriría por él—.
Yo sonreí, pasando mis dedos por el cabello de

Sawyer. —Bienvenido a la paternidad—.
Sawyer me miró con una de esas sonrisas que me bajan las

bragas, las que solía darme en Sterling Hill, pero luego su rostro
decayó. —Debes haber estado tan asustada, tan sola ahí
fuera. No ... no puedo imaginarlo, Demi. —
Asentí. —Yo lo estaba. Pero esos bosques me convirtieron en la

mujer fuerte que soy hoy. Sin ellos, no estoy segura de haber
tenido lo que se necesita para hacer lo que necesitamos para
derrotar a los vampiros —.
Sawyer inclinó la cabeza. —¿Tienes ideas?—
Yo lo hacía. —¿Tú?—
—Sí—, dijo Sawyer. —Creo que es hora de que convoquemos una
reunión y hagamos un plan. Cada día que esos vampiros se
sientan allí y se sienten más cómodos en nuestra ciudad,
aumentan su control sobre nuestra tierra —.
Mi corazón dio un vuelco en mi pecho. —¿Nuestra tierra?—
Las tierras de Paladin eran mías. La ciudad era suya. ¿Esperaba

que fuera allí y viviera con él a tiempo completo después de que
expulsáramos a los vampiros? ¿Dejar atrás a la gente de
Paladin? Pareció adivinar mi pensamiento y negó con la cabeza.
—Nuestra tierra. Nuestra manada. Paladin y ciudad, como

uno.— Su voz estaba llena de emoción, y supe que era una de
las cosas más difíciles que probablemente había dicho en su
vida. Esta manada, mi manada, maldijo a su familia durante
años, lo que hizo que tomaran esposas por las razones
equivocadas. Olvidar todo eso, comenzar de nuevo, fue un gran
asunto, uno que no tomé a la ligera.
Hice un gesto alrededor de la pequeña cabaña. —Sé que no es

una elegante mansión de vidrio con paneles solares y un Range
Rover en el garaje, pero estaba pensando que cuando
recuperemos Wolf City, podríamos pasar la mitad del tiempo
aquí—.
Sawyer sonrió. —Cariño, acabo de pasar el último año en prisión

con un príncipe vampiro como compañero de cuarto. Esto es
increíble.—
Mi piel se erizó ante las palabras “príncipe vampiro”. —¿Luka?—
Sawyer frunció el ceño y parecía que se estaba maldiciendo por

decírmelo.
—¿Luka es un príncipe?— Mi mente se tambaleó ante eso. —Eso

significa ... ¡es el hijo de la reina! ¿Es el hermano de Vicon?— Mi
mandíbula se abrió cuando la conmoción me golpeó. ¿Cómo pudo
Sawyer convertirse en el mejor amigo del hermano del hombre
que me violó, la única razón por la que fue a la cárcel?
Los ojos de Sawyer se abrieron con horror. —No. Es el sobrino de

la reina. Ella lo encarceló para que no pudiera hacerse cargo de
la monarquía. Él la odia —.
Me relajé un poco, pero solo un poco. ¡Luka era un

Drake! Compartía ADN con la mujer más malvada del mundo.
Sawyer se puso de pie, dejó a Creek en su pequeño tapete de

juego hecho a mano y me miró. —Demi, cuando Walsh y yo
llegamos por primera vez, todos los presos del piso ochenta nos
lo habían dicho. Sólo más tarde nos enteramos de que la reina
había dicho que cualquiera que nos matara en prisión sería
liberado de su sentencia antes de tiempo, sin hacer preguntas.—
Jadeé. Ese fue un golpe bajo.
El asintió. —Nos atacaron en banda a diario, nos golpearon a una

pulgada de nuestras vidas. La única razón por la que estoy vivo
hoy es porque Luka saltó un día y luchó con nosotros. Luego, al
día siguiente, Bennett, y al día siguiente, Talon —.
Las lágrimas llenaron mis ojos ante eso, y mi mirada se posó en

el tatuaje en su clavícula. —Five Crew—.
El asintió. —Una vez que éramos cinco, la gente se dio cuenta de

que no valía la pena. Retrocedieron o se le rompían los huesos —
gruñó.
Mierda, no tenía ni idea de lo que había pasado. Era hora de dejar

a un lado mis prejuicios y aceptar a los nuevos amigos de Sawyer
como familia. Incluso si uno de ellos era un Drake podrido.
—Son bienvenidos aquí todo el tiempo que quieran—, logré decir.
Sawyer se estiró y tomó mi rostro entre sus manos. —Sé que este
último año separados ha sido difícil, pero creo que solo nos ha
hecho más fuertes—.
Sonreí, inclinándome hacia adelante para capturar su boca en

un beso.
Cuando se apartó, tomó mis manos entre las suyas y las

miró. —¿Dónde está tu anillo de bodas?—
Hice una mueca. —Se lo di a Seam por información privilegiada

de cómo sacarte de la cárcel. Lo siento…—
Sawyer sonrió. —Quiero decir, si tuvieras que cambiar tu anillo

de bodas, esa es una buena excusa—.
—Sí, tenía que sacar a mi delincuente de la cárcel—. Le di un

ligero puñetazo en el brazo.
Sawyer se rio entre dientes, una risa llena de panza, y eso calentó
mi corazón. Estábamos juntos, fuera del Bosque Oscuro, fuera
de prisión y con nuestro hijo. Era casi perfecto.
Casi.
—Te estarán buscando—, le dije a Sawyer. A estas alturas, la

fuga de la cárcel estaba en todas las noticias sobrenaturales. Era
solo cuestión de tiempo antes de que comenzaran a buscar aquí.
Sawyer suspiró. —Y a usted.—
¿No fue deprimente? Los dos líderes, las personas que más
necesitaba nuestra manada, y nosotros éramos el mayor peligro
para ellos.
Llamaron a la puerta y Sawyer cruzó la habitación para

abrirla. Luka, Bennett y Talon estaban allí, y Sawyer los invitó a
entrar. Creek se había quedado dormido, se había desmayado en
su pequeño tapete de piel de conejo que Sage le había hecho.
Los ojos de Luka eran casi negros y había círculos oscuros debajo
de ellos. El tiempo de sueño natural de un vampiro era ahora,
cuando el sol de la mañana estaba saliendo. Podían salir a la luz
del sol, pero no les fue bien. Parecía que Luka no se sentía tan
caliente.
—¿Qué pasa?— La voz de Sawyer mostraba preocupación

mientras miraba a su amigo.
Luka metió la mano detrás de su cuello y se lo rascó, una

astilla de su abdomen bronceado asomando por su camiseta
negra. —Necesito alimentarme. Perdí anoche y esta mañana —.
Oh.
Oh.
Sawyer estaba menos sorprendido que yo, probablemente porque

había estado viviendo con el tipo durante un año.
—Puedes alimentarte de mí si lo necesita, y puedo pedir

voluntarios para que lo mantengan abastecido en el futuro—. La
voz de Sawyer era tranquila, como si no se hubiera ofrecido a
dejar que un vampiro se alimentara de él. Algo surgió dentro de
mí, algo necesitaba protegerlo.
Alfa Sawyer dejando que un vampiro macho se alimente de

él. Fue ... alucinante.
—‘Lo ha hecho un par de veces antes’—, dijo Sawyer en mi

mente. Debe haber sentido mi ansiedad. —‘Intentaron matarlo de
hambre y matarlo en la cárcel. Lo mantuve vivo. No me gusta, pero
haría cualquier cosa por él. Es uno de mis mejores amigos,
Demi.’— Sawyer tuvo que seguir taladrando eso en mi cabeza,
porque claramente me era difícil de entender. Mierda, era tan
difícil ser arrojados a la vida del otro de esta manera. Sin saber
ni recordar quién era la nueva persona.
—‘Está bien’—, le dije, tratando de apoyarlo.
—En realidad ...— Luka vaciló. —Estábamos pensando en salir

al mundo humano, ocultarnos por un tiempo. Solo seremos un
objetivo de tu manada si nos quedamos —.
Sentí la tristeza desgarrar a Sawyer en ese momento, pero

asintió. —¿Todos ustedes?—
El hada y el troll asintieron también. —No hay nada más aquí

para nosotros, hermano—, dijo Talon. —Nada más que una
sentencia de muerte. Nos despedimos de Walsh —.
Todos eran delincuentes buscados ... esto realmente no me

golpeó hasta ahora. No se les podía ver en Magic City sin ser
arrestados.
Estas personas eran la tripulación de Sawyer, sus mejores

amigos. La idea de perderlos lo desgarró, pero sabía que era
necesario. Habían estado ahí para sobrevivir el uno por el otro, y
ahora era el momento de seguir su propio camino, hacer lo que
tenían que hacer para resistir en el exterior.
—Los cazadores vendrán por ti—, advirtió Sawyer.
Era la segunda vez que oía hablar de estos cazadores humanos...
Luka se encogió de hombros. —Cazado aquí, cazado allí, ¿cuál es

la diferencia? Puedo manejar algunos cazadores humanos
débiles —.
Bennett se rio y le dio una palmada en la espalda a Luka. —Débil

no es como los describiría, hermano. Mi primo dijo que son
letales, y no exactamente todos humanos —.
Los ojos de Luka se tornaron tormentosos, casi negros, mientras
miraba a Bennett con los ojos entrecerrados. —Bueno, mi tía es
más letal, así que hasta que llegue el momento en que pueda
hacer que la maten, necesito esconderme en otro lugar—.
Ante la mención de matar a su tía, la ira surgió dentro de

mí. —Ella es mía—, gruñí, dando un paso adelante, y luego
tragué cuando los cuatro chicos me miraron con sorpresa. Aclaré
mi garganta. —Lo siento, pero si alguien está matando a tu tía,
ese honor será mío —.
Luka sonrió, y santo infierno estaba caliente. Era como un James

Dean de cabello negro.
—Está bien, bueno, llámeme cuando haga eso, Sra. Alfa, y volveré
a casa—. Inclinó la cabeza hacia mí.
Luka luego se enfrentó a Sawyer. —Podemos quedarnos y luchar

si nos necesitas. Solo di la palabra. Puedo estar de regreso aquí
en una o dos horas después de comer —.
Sawyer le indicó que se fuera. —No, será mejor que te vayas. No

necesitamos que nadie más atraiga a los vampiros hacia
nosotros—. Sus palabras podrían haber dicho que vaya, pero el
tono de su voz decía algo completamente diferente.
Luka parecía en conflicto mientras miraba a Sawyer.
—Vayan. Estaremos bien —le instó Sawyer de nuevo.
Luka asintió, entregándole a Sawyer un trozo de papel. —Este es

el número del primo de Bennett con el que nos quedaremos—.
Sawyer tomó el papel y se lo guardó en el bolsillo. Los

cuatro chicos se quedaron allí incómodos por un momento,
hasta que finalmente Bennett dio un paso adelante y tiró de
Sawyer en un abrazo de hermano, golpeándolo con fuerza en la
espalda. —Nunca olvidaré ese día en el almuerzo con la
bandeja—, dijo mientras se alejaban.
Sawyer y Bennett se echaron a reír por la broma interna y de

repente me sentí abrumada por la emoción. Estos tipos habían
creado un vínculo como ningún otro.
Talon fue el siguiente, abrazando a Sawyer, antes de

asentir. —Recuerda, dedo en el ojo—.
Sawyer y los otros chicos se rieron de nuevo, y me hizo muy feliz

ver que tenían estas bromas internas, este vínculo. También
necesitaba conocer los detalles de todas estas historias más
adelante.
Luka fue el último. Dio un paso adelante lentamente y puso una

mano en cualquiera de los hombros de Sawyer. —Me alegro de
no haberte matado cuando tuve la oportunidad—, le dijo Luka
con un brillo de picardía en los ojos.
Sawyer sonrió. —Oh, por favor, me gustaría verte intentarlo—.
Luka se rio entre dientes, empujando a Sawyer a un rápido

abrazo de hermano en el hombro, y le dio una palmada en la
espalda con dos palmas planas.
—Llámame cuando Demi descubra que tiene una hermana

perdida hace mucho tiempo que se parece a ella—, dijo Luka
mientras se alejaba.
—Vete a la mierda—. Sawyer corrió hacia él juguetonamente, con

el puño levantado.
Luka sonrió, saltando hacia atrás con velocidad de vampiro, justo

fuera del alcance de Sawyer, y todos sonrieron, luego las sonrisas
se deslizaron de sus labios una por una.
—Adiós, Sawyer—, dijo Luka.
Sawyer se aclaró la garganta. —Sí, nos vemos luego—.
—Gracias por sacarnos, Demi.— Luka inclinó la cabeza hacia mí.
Solo pude asentir, viendo que su amor fraternal realmente me

había conmovido. Me había equivocado al juzgar a Luka como
una mala persona solo por su asociación familiar. Estaba claro
por esta demostración que él era un buen hombre y un buen
amigo para mi pareja.
Cuando los tres chicos se giraron para alejarse, sentí la tristeza

de Sawyer desgarrar mi pecho. Eran sus hermanos y no estaba
seguro de cuándo volvería a verlos. Me acerqué por detrás de él y
lo rodeé con mis brazos, apoyando la cabeza en su espalda.
—Recuperaremos Wolf City, mataremos a la reina y tendremos la

recepción de boda más grande, asombrosa y retrasada que nadie
haya visto jamás, e invitaremos a tus amigos—.
Sawyer se giró, tomó mi rostro entre sus grandes manos y

asintió. —Eso suena bien.—
Solté un gran suspiro, el peso de la tarea que tenía por delante

se apiló en mi espalda como ladrillos. —Pero primero
necesitamos un plan realmente bueno—.
—Reunamos a todos y averigüemos eso—, estuvo de acuerdo

Sawyer.
CAPÍTULO ONCE
Star, Raven, Eugene, Rab, Arrow, Sage, Sawyer, Walsh, Marmal
y yo, todos estábamos dentro de la iglesia de Astra. Había ido a
ver a Astra antes de venir a la reunión y me sentí más que aliviada
al descubrir que se estaba curando bien de sus heridas, mis
heridas, en realidad. El médico dijo que tomaría algunas
semanas, pero que se recuperaría por completo.
Ahora era el momento de acabar con la reina, antes de que

pudiera cosechar la esencia de mi lobo o algo loco. Había
intentado ver las cosas desde el punto de vista de mi lobo, pero
estábamos aisladas. Habían hecho algo de magia para mantener
su mente cerrada a mí, ¡lo cual era una mierda considerando que
ella era yo! Tenían que ser las esposas; bloqueaban nuestro
vínculo como me impidieron comunicarme con Sawyer. Sentí su
miedo, pero eso fue todo lo que pude conseguir. Solo esperaba
que no estuvieran drenando su sangre o torturándola ni nada
loco.
—'Voy a sacarte'—, le envié, sin saber si podría recibirlo. Tenía

una vaga sensación de su ubicación, como si pudieras sentir
dónde estabas al despertar del sueño, pero luego se desvaneció
como un sueño. Ella todavía estaba en Territorio Light Fey y lo
estaba tomando como una buena señal. Si las hadas permitían
que la reina la llevara a Vampire City, entonces tendríamos
problemas.
—Bien, todos saben a lo que nos enfrentamos y lo que debe

suceder. Los vampiros necesitan ser desalojados de Wolf City, así
que, ¿quién quiere empezar? Damos la bienvenida a todas las
ideas —. Sawyer abrió las manos en un gesto de bienvenida.
Marmal se aclaró la garganta. —Podría conseguir al menos un

centenar de trolls para ayudar. Podemos…— Sus mejillas se
sonrojaron. —Tengo prohibido hablar de nuestra magia, pero
podemos ser de gran ayuda en lo que se refiere al metal—.
Sawyer asintió y luego arqueó una ceja. —¿Metal como espadas
y pistolas? ¿Podrías hacerlos obsoletos? —
Marmal se veía físicamente incómoda y me pregunté si en

realidad no podía hablar de su magia troll, como se le había dicho
que no lo hiciera.
—Ella puede—, dije, recordando cómo había roto todas las

cerraduras de las jaulas para liberar a los animales capturados
por Trip.
Marmal pareció aliviada de que yo hubiera sido la que

respondiera.
—Eso sería sorprendente. ¡Sí!— Dijo Sawyer, garabateando algo

en una hoja de papel.
Star levantó la mano. —Podemos proteger a los trolls mientras

desarman a los vampiros de cualquier arma de metal. Crear un
escudo alrededor de ellos —.
Sawyer sonrió y sentí su felicidad burbujear dentro de mí. —Eso

es perfecto.— Lo anotó.
Rab golpeó la mesa. —La reina no caerá en esa trampa. En el

segundo en que nos vea luchando colectivamente, correrá o
lastimará al lobo de Demi para sacarla —.
El silencio descendió sobre la mesa.
Él estaba en lo correcto. Le dije justo antes de la reunión que

habíamos tenido que dejar a mi lobo atrás, y la mirada
desgarradora que me había dado casi me hizo estallar en
lágrimas.
Asentí. —Tengo un plan para eso—.
Un puto plan loco al que todas las personas en esta mesa iban a
decir que no.
Sawyer debió sentir que era una idea descabellada, porque se giró
hacia mí con una ceja enarcada. —¿Bien?— Su cuerpo estaba
tenso, como si se estuviera preparando para una pelea. La única
persona con la que podía hacer contacto visual mientras
verbalizaba esta locura era Sage. Ella era la única que lo
conseguiría.
—Quiero usarme a mí misma como cebo para atraer a la reina al

