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INFORME DE INVESTIGACIÓN

Abandono del lugar del accidente en las colisiones de


tránsito

Rama del Derecho: derecho penal / derecho de


Descriptor: Accidentes de tránsito.
tránsito.

Palabras Claves: omisión de auxilio / lesiones culposas / homicidio culposo / abandono del lugar
del accidente / Sala Constitucional. Sentencia Nº 00525-1993, 05747-1993 / Sala Tercera de la
Corte. Sentencia Nº 01140-2015 / Tribunal Primero Civil. Sentencia Nº 00535-2014.

Fuentes de Información: normativa y jurisprudencia. Fecha: 25/08/2016.

Contenido
RESUMEN ................................................................................................................................... 2

NORMATIVA .............................................................................................................................. 2

1. Omisión de auxilio ...................................................................................................... 2

2. Lesiones culposas ....................................................................................................... 3

3. Homicidio culposo ...................................................................................................... 5

4. Conducta posterior al delito ................................................................................... 7

JURISPRUDENCIA ..................................................................................................................... 8

1. Inconstitucional el artículo 328 del Código Penal que tipificaba como


delito el abandono del lugar del accidente................................................................ 8

2. La sola presencia del conductor en el lugar de los hechos, declare o no


sobre lo sucedido, es incriminatorio por sí mismo ............................................... 12

3. Posibilidad de tomar en cuenta el ausentarse del lugar del accidente


como elemento para agravar la pena de homicidio culposo............................. 14

4. Abandono del lugar del accidente es reprochable civilmente mas no


constituye daño moral .................................................................................................... 18

NOTAS: ...................................................................................................................................... 20

1
RESUMEN

En este informe se hace referencia a la actuación de la persona que

abandona el lugar de un accidente de tránsito y sus eventuales

implicaciones al amparo del derecho penal costarricense. Se incluye la

declaración de inconstitucionalidad del artículo que regulaba esta situación

al considerarse una auto incriminación.

NORMATIVA

1. Omisión de auxilio

[Código Penal]i

Artículo 144.-Quien encuentre perdido o desamparado a un menor de diez

años o a una persona herida o amenazada de un peligro cualquiera y omita

prestarle el auxilio necesario según las circunstancias, cuando pueda

hacerlo sin riesgo personal, será reprimido con una multa igual a la mitad

del salario mínimo establecido por la Ley No. 7337, del 5 de mayo de 1993.

El juez podrá aumentar esta sanción hasta en el doble, considerando las

condiciones personales del autor, sus posibilidades económicas, los efectos

y la gravedad de la acción.

(Así reformado por el artículo 69 de la Ley sobre Igualdad de Oportunidades

para las Personas con Discapacidad; Nº 7600 de 2 de mayo de 1996)

2
2. Lesiones culposas

[Código Penal]ii

Artículo 128.- Lesiones culposas

Se impondrá prisión hasta de un año, o hasta cien días multa, a quien por

culpa cause a otro lesiones de las definidas en los artículos 123, 124 y 125.

Para la adecuación de la pena al responsable, el tribunal deberá tener en

cuenta el grado de culpa, el número de víctimas y la magnitud de los daños

causados.

En todo caso, al autor de las lesiones culposas también se le impondrá

inhabilitación de seis meses a dos años para el ejercicio de la profesión, el

oficio, el arte o la actividad en la que se produjo el hecho.

Se impondrá pena de prisión de tres meses a tres años y la inhabilitación

para conducir vehículos de todo tipo, de un año a tres años a quien por

culpa y por medio de un vehículo haya causado lesiones a una persona,

encontrándose el autor bajo las conductas establecidas en la categoría A de

la Ley de Tránsito por Vías Públicas Terrestres y Seguridad Vial o bajo la

influencia de bebidas alcohólicas, con una concentración de alcohol en

sangre superior a cero coma setenta y cinco gramos (0,75 g) por cada litro

de sangre o con una concentración de alcohol en aire superior a cero coma

treinta y ocho miligramos (0,38 mg) por litro.

