Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Origen Fundamento y Meta Gisbert Gresha
Origen Fundamento y Meta Gisbert Gresha
3 (2013) 451-499
D o m in g o G a r c í a G u il l é n
Seminario Diocesano-Teologado (Alicante)
Pontificio Instituto Juan Pablo II. Sección española (Valencia)
6 Cf. D U T 215-266.
7 Cf. D U T 227-236.
8 Cf. D U T 447-517.
9 Cf. K. Rahner, «El Dios Trino como principio y fundamento trascenden
te», 290.
10 Scheffczyk describe la teología balthasariana en términos muy similares
a los del documento episcopal: «Wenn das Sein im Zusammenspiel der góttli-
chen Personen grundgelegt wird, dann kónne man nicht mehr von der einen
Wesenseinheit sprechen, sondern hóchstens von einem moralischen Einssein
- und das berge die Gefahr des Tritheismus in sich» L. Scheffczyk-A.
Ziegenaus, Katholische Dogmatik VIII: Die Zukunft der Schópfung in Gott:
Eschatologie, MM Verlag, Aachen 1996, 345s.
454 DOMINGO GARCÍA GUILLÉN
1. E l Padre b a jo s o s p e c h a
19 Cf. D U T 314-323.
10 D U T 316-317.
21 Cf. la cita de la teóloga K.J. Halkes en D U T 315.
458 DOMINGO GARCÍA GUILLÉN
22 D U T 323.
23 Cf. D U T 319.
ORIGEN, FUNDAMENTO Y META 459
24 Cf. D U T 547-555.
25 D U T 551.
26 D U T 554.
27 El resto del capítulo (D U T 555-583) desarrolla este principio de la
Trinidad como inspiradora de la sociedad.
460 DOMINGO GARCÍA GUILLEN
28 Cf. D U T 613-617.
29 J- W. von Goethe, Grenzen der Menschheit, citado en D U T 613.
30 Cf. D U T 614, nota 1568.
ORIGEN, FUNDAMENTO Y META 461
n D U T 616.
32 A. Grótzinger, Erziihlen und Handeln. Studien zu einer trinitariscben
Grundlegung derpraktischen Theologie, München 1989, 28, citado en D U T 620.
33 Cf. D U T 46-64.
34 Cf. D U T 257-258. N o deja de resultar curioso que la sustitución vicaria
(Stellvertretung), se presente también como «cristalización» de la vida de la
comunidad, Cf. Ibídem, 350.
462 DOMINGO GARCÍA GUILLÉN
2. O r i g e n . E l P a d r e a l r it m o d e l a c o m u n i ó n t r in it a r ia
38 D U T 41.
39 C Í.D U T M .
40 D U T 69. El término hebreo «schibboleth» recuerda al pasaje de Jueces 12,
4-6. Los habitantes de Galaad, en batalla con Efraím, idearon un procedimien
to ingenioso para distinguir a sus enemigos. Les forzaban a pronunciar la pala
bra «schibboleth» (espiga), que los efraimitas pronunciaban «sibboleth».
Actualmente, «schibboleth» es sinónimo de contraseña o palabra que caracteriza
la identidad grupal, cf. J. Derrida, Schibboleth. Para Paul Celan, Madrid 2002.
41 Cf. D U T 179-189.
42 Cf. D U T 69, nota 91; 210-213; 237. El propio Greshake no duda en
situarse claramente en esta última tendencia, y en dirigir acidas críticas a quie
nes acentúan solo la unidad divina. Cf. G. Greshake, «Streit um die Trinitat»,
ORIGEN, FUNDAMENTO Y META 465
guntarse si basta con optar por uno de los polos (unidad y tri
nidad), descuidando el otro. La respuesta de Greshake es nega
tiva, tras dedicar un extenso apartado a estudiar la historia del
término «persona»43. A pesar del largo camino recorrido y el
ingente esfuerzo conceptual de la teología desde la antigüedad
hasta nuestros días, resulta evidente que no se ha alcanzado el
necesario equilibrio entre unidad y pluralidad en Dios. Para
formular un «concepto adecuado de Trinidad», será necesario
encontrar un concepto adecuado de persona, capaz de inte
grar unidad y trinidad en Dios sin limitarse a yuxtaponerlas.