Bosque Oscuro, donde tendré la ventaja y puedo matarla—. Lo
dije rápidamente y luego me preparé para el aluvión de
comentarios.
No me decepcionó.
—¡El lugar donde te perdiste durante UN AÑO!— Sawyer gritó.
—¿Estás loca?— Disparo de cuervo.
—Alfa, no —, agregó Rab.
—Tienes un hijo en el que pensar—, me recordó Eugene. —¿Qué

pasa si te pierdes un año más?—
—¿O la reina te mata ahí fuera?— Dijo Sawyer, y un escalofrío

recorrió mis brazos. —Y no podemos llegar a usted, así que nunca
lo sabremos. No estoy de acuerdo con eso. No hay manera en el
infierno.—
Sage no había dicho nada. Ella solo me miró con compasión, pero
ahora levantó la mano, interrumpiendo a Sawyer cuando estaba
a punto de hablar de nuevo. —¿Confías en que el bosque no te
engañará esta vez?— ella me preguntó.
Asentí. —Viste cómo abrieron y llegamos a casa. Ellos confían en

mi.—
Sage sonrió. —Te ayudarán a matarla—.
Sonreí, reflejando su sonrisa e imaginando un puto árbol gigante

aterrizando en el rostro de la reina. —Exactamente.—
Sawyer frunció el ceño. —¿De qué están hablando?—
Sage se puso de pie, levantándose la camiseta para mostrar una

red de cicatrices que recorrían su abdomen. Todos en la mesa
jadearon y Walsh soltó un gemido de dolor.
Hice todo lo posible para protegerla durante nuestro tiempo allí,

pero la mayoría de las heridas que Sage había sufrido antes de
que yo la encontrara eran permanentes, incluso con la curación
de los hombres lobo.
—Fui tras Demi, ignorando los consejos de los demás, y el

bosque intentó matarme—. Se bajó la camisa y colocó ambas
palmas sobre la mesa, inclinándose hacia Sawyer para darle
efecto. —Están vivos. Los árboles se mueven, los animales no
piensan por sí mismos. Todo en ese lugar le sirve —. Ella me
señaló. —Y ataca a todos los demás—.
Sawyer se reclinó en su silla. —Mierda—, respiró.
Walsh estaba mirando a Sage con brillantes ojos amarillos. Sabía

que tenían muchas cosas sin decir entre ellos y podía ver su
adoración por ella en todo su rostro. Pero Sage había cambiado,
ya no era del tipo que espera a que un hombre se convierta en
hombre y le declare sus sentimientos por ella. La oportunidad de
Walsh ya podría estar perdida, y eso me entristeció porque sabía
que él la amaba y que ella también lo amaba.
Metiendo la mano debajo de la mesa, Sawyer me dio un apretón

en el muslo, y ese apretón dijo mucho. Decía: “Lo siento por lo que
pasaste”. Decía: “confío en ti”.
—Okey.— Su voz era pequeña, como si hubiera fallado. —Tú
llevas a la reina al Bosque Oscuro, pero yo también quiero estar
allí. No te permitiré ir sola —.
Negué con la cabeza. —¿No estabas escuchando? Los árboles…—
—¡Traeré una puta motosierra!— Sawyer gritó a la

habitación. —Demi, nunca más me separaré de ti. Nunca —.
Maldito idiota terco. —Bien—, gruñí.
—Yo también voy. Probablemente lo matarán sin mi

ayuda— Sage señaló a Sawyer. —Y deberíamos traer a Creek,
porque no voy a lidiar con una situación de secuestro una vez
que los vampiros sepan lo de mi sobrino—.
Ella tenía razón. Mierda. Ella tenía tanta razón. ¿Y si se

enteraran de él…?
—La cabaña—, suspiré. —Sawyer, Sage y Creek pueden esperar

en la cabaña y yo atraeré a la reina y la mataré—.
La idea de volver a ver el lugar donde había dado a luz a mi hijo

me llenó de calidez.
—¿El bosque dañaría a Creek?— Sawyer de repente estaba

reconsiderando su idea ahora que involucraba a nuestro hijo.
—No,— Rab y yo dijimos al mismo tiempo.
—Él es el próximo alfa Paladin. No lo tocarán —, agregó Rab.
Sawyer pareció darse cuenta de eso y sus ojos se abrieron un

poco. Sentí el impacto a través de nuestro vínculo.
—‘¿Cómo va a llevar nuestro hijo dos manadas?’— Sawyer

preguntó de repente.
No tenía ni puta idea. —‘Problemas para el futuro de Sawyer y
Demi’. —
—‘De acuerdo’—, dijo Sawyer, y luego miró a los líderes alrededor

de la mesa.
—¿Cómo protegemos a las mujeres y los niños durante la

pelea?— Preguntó Eugene. —Tenemos más de cien mujeres
embarazadas—.
—¿Qué pasa si devolvemos a las mujeres, los niños y los ancianos

al búnker con comida para una semana mientras esto se
desarrolla?— Yo ofrecí.
Sawyer asintió. —Eso podría funcionar, aunque no espero estar

peleando durante una semana. Necesitamos golpearlos fuerte y
rápido. Quiero que esto termine en veinticuatro horas después de
que lo empecemos —.
Soplé aire a través de mis dientes. —¿Cuándo empezamos?—
El silencio descendió sobre la mesa. Nadie habló, nadie se

movió. ¿Cómo se decidía cuándo comenzar una guerra que
posiblemente podría matar a las personas que te importaban?
—Probablemente más temprano que tarde, ya que los están

buscando a todos—, llamó una voz familiar desde la puerta
abierta.
Luka.
Sawyer se puso de pie, sonriendo. —Me extrañaste, ¿no?—
Luka puso los ojos en blanco. —Sabes, mi tía puede ser una
verdadera bruja, y pensé que tal vez querrías un poco de ayuda—
De acuerdo, su pequeño bromance fue adorable.
Sawyer le dio la bienvenida a Luka a la mesa.
—¿Bennett y Talon?—
—En Spokane. Me reuniré con ellos después de que te ayude —.
Tuve que admitir que su lealtad era algo ardiente. Mis ojos se
posaron en Sage para ver si estaba babeando por el vampiro sexy,
pero su mirada estaba fija en Walsh.
Por supuesto. Luego miré a Raven para verla prácticamente

desnudando a Luka con los ojos y sonreí. Ella debió sentir mi
mirada, porque me miró y sus mejillas se sonrojaron. Hmm,
harían una linda pareja.
—¿Te has alimentado?— Le pregunté a Luka. Lucía mejor.
Luka me inclinó la cabeza. —Sí, señora. Conocí a una bonita

hada-Ithaki en el bosque. Después de que ella trató de matarme,
almorcé —.
Está bien… ya no me atraía y ahora estaba un poco aterrorizada.
Sawyer se apresuró a defender a su amigo. —‘No se alimenta de

mujeres sin permiso. A menos que intenten matarlo, por
supuesto’.—
—'Por supuesto.'—
—¿Puedes hacer compulsión, obligar?— Le pregunté a

quemarropa. Si era de la realeza vampírica, el sobrino de la reina,
tenía que tener algún poder importante.
Se quedó inmóvil, inmóvil de repente más de lo que ya estaba

inmóvil. Había tocado un nervio y no estaba seguro de por qué.
Tal vez fue de mala educación preguntar, como los trolls no
podían hablar de su magia.
—Porque si puedes—, traté de explicar, —tal vez podrías
ayudarnos a atraer a la reina al Bosque Oscuro—.
Mi poder de compulsión todavía estaba en su etapa de bebé, y no

tenía ninguna esperanza de que funcionara en la reina de los
malditos vampiros.
Levantó una ceja. —¿El Bosque Oscuro?—
Asentí. —Están malditos. Tendré una mejor oportunidad de

pelear con ella allí —.
—Nosotros—, corrigió Sawyer, —tendremos una mejor

oportunidad de matar a la reina allí—.
—¿Ella tiene tu lobo?— Preguntó Luka.
Incliné mi cabeza.
—¿Y ella quiere que tu sangre para absorber tu

poder?— preguntó.
Miré a Sawyer, quien se encogió de hombros. Claramente le había

dicho todo a Luka.
—Sí—, respondí.
—Entonces puedes esperar que ella ya se haya alimentado de tu

lobo y esté peleando completamente con tu jugo—. Lo dijo con
tanta indiferencia, como si no fuera la cosa más horrible que
podría alguna vez imaginar.
¿Alimentarse de mi lobo? Mierda.
Mi rostro debió traicionar mi sorpresa, porque se suavizó, su

fuerte mandíbula y su mirada depredadora se relajaron. —Ese
conocimiento nos ayudará a estar mejor preparados. Y nadie
puede obligar a la reina. Ella está por encima de todos nosotros
en el poder, vinculada a todos nosotros de una manera que es
difícil de explicar. Similar a los lazos de su manada, me imagino—
De acuerdo, esa fue una información interesante, y fue genial

compartirla. Quizás este vampiro no era tan malo.
—¿Entonces no puedes ayudar?— Mi voz estaba más derrotada

de lo que me hubiera gustado. Podría atraerla, como lo había
hecho antes, pero estaría sin aliento cuando la llevara al Bosque
Oscuro y realmente quería el elemento sorpresa.
Luka sonrió, y fue una mirada salvaje de satisfacción, las puntas

de sus caninos presionando su labio inferior. —Oh, yo no dije
eso. Si hay algo que mi tía quiere más que obtener tu poder, soy
yo. Nada le gustaría más que apartar mi cabeza de mi cuerpo,
pero la ley de vampiros establece que no puedes matar a otro
miembro de la realeza para que no maten a toda tu línea y pierdas
tu posición reinante —.
Vaya, solo nos estaba dando todos los detalles sobre la sociedad
de vampiros.
—‘Te dije que era genial’—, dijo Sawyer en mi mente.
—‘Está bien, tenías razón’— , acepté.
—Entonces, si ella no puede matarte, ¿qué te hace pensar que

serás un buen cebo?— Sawyer dijo lo que estaba pensando.
—Ella no puede matarme. Pero sus lacayos pueden. Serán

encarcelados por asesinato y ella no perderá el sueño ni una
noche por eso. Pero ella querrá estar allí para asegurarse de que
el trabajo esté hecho —. Sonaba tan seguro de sí mismo.
—¿Cómo sabría el Consejo de Criaturas Mágicas si era ella o uno

de sus secuaces?— Dije. Había tantos consejos en el mundo
sobrenatural, pero sabía que el CCM estaba involucrado en la
sentencia.
Luka miró a Sawyer y algo pasó entre ellos. Estaban escondiendo
algo ...
Sawyer finalmente asintió y Luka se lo devolvió. —El CCM está

compuesto por un representante de cada una de las razas. El
representante de brujas más nuevo tiene ... un poder único. Uno
que ha hecho obsoletos los casos judiciales y las pruebas de
ADN—.
La mesa empezó a murmurar ante eso. ¿Qué tipo de poder podría

hacer que una audiencia judicial completa y la presentación de
pruebas ya no sean necesarias?
—Ella es un detector de mentiras humano—, dijo Star tan de

repente que salté. Había olvidado que ella estaba aquí. —Ella
puede invadir tus recuerdos, mostrándolos en una pared en
blanco como un proyector de películas—.
Santo. Maldito. ¿Qué?
—¿Qué quieres decir? ¿Puede repetir la muerte de Luka para ver

quién realmente lo mató y liberar a la reina de la culpa?— Yo
pregunté.
Star asintió, pero Luka levantó una mano. —Para que conste, no
planeo morir—.
—Bien—, murmuré, completamente agotada por este último

desarrollo.
Entonces me di cuenta de por qué Luka y Sawyer compartían esa

mirada. Por qué el caso de Sawyer y la sentencia se habían
adelantado tan rápidamente.
—Sawyer, ¿ella ...?— Mi voz se quebró.
Su mano se deslizó debajo del escritorio y apretó mi
muslo. — ‘Está bien’— , dijo, y todos se miraron las manos como
si se inspeccionaran las uñas.
—‘Ella te vio matar a Vicon, pero yo no estaba allí para mostrar lo

que me hizo, para testificar en tu nombre, así que te condenaron a
muerte’—. Las lágrimas llenaron mis ojos y una profunda
sensación de arrepentimiento se apoderó de mí. —'Sawyer, lo
siento mucho.'— Sawyer pasó un año en prisión porque yo elegí ir
al Bosque Oscuro y tomar el juicio alfa. Elegí a la gente de Paladin
sobre mi propia pareja.
—‘No sabías que me capturarían. Yo tampoco lo sabía. No tiene

sentido vivir en el pasado. Me sacaste’. —
Mi labio tembló y supe que ahora no era el momento para esta

conversación, pero me sentí tan mal por no haber estado allí para
apoyarlo. Sacudiéndome, me enfrenté a Luka de nuevo. —Está
bien, entonces, ¿cuál es el plan?—
Durante la siguiente hora, diseñamos un plan que tenía en

cuenta todas las partes que debían abordarse. Las mujeres y los
niños que no estaban en forma para luchar, la reina, los
vampiros, elfos y las brujas que ocupaban Wolf City y que
necesitaban ser eliminados. Los trolls que Marmal necesitaba
traer. Todo. Era como un reloj detallado con todos los engranajes
y ruedas girando. Todo tendría que funcionar para que esto se
llevara a cabo.
Al final, teníamos una estrategia sólida. Marmal se fue con Pearl

a buscar a los trolls, y los demás se marcharon para hacer su
parte.
Ahora solo éramos Luka, Sawyer y yo.
—Una vez que maté a la reina, ¿serás rey?— Le pregunté a

Luka. Pensar en arrancarle la cabeza me dio satisfacción, pero
quería saber qué pasaría después, políticamente.
No me opondría a eso. Parecía genial, y todos podríamos trabajar
juntos por un futuro más pacífico entre vampiros y hombres lobo.
Él se rio entre dientes. —Desearía que fuera así de fácil. Los