3
Igual pena se aplicará en los casos en que el autor del hecho sea un

conductor profesional o un conductor cuya licencia de conducir haya sido

expedida por primera vez en un plazo inferior a tres años, respecto del día

en que se detectó la presencia del alcohol, cuando la concentración de

alcohol en sangre sea superior a cero coma cincuenta gramos (0,50 g) de

alcohol por cada litro de sangre o cuando la concentración de alcohol en

aire sea superior a cero coma veinticinco miligramos (0,25 mg) por litro, o

bien, en los casos en que el autor del hecho se encuentre bajo la influencia

de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas u otras

sustancias que produzcan estados de alteración y efectos enervantes o

depresivos análogos, de acuerdo con las definiciones, los alcances y las

características que haya establecido el Ministerio de Salud.

Cuando se trate de un conductor reincidente de alguna de las conductas

señaladas en los párrafos anteriores, el mínimo de la pena de inhabilitación

para la conducción de todo tipo de vehículos, será de tres años y el máximo

podrá ser hasta de siete años.

Cuando se imponga una pena de prisión de tres años o menos, el tribunal

podrá sustituir la pena privativa de libertad por una multa pecuniaria, la

cual no podrá ser menor de un salario base ni mayor de tres salarios base

mensual, correspondiente al "Auxiliar Administrativo Uno" que aparece en

la Relación de Puestos del Poder Judicial, de conformidad con la ley de

presupuesto ordinario de la República, aprobada en el mes de noviembre

anterior a la fecha en que se cometa la infracción de tránsito asociado a

una medida alternativa de prestación de servicio de utilidad pública, que

podrá ser de doscientas horas hasta de novecientas cincuenta horas de

4
servicio, en los lugares y la forma que se dispongan por la autoridad

jurisdiccional competente.

(Así reformado por el artículo 246 de la ley de Tránsito por Vías Públicas

Terrestres y Seguridad Vial, N° 9078 del 4 de octubre de 2012)

3. Homicidio culposo

[Código Penal]iii

Artículo 117.- Homicidio culposo

Se impondrá prisión de seis meses a ocho años a quien por culpa mate a

otro. En la adecuación de la pena al responsable, el tribunal deberá tomar

en cuenta el grado de culpa y el número de víctimas, así como la magnitud

de los daños causados. En todo caso, al autor del homicidio culposo

también se le impondrá inhabilitación de uno a cinco años para el ejercicio

de la profesión, el oficio, el arte o la actividad en la que se produjo el hecho.

Se impondrá pena de prisión de un año a diez años e inhabilitación para la

conducción de todo tipo de vehículos, por un período de tres a siete años a

quien, por culpa y por medio de un vehículo automotor, haya dado muerte

a una persona, encontrándose el autor bajo las conductas categoría A de la

Ley de Tránsito por las Vías Públicas Terrestres y Seguridad Vial, o bajo la

influencia de bebidas alcohólicas, con una concentración de alcohol en

sangre superior a cero coma setenta y cinco gramos (0,75 g) por cada litro

5
de sangre o con una concentración de alcohol en aire superior a cero coma

treinta y ocho miligramos (0,38 mg) por litro.

Igual pena se aplicará en los casos en que el autor del hecho sea un

conductor profesional o un conductor cuya licencia de conducir haya sido

expedida por primera vez en un plazo inferior a tres años, respecto del día

en que se detectó la presencia del alcohol, cuando la concentración de

alcohol en sangre sea superior a cero coma cincuenta gramos (0,50 g) de

alcohol por cada litro de sangre o cuando la concentración de alcohol en

aire sea superior a cero coma veinticinco miligramos (0,25 mg) por litro, o

bien, en los casos en que el autor del hecho se encuentre bajo la influencia

de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas u otras

sustancias que produzcan estados de alteración y efectos enervantes o

depresivos análogos, de acuerdo con las definiciones, los alcances y las

características que haya establecido el Ministerio de Salud.

Cuando se trate de un conductor reincidente de alguna de las conductas

señaladas en los párrafos anteriores, el mínimo de la pena de inhabilitación

para la conducción de todo tipo de vehículos será de cinco años y el

máximo podrá ser hasta de nueve años.