Entre los posibles modelos trinitarios, Greshake se mues
tra convencido por el paradigma de la communio. A fin de evi
tar interferencias con otras perspectivas que juzga insuficien
tes, decide mantener la palabra latina como un término técni
co44. Dios es communio, define Greshake, «aquella communio
en la que las tres personas divinas, en un intercambio trialógi-
co de amor, realizan la vida divina una como comunicación
recíproca de sí mismas»45. En esta perspectiva, la vida eterna
de Dios consiste en un eterno intercambio de amor entre el
Padre, el H ijo y el Espíritu Santo. Cada persona divina se
entrega a las otras dos en un continuo juego de amar y corres
ponder al amor. La communio divina es un nudo de relaciones
y fuera de estas relaciones no existe nada. Por eso, ha de
excluirse cualquier forma de unidad divina que sea anterior o
53 D U T 256.
54 Cf. D U T 90 y 153-154. A diferencia de Agustín, su contemporáneo
M ario Victorino reflexiona sobre la reciprocidad de los procesos intra-trinita-
rios. Cf. A. Ziegenaus, Die Trinitarische Ausprágung der Góttlichen Seinsfülle
nach Marius Victorinus, Hueber, München 1972, 301, citado en D U T 128, nota
267. El trabajo de Ziegenaus inspira también a Alexandre Ganoczy en su
rechazo al «patrocentrismo»: cf. A. Ganoczy, La Trinidad creadora. Teología de
la Trinidad y sinergia, Secretariado Trinitario, Salamanca 2005, 56-61.
55 D U T 94.
ORIGEN, FUNDAMENTO Y META 469
63 D U T 435.
64 Cf. Kleine Hinführung, 86.
472 DOMINGO GARCÍA GUILLÉN
69 D U T 287.
70 Cf. D U T 340, 386, 411-413.
71 Cf. D U T 447-517.
474 DOMINGO GARCÍA GUILLÉN
3. F u n d a m e n t o . E l m is t e r io d e l P adre
75 Cf. C. Granado, El Espíritu Santo en los Santos Padres, San Pablo, Madrid
2012, 5-11.
76 K. Rahner, «El Dios Trino como principio y fundamento trascendente»,
278.
77 Cf. D U T 386, 406 y 451.
78 Cf. M. González, La relación entre Trinidad económica e inmanente. El
Axioma Fundamental de K. Rahner y su recepción. Líneas para continuarla refle
xión, Rom a 1996.
476 DOMINGO GARCÍA GUILLÉN
87 Cf. D U T 340.
88 Cf. D U T 623. Aunque Greshake no lo diga aquí, puede haberse inspira
do en la interpretación de E f 4,6 que ofrece R. Panikkar, cf. infra nota 100.
89 Cf. D U T 280, 340 y 623. Leo estos textos con voluntad integradora. Los
dos primeros dicen que Dios no está «por encima de» nosotros, mientras que
el tercero introduce un matiz: «Dios no es solamente el Padre, que está “por
encima de nosotros”» (623).
ORIGEN, FUNDAMENTO Y META 479
90 Cf. D U T 340.
91 D U T 386.
92 Cf. D U T 411.
Cf. el dossier que proporciona al respecto M. Simonetti, Studi sulla cris-
93 i
95 D U T 490.
96 Ibídem.
97 «El ministerio está llamado, junto a todos los demás cristianos, a ser pue
blo de Dios Padre (...) En esta perspectiva, no existe especificidad ninguna del
portador del ministerio frente a los demás miembros del pueblo de Dios. Sólo
en perspectiva cristológica y pneumatológica aparece una tal especificidad»
(D U T 490). Esta afirmación es sustancialmente coherente con el resto de la
exposición de Greshake, aunque en un libro tan extenso y con tantas citas
resulta posible encontrar textos que la contradicen. En D U T 506 asume la tesis
ORIGEN, FUNDAMENTO Y META 481
4. M e t a . « Q u e D io s sea t o d o e n t o d o s»
103 Cf. Mt 28,18; Le 10,22 = Mt 11,27; Jn 5,23.27; Flp 2,9ss; cf. H eb 2,8
(tomados de W. Pannenberg, Teología Sistemática I, 338-339).