Drake son muchos. La reina es una de dieciséis hermanos. Tengo
docenas de tías, tíos y primos que competirán por el puesto. Solo
los más poderosos pueden ser coronados, que por supuesto soy
yo —.
Por supuesto. A Luka no le faltaba confianza en sí mismo, eso era

seguro. —¿Cómo hay tantos de ustedes si no pueden
reproducirse entre sí? —
Su mirada se dirigió rápidamente a la de Sawyer y tragó

saliva. Una vez más, había tocado un nervio.
—‘Tiene un pasado oscuro. Ha pasado por mucho’—, fue todo lo

que dijo Sawyer.
Mierda. Ahora me sentí mal. Estaba a punto de cambiar de tema

cuando habló:
—Mi familia es una familia heredada, de pura raza, obsesionada

con la genética. Eso significa que siguen siendo humanos y
siguen teniendo hijos a propósito y luego nos cambian cuando
llegamos a la edad de veinte a cuarenta años, congelando el
tiempo en nuestros cuerpos para siempre —.
Mi boca se abrió de golpe. ¿Familia heredada? Nunca había oído

hablar de algo así, espera, eso significaba ...
—¿Hay Drakes humanos?— Jadeé. ¡Estaban sacando pequeños

vampiros Drake como animales de granja! Fue una de las cosas
más locas que jamás había escuchado, y también una especie de
genialidad si te preocupaba el linaje real.
Él solo asintió con la cabeza, una profunda tristeza se apoderó
de sus rasgos antes de ser eliminada por una expresión tranquila
y estoica.
—¿Así que una vez que la reina muera ...?— Sawyer devolvió
nuestra atención a la tarea, y mis mejillas se encendieron de
vergüenza por haber hecho que su amigo reviviera algo oscuro.
—Una vez que la reina muere ...— Luka pareció disfrutar el

cambio de tema. —Habrá un mes de luto. Ni siquiera se puede
hablar de liderazgo hasta que eso termine. Y durante ese mes
todos los primos y tíos y tías estarán tratando de asesinarse
entre sí para poder ser los próximos —.
Balbuceé en estado de shock por sus palabras. —Esa

es una familia bastante disfuncional—, ofrecí, y luego lamenté
mis palabras.
—No tienes idea—, dijo Luka secamente, aparentemente

imperturbable por mi franqueza.
—¿Así que te esconderás en Spokane durante el mes, te

arriesgarás con los cazadores?— Dijo Sawyer.
Luka se estiró y estiró los brazos por encima de la cabeza. —Ese

es el plan.—
¿Realmente estábamos haciendo esto? ¿Recuperar Wolf City,

matar a la reina? ¿Podría la vida volver a la normalidad de alguna
manera? Había estado en modo de supervivencia durante tanto
tiempo que ya ni siquiera sabía qué aspecto tenía la normalidad.
—Tan pronto como Marmal regrese con los trolls ... atacaremos—
anunció Sawyer. —La reina sabe que estamos fuera de
prisión. Esperará represalias y no quiero darle tiempo para
planificar —.
Asentí con la cabeza. La primera guerra la habíamos perdido
porque confiamos demasiado en la tecnología, las armas, los
helicópteros y las cosas modernas de fantasía. Todo lo cual las
brujas habían derribado el primer día. Esta vez éramos más
inteligentes, esta vez derribaríamos sus armas y lucharíamos
contra ellos con la fuerza bruta de la manada.
CAPÍTULO DOCE
Realmente nunca podrías prepararte para la guerra. Nunca
estas realmente listo para arriesgar tu vida y lanzarte a la batalla
dispuesto a matar a alguien. Había un lugar profundo dentro de
todos nosotros, ese lugar de donde provenía la respuesta de lucha
o huida, que te preparaba tanto como podía, pero tenías que
esforzarte en la otra mitad del camino. Me paré en las puertas
abiertas de Villa Paladin, llevándome a la otra mitad del camino,
preparándome para la guerra, donde todo era posible.
Marmal acababa de aparecer con más de doscientos voluntarios

troll, todos listos para desertar de Villa Troll, que actualmente
estaba luchando contra una hambruna, y vivir en Wolf City una
vez que la restauramos. Sawyer había estado de acuerdo en que
el futuro de Wolf City era un espacio compartido donde todos los
que ayudaron a liberarla eran bienvenidos. Bruja, troll y hombre
lobo, tanto Paladin como de ciudad, vivirían en armonía y
crearían un nuevo futuro que, con suerte, sería inquebrantable.
—Iré al frente con los trolls mientras desarman a los vampiros de

su tecnología—, dijo Walsh, sacándome de mis pensamientos.
Sage y Walsh se habían estado lanzando miradas incómodas, y

yo sabía que todavía no habían hablado de lo que fuera que
todavía estaba entre ellos. Ahora no era el momento.
—Willow y yo acompañaremos a las mujeres y a los niños al

búnker—, dijo Arrow, Willow de pie junto a él con Daisy en una
bolsa de tela alrededor de su cuello.
Sawyer y yo les asentimos a ambos con la cabeza.
Rab dio un paso adelante. —Eugene y yo guiaremos a nuestro

ejército detrás de los trolls y diezmaremos a los vampiros con
puños, dientes y arcos—. Él sonrió, luciendo salvaje, y sentí
mucho orgullo. Mi manada era salvaje, temible e inquebrantable.
—Sage, Sawyer, Creek y yo estaremos en el Bosque Oscuro,
esperando la llegada de la reina—, dije.
Se sentía un poco cobarde ir y esconderme en el bosque mientras

se libraba una guerra, pero le habíamos explicado a la manada
cuál era nuestro plan y todos estuvieron de acuerdo en que si
pudiéramos eliminar a la reina, la mente maestra, podríamos
terminar esta guerra. Su hijo Vicon estaba muerto, su esposo, el
rey, estaba muerto gracias a Walsh, y si podía derribarla, la
ciudad de los vampiros se convertiría en un alboroto. Haz que
lloren y se apaguen durante treinta días, como dijo Luka. En esos
treinta días, fortaleceríamos nuestras fronteras y aseguraríamos
nuestra tierra.
—Y yo—, se dirigió Luka a la multitud que se paró frente a las

puertas de Paladin, —atraeré a Tía Psicótica a través de Villa
Paladin y al Bosque Oscuro, donde encontrará su prematura
muerte—.
La multitud aplaudió y sonreí ante su término, Tía

Psicótica. Tenía que admitir que Luka había crecido en mí ... para
ser un vampiro.
—¡Muy bien todos, digan sus despedidas!— Grité a la

multitud. —Celebraremos cuando todo esto termine—.
Sawyer asintió. —¡Le debo a mi esposa una boda adecuada y

están todos invitados!—
Eso provocó algunas risas y vítores. Era asombroso lo cómodos

que estaban los lobos de la ciudad con los Paladines ahora. Venir
aquí a esta tierra los había unido y les había quitado el estrés a
las dos tribus que se habían enfrentado entre sí durante siglos.
Un lobo urbano macho se abrió paso entre la multitud, mientras

las mujeres guerreras se despedían de sus hijos y los maridos de
sus esposas embarazadas.
Parecía tan familiar pero no pude ubicarlo. Me tomó un
momento. Era el representante de los hombres lobo de los
gorrones, o como diablos se llamarán a sí mismos.
Inclinó la cabeza hacia mí. —Nos gustaría ayudar, si puede

utilizarnos—. Sostenía una espada samurái en una mano y una
lanza afilada en la otra.
Bueno, bueno, mira quién finalmente tomó partido. En lugar de

regodearme, que era los que realmente quería, le devolví el
asentimiento. —Tú y tu gente pueden ir con Rab y ayudar a
luchar en Wolf City—.
Asintió con la cabeza en comprensión y luego desapareció entre

la multitud, seguido de un pequeño contingente de personas.
Sawyer parecía confundido, así que le dije: —'Te lo contaré más

tarde'.—
Cuando me di la vuelta, mi madre y mi padre estaban parados

allí con la madre de Sawyer. Creek dormía en los brazos de mi
madre; sus ojos se llenaron de lágrimas. —¿Estás segura de que
no puedo llevarlo conmigo al búnker?—
Sawyer negó con la cabeza. —Necesitamos mantenernos

juntos. La reina explotará cualquier debilidad y no podemos dejar
eso al azar —.
Mi madre, entre lágrimas, entregó a Creek a Sawyer, quien lo

colocó en un cabestrillo que Willow le había dado. Ver a un
hombre sin camisa y muy tatuado vistiendo a su hijo fue
básicamente lo más sexy de la historia. Apartando mi atención
de mi sexy esposo e hijo, me acerqué a mi mamá y mi papá y dejé
que me abrazaran.
Mi mamá rompió a llorar, temblando contra mí mientras trataba

de calmarla dándole palmaditas en la espalda.
—Te veré en la mañana—, le dije.
Queríamos que esto fuera rápido. Y tanto si ganábamos como si

perdíamos, pensé que así sería.
Después de muchas despedidas entre lágrimas, Arrow y Willow

se pusieron en camino bajo el manto de la oscuridad para
esconder a nuestra gente que no podía luchar en el búnker. Eso
fue casi la mitad de nuestra fuerza, pero aún nos dejó con un
poco más de diez mil guerreros.
Mientras esperábamos, comencé a ponerme nerviosa por cómo

funcionarían todas las piezas del rompecabezas.
Llevé a Sawyer a un lado y observé su apariencia

estresada. Parecía cansado. Su cabello estaba revuelto en una
cascada de mechones oscuros que caían sobre su frente. Podía
sentir la ansiedad entre nuestro vínculo. No estaba seguro de que
esto fuera a funcionar, y yo tampoco.
Ya no podía estar segura de nada, pero teníamos que intentarlo.
Levanté la mano y le alisé el cabello. —Solo quería decirte que te

amo y que me debes un nuevo anillo de bodas—. Lo mantuve
ligero y él sonrió, aparentemente agradecido por no haber
profundizado demasiado ni haber tratado de despedirme.
—Yo también te amo, Demi, y te debo muchas cosas.—

Inclinándose, con Creek apretado entre nosotros, puso un beso
en mis labios, provocando que se formara un dolor en mi
corazón. Habíamos pasado por muchas cosas juntos, solo quería
un feliz para siempre. ¿Era demasiado pedir?
Estaba a punto de decir algo más cuando un dolor punzante me

cortó la espalda y grité, cayendo de rodillas.
—¡Demi!— Sawyer gritó.
Grité, el dolor alcanzó niveles épicos cuando sentí un tirón de

poder de mi lobo.
No.
—‘Siento mucho haberte dejado’— , sollocé mientras el dolor

sacudía mi cuerpo en oleadas. ¿Qué le estaban haciendo? No
podía sentir nada más que agonía.
—‘Está ... está bien’— , resopló, y supe en ese momento que la

reina acababa de alimentarse de mi lobo. Solo lo sabía.
—'¿Dónde estás?'— Pregunté, enviando mis sensaciones para

tratar de ver dónde estaba, pero el breve vínculo con mi lobo
desapareció rápidamente, reprimido como si se hubiera ido. La
habían esposado. La reina le había quitado las esposas, se había
alimentado de ella y luego la volvió a encerrar.
—¿Demi?— Sawyer estaba en el suelo, mirándome a los ojos

mientras acunaba a Creek con una mano.
Gemí, limpiándome el labio superior con el dorso de la

mano. Empecé a sudar frío por el dolor repentino.
—Estoy bien—, dije. —Mi lobo ... la reina se alimentó de ella ...
pero estoy bien—.
Frunció el ceño, sin lucir tan sorprendido como esperaba, y me

ayudó a ponerme de pie.
No sabía cómo lo sabía, pero la reina sabía que estábamos en

movimiento. Justo como dijo Luka, ella estaría “exprimiendo” mi
esencia y lista para atacar.
***
Pasamos la siguiente media hora poniendo a los guerreros

montados en sus corceles y en formación de batalla. Serían la
primera línea, justo después de los trolls. Esperaba
ansiosamente noticias de Arrow y Willow, pero no quería
entrometerme y distraerlos. Escabullirse con tanta gente en Wolf
City en la oscuridad de la noche, cuando los vampiros estaban
más activos, no era poca cosa. Si todo estuviera bien alineado,
atacaríamos justo al amanecer, cuando los vampiros estaban
cansados. Ninguno de nosotros dormiría esta noche. No, nuestra
recompensa por dormir llegaría mañana por la mañana.
Si todavía estuviéramos vivos.
Pasó una hora y todo estaba en su lugar. Los trolls, la primera

ola de guerreros a caballo; segunda ola con lanzas, arco y
flecha; y luego los francotiradores en la retaguardia. Tuvimos que
asumir que las brujas usarían magia para desactivar las armas,
pero estábamos tan listos como nunca lo estaríamos.
Quizás teníamos una oportunidad.
—‘Está bien, todos están en el búnker, esperando que todo esté

despejado para salir’—, dijo Arrow.
El alivio me inundó. Ellos lo hicieron.
—‘Si esto va al sur y perdemos… si no lo logro y Sawyer no lo

logra… lleve a todos a Spokane. No me importa lo que digan los
cazadores.’ —
Él guardó silencio.
—‘Ésa es una orden, Arrow. Todos a Spokane si esto falla. Los

vampiros arrasarán las tierras de los paladines a
continuación. Prométemelo.’ —
—‘Okey. Bien. Vamos a fingir ser humanos si perdemos.
Entendido’—, respondió Arrow.
A continuación, di el visto bueno para que Marmal y sus trolls se

movieran. Marmal cabalgaba sobre Pearl como la guerrera ruda
que era. Eran un espectáculo para la vista.
—Quiero ir con ellos—, le dije a Sawyer, que estaba a mi lado,

balanceándose sobre los talones con Creek en su pecho.
—Lo sé. Yo también. Pero tenemos que centrarnos en la reina. Es

lo que no hice antes —, dijo.
Los trolls se movieron rápidamente hacia el bosque, listos para

desarmar a los vampiros. Entonces Rab y Eugene estaban
parados frente a nosotros.
—Estamos listos para seguir—, me dijo Rab, con miles de

guerreros a sus espaldas. Se quedaron allí, listos para la batalla
y con expresiones de fuerza y determinación.
—Yo llevaré la retaguardia—, dijo Eugene, sentado en lo alto de

un caballo negro azabache. Atrás quedaron los helicópteros y los
Land Rover. Esta guerra se ganaría a la antigua. De la forma
Paladin.
Los caballos relincharon como si pudieran sentir el inminente

conflicto.
—Ve—, le ordené.
—‘Buena suerte’—, le envié a toda mi manada.
Las cabezas asintieron en mi dirección y luego se fueron. Rab dio

una patada a su caballo con los talones y miles de guerreros se
precipitaron hacia el bosque.
Cuando Rab y Eugene despegaron hacia el bosque, el cielo
comenzó a ponerse rosado, lanzando remolinos de naranja al
amanecer.
Algo me molestó por esconderme en el Bosque Oscuro y dejar que

Luka fuera el cebo. Quería asegurarme de que la reina me
encontrara. Todo este plan dependía de ella.
—Luka, ¿estás seguro de que tu tía te seguirá?— Yo

pregunté. Quería matar a esa mujer más de lo que había querido
nada en mi vida.
Él se encogió de hombros. —Bastante seguro.—
Eso no fue lo suficientemente bueno para mí. Me volví hacia

