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Lección 01(a) EXPOSICION GENERAL DEL CURSO DE LA ESCUELA DEL SERVICIO DE PRECURSOR

Isaías 30:20 Y Jehová ciertamente les dará a ustedes pan en la forma de angustia y agua en la forma de opresión; no
obstante, tu Magnífico Instructor* ya no se esconderá, y tus ojos tienen que llegar a ser [ojos] que vean a tu Magnífico
Instructor.

Juan 8:28 Por lo tanto, dijo Jesús: “Una vez que hayan alzado+ al Hijo del hombre,+entonces sabrán que yo soy [ese],+ y
que no hago nada por mi propia iniciativa;*+sino que hablo estas cosas así como el Padre me ha enseñado.

Isaías 48:17, 18 17 Esto es lo que ha dicho Jehová, tu Recomprador,+ el Santo de Israel:+“Yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel
que te enseña para que te beneficies a ti mismo,+ Aquel que te hace pisar en el camino en que debes andar.+ 18 ¡Oh, si
realmente prestaras atención a mis mandamientos!+ Entonces tu paz llegaría a ser justamente como un río,+ y tu justicia
como las olas del mar.

2 Timoteo 3:14, 15 14 Tú, sin embargo, continúa en las cosas que aprendiste y fuiste persuadido a creer,+ sabiendo de qué
personas las aprendiste,+ 15 y que desde la infancia+ has conocido los santos escritos, que pueden hacerte sabio para la
salvación+ mediante la fe relacionada con Cristo Jesús.

Deuteronomio 4:10 el día que estuviste de pie delante de Jehová tu Dios en Horeb,*+cuando me dijo Jehová:
‘Congrégame* al pueblo para que le deje oír mis palabras,+ para que aprendan a temerme+ todos los días que estén vivos
sobre el suelo y para que enseñen a sus hijos’.

Deuteronomio 6:4-9 4 ”Escucha, oh Israel: Jehová nuestro Dios es un solo Jehová.*+ 5 Y tienes que amar a Jehová tu Dios
con todo tu corazón+ y con toda tu alma+ y con toda tu fuerza vital.+ 6 Y estas palabras que te estoy mandando hoy tienen
que resultar estar sobre tu corazón;+ 7 y tienes que inculcarlas en tu hijo+ y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y
cuando andes por el camino y cuando te acuestes+ y cuando te levantes. 8 Y tienes que atarlas como señal sobre tu mano,
+ y estas tienen que servirles de venda frontal entre los ojos;+9 y tienes que escribirlas sobre las jambas de las puertas* de
tu casa y sobre tus puertas.+

1 Corintios 14:23-31 23 Por eso, si toda la congregación se junta en un lugar y todos hablan en lenguas,+ pero entran
personas comunes, o incrédulos, ¿no dirán que ustedes están locos? 24 Pero si todos ustedes están profetizando y entra
cualquier incrédulo o persona común, es censurado por todos ellos,+ es examinado detenidamente por todos; 25 los secretos
de su corazón quedan manifiestos, de modo que él cae sobre [su] rostro* y adora a Dios, declarando: “Dios verdaderamente
está entre ustedes”. 26 ¿Qué ha de hacerse, pues, hermanos? Cuando ustedes se juntan, uno tiene un salmo,* otro tiene una
enseñanza, otro tiene una revelación, otro tiene una lengua, otro tiene una interpretación.+ Efectúense todas las cosas para
edificación.+ 27 Y si alguno habla en una lengua, limítese esto a dos o tres a lo más, y por turno; y que alguien traduzca.
+ 28 Pero si no hay traductor, que guarde silencio en la congregación y hable consigo mismo+ y con Dios.29 Además,
hablen dos o tres profetas,+ y los demás disciernan el significado.+ 30 Pero si hay una revelación a otro+ mientras está
sentado allí, que el primero calle. 31 Porque todos ustedes pueden profetizar+ uno por uno, para que todos aprendan y todos
reciban estímulo.+

1
Mateo 24:45-47 45 ”¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto+ a quien su amo nombró sobre sus domésticos,
para darles su alimento al tiempo apropiado?+46 ¡Feliz+ es aquel esclavo si su amo, al llegar,* lo hallara haciéndolo así!
47 En verdad les digo: Lo nombrará sobre todos sus bienes.+

Juan 17:3 3 Esto significa vida eterna,+ el que estén adquiriendo conocimiento+ de ti,*el único Dios verdadero,+ y de aquel
a quien tú enviaste, Jesucristo.+

1 Pedro 2:17 17 Honren a [hombres] de toda clase,+ tengan amor a toda la asociación de hermanos,*+ estén en temor de
Dios,+ den honra al rey.

2 Timoteo 3:17 17 para que el hombre de Dios sea enteramente competente+ [y esté] completamente equipado* para toda
buena obra.+

Colosenses 1:9, 10 9 Por eso nosotros también, desde el día en que [lo] oímos, no hemos cesado de orar por ustedes+ y de
pedir* que se les llene del conocimiento exacto+ de su voluntad en toda sabiduría+ y comprensión espiritual,+ 10 para que
anden de una manera digna+ de Jehová*+ a fin de que [le] agraden plenamente mientras siguen llevando fruto en toda
buena obra+ y aumentando en el conocimiento exacto+ de Dios,

Lucas 6:38 38 Practiquen el dar, y se les dará.+ Derramarán en sus regazos* una medida excelente, apretada, remecida y
rebosante. Porque con la medida con que ustedes miden, se les medirá en cambio”.+

W80 1/11 Pág. 12 Párrs. 5,6

5 Una regla que oímos repetida con frecuencia es que sacamos de una cosa determinada lo que dedicamos a ella. Jesús
indicó el beneficio que obtendríamos de prestar la atención merecida a lo que él decía. Lo indicó por medio de añadir las
siguientes palabras a su amonestación sobre la atención: “Con la medida con que ustedes miden, se les medirá a ustedes, sí,
aun se les añadirá. Porque al que tiene se le dará más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.”—Mar. 4:24,
25.
6 Por consiguiente, si le medimos a Jesús poco interés y atención, no podemos esperar que hayamos de recibir mucho de él,
por lo menos de lo que está diciendo para nuestra guía, para nuestro beneficio. Pero si mostramos que realmente le tenemos
aprecio como Maestro nuestro y le damos nuestra mayor medida de atención, entonces él responderá por medio de darnos
una cantidad comparable de información e iluminación. Sin embargo, a este respecto, a él no le interesa simplemente igualar
las cosas y equilibrar las cuentas. Más bien, por su generosidad, y en conformidad con su capacidad, nos favorece con más
de lo que esperamos. Así se nos enriquece y estamos en mejor posición para compartir con otros nuestra abundancia,
impartiéndoles el entendimiento de las cosas.

Romanos 1:11, 12 11 Porque anhelo verlos,+ para impartirles algún don espiritual+ a fin de que se les haga firmes; 12 o,
más bien, para que haya un intercambio de estímulo*+ entre ustedes, por cada uno mediante la fe+ del otro, tanto la de
ustedes como la mía.

2
Gálatas 6:4 4 Pero que cada uno* pruebe lo que su propia obra es,+ y entonces tendrá causa para alborozarse respecto de sí
mismo solo, y no en comparación+ con la otra persona.

Proverbios 9:9 Da a un sabio, y se hará aún más sabio.+ Imparte conocimiento a alguien justo, y aumentará en saber.

2 Timoteo 4:5 5 Tú, sin embargo, mantén tu juicio+ en todas las cosas, sufre el mal,+ haz [la] obra de
evangelizador,*+ efectúa tu ministerio plenamente.*+

3
Lección 01(b) FORTALECE TU RELACIÓN CON JEHOVÁ

Salmo 63:3  Porque tu bondad amorosa* es mejor que la vida,+ mis propios labios te encomiarán.+

1 Juan 4:19 En cuanto a nosotros, amamos, porque él nos amó primero.+

Cf pág. 132 Párr. 11

En cierto modo, el amor que anida en nuestro corazón podría compararse a un ser vivo. Como en el caso de una hermosa
planta de interior, hay que nutrir y cuidar ese amor para que crezca; de lo contrario, languidece y muere. Jesús no  dio por
sentado su amor a Jehová, sino que lo mantuvo vivo y fuerte durante su vida en la Tierra. Veamos cómo lo hizo.

EL ESTUDIO Y LA MEDITACIÓN

Isaías 50:4, 5 4 El Señor Soberano Jehová mismo me ha dado la lengua de los enseñados,*+ para que sepa responder al
cansado con una palabra.+ Él despierta mañana a mañana; me despierta el oído para que oiga como los enseñados.+ 5 El
Señor Soberano Jehová mismo me ha abierto el oído, y yo, por mi parte, no fui rebelde. + No me volví en la dirección
opuesta.+

Mateo 22:37  Él le dijo: “‘Tienes que amar a Jehová* tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente’.+

Deuteronomio 17:18-20 18 Y tiene que suceder que, cuando se siente sobre el trono de su reino, tiene que escribir para sí
en un libro una copia de esta ley, de aquella que está a cargo de los sacerdotes, los levitas.* 19 ”Y esta tiene que continuar
con él, y él tiene que leer en ella todos los días de su vida,+ a fin de que aprenda a temer a Jehová su Dios para guardar
todas las palabras de esta ley y estas disposiciones reglamentarias, por medio de ponerlas por obra;+ 20 para que su corazón
no se ensalce sobre sus hermanos+ y para que él no se desvíe del mandamiento a la derecha ni a la izquierda, + a fin de que
alargue sus días sobre su reino,+ él y sus hijos en medio de Israel.

1 Pedro 2:2 [y,] como criaturas recién nacidas,+ desarrollen el anhelo por la leche+ no adulterada que pertenece a la palabra,
para que mediante ella crezcan a la salvación,+

Josué 1:8 Este libro de la ley no debe apartarse de tu boca,+ y día y noche tienes que leer en él en voz baja, a fin de que
cuides de hacer conforme a todo lo que está escrito en él;+ porque entonces tendrás éxito en tu camino y entonces actuarás
sabiamente.+

2 Crónicas 15:2 Por consiguiente, él salió delante de Asá y le dijo: “¡Óiganme, oh Asá y todo Judá y Benjamín! Jehová está
con ustedes mientras ustedes resulten estar con él;+ y si lo buscan,+ se dejará hallar de ustedes; pero si lo dejan, él los dejará
a ustedes.+

4
Salmo 19:14  Que los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón+ lleguen a ser placenteros delante de ti, oh Jehová,
mi Roca+ y mi Redentor.*+

Salmo 72:12  Porque él librará al pobre que clama por ayuda,+ también al afligido y a cualquiera que no tiene ayudador.

1 Timoteo 4:13-15 13 Mientras llego, continúa aplicándote a la lectura+ pública,+ a la exhortación, a la enseñanza. 14 No


descuides el don+ que hay en ti, que te fue dado mediante una predicción+ y cuando el grupo de ancianos* te impuso las
manos.+ 15 Reflexiona sobre estas cosas;+ hállate intensamente ocupado en ellas, para que tu adelantamiento+ sea
manifiesto a todos.

It-2 Págs. 353, 354


MEDITACIÓN
Acción de aplicar con intensidad el pensamiento y la reflexión al conocimiento y consideración de una cosa, bien
experiencias del pasado, asuntos del presente o posibles acontecimientos futuros.
A fin de meditar debidamente, es necesario estar libre de distracciones, estar a solas con los pensamientos. Por ejemplo,
al caer la tarde, Isaac salió a pasear solo con el fin de meditar, posiblemente sobre su inminente matrimonio con Rebeca.
(Gé 24:63.) Durante la soledad de las vigilias nocturnas, el salmista meditó sobre la grandeza de su magnífico Creador. ( Sl
63:6.) La meditación del corazón debe dirigirse hacia cosas beneficiosas, como el esplendor y las obras de Jehová y las
cosas que le agradan a Él (Sl 19:14; 49:3; 77:12; 143:5; Flp 4:8), no hacia los ardides de los inicuos. (Pr 24:1, 2.)
La meditación provechosa evita las respuestas necias. Supone pensar seriamente en los asuntos de importancia para dar
respuestas desde el corazón que no haya que lamentar más tarde. (Pr 15:28.)
Cuando a Josué se le puso al frente de la nación de Israel, se le mandó que hiciese una copia de la ley de Jehová, y se le
dijo (como leen muchas traducciones de la Biblia) que meditara en ella día y noche. (Jos 1:8; BJ, CI, DK, Val.) El término
hebreo para “meditar” en este texto es ha·gháh. Significa básicamente “emitir sonidos inarticulados”, y se traduce ‘aullar’,
‘gruñir’, ‘chirriar’ y ‘hablar entre dientes’. (Isa 16:7; 31:4; 38:14; 59:3.) Ha·gháh también significa ‘proferir en voz baja’ y
‘meditar’. (Sl 35:28; Pr 15:28.) Por ello la Traducción del Nuevo Mundo traduce el término hebreo ha·gháh de Josué
1:8 ‘leer en voz baja’. (Véase también Sl 1:2.) La lectura en voz baja grabaría en la mente de manera más indeleble el objeto
de la meditación. La obra Gesenius’s Hebrew and Chaldee Lexicon (traducción al inglés de S. Tregelles, 1901, pág. 215)
dice sobre ha·gháh: “Estrictamente, hablar con uno mismo, susurrando en voz baja, como suelen hacer los que meditan”.
(Compárese con Sl 35:28; 37:30; 71:24; Isa 8:19; 33:18.)
El apóstol Pablo le dijo a Timoteo que debería reflexionar o meditar en su conducta, ministerio y enseñanza. Como
superintendente, debería asegurarse de que enseñaba la doctrina sana y de que su modo de vivir era ejemplar. (1Ti 4:15.)
Meditación incorrecta. Después que el capitán del templo detuvo a los apóstoles Pedro y Juan, y los gobernantes judíos
los amenazaron y les ordenaron que no hablasen más sobre la base del nombre de Jesús, los apóstoles regresaron a donde se
hallaban los otros discípulos. Allí oraron a Dios, aludiendo a las palabras proféticas de David: “‘¿Por qué se pusieron
tumultuosas las naciones, y los pueblos meditaron cosas vacías?’ [...] De veras, pues, tanto Herodes como Poncio Pilato con
hombres de naciones y con pueblos de Israel realmente fueron reunidos en esta ciudad contra tu santo siervo Jesús, a quien
tú ungiste, a fin de hacer cuantas cosas tu mano y consejo habían predeterminado que sucedieran”. ( Hch 4:1-3, 18, 21, 23-
28.)
El contexto muestra que las “cosas vacías” de las que se habla en este pasaje no  son las que buscan las personas
habitualmente en la vida, sino aquellas desprovistas de toda bondad, como pensamientos, habla y acciones en contra de
Jehová y de sus siervos, empeños completamente vanos. (Hch 4:25.)
El rey David dijo de los que le odiaban e intentaban matarle: “Siguen hablando engaños entre dientes [una forma
de ha·gháh] todo el día”. (Sl 38:12.) Estas meditaciones no eran simples pensamientos pasajeros. Estaban profundamente
arraigadas en el corazón y orientadas hacia iniciativas inicuas. El escritor de Proverbios dice en cuanto a tales hombres:
“Despojo violento es lo que su corazónsigue meditando, y gravoso afán es lo que sus propios labios siguen hablando”. (Pr
24:2.)
5
Jesús dijo a aquellos que le odiaban: “¿Por qué razonan estas cosas en sus corazones?”. ( Mr 2:8.) De todos los que
“suprimen la verdad de un modo injusto”, el apóstol Pablo dice: “Se hicieron casquivanos en sus razonamientos, y se les
oscureció su fatuo corazón”. (Ro 1:18, 21.)

Juan 17:3  Esto significa vida eterna,+ el que estén adquiriendo conocimiento+ de ti,*el único Dios verdadero,+ y de aquel a
quien tú enviaste, Jesucristo.+
 
W13 15/10 pág. 27 párr.7

De acuerdo con algunos estudiosos del idioma griego, la expresión que se traduce “que estén adquiriendo conocimiento”
también se puede traducir “que sigan conociendo”. Estas dos ideas tienen un significado parecido y son necesarias para
llegar al fin deseado. En la Biblia con referencias, la nota al pie de página para Juan 17:3 ofrece esta  opción: “[que] te
conozcan”. Por tanto, la expresión “que estén adquiriendo conocimiento” se refiere a un proceso continuo que nos lleva a
conocer a Dios. Pero conocer al Ser más grandioso del universo implica mucho más que entender su voluntad y sus
cualidades. Implica tener una relación cercana con él y con nuestros hermanos en la fe, una relación basada en el amor. Bien
dice la Biblia: “El que no ama no ha llegado a conocer a Dios” (1 Juan 4:8). Conocerlo también significa
obedecerlo (lea 1 Juan 2:3-5).¡Qué honor es estar entre quienes conocen a Jehová! Ahora bien, esa hermosa relación se
puede perder, como lo demuestra el caso de Judas Iscariote. Esforcémonos por conservarla. Así, cuando llegue el momento,
podremos recibir el don inmerecido de la vida eterna (Mat. 24:13).

1 Samuel 3:7 (En cuanto a Samuel, todavía no había llegado a conocer a Jehová, y la palabra de Jehová todavía no se le
había empezado a revelar.)

 
W10 1/10 pág. 14-18

Ejemplos de fe
“Continuó creciendo con Jehová”
ERA el mes de mayo o junio —según el calendario moderno—, y los dorados campos de trigo estaban listos para la
siega. Había comenzado la temporada seca. Samuel, un hombre fiel que llevaba décadas sirviendo como profeta y juez,
había convocado a la nación de Israel en la ciudad de Guilgal. Observando los rostros de la muchedumbre, que ya se había
aquietado, se preguntaba cómo lograría sensibilizar sus corazones.
El pueblo no se daba cuenta de la gravedad de su situación. Se empeñaban en tener un rey humano. No entendían que
esta petición suponía una descarada falta de respeto a su Dios, Jehová, y al profeta que él les había enviado. Estaban
rechazando a Jehová como su rey. ¿Podría Samuel convencerlos de que se arrepintieran?
Al dirigirse a la multitud, el profeta dijo: “He envejecido y encanecido”. Su cabello blanco sin duda infundía respeto y
daba peso a sus palabras. A continuación añadió: “Yo he andado delante de ustedes desde mi juventud hasta este día”
(1 Samuel 11:14, 15; 12:2). Aunque habían pasado muchos años, sus días de juventud estaban frescos en su memoria.
Gracias a las decisiones que tomó mientras todavía era un muchacho, llegó a ser un hombre de fe, un fiel siervo de Dios.
Samuel tuvo que fortalecer y proteger su fe constantemente, pues vivía rodeado de personas impías y desleales. Puesto
que nosotros vivimos en un mundo de gente infiel y corrupta, también nos resulta difícil cultivar la fe. Veamos lo que
podemos aprender del ejemplo de Samuel, comenzando por su infancia.

“Ministrando delante de Jehová, como muchacho”

6
Samuel tuvo una infancia fuera de lo común. Poco después de ser destetado, como a los cuatro años de edad, comenzó a
servir en el tabernáculo de Jehová, en Siló, a más de 30 kilómetros (20 millas) de Ramá, su ciudad natal. Los padres de
Samuel, Ana y Elqaná, lo habían apartado para un servicio especial a Jehová: sería nazareo de por vida. * ¿Por qué lo
hicieron? ¿Acaso no lo querían?
En lo absoluto. Ellos sabían que su hijo estaría bien atendido en Siló. Elí, el sumo sacerdote, sin duda supervisó su
cuidado, pues Samuel trabajaba con él. Y en el tabernáculo contaban con la colaboración de algunas mujeres que servían allí
de forma organizada (Éxodo 38:8).
Lo que es más, Ana y Elqaná nunca se olvidaron de su querido hijo, el primero que les había nacido. Él fue la respuesta a
una oración en la que Ana le pidió a Dios un hijo varón y le prometió entregárselo para el servicio sagrado. Todos los años,
cuando lo visitaban, Ana le llevaba una vestidura sin mangas que ella misma había confeccionado para que la usara en el
tabernáculo. De seguro el muchacho esperaba con anhelo las visitas de sus padres, quienes le daban consejos y ánimo, a la
vez que lo ayudaban a valorar el gran privilegio que tenía de servir a Jehová en aquel lugar tan especial.
He aquí una lección para quienes tienen hijos. Muchos padres suelen preocuparse más por las necesidades materiales de
sus hijos que por su salud espiritual. No obstante, Ana y Elqaná dieron prioridad a las necesidades espirituales de Samuel, lo
cual determinó en buena medida la clase de persona que llegó a ser (Proverbios 22:6).
Es muy probable que, mientras iba creciendo, el pequeño Samuel explorara las colinas aledañas a Siló. Desde lo alto
podía divisar el pueblo y el valle que más abajo se extendía, y sin duda se llenaba de orgullo y satisfacción cada vez que
fijaba la vista en el tabernáculo de Jehová. Este sagrado lugar, que había sido construido unos cuatrocientos años antes bajo
la dirección del propio Moisés, era el único centro de adoración a Jehová en todo el mundo.*
El joven Samuel llegó a amar su servicio en el tabernáculo. En el relato que escribió luego dice que “estaba ministrando
delante de Jehová, como muchacho, y tenía ceñido un efod de lino” (1 Samuel 2:18). El hecho de que Samuel llevara un
efod —una prenda de vestir simple y sin mangas— indica que ayudaba a los sacerdotes. Aunque no pertenecía a la clase
sacerdotal, estaba a cargo de ciertas tareas, entre ellas, abrir las puertas del patio por las mañanas y asistir al envejecido Elí.
Samuel disfrutaba mucho de sus privilegios, pero algo malo que estaba pasando en la casa de Jehová comenzó a perturbar el
buen corazón de este muchacho.
Conserva la pureza en un ambiente inmoral

Desde muy joven, Samuel tuvo que presenciar terribles actos de maldad y corrupción. En el libro de Samuel leemos que
los dos hijos de Elí —Hofní y Finehás— “eran hombres que no servían para nada; [que] no reconocían a Jehová” (1 Samuel
2:12). Estas dos ideas van de la mano. Hofní y Finehás eran “hombres que no servían para nada” (literalmente, “hijos de la
inutilidad”) porque “no reconocían”, o respetaban, a Jehová. Su desprecio por las justas normas de Dios los llevó a cometer
graves pecados.
La Ley de Dios regulaba las tareas de los sacerdotes y la manera en que debían ofrecerse los sacrificios. Y con razón:
aquellos sacrificios representaban los medios que Dios dispuso para perdonar los pecados de las personas a fin de que
estuvieran limpias ante él y pudieran recibir su guía y bendición. El mal ejemplo de Hofní y Finehás hizo que otros
sacerdotes trataran con falta de respeto las ofrendas del pueblo.*
Imaginemos lo conmocionado que debió de sentirse el joven Samuel al ver que en el tabernáculo ocurrían tales abusos
sin que nadie hiciera nada. ¡A cuántas personas habrá visto salir de allí desmoralizadas y humilladas! Entre ellas se contaba
gente pobre, humilde y oprimida que había ido en busca de alivio y fortaleza espiritual. Y para colmo, más tarde se enteró
de que Hofní y Finehás se burlaban de las leyes divinas sobre la moralidad sexual teniendo relaciones con las mujeres que
servían a la entrada del tabernáculo (1 Samuel 2:22). ¿Cómo cree que se sintió entonces? Tal vez esperaba que Elí hiciera
algo al respecto.
De hecho, Elí era la persona indicada para atender este problema, que iba de mal en peor.  Como sumo sacerdote, era
responsable por lo que sucedía en el tabernáculo. Y como padre, tenía la obligación de corregir a sus hijos. Después de todo,
no solo se estaban perjudicando a sí mismos, sino también a un sinnúmero de habitantes del país. Pero Elí fracasó como
sumo sacerdote y como padre, pues se limitó a darles una leve reprimenda a sus hijos (1 Samuel 2:23-25). Ellos necesitaban
una disciplina mucho más severa. Por sus pecados, se merecían la muerte.
Tanto se agravó la situación que Jehová envió a “un hombre de Dios”, un profeta cuyo nombre no se menciona, para
transmitir a Elí una fuerte condena. Primero, Jehová le dijo a Elí: “Sigues honrando a tus hijos más que a mí”. Luego le
informó que sus perversos hijos morirían en un mismo día y que su familia sufriría intensamente y hasta perdería su
7
privilegiada posición en la clase sacerdotal. ¿Tuvo algún efecto este contundente aviso? El relato muestra que no (1 Samuel
2:27–3:1).
Y Samuel, ¿se dejaría corromper? De ninguna manera. En esta sombría historia nos encontramos de vez en cuando con
alegres destellos de luz: comentarios positivos sobre el desarrollo de Samuel. Recordemos que, en medio de todo esto, él
siguió “ministrando delante de Jehová, como muchacho” (1 Samuel 2:18). Desde muy pequeño se concentró en su servicio
a Jehová. Más adelante, el relato nos dice algo todavía mejor: “El muchacho Samuel continuó creciendo con Jehová”
(1 Samuel 2:21). En efecto, el paso de los años no hizo más que estrechar su relación con Dios. ¡Y qué mejor antídoto puede
haber contra la corrupción moral que una estrecha amistad con Jehová!
Para Samuel habría sido muy fácil pensar: “Si hasta el sumo sacerdote y sus hijos pecan contra Jehová, yo puedo hacer lo
que se me antoje”. Pero los errores ajenos, aun los de personas con autoridad, no nos dan permiso para pecar. Actualmente,
muchos jóvenes cristianos imitan a Samuel y continúan “creciendo con Jehová” a pesar de que haya gente a su alrededor
que les dé un mal ejemplo.
¿Y qué recompensa obtuvo Samuel? La Biblia dice: “Mientras tanto, el muchacho Samuel iba creciendo y haciéndose
más agradable, tanto desde el punto de vista de Jehová como del de los hombres” (1 Samuel 2:26). Así que este joven fiel se
labró una buena reputación, al menos a los ojos de quienes realmente importaba. De  hecho, Jehová mismo llegó a tenerle
cariño. Y Samuel albergaba la esperanza de que Dios eliminaría la maldad de Siló. Ahora bien, tal vez se preguntaba cuándo
lo haría.
“Habla, porque tu siervo está escuchando”

Cierta noche se disiparon sus dudas. Era de madrugada y todavía estaba oscuro. La temblorosa llama de la lámpara del
tabernáculo aún seguía encendida. En el silencio, Samuel escuchó una voz que lo llamaba y pensó que Elí, quien ya era muy
viejo y se había quedado prácticamente ciego, precisaba ayuda. Samuel se levantó y “fue corriendo” donde él. Imaginemos
al muchachito descalzo yendo a toda prisa hasta donde dormía su amo. ¡Qué escena tan bonita! Samuel trataba a Elí con
mucha consideración y respeto. Después de todo, Elí seguía siendo el sumo sacerdote de Jehová (1 Samuel 3:2-5).
Samuel despertó a Elí con estas palabras: “Aquí estoy, pues me llamaste”. Elí le contestó que él no lo había llamado y lo
mandó a dormir. Esto sucedió dos veces más. Pero a la tercera, Elí se dio cuenta de lo que estaba pasando. En  aquel tiempo,
Jehová no solía comunicarse con su pueblo por visiones o mensajes proféticos, y las razones eran obvias. No  obstante, Elí
comprendió que Jehová deseaba hacerse oír mediante este muchachito. Por tanto, le ordenó que regresara a su cama y le
indicó lo que debía responder. Pronto la voz se volvió a escuchar: “¡Samuel, Samuel!”. Y  él, siguiendo las instrucciones de
Elí, respondió: “Habla, porque tu siervo está escuchando” (1 Samuel 3:1, 5-10).
Por fin había alguien en Siló que le prestara atención a Dios. A partir de ese momento, Jehová le hablaba a Samuel, y
este siempre lo escuchaba. ¿Lo hacemos nosotros? Para escuchar a Jehová, no hace falta que una voz sobrenatural nos hable
durante la noche. Él siempre nos habla mediante su Palabra escrita, la Biblia. Mientras más escuchemos a Dios y lo
obedezcamos, mayor será nuestra fe. Eso fue precisamente lo que le sucedió a Samuel.
Aquella noche le cambió la vida a Samuel. Desde entonces llegó a conocer a Jehová de una manera especial, pues se
convirtió en su profeta y vocero. Ahora le tocaba transmitir a Elí un aviso final: el cumplimiento de la profecía contra su
familia era inminente. Al principio, Samuel se retrajo, pero luego se armó de valor. Cuando por fin habló, Elí se resignó
humildemente a la voluntad divina. Con el tiempo se cumplió todo lo que Jehová predijo. Los israelitas emprendieron una
guerra contra los filisteos, y en un mismo día cayeron Hofní y Finehás. El propio Elí murió tras enterarse de que el arca de
Jehová había sido tomada (1 Samuel 3:10-18; 4:1-18).
Mientras tanto, la fama de Samuel como profeta fiel fue consolidándose. La Biblia dice que “Jehová mismo resultó estar
con él” y nunca dejó que fallaran sus predicciones (1 Samuel 3:19).

“Samuel clamó a Jehová”

¿Quiere decir entonces que Israel siguió la dirección de Samuel y se convirtió en un pueblo fiel y espiritual? Para nada.
Llegó el momento en el que la nación no se conformó con que un simple profeta los dirigiera. Querían un rey como las

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demás naciones. Samuel accedió a su solicitud por mandato divino. Sin embargo, tenía que advertirles de la gravedad de
aquel pecado. No estaban rechazando a un simple hombre, sino a Jehová mismo. Así que convocó al pueblo en Guilgal.
Allí se respiraba un ambiente tenso. El envejecido Samuel repasó su historial de fe e integridad con el pueblo. Entonces
“clamó a Jehová” y le pidió que enviara una tormenta (1 Samuel 12:17, 18).
¿Una tormenta en la temporada seca? ¡Aquello era algo inconcebible! Pero cualquier indicio de incredulidad o ánimo de
burla pronto desaparecería. De repente, oscuras nubes cubrieron el cielo y un fuerte viento doblegó el trigo de los campos.
Retumbaron truenos ensordecedores y finalmente comenzó a llover. ¿Cómo reaccionó el pueblo? “Tuvo gran temor de
Jehová y de Samuel.” Por fin se daban cuenta de la gravedad de su pecado (1 Samuel 12:18, 19).
Fue Jehová, no Samuel, quien logró sensibilizar el corazón de aquel pueblo rebelde. Desde la infancia hasta la vejez,
Samuel ejerció fe en su Dios y fue bendecido por ello. Jehová no ha cambiado: podemos estar seguros de que si cultivamos
una fe como la de Samuel, contaremos con su apoyo.

[Notas]
El voto de nazareato incluía, entre otras cosas, no tomar ninguna bebida embriagante ni cortarse el cabello. Por lo general,
se hacía por un tiempo limitado, pero Samuel, al igual que Sansón y Juan el Bautista, fue nazareo de por vida.
En esencia, el santuario era una amplia tienda rectangular con estructura de madera. Sin embargo, estaba hecho con
materiales de la más alta calidad: pieles de foca, hermosas telas bordadas y maderas nobles laminadas con oro y plata.
Se encontraba en un patio rectangular en el que también había un precioso altar para los sacrificios. Todo parece indicar que
con el tiempo se erigieron cámaras para uso de los sacerdotes, seguramente a los lados del tabernáculo. Es  probable que
Samuel durmiera en una de esas cámaras.
El relato nos proporciona dos ejemplos. Por un lado, la Ley dejaba claro cuáles eran las porciones del sacrificio que le
correspondían al sacerdote (Deuteronomio 18:3). Pero los sacerdotes corruptos instituyeron una práctica muy diferente:
hacían que sus servidores metieran un tenedor grande en la olla hirviendo y tomaran cualquier porción de carne que saliera.
Por otro lado, cuando la gente llevaba sus ofrendas, los servidores —siguiendo las órdenes de los sacerdotes— exigían que
se les entregara la carne cruda, incluso antes de que la grasa se ofreciera a Jehová sobre el altar ( Levítico 3:3-5; 1 Samuel
2:13-17).

Hechos 4:13 Ahora bien, al contemplar la franqueza de Pedro y de Juan, y al percibir que eran hombres iletrados y del
vulgo,+ se admiraban. Y empezaron a reconocer, acerca de ellos, que solían estar con Jesús;+

Hebreos 5:12-14 12 Porque, en realidad, aunque deberían ser maestros+ en vista del tiempo, de nuevo necesitan que alguien
les enseñe desde el principio las cosas elementales+ de las sagradas declaraciones formales de Dios;+ y han llegado a ser
como quienes necesitan leche, no alimento* sólido.+ 13 Porque todo el que participa de leche no conoce la palabra de la
justicia, porque es pequeñuelo.+ 14 Pero el alimento sólido pertenece a personas maduras, a los que mediante el uso tienen
sus facultades perceptivas*+ entrenadas* para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto.+

Salmo 25:4   Hazme conocer tus propios caminos, oh Jehová;+ enséñame tus propias sendas.+

Mateo 24:45 ”¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto+ a quien su amo nombró sobre sus domésticos, para
darles su alimento al tiempo apropiado?+

Hechos 8:26-31 26 Sin embargo, el ángel de Jehová*+ habló a Felipe y dijo: “Levántate y ve hacia el sur, al camino que
baja de Jerusalén a Gaza”. (Este es un camino por el desierto árido.) 27 Ante aquello, él se levantó y se fue, y, ¡mira!, un
eunuco+etíope,+ hombre en poder bajo Candace reina de los etíopes, y que estaba sobre todo el tesoro de ella. Él había ido a
Jerusalén para adorar,+ 28 pero volvía, y estaba sentado en su carro y leía en voz alta al profeta Isaías.+ 29 De modo que el

9
espíritu dijo+ a Felipe: “Acércate y únete a este carro”. 30 Felipe corrió al lado y le oyó leer en voz alta a Isaías el profeta, y
dijo: “¿Verdaderamente sabes lo que estás leyendo?”. 31 Él dijo: “¿Realmente, cómo podría hacerlo, a menos que alguien
me guiara?”. Y suplicó a Felipe que subiera y se sentara con él.

 
W13 15/7 pág. 15-19

Jesús alimenta a muchos por medio de unos pocos
“Después de partir los panes, [Jesús] los distribuyó a los discípulos, y los discípulos a su vez a las muchedumbres.”
(MAT. 14:19)
¿QUÉ RESPONDERÍA?
¿Qué patrón siguió Jesús al alimentar a las multitudes?
¿Cómo se valió Jesús de los apóstoles y los ancianos de Jerusalén?
¿Cuándo llegó el momento de que Cristo nombrara un conducto organizado para proveer alimento espiritual?
IMAGINE la escena (lea Mateo 14:14-21). Justo antes de la Pascua del año 32, una muchedumbre de unos cinco mil
hombres, además de mujeres y niños, ha seguido a Jesús y sus discípulos a un lugar solitario cerca de Betsaida, población
situada en la orilla norte del mar de Galilea.
2
 Al ver a todas aquellas personas, Jesús se compadece de ellas, así que les enseña muchas cosas sobre el Reino de Dios y
cura a las que están enfermas. Cuando se hace tarde, los discípulos le dicen que despida a la gente para que pueda ir a los
pueblos vecinos y comprarse algo de comida. Pero él les responde: “Ustedes denles de comer”. Seguramente, estas palabras
los confunden, pues las provisiones que tienen a mano son insignificantes: tan solo cinco panes y dos pescados pequeños.
3
 La compasión que Jesús siente lo impulsa a realizar un milagro, el único del que dejaron constancia los cuatro
evangelistas (Mar. 6:35-44; Luc. 9:10-17; Juan 6:1-13). Tras ordenar a los discípulos que les pidan a todos que se recuesten
en la hierba en grupos de 50 y 100, eleva una oración a Dios y empieza a partir el pan y los peces en trozos. Luego, en vez
de darles la comida él mismo, se la distribuye “a los discípulos, y los discípulos a su vez a las muchedumbres”.
Milagrosamente, todos tienen más que suficiente para comer. Fíjese en este hecho: Jesús ha alimentado a miles por medio
de sus discípulos, que solo son unos pocos.*
4
 Pero lo que más le preocupaba a Jesús era proporcionar a sus seguidores alimento espiritual. Sabía que alimentarse
espiritualmente, es decir, con las verdades de la Palabra de Dios, lleva a la vida eterna (Juan 6:26, 27; 17:3). Impulsado por
la misma compasión que lo motivó a saciar a la multitud con el pan y los peces, pasó muchas horas enseñándoles a sus
discípulos (Mar. 6:34). Ahora bien, él sabía que iba a estar poco tiempo en la Tierra y que tendría que regresar al cielo (Mat.
16:21; Juan 14:12). Una vez allí, ¿cómo los mantendría bien nutridos espiritualmente? Seguiría un patrón similar:
alimentaría a muchos por medio de unos pocos. ¿Quiénes serían esos pocos? Examinemos cómo empleó a unos pocos para
alimentar a los numerosos cristianos ungidos del siglo primero. Después, en el artículo siguiente, analizaremos una pregunta
de vital importancia para todos nosotros: ¿cómo podemos identificar a los pocos que Cristo utiliza para alimentarnos hoy en
día?

JESÚS SELECCIONA A LOS POCOS
5
 Todo buen cabeza de familia se encarga de que los suyos no pasen necesidad si él fallece. De igual modo, Jesús, quien
llegaría a ser Cabeza de la congregación cristiana, se encargó de que sus seguidores estuvieran bien alimentados
espiritualmente cuando él ya no estuviera en la Tierra (Efes. 1:22). Por ejemplo, unos dos años antes de morir, tomó una
decisión importante. Seleccionó a los primeros de aquellos pocos mediante los cuales alimentaría más tarde a los muchos.
Veamos lo que ocurrió.
6
 Después de orar toda la noche, reunió a sus discípulos y eligió 12 apóstoles de entre ellos (Luc. 6:12-16). Por los
siguientes dos años se apegó de un modo especial a los apóstoles, enseñándoles con sus palabras y su ejemplo. Sabía que
tenían mucho que aprender; de hecho, se les siguió llamando “discípulos” (Mat. 11:1; 20:17). Les dio valiosos consejos y
una buena preparación para el ministerio (Mat. 10:1-42; 20:20-23; Luc. 8:1; 9:52-55). Obviamente, los estaba capacitando
para desempeñar un papel clave cuando él muriera y regresara al cielo.
10
7
 ¿Qué papel cumplirían los apóstoles? A medida que se acercaba el Pentecostés del año 33, se hizo evidente que
ocuparían un “puesto de superintendencia” (Hech. 1:20). Sin embargo, ¿cuál sería su principal interés? Jesús, ya resucitado,
lo dio a entender en una conversación con el apóstol Pedro (lea Juan 21:1, 2, 15-17).En presencia de otros apóstoles le
dijo: “Apacienta mis ovejitas”. Así indicó que sus apóstoles estarían entre los pocos mediante quienes él alimentaría
espiritualmente a los muchos. ¡Qué prueba tan conmovedora del cariño que siente Jesús por sus “ovejitas”!*
SE ALIMENTA A LOS MUCHOS DESDE EL PENTECOSTÉS ENADELANTE
8
 A partir del Pentecostés del año 33, Cristo resucitado utilizó a sus apóstoles como conducto para alimentar al resto de
sus discípulos ungidos (lea Hechos2:41, 42). Los judíos y prosélitos que ese día llegaron a ser cristianos ungidos por
espíritu reconocieron ese conducto con total claridad. Plenamente convencidos, “continuaron dedicándose a la enseñanza de
los apóstoles”. Según cierto erudito, el verbo griego que se traduce “continuaron dedicándose” denota “una permanencia
persistente y absoluta, una adhesión total de un grupo orientado hacia un fin común”. Los nuevos creyentes tenían hambre
de alimento espiritual y sabían exactamente dónde obtenerlo. Con completa lealtad, escuchaban a los apóstolesmientras
estos explicaban lo que Jesús había dicho y hecho y esclarecían el significado de pasajes de las Escrituras relacionados con
él (Hech. 2:22-36).*
9
 Los apóstoles tuvieron siempre muy presente su responsabilidad de alimentar a las ovejas de Jesús. Observe, por
ejemplo, cómo se encargaron de un incidente que podría haber causado divisiones en la recién formada congregación.
Curiosamente, el problema tenía que ver con alimento, en este caso alimento físico. A diferencia de las viudas de habla
hebrea, las de habla griega no eran tenidas en cuenta al repartir diariamente la comida. ¿Cómo resolvieron los apóstoles esta
delicada cuestión? “Los doce” nombraron a siete hombres capacitados para supervisar aquel “asunto necesario”, la
distribución de la comida. Los apóstoles —la mayoría de los cuales sin duda participaron en repartir la comida a las
multitudes a las que Cristo alimentó— vieron que era más importante concentrarse en alimentar a los
hermanosespiritualmente. Por ese motivo, se dedicaron “al ministerio de la palabra” (Hech. 6:1-6).
10
 Ya para el año 49, otros ancianos capacitados se habían unido a los apóstoles que quedaban (lea Hechos 15:1, 2). “Los
apóstoles y ancianos en Jerusalén” formaban una junta directiva, o cuerpo que gobernaba la congregación cristiana. Como
Cabeza de la congregación, Cristo se valió de este pequeño grupo de hombres para aclarar cuestiones doctrinales, así como
para supervisar y dirigir la tarea de predicar y enseñar las buenas nuevas del Reino (Hech. 15:6-29; 21:17-19; Col. 1:18).
11
 ¿Bendijo Jehová el sistema que su Hijo empleó para alimentar a las congregaciones del siglo primero? No  cabe la
menor duda. El libro de Hechos informa: “A medida que [el apóstol Pablo y sus acompañantes] iban viajando por las
ciudades entregaban a los de allí, para que los observaran, los decretos sobre los cuales habían tomado decisión los
apóstoles y ancianos que estaban en Jerusalén. Por lo tanto, en realidad, las congregaciones continuaron haciéndose firmes
en la fe y aumentando en número de día en día” (Hech. 16:4, 5). Note que aquellas congregaciones florecieron por cooperar
lealmente con el pequeño grupo de hombres que dirigía la obra desde Jerusalén. ¿Acaso no prueba eso que Jehová bendijo
el conducto mediante el que su Hijo alimentaba a las congregaciones? Claro que sí, pues la prosperidad espiritual solo es
posible con la bendición divina (Prov. 10:22; 1 Cor. 3:6, 7).
12
 Hasta ahora hemos visto que Jesús siguió un patrón al alimentar a sus seguidores: alimentó a muchos por medio de
unos pocos. El conducto que empleó para nutrir espiritualmente a sus discípulos era fácil de reconocer. Al fin y al cabo, los
apóstoles —que fueron los primeros miembros de aquella junta directiva de Jerusalén— podían aportar pruebas visibles de
que contaban con el apoyo de Dios.Hechos 5:12 señala: “Mediante las manos de los apóstoles continuaron efectuándose
muchas señales y portentos presagiosos entre el pueblo”.* Por consiguiente, no había ninguna razón para que quienes se
hicieran cristianos se preguntaran: “¿A través de quiénes alimenta Cristo a sus ovejas?”. Pero a finales del siglo primero, la
situación cambió.
MUCHA MALA HIERBA Y POCO TRIGO
13
 Jesús predijo que la congregación cristiana sería blanco de ataques. Recuerde que, en una ilustración profética, advirtió
que en un campo recién sembrado de trigo (los cristianos ungidos) se sembraría después mala hierba (los cristianos falsos).
Entonces indicó que se dejaría que ambos grupos crecieran juntos hasta la siega, la cual vendría en “una conclusión de un
sistema de cosas” (Mat. 13:24-30, 36-43). No tuvo que pasar mucho tiempo para que sus palabras se cumplieran.*
14
 En el siglo primero hubo algunos brotes de apostasía, pero los fieles apóstoles de Jesús actuaron de “restricción” y
mantuvieron a raya la contaminación e influencia de las doctrinas falsas (2 Tes. 2:3, 6, 7). Sin embargo, cuando murió el
último de los apóstoles la apostasía echó raíces y se propagó durante un período de crecimiento que abarcó muchos siglos.
En ese tiempo, la mala hierba se hizo mucha pero el trigo fue escaso. No existía ningún conducto organizado que
proporcionara alimento espiritual de manera constante. Llegaría el momento en que eso cambiaría. Pero ¿cuándo?
11
¿QUIÉN ALIMENTARÍA A LAS OVEJAS DURANTE LA ÉPOCADE LA SIEGA?
15
 Según se acercaba el fin de la temporada de crecimiento, surgieron vigorosos brotes de interés por la verdad bíblica.
En la década de 1870, un pequeño grupo de personas que buscaban la verdad formaron clases de estudio de la Biblia
separadas de la mala hierba, esto es, de los cristianos falsos afiliados a las iglesias y sectas de la cristiandad. Con un corazón
humilde y una mente abierta, los Estudiantes de la Biblia —como a sí mismos se llamaban— examinaron las Escrituras con
devoción y esmero (Mat. 11:25).
16
 Su estudio concienzudo produjo mucho fruto. Aquellas personas sinceras pusieron al descubierto doctrinas falsas y
difundieron verdades espirituales editando y distribuyendo ampliamente publicaciones bíblicas. Su labor iluminó el corazón
y la mente de muchos que tenían hambre y sed de la verdad. Por eso surge esta interesante pregunta: ¿fueron los leales
Estudiantes de la Biblia de aquellas décadas anteriores a 1914 el conducto nombrado por Cristo para alimentar a sus ovejas?
La respuesta es no. Todavía se hallaban en la temporada de crecimiento, y el sistema que iba a utilizarse para proporcionar
alimento espiritual aún estaba cobrando forma. No había llegado el momento de que los cristianos falsos semejantes a mala
hierba fueran separados de los verdaderos, representados por el trigo.
17
 Como aprendimos en el artículo anterior, la época de la cosecha empezó en 1914. Ese año marcó el inicio de una serie
de sucesos importantes. Jesús fue coronado Rey y comenzaron los últimos días (Rev. 11:15). Desde 1914 hasta principios
de 1919, Cristo acompañó a su Padre al templo espiritual para realizar una obra muy necesaria de inspección y limpieza
(Mal. 3:1-4).* A continuación, a partir de 1919, se empezaría a recoger el trigo. ¿Había llegado por fin el momento de que
Cristo nombrara un conducto organizado para proveer alimento espiritual? ¡Ahora sí!
18
 En su profecía sobre el tiempo del fin, Jesús predijo que nombraría un conducto para dar “alimento al tiempo
apropiado” (Mat. 24:45-47). ¿Qué conducto sería ese? Siguiendo el patrón que él mismo estableció en el siglo primero,
volvería a alimentar a muchos por medio de unos pocos. Por eso, apenas comenzaron los últimos días, la pregunta clave
era quiénes serían esos pocos. En el siguiente artículo veremos la respuesta a esta y otras cuestiones relacionadas con la
profecía de Jesús.

Mateo 4:4 Pero en respuesta él dijo: “Está escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que
sale de la boca de Jehová’”.

Hebreos 12:2  mirando atentamente al Agente Principal*+ y Perfeccionador de nuestra fe,+ Jesús. Por el gozo que fue
puesto delante de él aguantó+ un madero de tormento,* despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de
Dios.+

Romanos 1:20 Porque las [cualidades] invisibles+ de él se ven claramente desde la creación del mundo* en adelante,
+ porque se perciben por las cosas hechas,+hasta su poder sempiterno+ y Divinidad,*+ de modo que ellos son inexcusables;
+

W13 1/8 pág. 11

ACÉRQUESE A DIOS
“Las cualidades invisibles de él se venclaramente”
¿Cree usted que Dios existe? Si así es, ¿podría demostrarlo? A nuestro alrededor hay infinidad de pruebas de que existe
un Creador sabio, poderoso y lleno de amor. ¿A qué pruebas nos referimos? ¿Son confiables? Para encontrar la respuesta,
analicemos lo que el apóstol Pablo escribió a los cristianos de Roma.
Él dijo: “Las cualidades invisibles de [Dios] se ven claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se
perciben por las cosas hechas, hasta su poder [eterno] y Divinidad, de modo que ellos son inexcusables” ( Romanos 1:20).
Tal como señala Pablo, la creación lleva la firma de su Creador. Analicemos un poco más estas palabras.

12
Pablo escribió que las cualidades de Dios pueden verse “desde la creación del mundo”. En este caso, la palabra griega
que se traduce “mundo” se refiere a la humanidad, no al planeta Tierra.* Lo que Pablo estaba diciendo es que desde el
momento en que fue creada, la humanidad ha podido percibir las cualidades de Dios en la creación.
Las pruebas no están ocultas; “se ven claramente” a nuestro alrededor. Las creaciones —desde la más grande hasta la
más pequeña— revelan la existencia de un Creador que posee cualidades maravillosas. Pensemos, por ejemplo, en el
inteligente diseño de la naturaleza. ¿Acaso no demuestra lo sabio que es Dios? ¿Y los cielos estrellados? ¿Y las fuertes olas
del mar? ¿No dan prueba de su poder? ¿Qué hay de la variedad de sabores que deleitan nuestro paladar, o de la belleza de
los amaneceres y las puestas de sol? ¿Verdad que dejan ver el amor que Dios siente por la humanidad? (Salmo
104:24; Isaías 40:26.)
Son tan claras las pruebas que quienes no las ven y se niegan a creer en Dios “son inexcusables”. Un erudito lo explica
de la siguiente manera. Imagine que un conductor ve una señal de tránsito que dice: “Desvío. Gire a la izquierda”, pero no le
hace caso. Cuando un policía lo detiene para darle una multa, el conductor le dice que no  vio la señal. La excusa
no convence al policía porque la señal está a plena vista y el conductor no tiene problemas de visión. Además, este tiene la
responsabilidad de fijarse en todas las señales y obedecerlas. Del mismo modo, las pruebas de la existencia de Dios que hay
en la naturaleza están a plena vista. Y nosotros, que somos seres racionales, podemos verlas. No tenemos motivos para
ignorarlas.
En efecto, la creación revela mucho acerca de nuestro Creador. Pero hay un libro que revela aún más sobre él, la Biblia.
En sus páginas se responde esta importante pregunta: ¿cuál es el propósito de Dios para la Tierra y la humanidad? Saber la
respuesta nos ayudará a tener una buena relación con Dios, cuyas “cualidades invisibles [...] se ven claramente” en el mundo
que nos rodea.

DEMOSTREMOS NUESTRO AMOR A JEHOVÁ

Filipenses 1:9, 10 9 Y esto es lo que continúo orando: que el amor de ustedes abunde+ todavía más y más con
conocimiento exacto*+ y pleno discernimiento;*+10 para que se aseguren de las cosas más importantes,+ para que estén
exentos de defectos+ y no hagan tropezar+ a otros hasta el día de Cristo,

1 Juan 2:5 Pero cualquiera que sí observa su palabra,+ verdaderamente en esta [persona] el amor a Dios ha sido
perfeccionado.+ En esto tenemos el conocimiento de que estamos en unión con él.+

1 Juan 5:3 Pues esto es lo que el amor+ de Dios significa: que observemos sus mandamientos;+ y, sin embargo, sus
mandamientos no son gravosos,+

Romanos 10:10 Porque con el corazón+ se ejerce fe para justicia, pero con la boca se presenta declaración pública+ para
salvación.

2 Corintios 7:1 Por lo tanto, dado que tenemos estas promesas,+ amados, limpiémonos+ de toda contaminación de la carne
y del espíritu,+ perfeccionando la santidad en el temor de Dios.+

Efesios 4:15 Antes bien, hablando la verdad,*+ por el amor crezcamos+ en todas las cosas en aquel que es la cabeza,
+ Cristo.

13
1 Timoteo 1:5 Realmente, el objetivo* de este mandato es amor+ procedente de un corazón limpio+ y de una buena
conciencia+ y de fe sin hipocresía.+

Hebreos 10:23-25 23 Tengamos firmemente asida la declaración pública* de nuestra esperanza+ sin titubear,+ porque fiel
es el+ que ha prometido. 24 Y considerémonos unos a otros para incitarnos+ al amor y a las obras excelentes,+ 25 sin
abandonar el reunirnos,+ como algunos tienen por costumbre, sino animándonos+ unos a otros, y tanto más al contemplar
ustedes que el día se acerca.+

1 Juan 3:17, 18 17 Pero cualquiera que tiene los medios de este mundo para el sostén de la vida,+ y contempla a su
hermano pasar necesidad,+ y sin embargo le cierra la puerta de sus tiernas compasiones,+ ¿de qué manera permanece el
amor de Dios en él?+ 18 Hijitos, no amemos+ de palabra ni con la lengua,+ sino en hecho+ y verdad.+

Juan 17:6-8 6 ”He puesto tu nombre de manifiesto a los hombres que me diste del mundo.+ Tuyos eran, y me los diste, y
han observado tu palabra. 7 Ahora han llegado a conocer que todas las cosas que me diste vienen de ti; 8 porque los dichos
que me diste se los he dado,+ y ellos los han recibido y ciertamente han llegado a conocer que yo salí como representante
tuyo,+ y han creído que tú me enviaste.+

Juan 17:26 Y yo les he dado a conocer tu nombre,+ y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en
ellos, y yo en unión con ellos.”+

Revelación 2:1-5 ”Al ángel+ de la congregación que está en Éfeso+ escribe: Estas son las cosas que dice el que tiene las
siete estrellas+ en su mano derecha, el que anda en medio de los siete candelabros de oro:+ 2 ‘Conozco tus hechos,+ y tu
labor y aguante, y que no puedes soportar a hombres malos, y que pusiste a prueba + a los que dicen ser apóstoles,+ pero no
lo son, y los hallaste mentirosos. 3 También estás mostrando aguante,+ y has soportado por causa de mi nombre,+ y no te
has cansado.+ 4 No obstante, tengo [esto] contra ti: que has dejado el amor que tenías al principio. 5 ”’Por lo tanto, recuerda
de qué has caído, y arrepiéntete,+ y haz los hechos de antes. Si no lo haces, vengo a ti,+ y removeré tu candelabro+ de su
lugar, a menos que te arrepientas.

ACERQUÉMONOS A DIOS MEDIANTE LA ORACIÓN

Salmo 145:18, 19 18 Jehová está cerca de todos los que lo invocan,+ de todos los que lo invocan en apego a la
verdad.*+19 Ejecutará el deseo de los que le temen,+ y oirá su clamor por ayuda, y los salvará.+

Filipenses 4:6, 7 6 No se inquieten por cosa alguna,+ sino que en todo, por oración y ruego+ junto con acción de gracias,
dense a conocer sus peticiones a Dios;+ 7 y la paz+ de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones+ y sus
facultades mentales mediante Cristo Jesús.

Marcos 14:36 Y decía: “Abba,* Padre,+ todas las cosas te son posibles; remueve de mí esta copa. No obstante, no lo que
yo quiero, sino lo que tú quieres”.+

Cf págs. 133,134 párrs. 14,15


14
 Otra forma en que Jesús mantuvo fuerte su amor a Jehová fue orando de continuo. Aunque era un hombre  amigable y
disfrutaba de estar con otras personas, es interesante notar lo mucho que valoraba la soledad. Por ejemplo,  Lucas 5:16 dice

14
que “continuaba en retiro en los desiertos áridos [...] orando”. Asimismo, Mateo 14:23 relata: “Por fin, habiendo despedido
a las muchedumbres, subió solo a la montaña a orar. Aunque se hizo tarde, estaba allí solo”. Jesús buscó la soledad en estas
y en otras ocasiones, no porque fuera un ermitaño ni porque rehuyera la compañía de los demás, sino porque deseaba estar a
solas con su Padre y hablar libremente con él mediante la oración.
15
 En sus oraciones, Jesús empleó a veces la expresión “Abba, Padre” (Marcos 14:36). En aquel entonces, Abba era una
palabra cariñosa para “padre”, muy común en el uso familiar; figuraba entre las primeras palabras que aprendían los niños.
Al mismo tiempo, era un término respetuoso. Si bien revelaba la intimidad del Hijo que habla a su Padre amado, también
indicaba profundo respeto por la autoridad paterna de Jehová. Tal combinación de intimidad y respeto se percibe en todas
las oraciones de Jesús registradas en la Biblia. Por ejemplo, en el capítulo 17 de Juan, el apóstol puso por escrito la larga y
sincera oración que Jesús hizo la última noche de su vida humana. Cuando la estudiamos, nos sentimos profundamente
conmovidos. Pero es fundamental que hagamos algo más: que imitemos dicha oración. ¿Cómo podemos hacerlo?
No repitiéndola, por supuesto, sino buscando la forma de hablar desde el corazón con nuestro Padre celestial cuantas veces
sea posible. Al hacerlo, mantendremos vivo y fuerte nuestro amor por él.

Santiago 4:8 Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes.+ Límpiense las manos, pecadores,+ y purifiquen su corazón,
+ indecisos.*

W14 15/12 pág. 25 párrs. 18-21

LOS AMIGOS SE COMUNICAN
18
 La amistad se hace más profunda cuando hay una buena comunicación. En esta era de Internet y tecnología, las redes
sociales y los mensajes de texto se han vuelto muy populares. Pero ¿qué lugar ocupa en nuestra vida la comunicación
personal con Jehová, nuestro mejor Amigo? Sabemos que él es el “Oidor de la oración” (Sal. 65:2). ¿Con cuánta frecuencia
tomamos la iniciativa y le hablamos?
19
 A algunos siervos de Dios les cuesta abrir su corazón y expresar sus sentimientos más profundos. Sin embargo, eso es
precisamente lo que Jehová quiere que hagamos al orar (Sal. 119:145; Lam. 3:41). Y si no encontramos palabras para
describir lo que sentimos, la Biblia nos ayuda. Pablo escribió a los cristianos de Roma: “El problema de lo que debemos
pedir en oración como necesitamos hacerlo no lo sabemos, pero el espíritu mismo aboga por nosotros con gemidos
no expresados. Sin embargo, el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del espíritu, porque este aboga en
conformidad con Dios por los santos” (Rom. 8:26, 27). Meditar en las palabras contenidas en libros bíblicos como Job,
Salmos y Proverbios nos ayudará a expresarle a Jehová nuestros sentimientos más íntimos.
20
 Cuando afrontemos situaciones penosas, sigamos el consejo que Pablo escribió por inspiración divina a los cristianos
filipenses: “No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a
conocer sus peticiones a Dios”. Esa comunicación sin trabas con nuestro mejor Amigo nos dará fuerzas y consuelo, pues
Pablo añadió: “Y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante
Cristo Jesús” (Filip. 4:6, 7). Atesoremos siempre la incomparable “paz de Dios” que verdaderamente protege nuestra mente
y nuestro corazón.
21
 La oración nos permite estrechar la amistad con Jehová. Por lo tanto, “ore[mos] incesantemente” (1 Tes. 5:17). Que
este artículo fortalezca la valiosa relación que tenemos con Dios y nuestra determinación de cumplir sus justos requisitos.
Y pensemos en cuánto nos beneficia que Jehová sea nuestro Padre, nuestro Dios y nuestro Amigo.

W02 15/10 pág. 17 párr. 16


16
 ¿Está usted convencido de que Jehová tiene poder para salvarnos? ¿Siente su protección angélica? ¿Ha gustado y visto
personalmente que Jehová es bueno? ¿Cuándo fue la última vez que percibió que Jehová había sido bueno con usted? Haga
memoria. ¿Fue en aquel último hogar que visitó en el ministerio, justo cuando creía que no podía más? Quizá en ese
momento tuvo una magnífica conversación con el amo de casa. ¿Se acordó de darle gracias a Jehová por haberle
proporcionado las fuerzas que necesitaba y por bendecirlo de esa forma? (2 Corintios 4:7.) Por otra parte, es posible que le
15
resulte difícil recordar algún acto bondadoso que Jehová haya efectuado por usted. Tal vez tenga que retroceder en el
tiempo una semana, un mes, un año o incluso más. En ese caso, ¿por qué no se esfuerza por acercarse más a Jehová y ver
cómo él lo guía y dirige? El apóstol Pedro aconsejó a los cristianos: “Humíllense [...] bajo la poderosa mano de Dios, [...] a
la vez que echan sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes” (1 Pedro 5:6, 7). Le asombrará ver cuánto se
interesa él por usted (Salmo 73:28).

Mateo 4:7 Jesús le dijo: “Otra vez está escrito: ‘No debes poner a prueba a Jehová*tu Dios’”.+

Mateo 4:10 Entonces Jesús le dijo: “¡Vete, Satanás! Porque está escrito: ‘Es a Jehová* tu Dios a quien tienes que adorar,+ y
es solo a él+ a quien tienes que rendir servicio sagrado’”.*+

W12 15/2 pág. 7 párrs. 16,17


16
 Cuando Jesús afrontó situaciones difíciles, se negó rotundamente a confiar en su propio entendimiento. ¡Imagínese! El
hombre más sabio que ha pisado la Tierra no se fió de su propia sabiduría. Por citar un caso, cuando Satanás lo tentó, usó
varias veces la frase: “Está escrito” (Mat. 4:4, 7, 10). Más bien, se apoyó en la sabiduría de su Padre para resistir la
tentación, mostrando así la humildad que Satanás tanto desprecia y de la que carece totalmente. ¿Actuamos nosotros igual
que Jesús? El cabeza de familia que imita su actitud vigilante se guía por la Palabra de Dios, en particular cuando pasa por
dificultades. Y eso es precisamente lo que están haciendo miles de cristianos por todo el mundo. Con fidelidad, buscan
primero el Reino de Dios y la adoración pura, anteponiendo estas cosas a los intereses materiales. De este modo, brindan el
mejor cuidado a sus familias. Jehová, por su parte, bendice los esfuerzos que realizan para sostener a los suyos, tal como
promete Su Palabra (Mat. 6:33).
17
 No cabe duda: Jesús nos dio el mejor ejemplo posible de vigilancia, un ejemplo que es provechoso y que puede hasta
salvarnos la vida. Recordemos que Satanás quiere dormirnos espiritualmente, pues en ese estado tendremos una fe débil,
nuestro deseo de adorar a Jehová irá languideciendo y nuestra lealtad a él se verá comprometida (1 Tes. 5:6). No le demos
ese gusto. Mantengámonos vigilantes como Jesús: vigilantes en la oración, en el ministerio y en la adversidad. Así
disfrutaremos de una vida rica, plena y feliz aun en las horas agonizantes de este mundo. Tendremos asimismo la seguridad
de que cuando el Amo venga a destruir este sistema de cosas, nos encontrará alerta y activos, efectuando la voluntad de su
Padre. ¡Qué contento se pondrá Jehová cuando nos premie por nuestra fidelidad! (Rev. 16:15.)

Cf págs. 72 párrs. 15,16


15
 Aunque Jesús era el Hijo perfecto de Dios, no confió en sus propias fuerzas para aguantar, sino que acudió a su Padre
celestial por ayuda. El apóstol Pablo escribió: “Cristo ofreció ruegos y también peticiones a Aquel que podía salvarlo de la
muerte, con fuertes clamores y lágrimas” (Hebreos 5:7). Observe que Jesús “ofreció” no solo peticiones, sino también
ruegos. El término ruego se refiere a una súplica especialmente sincera e intensa; significa implorar ayuda. La palabra
“ruegos”, en plural, indica que Jesús le imploró a Jehová en más de una ocasión. De hecho, en el jardín de Getsemaní, él oró
con fervor una y otra vez (Mateo 26:36-44).
16
 Jesús tenía plena confianza en que Jehová escucharía sus ruegos, pues sabía que su Padre es el “Oidor de la oración”
(Salmo 65:2). Durante su existencia prehumana, el Hijo primogénito había visto al Padre contestar las oraciones de sus
siervos fieles. Él estaba en los cielos cuando Jehová envió a un ángel para responder a la oración sincera del profeta Daniel,
incluso antes de que terminara de orar (Daniel 9:20, 21). ¿Cómo, entonces, no iba a contestar el Padre a su Hijo unigénito
cuando este le abriera su corazón “con fuertes clamores y lágrimas”? Jehová respondió a las súplicas de su Hijo y mandó a
un ángel para que lo fortaleciera y así pudiera resistir la prueba (Lucas 22:43).

16
Juan 11:41, 42  41 Por lo tanto, quitaron la piedra. Entonces Jesús alzó los ojos hacia el cielo+ y dijo: “Padre, te doy gracias
porque me has oído.+ 42 Cierto, yo sabía que siempre me oyes; pero a causa de la muchedumbre+ que está de pie en
derredor hablé, a fin de que crean que tú me has enviado”.+

Hebreos 11:6 Además, sin fe+ es imposible ser[le] de buen agrado,+ porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él
existe+ y que llega a ser remunerador*+de los que le buscan solícitamente.+

SIGUE FORTALECIENDO TU RELACIÓN CON JEHOVÁ

Romanos 11:33-36 33 ¡Oh la profundidad de las riquezas+ y de la sabiduría+ y del conocimiento+ de Dios! ¡Cuán
inescrutables [son] sus juicios+ e ininvestigables sus caminos! 34 Porque “¿quién ha llegado a conocer la mente de
Jehová,*+o quién se ha hecho su consejero?”.+ 35 O, “¿Quién le ha dado primero, para que tenga que pagársele?”.
+ 36 Porque procedentes de él y por él y para él son todas las cosas.+ A él sea la gloria para siempre.+ Amén.

17
Lección 02(a) LA TRADUCCIÓN DEL NUEVO MUNDO (PARTE 1)

2 Timoteo 2:15 Haz lo sumo posible para presentarte aprobado+ a Dios, trabajador+ que no tiene de qué avergonzarse,
+ que maneja la palabra de la verdad correctamente.+

LA MEJOR TRADUCCIÓN

Jv pág. 608 párr. 1

¿Hacía falta realmente otra traducción? La Biblia entera ya estaba publicada en 190 lenguas, y por lo menos había partes de
ella traducidas a otros 928 idiomas y dialectos. En diferentes ocasiones los testigos de Jehová han usado muchas de esas
traducciones. No obstante, la realidad es que la mayor parte de ellas son obra de clérigos y misioneros de las sectas de la
cristiandad, y en mayor o menor grado manifiestan la influencia de las filosofías paganas y tradiciones antibíblicas que sus
sistemas religiosos heredaron del pasado, así como del prejuicio de la alta crítica. Además, estaban apareciendo manuscritos
bíblicos más antiguos y fiables. Los hallazgos arqueológicos contribuían a que se comprendiera mejor el griego del siglo I.
También, los idiomas de las versiones han sufrido cambios con el paso de los años.

Jv pág. 607 párr. 5


Se produce la Traducción del Nuevo Mundo
A principios de octubre de 1946 Nathan H. Knorr, entonces presidente de la Sociedad Watch Tower, propuso por vez
primera que la Sociedad produjera una nueva versión de las Escrituras Griegas Cristianas. La traducción misma empezó el
2 de diciembre de 1947. El texto finalizado fue sometido a cuidadosa revisión por todo el comité de traductores, formado
íntegramente por cristianos ungidos con espíritu. El 3 de septiembre de 1949 el hermano Knorr convocó una reunión de las
juntas directivas de las corporaciones de Nueva York y Pensilvania de la Sociedad. Les anunció que el Comité de
Traducción de la Biblia del Nuevo Mundo había finalizado una versión en idioma moderno de las Escrituras Griegas
Cristianas y la había entregado a la Sociedad para que esta la publicara. Era una versión totalmente nueva traducida del
griego original.

Si pág. 324 párrs. 18, 19 “Toda Escritura es inspirada de Dios  y provechosa” (revisado)

18
El 3 de septiembre de 1949, en las oficinas centrales de la Sociedad en Brooklyn, el presidente anunció a la Junta
Directiva la existencia del Comité de Traducción de la Biblia del Nuevo Mundo, y que aquel comité había completado una
traducción moderna de las Escrituras Griegas Cristianas. Se leyó el documento del comité, mediante el cual el comité
asignaba a la Sociedad la posesión, el control y la publicación del original de su traducción, en reconocimiento de la obra no
sectaria de la Sociedad de fomentar la educación bíblica por toda la Tierra. También se leyeron porciones del original, como
ejemplos de la naturaleza y calidad de la traducción. Los directores aceptaron unánimemente el regalo de la traducción, y de
inmediato se hicieron planes para imprimirla. La composición empezó el 29 de septiembre de 1949, y a principios del
verano de 1950 decenas de millares de ejemplares quedaron completos y encuadernados.
19
Presentación de la Traducción del Nuevo Mundo en partes. El miércoles 2 de agosto de 1950, en el cuarto día de su
asamblea internacional en el Estadio Yanqui, de Nueva York, un auditorio totalmente sorprendido de 82.075 testigos de
Jehová aceptó gustosamente la presentación de la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas en
inglés. El Comité de traductores, estimulado por aquella acogida entusiástica inicial y por expresiones posteriores de aprecio
por los méritos de la traducción, enseguida emprendió la extensa obra de traducir las Escrituras Hebreas. Estas se publicaron
en otros cinco tomos, que se presentaron en sucesión desde 1953 hasta 1960. El conjunto de seis tomos formó una biblioteca
de la Biblia entera en inglés moderno. Cada tomo contenía también ayudas valiosas para el estudio de la Biblia. Así se le
hizo accesible al estudiante de la Biblia de nuestros días un inmenso almacén de información bíblica. Se habían hecho

18
esfuerzos diligentes para usar toda fuente confiable de información textual, de manera que la Traducción del Nuevo Mundo
expresara clara y acertadamente el vigoroso mensaje de las Escrituras inspiradas originales.

Jv pág. 609 párrs. 3, 4 (Los testigos de Jehová, proclamadores  del Reino de Dios)

Tras esto, se tradujeron al inglés las Escrituras Hebreas y se publicaron paulatinamente, en cinco tomos, a partir de 1953.
Al igual que con las Escrituras Griegas Cristianas, se dio atención a comunicar de la manera más literal posible lo que decía
el idioma original. Se ejerció especial cuidado para traducir con uniformidad, comunicar con exactitud la acción o el estado
de los verbos y utilizar lenguaje sencillo que fuera entendible para el lector moderno. Siempre que aparecía el
Tetragrámaton en el texto hebreo se traducía correctamente por el nombre personal de Dios, en vez de reemplazarlo por otro
término, costumbre que siguen muchas versiones. Los artículos de los apéndices y las notas de estos tomos permitían al
estudiante cuidadoso examinar la razón de las traducciones empleadas.
El 13 de marzo de 1960 el Comité de Traducción de la Biblia del Nuevo Mundo concluyó la lectura final de la porción
de la Biblia que se publicaría en el quinto tomo. Habían transcurrido doce años, tres meses y once días desde el comienzo de
la traducción de las Escrituras Griegas Cristianas. Unos meses después se presentó el quinto tomo impreso de las Escrituras
Hebreas para su distribución.

PRINCIPIOS DE LA TRADUCCIÓN BÍBLICA

nwt_E pág. 1718 – 1721 ESTE ARTICULO SE ANALIZARA EN TODA ESTA PARTE

A1 Principios de Traducción de la Biblia


La Biblia fue escrita originalmente en hebreo antiguo , arameo y griego. Hoy en día está disponible en su totalidad o en
parte en unos 2.600 idiomas. La gran mayoría de las personas que leen la Biblia no entienden los idiomas originales y , por
tanto, debe basarse en una traducción. ¿Qué principios deben guiar cómo se traduce la Biblia, y ¿cómo éste rige la
prestación de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras ?
Algunos podrían concluir que un estricto , la traducción palabra por palabra de estilo interlineal permitiría al lector a
conseguir más cercano a lo que se expresa en los idiomas originales . Sin embargo , eso no es siempre el caso. Considere
algunas de las razones :
• No hay dos lenguas son exactamente iguales en la gramática , el vocabulario y la estructura de la oración . Un profesor de
hebreo , SR Conductor, escribió que las lenguas " no sólo difieren en la gramática y las raíces , pero también . . . de la
manera en que las ideas se construyen en una frase . "Diferentes idiomas requieren bastante diferentes patrones de
pensamiento . "En consecuencia ", continúa el profesor Conductor, " las formas adoptadas por la frase en diferentes idiomas
no son lo mismo . "
• Ningún lenguaje moderno refleja exactamente el vocabulario y la gramática del hebreo bíblico , arameo y griego , por lo
que una traducción palabra por palabra de la Biblia podría ser poco claros o incluso a veces podía transmitir el significado
equivocado.
• El significado de una palabra o una expresión pueden variar en función del contexto en que se utiliza.
Un traductor puede ser capaz de reflejar la traducción literal de la lengua original en algunos pasajes , pero esto debe
hacerse con mucho cuidado.
Aquí están algunos ejemplos de cómo la traducción puede ser mal interpretado , palabra por palabra:
• Las Escrituras usan las expresiones " sueño " y " quedarse dormido " para referirse tanto a dormir física y al sueño de la
muerte . (Mateo 28:13 ; Hechos 7:60 ) Cuando se utilizan estas expresiones en contextos que hacen referencia a la muerte,
traductores de la Biblia pueden emplear términos como " dormirse en la muerte ", que ayuda a que el lector moderno evitar
confusion. - 1 Corintios 7: 39 ; 1 Tesalonicenses 4:13 ; 2 Pedro 3 : 4 .
• El apóstol Pablo usó una expresión que se encuentra en Efesios 4:14 que puede ser traducido literalmente "en el juego de
dados de los hombres. " Esta antigua expresión idiomática alude a la práctica de engañar a otros cuando se utiliza dados. En
19
la mayoría de idiomas , una traducción literal de esta alusión no tiene mucho sentido . La traducción de esta expresión como
" la astucia de los hombres " es una manera más clara para transmitir el significado .
• En Romanos 12:11 , una expresión griega se usa que literalmente significa " el espíritu de ebullición . " Esta redacción no
transmite el significado previsto en Inglés , por lo que se hace " Encendido con el alcohol " en esta traducción

Mateo 5 : 3
Literal Inglés : " pobres de espíritu "
Idea: " los que tienen conciencia de su necesidad espiritual "
• Durante su famoso Sermón del Monte , Jesús usó una expresión que se traduce a menudo ( Mateo 5 : 3 , King James
Version) " Bienaventurados los pobres de espíritu . " Pero en muchos idiomas , una traducción literal de esta expresión es
oscura. En algunos casos , una traducción estrictamente literal podría implicar que " los pobres de espíritu " son
mentalmente desequilibrado , o faltos de vitalidad y determinación. Sin embargo , Jesús estaba enseñando a la gente aquí
que su felicidad depende , no en la satisfacción de sus necesidades físicas , sino en el reconocimiento de su necesidad de la
dirección de Dios . (Lucas 06:20 ) Por lo tanto , las representaciones tales como " los que tienen conciencia de su necesidad
espiritual " o "los que conocen su necesidad de Dios " transmiten con mayor precisión el significado del original expression.
- Mateo 5 : 3; El Nuevo Testamento en Inglés Moderno .
• En muchos contextos , la palabra hebrea traducida como " los celos " se corresponde con el sentido común de la palabra
Inglés , a saber , de sentir indignación por la aparente infidelidad de un estrecho colaborador o que envidiar a otros de sus
posesiones. ( Proverbios 06:34 ; Isaías 11:13) Sin embargo , la misma palabra hebrea también tiene una connotación
positiva . Por ejemplo , se puede usar de la " celo ", o ardor de protección, que Jehová muestra para sus servidores o de su
( Éxodo 34:14 ; 2 Reyes 19:31 ; Ezequiel 5 ", que requiere dedicación exclusiva . " : 13; Zacarías 8: 2 ) También se puede
usar de la " celo " que sus fieles servidores tienen por Dios y su culto o de su " tolerar ninguna rivalidad ' hacia él. - Salmo
69: 9; 119 : 139 ; Números 25:11 .

La palabra hebrea yadh suele traducirse "mano ", pero según el contexto , esta palabra puede ser traducida como "
autoridad", " generosidad", " poder", y muchas otras maneras

• La expresión hebrea que generalmente se refiere a la mano humana tiene una gran variedad de significados. Dependiendo
del contexto , esta palabra puede ser traducida como " autoridad", " generosidad", o "poder " ( 2 Samuel 8 : 3; 1 Reyes 10:13
; Proverbios 18:21) . De hecho , esta palabra se traduce más 40 maneras diferentes en la edición de Inglés de la traducción
de las Sagradas Escrituras del Nuevo Mundo.
• En vista de estos factores , la traducción bíblica implica más que simplemente emitir una palabra en idioma original con el
mismo término cada vez que ocurre. Un traductor debe utilizar el sentido común con el fin de seleccionar las palabras en el
idioma de destino que mejor representan las ideas del texto original en el idioma . Además , hay una necesidad de
estructurar las frases de una manera que se ajusta a las reglas de la gramática de la lengua meta , por lo que el texto fácil de
leer.
• Al mismo tiempo , los extremos en la nueva redacción del texto deben ser evitados. Un traductor que liberalmente
parafrasea la Biblia de acuerdo a cómo interpreta la idea general podría distorsionar el significado del texto . ¿Cómo es eso?
El traductor puede insertar erróneamente su opinión de lo que significa el texto original o puede omitir detalles importantes
que figuran en el texto original . Así, mientras que las paráfrasis de la Biblia puede ser fácil de leer , su misma franqueza a
veces puede prevenir al lector de conseguir el verdadero mensaje de texto.
• sesgo doctrinal puede colorear fácilmente el trabajo de un traductor. Por ejemplo , Mateo 7:13 dice: " Amplio es el camino
que conduce a la destrucción. " Algunos traductores , tal vez afectados por el sesgo doctrinal , han utilizado el término
"infierno " en lugar de lo que el término griego que significa realmente , a saber , " la destrucción. "

Un traductor de la Biblia también debe tener en cuenta que la Biblia fue escrito utilizando el lenguaje común y cotidiana de
la gente común , como los agricultores , pastores y pescadores. ( Nehemías 8: 8,12 ; Hechos 4:13) Por lo tanto , una buena
traducción de la Biblia hace que el mensaje que contiene comprensible para la gente sincera , independientemente de su
20
origen . , Expresiones comunes claras , de fácil comprensión son preferibles a los términos que se usan muy poco por la
persona promedio .
Un buen número de traductores de la Biblia han tomado la libertad injustificable de omitir el nombre de Dios , Jehová , a
partir de las traducciones modernas a pesar de que el nombre se encuentra en antiguos manuscritos de la Biblia . ( Véase el
Apéndice A4 . ) Muchas traducciones reemplazan el nombre con un título, como " Señor", y algunos incluso ocultar el
hecho de que Dios tiene un nombre. Por ejemplo , en algunas traducciones , la oración de Jesús registrada atJohn 17:26
dice: "Hice a conocer quién eres ", y en Juan 17 : " . He manifestado tu nombre a los hombres que me diste " 6 , sin
embargo , un fiel prestación de la oración de Jesús dice: " he manifestado tu nombre a ellos", y " he puesto tu nombre de
manifiesto a los hombres que me diste . "
Como se afirma en el prólogo de la edición original Inglés del New Mundial Traducción: " No ofrecemos paráfrasis de las
Escrituras. Nuestro esfuerzo durante todo ha sido dar una traducción lo más literal posible , donde el moderno idioma Inglés
y permite que una traducción literal no para cualquier torpeza ocultar el pensamiento. " Por lo tanto , el Comité de
Traducción del Nuevo Mundo de la Biblia se ha esforzado por lograr un equilibrio entre el uso de las palabras y frases que
reflejan el original y , al mismo tiempo, evitar una redacción que lee torpemente u oculta el pensamiento previsto. Como
resultado , la Biblia se puede leer con facilidad y el lector puede tener plena confianza de que su mensaje de inspiración ha
sido transmitida faithfully. - 1 Tesalonicenses 2:13 .

Una traducción fiable debe:


• El nombre de Santificar Dios por devolverle su legítimo lugar en el Scriptures. - Mateo 6 : 9 .
• transmitir con precisión el mensaje original que fue inspirado por Dios.- 2 Timoteo 3:16 .
• Traducir expresiones literalmente cuando la redacción y la estructura de la lengua objeto de tener en consideración dichos
representaciones del texto original en el idioma .
• Comunicar el sentido correcto de una palabra o una frase cuando una traducción literal sería distorsionar y ocultar el
significado.
• Use un lenguaje natural, fácil de entender que alienta reading. - Nehemías 8: 8 , 12 .

W08 1/5 págs. 19-22 ESTE ARTICULO SE ANALIZARA EN TODA ESTA PARTE

Cómo escoger una buena traducción de la Biblia

PUESTO que la Biblia fue escrita originalmente en hebreo, arameo y griego, la mayoría de las personas que desean
leerla dependen de una traducción.
La Biblia es hoy por hoy el libro más traducido de la historia, pues puede leerse entera o en parte en más de dos mil
cuatrocientos idiomas. Y en algunos de estos no hay una sola traducción, sino muchas. Si en su idioma usted tiene la
posibilidad de elegir, sin lugar a dudas querrá emplear la mejor traducción existente.
A fin de tomar una buena decisión, primero debe dar respuesta a las siguientes preguntas: ¿Qué tipos de traducciones
existen? ¿Qué ventajas e inconvenientes presentan? Y ¿por qué debemos tener cautela al leer algunas traducciones bíblicas?
De un extremo al otro
Aunque las traducciones de la Biblia abarcan una amplia variedad de estilos, todas pertenecen a una de tres categorías
básicas. En un extremo de la escala se hallan las versiones interlineales, que contienen el texto en la lengua original junto
con una traducción palabra por palabra a la lengua de destino.
En el otro extremo están las paráfrasis. Los traductores de estas versiones frasean libremente el mensaje bíblico tal como
lo entienden, y lo presentan de un modo que, en su opinión, será más atrayente a los lectores.
Por último, en la tercera categoría están las traducciones que se esfuerzan por hallar un equilibrio entre estos dos
extremos. Tales versiones bíblicas intentan transmitir el sabor y el significado de las expresiones del idioma original, pero,
al mismo tiempo, procuran que el texto sea fácil de leer.

21
¿Son mejores las traducciones palabra por palabra?
Traducir estrictamente una palabra por otra no suele ser la mejor manera de expresar el significado de un pasaje bíblico.
¿Por qué no? Aunque hay varias razones, analicemos dos de ellas:
1. No hay dos idiomas que tengan exactamente la misma gramática, vocabulario y forma de expresar las ideas.
El profesor de hebreo S. R. Driver señala que las lenguas “no solo difieren en su gramática y vocabulario, sino
también [...] en la manera de construir las frases para expresar las ideas”. Las personas que hablan un idioma
no piensan igual que las que hablan otro. “Por consiguiente —añade el profesor Driver—, las formas que adoptan las
frases no son las mismas.”
Puesto que ningún idioma refleja exactamente el vocabulario y la gramática del hebreo y el griego bíblicos, una
traducción palabra por palabra sería poco clara y hasta podría transmitir un significado erróneo. Veámoslo en los siguientes
ejemplos.
En su carta a los Efesios, el apóstol Pablo utilizó una expresión que literalmente se traduce “en el juego de dados de los
hombres” (Efesios 4:14, Jünemann, nota). Esta expresión alude a la práctica de hacer trampas en los dados. Sin embargo, en
la mayoría de los idiomas, una traducción literal no tendría ningún sentido. Por lo tanto, una manera más clara de transmitir
el significado de esta expresión es traduciéndola “las tretas de los hombres”.
Al escribir a los romanos, Pablo empleó una expresión griega que significa literalmente “en el espíritu, hirvientes”
(Romanos 12:11, Bover-Cantera). ¿Le suena a usted natural esta expresión? En realidad, la frase original transmite la idea
de estar radiantes, o fulgurantes, con el espíritu.
Observe este otro ejemplo. En uno de sus más famosos discursos, Jesús empleó una expresión que a menudo se traduce
así: “Bienaventurados los pobres de espíritu” (Mateo 5:3). En numerosos idiomas, una traducción literal como esta
oscurecería el significado original. De hecho, en algunos casos incluso implicaría que “los pobres de espíritu” son personas
que sufren un desequilibrio mental o que carecen de vitalidad y determinación. Sin embargo, Jesús usó esa expresión para
enseñar a la gente que su felicidad no dependía de satisfacer sus necesidades físicas, sino de reconocer que necesitaban la
guía divina (Lucas 6:20). De modo que traducciones como “los que tienen conciencia de su necesidad espiritual” o “los que
reconocen su necesidad espiritual” comunican con mayor exactitud el verdadero significado (Mateo 5:3; Versión Popular,
también conocida como Dios habla hoy).
2. El significado de una palabra o expresión puede variar dependiendo del contexto en que se use. Tomemos por caso
la expresión hebrea que normalmente alude a la mano. Tal expresión puede adoptar una amplia variedad de
significados, dependiendo del contexto. Puede, por ejemplo, traducirse por “control”, “a mano abierta” o “poder”
(2 Samuel 8:3; 1 Reyes 10:13; Proverbios 18:21). De hecho, este término en particular se vierte de más de cuarenta
maneras distintas en la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras en inglés.
Puesto que el contexto puede influir en el significado de una palabra, la Traducción del Nuevo Mundo en inglés emplea
cerca de 16.000 expresiones para traducir unos 5.500 vocablos griegos, así como más de 27.000 expresiones para traducir
unas 8.500 palabras hebreas. ¿A qué se debe esa variedad en la traducción de las palabras? El comité de traducción
consideró que transmitir su sentido más exacto de acuerdo con el contexto era más importante que producir una versión
estrictamente literal. Aun así, la Traducción del Nuevo Mundo en inglés emplea, siempre que es posible, las mismas
palabras al traducir los términos hebreos y griegos.
Pero está claro que no basta con traducir de la misma manera un término del idioma bíblico original cada vez que
aparezca. Por eso, los traductores deben seleccionar con buen criterio las palabras que comuniquen las ideas con exactitud y
claridad. Además, han de combinar las palabras y frases según las reglas gramaticales del idioma al que traducen.
¿Qué hay de las traducciones libres?
Los traductores de las comúnmente llamadas paráfrasis de la Biblia se toman la libertad de alterar en alguna medida lo
que dicen los textos originales. ¿De qué manera? O bien insertando expresiones que reflejan su opinión sobre el posible
significado del texto original, o bien omitiendo alguna información. Las paráfrasis pueden resultar atractivas porque son
fáciles de leer. Sin embargo, a veces, su estilo libre oscurece o cambia el significado del texto original.

22
Veamos, por ejemplo, la forma en que una traducción libre vierte la famosa oración modelo de Jesús: “Padre nuestro que
estás en el cielo: Que todos reconozcan que tú eres el verdadero Dios” (Mateo 6:9, Traducción en lenguaje actual [TLA],
también conocida como Biblia en Lenguaje Sencillo). Pero una traducción más exacta sería esta: “Padre nuestro que estás en
los cielos, santificado sea tu nombre”. Observemos también de qué manera se vierte Juan 17:26 en algunas Biblias. Según la
traducción libre ya citada, Jesús dirigió estas palabras a su Padre la noche que fue arrestado: “Les he dicho quién eres”
(TLA). Sin embargo, una traducción más fiel es la siguiente: “Les he dado a conocer tu nombre”. ¿Se da usted cuenta de
cómo algunos traductores en realidad ocultan el hecho de que Dios tiene un nombre que debemos usar y honrar?
¿Por qué hay que tener cautela?
Algunas traducciones libres oscurecen las normas morales expresadas en el texto original. Por ejemplo, cierta versión
dice en 1 Corintios 6:9, 10: “¿No comprenden que esa no es forma de vivir? Los injustos que no se preocupan por Dios
no tendrán parte en su reino. Quienes son culpables de uso y abuso del prójimo, uso y abuso del sexo, uso y abuso de la
tierra y de todo lo que hay en ella, no pueden ser ciudadanos en el reino de Dios” (The Message: The Bible in
Contemporary Language).
Compare esas palabras con la versión más exacta que presenta la Traducción del Nuevo Mundo: “¿No saben que los
injustos no heredarán el reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen
para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres, ni ladrones, ni personas dominadas por la avidez,
ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el reino de Dios”. Note que la traducción libre
ni siquiera menciona las conductas específicas que Pablo nos dice que debemos evitar.
Las convicciones doctrinales del traductor también pueden condicionar su labor. Por ejemplo, según la Versión Nueva
Vida, Jesús dijo a sus discípulos: “Entren por la puerta angosta, porque la puerta y el camino que llevan al infierno son
anchos y grandes; mucha gente pasa por esa puerta” (Mateo 7:13). Los traductores insertaron el término “infierno” a pesar
de que el relato de Mateo dice claramente “destrucción”. ¿Por qué lo hicieron? Probablemente porque querían promover la
idea de que los malvados serán atormentados eternamente, no destruidos.
Cómo hallar la mejor traducción
La Biblia fue escrita en el lenguaje cotidiano de personas comunes y corrientes, como agricultores, pastores y
pescadores (Nehemías 8:8, 12; Hechos 4:13). Por lo tanto, una buena traducción de la Biblia es la que pone su mensaje al
alcance de personas sinceras de todo nivel social. He aquí otros requisitos:
◗ Transmitir con exactitud el mensaje original que fue inspirado por Dios (2 Timoteo 3:16).
◗ Traducir literalmente el significado de las palabras siempre y cuando la redacción y la estructura del texto original se
puedan reproducir en la lengua a la que se traduce.
◗ Comunicar el sentido correcto de una palabra o frase cuando una traducción literal distorsionaría u oscurecería el
significado.
◗ Emplear un lenguaje sencillo que invite a la lectura.
¿Existe una traducción que cumpla con todos estos requisitos? Millones de lectores de esta revista prefieren la
Traducción del Nuevo Mundo. ¿Por qué? Porque comparten los puntos de vista de su comité de traducción, expresados en el
prólogo de la primera edición en inglés: “No ofrecemos una paráfrasis de las Escrituras. Desde el principio hasta el fin nos
hemos esforzado por recurrir a la traducción más literal posible, siempre que lo permita el modismo moderno inglés y que la
traducción literal no oculte las ideas”.
La Traducción del Nuevo Mundo se ha impreso entera o en parte en más de 60 idiomas, con una tirada total que supera
los 145 millones. Si está disponible en su idioma, ¿por qué no les pide un ejemplar a los testigos de Jehová y comprueba por
sí mismo las ventajas de esta traducción exacta?
Los estudiantes sinceros de la Biblia desean comprender el mensaje que Dios inspiró y obrar en consecuencia con él. Si
usted es una de tales personas, necesita una traducción de la Biblia que sea exacta. En realidad, no debería conformarse con
menos.
UNA ANTIGUA PARÁFRASIS
23
Las paráfrasis, o traducciones libres, de la Biblia no son nuevas. En la antigüedad, el pueblo judío compiló lo que hoy se
conoce como los tárgumes arameos, que son una paráfrasis de las Escrituras. Aunque no constituyen traducciones exactas,
sí revelan cómo entendían los judíos algunos textos y ayudan a los traductores a determinar el significado de ciertos pasajes
difíciles. Por ejemplo, explican que la expresión “hijos de Dios” que se halla en Job 38:7 significa “catervas [o grupos] de
ángeles”. Los tárgumes también indican que la preposición hebrea con que se describe a Nemrod en Génesis 10:9 conlleva
el significado hostil de “contra” o “en oposición a”, más bien que un simple y neutro “delante de”. Estas paráfrasis
acompañan al texto bíblico, pero nunca con la intención de sustituir a la propia Biblia.

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12
Otros intentos de cambiar las Escrituras supusieron más que modificar la redacción de algunos versículos.
Constituyeron un ataque a la identidad del Dios verdadero. La misma naturaleza y extensión de estos cambios puso de
manifiesto con claridad la influencia de una fuente más poderosa que cualquier hombre individual u organización humana,
sí, la del archienemigo de Jehová, Satanás el Diablo. Cediendo a tal influencia, los traductores y copistas —algunos con
entusiasmo, otros a su pesar— empezaron a suprimir el propio nombre personal de Dios, Jehová, de su Palabra inspirada en
los miles de lugares donde aparecía. Desde fechas tempranas, algunas traducciones del hebreo al griego, latín, alemán,
inglés, italiano y holandés, entre otros, omitieron el nombre divino completamente o lo conservaron solo en algunos lugares.
También se eliminó de las copias de las Escrituras Griegas Cristianas.
13
No obstante, ese glorioso nombre no se borró de la memoria humana. Algunas traducciones de las Escrituras Hebreas
al español, portugués, alemán, inglés, francés y muchos otros idiomas incluyeron con honradez el nombre personal de Dios.
Para el siglo XVI, el nombre personal de Dios también empezó a aparecer de nuevo en varias traducciones hebreas de las
Escrituras Griegas Cristianas; para el siglo XVIII, en alemán; para el siglo XIX, en croata e inglés. Aunque la gente intente
arrinconar el nombre de Dios, cuando llegue el “día de Jehová”, según él mismo dice, ‘las naciones tendrán que saber que
yo soy Jehová’. Este propósito declarado de Dios no fallará. (2 Pedro 3:10; Ezequiel 38:23; Isaías 11:9; 55:11.)
El mensaje llega a todo el globo terráqueo
14
A principios del siglo XX, la Biblia ya se imprimía en 94 idiomas europeos. Puso sobre aviso a los estudiantes de la
Biblia de esa parte de la Tierra que al fin de los Tiempos de los Gentiles, en 1914, ocurrirían sucesos que sacudirían al
mundo, como de hecho aconteció. (Lucas 21:24.) Antes de terminar el año crucial de 1914, la Biblia se publicaba, entera o
en parte, en 157 lenguas africanas, además del inglés, francés y portugués, idiomas muy extendidos en aquel continente. De
este modo, se puso el fundamento para enseñar las verdades bíblicas espiritualmente liberadoras a las personas humildes de
las muchas tribus y grupos nacionales que allí habitan.
15
Cuando el mundo entró en los predichos últimos días, la Biblia estaba muy extendida en América. Los inmigrantes
europeos la habían llevado consigo en sus diferentes idiomas. Se estaba llevando a cabo un extenso programa de educación
bíblica, con discursos públicos y una distribución intensiva de publicaciones bíblicas editadas por los Estudiantes
Internacionales de la Biblia, como se conocía entonces a los testigos de Jehová. Además, las sociedades bíblicas imprimían
la Biblia en otros 57 idiomas para satisfacer las necesidades de la población multinacional del hemisferio occidental.

COMO NOS LLEGÓ LA BÍBLICA

nwt_E pág. 1726 - 1729 ESTE ARTICULO SE ANALIZARA EN TODA ESTA PARTE

A3 Cómo la Biblia vino a nosotros


El Autor y Creador de la Biblia es también su Preservador . Él es el que hizo esta declaración a grabar :
" La palabra del Dios nuestro permanece para siempre . " - Isaías 40: 8 .
Esa afirmación es cierta , a pesar de que ningún manuscrito original de la Biblia hebrea y aramea Escrituras * o de las
Escrituras Griegas Cristianas ha sobrevivido hasta nuestros días . Por lo tanto , ¿cómo podemos estar tan seguros de que el
contenido de la Biblia que tenemos hoy verdaderamente reflejan los escritos inspirados originales?

24
COPYISTS PRESERVAR LA PALABRA DE DIOS
En cuanto a las Escrituras Hebreas , parte de la respuesta se encuentra en una antigua tradición que fue establecido por Dios,
que dijo que el texto debería ser copiada . * Por ejemplo , Jehová dio instrucciones a los reyes de Israel para hacer sus
propias copias de la ley escrita . (Deuteronomio 17:18 ) Además, Dios hizo los levitas responsable de preservar la ley y
enseñar a la gente . (Deuteronomio 31:26 ; Nehemías 8: 7 ) Después del exilio de los Judios a Babilonia , una clase de
copistas , o escribas ( Sopherim ) , desarrolló . (Esdras 7: 6 , notas al pie ) Con el tiempo , los escribas hicieron numerosas
copias de los 39 libros de las Escrituras Hebreas.
A través de los siglos , los escribas meticulosamente copiaron estos libros. Durante la Edad Media , un grupo de escribas
judíos conocidos como los masoretas continuó esa tradición. El completo más antiguo manuscrito masorético es el Códice
de Leningrado , que data de 1008/1009 CE Sin embargo , a mediados del siglo 20 , a unos 220 manuscritos o fragmentos
bíblicos fueron descubiertos entre los Rollos del Mar Muerto . Esos manuscritos bíblicos eran más de mil años más que el
Códice de Leningrado . Una comparación de los Rollos del Mar Muerto con el Códice de Leningrado confirma un punto
vital : Mientras que los Rollos del Mar Muerto contienen algunas variaciones en la redacción , ninguna de estas variaciones
afectan el propio mensaje .
¿Qué pasa con los 27 libros de las Escrituras Griegas Cristianas ? Esos libros fueron escritos por primera vez por algunos de
los apóstoles de Jesús, y por algunos otros discípulos tempranos . Siguiendo la tradición de los escribas judíos , los primeros
cristianos hicieron copias de esos libros. ( Colosenses 4:16 ) A pesar de los intentos de emperador romano Diocleciano y
otros para destruir toda la literatura cristiana primitiva , miles de fragmentos y manuscritos antiguos se han conservado hasta
nuestros días .
Escritos cristianos también fueron traducidos a otros idiomas. Las primeras traducciones de la Biblia son los previstos en
dichas lenguas antiguas como el armenio , copto, etíope , georgiano , latín y siríaco .
ESTABLECER LOS hebreo y griego TEXTOS PARA TRADUCCIÓN
No todas las copias de antiguos manuscritos de la Biblia contienen una redacción idéntica . ¿Cómo, entonces , podemos
saber lo que contenía el texto original?
La situación se podría comparar con la de un profesor que pide 100 estudiantes para copiar un capítulo de un libro . Incluso
si el capítulo original se perdió más tarde, una comparación de las 100 copias todavía revelaría el texto original. Mientras
que cada estudiante puede hacer algunos errores, es muy poco probable que todos los estudiantes harían exactamente las
mismas. Del mismo modo, cuando los estudiosos comparan los miles de fragmentos y copias de antiguos libros de la Biblia
a su alcance, que pueden detectar errores de copista y determinar la redacción original .
" Se puede decir con seguridad que ninguna otra obra de la antigüedad se ha transmitido con tanta precisión "
¿Qué confianza podemos estar de que los pensamientos contenidos en los textos originales de la Biblia han sido
transmitidos con precisión a nosotros? Al comentar sobre el texto de las Escrituras Hebreas , el erudito William H. Green
declaró : " Se puede decir con seguridad que ninguna otra obra de la antigüedad se ha transmitido con tanta precisión. " En
cuanto a las Escrituras Griegas Cristianas , o el llamado Nuevo Testamento , estudioso de la Biblia FF Bruce escribió: " . la
evidencia de nuestros escritos del Nuevo Testamento es siempre mucho mayor que la evidencia de muchos escritos de
autores clásicos , cuya autenticidad nadie sueña cuestionamiento " También dijo : " Si el Nuevo Testamento eran una
colección de escritos seculares , su autenticidad sería considerado generalmente como más allá de toda duda " .

Capítulo 40 del libro de Isaías en los Rollos del Mar Muerto ( fecha 125-100 aC )
Cuando se compara con los manuscritos hebreos de unos mil años más tarde , sólo se encontraron pequeñas diferencias ,
sobre todo en la ortografía
Capítulo 40 del libro de Isaías en el Códice de Alepo , un importante manuscrito hebreo masorético de aproximadamente
930 CE
Texto hebreo: La Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Hebreas (1953-1960) se basó en la Biblia Hebraica , por
Rudolf Kittel . Desde entonces, las ediciones actualizadas del texto hebreo , a saber , la Biblia Hebraica Stuttgartensia y
Biblia Hebraica Quinta, han incluido la investigación reciente basada en los Rollos del Mar Muerto y otros manuscritos
antiguos. Estos trabajos académicos reproducen el Códice de Leningrado en el texto principal, junto con las notas que
contienen texto comparativo de otras fuentes , incluyendo el Pentateuco Samaritano , Rollos del Mar Muerto , la
Septuaginta griega, el arameo Targum , la Vulgata latina , y la Peshitta siriaca . BothBiblia Hebraica Stuttgartensia y Biblia
Hebraica Quintawere consultados en la preparación de la presente revisión de la Traducción del Nuevo Mundo .

25
Texto griego : En el siglo 19 , los estudiosos BF Westcott y FJA Hort comparó manuscritos y fragmentos bíblicos existentes
mientras se preparaban el texto maestro griego que se sentían más estrechamente reflejan los escritos originales . En la
mitad del siglo 20 , el Comité de Traducción del Nuevo Mundo de la Biblia usa ese texto principal como base para su
traducción. Otros papiros temprano, se cree que se remontan al segundo y tercer siglo CE , también se utilizaron . Desde
entonces , más papiros se han convertido en disponible. Además , los textos maestros como los de Nestlé y Aland y por las
Sociedades Bíblicas Unidas reflejan estudios académicos recientes. Algunos de los resultados de esta investigación se
incorporaron a este presente revisión .
Sobre la base de esos textos magistrales , es evidente que algunos versículos de las Escrituras Griegas Cristianas
encontraron en traducciones más antiguas, como la versión King James , eran en realidad adiciones hechas por copistas
posteriores y nunca fueron parte de las Escrituras inspiradas . Sin embargo , debido a la división verso generalmente
aceptadas en traducciones de la Biblia ya se estableció en el siglo 16 , la omisión de estos versículos ahora crea huecos en la
numeración verso en la mayoría de las Biblias . Los versos areMatthew 17:21 ; 18:11 ; 23:14 ; Marcos 7:16 ; 09:44 , 46; 11:
26; 15: 28; Lucas 17:36 ; 23:17 ; Juan 5 : 4; Hechos 8:37 ; 15:34 ; 24 : 7 ; 28 : 29 ; y Romanos 16:24 . En esta edición
revisada , esos versos omitidos se indican con una nota al pie en el lugar de la omisión.
En cuanto a la conclusión larga para Mark 16 (versículos 9-20) , la breve conclusión de Marcos 16 , y el texto que se
encuentra en Juan 7 : 53-8 : 11 , es evidente que ninguno de estos versículos se incluyeron en los manuscritos originales.
Por lo tanto , esos textos espurios no se han incluido en esta revisión. *
Algún otro texto se ha ajustado para incorporar lo que los eruditos aceptan generalmente como el reflejo más auténtico de
los escritos originales . Por ejemplo , según algunos manuscritos , Mateo 7:13 dice: " Entren por la puerta estrecha , porque
ancha es la puerta y espacioso es el camino que conduce a la destrucción. " En las anteriores ediciones de la Traducción del
Nuevo Mundo ", es la puerta " no fue incluida en el texto . Sin embargo , el estudio adicional de la evidencia de los
manuscritos llevó a la conclusión de que " es la puerta " estaba en el texto original. Por lo tanto, se incluyó en la presente
edición . Hay un número de refinamientos similares. Sin embargo , estos ajustes son menores, y ninguno de ellos cambian el
mensaje básico de la Palabra de Dios.
Un manuscrito en papiro de 2 Corintios 4 : 13-5 : 4 de alrededor de 200 EC

W98 1/4 pág. 11 párr. 7

7
Según parece, los escritores bíblicos escribieron sus palabras con tinta en papiros (que se elaboraban con la planta egipcia
del mismo nombre) y en pergaminos (que se preparaban con la piel de animales) (Job 8:11). Tales materiales de escritura,
sin embargo, tenían enemigos naturales. El docto Oscar Paret explica: “Estos dos materiales de escritura están igualmente
amenazados por la humedad, el moho y varios tipos de gusanos. Conocemos por la experiencia cotidiana la facilidad con
que se deteriora el papel, e incluso el cuero resistente, cuando se coloca a la intemperie o en una habitación húmeda”. Así
que poco sorprende que no se conozca la existencia de ninguno de los escritos originales; probablemente se desintegraron
hace mucho tiempo. Pero si los escritos originales sucumbieron a sus enemigos naturales, ¿cómo ha sobrevivido la Biblia?

W90 15/7 págs. 28, 29

¿Necesitamos realmente los originales?

HACE unos 3.500 años un hombre de edad avanzada del Oriente Medio compiló una historia del mundo hasta sus días.
Aquella obra, que llenó cinco extensos libros, tiene que haber requerido muchísimo esfuerzo. Aquel hombre tenía más de
80 años de edad cuando comenzó su relato. Ni él ni su nación tenían un hogar establecido, sino que vagaban de un lugar a
otro por el desierto de Sinaí. Sin embargo, con el tiempo lo que él escribió llegó a formar parte de la producción literaria
más importante que el mundo ha conocido.

Aquel hombre fue Moisés, y a él Dios otorgó el privilegio de librar del cautiverio en la tierra de Egipto a la antigua
nación de Israel. Los cinco libros que escribió se conocen hoy como el Pentateuco, la primera parte de la Santa Biblia. El
espíritu santo o fuerza activa de Dios guió a Moisés. Por eso, aun hoy podemos leer sus escritos y beneficiarnos mucho
26
personalmente. Pero a veces la gente pregunta: ‘¿Podemos de veras confiar en las palabras de Moisés y los demás escritores
bíblicos? ¿Existen sus manuscritos originales? Si no, ¿qué les pasó? ¿Y cómo podemos estar seguros de que lo que dice la
Biblia es en realidad lo que se escribió originalmente?’.
Los materiales
Hay muchas razones para confiar en que el contenido de la Biblia no ha cambiado desde el tiempo de su escritura
original. Es cierto que no tenemos los manuscritos originales de los escritores bíblicos. Pero en verdad no deberíamos
esperar tenerlos. ¿Por qué? Por los materiales en que se escribieron, cierta costumbre judía antigua y lo que sucedió en los
tiempos desde que se escribieron.
En primer lugar, sírvase considerar los materiales. Todavía existen escritos que se hicieron cuando la Biblia estaba
siendo compilada. Pero la mayoría se escribió en piedra o arcilla, materiales que pueden durar largo tiempo. Sin embargo,
parece que la Biblia se escribió originalmente en materiales más perecederos. Por ejemplo, el rey Jehoiaquim quemó
escritos de Jeremías, uno de los escritores de la Biblia. (Jeremías 36:21-31.) Tablillas de piedra o arcilla no habrían sido
destruidas fácilmente así.
Entonces, ¿qué material usaron los escritores de la Biblia? Pues bien, “Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los
egipcios”, y el material de escritura más común en Egipto era el papiro. (Hechos 7:22.) Por lo tanto, es posible que Moisés
haya escrito en aquel material perecedero. Otro material de escritura común en el Oriente Medio era la piel de animales...
pergamino o vitela. Puede que Jeremías haya escrito en pergamino. El pergamino o el papiro se habrían quemado cuando el
rey Jehoiaquim arrojó el rollo de Jeremías al fuego.

Es cierto que en el clima caliente y árido de Egipto muchos manuscritos de papiro han durado miles de años. Pero eso es
excepcional. Tanto el papiro como el pergamino suelen deteriorarse fácilmente. El erudito Oscar Paret dice: “La humedad,
el moho y diversos gusanos también son una gran amenaza para esos dos medios de conservar por escrito comunicaciones.
Sabemos por experiencia lo fácil que el papel y hasta la piel resistente se deterioran al aire libre o en una habitación
húmeda”.
En el antiguo Israel, donde se escribió la mayor parte de los libros de la Biblia, el clima no favorecía la conservación de
manuscritos. Por eso, gran parte de los manuscritos originales de la Biblia probablemente se desintegraron hace mucho
tiempo. Aunque no les hubiera ocurrido eso, hay una antigua costumbre judía que hace improbable que hubieran durado
hasta nuestros días. ¿Cuál es esa costumbre?
Manuscritos enterrados
En 1896 cierto erudito que registraba una guenizá en El Cairo descubrió 90.000 manuscritos antiguos que
revolucionaron el estudio de la historia del Oriente Medio. ¿Qué es una guenizá? ¿Y qué tiene que ver esto con los
manuscritos originales de la Biblia?
Una guenizá es un cuarto donde los judíos de la antigüedad colocaban los manuscritos gastados por el uso. El erudito
Paul E. Kahle escribe: “Los judíos acostumbraban depositar toda clase de material escrito e impreso en aquellos cuartos en
sus sinagogas o cerca; esto no se hacía para archivarlos; solo habían de permanecer allí sin ser tocados por algún tiempo.
Los judíos temían profanar por un uso indebido aquellos escritos que quizás contuvieran el nombre de Dios. Por eso aquel
material escrito —y en tiempos posteriores también el impreso— se llevaba de vez en cuando a terreno consagrado y se
enterraba; esto lo echaba a perder. Fue por simple casualidad que se pasó por alto la guenizá de El Cairo, y a los
manuscritos que había allí no les sucedió lo mismo que a los de otras guenizás”. (The Cairo Geniza, página 4.)
¿Qué hay si un manuscrito bíblico original hubiera durado hasta el tiempo en que empezó a desarrollarse aquella
costumbre? Sin duda, el manuscrito se habría gastado por el uso y habría sido enterrado.

Desenvolvimientos históricos

27
Al considerar lo que pudo haberles sucedido a los manuscritos bíblicos originales, un último factor que debe recordarse
es la agitada historia de las tierras bíblicas. Por ejemplo, considere lo que les pasó a aquellos libros escritos por el
envejecido Moisés. Se nos dice: “Aconteció que, tan pronto como Moisés hubo acabado de escribir las palabras de esta ley
en un libro hasta dejarlas completas, Moisés se puso a mandar a los levitas, los transportadores del arca del pacto de Jehová,
y dijo: ‘Tomando este libro de la ley, ustedes tienen que colocarlo al lado del arca del pacto de Jehová su Dios’”.
(Deuteronomio 31:24-26.)
El arca del pacto era un cofre sagrado que simbolizaba la presencia de Dios entre los israelitas. Fue introducida en la
Tierra Prometida (junto con los manuscritos de Moisés), donde estuvo en diversos lugares. Por algún tiempo los filisteos se
apoderaron de ella. Más tarde David, el rey de Israel, llevó el Arca a Jerusalén, y con el tiempo fue colocada en el templo
que el rey Salomón edificó allí. Pero el rey Acaz construyó un altar pagano en el templo, y con el tiempo clausuró aquel
edificio. El rey Manasés lo llenó de adoración pagana.
Mientras tanto, ¿qué pasó con el arca del pacto y los escritos de Moisés? No sabemos, pero por lo menos algunos de
aquellos escritos se perdieron. Para los tiempos del rey Josías unos artesanos del templo hallaron por casualidad “el
mismísimo libro de la ley”, quizás el documento original escrito por Moisés. (2 Reyes 22:8.) Gran parte de su contenido le
había sido desconocido al rey, y su lectura dio comienzo a un gran despertamiento espiritual. (2 Reyes 22:11–23:3.)
Después de la muerte de Josías la gente de Judá se hizo infiel de nuevo, y con el tiempo el pueblo fue deportado a
Babilonia. El templo fue destruido, y todo objeto valioso en él fue llevado a Babilonia. No hay registro de lo que le sucedió
entonces al Arca ni del valioso documento que fue descubierto en los tiempos de Josías. Con todo, años después, cuando a
muchos judíos que habían regresado a su tierra de origen se les animó a reedificar a Jerusalén y restablecer la adoración
limpia, el sacerdote Esdras y otros les leyeron públicamente del “libro de la ley de Moisés”. (Nehemías 8:1-8.) Así que
había copias de los escritos originales. ¿De dónde vinieron estas?

El copiar la Palabra de Dios


Moisés predijo el tiempo en que la nación de Israel sería gobernada por un rey, y escribió este mandato especial:
“Cuando se siente sobre el trono de su reino, tiene que escribir para sí en un libro una copia de esta ley, de aquella que está a
cargo de los sacerdotes, los levitas”. (Deuteronomio 17:18.) Como se ve, se habrían de hacer copias de las Escrituras.
Con el tiempo el copiar las Escrituras se convirtió en una profesión en Israel. De hecho, Salmo 45:1 dice: “Sea mi
lengua el estilo de copista hábil”. A copistas como Safán y Sadoc se les menciona por nombre. Pero el copista mejor
conocido de los tiempos antiguos fue Esdras, quien también contribuyó a los escritos originales de la Biblia. (Esdras 7:6;
Nehemías 13:13; Jeremías 36:10.) Aun mientras se escribían porciones posteriores de la Biblia, los libros que ya se habían
completado se copiaban y distribuían.
Cuando Jesucristo estuvo en la Tierra había copias de las Escrituras Hebreas (Génesis hasta Malaquías) disponibles no
solo en Jerusalén, sino también aparentemente en sinagogas de Galilea. (Lucas 4:16, 17.) Pues, ¡hasta en la distante Berea
de Macedonia judíos de disposición noble podían ‘examinar las Escrituras diariamente’! (Hechos 17:11.) Hoy existen unas
1.700 copias manuscritas de libros bíblicos que se escribieron antes del nacimiento de Jesús, así como unas 4.600 de los que
compilaron sus discípulos (Mateo hasta Revelación).
¿Eran exactas aquellas copias? Sí; sumamente exactas. Los copistas profesionales de las Escrituras Hebreas (llamados
soferim) se preocupaban mucho por evitar equivocaciones. Para revisar su trabajo contaban las palabras y hasta las letras de
cada manuscrito que copiaban. Por eso Jesús, el apóstol Pablo y otros que solían citar de los antiguos escritores bíblicos no
dudaban de la exactitud de las copias que utilizaban. (Lucas 4:16-21; Hechos 17:1-3.)
Es cierto que los copistas judíos y los copistas cristianos posteriores no eran infalibles. Cometían errores, pero las
muchas copias que todavía existen nos ayudan a encontrar esos errores. ¿Cómo? Pues los diferentes copistas cometían
errores diferentes. Por eso, por la comparación de la obra de diversos copistas podemos determinar muchas de sus
equivocaciones.
Por qué podemos estar seguros

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En 1947 hubo un descubrimiento sorprendente de unos rollos antiguos en ciertas cavernas del mar Muerto. Aquellos
rollos mostraron precisamente cuán exactas eran las copias que se habían hecho de las Escrituras. Entre los rollos había una
copia del libro bíblico de Isaías cerca de mil años más antigua que cualquier manuscrito previamente disponible. Sin
embargo, una comparación mostró que las únicas diferencias entre el manuscrito del mar Muerto y copias posteriores eran
de asuntos como el orden de las palabras y la gramática. ¡El significado del texto no había cambiado tras mil años de copiar!
Por eso el erudito William Henry Green pudo decir respecto al texto de las Escrituras Hebreas: “Puede decirse con
seguridad que ninguna otra obra de la antigüedad se ha transmitido con tanta exactitud”. Se han hecho comentarios
parecidos sobre la exactitud con que se han transmitido las Escrituras Griegas Cristianas.

Por supuesto, sería emocionante hallar el documento original escrito por Moisés o por Isaías. Pero en realidad no
necesitamos los originales. Lo importante no es el documento, sino su contenido. Y, milagrosamente, a pesar del transcurso
de muchos siglos turbulentos y mucho copiar y recopiar, podemos estar seguros de que la Biblia todavía contiene la
información que había en aquellos antiguos manuscritos originales. Como se ve, esta declaración bíblica ha resultado cierta:
“Toda carne es como hierba, y toda su gloria es como una flor de la hierba; la hierba se marchita, y la flor se cae, pero el
dicho de Jehová dura para siempre”. (1 Pedro 1:24, 25.)

ba pág. 7 NOTA Un libro para todo el mundo

[Notas]
Los masoretas (término que significa “los maestros de la tradición”) fueron copistas de las Escrituras Hebreas que vivieron
entre los siglos VI y X E.C. Sus copias manuscritas se denominan textos masoréticos. 2
La abreviatura a.E.C. significa “antes de la era común”, y E.C., “era común”; en lugar de esta abreviatura se utiliza
habitualmente d.C., “después de Cristo”.
La obra Textual Criticism of the Hebrew Bible, de Emanuel Tov, dice: “Apoyándose en el carbono 14 se ha fechado el
1QIsaa [el Rollo de Isaías del mar Muerto] entre 202 y 107 a.E.C. (fecha paleográfica: 125-100 a.E.C.). [...] El método
paleográfico, mejorado en años recientes, permite una datación absoluta basándose en la comparación de la forma y la
posición de las letras con fuentes externas, como monedas e inscripciones fechadas. Se ha convertido en un método
bastante fiable”.6
Por supuesto, la fidelidad de los traductores a los textos originales hebreo y griego varía considerablemente.

W05 15/7 págs. 12, 13


El zar se muestra interesado
Es muy probable que Tischendorf se haya preguntado qué clase de recepción recibiría él —un estudioso protestante—
en Rusia, una vasta nación que había adoptado la fe ortodoxa. Felizmente, el país había entrado en una favorable era de
cambios y reformas. El énfasis que se ponía en la educación llevó a la emperatriz Catalina II (también conocida como
Catalina la Grande) a fundar en 1795 la Biblioteca Imperial de San Petersburgo. Esta fue la primera biblioteca pública de
Rusia y puso a disposición de millones de personas una inmensa cantidad de información impresa.
La Biblioteca Imperial, aunque aclamada como una de las mejores de Europa, tenía una deficiencia: cincuenta años
después de su fundación, solo contaba con seis manuscritos hebreos. No podía mantenerse al paso con el creciente interés de
los rusos en el estudio de las lenguas y las traducciones bíblicas. Catalina II había enviado a eruditos para que estudiaran
hebreo en las universidades europeas. Cuando estos regresaron, se ofrecieron cursos de hebreo en los principales seminarios
ortodoxos rusos y, por primera vez, los eruditos empezaron a hacer una traducción exacta de la Biblia al ruso a partir del
antiguo texto hebreo. Pero afrontaron dos problemas: la falta de recursos y la oposición de los líderes eclesiásticos
conservadores. La verdadera iluminación aún no había comenzado para quienes buscaban el conocimiento bíblico.
El zar Alejandro II comprendió enseguida lo valiosa que era la misión de Tischendorf y la auspició. A pesar de la
“oposición celosa y fanática” de algunos, Tischendorf regresó de su misión en el Sinaí con el resto de la copia de la
29
Septuaginta. Conocido después como el Códice Sinaítico, este sigue siendo uno de los manuscritos bíblicos más antiguos.
De vuelta a San Petersburgo, fue inmediatamente a la residencia del zar, el Palacio Imperial de Invierno. Allí lo invitó a
apoyar “una de las más importantes empresas en el estudio analítico de la Biblia”: la publicación del manuscrito recién
descubierto, que luego perteneció a la Biblioteca Imperial. El zar concordó sin demora, y Tischendorf, eufórico, escribió
después: “La Providencia ha dado a nuestra generación [...] la Biblia Sinaítica para que sea una luz clara y completa en
cuanto al verdadero texto de la Palabra escrita de Dios, y para ayudarnos a defender la verdad estableciendo su auténtico
contenido”.
Tesoros bíblicos de Crimea
En la introducción de este artículo mencionamos a otro erudito que buscaba tesoros bíblicos. ¿Quién era? Unos años
antes de que Tischendorf regresara a Rusia, se ofreció a la Biblioteca Imperial una colección de textos tan increíble que
despertó el interés del zar y atrajo a estudiosos de toda Europa. Era difícil creer lo que tenían ante sus ojos: una enorme
colección de manuscritos y otros materiales. Constaba de 2.412 piezas, incluidos 975 manuscritos y rollos. Entre estos
figuraban 45 manuscritos de Biblias anteriores al siglo X. Por increíble que parezca, todo lo había recopilado un solo
hombre, Abraham Fírkovich, un estudioso caraíta que en aquel tiempo tenía más de 70 años. Pero ¿quiénes eran los
caraítas?
Esta pregunta fue de gran interés para el zar. Rusia había extendido sus fronteras hasta abarcar territorios anteriormente
ocupados por otros países, por lo que el imperio contaba con nuevos grupos étnicos. La pintoresca región de Crimea, a
orillas del mar Negro, estaba habitada por un pueblo que parecía judío, pero que tenía costumbres turcas y hablaba un
idioma emparentado con el tártaro. Estos caraítas decían ser descendientes de los judíos exiliados a Babilonia tras la
destrucción de Jerusalén en 607 antes de nuestra era. Sin embargo, a diferencia de los judíos rabínicos, rechazaban el
Talmud y recalcaban la lectura de las Escrituras. Los caraítas de Crimea estaban deseosos de probar ante el zar que eran
diferentes de los judíos rabínicos, lo que les daría un estatus distinto. Con la presentación de manuscritos antiguos que eran
propiedad de los caraítas, esperaban demostrar que descendían de los judíos que habían emigrado a Crimea tras el destierro
en Babilonia.
Cuando Fírkovich emprendió su búsqueda de documentos y manuscritos antiguos, empezó con las viviendas en los
acantilados de Chufut-Kale, en Crimea. Durante generaciones, estas pequeñas edificaciones construidas con rocas
excavadas de los acantilados habían sido la morada y el lugar de adoración de los caraítas. Este pueblo nunca destruía las
copias gastadas de las Escrituras donde apareciera el nombre divino, Jehová, por considerarlo un sacrilegio. Los
manuscritos se guardaban cuidadosamente en un pequeño almacén llamado guenizá, que en hebreo significa “escondite”.
En vista del profundo respeto que los caraítas le tenían al nombre divino, tales pergaminos rara vez se tocaban.
Sin desanimarse por el polvo acumulado durante siglos, Fírkovich examinó con cuidado las guenizás. En una encontró
un manuscrito del año 916 de nuestra era. Este famoso manuscrito, llamado Códice de Petersburgo de los Últimos Profetas,
es una de las copias más antiguas que existen de las Escrituras Hebreas.
Fírkovich acumuló una gran cantidad de manuscritos, y en 1859 decidió ofrecer su inmensa colección a la Biblioteca
Imperial. En 1862, Alejandro II ayudó a comprar la colección para la biblioteca por la entonces enorme suma de 125.000
rublos. En aquel tiempo, el presupuesto de toda la biblioteca no ascendía a más de 10.000 rublos al año. La compra incluyó
el famoso Códice de Leningrado (B 19A), que data del año 1008 y es la copia completa más antigua del mundo de las
Escrituras Hebreas. Un estudioso comentó que es “probablemente el manuscrito de la Biblia más importante, pues
estableció el texto de la mayoría de las ediciones críticas modernas de la Biblia hebrea” (véase el recuadro). Aquel mismo
año, 1862, se editó el Códice Sinaítico de Tischendorf, elogiado mundialmente.
Iluminación espiritual hoy día
La biblioteca, que se conoce hoy como la Biblioteca Nacional de Rusia, alberga una de las colecciones más grandes de
manuscritos antiguos de todo el planeta. Reflejando la historia de Rusia, el nombre de la biblioteca se ha cambiado siete
veces en el transcurso de dos siglos. Un nombre bien conocido es el de Biblioteca Estatal Pública Saltikov-Shedrin. Aunque
la biblioteca no salió indemne del caos del siglo XX, los manuscritos sobrevivieron a ambas guerras mundiales y al sitio de
Leningrado. ¿Cómo nos benefician dichos manuscritos?

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Los manuscritos antiguos han sido la base confiable para muchas traducciones modernas de la Biblia. Permiten que las
personas sinceras que buscan la verdad puedan disponer de una versión clara de las Santas Escrituras. Los códices Sinaítico
y de Leningrado han contribuido considerablemente a la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, editada por
los testigos de Jehová y presentada al público de forma completa en inglés en 1961. Por ejemplo, la Biblia Hebraica
Stuttgartensia y la Biblia Hebraica de Kittel, utilizadas por el Comité de la Traducción del Nuevo Mundo, se basan en el
Códice de Leningrado y utilizan el Tetragrámaton, o nombre divino, 6.828 veces en el texto original.
Relativamente pocos lectores de la Biblia son conscientes de la deuda que tienen con la apacible biblioteca de San
Petersburgo y sus manuscritos, algunos de los cuales llevan el anterior nombre de la ciudad, Leningrado. No obstante,
nuestra mayor deuda es con el Autor de la Biblia, Jehová, la fuente de luz espiritual. Por eso, el salmista le suplicó: “Envía
tu luz y tu verdad. Que estas mismas me guíen” (Salmo 43:3).
[Notas]
También trajo consigo un ejemplar completo de las Escrituras Griegas Cristianas que data del siglo IV de nuestra era.
Para más información sobre los caraítas, véase el artículo “Los caraítas y su búsqueda de la verdad”, de La Atalaya del 15
de julio de 1995.
La mayor parte del Códice Sinaítico se vendió al Museo Británico. Solo quedan fragmentos en la Biblioteca Nacional de
Rusia.
[Recuadro de la página 13]
El nombre divino: conocido y utilizado
En su sabiduría, Jehová se ha encargado de que su Palabra, la Biblia, se conserve hasta nuestros tiempos. El trabajo
diligente de los escribas a lo largo de los siglos ha contribuido a su conservación. Entre los más meticulosos figuran los
masoretas, escribas hebreos profesionales, cuya labor se extiende desde el siglo VI hasta el siglo X de nuestra era. El  hebreo
antiguo se escribía sin vocales. Con el paso del tiempo, esto aumentó el peligro de que se perdiera la pronunciación correcta
a medida que el arameo reemplazaba al hebreo. Los masoretas idearon un sistema de puntos vocálicos que se añaden al
texto para indicar la pronunciación correcta de las palabras hebreas.
Cabe mencionar que los puntos vocálicos de los masoretas que se hallan en el Códice de Leningrado nos permiten saber la
pronunciación del Tetragrámaton —las cuatro consonantes hebreas que constituyen el nombre divino— como Yehwáh,
Yehwíh y Yeho·wáh. Actualmente, “Jehová” es la pronunciación más conocida. El nombre divino era un término vivo y
usual para los escritores bíblicos y para otras personas de la antigüedad. Hoy, el nombre de Dios es conocido y utilizado por
millones de personas que reconocen que ‘solo Jehová es el Altísimo sobre toda la tierra’ (Salmo 83:18).

W01 15/2 pág. 6


¿Por qué deben interesarnos los Rollos del mar Muerto?

Antes del descubrimiento de los Rollos del mar Muerto, los manuscritos más antiguos de las Escrituras
Hebreas databan de los siglos IX y X E.C. Dado que el texto de las Escrituras Hebreas se había terminado
más de mil años antes, ¿se podía confiar en que esos manuscritos transmitieran fielmente la Palabra de Dios?
El profesor Julio Trebolle Barrera, del equipo internacional de editores de los Rollos del mar Muerto, declaró:
“El Rollo de Isaías [de Qumrán] ofrecía la prueba irrefutable de que la transmisión del texto bíblico a lo largo
de más de mil años a manos de los copistas judíos había sido sumamente fiel y cuidada”.

EL ROLLO al que se refiere el profesor Barrera contiene el libro completo de Isaías. Hasta la fecha, entre los más de
doscientos manuscritos bíblicos hallados en Qumrán se han identificado porciones de todos los libros de las Escrituras
Hebreas a excepción de Ester. Pero salvo el rollo de Isaías, la mayoría son solo fragmentos que contienen menos de una
décima parte de cada libro. Los escritos bíblicos más populares en Qumrán eran los Salmos (36 copias), Deuteronomio (29
copias) e Isaías (21 copias), que son también los citados con mayor frecuencia en las Escrituras Griegas Cristianas.
Aunque los rollos demuestran que la Biblia no ha sufrido alteraciones sustanciales, también revelan que, hasta cierto
grado, los judíos de la época del segundo templo empleaban distintas versiones de los textos hebreos de la Biblia, cada una
con sus propias variaciones. No todos los rollos son idénticos al texto masorético en redacción y ortografía, algunos se
31
aproximan más a la Septuaginta griega. Anteriormente, los eruditos pensaban que las diferencias de la Septuaginta tal vez
se debían a errores o hasta invenciones deliberadas del traductor. Ahora, los rollos revelan que muchas de esas discrepancias
en realidad fueron provocadas por modificaciones en el texto hebreo, lo cual quizá explique algunos casos en los que los
cristianos primitivos citaron textos de las Escrituras Hebreas sin usar las mismas palabras del texto masorético (Éxodo 1:5;
Hechos 7:14).
Por tanto, este tesoro escondido de rollos y fragmentos bíblicos suministra una excelente base para estudiar la
transmisión del texto hebreo de la Biblia. Los Rollos del mar Muerto han confirmado el valor para la comparación textual
tanto de la Septuaginta como del Pentateuco samaritano. Proporcionan una fuente adicional para que los traductores de la
Biblia estudien posibles enmiendas del texto masorético. En muchos casos, confirman la decisión adoptada por el Comité de
Traducción del Nuevo Mundo de volver a poner el nombre Jehová en los lugares donde había sido suprimido del texto
masorético.
Los rollos que exponen las reglas y creencias de la secta de Qumrán dejan muy claro que no había una única forma de
judaísmo en el tiempo de Jesús. Dicha secta tenía tradiciones que diferían de las de los fariseos y saduceos, unas
discrepancias que con toda probabilidad resultaron en que sus miembros se retiraran al desierto. Estos creían erróneamente
que en ellos se cumplía Isaías 40:3, que habla sobre una voz en el desierto que hacía recto el camino de Jehová. Unos
cuantos fragmentos de los rollos se refieren al Mesías, cuya venida los autores consideraban inminente. Este hecho es de
particular interés debido al comentario de Lucas de que ‘el pueblo estaba en expectación’ de la aparición del Mesías (Lucas
3:15).
Los Rollos del mar Muerto nos ayudan hasta cierto grado a entender el contexto de la vida de Jesús durante el tiempo en
que predicó. Suministran información comparativa para el estudio del hebreo antiguo y el texto de la Biblia. No obstante, el
contenido de muchos de ellos todavía requiere un análisis más profundo, por lo que tal vez se comprendan aún mucho mejor
en el futuro. En efecto, el mayor hallazgo arqueológico del siglo XX sigue entusiasmando tanto a eruditos como a
estudiantes de la Biblia al adentrarnos en el siglo XXI.

ba pág. 9 (un libro para todo el mundo 1997)

Se corrigen los errores de los copistas


Supongamos que se pidiera a 100 personas que copiaran a mano un documento extenso. Sin lugar a dudas, por lo menos
algunos copistas cometerían errores, aunque no todos incurrirían en los mismos. Si se compararan minuciosamente las
100 copias, podrían aislarse los errores y determinar el texto exacto del original aun sin haberlo visto.
Así mismo, no todos los copistas de la Biblia cometieron las mismas equivocaciones. Con los miles de manuscritos
bíblicos que ahora pueden someterse a análisis comparativo, los críticos textuales han logrado aislar los errores, determinar
el texto original y anotar las correcciones precisas. El fruto de su estudio cuidadoso son los textos maestros en los idiomas
originales. Estas ediciones depuradas de los textos hebreo y griego recogen las palabras que, a juicio de la mayoría de los
expertos, formaron parte del texto original, y suelen incluir al pie de la página todas las variantes o lecturas alternativas que
hay en los manuscritos. Los traductores de la Biblia utilizan las ediciones depuradas de los críticos textuales para traducir la
Biblia a los idiomas actuales.
De modo que cuando leemos una versión moderna de la Biblia, tenemos fundadas razones para confiar en que los textos
hebreo y griego que toma como base reflejan con notable fidelidad las palabras de los escritores originales de la Biblia. La
historia de la supervivencia de la Biblia tras haberse copiado a mano durante milenios es realmente extraordinaria. Por esa
razón, sir Frederic Kenyon, quien fue por mucho tiempo conservador del Museo Británico, dijo: “Hay que hacer especial
hincapié en la seguridad sustancial del texto de la Biblia. [...] No es posible decir lo mismo de ningún otro libro antiguo del
mundo”.10

g 11/7 pág. 13 Número especial ¿Se puede confiar en la Biblia?

32
Aunque es verdad que aún no se han encontrado los manuscritos originales, existen millares de copias del texto
completo o parcial, algunas de las cuales son muy antiguas. ¿Cambió el mensaje contenido en los originales durante el
proceso de copiado? Respecto de las Escrituras Hebreas, el erudito W. H. Green sostuvo: “Se puede decir sin temor a
equivocarse que ninguna otra obra de la antigüedad se ha transmitido con tanta exactitud”. En cuanto a las Escrituras
Griegas, Sir Frederic Kenyon, una eminencia en manuscritos bíblicos, escribió: “El intervalo entre las fechas de la
composición original y las de los primeros testimonios existentes es tan corto que no merece siquiera considerarse, y el
último fundamento de cualquier duda de que las Escrituras llegaron hasta nosotros sustancialmente como fueron escritas ha
sido removido. Tanto la autenticidad como la integridad general de los libros del Nuevo Testamento se pueden dar
finalmente por establecidas”. Y agregó: “No sobra recalcar que, en sustancia, el texto de la Biblia es fiable. [...] No es
posible decir lo mismo de ningún otro libro antiguo del mundo”.
Traducción
El segundo factor decisivo para que la Biblia llegara a ser el libro más conocido de todos es su existencia en
innumerables idiomas. Esto concuerda con el propósito de Dios de que todas las naciones y lenguas lo conozcan y lo adoren
“con espíritu y con verdad” (Juan 4:23, 24; Miqueas 4:2).
La primera traducción conocida de la Biblia hebrea fue la versión griega de los Setenta, o Septuaginta. Realizada por
judíos de lengua griega que vivían fuera de Palestina, quedó terminada unos dos siglos antes del ministerio terrenal de Jesús.
La Biblia entera, en especial las Escrituras Griegas Cristianas, se vertió a muchos idiomas pocos siglos después de
completada. Pero luego surgieron reyes y hasta sacerdotes que en lugar de hacer todo lo que estuviera en su poder para
ponerla al alcance de la gente —como era su deber—, hicieron justo lo contrario: procuraron mantener a sus rebaños
sumidos en la oscuridad espiritual impidiendo la traducción de la Palabra de Dios a las lenguas vulgares.
Desafiando a la Iglesia y el Estado, hombres valientes arriesgaron su vida para traducir la Biblia en la lengua del pueblo.
Por ejemplo, William Tyndale, un inglés formado en Oxford, produjo en 1530 una edición del Pentateuco (los cinco
primeros libros de las Escrituras Hebreas). Pese a la enconada oposición de sus adversarios, fue el primero en verter la
Biblia del hebreo directamente al inglés y el primer traductor inglés en usar el nombre de Jehová. Digno de mención es
también el erudito español Casiodoro de Reina, quien vivió constantemente amenazado de muerte por sus perseguidores
católicos mientras preparaba una de las primeras Biblias en castellano. Para llevar a cabo su obra, tuvo que viajar a
Inglaterra, Francia, Holanda y Suiza.
La Biblia sigue traduciéndose a cada vez más idiomas, y aún se imprimen millones de ejemplares. El hecho de que haya
sobrevivido hasta convertirse en el libro de mayor circulación en el mundo demuestra lo ciertas que son estas palabras
inspiradas del apóstol Pedro: “La hierba se marchita, y la flor se cae, pero el dicho de Jehová dura para siempre” (1  Pedro
1:24, 25).

W09 1/11 pág. 14


Hablemos ahora de los documentos escritos en papiro por los romanos. Según cierta obra, parece ser que los soldados
romanos recibían tres pagas al año, y estas quedaban registradas en unos comprobantes hechos de papiro (Roman Military
Records on Papyrus [Registros militares romanos en papiro]). Pues bien, se calcula que en los trescientos años que
transcurrieron desde el ascenso del emperador Augusto (año 27 antes de nuestra era) hasta el fin del mandato de
Diocleciano (año 305 de nuestra era) se extendieron unos 225 millones de estos comprobantes de pago. ¿Y cuántos se han
encontrado que sean legibles? ¡Solo dos!
Pero ¿por qué han sobrevivido tan pocos documentos de estas antiguas civilizaciones? Porque materiales como el papiro
y el cuero son perecederos y soportan muy mal la humedad. Cierto diccionario bíblico explica: “Debido al clima, para que
un documento en papiro de este período [el primer milenio antes de nuestra era] pudiera sobrevivir, tendría que encontrarse
en un desierto, dentro de una cueva o un refugio” (The Anchor Bible Dictionary).
Por qué sobrevivieron los manuscritos bíblicos
Los libros bíblicos originales fueron escritos en materiales tan frágiles como los que usaban los fenicios, los egipcios y
los romanos. Entonces, ¿cómo es posible que el mensaje divino haya sobrevivido hasta nuestros días? Una de las razones es
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que los escritos originales fueron reproducidos una y otra vez. Como indica el profesor James L. Kugel, “se copiaron
muchísimas veces, incluso durante el mismo período en que se escribió la Biblia”.
Ahora bien, ¿podemos confiar en que las traducciones modernas de la Biblia transmiten fielmente el mensaje original?
El profesor Julio Trebolle Barrera, miembro del equipo de expertos que ha estudiado y publicado los Rollos del mar Muerto,
señala: “La transmisión del texto de la Biblia hebrea es de un rigor extraordinario, sin parangón en la literatura clásica
grecorromana”. Por su parte, el prestigioso biblista Frederick F. Bruce indica: “La evidencia existente de los escritos del
Nuevo Testamento es [...] mayor que la que existe de muchos autores clásicos, la autenticidad de quienes nadie sueña en
poner en tela de juicio”. Y añade: “Si el Nuevo Testamento fuera una colección de escritos seculares, su autenticidad sería
aceptada generalmente sin sombras de dudas de ninguna especie”. Como hemos visto, la Biblia es un libro fuera de lo
común. ¿Verdad que vale la pena esforzarse por leerla todos los días? (1 Pedro 1:24, 25.)

Rbi8 pág. 6 ( 1987   - Traducción del Nuevo Mundo  de las Santas Escrituras (con referencias) (edición de letra grande))

Introducción

LA Santa Biblia es una revelación escrita que el Señor Soberano Jehová ha provisto para toda la gente de esta tierra. El
interés en este libro inspirado es universal, por las buenas noticias que contiene respecto a un Reino Mesiánico que es obra
de Dios y que establecerá paz y justicia para siempre en una tierra unida, en condiciones paradisíacas. Este libro muestra
que Dios amorosamente ha suministrado una provisión legal para redimir de la muerte al mundo de la humanidad caída: el
sacrificio de rescate de su Hijo Jesucristo. (Juan 3:16.)
Como es propio, a la Biblia completa se le ha llamado la Biblioteca Divina (lat.: Bibliotheca Divina), pues la componen
66 libros oficialmente catalogados (canónicos) que se aceptan como la guía inspirada que sirve para determinar la verdad.
Aunque muchos dividen las dos secciones principales de la Biblia en “El Antiguo Testamento” y “El Nuevo Testamento”,
nosotros denominamos las Escrituras Hebreas a los primeros 39 libros, y las Escrituras Griegas Cristianas a los restantes 27,
basando nuestra decisión en las lenguas originales más bien que en una supuesta división en “Testamentos (Pactos)”. (Véase
“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa” [si-S], páginas 298-303, y Ap. [Apéndice] 7E.)

Esta edición revisada de 1987 de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (traducida de la edición de
1984 en inglés) amplía abundantemente el conocimiento exacto de la Biblia mediante varias características que la
distinguen: las referencias (remisiones) marginales, un extenso aparato de notas, una concordancia (Índice de palabras
bíblicas) y un apéndice. La computadorización moderna ha contribuido en gran manera a la preparación de estas
características.
LENGUAS DE LA BIBLIOTECA DIVINA
La Biblia fue escrita originalmente en hebreo, arameo (lengua afín al hebreo) y griego común (koi·né). Puesto que hoy
día relativamente pocas personas entienden esos idiomas, se ha hecho necesario traducir la Santa Biblia a idiomas modernos
para presentar su mensaje dador de vida a la gente de todas las naciones.
TEXTO HEBREO: El texto hebreo masorético que se empleó para preparar el texto en inglés de la porción de las Escrituras
Hebreas de la Traducción del Nuevo Mundo fue el Códice de Leningrado B 19A (de U.R.S.S.), según se presenta en la
Biblia Hebraica de R. Kittel (BHK), ediciones séptima, octava y novena (1951-1955). Se empleó una actualización de esta
obra, conocida por el nombre de Biblia Hebraica Stuttgartensia (BHS), edición de 1977, para preparar el aparato de notas
de la edición de 1984 en inglés. Las palabras en cursiva con la designación “heb.” se han transliterado de BHS.
Ciertas porciones de la Biblia Hebrea realmente están en lengua aramea, pero escritas en caracteres hebreos. Las
transliteraciones de estas porciones están precedidas por el símbolo “aram”. Se han indicado otras versiones arameas por sus
respectivos símbolos.
TEXTO GRIEGO: El texto griego básico que se empleó en la preparación del texto en inglés de la porción de las Escrituras
Griegas Cristianas de la Traducción del Nuevo Mundo fue The New Testament in the Original Greek, de Westcott y Hort
(publicado originalmente en 1881). También se tomaron en cuenta los textos griegos de Bover, Merk, UBS, Nestle-Aland y
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otros. Las transliteraciones del griego que aparecen en la porción de las Escrituras Griegas Cristianas de la Biblia,
identificadas con la abreviatura “gr.”, se basan en el texto de Westcott y Hort, según se ha reproducido en The Kingdom
Interlinear Translation of the Greek Scriptures (1985). En las Escrituras Hebreas “gr.” se refiere a transliteraciones de la
Septuaginta griega (LXX), de A. Rahlfs, Deutsche Bibelgesellschaft, Stuttgart, 1935. Otras fuentes griegas están indicadas
por sus respectivos símbolos.
TEXTO SIRÍACO: “Sir.” indica palabras transliteradas de la Peshitta siríaca (Sy), S. Lee, edición de 1826, reimpresa por
United Bible Societies, 1979. Otras versiones siríacas se indican por sus respectivos símbolos.
TEXTO LATINO: La edición de la Vulgata latina (Vg) que se ha usado es la Biblia Sacra, Iuxta Vulgatam Versionem,
Württembergische Bibelanstalt, Stuttgart, 1975. Con “lat.” se señalan las palabras procedentes de ese texto. Se indican otras
versiones latinas por sus respectivos símbolos.
LA TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL
MÉTODO: Puesto que la Biblia expone la sagrada voluntad del Señor Soberano del universo, sería una gran ofensa —en
realidad, una afrenta a su majestad y autoridad— eliminar o esconder su singular nombre divino, que aparece claramente en
el texto hebreo casi 7.000 veces como ‫( יהוה‬YHWH). Por lo tanto, la característica principal de esta traducción es que
restituye el nombre divino al lugar que legítimamente le corresponde en el texto en español. Esto se ha realizado empleando
6.973 veces en las Escrituras Hebreas y 237 veces en las Escrituras Griegas Cristianas la forma “Jehová”, de aceptación
general en español. Para un estudio detallado de este asunto, véanse Ap. 1A–1D.

EL NOMBRE DE DIOS EN LAS ESCRITURAS HEBREOARAMEAS

nwt-E pás. 1731 – 1735 ESTE ARTICULO SE ANALIZARA EN TODA ESTA PARTE

A4 El nombre divino en las Escrituras Hebreas

El nombre divino en las letras hebreas antiguas utilizado antes del exilio babilónico

El nombre divino en las letras hebreas usadas después del exilio babilónico

El nombre divino , representado por las cuatro consonantes hebreas ‫ יהוה‬, aparece casi 7.000 veces en las Escrituras
Hebreas. Esta traducción hace que esas cuatro letras , conocido como el Tetragrammaton , "Jehová . " Ese nombre es de
lejos el nombre más frecuencia se producen en la Biblia. Mientras que los escritores inspirados se refieren a Dios por
muchos títulos y términos descriptivos , como " Todopoderoso ", " Altísimo", y " Señor", el Tetragrammaton es el único
nombre personal que utilizan para identificar a Dios .
Jehová Dios mismo dirige escritores de la Biblia a usar su nombre. Por ejemplo , inspiró al profeta Joel escribir : " . Todo el
que invoque el nombre de Jehová será salvo " ( Joel 2:32 ) Y Dios hizo un salmista a escribir : "Que la gente sepa que tú,
cuyo nombre es Jehová , tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra. " ( Salmo 83:18 ) de hecho , el nombre divino aparece
unas 700 veces en el libro de los Salmos solo - un libro de escritos poéticos que iban a ser cantado y recitado por Dios
personas. ¿Por qué , entonces, es el nombre de Dios ausente en muchas traducciones de la Biblia ? ¿Por qué esta traducción
usar la forma " Jehová" ? ¿Y qué hace el nombre divino , Jehová, significa?
¿Por qué el nombre ausente en muchas traducciones de la Biblia ? Las razones varían . Algunos sienten que Dios
Todopoderoso no necesita un nombre único para identificarlo . Otras parecen haber sido influenciado por la tradición judía
de evitar el uso del nombre, tal vez por temor a profanarlo . Sin embargo otros creen que ya que nadie puede estar seguro de
la pronunciación exacta del nombre de Dios , es mejor sólo para usar un título , como " Señor " o Tales objeciones , sin
embargo , carecen de fundamento por las siguientes razones : "Dios . " :
• Los que argumentan que Dios Todopoderoso no necesita un nombre único ignoran la evidencia que los primeros
ejemplares de su Palabra , incluidos los que se conservan desde antes de la época de Cristo , contienen el nombre personal
de Dios. Como se señaló anteriormente , Dios dispuso que su nombre sea incluido en su Palabra unas 7.000 veces.
Obviamente, él quiere que sepamos y utilizar su nombre.
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• Los traductores que eliminan el nombre por respeto a la tradición judía no reconocen un hecho clave . Mientras que
algunos escribas judíos se negaron a pronunciar el nombre , no se quitan de sus ejemplares de la Biblia . Desfiles antiguos
encontrados en Qumran , cerca del Mar Muerto , contienen el nombre en muchos lugares. Algunos traductores de la Biblia
insinúan que el nombre divino aparece en el texto original , sustituyendo el título " Señor " en letras mayúsculas . Pero la
pregunta sigue siendo , ¿Por qué estas traductores sentido libres para sustituir o eliminar el nombre de Dios de la Biblia
cuando reconocen que se encuentran en el texto miles de tiempos de la Biblia ? ¿Quiénes se creen que les dio autoridad para
hacer tal cambio? Sólo ellos pueden decir.
• Los que dicen que el nombre divino no debe utilizarse porque no se sabe exactamente cómo pronunciarlo no obstante, será
utilizar libremente el nombre de Jesús. Sin embargo , los discípulos de Jesús del siglo primero dijo que su nombre de
manera muy diferente de la forma en la mayoría de los cristianos de hoy. Para los cristianos judíos , el nombre de Jesús era
probablemente pronunciado Vosotros • shu'a ' . Y el título "Cristo" era Ma • shi'ach , o " Mesías ". Los cristianos de habla
griega le llamó I • e • sous ' Khri • stos ' , y los cristianos de habla latina Ie'sus Chri'stus . Bajo la inspiración, la traducción
griega de su nombre fue registrado en la Biblia , demostrando que cristianos del primer siglo siguieron el camino sensato de
usar la forma del nombre común en su idioma. Del mismo modo , el Comité de Traducción del Nuevo Mundo de la Biblia
considera que es razonable utilizar la forma " Jehová", a pesar de que la prestación no es exactamente la forma en que el
nombre divino se habría pronunciado en hebreo antiguo .
¿Por qué utiliza la Traducción del Nuevo Mundo de la forma "Jehová" ? En Inglés , las cuatro letras del Tetragrammaton (
‫ ) יהוה‬están representados por las consonantes YHWH . Como fue el caso de todas las palabras escritas en hebreo antiguo ,
el Tetragrámaton no contenía vocales . Cuando el antiguo hebreo estaba en el uso diario , los lectores siempre fácilmente las
vocales correspondientes.
Alrededor de mil años después de las Escrituras Hebreas se completaron , eruditos judíos desarrollaron un sistema de puntos
de pronunciación, o señales , por lo que para indicar qué vocales utilizar al leer hebreo. Para entonces , sin embargo,
muchos Judios tenían la idea supersticiosa de que era erróneo decir el nombre personal de Dios en voz alta , por lo que
utilizan expresiones de sustitución. Por lo tanto , parece que cuando se copian el Tetragrámaton , combinaron las vocales
para las expresiones de sustitución con las cuatro consonantes que representan el nombre divino . Por lo tanto , los
manuscritos con los puntos vocales no ayudan en la determinación de cómo el nombre se pronunciaba originalmente en
hebreo . Algunos creen que el nombre fue pronunciado " Yahweh ", mientras que otros sugieren diferentes posibilidades.
Un Rollos del Mar Muerto contiene una porción de Levítico en griego transcribe el nombre divino Iao . Además de esa
forma , los escritores griegos antiguos también sugieren la pronunciationsIae , I • un • ser ' , y yo • un • • ou e' . Sin
embargo , no hay razón para ser dogmático . Nosotros simplemente no sabemos como siervos antiguo de Dios pronuncian
este nombre en hebreo. ( Génesis 13 : 4; Éxodo 03:15 ) Lo que sí sabemos es que Dios usó su nombre en varias ocasiones
en la comunicación con su pueblo , que se dirigían a él con ese nombre, y que se utiliza libremente en hablar con otros. -
Éxodo 6 : 2 ; 1 Reyes 08:23 ; Salmo 99: 9 .
¿Por qué , entonces, esta traducción usar la forma " Jehová" ? Debido a que la forma del nombre divino tiene una larga
historia en el idioma Inglés .

El nombre de Dios en Génesis 15: 2 en la traducción de William Tyndale del Pentateuco , 1530
La primera representación del nombre personal de Dios en una Biblia Inglés apareció en 1530 en la traducción de William
Tyndale del Pentateuco . Él usó la forma " Iehouah . " Con el tiempo , el idioma Inglés ha cambiado , y la ortografía del
nombre divino fue modernizado . Por ejemplo , en 1612 , Henry Ainsworth utiliza la forma " Iehovah " a través de su
traducción del libro de los Salmos . Luego , en 1639 , cuando ese trabajo se revisó y se imprime con el Pentateuco, se utiliza
la forma "Jehová" . En 1901 , los traductores que produjeron la American Standard Version de la Biblia utilizan la forma
"Jehová" en el que el nombre divino aparece en el texto hebreo .
Al explicar por qué se utiliza "Jehová " en lugar de "Yahweh" en sus estudios de trabajo 1911 en los Salmos , respetado
erudito bíblico Joseph Bryant Rotherham dijo que quería emplear una " forma del nombre más familiar ( aunque
perfectamente aceptable) a la Biblia en general . . -Lectura público " En 1930 erudito FA Kirkpatrick hizo una observación
similar con respecto al uso de la forma" Jehová " Él dijo : " gramáticos modernos argumentan que debería ser leído Yahveh
o Yahaveh ; pero Jehová parece firmemente arraigada en el idioma Inglés , y el punto realmente importante no es la
36
pronunciación exacta , pero el reconocimiento de que es un nombre propio, no meramente un título apelativo como ' Señor '
".

El Tetragrámaton , YHWH : " Él Hace convertirse "

El verbo HWH : " llegar a ser"


¿Cuál es el significado del nombre de Jehová? En hebreo, el nombre de Jehová viene de un verbo que significa " llegar a ser
", y una serie de estudiosos consideran que refleja la forma causal de ese verbo hebreo. Por lo tanto , la comprensión de la
Comisión Traducción del Nuevo Mundo de la Biblia es que el nombre de Dios significa " Él Hace llegar a ser. " Los
estudiosos sostienen diferentes puntos de vista , así que no podemos ser dogmáticos acerca de este significado. Sin
embargo , esta definición se ajusta bien el papel de Jehová como el Creador de todas las cosas y el Cumplidor de su
propósito. Él no sólo hizo que el universo físico y los seres inteligentes que existen, pero a medida que se desarrollan los
acontecimientos , él sigue siendo motivo de su voluntad y el propósito de hacerse realidad .
Por lo tanto , el significado del nombre de Jehová no se limita al verbo relacionado encontrado en Éxodo 03:14 , que dice:
"Voy a ser lo que yo quiero llegar a ser" o " Voy a demostrar ser lo que resultará ser . "En el sentido más estricto , esas
palabras no definen completamente el nombre de Dios . Por el contrario , revelan un aspecto de la personalidad de Dios ,
mostrando que él se convierte en lo que se necesita en cada circunstancia para cumplir su propósito . Así, mientras que el
nombre de Jehová puede incluir esta idea , que no se limita a lo que él mismo elige convertirse . También incluye lo que
provoca que suceda en relación con su creación y la realización de su propósito.

sgd págs. 1 - 5 (folleto: Guía para el Estudio de la Palabra de Dios)

EL NOMBRE DE DIOS EN LAS ESCRITURAS GRIEGAS CRISTIANAS

nwt-E pás. 1736 – 1743 ESTE ARTICULO SE ANALIZARA EN TODA ESTA PARTE

A5 El nombre divino en las Escrituras Griegas Cristianas


Estudiosos de la Biblia reconocen que el nombre personal de Dios , representado por el Tetragrámaton ( ‫ ) יהוה‬, aparece casi
7.000 veces en el texto original de las Escrituras Hebreas. Sin embargo , muchos sienten que no aparece en el texto original
de las Escrituras Griegas Cristianas. Por esta razón , más modernas Biblias no utilizan el nombre Jehová al traducir el
llamado Nuevo Testamento . Incluso cuando se traduce citas de las Escrituras Hebreas en los que aparece el Tetragrámaton ,
la mayoría de los traductores utilizan "Señor" en lugar del nombre personal de Dios .
La Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras no se sigue esta práctica común. Utiliza el nombre Jehová un total
de 237 veces en las Escrituras Griegas Cristianas. En la decisión de hacer esto , los traductores tuvieron en cuenta dos
factores importantes: ( 1 ) Los manuscritos griegos que poseemos hoy en día no son los originales. De los miles de copias en
existencia hoy en día , la mayoría se hicieron al menos dos siglos después de que los originales fueron compuestas . ( 2 ) En
ese momento, los de copiar los manuscritos ya sea reemplazado el Tetragrámaton con Ky'ri • os , la palabra griega que
significa " Señor", o copiado de manuscritos en los que ya se había hecho.
El Comité de Traducción del Nuevo Mundo de la Biblia determina que hay pruebas convincentes de que el Tetragrámaton
aparecía en los manuscritos griegos originales . La decisión se basó en las siguientes pruebas :
• Las copias de las Escrituras hebreas usadas en los días de Jesús y sus apóstoles contenían el Tetragrámaton en el texto. En
el pasado, algunas personas cuestionaron esa conclusión. Ahora que las copias de las Escrituras Hebreas que datan del
primer siglo se han descubierto cerca de Qumran , el punto se ha demostrado más allá de toda duda.
• En los días de Jesús y sus apóstoles , el Tetragrámaton también apareció en traducciones griegas de las Escrituras Hebreas.
Durante siglos , los estudiosos pensaban que el Tetragrámaton estuvo ausente de los manuscritos de la traducción griega
Septuaginta de las Escrituras Hebreas. Luego, en la mitad del siglo 20 , algunos muy antiguos fragmentos de la versión

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griega Septuaginta que existían en la época de Jesús se señalaron a la atención de los estudiosos . Esos fragmentos contienen
el nombre personal de Dios, escrita en caracteres hebreos . Así que en los días de Jesús , copias de las Escrituras en griego
contenían el nombre divino . Sin embargo , por el siglo IV , los principales manuscritos de la Septuaginta griega , como el
Codex Vaticanus y Codex Sinaiticus , no contienen el nombre divino en los libros de Génesis a Malaquías ( donde había
estado en los manuscritos anteriores ) . Por lo tanto , no es sorprendente que en los textos que se conservan de ese período
de tiempo , el nombre divino no se encuentra en el llamado Nuevo Testamento , o porción Escritura griega de la Biblia .
Jesús dijo claramente : "Yo he venido en nombre de mi Padre ". También hizo hincapié en que sus obras se hicieron en su "
nombre del padre"

• Los cristianos mismas Escrituras griegas informan que Jesús se refirió a menudo al nombre de Dios y la dio a conocer a
los demás. ( Juan 17 : 6 , 11, 12,26 ) Jesús dijo claramente : " . El nombre del padre" . " Yo he venido en nombre de mi
Padre " También hizo hincapié en que sus obras se hicieron en su - Juan 5:43 ; 10:25 .
• Desde las Escrituras Griegas Cristianas eran una adición inspirado a las Sagradas Escrituras hebreas , la repentina
desaparición del nombre de Jehová del texto parece incoherente. A mediados del siglo I dC , el discípulo Santiago dijo a los
ancianos de Jerusalén : " Simeón ha contado cabalmente cómo Dios por primera vez dirigió su atención a las naciones para
sacar de entre ellas un pueblo para su nombre. " (Hechos 15:14) no sería lógico que James a hacer tal declaración si no hay
nadie en el siglo I sabía o usa el nombre de Dios .
• El nombre divino aparece en su forma abreviada en las Escrituras Griegas Cristianas. En Apocalipsis 19 : 1 , 3, 4 , 6, el
nombre divino está incrustado en la palabra Esto viene de una expresión hebrea que significa literalmente " Jah " es una
contracción del nombre de Jehová " Aleluya ". "La alabanza Jah . " . Muchos nombres utilizados en las Escrituras Griegas
Cristianas se derivan del nombre divino. De hecho , las obras de referencia explican que el propio nombre de Jesús significa
"Jehová Es Salvación".
• escritos judíos antiguos indican que los cristianos judíos usaron el nombre divino en sus escritos. El Tosefta , una
colección escrita de leyes orales que se completó en alrededor de 300 CE , dice con respecto a los escritos cristianos que
fueron quemados en sábado : " Los libros de los evangelistas y los libros de la minim [ piensa que los judíos cristianos ] que
no guarde de un incendio . Pero se les permite quemar dónde están , ellos y las referencias al nombre divino que hay en
ellos . " Esta misma fuente cita Rabino Yose el Galileo , que vivió a principios del siglo II , como diciendo que en otros días
de la semana, " uno recorta las referencias al nombre divino que hay en ellos [ entendidos para referirse a los escritos
cristianos ] y los almacena de distancia, y el resto se quema . "
• Algunos estudiosos de la Biblia reconocen que es probable que el nombre divino apareció en citas de las Escrituras
Hebreas que se encuentran en el cristiano griego Scriptures.Under el título " Tetragrámaton en el Nuevo Testamento , " El
Anchor Bible Dictionary dice: " Hay algunas pruebas de que el Tetragrámaton . , el nombre divino , Jehová , apareció en
algunas o todas las juntas [LD ] T [estamento ] citas en el N [uevo ] T [estamento ] cuando los documentos del NT fueron
escritas primero " Académico George Howard dice: " Desde el tetragrama todavía estaba escrito en las copias de la Biblia
griega [ la Septuaginta ], que compone las Escrituras de la iglesia primitiva , es razonable creer que el N [uevo ] T
[estamento ] escritores , al citar las Escrituras , conserva el tetragrama dentro del texto bíblico " .
• Reconocidos traductores de la Biblia han usado el nombre de Dios en las Escrituras Griegas Cristianas. Algunos de estos
traductores lo hicieron mucho antes de que el Nuevo Mundo Traductor produjo . Estos traductores y sus obras son: una
traducción literal del Nuevo Testamento . . . Desde el texto del Manuscrito Vaticano, por Herman Heinfetter (1863 ) ; El
Diaglotón enfático , por Benjamin Wilson (1864 ) ; Las epístolas de Pablo en Inglés Moderno , de George Stevens Barker
(1898 ) ; Epístola de St. Paul a los Romanos , por WG Rutherford (1900 ) ; Las nuevas letras Testamento , por J.W.C.
Wand, obispo de Londres (1946 ) . Además , en una traducción española en el siglo 20 , traductor Pablo Besson utiliza "
JEHOVA " en Lucas 2:15 y Judas 14 , y cerca de 100 notas al pie en su traducción sugiere el nombre divino como una
representación probable. Mucho antes de que esas traducciones , versiones en hebreo de las Escrituras Griegas Cristianas
desde el siglo 16 en adelante usaron el Tetragrámaton en muchos pasajes . En el idioma alemán solo, al menos 11 versiones
utilizan "Jehová" (o la transliteración del hebreo "Yahvé" ) en las Escrituras Griegas Cristianas , mientras que cuatro
traductores añaden el nombre entre paréntesis después de " Señor ". Más de 70 traducciones alemanas utilizan el nombre
divino en las notas o comentarios .

38
El nombre de Dios en Hechos 02:34 en La Diaglotón enfático , por Benjamin Wilson (1864 )

Traducciones de la Biblia en más de cien idiomas diferentes contienen el nombre divino en las Escrituras Griegas
Cristianas. Muchos africanos, amerindios, asiáticos , europeos y lenguas del Pacífico - Island utilizan el nombre divino
liberalmente . ( Vea la lista en las páginas 1742 y 1743. ) Los traductores de estas ediciones decidieron usar el nombre
divino por motivos similares a los expuestos. Algunas de estas traducciones de las Escrituras Griegas Cristianas han
aparecido recientemente , como la Biblia rotumano (1999 ), que utiliza " Jihova " 51 veces en 48 versículos , y la versión
( Toba ) Batak (1989 ) de Indonesia , que utiliza " Jahowa " 110 veces.

El nombre de Dios en Marcos 12:29 , 30 en la traducción en lengua hawaiana de 1816

Sin duda, existe una base clara para restaurar el nombre divino , Jehová, en las Escrituras Griegas Cristianas. Eso es
exactamente lo que los traductores del Nuevo Mundo Translationhave hacer. Ellos tienen un profundo respeto por el
nombre divino y un sano temor de eliminar cualquier cosa que apareció en el text. - revelación original 22:18 , 19 .

39
Idiomas y Dialectos que contiene el nombre divino en el texto principal de las Escrituras Griegas Cristianas

Idioma o dialecto nombre o dialecto Idioma o dialecto nombre o dialecto Idioma o dialecto nombre o dialecto
• Aneityum : Ihova • Gibario ( dialecto del Kerewo ) : • Naga , Norte Rengma : Jihova
• Arawak : Jehová Iehova • Naga , Sangtam : Jihova
• Awabakal : Yehóa Grebo : Jehova • Nandi : Jehova
• Bangi : Yale • Hawaiano : Iehova • Narrinyeri : Jehová
• Batak ( Toba ) : Jahowa • hebreo: ‫יהוה‬ • Nauru : Jehova
• Benga : JEHOVA • indostánico : Yihováh • Navajo : Jîho'vah
• Bolia : Yale • Hiri Motu : Iehova • Ndau : Jehova
• Bube : Yehovah • Winnebago ( Winnebago ) : Jehowa • nembe : Jehová
• Bullom Así : Jehová • Ila : Yaave • Nengone (o , Maré ) : Iehova
• Chácobo : Jahué • Iliku ( dialecto del Lusengo ) : Yale • Ngando : Yale
• Cherokee : Yihowa • Indonesia : YAHWEH • Ntomba : Yale
• Chin ( Hakha ) : Zahova • Kala Lagaw Ya: Iehovan • Nukuoro : Jehova
• Chippewa : Jehová • kalanga : Yehova ; Yahwe • Polaco : Jehowa
• Choctaw : Chihowa • Kalenjin : Jehová • Portugués : Iáhve
• croata: Jehova • Kerewo : Iehova • Rarotongan : Jehova ; Iehova
• Dakota : Jehowa • Kiluba : Yehova • REReP : Iova
• dobu : Ieoba • Kipsigis : Jehoba • rotumano : Jihova
• Douala : Yehowa • Kiribati : Iehova • Sakao : Ihova ; Iehova
• Holandés : Jehová • Kisonge : Yehowa • Samoa : Ieova
• Efate (Norte): Yehova • Coreano : 여호와 • Seneca : Ya'wĕn
• Efik : Jehová • Kosraean : Jeova • Sengele : Yale
• Inglés : Jehová • Kuanua : Ieova • Sesotho : Yehofa
• Ewe : Yehowa • Laos : Yehowa • Sie : Iehova
• Fang: JEHOVA • Lele : Jehova • Español : JEHOVA ; Yahvé ; YHWH ;
• fiyiano : Jiova • Lewo : Yehova Yahweh
• Francés : IHVH , yhwh • lingala : Yale • Sranantongo : Jehova
• Ga : Iehowa • Logo: Yehova • Sukuma : Yahuwa ; Jakwe
• Aneityum : Ihova • Lomongo : Yale ; yova • Tahitian : Iehova
• Arawak : Jehová • Lonwolwol : Jehová • Teke - Eboo : Yale
• Awabakal : Yehóa • lugbara : Yehova • temne : Yehṓfa ; Yehofa
• Bangi : Yale • Luimbi : Yehova • tailandés: Yahowa
• Batak ( Toba ) : Jahowa • Luna : Yeoba • Toaripi : Jehova ; Iehova
• Benga : JEHOVA • Lunda : Yehova • Tonga: Jehova
• Bolia : Yale • Luo : Yale • Tonga : Jihova ; Sihova
• Bube : Yehovah • Luvale : Yehova • Tswana : Jehofa ; Yehova ; Yehofa
• Bullom Así : Jehová • malgache: Jehová ; IEHOVAH • umbundu : Yehova
• Chácobo : Jahué • Malo : Iova • Uripiv : Iova
• Cherokee : Yihowa • Marquesas : Iehova • Wampanoag : Jehová
• Chin ( Hakha ) : Zahova • Marshalés : Jeova • galés: Iehofah
• Chippewa : Jehová • Maskelynes : Iova • Xhosa : Yehova
• Choctaw : Chihowa • Mentawai : Jehoba • Zande : Yekova
• croata: Jehova • Meriam : Iehoua • zulú: Jehova ; yahwe
• Dakota : Jehowa • Misima - Paneati : Iehova
• dobu : Ieoba • Mizo : Jehovan ; Jihova'n
• Douala : Yehowa • Mohawk : Yehovah
• Holandés : Jehová • Mortlockese : Jioua
• Efate (Norte): Yehova • Motu : Iehova
• Efik : Jehová • Mpongwe ( dialecto del myene ) :
• Inglés : Jehová Jehova
• Ewe : Yehowa • Muskogee : Cehofv
• Fang: JEHOVA • myene : Yeôva
• fiyiano : Jiova • Naga , Angami : Jihova
• Francés : IHVH , yhwh Naga , Konyak : Jihova
• Ga : Iehowa • Naga , Lotha : Jihova
• Alemán : Jehová ; Jehova
40
• Naga , Mao : Jihova

(Además de las personas en esta lista, un número de lenguas y dialectos utilizar una forma del nombre divino en las notas o
en el texto explicativo. )
Más de 120 idiomas

sgd pág. 6 – 13 (folleto: Guía para el Estudio de la Palabra de Dios)

41
Lección 02(b) LA TRADUCCIÓN DEL NUEVO MUNDO (PARTE 2)

Salmo 119:97 ¡Cómo amo tu ley, sí! Todo el día ella es mi interés intenso.

Rbi8 pág. 8

REFERENCIAS MARGINALES: Hay más de 125.000 referencias (remisiones) marginales en esta edición. Estas
demuestran que hay por lo menos un segundo testimonio para casi todo asunto bíblico. Una comparación cuidadosa de las
referencias marginales y un examen de las notas acompañantes revelarán la armonía interna que entrelaza a los 66 libros de
la Biblia, lo cual demuestra que componen un solo libro, inspirado por Dios.
La columna central contiene las referencias (remisiones) marginales a los libros de la Biblia, representados por
abreviaturas. Las letras voladas que se hallan en el texto dirigen al lector a las referencias respectivas. Cuando en la
columna de referencias no caben todas las citas, las restantes se acomodan al pie de la columna derecha de la página. En la
lista de referencias se indica el cambio de capítulo.
Cuando una referencia va seguida del símbolo “LXX”, eso indica que se trata de una cita de la Septuaginta (LXX), y se
puede hallar más información en la nota sobre el versículo citado. Por ejemplo, Romanos 9:17 remite a Éxodo 9:16, LXX.
Se dan las referencias con el propósito de indicar ideas, acontecimientos y relatos paralelos; información biográfica;
información geográfica; citas sobre profecías bíblicas cuyo cumplimiento ha quedado registrado en la Biblia misma; citas
directas de frases, expresiones y versículos enteros de otras partes de la Biblia, y la relación que existe entre modelos del
pacto de la Ley y su cumplimiento según se relata en las Escrituras Griegas Cristianas. Todo esto confiere un caudal de
conocimiento bíblico.
NOTAS: Otra característica sobresaliente de esta publicación es la amplitud de información que ofrece en sus más de
11.000 notas. Se ha procurado aportar información textual importante de una manera sencilla. Las notas ayudan a ver que
las tres lenguas originales de la Biblia —hebreo, arameo y griego— armonizan en sus expresiones.
Además, cuando el texto en español varía de los textos en las lenguas originales las notas muestran la base para la
traducción que se ha hecho en español, indicando los manuscritos y las versiones que apoyan tales variaciones. También
hemos ofrecido otras maneras de traducir al español porciones de los textos hebreo y griego, junto con las variantes que
presentan otros manuscritos y versiones.
Aunque el texto mismo es generalmente literal, muchas notas contienen otras traducciones literales valiosas. Estas
pueden presentar: 1) el significado lingüístico básico de ciertos términos, 2) la etimología de algunas palabras o 3)
definiciones lexicológicas aceptadas de la palabra o frase original. En el caso de las Escrituras Griegas Cristianas se pueden
comparar las traducciones literales adicionales con la traducción interlineal que se halla en The Kingdom Interlinear
Translation of the Greek Scriptures.
De esta manera, hemos dotado la traducción de un aparato crítico más bien que de un comentario sobre las Escrituras.
Sin embargo, también se presenta información útil que no es de naturaleza técnica.
Se arroja luz sobre asuntos básicos de la Biblia tales como: “alma”, “Seol”, “rescate”, “resurrección”, “expiación”,
“Dios”, “Cristo”, “Reino” y “Milenio”. Se presentan variaciones entre las lecturas hebrea, griega y latina, entre ellas
diferencias en la numeración de los versículos, variaciones lingüísticas, palabras tomadas de idiomas ajenos al hebreo y
notas textuales significativas que se han tomado de los márgenes de los manuscritos.
En las notas también se incluyen otras lecturas valiosas, información sobre el significado literal y razones por las cuales
se han preferido variantes al texto básico hebreo o griego. Se provee información respecto al significado de los nombres de
los libros de la Biblia y de personas y lugares mencionados en ella, así como datos geográficos. El dinero, los pesos, las
medidas y las fechas del calendario se dan en su equivalente moderno. (Véanse Ap. 8A, 8B.)
Con el aparato de notas se respalda plenamente la restitución del nombre divino a los lugares correspondientes. Los
títulos y términos descriptivos que aplican a Jehová Dios reciben debida atención. En las notas se aportan datos que apoyan
42
la exactitud científica de la Biblia, y puntos que aclaran supuestas contradicciones. Se puede hallar información útil sobre
importantes datos de la cronología bíblica. Otros datos ayudan a aclarar términos bíblicos relacionados con la conducta
moral, el servicio sagrado, la predicación y la organización. Las notas también contribuyen a mantener clara la diferencia
entre ‘el Señor Jehová’ y ‘el Señor Jesús’.
En las notas se ofrece información breve sobre estilo de composición, figuras retóricas, juego de palabras, modismos,
metáforas y eufemismos con el fin de transmitir el sabor de las lenguas originales de la Biblia. Los datos gramaticales
respecto a género, número, casos y formas verbales se dan con referencia a las lenguas originales y no a la traducción en
español.
Por lo general los paréntesis de las notas encierran palabras o expresiones que se ofrecen como alternativa de la palabra
o frase precedente. Generalmente las palabras o frases entre corchetes tienen que ver con información suplementaria o
explicativa.
Cada nota está indicada por uno de una serie de símbolos colocado después de la palabra o frase anotada. La nota, que se
halla a pie de columna de texto bíblico, va antecedida del número del versículo en letra negrita y el mismo símbolo. Cuando
hay varias notas sobre el mismo versículo, estas se diferencian entre sí mediante los siguientes símbolos: * , #, *, *, *, *.
TRANSLITERACIONES: Las notas ofrecen también una abundante colección de esclarecedoras transliteraciones de
palabras hebreas, arameas, griegas y siríacas. Las transliteraciones son palabras de otro idioma presentadas en español, con
sus caracteres individuales sustituidos por letras romanas. Resultan en una pronunciación que se aproxima a la real y por lo
general están divididas en sílabas y acentuadas. Puesto que las palabras latinas no necesitan transliteración, simplemente
están divididas en sílabas. Además, puesto que en los manuscritos de las lenguas originales no se diferenciaba entre letras
mayúsculas y minúsculas, el empleo de mayúsculas en las transliteraciones obedece a lo que se considera más útil para el
lector.

Juan 12:38 de modo que se cumplió la palabra de Isaías el profeta, que él dijo: “Jehová, ¿quién ha puesto fe en la cosa oída
por nosotros? Y en cuanto al brazo de Jehová, ¿a quién ha sido revelado?”.

1 Corintios 7:17 Solo que, según Jehová haya dado a cada uno una porción, así ande cada uno según lo ha llamado Dios. Y
así ordeno en todas las congregaciones.

REFERENCIAS MARGINALES

Ideas paralelas:

Mateo 4:1 Entonces Jesús fue conducido por el espíritu al desierto (m) para ser tentado por el Diablo. (n)
(m)

Levítico 16:21 Y Aarón tiene que poner ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo y confesar sobre él todos los
errores de los hijos de Israel y todas sus sublevaciones en todos sus pecados, y tiene que ponerlos sobre la cabeza del macho
cabrío y enviarlo al desierto por mano de un hombre preparado para ello.
Marcos 1:12 E inmediatamente el espíritu lo impelió a irse al desierto.
Lucas 4:1 Ahora bien, Jesús, lleno de espíritu santo, se apartó del Jordán, y el espíritu lo condujo por aquí y por allá en el
desierto

(n)

Hebreos 4:15  Porque no tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno
que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado.

43
Lucas 4:1 Ahora bien, Jesús, lleno de espíritu santo, se apartó del Jordán, y el espíritu (*) lo condujo por aquí y por allá en
el desierto (m)

(*) O: “la fuerza activa”. Gr.: pnéu·ma·ti; lat.: Spí·ri·tu; J17,18,22(heb.): ha·rú·aj, “la fuerza activa”. Véase Gé 1:2, n:
“Activa”.
(m)

Levítico 16:21 Y Aarón tiene que poner ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo y confesar sobre él todos los
errores de los hijos de Israel y todas sus sublevaciones en todos sus pecados, y tiene que ponerlos sobre la cabeza del macho
cabrío y enviarlo al desierto por mano de un hombre preparado para ello.
Mateo 4:1 Entonces Jesús fue conducido por el espíritu al desierto para ser tentado por el Diablo.
Marcos 1:12 E inmediatamente el espíritu lo impelió a irse al desierto.

Cumplimiento de las profecías:

Salmo 22:1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado?*+ ¿[Por qué estás] lejos de salvarme,+ [de] las palabras de mi
rugir?*+

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado?*+

*“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado?”


Heb.: ’E·lí,’E·lí, la·máh ‛azav·tá·ni?; sir.: ’A·lahi ’Alahi lema·na’ schebaq·tani?. Compárese con Mt 27:46; Mr 15:34.

Salmo 22:16 Porque perros me han cercado;+ la asamblea de malhechores mismos me ha circundado.+ Como un león
[acometen] mis manos y mis pies.*+

Salmo 31:14 Pero yo... en ti he cifrado mi confianza, oh Jehová.+ He dicho: “Tú eres mi Dios”.*+

Mateo 27:46 Cerca de la hora nona Jesús clamó con voz fuerte, y dijo: “É·li, É·li, ¿lá·masa·baj·thá·ni?”,* esto es: “Dios
mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”.+

Marcos 15:34 Y a la hora nona Jesús clamó con voz fuerte: “É·li, É·li, ¿lá·masa·baj·thá·ni?”,* que, traducido, significa:
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”.+

¿[Por qué estás] lejos de salvarme,+

Salmo 26:9 No te lleves* mi alma junto con los pecadores,+ ni mi vida junto con hombres culpables de sangre,+

Hebreos 5:7 En los días de su carne [Cristo] ofreció ruegos y también peticiones+ a Aquel que podía salvarlo de la muerte,
con fuertes+ clamores y lágrimas, y fue oído favorablemente por su temor piadoso.+

[de] las palabras de mi rugir?*+

“Lejos de mi salvación están las palabras de mis transgresiones”, LXXVg.

Job 3:24 Porque antes de mi alimento viene mi suspirar,+ y como aguas mis rugientes lloros salen precipitadamente;+

44
Salmo 38:8 Me he entumecido y he quedado aplastado hasta grado extremo; he rugido por causa del gemido de mi corazón.
+

Mateo 27:46 Cerca de la hora nona Jesús clamó con voz fuerte, y dijo: “É·li, É·li,¿lá·ma sa·baj·thá·ni?”,* esto es: “Dios
mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”.+

Cerca de la hora nona Jesús clamó con voz fuerte, y dijo: “É·li, É·li,¿lá·ma sa·baj·thá·ni?”,*

“Eli, Eli, ¿lama sabajthani?” Compárese con Sl 22:1, n: “Dejado”.

Sl22:1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado?*+ ¿[Por qué estás] lejos de salvarme,+ [de] las palabras de mi rugir?
*+

esto es: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”.+

Salmo 22:1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado?*+ ¿[Por qué estás] lejos de salvarme,+ [de] las palabras de mi
rugir?*+

Isaías 53:10 Pero Jehová mismo se deleitó en aplastarlo;+ lo enfermó.+ Si pones su alma* como ofrenda por la culpa,+ él
verá su prole,+ prolongará [sus] días,+ y en su mano lo que es el deleite+ de Jehová tendrá éxito.+

Marcos 15:34 Y a la hora nona Jesús clamó con voz fuerte: “É·li, É·li, ¿lá·masa·baj·thá·ni?”,* que, traducido, significa:
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”.+

Citas directas de frases, expresiones y versículos enteros:

Deuteronomio 8:3 De modo que te humilló y te dejó padecer hambre+ y te alimentó con el maná,+ que ni tú habías
conocido ni tus padres habían conocido; para hacerte saber que no solo de pan vive el hombre, sino que de toda expresión
de la boca de Jehová vive el hombre.+

De modo que te humilló y te dejó padecer hambre+

Éxodo 16:3 Y siguieron diciéndoles los hijos de Israel: “¡Si siquiera hubiéramos muerto+por la mano de Jehová en la tierra
de Egipto, mientras nos sentábamos junto a las ollas de carne,+ mientras comíamos pan hasta quedar satisfechos, porque
ustedes nos han sacado a este desierto para hacer que toda esta congregación muera de hambre!”.+

y te alimentó con el maná,+

Éxodo 16:31 Y la casa de Israel se puso a llamar aquello por nombre “maná”.* Y era blanco como la semilla de cilantro, y
su sabor era como el de tortas aplastadas con miel.+

Salmo 78:24 Y siguió haciendo llover sobre ellos maná para comer,+ y el grano del cielo les dio.+

que ni tú habías conocido ni tus padres habían conocido; para hacerte saber que no solo de pan vive el hombre, sino
que de toda expresión de la boca de Jehová vive el hombre.+

Mateo 4:4 Pero en respuesta él dijo: “Está escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que
sale de la boca de Jehová’”.*+

45
Mateo 4:4 Pero en respuesta él dijo: “Está escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que
sale de la boca de Jehová’”.*+

Véase Ap. 1D.

1D El nombre divino en las EscriturasGriegas Cristianas
“Jehová.” Heb.: ‫יהוה‬ (YHWH o JHVH)
De Ap. 1A y 1C queda claro que el Tetragrámaton en caracteres hebreos (‫ )יהוה‬se usó tanto en el texto hebreo como en
la Septuaginta griega. Por lo tanto, fuera que Jesús y sus discípulos leyeran las Escrituras en hebreo o en griego, se
encontrarían con el nombre divino. En la sinagoga de Nazaret, cuando Jesús se levantó y aceptó el libro de Isaías y leyó Isa
61:1, 2, donde se usa el Tetragrámaton, pronunció el nombre divino. Esto estaba de acuerdo con su resolución de dar a
conocer el nombre de Jehová, como se puede ver por su oración a su Padre: “He puesto tu nombre de manifiesto a los
hombres que me diste del mundo. [...] Yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer”. (Jn 17:6, 26.)
Hay prueba de que los discípulos de Jesús usaron el Tetragrámaton en sus escritos. En la
obra De viris inlustribus [Acerca de hombres ilustres], capítulo III, Jerónimo, en el siglo IV, escribió lo siguiente: “Mateo,
quien es también Leví, y quien de publicano llegó a ser apóstol, compuso en primer lugar un Evangelio de Cristo en Judea
en el lenguaje y caracteres hebreos para beneficio de los de la circuncisión que habían creído. No está suficientemente
comprobado quién lo tradujo después de eso al griego. Además, el hebreo mismo se conserva hasta este día en la biblioteca
de Cesarea, tan diligentemente formada por el mártir Pánfilo. Los nazarenos que usan este volumen en la ciudad siríaca de
Berea también me permitieron copiarlo”. (Traducción del texto latino preparado por E. C. Richardson y publicado en la
serie “Texte und Untersuchungen zur Geschichte der altchristlichen Literatur”, tomo 14, Leipzig, 1896, pp. 8, 9.)
Mateo hizo más de cien citas de las Escrituras Hebreas inspiradas. Donde estas citas incluían el nombre divino él se
habría visto obligado a incluir fielmente el Tetragrámaton en su relato del Evangelio en hebreo. Cuando el Evangelio de
Mateo fue traducido al griego, el Tetragrámaton se dejó sin traducir en el texto griego, según la práctica de aquel tiempo.
No solo Mateo, sino todos los escritores de las Escrituras Griegas Cristianas citaron versículos del texto hebreo o de
la Septuaginta donde aparece el nombre divino. Por ejemplo, en el discurso de Pedro en Hch 3:22 se cita de Dt 18:15, donde
aparece el Tetragrámaton en un fragmento de papiro de la Septuaginta fechado del primer siglo a.E.C. (Véase Ap. 1C, sec.
1.) Pedro, como seguidor de Cristo, empleó el nombre de Dios, Jehová. Cuando el discurso de Pedro se puso por escrito, el
Tetragrámaton se usó en él, conforme a la práctica durante el primer siglo a.E.C. y el primer siglo E.C.
En algún tiempo durante el siglo II o III E.C. los escribas eliminaron el Tetragrámaton tanto de la Septuaginta como de
las Escrituras Griegas Cristianas y lo reemplazaron con Ký·ri·os, “Señor”, o The·ós, “Dios”.
Acerca del uso del Tetragrámaton en las Escrituras Griegas Cristianas, George Howard, de la Universidad de Georgia,
E.U.A., escribió en Journal of BiblicalLiterature, vol. 96, 1977, p. 63: “Descubrimientos recientes hechos en Egipto y en el
desierto de Judea nos permiten ver de primera mano el empleo del nombre de Dios en los tiempos precristianos. Estos
descubrimientos son significativos para los estudios del N[uevo] T[estamento] porque forman una analogía literaria con los
documentos cristianos más primitivos y quizás expliquen cómo usaron el nombre divino los autores del NT. En las páginas
siguientes presentaremos una teoría de que el nombre divino, ‫( יהוה‬y posiblemente abreviaturas de él), estaba originalmente
escrito en el NT en las citas hechas del A[ntiguo] T[estamento] y en alusiones a él y que, andando el tiempo, fue
reemplazado principalmente con el sustitutivo κς [abreviatura para Ký·ri·os, “Señor”]. Esta eliminación del Tetragrámaton,
según nuestro parecer, creó en la mente de los cristianos gentiles primitivos una confusión en cuanto a la relación entre el
‘Señor Dios’ y el ‘Señor Cristo’ que se reflejó en la tradición de MSS del texto mismo del NT”.
Estamos de acuerdo con lo supracitado, con esta excepción: No consideramos este punto de vista como una “teoría”; más
bien, lo vemos como una presentación de los hechos de la historia en cuanto a la transmisión de los manuscritos bíblicos.
RESTITUCIÓN DEL NOMBRE DIVINO
A través de los siglos se han hecho muchas traducciones de porciones de las Escrituras Griegas Cristianas, o de todas
ellas, al hebreo. Esas traducciones, designadas en esta obra mediante “J” con un número volado, han restituido el nombre
divino a varios lugares de las Escrituras Griegas Cristianas inspiradas. Han restituido el nombre divino al texto no solo al
llegar a citas de las Escrituras Hebreas, sino también en otros lugares donde los versículos lo exigen.