Cuando se imponga una pena de prisión de tres años o menos, el tribunal

podrá sustituir la pena privativa de libertad por una multa pecuniaria la cual

no podrá ser menor de un salario base, ni mayor de tres salarios base

mensual, correspondiente al "Auxiliar Administrativo Uno", que aparece en

la Relación de Puestos del Poder Judicial, de conformidad con la ley de

presupuesto ordinario de la República, aprobada en el mes de noviembre

anterior a la fecha en que se cometa la infracción de tránsito asociado a

6
una medida alternativa de prestación de servicio de utilidad pública, que

podrá ser de trescientas ochenta horas a mil ochocientas horas de servicio,

en los lugares y la forma que disponga la autoridad jurisdiccional

competente.

(Así reformado por el artículo 246 de la ley de Tránsito por Vías Públicas

Terrestres y Seguridad Vial, N° 9078 del 4 de octubre de 2012)

4. Conducta posterior al delito

[Código Penal]iv

Modo de Fijación.

Artículo 71.-El Juez, en sentencia motivada, fijará la duración de la pena que

debe imponerse de acuerdo con los límites señalados para cada delito,

atendiendo a la gravedad del hecho y a la personalidad del partícipe.

Para apreciarlos se tomará en cuenta:

f) La conducta del agente posterior al delito.

7
JURISPRUDENCIA

1. Inconstitucional el artículo 328 del Código Penal que tipificaba

como delito el abandono del lugar del accidente

[Sala Constitucional]v

Voto de mayoría:

PRIMERO: La precisa y circunstanciada relación del Procurador General

Adjunto se refiere en primer término a la jurisprudencia de la Sala Tercera

de la Corte Suprema de Justicia sobre un aspecto de suma importancia,

pero de innecesario pronunciamiento para la presente consulta de

constitucionalidad: La mayoría de esa Sala, señala la Procuraduría,

considera que "el artículo 328 del Código Penal está tácitamente derogado

por la entrada en vigencia de la Ley de Tránsito ( Ley N. 5322 de 27 de

agosto de l973 y Ley N. 5930 de 13 de setiembre de l976) " -folio 10 vuelto-,

de manera que "la aplicación jurisprudencial del artículo en comentario

constituiría un quebranto al numeral 129 de la Constitución Política que

regula la vigencia normativa y señala las causas de su extinción. Se

violentaría además, el principio de legalidad instituido en el (artículo 39)

constitucional ..." -folio 11-. Para dilucidar la constitucionalidad del artículo

328 del Código Penal no es necesario pronunciarse sobre la derogatoria o la

vigencia de dicho artículo, lo que, como se dijo ya fue decidido por la Sala III

(ver la sentencia de las 15 horas 55 minutos del 5 de setiembre de l984).

