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Rafael LAZCANO
Madrid
I. Introducción.
II. Siglas.
III. Autores inmaculistas.
1. ATECA Y ROMANOS, Martín de (+ 1630).
2. AZNAR Y EMBID CARDONA, Jerónimo ( + 1630).
3. CAMARGO Y SALGADO, Fernando (ca. 1572-1652).
4. CASTELVI, Diego de (siglo XVII).
5. CASTRO, Juan de (1547-1611).
6. CEA, Diego de (+ 1640).
7. CERVANTES, Gonzalo de (1568 – ca. 1618).
8. FONSECA, Cristóbal (ca. 1550-1621).
9. GALVARRO Y ARMENTA, Juan (+ ca. 1622).
10. GONZÁLEZ DE CRITANA, Juan (ca. 1555 - ca. 1613).
11. HERRERA, Alonso de (+1655).
12. LEÓN, Francisco de (siglo XVII).
13. MALDONADO, Pedro (1576-1614).
14. MÁRQUEZ, Juan (1565-1621).
15. OVIEDO, Gaspar de (1591-1654).
16. PERALTA Y MONTAÑÉS, Fernando de (+ ca. 1626).
17. PEREA DÍAZ, Pedro de (ca. 1566-1630).
18. PONCE DE LEÓN, Basilio (1570-1629).
19. RAMOS, Francisco (1579-ca.1631).
20. RÍOS Y ALARCÓN, Bartolomé de los (1580-1652).
21. SAN AGUSTÍN, Luis de (+ 1658).
22. SAN ANTONIO, Luis de (siglo XVII).
23. SAN JOSÉ, Pedro de (1595-1651).
24. SIMANCAS, Pedro de (+1648).
25. SOTO, Juan de ( + 1621).
26. VALDERRAMA, Pedro de (1550-1611).
IV. Conclusión.
V. Bibliografía.
I. INTRODUCCIÓN
En España fue Ramón Llull quien atribuyó a María la pureza del al-
ma, haciendo luego suya esta idea la Casa de Aragón y desde el siglo
XIV sus reyes fijarán como obligatoria la festividad de la Inmaculada
en Barcelona (1390), Zaragoza (1391) y Valencia (1394).
También la orden de San Agustín alzó la bandera de la Inmacula-
da, pureza y plenitud de gracia de María a través de sus más insignes
representantes intelectuales con la publicación de obras sobre las
grandes cuestiones referentes a la Concepción Inmaculada de María.
En la primera época, Egidio Romano (1243-1316), fundador de la
Escuela Agustiniana, defiende la santidad negativa de la Virgen, opi-
nión común en la época. María es descendiente de Adán y sufre las
imposiciones morales de la ley de los hijos de Adán, y consecuente-
mente al estar bajo la ley del pecado necesita la santificación reden-
tora de Cristo, aunque fuese por un espacio pequeño de tiempo.
Mantienen esta misma opinión sus inmediatos seguidores: Santiago
de Viterbo (ca. 1255-1308), Alberto de Padua (+1323), Agustín de
Ancona (+ 1328), Gerardo de Siena (1336), Enrique de Friemar (ca.
1245-1340), Gregorio de Rímini (ca. 1300-1358), Alfonso Vargas de
Toledo (+ 1366), Hugolino de Orvieto (+1373), Jordán de Sajonia
(ca. 1299-1380).
Una interpretación favorable al privilegio mariano la inició To-
más de Strasburgo o Argentina (ca. 1300-1357), quien apartándose
de su maestro Egidio en esta cuestión, niega en María todo pecado,
tanto original como personal. La Virgen desde siempre estuvo pre-
servada de toda forma de pecado, iniciándose desde entonces en la
orden agustiniana la corriente inmaculista 2. Junto con Tomás de Es-
trasburgo se sitúa Hermann de Schildicz, favorable también al privi-
legio mariano, incluso para algunos autores fue el primer agustino
que defendió la Inmaculada Concepción 3. En esta línea doctrinal, la
orden agustiniana fundó en París en 1440 una Confraternidad de la
Inmaculada Concepción, erigida por bula de Eugenio IV, desde don-
riani Internationalis Romae anno 1975 celebrati. Vol. III, Romae 1979, p. 430.
