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3 Fernández La Figura Del "Niño Ideologizado FERNANDEZ, VAISTIJ, Version Final Córdoba 2018
3 Fernández La Figura Del "Niño Ideologizado FERNANDEZ, VAISTIJ, Version Final Córdoba 2018
Fernández, Mirta Gloria y Natalia Vaistij (2019) “La figura del “niño ideologizado”: presencia de la
Literatura Infantil y Juvenil en el relato multimodal sobre la historia”. En Actas del VI Simposio de
Literatura Infantil y Juvenil del Mercosur. Facultad de Filosofía y Humanidades. Universidad Nacional de
Córdoba, 19, 20 y 21 de septiembre de 2018. Compiladas por Susana María Gómez; editado por Sandra
María Gómez; Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba. (pp. 355- 364)
https://rdu.unc.edu.ar/handle/11086/14037
Resumen
En Argentina, la urgencia por narrarles a los niños la dictadura da lugar a proyectos como
los de la generación post dictadura que encabezan Montes, Devetach y Cabal, entre otros
escritores de Literatura Infantil y Juvenil, destinados a una sociedad que aún no aceptaba que
quitarles los hijos a las madres torturadas es un holocausto. Por eso, algunos de los programas
que propuso el canal Paka Paka fueron tan resistidos como lo sería Irulana y el ogronte (1995) si
ideologizado” que Fernández (2012:1168; 2014) propone al estudiar el álbum de Montes, nos
dictadura? Después de cuatro décadas una suerte de retorización estética del mensaje histórico
deja ver que es dificultoso contarles hechos históricos como la dictadura a los niños ¿Por qué la
DICTADURA-INFANCIA-NARRACIÓN
En Argentina, la urgencia por narrarles a los niños la dictadura da lugar a proyectos como
los de la generación que encabezan Montes y Devetach, entre otros escritores, destinados a una
sociedad que aún no aceptaba que quitarles los hijos a las madres torturadas es un holocausto.
Por eso, algunos de los programas que propuso el canal Paka Paka fueron tan resistidos como lo
sería Irulana y el ogronte (1995) si Graciela Montes no hubiera utilizado su característica prosa
los juegos con el lenguaje suavizan el efecto de miedo que podría provocar en los niños el
En este trabajo nos proponemos analizar dos producciones audiovisuales de Paka Paka
que narran a un público infantil estos oscuros sucesos: la serie de microprogramas Así soy yo
(2015) y el capítulo “La asombrosa excursión de Zamba a la Casa Rosada” (2012). Siguiendo la
idea plural de infancia (Carli, 2006) y retomando la figura de “niño ideologizado” que
Fernández (2012: 68; 2014: 47) propone al estudiar el álbum de Montes, nos preguntamos sobre
en la realización de Así soy yo; ocho cortos producidos por Paka Paka y Abuelas de Plaza de
mayo estrenada en octubre de 2015, en el marco del 38° aniversario de las Abuelas y el Día
Nacional del Derecho a la Identidad. Cada micro (con una duración de 2 minutos, 40 segundos)
cuenta un testimonio, con un doble registro genérico: imágenes realistas de los nietos y escenas
de animación que recrean un pequeño episodio de la infancia de cada uno de ellos. Todos los
cortos responden a la misma estructura cuyo centro será un diminuto pero significativo evento
Este hecho está introducido por un marco narrativo dividido en dos partes. La primera es
el enunciado de una niña contextualizando los hechos: “Entre 1976 y 1983, hubo una dictadura
militar en Argentina, que ejerció el poder sin respetar los derechos de las personas. Durante esos
años muchos chicos y chicas fueron separados de sus familias a la fuerza” (Rémoli, 2015)
2. El sujeto abstracto “dictadura militar” que evita nombrar a los verdaderos responsables de la
3. La voz pasiva (“fueron separados de sus familias a la fuerza”) esconde nuevamente al agente
del delito. Estas operaciones que omiten al culpable de los hechos se repiten en cada una de las
historias presentadas.
La segunda parte del marco consiste en la apertura del programa en dibujos animados con
una cortina musical de fondo. Primero vemos una silueta dentro de un cuadro enmarcado, pero
después aparece su figura reduplicada frente a él: es ahí cuando percibimos que se trata de una
chica mirándose al espejo. Con el objetivo de promover la igualdad de género, las mismas
acciones las repetirá un varón. Al final de los micros, el espectador se dará cuenta de que niño y
niña son las caricaturas de Victoria Montenegro e Ignacio Montoya Carlotto. El juego de la cara
en el espejo desdobla los cuerpos y simboliza una identidad incompleta: sea porque hay un
reflejo en un espejo sin nadie posando, sea porque se ve, a través de un plano detalle, un rostro
fragmentario, tapado por cabello. La interesante complejidad del recurso del espejo contrasta con
unos acordes agudos computarizados. El modo auditivo, que se sostendrá a lo largo de todo el
micro, resignifica el modo verbal: diluye y apacigua la catarsis expuesta en cada testimonio.