Sawyer. —¿Confías en mí?—
Levantó una ceja. —Sí…—
Asentí. —Bien. Regreso en un momento. Prepárate para salir

cuando me veas —.
Él frunció el ceño. —No quiero que vayas a ningún lado sola—.
Miré al vampiro alto cubierto de tatuajes. —No iré. Él viene

conmigo. —
Luka pareció sorprendido, y luego miró a Sawyer como

pidiendo permiso. Sawyer inmovilizó a su amigo con la
mirada. —Coqueteas y mueres—.
Luka sonrió, las puntas de sus dientes se extendieron. —Oye,

miro pero nunca toco—. Levantó las manos en un gesto de
sumisión.
Los ojos de Sawyer brillaron de color amarillo. — Mira y muere.—
Luka se rio entre dientes, dando un paso adelante y palmeando
a Sawyer en la espalda. —Ustedes los alfas y su posesividad sobre
las mujeres, nunca lo entenderé. Tienes mi palabra, amigo. La
trataré como si fuera mi hermana —.
Eso pareció calmar a mi esposo. Los ojos de Sawyer volvieron a

ponerse azules y le dio a Luka un breve asentimiento.
Ahora que las reglas habían sido establecidas, comencé a correr

hacia el bosque mientras Luka se acercaba a mi lado usando su
velocidad de vampiro. —¿Cuál es el plan, rubia?—
Le señalé con un dedo. —¡No coquetear!—
Se agarró el pecho con fingido horror. —Estoy comentando sobre

el color de tu cabello—.
—Sin apodos—, lo regañé gentilmente. No estaba realmente

enojada, pero podía oler la testosterona y el encanto que
emanaba de este tipo, y era espeso. Probablemente había atraído
a cientos de mujeres con esa mierda y yo tenía un hombre, uno
con el que estaba perfectamente feliz.
Solo me dio una sonrisa a medias, pero asintió, manteniendo el

ritmo de mi trote con facilidad. —Demi, alfa de los Paladin, ¿qué
quieres de mí?— preguntó formalmente, lo que solo me hizo
soltar una carcajada. Cuando llegué a la mitad del camino entre
Villa Paladin y Wolf City, me detuve, recuperando el aliento.
—Voy a hacer algo, algo que sé con certeza que atraerá a la reina,
y luego la traerás el resto del camino al Bosque Oscuro—.
Enarcó una ceja, claramente intrigado. —¿Y qué es eso?—
—He hecho esto antes—. Saqué la pequeña aguja estéril que

Raven me había dado y pinché mi dedo, dejando que una gota de
sangre gorda saliera en la punta.
Luka se balanceó, sus fosas nasales se dilataron mientras
agarraba el tronco del árbol cerca de él. —Dios querido, mujer,
eso huele a algodón de azúcar. Tienes tanta suerte de que me
acabo de alimentar —.
Simplemente negué con la cabeza y extendí la mano, manchando

la gota en el tronco del árbol que sostenía Luka. Saltó hacia atrás
tres metros, sorprendiéndome.
—No muevas esa heroína líquida en mi dirección—, gruñó, su voz

depredadora. Quizás debería haber pensado más en esto.
Hice una mueca. —Lo siento.— Apretando mi dedo de nuevo,

dejé que se formara una gota más, y luego la goteé sobre una hoja
que descansaba en el suelo del bosque.
Luka agarró su boca. —Santo infierno, se me hace agua la

boca. ¿Podemos terminar con esto? —
Traté de no sonreír pero no pude evitarlo. Chupando mi dedo en

mi boca, lamí la gota de sangre y asentí. —Todo listo. Ella vendrá
ahora —.
El asintió. —Si no lamo todos los glóbulos rojos de esa hoja, ella
lo hará—.
—¡No te atrevas!— Le grité.
Él puso los ojos en blanco. —Estoy bromeando. Sal de aquí. Ella

es rápida. Ella solo estará unos treinta segundos detrás de mí. Ve
al Bosque Oscuro —.
Él estaba en lo correcto. Era hora de largarse. —Gracias por

todo—, le dije.
Se apretó la nariz para cerrarla y me despidió con un
gesto. Arrancando mis esposas, usé mi velocidad de vampiro para
regresar al campamento, donde Sage, Walsh, Sawyer y el bebé
estaban esperando.
—¡Vamos!— Les dije, volviéndome a poner las esposas.
Sawyer recogió el paquete que habíamos llenado con cosas para

Creek y partimos con Sage y Walsh a nuestro lado a un paso
rápido.
Sawyer me miró de reojo. —‘¿Coqueteó?’ —
Sentí una leve punzada de celos y tuve que mantener la sonrisa

fuera de mi rostro. —‘Fue un perfecto caballero’.— Cuando no
estaba codiciando mi sangre, quería agregar.
—‘Esa sería la primera vez’—se rio Sawyer a medias en mi mente.
Corrimos tan rápido al Bosque Oscuro que casi se podría llamar

una carrera. Quería que todos se instalaran en la cabaña antes
de que llegaran la reina y Luka.
En el momento en que cruzamos el umbral del Bosque Oscuro,

Sage gimió. Mis ojos se fijaron en los de ella y luego seguí su
mirada.
Mierda.
¡Había pisado un clavo! Allí, en el suelo, había un trozo de

madera del que sobresalía un clavo. El gemido se convirtió en un
gemido cuando levantó el pie y le arrancó la uña.
—Santo infierno.— Walsh se movió para ayudarla, pero ella

extendió la mano.
—¡Te dije que los bosques estaban malditos!— ella le espetó. —Y
no necesito tu ayuda. Lo he hecho bien por mi cuenta el año
pasado —.
El rostro de Walsh se arrugó de dolor, pero luego asintió. De

acuerdo, eso fue solo un poco incómodo. Estos dos iban a tener
que tener su gran pelea; de lo contrario, no podrían seguir
adelante.
Sawyer miró a Creek, que estaba profundamente dormido en su

pequeño cabestrillo en su pecho, y le dio un beso en la
frente. Luego se pasó el cabestrillo por la cabeza y, sujetando el
trasero de Creek, se lo pasó a Sage. —Aquí, tal vez si lo abrazas,
la ... maldición o lo que sea no te hará daño—.
Él estaba en lo correcto. Descubrimos esto durante nuestro

tiempo aquí, y fue un gesto agradable a pesar de que mi hijo
esencialmente estaba siendo utilizado como un escudo.
Ella asintió con la cabeza, tomando a Creek y avanzó

cojeando. —¡Vamos!— espetó, más enojada de lo que
probablemente debería estar. Su pie ahora sangrando, Walsh,
estando de vuelta aquí en el bosque asesino… creo que todo la
estaba afectando.
Sawyer y Walsh siguieron de cerca a mi lado mientras nos

aventuramos más adentro. Los árboles todavía estaban en el
camino que recordaba cuando nos fuimos, una fila ancha,
diagonal, de cinco pies que conducía directamente a la
cabaña. No se habían movido, tal vez porque me había mostrado
digna. Cualquiera que sea la causa, estaba agradecida.
Deslizándonos por el camino a un ritmo apresurado, todos nos
detuvimos cuando una ramita se partió justo detrás de
nosotros. Sawyer estaba en la retaguardia, así que cuando me
giré fui la primera en ver al oso gigante a solo dos pies de mi
pareja.
—¡No!— Espeté, acercándome al oso y quitándome las esposas
rápidamente. Ahora que había tratado con él dos veces, le tenía
menos miedo. —Solo están aquí para protegerse y se irán
pronto. No les hagas daño —. Empujé el poder de compulsión en
mis palabras y el oso dio un paso hacia atrás.
—‘Vaya’—, dijo Sawyer a través de nuestro vínculo.
—¡Sigue!— Le grité al oso. No teníamos tiempo para esto.
El oso me miró largamente antes de volverse, olfatear el suelo y

luego echó a correr mientras yo me ponía las esposas.
Me di la vuelta para ver a Walsh y Sawyer mirándome con

expresiones de asombro, mientras que Sage parecía divertida.
—Extraño la cabaña. ¡Vamos!— Dijo Sage, y corrió con Creek por

el resto del camino, cojeando. Los chicos salieron de su estupor
y la siguieron. En el momento en que los árboles se abrieron a la
cabaña de troncos donde había pasado el último año de mi vida,
tuve que tragarme un sollozo. Esta cabaña me había salvado la
vida, mi cordura. Tuve a mi hijo aquí. Este era el hogar de una
manera que era difícil de explicar.
—¿Es aquí?— La voz de Sawyer le mostró reverencia. Le había

contado todo sobre la cabaña. Sabía que este lugar era especial
para mí.
Asentí.
Parecía impresionado. —Es linda.—
Eso trajo una sonrisa a mis labios, mientras Sage y yo corríamos

riendo hacia el prado que contenía nuestra antigua casa. Los
tubérculos que había estado cortando cuando le dije que sabía
cómo sacarnos de aquí todavía estaban marchitos en el suelo en
el mismo lugar.
Deslizándome en la cabaña, miré a mi alrededor y no pude evitar
sonreír ante la familiaridad. Las ollas de barro, las pieles de
conejo, el moisés de Creek, todo era tan desgarradoramente
reconocible.
—¿Ustedes chicas vivían aquí solas, cazando y pescando y

teniendo un bebé?— Walsh parecía sorprendido. Tal vez pensó
que habíamos tenido agua corriente o energía solar como la aldea
Paladin.
Sage asintió, señalando la habitación contigua que había

construido. —Ayudé al parto de Creek allí mismo—.
Sawyer pasó junto a nosotras, entró en la habitación y se

arrodilló para presionar las palmas abiertas y tatuadas contra el
suelo.
—Desearía haber estado aquí.— Su voz era ronca.
Sage colocó a Creek en mi cama y luego comenzó a hurgar,

colocando las ollas como nos gustaban y limpiando como si fuera
un día cualquiera.
Sawyer se puso de pie de repente, se acercó a mí y acercó mi

rostro al suyo con sus manos gigantes. —No puedo permitir que
nada te pase a ti o a Creek ... y me pregunto si puedes enfrentarte
a la reina tú misma—.
Fruncí el ceño. Esperaba una charla de ánimo. No creyó en

mí. —¿No crees que puedo?—
Sawyer negó con la cabeza. —No se trata de eso, se trata de qué

pasaría si. ¿Y si ella es más poderosa que tú? Dijiste que se
alimentaba de tu lobo. ¿Y si trae veinte vampiros? ¿Y si nos
matan y se apoderan de Creek? —
Mierda . Ahora solo me estaba asustando.
Tragué saliva. —Yo ... yo tengo poderes ...—
—¡Ella también lo hace ahora! Ella se ha dado un festín con tu

lobo como la chupasangre que es y ahora puede hacer lo que tú
puedes hacer ... y tal vez más —.
Mierda. Él estaba en lo correcto.
—¿Qué hacemos? Es demasiado tarde para retirarse o ... —
Sawyer acercó mis labios a los suyos, flotando sobre ellos y

dijo —¿Confías en mí?—
—Siempre.— Ni siquiera lo dudé.
—Quítate las esposas—, me ordenó, y fruncí el ceño.
Me estiré y me quité las esposas, siempre consciente de que

Sage y Walsh nos miraban como halcones. Todavía sostenía mi
cara en sus manos, y en el segundo en que las esposas se
deslizaron de mis muñecas, sentí un tirón en mi poder. El miedo
se apoderó de mí cuando los ojos de Sawyer se tornaron amarillos
y se inclinó hacia adelante, inhalando.
Que…?
Niebla azul, muy parecida al día en que nos besamos por primera
vez, se filtró de mi boca cuando Sawyer atrajo mi poder hacia
él. Era como si él fuera un vacío y yo no podía hacer nada para
no ser absorbida por su fuerza.
Estaba tan confundida acerca de lo que estaba pasando hasta

que me golpeó como una tonelada de ladrillos. Sawyer se estaba
alimentando de mi esencia para poder ayudar a enfrentarme a la
reina. Con los dos compartiendo este poder, definitivamente
tendríamos una oportunidad.
Entonces me abrí a él, cuando una ráfaga de niebla azul iluminó
su rostro y sus venas brillaron con ella.
—¡Eso es suficiente!— Gritó Sage. —¡Podrías debilitarla!—
Sawyer se separó, jadeando mientras se miraba las manos como

si no las reconociera. —Mierda, lo siento —.
—¿Puños puestos?— Sage, siempre la figura materna, se

apresuró a entregármelos.
Negué con la cabeza. —Déjala venir directamente a mí—.
Era hora de poner fin a esta guerra, esta caza, esta reina. No iba
a vivir el resto de mi vida siendo perseguida a través de las Tierras
Mágicas por esta perra que estaba empeñada en robar mi poder.
CAPÍTULO TRECE
Con un último beso de despedida, Sawyer y yo salimos dejando
a Creek con Walsh y Sage, y luego fuimos a pararnos justo en el
borde del prado donde tocaban los árboles. Sawyer extendió la
mano y tomó mi mano en la suya y la apretó. Nos estábamos
preparando para acabar con la reina de los malditos vampiros.
—Extraño tus publicaciones de Instagram—, reflexionó Sawyer,

—tus fotos, tus tontas camisetas personalizadas. Tenemos que
hacer esto para que las cosas vuelvan a la normalidad —. Me
miró de reojo y todo lo que vi en ella fue adoración. —¿Qué
extrañas?—
Sonreí. —En primer lugar, mis camisetas personalizadas

no son tontas. Y en segundo lugar, te diré algo que no extraño…
no extraño tu piel desnuda. Estos tatuajes están calientes —. Le
di un guiño sexy.
Sonrió y abrió la boca para hablar, cuando los árboles crujieron,

y de repente Luka estaba de pie frente a nosotros.
Se veía solo un poco sin aliento mientras miraba los dedos

entrelazados de Sawyer y los míos. —La tía viene y está enojada
y es poderosa—. Inhaló el aire. —Maldita sea, los dos huelen
bien—.
Mis ojos se abrieron ante su comentario.
Sawyer parecía perplejo y Luka se sacudió. —Lo siento, me

refiero a tus poderes. Es fuerte puedo olerlo desde aquí —.
Sawyer se relajó. —Extraje un poco. Derribaremos a la reina

juntos —.
Luka asintió. —Bien. Porque no puedo poner un dedo sobre ella

sin que el consejo diga que traté de ayudar a asesinarla —.
Las hojas de los árboles crujieron, y luego ella estaba de pie frente
a nosotros, con el cabello oscuro hasta los hombros y el
viento. Sus pómulos afilados parecían vidrio a la luz de la
mañana. Cinco secuaces vampiros se desplegaron detrás de ella
y ella sonrió, luciendo salvaje.
— Sin embargo, puedo ayudar con el séquito—, comentó Luka,

mirando a los cinco tipos vampiros.
—Vaya, vaya, has sido un dolor de cabeza—. La reina me miró

directamente, ignorando a Luka y Sawyer. —Tu lobo, sin
embargo ...— Se pasó la lengua por sus afilados dientes. —Ella
ha sido tan útil.—
—Perra—, gruñí, lista para arremeter contra ella, cuando Sawyer

se adelantó. Él era veloz como un vampiro, como yo, y la reina
era un borrón mientras avanzaba para encontrarse con él a mitad
de camino. En el momento en que dejó el lugar donde había
estado parada, un árbol cayó detrás de ella, rompiendo el suelo
donde acababa de estar. La tierra estaba agitada con todas estas
personas que no pertenecían, pero ahora era mi oportunidad de
ayudar a Sawyer a acabar con ella.
Chocaron, Sawyer no perdió el tiempo en envolver sus dedos

alrededor de su garganta. Me adelanté, encontrándome con su
cabeza, justo a tiempo para verla apartar a Sawyer del camino. Se
deslizó por el suelo y se estrelló contra Luka, que había corrido
hacia adelante para hacerse cargo de los cinco lacayos.
Fue un caos.
Ninguno de los dos tenía armas ni siquiera cuchillos, solo unas

pocas estacas. Esta era una pelea a puñetazos. Me estrellé contra
la reina y levanté la mano y le rompí la barbilla con la palma de
la mano, haciendo que sus dientes crujieran con un satisfactorio
sonido metálico. Un segundo estaba alcanzando su cabello y al
siguiente salí volando. Ella había atacado con mi poder, enviando
un campo de fuerza de algún tipo directamente a mi pecho.
Perra.
—¡Demi!— Sawyer gritó justo cuando chocaba con el suelo. Mi

espalda golpeó primero, dejándome sin aliento, y luego un dolor
profundo irradió mi columna vertebral.
Me reorienté rápidamente, parándome justo a tiempo para ver a

