CONEJIN Y SUS

AMIGOS
Había una vez un conejito dulce, tierno y muy simpático que vivía en el
bosque verde, llamado Conejin que bailaba muy alegremente y
entretenido cuando, de repente, apareció la ratona Paulina a contarle
una noticia muy mala.
Paulina era muy amiga de Conejin y siempre venía con noticias raras.
Esta vez llegó muy asustada y desesperada le dijo:
Conejíiiin, no saben lo que ha pasado, una desgracia, que no te puedes
imaginar
-¿Qué pasó?- Preguntó Conejin
-Pasó que la mona Golosa quedó atrapada en una jaula y no puede salir.
Tenemos que ir a ayudarla de inmediato.
 -Vamos -dijo Conejin - hay que ir a salvar a la mona Golosa.
Y salieron raudos y veloces Conejin y Paulina.
Cuando llegaron al lugar vieron que, efectivamente, la mona estaba
atrapada en una jaula por lo que Conejin y Paulina la ayudó a salir.
Cuando finalmente lograron sacarla, la mona les agradeció por haberla
salvado, luego los miró muy asustada y les dijo:
-Tenemos que ir de inmediato al bosque a salvar a la gata Carlota, que se
cayó en un pozo y no puede salir de allí, yo fui a buscar ayuda y quede
atrapada en la jaula.
Y allá salieron corre que te corre Conejin, Paulina y Golosa a rescatar a la
gata Carlota.
Así fue que llegaron y buscaron una cuerda larga porque el pozo era muy
profundo y si no la gata Carlota no iba a poder salir. Después de mucho
esfuerzo lograron sacarla, cuando logró salir les dijo:
Gracias, muchas gracias, ya no aguantaba estar en ese horrible pozo _Y
empezó a lamerse el cuerpo.

De pronto se acordó de algo y les dijo No saben lo que pasó: la pata

Renata quedó atascada en la rama, en el medio del bosque, y no puede
zafarse de ahí.
Y nuevamente partieron a toda velocidad Conejin, Paulina, Golosa y
Carlota que salieron a buscar a la pata Renata.
Cuando llegaron la pata Renata estaba atrapada y pidiendo auxilio porque
la loba quería comérsela.
Todos comenzaron a ayudarla, cuando de repente la loba salió corriendo,
pero Conejin la atrapo y no la soltaron sin antes hacerle prometer que
nunca más trataría de comerse a ninguno de los animales del bosque.
Los animales, dándoles pena de la pobre loba, decidieron perdonarla e
invitarle a la fiesta de sus amigos.
CONEJIN Y SUS
AMIGOS

EDGAR CABANA JIMENEZ