104 W. Pannenberg, Teología Sistemática I, 339.
105 Cf. D U T 94, 252, 257, 324, 365, 433, 443, 514-515, 606, 647. H ay tam
bién citas implícitas, donde aparece la fórmula «Dios todo en todas las cosas»
sin referencia bíblica, cf. D U T 368,577.
106 D U T 94.
484 DOMINGO GARCÍA GUILLÉN
5. B a l a n c e c r ít ic o
137 Cf. Ibídem, 403. La idea es frecuente en sus obras: Ibídem, 54 nota 24,
322, 360 y 400-401; ídem, L a Trinidad, misterio de comunión, 66, 90, 209 nota
102, 238. La misma opción en su discípulo A. Cordovilla, E l misterio de Dios
trinitario, 481-520.
138 «Für all diese Bestimmungen, die je die Besonderheit der einzelnen
Personen zu erfassen suchen, lassen sich Hinweise aus der Heiligen Schrift
anführen. Doch wichtiger ais jedes Detail ist hier, dass jede Person, gerade
auch in ihrer Eigentümlichkeit, ihr góttliches Leben von den andera her und
auf sie hin besitzt» Kleine Hinführung, 37.
139 Cf. D U T 94 y 256-257 con las referencias: Jn 15,26; Jn 17; 1 C or 15,28;
Sant 1,17.
140 Encontramos una referencia a Is 6,8 («A quién enviaré») para hablar de
la misión del H ijo por el Padre; pero sólo en el contexto de las representacio
nes artísticas de la Trinidad, cf. D U T 641s. Jn 3,16 aparece en dos ocasiones (cf.
D U T 343,410), pero sólo en la segunda tiene sentido de misión.
141 Com o los citados por W. Pannenberg, Teología Sistemática I, 338, a los
que nos hemos referido antes. Aún pueden aportarse otros, como los que afir-
494 DOMINGO GARCÍA GUILLÉN
man que el H ijo ama al Padre (Jn 2,16; 14,30-31) y que vuelve a él (Jn 13, 1.3;
14, 2.3.12.28; 16, 10.17; 17, 11.13). Sobre esta preferencia de Greshake por 1
C or 15, cf. J. M a. Rovira Belloso, «La imagen de D ios como Padre», 212.
142 Cf. D U T 258. La terminología denota una fuerte influencia de
Pannenberg. En la página 239, nota 608 rechaza la interpretación que Hilario
de Poitiers realiza del texto joánico: «¿Cóm o pueden conjugarse ambas cosas:
el Padre es mayor, pero el H ijo no es menor?».
143 Cf. C. Theobald, «“Dios es relación”», 60, nota 12.
ORIGEN, FUNDAMENTO Y META 495
del Padre, mientras que el Espíritu viene del Padre y del Hijo.
De las misiones se llegó a la doctrina de las procesiones eter
nas. Al «inferir» la Trinidad inmanente de la económica144,
quedaron olvidados los textos bíblicos que indican reciproci
dad en las relaciones (como la devolución del Reino al
Padre)145. De ahí que, la presentación clásica de la Trinidad
inmanente, elaborada por Agustín y Tomás de Aquino, resul
te demasiado unilateral. Por eso, al aplicar los nombres de
«Padre», «H ijo» y «Espíritu Santo» a la Trinidad inmanente,
es necesario considerar estos nombres como análogos146, a fin
de que el H ijo y el Espíritu no aparezcan nunca como inferio
res al Padre.
De nuevo asistimos a una paradoja en la relación entre
oikonomia y theologia. Greshake no duda en recurrir a las
misiones divinas cuando habla de la acción de la Trinidad en
la economía de salvación147. En cambio, las mismas misiones
no le ofrecen un conocimiento seguro del origen eterno de las
personas (las procesiones) ni de las relaciones eternas que exis
ten entre las personas. Pero si no es la economía de salvación
la que nos permite conocer la vida íntima de Dios, no sabe
mos qué camino queda para acceder a su misterio, ni cómo
podemos conocer la communio divina. Disociando misión y
procesión, está en peligro de romperse la conexión entre eco
nomía e inmanencia divina. Este es, quizá, el mayor problema
que presenta la reflexión de Greshake: haber debilitado los
Greshake quiere huir a toda costa) que al Dios vivo del Nuevo
Testamento. Observando las correcciones sugeridas, creo que
el ingente esfuerzo conceptual de Greshake podrá ser de gran
ayuda en los próximos decenios.