Sawyer chocar contra la reina, tirándola al suelo. Sage nos
había dado a Sawyer y a mí dos estacas de metal a cada
uno; estaban escondidas detrás de mi espalda en el cinturón de
mis pantalones, por lo que probablemente por eso esa caída dolió
tanto.
Alcanzando detrás de mí, saqué una, justo cuando Sawyer le

daba un golpe en la cara a la reina. Verlo golpear a una mujer me
sacudió por un momento, pero tuve que recordarme que esta era
la mujer que seguía tratando de matarme y había cosechado mi
esencia a través de mi lobo.
Avancé con la estaca en la mano y me preparé para caer sobre su

pecho con la punta, cuando vi moverse un árbol.
—Sawyer, cuidad... —Las palabras apenas salían de mi boca

cuando el árbol golpeó a Sawyer en la espalda como un clavo
clavado en la madera. Un segundo estaba de pie, estrangulando
a la reina, y al siguiente estaba tirado hacia adelante sobre ella,
noqueado.
El trauma de verlo sin vida hizo que todo se sintiera como si se

moviera a cámara lenta. Fue tan similar a lo que había sucedido
con Sage, vacilé, casi tropezando con mis propios pies. Después
de orientarme, corrí hacia adelante, justo cuando la reina se
deslizó debajo de él y retrocedió. La dejé ir, concentrando toda mi
atención en mi pareja.
Podría mover pequeñas cosas con mi mente. Quiero decir, lo

había hecho con la estaca y la reina antes, y necesitaba quitarle
ese árbol a Sawyer. Extendiendo mi poder, lo envolví alrededor
del tronco, casi llorando de alivio mientras se levantaba, flotando
a unos centímetros de su cuerpo. Fue salvaje ver algo suspendido
en el aire y poder sentirte haciéndolo.
—¡Consíganla!— siseó la reina.
Mi atención se dividió cuando dos de los vampiros vinieron por

mí, uno de cada lado. Mi mirada recorrió el bosque para asimilar
la escena. Luka estaba luchando contra otros dos, y uno estaba
muerto.
Estas no eran buenas probabilidades. Necesitaba concentrarme

y usar todas mis fortalezas. Ahora era el momento de ser ruda y
concentrarme realmente en todo lo que me hacía especial.
Tomando una respiración profunda, arranqué completamente el

árbol de Sawyer, y luego lo arrojé a los dos vampiros que
avanzaban. Se estrelló contra ellos cuando se acercaron a mí,
derribándolos como bolos. Sawyer todavía estaba inconsciente en
el suelo, pero no podía preocuparme por eso ahora. La reina tenía
una mirada psicótica en sus ojos y no supe por qué hasta que fue
demasiado tarde. Cuando Sawyer cayó, su estaca de metal se
soltó de la correa de su cinturón. La reina había usado su nuevo
poder para recogerla con su mente y lanzarla a través del claro,
y solo me di cuenta cuando se alojó en la parte superior de mi
muslo.
Un grito escalofriante salió de mi garganta cuando el dolor

punzante cortó la carne de mi pierna e irradió hacia mi pelvis. La
maldita cosa estaba clavada en mi muslo al menos ocho
centímetros, y se sentía como si lo único que la hubiera detenido
fuera mi fémur. El mareo se apoderó de mí al verlo y me tambaleé.
—Me voy a desmayar—, murmuré para mí, y luego la reina se

volvió borrosa mientras se lanzaba hacia mí. Un segundo me
balanceaba entre dos árboles, y al siguiente estaba en los brazos
de Luka mientras corría por el bosque, sus manos debajo de mis
rodillas y detrás de mi espalda para acunarme contra su pecho.
—Desmáyate más tarde, cariño. En este momento, debes matar
a la Tía Psicótica mientras yo ayudo a Sawyer —. Me miró y sus
fosas nasales se ensancharon cuando el olor de mi sangre golpeó
su nariz.
Él estaba en lo correcto. Necesitaba superar el dolor, porque él

no tenía permitido matarla o ayudarme a matarla. Claramente,
todavía podía ayudarme, lo cual era bueno, porque creo que
acababa de salvarme la vida.
Se detuvo y aparté su brazo, obligándome a levantarme.
—Tengo esto—, dije, decidiendo dejar la estaca en mi muslo y no

sacarla en caso de que estuviera obstruyendo una arteria
principal.
—Buena suerte.— Hizo una reverencia y luego corrió de regreso

a donde pude ver a Sawyer todavía inmóvil en el suelo. El único
vampiro que aún estaba vivo se estaba disparando hacia mi
hombre.
¿Dónde diablos estaba la rei…?
Un árbol crujió a mi derecha y giré, lista para ella. Trató de estirar

la mano y agarrarme, pero la agarré del brazo y lo rompí hacia
atrás con fuerza letal.
Su grito inhumano me produjo un gran placer cuando su brazo

quedó flácido dentro de su cuenca.
—¡Perra!— chilló, agarrando su brazo colgando.
Siseé como un gato psicótico, justo en su cara. —Te arrancaré

miembro a miembro si es necesario—.
Metió la mano por detrás de la espalda con el brazo sano y sacó

algo. El destello del metal me llamó la atención. Pensé que era
otra estaca hasta que vi que eran dos semicírculos, conectados
por un lado.
Era un maldito collar. Eléctrico sin duda.
Oh diablos, no.
Sentí que mi poder se elevaba dentro de mí, como un cable vivo

justo debajo de mi piel, y me aferré a él en ese momento,
envolviéndolo alrededor de mí y luego alrededor de la reina. Era
difícil de explicar, pero sentí que estos hilos invisibles se
extendían y se aferraban a ella como pegamento. Sus ojos se
agrandaron, así que supe que ella también lo sentía. Un estallido
invisible de energía salió disparado de ella mientras trataba de
protegerse. Se estrelló contra mí, pero la sujeté con mis hilos
mágicos. El viento golpeó mi pecho, dejándome jadear, pero me
quedé de pie, tirando de ella lentamente hacia mí.
Ella se agitó, con una expresión genuina de pánico en su rostro

mientras sus dedos de los pies raspaban la tierra, arrastrando
trozos de hojas y musgo con ella mientras la atraía hacia mi
telaraña como una araña. Sosteniendo una de las estacas que
Sage me había dado, la levanté, sonriendo mientras me la atraía.
—¡No!— gritó, empujando otra onda de choque de energía dentro

de mí. Se estrelló contra mi plexo solar y ya no pude mantenerme
erguida. Caí hacia atrás, mi pegajosa red de energía la trajo
conmigo. Aterrizamos torpemente, con ella cayendo sobre la
mitad inferior de mi pierna sana mientras caíamos, luchando
entre nosotras.
Agarré todo lo que pude, un puñado de cabello y su oreja

izquierda, tirando de su rostro hacia mí para que no se
deslizara. Abrió la boca, siseando, y luego se soltó de mi agarre,
hundiendo sus dientes en la carne de mi muslo ileso.
Un mechón de su cabello quedó en mi mano y retrocedí ante la

placentera sensación de su mordisco.
Perra estaba repostando combustible.
¡No! Hoy no.
Extendiendo la mano, le di un puñetazo en el costado de la cabeza

y le saqué los dientes de la piel antes de que pudiera beber de
mí. Ella rodó hacia un lado y luego se puso de rodillas, tratando
de ponerse encima de mí. Traté de enderezarme, pero mi muslo
lesionado y el dolor que me estaba causando me estaban
frenando. Antes de que me diera cuenta, me derribó y se cernió
sobre mí con una sonrisa salvaje y sangrienta. —Mi científico
principal piensa que si te agoto por completo, tus poderes se
transferirán a mí permanentemente. Yo digo que lo intentemos
ahora. No estoy segura de que valga la pena la molestia de
mantenerte con vida —.
Planté mi pie con mi bota justo en su pecho. —¡Yo digo que no lo

hacemos!— Con toda la fuerza que pude reunir, pateé, tirándola
fuera de mí, y ella salió volando. Su grito de frustración se hundió
profundamente en el bosque cuando aterrizó con un ruido sordo
en los árboles.
Me quedé de pie temblorosa, preparándome para que ella viniera

hacia mí de nuevo. Esto fue más difícil de lo que pensaba, pero
estaba decidida a terminar con esto ahora y no retirarme, ni dejar
que ella se retirara.
Seguí adelante, cojeando hacia adelante, acechando a través de

los árboles. Tratando de inyectar algo de velocidad vampírica en
mi carrera, salté sobre un tronco caído, haciendo una mueca
cuando el dolor subió por mi pierna y tuve que reducir la
velocidad.
¿Dónde estaba ella?
No la pateé tan lejos. ¿Ella se fue? ¿Volvería con un ejército?

Confiaba en Sage y Walsh para proteger a Creek, pero algo me
dijo que ella todavía estaba aquí, mirándome y esperando.
—¡Vamos, cobarde!— Grité, sintiendo la rabia en toda regla de
cada dolor que me causaba salir a la superficie.
Un árbol crujió y giré, mirando a la reina, que estaba justo detrás

de un árbol en un esfuerzo por camuflarse. Pero también vi algo
más, algo que ella no vio. El oso gigante que había sido un dolor
en mi trasero estaba justo detrás de ella, olfateando el aire.
Ella debió haberlo olido, o sentido, porque se giró, sus ojos se

agrandaron justo cuando él abrió la boca, mostrando sus
enormes dientes y soltando un rugido aterrador. La reina cargó
hacia adelante, hacia mí y lejos del oso, pero no la iba a dejar
escapar. Con la poca fuerza que me quedaba, salté hacia
adelante, ignorando el dolor en mi muslo, y la agarré por los
hombros. Pateando el suelo, la empujé hacia atrás contra el oso.
Esta caída no me haría daño, este oso no me haría daño, éramos

uno, familia, del mismo lado. Lo sabía. El oso se encabritó sobre
sus patas traseras, haciéndose terriblemente alto, y la reina se
estrelló contra su pecho.
—¡Ataca! —Puse compulsión en mi mando.
Sin siquiera un segundo de retraso, la alcanzó con sus patas y la

atrapó contra su pecho, desgarrando su abdomen como si fuera
Play-Doh. Sus lamentos de agonía salieron de su garganta y yo
retrocedí, haciendo una mueca de dolor ante la sangre que tenía
ante mí. Tirándola al suelo, se abalanzó sobre su pecho y el
sonido de huesos crujiendo llenó el bosque.
Oh Dios.
Cuando le mordió el hombro, saqué la estaca de detrás de mi

espalda. Arrastrando mi pierna herida por el suelo del bosque,
me incliné ante ella, el oso la mantuvo inmovilizada en el lugar
mientras ella lo agarraba débilmente, tratando de tirarlo. Debía
pesar más de mil libras y ella estaba demasiado herida para
luchar contra él. Este fue el final para ella.
—Esto es por todos los que torturaste en tu búsqueda del
poder. Saluda a Vicon en el infierno por mí —. Luego le di un
golpe con la punta de la estaca en el corazón.
Un último grito gorgoteado salió de su garganta y luego se cortó

en medio del grito. Las venas negras subieron por su cuello
mientras su cuerpo se descomponía en cenizas, primero
convirtiéndose en una costra de piel y luego en polvo.
El oso retrocedió, me miró y luego se fue. O estaba asustado por

su descomposición o pensó que su trabajo aquí estaba
hecho. Libraría al bosque sagrado de su amenaza.
Me quedé mirando la pila de cenizas, insensible al darme cuenta

de que realmente lo había hecho.
La maté. Se acabó.
Extendiendo la mano, rocé con mis dedos la ceniza negra,

frotando un poco entre mis dedos como si no pudiera creer que
esto fuera real.
La reina de los vampiros, la madre de mi violador, la mujer que

torturó a la hija de Seam, robó a mi lobo, trató de matar a mi
marido y trajo la guerra a nuestra gente… estaba muerta.
Mi garganta se contrajo por la emoción cuando la opresión en mi

pecho finalmente se liberó y sentí que podía respirar por primera
vez en tanto, tanto, mucho tiempo.
—¡Estoy aquí!— Sawyer gritó, y me giré para verlo sosteniendo

dos estacas, una en cada puño, sangre y moretones cubriendo
sus hombros y un costado de su cuello.
Negué con la cabeza, indicando el montón de cenizas en el suelo

mientras las lágrimas se derramaban y las limpiaba rápidamente
con el dorso de la mano.
—Me encargué de eso,— le dije, mi voz vacía. Todavía me sentía
vacía, sin terminar, y no me di cuenta de por qué hasta que
recordé que no tenía a mi lobo. Esto no terminaría hasta que
recuperase a mi lobo. ¿Dónde diablos estaba ella?
—Mientras dormías, tu chica mató a la reina más poderosa que

los vampiros hayan visto—. Luka se acercó y palmeó a Sawyer en
la espalda. —¿Cómo se siente?—
Sawyer le sacó el dedo y negué con la cabeza hacia Luka antes

de mirar mi muslo y hacer una mueca de dolor ante la horrible
vista.
—Eso duele, ¿eh?— Luka miró fijamente la estaca que sobresalía

de mi muslo. Luego se levantó la camisa para mostrar más de
cincuenta cicatrices arrugadas alrededor de su pecho y
abdomen. No los había notado antes ...
Mi boca se abrió. —¿Te han apuñalado tantas veces?—
Él sonrió, y santo infierno, era súper guapo. Si Sage y Walsh no

se daban cuenta de su mierda, podría estar bien con que ella se
conectara con un vampiro. O tendría que ponerle una trampa a
Raven.
El asintió. —Dejará una cicatriz, pero sanarás—.
Sawyer dejó caer sus estacas al suelo y empujó hacia adelante,

tirándome a sus brazos. Me metió en su pecho, envolviendo sus
brazos alrededor de mí, y respiré hondo. —Regresemos al
médico. El Dr. Pearson puede trabajar en esto —murmuró
Sawyer contra la parte superior de mi cabeza mientras me
sostenía.
Asentí con la cabeza, estirando la mano para acariciar su barba

mientras me apartaba un poco de él para poder mirarlo a los
ojos. —Sawyer… mi lobo. No puedo sentirla. Yo ... la necesito de
vuelta —.
Frunció el ceño y asintió con la cabeza. —Lo resolveré—.
Con eso, nos dirigimos de regreso a la cabaña, donde encontré a

Creek a salvo con su tía, y con suerte a su tío por la forma en que
Walsh estaba mirando a Sage. Luka tuvo que esquivar algunos
árboles que caían, pero todos lo logramos, el sendero todavía nos
llevaba a las tierras de los Paladines, tal como lo había hecho
cuando abrí la cueva y demostré mi valía. Sawyer insistió en
llevarme, y miré por encima de su hombro todo el camino, viendo
cómo la cabaña se hacía más pequeña y finalmente se desvanecía
en la distancia.
Extrañaría este lugar. Por muy jodido que sonara, era cierto.
***
Una vez de regreso en Villa Paladin, Luka se despidió y se fue a