5. El primer voto en el mundo en defensa de la Inmaculada Concepción de Ma-
ría se hizo el año 1466 en la tierra y villa de Villalpando, integrada por los pueblos
de Villalpando, Cerecinos de Campos, Cotanes del Monte, Prado, Quintanilla del
Monte, Quintanilla del Olmo, Tapioles, Villamayor de Campos, Villanueva del
Campo, Villar de Fallaves, Villárdiga, San Martín de Valderaduey y Cañizo. Todos
ellos, excepto los tres últimos que fueron de la diócesis de Zamora, pertenecieron a
la diócesis de León. En la actualidad todos forman parte de la diócesis de Zamora.
6. Las universidades españolas salieron en defensa de la Inmaculada Concep-
ción de María en el siglo XVII. En 1617 las Universidades de Granada y Valladolid
hicieron el voto y juramento de la Inmaculada, en 1618 las de Barcelona, Salaman-
ca y Valladolid, la de Huesca y la de Oñate en 1619, y en 1630 la Universidad de Va-
lencia, entre otras. A su vez, con la graduación académica se hacía el voto y jura-
mento de enseñar y defender la doctrina de la Inmaculada Concepción de María.
Carlos III extendió por ley en 1779 dicho juramento a todas las universidades del
reino de España.
7. El Ayuntamiento de Toledo, en representación de la ciudad hizo voto y jura-
mento en defensa de la Inmaculada el 15 de diciembre de 1617, y que todavía son
renovados cada año; el 18 de abril de 1618 el Ayuntamiento de Salamanca y en este
mismo año el Consejo de Granada realizó el voto y juramento.
8. El 29 de septiembre de 1615, la Hermandad de los Nazarenos de Sevilla, Ar-
chicofradía Pontificia y Real de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jeru-
salén y María Santísima de la Concepción, hizo el voto y juramento en defensa del
misterio de la Inmaculada Concepción de María.
1340 RAFAEL LAZCANO
II. SIGLAS
Lovanii 1663.
AGUSTINOS ESPAÑOLES DEFENSORES DE LA INMACULADA... 1341
figura uno que publicó con este título: Sermón de la Limpíssima y In-
Este predicador compuso un libro de sermones, entre los cuales
13. Bibliografía: APARICIO LÓPEZ, T., “Fray Juan de Castro, lumbrera de la Or-
den y predicador de la Corte”, en Archivo Agustiniano, 88 (2004) 373-405; CASTI-
LLO, A. del, La vida del Venerable fray Juan de Castro, Arzobispo del Nuevo Reino
de las Indias, Madrid 1995, 91 pp.; HERRERA, Historia, pp. 200, 413-414; HERRERO,
La oratoria sagrada, p. 535; MÁRQUEZ, J., Vida de San Alonso de Orozco. Prepara-
ción del texto, introducción y notas por Modesto González Velasco, Madrid 2002,
158, 168, 169, 178, 183; SANTIAGO VELA, Ensayo, I, pp. 675-676; VIII, p. 334.
pp. 10, 27, 31, 33, 34, 66, 69, 73, 86, 91, 94, 101, 110, 112, 113, 122, 135, 150, 156,
1346 RAFAEL LAZCANO
Caesaraugustae anno 1979 celebrati. Vol. VI. De Cultu Mariano apud Varias Na-
tiones Saec. XVI. Pars prior, Romae 1986, pp. 463-496: 468-471; HERRERA, Alpha-
betum, I, p. 151; HERRERA, Historia, pp. 197, 200, 404; MONASTERIO, Místicos, I,
pp. 317-332, 578; SANTIAGO VELA, Ensayo, II, pp. 621-639; VIII, p. 578; VEGA, J.,
"Un error de Menéndez y Pelayo" (Cristóbal de Fonseca), en Casiciaco, 7 (1953)
72-74.