SEGUNDO: La Corte Plena, en sesión extraordinaria celebrada a las l4 horas

del 20 de octubre de l977, declaró sin lugar un recurso de

inconstitucionalidad contra el artículo 328 del Código Penal. A juicio de la

mayoría, "la circunstancia prevista en el artículo 328 del Código Penal, que

8
obliga a la persona que ha tenido parte en un accidente de tránsito a dar

cuenta inmediata del hecho a la autoridad, cuando se hubiere alejado del

lugar por razones atendibles o a permanecer allí para no sustraerse a su

identificación o eludir las comprobaciones necesarias, no infringe el artículo

36 de la Constitución Política, pues el citado artículo 328 no constriñe al

partícipe del accidente a decir la verdad de lo ocurrido, si alguna culpa le

correspondiere en el suceso. Si lo obligara a autodenunciarse o

autoincriminarse, la inconstitucionalidad sería ostensible; pero realmente

no es así, pues esa persona puede relatar el hecho de la forma que más

convenga a su interés, en procura de su impunidad, y puede también,

desde ese momento, estar preparando su defensa." El voto minoritario de

ocho magistrados estimó que el artículo 36 constitucional es una de más

importantes conquistas del siglo XVIII concretadas en la Declaración de los

Derechos del Hombre, y que es infringido por la norma impugnada cuyo

objeto es "compeler a la persona que se vea envuelta en un delito de

tránsito a autodenunciarse, pues la simple presencia de ella en el sitio del

suceso la está ya señalando como comprometida penalmente, aún sin

necesidad de que hable, en tanto que sujetos que cometen delitos de

mayor gravedad,como homicilios...calificados, violaciones agravadas,

asaltos a mano armada, actos de terrorismo, etc, tienen el derecho de

autoencubrirse huyendo del lugar de los hechos, sin que por ello incurran

en otro delito adicional." TERCERO: El artículo 328 del Código Penal dispone:

"El que, después de un accidente de tránsito en el que ha tenido parte y del

que hayan resultado lesiones o muerte, se alejare del lugar para sustraerse

a su identificación o para eludir las comprobaciones necesarias, o el que

habiéndose alejado por razones atendibles, omitiere después dar cuenta

inmediatamente a la autoridad, será reprimido con prisión de seis meses a

dos años." En efecto, se tipifica aquí la falta de colaboración del imputado

9
en la averiguación de la verdad, lo que es incompatible con un proceso

penal acusatorio, en perjuicio de la "necesaria demostración de

culpabilidad" exigida por el artículo 39 de la Constitución Política; por otro

lado, hay falta de razonabilidad legislativa pues esa colaboración no se le

exige al autor de toda una serie de delitos contra la vida, contra la libertad

sexual, contra la libertad...conductas aún más graves por la naturaleza del

bien jurídico tutelado. Lleva razón la Procuraduría General de la República

al estimar infringido el principio de inocencia : es tarea del Ministerio

Público el ejercicio de la acción penal pública, y de los órganos

jurisdiccionales el fallar conforme a derecho al cabo de un debido proceso

sin que el encartado deba colaborar en el descubrimiento de la verdad de

los hechos.

CUARTO: Por lo demás, el tipo que nos ocupa forma parte del título XIV del

Código Penal : Delitos contra la Administración de justicia. Está colocado

entonces, arbitrariamente, junto al falso testimonio y soborno de testigos,

la denuncia y querella calumniosa, la receptación , el favorecimiento real, la

evasión y el quebrantamiento de pena...El bien jurídico protegido por el

artículo 328 está arbitrariamente asimilado al que tutelan otras figuras

delictivas que forman parte del mismo título del Código Penal; la

asimilación del primero a las segundas no es afortunada y lleva a absurdas

consecuencias: por ejemplo, el autor de un homicidio calificado que se aleja

del lugar para sustraerse a su identificación o para eludir las

comprobaciones necesarias es penado conforme al artículo 112 del Código

Penal; sin embargo,si de un accidente de tránsito resulta la muerte de una

persona y uno de los partícipes en el mismo se aleja del lugar para

substraerse a su identificación o para eludir las comprobaciones necesarias,

puede ser penado por homicidio culposo y abandono del lugar del

10
accidente, como si el abandono fuera más grave en esta última hipótesis

que en la primera (el homicidio calificado).

QUINTO: Un último orden de consideraciones es referente al bien jurídico

tutelado por el artículo 328 del Código Penal. No podemos partir de la

ubicación de este tipo en el título XIV, lo cual sería ilegítimo, según se

expresó en el considerando cuarto anterior. Si indagáramos el bien jurídico

garantizado, a partir del texto del artículo 328, encontraríamos que no es,

como aparenta, una defensa de la integridad corporal y de la vida. En

efecto, uno de los elementos del tipo es que del accidente de tránsito

hubieran resultado "lesiones o muerte"; de no haberlas, luego, la conducta

no sería delictiva. En realidad se trata, inconstitucionalmente, de una

descripción de conducta, de un tipo en sentido objetivo, sin bien jurídico

inherente, pues la integridad corporal y la vida son tuteladas por el numeral

l42 del Código Penal. Al disponerse constitucionalmente que "las acciones

privadas que no dañen la moral o el orden público, o que no perjudiquen a

tercero, están fuera de la acción de la ley" -art. 28- se impone un límite al

denominado ius puniendi, pues a cada figura típica ha de ser inherente una

lesión o peligro de un valor ético social precisamente determinado; en otros

términos, puesto que no basta que una conducta u omisión "encaje"

abstractamente en un tipo, es también necesaria una lesión significativa de

un bien jurídico. De lo contrario, tendríamos conductas delictivas pese a

que no dañan la moral o el orden público o a que no perjudican a tercero.