46
Para saber dónde fue reemplazado con las palabras griegas Κύριος y Θεός el nombre divino, hemos determinado dónde
han citado versículos, pasajes y expresiones de las Escrituras Hebreas los escritores cristianos inspirados, y entonces nos
hemos remitido al texto hebreo para ver si el nombre divino aparece allí o no. De esta manera hemos determinado la
identidad que se ha de dar aKý·ri·os y The·ós, y con qué personalidad relacionarlos.
Para no pasarnos de los límites del traductor al campo de la exégesis, hemos obrado con gran cautela respecto a verter el
nombre divino en las Escrituras Griegas Cristianas, y siempre hemos considerado cuidadosamente las Escrituras Hebreas
como fondo o antecedente. Hemos buscado acuerdo con nosotros en las versiones hebreas para confirmar nuestra
traducción. Hemos hallado respaldo de las versiones hebreas para los 237 casos en que hemos restituido a su lugar el
nombre divino en las Escrituras Griegas Cristianas.
A continuación se da una lista de los 237 lugares donde aparece el nombre “Jehová” en el cuerpo del texto de
la Traducción del Nuevo Mundo de las EscriturasGriegas Cristianas. Las varias fuentes que apoyan la lectura que
presentamos se alistan por sus símbolos respectivos. Para una explicación de los símbolos (referencias “J”) véase la
Introducción, bajo “Símbolos de obras consultadas”.
La siguiente lista también indica la palabra griega que se halla en estos lugares en el texto griego de Westcott y
Hort. Ky representa a Ký·ri·os, “Señor”, y sus varias formas. De manera similar, Th representa a The·ós, “Dios”, y sus varias
formas. Un asterisco (*) antes de cualquiera de estos símbolos indica que la palabra griega está acompañada por el artículo
definido en el texto griego. El signo de suma (+) después de la cita del versículo indica que se puede hallar información
adicional en una nota respecto a ese versículo.

Deuteronomio 8:3 De modo que te humilló y te dejó padecer hambre+ y te alimentó con el maná,+ que ni tú habías
conocido ni tus padres habían conocido; para hacerte saber que no solo de pan vive el hombre, sino que de toda expresión
de la boca de Jehová vive el hombre.+

Lucas 4:4 Pero Jesús le respondió: “Está escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre’”.*+

Juan 4:34 Jesús les dijo: “Mi alimento+ es hacer la voluntad+ del que me envió y terminar su obra.+

Modelo del pacto de la ley y sus cumplimientos en las Escrituras Griegas:

Éxodo 23:19 ”Lo mejor* de los primeros frutos maduros de tu suelo has de traer a la casa de Jehová tu Dios. + ”No debes
cocer el cabrito en la leche de su madre.+

”Lo mejor* de los primeros frutos maduros de tu suelo has de traer a la casa de Jehová tu Dios.+

Éxodo 34:26 ”Lo mejor de los primeros frutos+ maduros de tu terreno has de traer a la casa de Jehová tu Dios.+ ”No debes
cocer el cabrito en la leche de su madre”.+

Números 18:12 ”Todo lo mejor* del aceite y todo lo mejor del vino nuevo y el grano, sus primicias,+ que ellos darán a
Jehová, te los he dado a ti.+

Nehemías 10:35 y para traer los primeros frutos maduros de nuestro suelo+ y los primeros frutos maduros de todo el fruto
de toda suerte de árbol,+ año por año, a la casa de Jehová;

1 Corintios 15:20 Sin embargo, ahora Cristo ha sido levantado de entre los muertos,+ las primicias+ de los que se han
dormido [en la muerte].+

”No debes cocer el cabrito en la leche de su madre.+

47
Deuteronomio 14:21 ”No deben comer ningún cuerpo [ya] muerto.*+ Al residente forastero que está dentro de tus puertas
lo podrás dar, y él tendrá que comerlo; o puede haber un venderlo* a un extranjero, porque tú eres un pueblo santo a Jehová
tu Dios. ”No debes cocer un cabrito en la leche de su madre.+

Proverbios 12:10 El justo está cuidando del alma de su animal doméstico,+ pero las misericordias de los inicuos son crueles.
+

ÍNDICE DE PALABRAS BÍBLICAS

Rbi8 págs. 1489 – 1551. ÍNDICE DE PALABRAS BÍBLICAS BIBLIA CON REFERENCIA

CONSOLAR,

Isa 61:2 c. a los de duelo


para proclamar el año de la buena voluntad de parte de Jehová, y el día de la venganza de parte de nuestro Dios; para
consolar a todos los que están de duelo;

2Co 1:4 c. los que se hallan en tribulación

que nos consuela en toda nuestra tribulación, para que nosotros podamos consolar a los [que se hallan] en cualquier clase de
tribulación mediante el consuelo con que nosotros mismos estamos siendo consolados por Dios.

Gé 37:35;
Y todos sus hijos y todas sus hijas siguieron levantándose para consolarlo, pero él siguió rehusando recibir consuelo, y
diciendo: “¡Porque en duelo bajaré a donde mi hijo, al Seol!”. Y su padre continuó llorándolo.

Job 2:11;
Y tres compañeros de Job llegaron a oír acerca de toda esta calamidad que le había sobrevenido, y procedieron a venir, cada
cual de su propio lugar: Elifaz el temanita y Bildad el suhita y Zofar el naamatita. De manera que se encontraron por cita
para ir y condolerse de él y consolarlo.

Isa 40:1;
“Consuelen, consuelen a mi pueblo —dice el Dios de ustedes—.

Isa 49:13.
Den un grito gozoso, cielos, y regocíjate, tierra. Alégrense las montañas con un clamor gozoso. Porque Jehová ha consolado
a su pueblo, y muestra piedad a sus propios afligidos.

CONSUELO,

Ro 15:4 mediante c. de Escrituras


Porque todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción, para que mediante
nuestro aguante y mediante el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.

Gé 37:35;
Y todos sus hijos y todas sus hijas siguieron levantándose para consolarlo, pero él siguió rehusando recibir consuelo, y
diciendo: “¡Porque en duelo bajaré a donde mi hijo, al Seol!”. Y su padre continuó llorándolo.

2Co 1:3.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de tiernas misericordias y el Dios de todo consuelo,

PROFETAS Y REYES DE JUDÁ E ISRAEL

48
nwt-E págs.. 1744-1747 TRADUCCIÓN DEL NUEVO MUNDO EDICIÓN INGLES (2013)

sgd págs.. 14-17 (folleto: Guía para el Estudio de la Palabra de Dios)

LA VIDA DE JESUS EN LA TIERRA

nwt-E págs.. 1748-1767 TRADUCCIÓN DEL NUEVO MUNDO EDICIÓN INGLES (2013)

sgd págs.. 18-33 (folleto: Guía para el Estudio de la Palabra de Dios)

49
Lección 3(a) MANTENTE AL DÍA CON LA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL

Hechos 10:45 Y los fieles que habían venido con Pedro que eran de los circuncisos estaban asombrados, porque la dádiva
gratuita del espíritu santo también estaba siendo derramada sobre gente de las naciones.+

Lucas 12:12 porque el espíritu santo+ les enseñará en aquella misma hora las cosas que deben decir”.+

Juan 16:12, 13 12 ”Tengo muchas cosas que decirles todavía, pero no las pueden soportar ahora.+ 13 Sin embargo, cuando
llegue aquel,* el espíritu de la verdad,+ él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propio impulso, sino que
hablará las cosas que oye, y les declarará las cosas que vienen.+

Proverbios 4:18 Pero la senda de los justos es como la luz brillante que va haciéndose más y más clara hasta que el día
queda firmemente establecido.+

1 Corintios 2:9, 10 9 Pero así como está escrito: “Ojo no ha visto, ni oído ha oído, ni se han concebido en el corazón del
hombre las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman”.+ 10 Pues es a nosotros a quienes Dios las ha revelado+
mediante su espíritu,+ porque el espíritu+ escudriña todas las cosas, hasta las cosas profundas+ de Dios.

Preguntas:

Salmo 43:3 Envía tu luz y tu verdad. Que estas mismas me guíen. Que me traigan a tu santa montaña y a tu magnífico
tabernáculo.

Isaías 42:6, 7 6 “Yo mismo, Jehová, te he llamado en justicia,+ y procedí a asirte de la mano.+ Y te salvaguardaré y te daré
como pacto del pueblo,+ como luz de las naciones,+ 7 [y has de] abrir los ojos ciegos,+ sacar del calabozo al prisionero,
+ de la casa de detención a los que están sentados en oscuridad.+

W00 15/3 pág. 10 párr. 1

LA FORMA en que Jehová da a conocer sus propósitos a sus siervos demuestra gran consideración. En vez de revelar toda
la verdad de una vez, en un destello de luz cegador, nos ilumina de manera progresiva. Nuestra andadura por el camino de la
vida puede compararse con la caminata de un excursionista por un largo sendero. Cuando este parte por la mañana
temprano, ve poco. Pero el Sol se eleva lentamente sobre el horizonte y el caminante empieza a distinguir algunos perfiles.
Lo demás son aún contornos nebulosos. Ahora bien, con la ascensión paulatina del Sol, cada vez ve más lejos en la
distancia. Así sucede con la luz espiritual que Dios provee. Él nos permite entender las ideas una tras otra. El Hijo de Dios,
Jesucristo, suministró el conocimiento espiritual de manera similar. Veamos cómo Jehová iluminó a su pueblo en tiempos
antiguos y cómo lo hace hoy.

Juan 9:5 Mientras estoy en el mundo, luz soy del mundo”.+

Juan 12:35  Entonces Jesús les dijo: “La luz estará entre ustedes un poco de tiempo todavía. Anden mientras tienen la luz,
para que la oscuridad+ no los subyugue; y el que anda en la oscuridad no sabe adónde va.+
50
2 Corintios 4:6 Porque Dios es el que dijo: “De la oscuridad resplandezca la luz”,*+ y él ha resplandecido en nuestros
corazones para iluminar[los]+ con el glorioso conocimiento*+ de Dios por* el rostro de Cristo.+

LOS SIERVOS VERDADEROS DE DIOS EN EL SIGLO PRIMERO

Hechos 15:7-12 7 Ahora bien, cuando se hubo disputado mucho, se levantó Pedro y les dijo: “Varones, hermanos, bien
saben ustedes que desde los primeros días Dios hizo de entre ustedes la selección de que, por mi boca, gente de las naciones
oyera la palabra de las buenas nuevas y creyera; 8 y Dios, que conoce el corazón, dio testimonio dándoles el espíritu santo,
así como nos lo dio también a nosotros. 9 Y no hizo ninguna distinción entre nosotros y ellos, sino que purificó los
corazones de ellos por fe. 10 Ahora, pues, ¿por qué están ustedes poniendo a Dios a una prueba, imponiendo sobre el cuello
de los discípulos un yugo que ni nuestros antepasados ni nosotros fuimos capaces de cargar? 11 Por el contrario, confiamos
en ser salvados mediante la bondad inmerecida del Señor Jesús de la misma manera como esa gente también”. 12 Ante
aquello, toda la multitud calló, y empezaron a escuchar a Bernabé y a Pablo contar las muchas señales y portentos
presagiosos que Dios había hecho mediante ellos entre las naciones.

Hechos 16:4 Ahora bien, a medida que iban viajando por las ciudades entregaban a los de allí, para que los observaran, los
decretos sobre los cuales habían tomado decisión los apóstoles y ancianos* que estaban en Jerusalén.+

Hechos 15:25-31 25 hemos llegado a un acuerdo unánime*+ y nos ha parecido bien escoger a unos varones para
enviarlos a ustedes junto con nuestros amados, Bernabé y Pablo,+ 26 hombres que han entregado sus almas* por el nombre
de nuestro Señor Jesucristo.+ 27 Por lo tanto estamos despachando a Judas y a Silas,+para que ellos también de palabra
informen acerca de las mismas cosas.+28 Porque al espíritu santo+ y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles
ninguna otra carga,+ salvo estas cosas necesarias: 29 que sigan absteniéndose de cosas sacrificadas a ídolos,+ y de sangre,
+ y de cosas estranguladas,*+ y de fornicación.*+ Si se guardan cuidadosamente de estas cosas,+ prosperarán. ¡Buena salud
a ustedes!”.* 30 Por consiguiente, cuando a estos hombres se les dejó ir, bajaron a Antioquía, y reunieron a la multitud y les
entregaron la carta.+ 31 Después de leerla, ellos se regocijaron por el estímulo.+

Hechos 16:4, 5 4 Ahora bien, a medida que iban viajando por las ciudades entregaban a los de allí, para que los
observaran, los decretos sobre los cuales habían tomado decisión los apóstoles y ancianos* que estaban en Jerusalén.+ 5 Por
lo tanto, en realidad, las congregaciones continuaron haciéndose firmes en la fe+ y aumentando en número de día en día.

LOS SIERVOS VERDADEROS DE DIOS EN LA ACTUALIDAD

W14 15/1 pág. 13 párr. 6 

Jesús entonces usó su autoridad real para nombrar un “esclavo fiel y discreto”. Este esclavo suministraría regularmente
alimento espiritual nutritivo a todos los miembros del “solo rebaño” que está bajo el cuidado de Jesús ( Mat. 24:45-47; Juan
10:16). Desde 1919, un pequeño grupo de hermanos ungidos ha cumplido fielmente con la gran responsabilidad de
alimentar a los “domésticos”. El abundante alimento espiritual que nos llega por ese canal fortalece nuestra fe y nuestra
determinación de mantenernos limpios en sentido espiritual, moral, mental y físico. También nos educa y nos prepara para
participar en la obra más importante que se está realizando en la Tierra: la predicación. ¿Aprovechamos al máximo este
alimento espiritual?

51
W13 15/7 pág. 22 párr. 10

¿Quién, entonces, es el esclavo fiel y discreto? Según el patrón que Jesús fijó de alimentar a muchos por medio de unos
pocos, ese esclavo está compuesto por un
pequeño grupo de hermanos ungidos que participan directamente en preparar yproveer alimento espiritual durante la pres
encia de Cristo. A lo largo de los últimos días, estos hermanos ungidos que constituyen el esclavo fiel han estado sirviendo
juntos en la sede mundial. Hoy, ese esclavo es el grupo de cristianos ungidos que forman el Cuerpo Gobernante de los
Testigos de Jehová. Ahora bien, note que, aunque se trata de un esclavo compuesto por más de una persona, la palabra
esclavo está en singular. En armonía con este hecho, el Cuerpo Gobernante actúa como uno solo, es decir, toma sus
decisiones de manera conjunta. 

1 Pedro 1:10-12

10 Respecto a esta misma salvación, los profetas que profetizaron+ acerca de la bondad inmerecida que había de ser para
ustedes+ hicieron una indagación diligente y una búsqueda cuidadosa.+ 11 Siguieron investigando*qué época en particular,
+ o qué suerte de [época], indicaba respecto a Cristo+ el espíritu+ que había en ellos* cuando este de antemano daba
testimonio acerca de los sufrimientos para Cristo+ y acerca de las glorias+ que habían de seguir a estos. 12 A ellos les fue
revelado que, no para sí mismos,+ sino para ustedes, ministraban las cosas que ahora han sido anunciadas+ a ustedes
mediante los que les han declarado las buenas nuevas con espíritu santo+ enviado desde el cielo. En estas mismas cosas los
ángeles desean mirar con cuidado.*+

En el campo doctrinal

W10 15/7 pág. 22 Recuadro

[Recuadro de la página 22]
El espíritu revela el significado del templo espiritual
  Una de “las cosas profundas de Dios” que se revelaron en el siglo primero fue el hecho de que el antiguo tabernáculo y los
templos que posteriormente hubo en Jerusalén simbolizaron una realidad espiritual muy superior. A esta realidad, Pablo la
llamó “la tienda verdadera, que Jehová levantó, y no el hombre” (Heb. 8:2). Se trata de un gran templo espiritual, el cual
representa el sistema que Dios ha establecido para que podamos acercarnos a él gracias al sacrificio y el sacerdocio de
Jesucristo.
  “La tienda verdadera” surgió en el año 29, cuando Jesús se bautizó y fue reconocido por Jehová como aquel que llegaría a
ser un sacrificio perfecto (Heb. 10:5-10). Una vez que murió y resucitó, Cristo entró en el Santísimo del templo espiritual y
presentó el valor de su sacrificio “delante de la persona de Dios” (Heb. 9:11, 12, 24).
  Pablo ya había dicho en otra de sus cartas que los cristianos ungidos estaban “creciendo para ser un templo santo para
Jehová” (Efe. 2:20-22). ¿Sería este templo lo mismo que “la tienda verdadera” de la que el apóstol habló después en su carta
a los Hebreos? Por décadas, los siervos de Jehová creyeron que sí. Les parecía que los cristianos ungidos estaban siendo
preparados en la Tierra para llegar a ser “piedras” del templo celestial de Jehová (1 Ped. 2:5).
  No obstante, alrededor del año 1971, los representantes de la clase del esclavo comenzaron a entender que el templo
mencionado en Efesios no podía ser el gran templo espiritual de Jehová. Si “la tienda verdadera” hubiera estado formada
por cristianos ungidos resucitados, no habría podido existir sino hasta “la presencia del Señor”, pues durante ese período
empezaron a resucitar (1 Tes. 4:15-17). Sin embargo, Pablo indicó lo siguiente sobre el tabernáculo: “Esta misma tienda es
una ilustración para el tiempo señalado que está aquí ahora” (Heb. 9:9).
  Al comparar detenidamente estos y otros pasajes, se comprendió que el templo espiritual no está en proceso de
construcción y que los cristianos ungidos no son “piedras” que estén siendo preparadas en la Tierra para formar parte de
dicho templo. Más bien, ellos están sirviendo en el patio y en el Santo del templo espiritual y ofrecen a diario “sacrificio de
alabanza” a Dios (Heb. 13:15).

52
Lucas 21:26 mientras que los hombres desmayan por el temor+ y la expectación de las cosas que vienen sobre la tierra
habitada;*+ porque los poderes* de los cielos serán sacudidos.+

W94 15/2 págs. 19,20 párr. 14-18

¿Qué tribulación ocurrirá antes de los fenómenos celestes?


14
El cumplimiento de la profecía de Joel, en armonía con otras profecías que emplean expresiones semejantes, nos
ayuda a comprender el significado de Mateo 24:29. Evidentemente, lo que Jesús dijo concerniente a ‘la oscuridad del sol y
la luna y la caída de las estrellas’ no se refiere a sucesos que ocurrirían durante las muchas décadas de la conclusión del
presente sistema, tales como lanzamientos espaciales, alunizajes, etc. No; él aludió a sucesos relacionados con “el día de
Jehová, grande e inspirador de temor”, es decir, la destrucción que ha de venir.
15
Esto nos permite entender mejor cómo es que los fenómenos celestes ocurrirían “inmediatamente después de la
tribulación”. Jesús no se estaba refiriendo a la tribulación que culminó en 70 E.C. Más bien, aludía al comienzo de la gran
tribulación que le sobrevendrá al sistema mundial en el futuro, con la cual finalizará su prometida “presencia”. (Mateo
24:3.) Dicha tribulación no ha llegado aún.
16
¿Qué puede decirse de las palabras de Marcos 13:24: “Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se
oscurecerá, y la luna no dará su luz”? Las palabras “aquellos” y “aquella” son formas del pronombre demostrativo griego
e·keí·nos, que indica algo distante en el tiempo. Puede usarse para señalar un suceso que pertenece al pasado distante (o
mencionado anteriormente), o algo que sucederá en el futuro lejano. (Mateo 3:1; 7:22; 10:19; 24:38; Marcos 13:11, 17, 32;
14:25; Lucas 10:12; 2 Tesalonicenses 1:10.) Así, cuando Marcos 13:24 habla de “aquella tribulación”, no se refiere a la que
trajeron los romanos, sino a la acción poderosa de Jehová que marcará el fin del presente sistema.
17
Los capítulos 17 a 19 de Revelación armonizan con Mateo 24:29-31, Marcos 13:24-27 y Lucas 21:25-28, y confirman
la explicación actualizada de estos últimos. ¿De qué manera? Los Evangelios muestran que esta tribulación no  comenzará y
terminará de una vez. Después del inicio de la tribulación, todavía habrá humanos desobedientes vivos que verán “la señal
del Hijo del hombre”, se lamentarán y, como dice Lucas 21:26, ‘desmayarán por el temor y la expectación de las cosas que
vienen sobre la tierra habitada’. Se sobrecogerán de terror al ver “la señal” que presagia su inminente destrucción.
18
Según la Revelación, el ataque de los “cuernos” militarizados de la “bestia salvaje” internacional contra “la gran
ramera”, Babilonia la Grande, marcará el comienzo de la venidera gran tribulación. (Revelación 17:1, 10-16.) No obstante,
quedarán con vida muchas personas, pues los reyes, los comerciantes y los capitanes de barco, entre otros, lamentarán el fin
de la religión falsa. Sin duda, muchos se percatarán de que su juicio se ha acercado. (Revelación 18:9-19.)

Romanos 13:1, 2 1Toda alma* esté en sujeción+ a las autoridades superiores,+ porque no hay autoridad+ a no ser por
Dios;+ las autoridades que existen están colocadas por Dios+ en sus posiciones relativas.*+ 2 Por lo tanto, el que se
opone* a la autoridad se ha puesto en contra del arreglo de Dios; los que se han puesto en contra de este recibirán juicio
para sí.+

W95 15/5 págs. 21,22 párr. 4,5

Aclaración sobre “las potestades superiores”


4
Se recibió un brillante destello de luz en 1962 con respecto a Romanos 13:1, que dice: “Sométase toda persona a las
potestades superiores [“autoridades superiores”, Traducción del Nuevo Mundo]”. (Versión Moderna.) Los primeros
Estudiantes de la Biblia entendían que “las potestades superiores” mencionadas aquí eran las autoridades mundanas.
Pensaban que, en conformidad con este versículo, si el cristiano era reclutado en tiempo de guerra, estaba obligado a
ponerse el uniforme, llevar un arma e ir al frente, a las trincheras. Se pensaba que, como el cristiano no puede matar a su
prójimo, en el peor de los casos tendría que disparar al aire.
53
5
Los números de La Atalaya del 15 de mayo y del 1 de junio de 1963 (en inglés, 15 de noviembre y 1 de diciembre de
1962) arrojaron luz clara sobre este asunto al analizar las palabras de Jesús recogidas en Mateo 22:21: “Paguen a César las
cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios”. Relacionado con esa postura está lo que los apóstoles dijeron en Hechos
5:29: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres”. Los cristianos estamos en sujeción a
César —“las potestades superiores”— siempre que no nos exija desobedecer la ley de Dios. Se entendió que la sujeción a
Cesar era relativa, no absoluta. Los cristianos pagamos a César únicamente lo que no está en conflicto con los requisitos de
Dios. Fue una gran satisfacción entender con claridad ese asunto.

Mateo 6:9 ”Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera:+ ”‘Padre nuestro [que estás] en los cielos, santificado+ sea* tu
nombre.+

W95 15/5 pág. 25 párr. 17


17
Durante mucho tiempo los Testigos hablaron de la vindicación del nombre de Jehová. Ahora bien, ¿había puesto Satanás
en tela de juicio el nombre de Jehová? ¿Lo había hecho alguno de sus agentes, como si a Jehová no  le correspondiera ese
nombre? De ninguna manera. No fue el nombre de Jehová lo que se desafió y lo que necesitaba ser vindicado. Por eso, las
publicaciones actuales de la Sociedad Watch Tower no mencionan la vindicación del nombre de Jehová, sino la vindicación
de la soberanía de Jehová y la santificación de su nombre. Tal proceder está en conformidad con lo que Jesús nos dijo que
pidiéramos en oración: “Santificado sea tu nombre”. (Mateo 6:9.) Jehová dijo en muchas ocasiones que santificaría su
nombre, el cual los israelitas habían profanado, no desafiado. (Ezequiel 20:9, 14, 22; 36:23.)

W13 15/7 págs. 20-25

¿Quién es “el esclavo fiel y discreto”?
“¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos [...]?”
(MAT. 24:45)
BUSQUE LAS RESPUESTAS
¿Quién es el esclavo fiel y discreto?
¿Quiénes son los domésticos, y cuándo nombró Jesús al esclavo fiel sobre ellos?
¿Cuándo nombrará Cristo al esclavo fiel sobre todos sus bienes, y cuáles son estos?
“HERMANOS, he perdido la cuenta de las veces que han llegado a mis manos artículos que decían justo lo que yo
necesitaba cuando más lo necesitaba.” Así expresó una hermana su gratitud en una carta dirigida a nuestra sede mundial.
¿Le ha pasado a usted lo mismo que a ella? A muchos de nosotros sí. Y eso es algo que no debería sorprendernos.
2
 El oportuno alimento espiritual que recibimos es prueba de que Jesús, Cabeza de la congregación, está cumpliendo su
promesa de alimentarnos. ¿Por medio de quién lo hace? Cuando dio la señal de su presencia, dijo que usaría al “esclavo fiel
y discreto” para darles “alimento al tiempo apropiado” a sus domésticos (lea Mateo24:45-47).* Ese esclavo fiel es el
conducto mediante el cual Jesús alimenta a sus verdaderos discípulos en este tiempo del fin. Es vital identificarlo: nuestra
salud espiritual y nuestra amistad con Dios dependen de ese conducto (Mat. 4:4; Juan 17:3).
3
 Entonces, ¿cómo debemos entender la ilustración sobre el esclavo fiel y discreto? En el pasado, nuestras publicaciones
han explicado lo siguiente: Jesús nombró al esclavo fiel sobre sus domésticos en el Pentecostés del año 33; el esclavo
representa al conjunto de cristianos ungidos que a partir de ese año han vivido en la Tierra en cualquier momento dado; los
domésticos son esos mismos ungidos, pero vistos como individuos, y en 1919 Jesús nombró al esclavo fiel “sobre todos sus
bienes”, es decir, sobre todos los intereses del Reino en la Tierra. Sin embargo, después de volver a estudiar y meditar
cuidadosamente este asunto con la ayuda de la oración, vemos necesario modificar nuestra forma de entender las palabras

54
de Jesús sobre el esclavo fiel y discreto (Prov. 4:18). Examinemos dicha parábola y veamos qué tiene que ver con nosotros,
sea que abriguemos la esperanza celestial o la terrenal.
¿CUÁNDO SE CUMPLE LA ILUSTRACIÓN?
4
 El contexto muestra que la ilustración del esclavo fiel y discreto no empezó a cumplirse en el Pentecostés del año 33,
sino en este tiempo del fin. Veamos cómo nos llevan las Escrituras a esa conclusión.
5
 Esta parábola forma parte de la profecía de Jesús sobre “la señal de [su] presencia y  de la conclusión del sistema de
cosas” (Mat. 24:3). La primera sección de la profecía, registrada en Mateo 24:4-22, tiene dos cumplimientos. El primero
tuvo lugar en los años que transcurrieron desde el 33 hasta el 70, y el segundo —mucho más abarcador— lo estamos viendo
en nuestros días. ¿Significa esto que la parábola de Jesús sobre el esclavo fiel también tendría dos cumplimientos?
En realidad, no.
6
 A partir de las palabras que leemos en Mateo 24:29, Jesús se refirió principalmente a sucesos que ocurrirían en nuestros
días (lea Mateo 24:30, 42, 44).Hablando de la gran tribulación, dijo que los habitantes de la Tierra “verán al Hijo del
hombre viniendo sobre las nubes del cielo”. Luego exhortó a quienes vivieran en los últimos días a mantenerse alerta con
estas palabras: “No saben en qué día viene su Señor [...], porque a una hora que no piensan que es, viene el Hijo del
hombre”.*En este contexto —al hablar de sucesos que ocurrirían en los últimos días—, Jesús relató la parábola del esclavo
fiel. Así pues, podemos concluir que sus palabras sobre ese esclavo fiel solo empezaron a cumplirse después de 1914,
cuando comenzaron los últimos días. ¿Por qué es lógica esta conclusión?
7
 Piense en la pregunta que planteó Jesús: “¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto[?]”. En el siglo primero
no tenía sentido hacerla. Como vimos en el artículo anterior, los apóstoles realizaban milagros y hasta transmitían dones
milagrosos, así que estaba claro que eran ellos los que tenían el apoyo divino ( Hech. 5:12). Por eso, ¿por qué iba alguien a
preguntar quién había sido nombrado por Jesús para dirigir a sus ovejas? Sin embargo, en 1914 la situación era muy
distinta. La temporada de la cosecha había empezado ese año. Por fin era hora de separar la mala hierba del trigo (Mat.
13:36-43). Pero al empezar la temporada de la cosecha, había muchos cristianos falsos que afirmaban ser los verdaderos
seguidores de Jesús. Así que surgió esta cuestión fundamental: ¿cómo podría reconocerse el trigo, es decir, los cristianos
ungidos? La ilustración de Jesús dio una clave. Los cristianos ungidos serían aquellos que estuvieran bien alimentados
espiritualmente.
¿QUIÉN ES EL ESCLAVO FIEL Y DISCRETO?
8
 El esclavo fiel debe estar compuesto por cristianos ungidos que vivan en la Tierra. A ellos se les llama “un sacerdocio
real”, y se les ha encomendado que “‘declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz
maravillosa” (1 Ped. 2:9). Por esta razón resulta apropiado que miembros de ese “sacerdocio real” participen directamente
en enseñar la verdad a sus hermanos en la fe (Mal. 2:7; Rev. 12:17).
9
 ¿Componen el esclavo fiel todos los ungidos que viven en la Tierra? No, la realidad es que no todos los ungidos
participan en proveer alimento espiritual a sus compañeros de creencia de todo el mundo. Es cierto que entre el trigo hay
hermanos ungidos que son siervos ministeriales o ancianos. Ellos enseñan de casa en casa y en sus congregaciones y apoyan
con lealtad las instrucciones que recibimos de la sede mundial, pero no participan en proveer alimento espiritual a la
hermandad. Además, entre los ungidos hay hermanas humildes que nunca intentarían asumir la función de maestros de la
congregación (1 Cor. 11:3; 14:34).
10
 ¿Quién, entonces, es el esclavo fiel y discreto? Según el patrón que Jesús fijó de alimentar a muchos por medio de unos
pocos, ese esclavo está compuesto
porun pequeño grupo de hermanos ungidos que participan directamente en preparar yproveer alimento espiritual durante l
a presencia de Cristo. A lo largo de los últimos días, estos hermanos ungidos que constituyen el esclavo fiel han estado
sirviendo juntos en la sede mundial. Hoy, ese esclavo es el grupo de cristianos ungidos que forman el Cuerpo Gobernante de
los Testigos de Jehová. Ahora bien, note que, aunque se trata de un esclavo compuesto por más de una persona, la
palabraesclavo está en singular. En armonía con este hecho, el Cuerpo Gobernante actúa como uno solo, es decir, toma sus
decisiones de manera conjunta.
¿QUIÉNES SON LOS DOMÉSTICOS?
11
 Debe destacarse que, en la ilustración de Jesús, el esclavo fiel y discreto recibe dos nombramientos distintos. En primer
lugar, se le pone a cargo de los domésticos, y en segundo lugar, de todos los bienes del amo. Puesto que la parábola se
cumple exclusivamente en este tiempo del fin, ambos nombramientos tendrían que producirse después de 1914, cuando
comenzó la presencia de Cristo como Rey.

55
12
 ¿Cuándo nombró Jesús al esclavo fiel sobre sus domésticos? Para averiguar la respuesta, debemos retroceder al
año 1914, al comienzo de la temporada de la cosecha. Como ya aprendimos, en ese entonces había muchos grupos que
afirmaban ser cristianos. ¿De entre cuál de ellos seleccionaría y nombraría Jesús al esclavo fiel? La pregunta se
respondió una vez que él y su Padre vinieron a inspeccionar el templo —el sistema de adoración que Dios ha establecido—,
lo que tuvo lugar desde 1914 hasta principios de 1919 (Mal. 3:1).* ¡Cuánto se alegraron al ver a un pequeño grupo de leales
Estudiantes de la Biblia que demostraban un profundo amor por Jehová y su Palabra! Por supuesto, necesitaban pulirse en
algunos aspectos, pero humildemente se dejaron moldear durante un breve período de prueba y limpieza (Mal. 3:2-4).
Aquellos fieles Estudiantes de la Biblia eran auténtico trigo. En 1919, año en que experimentaron un resurgimiento
espiritual, Jesús seleccionó de entre ellos algunos hermanos ungidos capacitados para que compusieran el esclavo fiel y
discreto y los nombró sobre sus domésticos.
13
 ¿Quiénes, entonces, son los domésticos? Dicho sencillamente, los que son alimentados. Al comienzo de los últimos
días, todos los domésticos eran cristianos ungidos. Pero más
tarde, el grupo de los domésticos llegó a incluir a la granmuchedumbre de otras ovejas. Estas componen ahora la inmensa
mayoría del “solo rebaño” que sigue a Cristo (Juan 10:16). Tanto los ungidos como las otras ovejas se benefician del mismo
alimento espiritual que el esclavo fiel proporciona “al tiempo apropiado”. ¿Y qué puede decirse de los miembros del Cuerpo
Gobernante que hoy componen ese esclavo fiel y discreto? Ellos también necesitan alimentarse espiritualmente, así que con
humildad reconocen que a nivel individual son domésticos como todos los demás cristianos verdaderos.
14
 Jesús puso una seria responsabilidad sobre los hombros del esclavo fiel y discreto. En tiempos bíblicos, un esclavo de
confianza, o mayordomo, tenía a su cargo a todos los siervos de la casa de su amo ( Luc. 12:42, nota). De igual modo, el
esclavo fiel y discreto tiene a su cargo a todos los siervos de Jehová. Entre sus deberes figura supervisar el uso de bienes
materiales, la obra de predicar, la preparación de asambleas y la producción de las publicaciones bíblicas que se emplean en
el ministerio, en el estudio personal y en las reuniones cristianas. Los domésticos dependen de todos los recursos
espirituales que proporciona este esclavo compuesto.
¿CUÁNDO SE LE NOMBRA SOBRE TODOS LOS BIENES DELAMO?
15
 ¿Cuándo hace Jesús el segundo nombramiento, el que consiste en poner al esclavo a cargo de “todos sus bienes”?
Él dijo: “¡Feliz es aquel esclavo si su amo, al llegar [o, literalmente, “habiendo venido”, según la nota], lo hallara
haciéndolo así! En verdad les digo: Lo nombrará sobre todos sus bienes” (Mat. 24:46, 47). Observe que Jesús efectúa el
segundo nombramiento después de llegar y ver que el esclavo ha estado “haciéndolo así”, es decir, que ha estado
suministrando fielmente alimento espiritual. Así que habría un intervalo entre los dos nombramientos. Entonces, ¿cómo y
cuándo nombra Jesús al esclavo sobre todos sus bienes? Para contestar esta pregunta, debemos saber dos
cosas: cuándo llega él y cuáles son esos bienes.
16
 ¿Cuándo llega Jesús? El contexto lo aclara. Recuerde que cuando los versículos previos dicen que Jesús “viene”, esa
palabra se refiere al tiempo en que llega a dictar y ejecutar su sentencia al final de este sistema ( Mat. 24:30, 42, 44).*Por lo
tanto, la llegada, o venida, de Jesús mencionada en la ilustración del esclavo fiel tiene lugar durante la gran tribulación.
17
 ¿Cuáles son “todos [los] bienes” de Jesús? Él no dijo que fueran únicamente sus bienes en la Tierra. En realidad, Jesús
tiene una inmensa autoridad en los cielos. “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra”, declaró ( Mat.
28:18; Efes. 1:20-23). Ahora sus bienes incluyen el Reino mesiánico, que le ha pertenecido desde 1914 y que compartirá
con sus discípulos ungidos (Rev. 11:15).
18
 ¿A qué conclusión nos llevan estos hechos? Cuando Jesús venga como Juez durante la gran tribulación, verá que el
esclavo fiel ha estado suministrando lealmente alimento espiritual a los domésticos al tiempo apropiado. Entonces se
complacerá en efectuar el segundo nombramiento: lo nombrará sobre todos sus bienes. Quienes componen el esclavo fiel
recibirán ese nombramiento cuando obtengan su recompensa celestial y lleguen a ser reyes con Cristo.
19
 ¿Es la recompensa que el esclavo fiel recibe en los cielos mayor que la del resto de los ungidos? La  respuesta es no.
Aunque una recompensa se le haya prometido a un grupo pequeño en un momento determinado, también pueden acabar
recibiéndola otras personas. Por ejemplo, piense en lo que Jesús les dijo a sus 11 apóstoles fieles la noche antes de
morir (lea Lucas 22:28-30). Él le prometió a ese pequeño grupo de hombres una magnífica recompensa por su lealtad:
compartiría con ellos su autoridad de Rey. Sin embargo, años después indicó quetodos los ungidos, los 144.000 sin
excepción, se sentarían en tronos y reinarían con él (Rev. 1:1; 3:21). De modo parecido, según indica Mateo 24:47, Jesús le
prometió a un pequeño grupo de hombres —los hermanos ungidos que componen el esclavo fiel— que lo nombraría sobre
todos sus bienes. Pero, realmente, son los 144.000 en su totalidad los que compartirán la inmensa autoridad celestial de
Cristo (Rev. 20:4, 6).
56
20
 Mediante el esclavo fiel y discreto, Jesús está siguiendo el mismo patrón que estableció en el siglo primero: alimentar a
muchos por medio de unos pocos. Nombró a ese esclavo para asegurarse de que en estos últimos días sus verdaderos
discípulos —sean de los ungidos o de las otras ovejas— tuvieran un suministro constante de alimento espiritual “al tiempo
apropiado”. ¡Cuánto lo agradecemos! Pues bien, demostremos nuestra gratitud apoyando lealmente a los hermanos ungidos
que componen ese esclavo fiel y discreto (Heb. 13:7, 17).
[Recuadro de la página 22]
¿LO HA CAPTADO?
“El esclavo fiel y discreto”: Un pequeño grupo de hermanos ungidos que participan directamente en preparar y proveer
alimento espiritual durante la presencia de Cristo. Hoy, esos hermanos ungidos componen el Cuerpo Gobernante
“Sus domésticos”: Todos los que son alimentados, tanto ungidos como otras ovejas
“Su amo [lo] nombró sobre sus domésticos”: En 1919, Jesús seleccionó hermanos ungidos capacitados para componer su
esclavo fiel y discreto
“Lo nombrará sobre todos sus bienes”: Quienes componen el esclavo serán nombrados sobre todos los bienes del amo al
recibir su recompensa en los cielos. Junto con los demás de los 144.000 compartirán la inmensa autoridad celestial de Cristo
[Ilustración de las páginas 22 y 23]
Sea que abriguemos la esperanza celestial o la terrenal, todos somos domésticos y necesitamos el mismo alimento espiritual
al tiempo apropiado
[Recuadro de la página 24]
SI ALGUNA VEZ AQUEL ESCLAVO MALO...
  Jesús ha colocado sobre los hombros del esclavo fiel y discreto la más pesada de las responsabilidades: cuidar de los
domésticos y proporcionarles alimento espiritual al tiempo apropiado. Jesús sabía que a quienes más responsabilidades
tienen, más se les exige (Luc. 12:48). Por consiguiente, concluyó su parábola sobre el esclavo fiel y discreto con una seria
advertencia.
Jesús habló de un esclavo malo que, creyendo que su amo tarda en volver, se pone a golpear a sus coesclavos. Cuando el
amo llega —dijo Jesús—, lo castiga “con la mayor severidad” (lea Mateo 24:48-51).
  ¿Estaba prediciendo Jesús que habría un simbólico esclavo malo en los últimos días? No. Es verdad que algunos han
manifestado un espíritu similar al descrito por Jesús. A estos se les podría llamar apóstatas, sean ungidos o de la “gran
muchedumbre” (Rev. 7:9). Pero esas personas no componen un “esclavo malo”. Jesús no dijo que nombraría a un esclavo
malo; más bien, sus palabras constituyen una advertencia dirigida al esclavo fiel y discreto.
  Observemos que Jesús comienza su advertencia con las palabras “si alguna vez”.Cierto especialista señala que en el texto
griego esta expresión denota una “idea de condición o hipótesis”. En otras palabras, Jesús dijo: “En el supuesto caso de que
el esclavo fiel y discreto maltratara así a sus compañeros, esto es lo que el amo haría al llegar” (vea también  Lucas 12:45).
Sin embargo, el esclavo fiel y discreto en conjunto se ha mantenido alerta proporcionando alimento espiritual nutritivo.
  Los hermanos ungidos que componen el esclavo fiel reconocen que rendirán cuentas al Amo por el modo como cuiden de
sus domésticos. Desean de corazón cumplir lealmente su responsabilidad para que, cuando por fin llegue el Amo, puedan
escuchar que les dice “bien hecho”.

En el campo moral

Jv pág. 172-175 (LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ, PROCLAMADORES DEL REINO DE DIOS)


Capítulo 13
Se nos conoce por nuestra conducta

VIVIMOS en una era en la que grandes sectores de la humanidad han descartado las normas morales que habían sido
respetadas por mucho tiempo. La mayoría de las religiones de la cristiandad han hecho lo mismo, ya sea en nombre de la
tolerancia o arguyendo que los tiempos han cambiado y que ya no tienen vigencia los tabúes de generaciones pasadas. En
cuanto al resultado de esto, Samuel Miller, un deán del Colegio Teológico de la Universidad de Harvard, dijo: ‘Lo que pasa
es que la Iglesia ya no lleva la delantera. Ha aceptado y absorbido la cultura de nuestro tiempo’. El efecto de esto en la vida
de los que buscaban guía en esas iglesias ha sido devastador.

57
En cambio, con referencia a los testigos de Jehová L’Eglise de Montréal (La Iglesia de Montreal), boletín semanal de la
archidiócesis de Montreal (Canadá), dijo: “Tienen extraordinarios valores morales”. Muchos maestros, patronos y
funcionarios gubernamentales concuerdan en esto. ¿Qué da cuenta de esta reputación?
Ser testigo de Jehová implica mucho más que sencillamente adoptar cierto conjunto de creencias doctrinales y testificar
a otros acerca de ellas. El cristianismo primitivo era conocido como el “Camino”, y los testigos de Jehová reconocen que
hoy la religión verdadera debe ser un modo de vivir. (Hech. 9:2.) Sin embargo, como sucedió con respecto a otras
cuestiones, a los Testigos modernos les tomó algún tiempo llegar a tener una comprensión equilibrada de lo que esto
implica.
“Carácter o pacto, ¿cuál?”
Aunque comenzaron con consejo bíblico bien fundado sobre la necesidad de imitar a Cristo, el énfasis que pusieron
algunos de los primeros Estudiantes de la Biblia en lo que llamaban “desarrollo del carácter” tendió a minimizar ciertos
aspectos del cristianismo verdadero. Parece que algunos opinaban que el ser de disposición gentil —presentar siempre la
apariencia de ser amables y buenos, hablar con dulzura, evitar todo despliegue de ira, leer las Escrituras diariamente— les
garantizaría la entrada al cielo. Pero perdían de vista el hecho de que Cristo había comisionado a sus discípulos para
efectuar una obra.
Este problema se trató con seriedad en el artículo “Carácter o pacto, ¿cuál?” de la revista The Watch Tower del 1 de
mayo de 1926. El artículo mostraba que el intento de los Estudiantes de la Biblia por alcanzar un “carácter perfecto”
mientras estaban en la carne hacía que algunos se desanimaran y se dieran por vencidos, pero a la misma vez llevaba a otros
a una actitud santurrona que resultaba en que perdieran de vista el mérito del sacrificio de Cristo. Después de recalcar la
importancia de tener fe en la sangre derramada de Cristo, el artículo destacó que era fundamental ‘hacer cosas’ en el
servicio divino como prueba de que se seguía un camino que agradaba a Dios. (2  Ped. 1:5-10.) En aquel tiempo, cuando
gran parte de la cristiandad aún pretendía apegarse a las normas morales de la Biblia, lo que intensificó el contraste entre los
testigos de Jehová y la cristiandad fue el énfasis que estos dieron a la importancia de actuar. El contraste se notó aún más a
medida que todo el que decía ser cristiano tuvo que enfrentarse con cuestiones de moralidad que iban haciéndose comunes.
‘Absténganse de la fornicación’
La norma cristiana relacionada con la moralidad sexual se expuso con claridad hace mucho tiempo en la Biblia. “Esto es
la voluntad de Dios: la santificación de ustedes, que se abstengan de la fornicación [...]. Porque Dios nos llamó, no con
permiso para inmundicia, sino con relación a santificación. Así, pues, el hombre que muestra desatención, no está
desatendiendo a hombre, sino a Dios.” (1 Tes. 4:3-8.) “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal
sea sin contaminación, porque Dios juzgará a los fornicadores y a los adúlteros.” (Heb. 13:4.) “¿No saben que los injustos
no heredarán el reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, [...] ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos
contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres, [...] heredarán el reino de Dios.” (1 Cor. 6:9, 10.)
Ya para noviembre de 1879 la Watch Tower había señalado esta norma a los cristianos verdaderos. Sin embargo, no se
trató con frecuencia ni extensamente como si fuera un problema grave entre los primeros Estudiantes de la Biblia.
No obstante, a medida que la actitud del mundo se hacía más permisiva, hubo que dar más atención a este requisito,
especialmente para el tiempo de la II Guerra Mundial. Esto se hizo necesario debido a que algunos testigos de Jehová
estaban empezando a creer que, con tal de ocuparse en dar testimonio, cualquier tipo de laxitud en cuestiones relacionadas
con la moralidad sexual era solo asunto personal. Es cierto que en agosto de 1935 La Torre del Vigía había dicho con
claridad que el participar en el ministerio del campo no autorizaba la conducta inmoral. Pero no todos tomaron a pecho lo
que se dijo. De modo que en el número de septiembre de 1941 La Atalaya analizó de nuevo el asunto con bastante
detenimiento en el artículo “El día de Noé”. Este señaló que el libertinaje sexual de los días de Noé fue una de las razones
que llevaron a Dios a destruir al mundo de entonces, y mostró que lo que Dios hizo en aquella ocasión fijó un patrón para lo
que haría en nuestro tiempo. Con franqueza advirtió que un siervo íntegro de Dios no podía dedicar parte de su día a hacer
la voluntad del Señor y luego, el resto del tiempo, entregarse a “las obras de la carne”. (Gál. 5:17-21.) A este siguió, en La
Atalaya de octubre de 1942, otro artículo que condenaba la conducta que no armonizara con las normas morales que la
Biblia da a personas solteras y casadas. Nadie debería pensar que su participación en la predicación pública del mensaje del

58
Reino como testigo de Jehová le daba permiso para llevar un estilo de vida relajado. (1 Cor. 9:27.) Con el tiempo se
tomarían medidas aún más estrictas para proteger la limpieza moral de la organización.
Algunos de los que entonces expresaban el deseo de ser testigos de Jehová se habían criado en lugares donde se permitía
el matrimonio de prueba, se toleraban las relaciones sexuales entre personas comprometidas, o se veía como algo normal
una relación consensual entre gente que no estaba casada legalmente. Algunos matrimonios procuraban abstenerse de las
relaciones íntimas. Otras personas, aunque no se habían divorciado, habían dado un paso imprudente al separarse de sus
cónyuges. Con el fin de proveer la dirección necesaria, durante los años cincuenta La Atalaya trató todas estas situaciones,
analizó las responsabilidades maritales, enfatizó la prohibición bíblica de la fornicación y, para evitar malentendidos,
explicó en qué consistía. (Hech. 15:19, 20; 1 Cor. 6:18.)
Este asunto recibió atención especial en lugares donde los que empezaban a asociarse con la organización de Jehová no
tomaban en serio las normas morales de la Biblia. Así, cuando N. H. Knorr, tercer presidente de la Sociedad Watch Tower,
visitó Costa Rica en 1945, dijo en un discurso sobre la moralidad cristiana: “Voy a darles un consejo a todos los que están
aquí esta noche y viven con una mujer sin haber legalizado su matrimonio. Vayan a la Iglesia Católica e inscríbanse en ella,
porque allí pueden seguir con esa práctica. Pero esta es la organización de Dios, y aquí eso no se permite”.
A partir de los años sesenta, cuando los homosexuales comenzaron a manifestar abiertamente sus prácticas, muchas
iglesias decidieron aceptarlos en su seno después de debatir el asunto. En la actualidad, ciertas iglesias ordenan incluso
clérigos que son homosexuales. Las publicaciones de los testigos de Jehová también trataron estas cuestiones con el fin de
ayudar a la gente sincera que tenía preguntas al respecto. Pero los Testigos nunca tuvieron dudas en cuanto a cómo ver la
homosexualidad. ¿Por qué no? Porque para ellos los requisitos bíblicos no son simples opiniones de hombres de otra época.
(1 Tes. 2:13.) Con gusto dan lecciones bíblicas a homosexuales para que aprendan los requisitos de Jehová; y esas personas
pueden asistir a las reuniones de los Testigos para escuchar; sin embargo, nadie que siga practicando la homosexualidad
puede ser testigo de Jehová. (1 Cor. 6:9-11; Judas 7.)
En los últimos años se ha hecho común en el mundo el que jóvenes no casados se entreguen a la satisfacción de sus
deseos sexuales. El mundo ejerció presión sobre los jóvenes de familias de los testigos de Jehová para inducirles a seguir
ese proceder, y algunos de ellos comenzaron a adoptarlo. ¿Qué hizo la organización al respecto? En La Atalaya y
¡Despertad! se publicaron artículos para ayudar a los padres y a sus hijos a tener el punto de vista bíblico. En las asambleas
se presentaron dramas de la vida real con el fin de ayudar a todos a darse cuenta de lo que sucede cuando se rechazan las
normas morales de la Biblia y de los beneficios que resultan al obedecer los mandamientos de Dios. Uno de los primeros
dramas, presentado en 1969, fue “Espinas y trampas hay en el camino del independiente”. Se prepararon libros especiales
que ayudaban a la juventud a apreciar la sabiduría del consejo bíblico. Entre estos estuvieron Tu juventud... aprovechándola
de la mejor manera (publicado en 1976) y Lo que los jóvenes preguntan.—Respuestas prácticas (publicado en 1989). Los
ancianos locales dieron consejo espiritual a individuos y familias. También se protegió a las congregaciones de los testigos
de Jehová expulsando de ellas a los pecadores que no se arrepentían.
El derrumbe moral del mundo no ha hecho que los testigos de Jehová adopten una actitud permisiva. Antes bien, el
Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová ha recalcado aún más lo imprescindible de evitar no solo los actos sexuales
ilícitos, sino también las influencias y situaciones que socavan los valores morales. Durante las tres últimas décadas ha
provisto instrucción para fortalecer contra “faltas secretas” como la masturbación, y ha advertido del peligro de la
pornografía, las telenovelas y la música que degrada. Así, aunque en el mundo la moralidad ha ido en decadencia, entre los
testigos de Jehová ha subido.

1 Corintios 5:13 mientras Dios juzga a los de afuera?+ “Remuevan al [hombre] inicuo de entre ustedes.”+

W95 15/5 pág.13 párr. 15


15
Se toleraban casos flagrantes de inmoralidad sexual en la congregación cristiana de Corinto. Un hombre había tomado a la
esposa de su padre, practicando así ‘fornicación como ni siquiera la había entre las naciones’. Pablo escribió claramente:
“Remuevan al hombre inicuo de entre ustedes”. (1 Corintios 5:1, 11-13.) La acción de expulsar era nueva para la
congregación cristiana. Otro proceder inapropiado sobre el que la congregación de Corinto también necesitaba
59
esclarecimiento era que algunos de sus miembros llevaban a sus hermanos espirituales ante los tribunales mundanos para
resolver sus diferencias. Pablo los reprendió enérgicamente por hacer esto. (1 Corintios 6:5-8.)

Km 8/02 pág.3,4

Demostremos lealtad cristiana cuando se expulsa a un pariente

1
Los vínculos familiares pueden ser muy fuertes. Este hecho supone una prueba para el cristiano cuando su cónyuge, un
hijo, un padre u otro pariente cercano es expulsado o se desasocia de la congregación (Mat. 10:37). ¿Cómo debe el cristiano
leal tratar a ese pariente? ¿Es diferente el trato que se le da si dicha persona vive en la casa del Testigo? Pues bien,
repasemos lo que dice la Biblia al respecto, y tengamos presente que sus principios son aplicables tanto a los que han sido
expulsados como a los que se han desasociado.
2
Cómo tratar a los expulsados. La Palabra de Dios manda a los cristianos que no se relacionen con alguien que ha sido
expulsado de la congregación al decir: “Cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que, llamándose hermano, sea
fornicador, o persona dominada por la avidez, o idólatra, o injuriador, o borracho, o que practique extorsión, y ni siquiera
coman con tal hombre. [...] Remuevan al hombre inicuo de entre ustedes” (1 Cor. 5:11, 13). Las palabras de Jesús anotadas
en Mateo 18:17 también son aplicables: “[Que el expulsado] sea para ti exactamente como hombre de las naciones y como
recaudador de impuestos”. Quienes oyeron a Jesús sabían muy bien que sus contemporáneos judíos no confraternizaban de
modo alguno con los gentiles y evitaban a los recaudadores de impuestos como si fueran marginados. Con estas palabras,
Jesús ordenó a sus seguidores que no se relacionaran con los expulsados (véase La Atalaya del 15 de noviembre de 1981,
págs. 12-14).
3
Eso significa que los cristianos leales no tienen trato espiritual con nadie que ha sido expulsado de la congregación.
Pero hay más implicado. La Palabra de Dios dice que ‘ni siquiera comamos con tal hombre’ (1 Cor. 5:11). De modo que
también evitamos el trato social con tal persona, lo que descartaría ir con ella a una comida campestre, a una fiesta, a un
partido, al centro comercial, al cine o sentarnos a comer con ella, sea en el hogar o en un restaurante.
4
¿Se puede hablar con un expulsado? Aunque la Biblia no menciona todas las situaciones que pudieran surgir, 2 Juan 10
nos ayuda a comprender cómo ve Jehová el asunto: “Si alguno viene a ustedes y no trae esta enseñanza, nunca lo reciban en
casa ni le digan un saludo”. La Atalaya del 15 de noviembre de 1981, página 19, comenta: “Decir un sencillo ‘¡Hola!’ a
alguien puede ser el primer paso que lleve a una conversación y tal vez hasta a una amistad. ¿Quisiéramos dar ese primer
paso respecto a una persona expulsada?”.
5
El mismo número de La Atalaya, en la página 25, agrega: “La realidad es que cuando un cristiano se entrega al pecado
y se le tiene que expulsar, pierde mucho: la posición aprobada que tenía delante de Dios;  [...] el grato compañerismo de los
hermanos, que incluye mucha de la asociación que tenía con parientes cristianos”.
6
Cuando se vive en la misma casa familiar. ¿Significa esto que los cristianos que viven en la misma casa con un
familiar expulsado no pueden hablar ni comer ni relacionarse con él mientras realizan sus actividades diarias? La nota al pie
de la página 22 de La Atalaya del 15 de abril de 1991 señala: “Si en un hogar cristiano hubiera un familiar expulsado, este
todavía formaría parte de los tratos y actividades normales y cotidianos de la casa”. Por lo tanto, les toca a los miembros de
la familia decidir hasta qué grado lo incluirán cuando coman o participen en otras actividades domésticas. Sin embargo,
no querrán dar a los hermanos con quienes se relacionan la impresión de que todo marcha igual que antes de la expulsión.
7
Ahora bien, La Atalaya del 15 de noviembre de 1981, página 22, menciona lo siguiente en cuanto al expulsado o
desasociado: “Los vínculos espirituales anteriores han sido rotos por completo. Esto es cierto aun respecto a los parientes
del expulsado, entre ellos los de su círculo familiar inmediato o cercano. [...] Eso significa cambios en el compañerismo
espiritual que haya existido en el hogar. Por ejemplo, si al esposo se le ha expulsado, su esposa e hijos no se sentirían
cómodos si él condu[jera] el estudio bíblico de la familia o toma[ra] la delantera en la lectura de la Biblia y en orar. Si él
quiere hacer una oración, como, por ejemplo, a la hora de comer, él tiene derecho a hacerlo en su propio hogar. Pero los
demás pueden hacer sus propias oraciones a Dios en silencio. (Pro. 28:9; Sal. 119:145, 146) ¿Qué hay si algún expulsado
que vive en el hogar quiere estar presente cuando la familia lee la Biblia junta o tiene un estudio bíblico? Los otros pudieran
permitirle estar presente para escuchar con tal que no tratara de enseñarles o compartir con ellos sus ideas religiosas”.

60
8
Si se expulsa de la congregación a un hijo menor que vive en el hogar, los padres cristianos aún son responsables de su
crianza. La Atalaya del 15 de noviembre de 1988, página 20, aclara: “Tal como continuarán suministrándole alimento, ropa
y abrigo, tienen que instruirle y disciplinarle en conformidad con la Palabra de Dios. (Proverbios 6:20-22; 29:17.) Por eso,
los padres amorosos quizás adopten la medida de conducir un estudio bíblico en el hogar con él, aunque esté expulsado.
Puede que el estudio le sea del mayor beneficio como fuente de corrección si es un estudio con él solo. O quizás los padres
decidan que el joven implicado puede continuar participando en el estudio de la familia” (véase también La Atalaya del 1 de
octubre de 2001, págs. 16, 17).
9
Familiares que no viven en la misma casa. “La situación es diferente si el expulsado o desasociado es un pariente
que vive fuera del círculo familiar y el hogar inmediatos —señala La Atalaya del 15 de abril de 1988, página 28—. Pudiera
ser posible eliminar casi todo contacto con tal pariente. Aun cuando hubiera ciertos asuntos de familia que exigieran
comunicación, ciertamente esto se mantendría al mínimo”, en armonía con el mandato divino de “ces[ar] de mezclarse en la
compañía de cualquiera” que sea un pecador impenitente (1 Cor. 5:11). Los cristianos leales deben esforzarse por evitar
todo trato innecesario con tal pariente, hasta el punto de mantener al mínimo absoluto las relaciones comerciales (véase
también La Atalaya del 15 de noviembre de 1981, págs. 23, 24).
10
La Atalaya dirige nuestra atención a otra situación que pudiera surgir: “¿Qué hay si se expulsa[ra] a algún pariente
cercano de una familia, como a un hijo o a un padre que no viviera con ellos en su hogar, y más tarde éste quisiera mudarse
al hogar de la familia de nuevo? La familia podría decidir qué hacer, según las circunstancias. Por ejemplo, puede que una
madre o un padre expulsado esté enfermo o ya no esté en condiciones económicas o físicas que le permitan cuidar de sí
[mismo]. Los hijos cristianos tienen una obligación bíblica y moral de prestar ayuda. (1 Tim. 5:8) [...] Lo que se haga puede
depender de factores como las verdaderas necesidades del padre, su actitud y la consideración que el cabeza de la familia le
tenga al bienestar espiritual de los miembros de su casa” (véase La Atalaya del 15 de noviembre de 1981, págs. 22, 23).
11
Respecto a un hijo, el mismo artículo pasa a decir: “A veces los padres cristianos han permitido que un hijo expulsado
que haya enfermado física o emocionalmente regrese al hogar por un tiempo. Pero en cada caso los padres pueden pesar las
circunstancias individuales. ¿Ha vivido por su propia cuenta un hijo expulsado, y ya no puede hacerlo, o quiere volver al
hogar principalmente porque sería una vida más fácil? ¿Qué se puede decir acerca de su moralidad y de su actitud?
¿Introducirá ‘levadura’ en el hogar?—Gál. 5:9”.
12
Los beneficios de ser leales a Jehová. Cooperar con la disposición bíblica de la expulsión y evitar a los pecadores
impenitentes nos reporta beneficios. Conserva la limpieza de la congregación y nos caracteriza como apoyadores de las
elevadas normas morales de la Biblia (1 Ped. 1:14-16). Nos protege de las influencias corruptoras (Gál. 5:7-9). Además, da
al pecador la oportunidad de beneficiarse plenamente de la disciplina recibida, la cual puede ayudarle a producir “fruto
pacífico, a saber, justicia” (Heb. 12:11).
13
Tras escuchar un discurso en una asamblea de circuito, un cristiano y su hermana se dieron cuenta de que tenían que
hacer cambios en la manera de tratar a su madre, quien no vivía con ellos y llevaba seis años expulsada. Tan pronto terminó
la asamblea, él la llamó y, luego de confirmarle su amor, le explicó que ya no  le hablarían a menos que surgieran asuntos
importantes de familia que los obligaran a ponerse en contacto. Poco después, la madre empezó a asistir a las reuniones y
con el tiempo fue restablecida. Además, su esposo no creyente comenzó a estudiar la Biblia y se bautizó.
14
Apoyar lealmente la disposición bíblica de la expulsión es una demostración de nuestro amor a Jehová y suministra
una respuesta para el que lo desafía con escarnio (Pro. 27:11). A cambio, podemos contar con la bendición divina. El rey
David escribió lo siguiente acerca de Jehová: “En cuanto a sus estatutos, no me desviaré de ellos. Con alguien leal tú
actuarás en lealtad” (2 Sam. 22:23, 26).

61
Efesios 4: 19 Habiendo llegado a estar más allá de todo sentido moral, se entregaron a la conducta relajada para obrar toda
clase de inmundicia con avidez.

W12 15/3 págs. 30,31

Preguntas de los lectores

¿Puede un cristiano llegar tan bajo en el vicio de ver pornografía que termine siendo expulsado de la congregación?
▪ La respuesta es sí. Esto subraya la importancia de rechazar de plano cualquier clase de pornografía, ya sea en forma de
texto o de imágenes en revistas, películas, videos o Internet.
La pornografía ha llegado hasta el último rincón de este mundo. Internet la ha puesto al alcance de la gente como nunca
antes, y personas de todas las edades se han visto infectadas por esta terrible plaga. Hay quienes se han topado con páginas
pornográficas sin pretenderlo. Otros, sin embargo, han accedido a ellas a propósito, tal vez en el hogar o la oficina, donde
les resulta más fácil leer o ver pornografía en secreto. Este es un asunto que los cristianos debemos tomar muy en serio.
¿Por qué?
Jesús indicó una de las principales razones cuando advirtió: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una
pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” (Mat. 5:28). Por supuesto, las relaciones sexuales normales
no tienen nada de malo cuando sirven como fuente de placer dentro del matrimonio (Pro. 5:15-19; 1 Cor. 7:2-5). Pero la
pornografía muestra relaciones inmorales que estimulan los malos pensamientos condenados por Jesús. Dicho sin rodeos,
quien lee o ve pornografía viola este mandato divino: “Amortigüen [o “den muerte a”] [...] los miembros de su cuerpo que
están sobre la tierra en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría” (Col.
3:5; Traducción en lenguaje actual).
¿Qué hay si un cristiano ha mirado pornografía en una o dos ocasiones? En cierto sentido, se encuentra en una situación
tan peligrosa como la de Asaf, quien admitió: “En cuanto a mí, mis pies casi se habían desviado, casi se había hecho que
mis pasos resbalaran”. Si ha estado viendo imágenes pornográficas de hombres o mujeres desnudos o de una pareja teniendo
relaciones, no puede tener la conciencia tranquila ni estar en paz con Dios. Más bien, se sentirá como Asaf: “Llegué a ser
plagado todo el día, y la corrección mía es cada mañana” (Sal. 73:2, 14).
Si un cristiano ha caído en este pecado, es vital que abra los ojos y comprenda que necesita ayuda espiritual. La Biblia
indica que puede conseguirla en la congregación: “Aunque un hombre dé algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello,
ustedes los que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad,
vigilándote a ti mismo” (Gál. 6:1). En efecto, uno o dos ancianos pueden prestarle asistencia, lo que incluye orar con él
teniendo fe en que Jehová “sanará” al enfermo espiritual y “le perdonará” (Sant. 5:13-15). Quienes han buscado ayuda para
romper con el vicio de la pornografía se sienten hoy como Asaf, quien afirmó: “Acercarme a Dios es bueno para mí” (Sal.
73:28).
No obstante, el apóstol Pablo explicó que algunos no se arrepintieron “de su inmundicia y fornicación y conducta
relajada [o desvergonzada]” (2 Cor. 12:21). Según explica el lexicógrafo Marvin R. Vincent, el término griego traducido
“inmundicia” en este caso “se refiere a la impureza en su sentido más sucio”. La triste realidad es que ciertos tipos de
pornografía son mucho peores que unos cuantos desnudos o escenas de un hombre y una mujer cometiendo fornicación.
En algunos casos se presentan actos tan sucios y repugnantes como relaciones homosexuales, sexo en grupo, contacto
sexual con animales, pornografía infantil, violaciones en grupo, maltrato de mujeres y diversos tipos de sadomasoquismo.
Según indicó Pablo, algunos que estaban “mentalmente [...] en oscuridad” fueron “más allá de todo sentido moral, [y] se
entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avidez” (Efe. 4:18, 19).
Pablo también mencionó la “inmundicia” en Gálatas 5:19. Un teólogo británico señala: “En este caso, el término puede
referirse más especialmente a todos los deseos antinaturales”. Sin duda, ningún cristiano puede negar que los actos
anteriormente citados son “deseos antinaturales” sucios, repugnantes y depravados. En Gálatas 5:19-21, el apóstol dejó
claro que “los que practican” este tipo de inmundicia “no heredarán el reino de Dios”. Por lo tanto, ¿qué sucedería si un
cristiano llevara cierto tiempo —tal vez un período considerable— viendo pornografía repugnante y sexualmente

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degradante? Si no se arrepintiera y dejara ese vicio, tendría que ser expulsado para conservar la pureza y el buen espíritu de
la congregación cristiana (1 Cor. 5:5, 11).
Es bueno saber que algunos que han estado viendo estos tipos repugnantes de pornografía han pedido ayuda a los
ancianos y han hecho cambios drásticos. Jesús advirtió a ciertos cristianos de la antigua Sardis: “Fortalece las cosas
restantes que estaban a punto de morir, [...] continúa teniendo presente cómo has recibido y cómo oíste, y sigue
guardándolo, y arrepiéntete. Ciertamente, a menos que despiertes [...,] no sabrás de ningún modo a qué hora vendré sobre ti”
(Rev. 3:2, 3). No hay duda de que es posible arrepentirse y escapar del “fuego” de la pornografía (Jud. 22, 23).
No obstante, será mucho mejor si cada uno de nosotros toma la firme resolución de no correr el más mínimo riesgo en
este campo. Por lo tanto, ¡mantengámonos lo más lejos posible de cualquier tipo de pornografía!
[Nota]
Las diferencias entre inmundicia, fornicación y conducta relajada se explican en La Atalaya del 15 de julio de 2006, páginas
29 a 31.
[Comentario de la página 30]
Si un cristiano cae en un pecado, es vital que abra los ojos y comprenda que necesita ayuda espiritual

W06 15/7 págs. 30, 31

Preguntas de los lectores

¿Puede alguien ser expulsado de la congregación cristiana por ser culpable de inmundicia, tal como puede ocurrir si
es culpable de fornicación o conducta relajada?
La respuesta es sí. La persona puede ser expulsada de la congregación si practica fornicación, conducta relajada o
algunas clases de inmundicia, y no se arrepiente. El apóstol Pablo menciona estos tres pecados junto con otros males que
pueden llevar a la expulsión, al escribir: “Las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación, inmundicia, conducta
relajada [...;] les aviso de antemano [...] que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios” (Gálatas 5:19-21).
El término fornicación (en griego por·néi·a) abarca toda relación sexual ilícita fuera del matrimonio, lo que incluye el
adulterio, la prostitución y las relaciones sexuales entre personas no casadas, así como el sexo oral y anal y la manipulación
sexual de los órganos genitales de una persona que no sea su cónyuge. Quienes practican fornicación y no se arrepienten
no pueden permanecer en la congregación cristiana.
La expresión conducta relajada (en griego a·sél·guei·a) denota “desenfreno [...], vida licenciosa, depravación”.
El Léxico Griego-Español del Nuevo Testamento, de Alfred E. Tuggy, la define así: “descaro, grosería, desvergüenza,
libertinaje, insolencia”. Otro léxico la define como una forma de “conducta que traspasa todos los límites socialmente
aceptables”.
Como indican estas definiciones, en la “conducta relajada” se dan dos elementos: 1) la conducta en cuestión constituye
una violación grave de las leyes de Dios, y 2) la actitud del pecador es irrespetuosa e insolente.
Por lo tanto, la expresión “conducta relajada” no se refiere a mala conducta de poca importancia, sino a actos que
constituyen graves violaciones de las leyes de Dios y que reflejan una actitud descarada o un atrevimiento irreverente, es
decir, una actitud que revela falta de respeto o hasta desprecio por las leyes, normas y autoridad. Pablo también relaciona la
conducta relajada con el coito ilícito (Romanos 13:13, 14). Puesto que en Gálatas 5:19-21 se incluye la conducta relajada
entre algunas de las prácticas pecaminosas que impedirían que se heredara el Reino de Dios, esta es motivo suficiente para
que una persona sea censurada y hasta expulsada de la congregación cristiana.
La palabra inmundicia (en griego a·ka·thar·sí·a) es, de los tres términos que se traducen “fornicación”, “inmundicia” y
“conducta relajada”, el que tiene el sentido más amplio. Abarca cualquier clase de impureza, sea en asuntos sexuales, en el
habla, en la conducta o en las relaciones espirituales. “Inmundicia” incluye una amplia variedad de pecados graves.

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En 2 Corintios 12:21, Pablo alude a los que ‘pecaron antes, pero que no se han arrepentido de la inmundicia y
fornicación y conducta relajada que han practicado’. Puesto que la “inmundicia” aparece junto con la “fornicación” y la
“conducta relajada”, es evidente que algunas clases de inmundicia son motivo para formar un comité judicial. Claro está, el
término “inmundicia” es amplio y abarca asuntos que no ameritan la formación de un comité judicial. Tal como una casa
puede estar un poco sucia o sumamente asquerosa, también hay diversos grados de inmundicia.
En Efesios 4:19, Pablo habla de algunas personas que habían “llegado a estar más allá de todo sentido moral” y que “se
entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avidez”. Así pues, Pablo sitúa la “inmundicia con
avidez” en la misma categoría que la conducta relajada. Si un cristiano bautizado practica “inmundicia con avidez” y no  se
arrepiente, puede ser expulsado de la congregación por ser culpable de inmundicia grave.
Supongamos que una pareja de novios se acariciara apasionadamente en numerosas ocasiones. Podría ser que los
ancianos determinaran que, aunque la pareja no manifestó una actitud de descaro —característica de la conducta relajada—,
sí hubo cierta avidez en su conducta. Por lo tanto, los ancianos formarían un comité judicial, pues se produjo inmundicia
grave. Si alguien mantuviera repetidas conversaciones telefónicas de índole sexual con otra persona, también se podría
tratar el caso sobre la base de la inmundicia grave, sobre todo si se le había aconsejado anteriormente.
Los ancianos deben ser discernidores al atender casos como estos. Tienen que analizar con cuidado lo que ha sucedido y
el grado al que se llegó. No es cuestión de concluir que alguien es culpable de conducta relajada porque no aceptó el consejo
bíblico. Tampoco se trata de establecer de manera sistemática el número de veces que puede cometerse un pecado antes de
que se forme un comité judicial. Los ancianos deben pedir la ayuda de Jehová y pesar cuidadosamente cada situación;
también han de averiguar lo que ocurrió, la frecuencia, la naturaleza y el grado del mal comportamiento, así como las
intenciones y los motivos del pecador.
La inmundicia grave no solo se manifiesta en pecados sexuales. Por ejemplo, imagínese a un jovencito bautizado que se
fuma unos cuantos cigarrillos en un corto espacio de tiempo. Él confiesa el pecado a sus padres y está decidido a no volver a
hacerlo. Se trata de un caso de inmundicia en el que no ha llegado a haber “inmundicia con avidez”. Bastaría con que el
joven recibiera los consejos bíblicos de uno o dos ancianos y el apoyo de sus padres. Ahora bien, ¿y si el joven fumara
habitualmente? Esto constituiría una contaminación deliberada de la carne, y se formaría un comité judicial para que
atendiera el asunto sobre la base de inmundicia grave (2 Corintios 7:1). Si el muchacho no se arrepintiera, habría que
expulsarlo.
Algunos cristianos han comenzado a ver pornografía. Aunque esto ofende a Dios, y es normal que los ancianos se
sorprendan si se enteran de que un hermano en la fe ha estado viendo pornografía, no siempre es necesario formar un comité
judicial. Por ejemplo, supongamos que un hermano ha visto pornografía “blanda” en varias ocasiones. Como se siente
avergonzado, lo confiesa a un anciano, resuelto a no repetir este pecado. El anciano bien podría llegar a la conclusión de que
su conducta no ha llegado al punto de ser “inmundicia con avidez”. El hermano tampoco mostró una actitud descarada, y
por lo tanto no constituiría conducta relajada. Aunque no sea necesario emprender ninguna acción judicial, este tipo de
inmundicia exigirá sólidos consejos bíblicos y, quizás, la ayuda continuada de los ancianos.
Ahora bien, supongamos que, durante años, un cristiano ha visto en secreto pornografía repugnante y sexualmente
degradante, y ha hecho todo lo posible por ocultar este pecado. Dicho material pornográfico pudiera abarcar violaciones en
grupo, sadomasoquismo, tortura sádica, maltrato de mujeres o hasta pornografía infantil. Cuando su conducta sale a la luz,
se siente profundamente avergonzado. Aunque no tenga una actitud descarada, los ancianos tal vez determinen que ‘se ha
entregado’ a un vicio repugnante y que ha practicado “inmundicia con avidez”, es decir, inmundicia grave. En ese caso, se
formaría un comité judicial porque su conducta implica inmundicia grave. El pecador sería expulsado si no demostrara que
está sinceramente arrepentido y que ha tomado la determinación de nunca más volver a ver pornografía. Si hubiera invitado
a alguien a ver pornografía en su casa —lo que equivaldría a promoverla—, sería prueba de que tal persona tenía una actitud
descarada, característica de la conducta relajada.
El término bíblico “conducta relajada” siempre se refiere a un pecado grave, normalmente de índole sexual. Para ver si
se trata de conducta relajada, los ancianos deben analizar si hay descaro, desenfreno, grosería y desvergüenza, y si se atentó
contra la decencia pública. Por otro lado, las transgresiones graves de la ley de Jehová que comete una persona que

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no manifiesta una actitud de descaro pudieran implicar “avidez”. Tales casos tienen que ver con inmundicia grave, y deben
tratarse sobre esa base.
Es una seria responsabilidad tener que determinar si alguien ha llegado al punto de hacerse culpable de inmundicia grave
o de conducta relajada, pues hay vidas en juego. Por eso, quienes tengan que juzgar estos casos deben pedir a Jehová
espíritu santo, discernimiento y entendimiento. Los ancianos han de mantener la pureza de la congregación, y sus decisiones
deben basarse en la Palabra de Dios y en las instrucciones del “esclavo fiel y discreto” (Mateo 18:18; 24:45). Más que
nunca, en estos días malvados, los ancianos querrán tener presentes las siguientes palabras: “Vean lo que hacen, porque
no es para el hombre que ustedes juzgan, sino que es para Jehová” (2 Crónicas 19:6).

g 11/13 págs 4,5


AYUDA PARA LAS FAMILIAS | LA CRIANZA DE LOS HIJOS
Cómo advertirles sobre el sexteo

EL PROBLEMA
Puede que haya escuchado que el sexteo (o sexting) es muy común entre los jóvenes, y tal vez se pregunte si su hijo o su
hija sería capaz de hacer algo así.
¿Cómo puede abordar el asunto? Antes de responder la pregunta, veamos por qué sextean algunos jóvenes y por qué
debería preocuparle.
LAS CAUSAS
• Algunos adolescentes envían mensajes sexuales para coquetear con la persona que les gusta.
• Hay chicas que envían fotos de ellas desnudas debido a que se sienten presionadas por un muchacho.
• Puede que un chico reenvíe una foto explícita de una chica para entretener a sus amigos o para vengarse de ella por
terminar con él.
En cualquier caso, un teléfono en manos de un adolescente es como un arma que podría meterlo en muchos problemas.
“Basta con oprimir un botón para arruinarle la vida a alguien”, comenta el libro CyberSafe (Ciberseguros).
Pocos saben que cuando ponen una foto en línea no pueden controlar la manera en que otros la usarán. En un informe, el
FBI dijo que una joven de 18 años “se suicidó después de que una foto en la que aparecía desnuda y que le había enviado a
su novio terminó en manos de cientos de compañeros de escuela. Al parecer, los estudiantes siguieron reenviando la foto y
la estaban acosando”.
El sexteo también tiene consecuencias legales. En algunos lugares, por ejemplo, los menores que han enviado imágenes
sexuales a otros menores han sido acusados de producir y transmitir pornografía infantil y han sido registrados como
delincuentes sexuales. Además, usted puede verse en aprietos si el teléfono del cual se envía el mensaje está a su nombre o
si no hace nada para que su hijo deje de sextear.
LO QUE PUEDE HACER
Póngale reglas claras. Es cierto que no podrá controlar totalmente lo que su hijo o hija hace con el teléfono, pero sí podrá
ponerle reglas y explicarle las consecuencias de romperlas. Recuerde también que como padre tiene derecho a supervisar el
uso que le da a su teléfono. (Principio bíblico: Efesios 6:1.)
Ayúdelo a entender la gravedad del problema. Puede decirle: “La gente dice muchas cosas acerca del sexteo. ¿Para ti qué
es eso?”. “¿Qué tipos de fotos dirías que son inapropiadas?” “En algunos lugares, la ley castiga a los menores que envían
fotos sexuales a otros menores. ¿Crees que están exagerando?” “¿Crees que el sexteo es inmoral?” Escuche sus opiniones y
ayúdelo a pensar en las consecuencias. (Principio bíblico: Hebreos 5:14.)
Preséntele situaciones imaginarias. Si tiene una hija, podría decirle algo como: “Imagínate que un chico está presionando
a una chica para que le envíe una foto de ella desnuda. ¿Qué debería hacer ella? ¿Hacerle caso para no perder su amistad?

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¿No hacer lo que dice, pero seguir coqueteando con él? ¿Terminar la relación? ¿Hablar con un adulto?”. Ayúdela a
reflexionar en el asunto. Si tiene un hijo, podría preguntarle algo parecido (Principio bíblico: Gálatas 6:7.)
Apele a su sentido del bien y del mal. Pregúntele: “¿Es importante tener una buena reputación? ¿Por cuáles cosas quieres
ser conocido? ¿Cómo te sentirías si humillas a alguien enviando alguna foto inapropiada de él? ¿Cómo te sentirías si haces
lo correcto?”. Ayude a su hijo o hija a “ten[er] una buena conciencia” (1 Pedro 3:16).
Ponga el ejemplo. La Biblia dice que la sabiduría de Dios es “casta, [...] sin ser hipócrita” (Santiago 3:17). ¿Practica usted
lo que enseña? El libro CyberSafe comenta: “[Los padres] tenemos que poner el ejemplo y evitar las imágenes y los sitios de
Internet inmorales o ilegales”.
[Nota]
El sexteo es la práctica de enviar mensajes, fotos o videos íntimos o de claro contenido sexual a través del teléfono. Si desea
más información, visite www.jw.org/es, haga clic en ENSEÑANZAS BÍBLICAS > JÓVENES y lea el artículo “Los
jóvenes preguntan: ¿Tiene algo de malo el sexteo?”.
[Recuadro de la página 5]
TEXTOS CLAVE
“Hijos, sean obedientes a sus padres.” (Efesios 6:1)
“[Las] personas maduras [...] tienen sus facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo
incorrecto.” (Hebreos 5:14)
“Cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará.” (Gálatas 6:7)
[Recuadro de la página 5]
SUGERENCIA
Si se le hace incómodo hablar con su hijo del sexteo, intente esto:
Pregúntele qué cosas hacen los muchachos en la escuela. Entonces diga: “He oído mucho acerca del sexteo. ¿Está de
moda?”.
Trate de averiguar su opinión al respecto. Podría preguntarle: “¿Crees que los muchachos se dan cuenta de que sextear
tiene consecuencias?”.
Pregúntele qué haría si le sextearan, y luego explíquele lo que debería hacer.
Un consejo: Utilizar una noticia le ayudará a iniciar la conversación. Por ejemplo, podría decir: “Leí que las fotos que una
chica se tomó desnuda terminaron en manos de todos sus compañeros de clase. ¿Ha pasado eso en tu escuela?”.

Romanos 12:9 Sea [su] amor sin hipocresía. Aborrezcan lo que es inicuo; adhiéranse a lo que es bueno.

W97 1/1 págs 26 – 29


Aborrezcamos lo que es inicuo

JEHOVÁ es un Dios santo. En tiempos antiguos él era el “Santo de Israel”, y como tal, exigía que Israel fuera limpio,
inmaculado. (Salmo 89:18.) Dijo a su pueblo escogido: “Tienen que resultar santos, porque yo soy santo”. (Levítico 11:45.)
Cualquiera que deseara “ascender a la montaña de Jehová” debía ser “inocente de manos y limpio de corazón”. (Salmo
24:3, 4.) Estas palabras implicaban más que evitar los pecados. Querían decir “odiar lo malo”. (Proverbios 8:13.)
En muestra de su amor, Jehová promulgó leyes detalladas para que la nación de Israel pudiera reconocer y evitar la
maldad. (Romanos 7:7, 12.) Estas leyes incluían directrices estrictas sobre moralidad. El adulterio, las prácticas
homosexuales, las relaciones incestuosas y la bestialidad se señalaron como contaminantes inmundos de la espiritualidad.
(Levítico 18:23; 20:10-17.) A las personas culpables de esos actos degradados se las cortaba de la nación de Israel.
Cuando la congregación de cristianos ungidos llegó a ser “el Israel de Dios”, se promulgaron para ellos estas mismas
normas morales. (Gálatas 6:16.) Los cristianos también tenían que ‘aborrecer lo que es inicuo’. (Romanos 12:9.) Lo que
Jehová le dijo a Israel les aplicaba asimismo a ellos: “Tienen que ser santos, porque yo soy santo”. (1  Pedro 1:15, 16.) Las
prácticas inmundas, como la fornicación, el adulterio, la homosexualidad, la bestialidad y el incesto, no debían corromper la
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congregación cristiana. Los que no quisieran abandonarlas serían excluidos del Reino de Dios. (Romanos 1:26, 27; 2:22;
1 Corintios 6:9, 10; Hebreos 13:4.) Las “otras ovejas” deben cumplir las mismas normas en estos “últimos días”. (2 Timoteo
3:1; Juan 10:16.) Por consiguiente, los cristianos ungidos y las otras ovejas componen un pueblo limpio y sano, en
condición de llevar el nombre de su Dios como testigos de Jehová. (Isaías 43:10.)
Se mantiene limpia la congregación
En cambio, el mundo aprueba todo tipo de inmoralidad. Aunque los cristianos verdaderos son distintos, no deben olvidar
que muchos de los que ahora sirven a Jehová estuvieron alguna vez en el mundo. Hay gran cantidad de personas que antes
de conocer a nuestro santo Dios, no veían ninguna razón para no satisfacer los deseos y las fantasías de su carne caída, y se
revolcaban en un “bajo sumidero de disolución”. (1 Pedro 4:4.) Después de hablar de las prácticas repugnantes de la gente
degradada de las naciones, el apóstol Pablo dijo: “Eso era lo que algunos de ustedes eran”. No  obstante, siguió diciendo:
“Pero ustedes han sido lavados, pero ustedes han sido santificados, pero ustedes han sido declarados justos en el nombre de
nuestro Señor Jesucristo y con el espíritu de nuestro Dios”. (1 Corintios 6:11.)
Palabras reconfortantes, sin duda. No importa lo que alguien haya hecho en el pasado, esa persona cambia cuando las
gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo tocan su corazón. Entonces ejerce fe y se dedica a Jehová Dios. De ese momento
en adelante vive una vida pura moralmente, limpia a los ojos de Dios. (Hebreos 9:14.) Los pecados que cometió
anteriormente le son perdonados, y puede ‘extenderse hacia adelante a las cosas más allá’. (Filipenses 3:13, 14; Romanos
4:7, 8.)
Jehová perdonó a David, arrepentido, su asesinato y adulterio, y perdonó a Manasés, también arrepentido, su idolatría
inmoral y su mucho derramamiento de sangre. (2 Samuel 12:9, 13; 2 Crónicas 33:2-6, 10-13.) Podemos estar
verdaderamente agradecidos de que él esté dispuesto a perdonarnos a nosotros también si nos arrepentimos y nos acercamos
a él con sinceridad y humildad. Ahora bien, aunque Jehová perdonó a David y Manasés, estos dos hombres, y todo Israel,
tuvieron que sufrir las consecuencias de sus pecados. (2 Samuel 12:11, 12; Jeremías 15:3-5.) Del mismo modo, aun cuando
Jehová perdona a los pecadores que se arrepienten, tal vez haya consecuencias de sus acciones que estos no puedan eludir.
Consecuencias inevitables
Por ejemplo, puede ocurrir que un hombre que lleva una vida desenfrenada moralmente y contrae el sida, acepte la
verdad y cambie hasta el punto de dedicarse y bautizarse. A partir de entonces es un cristiano limpio espiritualmente que
tiene una relación con Dios y una maravillosa esperanza para el futuro; pero sigue estando enfermo de sida. Puede que con
el tiempo muera de esa enfermedad, una consecuencia triste, aunque ineludible, de su conducta pasada. En el caso de
algunos cristianos, los efectos de la grave inmoralidad de su vida pasada tal vez persistan de otras maneras. Puede que años
después de su bautismo, quizá durante el resto de su vida en este sistema de cosas, tengan que seguir luchando contra los
impulsos carnales por volver a su anterior modo de vida inmoral. Muchos han logrado resistir gracias a la ayuda del espíritu
de Jehová. Pero tienen que pelear una batalla constante. (Gálatas 5:16, 17.)
Tales personas no pecan siempre y cuando controlen sus impulsos. Pero, si se trata de varones, tal vez decidan
sabiamente no ‘procurar’ una responsabilidad en la congregación mientras tengan que luchar contra los fuertes impulsos
carnales. (1 Timoteo 3:1.) ¿Por qué? Porque son conscientes de la confianza que la congregación deposita en los ancianos.
(Isaías 32:1, 2; Hebreos 13:17.) Se dan cuenta de que a estos se les consultan muchos asuntos íntimos y de que tienen que
tratar casos delicados. No sería ni amoroso ni sabio ni razonable que la persona que tiene una lucha constante contra los
deseos carnales inmundos, procure alcanzar tal posición de responsabilidad. (Proverbios 14:16; Juan 15:12, 13; Romanos
12:1.)
En el caso de un hombre que haya sido corruptor de menores antes de bautizarse, tal vez haya otra consecuencia.
Cuando aprende la verdad, se arrepiente y se vuelve, de modo que no introduce ese horrible pecado en la congregación.
Quizá después progrese bien, venza completamente sus malos impulsos y quiera ‘alcanzar’ un puesto de responsabilidad en
la congregación. ¿Qué ocurre, sin embargo, si la comunidad todavía no ha olvidado la mala reputación que se ganó cuando
abusó sexualmente de menores? ¿Sería “irreprensible”? ¿Tendría un ‘excelente testimonio de los de afuera y estaría libre de
acusación’? (1 Timoteo 3:1-7, 10; Tito 1:7.) No, en absoluto. Por lo tanto, no llenaría los requisitos para tener privilegios en
la congregación.

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Cuando peca un cristiano dedicado
Jehová comprende que somos débiles y que podemos caer en el pecado incluso después del bautismo. El apóstol Juan
escribió a los cristianos de su día: “Les escribo estas cosas para que no cometan un pecado. Y no obstante, si alguno comete
un pecado, tenemos un ayudante para con el Padre, a Jesucristo, uno que es justo. Y él es un sacrificio propiciatorio por
nuestros pecados, pero no solo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”. (1 Juan 2:1, 2.) En efecto, sobre la
base del sacrificio de Jesús, Jehová perdonará a los cristianos bautizados que caigan en el pecado, siempre y cuando se
arrepientan de verdad y abandonen su mal proceder.
Vemos un ejemplo de lo susodicho en lo ocurrido en la congregación de Corinto del siglo primero. Cuando llegó a oídos
del apóstol Pablo que había en la joven congregación un caso de fornicación, dio instrucciones de que se expulsara al
culpable. Tiempo después, el pecador se arrepintió, y Pablo exhortó a la congregación a que lo restableciera. (1  Corintios
5:1, 13; 2 Corintios 2:5-9.) Así, gracias al poder sanador de la bondad amorosa de Jehová y al gran valor del sacrificio de
rescate de Jesús, se limpió a ese hombre de su pecado. Hoy pudiera ocurrir lo mismo. Por otra parte, sin embargo, aunque la
persona bautizada que ha cometido un pecado serio se haya arrepentido y Jehová la haya perdonado, tal vez aún tenga que
afrontar las consecuencias de su pecado. (Proverbios 10:16, 17; Gálatas 6:7.)
Pongamos por caso el de una joven dedicada que ha cometido fornicación; quizá sienta profundamente haberlo hecho y
con el tiempo recobre la salud espiritual con la ayuda de la congregación. Ahora bien, ¿qué pasa si está embarazada como
consecuencia de su acto inmoral? En ese caso, lo que hizo cambia inevitablemente toda su vida. Un hombre que haya
cometido adulterio pudiera arrepentirse y no ser expulsado, pero el cónyuge inocente tendría fundamento para divorciarse
de él, y tal vez decidiera hacerlo. (Mateo 19:9.) Si este fuera el caso, ese hombre, aunque Jehová lo hubiera perdonado,
viviría el resto de su vida con esta grave consecuencia de su pecado. (1 Juan 1:9.)
¿Qué ocurre en el caso del hombre cuya falta de amor lo lleva a divorciarse de su esposa para casarse con otra mujer?
Quizá con el tiempo se arrepienta y sea restablecido a la congregación. Puede que con el paso de los años, progrese y ‘pase
adelante a la madurez’. (Hebreos 6:1.) Pero mientras su primera esposa no se case de nuevo, él no llenará los requisitos para
servir en una posición de responsabilidad en la congregación. No es “esposo de una sola mujer” porque se divorció de la
primera sin base bíblica. (1 Timoteo 3:2, 12.)
¿No son estas razones poderosas para que un cristiano aborrezca lo que es inicuo?
¿Qué ocurre con los que abusan de menores?
¿Qué pasa si un cristiano adulto bautizado abusa sexualmente de un niño? ¿Es el pecador tan malvado que Jehová no lo
perdonará nunca? No necesariamente. Jesús dijo que ‘la blasfemia contra el espíritu santo’ era imperdonable. Y Pablo dijo
que no queda sacrificio por los pecados del que practica voluntariosamente el pecado a pesar de conocer la verdad. (Lucas
12:10; Hebreos 10:26, 27.) Pero la Biblia no dice en ningún lugar que no pueda perdonarse a un cristiano adulto que abuse
sexualmente de un niño, se trate de incesto o no. En efecto, se pueden lavar sus pecados si se arrepiente con sinceridad
desde el corazón y cambia su conducta, si bien tal vez tenga que seguir peleando contra los impulsos carnales impropios que
fomentó. (Efesios 1:7.) Y quizá haya consecuencias que no pueda evitar.
Dependiendo de la ley del país donde viva, es probable que lo encarcelen o que el Estado le imponga otras sanciones. La
congregación no lo protegerá de estas consecuencias. Además, ese hombre ha demostrado una seria debilidad que en lo
sucesivo tendrá que tomarse en cuenta. Si parece estar arrepentido, se le animará a progresar espiritualmente, a salir al
servicio del campo e incluso a participar en la Escuela del Ministerio Teocrático y tener asignaciones que no impliquen
enseñanza en la Reunión de Servicio. Eso no quiere decir, sin embargo, que llenará los requisitos para ocupar una posición
de responsabilidad en la congregación. ¿Cuáles son las razones bíblicas para ello?
Por una parte, los ancianos deben tener “autodominio”. (Tito 1:8.) Es cierto que nadie tiene un autodominio perfecto.
(Romanos 7:21-25.) Pero un cristiano adulto dedicado que cae en el pecado de abusar sexualmente de un menor demuestra
una debilidad carnal anormal. La experiencia muestra que esos adultos probablemente abusen de otros niños. Es cierto que
no todos los que abusan de un menor vuelven a cometer ese pecado, pero muchos lo hacen. Y la congregación no puede leer
el corazón para decir quién probablemente abusará de un niño de nuevo y quién no. (Jeremías 17:9.) Por lo tanto, el consejo
de Pablo a Timoteo es aplicable con especial fuerza en el caso de los adultos bautizados que hayan abusado de menores:

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“Nunca impongas las manos apresuradamente a ningún hombre; ni seas partícipe de los pecados ajenos”. (1 Timoteo 5:22.)
Para la protección de nuestros hijos, un hombre que haya abusado de menores no llena los requisitos para ocupar una
posición de responsabilidad en la congregación. Además, no puede ser precursor ni participar en ningún otro aspecto del
servicio especial de tiempo completo. (Compárese con el principio de Éxodo 21:28, 29.)
Puede que alguien pregunte: ‘¿No ha habido casos en que quienes cometieron otros tipos de pecado y parecieron
arrepentirse, volvieron a cometer el mismo pecado más tarde?’. Sí, eso ha ocurrido, pero hay otros factores que analizar. Si,
por ejemplo, un individuo se acerca a otro adulto con intenciones inmorales, este puede oponer resistencia. A los niños es
más fácil engañarlos, confundirlos o aterrorizarlos. La Biblia habla de su falta de sabiduría. (Proverbios 22:15; 1 Corintios
13:11.) Jesús utilizó a los niños como un ejemplo de inocencia y humildad. (Mateo 18:4; Lucas 18:16, 17.) Su inocencia
implica una total falta de experiencia. La mayoría de los niños son abiertos, están deseosos de agradar, y por ello son más
vulnerables a que abuse de ellos un adulto malintencionado a quien conocen y en quien confían. Por lo tanto, la
congregación tiene ante Jehová la responsabilidad de proteger a los niños.
Los niños bien educados aprenden a obedecer y honrar a sus padres, a los ancianos y a otros adultos. (Efesios 6:1,  2;
1 Timoteo 5:1, 2; Hebreos 13:7.) Sería una horrible perversión que una de estas personas con autoridad se aprovechara de la
confianza inocente de un niño para seducirle o forzarle a someterse a actos sexuales. Los que han pasado por esta
experiencia con frecuencia luchan durante años para superar el consiguiente trauma emocional. Por tanto, quien abusa de un
niño tiene que afrontar disciplina severa de parte de la congregación y algunas restricciones. Lo que debe importar no  es su
posición como persona con autoridad, sino la pureza sin tacha de la congregación. (1 Corintios 5:6; 2 Pedro 3:14.)
Si una persona que ha abusado de un menor se arrepiente sinceramente, reconocerá la sabiduría de aplicar los principios
bíblicos. Si en verdad aprende a aborrecer lo que es inicuo, rechazará el pecado cometido y luchará por no  repetirlo.
(Proverbios 8:13; Romanos 12:9.) Además, seguramente agradecerá a Jehová la grandeza de Su amor, gracias al cual un
pecador arrepentido, como él, puede seguir adorando a nuestro Dios santo y tener la esperanza de ser uno de “los rectos”
que residirán en la Tierra para siempre. (Proverbios 2:21.)
[Nota]
Véase la sección “Preguntas de los lectores” de La Atalaya del 1 de mayo de 1996.
[Comentario de la página 28]
Aun cuando Jehová perdona a los pecadores que se arrepienten, tal vez haya consecuencias de sus acciones que estos
no puedan eludir

Cambios de la organización

Isaías 60: 17 En vez del cobre traeré oro, y en vez del hierro traeré plata, y en vez de la madera, cobre, y en
vez de las piedras, hierro; y ciertamente nombraré la paz como tus superintendentes, y la justicia como los que
te asignan tus tareas.

W06 15/2 págs. 26-28 párrs. 1-12


Caminemos en la senda de la iluminación progresiva

“La senda de los justos es como la luz brillante que va haciéndose más y más clara hasta que el día queda
firmemente establecido.” (PROVERBIOS 4:18.)

¿QUIÉN mejor que la propia Fuente de la luz, Jehová Dios, para describir el efecto que la salida del Sol produce en la
oscuridad de la noche? (Salmo 36:9.) Cuando el alba “se [ase] de las extremidades de la tierra”, dice él, esta “se transforma
como barro bajo un sello, y las cosas toman su puesto como en la ropa” (Job 38:12-14). Según aumenta la luz del día, los
objetos terrestres van adquiriendo forma y se hacen reconocibles, tal como la blanda arcilla se transforma cuando se
estampa en su superficie el emblema de un sello.

69
2
Jehová es también la Fuente de la iluminación espiritual (Salmo 43:3). Mientras el mundo permanece sumido en densas
tinieblas, el Dios verdadero continúa arrojando luz sobre su pueblo. ¿Con qué resultados? La Biblia responde: “La senda de
los justos es como la luz brillante que va haciéndose más y más clara hasta que el día queda firmemente establecido”
(Proverbios 4:18). Mediante su luz cada vez más brillante, Jehová sigue iluminando la senda de su pueblo y refinándolo en
lo relativo a la organización, la doctrina y la moralidad.
Iluminación que lleva al refinamiento de la organización
3
Jehová anunció por medio del profeta Isaías: “En vez del cobre traeré oro, y en vez del hierro traeré plata, y en vez de
la madera, cobre, y en vez de las piedras, hierro” (Isaías 60:17). Tal como reemplazar un material de calidad inferior por
uno de mayor calidad supone una mejora, así los testigos de Jehová han experimentado mejoras en su organización durante
“la conclusión del sistema de cosas”, o “los últimos días” (Mateo 24:3; 2 Timoteo 3:1).
4
Al comienzo de los últimos días se elegía democráticamente a los ancianos y los diáconos de las congregaciones de los
Estudiantes de la Biblia (como se conocía entonces a los testigos de Jehová). Sin embargo, había ancianos que carecían del
verdadero espíritu evangelizador; otros no solo eran reacios a predicar, sino que intentaban disuadir a los demás de que lo
hicieran. Por lo tanto, en 1919 se creó una nueva función en las congregaciones: la de director de servicio. En vez de ser
elegido por la congregación, el director de servicio era nombrado de manera teocrática por la sucursal de los siervos de
Dios. Entre sus deberes figuraban organizar la predicación, asignar territorios y fomentar la participación en el ministerio
del campo. Dicho cambio dio a la obra de evangelizar un extraordinario impulso en los años siguientes.
5
Los miembros de las congregaciones cobraron nuevos bríos en 1922, cuando, en la asamblea de los Estudiantes de la
Biblia celebrada en Cedar Point (Ohio, EE.UU.), se les exhortó: “Anuncien, anuncien, anuncien al Rey y su reino”. Para
1927 se había organizado hasta tal punto el servicio del campo, que se designó el domingo como el día más conveniente
para predicar de casa en casa. ¿Por qué el domingo? Porque para la mayor parte de la gente era su día de descanso. En  la
actualidad, los testigos de Jehová demostramos el mismo espíritu al visitar a las personas en los momentos en que es más
probable que estén en casa, como los fines de semana y al anochecer.
6
La predicación del Reino recibió gran ímpetu la tarde del domingo 26 de julio de 1931 al adoptarse una resolución,
primero en una asamblea realizada en Columbus (Ohio, EE.UU.), y luego en todo el mundo. La resolución decía en parte:
“Somos siervos de Jehová Dios comisionados a hacer una obra en su nombre, y, en obediencia a su mandamiento, a entregar
el testimonio de Jesucristo, y dar a conocer a la gente que Jehová es el verdadero y Omnipotente Dios; por lo tanto
gozosamente aceptamos el nombre que la boca de Jehová Dios ha pronunciado, y deseamos ser conocidos como y llamados
por el nombre de testigos de Jehová” (Isaías 43:10). ¡Con cuánta claridad definió el nuevo nombre cuál era la principal
actividad de sus portadores! En efecto, Jehová tenía mucho trabajo para todos sus siervos, y la respuesta general fue muy
entusiasta.
7
Aun cuando muchos ancianos se dedicaron humildemente a predicar, hubo algunos que opusieron bastante resistencia a
la idea de que todos los miembros de la congregación debían participar en el ministerio público. Pero aún vendrían otras
mejoras. Mediante la revista La Torre del Vigía, las congregaciones recibieron en 1932 la directriz de que cesaran de elegir
a los ancianos y los diáconos, y que, en su lugar, eligieran un comité de servicio formado por hombres espirituales que
predicaran públicamente. De este modo, la superintendencia quedó a cargo de quienes participaban activamente en el
ministerio, y la obra siguió adelantando.
La luz más clara trae nuevas mejoras
8
La luz iba “haciéndose más y más clara”. En 1938 se eliminaron por completo las votaciones. Todos los siervos de la
congregación serían nombrados de manera teocrática bajo la supervisión del “esclavo fiel y discreto” (Mateo 24:45-47).
Prácticamente todas las congregaciones de los testigos de Jehová aceptaron el cambio de buena gana, y la obra de dar
testimonio continuó produciendo fruto.
9
A partir del 1 de octubre de 1972 rigió un nuevo cambio en la supervisión de las congregaciones de los testigos de
Jehová por todo el mundo: se sustituyó al siervo, o superintendente, de congregación por un cuerpo de ancianos. Dicho
sistema se ha convertido en un poderoso incentivo para que hermanos maduros reúnan las condiciones necesarias para
dirigir a la congregación (1 Timoteo 3:1-7). En consecuencia, cada vez más hermanos adquieren experiencia en atender las

70
obligaciones de la congregación. ¡Cuánto valoramos su contribución en el pastoreo de la multitud de personas nuevas que
han aceptado la verdad bíblica!
10
El Cuerpo Gobernante fue organizado en seis comités, los cuales asumieron desde el 1 de enero de 1976 la supervisión
de todas las actividades de la organización y de las congregaciones del mundo. ¿Acaso no ha sido sumamente beneficioso
contar con una “multitud de consejeros” que dirija todo aspecto de la obra del Reino? (Proverbios 15:22; 24:6.)
11
El año 1992 fue testigo de otro refinamiento, uno comparable a lo que ocurrió después de que los israelitas y otras
personas regresaron del exilio en Babilonia. Como hacían falta levitas que sirvieran en el templo en ese entonces, se
asignaron más tareas a los netineos, que no eran israelitas. De manera parecida, en 1992 se dieron mayores
responsabilidades de servicio a algunos miembros de las “otras ovejas” para que colaboraran con la clase del esclavo fiel y
discreto en el cuidado de los intereses terrestres, que van en aumento. Se les nombró ayudantes de los comités del Cuerpo
Gobernante (Juan 10:16).
12
¿Qué efecto ha producido todo lo anterior? “Nombraré la paz como tus superintendentes, y la justicia como los que te
asignan tus tareas”, dice Jehová (Isaías 60:17). Hoy día reina “la paz” entre los siervos de Jehová, y el amor a “la justicia”
ha llegado a ser ‘el que les asigna sus tareas’, es decir, la fuerza que los impulsa a servir a Dios. Están muy bien organizados
para realizar la obra de predicar el Reino y hacer discípulos (Mateo 24:14; 28:19, 20).

W95 15/5 pág. 22 párrs. 6-8


Destellos de luz sobre asuntos de organización
6
También surgió la cuestión de quiénes debían ser ancianos y diáconos de la congregación. Para evitar la estructura
jerárquica común en la cristiandad, se llegó a la conclusión de que los miembros de cada congregación debían elegirlos
democráticamente por votación. No obstante, la nueva luz que apareció en The Watchtower del 1 de septiembre y 15 de
octubre de 1932 (en español se publicó una porción de dicha información en el número de enero de 1933) señaló que
no había base bíblica para elegir a los ancianos por votación. De modo que estos fueron sustituidos por un comité de
servicio, y la Sociedad nombró un director de servicio.
7
Los números de La Torre del Vigía de noviembre y diciembre de 1938 (en inglés, 1 y 15 de junio) contenían destellos
de luz que mostraban que los siervos de congregación no debían ser elegidos, sino nombrados, es decir, nombrados
teocráticamente. En 1971, otro destello de luz mostró que la congregación no debía ser dirigida únicamente por un siervo de
congregación, sino por un cuerpo de ancianos, o superintendentes, a quienes nombraría el Cuerpo Gobernante de los
Testigos de Jehová. Por tanto, gracias a este aumento de luz producido durante un período de unos cuarenta años, quedó
claro que los ancianos y los diáconos, conocidos hoy como siervos ministeriales, debían ser nombrados por “el esclavo fiel
y discreto” a través de su Cuerpo Gobernante. (Mateo 24:45-47.) Tal procedimiento estaba en armonía con lo que se hacía
en tiempos apostólicos. El cuerpo gobernante del siglo primero nombró superintendentes a hombres como Timoteo y Tito.
(1 Timoteo 3:1-7; 5:22; Tito 1:5-9.) Todo esto cumplió de manera notable las palabras de Isaías 60:17: “En vez del cobre
traeré oro, y en vez del hierro traeré plata, y en vez de la madera, cobre, y en vez de las piedras, hierro; y ciertamente
nombraré la paz como tus superintendentes, y la justicia como los que te asignan tus tareas”.
8
Otra cuestión era el funcionamiento de la Sociedad Watch Tower. Durante muchos años se identificaba al Cuerpo
Gobernante de los Testigos de Jehová con la junta de directores de la Watch Tower Bible and Tract Society of
Pennsylvania, y muchos asuntos se dejaban en manos del presidente. El Anuario de los testigos de Jehová para 1977
(páginas 258, 259) indica que en 1976 se formaron seis comités del Cuerpo Gobernante, cada uno de los cuales atiende
ciertos aspectos de la obra mundial. El Comité de Personal se encarga de todo lo relacionado con el personal, que incluye
los intereses de todos los miembros de la familia mundial de Betel. El Comité de Publicación se ocupa de todos los asuntos
seculares y legales, como los relacionados con propiedades e imprentas. El Comité de Servicio se encarga de la obra de
predicar y supervisa a los superintendentes viajantes, los precursores y la actividad de los publicadores de congregación. El
Comité de Enseñanza es responsable de las reuniones de congregación, los días especiales de asamblea, las asambleas de
circuito, de distrito y las internacionales, así como de las diversas escuelas para la educación espiritual del pueblo de Dios.
El Comité de Redacción supervisa la preparación y traducción de todas las publicaciones, y se asegura de que toda la

71
información esté en conformidad con las Escrituras. El Comité del Presidente atiende emergencias y otros asuntos urgentes.
Desde los años setenta, las sucursales de la Sociedad Watch Tower han estado bajo la dirección de un comité y no de un
superintendente.
Jw.org

g 1/14 págs. 2-6


TEMA DE PORTADA
Un sitio único en Internet
LEA la Biblia en unos 50 idiomas, así como publicaciones bíblicas en más de 500.
DESCUBRA información bíblica en casi 70 lenguajes de señas.
NAVEGUE por el sitio en cientos de idiomas.
ESCUCHE lecturas bíblicas dramatizadas.
VEA cómo cobran vida los relatos de la Biblia leyendo historias bíblicas ilustradas.
DISFRUTE de películas y documentales bíblicos, así como de otros videos que le ayudarán a hacer frente a los
problemas de la vida.
DESCARGUE gratis libros, artículos de revistas y archivos de audio.
INVESTIGUE un sinnúmero de temas con la ayuda de la BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower, la cual abre la
puerta a un caudal de información en más de 100 idiomas.
PARA LOS MATRIMONIOS
“Quiero que mi familia sea feliz. A mi esposa y a mí se nos ha complicado la vida, especialmente desde que nacieron
nuestros hijos. Nos vendría bien un poco de ayuda”
LA BIBLIA DICE:
“Con sabiduría se edifica la casa, y con discernimiento resulta firmementeestablecida.” (Proverbios 24:3.)
ASPECTOS SOBRESALIENTES DE NUESTRO SITIO
• En la sección “Matrimonios y padres” hallará artículos útiles como los siguientes:
Sugerencias prácticas para los recién casados
Cómo llevarse bien con los suegros
Cómo corregir a los hijos
Cómo dejar de discutir
Cómo afrontar las deudas
(Haga clic en la sección ENSEÑANZAS BÍBLICAS > MATRIMONIOS Y PADRES)
• El secreto de la felicidad familiar es un libro que contiene una amplia variedad de temas relacionados con las familias,
desde cómo prepararse para el matrimonio hasta cómo cuidar de los padres ancianos.
(Haga clic en la sección PUBLICACIONES > LIBROS Y FOLLETOS)
PARA LOS PADRES
“Mis hijos son mi vida, y quiero que cuando crezcan sean personas de bien”
LA BIBLIA DICE:
“Entrena al muchacho conforme al camino para él; aun cuando se haga viejo no sedesviará de él.” (Proverbios 22:6.)
ASPECTOS SOBRESALIENTES DE NUESTRO SITIO
• La sección “Niños” contiene actividades e historias bíblicas ilustradas, videos y lecciones de la Biblia que le ayudarán a
enseñar a sus hijos...
... a ser obedientes.
... a mostrar bondad.
... a llevarse bien con los demás.
... a decir “gracias”.
(Haga clic en la sección ENSEÑANZAS BÍBLICAS > NIÑOS)
• Mi libro de historias bíblicas y Aprendamos del Gran Maestro son libros repletos de ilustraciones hermosas y están
diseñados para que pueda leerlos con sus hijos.
(Haga clic en la sección PUBLICACIONES > LIBROS Y FOLLETOS)
PARA LOS JÓVENES

72
“Necesito ayuda para resolver los problemas que tengo en la escuela, con mis padres, mis amigos y las muchachas. Pero
quiero consejos, no sermones. Ya no soy un bebé”
LA BIBLIA DICE:
“Vive feliz en los días de tu juventud.” (Eclesiastés 11:9, Serafín de Ausejo, 1975.)
ASPECTOS SOBRESALIENTES DE NUESTRO SITIO
La sección “Jóvenes” contiene artículos y videos para ayudar a los jóvenes a...
... dejar de sentirse solos.
... resolver problemas en la escuela.
... seguir las reglas de la casa.
... saber qué hacer si se burlan de ellos o los acosan sexualmente.
(Haz clic en la sección ENSEÑANZAS BÍBLICAS > JÓVENES)
• Los volúmenes 1 y 2 de Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticascontestan 77 preguntas que suelen hacerse los
jóvenes.
(Haz clic en la sección PUBLICACIONES > LIBROS Y FOLLETOS)
PARA LOS QUE QUIEREN APRENDER DE LA BIBLIA
“Quisiera entender la Biblia, pero no sé por dónde empezar”
LA BIBLIA DICE:
“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar.” (2  Timoteo 3:16.)
ASPECTOS SOBRESALIENTES DE NUESTRO SITIO
• La Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras es una versión bíblica exacta y fácil de leer.
(Haga clic en la sección PUBLICACIONES > BIBLIA)
• En la sección “Preguntas sobre la Biblia” hallará respuestas a preguntas tan variadas como: “¿Es Dios culpable del
sufrimiento?” o “¿Cuándo nació Jesús?”.
(Haga clic en la sección ENSEÑANZAS BÍBLICAS > PREGUNTAS SOBRE LA BIBLIA)
• Si desea estudiar la Biblia, vaya a la página “Reciba un curso bíblico gratuito”.
(Haga clic en el vínculo “Solicite un curso bíblico” que está en la página de inicio)
“Dejé de leer la Biblia porque no la entendía. Cuando empecé a estudiarla con ellibro ¿Qué enseña realmente la
Biblia?, me di cuenta de lo sencilla y clara que es.”(Christina.)
¿TIENE ALGUNA PREGUNTA SOBRE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ?
• En la sección “Preguntas frecuentes” hallará respuestas a preguntas que se hace la gente sobre los testigos de Jehová. Por
ejemplo: “¿Por qué visitan a personas que ya tienen una religión?” y “¿Cómo se sostiene su obra?”.
(Haga clic en la sección SOBRE NOSOTROS > PREGUNTAS FRECUENTES)
Diariamente, unas 700.000 personas visitan el sitio de Internet jw.org. ¿Por qué no hace usted lo mismo?

Km 10/13 pág. 2

El sitio jw.org: útil para educar a los hijos

1
Nuestro sitio de Internet, jw.org, está dirigido a personas de todas las edades. Por ejemplo, la sección “Niños” (vaya a
Enseñanzas bíblicas > Niños) contribuye a que hijos y padres se mantengan unidos y estrechen su relación con Jehová
(Deut. 6:6, 7). ¿Cómo puede usted valerse de esta sección para educar a sus hijos?
2
Sea flexible. Cada niño es diferente (1 Cor. 13:11). Entonces, ¿cómo se puede determinar lo que conviene estudiar con
cada uno? Pues bien, se deben tener en cuenta su edad y sus gustos. Además, hay que pensar en lo que es capaz de entender
y en el tiempo que puede permanecer atento. La serie de jw.org “Mis primeras lecciones de la Biblia” es ideal para niños de
tres años o menos. Y las historias bíblicas de la sección “De padres a hijos” son amenas y entretenidas. Veamos a
continuación otros recursos que tiene a su disposición.
3
Ideas para la adoración en familia. Esta sección contiene sugerencias prácticas para los cabezas de familia. Haga clic
en el botón “Descargar” y consulte la “Guía para los padres” a fin de saber cómo aprovechar mejor las historias y
actividades. Con los niños pequeños se recomienda usar las actividades ilustradas, como las páginas para colorear. Y  a los
niños más grandes se les puede ayudar a realizar los proyectos de investigación. Todas las actividades que se hallan en la
73
hoja “Guía para los padres” están relacionadas con la misma historia o lección bíblica. De este modo, todos en la familia
tienen la oportunidad de participar.
4
Hazte amigo de Jehová. Los videos, canciones y actividades de esta sección de jw.org ayudan a los padres a inculcar
la Palabra de Dios en sus pequeñines (Deut. 31:12). Los videos de dibujos animados les enseñan a los niños valiosas
lecciones, y los juegos de la página de actividades se las recalcan. Como a la mayoría de ellos les gusta cantar —y las
canciones son herramientas muy útiles para recordar lo aprendido—, cada cierto tiempo se publican en esta sección cánticos
del Reino y canciones infantiles.
5
Padres, Jehová desea que tengan éxito y logren enseñar la verdad a sus hijos. Por eso, no  duden en pedirle su guía y
dirección (Juec. 13:8). Así podrán ayudar a sus hijos a hacerse “sabio[s] para la salvación mediante la fe relacionada con
Cristo Jesús” (2 Tim. 3:15; Prov. 4:1-4).

Km 12/12 págs. 3-6

Nuestro sitio oficial de Internet: útil para todo el mundo

Jesús nos encomendó la tarea de predicar las buenas nuevas del Reino “en toda la tierra habitada para testimonio a todas
las naciones” (Mat. 24:14). Y a fin de efectuar nuestro ministerio más plenamente, se ha creado un nuevo sitio jw.org que
reúne el contenido de watchtower.org, jw-media.org y del antiguo jw.org (2 Tim. 4:5).
“Toda la tierra habitada.” Casi una tercera parte de la población mundial utiliza Internet. Para muchos, sobretodo para
los jóvenes, se ha convertido en la principal fuente de información. Nuestro sitio le ofrece al público en general respuestas
confiables a preguntas bíblicas. Mediante él podrán conocer la organización de Jehová y solicitar fácilmente un curso
bíblico gratuito. Esto contribuirá a que las buenas nuevas lleguen a personas que viven en partes de la Tierra donde es poco
probable que escuchen el mensaje.
“Todas las naciones.” Para poder dar testimonio a gente de “todas las naciones”, los testigos de Jehová tenemos que
presentar la verdad bíblica en muchos idiomas. Por eso, en nuestro sitio hemos puesto al alcance de todo el mundo
información en unos cuatrocientos idiomas, como ninguna otra página de Internet.
Sáquele provecho. El nuevo sitio jw.org no solo está diseñado para dar testimonio al público en general. También se ha
creado pensando en los testigos de Jehová. Si usted tiene acceso a Internet, le invitamos a explorar cada rincón del sitio
jw.org. A continuación se dan algunas sugerencias para sacarle provecho a esta útil herramienta.
[Ilustración de la página 3]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Inténtelo
1 Escriba www.jw.org/es en el campo de dirección del buscador de Internet.
2 Explore la página haciendo clic en las distintas secciones, las opciones de los menús y los vínculos.
3 Visite el sitio jw.org desde su dispositivo móvil. La configuración de la página cambiará para ajustarse al tamaño de la
pantalla, pero la información será la misma.

Nuestro sitio oficial de Internet: útil para el estudio personal y en familia

Lea las revistas más recientes en línea. En el sitio encontrará las revistas La Atalaya y ¡Despertad! varias semanas
antes de que lleguen a su congregación. También hallará la grabación en audio. (Vaya a “Publicaciones/Revistas”.)
Vea los artículos que solo están en Internet. Algunos artículos se publicarán únicamente en nuestro sitio de Internet.
Entre estos figuran “El rincón del joven”, “Mis primeras lecciones de la Biblia”, “Actividades para la familia” y “Los
jóvenes preguntan”. Analice algunos de estos artículos en su estudio personal o en su adoración en familia. (Vaya a
“Enseñanzas bíblicas/Niños” o a “Enseñanzas bíblicas/Jóvenes”.)

74
Entérese de las últimas noticias. Benefíciese de alentadores informes y experiencias, y disfrute de videoclips que
muestran el progreso de la obra en distintas partes del mundo. Las noticias sobre desastres naturales o casos de persecución
contribuirán a que sus oraciones a favor de la hermandad sean más específicas (Sant. 5:16). (Vaya a “Noticias”.)
Utilice la herramienta Biblioteca en línea. Si esta herramienta está disponible en su idioma, utilícela para leer el texto
diario o buscar información en publicaciones recientes desde su computadora o dispositivo móvil. (Vaya a
“Publicaciones/Biblioteca en línea” o escriba la dirección www.wol.jw.org/es en su explorador.)
[Ilustración de la página 4]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Inténtelo
1 Al hacer clic en la lámina o en el vínculo, aparecerá el artículo en formato PDF. Imprímalo y haga la actividad con sus
hijos.
2 Haga clic en el símbolo de reproducir para ver un videoclip.

Nuestro sitio oficial de Internet: útil en el ministerio

Invite a otros a visitar el sitio. Puede que algunas personas no estén muy dispuestas a conversar con nosotros o a
quedarse con una publicación. Pero tal vez quieran buscar información sobre los Testigos usando jw.org en la privacidad de
su hogar. Así pues, siempre que sea oportuno, invite a sus oyentes a visitar nuestra página.
Utilícelo para dar respuestas. Cuando alguien del territorio, una persona interesada o un conocido le haga una pregunta
acerca de los Testigos, enséñele de una vez la respuesta en su computadora o dispositivo móvil. Claro, a menudo es mejor
leer las referencias bíblicas directamente de las Escrituras. Si en ese momento no tiene acceso a Internet, explíquele cómo
hallar la respuesta en jw.org. (Vaya a “Enseñanzas bíblicas/Preguntas sobre la Biblia” o a “Sobre nosotros/Preguntas
frecuentes”.)
Envíe un artículo o una publicación a algún conocido. En un correo electrónico, puede adjuntar archivos PDF o
EPUB que haya descargado del sitio. También puede descargar la versión en audio de una publicación y grabarla en un CD.
Las versiones electrónicas de libros, revistas o folletos que se le hagan llegar a alguien no  bautizado pueden contarse en el
informe del servicio del campo siempre y cuando se trate de publicaciones completas. Ahora bien, no debe hacer envíos
masivos ni anónimos de la información ni publicarla en otras páginas de Internet. (Vaya a “Publicaciones”.)
Muestre las últimas noticias. Esto ayudará a sus estudiantes y revisitas a darse cuenta del alcance mundial de nuestra
obra y a valorar la unidad cristiana (Sal. 133:1). (Vaya a “Noticias”.)
[Ilustración de la página 5]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Inténtelo
1 En la sección “Publicaciones”, elija una y haga clic en uno de los botones para descargarla en el formato de texto o
de audio que prefiera.
2 Al hacer clic en el botón para MP3, aparecerá una lista de artículos. Para descargar uno, haga clic en el título del artículo,
o para escucharlo en línea, haga clic en el símbolo ► .
3 Si desea descargar una publicación en otro idioma, búsquelo en esta lista.

Nuestro sitio oficial de Internet: útil para ayudar a alguien que habla otra lengua

Muéstrele el sitio. Ayúdelo a elegir su idioma en la lista del campo “Idioma del sitio”. (Hay idiomas en los que no todas
las secciones están disponibles.)
Muéstrele una página del sitio en su idioma. Diversas publicaciones, como el libro Enseña o el tratado Saber la
verdad, pueden leerse en línea. Abra una y elija el idioma de la persona en la lista “Leer en”.

75
Permita que escuche un artículo en su idioma. Encuentre una publicación en audio e invite a la persona a escuchar
una porción. Por otra parte, si usted está aprendiendo otro idioma, escuchar las grabaciones siguiendo la lectura le ayudará a
progresar. (Vaya a “Publicaciones/Libros y folletos” o a “Publicaciones/Revistas”.)
Dé el mensaje a los sordos. Si encuentra a una persona sorda, enséñele el video de un capítulo de la Biblia, un libro, un
folleto o algún tratado en el lenguaje de señas que ella use. (Vaya a “Publicaciones/Lenguaje de señas”.)
[Ilustración de la página 6]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Inténtelo
1 Haga clic en ► para escuchar la grabación en su idioma (si está disponible), o descargue la publicación pulsando uno de
los botones bajo “Opciones de descarga”.
2 Para ver la página en otro idioma, elija uno de la lista “Leer en”.
3 Haga clic en “Siguiente” o en uno de los títulos del “Índice” para leer otro artículo o capítulo.

MANTENTE AL DÍA

Isaías 48:17, 18 Esto es lo que ha dicho Jehová, tu Recomprador, el Santo de Israel: “Yo, Jehová, soy tu Dios,
Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que te hace pisar en el camino en que debes
andar. 18 ¡Oh, si realmente prestaras atención a mis mandamientos! Entonces tu paz llegaría a ser justamente
como un río, y tu justicia como las olas del mar.

Éxodo 14:24 Y durante la vigilia matutina aconteció que Jehová empezó a mirar hacia el campamento de los
egipcios desde dentro de la columna de fuego y nube, y empezó a poner en confusión el campamento de los
egipcios.

W11 15/4 págs. 3 – 5

¿Reconocemos el medio que Dios usa para guiarnos?

NI LOS israelitas ni los egipcios habían visto nunca nada semejante. Cuando el pueblo de Dios abandonó Egipto,
comenzó a acompañarlos una columna de nube que por la noche se volvía de fuego. ¡Qué impresionante! Pero ¿de dónde
salió? ¿Qué finalidad tenía? Y hoy, tres mil quinientos años más tarde, ¿qué aprendemos de la manera en que Israel veía “la
columna de fuego y nube”? (Éxo. 14:24.)
La Biblia revela el origen y el propósito de este milagro: “Jehová iba delante de ellos durante el día en una columna de
nube para guiarlos por el camino, y durante la noche en una columna de fuego para darles luz, para ir  de día y de noche”
(Éxo. 13:21, 22). Como vemos, desde que los israelitas salieron de Egipto, la columna fue el medio que Dios usó para
guiarlos por el desierto. Siempre tenían que estar listos para seguirla tan pronto se movía. Jehová también la utilizó para
protegerlos colocándola entre ellos y el ejército del faraón cuando este se preparaba para atacarlos (Éxo. 14:19, 20). Aunque
la columna no les indicó el camino más corto, la única forma que tenían de llegar a la Tierra Prometida era dejándose dirigir
por ella.
La columna era una garantía de que Dios estaba con los israelitas. Representaba a Jehová, quien a veces les hablaba
desde ella (Núm. 14:14; Sal. 99:7). Además, fue el medio que identificó a Moisés como el caudillo elegido por Jehová (Éxo.
33:9). De igual modo, sirvió para confirmar el nombramiento de Josué como sucesor de Moisés, tal como indica el último
pasaje donde se la menciona (Deu. 31:14, 15). Ciertamente, el éxito de los israelitas durante el éxodo dependía de que
reconocieran el medio visible que Dios estaba usando para dirigirlos y siguieran su guía.
Perdieron de vista el propósito de la columna
Cuando los israelitas vieron por primera vez aquella señal milagrosa, debieron de quedar maravillados.
Lamentablemente, su presencia constante no bastó para infundirles confianza plena en Jehová. De hecho, llegaron a
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cuestionar la guía divina en varias ocasiones. Por ejemplo, cuando los egipcios salieron tras ellos, no creyeron que Dios
pudiera salvarlos. Más bien, acusaron a su representante, Moisés, de haberlos metido en una trampa mortal (Éxo. 14:10-12).
Después de atravesar el mar Rojo, lo criticaron a él, a Aarón y al propio Jehová porque pensaron que no  tendrían comida
ni agua (Éxo. 15:22-24; 16:1-3; 17:1-3, 7). Y unas semanas más tarde, presionaron a Aarón para que les fabricara un
becerro de oro. Imagínese la situación. En un sector del campamento se alcanzaba a ver la columna de fuego y nube, la
majestuosa prueba de que estaba con ellos su Libertador, Jehová. Pero al mismo tiempo, no  lejos de allí, los israelitas
estaban adorando a un ídolo sin vida mientras decían: “Este es tu Dios, oh Israel, que te hizo subir de la tierra de Egipto”.
¡Qué “actos de falta de respeto” tan horribles! (Éxo. 32:4; Neh. 9:18.)
Con su rebeldía, los israelitas estaban demostrando desprecio por la guía de Jehová. Tenían un problema de visión, pero
no era físico, sino espiritual. Contemplaban la columna, pero ya no significaba nada para ellos. Sus acciones le “causaban
dolor [...] al Santo de Israel”, pero aun así, él fue misericordioso y continuó dirigiéndolos mediante la columna hasta que
llegaron a la Tierra Prometida (Sal. 78:40-42, 52-54; Neh. 9:19).
Reconozcamos el medio que Dios usa para guiarnos hoy
En la actualidad, Jehová sigue guiando a su pueblo. Tal como no esperaba que los israelitas trazaran su propia ruta en el
desierto, tampoco nos pide a nosotros que nos las arreglemos solos para alcanzar el prometido nuevo mundo. Ha nombrado
Cabeza de la congregación a Jesucristo (Mat. 23:10; Efe. 5:23). Este ha delegado parte de su autoridad en el esclavo fiel, el
grupo de cristianos ungidos de nuestros días. Y ellos, a su vez, nombran superintendentes para cuidar de las congregaciones
(Mat. 24:45-47; Tito 1:5-9).
¿Cómo podemos estar seguros de que hemos logrado identificar al esclavo, o mayordomo, fiel? Jesús mismo dio la clave
al decir: “¿Quién es verdaderamente el mayordomo fiel, el discreto, a quien su amo nombrará sobre su servidumbre para
que siga dándoles su medida de víveres a su debido tiempo? ¡Feliz es aquel esclavo, si al llegar su amo lo halla haciéndolo
así!” (Luc. 12:42, 43).
Para empezar, el grupo de cristianos ungidos es fiel. Siempre ha sido leal a Jehová, a Jesús, al pueblo de Dios y a la
Biblia. También es discreto, como lo demuestra la prudencia y buen juicio con que dirige la importantísima obra de predicar
las “buenas nuevas del reino” y hacer “discípulos de gente de todas las naciones” (Mat. 24:14; 28:19, 20). Además,
distribuye obedientemente alimento espiritual saludable y nutritivo “a su debido tiempo”. Está claro que cuenta con la
bendición divina. ¿Cómo lo sabemos? Para empezar, porque Jehová está haciendo crecer a la congregación. Además,
porque brinda a su pueblo la sabiduría que necesita para tomar decisiones importantes y una comprensión cada vez más
clara de las verdades bíblicas. Y también porque impide que sus enemigos lo destruyan y lo colma de paz y tranquilidad
(Isa. 54:17; Fili. 4:7).
Agradezcamos la guía divina
¿Cómo podemos demostrar gratitud por la guía de Dios? El apóstol Pablo nos da la respuesta: “Sean obedientes a los
que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos” (Heb. 13:17). Claro, esto no siempre es fácil. Para ilustrarlo,
imagínese que usted es un israelita de la época de Moisés. Lleva días caminando por el desierto detrás de la columna.
De repente, esta se detiene. “¿Por cuánto tiempo se quedará aquí? —piensa—. ¿Un día? ¿Una semana? ¿Varios meses?”
Entonces se pregunta si valdrá la pena deshacer el equipaje. Por si acaso, saca solo lo imprescindible. Sin embargo, pasan
varios días y se harta de estar buscando entre los bultos, de modo que decide sacar el resto. Pero cuando está acabando, la
columna se levanta, ¡y usted tiene que volver a guardarlo todo! ¡Qué fastidio! Sin embargo, no le queda otra opción que
partir “inmediatamente después”, igual que el resto del pueblo (Núm. 9:17-22).
¿Cómo reaccionamos hoy cuando Dios nos da su guía? ¿La seguimos “inmediatamente después” de recibirla, o
continuamos haciendo las cosas como siempre? ¿Estamos al día con las últimas instrucciones, como por ejemplo, las
relacionadas con los estudios bíblicos, la predicación a extranjeros, la adoración en familia, la conducta durante las
asambleas y la colaboración con los Comités de Enlace con los Hospitales? Otra manera de agradecer la dirección divina es
aceptando los consejos que se nos den. Por eso, al tomar decisiones importantes, no confiamos en nuestro propio criterio,
sino que acudimos a Jehová y su organización. Y tal como un niño corre a sus padres cuando azota una tormenta, buscamos
la seguridad que ofrece la congregación cuando azotan los problemas de este mundo.

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Por supuesto, ninguno de los cristianos que están al frente de la parte terrestre de la organización es perfecto. Moisés
tampoco lo era, y, sin embargo, la columna de nube y fuego era una indicación constante de que había sido nombrado por
Jehová y contaba con su aprobación. Además, cabe notar que los israelitas solo levantaban el campamento “por orden de
Jehová, mediante Moisés”; nadie decidía por su cuenta cuándo trasladarse (Núm. 9:23). Por lo visto, Moisés, el
intermediario entre Dios y la nación, era quien daba la voz de partida.
Hoy día, el mayordomo fiel nos da una señal clara cada vez que es necesario emprender la marcha, por decirlo así.
Se vale de La Atalaya y Nuestro Ministerio del Reino, así como de publicaciones nuevas y discursos en las asambleas.
También nos hace llegar instrucciones mediante los superintendentes viajantes, o mediante cartas y cursos de capacitación
para los siervos nombrados.
¿Reconocemos el medio por el cual nos dirige Dios durante los últimos días? Él usa su organización para guiarnos a
través de este mundo, que es como un peligroso desierto. Gracias a ello disfrutamos de protección, amor y unidad.
Cuando los israelitas ya estaban asentados en la Tierra Prometida, Josué afirmó: “Ustedes bien saben con todo su
corazón y con toda su alma que ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha
fallado. Todas se han realizado para ustedes” (Jos. 23:14). El pueblo de Dios de tiempos modernos también llegará sin falta
al prometido nuevo mundo. Pero la supervivencia de cada uno de nosotros dependerá en buena medida de que aceptemos
humildemente la dirección de Jehová. Esforcémonos, pues, por reconocer el medio que él usa para guiarnos.

Isaías 6: 1-4 En el año que murió el rey Uzías, yo, sin embargo, conseguí ver a Jehová, sentado en un trono excelso y
elevado, y sus faldas llenaban el templo. 2 Había serafines de pie por encima de él. Cada uno tenía seis alas. Con dos se
cubría el rostro, y con dos se cubría los pies, y con dos volaba de acá para allá. 3 Y este clamó a aquel y dijo: “Santo, santo,
santo es Jehová de los ejércitos. La plenitud de toda la tierra es su gloria”. 4 Y los quicios de los umbrales empezaron a
retemblar a la voz del que clamó, y la casa misma gradualmente se llenó de humo.
Ezequiel 1:4-14 Y empecé a ver, y, ¡mire!, había un viento tempestuoso que venía del norte, una gran masa de nubes y
fuego trémulo, y tenía un resplandor todo alrededor, y de en medio de él había algo como la apariencia del electro, de en
medio del fuego. 5 Y de en medio de él había la semejanza de cuatro criaturas vivientes, y esto era lo que parecían: tenían la
semejanza del hombre terrestre. 6 Y [cada] una tenía cuatro caras, y [cada] una de ellas cuatro alas. 7 Y sus pies eran pies
rectos, y la planta de sus pies era como la planta del pie de un becerro; y resplandecían como con el fulgor de cobre bruñido.
8
 Y había las manos de un hombre debajo de sus alas en sus cuatro lados, y las cuatro tenían sus caras y sus alas. 9 Sus alas
se unían una a la otra. Ellas no se volvían cuando iban; iban cada una directamente adelante. 10 Y en cuanto a la semejanza
de sus caras, las cuatro tenían una cara de hombre con una cara de león a la derecha, y las cuatro tenían una cara de toro a la
izquierda; las cuatro también tenían una cara de águila. 11 Así eran sus caras. Y sus alas se extendían hacia arriba. Cada una
tenía dos que se unían, y dos cubrían sus cuerpos. 12 Y cada una iba directamente adelante. Adondequiera que el espíritu se
inclinaba a ir, iban ellas. No se volvían mientras iban. 13 Y en cuanto a la semejanza de las criaturas vivientes, su apariencia
era como brasas ardientes de fuego. Algo como la apariencia de antorchas se movía hacia atrás y hacia adelante entre las
criaturas vivientes, y el fuego era brillante, y del fuego salían relámpagos. 14 Y de parte de las criaturas vivientes había un
salir y un volver como con la apariencia del relámpago.

Ezequiel 1: 22-24 Y sobre las cabezas de las criaturas vivientes había la semejanza de una expansión como el chispear de
hielo sobrecogedor, extendida sobre sus cabezas por encima. 23 Y bajo la expansión sus alas estaban rectas, una a la otra.
Cada una tenía dos alas que cubrían de este lado y cada una tenía dos que les cubrían del otro lado los cuerpos. 24 Y llegué a
oír el sonido de sus alas —un sonido como el de vastas aguas, como el sonido del Todopoderoso— cuando iban, el sonido
de un tumulto, como el sonido de un campamento. Cuando se detenían, bajaban las alas.

Daniel 7: 9-14 ”Seguí contemplando hasta que se colocaron tronos y el Anciano de Días se sentó. La ropa de él era blanca
justamente como la nieve, y el cabello de su cabeza era como lana limpia. Su trono era llamas de fuego; sus ruedas eran un
fuego ardiente. 10 Había una corriente de fuego que fluía y salía de delante de él. Había mil millares que seguían
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ministrándole, y diez mil veces diez mil que seguían de pie directamente delante de él. El Tribunal tomó asiento, y hubo
libros que se abrieron. 11 ”Seguí contemplando en aquel tiempo debido al sonido de las palabras grandiosas que el cuerno
estaba hablando; seguí contemplando hasta que la bestia fue muerta y su cuerpo fue destruido y fue dado al fuego ardiente.
12
 Pero en cuanto a las demás bestias, sus gobernaciones fueron quitadas, y hubo un alargamiento de vida que se les dio por
un tiempo y sazón. 13 ”Seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡pues vea!, con las nubes de los cielos sucedía que
venía alguien como un hijo del hombre; y al Anciano de Días obtuvo acceso, y lo presentaron cerca, aun delante, de Aquel.
14
 Y a él fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran
aun a él. Su gobernación es una gobernación de duración indefinida que no pasará, y su reino uno que no será reducido a
ruinas.

Revelación 4:1-11 Después de estas cosas vi, y, ¡miren!, una puerta abierta en el cielo, y la primera voz que oí era como de
una trompeta, que hablaba conmigo, y decía: “Sube acá, y te mostraré las cosas que tienen que suceder”. 2 Después de estas
cosas, inmediatamente llegué a estar en [el poder del] espíritu: y, ¡miren!, un trono estaba en su posición en el cielo, y hay
uno sentado sobre el trono. 3 Y el que está sentado es, en apariencia, semejante a una piedra de jaspe y a una piedra preciosa
de color rojo, y alrededor del trono [hay] un arco iris de apariencia semejante a una esmeralda. 4 Y alrededor del trono [hay]
veinticuatro tronos, y sobre estos tronos [vi] sentados a veinticuatro ancianos vestidos de prendas de vestir exteriores
blancas, y sobre sus cabezas coronas de oro. 5 Y del trono proceden relámpagos y voces y truenos; y [hay] siete lámparas de
fuego ardiendo delante del trono, y estas significan los siete espíritus de Dios. 6 Y delante del trono hay, como si fuera, un
mar vítreo semejante a cristal. Y en medio del trono y alrededor del trono [hay] cuatro criaturas vivientes que están llenas de
ojos por delante y por detrás. 7 Y la primera criatura viviente es semejante a un león, y la segunda criatura viviente es
semejante a un torillo, y la tercera criatura viviente tiene rostro como de hombre, y la cuarta criatura viviente es semejante a
un águila en vuelo. 8 Y en cuanto a las cuatro criaturas vivientes, cada una de ellas respectivamente tiene seis alas; alrededor
y por debajo están llenas de ojos. Y no tienen descanso día y noche mientras dicen: “Santo, santo, santo es Jehová Dios, el
Todopoderoso, que era y que es y que viene”. 9 Y siempre que las criaturas vivientes ofrecen gloria y honra y acción de
gracias al que está sentado sobre el trono, al que vive para siempre jamás, 10 los veinticuatro ancianos caen delante del que
está sentado sobre el trono y adoran al que vive para siempre jamás, y echan sus coronas delante del trono, y dicen:
11
 “Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y
a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas”.

W13 15/4 págs. 23-25 párrs. 5-8

LA PARTE CELESTIAL DE LA ORGANIZACIÓN DE JEHOVÁ EN ACCIÓN


5
Hay muchas cosas que Jehová decidió no incluir en la Biblia. Por ejemplo, aunque habría sido fascinante que él
explicara cómo funciona el cerebro o el universo, no lo hizo. Más bien, nos dio la información que necesitamos para
entender sus propósitos y vivir en armonía con ellos (2 Tim. 3:16, 17). ¡Y qué interesantes son los detalles que aporta la
Biblia sobre la parte invisible de la organización de Jehová! Es emocionante leer lo que Isaías, Ezequiel, Daniel y Juan
escribieron sobre la forma en que Dios ha organizado los asuntos en el cielo (Is. 6:1-4; Ezeq. 1:4-14, 22-24; Dan. 7:9-14;
Rev. 4:1-11). Es como si Jehová abriera una cortina y los cielos quedaran expuestos ante nuestros ojos. ¿Por qué quiso él
que esa información estuviera en las Escrituras?
6
Porque él quiere que siempre recordemos que formamos parte de una organización universal. Para que los propósitos
de Jehová se cumplan, están sucediendo muchas más cosas que las que podemos ver. Por ejemplo, el profeta Ezequiel vio la
parte invisible de la organización de Dios representada por un enorme carruaje celestial. Este podía moverse a gran
velocidad y cambiar de dirección en un instante (Ezeq. 1:15-21). Con cada giro de sus ruedas se desplazaba a grandes
distancias. Ezequiel también observó algunos detalles del Conductor del carruaje: “Llegué a ver algo como el fulgor del
electro, como la apariencia del fuego todo alrededor [...]. Era la apariencia de la semejanza de la gloria de Jehová” (Ezeq.

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1:25-28). El profeta debió quedar boquiabierto y admirado. Contempló a Dios controlando perfectamente su organización,
dirigiendo cada movimiento mediante su espíritu santo. ¡Qué impresionante visión de la parte celestial de la organización de
Jehová en acción!
7
Daniel también vio muchas cosas que nos llenan de confianza. Se le permitió contemplar en visión a Jehová
representado por un “Anciano de Días” sentado en un trono de llamas de fuego con ruedas (Dan. 7:9). Jehová quería que
Daniel viera que su organización está en movimiento, cumpliendo su propósito. Este profeta también observó a “alguien
como un hijo del hombre”, Jesús, a quien se le encargaba la supervisión de la parte terrestre de la organización de Jehová.
El reinado perfecto de Jesús no dura unos pocos años, pues “su gobernación es una gobernación de duración indefinida que
no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas” (Dan. 7:13, 14). ¿Verdad que esto nos anima a confiar en Jehová y
a valorar lo que está logrando? Él dio “gobernación y dignidad y reino” a su Hijo, quien fue probado y demostró su lealtad.
Está claro que Jehová confía en su Hijo. Y nosotros también podemos confiar en Jesús, que es nuestro líder.
8
¿Cómo debe afectarnos conocer mejor a la parte invisible de la organización de Jehová? Al  igual que Ezequiel, seguro
que nos sentimos impresionados y más humildes al entender lo que Jehová está haciendo (Ezeq. 1:28). Meditar en la
organización de Jehová nos anima a actuar, así como animó a Isaías. Cuando se le presentó la oportunidad de contar a la
gente lo que Jehová estaba haciendo, la aprovechó sin dudarlo (lea Isaías 6:5, 8). Estaba convencido de que con el apoyo de
Jehová podría superar cualquier obstáculo. ¡Cuánto nos alienta a nosotros también contemplar a la parte celestial de la
organización de Jehová, que nunca se detiene y que está totalmente entregada a cumplir los propósitos de él!

W11 15/9 pág. 14 párrs. 14, 15


Apreciar el medio que Dios usa para alimentarnos
13
Quienes valoran el privilegio de servir a Jehová pueden confiar en que él siempre cuidará de ellos, tal como cuidó de
los levitas. Y no solo cubrirá sus necesidades físicas, sino también las espirituales. Recordemos el caso de David: hasta en lo
más profundo de una cueva podía contar con la ayuda de Dios. Nosotros debemos mostrar la misma confianza incluso
cuando no veamos la salida a nuestros problemas. Y no olvidemos el ejemplo de Asaf: él logró ver sus preocupaciones
desde otra perspectiva al “entrar en el magnífico santuario de Dios” (Sal. 73:17). Igualmente, nosotros conseguiremos
fortaleza espiritual si acudimos a Jehová. Así le demostraremos que, pase lo que pase, valoramos muchísimo el privilegio de
adorarlo y tenerlo como nuestra herencia.
14
En ocasiones se nos aclaran algunas de “las cosas profundas de Dios” (1 Cor. 2:10-13). ¿Cómo respondemos a la
iluminación con la que Jehová nos ayuda a comprender cada vez mejor su Palabra? Deberíamos actuar como el apóstol
Pedro. En cierta ocasión, Jesús dijo a sus oyentes: “A menos que coman la carne del Hijo del hombre y beban su sangre,
no tienen vida en ustedes”. Hubo quienes tomaron sus palabras al pie de la letra y dijeron: “Este discurso es ofensivo;
¿quién puede escucharlo?”. Como resultado, “se fueron a las cosas de atrás”. En cambio, notemos lo que le dijo Pedro a
Jesús: “Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes dichos de vida eterna” (Juan 6:53, 60, 66, 68).
15
A decir verdad, el apóstol no terminó de entender a qué se refería Jesús al hablar de comer su carne y beber su sangre.
Pero eso no lo inquietó, pues sabía que Dios le daría iluminación espiritual. ¿Qué hay de nosotros? ¿Cómo reaccionamos
cuando se publican aclaraciones doctrinales? ¿Procuramos entender las razones bíblicas que han motivado los cambios?
(Pro. 4:18.) Deberíamos parecernos a los habitantes de la ciudad de Berea del siglo primero, quienes “recibieron la palabra
con suma prontitud de ánimo, y examinaban con cuidado las Escrituras diariamente” (Hech. 17:11). Si los imitamos,
apreciaremos aún más el privilegio de servir a Dios y tenerle como nuestra herencia.

W98 1/10 págs. 19-23


¿Son compatibles las culturas locales y los principios cristianos?

A STEPHEN, Testigo del norte de Europa, se le destinó de misionero a un país africano. Mientras paseaba por una
ciudad con un hermano nativo, se sobresaltó cuando este le agarró de la mano.

80
A Stephen le escandalizaba la idea de caminar por una calle concurrida agarrado de la mano de otro hombre, pues esa
costumbre tiene connotaciones homosexuales en su cultura (Romanos 1:27). Para el hermano africano, en cambio, ir de la
mano era sencillamente un gesto de amistad. Rechazar la mano significaría rechazar la amistad.
¿Por qué deben interesarnos los choques culturales? En primer lugar, porque el pueblo de Jehová desea cumplir la
comisión divina de “[hacer] discípulos de gente de todas las naciones” (Mateo 28:19). Con ese propósito, algunos cristianos
han ido a servir de ministros a lugares más necesitados. A fin de triunfar en su nuevo ambiente, deben comprender las
distintas culturas que se encuentren y adaptarse a ellas. Así trabajarán en armonía con sus hermanos y también serán más
eficientes en el ministerio público.
Además, en este mundo tan turbulento, muchas personas han huido de sus atribulados países por razones políticas o
económicas y se han establecido en otras naciones. De modo que es muy probable que nos topemos con nuevas costumbres
al predicar a estos nuevos vecinos (Mateo 22:39). Nuestro primer contacto con modos de actuar distintos puede causarnos
cierta confusión en cuanto a las costumbres diferentes.
Campos bien definidos
La cultura está entrelazada en la estructura de la sociedad humana. Sería inútil, por tanto, hacerse “justo en demasía” y
examinar hasta las costumbres más insignificantes para determinar si son compatibles o no con los principios bíblicos
(Eclesiastés 7:16).
Por otra parte, es necesario identificar las costumbres locales que vulneran claramente los principios divinos. No  suele
ser difícil, pues la Palabra de Dios sirve “para rectificar las cosas” (2 Timoteo 3:16). Por ejemplo, en algunos países es
común tener muchas esposas, pero la norma bíblica para los cristianos verdaderos es que el hombre tenga una sola esposa
viva (Génesis 2:24; 1 Timoteo 3:2).
Del mismo modo, ciertos usos funerarios concebidos para mantener alejados a los malos espíritus o basados en la
creencia en el alma inmortal, son inaceptables para los cristianos verdaderos. Algunas personas ofrecen incienso u oraciones
a los difuntos a fin de ahuyentar a los malos espíritus. Otras realizan velatorios e incluso un segundo entierro con objeto de
ayudar a quien ha fallecido a prepararse para la vida “en el otro mundo”. Pero la Biblia enseña que quien muere ‘no tiene
conciencia de nada en absoluto’ y no puede ni beneficiar ni perjudicar a nadie (Eclesiastés 9:5; Salmo 146:4).
Por supuesto, hay muchas costumbres compatibles con la Palabra de Dios. Es muy reconfortante entrar en contacto con
culturas en las que todavía florece el espíritu de la hospitalidad, en las que la costumbre exige que se dé una calurosa
bienvenida incluso al extraño y que, si es necesario, se le abran las puertas del hogar. Cuando somos objeto directo de ese
trato, ¿no nos sentimos impulsados a copiar tal ejemplo? Si lo hacemos, no hay duda de que mejorará nuestra personalidad
cristiana (Hebreos 13:1, 2).
¿A quién le gusta que le hagan esperar? En algunos países ocurre raras veces, pues se da importancia a la puntualidad.
La Biblia nos dice que Jehová es un Dios de orden (1 Corintios 14:33), por lo que ha fijado ‘un día y una hora’ para acabar
con la maldad y nos asegura que ese acontecimiento “no llegará tarde” (Mateo 24:36; Habacuc 2:3). Las culturas que
fomentan la puntualidad, dentro de lo razonable, nos ayudan a ser ordenados y a mostrar el debido respeto a otras personas y
a su tiempo, lo cual está, sin duda, en conformidad con los principios cristianos (1 Corintios 14:40; Filipenses 2:4).
¿Y las costumbres inofensivas?
De modo que hay costumbres a todas luces compatibles con el modo de vida cristiano y otras que no lo son. Pero ¿y las
que no pueden definirse ni como buenas ni como malas? Muchas son inofensivas, y la actitud que tenemos respecto a ellas
demuestra nuestro equilibrio espiritual.
Por ejemplo, hay muchas formas de saludar: dar la mano, hacer una reverencia, dar un beso o hasta un abrazo. También
hay una enorme variedad de costumbres que regulan los modales a la mesa. En algunos países las personas comen de un
mismo plato o una misma fuente. Hay lugares donde eructar es una forma aceptable, e incluso deseable, de expresar
agradecimiento, mientras que en otros es inaceptable y se considera el colmo de la mala educación.
En lugar de determinar cuáles de estas costumbres inofensivas nos gustan o nos disgustan, concentrémonos en adoptar la
actitud adecuada con respecto a ellas. El consejo eterno de la Biblia es que no hagamos “nada movidos por espíritu de
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contradicción ni por egotismo, sino [consideremos] con humildad mental que los demás son superiores a [nosotros]”
(Filipenses 2:3). En la misma línea, Eleanor Boykin dice en su libro This Way, Please—A Book of Manners (Hágalo así, por
favor. Un manual de buenos modales): “Lo primero que necesitamos es un buen corazón”.
Este enfoque humilde impedirá que menospreciemos las prácticas ajenas. Nos sentiremos motivados a tomar la
iniciativa y aprender cómo viven otros pueblos, seguir sus costumbres y probar sus comidas, en vez de refrenarnos o
sospechar de todo lo que parezca distinto. Teniendo una mente abierta y la disposición a probar nuevas maneras de actuar,
mostramos cortesía a nuestro anfitrión o a los vecinos extranjeros. También nos beneficiamos nosotros, pues ‘ensanchamos’
nuestro corazón y ampliamos nuestros horizontes (2 Corintios 6:13).
Cuando las costumbres entorpecen el progreso espiritual
¿Qué debemos hacer en el caso de encontrarnos con costumbres que no son en sí antibíblicas, pero que tampoco
favorecen el progreso espiritual? Por ejemplo, es posible que en algunos países las personas tiendan a dejar las cosas para
más tarde. Tomarse la vida con calma puede reducir la tensión, pero probablemente dificulte el que efectuemos nuestro
ministerio “plenamente” (2 Timoteo 4:5).
¿Cómo ayudaremos a otras personas a no posponer hasta “mañana” lo que es importante? Recordemos que “lo primero
que necesitamos es un buen corazón”. Motivados por el amor, podemos dar el ejemplo y luego explicar con bondad los
beneficios de no dejar para mañana lo que debe hacerse hoy (Eclesiastés 11:4). Al mismo tiempo, hemos de tener cuidado
de no sacrificar la confianza mutua por causa de la productividad. Si no se aceptan de inmediato nuestras sugerencias,
no tratemos con prepotencia a los demás ni descarguemos nuestra frustración sobre ellos. El amor siempre debe primar
sobre la eficiencia (1 Pedro 4:8; 5:3).
Tengamos en cuenta las preferencias del lugar
Hemos de asegurarnos de que las sugerencias que hacemos son válidas, que no estamos tratando de imponer nuestras
preferencias personales. Por ejemplo, el modo de vestir varía enormemente. En muchas regiones es adecuado que un
hombre lleve corbata cuando predica las buenas nuevas, mientras que en algunos países tropicales posiblemente se
considere demasiado formal. Una pauta útil suele ser tener en cuenta qué manera de vestir se considera propia en el país
para un profesional que trata con el público. El “buen juicio” es fundamental cuando tratamos el delicado asunto de la ropa
(1 Timoteo 2:9, 10).
¿Y si una costumbre no nos gusta? ¿Debemos rechazarla sin más? No necesariamente. La costumbre de que los hombres
vayan de la mano, mencionada al principio, es perfectamente aceptable en esa comunidad africana en particular. Cuando el
misionero observó que otros hombres paseaban de la mano, se sintió más cómodo.
Durante sus largos viajes misionales, el apóstol Pablo visitó congregaciones cuyos miembros tenían diversos
antecedentes. Sin duda, había frecuentes choques de culturas. Por ello, Pablo se adaptó a todas las costumbres que pudo sin
dejar de observar los principios bíblicos. “Me he hecho toda cosa a gente de toda clase —dijo—, para que de todos modos
salve a algunos.” (1 Corintios 9:22, 23; Hechos 16:3.)
Plantearnos algunas preguntas pertinentes puede ayudarnos a decidir cómo reaccionar ante costumbres nuevas. ¿Qué
impresión daremos a quienes nos observan si adoptamos o rechazamos cierta costumbre? ¿Se sentirán atraídos al mensaje
del Reino al ver que intentamos integrarnos en su cultura? Por otro lado, ¿‘se encontrará falta en nuestro ministerio’ si
adoptamos una práctica del lugar? (2 Corintios 6:3.)
Si deseamos hacernos “toda cosa a gente de toda clase”, tal vez debamos modificar algunos conceptos profundamente
arraigados con respecto a lo que es y no es apropiado. Muchas veces, la manera “correcta” e “incorrecta” de hacer algo solo
depende de dónde vivimos. Por ello, el que dos hombres se agarren de la mano es una manifestación de amistad en un país,
mientras que en muchos otros seguramente restaría valor al mensaje del Reino.
Por otro lado, hay costumbres que son aceptables en diversos lugares y quizá hasta sean apropiadas para los cristianos,
pero con las que hay que tener cuidado.
Cuidado con rebasar el límite

82
Jesucristo dijo que aunque no era posible sacar del mundo a sus discípulos, estos no debían ‘ser parte del mundo’ (Juan
17:15, 16). No obstante, a veces no es fácil distinguir el límite entre lo que forma parte integral del mundo de Satanás y lo
que es sencillamente propio de la cultura. Por ejemplo, la música y el baile están presentes en casi todas las culturas, si bien
en algunos países tienen mayor importancia.
Pudiéramos fácilmente emitir un juicio basándonos más en nuestros antecedentes que en razones bíblicas sólidas. Un
hermano alemán de nombre Alex recibió una asignación en España. En su anterior entorno, el baile no era muy popular,
mientras que en España forma parte de la cultura. La primera vez que vio a un hermano y una hermana ejecutar un alegre
baile español, se sintió confundido. ¿Era incorrecto o mundano el baile? ¿Rebajaría sus normas si aceptaba esa costumbre?
Alex aprendió que aunque la música y el baile eran diferentes a los de su país, no había razón para suponer que sus
hermanos españoles estaban rebajando las normas cristianas. Su confusión se debía a la diferencia cultural.
Sin embargo, Emilio, un hermano al que le gusta el baile español tradicional, reconoce que existe un peligro. “Observo
que en muchos bailes la pareja ha de tener un contacto muy cercano —comenta—. Como estoy soltero, me doy cuenta de
que eso puede tener efecto en los sentimientos de al menos uno de los bailarines. A veces, el baile se utiliza como excusa
para mostrar afecto a la persona a la que te sientes atraído. Cerciorarse de que la música es sana y de que el contacto físico
se reduce lo más posible puede servir de protección. No obstante, debo admitir que cuando un grupo de solteros y solteras se
van juntos a bailar, es muy difícil mantener un ambiente teocrático.”
Desde luego, no deberíamos poner de excusa nuestra cultura para permitir la conducta mundana. El canto y el baile
ocupaban un lugar en la cultura de los israelitas, y cuando fueron librados de los egipcios en el mar Rojo, cantaron y
bailaron como parte de la celebración (Éxodo 15:1, 20). Sin embargo, su música y su baile eran distintos de los del mundo
pagano que los rodeaba.
Lamentablemente, mientras esperaban que Moisés volviera del monte Sinaí, se impacientaron, hicieron un becerro de
oro y, después de comer y beber, “se levantaron para divertirse” (Éxodo 32:1-6). Cuando Moisés y Josué escucharon el
sonido del canto, inmediatamente se perturbaron (Éxodo 32:17, 18). Los israelitas habían rebasado el “límite”, y su forma
de cantar y bailar reflejaba entonces el mundo pagano que los rodeaba.
Del mismo modo, hoy día la música y el baile pueden ser aceptados en general en nuestro país y no  ofender la
conciencia de los demás. Pero si el lugar está poco iluminado, se encienden luces intermitentes o se pone música con un
ritmo distinto, lo que antes era aceptable puede reflejar ahora el espíritu del mundo. “Forma parte de nuestra cultura”,
pudiéramos decir. Aarón recurrió a una excusa similar cuando consintió formas de recreación y adoración paganas, a las que
denominó erróneamente “fiesta a Jehová”. Esta pobre excusa no tenía validez. La conducta de los israelitas se vio incluso
como una “ignominia entre sus opositores” (Éxodo 32:5, 25).
La cultura tiene su lugar
Es posible que las costumbres exóticas nos choquen al principio, pero no todas son necesariamente inaceptables. Con las
“facultades perceptivas entrenadas”, podemos determinar cuáles son compatibles con los principios cristianos y cuáles no
(Hebreos 5:14). Al mostrar un buen corazón lleno de amor al semejante, reaccionaremos apropiadamente cuando nos
encontremos con costumbres inofensivas.
Cuando predicamos las buenas nuevas del Reino a las personas de nuestros alrededores o de otras partes, tener el
enfoque equilibrado de la diversidad cultural nos permitirá hacernos “toda cosa a gente de toda clase”. Y muy
probablemente veamos que el acoger con gusto la diversidad cultural contribuye a que tengamos una vida rica, animada y
fascinante.
Salmos 97:11 Luz misma ha relumbrado para el justo, y regocijo aun para los rectos de corazón.

2Pedro 1:19-21 Por consiguiente, tenemos la palabra profética [hecha] más segura; y ustedes hacen bien en prestarle
atención como a una lámpara que resplandece en un lugar oscuro, hasta que amanezca el día y el lucero se levante, en sus
corazones. 20 Porque ustedes saben esto primero, que ninguna profecía de la Escritura proviene de interpretación privada
alguna. 21 Porque la profecía no fue traída en ningún tiempo por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron de parte
de Dios al ser llevados por espíritu santo.
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W08 15/5 pág. 4 párr. 12
“Resplandezca la luz de ustedes”
12
Como hemos visto, debemos tratar bien a nuestros semejantes. Pero lo mejor que podemos hacer por ellos es
ayudarles a recibir iluminación espiritual de parte de Dios (Sal. 43:3). Jesús les dijo a sus discípulos que ellos eran “la luz
del mundo” y les mandó que hicieran brillar su luz para que así la gente pudiera ver “sus obras excelentes”, es decir, sus
buenas acciones a favor del prójimo. Su luz brillaría “delante de los hombres”, iluminando espiritualmente a la humanidad
(léase Mateo 5:14-16). Hoy en día, nuestra luz resplandece cuando ayudamos en lo que podemos a nuestros vecinos y
cuando colaboramos en la labor de evangelización que se lleva a cabo “en todas las naciones”, sí, “en todo el mundo” (Mar.
13:10; Mat. 26:13). ¡Qué gran honor tenemos!

84
Lección 3(b) REPASO DE LA ESCUELA DEL SERVICIO DEL PRECURSOR DÍA 1

Lección 01(b) FORTALECE TU RELACIÓN CON JEHOVÁ

“Y ciertamente meditaré en toda tu actividad, y en tus tratos sí me interesaré intensamente.” Salmo 77:12

Lección 02(a) LA TRADUCCIÓN DEL NUEVO MUNDO (PARTE 1)

“Haz lo sumo posible para presentarte aprobado a Dios, trabajador que no tiene de qué avergonzarse, que maneja la palabra
de la verdad correctamente.” 2Timoteo 2:15

Lección 02(b) LA TRADUCCIÓN DEL NUEVO MUNDO (PARTE 2)

“¡Cómo amo tu ley, sí! Todo el día ella es mi interés intenso.” Salmo 119:97

Lección 3(a) MANTENTE AL DÍA CON LA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL

“porque el espíritu santo les enseñará en aquella misma hora las cosas que deben decir”.” Lucas 12:12

Nota: be pág. 38 párr. 2 Una vez cosechado el trigo, hay que quitarle la cáscara al grano. Lo mismo sucede con el fruto de
nuestra investigación. Antes de utilizarlo, debe separarse lo que es valioso de lo que resulta superfluo.

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Lección 4(a) DEFIENDA LA SOBERANÍA DE JEHOVÁ

Salmo 119:1

Felices son los que en [su] camino están exentos de falta, los que andan en la ley de Jehová.

Revelación 4:11

“Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las
cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas”.

LA HUMANIDAD DEPENDE POR COMPLETO DE JEHOVÁ

It-2 pág. 1044 (ESTE ARTICULO SE ANALIZARA EN TODA ESTA PARTE)

SOBERANÍA

Dominio; dignidad del gobernante, rey, emperador u otra persona que ejerce o posee la autoridad suprema del poder
público; fundamento del poder de una persona o grupo en los que se halla depositada la máxima autoridad de un Estado.
En las Escrituras Hebreas aparece con frecuencia la palabra ʼAdho·nái, y 285 veces la expresión ʼAdho·nái Yehwíh.
ʼAdho·nái es una forma plural de ʼa·dhóhn: “señor; amo”. Otra forma plural, ʼadho·ním, puede aplicarse a hombres
simplemente como pluralidad: “señores” o “amos”. Pero el término ʼAdho·nái sin sufijo siempre se utiliza en las Escrituras
con referencia a Dios, indicando el plural excelencia o majestad. Los traductores lo suelen traducir por “Señor”. Cuando
acompaña al nombre de Dios (ʼAdho·nái Yehwíh), como, por ejemplo, en el Salmo 73:28, la expresión se traduce “DIOS el
Señor” (BAS), “Señor Dios” (DK, PIB), “Jehová el Señor” (Mod, Val), “Señor Jehovah” (Val, 1989), “ʼǍdonay Yahveh”
(CI), “Señor Yavé” (NC), “Yahweh Dios” (BR), “Señor Soberano Jehová” (NM). Aunque la Versión Valera de 1960 utiliza
la palabra “soberano” en Job 31:28 y Ezequiel 38:2 y 39:1, no lo hace como traducción de ʼAdho·nái.
La palabra griega de·spó·tēs designa a la persona que posee la autoridad suprema o tiene la posesión absoluta y el poder
sin control alguno. (Véase el Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento, de W. E. Vine, vol. 1, 1984,
pág. 93; vol. 4, 1987, págs. 44, 73.) Se traduce “señor”, “amo” y “dueño”. Cuando se utiliza para dirigirse directamente a
Dios, se traduce “Señor” (NC, CI y otras), “Soberano” (Besson), “Soberano Señor” (ENP, VHA) y “Señor Soberano” (NM)
en Lucas 2:29, Hechos 4:24 y Revelación 6:10. Otras versiones la traducen en este último texto “Soberano” (Mod, NBE, SA,
Sd, VP), “Soberano Señor” (HAR; NVI; Val, 1989), “Dominador” (RH), “Dueño” (BJ, JT, NTI) y “(el) Amo” (AFEBE,
CEBIHA, CJ).
Por tanto, aunque los textos hebreos y griegos no tienen una palabra específica para “soberano”, las palabras ʼAdho·nái y
de·spó·tēs comunican esta idea cuando las Escrituras hacen referencia a Jehová Dios, indicando la excelencia de su señorío.
La soberanía de Jehová. Jehová Dios es el Soberano del universo (“Señor del universo”; Lu 2:29, Sd) debido a que es
el Creador y a su Divinidad y supremacía como el Omnipotente. (Gé 17:1; Éx 6:3; Rev 16:14.) Es el Dueño de todas las
cosas y la Fuente de toda autoridad y poder, el Gobernante Supremo de todos los gobiernos (Sl 24:1; Isa 40:21-23; Rev
4:11; 11:15); de Él dijo el salmista: “Jehová mismo ha establecido firmemente su trono en los cielos mismos; y sobre toda
cosa su propia gobernación real ha tenido la dominación”. (Sl 103:19; 145:13.) Los discípulos de Jesús oraron dirigiéndose
a Dios: “Señor Soberano, tú eres Aquel que hizo el cielo y la tierra”. (Hch 4:24, NM; véanse también CEBIHA; HAR; NTI;
NVI; Val.) Para la nación de Israel, Dios mismo constituía los tres poderes del gobierno: el judicial, el legislativo y el
ejecutivo. El profeta Isaías dijo: “Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro Dador de Estatutos, Jehová es nuestro Rey; él
mismo nos salvará”. (Isa 33:22.) Moisés da una notable descripción de Dios como Soberano en Deuteronomio 10:17.
Por ser Jehová el Soberano, tiene el derecho y la autoridad de delegar responsabilidades gubernativas. Hizo a David rey
de Israel, y aunque las Escrituras hablan del ‘reino de David’, este rey reconoció a Jehová como el Gran Gobernante
Soberano al decir: “Tuya, oh Jehová, es la grandeza y el poderío y la hermosura y la excelencia y la dignidad; porque todo

86
lo que hay en los cielos y en la tierra es tuyo. Tuyo es el reino, oh Jehová, Aquel que también te alzas como cabeza sobre
todo”. (1Cr 29:11.)
Gobernantes terrestres. Los gobernantes de las naciones ejercen su limitada gobernación por tolerancia o permiso del
Señor Soberano Jehová. Los gobiernos políticos no reciben su autoridad de Dios, es decir, no desempeñan su cargo debido a
que Dios les haya concedido autoridad o poder, como se muestra en Revelación 13:1, 2, donde se dice que la bestia salvaje
de siete cabezas y diez cuernos consigue “su poder y su trono y gran autoridad” del dragón, Satanás el Diablo. (Rev 12:9;
véase BESTIAS SIMBÓLICAS.)
De modo que aunque Dios ha permitido que se sucedan los gobiernos humanos, uno de sus reyes poderosos tuvo que
reconocer por experiencia propia: “Su gobernación es una gobernación hasta tiempo indefinido, y su reino es para
generación tras generación. Y a todos los habitantes de la tierra se está considerando como meramente nada, y él está
haciendo conforme a su propia voluntad entre el ejército de los cielos y los habitantes de la tierra. Y no  existe nadie que
pueda detener su mano o que pueda decirle: ‘¿Qué estás haciendo?’”. (Da 4:34, 35.)
Por ello, mientras Dios permita la existencia de los gobiernos humanos, aplicará la admonición del apóstol Pablo a los
cristianos: “Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores, porque no hay autoridad a no ser por Dios; las
autoridades que existen están colocadas por Dios en sus posiciones relativas”. Luego el apóstol explica que cuando estos
gobiernos actúan para castigar al que hace el mal, la ‘autoridad superior’ o gobernante (aunque no sea un fiel adorador de
Dios) actúa indirectamente como ministro de Dios en esta misión particular, al expresar ira sobre los malhechores. (Ro
13:1-6.)
En cuanto a que estas autoridades están “colocadas por Dios en sus posiciones relativas”, las Escrituras indican que esto
no significa que Dios haya constituido estos gobiernos ni que los apoye. Más bien, los ha utilizado para realizar su buen
propósito en relación con su voluntad para sus siervos terrestres. Moisés dijo: “Cuando el Altísimo dio a las naciones una
herencia, cuando separó a los hijos de Adán unos de otros, procedió a fijar el límite de los pueblos con consideración para el
número de los hijos de Israel”. (Dt 32:8.)
El hijo de Dios como Rey. Después de que se destronó al último rey que se sentó en el “trono de Jehová” en Jerusalén
(1Cr 29:23), el profeta Daniel recibió una visión en la que contempló el nombramiento futuro del propio Hijo de Dios para
ser Rey. La posición de Jehová sobresale claramente cuando Él, el Anciano de Días, concede la gobernación a su Hijo. El
relato dice: “Seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡pues vea!, con las nubes de los cielos sucedía que venía
alguien como un hijo del hombre; y al Anciano de Días obtuvo acceso, y lo presentaron cerca, aun delante, de Aquel. Y a él
fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él.
Su gobernación es una gobernación de duración indefinida que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas”. (Da
7:13, 14.) Cuando se compara este texto con Mateo 26:63, 64, no queda ninguna duda de que el “hijo del hombre”
mencionado en la visión de Daniel es Jesucristo. Él obtiene acceso a la presencia de Jehová y recibe autoridad para
gobernar. (Compárese con Sl 2:8, 9; Mt 28:18.)
Se desafía la soberanía de Jehová. La iniquidad ha existido durante la práctica totalidad de la existencia de la raza
humana en la Tierra. La humanidad ha ido muriendo, y los pecados y las transgresiones contra Dios se han multiplicado.
(Ro 5:12, 15, 16.) Como la Biblia indica que Dios dio al hombre un comienzo perfecto, han surgido las siguientes
preguntas: ¿cómo empezaron el pecado, la imperfección y la iniquidad?, y ¿por qué ha permitido el Dios Todopoderoso que
estas cosas continúen por siglos? Las respuestas tienen que ver con un desafío a la soberanía de Dios que planteó una
cuestión suprema relacionada con la humanidad.
Lo que Dios quiere de los que le sirven. Durante el transcurso de los siglos, Jehová Dios ha probado mediante sus
palabras y acciones que es un Dios de amor y bondad inmerecida, que ejerce justicia y juicio perfectos, y que extiende
misericordia a los que intentan servirle. (Éx 34:6, 7; Sl 89:14; véanse JUSTICIA; MISERICORDIA.) Ha expresado su
bondad hasta a los desagradecidos e inicuos. (Mt 5:45; Lu 6:35; Ro 5:8.) Se deleita en el hecho de que su soberanía se
administra con amor. (Jer 9:24.)
Por ello desea que en su universo haya exclusivamente personas que le sirvan por amor a Él y a sus excelentes
cualidades, que le amen primero a Él y después a su prójimo (Mt 22:37-39); que amen, deseen y antepongan Su soberanía a
cualquier otra (Sl 84:10), y que, aunque puedan independizarse, escojan Su soberanía porque saben que Su gobernación es
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mucho más sabia, más justa y mejor que cualquier otra. (Isa 55:8-11; Jer 10:23; Ro 7:18.) Tales personas no  sirven a Dios
simplemente por temor a su omnipotencia ni por razones egoístas, sino por amor a Su justicia, derecho y sabiduría y debido
a que conocen la grandeza y la bondad amorosa de Jehová. (Sl 97:10; 119:104, 128, 163.) Exclaman junto con el apóstol
Pablo: “¡Oh la profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán inescrutables son sus juicios
e ininvestigables sus caminos! Porque ‘¿quién ha llegado a conocer la mente de Jehová, o quién se ha hecho su consejero?’.
O, ‘¿Quién le ha dado primero, para que tenga que pagársele?’. Porque procedentes de él y por él y para él son todas las
cosas. A él sea la gloria para siempre. Amén”. (Ro 11:33-36.)
Tales personas llegan a conocer a Dios, y en realidad conocerle implica amarle y apegarse a su soberanía. El apóstol
Juan escribe: “Todo el que permanece en unión con él no practica el pecado; nadie que practica el pecado lo ha visto ni ha
llegado a conocerlo”. Y: “El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor”. (1Jn 3:6; 4:8.) Jesús, quien
conocía a su Padre mejor que ningún otro, dijo: “Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre, y nadie conoce
plenamente al Hijo sino el Padre, ni conoce nadie plenamente al Padre sino el Hijo, y cualquiera a quien el Hijo quiera
revelarlo”. (Mt 11:27.)
No se cultivó amor y aprecio. Por consiguiente, el desafío a la soberanía de Jehová provino de una criatura que, aunque
disfrutaba de los beneficios de Su soberanía, no apreciaba su conocimiento de Él ni lo había cultivado, y, por ello, no había
profundizado su amor a Él. Era una criatura celestial de Dios, un ángel. Cuando se instaló en la Tierra a la primera pareja
humana, Adán y Eva, este ángel vio una oportunidad de atacar la soberanía de Dios. Primero intentaría desviar a Eva de la
sumisión a la soberanía de Dios, y luego a Adán, y lo logró. Su deseo era establecer una soberanía rival.
Eva, la primera a la que se puso a prueba, no había cultivado aprecio a su Creador y Dios, y no aprovechó la oportunidad
que tuvo de conocerlo. Escuchó la voz de una criatura inferior, en apariencia la serpiente, pero en realidad la voz de un
ángel rebelde. La Biblia no dice que Eva se sorprendiera de oír hablar a la serpiente, pero sí dice que la serpiente era “la más
cautelosa de todas las bestias salvajes del campo que Jehová Dios había hecho”. (Gé 3:1.) Nada se comenta en cuanto a que
la serpiente primero comiera del fruto prohibido del “árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo” y luego aparentase
hacerse sabia y pudiera hablar. El ángel rebelde, valiéndose de la serpiente para que le hablase, le presentó a la mujer (según
ella supuso) la oportunidad de hacerse independiente, “de ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo”, y logró
convencerla de que no moriría. (Gé 2:17; 3:4, 5; 2Co 11:3.)
Adán, que tampoco demostró tener aprecio y amor a su Creador y Proveedor cuando se enfrentó a la rebelión en el seno
de su propia familia, no apoyó lealmente a Dios y sucumbió ante la persuasión de Eva. Perdió la fe en Dios y en Su poder de
proporcionarle a su siervo leal todo buen don. (Compárese con lo que Jehová le dijo a David después de su pecado con Bat-
seba, en 2Sa 12:7-9.) Adán también dio la impresión de sentirse ofendido por la pregunta de Jehová sobre su mala acción,
pues respondió: “La mujer que me diste para que estuviera conmigo, ella me dio fruto del árbol y así es que comí”. (Gé
3:12.) Él no dio crédito a la mentira de la serpiente en cuanto a que no moriría, como sí había hecho Eva, pero tanto Adán
como Eva emprendieron un derrotero de libre determinación, de rebelión contra Dios. (1Ti 2:14.)
Adán no pudo decir: “Dios me somete a prueba”. Más bien, lo que sucedió estuvo en armonía con el principio: “Cada
uno es probado al ser provocado y cautivado por su propio deseo. Entonces el deseo, cuando se ha hecho fecundo, da a luz
el pecado; a su vez, el pecado, cuando se ha realizado, produce la muerte”. (Snt 1:13-15.) De modo que los tres rebeldes —
el ángel, Eva y Adán— emplearon la facultad del libre albedrío que Dios les había dado para pasar de la perfección a un
comportamiento pecaminoso deliberado. (Véanse PECADO; PERFECCIÓN.)
El punto en cuestión. ¿Qué es lo que aquí se cuestionó? ¿A quién criticó y difamó este ángel que más tarde recibiría el
nombre de Satanás el Diablo, cuyo desafío apoyó Adán mediante su acción rebelde? ¿Era el hecho de la supremacía de
Jehová, la existencia de su soberanía? ¿Estaba la soberanía de Dios en peligro? No, pues Jehová tiene autoridad y poder
supremos, y nadie, ni en el cielo ni en la Tierra, puede arrebatárselos. (Ro 9:19.) Por lo tanto, el desafío tiene que haber sido
en cuanto a lo propio, merecido y justo de la soberanía de Dios, si ejercía su soberanía de una manera digna, justa y para los
mejores intereses de sus súbditos, o no. Prueba de esto se halla en la manera de dirigirse a Eva: “¿Es realmente el caso que
Dios ha dicho que ustedes no deben comer de todo árbol del jardín?”. Con esas palabras la serpiente insinuó que tal cosa era
inaceptable, que Dios era indebidamente restrictivo, que retenía algo que la pareja humana merecía legítimamente. (Gé 3:1.)
¿Qué era el árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo?

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Al tomar del fruto del “árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo”, Adán y Eva expresaron su rebelión. El Creador,
como Soberano Universal, estaba en su pleno derecho de promulgar la ley sobre el árbol, pues Adán, por ser persona creada,
y no soberana, tenía limitaciones y necesitaba reconocer este hecho. Para que hubiera paz y armonía universal, sobre todas
las criaturas racionales recaía la responsabilidad de reconocer y apoyar la soberanía del Creador. Adán demostraría que
reconocía este hecho si se abstenía de comer el fruto de aquel árbol. Como padre en perspectiva de una Tierra poblada de
criaturas humanas, tenía que demostrar su obediencia y lealtad hasta en lo más mínimo. El principio implicado era: “La
persona fiel en lo mínimo es fiel también en lo mucho, y la persona injusta en lo mínimo es injusta también en lo mucho”.
(Lu 16:10.) Adán tenía la capacidad de mostrar esa obediencia perfecta. Es evidente que no había nada intrínsecamente
malo en el fruto del árbol en sí. (La prohibición no tenía nada que ver con las relaciones sexuales, pues Dios había mandado
a la pareja que ‘llenasen la tierra’. [Gé 1:28.] Era el fruto de un árbol literal, como dice la Biblia.) La nota al pie de la página
que aparece en Génesis 2:17 en la Biblia de Jerusalén expresa bien qué representaba el árbol:
“Esta ‘ciencia’ [conocimiento] es un privilegio que Dios se reserva y que el hombre usurpará por el pecado, [Génesis]
3 5, 22. No es, pues, ni la omnisciencia, que el hombre caído no posee, ni el discernimiento moral, que ya poseía el hombre
inocente y que Dios no niega a su criatura racional. Es la facultad de decidir uno por sí mismo lo que es bueno y lo que es
malo, y de obrar en consecuencia: una reclamación de autonomía moral, por la que el hombre no se conforma con su
condición de criatura [...]. El primer pecado ha sido un atentado a la soberanía de Dios, un pecado de orgullo.”
Se acusa a los siervos de Dios de egoísmo. Una expresión posterior de esta cuestión se halla en lo que Satanás dijo a
Dios en cuanto a su siervo fiel Job. Estas fueron sus palabras: “¿Ha temido Job a Dios por nada? ¿No has puesto tú mismo
un seto protector alrededor de él y alrededor de su casa y alrededor de todo lo que tiene en todo el derredor? La obra de sus
manos has bendecido, y su ganado mismo se ha extendido en la tierra. Pero, para variar, sírvete alargar la mano, y toca todo
lo que tiene, y ve si no te maldice en tu misma cara”. Después, Satanás de nuevo presentó la siguiente acusación: “Piel en el
interés de piel, y todo lo que el hombre tiene lo dará en el interés de su alma”. (Job 1:9-11; 2:4.) De ese modo acusaba a Job
de no estar en armonía con Dios de corazón, que servía obedientemente a Dios solo por motivos egoístas, por lucro. Satanás
calumnió a Dios respecto al ejercicio de Su soberanía, y a los siervos de Dios, en cuanto a su integridad a esa soberanía.
Dijo a todos los efectos que no habría ningún hombre sobre la Tierra que mantuviese integridad a la soberanía de Jehová si
a él, Satanás, se le permitía ponerle a prueba.
Jehová aceptó el desafío. No lo hizo debido a que dudara de la justicia de su soberanía. Él no necesitaba que se le
probase nada. Permitió tiempo para que se analizara esta cuestión debido al amor que sentía por sus criaturas inteligentes.
Dejó que Satanás pusiese al hombre a prueba ante todo el universo. Dio a sus criaturas el privilegio de demostrar que el
Diablo es un mentiroso y de quitar la calumnia que manchaba, no solo el nombre de Dios, sino también el suyo propio.
Satanás, con su actitud egotista, fue ‘entregado a un estado mental desaprobado’. Su enfoque al abordar a Eva fue
totalmente contradictorio. (Ro 1:28.) Por una parte acusó a Dios de ejercer su soberanía de manera injusta y parcial, pero
por otra debía contar con Su imparcialidad: al parecer pensó que Dios se consideraría obligado a dejarle vivir si podía
probar su acusación con respecto a la infidelidad de las criaturas de Dios.
Era vital zanjar la cuestión. El que se zanjara la cuestión en realidad era un asunto vital para todos los vivientes en lo
que respecta a su relación con la soberanía de Dios. Pues, una vez resuelta la cuestión nunca haría falta probarla de nuevo.
Jehová deseaba que se dieran a conocer en detalle los pormenores relacionados con dicha cuestión, para que todos pudieran
entenderla cabalmente. La medida que Dios tomó engendra confianza en su inmutabilidad, realza su soberanía, la hace aún
más deseable y la deja firmemente establecida en la mente de todos los que la escogen. (Compárese con Mal 3:6.)
Una cuestión moral. Por tanto, no se trata de una cuestión de poder o fuerza; es principalmente una cuestión moral. Sin
embargo, debido a que Dios es invisible y Satanás ha hecho todo esfuerzo posible por cegar la mente de los hombres, a
veces se ha puesto en duda el poder de Jehová o incluso su existencia. (1Jn 5:19; Rev 12:9.) Los hombres han interpretado
mal la razón por la que Dios ha ejercido paciencia y bondad, y se han vuelto más rebeldes. (Ec 8:11; 2Pe 3:9.) Debido a
ello, el servir a Dios con integridad ha requerido ejercer fe y experimentar sufrimiento. (Heb 11:6, 35-38.) No  obstante,
Jehová se propone dar a conocer a todos su soberanía. En Egipto le dijo a Faraón: “En realidad, por esta causa te he
mantenido en existencia, a fin de mostrarte mi poder y para que mi nombre sea declarado en toda la tierra”. (Éx 9:16.) De
igual manera, Dios ha permitido un tiempo para que tanto este mundo como su dios, Satanás el Diablo, existan y desarrollen
su iniquidad, y también ha fijado un tiempo para su destrucción. (2Co 4:4; 2Pe 3:7.) La oración profética del salmista fue:

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“Para que la gente sepa que tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra”. (Sl 83:18.) Jehová
mismo había jurado: “Ante mí toda rodilla se doblará, a mí toda lengua jurará, y dirá: ‘De seguro en Jehová hay plena
justicia y fuerza’”. (Isa 45:23, 24.)
El alcance de la cuestión. ¿Cuál fue el alcance de la cuestión? Puesto que se indujo al hombre a pecar y un ángel había
pecado, la cuestión llegó a incluir a las criaturas celestiales de Dios, hasta a su Hijo unigénito, el que estaba más cerca de
Jehová Dios. Este, que siempre hacía las cosas que le agradaban a su Padre, estaría muy ansioso de servir para la
vindicación del nombre y la soberanía de Dios. (Jn 8:29; Heb 1:9.) Dios lo seleccionó para esta asignación, y lo envió a la
Tierra, donde nació como hijo varón de la virgen María. (Lu 1:35.) Jesús fue perfecto y mantuvo su perfección y su
condición intachable durante toda su vida, incluso aguantando una muerte deshonrosa. (Heb 7:26.) Antes de su muerte dijo:
“Ahora se somete a juicio a este mundo; ahora el gobernante de este mundo será echado fuera”. También: “El gobernante
del mundo viene. Y él no tiene dominio sobre mí”. (Jn 12:31; 14:30.) Como Satanás no pudo conseguir quebrantar la
integridad de Cristo, el juicio fue que había fracasado y estaba listo para ser echado fuera. Jesús ‘venció al mundo’. (Jn
16:33.)
Jesucristo el Vindicador de Dios. Así, de una manera totalmente perfecta, Jesucristo demostró que el Diablo era un
mentiroso y zanjó por completo la cuestión: ¿habrá algún hombre fiel a Dios bajo cualquier tentación o prueba que pudiera
presentársele? Por lo tanto, el Dios Soberano lo nombró Ejecutor de sus propósitos, el que erradicaría del universo la
iniquidad e incluso al Diablo. Él ejercerá esta autoridad, y ‘toda rodilla se doblará y toda lengua reconocerá abiertamente
que Jesucristo es Señor para la gloria de Dios el Padre’. (Flp 2:5-11; Heb 2:14; 1Jn 3:8.)
En el dominio que se otorga al Hijo, gobierna en el nombre de su Padre, ‘reduciendo a la nada’ todo gobierno y toda
autoridad y poder que se opone a la soberanía de Jehová. El apóstol Pablo revela que después Jesucristo ofrecerá el más alto
tributo a la soberanía de Jehová que se puede ofrecer, pues, “cuando todas las cosas le hayan sido sujetadas, entonces el
Hijo mismo también se sujetará a Aquel que le sujetó todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas para con todos”.
(1Co 15:24-28.)
El libro de Revelación muestra que una vez que concluya el Reino de mil años de Cristo, en el que acabará con toda
autoridad que intente rivalizar con la soberanía de Jehová, se soltará al Diablo por un corto período de tiempo. Intentará
revivir la cuestión, pero no se concederá mucho tiempo para aquello que ya está zanjado. Satanás y los que le siguen serán
completamente aniquilados. (Rev 20:7-10.)
Otros vindicadores. Aunque la fidelidad de Cristo ha demostrado que la razón esta de parte de Dios en esta gran
cuestión, se permite que otros participen en apoyarlo. (Pr 27:11.) Los efectos del proceder íntegro de Cristo, que incluyó su
muerte sacrificatoria, están señalados así por el apóstol: “Mediante un solo acto de justificación el resultado a toda clase de
hombres es el declararlos justos para vida”. (Ro 5:18.) Cristo ha sido nombrado Cabeza de un “cuerpo” o congregación (Col
1:18), cuyos miembros participan en su muerte de integridad, y él está contento de que ellos participen con él como
coherederos, como reyes asociados en su gobernación del Reino. (Lu 22:28-30; Ro 6:3-5; 8:17; Rev 20:4, 6.) Hombres
fieles de la antigüedad que estaban a la expectativa de esta provisión de Dios mantuvieron integridad aunque tenían un
cuerpo imperfecto. (Heb 11:13-16.) Y los otros muchos que finalmente doblarán las rodillas en reconocimiento de la
Soberanía de Dios, también lo harán, reconociendo de corazón lo justo y merecido de dicha soberanía. Como cantó
proféticamente el salmista, “toda cosa que respira... alabe a Jah. ¡Alaben a Jah!”. (Sl 150:6.)

