Está en la página 1de 7

TAREA 14 RESUMEN DEL TEMA

HISTORIA DE LA INCORPORACIÓN DE LOS ARTS. 80 Y 89 DEL CÓDIGO


PENAL

Que, uno de los aportes sustanciales del Derecho Internacional durante el siglo
pasado ha constituido la elaboración de una serie de normas de carácter
internacional que tienden a consolidar el respeto de los derechos humanos. Sin
embargo, tradicionalmente los derechos humanos han tenido un carácter
preventivo, pues el esfuerzo de la comunidad internacional y de los estados
nacionales se orientó a promover su pleno respeto. No es sino a partir de la
finalización de la guerra fría, que la comunidad internacional desplegó
esfuerzos tangibles en procura de que cualquier ataque a los derechos hu-
manos tenga como respuesta el castigo efectivo de quienes los violan.

Ejemplo de ello lo constituye la adopción de un sin número de tratados, cómo


los Convenios de Ginebra; la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o
Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención para la Prevención y
Sanción del Delito de Genocidio; y, la Convención sobre la lmprescriptibilidad
de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad.

Que, el Deber de Garantía de los Estados en relación con la vigencia de los


derechos humanos de primera generación o índerrogables, a que se refiere el
artículo 1° de la Convención Americana de Derechos Humanos, cuya
afectación constituye una grave violación de los Derechos Humanos, además
de la comisión de un delito contra la humanidad, se ha hecho aún más patente
a raíz de la Sentencia del 14 de marzo del 2001 dictada por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en la Causa Chumbipuma Aguirre y
otros contra el Estado Peruano, más conocido como el CASO BARRIOS
ALTOS.
En ella la Corte Interamericana ha dejado sentado con carácter vinculante que
el deber de investigar y sancionar a los responsables de violaciones a los
derechos humanos implicaba la prohibición de dictar cualquier legislación que
tuviera por efecto conceder impunidad a los responsables de hechos de la
gravedad señalada.
“Esta Corte considera que SON INADMISIBLES LAS DISPOSICIONES DE
AMNISTIA, LAS DISPOSICIONES DE PRESCRIPCION Y EL
ESTABLECIMIENTO DE EXCLUYENTES DE RESPONSABILIDAD que
pretendan impedir la investigación y sanción de los responsables de las
violaciones graves de los derechos humanos tales como la tortura, las ejecu-
ciones sumarias, extra legales o arbitrarias y las desapariciones forzadas,
todas ellas prohibidas por contravenir derechos inderogables reconocidos por
el Derecho Internacional de los Derechos Humanos". (párrafo 41)

"La Corte estima necesario enfatizar que, a la luz de las obligaciones generales
consagradas en los artículos 1.1 y 2 de la Convención Americana, los Estados
Partes tienen el deber de tomar las providencias de toda índole para que nadie
sea sustraído de la protección judicial y del ejercicio del derecho a un recurso
sencillo y eficaz, en los términos de los artículos 8 y 25 de la Convención. Es
por ello que los Estados Partes en la Convención que adopten leyes que
tengan este efecto, como lo son las leyes de autoamnistía, incurren en una
violación de los artículos 8 y 25 en concordancia con los artículos 1.1 y 2 de la
Convención.
LAS LEYES DE AUTOAMNISTIA CONDUCEN A LA INDEFENSION DE LAS
VÍCTIMAS Y A LA PERPETUACIOÓN. Este tipo de leyes impide la
identificación de los individuos responsables de violaciones a derechos
humanos, ya que se obstaculiza a investigación y el acceso a la justicia e
impide a las víctimas y a sus familiares conocer la verdad y recibir la reparación
correspondiente.
Por su parte el citado Estatuto en el artículo 7, numeral 2, apartado e) define a
la TORTURA como la acción dirigida a causar intencionalmente, dolor o
sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, a una persona que el acusado
tenga bajo su custodia o control; sin embargo, no se entenderá por tortura el
dolor o los sufrimientos que se deriven únicamente de sanciones lícitas o que
sean consecuencia normal o fortuita de ellas.
El artículo 7, numeral 2, apartado i) del Estatuto define a la DESAPARICION
FORZADA DE PERSONAS como la aprehensión, la detención o el secuestro
de personas por un Estado o una organización política, o con su autorización,
apoyo o aquiescencia, seguido de la negativa a informar sobre la privación de
libertad o dar información sobre la suerte o el paradero de esas personas, con
la intención de dejarlas fuera del amparo de la ley por un período prolongado.
Por otro lado debe considerarse que a través de la Resolución Legislativa del
Congreso de la República N° 27517, publicada el 16 de setiembre del 2001, se
aprobó el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, en cuyo artículo
29 señala que los crímenes de competencia de la citada Corte Internacional
son imprescriptibles.
Asimismo mediante Resolución Suprema 337-2002-RE, publicada en el Diario
Oficial EL Peruano el 29 de octubre del 2002 el Poder Ejecutivo ha remitido a l
Congreso de la República, para fines de su aprobación, la CONVENCION
SOBRE LA IMPRESCRIPTIBILIDAD DE LOS CRIMENES DE GUERRA Y DE
LOS CRIMENES DE LESA HUMANIDAD, adoptada por la Asamblea General
de las Naciones Unidas el 26 de noviembre de 1968. En vista de ello
concluimos que no existe incompatibilidad constitucional con el proyecto de Ley
bajo análisis
SE INCORPORÓ A LOS ARTÍCULOS 80 Y 89 DEL CÓDIGO PENAL
DISPOSICIONES POR LAS CUALES SE EVITE LA IMPUNIDAD DE
QUIENES INCURREN EN DELITOS DE LESA HUMANIDAD.
Es por ese motivo que se ha modificado y agregado en la parte final de los
artículos 80° y 89° del Código Penal de dos disposiciones sobre la
imprescriptibilidad y sobre la prohibición de la amnistía y el indulto para los
autores de los delitos de genocidio, desaparición forzada y tortura.