POR TANTO

Se evacúa la consulta judicial en el sentido de que es inconstitucional y en

consecuencia se anula el artículo 328 del Código Penal. Esta sentencia es

11
declarativa y retroactiva a la fecha de vigencia de la norma. Quienes

descontaren pena en su virtud deberán ser puestos en libertad.

2. La sola presencia del conductor en el lugar de los hechos, declare

o no sobre lo sucedido, es incriminatorio por sí mismo

[Sala Constitucional]vi

Considerando: Io. Sobre la materia que se consulta, ya la Sala ha emitido su

criterio en la sentencia número 525-93 indicando que: "TERCERO: El artículo

328 del Código Penal dispone: "El que, después de un accidente de tránsito

en el que ha tenido parte y del que hayan resultado lesiones o muerte, se

lejare del lugar para sustraerse a su identifición o para eludir las

comprobaciones necesarias, o el que habiéndose alejado por razones

atendibles, omitiere después dar cuenta inmediatamente a la autoridad,

será reprimido con prisión de seis meses a dos años". En efecto, se tipifica

aquí la falta de colaboración del imputado en la averiguación de la verdad,

lo que es incompatible con un proceso penal acusatorio, en perjuicio de la

"necesaria demostración de culpabilidad", exigida por el artículo 39 de la

Constitución Política; por otro lado, hay falta de razonabilidad legislativa

pues esa colaboración no se le exige al autor de toda una serie de delitos

contra la vida, contra la libertad sexual, contra la libertad... conductas aún

más graves por la naturaleza del bien jurídico tutelado. LLeva razón la

Procuraduría General de la República al estimar infringido el principio de

inocencia: es tarea del Ministerio Público el ejercicio de la acción penal

pública, y de los órganos jurisdiccionales el fallar conforme a derecho al

cabo de un debido proceso sin que el encartado deba colaborar en el

descubrimiento de la verdad de los hechos." IIo. El artículo 129 inciso b)

12
consultado dice: "Al que huya o se aleje, sin justa causa, despúes de

ocasionar un accidente, siempre que no se hayan producido lesiones cuya

incapacidad sea superior a diez días o produzca la muerte, en este caso, se

estará a lo dispuesto en el artículo 328 del Código Penal. Esta sanción se

aplicará al conductor que no permanezca en el lugar del suceso parar

brindar sus datos de identificación o domicilio. La autoridad

correspondiente no podrá interrogarlo sobre los hechos y le hará saber que

tiene el derecho de abstenerse de brindar información respecto al suceso".

Evidentemente que la norma reproduce varios de los defectos por los

cuales se declaró inconstitucional el artículo 328 del Código Penal. En

efecto, el hecho de que se sancione a quién no permanezca en el lugar del

suceso para brindar sus datos de identificación o domicilio, aún cuando se

le advierta que tiene el derecho de abstenerse a brindar información, es

contrario a los principios constitucionales tutelados en los artículos 36 y 39

de la Constitución Política. La sola presencia del conductor en el lugar de los

hechos, declare o no sobre lo sucedido, es incriminatorio por sí mismo. Así

lo señaló también el voto minoritario de ocho Magistrados de Corte Plena al

conocer una inconstitucionalidad contra el artículo 328 citado indicando

que: "compeler a la persona que se vea envuelta en un delito de tránsito a

autodenunciarse, pues la simple presencia de ella en el sitio del suceso la

está ya señalando como comprometida penalmente, aún sin necesidad de

que hable, en tanto que sujetos que cometen delitos de mayor gravedad,

como homicidios... calificados, violaciones, etc, tienen el derecho de

autoencubrirse huyendo del lugar de los hechos, sin que por ello incurran

en otro delito adicional". (Corte Plena, sesión extraordinaria de las 14 hrs

20-10-77; además ver voto 525-93)

