Está en la página 1de 3

Bustos Díaz Mónica

Cervelló Autuori, J. y Montserrat Díaz de Cerio, M., “Kom el-


Khamasín: arqueología y epigrafía”, Trabajos de Egiptología/ Papers
on Ancient Egypt 5/1 (2009): 167-182.

El yacimiento de Kom el – Khamasín, es, sin duda, uno de los grandes proyectos que la
Universidad Autónoma de Barcelona tuvo la suerte de protagonizar. En el año 1997 comenzaría
el viaje científico de diversos arqueólogos en Egipto, viaje que duraría varios años. Los
arqueólogos viajaron a Saqqara con la intención de poder involucrarse en la excavación de
algún yacimiento que pudiese contener cualquier tipo de información interesante de la época del
Reno Antiguo. El yacimiento al que pudieron acceder era Kom el – Khamasín, un yacimiento
perdido en el desierto que, además, había sido objeto de algún saqueo fuertemente dañino.
Los arqueólogos de la Universidad Autónoma de Barcelona hicieron una prospección en el
lugar, buscando cualquier información que pudiese interesar y servir en el desarrollo científico
de la historia del Antiguo Egipto. En cuanto al resultado de la prospección inicial, resultó
bastante fructífera, pues fueron encontrados diversos fragmentos con inscripciones y relieves.
Estos hallazgos fueron los que motivaron al grupo de arqueólogos españoles a arriesgarse y
seguir adelante con el proyecto. Durante este periodo burocrático de permisos y subvenciones,
el yacimiento fue brutal y despiadadamente atacado y saqueado. Según el propio Cervelló, el
yacimiento fue atacado de tal forma que en el propio saqueo fueron utilizadas maquinas
excavadoras, grúas y diversas máquinas pesadas con la única intención de vender cualquier cosa
procedente del yacimiento en el mercado negro de antigüedades. Este saqueo causó un daño
incalculable a la historia, el lugar fue destruido y muchas de las piezas acabaron apareciendo
muchos años después en diversas galerías alrededor del mundo. Ante este suceso, la respuesta
del servicio de Antigüedades de Egipto fue seguir poniendo trabas y obstáculos a los
arqueólogos que se habían interesado por este yacimiento y habían comenzado toda la batalla
legal de permisos y papeles. Pidieron que, ya que el lugar había sido prácticamente destrozado,
el equipo, pusiera fin al proyecto. Las piezas de superficie que se pudieron salvar fueron
inventariadas y guardadas en el almacén de El- Mohemat. El proyecto fue abandonado por los
arqueólogos, el gobierno y administración de Egipto pusieron entonces una ley que prohibía la
concesión de cualquier tipo de proyecto de excavación arqueológica a equipos extranjeros, por
lo que seguir con la idea del proyecto parecía imposible en ese momento.
Años después, en el 2005, el arqueólogo Josep Cervelló, pidió un nuevo permiso para poder
estudiar las piezas que durante años atrás el servicio de antigüedades había ido recuperando del
mercado de antigüedades y había ido guardando en el almacén de Saqqara. A partir de entonces,
el trabajo principal fue estudiar e interpretar todos esos bloques de inscripciones y relieves. Y
años después, pidieron un permiso de excavación, que aun existiendo la ley que prohibía las
excavaciones extranjeras en la zona de Saqqara, les fue concedida y pudieron comenzar con las
excavaciones.
Este proceso no fue nada fácil, fue un proceso largo y tedioso que deja al descubierto las
innumerables restricciones a las que se enfrentan los arqueólogos al momento de comenzar un
proyecto, en este caso, parece que no estén relatando cualquier novela de aventuras, pero esa es
la realidad a la que se enfrenta esta rama de la ciencia en todos los proyectos posibles. Y es que
solamente el proceso burocrático de concesión de permisos ante el gobierno egipcio puede
llegar a durar años. Los arqueólogos son verdaderos apasionados por su trabajo, por que
cualquier otra persona hubiese abandonado la carrera a la primera de cambio, y es una carrera,
porque es a contrarreloj, ni el permiso de excavación dura eternamente, ni el dinero de las
subvenciones, ni el equipo cuenta con un tiempo indefinido…