Spokane para esconderse mientras comenzaba el mes de luto por
la reina. Debido a que la reina había sido la que había liderado la
guerra contra los lobos y esencialmente obligó a las otras razas a
participar, ahora que estaba muerta, ninguno de ellos se había
presentado para continuar la guerra. Habíamos ganado.
Sawyer me dejó con el Dr. Pearson y luego fue a declarar

públicamente que la guerra había terminado y oficialmente
recuperar nuestra tierra. La magia de los trolls había funcionado
maravillosamente, y habíamos empujado a sus fuerzas hasta el
muro este. Luka dijo que los vampiros sentirían morir a su reina
y tenía razón. Una vez que lo hicieron, su ejército se rindió y se
puso de luto, de regreso a su ciudad.
El Dr. Pearson me dio algunos medicamentos realmente

buenos. Estaba entrando y saliendo mientras el agujero de una
pulgada en mi pierna sanaba con un poco de ayuda de
pegamento para la piel y puntos de sutura. Astra estaba dormida
en la cama a mi lado.
Sawyer se detuvo cuando estaba lúcida y me dijo que nuestra
gente salió del búnker y que ahora comenzaría la planificación.
Tendríamos trols desertores, brujas y dos tipos de lobos viviendo
en Wolf City, pero no lo querríamos de otra manera. Así debería
haber sido siempre.
Sentí la pesadez del sueño tirando de mí justo cuando Sawyer me

estaba contando sobre su plan para reparar y reconstruir Wolf
City. Justo antes de cerrar los ojos, la sentí. Mi lobo. Estaba viva,
herida pero bien, y alguien le acababa de quitar un collar mágico.
—'¿¡Dónde estás!?'— Grité, tratando de saltar a su vista para

poder ver dónde estaba, pero las drogas eran demasiado pesadas.
—'Con el Consejo de Criaturas Mágicas. Vienen y te quieren a ti y

a Sawyer en la cárcel. Tienes que correr'. —
—‘Oh, mierda.’— Fue el último pensamiento que tuve antes de

caer en un olvido drogado.
CAPÍTULO CATORCE
Me desperté con la luz de la mañana, el aturdimiento de la
medicina desapareció cuando abrí los ojos. La mirada azul de
Sawyer fue lo primero en lo que aterrizó la mía.
—Hola mi amor.— Se inclinó hacia adelante, apoyando los codos

en el borde de mi cama y acariciando mi cabello.
—¿Creek?— Pregunté, mis ojos se acostumbraron a la luz.
—Él está bien. Con tu mamá y mi mamá teniendo tiempo para

las abuelas —. Su voz era áspera como si acabara de despertar
también.
Miré a la izquierda y vi la cama vacía.
—¡Astra!— Me senté erguida tan rápido que casi rompo la nariz

de Sawyer, el dolor en mi muslo latía con el movimiento
repentino.
Sawyer extendió las manos. —Woa. Ella está bien. Está dando
un ligero paseo con Willow para recuperar fuerzas —.
Me relajé un poco, preguntándome por qué estaba tan nerviosa.

La reina estaba muerta, habíamos recuperado nuestra tierra,
todo estaba arreglado
—'¡Corre!'— La voz de mi lobo irrumpió en los últimos restos de

mi mente confusa y el recuerdo de lo que había dicho anoche
volvió a mí.
—¡Sawyer! Tenemos que huir, el Consejo de Criaturas Mágicas

tiene a mi lobo. Nos quieren en la cárcel y ya vienen —.
Los ojos de Sawyer se abrieron como platos. —¿Qué?—
Salté de la cama, balanceándome, justo cuando escuché la
conmoción afuera. Murmullos, gritos y un aullido familiar.
Mi lobo.
Era muy tarde.
Sawyer y yo nos apresuramos a salir para ver de qué se trataba

toda la conmoción, y me congelé cuando vi a mi lobo, atado con
un collar y una correa como un maldito perro. Mi mirada corrió
a lo largo de la cadena para mirar a los ojos de un hada oscura
alto y ágil. Llevaba una gabardina negra larga y ajustada que
rozaba el suelo y estaba junto a otras cinco personas. Uno de
cada raza.
El Consejo de Criaturas Mágicas.
Mi mirada se dirigió a cada persona. Troll mujer, hombre Hada

light, mujer bruja con una capa de terciopelo negro aplastado, un
hombre Hada oscuro, un hombre lobo robusto que no reconocí y
un vampiro macho imponente.
Eran un espectáculo siniestro, todas las razas caminando juntas

así, sabiendo que la mitad odiaba a la otra. Los Paladines y los
Ithaki no tenían representación, lo que no me sorprendió.
—Déjenla. Ir.— Mi voz podría haber cortado vidrio. Mataría a

todos y cada uno de ellos por encadenarla así.
La bruja levantó la mano y luego aplaudió. Un collar plateado

salió volando de la nada entonces, se enganchó alrededor de mi
cuello y se cerró con un clic.
Que de…!
Ella hizo lo mismo con Sawyer a mi lado, y luego ambos caímos

de rodillas en contra de nuestra voluntad.
¿Quién era esta mujer? Parecía apenas de veinticinco, con
cabello negro oscuro y labios rojo cereza, pero su poder ... era
inaudito.
La bruja levantó la mano, como si nos controlara como

marionetas.
Levanté la mano para quitarme el cuello y recibí la conmoción de

mi vida. El agudo aguijón me atravesó el cuello y me hizo gritar.
Entonces nuestra manada se volvió loca. Los Paladin y los lobos

de la ciudad siguieron adelante. El sonido de los huesos al
romperse señaló su cambio. Se lanzaron gritos de ira contra el
consejo mientras se lanzaban hacia adelante. Pero cuando se
acercaron demasiado, un escudo con forma de burbuja se erigió
de la mujer bruja, cubriéndonos a nosotros, a mi lobo, al consejo
y a nadie más. Fue instantáneo, grueso como el vidrio, y me sentí
maravillada por el increíble poder de esta mujer del
consejo. Cuando la manada se estrelló contra el escudo, ellos
también fueron atacados con electricidad.
—¡Deténganse!— Grité a nuestra gente, no quería que nadie

saliera lastimado por mi cuenta. Luego miré a la bruja. Solo una
suma sacerdotisa tendría este tipo de poder, y Raven me había
dicho que no eras suma sacerdotisa a esa edad a menos que
fueras un prodigio mágico.
—Sawyer Hudson y Demi Calloway-Hudson, por la presente

están bajo arresto por la reciente fuga de la prisión de Magic City
y su papel en el crimen. Tienen derecho a un abogado y a una
audiencia de juicio. Pueden optar por renunciar a procedimientos
legales prolongados y entrar en un juicio rápido e instantáneo
aquí y ahora —.
Fruncí el ceño, mirando a Sawyer. Su poder ... su poder de

detector de mentiras humano del que Star me había hablado,
esto es a lo que se refería.
—‘Ella verá todo, y se lo mostrará a todos aquí, como una película
que se proyecta en su memoria’—, advirtió Sawyer.
Asentí. —Daré mi consentimiento para un juicio instantáneo en

este momento sobre la fuga de la cárcel, pero solo si prometes
reabrir el caso del asesinato de Sawyer, tomar mi testimonio y
mirar todo —.
Tuve que morderme el labio para no llorar. Mostrarle a ella y a

todos los presentes mi violación sería una de las cosas más
horribles que hubiera tenido que revivir, pero si podía salvar a
Sawyer, lo haría.
Sus cejas se juntaron. —¿Conoces mis habilidades y estarías de

acuerdo en que me diera cuenta de que fuiste el cerebro de una
fuga de prisión?—
Asentí. —Si también veras que Vicon Drake me violó cuando

tenía quince años—.
Todos los miembros del consejo dentro de la burbuja jadearon.
—¡Mentiras!— rugieron los concejales vampiros. —Qué pequeña

mentira más conveniente para salvar a su amado. Gritar
violación. Qué original —, se enfureció.
Pude ver las venas en el cuello de la bruja contraerse. No le

agradaba.
—¿Está llorando violación si está dispuesta a permitir que mi

poder vea la verdad?— la bruja le escupió, mirando al vampiro
con una mirada fría.
Solo frunció los labios, como si hubiera chupado algo amargo.
—Le concederé su solicitud. Considere su caso reabierto —. La

bruja se acercó a mí, extendiendo su mano y me quedé
paralizada.
Solo tenía destellos de memoria de esa noche. No quería verlo
todo, recordar más. Sintiendo mi ansiedad, mi lobo se movió
contra el collar y la cadena se tensó en la mano de la bruja.
—‘Tengo los recuerdos. Déjame hacerlo’— , dijo.
Entonces me di cuenta de que tenía razón. Ella fue quien me

salvó y encerró todo para protegerme.
—'¿Estás segura?'— Yo pregunté.
Ella asintió.
—Deja que mi lobo se una a mí y luego te lo mostraré. Ella tiene

los recuerdos de esa noche. La noche en que mi alma se partió
en dos —agregué, y miré al vampiro masculino.
A mi petición, la compasión cruzó los rostros de la bruja, el troll

y el hada light.
—Lo permitiré, pero si intentas algo, lo mataré

instantáneamente—. La bruja señaló a Sawyer y las hadas
oscuras se separaron de la formación para pararse detrás de mi
pareja.
Sawyer pegó los labios hacia atrás, gruñendo, pero no se movió.
La joven consejera bruja se acercó a mi lobo y le quitó el pestillo

del cuello. En el segundo en que cayó al suelo, me arrodillé y abrí
los brazos. Las lágrimas llenaron mis ojos mientras ella saltaba
en el aire, volviéndose espectral, y se estrellaba contra mi
pecho. Estallé en sollozos mientras me llenaba, haciéndome
sentir completa, normal y cuerda por primera vez desde que la
dejé.
—'Nunca más. Lo siento mucho'—, le dije, abrazando mi pecho.
—‘Está bien’— , prometió. —‘Podemos superar cualquier cosa’.—
Miré los rostros sorprendidos del consejo, secándome las
lágrimas de las mejillas. ¿Por qué todo el mundo se veía tan
sorprendido? Es como si realmente no hubieran esperado que
ella se uniera a mí. Tal vez pensaron que mi cambio dividido era
un rumor y que ella era un lobo de manada señuelo o algo
así. Sacudiéndose de su estupor, la bruja me tendió la mano de
nuevo.
—¿Tengo, yo Callie Heartstone, tu permiso para entrar en tu

mente y ver todo lo que hay que ver en relación con la
verdad?— ella preguntó.
¿Entrar en mi mente? Quería gritar, Diablos , no, pero sabía que

la verdad era la única forma de salir de este lío. —Sí—, le dije, y
luego me giré hacia Sawyer. —Prométeme que no mirarás.— Mi
labio inferior tembló y todo su rostro cayó. Era como si lo acabara
de apuñalar. Podías ver el dolor en sus rasgos.
—Prométemelo—, empujé a través de nuestro vínculo, aliviada al

descubrir que el collar no me impedía hablar mentalmente con
mi pareja. No podría vivir el resto de mi vida con este hombre si
supiera que había visto la noche más oscura de mi alma
desarrollarse como una película.
Simplemente no pude. Algunas cosas debían mantenerse

privadas en un matrimonio, y esto fue un factor decisivo para mí.
Tragó saliva, sus ojos brillaban amarillos. —Lo prometo.— Su voz

se quebró.
—Está bien, muy lindo,— el concejal vampiro se burló de Sawyer

y de mí. —Terminemos con esto para que podamos encerrarlos.—
Las fosas nasales de la bruja se ensancharon con irritación, y

luego me miró, suavizando su mirada. —Muéstrame tu recuerdo
de la noche del presunto incidente con el príncipe Vicon Drake.—
Presunto. Esa fue una palabra tan hiriente para alguien que decía
la verdad.
Extendí la mano para tocar su mano, al mismo tiempo que me

giré y miré a Sawyer.
La pared izquierda de la cúpula en la que estábamos se iluminó

como una pantalla de cine y Raven y yo, de quince años, salimos
de un coche y nos reímos mientras caminábamos hacia la casa
de Vicon, donde se podía escuchar música en el interior.
¡Vaya!
Sus habilidades eran ... increíbles. Ella sacó mi memoria de mi

cerebro y luego la proyectó en la pared con sonido y color y todo.
—Hola hermosas damas.— Vicon abrió la puerta con una botella

de cerveza y una hermosa sonrisa. Este era mi recuerdo, y sentí
que mi lobo estaba a punto de tomar el control y mostrar el
suyo. Apartando mis ojos de la pantalla, miré a los ojos azul
profundo de mi pareja. Me miraba a la cara y no hacía ningún
esfuerzo por mirar la pantalla a su lado.
—‘Te amo’—, le dije mientras las líneas de recogida de Vicon se

escuchaban de fondo.
—'Te quiero mucho más.'— Sawyer se acercó, protegiendo mi

visión periférica con sus manos. —'Todo sobre ti. Incluso esto.'—
Gemí ante sus palabras, y luego mi grito de quince años cortó el

espacio.
Yo, de quince años, dije que no. Dije que no cuatro jodidas veces,
pero Vicon siguió adelante, las voces de sus amigos se unieron a
él, incitándolo. Hubo gruñidos, gemidos, chillidos, pero los
bloqueé a todos y solo miré hacia mi futuro, dejando que mi
pasado se incendiara. Ya no vivía allí. Me negué a hacerlo.
—‘Cada día, mirar tus ojos azules es como mirar al océano. Llegas
a aprender que hay una profundidad infinita’—, dijo Sawyer.
No pude evitar sonreírle débilmente mientras bloqueábamos los

gruñidos y el ruido de los puños golpeando huesos. La bruja
jadeó y también algunos de los Paladines detrás de la burbuja,
pero yo solo me concentré en mi pareja. El que me creyó cuando
dije lo que hizo Vicon y exigí justicia por ello.
—'¿Quién lo escribió? '— Yo pregunté. Siempre me soltaba

poesía. Fue una de las formas en que me cortejó en nuestro
tiempo en Sterling Hill.
Sawyer acarició mi mejilla. —'Yo lo hice.'—
El aullido de mi lobo de quince años cortó la burbuja de la

pantalla y la bruja aplaudió. —Creo que hemos visto
suficiente.— Su voz temblaba de emoción.
Tuve que respirar profundamente un par de veces para

calmarme, manteniendo mis ojos en Sawyer y sintiendo el dolor
de mi lobo antes de poder alejarme y finalmente enfrentar al
consejo.
Todos y cada uno de ellos se miraron los pies, todos excepto la

bruja. Ella me miró audazmente a los ojos.
—Ella estaba diciendo la verdad—. Su voz tenía orgullo y tuve

que tragar saliva para no llorar.
—No cambia el hecho de que escapó con cinco prisioneros de alto

valor—, murmuró el vampiro, con la cabeza todavía gacha.
La bruja parecía absolutamente consternada. —¡Claro que lo

hace! ¡Ella es la compañera y esposa del alfa! Cuando Vicon
Drake le robó la virginidad, la ensució para el futuro Alfa,
violando la Sección 5A del Código de Criaturas Mágicas. Sawyer
Hudson estaba en su derecho de matarlo y buscar la redención
por la pureza de su futura pareja. Lo que significa que Sawyer
fue encarcelado injustamente. Y también significa que Demi
estaba en su derecho de liberar a su pareja cuando la justicia les
falló a ambos —.
Santa mierda. Quiero decir, no me encantaba la