Como se puede colegir del análisis del tipo descrito para estas tres figuras
delictivas, el bien jurídico que protege es la vida y la integridad física y mental
de la persona humana, siendo que el interés en su defensa trasciende del
ámbito del Estado Nacional para convertirse en preocupación de la colectividad
internacional por el gran impacto que la comisión de atentados contra estos
bienes tiene sobre la conciencia mundial.

Presentación El 22 de setiembre pasado, se llevó a cabo la conferencia titulada


“La Jurisdicción sobre Crímenes de Guerra en Conflictos Armados Internos” a
cargo del profesor Víctor Sánchez, Director Académico del Master en Derechos
Humanos y Democracia de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). El
profesor Sánchez fue invitado a Lima por la Maestría en Derechos Humanos de
la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) para promover el trabajo en
conjunto de ambos programas de Maestría. Esta invitación fue posible gracias
al auspicio de la Escuela de Posgrado de la PUCP, a través del Fondo Ulises.
En esta oportunidad, el Dr. Sánchez abordó complejas problemáticas
relacionadas con el Derecho Penal Internacional, el Derecho Internacional
Humanitario y la controversial figura de la jurisdicción universal. El Profesor
Víctor Sánchez es Doctor en Derecho por la Universidad de Barcelona (2003).
Ha sido profesor del Departamento de Derecho y Economía Internacionales de
la Universidad de Barcelona y profesor del Departamento de Derecho Público y
Ciencias Histórico-Jurídicas de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Actualmente, es Director Académico del Master en Derechos Humanos y
Democracia de la UOC y Profesor del Área de Derecho Internacional Público y
Derecho Comunitario de los Estudios de Derecho y Ciencias Políticas de la
UOC. A. El individuo dentro del Derecho internacional El profesor Sánchez
inició su exposición realizando una breve explicación acerca de la emergencia
del individuo como sujeto de Derecho internacional. De esta manera, mencionó
que el Derecho internacional que surge de la Paz de Westfalia (1648), partió de
un principio que aún se encuentra vigente en el Derecho internacional público:
el principio de igualdad soberana entre Estados. Señaló que la Paz de
Westfalia es considerada el momento fundacional del Derecho internacional, ya
que a partir de ella se fijaron los parámetros básicos que regirían esa disciplina,
muchos de los cuales siguen vigentes hasta hoy. En ese contexto, el individuo
no era considerado como sujeto de Derecho Internacional, ni tampoco como
destinatario de sus normas, ya que los destinatarios eran únicamente los
Estados.
B. Tipificación de los crímenes de guerra en conflictos armados no
internacionales. Luego de realizar un breve explicación sobre cómo el individuo
pasó de ser considerado un objeto de protección del Derecho internacional a
un sujeto de Derecho internacional y la manera en que este hecho ha influido
en la formación de normas del DIDH y del DIH, el Dr. Sánchez se enfocó en los
crímenes internacionales en el marco de los CANI. El profesor Sánchez inició
esta sección de su ponencia indicando que los crímenes internacionales
poseen dos elementos sobre los cuales no existe ningún tipo de
cuestionamiento. El primero de ellos, que las conductas consideradas como
crímenes internacionales afectan valores y exigencias básicas de la
convivencia humana y de la comunidad internacional en su conjunto; y, el
segundo, que por su especial gravedad, se debe exigir directamente al
individuo, con independencia de su posición dentro del Estado, la
responsabilidad por esas vulneraciones del Derecho internacional.
C. La jurisdicción universal sobre crímenes en conflictos armados no
internacionales Una vez concluida su exposición acerca del nacimiento y
tipificación de los crímenes de guerra en CANI, el Dr. Sánchez pasó a
desarrollar los temas referentes a la jurisdicción universal en relación con los
