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MARIA CECILIA VELARDE MONTERO

LICENCIADA EN PSICOLOGÍA Y
ESCRITORA.
Nacionalidad: Boliviana Dpto: Santa Cruz
Residencia: Santa Cruz de la Sierra
Fecha de nacimiento: 15/04/1996
Ocupación: Psicoterapeuta
Teléf.: 75570310
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LAS CARAS DEL AMOR Y LA CONVIVENCIA EN TIEMPOS DE


PANDEMIA.

Preguntas como:

¿Las relaciones de pareja fueron afectadas o beneficiadas en los tiempos de pandemia?

Frases como: "Si no salís embarazada, salís divorciada".

¿Cuáles fueron los beneficios o consecuencias de convivir con mi pareja, en tiempos de


aislamientos?

Realidades como: “Quiero salir huyendo” o “nos volvimos a reencontrar”.

Estas son algunas realidades y preguntas que las personas que conllevan o conllevaban una
relación sentimental en tiempos de aislamiento y pandemia, han experimentado o se
preguntaron. Algunas tuvieron sus aprendizajes y respuestas, reflexionaron y tomaron sus
decisiones, otras no, siguen deambulando, buscando soluciones, mientras que otros
simplemente esperan que la situación cambie milagrosamente.
Hoy tengo el placer de contribuir en dicha labor. Queridos lectores, empiezo enfatizando
que: "la respuesta solo la tienen ustedes" la labor de mis estimados colegas y mi persona,
especializados como profesionales en contribuir con su bienestar, es exactamente
"contribuir" y guiarlos en el proceso de tomar sus decisiones, el poder es de ustedes.

Abordando la primera pregunta:

¿Las relaciones de pareja fueron afectadas o beneficiadas en los tiempos de pandemia?

Como se sabe, la pandemia constituye un tiempo donde se pone a prueba la capacidad de


sobreponerse a una situación nueva; es decir, que recursos de afrontamiento tanto internos
como externos, serán necesarios para hacer frente a una situación que suele ser percibida
como una “crisis”.

En este caso, la relación de pareja se constituye como una fuente importante de recursos y
de respuestas, ante la necesidad demandante de la crisis. En ese mismo sentido, si la
persona reconoce a la relación como una parte importante del bienestar personal y se
percibe una satisfacción conyugal, esta suele fortalecerse en vez de verse afectada.

Opto por plasmar las palabras de un colega Carlos Ortiz quien refiere que: “es importante
entender que no es la pareja sino la dinámica que se da entre quienes componen las que
explican ese bienestar, porque cuando hay una dinámica positiva en donde se pueden ir
entendiendo y comprendiendo, la comunicación y las emociones pueden fluir en esa
relación”.

De manera que, las caras del amor en este caso se plasmarían de “contención emocional”
cumpliendo el papel de sostener, apoyar, ponerse en el lugar del otro, tomar de la mano a la
persona amada, seguir creciendo y fortaleciendo el vinculo emocional que los une. El cual,
pasaría a convertirse en un factor protector ante las demandas absolutistas del entorno, que,
si bien suelen ser difíciles de conllevar, existe un espacio saludable donde la calidez
propiamente humana de la emoción, es el recurso necesario para trasmitir seguridad y
sobreponerse al mismo.

Un estudio que avala ello, es el realizado por la Unidad de Investigación en Procesos


Relacionales y Psicoterapéuticos (UNIR) de la Facultad de Psicología de la Universidad
del Desarrollo. Que habla sobre “las relaciones de pareja en tiempos de covid19” quien
refiere que, las parejas que se centraron en los aspectos positivos, salieron fortalecidas en su
mayoría. Los testimonios que plasman dicha realidad son:

 “Mi pareja y yo hemos tomado acciones para fortalecer nuestra relación y hemos


logrado cambios”.
 “Hemos mejorado nuestra manera de hacernos entender que necesitamos. Ahora, es
más complejo para uno saber lo que pasa y saber decírselo al otro. Antes dábamos
por sentado lo que cada uno necesitaba”.
 “Tenemos más tiempo juntos, más enfoque en la relación, compartir sin prisa”.
 “Ha servido para saber trabajar más en equipo y apoyarnos mutuamente”.

