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LETARGO: UN VIRUS PELIGROSO

Respecto al llamado que tenemos con iglesia, hoy estamos en periodos de


cambio. Estamos en los tiempos de cambios en la forma de pensar, de actuar y de
sentir. En cómo predicamos la palabra y hacia quienes nos dirigimos. Estamos en
el llamado a la verdad y a practicar la verdad y la justicia. 

La activación espiritual no una experiencia que se vive una sola vez. Es la


participación en los continuos ciclos de la vida. Si piensa que: “Sí, yo fui activado
en una oportunidad”, deja pendiente la pregunta obvia: ¿Y ahora qué?

La activación espiritual se logra mediante el amor y el amor tiene muchas facetas.


El amor es el poder universal de toda la Creación. El amor engendra la vida. Sin
amor, no hay vida. De manera que cuando estamos hablando sobre activación
espiritual, estamos hablando sobre activación mediante el amor y estamos
hablando sobre cómo estar realmente vivos. Cuando el poder del amor no está
operando a través de nosotros, no hacemos más que ir por la vida como
sonámbulos.
Cuando no hay activación mediante el amor, caemos en el letargo espiritual. El
llamado a la manifestación de la gloria de Dios no se verá refleja solo en un gran
lugar, en multitudes entrando a un templo. Esa manifestación se verá en el amor
que reflejemos hacia los demás, en ir por los enfermos, por los pobres, por los
menos bendecidos. 
Nuestra activación en amor es aquella que no se deja seducir por la comodidad
del Internet; que nos quiere dejar encerrados, esperando a que la red haga
nuestro trabajo. Apocalipsis 2:19-20. La comodidad de decir: llegamos a las
naciones a través de las redes solo es letargo y estupor. Romanos 11:8-10

Estupor: aturdimiento, quedarse pasmado. disminución de la actividad intelectual,


acompañada de cierto aire de indiferencia.

Letargo: Pérdida temporal y completa de la sensibilidad y del movimiento por


causa fisiológica, aún no identificada, haciendo que las funciones vitales de la
persona que lo padece estén atenuadas de tal forma que parece que estén
suspensas, dando al cuerpo la apariencia de muerte.

Necesitamos hacer que la iglesia haga lo mismo que Nehemías al regresar a


Jerusalén para reedificar el muro. Nehemías tuvo la visión de reedificar el
muro. Nehemías, 2:13

En este pasaje, los muros son los “miembros”, los cuales estaban derribados
(caídos, desanimados, desalentados) y las puertas son los “lideres”, los cuales
estaban consumidos por el fuego.

El letargo y el estupor nos hacen vivir en la indiferencia, en no preocuparnos en


que le pasa al otro, en vivir en el nuestro encierro egoísta y cómodo de
predicación.  Recuerda que uno de los dones del Padre es el servir y en este
necesitamos estar en todo el tiempo. 

Vemos ejemplos claros de apatía en la biblia: Los apóstoles habían recibido el


mandato de Jesús de la Gran Comisión (Mateo 28:19-20) y de serle testigos en
Jerusalén, en Judea, en Samaria y hasta los confines de la tierra). Sin embargo, la
iglesia no había salido de Jerusalén hasta el capítulo 8 de hechos después del
apedreamiento de Esteban, lo que implicaba una apatía hacia el cumplimiento del
mandato de Jesús.

Si el llamado a la iglesia es equipar a los santos para la obra del ministerio,


entonces necesitamos equiparlos, no tecnológicamente, no que se conecten a la
red y vean nuestros grandes discursos, sino de atreverse a salir y a hacer que lo
imposible sea posible. El letargo nos impide ver la gran responsabilidad que
tenemos en cuanto a la calidad de vida de nuestras naciones y a su sanidad en
todos los aspectos. 2a. Crónicas 7:14

Hoy necesitamos levantar la voz y que se oiga un estruendo de que la iglesia está
de pie. 

Hoy nos toca ser esa iglesia guerrera levantar un altar de adoración en casa y
hacer que la voz de Jehová sea nuestra voz, que el Espíritu Santo sea nuestra
llenura constante. 