palabra sucio o pureza, pero ella era una especie de ruda con
todas esas cosas de la sección 5A. Esta mujer debería ser
abogada.
—¡Voto para absolverlos a ambos de sus crímenes y volver a

nuestros días!— gritó la bruja. —Todos a favor, digamos ...—
—Espera un minuto—, se burló el hada oscura. —Estoy de

acuerdo en que ella estaba dentro de su derecho a liberar a su
pareja, pero ¿qué hay de los otros cuatro criminales? ¡No iban a
ser liberados, y ella debería rendir cuentas por eso! —
Mis ojos se movieron rápidamente hacia la burbuja exterior,

donde Walsh y Sage estaban ansiosos, mirándonos. —Dile a
Walsh que corra —le dije a Sage con calma. El hada oscura tenía
razón, y no estaba segura de qué iba a pasar ahora. Sage asintió
lentamente, agarró a Walsh del brazo y tiró de él hacia la
multitud.
Las hadas oscuras siguieron mi mirada, pero se habían escapado

a tiempo. Los miré, a punto de hablar en mi defensa, cuando la
bruja abrió la boca. —Viste las imágenes de seguridad. Todos
saltaron sobre el dragón y escaparon ellos mismos, ella no
los forzó. En lo que a mí respecta, siguen prófugos y, cuando los
encontremos, los procesaremos con todo el rigor de la ley. Demi
y Sawyer Hudson son inocentes. ¡Todos a favor, digan que sí! —
Sawyer se acercó y tomó mi mano.
—‘Si esto sale mal, los atacaré y tú saldrás de la burbuja y

huirás. Ve al Bosque Oscuro y toma a Creek. Allí estarás a
salvo’.—
—'No'—, le dije.
—‘¡Maldita sea, Demi! ¿No puedes hacer lo que te digo por una vez
en tu vida?’ —
¡No!
—'Bien,'— mentí.
—Sí—, dijo el duende oscuro. — Si damos caza a los otros

fugitivos—.
La bruja puso los ojos en blanco ante el comentario del hada

oscura. —Sí.— Miró a la concejal trol.
—Sí.— El troll inclinó la cabeza en mi dirección y luego miró

fijamente al hada light.
—Sí.— Luego, el hada light miró al vampiro.
—No—, enfureció, mirándonos a Sawyer y a mí.
La bruja negó con la cabeza al vampiro. —La mayoría

gobierna. Ahora están libres de todos los delitos contra ellos —.
Los vítores estallaron fuera de la burbuja y Sawyer se relajó a mi

lado. La bruja chasqueó los dedos y ambos collares cayeron de
nuestros cuellos.
Nosotros ... éramos libres. La burbuja de protección estalló a

nuestro alrededor y la consejera bruja dio un paso adelante,
inclinándose levemente. —Lo siento por las molestias.—
Ha! Ese fue el jodido eufemismo del año. Pero si no hubiera ido
al Bosque Oscuro durante tanto tiempo, y hubiera podido
testificar en la audiencia de Sawyer, probablemente podríamos
haber evitado todo esto.
Le di un asentimiento y ella se abrió paso entre la multitud, el
resto del consejo la siguió mientras la manada se separaba con
miradas y gruñidos.
Girándose para mirarme, Sawyer acercó mi rostro al suyo y me

dio un firme beso en los labios.
—Cásate conmigo—, suspiró.
Me reí. —¡Ya lo hice!—
Se apartó y me miró. —Una boda de verdad, con nuestro hijo y

todas las jodidas personas vivas mirando. Lo televisaremos para
que todos lo vean. Quiero que sea grande. Enorme. Digno de
celebridad —.
Sonreí. —Nuestro lugar explotó y la mayor parte de Wolf City está

en ruinas. Estoy bastante segura de que la fantasía está fuera de
discusión —.
Miró alrededor de Villa Paladin, el campo de maíz y el sauce llorón

gigante que se encontraba en el prado. —Nos casaremos aquí—.
Mi garganta se apretó por la emoción y la exactitud de esa

declaración, y asentí mientras una lágrima corría por mi
mejilla. Este hombre justo delante de mí era el mejor compañero
de vida con el que podía haber soñado.
No podía esperar a envejecer con él. Juntos, lideraríamos a mi

gente, a su gente, a nuestra gente. Esta manada se convertiría en
una manada y se convertiría en la manada de hombres lobo más
poderosa que el mundo haya visto jamás, y nunca volveríamos a
ser víctimas de una toma de control. Marca mis palabras.
EPÍLOGO
—¡No, ponlos en el centro!— Willow llamó a un miembro de la
manada que estaba colocando un centro de mesa en una de las
cientos de mesas que estaban en el prado más allá del campo de
maíz. Me acababa de casar con Sawyer en la pequeña iglesia
Paladin. La gente había llenado el espacio y luego se había
extendido a la ciudad. Caminé por el pasillo sosteniendo a Creek,
antes de entregárselo a mi mamá. Y fue perfecto.
Habían pasado dos semanas desde que ganamos la

guerra. Walsh tuvo que escapar a Spokane y quedarse con Luka
por un tiempo para permanecer oculto, pero todos dijeron que se
arriesgarían y vendrían a la boda. Ahora miré a Sawyer de pie
junto a la barra libre al aire libre que habíamos instalado. Se
apoyó en ella, repartiendo tragos del camarero a sus
muchachos. Walsh, Luka, Bennett y Talon, todos lo lograron.
El sol se puso más profundo en el horizonte cuando las luces

blancas de Navidad se encendieron e iluminaron el prado. Los
muchachos golpearon sus tiros y luego pidieron otro, haciéndose
más fuerte por el momento. Sonreí, bastante segura de que era
la única sobria en este momento.
—¿Conoces mi parte favorita de esta increíble boda?— Dijo Sage.
Me giré para enfrentar a mi mejor amiga pelirroja. Ella señaló y

yo seguí su mirada con una sonrisa traviesa en mi rostro.
Meredith se sentaba en una de las mesas del comedor, dos
guardias de seguridad lobos detrás de ella para asegurarse de
que no corriera. Frunció el ceño a los campos de maíz y bebió un
sorbo de su vaso de agua mientras las esposas plateadas de sus
muñecas brillaban a la luz de la luna. También había invitado a
su madre, pero ella no podía venir debido al hecho de que Sawyer
la había encontrado viva y bien y viviendo escondida con los
vampiros y luego la había encarcelado.
—No puedo creer que la pusieras en la primera fila de la iglesia.
Pensé que Meredith iba a dar un salto y estrangularte hasta la
muerte —.
Mi sonrisa se hizo más amplia. —¿Primera fila demasiado

mezquina?—
Sage echó la cabeza hacia atrás y se rio. —Para nada.—
Me importaba? No. Meredith se vio obligada a verme casarme con

Sawyer frente a todos, y después de que ella y su madre
intentaron arruinar nuestra relación, se merecía algo mucho
peor.
Miré a Marmal, que estaba charlando con Talon y coqueteando

totalmente. Fue tan agradable ver que ella estaba feliz aquí. La
pondría a cargo de los establos, y estábamos construyendo a
Pearl su propio granero gigante. No muchas personas podían
decir que tenían un dragón en su manada, pero yo lo hacía. Pearl
y Marmal estaban unidas de alguna manera, eran un paquete. Mi
mirada luego rebotó en Astra. Se había curado por completo y
ahora estaba bailando con un joven Paladin adolescente llamado
Steel. Era un buen tipo, aunque de repente me sentí protectora
con Astra cuando sus manos bajaron por sus caderas.
—Déjala divertirse. Aguafiestas, — espetó Sage.
Me burlé. —Yo no lo soy.—
Sage simplemente negó con la cabeza. —Astra es tu favorita.

Todos lo saben.—
Me encogí de hombros. —Es verdad.—
La boca de Sage se abrió en estado de shock y me golpeó en el

hombro. —¿Cómo te atreves? Se supone que soy tu favorita —.
Me eché a reír, a punto de decir más, cuando el rostro de Sage se
iluminó de sorpresa cuando miró a alguien detrás de mí. Tanta
gente había venido para enviar sus felicitaciones de camino a su
mesa que esperaba un invitado a la boda. Cuando me giré para
ver quién la había dejado tan aturdida, vi a un Ithaki duendecillo
que caminaba hacia mí. Llevaba un sombrero de copa negro y un
viejo esmoquin sucio con polvo en los pantalones y parches en
los codos, pero se veía guapo.
—¿Seam?— Me sorprendió que viniera. No lo había invitado, no

es que estuviera enojada porque él estuviera aquí. Le había
enviado las cenizas de la reina, tal como lo había prometido, por
lo que probablemente ya las había recibido. Tal vez estaba aquí
para agradecerme, lo cual fue muy dulce, especialmente desde
que intentó disfrazarse.
Sentí a Sawyer erizarse en la barra y dar un paso hacia mí, pero

extendí la mano.
—‘¿Quién es ese Ithaki?’ — Sawyer gruñó.
—‘Es Seam. El tipo que me ayudó a sacarte.’ —
Sawyer se relajó, probablemente mirando al tipo con asombro.

Seam fue un gran problema en la Prisión de Magic City.
Seam inclinó su sombrero hacia mí, sus orejas puntiagudas

sobresalían de un lado. —No quiero interrumpir tu gran noche,
pero recibí tu paquete—. Él sonrió y me hizo sonreír. —Cuando
me enteré en la ciudad de que ibas a celebrar una boda, tenía
que venir a darte un regalo—.
Me tendió la mano, algo en el puño, y mi corazón latía

frenéticamente en mi pecho.
Seam me consiguió un regalo.
Le ofrecí mi palma plana y mi anillo de compromiso se dejó caer
en ella.
—No podría venderlo. Varilla no querría que lo hiciera. Quédatelo

y sé feliz, ¿de acuerdo? —
Mi garganta se apretó mientras asentía con la cabeza,

parpadeando para contener las lágrimas. —Te enviaré el
dinero. Te lo compraré ... —
Me despidió. —Me has dado más de lo que el dinero podría

comprar—, dijo, y luego se tocó el pecho. —Me has dado la
paz. Saber que ese monstruo está muerto y no lastimará a nadie
más —.
Volvió a inclinarse el sombrero y se inclinó. —Debo volver a mis

rosas—, dijo antes de alejarse entre la multitud.
—¡Puedes quedarte!— Grité detrás de él, pero él simplemente

levantó la mano y me despidió con la mano antes de desaparecer
en el bosque.
Mi cabeza giró lentamente hacia Sage, para ver que se estaba

secando las lágrimas.
—Subestimamos totalmente a ese tipo—, dijo Sage.
Asentí con la cabeza, secándome los ojos. —Maldita sea.— Soplé

aire a través de mis dientes y lo vi desaparecer por completo entre
los árboles mientras deslizaba el anillo en mi dedo. Miré a
Sawyer, que me miraba con atención.
—‘¿Te acaba de devolver el anillo?’ — Parecía confundido.
Asentí con la cabeza, todavía abrumada por la emoción y luego

sonreí a Sawyer desde el otro lado del jardín. Mi pequeño
delincuente se veía sexy con un esmoquin.
Luka acertó su décimo disparo y golpeó el vaso vacío contra la
barra. Luego agarró la mano de Sawyer y la lanzó al aire. —¡Un
coño de por vida!— Luka gritó, lo que hizo que Sage y yo
sacudiéramos la cabeza, riéndonos. Sawyer golpeó a Luka con
tanta fuerza en el hombro que salió volando hacia la barra. La
prisión había cambiado a estos chicos, eran salvajes, ruidosos e
impredecibles, y me gustó.
Sage continuó negando con la cabeza. —Es un comodín, ese—.
Me reí, disfrutando de la pequeña fiesta de hermanos que estaba

teniendo Sawyer. Había extrañado a sus amigos mientras se
escondían en Spokane. Tenían un vínculo tan estrecho.
—Así que ese —. Señalé a Walsh, que tenía el vaso en los

labios mientras miraba a Sage por encima, con los ojos
amarillos. —¿Habéis hablado chicos?— La presioné.
Ella suspiró. —Sí. Me dijo que quería tener una cita, finalmente
está listo —.
—¡Genial!— Dije. —¿Pero por qué no suenas emocionada y por

qué nos mira?— Le pregunté, desconcertada por la mirada de
Walsh.
Ella me miró, mordiéndose el labio inferior. —Es un delincuente

buscado, saltando con Luka y escondiéndose con los humanos
en Spokane. Soy tu segunda al mando. No puedo seguirlo por
todo el país —
Le llevé una mano a la cara. —Espera, ¿te pidió que te fueras a

vivir con él y dijiste que no por el deber? Estás loca —Sacudí un
dedo en la cara de mi mejor amiga. —Eso es tan malo como lo
que solía hacer cuando no intentaba su relación debido a sus
responsabilidades para con Sawyer—.
—Sí, bueno, ¡la venganza es una puta!— gruñó, sus ojos se

volvieron amarillos.
Negué con la cabeza. —Sin embargo, no eres así, Sage, y lo
amas. Lo puedo oler.—
Ella se echó a reír y puso los ojos en blanco. —No puedes oler el
amor—.
Me encogí de hombros juguetonamente. —Seguro que puedo.

Huele a sol, rosas y… —Miré a mi alrededor y vi la fuente de
chocolate en la que nuestros invitados estaban sumergiendo
fresas. —…y chocolate.—
Ella negó con la cabeza, pero sonreía de oreja a oreja. —No huelo
así—.
—Pero lo amas. ¿Verdad?— Sabía que lo hacía. En el Bosque

Oscuro habíamos tenido las conversaciones más honestas que
dos personas podrían tener. Sage lo amaba. Él era el indicado
para ella.
Miró a Walsh, que no se había movido; se había vuelto

completamente acosador, solo mirándola. —Por supuesto que
sí. Es Walsh —. Parecía enojada, como si quisiera detenerlo pero
no podía.
Asentí con la cabeza, tomando una respiración profunda,

grité. —¡Rab!— Grité sobre la multitud donde estaba bailando
con Daisy. Se puso firme y se acercó, sosteniendo a su bebé en
su cadera. Extendiendo la mano, puse una mano en cualquiera
de los hombros de Sage. —Sage Hudson, está relevada de su
deber como mi segundo al mando—.
Su boca se abrió de golpe y pude sentir el dolor destellar a

través de nuestro vínculo mientras me miraba en estado de
shock. Giré la cabeza hacia la izquierda, justo cuando Rab se
acercaba. —Rab, eres mi nuevo segundo—.
Pareció sorprendido, mirando de Sage a mí antes de estallar en
una sonrisa. —Posición aceptada. Gracias, Alfa —. Hizo una
reverencia y se alejó.
—¡No puedes hacer eso!— Sage espetó, encogiéndose de hombros

fuera de mi alcance.
—Olvidas que soy un verdadero Alfa, conectada contigo a través

de un vínculo de manada. Yo siento que estás suspirando por
él—.
Ella cubrió su pecho, mirándome. —Se irá cuando él se vaya—.
Me reí. —No es así como funciona, ¿y si aparece la próxima vez

con una chica nueva?—
Sus ojos brillaron amarillos mientras apretaba los dientes. —La

mataría—.
Eché la cabeza hacia atrás y me reí. —Sage. Hermana. Mejor

amiga. Ve. Di que sí —.
Sus brazos cayeron a los costados y pareció considerarlo.