En cambio, si la dinámica de relaciones se enfocaba en aspectos negativos, los conflictos y


las diferencias previamente ya existían. La cara del amor en dicho aspecto se pinta de
"disconformidad" que desempeña la función simplemente de acelerar el proceso de
disolución de la relación.

Si previamente solo se percibía un tema específico de conflicto, ahora con la pandemia y la


convivencia en tiempos de aislamiento, este se multiplicó. Un problema acarreó otros,
gráficamente es como no tratar una enfermedad, esta evoluciona a otros aspectos,
exactamente como pasa con las emociones no resueltas.

Por tal motivo, radica la importancia de hablar sobre las diferencias a tiempo, si existe
comunicación, asertividad, intimidad y compromiso, se llega a un acuerdo y el vínculo
emocional no se ve comprometido.

Enfatizó un apartado anterior “la relación de pareja tiene que ser un espacio de contención
emocional, no un campo de batalla donde se convive con el enemigo”.

Consecuencia de ello, es la realidad de las separaciones conyugales que se ha logrado


identificar en los últimos tiempos, específicamente los “divorcios” que de acuerdo a la
opinión de un profesional experto en abogacía Lic.………………, refiere que en el
transcurso del año 2020 (tiempo de confinamiento y pandemia) se incrementó
significativamente el índice de divorcios consensuado a un..(), en el departamento de Santa
Cruz, al igual, que las consultas emitidas por tal motivo.

El último informe realizado en Bolivia por el Comité Pro Familia, antes del inicio de la
pandemia en fechas 22 de abril del año 2019, informa que la realidad desde tiempos
anteriores, el ritmo de separaciones se encontraba en ascenso, tanto que “7 de cada 10
matrimonios acaban en divorcio”. Dicho año fue conceptualizado como la nueva etapa del
“boom de los divorcios”.

Como especialista en psicología he observado, el aumento de consultas de pareja que


buscaban una solución a sus diferencias; algunas afirman que es el estrés de la pandemia, la
causa del problema, otras relatan que la convivencia en confinamiento ha hecho aflorar
problemas ya existentes.

Testimonios como:

 “Si antes no compartíamos tiempo por motivos de trabajo, ahora que estamos juntos
todo el día, es peor. Es como tener un desconocido en casa, está, pero a la ves no,
entonces su excusa era el trabajo, pero ahora no puede ocultarlo ¿Soy yo?
En fin, agradezco que este tiempo me quito la venda”.

 “No aguanto tanta presión, la casa, los hijos, mi matrimonio me consume, antes por
lo menos tenia mi espacio, salía a despejar la mente, ahora si he sentido el peso de
la convivencia”.

 “Durante la cuarentena descubrí que estaba conmigo por obligación, no me ama,


tiene un amante”.

 “En la cuarentena, él simplemente fue otra persona, no sabía que consumía drogas
todo fue muy evidente, ya no podía ocultarlo. Y yo caí en el papel de fomentar su
vicio por miedo a perderlo”.
Ahora que, ustedes queridos lectores se han empapado de conocimiento. Apelo a su
criterio, será que: ¿Entonces la cuarentena fue la culpable de los problemas que se
presencian en sus relaciones? O ¿Aceleró un resultado que se veía venir?

Finalmente, para concluir el primer apartado, les dejo una reflexión…dicen que “en las
crisis se conoce un poco más a las personas” al igual que, “son oportunidades que moldean
e impulsan al crecimiento”.

Respondiendo a la segunda pregunta de ¿Cuáles fueron los beneficios o consecuencias de


convivir con mi pareja en tiempos de aislamientos?

Existen siempre dos caras de la moneda, en este caso hablamos del “amor”. Recordemos en
la pregunta anterior, citamos dos referentes, la cara que se figura como “contención
emocional” cuando hablamos de las parejas que salieron fortalecidas y la cara que se
estampa de “disconformidad” en las parejas que fueron afectadas por la pandemia.