Debemos de ser una iglesia relevante. De posicionarlos en sillas de definición de


leyes, dejar de ser iglesias ignorantes y ocuparnos en capacitarnos. De educar a
nuestros hijos y enseñarles principios de Reino.  

Tu eres luz, en medio de una generación perversa y maligna, que hoy no solo no
cree en Dios, sino que se burla de Él (Filipenses 2:14-15); se hablan de
conspiraciones, de control y nuevo orden mundial, despertemos a la luz de Cristo
y no durmamos. 

Despierta iglesia y ve por las familias, por las nuevas generaciones. Saquemos a
los jóvenes de su letargo tecnológico, que su pasión no sean hacer TikTok,
navegar en redes sociales y hacer memes, sino ayudar a la gente, apasionarse del
Señor, de ayudar a la viuda, el huérfano y el menesteroso. 

No esperemos más, hay que crear oportunidades, que las nuevas generaciones
nos vean en acción, que seamos ejemplo para ellos; no esperemos a que el
gobierno haga nuestro trabajo, no esperemos que la gran comisión la hagan otros.
Seamos una iglesia relevante, con propósito de Reino, una iglesia que reforma,
que impacta, que es influencia. 

El avivamiento ya está, nosotros somos los generadores del Pentecostés;


estampas en la gloria postrera y la lluvia tardía, demostremos que lo creemos y
vivámoslo con acción. El plan de regreso de la iglesia no es en cuatro paredes, es
más allá. 

Seamos parte de la historia, que escriban tu nombre en la tierra si ya está escrito


en el cielo. Que el diablo tiemble cuando te escuche caminar, que tu nombre sea
famoso en el cielo y en los abismos. Hagamos que el Nombre de Jesús sea
escuchado a las naciones. Mateo 16:18-19

Las iglesias piensan que la tecnología será la única y gran forma en llegar a las
naciones, pero la nueva forma de hacer iglesia nos llevará a las calles. Recuerda a
Noé, el fue quitado de lo normal y de lo que todos hacían; construyó un arca en
donde no había agua. No son transmisiones con todo un nivel tecnológico, es con
el poder de Dios, extendiendo la mano hacia los que no le conocen, a los que no
tienen, al que vive sin conocer la salvación. Construyamos un arca en donde no
hay ríos ni océanos. 

El Señor está esperando que no cometamos el mismo error de quedarnos


encerrados, y no en cuatro paredes, sino en la red; ¿A quién nos envió el Señor?
A todos, el pobre, el necesitado, ellos siempre estarán, esperando a que la iglesia
haga más que lo que ha hecho en 2000 años. Juan 14:12-14

Hoy decidimos: Si llegamos a más, hacer que la iglesia se extienda, o Si nos


quedamos inventando formas para hacer que nuestra entrada al internet sea mas
bonita; si es lo segundo, entonces perdimos el enfoque y el propósito de Dios.
Tenemos tiempo para meditar nuestra salida a las calles, a hacer iglesia, a ser
iglesia. 

David fue un hombre de guerra desde su llamado y aun cuando era viejo el quería
seguir peleando. Su gente le decía que se quedara en casa para que no perdieran
a su rey; si por el hubiera sido continuaba en la guerra. 2a Samuel 21:15-17. 

Hoy tenemos la oportunidad de seguir en la batalla y créanme que no estamos en


peligro de muerte; muerte si no entendemos y nos quedamos, no en cuatro
paredes, sino envueltos en una sola: la Internet. El Señor no espera que cada
domingo preparemos un discurso bonito para la gente que ya lo conoce, que
seamos jueces diciendo quienes se irán al infierno y quienes a la gloria. Que nos
llenemos de letra y que el espíritu no se vivifique. 

A El no le ocupa ni le preocupa que usemos un IPAD, un cuaderno o una laptop


para dirigir el mensaje, le preocupa que la iglesia siga con el virus del letargo, que
sigamos esperando; que aún escuchando Su voz sigamos aletargados.
Proverbios 6:6-11

Hoy el estupor y el letargo no son parte de la iglesia; el trabajo en las redes ahí
seguirán, pero ahí no termina todo, no es el todo. Es nuestro tiempo, pongamos
atención, seamos prudentes y sabios. EL DÍA DEL SEÑOR nos espera. 

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