1350 RAFAEL LAZCANO
ritual del lector. El Tratado del amor de Dios (1592) fue el primer
en vida del autor. Están escritos para la predicación y alimento espi-
noce en el prólogo del Quijote: “Si tratáredes de amores, con dos on-
parte de la biblioteca de Miguel de Cervantes, como él mismo reco-
zas que sepáis de la lengua toscana, toparéis con León Hebreo, que
su Jerusalén conquistada:
moria de Cristóbal Fonseca en los siguientes versos del libro XIX de
497v.
AGUSTINOS ESPAÑOLES DEFENSORES DE LA INMACULADA... 1351
prólogo del Quijote, nada menos que en el cotejo con León Hebreo”.
que no le han leído, a la casualidad de haberle citado Cervantes en el
Solana, más ponderado, dice que, “en suma, es un buen libro, aunque
no llegue a ser un gran libro”.
Vida de Cristo Señor Nuestro (1596) es la segunda obra de Fon-
seca. Está dividida en cuatro partes y cada una de por sí forma un tra-
tado independiente, y por esta razón se publicaron separadamente.
La primera edición de la obra completa salió en 1621. La primera
parte trata de los misterios de la vida de Jesucristo, la segunda de los
milagros, la tercera de las parábolas y la cuarta sobre los evangelios,
si bien esta última no formaba parte de los planes iniciales, según in-
dica en el prólogo el mismo Fonseca. La obra está compuesta de tro-
zos escogidos de otros oradores, en un estilo “algo ampuloso, y
abunda demasiado de erudición profana, y si se quiere, hasta de citas
patrísticas y escriturarias”, dice Monasterio.
En cuanto a la Inmaculada Concepción de María, Cristóbal Fon-
seca afirma que Dios preservó a su Madre de las consecuencias del
et gratia. Fonseca sostiene que la Virgen María es una rosa, sin espi-
21. Bibliografía: ALVA y ASTORGA, col. 763; HERRERA, Historia, p. 139; HERRE-
La oratoria sagrada, pp. 540-541; LLORDÉN, A., Los agustinos en la Universi-
dad de Sevilla, Madrid 1954, pp. 75-81; SANTIAGO VELA, Ensayo, III, pp. 24-27.
RO,
AGUSTINOS ESPAÑOLES DEFENSORES DE LA INMACULADA... 1353
Sánchez Lucero.
22. Bibliografía: ALVA Y ASTORGA, p. 769; DHEE, II, pp. 1034-1035; DÍAZ,
Hombres, II, pp. 465-467; MONASTERIO, Místicos, I, pp. 313-316; SANTIAGO VELA,
Ensayo, III, pp. 185-199; VIII, p. 585.
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lid (1599), con el Oratorio Santo. Aún así, el Santo Oficio ordenó,
Inquisición, que corrigió González de Critana y publicó en Vallado-
blicó Manual de Jesús María, con una carta de Christo Nuestro Se-
se entre los devocionarios más elocuentes del siglo XVI. En 1604 pu-
ñor al alma devota, Imp. Andrés Méndez, Valladolid 1604, y que po-
siblemente sea una nueva edición de la obra anterior.
González de Critana falleció en Madrid en torno al año 1613.
24. Bibliografía: ARÁMBURU CENDOYA, I., “Fray Juan Quijano, OSA (1572 -
1635) y sus Memorias para la historia de la provincia de Castilla”, en Archivo Agus-
tiniano, 61 (1962) 68 y 90; DÍAZ, Hombres, IV , p. 644; HERRERO, La oratoria sa-
grada, p. 545.
25. Bibliografía: ALVA y ASTORGA, col. 1172; DHEE, III, p. 1401; DÍAZ, Hom-
bres, V, pp. 82-84; HERRERA, Alphabetum, II, p. 288; MONASTERIO, Místicos, I, pp.