Job 41:11 ¿Quién me ha dado algo primero, para que yo deba recompensarle? [Todo] bajo los cielos enteros es mío.

Salmo 24:1 A Jehová pertenecen la tierra y lo que la llena, la tierra productiva y los que moran en ella.

It-2 pág. 1044 (ya investigado anteriormente)

It-2 pág. 1047 párrs. 2,3

Era vital zanjar la cuestión. El que se zanjara la cuestión en realidad era un asunto vital para todos los vivientes en lo
que respecta a su relación con la soberanía de Dios. Pues, una vez resuelta la cuestión nunca haría falta probarla de nuevo.
90
Jehová deseaba que se dieran a conocer en detalle los pormenores relacionados con dicha cuestión, para que todos pudieran
entenderla cabalmente. La medida que Dios tomó engendra confianza en su inmutabilidad, realza su soberanía, la hace aún
más deseable y la deja firmemente establecida en la mente de todos los que la escogen. (Compárese con Mal 3:6.)
Una cuestión moral. Por tanto, no se trata de una cuestión de poder o fuerza; es principalmente una cuestión moral. Sin
embargo, debido a que Dios es invisible y Satanás ha hecho todo esfuerzo posible por cegar la mente de los hombres, a
veces se ha puesto en duda el poder de Jehová o incluso su existencia. (1Jn 5:19; Rev 12:9.) Los hombres han interpretado
mal la razón por la que Dios ha ejercido paciencia y bondad, y se han vuelto más rebeldes. (Ec 8:11; 2Pe 3:9.) Debido a
ello, el servir a Dios con integridad ha requerido ejercer fe y experimentar sufrimiento. (Heb 11:6, 35-38.) No  obstante,
Jehová se propone dar a conocer a todos su soberanía. En Egipto le dijo a Faraón: “En realidad, por esta causa te he
mantenido en existencia, a fin de mostrarte mi poder y para que mi nombre sea declarado en toda la tierra”. (Éx 9:16.) De
igual manera, Dios ha permitido un tiempo para que tanto este mundo como su dios, Satanás el Diablo, existan y desarrollen
su iniquidad, y también ha fijado un tiempo para su destrucción. (2Co 4:4; 2Pe 3:7.) La oración profética del salmista fue:
“Para que la gente sepa que tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra”. (Sl 83:18.) Jehová
mismo había jurado: “Ante mí toda rodilla se doblará, a mí toda lengua jurará, y dirá: ‘De seguro en Jehová hay plena
justicia y fuerza’”. (Isa 45:23, 24.)

Hechos 17:25, 28

25 ni es atendido por manos humanas como si necesitara algo, porque él mismo da a toda [persona] vida y aliento y todas
las cosas.

28 Porque por él tenemos vida y nos movemos y existimos, aun como ciertos poetas de entre ustedes han dicho: ‘Porque
también somos linaje de él’.

Romanos 1:24, 26, 28

24 Por lo tanto, en conformidad con los deseos de sus corazones, Dios los entregó a la inmundicia, para que sus cuerpos
fueran deshonrados entre sí,
26 Por eso Dios los entregó a apetitos sexuales vergonzosos, porque sus hembras cambiaron el uso natural de sí mismas a
uno que es contrario a la naturaleza;
28 Y así como no aprobaron el tener a Dios en conocimiento exacto, Dios los entregó a un estado mental desaprobado, para
que hicieran las cosas que no son apropiadas,

Colosenses 1:21 En verdad, a ustedes, que en otro tiempo estaban alejados y eran enemigos porque tenían la mente [puesta]
en las obras que eran inicuas,

2Corintios 11:14, 15 Y no es maravilla, porque Satanás mismo sigue transformándose en ángel de luz. 15 No es, por lo
tanto, gran cosa el que sus ministros también sigan transformándose en ministros de justicia. Pero su fin será conforme a sus
obras.

Jeremías 10:23 Bien sé yo, oh Jehová, que al hombre terrestre no le pertenece su camino. No pertenece al hombre que está
andando siquiera dirigir su paso.

Salmo 119:105 Tu palabra es una lámpara para mi pie, y una luz para mi vereda.

Salmo 143:10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Tu espíritu es bueno; que me guíe en la tierra de la
rectitud.

Isaías 54:13 Y todos tus hijos serán personas enseñadas por Jehová, y la paz de tus hijos será abundante.

91
SOMETERSE A JEHOVÁ EXIGE LEALTAD

It-2 pág. 195 (ESTE ARTICULO SE ANALIZARA EN TODA ESTA PARTE)

LEALTAD

En las Escrituras Hebreas el adjetivo ja·sídh se utiliza con relación a alguien “leal” o “de bondad amorosa”.
(Sl 18:25, nota.) El sustantivo jé·sedh se refiere a la bondad, pero aunque comprende la tierna consideración o
bondad que se deriva del amor, va más allá. Es la bondad que se adhiere amorosamente a un objeto hasta que
su propósito con relación a ese objeto se ha realizado. Esta es la clase de bondad que Dios muestra a sus
siervos y que ellos le muestran a Él. Por lo tanto, entra en el campo de la lealtad, una lealtad justa, devota y
santa, por lo que se traduce “bondad amorosa” y “amor leal”. (Gé 20:13; 21:23; véase BONDAD.)
En las Escrituras Griegas el sustantivo ho·si·ó·tēs y el adjetivo hó·si·os conllevan la idea de santidad,
justicia, reverencia, devoción o piedad, la observancia cuidadosa de todos los deberes para con Dios. Supone
una buena relación con Dios.
No parece que haya ninguna palabra española que exprese exacta y plenamente el significado de los
términos correspondientes en hebreo y en griego, pero como “lealtad” implica devoción y fidelidad cuando se
usa con relación a Dios y su servicio, sirve para transmitir una idea parecida. La mejor manera de determinar el
significado pleno de los términos bíblicos en cuestión es examinar su uso en la Biblia.
La lealtad de Jehová. Como Jehová Dios, el Santísimo, es justo, muestra incesante bondad a sus siervos e
incluso trata con justicia y de modo coherente a sus enemigos, es confiable en grado sumo. De Él se declara:
“Grandes y maravillosas son tus obras, Jehová Dios, el Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos,
Rey de la eternidad. ¿Quién no te temerá verdaderamente, Jehová, y glorificará tu nombre, porque solo tú eres
leal?”. (Rev 15:3, 4.) La lealtad de Dios a la justicia y al derecho, así como el amor que le tiene a su pueblo, le
mueven a dictar sentencia. Por ello, un ángel se sintió impulsado a decir: “Tú, Aquel que eres y que eras, el
Leal, eres justo porque has dictado estas decisiones”. (Rev 16:5; compárese con Sl 145:17.)
Jehová es leal a sus pactos. (Dt 7:9.) Por causa del pacto con su amigo Abrahán, durante siglos tuvo gran
paciencia con la nación de Israel y le mostró misericordia. (2Re 13:23) Por ello, mediante su profeta Jeremías
hizo este llamamiento a Israel: “‘De veras vuélvete, oh renegada Israel’, es la expresión de Jehová. ‘No haré
caer mi rostro airadamente sobre ustedes, porque soy leal’”. (Jer 3:12.) Los que son leales a Jehová pueden
confiar plenamente en Él. David pidió la ayuda de Dios en oración y dijo: “Con alguien leal tú actuarás en
lealtad; con el poderoso, exento de falta, tratarás de un modo exento de falta”. (2Sa 22:26.) David hizo un
llamamiento al pueblo y le pidió que se volviera del mal a fin de practicar el bien, “porque Jehová es amador de
la justicia, y no dejará a los que le son leales. Hasta tiempo indefinido ciertamente serán guardados”. (Sl
37:27, 28.)
Los que son leales a Jehová pueden confiar en que Él está cerca y los ayudará hasta el mismo final de su
proceder fiel, y pueden tener la plena seguridad de que los recordará en cualquier situación. Él guarda su
camino (Pr 2:8) y sus vidas o almas. (Sl 97:10.)
Jesucristo. Cuando Jesucristo estuvo en la Tierra, le fortaleció saber que Dios había predicho de él, Su
principal “leal”, que no dejaría su alma en el Seol. (Sl 16:10.) En el día del Pentecostés de 33 E.C. el apóstol
Pedro aplicó esta profecía a Jesús, diciendo: “[David] vio de antemano y habló respecto a la resurrección del
Cristo, que ni fue abandonado en el Hades ni su carne vio corrupción. A este Jesús lo resucitó Dios, del cual
hecho todos nosotros somos testigos”. (Hch 2:25-28, 31, 32; compárese con Hch 13:32-37.) En un comentario
sobre Hechos 2:27, The Expositor’s Greek Testament dice que la palabra hebrea ja·sídh (usada en Sl 16:10)
“no solo aplica a alguien piadoso y devoto, sino también al que es objeto de la bondad de Jehová” (edición de
W. R. Nicoll, 1967, vol. 2).
Dios requiere lealtad. Jehová exige lealtad de sus siervos, que han de imitarle. (Ef 5:1.) El apóstol Pablo
dice a los cristianos que “deben vestirse de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de
Dios en verdadera justicia y lealtad”. (Ef 4:24.) Cuando Pablo recomienda la oración a la congregación, dice:
“Por lo tanto, deseo que en todo lugar los hombres se ocupen en orar, alzando manos leales, libres de ira y
debates”. (1Ti 2:8.) La lealtad es una cualidad esencial que capacita a un varón para un puesto de
superintendencia en la congregación de Dios. (Tit 1:8.)

92
Jeremías 3:12 Ve, y tienes que proclamar estas palabras al norte y decir: ”‘“De veras vuélvete, oh renegada
Israel”, es la expresión de Jehová’. ‘“No haré caer mi rostro [airadamente] sobre ustedes, porque soy leal”, es la
expresión de Jehová.’ ‘“No me quedaré resentido hasta tiempo indefinido.

Revelación 15:4 ¿Quién no te temerá verdaderamente, Jehová, y glorificará tu nombre, porque solo tú eres leal?
Porque todas las naciones vendrán y adorarán delante de ti, porque tus justos decretos han sido manifestados”.

It-2 pág. 195 (ya investigado anteriormente)

W13 15/6 págs. 17, 18 párrs. 4-6

JEHOVÁ ES LEAL
3
La lealtad es una atractiva cualidad que se traduce en una devoción y una fidelidad inquebrantables. Una persona leal
no es inconstante, sino que se adhiere amorosamente a alguien o a algo y no se aparta de esa persona o cosa ni siquiera en
circunstancias difíciles. Jehová es “el Leal”, la persona más leal que existe (Rev. 16:5).
4
¿Cómo demuestra Jehová su lealtad? Pues bien, nunca abandona a sus siervos fieles. Uno de ellos, el rey David, así lo
reconoció (lea 2 Samuel 22:26). Él comprobó que esa lealtad no se queda en simples palabras, pues Dios lo dirigió, lo
protegió y lo libró en sus pruebas (2 Sam. 22:1). ¿Por qué fue Jehová leal con él? Porque David mismo era “alguien leal”.
Dios valora la lealtad de sus siervos y los recompensa siendo leal con ellos (Prov. 2:6-8).
5
Reflexionar en los actos de lealtad de Jehová nos da fuerzas. Un fiel hermano de nombre Reed señala: “Me anima
mucho leer cómo Jehová ayudó a David en los momentos difíciles. Siempre lo sostuvo, hasta cuando era un fugitivo que
tenía que refugiarse en cuevas. ¡Eso me fortalece tanto! Me recuerda que, sin importar lo sombría que parezca la situación,
Jehová estará a mi lado mientras yo siga fiel”. Sin duda, todos sentimos lo mismo (Rom. 8:38, 39).
6
¿De qué otros modos demuestra Jehová que es leal? Uno es manteniéndose fiel a sus normas. Él  nos asegura: “Aun
hasta la vejez de uno yo soy el Mismo” (Is. 46:4). Sus decisiones siempre se basan en sus invariables normas sobre lo bueno
y lo malo (Mal. 3:6). Además, permanece fiel a su palabra, es decir, cumple sus promesas (Is. 55:11). Su lealtad nos
beneficia a todos sus siervos fieles, pues cuando hacemos lo posible por obedecer sus normas, podemos estar seguros de que
cumplirá su promesa de bendecirnos (Is. 48:17, 18).

Efesios 6:1 Hijos, sean obedientes a sus padres en unión con [el] Señor, porque esto es justo:

Colosenses 3:18 Esposas, estén en sujeción a [sus] esposos, como es decoroso en [el] Señor.

Hebreos 13:17 Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos, porque ellos están velando por
las almas de ustedes como los que han de rendir cuenta; para que ellos lo hagan con gozo y no con suspiros, por cuanto esto
les sería gravemente dañoso a ustedes.

35
Hechos 10: 34, 35 Ante aquello, Pedro abrió la boca y dijo: “Con certeza percibo que Dios no es parcial,  sino que, en
toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto.

Juan 15: 13 Nadie tiene mayor amor que este: que alguien entregue su alma a favor de sus amigos.

Hechos 9: 23-25 Entonces, cuando se cumplía una buena cantidad de días, los judíos entraron en consejo para eliminarlo.
24
 Sin embargo, el complot de ellos contra él llegó a serle conocido a Saulo. Pero también vigilaban cuidadosamente las

93
puertas tanto de día como de noche para eliminarlo. 25 De modo que sus discípulos lo tomaron y lo bajaron de noche por una
abertura en el muro, descolgándolo en un cesto.

Revelación 2:10 No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes
en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente, y para que tengan tribulación diez días. Pruébate fiel hasta la
misma muerte, y yo te daré la corona de la vida.

LA SUMISIÓN A DIOS DEBE NACER DEL CORAZÓN

1Pedro 1:22 Ahora que ustedes han purificado sus almas por [su] obediencia a la verdad con el cariño fraternal sin
hipocresía como resultado, ámense unos a otros intensamente desde el corazón.

W93 15/10 págs. 12-16

Cómo hallar la clave del cariño fraternal

“Suministren a su [...] devoción piadosa, cariño fraternal.” (2 PEDRO 1:5-7.)

EN CIERTA ocasión, un médico que no era testigo de Jehová asistió a la graduación de su hija de la Escuela Bíblica de
Galaad de la Watch Tower, donde había recibido preparación misional. Le impresionó tanto la alegre multitud que pensó
que debía haber muy pocos enfermos entre ellos. ¿Por qué estaban tan contentas aquellas personas? A propósito, ¿qué hace
que todas las reuniones del pueblo de Jehová, tanto en las congregaciones como en las asambleas de circuito y de distrito,
sean ocasiones felices? ¿No es el cariño fraternal que se muestran unos a otros? No cabe duda de que el cariño fraternal es
una de las razones de que se haya dicho que ningún otro grupo religioso deriva más placer, felicidad y satisfacción de la
religión que los testigos de Jehová.
2
Sería lógico que esperáramos encontrar este cariño fraternal en vista de lo que dice el apóstol Pedro en 1 Pedro 1:22:
“Ahora que ustedes han purificado sus almas por su obediencia a la verdad con el cariño fraternal sin hipocresía como
resultado, ámense unos a otros intensamente desde el corazón”. Uno de los elementos básicos de la palabra griega que se
traduce “cariño fraternal” es fi·lí·a (afecto). Su significado está relacionado estrechamente con a·gá·pe, que por lo general se
traduce “amor”. (1 Juan 4:8.) Aunque el cariño fraternal y el amor suelen utilizarse indistintamente, cada uno tiene aspectos
característicos. No debemos confundirlos, como hacen muchos traductores de la Biblia. (En este artículo y en el siguiente
examinaremos cada uno de estos términos.)
3
Respecto a la diferencia entre estas dos palabras griegas, un helenista comentó que fi·lí·a “fundamentalmente denotaba
calidez, intimidad y afecto”. Por otra parte, a·gá·pe tiene que ver más con la mente. Por eso, aunque se nos dice que amemos
(a·gá·pe) a nuestros enemigos, no sentimos cariño por ellos. ¿Por qué no? Porque “las malas compañías echan a perder los
hábitos útiles”. (1 Corintios 15:33.) Lo que Pedro pasa a decir también indica que hay una diferencia entre estas palabras:
“Suministren a su [...] cariño fraternal, amor”. (2 Pedro 1:5-7; compárese con Juan 21:15-17.)
Ejemplos de cariño fraternal muy especial
4
La Palabra de Dios da algunos buenos ejemplos de cariño fraternal muy especial. Este cariño especial no es el resultado
de un capricho, sino que se basa en el aprecio que uno siente por las cualidades sobresalientes de alguien. El ejemplo más
notable es ciertamente el cariño que Jesucristo tuvo al apóstol Juan. No cabe duda de que Jesús sintió cariño fraternal por
todos sus apóstoles fieles, y no le faltaban razones. (Lucas 22:28.) Una manera de demostrarlo fue lavándoles los pies, y así
les dio una lección de humildad. (Juan 13:3-16.) Pero Jesús sintió un cariño especial por Juan, como este mencionó en
varias ocasiones. (Juan 13:23; 19:26; 20:2.) Si Jesús tenía razones para sentir cariño por sus discípulos y apóstoles, es muy
probable que Juan le hubiera dado motivos para que le tuviera cariño especial a él, pues Juan sintió un aprecio más profundo
por Jesús. Así se desprende de sus escritos, tanto de su Evangelio como de sus cartas inspiradas. ¡Cuántas veces menciona el
amor! El mayor aprecio que Juan sentía por las cualidades espirituales de Jesús se observa en lo que escribió en los

94
capítulos 1 y 13 al 17 de Juan, así como en las referencias que hace en varias ocasiones a la existencia prehumana de Jesús.
(Juan 1:1-3; 3:13; 6:38, 42, 58; 17:5; 18:37.)
5
Tampoco queremos pasar por alto el cariño fraternal muy especial que existió entre el apóstol Pablo y su compañero
cristiano Timoteo, un cariño que ciertamente se basaba en la estima que cada uno tenía por las cualidades del otro. Los
escritos de Pablo contienen excelentes comentarios acerca de Timoteo, tales como: “No tengo a ningún otro de disposición
como la de él, que genuinamente cuide de las cosas que tienen que ver con ustedes. [...] Ustedes saben la prueba que él dio
de sí mismo, que, cual hijo con su padre, sirvió como esclavo conmigo en el adelanto de las buenas nuevas”. (Filipenses
2:20-22.) En sus cartas a Timoteo, Pablo le habla muchas veces de una manera que revela el mucho cariño que le tenía. Por
ejemplo, 1 Timoteo 6:20 dice: “Oh Timoteo, guarda lo que ha sido depositado a tu cuidado”. (Véase también 1 Timoteo
4:12-16; 5:23; 2 Timoteo 1:5; 3:14, 15.) El cariño especial que Pablo sentía por el joven Timoteo se destaca sobre todo
cuando comparamos las cartas que le escribió a él con la que escribió a Tito. Timoteo debe haber sentido lo mismo con
respecto a su amistad con Pablo, como se ve por las palabras de Pablo en 2 Timoteo 1:3, 4: “Nunca ceso de acordarme de ti
en mis ruegos [...], anhelo verte —pues recuerdo tus lágrimas— para llenarme de gozo”.
6
En las Escrituras Hebreas también hallamos excelentes ejemplos, como el de David y Jonatán. Leemos que después
que David mató a Goliat, “la misma alma de Jonatán se ligó con el alma de David, y Jonatán empezó a amarlo como a su
propia alma”. (1 Samuel 18:1.) El aprecio por el celo que David mostró por el nombre de Jehová y su intrepidez al salir al
encuentro del gigante Goliat, debió producir en Jonatán un cariño especial por David.
7
Jonatán sentía tanto cariño por David que arriesgó su propia vida para defenderlo del rey Saúl. Nunca se resintió por el
hecho de que Jehová hubiera escogido a David para que fuera el siguiente rey de Israel. (1 Samuel 23:17.) David también
sentía profundo cariño por Jonatán, como lo muestra lo que dijo al lamentar su muerte: “Estoy angustiado por ti, hermano
mío, Jonatán, muy agradable me fuiste. Más maravilloso me fue tu amor que el amor procedente de mujeres”. Ciertamente
un verdadero aprecio mutuo caracterizó su relación. (2 Samuel 1:26.)
8
Otro buen ejemplo de cariño especial en las Escrituras Hebreas es el de dos mujeres: Noemí y su nuera Rut, que había
enviudado. Recuerde lo que Rut le dijo a Noemí: “No me instes con ruegos a que te abandone, a que me vuelva de
acompañarte; porque a donde tú vayas yo iré, y donde tú pases la noche yo pasaré la noche. Tu pueblo será mi pueblo, y tu
Dios mi Dios”. (Rut 1:16.) ¿No debemos concluir que la conducta de Noemí y lo que decía de Jehová contribuyeron a que
Rut manifestara tal aprecio? (Compárese con Lucas 6:40.)
El ejemplo del apóstol Pablo
9
Como hemos visto, el cariño fraternal que el apóstol Pablo sentía por Timoteo era muy especial. Pero Pablo también
dio un ejemplo maravilloso al mostrar mucho cariño fraternal a sus hermanos en general. Dijo a los ancianos de Éfeso que
‘por tres años, noche y día, no había cesado de amonestar a cada uno con lágrimas’. ¿No era esto una muestra de cariño
fraternal? Sin lugar a dudas. Y ellos sentían lo mismo por Pablo. Al enterarse de que no lo verían más, “prorrumpió gran
llanto entre todos ellos, y se echaron sobre el cuello de Pablo y lo besaron tiernamente”. (Hechos 20:31, 37.) ¿Cariño
fraternal basado en el aprecio? Claro que sí. Pablo también manifiesta su cariño fraternal al decir en 2  Corintios 6:11-13:
“Nuestra boca se ha abierto para ustedes, corintios, nuestro corazón se ha ensanchado. Ustedes no  se hallan apretados y
escasos de lugar en nosotros, pero sí se hallan apretados y escasos de lugar en sus propios tiernos cariños. Así es que, como
recompensa, en cambio —hablo como a hijos—, ustedes, también, ensánchense”.
10
Es obvio que muchos de los corintios no tenían suficiente cariño fraternal y estima por el apóstol Pablo. Algunos se
quejaron: “Sus cartas son de peso y enérgicas, pero su presencia en persona es débil, y su habla desdeñable”. (2 Corintios
10:10.) Por tal razón, el apóstol Pablo hizo referencia a sus “apóstoles superfinos” y se vio en la necesidad de relatar las
pruebas que había aguantado, como aparece en 2 Corintios 11:5, 22-33.
11
El cariño que Pablo sentía por aquellos a quienes ministraba queda muy claro por lo que dijo en 1 Tesalonicenses 2:8:
“Teniéndoles tierno cariño, nos fue de mucho agrado impartirles, no solo las buenas nuevas de Dios, sino también nuestras
propias almas, porque ustedes llegaron a sernos amados”. De hecho, tanto cariño tenía a estos nuevos, que no pudo esperar
más —tan deseoso estaba de saber cómo les iba con la persecución— y les envió a Timoteo, quien luego dio un buen
informe que alentó mucho a Pablo. (1 Tesalonicenses 3:1, 2, 6, 7.) Bien lo dice la obra Perspicacia para comprender las
Escrituras: “Se forjó una estrecha relación de cariño fraternal entre Pablo y aquellos a quienes ministraba”.
95
El aprecio: la clave del cariño fraternal
12
Sin duda, el aprecio es la clave del cariño fraternal. ¿No tienen todos los siervos dedicados de Jehová cualidades que
apreciamos, que hacen que sintamos mucho cariño por ellos? Todos buscamos primero el Reino de Dios y su justicia. Todos
luchamos con valor contra nuestros tres enemigos comunes: Satanás y sus demonios, el mundo inicuo bajo el control de
Satanás y las tendencias egoístas de la carne pecaminosa que hemos heredado. ¿No deberíamos pensar siempre que nuestros
hermanos lo hacen lo mejor que pueden en vista de las circunstancias? Toda persona está o de parte de Jehová o de parte de
Satanás. Nuestros hermanos dedicados están de parte de Jehová, sí, son de los nuestros, y, por lo tanto, merecen nuestro
cariño fraternal.
13
¿Qué podemos decir del aprecio que tenemos a nuestros ancianos? ¿No deberían ocupar un lugar especial en nuestro
corazón por su ardua labor a favor de los intereses de la congregación? Ellos, como nosotros, han de mantenerse a sí
mismos y a su familia. También tienen las mismas obligaciones que nosotros: estudiar personalmente, asistir a las reuniones
de congregación y participar en el ministerio del campo. Además, es su obligación preparar partes en el programa de las
reuniones, pronunciar discursos públicos y atender problemas que surjan en la congregación, lo que a veces les supone pasar
muchas horas en audiencias judiciales. Ciertamente queremos “[seguir] teniendo aprecio a hombres de esa clase”.
(Filipenses 2:29.)
Mostremos cariño fraternal
14
Para agradar a Jehová, tenemos que demostrar el afectuoso sentimiento de cariño fraternal a nuestros compañeros de
creencia, como lo hicieron Jesucristo y Pablo. Leemos: “En [cariño fraternal] ténganse tierno cariño unos a otros”.
(Romanos 12:10, Kingdom Interlinear.) “Respecto al [cariño fraternal], ustedes no tienen necesidad de que les escribamos,
porque ustedes mismos son enseñados por Dios a amarse unos a otros.” (1 Tesalonicenses 4:9, Int.) “Que su [cariño
fraternal] continúe.” (Hebreos 13:1, Int.) No cabe duda de que a nuestro Padre celestial le agrada cuando mostramos cariño
fraternal a sus hijos terrestres.
15
En tiempos apostólicos, los cristianos acostumbraban saludarse con un “beso santo” o un “beso de amor”. (Romanos
16:16; 1 Pedro 5:14.) Esta era una verdadera muestra de cariño fraternal. Hoy día, en la mayoría de los lugares de la Tierra,
una manera más apropiada de hacerlo sería mediante una sonrisa amigable y un fuerte apretón de manos. En los países
latinoamericanos, como México, las personas suelen saludarse con un abrazo, que es una verdadera muestra de cariño. Es
posible que el cariño intenso de estos hermanos sea en parte la razón del gran aumento de publicadores que se produce en
esos países.
16
Cuando entramos en el Salón del Reino, ¿hacemos un esfuerzo especial por demostrar cariño fraternal? Si así es, nos
sentiremos impulsados a decir algo animador a nuestros hermanos, sobre todo a los que parecen estar deprimidos. Se nos
manda que “[hablemos] confortadoramente a las almas abatidas”. (1 Tesalonicenses 5:14.) Esta es una buena manera de
comunicar lo cálido del cariño fraternal. Otra excelente manera de hacerlo es agradeciendo un buen discurso público, una
asignación bien presentada en el programa de la reunión, lo bien que se ha esforzado un estudiante en la Escuela del
Ministerio Teocrático y así por el estilo.
17
¿Pudiéramos invitar a algunos hermanos a nuestro hogar para disfrutar de una comida o tal vez de un refresco después
de una reunión, si no es muy tarde? ¿No deberíamos regirnos por el consejo de Jesús anotado en Lucas 14:12-14? Un ex
misionero fue nombrado superintendente presidente de una congregación en la que todos los demás hermanos eran de otra
raza. Percibió la falta de cariño fraternal, de modo que se propuso remediar la situación. ¿Cómo? Todos los domingos
invitaba a una familia diferente a comer. Al cabo de un año, toda la congregación le tenía mucho cariño fraternal.
18
Cuando un hermano está enfermo, sea en su casa o en el hospital, el cariño fraternal nos impulsará a dejarle saber que
nos interesamos por él. ¿Y qué se puede decir de los que viven en un asilo de ancianos? ¿Por qué no visitarlos, telefonearles
o enviarles una tarjeta que exprese nuestro afecto?
19
Al dar muestras de cariño fraternal, preguntémonos: ‘¿Soy parcial? ¿Me dejo influir por el color de la piel, la
educación o las posesiones materiales de las personas? ¿Necesito ensanchar mi cariño fraternal, como instó el apóstol Pablo
a los cristianos de Corinto?’. El cariño fraternal hará que veamos a nuestros hermanos de manera positiva y que los

96
apreciemos por sus buenas cualidades. También nos ayudará a alegrarnos por el progreso de nuestro hermano en vez de
envidiarlo.
20
El cariño fraternal también nos impulsará a estar al tanto de ayudar a nuestros hermanos en el ministerio. Así
obraremos en conformidad con lo que dice el cántico 92:
“Al que está débil hay que ayudar;
darle denuedo para el hablar.
A los niñitos no hay que olvidar,
sino librarlos de su vacilar”.
21
Por lo tanto, no olvidemos que, al mostrar cariño fraternal, es aplicable el principio que Jesús enunció en su Sermón
del Monte: “Practiquen el dar, y se les dará. Derramarán en sus regazos una medida excelente, apretada, remecida y
rebosante. Porque con la medida con que ustedes miden, se les medirá en cambio”. (Lucas 6:38.) Nos beneficiamos
personalmente cuando mostramos cariño fraternal, estimando a aquellos que sirven a Jehová como nosotros. ¡En verdad,
felices son los que se deleitan en manifestar cariño fraternal!

Proverbios 4:4 Y él me instruía y me decía: “Que tu corazón tenga firmemente asidas mis palabras. Guarda mis
mandamientos y continúa viviendo.

Proverbios 4:10-13 Oye, hijo mío, y acepta mis dichos. Entonces para ti los años de vida llegarán a ser muchos. 11 Yo
ciertamente te instruiré aun en el camino de la sabiduría; ciertamente haré que pises en los senderos trillados de la rectitud.
12
 Cuando andes, no será estrecho tu paso; y si corres, no tropezarás. 13 Ásete de la disciplina; no [la] sueltes. Salvaguárdala,
pues ella misma es tu vida.

JEHOVÁ EJERCE SU SOBERANÍA MEDIANTE LA CONGREGACIÓN

Mateo 24:14 Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y
entonces vendrá el fin.

Mateo 28: 19, 20 Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy
con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.

Mateo 24: 45-47 ”¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos, para
darles su alimento al tiempo apropiado? 46 ¡Feliz es aquel esclavo si su amo, al llegar, lo hallara haciéndolo así! 47 En verdad
les digo: Lo nombrará sobre todos sus bienes.

1Corintios 5:9-13 En mi carta les escribí que cesaran de mezclarse en la compañía de fornicadores, 10 no [queriendo decir]
enteramente con los fornicadores de este mundo, o personas dominadas por la avidez y los que practican extorsión, o
idólatras. De otro modo, ustedes realmente tendrían que salirse del mundo. 11 Pero ahora les escribo que cesen de mezclarse
en la compañía de cualquiera que, llamándose hermano, sea fornicador, o persona dominada por la avidez, o idólatra, o
injuriador, o borracho, o que practique extorsión, y ni siquiera coman con tal hombre. 12 Pues, ¿qué tengo yo que ver con
juzgar a los de afuera? ¿No juzgan ustedes a los de adentro, 13 mientras Dios juzga a los de afuera? “Remuevan al [hombre]
inicuo de entre ustedes.”

1Corintios 7: 39 La esposa está atada durante todo el tiempo que su esposo vive. Pero si su esposo se durmiera [en la
muerte], está libre para casarse con quien quiera, [pero] solo en [el] Señor.
97
1Timoteo 5:17 Que los ancianos que presiden excelentemente sean tenidos por dignos de doble honra, especialmente los
que trabajan duro en hablar y enseñar.

Hebreos 10:23-25 Tengamos firmemente asida la declaración pública de nuestra esperanza sin titubear, porque fiel es el que
ha prometido. 24 Y considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, 25 sin abandonar el
reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día
se acerca.

Romanos 5:8 Pero Dios recomienda su propio amor a nosotros en que, mientras todavía éramos pecadores, Cristo murió por
nosotros.

DEFIENDE LA SOBERANÍA DE JEHOVÁ PARA SIEMPRE

W06 15/8 pág. 21 párr. 9

La lealtad y la integridad, puestas a prueba


5
El caso de Job fue especial. Él no lo sabía, pero Satanás había puesto en duda los motivos por los que servía a Dios.
Sucedió en una reunión en los cielos en la que, al oír a Jehová destacar las magníficas cualidades de Job, el Diablo
argumentó: “¿No has puesto tú mismo un seto protector alrededor de él y alrededor de su casa y alrededor de todo lo que
tiene en todo el derredor?”. Con estas palabras, atribuyó una motivación egoísta a Job y, por extensión, a todos los siervos
de Dios. Luego añadió: “Sírvete alargar la mano, y toca todo lo que tiene, y ve si no  te maldice en tu misma cara” (Job 1:8-
11).
6
Se trataba de un tema muy importante: Satanás cuestionó la forma en que Jehová ejerce su soberanía. ¿De veras podía
Dios gobernar el universo basándose en el amor? ¿O acabaría imponiéndose el egoísmo, como dio a entender el Diablo? A
fin de responder a este desafío y establecer un precedente para casos futuros, Jehová permitió que Satanás pusiera a prueba a
Job, pues estaba seguro de la integridad y lealtad de su siervo. Así que fue Satanás, y no Jehová, quien provocó las
desgracias que le sobrevinieron a Job una detrás de otra. Cuando esto no funcionó, lo hirió con una dolorosa enfermedad.
“Piel en el interés de piel, y todo lo que el hombre tiene lo dará en el interés de su alma”, declaró (Job 2:4).
7
Hoy día, la mayoría de los cristianos no tienen que soportar tantas dificultades como Job, pero todos sufren de una
forma u otra. Muchos hacen frente a la persecución o los problemas familiares. A otros los abruman las dificultades
económicas o la mala salud. Y algunos incluso han muerto por su fe. Claro, no es que Satanás sea siempre el responsable
directo de nuestras desgracias. A veces son consecuencia de nuestros propios errores o de algún trastorno físico heredado
(Gálatas 6:7). Además, los desastres naturales nos amenazan a todos. ¿Y quién de nosotros puede evitar los estragos de la
vejez? La Biblia explica con claridad que, en nuestros tiempos, Jehová no libra milagrosamente a sus siervos de estas
aflicciones (Eclesiastés 9:11).
8
Aun así, Satanás puede aprovecharse de estas u otras dificultades para debilitar nuestra fe. El apóstol Pablo habló del
sufrimiento que le producía “una espina en la carne, un ángel de Satanás”, que no dejaba de “abofete[arlo]” (2 Corintios
12:7). Puede que se tratara de una dolencia física —como una deficiencia en la visión— o de algún otro problema.
En cualquier caso, Pablo sabía que Satanás podía utilizar esa “espina” y la frustración que le causaba para arrebatarle el
gozo y socavar su integridad (Proverbios 24:10). En la actualidad, el Diablo puede incitar a familiares, compañeros de clase
o incluso gobiernos dictatoriales a que hostiguen de diversos modos a los siervos de Dios.
9
¿Cómo podemos hacer frente a estos problemas? Viéndolos como oportunidades para demostrar que amamos a Jehová
y nos sometemos a su soberanía pase lo que pase (Santiago 1:2-4). Si comprendemos bien la importancia de ser leales a
Dios, mantendremos el equilibrio espiritual sin importar cuál sea la causa de nuestra angustia. El apóstol Pedro escribió a
los cristianos: “Amados, no estén perplejos a causa del incendio entre ustedes, que les está sucediendo para prueba, como si
algo extraño les sobreviniera” (1 Pedro 4:12). Y Pablo explicó por qué: “Todos los que desean vivir con devoción piadosa
en asociación con Cristo Jesús también serán perseguidos” (2 Timoteo 3:12). Tal como hizo con Job, Satanás sigue
98
poniendo a prueba la integridad de los testigos de Jehová. Es más, la Biblia indica que el Diablo ha incrementado sus
ataques contra el pueblo de Dios en estos últimos días (Revelación [Apocalipsis] 12:9, 17).
Revelación 20: 7-9 Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión, 8 y saldrá a
extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El
número de estos es como la arena del mar. 9 Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los
santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo, y los devoró.

1Corintios 15:24-28 En seguida, el fin, cuando él entrega el reino a su Dios y Padre, cuando haya reducido a nada todo
gobierno y toda autoridad y poder. 25 Porque él tiene que reinar hasta que [Dios] haya puesto a todos los enemigos debajo de
sus pies. 26 Como el último enemigo, la muerte ha de ser reducida a nada. 27 Porque [Dios] “sujetó todas las cosas debajo de
sus pies”. Mas cuando dice que ‘todas las cosas han sido sujetadas’, es evidente que esto es con la excepción de aquel que le
sujetó todas las cosas. 28 Pero cuando todas las cosas le hayan sido sujetadas, entonces el Hijo mismo también se sujetará a
Aquel que le sujetó todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas para con todos.

It-2 pág. 820 párr. 7

Sin embargo, después de esto se someterá a esos súbditos terrestres a una prueba final de integridad y devoción. Satanás
será soltado del abismo. Los que permitan que él los seduzca lo harán por la misma cuestión que surgió en Edén: la
legitimidad de la soberanía de Dios, pues se dice que atacan el “campamento de los santos y la ciudad amada”. Como el
Tribunal del cielo habrá zanjado judicialmente esa cuestión y habrá cerrado el caso ya no se permitirá otra rebelión
prolongada. Los que no permanezcan leales al lado de Dios no podrán apelar a Cristo Jesús como un ‘ayudante
propiciatorio’, sino que Jehová Dios será “todas las cosas” para ellos. No habrá ninguna apelación o mediación posible.
Todos los rebeldes, espíritus y humanos, recibirán la sentencia divina de destrucción en la “muerte segunda”. (Rev 20:7-15.)

99
Lección 04(b) INTERÉSATE SINCERAMENTE POR LOS DEMÁS

be pág. 182 párr. 3

Control del volumen de aire. Los mejores resultados se consiguen al mantener un volumen adecuado de aire y controlar
bien la respiración. De otro modo, la voz posiblemente suene débil, y el discurso, entrecortado.
La zona más amplia de los pulmones no se halla en la parte superior del pecho, que parece mayor debido a los huesos de
los hombros, sino justo encima del diafragma. Este músculo está sujeto a las costillas inferiores y separa la cavidad torácica
de la abdominal.
Si al inspirar solo consigue llenar de aire la parte superior de los pulmones, pronto se quedará sin aliento. A  la voz le
faltará potencia, y usted se cansará con facilidad. Para respirar correctamente, siéntese o póngase de pie erguido y eche los
hombros hacia atrás. Procure no ensanchar solo la parte superior del tórax cuando inspire para hablar. Primero llene de aire
la parte inferior de los pulmones, de modo que la parte inferior de la caja torácica se ensanche hacia los lados. Al mismo
tiempo, el diafragma bajará, desplazará con suavidad al estómago y los intestinos, y usted sentirá en el abdomen la presión
del cinturón o cualquier otra prenda. Pero los pulmones no llegan hasta allí; se mantienen en la cavidad torácica. Para
determinar si lo hace bien, coloque una mano a cada lado de la parte inferior de la caja torácica. Ahora inspire
profundamente. Si lo hace como es debido, no encogerá el estómago ni alzará los hombros; antes bien, sentirá que las
costillas se desplazan un poco hacia arriba y hacia afuera.

Gálatas 6:10 Realmente, pues, mientras tengamos tiempo favorable para ello, obremos lo que es bueno para con todos,
pero especialmente para con los que están relacionados con [nosotros] en la fe.

Hebreos 6:10 Porque Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que mostraron para con su nombre, por
el hecho de que han servido a los santos y continúan sirviendo.

CONOCE A LAS PERSONAS Y SUS CIRCUNSTANCIAS

Hechos 26:2,3 “Acerca de todas las cosas de que soy acusado por judíos, rey Agripa, me considero feliz de que sea ante ti
ante quien haya de presentar mi defensa este día, 3 especialmente por cuanto eres perito en todas las costumbres así como
también en las controversias entre los judíos. Por eso te ruego que me oigas con paciencia.

1Corintios 9:20-23 Y por eso a los judíos me hice como judío, para ganar a judíos; a los que están bajo ley me hice como
bajo ley, aunque yo mismo no estoy bajo ley, para ganar a los que están bajo ley. 21 A los que están sin ley me hice como sin
ley, aunque yo no estoy sin ley para con Dios, sino bajo ley para con Cristo, para ganar a los que están sin ley. 22 A los
débiles me hice débil, para ganar a los débiles. Me he hecho toda cosa a gente de toda clase, para que de todos modos salve
a algunos. 23 Pero hago todas las cosas por causa de las buenas nuevas, para hacerme partícipe de ellas con [otros].

Km 9/00 pág. 4

Utilice los sucesos de actualidad para despertar el interés

1
¿Le gustaría tener un caudal inagotable de buenas ideas que aportaran variedad a su ministerio y despertaran el interés
de las personas en el mensaje de la Biblia? Pues entonces, inicie conversaciones utilizando las noticias mundiales y de su
comunidad. Podría referirse a las cuestiones de actualidad locales o nacionales y a las noticias internacionales, las cuales
están en constante cambio (1 Cor. 7:31). Fíjese en los siguientes ejemplos.

100
2
Los problemas económicos y el costo de la vida son motivo de verdadera preocupación para la gente. Por tanto,
podría decir:
▪ “¿Ha oído en las noticias que el precio de [mencione el artículo] va a volver a subir?” O si una gran empresa ha despedido
a muchos trabajadores, pudiera hablar del desempleo. Dependiendo de cómo desee proseguir la conversación, puede decir:
“¿Se ha preguntado alguna vez por qué resulta tan difícil ganarse la vida?”, o: “¿Cree que siempre será tan complicado
conseguir lo suficiente para mantenernos?”.
3
Las noticias de actos violentos, como las tragedias familiares o entre compañeros de escuela, proporcionan otro
tema de conversación. Podría preguntar:
▪ “¿Ha leído en el periódico que [refiérase a una tragedia ocurrida en la comunidad]?” Luego añada: “En su opinión, ¿a qué
se debe que haya tanta violencia en el mundo?”, o: “¿Cree que alguna vez llegará el día en que podamos sentirnos
seguros?”.
4
Las noticias de catástrofes causadas por inundaciones, terremotos o agitaciones civiles en diversas partes del
mundo también constituyen un medio de estimular el interés. Por ejemplo, podría preguntar:
▪ “¿Tiene Dios la culpa de [mencione el desastre natural]?” O pudiera aludir al último estallido de agitación civil y
preguntar: “Si todo el mundo desea la paz, ¿por qué es tan difícil conseguirla?”.
5
Esté al tanto de los sucesos de actualidad que pueda emplear en su introducción. Hallará sugerencias útiles en las
páginas 9 y 10 del libro Razonamiento, bajo el apartado “Actualidades”. No obstante, evite tomar partido en cuestiones
políticas o sociales. Más bien, dirija la atención a las Escrituras y al Reino de Dios como la única solución permanente a los
problemas de la humanidad.

Juan 4:7 Llegó una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dijo: “Dame de beber”.

Juan 4:10 En respuesta, Jesús le dijo: “Si hubieras conocido la dádiva gratuita de Dios, y quién es el que te dice: ‘Dame de
beber’, tú le habrías pedido, y él te habría dado agua viva”.

Juan 4:28,29 La mujer, por lo tanto, dejó su cántaro de agua y se fue a la ciudad y dijo a los hombres: 29 “Vengan acá, vean
a un hombre que me ha dicho todas las cosas que hice. ¿Acaso no es este el Cristo?”.

Km 5/13 pág.2

¿A quién podría interesarle este tema?

1
Las revistas La Atalaya y ¡Despertad! se redactan para un público mundial. Por eso, contienen una inmensa variedad
de temas. Al leerlas, sería bueno que tratáramos de determinar a quién podría interesarle cada artículo y nos pusiéramos la
meta de presentárselo.
2
¿Se analiza en La Atalaya un asunto bíblico del que hayamos hablado con algún compañero de trabajo? ¿Hemos visto
un artículo sobre la familia que pudiera serle útil a algún pariente? ¿Sabemos de alguien que planee viajar a un lugar que se
haya descrito en un artículo de ¡Despertad!? ¿Hay alguna revista en particular que pudiéramos ofrecer en ciertos negocios u
oficinas del gobierno dentro del territorio? Por ejemplo, en un asilo podríamos ofrecer una revista que analice ciertos
problemas de la edad avanzada. Y si una revista trata sobre la delincuencia, no sería mala idea presentarla en lugares como
los tribunales o las comisarías.
3
Resultados. Después de recibir la ¡Despertad! de octubre de 2011 titulada “Cómo criar hijos responsables”, un
matrimonio de Sudáfrica telefoneó a 25 escuelas del territorio de su congregación. Como resultado, 22 centros aceptaron las
revistas y las distribuyeron entre los estudiantes. A otra pareja de ese país se le ocurrió lo mismo y logró dejar ejemplares en
101
las escuelas de su territorio. En una de estas, algunos maestros los utilizaron en su programa semanal de orientación y
lectura. Esta pareja le contó lo ocurrido al superintendente de circuito, quien a su vez animó a las congregaciones a hacer lo
mismo. Al final, en la sucursal se recibieron tantas solicitudes de esa revista que tuvo que volverse a imprimir.
4
Nuestras revistas explican el verdadero significado de los acontecimientos mundiales y dirigen la atención de los
lectores a la Biblia y al Reino de Dios. Además, son las únicas revistas que “publica[n] salvación” (Is. 52:7). Por lo tanto,
queremos que la mayor cantidad de personas posible las lea. Y una buena manera de lograrlo es preguntándonos: “¿A quién
podría interesarle este tema?”.

Romanos 12: 14-16

Sigan bendiciendo a los que [los] persiguen; estén bendiciendo, y no maldiciendo. 15 Regocíjense con los que se regocijan;
lloren con los que lloran. 16 Estén dispuestos para con otros del mismo modo como lo están para consigo mismos; no tengan
la mente puesta en cosas encumbradas, sino déjense llevar con las cosas humildes. No se hagan discretos a sus propios ojos.

ESCUCHE CON ATENCIÓN LOS COMENTARIOS E INQUIETUDES DE TU INTERLOCUTOR

(Santiago 1: 19)

Sepan esto, mis amados hermanos. Todo hombre tiene que ser presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar, lento en
cuanto a ira;

be págs. 236-239

Lección 44
Uso eficaz de las preguntas

¿Qué implica?
Utilizar las preguntas para obtener un resultado en particular. Quizá se espere una contestación verbal o, más
bien, que los oyentes respondan mentalmente. La eficacia de las preguntas depende de su contenido y del
modo como se formulan.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?
Ayuda a los oyentes a interesarse en el asunto que se está tratando. Por otra parte, el maestro puede obtener
información valiosa sobre sus estudiantes si les plantea preguntas bien pensadas.

COMO las preguntas exigen una respuesta —sea verbal o mental—, contribuyen a que los oyentes centren la atención
en lo que usted les dice. Puede valerse de ellas para entablar conversaciones y disfrutar de un estimulante intercambio de
ideas. Tanto en su función de orador como de maestro, empléelas para despertar el interés, ayudar a razonar sobre un tema o
hacer hincapié en ciertos puntos. Si las utiliza bien, animará a otras personas a reflexionar en vez de limitarse a escuchar.
Póngase un objetivo y formule las preguntas de forma tal que lo alcance.
Para entablar conversaciones. Cuando participe en el ministerio del campo, procure invitar a las personas a expresarse,
si así lo desean.
Muchos Testigos comienzan diálogos interesantes con solo decir: “¿Se ha preguntado alguna vez...?”. Si el asunto al que
se refieren preocupa a mucha gente, está casi garantizado que disfrutarán de su predicación. Aun en el caso de que la
persona no haya pensado nunca en la cuestión, tal vez se despierte su curiosidad. Con expresiones como “¿Qué piensa
sobre...?”, “¿Qué le parece...?” y “¿Cree usted que...?”, se puede plantear gran variedad de temas.
Cuando el evangelizador Felipe abordó a un funcionario etíope que leía en voz alta una profecía de Isaías, se limitó a
preguntarle: “¿Verdaderamente sabes [es decir, entiendes] lo que estás leyendo?” (Hech. 8:30). El interrogante preparó el
102
terreno para que Felipe le explicara las verdades acerca de Jesucristo. Con preguntas similares, algunos Testigos de la
actualidad han encontrado personas ansiosas de entender con claridad la verdad bíblica.
Mucha gente está más dispuesta a escuchar si antes se le da la oportunidad de expresar su parecer. Por tanto, cuando
haga una pregunta, escuche atentamente la contestación de su interlocutor. Responda a su comentario con amabilidad, y
no con crítica. Siempre que sea posible, encómielo de manera sincera. En cierta ocasión, un escriba “contest[ó]
inteligentemente” a Jesús, y este lo elogió con las palabras: “No estás lejos del reino de Dios” (Mar. 12:34). Aunque no esté
de acuerdo con la persona, puede darle las gracias por haber expresado su opinión. Quizá lo que le ha dicho revele una
actitud que usted deba tener en cuenta al hablarle de la verdad bíblica.
Para dar paso a ideas importantes. Cuando hable en público o converse con alguien, procure servirse de las preguntas
para dirigir la atención a puntos importantes. Asegúrese de que estas aludan a asuntos de verdadero interés para sus oyentes.
También puede emplear preguntas que intriguen por no tener respuesta obvia. Si tras formularlas hace una pausa breve, su
auditorio probablemente escuchará lo que sigue con mayor interés.
En cierta ocasión, el profeta Miqueas planteó una serie de interrogantes. Para empezar, inquirió qué pide Dios de
quienes lo adoran y, a continuación, formuló cuatro preguntas más que sugieren posibles contestaciones. Todas esas
preguntas preparan al lector para la sabia respuesta con que concluye el razonamiento (Miq. 6:6-8). ¿Por qué no prueba
usted a hacer algo parecido cuando enseñe?
Para razonar sobre un tema. También pueden emplearse preguntas para ayudar a los oyentes a seguir la lógica de una
argumentación. Jehová se valió de este recurso al dirigir una seria declaración formal contra los israelitas, como muestra
Malaquías 1:2-10. En primer lugar les dijo: “Los he amado”. Puesto que ellos no reconocieron su amor, les preguntó:
“¿No fue Esaú el hermano de Jacob?”. Entonces Jehová señaló a la desolación de Edom como prueba de que, a causa de la
maldad de esta nación, él no la amó. A continuación utilizó varias ilustraciones intercaladas con interrogantes que ponían de
relieve que Israel no respondía debidamente a Su amor. Algunas de tales preguntas se ponen en boca de los sacerdotes
infieles, mientras que otras se las plantea Jehová a ellos. El emocionante diálogo nos cautiva con su lógica irrefutable y su
impactante mensaje.
Algunos oradores usan con eficacia las preguntas de un modo parecido. Aunque no esperen recibir una contestación
verbal, logran que los oyentes respondan mentalmente a lo que les dice, como si de un diálogo se tratara.
Cuando dirigimos estudios bíblicos, empleamos un método que requiere la participación oral del estudiante. Si este se
limita a repetir la respuesta impresa, es obvio que no se beneficiará plenamente. Así pues, con un tono afable, hágale
preguntas auxiliares que le ayuden a razonar. En las ideas clave anímelo a basar su respuesta en la Biblia. También pudiera
preguntarle: “¿Qué relación hay entre este punto y [otra cuestión que ya hayan estudiado]? ¿Por qué es importante? ¿Qué
efecto debería tener en nuestra vida?”. Con este método obtendrá mejores resultados que expresando sus propias
convicciones o dando explicaciones detalladas, pues ayudará al estudiante a utilizar su “facultad de raciocinio” para adorar a
Dios (Rom. 12:1).
Si el estudiante no capta una idea, sea paciente. Quizás esté comparando lo que usted le dice con lo que él ha creído por
muchos años. Trate de enfocar el asunto desde un ángulo diferente. A veces, sin embargo, hay que recurrir a razonamientos
muy elementales. Utilice las Escrituras con frecuencia. Emplee ilustraciones acompañadas de preguntas sencillas que
induzcan a razonar sobre la base de las pruebas.
Para que la persona exprese lo que realmente opina. Las respuestas de la gente a las preguntas no siempre revelan su
verdadera opinión. Tal vez nuestro interlocutor dé la contestación que piensa que esperamos oír. Por tanto, debemos tener
discernimiento (Pro. 20:5). Pudiéramos imitar a Jesús y preguntarle: “¿Crees tú esto?” (Juan 11:26).
Cuando muchos discípulos de Jesús se ofendieron por lo que les dijo y lo abandonaron, él invitó a sus apóstoles a
expresar su parecer. Les preguntó: “Ustedes no quieren irse también, ¿verdad?”. Pedro reveló el sentir de todos ellos al
responder: “Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes dichos de vida eterna; y nosotros hemos creído y llegado a conocer que
tú eres el Santo de Dios” (Juan 6:67-69). En otra ocasión, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es
el Hijo del hombre?”. Entonces les formuló otra pregunta para que expresaran su opinión sincera: “Pero ustedes, ¿quién
dicen que soy?”. Pedro contestó: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo” (Mat. 16:13-16).

103
En los estudios bíblicos posiblemente obtenga buenos resultados empleando un enfoque parecido en ciertos temas.
Pudiera preguntar: “¿Qué piensan tus compañeros de clase (o de trabajo) de este asunto?”. Entonces añada: “¿Y qué piensas
tú?”. Al saber lo que de verdad cree su estudiante, estará en situación de ofrecerle la mejor ayuda.
Para dar énfasis. También puede utilizar preguntas para dar énfasis a ciertas ideas. Así lo hizo el apóstol Pablo, como
muestra Romanos 8:31, 32: “Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que ni aun a su propio Hijo
perdonó, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿por qué no nos dará bondadosamente también con él todas las demás
cosas?”. Note que las dos preguntas de estos versículos amplían la idea expresada en la frase que las antecede.
Tras dejar constancia escrita de la sentencia divina contra el rey de Babilonia, el profeta Isaías añadió con total
convicción: “Jehová de los ejércitos mismo ha aconsejado, y ¿quién puede desbaratarlo? Y su mano es la que está
extendida, y ¿quién puede volverla atrás?” (Isa. 14:27). Tales preguntas llevan implícito que nadie puede hacerlo.
No necesitan respuesta.
Para poner de manifiesto ideas incorrectas. Las preguntas bien pensadas son también muy útiles para sacar a la luz
ideas incorrectas. Antes de sanar a cierto hombre, Jesús preguntó a los fariseos y a algunos entendidos en la Ley: “¿Es lícito
curar en sábado, o no?”. Tras curar al enfermo, agregó: “¿Quién de ustedes, si su hijo o su toro cae en un pozo, no  lo saca
inmediatamente en día de sábado?” (Luc. 14:1-6). No hubo respuesta, aunque tampoco Jesús la esperaba. Las preguntas
pusieron de manifiesto la forma de pensar errónea de aquellos hombres.
A veces, hasta los cristianos verdaderos tienen ideas equivocadas. Algunos corintios del siglo primero llevaron a sus
hermanos a los tribunales para resolver problemas que deberían haber zanjado entre ellos. ¿Cómo trató el apóstol Pablo la
cuestión? Planteó una serie de preguntas directas destinadas a corregir su manera de pensar (1 Cor. 6:1-8).
Con la práctica aprenderá a usar eficazmente las preguntas. No obstante, esfuércese por ser respetuoso, sobre todo al
dirigirse a gente mayor, a personas con las que no tenga confianza y a quienes ocupen puestos de autoridad. Utilice
preguntas para exponer la verdad bíblica de forma atractiva.

CÓMO LOGRARLO
Para entablar conversaciones, utilice preguntas que aludan a asuntos de verdadero interés para su interlocutor.
Antes de mencionar una idea importante, pruebe a plantear un interrogante que despierte expectación.
Emplee preguntas para mostrar la base de sus afirmaciones, la lógica de las verdades que expone y los buenos
efectos que estas pueden tener en la vida de sus oyentes.
Válgase de preguntas para que el estudiante, en vez de repetir datos, exprese su opinión sobre lo que
ha aprendido.
EJERCICIOS: 1) Teniendo presente la zona en la que predica, prepare varias preguntas que pueda utilizar para entablar
conversaciones significativas. 2) Lea el capítulo 3 de Romanos y fíjese en el uso que Pablo hace de las preguntas para
razonar sobre la posición que judíos y gentiles tienen ante Dios.

Colosenses 4:6 Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada
uno.

W05 1/6 pág. 32

¿Conversa usted con sus seres queridos?

“NUESTRA capacidad para comunicarnos con los seres queridos está menguando de manera alarmante”, informa el
diario polaco Polityka. En Estados Unidos se calcula que los cónyuges solo dedican seis minutos al día a conversar de forma
constructiva. Algunos entendidos creen que la mitad de las separaciones y los divorcios son el resultado de esta tendencia.

104
¿Y las conversaciones entre padres e hijos? En la mayoría de los casos “parecen más un interrogatorio que una
conversación: ‘¿Cómo te fue en la escuela? ¿Qué tal los amigos?’”, señala el informe arriba mencionado, y después
pregunta: “¿Cómo van a aprender así los hijos a establecer vínculos emocionales?”.
Puesto que las dotes comunicativas no surgen de la nada, ¿hay algún modo de mejorar nuestra habilidad para conversar?
El discípulo cristiano Santiago nos dio un valioso consejo: “Todo hombre tiene que ser presto en cuanto a oír, lento en
cuanto a hablar, lento en cuanto a ira” (Santiago 1:19). En efecto, si queremos mantener una conversación constructiva,
tenemos que prestar cuidadosa atención y no interrumpir con impaciencia ni precipitarnos a sacar conclusiones. Tampoco
debemos caer en la crítica, pues puede asfixiar fácilmente la conversación. Es cierto que Jesús hizo preguntas, pero con
mucho tacto y no con el objetivo de interrogar, sino para sacar lo que había en el corazón de quienes lo escuchaban y
fortalecer su relación con ellos (Proverbios 20:5; Mateo 16:13-17; 17:24-27).
Por tanto, tome la iniciativa de conversar y comunicarse con sus seres queridos y ponga en práctica los útiles principios
que se hallan en la Biblia. Es posible que esto derive en una relación estrecha y preciada que dure muchos años, tal vez toda
la vida.

Romanos 12:10 En amor fraternal ténganse tierno cariño unos a otros. En cuanto a mostrarse honra unos a otros, lleven la
delantera.

be pág. 187

Escuche atentamente. Aunque Jehová es omnisapiente, escucha a los demás. El profeta Micaya recibió una visión en la
que se veía a Jehová invitando a los ángeles a expresar sus ideas sobre cómo efectuar cierta tarea. Luego, Dios permitió que
uno de ellos llevara a cabo lo que había sugerido (1 Rey. 22:19-22). Cuando Abrahán expresó su preocupación por la
sentencia que iba a ejecutarse contra Sodoma, Jehová tuvo la deferencia de escucharle (Gén. 18:23-33). ¿Cómo podemos
imitar Su ejemplo en nuestro ministerio?
Anime a su interlocutor a expresarse; plantéele una pregunta oportuna y haga una pausa a fin de darle tiempo para
responder. Escuche atentamente. Su atención considerada lo animará a hablar sin trabas. Si la respuesta revela algo de lo
que le interesa, formule otras preguntas con tacto. Intente conocer mejor a la persona, sin convertir la conversación en un
interrogatorio. Siempre que le sea posible, encómiela con sinceridad por lo que piensa. Aunque no concuerde con su punto
de vista, acepte con amabilidad sus comentarios (Col. 4:6).
Debemos tener cuidado para no cruzar la línea de lo que es propio en nuestro interés por los demás. Preocuparnos por
ellos no nos da licencia para inmiscuirnos en su vida privada (1 Ped. 4:15). Si hablamos con alguien del otro sexo, debemos
proceder con cautela para que no malinterprete nuestra amabilidad. Es preciso ser juiciosos, pues lo que se considera propio
a este respecto varía de un país a otro, e incluso de una persona a otra (Luc. 6:31).
La preparación contribuye a que seamos buenos oyentes, pues si tenemos una idea clara de lo que deseamos comunicar
al amo de casa, estaremos relajados y le prestaremos atención de manera natural. Así, él se sentirá cómodo y más inclinado
a conversar con nosotros.
Cuando escuchamos a los demás, les mostramos honra (Rom. 12:10). De ese modo evidenciamos que valoramos sus
ideas y sentimientos, y hasta puede motivarlos a prestar más atención a nuestro mensaje. Por ello, con buena razón, la
Palabra de Dios nos aconseja que seamos ‘prestos en cuanto a oír, lentos en cuanto a hablar’ (Sant. 1:19).
Ayude a los demás a progresar. El interés en otras personas nos impulsará a seguir pensando en quienes demuestran
interés y a volver a su hogar para comunicarles las verdades bíblicas que más directamente satisfagan sus necesidades.
Antes de la siguiente visita, piense en las circunstancias del amo de casa. Prepare información sobre un tema que le
preocupe. Resalte su valor práctico y ayúdele a ver cómo puede beneficiarle lo que está aprendiendo (Isa. 48:17).

be págs. 124, 125

Lección 13
105
Contacto visual

¿Qué implica?
Mirar por unos instantes a los ojos de quienes le están escuchando, si lo permiten las costumbres de la
comunidad. Ver personas, no simplemente un grupo.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?
En muchas culturas se considera el contacto visual una señal de interés en el interlocutor, así como
una prueba de que se está convencido de lo que se dice.

LOS ojos comunican actitudes y sentimientos. Pueden indicar sorpresa o temor, transmitir compasión o amor y, a veces,
revelar incertidumbre o dolor. Un señor mayor dijo respecto a la gente de su nacionalidad, que había sufrido mucho:
“Hablamos con los ojos”.
Los demás pueden sacar conclusiones sobre nosotros y lo que decimos basándose en dónde fijamos la vista. En muchas
culturas se tiende a confiar en quienes miran a los ojos con expresión amistosa, pero se duda de la sinceridad o competencia
de quienes miran al suelo o algún objeto en vez de a su interlocutor. En otras culturas, la mirada fija y sostenida revela una
actitud descarada, agresiva o desafiante, sobre todo ante alguien del otro sexo, un jefe u otra persona de rango superior. Y en
algunas zonas se considera una falta de respeto que un joven mire directamente a los ojos de un adulto al dirigirle la palabra.
No obstante, en los lugares donde no es ofensivo, el que se mire a los ojos cuando se hace una afirmación importante
subraya lo que se dice y se interpreta como señal de convicción. Note la respuesta de Jesús cuando sus discípulos, muy
sorprendidos, le preguntaron: “¿Quién, realmente, puede ser salvo?”. La Biblia indica: “Mirándolos al rostro, Jesús les dijo:
‘Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todas las cosas son posibles’” (Mat. 19:25, 26). Las Escrituras también
muestran que el apóstol Pablo observaba con atención las reacciones de la gente. En una ocasión se encontraba entre su
auditorio un hombre cojo de nacimiento. Hechos 14:9, 10 relata: “Este estaba escuchando hablar a Pablo, el cual, mirándolo
fijamente, y viendo que tenía fe para recibir la salud, dijo con voz fuerte: ‘Levántate erguido sobre tus pies’”.
Sugerencias para el ministerio del campo. Cuando se dirija a la gente en el servicio del campo, sea amigable y
afectuoso. Si es oportuno, haga preguntas que inviten a la reflexión para iniciar un diálogo sobre un tema que pueda ser de
interés mutuo. Procure establecer contacto visual desde el principio, o al menos mire a su interlocutor a la cara de forma
respetuosa y cordial. Una sonrisa cálida, acompañada de una mirada que irradia gozo, resulta muy atractiva. Tal expresión
facial le dice mucho al amo de casa sobre el tipo de persona que es usted y contribuye a que se relaje mientras le escucha.
Donde sea apropiado, observe la expresión de los ojos de la persona, pues pudiera indicarle cómo tratar la situación.
Posiblemente capte si el amo de casa está enojado, no tiene interés o no le comprende. También notará si se está
impacientando o, por el contrario, si sigue sus palabras con vivo interés. De la expresión de sus ojos puede deducir que debe
hablar más despacio o más deprisa, tratar de que intervenga en la conversación, concluir esta o proseguir con una
demostración de cómo estudiar la Biblia.
Sea que esté dando testimonio público o dirigiendo un estudio bíblico, esfuércese por mantener contacto visual con su
interlocutor de manera respetuosa. No clave la vista en él, pues hará que se sienta incómodo (2 Rey. 8:11). Más bien, mírele
a menudo a la cara con naturalidad y simpatía, lo cual en muchos países denota interés sincero. Por supuesto, si está leyendo
la Biblia u otra publicación, tendrá la vista fija en la página impresa, pero cuando desee hacer hincapié en una idea, puede
mirar a la persona, aunque brevemente. Al levantar la vista alguna que otra vez, también le será posible observar su reacción
a lo que le está leyendo.
Si al principio por su timidez le resulta difícil mirar a los ojos, no se rinda. Con la práctica logrará hacerlo de forma
natural, lo cual le ayudará a comunicarse con mayor eficacia.
Al pronunciar un discurso. La Biblia nos dice que cuando Jesús se disponía a pronunciar el Sermón del Monte, “alzó
los ojos sobre sus discípulos” (Luc. 6:20). Siga su ejemplo. Antes de hablar en público, dirija la vista al auditorio unos
segundos; en muchos lugares incluso se puede mirar a los ojos de algunos de los presentes. Esta breve demora le ayudará a

106
usted a superar su nerviosismo inicial, y a sus oyentes, a asimilar la actitud o sentimiento que revele su rostro. También les
brindará a estos la oportunidad de acomodarse y prepararse para prestarle atención.

SE FLEXIBLE AL EXPONER LAS ENSEÑANZAS BÍBLICAS (1Corintios 9: 19-22)

km 6/13 pág. 1 párr. 3

¿Estamos dispuestos a adaptarnos?

1
Según 1 Corintios 7:31, el mundo es como un escenario teatral, en el que decorados y actores cambian constantemente.
Esos cambios en el escenario mundial exigen que de vez en cuando modifiquemos nuestros métodos de predicación, nuestro
horario y nuestras presentaciones. Ahora bien, ¿estamos dispuestos a hacerlo?
2
Nuestros métodos de predicación. La congregación cristiana siempre ha sido adaptable. Cuando Jesús envió a sus
discípulos a predicar, primero les dijo que no llevaran alforjas ni dinero (Mat. 10:9, 10). No obstante, sabiendo que serían
objeto de ataques y que la obra se extendería a otros lugares, más tarde modificó esas instrucciones (Luc. 22:36). Durante el
pasado siglo, la organización de Jehová fue adaptando sus métodos de predicación según las necesidades de la época. Por
ejemplo, llegaron a utilizarse tarjetas de testimonio, programas de radio y vehículos con equipo de sonido. Actualmente hay
muchos lugares en donde es difícil encontrar a las personas en su hogar; así que cada vez se da más énfasis a predicar
informalmente y en lugares públicos para complementar el ministerio de casa en casa. Y a fin de hallar a quienes trabajan
todo el día, se ha sugerido predicar al anochecer. Sin duda, el carruaje celestial de Jehová va modificando su rumbo. ¿Lo
seguimos y nos mantenemos al paso? (Ezeq. 1:20, 21.)
3
Nuestras presentaciones. ¿Qué le preocupa ahora a la gente del territorio? ¿La economía? ¿La familia? ¿Las guerras?
Estar al tanto de lo que sucede y de las circunstancias más comunes de la gente nos ayudará a preparar presentaciones más
eficaces (1 Cor. 9:20-23). Cuando las personas se expresen, en vez de dar una respuesta automática y seguir con nuestra
presentación, es mucho mejor adaptarnos a lo que les preocupa y hablar de eso.
4
Muy pronto bajará el telón de la última escena de este mundo y comenzará la gran tribulación. “El tiempo que queda
está reducido.” (1 Cor. 7:29.) Por tanto, es urgente que nos adaptemos a los cambios. Solo así lograremos hacer todo lo
posible en el poco tiempo que queda.

km 9/9 pág. 1 párr. 4

Cómo contestar

1
Hasta este día, todo el mundo se maravilla de lo bien que Jesús respondía a las preguntas y consultas que le hacían.
Es un excelente ejemplo de cómo proceder ante las preguntas tan variadas que nos hacen en el ministerio (1 Ped. 2:21).
2
Primero escuchar. Jesús tomaba en cuenta lo que había detrás de la pregunta que le hacían. Para lograr lo mismo,
algunas veces tendremos que hacer otras preguntas a fin de determinar cuál es la verdadera cuestión. Por ejemplo, si alguien
dice: “Y ustedes, ¿creen en Jesús?”, es posible que más bien le interese saber por qué no celebramos la Navidad. Si uno sabe
qué es lo que en realidad le preocupa a la persona, le será más fácil razonar con ella (Luc. 10:25-37).
3
Usar la Palabra de Dios. Por lo común, lo mejor es contestar directamente con la Biblia (2 Tim. 3:16, 17; Heb. 4:12).
Tanto el libro Razonamiento como la sección “Temas bíblicos para consideración” de la Traducción del Nuevo Mundo de
las Santas Escrituras nos pueden ayudar a encontrar la cita que buscamos. Y aun si la Biblia no representa ninguna
autoridad para la persona, de todos modos podemos intentar, con tacto, mostrarle lo que dice. Invítela a pensar en los sabios
consejos bíblicos, que han demostrado su validez a lo largo del tiempo. Al imitar a Jesús, nuestras respuestas serán “como
manzanas de oro en entalladuras de plata”: apropiadas, agradables y valiosas (Pro. 25:11).
4
¿Contestar a toda costa? Si no sabe la respuesta a alguna pregunta, diga sinceramente: “No sé, pero puedo investigar
el asunto y volver para contestarle”. Por su modestia e interés, quizás logre que la persona acepte una nueva visita. Pero si

107
está claro que la persona es un opositor y solo busca provocar una discusión, haga lo que hizo Jesús: no prolongue la
conversación (Luc. 20:1-8). Asimismo, si alguien no tiene verdadero interés en la verdad y lo que quiere es crear debate,
abandone amablemente la conversación y aproveche su tiempo para buscar a la gente sincera (Mat. 7:6).
5
Claro está, Jesús sabía que para cumplir su comisión de “dar testimonio acerca de la verdad”, lo que incluía contestar
preguntas sinceras, era fundamental que se apoyara en Jehová (Juan 18:37). En conclusión, ¡qué buen ejemplo nos dejó para
responder a todos los que estén “correctamente dispuestos para vida eterna”! (Hech. 13:48.)

km 2/14 pág. 1

Mejore sus habilidades en el ministerio: lleveun registro de las personas interesadas

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Tim. 4:16.) Este consejo inspirado que el apóstol Pablo dio a
Timoteo muestra que, seamos nuevos o experimentados, debemos esforzarnos por mejorar. Con este
fin, Nuestro Ministeriodel Reino contendrá una nueva serie titulada “Mejore sus habilidades en el ministerio”. Cada artículo
analizará una habilidad importante y ofrecerá sugerencias para desarrollarla. Se nos anima a todos a prestar especial
atención a dicha habilidad durante el mes. Al cabo del mes, tendremos la oportunidad de explicar en una sección de la
Reunión de Servicio los beneficios que hemos obtenido. En esta ocasión, se nos invita a concentrarnos en llevar un registro
de las personas interesadas.
Por qué es importante. Nuestra comisión implica más que solo predicar: supone visitar de nuevo a quienes muestren
interés y enseñarles la verdad, regando así las semillas que hemos plantado (Mat. 28:19, 20; 1 Cor. 3:6-9). Para ello,
tenemos que volver a encontrar a las personas, hablarles de lo que les importa y agregar algo nuevo apoyándonos en la
conversación anterior. De ahí la necesidad de hacer un registro cuando encontremos a alguien interesado.
Cómo hacerlo:
• Lleve en el bolso o maletín los útiles necesarios. Mantenga los registros impecables, ordenados y al día. Anote los datos justo
al terminar la visita.
• Apunte información sobre la persona, como su nombre y datos de contacto (dirección, número de teléfono, correo
electrónico). ¿Qué cosas observó acerca de ella o su familia que sean relevantes?
• Escriba los detalles de la conversación. ¿Qué textos leyó? ¿Qué dijo la persona sobre sus creencias? ¿Le dejó alguna
publicación? Anote la hora, el día y la fecha de la visita.
• Escriba lo que piensa hacer la próxima vez. ¿De qué tema prometió hablar? ¿Cuándo se comprometió a volver?
• Actualice el registro cada vez que vuelva. No pasa nada si toma notas de más.
Intente esto durante el mes:
• Cuando esté haciendo un registro, dígale a su compañero qué cosas está apuntando.

Filipenses 2:4 no vigilando con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los
demás.

108
Lección 05(a) LA PREDICACIÓN DE CASA EN CASA:

EL MÉTODO DE EVANGELIZACIÓN MÁS IMPORTANTE

Mateo 10:11 ”En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen hasta descubrir quién en ella es merecedor, y quédense allí
hasta que salgan.

Mateo 10: 12, 13 Al entrar en la casa, salúdenla; 13 y si la casa lo merece, venga sobre ella la paz que le desean; pero si no
lo merece, vuelva sobre ustedes la paz de ustedes.

Mateo 10:14 Dondequiera que alguien no los reciba ni escuche sus palabras, al salir de aquella casa o de aquella ciudad,
sacúdanse el polvo de los pies.

Lucas 9:6 Partiendo entonces, ellos recorrieron el territorio de aldea en aldea, declarando las buenas nuevas y ejecutando
curaciones por todas partes.

bt pág. 41 párr. 16
16
Sin perder tiempo, los apóstoles pusieron manos a la obra. Lejos de amilanarse, se dejaban ver “todos los días en el
templo, y de casa en casa [...] declarando las buenas nuevas acerca del Cristo” (Hech. 5:42). Estos celosos evangelizadores
estaban decididos a dar testimonio cabal, sí, un testimonio completo y exhaustivo. Observemos que, tal como les había
enseñado Jesús, llevaban el mensaje a un hogar tras otro (Mat. 10:7, 11-14). Seguramente fue así como llenaron Jerusalén
con su enseñanza. Hoy, los testigos de Jehová somos famosos por seguir este método apostólico. Al  visitar todas las
viviendas del territorio, dejamos muy claro que queremos dar un testimonio concienzudo y ofrecer a cada vecino la
oportunidad de escuchar las alegres noticias del Reino. ¿Ha bendecido Jehová esta faceta del ministerio? Sin duda. En  este
tiempo del fin, millones de personas han abrazado el mensaje, y muchas de ellas lo oyeron por primera vez cuando un
Testigo llamó a su puerta.

COMO VEÍA JESÚS LA COMISIÓN DE PREDICAR

Lucas 4:43 Pero él les dijo: “También a otras ciudades tengo que declarar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para
esto fui enviado”.

Juan 4:34 Jesús les dijo: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra.

Juan 14:31 pero, para que el mundo conozca que yo amo al Padre, así como el Padre me ha dado mandamiento [de hacer],
así hago. Levántense, vámonos de aquí.

cf págs. 76 – 81 (ven se mi seguidor)

Sección 2
‘Enseñar y predicar las buenas nuevas’

El carpintero. El que hacía milagros. El que sanaba a la gente. Jesús fue todo eso y mucho más; sin embargo, la gente
no lo conocía por tales obras. Más bien, lo llamaban Maestro. En efecto, la obra primordial en su vida era ‘enseñar y
predicar las buenas nuevas’ (Mateo 4:23). Los discípulos de Jesús tenemos que realizar esa misma obra. En esta sección
estudiaremos su ejemplo, que nos muestra cómo llevarla a cabo.
Capítulo 8
“Para esto fui enviado”

109
JESÚS y los apóstoles llevan horas caminando. Van de Judea a Galilea, en dirección norte. El camino más corto —que
se puede recorrer en unos tres días— atraviesa Samaria. Cerca del mediodía llegan a un pueblo llamado Sicar, donde hacen
un alto para reponer fuerzas.
2
Mientras los apóstoles van a comprar alimentos, Jesús se queda descansando junto a un pozo en las afueras del pueblo.
En eso ve que se acerca una mujer a sacar agua. Puesto que está “cansado del viaje”, podría decidir no prestarle atención
(Juan 4:6). Sería comprensible que sencillamente cerrara los ojos, sin fijarse en lo que ella hace. Según lo que vimos en el
capítulo 4, es muy probable que la samaritana crea que Jesús, como cualquier otro judío, la va a tratar de manera desdeñosa.
Sin embargo, Jesús entabla conversación con ella.
3
Inicia el diálogo valiéndose de una comparación extraída de las tareas diarias de la mujer, o mejor dicho, de la tarea
que está a punto de realizar. Ella ha venido a buscar agua, y Jesús le habla de un agua que da vida y que apagará su sed
espiritual. A lo largo de la conversación, la mujer hace varias declaraciones polémicas. Sin embargo, Jesús evita con
delicadeza entrar en discusiones y, sin desviarse del tema, se centra en los asuntos espirituales, a saber, la adoración pura y
Jehová Dios. Sus palabras tienen gran repercusión, pues cuando la samaritana les cuenta a los hombres del pueblo lo que él
le ha dicho, ellos también quieren oír a Jesús (Juan 4:3-42).
4
¿Cómo reaccionan los apóstoles cuando llegan y ven el asombroso testimonio que Jesús está dando? No muestran el
menor entusiasmo. Les sorprende encontrar a Jesús hablando con aquella mujer, y al parecer no cruzan ni una palabra con
ella. Una vez que esta se marcha, le ruegan a Jesús que coma de lo que han traído. “Yo tengo alimento para comer del cual
ustedes no saben”, responde él. Extrañados, al principio toman sus palabras al pie de la letra, pero él les explica: “Mi
alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra” (Juan 4:32,  34). De este modo, Jesús les enseña que la
obra que debe realizar en su vida es mucho más importante que el alimento físico, y quiere contagiarles ese sentimiento.
Ahora bien, ¿cuál es esta obra?
5
En cierta ocasión, Jesús dijo: “Tengo que declarar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado”
(Lucas 4:43). Así es, Jesús fue enviado a predicar y enseñar las buenas nuevas del Reino de Dios. Hoy sus discípulos hemos
recibido el mismo encargo. Por eso es tan importante que examinemos las razones por las que él predicó, el mensaje que
declaró y la actitud con que cumplió su comisión.
¿Por qué predicó Jesús?
6
Empezaremos por examinar lo que Jesús sentía por las verdades que enseñaba, para pasar luego a la actitud que
mostraba hacia la gente a quien instruía. Mediante un gráfico ejemplo, Jesús reveló cuánto valoraba la oportunidad de dar a
conocer las verdades que había aprendido de su Padre. Dijo: “Todo instructor público, cuando ha sido enseñado respecto al
reino de los cielos, es semejante a un hombre, un amo de casa, que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas” (Mateo 13:52).
¿Por qué saca cosas de su tesoro este dueño de casa?
7
No es simplemente para presumir de sus posesiones, como hizo el antiguo rey Ezequías, una acción que a la larga le
salió muy cara (2 Reyes 20:13-20). Entonces, ¿cuál es el motivo? Pues bien, pongamos un ejemplo. Suponga que usted va a
visitar a un profesor suyo a quien aprecia mucho, y este le muestra dos cartas que guarda en su escritorio. Una está
amarillenta por el paso de los años, y la otra es más reciente. Son cartas de su padre. La primera la recibió hace décadas,
cuando no era más que un niño, mientras que la segunda le llegó hace poco. Los ojos le brillan de felicidad al hablar del
gran cariño que les tiene, de cómo sus consejos le han cambiado la vida y de cómo pueden serle útiles a usted también. Está
claro que estas cartas significan mucho para su profesor y ocupan un lugar especial en su corazón (Lucas 6:45). Si se las ha
mostrado, no es por vanidad ni para obtener algún provecho económico, sino para que usted se beneficie de ellas y pueda
comprender el valor que tienen.
8
El Gran Maestro, Jesús, enseñaba a la gente las verdades de Dios por motivos semejantes. Estas eran para él un tesoro
inestimable: las amaba, ansiaba mostrarlas a otros y quería que todo discípulo suyo —“todo instructor público”— sintiera lo
mismo que él. ¿Es eso lo que usted siente? Hay buenas razones para amar todas y cada una de las verdades que aprendemos
de la Palabra de Dios. Para nosotros, las gemas de la verdad son inmensamente valiosas, ya sean enseñanzas que
aprendimos hace mucho tiempo o algunas explicaciones más recientes. Como Jesús, transmitiremos ese amor si hablamos
con entusiasmo de las cosas que Jehová nos ha enseñado y si no perdemos el aprecio que sentimos por ellas.

110
9
Jesús también amaba a aquellos a quienes instruía, como veremos con más detalle en la sección 3. Las Escrituras
habían predicho que el Mesías “le [tendría] lástima al de condición humilde y al pobre” (Salmo 72:13). Jesús se interesaba
de verdad por la gente. Se preocupó por conocer las ideas y las actitudes que los movían a actuar, y por entender las cargas
que los oprimían y los obstáculos que les impedían captar la verdad (Mateo 11:28; 16:13; 23:13, 15). Recordemos el caso de
la samaritana. Sin duda, a ella debió de causarle una impresión muy honda el interés que él le mostró. Al  ver la capacidad
que Jesús tenía para comprender aspectos de su vida personal, no pudo menos que reconocerlo como profeta, y se puso a
hablar a otros acerca de él (Juan 4:16-19, 39). Nosotros, por supuesto, somos incapaces de leer el corazón de aquellos a
quienes predicamos; pero, como Jesús, sí podemos interesarnos por ellos, demostrarles que nos importan y adaptar lo que
decimos a sus intereses, problemas y necesidades.

cf págs. 84 – 86

¿Qué actitud tuvo hacia su ministerio?


16
Jesús consideraba su ministerio un preciado tesoro. Le daba un inmenso placer enseñar a la gente a ver a su Padre
celestial tal como es en realidad, sin el velo de confusas doctrinas y tradiciones humanas. Se  complacía en ayudarles a tener
una buena relación con Jehová y a aferrarse a la esperanza de la vida eterna. Disfrutaba llevándoles el consuelo y el gozo de
las buenas nuevas. ¿Cómo manifestó él esos sentimientos? Veamos tres maneras.
17
En primer lugar, Jesús hizo del ministerio el centro de su vida. Hablar del Reino era su verdadera vocación, la obra de
su vida, su mayor interés. Por eso, como se explicó en el capítulo 5, decidió con sabiduría llevar una vida sencilla.
Aplicando él mismo lo que enseñaba, mantuvo la vista fija en lo más importante y no  se distrajo acumulando bienes que
tendría que pagar y luego mantener, reparar o reemplazar. Vivió con sencillez para que nada lo apartara innecesariamente de
su ministerio (Mateo 6:22; 8:20).
18
En segundo lugar, Jesús dio lo mejor de sí en su ministerio. Dedicó a él todas sus energías y recorrió a pie literalmente
centenares de kilómetros por toda Palestina buscando a todo el que escuchara las buenas nuevas. Les hablaba a las personas
en sus hogares, en las plazas públicas, en los mercados y al aire libre. Les hablaba aunque estuviera cansado, con hambre o
con sed, o aunque necesitara un momento de tranquilidad en compañía de sus amigos íntimos. Ni  siquiera en los últimos
instantes de su vida dejó de hablar de las buenas nuevas del Reino de Dios (Lucas 23:39-43).
19
En tercer lugar, Jesús estaba siempre consciente de la urgencia de efectuar su ministerio. Recordemos la conversación
que sostuvo con la samaritana en el pozo cerca de Sicar. Es obvio que los apóstoles no vieron que en aquella situación fuera
urgente predicar las buenas nuevas. “¿No dicen ustedes que todavía hay cuatro meses antes que venga la siega? —les
preguntó Jesús—. ¡Miren! Les digo: Alcen los ojos y miren los campos, que están blancos para la siega.” (Juan 4:35.)
20
Jesús tomó esta imagen de la época del año en que estaban. Era, por lo visto, el mes de kislev (noviembre-diciembre),
y todavía faltaban cuatro meses para la siega de la cebada, que tiene lugar alrededor de la Pascua (celebrada el 14 de nisán).
No había razón para que los agricultores se apresuraran, pues aún quedaba mucho tiempo. Pero ¿podía decirse lo mismo de
la “siega” de discípulos? ¡Claro que no! Había muchas personas que estaban listas para escuchar, para aprender, para seguir
a Cristo y obtener la maravillosa esperanza que Jehová les ofrecía. Era como si Jesús pudiera alzar la mirada sobre aquellos
campos simbólicos y ver que estaban blancos de mies madura que se mecía suavemente con la brisa, lo que señalaba que
estaba lista para ser cosechada. Había llegado la hora, y era urgente realizar el trabajo. Por eso, cuando los habitantes de una
ciudad trataron de retenerlo, él les contestó: “También a otras ciudades tengo que declarar las buenas nuevas del reino de
Dios, porque para esto fui enviado” (Lucas 4:43).
21
Es posible imitar a Jesús de las tres formas antes mencionadas. Primero, haciendo del ministerio cristiano el centro de
nuestra vida. Aun si tenemos familia, un trabajo y otras obligaciones, podemos demostrar que damos prioridad al ministerio
participando en él con entusiasmo y regularidad, como lo hizo Jesús (Mateo 6:33; 1 Timoteo 5:8). Segundo, dando lo mejor
de nosotros en el ministerio y empleando generosamente nuestro tiempo, energías y recursos para apoyarlo (Lucas 13:24).
Y tercero, recordando siempre la urgencia de nuestra obra (2 Timoteo 4:2). Aprovechemos, pues, toda oportunidad que se
nos presente para predicar.

111
22
Jesús también mostró que entendía la importancia de la obra al asegurarse de que esta continuara tras su muerte; por
eso mandó a sus discípulos que siguieran predicando y enseñando. De esta comisión tratará el capítulo siguiente.

RECUADRO

¿Cómo podemos seguir a Jesús?


● ¿Cómo demuestran nuestras oraciones y actos que entendemos que el ministerio es una obra urgente? (Mateo 9:35-38.)
● Si vemos que nuestro celo se está apagando, ¿cómo nos estimulará reflexionar en la actitud de Jesús? (Marcos 1:35-39.)
● ¿Cómo debemos ver a las personas humildes, oprimidas o marginadas que hallamos al predicar? (Lucas 18:35–19:10.)
● ¿Por qué no debemos dejar nunca que la indiferencia o la hostilidad hacia el mensaje nos desanimen? (Juan 7:32-52.)

Juan 18: 36, 37 Jesús contestó: “Mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores
habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero, como es el caso, mi reino no es de esta fuente”. 37 Por lo
tanto le dijo Pilato: “Bueno, pues, ¿eres tú rey?”. Jesús contestó: “Tú mismo dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y
para esto he venido al mundo, para dar testimonio acerca de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi
voz”.

W13 15/5 pág. 9 párr. 4


4
Piense también en Jesús y en su ejemplo perfecto de celo y perseverancia en el ministerio. Pese a la cruel oposición, su
celo se mantuvo intacto hasta el doloroso final de su vida en la Tierra (Juan 18:36, 37). De hecho, al acercarse ese momento,
redobló sus esfuerzos por ayudar a la gente a conocer a Jehová.

Mateo 28: 18- 20 Y Jesús se acercó y les habló, diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra.
19
 Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y
del espíritu santo, 20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los
días hasta la conclusión del sistema de cosas”.

cf págs. 94 – 96

Una misión en la que todos debemos participar


14
Con las palabras “Vayan [...] y hagan discípulos”, el resucitado Jesucristo dejó en manos de sus seguidores una gran
responsabilidad. Él no estaba pensando solamente en los discípulos que se habían congregado en la montaña de Galilea
aquel día primaveral. Su encargo fue predicar a “gente de todas las naciones”, y esta obra seguiría efectuándose “hasta la
conclusión del sistema de cosas”, por lo que evidentemente todos sus seguidores, incluidos nosotros, debemos participar en
ella. Analicemos con más detalle el mandato que Cristo dio en Mateo 28:18-20.
15
Antes de encomendar la misión de hacer discípulos, Jesús dijo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la
tierra” (versículo 18). ¿Tiene Jesús realmente tanta autoridad? ¡Claro que sí! Él es el arcángel, y capitanea miríadas y
miríadas de ángeles (1 Tesalonicenses 4:16; Revelación 12:7). Como “cabeza de la congregación”, tiene autoridad sobre sus
discípulos en la Tierra (Efesios 5:23). Además, gobierna desde 1914 como Rey Mesiánico en el cielo (Revelación 11:15).
Incluso posee autoridad sobre la sepultura, pues tiene el poder de resucitar a los muertos (Juan 5:26-28). Al  referirse
primero a su gran autoridad, Jesús indica que lo que va a decir a continuación no es una sugerencia, sino un mandato; y
puesto que la fuente de tal autoridad no es él, sino Dios mismo, lo más sabio es obedecerle (1 Corintios 15:27).
16
Ahora Jesús pasa a explicar la misión en sí, la cual comienza con una sola palabra: “Vayan” (versículo 19). Como
vemos, él quiere que seamos nosotros quienes vayamos y llevemos a otros el mensaje del Reino. Para cumplir con esta
encomienda podemos usar diversos métodos. Por ejemplo, predicamos de casa en casa, lo cual es una de las formas más
112
eficaces de tener contacto personal con la gente (Hechos 20:20). También creamos oportunidades para dar testimonio
informalmente, pues estamos deseosos de entablar conversaciones sobre las buenas nuevas en cualquier momento oportuno
del día. Y aunque los métodos en sí varían según las necesidades y circunstancias locales, hay una cosa que no cambia:
todos ‘vamos’ y buscamos hasta descubrir quién es merecedor (Mateo 10:11).
17
Entonces, Jesús pasa a explicar cuál es el objetivo de nuestra misión: “[Hacer] discípulos de gente de todas las
naciones” (versículo 19). ¿Cómo lo logramos? Pues bien, un discípulo es un aprendiz, alguien a quien se enseña. Pero hay
algo más implicado en hacer discípulos. Cuando ayudamos a alguien a estudiar la Biblia, no queremos que simplemente
llene su mente de conocimiento. Queremos que se convierta en un seguidor de Cristo. Por eso, siempre que podemos,
resaltamos el ejemplo de Jesús, para que el estudiante aprenda a verlo como su Maestro y Modelo, imite su modo de vida y
haga la misma obra que él hizo (Juan 13:15).
18
Un elemento fundamental de la misión se expresa con la frase: “Bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del
espíritu santo” (versículo 19). El bautismo es el paso más importante que da un discípulo en su vida, pues es una
demostración clara de que se ha dedicado a Dios sin reservas; de ahí que sea un paso esencial para la salvación (1  Pedro
3:21). Al discípulo bautizado que sigue haciendo todo cuanto puede en el servicio a Jehová le esperan infinitas bendiciones
en el venidero nuevo mundo. ¿Ha ayudado usted a alguien a hacerse discípulo bautizado de Cristo? Si así es, habrá
comprobado que no hay otra cosa que cause más gozo en el ministerio cristiano (3 Juan 4).
19
Jesús explica la siguiente parte de la misión al decir: “Enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he
mandado” (versículo 20). Los cristianos enseñamos a los nuevos a obedecer los mandatos de Jesús, entre ellos amar a Dios
y al prójimo y hacer discípulos (Mateo 22:37-39). Les enseñamos gradualmente a explicar las verdades bíblicas y a defender
su fe, que va aumentando de día en día. Cuando reúnen los requisitos para participar en la predicación pública,los
acompañamos y les mostramos con nuestras palabras y ejemplo cómo hacerlo de manera efectiva. Ahora bien, la instrucción
que damos a los nuevos discípulos quizá continúe después de su bautismo, pues es probable que necesiten ayuda para hacer
frente a las dificultades que se presentan al seguir a Cristo (Lucas 9:23, 24).

RECUADRO

¿Cómo podemos seguir a Jesús?


● ¿De qué manera debemos abordar a las personas cuando les llevamos el mensaje del Reino? (Mateo 10:11-13; Lucas
10:5.)
● ¿Cómo nos ayudan las palabras de Jesús a aguantar la oposición a nuestra obra de predicar? (Marcos 13:9-13.)
● ¿Cómo debemos tratar a los que no muestran interés en el mensaje? (Lucas 10:10, 11.)
● Si damos prioridad a la predicación, ¿de qué podemos estar seguros? (Lucas 12:22-31.)

JESÚS EXPRESO SU COMPASIÓN Y AMOR MEDIANTE LA PREDICACIÓN

Mateo 9:36 Al ver las muchedumbres, se compadeció de ellas, porque estaban desolladas y desparramadas como ovejas sin
pastor.

Lucas 5: 29 – 32 También, Leví le hizo un gran banquete de recepción en su casa; y había una gran muchedumbre de
recaudadores de impuestos y otros que estaban con ellos reclinados a la mesa. 30 Por esto los fariseos y sus escribas se
pusieron a murmurar, y decían a los discípulos de él: “¿Por qué comen y beben ustedes con recaudadores de impuestos y
pecadores?”. 31 Respondiendo, Jesús les dijo: “Los que están sanos no necesitan médico, pero los que se hallan mal sí. 32 No
he venido a llamar a justos, sino a pecadores a arrepentimiento”.

Juan 1: 47 Jesús vio a Natanael venir hacia él y dijo de él: “Mira, un israelita de seguro, en quien no hay engaño”.
113
Isaías 63:9 Durante [el tiempo de] toda la angustia de ellos le fue angustioso a él. Y su propio mensajero personal los
salvó. En su amor y en su compasión él mismo los recompró, y procedió a alzarlos y llevarlos todos los días de mucho
tiempo atrás.

Jonás 4:11 Y, por mi parte, ¿no debería yo sentir lástima por Nínive la gran ciudad, en la cual existen más de ciento veinte
mil hombres que de ningún modo saben la diferencia entre su mano derecha y su izquierda, además de muchos animales
domésticos?”.

W07 15/11 págs. 15 – 17

¿Somos una fuente de alivio?

EN EL extremo sur de la cordillera del Antilíbano se alza el monte Hermón. Su majestuosa cumbre, que alcanza los
2.814 metros (9.232 pies) sobre el nivel del mar, está nevada durante la mayor parte del año. Cuando los vapores nocturnos
pasan sobre ella, se condensan formando rocío, que desciende por las laderas, humedeciendo abetos y frutales, hasta llegar a
las viñas. En el antiguo Israel, era un alivio contar con este rocío, la principal fuente de humedad para las plantas durante la
larga temporada seca.
Un canto inspirado dice que la unidad entre los siervos de Jehová es tan reconfortante como “el rocío de Hermón que
viene descendiendo sobre las montañas de Sión” (Salmo 133:1, 3). Al igual que el Hermón es fuente de rocío para las
plantas, nosotros podemos ser fuente de alivio para los demás. ¿En qué sentido?
El ejemplo de Jesús
Jesucristo era un hombre que dejaba huella. Hasta un breve encuentro con él era una experiencia tan agradable como el
frescor del rocío. Por ejemplo, el Evangelio de Marcos indica que Jesús “tomó a los niños en los brazos  y empezó a
bendecirlos, poniendo las manos sobre ellos” (Marcos 10:16). ¡Qué bien tienen que haberse sentido aquellos pequeños!
La última noche que vivió como hombre en la Tierra, Jesús lavó los pies a sus apóstoles, demostrando así una humildad
que tuvo que llegarles al corazón. Acto seguido, Jesús les dijo: “Yo les he puesto el modelo, que, así como yo hice con
ustedes, ustedes también deben hacerlo” (Juan 13:1-17). En efecto, ellos también debían ser humildes. Aunque no captaron
de inmediato la idea y esa misma noche discutieron sobre quién tenía más importancia, Jesús no  se enojó, sino que razonó
pacientemente con ellos (Lucas 22:24-27). Hasta “cuando [sus enemigos] lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en
cambio”. De hecho, “cuando estaba sufriendo, no se puso a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga con
justicia”. Sin duda, la actitud de Jesús es reconfortante, y hacemos bien en imitarla (1 Pedro 2:21, 23).
Jesús dijo a sus oyentes: “Tomen sobre sí mi yugo y aprendan de mí, porque soy de genio apacible y humilde de
corazón, y hallarán refrigerio para sus almas” (Mateo 11:29). ¡Qué maravilla poder aprender directamente de Jesús!
Enseñaba tan bien que, cuando tomó la palabra en la sinagoga de su pueblo, la gente se quedó atónita y dijo: “¿Dónde
consiguió este hombre esta sabiduría y estas obras poderosas?” (Mateo 13:54). Hoy en día, cuando leemos los relatos sobre
la vida y ministerio de Jesús, también aprendemos muchas cosas de él, entre ellas a ser una fuente de refrigerio, o alivio.
Fijémonos, por lo tanto, en el extraordinario ejemplo que dio al hacer comentarios constructivos y ayudar al prójimo.
Seamos constructivos al hablar
Con las relaciones humanas ocurre lo mismo que con las casas: es mucho más fácil destruir que construir. Es muy fácil
atacar las faltas ajenas, pues todo el mundo es imperfecto y comete errores. Como bien dijo el rey Salomón, “no hay en la
tierra hombre justo que siga haciendo el bien y no peque” (Eclesiastés 7:20). Así que no es nada difícil descubrir los
defectos del prójimo y derrumbarlo haciendo comentarios hirientes (Salmo 64:2-4). Pero ser constructivos cuando hablamos
es todo un arte.
Con sus palabras edificantes, Jesús animaba a las personas. Les brindaba alivio espiritual anunciándoles las buenas
nuevas del Reino (Lucas 8:1). También animaba a sus discípulos al ayudarles a conocer íntimamente a su Padre celestial
(Mateo 11:25-27). No es extraño que la gente se sintiera atraída a Jesús.

114
Pero los escribas y fariseos no eran como él. No tenían en cuenta las necesidades ajenas. De ellos dijo Jesús: “Les gusta
el lugar más prominente en las cenas y los asientos delanteros en las sinagogas” (Mateo 23:6). Lo cierto es que
menospreciaban a la gente común, llegando a decir: “Esta muchedumbre que no conoce la Ley son unos malditos” (Juan
7:49). ¡Qué actitud tan poco edificante!
Nuestras palabras suelen revelar tanto lo que somos por dentro como lo que pensamos de los demás. Así lo reconoció
Jesús cuando señaló: “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón produce lo bueno; pero el hombre  inicuo produce lo
que es inicuo de su tesoro inicuo; porque de la abundancia del corazón habla su boca” (Lucas 6:45). Entonces, si queremos
que nuestras palabras sean una fuente de alivio, ¿qué podemos hacer?
En primer lugar, antes de hablar hay que pensar. Como indica Proverbios 15:28, “el corazón del justo medita para
responder”. Y eso no tiene por qué tomarnos mucho tiempo. Basta con reflexionar un poco para ver cuál será la reacción
más probable a nuestros comentarios. Deberíamos preguntarnos: “¿Es una muestra de amor lo que voy a decir? ¿Se basa en
hechos comprobados, o en habladurías? ¿Es ‘una palabra a su tiempo’? ¿Va a animar y fortalecer a quienes me escuchen?”
(Proverbios 15:23). Si determinamos que es un comentario negativo o inoportuno, lo mejor es olvidarnos de él. O, mejor
aún, sustituirlo por otro más positivo y pertinente. Las palabras que se dicen sin pensar son como “las estocadas de una
espada”, mientras que los comentarios positivos son una auténtica “curación” (Proverbios 12:18).
Otra cosa que nos ayudará a edificar a los hermanos es tener presente por qué son tan valiosos a los ojos de Dios. Jesús
dijo: “Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo atraiga” (Juan 6:44). Es  obvio que Jehová ve las
buenas cualidades de todos sus siervos, incluidos los que, en nuestra opinión, tienen una personalidad difícil. Si nos
esforzamos, nosotros también lograremos ver sus virtudes, lo que nos permitirá decir algo bueno de cada uno de ellos.
Ayudemos al prójimo
Jesús conocía muy bien las terribles condiciones en que vivían los oprimidos. Así, leemos que “al ver las
muchedumbres, se compadeció de ellas, porque estaban desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor” (Mateo 9:36).
Pero él no se limitó a observar la situación en que se hallaban, sino que hizo algo para aliviarla. Les dirigió esta invitación:
“Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré”. Y  agregó estas tranquilizadoras palabras: “Mi
yugo es suave y mi carga es ligera” (Mateo 11:28, 30).
Hoy atravesamos “tiempos críticos, difíciles de manejar” (2 Timoteo 3:1). Muchas personas viven abrumadas por “la
inquietud de este sistema de cosas” (Mateo 13:22). Y otras están agobiadas por sus circunstancias personales
(1 Tesalonicenses 5:14). ¿Cómo podemos ser una fuente de alivio para ellas? Aligerándoles la carga, tal como hizo Cristo.
Hay quienes se quitan un peso de encima hablando de sus problemas. Si alguien quiere desahogarse con nosotros,
¿escuchamos con atención? Para ser oyentes compasivos tenemos que ser disciplinados. No debemos perder la
concentración en lo que dice la persona, tal vez pensando en la respuesta que vamos a darle o en la solución que podemos
ofrecerle. Al escuchar con atención, mirar a los ojos y sonreír cuando es oportuno, demostramos verdadero interés.
En la congregación cristiana tenemos muchas oportunidades de animar a los hermanos. Por ejemplo, en el Salón del
Reino podemos hablar con quienes tienen problemas de salud. A veces, no hace falta más que dedicarles unos minutos antes
o después de las reuniones y decirles algo que los fortalezca. También podemos fijarnos en quiénes han faltado al estudio de
libro, y luego telefonearles para ver si están bien y brindarles nuestra ayuda (Filipenses 2:4).
Los superintendentes de la congregación llevan sobre sus hombros una gran responsabilidad. Les haremos mucho más
llevadera la carga cooperando con ellos y realizando humildemente las asignaciones que nos den. La Palabra de Dios dirige
esta exhortación a los cristianos: “Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos, porque ellos
están velando por las almas de ustedes como los que han de rendir cuenta; para que ellos lo hagan con gozo y no  con
suspiros, por cuanto esto les sería gravemente dañoso a ustedes” (Hebreos 13:17). Si estamos dispuestos a colaborar,
seremos una fuente de alivio para quienes “presiden excelentemente” (1 Timoteo 5:17).
No escatimemos comentarios constructivos ni buenas obras
El rocío que alivia la sequía es el conjunto de miles de gotitas que descienden con suavidad, sin que uno sepa de dónde
salen. De igual manera, el alivio que ofrecemos a los demás no consiste en una sola acción noble, sino en el conjunto de
obras cristianas que realizamos a favor del prójimo día a día.
115
El apóstol Pablo escribió: “En amor fraternal ténganse tierno cariño unos a otros. En cuanto a mostrarse honra unos a
otros, lleven la delantera” (Romanos 12:10). Si ponemos en práctica este consejo, lograremos ser, de palabra y obra, una
auténtica fuente de alivio.

Salmo 72: 13 Le tendrá lástima al de condición humilde y al pobre, y las almas de los pobres salvará.

Mateo 11: 28 Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré.

Mateo 16: 13 Ahora bien, cuando hubo llegado a las partes de Cesarea de Filipo, Jesús se puso a preguntar a sus
discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?”.

Mateo 23: 13 ”¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cierran el reino de los cielos delante de los hombres;
pues ustedes mismos no entran, ni permiten entrar a los que están entrando.

Mateo 23: 15 ”¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas!, porque atraviesan mar y tierra seca para hacer un solo
prosélito, y cuando este llega a serlo, lo hacen merecedor del Gehena dos veces más que ustedes.

SE VALIENTE AL PREDICAR DE CASA EN CASA

Hechos 4:31 Y cuando hubieron hecho ruego, el lugar donde estaban reunidos fue sacudido; y todos sin excepción
quedaron llenos del espíritu santo, y hablaban la palabra de Dios con denuedo.

1 Tesalonicenses 2:2 sino que, después de primero haber sufrido y de haber sido tratados insolentemente (como ustedes lo
saben) en Filipos, cobramos denuedo por medio de nuestro Dios para hablarles las buenas nuevas de Dios con mucho
luchar.

bt págs. 32-35 párrs. 13-17

“Levantaron la voz de común acuerdo a Dios” (Hechos 4:23-31)


13
Tan pronto como fueron liberados, Pedro y Juan se reunieron con el resto de la congregación y, todos juntos,
“levantaron la voz de común acuerdo a Dios” pidiéndole que les diera entereza para seguir predicando (Hech. 4:24). Pedro
sabía por experiencia lo absurdo que es tratar de hacer la voluntad de Jehová apoyándose únicamente en las propias fuerzas.
Semanas antes había pecado de confiado al decirle a Jesús: “Aunque a todos los demás se les haga tropezar respecto a ti, ¡a
mí nunca se me hará tropezar!”. Pero tal como el propio Cristo profetizó, el apóstol no tardó en dejarse dominar por el
temor y negar a su amigo y maestro. No obstante, aprendió la lección (Mat. 26:33, 34, 69-75).
14
Así que no basta con adoptar la firme decisión de ser fieles testigos de Cristo. Si el enemigo intenta minar nuestra fe o
impedir que prediquemos, imitemos a Pedro y a Juan. Ciertamente, debemos pedirle a Jehová que nos dé fortaleza,
apoyarnos en la congregación y contarles a los ancianos y a otros hermanos maduros las dificultades que afrontamos.
No olvidemos que sus oraciones a favor nuestro pueden ser muy eficaces (Efe. 6:18; Sant. 5:16).
15
En el caso de que alguna vez hayamos cedido a las presiones y descontinuado temporalmente la predicación, no nos
desmoralicemos. Hasta los apóstoles cesaron de predicar tras la muerte de Jesús, pero enseguida volvieron a la carga (Mat.
26:56; 28:10, 16-20). En vez de permitir que los errores del pasado nos agobien, ¿no sería mejor extraer lecciones de ellos?
De hecho, podríamos utilizarlas para fortalecer a los demás.

116
16
¿Qué debemos pedirle a Dios si las autoridades nos oprimen? Bueno, los apóstoles no le suplicaron que los librara de
las pruebas. Aquellos fieles discípulos sabían muy bien que Jesús había dicho: “Si ellos me han perseguido a mí, a ustedes
también los perseguirán” (Juan 15:20). Por eso, se limitaron a rogar a Jehová que prestara “atención a [las] amenazas” de
sus enemigos (Hech. 4:29). Tenían muy claro el cuadro general, y entendían que el acoso que estaban sufriendo cumplía
profecías bíblicas. Eran conscientes de que, como indicaba la oración de Jesús, la voluntad de Dios tendría que hacerse en la
Tierra, dijeran lo que dijeran los políticos (Mat. 6:9, 10).
17
Como querían obrar en armonía con la voluntad divina, los discípulos imploraron al Altísimo: “Concede a tus esclavos
que sigan hablando tu palabra con todo denuedo”. Aquella petición de valor recibió una respuesta inmediata: “El lugar
donde estaban reunidos fue sacudido; y todos sin excepción quedaron llenos del espíritu santo, y hablaban la palabra de
Dios con denuedo” (Hech. 4:29-31). Como vemos, nada puede impedir que se cumpla la voluntad de Jehová (Isa. 55:11).
Da igual que el obstáculo o el enemigo parezcan insuperables: si elevamos nuestras plegarias al Creador, él nos dará las
energías necesarias para continuar anunciando su mensaje con audacia.
“No [...] a los hombres, sino a Dios” (Hechos 4:32–5:11)
18
La joven congregación de Jerusalén no tardó en contar con más de cinco mil miembros. Procedían de lugares muy
diversos, pero tenían “un solo corazón y alma”. Efectivamente, estaban unidos en un mismo pensar y sentir (Hech. 4:32;
1 Cor. 1:10). No se contentaban con pedir la bendición de Jehová; más bien, se daban unos a otros apoyo espiritual y, si era
necesario, material (1 Juan 3:16-18). Eso fue lo que hizo el discípulo José, quien recibió de los apóstoles el sobrenombre de
Bernabé. Con el fin de ayudar a los hermanos de tierras lejanas que habían extendido su estadía en Jerusalén para
profundizar en la fe, donó íntegramente el importe de la venta de un terreno que poseía.
19
Muy diferente es el caso de Ananías y Safira, quienes también vendieron una finca y realizaron una donación. Aquel
matrimonio afirmó que estaba entregando la totalidad del dinero recibido, pero “retuvo secretamente parte del precio”
(Hech. 5:2). Jehová los hirió de muerte. Y no porque la cantidad fuera insuficiente, sino por sus malos motivos y sus
falsedades. No habían “tratado con engaño a los hombres, sino a Dios” (Hech. 5:4). Como los hipócritas que Jesús
condenaba, estaban más interesados en las alabanzas de la gente que en la aprobación divina (Mat. 6:1-3).
20
Hoy, millones de Testigos respaldamos la predicación mundial con la misma generosidad que los discípulos de
Jerusalén del siglo I. El tiempo o el dinero que dedicamos a la obra lo cedemos de forma totalmente voluntaria, pues Jehová
no quiere que nadie le sirva por obligación o a regañadientes (2 Cor. 9:7). Tampoco le importan las cantidades, sino los
motivos (Mar. 12:41-44). Por eso, no caigamos en el mismo error que Ananías y Safira al permitir que el interés o el afán de
protagonismo se conviertan en los motores de nuestro ministerio. Más bien, como Pedro, Juan y Bernabé, hagamos todo por
amor a Dios y al prójimo (Mat. 22:37-40).

Romanos 12:18 Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres.

Colosenses 4:6 Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a
cada uno.

Proverbios 27: 11 Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con
escarnio.

Hechos 20:26, 27 Por eso los llamo para que este mismo día sean testigos de que estoy limpio de la sangre de todo
hombre, 27 porque no me he retraído de decirles todo el consejo de Dios.

2 Tesalonicenses 1: 8,9 en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre los que no
obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús. 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna
de delante del Señor y de la gloria de su fuerza,

117
2 Pedro 3: 11 - 14 Puesto que todas estas cosas así han de ser disueltas, ¡qué clase de personas deben ser ustedes en actos
santos de conducta y hechos de devoción piadosa, 12 esperando y teniendo muy presente la presencia del día de Jehová, por
el cual [los] cielos, estando encendidos, serán disueltos, y [los] elementos, estando intensamente calientes, se derretirán!
13
 Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar. 14 Por
eso, amados, ya que están esperando estas cosas, hagan lo sumo posible para que finalmente él los halle inmaculados y sin
tacha y en paz.

Lucas 11:13 Por lo tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará
el Padre en el cielo espíritu santo a los que le piden!”.

1 Tesalonicenses 5:17 Oren incesantemente.

W08 15/7 pág. 8 párrs. 4,5

Cobremos valor
4
De seguro todos reconocemos que el éxito de la obra mundial de predicación no se debe a la sabiduría o al poder de los
hombres, sino al espíritu de Dios (Zac. 4:6). Pues bien, lo mismo se puede decir del ministerio de cada uno de nosotros
(2 Cor. 4:7). Pensemos en el caso del apóstol Pablo. Él escribió lo siguiente sobre una ocasión en la que él y otro misionero
fueron maltratados por opositores: “Después de primero haber sufrido y de haber sido tratados insolentemente [...] en
Filipos, cobramos denuedo por medio de nuestro Dios para hablarles las buenas nuevas de Dios con mucho luchar” (1 Tes.
2:2; Hech. 16:22-24). Parece increíble que hubiera ocasiones en que a un evangelizador tan celoso como Pablo le costara
trabajo hablar de las buenas nuevas, pero es cierto. Al igual que nosotros, Pablo necesitaba el apoyo de Jehová para predicar
con valor (léase Efesios 6:18-20). ¿Cómo podemos imitar su ejemplo?
5
Algo que nos ayudará a cobrar valor es la oración. Una precursora dijo al respecto: “Oro para poder hablar con
confianza, oro para poder llegar al corazón de la gente, oro para poder disfrutar de mi servicio. Después de todo, esta es la
obra de Jehová, no la nuestra. De modo que no podemos hacer nada sin su apoyo” (1 Tes. 5:17). Todos necesitamos pedirle
continuamente a Dios que su espíritu nos ayude a predicar con valor (Luc. 11:9-13).

LAS ALEGRÍAS DE PREDICAR DE CASA EN CASA

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La predicación de casa en casa


1
“Quien tenga experiencia en los distintos métodos de difundir la Verdad concordará en que la predicación de casa en
casa con La Aurora del Milenio es, por mucho, la forma más eficaz de predicar la Verdad ahora.” Así resaltó la revista
Zion’s Watch Tower (hoy La Atalaya) del 1 de julio de 1893 el valor del ministerio de casa en casa. Hoy, por todo el
mundo, la gente ve este método de predicación como la marca distintiva de los testigos de Jehová. Pero puesto que en varios
países resulta cada vez más difícil hallar a la gente en su hogar, ¿seguirá siendo práctico?
2
Es bíblico y es importante. La predicación de casa en casa tiene base bíblica. Jesús mandó a sus 70 discípulos de dos
en dos a las casas de la gente (Luc. 10:5-7). La Biblia dice que “todos los días en el templo, y de casa en casa, [los
discípulos] continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas” poco después de la muerte de su Maestro
(Hech. 5:42). También el apóstol Pablo enseñó con fervor de casa en casa (Hech. 20:20).
3
La predicación de casa en casa sigue siendo un importante medio para difundir las buenas nuevas hoy. Nos permite
‘buscar’ a los merecedores de forma sistemática y ordenada (Mat. 10:11). La gente por lo común está más tranquila en casa.
Cuando hablamos con una persona cara a cara —oyendo su voz, viendo sus expresiones faciales y observando sus
alrededores—, podemos percibir su interés y sus preocupaciones. Además, suele ser la mejor forma de entablar una
conversación prolongada.

118
4
Haga cambios personales. El apóstol Pablo estuvo dispuesto a hacer cambios personales “por causa de las buenas
nuevas” (1 Cor. 9:23). Nosotros podríamos tal vez acomodar nuestro horario para predicar cuando sea más posible encontrar
a la gente en su hogar, por ejemplo en las tardes, los fines de semana o los días festivos. Anote siempre los no en casa y
procure volver en otro día de la semana o a una hora distinta.
5
Incluso quienes tengan salud limitada pueden ir de casa en casa. ¿Por qué no hacemos planes para ir con alguien que
tenga limitaciones a casas accesibles y dejamos que vaya a un paso cómodo? El problema respiratorio de una hermana solo
le permitía hablar en una casa cada media hora, pero ¡qué contenta y satisfecha se sintió de que la incluyeran en el grupo!
6
Seguimos encontrando a muchas personas mansas en la obra de puerta en puerta. A un publicador le dijeron en un
hogar: “Pase, ya sé quién es. Le estaba pidiendo a Dios que me mandara a alguien para que me ayudara, y entonces tocaron
a la puerta. Él me oyó y lo mandó a usted”. Los resultados demuestran que Jehová está bendiciendo este método de
predicación (Mat. 11:19). Por tanto, determínese a hacer de la predicación de casa en casa un rasgo permanente de su
ministerio.

Lucas 10:17 Entonces los setenta volvieron con gozo, y dijeron: “Señor, hasta los demonios quedan sujetos a nosotros por
el uso de tu nombre”.

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De casa en casa sin cesar

1
En el antiguo Israel se ofrecían sacrificios diariamente. (Éxo. 29:38-42.) El fuego del altar se mantenía ardiendo y el
humo que ascendía era “un olor conducente a descanso” agradable a Jehová. (Éxo. 29:18.) En la actualidad, se nos anima a
‘ofrecer a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre’. (Heb.
13:15.) En vez de ofrecer los sacrificios prescritos por la Ley, adoramos a Jehová relatando sus alabanzas sin cesar. (Isa.
43:21; Hech. 5:42.)
2
Jesucristo, el mayor Testigo que jamás ha vivido en la Tierra, nos enseñó a ofrecer en nuestra adoración sacrificios de
alabanza. Ayudó a sus discípulos a comprender la urgencia del mensaje que predicaban. Sabía que la mejor manera de llevar
las buenas nuevas a las personas era hablándoles personalmente en sus hogares. (Mat. 10:7, 12.) Por consiguiente, podemos
ver que los apóstoles siguieron su dirección inspirada por Dios en la predicación de casa en casa. (Hech. 20:20.)
3
Lo mismo sucede hoy en día. Como discípulos de Jesús, los verdaderos cristianos seguimos su ejemplo al predicar las
buenas nuevas de casa en casa. Aunque pudiéramos ser criticados o perseguidos por ello, millones de personas han
aprendido la verdad y centenares de miles de nuevos discípulos se añaden a la gran muchedumbre todos los años,
demostrando que este es el modo en que Jehová efectúa su voluntad. Por tal motivo, perseveramos en nuestro ministerio.
4
Beneficios de la predicación de casa en casa: “Dios no es parcial, [...] el que le teme y obra justicia le es acepto”.
(Hech. 10:34, 35.) El hecho de que visitemos todos los hogares de nuestro territorio es una prueba clara de imparcialidad y
permite que todos tengan la oportunidad de escuchar el mensaje del Reino con regularidad. Por otra parte, los que
manifiestan interés reciben ayuda personal según sus necesidades particulares.
5
Casi todos los publicadores —incluso los jovencitos, los mayores y los más nuevos— pueden participar en la obra de
casa en casa. Así pueden presentar “declaración pública para salvación”. (Rom. 10:10.) Participar en el ministerio de casa
en casa con los demás fortalece nuestros lazos de amor y unidad. A la vez, se nos hace más fácil aguantar la indiferencia y
la oposición. Esta demostración pública de fe nos presenta como “un espectáculo teatral” que permite a las personas
sinceras saber que contamos con un sistema organizado de enseñanza bíblica del que pueden beneficiarse. (1 Cor. 4:9.)
Todo ello muestra claramente que Jehová está bendiciendo la obra de casa en casa y utilizándola para reunir a la gran
muchedumbre en su “casa” de adoración pura. (Isa. 2:2-4.)
6
Hoy, más que en cualquier otro tiempo de la historia, la gente necesita oír el mensaje del Reino. Sigamos predicando
de casa en casa sin cesar hasta que Jehová diga que es suficiente. (Isa. 6:11.) De este modo, tendremos como galardón el
gozo de participar en esta importante y beneficiosa faceta del servicio en el tiempo del fin. (1 Cor. 15:58.)
119
Mateo 6: 21 Porque donde está tu tesoro, allí también estará tu corazón.

Mateo 9: 36 Al ver las muchedumbres, se compadeció de ellas, porque estaban desolladas y desparramadas como ovejas
sin pastor.

Gálatas 5: 22, 23 Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe,
23
 apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no hay ley.

Hebreos 6: 9-11 Sin embargo, en el caso de ustedes, amados, estamos convencidos de cosas mejores y de cosas
acompañadas de la salvación, aunque estamos hablando de esta manera. 10 Porque Dios no es injusto para olvidar la obra de
ustedes y el amor que mostraron para con su nombre, por el hecho de que han servido a los santos y continúan sirviendo.
11
 Pero deseamos que cada uno de ustedes muestre la misma diligencia a fin de tener la plena seguridad de la esperanza
hasta el fin,

1Pedro 3: 13-15 En verdad, ¿quién es el hombre que les hará daño a ustedes si se hacen celosos por lo que es bueno?
14
 Pero hasta si sufrieran por causa de la justicia, son felices. Sin embargo, no teman lo que para ellos es objeto de temor, ni
vayan a agitarse. 15 Antes bien, santifiquen al Cristo como Señor en su corazón, siempre listos para presentar una defensa
ante todo el que les exija razón de la esperanza que hay en ustedes, pero haciéndolo junto con genio apacible y profundo
respeto.

SIGUE EL MODELO DE JESÚS EN EL MINISTERIO

Mateo 9: 35-38 Y Jesús emprendió un recorrido de todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas y predicando
las buenas nuevas del reino y curando toda suerte de dolencia y toda suerte de mal. 36 Al ver las muchedumbres, se
compadeció de ellas, porque estaban desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor. 37 Entonces dijo a sus discípulos:
“Sí; la mies es mucha, pero los obreros son pocos. 38 Por lo tanto, rueguen al Amo de la mies que envíe obreros a su siega”.

Marcos 1: 35-39 Y levantándose muy de mañana, mientras todavía estaba oscuro, salió y se fue a un lugar solitario, y allí
se puso a orar. 36 Sin embargo, fueron en busca de él Simón y los que con él estaban, 37 y lo hallaron, y le dijeron: “Todos te
buscan”. 38 Pero él les dijo: “Vamos a otra parte, a las villas cercanas, para que predique también allí, porque con este
propósito he salido”. 39 Y sí fue, predicando en las sinagogas de ellos por todas partes de Galilea, y expulsando los
demonios.

Lucas 18:35-19:10

Ahora bien, al acercarse él a Jericó, cierto ciego estaba sentado al lado del camino, mendigando. 36 Puesto que este oyó a la
muchedumbre que iba pasando, se puso a inquirir lo que significaba esto. 37 Le informaron: “¡Jesús el Nazareno va
pasando!”. 38 Con eso, clamó, y dijo: “¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!”. 39 Y los que iban delante empezaron a
decirle rigurosamente que se callara, pero mucho más gritaba él: “Hijo de David, ten misericordia de mí”. 40 Entonces Jesús
se detuvo y mandó que condujeran el [hombre] hasta él. Después que él se hubo acercado, [Jesús] le preguntó: 41 “¿Qué
quieres que te haga?”. Él dijo: “Señor, que recobre la vista”. 42 De modo que Jesús le dijo: “Recobra tu vista; tu fe te ha
devuelto la salud”. 43 Y al instante recobró la vista, y se puso a seguirle, glorificando a Dios. También, todo el pueblo, al ver
[esto], dio alabanza a Dios.
19 Y él entró en Jericó e iba pasando. 2 Ahora bien, allí había un varón que se llamaba por nombre Zaqueo; y era principal
recaudador de impuestos, y era rico. 3 Pues bien, este buscaba la manera de ver quién era este Jesús, pero a causa de la
120
muchedumbre no podía, porque era pequeño de estatura. 4 De modo que corrió adelante a una posición al frente y se subió a
una higuera moral para verlo, porque él estaba a punto de pasar por allí. 5 Pues bien, cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia
arriba y le dijo: “Zaqueo, date prisa y baja, porque hoy tengo que quedarme en tu casa”. 6 Con eso, él se dio prisa y bajó, y
lo recibió con regocijo como huésped. 7 Pero cuando vieron [esto], todos se pusieron a murmurar, diciendo: “Entró a
alojarse con un varón que es pecador”. 8 Mas Zaqueo se puso de pie y dijo al Señor: “¡Mira! La mitad de mis bienes, Señor,
la doy a los pobres, y todo cuanto extorsioné de persona alguna por acusación falsa, le devuelvo el cuádruplo”. 9 Entonces
Jesús le dijo: “Este día ha venido la salvación a esta casa, porque él también es hijo de Abrahán. 10 Porque el Hijo del
hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido”.

Mateo 10:22 Y ustedes serán objeto de odio de parte de toda la gente por motivo de mi nombre; mas el que haya aguantado
hasta el fin es el que será salvo.

121
Lección 05(b) TALLER 1 LA PREDICACIÓN DE CASA EN CASA:

EL MÉTODO DE EVANGELIZACIÓN MÁS IMPORTANTE

Lucas 10:1-12

Después de estas cosas el Señor designó a otros setenta y los envió de dos en dos delante de sí a toda ciudad y lugar adonde
él mismo iba a ir. 2 Entonces empezó a decirles: “La mies, en realidad, es mucha, pero los obreros son pocos. Por lo tanto,
rueguen al Amo de la mies que envíe obreros a su mies. 3 Vayan. ¡Miren! Los envío como a corderos en medio de lobos.
4
 No lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias, y no abracen a nadie en saludo por el camino. 5 Dondequiera que entren en una
casa, digan primero: ‘Tenga paz esta casa’. 6 Y si hay allí un amigo de la paz, la paz de ustedes descansará sobre él. Pero si
no lo hay, se volverá a ustedes. 7 De modo que quédense en aquella casa, comiendo y bebiendo las cosas que les
suministren, porque el obrero es digno de su salario. No anden transfiriéndose de casa en casa. 8 ”También, dondequiera que
entren en una ciudad y los reciban, coman las cosas que pongan delante de ustedes, 9 y curen a los enfermos en ella, y sigan
diciéndoles: ‘El reino de Dios se ha acercado a ustedes’. 10 Pero dondequiera que entren en una ciudad y no los reciban,
salgan a sus caminos anchos y digan: 11 ‘Hasta el polvo de su ciudad que se nos pegó a los pies nos lo limpiamos contra
ustedes. No obstante, tengan presente esto, que el reino de Dios se ha acercado’. 12 Les digo que a Sodoma le será más
soportable en aquel día que a aquella ciudad.

Hechos 5:42 Y todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas
nuevas acerca del Cristo, Jesús.

Hechos 20: 20 mientras no me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles
públicamente y de casa en casa.

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Hagamos “todas las cosas por causa de las buenas nuevas”

1
Por el interés en el bien eterno de su semejante, Pablo consideraba una obligación moral declararle las buenas nuevas
(1 Cor. 9:16, 19, 23). Ese mismo interés es lo que nos impulsa a siempre hacer mayores esfuerzos por llevarle las buenas
nuevas a la gente.
2
El mejor horario y el mejor lugar. Un buen pescador no arroja el hilo o la red en el sitio que le resulta más cómodo,
sino donde piensa que hay más posibilidades de encontrar peces. Así nosotros, como “pescadores de hombres” que somos,
tal vez tengamos que hacer cambios personales para encontrar a las personas del territorio y aumentar nuestras
oportunidades de recoger “peces de todo género” (Mat. 4:19; 13:47). Por ejemplo, ¿podríamos aprovechar las últimas horas
de la tarde o las primeras horas de la mañana para predicar en las calles? Pablo nos puso el ejemplo de aprovechar toda
oportunidad apropiada, pues su objetivo era “dar testimonio cabal de las buenas nuevas” (Hech. 17:17; 20:20, 24).
3
Adaptar la presentación a las necesidades de la gente. Los pescadores a menudo adaptan sus métodos de pesca
dependiendo del tipo de peces que busquen. Y nosotros, ¿cómo pudiéramos hacer atractiva nuestra presentación a la gente
del territorio a quien tenemos el privilegio de predicar? Primero, introduciendo con prudencia un tema de interés general, y
luego, escuchando con atención los comentarios que hagan (Sant. 1:19). Para lograr que la persona se exprese, se le puede
hacer una pregunta de punto de vista (Pro. 20:5). Entonces podremos adaptar nuestra presentación a algo que le interese
específicamente a la persona. Pablo se hizo “toda cosa a gente de toda clase” (1 Cor. 9:22). Es decir, fue adaptable, una
cualidad esencial para llegar al corazón de la gente.
4
¡Qué alegría da proclamar “buenas nuevas de algo mejor”! (Isa. 52:7.) Y puesto que queremos llegar a la mayor
cantidad de personas posible, hagamos “todas las cosas por causa de las buenas nuevas” (1 Cor. 9:23).

122
Lección 6 (a) MUJERES QUE ALEGRAN A JEHOVÁ

Romanos 16:12 Saluden a Trifena y a Trifosa, [mujeres] que están trabajando con ahínco en [el] Señor. Saluden a Pérsida
nuestra amada, porque ella realizó muchas labores en [el] Señor.

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Mujeres que regocijaron el corazón de Jehová

“Que Jehová recompense tu manera de obrar, y que llegue a haber para ti un salario perfecto procedente de
Jehová.” (RUT 2:12.)

EL TEMOR a Dios impulsó a dos mujeres a desobedecer a un faraón. La fe hizo que una prostituta arriesgara su vida
para proteger a dos espías israelitas. La sensatez y la humildad de una mujer en una situación crítica salvaron muchas vidas
e impidieron que el ungido de Jehová incurriera en culpa de sangre. La fe en Jehová Dios, aunada a la hospitalidad, motivó
a una madre viuda a dar al profeta de Dios la última comida que le quedaba. Estos son solo algunos de los numerosos
ejemplos bíblicos de mujeres que regocijaron el corazón de Jehová.
2
La forma en que Jehová consideró a estas mujeres y las bendiciones que les otorgó demuestran que lo que más le
agrada de una persona, sin importar si es hombre o mujer, son sus cualidades espirituales. En el mundo de hoy, obsesionado
con lo material, dar prioridad a la espiritualidad no es nada fácil. Pero tampoco es algo imposible, como demuestran
millones de mujeres temerosas de Dios que constituyen gran parte del pueblo de Dios en la actualidad. Dichas cristianas
imitan la fe, discreción, hospitalidad y demás virtudes que caracterizaron a las mujeres temerosas de Dios mencionadas en
la Biblia. Por supuesto, los varones cristianos también deben imitar las cualidades de aquellas mujeres ejemplares de
tiempos antiguos. Para ver cómo hacerlo más plenamente, examinemos con detalle los relatos bíblicos de las mujeres a las
que se aludió al comienzo (Romanos 15:4; Santiago 4:8).

Desobedecieron al Faraón
3
En los juicios de Nuremberg que tuvieron lugar en Alemania al término de la segunda guerra mundial, muchos
acusados de genocidio trataron de excusar sus crímenes aduciendo que simplemente habían obedecido órdenes. Pues bien,
comparemos a estas personas con dos parteras israelitas, Sifrá y Puá, que vivieron en el antiguo Egipto durante el reinado de
un faraón tiránico a quien no se identifica. Temiendo que la población hebrea creciera, el Faraón ordenó a las parteras que
dieran muerte a todo varón hebreo recién nacido. ¿Qué hicieron ellas ante una orden tan horrible? “No hacían como les
había hablado el rey de Egipto, sino que conservaban vivos a los varoncitos.” ¿Por qué no sucumbieron estas mujeres al
temor al hombre? Porque “temían al Dios verdadero” (Éxodo 1:15, 17; Génesis 9:6).
4
Así es, aquellas parteras se refugiaron en Jehová, y él fue un “escudo” para ellas, protegiéndolas de la ira del Faraón
(2 Samuel 22:31; Éxodo 1:18-20). Pero Jehová no solo las bendijo de esta forma. También recompensó a Sifrá y Puá
concediéndoles tener su propia familia, e incluso las honró haciendo que sus nombres y hechos quedaran recogidos en su
Palabra inspirada para generaciones futuras, mientras que el nombre de aquel Faraón se ha perdido en las arenas del tiempo
(Éxodo 1:21; 1 Samuel 2:30b; Proverbios 10:7).
5
¿Hay en la actualidad mujeres como Sifrá y Puá? Desde luego que sí. Año tras año, miles de mujeres predican sin
temor el mensaje bíblico de salvación en países donde lo prohíbe “la orden del rey”, arriesgando así su libertad e incluso su
misma vida (Hebreos 11:23; Hechos 5:28, 29). Motivadas por el amor a Dios y al prójimo, estas valientes mujeres
no permiten que nadie les impida llevar las buenas nuevas del Reino de Dios, por lo que muchas de ellas afrontan oposición
y persecución (Marcos 12:30, 31; 13:9-13). Al igual que en el caso de Sifrá y Puá, Jehová está muy al tanto de los hechos de
estas intrépidas y excelentes mujeres, y les demostrará su amor conservando sus nombres en “el libro de la vida” si aguantan
fielmente hasta el fin (Filipenses 4:3; Mateo 24:13).

123
Una ex prostituta alegra el corazón de Jehová
6
En el año 1473 a.E.C. vivía en la ciudad cananea de Jericó una prostituta llamada Rahab. Por lo visto, era una mujer
bien informada. Cuando dos espías israelitas fueron a ocultarse en su casa, ella les relató detalles específicos del éxodo
milagroso de Israel de Egipto, aunque había tenido lugar cuarenta años antes. También estaba al tanto de las recientes
victorias de Israel sobre los reyes amorreos Sehón y Og. Llama la atención el efecto que tuvo en ella conocer aquellos
sucesos. Dijo a los espías: “Yo de veras sé que Jehová ciertamente les dará el país, [...] porque Jehová su Dios es Dios en los
cielos arriba y en la tierra abajo” (Josué 2:1, 9-11). Así es, lo que Rahab aprendió de Jehová y de sus hechos por Israel hizo
que su corazón respondiera favorablemente y que pusiera fe en él (Romanos 10:10).
7
La fe de Rahab la impulsó a actuar. Recibió “de manera pacífica” a los espías israelitas y obedeció sus instrucciones
para salvarse cuando Israel atacó Jericó (Hebreos 11:31; Josué 2:18-21). No hay duda de que las obras de fe de Rahab
alegraron el corazón de Jehová, pues Él inspiró al discípulo cristiano Santiago a poner su nombre junto al de Abrahán, el
amigo de Dios, como ejemplo para los cristianos. Santiago escribió: “De la misma manera, también, Rahab la ramera, ¿no
fue declarada justa por obras, después que hubo recibido hospitalariamente a los mensajeros y los hubo enviado por otro
camino?” (Santiago 2:25).
8
Jehová recompensó a Rahab de varias maneras. Por un lado, les salvó milagrosamente la vida tanto a ella como a los
que se refugiaron en su casa, a saber, “la casa de su padre y [...] todos los que le pertenecían”. Después permitió que
moraran “en medio de Israel”, donde se les trató como naturales del país (Josué 2:13; 6:22-25; Levítico 19:33, 34). Pero eso
no es todo. Jehová también concedió a Rahab el honor de ser antepasada de Jesucristo. ¡Qué impresionante demostración de
bondad amorosa a una mujer de origen cananeo que había dado culto a ídolos! (Salmo 130:3, 4.)
9
Desde el siglo primero hasta nuestros días ha habido cristianas que, al igual que Rahab, han dejado una vida inmoral a
fin de agradar a Dios (1 Corintios 6:9-11). Algunas se han criado en ambientes comparables al de la antigua tierra de
Canaán, donde predominaba la inmoralidad y hasta se consideraba normal. Sin embargo, cambiaron de vida impulsadas por
una fe basada en el conocimiento exacto de las Escrituras (Romanos 10:17). Por lo tanto, de tales mujeres pudiera decirse
también que “Dios no se avergüenza de ell[a]s, de ser invocado como su Dios” (Hebreos 11:16). ¡Qué gran honor!
Bendecida por su sensatez
10
Muchas mujeres fieles de la antigüedad fueron ejemplos excepcionales de sensatez, lo que les confirió un gran valor
ante el pueblo de Jehová. Un caso es el de Abigail, la esposa de un acaudalado terrateniente israelita llamado Nabal.
La sensatez de esta mujer salvó muchas vidas y evitó que David, el futuro rey de Israel, se hiciera culpable de
derramamiento de sangre. Podemos leer acerca de Abigail en el capítulo 25 de 1 Samuel.
11
El relato comienza con David y sus hombres acampados cerca de los rebaños de Nabal, a los que protegen día y noche
en un acto de bondad para con su hermano israelita, sin cobrarle nada. Pero las provisiones comienzan a escasear, de modo
que David envía a diez jóvenes para que pidan alimento a Nabal, lo que le ofrece a este la oportunidad de demostrar su
agradecimiento a David y de honrarlo como el ungido de Jehová. Pero Nabal hace lo contrario. En un arrebato de furia,
insulta a David y despide a los jóvenes con las manos vacías. Cuando este suceso llega a oídos de David, reúne a 400
hombres armados y sale a buscar venganza. Abigail se entera de la áspera reacción de su esposo y actúa con rapidez y
prudencia para apaciguar a David enviándole un generoso cargamento de provisiones. Luego sale personalmente a su
encuentro (versículos 2-20).
12
Cuando Abigail se encuentra con David, su humilde súplica por misericordia revela el profundo respeto que siente por
el ungido de Jehová. Dice: “Jehová sin falta le hará a mi señor una casa duradera, porque las guerras de Jehová son lo que
mi señor está peleando”, y expresa su convicción de que Jehová comisionará a David para que sea caudillo de Israel
(versículos 28-30). Al mismo tiempo, Abigail hace acopio de mucho valor al decirle a David que si no controla su sed de
venganza, terminará haciéndose culpable de sangre (versículos 26, 31). La humildad, el profundo respeto y la lucidez de
Abigail hacen que David recobre el juicio y responda: “¡Bendito sea Jehová el Dios de Israel, que te ha enviado este día a
mi encuentro! Y bendita sea tu sensatez, y bendita seas tú que me has restringido este día de entrar en culpa de sangre”
(versículos 32, 33).

124
13
Al regresar a casa, Abigail decide con valentía notificar a su esposo del regalo que le ha hecho a David. No obstante,
lo encuentra “borracho a más no poder”, así que espera a que esté sobrio para contárselo. ¿Cómo reacciona Nabal? Se queda
completamente anonadado y le sobreviene lo que pudiera ser una forma de parálisis. Diez días después Dios le da muerte.
Cuando David se entera, le propone matrimonio a Abigail, a quien sin duda admira y respeta profundamente, y ella acepta
(versículos 34-42).
¿Podemos ser como Abigail?
14
¿Observamos virtudes en Abigail que, seamos hombres o mujeres, desearíamos cultivar a mayor grado? Tal vez
queramos actuar con más prudencia y sensatez ante los problemas, o hablar de manera calmada y razonable cuando se
exaltan las emociones de quienes nos rodean. Si así es, expongámoslo a Jehová en oración. Él promete dar sabiduría,
discernimiento y capacidad de pensar a todos los que siguen “pidiendo con fe” (Santiago 1:5, 6; Proverbios 2:1-6, 10, 11).
15
Estas magníficas cualidades son especialmente importantes en el caso de las mujeres cuyos esposos no  creyentes
prestan poca o ninguna atención a los principios bíblicos. Quizás algunos beban demasiado. Pero puede ser que cambien,
como ha sucedido en muchos casos, al ver la apacibilidad, el profundo respeto y la conducta casta de sus esposas (1 Pedro
3:1, 2, 4).
16
Sin importar los problemas que una cristiana tenga que soportar en su hogar, conviene recordar que Jehová siempre
está dispuesto a prestarle ayuda (1 Pedro 3:12). Por esa razón, es imperioso fortalecerse espiritualmente, orar pidiendo
sabiduría y un corazón calmado. Es necesario acercarse a Jehová mediante el estudio regular de la Biblia, la oración, la
meditación y la compañía de los hermanos en la fe. El amor de Abigail a Dios y el modo de ver a su siervo ungido no se
vieron afectados por la óptica carnal de su esposo; ella se guió por los principios justos. Aun en un hogar donde el esposo es
un siervo de Dios ejemplar, la cristiana debe esforzarse por fortalecer y conservar su propia espiritualidad. Es  cierto que las
Escrituras imponen al esposo la obligación de cuidar de su esposa espiritual y físicamente, pero en definitiva es ella quien
debe obrar “su propia salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12; 1 Timoteo 5:8).
Recibió “galardón de profeta”
17
La forma en que Jehová cuidó de una viuda pobre en tiempos del profeta Elías evidencia que él aprecia profundamente
a quienes dan de sí mismos y de sus recursos para apoyar la adoración verdadera. A consecuencia de una larga sequía en
tiempos de Elías, el hambre comenzó a afectar a muchas personas, entre las que se contaban una viuda y su joven hijo que
vivían en Sarepta. Justo cuando solo les quedaba alimento para una comida más, les llegó un visitante: el profeta Elías. Este
hizo una petición algo extraña. Aunque era consciente de la situación de la mujer, le pidió “una pequeña torta redonda”,
para lo cual ella tendría que usar todo el aceite y la harina que le quedaban. Pero el profeta añadió: “Porque esto es lo que ha
dicho Jehová el Dios de Israel: ‘El jarro grande de harina mismo no se agotará, y el jarro pequeño de aceite mismo
no fallará hasta el día en que Jehová dé un aguacero sobre la superficie del suelo’” (1 Reyes 17:8-14).
18
¿Cómo habríamos respondido a aquella extraordinaria petición? La viuda de Sarepta, reconociendo por lo visto que
Elías era el profeta de Jehová, “hizo conforme a la palabra de Elías”. ¿De qué manera respondió Jehová a su hospitalaria
acción? Proporcionando milagrosamente alimento para ella, su hijo y Elías durante la sequía (1 Reyes 17:15, 16). Así es,
Jehová otorgó a aquella mujer un “galardón de profeta”, aunque no era israelita (Mateo 10:41). El Hijo de Dios también
honró a esta viuda cuando la puso como ejemplo para la gente sin fe de Nazaret, la ciudad donde él se crió (Lucas 4:24-26).
19
Hoy día, infinidad de cristianas manifiestan el mismo espíritu que la viuda de Sarepta. Por ejemplo, todas las semanas,
mujeres altruistas, muchas de las cuales son pobres y tienen familias que atender, reciben con hospitalidad a los
superintendentes viajantes y a sus esposas. Otras invitan a comer a los ministros de tiempo completo de su localidad, ayudan
a los necesitados o dan de sí mismas o de lo que tienen en otros ámbitos a fin de apoyar la obra del Reino (Lucas 21:4). ¿Se
fija Jehová en tales sacrificios? Por supuesto que sí. “Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que
mostraron para con su nombre, por el hecho de que han servido a los santos y continúan sirviendo.” (Hebreos 6:10.)
20
En el siglo primero, un buen número de mujeres temerosas de Dios tuvieron el privilegio de servir a Jesús y a los
apóstoles. El próximo artículo explica cómo regocijaron el corazón de Jehová y analiza el ejemplo de mujeres del presente
que sirven a Jehová de todo corazón, incluso en circunstancias difíciles.
[Nota]
125
La genealogía de Jesús que presenta Mateo menciona por nombre a cuatro mujeres: Tamar, Rahab, Rut y María. A  todas
ellas se les tiene en alta estima en la Palabra de Dios (Mateo 1:3, 5, 16).

Salmo 68:11 Jehová mismo da el dicho; las mujeres que anuncian las buenas nuevas son un ejército grande.

Lucas 1:46-49 Y María dijo: “Mi alma engrandece a Jehová, 47 y mi espíritu no puede menos que llenarse de gran gozo a
causa de Dios mi Salvador; 48 porque él ha mirado la posición baja de su esclava. Pues, ¡mira!, desde ahora todas las
generaciones me declararán feliz; 49 porque grandes obras me ha hecho el Poderoso, y santo es su nombre;

Hechos 16:14,15 Y cierta mujer por nombre Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira y adoradora de Dios,
estaba escuchando, y Jehová le abrió el corazón ampliamente para que prestara atención a las cosas que Pablo estaba
hablando. 15 Ahora bien, cuando fueron bautizadas ella y su casa, ella dijo con súplica: “Si ustedes me han juzgado fiel a
Jehová, entren en mi casa y quédense”. Y sencillamente nos obligó a aceptar.

Romanos 15:4 Porque todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción, para
que mediante nuestro aguante y mediante el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.

FAVORECIDAS CON DIGNIDAD Y RESPETO

Génesis 2:18 Y Jehová Dios pasó a decir: “No es bueno que el hombre continúe solo. Voy a hacerle una ayudante, como
complemento de él”.

Génesis 2:23 Entonces dijo el hombre: “Esto por fin es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada Mujer,
porque del hombre fue tomada esta”.

W95 15/7 págs. 10,11 párrs. 4-6


“Una ayudante” y un “complemento”
4
Después de haber vivido Adán sin compañía en el jardín de Edén durante algún tiempo, Jehová observó: “No es bueno
que el hombre continúe solo. Voy a hacerle una ayudante, como complemento de él”. (Génesis 2:18.) Aunque Adán era un
hombre perfecto, faltaba algo para que se cumpliera el propósito del Creador. A fin de satisfacer esa necesidad, Jehová creó
a la mujer y unió al primer matrimonio. (Génesis 2:21-24.)
5
¿Acaso indican las palabras “ayudante” y “complemento” que el papel que Dios asignó a la mujer era degradante?
Todo lo contrario. Los escritores de la Biblia muchas veces aplican a Dios el sustantivo hebreo ʽé·zer, que se traduce
“ayudante”. Por ejemplo, Jehová es “nuestro ayudador y nuestro escudo”. (Salmo 33:20; Éxodo 18:4; Deuteronomio 33:7.)
En Oseas 13:9, Jehová incluso se refiere a sí mismo como el “ayudante” de Israel. En cuanto a la palabra hebrea né·ghedh,
que se traduce “complemento”, un especialista en textos bíblicos explica: “La ayuda referida no se limita a secundar al
hombre en su trabajo diario o en la procreación de hijos [...], sino que es el apoyo mutuo que proporciona el
compañerismo”.
6
De modo que Jehová no degrada en absoluto a la mujer al llamarla “una ayudante” y un “complemento”. La mujer
tenía su propia constitución mental, emocional y física. Era un complemento correspondiente y satisfactorio para el hombre.
Cada uno era diferente; sin embargo, ambos eran necesarios para ‘llenar la Tierra’ en armonía con el propósito del Creador.
Debió ser después de la creación del hombre y la mujer cuando “vio Dios todo lo que había hecho y, ¡mire!, era muy
bueno”. (Génesis 1:28, 31.)
126
Gálatas 3:26-28 Todos ustedes, de hecho, son hijos de Dios mediante su fe en Cristo Jesús. 27 Porque todos ustedes los que
fueron bautizados en Cristo se han vestido de Cristo. 28 No hay ni judío ni griego, no hay ni esclavo ni libre, no hay ni varón
ni hembra; porque todos ustedes son una [persona] en unión con Cristo Jesús.

Gálatas 4:26 Pero la Jerusalén de arriba es libre, y ella es nuestra madre.

Revelación 12:1 Y se vio en el cielo una gran señal, una mujer vestida del sol, y la luna estaba debajo de sus pies, y sobre
su cabeza había una corona de doce estrellas,

Revelación 19:7 Regocijémonos y llenémonos de gran gozo, y démosle la gloria, porque han llegado las bodas del Cordero,
y su esposa se ha preparado.

it-2 pág. 432 párr. 3


Privilegios en la congregación cristiana. En sentido espiritual, no hay distinción entre hombre y mujer para aquellos a
quienes Dios llama a la herencia celestial (Heb 3:1) a fin de ser coherederos con Jesucristo. El apóstol escribe: “Todos
ustedes, de hecho, son hijos de Dios mediante su fe en Cristo Jesús [...], no hay ni varón ni hembra; porque todos ustedes
son una persona en unión con Cristo Jesús”. (Gál 3:26-28.) Todos ellos tienen que recibir un cambio de naturaleza en su
resurrección al ser hechos copartícipes de la “naturaleza divina”, y en esta condición nadie será mujer, pues entre las
criaturas celestiales no existe el sexo femenino, porque el sexo es el medio otorgado por Dios para la reproducción de las
criaturas terrestres. (2Pe 1:4.)
Proclamadoras de las buenas nuevas. Hubo mujeres entre los que recibieron los dones del espíritu santo en el día del
Pentecostés de 33 E.C., mujeres a las que se hace referencia en la profecía de Joel como “hijas” y “siervas”. Desde aquel día
en adelante, las mujeres cristianas que recibieron estos dones hablaron en lenguas extranjeras que no habían entendido antes
y ‘profetizaron’, no necesariamente en el sentido de predecir importantes acontecimientos futuros, sino de proclamar las
verdades bíblicas. (Joe 2:28, 29; Hch 1:13-15; 2:1-4, 13-18; véase PROFETISA.)
Cuando las mujeres hablaban a otros acerca de las verdades de la Biblia, no se circunscribían a sus compañeros de
creencia. Antes de ascender al cielo, Jesús había dicho a sus seguidores: “Recibirán poder cuando el espíritu santo llegue
sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la
tierra”. (Hch 1:8.) Posteriormente, en el día del Pentecostés de 33 E.C., cuando el espíritu santo se derramó sobre los 120
discípulos (entre ellos varias mujeres), a todos se les otorgó el privilegio de testificar (Hch 1:14,  15; 2:3, 4.); y la profecía de
Joel (2:28, 29) a la que se refirió Pedro en aquella ocasión, menciona específicamente a las mujeres. De modo que ellas se
contaban entre los que tenían la responsabilidad de ser testigos de Jesús “tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en
Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra”. Consecuentemente, el apóstol Pablo informó más tarde que Evodia y
Síntique, dos hermanas de Filipos, se habían “esforzado lado a lado [con él] en las buenas nuevas”. Asimismo, Lucas
menciona a Priscila, quien junto con su marido, Áquila, ‘exponía el camino de Dios’ en Éfeso. (Flp 4:2, 3; Hch 18:26.)

w12 1/9 págs. 8-11


Dios respeta y valora a la mujer

MIENTRAS Jesús estuvo en la Tierra, reflejó a la perfección la personalidad y la forma de actuar de su Padre celestial.
“No hago nada por mi propia iniciativa; sino que hablo estas cosas así como el Padre me ha enseñado”, explicó. Y añadió:
“Yo siempre hago las cosas que le agradan” (Juan 8:28, 29; Colosenses 1:15). Así pues, si queremos hacernos una idea de lo
que Dios piensa de las mujeres y de cómo desea que las traten, nada mejor que analizar el ejemplo de Jesús.

127
Diversos estudiosos de los Evangelios han concluido que la actitud de Jesús hacia la mujer es, como mínimo,
innovadora. ¿En qué sentido? Y más importante aún, ¿es posible que sus enseñanzas tengan algún efecto liberador en las
mujeres de la actualidad?
Cómo trató Jesús a las mujeres
▪ Jesús no las consideraba objetos sexuales. Para muchos líderes religiosos judíos, las mujeres eran una peligrosa fuente
de tentaciones y cualquier contacto con ellas podía llevar a la lujuria. De ahí que les prohibieran hablar con hombres en
público o salir sin cubrirse la cabeza. Sin embargo, Jesús nunca insinuó que había que excluirlas de la vida social. Más bien,
enseñó que los hombres tenían que controlar sus deseos carnales y tratarlas con respeto (Mateo 5:28).
En otra ocasión dijo: “Cualquiera que se divorcie de su esposa y se case con otra comete adulterio contra ella” (Marcos
10:11, 12). Obviamente, Jesús no concordaba con la idea rabínica tan común entonces de que los hombres podían
divorciarse “por toda suerte de motivo” (Mateo 19:3, 9). La mayoría de los judíos tenían un concepto equivocado del
adulterio. No creían que un hombre fuera adúltero por acostarse con una mujer que no fuera su esposa. Según los rabinos,
solo las mujeres eran infieles, nunca los hombres. Como explica cierto comentario bíblico, “Jesús, al poner al esposo bajo
las mismas obligaciones morales que su esposa, elevó el nivel y la dignidad de la mujer”.
Beneficio para las mujeres actuales: En las congregaciones de los testigos de Jehová, las mujeres se relacionan con los
varones seguras de que no las mirarán de forma inapropiada ni las tratarán con excesiva familiaridad. Los hombres
cristianos se esmeran por tratar “a las mujeres de más edad como a madres, a las de menos edad como a hermanas, con toda
castidad” (1 Timoteo 5:2).
▪ Jesús dedicó tiempo a instruirlas. Los rabinos de aquel entonces abogaban por mantener a las mujeres en la ignorancia.
En contraste, Jesús dedicó tiempo a enseñarles la verdad y las animó a expresar lo que pensaban. Además, no  creía que
hubiera que relegarlas a trabajar en la cocina. Lo demostró cuando en cierta ocasión no le negó a María la oportunidad de
aprender (Lucas 10:38-42). Y las respuestas bien pensadas que Marta —la hermana de María— dio a Jesús tras la muerte de
Lázaro revelan que ella también sacó provecho de las enseñanzas cristianas (Juan 11:21-27).
Jesús se preocupaba de educar a las mujeres. La mayoría de las judías de su tiempo daban mucho valor a tener un hijo
que se convirtiera en alguien importante, sobre todo un profeta. Por eso, cuando una mujer le dijo “feliz es la matriz que te
llevó”, él aprovechó para enseñarle que es más valioso ser obedientes a Dios (Lucas 11:27, 28). Así demostró que las
mujeres tenían tareas más importantes que las que les imponía la tradición (Juan 8:32).
Beneficio para las mujeres actuales: En la congregación cristiana, los comentarios de las mujeres durante las reuniones
son muy bien recibidos. Los maestros respetan a las mujeres con madurez cristiana que, en público y en privado, son
ejemplares, “maestras de lo que es bueno” (Tito 2:3). También cuentan con ellas para anunciar las buenas noticias sobre el
Reino de Dios (Salmo 68:11; véase el recuadro “¿Prohibió el apóstol Pablo que hablaran las mujeres?”, en la página 9).
▪ Jesús valoraba a las mujeres. En tiempos bíblicos se valoraba más a los hijos varones. El propio Talmud decía: “Dichoso
del que tiene hijos varones, y desdichado del que tiene mujeres”. Una hija era una pesada carga para algunos padres: tenían
que encontrarle cónyuge y pagar la dote, y no podían contar con que los cuidara en su vejez.
En cambio, Jesús valoraba tanto la vida de una niña como la de un niño. Tal como resucitó al hijo de la viuda de Naín,
resucitó a la hija de Jairo (Marcos 5:35, 41, 42; Lucas 7:11-15). En otra ocasión curó a una mujer que sufría debido a “un
espíritu de debilidad desde hacía dieciocho años”. Hasta la llamó “hija de Abrahán”, una expresión casi desconocida en los
escritos judaicos (Lucas 13:10-16). Con este apelativo digno y cariñoso demostró que, además de reconocer a las mujeres
como miembros plenos de la sociedad, respetaba su profunda fe (Lucas 19:9; Gálatas 3:7).
Beneficio para las mujeres actuales: Según cierto dicho asiático, criar una hija es como regar el jardín del vecino. Sin
embargo, el padre cristiano amoroso no se deja llevar por esa forma de pensar. Al contrario, cuida bien de todos sus hijos,
sean niños o niñas, y se asegura de que reciban la educación y la atención médica debida.
▪ Jesús confiaba en las mujeres. En los tribunales judíos, el testimonio de una mujer valía tan poco como el de un esclavo.
De hecho, el historiador del siglo I Josefo decía: “No valdrá el testimonio de mujeres por la frivolidad y temeridad propias
de su sexo”.

128
¡Qué diferente fue Jesús! Él eligió a mujeres para que anunciaran su resurrección (Mateo 28:1, 8-10). Es interesante que,
aunque estas fieles mujeres habían presenciado la ejecución y el entierro de su Señor, hasta a los apóstoles les costaba creer
lo que ellas decían (Mateo 27:55, 56, 61; Lucas 24:10, 11). Sin embargo, al escoger como primeros testigos de su
resurrección a unas mujeres, Jesús probó que las consideraba tan dignas de ser sus testigos como a cualquier otro discípulo
(Hechos 1:8, 14).
Beneficio para las mujeres actuales: Los varones que tienen responsabilidades en la congregación cristiana muestran su
consideración a las mujeres tomando en cuenta lo que tengan que decir. Los esposos, por su parte, honran a sus esposas
escuchándolas con atención (1 Pedro 3:7; Génesis 21:12).
Los principios bíblicos hacen más feliz a la mujer
Quienes imitan a Cristo dan a la mujer la libertad y el respeto que Dios se había propuesto para ella cuando la creó
(Génesis 1:27, 28). Los esposos cristianos no promueven actitudes machistas. Más bien, se guían por principios bíblicos que
hacen más felices a sus esposas (Efesios 5:28, 29).
Cuando Yelena empezó a estudiar la Biblia, sufría en silencio el trato duro e insensible de su esposo. Él se había criado
en un entorno violento, donde eran comunes el rapto de la novia y el maltrato físico de la mujer. “La Biblia me dio fuerzas
—explica ella—. Aprendí que había un Dios que me amaba de verdad, me valoraba y se preocupaba por mí. Me  di cuenta
de que mi esposo podía cambiar si él también estudiaba la Biblia.” Este sueño suyo por fin se hizo realidad cuando, con el
tiempo, su esposo se bautizó y se convirtió en testigo de Jehová. “Pasó a ser un ejemplo de autodominio —dice Yelena—.
Y ambos aprendimos a perdonar.” Ella reconoce lo siguiente: “Los principios bíblicos han contribuido a que me sienta más
querida y protegida en mi matrimonio” (Colosenses 3:13, 18, 19).
El caso de Yelena no es una excepción. Hay millones de cristianas como ella que son felices porque, junto con sus
esposos, se esfuerzan por aplicar los principios bíblicos en su relación de pareja. Además, reciben consuelo y se sienten
respetadas y libres entre sus hermanos en la fe (Juan 13:34, 35).
Todos los cristianos —tanto hombres como mujeres— reconocen que son imperfectos y pecadores y que son parte de la
creación “sometida al fracaso”. Sin embargo, están convencidos de que, acercándose a su amoroso Dios y Padre, Jehová,
serán liberados “de la esclavitud de la corrupción” y disfrutarán de “la gloriosa libertad de los hijos de Dios”. ¡Qué
maravillosa perspectiva para los hombres y mujeres que están bajo el cariñoso cuidado de Dios! (Romanos 8:20, 21,
La Biblia de Nuestro Pueblo.)
[Recuadro de la página 9]
¿Prohibió el apóstol Pablo que hablaran las mujeres?
El apóstol Pablo recomendó que “las mujeres guard[aran] silencio en las congregaciones” (1 Corintios 14:34). ¿Qué quiso
decir? ¿Consideraba él que no tenían la inteligencia necesaria para enseñar? No pudo ser eso, pues a menudo alabó su labor
de evangelización (2 Timoteo 1:5; Tito 2:3-5). En una de sus cartas a los corintios, Pablo aconsejó —no solo a las mujeres,
sino también a quienes tenían el don de lenguas y de profetizar— que guardaran silencio cuando otro cristiano estuviera
hablando (1 Corintios 14:26-30, 33). Puede que algunas cristianas, entusiasmadas con lo que estaban aprendiendo,
interrumpieran al orador para hacer preguntas, como se acostumbraba hacer en esa parte del mundo. Por eso, a fin de
mantener el orden, Pablo las animó a “interrog[ar] a sus propios esposos en casa” (1 Corintios 14:35).

Mateo 28:1 Después del sábado, cuando esclarecía el primer día de la semana, María Magdalena y la otra María vinieron a
ver el sepulcro.

Mateo 28:8-10 De modo que ellas, yéndose de prisa de la tumba conmemorativa, con temor y gran gozo, corrieron a
informarlo a sus discípulos. 9 Y, ¡mire!, Jesús se encontró con ellas y dijo: “¡Buenos días!”. Ellas se acercaron y lo asieron
de los pies y le rindieron homenaje. 10 Entonces Jesús les dijo: “¡No teman! Vayan, informen a mis hermanos, para que se
vayan a Galilea; y allí me verán”.

129
Lucas 10: 38-42 Ahora bien, mientras seguían su camino, él entró en cierta aldea. Aquí cierta mujer, de nombre Marta, lo
recibió en la casa como huésped. 39 Esta también tenía una hermana llamada María, quien, sin embargo, se sentó a los pies
del Señor y se quedó escuchando su palabra. 40 Marta, por otra parte, estaba distraída atendiendo a muchos quehaceres. De
modo que se acercó y dijo: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para atender las cosas? Dile, por lo
tanto, que me ayude”. 41 En contestación, el Señor le dijo: “Marta, Marta, estás inquieta y turbada en cuanto a muchas cosas.
42
 Son pocas, sin embargo, las cosas que se necesitan, o solo una. Por su parte, María escogió la buena porción, y no le será
quitada”.

Lucas 13:10-16 Ahora bien, estaba enseñando en una de las sinagogas en día de sábado. 11 Y, ¡mira!, una mujer que tenía
un espíritu de debilidad desde hacía dieciocho años, y estaba encorvada y no podía levantarse de manera alguna. 12 Al verla,
Jesús se dirigió a ella y le dijo: “Mujer, se te pone en libertad de tu debilidad”. 13 Y puso las manos sobre ella; y al instante
ella se enderezó, y se puso a glorificar a Dios. 14 Pero, en respuesta, el presidente de la sinagoga, indignado porque Jesús
había hecho la curación en sábado, empezó a decir a la muchedumbre: “Seis días hay en que se debe hacer trabajo; en estos,
por lo tanto, vengan y sean curados, y no en día de sábado”. 15 Sin embargo, el Señor le contestó y dijo: “Hipócritas, ¿no
desata del pesebre cada uno de ustedes en día de sábado su toro o su asno y lo lleva a beber? 16 ¿No era propio, pues, que
esta mujer que es hija de Abrahán, y a quien Satanás tuvo atada, ¡fíjense!, dieciocho años, fuera desatada de esta ligadura en
día de sábado?”.

Salmos 68:11 Jehová mismo da el dicho; las mujeres que anuncian las buenas nuevas son un ejército grande.

Genesis 2:20-24 De modo que el hombre iba dando nombres a todos los animales domésticos y a las criaturas voladoras de
los cielos y a toda bestia salvaje del campo, pero para el hombre no se halló ayudante como complemento de él. 21 Por lo
tanto Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre y, mientras este dormía, tomó una de sus costillas y
entonces cerró la carne sobre su lugar. 22 Y Jehová Dios procedió a construir de la costilla que había tomado del hombre una
mujer, y a traerla al hombre. 23 Entonces dijo el hombre: “Esto por fin es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será
llamada Mujer, porque del hombre fue tomada esta”. 24 Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y tiene que
adherirse a su esposa, y tienen que llegar a ser una sola carne.

Efesios 5:28-31 De esta manera los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a
su esposa, a sí mismo se ama, 29 porque nadie jamás ha odiado a su propia carne; antes bien, la alimenta y la acaricia, como
también el Cristo hace con la congregación, 30 porque somos miembros de su cuerpo. 31 “Por esta razón el hombre dejará a
[su] padre y a [su] madre y se adherirá a su esposa, y los dos llegarán a ser una sola carne.”

1Pedro 3:7 Ustedes, esposos, continúen morando con ellas de igual manera, de acuerdo con conocimiento, asignándoles
honra como a un vaso más débil, el femenino, puesto que ustedes también son herederos con ellas del favor inmerecido de
la vida, a fin de que sus oraciones no sean estorbadas.

g94 8/10 págs. 19-21


El punto de vista bíblico
¿Es un insulto para la mujer llamarla el “vaso más débil”?

“¿POR QUÉ SE JUZGA A LAS MUJERES POR SU SEXO Y NO POR SU EXPERIENCIA, CAPACIDAD
E INTELIGENCIA?”—BETTY A.
“SE EDUCA A LAS MUJERES PARA QUE PIENSEN QUE SON SERES INFERIORES.”—LYNN H.

¿DENIGRA a la mujer la expresión bíblica “vaso más débil”? Estas palabras aparecen en 1 Pedro 3:7, que dice:
“Ustedes, esposos, continúen morando con ellas de igual manera, de acuerdo con conocimiento, asignándoles honra como a
130
un vaso más débil, el femenino, puesto que ustedes también son herederos con ellas del favor inmerecido de la vida, a fin de
que sus oraciones no sean estorbadas”.
Cuando Pedro escribió a sus compañeros cristianos, las mujeres tenían muy pocos derechos tanto en el mundo pagano
como en la comunidad judía apóstata. ¿Suscribían Pedro y los cristianos primitivos la opinión de la mayoría con respecto a
la mujer?
¿Vasos inferiores?
¿Cómo entenderían los lectores del siglo primero la expresión “vaso más débil”? El vocablo griego traducido vaso
(skéu·os) se utiliza varias veces en las Escrituras Griegas para designar diversos recipientes, herramientas y utensilios. Al
llamar a la mujer un “vaso más débil”, Pedro no la estaba rebajando, pues sus palabras implican que el esposo también es un
vaso débil o frágil. Otros pasajes bíblicos aluden a ambos sexos con metáforas parecidas, como “vasos de barro”
(2 Corintios 4:7) y “vasos de misericordia” (Romanos 9:23). Es cierto que el apóstol se refiere al sexo femenino como el
“más débil”, pero Romanos 5:6 aplica el término ‘débil’ a todos los seres humanos, hombres y mujeres por igual. Así pues,
los primeros cristianos no considerarían peyorativa la expresión “vaso más débil”.
Entenderían, más bien, que dichas palabras elevaban la condición social de la mujer. En los días de Pedro apenas se
respetaba a las mujeres. Tal como había predicho Dios mucho tiempo antes, los esposos por lo general dominaban a sus
esposas y abusaban de ellas física, sexual y emocionalmente. (Génesis 3:16.) De manera que el consejo de Pedro a los
maridos cristianos en realidad daba a entender que no abusaran del poder que la sociedad mundana había otorgado a los
hombres.
Examinemos con más detalle la expresión “más débil”. Pedro no se refería en este versículo en particular a las
características emocionales, sino a la constitución física. Los hombres son vasos débiles, y las mujeres son, en comparación,
vasos más débiles. ¿En qué sentido? Por su estructura ósea y muscular, el hombre normalmente está dotado de más fuerza
física que la mujer. Sin embargo, no hay ninguna indicación de que Pedro estuviera comparando la fuerza moral, espiritual
o mental de ambos. En lo tocante a las reacciones emocionales, lo más acertado es decir que la mujer es diferente del
hombre, no necesariamente más débil ni más fuerte. La Biblia habla de la fortaleza de carácter, el aguante y la perspicacia
de mujeres que siguieron los caminos de Dios, como Sara, Débora, Rut y Ester, entre otras. A los hombres humildes no  les
supone ninguna dificultad reconocer que las mujeres pueden ser más inteligentes que ellos.
Pese a todo, algunos creen que el comparativo “más débil” implica que las mujeres son seres de rango inferior. Pero
imagínese, por ejemplo, que una persona tiene dos recipientes útiles, uno de los cuales es más fuerte que el otro. ¿Valorará
menos el segundo por no ser tan resistente como el primero? La realidad es que normalmente se trata con más cuidado y
delicadeza el más frágil. Por lo tanto, ¿es menos valiosa la mujer por no poseer la misma fuerza física que el hombre? Es
obvio que no. Con la expresión “vaso más débil”, Pedro no pretende que se menosprecie a la mujer, sino que se la respete.
“De igual manera [...] de acuerdo con conocimiento”
El apóstol exhortó a los esposos a ‘continuar morando con sus esposas de igual manera, de acuerdo con conocimiento’.
¿“De igual manera” que quién? En versículos anteriores habla del cariño con que Cristo cuida de sus discípulos, y manda a
los esposos tratar a sus esposas “de igual manera”. (1 Pedro 2:21-25; 3:7.) Cristo siempre antepuso los intereses de sus
discípulos a sus deseos personales. Se preocupó por su bienestar espiritual y físico, y tuvo en cuenta sus limitaciones. Los
esposos deben imitar el ejemplo de amor de Cristo comportándose con sus esposas “de igual manera”.
Un matrimonio no funciona bien por simple casualidad. Ambos cónyuges han de saber cómo contribuir al éxito de su
unión. Por eso Pedro aconseja a los esposos que continúen morando con sus esposas “de acuerdo con conocimiento”. Deben
aprender cómo trataron a las mujeres Jehová y su Hijo, Jesucristo. Tienen que saber cómo quiere Dios que ellos se porten
con sus esposas.
Los esposos también han de conocer bien los sentimientos, las fuerzas, las limitaciones y los gustos de sus esposas.
Necesitan saber cómo respetar su inteligencia, experiencia y dignidad. La Biblia dice: “Esposos, continúen amando a sus
esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella. [...] De esta manera los esposos deben estar
amando a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa, a sí mismo se ama, porque nadie jamás ha
odiado a su propia carne; antes bien, la alimenta y la acaricia”. (Efesios 5:25, 28, 29.)
131
Asignarles honra
Cuando Pedro llamó a las mujeres el “vaso más débil”, también indicó que los esposos deben ‘asignarles honra’. Este
último término traduce el sustantivo griego ti·mé, que transmite la idea de honra, estima, valía, preciosidad. Dicho de otro
modo, al asignarles honra, no se les está haciendo un favor, sino que se les otorga el reconocimiento que merecen. Pablo dio
a todos los cristianos, hombres y mujeres, las siguientes instrucciones: “En amor fraternal ténganse tierno cariño unos a
otros. En cuanto a mostrarse honra unos a otros, lleven la delantera”. (Romanos 12:10.)
Jehová Dios no considera a las mujeres meros objetos de valor. La legislación que Dios dio a Israel se aplicaba por igual
a los hombres y a las mujeres culpables de adulterio, incesto, bestialidad y otros delitos. (Levítico 18:6-17, 23,  29; 20:10-
12.) Las mujeres podían beneficiarse de los sábados, las normas que regían el nazareato, las fiestas y muchas otras
provisiones de la Ley. (Éxodo 20:10; Números 6:2; Deuteronomio 12:18; 16:11, 14.) Los hijos tenían el deber de honrar y
de obedecer a la madre lo mismo que al padre. (Levítico 19:3; 20:9; Deuteronomio 5:16; 27:16; Proverbios 1:8.)
Los versículos 10 a 31 del capítulo 31 de Proverbios honran a la “esposa capaz” por atender sus numerosas obligaciones
con fidelidad, laboriosidad y buen juicio. Se le da el debido reconocimiento por su administración de los bienes familiares y
su participación en otros asuntos económicos. ¡Qué diferente de la actitud de algunos hombres, que ven a las mujeres como
simples objetos decorativos! Posteriormente, en la congregación cristiana primitiva, se facultó a las mujeres mediante
espíritu santo para ser testigos de Cristo. (Hechos 1:14, 15; 2:3, 4; compárese con Joel 2:28,  29.) En consecuencia, algunas
mujeres están llamadas a ser jueces celestiales de hombres, mujeres e incluso ángeles. (1 Corintios 6:2, 3.) Si bien es verdad
que las cristianas no podían enseñar en las reuniones de congregación, había situaciones en las que podían orar o profetizar.
Se las designaba maestras de las jóvenes, los niños y las personas ajenas a la congregación. (Mateo 24:14; 1  Corintios 11:3-
6; Tito 2:3-5; compárese con Salmo 68:11.)
Otro buen indicativo de lo que Pedro quiso decir al ordenar que se asignara honra a la mujer se encuentra en 2 Pedro
1:17. Allí leemos que Jehová honró a Jesús al aprobarlo ante otros en estos términos: “Este es mi hijo, mi amado”. De igual
modo, el esposo debe mostrar que asigna honra a su esposa mediante sus hechos, tanto en público como en privado.
Herederas de la vida
A lo largo de la historia, los hombres generalmente han tributado poca honra y respeto a la mujer; la han considerado
una esclava o un instrumento para su gratificación personal. El concepto cristiano de asignar honra a la mujer la sitúa en un
nivel más elevado de respetabilidad. El libro Barnes’ Notes on the New Testament señala que el consejo de Pedro “contiene
una verdad fundamental referente al sexo femenino. En todo sistema religioso, exceptuando el cristiano, se ha juzgado a la
mujer inferior al hombre en todos los sentidos. El cristianismo enseña que [...] ella tiene derecho a la totalidad de las
esperanzas y promesas que ofrece la religión. [...] Esta verdad por sí sola sacaría al sexo femenino de la condición denigrada
en que se halla a nivel mundial y acabaría de inmediato con la mitad de los males sociales de la humanidad”.
En vista de que Cristo es el dueño tanto de los hombres como de las mujeres, los esposos deben cuidar a sus esposas
recordando que ellas son propiedad de Cristo. Inmediatamente después de referirse a la mujer como el “vaso más débil”,
Pedro añadió: “Puesto que ustedes también son herederos con ellas del favor inmerecido de la vida, a fin de que sus
oraciones no sean estorbadas”. (1 Pedro 3:7b.) El apóstol indicó que el hombre que maltratara a su esposa dañaría su
relación con Dios, pues dejaría sin efecto sus oraciones.
La expresión “vaso más débil” no pretende en modo alguno insultar a las mujeres. Aunque Jehová determinó que el
esposo sería el cabeza de la casa, no autoriza a este a maltratar a la mujer. Por el contrario, le manda que, conociéndola, la
cuide y le dé honra.
La Biblia exige a los hombres, casados o solteros, que asignen honra a las mujeres y no  las traten como a seres
inferiores. Los hombres y las mujeres que adoran a Dios con sinceridad y se tratan con dignidad recibirán abundantes
bendiciones de la mano de Dios. (Compárese con 1 Corintios 7:16.)

Proverbios 12:4 Una esposa capaz es una corona para su dueño, pero como podredumbre en sus huesos es la que actúa
vergonzosamente.

132
EL PRINCIPIO DE AUTORIDAD

1Corintios 11:3 Pero quiero que sepan que la cabeza de todo varón es el Cristo; a su vez, la cabeza de la mujer es el varón;
a su vez, la cabeza del Cristo es Dios.

1Corintios 14:40 Pero que todas las cosas se efectúen decentemente y por arreglo.

Juan 5:30 No puedo hacer ni una sola cosa por mi propia iniciativa; así como oigo, juzgo; y el juicio que yo dicto es justo,
porque no busco mi propia voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Juan 8:38, 39 Cuantas cosas he visto con mi Padre las hablo; y ustedes, por tanto, hacen las cosas que han oído de [su]
padre”. 39 En respuesta, le dijeron: “Nuestro padre es Abrahán”. Jesús les dijo: “Si son hijos de Abrahán, hagan las obras de
Abrahán.

Filipenses 2:5-8 Mantengan en ustedes esta actitud mental que también hubo en Cristo Jesús, 6 quien, aunque existía en la
forma de Dios, no dio consideración a una usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios. 7 No; antes bien, se despojó a sí
mismo y tomó la forma de un esclavo y llegó a estar en la semejanza de los hombres. 8 Más que eso, al hallarse a manera de
hombre, se humilló y se hizo obediente hasta la muerte, sí, muerte en un madero de tormento.

Gálatas 3:26-28 Todos ustedes, de hecho, son hijos de Dios mediante su fe en Cristo Jesús. 27 Porque todos ustedes los que
fueron bautizados en Cristo se han vestido de Cristo. 28 No hay ni judío ni griego, no hay ni esclavo ni libre, no hay ni varón
ni hembra; porque todos ustedes son una [persona] en unión con Cristo Jesús.

Romanos 12:10 En amor fraternal ténganse tierno cariño unos a otros. En cuanto a mostrarse honra unos a otros, lleven la
delantera.

1Corintios 14:33-35 Porque Dios no es [Dios] de desorden, sino de paz. Como en todas las congregaciones de los santos,
34
 las mujeres guarden silencio en las congregaciones, porque no se permite que hablen, sino que estén en sujeción, tal como
dice la Ley. 35 Pues, si quieren aprender algo, interroguen a sus propios esposos en casa, porque es vergonzoso que una
mujer hable en la congregación.

1Timoteo 2:12 que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que esté en silencio.

W12 1/9 pág. 9 recuadro

¿Prohibió el apóstol Pablo que hablaran las mujeres?


El apóstol Pablo recomendó que “las mujeres guard[aran] silencio en las congregaciones” (1 Corintios 14:34). ¿Qué quiso
decir? ¿Consideraba él que no tenían la inteligencia necesaria para enseñar? No pudo ser eso, pues a menudo alabó su labor
de evangelización (2 Timoteo 1:5; Tito 2:3-5). En una de sus cartas a los corintios, Pablo aconsejó —no solo a las mujeres,
sino también a quienes tenían el don de lenguas y de profetizar— que guardaran silencio cuando otro cristiano estuviera
hablando (1 Corintios 14:26-30, 33). Puede que algunas cristianas, entusiasmadas con lo que estaban aprendiendo,
interrumpieran al orador para hacer preguntas, como se acostumbraba hacer en esa parte del mundo. Por eso, a fin de
mantener el orden, Pablo las animó a “interrog[ar] a sus propios esposos en casa” (1 Corintios 14:35).

133
G 7/10 pág. 29 párrs. 2-4
Una tarea digna
¿Era el ministerio público y de casa en casa algo de poca importancia? ¿Sería una tarea secundaria que se les dejaba a
las mujeres, mientras que a los hombres se les concedía el privilegio de dirigir la congregación? Para nada. En primer lugar,
la Biblia señala que todos los cristianos predicaban las buenas nuevas, incluso los hombres con responsabilidades de peso
(Lucas 9:1, 2). Y en segundo lugar, el ministerio público era —al igual que hoy— el principal medio por el que hombres y
mujeres cumplían el siguiente mandato de Jesús: “Hagan discípulos de gente de todas las naciones,  [...] enseñándoles”
(Mateo 28:19, 20).
Además, hay cristianas a quienes se les ha encomendado otra importante labor. Pablo escribió: “Que las mujeres de edad
sean [...] maestras de lo que es bueno; para que hagan recobrar el juicio a las mujeres jóvenes para que estas amen a sus
esposos, amen a sus hijos” (Tito 2:3, 4). Así que las mujeres con mayor experiencia en la congregación tienen el privilegio
de ayudar a las más jóvenes a adquirir madurez. Esta también es una tarea digna y muy valiosa.
La enseñanza en la congregación
No obstante, en la Biblia no hallaremos ninguna indicación de que las mujeres puedan enseñar frente a la congregación.
Es más, el apóstol Pablo dio la siguiente instrucción: “No se debe permitir que las mujeres hablen en las reuniones”. ¿Por
qué razón? Entre otras cosas, para que todo se hiciera “de manera correcta y ordenada” (1 Corintios 14:34, 40, Nuevo
Testamento en Lenguaje Sencillo, 2000). A fin de que los asuntos de la congregación fluyan sin complicaciones, Dios ha
encargado a un grupo compuesto por varones la tarea de enseñar. Ahora bien, para formar parte de ese grupo no  basta con
ser hombre, hay que estar capacitado para presidir y llenar ciertos requisitos (1 Timoteo 3:1-7; Tito 1:5-9).
Está claro que el papel que Dios ha dado a la mujer no es degradante. Como hemos visto, Jehová les ha confiado una
encomienda muy especial: dar testimonio acerca de él (Salmo 68:11). Los testigos de Jehová, hombres y mujeres, son
ministros que han ayudado a millones de personas a alcanzar el arrepentimiento y tener la oportunidad de ser salvos
(Hechos 2:21; 2 Pedro 3:9). ¿No le parece esto un logro extraordinario?
El orden que Dios ha establecido en la congregación confiere honra tanto al hombre como a la mujer y promueve la paz.
Así pues, tal como los ojos y los oídos se complementan en sus funciones para que un peatón cruce una calle transitada, los
hombres y las mujeres cristianos cumplen con la voluntad divina según las funciones que les corresponden. Dios, en
consecuencia, bendice con paz a la congregación (1 Corintios 14:33; Filipenses 4:9).