crímenes de guerra en conflictos armados internos. Al respecto, indicó que, en
principio, la soberanía implica que sólo los órganos del Estado tienen
competencia sobre lo que sucede al interior de su territorio; sin embargo, hoy
en día, esta idea ha cambiado. El Derecho Internacional general ha admitido la
posibilidad de que los Estados ejerzan su jurisdicción con respecto a hechos
que han sucedido fuera de las fronteras de su territorio. De manera general,
existe consenso en cuanto a que para que se aplique la legislación penal de un
Estado por delitos cometidos fuera de su territorio
D. Amnistía y jurisdicción universal. Luego de extenderse sobre el ejercicio
de la jurisdicción universal para casos de crímenes internacionales, el Dr.
Sánchez, abordó al tema de las amnistías con relación a la jurisdicción
universal. Al respecto, señaló que en los casos en los que un Estado ha
otorgado amnistía con respecto a un delito considerado como crimen
internacional, esta declaración de amnistía no es oponible ante los tribunales
extranjeros, ni mucho menos ante tribunales internacionales. Ello no quiere
decir que la amnistía se declarará nula, sino que dicha disposición no generará
efectos en el plano internacional. En este sentido se pronunció el TPIY en el
asunto Prosecutor vs. Furundzija12 en 1998, y el Tribunal Especial para Sierra
Leona en los casos Prosecutor vs. Brima, Kamara and Kanu13.
E. Inmunidades y jurisdicción universal Finalmente, el Dr. Sánchez se
refirió brevemente acerca de las inmunidades y sus efectos sobre la jurisdicción
universal. El profesor Sánchez inició la última parte de su ponencia,
mencionando el caso de la legislación española, en la que existe una ley
orgánica14 que excluye de la competencia de los Juzgados
Análisis del capítulo “Explicando el conflicto armado interno” del informe
final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación
Nueve años después de finalizada la labor de la Comisión de la Verdad y
Reconciliación (CVR) persiste el debate sobre su razón de ser, pero sobre todo
sobre su trabajo. Algunos sectores han edificado todo un mito alrededor del
informe final de la CVR, elevándolo a la categoría de Obra Prima. Han regado
con gran habilidad una sombra de dudas sobre sus críticos, deslizando con
insistencia maliciosa la idea de que no hemos leído el informe. El presidente de
la CVR, Salomón Lerner, respondiendo las críticas nos ha recomendado que
leamos el informe. A todo esto debemos añadir las reticencias gratuitas que un
sector de jóvenes mantiene frente a las críticas a la CVR, convencidos ya por la
prensa de izquierda que se trata de un "documento fundamental", esgrimiendo
como curiosa defensa que los críticos del informe buscamos la impunidad.
Parece pues que el debate se ha salido de sus cauces. Lo mejor sería abordar
el informe final de una manera directa y muy concreta para analizarlo párrafo
por párrafo, a fin de echar de una vez por tierra la tesis de que no ha sido leído,
y para probar que las críticas no solo están bien fundamentadas sino que nada
tienen que ver con anhelos de impunidad y sí con ansias de verdad.
En tanto que según la norma de su creación, la tarea principal de la CVR era
explicar las causas de la violencia, esto es lo que concretamente analizaremos
enseguida. Revisaremos el capítulo I del tomo VIII titulado "Explicando el
conflicto armado interno". Notemos ante todo que no dice "de la violencia",
como lo hace el Decreto Supremo, sino del "conflicto armado interno". Esta ya
es una transformación notable del lenguaje. Lo que ahora se expresa parece
más una guerra civil. Algo muy diferente a lo que ocurrió, pues lo que todos
vimos fue que la policía y las FFAA iban tras la captura de una banda de
criminales que atacaban a la sociedad. No al Estado y ni siquiera a las FFAA
sino a la sociedad, y en especial a las comunidades más pobres e indefensas.
Entonces ¿de dónde sale la expresión "conflicto armado interno"? Cuando nos
referimos a policías y soldados persiguiendo un grupo de delincuentes no