401-408; SANTIAGO VELA, Ensayo, V, pp. 85-91.
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en Lisboa cuatro obras con diferente impresor cada una de ellas. Pri-
Tres años más tarde, cuando encontró generosos mecenas, publicó
nos, que había de tener una segunda, sin que pudiese llevarse a efec-
to por su temprana muerte, acaecida en Sevilla el año 1614.
26. Bibliografía: DHEE, III, pp. 1426-1427; DÍAZ, Hombres, V, pp. 212-215;
DS, X, col. 649-650; HERRERA, Alphabetum, I, pp. 457-458; HERRERA, Historia, pp.
294, 417-418; HERRERO, La oratoria, pp. 49-52; LÓPEZ DE GOICOECHEA ZABALA, F.
J., Juan Márquez. Un intelectual de su tiempo, Madrid 1995, 91 pp.; MARCOS RO-
DRIGUEZ, F., "La Universidad de Salamanca y la Inmaculada", en Virgo Immaculata.
Acta Congressus Mariologici-Mariani. Romae Anno 1954 celebrati. Vol. XIV. De
Immaculata Conceptione apud Varias Naciones, Romae 1957, pp. 37-118; PÉREZ,
A., “La Universidad de Salamanca y la Inmaculada Concepción”, en Razón y Fe, 11
(1905) 335-336; SANZ PASCUAL, A., Historia de los agustinos españoles, Madrid
1948, pp. 295-301; SANTIAGO VELA, Ensayo, III, pp. 193, 606; V, pp. 174-231; VI-
DAL y DÍAZ, A., Memoria histórica de la Universidad de Salamanca, Salamanca
1869, 119-122.
1358 RAFAEL LAZCANO
manca 1612.
Aunque el interés por Márquez se ha centrado prácticamente en
su aportación ético-política, sin embargo, fue historiador de la orden
agustiniana y biógrafo de San Alonso de Orozco, y destacado pro-
mes presentaron un avance del programa que fue aprobado por una-
nimidad. La víspera tuvieron lugar los fuegos artificiales, y el do-
mingo 28 de octubre de 1618, a las ocho la procesión con la imagen
de la Inmaculada desde el convento de San Francisco a la iglesia de
Santa Úrsula, con música y gigantes, luego misa en la catedral cele-
brada por el obispo diocesano, Francisco de Mendoza, sermón predi-
cado por Juan Márquez sobre la Inmaculada Concepción de María
ante la Universidad y pueblo salmantino, y juramento delante de la
imagen de la Inmaculada. Por la tarde continuaron los festejos con
danzas, certámenes, etc. Al día siguiente, en el patio de Escuelas ma-
28. Bibliografía: ALVA Y ASTORGA, cols. 392, 599, 622; DS, IV, col. 1013; HE-
RRERA, Alphabetum, I, p. 252; HERRERO, La oratoria sagrada, p. 555; SANTIAGO VE-
LA, Ensayo, VI, pp. 244-246; VIDAL, I, p. 311.
29. Bibliografía: ALONSO, C., "Pedro de Perea, OSA, obispo de Arequipa, (ca.
1567-1630)", en Archivo Agustiniano, 61 (1977) 160-215; ID, "Memorial del Obis-
po de Arequipa, Pedro de Perea, OSA, sobre su conflicto con el cabildo", en Archi-
vo Agustiniano, 76 (1992) 291-301; ALVA y ASTORGA, col. 1183; DHEE, III, p.
1960; HERRERA, Alphabetum, II, p. 271; HERRERA, Historia, p. 167; MONASTERIO, I.,
“Glorias del episcopado peruano”, en España y América, 8/3 (1910) 339-343; SAN-
TIAGO VELA, Ensayo, VI, pp. 249-255; SANTIAGO VELA, G. de, "El Ilmo. D. Fray Pe-
dro Perea, Obispo de Arequipa", en Archivo Histórico Hispano Agustiniano, 19
(1923) 166-178.