1Pedro 3:1,2 De igual manera, ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son
obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de [sus] esposas, 2 por haber sido ellos testigos
oculares de su conducta casta junto con profundo respeto.

Colosenses 3:18 Esposas, estén en sujeción a [sus] esposos, como es decoroso en [el] Señor.

Colosenses 3:23 Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres,

1Corintios 14:35 Pues, si quieren aprender algo, interroguen a sus propios esposos en casa, porque es vergonzoso que una
mujer hable en la congregación.

1Timoteo 2:11-14 Que la mujer aprenda en silencio, con plena sumisión. 12 No permito que la mujer enseñe, ni que ejerza
autoridad sobre el hombre, sino que esté en silencio. 13 Porque Adán fue formado primero, luego Eva. 14 También, Adán no
fue engañado, sino que la mujer fue cabalmente engañada y llegó a estar en transgresión.

134
1Corintios 11: 4,5 Todo varón que ora o profetiza con algo sobre la cabeza avergüenza su cabeza; 5 pero toda mujer que ora
o profetiza con la cabeza descubierta avergüenza su cabeza, porque es una y la misma cosa como si fuera [mujer] con la
cabeza rapada.

1Corintios 11:2-16 Ahora los alabo porque en todas las cosas me tienen presente, y tienen firmemente asidas las
tradiciones exactamente como se [las] transmití. 3 Pero quiero que sepan que la cabeza de todo varón es el Cristo; a su vez,
la cabeza de la mujer es el varón; a su vez, la cabeza del Cristo es Dios. 4 Todo varón que ora o profetiza con algo sobre la
cabeza avergüenza su cabeza; 5 pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta avergüenza su cabeza, porque
es una y la misma cosa como si fuera [mujer] con la cabeza rapada. 6 Porque si la mujer no se cubre, que también se
trasquile; pero si le es vergonzoso a la mujer ser trasquilada o rapada, que se cubra. 7 Porque el varón no debe tener cubierta
la cabeza, puesto que es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del varón. 8 Porque el varón no procede de la
mujer, sino la mujer del varón; 9 y, más aún, el varón no fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón.
10
 Por eso la mujer debe tener una señal de autoridad sobre la cabeza, debido a los ángeles. 11 Además, en lo relacionado con
[el] Señor, ni es la mujer sin el varón ni el varón sin la mujer. 12 Porque así como la mujer procede del varón, así también el
varón es mediante la mujer; pero todas las cosas proceden de Dios. 13 Juzguen por ustedes mismos: ¿Es propio que la mujer
ore a Dios [con la cabeza] descubierta? 14 ¿No les enseña la naturaleza misma a ustedes que si el varón tiene cabello largo,
es una deshonra para él; 15 pero si la mujer tiene cabello largo, es una gloria para ella? Porque se le da el cabello en lugar de
prenda para la cabeza. 16 No obstante, si algún hombre parece disputar en pro de otra costumbre, nosotros no tenemos otra,
ni tampoco las congregaciones de Dios.
W02 15/7 pág. 26 párr. 2
¿En qué situaciones es apropiado que la cristiana se cubra la cabeza por razones espirituales?
“Toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta avergüenza su cabeza”, escribió el apóstol Pablo. ¿Por qué
razón? Por el principio divino de la jefatura: “La cabeza de la mujer es el varón”. Dado que las funciones de orar y predicar
dentro de la congregación las desempeñan normalmente hombres, la cristiana debe cubrirse cada vez que se encargue de
asuntos relativos a la adoración que por lo general sean competencia del esposo o de un varón bautizado (1 Corintios 11:3-
10).
Quizás haya situaciones en la vida del matrimonio que requieran que la cristiana se cubra. Por ejemplo, cuando la
familia se junta para estudiar la Biblia o para comer, es el esposo quien habitualmente dirige la enseñanza y representa a
todos al orar a Dios. Ahora bien, si el marido no fuera creyente, esta responsabilidad podría recaer en la esposa. Por
consiguiente, cuando ore en voz alta en nombre de ella y de otras personas, o cuando dirija un curso bíblico con sus hijos en
presencia de su cónyuge, la hermana ha de cubrirse. Sin embargo, no es necesario que lo haga si este no está presente, pues
Dios la autoriza a enseñar a sus hijos (Proverbios 1:8; 6:20).

lv pág. 209 párr. 3 ¿Es realmente necesario ser tan estrictos en el trato? Sí, y por varias razones. La primera es la lealtad a
Dios y a su Palabra. Amamos tanto a Jehová que queremos obedecerle siempre, incluso cuando nos resulta muy difícil.
Además, estamos seguros de que él es justo y amoroso, y de que todas sus leyes son para nuestro bien (Isaías 48:17; 1  Juan
5:3). La segunda razón es que el pecador que no se ha arrepentido es una mala influencia. Por eso, al excluirlo de nuestra
compañía nos protegemos moral y espiritualmente, y preservamos la pureza y el buen nombre de la congregación
(1 Corintios 5:6, 7). La tercera razón es que la expulsión puede beneficiar al propio pecador. ¿De qué manera? Si nos
mantenemos fieles a los principios bíblicos y apoyamos la decisión del comité judicial tal vez logremos motivar al pecador,
quien hasta el momento no ha aprovechado la ayuda de los ancianos. En efecto, es posible que nuestra postura le ablande el
corazón y lo lleve a cambiar de actitud. Cuando vea que ha perdido la apreciada relación que tenía con sus seres queridos,
quizás “[recobre] el juicio”, comprenda la gravedad de su pecado y dé los pasos necesarios para volver a Jehová (Lucas
15:17).
w02 15/7 pág. 26 párr. 3 Pero ¿qué sucede si un hijo joven de la familia es siervo dedicado y bautizado de Jehová Dios?
Ya que se trata de un miembro de la congregación cristiana, debería recibir instrucción de los varones que la integran

135
(1 Timoteo 2:12). Tendría que enseñarle su padre si este es creyente. No obstante, si el cabeza de familia se encuentra
ausente, la madre deberá cubrirse siempre que dirija un curso bíblico con el hijo bautizado y los demás hijos. Queda a
discreción de ella pedirle al joven bautizado que ore durante tal estudio o en las comidas. Quizás opine que él aún no tiene
la capacidad necesaria y opte por ofrecer la oración ella misma. Si decidiera hacerlo en tal ocasión, debería cubrirse.

lv pág. 209 párr. 3 ¿Es realmente necesario ser tan estrictos en el trato? Sí, y por varias razones. La primera es la lealtad a
Dios y a su Palabra. Amamos tanto a Jehová que queremos obedecerle siempre, incluso cuando nos resulta muy difícil.
Además, estamos seguros de que él es justo y amoroso, y de que todas sus leyes son para nuestro bien (Isaías 48:17; 1  Juan
5:3). La segunda razón es que el pecador que no se ha arrepentido es una mala influencia. Por eso, al excluirlo de nuestra
compañía nos protegemos moral y espiritualmente, y preservamos la pureza y el buen nombre de la congregación
(1 Corintios 5:6, 7). La tercera razón es que la expulsión puede beneficiar al propio pecador. ¿De qué manera? Si nos
mantenemos fieles a los principios bíblicos y apoyamos la decisión del comité judicial tal vez logremos motivar al pecador,
quien hasta el momento no ha aprovechado la ayuda de los ancianos. En efecto, es posible que nuestra postura le ablande el
corazón y lo lleve a cambiar de actitud. Cuando vea que ha perdido la apreciada relación que tenía con sus seres queridos,
quizás “[recobre] el juicio”, comprenda la gravedad de su pecado y dé los pasos necesarios para volver a Jehová (Lucas
15:17).

w02 15/7 pág. 27 párr. 1 Puede que las cristianas tengan que cubrirse cuando realizan algunas actividades en la
congregación. Por ejemplo, a mediados de semana tal vez se celebre una reunión para el servicio del campo donde no haya
varones bautizados, sino solo hermanas. Es posible que también surjan otras situaciones en las que no esté presente ningún
varón bautizado en alguna reunión de la congregación. Las hermanas deberán cubrirse siempre que tengan que encargarse
de funciones que normalmente desempeñaría un hermano, tanto en una reunión de la congregación como en una reunión
para el servicio del campo.

lv pág. 210 párr. 1 Pablo se refiere al segundo ámbito, la congregación, al escribir: “Si algún hombre parece disputar en pro
de otra costumbre, nosotros no tenemos otra, ni tampoco las congregaciones de Dios” (versículo 16). Al frente de la
congregación, Jehová ha puesto a hombres bautizados (1 Timoteo 2:11-14; Hebreos 13:17). Así, solo permite que se
nombre a varones para que cuiden Su rebaño como ancianos y siervos ministeriales (Hechos 20:28). Pero a veces es preciso
que una cristiana atienda tareas que normalmente corresponden a un varón bautizado y competente. Por ejemplo, quizás
tenga que dirigir una reunión para el servicio del campo porque no haya ningún hermano capaz. Esta reunión es en realidad
una extensión del programa de enseñanza de la congregación, y debería dirigirla un hermano. Y  lo mismo sucede si una
cristiana tiene que dirigir, en presencia de un varón bautizado, un estudio bíblico establecido. Por eso, ella deberá cubrirse
en reconocimiento de que realiza una función propia de un hombre.
w02 15/7 pág. 27 párr. 2 ¿Deben cubrirse las cristianas que interpretan discursos bíblicos a otro idioma, como el lenguaje
de señas, o que leen en voz alta alguna publicación bíblica durante una reunión de la congregación? No. Las hermanas que
realizan tales labores no presiden ni enseñan. De igual modo, no es preciso que se cubran al realizar demostraciones, relatar
experiencias o participar en asignaciones estudiantiles de la Escuela del Ministerio Teocrático.
w09 15/11 págs. 12,13
Preguntas de los lectores

¿Es necesario que se cubran la cabeza las hermanas que interpretan en lenguaje de señas discursos bíblicos durante
las reuniones o asambleas cristianas?
En general, toda cristiana debe cubrirse la cabeza cuando atiende responsabilidades que normalmente le corresponderían
a su esposo o a algún hermano de la congregación. Dicha norma está en armonía con el siguiente principio expuesto por el
apóstol Pablo: “Toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta avergüenza su cabeza”. ¿Por qué? Porque “la
cabeza de la mujer es el varón” (1 Cor. 11:3-10). En efecto, la mujer que lleva una prenda modesta y adecuada sobre la

136
cabeza en esas situaciones muestra que se somete a la autoridad teocrática establecida en la congregación cristiana (1 Tim.
2:11, 12).
¿Es aplicable este principio a los casos en los que una hermana interpreta un discurso que está pronunciando un hermano
en otro idioma? Pues bien, como la hermana solo transmite lo que dice el orador, no es ella la que está enseñando. Esto
resulta obvio en el caso de los idiomas hablados, pues el auditorio puede concentrarse en el orador y a la vez escuchar a la
intérprete. Por ello, las hermanas que interpretan no se convierten en el centro de atención. De hecho, a veces tienen la
opción de situarse mirando al conferenciante en vez de al auditorio o incluso de permanecer sentadas. En vista de todo lo
anterior, no sería necesario que se cubrieran la cabeza. Ahora bien, la interpretación en lenguaje de señas es muy distinta.
En el caso del lenguaje de señas, los avances tecnológicos han hecho que el intérprete se convierta a menudo en el
centro de atención, pues su imagen suele aparecer en una pantalla grande, mientras que al orador tal vez ni  siquiera se le
vea. Por lo tanto, parece necesario que las hermanas que interpretan en lenguaje de señas se cubran la cabeza, indicando así
que reconocen el papel secundario que desempeñan.
¿Qué efecto debe tener este ajuste en la interpretación en lenguaje de señas de asignaciones de la Escuela del Ministerio
Teocrático, de demostraciones y de comentarios ofrecidos durante el Estudio Bíblico de la Congregación, la Reunión de
Servicio o el Estudio de La Atalaya? ¿También debería cubrirse una cristiana que sirve de intérprete en tales ocasiones? Hay
algunas circunstancias en las que no sería necesario, pues todos los presentes podrán darse cuenta de que ella no está
dirigiendo la reunión. Ese sería el caso, por ejemplo, cuando interpretara comentarios del auditorio, asignaciones de
hermanas o demostraciones. No obstante, sí deberá cubrirse cuando sirva de intérprete a hermanos que pronuncien discursos
en esas reuniones o dirijan el Estudio de La Atalaya o el Estudio Bíblico de la Congregación, o cuando interprete cánticos.
Es posible que en el transcurso de la reunión tenga que servir de intérprete a hermanos, hermanas, niños y superintendentes.
En vista de este hecho, tal vez le resulte práctico llevar la cabeza cubierta durante toda la reunión.

w02 15/7 pág. 27 párr. 3 Aunque la enseñanza dentro de la congregación deben realizarla exclusivamente varones
bautizados, hombres y mujeres tienen el deber de predicar y enseñar fuera de la congregación (Mateo 24:14; 28:19,  20). Así
pues, cuando la cristiana hable con no creyentes en presencia de un testigo de Jehová varón, no tiene por qué cubrirse.

lv pág. 210 párr. 2 No obstante, la cristiana no tiene que llevar cubierta la cabeza para otras muchas facetas de la
adoración. Por ejemplo, para comentar en las reuniones, predicar de casa en casa (aunque vaya con su esposo u otro varón
bautizado) y orar o estudiar con sus hijos no bautizados. Ahora bien, ¿qué puede hacer si le surgen dudas en un caso
específico? En primer lugar, analizar el asunto con más detenimiento. Pero si la duda persiste, y se lo dicta la conciencia,
no hay nada de malo en que se cubra.

w02 15/7 pág. 27 párr. 4 No obstante, la situación cambia cuando se dirige un curso bíblico en un hogar y está presente un
varón dedicado y bautizado. En este caso, como se trata de una sesión programada de enseñanza, la persona que imparte el
curso de hecho lo preside, de modo que, en tales circunstancias, este se convierte en una extensión de la congregación. Si
una Testigo bautizada dirigiera un estudio en presencia de un Testigo varón bautizado, debería cubrirse. No obstante, el
hermano dedicado tendría que ofrecer la oración. Una hermana no oraría delante de un varón dedicado a menos que hubiera
algún motivo excepcional, como que él hubiera perdido la facultad del habla.

lv pág. 210 párr. 1 Pablo se refiere al segundo ámbito, la congregación, al escribir: “Si algún hombre parece disputar en pro
de otra costumbre, nosotros no tenemos otra, ni tampoco las congregaciones de Dios” (versículo 16). Al frente de la
congregación, Jehová ha puesto a hombres bautizados (1 Timoteo 2:11-14; Hebreos 13:17). Así, solo permite que se
nombre a varones para que cuiden Su rebaño como ancianos y siervos ministeriales (Hechos 20:28). Pero a veces es preciso
que una cristiana atienda tareas que normalmente corresponden a un varón bautizado y competente. Por ejemplo, quizás
tenga que dirigir una reunión para el servicio del campo porque no haya ningún hermano capaz. Esta reunión es en realidad
una extensión del programa de enseñanza de la congregación, y debería dirigirla un hermano. Y  lo mismo sucede si una
137
cristiana tiene que dirigir, en presencia de un varón bautizado, un estudio bíblico establecido. Por eso, ella deberá cubrirse
en reconocimiento de que realiza una función propia de un hombre.
1Timoteo 1:5 Realmente, el objetivo de este mandato es amor procedente de un corazón limpio y de una buena conciencia
y de fe sin hipocresía.

W77 15/7 pág. 446


¿POR QUÉ CUBIERTA O DESCUBIERTA?
Tocante a comprender lo que el apóstol Pablo escribió acerca de cubrirse la cabeza y orar, considere el versículo
anterior: “Quiero que sepan que la cabeza de todo varón es el Cristo; a su vez la cabeza de la mujer es el varón; a su vez la
cabeza del Cristo es Dios.” (1 Cor. 11:3) Sí, Pablo estaba considerando el principio divino de jefatura o dirección por un
cabeza, y en particular su aplicación en la adoración pública.
Como explicó el apóstol, el Creador le asignó al hombre, a quien creó primero, posición de cabeza y autoridad sobre su
esposa, quien fue hecha de la costilla del hombre. Tocante a la posición de cabeza, el hombre era “imagen y gloria de Dios”
pues a él no se le asignó otra cabeza en la Tierra. Sin embargo, su esposa e hijos sí tienen un cabeza terrestre a quien están
en sujeción relativa.—1 Cor. 11:7-10; Efe. 5:22-24; 6:1.
El principio de la jefatura también aplica en las actividades de congregación. Pablo escribió que las mujeres deben
respetar y esforzarse por cooperar con los hombres que tienen que efectuar la enseñanza y el orar. (1  Cor. 14:33-35;
compare con 1 Timoteo 2:11, 12.) Por lo tanto, en la mayoría de los casos, una mujer allá en el primer siglo E.C.
no predicaba ni oraba en la congregación.
¿Por qué, entonces, consideró Pablo el cubrirse la cabeza? ¿Cuándo era apropiado y cuándo inapropiado eso? ¿Y cómo
aplica eso hoy día?
Pablo escribió que la mujer al orar debería cubrirse la cabeza —fuera con un sombrero, bufanda o velo para la cabeza—
como “señal de autoridad.” (1 Cor. 11:10) Aquello sería evidencia de que ella reconocía el principio de jefatura. Pero
¿cuándo tendría que cubrirse la cabeza? Considere estas tres situaciones:
En el día de Pablo el espíritu santo de Jehová dio dones milagrosos a algunos cristianos, como la aptitud para profetizar
o hablar en lenguas. Por ejemplo, en una reunión del primer siglo pudiera ser que el espíritu impeliera a una cristiana a
profetizar. (1 Cor. 12:4-11; Hech. 21:8, 9) O, pudiera haberse dado el caso de que solo mujeres asistieran a una reunión de
congregación. Puesto que no habría ningún varón bautizado que llevara la delantera en orar o en enseñar, una cristiana
tendría que hacerlo. Por otra parte, pudiera haber la posibilidad de que una esposa cristiana tuviese un esposo incrédulo y en
ciertas ocasiones se esperara que orara o enseñara la Biblia en presencia de él. En cualquiera de estas situaciones la mujer
tendría cubierta la cabeza, como “señal de autoridad,” manifestando así que reconocía el principio de jefatura.
SU “CABEZA”... ¿QUIÉN?
Podemos apreciar mejor la importancia de que los cristianos así como las cristianas satisfagan las instrucciones de Dios
en cuanto a cubrirse la cabeza al notar qué efecto pudiera tener no hacerlo.
Recuerde que el apóstol escribió que el hombre que ora “con algo sobre la cabeza” está haciendo algo. ¿Qué? El texto
griego original dice que “está avergonzando la cabeza de él,” o, “avergüenza su cabeza.” De modo similar, la mujer que
“ora o profetiza” con la cabeza descubierta “avergüenza la cabeza de ella,” o, “avergüenza su cabeza.” ¿A quién o qué se
alude como “cabeza” en cada caso?
Esto se puede comprender a la luz del versículo anterior. Allí Pablo dijo que “la cabeza de todo varón es el Cristo” y “la
cabeza de la mujer es el varón.” (1 Cor. 11:3) Por consiguiente, se puede razonar que el hombre que ora con la cabeza
cubierta en un sentido deshonra a Cristo. Al cubrirse la cabeza cuando ora, el hombre estaría obrando como si fuese una
esposa con un cabeza visible en la Tierra más bien que ser responsable a Cristo como su cabeza. Correspondientemente, se
puede decir que la mujer que ora con la cabeza descubierta está avergonzando a su “cabeza” en el arreglo cristiano: su
esposo (si es casada), su padre o la posición de cabeza de varones cristianos de la congregación.

138
Algunos comentadores ofrecen otro punto de vista. Llaman la atención al hecho de que Primera a los Corintios 11:4, 5
declara que todo hombre que ora o profetiza con algo “sobre la cabeza” avergüenza “su cabeza” y la mujer que ora o
profetiza con “la cabeza descubierta” avergüenza “su cabeza.” En ambos casos se menciona la propia cabeza física de la
persona inmediatamente antes de decirse que la “cabeza” es avergonzada. Por eso algunos expresan el pensamiento de que
Pablo pudo haber querido decir que el cristiano o la cristiana que obra incorrectamente en cuanto a cubrirse la cabeza se
avergüenza a sí mismo o a sí misma.
En las Escrituras Hebreas leemos acerca de personas a las cuales se les devolvió, o que se acarrearon sobre su propia
cabeza, oprobio, maldad, dificultad, violencia, culpa por derramamiento de sangre y perjuicio. (Neh. 4:4; 1 Sam. 25:39; Sal.
7:16; 2 Sam. 1:16; 1 Rey. 2:32, 44) En estos casos la cabeza representa a la persona misma, pues es la parte del cuerpo más
responsable de sus acciones.
Además, cuando Pablo consideró el asunto de cubrirse la cabeza dijo que si un hombre tiene el pelo largo, “es para él
una deshonra.” Y escribió que “le es vergonzoso a la mujer ser trasquilada,” como si fuese una esclava o hubiese sido
sorprendida en inmoralidad; la que se causa oprobio es la mujer misma.—1 Cor. 11:14, 6.
Tomando en cuenta la manera en que Pablo introduce todo este tema recalcando el arreglo divino de jefatura, parece
patente que cuando el hombre cristiano trata con desprecio este principio de jefatura definitivamente deshonra a Cristo; de
modo similar, una mujer podría deshonrar a su esposo, su padre o los varones de la congregación. Sin embargo, al mismo
tiempo es cierto que la persona que hace caso omiso del arreglo divino de jefatura y sujeción simultáneamente le acarrea
vergüenza a su propia cabeza.

Hechos 5:29 En respuesta, Pedro y los [otros] apóstoles dijeron: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien
que a los hombres.

Ia pág. 80 párr. 16 (ejemplos de fé)


16
¿Indica esto que Abigail no respetaba la autoridad de su esposo como cabeza de familia? De ninguna manera.
Recordemos que la vida de muchos hombres inocentes está en juego porque Nabal trató con falta de respeto al hombre que
Dios había elegido para ser rey. Si ella se quedara de brazos cruzados, ¿no estaría compartiendo hasta cierto grado la culpa
de Nabal? Abigail reconoce que, ahora más que nunca, le debe obediencia y lealtad a Dios antes que a su esposo.

PRIVILEGIOS Y RESPONSABILIDADES DE LAS CRISTIANAS

Proverbios 31:1 Las palabras de Lemuel el rey, el mensaje de peso que su madre le dio al corregirlo:

Tito 2:3-5 Igualmente, que las mujeres de edad sean reverentes en su comportamiento, no calumniadoras, ni esclavizadas a
mucho vino, maestras de lo que es bueno; 4 para que hagan recobrar el juicio a las mujeres jóvenes para que estas amen a
sus esposos, amen a sus hijos, 5 sean de juicio sano, castas, trabajadoras en casa, buenas, sujetas a sus propios esposos, para
que no se hable injuriosamente de la palabra de Dios.

1Timoteo 2:9,10 Igualmente deseo que las mujeres se adornen en vestido bien arreglado, con modestia y buen juicio, no
con estilos de cabellos trenzados y oro o perlas o traje muy costoso, 10 sino como es propio de mujeres que profesan
reverenciar a Dios, a saber, mediante buenas obras.

1Pedro 3:3,4 Y que su adorno no sea el de trenzados externos del cabello ni el de ponerse ornamentos de oro ni el uso de
prendas de vestir exteriores, 4 sino que sea la persona secreta del corazón en la [vestidura] incorruptible del espíritu quieto y
apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios.
139
Lucas 10:42 Son pocas, sin embargo, las cosas que se necesitan, o solo una. Por su parte, María escogió la buena porción, y
no le será quitada”.

Hechos 2:17,18 ‘“Y en los últimos días —dice Dios— derramaré algo de mi espíritu sobre toda clase de carne, y sus hijos y
sus hijas profetizarán, y sus jóvenes verán visiones y sus viejos soñarán sueños; 18 y aun sobre mis esclavos y sobre mis
esclavas derramaré algo de mi espíritu en aquellos días, y profetizarán.

Hechos 18: 26 Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga. Cuando lo oyeron Priscila y Áquila, lo tomaron consigo y
le expusieron con mayor exactitud el camino de Dios.

G 7/10 págs. 28,29


El punto de vista bíblico
¿Está bien que haya ministras religiosas?

“ME INDIGNA que en la Iglesia nada haya cambiado para nosotras; es increíble que una mujer todavía no pueda ser
sacerdote”, escribió una católica al diario USA Today. Como ella, muchas personas piensan que no hay nada malo en
ordenar ministras. De hecho, en algunas religiones ya hay mujeres sacerdotes, así como obispas, pastoras y rabinas.
Las religiones que están a ambos lados de la controversia —las que no creen que las mujeres deban ser ministras y las
que les permiten predicar desde el púlpito— afirman basarse en las Escrituras. Sin embargo, la Biblia no apoya ninguna de
estas posturas. Entonces, ¿qué es lo que enseña? Para saber la respuesta, primero hay que entender el uso bíblico de la
palabra ministro.
Ministras del primer siglo
¿En qué piensa cuando escucha la palabra ministro? A muchos les viene a la mente la imagen de un líder religioso —
hombre o mujer— que encabeza el culto en una iglesia. Pero la Biblia utiliza dicho término (en griego diákonos) en un
sentido más amplio. Veamos el caso de Febe, a quien el apóstol Pablo describió como “nuestra hermana, que es ministra [o
diaconisa] de la congregación que está en Cencreas” (Romanos 16:1).
¿Dirigiría Febe los servicios religiosos de la congregación de Cencreas? ¿En qué consistía realmente su ministerio?
En la carta a los Filipenses, Pablo dice lo siguiente de ciertas cristianas: “Trabajaron mucho a mi lado para dar a conocer a
otros la Buena Noticia”, es decir, el mensaje del Reino (cursivas nuestras; Filipenses 4:2, 3, Nueva Traducción Viviente).
La principal manera en que los primeros cristianos daban a conocer las buenas nuevas era predicando “públicamente y
de casa en casa” (Hechos 20:20). Cualquiera que participara en esta obra era, en efecto, un ministro, incluso si se trataba de
una mujer. Pongamos por caso a Priscila. La Biblia dice que ella y su esposo “expusieron con mayor exactitud el camino de
Dios” a un hombre devoto que aún no se había bautizado como cristiano (Hechos 18:25, 26). Sin duda, Febe y Priscila, así
como muchas otras mujeres, eran ministras eficaces de las buenas nuevas.
Una tarea digna
¿Era el ministerio público y de casa en casa algo de poca importancia? ¿Sería una tarea secundaria que se les dejaba a
las mujeres, mientras que a los hombres se les concedía el privilegio de dirigir la congregación? Para nada. En primer lugar,
la Biblia señala que todos los cristianos predicaban las buenas nuevas, incluso los hombres con responsabilidades de peso
(Lucas 9:1, 2). Y en segundo lugar, el ministerio público era —al igual que hoy— el principal medio por el que hombres y
mujeres cumplían el siguiente mandato de Jesús: “Hagan discípulos de gente de todas las naciones,  [...] enseñándoles”
(Mateo 28:19, 20).
Además, hay cristianas a quienes se les ha encomendado otra importante labor. Pablo escribió: “Que las mujeres de edad
sean [...] maestras de lo que es bueno; para que hagan recobrar el juicio a las mujeres jóvenes para que estas amen a sus

140
esposos, amen a sus hijos” (Tito 2:3, 4). Así que las mujeres con mayor experiencia en la congregación tienen el privilegio
de ayudar a las más jóvenes a adquirir madurez. Esta también es una tarea digna y muy valiosa.
La enseñanza en la congregación
No obstante, en la Biblia no hallaremos ninguna indicación de que las mujeres puedan enseñar frente a la congregación.
Es más, el apóstol Pablo dio la siguiente instrucción: “No se debe permitir que las mujeres hablen en las reuniones”. ¿Por
qué razón? Entre otras cosas, para que todo se hiciera “de manera correcta y ordenada” (1 Corintios 14:34, 40, Nuevo
Testamento en Lenguaje Sencillo, 2000). A fin de que los asuntos de la congregación fluyan sin complicaciones, Dios ha
encargado a un grupo compuesto por varones la tarea de enseñar. Ahora bien, para formar parte de ese grupo no  basta con
ser hombre, hay que estar capacitado para presidir y llenar ciertos requisitos (1 Timoteo 3:1-7; Tito 1:5-9).
Está claro que el papel que Dios ha dado a la mujer no es degradante. Como hemos visto, Jehová les ha confiado una
encomienda muy especial: dar testimonio acerca de él (Salmo 68:11). Los testigos de Jehová, hombres y mujeres, son
ministros que han ayudado a millones de personas a alcanzar el arrepentimiento y tener la oportunidad de ser salvos
(Hechos 2:21; 2 Pedro 3:9). ¿No le parece esto un logro extraordinario?
El orden que Dios ha establecido en la congregación confiere honra tanto al hombre como a la mujer y promueve la paz.
Así pues, tal como los ojos y los oídos se complementan en sus funciones para que un peatón cruce una calle transitada, los
hombres y las mujeres cristianos cumplen con la voluntad divina según las funciones que les corresponden. Dios, en
consecuencia, bendice con paz a la congregación (1 Corintios 14:33; Filipenses 4:9).
[Notas]
Cabe señalar que la autoridad en la congregación tiene límites. Quienes ocupan puestos de responsabilidad deben
mantenerse sujetos a Cristo y obrar en conformidad con los principios bíblicos (1 Corintios 11:3). Además, es
imprescindible que “estén en sujeción los unos a los otros”, sean humildes y estén dispuestos a cooperar (Efesios 5:21).
Además, cuando las cristianas respetan el papel que Dios ha otorgado a los hombres en la congregación, les dan un buen
ejemplo a los ángeles (1 Corintios 11:10).
¿SE LO HA PREGUNTADO?
● ¿De qué maneras enseñaban las cristianas del siglo I? (Hechos 18:26.)
● ¿A quiénes se ha encargado la labor de dirigir la congregación? (1 Timoteo 3:1, 2.)
● ¿Cómo ve Dios a las ministras cristianas? (Salmo 68:11.)
[Comentario de la página 29]
“Jehová mismo da el dicho; las mujeres que anuncian las buenas nuevas son un ejército grande.” (SALMO 68:11)

Romanos 10:13,14 Porque “todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo”. 14 Sin embargo, ¿cómo invocarán a aquel
en quien no han puesto fe? ¿Cómo, a su vez, pondrán fe en aquel de quien no han oído? ¿Cómo, a su vez, oirán sin alguien
que predique?

1Corintios 9:16 Ahora bien, si declaro las buenas nuevas, eso no es motivo para que me jacte, porque necesidad me está
impuesta. Realmente, ¡ay de mí si no declarara las buenas nuevas!

1 Corintios 14:40 Pero que todas las cosas se efectúen decentemente y por arreglo.

Km 9/01 pág. 3
Sección de preguntas

▪ ¿Qué información debe tratarse en las reuniones para el servicio del campo?
141
El propósito de tales reuniones es ayudarnos a centrarnos en la actividad que realizaremos a continuación: el ministerio.
Por lo tanto, el conductor tiene que prepararse bien e impartir información animadora, específica y práctica. Se puede leer y
analizar de manera breve el texto del día si trata directamente de la predicación. Sin embargo, debería hacerse más hincapié
en la obra que se está por llevar a cabo y así ayudar a los hermanos a ir mejor preparados al ministerio (2 Tim. 4:5).
También es adecuado examinar algunos puntos pertinentes de Nuestro Ministerio del Reino a fin de que todos sepan
cuál es la publicación que se ofrecerá y cómo hacerlo. Si es un día de revistas, se puede demostrar una presentación tomada
de “Cómo presentar las revistas”. Si se está ofreciendo otra publicación, se pueden señalar una o dos introducciones del
libro Razonamiento que sean apropiadas para el territorio local. Se podría analizar o demostrar algún aspecto del ministerio;
por ejemplo, cómo utilizar la Biblia en la predicación, contestar una objeción, ofrecer un estudio bíblico o cultivar el interés.
La reunión ha de durar de diez a quince minutos como máximo, lo que incluye la organización de los grupos, la
asignación del territorio y la oración. Antes de irse, todos tienen que saber adónde van y con quién predicarán, y luego se
dirigirán al territorio sin demora. Como la reunión es breve, hay que llegar a tiempo. Debe ser más breve aún si tiene lugar
después de una reunión de congregación, como el Estudio de La Atalaya, en cuyo caso no hay necesidad de leer y comentar
el texto diario, puesto que ya se ha analizado un tema bíblico.
Se designará con antelación a los hermanos bautizados cualificados que dirigirán cada reunión para el servicio del
campo. Si hay un día específico en que a ninguno le es posible hacerlo, los ancianos nombrarán a las hermanas bautizadas
que se encargarán de ello cuando surja la necesidad. Sentada y con la cabeza cubierta, la hermana analizará con comentarios
breves el texto diario u otros puntos relativos a la predicación.
Las reuniones para el servicio del campo son excelentes ocasiones de animarnos y equiparnos para el ministerio. Cuanto
mejor se prepare el conductor, más se beneficiarán todos.

142
Lección 6(b) REPASO DE LA ESCUELA DEL SERVICIO DEL PRECURSOR DÍA 2

Lección 04(a) DEFIENDE LA SOBERANIA DE JEHOVÁ


“Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Tu espíritu es bueno; que me guíe en la tierra de la rectitud.”
Salmo 143:10

Lección 04(b) INTERÉSATE SINCERAMENTE POR LOS DEMÁS


“no vigilando con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás”
Filipenses 2:4

Lección 05(a) LA PREDICACIÓN DE CASA EN CASA: EL MÉTODO DE EVANGELIZACIÓN MÁS IMPORTANTE


“Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y
del espíritu santo”
Mateo 28: 19

Lección 05(b) TALLER 1 LA PREDICACIÓN DE CASA EN CASA:


EL MÉTODO DE EVANGELIZACIÓN MÁS IMPORTANTE
“Y todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca
del Cristo, Jesús.”
Hechos 5:42

Lección 06(a) MUJERES QUE ALEGRAN A JEHOVÁ


“Jehová mismo da el dicho; las mujeres que anuncian las buenas nuevas son un ejército grande.” Salmo 68:11

143
Lección 7(a) CÓMO SACAR PROVECHO DE LAS DIRECTRICES Y LOS CONSEJOS

Efesios 4:8 Por lo cual él dice: “Cuando ascendió a lo alto se llevó cautivos; dio dádivas [en] hombres”.

Gálatas 6:1 Hermanos, aunque un hombre dé algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen las
debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad, vigilándote a ti mismo, por
temor de que tú también seas tentado.

Juan 10:16 ”Y tengo otras ovejas, que no son de este redil; a esas también tengo que traer, y escucharán mi voz, y llegarán
a ser un solo rebaño, un solo pastor.

Hechos 20:28 Presten atención a sí mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado
superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del [Hijo] suyo.

Revelación 1:16 Y en su mano derecha tenía siete estrellas, y de su boca salía una aguda espada larga de dos filos, y su
semblante era como el sol cuando resplandece en su poder.

Revelación 1:20 En cuanto al secreto sagrado de las siete estrellas que viste sobre mi mano derecha, y [de] los siete
candelabros de oro: Las siete estrellas significan [los] ángeles de las siete congregaciones, y los siete candelabros significan
siete congregaciones.

Efesios 4:11-13 Y dio algunos como apóstoles, algunos como profetas, algunos como evangelizadores, algunos como
pastores y maestros, 12 con miras al reajuste de los santos, para obra ministerial, para la edificación del cuerpo del Cristo,
13
 hasta que todos logremos alcanzar la unidad en la fe y en el conocimiento exacto del Hijo de Dios, a un hombre hecho, a
la medida de estatura que pertenece a la plenitud del Cristo;

W99 1/6 págs. 9-14

“Dádivas en hombres” que cuidan de las ovejas de Jehová

“Cuando ascendió a lo alto se llevó cautivos; dio dádivas en hombres.” (EFESIOS 4:8.)

“GRACIAS por preocuparse tanto por nosotros. Sus sonrisas, su afecto y su interés son auténticos. Siempre están allí
para escucharnos con atención y compartir con nosotros palabras de la Biblia que nos elevan el ánimo. Pido a Dios que yo
nunca dé por sentada su ayuda.” Estas fueron las palabras que escribió una hermana cristiana a los ancianos de su
congregación. Es evidente que el amor de estos pastores cristianos la había conmovido (1 Pedro 5:2, 3).
2
Los ancianos son una provisión de Jehová para cuidar de Sus ovejas (Lucas 12:32; Juan 10:16). Jehová ama a sus
ovejas, las ama tanto que las compró con la sangre preciosa de Jesús. No es de extrañar, entonces, que a Jehová le
complazca que los ancianos traten con ternura a Su rebaño (Hechos 20:28, 29). Veamos cómo se describe proféticamente a
estos ancianos o “príncipes”: “Cada uno tiene que resultar ser como escondite contra el viento y escondrijo contra la
tempestad de lluvia, como corrientes de agua en país árido, como la sombra de un peñasco pesado en una tierra agotada”
(Isaías 32:1, 2). Sí, tienen que proteger, refrescar y consolar a Sus ovejas. Los ancianos que pastorean el rebaño con
compasión procuran hacer lo que Dios espera de ellos.
3
La Biblia se refiere a estos ancianos como “dádivas en hombres” (Efesios 4:8). Cuando pensamos en una dádiva,
pensamos en algo que se da para satisfacer una necesidad o para hacer feliz a quien la recibe. Se puede considerar que el
144
anciano es una dádiva cuando emplea sus aptitudes para ayudar al rebaño y contribuir a su felicidad. ¿Cómo puede lograrlo?
La respuesta, recogida en las palabras de Pablo de Efesios 4:7-16, magnifica el interés amoroso de Jehová por sus ovejas.
¿De dónde proceden las “dádivas en hombres”?
4
Cuando Pablo utilizó la expresión “dádivas en hombres”, citaba del rey David, que había dicho de Jehová: “Has
ascendido a lo alto; te has llevado cautivos; has tomado dones en la forma de hombres” (Salmo 68:18). Cuando los israelitas
llevaban ya años en la Tierra Prometida, Jehová ‘ascendió’ de manera figurativa al monte Sión e hizo de Jerusalén la capital
del reino de Israel, y de David, su rey. Pero ¿quiénes eran los “dones en la forma de hombres”? Fueron los hombres
tomados cautivos durante la conquista de la tierra. Algunos de estos se pusieron más tarde a disposición de los levitas para
ayudarles en los trabajos del tabernáculo (Esdras 8:20).
5
En su carta a los Efesios, Pablo indica que las palabras del salmista tienen un cumplimiento mayor en la congregación
cristiana. Pablo parafrasea Salmo 68:18 y escribe: “A cada uno de nosotros se le dio bondad inmerecida según la manera
como el Cristo dio por medida la dádiva gratuita. Por lo cual él dice: ‘Cuando ascendió a lo alto se llevó cautivos; dio
dádivas en hombres’” (Efesios 4:7, 8). En este pasaje Pablo aplica el salmo a Jesús como representante de Dios. Jesús
‘venció al mundo’ con su fiel proceder (Juan 16:33). También triunfó sobre la muerte y sobre Satanás cuando fue resucitado
por Dios de entre los muertos (Hechos 2:24; Hebreos 2:14). En el año 33, Jesús resucitó y luego ascendió “muy por encima
de todos los cielos”, es decir, por encima de toda otra criatura celestial (Efesios 4:9, 10; Filipenses 2:9-11). Como vencedor,
Jesús tomó “cautivos” de las fuerzas enemigas. ¿De qué manera?
6
Cuando estuvo en la Tierra, Jesús demostró su poder sobre Satanás al liberar a los que estaban esclavizados a los
demonios. Fue como si invadiera la casa de este, lo atara y le arrebatara sus bienes (Mateo 12:22-29). ¡Imagínese cuánto
podía saquear Jesús ahora que había sido resucitado y había recibido ‘toda autoridad en el cielo y en la Tierra’! (Mateo
28:18.) A partir del Pentecostés del año 33, Jesús ya ascendido al cielo, estuvo en condición de despojar la casa de Satanás
como representante de Dios, ‘llevándose cautivos’ a hombres que habían estado por mucho tiempo esclavizados al pecado y
a la muerte, y bajo el control de Satanás. Estos “cautivos” se convirtieron por voluntad propia en “esclavos de Cristo,
haciendo de toda alma la voluntad de Dios” (Efesios 6:6). Es como si Jesús los hubiera liberado del control de Satanás y, en
nombre de Jehová, los hubiese entregado a la congregación como “dádivas en hombres”. Es fácil imaginar la ira y el
sentimiento de impotencia de Satanás al ver cómo le eran arrebatados en sus propias narices.
7
¿Encontramos en la congregación actual tales “dádivas en hombres”? Por supuesto. Los hallamos sirviendo de
ancianos, laborando arduamente como ‘evangelizadores, pastores y maestros’ en las más de ochenta y siete mil
congregaciones del pueblo de Dios por toda la Tierra (Efesios 4:11). A Satanás le encantaría que estos maltrataran al
rebaño. Pero Dios no los ha dado mediante Cristo con este propósito, sino para el bienestar de la congregación, y tienen que
rendirle cuentas por las ovejas que les ha confiado (Hebreos 13:17). Si somos ancianos, Jehová nos ha dado la maravillosa
oportunidad de demostrar que somos dádivas o bendiciones para nuestros hermanos. Lo seremos si cumplimos cuatro
importantes responsabilidades.
Cuando hay necesidad de ‘reajustar’
8
En primer lugar, a las “dádivas en hombres” se las ha provisto “con miras al reajuste de los santos”, dice Pablo (Efesios
4:12). El sustantivo griego que se traduce por “reajuste” se refiere a la acción de “poner en debida alineación”. Como seres
humanos imperfectos, todos necesitamos que se nos reajuste de vez en cuando, es decir, que se ponga nuestro modo de
pensar, nuestras actitudes o nuestra conducta “en debida alineación” con el modo de pensar y la voluntad de Dios. Jehová ha
provisto amorosamente las “dádivas en hombres” para ayudarnos a efectuar los cambios necesarios. ¿Cómo lo hacen?
9
A veces se pide a un anciano que ayude a una oveja que se ha desviado, que quizá ha ‘dado un paso en falso antes de
darse cuenta de ello’. ¿Cómo puede ayudar el anciano? “[Tratando] de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad”,
dice Gálatas 6:1. Por lo tanto, el anciano no regaña ni utiliza palabras severas cuando aconseja al que ha errado. El consejo
debe animar, no ‘aterrorizar’, al que lo recibe (2 Corintios 10:9; compárese con Job 33:7). Es posible que la persona ya se
sienta avergonzada, de modo que el pastor amoroso procura no aplastar su espíritu. Cuando es evidente que el consejo, e
incluso la censura firme, están motivados por el amor y se dan con amor, probablemente reajusten el modo de pensar o la
conducta del que ha errado, y logren restaurarlo (2 Timoteo 4:2).

145
10
Jehová ha provisto las “dádivas en hombres” que nos reajustan con el propósito de que sean refrescantes
espiritualmente y dignas de que Su pueblo las imite (1 Corintios 16:17, 18; Filipenses 3:17). Reajustar a los hermanos
no solo implica corregir a los que adoptan un mal proceder, sino también ayudar a los fieles a seguir en el buen camino. Con
tantos problemas que causan desánimo, muchos necesitan estímulo para seguir adelante. Es posible que algunos requieran
ayuda tierna para alinear su modo de pensar con el de Dios. Por ejemplo, algunos cristianos fieles luchan con sentimientos
de ineptitud o inutilidad. Estas “almas abatidas” quizá piensen que Jehová nunca podrá amarlas, ni siquiera aceptar sus
mejores esfuerzos por servirle (1 Tesalonicenses 5:14). Pero este modo de pensar no está de acuerdo con lo que Dios
verdaderamente siente por sus adoradores.
11
Ancianos, ¿qué pueden hacer para ayudar a estos hermanos? Compartan bondadosamente con ellos textos bíblicos que
prueban que Jehová se interesa por cada uno de sus siervos, y recuérdenles que estos textos les son aplicables personalmente
(Lucas 12:6, 7, 24). Ayúdenles a ver que Jehová los ‘ha atraído’ para que le sirvan, de modo que tiene que considerarlos de
valor (Juan 6:44). Háganles ver que no son los únicos que se sienten así, que muchos siervos fieles de Jehová tuvieron
sentimientos similares. En una ocasión el profeta Elías se sintió tan profundamente deprimido que quería morir (1  Reyes
19:1-4). Algunos cristianos ungidos del siglo primero pensaban que su corazón ‘los condenaba’ (1 Juan 3:20). Consuela
saber que los siervos fieles de Dios de tiempos bíblicos tuvieron “sentimientos semejantes a los nuestros” (Santiago 5:17).
También pueden repasar artículos animadores de La Atalaya y ¡Despertad! con los que están descorazonados. Su ayuda
amorosa para que estos hermanos recuperen la confianza no pasará inadvertida al Dios que los ha dado como “dádivas en
hombres” (Hebreos 6:10).
La “edificación” del rebaño
12
En segundo lugar, se ha suministrado a las “dádivas en hombres” con miras a “la edificación del cuerpo del Cristo”
(Efesios 4:12). Pablo utiliza en este pasaje una figura retórica. El término “edificación” nos recuerda una construcción, y el
‘cuerpo de Cristo’ se refiere a personas, a los miembros de la congregación cristiana ungida (1 Corintios 12:27; Efesios
5:23, 29, 30). Los ancianos tienen que ayudar a sus hermanos a hacerse fuertes en sentido espiritual. Su objetivo es
‘edificar’ al rebaño, no ‘demolerlo’ (2 Corintios 10:8). La clave para edificar al rebaño es el amor, dado que “el amor
edifica” (1 Corintios 8:1).
13
Una faceta del amor que ayuda a los ancianos a edificar al rebaño es la empatía. Tener empatía significa ponerse en el
lugar de los demás, identificarse con sus pensamientos y sentimientos, y tener en cuenta sus limitaciones (1  Pedro 3:8). ¿Por
qué es importante que los ancianos tengan empatía? Sobre todo porque Jehová, el que ha provisto las “dádivas en hombres”,
es un Dios de empatía. Cuando sus siervos sufren, se pone en su lugar (Éxodo 3:7; Isaías 63:9). Tiene en cuenta sus
limitaciones (Salmo 103:14). ¿Cómo, entonces, pueden demostrar empatía los ancianos?
14
Cuando alguien desanimado acude a ellos, lo escuchan y toman en cuenta sus sentimientos. Procuran comprender los
antecedentes, la personalidad y las circunstancias de los hermanos. De ese modo, cuando los ancianos dan ayuda bíblica
edificante, a las ovejas se les hace fácil aceptarla porque procede de pastores que verdaderamente las entienden y se
interesan por ellas (Proverbios 16:23). La empatía también motiva a los ancianos a tener presentes las limitaciones ajenas y
los sentimientos que estas pueden ocasionar. Por ejemplo, tal vez algunos cristianos concienzudos se sientan culpables
porque no pueden hacer más en el servicio de Dios debido a la vejez o la mala salud. Por otra parte, es posible que otros
necesiten que se les anime a mejorar su ministerio (Hebreos 5:12; 6:1). La empatía hace que los ancianos hallen “palabras
deleitables” y edificantes (Eclesiastés 12:10). Cuando se edifica y motiva a las ovejas de Jehová, su amor a Dios las impulsa
a hacer todo lo que pueden en Su servicio.
Hombres que promueven la unidad
15
En tercer lugar, se ha proporcionado a las “dádivas en hombres” para que “todos logremos alcanzar la unidad en la fe
y en el conocimiento exacto del Hijo de Dios” (Efesios 4:13). La expresión “unidad en la fe” no solo significa unidad de
creencias, sino también de creyentes. Esta es otra razón por la que Dios nos ha dado las “dádivas en hombres”: para
promover la unidad en Su pueblo. ¿Cómo lo logran?
16
Para empezar, deben mantener la unidad entre ellos. Si los pastores están divididos, es posible que descuiden a las
ovejas. Quizá dediquen innecesariamente tiempo valioso, que podrían emplear en pastorear al rebaño, a largas reuniones y
debates sobre asuntos de importancia secundaria (1 Timoteo 2:8). Los ancianos tal vez no concuerden automáticamente en
146
todos los asuntos que tratan, pues pueden ser hombres con personalidades muy diferentes. La unidad no  significa que
no puedan tener opiniones distintas o incluso expresarlas de manera equilibrada durante una conversación imparcial. Estos
mantienen la unidad escuchándose con respeto unos a otros sin prejuicios. Y mientras no se viole ningún principio bíblico,
todos deben ser flexibles y apoyar la decisión final del cuerpo de ancianos. Su flexibilidad demuestra que están dirigidos por
la “sabiduría de arriba”, que es “pacífica, razonable” (Santiago 3:17, 18).
17
Los ancianos también se esfuerzan por promover la unidad en la congregación. Cuando las influencias divisivas, como
el chisme, la tendencia a imputar malos motivos o las actitudes contenciosas amenazan la paz, ofrecen con presteza consejo
útil (Filipenses 2:2, 3). Por ejemplo, tal vez los ancianos vean que algunos hermanos son demasiado críticos o entremetidos
en los asuntos ajenos (1 Timoteo 5:13; 1 Pedro 4:15). Los ancianos intentan ayudar a estos a reconocer que su proceder es
contrario a lo que Dios nos ha enseñado y que cada uno debe “[llevar] su propia carga” (Gálatas 6:5, 7; 1  Tesalonicenses
4:9-12). Les explican con las Escrituras que Jehová deja muchas cosas a la conciencia individual, y nadie debe juzgar a
otros por estos asuntos (Mateo 7:1, 2; Santiago 4:10-12). Para servir juntos en unidad debe existir un ambiente de confianza
y respeto en la congregación. Estas “dádivas en hombres” nos ayudan a mantener la paz y la unidad ofreciendo consejo
bíblico cuando es necesario (Romanos 14:19).
Protección del rebaño
18
En cuarto lugar, Jehová suministra a las “dádivas en hombres” para protegernos contra la influencia de “todo viento de
enseñanza por medio de las tretas de los hombres, por medio de astucia en tramar el error” (Efesios 4:14). La palabra
original que se traduce por “tretas” significa “juego engañoso de dados” o “habilidad para manipular los dados”. ¿No  nos
recuerda eso la astucia con la que actúan los apóstatas? Mediante hábiles argumentos manipulan las Escrituras para desviar
de la fe a los verdaderos cristianos. Los ancianos deben tener cuidado con esos “lobos opresivos” (Hechos 20:29, 30).
19
Las ovejas de Jehová necesitan además protección de otros peligros. En tiempos antiguos, el pastor David también
protegió de los depredadores a los rebaños de su padre (1 Samuel 17:34-36). Hoy pueden surgir, asimismo, ocasiones en las
que los pastores cristianos necesiten valor para proteger al rebaño de todo aquel que pueda maltratar u oprimir a las ovejas
de Jehová, particularmente a las más vulnerables. Los ancianos deben echar con prontitud de la congregación a los
pecadores voluntarios que deliberadamente se valgan de tretas, engaño e intrigas para perpetrar la maldad (1  Corintios 5:9-
13; compárese con Salmo 101:7).
20
¡Cuánto agradecemos estas “dádivas en hombres”! Podemos sentirnos seguros gracias a su cuidado amoroso, pues nos
reajustan con ternura, nos edifican con amor, mantienen la unidad de buena gana y nos protegen con valor. Pero ¿cómo
deben ver su papel en la congregación estas “dádivas en hombres”? Y ¿cómo podemos demostrar que las valoramos? Estas
preguntas se contestarán en el próximo artículo.
[Notas]
Este mismo verbo que se traduce por “reajustar” se utilizó en la Septuaginta griega en Salmo 17[16]:5, donde el fiel David
pidió en oración que sus pasos se asieran de los senderos de Jehová.
Por ejemplo, véase “Preguntas de los lectores” de La Atalaya del 15 de febrero de 1980, págs. 29, 30, y “Aborrezcamos lo
que es inicuo”, del número del 1 de enero de 1997, págs. 26-29.

1 Tesalonicenses 5:12,13 Ahora les solicitamos, hermanos, que respeten a los que trabajan duro entre ustedes y los presiden
en [el] Señor y los amonestan; 13 y que les den consideración más que extraordinaria en amor por causa de su trabajo. Sean
pacíficos unos con otros.

EL DESARROLLO DE LA CONGREGACIÓN CRISTIANA

Mateo 10:1 De manera que mandó llamar a sus doce discípulos y les dio autoridad sobre espíritus inmundos, para
expulsarlos y para curar toda suerte de dolencia y toda suerte de mal.

147
Juan 21:1,2 Después de estas cosas Jesús se manifestó otra vez a los discípulos junto al mar de Tiberíades; pero hizo la
manifestación de esta manera. 2 Estaban juntos Simón Pedro y Tomás, que se llamaba El Gemelo, y Natanael de Caná de
Galilea y los hijos de Zebedeo y otros dos de sus discípulos.

Juan 21: 15-17 Pues bien, cuando se hubieron desayunado, Jesús dijo a Simón Pedro: “Simón hijo de Juan, ¿me amas más
que a estos?”. Él le dijo: “Sí, Señor, tú sabes que te tengo cariño”. Le dijo: “Apacienta mis corderos”. 16 De nuevo le dijo,
por segunda vez: “Simón hijo de Juan, ¿me amas?”. Él le dijo: “Sí, Señor, tú sabes que te tengo cariño”. Le dijo: “Pastorea
mis ovejitas”. 17 Le dijo por tercera vez: “Simón hijo de Juan, ¿me tienes cariño?”. Pedro se contristó de que por tercera vez
le dijera: “¿Me tienes cariño?”. De modo que le dijo: “Señor, tú sabes todas las cosas; tú bien sabes que te tengo cariño”. Le
dijo Jesús: “Apacienta mis ovejitas.

Hechos 2:41,42 Por lo tanto, los que abrazaron su palabra de buena gana fueron bautizados, y en aquel día unas tres mil
almas fueron añadidas. 42 Y continuaron dedicándose a la enseñanza de los apóstoles y a compartir [unos con otros], a tomar
comidas y a oraciones.

W13 15/7 pág. 16 párrs. 7,8


7
¿Qué papel cumplirían los apóstoles? A medida que se acercaba el Pentecostés del año 33, se hizo evidente que
ocuparían un “puesto de superintendencia” (Hech. 1:20). Sin embargo, ¿cuál sería su principal interés? Jesús, ya resucitado,
lo dio a entender en una conversación con el apóstol Pedro (lea Juan 21:1, 2, 15-17). En presencia de otros apóstoles le
dijo: “Apacienta mis ovejitas”. Así indicó que sus apóstoles estarían entre los pocos mediante quienes él alimentaría
espiritualmente a los muchos. ¡Qué prueba tan conmovedora del cariño que siente Jesús por sus “ovejitas”!
SE ALIMENTA A LOS MUCHOS DESDE EL PENTECOSTÉS EN ADELANTE
8
A partir del Pentecostés del año 33, Cristo resucitado utilizó a sus apóstoles como conducto para alimentar al resto de
sus discípulos ungidos (lea Hechos 2:41, 42). Los judíos y prosélitos que ese día llegaron a ser cristianos ungidos por
espíritu reconocieron ese conducto con total claridad. Plenamente convencidos, “continuaron dedicándose a la enseñanza de
los apóstoles”. Según cierto erudito, el verbo griego que se traduce “continuaron dedicándose” denota “una permanencia
persistente y absoluta, una adhesión total de un grupo orientado hacia un fin común”. Los nuevos creyentes tenían hambre
de alimento espiritual y sabían exactamente dónde obtenerlo. Con completa lealtad, escuchaban a los apóstoles mientras
estos explicaban lo que Jesús había dicho y hecho y esclarecían el significado de pasajes de las Escrituras relacionados con
él (Hech. 2:22-36).

Mateo 13:24-30 Otra ilustración les propuso, diciendo: “El reino de los cielos ha llegado a ser semejante a un hombre que
sembró semilla excelente en su campo. 25 Mientras los hombres dormían, vino el enemigo de él y sobresembró mala hierba
entre el trigo, y se fue. 26 Cuando el tallo brotó y produjo fruto, entonces apareció también la mala hierba. 27 De modo que
los esclavos del amo de casa vinieron y le dijeron: ‘Amo, ¿no sembraste semilla excelente en tu campo? Entonces, ¿cómo
sucede que tiene mala hierba?’. 28 Él les dijo: ‘Un enemigo, un hombre, hizo esto’. Ellos le dijeron: ‘¿Quieres, pues, que
vayamos y la juntemos?’. 29 Él dijo: ‘No; no sea que por casualidad, al juntar la mala hierba, desarraiguen el trigo junto con
ella. 30 Dejen que ambos crezcan juntos hasta la siega; y en la época de la siega diré a los segadores: Junten primero la mala
hierba y átenla en haces para quemarla; entonces pónganse a recoger el trigo en mi granero’”.

W13 15/7 págs. 18,19 párrs. 13,14 y nota final

MUCHA MALA HIERBA Y POCO TRIGO


13
Jesús predijo que la congregación cristiana sería blanco de ataques. Recuerde que, en una ilustración profética,
advirtió que en un campo recién sembrado de trigo (los cristianos ungidos) se sembraría después mala hierba (los cristianos

148
falsos). Entonces indicó que se dejaría que ambos grupos crecieran juntos hasta la siega, la cual vendría en “una conclusión
de un sistema de cosas” (Mat. 13:24-30, 36-43). No tuvo que pasar mucho tiempo para que sus palabras se cumplieran.
14
En el siglo primero hubo algunos brotes de apostasía, pero los fieles apóstoles de Jesús actuaron de “restricción” y
mantuvieron a raya la contaminación e influencia de las doctrinas falsas (2 Tes. 2:3, 6, 7). Sin embargo, cuando murió el
último de los apóstoles la apostasía echó raíces y se propagó durante un período de crecimiento que abarcó muchos siglos.
En ese tiempo, la mala hierba se hizo mucha pero el trigo fue escaso. No existía ningún conducto organizado que
proporcionara alimento espiritual de manera constante. Llegaría el momento en que eso cambiaría. Pero ¿cuándo?

NOTA FINAL DE PÁRRAFO 13: Las palabras del apóstol Pablo que se hallan en Hechos 20:29, 30 muestran que la
congregación sería atacada desde dos ángulos. En primer lugar, cristianos falsos (“mala hierba”) “entrar[ían]” entre los
verdaderos. Y en segundo lugar, algunos “de entre” los cristianos verdaderos se harían apóstatas y hablarían “cosas
aviesas”, o torcidas.

Mateo 24:45-47 “¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos, para
darles su alimento al tiempo apropiado? 46 ¡Feliz es aquel esclavo si su amo, al llegar, lo hallara haciéndolo así! 47 En verdad
les digo: Lo nombrará sobre todos sus bienes.

W13 15/7 págs. 21-23

¿CUÁNDO SE CUMPLE LA ILUSTRACIÓN?


4
El contexto muestra que la ilustración del esclavo fiel y discreto no empezó a cumplirse en el Pentecostés del año 33,
sino en este tiempo del fin. Veamos cómo nos llevan las Escrituras a esa conclusión.
5
Esta parábola forma parte de la profecía de Jesús sobre “la señal de [su] presencia y de la conclusión del sistema de
cosas” (Mat. 24:3). La primera sección de la profecía, registrada en Mateo 24:4-22, tiene dos cumplimientos. El primero
tuvo lugar en los años que transcurrieron desde el 33 hasta el 70, y el segundo —mucho más abarcador— lo estamos viendo
en nuestros días. ¿Significa esto que la parábola de Jesús sobre el esclavo fiel también tendría dos cumplimientos?
En realidad, no.
6
A partir de las palabras que leemos en Mateo 24:29, Jesús se refirió principalmente a sucesos que ocurrirían en
nuestros días (lea Mateo 24:30, 42, 44). Hablando de la gran tribulación, dijo que los habitantes de la Tierra “verán al Hijo
del hombre viniendo sobre las nubes del cielo”. Luego exhortó a quienes vivieran en los últimos días a mantenerse alerta
con estas palabras: “No saben en qué día viene su Señor [...], porque a una hora que no piensan que es, viene el Hijo del
hombre”. En este contexto —al hablar de sucesos que ocurrirían en los últimos días—, Jesús relató la parábola del esclavo
fiel. Así pues, podemos concluir que sus palabras sobre ese esclavo fiel solo empezaron a cumplirse después de 1914,
cuando comenzaron los últimos días. ¿Por qué es lógica esta conclusión?

7
Piense en la pregunta que planteó Jesús: “¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto[?]”. En el siglo primero
no tenía sentido hacerla. Como vimos en el artículo anterior, los apóstoles realizaban milagros y hasta transmitían dones
milagrosos, así que estaba claro que eran ellos los que tenían el apoyo divino (Hech. 5:12). Por eso, ¿por qué iba alguien a
preguntar quién había sido nombrado por Jesús para dirigir a sus ovejas? Sin embargo, en 1914 la situación era muy
distinta. La temporada de la cosecha había empezado ese año. Por fin era hora de separar la mala hierba del trigo (Mat.
13:36-43). Pero al empezar la temporada de la cosecha, había muchos cristianos falsos que afirmaban ser los verdaderos
seguidores de Jesús. Así que surgió esta cuestión fundamental: ¿cómo podría reconocerse el trigo, es decir, los cristianos
ungidos? La ilustración de Jesús dio una clave. Los cristianos ungidos serían aquellos que estuvieran bien alimentados
espiritualmente.

149
¿QUIÉN ES EL ESCLAVO FIEL Y DISCRETO?
8
El esclavo fiel debe estar compuesto por cristianos ungidos que vivan en la Tierra. A ellos se les llama “un sacerdocio
real”, y se les ha encomendado que “‘declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz
maravillosa” (1 Ped. 2:9). Por esta razón resulta apropiado que miembros de ese “sacerdocio real” participen directamente
en enseñar la verdad a sus hermanos en la fe (Mal. 2:7; Rev. 12:17).
9
¿Componen el esclavo fiel todos los ungidos que viven en la Tierra? No, la realidad es que no todos los ungidos
participan en proveer alimento espiritual a sus compañeros de creencia de todo el mundo. Es cierto que entre el trigo hay
hermanos ungidos que son siervos ministeriales o ancianos. Ellos enseñan de casa en casa y en sus congregaciones y apoyan
con lealtad las instrucciones que recibimos de la sede mundial, pero no participan en proveer alimento espiritual a la
hermandad. Además, entre los ungidos hay hermanas humildes que nunca intentarían asumir la función de maestros de la
congregación (1 Cor. 11:3; 14:34).
10
¿Quién, entonces, es el esclavo fiel y discreto? Según el patrón que Jesús fijó de alimentar a muchos por medio de
unos pocos, ese esclavo está compuesto por un pequeño grupo de hermanos ungidos que participan directamente en
preparar y proveer alimento espiritual durante la presencia de Cristo. A lo largo de los últimos días, estos hermanos
ungidos que constituyen el esclavo fiel han estado sirviendo juntos en la sede mundial. Hoy, ese esclavo es el grupo de
cristianos ungidos que forman el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová. Ahora bien, note que, aunque se trata de un
esclavo compuesto por más de una persona, la palabra esclavo está en singular. En armonía con este hecho, el Cuerpo
Gobernante actúa como uno solo, es decir, toma sus decisiones de manera conjunta.
¿QUIÉNES SON LOS DOMÉSTICOS?
11
Debe destacarse que, en la ilustración de Jesús, el esclavo fiel y discreto recibe dos nombramientos distintos.
En primer lugar, se le pone a cargo de los domésticos, y en segundo lugar, de todos los bienes del amo. Puesto que la
parábola se cumple exclusivamente en este tiempo del fin, ambos nombramientos tendrían que producirse después de  1914,
cuando comenzó la presencia de Cristo como Rey.
12
¿Cuándo nombró Jesús al esclavo fiel sobre sus domésticos? Para averiguar la respuesta, debemos retroceder al
año 1914, al comienzo de la temporada de la cosecha. Como ya aprendimos, en ese entonces había muchos grupos que
afirmaban ser cristianos. ¿De entre cuál de ellos seleccionaría y nombraría Jesús al esclavo fiel? La  pregunta se respondió
una vez que él y su Padre vinieron a inspeccionar el templo —el sistema de adoración que Dios ha establecido—, lo que
tuvo lugar desde 1914 hasta principios de 1919 (Mal. 3:1). ¡Cuánto se alegraron al ver a un pequeño grupo de leales
Estudiantes de la Biblia que demostraban un profundo amor por Jehová y su Palabra! Por supuesto, necesitaban pulirse en
algunos aspectos, pero humildemente se dejaron moldear durante un breve período de prueba y limpieza (Mal. 3:2-4).
Aquellos fieles Estudiantes de la Biblia eran auténtico trigo. En 1919, año en que experimentaron un resurgimiento
espiritual, Jesús seleccionó de entre ellos algunos hermanos ungidos capacitados para que compusieran el esclavo fiel y
discreto y los nombró sobre sus domésticos.
13
¿Quiénes, entonces, son los domésticos? Dicho sencillamente, los que son alimentados. Al comienzo de los últimos
días, todos los domésticos eran cristianos ungidos. Pero más tarde, el grupo de los domésticos llegó a incluir a la gran
muchedumbre de otras ovejas. Estas componen ahora la inmensa mayoría del “solo rebaño” que sigue a Cristo (Juan 10:16).
Tanto los ungidos como las otras ovejas se benefician del mismo alimento espiritual que el esclavo fiel proporciona “al
tiempo apropiado”. ¿Y qué puede decirse de los miembros del Cuerpo Gobernante que hoy componen ese esclavo fiel y
discreto? Ellos también necesitan alimentarse espiritualmente, así que con humildad reconocen que a nivel individual son
domésticos como todos los demás cristianos verdaderos.
14
Jesús puso una seria responsabilidad sobre los hombros del esclavo fiel y discreto. En tiempos bíblicos, un esclavo de
confianza, o mayordomo, tenía a su cargo a todos los siervos de la casa de su amo (Luc. 12:42, nota). De  igual modo, el
esclavo fiel y discreto tiene a su cargo a todos los siervos de Jehová. Entre sus deberes figura supervisar el uso de bienes
materiales, la obra de predicar, la preparación de asambleas y la producción de las publicaciones bíblicas que se emplean en
el ministerio, en el estudio personal y en las reuniones cristianas. Los domésticos dependen de todos los recursos
espirituales que proporciona este esclavo compuesto.

150
Isaías 54:13 Y todos tus hijos serán personas enseñadas por Jehová, y la paz de tus hijos será abundante.

SÉ SUMISO AL COLABORAR CON “LAS DÁDIVAS EN HOMBRES”

Hebreos 13:7 Acuérdense de los que llevan la delantera entre ustedes, los cuales les han hablado la palabra de Dios, y al
contemplar detenidamente en lo que resulta la conducta [de ellos], imiten [su] fe.
Hebreos 13:17 Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos, porque ellos están velando por
las almas de ustedes como los que han de rendir cuenta; para que ellos lo hagan con gozo y no con suspiros, por cuanto esto
les sería gravemente dañoso a ustedes.

W07 1/4 págs. 28,29 párrs. 10-14

Cuatro razones para cooperar de buena gana


10
En Hebreos 13:7, 17, que ya hemos citado, el apóstol Pablo da cuatro razones para obedecer sumisamente a los
superintendentes cristianos. La primera es que nos “han hablado la palabra de Dios”. Recordemos que Jesús entrega
“hombres” como “dádivas” a la congregación teniendo en mira el “reajuste de los santos” (Efesios 4:11, 12). Él reajustó, o
corrigió, la manera de pensar y comportarse de los cristianos del siglo primero valiéndose de pastores fieles, algunos de los
cuales escribieron cartas inspiradas a las congregaciones. Mediante estos superintendentes nombrados por espíritu, guió y
edificó a los primeros cristianos (1 Corintios 16:15-18; 2 Timoteo 2:2; Tito 1:5).
11
En la actualidad, Jesús nos dirige a través del “esclavo fiel y discreto”, representado por su Cuerpo Gobernante y los
ancianos de la congregación (Mateo 24:45). Por consideración al “pastor principal”, Jesucristo, seguimos este consejo de
Pablo: “Respeten a los que trabajan duro entre ustedes y los presiden en el Señor y los amonestan” (1 Pedro 5:4;
1 Tesalonicenses 5:12; 1 Timoteo 5:17).
12
La segunda razón para cooperar con los superintendentes cristianos es que ellos “están velando por [nuestras] almas”.
Si perciben en nosotros alguna actitud o comportamiento que ponga en peligro nuestra espiritualidad, enseguida nos darán
el consejo necesario para reajustarnos (Gálatas 6:1). El verbo griego traducido “están velando” significa literalmente “se
abstienen de dormir”. Según un comentario bíblico, “implica la vigilancia continua del pastor”. En muchos casos, dicha
vigilancia lleva a los ancianos incluso a desvelarse literalmente, preocupados por nuestro bienestar espiritual. En vista de
que estos amorosos pastores hacen todo lo posible por imitar el tierno cuidado de Jesucristo, el “gran pastor de las ovejas”,
¿no deberíamos colaborar de buena gana con ellos? (Hebreos 13:20.)
13
La tercera razón para cooperar de buena gana con los superintendentes es que velan por nosotros “como los que han
de rendir cuenta”. Estos pastores recuerdan que están al servicio de los Pastores celestiales, Jehová Dios y Jesucristo
(Ezequiel 34:22-24). Jehová es el Dueño de las ovejas, a las que “compró con la sangre del Hijo suyo”, y pedirá cuentas a
los superintendentes, quienes deben tratar a Su rebaño “con ternura” (Hechos 20:28, 29). En realidad, todos deberemos dar
cuenta a Jehová por la manera en que respondemos a la dirección divina (Romanos 14:10-12). Al obedecer a los ancianos,
también daremos prueba de que nos sometemos a Cristo, Cabeza de la congregación (Colosenses 2:19).
14
Pablo aportó una cuarta razón para ser humildes y someternos a los superintendentes cristianos: “Para que ellos lo
hagan con gozo y no con suspiros, por cuanto esto les sería gravemente dañoso a ustedes” (Hebreos 13:17). Dado que tienen
los serios deberes de enseñar, pastorear, encabezar la predicación, criar a sus familias y atender los problemas que surgen en
la congregación, los ancianos llevan una gran carga (2 Corintios 11:28, 29). Si nos resistiéramos a seguir su dirección, les
haríamos esa carga aún más pesada, lo que los llevaría a suspirar abrumados. Nuestra actitud poco colaboradora
desagradaría a Jehová y tal vez nos perjudicaría. Por otro lado, cuando demostramos respeto y un espíritu de cooperación,
los ancianos pueden desempeñar sus funciones con gozo. Como consecuencia, todos estamos más unidos y participamos
con más alegría en la predicación del Reino (Romanos 15:5, 6).

151
Efesios 4:11-14 Y dio algunos como apóstoles, algunos como profetas, algunos como evangelizadores, algunos como
pastores y maestros, 12 con miras al reajuste de los santos, para obra ministerial, para la edificación del cuerpo del Cristo,
13
 hasta que todos logremos alcanzar la unidad en la fe y en el conocimiento exacto del Hijo de Dios, a un hombre hecho, a
la medida de estatura que pertenece a la plenitud del Cristo; 14 a fin de que ya no seamos pequeñuelos, aventados como por
olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza por medio de las tretas de los hombres, por medio de astucia
en tramar el error.

1Corintios 16:15-18 Ahora los exhorto, hermanos: ustedes saben que la casa de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que
ellos se pusieron a servir a los santos. 16 Sigan ustedes también sometiéndose a personas de esa clase y a todo el que coopera
y labora. 17 Pero me regocijo por la presencia de Estéfanas y de Fortunato y de Acaico, porque ellos han compensado por la
ausencia de ustedes. 18 Porque han refrescado mi espíritu y el de ustedes. Por lo tanto, reconozcan a hombres de esa clase.

2Timoteo 2:2 y las cosas que oíste de mí con el apoyo de muchos testigos, estas cosas encárgalas a hombres fieles, quienes,
a su vez, estarán adecuadamente capacitados para enseñar a otros.

Tito 1:5 Por esta razón te dejé en Creta, para que corrigieras las cosas defectuosas e hicieras nombramientos de ancianos en
ciudad tras ciudad, como te di órdenes;

1Tesalonisences 5:12 Ahora les solicitamos, hermanos, que respeten a los que trabajan duro entre ustedes y los presiden en
[el] Señor y los amonestan;

1Timoteo 5:17 Que los ancianos que presiden excelentemente sean tenidos por dignos de doble honra, especialmente los
que trabajan duro en hablar y enseñar.

PASTORES VIGILANTES

Gálatas 6:1 Hermanos, aunque un hombre dé algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen las
debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad, vigilándote a ti mismo, por
temor de que tú también seas tentado.

Hebreos 13:17ª Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos, porque ellos están velando
por las almas de ustedes como los que han de rendir cuenta; para que ellos lo hagan con gozo y no con suspiros, por cuanto
esto les sería gravemente dañoso a ustedes.

1Pedro 5:2,3 Pastoreen el rebaño de Dios bajo su custodia, no como obligados, sino de buena gana; tampoco por amor a
ganancia falta de honradez, sino con empeño; 3 tampoco como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino
haciéndose ejemplos del rebaño.

W07 1/4 pág. 28 párr. 12 12 La segunda razón para cooperar con los superintendentes cristianos es que ellos “están velando
por [nuestras] almas”. Si perciben en nosotros alguna actitud o comportamiento que ponga en peligro nuestra espiritualidad,
enseguida nos darán el consejo necesario para reajustarnos (Gálatas 6:1). El verbo griego traducido “están velando”
significa literalmente “se abstienen de dormir”. Según un comentario bíblico, “implica la vigilancia continua del pastor”.
En muchos casos, dicha vigilancia lleva a los ancianos incluso a desvelarse literalmente, preocupados por nuestro bienestar

152
espiritual. En vista de que estos amorosos pastores hacen todo lo posible por imitar el tierno cuidado de Jesucristo, el “gran
pastor de las ovejas”, ¿no deberíamos colaborar de buena gana con ellos? (Hebreos 13:20.)

PASTORES FELICES

Ezequiel 34:22-24 Y ciertamente salvaré a mis ovejas, y ya no llegarán a ser algo para saqueo; y ciertamente juzgaré entre
oveja y oveja. 23 Y ciertamente levantaré sobre ellas un solo pastor, y él tiene que apacentarlas, aun mi siervo David. Él
mismo las apacentará, y él mismo llegará a ser su pastor. 24 Y yo mismo, Jehová, ciertamente llegaré a ser el Dios de ellas; y
mi siervo David, un principal en medio de ellas. Yo mismo, Jehová, he hablado.

Hechos 20: 28,29 Presten atención a sí mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado
superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del [Hijo] suyo. 29 Yo sé que después
de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura,

Romanos 14:10-12 Pero ¿por qué juzgas a tu hermano? ¿O por qué también menosprecias a tu hermano? Pues todos
estaremos de pie ante el tribunal de Dios; 11 porque está escrito: “‘Tan ciertamente como que vivo yo —dice Jehová—, ante
mí toda rodilla se doblará, y toda lengua hará reconocimiento abierto a Dios’”. 12 De manera que cada uno de nosotros
rendirá cuenta de sí mismo a Dios.

Colosenses 2:19 puesto que no está firmemente adherido a la cabeza, a aquel de quien todo el cuerpo, suministrado y
armoniosamente unido por medio de sus coyunturas y ligamentos, sigue creciendo con el crecimiento que Dios da.

Santiago 3:2 Porque todos tropezamos muchas veces. Si alguno no tropieza en palabra, este es varón perfecto, capaz de
refrenar también [su] cuerpo entero.

Hebreos13:17b Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos, porque ellos están velando
por las almas de ustedes como los que han de rendir cuenta; para que ellos lo hagan con gozo y no con suspiros, por
cuanto esto les sería gravemente dañoso a ustedes.

Proverbios 19:20 Escucha el consejo y acepta la disciplina, a fin de que te hagas sabio en tu futuro.

1Samuel 15:20 Sin embargo, Saúl dijo a Samuel: “Pero he obedecido la voz de Jehová, por cuanto fui a la misión a que me
había enviado Jehová y traje a Agag el rey de Amaleq, pero a Amaleq lo he dado por entero a la destrucción.

1Samuel 15:24-28 Entonces Saúl dijo a Samuel: “He pecado; pues he traspasado la orden de Jehová y tus palabras, porque
temí al pueblo y por eso obedecí su voz. 25 Y ahora, por favor, perdona mi pecado y vuelve conmigo para que me postre ante
Jehová”. 26 Pero Samuel dijo a Saúl: “No volveré contigo, porque has rechazado la palabra de Jehová, y Jehová te rechaza
para que no continúes como rey sobre Israel”. 27 Al volverse Samuel para irse, él se agarró al instante de la falda de su
vestidura sin mangas, pero esta se rasgó. 28 En seguida le dijo Samuel: “Jehová ha arrancado hoy de ti el regir real de Israel,
y ciertamente se lo dará a un semejante tuyo que sea mejor que tú.

2Reyes 5:11 Ante esto, Naamán se indignó y empezó a irse y a decir: “Mira que yo [me] había dicho: ‘Saldrá a mí hasta
afuera, y ciertamente estará de pie e invocará el nombre de Jehová su Dios, y moverá su mano de acá para allá sobre el
lugar, y realmente dará recobro al leproso’.

153
Filipenses 2:20-22 Porque no tengo a ningún otro de disposición como la de él, que genuinamente cuide de las cosas que
tienen que ver con ustedes. 21 Porque todos los demás buscan sus propios intereses, no los de Cristo Jesús. 22 Pero ustedes
saben la prueba que él dio de sí mismo, que, cual hijo con su padre, sirvió como esclavo conmigo en el adelanto de las
buenas nuevas.

2Corintios 1:24 No que seamos nosotros amos sobre la fe de ustedes, sino que somos colaboradores para su gozo, porque
es por [su] fe que están firmes.

MANERAS DE APOYAR LAS VISITAS DE LOS SUPERINTENDENTES VIAJANTES

Romanos 1:11,12 Porque anhelo verlos, para impartirles algún don espiritual a fin de que se les haga firmes; 12 o, más bien,
para que haya un intercambio de estímulo entre ustedes, por cada uno mediante la fe del otro, tanto la de ustedes como la
mía.

Proverbios 27:17 Con hierro, el hierro mismo se aguza. Así un hombre aguza el rostro de otro.

Km 8/86 pág. 1 párr. 4

ACTITUD MENTAL Y PREPARACIÓN APROPIADAS


4
Primero, deberíamos ‘fortificar la mente para actividad’. (1 Ped. 1:13.) Para hacer eso, es necesario tener el punto de
vista correcto tocante a la visita y hacer planes específicos a fin de tener una participación más amplia en el ministerio.
¿Puede usted ser precursor auxiliar durante el mes de la visita del superintendente de circuito? ¿Podría ajustar su rutina
diaria para trabajar en el servicio del campo durante la semana? ¿Podría hacer arreglos para hacer revisitas o conducir un
estudio bíblico por la tarde un día de la semana? El superintendente de circuito gustosamente le acompañaría y hasta
conduciría el estudio, si usted así lo desea.

Romanos 1:20 Porque las [cualidades] invisibles de él se ven claramente desde la creación del mundo en adelante, porque
se perciben por las cosas hechas, hasta su poder sempiterno y Divinidad, de modo que ellos son inexcusables;

Km 6/89 pág. 3

Apoye la visita del superintendente de circuito

1
Desde el 15 de octubre de 1946, las congregaciones han estado organizadas en circuitos que gozan de las visitas de
superintendentes viajantes de tiempo completo. Ya por casi 43 años esta provisión teocrática ha beneficiado tanto a
individuos como a congregaciones. (Isa. 1:26.) Nuestro apoyo continuo a este arreglo redundará en muchas bendiciones
adicionales. (Efe. 4:7, 8, 11.)
PREPÁRESE PARA LA VISITA
2
Una vez que se anuncie la visita del superintendente de circuito, podemos comenzar a prepararnos para esta y hacer
ajustes en nuestro horario a fin de dar apoyo pleno a la actividad especial durante esa semana. Algunos publicadores hacen
planes para servir de precursores auxiliares y así dedicar más tiempo al ministerio del campo. Otros quizás tomen uno o dos
días de vacaciones para participar en la predicación. Muchos publicadores hacen arreglos específicos para trabajar con el
superintendente viajante en algún rasgo del servicio. Nuestro apoyo de corazón al ministerio del campo durante esa semana
resultará en muchos galardones.

154
3
Los informes de los superintendentes viajantes indican que hay lugar para mejorar con relación al apoyo que damos a
la obra de hacer revisitas y conducir estudios bíblicos por las tardes. ¿Podría usted programar revisitas o un estudio bíblico
por la tarde durante la visita? El superintendente de circuito gustosamente lo acompañará, y será para él un placer conducir
el estudio si usted lo desea.
AYUDA PERSONAL
4
Una de las metas principales del superintendente de circuito es proveer instrucción adicional a cualquiera que esté
procurando alcanzar mayores privilegios de servicio. (1 Tim. 3:1.) ¿Tiene preguntas sobre sus asignaciones o
responsabilidades específicas? ¿Le gustaría mejorar sus aptitudes y su organización personal? ¿Le interesa el servicio de
Betel, Galaad o la Escuela de Entrenamiento Ministerial? ¿Le gustaría servir donde hay mayor necesidad de ayuda, sea en
su circuito o en cualquier otro lugar de los Estados Unidos? Sin importar cuáles sean sus metas espirituales, el
superintendente de circuito con gusto las considerará con usted.
5
Si el superintendente de circuito es casado, su esposa también es una sierva devota de Jehová, y es muy probable que
sea precursora y pueda apoyar plenamente los arreglos para el servicio del campo. Gracias a su experiencia y participación
regular en el ministerio en diversos territorios, ella está capacitada en la obra de predicar, y está dispuesta a trabajar
particularmente con otras hermanas en el servicio de casa en casa y a acompañarlas a hacer revisitas y conducir estudios
bíblicos en los hogares. Esta hermana merece el mismo encomio amoroso que Pablo dio respecto a Febe. (Rom. 16:1, 2.)
6
No queremos pasar por alto el privilegio que tenemos de mostrar hospitalidad al superintendente viajante y a su esposa,
si es casado. Muchos hermanos atesoran los recuerdos, así como el ánimo que recibieron cuando invitaron a su hogar a estos
ministros viajantes o compartieron una comida con ellos y disfrutaron de su agradable compañerismo espiritual. (3 Juan 5-
8.)
7
El pueblo de Jehová sigue beneficiándose de las visitas regulares de superintendentes viajantes maduros. Los
beneficios que recibamos personalmente de este arreglo dependerán de lo bien que nos preparemos para la visita y del
apoyo que demos a esta. Sigamos resueltos a apoyar de lleno la próxima visita de nuestro superintendente de circuito.

Lucas 10:38-42

Ahora bien, mientras seguían su camino, él entró en cierta aldea. Aquí cierta mujer, de nombre Marta, lo recibió en la casa
como huésped. 39 Esta también tenía una hermana llamada María, quien, sin embargo, se sentó a los pies del Señor y se
quedó escuchando su palabra. 40 Marta, por otra parte, estaba distraída atendiendo a muchos quehaceres. De modo que se
acercó y dijo: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para atender las cosas? Dile, por lo tanto, que me
ayude”. 41 En contestación, el Señor le dijo: “Marta, Marta, estás inquieta y turbada en cuanto a muchas cosas. 42 Son pocas,
sin embargo, las cosas que se necesitan, o solo una. Por su parte, María escogió la buena porción, y no le será quitada”.

AYUDAS DISPONIBLES PARA LOS PRECURSORES

155
Lección 7(b) RECHAZA “EL ESPÍRITU DEL MUNDO”

1Corintios 2:12 Ahora bien, nosotros recibimos, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que proviene de Dios, para que
conozcamos las cosas que Dios nos ha dado bondadosamente.

Gálatas 5:22,23 Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe,
23
 apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no hay ley.

PREGUNTAS

1 Corintios 2:12 Ahora bien, nosotros recibimos, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que proviene de Dios, para que
conozcamos las cosas que Dios nos ha dado bondadosamente.

Lv pág. 54 párr. 8 ¿Qué es el “aire”, o espíritu, del mundo? Es la fuerza invisible que influye para mal en las personas.
¿Cómo? Incitándolas a desobedecer a Dios y promoviendo “el deseo de la carne y el deseo de los ojos” (1 Juan 2:16;
1 Timoteo 6:9, 10). ¿Por qué tiene este espíritu “autoridad”, o poder, sobre la humanidad? Porque apela a sus tendencias
pecaminosas, es casi imperceptible, actúa incesantemente y, como el aire, está por todas partes. ¿Y de qué manera “opera”
en la gente? Favoreciendo el desarrollo gradual de cualidades anticristianas, como el egoísmo, el orgullo, la ambición, la
actitud de independencia moral y la rebeldía. En resumen, logra que, poco a poco, las cualidades del Diablo crezcan en el
corazón del hombre (Juan 8:44; Hechos 13:10; 1 Juan 3:8, 10).

Juan 8:44 Ustedes proceden de su padre el Diablo, y quieren hacer los deseos de su padre. Ese era homicida cuando
principió, y no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en él. Cuando habla la mentira, habla según su
propia disposición, porque es mentiroso y el padre de [la mentira].

Hechos 13:10 y dijo: “Oh hombre lleno de toda suerte de fraude y toda suerte de villanía, hijo del Diablo, enemigo de todo
lo justo, ¿no cesarás de torcer los caminos correctos de Jehová?

1 Juan 3:8 El que se ocupa en el pecado se origina del Diablo, porque el Diablo ha estado pecando desde [el] principio. Con
este propósito el Hijo de Dios fue manifestado, a saber, para desbaratar las obras del Diablo.

1 Juan 3:10 Los hijos de Dios y los hijos del Diablo se hacen evidentes por este hecho: Todo el que no se ocupa en la
justicia no se origina de Dios, tampoco el que no ama a su hermano.

Lv pág. 5 párr. 8 ¿Qué es el “aire”, o espíritu, del mundo? Es la fuerza invisible que influye para mal en las personas.
¿Cómo? Incitándolas a desobedecer a Dios y promoviendo “el deseo de la carne y el deseo de los ojos” (1 Juan 2:16;
1 Timoteo 6:9, 10). ¿Por qué tiene este espíritu “autoridad”, o poder, sobre la humanidad? Porque apela a sus tendencias
pecaminosas, es casi imperceptible, actúa incesantemente y, como el aire, está por todas partes. ¿Y de qué manera “opera”
en la gente? Favoreciendo el desarrollo gradual de cualidades anticristianas, como el egoísmo, el orgullo, la ambición, la
actitud de independencia moral y la rebeldía. En resumen, logra que, poco a poco, las cualidades del Diablo crezcan en el
corazón del hombre (Juan 8:44; Hechos 13:10; 1 Juan 3:8, 10).

Proverbios 4:23 Más que todo lo demás que ha de guardarse, salvaguarda tu corazón, porque procedentes de él son las
fuentes de la vida.

156
PREGUNTAS PARA MEDITAR

Salmo 26:4 No me he sentado con hombres de falsedad; ni entro con los que esconden lo que son.

Salmo 119: 37 Haz que mis ojos pasen adelante para que no vean lo que es inútil; consérvame vivo en tu propio camino.

1Corintios 15:33 No se extravíen. Las malas compañías echan a perder los hábitos útiles.

Proverbios 22.1 Ha de escogerse un nombre más bien que riquezas abundantes; el favor es mejor que aun la plata y el oro.

Eclesiastés 10:1 Las moscas muertas son lo que hace que el aceite del ungüentario hieda, borbotee. [Eso mismo] hace un
poco de tontedad al que es precioso por sabiduría y gloria.

Efesios 5:15,16 Así es que vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios,
16
 comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos.

Santiago 3: 14-18 Pero si ustedes tienen en el corazón amargos celos y espíritu de contradicción, no anden haciendo alardes
y mintiendo contra la verdad. 15 Esta no es la sabiduría que desciende de arriba, sino que es [la] terrenal, animal, demoníaca.
16
 Porque donde hay celos y espíritu de contradicción, allí hay desorden y toda cosa vil. 17 Pero la sabiduría de arriba es
primeramente casta, luego pacífica, razonable, lista para obedecer, llena de misericordia y buenos frutos, sin hacer
distinciones por parcialidad, sin ser hipócrita. 18 Además, en cuanto al fruto de la justicia, su semilla se siembra en
condiciones pacíficas para los que están haciendo la paz.

Salmo 97:10 Oh amadores de Jehová, odien lo que es malo. Él está guardando las almas de los que le son leales; de la mano
de los inicuos los libra.

W13 15/1 págs. 14,15 párrs. 11-15

LAS DIVERSIONES
11
La Biblia no nos condena al aburrimiento ni dice que divertirse sea una pérdida de tiempo. El apóstol Pablo le escribió
a Timoteo que “el entrenamiento corporal es provechoso” (1 Tim. 4:8). Además, la Biblia afirma que hay “tiempo de reír” y
“tiempo de dar saltos”, y recomienda descansar lo suficiente (Ecl. 3:4; 4:6). Pero si no tenemos cuidado, las diversiones
podrían alejarnos de Jehová. Para que eso no nos ocurra, hay dos aspectos que debemos tener en cuenta: el tipo de
diversiones que elegimos y el tiempo que les dedicamos.
12
Comencemos analizando el tipo de diversiones. Seguro que podemos encontrar actividades sanas. Sin embargo, hay
que admitir que gran parte del entretenimiento disponible en la actualidad promueve cosas que Dios odia, como la violencia,
el ocultismo o las relaciones sexuales inmorales. Por lo tanto, evaluemos con detenimiento el tipo de diversiones que
preferimos. Preguntémonos: “¿Cómo influyen en mí? ¿Me contagian un espíritu violento, competitivo o nacionalista?”
(Prov. 3:31). “¿Me hacen gastar demasiado dinero? ¿Podrían ofender la conciencia de los demás?” (Rom. 14:21.) “¿Con qué
clase de personas me llevan a relacionarme?” (Prov. 13:20.) “¿Crean en mí el deseo de hacer algo malo?” (Sant. 1:14, 15.)
13
Y ahora hablemos del segundo factor: el tiempo. ¿Dedicamos tanto tiempo a entretenernos que nos queda poco para
participar en las actividades espirituales, como la predicación o las reuniones? Si es así, nuestros ratos de ocio no serán tan
agradables como podrían ser. La realidad es que quienes mantienen a raya las diversiones las disfrutan más. ¿Por qué?

157
Porque saben que ya han hecho “las cosas más importantes”, de modo que no se sienten culpables cuando descansan (lea
Filipenses 1:10, 11).
14
Es verdad que pasar mucho tiempo divirtiéndonos puede ser tentador, pero quizás ese camino nos distancie de Jehová.
Una hermana de 20 años llamada Kim lo aprendió por experiencia. “Me pasaba todos los fines de semana de fiesta en fiesta:
viernes, sábados y domingos —cuenta ella—. Pero ahora sé que hay muchas cosas más importantes que hacer. Por ejemplo,
como soy precursora me levanto a las seis de la mañana para predicar, así que no puedo estar divirtiéndome hasta la una o
las dos de la madrugada. Está claro que no todas las fiestas son malas, pero pueden ser una enorme distracción. Como en
todo, en este asunto también hay que ser equilibrados”.
15
Los padres deben atender sus necesidades y las de sus hijos en sentido material, espiritual y emocional. Eso incluye
organizar actividades recreativas. Así que si usted es padre, no sea aguafiestas; aunque debe estar atento a las influencias
que pudieran hacerles daño a los suyos, no piense que todas las diversiones son malas (1 Cor. 5:6). Si hace buenos planes,
encontrará pasatiempos saludables para su familia. De esa manera, usted y sus hijos andarán por un camino que los acercará
más a Jehová.

Isaias 52:11 Apártense, apártense, sálganse de allí, no toquen nada inmundo; sálganse de en medio de ella, manténganse
limpios, ustedes los que llevan los utensilios de Jehová.

1timoteo 6:8-10 Teniendo, pues, sustento y con qué cubrirnos, estaremos contentos con estas cosas. 9 Sin embargo, los que
están resueltos a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y perjudiciales, que precipitan a los
hombres en destrucción y ruina. 10 Porque el amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales, y, procurando
realizar este amor, algunos han sido descarriados de la fe y se han acribillado con muchos dolores.

1Timoteo 2:9,10 Igualmente deseo que las mujeres se adornen en vestido bien arreglado, con modestia y buen juicio, no
con estilos de cabellos trenzados y oro o perlas o traje muy costoso, 10 sino como es propio de mujeres que profesan
reverenciar a Dios, a saber, mediante buenas obras.

Salmo 68:6 Dios está haciendo morar en casa a los solitarios; está sacando a los prisioneros a la plena prosperidad. Sin
embargo, en cuanto a los tercos, ellos tienen que residir en una tierra abrasada.

Filipenses 4:5 Llegue a ser conocido de todos los hombres lo razonables que son ustedes. El Señor está cerca.

1Pedro 5:6 Humíllense, por lo tanto, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los ensalce al tiempo debido;

CONTRIBUYE A MANTENER LA PUREZA EN LA CONGREGACIÓN

2Timoteo 3:1-5 Mas sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. 2 Porque los
hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres,
desagradecidos, desleales, 3 sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio,
feroces, sin amor del bien, 4 traicioneros, testarudos, hinchados [de orgullo], amadores de placeres más bien que amadores
de Dios, 5 teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder; y de estos apártate.

2Timoteo 3:13 Pero los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.

158
Judas 3,4 Amados, aunque estaba haciendo todo esfuerzo por escribirles acerca de la salvación que tenemos en común, se
me hizo necesario escribirles para exhortarlos a que luchen tenazmente por la fe que una vez para siempre fue entregada a
los santos. 4 Mi razón es que se han metido disimuladamente ciertos hombres que desde hace mucho han estado señalados
por las Escrituras a este juicio, hombres impíos, que tornan la bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para
conducta relajada, y que demuestran ser falsos a nuestro único Dueño y Señor, Jesucristo.

Judas 11-13 ¡Ay de ellos, porque han ido en la senda de Caín, y por la paga se han precipitado en el curso erróneo de
Balaam, y han perecido en el habla rebelde de Coré! 12 Estos son las rocas escondidas bajo agua en sus fiestas de amor
mientras banquetean con ustedes, pastores que se apacientan a sí mismos sin temor; nubes sin agua llevadas de acá para allá
por los vientos; árboles a finales del otoño, [pero] sin fruto, que han muerto dos veces, que han sido arrancados de raíz;
13
 olas bravas del mar, que lanzan como espuma sus propias causas de vergüenza; estrellas sin rumbo fijo, para las cuales la
negrura de la oscuridad permanece reservada para siempre.

Revelación 2:1 ”Al ángel de la congregación que está en Éfeso escribe: Estas son las cosas que dice el que tiene las siete
estrellas en su mano derecha, el que anda en medio de los siete candelabros de oro:

¿CÓMO VE JEHOVÁ LA INMORALIDAD SEXUAL?

Levítico 20:10 ”’Ahora bien, un hombre que comete adulterio con la esposa de otro hombre es uno que comete adulterio
con la esposa de su semejante. Él debe ser muerto sin falta, el adúltero y también la adúltera.

Levítico 20:13 ”’Y cuando un hombre se acuesta con un varón igual a como uno se acuesta con una mujer, ambos han
hecho una cosa detestable. Deben ser muertos sin falta. Su propia sangre está sobre ellos.

Levítico 20:15 ”’Y cuando un hombre da su emisión seminal a una bestia, debe ser muerto sin falta, y ustedes deben matar
la bestia.

Levítico 20:16 Y cuando una mujer se acerca a cualquier bestia para tener cópula con ella, tienes que matar a la mujer y a la
bestia. Deben ser muertas sin falta. Su propia sangre está sobre ellas.

Romanos 1:24 Por lo tanto, en conformidad con los deseos de sus corazones, Dios los entregó a la inmundicia, para que sus
cuerpos fueran deshonrados entre sí,

Romanos 1:26 Por eso Dios los entregó a apetitos sexuales vergonzosos, porque sus hembras cambiaron el uso natural de sí
mismas a uno que es contrario a la naturaleza;

Romanos 1:27 y así mismo hasta los varones dejaron el uso natural de la hembra y se encendieron violentamente en su
lascivia unos para con otros, varones con varones, obrando lo que es obsceno y recibiendo en sí mismos la recompensa
completa, que se les debía por su error.

Romanos 1:32 Aunque estos conocen muy bien el justo decreto de Dios, que los que practican tales cosas son merecedores
de muerte, no solo siguen haciéndolas, sino que también consienten a los que las practican.

159
1Corintios 6:9,10 ¡Qué! ¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni
idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres,
10
 ni ladrones, ni personas dominadas por la avidez, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el
reino de Dios.

Rbi8 pág. 1575

5A “Fornicación.”—Toda clase de relaciones sexuales ilegítimas


Mt 5:32.—Gr.: πορνεία (por·néi·a); lat.: for·ni·cá·ti·o

La palabra griega por·néi·a tiene un significado amplio. Bajo la palabra por·néi·a, Bauer, p. 693, dice que significa
“prostitución, falta de castidad, fornicación, de toda clase de relaciones sexuales ilegítimas”.
Al comentar acerca de las palabras de Jesús en Mt 5:32 y 19:9, TDNT, tomo VI, p. 592, dice que “πορνεία [por·néi·a] se
refiere a relaciones sexuales extramaritales”. Por lo tanto, las Escrituras usan el término por·néi·a con relación a personas
casadas. El mismo diccionario, en la p. 594, con relación a Ef 5:3, 5, dice que Pablo “se da cuenta de que no toda persona
tiene el don de la continencia, 1 C. 7:7. Como protección contra el mal de la fornicación, el hombre [soltero] que no tiene
[continencia] debe tomar el camino prescrito divinamente del matrimonio legítimo, 1 C. 7:2”. Por consiguiente, las
Escrituras usan el término por·néi·a también con relación a personas no casadas que participan en relaciones y prácticas
sexuales ilegítimas. (Véase 1Co 6:9.)
B. F. Westcott, copartícipe en la preparación del texto griego de Westcott y Hort, en su obra Saint Paul’s Epistle to the
Ephesians, Londres y Nueva York, 1906, p. 76, comenta sobre los varios significados de por·néi·a en las Escrituras en una
nota sobre Ef 5:3, y dice: “Este es un término general para toda relación sexual ilegítima, I) adulterio: Os. ii. 2, 4 (LXX.);
Mat. V. 32; XiX. 9; 2) matrimonio ilegítimo, I Cor. V. I; 3) fornicación, el sentido corriente, como aquí [Ef 5:3]”. Por “el
sentido corriente” obviamente se hace referencia al sentido moderno, limitado, que tiene que ver solo con personas no
casadas.
Además de este significado literal, en ciertos lugares de las Escrituras Griegas Cristianas por·néi·a tiene un significado
simbólico. Acerca de este significado, Zorell Gr, col. 1106, dice bajo por·néi·a: “apostasía de la fe verdadera, cometida o
enteramente o en parte, desertar del único Dios verdadero Jahvé a dioses extranjeros [4Re 9:22; Jer 3:2, 9; Os 6:10, etc.;
porque la unión de Dios con su pueblo se consideraba como cierta clase de matrimonio espiritual]: Rev 14:8; 17:2, 4; 18:3;
19:2”. (Los corchetes y letras cursivas son de él; 4Re en LXX corresponde con 2Re en M.)
En el texto griego, por·néi·a aparece en los siguientes 25 lugares: Mt 5:32; 15:19; 19:9; Mr 7:21; Jn 8:41; Hch 15:20, 29;
21:25; 1Co 5:1, 1; 6:13, 18; 7:2; 2Co 12:21; Gál 5:19; Ef 5:3; Col 3:5; 1Te 4:3; Rev 2:21; 9:21; 14:8; 17:2, 4; 18:3; 19:2.
El verbo relacionado por·néu·o, vertido en NM “practicar fornicación” o “cometer fornicación”, aparece en los
siguientes ocho lugares: 1Co 6:18; 10:8, 8; Rev 2:14, 20; 17:2; 18:3, 9.
El verbo relacionado ek·por·néu·o, vertido en NM “cometer fornicación con exceso”, aparece una sola vez, en Judas 7.
(Compárese con Jue 2:17, n.)
El sustantivo relacionado pór·ne, vertido en NM “ramera”, aparece en los siguientes 12 lugares: Mt 21:31, 32; Lu 15:30;
1Co 6:15, 16; Heb 11:31; Snt 2:25; Rev 17:1, 5, 15, 16; 19:2.
El sustantivo relacionado pór·nos, vertido en NM “fornicador”, aparece en los siguientes diez lugares: 1Co 5:9, 10, 11;
6:9; Ef 5:5; 1Ti 1:10; Heb 12:16; 13:4; Rev 21:8; 22:15. LSJ, p. 1450, da a esta palabra el significado de “bardaje, sodomita,
fornicador, idólatra”.

¿CÓMO VE JEHOVÁ LA APOSTASÍA?

Deuteronomio 13:13 ‘Unos hombres que no sirven para nada han salido de en medio de ti para tratar de desviar a los
habitantes de su ciudad, diciendo: “Vamos y sirvamos a otros dioses”, que tú no has conocido’,
160
Deuteronomio 13:15 debes sin falta herir a los habitantes de aquella ciudad a filo de espada. Dala por entero, y todo lo que
hay en ella, y sus animales domésticos, a la destrucción, a filo de espada.

2corintios 6: 14,15 No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los incrédulos. Porque, ¿qué consorcio tienen la
justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad? 15 Además, ¿qué armonía hay entre Cristo y
Belial? ¿O qué porción tiene una persona fiel con un incrédulo?

2corintios 6:17,18 “‘Por lo tanto, sálganse de entre ellos, y sepárense —dice Jehová—, y dejen de tocar la cosa inmunda’”;
“‘y yo los recibiré’”. 18 “‘Y yo seré para ustedes padre, y ustedes me serán hijos e hijas’, dice Jehová el Todopoderoso.”

2juan 7 Porque muchos engañadores han salido al mundo, personas que no confiesan a Jesucristo como venido en carne.
Este es el engañador y el anticristo.

2Juan 9 Todo el que se adelanta y no permanece en la enseñanza del Cristo no tiene a Dios. El que sí permanece en esta
enseñanza es el que tiene al Padre y también al Hijo.

2Juan 10 Si alguno viene a ustedes y no trae esta enseñanza, nunca lo reciban en casa ni le digan un saludo.

Revelación 18:4 Y oí otra voz procedente del cielo decir: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en
sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas.

¿CÓMO VE JEHOVÁ EL ABORTO?

Éxodo 21:22-25 ”Y en caso de que unos hombres luchen el uno con el otro y realmente lastimen a una mujer encinta y los
hijos de ella efectivamente salgan, pero no ocurra un accidente mortal, a él sin falta ha de imponérsele el pago de daños
conforme a lo que le imponga el dueño de la mujer; y él tiene que darlo por medio de los jueces. 23 Pero si ocurre un
accidente mortal, entonces tienes que dar alma por alma, 24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,
25
 marca candente por marca candente, herida por herida, golpe por golpe.

Salmo 127: 3 ¡Miren! Los hijos son una herencia de parte de Jehová; el fruto del vientre es un galardón.

Salmo 139:14-16 Te elogiaré porque de manera que inspira temor estoy maravillosamente hecho. Tus obras son
maravillosas, como muy bien percibe mi alma. 15 Mis huesos no estuvieron escondidos de ti cuando fui hecho en secreto,
cuando fui tejido en las partes más bajas de la tierra. 16 Tus ojos vieron hasta mi embrión, y en tu libro todas sus partes
estaban escritas, respecto a los días en que fueron formadas y todavía no había una entre ellas.

¿CÓMO VE JEHOVÁ LA MENTIRA DELIBERADA Y MALINTENCIONADA Y EL FALSO TESTIMONIO?

Proverbios 6:16 Hay seis cosas que Jehová de veras odia; sí, siete son cosas detestables a su alma:

Proverbios 6:19 un testigo falso que lanza mentiras, y cualquiera que envía contiendas entre hermanos.

161
Colosenses 3:9 No estén mintiéndose unos a otros. Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas,

Revelación 22:15 Afuera están los perros y los que practican espiritismo y los fornicadores y los asesinos y los idólatras y
todo aquel a quien le gusta la mentira y se ocupa en ella.’

it-2 pág. 368 párr. 4

Jehová Dios no puede mentir (Nú 23:19; Heb 6:13-18) y odia una “lengua falsa”. (Pr 6:16-19.) La ley que dio a los israelitas
exigía que se hiciera compensación por los daños que resultaban del engaño o de la mentira maliciosa. (Le 6:2-7; 19:11, 12.)
Además, si una persona daba falso testimonio, tenía que recibir el mismo castigo que deseaba infligir a otro por medio de
sus mentiras. (Dt 19:15-21.) El punto de vista de Dios en cuanto a la mentira maliciosa que se reflejaba en la Ley no  ha
cambiado. Los que desean conseguir su aprobación no pueden practicar la mentira. (Sl 5:6; Pr 20:19; Col 3:9, 10; 1Ti 3:11;
Rev 21:8, 27; 22:15.) Tampoco pueden vivir una mentira, como en el caso de los que alegan amar a Dios mientras que al
mismo tiempo odian a su hermano. (1Jn 4:20, 21.) Ananías y su esposa perdieron la vida por mentir y tratar de burlar al
espíritu santo. (Hch 5:1-11.)

¿CÓMO VE JEHOVÁ LA INJURIA Y LA CALUMNIA?

Levítico 19:16 ”’No debes andar entre tu pueblo con el fin de calumniar. No debes ponerte de pie contra la sangre de tu
prójimo. Yo soy Jehová.

1Corintios 6:10 ni ladrones, ni personas dominadas por la avidez, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican
extorsión heredarán el reino de Dios.

Lv págs. 137-139 párrs. 11-14


11
Chismes y calumnias. Los comentarios sobre las vidas ajenas pueden ser inofensivos si giran en torno a asuntos
positivos o útiles, como quién se acaba de bautizar o quién necesita ánimo. Los cristianos del siglo I también se interesaban
mucho por sus hermanos y hablaban de ellos sin ninguna malicia (Efesios 6:21, 22; Colosenses 4:8, 9). Lo que no está bien
es hacer comentarios que distorsionen la realidad o revelen detalles de la vida privada. Esa costumbre pudiera llevarnos
incluso a algo más grave: la calumnia, que se define como “acusación falsa hecha maliciosamente en contra de alguien con
el fin de dañarlo o desprestigiarlo” (Diccionario del español usual en México). Como ejemplo de claras calumnias, tenemos
las mentiras que lanzaron los fariseos contra Jesús con la intención de desacreditarlo (Mateo 9:32-34; 12:22-24). Un hecho
innegable es que las calumnias generan muchas discordias (Proverbios 26:20.)
12
¿Cómo ve Jehová a quienes se dedican a difamar o sembrar discordias? No los ve con buenos ojos. Lo que es más,
odia a quienes provocan “contiendas entre hermanos” (Proverbios 6:16-19). Recordemos que el término griego para
“calumniador” es diábolos, el mismo que se usa para presentar a Satanás como el “Diablo”, es decir, como el Calumniador
que difama a Dios (Revelación 12:9, 10). Desde luego, ninguno de nosotros querría convertirse en un “diablo” (o sea, en un
calumniador). Ciertamente, en la congregación no hay lugar para la calumnia ni para las obras de la carne que esta fomenta,
entre ellas las “altercaciones [o riñas]” y las “divisiones” (Gálatas 5:19-21). Así pues, antes de contar cualquier cosa sobre el
prójimo, debemos preguntarnos: “¿Estoy seguro de que es cierto? ¿Sería una muestra de amor revelarlo? ¿Es necesario o
conveniente que otros se enteren?” (1 Tesalonicenses 4:11).
13
Maltrato verbal. Como ya vimos, las palabras pueden hacer mucho daño. Y es cierto que la imperfección nos lleva a
todos a decir cosas que luego lamentamos. Pero la Biblia nos advierte que hay una forma de hablar que no  es admisible
ni en la congregación ni en la familia. Pablo exhortó a los cristianos: “Que se quiten toda amargura maliciosa y cólera e ira
y gritería y habla injuriosa” (Efesios 4:31). Otras traducciones bíblicas vierten “habla injuriosa” como “insultos”, “ofensas”
162
y “lenguaje insultante”. Esta forma de hablar —que incluye las palabras humillantes, los comentarios ásperos y las críticas
despiadadas— atenta contra la dignidad y la autoestima de las personas. Y los niños, al ser más inocentes y tiernos, son
especialmente vulnerables (Colosenses 3:21).
14
La Biblia condena tajantemente a los injuriadores y muestra que se encuentran en una situación muy peligrosa. ¿Qué
futuro le espera a quien tenga la costumbre de emplear expresiones insultantes, despectivas o humillantes? Primero recibirá
varias oportunidades de corregirse. Pero si no las aprovecha, terminará expulsado de la congregación. Y peor aún, hasta
pudiera perder la vida eterna bajo el Reino de Dios (1 Corintios 5:11-13; 6:9, 10). Queda claro, que mantenerse en el amor
de Jehová es incompatible con las groserías, con las mentiras, con los insultos y, en definitiva, con todas las palabras que
derrumban al prójimo.

¿CÓMO VE JEHOVÁ LA INMUNDICIA Y LA CONDUCTA DESVERGONZADA?

2Corintios 12:21 Quizás, cuando vaya otra vez, mi Dios me humille entre ustedes, y yo me lamente de muchos de aquellos
que hayan pecado antes, pero que no se hayan arrepentido de su inmundicia y fornicación y conducta relajada que han
practicado.

Gálatas 5:19 Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación, inmundicia, conducta relajada,

Efesios 4:18,19 mientras mentalmente se hallan en oscuridad, y alejadas de la vida que pertenece a Dios, a causa de la
ignorancia que hay en ellas, a causa de la insensibilidad de su corazón. 19 Habiendo llegado a estar más allá de todo sentido
moral, se entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avidez.

2Pedro 2:7 y libró al justo Lot, a quien angustiaba sumamente la entrega de la gente desafiadora de ley a la conducta
relajada

W12 15/3 págs. 30,31

Preguntas de los lectores

¿Puede un cristiano llegar tan bajo en el vicio de ver pornografía que termine siendo expulsado de la congregación?
▪ La respuesta es sí. Esto subraya la importancia de rechazar de plano cualquier clase de pornografía, ya sea en forma de
texto o de imágenes en revistas, películas, videos o Internet.
La pornografía ha llegado hasta el último rincón de este mundo. Internet la ha puesto al alcance de la gente como nunca
antes, y personas de todas las edades se han visto infectadas por esta terrible plaga. Hay quienes se han topado con páginas
pornográficas sin pretenderlo. Otros, sin embargo, han accedido a ellas a propósito, tal vez en el hogar o la oficina, donde
les resulta más fácil leer o ver pornografía en secreto. Este es un asunto que los cristianos debemos tomar muy en serio.
¿Por qué?
Jesús indicó una de las principales razones cuando advirtió: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una
pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” (Mat. 5:28). Por supuesto, las relaciones sexuales normales
no tienen nada de malo cuando sirven como fuente de placer dentro del matrimonio (Pro. 5:15-19; 1 Cor. 7:2-5). Pero la
pornografía muestra relaciones inmorales que estimulan los malos pensamientos condenados por Jesús. Dicho sin rodeos,
quien lee o ve pornografía viola este mandato divino: “Amortigüen [o “den muerte a”] [...] los miembros de su cuerpo que
están sobre la tierra en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría” (Col.
3:5; Traducción en lenguaje actual).

163
¿Qué hay si un cristiano ha mirado pornografía en una o dos ocasiones? En cierto sentido, se encuentra en una situación
tan peligrosa como la de Asaf, quien admitió: “En cuanto a mí, mis pies casi se habían desviado, casi se había hecho que
mis pasos resbalaran”. Si ha estado viendo imágenes pornográficas de hombres o mujeres desnudos o de una pareja teniendo
relaciones, no puede tener la conciencia tranquila ni estar en paz con Dios. Más bien, se sentirá como Asaf: “Llegué a ser
plagado todo el día, y la corrección mía es cada mañana” (Sal. 73:2, 14).
Si un cristiano ha caído en este pecado, es vital que abra los ojos y comprenda que necesita ayuda espiritual. La Biblia
indica que puede conseguirla en la congregación: “Aunque un hombre dé algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello,
ustedes los que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad,
vigilándote a ti mismo” (Gál. 6:1). En efecto, uno o dos ancianos pueden prestarle asistencia, lo que incluye orar con él
teniendo fe en que Jehová “sanará” al enfermo espiritual y “le perdonará” (Sant. 5:13-15). Quienes han buscado ayuda para
romper con el vicio de la pornografía se sienten hoy como Asaf, quien afirmó: “Acercarme a Dios es bueno para mí” (Sal.
73:28).
No obstante, el apóstol Pablo explicó que algunos no se arrepintieron “de su inmundicia y fornicación y conducta
relajada [o desvergonzada]” (2 Cor. 12:21). Según explica el lexicógrafo Marvin R. Vincent, el término griego traducido
“inmundicia” en este caso “se refiere a la impureza en su sentido más sucio”. La triste realidad es que ciertos tipos de
pornografía son mucho peores que unos cuantos desnudos o escenas de un hombre y una mujer cometiendo fornicación.
En algunos casos se presentan actos tan sucios y repugnantes como relaciones homosexuales, sexo en grupo, contacto
sexual con animales, pornografía infantil, violaciones en grupo, maltrato de mujeres y diversos tipos de sadomasoquismo.
Según indicó Pablo, algunos que estaban “mentalmente [...] en oscuridad” fueron “más allá de todo sentido moral, [y] se
entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avidez” (Efe. 4:18, 19).
Pablo también mencionó la “inmundicia” en Gálatas 5:19. Un teólogo británico señala: “En este caso, el término puede
referirse más especialmente a todos los deseos antinaturales”. Sin duda, ningún cristiano puede negar que los actos
anteriormente citados son “deseos antinaturales” sucios, repugnantes y depravados. En Gálatas 5:19-21, el apóstol dejó
claro que “los que practican” este tipo de inmundicia “no heredarán el reino de Dios”. Por lo tanto, ¿qué sucedería si un
cristiano llevara cierto tiempo —tal vez un período considerable— viendo pornografía repugnante y sexualmente
degradante? Si no se arrepintiera y dejara ese vicio, tendría que ser expulsado para conservar la pureza y el buen espíritu de
la congregación cristiana (1 Cor. 5:5, 11).
Es bueno saber que algunos que han estado viendo estos tipos repugnantes de pornografía han pedido ayuda a los
ancianos y han hecho cambios drásticos. Jesús advirtió a ciertos cristianos de la antigua Sardis: “Fortalece las cosas
restantes que estaban a punto de morir, [...] continúa teniendo presente cómo has recibido y cómo oíste, y sigue
guardándolo, y arrepiéntete. Ciertamente, a menos que despiertes [...,] no sabrás de ningún modo a qué hora vendré sobre ti”
(Rev. 3:2, 3). No hay duda de que es posible arrepentirse y escapar del “fuego” de la pornografía (Jud. 22, 23).
No obstante, será mucho mejor si cada uno de nosotros toma la firme resolución de no correr el más mínimo riesgo en
este campo. Por lo tanto, ¡mantengámonos lo más lejos posible de cualquier tipo de pornografía!

¿CÓMO VE JEHOVÁ LA BORRACHERA?

1Corintios 5:11 Pero ahora les escribo que cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que, llamándose hermano, sea
fornicador, o persona dominada por la avidez, o idólatra, o injuriador, o borracho, o que practique extorsión, y ni siquiera
coman con tal hombre.

1Corintios 6:9,10 ¡Qué! ¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni
idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres,
10
 ni ladrones, ni personas dominadas por la avidez, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el
reino de Dios.

164
165
Levitico 5:1 ”’Ahora bien, en caso de que peque un alma por cuanto ha oído maldecir en público y es testigo, o lo ha visto o
ha llegado a saber de ello, si no lo informa, entonces tiene que responder por su error.

1Corintios 5:1,2 De hecho, se informa que hay fornicación entre ustedes, y tal fornicación como ni siquiera la hay entre las
naciones: que cierto [hombre] tiene la esposa de [su] padre. 2 ¿Y están ustedes hinchados, y no se lamentaron más bien, para
que fuera quitado de en medio de ustedes el hombre que ha cometido este hecho?

Santiago 5:14 ¿Hay alguno enfermo entre ustedes? Que llame a [sí] a los ancianos de la congregación, y que ellos oren
sobre él, untándo[lo] con aceite en el nombre de Jehová.

1Corintios 1:11 Porque se me hizo saber acerca de ustedes, hermanos míos, por los de [la casa de] Cloe, que existen
disensiones entre ustedes.

1Corintios 5:6 No es excelente [la razón de] su jactancia. ¿No saben que un poco de levadura hace fermentar toda la masa?

1Timoteo 5:22 Nunca impongas las manos apresuradamente a ningún hombre; ni seas partícipe de los pecados ajenos;
consérvate casto.

Santiago 5:14-16 ¿Hay alguno enfermo entre ustedes? Que llame a [sí] a los ancianos de la congregación, y que ellos oren
sobre él, untándo[lo] con aceite en el nombre de Jehová. 15 Y la oración de fe sanará al indispuesto, y Jehová lo levantará.
También, si hubiera cometido pecados, se le perdonará. 16 Por lo tanto, confiesen abiertamente sus pecados unos a otros y
oren unos por otros, para que sean sanados. El ruego del hombre justo, cuando está en acción, tiene mucho vigor.

Galatas 5:16,17 Pero digo: Sigan andando por espíritu y no llevarán a cabo ningún deseo carnal. 17 Porque la carne está
contra el espíritu en su deseo, y el espíritu contra la carne; porque estos están opuestos el uno al otro, de manera que las
mismísimas cosas que ustedes quisieran hacer, no las hacen.

Gálatas 5:19-21 Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación, inmundicia, conducta relajada,
20
 idolatría, práctica de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera, altercaciones, divisiones, sectas,
21
 envidias, borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas. En cuanto a estas cosas, les aviso de antemano,
de la misma manera como ya les avisé, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Juan 16:33 Les he dicho estas cosas para que por medio de mí tengan paz. En el mundo están experimentando tribulación,
pero ¡cobren ánimo!, yo he vencido al mundo”.

Judas 3 Amados, aunque estaba haciendo todo esfuerzo por escribirles acerca de la salvación que tenemos en común, se me
hizo necesario escribirles para exhortarlos a que luchen tenazmente por la fe que una vez para siempre fue entregada a los
santos.

166
Lección 8(a) SIGUE LA SENDA DE LA INTEGRIDAD

Job 1:9-11 Ante esto, Satanás contestó a Jehová y dijo: “¿Ha temido Job a Dios por nada? 10 ¿No has puesto tú mismo un
seto [protector] alrededor de él y alrededor de su casa y alrededor de todo lo que tiene en todo el derredor? La obra de sus
manos has bendecido, y su ganado mismo se ha extendido en la tierra. 11 Pero, para variar, sírvete alargar la mano, y toca
todo lo que tiene, [y ve] si no te maldice en tu misma cara”.

Job 2:4 Pero Satanás respondió a Jehová y dijo: “Piel en el interés de piel, y todo lo que el hombre tiene lo dará en el interés
de su alma.

Proverbios 27:11 Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con
escarnio.

Job 27:5 ¡Ni se piense de parte mía que yo los declare justos a ustedes! ¡Hasta que expire no quitaré de mí mi integridad!

QUE SIGNIFICA SEGUIR LA SENDA DE LA INTEGRIDAD

W04 1/12 pág. 13 párr. 4 El término integridad comunica la idea de ser recto, irreprochable, justo e intachable. Ser íntegro
no solo implica hacer lo que es justo, sino manifestar rectitud moral o devoción a  Dios con corazón completo. Satanás
cuestionó los motivos de Job cuando le dijo a Jehová: “Para variar, sírvete alargar la mano, y toca hasta su hueso y su carne,
y ve si no te maldice en tu misma cara” (Job 2:5). En efecto, además de actuar debidamente, hay que tener una motivación
adecuada.

Salmo 119:1-3 Felices son los que en [su] camino están exentos de falta, los que andan en la ley de Jehová.   2 Felices son
los que observan sus recordatorios; con todo el corazón siguen buscándolo.   3 Realmente no han practicado ninguna
injusticia. En los caminos de él han andado.

INTEGRIDAD Y NEUTRALIDAD

Mateo 22:21 Dijeron: “De César”. En seguida les dijo: “Por lo tanto, paguen a César las cosas de César, pero a Dios las
cosas de Dios”.

Lv pág. 51 párrs. 3,4

PERMANECER LEALES AL REINO Y NEUTRALES


3
En vez de involucrarse en las actividades políticas de su época, Jesús se dedicó a predicar el Reino de Dios, el futuro
gobierno celestial en el que ocuparía la posición de Rey (Daniel 7:13, 14; Lucas 4:43; 17:20, 21). Por este motivo, pudo
afirmar ante el gobernador romano Poncio Pilato: “Mi reino no es parte de este mundo” (Juan 18:36). Sus discípulos fieles
siempre hemos seguido su ejemplo. ¿Cómo? Siendo leales al Reino y a su rey Jesucristo, y anunciando este gobierno por
todo el planeta (Mateo 24:14). Así, el apóstol Pablo escribió: “Somos, por lo tanto, embajadores en sustitución de
Cristo [...]. Como sustitutos [de] Cristo rogamos: ‘Reconcíliense con Dios’” (2 Corintios 5:20).
4
Los embajadores representan en el extranjero a un soberano o a un estado. Por ese motivo, asumen una actitud de
neutralidad y no intervienen en los asuntos internos del país donde realizan sus funciones. Sin embargo, velan por los
intereses del gobierno al que representan. Los cristianos ungidos, cuya “ciudadanía existe en los cielos”, adoptan la misma
postura (Filipenses 3:20). Estos celosos embajadores han estado predicando el Reino y, como resultado, han ayudado a
reconciliarse con Dios a millones de las “otras ovejas” de Cristo (Juan 10:16; Mateo 25:31-40). Bajo la dirección de los

167
hermanos ungidos de Jesús, los cristianos de las “otras ovejas” actúan como enviados  de Cristo. Ambos grupos forman un
solo rebaño unido que promueve la causa del Reino mesiánico y mantiene una postura de estricta neutralidad ante las
cuestiones políticas de este mundo (Isaías 2:2-4).

Lv pág. 52 recuadro

[Recuadro de la página 52]


LOS PRIMEROS CRISTIANOS ERAN NEUTRALES
Los primeros cristianos se mantuvieron neutrales en la política y se negaron a participar en las guerras. Así lo reconocen
muchos libros de historia. Uno de ellos dice que “los fundadores del cristianismo se resistieron tenazmente a albergar el más
mínimo deseo de intervenir de forma directa en el orden político de su tiempo” (The Beginnings of Christianity, George
P. Fisher). Otra obra reconoce igualmente que “se negaban a tomar parte activa en la administración civil”, que “era
imposible que los cristianos fueran soldados, magistrados o príncipes sin renunciar a un deber más sagrado” y que su actitud
“los expuso al desprecio y a los reproches de los paganos” (Historia de la decadencia y caída del Imperio romano, Edward
Gibbon).
Con referencia a la postura de los primeros cristianos ante el servicio militar también encontramos comentarios pertinentes.
Por ejemplo, un teólogo alemán escribió que “los cristianos condenaron y se resistieron a dicho servicio militar” (Historia
de la Iglesia primitiva, Norbert Brox). Y un ensayo religioso afirma que tras la muerte de Cristo, y durante un período
considerable, sus discípulos “se negaron a ir a [la guerra] sin importarles las consecuencias, sea que fuera la vergüenza, la
cárcel o la muerte. Se trata de hechos innegables” (An Inquiry Into the Accordancy of War With the Principles of
Christianity, Jonathan Dymond). Otro escritor señala que comenzaron a aparecer soldados cristianos únicamente cuando
“ya se había corrompido el cristianismo”.

LAS GUERRAS

It-1 pág. 783 párr. 8 – pág. 784 párr. 1

Los llamados cristianos primitivos. Los primeros cristianos rehusaron servir en el ejército romano, ya fuera en las
legiones o en las auxilia, por considerar que ese servicio era totalmente incompatible con las enseñanzas del cristianismo.
En su Diálogo con Trifón (CX), Justino Mártir, del siglo II E.C., dice: “Nosotros, los que estábamos antes llenos de guerra y
de muertes mutuas y de toda maldad, hemos renunciado en toda la tierra a los instrumentos guerreros y hemos cambiado las
espadas en arados y las lanzas en útiles de cultivo de la tierra y cultivamos la piedad, la justicia, la caridad, la fe, la
esperanza”. Cuando Tertuliano (c. 200 E.C.) consideró “si la guerra les es apropiada de manera alguna a los cristianos” en
su tratado De Corona (cap. XI), razonó bíblicamente sobre “la ilegalidad aun de la vida militar en sí misma”, y concluyó:
“Erradico de nosotros la vida militar”. (The Ante-Nicene Fathers, 1957, vol. 3, págs. 99, 100.)
“Hasta la década 170-80 después de Jesucristo no hay prueba alguna de cristianos dentro del ejército. [...] Parece más
probable que la Iglesia impidiera a sus miembros hacer el servicio militar que el permitirles servir sin reproche o penalidad
algunos.” (Actitudes cristianas ante la guerra y la paz, de Ronald H. Bainton, Madrid, 1963, pág. 64.) “Es evidente que la
posibilidad de que haya habido un solo soldado cristiano entre los años 60 y alrededor de 165 d.  de J.C. es muy escasa; [...]
al menos hasta el reinado de Marco Aurelio, ningún cristiano se hizo soldado después de su bautismo.” (The Early Church
and the World, de C. J. Cadoux, 1955, págs. 275, 276.) “Hasta finales del siglo II [...] los cristianos condenaron y se
resistieron a dicho servicio militar.” (Historia de la Iglesia primitiva, de Norbert Brox, Barcelona, 1986, pág. 58.) El
comportamiento de los cristianos era muy diferente del de los romanos [...]. Puesto que Cristo había predicado la paz, ellos
rehusaban hacerse soldados.” (Our World Through the Ages, de N. Platt y M. J. Drummond, 1961, pág. 125.) “Los primeros
cristianos creían que era incorrecto pelear, y se negaban a servir en el ejército aun cuando el Imperio necesitaba soldados.”
(The New World’s Foundations in the Old, de R. y W. M. West, 1929, pág. 131.) “Los cristianos [...] rechazaban los puestos
públicos y el servicio militar.” (“Persecution of the Christians in Gaul, A.D. 177”, de F. P. G. Guizot, de The Great Events
by Famous Historians, edición de Rossiter Johnson, 1905, vol. 3, pág. 246.) “Al paso que [los cristianos] estaban vertiendo
máximas de rendida obediencia, se desentendían de terciar en la administración y en la defensa militar del imperio [...]; mas

168
no cabía que los cristianos, sin quebrantar otra obligación más sagrada, viniesen a revestirse del carácter de militares,
magistrados o príncipes.” (Historia de la decadencia y ruina del imperio romano, de Edward Gibbon, vol. 2, cap. XV,
pág. 75 [ortografía actualizada].)

LA POLÍTICA Y LAS VOTACIONES

Lv pág. 213 párr. 3

Votaciones políticas. El cristiano verdadero respeta el derecho de los demás ciudadanos a votar. No hace campaña
contra las elecciones ni tampoco se niega a colaborar con las autoridades que resultan elegidas. Ahora bien, toma la firme
decisión de mantenerse neutral en cuestiones políticas (Mateo 22:21; 1 Pedro 3:16). Pero ¿y si en su país es obligatorio
votar o se respira un clima hostil hacia quienes no acuden a las urnas? Si su conciencia se lo permite, podría ir a las cabinas
electorales. Así, actuaría como Sadrac, Mesac y Abednego, quienes, en circunstancias parecidas, hicieron acto de presencia
en la llanura de Dura. Eso sí, para no violar su neutralidad, el cristiano debe tener muy presentes estos seis principios:
1. Los discípulos de Jesús “no [somos] parte del mundo” (Juan 15:19).
2. Los cristianos somos representantes de Cristo y su Reino (Juan 18:36; 2 Corintios 5:20).
3. A todos los miembros de la congregación nos unen las mismas creencias y el mismo amor (1 Corintios 1:10; Colosenses
3:14).
4. Quien vota por un dirigente es responsable, hasta cierto grado, de lo que este haga (véanse los principios subyacentes en
1 Samuel 8:5, 10-18 y 1 Timoteo 5:22).
5. Cuando los israelitas pidieron un gobernante visible, Jehová consideró que esa petición constituía un claro rechazo a
Su soberanía (1 Samuel 8:7).
6. Los cristianos queremos hablar del Reino de Dios con total libertad a personas de cualquier ideología política (Mateo
24:14; 28:19, 20; Hebreos 10:35).

LAS BANDERAS, LOS SÍMBOLOS NACIONALES Y LOS HIMNOS PATRIÓTICOS

Lv pág. 212 párr. 1 – pág. 213 párr. 2

El saludo a la bandera, las votaciones y el servicio civil

Saludo a la bandera. Los testigos de Jehová creemos que honrar la bandera con saludos y reverencias, a menudo
mientras se entona un himno, es un acto de culto que atribuye la salvación a la patria y a sus líderes, en vez de a Dios (Isaías
43:11; 1 Corintios 10:14; 1 Juan 5:21). Entre los reyes que recibieron una veneración así figura Nabucodonosor de
Babilonia. Decidido a demostrar ante sus súbditos su majestad y religiosidad, el poderoso monarca erigió una colosal
estatua y ordenó que todos se inclinaran ante ella mientras se interpretaba una especie de himno. Pero tres hebreos —
Sadrac, Mesac y Abednego— se negaron a honrar la imagen, a riesgo de sufrir la pena de muerte (Daniel, capítulo 3).
¿Qué puede decirse de hoy? En su obra El nacionalismo: una religión, el historiador Carlton Hayes habla del “ritual del
nacionalismo moderno” y dice: “La bandera nacional es el símbolo principal y objeto central de culto. [...] Los hombres se
descubren a su paso; los poetas dedican odas en su honor; los niños le cantan himnos”. Además, señala que el nacionalismo
también tiene sus “días santos” —como el 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos—, así como sus “santos y
héroes” y sus “templos”, o lugares venerados. De igual modo, el Diario Oficial de la Federación, de México, indica que “el
Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, son los Símbolos Patrios” y exhorta a rendir “culto a los símbolos nacionales”.
Y ya hace años, una obra de consulta mencionó que “la bandera, como la cruz, es sagrada” (The Encyclopedia Americana).
En fecha más reciente, esa misma obra explicó que los himnos nacionales son “expresiones del sentir patriótico que
suelen incluir invocaciones para que Dios guíe y proteja a su pueblo o a sus dirigentes”. Así pues, los testigos de Jehová

169
no somos extremistas al opinar que las ceremonias patrióticas donde se saluda la bandera o se toca el himno son actos
religiosos. En su libro Genio y figura del norteamericano, el profesor D. W. Brogan habló de varios juicios que implicaron
a alumnos Testigos que se negaron a rendir homenaje a la bandera estadounidense y recitar el juramento de lealtad,
subrayando el siguiente hecho: “La Suprema Corte ha afirmado al fin [en varias sentencias] que estos ritos cotidianos son de
tipo religioso”.
Los Testigos tenemos claro que aunque nosotros no participamos en tales actos, pues los consideramos contrarios a los
principios bíblicos, las demás personas están en su perfecto derecho de hacerlo. Asimismo, respetamos a las banderas como
emblemas nacionales y nos sometemos a los gobiernos legítimos, pues son las “autoridades superiores” que actúan
colectivamente como el “ministro de Dios” (Romanos 13:1-4). También obedecemos el consejo de orar “respecto a [los]
reyes y a todos los que están en alto puesto”. Sin embargo, lo hacemos con la intención de que nos permitan seguir
“llevando una vida tranquila y quieta con plena devoción piadosa y seriedad” (1 Timoteo 2:2).

Juan 15:17-21 ”Estas cosas les mando: que se amen unos a otros. 18 Si el mundo los odia, saben que me ha
odiado a mí antes que los odiara a ustedes. 19 Si ustedes fueran parte del mundo, el mundo le tendría afecto a
lo que es suyo. Ahora bien, porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, a
causa de esto el mundo los odia. 20 Tengan presente la palabra que les dije: El esclavo no es mayor que su
amo. Si ellos me han perseguido a mí, a ustedes también los perseguirán; si ellos han observado mi palabra,
también observarán la de ustedes. 21 Mas todas estas cosas las harán contra ustedes por causa de mi nombre,
porque ellos no conocen al que me ha enviado.

Juan 17:14 Yo les he dado tu palabra, pero el mundo los ha odiado, porque ellos no son parte del mundo, así
como yo no soy parte del mundo.

Juan 17:16 Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo.

Juan 18:36 Jesús contestó: “Mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis
servidores habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero, como es el caso, mi reino no es
de esta fuente”.

Lv pág. 55 recuadro

[recuadro de la página 55]


¿ME MANTENGO NEUTRAL?
Principio: “Mi reino no es parte de este mundo” (Juan 18:36).
Preguntas para meditar
▪ ¿Cómo explicaría yo que el saludo a la bandera es un tipo de idolatría? (Éxodo 20:4, 5; 1 Juan 5:21.)
▪ Cuando me toque explicar por qué no participo en determinadas ceremonias nacionales, ¿cómo demostraré que respeto a
quienes no comparten mis creencias? (1 Pedro 3:15.)
▪ ¿Cuáles son las razones por las que yo no respaldo a ningún partido político ni realizo ningún tipo de servicio militar?
(Juan 13:34; 1 Juan 3:10-12.)

1Corintios 12:25,26 para que no hubiera división en el cuerpo, sino que sus miembros tuvieran el mismo cuidado los unos
de los otros. 26 Y si un miembro sufre, todos los demás miembros sufren con él; o si un miembro es glorificado, todos los
demás miembros se regocijan con él.

170
Yb04 págs. 219,220 Recuadro

[Recuadro de las páginas 219 y 220]


Entrevista con Godfrey Bint
Año de nacimiento: 1945
Año de bautismo: 1956
Otros datos: Graduado de la clase 47 de Galaad. Sirvió en el Congo diecisiete años. Actualmente es miembro del
Comité de Sucursal de Ruanda. Habla inglés, francés, lingala, swahili y tshiluba.
Cierto día de 1973 salí al servicio del campo en Kananga con un hermano congoleño. Mientras conducíamos un estudio
bíblico en una casa, llegaron las autoridades y nos arrestaron. Pasamos las siguientes dos semanas en prisión. Durante todo
ese tiempo, mi compañero misionero, Mike Gates, nos traía comida, pues en la cárcel no  nos daban nada. Por fin nos
pusieron en libertad. Al cabo de tres meses, Mike y yo íbamos a tomar un avión para asistir a una asamblea internacional en
Inglaterra, pero ese mismo día nos enteramos de que habían detenido a todos los hermanos de una congregación cercana.
Así que decidimos ir a llevarles algo de comer. Para sorpresa nuestra, cuando solicitamos verlos, un magistrado ordenó que
nos arrestaran. ¡Imagínense nuestra tristeza al oír despegar el avión mientras esperábamos el autobús que nos llevaría a la
prisión!
Al llegar a la cárcel, vi a muchos internos que había conocido allí tres meses atrás. Como mi compañero —que antes me
había llevado alimentos— también estaba preso, me preguntaron: “¿Quién les traerá comida ahora?”.
Les respondimos que lo harían nuestros hermanos, pero por el gesto que hicieron con la cabeza, nos dimos cuenta de que
no se lo creyeron. Sabían que no había Testigos europeos cerca. Al día siguiente quedaron sorprendidos al ver a los
hermanos congoleños llegar con tanta comida que la pudimos compartir con ellos. Aquella experiencia resultó en un
maravilloso testimonio de nuestra hermandad internacional y el amor que nos une. Nuestros queridos hermanos nos llevaron
alimento pese al riesgo que corrían de acabar entre rejas. Cinco días más tarde fuimos liberados y tomamos un avión que
nos llevó a Inglaterra justo a tiempo para la asamblea.

Hechos 5:29 En respuesta, Pedro y los [otros] apóstoles dijeron: “Tenemos que obedecer a Dios como
gobernante más bien que a los hombres.

Km 2/94 pág. 4 párrs. 11,12


11
Jamás debemos olvidar que el mensaje que proclamamos no procede de nosotros, sino de Jehová. (Jer. 1:9.) Debemos
prestar cuidadosa atención al mandato: “Invoquen su nombre. Den a conocer entre los pueblos sus tratos [...] en toda la
tierra”. (Isa. 12:4, 5.) Él ha tolerado el trato injusto de sus siervos por una razón específica, a saber, “para que [su] nombre
sea declarado en toda la tierra”. (Éxo. 9:16.) Estamos efectuando la obra que Jehová ha ordenado y es él quien nos da valor
para hablar con denuedo. (Hech. 4:29-31.) Esta es la obra más importante, benéfica y urgente que ha de llevarse a cabo en
los últimos días del viejo sistema.
12
Comprender estas cosas nos da el valor que necesitamos para adoptar una actitud firme en contra de Satanás y de este
mundo. (1 Ped. 5:8, 9.) Saber que Jehová está de nuestro lado nos hace ser “animosos y fuertes”, y disipa todo temor hacia
quienes nos persiguen. (Deu. 31:6; Heb. 13:6.) Aunque siempre seremos discretos, razonables y prudentes en nuestro trato
con los opositores, mostraremos con claridad que estamos resueltos a “obedecer a Dios como gobernante más bien que a los
hombres”. (Hech. 5:29.) Cuando consideremos prudente hablar en nuestra defensa, lo haremos. (1 Ped. 3:15.) Sin embargo,
no perderemos el tiempo disputando con opositores testarudos que solo procuran desacreditarnos. En lugar de sulfurarnos o
tratar de desquitarnos por sus calumnias o acusaciones falsas, simplemente ‘los dejaremos’. (Mat. 15:14.)

Filipenses 1:27-30 Solamente que pórtense de una manera digna de las buenas nuevas acerca del Cristo, a fin de que, sea
que yo vaya y los vea, o esté ausente, oiga de las cosas que tienen que ver con ustedes, que están firmes en un mismo
espíritu, esforzándose lado a lado con una misma alma por la fe de las buenas nuevas, 28 y en ningún sentido atemorizados
por sus contrarios. Esto mismo es prueba de destrucción para ellos, pero de salvación para ustedes; y esta [indicación]

171
proviene de Dios, 29 porque a ustedes se dio el privilegio a favor de Cristo, no solo de poner su fe en él, sino también de
sufrir a favor de él. 30 Porque tienen la misma lucha que vieron en mi caso y de que ahora oyen en mi caso.

Filipenses 4:6,7 o se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a
conocer sus peticiones a Dios; 7 y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades
mentales mediante Cristo Jesús.

W11 15/1 pág. 29 párr. 15


15
A causa de su fe, Pablo tuvo que enfrentarse a muchas situaciones que pusieron en peligro su vida (2  Cor. 11:23-28).
¿Qué le ayudó a no perder el equilibrio ni la estabilidad emocional? La oración y la confianza en Jehová. Durante un
período de grandes pruebas, que probablemente culminó en su martirio, escribió: “El Señor estuvo cerca de mí y me
infundió poder, para que por medio de mí la predicación se efectuara plenamente y todas las naciones la oyeran; y fui
librado de la boca del león” (2 Tim. 4:17). De modo que el apóstol sabía muy bien lo que decía cuando exhortó a sus
hermanos: “No se inquieten por cosa alguna” (léase Filipenses 4:6, 7, 13).

1cronicas 29:17 Y bien sé yo, oh Dios mío, que tú eres examinador del corazón, y que es en la rectitud en lo que te
complaces. Yo, por mi parte, en la probidad de mi corazón he ofrecido voluntariamente todas estas cosas, y ahora he tenido
gozo en ver a tu pueblo que se halla aquí ahora hacerte ofrendas voluntariamente.

1Corintios 10.13 Ninguna tentación los ha tomado a ustedes salvo lo que es común a los hombres. Pero Dios es fiel, y no
dejará que sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que junto con la tentación también dispondrá la salida para
que puedan aguantarla.

2Pedro 2:9 Jehová sabe librar de la prueba a personas de devoción piadosa, pero reservar a personas injustas para el día del
juicio para que sean cortadas [de la existencia],

W10 15/11 pág. 32 párr. 20

Podemos mantenernos íntegros


20
Job se mantuvo fiel porque quería mucho a Jehová, y este le correspondió demostrándole su cariño y socorriéndolo.
Por eso, el patriarca le dijo: “Vida y bondad amorosa [o, según la nota, “amor leal”] has obrado conmigo; y tu propio
cuidado ha guardado mi espíritu” (Job 10:12). Pero Job también trató con amor leal a quienes lo rodeaban, pues comprendía
que si no lo hacía, terminaría perdiendo el temor de Dios (Job 6:14). Así es, las personas íntegras aman a Jehová y al
prójimo (Mat. 22:37-40).

INTEGRIDAD ANTE LAS PRUEBAS

Mateo 5:10 ”Felices son los que han sido perseguidos por causa de la justicia, puesto que a ellos pertenece el reino de los
cielos.

Santiago 1:2-4 Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren en diversas pruebas, 3 puesto que ustedes
saben que esta cualidad probada de su fe obra aguante. 4 Pero que el aguante tenga completa su obra, para que sean
completos y sanos en todo respecto, sin tener deficiencia en nada.

172
W03 1/10 pág. 13 párr. 18

Por último, las pruebas y tribulaciones nos benefician personalmente. ¿De qué manera? Pues bien, el discípulo Santiago
recordó a otros cristianos: “Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren en diversas pruebas, puesto que
ustedes saben que esta cualidad probada de su fe obra aguante”. Así es, la persecución puede refinar nuestra fe y
fortalecernos para aguantar. Por tanto, no la tememos ni recurrimos a medios contrarios a las Escrituras para evitarla o hacer
que cese. Más bien, obedecemos esta exhortación de Santiago: “Que el aguante tenga completa su obra, para que sean
completos y sanos en todo respecto, sin tener deficiencia en nada” (Santiago 1:2-4).

W85 15/11 págs. 12-15 párrs. 6-26

Prepare la mente y el corazón


6
Es difícil prepararse físicamente para la persecución debido a que uno no sabe exactamente cuál será la situación.
Hasta que ocurra en realidad, uno no sabe si se pondrá en vigor una proscripción estricta o una sin trabas, o incluso qué se
proscribirá. Quizás lo único que se prohíba sea la obra de predicar de casa en casa, o tal vez las reuniones religiosas. A
veces se disuelve la organización legal de los testigos de Jehová o se encarcela inmediatamente a ciertos individuos.
Podemos tener presentes varios lugares donde se pudiera ocultar literatura si fuera necesario hacerlo. Pero aparte de eso, hay
pocas cosas que podemos hacer para prepararnos en sentido físico.
7
Sin embargo, usted puede preparar la mente y el corazón, y esto es mucho más importante. Fije el pensamiento en la
razón por la que se permite la persecución y por qué tal vez se le lleve ante gobernantes. “Para un testimonio”, dijo Jesús.
(Mateo 10:16-19.) Si el corazón suyo está completamente preparado para mantenerse fiel prescindiendo de lo que suceda,
Jehová puede darle a conocer la manera sabia de actuar cuando sea necesario. Por eso, ¿cómo podemos prepararnos en
sentido espiritual para la persecución?
¿Cómo trata usted con la gente?
8
El apóstol Pablo dijo: “Me complazco en debilidades, en insultos, en necesidades, en persecuciones y dificultades, por
Cristo”. (2 Corintios 12:10.) ¿Disfrutaba Pablo de ser objeto de insultos? ¡Claro que no! Pero a menudo la persecución
implica el recibir insultos, y si esto era lo que se requería para alabar el nombre de Dios, entonces Pablo se alegraba de
soportarlos.
9
Nosotros, también, podemos estar seguros de que en alguna ocasión tendremos que aguantar “insultos [...] por Cristo”.
Tal vez se nos maltrate de manera verbal o hasta física. ¿Soportaremos tal maltrato? Bueno, ¿qué punto de vista tenemos
ahora de nosotros mismos? ¿Nos tomamos demasiado en serio y reaccionamos rápidamente ante insultos verdaderos o
imaginados? Si así es, entonces, ¿por qué no nos esforzamos por cultivar “gran paciencia, [...] apacibilidad, gobierno de uno
mismo”? (Gálatas 5:22, 23.) Esto será un entrenamiento excelente para la vida cristiana ahora, y podría salvarnos la vida en
tiempos de persecución.
¿Qué punto de vista tiene usted del servicio del campo?
10
A menudo, la primera cosa que se restringe bajo una proscripción es la predicación pública de las “buenas nuevas”.
Sin embargo, la obra de predicar y hacer discípulos es vital en estos últimos días. ¿De qué otro modo aprenderá la gente
acerca del Reino de Dios? Por eso, la reacción apropiada a una proscripción de ese tipo es la que expresaron los apóstoles
cuando los líderes religiosos judíos trataron de proscribir su actividad de predicar. (Hechos 5:28, 29.) Debido a una
proscripción, tal vez se obstaculicen algunos medios utilizados para predicar. Pero hay que llevar a cabo la obra de alguna
manera. ¿Tendría usted las fuerzas para continuar predicando bajo la presión de la persecución?
11
Bueno, ¿qué punto de vista tiene usted ahora de la obra de predicar? ¿Permite que obstáculos insignificantes le
estorben y le hagan irregular en el servicio del campo? Si así es, ¿qué haría bajo una proscripción? ¿Teme usted a los
hombres ahora? ¿Está dispuesto a predicar de casa en casa en la calle donde usted vive? ¿Teme predicar a solas? En algunos
países, el que dos personas trabajen juntas en la predicación frecuentemente llama mucho la atención. Por eso, donde no sea
peligroso hacerlo, ¿por qué no predica a solas de vez en cuando ahora? Será buen entrenamiento.

173
12
¿Participa usted en la obra con las revistas en las calles? ¿Tiene el valor y la iniciativa de crear oportunidades para dar
un testimonio informal? ¿Trabaja los territorios de negocios? ¿Tiene miedo de abordar a personas acaudaladas o
influyentes? Si solamente participa en ciertos rasgos de la predicación, ¿qué haría si, bajo proscripción, ya no se pudiera
predicar así?
13
¿Reconoce usted que tiene cierta debilidad en algún aspecto? Ahora es el tiempo de trabajar en ello. Aprenda a confiar
en Jehová y llegue a ser un ministro más capacitado. Entonces estará mejor equipado para predicar ahora y mejor preparado
para perseverar en tiempos de persecución.
¿Es usted confiable?
14
A través de las Escrituras Griegas Cristianas se hace mención de personas que eran firmes columnas de la
congregación. Por ejemplo, Onesíforo ayudó valerosamente a Pablo cuando este estaba encarcelado en Roma. (2 Timoteo
1:16.) Febe fue recomendada debido a su duro trabajo en la congregación de Cencrea. (Romanos 16:1, 2.) Tales hombres y
mujeres tienen que haber sido una influencia estabilizadora cuando se desató la persecución. ‘Se mantuvieron despiertos,
estuvieron firmes en la fe, se portaron como hombres y se hicieron poderosos.’ (1 Corintios 16:13.)
15
Todos los cristianos, especialmente los ancianos, deben tratar de progresar y llegar a ser como los cristianos
primitivos, que eran firmes. (1 Timoteo 4:15.) Aprenda a mantener en secreto los asuntos confidenciales y a tomar
decisiones basadas en principios bíblicos. Aprenda a discernir cualidades cristianas en otras personas, a fin de que sepa
quién podrá ser confiable bajo presión. Esfuércese, con la fortaleza que Jehová imparte, por llegar a ser una columna de la
congregación donde está, alguien que ayude a otros en lugar de alguien que siempre necesite la ayuda de otros. (Gálatas
6:5.)
¿Se lleva usted bien con la gente?
16
El apóstol Pablo nos anima: “Vístanse de los tiernos cariños de compasión, bondad, humildad de mente, apacibilidad y
gran paciencia. Continúen soportándose los unos a los otros y perdonándose sin reserva los unos a los otros”. (Colosenses
3:12, 13.) ¿Es esto fácil para usted? ¿O se irrita indebidamente por las imperfecciones de otras personas? ¿Se ofende o se
desanima fácilmente? Si así es, he aquí otro campo donde uno se puede preparar.
17
En los países donde las reuniones están proscritas, los cristianos se reúnen con regularidad en grupos pequeños. En
tales circunstancias, los defectos se hacen aun más evidentes. Por eso, ¿por qué no se prepara ahora para soportar las
debilidades de otros, así como ellos indudablemente están soportando las suyas? No critique a otras personas, pues esto las
desanima muchísimo. Además, adiéstrese y adiestre a sus hijos a respetar la propiedad de otras personas cuando asistan a
los estudios de libro de congregación. Bajo persecución, dicho respeto fomentará relaciones pacíficas.
¿Tiende usted a inquirir por curiosidad?
18
Por naturaleza, algunos de nosotros tendemos a inquirir mucho por curiosidad. No podemos resistir no “estar
enterados”. ¿Tiene usted tal tendencia? Si así es, considere lo siguiente: A veces, cuando se ha proscrito la obra de los
testigos de Jehová, las autoridades tratan de averiguar los arreglos de organización de los Testigos y los nombres de los
superintendentes responsables. Si usted estuviera enterado de estos datos, se le podría someter a maltrato físico en un
esfuerzo por obligarlo a divulgarlos. Y si de veras los divulgara, la obra de sus hermanos podría afectarse gravemente. Por
eso a veces es más seguro saber sólo lo que uno tiene que saber, y nada más.
19
¿Puede usted adiestrarse en eso ahora? ¡Claro que sí! Por ejemplo, si un comité judicial de la congregación estuviera
atendiendo un caso, las personas deberían quedar satisfechas con lo que los ancianos consideren que sea apropiado decir y
no curiosear para enterarse de algunos detalles. Ni las esposas ni los hijos de los ancianos deberían tratar de ejercer presión
sobre estos para que revelen asuntos confidenciales. En todos los aspectos, debemos aprender a no ‘entremeternos en lo que
no nos atañe’. (2 Tesalonicenses 3:11.)
¿Es usted un estudiante de la Biblia?
20
La Biblia es la base de la fortaleza espiritual del cristiano. Le da respuestas a sus preguntas más importantes y concede
acceso a la sabiduría de Dios mismo. (2 Timoteo 3:14-16.) Todos los cristianos reconocen esto en principio, pero ¿qué papel

174
desempeña realmente la Biblia en su vida? ¿La estudia con regularidad y permite que lo guíe en todo lo que usted hace?
(Salmo 119:105.)
21
A menudo se restringe severamente el acceso a nuestra literatura bíblica cuando la obra está proscrita. A veces hasta
las Biblias son difíciles de conseguir. En tales circunstancias, el espíritu santo le hará recordar cosas que usted haya
aprendido en el pasado. ¡Pero no le hará recordar cosas que no haya aprendido! Por lo tanto, mientras más estudie ahora,
más información almacenará en la mente y el corazón, la cual el espíritu santo sacará a relucir en momentos de apuro.
(Marcos 13:11.)
¿Ora usted?
22
Esta es una pregunta importante cuando pensamos en la persecución. La Biblia aconseja: “Persistan en la oración”.
(Romanos 12:12.) La oración es comunicación directa con Jehová Dios. Mediante ella podemos pedir la fortaleza para
aguantar dificultades y tomar decisiones correctas, así como desarrollar una relación personal con Jehová Dios. Aunque los
opositores nos quitaran la literatura, las Biblias y la asociación de otros cristianos, nunca podrán quitarnos el privilegio de la
oración. En la cárcel más fortificada, el cristiano puede comunicarse con Dios. De modo que el aprovecharse plenamente
del privilegio de la oración es una manera excelente de prepararse para lo que el futuro encierre.
¿Confía usted en la autoridad?
23
El cultivar esta confianza es importante también. Los ancianos de la congregación son parte de la provisión de Dios
para protegernos. Los ancianos tienen que obrar de manera digna de confianza, y el resto de la congregación tiene que
aprender a confiar en ellos. (Isaías 32:1, 2; Hebreos 13:7, 17.) Más importante aún, debemos aprender a confiar en “el
esclavo fiel y discreto”. (Mateo 24:45-47.)
24
Los enemigos pudieran esparcir mentiras acerca de la organización de Dios. (1 Timoteo 4:1, 2.) En cierto país,
algunos cristianos fueron engañados para creer que el Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová había abandonado el
cristianismo, mientras que ellos mismos todavía se mantenían fieles a este. Una buena manera de prepararse para resistir
ataques como este es cultivando un fuerte amor a sus hermanos y aprendiendo a confiar en el arreglo de cosas de Jehová.
(1 Juan 3:11.)
Usted puede obtener la victoria
25
Después de haber sufrido persecución, el envejecido apóstol Juan nos dice: “Todo lo que ha nacido de Dios vence al
mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe”. (1 Juan 5:4.) Usted no puede vencer por sus propias
fuerzas. Satanás y su mundo son más fuertes que usted. Pero no son más fuertes que Jehová Dios. Por consiguiente, si
obedecemos los mandatos de Dios, pedimos en oración que Su espíritu nos sostenga y confiamos completamente en él para
que nos dé la fortaleza para perseverar, entonces podremos salir victoriosos. (Habacuc 3:13, 18; Revelación 15:2;
1 Corintios 15:57.)
26
En todos los países hay cristianos que sufren persecución, ya sea por cónyuges opositores o de alguna otra manera. En
algunos países, todos los siervos de Dios están sufriendo debido a acciones oficiales por parte del gobierno de la localidad.
Pero aunque usted ahora mismo no esté sufriendo personalmente oposición o alguna dificultad extraordinaria, recuerde que
eso podría ocurrir en cualquier momento. Jesús dijo que la persecución de los cristianos sería parte de la señal del tiempo
del fin; por lo tanto, siempre deberíamos estar a la expectativa de ella. (Mateo 24:9.) Por eso, ¿por qué no se prepara para
ella ahora? Resuélvase a que, prescindiendo de lo que haya por delante, su conducta siempre traiga alabanza a su Padre
celestial, Jehová Dios. (Proverbios 27:11.)

Isaias 54: 17 Sea cual sea el arma que se forme contra ti, no tendrá éxito, y sea cual sea la lengua que se levante contra ti
en el juicio, la condenarás. Esta es la posesión hereditaria de los siervos de Jehová, y su justicia proviene de mí”, es la
expresión de Jehová.

Jeremias 1:19 Y de seguro pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti, porque: ‘Yo estoy contigo —es la expresión
de Jehová— para librarte’”.
175
Hechos 5:40,41 De modo que le hicieron caso, y, mandando llamar a los apóstoles, los fustigaron, y les ordenaron que
dejaran de hablar sobre la base del nombre de Jesús, y los dejaron ir. 41 Estos, por lo tanto, se fueron de delante del Sanedrín,
regocijándose porque se les había considerado dignos de sufrir deshonra a favor del nombre de él.

1Pedro 3:13,14 En verdad, ¿quién es el hombre que les hará daño a ustedes si se hacen celosos por lo que es bueno? 14 Pero
hasta si sufrieran por causa de la justicia, son felices. Sin embargo, no teman lo que para ellos es objeto de temor, ni vayan a
agitarse.

W00 1/4 pág. 22 párr. 17


17
Nuestros enemigos luchan contra nosotros sin causa, pero no nos acobardamos (Salmo 109:1-3). Nunca permitiremos que
los que odian el mensaje bíblico nos intimiden ni nos hagan transigir. Aunque esperamos que nuestra lucha espiritual se
intensifique, sabemos cuál será el resultado. Al igual que Jeremías, experimentaremos el cumplimiento de las siguientes
palabras proféticas: “De seguro pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti, porque: ‘Yo estoy contigo —es la
expresión de Jehová— para librarte’” (Jeremías 1:19). En efecto, sabemos que los que pelean contra Dios no prevalecerán.

LOS PRINCIPIOS BÍBLICOS SON FUNDAMENTALES PARA MANTENER INTEGRIDAD

Romanos 13:1-7

Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores, porque no hay autoridad a no ser por Dios; las autoridades que
existen están colocadas por Dios en sus posiciones relativas. 2 Por lo tanto, el que se opone a la autoridad se ha puesto en
contra del arreglo de Dios; los que se han puesto en contra de este recibirán juicio para sí. 3 Porque los que gobiernan no son
objeto de temor para el hecho bueno, sino para el malo. ¿Quieres, pues, no temer a la autoridad? Sigue haciendo el bien, y
tendrás alabanza de ella; 4 porque es ministro de Dios para ti para bien tuyo. Pero si estás haciendo lo que es malo, teme:
porque no es sin propósito que lleva la espada; porque es ministro de Dios, vengador para expresar ira sobre el que practica
lo que es malo. 5 Hay, por lo tanto, razón apremiante para que ustedes estén en sujeción, no solo por causa de esa ira, sino
también por causa de [su] conciencia. 6 Pues por eso ustedes también pagan impuestos; porque ellos son siervos públicos de
Dios que sirven constantemente con este mismo propósito. 7 Den a todos lo que les es debido: al que [pide] impuesto, el
impuesto; al que [pide] tributo, el tributo; al que [pide] temor, dicho temor; al que [pide] honra, dicha honra.

W96 1/5 pág. 10 párr. 3

De igual manera, el Estado ejerce su autoridad solamente porque Dios, como Gobernante Soberano, se lo permite. (Juan
19:11.) En este sentido puede decirse que “las autoridades que existen están colocadas por Dios en sus posiciones relativas”.
Comparada con la autoridad soberana y suprema de Jehová, la del Estado es mucho menor. Sin embargo, las autoridades
civiles son ‘ministros de Dios’, “siervos públicos de Dios”, por cuanto prestan servicios necesarios, velan por el
mantenimiento de la ley y el orden y castigan a los que obran mal. (Romanos 13:1, 4, 6.) Los cristianos, pues, deben
entender que por el hecho de que Satanás sea el gobernante invisible de este mundo, o sistema, no están sometiéndose a él
cuando reconocen que deben sujeción relativa al Estado; más bien, están obedeciendo a Dios. Todavía en este año de  1996
el Estado político forma parte del “arreglo de Dios”, un orden temporal cuya existencia Dios permite y el cual sus siervos
terrenales han de aceptar como tal. (Romanos 13:2.)

W96 1/5 pág. 12 párr. 9

Poco antes de su muerte, Jesús dijo al representante especial del emperador romano en Judea: “Mi reino no es parte de este
mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos.
Pero, como es el caso, mi reino no es de esta fuente”. (Juan 18:36.) Hasta que su Reino acabe con la dominación de los
176
gobiernos políticos, los discípulos de Cristo imitan su ejemplo: obedecen a las autoridades establecidas, pero no interfieren
en sus empresas políticas. (Daniel 2:44; Mateo 4:8-10.) Jesús formuló una pauta para sus discípulos cuando dijo: “Paguen a
César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios”. (Mateo 22:21.) Anteriormente, en el Sermón de la Montaña, había
dicho: “Si alguien bajo autoridad te obliga a una milla de servicio, ve con él dos millas”. (Mateo 5:41.) El contexto indica
que Jesús estaba ilustrando el principio de sumisión espontánea a las exigencias legítimas, ya en las relaciones humanas, ya
en los requerimientos gubernamentales que se conformen a la ley divina. (Lucas 6:27-31; Juan 17:14, 15.)

W96 1/5 pág. 12 párr. 9 (misma referencia del párrafo anterior)

W96 1/5 pág. 12 párr. 11

En consonancia con este principio, el apóstol Pablo exhortó a los cristianos de Roma poco más de veinte años después de la
muerte de Cristo: “Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores”. (Romanos 13:1.) Y aproximadamente diez años
más tarde, poco antes de su segundo encarcelamiento y martirio en Roma, escribió a Tito: “Continúa recordándoles [a los
cristianos cretenses] que estén en sujeción y sean obedientes a los gobiernos y a las autoridades como gobernantes, que
estén listos para toda buena obra, que no hablen perjudicialmente de nadie, que no sean belicosos, que sean razonables, y
desplieguen toda apacibilidad para con todos los hombres”. (Tito 3:1, 2.)

W96 1/5 pág. 15 párr. 2

Por supuesto, la principal preocupación de los siervos de Jehová es pagar a Dios las cosas de Dios. (Salmo 116:12-14.) Pero
no por ello se olvidan de que Jesús dijo que debían dar ciertas cosas al César. Su conciencia enseñada por la Biblia requiere
que analicen bajo oración hasta dónde pueden llegar al dar al César lo que este pide. (Romanos 13:7.) Muchos juristas de
tiempos modernos reconocen que la potestad del Estado tiene límites y que los pueblos y gobiernos de todas partes están
sometidos a la ley natural.

W96 1/5 pág. 16 párr. 6

El apóstol Pablo también escribió: “Glorifico mi ministerio”. (Romanos 11:13.) No cabe duda de que debemos copiar su
ejemplo. Tanto si somos ministros de tiempo completo como si no, tengamos en cuenta que es Jehová mismo quien nos ha
asignado nuestro ministerio. (2 Corintios 2:17.) Siendo que algunas personas pueden cuestionar nuestra postura, es preciso
que todo cristiano dedicado y bautizado esté pronto a suministrar prueba contundente y positiva de que es en verdad
ministro de las buenas nuevas. (1 Pedro 3:15.) Además, su conducta da prueba de su ministerio. Como ministro de Dios ha
de abogar por la sana moral y practicarla, defender la unidad familiar, ser honrado y observar la ley y el orden. (Romanos
12:17, 18; 1 Tesalonicenses 5:15.) Las cosas más importantes en la vida del cristiano son su relación con Dios y el
ministerio que él le ha asignado. No puede renunciar a ellas a instancias del César, pues es obvio que se cuentan entre las
“cosas de Dios”.

W96 1/5 pág. 19 párr. 15

Ahora bien, ¿qué hará el cristiano que vive en un país donde no se exime a los ministros religiosos? Entonces deberá tomar
una decisión personal siguiendo los dictados de su conciencia educada por la Biblia. (Gálatas 6:5.) Tomará en cuenta la
autoridad del César sin dejar de sopesar cuidadosamente lo que debe a Jehová. (Salmo 36:9; 116:12-14; Hechos 17:28.)
Recordará que la marca del cristiano genuino es el amor que le tiene a todos sus hermanos en la fe, incluidos aquellos que
viven en otros países o son de otra tribu. (Juan 13:34, 35; 1 Pedro 2:17.) Tampoco olvidará los principios bíblicos
contenidos en pasajes como Isaías 2:2-4; Mateo 26:52; Romanos 12:18; 14:19; 2 Corintios 10:4, y Hebreos 12:14.

W96 1/5 pág. 20 párr. 20

Al efectuar su investigación, el cristiano debe tomar en cuenta varios principios bíblicos. Pablo dijo que debemos ‘ser
obedientes a los gobiernos y a las autoridades como gobernantes, estar listos para toda buena obra, ser razonables y
desplegar toda apacibilidad para con todos los hombres’. (Tito 3:1, 2.) Conviene asimismo que el cristiano examine el
177
trabajo civil propuesto. De aceptarlo, ¿podrá mantener la neutralidad cristiana? (Miqueas 4:3, 5; Juan 17:16.) ¿Lo
involucrará con la religión falsa? (Revelación 18:4, 20, 21.) ¿Le impedirá cumplir con sus deberes cristianos, o le impondrá
límites excesivos al respecto? (Mateo 24:14; Hebreos 10:24, 25.) Por otra parte, ¿le será posible seguir adelantando en
sentido espiritual, quizás hasta participando en el ministerio de tiempo completo, mientras presta el servicio exigido?
(Hebreos 6:11, 12.)

W96 1/5 págs. 16,17 párr. 7,8


7
Los testigos de Jehová saben que deben “sujeción a las autoridades superiores”, esto es, los dirigentes gubernamentales.
(Romanos 13:1.) Por consiguiente, su conciencia educada por la Biblia les permite satisfacer las exigencias legítimas del
César, o el Estado. Los verdaderos cristianos, por ejemplo, figuran entre los contribuyentes más ejemplares de la Tierra. El
periódico alemán Münchner Merkur informó lo siguiente de los testigos de Jehová: “Son las personas más honradas y
puntuales en el pago de impuestos de la República Federal”. En Italia, el periódico La Stampa comentó: “No hay
ciudadanos más leales: no tratan de evitar el pago de los impuestos ni procuran lucrarse evadiendo leyes inconvenientes”.
Los siervos de Jehová lo hacen “por causa de su conciencia”. (Romanos 13:5, 6.)
8
¿Se circunscriben las “cosas de César” solo al pago de impuestos? No. Pablo incluyó otras, como el temor y la honra. En
su Critical and Exegetical Hand-Book to the Gospel of Matthew (Manual crítico y exegético del Evangelio de Mateo), el
erudito alemán Heinrich Meyer escribió: “Por [las cosas del César] [...] no hemos de entender meramente el impuesto civil,
sino todo aquello a lo que el César tenía derecho en virtud de su legítimo regir”. El historiador E. W. Barnes, en su obra The
Rise of Christianity (La aparición del cristianismo), comentó que el cristiano pagaría los impuestos que debiera y “aceptaría
asimismo toda otra obligación impuesta por el Estado, siempre y cuando no se le exigiera dar al César las cosas que fueran
de Dios”.

W96 1/5 pág. 20 párr. 22

Como cristianos que somos, no dejaremos de rendir “al que pide honra, dicha honra”. (Romanos 13:7.) Respetaremos el
orden y procuraremos ser ciudadanos pacíficos y observantes de la ley. (Salmo 34:14.) Incluso podremos orar “respecto a
reyes y a todos los que están en alto puesto” cuando estos funcionarios deban tomar decisiones que afecten nuestra vida y
labor cristianas. Como resultado de pagar al César las cosas del César, esperamos seguir “llevando una vida tranquila y
quieta con plena devoción piadosa y seriedad”. (1 Timoteo 2:1, 2.) Ante todo, seguiremos predicando las buenas nuevas del
Reino como la única esperanza para la humanidad, pagando escrupulosamente a Dios las cosas de Dios.

2Pedro 2:9 Jehová sabe librar de la prueba a personas de devoción piadosa, pero reservar a personas injustas para el día del
juicio para que sean cortadas [de la existencia],

178
Lección 8(b) PARTICIPA EN LAS DIVERSAS MODALIDADES DEL MINISTERIO

Marcos 13:10 También, en todas las naciones primero tienen que predicarse las buenas nuevas.

Mateo 24:3 Estando él sentado en el monte de los Olivos, se acercaron a él los discípulos privadamente, y dijeron: “Dinos:
¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”.

Mateo 24:14 Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y
entonces vendrá el fin.

Isaias 60:22 El pequeño mismo llegará a ser mil, y el chico una nación poderosa. Yo mismo, Jehová, lo aceleraré a su
propio tiempo.”

Mateo 10:7 Al ir, prediquen, diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado’.

Hechos 20:20,21 mientras no me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles
públicamente y de casa en casa. 21 Antes bien, di testimonio cabalmente, tanto a judíos como a griegos, acerca del
arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús.

2Timoteo 4:5 Tú, sin embargo, mantén tu juicio en todas las cosas, sufre el mal, haz [la] obra de evangelizador, efectúa tu
ministerio plenamente.

APROVECHA TODA OCASIÓN PARA LLEVAR LAS BUENAS NUEVAS:

PREDICACIÓN INFORMAL

Km 8/10 págs. 3,4

¿Predicar informalmente? ¡Claro que usted puede!


1
¿Cuántos de su congregación conocieron la verdad gracias a la predicación informal? Le sorprendería la respuesta.
¿Qué es la predicación informal? Es hablarle de las buenas nuevas a la gente que nos encontramos en el diario vivir: en la
escuela, en el trabajo, al ir de compras, al visitar a familiares o vecinos, al viajar, etc. En  cierto grupo de más de doscientos
Testigos bautizados, el 40% conoció la verdad informalmente, lo que demuestra que es un método sumamente eficaz.
2
Los evangelizadores del primer siglo a menudo predicaron de manera informal. Por ejemplo, cuando atravesaba
Samaria, Jesús le predicó a una mujer que sacaba agua de la fuente de Jacob (Juan 4:6-26). Con cierto funcionario de la
corte etíope que iba leyendo del libro de Isaías, Felipe inició la conversación preguntándole: “¿Verdaderamente sabes lo que
estás leyendo?” (Hech. 8:26-38). Mientras estuvo prisionero en Filipos, Pablo le predicó a un carcelero (Hech. 16:23-34).
Y más tarde, el mismo Pablo “recibía amablemente a todos los que venían a él” durante su arresto domiciliario,
“predicándoles el reino de Dios y enseñando las cosas respecto al Señor Jesucristo” (Hech. 28:30, 31). Si ellos lo hicieron,
usted también puede, aunque sea tímido. ¿Cómo?
3
Para empezar. A muchos se nos hace difícil comenzar una conversación con un extraño. Aun tratándose de un
conocido, pudiéramos sentirnos un tanto incómodos y no atrevernos a hablar de la verdad. Pero si meditamos en lo bueno
que es Jehová, en los tesoros espirituales que nos ha dado y en la lamentable situación en que se halla la gente del mundo,
nos brotará el deseo de expresarnos (Jon. 4:11; Sal. 40:5; Mat. 13:52). Además, podemos pedirle a Jehová que nos dé valor

179
(1 Tes. 2:2). Como dijo cierto estudiante de Galaad: “A menudo he hallado que la oración me ayuda cuando se me dificulta
hablar con la gente”. Si se siente inseguro, haga en silencio una corta oración (Neh. 2:4).
4
Tal como su nombre lo indica, para predicar informalmente no hace falta una introducción formal o empezar leyendo
un texto bíblico. La meta incluso puede ser sencillamente entablar conversación, sin sentir la obligación de dar testimonio
de inmediato. Muchos hermanos dicen que, después que logran dar este paso, se sienten más cómodos para mencionar las
buenas nuevas. Ahora bien, si la persona no desea conversar, no fuerce la situación. Despídase cortésmente y siga adelante.
5
Una hermana tímida tiene su propio método: mientras anda de compras, mira a alguien a los ojos y le sonríe. Si  le
devuelven la sonrisa, ella hace un comentario pasajero. Cuando la persona reacciona bien, eso le da confianza y prosigue la
conversación. Escucha con atención y trata de discernir qué aspecto de las buenas nuevas pudiera interesarle. De  este modo
ha dejado muchas publicaciones en manos de la gente y hasta pudo comenzar un estudio.
6
Para romper el hielo. ¿Qué podemos decir para empezar? Recuerde: con la mujer en el pozo, Jesús comenzó
simplemente pidiendo un poco de agua (Juan 4:7). Así que tal vez un saludo o una pregunta amable sirvan para romper el
hielo. Conforme vayan hablando, quizás usted vea oportuno introducir un pensamiento bíblico que pudiera sembrar la
semilla de la verdad (Ecl. 11:6). A algunos les ha dado buenos resultados mencionar algo interesante, que despierte la
curiosidad de la persona y dé pie a una pregunta. Por ejemplo, mientras espera su cita médica, podría decir: “¡Qué contento
me pondré cuando se acaben las enfermedades!”.
7
También ayuda ser observador. Por ejemplo, si notamos que los niños de alguien se portan bien, podríamos elogiar a la
persona y preguntarle: “¿Cómo logra educarlos tan bien?”. Una hermana pone atención a los temas sobre los que hablan sus
compañeros de trabajo y luego les entrega información específica de acuerdo con lo que les interese. Por ejemplo, una vez
se enteró de que una compañera pensaba casarse, así que le llevó una revista ¡Despertad! que daba ideas para planear una
boda. El resultado fue una conversación sobre temas bíblicos.
8
Otra forma de comenzar conversaciones es leyendo nuestras publicaciones donde otros nos vean. Un hermano abre
La Atalaya o ¡Despertad! en un artículo que llame la atención y comienza a leerlo en silencio. Si nota que alguien por ahí
está mirando la revista, le hace una pregunta o un comentario sobre el artículo. A menudo, su método conduce a una
conversación y él puede dar testimonio. Incluso algo tan simple como dejar una publicación donde otros la vean puede
hacer que compañeros de trabajo o de escuela sientan suficiente curiosidad como para hacer preguntas.
9
Hay que crear las oportunidades. En vista de la atención urgente que merece nuestra obra, es fundamental no ver la
predicación informal como algo que puede dejarse a la casualidad. Más bien, hay que buscar cómo crear oportunidades que
nos permitan predicar durante nuestras actividades cotidianas. Piense de antemano en las personas con quienes
probablemente se encuentre y en lo que puede decirles para entablar una conversación agradable. Tenga siempre a la mano
una Biblia, además de algunas publicaciones para entregarle a quien muestre interés (1 Ped. 3:15).
10
Muchos publicadores han encontrado formas ingeniosas de dar testimonio informal. Por citar un caso, una hermana
que vive en un edificio de alta seguridad se pone a armar rompecabezas de paisajes naturales en el área de recreación de las
instalaciones. Cuando la gente se detiene y alaba el hermoso paisaje, ella aprovecha y les cuenta de la promesa bíblica de
“un nuevo cielo y una nueva tierra” (Rev. 21:1-4). ¿De qué otras maneras se le ocurre que pueda crear oportunidades para
predicar informalmente?
11
Atienda el interés. Si encuentra un buen oído, procure atender el interés. Para ello, si lo ve conveniente, podría decir:
“Fue un placer hablar con usted. ¿Dónde puedo localizarlo para seguir la conversación?”. Algunos hermanos simplemente
le entregan su dirección y número telefónico a la persona y le dicen: “Me gustó esta conversación con usted. Si  desea saber
más de lo que hablamos, aquí me puede localizar”. Si considera que no podrá atender a la persona, entregue sin demora el
formulario Sírvase visitar (S-43) al secretario de su congregación para que la congregación correspondiente se encargue de
darle seguimiento.
12
Ahora bien, se debe informar el tiempo de la predicación informal. Asegúrese de ir anotándolo, aunque solo sean unos
cuantos minutos en el día. Si cada publicador predicara informalmente cinco minutos por día, ¡en total serían más de
diecisiete millones de horas al mes!

180
13
Predicamos informalmente por las más nobles razones: el amor a Dios y al prójimo (Mat. 22:37-39). El  profundo
aprecio que sentimos por las cualidades y los propósitos de Jehová nos impulsa a proclamar “la gloria del esplendor de su
gobernación real” (Sal. 145:7, 10-12). Por el genuino interés que tenemos por el prójimo, aprovechamos toda oportunidad
apropiada para difundir las buenas nuevas mientras todavía hay tiempo (Rom. 10:13, 14). Con un poco de previsión y
preparación, todos podemos predicar informalmente... y quién sabe, hasta podríamos tener la alegría de contribuir a que
alguien de buen corazón conozca la verdad.

Juan 4:7-26

Llegó una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dijo: “Dame de beber”. 8 (Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a
comprar víveres.) 9 Por lo tanto, la mujer, la samaritana, le dijo: “¿Cómo es que tú, a pesar de ser judío, me pides de beber a
mí, que soy mujer samaritana?”. (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.) 10 En respuesta, Jesús le dijo: “Si
hubieras conocido la dádiva gratuita de Dios, y quién es el que te dice: ‘Dame de beber’, tú le habrías pedido, y él te  habría
dado agua viva”. 11 Ella le dijo: “Señor, ni siquiera tienes un cubo para sacar agua, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues,
tienes esta agua viva? 12 Tú no eres mayor que nuestro antepasado Jacob, que nos dio el pozo y que bebió de él él mismo
junto con sus hijos y su ganado vacuno, ¿verdad?”. 13 En respuesta, Jesús le dijo: “A todo el que bebe de esta agua le dará
sed otra vez. 14 A cualquiera que beba del agua que yo le daré de ningún modo le dará sed jamás, sino que el agua que yo le
daré se hará en él una fuente de agua que brotará para impartir vida eterna”. 15 La mujer le dijo: “Señor, dame esta agua,
para que ni tenga sed ni siga viniendo acá a este lugar a sacar agua”. 16 Él le dijo: “Ve, llama a tu esposo y ven a este lugar”.
17
 En respuesta, la mujer dijo: “No tengo esposo”. Jesús le dijo: “Bien dijiste: ‘No tengo esposo’. 18 Porque has tenido cinco
esposos, y el que ahora tienes no es tu esposo. Esto lo has dicho verazmente”. 19 Le dijo la mujer: “Señor, percibo que eres
profeta. 20 Nuestros antepasados adoraron en esta montaña; pero ustedes dicen que en Jerusalén es el lugar donde se debe
adorar”. 21 Jesús le dijo: “Créeme, mujer: La hora viene cuando ni en esta montaña ni en Jerusalén adorarán ustedes al
Padre. 22 Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación se origina de los
judíos. 23 No obstante, la hora viene, y ahora es, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con
verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren. 24 Dios es un Espíritu, y los que lo adoran
tienen que adorarlo con espíritu y con verdad”. 25 La mujer le dijo: “Yo sé que el Mesías viene, el que se llama Cristo.
Cuando llegue ese, él nos declarará todas las cosas abiertamente”. 26 Jesús le dijo: “Yo, el que habla contigo, soy ese”.

Lucas 6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón produce lo bueno; pero el hombre inicuo produce lo que es
inicuo de su [tesoro] inicuo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.

Salmo 40:5 Muchas cosas has hecho tú mismo, oh Jehová Dios mío, aun tus maravillosas obras y tus pensamientos para
con nosotros; no hay nadie que pueda ser comparado a ti. Si me inclinara a informar y hablar [de ellos], han llegado a ser
más numerosos de lo que yo pueda relatar.

Mateo 13:52 Entonces les dijo: “Siendo así, todo instructor público, cuando ha sido enseñado respecto al reino de los
cielos, es semejante a un hombre, un amo de casa, que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas”.

Jonás 4:11 Y, por mi parte, ¿no debería yo sentir lástima por Nínive la gran ciudad, en la cual existen más de ciento veinte
mil hombres que de ningún modo saben la diferencia entre su mano derecha y su izquierda, además de muchos animales
domésticos?”.

Lucas 19: 1-10 Y él entró en Jericó e iba pasando. 2 Ahora bien, allí había un varón que se llamaba por nombre Zaqueo; y
era principal recaudador de impuestos, y era rico. 3 Pues bien, este buscaba la manera de ver quién era este Jesús, pero a
causa de la muchedumbre no podía, porque era pequeño de estatura. 4 De modo que corrió adelante a una posición al frente
181
y se subió a una higuera moral para verlo, porque él estaba a punto de pasar por allí. 5 Pues bien, cuando Jesús llegó al lugar,
miró hacia arriba y le dijo: “Zaqueo, date prisa y baja, porque hoy tengo que quedarme en tu casa”. 6 Con eso, él se dio prisa
y bajó, y lo recibió con regocijo como huésped. 7 Pero cuando vieron [esto], todos se pusieron a murmurar, diciendo: “Entró
a alojarse con un varón que es pecador”. 8 Mas Zaqueo se puso de pie y dijo al Señor: “¡Mira! La mitad de mis bienes,
Señor, la doy a los pobres, y todo cuanto extorsioné de persona alguna por acusación falsa, le devuelvo el cuádruplo”.
9
 Entonces Jesús le dijo: “Este día ha venido la salvación a esta casa, porque él también es hijo de Abrahán. 10 Porque el Hijo
del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido”.

Hechos 13:14-16 Ellos, sin embargo, siguieron adelante desde Perga y llegaron a Antioquía de Pisidia y, entrando en la
sinagoga en el día de sábado, tomaron asiento. 15 Después de la lectura pública de la Ley y de los Profetas, los presidentes de
la sinagoga enviaron a decirles: “Varones, hermanos, si tienen alguna palabra de estímulo para el pueblo, díganla”.
16
 Entonces Pablo se levantó, y haciendo señas con la mano, dijo: “Varones, israelitas y ustedes [los demás] que temen a
Dios, oigan.

Gálatas 6.10 Realmente, pues, mientras tengamos tiempo favorable para ello, obremos lo que es bueno para con todos, pero
especialmente para con los que están relacionados con [nosotros] en la fe.

Tito 2:1-10 Tú, sin embargo, sigue hablando las cosas que son apropiadas para la enseñanza saludable. 2 Que los hombres
de edad sean moderados en los hábitos, serios, de juicio sano, saludables en fe, en amor, en aguante. 3 Igualmente, que las
mujeres de edad sean reverentes en su comportamiento, no calumniadoras, ni esclavizadas a mucho vino, maestras de lo que
es bueno; 4 para que hagan recobrar el juicio a las mujeres jóvenes para que estas amen a sus esposos, amen a sus hijos,
5
 sean de juicio sano, castas, trabajadoras en casa, buenas, sujetas a sus propios esposos, para que no se hable injuriosamente
de la palabra de Dios. 6 Igualmente, sigue exhortando a los hombres de menos edad a que sean de juicio sano, 7 en todas las
cosas mostrándote tú mismo ejemplo de obras excelentes; mostrando incorrupción en tu enseñanza, seriedad, 8 habla
saludable que no se pueda condenar; para que el hombre que está del lado opuesto se avergüence, al no tener nada vil que
decir acerca de nosotros. 9 Que los esclavos estén en sujeción a sus dueños en todas las cosas y les sean de buen agrado, no
siendo respondones, 10 no cometiendo robos, sino desplegando buena fidelidad a plenitud, para que en todas las cosas
adornen la enseñanza de nuestro Salvador, Dios.