Ahora bien, dichas caras del amor constituyen el recurso utilizado por la relación para hacer
frente el hecho de convivir con la pareja, en tiempos difíciles. Como es de imaginar, según
el recurso escogido conllevó sus beneficios y consecuencias. Las parejas que optaron por la
contención emocional, la convivencia entre ellos fue más llevadera, logrando conseguir
algunos beneficios como:

 Fomentar la tolerancia, comunicación y comprensión dentro de su dinámica de


relación. Involucrando un aspecto importante, tan simple y complejo a la vez, que es
tener la disposición de aceptar al otro con sus virtudes y defectos, conviviendo con
sus alegrías y días grises, creando la “seguridad” que no tienes que buscar
aprobación como muestra de amor; sino que, sabes que la persona te entiende y
sobre todo te ama, conoce tu lenguaje y como congeniar en el largo camino que
significa ser compañeros de vida.

 La autorregulación del sistema conyugal, que se vio en la obligación de responder a


los cambios que demanda la pandemia y el posterior aislamiento. Generando el uso
de negociaciones para reorganizar los roles y compartir tareas, por ejemplo: si antes
la mujer se encargaba de cocinar y ayudar a los niños con los deberes, además que
trabaja, el hombre de igual manera fue asignado a compartir dichas tareas y realizar
otras específicas. Adquiriendo como beneficio un “equilibrio” donde la simetría
entre la pareja se hace presente, no dando lugar a una guerra de poderes,
conformándose como una relación saludable basada en reciprocidad.

 Fortaleció la intimidad en la relación o se reencontraron con ella, tanto personal


como interpersonal (pareja), el encuentro con uno mismo, da el paso a la apertura, el
vínculo y el diálogo con el otro. En la cuarentena no solo se convivió con la pareja,
también implicó conocer y tolerar ciertos aspectos personales que en muchas
ocasiones se convirtieron en la barrera de conectar con el otro y para ello, es
necesario apelar a la complicidad compartida con la pareja, para volver a vincularse
con ambos; es ahí donde entra el enunciado de Simmel “el amante crea al otro,
pero también se construye a sí mismo”.

Historias de cuantas relaciones limitadas a las obligaciones cotidianas y el tiempo


de calidad con la pareja inexistente, relegadas a segundo plano. Pues sí, déjenme
decirles que efectivamente una situación tan crítica como la pandemia ayudó y es
más, obligó a ciertas parejas, a aprender a convivir con intimidad, intimidad que
reconforta y abraza la incertidumbre, que fortifica la confianza y extiende una mano
amiga donde la alegría se comparte.

 Avivamiento del compromiso que afirmó la voluntad de la pareja para permanecer


juntos, a pesar de las adversidades, creando un sentido de pertenencia que implica el
trabajo en equipo y la capacidad de resolver los problemas en conjunto,
desarrollando una visión optimista del futuro.

Desde la otra perspectiva, las parejas que optaron por la disconformidad, la convivencia
entre ellos pasó a ser más complicada, obteniendo como consecuencia, diferentes realidades
expuestas a continuación:

 El uso de lenguajes diferentes, la manera de percibir y afrontar la crisis, generó una


intolerancia en comprender al otro, donde la percepción del presente inmediato y la
visión del futuro se enmascaró de “negatividad”. Afectando así, la dinámica de
relación y la satisfacción del vínculo, que se vio limitada por un pesimismo que solo
permite ver lo malo.

 Los conflictos se vieron expuestos, las diferencias entre ambos se intensificaron, lo


que provocó el desenlace de reacciones ansiosas de diferentes tipos: angustia,
evitación, resistencia y desconfianza para poder ver, tratar y solucionar los
inconvenientes que se vayan presentando. Perturbando la convivencia y el bienestar
emocional, lo que conlleva generalmente a dos opciones: “adaptarse a vivir con
estrés comprometiendo la calidad de vida percibida” o “plantearse la idea de
disolver la relación y finalmente consensuar lo replanteado”.