AGUSTINOS ESPAÑOLES DEFENSORES DE LA INMACULADA... 1363
por fin, fue impreso con este título: Copia de la carta que el obispo
llos a su escrito mariológico con vistas a su publicación. El tratado,
30. Bibliografía: ALVA y ASTORGA, cols. 173-174; BARRIENTOS GARCIA, J., Lu-
mento de la Universidad (1627), Salamanca 1990, 357 pp.; DÍAZ, Hombres, VI, pp.
cha por el poder y por la libertad de enseñanza en Salamanca. El Estatuto y Jura-
491-494; DS, IV, col. 1003; VIII, col. 1620; XII, cols. 1914-1915; HERRERA, Alpha-
betum, I, p. 116; HERRERA, Historia, pp. 398, 420-422; HERRERO, La oratoria sa-
grada, pp. 88-122, 449, 493, 556-557; LLAMAS MARTÍNEZ, E., "El agustino Basilio
Cruz', del carmelita Nicolás de Jesús María", en La Ciudad de Dios, 207 (1994)
Ponce de León, inspirador de la 'Elucidatio de frases místicas de San Juan de la
Basilio Ponce de León, agustino”, en La Ciudad de Dios, 216 (2003) 675-737; MO-
251-277; MANRIQUE MERINOI, L., “Apología de San Juan de la Cruz, por el P. Fr.
NASTERIO, Místicos, II, pp. 25-42; SANTIAGO VELA, G. de, “El P. M. Basilio Ponce de
León”, en Archivo Agustiniano, 16 (1921) 358-363; SANTIAGO VELA, Ensayo, I, pp.
675-676; VIDAL, I, p. 402; II, pp. 94-99.
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gua castellana.
gici-Mariani in Republica Melitensi 1983. Vol. IV. De Cultu Mariano apud Scriptores
Ecclesiasticos saec. XVII, Romae 1987, pp. 243-282; FOLGADO FLÓREZ, S., “Cuestio-
nes de teología mariana según el P. Bartolomé de los Ríos”, en La Ciudad de Dios,
tolomé de los Ríos”, en Estudios Marianos, 24 (1963) 67-88; GUTIÉRREZ, D, “De fra-
175 (1962) 36-59, 229-250; 176 (1963) 35-62; ID., “La corredención mariana en Bar-
dos sin el nombre de su autor y con diferentes títulos: Los siete prin-
palmente. La gran mayoría de estos escritos menores salieron edita-
da?” 33. Las citas de San Agustín y de los más importantes doctores
de la Iglesia, así como de textos conciliares ratifican su aportación
inmaculista.
Aunque la obra de Bartolomé de los Ríos no ha recibido todavía
la atención que merece, todos los autores la consideran imprescindi-
ble en la historia de la Teología de la mariología. Bartolomé de los
Ríos es además un auténtico apóstol de María, vocación mariana
que demostró tempranamente, y porque nadie hasta entonces había
logrado ofrecer una obra tan monumental, erudita, profunda y com-
pleta sobre María, la Madre de Dios. Aún así, también debemos re-
lógico.
La esclavitud mariana se difundió desde el convento San Agustín
de Bruselas por todo centroeuropa, ejerciendo un profundo influjo
en San Luis Grignion de Montfort, el cardenal de Bérulle, San Juan
Eudes y su discípulo Henri Marie Boudon, etc. El lema elegido por
Juan Pablo II para su pontificado fue “Totus tuus”, expresión abre-
viada de “Totus tuus ego sum, et omnia mea tua sunt”, fórmula de los
esclavos miembros de la cofradía de Esclavos de María, fundada y
difundida por el teólogo mariólogo español y agustino más impor-
tante del siglo XVII.
38. Bibliografía: ALVA Y ASTORGA, col. 1189; ENRÍQUEZ DE RIBERA, P., Explica-
37. Sermón I, discurso primero.
tio apologetica, Typ. Iosephum de Pineda & Ibarra, Goatemalae 1663, pp. 85-95;
SANTIAGO VELA, Ensayo, VII, pp. 539-541.