1Corintios 9:19-23

Porque, aunque soy libre respecto de toda persona, me he hecho el esclavo de todos, para ganar el mayor número de
personas. 20 Y por eso a los judíos me hice como judío, para ganar a judíos; a los que están bajo ley me hice como bajo ley,
aunque yo mismo no estoy bajo ley, para ganar a los que están bajo ley. 21 A los que están sin ley me hice como sin ley,
aunque yo no estoy sin ley para con Dios, sino bajo ley para con Cristo, para ganar a los que están sin ley. 22 A los débiles
me hice débil, para ganar a los débiles. Me he hecho toda cosa a gente de toda clase, para que de todos modos salve a
algunos. 23 Pero hago todas las cosas por causa de las buenas nuevas, para hacerme partícipe de ellas con [otros].

Km 1/06 pág. 1

Mostremos interés personal haciendo preguntas y escuchando

1
A la mayoría de las personas les gusta exponer sus puntos de vista, pero les desagrada que alguien las sermonee o las
interrogue. Por eso, los ministros cristianos debemos aprender el arte de usar las preguntas para que nuestros oyentes se
expresen (Pro. 20:5).
2
Nuestras preguntas no deben intimidar a la persona, sino invitarla a expresarse. Al ir de casa en casa, cierto hermano
pregunta: “¿Le parece que llegará el día en que todos nos tratemos con dignidad y respeto?”. Dependiendo de la respuesta,
prosigue diciendo: “¿Qué cree usted que haría falta para lograrlo?”, o “¿Por qué cree usted eso?”. Otro hermano, cuando da
182
testimonio informalmente o en lugares públicos, pregunta a quienes tienen hijos: “¿Qué es lo que más le gusta de ser
padre?”. Entonces pasa a decir: “¿Y qué es lo que más le preocupa?”. Observe que estas preguntas permiten que los oyentes
expresen sus opiniones sin sentirse presionados. Puesto que las circunstancias varían, es importante hacer que el tema y el
tono de las preguntas se adapten a aquellos a quienes predicamos en nuestro territorio.
3
Cómo lograr que se expresen. Si las personas están dispuestas a expresarse, escuche con paciencia sin interrumpirlas
innecesariamente (Sant. 1:19). Agradézcales sus comentarios (Col. 4:6). Quizá baste con decir: “Esa es una opinión muy
interesante”. Encómielas con sinceridad siempre que pueda. De manera bondadosa, hágales otras preguntas para averiguar
lo que piensan y por qué opinan así. Busque un terreno común. Para dirigirlas a un texto bíblico, podría decir: “¿Ha pensado
alguna vez en esta posibilidad?”. No sea dogmático ni discuta (2 Tim. 2:24, 25).
4
La forma en que los oyentes respondan a nuestras preguntas bien puede depender de cómo escuchemos nosotros. Las
personas perciben si de verdad les estamos prestando atención. Un superintendente viajante señaló: “Demostrar que uno está
dispuesto a escuchar con paciencia ejerce una asombrosa atracción y es una magnífica manera de expresar afecto e interés
personal”. El que escuchemos a los demás los dignifica, y es probable que los impulse a prestar atención a las buenas
nuevas que procuramos transmitirles (Rom. 12:10).

Km 2/01 pág. 1

Cómo persuadir a otras personas

1
El apóstol Pablo se ganó la fama de ser un ministro persuasivo (Hech. 19:26). Incluso el rey Agripa le dijo: “En poco
tiempo me persuadirías a hacerme cristiano” (Hech. 26:28). ¿Qué hizo que el ministerio de Pablo resultara tan convincente?
Razonaba con sus oyentes de manera lógica basándose en las Escrituras y adaptando sus argumentos al auditorio (Hech.
28:23).
2
En imitación de Pablo, nosotros también debemos ser persuasivos en nuestro ministerio. ¿Cómo? Hablando y
escuchando con perspicacia (Pro. 16:23). Seguir estos tres pasos nos ayudará a lograrlo.
3
Escuchemos con atención. Mientras habla la otra persona, debemos buscar un terreno común sobre el cual elaborar
nuestro razonamiento. Si presenta una objeción, intentemos percibir la causa. Sería útil saber exactamente en qué cree, qué
la convenció y por qué (Pro. 18:13). Tratemos de obtener dicha información con tacto.
4
Hagamos preguntas. Si alguien nos dice que cree en la Trinidad, pudiéramos preguntarle: “¿Ha pensado siempre
así?”. Y añadir: “¿Ha estudiado alguna vez detenidamente lo que la Biblia dice al respecto?”. También pudiéramos
plantearle el siguiente razonamiento: “Si Dios fuera una Trinidad, ¿no esperaríamos que la Biblia lo indicase con claridad?”.
Sus respuestas nos ayudarán a razonar con él sobre lo que enseñan las Escrituras.
5
Empleemos razonamientos sólidos. Un Testigo le preguntó a una mujer que creía que Jesús era Dios: “Si usted
quisiera ilustrar que dos personas son iguales, ¿qué parentesco emplearía?”. Ella contestó: “Podría referirme a dos
hermanos”. Entonces él añadió: “Puede que hasta a gemelos idénticos. Pero al enseñarnos a ver a Dios como el Padre y a él
mismo como el Hijo, ¿qué dio a entender Jesús?”. La mujer captó la idea de que Dios es mayor y tiene más autoridad (Mat.
20:23; Juan 14:28; 20:17). El hermano pudo razonar con ella y llegarle al corazón gracias al arte de la persuasión.
6
Por supuesto, sin importar lo lógica y exacta que sea nuestra presentación, no todo el mundo recibe la verdad con
agrado. Aun así, busquemos diligentemente, al igual que Pablo, a las personas sinceras de nuestro territorio y
persuadámoslas a aceptar el mensaje del Reino (Hech. 19:8).

Km 6/96 pág. 7

Las conversaciones amigables pueden llegar al corazón

1
La conversación pudiera definirse como un “intercambio oral de impresiones”. Entablar conversaciones amigables
sobre temas que interesan a los oyentes puede captar la atención de estos y ayudarnos a llegar a su corazón con el mensaje
183
del Reino. La experiencia ha demostrado que es mucho más eficaz hablar amigable y tranquilamente con la gente que
presentarle un sermón.
2
Cómo empezar una conversación amigable: Conversar con la gente no significa que tengamos que presentar una
impresionante serie de ideas y textos bíblicos. Implica sencillamente lograr que la otra persona hable con nosotros. Por
ejemplo, cuando mantenemos una conversación amena con el vecino, no estamos rígidos, sino tranquilos. No estamos
pensando en lo que vamos a decir después, sino que respondemos naturalmente a las ideas que exprese nuestro interlocutor.
Mostrar interés sincero en lo que la persona dice tal vez la anime a seguir conversando con nosotros. Lo mismo sucede
cuando damos testimonio.
3
Para entablar conversaciones amigables podemos valernos de temas como el delito, los problemas de los jóvenes, las
noticias locales, las condiciones mundiales o incluso el tiempo. Los asuntos que afectan directamente la vida de la gente
suelen despertar su interés. Una vez que se haya empezado la conversación, podemos dirigir poco a poco la atención al
mensaje del Reino.
4
Conversar tranquilamente no significa que no tengamos que prepararnos de antemano. Dicha preparación es necesaria.
Sin embargo, no tenemos que formular un bosquejo riguroso ni memorizar un sermón, pues eso resultaría en una
conversación inflexible, y no se adaptaría a las circunstancias que se presentaran. (Compárese con 1 Corintios 9:20-23.) Una
excelente manera de prepararnos consiste en seleccionar uno o dos temas bíblicos con el objetivo de conversar sobre estos.
Repasar los que contiene el libro Razonamiento puede resultarnos útil.
5
Cualidades esenciales para mantener una conversación amigable: Cuando hablemos con otras personas debemos
ser afectuosos y sinceros. Una sonrisa y un aspecto alegre ayudan a reflejar dichas cualidades. Tenemos el mejor mensaje
del mundo, y es muy atrayente para las personas de corazón honrado. Si perciben que nuestro interés en ellas está motivado
por un deseo sincero de comunicarles buenas noticias, tal vez se sientan impulsadas a escuchar. (2 Cor. 2:17.)
6
Conversar con otros debe ser una experiencia placentera. Por eso, debemos ser bondadosos y prudentes cuando
presentemos el mensaje del Reino. (Gál. 5:22; Col. 4:6.) Procuremos dejar una buena impresión en el amo de casa. Así,
aunque no le hayamos llegado al corazón durante la primera visita, quizás esté más dispuesto a escuchar a un Testigo la
próxima vez.
7
Entablar una conversación amigable no es el resultado de dominar un sermón complicado. Simplemente es cuestión de
despertar el interés del amo de casa en un tema que le atañe. Una vez que nos hayamos preparado de antemano estaremos
listos para conversar de manera amigable con la gente. Procuremos llegar al corazón de las personas con quienes hablamos
al comunicarles las mejores noticias que existen, las de las bendiciones eternas del Reino. (2 Ped. 3:13.)

Km 8/10 págs. 3-6

¿Predicar informalmente? ¡Claro que usted puede!

1
¿Cuántos de su congregación conocieron la verdad gracias a la predicación informal? Le sorprendería la respuesta.
¿Qué es la predicación informal? Es hablarle de las buenas nuevas a la gente que nos encontramos en el diario vivir: en la
escuela, en el trabajo, al ir de compras, al visitar a familiares o vecinos, al viajar, etc. En  cierto grupo de más de doscientos
Testigos bautizados, el 40% conoció la verdad informalmente, lo que demuestra que es un método sumamente eficaz.
2
Los evangelizadores del primer siglo a menudo predicaron de manera informal. Por ejemplo, cuando atravesaba
Samaria, Jesús le predicó a una mujer que sacaba agua de la fuente de Jacob (Juan 4:6-26). Con cierto funcionario de la
corte etíope que iba leyendo del libro de Isaías, Felipe inició la conversación preguntándole: “¿Verdaderamente sabes lo que
estás leyendo?” (Hech. 8:26-38). Mientras estuvo prisionero en Filipos, Pablo le predicó a un carcelero (Hech. 16:23-34).
Y más tarde, el mismo Pablo “recibía amablemente a todos los que venían a él” durante su arresto domiciliario,
“predicándoles el reino de Dios y enseñando las cosas respecto al Señor Jesucristo” (Hech. 28:30, 31). Si ellos lo hicieron,
usted también puede, aunque sea tímido. ¿Cómo?

184
3
Para empezar. A muchos se nos hace difícil comenzar una conversación con un extraño. Aun tratándose de un
conocido, pudiéramos sentirnos un tanto incómodos y no atrevernos a hablar de la verdad. Pero si meditamos en lo bueno
que es Jehová, en los tesoros espirituales que nos ha dado y en la lamentable situación en que se halla la gente del mundo,
nos brotará el deseo de expresarnos (Jon. 4:11; Sal. 40:5; Mat. 13:52). Además, podemos pedirle a Jehová que nos dé valor
(1 Tes. 2:2). Como dijo cierto estudiante de Galaad: “A menudo he hallado que la oración me ayuda cuando se me dificulta
hablar con la gente”. Si se siente inseguro, haga en silencio una corta oración (Neh. 2:4).
4
Tal como su nombre lo indica, para predicar informalmente no hace falta una introducción formal o empezar leyendo
un texto bíblico. La meta incluso puede ser sencillamente entablar conversación, sin sentir la obligación de dar testimonio
de inmediato. Muchos hermanos dicen que, después que logran dar este paso, se sienten más cómodos para mencionar las
buenas nuevas. Ahora bien, si la persona no desea conversar, no fuerce la situación. Despídase cortésmente y siga adelante.
5
Una hermana tímida tiene su propio método: mientras anda de compras, mira a alguien a los ojos y le sonríe. Si  le
devuelven la sonrisa, ella hace un comentario pasajero. Cuando la persona reacciona bien, eso le da confianza y prosigue la
conversación. Escucha con atención y trata de discernir qué aspecto de las buenas nuevas pudiera interesarle. De  este modo
ha dejado muchas publicaciones en manos de la gente y hasta pudo comenzar un estudio.
6
Para romper el hielo. ¿Qué podemos decir para empezar? Recuerde: con la mujer en el pozo, Jesús comenzó
simplemente pidiendo un poco de agua (Juan 4:7). Así que tal vez un saludo o una pregunta amable sirvan para romper el
hielo. Conforme vayan hablando, quizás usted vea oportuno introducir un pensamiento bíblico que pudiera sembrar la
semilla de la verdad (Ecl. 11:6). A algunos les ha dado buenos resultados mencionar algo interesante, que despierte la
curiosidad de la persona y dé pie a una pregunta. Por ejemplo, mientras espera su cita médica, podría decir: “¡Qué contento
me pondré cuando se acaben las enfermedades!”.
7
También ayuda ser observador. Por ejemplo, si notamos que los niños de alguien se portan bien, podríamos elogiar a la
persona y preguntarle: “¿Cómo logra educarlos tan bien?”. Una hermana pone atención a los temas sobre los que hablan sus
compañeros de trabajo y luego les entrega información específica de acuerdo con lo que les interese. Por ejemplo, una vez
se enteró de que una compañera pensaba casarse, así que le llevó una revista ¡Despertad! que daba ideas para planear una
boda. El resultado fue una conversación sobre temas bíblicos.
8
Otra forma de comenzar conversaciones es leyendo nuestras publicaciones donde otros nos vean. Un hermano abre
La Atalaya o ¡Despertad! en un artículo que llame la atención y comienza a leerlo en silencio. Si nota que alguien por ahí
está mirando la revista, le hace una pregunta o un comentario sobre el artículo. A menudo, su método conduce a una
conversación y él puede dar testimonio. Incluso algo tan simple como dejar una publicación donde otros la vean puede
hacer que compañeros de trabajo o de escuela sientan suficiente curiosidad como para hacer preguntas.
9
Hay que crear las oportunidades. En vista de la atención urgente que merece nuestra obra, es fundamental no ver la
predicación informal como algo que puede dejarse a la casualidad. Más bien, hay que buscar cómo crear oportunidades que
nos permitan predicar durante nuestras actividades cotidianas. Piense de antemano en las personas con quienes
probablemente se encuentre y en lo que puede decirles para entablar una conversación agradable. Tenga siempre a la mano
una Biblia, además de algunas publicaciones para entregarle a quien muestre interés (1 Ped. 3:15).
10
Muchos publicadores han encontrado formas ingeniosas de dar testimonio informal. Por citar un caso, una hermana
que vive en un edificio de alta seguridad se pone a armar rompecabezas de paisajes naturales en el área de recreación de las
instalaciones. Cuando la gente se detiene y alaba el hermoso paisaje, ella aprovecha y les cuenta de la promesa bíblica de
“un nuevo cielo y una nueva tierra” (Rev. 21:1-4). ¿De qué otras maneras se le ocurre que pueda crear oportunidades para
predicar informalmente?
11
Atienda el interés. Si encuentra un buen oído, procure atender el interés. Para ello, si lo ve conveniente, podría decir:
“Fue un placer hablar con usted. ¿Dónde puedo localizarlo para seguir la conversación?”. Algunos hermanos simplemente
le entregan su dirección y número telefónico a la persona y le dicen: “Me gustó esta conversación con usted. Si  desea saber
más de lo que hablamos, aquí me puede localizar”. Si considera que no podrá atender a la persona, entregue sin demora el
formulario Sírvase visitar (S-43) al secretario de su congregación para que la congregación correspondiente se encargue de
darle seguimiento.

185
12
Ahora bien, se debe informar el tiempo de la predicación informal. Asegúrese de ir anotándolo, aunque solo sean unos
cuantos minutos en el día. Si cada publicador predicara informalmente cinco minutos por día, ¡en total serían más de
diecisiete millones de horas al mes!
13
Predicamos informalmente por las más nobles razones: el amor a Dios y al prójimo (Mat. 22:37-39). El  profundo
aprecio que sentimos por las cualidades y los propósitos de Jehová nos impulsa a proclamar “la gloria del esplendor de su
gobernación real” (Sal. 145:7, 10-12). Por el genuino interés que tenemos por el prójimo, aprovechamos toda oportunidad
apropiada para difundir las buenas nuevas mientras todavía hay tiempo (Rom. 10:13, 14). Con un poco de previsión y
preparación, todos podemos predicar informalmente... y quién sabe, hasta podríamos tener la alegría de contribuir a que
alguien de buen corazón conozca la verdad.
[Recuadro de la página 5]
Sugerencias para iniciar conversaciones
▪ Pida a Jehová que le ayude a empezar
▪ Busque rostros amigables y que no parezcan tener prisa
▪ Establezca contacto visual, sonría y comente algo de interés mutuo
▪ Escuche con atención
[Recuadro de la página 6]
La predicación informal da buenos resultados
• Mientras esperaba en un taller a que le repararan su automóvil, un hermano predicó a la gente que estaba allí y repartió
invitaciones para el discurso público. Un año después, en una asamblea, lo saludó afectuosamente un hermano que no le
era conocido. ¡Era uno de los hombres a quienes les había dado la invitación en el taller el año anterior! Fue a oír el
discurso público y pidió un estudio bíblico. Ahora él y su esposa están bautizados.
• Para una hermana que aprendió la verdad por la predicación informal, su territorio personal lo componen las personas que
conoce a través de sus tres hijos. Esto le permite hablar tanto con vecinos como con las personas que conoce en la
escuela y en las reuniones de padres de familia. Siempre que se presenta, hace un comentario sencillo pero sincero de
cómo la Biblia la ayuda enormemente a criar a sus hijos; luego, cambia de tema. Una vez roto el hielo, le resulta más
fácil mencionar la Biblia en conversaciones posteriores. Con este método, ha contribuido a que doce personas se
bauticen.
• Un vendedor de seguros fue a la casa de una hermana, quien aprovechó para predicarle. La hermana le preguntó si le
gustaría tener garantizada la buena salud, la felicidad y la vida eterna. Él dijo que sí, y quiso saber de qué póliza de
seguros hablaba. La hermana le mostró las promesas divinas. El señor aceptó una de nuestras publicaciones y la leyó
completa en una sola tarde. Se hicieron planes para que estudiara la Biblia. Empezó a asistir a las reuniones y más tarde
se bautizó.
• Durante un viaje en avión, cierta hermana entabló una conversación con su compañera de asiento y pudo darle testimonio.
Al final del viaje, la hermana le dio a la señora su dirección y número de teléfono, y la animó a pedir un estudio bíblico
la próxima vez que la visitaran los testigos de Jehová. Justo al día siguiente, dos Testigos llamaron a su puerta.
La señora comenzó a estudiar la Biblia, progresó con rapidez, se bautizó y en poco tiempo ya daba ella misma tres
cursos bíblicos.
• Cierto hermano ciego de 100 años de edad que vive en un hogar de ancianos dice repetidamente: “Necesitamos el Reino”.
Esto ha originado preguntas por parte de enfermeras y otros pacientes, lo que le da la oportunidad de explicar qué es el
Reino. Un día, una de las trabajadoras del hogar le preguntó qué iba a hacer en el Paraíso. El hermano respondió: “Voy a
ver y a caminar otra vez y entonces voy a quemar mi silla de ruedas”. Como es ciego, le pide a esta persona que le lea
las revistas. Un día llegó de visita la hija del hermano, y la trabajadora le pidió permiso para llevarse las revistas a casa.
Una de las enfermeras le comentó: “Nuestro nuevo dicho en el hogar es ‘Necesitamos el Reino’”.
• Mientras esperaba en la fila de un restaurante, una hermana alcanzó a oír a un grupo de hombres mayores sentados que
hablaban de política. Cuando uno de ellos afirmó que el gobierno no era capaz de resolver los problemas de la gente, la
186
hermana pensó: “Esta es mi oportunidad”. Oró brevemente y se acercó a ellos. Primero se presentó, luego les contó de
un gobierno que resolverá los problemas de la humanidad, el Reino de Dios, y entonces les ofreció un folleto. En  ese
momento se acercó el gerente. La hermana pensó que le iban a pedir que se fuera, pero el gerente le dijo que había
estado escuchando la conversación y que también quería un folleto. Entonces vino una empleada, con lágrimas en los
ojos, que también había estado escuchando. Resultó que antes había estudiado la Biblia y ahora quería reanudar su
estudio.

Km 12/95 págs. 3,4

Que nuestra luz resplandezca continuamente

1
¿Qué es la luz? Un diccionario la define como una “forma de energía que ilumina las cosas y las hace visibles”. Pero
en realidad, pese a los avances técnicos, el hombre no ha logrado aclarar plenamente la cuestión que Jehová planteó en Job
38:24. ¿Podemos vivir sin luz? Sin ella no podríamos existir. La luz es esencial para la visión física, y la Biblia nos dice que
en sentido espiritual “Dios es luz”. (1 Juan 1:5.) Dependemos totalmente de Aquel que “nos da luz”. (Sal. 118:27.)
2
Si esto es cierto en sentido físico, lo es más en sentido espiritual. La religión falsa ha extraviado a muchísimas personas
y las tiene en la oscuridad, “palpando el muro justamente como ciegos”. (Isa. 59:9, 10.) Motivado por su amor y su
compasión incomparables, Jehová ‘envía su luz y su verdad’. (Sal. 43:3.) Literalmente millones de personas han respondido,
saliendo “de la oscuridad a su luz maravillosa”. (1 Ped. 2:9.)
3
Jesucristo desempeña un papel fundamental en llevar esta luz al mundo. Él dijo: “Yo he venido como luz al mundo,
para que todo el que pone fe en mí no permanezca en la oscuridad”. (Juan 12:46.) Encauzó todo su tiempo, toda su energía y
todos sus recursos a dar a conocer la luz de la verdad. Viajó a lo largo y ancho de su país, predicando y enseñando en
prácticamente toda ciudad y aldea. Soportó persecución desde todo ángulo, y se mantuvo incólume en su comisión de
difundir la luz de la verdad.
4
Jesús se concentró en seleccionar, preparar y organizar a los discípulos, con un objetivo específico. En Mateo 5:14-16
leemos las instrucciones que les dio: “Ustedes son la luz del mundo. [...] Resplandezca la luz de ustedes delante de los
hombres, para que ellos vean sus obras excelentes y den gloria al Padre de ustedes que está en los cielos”. Tal como Jesús,
ellos debían ser “iluminadores en el mundo”, y difundir por doquier la luz de la verdad. (Fili. 2:15.) Aceptaron con gusto esa
responsabilidad, que consideraron su principal objetivo en la vida. Poco después, Pablo pudo afirmar que las buenas nuevas
“se [habían] predicado en toda la creación que está bajo el cielo”. (Col. 1:23.) Toda la congregación cristiana realizaba
unidamente esta gran obra.
5
Hoy debemos estar agradecidos de que podamos contarnos con los que se han ‘quitado las obras que pertenecen a la
oscuridad’. (Rom. 13:12, 13.) Podemos mostrar nuestra gratitud imitando el ejemplo de Jesús y los cristianos fieles del
pasado. La necesidad de que otros escuchen la verdad es hoy más urgente que en cualquier otro tiempo de la historia
humana. Ninguna otra actividad puede compararse con esta obra en lo que a urgencia y beneficios duraderos se refiere.
6
¿Cómo podemos resplandecer como iluminadores? La principal forma de dejar que nuestra luz resplandezca es
participando en la obra de predicar el Reino. Toda congregación tiene un horario regular y organizado para predicar en su
territorio asignado. Pueden conseguirse una gran variedad de publicaciones en diversos idiomas. La educación que
recibimos en las reuniones es muy amplia, y los que tienen experiencia se ofrecen a ayudarnos personalmente. La
oportunidad de participar en ellas está al alcance de hombres, mujeres, personas mayores y hasta niños. A todos los
miembros de la congregación se les invita a participar al grado que sus habilidades y circunstancias personales se lo
permitan. Todas las actividades de la congregación giran en torno de la predicación, y hay provisiones para ayudar a todos
los miembros de esta a participar de algún modo. Tener compañerismo estrecho y regular con la congregación es la forma
más segura de hacer que nuestra luz siga resplandeciendo.
7
Podemos resplandecer sin dar el testimonio verbalmente. Captamos la atención de quienes nos observan simplemente
con nuestra conducta. El apóstol Pedro tenía presente eso cuando exhortó: “Mantengan excelente su conducta entre las
naciones, para que [...] ellos, como resultado de las obras excelentes de ustedes, de las cuales son testigos oculares,

187
glorifiquen a Dios”. (1 Ped. 2:12.) Muchas personas juzgan una obra o una organización por la conducta de sus miembros.
Cuando los observadores se dan cuenta de que dichas personas son moralmente limpias, honradas, pacíficas y observantes
de la ley, las consideran diferentes y concluyen que rigen su vida por normas mucho más altas que las de la mayoría. Así
pues, un esposo deja que su luz resplandezca cuando honra y respeta a su esposa con amor; la esposa hace lo propio
respetando la jefatura de su marido. Los hijos se destacan como personas diferentes cuando obedecen a sus padres y evitan
la inmoralidad sexual y el consumo de drogas. Al empleado que trabaja concienzudamente y es honrado y considerado con
los demás, se le tiene en alta estima. Al mostrar estas cualidades cristianas, dejamos que nuestra luz resplandezca y
recomendamos nuestra forma de vivir a los demás.
8
Predicar es hablar a los demás de lo que hemos aprendido de la Palabra de Dios. Lo hacemos desde la plataforma o al
tocar a las puertas, pero de ningún modo se reduce a tales ocasiones. Nuestras actividades cotidianas nos ponen en contacto
con decenas de personas. ¿Cuántas veces al día habla con sus vecinos? ¿Con cuánta frecuencia toca alguien a su puerta?
¿Con cuántas personas se encuentra cuando va de compras, viaja en autobús o efectúa su trabajo? Si eres un joven escolar,
¿puedes contar con cuántas personas hablas durante el día? Las oportunidades de hablar a otros prácticamente son
ilimitadas. Todo lo que necesitamos es memorizar algunos textos, tener a mano la Biblia y algunos tratados, y tomar la
iniciativa para hablarles cuando se presente la oportunidad.
9
Aunque dar el testimonio de manera informal es sencillo, algunos titubean al respecto. Quizá vacilen por timidez o
porque se pongan nerviosos al hablar con extraños. Tal vez teman llamar la atención a sí mismos o recibir una respuesta
áspera. Los que tienen experiencia en dar el testimonio informal afirman que al hacerlo rara vez se han visto en aprietos. La
gente es como nosotros; tiene las mismas necesidades, las mismas preocupaciones y desean las mismas cosas para sí
mismos y sus familiares. La mayoría responde bien a una amable sonrisa o un saludo amigable. Para comenzar quizá deba
‘cobrar denuedo’. (1 Tes. 2:2.) Pero cuando lo haga, le sorprenderán los resultados.
10
Cuando nuestra luz resplandece, recibimos bendiciones: He aquí algunas experiencias que han sido el resultado de
la predicación informal: Cuando cierta mujer de 55 años intentaba cruzar la calle, una hermana la asió de la mano para
evitar que un automóvil la atropellara, y le dijo: “Por favor, tenga cuidado. Vivimos en constante peligro”. Después le
explicó la razón de la peligrosidad de estos tiempos. La señora le preguntó: “¿Es usted testigo de Jehová?”. Su hermana le
había prestado uno de nuestros libros y ella quería hablar con los testigos de Jehová. Esta conversación le presentó la
oportunidad.
11
Una hermana empezó a conversar con una señora en la sala de espera de un consultorio médico. Esta la escuchó con
atención, y luego dijo: “En varias ocasiones los testigos de Jehová han intentado hablar conmigo; pero si en alguna ocasión
me hago testigo de Jehová, será por lo que usted acaba de decirme. Oírla ha sido como ver la luz en la oscuridad”.
12
Una acción bondadosa puede presentarnos la oportunidad de ayudar a otros a conocer la verdad. Dos hermanas que se
dirigían al servicio del campo observaron descender del autobús a una señora que parecía estar enferma. Se detuvieron y le
preguntaron si necesitaba ayuda. La señora se sorprendió tanto de que dos desconocidas se interesaran en ella, que quiso
saber qué las motivaba a ser tan amables. Esta acción les permitió dar el mensaje. La señora les dio con agrado su dirección
y las invitó a que la visitaran. Se comenzó un estudio. Pronto empezó a asistir a las reuniones, y ahora lleva la verdad a otras
personas.
13
Una hermana mayor da el testimonio temprano por la mañana en una playa cercana. Habla con sirvientas, niñeras,
empleados bancarios y otras personas que hacen su caminata matutina por el paseo entarimado de la playa. Tiene algunos
estudios, y los hace en los bancos de la playa. Varias personas han conocido la verdad por medio de ella y ahora son testigos
de Jehová.
14
En su empleo, una hermana escuchó a una compañera que hablaba sobre un partido político que, según ella, resolvería
los problemas mundiales. La hermana le habló sobre las promesas que el Reino de Dios hará realidad. La conversación que
tuvieron las llevó a un estudio regular de la Biblia en el hogar de la señora, y con el tiempo ella y su esposo se hicieron
Testigos.
15
Nunca olvide que es Testigo: Cuando Jesús habló de sus discípulos como “la luz del mundo”, entendía que ellos
ayudarían a otras personas a beneficiarse de la iluminación espiritual de la Palabra de Dios. Si seguimos su consejo, ¿cómo
debemos ver nuestro ministerio?
188
16
Cuando buscan un empleo, algunas personas escogen un trabajo de media jornada. Limitan el tiempo y el esfuerzo que
dedican a trabajar porque prefieren utilizar la mayor parte de estos en otras actividades que consideran más provechosas.
¿Adoptamos un punto de vista similar sobre nuestro ministerio? Prescindiendo de que nos sintamos obligados o deseosos de
dedicar tiempo al ministerio, ¿deberían ser otros nuestros intereses primordiales?
17
Puesto que comprendimos que no podíamos ser cristianos de media jornada, hicimos nuestra dedicación
‘repudiándonos a nosotros mismos’ y aceptando seguir a Jesús “de continuo”. (Mat. 16:24.) Queremos seguir sirviendo “de
toda alma”, aprovechando toda oportunidad de hacer que nuestra luz resplandezca para dar el mensaje a la gente en
cualquier lugar. (Col. 3:23, 24.) Tenemos que combatir las actitudes mundanas, mantener nuestro celo original y
asegurarnos de que nuestra luz siga resplandeciendo con fulgor. Algunos han permitido que su celo se apague y su luz se
reduzca a un pálido resplandor, apenas perceptible a corta distancia. Debemos ayudarlos a recuperar el fervor en el
ministerio.
18
Es probable que algunos tiendan a retraerse porque nuestro mensaje es impopular para muchos. Pablo dijo que el
mensaje acerca de Cristo era “necedad para los que están pereciendo”. (1 Cor. 1:18.) Pero, dejando a un lado esas opiniones,
dijo: “No me avergüenzo de las buenas nuevas”. (Rom. 1:16.) La persona que se avergüenza siente cortedad o desconfianza.
¿Cómo podríamos sentir vergüenza de hablar del Soberano Supremo del universo y de sus maravillosas provisiones para la
felicidad eterna? Es inconcebible que podamos tener cortedad o desconfianza cuando hablamos de estas verdades con otras
personas. En vez de eso, deberíamos sentirnos impulsados a hacer cuanto podamos para manifestar con convicción que ‘no
tenemos de qué avergonzarnos’. (2 Tim. 2:15.)
19
La luz de la verdad resplandece actualmente en países de toda la Tierra brindando la esperanza de vida eterna en un
nuevo mundo paradisíaco. Demostremos que aceptamos de corazón la exhortación de dejar que nuestra luz resplandezca
continuamente. Si lo hacemos, tendremos motivos para regocijarnos, como los discípulos que todos los días “continuaban
sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.” (Hech. 5:42.)

Km 6/96 pág. 7 párr. 6

Conversar con otros debe ser una experiencia placentera. Por eso, debemos ser bondadosos y prudentes cuando presentemos
el mensaje del Reino. (Gál. 5:22; Col. 4:6.) Procuremos dejar una buena impresión en el amo de casa. Así, aunque no  le
hayamos llegado al corazón durante la primera visita, quizás esté más dispuesto a escuchar a un Testigo la próxima vez.

Km 6/03 págs. 3,4

Seamos diligentes “dando testimonio cabal”

1
Al igual que Jesús y muchos otros siervos fieles del pasado, el apóstol Pablo era un predicador celoso de las buenas
nuevas que “[daba] testimonio cabal” en cualquier circunstancia. Incluso cuando estaba bajo arresto domiciliario, “recibía
amablemente a todos los que venían a él, predicándoles el reino de Dios y enseñando las cosas respecto al Señor Jesucristo
con la mayor franqueza de expresión” (Hech. 28:16-31).
2
Nosotros también podemos ser diligentes “dando testimonio cabal” en todo momento. Por ejemplo, podemos hacerlo
en el viaje de ida y vuelta a la Asamblea de Distrito “Demos gloria a Dios” y mientras estemos en la ciudad anfitriona
(Hech. 28:23; Sal. 145:10-13).
3
¿Testimonio incidental o informal? ¿Hay alguna diferencia? Sí. Algo que es incidental ocurre de forma inesperada,
como si no se hubiera planeado o fuera de poca importancia. Esta descripción no encaja con nuestro ministerio. Como en el
caso de Pablo, dar gloria a Dios mediante nuestro testimonio es importante para nosotros, y debe ser nuestra intención
predicar dondequiera que sea apropiado mientras viajamos este verano. Ahora bien, la manera como abordamos a la gente
pudiera ser informal, es decir, más relajada, amigable y no oficial. Dicho método puede producir buenos resultados.
4
Preparémonos para dar testimonio. Pablo tuvo que buscar oportunidades para predicar mientras se hallaba bajo
arresto domiciliario en Roma. Tomó la iniciativa en invitar a su casa a los dirigentes judíos de la localidad (Hech. 28:17).
Aunque había una congregación cristiana en Roma, el apóstol se dio cuenta de que la comunidad judía de esa ciudad
189
contaba con poca información de primera mano sobre la fe cristiana (Hech. 28:22; Rom. 1:7). No se retrajo de “[dar]
testimonio cabal” acerca de Jesucristo y el Reino de Dios.
5
Piense en todas las personas con las que usted pudiera encontrarse mientras viaja y que saben muy poco de los testigos
de Jehová. Tal vez ni siquiera sepan que ofrecemos estudios bíblicos gratuitos a domicilio. Aproveche la oportunidad de
predicar a quienes halle mientras viaja, cuando se detiene en un área de descanso en la carretera o en las gasolineras, en las
tiendas, en los hoteles, en los restaurantes, cuando usa el transporte público, etc. Determine de antemano lo que puede decir
para entablar una conversación y dar un breve testimonio. Quizás en los próximos días le sea posible ensayar predicando
informalmente a sus vecinos, parientes, compañeros de trabajo y otros conocidos.
6
Necesitará publicaciones cuando predique informalmente. ¿Cuáles? Pudiera usar el tratado ¿Le gustaría saber más de
la Biblia? Destaque los primeros cinco párrafos, en los que se presentan varias razones para leer la Palabra de Dios. Muestre
el cupón de la última página, el cual se puede utilizar para solicitar un estudio bíblico gratuito. Cuando encuentre a una
persona interesada, ofrézcale el folleto Exige. Dado que pudiera toparse con gente que hable otro idioma, lleve consigo el
folleto Buenas nuevas para todas las naciones. En la página 2 se explica cómo usarlo para dar testimonio. Si viaja en
automóvil, quizás pueda llevar otras publicaciones básicas para quienes muestren interés sincero en el mensaje del Reino.
7
Preste atención a su apariencia y conducta. Debemos asegurarnos de que nuestra conducta, vestimenta y arreglo
personal no den una impresión errónea y hagan que la gente “[hable] en contra de” la organización de Jehová (Hech. 28:22).
Esto es aplicable, no solo cuando estamos en la asamblea de distrito, sino también en el viaje de ida y vuelta a esta, así como
después que ha terminado el programa del día. La Atalaya del 1 de agosto de 2002, página 18, párrafo 14, advirtió: “Nuestra
apariencia no debe ser llamativa, extravagante, provocativa, reveladora o condicionada a la última moda. Por otra parte, el
atuendo que llevamos tiene que reflejar que ‘reverenciamos a Dios’. ¿No es cierto que esto nos da en qué pensar? No se
trata de vestir apropiadamente en las reuniones de la congregación [o en las sesiones de la asamblea de distrito] y entonces
echar a un lado toda moderación en otras ocasiones. Nuestro aspecto debe evidenciar una actitud reverente y honorable en
todo momento, pues somos cristianos y ministros las veinticuatro horas del día” (1 Tim. 2:9, 10).
8
Debemos vestir con modestia y dignidad. Si nuestra apariencia y conducta siempre reflejan nuestra creencia en Dios,
nunca nos retraeremos de dar testimonio informal porque nuestra vestimenta no sea digna de un ministro (1 Ped. 3:15).
9
El testimonio informal es productivo. Durante los dos años en que Pablo estuvo bajo arresto domiciliario en Roma
vio el buen fruto de su testimonio. Lucas dice que “algunos creían las cosas que se decían” (Hech. 28:24). Pablo mismo se
refirió a lo provechoso que había sido su “testimonio cabal”, cuando escribió: “Mis asuntos han resultado para el
adelantamiento de las buenas nuevas más bien que de lo contrario, de modo que mis cadenas se han hecho públicas en
asociación con Cristo entre toda la guardia pretoriana y entre todos los demás; y la mayoría de los hermanos en el Señor,
sintiendo confianza a causa de mis cadenas de prisión, están mostrando tanto más ánimo para hablar sin temor la palabra de
Dios” (Fili. 1:12-14).
10
El verano pasado, después de pasar un día en la asamblea de distrito, un matrimonio tuvo una buena experiencia al dar
testimonio informal a una camarera que les preguntó acerca de su tarjeta de solapa. Le hablaron de la asamblea y de la
esperanza que ofrece la Biblia respecto al futuro de la humanidad. Le entregaron el tratado ¿Le gustaría saber más de la
Biblia? y le explicaron el sistema de estudios bíblicos gratuitos. La señora expresó su deseo de que alguien la visitara, de
modo que escribió su nombre y dirección en la última página del tratado y pidió al matrimonio que se encargara del asunto.
¿Qué buenos resultados tendrá usted este año al ser diligente en “[dar] testimonio cabal”?
11
Esforcémonos por dar adelanto a las buenas nuevas. Imagínese el gozo que sintió Pablo cuando oyó que sus
compañeros cristianos estaban imitando su ejemplo de celo. Hagamos cuanto podamos por dar adelanto a las buenas nuevas
testificando informalmente acerca de nuestras creencias bíblicas mientras también nos beneficiamos de la asamblea de
distrito este verano.
[Preguntas del estudio]
1, 2. ¿Qué le impresiona respecto al punto de vista de Pablo sobre la predicación de las buenas nuevas, y cómo podemos
imitar su ejemplo “dando testimonio cabal”?
3. ¿Cómo evitamos que nuestro testimonio informal se convierta en algo incidental?
190
4. ¿Qué permitió a Pablo dar testimonio en su domicilio en Roma?
5, 6. ¿Qué oportunidades pudieran presentarse para dar testimonio informal, y cómo podemos prepararnos para hacerlo
eficazmente?
7, 8. ¿A qué advertencia debemos prestar atención respecto a nuestra apariencia y conducta mientras viajamos y después
que ha terminado el programa del día?
9. ¿Qué buenos resultados produjo el testimonio de Pablo en Roma?
10. ¿Qué buena experiencia tuvo un matrimonio el verano pasado al dar testimonio?
11. ¿Qué cualidades debemos cultivar a fin de dar adelanto a las buenas nuevas “dando testimonio cabal” este verano?
[Recuadro de la página 3]
Publicaciones que necesitamos para dar testimonio informal
■ ¿Le gustaría saber más de la Biblia? (tratado)
■ ¿Qué exige Dios de nosotros? (folleto)
■ Buenas nuevas para todas las naciones (folleto)
■ Otras publicaciones básicas
[Recuadro de la página 4]
No los olvide
¿Olvidar a quiénes? A todos los interesados que asistieron a la Conmemoración de la muerte de Cristo o al discurso
especial. ¿Los ha invitado a la asamblea de distrito de este año? Es probable que muchos de ellos asistan si se les anima con
bondad. Al disfrutar del compañerismo edificante en la asamblea y del animador programa espiritual, se sentirán más
atraídos a Jehová y su organización. Invítelos y vea si responden. Deles todos los detalles necesarios, como por ejemplo, la
fecha de la asamblea, las instrucciones sobre cómo llegar al lugar, la hora en que empiezan y terminan las sesiones y el
anticipo del programa que aparece en la contraportada de ¡Despertad! del 8 de junio de 2003.

Km 10/12 pág. 3 párr. 7

Al dar testimonio informal. Es muy fácil predicar informalmente usando los tratados. Un hermano se asegura de llevar
unos cuantos en su bolsillo antes de salir de su casa. Entonces cuando habla con alguien, tal vez con el empleado de una
tienda, le ofrece algo para leer y le da un tratado. Una pareja que fue de paseo a la ciudad de Nueva York llevó consigo el
folleto Naciones y varios tratados en distintos idiomas, sabiendo que allí verían a personas de muchos países. A  todos los
que escuchaban hablar en otra lengua —sea que estuvieran vendiendo artículos en la calle, descansando  en el parque o
comiendo en un restaurante— le ofrecían un tratado en su propio idioma.

APROVECHA TODA OCASIÓN PARA LLEVAR LAS BUENAS NUEVAS:

LA PREDICACIÓN PÚBLICA

Km 12/11 pág. 1 párr. 3

¿Una forma “alternativa” de predicar? A veces se ha dicho que la predicación en las calles y estacionamientos, los
parques y los negocios es una forma “alternativa” de difundir las buenas nuevas. Ahora bien, esto pudiera dar a entender
que se trata de una manera opcional de predicar, algo que se aparta de la forma tradicional de dar testimonio. Pero ¿es así?
El propio apóstol Pablo dijo que, además de ir de casa en casa, él predicaba “públicamente” (Hech. 20:20). Por
consiguiente, en vez de hablar de una forma de predicación “alternativa”, sería mejor llamarle predicación pública. Es cierto
que la manera principal, y la más efectiva, de proclamar el mensaje del Reino siempre ha sido ir de casa en casa. Sin

191
embargo, ¿cuál era el principal interés de los primeros evangelizadores? Hablar con las personas, no sencillamente llamar en
los hogares. Por tanto, aprovechaban toda oportunidad de participar en la predicación pública, dar testimonio informal e ir
de casa en casa. Y para efectuar nuestro ministerio a plenitud, tenemos que hacer lo mismo (2 Tim. 4:5).

Hechos 16:13 Y el día de sábado salimos fuera de la puerta junto a un río, donde pensábamos que había un lugar de
oración; y nos sentamos y empezamos a hablar a las mujeres que se habían congregado.

Hechos 17:17 Por consiguiente, se puso a razonar en la sinagoga con los judíos y con las otras personas que adoraban [a
Dios], y todos los días en la plaza de mercado con los que por casualidad se hallaban allí.

Mateo 7:12 ”Por lo tanto, todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen
que hacérselas a ellos; esto, de hecho, es lo que significan la Ley y los Profetas.

Hebreos 13:16 Además, no olviden el hacer bien y el compartir cosas con otros, porque dichos sacrificios le son de mucho
agrado a Dios.

PROGRAMA ESPECIAL DE PREDICACIÓN PÚBLICA EN ÁREAS METROPOLITANAS

Km 7/13 págs. 4-6

Nuevos programas de predicación pública

1
En el siglo primero, los cristianos predicaban de casa en casa, pero también solían hacerlo en lugares públicos (Hech.
20:20). Por ejemplo, iban al templo, donde sabían que hallarían a muchas personas (Hech. 5:42). En Atenas, el apóstol
Pablo predicaba todos los días en la plaza del mercado (Hech. 17:17). Actualmente, nuestro método principal de difundir las
buenas nuevas sigue siendo el ministerio de casa en casa. Pero también predicamos en estacionamientos, negocios, parques
y calles muy transitadas, es decir, dondequiera que haya gente. Aunque se nos ha animado a todos a predicar públicamente
donde sea posible, muchos tendremos ahora la oportunidad de participar en dos nuevos y emocionantes programas de
predicación pública. Veamos cuáles son.
2
Programa especial de predicación pública en áreas metropolitanas. Como se explica en las páginas 16 y 17 del
Anuario 2013, en noviembre de 2011 se puso en marcha un programa piloto de predicación pública en Nueva York (Estados
Unidos). En puntos estratégicos de la ciudad con gran circulación peatonal se colocaron mesas y exhibidores portátiles con
llamativos carteles y con publicaciones en diversos idiomas. Miles de personas los vieron a diario, incluyendo a quienes
viven en edificios de apartamentos con acceso restringido y a quienes casi nunca están en casa. Los resultados fueron
espectaculares. En tan solo un mes se distribuyeron 3.797 revistas y 7.986 libros. Además, muchos transeúntes solicitaron
un curso de la Biblia. Y como el objetivo era precisamente iniciar estudios bíblicos, se enviaron los datos de las personas
interesadas a las congregaciones correspondientes a fin de que un publicador las visitara.
3
En vista de los excelentes resultados, se ha decidido implementar dicho programa en zonas urbanas densamente
pobladas de todo el mundo. Cada sucursal primero determinará en qué ciudades podría ser práctico. Por lo general, serán
ciudades con mucha circulación peatonal, tal vez porque haya centros de transporte o una gran cantidad de edificios de
oficinas o apartamentos. Entonces, la sucursal enviará instrucciones a las congregaciones que participarán. Aunque para este
programa se suela elegir a precursores regulares y especiales, en algunos casos también podrán colaborar precursores
auxiliares.
4
Cómo se lleva a cabo la predicación. Los precursores que participan en este programa especial por lo general esperan
a que alguien se acerque a la mesa o al exhibidor portátil, y entonces lo invitan a llevarse cualquier publicación que desee.
Además, le responden sus preguntas con las Escrituras. Si la persona decide quedarse con alguna publicación, no le
mencionan el sistema de donaciones. Pero si pregunta cómo se sostiene nuestra obra, le explican que se pueden enviar

192
donativos a la dirección correspondiente que aparece en la publicación. Siempre que es posible, le preguntan: “¿Le gustaría
que alguien lo visite?” o “¿Le interesaría anotarse para recibir un curso bíblico gratuito?”.
5
Participar en este programa es muy gratificante. Un matrimonio escribió: “De pie, junto al exhibidor, viendo pasar a
miles de personas, te das cuenta del gran esfuerzo que se está haciendo por llegar a gente de todo el mundo. Pensar en el
interés de Jehová por cada una de esas personas nos ha convencido aún más de que la predicación debe ocupar el primer
lugar en nuestra vida. Cuando la gente pasa frente al exhibidor, nos imaginamos cómo Jehová debe estar escudriñando los
corazones, determinando si son merecedores del mensaje. Pocas veces hemos visto tan de cerca el apoyo de los ángeles”.

6
Programa de predicación pública organizado por la congregación. Además del programa ya descrito, en muchas
congregaciones los cuerpos de ancianos han estado organizando un programa de predicación pública. En este, los
publicadores locales colocan dentro del territorio de la congregación una mesa o un exhibidor portátil en un lugar muy
transitado. Y esto es algo que lo distingue del programa especial, en el que los participantes pertenecen a distintas
congregaciones y comparten la misma zona de la ciudad elegida por la sucursal (vea el recuadro “Se requiere cooperación”).

7
Los ancianos deben determinar si el territorio de la congregación cuenta con áreas por donde pasan muchos peatones y
si sería práctico organizar un programa local de predicación pública. Tal vez puedan colocarse mesas o exhibidores
portátiles en centros de transporte, plazas, parques, calles concurridas, centros comerciales, universidades, aeropuertos y
lugares donde se celebran eventos anuales. Por lo general, es mejor que el exhibidor esté los mismos días, en el mismo lugar
y en el mismo horario. La experiencia demuestra que es más productivo poner mesas dentro de los centros comerciales que
frente a una tienda grande donde la gente se limita a entrar, hacer sus compras y marcharse. En algunos lugares —como en
aceras muy transitadas— es más aconsejable utilizar un pequeño exhibidor portátil que una mesa. Existen unos archivos que
se han preparado especialmente para la elaboración de carteles para este tipo de predicación. Estos carteles anuncian las
revistas La Atalaya y ¡Despertad! y el libro Enseña, y los ancianos pueden bajar los archivos de nuestro sitio de Internet.
Quienes participen en este tipo de predicación harán prácticamente lo mismo que quienes participen en el programa especial
de áreas metropolitanas, siguiendo al pie de la letra las instrucciones del superintendente de servicio. Cuando obtengan la
dirección de una persona interesada que viva fuera del territorio de la congregación, llenarán de inmediato el formulario
Sírvase visitar (S-43) y se lo entregarán al secretario.

8
Cómo puede incluir la predicación pública en su ministerio. ¿Y si su congregación no cuenta con zonas lo
suficientemente transitadas como para poner una mesa o exhibidor portátil? Aun así, quizá usted pueda incluir la
predicación pública en su ministerio personal. ¿Hay en el territorio alguna zona con muchos negocios, un centro comercial
pequeño o una tienda muy concurrida? ¿Suele reunirse la gente en un parque, una plaza u otro lugar público? ¿Se realiza
cada cierto tiempo un evento multitudinario? En ese caso, tal vez tenga la oportunidad de disfrutar de la predicación pública.
9
La voluntad de Jehová es que “hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad”
(1 Tim. 2:4). Por ello, estamos tratando de llevar el mensaje del Reino a la mayor cantidad de personas posible antes de que
llegue el fin (Mat. 24:14). Muchas veces no es fácil hallar a las personas en casa, pero quizá podamos hablar con ellas en
algún lugar público. En realidad, puede que solo así tengan la oportunidad de oír las buenas nuevas. Por tanto,
prediquémosle a la gente dondequiera que esté y efectuemos nuestro ministerio plenamente (2 Tim. 4:5).
[Recuadro de la página 5]
Se requiere cooperación
Se ha informado que publicadores de distintas congregaciones a veces participan en la predicación pública en las mismas
calles o estacionamientos y frente a los mismos negocios o centros de transporte. Se ha visto también que publicadores de
distintas congregaciones suelen dejar revistas en los mismos vestíbulos o salas de espera, y predicarles a los mismos
comerciantes. Y aunque los publicadores lo hagan por separado, esto ha causado que la gente del territorio a veces se sienta
asediada. De modo que al participar en la predicación pública, lo mejor suele ser permanecer dentro del territorio de la
congregación.

193
Si los publicadores desean predicar en un área pública de otra congregación, deben hablar primero con el superintendente
de servicio de su propia congregación. A su vez, él le pedirá autorización al superintendente de servicio de la otra
congregación. Cuando congregaciones de distintos idiomas comparten el mismo territorio, los superintendentes de servicio
deben mantenerse en comunicación a fin de evitar situaciones que agobien a la gente. La cooperación hará posible que
“todas las cosas se efectúen decentemente y por arreglo” (1 Cor. 14:40).

EN EL TRANSPORTE PÚBLICO

Km 7/97 pág. 1

Demos testimonio dondequiera que haya gente

1
Reconociendo el papel que el espíritu de Dios había desempeñado en su ministerio, el apóstol Pablo dijo: “Dios siguió
haciéndolo crecer”. Asimismo admitió: “Somos colaboradores de Dios”. (1 Cor. 3:5-9.) Este es un privilegio maravilloso.
¿Cómo demostramos públicamente que estimamos el ser colaboradores de Dios? Declarando las buenas nuevas a cuantos
hallamos en la obra de casa en casa y en cualquier otro lugar.
2
Se nos ordena hacer “discípulos de gente”. (Mat. 28:19.) Si solo nos ponemos en contacto con unas cuantas personas
en el ministerio, podemos cansarnos rápidamente y pensar que hemos logrado poco; en cambio, disfrutamos más del
ministerio cuando encontramos muchas personas y conversamos con ellas. Conseguirlo puede ser un poco difícil, pues
requiere que tomemos la iniciativa de ir dondequiera que haya gente para comunicarnos con ella.
3
Ejemplos prácticos: Podemos predicar en los mercados, los parques, las áreas de descanso y las terminales de
transporte público. Cuando utilizamos el transporte público, ¿vamos preparados para dar testimonio durante el viaje? Dos
Testigos que se dirigían a la reunión para el servicio del campo en un autobús atestado, conversaban sobre la lámina del
Paraíso que se encuentra en el libro Conocimiento y sobre las promesas de Dios para el futuro. Tal como esperaban que
sucediera, un joven que estaba de pie cerca de ellos quedó impresionado por lo que oyó. Antes de bajarse del autobús,
aceptó un libro y pidió que alguien lo visitara en su hogar.
4
A muchos publicadores les encanta dar testimonio informalmente. Cierta hermana fue al centro comercial de su barrio
una tarde y abordó a las personas que ya habían hecho sus compras, pero que parecían no  tener prisa. Distribuyó todas las
publicaciones que llevaba en el bolso. Un hombre que esperaba en su auto se alegró de recibir las revistas. Había asistido
antes a las reuniones, y la conversación con la hermana reavivó su interés.
5
Es un privilegio exaltar el nombre de Jehová. Al manifestar celo por la predicación, mostramos que no hemos pasado
por alto el propósito de la bondad inmerecida que Dios nos ha mostrado. Puesto que “ahora es el tiempo especialmente
acepto” para ayudar a otros, vayamos adondequiera que haya gente y démosle testimonio del “día de salvación” de Jehová.
(2 Cor. 6:1, 2.)

Km 9/96 pág. 4 párrs. 14,15


14
Demos testimonio en el transporte público: Una mañana varios precursores decidieron dar testimonio a la gente que
esperaba el autobús cerca de una universidad. Aunque tuvieron algunas conversaciones agradables, había un problema:
cuando estaban en plena conversación llegaba el autobús, y el diálogo terminaba abruptamente. Para resolver el problema
los precursores se subieron al autobús y continuaron hablando con pasajeros mientras viajaban al otro lado de la ciudad. Al
llegar al final, regresaron en otro autobús dando testimonio. Después de varios viajes distribuyeron, en conjunto, más de
doscientas revistas y empezaron seis estudios bíblicos. Algunos pasajeros con gusto les dieron su dirección y número
telefónico para que los visitaran en casa. La semana siguiente los precursores volvieron a la parada de autobuses e hicieron
lo mismo. Distribuyeron 164 revistas y empezaron otro estudio bíblico. En una de las paradas se subió un pasajero y se
sentó al lado de un precursor. Miró al hermano y dijo con una sonrisa: “Ya sé, tiene una Atalaya para mí”.
15
Muchos publicadores dan un testimonio eficaz mientras viajan en autobús, tren u avión. ¿Cómo puede iniciar una
conversación con el pasajero que viaja a su lado? Un publicador de 12 años de edad sencillamente se puso a leer un
194
ejemplar de ¡Despertad! en el autobús con la esperanza de que suscitara la curiosidad de una adolescente que estaba sentada
a su lado. Surtió efecto. Ella le preguntó qué leía, y el joven respondió que estaba leyendo acerca de la solución a los
problemas que afrontan los jóvenes. Agregó que le había beneficiado mucho el artículo y que le ayudaría a ella también. La
adolescente aceptó las revistas con gusto. Otros dos jóvenes oyeron la conversación y también pidieron ejemplares de las
revistas. Entonces, el conductor se estacionó al lado de la carretera y preguntó por qué estaban tan interesados en esas
revistas. Cuando le explicaron la razón, también aceptó unos ejemplares. Desde luego, esto no habría sido posible si el joven
publicador no hubiera llevado una buena cantidad de revistas para entregarlas a todos los que mostraran interés.

EN LOS PARQUES Y ESTACIONAMIENTOS

Km7/13 págs. 4-6

Km 9/96 págs. 4,5 párrs. 16,17


16
Demos testimonio en los parques y estacionamientos: Dar testimonio en los parques y estacionamientos es una
excelente manera de hablar con la gente. ¿Ha intentado dar testimonio en el estacionamiento de un centro comercial?
Siempre mire a su alrededor un rato y busque a alguien que no tenga prisa o que esté esperando en un automóvil
estacionado y trate de entablar una conversación amigable. Si lo logra, hable del mensaje del Reino. Trate de predicar solo,
pero que un compañero publicador esté en las cercanías. No lleve un maletín grande ni nada que llame la atención a su obra.
Sea discreto. Tal vez sea prudente predicar un rato en un estacionamiento y luego ir a otro. Si alguien no  quiere conversar
con usted, despídase cortésmente y aborde a otra persona. Un hermano que se valió de estos métodos de predicar distribuyó
90 revistas en un mes.
17
Algunas personas van al parque a descansar; otros van a jugar o a pasar tiempo con sus hijos. Busquemos la
oportunidad de darles testimonio sin interferir demasiado en sus actividades. Un hermano empezó una conversación con el
cuidador de un parque, quien expresó su preocupación por el consumo de drogas y el futuro de sus hijos. Se inició un
estudio bíblico y se condujo regularmente en el parque.

EN LAS CALLES

Km 6/11 pág. 2

Predicación eficaz en las calles

1
Durante su ministerio terrestre, Jesús no dudó en hablar con las personas que encontraba por el camino y en otros
lugares públicos (Luc. 9:57-61; Juan 4:7). Estaba deseoso de llevar su importante mensaje a tantos como pudiera.
Actualmente, la predicación en las calles es una singular forma de ayudar a la gente a adquirir la sabiduría divina (Pro.
1:20). Nuestro éxito será aún mayor si tomamos la iniciativa y obramos con buen juicio.
2
Tomemos la iniciativa. Por lo general, conviene abordar a los transeúntes en lugar de quedarnos de pie o sentados en
un solo lugar esperando a que ellos vengan a nosotros. Sonría, establezca contacto visual y hable de forma serena y
amigable. Si lo acompañan otros publicadores, recuerde que lo mejor es abordar por separado a las personas. También hace
falta iniciativa para cultivar el interés hallado. Al final de la conversación, y si le parece oportuno, pregúntele a la persona
cómo puede comunicarse con ella. Hay publicadores que trabajan regularmente en la misma calle, lo que les permite hablar
con la misma gente en repetidas ocasiones y así avivar su interés.
3
Obremos con buen juicio. Sea prudente al elegir dónde trabajar y a quién abordar. No es preciso predicar a todo el
que pasa. Sea observador. Por ejemplo, si alguien va deprisa, es mejor no detenerlo. Si está predicando frente a un negocio,
hágalo de forma discreta para no incomodar al gerente. Por lo general, es mucho mejor hablar con las personas cuando salen
del establecimiento que cuando entran. Acérquese de manera que no asuste ni sobresalte a nadie. También es importante
saber discernir a la hora de ofrecer las publicaciones. Si alguien muestra poco interés, puede darle un tratado en vez de las
revistas.
195
4
La predicación en las calles nos permite esparcir muchas semillas de la verdad en poco tiempo (Ecl. 11:6). Es probable
que algunas de las personas con que nos topemos sean las mismas que no hallamos en casa cuando vamos de puerta en
puerta. ¿Por qué no hace planes para participar en esta modalidad del servicio del campo, tan agradable y eficaz?

Km 2/91 pág. 8

Presentando las buenas nuevas... mediante testificar en las calles


1
Proverbios 1:20 dice: “La sabiduría verdadera misma sigue clamando a gritos en la calle misma. En las plazas públicas
sigue dando su voz”. Estas palabras resultan veraces especialmente hoy, a medida que los siervos de Jehová predican con
celo las buenas nuevas del Reino dondequiera que hallen personas. Al igual que Jesús y los profetas de la antigüedad, el
amor genuino que le tenemos a la gente nos impulsa a hablar de la verdad a todos, en todas partes. (Jer. 11:6; Mar. 6:56;
Luc. 13:22, 26.)

2
Aunque por lo general el hogar de la persona es el mejor sitio para hablar con ella sobre la verdad, no hallamos a
muchas personas cuando predicamos de casa en casa. Si encontramos a alguien en su hogar, por lo general es la misma
persona con quien hablamos la vez anterior, y no hablemos con otros miembros de la familia. Por lo tanto, el testificar en las
calles debe tener un lugar definido en nuestro ministerio. Puede que descubra que el testificar en las calles es como cierto
precursor lo expresó: “un territorio interesante, nuevo, donde sí hay personas”.

SEA AFECTUOSO Y POSITIVO

3
¿Por qué no trata de testificar con regularidad en las calles de la misma zona? Cierta hermana que hace esto dice que se
ha familiarizado con la mayoría de los comerciantes y con otras personas que frecuentan “su” calle. Eso ha resultado en una
buena relación con ellos, abriendo el camino para muchas consideraciones bíblicas productivas. Un precursor auxiliar que
disfruta plenamente de testificar en las calles dijo que aborda a los que miran los escaparates, los que están sentados en sus
automóviles, los que esperan el autobús y hasta a los que en otras ocasiones han dicho que no. Se requiere valor y buen
juicio para ser denodados y persuasivos, pero no demasiado persistentes.

4
La clave para testificar eficazmente en las calles consiste en abordar a las personas de manera afectuosa, alegre y
sincera. Sonría. Si puede, trate de captar la atención de la persona; si no, abórdela de manera amigable. Observe las
circunstancias y válgase de estas. Cierta hermana observa a las señoras que llevan bolsas de víveres y les dice: “Veo que ha
estado comprando comestibles. El costo de estos realmente ha subido. ¿Le puedo dejar alimento estimulador para la mente y
el corazón? He disfrutado de este artículo...”. A alguien con hijos le dice: “Veo que tiene dos niños muy hermosos. ¿Sabía
usted que la Biblia dice que los hijos son una bendición de Dios? Permítame mostrarle...”. Al abordar a alguien que está
pensativo le dice: “Veo que está pensando en algo. Hoy el mundo está tan lleno de problemas, ¿no es cierto? ¿Cree usted
que llegará el día en que...?”.

5
Si la persona tiene prisa, pudiera sencillamente entregarle un tratado y decir: “Aquí tiene algunas buenas nuevas para
que las lea cuando tenga la oportunidad”. Si la gente no parece tener prisa, ofrézcale las revistas y mencione el arreglo de
donaciones. Siempre que sea posible es bueno dejar literatura en manos de las personas.

6
Muchos publicadores que temían testificar en las calles ahora consideran esta actividad como su forma favorita de
predicar. Por supuesto, hay que ejercer buen juicio al trabajar en zonas peligrosas o a horas que no sean apropiadas. Aun en
pueblos pequeños, por lo general hay zonas donde hay mucho movimiento de personas, como por ejemplo, los centros de
196
transportación pública o los estacionamientos públicos, donde uno puede abordar a la gente con las buenas nuevas.
Aproveche las oportunidades que se presenten, y con sabiduría proclame las buenas nuevas en las calles y en las plazas
públicas, para bendición de los que escuchen y para la honra de Jehová. (Pro. 1:20.)

EN LAS PLAZAS DEL MERCADO O LOS CENTROS COMERCIALES

W08 15/9 págs. 25,26

Predicación en la plaza del mercado

CUANDO estuvo en Atenas, el apóstol Pablo iba a diario a la plaza del mercado para predicar las buenas nuevas sobre
Jesús (Hech. 17:17). Escogió ese lugar porque siempre estaba lleno de gente.
Casi dos mil años después, el pueblo de Jehová sigue difundiendo el mensaje del Reino de Dios en lugares donde puede
hallarse a muchas personas. Por ejemplo, algunos Testigos van a los mercados o a los centros comerciales. Tras obtener el
permiso de la administración, instalan un mostrador o un pequeño puesto para exponer allí sus publicaciones bíblicas.
Por ejemplo, en un centro comercial de Nueva Jersey (Estados Unidos) se preparó una atractiva exposición de
publicaciones sobre el tema “Cómo preservar los valores familiares”. ¿Cuáles fueron los resultados? En un solo día se
distribuyeron 153 libros en seis idiomas.
Una mujer que se acercó al puesto de publicaciones escuchó atentamente la explicación que dio una de las hermanas.
La mujer reconoció que es importante tomar en cuenta a Dios tanto en la vida personal como en la vida familiar, y obtuvo
las siguientes publicaciones: Aprendamos del Gran Maestro, El secreto de la felicidad familiar y Lo que los jóvenes
preguntan. Respuestas prácticas.
A primera hora de la tarde, un señor que se dirigía a la tienda que estaba junto al puesto de publicaciones se quedó
mirando el libro Los jóvenes preguntan. La hermana que estaba en el puesto notó su curiosidad y le preguntó: “¿Le interesa
alguno de estos libros?”. Él dijo que sí y señaló el libro Los jóvenes preguntan. Ella le entregó un ejemplar. El hombre dijo
que tenía tres hijos —dos de ellos adolescentes— y mencionó que una vez a la semana se sentaba a conversar con ellos.
Mientras hojeaba el libro, dijo que le podría servir de guía durante algunas de estas conversaciones familiares.
La publicadora también dirigió su atención a El secreto de la felicidad familiar, asegurándole que él y su esposa
encontrarían en esta publicación consejos muy útiles sobre cómo tomar decisiones familiares. El hombre agradeció la
sugerencia, hizo una donación y aceptó que alguien lo visitara en su hogar.
¿Cómo se sintieron los Testigos tras su día de predicación en el centro comercial? “Disfruté mucho de esta forma de
predicar —mencionó una hermana—. ¡Fue una experiencia muy bonita!” Otra hermana señaló: “Jehová promete que las
buenas nuevas se predicarán hasta la parte más distante de la Tierra. Hoy, en Paramus (Nueva Jersey), estas buenas nuevas
han tocado el corazón de personas que hablan diferentes idiomas. Fue maravilloso predicar de esta manera. Todo el que
participó se sintió feliz. Nadie quería irse al acabar el día”.
Nuestro método principal de predicación es ir de casa en casa (Hech. 20:20). Sin embargo, hay otras formas de dar a
conocer las buenas nuevas. ¿Le gustaría intentar alguna de ellas? Quizá usted también pueda predicar en la plaza del
mercado o en el centro comercial.

Km 9/96 pág. 5 párrs. 18-20


18
Demos testimonio informal en los centros comerciales: Aunque en algunos lugares no se puede predicar
formalmente de tienda en tienda en los centros comerciales por ciertas restricciones locales a dichas actividades, algunos
publicadores han creado oportunidades para dar testimonio informal. Se sientan en un banco y entablan conversaciones
amigables con las personas que se detienen para descansar. Cuando perciben interés, ofrecen discretamente un tratado o una
revista y procuran hacer planes para volver a hablar con la persona. Después de dar testimonio durante unos minutos en

197
cierta sección del centro comercial, pasan a otra y empiezan a dialogar con otra persona. Claro está, deben procurar
no atraer demasiada atención mientras dan testimonio de esta forma.
19
Cuando saludemos a la persona, empecemos la conversación con un tono amable. Si responde, hagámosle una
pregunta y escuchemos atentamente su respuesta. Interesémonos en lo que dice. Mostremos que valoramos su opinión.
Concordemos con ella cuando sea posible.
20
Una hermana inició una conversación muy agradable con una anciana sobre lo alto que está el costo de la vida. La
anciana concordó enseguida, y resultó en una conversación animada. La hermana logró obtener el nombre y la dirección de
la señora y fue a visitarla esa misma semana.

EN TERRITORIOS DE NEGOCIOS

Km 3/12 pág. 2

Prediquemos sin temor en los negocios

1
¿Le resulta intimidante predicar en los negocios? Si así es, no se preocupe; usted no es el único. Hasta el apóstol Pablo,
quien fue un intrépido predicador, tuvo que armarse de valor para llevar a cabo su comisión (1 Tes. 2:2). A continuación
hallará tres preguntas frecuentes sobre la predicación en los negocios y algunas sugerencias prácticas.
2
¿Sentirán los empleados que los estoy interrumpiendo? En muchos negocios, los empleados tienen el deber de dejar
lo que están haciendo a fin de atender al público. Además, por lo general serán corteses con usted, pues lo verán como un
posible cliente. Si se viste de manera digna y es amable, será más probable que lo traten con respeto.
3
¿Tendré que predicar frente a muchos clientes? Sería conveniente escoger un horario en el que no haya tantos
clientes, como cuando se abre el negocio. Espere a que el gerente o el empleado esté solo y procure ser breve.
4
¿Qué podría decir? Si en el negocio hay varios empleados, hable con la persona encargada. Podría decirle algo así:
“Rara vez encontramos a las personas de negocios en sus hogares, por eso las visitamos en el trabajo. Como sé que está
ocupado, seré breve”. A fin de que no lo confundan con un vendedor, tal vez sería mejor no pedir donaciones a menos que
alguien quiera saber cómo se financia nuestra obra. Dependiendo del tipo de negocio, podría preguntarle al encargado si
puede hablar brevemente con el resto de los empleados. Utilice la misma presentación. Si alguno de los empleados está muy
ocupado, acorte la presentación y déjele un tratado. Si no le es posible hablar con nadie más, pregunte si puede dejar
publicaciones en el área de receso o en algún otro lugar.
5
Jesús y Pablo predicaron con valor en los lugares de trabajo de las personas, y usted también puede hacerlo (Mat. 4:18-
21; 9:9; Hech. 17:17). Pídale a Jehová que le infunda tranquilidad y denuedo (Hech. 4:29). Predicar en los negocios es muy
productivo, pues casi siempre hallará personas. ¿Por qué no lo intenta?

Km 7/04 pág 4

La predicación en territorio de negocios

1
¿Le gustaría predicar en un territorio donde por lo general las visitas son bien recibidas y casi siempre hay gente? Tal
vez pueda hacerlo en el propio territorio de su congregación. ¿Cómo? Visitando los negocios. Los publicadores que
predican en los comercios a menudo obtienen buenos resultados.
2
Los territorios asignados a algunas congregaciones comprenden zonas comerciales. El hermano encargado puede
preparar tarjetas de territorio especiales para estas áreas donde se concentran los negocios. En las tarjetas de territorio de
viviendas que incluyan esas mismas áreas habrá que indicar claramente que los comercios no deben visitarse. En otros
casos, el territorio abarcará los negocios y las viviendas. Si nunca antes ha predicado en negocios, comience en unos
cuantos establecimientos pequeños.

198
3
Emplee una introducción sencilla. Para predicar en los negocios, vístase como si fuera a una reunión en el Salón del
Reino. También será conveniente escoger una hora en la que el comercio no tenga mucho trabajo. Si es posible, entre
cuando no haya clientes esperando a que los atiendan. Pida hablar con el gerente o la persona encargada y sea breve. ¿Qué
podría decirle?
4
Al hablar con el propietario o el gerente, puede decir algo así: “Los comerciantes tienen horarios tan ocupados que rara
vez los encontramos en sus hogares, por eso lo visitamos en su lugar de trabajo. Nuestras revistas ofrecen una perspectiva
global de los sucesos actuales”. A continuación destaque brevemente un punto de la revista.
5
He aquí otra opción sencilla: “A muchas personas les gustaría aprender más de la Biblia, pero disponen de poco
tiempo. Este tratado describe un programa de estudio gratuito que le permitirá encontrar las respuestas a sus preguntas sobre
la Biblia”. Luego muéstrele las páginas 4 y 5 del tratado ¿Le gustaría saber más de la Biblia?
6
Si la persona que está al cargo parece estar ocupada, puede ofrecerle sin más el tratado y decir: “Pasaré en otra ocasión
que no esté tan ocupado. Me gustaría saber qué opina acerca de este tratado”.
7
Cultive el interés. En los territorios de negocios también se pueden dirigir estudios bíblicos. Un precursor especial le
dejaba las revistas regularmente a un comerciante. Cuando este manifestó interés por lo que leía, el precursor le demostró
con el folleto Exige en qué consistía el estudio bíblico. El estudio se estableció en el mismo lugar de trabajo, y, teniendo en
cuenta las circunstancias de la persona, el precursor limitaba cada sesión a 10 ó 15 minutos. Imitemos su ejemplo y sigamos
buscando a los merecedores mediante la predicación en territorios de negocios.

Km 9/96 pág. 5 párrs. 21-26


21
Prediquemos de tienda en tienda: A algunas congregaciones se les han asignado territorios que incluyen zonas
comerciales. El hermano encargado de los territorios puede preparar tarjetas de mapas especiales de estas secciones donde
hay muchos negocios. Las tarjetas de mapa de los territorios de viviendas que incluyan negocios deben indicar claramente
que estos no se abarcarán como parte del territorio. En otros territorios, los lugares de negocio pueden trabajarse junto con
las viviendas. Los ancianos pudieran pedir a publicadores capacitados que prediquen en los territorios comerciales
regularmente para que no se descuide la predicación de tienda en tienda.

22
Si a usted se le pide que participe en esta obra por primera vez, recuerde que una buena manera de ‘cobrar denuedo’ es
predicar primero en las tiendas pequeñas; después, cuando se sienta más confiado, predique en las más grandes. (1 Tes. 2:2.)
Cuando predique en las tiendas, vístase como si fuera a asistir a una reunión en el Salón de Reino. Si es posible, entre en la
tienda cuando no haya clientes esperando que se les atienda. Pregunte por el gerente o la persona encargada. Sea afectuoso,
y sobre todo, breve. No es necesario pedir disculpas. Muchos negocios están concebidos para atender las necesidades de
los clientes y los que trabajan allí están acostumbrados a que las personas los aborden.

23
Después de saludar al comerciante, pudiera decir: “Los comerciantes tienen horarios tan ocupados que casi nunca
los encontramos en casa, de modo que venimos a visitarlo en su lugar de empleo para dejarle un artículo que invita a la
reflexión”. Entonces haga uno o dos comentarios acerca de la revista que esté ofreciendo.
24
O pudiera intentar esta presentación al abordar a un gerente: “Hemos observado que los comerciantes procuran
estar bien informados. El número más reciente de La Atalaya (o ¡Despertad!) presenta un artículo que nos atañe a todos”.
Explique de qué trata y concluya diciendo: “Estamos seguros de que disfrutará de leerlo”.
25
Si hay empleados, y lo ve apropiado, pudiera añadir: “¿Me permite hacer la misma presentación breve a sus
empleados?”. Si le dan permiso, no olvide que prometió ser breve, y el gerente esperará que usted cumpla su palabra. Si
algún empleado desea entablar una larga conversación, sería mejor visitarlo en su hogar.
26
Hace poco, unos publicadores de un pueblo pequeño acompañaron al superintendente de circuito en la obra de tienda
en tienda. Al principio algunos de los publicadores sentían temor, dado que nunca lo habían hecho; pero pronto se
199
tranquilizaron y empezaron a disfrutar de ello. En menos de una hora hablaron con 37 personas y distribuyeron veinticuatro
revistas y cuatro folletos. Un hermano dijo que normalmente no hubieran podido hablar con tantas personas en un mes en la
obra de casa en casa como lo hicieron de tienda en tienda en ese corto período.

POR TELEFONO SI ES APROPIADO

Km 1/10 págs. 4-6

Ayuda para predicar por teléfono

Aunque correctamente le damos prioridad al método de casa en casa para predicar, reconocemos que la predicación
telefónica también es un medio eficaz para esparcir las buenas nuevas en el territorio de la congregación, sobre todo si hay
muchos hogares a los que no tenemos acceso (Luc. 10:5-7; Hech. 5:42; 20:20).
Este aspecto del ministerio es fuente de ánimo para cualquier hermano o hermana que tenga movilidad limitada y que
pase mucho tiempo en casa. Y los publicadores que se organicen y prediquen por teléfono con estos hermanos fieles
recibirán mucho estímulo como recompensa (Rom. 1:11, 12). Por otra parte, cuando hay tiempo inclemente, la predicación
telefónica es una excelente opción para todos. En términos generales, es mejor que los grupos de predicación sean
pequeños, para que todos aprovechen bien su tiempo.
En las páginas 5 y 6 aparece una práctica guía para la predicación telefónica. Verá que hay espacio para escribir otras
presentaciones que le hayan dado buenos resultados en el territorio o que le gusten más. Siéntase en libertad de sacar una
copia de la guía si prefiere no escribir en el original. Le recomendamos sentarse a una mesa y tener la guía a la vista.
¿Qué más necesita para predicar por teléfono? Repase esta lista durante su preparación.
▪ Ejemplar personal de la Biblia
▪ Razonamiento a partir de las Escrituras
▪ Buenas nuevas para gente de todas las naciones
▪ ¿Qué enseña realmente la Biblia?
▪ Números actuales de las revistas y Nuestro Ministerio del Reino
▪ Variedad de tratados y folletos
▪ Hojas sueltas
▪ Registros de casa en casa y lápiz o pluma

NO LO PIERDA
GUÍA PARA LA PREDICACIÓN TELEFÓNICA
RECUERDE ESTOS PUNTOS:

▪ Tranquilícese. Sea usted mismo. Sea cortés, paciente y amigable.


▪ Hable despacio, con claridad y suficiente volumen.
▪ Sonría y haga ademanes como si tuviera a la persona de frente.
▪ Evite pausas innecesarias.
▪ Permita que la persona intervenga en la conversación y agradézcale sus comentarios.

200
▪ Si le hacen una pregunta, repítala en voz alta para que su compañero pueda ayudarle a encontrar la respuesta en la Biblia,
el libro Razonamiento o alguna otra publicación (por lo general, es mejor no usar el altavoz del teléfono).
▪ No mencione las donaciones, pues la persona podría pensar que se trata de una campaña telefónica para recaudar fondos.
Después, cuando haya conversado con la persona cara a cara, en un momento oportuno puede mencionarle que nuestra
obra se sostiene completamente mediante donaciones voluntarias.
INTRODUCCIONES
▪ “Hola, me llamo... Estoy llamando porque no puedo visitarlo en su hogar. Soy vecino de esta comunidad [puede decir el
nombre de la calle o del vecindario], y me gustaría saber su opinión sobre...”
▪ “Hola, me llamo... Participo en un servicio a la comunidad ayudando a las personas a responder sus preguntas de la Biblia.
¿Alguna vez se ha preguntado...?”
▪ “Hola, me llamo... Esta no es una venta por teléfono; soy vecino suyo, y vivo en la calle... A muchos de nuestros vecinos
les preocupa...” [Mencione alguna noticia reciente de interés local.]
▪ [Escriba su propia introducción.]
[Luego siga con su presentación. Puede leer una de las sugerencias del libro Razonamiento o de Nuestro Ministerio
del Reino o algo que usted mismo haya preparado.]
▪ [Escriba su propia presentación.]
Para ofrecer un estudio de la Biblia en la primera llamada:
▪ “Hola, me llamo... Soy vecino suyo, y vivo en la calle... Lo llamo porque doy clases de la Biblia gratis y tengo algunos
espacios en mi horario. Estos son algunos temas que se tratarán con la Biblia que usted tenga [lea dos o tres títulos de los
capítulos del libro Enseña]. ¿Cuál le parece más interesante? [Permita que responda.] Lo que le leí son los títulos de
algunos capítulos de un libro titulado ¿Qué enseña realmente la Biblia? Me encantaría pasar por su casa y dejarle un
ejemplar. No tiene que pagar nada.”
Si nota vacilación en la persona, podría decir:
▪ “Entonces tal vez podría llamarlo de nuevo para hablar un poco de lo que enseña la Biblia sobre el tema que le interesa.
¿Por lo general está en casa a esta hora?”
▪ [Escriba su propia presentación.]
Si la persona dice...
“¿PARA QUIÉN TRABAJA?”
▪ “Soy testigo de Jehová”, y prosiga con su presentación.
“¿CÓMO CONSIGUIÓ MI NÚMERO?”
▪ “En el directorio telefónico”, y prosiga con su presentación.
“ESTOY EN LA LISTA ‘NO LLAME’.”
▪ “Como no estoy vendiendo nada, no tengo esa lista”, y prosiga con su presentación.
Si la persona pide que los testigos de Jehová no vuelvan a llamarla...
▪ “Tomaré nota y haremos cuanto esté a nuestro alcance por acatar su deseo”, y detenga su presentación [entonces coloque
en el sobre del territorio una nota fechada con el nombre de la persona].
Si le responde una contestadora automática...
▪ “Lamento no encontrarlo en casa. Mi nombre es... Lo llamé para invitarlo a un discurso bíblico con el tema ..... .
[Día y hora:] .

201
[Dirección:] .
No se hace ningún tipo de colecta.”
▪ “Mi nombre es... y llamo como parte de un servicio a la comunidad para ayudar a la gente a encontrar respuesta a sus
preguntas bíblicas. Volveré a llamar en otra ocasión.”
▪ [Escriba su propia presentación.]
CONCLUSIONES
▪ “Tengo conmigo una publicación con más información sobre el tema, y me gustaría que la viera. Con gusto puedo pasar
por su hogar para dejársela. No tiene que pagar nada.”
▪ “Fue un gusto hablar con usted. ¿Sería posible visitarlo (con mi esposo/esposa) en su hogar para hablar más de este tema?
Tal vez podríamos analizar la respuesta a la siguiente pregunta: ..... .”
▪ “Disfruté nuestra conversación. La próxima vez que lo llame, me gustaría tratar sobre la respuesta que da la Biblia a la
siguiente pregunta: ..... . ¿Es esta una buena hora para llamarlo?”
▪ [Escriba su propia conclusión.]
Si a la persona no le gusta le idea de que la visite en su casa, podría decir:
▪ “Si lo prefiere, puedo enviarle la publicación por correo.”
▪ “Entonces quizás podría volver a llamarlo para continuar con nuestra conversación. ¿Por lo general está en casa a esta
hora?”
▪ “Me encantó la conversación. De hecho, quiero invitarlo a un discurso bíblico con el tema ..... .
[Día y hora:] .
[Dirección:] .
No se hace ningún tipo de colecta.”
▪ [Escriba su propia conclusión.]

Km 8/93 págs. 3,4

La predicación telefónica: una manera de llegar a muchas personas

1
La prueba de que vivimos en “los últimos días” es abundante. (2 Tim. 3:1.) Sin duda queda poco tiempo para predicar
el Reino y hacer discípulos. Por consiguiente, todos debemos sentir la necesidad apremiante de ayudar al prójimo a adorar a
Jehová Dios y recibir su aprobación.
2
El apóstol Pablo sintió la responsabilidad de hacer declaración pública de su fe. (Rom. 10:10.) Sabía que la “voluntad
[de Dios] es que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad”. (1  Tim. 2:4.) Debido a
que tenía conocimiento de la verdad, Pablo se sentía endeudado con todos. Este sentimiento estimuló su deseo de predicar
las buenas nuevas. Dijo: “Por mi parte tengo vivo interés en declararles las buenas nuevas [...]. Porque no me avergüenzo de
las buenas nuevas; son, en realidad, el poder de Dios para salvación a todo el que tiene fe”. (Rom. 1:14-17.)
3
¿Sentimos personalmente esa misma clase de endeudamiento y mostramos un vivo interés como ese de comunicarnos
con todas las personas de nuestro territorio? Aunque preferimos compartir las buenas nuevas con los demás cara a cara,
como al predicar de casa en casa y en las calles, ¿por qué limitar nuestra actividad a estos rasgos del servicio? Es posible
que muchas personas del territorio de la congregación nunca hayan hablado con un testigo de Jehová. ¿A qué pudiera
deberse?
4
Territorio que no se trabaja: ¿Hay en su territorio edificios de apartamentos vigilados por porteros? Quizás hay
complejos residenciales de alta seguridad en los que no puede efectuarse la obra de casa en casa. ¿Se ha negado a los
202
publicadores la entrada a una base militar o a una zona residencial del territorio para predicar las buenas nuevas? Es muy
probable que algunos que viven en esos sitios nunca hayan oído sobre las bendiciones del Reino de Dios. ¿Hay personas que
nunca se encuentran en casa?
5
No debemos desistir de buscar a esas personas aunque sea difícil hallarlas. ¿Cómo ve Jehová la situación en que se
encuentran? El apóstol Pedro escribió: “Jehová [...] no desea que ninguno sea destruido; más bien, desea que todos alcancen
el arrepentimiento. Además, consideren la paciencia de nuestro Señor como salvación”. (2 Ped. 3:9, 15.) Hay vidas de por
medio, y a Jehová le importan todas ellas. (Mat. 18:14.) ¿Cómo podemos reflejar la compasión y misericordia que Jehová
manifiesta hacia estas personas? Asegurándonos de que toda persona del territorio reciba el mensaje. (Hech. 20:20, 21; Rev.
14:6, 7.)
6
Organizados para hacer un trabajo concienzudo: En el pasado, la Sociedad ha animado a los que por razones de
salud o minusvalía se hallan recluidos en casa a usar de modo práctico el teléfono. Los que se encuentran en tal situación
deben seguir haciendo esa buena obra. Además, se han recibido informes de que algunos hermanos, entre ellos precursores
regulares y auxiliares, se han valido del teléfono para predicar de un modo que complemente su ministerio usual de casa en
casa.
7
En algunas congregaciones se ha hecho un esfuerzo conjunto para predicar por teléfono. Cuando los ancianos llevan la
delantera en organizar los territorios y brindar apoyo, ya sea personalmente o valiéndose de otros publicadores, se han
informado mejores logros. El superintendente de servicio es el responsable de supervisar esa actividad. Sin embargo, el
cuerpo de ancianos puede escoger a un anciano capacitado o siervo ministerial responsable para que trabaje en colaboración
con el superintendente de servicio en lo referente a organizar esta obra.
8
Los publicadores que han superado el recelo inicial y han adquirido experiencia en la predicación telefónica se han
dado cuenta de que es un campo productivo. Al principio, quizás solo unos cuantos publicadores hagan estas llamadas.
Después de acostumbrarse y resultarles agradable esta forma de predicar, puede que su entusiasmo y sus experiencias
animadoras motiven a otros a aprender a participar en esta interesante faceta de la obra de predicar.
9
Por dónde empezar: Pueden conseguirse los nombres de los que residen en los apartamentos de un edificio en la
recepción del mismo. Después pueden buscarse los números de teléfono en el directorio telefónico. Puede que un directorio
de la ciudad que se consigue en una biblioteca presente los nombres de los ocupantes de cada hogar y apartamento de la
comunidad. En algunas zonas hay disponibles directorios especiales que alistan los números telefónicos por calles.
Fotocopias de las últimas ediciones pueden servir de territorios. Estos territorios deben ser razonablemente pequeños.
10
En todas las facetas de la obra de predicar deben mantenerse registros exactos. Lo mismo aplica a la predicación
telefónica. Anote cuidadosamente la información que sea útil en una hoja de registro de casa en casa, como el tema que
trataron, las cosas que le interesaron al amo de casa y el tema que tratarán la próxima vez. Indique si se hará otra llamada en
una fecha posterior o si se hará una visita personal.
11
Se necesita un horario personal: Hacer de ello una rutina cotidiana aumentará su confianza y atenuará el recelo. Es
más conveniente llamar a las personas cuando hay más probabilidad de hallarlas en casa, como en las primeras horas de la
noche y los fines de semana. Programe un tiempo cada semana para hacer estas llamadas. Algunos han notado que la hora
que precede al Estudio de Libro es muy productiva. Piense en lo que sea más conveniente en su territorio.
12
Cómo prepararse: Hable con los que disfrutan de esta faceta del servicio y pídales algunas ideas. Siempre sea
positivo. Confíe en Jehová como fuente de fortaleza y poder, y busque su dirección mediante la oración. (Sal. 27:14; Fili.
4:13.) Ponga todo su corazón en esta faceta del servicio, tal como en los demás rasgos de la predicación. (Compárese con
Marcos 12:33.)
13
La experiencia ha demostrado que el sentarse frente a un escritorio o una mesa puede ser útil. Sentarse en una silla con
respaldo vertical ayuda a pensar con claridad y a concentrarse. Tenga a la mano todo lo que pudiera usar en la predicación:
los tratados, las publicaciones que se estén ofreciendo, las últimas revistas o algunos números interesantes menos recientes,
la Biblia, el libro Razonamiento, una invitación a las reuniones con el horario de estas y la dirección del Salón del Reino,
una pluma o un lápiz y hojas de registro de casa en casa. Mantenga las publicaciones a su alcance, quizás abiertas en un

203
artículo interesante. Ensaye cuidadosamente la presentación. Tenga presente que el propósito de su llamada es dar el
mensaje y hacer planes para visitar a la persona tan pronto como sea posible.
14
Haga la llamada: Tranquilícese; compórtese con naturalidad. Para predicar por teléfono se necesita un tono de voz
afectuoso y agradable. Su sonrisa se reflejará en el tono de su voz. Hable despacio, con claridad y con buen volumen. Sea
cortés, paciente y amigable. No tema al rechazo. Acepte la posibilidad de que la persona no se interese en el mensaje.
Siéntase como si estuviera haciendo la obra normal de casa en casa.
15
En la introducción diga su nombre completo. Es mejor no decir que está llamando a todas las personas de cierto
edificio o complejo en particular, pues eso pudiera crear una barrera.
16
Muchas introducciones del libro Razonamiento pueden leerse de manera conversacional. Por ejemplo, pudiera
presentarse de esta manera: “Hola, mi nombre es ________. Le llamo porque no puedo visitarlo personalmente”. Entonces,
sin pausar, diga: “Me interesa saber si usted opina que la calidad de la vida mejorará algún día. A la mayoría nos alegra
estar vivos, pero muchos se preguntan si realmente es posible disfrutar de una vida feliz. ¿Qué cree usted al respecto?
[Permita que la persona conteste.] ¿Cuál diría usted que es en la actualidad uno de los mayores obstáculos para la
felicidad?”. O después de presentarse como se sugiere arriba, podría decir: “Participo como voluntario en una obra
internacional y me gustaría saber qué opina sobre el significado de la vida. Con el paso de los años nos damos cuenta de que
la vida es muy corta. ¿Es esto todo lo que se puede conseguir de la vida? ¿Qué opina usted? (Véase el subtema
“Vida/Felicidad” de la página 14 del libro Razonamiento.) Un repaso de las sugerencias que se presentaron en la página 4 de
Nuestro Ministerio del Reino de julio de 1990, con relación al uso de introducciones y cómo vencer objeciones al predicar
por teléfono, le dará más información valiosa.
17
Use la Biblia lo antes posible. En algún punto de su conversación, cuando le parezca más conveniente, mencione que
es testigo de Jehová. Permita que el amo de casa participe en el diálogo. No se preocupe si la persona desea comunicarle sus
ideas. Agradézcale sus expresiones y observaciones. Aproveche toda oportunidad para animarlo. Sin embargo, si la persona
empieza a querer imponer su opinión o a discutir, con buen tacto ponga fin a la conversación. Deje que el espíritu de Dios
dirija sus esfuerzos y le ayude a encontrar a los que con un corazón recto lo buscan.
18
Es mejor que usted termine la conversación que dejar que lo haga el amo de casa. Puede concluir sencillamente
invitando a la persona al discurso público en el Salón del Reino y dándole la dirección y el horario de las reuniones.
También pudiera preguntarle si es posible visitarlo en su hogar para conversar más sobre el tema que trataron. Hasta pudiera
ofrecer eficazmente publicaciones por teléfono. Pudiera ofrecer las revistas con la meta de iniciar una ruta de revistas.
19
Disfrute de la predicación telefónica: ¿Conseguirá estudios bíblicos con todos sus interlocutores? No, pero sí con
algunos de ellos. Por ejemplo, una hermana hizo más de trescientas llamadas en un mes. Después de presentarse explicaba
por qué llamaba a las personas en vez de visitarlas. Enseguida hacía una presentación breve. Aquello resultó en doce
conversaciones amenas. Aún mantiene comunicación telefónica con tres personas y otras cuatro aceptaron que las visitara
en su hogar. Una persona aceptó el libro Vivir para siempre, y se le está visitando con regularidad.
20
Jesucristo mandó a sus discípulos que se esforzaran por predicar “hasta la parte más distante de la tierra”. (Hech. 1:8.)
En algunos lugares se necesita predicar por teléfono para cumplir con este mandato. Después de haber repasado la
información anterior, pregúntese: ‘¿Puedo hacer más para predicar en mi territorio las buenas nuevas a “hombres de toda
clase”, entre ellos a los que viven en lugares a los que nunca se ha llegado?’. Los hermanos que han seguido estas pautas
han tenido resultados muy animadores. Se han dado cuenta de que la predicación telefónica es una manera excepcional de
‘glorificar el ministerio’. (Rom. 11:13.) Que usted también pueda experimentar el gozo que produce la predicación
telefónica.

Yb06 pág. 52 párr. 1 – pág. 53 párr. 4

▪ América
Países: 56
Habitantes: 879.073.403
Publicadores: 3.199.841
204
Estudios bíblicos: 3.022.264
Venezuela. A una familia de Testigos le instalaron recientemente una línea telefónica y le dieron un nuevo número de
teléfono. Debido a un problema técnico comenzaron a recibir llamadas de gente que quería contactar con un canal  local de
televisión para hablar con una astróloga. La familia decidió sacar partido a la situación. Valiéndose del libro Razonamiento,
prepararon algunos temas y unos cuantos textos bíblicos para hablar con quienes llamaran. Graciela, la madre, se volvió una
experta. Cierto día, alguien llamó y dijo: “Hola. ¿Es usted la diosa de los astros?”.
—Hola. Me llamo Graciela —contestó la hermana— ¿y usted?
—Carmen.
—Y dígame, Carmen, ¿por qué desea hablar con la diosa de los astros? ¿Necesita algún tipo de ayuda o consejo?
Carmen pasó a contarle a nuestra hermana un problema personal. Con amabilidad, Graciela le explicó dónde podemos
obtener los mejores consejos y le leyó varios textos de la Biblia. Luego le preguntó: “¿No cree que, si queremos tener guía
confiable ahora y en el futuro, deberíamos acudir a nuestro Creador?”. Carmen reconoció haber estudiado la Biblia con los
testigos de Jehová en el pasado, así que se tomaron medidas para que se reanudara el estudio. Con el tiempo, la familia de
Graciela ha podido dar un buen testimonio a otras personas que llamaban buscando ayuda, animarlas a escuchar a los
Testigos cuando vayan a su puerta e invitarlas al Salón del Reino local.

PARTICIPA CON VALOR EN LAS DIVERSAS FACETAS DEL MINISTERIO

Efesios 6:19 también por mí, para que se me dé capacidad para hablar al abrir la boca, que con franqueza de expresión dé a
conocer el secreto sagrado de las buenas nuevas,

205
Lección 9(a) TALLER 2 PARTICIPA EN LAS DIVERSAS MODALIDADES DEL MINISTERIO

Hechos 20:20,21 mientras no me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles
públicamente y de casa en casa. 21 Antes bien, di testimonio cabalmente, tanto a judíos como a griegos, acerca del
arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús.

Hebreos 13:15 Mediante él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen
declaración pública de su nombre.

206
Lección 9(b) REPASO DE LA ESCUELA DEL SERVICIO DE PRECURSOR DÍA 3

Lección 7(a) COMO SACAR PROVECHO A LAS DIRECTRICES Y CONSEJOS


Hermanos, aunque un hombre dé algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen las debidas
cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad, vigilándote a ti mismo, por temor de que
tú también seas tentado. (Gálatas 6:1)

Lección 7(b) RECHAZA EL ESPÍRITU DEN MUNDO


Ahora bien, nosotros recibimos, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que proviene de Dios, para que conozcamos las
cosas que Dios nos ha dado bondadosamente. (1Corintios 2:12)

Lección 8(a) SIGUE LA SENDA DE LA INTEGRIDAD


Y bien sé yo, oh Dios mío, que tú eres examinador del corazón, y que es en la rectitud en lo que te complaces. Yo, por mi
parte, en la probidad de mi corazón he ofrecido voluntariamente todas estas cosas, y ahora he tenido gozo en ver a tu pueblo
que se halla aquí ahora hacerte ofrendas voluntariamente. (1Cronicas 29:17)

Lección 8(b) PARTICIPA EN LAS DIVERSAS MODALIDADES DEL MINISTERIO


Pero hago todas las cosas por causa de las buenas nuevas, para hacerme partícipe de ellas con [otros]. (1corintios 9:23)

Lección 9(a) TALLER 2 PARTICIPA EN LAS DIVERSAS MODALIDADES DEL MINISTERIO


Mediante él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de
su nombre. (Hebreos 13:15)

207
Lección 10(a) VALORA EL PAPEL DE JESÚS

Hechos 1:8 pero recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén
como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra”.

Juan 14:6 Jesús le dijo: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí.

1Corintios 8:6 realmente para nosotros hay un solo Dios el Padre, procedente de quien son todas las cosas, y nosotros para
él; y hay un solo Señor, Jesucristo, mediante quien son todas las cosas, y nosotros mediante él.

LA PERSONA

Colosenses 1:15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación;

Juan 1:3 Todas las cosas vinieron a existir por medio de él, y sin él ni siquiera una cosa vino a existir. Lo que ha venido a
existir

Juan 1:14 De modo que la Palabra vino a ser carne y residió entre nosotros, y tuvimos una vista de su gloria, gloria como la
que pertenece a un hijo unigénito de parte de un padre; y estaba lleno de bondad inmerecida y verdad.

Hebreos 11:17 Por fe Abrahán, cuando fue probado, ofreció, por decirlo así, a Isaac, y el que gustosamente había recibido
las promesas trató de ofrecer a [su hijo] unigénito,

It-2 pág. 80 párr. 4

En qué sentido es “Hijo unigénito”. El que a Jesús se le llame “Hijo unigénito” (Jn 1:14; 3:16, 18; 1Jn 4:9) no significa
que las otras criaturas celestiales creadas no sean hijos de Dios, puesto que también se las llama hijos. (Gé 6:2, 4; Job 1:6;
2:1; 38:4-7.) Sin embargo, por ser la única creación directa de su Padre, el Hijo primogénito fue único, diferente de todos
los demás hijos de Dios, a los que Jehová creó o engendró mediante ese Hijo primogénito. De modo que “la Palabra” era el
“Hijo unigénito” de Jehová en un sentido especial, igual que Isaac también lo fue de Abrahán en un sentido particular (su
padre ya había tenido otro hijo, pero no de su esposa Sara). (Heb 11:17; Gé 16:15.)

Mateo 19: 4-6 En respuesta, él dijo: “¿No leyeron que el que los creó desde [el] principio los hizo macho y hembra 5 y dijo:
‘Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos serán una sola carne’? 6 De modo que
ya no son dos, sino una sola carne. Por lo tanto, lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre”.

It-2 págs. 79, 80

JESUCRISTO

Nombre y título del Hijo de Dios desde que fue ungido en la Tierra.
El nombre Jesús (gr. I·ē·sóus) corresponde al nombre hebreo Jesúa (o Jehosúa, su forma completa), que significa
“Jehová Es Salvación”. Era un nombre bastante común en aquel tiempo. Por eso, con frecuencia se precisaba especificar
diciendo “Jesús el Nazareno”. (Mr 10:47; Hch 2:22.) El título Cristo viene del griego Kjri·stós, cuyo equivalente en hebreo
es Ma·schí·aj (Mesías), que significa “Ungido”. Aunque el término “ungido” se aplicó apropiadamente a otros hombres
208
anteriores a Jesús, como Moisés, Aarón y David (Heb 11:24-26; Le 4:3; 8:12; 2Sa 22:51), el puesto, cargo o servicio para el
que se les ungió solo prefiguró o tipificó el puesto, cargo y servicio superiores de Cristo Jesús. Por consiguiente, Jesús es
por excelencia y de modo singular “el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. (Mt 16:16; véanse CRISTO; MESÍAS.)
Existencia prehumana. La persona que llegó a ser conocida como Jesucristo no empezó su vida aquí en la Tierra. Él
mismo habló de su existencia celestial prehumana. (Jn 3:13; 6:38, 62; 8:23, 42, 58.) En Juan 1:1, 2 se da el nombre celestial
del que llegó a ser Jesús, al decir: “En el principio la Palabra [gr. Ló·gos] era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era
un dios [“era divina”, Sd; compárese con An American Translation, Moffat (ambas en inglés); o: “de esencia divina”,
Böhmer; Stage (ambas en alemán)]. Este estaba en el principio con Dios”. Dado que Jehová es eterno y no tuvo principio
(Sl 90:2; Rev 15:3), el que la Palabra estuviera con Dios desde el “principio” debe referirse al principio de las obras
creativas de Jehová. Esta conclusión la confirman otros textos que identifican a Jesús como “el primogénito de toda la
creación”, “el principio de la creación por Dios”. (Col 1:15; Rev 1:1; 3:14.) De modo que las Escrituras identifican a la
Palabra (Jesús en su existencia prehumana) como la primera creación de Dios, su Hijo primogénito.
Las mismas declaraciones de Jesús prueban que Jehová era verdaderamente el Padre o Aquel que dio vida a este Hijo
primogénito, de modo que este Hijo era en realidad una creación de Dios. Él señaló a Dios como la Fuente de su vida,
cuando dijo: “Yo vivo a causa del Padre”. Según el contexto, eso significaba que su vida procedía de su Padre o había sido
causada por Él, de la misma manera que los hombres encaminados a la muerte podrían conseguir vida si ejercían fe en el
sacrificio de rescate de Jesús. (Jn 6:56, 57.)
Si los cálculos de los científicos modernos sobre la edad del universo material se aproximan a la realidad, la existencia
de Jesús como criatura celestial empezó miles de millones de años antes de la creación del primer ser humano. (Compárese
con Miq 5:2.) El Padre se valió de su Hijo primogénito celestial para crear todas las demás cosas (Jn 1:3; Col 1:16, 17),
entre ellas los millones de otros hijos de la familia celestial de Jehová Dios (Da 7:9,  10; Rev 5:11), así como el universo
material y las criaturas que al principio se colocaron en él. Lógicamente, Jehová se dirigía a este Hijo primogénito cuando
dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza”. (Gé 1:26.) Todas estas otras cosas no solo fueron
creadas “mediante él”, sino también “para él”, como el Primogénito de Dios y el “heredero de todas las cosas”. (Col 1:16;
Heb 1:2.)
No fue un cocreador. No obstante, la participación del Hijo en las obras creativas no lo hicieron un cocreador de su
Padre. El poder para la creación procedía de Dios mediante su espíritu santo o fuerza activa. (Gé 1:2; Sl 33:6.) Y como
Jehová es la Fuente de toda la vida, toda la creación animada, visible e invisible, le debe la vida a Él. (Sl 36:9.) Más que un
cocreador, fue el agente o instrumento por medio del que Jehová, el Creador, realizó sus obras. Jesús mismo atribuyó la
creación a Dios, como lo hacen todas las Escrituras. (Mt 19:4-6; véase CREACIÓN.)
Sabiduría personificada. Lo que las Escrituras dicen sobre la Palabra encaja de modo sobresaliente con la descripción
de Proverbios 8:22-31. En este pasaje se personifica a la sabiduría, se la representa como si pudiera hablar y actuar. (Pr 8:1.)
Muchos escritores cristianos de los primeros siglos de la era común entendieron que este pasaje se refería simbólicamente al
Hijo de Dios en su estado prehumano. En vista de los textos ya analizados, no puede negarse que Jehová ‘produjera’ al Hijo
“como el principio de su camino, el más temprano de sus logros de mucho tiempo atrás”, ni que el Hijo estuviera al “lado
[de Jehová] como un obrero maestro” durante la creación de la Tierra, como dicen estos versículos de Proverbios. Es verdad
que en hebreo, cuyos sustantivos tienen género (como en español), la palabra para “sabiduría” está siempre en femenino. El
que se personifique a la sabiduría no cambia su género, pero tampoco impide que se use figuradamente para representar al
Hijo primogénito de Dios. La palabra griega para “amor” en la frase “Dios es amor” (1Jn 4:8) también está en femenino,
aunque el término Dios es masculino. Salomón, el escritor principal de Proverbios (Pr 1:1), se aplicó el título qo·hé·leth
(congregador) (Ec 1:1), aunque el género de esta palabra también es femenino.
La sabiduría solo se manifiesta cuando se expresa de algún modo. La sabiduría de Dios se expresó en la creación (Pr
3:19, 20) mediante su Hijo. (Compárese con 1Co 8:6.) Del mismo modo, el propósito sabio de Dios concerniente a la
humanidad también se hace manifiesto mediante su Hijo, Jesucristo, y se sintetiza en él. Por eso el apóstol pudo decir que
Cristo representa “el poder de Dios y la sabiduría de Dios”, y que Cristo Jesús “ha venido a ser para nosotros sabiduría
procedente de Dios, también justicia y santificación y liberación por rescate”. (1Co 1:24, 30; compárese con 1Co 2:7, 8; Pr
8:1, 10, 18-21.)

209
En qué sentido es “Hijo unigénito”. El que a Jesús se le llame “Hijo unigénito” (Jn 1:14; 3:16, 18; 1Jn 4:9) no significa
que las otras criaturas celestiales creadas no sean hijos de Dios, puesto que también se las llama hijos. (Gé 6:2, 4; Job 1:6;
2:1; 38:4-7.) Sin embargo, por ser la única creación directa de su Padre, el Hijo primogénito fue único, diferente de todos
los demás hijos de Dios, a los que Jehová creó o engendró mediante ese Hijo primogénito. De modo que “la Palabra” era el
“Hijo unigénito” de Jehová en un sentido especial, igual que Isaac también lo fue de Abrahán en un sentido particular (su
padre ya había tenido otro hijo, pero no de su esposa Sara). (Heb 11:17; Gé 16:15.)
Por qué se le llama “la Palabra”. Parece ser que el nombre (o quizás título) “la Palabra” (Jn 1:1) identifica la función
que el Hijo primogénito de Dios desempeñó después de crear otras criaturas inteligentes. Una expresión similar aparece en
Éxodo 4:16, donde Jehová le dijo a Moisés con respecto a su hermano Aarón: “Y él tiene que hablar por ti al pueblo; y tiene
que suceder que él te servirá de boca, y tú le servirás de Dios”. Como portavoz del representante principal de Dios sobre la
Tierra, Aarón hizo las veces de “boca” para Moisés. Ese fue también el caso de la Palabra o Logos, quien llegó a ser
Jesucristo. Es probable que Jehová usara a su Hijo para transmitir información e instrucción a otros miembros de su familia
de hijos celestiales, como hizo para entregar su mensaje a los humanos. Como prueba de que era la Palabra o portavoz de
Dios, Jesús dijo a sus oyentes judíos: “Lo que yo enseño no es mío, sino que pertenece al que me ha enviado. Si alguien
desea hacer la voluntad de Él, conocerá respecto a la enseñanza si es de Dios o si hablo por mí mismo”. (Jn 7:16,  17;
compárese con 12:50; 18:37.)
En su existencia prehumana como la Palabra, Jesús debió servir de vocero de Jehová para personas en la Tierra. Aunque
algunos textos parecen indicar que Jehová habló a seres humanos directamente, otros aclaran que lo hizo a través de un
representante angélico. (Compárese Éx 3:2-4 con Hch 7:30, 35; también Gé 16:7-11, 13; 22:1, 11, 12, 15-18.) Es razonable
pensar que en la mayoría de estos casos Jehová habló a través de la Palabra. Quizás lo hizo también en Edén, pues en dos de
las tres ocasiones que se dice que Dios habló, el registro muestra con toda claridad que alguien estaba con Él, y es lógico
concluir que fuera su propio Hijo. (Gé 1:26-30; 2:16, 17; 3:8-19, 22.) El ángel que guió a Israel por el desierto y cuya voz
los israelitas tenían que obedecer estrictamente, porque el ‘nombre de Jehová estaba en él’, también pudo haber sido el Hijo
de Dios, la Palabra. (Éx 23:20-23; compárese con Jos 5:13-15.)
Esto no significa que la Palabra sea el único representante angélico mediante el que Jehová ha hablado. Las
declaraciones inspiradas de Hechos 7:53, Gálatas 3:19 y Hebreos 2:2, 3 muestran que el pacto de la Ley fue transmitido a
Moisés por medio de hijos angélicos de Dios que no eran su primogénito.
Jesús sigue llevando el nombre “La Palabra de Dios” después de regresar a la gloria celestial. (Rev 19:13, 16.)
¿Por qué se refieren algunas traducciones de la Biblia a Jesús como “Dios”, mientras que otras le llaman “un dios”?
Algunas versiones de la Biblia traducen Juan 1:1 de la siguiente manera: “En el principio la Palabra existía y la Palabra
estaba con Dios, y la Palabra era Dios”. El texto griego lee literalmente: “En principio era la palabra, y la palabra era hacia
el dios, y dios era la palabra”. El traductor tiene que poner las mayúsculas según las normas del idioma al que traduce. Está
claro que es apropiado escribir con mayúscula la expresión “el dios”, pues se refiere al Dios Todopoderoso, con quien
estaba la Palabra. No obstante, la mayúscula de la palabra “dios” en el segundo caso no está justificada.
La Traducción del Nuevo Mundo traduce así este texto: “En el principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la
Palabra era un dios”. Es verdad que el artículo indefinido (“un”) no está en el texto griego, pero eso no significa que
no pueda usarse en la traducción, pues en el griego koiné o común este artículo no existía. Por lo tanto, los traductores
deben incluir o no el artículo indefinido en todas las Escrituras Griegas Cristianas según su entendimiento del significado
del texto. Todas las traducciones españolas de las Escrituras Griegas contienen el artículo indefinido cientos de veces,
aunque la mayoría no lo usa en Juan 1:1. No obstante, su inclusión en la traducción de este versículo tiene buen
fundamento.

Proverbios 8:12 ”Yo, la sabiduría, he residido con la sagacidad y hallo hasta el conocimiento de las capacidades de pensar.

Proverbios 8:30 entonces llegué a estar a su lado como un obrero maestro, y llegué a ser aquella con quien él estuvo
especialmente encariñado día a día, y estuve alegre delante de él todo el tiempo,
210
1Corintios 1:24 no obstante, para los que son los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo el poder de Dios y la
sabiduría de Dios.

It-2 pág. 80 articulo analizado anteriormente en esta misma parte

Juan 1:1 En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios.

Juan 1:14 De modo que la Palabra vino a ser carne y residió entre nosotros, y tuvimos una vista de su gloria,
gloria como la que pertenece a un hijo unigénito de parte de un padre; y estaba lleno de bondad inmerecida y
verdad.

Juan 12:50 También, sé que su mandamiento significa vida eterna. Por lo tanto, las cosas que hablo, así como
el Padre me [las] ha dicho, así [las] hablo”.

W08 15/12 págs. 12, 13 párrs. 6, 7

“La Palabra”
6
(Léase Juan 1:14.) ¿Por qué se le da a Jesús el título de “la Palabra” o el Logos? Por la función que ha desempeñado
desde que fueron creados los demás seres inteligentes. Jehová usó a su Hijo para dar información e instrucciones a los
demás hijos espirituales, así como para transmitir su mensaje a los seres humanos. El hecho de que Jesús es la Palabra, o
Vocero de Dios, queda claro en lo que les dijo a un grupo de judíos: “Lo que yo enseño no es mío, sino que pertenece al que
me ha enviado. Si alguien desea hacer la voluntad de Él, conocerá respecto a la enseñanza si es de Dios o si hablo por mí
mismo” (Juan 7:16, 17). Jesús siguió llevando el título de “La Palabra de Dios” aun después de haber regresado a la gloria
celestial (Rev. 19:11, 13, 16).
7
Pensemos por un momento en lo que implica ese título. Aunque Jesús es la criatura más sabia que existe, no  confía en
su propia sabiduría y por eso solo transmite lo que su Padre le comunica. Tampoco dirige la atención a sí mismo, sino a su
Padre (Juan 12:50). ¡Qué magnífico ejemplo! A nosotros también se nos ha encomendado el maravilloso privilegio de
declarar “buenas nuevas de cosas buenas” (Rom. 10:15). El ejemplo de humildad de Jesús debería impulsarnos a tener
cuidado con lo que decimos. Cuando se trata de comunicar el mensaje salvador de las Escrituras, no  vamos “más allá de las
cosas que están escritas” (1 Cor. 4:6).

W98 15/6 pág. 23 párrs. 1-4

El vocero de Jehová
Las palabras de Juan señalan otro privilegio de que disfrutó el Hijo de Dios, a saber, ser el vocero de su Padre. Desde el
principio fue la Palabra. De modo que cuando Jehová habló con Adán y más tarde con Adán y Eva, probablemente lo hizo a
través de la Palabra. ¿Y quién mejor para transmitir las instrucciones de Dios para el bienestar de la humanidad que aquel
que estaba encariñado con ella? (Juan 1:1, 2.)
¡Cuánto debió doler a la Palabra ver a Eva y luego a Adán desobedecer al Creador! ¡Y cuánto debió haber anhelado
remediar los males que la desobediencia trajo a sus descendientes! (Génesis 2:15-17; 3:6, 8; Romanos 5:12.) Jehová se
dirigió a Satanás, quien había instigado a Eva a rebelarse, y le dijo: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu
descendencia y la descendencia de ella” (Génesis 3:15). La Palabra, que fue testigo de lo ocurrido en Edén, se dio cuenta de
que, siendo la parte principal de la “descendencia” de la mujer, se convertiría en el objeto de un odio despiadado. Sabía que
Satanás era un homicida (Juan 8:44).

211
Cuando, tiempo después, Satanás cuestionó la integridad del fiel Job, a la Palabra debieron indignarle las acusaciones
calumniosas levantadas contra su Padre (Job 1:6-10; 2:1-4). De hecho, en su papel de arcángel, a la Palabra se la conoce por
Miguel, nombre que significa “¿Quién Es Como Dios?” e indica que lucha a favor de Jehová contra todo el que aspira a
usurpar Su soberanía (Daniel 12:1; Revelación 12:7-10).
Durante la historia de Israel, la Palabra observó los esfuerzos de Satanás por apartar a los seres humanos de la adoración
pura. Después del Éxodo de Egipto, Dios dijo a Israel mediante Moisés: “Voy a enviar un ángel delante de ti para
mantenerte en el camino y para introducirte en el lugar que he preparado. Cuídate a causa de él y obedece su voz. No  te
portes rebeldemente contra él, porque no perdonará la transgresión de ustedes; porque mi nombre está dentro de él” (Éxodo
23:20, 21). ¿Quién fue ese ángel? Probablemente, Jesús en su existencia prehumana.

Juan 8:23 Así que él pasó a decirles: “Ustedes son de las regiones de abajo; yo soy de las regiones de arriba. Ustedes son de
este mundo; yo no soy de este mundo.

Juan 8:42 Jesús les dijo: “Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían a mí, porque de Dios vine yo y estoy aquí. Tampoco
he venido por mi propia iniciativa, no, sino que Aquel me ha enviado.

Juan 8:58 Jesús les dijo: “Muy verdaderamente les digo: Antes que Abrahán llegara a existir, yo he sido”.

EL CAMINO

Romanos 5:11 Y no solo eso, sino que también nos alborozamos en Dios mediante nuestro Señor Jesucristo, mediante
quien ahora hemos recibido la reconciliación.

It-2 págs. 796-799

RECONCILIACIÓN

Acción de volver a la concordia, de atraer y acordar los ánimos desunidos. Las palabras griegas relacionadas con el
término reconciliación se derivan del verbo al·lás·sō, que significa básicamente “cambiar; alterar”. (Hch 6:14; Gál 4:20,
Int.)
Por lo tanto, aunque la forma compuesta ka·tal·lás·sō significa esencialmente “cambiar” o “canjear”, adquirió el
significado de “reconciliar”. (Ro 5:10.) Pablo empleó este verbo al hablar de la mujer separada que debía ‘reconciliarse’ con
su esposo. (1Co 7:11.) En las instrucciones de Jesús registradas en Mateo 5:24 en cuanto a que se deberían ‘hacer primero
las paces’ con el hermano antes de presentar una ofrenda sobre el altar, aparece un término de la misma familia:
di·al·lás·so·mai.
Reconciliación con Dios. Pablo utiliza los términos ka·tal·lás·sō y a·po·ka·tal·lás·sō (una forma intensificada) en la carta
a los Romanos y en otras varias, al tratar el tema de la reconciliación del hombre con Dios por medio del sacrificio de Cristo
Jesús.
La reconciliación con Dios es necesaria porque ha existido un alejamiento, una separación, una falta de armonía y de
relaciones amistosas, más que eso, enemistad. Esta mala relación se produjo como consecuencia del pecado del primer
hombre, Adán, y la consiguiente pecaminosidad e imperfección que heredaron todos sus descendientes. (Ro 5:12;
compárese con Isa 43:27.) Por esa razón el apóstol podía decir que “el tener la mente puesta en la carne significa enemistad
con Dios, porque esta no está sujeta a la ley de Dios, ni, de hecho, lo puede estar [debido a la naturaleza imperfecta y
pecaminosa que ha heredado]. Por eso los que están en armonía con la carne no pueden agradar a Dios”. (Ro 8:7, 8.) Existe
enemistad porque las normas perfectas de Dios no permiten que Él apruebe o tolere el mal. (Sl 5:4; 89:14.) En cuanto a su
Hijo, quien reflejó las cualidades perfectas de su Padre, está escrito: “Amaste la justicia, y odiaste el desafuero”. (Heb 1:9.)
212
Por consiguiente, aunque “Dios es amor” y “tanto amó [...] al mundo [de la humanidad] que dio a su Hijo unigénito” a favor
de él, el hecho es que toda la humanidad ha estado enemistada con Dios, y Él ha manifestado al mundo de los hombres el
amor que se tiene a los enemigos, el amor que está fundado sobre los principios (gr. a·gá·pē) más bien que sobre el afecto o
la amistad (gr. fi·lí·a). (1Jn 4:16; Jn 3:16; compárese con Snt 4:4.)
Como la norma de justicia de Dios es perfecta, no puede tolerar ni aprobar el pecado, pues este consiste en la violación
de su voluntad expresa. Él es “benévolo y misericordioso”, y “rico en misericordia” (Sl 145:8, 9; Ef 2:4); pero no antepone
la misericordia a la justicia. Como se observa correctamente en la Cyclopædia, de M’Clintock y Strong (1894, vol. 8, pág.
958), la relación entre Dios y el hombre pecaminoso es por ello una relación “legal, como la de un soberano en calidad de
juez y un delincuente que ha infringido sus leyes y se ha alzado contra su autoridad, y al que por tanto se trata como
enemigo”. Esta era la situación en la que quedó la humanidad como consecuencia del pecado heredado de su primer padre,
Adán.
La base para la reconciliación. Únicamente puede haber una reconciliación completa con Dios por medio del sacrificio
de rescate de Cristo Jesús; él es “el camino” y nadie va al Padre sino por él. (Jn 14:6.) Su muerte sirvió de “sacrificio
propiciatorio [gr. hi·la·smón] por nuestros pecados”. (1Jn 2:2; 4:10.) La palabra hi·la·smós significa “medio de
apaciguamiento; expiación”. Está claro que el sacrificio de Jesucristo no era un “medio de apaciguamiento” en el sentido de
que calmara los sentimientos heridos que Dios pudiera tener o le aplacara, pues es patente que la muerte de su amado Hijo
no produciría tal efecto. Más bien, ese sacrificio apaciguó o satisfizo las exigencias de la justicia perfecta de Dios al sentar
la base recta y justa para el perdón del pecado, a fin de que Dios “sea justo hasta al declarar justo al hombre [pecaminoso
por herencia] que tiene fe en Jesús”. (Ro 3:24-26.) Al suministrar el medio para la expiación o compensación completa de
los pecados y acciones ilícitas humanas, el sacrificio de Cristo creó una situación propicia para que a partir de ese momento
el hombre procurara y consiguiera restablecer una buena relación con el Dios Soberano. (Ef 1:7; Heb 2:17; véase
RESCATE.)
Así que, por medio de Cristo, Dios ha abierto el camino que le permite “reconciliar de nuevo consigo mismo todas las
otras cosas, haciendo la paz mediante la sangre que [Jesús] derramó en el madero de tormento”. Como resultado, los que en
un tiempo estaban “alejados y eran enemigos” debido a que tenían la mente fija en la maldad podían beneficiarse de la
reconciliación, que se logra “por medio del cuerpo carnal de [Jesús] mediante su muerte”, lo que permite que se les presente
“santos y sin tacha y no expuestos a ninguna acusación delante de él”. (Col 1:19-22.) A partir de ese momento, Jehová Dios
podía ‘declarar justos’ a los que seleccionase para ser sus hijos espirituales, quienes no estarían bajo ninguna acusación,
pues ya estaban completamente reconciliados con Dios y en paz con Él. (Compárese con Hch 13:38, 39; Ro 5:9, 10; 8:33.)
¿Qué podemos decir entonces de hombres que sirvieron a Dios antes de la muerte de Cristo? Por ejemplo: Abel, de
quien se dijo que “se le dio testimonio de que era justo, pues Dios dio testimonio respecto a sus dádivas”; Enoc, quien “tuvo
el testimonio de haber sido del buen agrado de Dios”; Abrahán, quien “vino a ser llamado ‘amigo de Jehová’”; Moisés,
Josué, Samuel, David, Daniel, Juan el Bautista y los discípulos de Cristo, a quienes Jesús dijo antes de su muerte: “El Padre
mismo les tiene cariño”. (Heb 11:4, 5; Snt 2:23; Da 9:23; Jn 16:27.) Jehová mantuvo una relación con todos ellos y los
bendijo. Por tanto, ¿cómo es que tales personas necesitarían una reconciliación por medio de la muerte de Cristo?
Estas personas obviamente se reconciliaron hasta cierto grado con Dios. No obstante, al igual que el resto del mundo de
la humanidad, todavía eran pecadores por herencia, como de hecho lo reconocían al ofrecer los sacrificios de animales. (Ro
3:9, 22, 23; Heb 10:1, 2.) Es verdad que algunos hombres han pecado de manera más abierta o grave que otros, y hasta se
han vuelto manifiestamente rebeldes; pero el pecado sigue siendo pecado, sin importar su grado o alcance. Por lo tanto,
como todos son pecadores, todos los descendientes de Adán, sin excepción, necesitan la reconciliación con Dios que el
sacrificio de su Hijo ha hecho posible.
La relativa amistad de Dios con hombres como los mencionados antes se basaba en la fe que ellos mostraron, fe que
abarcaba la creencia de que Dios proveería al debido tiempo el medio para librarlos por completo de su condición
pecaminosa. (Compárese con Heb 11:1, 2, 39, 40; Jn 1:29; 8:56; Hch 2:29-31.) Por consiguiente, la relativa reconciliación
de la que disfrutaron estaba supeditada al rescate que Dios proveería en el futuro. Como se muestra en el artículo
DECLARAR JUSTO, Dios ‘contó’, ‘imputó’ o abonó en cuenta su fe como justicia, y, sobre esa base, teniendo en mira la
absoluta certeza de que proveería un rescate, podía considerarlos provisionalmente sus amigos sin violar sus normas de
justicia perfecta. (Ro 4:3, 9, 10; NM, Besson; compárese también con 3:25, 26; 4:17.) Sin embargo, las exigencias propias
213
de su justicia con el tiempo tendrían que satisfacerse, de manera que se saldarían con el pago real del precio de rescate
requerido. Todo esto exalta la importancia del papel de Cristo en el propósito de Dios, y demuestra que, aparte de Cristo
Jesús, no hay ningún hombre que pueda alcanzar una posición de justo ante Dios por méritos propios. (Compárese con Isa
64:6; Ro 7:18, 21-25; 1Co 1:30, 31; 1Jn 1:8-10.)
Pasos necesarios para conseguir la reconciliación. Dado que Dios es el ofendido y es su ley la que se ha infringido vez
tras vez, el hombre es quien debe reconciliarse con Dios y no Dios con el hombre. (Sl 51:1-4.) El hombre no está en un
plano de igualdad con Dios, y la norma de la justicia divina no está sujeta a cambios, enmiendas o modificaciones. (Isa
55:6-11; Mal 3:6; compárese con Snt 1:17.) Por lo tanto, sus condiciones para la reconciliación no son negociables, no están
sujetas a juicio o componenda. (Compárese con Job 40:1, 2, 6-8; Isa 40:13, 14.) Aunque muchas versiones traducen Isaías
1:18: “El Señor dice: Vengan, vamos a discutir este asunto” (VP), o emplean expresiones parecidas (BJ, SA, Str), una
traducción más adecuada y coherente es: “Vengan, pues, y enderecemos los asuntos entre nosotros [“Vengan, para que
arreglemos cuentas”, RH; véanse también CB, CI, EMN] —dice Jehová—”. La culpa de esta falta de armonía con Dios la
tiene exclusivamente el hombre, no Dios. (Compárese con Eze 18:25, 29-32.)
Este hecho no impide que Dios demuestre su misericordia tomando la iniciativa de abrir el camino para la reconciliación
por medio de su Hijo. El apóstol escribe: “Porque, de hecho, Cristo, mientras todavía éramos débiles, murió por impíos al
tiempo señalado. Porque apenas muere alguien por un hombre justo; en realidad, por el hombre bueno, quizás, alguien hasta
se atreva a morir. Pero Dios recomienda su propio amor [a·gá·pēn] a nosotros en que, mientras todavía éramos pecadores,
Cristo murió por nosotros. Mucho más, pues, dado que hemos sido declarados justos ahora por su sangre, seremos salvados
mediante él de la ira. Porque si, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios mediante la muerte de su Hijo,
mucho más, ahora que estamos reconciliados, seremos salvados por su vida. Y no solo eso, sino que también nos
alborozamos en Dios mediante nuestro Señor Jesucristo, mediante quien ahora hemos recibido la reconciliación”. (Ro 5:6-
11.) Jesús, quien “no conoció pecado”, fue hecho “pecado por nosotros” y murió como ofrenda humana a fin de librar a las
personas de la acusación y la pena del pecado. Librados de tal acusación, tienen la oportunidad de parecer justos a los ojos
de Dios, y, por lo tanto, de “[llegar] a ser justicia de Dios por medio de él [Jesús]”. (2Co 5:18, 21.)
Además, Dios demuestra su misericordia y amor enviando embajadores a la humanidad pecaminosa. En la antigüedad se
enviaban embajadores principalmente en tiempos de hostilidad (compárese con Lu 19:14), no de paz, y su misión solía
consistir en ver si podía evitarse la guerra o en fijar las condiciones que propiciaran la paz cuando existía un estado de
guerra. (Isa 33:7; Lu 14:31, 32; véase EMBAJADOR.) Dios envía a sus embajadores cristianos a los hombres para que
puedan aprender sus condiciones de reconciliación y para que se valgan de ellas. El apóstol escribe: “Somos, por lo tanto,
embajadores en sustitución de Cristo, como si Dios estuviera suplicando mediante nosotros. Como sustitutos por Cristo
rogamos: ‘Reconcíliense con Dios’”. (2Co 5:20.) Esta súplica no significa que se debilite la posición de Dios o su oposición
al mal; es una invitación misericordiosa a los ofensores para que busquen la paz y escapen de las inevitables consecuencias
de la justa ira divina, que sobrevendrá a los que persistan en oponerse a Su santa voluntad y que supondrá su segura
destrucción. (Compárese con Eze 33:11.) Incluso los cristianos tienen que cuidarse de ‘no aceptar la bondad inmerecida de
Dios y dejar de cumplir su propósito’, es decir, no buscar continuamente el favor y la buena voluntad de Dios durante el
“tiempo acepto” y el “día de salvación” que Él provee misericordiosamente, como muestran las siguientes palabras de
Pablo. (2Co 6:1, 2.)
Al reconocer la necesidad de reconciliarse y aceptar la provisión de Dios para ello, a saber, el sacrificio de su Hijo, la
persona debe arrepentirse de su proceder de pecado y convertirse o volverse de seguir el camino del mundo pecaminoso de
la humanidad. Apelando a Dios sobre la base del rescate de Cristo, puede obtener perdón de pecados y reconciliación, y
como resultado, “tiempos de refrigerio [...] de la persona de Jehová” (Hch 3:18, 19), así como paz mental y de corazón. (Flp
4:6, 7.) Como ha dejado de ser un enemigo con quien Dios está encolerizado, puede decirse que en realidad ha “pasado de la
muerte a la vida”. (Jn 3:16; 5:24.) Después, a fin de mantener la buena voluntad de Dios, ha de ‘invocarle en apego a la
verdad’, ‘continuar en la fe y no dejarse mover de la esperanza de las buenas nuevas’. (Sl 145:18; Flp 4:9; Col 1:22, 23.)
¿En qué sentido ha reconciliado Dios consigo mismo a un mundo?
El apóstol Pablo dice que “mediante Cristo [Dios] estaba reconciliando consigo mismo a un mundo, no imputándoles
sus ofensas”. (2Co 5:19.) Estas palabras no deberían interpretarse mal y concluir que todas las personas se reconcilian
automáticamente con Dios en virtud del sacrificio de Jesús, pues seguidamente el apóstol continúa hablando de la obra de
214
embajadores, que consiste en suplicar a los hombres: “Reconcíliense con Dios”. (2Co 5:20.) Lo que en realidad se proveyó
es el medio para que puedan reconciliarse todos los del mundo de la humanidad que deseen responder. Por consiguiente,
Jesús vino “para dar su alma en rescate en cambio por muchos”, y “el que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna; el que
desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él”. (Mt 20:28; Jn 3:36; compárese con Ro
5:18, 19; 2Te 1:7, 8.)
No obstante, Jehová Dios se propuso “reunir todas las cosas de nuevo en el Cristo, las cosas en los cielos y las cosas en
la tierra”. (Ef 1:10.) Aunque es necesaria la destrucción de los que se niegan a ‘enderezar los asuntos’ (Isa 1:18) con Jehová
Dios, el resultado será un universo en completa armonía con Dios, en el que la humanidad volverá a disfrutar de Su amistad
y de bendiciones continuas, como ocurría al principio en Edén. (Rev 21:1-4.)
Jehová Dios puso fin a la relación que mantenía con la nación de Israel en virtud de Su pacto, debido a que fueron
infieles y rechazaron a su Hijo. (Mt 21:42, 43; Heb 8:7-13.) El apóstol debe referirse a este hecho cuando dice que el
‘desecharlos significó reconciliación para el mundo’ (Ro 11:15), pues, como muestra el contexto, de este modo se abrió el
camino para el mundo ajeno a la comunidad o congregación judía. En otras palabras, las naciones no  judías tenían la
oportunidad de unirse a un resto fiel judío, con el que se había hecho el nuevo pacto, y formar la nueva nación de Dios, el
Israel espiritual. (Compárese con Ro 11:5, 7, 11, 12, 15, 25.)
Como pueblo de Dios, su “propiedad especial” (Éx 19:5, 6; 1Re 8:53; Sl 135:4), el pueblo judío había disfrutado de una
relativa reconciliación con Dios, aunque aún tenía la necesidad de una reconciliación plena por medio del predicho
Redentor, el Mesías. (Isa 53:5-7, 11, 12; Da 9:24-26.) Las naciones no judías, por otra parte, estaban ‘alejadas del estado de
Israel, eran extrañas a los pactos de la promesa, no tenían esperanza y estaban sin Dios en el mundo’, pues no  tenían una
posición reconocida ante Él. (Ef 2:11, 12.) No obstante, de acuerdo con el secreto sagrado relacionado con la Descendencia,
Dios se propuso bendecir a personas de “todas las naciones de la tierra”. (Gé 22:15-18.) El medio para hacerlo, el sacrificio
de Cristo Jesús, abrió por tanto el camino para que personas de las naciones no judías alejadas de Dios ‘estuvieran cerca por
la sangre del Cristo’. (Ef 2:13.) No solo esto, sino que aquel sacrificio también eliminó la división entre el judío y el que
no lo era, pues cumplió el pacto de la Ley y lo quitó del camino, lo que permitió a Cristo “reconciliar plenamente con Dios a
ambos pueblos en un solo cuerpo mediante el madero de tormento, porque había matado la enemistad [la división producida
por el pacto de la Ley] por medio de sí mismo”. A partir de entonces, tanto el judío como el que no  lo era podía acercarse a
Dios mediante Cristo Jesús, y con el tiempo se introdujo en el nuevo pacto como herederos del Reino con Cristo a los que
no eran judíos. (Ef 2:14-22; Ro 8:16, 17; Heb 9:15.)

Romanos 5:18 Así, pues, como mediante una sola ofensa el resultado a toda clase de hombres fue la condenación, así
mismo también mediante un solo acto de justificación el resultado a toda clase de hombres es el declararlos justos para vida.

1Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, un hombre, Cristo Jesús,

Hebreos 9:22-26 Sí, casi todas las cosas son limpiadas con sangre según la Ley, y a menos que se derrame sangre no se
efectúa ningún perdón. 23 Por lo tanto, fue necesario que las representaciones típicas de las cosas en los cielos fueran
limpiadas por estos medios, pero las mismas cosas celestiales con sacrificios que son mejores que dichos sacrificios.
24
 Porque Cristo entró, no en un lugar santo hecho de manos, el cual es copia de la realidad, sino en el cielo mismo, para
comparecer ahora delante de la persona de Dios a favor de nosotros. 25 Tampoco es con el fin de que se ofreciera a sí mismo
muchas veces, como realmente entra el sumo sacerdote en el lugar santo de año en año con sangre ajena. 26 De otro modo,
tendría que sufrir muchas veces desde la fundación del mundo. Mas ahora se ha manifestado una vez para siempre, en la
conclusión de los sistemas de cosas, para quitar de en medio el pecado mediante el sacrificio de sí mismo.

Hechos 10:43 De él dan testimonio todos los profetas, que todo el que pone fe en él consigue perdón de pecados mediante
su nombre”.

215
Efesios 2:18 porque mediante él nosotros, ambos pueblos, tenemos el acceso al Padre por un solo espíritu.

1Juan 2:2 Y él es un sacrificio propiciatorio por nuestros pecados, pero no solo por los nuestros, sino también por los de
todo el mundo.

Hebreos 7:25 Por consiguiente, él también puede salvar completamente a los que están acercándose a Dios mediante él,
porque siempre está vivo para abogar por ellos.

Juan 16:23,24 Y en aquel día ustedes no me harán pregunta alguna. Muy verdaderamente les digo: Si le piden alguna cosa
al Padre, él se la dará en mi nombre. 24 Hasta el tiempo actual ustedes no han pedido una sola cosa en mi nombre. Pidan y
recibirán, para que su gozo se haga pleno.

1Pedro 2:21 De hecho, ustedes fueron llamados a este [curso], porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles dechado
para que sigan sus pasos con sumo cuidado y atención.

LA VERDAD

Juan 18:37 Por lo tanto le dijo Pilato: “Bueno, pues, ¿eres tú rey?”. Jesús contestó: “Tú mismo dices que yo soy rey. Yo
para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio acerca de la verdad. Todo el que está de parte de la
verdad escucha mi voz”.

Lucas 24:44 En seguida les dijo: “Estas son mis palabras que les hablé mientras todavía estaba con ustedes, que todas las
cosas escritas en la ley de Moisés y en los Profetas y en los Salmos acerca de mí tenían que cumplirse”.

Juan 1:17 Porque la Ley fue dada por medio de Moisés, la bondad inmerecida y la verdad vinieron a ser por medio de
Jesucristo.

It-2 pág. 87 párr. 4

Su posición fundamental en el propósito de Dios. Jehová Dios tuvo a bien hacer que su Hijo primogénito fuese la figura
central o clave en el cumplimiento de todos sus propósitos (Jn 1:14-18; Col 1:18-20; 2:8, 9), la persona en la que
convergería la luz de todas las profecías y desde la que se irradiaría esta luz (1Pe 1:10-12; Rev 19:10; Jn 1:3-9), la solución
a todos los problemas que había ocasionado la rebelión de Satanás (Heb 2:5-9, 14, 15; 1Jn 3:8) y el fundamento sobre el que
Dios edificaría todos sus preparativos futuros para el bien eterno de su familia universal en el cielo y en la Tierra. (Ef 1:8-
10; 2:20; 1Pe 2:4-8.) Debido a la función vital que desempeña en el propósito de Dios, Jesús pudo decir apropiadamente y
sin exageración: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí”. (Jn 14:6.)

It-2 pág. 93 párrs. 2-6

‘Dar testimonio acerca de la verdad.’ A la pregunta de Pilato: “Bueno, pues, ¿eres tú rey?”, Jesús contestó: “Tú
mismo dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio acerca de la
verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz”. (Jn 18:37; véase CAUSA JUDICIAL [El juicio de Jesús].)
Como muestran las Escrituras, la verdad acerca de la que dio testimonio no era solo la verdad en general, sino que se trataba
de la verdad de máxima importancia en cuanto a lo que eran y lo que son los propósitos de Dios. Esta verdad estaba basada
en el hecho fundamental de la voluntad soberana de Dios y su aptitud para cumplir dicha voluntad. Jesús reveló mediante su

216
ministerio que esa verdad, contenida en el “secreto sagrado”, era el reino de Dios con él mismo, el “Hijo de David”, sentado
como Rey Sacerdote en el trono. Este fue también, en esencia, el mensaje que proclamaron los ángeles antes de su
nacimiento y una vez que este se produjo en Belén de Judea, la ciudad de David. (Lu 1:32, 33; 2:10-14; 3:31.)
Para que Jesús cumpliera en su ministerio con la comisión de dar testimonio acerca de la verdad, era necesario que no se
limitase a hablar, predicar y enseñar. Además de abandonar su gloria celestial para nacer como humano, tuvo que cumplir
todo lo que estaba profetizado acerca de él, entre lo que se contaban las sombras o modelos contenidos en el pacto de la
Ley. (Col 2:16, 17; Heb 10:1.) A fin de sostener la verdad de la palabra y las promesas proféticas de su Padre, Jesús tuvo
que vivir de tal modo que esa verdad se hiciera realidad, cumplirla de hecho y de palabra, tanto por su modelo de vida como
por su muerte. Tenía que ser la verdad, de hecho, la personificación de la verdad, como él mismo dijo que era. (Jn 14:6.)
Por esta razón, el apóstol Juan pudo escribir que Jesús “estaba lleno de bondad inmerecida y verdad”, y que aunque “la
Ley fue dada por medio de Moisés, la bondad inmerecida y la verdad vinieron a ser por medio de Jesucristo”. (Jn 1:14,  17.)
La verdad de Dios ‘vino a ser’, es decir, llegó a su realización, por medio de estos hechos históricos: el nacimiento humano
de Jesús, la presentación de sí mismo a Dios mediante bautismo en agua, sus tres años y medio de servicio público a favor
del reino de Dios, su muerte en fidelidad y su resurrección al cielo. (Compárese con Jn 1:18; Col 2:17.) Por lo tanto, toda la
vida terrestre de Jesucristo consistió en “dar testimonio acerca de la verdad”, acerca de lo que Dios había jurado. De modo
que Jesús no fue la sombra de un Mesías o Cristo, sino el verdadero Mesías que se había prometido. No fue la sombra de un
rey sacerdote, sino, en esencia y de hecho, el verdadero Rey Sacerdote que se había prefigurado. (Ro 15:8-12; compárese
con Sl 18:49; 117:1; Dt 32:43; Isa 11:10.)
Esta verdad sería la que ‘libraría a los hombres’ que demostrasen que estaban “de parte de la verdad” al aceptar el papel
de Jesús en el propósito de Dios. (Jn 8:32-36; 18:37.) Quien no haga caso del propósito de Dios concerniente a su Hijo,
edifique esperanzas sobre cualquier otro fundamento y oriente su vida a partir de cualquier otra base, se engañará a sí
mismo, creerá una mentira y seguirá la dirección del padre de la mentira, el adversario de Dios (Mt 7:24-27; Jn 8:42-47), lo
que significará que ‘morirá en sus pecados’. (Jn 8:23, 24.) Por eso Jesucristo no se retuvo de declarar su lugar en el
propósito de Dios.
Es verdad que dio orden rigurosa a sus discípulos de que no declararan a nadie su condición de Mesías (Mt 16:20; Mr
8:29, 30) y que en muy pocas ocasiones se refirió a sí mismo directamente como el Cristo, excepto cuando estaba en
privado con ellos. (Mr 9:33, 38, 41; Lu 9:20, 21; Jn 17:3.) Pero con denuedo y regularidad hizo notar que tanto las profecías
como sus obras probaban que era el Cristo. (Mt 22:41-46; Jn 5:31-39, 45-47; 7:25-31.) Cuando Jesús, “cansado del viaje”,
habló con una mujer samaritana al lado de un pozo, se identificó como el Cristo, quizás a fin de despertar la curiosidad de
los ciudadanos y hacer que salieran de la ciudad para verle, como por fin sucedió. (Jn 4:6, 25-30.) El mero hecho de que
alegara ser el Mesías no significaría nada si no lo respaldaba con pruebas. De todos modos, se requería fe de los que lo
vieran y oyeran para aceptar la conclusión a la que esas pruebas señalaban inequívocamente. (Lu 22:66-71; Jn 4:39-42;
10:24-27; 12:34-36.)

It-2 pág. 723 párr. 1

Como todas estas profecías se realizan en Jesucristo, lo que ratifica que son verdaderas, se entiende cómo fue que “la verdad
[vino] a ser por medio de Jesucristo”. “Porque no importa cuántas sean las promesas de Dios, han llegado a ser Sí mediante
él.” (Jn 1:17; 2Co 1:20; compárese con Lu 18:31; 24:25, 26, 44-46.) Pedro pudo decir con razón que “de [Jesús] dan
testimonio todos los profetas”. (Hch 3:20-24; 10:43; compárese con 28:23.)

2Corintios 1:20 Porque no importa cuántas sean las promesas de Dios, han llegado a ser Sí mediante él. Por eso también
mediante él [se dice] el “Amén” a Dios, para gloria por medio de nosotros.

Romanos 15:8 Porque digo que Cristo realmente llegó a ser ministro de los circuncisos a favor de la veracidad de Dios,
para confirmar las promesas que Él hizo a los antepasados de ellos,

217
Colosenses 2:17 porque esas cosas son una sombra de las cosas por venir, pero la realidad pertenece al Cristo.

Revelación 19:10 Ante aquello, caí delante de sus pies para adorarlo. Pero me dice: “¡Ten cuidado! ¡No hagas eso! Yo
simplemente soy coesclavo tuyo y de tus hermanos que tienen la obra de dar testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el
dar testimonio de Jesús es lo que inspira el profetizar”.

It-2 pág. 87

Su bautismo. El derramamiento del espíritu santo en el bautismo de Jesús marcó el momento en que llegó a ser el
Mesías o Cristo, el Ungido de Dios (cuando los ángeles usaron ese título al anunciar su nacimiento fue en un sentido
profético; Lu 2:9-11; nótense también los vss. 25, 26). Juan había estado ‘preparando el camino’ para “el medio de salvar de
Dios” durante seis meses. (Lu 3:1-6.) A Jesús se le bautizó cuando tenía “como [...] treinta años”, a pesar de las objeciones
iniciales de Juan, que hasta entonces solo había bautizado a pecadores arrepentidos. (Mt 3:1, 6, 13-17; Lu 3:21-23.) Sin
embargo, Jesús no tenía pecado, así que su bautismo fue un testimonio de que se presentaba para hacer la voluntad de su
Padre. (Compárese con Heb 10:5-9.) Después que Jesús “salió del agua”, y mientras oraba, “vio que los cielos se abrían”, el
espíritu de Dios descendía sobre él en forma corporal de paloma y se oyó la voz de Jehová desde el cielo decir: “Tú eres mi
Hijo, el amado; yo te he aprobado”. (Mt 3:16, 17; Mr 1:9-11; Lu 3:21, 22.)
Es probable que el espíritu de Dios derramado sobre Jesús aclarara muchos puntos en su mente. Sus propias expresiones
a partir de entonces y en particular la íntima oración a su Padre la noche de la Pascua de 33 E.C., muestran que recordaba su
existencia prehumana y lo que había oído decir a su Padre y le había visto hacer, así como la gloria de que disfrutó en los
cielos. (Jn 6:46; 7:28, 29; 8:26, 28, 38; 14:2; 17:5.) Es posible que se le devolvieran estos recuerdos cuando fue bautizado y
ungido.
Cuando se ungió a Jesús con espíritu santo, se le nombró y comisionó para llevar a cabo su ministerio de predicar y
enseñar (Lu 4:16-21), y para servir en calidad de Profeta de Dios. (Hch 3:22-26.) Pero, más importante aún, este ungimiento
lo nombró y comisionó como el Rey prometido de Jehová, el heredero del trono de David (Lu 1:32, 33, 69; Heb 1:8, 9) y de
un reino eterno. Por esta razón, más adelante pudo decir a los fariseos: “El reino de Dios está en medio de ustedes”. (Lu
17:20, 21.) De modo similar, a Jesús se le ungió para actuar como el Sumo Sacerdote de Dios, no como descendiente de
Aarón, sino según la semejanza del rey-sacerdote Melquisedec. (Heb 5:1, 4-10; 7:11-17.)
Jesús había sido el Hijo de Dios desde su nacimiento, igual que Adán había sido “hijo de Dios”. (Lu 3:38; 1:35.) Así lo
identificaron a partir de ese momento los ángeles. Por consiguiente, cabe pensar que la declaración que acompañó a la
unción por el espíritu de Dios, cuando después del bautismo de Jesús se oyó decir: “Tú eres mi Hijo, el amado; yo te he
aprobado” (Mr 1:11), fue más que solo un reconocimiento de la identidad de Jesús. Según todos los indicios, entonces Jesús
fue engendrado o producido por Dios como su Hijo espiritual, ‘nació otra vez’, por decirlo así, con el derecho de recibir
vida de nuevo como Hijo celestial de Dios en los cielos. (Compárese con Jn 3:3-6; 6:51; 10:17, 18; véanse BAUTISMO;
UNIGÉNITO.)
Su posición fundamental en el propósito de Dios. Jehová Dios tuvo a bien hacer que su Hijo primogénito fuese la
figura central o clave en el cumplimiento de todos sus propósitos (Jn 1:14-18; Col 1:18-20; 2:8, 9), la persona en la que
convergería la luz de todas las profecías y desde la que se irradiaría esta luz (1Pe 1:10-12; Rev 19:10; Jn 1:3-9), la solución
a todos los problemas que había ocasionado la rebelión de Satanás (Heb 2:5-9, 14, 15; 1Jn 3:8) y el fundamento sobre el que
Dios edificaría todos sus preparativos futuros para el bien eterno de su familia universal en el cielo y en la Tierra. (Ef 1:8-
10; 2:20; 1Pe 2:4-8.) Debido a la función vital que desempeña en el propósito de Dios, Jesús pudo decir apropiadamente y
sin exageración: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí”. (Jn 14:6.)
El “secreto sagrado”. El propósito de Dios según se reveló en Jesucristo permaneció como un “secreto sagrado [o
misterio] [...] guardado en silencio por tiempos de larga duración”. (Ro 16:25-27.) Durante más de cuatro mil años, desde la
rebelión en Edén, hubo hombres de fe que aguardaban el cumplimiento de la promesa de Dios de que habría una
“descendencia” que magullaría la cabeza del adversario semejante a una serpiente, y con ello traería alivio a la humanidad.
(Gé 3:15.) Por casi dos mil años ellos habían basado su esperanza en el pacto que Jehová hizo con Abrahán, según el cual,
218
una “descendencia” ‘tomaría posesión de la puerta de sus enemigos’ y por medio de ella se bendecirían todas las naciones
de la Tierra. (Gé 22:15-18.)
Cuando por fin “llegó el límite cabal del tiempo, Dios envió a su Hijo”, y a través de él reveló el significado del “secreto
sagrado”, dio la respuesta definitiva a la cuestión que había hecho surgir el adversario de Dios (véase JEHOVÁ [La cuestión
suprema es de naturaleza moral]) y suministró los medios para redimir a la humanidad obediente del pecado y la muerte
gracias al sacrificio de rescate de su Hijo. (Gál 4:4; 1Ti 3:16; Jn 14:30; 16:33; Mt 20:28.) De este modo Jehová Dios
eliminó cualquier incertidumbre o ambigüedad que pudiera haber en la mente de sus siervos con respecto a su propósito.
Por eso el apóstol dice que “no importa cuántas sean las promesas de Dios, han llegado a ser Sí mediante [Cristo Jesús]”.
(2Co 1:19-22.)
El “secreto sagrado” no consistía tan solo en identificar a Jesús como el Hijo de Dios, sino en definir el papel que se le
asignó en el propósito predeterminado de Dios y la revelación y realización de ese propósito a través de Jesucristo. Tal
propósito, que por tanto tiempo había sido un secreto, era “para una administración al límite cabal de los tiempos señalados,
a saber: reunir todas las cosas de nuevo en el Cristo, las cosas [que están] en los cielos y las cosas [que están] en la tierra”.
(Ef 1:9, 10.)
Uno de los aspectos del “secreto sagrado” cristalizado en Cristo Jesús es que él encabeza un nuevo gobierno celestial,
cuyos miembros serán personas (judías y no judías) tomadas de la población de la Tierra, y cuyo dominio abarcará tanto el
cielo como la Tierra. En la visión registrada en Daniel 7:13, 14 aparece alguien “como un hijo del hombre” (título que más
tarde se aplicó con frecuencia a Cristo: Mt 12:40; 24:30; Lu 17:26; compárese con Rev 14:14) en la corte celestial de
Jehová, y se le da “gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran
aun a él”. La misma visión, sin embargo, muestra que los “santos del Supremo” también van a compartir con este “hijo del
hombre” su reino, gobernación y grandeza. (Da 7:27.) Mientras Jesús estuvo en la Tierra, seleccionó de entre sus discípulos
a los primeros de los futuros miembros de ese gobierno del Reino. Después que ‘continuaron con él en sus pruebas’, hizo un
pacto con ellos para un reino, orando a su Padre para que los santificase (o los hiciera “santos”) y pidiéndole que ‘donde él
estuviera, ellos también estuvieran con él, para que contemplaran su gloria que le había dado’. (Lu 22:28,  29; Jn 17:5,
17, 24.) Por estar así en unión con Cristo, la congregación cristiana también desempeña su papel en el “secreto sagrado”,
como más tarde expresa el apóstol inspirado. (Ef 3:1-11; 5:32; Col 1:26, 27; véase SECRETO SAGRADO.)

Génesis 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la
cabeza y tú le magullarás en el talón”.

Génesis 22:16-18 y a decir: “‘Por mí mismo de veras juro —es la expresión de Jehová— que por motivo de que has hecho
esta cosa y no has retenido a tu hijo, tu único, 17 yo de seguro te bendeciré y de seguro multiplicaré tu descendencia como
las estrellas de los cielos y como los granos de arena que hay en la orilla del mar; y tu descendencia tomará posesión de la
puerta de sus enemigos. 18 Y mediante tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra debido a
que has escuchado mi voz’”.

Daniel 7:13,14 ”Seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡pues vea!, con las nubes de los cielos sucedía que
venía alguien como un hijo del hombre; y al Anciano de Días obtuvo acceso, y lo presentaron cerca, aun delante, de Aquel.
14
 Y a él fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran
aun a él. Su gobernación es una gobernación de duración indefinida que no pasará, y su reino uno que no será reducido a
ruinas.

Lucas 8:1 Poco después iba viajando de ciudad en ciudad y de aldea en aldea, predicando y declarando las buenas nuevas
del reino de Dios. Y con él iban los doce,

219
Revelación 19:10 Ante aquello, caí delante de sus pies para adorarlo. Pero me dice: “¡Ten cuidado! ¡No hagas eso! Yo
simplemente soy coesclavo tuyo y de tus hermanos que tienen la obra de dar testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el
dar testimonio de Jesús es lo que inspira el profetizar”.

It-2 pág. 722 párr. 3

¿En que sentido ‘el dar testimonio de Jesús inspira el profetizar’?


En la visión del apóstol Juan, un ángel le dijo que “el dar testimonio de Jesús es lo que inspira [literalmente, “es el
espíritu de”] el profetizar”. (Rev 19:10.) El apóstol Pablo llama a Cristo el “secreto sagrado de Dios”, y dice que
“cuidadosamente ocultados en él están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”. (Col 2:2, 3.) Esto se debe a que
Jehová Dios ha asignado a su Hijo el papel clave en la realización de su magnífico propósito, que consiste en la
santificación de Su nombre y en que se vuelva a poner a la Tierra y sus habitantes en el lugar que Dios había previsto para
ellos; esto se logra mediante “una administración al límite cabal de los tiempos señalados, a saber: reunir todas las cosas de
nuevo en el Cristo, las cosas en los cielos y las cosas en la tierra”. (Ef 1:9, 10; compárese con 1Co 15:24, 25.) Como el
cumplimiento del magnífico propósito de Dios está muy relacionado con Jesús (compárese con Col 1:19, 20), toda profecía,
es decir, todos los mensajes inspirados de Dios y proclamados por sus siervos, señalaban hacia su Hijo. Así que, como dice
Revelación 19:10, todo el “espíritu” (toda la inclinación, intención y propósito) de la profecía era dar testimonio de Jesús,
aquel a quien Jehová convertiría en “el camino y la verdad y la vida”. (Jn 14:6.) Esto no solo es cierto de las profecías
anteriores al ministerio público de Jesús, sino de todas las profecías posteriores. (Hch 2:16-36.)

LA VIDA

Mateo 20:28 Así como el Hijo del hombre no vino para que se le ministrara, sino para ministrar y para dar su alma en
rescate en cambio por muchos”.

1Pedro 1:18,19 Porque ustedes saben que no fue con cosas corruptibles, con plata u oro, con lo que fueron librados de su
forma de conducta infructuosa recibida por tradición de sus antepasados. 19 Más bien, fue con sangre preciosa, como la de
un cordero sin tacha e inmaculado, sí, la de Cristo.

Hechos 3:15 mientras que mataron al Agente Principal de la vida. Pero Dios lo ha levantado de entre los muertos, del cual
hecho nosotros somos testigos.

Hechos 10:42 También, nos ordenó que predicáramos al pueblo y que diéramos testimonio cabal de que este es Aquel de
quien Dios ha decretado que sea juez de vivos y de muertos.

Juan 6:39,40 Esta es la voluntad del que me ha enviado, que no pierda nada de todo lo que me ha dado, sino que lo resucite
en el último día. 40 Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que contempla al Hijo y ejerce fe en él tenga vida
eterna, y yo lo resucitaré en el último día”.

Efesios 1:7 Por medio de él tenemos la liberación por rescate mediante la sangre de ese, sí, el perdón de [nuestras] ofensas,
según las riquezas de su bondad inmerecida.

Hebreos 8.1-3 Ahora bien, en cuanto a las cosas que se consideran, este es el punto principal: Tenemos tal sumo sacerdote,
y él se ha sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, 2 siervo público del lugar santo y de la tienda verdadera,

220
que Jehová levantó, y no el hombre. 3 Porque todo sumo sacerdote es nombrado para ofrecer tanto dádivas como sacrificios;
por lo cual fue necesario que este también tuviera algo que ofrecer.

It-2 pág. 88 párrs. 1-3

“Agente Principal de la vida.” Por bondad inmerecida de su Padre, Cristo Jesús entregó su vida humana perfecta en
sacrificio, lo que hizo posible que sus seguidores escogidos pudiesen estar en unión con él reinando en el cielo y que
hubiera súbditos terrestres de dicho Reino. (Mt 6:10; Jn 3:16; Ef 1:7; Heb 2:5; véase RESCATE.) De este modo llegó a ser
el “Agente Principal [“Príncipe”, ENP; Ga; NC, 1981; Besson; “Caudillo”, BC] de la vida” para toda la humanidad. (Hch
3:15.) El término griego que se usa en este pasaje significa básicamente “caudillo principal”, y es una palabra emparentada
con la que se aplicó a Moisés (Hch 7:27, 35) en su papel de “gobernante” de Israel.
Por tanto, en su función de “caudillo principal” o “pionero de la Vida” (Moffat [en inglés]), Jesús introdujo un elemento
nuevo y esencial para conseguir la vida eterna: su papel de intermediario o mediador, que también lo desempeña en sentido
administrativo. Es el Sumo Sacerdote de Dios que puede limpiar por completo del pecado y liberar de los efectos mortíferos
de este (Heb 3:1, 2; 4:14; 7:23-25; 8:1-3); es el Juez nombrado en cuyas manos se encomienda todo juicio, de modo que
administra con prudencia los beneficios de su rescate a las personas de la humanidad que merezcan vivir bajo su
gobernación (Jn 5:22-27; Hch 10:42, 43); mediante él también se consigue la resurrección de los muertos. (Jn 5:28, 29;
6:39, 40.) Debido a que Jehová Dios quiso utilizar así a su Hijo, “no hay salvación en ningún otro, porque no hay otro
nombre debajo del cielo que se haya dado entre los hombres mediante el cual tengamos que ser salvos”. (Hch 4:12;
compárese con 1Jn 5:11-13.)
Como su “nombre” también abarca este aspecto de la autoridad de Jesús, mediante él sus discípulos, en calidad de
representantes del Agente Principal de la vida, podían curar a personas de sus enfermedades ocasionadas por el pecado
heredado e incluso podían levantar a los muertos. (Hch 3:6, 15, 16; 4:7-11; 9:36-41; 20:7-12.)

Revelación 7:9,10 Después de estas cosas vi, y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas
las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y
había ramas de palmera en sus manos. 10 Y siguen clamando con voz fuerte, y dicen: “La salvación [se la debemos] a
nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero”.

Hechos 4:10 séales conocido a todos ustedes y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo el Nazareno, a
quien ustedes fijaron en un madero, pero a quien Dios levantó de entre los muertos, por este se halla este hombre de pie aquí
sano delante de ustedes.

Hechos 4:12 Además, no hay salvación en ningún otro, porque no hay otro nombre debajo del cielo que se haya dado entre
los hombres mediante el cual tengamos que ser salvos”.

OTROS TÍTULOS BÍBLICOS REFERIDOS A JESÚS

EL AMEN

2Corintios 1:19,20 Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús, que fue predicado entre ustedes por nosotros, es decir, por mí y
Silvano y Timoteo, no llegó a ser Sí y, no obstante, No, sino que el Sí ha llegado a ser Sí en el caso de él. 20 Porque no
importa cuántas sean las promesas de Dios, han llegado a ser Sí mediante él. Por eso también mediante él [se dice] el
“Amén” a Dios, para gloria por medio de nosotros.

PADRE ETERNO
221
Isaias 9:6 Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y el regir principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y
por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

SUMO SACERDOTE

Hebreos 3:1 Por consiguiente, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, consideren al apóstol y sumo
sacerdote que nosotros confesamos: a Jesús.

Hebreos 9:13,14 Porque si la sangre de machos cabríos y de toros, y las cenizas de novilla rociadas sobre los que se han
contaminado, santifica al grado de limpieza de la carne, 14 ¿cuánto más la sangre del Cristo, que por un espíritu eterno se
ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, limpiará nuestra conciencia de obras muertas para que rindamos servicio sagrado a[l]
Dios vivo?

Hebreos 9: 25,26 Tampoco es con el fin de que se ofreciera a sí mismo muchas veces, como realmente entra el sumo
sacerdote en el lugar santo de año en año con sangre ajena. 26 De otro modo, tendría que sufrir muchas veces desde la
fundación del mundo. Mas ahora se ha manifestado una vez para siempre, en la conclusión de los sistemas de cosas, para
quitar de en medio el pecado mediante el sacrificio de sí mismo.

REY DE REYES

Revelación 17:14 Estos combatirán contra el Cordero, pero, porque es Señor de señores y Rey de reyes, el Cordero los
vencerá. También, los llamados y escogidos y fieles que con él están [lo harán]”.

PRÍNCIPE DE PAZ

Isaias 9:6 Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y el regir principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y
por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

MARAVILLOSO CONSEJERO

Isaias 9:6 Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y el regir principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y
por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Juan 6:68 Simón Pedro le contestó: “Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes dichos de vida eterna;

222
Lección 10(b) DÉJATE GUIAR POR LOS PRINCIPIOS BÍBLICOS

Proverbios 3:6 En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas.

Proverbios 3:21-23 Hijo mío, no se escapen de tus ojos. Salvaguarda la sabiduría práctica y la capacidad de pensar, 22 y
resultarán ser vida a tu alma y encanto a tu garganta. 23 En tal caso andarás con seguridad por tu camino, y ni siquiera tu pie
dará contra cosa alguna.

Proverbios 4:7 La sabiduría es la cosa principal. Adquiere sabiduría; y con todo lo que adquieres, adquiere entendimiento.

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Dirijamos nuestros pasos siguiendo los principios divinos

“[Jehová] te enseña para que te beneficies a ti mismo.” (ISAÍAS 48:17.)

A LOS científicos que tratan de desentrañar los secretos del universo les asombra la tremenda cantidad de energía que
hay en el cosmos. El Sol, una estrella de tamaño mediano, produce tanta energía como la que liberarían “100.000 millones
de bombas de hidrógeno que explotaran cada segundo”. El Creador controla y dirige esos enormes cuerpos celestes
mediante su ilimitado poder (Job 38:32; Isaías 40:26). ¿Qué podemos decir de los seres humanos, dotados de libre albedrío,
facultad moral, raciocinio y capacidad para la espiritualidad? ¿De qué formas ha visto oportuno dirigirnos nuestro Hacedor?
Nos guía con amor mediante sus leyes perfectas y sus elevados principios, en combinación con nuestra conciencia bien
educada (2 Samuel 22:31; Romanos 2:14, 15).
2
A Dios le complace que las criaturas inteligentes decidan obedecerlo (Proverbios 27:11). En vez de programarnos para
que nos sometamos ciegamente, como si fuéramos robots sin voluntad, Jehová nos dotó de libre albedrío a fin de que
decidamos con conocimiento de causa y hagamos lo bueno (Hebreos 5:14).
3
Jesús, que reflejó a la perfección a su Padre, dijo a sus discípulos: “Ustedes son mis amigos si hacen lo que les mando.
Ya no los llamo esclavos” (Juan 15:14, 15). En tiempos antiguos, a los esclavos no les quedaba más remedio que obedecer a
su amo. Por otro lado, las amistades se forjan manifestando cualidades que llegan al corazón. Nosotros podemos ser amigos
de Jehová (Santiago 2:23). El amor mutuo fortalece dicha amistad. Jesús enlazó la obediencia a Dios con el amor cuando
dijo: “Si alguien me ama, observará mi palabra, y mi Padre lo amará” (Juan 14:23). Con ese fin, y también para guiarnos
bien, Jehová nos invita a vivir según sus principios.
Principios piadosos
4
¿Qué son los principios? Se define principio como “regla de conducta. Verdad o idea que sirve de fundamento a otras o
a un razonamiento” (Diccionario de uso del español, de María Moliner). Un estudio detenido de la Biblia revela que nuestro
Padre celestial suministra directrices esenciales que abarcan diversas situaciones y aspectos de la vida, y lo hace teniendo
presente nuestro beneficio eterno. Esto armoniza con lo que escribió el sabio rey Salomón: “Oye, hijo mío, y acepta mis
dichos. Entonces para ti los años de vida llegarán a ser muchos. Yo ciertamente te instruiré aun en el camino de la sabiduría;
ciertamente haré que pises en los senderos trillados de la rectitud” (Proverbios 4:10, 11). Los principios fundamentales que
suministra Jehová influyen en nuestra relación con él y con nuestros semejantes, en nuestra adoración y en nuestra vida
diaria (Salmo 1:1). Analicemos algunos de dichos principios esenciales.
5
Jesús dijo respecto a nuestra relación con Jehová: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu
alma y con toda tu mente” (Mateo 22:37). Además, Dios da principios que tienen que ver con el modo de tratar al
semejante, como la Regla Áurea: “Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera
tienen que hacérselas a ellos” (Mateo 7:12; Gálatas 6:10; Tito 3:2). Se nos da este consejo tocante a la adoración que
rendimos: “Considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, sin abandonar el reunirnos”
(Hebreos 10:24, 25). En lo que se refiere a los aspectos de la vida cotidiana, el apóstol Pablo dice: “Sea que estén comiendo,

223
o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). En la Palabra
de Dios hay una innumerable cantidad de otros principios.
6
Los principios son verdades vigentes y esenciales, y los cristianos sabios aprenden a amarlos. Jehová inspiró a
Salomón a escribir lo siguiente: “De veras presta atención a mis palabras. A mis dichos inclina tu oído. No se escapen de tus
ojos. Guárdalos en medio de tu corazón. Porque son vida a los que los hallan y salud a toda su carne” (Proverbios 4:20-22).
¿En qué difieren los principios de las leyes? Los principios constituyen el fundamento de las leyes. Las reglas, que suelen
ser específicas, tal vez sean pertinentes para cierto tiempo o situación, mientras que los principios son eternos (Salmo
119:111). Los principios divinos no se vuelven anticuados ni pierden vigencia. Las palabras inspiradas del profeta Isaías
resultan veraces: “La hierba verde se ha secado, la flor se ha marchitado; pero en cuanto a la palabra de nuestro Dios, durará
hasta tiempo indefinido” (Isaías 40:8).
Basemos nuestros pensamientos y acciones en los principios
7
“La palabra de nuestro Dios” nos anima una y otra vez a basar nuestros pensamientos y acciones en los principios.
Cuando se pidió a Jesús que resumiera la Ley, hizo dos declaraciones concisas: una de ellas recalcaba el amor a Jehová, y la
otra, el amor al prójimo (Mateo 22:37-40). De esta manera, citó parte de un breve resumen de los principios básicos de la
Ley mosaica anotado en Deuteronomio 6:4, 5: “Jehová nuestro Dios es un solo Jehová. Y tienes que amar a Jehová tu Dios
con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza vital”. Al parecer, Jesús también tenía presente la directriz
divina que se encuentra en Levítico 19:18. En la clara, sucinta e impactante conclusión del libro de Eclesiastés, el rey
Salomón resume una gran cantidad de leyes divinas: “La conclusión del asunto, habiéndose oído todo, es: Teme al Dios
verdadero y guarda sus mandamientos. Porque este es todo el deber del hombre. Porque el Dios verdadero mismo traerá
toda clase de obra a juicio con relación a toda cosa escondida, en cuanto a si es buena o es mala” (Eclesiastés 12:13, 14;
Miqueas 6:8).
8
Tener una comprensión cabal de esos principios fundamentales nos ayuda a entender y aplicar pautas más específicas.
Además, si no comprendemos perfectamente ni obedecemos tales principios básicos, no podremos tomar decisiones
prudentes, y nuestra fe se debilitará (Efesios 4:14). Por el contrario, si grabamos esas pautas en la mente y el corazón,
estaremos preparados para usarlas al tomar decisiones. Cuando las ponemos en práctica con entendimiento, obtenemos
buenos resultados (Josué 1:8; Proverbios 4:1-9).
9
Entender y aplicar los principios bíblicos no es tan sencillo como seguir un código legal. Los seres humanos
imperfectos tal vez rehuyamos el esfuerzo que exige razonar partiendo de principios, y prefiramos la comodidad de seguir
una regla al tomar decisiones o vernos ante una disyuntiva. Es posible que en ocasiones busquemos la dirección de un
cristiano maduro —por ejemplo, un anciano de congregación— con la esperanza de que nos dé una regla específica
pertinente para el caso. Sin embargo, puede ser que ni la Biblia ni las publicaciones que en ella se basan suministren una
regla categórica, y aun si se nos proporciona una, no nos servirá en todo momento ni en toda circunstancia. Quizá
recordemos que cierto hombre hizo esta petición a Jesús: “Maestro, di a mi hermano que divida conmigo la herencia”.
En lugar de apresurarse a dictar una norma para resolver las disputas entre hermanos carnales, Jesús enunció un principio
más general: “Mantengan abiertos los ojos y guárdense de toda suerte de codicia”. De ese modo suministró una pauta que
fue útil entonces y sigue siéndolo hoy día (Lucas 12:13-15).
10
Es probable que hayamos conocido a personas que tienden a obedecer las leyes a regañadientes, por temor al castigo.
Pues bien, el respeto a los principios impide que tengamos esa actitud. La misma naturaleza de los principios mueve a
quienes están gobernados por ellos a responder desde el corazón. De hecho, la mayoría de los principios no llevan consigo
un castigo inmediato para quienes no se sujetan a ellos, lo cual nos da la oportunidad de revelar por qué obedecemos a
Jehová, cuáles son los motivos de nuestro corazón. Encontramos un ejemplo en José, que rechazó las proposiciones
inmorales de la esposa de Potifar. Aunque Jehová no había dado todavía una ley escrita que condenara el adulterio y
no había prescrito un castigo por tener relaciones con la esposa de otro hombre, José estaba al tanto de cuáles eran los
principios divinos sobre la fidelidad marital (Génesis 2:24; 12:18-20). Su respuesta pone de relieve que tales pautas le
influyeron sobremanera: “¿Cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?” (Génesis 39:9).
11
Los cristianos de la actualidad se dejan guiar por los principios de Jehová en sus asuntos personales, como son la
elección de las compañías, las diversiones, la música y la lectura (1 Corintios 15:33; Filipenses 4:8). Al aumentar el

224
conocimiento, entendimiento y aprecio de Jehová y sus normas, nuestra conciencia, es decir, nuestro sentido moral, nos
ayudará a poner en práctica los principios divinos en cualquier circunstancia, incluso en cuestiones muy personales. Puesto
que nos guiamos por los principios bíblicos, no buscamos lagunas en las leyes de Dios ni imitamos a los que tratan de ver
hasta dónde pueden llegar sin quebrantar una determinada regla. Comprendemos que tal modo de pensar es
contraproducente y perjudicial (Santiago 1:22-25).
12
Los cristianos maduros reconocen que para seguir los principios divinos, es esencial que deseemos saber lo que piensa
Jehová sobre los asuntos. “Oh amadores de Jehová —es la exhortación del salmista—, odien lo que es malo.” (Salmo
97:10.) En Proverbios 6:16-19 se enumeran algunas cosas que Dios considera malas: “Hay seis cosas que Jehová de veras
odia; sí, siete son cosas detestables a su alma: ojos altaneros, una lengua falsa, y manos que derraman sangre inocente, un
corazón que fabrica proyectos perjudiciales, pies que se apresuran a correr a la maldad, un testigo falso que lanza mentiras,
y cualquiera que envía contiendas entre hermanos”. Cuando el deseo de reflejar el sentir de Jehová sobre tales cuestiones
fundamentales rige nuestra existencia, vivir en conformidad con los principios se convierte en algo habitual para nosotros
(Jeremías 22:16).
Hace falta un buen motivo
13
Conocer y aplicar los principios también nos protege de la trampa de adorar a Dios de una manera formal, vacía. No es
lo mismo regirse por principios que obedecer reglas de manera estricta. Jesús indicó claramente este punto en el Sermón del
Monte (Mateo 5:17-48). Conviene recordar que su auditorio estaba compuesto de judíos, cuya conducta debía estar regulada
por la Ley mosaica. La realidad era, sin embargo, que tenían una idea deformada de la Ley. Hacían hincapié en la letra, en
vez de hacerlo en el espíritu. Y daban mucha importancia a sus tradiciones, las cuales anteponían a las enseñanzas de Dios
(Mateo 12:9-12; 15:1-9). Como consecuencia, a la generalidad de las personas no se les enseñaba a pensar en función de los
principios.
14
En cambio, en el Sermón del Monte, Jesús incluyó principios en cinco campos de la moralidad: la cólera; el
matrimonio y el divorcio; las promesas; la venganza, y el amor y el odio. En cada caso señaló el beneficio de seguir un
principio. De ese modo elevó la norma moral de sus seguidores. Veamos un ejemplo: tocante al adulterio enunció un
principio que no solo protege nuestras acciones, sino también nuestros pensamientos y deseos: “Todo el que sigue mirando
a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” (Mateo 5:28).
15
Este ejemplo ilustra que jamás debemos perder de vista el propósito y el espíritu de los principios de Jehová. Desde
luego, no debemos tratar de ganar el favor de Dios mediante el formalismo moral. Jesús puso al descubierto lo engañosa que
es tal actitud destacando la misericordia y el amor de Dios (Mateo 12:7; Lucas 6:1-11). Si seguimos los principios bíblicos,
no intentaremos regir nuestra vida por un conjunto inflexible de normas que van más allá de lo que enseña la Biblia, ni  lo
exigiremos de los demás. Estaremos más interesados en los principios de amor y obediencia a Dios que en la apariencia
externa de nuestra adoración (Lucas 11:42).
Resultados felices
16
Al esforzarnos por obedecer a Jehová, es importante que tengamos presente que sus leyes se basan en principios
fundamentales. Por ejemplo, los cristianos han de huir de la idolatría, la inmoralidad sexual y el uso impropio de la sangre
(Hechos 15:28, 29). ¿Qué hay detrás de la posición cristiana respecto a estos asuntos? Que Dios merece devoción exclusiva,
que debemos ser fieles a nuestro cónyuge y que Jehová es el Dador de la vida (Génesis 2:24; Éxodo 20:5; Salmo 36:9).
Comprender estos principios subyacentes facilita el que obedezcamos las leyes relacionadas.
17
Al percibir los principios subyacentes y ponerlos en práctica, nos damos cuenta de que son para nuestro bien. Las
bendiciones espirituales de que disfruta el pueblo de Dios suelen ir acompañadas de beneficios tangibles. Así, quienes
no fuman, llevan una vida moral intachable y respetan la santidad de la sangre no sufren determinadas enfermedades. Del
mismo modo, vivir en conformidad con la verdad divina puede favorecernos en sentido económico, en las relaciones
sociales y en la vida familiar. Todos esos beneficios concretos demuestran el valor de las normas de Jehová, que son
realmente prácticas. Ahora bien, obtener ese provecho no es en sí el motivo principal por el que aplicamos los principios
divinos. Los cristianos verdaderos obedecen a Jehová porque lo aman, porque él merece que lo adoren y porque eso es lo
que debe hacerse (Revelación 4:11).

225
18
Dejar que los principios bíblicos nos rijan resulta en tener un modo de vida superior, que puede atraer a otras personas
al camino de Dios. Lo más importante es que nuestra vida honra a Jehová. Nos damos cuenta de que es en realidad un Dios
amoroso que desea lo mejor para nosotros. Cuando tomamos decisiones que están en conformidad con los principios
bíblicos y observamos que Jehová nos bendice, nos sentimos aún más cerca de él. En efecto, forjamos una relación más
estrecha con nuestro Padre celestial.
[Recuadro de la página 20]
Wilson, un cristiano de Ghana, recibió la notificación de que en unos días se le iba a echar de su empleo. El  último día de
trabajo se le mandó lavar el automóvil personal del director gerente de la empresa. Cuando encontró en dicho vehículo una
cantidad de dinero, su superior le dijo que Dios se lo había enviado porque ese día lo despedían. No obstante, Wilson aplicó
los principios bíblicos sobre la honradez y devolvió el dinero al director. Este, sorprendido e impresionado, no solo le
ofreció un empleo fijo de inmediato, sino que también lo ascendió a un puesto de responsabilidad en la empresa (Efesios
4:28).
[Recuadro de la página 21]
Rukia es una albanesa de más de 60 años. A causa de una discusión familiar, llevaba más de diecisiete años sin hablar con
su hermano. Inició un estudio de la Biblia con los testigos de Jehová, en el que aprendió que los cristianos verdaderos deben
estar en paz unos con otros y no guardarse rencor. Oró toda la noche y, con el corazón en un puño, caminó hasta la casa de
su hermano. Le abrió la puerta su sobrina, quien, sorprendida, le preguntó: “¿Quién ha muerto? ¿Qué haces aquí?”. Rukia le
dijo que deseaba ver a su hermano, y explicó con calma que conocer los principios bíblicos y a Jehová la había impulsado a
hacer las paces con él. Con lágrimas y abrazos celebraron esta reunión especial (Romanos 12:17, 18).

W02 15/2 págs. 4-7

Los principios divinos nos benefician

TODOS sabemos que los animales siguen su instinto, y que hay máquinas programadas para ejecutar determinadas
funciones. Pero el ser humano fue creado para que se guiara por principios. ¿Cómo podemos estar seguros de ello? Pues
bien, Jehová, quien ha dado origen a todo principio correcto, dijo lo siguiente cuando hizo a los primeros seres humanos:
“Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza”. El Creador es un espíritu; no posee un cuerpo físico
como nosotros. Por tanto, estamos hechos a su “imagen” en el sentido de que podemos reflejar su personalidad,
manifestando a cierto grado sus buenas cualidades. Tenemos la facultad de regirnos por principios, es decir, obrar conforme
a lo que creemos que es un código de buena conducta. Jehová se encargó de que se pusieran por escrito muchos de ellos en
su Palabra (Génesis 1:26; Juan 4:24; 17:17).
“Pero la Biblia contiene cientos de principios —tal vez diga alguien—. Me es imposible aprenderlos todos.” Y es
verdad. Sin embargo, pensemos en esto: aunque todos los principios divinos son buenos, algunos tienen mayor importancia.
Sirva de botón de muestra Mateo 22:37-39, donde Jesús indicó que entre los mandamientos y principios correspondientes de
la Ley de Moisés, unos eran de más peso que otros.
¿Cuáles son estos? Los principios bíblicos clave son los que ejercen una influencia directa en nuestra relación con
Jehová. Si los obedecemos, el Creador resulta ser la fuerza dominante de nuestra brújula moral. Además, existen principios
que influyen en las relaciones con los demás. Si los ponemos en práctica, nos ayudarán a resistir el yoísmo, o como sea que
lo llamemos.
Analicemos una de las verdades bíblicas esenciales. ¿Cuál es y cómo nos concierne?
“El Altísimo sobre toda la tierra”
Las Santas Escrituras dejan claro que Jehová es nuestro Magnífico Creador, el Dios todopoderoso. Nadie puede
igualarlo o suplantarlo. Esta verdad bíblica es clave (Génesis 17:1; Eclesiastés 12:1).
Uno de los escritores del libro de Salmos dijo de Jehová: “Tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra”. El  rey David de
la antigüedad afirmó: “Tuyo es el reino, oh Jehová, Aquel que también te alzas como cabeza sobre todo”. Y el renombrado

226
profeta Jeremías se sintió impelido a consignar: “De ninguna manera hay alguien semejante a ti, oh Jehová. Tú eres grande,
y tu nombre es grande en poderío” (Salmo 83:18; 1 Crónicas 29:11; Jeremías 10:6).
¿Cómo debemos aplicar tales verdades acerca de Dios en nuestra vida cotidiana?
Es obvio que el Creador y Dador de vida debe ocupar un lugar preeminente en nuestra existencia. ¿No sería apropiado,
pues, resistir toda tendencia a llamar la atención a nosotros mismos, tendencia que puede ser mayor en unos que en otros?
Un sabio principio rector es “ha[cer] todas las cosas para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). El profeta Daniel fue un
buen ejemplo de ello.
La Biblia nos cuenta que un sueño perturbó al rey Nabucodonosor de Babilonia, y que él pidió que se le explicara su
significado . A pesar del desconcierto general, Daniel informó con exactitud al rey lo que deseaba saber. ¿Se atribuyó por
ello el mérito? No, sino que glorificó al “Dios en los cielos que es un Revelador de secretos”. Y  añadió: “No por ninguna
sabiduría que exista en mí más que en cualesquiera otros que estén vivos me es revelado este secreto”. Daniel era un
hombre de principios. No sorprende que en el libro que lleva su nombre, se le califique de “muy deseable” a la vista de Dios
(Daniel 2:28, 30; 9:23; 10:11, 19).
Imitar a Daniel nos beneficiará. Para seguir su modelo, el factor clave es la motivación. ¿Quién debe recibir la honra por
lo que hacemos? Sin importar nuestra situación, tenemos la capacidad para actuar en armonía con este principio bíblico de
vital importancia: Jehová es el Señor Soberano. Si así lo hacemos, seremos “muy deseable[s]” a sus ojos.
Analicemos ahora dos principios básicos que nos sirven de guía en el campo de las relaciones humanas, ámbito de la
vida especialmente difícil ante el énfasis generalizado en el yo.
“Con humildad mental”
Los egoístas rara vez se sienten satisfechos. La mayoría anhela una vida cada vez mejor y la quiere en el acto.
La modestia, para ellos, es señal de debilidad. Creen que solo los demás deben tener paciencia y que, con tal de triunfar,
todo vale. ¿Hemos de comportarnos como ellos, o contamos con alguna otra opción?
Los siervos de Dios se enfrentan a esa actitud a diario, pero no debería influir en ellos. Los cristianos maduros aceptan el
principio de que “no el que a sí mismo se recomienda es aprobado, sino el hombre a quien Jehová recomienda” (2 Corintios
10:18).
Aplicar la norma de Filipenses 2:3, 4 nos ayudará, pues ese texto nos anima a no hacer “nada movidos por espíritu de
contradicción ni por egotismo, sino [a considerar] con humildad mental que los demás son superiores a [nosotros]”. Así
no estaremos “vigilando con interés personal solo [nuestros] propios asuntos, sino también con interés personal los de los
demás”.
Un hombre que mantuvo una actitud equilibrada de sí mismo y de su valía fue Gedeón, juez de los antiguos hebreos. Él
no trató de ser caudillo de Israel, y aun cuando se le designó para el cargo, dijo que no se lo merecía. “El millar mío es el
más pequeño de Manasés, y yo soy el más chico de la casa de mi padre”, argumentó (Jueces 6:12-16).
Por otra parte, tras la victoria que Jehová le dio, los hombres de Efraín trataron de pelear con él. ¿Cómo reaccionó
Gedeón? ¿Se había engreído por el triunfo? No. Evitó un desastre con una respuesta suave, a saber: “¿Pues qué he hecho yo
en comparación con ustedes?”. Gedeón tenía humildad mental (Jueces 8:1-3).
Claro está, aquellos incidentes ocurrieron mucho tiempo atrás, pero, aun así, es útil analizar el relato. Se observa que la
actitud de Gedeón era muy diferente de la que predomina hoy en día, y que le reportó beneficios regirse por ella.
La actitud actual, centrada en el yo, puede distorsionar el concepto que tenemos de nosotros mismos. Los principios
bíblicos corrigen tal distorsión y nos enseñan cuál es nuestra auténtica valía con respecto al Creador y al prójimo.
Cuando nos regimos por ellos, vencemos el yoísmo. Ya no nos dominan los sentimientos o nuestras inclinaciones
personales. Cuanto más aprendemos de los principios justos, mejor conocemos a Aquel que les dio origen. En efecto, vale la
pena prestar especial atención a los principios divinos siempre que leamos la Biblia (véase el recuadro).
Jehová hizo al hombre superior a los animales, los cuales siguen principalmente su instinto. Hacer la voluntad de Dios
supone vivir según sus principios. Así, mantendremos en óptimas condiciones nuestra brújula moral para que nos guíe hasta
227
el nuevo mundo de Dios. La Biblia nos da razón para esperar el cercano establecimiento de un nuevo sistema de cosas en el
que “la justicia habrá de morar” por toda la Tierra (2 Pedro 3:13).
[Ilustración y recuadro de la página 6]
Principios bíblicos útiles
En el círculo familiar.
“Que cada uno siga buscando, no su propia ventaja, sino la de la otra persona.” (1 Corintios 10:24.)
“El amor [...] no busca sus propios intereses.” (1 Corintios 13:4, 5.)
“Que cada uno de ustedes individualmente ame a su esposa tal como se ama a sí mismo.” (Efesios 5:33.)
“Esposas, estén en sujeción a sus esposos.” (Colosenses 3:18.)
“Escucha a tu padre, que causó tu nacimiento, y no desprecies a tu madre simplemente porque ha envejecido.” (Proverbios
23:22.)
En la escuela, el empleo o los negocios.
“Una balanza defraudadora es cosa detestable [...]. El inicuo obtiene salario falso.” (Proverbios 11:1, 18.)
“El que hurta, ya no hurte más, sino, más bien, que haga trabajo duro.” (Efesios 4:28.)
“Si alguien no quiere trabajar, que tampoco coma.” (2 Tesalonicenses 3:10.)
“Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová.” (Colosenses 3:23.)
“Deseamos comportarnos honradamente en todas las cosas.” (Hebreos 13:18.)
En la actitud hacia el dinero.
“El que se apresura a ganar riquezas no permanecerá inocente.” (Proverbios 28:20.)
“Un simple amador de la plata no estará satisfecho con plata.” (Eclesiastés 5:10.)
Al determinar nuestra valía personal.
“El que la gente ande buscando su propia gloria, ¿es eso gloria?” (Proverbios 25:27.)
“Alábete un extraño, y no tu propia boca.” (Proverbios 27:2.)
“Digo a cada uno que está allí entre ustedes que no piense más de sí mismo de lo que sea necesario pensar.” (Romanos
12:3.)
“Si alguien piensa que es algo, no siendo nada, está engañando su propia mente.” (Gálatas 6:3.)
[Ilustración de la página 5]
Daniel atribuyó el mérito a Dios
[Ilustración de la página 7]
Regirse por los principios bíblicos al tratar con los demás fomenta buenas relaciones y felicidad
[Reconocimiento de la página 7]
U.S. Fish & Wildlife Service, Washington, D.C./Robert Bridges

228
QUE SON LOS PRINCIPIOS Y COMO NOS AYUDAN

W09 1/6 pág. 7

Consejos útiles para la gente de hoy


La Biblia nos proporciona principios sencillos y prácticos para la vida actual. Veamos varios ejemplos:
• Para llevarse bien con los demás
“Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos.”
(Mateo 7:12.)
“El que se porta como uno de los menores entre todos ustedes es el que es grande.” (Lucas 9:48.)
“Sigan la senda de la hospitalidad.” (Romanos 12:13.)
• Para dejar los vicios y mejorar la personalidad
“El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal.”
(Proverbios 13:20.)
“No llegues a estar entre los que beben vino en exceso.” (Proverbios 23:20.)
“No tengas compañerismo con nadie dado a la cólera.” (Proverbios 22:24.)
• Para dar estabilidad al matrimonio
“Que cada uno de ustedes [...] ame a su esposa tal como se ama a sí mismo; por otra parte, la esposa debe tenerle profundo
respeto a su esposo.” (Efesios 5:33.)
“Vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia.
Continúen soportándose [...] y perdonándose liberalmente unos a otros.” (Colosenses 3:12, 13.)
• Para educar a los hijos
“Entrena al muchacho conforme al camino para él; aun cuando se haga viejo no se desviará de él.” (Proverbios 22:6.)
“No estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová.” (Efesios 6:4.)
• Para evitar las discusiones
“La respuesta, cuando es apacible, aparta la furia, pero la palabra que causa dolor hace subir la cólera.” (Proverbios 15:1.)
“En cuanto a mostrarse honra unos a otros, lleven la delantera.” (Romanos 12:10.)
En asuntos económicos, se evitan problemas cuando los acuerdos, aunque sean entre amigos, se ponen por escrito. Así lo
hizo el profeta Jeremías, quien dijo: “Escribí en una escritura y le puse el sello y tomé testigos al ponerme a pesar el dinero
en la balanza” (Jeremías 32:10).
• Para tener una actitud positiva
“Cuantas cosas sean verdaderas, [...] amables, [...] de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que
haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas.” (Filipenses 4:8.)
La Biblia recomienda no centrarse en las ideas negativas y censura a quienes siempre andan quejándose de “su suerte en la
vida”. Más bien, aconseja: “Regocíjense en la esperanza” (Judas 4, 16; Romanos 12:12).
Si ponemos en práctica estos principios, viviremos más felices y tranquilos, y nuestra forma de vida agradará a Dios.
Además, recibiremos grandes bendiciones, pues la Biblia promete: “Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para
siempre sobre ella” (Salmo 37:29).