Metiendo su labio inferior en su boca, lo mordió por un momento,
lanzando la idea en su cabeza. Luego miró a Walsh.
Él todavía la estaba mirando.
—Es un delincuente buscado—, se quejó.
Asentí. —Y Sawyer y yo trabajaremos para librarlo de ese

cargo. Estoy segura de que podemos desenterrar crímenes contra
el Rey Vampiro —.
Ella parecía melancólica. —Quiero decir, siempre he querido vivir

en el mundo humano por un tiempo—.
Asentí. —Hazlo. Ve a Liberty Lake, hay una tienda de té boba que
se llama BocoPop. Consigue el té con leche oolong con espuma
de queso. No te arrepentirás —.
Ella arrugó la cara. —¿Espuma de queso? Eso suena horrible.—
Me reí. —Es asombroso. Vamos, Sage. Sigue a tu corazón.—
Ella exhaló un gran suspiro y luego se giró hacia Walsh, quien

todavía la miraba como un cachorro enfermo de amor.
Ella extendió un dedo y lo acercó a ella, haciéndole señas.
Dejó su vaso de chupito lleno, los ojos se iluminaron con un

naranja ardiente, como el sol de la tarde. A grandes zancadas,
cruzó el césped y se dirigió hacia ella. Llevaba un esmoquin gris
oscuro y nunca se había visto más guapo. El vestido ceñido y
verde oscuro de Sage se aferraba a su forma atlética, y su cabello
estaba en una cascada de rizos colgando sueltos sobre un
hombro. Si tuviera mi cámara conmigo, habría tomado una foto
de este momento. Walsh se acercó a ella y la agarró, inclinándola
hacia atrás mientras acunaba su nuca. Luego la besó, un beso al
estilo de una película. Un beso tipo bendito-infierno-esto-
realmente-esta-sucediendo-en-la-vida-real. Sonreí, feliz por su
tierno momento, y Raven se acercó a mí.
—Maldita sea ... quiero que me besen así—, dijo.
Observé a Luka que definitivamente estaba borracho. Los

hombres lobo eran fáciles de emborrachar, pero los vampiros no
tanto. —Vamos, te presentaré a alguien, pero no puedo
prometerte que será más de una noche—.
Raven siguió mi mirada y sus ojos brillaron. —Oh, tomaré una

noche de eso—.
Ambas nos cogimos los brazos y nos reímos cuando pasamos
junto a Sage y Walsh, que ahora se estaban besando a la vista de
mi fiesta de bodas.
Me acerqué a Sawyer y él se giró, mirándome con una mirada de

absoluta pasión. Mi vestido era completamente deslumbrante y
muy caro, en el que Sage me convenció. Había más cristales y
cuentas en esta cosa que hombres lobo en todo el mundo. Pero
me encantó y me sentí hermosa en él.
—Luka ...— Me acerqué al vampiro. —¿Te he presentado a una

de mis mejores amigas del mundo?— Levanté la mano de Raven
y ella giró, su ajustado vestido de terciopelo negro recogió los
últimos rayos del sol moribundo mientras acentuaba sus
curvas. —Esta es Raven—.
Los ojos de Luka brillaron, sus fosas nasales inhalaron ya que

sin duda estaba oliendo la raza sobrenatural que era ella.
Agarró su vaso de whisky y le dedicó una sonrisa

devastadoramente hermosa. —Siempre me han gustado las
brujas. ¿Bailas conmigo?— Dejó su bebida y dio un paso
adelante, tendiéndole la mano.
Raven sonrió, colocó su mano en la de él y salieron a la pista de

baile.
Sawyer me miró entonces, y santo infierno sobre ruedas era sexy

con su esmoquin negro. Los tatuajes de su cuello sobresalían
justo por encima del cuello y sus ojos ardían absolutamente
mientras me miraban.
—¿Qué estás pensando ahora?— Le pregunté mientras me

tomaba en sus brazos.
Me dio una sonrisa diabólica, extendiendo la mano para acunar

mi cintura. —Dónde está la cremallera de este vestido—.
Una risa genuina salió de mí cuando me hizo girar, y suspiré de
satisfacción. Extendiendo la mano, acarició las esposas de mis
muñecas. Se trataba de un nuevo conjunto de bodas, con
incrustaciones de diamantes y perlas, a petición mía. Podríamos
haber ganado la guerra, pero no confiaba en que la historia no se
repitiera. Por ahora, iba a pasar desapercibida y simplemente
disfrutar de mi vida con mi hermosa familia.
—¿Esposa?— Sawyer me miró con ternura.
—¿Sí, esposo?—
—Tengamos cinco bebés más—. Sawyer me agarró de la barbilla

y me atrajo hacia él, plantando un dulce beso en mis labios
mientras yo soltaba una carcajada.
De acuerdo, claramente estaba borracho porque yo cerraba la

tienda después de dos más. Máximo. Pero amaba nuestra vida y
estaba emocionada por nuestro futuro. Empezamos a dirigir esta
manada como una gran familia. A veces tomé un problema de
lobo de la ciudad y, a veces, él tomó un problema de Paladin, pero
principalmente nos mantuvimos en nuestras manadas
anteriores cuando estábamos a cargo. Todo tomaría tiempo, solo
teníamos que averiguar dónde íbamos a vivir ... una conversación
para otro día.
—¿Estás lista para tu regalo de bodas?— Sawyer sonrió.
—¿Me has traído un regalo de bodas? Mierda, apesto, no te

conseguí nada —. Hice una mueca. Era tan mala en este tipo de
cosas.
Sawyer me despidió con la mano y se acercó a mi madre, que

sostenía a Creek. Tomando a nuestro hijo, lo trajo hacia mí y me
hizo señas hacia un camino iluminado por linternas que
desaparecía en el bosque.
—Sawyer, no podemos dejar nuestra boda. ¿A dónde
vas?— Susurré-grité.
Dobló una esquina y el camino serpenteaba hacia un…

¿estacionamiento abierto? Mis ojos se abrieron al ver el
estacionamiento de grava recién colocado; estaba lleno de
patinetes eléctricos, como los de Wolf City.
Sawyer giró. —Lo aclaré todo con Rab y Arrow. Replantamos los
árboles y los patinetes son eléctricos y funcionan con energía
solar, por lo que la naturaleza no fue dañada —. Señaló uno de
color rosa bebé con un pequeño coche lateral que tenía un
asiento de seguridad en el interior. Sonreí.
—¿Eso es para mí y para Creek?— Las lágrimas brotaron de mis

ojos.
Sawyer asintió. —Esta cosa marca treinta millas por hora. Lo

cronometré y solo quedan nueve minutos hasta las afueras de
Wolf City, donde podemos construir una de las dos casas —. Hizo
un gesto hacia el nuevo camino pavimentado que conducía al
bosque. Había un camino entre nuestros dos territorios, y él
esencialmente se había unido a ellos como uno solo y eso
significaba mucho para mí.
Las lágrimas se derramaron y mi pecho se sintió apretado cuando

Sawyer plantó un beso en Creek. —Una casa allá y nuestra casita
aquí. Dividiremos el tiempo, cincuenta y cincuenta —.
Estaba demasiado ahogada para decir algo más. Sawyer extendió

la mano y agarró un casco rosa, deslizándolo por mi cabeza.
—¿Qué? ¡No, Sawyer, nuestra boda! — Me quejé cuando me lo

sujetó bajo la barbilla y luego ató a Creek en su asiento lateral
del coche.
—Volveremos en veinte minutos para cortar el pastel. Todo el

mundo está demasiado borracho para darse cuenta de que nos
hemos ido —. Me aseguró mientras se acercaba a un scooter
negro mate.
Sonreí. Este hombre y sus gestos románticos.
—¡Veinte minutos! Y será mejor que no tenga pelo de casco

después —.
Los labios de Sawyer se curvaron en una sonrisa y luego se fue

en su scooter mientras yo encendía los míos y lo seguía. El
camino pavimentado fue un paseo suave y hermoso a través del
impresionante bosque de paladines densamente arbolado. Mi
mirada seguía moviéndose rápidamente hacia Creek para ver que
se había quedado dormido en su pequeño asiento de
seguridad. El camino estaba bien iluminado y, efectivamente, en
menos de diez minutos nos acercamos al límite de la Werewolf
City.
Saliendo a la carretera, seguí a Sawyer mientras giraba a la

izquierda, hacia las ruinas de lo que solía ser Sterling Hill.
Justo cuando me preguntaba si esto era realmente necesario

para llevarnos a un recorrido por la destrucción de la ciudad de
los hombres lobo durante nuestra boda, vi las grúas de
construcción gigantes moviendo paneles de vidrio y techos de
láminas de metal mientras reconstruían la escuela.
¿Ya había comenzado la reconstrucción? La emoción obstruyó mi

garganta.
Sawyer entró rápidamente en el estacionamiento de la escuela,

evitando trozos de asfalto y concreto agrietado y se detuvo
directamente en el césped quemado, deteniéndose frente a un
edificio nuevo. Era enorme, de dos pisos de altura y había
comerciantes instalando puertas y ventanas en el edificio de
ladrillo rojo.
Ladrillo rojo.
Parecía que lo sacaron directamente de Villa Paladin hasta las
camas del jardín recién plantadas. Era el único edificio completo
en el campus hasta el momento, pero los demás estaban
subiendo rápidamente por lo que parecía. Sin embargo, por lo
que pude ver de los materiales, iban a ser vidrio y acero, el típico
ambiente moderno de Werewolf City.
—¿Sawyer?— Estacioné la bicicleta y la apagué, mirando hacia

atrás para ver a Creek todavía dormido.
Sawyer se bajó de su scooter y se acercó a un letrero iluminado

que tenía un trozo de lona cubierto. Alzando la mano, lo arrancó
y me quedé mirando las palabras grabadas en el metal.
Edificio de estudios culturales Paladin
Un sollozo salió de mi garganta al darme cuenta de lo que esto se

instaló en mí.
—Pensé que Rab y Arrow podrían dar algunas clases aquí. Y

cualquiera de los paladines que quiera ir a la escuela aquí
también puede hacerlo, pero creo que lo más importante es que
los futuros lobos de la ciudad deben aprender más sobre
nuestros hermanos amantes de la naturaleza —. Dijo Sawyer.
Me reí, secándome los ojos y me arrojé a sus brazos. —Es

perfecto.—
Él no tenía idea, ¿verdad? No tenía idea de que él era todo lo que

nunca supe que necesitaba. El pegamento de todos los pedazos
rotos dentro de mí. Mi lobo prácticamente ronroneó dentro de mi
pecho ante eso, y me incliné hacia adelante, capturando la boca
de Sawyer en un beso apasionado. Cuando me aparté, me miraba
con los ojos entrecerrados del dormitorio.
—Estás atrapado conmigo de por vida ahora, lo sabes,

¿verdad?— Levanté mi dedo anular y los ojos de Sawyer se
arrugaron en los bordes mientras sonreía.
—Suerte la mía.—
La vida no sería fácil. Todavía tendríamos desafíos para ejecutar

una manada con dos alfas y dos territorios. Todavía tenía sangre
potenciadora de energía que alguien podría querer algún
día. Pero íbamos a aprovechar al máximo esta vida increíble que
teníamos y crear un hermoso futuro junto con nuestro hijo.
Para siempre.
** EL FIN **
***
¿Te gustó Luka? Su historia es la siguiente serie.
EXPRESIONES DE GRATITUD
Un gran agradecimiento a mi editor, corrector de pruebas, equipo

ARC, PA, Wolf Pack, diseñador y todo el equipo que está
involucrado en la publicación de uno de mis libros. ¡Literalmente
no podría hacer esto sin ustedes! Y finalmente, gracias a mi
familia, que siempre me comparte con mis libros porque mis
personajes no parecen callarse. ¡Los quiero mucho!

#4 Leia Stone - Mated Girl

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#4 Leia Stone - Mated Girl

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Traducción: ValKarin24

Finalmente logré salir del Bosque Oscuro solo para enterarme de

No puedo hacer esto sola, y llamar a un viejo amigo resulta ser la

¡Te encantarán los giros y vueltas en esta épica conclusión de la

Mis pensamientos eran un enredo frenético de cómo llegaría

Obligué a reprimir el sollozo que amenazaba con volver a

No podía dejar que eso sucediera.

También me preocupaba dejar a Creek, pero si tenías que dejar

Después de cerrar el grifo y ponerme ropa limpia, entré en la sala

—¿Que está pasando aquí?— Pregunté, frunciendo el ceño ante

Sage se veía como un zombi, con el pelo en un moño

Ella sonrió cuando me acerqué, sus ojos se agrandaron, lo que la

Me congelé, mi corazón se aceleró hasta que fue un golpe

—Es un troll—, dijo Eugene, levantando las manos. —Pasó a la

Había asumido un amigo lobo, preferiblemente uno que todavía

Rab se puso de pie y se puso delante de mí. —Hemos estado

Miré a Rab con lo que esperaba que fuera una expresión de

Rab negó con la cabeza. —Tú eres el alfa, el más importante…—

—¿Y si fuera Willow?— Lo detuve. —¿Confiarías en alguien más

Suspiró, encogiéndose de hombros cuando una expresión de

Asentí. —Tú, Eugene y Star liderarán la manada mientras Sage

Miré a mi mejor amiga mientras su rostro se contraía, como si

—Voy totalmente, ni siquiera es para discutir—, agregó a Rab.

Gruñó levemente, pasando los dedos por la larga cicatriz de su

Asentí. —Y cuando traiga a Sawyer de vuelta, reconstruiremos

Suspiró, dándome un breve asentimiento. Entonces se me

El chico que Eugene conocía era un troll.

—¡Marmal!— Grité, haciendo que todos saltaran. —Podemos ir a

Estoy segura de que lo hizo. Marmal dijo que la gente de Villa

—¡Nos iremos de inmediato!— Empecé a mirar alrededor de la

—Espera.— Rab extendió las manos. —Nuestra gente acaba

Gruñí, no emocionada de jugar a la política en este momento.

No iba a dejar morir a Sawyer porque tuviera que mantener una

Sage asintió y dio un paso hacia mí, sacando algo de su

Lo arranqué de su palma y lo deslicé en mi dedo anular. Se sentía

Lo primero que noté fueron las sonrisas. La gente se reía, bebía

Fue la manifestación física de lo que había hecho en esa cueva al

—El pueblo nunca se había visto más hermoso—, dijo Rab,

Una lágrima se deslizó por mi mejilla mientras mi garganta se

Inhalé por la nariz. Mezclado con las flores estaba el olor de la

—Mucha gente quiere agradecerle—, dijo Rab. —Vamos.—

Lo seguí a los pequeños campamentos donde la gente se

—¡Gracias, Alfa!— una mujer Paladin con un niño en cada cadera

—¡Ella curó nuestra tierra!— dijo otro, y de repente me sentí

Llegamos a un campo abierto donde un grupo de lobos de la

—Oye, escuché que te vas pronto—, me llamó Willow desde

Aun así, ella era perfecta.

Me preocupaba que Creek naciera sin un lobo, ya que él también

—Sí, solo estoy haciendo las rondas—, le dije a Willow, —y luego

Ella asintió con la cabeza como si entendiera, y luego golpeó la

Sonreí. Willow era una madre tan natural y me encantaba el

Willow agarró su corazón, abrazando a Daisy más cerca de ella

—Yo también—, dijo Rab. —Lo mantendremos y lo protegeremos

Entonces se me quitó un gran peso de encima. Eso era lo que

Los caballos que los Paladines mantenían en la parte trasera de

Debido a que estaba vinculada a esta tierra, conocía nuestro

El problema era que la granja de Marmal estaba en el borde

Guiamos a los caballos por una colina empinada a través del

Villa Troll, aquí vamos.

—¡Owww wooaaaw!— una voz desconocida gritó un grito de

—¡Ithaki!— Sage apenas escuchó la advertencia cuando una

¡Maldita sea! Esos bastardos.

—¡Hola!— Espoleé ligeramente a mi caballo y ella echó a correr

Había matado muchas ardillas de esa manera en el Bosque