AGUSTINOS ESPAÑOLES DEFENSORES DE LA INMACULADA... 1375
Dei Mariae a peccato originali, muy bien valorada por sus coetáne-
os. Esta obra es un comentario al texto paulino “Si por el destino de
uno solo murieron todos, ¡cuánto más la gracia de Dios y el don otor-
gado por la gracia de un solo hombre Jesucristo, se han desbordado
sobre todos!” (Cf. Rom 5, 15). Su punto de partida para demostrar la
Inmaculada Concepción no es otro que la maternidad de María.
p. 2508; DS, XIV, cols. 1083-1084; HERRERO, La oratoria sagrada, p. 563; MONASTE-
RIO, Místicos, I, pp. 358-363; SANTIAGO VELA, Ensayo, V, p. 651; VII, pp. 574-582.
40. Bibliografía: ALVA Y ASTORGA, col. 16, 124; DHEE, IV, p. 2684; DS, IV,
col. 993; XVI, cols. 117-119; GUTIÉRREZ, J. M., “Pedro de Valderrama”, en El Cris-
to de San Agustín de Sevilla, Sevilla 2003, pp. 275-291; HERRERA, Alphabetum, II,
p. 288; HERRERA. Historia, p. 138; HERRERO, La oratoria sagrada, pp. 122-165,
565-567; LUQUE FAJARDO, F., Razonamiento grave y devoto que el Padre M. F. Pe-
dro de Valderrama, prior del insigne convento de San Augustín de Sevilla, delante
del Santísimo Sacramento, estando para recibirle por viático muy cercano a la
muerte. Con un breve Elogio de su vida y predicación. Dirigido a la provincia de
augustinos de Andalucía, para gloria y honra de nuestro Señor, exemplo y consuelo
de sus devotos, Sevilla 1612; MONASTERIO, Místicos, I, pp. 396-401; MONTERO DE
ESPINOSA, J., Antigüedades del convento casa grande de San Agustín de Sevilla, y
noticias del Santo Crucifixo que en él se venera, Sevilla 1817, pp. 190-191; PACHE-
CO, F., “El Mtro. Fray Pedro de Valderrama”, en Libro de descripción de verdaderos
retratos de ilustres y memorables varones de Sevilla. Prólogo de Diego Angulo. Edi-
1983, pp. 69-72; 267-270; SANTIAGO VELA, Ensayo, VIII, pp. 55-74; SORIA, A.,
ción facsímil del original [Sevilla 1599, fecha en que dio comienzo la obra], Madrid
di offerti a Giovanni Maria Bertini, Milano 1989, pp. 81-88; SORIA, A., "La predi-
IV. CONCLUSIÓN
V. BIBLIOGRAFÍA GENERAL
ALDEA VAQUERO, Q., MARTÍN MARTÍNEZ, T., y VIVES, J., (dirs.), Diccionario
de Historia Eclesiástica de España. Instituto Enrique Flórez, CSIC,
1380 RAFAEL LAZCANO
HERRERO SALGADO, F., La oratoria sagrada en los siglos XVI y XVII. IV.
Gregorio Rodríguez, Madrid 1652.
ses que florecieron desde el año 1500 hasta 1802, Imp. Joaquín Domin-
go, Zaragoza 1798-1802, 4 vols.; Biblioteca antigua y nueva de escrito-
res aragoneses de Latassa, aumentadas y refundidas en forma de Dic-
cionario bibliográfico-biográfico, por M. Gómez Uriel, Imp. Calixto
Ariño, Zaragoza 1884-1886, 3 vols.; edición facsímil, Analecta Edito-
rial, Zaragoza 2001.
SANZ PASCUAL, A., Historia de los agustinos españoles, Madrid 1948, pp.
men IV, letras J- LL, no llegó a publicarse).