13
Además, como ya lo señaló la Sala en el voto citado supra, nuestro sistema

penal es acusatorio, de tal forma que es al Ministerio Público al que le

corresponde demostrar la existencia o no de un hecho punible y la

responsabilidad que de él pudiera derivarse. No obstante los vicios

apuntados, como el artículo 328 del Código Penal, al cual remite el inciso b)

del artículo 129 citado para imponer la sanción, fue declarado

inconstitucional en la resolución número 523-93 de esta Sala, la norma

consultada se quedó sin contenido sancionatorio desde ese momento, no

pudiendo autoridad alguna aplicar la sanción anulada a quién huya o se

aleje, del lugar del accidente por las razones expuestas.

Por tanto: Se evacua la consulta judicial en el sentido de que es

inconstitucional el inciso b) del artículo 129 de la Ley de Tránsito número

7331 del veintidos de abril de mil novecientos noventa y tres, en cuanto

sanciona a quién huya o se aleje del lugar del accidente. Esta sentencia es

declarativa y retroactiva a la fecha de vigencia de la norma. Notifíquese,

reséñese y publíquese.

3. Posibilidad de tomar en cuenta el ausentarse del lugar del

accidente como elemento para agravar la pena de homicidio

culposo

[Sala Tercera de la Corte]vii

III. En su primer reclamo, con fundamento en el numeral 468 inciso a) del

Código Procesal Penal, aduce existencia de precedentes contradictorios en

relación con la posibilidad de tomar en cuenta el ausentarse del lugar del

accidente como elemento para agravar la pena. Considera que el Tribunal

de Apelación, se limitó a confirmar lo resuelto por el a quo, en el sentido de

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que si la persona no permanece en el lugar del accidente, evidencia falta de

solidaridad con la víctima, lo cual debe ser tomado en cuenta como una

circunstancia agravante para la sanción a imponer, rozando dicho criterio

con los pronunciamientos de la Sala Tercera y de la Sala Constitucional, en

cuanto ratifican como derecho de toda persona el no permanecer en el

lugar de los hechos, como consecuencia del derecho fundamental a no

autoincriminarse. Considera que el ad quem resolvió de manera contraria

al voto 2005-00813 de la Sala Tercera que refiere que los hechos

posteriores al delito sólo deben tomarse en consideración para disminuir la

pena, no para aumentarla o agravarla. Refiere que también se opone a lo

dispuesto por la Sala Constitucional, órgano que al pronunciarse sobre la

inconstitucionalidad del entonces delito de “abandono del lugar del

accidente” anotó: “…En efecto, se tipifica aquí la falta de colaboración del

imputado en la averiguación de la verdad, lo que es incompatible con un

proceso penal acusatorio, en perjuicio de la “necesaria demostración de

culpabilidad” exigida por el artículo 39 de la Constitución Política; por otro

lado, hay falta de razonabilidad legislativa pues esa colaboración no se le

exige al autor de toda una serie de delitos contra la vida, contra la libertad

sexual, contra la libertad.., conductas aún más graves por la naturaleza del

bien jurídico tutelada…” (Sentencia 525-93, de las 14:24 horas, del 3 de

febrero de 1993 de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia).

