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Cuenta Cuentos
El pequeño conejo siguió andando, cada vez más triste, ya sin esperanza de
volver a su casa.
Pero se encontró con una rana que le preguntó:
-¿Qué te ocurre, conejito blanco?
- Que fui a buscar coles a la huerta y volví a mi casa para hace un caldo, pero en
ella está la vaca vaquera que, si me salta encima, me apretuja.
- pues voy contigo- dijo la rana. Yo no le tengo miedo a una vaca vaquera.
Y los dos se encaminaron a la casa del conejito.
Y llamaron a la puerta.
- Aquí no entra nadie – dijo un vozarrón desde adentro- yo soy la vaca
vaquera y, si no os vais rápido, os saltare encima de la cabeza.
- Pero la rana le contestó:
-pues yo soy la rana saltarina y, como no abras saltare en la barriga.
A la vaca vaquera le dio un ataque de risa.
Así que la rana saltarina entro por un agujero de la cerradura, se acercó a la cabra
y ¡zas! Salto en la barriga.
Y la vaca escapo como un cohete, diciendo:
- Yo soy la vaca vaquera y a esta casa no vuelvo porque…. Porque no me
interesa.
Y la rana saltarina le abrió la puerta al pequeño conejo blanco. Con las coles
prepararon un sabroso caldo y se lo comieron.
Y a mi no me dieron porque no quisieron.
El hada de azúcar
Había una vez en un bosque encantado, un hada que le llamaban el Hada de
azúcar. El hada un día fue al bosque, y vio que la luna dejaba de brillar,
mientras el sol dejaba verse entre las montañas, vio a unas flores que dormían
muy pero muy perezosas.
Ella decidió levantarlas con un toque de su barita mágica, y de una en una las
flores comenzaban a levantarse muy muy alto estirando sus pétalos.
El hada comenzó a dar vueltas con su barita y las flores comenzaron a bailar, el
hada realmente se divertía, el hada de repente dio un toque con su barita y las
flores se quedaron quietas moviendo sus pétalos.
De nuevo movió su barita y las flores empezaron a bailar solas al ritmo de una
música que sonaba.
El sol se iba descendiendo cuando la luna comenzaba a brillar porque ya era
hora de dormir, el hada de nuevo decidió acostar a las flores y con su barita le
dio un toque.
Una vez hecho esto el hada desapareció por arte de magia.
El animal más fuerte de la selva
El animal más fuerte de la selva es el gusano. Cuentan que hace mucho pero
mucho tiempo, estaba la presumida de la liebre diciendo todo el día:
-¡qué guapa que soy!
Salió la liebre de su casa y se le olvido cerrar la puerta y se fue a pasear
diciendo. – soy la más, guapa soy, la más guapa.
Y aprovechando que la liebre se había ido apareció por ahí el gusano y se metió
dentro de la casa de la liebre, cuando la liebre volvió vio algo raro en la casa y
dijo:
-¿Quién está ahí dentro de mi casa?
El gusano cuando escucho a la liebre se asustó y dijo –voy a ver si la consigo
asustar.
Agarro mucho aire y dijo: -soy el animal más fuerte de la selva que piza al
rinoceronte.
La liebre que no había visto al gusano porque se había escondido debajo de una
rama dijo:
-bueno está bien, pues voy a avisar a un amigo.
Y se fue la liebre muy presumida diciendo – soy la más, guapa soy, la más guapa.
Y la liebre fue a llamar a su amigo el león y este dijo:-¿Quién está ahí dentro
de la
casa de mi amiga la liebre?
El gusano se asustó y dijo: voy a ver si lo consigo asustar. Agarro mucho aire y
dijo: -soy el animal más fuerte de la selva que piza al rinoceronte.
Y la liebre estaba desesperada cuando apareció por ahí la rana y se metió
dentro de la casa de la liebre y dijo:-¿Quién está ahí dentro de la casa de mi
amiga la liebre? Y como las ranas comen gusanos, el gusano cuando la vio dijo:
-¡ay madre mía voy a ver si la consigo asusta. Agarro mucho aire y dijo: -soy el
animal más fuerte de la selva que piza al rinoceronte.
La rana dijo: - a si, pues yo de una patada puedo aplastar esta casa. Y el gusano
salió de su escondite, cuando la rana vio que la liebre y el león habían tenido
miedo a un animal tan chiquitito, empezó a reírse.
Y fue la rana la que le conto a todo el mundo que el animal más fuerte de la
selva es el gusano.
Comentarios
Los cuentos son actividades disfrutadas por los niños, con ello se
puede conseguir que los niños estén concentrados y con una
atención que no se perder de ningún detalle de los cuentos que se
realizaron, y eso hizo que las niñas hicieran a volar su imaginación.
Con los cuentos que las niñas escucharon ese día se divirtieron y les
enseñamos el valor de cada cuento.
Fue una actividad muy bonita, mis nos divertimos contando los
diferentes cuentos y a las niñas les gusto, fueron muy
participativas. Esta actividad no la habíamos hecho antes y parece
muy bonita porque interactuamos con las estudiantes participando
también en los cuentos. Fue muy emotivo cuando las estudiantes
ayudaron a contar el cuento el hada de azúcar, porque ellas hacían
los movimientos que el cuento decía. También en el establecimiento
nos recibieron muy bien y la maestra de grado fue muy amable.