Como las oraciones impersonales y la elisión de los culpables que mencionábamos más arriba,
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este uso de la música, que suaviza el material narrado, obtura la posibilidad de percibir la
tragedia.
Una vez finalizado el relato marco introductorio, se pasa del dibujo animado al formato
documental donde vemos que en cada corto va a aparecer el nieto o nieta real anunciando su
nombre de pila y adelantando que va a contar su historia. Una plaza con sucesivos planos de
hamacas, toboganes y trepadores sin niños es el escenario elegido para narrar esta historia
cargada de ausencias. Acaso sea este el recurso material que trasunta más tristeza. Nieto o nieta
se muestran siempre de espaldas, escribiendo en una pizarra transparente el nombre del relato
epifánico que contará. El título de cada corto plasmado en el vidrio se convierte en el pasaje que
quiebra así la isotopía documental para pasar nuevamente al dibujo animado. Si bien este recurso
es típico del audiovisual infantil, que en este caso expone lo que el documental no puede (la
niñez de un narrador ahora adulto), la elección de una plástica naif en el modo visual combinada
con una música festiva obtura la posibilidad de comunicar la experiencia trágica de haber sido un
niño secuestrado.
En términos de contenido, cada nieto parte de un presente narrativo pero alude a cierta
narrador selecciona un evento particular que desencadena los cuestionamientos pero todos
coinciden en el hecho de haberse sentido en algún momento de sus vidas desacomodados, fuera
de lugar. El uso de metáforas cristalizadas como “sapo de otro pozo” (Altura) o “bicho raro”
atención que su padre tenga un color de piel distinto al de ella. De manera similar, en el que lleva
por título Altura, Horacio Pietragalla se pregunta por qué es el único alto en su familia. Ya como
nietos recuperados ambos al ver las fotos de sus padres y tíos biológicos dan respuesta a esa
lugar equivocado), al multiplicarse por 8, podría generar cierta ruptura del verosímil, esos relatos
Sin embargo, esta fortaleza podría obturarse nuevamente por las construcciones
sintácticas. Por ejemplo, el uso del sujeto tácito “Tenía otra familia de la que me habían separado
extraña” (Poesía). El único corto que nombra a los culpables, usa la paráfrasis “gente extraña”:
“A mis papás los habían secuestrado cuando yo tenía apenas ocho meses y a mí me entregaron a
gente extraña que me separó de ellos” (Sobre ruedas). Nuevamente, los agentes de las distintas
acciones quedan elididos. Esto resulta claro también cuando en el modo visual la imagen del
Falcon verde del corto Entrecruzadas reemplaza al sujeto “los militares”, suponiendo un
escenario de la plaza, pero esta vez la cámara se posiciona en un nuevo lugar que permite
descubrir poco a poco el rostro de la/el protagonista. Si la apertura del programa consistía en la
aparición de los distintos personajes observándose a sí mismos en el espejo, el final del corto
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retoma la temática del reflejo pero para ubicar del otro lado al espectador e involucrarlo en los
hechos.
Mientras resuena la melodía cándida, una frase da fin a los 8 microprogramas, cerrando el
marco que comenzó con la niña animada ubicándonos en contexto: “Si querés saber más sobre
las abuelas y los nietos que estamos buscando ingresá a www.abuelas.org.ar “¡Ayudanos a
encontrarlos!”. Esta interpelación confía en un espectador infantil que buscará respuestas a las
crueldad, en “La asombrosa excursión de Zamba a la Casa Rosada”, el segundo audiovisual que
analizaremos, los crímenes cometidos por los militares se cuentan con crudeza pero la mitigación
En este capítulo producido en el año 2012, el niño formoseño realiza una nueva salida
escolar con sus compañeros y la maestra. Mientras recorre la galería de los bustos presidenciales,
su amigo, “el niño que lo sabe todo”, desaparece por la chimenea. Es entonces cuando el busto
de la República explica que al estudiante se lo han llevado al año 1976. Por lo tanto, Zamba
decide ir a buscarlo y se sube a una “urna mágica” que lo transporta a esta época oscura del país.
En una suerte de tren fantasma o montaña rusa va recorriendo las distintas dictaduras que sufrió
el pueblo argentino mientras suena una canción que cantan los militares. Un paisaje oscuro,
cargado de tumbas y esqueletos, rodea el carrito en el que se traslada Zamba. Villanos típicos del
género terror aparecen vestidos como dictadores: la criatura de Frankenstein, un vampiro, una
momia, el Monstruo de la Laguna y el propio Diablo. Este recurso permite asociar figuras
malvadas del folclore, que el niño espectador ya conoce, a los propios militares.