W02 15/4 pág. 19 párrs. 4-6

Principios piadosos
4
¿Qué son los principios? Se define principio como “regla de conducta. Verdad o idea que sirve de fundamento a otras o
a un razonamiento” (Diccionario de uso del español, de María Moliner). Un estudio detenido de la Biblia revela que nuestro
Padre celestial suministra directrices esenciales que abarcan diversas situaciones y aspectos de la vida, y lo hace teniendo
presente nuestro beneficio eterno. Esto armoniza con lo que escribió el sabio rey Salomón: “Oye, hijo mío, y acepta mis
dichos. Entonces para ti los años de vida llegarán a ser muchos. Yo ciertamente te instruiré aun en el camino de la sabiduría;
229
ciertamente haré que pises en los senderos trillados de la rectitud” (Proverbios 4:10, 11). Los principios fundamentales que
suministra Jehová influyen en nuestra relación con él y con nuestros semejantes, en nuestra adoración y en nuestra vida
diaria (Salmo 1:1). Analicemos algunos de dichos principios esenciales.
5
Jesús dijo respecto a nuestra relación con Jehová: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu
alma y con toda tu mente” (Mateo 22:37). Además, Dios da principios que tienen que ver con el modo de tratar al
semejante, como la Regla Áurea: “Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera
tienen que hacérselas a ellos” (Mateo 7:12; Gálatas 6:10; Tito 3:2). Se nos da este consejo tocante a la adoración que
rendimos: “Considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, sin abandonar el reunirnos”
(Hebreos 10:24, 25). En lo que se refiere a los aspectos de la vida cotidiana, el apóstol Pablo dice: “Sea que estén comiendo,
o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). En la Palabra
de Dios hay una innumerable cantidad de otros principios.
6
Los principios son verdades vigentes y esenciales, y los cristianos sabios aprenden a amarlos. Jehová inspiró a
Salomón a escribir lo siguiente: “De veras presta atención a mis palabras. A mis dichos inclina tu oído. No se escapen de tus
ojos. Guárdalos en medio de tu corazón. Porque son vida a los que los hallan y salud a toda su carne” (Proverbios 4:20-22).
¿En qué difieren los principios de las leyes? Los principios constituyen el fundamento de las leyes. Las reglas, que suelen
ser específicas, tal vez sean pertinentes para cierto tiempo o situación, mientras que los principios son eternos (Salmo
119:111). Los principios divinos no se vuelven anticuados ni pierden vigencia. Las palabras inspiradas del profeta Isaías
resultan veraces: “La hierba verde se ha secado, la flor se ha marchitado; pero en cuanto a la palabra de nuestro Dios, durará
hasta tiempo indefinido” (Isaías 40:8).

Levitico 17:14 Porque el alma de toda clase de carne es su sangre en virtud del alma en ella. En consecuencia dije yo a los
hijos de Israel: “No deben comer la sangre de ninguna clase de carne, porque el alma de toda clase de carne es su sangre.
Cualquiera que la coma será cortado”.

Levitico 17:11 Porque el alma de la carne está en la sangre, y yo mismo la he puesto sobre el altar para ustedes para hacer
expiación por sus almas, porque la sangre es lo que hace expiación en virtud del alma [en ella].

Salmo 36:9 Porque contigo está la fuente de la vida; por luz de ti podemos ver luz.

Ezequiel 18:4 ¡Miren! Todas las almas... a mí me pertenecen. Como el alma del padre, así igualmente el alma del hijo... a
mí me pertenecen. El alma que peca... ella misma morirá.

Efesios 4:18 mientras mentalmente se hallan en oscuridad, y alejadas de la vida que pertenece a Dios, a causa de la
ignorancia que hay en ellas, a causa de la insensibilidad de su corazón.

Isaias 29:16 ¡Qué perversidad la de ustedes! ¿Acaso al alfarero mismo se le debe considerar igual al barro? Pues, ¿debe
decir la cosa hecha respecto a su hacedor: “Él no me hizo”? Y, ¿realmente dice la mismísima cosa formada respecto a su
formador: “Él no mostró entendimiento”?

Revelación 4:11 “Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste
todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas”.

230
W02 15/4 pág. 20 párr. 9

Entender y aplicar los principios bíblicos no es tan sencillo como seguir un código legal. Los seres humanos imperfectos tal
vez rehuyamos el esfuerzo que exige razonar partiendo de principios, y prefiramos la comodidad de seguir una regla al
tomar decisiones o vernos ante una disyuntiva. Es posible que en ocasiones busquemos la dirección de un cristiano maduro
—por ejemplo, un anciano de congregación— con la esperanza de que nos dé una regla específica pertinente para el caso.
Sin embargo, puede ser que ni la Biblia ni las publicaciones que en ella se basan suministren una regla categórica, y aun si
se nos proporciona una, no nos servirá en todo momento ni en toda circunstancia. Quizá recordemos que cierto hombre hizo
esta petición a Jesús: “Maestro, di a mi hermano que divida conmigo la herencia”. En lugar de apresurarse a dictar una
norma para resolver las disputas entre hermanos carnales, Jesús enunció un principio más general: “Mantengan abiertos los
ojos y guárdense de toda suerte de codicia”. De ese modo suministró una pauta que fue útil entonces y sigue siéndolo hoy
día (Lucas 12:13-15).

Hebreos 6:1 Por esta razón, ya que hemos dejado la doctrina primaria acerca del Cristo, pasemos adelante a la madurez, y
no pongamos de nuevo un fundamento, a saber, arrepentimiento de obras muertas, y fe para con Dios,

W06 15/6 págs. 21,22

Cómo satisfacer nuestra necesidad espiritual


6
El ser humano fue creado con varias necesidades. Por ejemplo: para gozar de salud física es imprescindible tener
alimento, bebida y cobijo. Sin embargo, también hay que saciar la “necesidad espiritual”, ya que de lo contrario no  se
alcanza la verdadera felicidad (Mateo 5:3). Jehová dio tanta importancia a satisfacer esta necesidad innata que mandó a su
pueblo que interrumpiera sus actividades normales un día a la semana para dedicarlo por completo a los asuntos espirituales.
7
La ley del sábado subrayaba el valor de cultivar la espiritualidad. La primera vez que aparece la palabra sábado en la
Biblia es con relación a la dádiva del maná provista en el desierto. Se mandó a los israelitas recoger aquel pan milagroso
durante seis días. En la última jornada tenían que acumular “el pan de dos días”, pues no habría maná el séptimo día. Este
sería “un sábado santo a Jehová”, durante el cual cada uno habría de quedarse ‘sentado en su lugar’ (Éxodo 16:13-30). Uno
de los Diez Mandamientos establecía, bajo pena de muerte, que no se realizara ningún tipo de trabajo el sábado, pues era un
día sagrado (Éxodo 20:8-11; Números 15:32-36).
8
La ley del sábado reflejaba el interés de Jehová por el bienestar físico y espiritual de su pueblo. “El sábado vino a
existir por causa del hombre”, dijo Jesús (Marcos 2:27). Esta disposición no solo permitía descansar a los israelitas, sino que
también les daba la oportunidad de acercarse a su Creador y demostrarle que lo amaban (Deuteronomio 5:12). Era un día
dedicado exclusivamente a los asuntos espirituales, en el que la familia podía adorar a Dios, orarle y meditar sobre su Ley.
El sábado sirvió para evitar que los israelitas emplearan todo su tiempo y energías en ir tras intereses materiales, pues les
recordaba que su relación con Jehová era lo más importante en la vida. Jesús reiteró este principio inmutable al decir: “Está
escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová’” (Mateo 4:4).
9
El pueblo de Dios ya no tiene que guardar un descanso sabático literal de veinticuatro horas; con todo, tal disposición
no es simplemente una curiosidad histórica (Colosenses 2:16). ¿No es verdad que también nos recuerda a nosotros que
debemos dar prioridad a las actividades espirituales? No podemos permitir que los intereses espirituales queden eclipsados
por las preocupaciones económicas o por las diversiones (Hebreos 4:9, 10). De modo que cabría preguntarse: “¿Qué ocupa
el primer lugar en mi vida? ¿Doy prioridad a estudiar, orar, asistir a las reuniones cristianas y predicar las buenas nuevas del
Reino? ¿O los dejo de lado por otros intereses?”. Si ponemos los asuntos espirituales en primer lugar en nuestra vida,
Jehová nos asegura que tendremos cubiertas las necesidades básicas (Mateo 6:24-33).
10
Algo que nos ayudará a acercarnos a Jehová es dedicar tiempo a estudiar la Biblia y las publicaciones basadas en ella,
y reflexionar sobre su mensaje (Santiago 4:8). Susan, quien empezó a estudiar regularmente la Biblia hace unos cuarenta
años, reconoce que al principio no disfrutaba, sino que se aburría. Sin embargo, le fue gustando cada vez más a medida que
leía. Ahora echa de menos su estudio personal si por alguna razón tiene que suspenderlo. “El estudio me ha ayudado a
conocer a Jehová y a verlo como un Padre —dice—. Puedo confiar en él, apoyarme en él y orarle con toda libertad.

231
Es impresionante ver lo mucho que Jehová ama a sus siervos, cómo me cuida personalmente y lo que ha hecho por mí.”
¿Verdad que nos sentimos felices cuando satisfacemos nuestra necesidad espiritual?
La ley divina de la rebusca
11
Un segundo aspecto de la Ley mosaica que reflejaba el interés de Dios por el bienestar de su pueblo fue la rebusca.
Jehová mandó a los agricultores israelitas que permitieran a los pobres recolectar el producto de los campos que se quedara
atrás. Los agricultores no debían segar completamente las orillas de los sembrados, ni repasar las viñas o los olivos,
ni tampoco recoger las gavillas olvidadas. La rebusca era una medida amorosa en favor de los pobres, los inmigrantes, los
huérfanos y las viudas. Claro está, exigía trabajo arduo de parte de estos, pero gracias a ella, no tenían que mendigar
(Levítico 19:9, 10; Deuteronomio 24:19-22; Salmo 37:25).
12
La ley de la rebusca no estipulaba cuánto había de dejarse para los menos favorecidos: los márgenes sin segar podían
ser anchos o estrechos; se trataba de una decisión personal. Así, esta ley enseñaba generosidad. Además, ofrecía a los
agricultores la oportunidad de demostrar su agradecimiento al Proveedor de la cosecha, ya que “el que muestra favor al
pobre [...] glorifica [a su Hacedor]” (Proverbios 14:31). Boaz fue un ejemplo al respecto, pues se aseguró bondadosamente
de que Rut, una viuda que espigaba en sus campos, recogiera una buena cantidad de grano. Jehová recompensó con creces
su generosidad (Rut 2:15, 16; 4:21, 22; Proverbios 19:17).
13
El principio en que se basa la ley de la rebusca aún permanece: Jehová espera que sus siervos sean generosos, en
particular con los necesitados. Cuanto más generosos seamos, mayores serán nuestras bendiciones. De hecho, Jesús afirmó:
“Practiquen el dar, y se les dará. Derramarán en sus regazos una medida excelente, apretada, remecida y rebosante. Porque
con la medida con que ustedes miden, se les medirá en cambio” (Lucas 6:38).
14
El apóstol Pablo exhortó: “Obremos lo que es bueno para con todos, pero especialmente para con los que están
relacionados con nosotros en la fe” (Gálatas 6:10). Por ello, tenemos que preocuparnos de que nuestros hermanos reciban
apoyo espiritual siempre que se enfrenten a pruebas de fe. Pero ¿necesitan quizás ayuda práctica, por ejemplo para acudir al
Salón del Reino o para hacer compras? ¿Hay algún hermano de edad o alguien que esté enfermo o recluido en su casa que
agradecería una visita animadora o que se le ayudara en algo? Si nos esforzamos por estar pendientes de tales necesidades,
Jehová podrá utilizarnos para responder las oraciones de los necesitados. Aunque cuidar de nuestros hermanos es un deber
cristiano, la persona que da la ayuda también sale beneficiada. Demostrar amor verdadero nos reportará gran gozo y
profunda satisfacción, además de granjearnos la sonrisa de aprobación de Jehová (Proverbios 15:29).
15
Otra importante forma de manifestar una actitud generosa es usando nuestro tiempo y energías para hablar del
propósito de Dios (Mateo 28:19, 20). Todo el que haya tenido la dicha de contribuir a que otra persona llegue a dedicar su
vida a Jehová sabe lo ciertas que son estas palabras de Jesús: “Hay más felicidad en dar que en recibir” (Hechos 20:35).

W02 15/4 pág. 22 párr. 16

Al esforzarnos por obedecer a Jehová, es importante que tengamos presente que sus leyes se basan en principios
fundamentales. Por ejemplo, los cristianos han de huir de la idolatría, la inmoralidad sexual y el uso impropio de la sangre
(Hechos 15:28, 29). ¿Qué hay detrás de la posición cristiana respecto a estos asuntos? Que Dios merece devoción exclusiva,
que debemos ser fieles a nuestro cónyuge y que Jehová es el Dador de la vida (Génesis 2:24; Éxodo 20:5; Salmo 36:9).
Comprender estos principios subyacentes facilita el que obedezcamos las leyes relacionadas.

It-2 pág. 930

SANGRE

Fluido maravilloso que circula por el sistema vascular de los seres humanos y de la mayoría de los animales
pluricelulares; en hebreo es dam, y en griego, hái·ma. La sangre suministra nutrientes y oxígeno a todas las partes del
cuerpo, se lleva los desechos y desempeña un papel fundamental en proteger al cuerpo de las infecciones. Su composición
química es tan sumamente compleja que los científicos aún desconocen mucho sobre la sangre.

232
La sangre está tan enlazada con los procesos de la vida que en la Biblia se dice que el alma está en la sangre: “Porque el
alma de la carne está en la sangre, y yo mismo la he puesto sobre el altar para ustedes para hacer expiación por sus almas,
porque la sangre es lo que hace expiación en virtud del alma en ella”. (Le 17:11.) La Biblia relaciona aún de modo más
directo la vida con la sangre al decir: “El alma de toda clase de carne es su sangre”. (Le 17:14.) Está claro que la Palabra de
Dios trata la vida y la sangre como algo sagrado.
Quitar la vida. Jehová es la fuente de la vida. (Sl 36:9.) El hombre no puede devolver una vida que haya quitado.
“Todas las almas... a mí me pertenecen”, dice Jehová. (Eze 18:4.) Por lo tanto, quitar una vida es quitar la propiedad de
Jehová. Todo ser vivo tiene un propósito y un lugar en la creación de Dios. Ningún hombre tiene el derecho de quitar una
vida excepto cuando Dios lo permite y según la manera como Él dice.
Después del Diluvio, se ordenó a Noé y sus hijos, los progenitores de toda la raza humana, que respetaran la vida, la
sangre, de sus semejantes. (Gé 9:1, 5, 6.) Por otra parte, Dios tuvo la bondad de permitirles añadir la carne animal a su dieta.
Sin embargo, tenían que reconocer que la vida de todo animal que mataran para comer pertenecía a Dios, y debían
demostrarlo derramando la sangre en el suelo como agua. Este era un modo de devolverla a Dios y no utilizarla para
propósitos personales. (Dt 12:15, 16.)
El hombre tenía el derecho de disfrutar de la vida que Dios le había concedido, y cualquiera que le privara de esa vida
sería responsable ante Dios. Esto se mostró cuando Dios dijo al asesino Caín: “La sangre de tu hermano está clamando a mí
desde el suelo”. (Gé 4:10.) Incluso si alguien odiaba a su hermano hasta el grado de desear verlo muerto, o lo calumniaba o
daba un falso testimonio contra él con el objeto de poner en peligro su vida, se hacía culpable de la sangre de su prójimo.
(Le 19:16; Dt 19:18-21; 1Jn 3:15.)
Debido al punto de vista de Dios sobre el valor de la sangre, se decía que la sangre de una persona asesinada
contaminaba la tierra, una contaminación que solo podía expiarse si se derramaba la sangre del homicida. Tomando esto
como base, la Biblia autorizaba la pena capital para el asesino, la cual se ejecutaba mediante la autoridad debidamente
constituida. (Nú 35:33; Gé 9:5, 6.) En el Israel antiguo no estaba permitido aceptar ningún rescate para librar de la pena de
muerte a un asesino deliberado. (Nú 35:19-21, 31.)
En los casos en que no se podía descubrir al homicida a pesar de las investigaciones, se consideraba culpable de
derramamiento de sangre a la ciudad más cercana al lugar donde se había encontrado el cadáver. Para eliminar dicha
culpabilidad, los ancianos de esa ciudad tenían que efectuar el procedimiento requerido por Dios, negar rotundamente
cualquier culpa o conocimiento del asesinato y orar a Dios por su misericordia. (Dt 21:1-9.) Si un homicida involuntario
no estaba seriamente preocupado por haber quitado una vida y no seguía el procedimiento fijado por Dios para protegerse
huyendo a la ciudad de refugio y permaneciendo allí, el pariente más cercano del muerto, como vengador autorizado, estaba
obligado a matarle para eliminar del país la culpa de sangre. (Nú 35:26, 27; véase VENGADOR DE LA SANGRE.)

W12 15/1 págs. 16-20

Lecciones que aprendemos de “la armazón [...] de la verdad”

“Tienes en la Ley la armazón del conocimiento y de la verdad.” (ROM. 2:20)

BUSQUEMOS LA RESPUESTA A ESTAS PREGUNTAS:


¿Qué representaron los sacrificios estipulados en la Ley mosaica?
¿En qué sentidos son parecidos los sacrificios de los israelitas fieles y los que ofrecemos los cristianos?
¿Qué factores llevan a que Jehová acepte o rechace un sacrificio?
GRACIAS a los libros que escribió Pablo por inspiración, captamos el significado de muchos aspectos de la Ley
mosaica que, de otro modo, serían difíciles de entender. Tomemos como ejemplo la carta a los Hebreos. Allí, el apóstol nos
habla de Jesús en su función de “sumo sacerdote misericordioso y fiel”, y nos aclara cómo pudo ofrecer de una vez para
siempre un “sacrificio propiciatorio” que resultará en la “liberación eterna” de todos los que muestren fe en él (Heb. 2:17;

233
9:11, 12). Igualmente, señala que el tabernáculo fue tan solo una “sombra de las cosas celestiales” y que Cristo fue
Mediador de “un pacto mejor” que el que introdujo Moisés (Heb. 7:22; 8:1-5). En tiempos de Pablo, estas explicaciones
acerca de la Ley fueron muy útiles para los cristianos. Y hoy lo siguen siendo, pues nos ayudan a comprender mejor lo
valiosas que son todas las medidas que Dios ha tomado para ayudarnos.
2
En su carta a los Romanos, Pablo dirigió algunos de sus comentarios a miembros de la congregación que eran de
origen judío y habían sido educados en la Ley mosaica. Él admitió que conocían muy bien aquel código divino y que, por
eso, tenían la ventaja de poseer “la armazón del conocimiento y de la verdad” acerca de Dios y sus justos principios.
Aquellos cristianos venidos del judaísmo comprendían y respetaban sinceramente esa armazón, o estructura general, de la
verdad. Por ello, al igual que los israelitas fieles que les habían precedido, podían guiar, enseñar e iluminar a las personas de
otros pueblos, las cuales no estaban familiarizadas con la Ley que Jehová había dado a Israel (léase Romanos 2:17-20).
SOMBRAS DEL SACRIFICIO DE JESÚS
3
La armazón de la verdad que mencionó Pablo sigue siendo muy necesaria para entender los propósitos de Dios.
En efecto, los principios en que se basa la Ley que recibió Israel no han perdido valor ni vigencia. Teniendo esto presente,
concentrémonos en un aspecto concreto de dicha Ley: las instrucciones sobre cómo debían hacerse los sacrificios y
ofrendas. Observaremos cómo contribuyeron a que los judíos humildes aceptaran a Cristo y entendieran lo que Jehová
esperaba de ellos. Y también veremos de qué forma nos ayudan dichas normas a analizar la calidad de nuestro servicio
sagrado, dado que los requisitos básicos que Jehová fija para sus siervos nunca cambian (Mal. 3:6).
4
En la Ley, los judíos de la antigüedad encontraban a cada paso indicaciones de que eran pecadores. Sirva como
muestra la regla de purificarse después de tocar un muerto. Al tercer y al séptimo día de haber estado en contacto con él, la
persona impura tenía que ser rociada con “agua de limpieza” ceremonial, la cual se elaboraba degollando una vaca roja
sana, quemándola y disolviendo sus cenizas (Núm. 19:1-13). Otra norma semejante exigía que las parturientas guardaran un
período de impureza y luego ofrecieran un sacrificio de expiación. Así se recordaba que los seres humanos transmiten en la
reproducción el pecado y la muerte (Lev. 12:1-8).
5
En la vida diaria había muchas otras situaciones que requerían que los siervos de Jehová sacrificaran animales para
expiar los pecados. Sea que se dieran cuenta o no, tales ofrendas —que con el tiempo llegaron a realizarse en el templo—
eran una “sombra”, o modelo, que prefiguraba el sacrificio perfecto de Jesús (Heb. 10:1-10).
EL ESPÍRITU CON QUE DEBÍAN HACERSE LOS SACRIFICIOS
6
Cuando los israelitas sacrificaban a Jehová un animal, era imprescindible que este se encontrara totalmente sano: sin
deformidades, ceguera, heridas ni enfermedades (Lev. 22:20-22). Igualmente, cuando le presentaban frutos o granos, debían
ser las “primicias”, o primeros frutos, y “lo óptimo”, sí, lo mejor de la cosecha (Núm. 18:12, 29). Él no iba a aceptarles
ofrendas de segunda categoría. ¿A qué señalaba el requisito de entregarle únicamente animales sin defectos? Al hecho de
que el sacrificio de Jesús sería perfecto, sin tacha alguna, y que al proporcionar este medio para redimir a la humanidad,
Jehová estaría dando lo mejor y lo que más quería (1 Ped. 1:18, 19).
7
Sin duda, el adorador que agradecía de corazón la bondad divina seleccionaba para Jehová lo mejor que tenía a su
alcance. Cierto, cada uno decidía si la dádiva sería de mayor o menor calidad. Pero nadie debía olvidar que si presentaba
algo defectuoso daba a entender que veía la ofrenda como un mero trámite e incluso una carga, por lo cual no complacería a
Dios (léase Malaquías 1:6-8, 13). Teniendo en cuenta este hecho, hacemos bien en preguntarnos: “¿Con qué espíritu le
sirvo a Jehová? ¿Me convendría evaluar la calidad de mi adoración y mis motivos al realizarla?”.
8
A veces, los israelitas ofrecían sacrificios voluntarios. ¿Por qué razón? Podía ser porque estaban agradecidos a Jehová
o, como sucedía con las ofrendas quemadas, porque deseaban su aprobación. En cualquiera de estos casos, no debía
resultarles difícil seleccionar para él los animales adecuados. ¡Con gusto le daban lo mejor! Hoy, los cristianos no  le
entregamos ninguna de las ofrendas que estipulaba la Ley mosaica. Sin embargo, seguimos haciéndole sacrificios, ya que
dedicamos a su servicio una buena parte de nuestro tiempo, energías y recursos. El apóstol Pablo señaló que al efectuar la
“declaración pública” de nuestra esperanza, al “hacer [el] bien” y al “compartir cosas con otros”, estamos presentándole
sacrificios que le complacen (Heb. 13:15, 16). El espíritu con el que llevamos a cabo estas actividades revela hasta qué
punto le agradecemos todo lo que ha hecho por nosotros y todo lo que nos ha dado. Como vemos, nuestros motivos y

234
actitudes al participar en el servicio cristiano deben ser los correctos, igual que sucedía con los fieles que hacían sacrificios
voluntarios en la antigüedad.
9
Cuando los israelitas cometían determinados errores, la Ley mosaica les exigía presentar ofrendas tanto por el pecado
como por la culpa. Al tratarse de sacrificios obligatorios, ¿los harían con una disposición o actitud diferente, quizás hasta de
mala gana? (Lev. 4:27, 28.) Si de verdad deseaban mantener una buena relación con Jehová, jamás actuarían así.
10
Hoy se producen situaciones similares. Tal vez nos demos cuenta de que sin querer hemos ofendido a un hermano al
actuar de forma desconsiderada o descuidada. O puede que hayamos cometido una falta y nos remuerda la conciencia.
Si tomamos en serio nuestro servicio a Jehová, haremos todo lo posible por arreglar las cosas. Quizás tengamos que
disculparnos sinceramente o, si se trata de pecados graves, pedir la amorosa ayuda de los superintendentes cristianos (Mat.
5:23, 24; Sant. 5:14, 15). Como vemos, para corregir las faltas cometidas contra el prójimo o contra Dios hay que hacer
“sacrificios”. Pero al pagar este precio, restablecemos la buena relación con Jehová y con el hermano, y aliviamos nuestra
conciencia. A su vez, esto nos confirma que actuar como pide Jehová es siempre lo mejor.
11
La Ley mosaica también estipulaba que los fieles hicieran sacrificios de comunión como muestra de que estaban en
paz con Jehová. Tanto ellos como sus familias comían la carne de los animales, a menudo en los comedores del templo.
También recibían porciones el sacerdote que oficiaba y los demás que se hallaban de servicio (Lev.  3:1, nota; 7:31-33).
Lo único que se pretendía con estos sacrificios era gozar de una buena relación con Dios. Era como si el adorador, su
familia, los sacerdotes y Jehová celebraran un banquete juntos y en paz.
12
¿Podía haber un mayor privilegio que, por decirlo así, invitar a Jehová a una comida y que él aceptara? Como es
lógico, quienes fueran los anfitriones querrían ofrecerle lo mejor a tan ilustre huésped. Los sacrificios de comunión, como
parte de la armazón de la verdad que hallamos en la Ley, apuntaban a una realidad mayor: gracias al sacrificio de Jesús,
todos los seres humanos tienen la oportunidad de entrar en una relación pacífica con su Creador. En la actualidad, quienes le
sacrifican a Dios de buena gana sus energías y recursos disfrutan de una estrecha amistad con él.
ADVERTENCIAS SOBRE LOS SACRIFICIOS
13
Como hemos visto, la Biblia indica que Jehová aprobaba las ofrendas prescritas por la Ley únicamente si se hacían
con el espíritu y la actitud que él pedía. De hecho, contiene ejemplos de sacrificios que Dios rechazó. Repasemos dos de
ellos y notemos por qué no fueron aceptados.
14
El profeta Samuel le señaló al rey Saúl que había llegado el momento de ejecutar la sentencia divina contra los
amalequitas: tenía que exterminarlos tanto a ellos como a sus rebaños. Sin embargo, una vez que los derrotó, permitió que
sus soldados conservaran con vida a Agag, el rey de Amaleq. Y lo mismo hizo con los mejores animales del rebaño,
argumentando que podía sacrificárselos a Jehová (1 Sam. 15:2, 3, 21). Pero ¿cómo se sintió Dios? Le indignó tanto la
desobediencia de Saúl que lo destituyó de su cargo (léase 1 Samuel 15:22, 23). De este pasaje extraemos la siguiente
lección: si no obedecemos a Jehová, él no aceptará nuestros sacrificios.
15
Encontramos un ejemplo parecido en el libro de Isaías. En tiempos del profeta, muchos israelitas cumplían con sus
sacrificios pero vivían entregados al pecado. Su mala conducta demostraba que sus sacrificios eran puramente mecánicos;
así que carecían de valor. Por eso, Jehová les dijo: “¿De qué provecho me es la multitud de sus sacrificios?  [...] Suficiente
he tenido ya de holocaustos de carneros y de la grasa de animales bien alimentados; y en la sangre de toros jóvenes y
corderos y machos cabríos no me he deleitado. [...] Cesen de traer más ofrendas de grano que nada valen. El incienso... me
es algo detestable”. Además, Dios les dejó muy claro cuál era el problema al señalarles: “Aunque hagan muchas oraciones,
no escucho; sus mismas manos se han llenado de derramamiento de sangre. Lávense; límpiense; quiten la maldad de sus
tratos de enfrente de mis ojos; cesen de hacer lo malo” (Isa. 1:11-16).
16
Jehová detestaba los sacrificios de quienes violaban sus normas sin mostrar ningún arrepentimiento. Pero aceptaba con
gusto las oraciones y ofrendas de quienes se esforzaban de corazón por cumplir sus mandatos. Gracias a la armazón de la
Ley, aquellos fieles comprendían que eran pecadores y necesitaban conseguir el perdón de Dios (Gál. 3:19). Les dolía
haberlo ofendido con su conducta. Nosotros también debemos reconocer hoy que necesitamos el sacrificio de Cristo, el cual
puede expiar por completo nuestros pecados. Si apreciamos este hecho, Jehová aceptará con deleite todo lo que le
ofrezcamos en su servicio (léase Salmo 51:17, 19).

235
DEMOSTREMOS FE EN EL SACRIFICIO DE JESÚS
17
A diferencia de los cristianos, los israelitas tenían que contentarse con ver una simple “sombra” de los propósitos
divinos (Heb. 10:1). Aun así, las leyes sobre sacrificios los animaron a cultivar las actitudes necesarias para ser amigos de
Dios. Los ayudaron a manifestarle agradecimiento sincero, sentir el deseo de darle lo mejor y tener claro que necesitaban ser
redimidos. Nosotros contamos con mucho más: las explicaciones de las Escrituras Griegas. Gracias a ellas conocemos los
beneficios del rescate. En el futuro, el sacrificio de Jesús hará posible que Jehová elimine para siempre los efectos del
pecado, pero ya en la actualidad nos permite disfrutar de una conciencia limpia a sus ojos. ¡Qué regalo tan maravilloso es el
rescate! (Gál. 3:13; Heb. 9:9, 14.)
18
Ahora bien, no basta con entender el rescate para beneficiarse de él. Recordemos las palabras de Pablo: “La Ley ha
llegado a ser nuestro tutor que nos conduce a Cristo, para que se nos declarara justos debido a fe” (Gál. 3:24). Así es,
debemos demostrar fe, pero una fe que se traduzca en obras (Sant. 2:26). En el siglo primero había muchos cristianos que
conocían los principios básicos de la Ley —la armazón del conocimiento—, y el apóstol los exhortó a ponerlos en práctica
en su vida. Al hacerlo, su conducta estaría en armonía con los principios que enseñaban (léase Romanos 2:21-23).
19
Aunque los cristianos ya no tenemos que guardar la Ley mosaica, aún tenemos que ofrecerle a Jehová sacrificios
gratos a sus ojos. En el próximo artículo veremos cómo podemos hacerlo.

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Hombres de principios piadosos


Entre los hombres imperfectos, podría llamarse a Abel el primer hombre de principios piadosos. Posiblemente pensó
mucho en la promesa sobre la “descendencia” y se dio cuenta de que la redención del pecado implicaría un sacrificio
cruento. (Génesis 3:15.) Por ello ofreció a Dios “algunos primogénitos de su rebaño”. La frase “aun sus trozos grasos”
muestra que Abel dio a Jehová lo mejor que tenía. Sin embargo, no fue hasta más de dos mil años después de la muerte de
Abel que Dios explicó con detalle sus requisitos sobre los sacrificios. A diferencia de Abel, hombre de principios y
temeroso de Dios, su hermano Caín presentó una ofrenda de sacrificio por pura formalidad. Pero su actitud dejaba mucho
que desear; algo en su ofrenda indicaba que tenía un corazón falto de principios. (Génesis 4:3-5.)
Noé también fue un hombre de principios piadosos. Aunque el relato bíblico dice que Dios le mandó específicamente
construir un arca, no leemos que le mandara predicar a sus coetáneos. De todos modos, a Noé se le llama “predicador de
justicia”. (2 Pedro 2:5.) Aunque es probable que Dios le indicara a Noé que debía predicar, sin duda su sentido de los
principios y su amor al prójimo lo indujeron a hacerlo. Puesto que vivimos en tiempos parecidos a los de Noé, imitemos su
excelente actitud y ejemplo.
A diferencia de los líderes religiosos de su día, Jesús enseñó a la gente a pensar en función de principios. Su Sermón del
Monte es un ejemplo de ello. Todo él apela a los principios. (Mateo, capítulos 5-7.) Jesús enseñó de este modo porque
conocía bien a Dios, como también lo conocieron Abel y Noé antes que él. Aun de muchacho, respetó la verdad
fundamental: “No solo de pan [...], sino que de toda expresión de la boca de Jehová vive el hombre”. (Deuteronomio 8:3;
Lucas 2:41-47.) Sí, la clave para ser una persona de principios piadosos es conocer verdaderamente a Jehová: sus gustos,
sus aversiones y sus propósitos. Cuando estas ideas fundamentales en cuanto a Dios dirigen nuestra vida, se convierten, de
hecho, en principios vivos. (Jeremías 22:16; Hebreos 4:12.)
Los principios y el corazón
Es posible obedecer una ley a regañadientes, quizá debido al miedo del castigo que conlleva desobedecerla. Sin
embargo, actuar en consecuencia con un principio excluye tal actitud, pues, por la misma naturaleza de este, el corazón de la
persona es lo que la motiva a observarlo. Piense en el caso de José, quien, como Abel y Noé, vivió antes del establecimiento
del pacto de la Ley mosaica. Cuando la esposa de Potifar intentó seducirlo, este respondió: “¿Cómo podría yo cometer esta
gran maldad y realmente pecar contra Dios?”. En efecto, José conocía el principio de que el esposo y la esposa son “una
sola carne”. (Génesis 2:24; 39:9.)

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Hoy el mundo está falto de principios justos. Se alimenta con glotonería de violencia e inmoralidad. El cristiano corre el
peligro de querer mordisquear, quizá en secreto, el mismo alimento basura: películas, vídeos o libros. Qué loable es, pues,
que, como José, rechacemos el mal por principio, recordando que Dios conservará con vida a través de la venidera “gran
tribulación” solo a aquellos que son leales. (Mateo 24:21.) Sí, es fundamentalmente lo que hacemos en privado, no en
público, lo que revela lo que en verdad somos en nuestro interior. (Salmo 11:4; Proverbios 15:3.)
En consecuencia, si nos guiamos por los principios bíblicos, no buscaremos supuestas lagunas en las leyes de Dios
ni intentaremos ver cuánto podemos apartarnos de ellas sin violarlas. Este modo de pensar es contraproducente; a la larga
nos perjudica.
Mire más allá de la ley
Por supuesto, las leyes desempeñan un papel esencial en la vida cristiana. Son como centinelas que nos ayudan a
protegernos, y encierran muchos principios importantes. Si no percibimos estos principios, el amor que le tenemos a una
determinada ley puede enfriarse. La antigua nación de Israel demostró este hecho.
Dios dio a Israel los Diez Mandamientos, el primero de los cuales prohibía la adoración a cualquier otro dios que
no fuera Jehová. Una verdad fundamental tras esta ley es que Jehová creó todas las cosas. (Éxodo 20:3-5.) Pero ¿vivió la
nación en armonía con este principio? Jehová mismo contesta: “‘Tú eres mi padre [decían los israelitas]’, y a una piedra
[clamaban]: ‘Tú me has dado la vida’. Ellos me dan la espalda, no la cara”. (Jeremías 2:27, Biblia de América.) ¡Qué
estupidez más insensible y falta de principios! ¡Y cómo hirió el corazón de Jehová! (Salmo 78:40, 41; Isaías 63:9, 10.)
Dios también ha dado leyes a los cristianos. Por ejemplo, deben evitar la idolatría, la inmoralidad sexual y el uso
indebido de la sangre. (Hechos 15:28, 29.) Pensando en ello, podemos ver principios subyacentes, como: Dios merece
nuestra devoción exclusiva; debemos ser fieles a nuestro cónyuge; y Jehová es quien nos ha dado la vida. (Génesis 2:24;
Éxodo 20:5; Salmo 36:9.) Al percibir y apreciar profundamente los principios tras estas directrices, nos damos cuenta de
que son para nuestro propio bien. (Isaías 48:17.) Para nosotros, los “mandamientos [de Dios] no son gravosos”. (1 Juan 5:3.)
Aunque los israelitas habían pasado por alto los mandamientos de Dios, para el tiempo de Jesús los “escribas, o doctores
de la ley”, se habían ido al otro extremo. Habían formulado una gran cantidad de reglas y tradiciones que obstaculizaban la
adoración verdadera y ocultaban los principios piadosos. (Mateo 23:2, Torres Amat.) La gente se había resignado al fracaso,
a la desesperanza o a la hipocresía. (Mateo 15:3-9.) Y muchas de estas reglas de los hombres eran inhumanas. Cuando iba a
curar a un hombre que tenía la mano seca, Jesús preguntó a los fariseos que había presentes: “¿Es lícito en sábado hacer un
hecho bueno?”. Su silencio equivalía a un sonoro no, lo cual dejó a Jesús “cabalmente contristado por la insensibilidad de
sus corazones”. (Marcos 3:1-6.) Los fariseos podían ayudar en sábado a un animal doméstico que se había caído o estaba
herido (pues era una inversión económica), pero nunca a un hombre o una mujer, a menos que fuera cuestión de vida o
muerte. De hecho, estaban tan obsesionados con las reglas y los tecnicismos humanos que, como hormigas que corretean
sobre una pintura, no eran capaces de ver todo el cuadro, es decir, los principios divinos. (Mateo 23:23, 24.)
Hasta los jóvenes, cuando tienen un corazón sincero, pueden honrar a Jehová por su aprecio a los principios bíblicos. El
profesor de Rebecca, una joven de 13 años de edad, preguntó a la clase quiénes estarían dispuestos a jugar por dinero. La
mayoría dijo que no. Pero cuando se mencionaron varias situaciones, todos, excepto Rebecca, admitieron que jugarían de
una manera u otra. El profesor le preguntó a Rebecca si compraría un boleto de 20 centavos para una rifa en favor de una
causa noble. Rebecca dijo que no, y presentó las razones bíblicas de por qué eso sería una forma de juego. El profesor dijo
entonces a toda la clase: “En mi opinión, Rebecca es la única aquí que tiene lo que yo llamo ‘principios’ en el verdadero
sentido de la palabra”. Sí, Rebecca podría haber contestado sencillamente: “Mi religión me lo prohíbe”, pero su
razonamiento fue más profundo; pudo explicar por qué el juego es impropio y por qué no quería participar en él.
Ejemplos como el de Abel, Noé, José y Jesús nos muestran cómo podemos beneficiarnos de nuestra “capacidad de
pensar” y “facultad de raciocinio” al adorar a Dios. (Proverbios 2:11; Romanos 12:1.) Los ancianos cristianos hacen bien en
imitar a Jesús al pastorear “el rebaño de Dios bajo su custodia”. (1 Pedro 5:2.) Como bien ejemplarizó Jesús, los que aman
los principios piadosos son los que prosperan bajo la soberanía de Jehová. (Isaías 65:14.)

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1Corintios 10:11 Pues bien, estas cosas siguieron aconteciéndoles como ejemplos, y fueron escritas para amonestación de
nosotros a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado.

COMO SER PERSONAS DE PRINCIPIOS PIADOSOS

Mateo 4:1-10

Entonces Jesús fue conducido por el espíritu al desierto para ser tentado por el Diablo. 2 Después que hubo
ayunado cuarenta días y cuarenta noches, entonces sintió hambre. 3 También, el Tentador vino y le dijo: “Si
eres hijo de Dios, di a estas piedras que se conviertan en panes”. 4 Pero en respuesta él dijo: “Está escrito: ‘No
de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová’”. 5 Entonces el
Diablo lo llevó consigo a la ciudad santa, y lo apostó sobre el almenaje del templo 6 y le dijo: “Si eres hijo de
Dios, arrójate abajo; porque está escrito: ‘A sus ángeles dará encargo acerca de ti, y te llevarán en sus manos,
para que nunca des con tu pie contra una piedra’”. 7 Jesús le dijo: “Otra vez está escrito: ‘No debes poner a
prueba a Jehová tu Dios’”. 8 De nuevo el Diablo lo llevó consigo a una montaña excepcionalmente alta, y le
mostró todos los reinos del mundo y su gloria, 9 y le dijo: “Todas estas cosas te las daré si caes y me rindes un
acto de adoración”. 10 Entonces Jesús le dijo: “¡Vete, Satanás! Porque está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios a quien
tienes que adorar, y es solo a él a quien tienes que rendir servicio sagrado’”.

Mateo 5:17-48

”No piensen que vine a destruir la Ley o los Profetas. No vine a destruir, sino a cumplir; 18 porque en verdad les
digo que antes pasarían el cielo y la tierra que pasar de modo alguno una letra diminuta o una pizca de una letra
de la Ley sin que sucedan todas las cosas. 19 Por eso, cualquiera que quiebre uno de estos mandamientos más
pequeños y enseñe así a la humanidad, será llamado ‘más pequeño’ con relación al reino de los cielos. En
cuanto a cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado ‘grande’ con relación al reino de los cielos.
20
 Porque les digo a ustedes que si su justicia no abunda más que la de los escribas y fariseos, de ningún modo
entrarán en el reino de los cielos. 21 ”Oyeron que se dijo a los de la antigüedad: ‘No debes asesinar; pero
quienquiera que cometa un asesinato será responsable al tribunal de justicia’. 22 Sin embargo, yo les digo que
todo el que continúe airado con su hermano será responsable al tribunal de justicia; pero quienquiera que se
dirija a su hermano con una palabra execrable de desdén será responsable al Tribunal Supremo; mientras que
quienquiera que diga: ‘¡Despreciable necio!’, estará expuesto al Gehena de fuego. 23 ”Por eso, si estás llevando
tu dádiva al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja tu dádiva allí enfrente del altar,
y vete; primero haz las paces con tu hermano, y luego, cuando hayas vuelto, ofrece tu dádiva. 25 ”Ocúpate en
arreglar prestamente los asuntos con el que se queja contra ti en juicio, mientras estás con él en camino hacia
allá, no sea que el querellante te entregue al juez, y el juez al servidor del tribunal, y seas echado en prisión.
26
 Te digo en verdad: De seguro no saldrás de allí hasta que hayas pagado la última moneda de ínfimo valor.
27
 ”Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer adulterio’. 28 Pero yo les digo que todo el que sigue mirando
a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. 29 Ahora bien, si
ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti. Porque más provechoso te es que uno
de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo sea arrojado en el Gehena. 30 También, si tu mano derecha
te está haciendo tropezar, córtala y échala de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se
pierda y no que todo tu cuerpo vaya a parar al Gehena. 31 ”Además se dijo: ‘Cualquiera que se divorcie de su
esposa, déle un certificado de divorcio’. 32 Sin embargo, yo les digo que todo el que se divorcie de su esposa, a
no ser por motivo de fornicación, la expone al adulterio, y cualquiera que se case con una divorciada comete
adulterio. 33 ”También oyeron ustedes que se dijo a los de la antigüedad: ‘No debes jurar y no cumplir, sino que
tienes que pagar tus votos a Jehová’. 34 Sin embargo, yo les digo: No juren de ninguna manera, ni por el cielo,
porque es el trono de Dios; 35 ni por la tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la
ciudad del gran Rey. 36 Ni por tu cabeza debes jurar, porque no puedes volver blanco o negro un solo cabello.

238
37
 Simplemente signifique su palabra Sí, Sí, su No, No; porque lo que excede de esto proviene del inicuo.
38
 ”Oyeron ustedes que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente’. 39 Sin embargo, yo les digo: No resistan al que
es inicuo; antes bien, al que te dé una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. 40 Y si alguna
persona quiere ir al tribunal contigo y hacerse dueño de tu prenda de vestir interior, deja que se lleve también tu
prenda de vestir exterior; 41 y si alguien bajo autoridad te obliga a una milla de servicio, ve con él dos millas.
42
 Da al que te pida, y no le vuelvas la espalda al que quiera pedirte prestado [sin interés]. 43 ”Oyeron ustedes
que se dijo: ‘Tienes que amar a tu prójimo y odiar a tu enemigo’. 44 Sin embargo, yo les digo: Continúen amando
a sus enemigos y orando por los que los persiguen; 45 para que demuestren ser hijos de su Padre que está en
los cielos, ya que él hace salir su sol sobre inicuos y buenos y hace llover sobre justos e injustos. 46 Porque si
aman a los que los aman, ¿qué galardón tienen? ¿No hacen también la misma cosa los recaudadores de
impuestos? 47 Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué cosa extraordinaria hacen? ¿No hace la misma
cosa también la gente de las naciones? 48 Ustedes, en efecto, tienen que ser perfectos, como su Padre celestial
es perfecto.

Hebreos 5:14 Pero el alimento sólido pertenece a personas maduras, a los que mediante el uso tienen sus facultades
perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto.

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Los principios divinos nos benefician

TODOS sabemos que los animales siguen su instinto, y que hay máquinas programadas para ejecutar determinadas
funciones. Pero el ser humano fue creado para que se guiara por principios. ¿Cómo podemos estar seguros de ello? Pues
bien, Jehová, quien ha dado origen a todo principio correcto, dijo lo siguiente cuando hizo a los primeros seres humanos:
“Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza”. El Creador es un espíritu; no posee un cuerpo físico
como nosotros. Por tanto, estamos hechos a su “imagen” en el sentido de que podemos reflejar su personalidad,
manifestando a cierto grado sus buenas cualidades. Tenemos la facultad de regirnos por principios, es decir, obrar conforme
a lo que creemos que es un código de buena conducta. Jehová se encargó de que se pusieran por escrito muchos de ellos en
su Palabra (Génesis 1:26; Juan 4:24; 17:17).
“Pero la Biblia contiene cientos de principios —tal vez diga alguien—. Me es imposible aprenderlos todos.” Y es
verdad. Sin embargo, pensemos en esto: aunque todos los principios divinos son buenos, algunos tienen mayor importancia.
Sirva de botón de muestra Mateo 22:37-39, donde Jesús indicó que entre los mandamientos y principios correspondientes de
la Ley de Moisés, unos eran de más peso que otros.
¿Cuáles son estos? Los principios bíblicos clave son los que ejercen una influencia directa en nuestra relación con
Jehová. Si los obedecemos, el Creador resulta ser la fuerza dominante de nuestra brújula moral. Además, existen principios
que influyen en las relaciones con los demás. Si los ponemos en práctica, nos ayudarán a resistir el yoísmo, o como sea que
lo llamemos.
Analicemos una de las verdades bíblicas esenciales. ¿Cuál es y cómo nos concierne?
“El Altísimo sobre toda la tierra”
Las Santas Escrituras dejan claro que Jehová es nuestro Magnífico Creador, el Dios todopoderoso. Nadie puede
igualarlo o suplantarlo. Esta verdad bíblica es clave (Génesis 17:1; Eclesiastés 12:1).
Uno de los escritores del libro de Salmos dijo de Jehová: “Tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra”. El  rey David de
la antigüedad afirmó: “Tuyo es el reino, oh Jehová, Aquel que también te alzas como cabeza sobre todo”. Y el renombrado
profeta Jeremías se sintió impelido a consignar: “De ninguna manera hay alguien semejante a ti, oh Jehová. Tú eres grande,
y tu nombre es grande en poderío” (Salmo 83:18; 1 Crónicas 29:11; Jeremías 10:6).
¿Cómo debemos aplicar tales verdades acerca de Dios en nuestra vida cotidiana?
239
Es obvio que el Creador y Dador de vida debe ocupar un lugar preeminente en nuestra existencia. ¿No sería apropiado,
pues, resistir toda tendencia a llamar la atención a nosotros mismos, tendencia que puede ser mayor en unos que en otros?
Un sabio principio rector es “ha[cer] todas las cosas para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). El profeta Daniel fue un
buen ejemplo de ello.
La Biblia nos cuenta que un sueño perturbó al rey Nabucodonosor de Babilonia, y que él pidió que se le explicara su
significado . A pesar del desconcierto general, Daniel informó con exactitud al rey lo que deseaba saber. ¿Se atribuyó por
ello el mérito? No, sino que glorificó al “Dios en los cielos que es un Revelador de secretos”. Y  añadió: “No por ninguna
sabiduría que exista en mí más que en cualesquiera otros que estén vivos me es revelado este secreto”. Daniel era un
hombre de principios. No sorprende que en el libro que lleva su nombre, se le califique de “muy deseable” a la vista de Dios
(Daniel 2:28, 30; 9:23; 10:11, 19).
Imitar a Daniel nos beneficiará. Para seguir su modelo, el factor clave es la motivación. ¿Quién debe recibir la honra por
lo que hacemos? Sin importar nuestra situación, tenemos la capacidad para actuar en armonía con este principio bíblico de
vital importancia: Jehová es el Señor Soberano. Si así lo hacemos, seremos “muy deseable[s]” a sus ojos.
Analicemos ahora dos principios básicos que nos sirven de guía en el campo de las relaciones humanas, ámbito de la
vida especialmente difícil ante el énfasis generalizado en el yo.

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Percibir los principios refleja madurez

LAS malas compañías echan a perder los hábitos útiles. Se siega lo que se siembra. (1  Corintios 15:33; Gálatas 6:7.)
Cada una de estas declaraciones, en sentido físico o espiritual, es un ejemplo de una verdad fundamental —un principio—,
y de cada una de ellas pueden derivarse leyes. El carácter de las leyes suele ser temporal y específico. Los principios, por el
contrario, son amplios y pueden durar para siempre. Así, la Palabra de Dios nos anima a pensar, de ser posible, en función
de principios.
El Diccionario de uso del español define “principio” como “verdad o idea que sirve de fundamento a otras o a un
razonamiento”. Y el Diccionario Esencial Santillana de la lengua española incluye la siguiente acepción: “Causa primitiva
o primera de una cosa o aquello de lo que procede algo”. Por ejemplo, a un niño se le puede dar la ley “no toques la cocina”.
Pero para un adulto la advertencia “la cocina está caliente” sería suficiente. Observe que la última es una declaración más
amplia. Puesto que va a influir en la actuación —como cocinar, hornear o apagar el fuego— en cierto sentido se convierte
en un principio.
Los principios más importantes de la vida son, por supuesto, de naturaleza espiritual; rigen la adoración que damos a
Dios y nuestra felicidad. Algunas personas, sin embargo, prefieren evitar el esfuerzo que requiere razonar basándose en
principios. Prefieren la comodidad de una regla cuando tienen que tomar una decisión. Este no es el proceder de la
sabiduría, y contrasta con el ejemplo que dieron los hombres fieles de tiempos bíblicos. (Romanos 15:4.)
Hombres de principios piadosos
Entre los hombres imperfectos, podría llamarse a Abel el primer hombre de principios piadosos. Posiblemente pensó
mucho en la promesa sobre la “descendencia” y se dio cuenta de que la redención del pecado implicaría un sacrificio
cruento. (Génesis 3:15.) Por ello ofreció a Dios “algunos primogénitos de su rebaño”. La frase “aun sus trozos grasos”
muestra que Abel dio a Jehová lo mejor que tenía. Sin embargo, no fue hasta más de dos mil años después de la muerte de
Abel que Dios explicó con detalle sus requisitos sobre los sacrificios. A diferencia de Abel, hombre de principios y
temeroso de Dios, su hermano Caín presentó una ofrenda de sacrificio por pura formalidad. Pero su actitud dejaba mucho
que desear; algo en su ofrenda indicaba que tenía un corazón falto de principios. (Génesis 4:3-5.)
Noé también fue un hombre de principios piadosos. Aunque el relato bíblico dice que Dios le mandó específicamente
construir un arca, no leemos que le mandara predicar a sus coetáneos. De todos modos, a Noé se le llama “predicador de
justicia”. (2 Pedro 2:5.) Aunque es probable que Dios le indicara a Noé que debía predicar, sin duda su sentido de los

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principios y su amor al prójimo lo indujeron a hacerlo. Puesto que vivimos en tiempos parecidos a los de Noé, imitemos su
excelente actitud y ejemplo.
A diferencia de los líderes religiosos de su día, Jesús enseñó a la gente a pensar en función de principios. Su Sermón del
Monte es un ejemplo de ello. Todo él apela a los principios. (Mateo, capítulos 5-7.) Jesús enseñó de este modo porque
conocía bien a Dios, como también lo conocieron Abel y Noé antes que él. Aun de muchacho, respetó la verdad
fundamental: “No solo de pan [...], sino que de toda expresión de la boca de Jehová vive el hombre”. (Deuteronomio 8:3;
Lucas 2:41-47.) Sí, la clave para ser una persona de principios piadosos es conocer verdaderamente a Jehová: sus gustos,
sus aversiones y sus propósitos. Cuando estas ideas fundamentales en cuanto a Dios dirigen nuestra vida, se convierten, de
hecho, en principios vivos. (Jeremías 22:16; Hebreos 4:12.)
Los principios y el corazón
Es posible obedecer una ley a regañadientes, quizá debido al miedo del castigo que conlleva desobedecerla. Sin
embargo, actuar en consecuencia con un principio excluye tal actitud, pues, por la misma naturaleza de este, el corazón de la
persona es lo que la motiva a observarlo. Piense en el caso de José, quien, como Abel y Noé, vivió antes del establecimiento
del pacto de la Ley mosaica. Cuando la esposa de Potifar intentó seducirlo, este respondió: “¿Cómo podría yo cometer esta
gran maldad y realmente pecar contra Dios?”. En efecto, José conocía el principio de que el esposo y la esposa son “una
sola carne”. (Génesis 2:24; 39:9.)
Hoy el mundo está falto de principios justos. Se alimenta con glotonería de violencia e inmoralidad. El cristiano corre el
peligro de querer mordisquear, quizá en secreto, el mismo alimento basura: películas, vídeos o libros. Qué loable es, pues,
que, como José, rechacemos el mal por principio, recordando que Dios conservará con vida a través de la venidera “gran
tribulación” solo a aquellos que son leales. (Mateo 24:21.) Sí, es fundamentalmente lo que hacemos en privado, no en
público, lo que revela lo que en verdad somos en nuestro interior. (Salmo 11:4; Proverbios 15:3.)
En consecuencia, si nos guiamos por los principios bíblicos, no buscaremos supuestas lagunas en las leyes de Dios
ni intentaremos ver cuánto podemos apartarnos de ellas sin violarlas. Este modo de pensar es contraproducente; a la larga
nos perjudica.
Mire más allá de la ley
Por supuesto, las leyes desempeñan un papel esencial en la vida cristiana. Son como centinelas que nos ayudan a
protegernos, y encierran muchos principios importantes. Si no percibimos estos principios, el amor que le tenemos a una
determinada ley puede enfriarse. La antigua nación de Israel demostró este hecho.
Dios dio a Israel los Diez Mandamientos, el primero de los cuales prohibía la adoración a cualquier otro dios que
no fuera Jehová. Una verdad fundamental tras esta ley es que Jehová creó todas las cosas. (Éxodo 20:3-5.) Pero ¿vivió la
nación en armonía con este principio? Jehová mismo contesta: “‘Tú eres mi padre [decían los israelitas]’, y a una piedra
[clamaban]: ‘Tú me has dado la vida’. Ellos me dan la espalda, no la cara”. (Jeremías 2:27, Biblia de América.) ¡Qué
estupidez más insensible y falta de principios! ¡Y cómo hirió el corazón de Jehová! (Salmo 78:40, 41; Isaías 63:9, 10.)
Dios también ha dado leyes a los cristianos. Por ejemplo, deben evitar la idolatría, la inmoralidad sexual y el uso
indebido de la sangre. (Hechos 15:28, 29.) Pensando en ello, podemos ver principios subyacentes, como: Dios merece
nuestra devoción exclusiva; debemos ser fieles a nuestro cónyuge; y Jehová es quien nos ha dado la vida. (Génesis 2:24;
Éxodo 20:5; Salmo 36:9.) Al percibir y apreciar profundamente los principios tras estas directrices, nos damos cuenta de
que son para nuestro propio bien. (Isaías 48:17.) Para nosotros, los “mandamientos [de Dios] no son gravosos”. (1 Juan 5:3.)
Aunque los israelitas habían pasado por alto los mandamientos de Dios, para el tiempo de Jesús los “escribas, o doctores
de la ley”, se habían ido al otro extremo. Habían formulado una gran cantidad de reglas y tradiciones que obstaculizaban la
adoración verdadera y ocultaban los principios piadosos. (Mateo 23:2, Torres Amat.) La gente se había resignado al fracaso,
a la desesperanza o a la hipocresía. (Mateo 15:3-9.) Y muchas de estas reglas de los hombres eran inhumanas. Cuando iba a
curar a un hombre que tenía la mano seca, Jesús preguntó a los fariseos que había presentes: “¿Es lícito en sábado hacer un
hecho bueno?”. Su silencio equivalía a un sonoro no, lo cual dejó a Jesús “cabalmente contristado por la insensibilidad de
sus corazones”. (Marcos 3:1-6.) Los fariseos podían ayudar en sábado a un animal doméstico que se había caído o estaba
herido (pues era una inversión económica), pero nunca a un hombre o una mujer, a menos que fuera cuestión de vida o
241
muerte. De hecho, estaban tan obsesionados con las reglas y los tecnicismos humanos que, como hormigas que corretean
sobre una pintura, no eran capaces de ver todo el cuadro, es decir, los principios divinos. (Mateo 23:23, 24.)
Hasta los jóvenes, cuando tienen un corazón sincero, pueden honrar a Jehová por su aprecio a los principios bíblicos. El
profesor de Rebecca, una joven de 13 años de edad, preguntó a la clase quiénes estarían dispuestos a jugar por dinero. La
mayoría dijo que no. Pero cuando se mencionaron varias situaciones, todos, excepto Rebecca, admitieron que jugarían de
una manera u otra. El profesor le preguntó a Rebecca si compraría un boleto de 20 centavos para una rifa en favor de una
causa noble. Rebecca dijo que no, y presentó las razones bíblicas de por qué eso sería una forma de juego. El profesor dijo
entonces a toda la clase: “En mi opinión, Rebecca es la única aquí que tiene lo que yo llamo ‘principios’ en el verdadero
sentido de la palabra”. Sí, Rebecca podría haber contestado sencillamente: “Mi religión me lo prohíbe”, pero su
razonamiento fue más profundo; pudo explicar por qué el juego es impropio y por qué no quería participar en él.
Ejemplos como el de Abel, Noé, José y Jesús nos muestran cómo podemos beneficiarnos de nuestra “capacidad de
pensar” y “facultad de raciocinio” al adorar a Dios. (Proverbios 2:11; Romanos 12:1.) Los ancianos cristianos hacen bien en
imitar a Jesús al pastorear “el rebaño de Dios bajo su custodia”. (1 Pedro 5:2.) Como bien ejemplarizó Jesús, los que aman
los principios piadosos son los que prosperan bajo la soberanía de Jehová. (Isaías 65:14.)

ABEL

Génesis 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la
cabeza y tú le magullarás en el talón”.

Génesis 4:3-5 Y al cabo de algún tiempo aconteció que Caín procedió a traer algunos frutos del suelo como ofrenda a
Jehová. 4 Pero en cuanto a Abel, él también trajo algunos primogénitos de su rebaño, aun sus trozos grasos. Ahora bien,
aunque Jehová miraba con favor a Abel y su ofrenda, 5 no miraba con ningún favor a Caín ni su ofrenda. Y Caín se
enardeció de gran cólera, y empezó a decaérsele el semblante.

NOÉ

Génesis 6:8,9 Pero Noé halló favor a los ojos de Jehová. 9 Esta es la historia de Noé. Noé fue hombre justo. Resultó exento
de falta entre sus contemporáneos. Noé andaba con el Dios [verdadero].

2Pedro 2.5 y no se contuvo de castigar a un mundo antiguo, sino que guardó en seguridad a Noé, predicador de justicia, con
otras siete [personas] cuando trajo un diluvio sobre un mundo de gente impía;

ESTER

Ester 4:14 Porque si estás callada por completo en este tiempo, alivio y liberación mismos se levantarán para los judíos de
algún otro lugar; pero en cuanto a ti y la casa de tu padre, ustedes perecerán. Y ¿quién hay que sepa si has alcanzado la
dignidad real para un tiempo como este?”.

Ester 7:3 Ante esto, Ester la reina contestó y dijo: “Si he hallado favor a tus ojos, oh rey, y si al rey de veras le parece bien,
que se me dé mi propia alma por petición mía, y mi pueblo por solicitud mía.

Efesios 5:17 Por esta razón dejen de estar haciéndose irrazonables, sino sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová.

242
Romanos 12:2 Y cesen de amoldarse a este sistema de cosas; más bien, transfórmense rehaciendo su mente, para que
prueben para ustedes mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.

Salmo 40.8 En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado, y tu ley está dentro de mis entrañas.

RÍGETE POR LOS PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA TOMAR BUENAS DECISIONES

Efesios 5:1 Por lo tanto, háganse imitadores de Dios, como hijos amados,

Nehemias 5.15 En cuanto a los gobernadores anteriores que me habían antecedido, ellos lo habían hecho pesado sobre el
pueblo, y siguieron tomando de ellos, para pan y vino, cuarenta siclos de plata diarios. También, sus servidores mismos se
enseñoreaban dominantemente del pueblo. En cuanto a mí, yo no hice así a causa del temor a Dios.

Proverbios 2:3-5 si, además, clamas por el entendimiento mismo y das tu voz por el discernimiento mismo, 4 si sigues
buscando esto como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues en busca de ello, 5 en tal caso entenderás el temor de
Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de Dios.

Efesios 4:15 Antes bien, hablando la verdad, por el amor crezcamos en todas las cosas en aquel que es la cabeza, Cristo.

Hebreos 5:14 Pero el alimento sólido pertenece a personas maduras, a los que mediante el uso tienen sus facultades
perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto.

¿EN QUÉ PRINCIPIO BÍBLICO TE BASARAS PARA DECIR SI HABLAS CON UN HERMANO SOBRE UNA
COSTUMBRE QUE EL TIENE Y QUE A TI TE MOLESTA?

(1 Corintios 13:4-8) El amor es sufrido y bondadoso. El amor no es celoso, no se vanagloria, no se hincha, 5 no se porta
indecentemente, no busca sus propios intereses, no se siente provocado. No lleva cuenta del daño. 6 No se regocija por la
injusticia, sino que se regocija con la verdad. 7 Todas las cosas las soporta, todas las cree, todas las espera, todas las aguanta.
8
 El amor nunca falla. Pero sea que haya [dones de] profetizar, serán eliminados; sea que haya lenguas, cesarán; sea que
haya conocimiento, será eliminado.
(1 Corintios 10:24) Que cada uno siga buscando, no su propia [ventaja], sino la de la otra persona.
(Filipenses 2:4) no vigilando con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los
demás.
(Santiago 1:19) Sepan esto, mis amados hermanos. Todo hombre tiene que ser presto en cuanto a oír, lento en cuanto a
hablar, lento en cuanto a ira;
(Proverbios 17:17) Un compañero verdadero ama en todo tiempo, y es un hermano nacido para cuando hay angustia.
(Juan 15:13) Nadie tiene mayor amor que este: que alguien entregue su alma a favor de sus amigos.
(Salmo 86:5) Porque tú, oh Jehová, eres bueno y estás listo para perdonar; y la bondad amorosa para con todos los que te
invocan es abundante.
(Romanos 11:22) Ve, por lo tanto, la bondad y la severidad de Dios. Para con los que cayeron hay severidad, mas para
contigo hay la bondad de Dios, con tal que permanezcas en su bondad; de otra manera, tú también serás podado.

243
(Efesios 1:7) Por medio de él tenemos la liberación por rescate mediante la sangre de ese, sí, el perdón de [nuestras]
ofensas, según las riquezas de su bondad inmerecida.

¿EN QUÉ PRINCIPIO BÍBLICO TE BASARAS PARA DECIR SI ASISTES A LA BODA DE TU ESTUDIANTE
DE LA BIBLIA?

(Juan 2:1, 2) Ahora bien, al tercer día se efectuó un banquete de bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús.
2
 Jesús y sus discípulos también fueron invitados al banquete de bodas.
(Génesis 2:24) Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y tiene que adherirse a su esposa, y tienen que llegar a ser
una sola carne.
(Hebreos 13:4) Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación, porque Dios
juzgará a los fornicadores y a los adúlteros.
(1 Juan 4:8) El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor.
(1 Juan 4:20) Si alguno hace la declaración: “Yo amo a Dios”, y sin embargo está odiando a su hermano, es mentiroso.
Porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede estar amando a Dios, a quien no ha visto.

¿EN QUÉ PRINCIPIO BÍBLICO TE BASARAS PARA DECIR SI USAS REDES SOCIALES? W12 15/8

Sé un “conductor” precavido En cierto modo, usar Internet es como conducir un automóvil. Seguramente has notado que
no todo el que tiene licencia es un conductor responsable. Mucha gente ha causado terribles accidentes por negligencia.
Proverbios 3:21. Hijo mío, no se escapen de tus ojos. Salvaguarda la sabiduría práctica y la capacidad de pensar.
TU PRIVACIDAD Imagínate que vas caminando con tus amigos por la calle y llevas una gran cantidad de dinero. ¿Irías
enseñándoselo a todo el mundo? ¡Claro que no! Eso sería tan tonto como ponerse un letrero que dijera: “¡Róbenme!”.
Si eres inteligente, llevarás el dinero donde no se vea.
TU TIEMPO Eclesiastés 3:1 Para todo hay un tiempo señalado, aun un tiempo para todo asunto bajo los cielos

¿EN QUÉ PRINCIPIO BÍBLICO TE BASARAS PARA DECIR SI BUSCAS OPORTUNIDADES DE EMPLEO EN
OTRO LUGAR?

(Lucas 16:13) Ningún sirviente de casa puede ser esclavo de dos amos; porque, u odiará al uno y amará al otro, o se
adherirá al uno y despreciará al otro. No pueden ser esclavos de Dios y de las Riquezas”.
(Romanos 6:16) ¿No saben que si siguen presentándose a alguien como esclavos para obedecerle son esclavos de él porque
le obedecen, ya sea del pecado con la muerte en mira o de la obediencia con la justicia en mira?
(Santiago 4:4) Adúlteras, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, por lo tanto, que
quiere ser amigo del mundo está constituyéndose enemigo de Dios.
(Mateo 13:22) En cuanto al que se sembró entre los espinos, este es el que oye la palabra, pero la inquietud de este sistema
de cosas y el poder engañoso de las riquezas ahogan la palabra, y él se hace infructífero.

¿EN QUÉ PRINCIPIO BÍBLICO TE BASARAS PARA DECIR SI ACEPTAS CIERTO EMPLEO?

(Mateo 6:24-33) ”Nadie puede servir como esclavo a dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno
y despreciará al otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas. 25 ”Por esto les digo: Dejen de
inquietarse respecto a su alma en cuanto a qué comerán o qué beberán, o respecto a su cuerpo en cuanto a qué se pondrán.
¿No significa más el alma que el alimento, y el cuerpo que la ropa? 26 Observen atentamente las aves del cielo, porque ellas
no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; no obstante, su Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes más que
244
ellas? 27 ¿Quién de ustedes, por medio de inquietarse, puede añadir un codo a la duración de su vida? 28 También, en cuanto
al asunto de ropa, ¿por qué se inquietan? Aprendan una lección de los lirios del campo, cómo crecen; no se afanan, ni hilan;
29
 pero les digo que ni siquiera Salomón en toda su gloria se vistió como uno de estos. 30 Pues bien, si Dios viste así a la
vegetación del campo, que hoy está aquí y mañana se echa al horno, ¿no los vestirá a ustedes con mucha más razón,
hombres de poca fe? 31 Por eso, nunca se inquieten y digan: ‘¿Qué hemos de comer?’, o ‘¿qué hemos de beber?’, o ‘¿qué
hemos de ponernos?’. 32 Porque todas estas son las cosas en pos de las cuales las naciones van con empeño. Pues su Padre
celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas. 33 ”Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y
todas estas [otras] cosas les serán añadidas.

¿EN QUÉ PRINCIPIO BÍBLICO TE BASARAS PARA DECIR SI CONTINUAS CON TUS ESTUDIOS?

(Tito 3:1) Continúa recordándoles que estén en sujeción y sean obedientes a los gobiernos y a las autoridades como
gobernantes, que estén listos para toda buena obra,
(Proverbios 1:8) Escucha, hijo mío, la disciplina de tu padre, y no abandones la ley de tu madre.
(Proverbios 6:20-22) Observa, oh hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no abandones la ley de tu madre. 21 Átalos sobre
tu corazón constantemente; enlázalos a tu garganta. 22 Cuando andes, ello te guiará; cuando te acuestes, vigilará sobre ti; y
cuando hayas despertado, hará de ti el objeto de su intenso interés.
(Efesios 6:4) Y ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de
Jehová.

Hijos varones (1 Timoteo 5:8) Ciertamente si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son
miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe.

(2 Timoteo 3:16, 17) Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas,
para disciplinar en justicia, 17 para que el hombre de Dios sea enteramente competente [y esté] completamente equipado
para toda buena obra.
(Mateo 28:19, 20) Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy
con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.
(1 Corintios 2:13) De estas cosas también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las
enseñadas por [el] espíritu, al combinar nosotros [asuntos] espirituales con [palabras] espirituales.

(1 Timoteo 6:20) Oh Timoteo, guarda lo que ha sido depositado a tu cuidado, apartándote de las vanas palabrerías que
violan lo que es santo, y de las contradicciones del falsamente llamado “conocimiento”.

(Colosenses 2:8) Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya mediante la filosofía y el vano engaño
según la tradición de los hombres, según las cosas elementales del mundo y no según Cristo;

(1 Juan 2:17) Además, el mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para
siempre.

¿EN QUÉ PRINCIPIO BÍBLICO TE BASARAS PARA DECIR SI ACEPTAS EL ASCENSO QUE TE OFRECEN?

¿Mi servicio disminuirá?

¿Faltare a las reuniones?

(Mateo 19:21) Jesús le dijo: “Si quieres ser perfecto, ve, vende tus bienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo, y
ven, sé mi seguidor”.

245
(Lucas 12:20) Pero Dios le dijo: ‘Irrazonable, esta noche exigen de ti tu alma. Entonces, ¿quién ha de tener las cosas que
almacenaste?’.
(1 Timoteo 6:17) A los que son ricos en el presente sistema de cosas da órdenes de que no sean altaneros, y de que cifren su
esperanza, no en las riquezas inseguras, sino en Dios, que nos proporciona todas las cosas ricamente para que disfrutemos
de ellas;
(1 Pedro 2:21) De hecho, ustedes fueron llamados a este [curso], porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles dechado
para que sigan sus pasos con sumo cuidado y atención.

¿EN QUÉ PRINCIPIO BÍBLICO TE BASARAS PARA DECIR SI TE ARREGLAS DE UNA MANERA
DETERMINADA?

(1 Timoteo 2:8-10) Por lo tanto, deseo que en todo lugar los hombres se ocupen en orar, alzando manos leales, libres de ira
y debates. 9 Igualmente deseo que las mujeres se adornen en vestido bien arreglado, con modestia y buen juicio, no con
estilos de cabellos trenzados y oro o perlas o traje muy costoso, 10 sino como es propio de mujeres que profesan reverenciar
a Dios, a saber, mediante buenas obras.

(Proverbios 31:30) El encanto puede ser falso, y la belleza puede ser vana; [pero] la mujer que teme a Jehová es la que se
procura alabanza.
(1 Pedro 3:4) sino que sea la persona secreta del corazón en la [vestidura] incorruptible del espíritu quieto y apacible, que
es de gran valor a los ojos de Dios.
(Santiago 3:17) Pero la sabiduría de arriba es primeramente casta, luego pacífica, razonable, lista para obedecer, llena de
misericordia y buenos frutos, sin hacer distinciones por parcialidad, sin ser hipócrita.
(1 Pedro 3:3) Y que su adorno no sea el de trenzados externos del cabello ni el de ponerse ornamentos de oro ni el uso de
prendas de vestir exteriores,

(Proverbios 11:22) Como nariguera de oro en el hocico de un cerdo, así es la mujer que es bella, pero que está apartándose
de la sensatez.

¿EN QUÉ PRINCIPIO BÍBLICO TE BASARAS PARA DECIR SI VAS A UNA REUNIÓN SOCIAL?

(Eclesiastés 3:1-5) Para todo hay un tiempo señalado, aun un tiempo para todo asunto bajo los cielos: 2 tiempo de nacer y
tiempo de morir; tiempo de plantar y tiempo de desarraigar lo que se haya plantado; 3 tiempo de matar y tiempo de sanar;
tiempo de derribar y tiempo de edificar; 4 tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo de plañir y tiempo de dar saltos; 5 tiempo
de desechar piedras y tiempo de reunir piedras; tiempo de abrazar y tiempo de mantenerse alejado de los abrazos;

(Eclesiastés 3:13) y también que todo hombre coma y realmente beba y vea el bien por todo su duro trabajo. Es el don de
Dios.

(Romanos 1:11, 12) Porque anhelo verlos, para impartirles algún don espiritual a fin de que se les haga firmes; 12 o, más
bien, para que haya un intercambio de estímulo entre ustedes, por cada uno mediante la fe del otro, tanto la de ustedes como
la mía.

(1 Corintios 10:31-33) Por esto, sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas
para la gloria de Dios. 32 Eviten hacerse causas de tropiezo tanto a judíos como a griegos y a la congregación de Dios, 33 así
como yo estoy agradando a toda la gente en todas las cosas, no buscando mi propia ventaja, sino la de los muchos, para que
se salven.

(Romanos 12:13) Compartan con los santos según las necesidades de estos. Sigan la senda de la hospitalidad.

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(Efesios 5:18, 19) También, no anden emborrachándose con vino, en lo cual hay disolución, sino sigan llenándose de
espíritu, 19 hablándose a sí mismos con salmos y alabanzas a Dios y canciones espirituales, cantando y acompañándose con
música en el corazón a Jehová,

(Romanos 13:5) Hay, por lo tanto, razón apremiante para que ustedes estén en sujeción, no solo por causa de esa ira, sino
también por causa de [su] conciencia.

¿EN QUÉ PRINCIPIO BÍBLICO TE BASARAS PARA DECIR SI DEJAS EL PRECURSORADO?

(Salmo 143:10) Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Tu espíritu es bueno; que me guíe en la tierra de la
rectitud.
(Salmo 143:5) He recordado días de mucho tiempo atrás; he meditado en toda tu actividad; de buena gana me mantuve
intensamente interesado en la obra de tus propias manos.
(Salmo 73:1) Realmente Dios es bueno para con Israel, para con los limpios de corazón.
(Mateo 5:8) ”Felices son los de corazón puro, puesto que ellos verán a Dios.

(Hebreos 10:24, 25) Y considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, 25 sin abandonar el
reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día
se acerca.

Mateo 22:32 ‘Yo soy el Dios de Abrahán y el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’? Él es el Dios, no de los muertos, sino de
los vivos”.
(Marcos 12:27) Él no es Dios de muertos, sino de vivos. Ustedes están muy equivocados”.

Gálatas 6:5 Porque cada uno llevará su propia carga de responsabilidad.

DÉJATE GUIAR POR LOS PRINCIPIOS DIVINOS

Lucas 17:1-5 Entonces dijo a sus discípulos: “Es inevitable que vengan causas de tropiezo. Sin embargo, ¡ay de aquel por
medio de quien vienen! 2 Más ventajoso le sería que le suspendieran del cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar
que el que él hiciera tropezar a uno de estos pequeños. 3 Presten atención a ustedes mismos. Si tu hermano comete un
pecado, dale una reprensión; y si se arrepiente, perdónalo. 4 Aun si siete veces al día peca contra ti y siete veces vuelve a ti,
diciendo: ‘Me arrepiento’, tienes que perdonarlo”. 5 Ahora bien, los apóstoles dijeron al Señor: “Danos más fe”.

Salmo 32:8 “Te haré tener perspicacia, y te instruiré en el camino en que debes ir. Ciertamente daré consejo con mi ojo
sobre ti.

2Corintios 9:7 Que cada uno haga tal como lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana ni como obligado, porque Dios
ama al dador alegre.

247
Lección 11(a) EVALÚA TU PROGRESO ESPIRITUAL

1Corintios 2:12-16 Ahora bien, nosotros recibimos, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que proviene de Dios, para
que conozcamos las cosas que Dios nos ha dado bondadosamente. 13 De estas cosas también hablamos, no con palabras
enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por [el] espíritu, al combinar nosotros [asuntos] espirituales con
[palabras] espirituales. 14 Pero el hombre físico no recibe las cosas del espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no
[las] puede llegar a conocer, porque se examinan espiritualmente. 15 Sin embargo, el hombre espiritual examina de hecho
todas las cosas, pero él mismo no es examinado por ningún hombre. 16 Porque “¿quién ha llegado a conocer la mente de
Jehová, para que le instruya?”. Pero nosotros sí tenemos la mente de Cristo.

Romanos 7:21-23 Hallo, pues, esta ley en el caso mío: que cuando deseo hacer lo que es correcto, lo que es malo está
presente conmigo. 22 Verdaderamente me deleito en la ley de Dios conforme al hombre que soy por dentro, 23 pero
contemplo en mis miembros otra ley que guerrea contra la ley de mi mente y que me conduce cautivo a la ley del pecado
que está en mis miembros.

Romanos 8:6 Porque el tener la mente puesta en la carne significa muerte, pero el tener la mente puesta en el espíritu
significa vida y paz;

1corintios 3:1 Y así es que, hermanos, no pude hablarles como a hombres espirituales, sino como a carnales, como a
pequeñuelos en Cristo.

W07 1/8 págs. 4,5

La verdadera espiritualidad: ¿cómo cultivarla?

EL APÓSTOL Pablo escribió: “La mente carnal es muerte, mas la espiritual, vida y paz” (Romanos 8:6, Versión
Hispano-Americana). Con estas palabras, el apóstol dio a entender que ser una persona de inclinación espiritual no es
simplemente una cuestión de sentimiento o elección propia. En realidad, es un asunto de vida o muerte. ¿Por qué puede
decirse que la persona espiritual recibe “vida y paz”? Porque, según la Biblia, en el presente disfruta de paz consigo misma
y con Dios, y en el futuro será bendecida con vida eterna (Romanos 6:23; Filipenses 4:7). Con razón Jesús afirmó: “Felices
son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual” (Mateo 5:3).
El hecho de que usted se encuentre leyendo esta revista demuestra que se interesa por la espiritualidad, y eso es digno de
elogio. Sin embargo, las opiniones sobre este asunto son tan diversas que tal vez se pregunte: “¿Qué es la espiritualidad
realmente, y cómo se cultiva?”.
“La mente de Cristo”
Además de señalar la importancia y los beneficios de tener inclinaciones espirituales, el apóstol Pablo habló
extensamente sobre lo que es la verdadera espiritualidad. Él explicó a los cristianos de la antigua ciudad de Corinto la
diferencia entre el hombre físico —que se deja llevar por los impulsos carnales— y el hombre espiritual —que valora las
cosas espirituales—. Pablo afirmó: “El hombre físico no recibe las cosas del espíritu de Dios, porque para él son necedad”.
Por otra parte, aclaró que las personas de inclinación espiritual se caracterizan por tener “la mente de Cristo” (1  Corintios
2:14-16).
Básicamente, tener “la mente de Cristo” significa manifestar “la misma actitud mental que tuvo Cristo Jesús” (Romanos
15:5; Filipenses 2:5). En otras palabras, un hombre espiritual es aquel que piensa como Jesús y sigue sus pasos (1  Pedro
2:21; 4:1). Cuanto más se parece la mente de alguien a la de Cristo, más profunda es su espiritualidad y más cerca está de
obtener “vida y paz” (Romanos 13:14).
Cómo conocer “la mente de Cristo”
Sin embargo, para tener la mente de Cristo, primero hay que conocerla. De modo que el primer paso para cultivar
espiritualidad es familiarizarse con la forma de pensar de Jesucristo. Pero ¿cómo es posible conocer la mente de alguien que
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vivió en la Tierra hace dos mil años? Pongamos un ejemplo: ¿cómo aprendió usted las hazañas de los personajes históricos
de su país? Probablemente, leyendo sobre ellos. De igual modo, una de las claves para conocer la mente de Cristo es leer la
historia de su vida (Juan 17:3).
Existen cuatro relatos históricos muy gráficos sobre la vida de Jesús: los Evangelios, que fueron escritos por Mateo,
Marcos, Lucas y Juan. Si los lee con atención, percibirá la manera de pensar de Jesús, la profundidad de sus sentimientos y
los motivos que impulsaron sus actos. Al reflexionar en lo que lea sobre él, se hará una clara imagen mental de la clase de
persona que era. Incluso si considera que ya está siguiendo a Cristo, leer estos relatos y meditar en ellos le ayudará a ‘seguir
creciendo en la bondad inmerecida y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo’ (2 Pedro 3:18).
Con esto presente, analicemos algunos pasajes de los Evangelios para ver por qué era Jesús una persona tan espiritual.
Luego veamos cómo podemos imitar su ejemplo (Juan 13:15).
La espiritualidad y “el fruto del espíritu”
El Evangelio de Lucas indica que Jesús recibió el espíritu santo de Dios cuando fue bautizado y que era un hombre
“lleno de espíritu santo” (Lucas 3:21, 22; 4:1). Jesús, a su vez, inculcó en sus seguidores la importancia de dejarse guiar por
el espíritu santo, o “fuerza activa”, de Dios (Génesis 1:2; Lucas 11:9-13). ¿Por qué es eso tan importante? Porque el espíritu
de Dios tiene el poder de transformar la mente de las personas para que se vaya asemejando a la de Cristo (Romanos
12:1, 2). El espíritu santo produce cualidades como “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad,
autodominio”. Estas virtudes, que la Biblia llama “el fruto del espíritu”, permiten identificar a los hombres y mujeres que
son verdaderamente espirituales (Gálatas 5:22, 23). Dicho de otra manera, la persona de inclinación espiritual es la que se
deja guiar por el espíritu de Dios.
Jesús manifestó el fruto del espíritu a lo largo de su ministerio. Por ejemplo, al tratar con los miembros de las clases más
bajas de la sociedad, demostró cualidades como el amor y la bondad (Mateo 9:36). Esto lo notamos en un suceso que
registró el apóstol Juan: “Al ir pasando, [Jesús] vio a un hombre ciego de nacimiento”. Sus discípulos también se fijaron en
él, pero lo vieron como un pecador. Así que preguntaron: “¿Quién pecó: este hombre, o sus padres[?]”. Por otra parte, para
sus vecinos, aquel hombre no era más que un mendigo, pues dijeron: “Este es el hombre que estaba sentado y mendigaba,
¿no es así?”. Sin embargo, lo que Jesús vio en este ciego fue a una persona que necesitaba ayuda. Por eso, habló con él y lo
curó (Juan 9:1-8).
¿Qué nos enseña este relato sobre la manera de pensar de Cristo? En primer lugar, que él no pasaba por alto a los más
humildes, sino que los trataba con ternura y compasión. En segundo lugar, que tomaba la iniciativa para ayudar al prójimo.
¿Qué hay de nosotros? ¿Seguimos el modelo que puso Jesús? ¿Vemos a las personas como él las veía? ¿Las ayudamos a
mejorar su vida actual y les brindamos la esperanza de un futuro maravilloso? ¿O más bien tendemos a favorecer a los que
son prominentes, pasando por alto a los demás? Si usted siente por la gente lo mismo que Jesús sintió, entonces puede
afirmarse que está siguiendo su ejemplo (Salmo 72:12-14).

¿QUÉ SE NECESITA PARA SER UNA PERSONA ESPIRITUAL?

Salmo 119:105 Tu palabra es una lámpara para mi pie, y una luz para mi vereda.

Juan 17:17 Santifícalos por medio de la verdad; tu palabra es la verdad.

Salmo 139:17 Así es que, para mí, ¡cuán preciosos son tus pensamientos! Oh Dios, ¡hasta cuánto llega la gran suma de
ellos!

Marcos 8:33 Él se volvió, miró a sus discípulos, y reprendió a Pedro, y dijo: “Ponte detrás de mí, Satanás, porque tú no
piensas los pensamientos de Dios, sino los de los hombres”.

249
Romanos 12:2 Y cesen de amoldarse a este sistema de cosas; más bien, transfórmense rehaciendo su mente, para que
prueben para ustedes mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.

24
Efesios 4.23,24 pero que deben ser hechos nuevos en la fuerza que impulsa su mente,  y deben vestirse de la nueva
personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad.

1corintios 2:14-16 Pero el hombre físico no recibe las cosas del espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no [las]
puede llegar a conocer, porque se examinan espiritualmente. 15 Sin embargo, el hombre espiritual examina de hecho todas
las cosas, pero él mismo no es examinado por ningún hombre. 16 Porque “¿quién ha llegado a conocer la mente de Jehová,
para que le instruya?”. Pero nosotros sí tenemos la mente de Cristo.

It-1 pág. 1164

Libre albedrío. Debido a que había sido hecho a la imagen de Dios y según su semejanza, el hombre tenía libre
albedrío. También disponía de libertad para escoger entre hacer lo bueno o lo malo. Esta libertad le permitía dar mucha más
honra y gloria a Dios que la creación animal, pues podía obedecer voluntaria y amorosamente a su Creador. Podía alabarlo
de manera inteligente por sus maravillosas cualidades y apoyar su soberanía. Ahora bien, su libertad era relativa,
no absoluta. Podía continuar viviendo feliz solo si reconocía la soberanía de Jehová. Esto lo indicaba el árbol del
conocimiento de lo bueno y lo malo, del que tenía prohibido comer. Hacerlo sería un acto de desobediencia, una rebelión
contra la soberanía de Dios. (Gé 2:9, 16, 17.)
Como Adán era “hijo de Dios” (Lu 3:38), su relación con Dios era como la de un hijo con su padre; por consiguiente,
debería haberle obedecido. Además, Dios creó en el hombre un deseo innato de adorarle. Si este deseo se desvirtuaba,
dirigiría al hombre mal y destruiría su libertad, convirtiéndolo en esclavo de lo creado en vez del Creador, lo que, a su vez,
resultaría en la degradación del hombre.
Un hijo celestial de Dios que se rebeló hizo que Eva pecase, y ella puso la tentación ante Adán, quien participó
deliberadamente en la rebelión contra Jehová. (Gé 3:1-6; 1Ti 2:13, 14.) Adán y Eva llegaron a ser como aquellos de quienes
Pablo habló más tarde en Romanos 1:20-23. Debido a su transgresión, Adán perdió su condición de hijo y su perfección, e
introdujo el pecado con la imperfección y la muerte en su descendencia, la entera raza humana. Sus descendientes llevaron
desde el nacimiento la imagen de su padre Adán: fueron imperfectos, con la muerte obrando en sus cuerpos. (Gé 3:17-19;
Ro 5:12; véase ADÁN núm. 1.)
“El hombre que somos interiormente.” Cuando la Biblia habla del conflicto que el cristiano tiene con la carne caída y
pecaminosa, usa las expresiones el “hombre que soy por dentro”, “el hombre que somos interiormente” y frases similares.
(Ro 7:22; 2Co 4:16; Ef 3:16.) Esas expresiones son apropiadas debido a que los cristianos han sido “hechos nuevos en la
fuerza que impulsa su mente”. (Ef 4:23.) La fuerza o inclinación que dirige su mente es espiritual. Se esfuerzan por
‘desnudarse de la vieja personalidad [literalmente, “el viejo hombre”] y vestirse de la nueva personalidad [literalmente, “el
(hombre) nuevo”]’. (Col 3:9, 10; Ro 12:2.) Cuando los cristianos ungidos son bautizados en Cristo, son “bautizados en su
muerte”; la vieja personalidad es fijada en un madero, “para que [el] cuerpo pecaminoso [sea] hecho inactivo”. Pero hasta el
momento de su muerte en la carne y su resurrección, el cuerpo carnal todavía está allí para luchar en contra del “hombre
espiritual”. Es una lucha difícil, por lo que Pablo dice: “En esta casa de habitación verdaderamente gemimos”. Pero a menos
que esos cristianos se rindan y sigan deliberadamente los deseos de la carne, el sacrificio de rescate de Jesucristo cubre los
pecados de la vieja personalidad, con los deseos carnales que obran en sus miembros. (Ro 6:3-7; 7:21-25; 8:23; 2Co 5:1-3.)
El hombre espiritual. El apóstol contrasta al hombre espiritual con el hombre físico: “Pero el hombre físico
[literalmente, “animal (de índole de alma)”] no recibe las cosas del espíritu de Dios, porque para él son necedad”. (1Co
2:14.) Este “hombre físico” no alude meramente a alguien que vive en la Tierra, alguien con un cuerpo carnal, puesto que,
obviamente, los cristianos en la Tierra tienen cuerpos carnales. El hombre físico del que se habla aquí se refiere a alguien
que carece de inclinación espiritual en su vida. Es “animal (de índole de alma)” porque sigue los deseos del alma humana y
excluye las cosas espirituales.
250
Pablo continúa diciendo que el “hombre físico” no puede llegar a conocer las cosas del espíritu de Dios “porque se
examinan espiritualmente”. Luego agrega: “Sin embargo, el hombre espiritual examina de hecho todas las cosas, pero él
mismo no es examinado por ningún hombre”. El hombre espiritual tiene entendimiento de lo que Dios revela; también ve la
posición y el derrotero incorrectos del hombre físico. No obstante, el hombre físico no es capaz de entender la posición, las
acciones y el derrotero de vida del hombre espiritual; tampoco puede ningún hombre juzgar al hombre espiritual, puesto que
solo Dios es su Juez. (Ro 14:4, 10, 11; 1Co 4:3-5.) Como ilustración y argumento, el apóstol añade: “Porque ‘¿quién ha
llegado a conocer la mente de Jehová, para que le instruya?’”. Nadie, por supuesto. “Pero —dice Pablo de los cristianos—
nosotros sí tenemos la mente de Cristo.” Los cristianos llegan a ser hombres espirituales al conseguir la mente de Cristo,
que les permite conocer a Jehová y sus propósitos. (1Co 2:14-16.)

Juan 5:19 Por eso, en respuesta, Jesús pasó a decirles: “Muy verdaderamente les digo: El Hijo no puede hacer ni una sola
cosa por su propia iniciativa, sino únicamente lo que ve hacer al Padre. Porque cualesquiera cosas que Aquel hace, estas
cosas también las hace el Hijo de igual manera.

Juan 5:30 No puedo hacer ni una sola cosa por mi propia iniciativa; así como oigo, juzgo; y el juicio que yo dicto es justo,
porque no busco mi propia voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Juan 14:9,10 Jesús le dijo: “¿He estado con ustedes tanto tiempo, y aun así, Felipe, no has llegado a conocerme? El que me
ha visto a mí ha visto al Padre [también]. ¿Cómo es que dices: ‘Muéstranos al Padre’? 10 ¿No crees que yo estoy en unión
con el Padre y el Padre está en unión conmigo? Las cosas que les digo a ustedes no las hablo por mí mismo; sino que el
Padre que permanece en unión conmigo está haciendo sus obras.

Juan 4:34 Jesús les dijo: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra.

W1215/11 págs. 10-14

Jesús, nuestro modelo de humildad

“Yo les he puesto el modelo, que, así como yo hice con ustedes, ustedes también deben hacerlo.” (JUAN
13:15)

¿QUÉ RESPONDERÍA?
¿Cómo demostró el Hijo de Dios que ya era humilde antes de venir a la Tierra?
¿Cómo manifestó Jesús humildad durante su vida humana?
¿Cuáles han sido los beneficios de la humildad de Jesús?
JESÚS está pasando la última noche de su vida en la Tierra con sus apóstoles en el piso superior de una casa en
Jerusalén. Durante la cena, Jesús se levanta, pone a un lado sus prendas de vestir exteriores y se ata una toalla a la cintura.
Entonces vierte agua en un recipiente y empieza a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla. Finalmente,
se pone sus prendas exteriores. ¿Por qué realizó esta acción tan humilde? (Juan 13:3-5.)
2
Él mismo explicó: “¿Saben lo que les he hecho? [...] Por eso, si yo, aunque soy Señor y Maestro, les he lavado los pies
a ustedes, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Porque yo les he puesto el modelo, que, así como yo hice con
ustedes, ustedes también deben hacerlo” (Juan 13:12-15). Al estar dispuesto a llevar a cabo un trabajo tan servil, les dio a
sus apóstoles una lección magistral que nunca olvidarían y que los impulsaría a ser humildes por el resto de sus vidas.
3
Aquella no fue la primera vez que Jesús les enseñó a sus apóstoles la importancia de ser humildes. Anteriormente,
cuando vio que algunos de ellos manifestaban un espíritu competitivo, puso a un niño a su lado y les dijo: “Cualquiera que
reciba a este niñito sobre la base de mi nombre, a mí me recibe también, y cualquiera que me recibe a mí, recibe también al
que me envió. Porque el que se porta como uno de los menores entre todos ustedes es el que es grande” (Luc. 9:46-48).
Consciente de las ansias de grandeza de los fariseos, dijo tiempo después: “Todo el que se ensalza será humillado, y el que
se humilla será ensalzado” (Luc. 14:11). Sin duda, Jesús desea que todos sus seguidores cultivemos humildad, es decir, una
251
actitud opuesta al orgullo, la vanidad y la arrogancia. A fin de imitarle, examinemos su ejemplo de humildad y veamos
cómo beneficia esta cualidad tanto a quien la muestra como a otras personas.
“NO ME VOLVÍ EN LA DIRECCIÓN OPUESTA”
4
El Hijo unigénito de Dios ya demostró que era humilde durante los millones de años que pasó en el cielo con su Padre
antes de venir a la Tierra. Hablando sobre la estrecha relación que tenía con él, el libro bíblico de Isaías explica: “El Señor
Soberano Jehová mismo me ha dado la lengua de los enseñados, para que sepa responder al cansado con una palabra.
Él despierta mañana a mañana; me despierta el oído para que oiga como los enseñados. El Señor Soberano Jehová mismo
me ha abierto el oído, y yo, por mi parte, no fui rebelde. No me volví en la dirección opuesta” (Is. 50:4, 5). Ansioso de
aprender, Jesús escuchó con humildad lo que el Dios verdadero le enseñaba. Y, sin duda, prestó mucha atención al ejemplo
de humildad que Jehová dio al mostrarle misericordia a la humanidad pecadora.
5
Pero no todos los seres celestiales tuvieron esa misma humildad. Hubo un ángel que, en lugar de dejarse enseñar,
permitió que lo dominaran el orgullo y la vanidad. Tanto es así que se rebeló contra Jehová y se convirtió en Satanás, el
Diablo. Jesús, en cambio, nunca se sintió insatisfecho con su posición en los cielos ni tentado a abusar de su poder. “Cuando
Miguel el arcángel [es decir, Jesús] tuvo una diferencia con el Diablo y disputaba acerca del cuerpo de Moisés”, no se
excedió en su autoridad, sino que fue humilde y modesto. Con gusto esperó a que Jehová, el Juez Supremo del universo, se
encargara del asunto a su debido tiempo y manera (léase Judas 9).
6
Sin duda, entre las cosas que Jesús aprendió en el cielo estuvieron las profecías sobre su vida humana. Por lo tanto, es
muy probable que antes de venir a la Tierra a vivir y morir como el Mesías prometido ya supiera las desagradables
experiencias que le aguardaban. Aun así, el Hijo unigénito de Dios aceptó la misión. ¿Por qué? Porque era humilde.
El apóstol Pablo destacó este hecho cuando escribió: “Aunque existía en la forma de Dios, no  dio consideración a una
usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios. No; antes bien, se despojó a sí mismo y tomó la forma de un esclavo y
llegó a estar en la semejanza de los hombres” (Filip. 2:6, 7).
“SE HUMILLÓ” DURANTE SU VIDA HUMANA
7
Pablo señaló que, durante su vida humana, Jesús “se humilló y se hizo obediente hasta la muerte, sí, muerte en un
madero de tormento” (Filip. 2:8). Ya desde niño fue un modelo de humildad. Aunque lo criaron José y María, que eran
imperfectos, “continuó sujeto a ellos” (Luc. 2:51). Los jóvenes pueden aprender mucho de él. Si imitan su buen ejemplo y
son obedientes a sus padres, tendrán la bendición de Jehová.
8
De adulto, Jesús demostró su humildad anteponiendo la voluntad de Jehová a la suya (Juan 4:34). Durante su
ministerio empleó el nombre divino y ayudó a las personas de buen corazón a conocer con exactitud las cualidades de
Jehová y su propósito para la humanidad. Además, vivió de acuerdo con lo que enseñaba sobre Dios. Por ejemplo, comenzó
la oración modelo diciendo: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre” (Mat. 6:9). De ese modo
subrayó que lo principal es la santificación del nombre de Jehová. Y él mismo predicó con el ejemplo. Por eso, hacia el final
de su ministerio pudo decirle a su Padre celestial: “Yo les he dado a conocer tu nombre [a los apóstoles], y lo daré a
conocer” (Juan 17:26). Además, siempre le dio a Jehová el mérito por todo lo que logró en la Tierra (Juan 5:19).
9
Zacarías profetizó sobre el Mesías: “Ponte muy gozosa, oh hija de Sión. Grita en triunfo, oh hija de Jerusalén. ¡Mira!
Tu rey mismo viene a ti. Es justo, sí, salvado; humilde, y cabalga sobre un asno, aun sobre un animal plenamente
desarrollado, hijo de un asna” (Zac. 9:9). Estas palabras se cumplieron en el año 33, cuando Jesús entró en Jerusalén antes
de la fiesta de la Pascua. La muchedumbre lo recibió tendiendo sobre el camino prendas de vestir exteriores y ramas de
palmera, y la ciudad entera se alborotó por su llegada. Pero Jesús no perdió la humildad ni siquiera cuando fue aclamado
como Rey (Mat. 21:4-11).
10
Con su muerte en el madero, Jesús culminó su trayectoria de humildad y obediencia en la  Tierra. Así demostró más
allá de toda duda que los seres humanos pueden ser leales a Jehová aunque sean probados hasta el límite. Además,
desmintió la afirmación de Satanás de que los seres humanos solo sirven a Dios por interés (Job 1:9-11; 2:4). Su perfecto
historial de integridad sirvió para defender la legitimidad y la justicia de la soberanía universal de Jehová, quien ciertamente
se regocijó por la lealtad inquebrantable de su humilde Hijo (léase Proverbios 27:11).

252
11
La muerte de Jesús también sirvió para pagar el rescate de la humanidad (Mat. 20:28). De este modo, Jehová puede
perdonar a los seres humanos pecadores sin pasar por alto las normas divinas de justicia y darles la oportunidad de vivir
para siempre. Pablo escribió: “Mediante un solo acto de justificación el resultado a toda clase de hombres es el declararlos
justos para vida” (Rom. 5:18). El sacrificio de Cristo les dio a los cristianos ungidos por espíritu la esperanza de ir al cielo y
recibir la inmortalidad, y a las “otras ovejas”, la esperanza de disfrutar de vida eterna en la Tierra (Juan 10:16; Rom.
8:16, 17).
Be pág. 76

En vez de pensar en cuántos aspectos de la oratoria ha abarcado o qué tipo de intervenciones se le han asignado,
reflexione en cómo han mejorado sus sacrificios de alabanza a causa de la formación recibida. Puesto que la escuela nos
capacita para que seamos más eficaces en el ministerio, pregúntese: “¿Preparo lo que voy a decir en el servicio del campo?
¿He aprendido a mostrar interés en las personas a las que predico? ¿Siento la base para visitas posteriores dejando pendiente
una pregunta? ¿Procuro mejorar mi aptitud docente de modo que llegue al corazón de quienes estudian la Biblia conmigo?”.
No evalúe sus logros tan solo por los privilegios de servicio que se le conceden. El progreso no depende del tipo de
asignación que recibe, sino de cómo la desempeña. Tras una intervención que le haya exigido enseñar, pregúntese:
“¿Realmente he sido un buen maestro? ¿He presentado la información de tal modo que influya de manera significativa en
los oyentes?”.
La exhortación a utilizar sus dones implica que tome la iniciativa. ¿Invita a otros hermanos a trabajar con usted en el
ministerio del campo? ¿Piensa en la manera de ayudar a los nuevos, los jóvenes o los enfermos de la congregación? ¿Se
ofrece para limpiar el Salón del Reino o colaborar de diversas formas en las asambleas? ¿Podría ser precursor auxiliar
periódicamente? ¿Le sería posible emprender el precursorado regular o quizá servir en una congregación más necesitada de
ayuda? Si es usted un hermano, ¿procura reunir los requisitos bíblicos para ser siervo ministerial o anciano? Su disposición
para ofrecerse y aceptar responsabilidades es otro indicador de su progreso (Sal. 110:3).
El papel de la experiencia
Si se siente limitado por su falta de experiencia en el vivir cristiano, no  se desanime. La Palabra de Dios “hace sabio al
inexperto” (Sal. 19:7; 119:130; Pro. 1:1-4). Cuando seguimos los consejos de la Biblia, nos beneficiamos de la sabiduría
perfecta de Jehová, más valiosa que todo el aprendizaje que el tiempo por sí solo pueda aportarnos. Sin embargo, es un
hecho que al progresar en el servicio a Dios obtenemos experiencia. Entonces, ¿cómo podemos aprovecharla?

Romanos 12:2 Y cesen de amoldarse a este sistema de cosas; más bien, transfórmense rehaciendo su mente, para que
prueben para ustedes mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.

COMO EVALUAR NUESTRO PROGRESO ESPIRITUAL

Santiago 1:22-25 Sin embargo, háganse hacedores de la palabra, y no solamente oidores, engañándose a sí mismos con
razonamiento falso. 23 Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, este es semejante al hombre que mira su rostro
natural en un espejo. 24 Pues se mira, y allá se va e inmediatamente olvida qué clase de hombre es. 25 Pero el que mira con
cuidado en la ley perfecta que pertenece a la libertad, y persiste en [ella], este, por cuanto se ha hecho, no un oidor
olvidadizo, sino un hacedor de la obra, será feliz al hacer[la].

Salmo 26:2 Examíname, oh Jehová, y ponme a prueba; refina mis riñones y mi corazón.
2corintios 13:5 Sigan poniéndose a prueba para ver si están en la fe, sigan dando prueba de lo que ustedes mismos son. ¿O
no reconocen que Jesucristo está en unión con ustedes? A no ser que estén desaprobados.

Salmo 1:2,3 Antes bien, su deleite está en la ley de Jehová, y día y noche lee en su ley en voz baja.  3 Y ciertamente llegará
a ser como un árbol plantado al lado de corrientes de agua, que da su propio fruto en su estación y cuyo follaje no se
marchita, y todo lo que haga tendrá éxito.

253
Santiago 1:19 Sepan esto, mis amados hermanos. Todo hombre tiene que ser presto en cuanto a oír, lento en cuanto a
hablar, lento en cuanto a ira;

COMO SABER SI SOMOS O NO PERSONAS ESPIRITUALES

Gálatas 5:16 Pero digo: Sigan andando por espíritu y no llevarán a cabo ningún deseo carnal.

W11 15/12 pág. 16

El espíritu del mundo nos puede descarriar


13
La tercera razón por la que necesitamos la guía del espíritu santo es que evita que nos extravíe el sucio espíritu que
opera en la mayoría de la gente. A las personas del mundo las impulsa una fuerza muy poderosa, una fuerza que las arrastra
a comportarse de un modo diametralmente opuesto al que fomenta el espíritu de Dios. En vez de conducirlas a adoptar la
mentalidad de Cristo, las lleva a pensar y actuar como Satanás, el gobernante del mundo (léanse Efesios 2:1-3 y Tito 3:3).
Todo el que ceda a ese espíritu y practique las obras de la carne sufrirá graves consecuencias. No heredará el Reino de Dios
(Gál. 5:19-21).
14
Jehová nos proporciona todo lo necesario para combatir el espíritu del mundo. De  ahí que el apóstol Pablo aconseje:
“Sigan adquiriendo poder en el Señor y en la potencia de su fuerza [...] para que puedan resistir en el día inicuo” (Efe.
6:10, 13). A través de su espíritu, Jehová nos fortalece para que aguantemos los ataques de Satanás (Rev. 12:9). Es cierto
que el espíritu del mundo es muy fuerte y no podemos evitarlo por completo, pero no tiene por qué corrompernos, pues el
espíritu santo es más poderoso y nos ayuda.
15
Refiriéndose a quienes habían repudiado el cristianismo en el siglo primero, el apóstol Pedro dijo: “Abandonando la
senda recta, han sido extraviados” (2 Ped. 2:15). ¡Qué agradecidos debemos estar de no haber recibido “el espíritu del
mundo, sino el espíritu que proviene de Dios”! (1 Cor. 2:12.) Si dejamos que esta fuerza influya en nosotros y
aprovechamos todos los medios que nos brinda Jehová, nos mantendremos en el buen camino y lograremos oponernos al
espíritu satánico de este mundo malo (Gál. 5:16).
El espíritu santo produce buen fruto
16
La cuarta razón por la que necesitamos que nos guíe el espíritu de Dios es que produce en nosotros un excelente fruto
(léase Gálatas 5:22, 23). ¿Qué cristiano no desea crecer en el amor, el gozo y la apacibilidad? ¿A quién no le hace falta
cultivar la gran paciencia, la bondad y la benignidad? ¿Y quién no tiene que desarrollar la fe, la mansedumbre y el
autodominio? La acción del espíritu santo se traduce en una cosecha de excelentes cualidades que nos benefician tanto a
nosotros como a nuestra familia y nuestros hermanos en la fe. Pero el cultivo de este fruto es una labor que nunca cesa, pues
siempre podemos y debemos producirlo en mayor cantidad.
17
Conviene que nos preguntemos: “¿Muestran mis palabras y acciones que sigo la guía del espíritu santo y produzco su
fruto?” (2 Cor. 13:5a; Gál. 5:25). Tal vez veamos que nos hace falta cultivar alguna de sus facetas. ¿Qué haremos en tal
caso? Cooperar a mayor grado con el espíritu santo para desarrollarlas. ¿Cómo? Estudiándolas en la Biblia y en nuestras
publicaciones, analizando cómo aplicarlas en nuestro diario vivir y esforzándonos por manifestarlas cada vez mejor.
Al observar los resultados de la actuación del espíritu santo en nuestro caso y en el de los demás hermanos,
comprenderemos claramente por qué es tan necesaria su guía.
¿Cedemos a la influencia del espíritu de Dios?
18
Cuando Jehová creó el universo físico, utilizó a Jesús como “obrero maestro”. Por eso, él conocía a la perfección el
campo magnético de nuestro planeta, mediante el cual determinan los puntos cardinales los seres humanos (Pro. 8:30; Juan
1:3). No obstante, no poseemos ningún dato de que cuando estuvo en la Tierra lo utilizara para orientarse. Lo que sí indica
la Biblia es que, cuando era hombre, comprobó por experiencia propia lo poderosa que podía ser la fuerza activa de Dios en

254
su vida. Siempre aceptó su influencia, de modo que cuando lo impulsaba a hacer algo, lo realizaba de buena gana (Mar.
1:12, 13; Luc. 4:14). ¿Actuamos nosotros igual?

Gálatas 5:22,23 Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe,
23
 apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no hay ley.

W01 1/8 págs. 15,16

Manifestemos “el fruto del espíritu”


12
Tan esencial como “alcanzar la unidad en la fe y en el conocimiento exacto” es manifestar el fruto del espíritu de Dios
en todo aspecto de la vida. ¿Por qué? Porque, como hemos visto, la madurez no es algo interno o escondido, sino que se
caracteriza por cualidades claramente perceptibles que benefician y fortalecen a otras personas. Huelga decir que procurar el
progreso espiritual es más que esforzarse por tener modales refinados. Al crecer en sentido espiritual y seguir la guía del
espíritu de Dios, nuestras actitudes y acciones experimentarán una extraordinaria transformación. “Sigan andando por
espíritu y no llevarán a cabo ningún deseo carnal”, dijo el apóstol Pablo (Gálatas 5:16).
13
El apóstol pasó a hacer una lista de “las obras de la carne”, que son numerosas y “manifiestas”. Las costumbres del
mundo moldean la vida de las personas antes de que lleguen a valorar los requisitos divinos, y es posible que en ella sean
evidentes algunas de las cosas que mencionó Pablo: “fornicación, inmundicia, conducta relajada, idolatría, práctica de
espiritismo, enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera, altercaciones, divisiones, sectas, envidias, borracheras,
diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas” (Gálatas 5:19-21). Ahora bien, quien progresa en sentido espiritual va
dominando poco a poco estas indeseables “obras de la carne” y dando cabida al “fruto del espíritu”. Este cambio visible es
un claro indicio de que está adelantando hacia la madurez cristiana (Gálatas 5:22).
14
Fijémonos en dos expresiones: “las obras de la carne” y “el fruto del espíritu”. Las “obras” son el producto de nuestras
acciones. En otras palabras: cada una de las obras de la carne que Pablo menciona es el resultado o bien de un esfuerzo
consciente, o bien de la influencia de la carne caída (Romanos 1:24, 28; 7:21-25). Por otro lado, la expresión “el fruto del
espíritu” implica que estas cualidades no son consecuencia de un intento por desarrollar el carácter o mejorar la
personalidad, sino de la actuación del espíritu de Dios en la gente. Tal como los árboles dan fruto cuando están bien
atendidos, manifestaremos el fruto del espíritu cuando el espíritu santo fluya libremente en nuestra vida (Salmo 1:1-3).
15
Analicemos también el hecho de que Pablo utilice la palabra “fruto” para englobar todas las cualidades deseables que
menciona. El espíritu no produce diversos frutos para que escojamos el que más nos guste. Todas las cualidades citadas —
amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad y autodominio— son igual de importantes, y juntas
hacen posible la nueva personalidad cristiana (Efesios 4:24; Colosenses 3:10). Por consiguiente, aunque tal vez nos demos
cuenta de que algunas de las cualidades son más evidentes en nuestra vida debido a nuestra personalidad e inclinaciones, es
fundamental que demos atención a todas ellas. Así reflejaremos más plenamente la personalidad cristiana en nuestra vida
(1 Pedro 2:12, 21).
16
La lección valiosa que nos enseña este análisis de Pablo es que nuestro objetivo al tratar de lograr la madurez cristiana
no es adquirir grandes saberes ni cultivar una personalidad refinada, sino conseguir que el espíritu de Dios fluya con libertad
en nuestra vida. En la medida en que nuestros pensamientos y acciones respondan a la dirección del espíritu santo, seremos
maduros en sentido espiritual. ¿Cómo logramos este objetivo? Tenemos que abrir la mente y el corazón a la influencia del
espíritu de Dios, lo cual implica asistir fielmente a las reuniones cristianas y participar en ellas. También deberíamos
estudiar con asiduidad la Palabra de Dios y meditar sobre ella, así como dejar que sus principios guíen nuestra relación con
el semejante y las decisiones que tomamos. No hay duda de que en tal caso se verá con claridad nuestro adelantamiento.
Adelantemos para la gloria de Dios
17
El que pongamos de manifiesto nuestro adelantamiento resultará a la larga, no en nuestra gloria y alabanza, sino en la
de nuestro Padre celestial, Jehová, quien hace posible que alcancemos la madurez espiritual. La  noche antes de que lo
mataran, Jesús dijo a sus discípulos: “Mi Padre es glorificado en esto, que ustedes sigan llevando mucho fruto y demuestren

255
ser mis discípulos” (Juan 15:8). Sus seguidores dieron gloria a Jehová tanto mediante el fruto del espíritu como mediante el
fruto del Reino de su ministerio (Hechos 11:4, 18; 13:48).
18
Hoy día, Jehová bendice a su pueblo, que lleva a cabo una siega espiritual a nivel mundial. Llevamos varios años
viendo que cada doce meses se bautizan en símbolo de dedicación a Jehová unos trescientos mil nuevos discípulos, lo cual
nos alegra y, sin duda, regocija el corazón del Creador (Proverbios 27:11). Ahora bien, a fin de que eso sea una fuente
constante de gozo y alabanza para Jehová, todos esos nuevos discípulos han de “[seguir] andando en unión con [Cristo],
arraigados y siendo edificados en él y siendo estabilizados en la fe” (Colosenses 2:6, 7). Como consecuencia, el pueblo de
Dios tiene ante sí un reto. Por un lado están los recién bautizados: ¿asumirán la difícil tarea de luchar para que ‘su
adelantamiento sea manifiesto a todos’? Por el otro se encuentran los que llevan algún tiempo en la verdad: ¿asumirán la
responsabilidad de cuidar del bienestar espiritual de los nuevos? En cualquier caso, queda clara la necesidad de pasar
adelante a la madurez (Filipenses 3:16; Hebreos 6:1).

Gálatas 5:19-21 Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación, inmundicia, conducta relajada,
20
 idolatría, práctica de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera, altercaciones, divisiones, sectas,
21
 envidias, borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas. En cuanto a estas cosas, les aviso de antemano,
de la misma manera como ya les avisé, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Gálatas 6:3,4 Porque si alguien piensa que es algo, no siendo nada, está engañando su propia mente. 4 Pero que cada uno
pruebe lo que su propia obra es, y entonces tendrá causa para alborozarse respecto de sí mismo solo, y no en comparación
con la otra persona.

LA ORACIÓN

Daniel 9:4 Y empecé a orar a Jehová mi Dios y a hacer confesión y decir: “Ah, Jehová el Dios [verdadero], el Grande e
Inspirador de temor, que guarda el pacto y la bondad amorosa a los que lo aman y a los que guardan sus mandamientos,

(Juan 17:4) Yo te he glorificado sobre la tierra, y he terminado la obra que me has dado que hiciera.

(Juan 17:6) ”He puesto tu nombre de manifiesto a los hombres que me diste del mundo. Tuyos eran, y me los diste, y han
observado tu palabra.

Salmo 51:10-12 Crea en mí hasta un corazón puro, oh Dios, y pon en mí un espíritu nuevo, uno [que sea] constante. 11 No
me arrojes de delante de tu rostro; y tu espíritu santo, oh, no me lo quites. 12 Restáurame, sí, el alborozo de la salvación por
ti, y quieras sostenerme aun con un espíritu bien dispuesto.

Salmo 122:6 Pidan la paz de Jerusalén. Los que te aman, [oh ciudad,] estarán libres de cuidado.

Salmo 122:8 Por amor a mis hermanos y mis compañeros ciertamente hablaré ahora: “Haya paz dentro de ti”.

Lucas 11:4 Y perdónanos nuestros pecados, porque nosotros mismos también perdonamos a todo el que nos debe; y no
nos metas en tentación’”.

256
Lucas 11:13 Por lo tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará
el Padre en el cielo espíritu santo a los que le piden!”.

Santiago 1:5 Por lo tanto, si alguno de ustedes tiene deficiencia en cuanto a sabiduría, que siga pidiéndole a Dios, porque él
da generosamente a todos, y sin echar en cara; y le será dada.

Mateo 6:11 Danos hoy nuestro pan para este día;

1tesalonicenses 5:17 Oren incesantemente.

LOS HÁBITOS DE ESTUDIO

(Romanos 8:5) Porque los que están en conformidad con la carne fijan la mente en las cosas de la carne; pero los que están
en conformidad con el espíritu, en las cosas del espíritu.

(Romanos 8:6) Porque el tener la mente puesta en la carne significa muerte, pero el tener la mente puesta en el espíritu
significa vida y paz;

W10 15/4 págs. 20-24


Alejemos la mirada de cosas inútiles

“Haz que mis ojos pasen adelante para que no vean lo que es inútil; consérvame vivo en tu propio camino.”
(SAL. 119:37)

¡CUÁNTO apreciamos el don de la vista! Gracias a él, captamos las imágenes a todo color y en tres dimensiones.
También distinguimos si se acerca alguien querido o, por el contrario, alguna amenaza. Además, percibimos la belleza y
disfrutamos de las maravillas del mundo natural, que son testimonio claro de la existencia de un glorioso Creador (Sal.
8:3, 4; 19:1, 2; 104:24; Rom. 1:20). Y por si fuera poco, este sentido nos permite aportar a la mente multitud de datos que
resultan esenciales para conocer a Jehová y edificar la fe en él (Jos. 1:8; Sal. 1:2, 3).
2
Pero la estrecha relación que existe entre vista y mente exige que tengamos mucho cuidado, pues lo que vemos
condiciona lo que pensamos. Así sucede cuando dirigimos la mirada a cosas que despiertan o avivan ambiciones y malos
deseos. Este mundo depravado y egoísta dominado por Satanás nos bombardea con imágenes y propaganda que pueden
hacernos mucho daño aunque solo les demos un vistazo (1 Juan 5:19). No es de extrañar que el salmista pidiera a Dios:
“Haz que mis ojos pasen adelante para que no vean lo que es inútil; consérvame vivo en tu propio camino” (Sal. 119:37).
Cómo pueden extraviarnos los ojos
3
Recordemos lo que le sucedió a Eva, la primera mujer. Satanás le dio a entender que si comía el fruto del “árbol del
conocimiento de lo bueno y lo malo”, se le “[abrirían] los ojos”. La idea de que se le abrieran los ojos al comer del fruto
prohibido tuvo que resultarle muy atrayente. Y más aún cuando “vio que el árbol era bueno para alimento, y que a los ojos
era algo que anhelar, sí, el árbol era deseable para contemplarlo”. Al mirar aquel árbol con deseo, terminó desobedeciendo a
Dios, y lo mismo hizo Adán, con terribles consecuencias para la humanidad (Gén. 2:17; 3:2-6; Rom. 5:12; Sant. 1:14, 15).
4
Posteriormente, en tiempos de Noé, hubo ángeles que se dejaron llevar por algo que cautivó su vista. En efecto,
Génesis 6:2 dice: “Los hijos del Dios verdadero empezaron a fijarse en las hijas de los hombres, que ellas eran bien
parecidas; y se pusieron a tomar esposas para sí, a saber, todas las que escogieron”. Como vemos, se quedaron mirando con
pasión a las mujeres y les nació el deseo de tener relaciones sexuales con ellas, algo totalmente contrario a su naturaleza.
Al hacer realidad ese deseo, aquellos rebeldes tuvieron unos hijos muy violentos. A tal grado llegó la maldad de los seres
humanos, que Dios los destruyó a todos, con la excepción de Noé y su familia (Gén. 6:4-7, 11, 12).
257
5
Siglos más tarde, un hombre llamado Acán también se dejó seducir por lo que vio. Los israelitas habían recibido el
mandato divino de que, cuando conquistaran la ciudad de Jericó, destruyeran todo, salvo ciertos objetos que irían a parar al
tesoro de Jehová. Él les había advertido: “Manténganse alejados de la cosa dada por entero a la destrucción, por temor de
que les dé un deseo y de veras tomen algo”. Pero Acán desobedeció y se llevó varios artículos lujosos, lo que ocasionó que
los israelitas fueran derrotados en la ciudad de Hai y sufrieran numerosas bajas. No  fue sino hasta que salió a la luz el robo
que el culpable confesó: “Cuando llegué a ver [los objetos] [...] los quise, y los tomé”. El deseo de los ojos llevó a Acán a
codiciar en su corazón cosas prohibidas por Dios y ocasionó su ruina y la de “todo lo que era suyo” (Jos. 6:18, 19; 7:1-26).
Es necesario controlar los ojos
6
Hoy, a los seres humanos les sucede lo mismo que a Eva, los ángeles desobedientes y Acán: se ven tentados por “el
deseo de los ojos”, que es el más eficaz de los “designios”, o trampas, de Satanás (1 Juan 2:16; 2 Cor. 2:11). Ciertamente,
los estímulos visuales siempre han sido muy poderosos, como bien saben los publicistas. Un destacado escritor europeo
especializado en técnicas de mercado señaló: “La vista es el más seductor de los sentidos. Muchas veces domina a los
demás y nos persuade a actuar contra toda lógica”.
7
Se comprende, entonces, que los anunciantes nos inunden con imágenes estudiadas para producir el mayor impacto
posible y abrir el apetito por sus mercancías y servicios. En Estados Unidos, un investigador que analizó el efecto de la
publicidad en el consumidor dijo que “los anuncios no se preparan únicamente para informar, sino, más importante aún,
para generar emociones que impulsen a la acción”. Con este fin, suelen usarse imágenes de alto contenido erótico, pues
como dice un lema popular, “el sexo vende”. Todo lo anterior muestra que es esencial controlar lo que vemos y lo que
permitimos que entre en la mente y el corazón.
8
Los verdaderos cristianos no somos inmunes a los deseos de los ojos y de la carne. Por eso, la Palabra de Dios nos
anima a controlar con mucho cuidado lo que vemos y deseamos (1 Cor. 9:25, 27; léase 1 Juan 2:15-17). Alguien que
comprendió muy bien lo relacionados que están la vista y el deseo fue Job, quien dijo: “Un pacto he celebrado con mis ojos.
Por eso, ¿cómo pudiera mostrarme atento a una virgen?” (Job 31:1). Aquel hombre justo no solo se negaba a tocar con
intenciones inmorales a ninguna mujer. ¡Ni siquiera quería acariciar la idea! Siglos más tarde, Jesús destacó lo necesario
que es mantener la mente libre de pensamientos impuros: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión
por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” (Mat. 5:28).
Cosas inútiles que hay que evitar
9
Cada vez hay más gente que mira pornografía, sobre todo a través de Internet. En realidad, no hay ni que buscarla, pues
sale en busca de uno. ¿En qué sentido? A veces, cuando alguien está conectado, le aparecen en la pantalla anuncios con
fotos seductoras. O recibe mensajes que parecen inofensivos, pero que al abrirlos muestran imágenes pornográficas difíciles
de cerrar. El problema es que, aunque logre eliminarlas, basta con que les dé un vistazo para que queden grabadas en su
mente. Un brevísimo encuentro con la pornografía puede hacerle mucho daño, dejándole con un sentimiento de culpa o con
una dura lucha para olvidar las escenas. Y será peor aún si “sigue mirando” a propósito ese tipo de material. En tal caso,
tendrá que tomar serias medidas para erradicar los deseos ilícitos (léase Efesios 5:3, 4, 12; Col. 3:5, 6).
10
En ocasiones, la curiosidad innata de los niños los expone a la pornografía. Y eso pudiera tener efectos duraderos en la
manera en que verán la sexualidad. Según un informe especializado, entre dichos efectos figuran “un concepto
distorsionado de las normas morales, dificultad para mantener una relación sana caracterizada por el amor, una actitud poco
realista sobre la mujer y el riesgo de volverse adictos a la pornografía, lo cual tal vez repercuta en sus estudios, sus
amistades y sus relaciones con la familia”. Y las consecuencias podrían ser aún más graves cuando lleguen a casarse.
11
“De todas las adicciones que tenía antes de ser Testigo, la pornografía fue, con mucho, la más difícil de superar —
comentó un hermano—. En el momento más inesperado, reaparecen en mi mente esas imágenes, sea al percibir un
determinado olor, oír una canción, ver algo, o sencillamente porque sí. Tengo una lucha diaria.” Otro cristiano recuerda que,
de niño, cuando sus padres salían de casa, se ponía a hojear las revistas pornográficas de su padre, que no  era Testigo. “Esas
fotografías —explica— tuvieron un terrible efecto en mi joven mente. Aun hoy, veinticinco años más tarde, llevo grabadas
a fuego en mi cabeza algunas de esas imágenes. Por mucho que intento borrarlas, siguen allí. Y aunque no me pongo a
fantasear con ellas, me siento culpable.” ¿No es cierto que lo más sabio es no exponerse a cosas inútiles y así ahorrarnos

258
sentimientos tan abrumadores? Pero ¿cómo podemos lograrlo? Esforzándonos por poner “bajo cautiverio todo pensamiento
[nuestro] para hacerlo obediente al Cristo” (2 Cor. 10:5).
12
Otras cosas que “no [sirven] para nada” bueno, o digno, son las diversiones que fomentan el materialismo y el
ocultismo, o que glorifican la violencia y los actos sangrientos (léase Salmo 101:3). Jehová pone sobre los padres cristianos
la responsabilidad de seleccionar lo que pueden ver sus hijos en casa. Es obvio que no van a permitirles que practiquen el
espiritismo. Pero deben tener en cuenta que muchas películas, programas de televisión, videojuegos e incluso libros
infantiles, revistas de historietas y novelas gráficas giran en torno a la magia y el mundo sobrenatural (Pro. 22:5).
13
Sin importar nuestra edad, deberíamos huir de los videojuegos que escenifican con sangriento realismo asesinatos y
otros actos violentos (léase Salmo 11:5). Nos negamos rotundamente a centrar el pensamiento en actividades condenadas
por Jehová, recordando que debemos proteger la mente contra los ataques de Satanás (2 Cor. 11:3). Y tenemos mucho
cuidado de que nuestra adoración en familia, la lectura diaria de la Biblia y la preparación para las reuniones no  sufran por
dedicar demasiado tiempo a las diversiones, aunque sean moralmente aceptables (Fili. 1:9, 10).

Sigamos el ejemplo de Jesús

14
Por desgracia, en este mundo podrido no podemos evitar ver cosas espiritualmente inútiles. ¡Al propio Jesús se las
pusieron delante de los ojos con la intención de apartarlo de Dios! Por ejemplo, leemos que en la tercera tentación, “el
Diablo lo llevó consigo a una montaña excepcionalmente alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria” (Mat.
4:8). ¿Por qué actuó así Satanás? Sin duda, porque quería aprovecharse de la poderosa influencia del sentido de la vista.
Pensó que al contemplar el esplendor de los reinos de su tiempo, Cristo cedería al deseo de recibir la gloria de este mundo.
Pero ¿cómo reaccionó el Hijo de Dios?
15
Jesús no se puso a darle vueltas a la tentadora oferta. No acarició ningún mal deseo. Sin pensarlo dos veces, rechazó
de inmediato la proposición y le ordenó: “¡Vete, Satanás!” (Mat. 4:10). Con esta respuesta demostró que lo más importante
en su vida era hacer la voluntad de Jehová y mantener una buena relación con él (Heb. 10:7). Así logró evitar la trampa que
le había tendido el Diablo.
16
El ejemplo de Jesús nos enseña varias lecciones. Primero, que nadie está libre de las maquinaciones de Satanás (Mat.
24:24). Segundo, que lo que vemos puede tener un poderoso efecto, para bien o para mal, en los deseos del corazón.
Tercero, que el Diablo le saca el máximo partido al “deseo de los ojos” para intentar desviarnos (1  Ped. 5:8). Y cuarto, que
podemos vencer, sobre todo si actuamos sin demora (Sant. 4:7; 1 Ped. 2:21).

Mantengamos el ojo “sencillo”

17
Al dedicarnos a Jehová, le prometimos cumplir su voluntad, lo que implica apartarse de todo lo que él considera inútil,
o indigno. En ese momento hicimos nuestras las palabras del salmista: “De toda senda mala he restringido mis pies, con el
propósito de guardar tu palabra” (Sal. 119:101). Sería poco prudente esperar a vernos cara a cara con algo indigno para
entonces decidir qué vamos a hacer. Tenemos muy claras las cosas que se condenan en las Escrituras y conocemos muy
bien cuáles son las tácticas de Satanás. Pensemos por un momento. ¿Cuándo tentó a Jesús para que convirtiera las piedras
en panes? Cuando este “sintió hambre” tras ayunar cuarenta días y cuarenta noches (Mat. 4:1-4). El Diablo tiene la
capacidad de percibir cuándo estamos más débiles y más propensos a caer en la tentación. Por eso, es ahora cuando
debemos analizar con cuidado estos asuntos. ¡No lo dejemos para mañana! Si tenemos presente día tras día nuestro voto de
dedicación, estaremos cada vez más decididos a alejarnos de todo lo que sea espiritualmente inútil (Pro. 1:5; 19:20).
18
Cada día nos encontramos con más distracciones, de un tipo u otro, que atraen nuestra mirada. Por eso comprendemos
que hoy es más válido que nunca el consejo de Jesús de mantener el ojo “sencillo” (Mat. 6:22,  23). ¿Cómo puede ser el ojo
“sencillo”? Enfocándose en un solo objetivo: hacer la voluntad de Dios. Así será todo lo contrario del ojo “inicuo”, que es
astuto y codicioso, y se siente atraído por diversas cosas que no aportan nada bueno.

259
19
Recordemos que los ojos alimentan la mente, y esta, a su vez, alimenta el corazón. Por eso, es importantísimo que
sigamos fijándonos en cosas valiosas y dignas de consideración (léase Filipenses 4:8). Adoptemos como nuestra la petición
del salmista: “Haz que mis ojos pasen adelante para que no vean lo que es inútil”. Si nos esforzamos por actuar de forma
consecuente con esta oración, veremos cómo Jehová responde esta otra petición: “Consérvame vivo en tu propio camino”
(Sal. 119:37; Heb. 10:36).

EL MINISTERIO DEL CAMPO

Ezequiel 33:11 Diles: ‘“Tan ciertamente como que yo estoy vivo —es la expresión del Señor Soberano Jehová—, no me
deleito en la muerte del inicuo, sino en que alguien inicuo se vuelva de su camino y realmente siga viviendo. Vuélvanse,
vuélvanse de sus malos caminos, pues, ¿por qué deberían morir, oh casa de Israel?”’.

Juan 17:6 ”He puesto tu nombre de manifiesto a los hombres que me diste del mundo. Tuyos eran, y me los diste, y han
observado tu palabra.
1Timoteo 4:16 Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te
salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan.

Filipenses 4:8 Finalmente, hermanos, cuantas cosas sean verdaderas, cuantas sean de seria consideración, cuantas sean
justas, cuantas sean castas, cuantas sean amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier
cosa que haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas.

LAS REUNIONES

(2 Timoteo 3:13) Pero los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.

(Judas 3, 4) Amados, aunque estaba haciendo todo esfuerzo por escribirles acerca de la salvación que tenemos en común,
se me hizo necesario escribirles para exhortarlos a que luchen tenazmente por la fe que una vez para siempre fue entregada a
los santos. 4 Mi razón es que se han metido disimuladamente ciertos hombres que desde hace mucho han estado señalados
por las Escrituras a este juicio, hombres impíos, que tornan la bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para
conducta relajada, y que demuestran ser falsos a nuestro único Dueño y Señor, Jesucristo.

(Judas 11-13) ¡Ay de ellos, porque han ido en la senda de Caín, y por la paga se han precipitado en el curso erróneo de
Balaam, y han perecido en el habla rebelde de Coré! 12 Estos son las rocas escondidas bajo agua en sus fiestas de amor
mientras banquetean con ustedes, pastores que se apacientan a sí mismos sin temor; nubes sin agua llevadas de acá para allá
por los vientos; árboles a finales del otoño, [pero] sin fruto, que han muerto dos veces, que han sido arrancados de raíz;
13
 olas bravas del mar, que lanzan como espuma sus propias causas de vergüenza; estrellas sin rumbo fijo, para las cuales la
negrura de la oscuridad permanece reservada para siempre.

LA ROPA Y EL ARREGLO PERSONAL

1corintios 10:31 Por esto, sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la
gloria de Dios.

Tito 2:10 no cometiendo robos, sino desplegando buena fidelidad a plenitud, para que en todas las cosas adornen la
enseñanza de nuestro Salvador, Dios.

260
Be págs. 131-133

Lección 15
Buena apariencia

¿Qué implica?
Vestir con pulcritud y modestia. Ir bien peinado. Adoptar una postura que refleje interés.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?
Nuestro aspecto puede influir en la opinión que otras personas se formen de nuestras creencias cristianas y
del modo de vida que recomendamos.

SU APARIENCIA dice mucho de usted. Mientras que Jehová ve lo que hay en el corazón, los seres humanos
normalmente basan sus juicios en “lo que aparece a los ojos” (1 Sam. 16:7). Si su apariencia es pulcra, los demás quizá
concluyan que es una persona con amor propio y se muestren más dispuestos a escucharlo. La  indumentaria apropiada
también habla bien de la organización a la que representa, y repercute de manera positiva en la opinión que tengan sus
oyentes del Dios al que adora.
Pautas que seguir. Las Escrituras no dictan muchas normas en cuanto a la apariencia, pero contienen principios
equilibrados que nos ayudan a tomar buenas decisiones. Para ello, es fundamental que “[hagamos] todas las cosas para la
gloria de Dios” (1 Cor. 10:31). ¿Qué principios son aplicables a este respecto?
En primer lugar, la Biblia nos anima a que tanto nuestro cuerpo como nuestra ropa estén limpios. En la Ley que Jehová
dio al antiguo Israel, se estipulaban ciertas pautas de higiene. Por ejemplo, los sacerdotes que estaban de servicio debían
bañarse y lavar sus prendas de vestir en determinadas ocasiones (Lev. 16:4, 24, 26, 28). Los cristianos no estamos bajo la
Ley mosaica, pero los principios que de ella se desprenden siguen vigentes (Juan 13:10; Rev. 19:8). De modo que debemos
tener el cuerpo y la ropa limpios y evitar el mal aliento, sobre todo cuando vamos a las reuniones o participamos en el
ministerio del campo, a fin de que nuestra presencia no resulte desagradable. Quienes pronuncian discursos o presentan
demostraciones ante la congregación han de ser ejemplares en este aspecto. Cuidar la apariencia es una muestra de respeto a
Jehová y su organización.
En segundo lugar, la Biblia nos exhorta a cultivar la modestia y el buen juicio. El apóstol Pablo instó a las cristianas a
adornarse “con modestia y buen juicio, no con estilos de cabellos trenzados y oro o perlas o traje muy costoso, sino como es
propio de mujeres que profesan reverenciar a Dios” (1 Tim. 2:9, 10). Los hombres también deben reflejar modestia y buen
juicio al vestirse y arreglarse.
La persona modesta no desea ofender innecesariamente a nadie ni llamar demasiado la atención. El buen juicio nos hace
discretos y sensatos. Si cultivamos estas cualidades y obedecemos las normas divinas, seremos equilibrados. Esto
no significa que tengamos que vestirnos de forma poco atractiva; más bien, subraya la necesidad de elegir nuestro atuendo
con prudencia y evitar las modas extravagantes (1 Juan 2:16). Debemos poner en práctica estos principios, sea que estemos
en las reuniones, participando en el ministerio del campo o realizando cualquier otra actividad. La  modestia y el buen juicio
son importantes incluso cuando llevamos ropa informal. En la escuela y en el trabajo surgirán oportunidades de predicar;
por tanto, aunque no vayamos vestidos como cuando asistimos a las reuniones y asambleas, nuestra indumentaria debe ser
modesta y estar limpia y cuidada.
Claro, ni todos vestimos igual ni se espera que lo hagamos, pues es natural que los gustos difieran. Sin embargo, siempre
hemos de obedecer las pautas bíblicas.
El apóstol Pedro indicó que aún más importante que el peinado o la ropa es “la persona secreta del corazón” (1 Ped.
3:3, 4). Cuando nuestro corazón rebosa de amor, gozo, paz, bondad y una fe bien fundada, estas cualidades constituyen una
vestimenta espiritual que verdaderamente honra a Dios.

261
En tercer lugar, la Biblia nos insta a ir bien arreglados. En 1 Timoteo 2:9 se hace mención del “vestido bien arreglado”.
Aunque el apóstol Pablo se refería al atuendo femenino, este principio es aplicable al de los hombres, quienes también han
de vestir con pulcritud. Sin importar cuánto poseamos en sentido económico, podemos tener una buena apariencia.
Uno de los rasgos físicos que primero llaman la atención es el cabello, por lo que debe llevarse limpio y bien peinado.
Tanto las costumbres locales como los factores hereditarios guardan estrecha relación con nuestro estilo de peinado,
aspectos que Pablo tuvo presentes al dar el consejo recogido en 1 Corintios 11:14, 15. Sin embargo, un peinado que cause la
impresión de que quien lo luce intenta parecerse al sexo opuesto está en conflicto con los principios bíblicos (Deu. 22:5).
En el caso de los hombres, la buena apariencia incluye que vayan afeitados y con el bigote bien recortado, en las
regiones donde llevarlo esté bien visto.
En cuarto lugar, nuestra apariencia no ha de reflejar amor a este mundo y sus caminos. El apóstol Juan advirtió:
“No estén amando ni al mundo ni las cosas que están en el mundo” (1 Juan 2:15-17). El sistema actual se caracteriza por un
sinnúmero de deseos pecaminosos. Entre ellos Juan menciona el deseo de la carne y la exhibición ostentosa de las
posesiones. Las Escrituras también hacen referencia al espíritu de rebelión y de desobediencia a la autoridad (Pro. 17:11;
Efe. 2:2). Dichos deseos y actitudes a menudo se evidencian en la forma de vestir y arreglarse de algunas personas, cuya
apariencia es inmodesta, sensual, de mal gusto o desaliñada. Puesto que somos siervos de Jehová, evitaremos las modas que
no reflejen la personalidad cristiana.
En vez de imitar al mundo, sigamos el buen ejemplo de los hombres y mujeres maduros en sentido espiritual de la
congregación. Los jóvenes que en un futuro deseen pronunciar discursos públicos hacen bien en observar cómo visten
quienes ya desempeñan esa responsabilidad. Todos podemos aprender de los que llevan muchos años participando
lealmente en el ministerio público (1 Tim. 4:12; 1 Ped. 5:2, 3).
En quinto lugar, al decidir qué es apropiado, hemos de tener en cuenta que “hasta el Cristo no  se agradó a sí mismo”
(Rom. 15:3). El interés principal de Jesús era cumplir la voluntad de Dios. También antepuso la ayuda a los demás a su
conveniencia personal. ¿Qué haremos si determinado tipo de atuendo o arreglo personal supone una barrera entre nosotros y
la gente del lugar donde ahora servimos? Tomaremos una decisión sabia si imitamos la humildad de Jesús. El apóstol Pablo
hizo constar el siguiente principio: “De ninguna manera estamos dando causa alguna para tropiezo” (2 Cor. 6:3). Por esa
razón no luciremos un peinado o una vestimenta que despierte el prejuicio de las personas a quienes deseamos predicar.

1timoteo 2:9,10 Igualmente deseo que las mujeres se adornen en vestido bien arreglado, con modestia y buen
juicio, no con estilos de cabellos trenzados y oro o perlas o traje muy costoso, 10 sino como es propio de
mujeres que profesan reverenciar a Dios, a saber, mediante buenas obras.

1corintios 14:33 Porque Dios no es [Dios] de desorden, sino de paz. Como en todas las congregaciones de los
santos,

Be pág. 134 párrs. 1-4

Equipo en buen estado. No basta con ir limpios y bien arreglados, sino que también las publicaciones y demás objetos
que empleamos en la predicación han de encontrarse en buenas condiciones.
Pensemos en nuestra Biblia. No todos podremos obtener una Biblia nueva cuando se deteriore la que tengamos. Sin
embargo, prescindiendo del tiempo que la hayamos utilizado, debe resultar obvio que ha recibido un buen trato.
Aunque hay, desde luego, muchas formas de preparar el maletín de la predicación, siempre ha de estar limpio y
ordenado. ¿Ha visto alguna vez papeles cayéndose de la Biblia cuando un publicador trataba de leer un pasaje al amo de
casa o mientras un hermano pronunciaba un discurso ante la congregación? Le distrajo, ¿verdad? Si los papeles que se
guardan en la Biblia son una fuente de distracción, ponerlos en otro lugar contribuirá a que su equipo luzca presentable.
Tenga asimismo en cuenta que dejar en el suelo la Biblia u otras publicaciones religiosas se considera una grave falta de
respeto en algunas culturas.
262
La buena apariencia debe ser importante para nosotros, pues influye en cómo nos ven los demás. No obstante, la razón
principal estriba en que deseamos adornar “en todas las cosas [...] la enseñanza de nuestro Salvador, Dios” (Tito 2:10).

LA FAMILIA

Efesios 5:21 Estén en sujeción los unos a los otros en temor de Cristo.

Efesios 5:24,25 De hecho, como la congregación está en sujeción al Cristo, así también lo estén las esposas a sus esposos
en todo. 25 Esposos, continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por
ella,

Efesios 5:28 De esta manera los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su
esposa, a sí mismo se ama,

Efesios 6:1 Hijos, sean obedientes a sus padres en unión con [el] Señor, porque esto es justo:

Efesios 6:4 Y ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de
Jehová.

1timoteo 5:8 Ciertamente si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su
casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe.

1pedro 3:1,2 De igual manera, ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son
obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de [sus] esposas, 2 por haber sido ellos testigos
oculares de su conducta casta junto con profundo respeto.

LAS CONVERSACIONES

Efesios 4:29 No proceda de la boca de ustedes ningún dicho corrompido, sino todo dicho que sea bueno para edificación
según haya necesidad, para que imparta lo que sea favorable a los oyentes.

Eclesiates 7:16 No te hagas justo en demasía, ni te muestres excesivamente sabio. ¿Por qué debes causarte desolación?

LOS DESACUERDOS

Proverbios 29:11 Todo su espíritu es lo que el estúpido deja salir, pero el que es sabio lo mantiene calmado hasta lo último.

Gálatas 5:19,20 Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación, inmundicia, conducta relajada,
20
 idolatría, práctica de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera, altercaciones, divisiones, sectas,

Gálatas 5:22,23 Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe,
23
 apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no hay ley.

263
Romanos 12:14 Sigan bendiciendo a los que [los] persiguen; estén bendiciendo, y no maldiciendo.

Romanos 12: 17-21 No devuelvan mal por mal a nadie. Provean cosas excelentes a vista de todos los hombres. 18 Si es
posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres. 19 No se venguen, amados, sino cédanle lugar
a la ira; porque está escrito: “Mía es la venganza; yo pagaré, dice Jehová”. 20 Pero, “si tu enemigo tiene hambre, aliméntalo;
si tiene sed, dale algo de beber; porque haciendo esto amontonarás brasas ardientes sobre su cabeza”. 21 No te dejes vencer
por el mal, sino sigue venciendo el mal con el bien.

LOS CONSEJOS

Eclesiastés 7:9 No te des prisa en tu espíritu a sentirte ofendido, porque el ofenderse es lo que descansa en el seno de los
estúpidos.

Romanos 12:16 Estén dispuestos para con otros del mismo modo como lo están para consigo mismos; no tengan la mente
puesta en cosas encumbradas, sino déjense llevar con las cosas humildes. No se hagan discretos a sus propios ojos.

LAS TENTACIONES DE NATURALEZA INMORAL

Proverbios 7:6-10 Porque estando yo a la ventana de mi casa, miré hacia abajo por mi celosía, 7 para poder atisbar a los
inexpertos. Estaba interesado en discernir entre los hijos a un joven falto de corazón, 8 que iba pasando por la calle cerca de
la esquina de ella; y en el camino a la casa de ella marcha él, 9 en el crepúsculo, al atardecer del día, al acercarse la noche y
las tinieblas. 10 Y, ¡mira!, allí estaba una mujer que salía a su encuentro, con la prenda de vestir de una prostituta, y astuta de
corazón.

Proverbios 7:21,22 Lo ha extraviado con la abundancia de su persuasiva. Por la suavidad de sus labios lo seduce. 22 De
repente él va tras ella, como toro que viene aun al degüello, y justamente como si estuviera en grilletes para la disciplina de
un tonto,

SIGUE EVALUANDO TU PROGRESO ESPIRITUAL

1corintios 9:24 ¿No saben ustedes que los corredores en una carrera todos corren, pero solo uno recibe el
premio? Corran de tal modo que lo alcancen.

Mateo 20:20,21 Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, rindiéndole homenaje y
pidiéndole algo. 21 Él le dijo: “¿Qué quieres?”. Ella le dijo: “Di la palabra para que estos dos hijos míos se
sienten, uno a tu derecha y uno a tu izquierda, en tu reino”.

Mateo 20:24-28 Cuando los otros diez oyeron de esto, se indignaron con los dos hermanos. 25 Pero Jesús,
llamándolos a sí, dijo: “Ustedes saben que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los
grandes ejercen autoridad sobre ellas. 26 No es así entre ustedes; antes bien, el que quiera llegar a ser grande
entre ustedes tiene que ser ministro de ustedes, 27 y el que quiera ser el primero entre ustedes tiene que ser
esclavo de ustedes. 28 Así como el Hijo del hombre no vino para que se le ministrara, sino para ministrar y para
dar su alma en rescate en cambio por muchos”.

264
Lucas 22:24-27 Sin embargo, también se suscitó entre ellos una disputa acalorada sobre quién de ellos parecía
ser el mayor. 25 Pero él les dijo: “Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y a los que tienen autoridad
sobre ellas se les llama Benefactores. 26 Ustedes, sin embargo, no han de ser así. Antes, el que sea mayor
entre ustedes hágase como el más joven, y el que actúe como principal, como el que ministra. 27 Porque, ¿cuál
es mayor?: ¿el que se reclina a la mesa, o el que ministra? ¿No es el que se reclina a la mesa? Mas yo estoy
en medio de ustedes como el que ministra.

Mateo 16:16,17 En contestación, Simón Pedro dijo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. 17 En respuesta,
Jesús le dijo: “Feliz eres, Simón hijo de Jonás, porque carne y sangre no te [lo] reveló, sino mi Padre que está
en los cielos.

Ia pág. 191 párr. 13 (EJEMPLOS DE FE)

De nuevo, Pedro no lo pensó ni un segundo antes de contestar. Su respuesta expresó lo que sentían muchos
de los presentes: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. ¿Nos imaginamos a Jesús felicitando a Pedro por su
respuesta, mientras lo miraba complacido, sonriéndole con cariño? Luego le explicó que es Jehová —y no el
hombre— quien revela esa importante verdad a sus siervos fieles. En efecto, Jehová le había permitido a Pedro
comprender una de las enseñanzas divinas más importantes que se hayan revelado jamás: la identidad del
Cristo, el Mesías prometido (lea Mateo 16:16, 17).

Ia págs. 188-194

Capítulo 22
Un hombre de gran lealtad

PEDRO mira con preocupación las caras de quienes están escuchando a Jesús. Se encuentra en la sinagoga de
Capernaum, la ciudad donde viven tanto él como sus familiares, amigos y compañeros de trabajo. Su negocio de pesca
también está allí, al norte del mar de Galilea. Sin duda, Pedro desea que toda aquella gente comparta con él la emoción de
escuchar al mismísimo Jesús, el mejor maestro de la historia, hablándoles del Reino de Dios. Sin embargo, parece que las
cosas están tomando otro rumbo.
2
De hecho, muchos han dejado de prestar atención. Algunos incluso están criticando descaradamente el mensaje de
Jesús. Pero lo que más inquieta a Pedro es que varios discípulos de Cristo tampoco parecen cómodos. Sus rostros ya
no reflejan la alegría de estar aprendiendo la verdad. Se los ve claramente molestos. Pero eso no es todo: muchos de ellos
llegan a afirmar que el discurso de Jesús es ofensivo, se niegan a seguir escuchándolo y se marchan de allí. Es  más, a partir
de ese momento dejan de seguir a Jesús (lea Juan 6:60, 66).
3
También a los apóstoles les cuesta asimilar las palabras de su Maestro. A decir verdad, tampoco Pedro las comprende
por completo, y hay que admitir que podrían resultar ofensivas si se tomaran al pie de la letra. ¿Qué decidirá hacer? No es la
primera vez que se pone a prueba su lealtad a Jesús, y tampoco sería la última. Veamos, pues, cómo la fe firme de este
hombre le ayudó a superar las pruebas y mantenerse leal.
Cuando los demás no fueron leales
4
En realidad, fueron muchas las ocasiones en las que las palabras y acciones de Jesús dejaron desconcertado a Pedro.
Una de ellas había ocurrido justo el día anterior. Después de que Jesús había alimentado milagrosamente a varios miles de
personas, algunos intentaron nombrarlo rey, pero él reaccionó de una forma que sorprendió a muchos: se fue de allí para
evitarlo. Luego ordenó a sus discípulos que subieran a una barca y se dirigieran a Capernaum. Esa misma noche, mientras
navegaban, volvieron a quedarse admirados al ver a Jesús caminando hacia ellos sobre las aguas del mar de Galilea en
medio de una tormenta. En aquella ocasión, Jesús le enseñó a Pedro una importante lección sobre la fe.
5
Por la mañana, los discípulos se dieron cuenta de que la multitud también los había seguido. ¿Qué hizo Jesús entonces?
Él sabía que no buscaban aprender verdades espirituales, sino recibir más comida milagrosamente, y por eso los reprendió

265
(Juan 6:25-27). En la sinagoga de Capernaum continuó hablando del asunto y les transmitió una compleja pero importante
enseñanza, una enseñanza que volvería a dejar sorprendido a más de uno.
6
Jesús quería que aquellas personas cambiaran su actitud materialista y comprendieran que tenían ante sí al enviado de
Dios, quien entregaría su vida para darle a la humanidad la posibilidad de vivir para siempre. Para lograrlo, Jesús se
comparó a sí mismo al maná, el pan que cayó del cielo en los días de Moisés. Como vio que algunos lo criticaban, añadió
una gráfica comparación: explicó que para obtener la vida era necesario comer su carne y beber su sangre. Es entonces
cuando, como vimos al principio del capítulo, muchos se molestan y dicen: “Este discurso es ofensivo; ¿quién puede
escucharlo?”. Incluso varios discípulos de Jesús deciden abandonarlo (Juan 6:48-60, 66).
7
¿Cómo reacciona Pedro? Es probable que también se sienta confundido, pues aún no ha comprendido que Jesús tiene
que morir para cumplir la voluntad de Dios. Así y todo, no se va con aquellos discípulos que se ofenden con tanta facilidad.
Sin duda, hay algo en lo que Pedro es muy diferente a ellos. ¿De qué se trata? Sigamos analizando el relato.
8
Jesús les pregunta a los apóstoles: “Ustedes no quieren irse también, ¿verdad?” (Juan 6:67). Aunque la pregunta va
dirigida a los 12, es Pedro quien responde. Solía ser así; tal vez la razón se debía a que, al parecer, era el mayor de todos o,
sencillamente, a que era incapaz de callar lo que sentía. Y su respuesta es una de las más memorables: “Señor, ¿a quién nos
iremos? Tú tienes dichos de vida eterna” (Juan 6:68).
9
¡Qué palabras tan conmovedoras las de Pedro! Es obvio que su fe en Jesús le había hecho cultivar una valiosa cualidad:
la lealtad. Pedro tenía claro que Jesús era el único Salvador que Jehová había dado y que su vida dependía de escuchar sus
enseñanzas sobre el Reino de Dios. Y aunque es cierto que no siempre entendía todo lo que Jesús decía, sabía que su
Maestro era el único medio para obtener el favor de Dios y recibir la vida eterna.
10
¿Opina usted lo mismo que Pedro? Hoy día, muchas personas afirman que aman a Jesús, pero, por desgracia, no son
leales de verdad. Ser realmente leal a Cristo implica ver sus enseñanzas como las veía Pedro. Hay que esforzarse por
aprenderlas, comprenderlas y vivirlas, incluso cuando algunas de ellas nos sorprendan o no encajen con nuestras
preferencias personales. La lealtad es el único camino para recibir la vida eterna que Jesús nos ofrece (lea Salmo 97:10).
Cuando fue corregido
11
Poco después, Jesús partió con los apóstoles y otros discípulos en un largo viaje hacia el norte. La  cumbre nevada del
monte Hermón, ubicado en la frontera norte de la Tierra Prometida, podía verse desde las azules aguas del mar de Galilea.
La montaña iba creciendo ante sus ojos a medida que se acercaban y subían por el camino que les llevaba hasta las aldeas
cercanas a Cesarea de Filipo. Y fue en este extraordinario lugar, con una inmejorable vista de la Tierra Prometida a sus pies,
donde Jesús les planteó a sus discípulos una cuestión importantísima.
12
“¿Quién dicen las muchedumbres que soy?”, les preguntó Jesús. No es difícil imaginarnos a Pedro clavando su mirada
en los bondadosos ojos de su Maestro, consciente de su extraordinaria inteligencia. Jesús quería averiguar qué pensaban de
él las personas a quienes había hablado. Así que los discípulos le contaron algunos de los rumores que circulaban sobre su
identidad. Pero Jesús deseaba indagar más: ¿habían creído aquellos falsos rumores sus discípulos más allegados? Por eso
insistió: “Pero ustedes, ¿quién dicen que soy?” (Luc. 9:18-20).
13
De nuevo, Pedro no lo pensó ni un segundo antes de contestar. Su respuesta expresó lo que sentían muchos de los
presentes: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. ¿Nos imaginamos a Jesús felicitando a Pedro por su respuesta, mientras
lo miraba complacido, sonriéndole con cariño? Luego le explicó que es Jehová —y no el hombre— quien revela esa
importante verdad a sus siervos fieles. En efecto, Jehová le había permitido a Pedro comprender una de las enseñanzas
divinas más importantes que se hayan revelado jamás: la identidad del Cristo, el Mesías prometido (lea Mateo 16:16, 17).
14
Las Santas Escrituras se habían referido a Cristo como “la piedra que los edificadores rechazaron” (Sal. 118:22; Luc.
20:17). Teniendo presentes esta y otras profecías, Jesús indicó que Jehová fundaría una congregación sobre la piedra (o
masa rocosa) que Pedro acababa de identificar como el Cristo. A continuación, le otorgó a Pedro un gran honor dentro de
dicha congregación. No le dio un puesto superior al de los otros apóstoles —como algunos afirman—, sino que le confió
importantes responsabilidades. El relato indica que le prometió “las llaves del reino” (Mat. 16:18, 19). En otras palabras, le
encargó el privilegio de abrir las puertas de entrada al Reino de Dios a tres grupos: primero a los judíos y prosélitos, luego a
los samaritanos y, finalmente, a los gentiles (los no judíos).
266
15
Sin embargo, algún tiempo después, Jesús les advirtió a sus discípulos que se exigiría más de aquellos que recibieran
más responsabilidades, y Pedro no tardaría en comprobar cuánta razón tenía su Maestro (Luc. 12:48). Después de aquella
conversación sobre la comisión que tendría Pedro, Jesús les siguió explicando verdades sobre el Mesías, entre ellas, que
pronto sería torturado y asesinado en Jerusalén. Pero a Pedro le disgustó tanto escuchar eso que lo llevó aparte y lo
reprendió: “Sé bondadoso contigo mismo, Señor; tú absolutamente no tendrás este destino” (Mat. 16:21, 22).
16
De más está decir que Pedro lo dijo con la mejor intención del mundo. Por eso, debió quedarse helado cuando Jesús le
dio la espalda y, mirando a los demás discípulos —quienes posiblemente opinaban como Pedro—, exclamó: “¡Ponte detrás
de mí, Satanás! Me eres un tropiezo, porque no piensas los pensamientos de Dios, sino los de los hombres” (Mat. 16:23;
Mar. 8:32, 33). Todos podemos aprender mucho de la respuesta de Jesús. Admitámoslo: es muy fácil que nuestra
mentalidad humana desplace a la espiritual. Y si no vigilamos nuestros comentarios, sin quererlo podríamos ponernos del
lado de Satanás, aun cuando nuestra intención sea contribuir a la voluntad de Dios. Pero volvamos al relato de Pedro y
veamos cómo reaccionó ante aquella reprensión.
17
Pedro comprendía que Cristo no estaba hablando literalmente cuando lo llamó “Satanás”. A fin de cuentas, cuando
Jesús se dirigió al Diablo, lo hizo en otros términos. En cierta ocasión, por ejemplo, le dijo: “Vete”, mientras que a Pedro le
dijo: “Ponte detrás de mí” (Mat. 4:10). Por lo tanto, no estaba rechazando a Pedro como apóstol suyo, pues veía su buen
corazón y su potencial; sencillamente estaba corrigiendo su forma de pensar. En otras palabras, el Maestro le estaba
pidiendo que dejara de ponerse delante de él, estorbándole el paso, y que, más bien, se colocara detrás de él para seguirlo y
apoyarlo.
18
En lugar de ofenderse, enojarse o protestar, Pedro fue humilde y aceptó la corrección. ¡Cuánto podemos aprender los
cristianos de este hombre tan leal! Todos necesitamos que se nos corrija de vez en cuando, pero si queremos que esa
corrección nos sirva para acercarnos más a Jesucristo y a su Padre, Jehová, debemos aceptar con humildad la disciplina y
aprender la lección (lea Proverbios 4:13).
Recompensado por su lealtad
19
Poco después, Jesús realizó otra sorprendente afirmación: “Hay algunos de los que están en pie aquí que de ningún
modo gustarán la muerte hasta que primero vean al Hijo del hombre viniendo en su reino” (Mat. 16:28). ¿Quiénes tendrían
ese extraordinario honor? Seguro que Pedro se moría de curiosidad. Pero después de la reprimenda que acababa de recibir,
tal vez se preguntaba: “¿Estaré yo entre ellos?”.
20
Sin embargo, una semana más tarde, Jesús se llevó a Santiago, Juan y Pedro “a una montaña encumbrada”, quizás al
monte Hermón, que se encontraba a unos cuantos kilómetros de distancia. Al parecer, era de noche, pues a aquellos tres
hombres les costaba mantenerse despiertos. Ahora bien, mientras Jesús oraba, ocurrió algo sorprendente, algo que, sin duda
alguna, les quitó el sueño de golpe (Mat. 17:1; Luc. 9:28, 29, 32).
21
De repente, la cara de Jesús comenzó a brillar, hasta hacerse tan reluciente como el Sol. Su ropa también se volvió de
un blanco deslumbrante. Entonces vieron aparecer a su lado dos figuras, que representaban a Moisés y Elías. Ambos
conversaban con Jesús sobre su “partida”, es decir, sobre su muerte y resurrección en Jerusalén. Desde luego, a Pedro no le
quedó ninguna duda de que se había equivocado al afirmar que Jesús no tendría que sufrir y morir (Luc. 9:30, 31).
22
Según parece, Pedro sintió el impulso de tomar parte de algún modo en aquella fascinante visión. Es  posible que
deseara que se prolongara un poco más. En cierto momento, pareció como si Moisés y Elías estuvieran alejándose de Jesús,
así que Pedro le dijo: “Instructor, es excelente que estemos aquí; por eso, erijamos tres tiendas: una para ti y una para
Moisés y una para Elías”. Aquellos personajes no necesitaban tiendas de campaña, pues solo eran representaciones
simbólicas de dos siervos de Jehová que habían muerto mucho tiempo atrás. Está claro que Pedro no  sabía muy bien lo que
estaba diciendo, pero ¿verdad que nos conmueve la actitud tan noble y entusiasta de este hombre? (Luc. 9:33.)
23
Aquella noche, Pedro, Santiago y Juan recibieron otro honor. Por encima de sus cabezas se formó una nube en la
montaña, y de ella salió una voz que dijo: “Este es mi Hijo, el que ha sido escogido. Escúchenle”. ¡Era la voz de Jehová
mismo! Con eso concluyó la visión, y los tres apóstoles volvieron a quedarse a solas con Jesús en la montaña (Luc. 9:34-
36).

267
24
Pedro debió sentirse muy privilegiado por haber presenciado aquella visión de la transfiguración, y nosotros podemos
sentirnos igual por saber lo que ocurrió esa noche. Décadas después, el apóstol afirmó contarse entre los que fueron
“testigos oculares de [la] magnificencia” de Jesús. En efecto, tuvo el honor de verlo en su futuro puesto como glorioso Rey
celestial. Esta visión confirmó muchas profecías de la Palabra de Dios y fortaleció a Pedro para superar las pruebas a las que
su fe sería sometida (lea 2 Pedro 1:16-19). Si somos como Pedro, de seguro Jehová también nos bendecirá. Ahora bien,
¿cómo podemos imitar su ejemplo? Manteniéndonos leales al Gran Maestro que Dios ha nombrado, aprendiendo de él,
aceptando su corrección y siguiendo sus enseñanzas día tras día.

1pedro 1:6,7 En este hecho ustedes están regocijándose en gran manera, aunque ahora, por un poco de tiempo, si tiene que
ser, han sido contristados por diversas pruebas, 7 a fin de que la cualidad probada de su fe, de mucho más valor que el oro
que perece a pesar de ser probado por fuego, sea hallada causa de alabanza y gloria y honra al tiempo de la revelación de
Jesucristo.

1pedro 3:14 Pero hasta si sufrieran por causa de la justicia, son felices. Sin embargo, no teman lo que para ellos es objeto
de temor, ni vayan a agitarse.

1pedro 4:13,14 Al contrario, sigan regocijándose por cuanto son partícipes de los sufrimientos del Cristo, para que también
durante la revelación de su gloria se regocijen y se llenen de gran gozo. 14 Si a ustedes los están vituperando por el nombre
de Cristo, son felices, porque el [espíritu] de gloria, sí, el espíritu de Dios, descansa sobre ustedes.

268
Lección 11(b) SE HÁBIL AL HACER REVISITAS

Mateo 28:19,20 Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy
con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.

W03 15/11 págs. 13-18

ç Ayudemos al prójimo a aceptar el mensaje del Reino

“Agripa dijo a Pablo: ‘En poco tiempo me persuadirías a hacerme cristiano’.” (HECHOS 26:28.)

EN EL año 58 E.C., el gobernador romano Porcio Festo recibió en Cesarea a sus invitados el rey Herodes Agripa II y
Berenice, la hermana de este, quienes llegaron “con mucha pompa, y entraron en la audiencia junto con comandantes
militares así como varones de eminencia de la ciudad”. Cuando Festo dio la orden, trajeron ante ellos al apóstol cristiano
Pablo. ¿Cómo es que este seguidor de Jesucristo llegó a estar de pie ante el gobernador Festo para ser juzgado? (Hechos
25:13-23.)
2
Hallamos la respuesta en lo que Festo dijo a sus visitantes: “Rey Agripa, y todos ustedes los varones que están
presentes con nosotros, ustedes contemplan a este hombre respecto de quien toda la multitud de los judíos junta ha recurrido
a mí, tanto en Jerusalén como aquí, diciendo a voces que no debe seguir viviendo. Pero yo percibí que él no había cometido
nada que mereciera la muerte. Por eso, cuando este hombre mismo apeló al Augusto, decidí enviarlo. Mas respecto a él
no tengo ninguna cosa segura que escribir a mi Señor. Por eso lo traje ante ustedes, y especialmente ante ti, rey Agripa, a fin
de que, habiéndose efectuado el examen judicial, consiga yo algo que escribir. Porque me parece irrazonable enviar a un
preso y no significar también los cargos contra él” (Hechos 25:24-27).
3
De las palabras de Festo se desprende que sobre Pablo pesaban cargos de sedición, delito castigado con la muerte
(Hechos 25:11). Pero Pablo era inocente. Aquellas acusaciones se debían a los celos de los guías religiosos de Jerusalén,
quienes se oponían a la obra de proclamar el Reino que Pablo efectuaba y le habían cobrado profundo rencor por ayudar a
otras personas a hacerse discípulos de Jesucristo. Fuertemente custodiado, el apóstol fue trasladado de Jerusalén a la ciudad
portuaria de Cesarea, donde apeló a César. Desde allí fue conducido a Roma.
4
Imagine a Pablo en el palacio del gobernador ante un grupo en el que figura una persona que tiene a su mando una
importante sección del Imperio romano. El rey Agripa se dirige a Pablo y le dice: “Se te permite hablar”. Cuando el apóstol
lo hace, algo extraordinario ocurre. Sus palabras comienzan a hacer mella en el rey, hasta el punto de que este le dice: “En
poco tiempo me persuadirías a hacerme cristiano” (Hechos 26:1-28).
5
¡Figúrese! Con su hábil defensa, Pablo logró que el penetrante poder de la Palabra de Dios influyera en un gobernante
(Hebreos 4:12). ¿Por qué fue tan eficaz su exposición? ¿Y qué podemos aprender del apóstol que nos ayude en nuestra labor
de hacer discípulos? Cuando analizamos sus palabras, dos elementos sobresalen claramente: 1) fue persuasivo y 2) empleó
con habilidad su conocimiento de la Palabra de Dios, como el artesano que maneja con destreza una herramienta.
Cultivemos el arte de la persuasión
6
En el libro de Hechos repetidamente se emplean en conexión con Pablo las palabras griegas que transmiten la idea de
persuasión. ¿Qué relación tiene esto con nuestra labor de hacer discípulos?
7
En el idioma original de las Escrituras Griegas Cristianas, “persuadir” significa “prevalecer sobre o ganarse a”, inducir
“un cambio de manera de pensar mediante la influencia de la razón o de consideraciones morales”, explica el Diccionario
Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento, de Vine. Aún más esclarecedor es un examen de su significado básico, el
cual transmite la idea de confianza. Por consiguiente, si persuadimos a alguien de que acepte una enseñanza bíblica, nos
hemos ganado su confianza, de modo que pone fe en la veracidad de esa enseñanza. Obviamente, para que crea y actúe en
consecuencia no basta con decirle lo que la Biblia enseña. La persona debe convencerse de que nuestras palabras son
ciertas, ya se trate de un niño, un vecino, un pariente o un compañero de trabajo o de estudios (2 Timoteo 3:14, 15).

269
8
¿Cómo puede usted convencer a alguien de que lo que proclama de la Palabra de Dios es la verdad? Pablo se esforzó
por inducir un cambio en la manera de pensar de las personas a las que hablaba, y para ello se valió de razonamientos
lógicos, argumentos sólidos y súplicas sinceras. Por tanto, en vez de limitarse a afirmar que algo es cierto, usted debe
aportar pruebas convincentes de ello. ¿Cómo puede hacerlo? Pues bien, asegúrese de que sus palabras se basen por
completo en la Palabra de Dios, no en opiniones personales. A continuación, aporte las pruebas que respalden sus
declaraciones sinceras y basadas en la Biblia (Proverbios 16:23). Por ejemplo, si señala el hecho de que la humanidad
obediente disfrutará de la vida en un paraíso terrestre, apoye tal enseñanza con un texto bíblico como Lucas 23:43 o Isaías
65:21-25. ¿Cómo puede presentar pruebas que confirmen dicha verdad bíblica? Quizá recurriendo a ejemplos que le
resulten familiares al oyente. Podría recordarle el placer sencillo y sin costo que nos produce la belleza de una puesta de sol,
la fragancia de una flor, el delicioso sabor de una fruta o la contemplación de un ave que alimenta a sus polluelos. Ayúdele a
ver que tales placeres son prueba de que el Creador desea que disfrutemos de la vida en la Tierra (Eclesiastés 3:11, 12).
9
Al tratar de persuadir de cierta enseñanza bíblica a una persona, tenga cuidado de que su entusiasmo no lo haga parecer
irrazonable o dogmático, pues eso cerraría la mente y el corazón del oyente. El libro Benefíciese da esta advertencia:
“Aunque recitemos una larga lista de textos bíblicos, no es fácil que alguien reciba con agrado una declaración directa de la
verdad en la que expongamos la falsedad de una creencia que le sea muy preciada. Por ejemplo, si nos limitamos a condenar
las celebraciones populares por su origen pagano, es probable que no cambiemos el sentir de nuestros oyentes. Un enfoque
que apele a la razón suele ser más provechoso”. ¿Por qué debemos hacer un esfuerzo consciente por razonar con la persona?
El mismo libro responde: “Un planteamiento que apela a la razón, además de ser muy persuasivo, estimula el análisis
imparcial, promueve la posterior reflexión de quien escucha y abre la puerta a futuras conversaciones” (Colosenses 4:6).
La persuasión que motiva el corazón
10
Veamos ahora con más detenimiento la defensa de Pablo recogida en el capítulo 26 de Hechos. Fíjese en cómo inició
su discurso. A pesar de que el rey Agripa mantenía una relación escandalosa con su hermana Berenice, Pablo encontró una
base justificada para encomiarlo y la usó como introducción: “Acerca de todas las cosas de que soy acusado por judíos, rey
Agripa, me considero feliz de que sea ante ti ante quien haya de presentar mi defensa este día, especialmente por cuanto eres
perito en todas las costumbres así como también en las controversias entre los judíos. Por eso te ruego que me oigas con
paciencia” (Hechos 26:2, 3).
11
¿Ha observado que Pablo usó el título de rey para dirigirse a Agripa, reconociendo el puesto encumbrado de aquel
personaje? Así le demostró respeto y, con su acertada selección de palabras, le otorgó la honra debida (1  Pedro 2:17).
El apóstol lo reconoció como un experto en las complejas costumbres y leyes de sus súbditos judíos, y dijo que se
consideraba feliz de presentar su defensa ante un mandatario tan bien informado. El que Pablo fuera cristiano no hizo que se
comportara como si se sintiera superior a Agripa (Filipenses 2:3). Más bien, rogó al rey que lo escuchara con paciencia,
creando de ese modo un clima propicio para que tanto Agripa como los demás oyentes aceptaran lo que iba a decirles.
De este modo colocó un fundamento, un terreno común sobre el cual levantar sus argumentos.
12
Al presentar el mensaje del Reino, trate de motivar el corazón de la persona desde el principio, como hizo Pablo ante
Agripa. Lo logrará si le muestra respeto sincero y se interesa por sus circunstancias particulares y modo de pensar
(1 Corintios 9:20-23).
Usemos hábilmente la Palabra de Dios
13
Pablo deseaba motivar a sus oyentes a actuar en armonía con las buenas nuevas (1 Tesalonicenses 1:5-7). Para ello
trató de llegar a su corazón figurado, el asiento de los motivos. Volvamos a su defensa ante Agripa y observe cómo ‘manejó
la palabra de Dios correctamente’ al citar a Moisés y los profetas (2 Timoteo 2:15).
14
Pablo sabía que, aunque fuera de nombre, Agripa era judío. Apelando a los conocimientos que el monarca tenía del
judaísmo, explicó que con su predicación realmente no estaba “diciendo ninguna cosa salvo las que los Profetas así como
Moisés declararon que habían de efectuarse” en cuanto a la muerte y resurrección del Mesías (Hechos 26:22, 23). Entonces
le preguntó directamente: “¿Crees tú, rey Agripa, a los Profetas?”. Agripa se enfrentaba a un dilema. Si decía que rechazaba
a los profetas, su reputación de judío creyente se derrumbaría. Pero si concordaba con el razonamiento del apóstol, se
pondría en una posición de público acuerdo con él y se arriesgaría a que lo llamaran cristiano. Pablo respondió con
habilidad a su propia pregunta diciéndole: “Yo sé que crees”. ¿Qué respuesta salió del corazón de Agripa? “En poco tiempo
270
me persuadirías a hacerme cristiano.” (Hechos 26:27, 28.) Aunque aquel rey no se convirtió al cristianismo, parece que el
mensaje de Pablo hizo alguna mella en su corazón (Hebreos 4:12).
15
¿Se ha dado cuenta de que Pablo no solo proclamó las buenas nuevas, sino que también recurrió a la persuasión?
Debido a que de esa forma ‘manejaba la palabra de Dios correctamente’, algunos de sus oyentes dejaron de ser simples
espectadores y se hicieron creyentes. Así sucedió en la sinagoga de Tesalónica, donde el apóstol buscó a judíos y gentiles
temerosos de Dios. Hechos 17:2-4 relata: “Según tenía por costumbre Pablo, pasó adentro a donde ellos, y por tres sábados
razonó con ellos a partir de las Escrituras, explicando y probando por referencias que era necesario que el Cristo sufriera y
se levantara de entre los muertos [...]. Como resultado, algunos de ellos se hicieron creyentes”. Pablo era persuasivo. Hacía
razonar, explicaba y probaba con las Escrituras que Jesús era el Mesías que tanto habían esperado. Gracias a ello, se
estableció una congregación de creyentes.
16
¿Puede usted hacerse más diestro en el arte de la persuasión cuando explica la Palabra de Dios? En tal caso, hallará
más disfrute y satisfacción personal en la obra de predicar el Reino de Dios y enseñar las verdades relacionadas con él. Esa
ha sido la experiencia de los publicadores de las buenas nuevas que han puesto en práctica las sugerencias ofrecidas para
utilizar más la Biblia en la predicación.
17
Por ejemplo, un superintendente viajante de los testigos de Jehová escribió: “Bastantes hermanos llevan ahora la
Biblia en la mano cuando van de puerta en puerta, lo que les ha permitido leer un texto bíblico a muchas de las personas que
han encontrado. Esto ha ayudado tanto al amo de casa como al publicador a asociar la Biblia, y no solo revistas y libros, con
nuestro ministerio”. Claro está, el hecho de que llevemos la Biblia en un lugar visible cuando predicamos dependerá de
diversos factores, como las costumbres locales. Sin embargo, deseamos adquirir la reputación de usar hábilmente la Palabra
de Dios para persuadir a nuestro prójimo de modo que acepte el mensaje del Reino.
Veamos el ministerio como Dios lo ve
18
Otra forma de llegar al corazón de quienes nos escuchan consiste en ver el ministerio desde el punto de vista de Dios y
ser pacientes. La voluntad divina es que hombres de toda clase “lleguen a un conocimiento exacto de la verdad” (1  Timoteo
2:3, 4). ¿Acaso no deseamos nosotros lo mismo? Además, Jehová es paciente, y esta cualidad les da a muchos la
oportunidad de alcanzar el arrepentimiento (2 Pedro 3:9). Por consiguiente, cuando encontramos a alguien que está
dispuesto a prestar atención al mensaje del Reino, quizá sea necesario visitarlo una y otra vez para cultivar su interés. Ver
crecer las semillas de la verdad exige tiempo y paciencia (1 Corintios 3:6). El recuadro titulado “Cómo obtener buenos
resultados al hacer revisitas” ofrece sugerencias al respecto. Hay que recordar que las vidas de las personas —sus problemas
y circunstancias— cambian continuamente. Tal vez las encontremos en casa solo después de muchos intentos, pero el
esfuerzo vale la pena, pues queremos darles la oportunidad de oír el mensaje divino de salvación. Por tanto, pidamos a
Jehová Dios la sabiduría necesaria para desarrollar las aptitudes de persuasión al ayudar al prójimo a aceptar el mensaje del
Reino.
19
Una vez que hallamos a alguien que desea adquirir mayor conocimiento sobre el mensaje del Reino, ¿qué más
podemos hacer como trabajadores cristianos? Veremos la respuesta en el siguiente artículo.

Km 7/08 pág. 4

La preparación: esencial para hacer revisitas eficaces

1
Jesús se encargó de preparar bien a sus seguidores como predicadores de “las buenas nuevas del reino” (Mat. 4:23;
9:35). Aunque su predicación se limitó a la zona de Palestina, antes de ascender al cielo Jesús les señaló que el ministerio
cristiano se extendería a tal grado que se harían “discípulos de gente de todas las naciones” (Mat. 28:19, 20).
2
Cumplir con aquella comisión implicaría volver a visitar a las personas que manifestaran interés en las buenas nuevas
del Reino de Dios para enseñarles a observar todas las cosas que Cristo había mandado. Por eso nosotros tenemos que estar
bien preparados: para hacer revisitas eficaces.
3
Trace un plan. Algunos publicadores procuran plantear una pregunta al final de la visita inicial y prometen volver con
la respuesta. Al regresar, hacen referencia directa a la información del libro Enseña y así logran comenzar el estudio.
271
4
Ahora bien, el que las revistas salgan una vez al mes no significa que tengamos que esperar un mes para volver. Más
bien, podemos estimular el interés de la persona analizando un tema de alguna revista que ya tenga.
5
Póngase un objetivo. Antes de volver a visitar a la persona, tome unos minutos para revisar sus registros y determinar
qué es lo que quiere lograr; por ejemplo, repasar algún punto de la publicación que le dejó o entregarle alguna otra
publicación relacionada con un tema que hayan tratado. Si usted planteó una pregunta la última vez, es seguro que querrá
contestarla. Cuando mencione algún texto que apoye su argumento, procure leerlo directamente de la Biblia.
6
Nuestro objetivo. Desde luego que nuestro objetivo es comenzar un estudio de la Biblia. Un señor rechazó el estudio
que le ofreció un hermano en la revisita. El hermano volvió después con las revistas más recientes y le dijo: “Aprovechando
que estamos por aquí, estamos contestando una pregunta bíblica a la gente”. Entonces dejó que el señor se expresara, y
luego le leyó un texto de la Biblia y un párrafo de una publicación que utilizamos para dar clases bíblicas. El resultado fue
un estudio.
7
Vale la pena invertir tiempo en prepararnos para hacer revisitas: disfrutaremos más en nuestra obra y puede que
tengamos el privilegio de ayudar a alguien que ‘esté correctamente dispuesto’ a emprender el camino a la vida
(Hech. 13:48).

Km 4/98 págs. 3,4 párrs. 6-8


6
Organícese mejor: Dado el número de revistas, folletos y libros distribuidos, no cabe duda de que se está diseminando
una gran cantidad de semillas. Estas semillas de la verdad que hemos sembrado poseen un enorme potencial para producir
nuevos discípulos. Ahora bien, ¿sentiría un agricultor o un jardinero verdadera satisfacción si continuamente plantara y,
después de todos sus esfuerzos, nunca sacara tiempo para cosechar? ¡Claro que no! Así mismo, es menester que dediquemos
una parte de nuestro ministerio a cultivar el interés de la gente.
7
¿Aparta usted regularmente tiempo para hacer revisitas? No tarde en volver a visitar a todo aquel que muestre interés y
propóngase empezar un estudio bíblico. ¿Lleva un registro ordenado y actualizado de sus revisitas? Además del nombre y la
dirección del amo de casa, escriba la fecha de la primera visita, la publicación que dejó, una breve descripción del tema que
trataron y un punto que pueda desarrollar la siguiente vez. Deje espacio en su registro para añadir información después de
cada visita.
8
Analice cómo hacer una revisita: ¿Cuáles son algunos puntos que han de tenerse en cuenta al volver a visitar a
alguien interesado? 1) Sea afable, entusiasta y actúe con sencillez. 2) Hable de temas que le interesen al amo de casa.
3) Mantenga la conversación sencilla y centrada en la Biblia. 4) En cada visita procure enseñar algo que él considere que le
será de valor personal. 5) Cree expectación por el asunto del que hablarán la siguiente vez. 6) No se quede demasiado
tiempo. 7) No le haga preguntas que lo avergüencen o lo pongan en apuros. 8) Sea perspicaz y no condene sus ideas
equivocadas o malos hábitos antes de que haya cultivado aprecio por las cosas espirituales (véase el suplemento de Nuestro
Ministerio del Reino de marzo de 1997, donde hallará más información útil sobre cómo triunfar en las revisitas y empezar
estudios bíblicos).

