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Kamuk School
Educación Integral
Al hablar de madurez escolar me referiero a la posibilidad que el niño posea cierto nivel de
desarrollo físico, psíquico y social que le permita adaptarse y enfrentar adecuadamente los
requerimientos y exigencias de dicha situación.
1. Psicomotricidad.
2. Percepción.
3. Lenguaje.
4. Pensamiento.
1. Psicomotricidad.
A nivel social y afectivo, permitirá a los niños conocer y afrontar sus miedos y relacionarse con
los demás.
1 Esquema Corporal
2 Lateralidad
3 Equilibrio
4 Espacio
5 Tiempo-ritmo
o motricidad gruesa.
o motricidad fina.
un hemisferio cerebral. Mediante esta área, el niño estará desarrollando las nociones de derecha
e izquierda tomando como referencia su propio cuerpo y fortalcerá la ubicación como base para el
proceso de lectoescritura. Es importante que el niño defina su lateralidad de manera espontánea y
nunca forzada.
Estructuración espacial: Esta área comprende la capacidad que tiene el niño para mantener la
constante localización del propio cuerpo, tanto en función de la posición de los objetos en el
espacio como para colocar esos objetos en función de su propia posición, comprende también la
habilidad para organizar y disponer los elementos en el espacio, en el tiempo o en ambos a la vez.
Las dificultades en esta área se pueden expresar a través de la escritura o la confusión entre
letras.
Tiempo y Ritmo: Las nociones de tiempo y de ritmo se elaboran a través de movimientos que
implican cierto orden temporal, se pueden desarrollar nociones temporales como: rápido, lento;
orientación temporal como: antes-después y la estructuración temporal que se relaciona mucho
con el espacio, es decir la conciencia de los movimientos, ejemplo: cruzar un espacio al ritmo de
una pandereta, según lo indique el sonido.
Motricidad: Está referida al control que el niño es capaz de ejercer sobre su propio cuerpo. La
motricidad se divide en gruesa y fina, así tenemos:
a. Motricidad gruesa: Está referida a la coordinación de movimientos amplios, como: rodar, saltar,
caminar, correr, bailar, etc.
b. Motricidad fina: Implica movimientos de mayor precisión que son requeridos especialmente en
tareas donde se utilizan de manera simultanea el ojo, mano, dedos como por ejemplo: rasgar,
cortar, pintar, colorear, enhebrar, escribir, etc).
2. Percepción:
Percepción háptica: Este tipo de percepción involucra un esquema que tiene fuentes sensorias
tanto en la modalidad táctil como en la kinestésica. El niño siente curiosidad por tocar las cosas
activamente involucra la excitación de esquemas nuevos y cambiantes en la piel. El ser tocado
involucra una excitación de receptores en la piel y sus tejidos subyacentes. El niño en esta edad
manipula los elementos, es capaz de agruparlos, es capaz de discriminar texturas, por ejemplo con
el juego de la bolsa mágica el niño puede decir si lo que está tocando es suave o áspero, es capaz
de imaginar contrastes como frío y calor, por ejemplo cuando por las mañanas el siente frío lo dice
"tía tengo frío, o tengo las manos heladas", o viceversa cuando sienten calor.
3. Lenguaje
El lenguaje infantil, en su etapa preescolar, tiene varias fases muy diferenciadas entre sí. Su
evolución es la más destacada dentro de toda la infancia pues le permite el paso de una
imposibilidad total de comunicación concreta al más completo intercambio de ideas.
La importancia de esta etapa preescolar se comprende fácilmente por cuanto se constituye el
lenguaje aprendido, la base de todo posterior aprendizaje. Por esto es necesario la enseñanza de
un correcto lenguaje en esta etapa, pues el niño aprende y enriquece su vocabulario al tiempo que
perfecciona su decisión y adquiere un uso correcto del mismo.
4. Pensamiento
Las características del desarrollo cognitivo y del pensamiento en niños de 3 a 6 años que investigó
y describió Piaget son la base y el fundamento para describir el desarrollo cognitivo y para la
elaboración de programaciones escolares en la escuela infantil, junto con las teorías y enfoques
actuales, Craig (2001) afirma: "Décadas después de que Piaget iniciara sus investigaciones, sus
teorías son una base importante para entender el desarrollo cognoscitivo aunque otras ponen en
tela de juicio algunas de las conclusiones concernientes a estas habilidades del niño y a la forma
en que las adquiere.”, p. 211 (en capítulo 6, en Desarrollo psicológico ediciones Pearson).
Pensamiento simbólico: a partir del año y medio - dos años, los niños tienen la capacidad de
representarse mentalmente los objetos y los hechos y acciones que realizan ellos y poco a poco
los demás, además de poder entender que las imágenes y las palabras representan a las cosas
aunque no estén presentes.
Pensamiento flexible: se desarrolla con auge a partir de los 5 ó 6 años, y se puede fomentar con
actividades a partir de los 3 años (Siegler, 1991). El pensamiento en estas edades de preescolar
tiene como característica principal la rigidez egocéntrica en la que impera el pensamiento de uno
mismo y el pensamiento de los demás no se suele tener en cuenta o si se tiene en cuenta y no ve
o piensa lo mismo que nosotros entonces el otro nos abe o está equivocado. Esta característica
egocéntrica a partir de los 3 años se va flexibilizando y a partir de los 5 años es un pensamiento
más flexible, aunque seguirá manteniendo el egocentrismo característico de esta edad: el punto de
vista propio es el que vale frente al de los demás.