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Una vez que Zamba arriba al año 1976, se encuentra con la famosa junta militar; los tres
hombres pálidos con ojos remarcados recuerdan a los personajes característicos del
expresionismo alemán. A su vez, la Casa Rosada está inmersa en una oscura tormenta con rayos,
aullidos de lobos y una luna llena: es una auténtica casa del terror. Sin embargo, conviven con
estos detalles tenebrosos una serie de procedimientos que suavizan o limitan el temor que puedan
ocasionar estos villanos. Por ejemplo, en una de las primeras escenas, en donde un locutor es
dramatismo a los hechos: el periodista está en pijama y viste pantuflas con caras de “ratitas”, se
presenta un juego dinámico entre los discursos de los militares y lo que el comunicador repite y,
a su vez, mientras tanto, suena una música burlesca. Además, los dictadores constantemente se
ven ridiculizados. Atados con un mismo cinturón, cual siameses, se trasladan juntos a todas
partes, se muestran temerosos como niños cuando reciben llamados de EEUU y son muy
distraídos pues Zamba y su amiga se les escapan continuamente. Esto da lugar a distintas
persecuciones a los chicos inquietos, que preguntan por su amigo desaparecido. Una de ellas es
contada utilizando una estética similar a la de un videojuego. Los estudiantes saltan obstáculos,
esquivan tanques y hasta se encuentran con un peculiar ascensor que, en un juego absurdo, hace
aparecer distintos personajes: desde los miembros de la junta militar semidesnudos, recién
salidos del baño, hasta un astronauta o un capitán de la corona. Una vez más, el humor neutraliza
Finalmente los militares atrapan a Zamba y a su amiga, pero resultan vencidos porque
aparece “el niño que lo sabe todo” y las “urnas mágicas”. Los estudiantes se trasladan a la
hechos históricos que aún no fueron contados: los militares fueron juzgados, “se los encontró
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propias de una clase de historia. Si bien la serie exhibe las oscuras intenciones de los dictadores,
que amenazan a los niños con mandarlos a la guerra o “liquidarlos”, la perversidad de estos
personajes es retorizada una y otra vez mediante estrategias humorísticas que protegen la
Conclusiones
encuentran una manera de contar hechos dramáticos recientes y convocar al espectador a que se
haga las preguntas necesarias y revise su historia. Sin embargo, ambas solicitan mitigar la
historia. En el caso de Irulana y el ogronte la dictadura era reciente. Veinte años después, podría
esperarse más crudeza, más realismo. Quizás lo real no lo pueda contar el realismo porque una
parte de nuestra sociedad no está dispuesta a aceptar que vivió bajo la tutela de un Estado
contrario ¿por qué tanta protección hacia el destinatario en Así soy yo? ¿A qué le pueden temer
unas madres-abuelas, que desafiaron a los asesinos de ellas y de sus hijos mientras los argentinos
En el caso de Zamba podemos hacernos preguntas similares: ¿por qué cuidar de esa
manera al espectador? ¿el humor permite narrar una historia siniestra que lo toca de cerca? ¿será
necesario, en una suerte de pequeña venganza, ridiculizar a esos ogros con botas que aún se
pueden encontrar caminando impunemente en nuestras calles? Así soy yo y Zamba son formas
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posibles de contarle la historia a una sociedad que insiste en hostigar a las víctimas, negar a los
desaparecidos y negar también que fueran personas de carne y hueso llamadas Videla las que
¿Existe un género privilegiado para contarle a la infancia que los dictadores Videla,
Massera, Agosti y una larga lista de militares y civiles son asesinos? ¿Cuál es ese género?
Cuando Paul Ricoeur plantea que “la historia del sufrimiento clama venganza y pide narración”
(2009) ¿se refiere a la literatura? Al igual que las producciones literarias dirigidas a los chicos,
los programas que hemos analizado intentan suavizar un relato macabro. Con suavización o sin
ella estas producciones sostienen la esperanza de que pueda gestarse un niño capaz de descubrir
lo elidido. Después de todo, nuestros desaparecidos, aun ideologizados por los libros de texto de
Bibliografía
Carli, S. (2006). “Notas para pensar la infancia en la Argentina (1983-2001)”. En: Carli, S.
(compiladora): La cuestión de la infancia. Buenos Aires, Argentina: Paidós.
Fernández, M. G. (2012). "Algunas operaciones literarias en torno a los comeniños a la vuelta
del psicoanálisis". En: Actas del V Congreso Internacional de Letras, Facultad de Filosofía y
Letras, Universidad de Buenos Aires. pp. 1168. Disponible
en: http://2012.cil.filo.uba.ar/sites/2012.cil.filo.uba.ar/files/0152%20FERNANDEZ,%20MIR
TA%20GLORIA.pdf
Fernández, M. G. (2014). Los devoradores de la infancia. Córdoba, Argentina: Comunicarte.
Montes, G. (1995) Irulana y el ogronte (un cuento de mucho miedo). Iustraciones de Claudia
Legnazzi. Buenos Aires, Argentina: Gramón-Colihue. Colección Los cuentos del Ratón
Feróz.
Ricoeur, P. (2009). Tiempo y narración. La configuración del tiempo en el relato histórico. DF,
México: Siglo XXI.
Videos:
Rémoli, C. (director). (2015) Así soy yo. Buenos Aires, Argentina: Paka Paka. Recuperado de:
https://www.abuelas.org.ar/noticia-difusion/asi-soy-yo-13