Km 3/97 pág. 3 párrs. 1-9

Cobre denuedo para hacer revisitas

1
¿Le gusta hacer revisitas? A muchos publicadores les encanta. Puede que usted haya sentido temor al principio,
especialmente al volver a visitar a los amos de casa que solo mostraron un poco de interés. Pero a medida que ‘cobra
denuedo por medio de nuestro Dios para declarar las buenas nuevas’ haciendo revisitas, quizás le sorprenda descubrir lo
fácil y remuneradora que puede ser esta obra. (1 Tes. 2:2.) ¿En qué sentido?
2
En realidad, hay una gran diferencia entre una revisita y la visita inicial. La revisita se hace a alguien a quien ya
conocemos, no a un extraño, y por lo general es más fácil conversar con un conocido que con un extraño. Una de las
muchas recompensas de participar en esta obra es que puede resultar en que empecemos estudios bíblicos productivos.
272
3
Cuando predicamos de casa en casa, visitamos vez tras vez a las personas que no han mostrado interés. ¿Por qué
seguimos visitándolas? Porque sabemos que las circunstancias cambian, y que tal vez aquella persona con quien hablamos
antes y que pareció indiferente o incluso opuesta, se interese la próxima vez que la visitemos. Teniendo esto presente, nos
preparamos bien y pedimos la bendición de Jehová para decir algo en esta ocasión que provoque la reacción favorable de la
persona.
4
Si estamos dispuestos a predicar de casa en casa a personas que no han mostrado ningún interés, ¿no deberíamos estar
más dispuestos a visitar a las que sí han mostrado algún interés en el mensaje del Reino? (Hech. 10:34, 35.)
5
Muchos estamos en la verdad gracias a que un publicador pacientemente nos visitó varias veces. Si ese fue su caso,
pregúntese: ‘¿Cuál fue la primera impresión que le causé al publicador? ¿Abracé el mensaje del Reino en cuanto lo oí por
primera vez? ¿Di la impresión de ser indiferente?’. Debemos alegrarnos de que aquel publicador que volvió nos haya
considerado dignos de una revisita y haya ‘cobrado denuedo por medio de Dios’ para visitarnos y enseñarnos la verdad.
¿Qué debemos hacer cuando las personas muestran algún interés al principio, pero después parece que tratan de evitarnos?
Es esencial que tengamos una actitud positiva, como lo ilustra la siguiente experiencia.
6
Mientras daban testimonio en la calle temprano por la mañana, dos publicadoras hablaron con una joven que llevaba a
un niño en un cochecito. Ella aceptó una revista y las invitó a su hogar el domingo siguiente. Las hermanas llegaron a la
hora acordada, pero la joven les dijo que no tenía tiempo para hablar. Sin embargo, prometió atenderlas la siguiente semana.
Las hermanas dudaban de que cumpliera con la cita, pero la joven estaba esperándolas cuando volvieron. Se empezó un
estudio, y su progreso fue asombroso. En poco tiempo empezó a asistir regularmente a las reuniones y a participar en el
servicio del campo. Ahora está bautizada.
7
Coloque el fundamento en la visita inicial: El fundamento para una buena revisita suele colocarse en la visita inicial.
Escuche cuidadosamente los comentarios del amo de casa. ¿Qué le comunican? ¿Le atrae la religión? ¿Le preocupan los
temas sociales? ¿Le interesa la ciencia?, ¿la historia?, ¿el medio ambiente? Al concluir la visita, plantee una pregunta que
invite a la reflexión y prometa volver para examinar la respuesta bíblica.
8
Por ejemplo, si al amo de casa le llamó la atención la promesa bíblica de una Tierra paradisíaca, sería apropiado volver
y conversar sobre ese tema más a fondo. Antes de despedirse, pudiera preguntar: “¿Cómo podemos estar seguros de que
Dios cumplirá esta promesa?”. Entonces agregue: “Tal vez pueda volver cuando toda la familia esté en casa para mostrarles
la respuesta bíblica a esa pregunta”.
9
Si el amo de casa no muestra interés en ningún tema en particular, puede utilizar una de las preguntas que aparecen en
las presentaciones de la última página de Nuestro Ministerio del Reino como base para la siguiente conversación.

SE POSITIVO

1tesalonicenses 1:6,7 y ustedes llegaron a ser imitadores de nosotros y del Señor, puesto que aceptaron la palabra bajo
mucha tribulación con gozo de espíritu santo, 7 de modo que llegaron a ser un ejemplo a todos los creyentes de Macedonia y
de Acaya.

Lucas 16:10 La persona fiel en lo mínimo es fiel también en lo mucho, y la persona injusta en lo mínimo es injusta también
en lo mucho.

W12 15/10 pág. 31 párr. 15 Cumplir con nuestro voto de dedicación implica que también debemos ser fieles en otros
asuntos importantes. Veamos algunos ejemplos. ¿Está usted casado? Entonces debe seguir honrando su sagrado voto de
amar y cuidar con ternura a su cónyuge. ¿Ha firmado un contrato comercial o una solicitud para participar en algún
privilegio teocrático? En tal caso, cumpla los compromisos que ha adquirido. ¿Ha aceptado una invitación para comer en
casa de alguien de escasos recursos? Si así es, no cambie de idea si surge lo que le parece una mejor oferta. ¿O ha prometido
a alguien que encontró en el ministerio de casa en casa que regresaría para darle más ayuda espiritual? Entonces procure por
todos los medios que su sí signifique sí, y Jehová bendecirá su servicio (léase Lucas 16:10).

273
Hechos 9:10-17 Había en Damasco cierto discípulo de nombre Ananías, y el Señor le dijo en una visión: “¡Ananías!”. Él
dijo: “Aquí estoy, Señor”. 11 El Señor le dijo: “Levántate, ve a la calle llamada Recta, y busca en casa de Judas a un hombre
cuyo nombre es Saulo, de Tarso. Porque, ¡mira!, está orando, 12 y en una visión ha visto que un varón por nombre Ananías
entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista”. 13 Pero Ananías contestó: “Señor, he oído de muchos acerca de
este varón, cuántas cosas perjudiciales hizo a tus santos en Jerusalén. 14 Y aquí tiene autoridad de parte de los sacerdotes
principales para poner en cadenas a todos los que invocan tu nombre”. 15 Pero el Señor le dijo: “Ponte en camino, porque
este hombre me es un vaso escogido para llevar mi nombre a las naciones así como a reyes y a los hijos de Israel. 16 Porque
le mostraré claramente cuántas cosas tendrá que sufrir por mi nombre”. 17 De modo que Ananías se fue, y entró en la casa, y
puso las manos sobre él y dijo: “Saulo, hermano, el Señor, el Jesús que se te apareció en el camino por el cual venías, me ha
enviado, para que recobres la vista y seas lleno de espíritu santo”.

Hechos 9:13,14 Pero Ananías contestó: “Señor, he oído de muchos acerca de este varón, cuántas cosas perjudiciales hizo a
tus santos en Jerusalén. 14 Y aquí tiene autoridad de parte de los sacerdotes principales para poner en cadenas a todos los que
invocan tu nombre”.

Hechos 9:15 Pero el Señor le dijo: “Ponte en camino, porque este hombre me es un vaso escogido para llevar mi nombre a
las naciones así como a reyes y a los hijos de Israel.

Hechos 9:17 De modo que Ananías se fue, y entró en la casa, y puso las manos sobre él y dijo: “Saulo, hermano, el Señor,
el Jesús que se te apareció en el camino por el cual venías, me ha enviado, para que recobres la vista y seas lleno de espíritu
santo”.

SIENTA LAS BASES

Be pág. 159 párr. 1

Ayude a entender el valor práctico. Cuando damos testimonio, debemos destacar el valor práctico de las buenas nuevas.
Para ello es necesario saber lo que piensan quienes viven en nuestro territorio. ¿Cómo puede determinarlo? Escuchando las
noticias o leyendo los titulares de los periódicos. También es importante lograr que las personas participen en la
conversación y prestar atención a lo que digan. Quizá se dé cuenta de que afrontan problemas graves, como la pérdida del
empleo, el pago del alquiler, una enfermedad, la muerte de un familiar, actos delictivos, las injusticias cometidas por
quienes ocupan puestos de autoridad, la ruptura de su matrimonio o el control de los hijos menores. ¿Puede ayudarles la
Biblia? Por supuesto que sí.

TRAS LA PRIMERA CONVERSACIÓN

Km 4/00 pág.8 párrs. 2-4


2
Anótelo todo. Saque un momento para anotar todos los datos pertinentes sobre la visita mientras todavía conserva
fresca en la memoria la conversación con la persona interesada. Apunte su nombre y cómo la reconocerá. Escriba la
dirección; pero no la invente, sino compruebe que pone los datos correctos. Anote el tema del que hablaron, los textos que
leyó y las publicaciones que dejó.
3
Si planteó una pregunta al amo de casa y quedó en contestársela en la siguiente visita, anótela. ¿Se enteró de algún
detalle sobre él, su familia o su religión? En ese caso, escríbalo. El que lo mencione en la siguiente ocasión que hable con la
persona pondrá de manifiesto su interés en ella. Finalmente, incluya el día y la hora de su primera visita y cuándo quedó en
volver. Si toma buenas notas, contará con recordatorios claros y serán menores las probabilidades de que olvide su promesa
de regresar (1 Tim. 1:12).

274
4
Una vez que lo haya anotado todo, ponga la hoja con el resto de los artículos para el servicio del campo —el maletín o
bolso, la Biblia, el libro Razonamiento y las publicaciones—, pues así siempre la tendrá a mano. Es mejor que las notas de
las casas donde no había nadie estén separadas de las de las revisitas. Por supuesto, independientemente de lo mucho que
nos esforcemos por anotar bien las revisitas, lo importante es no dejar de volver.

Be págs. 33-38

La investigación eficaz

EL REY SALOMÓN “meditó e hizo un escudriñamiento cabal, a fin de arreglar muchos proverbios ordenadamente”.
¿Por qué? Porque se interesó en escribir “palabras correctas de verdad” (Ecl. 12:9, 10). Por su parte, Lucas indagó “todas las
cosas desde el comienzo con exactitud”, a fin de narrar en orden lógico los sucesos de la vida de Cristo (Luc. 1:3). Ambos
siervos de Dios llevaron a cabo una investigación.
¿Qué es investigar? Es buscar con detenimiento información sobre un asunto concreto. Para ello es preciso leer, aplicar
los métodos y técnicas de estudio, y quizá preguntar a otras personas.
¿En qué situaciones se requiere investigar? He aquí algunos ejemplos: en su estudio o lectura personal de la Biblia le
surgen incógnitas que considera importantes; alguien a quien predica le formula una pregunta que usted desearía contestar
aportando datos exactos, o se le ha encomendado pronunciar un discurso.
Centrémonos en este último caso. La información que debe abarcar tal vez dé la impresión de ser muy general. ¿Cómo
podría aplicarla a las circunstancias locales? Enriquézcala investigando. Un aspecto en apariencia obvio resulta informativo
y hasta motivador cuando lo apoya algún dato estadístico o un ejemplo adecuado con el que se identifiquen los oyentes. Es
posible que la información con la que trabaja se haya publicado pensando en lectores de todo el mundo, pero usted debe
ampliarla, ilustrarla y adaptarla a una congregación o persona en particular. ¿Cómo lo logrará?
Antes de iniciar la investigación, piense en su auditorio. ¿Qué es lo que ya sabe? ¿Qué necesita saber? Luego determine
su objetivo. ¿Es explicar, convencer, refutar, o motivar? Explicar significa ampliar la información a fin de esclarecer un
asunto; aunque los hechos fundamentales se entiendan, quizá tenga que indicar el cuándo o el cómo. Convencer requiere dar
razones que muestren el porqué, e incluye la exposición de los hechos correspondientes. Refutar exige un conocimiento
exacto de los dos lados de una cuestión, además de un análisis detenido de las pruebas. Claro está, no  solo procuramos
emplear argumentos de peso, sino también exponerlos con tacto. Motivar supone tocar el corazón de los oyentes,
incentivarlos, infundirles el deseo de actuar en consonancia con lo que se dice. Para ello son muy útiles los ejemplos de
personas que hayan obrado así pese a afrontar diversas dificultades.
¿Ya está listo para empezar? No del todo. Piense en la cantidad de información que necesita. El tiempo suele ser un
factor importante. Si va a hablar en público, ¿de cuánto dispondrá? ¿De cinco minutos? ¿De cuarenta y cinco? ¿Está la
duración ya fijada, como en las reuniones de la congregación, o es más flexible, como en un estudio bíblico o una visita de
pastoreo?
Por último, ¿qué fuentes de información están a su alcance? Aparte de las que tiene en casa, ¿hay más en la biblioteca
del Salón del Reino? ¿Le permitirían los hermanos que llevan muchos años sirviendo a Jehová examinar las que poseen?
¿Existe alguna biblioteca pública cercana con obras de consulta que podría utilizar?
Las Escrituras, nuestra principal fuente de información
Si desea investigar el significado de un pasaje bíblico, empiece por la propia Biblia.
Examine el contexto. Pregúntese: “¿A quién se dirige el texto? De acuerdo con los versículos que lo enmarcan, ¿qué
circunstancias provocaron lo que se declara? ¿Cuál fue la actitud de los implicados?”. Estos detalles suelen ayudarnos a
entender el pasaje y añaden interés a los discursos.
Tomemos como ejemplo Hebreos 4:12, citado a menudo para referirse al poder de la Palabra de Dios, que llega al
corazón de la gente e influye en su vida. Pues bien, el contexto nos permite entender mejor esta verdad, ya que habla de las
experiencias de los israelitas en sus cuarenta años en el desierto, antes de entrar en la tierra que Jehová había prometido a
275
Abrahán (Heb. 3:7–4:13). Lejos de estar muerta, “la palabra de Dios” —la promesa de conducirlos a un lugar de descanso
en virtud de Su pacto con aquel patriarca— estaba muy viva y se encaminaba a su cumplimiento. Los israelitas tenían
sobradas razones para cifrar su fe en ella. Sin embargo, una y otra vez demostraron falta de fe cuando Jehová los condujo
desde Egipto al monte Sinaí y luego a la Tierra Prometida. Sus reacciones ante la forma en que Dios cumplió Su palabra
revelaron lo que había en su corazón. Hoy, de igual modo, las promesas de la palabra de Dios ponen de manifiesto lo que
hay en el corazón de los hombres.
Busque las remisiones. Algunas Biblias cuentan con referencias marginales. ¿Las tiene la que usted posee? Si es así,
pueden serle útiles. Observe un ejemplo tomado de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras. En 1 Pedro
3:6 se pone a Sara como modelo para las esposas cristianas. Refuerza la idea una remisión a Génesis 18:12, donde se indica
que ella llamaba señor a Abrahán “dentro de sí”, señal de que su sumisión era sincera. Las referencias marginales, además
de arrojar luz sobre el texto bíblico, lo dirigirán a versículos que muestran el cumplimiento de una profecía bíblica o un
patrón del pacto de la Ley. No obstante, tenga en cuenta que no todas las remisiones pretenden dar esta clase de
explicaciones, ya que quizá se limiten a conducirlo a pensamientos paralelos o a datos biográficos o geográficos.
Utilice las concordancias bíblicas. Estas listas alfabéticas de palabras que aparecen en la Biblia lo dirigirán a versículos
que aportan información útil sobre el tema de su investigación, y en los que encontrará ejemplos del “modelo” de la verdad
expuesto en la Palabra de Dios (2 Tim. 1:13). La Traducción del Nuevo Mundo contiene un “Índice de palabras bíblicas”
básico. La Gran Concordancia, editada en varios idiomas, es mucho más completa, pues indica todos los versículos en que
figuran los términos principales de la Biblia.
Aprenda a buscar en otras fuentes
En el recuadro de la página 33 se enumeran otras obras de consulta facilitadas por “el esclavo fiel y discreto” (Mat.
24:45-47). Muchas de ellas cuentan con un índice, y con frecuencia poseen en sus últimas páginas una lista de palabras que
le ayudará a encontrar la información deseada. Además, en las revistas La Atalaya y ¡Despertad! aparece al final de cada
año un índice con los artículos de los últimos doce meses.
Si conoce el tipo de información que aporta cada una de estas publicaciones, el proceso de investigación le tomará
menos tiempo. Digamos, por ejemplo, que desea analizar aspectos referentes a las profecías, las doctrinas, la conducta
cristiana o la aplicación de principios bíblicos. En ese caso, es probable que encuentre en La Atalaya lo que busca.
¡Despertad! trata de los sucesos actuales, los problemas de nuestro tiempo, la religión, la ciencia y los pueblos de diversas
partes del mundo. En El hombre más grande de todos los tiempos se comentan en orden cronológico todos los relatos
evangélicos. Publicaciones como Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!, Prestemos atención a las profecías
de Daniel y los dos volúmenes de Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad analizan versículo por versículo
libros de la Biblia completos. En el manual Razonamiento a partir de las Escrituras se da cumplida respuesta a centenares
de preguntas bíblicas que suelen surgir en el servicio del campo. Si desea entender mejor otras religiones, sus enseñanzas,
origen y desarrollo, consulte El hombre en busca de Dios. El libro Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
refiere en detalle la historia moderna de los testigos de Jehová. En el último Anuario de los testigos de Jehová hallará un
informe reciente sobre la marcha de la predicación mundial de las buenas nuevas. La obra Perspicacia para comprender las
Escrituras es una enciclopedia y un atlas de la Biblia, una fuente magnífica si necesita datos adicionales sobre la gente, los
lugares, los objetos, los idiomas o los sucesos históricos relacionados con las Escrituras.
Índice de las publicaciones Watch Tower. Esta obra, editada en más de veinte idiomas, lo dirigirá a la información
contenida en una amplia variedad de publicaciones cristianas. Se divide en un índice de materias y otro de textos bíblicos.
Para utilizar el primero, busque en él una palabra que resuma el tema que quiere investigar. En cuanto al segundo, localice
en la lista el texto que desea comprender mejor. Si se ha publicado algo en su idioma respecto a dicho tema o texto bíblico
en los años abarcados en el Índice, hallará una relación de referencias que puede consultar. En sus primeras páginas se
indica a qué publicaciones corresponden las abreviaturas utilizadas (de este modo averiguará, por ejemplo, que w99 1/3 15
significa La Atalaya de 1999, número del 1 de marzo, pág. 15). Las entradas principales como “Biografías de testigos de
Jehová” y “Ministerio del campo” pueden serle útiles en la preparación de discursos que motiven a la congregación.
Puesto que la investigación es una actividad muy absorbente, tenga cuidado de no desviarse de su objetivo; para ello,
céntrese en él y busque únicamente lo que necesita. Si el Índice lo conduce a cierta fuente, diríjase a las páginas citadas y

276
válgase de los subtítulos y las frases iniciales de los párrafos para encontrar la información que precise. Si  indaga el
significado de un versículo bíblico, empiece por localizar la cita en la página indicada y luego examine los comentarios que
la preceden y la siguen.
Watchtower Library en CD-ROM. Si dispone de computadora, podrá utilizar este disco compacto que contiene una
gran cantidad de nuestras publicaciones. El programa de búsqueda le permite localizar con facilidad palabras,
combinaciones de palabras o citas bíblicas en las obras incluidas en la Watchtower Library. En el caso de que no exista este
programa en su lengua materna, tal vez conozca algún idioma con difusión internacional en el que pueda consultarlo.
Otras bibliotecas teocráticas
En su segunda carta inspirada al joven Timoteo, Pablo le pidió que le llevara a Roma “los rollos, especialmente los
pergaminos” (2 Tim. 4:13). El apóstol valoraba ciertos escritos y los guardaba, y usted puede hacer lo mismo. ¿Conserva
sus ejemplares de La Atalaya, ¡Despertad! y Nuestro Ministerio del Reino, incluso después de estudiarlos en las reuniones
de la congregación? Si así es, podrá utilizarlos como fuentes de información junto con las demás publicaciones cristianas
que haya adquirido. La mayoría de las congregaciones disponen de una biblioteca teocrática en el Salón del Reino, accesible
a todos los miembros de la congregación cuando asisten a las reuniones que allí se celebran.
Lleve un archivo personal
Esté atento a los datos de interés que podría usar cuando hable en público o enseñe. Si en un periódico o revista
encuentra una noticia, estadística o ejemplo que crea útil para el ministerio, recorte o copie la información. Consigne la
fecha, el nombre de la publicación, y quizá el del autor o editor. En las reuniones de la congregación anote puntos e
ilustraciones que podría utilizar para explicar la verdad al prójimo. ¿Ha pensado alguna vez en una buena ilustración, pero
no ha tenido ocasión de emplearla enseguida? Escríbala y guárdela en un archivo. Cuando lleve algún tiempo en la Escuela
del Ministerio Teocrático, ya habrá preparado varias asignaciones. Conserve las notas de tales discursos, pues la
investigación que ha realizado tal vez le sirva más adelante.
Hable con la gente
Las personas constituyen una valiosa fuente de información. Cuando Lucas recopiló su Evangelio, al parecer obtuvo
muchos datos hablando con testigos presenciales (Luc. 1:1-4). Es posible que un compañero cristiano lo ilumine sobre algún
asunto que usted haya tratado de indagar. Según Efesios 4:8, 11-16, Cristo emplea “dádivas en hombres” para que
crezcamos “en el conocimiento exacto del Hijo de Dios”. Los siervos de Jehová con experiencia tal vez le den ideas útiles.
En la conversación con los demás también puede aflorar lo que piensan, y ello le permitirá preparar intervenciones
realmente prácticas.
Evalúe los resultados
Una vez cosechado el trigo, hay que quitarle la cáscara al grano. Lo mismo sucede con el fruto de nuestra investigación.
Antes de utilizarlo, debe separarse lo que es valioso de lo que resulta superfluo.
Si va a emplear la información en un discurso, pregúntese: “¿Realmente aporta algo este punto? ¿O, aunque es
interesante, podría desviar la atención del tema?”. Si piensa incluir sucesos o datos actuales de los cambiantes campos de la
ciencia o la medicina, cerciórese de que estén al día. Tenga presente, además, que algunos aspectos tratados en nuestras
publicaciones menos recientes quizá se hayan revisado, de modo que examine lo último que se haya publicado sobre el
asunto.
En particular, sea cauteloso si recopila datos de fuentes seglares. No olvide que la Palabra de Dios es la verdad (Juan
17:17). Dado el papel clave de Jesús en el propósito divino, Colosenses 2:3 declara: “Cuidadosamente ocultados en él están
todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”. Evalúe los frutos de su investigación desde esta perspectiva. Respecto
a la información que encuentre en obras seglares, pregúntese: “¿Es exagerada, especulativa o estrecha de miras? ¿Está
escrita con fines egoístas o comerciales? ¿La apoyan otras fuentes autorizadas? Y, sobre todo, ¿armoniza con la verdad
bíblica?”.
Proverbios 2:1-5 anima a buscar el conocimiento, el entendimiento y el discernimiento “como a la plata, y como a
tesoros escondidos”. Ello supone trabajo, pero también muchas recompensas. Aunque requiere esfuerzo, la investigación le
277
permitirá averiguar lo que Jehová piensa sobre los asuntos, corregir las ideas erróneas y afianzar su comprensión de la
verdad. Además, dará sustancia y vida a sus discursos, de modo que serán una fuente de placer tanto para usted como para
su auditorio.
[Recuadro de la página 33]
¿TIENE TODAS ESTAS FUENTES DE INFORMACIÓN?
• Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras • Gran Concordancia • La Atalaya y ¡Despertad!
• Razonamiento a partir de las Escrituras • Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
• Perspicacia para comprender las Escrituras • Índice de las publicaciones Watch Tower
• Watchtower Library en CD-ROM

Mateo 10.33 pero [en cuanto a] cualquiera que me repudie delante de los hombres, yo también lo repudiaré delante de mi
Padre que está en los cielos.

Lucas 10:5,6 Dondequiera que entren en una casa, digan primero: ‘Tenga paz esta casa’. 6 Y si hay allí un amigo de la paz,
la paz de ustedes descansará sobre él. Pero si no lo hay, se volverá a ustedes.

Km 12/06 pág. 1 párr. 2

Perciba el interés. Incluso si la persona no acepta ninguna publicación, lo que dice, el tono en que lo dice y su expresión
facial pueden dar muestras de que valora el mensaje del Reino. Basándonos en ello, es posible hacer una revisita. Un
hermano volvió a visitar a un señor durante cinco semanas seguidas sin dejarle ninguna publicación. En la sexta visita, el
señor aceptó una publicación, y con el tiempo se comenzó un estudio de la Biblia.

Km 11/11 pág. 1 párr. 4

Persevere. Satanás hará todo lo posible por “llev[arse] la palabra” que ha sido plantada en el corazón de la gente (Mar.
4:14, 15). Por eso, si no vuelve a encontrar en casa a las personas interesadas, no se rinda. ¿Podría dejarles una notita o
enviarles una carta? Cierta precursora empezó un estudio bíblico con una señora en la puerta de su casa, pero no  volvió a
encontrarla; así que le envió una carta. Cuando por fin la halló, la mujer le dijo que su amable gesto la había conmovido
profundamente. Regar las semillas de la verdad nos permitirá sentir la dicha de verlas germinar, crecer y dar “fruto de a
treinta y a sesenta y a ciento por uno” (Mar. 4:20).

FIJA TU OBJETIVO

Nuestro objetivo principal es ayudar a las personas a ser discípulos bautizados de cristo Jesús.

LAS REVISITAS

Km 12/13 pág. 1

Preparemos introducciones que despierten interés

1
Cuando vamos a una comida, por lo general quien nos invita prepara algo para abrirnos el apetito. De  modo parecido,
para despertar en la gente el interés por el mensaje bíblico, debemos dedicar tiempo y esfuerzo a preparar buenas
introducciones (Prov. 15:28). La duración o el contenido de una introducción no es lo único que determina su eficacia.
Entonces, ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de preparar una introducción?
2
Lo que le interesa a la gente. Si nuestra introducción no despierta interés, es posible que la persona ponga fin a la
conversación. Así que pensemos en qué temas le interesan a la gente de nuestro territorio. ¿Anhelan un mejor gobierno?
¿Desean tener una familia feliz? ¿Quieren ver el fin de la guerra? Como a muchas personas les gusta dar su opinión,

278
convendría hacerles una pregunta que las mueva a expresarse. Tal vez podamos adaptar una de las presentaciones que
aparecen en Nuestro Ministerio del Reino. ¿Qué tal si practicamos algunas introducciones en la Noche de Adoración en
Familia?
3
La cultura y las creencias de las personas. En algunos lugares se espera que expliquemos enseguida el motivo de
nuestra visita. Sin embargo, en otros hay que cumplir primero con ciertas formalidades, como preguntarle a la persona qué
tal está y conversar un poco. En zonas donde la gente respeta la Biblia, quizá podamos referirnos a ella desde un principio
(Hech. 2:14-17). Pero donde no haya muchos cristianos o donde las personas no sean creyentes, tal vez sea preferible
mencionar la Biblia en una visita posterior (Hech. 17:22-31).
4
Las frases iniciales. Debemos elegir con cuidado las primeras palabras que pronunciemos. Lo mejor suele ser usar
frases breves y sencillas. Pero no solo hay que fijarse en lo que decimos sino también en cómo lo decimos. Seamos
entusiastas y positivos. Recordemos que una sonrisa cálida y sincera inspira confianza. Seguir estas sugerencias nos
permitirá preparar introducciones que abran el apetito por lo que hay en “la mesa de Jehová” (1 Cor. 10:21).

Km 1/92 pág. 8 párrs. 1-5

¿Qué dirá usted al regresar?

1
Para ser eficientes en nuestro ministerio se requiere preparación, así, cuando visitemos de nuevo a las personas que
inicialmente mostraron interés en la verdad, podremos reavivar su interés y continuar con nuestra conversación. ¿Cómo
pudiéramos hacer esto?
2
Puesto que los cristianos verdaderos se interesan sinceramente en otras personas, usted pudiera mencionar algo que
haya aprendido sobre el amo de casa en la visita anterior.
A alguien que haya expresado su preocupación por el aumento del delito, usted pudiera decir:
▪ “La última vez que hablamos usted mencionó que le preocupaba el notable aumento del desafuero. ¿Cree usted que
el tener más policías resolvería el problema?”.
Si alguien expresó inquietud debido a los acontecimientos recientes en la situación mundial, usted pudiera decir:
▪ “La última vez que hablamos usted dijo algo interesante sobre la falta de paz en el mundo. ¿Cree usted que los líderes del
mundo traerán un nuevo orden mundial?”.
A la persona a quien preocupe el egoísmo que ve en otros, usted pudiera decir:
▪ “La última vez que hablamos usted hizo resaltar un punto excelente sobre la avaricia que vemos en la gente en general.
¿Cómo cree usted que Dios considera a los codiciosos? [Permita que responda.] Mire lo que la Biblia dice en Efesios 5:5”.
3
Otras declaraciones que han resultado eficaces son:
▪ “Disfruté mucho de la última conversación que tuvimos, así que busqué información sobre este breve pensamiento que
muestra que Jehová se da cuenta del aprieto en que se hallan los que no tienen hogar. Mire lo que dice Isaías 65:21-23”.
▪ “Disfruté de su comentario en cuanto a que la humanidad necesita mejor gobernación.”
▪ “Usted hizo una pregunta interesante en cuanto a si todas las religiones tienen la aprobación de Dios.”
▪ “Lo que usted dijo sobre la predestinación verdaderamente me hizo pensar.”
▪ “Reflexioné en la conversación que tuvimos y hay un punto en el libro El Hombre más grande de todos los tiempos que
creo que le va a interesar [puede mostrar al amo de casa puntos que haya seleccionado del libro].” Introducciones como esas
muestran que valoramos la conversación anterior y que nos interesa hablar otra vez con el amo de casa.
4
Antes de hacer la revisita, medite en lo que va a decir. Ajuste su presentación a cada persona.
5
Si la persona a quien visitamos está ocupada, todavía podemos ser eficientes mediante decir:

279
▪ “Sé que está ocupada, pero aquí hay un pensamiento en el que puede meditar mientras termina su trabajo [lea Mateo 5:3]”.
O, pudiera decir:
▪ “Apunté estos tres textos bíblicos para usted. Puesto que este no es el tiempo apropiado para hablar, permítame dejarlos, y
cuando regrese me gustaría tomar cinco minutos de su tiempo para considerarlos con usted”.

Km 1/92 pág. 8 párr. 6

Introducciones negativas que se deben evitar: Por lo general, las preguntas que puedan resultar en respuestas negativas o
que incomoden al amo de casa no producen buenos resultados. Por ejemplo: “¿Leyó la información que le dejé?”, “¿tiene
alguna pregunta?”, “¿se acuerda de mí?”, “regresé para ver si usted todavía está interesado en hablar sobre el propósito de
Dios para la Tierra”.

Km 9/96 pág. 1

Seamos ejemplos en el hablar y en conducta

1
El apóstol Pablo exhortó a Timoteo a hacerse ejemplo en habla y conducta. (1 Tim. 4:12.) Nuestra habla y nuestra
conducta también deben ser ejemplares, especialmente cuando participamos en el ministerio, pues eso puede ser el factor
determinante para llegar al corazón de los oyentes.
2
Debemos manifestar todos los aspectos de los buenos modales, entre ellos la cortesía, la consideración, la bondad, la
amabilidad y el tacto. Al reflejar estas cualidades demostramos que somos conscientes de que nuestras acciones repercuten
en los sentimientos de otras personas. Los buenos modales en el ministerio pudieran compararse a los condimentos que se
utilizan para realzar el sabor de la comida. Sin estos, aun los alimentos saludables son insípidos y poco apetitosos. Habría
un efecto parecido si no mostramos buenos modales al tratar con los demás. (Col. 4:6.)

3
Seamos ejemplos en el hablar: Una sonrisa amigable y un saludo afectuoso son elementos esenciales de nuestra
presentación de las buenas nuevas. Cuando sazonamos nuestra introducción con afecto y sinceridad, el amo de casa percibe
que nos interesamos verdaderamente en él. Cuando hable, escuchémosle con cuidado y respetemos su opinión. Cuando
nosotros hablemos, hagámoslo con prudencia y gracia. (Compárese con Hechos 6:8.)
4
De vez en cuando encontramos a personas que son poco amistosas, o incluso belicosas. ¿Cómo debemos reaccionar?
Pedro nos exhortó a hablar “con genio apacible y profundo respeto”. (1 Ped. 3:15; Rom. 12:17, 18.) Jesús dijo que si un amo
de casa rechaza groseramente el mensaje del Reino, sencillamente debemos ‘sacudirnos el polvo de los pies’. (Mat. 10:14.)
Desplegar modales ejemplares en dichas circunstancias pudiera, con el tiempo, ablandar el corazón del opositor.

5
Seamos ejemplares en conducta: Predicar las buenas nuevas en calles en que circule mucha gente y en lugares
públicos exige que seamos considerados, que no hablemos en voz muy alta ni seamos insistentes y que no estorbemos el
paso de los transeúntes. Cuando visitamos a las personas interesadas en sus hogares debemos comportarnos con decoro y
cortesía, y mostrar agradecimiento por su hospitalidad. Si llevamos niños, ellos deben respetar al amo de casa y su
propiedad, y portarse bien y estar atentos cuando conversamos. Los niños que son revoltosos causan impresiones poco
favorables. (Pro. 29:15.)
6
Por nuestra apariencia personal, debe resultar obvio a los demás que somos ministros de la Palabra de Dios. Nuestra
forma de vestirnos y arreglarnos no debe ser descuidada y desaliñada ni tampoco llamativa y extravagante. Nuestra
apariencia siempre debe ser digna de las buenas nuevas. (Compárese con Filipenses 1:27.) Al prestar atención cuidadosa a
nuestra apariencia y equipo no daremos a otras personas causa para tropiezo o para que encuentren alguna falta en nuestro
ministerio. (2 Cor. 6:3, 4.) Nuestra habla y conducta ejemplares añaden una cualidad atractiva al mensaje del Reino, lo que
trae honra a Jehová. (1 Ped. 2:12.)

280
Jr pág. 38 párrs. 13,14 (DIOS NOS HABLA MEDIANTE JEREMÍAS)
12
Por otro lado, la predicación de casa en casa por las tardes y al anochecer es muy fructífera en muchos lugares.
Algunos publicadores incluso predican por la noche a empleados de gasolineras, restaurantes y otros establecimientos
comerciales que atienden las veinticuatro horas del día. ¿Podemos acomodar nuestro horario para predicar en horas en que
es más probable hallar a la gente en casa o en otros lugares?

¿Qué nos da la seguridad de que Jehová nos respalda en la predicación de su mensaje?

13
En ocasiones, Jehová ordenó a Jeremías que anunciara mensajes proféticos desde las puertas del templo o las de
Jerusalén (Jer. 7:2; 17:19, 20). Así podría comunicar la palabra divina a más personas y, puesto que muchos —como los
hombres prominentes de la ciudad y los mercaderes— acostumbraban a entrar y salir por la misma puerta, podría hablar con
algunos repetidas veces para ayudarlos a comprender lo que habían oído antes. ¿No nos enseñan estos pasajes que debemos
volver a visitar a las personas interesadas?

14
Jeremías era consciente de que muchas vidas dependían de su labor como profeta de Dios. Cierta vez no  pudo cumplir
la orden divina de hablar al pueblo; entonces mandó en su lugar a su amigo Baruc (léase Jeremías 36:5-8). ¿Cómo podemos
copiar este modelo? Cuando prometemos volver a visitar a alguien, ¿cumplimos nuestra palabra? Si no nos es posible acudir
a una cita con una persona interesada o con un estudiante de la Biblia, ¿enviamos a alguien en nuestro lugar? Jesús dijo:
“Signifique su palabra Sí, Sí” (Mat. 5:37). Cumplir nuestros compromisos es de suma importancia, pues representamos al
Dios de la verdad y el orden (1 Cor. 14:33, 40).

Filipenses 1:27 Solamente que pórtense de una manera digna de las buenas nuevas acerca del Cristo, a fin de que, sea que
yo vaya y los vea, o esté ausente, oiga de las cosas que tienen que ver con ustedes, que están firmes en un mismo espíritu,
esforzándose lado a lado con una misma alma por la fe de las buenas nuevas,

SIEMPRE ATENTOS AL INICIAR ESTUDIOS BÍBLICOS

Bt pág. 90 párr. 13 (TESTIMONIO CABAL DEL REINO DE DIOS)

Nosotros también queremos ganarnos el interés de las personas a quienes predicamos. ¿Cómo podemos seleccionar temas
que les atraigan? Entre otras cosas, teniendo presente su formación religiosa. Por ejemplo, si conocen las Escrituras,
podemos citarles pasajes que les resulten familiares, e incluso pedirles que los lean de su propia Biblia. En todo caso,
busquemos siempre la forma de tocar el corazón de la gente.

W03 15/11 pág. 14 párr. 9

Al tratar de persuadir de cierta enseñanza bíblica a una persona, tenga cuidado de que su entusiasmo no lo haga parecer
irrazonable o dogmático, pues eso cerraría la mente y el corazón del oyente. El libro Benefíciese da esta advertencia:
“Aunque recitemos una larga lista de textos bíblicos, no es fácil que alguien reciba con agrado una declaración directa de la
verdad en la que expongamos la falsedad de una creencia que le sea muy preciada. Por ejemplo, si nos limitamos a condenar
las celebraciones populares por su origen pagano, es probable que no cambiemos el sentir de nuestros oyentes. Un enfoque
que apele a la razón suele ser más provechoso”. ¿Por qué debemos hacer un esfuerzo consciente por razonar con la persona?
El mismo libro responde: “Un planteamiento que apela a la razón, además de ser muy persuasivo, estimula el análisis
imparcial, promueve la posterior reflexión de quien escucha y abre la puerta a futuras conversaciones” (Colosenses 4:6).
281
RETOS AL HACER REVISITAS

Be pág. 222 párr. 2

Es posible obtener buenos resultados incluso cuando la brusquedad o hasta la grosería del amo de casa interrumpen la visita.
Tenga presentes los consejos de Mateo 10:12, 13 y Romanos 12:17, 18. Su respuesta apacible tal vez consiga que él cambie
de opinión respecto a los testigos de Jehová, lo que, ya de por sí, sería un magnífico resultado.

Mateo 10:12,13 Al entrar en la casa, salúdenla; 13 y si la casa lo merece, venga sobre ella la paz que le desean; pero si no lo
merece, vuelva sobre ustedes la paz de ustedes.

18
Romanos 12:17,18 No devuelvan mal por mal a nadie. Provean cosas excelentes a vista de todos los hombres.  Si es
posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres.

1Corintios 3:6 Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndo[lo] crecer;

282
Lección 12(a) TALLER 3:

SE HÁBIL AL HACER REVISITAS

2Timoteo 4:5 Tú, sin embargo, mantén tu juicio en todas las cosas, sufre el mal, haz [la] obra de evangelizador, efectúa tu
ministerio plenamente.

Hechos 9:11 El Señor le dijo: “Levántate, ve a la calle llamada Recta, y busca en casa de Judas a un hombre cuyo nombre
es Saulo, de Tarso. Porque, ¡mira!, está orando,

1Corintios 3:6 Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndo[lo] crecer;

283
Lección 12(b) REPASO DE LA ESCUELA DEL SERVICIO DE PRECURSOR DÍA 4

Lección 10(a) VALORA EL PAPEL DE JESÚS

Ante aquello, caí delante de sus pies para adorarlo. Pero me dice: “¡Ten cuidado! ¡No hagas eso! Yo
simplemente soy coesclavo tuyo y de tus hermanos que tienen la obra de dar testimonio de Jesús. Adora a
Dios; porque el dar testimonio de Jesús es lo que inspira el profetizar”. Revelación 19:10

Lección 10(b) DÉJATE GUIAR POR LOS PRINCIPIOS BÍBLICOS

La sabiduría es la cosa principal. Adquiere sabiduría; y con todo lo que adquieres, adquiere entendimiento.
Proverbios 4:7

Lección 11(a) EVALÚA TU PROGRESO ESPIRITUAL

¿No saben ustedes que los corredores en una carrera todos corren, pero solo uno recibe el premio? Corran de
tal modo que lo alcancen. 1Corintios 9:24

Lección 11(b) SE HÁBIL AL HACER REVISITAS

Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndo[lo] crecer; 1Corintios 3:6

Lección 12(a) Taller 3 SE HÁBIL AL HACER REVISITAS

El Señor le dijo: “Levántate, ve a la calle llamada Recta, y busca en casa de Judas a un hombre cuyo nombre
es Saulo, de Tarso. Porque, ¡mira!, está orando, Hechos 9:11

284
Lección 13(a) APRENDE DEL AMO

1Pedro 1:8 Aunque ustedes nunca lo vieron, lo aman. Aunque ahora no están mirándolo, sin embargo ejercen fe en él y
están regocijándose en gran manera con gozo inefable y glorificado,

Mateo 11:28-30 Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré. 29 Tomen sobre sí mi yugo y
aprendan de mí, porque soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para sus almas. 30 Porque mi yugo
es suave y mi carga es ligera”.

Colosenses 3:23,24 Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los
hombres, 24 porque ustedes saben que es de Jehová de quien recibirán el debido galardón de la herencia. Sirvan como
esclavos al Amo, Cristo.

Marcos 10:13-16 Entonces la gente empezó a traerle niñitos para que los tocara; pero los discípulos corrigieron [a la gente].
14
 Al ver esto, Jesús se indignó y les dijo: “Dejen que los niñitos vengan a mí; no traten de detenerlos, porque el reino de
Dios pertenece a los que son así. 15 En verdad les digo: El que no reciba el reino de Dios como un niñito, de ninguna manera
entrará en él”. 16 Y tomó a los niños en los brazos y empezó a bendecirlos, poniendo las manos sobre ellos.

Juan 15:11-15 ”Estas cosas les he hablado, para que mi gozo esté en ustedes y su gozo se haga pleno. 12 Este es mi
mandamiento: que ustedes se amen unos a otros así como yo los he amado a ustedes. 13 Nadie tiene mayor amor que este:
que alguien entregue su alma a favor de sus amigos. 14 Ustedes son mis amigos si hacen lo que les mando. 15 Ya no los llamo
esclavos, porque el esclavo no sabe lo que hace su amo. Pero los he llamado amigos, porque todas las cosas que he oído de
mi Padre se las he dado a conocer a ustedes.

Juan 13:13 Ustedes me llaman: ‘Maestro’, y, ‘Señor’, y hablan correctamente, porque lo soy.

It-2 pág. 1001 párr. 5

Además de sus discípulos, otras personas llamaron “Señor” a Jesús cuando estuvo en la Tierra. (Mt 8:2; Jn 4:11.) En estos
casos la denominación era principalmente un título de respeto o cortesía. Sin embargo, él mostró a sus apóstoles que el
llamarle “Señor” envolvía más. Dijo: “Ustedes me llaman: ‘Maestro’, y, ‘Señor’, y hablan correctamente, porque lo soy”.
(Jn 13:13.) Como discípulos, estos apóstoles eran sus aprendices o alumnos. Por lo tanto, él era su Señor o Maestro.

IMITA LA FORMA DE SER DE JESÚS

Isaias 11:2,3 Y sobre él tiene que asentarse el espíritu de Jehová, el espíritu de sabiduría y de entendimiento, el espíritu de
consejo y de poderío, el espíritu de conocimiento y del temor de Jehová; 3 y habrá disfrute por él en el temor de Jehová. Y él
no juzgará por la mera apariencia de las cosas a sus ojos, ni censurará simplemente según lo que oigan sus oídos.

Juan 10:14,15 Yo soy el pastor excelente, y conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mí, 15 así como el Padre me
conoce y yo conozco al Padre; y yo entrego mi alma a favor de las ovejas.

1Pedro 2:21 De hecho, ustedes fueron llamados a este [curso], porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles dechado
para que sigan sus pasos con sumo cuidado y atención.

285
Revelación 7:16,17 Ya no tendrán hambre ni tendrán más sed, ni los batirá el sol ni ningún calor abrasador, 17 porque el
Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima
de los ojos de ellos”.

Mateo 6:22 ”La lámpara del cuerpo es el ojo. Por eso, si tu ojo es sencillo, todo tu cuerpo estará brillante;

Juan 15:13,14 Nadie tiene mayor amor que este: que alguien entregue su alma a favor de sus amigos. 14 Ustedes son mis
amigos si hacen lo que les mando.

Juan 8:29 Y el que me ha enviado está conmigo; no me ha dejado solo, porque yo siempre hago las cosas que le agradan”.

1Juan 5:3 Pues esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus
mandamientos no son gravosos,

Juan 13:34,35 Les doy un nuevo mandamiento: que se amen unos a otros; así como yo los he amado, que ustedes también
se amen los unos a los otros. 35 En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí”.

Cf págs. 163-171 (VEN SE MI SEGUIDOR)

Atendió sus necesidades


7
El amor se demuestra con actos generosos (1 Juan 3:17, 18). “No busca sus propios intereses.” (1 Corintios 13:5.) El
amor impulsó a Jesús a atender las necesidades físicas de sus discípulos, y muchas veces lo hizo incluso antes de que ellos
se lo pidieran. Cuando vio que estaban cansados, los invitó a ir “a un lugar solitario [para que descansaran] un poco”
(Marcos 6:31). Cuando notó que tenían hambre, tomó la iniciativa para alimentarlos a ellos y a millares de personas que
habían ido a escuchar sus enseñanzas (Mateo 14:19, 20; 15:35-37).
8
Jesús también reconoció las necesidades espirituales de sus discípulos y las satisfizo (Mateo 4:4; 5:3). A  menudo
dirigió sus enseñanzas a estos en particular. Así, pronunció el Sermón del Monte sobre todo para el provecho de ellos
(Mateo 5:1, 2, 13-16). Cuando enseñaba con ilustraciones y ejemplos, “privadamente explicaba a sus discípulos todas las
cosas” (Marcos 4:34). A fin de que estuvieran bien nutridos espiritualmente durante los últimos días, predijo que nombraría
a un “esclavo fiel y discreto”. Este esclavo fiel, constituido por un pequeño grupo de hermanos de Jesús ungidos por espíritu
que viven en la Tierra, ha estado repartiendo “alimento [espiritual] al tiempo apropiado” desde el año 1919 (Mateo 24:45).
9
El día de su muerte, Jesús demostró de manera conmovedora su interés por el bienestar espiritual de sus seres queridos.
Imagínese la escena. Jesús está clavado en el madero sufriendo un dolor sumamente intenso. Es muy posible que para tomar
aire tenga que empujarse hacia arriba con los pies, lo que sin duda le provoca un dolor terrible, pues el peso del cuerpo le
desgarra las heridas de los clavos en los pies y la madera le roza la espalda destrozada por los azotes. El  acto de hablar, que
le exige controlar la respiración, debe de resultarle muy difícil y penoso. Pese a ello, justo antes de morir pronuncia unas
palabras que demuestran el gran amor que siente por su madre, María. Al verla a ella y a su lado al apóstol Juan, dice con
voz suficientemente fuerte como para que los presentes lo oigan: “Mujer, ¡ahí está tu hijo!”. Luego dice a Juan: “¡Ahí está
tu madre!” (Juan 19:26, 27). Jesús sabía que el fiel apóstol cuidaría no solo del bienestar físico de María, sino también de su
bienestar espiritual.
10
Reflexionar sobre el ejemplo de Jesús es muy provechoso para los padres. El padre que de verdad ama a su familia le
proporciona lo necesario en sentido material (1 Timoteo 5:8). Además, de vez en cuando, los cabezas de familia
equilibrados y bondadosos dedican tiempo al descanso y el esparcimiento familiar. Pero lo más importante de todo es que
satisfacen las necesidades espirituales de sus hijos. ¿De qué manera? Estudiando la Biblia regularmente con ellos y
haciendo que las sesiones de estudio sean animadoras y agradables (Deuteronomio 6:6, 7). Con su palabra y ejemplo les
286
enseñan que el ministerio es una labor muy importante, y que prepararse para las reuniones y asistir a ellas es una parte
esencial de las actividades espirituales (Hebreos 10:24, 25).
Estuvo dispuesto a perdonar
11
El perdón es una faceta del amor (Colosenses 3:13, 14). El amor “no lleva cuenta del daño”, dice 1 Corintios 13:5.
En repetidas ocasiones, Jesús enseñó a sus discípulos la importancia del perdón. Los exhortó a perdonar diciéndoles: “No te
digo: Hasta siete veces, sino: Hasta setenta y siete veces”, o sea, sin límite (Mateo 18:21, 22). Les enseñó que hay que
perdonar al pecador que, tras una reprensión, muestra que está arrepentido (Lucas 17:3, 4). Pero Jesús no era como los
fariseos hipócritas, que enseñaban solo de palabra; él también enseñaba con el ejemplo (Mateo 23:2-4). Veamos cómo
mostró su disposición a perdonar incluso cuando un amigo de confianza le falló.
12
Jesús tenía una relación muy estrecha con el apóstol Pedro, un hombre de carácter afectuoso, aunque a veces algo
impulsivo. Conociendo sus virtudes, Jesús le concedió privilegios especiales. Por ejemplo, junto con Santiago y Juan, Pedro
fue testigo presencial de algunos milagros que el resto de los doce apóstoles no vieron (Mateo 17:1, 2; Lucas 8:49-55).
Y como mencionamos antes, estuvo entre los que se adentraron con el Maestro en el jardín de Getsemaní la noche que lo
apresaron. Sin embargo, esa misma noche, cuando Jesús fue traicionado y arrestado, Pedro y los otros apóstoles lo
abandonaron y huyeron. Más tarde, Pedro tuvo la valentía de ir al lugar donde Jesús estaba siendo sometido a un juicio
ilegal, y se quedó fuera. Pero el temor lo empujó a cometer un grave error: ¡mintió tres veces cuando afirmó que ni  siquiera
lo conocía! (Mateo 26:69-75.) ¿Cómo reaccionó Jesús? ¿Qué habría hecho usted si un amigo íntimo le hubiera fallado de
esa forma?
13
Jesús estuvo dispuesto a perdonar a Pedro. Sabía que este se sentía profundamente abatido por el peso de su pecado;
de hecho, tan desconsolado estaba el arrepentido apóstol que “rompió a llorar” (Marcos 14:72). El día de su resurrección, el
Maestro se le apareció, sin duda para consolarlo y tranquilizarlo (Lucas 24:34; 1 Corintios 15:5). Y menos de dos meses
después lo honró permitiendo que fuera él quien saliera a dar un testimonio a la multitud congregada en Jerusalén el día de
Pentecostés (Hechos 2:14-40). Recordemos, asimismo, que Jesús no guardó resentimiento contra los apóstoles por haberlo
abandonado. Al contrario: después que hubo resucitado, siguió llamándolos “mis hermanos” (Mateo 28:10). ¿No es obvio,
pues, que Jesús hizo más que solo enseñar de palabra a perdonar?
14
Como discípulos de Cristo, necesitamos aprender a perdonar. ¿Por qué? Porque a diferencia de Jesús, somos
imperfectos, así como también lo son quienes pecan contra nosotros. Todos tropezamos de vez en cuando, sea con palabras
o con acciones (Romanos 3:23; Santiago 3:2). Si perdonamos con misericordia cuando hay justificación para ello, abrimos
el camino para que Dios nos perdone a nosotros (Marcos 11:25). ¿Cómo, entonces, demostramos que estamos dispuestos a
perdonar a los demás? En muchos casos, el amor nos impulsará a simplemente pasar por alto sus pequeñas faltas (1 Pedro
4:8). Cuando alguien nos ofende pero se arrepiente con sinceridad, como lo hizo Pedro, hacemos bien en imitar la
disposición de Jesús a perdonar. En lugar de guardar rencor, es mejor librarse del resentimiento (Efesios 4:32). Así
contribuimos a la paz de la congregación y a nuestra propia tranquilidad mental (1 Pedro 3:11).
Confió en ellos
15
El amor y la confianza van de la mano. El amor “todas [las cosas] las cree” (1 Corintios 13:7). El amor motivó a Jesús
a confiar en sus discípulos pese a que eran imperfectos. Así lo hizo porque sabía que en el fondo amaban profundamente a
Jehová y querían hacer la voluntad divina. Y aun cuando cometieron errores, no les atribuyó malos motivos. Por ejemplo,
cuando Santiago y Juan persuadieron a su madre para que le pidiera a Jesús que los dejara sentar a su lado en su Reino, él
no cuestionó la lealtad de ellos ni les retiró su nombramiento como apóstoles (Mateo 20:20-28).
16
Como prueba de su confianza, Jesús delegó en sus discípulos varias responsabilidades. Así, las dos veces que
multiplicó milagrosamente los panes y los peces para alimentar a la muchedumbre, les asignó la tarea de distribuirlos
(Mateo 14:19; 15:36). Cuando preparaba su última Pascua, envió a Pedro y a Juan a Jerusalén para que lo dejaran todo listo.
Ellos se encargaron, entre otras cosas, del cordero, el vino, el pan sin levadura y las hierbas amargas. Este no era un trabajo
servil, pues celebrar la Pascua debidamente era un requisito de la Ley mosaica, y Jesús estaba obligado a obedecerla.
Además, esa noche Jesús utilizó el vino y el pan sin levadura como símbolos al instituir la Conmemoración de su muerte
(Mateo 26:17-19; Lucas 22:8, 13).

287
17
Jesús consideró apropiado encomendar a sus discípulos responsabilidades aún mayores. Como ya hemos indicado,
delegó en un pequeño grupo de sus seguidores ungidos en la Tierra la gran tarea de suministrar alimento espiritual (Lucas
12:42-44). Recordemos también que dejó en manos de sus discípulos la importantísima comisión de predicar y enseñar
(Mateo 28:18-20). Aun ahora, pese a ser invisible y gobernar desde el cielo, encarga el cuidado de la congregación a
hombres espiritualmente capacitados que constituyen verdaderas “dádivas” (Efesios 4:8, 11, 12).
18
¿De qué manera podemos seguir el ejemplo de Jesús al relacionarnos con los demás? Tener confianza en nuestros
hermanos espirituales es una expresión de nuestro amor. No olvidemos que el amor se centra en lo positivo, y no en lo
negativo. Cuando otros nos decepcionen —lo que de seguro pasará alguna que otra vez—, el amor evitará que nos
apresuremos a atribuirles malas intenciones (Mateo 7:1, 2). Si vemos a nuestros hermanos de manera positiva, los
trataremos de una forma que edifique y no que derribe (1 Tesalonicenses 5:11).
19
¿Cómo podemos imitar la disposición de Jesús a delegar? Es bueno que quienes dirigen la congregación deleguen en
otros hermanos tareas adecuadas y útiles, confiando en que estos pondrán todo su empeño en realizarlas. Así, los ancianos
con experiencia pueden dar la capacitación que es tan necesaria y valiosa a los jóvenes que están “procurando” ayudar en la
congregación (1 Timoteo 3:1; 2 Timoteo 2:2). Dicha capacitación es esencial, pues a medida que Jehová siga acelerando el
crecimiento de la obra del Reino, será necesario preparar a más hermanos (Isaías 60:22).
20
Jesús nos dejó un maravilloso ejemplo de cómo demostrar amor a otras personas. Aunque hay muchas formas en que
podemos seguirlo, la más importante es imitando su amor. En el siguiente capítulo hablaremos de su mayor expresión de
amor por nosotros: su disposición a entregar su propia vida.
[Notas]
La somnolencia de los apóstoles no se debía solo al cansancio físico. El relato paralelo de Lucas 22:45 dice que Jesús los
encontró “adormitados de desconsuelo”.
Al parecer, para entonces María era viuda, y sus otros hijos todavía no eran discípulos de Jesús (Juan 7:5).
Desde luego, esto no quiere decir que el amor es crédulo o ingenuo, sino que no es excesivamente crítico o suspicaz.
El amor no se apresura a juzgar las intenciones ajenas ni espera lo peor de los demás.
¿Cómo podemos seguir a Jesús?
● ¿Por qué es importante que sigamos el consejo de Jesús sobre el perdón? (Mateo 6:14, 15.)
● ¿Cómo podemos aplicar la lección de la parábola de Jesús sobre la necesidad de perdonar? (Mateo 18:23-35.)
● ¿Cómo les mostró Jesús consideración a sus discípulos, y de qué modo podemos imitarlo? (Mateo 20:17-19; Juan 16:12.)
● ¿Cómo le hizo saber Jesús a Pedro que confiaba en él, y cómo podemos nosotros mostrarles a los demás que confiamos en
ellos? (Lucas 22:31, 32.)

2Corintios 5:14,15 Porque el amor que el Cristo tiene nos obliga, porque esto es lo que hemos juzgado, que un hombre
murió por todos; así pues, todos habían muerto; 15 y murió por todos para que los que viven no vivan ya para sí, sino para el
que murió por ellos y fue levantado.

Colosenses 3:12-17 De consiguiente, como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de los tiernos cariños de la
compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia. 13 Continúen soportándose unos a otros y
perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a
ustedes, así también háganlo ustedes. 14 Pero, además de todas estas cosas, [vístanse de] amor, porque es un vínculo perfecto
de unión. 15 También, que la paz del Cristo controle en sus corazones, porque, de hecho, ustedes fueron llamados a ella en
un solo cuerpo. Y muéstrense agradecidos. 16 Que la palabra del Cristo resida en ustedes ricamente en toda sabiduría. Sigan
enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, alabanzas a Dios, canciones espirituales con gracia, cantando en sus
corazones a Jehová. 17 Y cualquier cosa que hagan en palabra o en obra, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando
gracias a Dios el Padre mediante él.
288
Colosenses 4: 5,6 Sigan andando en sabiduría para con los de afuera, comprándose todo el tiempo oportuno que queda.
6
 Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada uno.

Lucas 14: 12-14 En seguida prosiguió a decir también al que lo había invitado: “Cuando des una comida o una cena, no
llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos. Quizás alguna vez ellos también te inviten a
ti en cambio, y esto llegue a ser tu pago correspondiente. 13 Pero cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados,
a los cojos, a los ciegos; 14 y serás feliz, porque ellos no tienen con qué pagártelo. Pues se te pagará en la resurrección de los
justos”.

Romanos 12.20 Pero, “si tu enemigo tiene hambre, aliméntalo; si tiene sed, dale algo de beber; porque haciendo esto
amontonarás brasas ardientes sobre su cabeza”.

W09 15/9 págs. 9-11

Jesús trató con bondad a la gente


10
Otro aspecto del fruto del espíritu es la bondad. Jesús siempre trató a la gente con bondad. Él “recibió amablemente” a
todos aquellos que querían acercarse a él (léase Lucas 9:11). ¡Cuánto podemos aprender de su ejemplo! La persona
bondadosa es amable, compasiva, generosa y amigable. Y así era Jesús. Él sentía compasión por las personas “porque
estaban desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor” (Mat. 9:35, 36).
11
Pero Jesús no solo sintió compasión por las personas; también hizo mucho por ayudarlas. Veamos el ejemplo de una
mujer que llevaba doce largos años sufriendo hemorragias. Ella sabía que, de acuerdo con la Ley mosaica, su enfermedad la
hacía ceremonialmente inmunda a ella, así como a cualquiera que la tocara (Lev. 15:25-27). No obstante, lo que había
escuchado sobre Jesús y sobre su manera de tratar a los demás de seguro la convenció de que él la curaría. Pensó: “Si toco
nada más que sus prendas de vestir exteriores, recobraré la salud”. Armándose de valor, se acercó a él, lo tocó y de
inmediato sintió que había sido curada.
12
Jesús se dio cuenta de que alguien lo había tocado y miró a su alrededor para ver quién había sido. La mujer, temiendo
quizás que él se hubiera enojado con ella por haber violado la Ley, cayó temblando a sus pies y le dijo toda la verdad. ¿La
reprendió Jesús? Todo lo contrario; la tranquilizó diciéndole: “Hija, tu fe te ha devuelto la salud. Ve en paz” (Mar. 5:25-34).
¡Qué aliviada debió de sentirse esta pobre mujer al oír esas afectuosas palabras!
13
A diferencia de los insensibles fariseos, Jesús nunca usó su autoridad para imponer cargas a los demás (Mat. 23:4).
En vez de eso, les enseñó con cariño y paciencia las normas de Jehová. Sus discípulos veían en él a un compañero
afectuoso, a un verdadero amigo (Pro. 17:17; Juan 15:11-15). Hasta los niños se sentían a gusto con Jesús, y él con ellos.
Nunca estuvo demasiado ocupado como para dedicarles tiempo. En una ocasión, los discípulos, actuando con los aires de
superioridad tan comunes entre los líderes religiosos, trataron de impedir que los padres le trajeran sus hijos a Jesús para que
él los bendijera. Pero a él no le gustó nada lo que hicieron, así que les dijo: “Dejen que los niñitos vengan a mí; no traten de
detenerlos, porque el reino de Dios pertenece a los que son así”. Entonces, se valió de los niños para enseñarles una lección
a sus discípulos: “En verdad les digo: El que no reciba el reino de Dios como un niñito, de ninguna manera entrará en él”
(Mar. 10:13-15).
14
Imagínese lo que algunos de esos niños sintieron años después, ya de adultos, al recordar que Jesús los había tomado
en sus brazos y los había bendecido (Mar. 10:16). Hoy día, los niños del pueblo de Dios reciben los cuidados y el interés
sincero de los ancianos y de otros miembros de la congregación, y cuando crezcan también recordarán con cariño toda esa
atención. Lo que es más importante: estos niños aprenden desde pequeños que el espíritu santo de Jehová está con su
pueblo.
Seamos amables en un mundo cruel

289
15
En la actualidad, mucha gente cree que está demasiado ocupada para ser amable con los demás, lo cual promueve las
actitudes egoístas a las que nos vemos expuestos todos los días en la escuela, el trabajo, la calle y el ministerio. Aunque esas
actitudes seguramente nos hacen sentir mal, no deberían sorprendernos. Después de todo, Pablo advirtió por inspiración
divina que en estos “últimos días” los cristianos verdaderos tendrían que vivir entre quienes serían “amadores de sí mismos”
y no tendrían “cariño natural” (2 Tim. 3:1-3).
16
¡Qué diferente es el ambiente que reina en la congregación cristiana! Todos los que imitamos a Jesús contribuimos a
preservar dicho ambiente. ¿De qué manera? Para empezar, damos ayuda y ánimo a los muchos hermanos que tienen que
lidiar con enfermedades y otras circunstancias difíciles. Aunque los problemas se están agravando en estos “últimos días”,
en realidad no son nuevos. Ya en la antigüedad, los cristianos tenían que enfrentarse a situaciones parecidas. Por eso era
muy necesario que se ayudaran con bondad. Pablo dio esta exhortación a sus hermanos: “Hablen confortadoramente a las
almas abatidas, den su apoyo a los débiles, tengan gran paciencia para con todos” (1 Tes. 5:14). Hoy día se espera que
actuemos de la misma manera: que demostremos con obras nuestra bondad.
17
Así como Jesús “recibió amablemente” a quienes lo seguían, nosotros tenemos la obligación de hacer lo mismo con
nuestros hermanos. Hemos de tratarlos como él lo hubiera hecho. Debemos interesarnos sinceramente por todos: por los que
conocemos desde hace tiempo y por los que acabamos de conocer (3 Juan 5-8). Jesús tomó la iniciativa y ayudó con
compasión a la gente. Imitemos su ejemplo y seamos una fuente de ánimo para los que nos rodean (Isa. 32:2; Mat. 11:28-
30).
18
Una manera de actuar con bondad es haciendo cosas por el bien de los demás. Pero esto no se puede dejar a la
casualidad: hay que tomar la iniciativa. Pablo dijo: “En amor fraternal ténganse tierno cariño unos a otros. En cuanto a
mostrarse honra unos a otros, lleven la delantera” (Rom. 12:10). ¿Cómo podemos hacerlo? Siguiendo el ejemplo de Cristo,
tratando a los demás con cariño y afecto, y amándolos con un “amor libre de hipocresía” (2  Cor. 6:6). El apóstol describió
así esa clase de amor: “El amor es sufrido y bondadoso. El amor no es celoso, no se vanagloria, no se hincha” (1 Cor. 13:4).
En vez de guardarles rencor a nuestros hermanos, sigamos este consejo: “Háganse bondadosos unos con otros, tiernamente
compasivos, y perdónense liberalmente unos a otros, así como Dios también por Cristo liberalmente los perdonó a ustedes”
(Efe. 4:32).
19
Si actuamos con bondad y amabilidad en toda circunstancia, recibiremos grandes recompensas. El espíritu santo podrá
operar sin estorbos en la congregación, produciendo así su fruto. Si seguimos el ejemplo de Jesús y ayudamos a nuestros
hermanos a hacer lo mismo, la congregación estará más unida y feliz, y nuestro servicio alegrará a Jehová. Así pues,
no dejemos nunca de imitar la apacibilidad y la bondad de Jesucristo al tratar a los demás.

W09 15/9 págs. 11-15

Imitemos la obediencia y la valentía de Jesús

“¡Cobren ánimo!, yo he vencido al mundo.” (JUAN 16:33)

JESÚS siempre hizo la voluntad de su Padre celestial. La idea de desobedecer a Dios era absolutamente inconcebible
para él (Juan 4:34; Heb. 7:26). Pero debido a las circunstancias que enfrentó en la Tierra, no  le fue fácil ser obediente.
Desde el principio de su ministerio, sus enemigos, entre quienes se contaba Satanás mismo, intentaron convencerlo,
presionarlo y entramparlo para que fuera desleal (Mat. 4:1-11; Luc. 20:20-25). Todos ellos le causaron mucho dolor, tanto
físico como emocional, y finalmente lo mataron clavándolo a un madero de tormento (Mat. 26:37, 38; Luc. 22:44; Juan
19:1, 17, 18). Sin embargo, a pesar del terrible sufrimiento que experimentó, Jesús fue “obediente hasta la muerte” (léase
Filipenses 2:8).
2
Las experiencias que Jesús vivió en la Tierra le enseñaron cosas nuevas acerca de la obediencia a Dios (Heb. 5:8). Pero
¿qué más podía aprender sobre este tema que no supiera ya? Después de todo, había pasado millones de años al lado de su
Padre y había colaborado estrechamente con él como su “obrero maestro” durante la creación (Pro. 8:30). Sin embargo, el
sufrimiento que padeció como ser humano lo puso a prueba, y al resistir fielmente demostró que su obediencia y su

290
integridad eran absolutas. Todo esto ayudó al Hijo de Dios a crecer aún más en sentido espiritual. ¿Qué nos enseña su
ejemplo?
3
Aunque Jesús era perfecto, sabía que no lograría obedecer a la perfección por sus propias fuerzas. Por eso le pidió
ayuda a Jehová (léase Hebreos 5:7). Nosotros también necesitamos ser humildes y pedir siempre la ayuda de Dios para
no desobedecer. El apóstol Pablo exhortó así a los cristianos: “Mantengan en ustedes esta actitud mental que también hubo
en Cristo Jesús, quien [...] se humilló y se hizo obediente hasta la muerte” (Fili. 2:5-8). El ejemplo de Jesús demostró que es
posible ser obediente a pesar de vivir en un mundo malvado. Pero ¿cómo podemos nosotros ser obedientes si, a diferencia
de Jesús, somos imperfectos?
Obedientes a pesar de la imperfección
4
Adán y Eva eran criaturas inteligentes dotadas de libre albedrío. También sus descendientes poseemos esa capacidad.
¿Qué implica esto? Que tenemos la libertad de elegir entre lo bueno y lo malo, entre obedecer a Dios y desobedecerle. Pero
esa libertad que él nos da conlleva responsabilidades y trae consecuencias. Así es, las decisiones que tomamos pueden
afectar a quienes nos rodean e incluso podrían significar vida o muerte para nosotros mismos.
5
Los seres humanos imperfectos no somos obedientes por naturaleza, por lo que a menudo nos resulta difícil seguir las
normas de Dios. El propio apóstol Pablo tuvo una lucha interna, como él mismo reconoció: “Contemplo en mis miembros
otra ley que guerrea contra la ley de mi mente y que me conduce cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros”
(Rom. 7:23). Por supuesto, es relativamente fácil obedecer cuando no hay que hacer sacrificios ni soportar inconvenientes.
Pero ¿qué hacemos cuando “el deseo de la carne y el deseo de los ojos” crean un conflicto en nuestro interior? Esos deseos,
que surgen debido a nuestra imperfección y al “espíritu del mundo”, son muy intensos (1 Juan 2:16; 1 Cor. 2:12). De modo
que para vencerlos tenemos que preparar el corazón, es decir: antes de que surja una prueba o tentación debemos
resolvernos a obedecer a Jehová pase lo que pase (Sal. 78:8). La Biblia contiene muchos ejemplos de siervos de Dios que
fueron fieles porque hicieron precisamente eso (Esd. 7:10; Dan. 1:8).
6
Una manera de preparar el corazón es estudiando con diligencia la Biblia y las publicaciones cristianas. Imagínese en
la siguiente situación. Usted está llevando a cabo su estudio personal en la noche que ha fijado para ello. Le ha pedido a
Jehová que le dé su espíritu y que le ayude a poner en práctica lo que aprenda en su Palabra. Suponga que al día siguiente
van a pasar en la televisión una película que quiere ver. Pero aunque las críticas son muy buenas, se ha enterado de que tiene
algunas escenas violentas e inmorales.
7
Entonces reflexiona en el consejo del apóstol Pablo que se halla en Efesios 5:3: “Que la fornicación y la inmundicia de
toda clase, o la avidez, ni siquiera se mencionen entre ustedes, tal como es propio de personas santas”. También recuerda la
exhortación que dio el apóstol en Filipenses 4:8 (léase). Y se pregunta: “Si expusiera mi mente y mi corazón a películas
como la que planeo ver mañana, ¿estaría siguiendo el ejemplo de obediencia absoluta de Jesús?”. ¿Qué haría usted si se
encontrara en esta situación? ¿Vería la película a pesar de todo?
8
Sería un error rebajar nuestras normas morales y espirituales pensando que somos lo suficientemente fuertes como para
resistir los efectos de las malas compañías, aunque esas compañías sean los personajes de películas y programas violentos e
inmorales. Tenemos que protegernos a nosotros y a nuestros hijos de las dañinas influencias satánicas. Mucha gente hace
todo lo posible por que su computadora no se infecte con virus informáticos que pueden destruir información, provocar
fallos en el sistema o incluso adueñarse de este para atacar otras computadoras. ¿Deberíamos hacer menos por protegernos
de “las artimañas del Diablo”? (Efe. 6:11, nota.)
9
Todos los días tenemos que decidir de una forma u otra si haremos las cosas a la manera de Jehová. Si queremos
obtener la salvación, debemos obedecerle y respetar sus justos principios. Para demostrar que nuestra fe es real, hemos de
seguir el ejemplo de Jesús y ser obedientes “hasta la muerte”, si es necesario. Jehová recompensará nuestra fidelidad. Jesús
prometió: “El que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo” (Mat. 24:13). Claro, la obediencia exige valor, valor
como el de Jesús (Sal. 31:24).
Jesús, el ejemplo de valor por excelencia
10
En vista de que estamos rodeados por un mundo corrupto, debemos ser valientes para no contaminarnos con sus
actitudes y conductas. Enfrentamos muchas presiones sociales, morales, económicas y religiosas que podrían alejarnos de
291
Jehová. Numerosos cristianos sufren la oposición de sus familiares. En muchos países, las instituciones educativas
promueven con gran insistencia la teoría de la evolución, y el ateísmo gana cada día más adeptos. Si  queremos protegernos
y resistir la presión, no podemos quedarnos con los brazos cruzados: debemos actuar. El ejemplo de Jesús nos enseña cómo
podemos vencer.
11
Jesús les dijo a sus discípulos: “En el mundo están experimentando tribulación, pero ¡cobren ánimo!, yo he vencido al
mundo” (Juan 16:33). Él nunca se dejó influir por el sistema de cosas. Nunca permitió que este le impidiera cumplir su
comisión de predicar o lo hiciera rebajar sus normas morales y espirituales. Tampoco nosotros podemos permitirlo. Al  orar
a Dios, Jesús dijo de sus discípulos: “Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo” (Juan 17:16).
Si estudiamos el ejemplo de Jesús y meditamos en él, tendremos el valor necesario para mantenernos separados de este
mundo.
Imitemos la valentía de Jesús
12
A lo largo de su ministerio, Jesús demostró que era un hombre muy valiente. Con la autoridad que le daba el hecho de
ser el Hijo de Dios, “entró en el templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas
de los cambistas y los bancos de los que vendían palomas” (Mat. 21:12). La noche antes de morir, cuando un grupo de
soldados vino a arrestarlo, se interpuso entre ellos y sus discípulos y dijo: “Si es a mí a quien buscan, dejen ir a estos” (Juan
18:8). Y momentos después, cuando Pedro sacó su espada, le dijo que la guardara, demostrando así que no confiaba en el
poder de las armas, sino en el de Jehová (Juan 18:11).
13
Jesús denunció sin temor la maldad y las mentiras de los maestros religiosos. Les dijo: “¡Ay de ustedes, escribas y
fariseos, hipócritas!, porque cierran el reino de los cielos delante de los hombres”. Y agregó: “Han desatendido los asuntos
de más peso de la Ley, a saber: la justicia y la misericordia y la fidelidad [...;] limpian el exterior de la copa y del plato, pero
por dentro están llenos de saqueo e inmoderación” (Mat. 23:13, 23, 25). Los discípulos de Jesús necesitarían tener ese
mismo valor, pues en el futuro los líderes religiosos los perseguirían e incluso matarían a algunos de ellos (Mat. 23:34;
24:9).
14
Ni siquiera los demonios hicieron que Jesús se acobardara. En cierta ocasión vino a su encuentro un hombre
endemoniado tan fuerte que nadie podía mantenerlo atado, ni siquiera con cadenas. Sin embargo, Jesús no se dejó intimidar
y expulsó a los muchos demonios que tenían dominado al hombre (Mar. 5:1-13). Hoy día, Dios no nos ha dado el poder de
realizar ese tipo de milagros. No obstante, al predicar y enseñar a la gente, estamos librando una lucha espiritual contra
Satanás, quien “ha cegado las mentes de los incrédulos” (2 Cor. 4:4). Tal como en el caso de Jesús, nuestras armas “no son
carnales, sino poderosas por Dios para derrumbar cosas fuertemente atrincheradas”, es decir, creencias falsas muy
arraigadas (2 Cor. 10:4). ¿Cómo podemos usar esas armas espirituales? Veamos cómo lo hizo Jesús.
15
La valentía de Jesús era real, no simple bravuconería. Nacía de su fe en Dios. Y así debe ser también en nuestro caso
(Mar. 4:40). ¿Cómo podemos tener verdadera fe? De nuevo, Jesús fija el modelo a seguir. Él conocía a fondo los escritos
sagrados y tenía plena confianza en su contenido. Su arma no era una espada literal, sino la espada del espíritu, la Palabra de
Dios. Vez tras vez hacía referencia a ella para apoyar sus enseñanzas. De hecho, a menudo iniciaba sus declaraciones con la
expresión “está escrito” y pasaba a citar de las Escrituras.
16
Para que nuestra fe pueda resistir las pruebas que inevitablemente le sobrevienen a todo cristiano, tenemos que leer y
estudiar la Palabra de Dios todos los días y asistir a las reuniones. Así se nos quedarán grabadas en la mente las verdades
que sustentan nuestra fe (Rom. 10:17). Además, debemos reflexionar profundamente a fin de que esas verdades echen raíces
en el corazón. Solo una fe viva nos dará el valor que necesitamos para actuar (Sant. 2:17). Finalmente, debemos pedirle a
Dios su espíritu santo, pues la fe es parte del fruto de ese espíritu (Gál. 5:22).
17
Una joven cristiana llamada Kitty sabe por experiencia propia que la fe verdadera da valor. Desde pequeña, ella sabía
que no debía “aver[gonzarse] de las buenas nuevas” en la escuela; además, realmente quería predicarles a sus compañeros
(Rom. 1:16). Año tras año intentaba hablarles de la verdad, pero le faltaba el valor para hacerlo. Ya siendo adolescente, tuvo
que irse a estudiar a otro lugar y pensó: “Esta vez voy a recuperar todo el tiempo que he perdido”. Kitty le pidió a Jehová
que le diera valor y prudencia, y que se le presentara una buena oportunidad.

292
18
Llegó el primer día de clase, y los estudiantes tuvieron que presentarse ante sus compañeros. Algunos dijeron que
tenían una religión, pero aclararon que en realidad no la practicaban. Entonces Kitty se dio cuenta de que esa era la
oportunidad que había estado esperando. Cuando le llegó su turno, dijo con toda claridad: “Soy testigo de Jehová y siempre
trato de actuar tal como manda la Biblia”. A medida que siguió hablando, algunos de sus compañeros empezaron a poner
cara de fastidio, pero hubo otros que prestaron atención y más tarde le hicieron preguntas. El profesor puso a Kitty de
ejemplo por defender sus creencias, y ella se sintió muy contenta de haber imitado el valor de Jesús.
Sigamos el ejemplo de fe y valor que dio Jesús
19
Los apóstoles se dieron cuenta de que para ser valientes necesitaban fe; por eso le rogaron a Jesús: “Danos más fe”
(léase Lucas 17:5, 6). La fe verdadera implica más que creer que Dios existe. Implica confiar plenamente en él, cultivar una
relación con él como la que tiene un niñito con su querido padre. Salomón escribió por inspiración: “Hijo mío, si tu corazón
se ha hecho sabio, se regocijará mi corazón, sí, el mío. Y mis riñones se alborozarán cuando tus labios hablen rectitud” (Pro.
23:15, 16). De igual modo, Jehová se alegra cuando defendemos con valentía sus justos principios, y saber esto nos da más
valor aún. Imitemos, pues, el ejemplo de Jesús y defendamos con valor la justicia.

W09 15/9 págs. 16-20

El amor de Cristo nos impulsa a amar

“Jesús, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.” (JUAN 13:1)

JESÚS es el ejemplo perfecto de amor. Por todo lo que hizo, dijo y enseñó, así como por el sacrificio que realizó al
morir por nosotros, demostró la profundidad de su amor. Hasta el fin de su vida en la Tierra trató con cariño a todos, y en
especial a sus discípulos.
2
Los cristianos tenemos en Jesús un magnífico modelo que seguir, un modelo que nos impulsa a tratar con amor a
nuestros hermanos y a toda otra persona. En este artículo veremos cómo pueden los superintendentes imitar a Jesús y tratar
con bondad a los hermanos que han cometido una falta, sea grave o no. También veremos cómo nos impulsa el amor de
Jesús a ayudar a los hermanos que se enfrentan a dificultades, enfermedades e incluso desastres naturales.
3
La noche antes de que Jesús muriera, Pedro, su propio apóstol, lo negó en tres ocasiones (Mar. 14:66-72). Pero Jesús
había predicho que Pedro se arrepentiría. Y cuando el apóstol así lo hizo, lo perdonó, y más tarde le confió serias
responsabilidades (Luc. 22:32; Hech. 2:14; 8:14-17; 10:44, 45). ¿Qué nos enseña esto? ¿Qué aprendemos al observar la
manera en que Jesús reaccionaba cuando alguien cometía una falta grave?
Tengamos la misma actitud que Jesús hacia quienes cometen un pecado
4
Hay muchas situaciones en las que es necesario tener la misma actitud que Jesús, pero una de las más difíciles y
dolorosas es cuando alguien de nuestra familia o de la congregación comete un pecado grave. Lamentablemente, cuanto más
nos acercamos al fin de este sistema satánico, más daño causa el espíritu del mundo. Los cristianos, sean jóvenes o mayores,
pueden contagiarse de la indiferencia y rebeldía de la gente hacia las normas morales, y eso podría debilitar su
determinación de seguir en el camino estrecho que lleva a la vida. En el siglo primero, algunos cristianos tuvieron que ser
expulsados de la congregación, y otros fueron censurados. Lo mismo sucede hoy (1 Cor. 5:11-13; 1 Tim. 5:20). Pero si los
ancianos tratan con amor al hermano que ha pecado, pueden llegar a su corazón.
5
Al igual que Jesús, los ancianos deben defender las justas normas divinas en todo momento. Pero al hacerlo, deben
reflejar la apacibilidad, bondad y amor de Jehová. Cuando los cristianos que pecan se sienten “quebrantados de corazón” y
“aplastados en espíritu”, es decir, están sinceramente arrepentidos, a los ancianos no les resulta muy difícil
“reajustar[los] [...] con espíritu de apacibilidad” (Sal. 34:18; Gál. 6:1). Pero ¿qué ocurre si el pecador tiene una actitud
rebelde o muestra poco o ningún arrepentimiento?
6
Cuando un pecador rechaza los consejos bíblicos o trata de echarles a los demás la culpa, los ancianos y otros
miembros de la congregación tal vez se sientan indignados. Como saben el daño que dicha persona ha causado y ven su
actitud, quizá se sientan tentados a expresar su indignación. Sin embargo, enojarse no hace ningún bien ni refleja “la mente
293
de Cristo” (1 Cor. 2:16; léase Santiago 1:19, 20). Hubo ocasiones en las que Jesús reprendió enérgicamente a algunas
personas, pero nunca dijo nada movido por el odio ni con la intención de herir a nadie (1 Ped. 2:23). Al contrario, siempre
dejó claro que los pecadores pueden arrepentirse y recobrar el favor de Jehová. De  hecho, una de las razones por las que
Jesús vino a la Tierra fue para “salvar a pecadores” (1 Tim. 1:15).
7
¿Cómo debería influir el ejemplo de Jesús en nuestra manera de ver a quienes reciben disciplina en la congregación?
Para empezar, debe ayudarnos a recordar que las medidas disciplinarias tienen el propósito de proteger al rebaño y motivar
al pecador a arrepentirse (2 Cor. 2:6-8). Aunque es muy triste ver que algunos son expulsados por su falta de
arrepentimiento, es reconfortante saber que muchos de ellos terminan regresando a Jehová. Si los ancianos se han esforzado
por tener la actitud de Cristo al tratar con el pecador, con el tiempo este quizá recapacite y decida volver a la congregación.
Tal vez no recuerde todos los consejos bíblicos que le dieron, pero lo que seguramente no olvidará es el amor y la dignidad
con que lo trataron.
8
Incluso en las circunstancias más difíciles, los ancianos deben manifestar “el fruto del espíritu”, sobre todo el amor
(Gál. 5:22, 23). Jamás deben apresurarse a expulsar a quien ha cometido un pecado. Más bien, deben mostrar que su deseo
sincero es ayudarlo. Así, cuando el pecador se arrepienta —como sucede en muchos casos—, de seguro se sentirá
profundamente agradecido a Jehová y a los ancianos, las “dádivas en [forma de] hombres” que le hicieron más fácil
recuperarse (Efe. 4:8, 11, 12).
El amor cristiano en el tiempo del fin
9
En el Evangelio de Lucas vemos una de las muchas muestras de amor de Jesús. Él sabía que en el futuro el ejército
romano sitiaría Jerusalén, una ciudad condenada por Dios, y que sus habitantes no podrían huir. De modo que dio esta
advertencia a sus discípulos: “Cuando vean a Jerusalén cercada de ejércitos acampados, entonces sepan que la desolación de
ella se ha acercado”. ¿Qué debían hacer cuando llegara ese momento? Las instrucciones de Jesús fueron muy claras: “Los
que estén en Judea echen a huir a las montañas, y los que estén en medio de Jerusalén retírense, y los que estén en los
lugares rurales no entren en ella; porque estos son días para hacer justicia, para que se cumplan todas las cosas que están
escritas” (Luc. 21:20-22). El ejército romano sitió Jerusalén en el año 66, pero levantó el sitio, y los discípulos fieles
siguieron las instrucciones de su Maestro.
10
Mientras huían de Jerusalén, los cristianos tuvieron que mostrarse amor unos a otros, tal como había hecho Cristo con
ellos, y compartir las provisiones que tenían. Ahora bien, la profecía de Jesús tendría un cumplimiento mucho mayor en el
futuro. Él predijo: “Habrá gran tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no,
ni volverá a suceder” (Mat. 24:17, 18, 21). Antes de la “gran tribulación” y durante esta, es posible que nosotros también
pasemos por graves dificultades y privaciones. Adoptar la actitud mental de Cristo nos ayudará en esos momentos tan
críticos.
11
Cuando eso ocurra, tendremos que seguir el ejemplo de Jesús y velar con amor por el bien de los demás. Pablo dio
este consejo: “Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno para la edificación de este. Porque hasta el
Cristo no se agradó a sí mismo [...]. Ahora, que el Dios que suministra aguante y consuelo les conceda tener entre sí la
misma actitud mental que tuvo Cristo Jesús” (Rom. 15:2, 3, 5).
12
 Pedro, que fue objeto del amor de Jesús, también exhortó a sus hermanos a actuar con “obediencia a la verdad” y a
tenerse “cariño fraternal sin hipocresía”. Así es, tenían que amarse los “unos a [los] otros intensamente desde el corazón”
(1 Ped. 1:22). Hoy más que nunca necesitamos desarrollar esas cualidades cristianas, pues las presiones que sufre el pueblo
de Dios ya están aumentando. No podemos confiar en ningún elemento de este sistema moribundo, como bien lo demuestra
la grave crisis financiera que está viviendo el mundo (léase 1 Juan 2:15-17). Puesto que el fin está tan cerca, debemos
acercarnos aún más a Jehová. Y también debemos acercarnos a nuestros hermanos y estrechar nuestros lazos de amistad con
ellos. Pablo dijo: “En amor fraternal ténganse tierno cariño unos a otros. En cuanto a mostrarse honra unos a otros, lleven la
delantera” (Rom. 12:10). Pedro, por su parte, enfatizó este punto con las siguientes palabras: “Ante todo, tengan amor
intenso unos para con otros, porque el amor cubre una multitud de pecados” (1 Ped. 4:8).
13
En todo el mundo se conoce a los testigos de Jehová por demostrar su amor con obras. Por ejemplo, en  2005, muchos
de ellos participaron en las tareas de socorro que se llevaron a cabo después de los terribles huracanes que devastaron

294
amplias zonas del sur de Estados Unidos. Inspirados en el ejemplo de Jesús, más de veinte mil Testigos se ofrecieron como
voluntarios. Muchos incluso dejaron sus hogares y empleos para ayudar a sus hermanos necesitados.
14
En cierto lugar de la costa, un huracán provocó olas de 10 metros (30 pies) de altura, y las inundaciones llegaron
80 kilómetros (50 millas) tierra adentro. Un tercio de las construcciones que estaban en la ruta del huracán quedaron
totalmente destruidas. Vinieron voluntarios de diversos países con herramientas y material de construcción para ayudar en
lo que hiciera falta. Dos hermanas carnales que son viudas hicieron las maletas y recorrieron 3.000 kilómetros
(2.000 millas) en camioneta hasta la zona del desastre. Una de ellas se quedó a vivir allí, donde sirve de precursora regular y
sigue colaborando con el comité de socorro.
15
Ya se han reconstruido o reparado más de cinco mil seiscientas viviendas de hermanos y de otras personas de la zona.
¿Cómo se sienten los hermanos por toda la ayuda que han recibido? Una cristiana que perdió su vivienda tuvo que irse a una
pequeña casa remolque que tenía goteras y una cocina (estufa) que no funcionaba. Cuando los hermanos le entregaron la
modesta pero acogedora casa que habían levantado, ella no pudo contener las lágrimas. ¡Qué agradecida se sentía a Jehová y
a sus hermanos por su nuevo hogar! En muchos casos, los Testigos desplazados permanecieron en alojamientos temporales
pese a que sus casas llevaban más de un año reconstruidas. ¿Por qué no se mudaron? Para que los voluntarios tuvieran un
sitio donde quedarse hasta que terminaran las labores de socorro. No cabe duda de que estos hermanos han demostrado la
actitud mental de Cristo.
Tengamos la misma actitud que Jesús hacia los enfermos
16
Aunque relativamente pocos de nosotros hemos sufrido los efectos de un desastre natural, casi todos tenemos
problemas de salud o familiares enfermos. La actitud que Jesús tuvo hacia los enfermos también puede servirnos de
ejemplo. Cuando le trajeron a quienes sufrían padecimientos, su amor lo hizo compadecerse de ellos y curar “a todos los
que se sentían mal” (Mat. 8:16; 14:14).
17
Hoy día no podemos curar a los enfermos de manera milagrosa, como hizo Jesús, pero sí podemos tratarlos con la
misma compasión que él. Por ejemplo, los ancianos imitan la actitud de Jesús al organizar y supervisar programas de ayuda
para los hermanos enfermos de la congregación, siguiendo el principio que se expone en Mateo 25:39, 40 (léase).
18
Claro, no hace falta ser anciano para hacer el bien a los demás. Veamos el caso de Charlene, una hermana de 44 años
que padecía cáncer y a la que los médicos le dieron tan solo diez días de vida. Viendo lo agotador que era para su esposo
cuidar de ella, Sharon y Nicolette, dos hermanas de la congregación, se ofrecieron para atenderla día y noche durante sus
últimos días. Sin embargo, esos diez días se convirtieron en seis semanas. Aun así, las dos mostraron su amor hasta el final.
“Fue muy duro saber que Charlene no se iba a recuperar —comenta Sharon—, pero Jehová nos ayudó a ser fuertes. Lo que
vivimos nos acercó más a él y estrechó los lazos entre nosotras.” El esposo de Charlene dice: “Nunca olvidaré la bondad y
el apoyo de estas dos fieles hermanas. Sus esfuerzos sinceros y su actitud positiva le hicieron más llevaderos sus últimos
días a mi querida Charlene y me dieron el alivio físico y emocional que tanto necesitaba. Les estaré siempre agradecido.
Su abnegación fortaleció mi fe en Jehová y mi amor por toda la hermandad”.
19
En esta serie de tres artículos hemos analizado cinco cualidades de Jesús, así como diversas maneras de imitar su
forma de pensar y de actuar. Como él, seamos “de genio apacible y humilde[s] de corazón” (Mat. 11:29). Esforcémonos
también por tratar a todos con bondad, a pesar de sus imperfecciones. Y obedezcamos con valor las normas de Jehová aun
ante las dificultades.
20
Además, amemos a nuestros hermanos como los amó Cristo: “hasta el fin”. Eso es lo que nos identifica a los
verdaderos cristianos (Juan 13:1, 34, 35). Por lo tanto, hagamos “que [nuestro] amor fraternal continúe” y actuemos con
decisión: usemos nuestra vida para alabar a Dios y para ayudar a los demás (Heb. 13:1). Jehová bendecirá todos nuestros
esfuerzos

295
Mateo 9:10-13 Más tarde, estando él en la casa reclinado a la mesa, ¡mire!, muchos recaudadores de impuestos y pecadores
vinieron y empezaron a reclinarse con Jesús y sus discípulos. 11 Pero al ver esto, los fariseos se pusieron a decir a sus
discípulos: “¿Por qué come su maestro con los recaudadores de impuestos y pecadores?”. 12 Como [los] oyó, él dijo: “Las
personas en salud no necesitan médico, pero los enfermizos sí. 13 Vayan, pues, y aprendan lo que esto significa: ‘Quiero
misericordia, y no sacrificio’. Porque no vine a llamar a justos, sino a pecadores”.

Lucas 7:36-50 Ahora bien, uno de los fariseos seguía invitándolo a comer con él. Por consiguiente, él entró en la casa del
fariseo y se reclinó a la mesa. 37 Y ¡mira!, una mujer que era conocida en la ciudad como pecadora se enteró de que él estaba
reclinado a la mesa en casa del fariseo, y trajo una cajita de alabastro llena de aceite perfumado 38 y, tomando una posición
detrás, junto a sus pies, lloró y comenzó a mojarle los pies con sus lágrimas, y se los enjugaba con los cabellos de su cabeza.
También, le besaba los pies tiernamente y se los untaba con el aceite perfumado. 39 Al ver esto, el fariseo que lo había
invitado dijo dentro de sí: “Este hombre, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es
pecadora”. 40 Pero, respondiendo, Jesús le dijo: “Simón, tengo algo que decirte”. Él dijo: “Maestro, ¡dilo!”. 41 “Dos hombres
eran deudores a cierto prestamista; el uno le debía quinientos denarios, pero el otro cincuenta. 42 Cuando no tuvieron con
qué pagar, él sin reserva perdonó a ambos. Por lo tanto, ¿cuál de ellos le amará más?” 43 Contestando, Simón dijo: “Supongo
que será aquel a quien sin reserva le perdonó más”. Él le dijo: “Juzgaste correctamente”. 44 Con eso, se volvió a la mujer y
dijo a Simón: “¿Contemplas a esta mujer? Entré en tu casa; no me diste agua para los pies. Pero esta mujer me ha mojado
los pies con sus lágrimas y los ha enjugado con sus cabellos. 45 No me diste beso; pero esta mujer, desde la hora que entré,
no ha dejado de besarme los pies tiernamente. 46 No me untaste la cabeza con aceite; pero esta mujer me ha untado los pies
con aceite perfumado. 47 En virtud de esto, te digo, los pecados de ella, por muchos que sean, son perdonados, porque amó
mucho; mas al que se le perdona poco, poco ama”. 48 Entonces le dijo a ella: “Tus pecados son perdonados”. 49 Ante esto,
los que estaban reclinados a la mesa con él comenzaron a decir dentro de sí: “¿Quién es este hombre que hasta perdona
pecados?”. 50 Pero él dijo a la mujer: “Tu fe te ha salvado; vete en paz”.

Mateo 6:31-34 Por eso, nunca se inquieten y digan: ‘¿Qué hemos de comer?’, o ‘¿qué hemos de beber?’, o ‘¿qué hemos de
ponernos?’. 32 Porque todas estas son las cosas en pos de las cuales las naciones van con empeño. Pues su Padre celestial
sabe que ustedes necesitan todas estas cosas. 33 ”Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y todas estas
[otras] cosas les serán añadidas. 34 Por lo tanto, nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá
sus propias inquietudes. Suficiente para cada día es su propia maldad.

Juan 11:33-44 Jesús, pues, cuando la vio llorando, y a los judíos que vinieron con ella llorando, gimió en el espíritu y se
perturbó; 34 y dijo: “¿Dónde lo han puesto?”. Ellos le dijeron: “Señor, ven y ve”. 35 Jesús cedió a las lágrimas. 36 Por eso los
judíos empezaron a decir: “Mira, ¡cuánto cariño le tenía!”. 37 Pero algunos de ellos dijeron: “¿No pudiera este [hombre], que
abrió los ojos al ciego, haber impedido que este muriera?”. 38 Así que Jesús, después de gemir otra vez en sí mismo, vino a
la tumba conmemorativa. Era, de hecho, una cueva, y había una piedra recostada contra ella. 39 Jesús dijo: “Quiten la
piedra”. Marta, la hermana del fallecido, le dijo: “Señor, ya debe oler mal, porque hace cuatro días”. 40 Jesús le dijo: “¿No te
dije que si creías habrías de ver la gloria de Dios?”. 41 Por lo tanto, quitaron la piedra. Entonces Jesús alzó los ojos hacia el
cielo y dijo: “Padre, te doy gracias porque me has oído. 42 Cierto, yo sabía que siempre me oyes; pero a causa de la
muchedumbre que está de pie en derredor hablé, a fin de que crean que tú me has enviado”. 43 Y cuando hubo dicho estas
cosas, clamó con fuerte voz: “¡Lázaro, sal!”. 44 El [hombre] que había estado muerto salió con los pies y las manos atados
con envolturas, y su semblante estaba envuelto en un paño. Jesús les dijo: “Desátenlo y déjenlo ir”.

Lucas 22:24-27 Sin embargo, también se suscitó entre ellos una disputa acalorada sobre quién de ellos parecía ser el mayor.
25
 Pero él les dijo: “Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y a los que tienen autoridad sobre ellas se les llama
Benefactores. 26 Ustedes, sin embargo, no han de ser así. Antes, el que sea mayor entre ustedes hágase como el más joven, y
el que actúe como principal, como el que ministra. 27 Porque, ¿cuál es mayor?: ¿el que se reclina a la mesa, o el que
ministra? ¿No es el que se reclina a la mesa? Mas yo estoy en medio de ustedes como el que ministra.

296
Juan 15:11-15 ”Estas cosas les he hablado, para que mi gozo esté en ustedes y su gozo se haga pleno. 12 Este es mi
mandamiento: que ustedes se amen unos a otros así como yo los he amado a ustedes. 13 Nadie tiene mayor amor que este:
que alguien entregue su alma a favor de sus amigos. 14 Ustedes son mis amigos si hacen lo que les mando. 15 Ya no los llamo
esclavos, porque el esclavo no sabe lo que hace su amo. Pero los he llamado amigos, porque todas las cosas que he oído de
mi Padre se las he dado a conocer a ustedes.

Lucas 19:2-10 Ahora bien, allí había un varón que se llamaba por nombre Zaqueo; y era principal recaudador de impuestos,
y era rico. 3 Pues bien, este buscaba la manera de ver quién era este Jesús, pero a causa de la muchedumbre no podía, porque
era pequeño de estatura. 4 De modo que corrió adelante a una posición al frente y se subió a una higuera moral para verlo,
porque él estaba a punto de pasar por allí. 5 Pues bien, cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le dijo: “Zaqueo, date
prisa y baja, porque hoy tengo que quedarme en tu casa”. 6 Con eso, él se dio prisa y bajó, y lo recibió con regocijo como
huésped. 7 Pero cuando vieron [esto], todos se pusieron a murmurar, diciendo: “Entró a alojarse con un varón que es
pecador”. 8 Mas Zaqueo se puso de pie y dijo al Señor: “¡Mira! La mitad de mis bienes, Señor, la doy a los pobres, y todo
cuanto extorsioné de persona alguna por acusación falsa, le devuelvo el cuádruplo”. 9 Entonces Jesús le dijo: “Este día ha
venido la salvación a esta casa, porque él también es hijo de Abrahán. 10 Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar
lo que estaba perdido”.

Revelación 2:2 ‘Conozco tus hechos, y tu labor y aguante, y que no puedes soportar a hombres malos, y que pusiste a
prueba a los que dicen ser apóstoles, pero no lo son, y los hallaste mentirosos.

Revelación 2: 13 ‘Sé dónde moras, es decir, donde está el trono de Satanás; y sin embargo sigues teniendo firmemente
asido mi nombre, y no negaste tu fe en mí ni siquiera en los días de Antipas, mi testigo, el fiel, que fue muerto al lado de
ustedes, donde mora Satanás.

Revelación 2: 19 ‘Conozco tus hechos, y tu amor y fe y ministerio y aguante, y que tus hechos recientes son más que los de
antes.

Revelación 3:4 ”’No obstante, sí tienes en Sardis unos cuantos nombres que no contaminaron sus prendas de vestir
exteriores, y andarán conmigo en [prendas] blancas, porque son dignos.

TRABAJA CON EMPEÑO, IGUAL QUE HIZO JESÚS

Juan 9:4 Tenemos que obrar las obras del que me envió mientras es de día; la noche viene cuando nadie puede trabajar.

Juan 17:4 Yo te he glorificado sobre la tierra, y he terminado la obra que me has dado que hiciera.

It-2 pág. 95 párr. 6

Jesús fue para sus discípulos un ejemplo de hombre trabajador. Se levantaba temprano y trabajaba hasta bien entrada la
noche. (Lu 21:37, 38; Mr 11:20; 1:32-34; Jn 3:2; 5:17.) Más de una vez pasó la noche orando, como la noche anterior a que
pronunciara su Sermón del Monte. (Mt 14:23-25; Lu 6:12–7:10.) En una ocasión, después de haber ayudado a otros hasta
entrada la noche, se levantó mientras todavía estaba oscuro y se fue a un lugar solitario para orar. (Mr 1:32, 35.) Aunque las
muchedumbres a menudo interrumpían su intimidad, ‘los recibía con amabilidad y les hablaba del reino de Dios’. (Lu

297
9:10, 11; Mr 6:31-34; 7:24-30.) Experimentó cansancio, sed y hambre, y a veces hasta se privaba de comer debido al trabajo
que tenía que hacer. (Mt 21:18; Jn 4:6, 7, 31-34; compárese con Mt 4:2-4; 8:24, 25.)

Juan 4:6 De hecho, allí estaba la fuente de Jacob. Ahora Jesús, cansado del viaje, estaba sentado junto a la fuente tal como
estaba. La hora era a eso de la sexta.

Juan 4:8 (Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar víveres.)

Juan 4:32-35 Pero él les dijo: “Yo tengo alimento para comer del cual ustedes no saben”. 33 Por lo tanto, los discípulos
empezaron a decirse unos a otros: “Nadie le ha traído de comer, ¿verdad?”. 34 Jesús les dijo: “Mi alimento es hacer la
voluntad del que me envió y terminar su obra. 35 ¿No dicen ustedes que todavía hay cuatro meses antes que venga la siega?
¡Miren! Les digo: Alcen los ojos y miren los campos, que están blancos para la siega. Ya

Lucas 21:37,38 De modo que de día enseñaba en el templo, pero de noche salía y se alojaba en la montaña llamada el
monte de los Olivos. 38 Y todo el pueblo, temprano en el día, acudía a él en el templo para oírle.

VE CON EQUILIBRIO LOS BIENES MATERIALES

Mateo 6: 24-33 ”Nadie puede servir como esclavo a dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y
despreciará al otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas. 25 ”Por esto les digo: Dejen de
inquietarse respecto a su alma en cuanto a qué comerán o qué beberán, o respecto a su cuerpo en cuanto a qué se pondrán.
¿No significa más el alma que el alimento, y el cuerpo que la ropa? 26 Observen atentamente las aves del cielo, porque ellas
no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; no obstante, su Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes más que
ellas? 27 ¿Quién de ustedes, por medio de inquietarse, puede añadir un codo a la duración de su vida? 28 También, en cuanto
al asunto de ropa, ¿por qué se inquietan? Aprendan una lección de los lirios del campo, cómo crecen; no se afanan, ni hilan;
29
 pero les digo que ni siquiera Salomón en toda su gloria se vistió como uno de estos. 30 Pues bien, si Dios viste así a la
vegetación del campo, que hoy está aquí y mañana se echa al horno, ¿no los vestirá a ustedes con mucha más razón,
hombres de poca fe? 31 Por eso, nunca se inquieten y digan: ‘¿Qué hemos de comer?’, o ‘¿qué hemos de beber?’, o ‘¿qué
hemos de ponernos?’. 32 Porque todas estas son las cosas en pos de las cuales las naciones van con empeño. Pues su Padre
celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas. 33 ”Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y
todas estas [otras] cosas les serán añadidas.

It-2 pág. 96 párr. 1

Punto de vista equilibrado de las cosas materiales. Sin embargo, no era un asceta que practicaba la austeridad a un grado
extremo, sino que más bien obraba en consonancia con cada situación. (Lu 7:33, 34.) Aceptó muchas invitaciones a
comidas, e incluso a banquetes, y visitó las casas de personas de cierto nivel económico. (Lu 5:29; 7:36; 14:1; 19:1-6.)
Contribuyó al disfrute de una boda al convertir agua en buen vino. (Jn 2:1-10.) También apreció las cosas buenas que se
hacían por él. Cuando Judas se indignó porque María, la hermana de Lázaro, usó una libra de aceite perfumado (cuyo valor
era de más de 220 dólares [E.U.A.], aproximadamente el salario de un año de un trabajador) para ungir los pies de Jesús, y
fingió preocupación por los pobres que podían haberse beneficiado de la venta de ese aceite, Jesús dijo: “Déjala, para que
guarde esta observancia en vista del día de mi entierro. Porque a los pobres siempre los tienen con ustedes, pero a mí no  me
tendrán siempre”. (Jn 12:2-8; Mr 14:6-9.) La prenda interior de vestir que llevaba cuando lo detuvieron, “tejida desde arriba
toda ella”, debió ser una prenda de calidad. (Jn 19:23, 24.) No obstante, siempre puso en primer lugar lo espiritual; nunca se
preocupó en demasía por lo material, como aconsejó a otros que hicieran. (Mt 6:24-34; 8:20; Lu 10:38-42; compárese con
Flp 4:10-12.)

298
Lucas 12: 15 Entonces les dijo: “Mantengan abiertos los ojos y guárdense de toda suerte de codicia, porque hasta cuando
uno tiene en abundancia, su vida no resulta de las cosas que posee”.

Marcos 6:31 Y él les dijo: “Vengan, ustedes mismos, en privado, a un lugar solitario, y descansen un poco”. Porque eran
muchos los que venían e iban, y ellos no tenían tiempo libre siquiera para tomar una comida.

Lucas 5:29 También, Leví le hizo un gran banquete de recepción en su casa; y había una gran muchedumbre de
recaudadores de impuestos y otros que estaban con ellos reclinados a la mesa.

Juan 2:1-10 Ahora bien, al tercer día se efectuó un banquete de bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús.
2
 Jesús y sus discípulos también fueron invitados al banquete de bodas. 3 Cuando faltó el vino, la madre de Jesús le dijo: “No
tienen vino”. 4 Pero Jesús le dijo: “¿Qué tengo que ver contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora”. 5 Su madre dijo a
los que ministraban: “Todo cuanto les diga, háganlo”. 6 Sucedió que había puestas allí seis tinajas de piedra para agua según
lo exigido por los reglamentos de purificación de los judíos, cada una de las cuales podía contener dos o tres medidas de
líquido. 7 Jesús les dijo: “Llenen de agua las tinajas de agua”. Y las llenaron hasta el borde. 8 Y les dijo: “Saquen un poco
ahora y llévenlo al director del banquete”. De modo que ellos lo llevaron. 9 Pues bien, cuando el director del banquete probó
el agua que había sido convertida en vino, pero no sabía de dónde venía, aunque lo sabían los que ministraban que habían
sacado el agua, el director del banquete llamó al novio 10 y le dijo: “Todo otro hombre pone primero el vino excelente, y
cuando la gente está embriagada, el inferior. Tú has reservado el vino excelente hasta ahora”.

Juan 12:2-8 De modo que le dieron una cena allí, y Marta estaba sirviendo, pero Lázaro era uno de los que estaban
reclinados a la mesa con él. 3 María, pues, tomó una libra de aceite perfumado, nardo genuino, muy costoso, y le untó los
pies a Jesús y le enjugó los pies con sus cabellos. La casa se llenó de la fragancia del aceite perfumado. 4 Pero Judas
Iscariote, uno de sus discípulos, que estaba para traicionarlo, dijo: 5 “¿Por qué no se vendió este aceite perfumado por
trescientos denarios y se dio a los pobres?”. 6 Dijo esto, sin embargo, no porque le importaran los pobres, sino porque era
ladrón y tenía la caja del dinero y se llevaba el dinero que se echaba en ella. 7 Por eso Jesús dijo: “Déjala, para que guarde
esta observancia en vista del día de mi entierro. 8 Porque a los pobres siempre los tienen con ustedes, pero a mí no me
tendrán siempre”.

Lucas 10:38-42 Ahora bien, mientras seguían su camino, él entró en cierta aldea. Aquí cierta mujer, de nombre Marta, lo
recibió en la casa como huésped. 39 Esta también tenía una hermana llamada María, quien, sin embargo, se sentó a los pies
del Señor y se quedó escuchando su palabra. 40 Marta, por otra parte, estaba distraída atendiendo a muchos quehaceres. De
modo que se acercó y dijo: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para atender las cosas? Dile, por lo
tanto, que me ayude”. 41 En contestación, el Señor le dijo: “Marta, Marta, estás inquieta y turbada en cuanto a muchas cosas.
42
 Son pocas, sin embargo, las cosas que se necesitan, o solo una. Por su parte, María escogió la buena porción, y no le será
quitada”.

299
“SIGA SUS PASOS CON SUMO CUIDADO Y ATENCIÓN”

1Pedro 2:21-23 De hecho, ustedes fueron llamados a este [curso], porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles
dechado para que sigan sus pasos con sumo cuidado y atención. 22 Él no cometió pecado, ni en su boca se halló engaño.
23
 Cuando lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en cambio. Cuando estaba sufriendo, no se puso a amenazar, sino que
siguió encomendándose al que juzga con justicia.

W05 1/1 págs. 10,11 párrs. 16-19

Bajo persecución
16
Jesús señaló otro aspecto en que sus discípulos habrían de imitarlo, diciendo: “Este es mi mandamiento: que ustedes se
amen unos a otros así como yo los he amado a ustedes” (Juan 15:12, 13, 17). Los cristianos tenemos muchas razones para
amar a nuestros hermanos. Pues bien, en esta ocasión en particular, Jesús estaba pensando en otra más: el odio de que serían
objeto. “Si el mundo los odia —aseguró—, saben que me ha odiado a mí antes que los odiara a ustedes. [...] El esclavo no es
mayor que su amo. Si ellos me han perseguido a mí, a ustedes también los perseguirán.” (Juan 15:18,  20.) Así es, los
cristianos nos asemejamos al Maestro hasta en el hecho de ser perseguidos. Por tanto, forjemos entre nosotros un fuerte
vínculo de amor a fin de contrarrestar ese odio.
17
¿Por qué odiaría el mundo a los cristianos? Porque, al igual que Jesús, “no son parte del mundo” (Juan 17:14,  16).
Se mantienen neutrales en cuestiones militares y políticas, y obedecen los principios bíblicos al respetar la santidad de la
vida y al seguir elevados principios morales (Hechos 15:28, 29; 1 Corintios 6:9-11). Sus prioridades son espirituales,
no materiales, y aunque viven en el mundo, “no lo usan a plenitud”, como escribió Pablo (1 Corintios 7:31). Es cierto que
hay quienes han expresado su admiración por los elevados principios de los testigos de Jehová. Pero debido a que estos
no transigen a fin de ganar la aceptación o el aplauso de nadie, la mayoría de la gente no los comprende, y muchos los
odian.
18
Los apóstoles no solo comprobaron el intenso odio del mundo cuando Jesús fue arrestado y ejecutado, sino que
también vieron cómo reaccionó él ante tal odio. Cuando sus opositores religiosos fueron a apresarlo al jardín de Getsemaní,
Pedro trató de protegerlo con su espada, pero Jesús le ordenó: “Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman la
espada perecerán por la espada” (Mateo 26:52; Lucas 22:50, 51). Tiempo atrás, los israelitas habían combatido contra sus
enemigos espada en mano, pero ahora las cosas habían cambiado. El Reino de Dios no era “parte de este mundo”, y
no había fronteras nacionales que defender (Juan 18:36). En breve, Pedro iba a formar parte de una nación espiritual, cuyos
miembros tendrían ciudadanía celestial (Gálatas 6:16; Filipenses 3:20, 21). A partir de entonces, por lo tanto, los seguidores
de Jesús se enfrentaron al odio y la persecución tal como lo hizo Jesús: con valor, pero de forma pacífica. Dejaron los
asuntos en manos de Jehová y confiaron en que él les daría la fortaleza necesaria para aguantar (Lucas 22:42).
19
Varios años después, Pedro escribió: “Cristo sufrió por ustedes, dejándoles dechado para que sigan sus pasos con
sumo cuidado y atención. [...] Cuando lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en cambio. Cuando estaba sufriendo, no se
puso a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga con justicia” (1 Pedro 2:21-23). Tal como advirtió Jesús, los
cristianos han sufrido una persecución feroz a lo largo de los años. Tanto en el siglo primero como en la actualidad han
seguido el ejemplo de Jesús y se han labrado un magnífico historial de fiel aguante, manteniéndose íntegros pacíficamente
(Revelación [Apocalipsis] 2:9, 10). Que cada uno de nosotros haga lo mismo cuando lo exijan las circunstancias (2 Timoteo
3:12).

(Juan 14:21) El que tiene mis mandamientos y los observa, ese es el que me ama. A su vez, el que me ama será amado por
mi Padre, y yo lo amaré y me mostraré a él claramente”.

(Juan 14:23) En respuesta, Jesús le dijo: “Si alguien me ama, observará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él
y haremos nuestra morada con él.

300
Lección 13(b) DIRIGE ESTUDIOS BÍBLICOS QUE PROGRESEN (PARTE 1)

Lucas 6:40 El alumno no es superior a su maestro, pero todo el que esté perfectamente instruido será como su maestro.

Lucas 24:32 Y ellos se dijeron el uno al otro: “¿No nos ardía el corazón cuando él venía hablándonos por el camino, cuando
nos estaba abriendo por completo las Escrituras?”.

Mateo 28:20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días
hasta la conclusión del sistema de cosas”.

1Timoteo 4:16 Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás
a ti mismo y también a los que te escuchan.

NUESTRO MAGNIFICO INSTRUCTOR

It-2 pág. 273

MAESTRO, ENSEÑANZA

Persona que transmite información o enseña un trabajo de palabra o por el ejemplo. Un buen maestro fundamenta lo que
dice con explicaciones, pruebas o por el empleo de otros métodos, a fin de ayudar al que le escucha a aceptar y recordar lo
que oye.
Jehová Dios, el Creador, es el Magnífico Instructor o Maestro de sus siervos. (1Re 8:36; Sl 27:11; 86:11; 119:102; Isa
30:20; 54:13.) Las mismas obras creativas enseñan que existe un Dios Omnisapiente y son en sí mismas un campo para
investigación y aprendizaje que solo se ha aprovechado de manera parcial. (Job 12:7-9.) Además, Jehová Dios ha enseñado
a los humanos su nombre, sus propósitos y sus leyes por medio de revelaciones. (Compárese con Éx 4:12, 15; 24:12; 34:5-
7.) Tales revelaciones se hallan en la Palabra de Dios, la Biblia, y sirven de base para enseñar a otros cuál es Su voluntad.
(Ro 15:4; 2Ti 3:14-17.) El espíritu de Dios también ejerce la función de maestro. (Jn 14:26.)
La enseñanza entre los israelitas. Dios dio a los padres israelitas la responsabilidad de enseñar a sus hijos. (Dt 4:9; 6:7,
20, 21; 11:19-21; Sl 78:1-4.) No obstante, los profetas, los levitas, en especial los sacerdotes, y otros sabios, servían de
maestros de la entera nación. (Compárese con 2Cr 35:3; Jer 18:18; véase EDUCACIÓN.)
Profetas. Los profetas enseñaban al pueblo los atributos y propósitos de Jehová, denunciaban la mala conducta de los
israelitas y señalaban el camino correcto que debían seguir. Su enseñanza solía ponerse por escrito. (Compárese con 1Sa
12:23-25; Isa 7:3, 4; 22:15, 16; Jer 2:2.) Entre sus métodos de enseñanza estaban: las preguntas (Jer 18:13, 14; Am 3:3-8;
Ag 2:11-14), las ilustraciones (2Sa 12:1-7; Isa 10:15; Jer 18:3-10), los enigmas (Eze 17:2) y las representaciones
simbólicas. (1Re 11:30-32; Jer 13:4-11; 19:1-12; 27:2; 28:10-14; Eze 4:1–5:4.)
Sacerdotes y levitas. Los sacerdotes y los levitas tenían la responsabilidad de enseñar la ley de Dios a la nación de Israel
(Le 10:11; 14:57; 2Cr 15:3; 35:3), una tarea que desempeñaban de diversas maneras. Todos los años sabáticos, se leía toda
la Ley al pueblo entero: hombres, mujeres, niños y residentes forasteros, durante la fiesta de las cabañas. (Dt 31:9-13.) A
veces los levitas se valían de las respuestas audibles del pueblo para inculcar las leyes divinas en los oyentes. (Compárese
con Dt 27:14-26.) Aparte de leer la Ley al pueblo, los sacerdotes y los levitas también explicaban su significado.
(Compárese con Ne 8:8.) Sus decisiones judiciales enseñaban al pueblo los principios de la justicia divina. (Dt 17:8-13; 1Cr
26:29; 2Cr 19:8-11.)

301
Escribas. En los días de Jesús, los escribas eran maestros prominentes de la Ley. Pero no se preocuparon nunca por los
verdaderos problemas y necesidades del pueblo. Al igual que los fariseos, los escribas daban más importancia a las reglas y
tradiciones que a la misericordia, la justicia y la fidelidad. Convirtieron la Ley en una carga para el pueblo. (Mt 23:2-4,
23, 24; Lu 11:45, 46.) Debido a su actitud de superioridad hacia las personas comunes, no fueron un ejemplo digno de
imitar, por lo que su enseñanza no tuvo el efecto que pudo haber tenido. (Compárese con Mt 23:3, 6, 7; Jn 7:48, 49; véase
ESCRIBA, ESCRIBANO.)
¿Qué hizo que la enseñanza de Jesús fuera tan eficaz?
Aunque los líderes religiosos del judaísmo no eran sinceros cuando se dirigían a Jesucristo como “Maestro [gr.
Di·dá·ska·los]”, él tuvo el reconocimiento tanto de los creyentes como de los no creyentes. (Mt 8:19; 9:11; 12:38; 19:16;
22:16, 24, 36; Jn 3:2.) Los oficiales que fueron a detenerle quedaron tan impresionados por su enseñanza que regresaron con
las manos vacías y dijeron: “Jamás ha hablado otro hombre así”. (Jn 7:46.) Jesús enseñó “como persona que tiene autoridad,
y no como [los] escribas”. (Mt 7:29.) Dios era la Fuente de su enseñanza (Jn 7:16; 8:28), y Jesús la transmitió con sencillez,
lógica irrefutable, preguntas penetrantes, metáforas llamativas e ilustraciones significativas basadas en cosas conocidas. (Mt
6:25-30; 7:3-5; 24-27; véase ILUSTRACIONES.) También empleó lecciones prácticas: lavó los pies a sus discípulos con el
fin de enseñarles que deberían servirse los unos a los otros. (Jn 13:2-16.)

Job 36:22 ¡Mira! Dios mismo obra sublimemente con su poder; ¿quién es instructor como él?

Isaias 30:20,21 Y Jehová ciertamente les dará a ustedes pan en la forma de angustia y agua en la forma de opresión; no
obstante, tu Magnífico Instructor ya no se esconderá, y tus ojos tienen que llegar a ser [ojos] que vean a tu Magnífico
Instructor. 21 Y tus propios oídos oirán una palabra detrás de ti que diga: “Este es el camino. Anden en él”, en caso de que
ustedes se fueran a la derecha o en caso de que se fueran a la izquierda.

Genesis 18.20-32 Por consiguiente, Jehová dijo: “El clamor de queja acerca de Sodoma y Gomorra es ciertamente fuerte,
y su pecado es ciertamente muy grave. 21 Estoy completamente resuelto a bajar para ver si obran del todo conforme al
clamor que acerca de ello ha llegado a mí, y, si no, podré llegar a saberlo”. 22 Entonces los hombres se volvieron de allí y
procedieron a irse a Sodoma; pero en cuanto a Jehová, él todavía estaba de pie delante de Abrahán. 23 Entonces Abrahán se
aproximó y empezó a decir: “¿Verdaderamente barrerás al justo con el inicuo? 24 Supongamos que haya cincuenta hombres
justos en medio de la ciudad. ¿Los barrerás, pues, y no perdonarás el lugar por causa de los cincuenta justos que estén en él?
25
 ¡Es inconcebible de ti el que vayas a obrar de esta manera para dar muerte al justo con el inicuo, de modo que tenga que
ocurrirle al justo lo mismo que le ocurre al inicuo! Es inconcebible de ti. ¿El Juez de toda la tierra no va a hacer lo que es
recto?”. 26 Entonces dijo Jehová: “Si hallo en Sodoma cincuenta hombres justos en medio de la ciudad, ciertamente
perdonaré a todo el lugar por causa de ellos”. 27 Pero Abrahán pasó a contestar y decir: “Por favor, mira que he tomado a mi
cargo hablar a Jehová, cuando soy polvo y ceniza. 28 Supongamos que de los cincuenta justos faltaran cinco. ¿Arruinarás por
los cinco a toda la ciudad?”. A lo cual él dijo: “No la arruinaré si hallo allí cuarenta y cinco”. 29 Pero volvió a hablarle de
nuevo, y dijo: “Supongamos que se hallen allí cuarenta”. A su vez, él dijo: “No lo haré por causa de los cuarenta”. 30 Pero
continuó: “Que Jehová, por favor, no se enardezca de cólera, sino que se me permita seguir hablando: Supongamos que se
hallen allí treinta”. A su vez, él dijo: “No lo haré si hallo allí treinta”. 31 Pero continuó: “Por favor, mira que he tomado a mi
cargo hablar a Jehová: Supongamos que se hallen allí veinte”. A su vez, él dijo: “No la arruinaré por causa de los veinte”.
32
 Por fin dijo: “Que Jehová, por favor, no se enardezca de cólera, sino que se me permita hablar esta sola vez: Supongamos
que se hallen allí diez”. A su vez, él dijo: “No la arruinaré por causa de los diez”.

Job 38:4 ¿Dónde te hallabas tú cuando yo fundé la tierra? Infórma[me], si de veras conoces el entendimiento.

Job 38:8 ¿Y [quién] con puertas puso barricada al mar, el cual empezó a salir como cuando irrumpió de la matriz;
302
Job 38:31 ¿Puedes tú atar firmemente las ligaduras de la constelación Kimá, o puedes desatar las cuerdas mismas de la
constelación Kesil?

Isaias 40:26 Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por
número, todas las cuales él llama aun por nombre. Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es
vigoroso en poder, ninguna [de ellas] falta.

Isaias 44.14-17 Hay uno cuyo negocio es cortar cedros; y toma cierta especie de árbol, aun un árbol macizo, y deja que se
haga fuerte para sí entre los árboles del bosque. Plantó el laurel, y la lluvia misma, que cae a cántaros, sigue haciéndolo
crecer. 15 Y ha llegado a ser [algo] para que el hombre mantenga ardiendo el fuego. De manera que él toma parte de él para
calentarse. De hecho, hace un fuego y realmente cuece pan. También se pone a trabajar en un dios ante el cual pueda
inclinarse. Lo ha hecho una imagen tallada, y se prosterna ante ella. 16 La mitad de él realmente la quema en un fuego. Sobre
la mitad de él asa bien la carne que come, y queda satisfecho. También se calienta, y dice: “¡Ajá! Me he calentado. He visto
la lumbre”. 17 Pero de lo restante de él realmente hace un dios mismo, su imagen tallada. Se prosterna ante ella y se inclina y
le ora y dice: “Líbrame, porque tú eres mi dios”.

Jonás 4:9-11 Y Dios procedió a decir a Jonás: “¿Es con razón que te has enardecido de cólera en cuanto a la calabaza
vinatera?”. Ante aquello, él dijo: “Con razón me he enardecido de cólera, hasta el punto de la muerte”. 10 Pero Jehová dijo:
“Tú, por tu parte, sentiste lástima por la calabaza vinatera, por la cual no te afanaste, y que no hiciste crecer, la cual resultó
ser el simple crecimiento de una noche y pereció como simple crecimiento de una noche. 11 Y, por mi parte, ¿no debería yo
sentir lástima por Nínive la gran ciudad, en la cual existen más de ciento veinte mil hombres que de ningún modo saben la
diferencia entre su mano derecha y su izquierda, además de muchos animales domésticos?”.

Juan 14:26 Mas el ayudante, el espíritu santo, que el Padre enviará en mi nombre, ese les enseñará todas las cosas y les
hará recordar todas las cosas que les he dicho.

JESÚS EL GRAN MAESTRO POR EXCELENCIA

Juan 13:13 Ustedes me llaman: ‘Maestro’, y, ‘Señor’, y hablan correctamente, porque lo soy.

Mateo 4:7 Jesús le dijo: “Otra vez está escrito: ‘No debes poner a prueba a Jehová tu Dios’”.

Mateo 4:10 Entonces Jesús le dijo: “¡Vete, Satanás! Porque está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios a quien tienes que adorar, y es
solo a él a quien tienes que rendir servicio sagrado’”.

Juan 7:16 Jesús, a su vez, les contestó y dijo: “Lo que yo enseño no es mío, sino que pertenece al que me ha enviado.

Juan 7:18 El que habla por sí mismo busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que lo envió, este es veraz, y no
hay injusticia en él.

303
Be pág. 57 párrs. 1,2

Honre a Jehová
Ser un maestro a semejanza de Cristo entraña más que pronunciar discursos interesantes. Es cierto que Jesús maravilló a
la gente con “palabras llenas de gracia” (Luc. 4:22). Sin embargo, ¿con qué propósito hablaba así? No  con el de convertirse
en el centro de atención, sino para honrar a Jehová (Juan 7:16-18). Además, dio esta exhortación a sus discípulos:
“Resplandezca la luz de ustedes delante de los hombres, para que ellos vean sus obras excelentes y den gloria al Padre de
ustedes que está en los cielos” (Mat. 5:16). Este consejo ha de influir en nuestra enseñanza, así que debemos evitar cuanto
nos desvíe de tal objetivo. Por consiguiente, al pensar en qué decir y cómo decirlo, conviene que nos preguntemos:
“¿Infundirá aprecio por Jehová, o centrará la atención en mi persona?”.
Por ejemplo, las ilustraciones y las experiencias de la vida real pueden ser eficaces en la enseñanza, pero si incluimos
demasiados detalles, quizá eclipsemos la idea que pretendemos destacar. De igual modo, las historias que no hacen más que
entretener nos distraen del propósito de nuestro ministerio. En tal caso, el maestro se haría el centro de atención y dejaría de
cumplir el verdadero objetivo de la educación teocrática.

Juan 7:45,46 Por lo tanto, los oficiales volvieron a los sacerdotes principales y fariseos, y estos les dijeron: “¿Por qué no lo
trajeron?”. 46 Los oficiales respondieron: “Jamás ha hablado [otro] hombre así”.

Mateo 7:28,29 Ahora bien, cuando Jesús terminó estos dichos, el efecto fue que las muchedumbres quedaron atónitas por
su modo de enseñar; 29 porque les enseñaba como persona que tiene autoridad, y no como sus escribas.

PREPÁRATE PARA DIRIGIR ESTUDIOS BÍBLICOS QUE PROGRESEN

Esdras 7:10 Porque Esdras mismo había preparado su corazón para consultar la ley de Jehová y para poner[la] por obra y
para enseñar en Israel disposiciones reglamentarias y justicia.

2samuel 12:1-7 Y Jehová procedió a enviar a Natán a David. Por eso él entró a donde él y le dijo: “Había dos hombres que
se hallaban en una ciudad, el uno rico y el otro de escasos recursos. 2 El rico tenía muchísimas ovejas y ganado vacuno;
3
 pero el hombre de escasos recursos no tenía más que una cordera, una pequeña, que había comprado. Y estaba
conservándola viva, y ella estaba creciendo con él y con sus hijos, todos juntos. De su bocado comía y de su copa bebía, y
en su seno yacía, y vino a serle como una hija. 4 Después de un tiempo le vino una visita al hombre rico, pero él evitó tomar
algo de sus propias ovejas y de su propio ganado vacuno para aderezárselo al viajero que le había venido. De modo que
tomó la corderita del hombre de escasos recursos y la aderezó para el hombre que le había venido”. 5 Ante esto, la cólera de
David se enardeció en gran manera contra el hombre, de modo que dijo a Natán: “¡Tan ciertamente como que vive Jehová,
el hombre que hizo esto merece morir! 6 Y por la cordera debe dar compensación con cuatro, como consecuencia del hecho
de que ha hecho esta cosa, y porque no tuvo compasión”. 7 Entonces Natán dijo a David: “¡Tú mismo eres el hombre! Esto
es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: ‘Yo mismo te ungí por rey sobre Israel, y yo mismo te libré de la mano de Saúl.

Km 8/04 pág. 1 párrs. 2-4


2
Cómo prepararse. Comience orando a Jehová por la persona y sus necesidades. Pídale ayuda para llegar al corazón
del estudiante (Col. 1:9, 10). A fin de captar el tema con claridad, dedique unos minutos a examinar el título del capítulo o
lección, los subtítulos y las ilustraciones. Pregúntese: “¿Cuál es la idea central de la información?”. Si así lo hace, cuando
dirija el estudio, se centrará en los puntos principales.
3
Repase detenidamente el contenido de cada párrafo. Localice las respuestas a las preguntas impresas y subraye solo las
palabras y frases clave. Busque la relación entre los textos bíblicos citados y la idea principal del párrafo, y escoja los que

304
va a leer en el estudio. Tal vez le resulte útil hacer breves anotaciones en el margen de la página. El estudiante debe ver
claro que lo que aprende procede de la Palabra de Dios (1 Tes. 2:13).
4
Particularice la lección. A continuación, prepárese la lección pensando en el estudiante en particular. Intente prever
sus preguntas y las ideas que le costará entender o aceptar. Pregúntese: “¿Qué debe comprender o en qué debe mejorar para
progresar en sentido espiritual? ¿Cómo puedo llegarle al corazón?”. Adapte la lección en función de las respuestas a estas
cuestiones. Habrá ocasiones en las que tenga que preparar un ejemplo, una explicación o una serie de preguntas que ayuden
al estudiante a captar el significado de algún punto o texto bíblico (Neh. 8:8). Sin embargo, evite añadir datos adicionales
que no aporten mucho al tema central. Un breve repaso final permitirá al estudiante recordar las ideas principales.

Hechos 16:14 Y cierta mujer por nombre Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira y adoradora de Dios, estaba
escuchando, y Jehová le abrió el corazón ampliamente para que prestara atención a las cosas que Pablo estaba hablando.

Colosenses 1:9,10 Por eso nosotros también, desde el día en que [lo] oímos, no hemos cesado de orar por ustedes y de pedir
que se les llene del conocimiento exacto de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, 10 para que anden de una
manera digna de Jehová a fin de que [le] agraden plenamente mientras siguen llevando fruto en toda buena obra y
aumentando en el conocimiento exacto de Dios,

Proverbios 15:28 El corazón del justo medita para responder, pero la boca de los inicuos hace salir burbujeando cosas
malas.

ENSEÑA AL ESTUDIANTE A PREPARARSE

Lucas 6:40 El alumno no es superior a su maestro, pero todo el que esté perfectamente instruido será como su maestro.

305
Lección 14(a) DIRIGE ESTUDIOS BÍBLICOS QUE PROGRESEN (PARTE 2)

Mateo 17:24-26 Después que llegaron a Capernaum, se acercaron a Pedro los hombres que cobran [el impuesto de] los dos
dracmas y dijeron: “¿No paga el maestro de ustedes [el impuesto de] los dos dracmas?”. 25 Él dijo: “Sí”. Sin embargo,
cuando entró en la casa, Jesús se le anticipó, diciendo: “¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes reciben los reyes de la tierra
contribuciones o la capitación? ¿De sus hijos, o de los extraños?”. 26 Cuando él dijo: “De los extraños”, Jesús le dijo:
“Entonces, realmente, los hijos están libres de impuestos.

Marcos 1:22 Y quedaban atónitos por su modo de enseñar, porque allí estaba enseñándoles como quien tiene autoridad, y
no como los escribas.

Lucas 6:40 El alumno no es superior a su maestro, pero todo el que esté perfectamente instruido será como su maestro.

JESÚS EMPLEABA PREGUNTAS EN LA ENSEÑANZA

(Mateo 16:13) Ahora bien, cuando hubo llegado a las partes de Cesarea de Filipo, Jesús se puso a preguntar a sus
discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?”.

(Mateo 16:15) Él les dijo: “Pero ustedes, ¿quién dicen que soy?”.

Mateo 17:24-27 Después que llegaron a Capernaum, se acercaron a Pedro los hombres que cobran [el impuesto de] los dos
dracmas y dijeron: “¿No paga el maestro de ustedes [el impuesto de] los dos dracmas?”. 25 Él dijo: “Sí”. Sin embargo,
cuando entró en la casa, Jesús se le anticipó, diciendo: “¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes reciben los reyes de la tierra
contribuciones o la capitación? ¿De sus hijos, o de los extraños?”. 26 Cuando él dijo: “De los extraños”, Jesús le dijo:
“Entonces, realmente, los hijos están libres de impuestos. 27 Pero para que no los hagamos tropezar, ve al mar, echa el
anzuelo, y toma el primer pez que suba y, al abrirle la boca, hallarás una moneda de estater. Toma esa y dásela a ellos por
mí y por ti”.

Juan 11:26 y todo el que vive y ejerce fe en mí no morirá jamás. ¿Crees tú esto?”.

Proverbios 20:5 El consejo en el corazón del hombre es como aguas profundas, pero el hombre de discernimiento es el que
lo sacará.

Be pág. 259 párrs. 1,2

Con preguntas bien pensadas, le será posible averiguar lo que hay en el corazón de quien le escucha. Podría preguntarle:
“¿Cómo se siente respecto a...? ¿Qué le convenció de que...? ¿Qué haría si...?”. Sin embargo, tenga cuidado para que no se
sienta acosado. Discretamente podría comenzar diciendo: “¿Podría hacerle una pregunta?”. Descubrir lo que se alberga en el
corazón es una tarea laboriosa que no se logra de la noche a la mañana. Antes de que la persona esté dispuesta a revelar sus
sentimientos más íntimos, casi siempre será preciso que se gane su confianza, y eso requiere tiempo. Incluso entonces
tendrá usted que ser prudente, para que el estudiante no piense que está invadiendo su intimidad (1 Ped. 4:15).
También hace falta discernimiento para controlar sus reacciones ante lo que oye. Recuerde que su objetivo es
comprender a las personas a fin de determinar qué información bíblica posiblemente las conmueva. Reprima de inmediato
todo impulso de refutar sus puntos de vista equivocados. Más bien, esté atento a los sentimientos que se esconden tras las

306
palabras. Así sabrá qué responder, y será más probable que el estudiante, sintiéndose comprendido, piense con seriedad en
lo que usted le diga (Pro. 16:23).

Proverbios 12:18 Existe el que habla irreflexivamente como con las estocadas de una espada, pero la lengua de los sabios
es una curación.

LAS ILUSTRACIONES DE JESÚS AYUDARON A LA GENTE

Mateo 7:24-27 ”Por lo tanto, a todo el que oye estos dichos míos y los hace se le asemejará a un varón discreto, que edificó
su casa sobre la masa rocosa. 25 Y descendió la lluvia y vinieron las inundaciones y soplaron los vientos y dieron con ímpetu
contra aquella casa, pero no se hundió, porque había sido fundada sobre la masa rocosa. 26 Además, a todo el que oye estos
dichos míos y no los hace se le asemejará a un varón necio, que edificó su casa sobre la arena. 27 Y descendió la lluvia y
vinieron las inundaciones y soplaron los vientos y dieron contra aquella casa, y se hundió, y fue grande su desplome”.

Mateo 16:1-4 Aquí se le acercaron los fariseos y saduceos y, para tentarlo, le pidieron que les mostrara alguna señal del
cielo. 2 En respuesta, él les dijo: “[[Al anochecer ustedes acostumbran decir: ‘Habrá buen tiempo, porque el cielo está rojo
encendido’; 3 y a la mañana: ‘Hoy habrá tiempo invernal y lluvioso, porque el cielo está rojo encendido, pero de aspecto
sombrío’. Saben interpretar la apariencia del cielo, pero las señales de los tiempos no las pueden interpretar.]] 4 Una
generación inicua y adúltera sigue buscando una señal, pero no se le dará señal alguna sino la señal de Jonás”. Con eso se
fue, dejándolos atrás.

Be pág. 242 párr. 4

Tras llamar a sus discípulos “la luz del mundo”, Jesús agregó unos comentarios sobre la utilidad de una lámpara y la
responsabilidad que tal uso suponía en el caso de ellos (Mat. 5:15, 16). Así mismo, concluyó la ilustración de la oveja
perdida mencionando el gozo que se produce en el cielo cuando un pecador se arrepiente (Luc. 15:7). Y  después de contar a
un hombre la parábola del buen samaritano, le hizo una pregunta pertinente seguida de un consejo directo (Luc. 10:36,  37).
En contraste, las ilustraciones sobre los distintos tipos de terreno y sobre la mala hierba del campo solo se las explicó a
quienes fueron lo suficientemente humildes como para preguntarle su significado, y no a las muchedumbres (Mat. 13:1-30,
36-43). Tres días antes de morir, Jesús relató una historia sobre unos viñadores homicidas, y no añadió explicación alguna,
pues no era necesario hacerlo. “Los sacerdotes principales y los fariseos [...] se dieron cuenta de que hablaba de ellos.”
(Mat. 21:33-45.) De modo que la actitud de los oyentes, la naturaleza de la ilustración y el objetivo al presentarla
determinan si es preciso explicarla y, en caso afirmativo, hasta qué punto.

Mateo 13:10-15 De modo que los discípulos se acercaron y le dijeron: “¿Por qué les hablas usando ilustraciones?”. 11 En
respuesta, él dijo: “A ustedes se concede entender los secretos sagrados del reino de los cielos, mas a aquellos no se les
concede. 12 Porque al que tiene, más se le dará, y se le hará abundar; pero al que no tiene, hasta lo que tiene le será quitado.
13
 Por esto les hablo a ellos usando ilustraciones, porque, mirando, miran en vano, y oyendo, oyen en vano, ni captan el
sentido de ello; 14 y para con ellos se cumple la profecía de Isaías, que dice: ‘Oyendo, oirán, pero de ningún modo captarán
el sentido de ello; y, mirando, mirarán, pero de ningún modo verán. 15 Porque el corazón de este pueblo se ha hecho
indispuesto a recibir, y con los oídos han oído sin responder, y han cerrado los ojos; para que nunca vean con los ojos, ni
oigan con los oídos, ni capten el sentido de ello con el corazón, y se vuelvan, y yo los sane’.

Mateo 13:34,35 Todas estas cosas habló Jesús a las muchedumbres por ilustraciones. En verdad, sin ilustración no les
hablaba; 35 para que se cumpliera lo que se habló por medio del profeta que dijo: “Abriré mi boca con ilustraciones,
publicaré cosas escondidas desde la fundación”.

307
It-1 págs. 1200, 1201

ILUSTRACIONES

La voz griega pa·ra·bo·lḗ (literalmente, “colocación al lado; yuxtaposición”) tiene un significado más amplio que las
palabras españolas “proverbio” y “parábola”. El término “ilustración”, sin embargo, tiene un significado amplio, que puede
englobar la “parábola” y, en muchos casos, el “proverbio”. Un “proverbio” encierra una verdad en lenguaje expresivo, a
menudo de manera metafórica, y una “parábola” es una comparación o símil, una narración corta, generalmente ficticia, de
la que se puede obtener una verdad moral o espiritual.
Las Escrituras emplean pa·ra·bo·lḗ en un sentido más amplio que la palabra española “parábola”, como lo muestra
Mateo 13:34, 35, donde Mateo señala que se había predicho que Jesucristo hablaría en “ilustraciones” (NM), “parábolas”
(BJ, CI). El Salmo 78:2, citado por Mateo, se refiere a un “dicho proverbial” (heb. ma·schál), y para esta expresión el
evangelista empleó la palabra griega pa·ra·bo·lḗ. Tal como indica el sentido literal de la voz griega, la pa·ra·bo·lḗ era un
medio de enseñar o comunicar una idea, un método para explicar una cosa ‘colocando al lado’ algo semejante. (Compárese
con Mr 4:30.) Muchas versiones se limitan a traducir el término griego por la forma españolizada “parábola”. Sin embargo,
esta traducción no siempre transmite el significado pleno.
Por ejemplo, en Hebreos 9:9 y 11:19 muchas versiones ven necesario recurrir a términos diferentes a “parábola”. En el
primero de estos textos el apóstol Pablo llama al tabernáculo o tienda que usaba Israel en el desierto “una ilustración
[pa·ra·bo·lḗ; “símil”, ENP; “imagen”, EMN; “figura”, NC; “símbolo”, Val] para el tiempo señalado”. En el segundo texto el
apóstol dice que Abrahán recibió a Isaac de entre los muertos “a manera de ilustración” (NM) (pa·ra·bo·lḗi; “en sentido
figurado”, BAS; Val). Al dicho: “Médico, cúrate a ti mismo”, también se le llama pa·ra·bo·lḗ. (Lu 4:23.) En vista de esto, un
término más general, como “ilustración” (NM), sirve para traducir pa·ra·bo·lḗ de manera consecuente en todos los casos.
Otra palabra relacionada es “alegoría” (gr. al·lē·go·rí·a), que consiste en varias metáforas consecutivas en las que una
serie de acciones simbolizan otras, mientras que los personajes a menudo son tipos o personificaciones. Pablo emplea el
verbo griego al·lē·go·ré·ō (alegorizar) en Gálatas 4:24 con respecto a Abrahán, Sara y Agar, un verbo que se traduce por ‘ser
una alegoría’ (Str), ‘estar dicho en forma alegórica’ (CI) y ‘quedar como un drama simbólico’ (NM).
El apóstol Juan usó otra palabra (pa·roi·mí·a) para “comparación” (Jn 10:6; 16:25, 29); se ha traducido: “símil”,
“parábola”, “proverbio”, “alegoría”, “semejanza”, “símbolo”, “enigma”, “ejemplo”, “figura”, “lenguaje figurado” y
“comparación” (TA, NC, CI, FS, SA, BI, NM). Pedro empleó la misma palabra con respecto al “proverbio” del perro que
vuelve a su vómito y la cerda que se revuelca en el fango. (2Pe 2:22.)
Eficacia. Las ilustraciones o parábolas constituyen un método de enseñanza de gran eficacia debido a, por lo menos,
cinco razones: 1) Captan y retienen la atención; pocas cosas atraen tanto el interés como una experiencia o un relato. ¿Quién
no conoce las ilustraciones del hijo pródigo y de la oveja perdida? 2) Avivan la facultad de pensar; uno de los mejores
ejercicios mentales es buscar el significado de una comparación y captar las verdades abstractas que se presentan.
3) Afectan las emociones y, debido a que por lo general el oyente ve la aplicación práctica de las verdades, llegan a la
conciencia y al corazón. 4) Ayudan a recordar; posteriormente se puede reconstruir el relato y aplicarlo. 5) Conservan la
verdad, puesto que siempre son aplicables y comprensibles, en cualquier momento y época. Mientras que las palabras
pueden cambiar de significado, las ilustraciones tratan de la vida y de la naturaleza. Esta es una de las razones por las que
las verdades bíblicas conservan hoy la claridad que tuvieron cuando se pronunciaron o escribieron.
Propósitos. Como se ha mostrado anteriormente, el propósito principal de todas las ilustraciones es enseñar. Pero las
ilustraciones de la Biblia también tienen otros propósitos:
1) El hecho de que una persona a veces tenga que profundizar para captar su significado completo, profundo y dirigido
al corazón, tiende a desanimar a aquellos que no aman a Dios, cuyo interés es solo superficial y por tanto no desean de
corazón la verdad. (Mt 13:13-15.) Dios no está recogiendo a tales personas. Las ilustraciones impulsaron a los humildes a
solicitar una explicación; los orgullosos rehusaron hacerlo. Jesús dijo: “El que tiene oídos, escuche”, y aunque la mayor
parte de las muchedumbres que escuchaban a Jesús siguieron por su camino, los discípulos iban a él y le solicitaban una
explicación. (Mt 13:9, 36.)

308
2) Las ilustraciones ocultan las verdades a aquellos que podrían hacer mal uso de ellas y desean entrampar a los siervos
de Dios. Jesús respondió a la pregunta capciosa de los fariseos con la ilustración de la moneda relacionada con el pago del
impuesto, y concluyó: “Paguen a César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios”. A sus enemigos se les dejó que
ellos mismos hiciesen la aplicación; pero los discípulos de Jesús comprendieron plenamente el principio de neutralidad que
se enunció. (Mt 22:15-21.)
3) Debido a que se deja que el oyente se aplique los principios de la ilustración, esta puede comunicarle un claro
mensaje de advertencia y amonestación, y al mismo tiempo desarmarle, de manera que no tenga ninguna base para tomar
represalias contra el orador. En otras palabras: que aquel a quien le aplique, se dé por aludido. Cuando los fariseos criticaron
a Jesús por comer con los recaudadores de impuestos y los pecadores, Jesús respondió: “Las personas en salud no  necesitan
médico, pero los enfermizos sí. Vayan, pues, y aprendan lo que esto significa: ‘Quiero misericordia, y no sacrificio’. Porque
no vine a llamar a justos, sino a pecadores”. (Mt 9:11-13.)
4) Incluso cuando se emplean con el fin de corregir a una persona, las ilustraciones se pueden usar para evitar el
prejuicio del oyente y que su mente se obceque por causa de dicho prejuicio, con lo que se consigue más de lo que se
lograría si se hiciese una exposición directa de los hechos. Tal fue el caso cuando Natán reprendió al rey David por su
pecado con Bat-seba y Urías. (2Sa 12:1-14.) Asimismo, el empleo de una ilustración hizo que el inicuo rey Acab, sin darse
cuenta, sopesase los principios implicados en su propio caso —cuando desobedeció al perdonarle la vida al rey Ben-hadad
de Siria, un enemigo de Dios— y profiriese un juicio condenándose a sí mismo. (1Re 20:34, 38-43.)
5) Las ilustraciones pueden mover a las personas a proceder en un sentido o en otro, a ‘quitarse la máscara’, mostrando
si son o no siervos verdaderos de Dios. Cuando Jesús dijo: “El que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre tiene vida
eterna”, “muchos de sus discípulos se fueron a las cosas de atrás, y ya no andaban con él”. De esta manera Jesús ‘eliminó’ a
todos aquellos que verdaderamente no creían de corazón. (Jn 6:54, 60-66.)

Be pág. 240 párr. 1

LAS ilustraciones son poderosos recursos didácticos, pues captan la atención con gran eficacia y estimulan el pensamiento.
También despiertan sentimientos, con lo cual tocan la conciencia y el corazón. A veces sirven para vencer prejuicios, y son
muy útiles para grabar las ideas en la memoria. ¿Las emplea cuando enseña?

Be pág. 260 párr. 1 – pág. 261 párr. 1

Despierte sentimientos positivos en su oyente. Una vez comprenda lo que la persona cree y lo que no, así como sus
razones para ello, estará en condiciones de edificar sobre ese fundamento. Tras su resurrección, Jesús llegó al corazón de
sus discípulos “abri[éndoles] por completo las Escrituras” a la luz de los sucesos recientes (Luc. 24:32). Esfuércese usted
también por conectar las vivencias pasadas del oyente, sus anhelos y lo que ve en la Palabra de Dios. Habrá llegado al
corazón del estudiante cuando este, plenamente convencido, diga para sus adentros: “¡Esta es LA VERDAD!”.
Al destacar la benignidad de Jehová, así como su amor, su bondad inmerecida y la justicia de sus caminos, usted ayuda a
aquellos a quienes enseña a fortalecer su amor a Dios. Cuando dedica algún tiempo a mostrarles las buenas cualidades que
Dios observa en ellos, les da razones para creer que es posible entablar una relación personal con él. Un medio para lograrlo
es invitarlos a reflexionar en pasajes como Salmo 139:1-3, Lucas 21:1-4 y Juan 6:44, así como señalarles la profundidad del
cariño que el Creador siente por sus siervos leales (Rom. 8:38, 39). Explíqueles que, más allá de los errores que cometemos,
Jehová ve todo el curso de nuestra vida, nuestro celo por la adoración pura y el amor que sentimos por su nombre (2  Cró.
19:2, 3; Heb. 6:10). Él recuerda hasta el más mínimo detalle de nuestro ser y, de una manera extraordinaria, resucitará a
“todos los que están en las tumbas conmemorativas” (Juan 5:28, 29; Luc. 12:6, 7). Puesto que Dios creó a los seres humanos
a su imagen y semejanza, es fácil que una conversación sobre las cualidades divinas toque una fibra sensible en el interior
de su interlocutor (Gén. 1:27).
El corazón también puede conmoverse cuando la persona comienza a ver a los demás como Jehová los ve. Es  lógico que
si Dios nos trata con ternura a cada uno de nosotros, también muestre la misma consideración por otras personas, sin
309
discriminación de orígenes, nacionalidad o raza (Hech. 10:34, 35). Una vez el estudiante entienda esto, contará con una base
bíblica firme para desarraigar de su corazón el odio y el prejuicio, lo cual le permitirá disfrutar de relaciones interpersonales
pacíficas mientras sigue aprendiendo a acatar la voluntad divina.
Otro sentimiento que debemos tratar de infundir en los demás es el temor piadoso (Sal. 111:10; Rev. 14:6, 7). Esta
reverencia profunda, este temor de Dios, los mueve a lograr lo que con sus propias fuerzas tal vez no podrían. Hablarles de
los imponentes actos de Jehová y de su extraordinaria bondad amorosa los impulsará a cultivar un temor sano a desagradarle
(Sal. 66:5; Jer. 32:40).
Asegúrese de que sus oyentes comprendan que a Jehová le importa la conducta de ellos. Él tiene sentimientos, y nuestra
reacción a sus mandatos puede entristecerlo o regocijarlo (Sal. 78:40-42). Muestre que nuestro comportamiento desempeña
un papel importante en la respuesta al desafío que Satanás lanzó a Dios (Pro. 27:11).
Ayude a quienes lo escuchen a ver que cumplir con los requisitos divinos los beneficia (Isa. 48:17). Un modo de hacerlo
es señalando las consecuencias físicas y emocionales de rechazar, aun de forma momentánea, la sabiduría de Dios.
Explíqueles que el pecado nos aleja de Jehová y priva a los demás de la oportunidad de aprender la verdad de nuestros
labios, además de lesionar los derechos ajenos (1 Tes. 4:6). Anímelos a valorar las bendiciones de las que ya disfrutan a
causa de su obediencia a las leyes de Dios, así como a profundizar su gratitud por el hecho de que andar en Sus justas
sendas nos libre de tantas adversidades. Quien cifre su fe en la sabiduría de los caminos divinos sentirá repulsión por
cualquier proceder contrario a ellos (Sal. 119:104). En vez de ver la obediencia como una carga, la considerará un modo de
expresar su amor y devoción por Jehová.

Be pág. 240 – 246

Lección 45
Ilustraciones instructivas

¿Qué implica?
Utilizar figuras retóricas o ejemplos, sean ficticios o reales, de tal forma que le permitan alcanzar sus
objetivos al enseñar.
¿POR QUÉ SON IMPORTANTES?
Bien utilizadas, las ilustraciones enriquecen la exposición, influyen en la vida de los oyentes y graban las
enseñanzas en su mente. Pero mal empleadas, desvían la atención de los aspectos importantes.

LAS ilustraciones son poderosos recursos didácticos, pues captan la atención con gran eficacia y estimulan el
pensamiento. También despiertan sentimientos, con lo cual tocan la conciencia y el corazón. A veces sirven para vencer
prejuicios, y son muy útiles para grabar las ideas en la memoria. ¿Las emplea cuando enseña?
Uno de los medios de ilustrar enseñanzas son las figuras retóricas, que, aunque normalmente constan de solo unas
cuantas palabras, pueden crear vívidas imágenes mentales. Cuando están bien pensadas, su significado es, en su mayor
parte, obvio. No obstante, añadiéndoles una breve explicación se refuerza su valor. La Biblia contiene muchos ejemplos de
figuras retóricas de los que podemos aprender.
Empiece con comparaciones y metáforas. Las comparaciones, o símiles, son las figuras retóricas más sencillas.
Si quiere aprender a usar ilustraciones, tal vez le convenga concentrarse primero en estas. Por lo general, comienzan con un
“como”, un “igual que” o una expresión parecida. Las comparaciones destacan un aspecto que tienen en común dos cosas
muy diferentes. La Biblia las utiliza en muchas ocasiones, recurriendo para ello a las creaciones divinas —plantas, animales
y cuerpos celestes— y a la experiencia humana. En Salmo 1:3 leemos que la persona que lee asiduamente la Palabra de
Dios es “como un árbol plantado al lado de corrientes de agua”, el cual produce fruto y no  se marchita. Del inicuo se dice
que es “como un león” al acecho (Sal. 10:9). Jehová le prometió a Abrahán que su descendencia llegaría a ser tan numerosa
“como las estrellas de los cielos y como los granos de arena que hay en la orilla del mar” (Gén. 22:17). Y tocante a la

310
relación estrecha que forjó con la nación de Israel, Dios dijo: “Tal como un cinto se adhiere a las caderas de un hombre, así
hice que [...] Israel y [...] Judá se adhirieran aun a mí” (Jer. 13:11).
La metáfora también pone de manifiesto cierta semejanza entre dos elementos muy distintos, pero con más fuerza que la
comparación. Consiste en hablar de una cosa como si realmente fuera otra, atribuyendo así una característica de la segunda
a la primera. Por ejemplo, Jesús indicó a sus seguidores: “Ustedes son la luz del mundo” (Mat. 5:14). Con relación al daño
que puede causar el habla irreflexiva, el discípulo Santiago escribió: “La lengua es un fuego” (Sant. 3:6). Y  David cantó a
Jehová: “Tú eres mi peñasco y mi fortaleza” (Sal. 31:3). Por regla general, la metáfora bien escogida necesita poca o
ninguna explicación; su brevedad la hace aún más eficaz. Posiblemente su auditorio recuerde mejor un punto con una
metáfora que con la simple exposición de un hecho.
La hipérbole es una exageración, por lo que debe usarse con discreción para que no se malinterprete. Jesús recurrió a
esta figura retórica cuando, a fin de crear una imborrable imagen mental, preguntó: “¿Por qué miras la paja que hay en el
ojo de tu hermano, pero no tomas en cuenta la viga que hay en tu propio ojo?” (Mat. 7:3). Sin embargo, antes de emplear
este recurso estilístico u otros, aprenda a hacer buen uso de las comparaciones y las metáforas.
Utilice ejemplos. En vez de figuras retóricas, tal vez prefiera utilizar en su enseñanza ejemplos, sean historias ficticias o
experiencias de la vida real. Ahora bien, puesto que es fácil excederse en su elaboración y frecuencia de uso, se requiere
prudencia. Solo deben emplearse para apoyar puntos de verdadera importancia, y han de presentarse de manera que el
auditorio recuerde la enseñanza, no simplemente el relato.
Aunque no todos los ejemplos tienen que ser casos verídicos, deben reflejar actitudes y situaciones de la vida real. Así,
cuando Jesús quiso enseñar cómo hay que considerar a los pecadores arrepentidos, lo ilustró con una narración sobre un
hombre que se regocijó al encontrar a su oveja perdida (Luc. 15:1-7). En respuesta a un judío que no captaba el verdadero
alcance del mandato de la Ley relativo a amar al prójimo, Jesús contó la parábola de un samaritano que auxilió a un herido
después de que un sacerdote y un levita se negaran a hacerlo (Luc. 10:30-37). Si aprende a observar con atención las
actitudes y acciones de la gente, podrá utilizar con eficacia este recurso didáctico.
Cuando el profeta Natán le contó una historia imaginaria al rey David con el fin de censurarlo, obtuvo buenos resultados
porque evitó provocar una situación que pudiera haber llevado al rey a justificarse. Los personajes del relato eran un hombre
rico que tenía muchas ovejas y otro pobre que solo poseía una cordera, a la cual criaba con ternura. Por haber sido pastor,
David entendía los sentimientos de este último, de modo que reaccionó con justa indignación contra el hombre rico que le
había arrebatado al de escasos recursos su preciada cordera. Entonces Natán le dijo a David sin rodeos: “¡Tú mismo eres el
hombre!”. El mensaje le tocó el corazón, y se arrepintió sinceramente (2 Sam. 12:1-14). Con la práctica, usted también
aprenderá a tratar de forma atrayente cuestiones delicadas.
De los sucesos recogidos en la Biblia pueden tomarse muchos ejemplos útiles en la enseñanza. Así lo hizo Jesús cuando
dijo de manera concisa: “Acuérdense de la esposa de Lot” (Luc. 17:32). De igual modo, al describir la señal de su presencia,
se refirió a “los días de Noé” (Mat. 24:37-39). Y en el capítulo 11 de Hebreos, el apóstol Pablo mencionó por nombre a
dieciséis hombres y mujeres, señalándolos como ejemplos de fe. A medida que usted vaya conociendo mejor la Biblia, irá
aumentando su capacidad de extraer ejemplos impactantes de las personas y los sucesos citados en sus páginas (Rom. 15:4;
1 Cor. 10:11).
A veces le parecerá oportuno reforzar cierta enseñanza con una experiencia de nuestros días. No obstante, tenga cuidado
de escoger únicamente experiencias confirmadas y evitar las que incomodarían innecesariamente a alguno de los presentes o
desviarían la atención hacia un tema polémico ajeno a lo que está tratando. Recuerde, además, que las experiencias deben
relatarse con un propósito. No incluya detalles superfluos, pues por lo general distraen del objetivo de la exposición.
¿Se entenderá? Sin importar la figura retórica o el ejemplo que utilice, debería lograr con ellos un objetivo definido.
¿Lo conseguirá si no explica su relación con el tema del que está hablando?
Tras llamar a sus discípulos “la luz del mundo”, Jesús agregó unos comentarios sobre la utilidad de una lámpara y la
responsabilidad que tal uso suponía en el caso de ellos (Mat. 5:15, 16). Así mismo, concluyó la ilustración de la oveja
perdida mencionando el gozo que se produce en el cielo cuando un pecador se arrepiente (Luc. 15:7). Y  después de contar a
un hombre la parábola del buen samaritano, le hizo una pregunta pertinente seguida de un consejo directo (Luc. 10:36,  37).

311
En contraste, las ilustraciones sobre los distintos tipos de terreno y sobre la mala hierba del campo solo se las explicó a
quienes fueron lo suficientemente humildes como para preguntarle su significado, y no a las muchedumbres (Mat. 13:1-30,
36-43). Tres días antes de morir, Jesús relató una historia sobre unos viñadores homicidas, y no añadió explicación alguna,
pues no era necesario hacerlo. “Los sacerdotes principales y los fariseos [...] se dieron cuenta de que hablaba de ellos.”
(Mat. 21:33-45.) De modo que la actitud de los oyentes, la naturaleza de la ilustración y el objetivo al presentarla
determinan si es preciso explicarla y, en caso afirmativo, hasta qué punto.
Aunque toma tiempo desarrollar la habilidad de emplear ejemplos y otras ilustraciones con eficacia, merece la pena. Las
ilustraciones bien pensadas combinan el atractivo intelectual con el impacto emocional. El resultado es que se transmite el
mensaje con una fuerza que pocas veces se alcanza con la simple exposición de los hechos.

CÓMO OBTENER ILUSTRACIONES ADECUADAS


Lea la Biblia con regularidad; fíjese en las ilustraciones que contiene; medite en el valor de sus ejemplos.
Observe lo que sucede a su alrededor y asocie las actitudes y acciones ajenas con los temas sobre los que
vaya a hablar.
Anote ejemplos y figuras retóricas instructivos que extraiga de publicaciones, de discursos o de sus propias
observaciones. Guárdelos para cuando los necesite.

Lección 46
Ilustraciones basadas en situaciones conocidas

¿Qué implica?
Emplear ilustraciones que remitan a actividades que el auditorio realice o a asuntos con los que esté
familiarizado.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?
Las ilustraciones basadas en situaciones conocidas llegarán al corazón de los oyentes.

NO HAY duda de que es fundamental que las ilustraciones se adapten al tema que se está tratando. Sin embargo, para
que sean más eficaces, es igualmente importante que sean adecuadas al auditorio.
¿Qué efecto debe tener en sus ilustraciones el tipo de público al que se dirija? ¿Qué hizo Jesucristo? Tanto si enseñaba a
las muchedumbres como a sus discípulos, no habló de culturas diferentes a la israelita, pues ello les habría resultado extraño
a sus oyentes. Por ejemplo, no se refirió a la vida en la corte de Egipto o a las prácticas religiosas de la India. Más bien, basó
sus ilustraciones en actividades comunes a todos los pueblos, tales como remendar ropa, hacer negocios, perder un objeto
valioso y asistir a banquetes de boda. Sabía cómo reaccionaban las personas en distintas circunstancias y aplicó ese
conocimiento (Mar. 2:21; Luc. 14:7-11; 15:8, 9; 19:15-23). Puesto que su predicación pública se dirigía en particular al
pueblo de Israel, generalmente aludía a artículos y tareas que eran parte de la vida diaria de la gente. Se refirió, por tanto, a
las labores del campo, a la respuesta de las ovejas al pastor y a los odres de cuero en que se guardaba el vino (Mar. 2:22;
4:2-9; Juan 10:1-5). También recurrió a episodios históricos conocidos, como el de la creación de la primera pareja humana,
el Diluvio de los días de Noé, la destrucción de Sodoma y Gomorra, y la muerte de la esposa de Lot, entre otros (Mat.
10:15; 19:4-6; 24:37-39; Luc. 17:32). Al seleccionar las ilustraciones, ¿tiene usted presentes, de la misma manera, las
actividades con las que sus oyentes están familiarizados, así como sus antecedentes culturales?
Ahora bien, ¿qué hacer si no se dirige a un público numeroso, sino a un grupo reducido, o incluso a una sola persona?
Ponga todo su empeño en encontrar una ilustración que sea adecuada para tales oyentes. Jesús, al predicarle a una
samaritana junto a un pozo cercano a Sicar, le habló de “agua viva”, de que ‘no le daría sed jamás’  y de la ‘fuente de agua
que brotaría para impartir vida eterna’, utilizando así figuras retóricas estrechamente relacionadas con las tareas de aquella
mujer (Juan 4:7-15). Cuando conversó con unos pescadores que habían estado lavando las redes, eligió una ilustración
vinculada a ese oficio (Luc. 5:2-11). En ambas circunstancias, podría haber hecho referencia a las labores del campo, ya que
312
vivían en una zona agrícola y ganadera; sin embargo, al aludir a las tareas que les eran propias, la imagen mental que evocó
en sus oyentes adquirió mayor realismo y eficacia. ¿Se esfuerza usted por imitarlo?
A diferencia de Jesús, que centró su atención en “las ovejas perdidas de la casa de Israel”, el apóstol Pablo recibió la
comisión de ir, no solo a Israel, sino también a las naciones de origen gentil (Mat. 15:24; Hech. 9:15). ¿Significó esto un
cambio en la manera en que Pablo predicó? Claro que sí. Al escribir a los cristianos de Corinto, mencionó las carreras
pedestres, la costumbre de comer en los templos de los ídolos y las procesiones triunfales, actividades con las que aquellos
gentiles estaban familiarizados (1 Cor. 8:1-10; 9:24, 25; 2 Cor. 2:14-16).
¿Elige usted con el mismo esmero que Jesús y Pablo los ejemplos y demás ilustraciones que utiliza? ¿Tiene en cuenta
los antecedentes y los quehaceres cotidianos de sus oyentes? De más está decir que el mundo ha cambiado desde el siglo
primero. Innumerables personas se informan de las noticias mundiales por la televisión y a menudo están enteradas de
acontecimientos de tierras lejanas. Si es así donde usted vive, está claro que no hay ningún inconveniente en extraer de tales
noticias las ilustraciones. No obstante, lo que más suele atraer a la gente es aquello que atañe a su vida misma: su hogar, su
familia, su trabajo, los alimentos que come o el clima del lugar.
Si una ilustración le exige dar demasiadas explicaciones, probablemente usted se esté refiriendo a algo que no les resulta
conocido a sus oyentes, lo cual puede eclipsar con facilidad lo que pretende enseñar. Como resultado, el auditorio tal vez
recuerde la ilustración, pero no la verdad bíblica que deseaba transmitirle.
En lugar de intrincadas comparaciones, Jesús planteaba asuntos simples, cotidianos. Se valía de las cosas pequeñas para
explicar las grandes, y de lo sencillo para esclarecer lo complicado. Conectaba las verdades espirituales que enseñaba con
sucesos del diario vivir, haciéndolas así más fáciles de captar y recordar. Sin duda, nos dejó un magnífico ejemplo.

CÓMO ADQUIRIR MAYOR DESTREZA


Habitúese a pensar en sus oyentes, y no solo en lo que desea decir.
Observe los detalles de lo que ocurre a su alrededor.
Póngase la meta de utilizar todas las semanas por lo menos una buena ilustración que no haya empleado
antes.

DIRIGE ESTUDIOS BÍBLICOS EFICACES

Be pág. 163 párr. 1

Emplear los términos adecuados también le permite comunicar las ideas sin ser verboso. Mientras que la verbosidad
oscurece las ideas, la sencillez facilita la comprensión y retención de los hechos importantes. Ayuda a transmitir
conocimiento exacto. La enseñanza de Jesucristo sobresalió por su lenguaje sencillo; aprenda de él (véanse los ejemplos de
Mateo 5:3-12 y Marcos 10:17-21). Practique para expresarse con concisión valiéndose de un vocabulario preciso.

Km 2/05 pág. 6 párrs. 1-4

Dirijamos estudios bíblicos progresivos (6.a parte)


Cuando el estudiante plantea una pregunta

1
Una vez establecido el estudio, por lo general conviene analizar las enseñanzas bíblicas de forma sistemática, en vez de
saltar de un tema a otro. De este modo se coloca un fundamento basado en conocimiento exacto, y el estudiante puede
progresar espiritualmente (Col. 1:9, 10). Ahora bien, habrá ocasiones en las que el estudiante plantee preguntas durante el
estudio. ¿Cómo debemos contestarlas?
2
Sea discernidor. Las preguntas relacionadas con la información que se esté analizando pueden aclararse en ese mismo
momento, a no ser que la propia publicación de estudio lo haga más adelante, en cuyo caso bastará con indicarlo. Sin
embargo, si la cuestión no tuviera que ver con lo que se está estudiando o exigiera más investigación para contestarla

313
adecuadamente, convendría aplazar la respuesta hasta después del estudio u otro momento. A algunos publicadores les gusta
escribir la pregunta porque así demuestran al estudiante que no se pasa por alto su duda y, al mismo tiempo, evitan desviarse
del tema del estudio.
3
En nuestras publicaciones de estudio básicas se analizan gran número de enseñanzas bíblicas de forma concisa. ¿Qué
hay si a un estudiante le cuesta aceptar cierta enseñanza o se aferra a una creencia falsa? En ese caso sería conveniente
examinar información adicional que analice más a fondo el punto de vista bíblico al respecto. Si aun así el estudiante
no queda convencido, deje la explicación del tema para más adelante y prosiga con el estudio regular (Juan 16:12).
A medida que el estudiante adquiera conocimiento de la Biblia y progrese espiritualmente, es posible que comprenda dicha
enseñanza.
4
Sea modesto. Si no está seguro de la respuesta, no caiga en el error de aventurar una opinión (2 Tim. 2:15; 1 Ped.
4:11). Prométale investigar el tema y volver con una explicación. Incluso podría aprovechar tales ocasiones para enseñarle a
buscar información por su cuenta y a utilizar gradualmente las diversas herramientas que provee la organización de Jehová
con ese propósito. Con el tiempo será capaz él mismo de responder sus propias preguntas (Hech. 17:11).

Colosenses 2:6,7 Por lo tanto, como han aceptado a Cristo Jesús el Señor, sigan andando en unión con él, 7 arraigados y
siendo edificados en él y siendo estabilizados en la fe, así como se les enseñó, rebosando de [fe] en acción de gracias.

Km 1/05 pág. 1 párrs. 1-6

Dirijamos estudios bíblicos progresivos (5.a parte)


Cuánta información estudiar

1
Al enseñar a sus discípulos, Jesús tomó en consideración sus limitaciones, hablándoles “hasta el grado que podían
escuchar” (Mar. 4:33; Juan 16:12). De manera similar, los maestros de la Palabra de Dios tienen que determinar a qué ritmo
dirigirán el estudio bíblico. La cantidad de información que se analice dependerá de la capacidad y las circunstancias, tanto
del maestro como del estudiante.
2
Pongamos un fundamento sólido a su fe. Algunos estudiantes necesitan dos o tres sesiones de estudio para captar lo
que otros asimilan en solo una. No queremos que, por ir muy rápido, se dificulte la comprensión del estudiante, quien
precisa un fundamento sólido para su recién adquirida fe en la Palabra de Dios (Pro. 4:7; Rom. 12:2).
3
Dediquemos el tiempo que haga falta cada semana para ayudar al estudiante a entender y hacer suyo lo que aprende de
la Palabra de Dios. Evitemos ir a un ritmo tan acelerado que le impida aprovecharse al máximo de las valiosas verdades que
le estamos enseñando. Permitámonos el tiempo suficiente para destacar las ideas principales y analizar los textos clave en
los que se basan dichas enseñanzas (2 Tim. 3:16, 17).
4
Ciñámonos al tema. Además de evitar ir demasiado deprisa al enseñar, también es conveniente no desviarse del tema.
Si el estudiante tiende a explayarse contándonos asuntos personales, tal vez podamos indicarle que hablaremos de ello al
concluir el estudio (Ecl. 3:1).
5
Por otro lado, el entusiasmo por la verdad pudiera llevarnos a nosotros a hablar demasiado (Sal. 145:6,  7). Es cierto
que el estudio puede enriquecerse con algunas experiencias o ideas adicionales, pero no conviene que sean tantas, o tan
largas, que le impidan a la persona obtener conocimiento exacto de las enseñanzas bíblicas elementales.
6
Analizar una cantidad razonable de información en cada sesión de estudio contribuirá a que los estudiantes de la Biblia
‘anden a la luz de Jehová’ (Isa. 2:5).

Juan 16:12 ”Tengo muchas cosas que decirles todavía, pero no las pueden soportar ahora.

DIRIGE AL ESTUDIANTE A LA CONGREGACIÓN CRISTIANA


314
Km 3/13 pág. 3

Cómo usar el nuevo folleto ¿Quiénes hacen la voluntad de Jehová en nuestros días?
Preparado para dirigir a los estudiantes de la Biblia a la organización

1
No hace mucho recibimos el folleto ¿Quiénes hacen la voluntad de Jehová en nuestros días? ¿Lo hemos utilizado ya?
Esta publicación se ha preparado para ayudar a los estudiantes de la Biblia a: 1) familiarizarse con el pueblo de Dios,
2) conocer mejor nuestras actividades y 3) ver la organización en acción. Las lecciones del folleto La voluntad de Jehová
son de una sola página y pueden analizarse en cinco o diez minutos al final de cada sesión de estudio.
2
Diseño del folleto. Se compone de tres secciones que explican distintos aspectos de la organización de Jehová y
corresponden con los tres puntos antes mencionados. Los títulos de las 28 lecciones están en forma de pregunta, y los
subtítulos en negrita dan las respuestas. Por toda la publicación aparecen fotografías de más de cincuenta países y se indica
el lugar donde fueron tomadas, lo cual recalca el alcance internacional de la obra. Muchas lecciones incluyen un recuadro
titulado “Para saber más”, el cual da útiles sugerencias a los estudiantes.
3
Cómo utilizarlo. Comience cada lección planteando la pregunta del título. Luego, mientras se vayan leyendo los
párrafos, destaque los subtítulos. Por último, haga las preguntas de repaso que están al final de la página. Pueden leer la
lección entera o, si prefieren, pueden ir deteniéndose para comentarla. Seleccione bien los textos que se leerán y no  olvide
incluir las láminas y los recuadros “Para saber más”. Por lo general, lo mejor será analizar las lecciones en el orden en que
aparecen. Pero a veces será conveniente adelantarse para analizar algún tema que requiera atención. Por ejemplo, si se
aproxima una asamblea, podría estudiarse la lección 11.
4
Al dirigir estudios bíblicos, ayudamos a las personas a conocer a nuestro Padre celestial. Sin embargo, también
deberíamos ayudarlas a familiarizarse con la organización de Jehová (Prov. 6:20). ¡Cuánto nos alegra contar con esta nueva
herramienta preparada especialmente con ese propósito!

W01 1/8 págs. 19-22

Dejemos que la fuerza de la costumbre obre en favor de nosotros

DURANTE doce años siempre siguió la misma ruta desde el trabajo a su casa, situada en un barrio periférico de Atenas,
hasta que se mudó al otro extremo de la ciudad. Un día se dirigió a su hogar tras la jornada laboral, pero fue al verse en
medio de su antiguo vecindario cuando se percató de que había tomado la dirección equivocada. La fuerza de la costumbre
lo había llevado a su anterior domicilio.
Con razón, pues, un refrán dice que la costumbre es una segunda naturaleza, una poderosa influencia en la vida. En  este
sentido, las costumbres, o hábitos, pueden asemejarse al fuego. Este calienta la comida y nos da luz y calor, pero también
puede convertirse en un feroz enemigo que destruye vidas y posesiones. Lo mismo es cierto de las costumbres: bien
cultivadas son de gran beneficio, de lo contrario, pueden ser destructivas.
En el caso del señor mencionado al principio del artículo, la fuerza de la costumbre tan solo le hizo perder algo de
tiempo en el tránsito. En asuntos de mayor importancia, las costumbres pueden reportarnos éxito o llevarnos a la ruina.
Veamos en la Biblia algunos ejemplos de historias reales que revelan cómo los hábitos facilitan o dificultan nuestra relación
con Dios y el servicio que le rendimos.
Ejemplos bíblicos de buenas y malas costumbres
A Noé, Job y Daniel se les favoreció con una relación personal con Dios. La Biblia los ensalza “por su justicia”
(Ezequiel 14:14). Es significativo que la trayectoria de los tres puso de manifiesto sus buenos hábitos.
A Noé se le ordenó construir un arca, una embarcación más larga que un campo de fútbol y más alta que un edificio de
cinco pisos. Aquella formidable obra de ingeniería hubiera abrumado a cualquier constructor naval de la antigüedad. Noé,
junto con los siete miembros de su familia, construyó el arca sin herramientas modernas y, además, predicó sin cesar a sus
contemporáneos. Y no dudamos de que también atendió el bienestar físico y espiritual de su familia (2 Pedro 2:5). A fin de
315
cumplir con todas estas tareas, precisó buenos hábitos de trabajo. El relato bíblico dice sobre él: “Andaba con el Dios
verdadero. [...] Noé procedió a hacer conforme a todo lo que le había mandado Jehová” (Génesis 6:9, 22; 7:5). Puesto que,
según las Escrituras, fue “exento de falta”, con toda seguridad siguió andando con Dios tras el Diluvio y durante la rebelión
contra Jehová que estalló en Babel, hasta su muerte, a los 950 años de edad (Génesis 9:29).
Los buenos hábitos de Job lo hicieron un hombre “sin culpa y recto” (Job 1:1, 8; 2:3). Solía oficiar de sacerdote para su
familia y ofrecer sacrificios a favor de sus hijos después de los banquetes de estos, por si habían “‘pecado y  [...] maldecido a
Dios en su corazón’. Así hacía Job siempre” (Job 1:5). Sin lugar a dudas, las costumbres centradas en la adoración de
Jehová ocupaban en aquella familia un lugar importante.
Daniel sirvió a Jehová “con constancia” durante toda su dilatada vida (Daniel 6:16, 20). ¿Qué buenos hábitos
espirituales tenía? Por un lado, oraba con asiduidad. Pese al decreto real que prohibió tal práctica, “tres veces al día se
hincaba de rodillas y oraba y ofrecía alabanza delante de su Dios, como había estado haciendo regularmente” (Daniel 6:10).
No podía renunciar a la costumbre de hablar con Dios, aunque supusiera una amenaza para su vida. Sin duda, la oración lo
fortaleció durante su excepcional trayectoria de integridad a Dios. Parece ser que este profeta también tenía el buen hábito
de estudiar las emocionantes promesas de Dios y meditar profundamente sobre ellas (Jeremías 25:11, 12; Daniel 9:2). Sus
buenas costumbres contribuyeron en gran manera a que permaneciera fiel hasta el mismo final de su carrera.
El caso contrario es el de Dina. Un mal hábito le costó caro: “Solía salir [...] para ver a las hijas del país”, quienes
no servían a Jehová (Génesis 34:1). Aunque era algo aparentemente inofensivo, la llevó al desastre. Primero, la violó
Siquem, a quien se consideraba “el más honorable de toda la casa de su padre”. Luego, la reacción vengativa de dos
hermanos suyos culminó con el asesinato de todos los varones de una ciudad. ¡Qué horrible resultado! (Génesis 34:19, 25-
29.)
¿Cómo asegurarnos de que nuestros hábitos no nos perjudiquen, sino que nos beneficien?
Pongamos las costumbres a nuestro servicio
“Los hábitos son el destino”, escribió un filósofo. Pero no tienen por qué serlo, pues la Biblia indica con total claridad
que podemos optar por dejar los malos hábitos y adoptar los que sean buenos.
Las buenas costumbres hacen más fácil mantener el ritmo que impone el estilo de vida cristiano, que además se hace
más productivo. “El hábito de ceñirme a un horario a fin de cumplir diversas tareas me ahorra un tiempo valioso”, observa
un cristiano griego llamado Alex. Teófilo, un anciano de congregación, comenta que la planificación le permite ser eficaz.
“Estoy absolutamente convencido —dice— de que no lograría encargarme de mis deberes cristianos si no tuviera la
costumbre de planificarlo todo con cuidado.”
A los seguidores de Cristo se nos exhorta a que “sigamos andando ordenadamente en esta misma rutina” (Filipenses
3:16). Este texto transmite la idea de una acción habitual que sigue un procedimiento establecido. Los buenos hábitos son
ventajosos porque no tenemos que pausar y meditar para decidir cada paso, pues ya hemos fijado un proceder que seguimos
por costumbre. Los hábitos arraigados se convierten casi en un acto reflejo. Tal como los buenos hábitos de un conductor
prudente lo llevan a tomar decisiones en décimas de segundo para eludir los peligros de la carretera y proteger su vida, las
buenas costumbres nos permiten tomar con prontitud decisiones adecuadas en nuestra carrera cristiana.
El escritor inglés Jeremy Taylor lo expresó así: “Las costumbres son las hijas de la acción”. Si poseemos buenos hábitos,
no nos costará mucho realizar buenas obras. Por ejemplo, para quien suele predicar regularmente es más fácil y placentero
salir al servicio del campo. Leemos que los apóstoles, “todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar
enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús” (Hechos 5:42; 17:2). En cambio, aquel cuya presencia
en el ministerio es solo ocasional tal vez se ponga nervioso y necesite más tiempo hasta adquirir confianza en esta vital obra
cristiana.
Lo mismo puede decirse de otras actividades cristianas. Los buenos hábitos nos ayudarán a ser constantes en ‘leer la
Palabra de Dios día y noche’ (Josué 1:8; Salmo 1:2). Cierto cristiano tiene la costumbre de leer las Escrituras durante veinte
o treinta minutos antes de acostarse. Incluso cuando está muy cansado, no puede dormirse sin hacerlo. Ha de levantarse y
satisfacer esa necesidad espiritual, una buena costumbre gracias a la cual lleva varios años leyendo toda la Biblia una vez
cada doce meses.
316
Nuestro Modelo, Jesucristo, solía asistir a reuniones en las que se analizaba la Biblia. “Según su costumbre en día de
sábado, entró en la sinagoga, y se puso de pie para leer.” (Lucas 4:16.) A Joe, un anciano con una familia numerosa y una
extensa jornada laboral, la fuerza de la costumbre le hace necesitar y desear las reuniones regularmente. “Este buen hábito
me incita a asistir —afirma—, lo que me da la fortaleza espiritual que tanto necesito para superar desafíos y problemas.”
(Hebreos 10:24, 25.)
Tales hábitos son indispensables en la carrera cristiana por la vida. Un informe de un país donde se ha perseguido al
pueblo de Jehová reseñó: “Quienes poseen buenos hábitos espirituales y un profundo aprecio por la verdad no tienen
dificultad en permanecer firmes cuando llegan las pruebas. En cambio, los que ‘en tiempo favorable’ faltan a las reuniones,
son irregulares en el servicio del campo y transigen en asuntos pequeños no soportan las pruebas ‘ardientes’” (2 Timoteo
4:2).
Huyamos de las malas costumbres, vayamos tras las buenas
Se ha dicho que ‘un hombre debe adquirir solo los hábitos que desea que rijan su vida’. Los malos hábitos son, en
realidad, un amo opresivo. Con todo, se pueden vencer.
Durante un tiempo, Estela fue teleadicta. “Detrás de cada mal hábito al que he sucumbido —admite—, con frecuencia se
esconde una razón ‘inocente’.” Eso es precisamente lo que ocurrió con su vicio de ver televisión en exceso. Se decía a sí
misma que solo quería “relajarse un poco” o “romper el ritmo”, pero se le fue de las manos, y acababa pegada al televisor
durante horas. “Como mínimo, esta mala costumbre demoró mi progreso espiritual”, afirma. Con resolución, finalmente
redujo el tiempo que dedicaba a ver televisión y se hizo más selectiva. “Siempre procuro recordar por qué quise abandonar
ese vicio —dice Estela—, y confío en Jehová para apegarme a mi decisión.”
Un cristiano llamado Caralampio revela un mal hábito que entorpecía su progreso espiritual: dejar las cosas para más
tarde. “Una vez que me di cuenta de que la costumbre de aplazar las tareas era perjudicial —explica—, procuré dar un giro
a mi vida. Al fijarme metas, planeaba específicamente cuándo y cómo iba a materializarlas. El antídoto fue ser constante en
poner en práctica las decisiones y los planes, una buena costumbre que mantengo hasta la fecha.” De hecho, las buenas
costumbres son el mejor sustitutivo de las malas.
Las amistades también pueden pegarnos buenos o malos hábitos, pues unos y otros son contagiosos. Tal como “las
malas compañías echan a perder los hábitos útiles”, las buenas nos ponen el ejemplo de sanas costumbres que imitar
(1 Corintios 15:33). Lo más importante es que los hábitos pueden fortalecer o debilitar nuestra relación con Dios. Estela
dice: “Las buenas costumbres facilitan nuestro servicio a Jehová. Las que no lo son lo entorpecen”.
Adquiramos buenas costumbres y dejemos que nos guíen; serán una fuerza poderosa y beneficiosa en la vida.

317
Lección 14(b) TALLER 4: DIRIGE ESTUDIOS BÍBLICOS QUE PROGRESEN

Mateo 28:19,20 Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he
mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.