Desde su perspectiva, el Tribunal de Apelación debió observar los

precedentes citados a efectos de fijar una pena menor, la cual le hubiese

permitido acceder al beneficio de ejecución condicional de la pena. Solicita

se admita el presente recurso para su estudio, y una vez examinado el

mismo, se declare con lugar, se revoque el fallo impugnado y, por economía

procesal, se imponga la pena mínima o, en su lugar, una sanción que

permita la concesión de la ejecución condicional. Subsidiariamente, se

15
proceda a la anulación de lo resuelto y se ordene el reenvío al tribunal de

origen para una nueva sustanciación. El reclamo es inadmisible. Esta Sala

en múltiples oportunidades ha indicado que bajo el nuevo régimen de

impugnación penal no puede invocarse como precedente un aspecto zzal

de la resolución que se cita, así como tampoco se pueden señalar como

contradictorias, resoluciones que no comparten la necesaria similitud entre

las situaciones fácticas y jurídicas (Sala Tercera de la Corte Suprema de

Justicia, sentencia 2012-01064, de las 16:25 horas, del 31 de julio de 2012).

Asimismo, de manera reiterada se ha dicho que esta causal no es oponible

contra sentencias de la Sala Constitucional (al respecto, véase Sala Tercera

de la Corte Suprema de Justicia, sentencias 2013-01679, de las 14:43 horas,

del 14 de noviembre del 2013 y 2013-00366, de las 11:45 horas, del 15 de

marzo del 2013). Se ha podido constatar que al plantear su recurso, el

impugnante no logra acreditar la semejanza o similitud, en los aspectos

esenciales, de los supuestos fácticos del caso que se examina y el resuelto

por esta Cámara en el voto 2005-00813. Nótese, que al resolver el recurso

de apelación, el Tribunal de Alzada dijo: “...que el tribunal de instancia haya

apreciado que el endilgado mostró falta de solidaridad con las víctimas del

accidente en que se vio involucrado, al no quedarse en el sitio del suceso y,

a su vez, no llamar a los cuerpos de socorro, no es un aspecto que revele la

falta de fundamentación del fallo que se reclama, ya que el artículo 71

permite considerar la conducta del agente posterior al hecho delictivo, no

solo para efectos de disminuirle la pena —tal y como sin fundamento

jurídico alguno lo afirma el recurrente-, sino para definir el grado de

reproche en virtud de la actitud que toma y realiza el agente activo luego de

cometer el delito. Si bien es cierto no se puede obligar a una persona que

comete un hecho ilícito culposo, que se quede en el sitio del suceso y

acepte su responsabilidad, es claro que tal supuesto no es el que valora el a

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quo para sustentar el quantum de la pena que decidió imponer a David

Zúñiga Ruiz, siendo que lo que reprocha el tribunal penal es la falta de

humanidad y solidaridad de parte del endilgado, lo cual coteja con la

versión dada por la defensa del justiciable atinente a que éste se fue del

sitio para ser atendido en el Hospital Clínica Bíblica, aspecto que valora y

demerita el a quo al constatar las mínimas lesiones y atención médica que

recibió Zúñiga Ruiz el día de los hechos. Los aspectos apuntados se

engloban dentro del inciso f) del artículo 71 del Código Penal, puesto que es

claro que el endilgado actuó con una conducta displicente luego de cometer

el evento ilícito por cual fue condenado en el presente proceso penal…” (cfr.

folios 1394 a 1395). Esta posición del ad quem no contrasta con la

resolución 2005-00813 que afirmó: “…es asimismo contrario a principios

constitucionales básicos (artículo 36 de la Constitución Política), reprocharle

al sentenciado que no confesó su delito ante el testigo que lo sorprendió en

flagrancia, que trató de huir de la policía y que no cooperó con la

administración de Justicia. Debería resultar obvio que no pesa sobre el

acusado obligación alguna de prestar semejantes auxilios para que se logre

su condena…” (Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia, sentencias

2005-0813, de las 08:30 horas, del 22 de julio del 2005). Véase que el marco

fáctico entre ambos casos es distinto. En el asunto que conoció esta Sala en

el año 2005 (robo agravado), el Tribunal de Juicio le reprochó al imputado

no haber confesado el delito, así como su actitud de huir de la policía

(ámbito de la responsabilidad penal), mientras que en el que nos ocupa

(homicidio culposo), el Tribunal de Apelación ratificó el razonamiento del a

quo al considerar que la circunstancia de que el endilgado se retirara del

lugar del accidente constituye una conducta posterior al delito, el cual,

conforme lo regula el ordinal 71 del Código Penal, es un aspecto (no el

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único) a considerar a efectos de imponer la sanción (ámbito de la pena). Por

las razones expuestas se declara inadmisible el reclamo.