hablamos de un "conflicto armado interno". Eso es un claro insulto a la verdad
o una intención de maquillarla. Pero esa es apenas la primera muestra de
manipulación de la verdad y del enfoque sesgado a la que apelará la CVR a lo
largo del capítulo. En lo que sigue citaremos textualmente los párrafos más
destacados de este capítulo para que el lector compruebe el nivel de la
redacción y sus expresiones de corte netamente marxista. Es importante tomar
nota de la lógica marxista que se despliega en el análisis, ya que en varios
aspectos coincide con Sendero Luminoso. Además quedará en evidencia que
hay un cúmulo de afirmaciones totalmente gratuitas y hasta antojadizas que
carece del mínimo sustento. Leamos pues este capítulo. Las negritas serán
siempre nuestras en las citas.
Como hemos podido apreciar, este capítulo dedicado a explicar lo que se ha
dado en llamar "el conflicto armado interno", en realidad tan solo trata de
explicar el accionar de Sendero Luminoso. No hay casi ningún análisis sobre
los demás actores de este “conflicto”. 2.- Desde el principio se observa un
diligente empeño de la CVR por otorgar a las acciones de Sendero Luminoso la
categoría de una “acción política”. Ya desde el nombre otorgado al capítulo se
habla de un “conflicto armado” desvirtuando el verdadero carácter subversivo y
terrorista de SL. Es sorprendente el tratamiento mesurado que se le dispensa a
SL, sobre todo porque contrasta con la actitud áspera que la CVR muestra ante
el gobierno de Alberto Fujimori al que califica de “autoritario y corrupto”, sin
ninguna reserva protocolar. En cambio no hay un solo calificativo semejante
para Sendero Luminoso. 3.- Se reconoce que el PCP-SL se inspiró en una
doctrina marxista de orientación maoísta, pero se añade que se sustenta en
una tradición radical peruana muy explicable por el contexto de miseria de
nuestra realidad. Se pretende justificar el accionar terrorista de SL por la
pobreza y miseria de Ayacucho, soslayando las verdaderas razones por las
que SL inició sus acciones en esa región, y las causas estratégicas por las que
eligió actuar en las zonas más alejadas e indefensas. Es evidente el intento de
apelar a la pobreza como verdadero origen de la violencia. 16 4.- En la
explicación de la derrota de SL se deja completamente de lado toda la
estrategia antiterrorista adoptada por el gobierno de Alberto Fujimori,
sugiriendo que SL cayó derrotada básicamente porque no pudo ganar el apoyo
popular
OBSERVATORIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
(OIET)
Las heridas aún abiertas por el conflicto armado interno en Perú: la
incesante vulneración del derecho a la justicia de las víctimas.
Las fuerzas armadas, la Policía Nacional y el Ministerio Público liberan a 15
personas secuestradas por Sendero Luminoso en 2015. (Galería del Ministerio
de Defensa del Perú).
El Perú aún herido: El conflicto armado interno en cifras.
Las heridas de la sociedad peruana quedan aún muy evidentes por las
violaciones de derechos humanos que sufrió de 1980 a 2000, periodo de
violencia sin precedentes más comúnmente conocido como “conflicto armado
interno”, que cobró la vida de 69.280 personas, según una estimación de la
Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), creada en 2001 para esclarecer
tales hechos
Familiares de desaparecidos conmemoran a sus víctimas. (La Hoyada,
Ayacucho. 2 de noviembre de 2017).
Algunas de las tareas pendientes en materia de reparación a las víctimas.
A la luz de las recomendaciones de la CVR, a partir del 2005 se puso en
marcha una política de reparación con la Ley Nº 28592 (Aprobación del Plan
Integral de Reparación a las Víctimas de la Violencia) y su reglamento de
actuación fue aprobado en 2006. Gracias a tales instrumentos legislativos se
creó la Comisión Multisectorial de Alto Nivel (CMAN), encargada del
seguimiento de las acciones y políticas del Estado en los ámbitos de la paz, la
reparación colectiva y la reconciliación, como ente rector del sistema (Ulfe