 La intimidad en la relación prácticamente pasó a autoanularse, a tal punto que la


pareja llegó a ser una pintura de fachada, con la cual no se interactúa; el hecho de
convivir con una persona que pasó a ser un desconocido es triste, se vive con la
sombra del pasado, tratando de revivir lo que algún día fue. La explicación, radica
que la carga de la convivencia en pandemia adaptó a la relación a vivir con estrés,
se encontraron con un virus que obligó al sistema a renovarse, el trabajo en casa, la
presión de mantenerse sanos, las tareas para ellos y sus hijos, estar entretenidos con
las tecnologías en los ratos libres y dejar un mínimo porcentaje de tiempo a una
relación que por sí misma debería ser importante.

 Las relaciones prematuras que aceleraron el proceso de consolidación de la pareja;


es decir, pasaron a convivir y formalizar el vínculo. En muchos casos puede tratarse
positivamente, pero en otros no, generalmente suele ser así; les explico, en una
relación sentimental existen etapas antes de llegar a consolidar el vínculo, llamada
adaptación, si la pareja salta el proceso correspondiente se presencian los conflictos.
En el presente caso, las relaciones prematuras deslumbradas por la fase frenética del
enamoramiento, toman la decisión apresurada de acelerar el compromiso y convivir
forzado por el aislamiento dictado por la pandemia, entonces luego de un tiempo de
convivencia y de conocimiento de la realidad, se caen las vendas del
enamoramiento y las diferencias como personas distintas, con diferentes hábitos y
creencias se hace latente.

Preguntan ¿Por qué no lo percibí antes? Simplemente el enamoramiento se


diferencia del amor saludable, pero es necesario, en el enamoramiento toda la
atención está puesta en los aspectos positivos y comunes, no se percibe las
diferencias debido a la euforia del momento y el gusto por los encuentros deseados,
se tienden a evitar las discusiones. Pero se convierte una bomba de tiempo, es el
momento de tomar decisiones, buscar acuerdos y negociaciones para afirmar la
voluntad de seguir en el proceso de crecimiento de la relación o romper el lazo. Y la
bomba de tiempo reventó en el confinamiento, trayendo como consecuencia
relaciones disfuncionales y vínculos afectivos disueltos.

Hoy actualmente nos encontramos en un confinamiento dinámico, la convivencia con la


pareja no es autoimpuesta, otorgando un espacio de individualidad que muy bien conlleva
diferentes situaciones de estrés, de acuerdo a cada sistema de relación, pero se podría decir
que la magnitud de la prueba, no es tan significativa como el aislamiento rígido. Es
importante no dar por sentada la relación y olvidar lo que se logró aprender en la situación
más crítica, dicho período se constituyó de gran relevancia, tanto para el crecimiento de la
relación como el personal. Cito las palabras de la antropóloga biológica Helen Fisher “las
parejas crecerán juntas o se separarán”, por lo cual, atribuyo argumentando que “a veces,
es necesario desligarse de un vinculo emocional que resta y limita el crecimiento”.

Espero haber contribuido en la labor de ustedes mis queridos lectores, que es tomar sus
decisiones y reflexionar sobre su bienestar emocional. Si tienen la dicha de haber
construido una relación saludable que se compone como una fuente de bienestar, cultiven
dicho amor todos los días, porque de eso se trata, instaurarse en el bello camino del pilar de
la sociedad, que es compartir con otra persona que forma parte de la tuya.

Bibliografía
Ortiz, C. (2020). Relaciones de pareja en tiempos de covid-19: Contigo pan y pandemia. La Tercera,
20.
Sagárnaga, R. (22 de Abril de 2019). ¿Familia? 7 de cada 10 matrimonios en el país, se rompen. .
Los tiempos no se detienen, pág. 4.

Sepulveda, P. (2020). Cuarentena y relaciones de pareja: ¿Cómo mantener el equilibrio al estar


juntos 24/7? La Tercercera .

Simmel, G. (1986). Fragmentos sobre el amor. En G. Simmel, El individuo y la libertda. Ensayos de


crítica de la cultura. (págs. 43-54). Barcelona: Península.

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