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Paula Andrea
Guarín Manrique
Ilustrado por Michell
Yohana Inagan Galviz
Acerca de la autora
P aula Andrea Guarín Manrique nació en Itagüí, Antioquia,
el 25 de octubre de 1984. Su niñez encontró la hermosura
entre montañas atestadas de niebla, sofocadas de cebollales
y cafetos en un corregimiento del municipio de Bello. Mientras los años
80 se disolvían en el mundial de Italia 90 se mudó a la ciudad y allí, como
a tantos otros niños y niñas, la violencia le escupió en la cara vecinos
muertos a plomo por motociclistas fugaces y le dejó como una impronta
el inolvidable aroma del pavimento con sangre. Aprendió que así
es la piel de la vida, una transpiración continua entre la luz y la sombra…
Ama los ritos cotidianos, el vaho intenso de la tierra mojada y el vapor
del café recién servido. Ama a su familia, a sus amigos, ama sus libros.
Es cocinera de profesión porque la comida se le antoja poética y cocinar
para ella es una forma de decir “te quiero”. Actualmente, reside
en el municipio de Girardota. Cursa décimo semestre de Licenciatura
en español y literatura. Paula le pertenece a sus lecturas, a Cortázar,
Proust, Sabines, Saramago y Gómez Jattin, a Clarice Lispector, a Emily
Dickinson, a Maria Mercedes Carranza, Isabel Allende y Amélie
Nothomb… Se regocija en la música de Chopin, Violeta Parra, Janice
Joplin y Soda estéreo. Le encantan las obras de María Bashkirtseff,
Débora Arango, Miró, Goya, Van Gogh, y cuando el clima es favorable,
como diría Austin, hace cosas con palabras.
Dedico esta aventura a mi linaje femenino: a la abuela Blanca, a mi mami,
a mi hermana Cristina, a mi tía Roci y a mi sobrina Ariana.
A las maestras que me inspiraron: Idalí obando, Alba Luz Sánchez,
Diana Mejía, Marta Echeverri Cartagena y Sofía Catalina Arango.
A Michell Inagan por sus hechizos de formas y colores.
A mis amigas: Susana, Teri, Diana C, Lency, Helena, Mariana H
y Yuly G.
A las demás compitas que no alcanzo a nombrar…
A quienes ya partieron y a las que vendrán.
A la dulce y mágica Ángela Cardona, quien durante esta travesía, cual
faro en la tormenta, insistió en ser un susurro de luz salvadora en medio del
frío y de la oscuridad.
Arrebátame del imperio de sombras.
Invítame a bailar.
Pon tus ojos de sirena
en mi silencio afligido.
Lánzame a la magia.
Escapemos juntas hacia el fondo marino.
Contágiame de infancia,
ahora que sufro de tan terrible adultez.
-Paula Guarín
Susana Moncada
Respira, siente...
Y déjate llevar.
Manifiesto azul
Cristina Toro Ángela Plaza