1
Bustos Díaz Mónica

Además, para este equipo se sumó un obstáculo más, el saqueo y sus consecuencias. Las piezas
que aparecieron, claro está que no todas han sido recuperadas y en buen estado de conservación,
han sido recuperadas, en gran parte gracias al equipo de arqueólogos españoles que han ido
siguiendo la pista de las piezas dentro del mercado de antigüedades. Muchas de estas piezas
aparecieron en Australia, Estados Unidos, Holanda, e incluso en Madrid y Barcelona.
Como ya hemos mencionado, el yacimiento se encuentra en medio del desierto, apartado de
cualquier otro yacimiento o civilización, no había sido de interés para nadie que no fuesen los
saqueadores antes de la llegada de los arqueólogos españoles. No estaba documentado ni
formaba parte de la cartografía del lugar. El yacimiento estaba situado en un montículo natural y
para facilitar su estudio fue dividido en dos áreas, el área SO-O, área con bloques de caliza y
cerámicas y el área SO-E, con menos bloques de caliza y sin cerámicas. A lo largo del
yacimiento fueron encontrados estos bloques tallados, algunos de gran tamaño y de material
mayoritariamente calizo. Algunos de estos bloques, además, mostraban también restos
epigráficos. En dos de los fragmentos se encontraron inscripciones jeroglíficas dispuestas en
columnas, mientras que en otro de los bloques fue hallada la incisión de un pie. Las epigrafias
encontradas se encontraban en bastante mal estado de conservación. En cuanto a las cerámicas,
se encontraron fragmentos de tamaño pequeño y medio, en algunos casos con restos de enlucido
blanco y en otros casos con restos de decoración geométrica.
La epigrafía de los bloques fue algo de gran importancia para la investigación, ya que, gracias a
los bloques epigrafiados, los investigadores concluyeron con una hipótesis bastante clara sobre
el yacimiento. Se trataría de una pequeña necrópolis de finales del reino antiguo y principios del
Primer Periodo Intermedio. En esta necrópolis estarían enterrados personajes de distinto estatus
social. El primer personaje descubierto sería un personaje descubierto durante la primera
prospección. De este personaje no se sabe su nombre, pero se conocen sus títulos: único,
sacerdote lector, jefe de los auxiliares nubios, jefe de la casa, administrador…. En otro
fragmento fue descubierto el nombre de una sacerdotisa, Khenut, sacerdotisa de Hathor y que
podría ser la esposa del personaje anterior, el imy-r. Posteriormente en las investigaciones
llevadas a cabo a partir del 2005, se descubrieron tres nuevos personajes que darían más peso a
la teoría de que el yacimiento sería una pequeña necrópolis. Los nombres que aparecieron
fueron los de Pepy y Neferkare, por lo que posiblemente la necrópolis estuvo activa durante el
reinado de Neferkare Pepy II ya que no hay existencia, por el momento, de ningún otro nombre
real. El ultimo nombre descubierto sería el de Imephor-Impy, este sería el personaje principal de
Kom el- Khamasín, el sumo sacerdote del culto al dios Ptah en Memphis, un personaje de gran
importancia dentro de la corte. Sería la primera vez que se conocería la existencia del nombre
del sumo sacerdote de Ptah. En diversos fragmentos aparecen sus denominaciones y títulos
como “el grande de los jefes artesanos” o “gran sacerdote de Ptah”. Este sacerdote según las
investigaciones actuales, podría tener una carrera paralela en la administración, a parte de la
carrera de sumo sacerdote.
En conclusión, ya que este yacimiento y esta investigación todavía hoy en día sigue abierta y se
siguen proporcionando nuevos datos y fragmentos, comprendemos que cualquier tipo de
información, por pequeña que sea, puede ser crucial para la investigación. Este proyecto ha
contado con la poca fortuna de un expolio de una magnitud asombrosa. Aun hoy en día se
siguen descubriendo fragmentos que salen a la luz después de más de veinte años en colecciones
privadas y en ilegales circunstancias, además de un débil estado de conservación. En cuanto al
trabajo de los arqueólogos, es admirable la capacidad de superación que han tenido al ver todo
su trabajo y proyecto echado a perder. Han trabajado prácticamente desde cero, con poca ayuda
tanto de los órganos locales egipcios como españoles, dada la escasa financiación que recibe la
arqueología. Actualmente y gracias a la información que he podido obtener a través de una
entrevista al propio Cervelló, el yacimiento se encuentra prácticamente intacto en el contexto

2
Bustos Díaz Mónica

arqueológico, ya que, hasta la actualidad, el equipo de Kom el- Khamasín solo ha podido
prospectar en las áreas removidas por el gran expolio, investigación que se ha visto aun más
frenada y ralentizada tras la crisis del Covid-19. Aun así, las prospecciones, de carácter
intensivo, han proporcionado mucha información sobre la parte más cercana a la necrópolis de
Saqqara, esto únicamente se debe al trabajo duro del equipo.
Por último, algo que no se puede negar en cuanto a este caso en especifico y todos en general,
es que la arqueología recibe muy pocos fondos y muy poca difusión social. El hecho de que un
equipo procedente de una universidad pública española haya llegado a tener un lugar para
excavar en Egipto y dirigir allí un proyecto, debería ser suficiente para que se destinasen los
medios económicos suficientes para llevarlo a cabo. Cualquier inversión en ciencia es una
buena inversión y tristemente, la arqueología es la ciencia olvidada.

También podría gustarte