4. Abandono del lugar del accidente es reprochable civilmente mas

no constituye daño moral

[Tribunal Primero Civil]viii

Finalmente se alega como sustento del daño moral la censurable conducta

del demandado quien hizo abandono del lugar del accidente y cuya

descalificación mayor la sustenta el ejecutante por la condición de médico

que ostenta el demandado. A pesar de que para el Tribunal no es ignorable

la desdeñosa actitud del demandado, la irresponsabilidad ajena no produce

-per se- un daño moral en los términos que invoca el apelante.

Corresponde a una conducta reprochable desde el ámbito civil, pero no por

ello constitutiva como un daño moral por efecto reflejo en la autoestima del

demandante, por tratarse de una ponderación de valor referida a una

conducta ajena que en el caso bajo examen no repercute en el eventual

reconocimiento del daño aludido. Por las razones descritas deberá

confirmarse la sentencia apelada.”. A la luz de esta cita jurisprudencial

transcrita, queda claro que en materia de daños producidos a un vehículo

por causa de una colisión de tránsito, la indemnización del daño moral

adquiere un carácter excepcional pues para que este tipo de pretensión

prospere debe concurrir, aparte del daño patrimonial en sí, un interés

extramatrimonial jurídicamente relevante o de extraordinaria

trascendencia el cual va más allá de las meras molestias, dificultades, o

estrecheces de la vida diaria. Además, por provenir la afectación del ánimo

en el accionante a propósito de la causación de un daño material, contrario

18
a lo que sugiere la apelante, no opera aquí la acreditación in re ipsa, cuando

por el contrario tal afectación extrapatrimonial requiere demostración con

prueba directa y no presuntiva. En lo que atañe al presente caso, lo relativo

a la pérdida de prestigio o imagen profesional y a la angustia por causa de

no contar con el vehículo y tener que movilizarse en transporte público,

trata de aspectos que, aparte de que no constan acreditados en el

expediente ya que a su respecto lo único que se tiene es el puro dicho de la

parte actora, no advierten la consideración de un interés extramatrimonial

de trascendencia tal que justifiquen su indemnización bajo el concepto de

daño moral, lo cual es suficiente para desestimar el agravio deducido.

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NOTAS:

i
Asamblea Legislativa. Código Penal. Ley Nº 4573 del 04 de mayo de 1970. Publicado en la
Gaceta Nº 257 del 15 de noviembre de 1970. Alcance: 120A.

ii
Asamblea Legislativa. Código Penal. Ley Nº 4573 del 04 de mayo de 1970. Publicado en la
Gaceta Nº 257 del 15 de noviembre de 1970. Alcance: 120A.

iii
Asamblea Legislativa. Código Penal. Ley Nº 4573 del 04 de mayo de 1970. Publicado en la
Gaceta Nº 257 del 15 de noviembre de 1970. Alcance: 120A.

iv
Asamblea Legislativa. Código Penal. Ley Nº 4573 del 04 de mayo de 1970. Publicado en la
Gaceta Nº 257 del 15 de noviembre de 1970. Alcance: 120A.

v
Sala Constitucional. Sentencia Nº 00525 de las catorce horas veinticuatro minutos del tres
de febrero de mil novecientos noventa y tres. Expediente: 90-001531-0007-CO.

vi
Sala Constitucional. Sentencia Nº 05747 de las catorce horas veintisiete minutos del nueve
de noviembre de mil novecientos noventa y tres. Expediente: 93-004456-0007-CO.

vii
Sala Tercera de la Corte. Sentencia Nº 01140 de las nueve horas diez minutos del cuatro de
setiembre del dos mil quince. Expediente: 03-020601-0042-PE.

viii
Tribunal Primero Civil. Sentencia Nº 00535 de las nueve horas treinta y cinco minutos del
nueve de julio de dos mil catorce. Expediente: 05-001390-0183-CI

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