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El Kari Kari

por Diego Martinez

Entre todas las creencias, mitos y leyendas que existen en La Paz, la que habla de
El Kari Kari es la peor, porque la gente que fue v�ctima no vive para contar su
historia.

Este personaje aparece en la �poca de la colonia en el altiplano; se cree que su


figura se asemeja a la de un sacerdote que lleg� con los espa�oles.

En el campo se empezaron a ver a los sacerdotes como personas sombr�as, que sin
importar los m�todos y castigos, ten�an que adoctrinar a los lugare�os. Su figura
se fue modificando hasta volverse el actual Kari Kari, el cual carga una campana
que suena constantemente de manera l�gubre y tenebrosa.

Su objetivo es extraer grasa de sus v�ctimas y, con ello, apoderarse poco a poco
del ajayu (alma) de la persona, para adquirir poderes de otro mundo. Si realmente
existe o no, ha sido imposible determinarlo, lo que permite tener una duda
razonable.

�Sarjam Karisiri! (�vete Kari Kari!), es una frase en aymara que pone al
descubierto el terror y lo popular de este ente.

Es una aparici�n solitaria, que no muestra su rostro y que al menor descuido puede
realizarte h�bilmente un corte a la altura del abdomen y sacar la grasa que
necesita.

La v�ctima se enferma cada vez m�s, nadie sabe lo que tiene, los m�dicos no pueden
hacer nada y la debilidad avanza r�pidamente. Si nadie se da cuenta del corte, la
muerte es inevitable.

En la actualidad, este personaje sigue acechando en los minibuses y en las calles


solas y oscuras, aprovech�ndose de los trasnochados y de los borrachos camino a su
domicilio, con un polvillo hecho con restos de muertos que sopla a sus v�ctimas

Cuando camines solo, est� oscuro y sientas que te miran, piensa que puede ser �l, y
ser�a bueno que siempre tengas contigo una semilla de wayruru, ya que eso lo aleja.

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