Está en la página 1de 6

Bosquejo de sermón expositivo de Efesios 6:10 - 18

Diana Lorena López Tabares

Homilética
Th. Jabes Parra

Universidad Teológica Emmanuel


Ibagué, Tolima
Semestre VIII
08 de Diciembre de 2021
 Tipo de sermón: Expositivo

 Tema: La armadura del cristiano

 Título: SOLDADOS DE JESUCRISTO

 Texto: Efesios 6:10-18

 Introducción:

La carta a los Efesios es considerada como una de las “cartas de la prisión”, así que,

probablemente, mientras Pablo escribe su carta desde la prisión, lo vigila un soldado

romano, tal vez este escenario lo lleva a referir el conflicto espiritual que enfrentan los

creyentes al contexto romano. En tiempos de Pablo, el ejército romano fue una

devastadora y efectiva maquinaria de guerra nunca antes vista en el mundo. Su unidad

básica era la legión, integrada por 6,000 hombres, casi todos ellos soldados de

infantería. También comprendía entre 100 y 200 jinetes exploradores, portaestandartes

y captores de desertores. Cada hombre llevaba en marcha diversos utensilios hacha,

pala, azadón, y quince días de víveres y desde luego, su armadura, es decir, todo el

equipo de guerra, incluyendo armas defensivas y ofensivas. Así que, Pablo hace

referencia a la armadura de los soldados romanos para aludir a la posición del creyente

en el ámbito espiritual y la necesidad que éste tiene de mantenerse en guardia ante los

enemigos y poderes espirituales de maldad.

-- Frase transicional: Entonces, ¿qué relación hay entre un soldado romano con un

soldado de Jesucristo?

 Puntos:

 POSICIÓN EN EL CAMPO DE BATALLA – v. 10-13

- Soldado romano: Se caracterizaban por estar presentes en el día de batalla


“firmes”, es decir, “sin retirarse”, de hecho, cuando un ejército romano permanecía

en campo llano y abierto, sin romper sus filas, sus legiones eran consideradas

invencibles.

- Soldado de Jesucristo: De igual forma, Pablo insiste diciendo una y otra vez:

“estar firmes”, “para que podáis resistir”; es decir, no hay lugar a retroceder ni

desertar, sino que hay que permanecer firmes y fieles a Cristo como buenos

soldados.

 ARMAS PARA EL COMBATE – v. 14-17

1. Cinturón de la verdad – v. 14a

- Soldado romano: El cinturón que usaba servía para sostener, dando soporte al

cuerpo y protegiendo los lomos.

- Soldado de Jesucristo: Asimismo, el creyente, se sostiene con la Verdad, con

una inquebrantable vida de integridad; es decir, conocer la verdad sobre quién es

en Jesús y vivir una vida íntegra que honre su posición en Cristo. (No verdad de

Evangelio o Palabra de Dios, ya que éstas pertenecen a otras partes de la

armadura, más bien se refiere a “la verdad en lo íntimo”: INTEGRIDAD).

2. Coraza de justicia – v. 14b

- Soldado romano: Usaban una coraza, tipo peto, hecho de placas de diferentes

materiales endurecidos, para cubrir su pecho de cualquier ataque contra sus órganos

vitales, de heridas mortales.

- Soldado de Jesucristo: De la misma manera, la “justicia practicada” guarda el

carácter del cristiano y por tanto, puede agradar a Dios y hacer el bien a los

semejantes en cuanto a la rectitud moral se refiere.


3. Calzado del Evangelio – v. 15

- Soldado romano: Usados para la protección de los pies durante los combates.

Este calzado era generalmente en cuero endurecido reforzado con clavos para

que su infantería estuviese bien calzada; en terreno rocoso, resbaladizo o mojado,

esto podía hacer toda la diferencia entre un triunfo y una derrota.

- Soldado de Jesucristo: Del griego ‘hetoimasla’ que significa ‘preparación’;

donde la exhortación anterior a "estar firmes" cobra relieve en este contexto,

puesto que, sin un buen calzado para apoyo y protección, el enemigo podría

hacernos caer fácilmente, por ello, la imperiosa necesidad de estar “preparado

con el Evangelio”.

4. Escudo de la fe – v. 16

- Soldado romano: Este se refiere al escudo alargado, de más de un metro, que

cubría desde la espinilla, a la altura de las rodillas, hasta la altura de los ojos;

compuesto de una armazón de hierro y madera combada, recubierta toda con piel

gruesa, con el cual podía esquivar o resistir tanto los golpes más fuertes de los

contrincantes de cerca como los dardos incendiarios que se lanzaban desde lejos.

- Soldado de Jesucristo: Igualmente, la protección del creyente ante los ataques del

enemigo está en su adhesión a la verdad revelada y confianza en Dios; de manera

que la fe torna inofensivos aun los más fuertes ataques del diablo.

5. Yelmo (casco) de la salvación – v. 17ª

- Soldado romano: La pieza, una de las últimas en ponerse y que precisaba a

menudo la ayuda de otro soldado para colocarse bien, protegía la cabeza de un

golpe mortal, dando, por lo tanto, una gran seguridad al que salía a luchar, ya que

hacerlo con la cabeza descubierta era exponerse a una muerte segura.


- Soldado de Jesucristo: La palabra traducida "tomad" en la RVI160 en realidad es

"recibid", subrayando el carácter de don de gracia que es la salvación del

creyente. La seguridad de la salvación es la mejor protección para la cabeza del

creyente, es decir, para que su mente no sea sacudida por tentaciones de duda o

inseguridad.

6. Espada del Espíritu – v. 17b

- Soldado romano: Esta es la única pieza que realmente sirve igualmente para

atacar como para defenderse, pero el hecho de que Pablo emplea la palabra

‘majair’, que significa la espada corta —casi un machete o daga alargada— que

portaba el infante romano, no la larga que solían llevar los oficiales, los jinetes

de la caballería, nos inclina a creer que sigue pensando más bien en términos

defensivos. De haber pensado en una pieza ofensiva, quizá habría añadido una

lanza, que también llevaban ciertos cuerpos de infantería ligera.

- Soldado de Jesucristo: La idea es que la Palabra de Dios es un arma

especialmente defensiva para la persona que la empuña, un claro ejemplo es el de

las respuestas bíblicas de Jesús ante el tentador

 FUENTE DE ENERGÍA PARA LA BATALLA – v. 18

- Soldado romano: Llevaban sus víveres para su sostenimiento durante los

enfrentamientos y durante las instalaciones más permanentes solían hacer

plantaciones para sustentar sus necesidades a más largo plazo.

- Soldado de Jesucristo: Las armas resultarían ineficaces para resistir al enemigo

sino se presta atención a la oración, por lo que el apóstol menciona que la fuente
de energía para enfrentar al enemigo es “mediante la oración”, es decir,

dependencia de Dios.

 Conclusión:

Así como al soldado romano, el Estado le proveían los recursos necesarios para

enfrentarse en combate, Dios es quien provee los recursos para su pueblo para vencer el

mal y así cumplir su misión en el mundo, sabiendo que de antemano la victoria en

Cristo está asegurada.

También podría gustarte