Young , 2013); el Consejo de Reparaciones (CR), encargado de la elaboración
del Registro Único de Víctimas (RUV) y de la acreditación, identificación e
individualización de las víctimas y diferentes programas de reparación como
reparaciones colectivas para los más de 600.000 desplazados en todo el país
que han tenido que abandonar sus tierras y sus propiedades por el asedio de
los grupos armados, el Programa de Reparaciones Económicas Individuales -
PREI-, las reparaciones en el ámbito de salud y educación, las reparaciones
simbólicas, la facilitación y acceso habitacional y la restitución de derechos
(Lerner Febres, 2007).
Por el otro lado, ha ordenado al Estado peruano que se realicen procesos
judiciales internos que permitan llegar a la asignación de la responsabilidad
penal de lo ocurrido, divulgando públicamente los resultados de dicha
investigación y de la sentencia (derecho a la justicia de las víctimas) [Caso La
Cantuta Vs. Perú. CIDH, 2006].
Lamentablemente en el ámbito de la garantía del derecho a la verdad y a la
justicia es donde mayormente se puede constatar el incumplimiento del Estado
peruano de las sentencias de la CIDH.
El indulto (revocado) a Alberto Fujimori y la vulneración del derecho a la justicia
de las víctimas.
En el seno de las fuerzas armadas y policiales, implicadas en una parte de las
violaciones de los derechos humanos ―cometidas durante los gobiernos de
Belaunde Terry (1980-1985), Alan García (1985-1990) y Alberto Fujimori (1990-
1995; 1995-2000; 2000-2000) con el fin de derrotar el terrorismo de PCP-SL y
el MRTA mediante prácticas antisubversivas e ilegales― se crearon diferentes
grupos paramilitares. Uno de ellos fue el Grupo Colina, cuyos miembros
pertenecían al Servicio de Inteligencia del Ejército peruano y fueron
responsables, entre otras acciones, de la Masacre de Barrios Altos y de La
Cantuta, dos de los casos por los cuales el Estado Peruano fue condenado
ante la CIDH (Jara, 2013).
Los familiares asignan simbólicamente una cruz a cada fosa a fin de que sus
seres queridos no permanezcan en el olvido.
La CIDH, gracias a las acciones llevadas a cabo por los familiares de las
víctimas, se pronunció sobre el indulto humanitario concedido al ex dictador en
su resolución de supervisión de cumplimiento de sentencia sobre el Caso
Barrios Altos y La Cantuta vs. Perú, determinando que el Estado Peruano no
estaba cumpliendo a cabalidad sus obligaciones de investigar, juzgar y
sancionar graves violaciones a los derechos humanos tales como indicado en
las sentencias condenatorias relativas a tales casos. La CIDH remitió la
decisión final sobre la legitimidad del indulto a la justicia peruana, solicitando
revisar la objetividad de los requisitos exigidos por el derecho peruano para
conceder el indulto humanitario y subrayando que el cumplimiento parcial de
una sentencia puede ser una forma de impunidad y vulnera el derecho de
acceso a la justicia de las víctimas (Resolución CIDH, 2018).
El 3 de octubre de 2018, el Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte
Suprema, declaró sin efectos jurídicos la Resolución Suprema N° 281-2017-
JUS, que concedió el indulto humanitario a Alberto Fujimori. En ella ordenó
continuar a ejecutar la sentencia que condenó a Alberto Fujimori a 25 años de
prisión por crímenes contra la humanidad. De hecho, el otorgar beneficios
indebidos en la ejecución de la pena como parte de una negociación política
constituye una forma de impunidad, como también constituye inobservancia del
Estado peruano de la obligación de investigar, juzgar y sancionar todo crimen
pero especialmente aquellos tan graves como los de lesa humanidad. La
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) consideró que la
decisión de la Corte Suprema del Perú de revocar el indulto humanitario dado
al ex dictador Alberto Fujimori posibilitaba la garantía del derecho a la justicia
para las víctimas de crímenes de lesa humanidad (Caso Indulto Fujimori,
CSJR, 2018).

También podría gustarte