1Corintios 3:10-13 Conforme a la bondad inmerecida de Dios que me fue dada, como sabio director de obras yo
puse un fundamento, pero algún otro está edificando sobre él. Mas siga vigilando cada uno cómo edifica sobre
él. 11 Porque nadie puede poner ningún otro fundamento sino lo que está puesto, que es Jesucristo. 12 Ahora
bien, si alguien edifica sobre el fundamento oro, plata, piedras preciosas, maderas, heno, rastrojo, 13 la obra de
cada uno se hará manifiesta, porque el día la pondrá al descubierto, por cuanto será revelada por medio de
fuego; y el fuego mismo probará qué clase de obra es la de cada uno.

3Juan 4 (3 Juan 4) No tengo mayor causa de [sentir] agradecimiento que estas cosas: que oiga yo que mis hijos
siguen andando en la verdad.

Be pág. 278 párrs. 1-4

Ponga a Cristo como fundamento. La Biblia asemeja la formación de discípulos a la construcción de un edificio que
tiene a Jesús por fundamento (1 Cor. 3:10-15). Por tanto, hemos de ayudarles a conocerlo tal y como lo describen las
Escrituras. Evite que se consideren seguidores suyos y dirija la atención a Cristo (1 Cor. 3:4-7).
Si el fundamento está bien colocado, los estudiantes comprenderán que Cristo dejó un modelo para que “sigan sus pasos
con sumo cuidado y atención” (1 Ped. 2:21). A fin de continuar la edificación, anímelos a leer los Evangelios viéndolos
no solo como relatos verídicos, sino como una guía para la vida. Ayúdelos a tener muy presentes las actitudes y cualidades
que caracterizaron a Jesús, así como a analizar lo que sentía hacia su Padre, su modo de afrontar las pruebas y tentaciones,
su sumisión a Dios y su manera de tratar a las personas en diversas circunstancias. Destaquemos la actividad que llenó la
vida de Cristo. De este modo, cuando los estudiantes se enfrenten a decisiones y pruebas, se preguntarán: “¿Cómo habría
actuado él en esta situación? ¿Demostraré que agradezco lo que ha hecho por mí?”.
Al dirigirse a la congregación, no debe razonar que, como sus hermanos ya tienen fe en Cristo, no es preciso centrar la
atención en él. Las palabras que pronuncie serán más significativas si logran fortalecerles la fe. Cuando hable de las
reuniones, relaciónelas con el papel de Cabeza de la congregación que desempeña Jesús. Si diserta sobre la evangelización,
destaque el espíritu con que Cristo la llevó a cabo, y preséntela a la luz de lo que él está haciendo ahora, en su puesto de
Rey, para reunir a las personas que entrarán vivas en el nuevo mundo.
Como es obvio, no basta con aprender algunos hechos básicos acerca de Jesús. Para ser un verdadero cristiano, hay que
ejercer fe en él y amarlo de corazón. Dicho amor se traduce en obediencia leal (Juan 14:15,  21). Además, motiva a las
personas a mantenerse firmes en la fe a pesar de las adversidades, a seguir los pasos de Cristo toda la vida y a demostrar la
madurez cristiana propia de quienes están firmemente “arraigados y establecidos sobre el fundamento” (Efe. 3:17). Tal
derrotero glorifica a Jehová, el Dios y Padre de Jesucristo.

1Timoteo 2:4 cuya voluntad es que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad.

318
Lección 15(a) AYÚDALOS A ALCANZAR LA MADUREZ

Hebreos 6:1 Por esta razón, ya que hemos dejado la doctrina primaria acerca del Cristo, pasemos adelante a la madurez, y
no pongamos de nuevo un fundamento, a saber, arrepentimiento de obras muertas, y fe para con Dios,

1Corintios 3:10-13 Conforme a la bondad inmerecida de Dios que me fue dada, como sabio director de obras yo puse un
fundamento, pero algún otro está edificando sobre él. Mas siga vigilando cada uno cómo edifica sobre él. 11 Porque nadie
puede poner ningún otro fundamento sino lo que está puesto, que es Jesucristo. 12 Ahora bien, si alguien edifica sobre el
fundamento oro, plata, piedras preciosas, maderas, heno, rastrojo, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta, porque el día la
pondrá al descubierto, por cuanto será revelada por medio de fuego; y el fuego mismo probará qué clase de obra es  la de
cada uno.

PREPARADOS PARA PREDICAR

Bh pág. 177 párr. 9

Para empezar, pudiera explicar con tacto algunas verdades bíblicas a sus familiares, amigos, vecinos y compañeros de
trabajo. Con el tiempo, es muy probable que quiera participar en la predicación que realizan organizadamente los testigos de
Jehová. Cuando llegue ese momento, hable con toda confianza con el Testigo que le está enseñando la Biblia. Si él cree que
usted reúne los requisitos para predicar públicamente, se harán los planes oportunos para que ustedes dos se reúnan con dos
ancianos de la congregación.

Salmo 24:3-6 ¿Quién puede ascender a la montaña de Jehová, y quién puede levantarse en su lugar santo?  4 El inocente de
manos y limpio de corazón, que no haya llevado Mi alma a pura indignidad, ni prestado juramento engañosamente.  5 Él se
llevará bendición de parte de Jehová, y justicia de su Dios de salvación.  6 Esta es la generación de los que lo buscan, de los
que procuran hallar tu rostro, oh [Dios de] Jacob. Sélah.

Salmo 50:16 Pero al inicuo Dios tendrá que decir: “¿Qué derecho tienes tú de enumerar mis disposiciones reglamentarias, y
para que lleves mi pacto en tu boca?

Romanos 2.21-24 tú, sin embargo, el que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú, el que predicas: “No hurtes”,
¿hurtas? 22 Tú, el que dices: “No cometas adulterio”, ¿cometes adulterio? Tú, el que expresas aborrecimiento de los ídolos,
¿robas a los templos? 23 Tú, que te glorías en ley, ¿por tu transgresión de la Ley deshonras a Dios? 24 Porque “el nombre de
Dios es blasfemado entre las naciones a causa de ustedes”; así como está escrito.

Bh pág. 154 párr. 2

Algo parecido sucede con la religión falsa. La Biblia enseña que está contaminada con enseñanzas y prácticas inmundas, o
sucias (2 Corintios 6:17). Por eso es vital salirse de “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de la religión falsa
(Revelación [Apocalipsis] 18:2, 4). ¿Lo ha hecho usted ya? Si así es, lo felicitamos. Pero no es suficiente con que abandone
una religión falsa o presente su renuncia a ella. También debe preguntarse: “¿Quedan restos de la adoración falsa en mi
vida?”. Veamos algunos ejemplos.

Bh pág. 177 párrs. 10,11

Así conocerá mejor a algunos ancianos cristianos, los pastores del rebaño de Dios (Hechos 20:28; 1 Pedro 5:2, 3). Ellos
se fijarán en si usted comprende las enseñanzas básicas de la Biblia y cree en ellas, si está viviendo de acuerdo con los
principios divinos y si desea sinceramente ser testigo de Jehová. Si así es, le harán saber que reúne los requisitos para ser
publicador no bautizado de las buenas nuevas, lo que le permitirá predicar públicamente.
319
11
Por otra parte, a veces los ancianos observan que la persona debe hacer ciertos cambios en su vida para poder predicar
públicamente. Por ejemplo, tal vez tenga que dejar alguna práctica que haya mantenido en secreto. Por eso, antes de pedir
que se le nombre publicador no bautizado, es necesario que usted lleve una vida libre de pecados graves, como la
inmoralidad sexual, la borrachera y el consumo de drogas (1 Corintios 6:9, 10; Gálatas 5:19-21).

Be pág. 282 párr. 6

Matriculación de estudiantes. Anime a todos los publicadores a matricularse en la escuela. Otras personas que asistan con
asiduidad a las reuniones también pueden hacerlo, siempre que acepten las enseñanzas bíblicas y vivan en conformidad con
los principios cristianos. Cuando alguien exprese su deseo de inscribirse, encómielo de manera afectuosa. Si  la persona aún
no es publicadora, usted, como superintendente de la escuela, analizará con ella los requisitos que debe reunir para
matricularse, preferiblemente en presencia de quien le dirija el estudio bíblico (o de su padre o madre creyente). Tales
requisitos son los mismos que se exigen a los publicadores no bautizados, y se encuentran en las páginas 97 a 99 del libro
Organizados para efectuar nuestro ministerio. Mantenga una lista actualizada de todos los matriculados en la escuela.

W96 15/1 pág. 16


5
Como pastores que son, los ancianos desempeñan un importante papel en el adelantamiento espiritual de las personas
nuevas. Por ello, en la página 168 del nuevo libro El conocimiento que lleva a vida eterna se hace la siguiente
recomendación: “Conozca a los ancianos nombrados de la congregación. Ellos tienen mucha experiencia en aplicar el
conocimiento de Dios, pues reúnen los requisitos que la Biblia estipula para los superintendentes. (1 Timoteo 3:1-7; Tito
1:5-9.) No vacile en dirigirse a cualquiera de ellos si necesita ayuda espiritual para vencer algún hábito o alguna
característica que esté en pugna con los requisitos de Dios. Se dará cuenta de que los ancianos siguen esta admonición de
Pablo: ‘Hablen confortadoramente a las almas abatidas, den su apoyo a los débiles, tengan gran paciencia para con todos’
(1 Tesalonicenses 2:7, 8; 5:14)”.
Cuando los nuevos desean predicar
6
Tras haber adquirido conocimiento y haber asistido a las reuniones por un tiempo, es posible que el estudiante de la
Biblia quiera ser publicador del Reino, esto es, un predicador de las buenas nuevas. (Marcos 13:10.) En tal caso, el Testigo
que le dirige el estudio debe hablar con el superintendente presidente, quien designará a dos ancianos, uno de los cuales ha
de ser integrante del Comité de Servicio de la congregación, para que se reúnan con el estudiante y su maestro y analicen las
páginas 98 y 99 del libro Organizados para efectuar nuestro ministerio. Si dichos ancianos ven que el estudiante cree en las
doctrinas fundamentales de la Biblia y se rige por los principios divinos, le harán saber que llena los requisitos necesarios
para participar en el ministerio público. Cuando entregue su informe del servicio del campo, este se apuntará en una tarjeta
de Registro de Publicador de Congregación abierta a su nombre. Ahora ya puede informar su actividad de predicación junto
con los millones de personas que alegremente ‘publican la palabra de Dios’. (Hechos 13:5.) Se hará un anuncio para
comunicar a la congregación que el estudiante es un nuevo publicador no bautizado.
7
El publicador no bautizado precisa de la asistencia de los ancianos y de otros cristianos maduros. Por ejemplo, el
conductor del Estudio de Libro de Congregación al cual acude se interesará por su progreso espiritual. Al nuevo publicador
quizás le cueste trabajo hablar convincentemente en la obra de casa en casa. (Hechos 20:20.) Por lo tanto, agradecerá la
ayuda que otros le brinden, en especial quien le ha dirigido el estudio bíblico con el libro Conocimiento. Esta ayuda práctica
es apropiada, pues Jesucristo también preparó a sus discípulos para el ministerio. (Marcos 6:7-13; Lucas 10:1-22.)
8
Si se quiere ser eficiente en el ministerio, es indispensable prepararse bien y con antelación. Por ello, los dos
publicadores pueden reunirse primero para ensayar las presentaciones que se sugieren en los números mensuales de Nuestro
Ministerio del Reino. Al comenzar el ministerio del campo, el más veterano podría hablar en una puerta o dos. Tras
presentarse amigablemente, ambos pueden participar en dar el testimonio. Después de trabajar juntos en el ministerio
algunas semanas, a lo mejor consiguen buenas revisitas y hasta quizás un estudio bíblico con el libro Conocimiento. El
publicador más experimentado puede dirigir el estudio un tiempo y luego cederlo al nuevo proclamador del Reino. ¡Qué
felices se sentirán los dos si el estudiante manifiesta aprecio por el conocimiento divino!

320
Km 2/02 pág. 5
13
Será preciso disponer de suficiente territorio. El superintendente de servicio se reunirá con el hermano que atiende los
territorios a fin de planear la predicación en aquellas zonas que no se abarcan con frecuencia. Debe hacerse hincapié en
volver a los hogares donde no había nadie, así como en predicar en las calles, de tienda en tienda y al anochecer. Donde sea
apropiado, puede ayudarse a algunos publicadores a dar testimonio por teléfono.
14
Ayudémoslos a reanudar su servicio. ¿Hay alguien en el territorio de su congregación que haya dejado de ser un
predicador activo de las buenas nuevas? Tales personas aún forman parte de la congregación y necesitan ayuda (Sal.
119:176). Puesto que el fin de este viejo mundo está tan cerca y el nuevo mundo está a las puertas, tenemos buenas razones
para hacer lo máximo posible por animar a los inactivos (Rom. 13:11, 12). En cada uno de los pasados cinco años, más de
veintiséis mil quinientos de ellos han respondido a la ayuda y se han reactivado. ¿Qué podemos hacer para que muchos más
reaviven el amor y la confianza que tenían? (Heb. 3:12-14.)
15
El cuerpo de ancianos analizará cómo ayudar a quienes se han hecho inactivos en años recientes (Mat. 18:12-14).
El secretario debe examinar las tarjetas Registro de publicador de la congregación y confeccionar una lista de los inactivos.
Se pondrá especial empeño en brindar asistencia mediante el programa de pastoreo. Quizá un anciano desee visitar a cierto
publicador inactivo debido a que lo conozca bien y haya tenido amistad con él. O también se podría solicitar la colaboración
de otros publicadores, tal vez porque estudiaron con la persona que ahora está inactiva; seguramente agradecerán la
oportunidad de ayudarla en estos momentos en que tanto lo necesita. Es de esperar que muchos inactivos se sientan
impulsados a predicar de nuevo la palabra de Dios. Si reúnen los requisitos, la temporada de la Conmemoración es el mejor
momento para reanudar su servicio (para más información, véase la “Sección de preguntas” de Nuestro Ministerio del
Reino de noviembre de 2000).
16
¿Hay otros que puedan predicar? Jehová sigue bendiciendo a su pueblo al incorporar a él “las cosas deseables de
todas las naciones” (Ageo 2:7). Todos los años, miles de personas llegan a ser publicadores no bautizados. ¿Quiénes son
estos? Tanto hijos de testigos de Jehová como estudiantes de la Biblia que están progresando bien. ¿Cómo saber si ya
pueden ser publicadores de las buenas nuevas?
17
Hijos de testigos de Jehová. Hay muchos niños que llevan varios años acompañando a sus padres en el ministerio de
casa en casa, pero todavía no son publicadores no bautizados. Marzo sería un buen mes para que lo fueran. ¿Cuándo reúne
un niño los requisitos? En la página 99 del libro Organizados para efectuar nuestro ministerio se indica que los llena
cuando “es ejemplar en su conducta y puede dar expresión personal de su fe al hablar a otras personas acerca de las buenas
nuevas, porque se siente impulsado desde el corazón a hacer eso”. Si creemos que nuestro hijo cumple tales condiciones,
hablemos con uno de los ancianos que componen el Comité de Servicio de Congregación.
18
Estudiantes de la Biblia. Una vez que los estudiantes de la Biblia adquieren conocimiento y asisten durante algún
tiempo a las reuniones, es posible que deseen ser publicadores del Reino. Si estudiamos la Biblia con alguien así,
preguntémonos: “¿Está progresando bien para su edad y aptitudes? ¿Ha comenzado a hablar de su fe informalmente? ¿Se
está vistiendo de ‘la nueva personalidad’? (Col. 3:10.) ¿Satisface los requisitos para los publicadores no bautizados, tal
como se exponen en las páginas 97 a 99 del libro Nuestro Ministerio?”. En tal caso, se informará de ello al Comité de
Servicio de Congregación para que dos ancianos se reúnan con quien imparte el curso bíblico y con el estudiante. Si este
cumple los requisitos, los dos ancianos le comunicarán que ya puede participar en el ministerio público.
19
¿Y en cuanto a abril y mayo? También serán meses de más actividad en el ministerio del campo. Muchos de los que
hayan sido precursores auxiliares en marzo quizá puedan serlo también en abril y mayo. En estos dos meses daremos
prioridad a ofrecer La Atalaya y ¡Despertad!, revistas que han tenido un profundo efecto positivo en la vida de sus lectores.
Ambas han desempeñado un papel muy importante en el maravilloso aumento que se ha producido a nivel mundial. Los
meses de abril y mayo haremos un esfuerzo especial por ofrecer las revistas a cuantos encontremos. Hagamos planes desde
ahora para participar de lleno en esta actividad.

Lv pág 57 párr. 14

321
Cuando participamos en el ministerio o asistimos a las reuniones cristianas, es aún más necesario que vayamos limpios y
bien arreglados. Por eso, deberíamos preguntarnos: “¿Llamo la atención por mi apariencia o mi falta de higiene? ¿Se
avergüenzan los demás de mí? ¿A qué le doy más importancia: al derecho a arreglarme como yo quiera, o a reunir los
requisitos para recibir algún privilegio de servicio en la congregación?” (Salmo 68:6; Filipenses 4:5; 1 Pedro 5:6).

Km 6/96 pág. 5 párr. 19

En la página 16 de La Atalaya del 15 de enero de 1996, párrafo 6, se especifica el procedimiento que debe seguirse para
determinar si alguien llena los requisitos para participar en el ministerio público. Cuando el estudiante reúna los requisitos,
sería útil llevar a cabo una sesión de práctica a fin de prepararlo para su primer día en el servicio del campo. Comente de
modo positivo las reacciones de la gente y las objeciones comunes en el territorio. Si es posible, llévelo primero a la obra de
casa en casa y prepárelo paulatinamente para otros rasgos del ministerio. Procure hacer una presentación breve y sencilla,
para que el estudiante pueda imitarla fácilmente. Sea edificante y animador, irradie gozo en la obra para que el estudiante lo
note y lo refleje a su vez. (Hech. 18:25.) El objetivo es que el nuevo discípulo llegue a ser un publicador constante y celoso
de las buenas nuevas. Usted podría ayudarle a preparar un horario práctico para el servicio. A fin de que progrese en su
habilidad de dar el testimonio, sugiérale que lea los números de La Atalaya del 15 de agosto de 1984, páginas 15 a 25; 15 de
julio de 1988, páginas 9 a 20; 15 de enero de 1991, páginas 15 a 20; y 1 de enero de 1994, páginas 20 a 25.

Jueces 7:17 Y pasó a decirles: “Deben aprender al observarme, y así es como deben hacer ustedes. Y cuando yo llegue al
borde del campamento, entonces tiene que suceder que tal como yo haga, así harán ustedes.

W96 15/1 pág. 16 párr. 8

Si se quiere ser eficiente en el ministerio, es indispensable prepararse bien y con antelación. Por ello, los dos publicadores
pueden reunirse primero para ensayar las presentaciones que se sugieren en los números mensuales de Nuestro Ministerio
del Reino. Al comenzar el ministerio del campo, el más veterano podría hablar en una puerta o dos. Tras presentarse
amigablemente, ambos pueden participar en dar el testimonio. Después de trabajar juntos en el ministerio algunas semanas,
a lo mejor consiguen buenas revisitas y hasta quizás un estudio bíblico con el libro Conocimiento. El publicador más
experimentado puede dirigir el estudio un tiempo y luego cederlo al nuevo proclamador del Reino. ¡Qué felices se sentirán
los dos si el estudiante manifiesta aprecio por el conocimiento divino!

Km 6/05 pág. 1

Dirijamos estudios bíblicos progresivos (10.a parte)


Cómo preparar al estudiante para la predicación de casa en casa

1
Cuando los ancianos determinan que un estudiante de la Biblia reúne los requisitos para ser publicador no  bautizado,
este puede participar con la congregación en la predicación pública (véase Organizados para hacer la voluntad de Jehová,
págs. 79-81). ¿Cómo podemos ayudarlo a afrontar el reto de predicar de casa en casa?
2
Prepárense juntos. No hay nada que sustituya la buena preparación. Muestre al estudiante dónde puede hallar
presentaciones en Nuestro Ministerio del Reino y en el libro Razonamiento, y ayúdelo a seleccionar una que sea sencilla y
práctica para el territorio. Anímelo desde el principio a emplear la Biblia en el ministerio (2 Tim. 4:2).
3
Las sesiones de práctica son muy provechosas para el nuevo publicador. A medida que el estudiante ensaye la
presentación, enséñele cómo responder con tacto a las objeciones que sean frecuentes en el territorio (Col. 4:6).
Tranquilícelo diciéndole que los ministros cristianos no tienen por qué saber la respuesta a todas las preguntas que alguien
pueda plantear. A menudo, lo más conveniente es ofrecerse a investigar el tema y a regresar para seguir hablando de él
(Pro. 15:28).
4
Prediquen juntos. La primera vez que el estudiante participe en el ministerio de casa en casa, comience predicando
usted para que él observe cómo utilizar la presentación que han preparado juntos, y luego deje que lo haga él. En algunos

322
casos pudiera ser mejor que el estudiante empezara interviniendo brevemente en la presentación, tal vez leyendo y
comentando un texto bíblico. Tome en consideración su personalidad y aptitudes (Fili. 4:5). Encómielo con frecuencia
mientras lo prepara en las distintas facetas de la predicación.
5
Es importante ayudar al nuevo publicador a fijarse un horario regular de predicación, a fin de que participe en el
ministerio todas las semanas si es posible (Fili. 3:16). Haga planes concretos para salir con él al servicio del campo, y
anímelo a predicar también con otros publicadores celosos. El ejemplo y la compañía de estos hermanos contribuirán a que
adquiera más destreza y a que disfrute de la predicación de casa en casa.

Km 7/05 pág. 1

Dirijamos estudios bíblicos progresivos (11.a parte)


Cómo enseñar al estudiante a hacer revisitas

1
Cuando el estudiante de la Biblia empiece a predicar, sin duda encontrará personas interesadas en las buenas nuevas.
¿Cómo podemos ayudar al nuevo publicador a hacer revisitas eficaces y a cultivar el interés demostrado?
2
La preparación para la revisita comienza en la visita inicial. Anime al estudiante a mostrar interés sincero por aquellos
con quienes hable (Fili. 2:4). Enséñele poco a poco a dejar que las personas se expresen, a escuchar lo que dicen y a percibir
lo que les preocupa. Cuando alguien parezca interesado, haga que el nuevo publicador tome nota de los datos pertinentes y
empléelos luego para ayudarle a preparar conversaciones futuras.
3
Preparación de la revisita. Tras repasar las notas sobre la primera visita, enseñe al estudiante a escoger un aspecto del
mensaje del Reino que pueda atraer a la persona (1 Cor. 9:19-23). Preparen juntos una breve presentación que incluya la
lectura de un texto bíblico y de un párrafo de la publicación con la que quieran empezar el estudio. Busquen también una
pregunta que se pueda plantear al final de la conversación y que siente las bases para la siguiente visita. Muestre al nuevo
publicador cómo aportar en cada visita algo que aumente el conocimiento que la persona ya tiene de la Palabra de Dios.
4
Asimismo conviene enseñar al estudiante una introducción sencilla. Por ejemplo, después de saludar a la persona,
podría decirle: “Disfruté mucho de nuestra conversación anterior y he vuelto para mostrarle más información bíblica acerca
de [mencione el tema escogido]”. Explíquele también qué hacer si sale alguien diferente a la puerta.
5
Enséñele a ser diligente. Anime al estudiante a ser ejemplar volviendo a visitar cuanto antes a todos los que se hayan
mostrado interesados. Tal vez tenga que ser muy persistente para encontrarlos de nuevo en sus hogares. Enséñele cómo
acordar con la persona interesada un día y una hora para volver, y ayúdele a comprender la importancia de cumplir con la
cita (Mat. 5:37). Prepare al nuevo publicador para que sea amable, considerado y respetuoso mientras busca a los de
condición de oveja y cultiva su interés (Tito 3:2).

Km 8/05 pág. 1

Dirijamos estudios bíblicos progresivos (12.a parte)


Cómo ayudar al estudiante a comenzar y dirigir estudios de la Biblia

1
Es posible que cuando nuestros estudiantes empiecen a predicar les asuste la idea de comenzar y dirigir sus propios
estudios de la Biblia. ¿Cómo podemos ayudarlos a ganar confianza en este aspecto fundamental de nuestro ministerio?
(Mat. 24:14; 28:19, 20.)
2
El estudiante que cumple los requisitos para ser publicador no bautizado probablemente ya lleva algún tiempo
matriculado en la Escuela del Ministerio Teocrático. La instrucción que en ella recibe para preparar y presentar asignaciones
estudiantiles le permitirá desarrollar las habilidades docentes necesarias para ser un “trabajador que no tiene de qué
avergonzarse, que maneja la palabra de la verdad correctamente” (2 Tim. 2:15).
3
Enséñele con el ejemplo. Jesús preparó a sus discípulos dándoles instrucciones claras y poniéndoles un buen ejemplo.
“Todo el que esté perfectamente instruido será como su maestro”, dijo (Luc. 6:40). En  nuestro caso también es vital que
323
imitemos a Jesús y seamos ejemplares en la predicación. El estudiante deberá comprender, al observarnos en el ministerio,
que el objetivo de hacer revisitas es comenzar estudios de la Biblia.
4
Explíquele que, al ofrecer un estudio, por lo general no es necesario entrar en muchos detalles sobre las clases bíblicas.
Con frecuencia basta con demostrar cómo se realizan utilizando uno o dos párrafos de la publicación con la que se quiere
estudiar. Encontrará buenas sugerencias al respecto en la página 8 de este número y en la página 6 de Nuestro Ministerio
del Reino de enero de 2002.
5
Cuando sea apropiado, anime al estudiante a que lo acompañe a usted o a otro publicador experimentado a un estudio
bíblico y a que participe comentando un párrafo o un texto clave. Observándonos, el estudiante aprenderá mucho sobre
cómo dirigir estudios progresivos (Pro. 27:17; 2 Tim. 2:2). Encómielo y dígale cómo puede mejorar.
6
Enseñar a los publicadores nuevos a ser maestros de la Palabra de Dios los preparará para la “buena obra” de iniciar y
dirigir sus propios estudios (2 Tim. 3:17). En verdad produce mucha satisfacción proclamar junto a ellos la siguiente
invitación amorosa: “Cualquiera que desee, tome gratis el agua de la vida” (Rev. 22:17).

Km 8/94 págs. 3,4

Sigamos progresando en una rutina ordenada

1
El apóstol Pablo sentía un cariño especial por la congregación de Filipos, pues había contribuido a su formación.
Agradeció sus bondadosas provisiones materiales y dijo que eran un buen ejemplo. (2 Cor. 8:1-6.)
2
Lo que impulsó a Pablo a escribir su carta a los filipenses fue el amor profundo que sentía por ellos. La obra
Perspicacia, volumen 1, página 940, dice: “A lo largo de toda la carta, animó a la congregación de Filipos a continuar en su
buen proceder, a que procurasen más discernimiento, una mayor dependencia de la palabra de vida y una fe y esperanza más
fuertes en el premio venidero”. Ellos respondieron con cariño, y el vínculo que los unía al apóstol se hizo más fuerte. Hoy
día, las palabras de Pablo cobran un significado especial para nosotros, y nos dan buenas razones para reflexionar en su
exhortación, sobre todo en lo que dice Filipenses 3:15-17.
3
Es importante tener una actitud madura: En Filipenses 3:15, Pablo escribió como un hombre con años de
experiencia. Reconoció el progreso espiritual de los filipenses y les habló como a cristianos maduros de buena disposición.
En tanto su actitud reflejara la humildad y el aprecio que había manifestado Jesús, resultarían “sin culpa e inocentes, hijos
de Dios sin tacha [...], teniendo la palabra de vida asida con fuerza”. (Fili. 2:15, 16.) Al leer estas palabras de Pablo
debemos sentir que se dirige a nosotros. Por ello deseamos sinceramente tener la misma actitud mental que tuvo Jesús y
mostrar con humildad que apreciamos nuestros privilegios. Pedimos continuamente a Jehová en oración que nos ayude en
este y en otros asuntos. (Fili. 4:6, 7.)
4
Como se indica en Filipenses 3:16, todos debemos esforzarnos por progresar. La palabra “progreso” significa “acción
de ir hacia adelante, avance, adelanto, perfeccionamiento”. Las personas progresistas se interesan en ideas avanzadas,
descubrimientos y oportunidades. Pablo deseaba que los filipenses comprendieran que el cristianismo nunca se estanca y
que quienes lo profesan deben continuar adelantando. Su espíritu progresista se vería con claridad en la disposición a
autoevaluarse, reconocer sus debilidades y buscar oportunidades de aumentar la cantidad y calidad de lo que hacían. Hoy, la
organización terrestre de Jehová sigue avanzando progresivamente, ampliando su gama de actividades y su entendimiento
de la Palabra de Dios. Todos debemos ir a su paso, aprovechando todas sus provisiones y participando de lleno en el trabajo
que efectúa.
5
El progreso entraña una rutina ordenada: A continuación, Pablo animó a sus hermanos a seguir “andando
ordenadamente en esta misma rutina”. (Fili. 3:16.) Para andar ordenadamente, debemos ver a las personas y las cosas en su
justa perspectiva y tener un buen comportamiento. Los cristianos de Filipos se mantuvieron en su debido lugar, cerca de la
organización de Jehová y unos de otros. Regían su vida por la ley del amor. (Juan 15:17; Fili. 2:1, 2.) Pablo los exhortó a
‘portarse de una manera digna de las buenas nuevas’. (Fili. 1:27.) La necesidad de ser ordenado y tener buena conducta es
tan importante hoy como lo fue entonces.

324
6
Rutina es la costumbre de hacer algo de forma habitual. Se refiere a la manera en que suelen hacerse las cosas. Hacerse
una rutina puede ser ventajoso por cuanto no tenemos que pausar y meditar para decidir cada paso consecutivo, pues ya
hemos fijado un proceder que seguiremos por costumbre.
7
Una rutina teocrática ordenada consiste en hábitos y costumbres sanos, beneficiosos y piadosos, que tienen por objeto
edificarnos en sentido espiritual, que ayudemos a los demás y, de ser posible, que hagamos más en el servicio a Jehová. Para
alcanzar con éxito tales objetivos es necesario programar y seguir una rutina que incluya estudio personal, asistencia regular
a las reuniones y participación en la predicación.
8
Elementos esenciales de una rutina ordenada: Es fundamental adquirir “conocimiento exacto y pleno
discernimiento”. (Fili. 1:9.) El estudio personal robustece nuestra fe, intensifica nuestro aprecio por la verdad y nos motiva a
ir en pos de obras excelentes. Con todo, a algunos se les ha hecho difícil formarse un hábito de estudio personal. El motivo
que con más frecuencia se aduce es la falta de tiempo.
9
No se puede recalcar lo suficiente los beneficios de la lectura diaria de la Biblia. Su instrucción es “provechosa” en
todo sentido. (2 Tim. 3:16, 17.) ¿Cómo podemos incluir el estudio de la Biblia en nuestra rutina diaria? Algunos se levantan
unos minutos más temprano todos los días, cuando tienen la mente despejada. Otros prefieren leerla algunos minutos antes
de acostarse. Las esposas que pasan el día en casa pueden dedicarle un tiempo por la tarde, antes de que los demás lleguen
del trabajo o la escuela. Algunos, además de la Biblia, han incluido la lectura del libro Proclamadores en su rutina semanal
de estudio.
10
Cuando nos hacemos nuevos hábitos, es posible que estos pugnen con los que teníamos anteriormente. Quizás
solíamos perder el tiempo en actividades irrelevantes. Romper ese hábito no es fácil. Nadie va a imponernos la costumbre
de estudiar ni a exigirnos cuentas por lo que dejemos de hacer en cuanto a ello. La persistencia en nuestros hábitos de
estudio dependerá principalmente del aprecio que sintamos por “las cosas más importantes” y de nuestra disposición a
comprar “el tiempo oportuno” para beneficiarnos de ellas. (Fili. 1:10; Efe. 5:16.)
11
Las reuniones cristianas desempeñan un papel muy importante en nuestro progreso espiritual, pues nos proporcionan
la instrucción y el ánimo que necesitamos. Por eso, la asistencia a las reuniones es otra parte esencial de nuestra rutina
ordenada. Pablo recalcó la importancia de estas. No es una cuestión de gusto. (Heb. 10:24, 25.)
12
¿Cómo podemos mostrar disciplina al organizar nuestras actividades semanales? Algunos programan el tiempo que
dedicarán a sus intereses personales e intentan meter apretadamente las reuniones en ese horario, cuando debería ser al
revés. Tenemos que dar prioridad a nuestras reuniones semanales y planear las demás actividades en torno a ellas.
13
Para asistir con regularidad a las reuniones, hay que tener buenos planes y cooperación de la familia. Entre semana, la
mayoría de nosotros tiene tantas cosas que hacer, que con frecuencia nos queda poco tiempo. Entonces, si es posible, se
debe programar la comida a una hora que le permita a la familia comer, arreglarse y llegar a las reuniones antes de que
empiecen. Para lograrlo, todos tienen que cooperar de diversas maneras.
14
Participar en el servicio del campo con regularidad es indispensable para seguir progresando en una rutina ordenada.
Todos reconocemos claramente la seria responsabilidad de predicar el mensaje del Reino. Eso es lo que nos hace testigos de
Jehová. (Isa. 43:10.) Dado que es la obra más urgente y beneficiosa que se realiza en la actualidad, sería impropio
considerarla una parte secundaria de nuestra rutina. Pablo exhortó: “Ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es
decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre”. (Heb. 13:15.)
15
Cuando planeamos nuestras actividades de la semana, debemos apartar períodos específicos para el servicio del
campo. Tal vez la congregación tiene reuniones para el servicio varios días de la semana y únicamente es cuestión de
decidir cuáles apoyaremos. Es bueno participar en las diferentes facetas del servicio, como la obra de casa en casa con las
revistas y otras publicaciones, hacer revisitas y dirigir estudios bíblicos. Hasta podemos estar preparados para dar testimonio
informal, llevando con nosotros algunas publicaciones y aprovechando las oportunidades de entablar conversaciones. Ya
que por lo general salimos con alguien, podemos preguntarle sobre su horario para hacer planes que convengan a ambos.
16
Debemos seguir nuestra rutina de predicación aunque encontremos indiferencia en el territorio. Sabemos de antemano
que solo unos cuantos responderán favorablemente. (Mat. 13:15; 24:9.) Ezequiel recibió la comisión de predicar a personas
‘rebeldes, insolentes y de duro corazón’. Jehová le prometió ayudarlo haciendo su ‘frente exactamente tan dura como las
325
frentes de ellos’, a saber, “como un diamante, más dura que el pedernal”. (Eze. 2:3, 4; 3:7-9.) Así pues, una rutina regular de
servicio exige perseverancia.
17
Imitemos los buenos ejemplos: La mayoría de nosotros predica mejor cuando alguien toma la delantera. Pablo y sus
compañeros dieron un buen ejemplo, y él invitó a otros a imitarlo. (Fili. 3:17.) Su rutina incluía todos los elementos
necesarios para mantenerlo fuerte en sentido espiritual.
18
En la actualidad también se nos ha bendecido con buenos ejemplos. En Hebreos 13:7, Pablo nos aconseja:
“Acuérdense de los que llevan la delantera entre ustedes, [...] y al contemplar detenidamente en lo que resulta la conducta de
ellos, imiten su fe”. Por supuesto, Cristo es nuestro Modelo, pero podemos imitar la fe de los que llevan la delantera. Como
Pablo, los ancianos deben comprender que tienen que dar un buen ejemplo a los demás. Aunque difieren en circunstancias,
debe verse con claridad que todos siguen ordenadamente una rutina en la que los intereses del Reino tienen prioridad. Pese a
sus obligaciones seglares y familiares, los ancianos deben tener hábitos fijos de estudio personal, asistencia a las reuniones y
servicio del campo en vanguardia. Al ser evidente que los ancianos ‘presiden sus propias casas excelentemente’, toda la
congregación se sentirá motivada a seguir andando en una rutina ordenada. (1 Tim. 3:4, 5.)
19
Metas para el nuevo año de servicio: Cuando comienza un nuevo año de servicio es apropiado reflexionar sobre
nuestra rutina personal. ¿Qué revela un examen de nuestra actividad del año que ha terminado? ¿Pudimos sostener, o
incluso mejorar, nuestra actividad? Tal vez nos hicimos más concienzudos en el estudio personal. Quizás asistimos a las
reuniones con más asiduidad o aumentamos nuestro servicio del campo sirviendo de precursores auxiliares. Es posible que
recordemos actos bondadosos que hicimos a favor de miembros de la congregación o de nuestra familia. En tal caso,
podemos regocijarnos de haber andado de una manera que le agrada a Dios, y tenemos buenas razones para seguir
“haciéndolo más plenamente”. (1 Tes. 4:1.)
20
Si por el contrario nuestra rutina fue un tanto inconsecuente o esporádica, ¿cómo nos afectó espiritualmente? ¿Hubo
algo que estorbara nuestro progreso? La superación comienza pidiendo la ayuda de Jehová. (Fili. 4:6, 13.) Hable de sus
necesidades con el resto de la familia y solicite su cooperación en los campos en que su rutina deba mejorar. Si tiene
problemas, pida ayuda a los ancianos. Si nos esforzamos sinceramente y seguimos la guía de Jehová, de seguro evitaremos
hacernos “inactivos o infructíferos”. (2 Ped. 1:5-8.)
21
Seguir una rutina ordenada trae bendiciones que hacen que los esfuerzos valgan la pena. Resuélvase a seguir
progresando en una rutina ordenada y ‘no descuide sus quehaceres. Fulgure con el espíritu. Sirva a Jehová como esclavo’.
(Rom. 12:11.) (Si desea información más detallada sobre este tema, vea La Atalaya del 1 de mayo de 1985, páginas 13-17.)

ENCAMINA A LOS ESTUDIANTES A LA DEDICACIÓN Y BAUTISMO

Juan 17:3 Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a
quien tú enviaste, Jesucristo.

Juan 3:16 ”Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea
destruido, sino que tenga vida eterna.

Hechos 2:21 Y todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo”’.

Hebreos 10:24,25 Y considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, 25 sin abandonar el
reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día
se acerca.

Hechos 17:30 Cierto, Dios ha pasado por alto los tiempos de tal ignorancia; sin embargo, ahora está diciéndole a la
humanidad que todos en todas partes se arrepientan.
326
Hechos 3:19 ”Arrepiéntanse, por lo tanto, y vuélvanse para que sean borrados sus pecados, para que vengan tiempos de
refrigerio de parte de la persona de Jehová

2Corintios 4:13 Ahora bien, porque tenemos el mismo espíritu de fe como aquel del cual está escrito: “Ejercí fe, por eso
hablé”, nosotros también ejercemos fe y por eso hablamos,

1Pedro 4:2 con el fin de vivir el resto de [su] tiempo en la carne, ya no para los deseos de los hombres, sino para la
voluntad de Dios.

Mateo 16:24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: “Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo y tome su
madero de tormento y sígame de continuo.

1Pedro 3:21 Lo que corresponde a esto ahora también los está salvando a ustedes, a saber, el bautismo (no el desechar la
suciedad de la carne, sino la solicitud hecha a Dios para una buena conciencia), mediante la resurrección de Jesucristo.

Salmo 40:8 En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado, y tu ley está dentro de mis entrañas.

Salmo 104:33 Ciertamente cantaré a Jehová durante toda mi vida; ciertamente produciré melodía a mi Dios mientras yo sea.

Zacarias 8:23 ”Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘En aquellos días sucederá que diez hombres de todos los
lenguajes de las naciones asirán, sí, realmente asirán la falda de un hombre que sea judío, y dirán: “Ciertamente iremos con
ustedes, porque hemos oído [que] Dios está con ustedes”’”.

Jl lección 1, 2,5,6

Lección 1
¿Qué clase de personas somos los testigos de Jehová?

¿Cuántos testigos de Jehová conoce? Tal vez algunos de nosotros seamos vecinos suyos, o compañeros de trabajo o de
escuela; quizás hayamos conversado con usted sobre la Biblia. ¿Quiénes somos realmente, y por qué hablamos con la gente
acerca de nuestras creencias?
Somos personas comunes y corrientes. Entre nosotros hay hombres y mujeres de todos los orígenes y estratos sociales.
Algunos teníamos una religión, otros no creíamos en Dios; sin embargo, antes de llegar a ser testigos de Jehová, todos nos
tomamos el tiempo para analizar detenidamente las doctrinas bíblicas (Hechos 17:11). Aceptamos lo que aprendimos y
luego tomamos una decisión personal: adorar a Jehová Dios.
Le sacamos provecho al estudio de la Biblia. Como todo el mundo, tenemos problemas y debilidades; pero gracias a que
nos esforzamos por poner en práctica los principios bíblicos en el diario vivir, nuestra calidad de vida ha mejorado
muchísimo (Salmo 128:1, 2). Esa es una de las razones por las cuales hablamos a la gente de las cosas buenas que hemos
aprendido en la Biblia.
Nos regimos por valores divinos. Estos valores, que se enseñan en la Biblia, producen en nosotros una sensación de
bienestar. Además, nos motivan a respetar al prójimo y a ser honrados y bondadosos. Nos ayudan a ser miembros sanos y
productivos de la sociedad, y promueven la unidad familiar y la moralidad. Estamos convencidos de que “Dios no es

327
parcial”. Por eso, nuestra hermandad es verdaderamente internacional, libre de barreras raciales y políticas. Aunque somos
personas comunes, formamos un pueblo único en su género (Hechos 4:13; 10:34, 35).

Lección 2
¿Por qué adoptamos el nombre de testigos de Jehová?

Muchas personas creen que los testigos de Jehová somos una religión nueva. Sin embargo, hace más de dos mil setecientos
años, a los siervos del único Dios verdadero se los llamó “testigos” suyos (Isaías 43:10-12). Antes de 1931 se nos conocía
como Estudiantes de la Biblia. ¿Por qué decidimos entonces adoptar el nombre de testigos de Jehová?
Porque da a saber quién es nuestro Dios. El nombre de Dios, Jehová, aparece miles de veces en la Biblia, como lo
demuestran diversos manuscritos antiguos. En muchas traducciones, este nombre ha sido sustituido por títulos como Señor
o Dios. Pero el Dios verdadero se presentó a sí mismo ante Moisés como Jehová y le dijo: “Este es mi nombre hasta tiempo
indefinido” (Éxodo 3:15). Así se distinguió de los dioses falsos. A nosotros nos enorgullece portar el santo nombre de Dios.
Porque subraya nuestra misión. Comenzando con el justo Abel, una larga sucesión de personas dieron testimonio de su fe
en Jehová. A lo largo de los siglos, otros, como Noé, Abrahán, Sara, Moisés y David, se sumaron a esta gran “nube de
testigos” (Hebreos 11:4–12:1). Tal como un individuo atestigua a favor de una persona inocente en un tribunal, así nosotros
estamos decididos a dar a conocer la verdad acerca de nuestro Dios.
Porque imitamos a Jesús. La Biblia llama a Jesús “el testigo fiel y verdadero” (Revelación [Apocalipsis] 3:14). Él mismo
dijo que había dado a conocer el nombre de su Padre y que había venido a dar “testimonio acerca de la verdad” sobre Dios
(Juan 17:26; 18:37). Por eso, sus verdaderos discípulos deben portar el nombre de Jehová y proclamarlo. Eso es lo que los
testigos de Jehová nos esforzamos por hacer.
▪ ¿Por qué decidimos cambiarnos el nombre de Estudiantes de la Biblia a testigos de Jehová?
▪ ¿Desde cuándo ha tenido Jehová testigos en la Tierra?
▪ ¿Quién es el mayor testigo de Jehová de la historia?

Lección 5
¿Qué experimentará en nuestras reuniones cristianas?

Muchas personas han dejado de asistir a sus servicios religiosos porque no les brindan guía espiritual ni consuelo. Entonces,
¿por qué debería usted asistir a las reuniones de los testigos de Jehová? ¿Qué tienen que ofrecerle?
El placer de estar en compañía de personas afectuosas y bondadosas. En el siglo primero, los cristianos estaban
organizados en congregaciones y se juntaban para adorar a Dios, estudiar las Escrituras y animarse mutuamente (Hebreos
10:24, 25). Reunidos con sus hermanos espirituales en un clima de amor, se sentían entre amigos verdaderos
(2 Tesalonicenses 1:3; 3 Juan 14). Nosotros seguimos el mismo modelo y experimentamos la misma alegría.
El beneficio de aprender a aplicar los principios de la Biblia. Siguiendo la costumbre de tiempos bíblicos, hombres,
mujeres y niños nos reunimos para escuchar a maestros capacitados que nos ayudan a entender cómo aplicar los principios
de la Biblia en el diario vivir (Deuteronomio 31:12; Nehemías 8:8). Todos los asistentes pueden intervenir en las sesiones
de preguntas y respuestas y cantar los cánticos, lo que permite que cada cual exprese su esperanza cristiana (Hebreos 10:23).
La bendita oportunidad de fortalecer la fe en Dios. El apóstol Pablo escribió a una de las congregaciones de su día:
“Anhelo verlos [...] para que haya un intercambio de estímulo entre ustedes, por cada uno mediante la fe del otro, tanto la de
ustedes como la mía” (Romanos 1:11, 12). El contacto con los hermanos en las reuniones fortalece nuestra fe y nuestra
determinación de vivir una vida cristiana.
¿Por qué no asiste a la próxima reunión y lo comprueba usted mismo? Le daremos una cálida bienvenida. Las reuniones son
gratuitas y no se hacen colectas.

328
▪ ¿Qué modelo siguen nuestras reuniones?
▪ ¿Qué beneficios nos ofrecen las reuniones cristianas?

Lección 6
¿Cómo nos beneficia relacionarnos con nuestros hermanos cristianos?

Aun si tenemos que caminar por una espesa jungla o hacerle frente al mal tiempo, los testigos de Jehová no dejamos de
asistir a nuestras reuniones. ¿Por qué ponemos tanto empeño en reunirnos con nuestros hermanos a pesar de las dificultades
de la vida y el cansancio de un día de trabajo?
Contribuye a nuestro bienestar. Hablando de la necesidad de asistir a las reuniones, el apóstol Pablo dijo:
“Considerémonos unos a otros” (Hebreos 10:24). Considerar quiere decir “examinar con atención una cosa”. En  otras
palabras, el apóstol nos anima a conocernos mutuamente, a preocuparnos por los demás. Cuando conocemos a otros
miembros de la congregación, descubrimos que algunos han superado dificultades parecidas a las nuestras y que
pueden ayudarnos a salir también adelante.
Fomenta amistades duraderas. En las reuniones estamos rodeados, no de simples conocidos, sino de amigos íntimos.
Además, hay otras ocasiones en que nos juntamos para participar en actividades recreativas sanas. ¿Qué influencia ejerce en
nosotros esta convivencia? Nos enseña a valorarnos más, lo cual afianza el vínculo de amor que nos une. Y  cuando nuestros
compañeros se enfrentan a problemas, acudimos de inmediato en su ayuda porque hemos cimentado una amistad sólida
(Proverbios 17:17). Al relacionarnos con todos en la congregación, demostramos que nos preocupamos “los unos [por] los
otros” (1 Corintios 12:25, 26).
Lo animamos a elegir como amigos a personas que estén haciendo la voluntad de Dios. Encontrará ese tipo de amigos entre
los testigos de Jehová. No permita que nada le impida reunirse con nosotros.
▪ ¿Por qué nos conviene reunirnos con los hermanos de la congregación?
▪ ¿Cuándo le gustaría conocer nuestra congregación?

Km 9/05 pág. 3

Para guardar
Dirijamos estudios bíblicos progresivos

Este suplemento recopila las ideas clave de la serie de artículos sobre cómo dirigir estudios bíblicos progresivos que
han aparecido en Nuestro Ministerio del Reino. Se nos invita a guardarlo y consultarlo cuando dirijamos estudios
bíblicos. También puede utilizarse para repasar algunas de las sugerencias en las reuniones para el servicio del
campo, y a los superintendentes de servicio podría servirles de base para los discursos que dan cuando visitan los
grupos de estudio de libro.

Parte 1: ¿Qué es un estudio bíblico?


Si mantiene conversaciones bíblicas de forma regular y sistemática, aunque sean breves, usando solo la Biblia o la
Biblia junto con alguna de las publicaciones recomendadas, usted está dirigiendo un estudio bíblico. El estudio puede
informarse cuando se haya dirigido dos veces después de haberle mostrado a la persona cómo se realiza y haya motivos para
creer que continuará (km-S 7/04 pág. 1).
Publicaciones recomendadas
▪ ¿Qué exige Dios de nosotros?
▪ El conocimiento que lleva a vida eterna
▪ Adoremos al único Dios verdadero
▪ Podemos ser amigos de Dios. Puede utilizarse con quienes tienen poca educación escolar o no saben leer bien.

329
Parte 2: Preparación para el estudio
Debemos presentar la información de modo que toque el corazón del estudiante. Para ello, hay que prepararse muy bien
de acuerdo con las necesidades de este (km-S 8/04 pág. 1).
Cómo prepararse
▪ Examine el título, los subtítulos y las ilustraciones del capítulo o la lección.
▪ Localice las respuestas a las preguntas impresas y subraye solo las palabras y frases clave.
▪ Escoja los textos que no están copiados que va a leer en el estudio. Haga breves anotaciones en los márgenes de la
publicación.
▪ Prepare un breve repaso final de las ideas principales.
Personalice la lección
▪ Haga una oración teniendo presente al estudiante y sus necesidades.
▪ Intente prever las ideas que le costará entender o aceptar.
▪ Pregúntese: “¿Qué debe comprender o en qué debe mejorar para progresar en sentido espiritual? ¿Cómo puedo llegarle al
corazón?”.
▪ De ser necesario, prepare un ejemplo, una explicación o una serie de preguntas que ayuden al estudiante a captar el
significado de algún punto o texto bíblico.
Parte 3: Uso eficaz de las Escrituras
El propósito de dirigir estudios bíblicos es “ha[cer] discípulos”, algo que logramos cuando ayudamos a la gente a
entender y aceptar las enseñanzas de la Palabra de Dios y a ponerlas en práctica (Mat. 28:19, 20; 1 Tes. 2:13). Por eso, el
estudio debe enfocarse en las Escrituras (km-S 11/04 pág. 4).
Base su enseñanza en la Biblia
▪ Enseñe al estudiante a buscar los textos en su propia Biblia.
▪ Busque y analice los textos que muestran la base bíblica de nuestras creencias.
▪ Haga preguntas. Que el estudiante le explique a usted los textos y no al revés.
▪ No complique el estudio tratando de aclarar todo detalle de un texto. Explique solo lo indispensable para dejar clara la
idea.
▪ Muéstrele la aplicación práctica. Ayúdele a ver la relación de los textos bíblicos con su vida.

W05 1/2 págs. 28-31

¿Produce fruto la verdad en las personas a quienes usted enseña?

CUANDO el joven Eric anunció que ya no quería ser testigo de Jehová, sus padres quedaron destrozados. La noticia los
tomó por sorpresa. Desde niño, Eric había participado en el estudio bíblico de familia, había asistido a las reuniones
cristianas y había predicado con la congregación. Parecía que, por decirlo así, estaba en la verdad. Pero ahora que se había
ido de casa, los padres se dieron cuenta de que no había hecho suyas las verdades bíblicas. Este descubrimiento no solo fue
una sorpresa, sino también una decepción para ellos.
Otros han experimentado sentimientos de pérdida parecidos cuando un estudiante de la Biblia inesperadamente deja de
estudiar. En estas ocasiones suelen preguntarse: “¿Por qué no percibí que esto iba a ocurrir?”. Ahora bien, ¿es posible
determinar si la verdad está dando fruto en aquellos a quienes enseñamos y de este modo evitar un desastre espiritual? En
realidad, ¿cómo podemos asegurarnos de que la verdad está influyendo en nosotros, así como en nuestros estudiantes? En su
conocida parábola del sembrador, Jesús dio una clave que nos ayuda a contestar estas preguntas.
La verdad tiene que llegar al corazón

330
“La semilla es la palabra de Dios —dijo Jesús—. En cuanto a lo que está [sembrado] en la tierra excelente, estos son los
que, después de oír la palabra con un corazón excelente y bueno, la retienen y llevan fruto con aguante.” (Lucas 8:11, 15.)
Por tanto, antes de que la verdad del Reino pueda producir resultados en nuestros estudiantes, tiene que echar raíces en su
corazón figurado. Jesús nos asegura que tal como sucede con la buena semilla en la tierra excelente, cuando la verdad divina
llega a un buen corazón, inmediatamente surte efecto y da fruto. ¿Qué debemos buscar?
Hay que observar las cualidades del corazón, no solo las apariencias. El hecho de que una persona mantenga una rutina
de actividades espirituales no siempre revela lo que realmente hay en su corazón (Jeremías 17:9, 10; Mateo 15:7-9). Por eso,
tenemos que mirar más allá de la pura apariencia. Debe haber cambios concretos en sus deseos, motivos y prioridades.
La persona debe estar cultivando la nueva personalidad que se conforma a la voluntad de Dios (Efesios 4:20-24).
Ilustrémoslo. Cuando los tesalonicenses oyeron las buenas nuevas, Pablo dijo que las aceptaron enseguida como la palabra
de Dios. Pero fue el aguante, la fidelidad y el amor que luego demostraron lo que le confirmó a él que la verdad “también
est[aba] obrando en [ellos]” (1 Tesalonicenses 2:13, 14; 3:6).
Claro está, lo que el estudiante tenga en el corazón se revelará tarde o temprano en su comportamiento, como lo ilustra
el ejemplo de Eric (Marcos 7:21, 22; Santiago 1:14, 15). Lamentablemente, para cuando se manifiesten ciertos rasgos
dañinos, pudiera ser demasiado tarde. Por eso, el desafío es tratar de identificar las debilidades específicas antes de que se
conviertan en escollos espirituales: necesitamos saber cómo ver el corazón figurado. ¿Cómo podemos lograrlo?
Aprendamos de Jesús
Jesús, claro está, era capaz de leer los corazones sin equivocarse (Mateo 12:25). Ninguno de nosotros puede hacer eso.
Sin embargo, él mostró que nosotros también podemos percibir los deseos, motivos y prioridades de otra persona. Tal como
un buen médico utiliza diversas técnicas de diagnóstico para identificar cualquier problema que tenga el corazón físico de
un paciente, Jesús utilizó la Palabra de Dios para ‘sacar’ y exponer los “pensamientos e intenciones del corazón”, incluso
cuando aún yacían ocultos a la vista de los demás (Proverbios 20:5; Hebreos 4:12).
Por ejemplo, en cierta ocasión Jesús ayudó a Pedro a ser consciente de una debilidad que más tarde se convirtió en
piedra de tropiezo. Jesús sabía que Pedro lo amaba. De hecho, le acababa de encomendar al apóstol “las llaves del reino”
(Mateo 16:13-19). Sin embargo, Jesús también sabía que los apóstoles eran un blanco especial de Satanás y que pronto se
les presionaría intensamente para que transigieran. Debió de percibir que algunos de sus discípulos tenían debilidades en la
fe que exigían atención, por lo que no tuvo reparos en señalárselas. Veamos cómo lo hizo.
Mateo 16:21 dice: “Desde ese tiempo en adelante Jesucristo comenzó a mostrar a sus discípulos que él tenía que [...]
sufrir [...] y ser muerto”. Observe que Jesús les mostró, y no solo les dijo, lo que le ocurriría a él. Es muy probable que
utilizara pasajes bíblicos como Salmo 22:14-18 o Isaías 53:10-12, que indican que el Mesías tendría que sufrir y morir.
En cualquier caso, al leer o citar directamente de las Escrituras, Jesús les dio a Pedro y a los demás la oportunidad de
expresar lo que había en su corazón. ¿Cómo reaccionarían ante la perspectiva de tal persecución?
Aunque Pedro había demostrado ser intrépido y celoso, su impulsiva forma de reaccionar en esta ocasión reveló una
falta grave en su modo de pensar. “Sé bondadoso contigo mismo, Señor —dijo él—; tú absolutamente no tendrás este
destino.” Pedro tenía un punto de vista erróneo, pues como Jesús le señaló, no pensaba “los pensamientos de Dios, sino los
de los hombres”. Tal óptica constituía un error grave que podría tener tristes consecuencias. ¿Qué hizo Jesús? Tras
reprender a Pedro, les dijo a él y a los demás discípulos: “Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo y tome
su madero de tormento y sígame de continuo”. Valiéndose de pasajes como Salmo 49:8 y 62:12, les recordó
bondadosamente que sus perspectivas de vivir para siempre dependían, no de los hombres, que no pueden dar la salvación,
sino de Dios (Mateo 16:22-28).
Aunque más tarde Pedro sucumbió temporalmente al temor y negó tres veces a Jesús, esta y otras conversaciones con el
Maestro sin duda lo prepararon para recuperarse con rapidez en sentido espiritual (Juan 21:15-19). Tan solo cincuenta días
después, Pedro se puso de pie denodadamente ante las muchedumbres reunidas en Jerusalén para dar testimonio de la
resurrección de Jesús. En las semanas, meses y años siguientes hizo frente con valor a continuos arrestos y palizas y al
encarcelamiento, poniendo así un sobresaliente ejemplo de valerosa integridad (Hechos 2:14-36; 4:18-21; 5:29-32, 40-42;
12:3-5).

331
¿Qué aprendemos de esto? ¿Notó lo que Jesús hizo para sacar y exponer lo que había en el corazón de Pedro? Primero
seleccionó pasajes bíblicos apropiados para que Pedro enfocara la atención en un asunto específico. Luego le dio la
oportunidad de responder de corazón. Finalmente, le brindó más consejo de las Escrituras para ayudarlo a modificar su
modo de pensar y sus sentimientos. Quizás le parezca que esta forma de enseñar está más allá de sus habilidades, pero
analicemos dos experiencias que ilustran cómo la preparación y la confianza en Jehová pueden ayudarnos a todos a seguir el
ejemplo de Jesús.
Saquemos lo que hay en el corazón
Cuando un padre cristiano supo que sus dos hijos de seis y siete años tomaron dulces del escritorio de su maestra, se
sentó y razonó con ellos. Él comenta lo que hizo en vez de pasar por alto el incidente como una simple travesura infantil
inofensiva: “Traté de averiguar qué había en su corazón que los había motivado a cometer ese mal acto”.
El padre les pidió que recordaran lo que le había ocurrido a Acán, según se relata en el capítulo 7 de Josué. Los niños
enseguida captaron el punto y admitieron su error. Ya les había estado molestando la conciencia. De  modo que el padre los
hizo leer Efesios 4:28, que dice: “El que hurta, ya no hurte más, sino, más bien, que haga trabajo duro [...] para que tenga
algo que distribuir a alguien que tenga necesidad”. Él reafirmó el consejo bíblico al hacer que los niños pagaran su falta
comprando dulces y llevándoselos a la maestra.
“Razonando con ellos —dice el padre—, tratábamos de desarraigar los motivos impropios que percibíamos y
reemplazarlos con motivos buenos y puros.” Con el tiempo, estos padres tuvieron buenos resultados porque imitaron a Jesús
al enseñar a sus hijos. Posteriormente, ambos hijos fueron invitados a servir en Betel, en las oficinas centrales de Brooklyn,
y veinticinco años después, uno de ellos aún sirve allí.
Observe cómo otra cristiana ayudó a su estudiante de la Biblia. La estudiante asistía a las reuniones, participaba en el
ministerio y ya había expresado el deseo de bautizarse. Sin embargo, parecía que confiaba demasiado en ella misma y
no tanto en Jehová. “Como soltera, se había hecho más independiente de lo que se imaginaba —recuerda la Testigo—. Me
temía que fuera a sufrir una crisis nerviosa o una caída espiritual.”
De modo que la Testigo tomó la iniciativa en razonar con ella sobre lo que dice Mateo 6:33, animándola a ajustar sus
prioridades, poner el Reino en primer lugar y confiar en que Jehová se encargará de los asuntos para nuestro bien. Le
preguntó sin rodeos: “¿Será que vivir sola te dificulta a veces confiar en los demás, incluso en Jehová?”. La  estudiante
admitió que casi había dejado de orar. La publicadora entonces la animó a seguir el consejo de Salmo 55:22 y a arrojar su
carga sobre Jehová porque, como nos asegura 1 Pedro 5:7, “él se interesa” por sus siervos. Esas palabras la conmovieron.
La Testigo cuenta: “Fue una de las pocas veces que la he visto llorar”.
Que la verdad siga obrando en usted
Nos da mucho gozo ver a nuestros estudiantes responder a las verdades bíblicas. No obstante, para lograr estos buenos
resultados, nosotros mismos tenemos que poner un buen ejemplo (Judas 22, 23). Todos debemos “[seguir] obrando [nuestra]
propia salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12). Eso incluye dejar que la luz de las Escrituras alumbre nuestro
corazón regularmente a fin de buscar actitudes, deseos y sentimientos que tal vez tengamos que corregir (2 Pedro 1:19).
Por ejemplo, ¿ha disminuido últimamente su celo por las actividades cristianas? Si así es, ¿por qué? Tal vez usted está
confiando demasiado en sí mismo. ¿Cómo puede saberlo? Lea Ageo 1:2-11 y reflexione con sinceridad sobre la línea de
razonamiento que empleó Jehová con los judíos repatriados. Luego pregúntese: “¿Estoy demasiado preocupado por mi
seguridad económica y mis comodidades materiales? ¿Confío de verdad en que Jehová cuidará de mi familia si doy
prioridad a los asuntos espirituales? ¿O pienso que tengo que cuidar de mí mismo primero?”. Si debe realizar cambios en
sus pensamientos y sentimientos, no vacile en hacerlo. Los consejos bíblicos, como los que se encuentran en Mateo 6:25-33,
Lucas 12:13-21 y 1 Timoteo 6:6-12, suministran la base para tener el punto de vista equilibrado sobre las necesidades y los
bienes materiales, lo que garantiza la bendición continua de Jehová (Malaquías 3:10).
Esta clase de autoexamen sincero puede darnos en qué pensar. Admitir las debilidades específicas que tenemos cuando
alguien nos las señala puede afectarnos emocionalmente. Sin embargo, cuando usted toma la iniciativa para brindar
corrección amorosa a su hijo, a su estudiante de la Biblia o incluso a sí mismo —prescindiendo de lo personal o delicado
que sea un asunto—, bien pudiera estar dando el primer paso hacia la salvación de ellos o de usted mismo (Gálatas 6:1).
332
Ahora bien, ¿qué hacer si sus esfuerzos no parecen surtir efecto? No se dé por vencido enseguida. Cambiar un corazón
imperfecto puede ser una tarea delicada que consume tiempo y a veces es frustrante. Pero también puede ser una tarea muy
satisfactoria.
El joven Eric, mencionado al principio, con el tiempo recobró el juicio y volvió a “anda[r] en la verdad” (2  Juan 4).
“Regresé a Jehová cuando me di cuenta de lo que había perdido”, dice él. Con la ayuda de sus padres, Eric ahora sirve
fielmente a Dios. Aunque antes le molestaba que sus padres lo instaran repetidas veces a examinar su corazón, ahora
agradece mucho lo que hicieron por él. “Mis padres son muy especiales —dice—. Nunca dejaron de amarme.”
Iluminar con la luz de la Palabra de Dios el corazón de aquellos a quienes enseñamos es una expresión de bondad
amorosa (Salmo 141:5). Siga examinando el corazón de sus hijos y de sus estudiantes de la Biblia para asegurarse de que la
nueva personalidad cristiana realmente está echando raíces en ellos. Procure que la verdad siga influyendo en otros y en
usted al “maneja[r] la palabra de la verdad correctamente” (2 Timoteo 2:15).

W10 15/1 págs. 3-7

¿Por qué hay que dedicarse a Jehová?

“Esta noche estuvo de pie cerca de mí un ángel del Dios a quien yo pertenezco.” (HECH. 27:23)

“EN VIRTUD del sacrificio de Jesucristo, ¿se ha arrepentido de sus pecados y se ha dedicado a Jehová para hacer
Su voluntad?” Esta es una de las dos preguntas que se formulan al final del discurso dirigido a los candidatos al bautismo.
Ahora bien, ¿por qué deben dedicarse a Jehová los cristianos? ¿Qué beneficios obtienen al hacerlo? ¿Por qué es
imprescindible que den este paso a fin de que Dios acepte su servicio? Para encontrar la respuesta a estas preguntas, primero
debemos comprender qué es la dedicación.
2
¿En qué consiste la dedicación? Algo que nos ayudará a encontrar la respuesta es un comentario que hizo Pablo a
bordo de un barco que estaba a punto de naufragar. El apóstol llamó a Jehová “[el] Dios a quien yo pertenezco”, con lo cual
mostró que se consideraba posesión suya (léase Hechos 27:22-24). En efecto, mientras que el mundo está “en el poder del
inicuo”, los cristianos hemos llegado a pertenecer a Jehová (1 Juan 5:19). ¿Cómo lo hemos logrado? Haciendo una
dedicación válida a Jehová —es decir, realizando un voto, o promesa solemne, en una oración— y luego, bautizándonos.
3
Jesús fijó el modelo el día de su bautismo, cuando hizo pública su decisión de efectuar la voluntad de su Padre. Claro,
como él había nacido en Israel, una nación que ya estaba dedicada a Dios, no tenía por qué volver a dedicarse. Tampoco
estaba satisfaciendo alguna exigencia de la Ley. Estaba haciendo algo más. Según indica la Biblia, le dijo a Jehová: “¡Mira!
He venido [...] para hacer tu voluntad” (Heb. 10:7; Luc. 3:21). Así es, con su bautismo, se estaba presentando ante su Padre
para cumplir sus deseos. Hoy, los cristianos seguimos su modelo al bautizarnos, aunque en nuestro caso sí estamos
declarando públicamente que nos hemos dedicado en oración a Dios.
Los beneficios de la dedicación
4
La dedicación cristiana no es una promesa cualquiera. Es un asunto muy serio. Ahora bien, ¿qué beneficios ofrece?
Algo que nos ayudará a entenderlo es examinar lo provechoso que es el sentido de compromiso en las relaciones humanas.
Comencemos por la amistad. Para tener amigos, hay que ser amigo primero. Es necesario que haya un sentido de
compromiso, que se asuma la responsabilidad moral de cuidar de la otra persona. Una de las amistades más hermosas de
tiempos bíblicos fue la de David y Jonatán, quienes estaban tan unidos que hicieron un pacto entre ellos (léanse 1 Samuel
17:57 y 18:1, 3). Hoy día no hay muchas relaciones tan leales como aquella. Pero, al igual que ayer, las buenas amistades
tienen en común el sentido de fidelidad y compromiso mutuo (Pro. 17:17; 18:24).
5
En Israel había otra relación que requería un sentido de compromiso: el convenio permanente que podía establecer un
esclavo con su amo. La Ley decía: “Si el esclavo dice insistentemente: ‘Realmente amo a mi señor, a mi esposa y a mis
hijos; no quiero salir como persona puesta en libertad’, entonces su amo tiene que acercarlo al Dios verdadero y tiene que
ponerlo contra la puerta o la jamba de la puerta; y su amo tiene que agujerearle la oreja con un punzón, y él tiene que ser

333
esclavo suyo hasta tiempo indefinido” (Éxo. 21:5, 6). Como vemos, el esclavo podía seguir disfrutando de la seguridad de
pertenecer a un amo compasivo si hacía con él un pacto en el que renunciaba a su libertad.
6
Otra relación donde debe existir un elevado sentido de compromiso es el matrimonio. Claro, el compromiso es con una
persona, y no meramente con un contrato. Dos personas que viven juntas sin casarse jamás podrán ofrecer a su pareja y a
sus hijos el mismo grado de seguridad que proporciona el matrimonio cristiano honorable. Tampoco tendrán el mismo
aliciente para aceptar sus responsabilidades y esforzarse por resolver con amor las dificultades (Mat. 19:5, 6; 1 Cor. 13:7, 8;
Heb. 13:4).
7
Veamos por último las relaciones laborales. Desde tiempos bíblicos, los contratos han resultado muy útiles (Mat. 20:1,
2, 8). Así, al iniciar un negocio o al comenzar a trabajar para alguien, firmar un contrato protege a las partes involucradas.
Como hemos visto, las relaciones humanas —trátese de amistades, matrimonios o acuerdos de negocios— se fortalecen con
el sentido de compromiso. Pero en el caso de nuestra relación con Jehová contamos con un vínculo muy superior: la
dedicación, por la cual le entregamos incondicionalmente nuestra vida. A continuación hablaremos de los beneficios que
reportaba en tiempos bíblicos la dedicación, y veremos por qué era mucho más que un compromiso.
La dedicación benefició a Israel
8
Los israelitas en su conjunto se dedicaron a Jehová al hacerle un voto. Él  los había reunido frente al monte Sinaí y les
había dicho: “Si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán
a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos”. Ante esto, el pueblo juró unánimemente: “Todo lo que
Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo” (Éxo. 19:4-8). Aquella dedicación era mucho más que un compromiso.
Era la señal de que le pertenecían a Jehová, quien a su vez les aseguró que los trataría como su “propiedad especial”.
9
Pertenecer a Jehová les trajo muchos beneficios a los israelitas. Él fue leal y tierno con ellos y los trató como a hijos.
De hecho, les dijo: “¿Puede una esposa olvidarse de su niño de pecho, de modo que no  tenga piedad al hijo de su vientre?
Hasta estas mujeres pueden olvidar; no obstante, yo mismo no me olvidaré de ti” (Isa. 49:15). Dios guió a su pueblo
mediante la Ley, lo fortaleció enviándole profetas y lo protegió con sus ángeles. El  salmista reconoció: “[Jehová] está
anunciando su palabra a Jacob, sus disposiciones reglamentarias y sus decisiones judiciales a Israel. No ha hecho así a
ninguna otra nación” (Sal. 147:19, 20; léanse Salmo 34:7, 19 y 48:14). Al igual que cuidó de Israel, la nación que le
pertenecía, hoy cuida de todos los cristianos que están dedicados a él.
¿Por qué debemos dedicarnos a Dios?
10
Hay quienes piensan: “¿Por qué tengo que dedicarme y bautizarme para poder servir a Jehová?”. Entenderemos la
razón si recordamos en qué situación nos encontramos ante él. Debido al pecado de Adán, todos hemos nacido fuera de la
familia universal de Dios (Rom. 3:23; 5:12). Y la única manera de ser aceptados en ella es dedicándonos. Veamos por qué.
11
Ninguno de nosotros ha tenido un padre capaz de transmitirnos vida en el pleno sentido de la palabra: vida perfecta
(1 Tim. 6:19). Como la primera pareja pecó, nacimos alejados de nuestro bondadoso Padre y Creador, y no  podíamos ser
considerados hijos suyos (compárese con Deuteronomio 32:5). Desde aquel momento, la humanidad ha vivido fuera de la
familia universal de Jehová y apartada de él.
12
Aun así, cada uno de nosotros puede pedirle a Jehová que lo acepte en la familia de siervos suyos. Pero ¿cómo
podemos gozar de su favor si somos pecadores? Porque, como indicó Pablo, “cuando éramos enemigos, fuimos
reconciliados con Dios mediante la muerte de su Hijo” (Rom. 5:10). Ahora bien, para que él nos reciba, tenemos que
solicitarle una buena conciencia, y la forma de hacerlo es bautizándonos (1 Ped. 3:21). No obstante, hay otros pasos que
debemos dar antes. Primero debemos conocer bien a Jehová y aprender a confiar en él; luego hemos de arrepentirnos y
cambiar el curso de nuestra vida (Juan 17:3; Hech. 3:19; Heb. 11:6). ¿Qué debemos hacer después?
13
Para ser parte de la familia de adoradores de Dios, hay que hacer una promesa solemne. ¿Por qué? Ilustrémoslo. Un
padre de familia muy respetado por la comunidad conoce a un muchacho huérfano, se encariña con él y decide adoptarlo.
Pero le pone una condición: “Quiero que me prometas que me verás como tu padre y que me amarás y respetarás siempre”.
A menos que el joven le haga esa promesa solemne, no lo aceptará como hijo. Sin duda, no es una exigencia irrazonable.
En el caso de Jehová ocurre igual: solo aceptará en su familia a quienes estén dispuestos a hacer un voto de dedicación. Así

334
lo indica la Biblia al decir: “Entreguen todo su ser como sacrificio vivo a Dios. Esa ofrenda que es su vida debe estar
dedicada solamente a Dios para poder agradarle” (Rom. 12:1, La Palabra de Dios para Todos, 2008).
Un acto de amor y fe
14
La dedicación es una prueba de nuestro amor por Dios. En cierto sentido es similar al voto matrimonial. El día de la
boda, el cristiano demuestra que ama a su novia prometiéndole solemnemente que estará a su lado en las buenas y en las
malas. No solo está comprometiéndose a formar una unión matrimonial; está jurándole lealtad a una persona. Además, sabe
que no podrán emprender una vida juntos a menos que haga ese voto. Del mismo modo, no es posible disfrutar de todos los
beneficios de ser parte de la familia de Jehová sin hacer el voto de dedicación. Como vemos, la razón por la que nos
dedicamos a Dios es porque deseamos pertenecerle y porque, dentro de nuestra imperfección, queremos serle leales pase lo
que pase (Mat. 22:37).
15
La dedicación también es un acto de fe. Así es: nos dedicamos porque creemos en Jehová y confiamos en que su
amistad es lo mejor para nosotros (Sal. 73:28). Sabemos que no siempre será fácil servirle, pues vivimos “en medio de una
generación torcida”. Sin embargo, estamos seguros de que Dios cumplirá su promesa de bendecir nuestros esfuerzos (Fili.
2:15; 4:13). No nos cabe la menor duda de que él será misericordioso cuando, por culpa de la imperfección, cometamos
errores (léanse Salmo 103:13, 14 y Romanos 7:21-25). Y tenemos la certeza de que recompensará nuestra lucha por ser
íntegros (Job 27:5).
La dedicación a Dios es el camino a la felicidad
16
La dedicación es causa de felicidad, pues implica entregarle a Jehová nuestra vida, y como dijo Jesús: “Hay más
felicidad en dar que en recibir” (Hech. 20:35). Durante su ministerio en la Tierra, el Hijo de Dios vivió de acuerdo con ese
principio fundamental y experimentó la alegría de ser generoso. Cuando hacía falta, sacrificaba el descanso, la comida y su
comodidad personal para enseñar a la gente el camino a la vida (Juan 4:34). Y nada le producía tanta satisfacción como
complacer a su Padre. Por eso dijo: “Yo siempre hago las cosas que le agradan” (Juan 8:29; Pro. 27:11).
17
Jesús les mostró a sus discípulos la forma de vivir que da más alegrías: “Si alguien quiere venir en pos de mí,
repúdiese a sí mismo” (Mat. 16:24). Cuando nos repudiamos —es decir, cuando renunciamos al control sobre nuestra vida
—, nos acercamos al Dios de amor. ¿Podríamos estar en mejores manos?
18
Quienes se dedican a Jehová y viven conforme a su voluntad son más felices que quienes consagran su vida al servicio
de algún ser humano o al logro de un objetivo, como el de hacerse ricos. A diferencia de ellos, los cristianos viven
realmente satisfechos (Mat. 6:24). Es cierto que su felicidad se debe en parte a que tienen el honor de ser “colaboradores de
Dios” en su obra, pero no olvidan que su voto de dedicación no lo hicieron a una obra, sino a un Dios que los tiene en alta
estima (1 Cor. 3:9). Nadie podría valorar más que él su lealtad y sus sacrificios. Incluso les devolverá la juventud para que
vivan bajo su cuidado por siempre (Job 33:25; léase Hebreos 6:10).
19
La Biblia contiene esta invitación: “Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes” (Sant. 4:8; Sal. 25:14). En efecto,
quienes se dediquen a Jehová gozarán de una relación estrecha con él. En el siguiente artículo, veremos por qué podemos
tomar con confianza la decisión de dedicarnos a Jehová para llegar a ser posesión suya.

Mateo 24:13 Pero el que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo.

Mateo 28:19,20 Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy
con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.

EL PROGRESO HACIA LA MADUREZ

Hechos 14:22 fortaleciendo las almas de los discípulos, animándolos a permanecer en la fe, y [diciendo]: “Tenemos que
entrar en el reino de Dios a través de muchas tribulaciones”.
335
Gálatas 6:10 Realmente, pues, mientras tengamos tiempo favorable para ello, obremos lo que es bueno para con todos, pero
especialmente para con los que están relacionados con [nosotros] en la fe.

1Pedro 4:10 En proporción al don que cada uno haya recibido, úsenlo al ministrarse unos a otros como excelentes
mayordomos de la bondad inmerecida de Dios expresada de diversas maneras.

Colosenses 2:6,7 Por lo tanto, como han aceptado a Cristo Jesús el Señor, sigan andando en unión con él, 7 arraigados y
siendo edificados en él y siendo estabilizados en la fe, así como se les enseñó, rebosando de [fe] en acción de gracias.

Km 3/09 pág. 2

Cómo usar el libro “Amor de Dios” para dirigir estudios bíblicos

1
¡Qué emocionante fue recibir el libro “Manténganse en el amor de Dios” en la Asamblea de Distrito “Guiados por el
espíritu de Dios”! Tal como se anunció, esta publicación fue concebida para ayudarnos a conocer y amar las normas de
conducta de Jehová, y no para enseñar las doctrinas básicas de la Biblia. No se ofrecerá en la predicación.

2
Este libro será el segundo que se analizará con los estudiantes de la Biblia, después del libro Enseña. Recuerde que
cada persona crece espiritualmente a un paso distinto, por lo que cada estudio se debe conducir al ritmo que sea cómodo
para el estudiante. Pero eso sí, asegúrese de que la información que se abarque se entienda claramente. En  la mayoría de los
casos, no ofreceremos un estudio con este libro a alguien que quizás ya haya estudiado varios libros pero que no esté
asistiendo a las reuniones de la congregación y que demuestre a todas luces que no tiene la intención de amoldar su vida a
las verdades bíblicas que ha aprendido.
3
Si al tiempo presente usted está dirigiendo un estudio con el libro Adoremos y ya está en los últimos capítulos, tal vez
sea mejor terminar esa publicación y animar al estudiante a leer el libro “Amor de Dios” por cuenta propia. Si no es así,
sería mejor pasar al nuevo libro y comenzar desde el principio. Como es el caso con el libro Enseña, es opcional analizar los
temas del apéndice.

4
Si un estudiante se bautiza antes de completar las dos publicaciones, se debe continuar con el estudio hasta que termine
el libro “Amor de Dios”. Y aun si se bautiza antes de terminar el segundo libro, se pueden seguir contando el tiempo, la
revisita y el estudio. El publicador que vaya como acompañante también puede contar el tiempo.
5
Cuando un miembro del Comité de Servicio de la Congregación le pida que dirija un estudio bíblico con alguien que se
haya hecho inactivo, quizás le indique que analice solo determinados capítulos del libro “Amor de Dios”. En tal caso, el
estudio no tiene que prolongarse por mucho tiempo. ¡Qué excelente provisión! Este nuevo libro ha sido preparado con el fin
de que nos mantengamos “en el amor de Dios” (Judas 21)

Km 6/00 pág. 4 párrs. 7,8


7
Es una señal de amor cristiano prestar mucha atención personal a las personas interesadas a las que impartimos cursos
bíblicos. Nuestro objetivo es ayudar al estudiante a conseguir una mayor comprensión de la verdad de la Palabra de Dios.
Entonces, podrá ponerse firmemente y con conocimiento de causa de parte de la verdad, así como dedicar su vida a Jehová
y simbolizar la dedicación mediante el bautismo en agua (Sal. 40:8; Efe. 3:17-19).
8
¿Recordamos qué ocurrió cuando el eunuco etíope fue bautizado? “Siguió su camino regocijándose” como nuevo
discípulo de Jesucristo (Hech. 8:39, 40). Que tanto nosotros como las personas a las que logremos guiar en el camino de la
verdad disfrutemos de servir a Jehová Dios ahora y para siempre.
336
Km 4/11 pág. 2

Sección de preguntas

▪ ¿Por cuánto tiempo se espera que le demos clases a alguien que progresa?
Cuando una persona progresa, es mejor seguir dirigiendo el estudio hasta terminar dos publicaciones: ¿Qué enseña
realmente la Biblia? y “Manténganse en el amor de Dios”. Hay que hacerlo aunque el estudiante se bautice antes de
terminar cualquiera de los dos libros. Claro, se puede seguir contando el tiempo, las revisitas y el estudio aun después de su
bautismo. Y si otro publicador nos acompaña y participa en el estudio, también él puede contar el tiempo (véase Nuestro
Ministerio del Reino de marzo de 2009, página 2).
Es importante que los nuevos tengan buenos cimientos en la verdad antes de dejarlos caminar solos. Tienen que estar
“arraigados” en Cristo y “estabilizados en la fe” para ser capaces de soportar las dificultades que de seguro afrontarán (Col.
2:6, 7; 2 Tim. 3:12; 1 Ped. 5:8, 9). Además, deben contar con “un conocimiento exacto de la verdad” a fin de poder enseñar
bien a otros (1 Tim. 2:4). Al completar dos libros con los estudiantes, los estamos ayudando a andar con paso seguro en “el
camino que conduce a la vida” (Mat. 7:14).
Antes de aprobar el bautismo de una persona, los ancianos deben comprobar que entienda con claridad las enseñanzas
básicas de la Biblia y que esté viviendo de acuerdo con ellas. Deben ser especialmente cuidadosos con un estudiante que
todavía no haya terminado el primer libro. Si alguien no está listo para el bautismo, los ancianos verán que reciba la ayuda
personal necesaria para que llene los requisitos en el futuro (véase Organizados para hacer la voluntad de Jehová, páginas
216 a 218).

Mateo 5:23,24 ”Por eso, si estás llevando tu dádiva al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja
tu dádiva allí enfrente del altar, y vete; primero haz las paces con tu hermano, y luego, cuando hayas vuelto, ofrece tu
dádiva.

Mateo 18:21,22 Entonces se acercó Pedro y le dijo: “Señor, ¿cuántas veces ha de pecar contra mí mi hermano y he de
perdonarle yo? ¿Hasta siete veces?”. 22 Jesús le dijo: “No te digo: Hasta siete veces, sino: Hasta setenta y siete veces.

Romanos 12:18 Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres.

Colosenses 2:6,7 Por lo tanto, como han aceptado a Cristo Jesús el Señor, sigan andando en unión con él, 7 arraigados y
siendo edificados en él y siendo estabilizados en la fe, así como se les enseñó, rebosando de [fe] en acción de gracias.

2Timoteo 3:12 De hecho, todos los que desean vivir con devoción piadosa en asociación con Cristo Jesús también serán
perseguidos.

1Pedro 5:8,9 Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente,
procurando devorar [a alguien]. 9 Pero pónganse en contra de él, sólidos en la fe, sabiendo que las mismas cosas en cuanto a
sufrimientos van realizándose en toda la asociación de sus hermanos en el mundo.

337
Lección 15(b) REPASO DE LA ESCUELA DEL SERVICIO DE PRECURSOR DÍA 5

Lección 13(a) APRENDE DEL AMO


En respuesta, Jesús le dijo: “Si alguien me ama, observará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos
nuestra morada con él. Juan 14:23

Lección 13(b) DIRIGE ESTUDIOS BÍBLICOS QUE PROGRESEN (PARTE 1)

enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la
conclusión del sistema de cosas”. Mateo 28:20

Lección 14(a) DIRIGE ESTUDIOS BÍBLICOS QUE PROGRESEN (PARTE 2)

El alumno no es superior a su maestro, pero todo el que esté perfectamente instruido será como su maestro. Lucas 6:40

Lección 14(b) TALLER 4 DIRIGE ESTUDIOS BÍBLICOS QUE PROGRESEN

No tengo mayor causa de [sentir] agradecimiento que estas cosas: que oiga yo que mis hijos siguen andando en la verdad.
3Juan 4

Lección 15(a) AYÚDALOS A ALCANZAR LA MADUREZ

Por esta razón, ya que hemos dejado la doctrina primaria acerca del Cristo, pasemos adelante a la madurez, y no pongamos
de nuevo un fundamento, a saber, arrepentimiento de obras muertas, y fe para con Dios, Hebreos 6:1

338
Lección 16(a) EL GOZO DE JEHOVÁ ES TU PLAZA FUERTE

Proverbios 2:6-8 Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento. 7 Y
para los rectos atesorará sabiduría práctica; para los que andan en integridad él es un escudo, 8 mediante la observación de
las sendas del juicio, y él guardará el mismísimo camino de los que le son leales.

Proverbios 10:29 El camino de Jehová es una plaza fuerte para el exento de culpa, pero la ruina es para los practicantes de
lo que es perjudicial.

Nehemias 8:1-12 Y todo el pueblo procedió a reunirse como un solo hombre en la plaza pública que estaba delante de la
Puerta del Agua. Entonces dijeron a Esdras el copista que trajera el libro de la ley de Moisés, que Jehová había ordenado a
Israel. 2 En conformidad, Esdras el sacerdote trajo la ley delante de la congregación de hombres así como de mujeres y de
todos los de suficiente inteligencia como para escuchar, el primer día del séptimo mes. 3 Y continuó leyendo de ella en voz
alta delante de la plaza pública que está delante de la Puerta del Agua, desde el amanecer hasta el mediodía, enfrente de los
hombres y de las mujeres y de los demás inteligentes; y los oídos de todo el pueblo estaban [atentos] al libro de la ley. 4 Y
Esdras el copista siguió de pie sobre una tribuna de madera, que habían hecho para la ocasión; y estaban de pie al lado de él
Matitías y Sema y Anaya y Urías e Hilquías y Maaseya, a su mano derecha; y, a su izquierda, Pedaya y Misael y Malkiya y
Hasum y Has-badaná, Zacarías [y] Mesulam. 5 Y Esdras procedió a abrir el libro ante los ojos de todo el pueblo, porque
sucedía que él estaba por encima de todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo se puso de pie. 6 Entonces Esdras
bendijo a Jehová el Dios [verdadero], el Grande, a lo que todo el pueblo contestó: “¡Amén! ¡Amén!”, con el alzamiento de
las manos. Entonces se inclinaron y se postraron ante Jehová, rostros a tierra. 7 Y Jesúa y Baní y Serebías, Jamín, Aqub,
Sabetai, Hodías, Maaseya, Quelitá, Azarías, Jozabad, Hanán, Pelayá, aun los levitas, estaban explicando la ley al pueblo,
mientras el pueblo estaba en postura enhiesta. 8 Y continuaron leyendo en voz alta del libro, de la ley del Dios [verdadero],
la cual se exponía, y había el poner[le] significado; y continuaron dando entendimiento en la lectura. 9 Y Nehemías, es decir,
el Tirsatá, y Esdras el sacerdote, el copista, y los levitas que instruían a la gente procedieron a decir a todo el pueblo: “Este
mismísimo día es santo a Jehová su Dios. No se den al duelo ni lloren”. Porque todo el pueblo estaba llorando mientras oía
las palabras de la ley. 10 Y pasó a decirles: “Vayan, coman las cosas grasas y beban las cosas dulces, y envíen porciones a
aquel para quien nada ha sido preparado; porque este día es santo a nuestro Señor, y no se sientan heridos, porque el gozo de
Jehová es su plaza fuerte”. 11 Y los levitas estaban ordenando a todo el pueblo que callara, diciendo: “¡Guarden silencio!,
porque este día es santo; y no se sientan heridos”. 12 De modo que todo el pueblo se fue a comer y beber y a enviar
porciones y a tener un gran regocijo, porque habían entendido las palabras que se les habían dado a conocer.

“NADA SINO GOZOSO”

Deuteronomio 16:15 Siete días celebrarás la fiesta a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escoja, porque Jehová tu Dios te
bendecirá en todo tu producto y en todo hecho de tu mano, y nada sino gozoso tendrás que llegar a estar.

It-1 pág. 1032


GOZO

Sentimiento de alegría o placer que se experimenta al poseer o esperar algún bien; felicidad; júbilo. Las palabras hebreas
y griegas que se usan en la Biblia para referirse a gozo, júbilo, regocijo y alegría, expresan diversos matices y grados de
gozo. Los verbos empleados denotan tanto los sentimientos internos como la manifestación externa de gozo, y pueden tener
gran variedad de significados, como “estar gozoso; regocijarse; gritar de alegría; saltar de alegría”, entre otros.
Jehová Dios y Jesucristo. A Jehová se le llama el “Dios feliz”. (1Ti 1:11.) Su creación y Su trabajo le producen gozo a
Él y a sus criaturas. Jehová se regocija en sus obras. (Sl 104:31.) De igual manera, desea que sus criaturas disfruten de las
obras que Él hace para provecho de ellas y que disfruten de su propio trabajo. (Ec 5:19.) Ya que es la Fuente de todas las
cosas buenas (Snt 1:17), el llegar a conocerle es lo que más regocija a todas las criaturas inteligentes, tanto humanos como
ángeles. (Jer 9:23, 24.) Por eso el rey David dijo: “Sea placentera mi meditación acerca de él. Yo, por mi parte, me
regocijaré en Jehová”. (Sl 104:34.) También se expresó en canción: “Y el justo se regocijará en Jehová y verdaderamente se

339
refugiará en él; y todos los rectos de corazón se jactarán”. (Sl 64:10.) Y el apóstol Pablo animó a los cristianos a derivar
gozo en todo momento de su conocimiento de Jehová y de Sus tratos con ellos cuando escribió: “Siempre regocíjense en el
Señor [Jehová, en varias versiones]. Una vez más diré: ¡Regocíjense!”. (Flp 4:4.)
Jesucristo, el más cercano a Jehová, es quien lo conoce mejor (Mt 11:27), y puede darlo a conocer a sus seguidores. (Jn
1:18.) Por lo tanto, está gozoso, y se le llama “el feliz y único Potentado”. (1Ti 6:14,  15.) Debido al amor que tiene a su
Padre, está ansioso de hacer siempre las cosas que le agradan. (Jn 8:29.) Por consiguiente, cuando se le presentó la misión
de venir a la Tierra, sufrir y morir con el fin de vindicar el nombre de Jehová, “por el gozo que fue puesto delante de él
aguantó un madero de tormento, despreciando la vergüenza”. (Heb 12:2.) También sentía un gran amor por la humanidad y
se deleitaba en ella. Por eso, las Escrituras, que lo personifican en su existencia prehumana como la sabiduría, ponen en su
boca las palabras: “Entonces llegué a estar [al] lado [de Jehová] como un obrero maestro, y llegué a ser aquella con quien él
estuvo especialmente encariñado día a día, y estuve alegre delante de él todo el tiempo, pues estuve alegre por el terreno
productivo de su tierra, y las cosas que fueron el objeto de mi cariño estuvieron con los hijos de los hombres”. (Pr 8:30, 31.)
Jesús deseaba que sus seguidores disfrutaran del mismo gozo. Por eso, les dijo: “Estas cosas les he hablado, para que mi
gozo esté en ustedes y su gozo se haga pleno”. Los ángeles también se regocijaron cuando se creó la Tierra. (Jn 15:11;
17:13; Job 38:4-7.) Asimismo, ven el derrotero del pueblo de Dios y se alegran de su proceder fiel. Especialmente se
regocijan cuando una persona se vuelve de sus caminos pecaminosos y se adhiere a la adoración pura y al servicio a Dios.
(Lu 15:7, 10.)

Deuteronomio 28:47 debido al hecho de que no serviste a Jehová tu Dios con regocijo y gozo de corazón por la abundancia
de todo.

Proverbios 15:13 Un corazón gozoso tiene buen efecto en el semblante, pero a causa del dolor del corazón hay un espíritu
herido.

Proverbios 17:22 Un corazón que está gozoso hace bien como sanador, pero un espíritu que está herido seca los huesos.

Galatas 5.22 Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe,

Juan 6:44 Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo atraiga; y yo lo resucitaré en el último día.

Efesios 4:18 mientras mentalmente se hallan en oscuridad, y alejadas de la vida que pertenece a Dios, a causa de la
ignorancia que hay en ellas, a causa de la insensibilidad de su corazón.

Romanos 5:8 Pero Dios recomienda su propio amor a nosotros en que, mientras todavía éramos pecadores, Cristo murió
por nosotros.

Romanos 5:18,19 Así, pues, como mediante una sola ofensa el resultado a toda clase de hombres fue la condenación, así
mismo también mediante un solo acto de justificación el resultado a toda clase de hombres es el declararlos justos para vida.
19
 Porque así como mediante la desobediencia del solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, así mismo, también,
mediante la obediencia de la sola [persona] muchos serán constituidos justos.

Colosenses 1:21-23 En verdad, a ustedes, que en otro tiempo estaban alejados y eran enemigos porque tenían la mente
[puesta] en las obras que eran inicuas, 22 él ahora los ha reconciliado de nuevo por medio del cuerpo carnal de aquel
mediante [su] muerte, para presentarlos santos y sin tacha y no expuestos a ninguna acusación delante de él, 23 con tal que,
por supuesto, continúen en la fe, establecidos sobre el fundamento, y constantes, y no dejándose mover de la esperanza de
esas buenas nuevas que ustedes oyeron, y que se han predicado en toda la creación que está bajo el cielo. De estas [buenas
nuevas] yo Pablo llegué a ser ministro.

Juan 8:32 y conocerán la verdad, y la verdad los libertará”.

340
1Corintios 2:9,10 Pero así como está escrito: “Ojo no ha visto, ni oído ha oído, ni se han concebido en el corazón del
hombre las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman”. 10 Pues es a nosotros a quienes Dios las ha revelado
mediante su espíritu, porque el espíritu escudriña todas las cosas, hasta las cosas profundas de Dios.
Revelación 18:1-8 Después de estas cosas vi a otro ángel que descendía del cielo, con gran autoridad; y la tierra fue
alumbrada por su gloria. 2 Y él clamó con voz poderosa, y dijo: “¡Ha caído! ¡Babilonia la Grande ha caído, y ha llegado a
ser lugar de habitación de demonios y escondite de toda exhalación inmunda y escondite de toda ave inmunda y odiada!
3
 Porque a causa del vino de la cólera de su fornicación todas las naciones han caído [víctima], y los reyes de la tierra
cometieron fornicación con ella, y los comerciantes viajeros de la tierra se enriquecieron debido al poder del lujo
desvergonzado de ella”. 4 Y oí otra voz procedente del cielo decir: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar
con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas. 5 Porque sus pecados se han amontonado hasta llegar al
cielo, y Dios ha recordado sus actos de injusticia. 6 Páguenle a ella así como ella misma pagó, y háganle a ella el doble, sí, el
doble del número de las cosas que ella hizo; en la copa en que ella vació una mezcla, vacíenle a ella el doble de la mezcla.
7
 Al grado que ella se glorificó a sí misma y vivió en lujo desvergonzado, a ese grado denle tormento y lamento. Porque
sigue diciendo en su corazón: ‘Estoy sentada [como] reina, y no soy viuda, y nunca veré lamento’. 8 Por eso, en un solo día
vendrán sus plagas: muerte y lamento y hambre, y será quemada por completo con fuego, porque fuerte es Jehová Dios que
la juzgó.
Proverbios 4:18 Pero la senda de los justos es como la luz brillante que va haciéndose más y más clara hasta que el día
queda firmemente establecido.
Deuteronomio 16.13-15 ”Debes celebrar para ti la fiesta de las cabañas durante siete días cuando hagas una recolección de
tu era y de tu lagar de aceite y de vino. 14 Y tienes que regocijarte durante tu fiesta, tú y tu hijo y tu hija y tu esclavo y tu
esclava y el levita y el residente forastero y el huérfano de padre y la viuda, que están dentro de tus puertas. 15 Siete días
celebrarás la fiesta a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escoja, porque Jehová tu Dios te bendecirá en todo tu producto y
en todo hecho de tu mano, y nada sino gozoso tendrás que llegar a estar.
W95 15/1 pág. 11 párrs. 4-6
“Nada sino gozoso”
4
Una razón sobresaliente para tener gozo es la provisión que Jehová ha hecho para reunirnos. Las asambleas de circuito
y distrito producen gozo a los testigos de Jehová hoy día, tal como las fiestas anuales regocijaban el corazón de los
israelitas. Al pueblo de Israel se le dijo: “Siete días celebrarás la fiesta [de las cabañas] a Jehová tu Dios en el lugar que
Jehová escoja, porque Jehová tu Dios te bendecirá en todo tu producto y en todo hecho de tu mano, y nada sino gozoso
tendrás que llegar a estar”. (Deuteronomio 16:13-15.) Sí, Dios quería que ‘llegaran a estar gozosos’. Lo mismo puede
decirse de los cristianos, pues el apóstol Pablo exhortó a sus compañeros de creencia: “Siempre regocíjense en el Señor.
Una vez más diré: ¡Regocíjense!”. (Filipenses 4:4.)
5
Ya que Jehová quiere que estemos gozosos, nos da el gozo como uno de los frutos de su espíritu santo. (Gálatas
5:22, 23.) ¿Qué es gozo? Es el sentimiento de alegría que se experimenta al esperar o poseer algún bien. Es el estado de
verdadera felicidad, incluso júbilo. Este fruto del espíritu santo de Dios nos sostiene cuando afrontamos pruebas. “Por el
gozo que fue puesto delante de [Jesús,] aguantó un madero de tormento, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la
diestra del trono de Dios.” (Hebreos 12:2.) El discípulo Santiago escribió: “Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando
se encuentren en diversas pruebas, puesto que ustedes saben que esta cualidad probada de su fe obra aguante”. Ahora bien,
¿qué debemos hacer si no sabemos cómo afrontar cierta prueba? Con confianza podemos pedir sabiduría en oración. Si
obramos en conformidad con la sabiduría celestial, podremos resolver los problemas o enfrentarnos a pruebas persistentes
sin perder el gozo de Jehová. (Santiago 1:2-8.)
6
El gozo que da Jehová nos fortalece para promover la adoración verdadera. Esto fue lo que sucedió en los días de
Nehemías y Esdras. Los judíos de aquellos tiempos que habían hecho del gozo de Jehová su plaza fuerte fueron fortalecidos
para dar empuje a los intereses de la adoración verdadera. Y su gozo aumentó al promover la adoración de Jehová. Lo
mismo sucede hoy. Como adoradores de Jehová, tenemos motivo para sentir gran regocijo. Analicemos a continuación otras
de las muchas razones para estar gozosos.

341
UNA VIDA CON SENTIDO

Mateo 6:9,10 ”Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera: ”‘Padre nuestro [que estás] en los cielos, santificado sea tu
nombre. 10 Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.

Filipenses 4:4 Siempre regocíjense en [el] Señor. Una vez más diré: ¡Regocíjense!

1Timoteo 1:11 según las gloriosas buenas nuevas del Dios feliz, que me fueron encomendadas.

Isaias 55:6 Busquen a Jehová mientras pueda ser hallado. Clamen a él mientras resulte estar cerca.

Eclesiates 5:19 También, a todo hombre a quien el Dios [verdadero] ha dado riquezas y posesiones materiales, también lo
ha facultado para comer de ello y para llevarse su porción y para regocijarse con su duro trabajo. Este es el don de Dios.

It-1 pág. 1032


…Jehová Dios y Jesucristo. A Jehová se le llama el “Dios feliz”. (1Ti 1:11.) Su creación y Su trabajo le producen gozo a
Él y a sus criaturas. Jehová se regocija en sus obras. (Sl 104:31.) De igual manera, desea que sus criaturas disfruten de las
obras que Él hace para provecho de ellas y que disfruten de su propio trabajo. (Ec 5:19.) Ya que es la Fuente de todas las
cosas buenas (Snt 1:17), el llegar a conocerle es lo que más regocija a todas las criaturas inteligentes, tanto humanos como
ángeles. (Jer 9:23, 24.)…

Filipenses 4:4 Siempre regocíjense en [el] Señor. Una vez más diré: ¡Regocíjense!

It-1 pág. 1032


…Y el apóstol Pablo animó a los cristianos a derivar gozo en todo momento de su conocimiento de Jehová y de Sus tratos
con ellos cuando escribió: “Siempre regocíjense en el Señor [Jehová, en varias versiones]. Una vez más diré:
¡Regocíjense!”. (Flp 4:4.)…

Isaias 52:7 ¡Cuán hermosos sobre las montañas son los pies del que trae buenas nuevas, del que publica paz, del que trae
buenas nuevas de algo mejor, del que publica salvación, del que dice a Sión: “¡Tu Dios ha llegado a ser rey!”.

Lucas 15:10 Así, les digo, surge gozo entre los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente”.

Hechos 20:35 En todas las cosas les he exhibido que por medio de laborar así tienen que prestar ayuda a los que son
débiles, y tienen que tener presentes las palabras del Señor Jesús, cuando él mismo dijo: ‘Hay más felicidad en dar que en
recibir’”.

Romanos 10:15 ¿Cómo, a su vez, predicarán a menos que hayan sido enviados? Así como está escrito: “¡Cuán hermosos
son los pies de los que declaran buenas nuevas de cosas buenas!”.

1Corintios 3:5-9 Pues, ¿qué es Apolos? Sí, ¿qué es Pablo? Ministros mediante los cuales ustedes llegaron a ser creyentes,
así como el Señor se lo concedió a cada uno. 6 Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndo[lo] crecer; 7 de modo que
ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que [lo] hace crecer. 8 Ahora bien, el que planta y el que riega uno son,
pero cada [persona] recibirá su propio galardón según su propia labor. 9 Porque somos colaboradores de Dios. Ustedes son
campo de Dios bajo cultivo, edificio de Dios.

UNA MARAVILLOSA HERMANDAD

Ageo 2:7 ”‘Y ciertamente meceré todas las naciones, y las cosas deseables de todas las naciones tienen que entrar; y
ciertamente llenaré de gloria esta casa’, ha dicho Jehová de los ejércitos.

1Pedro 5:5-11 De igual manera, ustedes, hombres de menos edad, estén en sujeción a los hombres de más edad. Pero todos
ustedes cíñanse con humildad mental los unos para con los otros, porque Dios se opone a los altivos, pero da bondad
inmerecida a los humildes. 6 Humíllense, por lo tanto, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los ensalce al tiempo
debido; 7 a la vez que echan sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes. 8 Mantengan su juicio, sean
vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar [a alguien]. 9 Pero pónganse

342
en contra de él, sólidos en la fe, sabiendo que las mismas cosas en cuanto a sufrimientos van realizándose en toda la
asociación de sus hermanos en el mundo. 10 Pero, después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, el Dios de toda
bondad inmerecida, que los llamó a su gloria eterna en unión con Cristo, terminará él mismo el entrenamiento de ustedes; él
los hará firmes, él los hará fuertes. 11 A él sea la potencia para siempre. Amén.

Salmo 133:1 ¡Miren! ¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos moren juntos en unidad!

Marcos 10:29,30 Jesús dijo: “En verdad les digo: Nadie ha dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos,
o campos, por causa de mí y por causa de las buenas nuevas, 30 que no reciba el céntuplo ahora en este período de tiempo:
casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y campos, con persecuciones, y en el sistema de cosas venidero vida
eterna.

1Pedro 2:17 Honren a [hombres] de toda clase, tengan amor a toda la asociación de hermanos, estén en temor de Dios, den
honra al rey.

Filipenses 2:17 No obstante, aun si yo estoy siendo derramado como libación sobre el sacrificio y servicio público a los
cuales los ha conducido la fe, me alegro y me regocijo con todos ustedes.

Proverbios 11:25 El alma generosa será engordada ella misma; y el que liberalmente riega [a otros], él mismo también será
liberalmente regado.

UNA FORTALEZA SEGURA

Salmo 59:16,17 Pero en cuanto a mí, yo cantaré acerca de tu fuerza, y a la mañana informaré gozosamente acerca de tu
bondad amorosa. Porque has resultado ser altura segura para mí y lugar adonde huir en el día de mi angustia. 17 Oh Fuerza
mía, a ti te celebraré con melodía, porque Dios es mi altura segura, el Dios de bondad amorosa para conmigo.

Salmo 100:2 Sirvan a Jehová con regocijo. Entren delante de él con un clamor gozoso.

Hebreos 12:2 mirando atentamente al Agente Principal y Perfeccionador de nuestra fe, Jesús. Por el gozo que fue puesto
delante de él aguantó un madero de tormento, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.

Santiago 1:2 Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren en diversas pruebas,

Colosenses 1:9-11 Por eso nosotros también, desde el día en que [lo] oímos, no hemos cesado de orar por ustedes y de pedir
que se les llene del conocimiento exacto de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, 10 para que anden de una
manera digna de Jehová a fin de que [le] agraden plenamente mientras siguen llevando fruto en toda buena obra y
aumentando en el conocimiento exacto de Dios, 11 siendo hechos poderosos con todo poder al alcance de la gloriosa
potencia de él para que aguanten plenamente y sean sufridos con gozo,

Mateo 5:10 ”Felices son los que han sido perseguidos por causa de la justicia, puesto que a ellos pertenece el reino de los
cielos.

1Pedro 4:13,14 Al contrario, sigan regocijándose por cuanto son partícipes de los sufrimientos del Cristo, para que también
durante la revelación de su gloria se regocijen y se llenen de gran gozo. 14 Si a ustedes los están vituperando por el nombre
de Cristo, son felices, porque el [espíritu] de gloria, sí, el espíritu de Dios, descansa sobre ustedes.

Salmo 34:18 Jehová está cerca de los que están quebrantados de corazón; y salva a los que están aplastados en espíritu.

343
1Juan 3:19,20 En esto conoceremos que nos originamos de la verdad, y aseguraremos nuestro corazón delante de él
20
 respecto a cualquier cosa en que nos condene nuestro corazón, porque Dios es mayor que nuestro corazón y conoce todas
las cosas.

Salmo 18:1,2 ENCABEZAMIENTO: Al director. Del siervo de Jehová, de David, que habló a Jehová las palabras de esta
canción el día en que Jehová lo hubo librado de la palma de la mano de todos sus enemigos y de la mano de Saúl. Y
procedió a decir:

Salmo 18:1,2 Te tendré cariño, oh Jehová fuerza mía.  2 Jehová es mi peñasco y mi plaza fuerte y el Proveedor de escape
para mí. Mi Dios es mi roca. En él me refugiaré, mi escudo y mi cuerno de salvación, mi altura segura.

Romanos 10:10 Porque con el corazón se ejerce fe para justicia, pero con la boca se presenta declaración pública para
salvación.

Isaias 25:9 Y en aquel día uno ciertamente dirá: “¡Miren! Este es nuestro Dios. Hemos esperado en él, y él nos salvará. Este
es Jehová. Hemos esperado en él. Estemos gozosos y regocijémonos en la salvación por él”.

344
Lección 16(b) JEHOVÁ BENDICE A QUIENES CONFÍAN EN EL

Proverbios 3:5,6 Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. 6 En todos tus caminos
tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas.

Romanos 12:1 Por consiguiente, les suplico por las compasiones de Dios, hermanos, que presenten sus cuerpos como
sacrificio vivo, santo, acepto a Dios, un servicio sagrado con su facultad de raciocinio.

Isaias 55.8,9 “Porque los pensamientos de ustedes no son mis pensamientos, ni son mis caminos los caminos de ustedes —
es la expresión de Jehová—. 9 Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que los
caminos de ustedes, y mis pensamientos que los pensamientos de ustedes.

JEHOVÁ ES UN DIOS CONFIABLE


W04 15/4 pág. 14 párrs. 10,11
La bondad y otras cualidades piadosas
9
La bondad se relaciona con otras cualidades que produce el espíritu de Dios. Concretamente, se enumera después de la
“gran paciencia” y la “benignidad”. Sin duda, el que cultiva la bondad lo demuestra teniendo gran paciencia, incluso con
quienes no son amables. La bondad también guarda relación con la benignidad, pues a menudo se evidencia en actos útiles a
favor de otros. Algunas veces, la palabra griega que la Biblia usa para “bondad” también puede traducirse “benignidad”.
La manifestación de esta cualidad entre los primeros cristianos asombraba a los paganos. En efecto, según Tertuliano, estos
llamaban a los seguidores de Jesús con un nombre “que en su composición significa ‘suavidad y bondad’”.
10
Asimismo, la bondad está vinculada al amor. Jesús dijo a sus seguidores: “En esto todos conocerán que ustedes son
mis discípulos, si tienen amor entre sí” (Juan 13:35). Y al describir este amor, Pablo afirmó: “El amor es sufrido y
bondadoso” (1 Corintios 13:4). La bondad también se une al amor en la expresión “bondad amorosa”, que aparece con
frecuencia en las Escrituras y que se refiere a una bondad que surge del amor leal. El  sustantivo hebreo que se vierte
“bondad amorosa” significa más que tierno cariño. Es una bondad que se adhiere amorosamente a un objeto hasta que su
propósito con relación a él se ha realizado. La bondad amorosa, o amor leal, de Jehová se refleja de diversas formas. Por
ejemplo, se observa en sus actos de liberación y protección (Salmo 6:4; 40:11; 143:12).
11
La bondad amorosa de Jehová atrae a las personas hacia él (Jeremías 31:3). Cuando los siervos fieles de Dios
necesitan liberación o ayuda, saben que Su bondad amorosa realmente es leal, amor leal. No les fallará. Por tanto, pueden
orar con fe, como el salmista que cantó: “En cuanto a mí, en tu bondad amorosa he confiado; esté gozoso mi corazón en tu
salvación” (Salmo 13:5). Puesto que el amor de Dios es leal, Sus siervos pueden cifrar completa confianza en Él. Tienen
esta garantía: “Jehová no desamparará a su pueblo, ni dejará a su propia herencia” (Salmo 94:14).

Éxodo 34:6,7 Y Jehová fue pasando delante del rostro de él y declarando: “Jehová, Jehová, un Dios misericordioso y
benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad, 7 que conserva bondad amorosa para miles, que
perdona error y transgresión y pecado, pero de ninguna manera dará exención de castigo, que hace venir el castigo por el
error de padres sobre hijos y sobre nietos, sobre la tercera generación y sobre la cuarta generación”.

Deuteronomio 7:7-9 ”No porque ustedes fueran el más populoso de todos los pueblos les mostró Jehová afecto de modo
que los escogiera, porque eran el más pequeño de todos los pueblos. 8 Antes bien, por amarlos Jehová, y por guardar la
declaración jurada que había jurado a sus antepasados, Jehová los sacó con mano fuerte, para redimirlos de la casa de
esclavos, de la mano de Faraón el rey de Egipto. 9 Y bien sabes tú que Jehová tu Dios es el Dios [verdadero], el Dios fiel,
que guarda pacto y bondad amorosa en el caso de los que lo aman y de los que guardan sus mandamientos, hasta mil
generaciones,

Deuteronomio 7:12 ”Y tiene que suceder que, por continuar ustedes escuchando estas decisiones judiciales y en efecto
guardarlas y en efecto ponerlas por obra, Jehová tu Dios tiene que guardar para contigo el pacto y la bondad amorosa acerca
de los cuales juró a tus antepasados.
345
Salmo 136: 1-26 Den gracias a Jehová, porque él es bueno: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;  2 den
gracias al Dios de los dioses: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;  3 den gracias al Señor de los señores:
porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;  4 al Hacedor de cosas maravillosas, grandes, a solas: porque su
bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;  5 a Aquel que hizo los cielos con entendimiento: porque su bondad amorosa es
hasta tiempo indefinido;  6 a Aquel que tendió la tierra por encima de las aguas: porque su bondad amorosa es hasta tiempo
indefinido;  7 a Aquel que hizo las grandes luces: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;  8 aun el sol para
dominio de día: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;  9 la luna y las estrellas para dominio aunado de
noche: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido; 10 a Aquel que derribó a Egipto en sus primogénitos: porque
su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido; 11 y a Aquel que sacó a Israel de en medio de ellos: porque su bondad
amorosa es hasta tiempo indefinido; 12 por una mano fuerte y por un brazo extendido: porque su bondad amorosa es hasta
tiempo indefinido; 13 a Aquel que cortó el mar Rojo en partes: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido; 14 y
que hizo a Israel pasar por en medio de él: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido; 15 y que sacudió a Faraón
y su fuerza militar al mar Rojo: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido; 16 a Aquel que hizo a su pueblo andar
por el desierto: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido; 17 a Aquel que derribó a grandes reyes: porque su
bondad amorosa es hasta tiempo indefinido; 18 y que procedió a matar a reyes majestuosos: porque su bondad amorosa es
hasta tiempo indefinido; 19 aun a Sehón, el rey de los amorreos: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido; 20 y a
Og, el rey de Basán: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido; 21 y que dio la tierra de ellos como herencia:
porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido; 22 una herencia a Israel su siervo: porque su bondad amorosa es hasta
tiempo indefinido; 23 quien durante nuestra condición abatida se acordó de nosotros: porque su bondad amorosa es hasta
tiempo indefinido; 24 y que repetidas veces nos arrancó de nuestros adversarios: porque su bondad amorosa es hasta tiempo
indefinido; 25 Aquel que da alimento a toda carne: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido; 26 den gracias al
Dios de los cielos: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido.

Éxodo 3:14 Ante esto, Dios dijo a Moisés: “YO RESULTARÉ SER LO QUE RESULTARÉ SER”. Y añadió: “Esto es lo
que has de decir a los hijos de Israel: ‘YO RESULTARÉ SER me ha enviado a ustedes’”.
NOTA:
“YO RESULTARÉ SER LO QUE RESULTARÉ SER.” Heb.: ‫’( אֶ הְיה אֲׁשר אֶ הְיה‬Eh·yéh ’Aschér ’Eh·yéh), expresión con la
que Dios se denomina a sí mismo; Leeser: “YO SERÉ QUE YO SERÉ”; Rotherham: “Yo Llegaré a Ser lo que yo quiera”.
Gr.: E·gó ei·mi ho on: “Yo soy El Ser”, o: “Yo soy El Existente”; lat.: é·go sum qui sum, “Yo soy Quien soy”. ’Eh·yéh viene
del verbo heb. ha·yáh, “llegar a ser; resultar ser”. Aquí ’Eh·yéh está en el estado imperfecto y en primera persona sing., y
significa: “llegaré a ser”; o: “resultaré ser”. No se hace referencia aquí a la autoexistencia de Dios, sino a lo que él piensa
llegar a ser tocante a otros. Compárese con Gé 2:4, n: “Jehová”, donde en el nombre divino aparece un verbo heb.
relacionado, pero diferente: ha·wáh.

Éxodo 6:2-8 Y Dios siguió hablando a Moisés y diciéndole: “Yo soy Jehová. 3 Y yo solía aparecerme a Abrahán, Isaac y
Jacob como Dios Todopoderoso, pero en cuanto a mi nombre Jehová no me di a conocer a ellos. 4 Y también establecí mi
pacto con ellos para darles la tierra de Canaán, la tierra de sus residencias como forasteros, en la cual residieron como
forasteros. 5 Y yo, sí, yo, he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes los egipcios tienen esclavizados, y me acuerdo
de mi pacto. 6 ”Por lo tanto, di a los hijos de Israel: ‘Yo soy Jehová, y ciertamente los sacaré de debajo de las cargas de los
egipcios y los libraré de ser sus esclavos, y verdaderamente los reclamaré con brazo extendido y con grandes juicios. 7 Y
ciertamente los tomaré a ustedes como pueblo para mí, y verdaderamente resultaré ser Dios para ustedes; y ustedes
ciertamente sabrán que yo soy Jehová su Dios que los está sacando de debajo de las cargas de Egipto. 8 Y ciertamente los
introduciré en la tierra acerca de la cual alcé mi mano en juramento para darla a Abrahán, Isaac y Jacob; y verdaderamente
la daré a ustedes como cosa que han de poseer. Yo soy Jehová’”.

1Reyes 8:56 “Bendito sea Jehová, que ha dado un lugar de descanso a su pueblo Israel, conforme a todo lo que ha
prometido. No ha fallado una sola palabra de toda su buena promesa que él ha prometido por medio de Moisés su siervo.

Salmo 31:5 En tu mano encomiendo mi espíritu. Me has redimido, oh Jehová el Dios de la verdad.

346
Hebreos 6:18 a fin de que, mediante dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos nosotros,
los que hemos huido al refugio, fuerte estímulo para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.

Isaias 53:3-7 Fue despreciado y fue evitado por los hombres, un hombre que era para dolores y para estar familiarizado con
la enfermedad. Y hubo como si fuera el ocultar uno su rostro de nosotros. Fue despreciado, y lo consideramos como de
ninguna importancia. 4 Verdaderamente nuestras enfermedades fueron las que él mismo llevó; y en cuanto a nuestros
dolores, él los cargó. Pero nosotros mismos lo consideramos como plagado, golpeado por Dios y afligido. 5 Pero a él se le
estuvo traspasando por nuestra transgresión; se le estuvo aplastando por nuestros errores. El castigo que era para nuestra paz
estuvo sobre él, y a causa de sus heridas ha habido una curación para nosotros. 6 Como ovejas todos nosotros hemos andado
errantes; cada cual a su propio camino nos hemos dirigido; y Jehová mismo ha hecho que el error de todos nosotros se
encuentre con aquel. 7 Estuvo en severa estrechez, y él fue dejando que se le afligiera; no obstante, no abría la boca. Se le
fue llevando justamente como una oveja a la degollación; y, como una oveja que delante de sus esquiladores ha
enmudecido, él igualmente no abría la boca.

Isaias 53:10-12 Pero Jehová mismo se deleitó en aplastarlo; lo enfermó. Si pones su alma como ofrenda por la culpa, él
verá su prole, prolongará [sus] días, y en su mano lo que es el deleite de Jehová tendrá éxito. 11 A causa del penoso afán de
su alma él verá, quedará satisfecho. Por medio de su conocimiento el justo, mi siervo, traerá una posición de justos a
muchas personas; y él mismo cargará los errores de ellas. 12 Por esa razón le daré una porción entre los muchos, y será con
los poderosos con quienes él repartirá proporcionalmente el despojo, debido a que derramó su alma hasta la mismísima
muerte, y con los transgresores fue contado; y él mismo llevó el mismísimo pecado de muchas personas, y por los
transgresores procedió a interponerse.

Juan 8:29 Y el que me ha enviado está conmigo; no me ha dejado solo, porque yo siempre hago las cosas que le agradan”.

Hechos 8:32-35 Ahora bien, el pasaje de la Escritura que leía en voz alta era este: “Como oveja fue llevado al degüello; y
como cordero que es mudo ante el que lo trasquila, así él no abre su boca. 33 Durante su humillación apartaron de él el
juicio. ¿Quién referirá los detalles de su generación? Porque su vida se quita de la tierra”. 34 En respuesta, el eunuco dijo a
Felipe: “Ruégote: ¿De quién dice esto el profeta? ¿De sí mismo, o de algún otro hombre?”. 35 Felipe abrió la boca y,
comenzando por esta Escritura, le declaró las buenas nuevas acerca de Jesús.

Mateo 26:52,53 Entonces Jesús le dijo: “Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman la espada perecerán por la
espada. 53 ¿O crees que no puedo apelar a mi Padre para que me suministre en este momento más de doce legiones de
ángeles?

Sofonias 3:12,13 Y ciertamente dejaré permanecer en medio de ti un pueblo humilde y de condición abatida, y realmente se
refugiarán en el nombre de Jehová. 13 En lo que respecta a los restantes de Israel, no harán injusticia, ni hablarán mentira, ni
se hallará en su boca una lengua mañosa; porque ellos mismos se apacentarán y realmente se echarán estirados, y no habrá
nadie que [los] haga temblar.”

JESÚS CONFIÓ EN SU PADRE

LECTURA BÍBLICA DRAMATIZADA Lucas 4:1-13


Ahora bien, Jesús, lleno de espíritu santo, se apartó del Jordán, y el espíritu lo condujo por aquí y por allá en el desierto
2
 por cuarenta días, mientras lo tentaba el Diablo. Además, no comió nada en aquellos días, y por eso, cuando estos hubieron
concluido, tuvo hambre. 3 Entonces el Diablo le dijo: “Si eres hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan”. 4 Pero
Jesús le respondió: “Está escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre’”. 5 De modo que lo llevó hacia arriba y le
mostró todos los reinos de la tierra habitada en un instante de tiempo; 6 y el Diablo le dijo: “Te daré toda esta autoridad y la
gloria de ellos, porque a mí me ha sido entregada, y a quien yo quiera se la doy. 7 Por eso, si tú haces un acto de adoración
delante de mí, todo será tuyo”. 8 Respondiendo, Jesús le dijo: “Está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios a quien tienes que adorar, y
es solo a él a quien tienes que rendir servicio sagrado’”. 9 Entonces lo condujo a Jerusalén y lo apostó sobre el almenaje del

347
templo y le dijo: “Si eres hijo de Dios, échate abajo desde aquí; 10 porque está escrito: ‘A sus ángeles dará encargo acerca de
ti, que te conserven’, 11 y: ‘Te llevarán en sus manos, para que nunca des con tu pie contra una piedra’”. 12 Respondiendo,
Jesús le dijo: “Dicho está: ‘No debes poner a prueba a Jehová tu Dios’”. 13 De modo que el Diablo, habiendo concluido toda
la tentación, se retiró de él hasta otro tiempo conveniente.
1Juan 2:15,16 No estén amando ni al mundo ni las cosas [que están] en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del
Padre no está en él; 16 porque todo [lo que hay] en el mundo —el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición
ostentosa del medio de vida de uno— no se origina del Padre, sino que se origina del mundo.

W13 15/8 pág. 25 párrs. 8-10


8
Satanás empleó la misma táctica para tentar a Jesús en el desierto. Como este llevaba cuarenta días y cuarenta noches
sin comer, el Diablo trató de apelar a su deseo de alimentarse. “Si eres hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en
pan”, le dijo (Luc. 4:1-3). Jesús tenía dos opciones: podía realizar un milagro para satisfacer su hambre, o podía no hacerlo.
Él sabía que no debía emplear su poder sobrenatural para complacerse a sí mismo. Aunque estaba hambriento, su relación
con Jehová le importaba mucho más. Por eso contestó: “Está escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre sino de
todo lo que procede de la boca de Jehová’” (Luc. 4:4, nota).
“EL DESEO DE LOS OJOS”
9
Juan mencionó otro señuelo: “el deseo de los ojos”. Esta expresión sugiere que es posible empezar a desear algo con
tan solo mirarlo. En el caso de Eva, Satanás apeló a este deseo y dijo: “Tendrán que abrírseles los ojos”. Cuanto más miraba
ella el fruto, más lo deseaba. Sí, “a los ojos [el árbol] era algo que anhelar”.
10
¿Y cómo utilizó Satanás “el deseo de los ojos” para tentar a Jesús? “Le mostró todos los reinos de la tierra habitada en
un instante de tiempo; y [...] le dijo: ‘Te daré toda esta autoridad y la gloria de ellos’.” (Luc. 4:5, 6.) Obviamente, Jesús
no vio todos aquellos reinos con sus ojos físicos. Satanás se los mostró en una visión, pensando que se sentiría tentado al ver
su gloria. Entonces tuvo el atrevimiento de decirle: “Si tú haces un acto de adoración delante de mí, todo será tuyo” (Luc.
4:7). Jesús, sin embargo, no quería en absoluto ser la clase de persona que Satanás deseaba que fuera. Por eso contestó:
“Está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios a quien tienes que adorar, y es solo a él a quien tienes que rendir servicio sagrado’” (Luc.
4:8).
Salmo 1:1-3 Feliz es el hombre que no ha andado en el consejo de los inicuos, y en el camino de los pecadores no se ha
parado, y en el asiento de los burladores no se ha sentado.  2 Antes bien, su deleite está en la ley de Jehová, y día y noche lee
en su ley en voz baja.  3 Y ciertamente llegará a ser como un árbol plantado al lado de corrientes de agua, que da su propio
fruto en su estación y cuyo follaje no se marchita, y todo lo que haga tendrá éxito.
Jeremias 17:5-7 Esto es lo que ha dicho Jehová: “Maldito es el hombre físicamente capacitado que cifra su fiada
expectativa en el hombre terrestre y realmente hace de la carne su brazo, y cuyo corazón se aparta de Jehová mismo. 6 Y
ciertamente llegará a ser como un árbol solitario en la llanura desértica y no verá cuando venga el bien; sino que tendrá que
residir en lugares abrasados del desierto, en una región salada que no está habitada. 7 Bendito es el hombre físicamente
capacitado que confía en Jehová, y cuya confianza Jehová ha llegado a ser.
Mateo 4:4 Pero en respuesta él dijo: “Está escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que
sale de la boca de Jehová’”.
Lucas 4:12 Respondiendo, Jesús le dijo: “Dicho está: ‘No debes poner a prueba a Jehová tu Dios’”.
Salmo 119:42 para que pueda responder con una palabra al que me vitupera, porque he confiado en tu palabra.

SIGUE EL EJEMPLO DE CONFIANZA DE LA VIUDA

LECTURA BÍBLICA DRAMATIZADA 1Reyes 17:8-24


La palabra de Jehová ahora le vino, diciendo: 9 “Levántate, ve a Sarepta, que pertenece a Sidón, y tienes que morar allí.
¡Mira! Ciertamente daré orden allí a una mujer, una viuda, para que te suministre alimento”. 10 Por lo tanto, él se levantó y
se fue a Sarepta, y entró por la entrada de la ciudad; y, ¡mire!, allí estaba una mujer, una viuda, recogiendo pedazos de leña.
De modo que la llamó y dijo: “Por favor, consígueme un sorbo de agua en una vasija para beber”. 11 Cuando ella empezó a
ir para conseguirlo, él pasó a llamarla y a decir: “Por favor, consígueme un pedacito de pan en tu mano”. 12 Por lo cual ella
348
dijo: “Tan ciertamente como que vive Jehová tu Dios, no tengo torta redonda, sino un puñado de harina en el jarro grande y
un poco de aceite en el jarro pequeño; y aquí estoy recogiendo unos cuantos pedazos de leña, y tengo que entrar y hacer
algo para mí y mi hijo, y tendremos que comerlo y morir”. 13 Entonces le dijo Elías: “No tengas miedo. Entra, haz conforme
a tu palabra. Solo que de lo que hay allí, hazme primero una pequeña torta redonda, y tienes que traérmela acá fuera, y para
ti y tu hijo puedes hacer algo después. 14 Porque esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: ‘El jarro grande de harina
mismo no se agotará, y el jarro pequeño de aceite mismo no fallará hasta el día en que Jehová dé un aguacero sobre la
superficie del suelo’”. 15 Por lo tanto, ella se fue e hizo conforme a la palabra de Elías; y continuó comiendo, ella junto con
él y con su casa, por días. 16 El jarro grande de harina mismo no se agotó, y el jarro pequeño de aceite mismo no falló,
conforme a la palabra de Jehová que él había hablado por medio de Elías. 17 Y después de estas cosas aconteció que el hijo
de la mujer, el ama de la casa, enfermó, y su enfermedad llegó a ser tan grave que no quedó aliento en él. 18 Ante esto, ella
dijo a Elías: “¿Qué tengo yo que ver contigo, oh hombre del Dios [verdadero]? Has venido a mí para que se recuerde mi
error y para dar muerte a mi hijo”. 19 Pero él le dijo: “Dame tu hijo”. Entonces lo tomó del seno de ella y lo llevó arriba a la
cámara en el techo, donde él moraba, y lo acostó sobre su propio lecho. 20 Y empezó a clamar a Jehová y a decir: “Oh
Jehová mi Dios, ¿también sobre la viuda con quien estoy residiendo como forastero tienes que traer perjuicio, dando muerte
a su hijo?”. 21 Y procedió a estirarse sobre el niño tres veces y a clamar a Jehová y a decir: “Oh Jehová mi Dios, por favor,
haz que el alma de este niño vuelva dentro de él”. 22 Finalmente Jehová escuchó la voz de Elías, de modo que el alma del
niño volvió dentro de él, y llegó a vivir. 23 Elías ahora tomó al niño y lo bajó desde la cámara en el techo hasta dentro de la
casa, y se lo dio a su madre; y entonces dijo Elías: “Mira, tu hijo está vivo”. 24 Ante esto, la mujer dijo a Elías: “Ahora, de
veras, sí sé que eres un hombre de Dios, y que la palabra de Jehová en tu boca es verdadera”.

1reyes 17:13,14 Entonces le dijo Elías: “No tengas miedo. Entra, haz conforme a tu palabra. Solo que de lo que hay allí,
hazme primero una pequeña torta redonda, y tienes que traérmela acá fuera, y para ti y tu hijo puedes hacer algo después.
14
 Porque esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: ‘El jarro grande de harina mismo no se agotará, y el jarro pequeño
de aceite mismo no fallará hasta el día en que Jehová dé un aguacero sobre la superficie del suelo’”.

1Reyes 17:15,16 Por lo tanto, ella se fue e hizo conforme a la palabra de Elías; y continuó comiendo, ella junto con él y con
su casa, por días. 16 El jarro grande de harina mismo no se agotó, y el jarro pequeño de aceite mismo no falló, conforme a la
palabra de Jehová que él había hablado por medio de Elías.

Salmo 22:4,5 En ti confiaron nuestros padres; confiaron, y tú seguiste proveyéndoles escape.  5 A ti clamaron, y lograron
salir a salvo; en ti confiaron, y no quedaron avergonzados.

1Reyes 17:17-24 Y después de estas cosas aconteció que el hijo de la mujer, el ama de la casa, enfermó, y su enfermedad
llegó a ser tan grave que no quedó aliento en él. 18 Ante esto, ella dijo a Elías: “¿Qué tengo yo que ver contigo, oh hombre
del Dios [verdadero]? Has venido a mí para que se recuerde mi error y para dar muerte a mi hijo”. 19 Pero él le dijo: “Dame
tu hijo”. Entonces lo tomó del seno de ella y lo llevó arriba a la cámara en el techo, donde él moraba, y lo acostó sobre su
propio lecho. 20 Y empezó a clamar a Jehová y a decir: “Oh Jehová mi Dios, ¿también sobre la viuda con quien estoy
residiendo como forastero tienes que traer perjuicio, dando muerte a su hijo?”. 21 Y procedió a estirarse sobre el niño tres
veces y a clamar a Jehová y a decir: “Oh Jehová mi Dios, por favor, haz que el alma de este niño vuelva dentro de él”.
22
 Finalmente Jehová escuchó la voz de Elías, de modo que el alma del niño volvió dentro de él, y llegó a vivir. 23 Elías
ahora tomó al niño y lo bajó desde la cámara en el techo hasta dentro de la casa, y se lo dio a su madre; y entonces dijo
Elías: “Mira, tu hijo está vivo”. 24 Ante esto, la mujer dijo a Elías: “Ahora, de veras, sí sé que eres un hombre de Dios, y que
la palabra de Jehová en tu boca es verdadera”.

2Corintios 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de tiernas misericordias y el Dios de todo
consuelo,

CONFÍA EN LAS PROMESAS DE JEHOVÁ

Habacuc 3:18 sin embargo, en cuanto a mí, ciertamente me alborozaré en Jehová mismo; ciertamente estaré gozoso en el
Dios de mi salvación.

349
Génesis 7:1-5 Después de eso Jehová dijo a Noé: “Entra, tú y toda tu casa, en el arca, porque es a ti a quien he visto justo
delante de mí en medio de esta generación. 2 De toda bestia limpia tienes que tomar para ti de siete en siete, el macho y su
hembra; y de toda bestia que no es limpia solamente dos, el macho y su hembra; 3 también de las criaturas voladoras de los
cielos de siete en siete, macho y hembra, para conservar viva prole sobre la superficie de toda la tierra. 4 Porque dentro de
solo siete días más voy a hacer que llueva sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y ciertamente borraré de sobre la
superficie del suelo toda cosa existente que he hecho”. 5 Y Noé procedió a hacer conforme a todo lo que le había mandado
Jehová.

Génesis 7:11 En el año seiscientos de la vida de Noé, en el segundo mes, en el día diecisiete del mes, en este día fueron
rotos todos los manantiales de la vasta profundidad acuosa, y las compuertas de los cielos fueron abiertas.

Éxodo 14:1-4 Jehová ahora habló a Moisés, diciendo: 2 “Habla a los hijos de Israel, que se vuelvan y acampen delante de
Pihahirot, entre Migdol y el mar, a vista de Baal-zefón. Frente a él han de acampar junto al mar. 3 Entonces ciertamente dirá
Faraón respecto a los hijos de Israel: ‘Andan errantes en confusión en la tierra. El desierto los tiene encerrados’. 4 De modo
que yo realmente dejaré que se haga obstinado el corazón de Faraón, y él ciertamente correrá tras ellos, y yo me conseguiré
gloria por medio de Faraón y de todas sus fuerzas militares; y los egipcios ciertamente sabrán que yo soy Jehová”. Por
consiguiente, ellos hicieron precisamente aquello.

2Reyes 19:32-35 ”’Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová respecto al rey de Asiria: “No entrará en esta ciudad, ni
disparará allí una flecha, ni se presentará contra ella con escudo, ni alzará contra ella cerco de sitiar. 33 Por el camino por el
cual procedió a venir, regresará, y en esta ciudad no entrará, es la expresión de Jehová. 34 Y ciertamente defenderé esta
ciudad para salvarla por causa de mí mismo y por causa de David mi siervo”’”. 35 Y aconteció que en aquella noche el ángel
de Jehová procedió a salir y a derribar a ciento ochenta y cinco mil [hombres] en el campamento de los asirios. Cuando unas
personas se levantaron muy de mañana, pues, allí todos eran cadáveres muertos.

Mateo 24:15-18 ”Por lo tanto, cuando alcancen a ver la cosa repugnante que causa desolación, como se habló de ella por
medio de Daniel el profeta, de pie en un lugar santo (use discernimiento el lector), 16 entonces los que estén en Judea echen
a huir a las montañas. 17 El que esté sobre la azotea no baje para sacar los efectos de su casa; 18 y el que esté en el campo no
vuelva a la casa a recoger su prenda de vestir exterior.

Mateo 24:22 De hecho, a menos que se acortaran aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos
aquellos días serán acortados.

Josue 23:14 ”Ahora, ¡miren!, hoy me voy por el camino de toda la tierra, y ustedes bien saben con todo su corazón y con
toda su alma que ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado. Todas se
han realizado para ustedes. Ni una sola palabra de ellas ha fallado.

Génesis 12:7 Jehová ahora se apareció a Abrán y dijo: “A tu descendencia voy a dar esta tierra”. Después de eso él edificó
allí un altar a Jehová, que se le había aparecido.

Éxodo 3:8 Y estoy procediendo a bajar para librarlos de la mano de los egipcios y para hacerlos subir de aquella tierra a una
tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, a la localidad de los cananeos y los hititas y los amorreos y los
perizitas y los heveos y los jebuseos.

Éxodo 12:29-32 Y sucedió que a medianoche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito
de Faraón sentado sobre su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en el hoyo carcelario, y todo primogénito de
bestia. 30 Entonces se levantó Faraón de noche, él y todos sus siervos y todos los [demás] egipcios; y empezó a alzarse un
gran alarido entre los egipcios, porque no había casa en que no hubiera un muerto. 31 En seguida él llamó a Moisés y Aarón
de noche y dijo: “Levántense, salgan de en medio de mi pueblo, tanto ustedes como los [demás] hijos de Israel, y vayan,

350
sirvan a Jehová, tal como han declarado. 32 Llévense sus rebaños así como también sus vacadas, tal como han declarado, y
váyanse. También, tienen que bendecirme además”.

Éxodo 16:4 Entonces Jehová dijo a Moisés: “¡Mira!, voy a hacer que llueva pan para ustedes desde los cielos; y el pueblo
tiene que salir y recoger cada cual su cantidad día por día, a fin de que los ponga yo a prueba en cuanto a si andarán en mi
ley o no.

Éxodo 16:13-15 Por consiguiente, ocurrió que al atardecer las codornices empezaron a subir y a cubrir el campamento, y
por la mañana se había desarrollado una capa de rocío alrededor del campamento. 14 Con el tiempo la capa de rocío se
evaporó, y resultó que sobre la superficie del desierto había una cosa fina, hojaldrada, fina como la escarcha sobre la tierra.
15
 Cuando alcanzaron a verla los hijos de Israel, empezaron a decirse unos a otros: “¿Qué es?”. Pues no sabían lo que era.
Por eso les dijo Moisés: “Es el pan que Jehová les ha dado para alimento.

Deuteronomio 8:3,4 De modo que te humilló y te dejó padecer hambre y te alimentó con el maná, que ni tú habías
conocido ni tus padres habían conocido; para hacerte saber que no solo de pan vive el hombre, sino que de toda expresión
de la boca de Jehová vive el hombre. 4 Tu manto no se desgastó sobre ti, ni se te hinchó el pie estos cuarenta años.

Josue 11:23 De modo que Josué tomó toda la tierra, conforme a todo lo que Jehová había prometido a Moisés, y Josué la
dio entonces como herencia a Israel según las partes que les correspondían, conforme a sus tribus. Y la tierra no tuvo
disturbio de guerra.

LA BENDICIÓN DE JEHOVÁ LES ESPERA A QUIENES CONFÍAN EN EL

Génesis 22:18 Y mediante tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra debido a que has
escuchado mi voz’”.

Gálatas 3:16 Ahora bien, las promesas se hablaron a Abrahán y a su descendencia. No dice: “Y a descendencias”, como si
se tratara de muchos, sino como tratándose de uno solo: “Y a tu descendencia”, que es Cristo.

Gálatas 3:29 Además, si pertenecen a Cristo, realmente son descendencia de Abrahán, herederos respecto a una promesa.

Revelación 7:4 Y oí el número de los que fueron sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, sellados de toda tribu de los hijos de
Israel:

Revelación 14:1 Y vi, y, ¡miren!, el Cordero de pie sobre el monte Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen
escritos en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre.

Deuteronomio 28:1,2 ”Y tiene que suceder que si escuchas sin falta la voz de Jehová tu Dios, y tienes cuidado de poner por
obra todos sus mandamientos que te estoy mandando hoy, entonces Jehová tu Dios ciertamente te pondrá en alto por encima
de todas las otras naciones de la tierra. 2 Y todas estas bendiciones tienen que venir sobre ti y alcanzarte, porque sigues
escuchando la voz de Jehová tu Dios:

Salmo 91:1,2 Cualquiera que more en el lugar secreto del Altísimo se conseguirá alojamiento bajo la mismísima sombra del
Todopoderoso.  2 Ciertamente diré a Jehová: “[Tú eres] mi refugio y mi plaza fuerte, mi Dios, en quien de veras confiaré”.

Isaias 55:8-11 “Porque los pensamientos de ustedes no son mis pensamientos, ni son mis caminos los caminos de ustedes
—es la expresión de Jehová—. 9 Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que los
caminos de ustedes, y mis pensamientos que los pensamientos de ustedes. 10 Porque tal como la lluvia fuerte desciende, y la
nieve, desde los cielos, y no vuelve a ese lugar, a menos que realmente sature la tierra y la haga producir y brotar, y
realmente se dé semilla al sembrador y pan al que come, 11 así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí

351
sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado, y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he
enviado.

352
Lección 17(a) PERSEVERA EN LA ORACIÓN

ACUDE AL OIDOR DE LA ORACIÓN

1Reyes 18:36-38 Y al tiempo que asciende la ofrenda de grano aconteció que Elías el profeta empezó a acercarse y a decir:
“Oh Jehová, el Dios de Abrahán, Isaac e Israel, conózcase hoy que tú eres Dios en Israel y yo soy tu siervo y que por medio
de tu palabra he hecho todas estas cosas. 37 Respóndeme, oh Jehová, respóndeme, para que sepa este pueblo que tú, Jehová,
eres el Dios [verdadero] y tú mismo has vuelto atrás el corazón de ellos”. 38 Ante eso, el fuego de Jehová vino cayendo, y se
puso a comer la ofrenda quemada y los pedazos de leña y las piedras y el polvo, y lamió el agua que estaba en la zanja.

Hechos 12:5-11 Por consiguiente, Pedro estaba guardado en la prisión; pero con intensidad la congregación se ocupaba en
orar a Dios por él. 6 Entonces, cuando Herodes estaba a punto de presentarlo, aquella noche Pedro dormía sujetado con dos
cadenas entre dos soldados, y guardas que estaban delante de la puerta guardaban la prisión. 7 Pero, ¡mira!, el ángel de
Jehová estuvo de pie allí, y una luz resplandeció en la celda de la prisión. Dando un golpe a Pedro en el costado, lo despertó,
y dijo: “¡Levántate pronto!”. Y las cadenas se le cayeron de las manos. 8 El ángel le dijo: “Cíñete y átate las sandalias”. Así
lo hizo. Por último le dijo: “Ponte tu prenda de vestir exterior y ven siguiéndome”. 9 Y él salió e iba siguiéndolo, pero no
sabía que era realidad lo que estaba aconteciendo mediante el ángel. De hecho, suponía que estaba viendo una visión.
10
 Pasando por la primera guardia de centinelas, y por la segunda, llegaron a la puerta de hierro que conduce a la ciudad, y
esta se les abrió por sí misma. Y después de salir, siguieron adelante por una calle, y en seguida el ángel se apartó de él. 11 Y
Pedro, volviendo en sí, dijo: “Ahora sé realmente que Jehová envió su ángel y me libró de la mano de Herodes y de todo lo
que el pueblo de los judíos esperaba”.

Hebreos 5:7 En los días de su carne [Cristo] ofreció ruegos y también peticiones a Aquel que podía salvarlo de la muerte,
con fuertes clamores y lágrimas, y fue oído favorablemente por su temor piadoso.

Salmo 141:2 Que mi oración esté preparada como incienso delante de ti; el levantar las palmas de mis manos, como la
ofrenda de grano al atardecer.

Éxodo 30:34-38 Y Jehová pasó a decir a Moisés: “Tómate perfumes: gotas de estacte y uña olorosa y gálbano perfumado y
olíbano puro. Debe haber la misma porción de cada uno. 35 Y tienes que hacer de ello un incienso, una mezcla de especias,
obra de ungüentario, sazonado con sal, puro, cosa santa. 36 Y tienes que machacar parte de él hasta convertirlo en polvo fino
y tienes que poner parte de él delante del Testimonio en la tienda de reunión, donde me presentaré a ti. Debe serles
santísimo. 37 Y el incienso que harás con esta composición, no lo deben hacer para ustedes. Ha de continuar para ti como
cosa santa a Jehová. 38 Cualquiera que haga uno semejante a él para disfrutar de su olor tiene que ser cortado de su pueblo”.

Revelación 5:8 Y cuando tomó el rollo, las cuatro criaturas vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron delante del
Cordero, cada uno teniendo un arpa y tazones de oro que estaban llenos de incienso, y el [incienso] significa las oraciones
de los santos.

Salmo 92:1,2 Es bueno dar gracias a Jehová, y celebrar con melodía tu nombre, oh Altísimo;  2 informar por la mañana
acerca de tu bondad amorosa, y acerca de tu fidelidad durante las noches,

Salmo 119:147 Me he levantado temprano en el crepúsculo matutino, para poder clamar por ayuda. Tus palabras he
esperado.

Salmo 119:164 Siete veces al día te he alabado a causa de tus justas decisiones judiciales.

Efesios 6:18 mientras que, con toda forma de oración y ruego, se ocupan en orar en toda ocasión en espíritu. Y, con ese fin,
manténganse despiertos con toda constancia y con ruego a favor de todos los santos,

353
LECCIONES QUE APRENDEMOS DE LAS ORACIONES MEMORABLES DE LA BIBLIA

(Hebreos 5:7) En los días de su carne [Cristo] ofreció ruegos y también peticiones a Aquel que podía salvarlo de la muerte,
con fuertes clamores y lágrimas, y fue oído favorablemente por su temor piadoso.
Mateo 26:39 Y yendo un poco más adelante, cayó sobre su rostro, orando y diciendo: “Padre mío, si es posible, pase de mí
esta copa. Sin embargo, no como yo quiero, sino como tú quieres”.
Mateo 26:42 De nuevo, por segunda vez, se fue y oró, diciendo: “Padre mío, si no es posible que esta pase sin que la beba,
efectúese tu voluntad”.
Mateo 26:44 Así que, dejándolos, se fue de nuevo y oró por tercera vez, diciendo una vez más la misma palabra.
Lucas 6:12,13 En el transcurso de aquellos días él salió a la montaña a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios. 13 Pero
cuando se hizo de día llamó a sí a sus discípulos y escogió doce de entre ellos, a los cuales también dio el nombre de
“apóstoles”:
Filipenses 4:6 No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a
conocer sus peticiones a Dios;
W13 15/11 pág. 4 párrs. 6,7
6
Las súplicas son oraciones cargadas de sentimientos muy intensos. ¿En qué circunstancias podemos suplicarle a
Jehová? Sin duda, cuando sufrimos persecución o enfermedades muy graves. En esos casos, es natural que nuestras
oraciones se conviertan en súplicas. Pero ¿son estos los únicos asuntos sobre los que podemos suplicarle a Jehová?
7
Fijémonos en la oración que Jesús nos dejó como modelo y observemos lo que dijo sobre el nombre, el Reino y la
voluntad de Dios (lea Mateo 6:9, 10). Este mundo está hundido en la maldad, y los gobiernos humanos no pueden cubrir
ni siquiera las necesidades básicas de la gente. Obviamente, debemos suplicarle a nuestro Padre celestial que su nombre sea
santificado y que su Reino acabe con el dominio de Satanás. También es oportuno suplicarle que su voluntad se haga en la
Tierra como se hace en el cielo. En conclusión, tenemos que permanecer alerta y usar todos los tipos de oración.
Mateo 7:7 ”Sigan pidiendo, y se les dará; sigan buscando, y hallarán; sigan tocando, y se les abrirá.
Filipenses 4:13 Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder.
1Samuel 1:2 Y tenía dos esposas; el nombre de una era Ana, y el nombre de la otra Peniná. Y Peniná llegó a tener hijos,
pero Ana no tenía hijos.
1Samuel 1:5-7 pero a Ana dio una sola porción. Sin embargo, era a Ana a quien él amaba, y, en cuanto a Jehová, él había
cerrado la matriz de esta. 6 Y la esposa que era su rival también la irritaba penosamente a fin de hacer que se sintiera
desconcertada porque Jehová le había cerrado la matriz. 7 Y así hacía ella año por año, siempre que ella subía a la casa de
Jehová. Así la irritaba, de manera que ella lloraba y no comía.
Deuteronomio 32:4 La Roca, perfecta es su actividad, porque todos sus caminos son justicia. Dios de fidelidad, con quien
no hay injusticia; justo y recto es él.
Salmo 119:165 Paz abundante pertenece a los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.
1Samuel 1:9,10 Entonces Ana se levantó, después que hubieron comido en Siló y después del beber, mientras Elí el
sacerdote estaba sentado sobre el asiento junto a la jamba de la puerta del templo de Jehová. 10 Y ella estaba amargada de
alma, y se puso a orar a Jehová y a llorar profusamente.

1Samuel 1:11 Y pasó a hacer un voto y decir: “Oh Jehová de los ejércitos, si miras sin falta la aflicción de tu esclava y
realmente te acuerdas de mí, y no te olvidas de tu esclava y realmente das a tu esclava prole varón, yo ciertamente lo daré a
Jehová todos los días de su vida, y no vendrá navaja sobre su cabeza”.

354
Salmo 51 ENCABEZADO Al director. Melodía de David. Cuando Natán el profeta entró a donde él después que él hubo
tenido relaciones con Bat-seba.
51 Muéstrame favor, oh Dios, conforme a tu bondad amorosa. Conforme a la abundancia de tus misericordias, borra mis
transgresiones.  2 Lávame cabalmente de mi error, y límpiame aun de mi pecado.  3 Pues mis transgresiones yo mismo
conozco, y mi pecado está enfrente de mí constantemente.  4 Contra ti, contra ti solo, he pecado, y lo que es malo a tus ojos
he hecho, a fin de que resultes justo cuando hables, para que estés libre de culpa cuando juzgues.  5 ¡Mira! Con error fui
dado a luz con dolores de parto, y en pecado me concibió mi madre.  6 ¡Mira! Te has deleitado en la veracidad misma en lo
interior; y en el yo secreto quieras hacerme conocer sabiduría pura.  7 Quieras purificarme del pecado con hisopo, para que
yo sea limpio; quieras lavarme, para que quede hasta más blanco que la nieve.  8 Quieras hacerme oír alborozo y regocijo,
para que estén gozosos los huesos que has aplastado.  9 Oculta tu rostro de mis pecados, y borra aun todos mis errores.
10
 Crea en mí hasta un corazón puro, oh Dios, y pon en mí un espíritu nuevo, uno [que sea] constante. 11 No me arrojes de
delante de tu rostro; y tu espíritu santo, oh, no me lo quites. 12 Restáurame, sí, el alborozo de la salvación por ti, y quieras
sostenerme aun con un espíritu bien dispuesto. 13 Ciertamente enseñaré a los transgresores tus caminos, para que los
pecadores mismos se vuelvan directamente a ti. 14 Líbrame de la culpa de sangre, oh Dios, el Dios de mi salvación, para que
mi lengua informe gozosamente acerca de tu justicia. 15 Oh Jehová, quieras abrir estos labios míos, para que mi propia boca
anuncie tu alabanza. 16 Porque no te deleitas en sacrificio... de otro modo [lo] daría; en holocausto no te complaces. 17 Los
sacrificios para Dios son un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y aplastado, oh Dios, no lo despreciarás. 18 En tu
buena voluntad trata bien, sí, a Sión; quieras edificar los muros de Jerusalén. 19 En tal caso te deleitarás con los sacrificios de
justicia, con el sacrificio quemado y la ofrenda entera; en tal caso se ofrecerán toros en tu mismísimo altar.
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Vale la pena examinar las oraciones de la Biblia

UNA mujer ansiosa, un rey y el propio Hijo de Dios pronunciaron las oraciones que examinaremos a continuación. Cada
una de las oraciones fue motivada por un diferente conjunto de circunstancias. Estas circunstancias pueden ser similares a
las nuestras hoy en día. ¿Qué podemos aprender de estos ejemplos?
“Si miras sin falta la aflicción de tu esclava”
¿Está usted luchando para vencer un problema persistente? ¿Le abruma la ansiedad? En tal caso tiene mucho en común
con Ana antes de que diera a luz a su primer hijo, Samuel. Ana no tenía hijos y otra mujer se mofaba de ella. De hecho, su
situación la preocupaba e irritaba tanto que ni siquiera comía. (1 Samuel 1:2-8, 15, 16.) Esta mujer dirigió la siguiente
súplica a Jehová:
“Oh Jehová de los ejércitos, si miras sin falta la aflicción de tu esclava y realmente te acuerdas de mí, y no  te olvidas de
tu esclava y realmente das a tu esclava prole varón, yo ciertamente lo daré a Jehová todos los días de su vida, y no vendrá
navaja sobre su cabeza.” (1 Samuel 1:11.)
Observe que Ana no habló generalidades. Se dirigió a Jehová con una petición específica (un hijo varón) y con una
resolución definida (ponerlo a disposición de Dios). ¿Qué nos enseña esta oración?
Cuando se enfrente a la adversidad, sea específico en la oración. Sin importar cuál sea su problema —situación
doméstica, soledad, mala salud— mencióneselo a Jehová en oración. Explíquele la naturaleza exacta de su dificultad y
cómo se siente. “Todas las noches le comunico a Jehová mis problemas —dice una viuda llamada Louise—. A veces son
bastantes, pero le menciono claramente cada uno de ellos.”
Hablar a Jehová en términos exactos es beneficioso, pues nos ayuda a definir nuestro problema y posiblemente a verlo
en sus debidas proporciones. Las oraciones específicas nos ayudan a aliviar la ansiedad. Aun antes de que se contestara su
oración, Ana se sintió confortada y “su rostro no volvió a mostrar preocupación”. (1 Samuel 1:18.) Además, orar por cosas
específicas nos ayudará a identificar la respuesta a nuestra oración. “Cuanto más específicas son mis oraciones —dice
Bernhard, un cristiano alemán— más claras son las respuestas.”
Salmo 62:8 Confía en él a todo tiempo, oh pueblo. Delante de él derramen ustedes su corazón. Dios es refugio para
nosotros. Sélah.

355
(1 Tesalonicenses 5:17) Oren incesantemente.
1Pedro 5:7 a la vez que echan sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes.
1Samuel 1:18 A lo cual ella dijo: “Halle tu sierva favor a tus ojos”. Y la mujer procedió a irse por su camino y a comer, y
su rostro no volvió a mostrar preocupación por su propia situación.

Salmo 55:22 Arroja tu carga sobre Jehová mismo, y él mismo te sustentará. Nunca permitirá que tambalee el justo.
1Samuel 2:1-10 Y Ana pasó a orar y decir: “Mi corazón sí se alboroza en Jehová, mi cuerno realmente está ensalzado en
Jehová. Mi boca está ensanchada contra mis enemigos, porque de veras me regocijo en la salvación procedente de ti.  2 No
hay nadie santo como Jehová, porque no hay nadie fuera de ti; y no hay roca como nuestro Dios.  3 No hablen ustedes muy
altivamente tanto, no salga nada desenfrenado de su boca, porque Dios de conocimiento es Jehová, y por él los hechos son
correctamente avaluados.  4 Los poderosos hombres del arco están llenos de terror, pero los que van tropezando sí se ciñen
de energía vital.  5 Los saciados tienen que alquilarse por pan, pero los hambrientos realmente cesan [de tener hambre].
Hasta la estéril ha dado a luz siete, pero la que abundaba en hijos se ha marchitado.  6 Jehová es Uno que mata y Uno que
conserva la vida, Uno que hace bajar al Seol, y Él hace subir.  7 Jehová es Uno que empobrece y Uno que enriquece, Uno
que abate, también Uno que ensalza,  8 Uno que levanta del polvo al de condición humilde; del pozo de cenizas alza a un
pobre, para hacer que se sienten con nobles; y un trono de gloria les da como posesión. Porque a Jehová pertenecen los
apoyos de la tierra, y sobre ellos coloca la tierra productiva.  9 Él guarda los pies de sus leales; en cuanto a los inicuos, son
reducidos a silencio en oscuridad, porque no por poder resulta superior un hombre. 10 En cuanto a Jehová, los que
contiendan contra él serán aterrorizados; contra ellos él tronará en los cielos. Jehová mismo juzgará los cabos de la tierra,
para dar fuerza a su rey, para ensalzar el cuerno de su ungido”.
Génesis 24:12-14 Y pasó a decir: “Jehová, el Dios de mi amo Abrahán, haz que suceda, por favor, ante mí en este día, y
ejecuta bondad amorosa para con mi amo Abrahán. 13 Aquí estoy apostado junto a una fuente de agua, y las hijas de los
hombres de la ciudad están saliendo para sacar agua. 14 Lo que tiene que suceder es que la joven a quien yo diga: ‘Baja tu
jarro de agua, por favor, para que yo beba’, y que realmente diga: ‘Bebe, y también daré de beber a tus camellos’, esta sea la
que tienes que asignar a tu siervo, a Isaac; y mediante esto déjame saber que has ejecutado amor leal para con mi amo”.
Génesis 32:9-12 Después de eso dijo Jacob: “Oh Dios de mi padre Abrahán y Dios de mi padre Isaac, oh Jehová, tú que me
estás diciendo: ‘Vuélvete a tu tierra y a tus parientes y yo ciertamente te trataré bien’, 10 indigno soy de todas las bondades
amorosas y de toda la fidelidad que has ejercido para con tu siervo, porque con solo mi bastón crucé este Jordán y ahora he
llegado a ser dos campamentos. 11 Líbrame, te ruego, de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque tengo miedo
de él, que venga y ciertamente me asalte, a madre juntamente con hijos. 12 Y tú, tú has dicho: ‘Indisputablemente te trataré
bien y con certeza constituiré tu descendencia como los granos de arena del mar, que no pueden contarse por su multitud’”.
Éxodo 33:12-17 Ahora Moisés dijo a Jehová: “Mira, tú me estás diciendo: ‘Haz subir a este pueblo’, pero tú mismo no me
has dejado saber a quién enviarás conmigo. Además, tú mismo has dicho: ‘De veras te conozco por nombre y, además, has
hallado favor a mis ojos’. 13 Y ahora, si he hallado favor a tus ojos, sírvete hacerme conocer, por favor, tus caminos, para
que te conozca, a fin de que halle favor a tus ojos. Y considera que esta nación es tu pueblo”. 14 De modo que él dijo: “Mi
propia persona te acompañará y ciertamente te daré descanso”. 15 Ante esto le dijo él: “Si tu propia persona no va a
acompañarnos, no nos hagas subir de aquí. 16 ¿Y mediante qué, entonces, se conocerá que he hallado favor a tus ojos, yo y
tu pueblo? ¿No será mediante el que vayas con nosotros, por cuanto a mí y a tu pueblo se nos ha hecho distintos de todo
otro pueblo que está sobre la superficie del suelo?”. 17 Y Jehová pasó a decir a Moisés: “Esta cosa de que has hablado,
también la haré, porque has hallado favor a mis ojos y te conozco por nombre”.
1Reyes 18:36,37 Y al tiempo que asciende la ofrenda de grano aconteció que Elías el profeta empezó a acercarse y a decir:
“Oh Jehová, el Dios de Abrahán, Isaac e Israel, conózcase hoy que tú eres Dios en Israel y yo soy tu siervo y que por medio
de tu palabra he hecho todas estas cosas. 37 Respóndeme, oh Jehová, respóndeme, para que sepa este pueblo que tú, Jehová,
eres el Dios [verdadero] y tú mismo has vuelto atrás el corazón de ellos”.

Jeremias 20:7-12 Me has embaucado, oh Jehová, de modo que fui embaucado. Usaste tu fuerza contra mí, de modo que
prevaleciste. Vine a ser objeto de risa todo el día; todos me hacen escarnio. 8 Porque cuantas veces grito, clamo. Violencia y
356
expoliación son lo que clamo. Porque la palabra de Jehová vino a ser para mí causa de oprobio y de mofa todo el día. 9 Y
dije: “No voy a hacer mención de él, y no hablaré más en su nombre”. Y en mi corazón resultó ser como un fuego ardiente,
encerrado en mis huesos; y me cansé de contener, y no pude [aguantarlo]. 10 Porque oí el mal informe de muchos. Había
terror todo en derredor. “Anuncien, para que anunciemos nosotros acerca de él.” Todo hombre mortal me dice: “¡Paz!”... se
mantienen alerta a mi cojear: “Quizás sea embaucado, para que prevalezcamos contra él y tomemos en él nuestra
venganza”. 11 Pero Jehová estuvo conmigo como un terrible poderoso. Por eso los mismísimos que me persiguen tropezarán
y no prevalecerán. Ciertamente quedarán muy avergonzados, porque no habrán prosperado. [Su] humillación, de duración
indefinida, será una que no se olvidará. 12 Pero tú, oh Jehová de los ejércitos, estás examinando al justo; estás viendo los
riñones y el corazón. Vea yo tu venganza en ellos, porque a ti te he revelado mi litigio.

1Reyes 8:38,39 sea cual sea la oración, sea cual sea la petición de favor que se haga de parte de cualquier hombre [o] de
todo tu pueblo Israel, porque ellos conocen cada cual la plaga de su propio corazón, y realmente extiendan las palmas de las
manos a esta casa, 39 entonces dígnate oír tú mismo desde los cielos, el lugar establecido de tu morada, y tienes que perdonar
y actuar y dar a cada uno conforme a todos sus caminos, porque tú conoces su corazón (porque solo tú mismo conoces bien
el corazón de todos los hijos de la humanidad);

Hechos 4:24-31 Al oír esto, ellos levantaron la voz de común acuerdo a Dios y dijeron: “Señor Soberano, tú eres Aquel que
hizo el cielo y la tierra y el mar y todas las cosas [que hay] en ellos, 25 y que por espíritu santo dijiste por boca de nuestro
antepasado David, tu siervo: ‘¿Por qué se pusieron tumultuosas las naciones, y los pueblos meditaron cosas vacías? 26 Los
reyes de la tierra tomaron su posición y los gobernantes se reunieron en masa como uno solo contra Jehová y contra su
ungido’. 27 De veras, pues, tanto Herodes como Poncio Pilato con [hombres de] naciones y con pueblos de Israel realmente
fueron reunidos en esta ciudad contra tu santo siervo Jesús, a quien tú ungiste, 28 a fin de hacer cuantas cosas tu mano y
consejo habían predeterminado que sucedieran. 29 Y ahora, Jehová, da atención a sus amenazas, y concede a tus esclavos
que sigan hablando tu palabra con todo denuedo, 30 mientras extiendes tú la mano para hacer curaciones y mientras ocurren
señales y portentos presagiosos mediante el nombre de tu santo siervo Jesús”. 31 Y cuando hubieron hecho ruego, el lugar
donde estaban reunidos fue sacudido; y todos sin excepción quedaron llenos del espíritu santo, y hablaban la palabra de
Dios con denuedo.

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“Intimidad con Jehová”
El salmista cantó: “La intimidad con Jehová pertenece a los que le temen” (Sal. 25:14). ¡Qué privilegio es para nosotros,
simples mortales, disfrutar de una amistad tan íntima con él! Lamentablemente, las ocupaciones del día a día tal vez nos
lleven a descuidar la comunicación con nuestro Padre celestial. En tal caso, deberíamos pensar en los efectos que eso podría
tener en nuestra relación con él. Como Jehová es nuestro amigo, espera que le demostremos confianza y le abramos el
corazón contándole nuestros temores, deseos e inquietudes (Pro. 3:5, 6; Fili. 4:6, 7). Ciertamente, vale la pena examinar la
calidad de nuestras oraciones.
Cuando un joven Testigo llamado Paul se puso a reflexionar sobre su forma de orar, se dio cuenta de que tenía que
mejorar. Explicó: “Había caído en la costumbre de repetir siempre las mismas expresiones”. Decidió buscar información en
el Índice de las publicaciones Watch Tower y descubrió que en las Santas Escrituras aparecen unas ciento ochenta
oraciones. En ellas, los siervos de Dios del pasado manifestaron sus sentimientos más profundos. “Al meditar en estos
ejemplos —señaló Paul—, aprendí a ser más específico, lo que me ha ayudado a hablarle a Jehová desde el corazón. Ahora
me encanta acercarme a él a través de la oración.”
“Alimento al tiempo apropiado”
Otra bendición es el extenso conjunto de verdades bíblicas que nos ofrece Dios, un verdadero banquete. No es de
extrañar que “clam[emos] gozosamente a causa de la buena condición de corazón” (Isa. 65:13, 14). Pero debemos tener
cuidado, pues no queremos que ninguna influencia nociva nos lleve a perder el entusiasmo por la verdad. Por ejemplo, si
prestáramos atención a la propaganda de los apóstatas, podríamos confundirnos y perder el aprecio por el privilegio de

357
recibir “alimento [espiritual] al tiempo apropiado” a través del medio establecido por Jehová: “el esclavo fiel y discreto”
(Mat. 24:45-47).
Esta fue la triste experiencia de André, quien llevaba años sirviendo a Jehová. Cayó víctima de los razonamientos de los
apóstatas porque creyó que no sería peligroso echarle un vistazo a una de sus páginas de Internet. “Al empezar a leerla —
recuerda—, me llamaron la atención las supuestas verdades que defendían. Cuanto más leía, más me convencía de que lo
mejor era abandonar la organización. Pero luego analicé con más cuidado los razonamientos que presentaban contra los
testigos de Jehová y me di cuenta de que aquellos renegados eran maestros falsos y muy astutos. Sus ‘pruebas irrefutables’
contra nosotros no eran más que informaciones sacadas de contexto. De modo que decidí volver a leer nuestras
publicaciones y asistir a las reuniones. Enseguida me di cuenta de cuánto me estaba perdiendo.” Felizmente, André regresó
a la congregación.
“Toda la hermandad”
Ser parte de una familia internacional tan amorosa y unida es una auténtica bendición de Jehová (Sal. 133:1). Con razón
escribió Pedro: “Tengan amor a toda la hermandad” (1 Ped. 2:17, nota). En efecto, al formar parte de la congregación,
disfrutamos del cariño y la ayuda de nuestros padres, madres, hermanos y hermanas espirituales (Mar. 10:29, 30).
No obstante, las relaciones con nuestros hermanos en la fe pueden volverse tirantes por diversos motivos. Por ejemplo,
es fácil molestarse por los defectos ajenos y adoptar una actitud criticona. Si alguna vez descubrimos que nos está
sucediendo eso, sería conveniente recordar que Jehová ama a sus siervos con todas sus imperfecciones. Tampoco
deberíamos olvidar que “si hacemos la declaración: ‘No tenemos pecado’, a nosotros mismos nos estamos extraviando y la
verdad no está en nosotros” (1 Juan 1:8). Es mucho más sabio aplicar este consejo: “Continúen soportándose [...] y
perdonándose liberalmente unos a otros” (Col. 3:13).
Una joven llamada Ann aprendió a las malas lo valiosa que es nuestra hermandad. Como el hijo pródigo de la parábola
de Jesús, se apartó de la organización, pero luego recapacitó y volvió a la verdad (Luc. 15:11-24). ¿Qué lección aprendió?
“Desde que regresé —señala—, aprecio más a todos los hermanos, a pesar de sus defectos. Antes los criticaba sin pensarlo
dos veces, pero ahora no voy a permitir que nada me prive de la bendición de estar con ellos. En la congregación
disfrutamos de un paraíso espiritual. No tiene sentido abandonarlo, pues nada de lo que ofrece el mundo vale la pena.”

RESPALDA TUS ORACIONES CON HECHOS

1Samuel 19:11,12 Más tarde Saúl envió mensajeros a la casa de David para vigilarla y para que se le diera muerte por la
mañana; pero Mical su esposa informó a David, y dijo: “Si no dejas que tu alma escape esta noche, mañana serás hombre
muerto”. 12 Al instante Mical hizo que David descendiera por la ventana, para que se fuera y huyera y escapara.
Salmo 59:1,2 Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; contra los que se levantan contra mí quieras protegerme.  2 Líbrame
de los practicantes de lo que es perjudicial, y de hombres culpables de sangre sálvame.
Nehemias 4:9 Pero nosotros oramos a nuestro Dios y mantuvimos una guardia apostada contra ellos día y noche, a causa de
ellos.
Nehemias 4:16 sí, aconteció que, desde aquel día en adelante, la mitad de mis jóvenes estuvieron activos en la obra y la
mitad de ellos tenían asidas las lanzas, los escudos y los arcos y las cotas de malla; y los príncipes estaban detrás de toda la
casa de Judá.
Lucas 5:23-26 ¿Qué es más fácil?, ¿decir: ‘Tus pecados te son perdonados’, o decir: ‘Levántate y anda’? 24 Pero para que
sepan que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados... —dijo al paralítico—: Te digo: Levántate
y toma tu camita y ponte en camino a tu casa”. 25 Y al instante este se levantó delante de ellos, tomó aquello en que antes se
había acostado, y se fue a su casa, glorificando a Dios. 26 Entonces un éxtasis se apoderó de todos sin excepción, y se
pusieron a glorificar a Dios, y se llenaron de temor, y decían: “¡Cosas extrañas hemos visto hoy!”.
Lucas 17:12-15 Y en el momento en que entraba en cierta aldea lo encontraron diez varones leprosos, pero se pusieron de
pie a lo lejos. 13 Y levantaron la voz y dijeron: “¡Jesús, Instructor, ten misericordia de nosotros!”. 14 Y cuando él alcanzó a

358
verlos, les dijo: “Vayan y muéstrense a los sacerdotes”. Entonces, mientras se iban, se efectuó su limpieza. 15 Uno de ellos,
cuando vio que había sido sanado, volvió atrás, glorificando a Dios en alta voz.

Juan 17.4 Yo te he glorificado sobre la tierra, y he terminado la obra que me has dado que hiciera.

Mateo 9:37,38 Entonces dijo a sus discípulos: “Sí; la mies es mucha, pero los obreros son pocos. 38 Por lo tanto, rueguen al
Amo de la mies que envíe obreros a su siega”.

Mateo 10:1-10 De manera que mandó llamar a sus doce discípulos y les dio autoridad sobre espíritus inmundos, para
expulsarlos y para curar toda suerte de dolencia y toda suerte de mal. 2 Los nombres de los doce apóstoles son estos:
Primero, Simón, al que llaman Pedro, y Andrés su hermano; y Santiago [hijo] de Zebedeo y Juan su hermano; 3 Felipe y
Bartolomé; Tomás y Mateo el recaudador de impuestos; Santiago [hijo] de Alfeo, y Tadeo; 4 Simón el cananita, y Judas
Iscariote, el que más tarde lo traicionó. 5 A estos doce Jesús los envió, dándoles estas órdenes: “No se vayan por el camino
de las naciones, y no entren en ciudad samaritana; 6 sino, más bien, vayan continuamente a las ovejas perdidas de la casa de
Israel. 7 Al ir, prediquen, diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado’. 8 Curen enfermos, levanten muertos, limpien
leprosos, expulsen demonios. Recibieron gratis; den gratis. 9 No consigan oro, ni plata, ni cobre para las bolsas de sus
cintos, 10 ni alforja para el viaje, ni dos prendas de vestir interiores, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su
alimento.
Lucas 10:1-9 Después de estas cosas el Señor designó a otros setenta y los envió de dos en dos delante de sí a toda ciudad y
lugar adonde él mismo iba a ir. 2 Entonces empezó a decirles: “La mies, en realidad, es mucha, pero los obreros son pocos.
Por lo tanto, rueguen al Amo de la mies que envíe obreros a su mies. 3 Vayan. ¡Miren! Los envío como a corderos en medio
de lobos. 4 No lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias, y no abracen a nadie en saludo por el camino. 5 Dondequiera que entren
en una casa, digan primero: ‘Tenga paz esta casa’. 6 Y si hay allí un amigo de la paz, la paz de ustedes descansará sobre él.
Pero si no lo hay, se volverá a ustedes. 7 De modo que quédense en aquella casa, comiendo y bebiendo las cosas que les
suministren, porque el obrero es digno de su salario. No anden transfiriéndose de casa en casa. 8 ”También, dondequiera que
entren en una ciudad y los reciban, coman las cosas que pongan delante de ustedes, 9 y curen a los enfermos en ella, y sigan
diciéndoles: ‘El reino de Dios se ha acercado a ustedes’.

Santiago 1:5 Por lo tanto, si alguno de ustedes tiene deficiencia en cuanto a sabiduría, que siga pidiéndole a Dios, porque él
da generosamente a todos, y sin echar en cara; y le será dada.
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El principio de que las oraciones requieren obras aplica también a estas palabras del discípulo Santiago, medio hermano de
Jesús: “Si alguno de ustedes tiene deficiencia en cuanto a sabiduría, que siga pidiéndole a Dios, porque él da generosamente
a todos, y sin echar en cara; y le será dada”. (Santiago 1:5; Mateo 13:55.) Pero ¿nos imparte Dios esta sabiduría por algún
milagro? No. En primer lugar, tenemos que tener la actitud correcta, como leemos: “Enseñará a los mansos Su camino”.
(Salmo 25:9.) ¿Y cómo enseña Dios “a los mansos”? Mediante su Palabra. De nuevo, tenemos que esforzarnos por
entenderla y ponerla en práctica, como se indica en Proverbios 2:1-6: “Hijo mío, si recibes mis dichos y atesoras contigo
mis propios mandamientos, de modo que con tu oído prestes atención a la sabiduría, para que inclines tu corazón al
discernimiento; si, además, clamas por el entendimiento mismo y das tu voz por el discernimiento mismo, si sigues
buscando esto como a la plata, [...] en tal caso entenderás el temor de Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de
Dios. Porque Jehová mismo da la sabiduría”.

Salmo 86:7 En el día de mi angustia ciertamente te invocaré, porque tú me responderás.

(Hebreos 11:6) Además, sin fe es imposible ser[le] de buen agrado, porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él
existe y que llega a ser remunerador de los que le buscan solícitamente.
1Pedro 3:12 Porque [los] ojos de Jehová están sobre los justos, y sus oídos están hacia su ruego; pero [el] rostro de Jehová
está contra los que hacen cosas malas”.

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1Juan 5:14 Y esta es la confianza que tenemos para con él, que, no importa qué sea lo que pidamos conforme a su
voluntad, él nos oye.

Salmo 145:18 Jehová está cerca de todos los que lo invocan, de todos los que lo invocan en apego a la verdad.
Lección 17(b) EL AGUANTE RESULTA EN APROBACIÓN

Hebreos 10:36 Porque ustedes tienen necesidad de aguante, para que, después que hayan hecho la voluntad de Dios,
reciban [el cumplimiento de] la promesa.

2pedro 1:5,6 Sí; por esta misma razón, contribuyendo ustedes en respuesta todo esfuerzo solícito, suministren a su fe,
virtud; a [su] virtud, conocimiento; 6 a [su] conocimiento, autodominio; a [su] autodominio, aguante; a [su] aguante,
devoción piadosa;

LECCIONES DE LOS EJEMPLOS DE AGUANTE


Hebreos 12:1 Pues, entonces, porque tenemos tan grande nube de testigos que nos cerca, quitémonos nosotros también todo
peso, y el pecado que fácilmente nos enreda, y corramos con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros,

Santiago 5:10,11 Hermanos, tomen por modelo de sufrir el mal y de ejercer paciencia a los profetas, que hablaron en el
nombre de Jehová. 11 ¡Miren! Pronunciamos felices a los que han aguantado. Ustedes han oído del aguante de Job y han
visto el resultado que Jehová dio, que Jehová es muy tierno en cariño, y misericordioso.

Romanos 15:4 Porque todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción, para
que mediante nuestro aguante y mediante el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.

Hebreos 12:3 Sí, consideren con sumo cuidado y atención al que ha aguantado tal habla contraria de pecadores en contra de
sus propios intereses, para que no vayan a cansarse y a desfallecer en sus almas.

Hebreos 5:7-9 En los días de su carne [Cristo] ofreció ruegos y también peticiones a Aquel que podía salvarlo de la muerte,
con fuertes clamores y lágrimas, y fue oído favorablemente por su temor piadoso. 8 Aunque era Hijo, aprendió la obediencia
por las cosas que sufrió; 9 y después de haber sido perfeccionado vino a ser responsable de la salvación eterna para todos los
que le obedecen,

Romanos 5:19 Porque así como mediante la desobediencia del solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, así
mismo, también, mediante la obediencia de la sola [persona] muchos serán constituidos justos.

Job 42:2 “He llegado a saber que tú todo lo puedes, y no hay idea que te sea irrealizable.

Job 42:12 En cuanto a Jehová, él bendijo el fin de Job después más que su principio, de modo que este llegó a tener catorce
mil ovejas y seis mil camellos y mil yuntas de reses vacunas y mil asnas.

Santiago 5:10,11 Hermanos, tomen por modelo de sufrir el mal y de ejercer paciencia a los profetas, que hablaron en el
nombre de Jehová. 11 ¡Miren! Pronunciamos felices a los que han aguantado. Ustedes han oído del aguante de Job y han
visto el resultado que Jehová dio, que Jehová es muy tierno en cariño, y misericordioso.

Job 42:5 De oídas he sabido de ti, pero ahora mi propio ojo de veras te ve.

EL AGUANTE LLEVA A CABO UNA MAGNÍFICA OBRA

Santiago 1:24 Pues se mira, y allá se va e inmediatamente olvida qué clase de hombre es.

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2Pedro 3:9 Jehová no es lento respecto a su promesa, como algunas personas consideran la lentitud, pero es paciente para
con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido; más bien, desea que todos alcancen el arrepentimiento.

2Pedro 3:15 Además, consideren la paciencia de nuestro Señor como salvación, así como también nuestro amado hermano
Pablo, según la sabiduría que le fue dada, les escribió,

“USTED TIENE NECESIDAD DE AGUANTE”

Hebreos 10:36 Porque ustedes tienen necesidad de aguante, para que, después que hayan hecho la voluntad de Dios,
reciban [el cumplimiento de] la promesa.

Romanos 5:3,4 Y no solo eso, sino que alborocémonos estando en tribulaciones, puesto que sabemos que la tribulación
produce aguante; 4 el aguante, a su vez, una condición aprobada; la condición aprobada, a su vez, esperanza,

Santiago 1:4 Pero que el aguante tenga completa su obra, para que sean completos y sanos en todo respecto, sin tener
deficiencia en nada.

Lucas 8:15 En cuanto a lo que está en la tierra excelente, estos son los que, después de oír la palabra con un corazón
excelente y bueno, la retienen y llevan fruto con aguante.

1Corintios 10:13 Ninguna tentación los ha tomado a ustedes salvo lo que es común a los hombres. Pero Dios es fiel, y no
dejará que sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que junto con la tentación también dispondrá la salida para
que puedan aguantarla.

Proverbios 27:11 Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con
escarnio.

Hechos 5:41 Estos, por lo tanto, se fueron de delante del Sanedrín, regocijándose porque se les había considerado dignos de
sufrir deshonra a favor del nombre de él.

Hebreos 12:1,2 Pues, entonces, porque tenemos tan grande nube de testigos que nos cerca, quitémonos nosotros también
todo peso, y el pecado que fácilmente nos enreda, y corramos con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros,
2
 mirando atentamente al Agente Principal y Perfeccionador de nuestra fe, Jesús. Por el gozo que fue puesto delante de él
aguantó un madero de tormento, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.

Sufrir oposición familiar

(Salmo 27:10) En caso de que mi propio padre y mi propia madre de veras me dejaran, aun Jehová mismo me acogería.

Mateo 10:34-37 No piensen que vine a poner paz en la tierra; no vine a poner paz, sino espada. 35 Porque vine a causar
división, y estará el hombre contra su padre, y la hija contra su madre, y la esposa joven contra su suegra. 36 Realmente, los
enemigos del hombre serán personas de su propia casa. 37 El que le tiene mayor cariño a padre o a madre que a mí no es
digno de mí; y el que le tiene mayor cariño a hijo o a hija que a mí no es digno de mí.

Marcos 10:29,30 Jesús dijo: “En verdad les digo: Nadie ha dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos,
o campos, por causa de mí y por causa de las buenas nuevas, 30 que no reciba el céntuplo ahora en este período de tiempo:
casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y campos, con persecuciones, y en el sistema de cosas venidero vida
eterna.

Recibir algún tipo de disciplina

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Proverbios 1:8 Escucha, hijo mío, la disciplina de tu padre, y no abandones la ley de tu madre.

Hebreos 12:11 Es cierto que ninguna disciplina parece por el presente ser cosa de gozo, sino penosa; sin
embargo, después, a los que han sido entrenados por ella, da fruto pacífico, a saber, justicia.

Tener mala salud o experimentar episodios de depresión

Salmo 41:3 Jehová mismo lo sustentará sobre un diván de enfermedad; ciertamente cambiarás toda su cama durante su
enfermedad.

Mateo 11:28-30 Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré. 29 Tomen sobre sí mi yugo y
aprendan de mí, porque soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para sus almas. 30 Porque mi yugo
es suave y mi carga es ligera”.

Romanos 12:12 Regocíjense en la esperanza. Aguanten bajo tribulación. Perseveren en la oración.

Verte expuesto a tentaciones, como la promesa de ocupar un puesto importante en el empleo o recibir un ascenso con
mayor salario pero menos tiempo para las actividades espirituales

Salmo 37:25 Un joven era yo, también he envejecido, y sin embargo no he visto a nadie justo dejado enteramente, ni a su
prole buscando pan.

Mateo 5:3 “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los
cielos.

Mateo 6:33 ”Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán añadidas.

Soportar presiones en el trabajo, como las burlas debido a que te riges por elevados principios morales

Salmo 55:22 Arroja tu carga sobre Jehová mismo, y él mismo te sustentará. Nunca permitirá que tambalee el justo.

Juan 16:33 Les he dicho estas cosas para que por medio de mí tengan paz. En el mundo están experimentando tribulación,
pero ¡cobren ánimo!, yo he vencido al mundo”.

Yb01 pág. 60

De España nos llega la experiencia de un hermano que, a consecuencia de su fe, sufrió hace años el hostigamiento de un
compañero de trabajo que por meses se burló de su religión y la criticó. Llegó un momento en que la situación le resultó
insoportable, así que le pidió a Jehová que le ayudara a aguantarla con entereza cristiana, sin devolver mal por mal. Tuvo la
grata sorpresa de ver cambiar de actitud a su compañero, quien llegó a presentarle sus disculpas y a decirle que no volvería a
hablar mal de Dios delante de él, aunque poco después salió de aquella empresa.

Tardaron en volver a verse veinticuatro años. En esta ocasión se encontraron en el Salón del Reino, donde el hermano
tenía la asignación de pronunciar un discurso. El ex colega le dijo que había estudiado la Biblia y se había bautizado como
testigo de Jehová. También le contó que, aunque habían pasado muchos años, nunca había olvidado a “aquel Testigo que
con tanta paciencia soportó las burlas que hacía de él y su Dios”.

El estudio personal y la meditación

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Proverbios 15:28 El corazón del justo medita para responder, pero la boca de los inicuos hace salir burbujeando cosas
malas.

2timoteo 2:15 Haz lo sumo posible para presentarte aprobado a Dios, trabajador que no tiene de qué avergonzarse, que
maneja la palabra de la verdad correctamente.

W73 pág. 45
visiones, nunca estuvo solo debido a su meditación y su confianza en Dios, también es cierto en cuanto a los siervos de
Dios del día moderno. Considere, por ejemplo, a un misionero que pasó cinco años incomunicado en una prisión de la China
Roja. Este testigo cristiano de Jehová relató cómo se mantuvo espiritualmente vivo:
20
“Desde el principio comprendí que tenía que dar pasos para permanecer fuerte en la fe. Tan pronto había sido
encerrado en mi celda el día cuando fui arrestado me arrodillé para orar. . . . Para mantener vivo mi aprecio de las cosas
espirituales arreglé un programa de actividad de ‘predicación.’ Pero, ¿a quién predica uno cuando está incomunicado?
Decidí formar algunos sermones bíblicos apropiados de las cosas que podía recordar y luego predicar a personajes
imaginarios. Luego principié a trabajar, por decirlo así, tocando una puerta imaginaria y dando el testimonio a un ama de
casa imaginaria, visitando varias puertas durante la mañana. . . . Todo esto lo hice en voz alta, para que el sonido de estas
cosas las grabara más en mi mente. Estoy seguro de que los guardias creyeron que me estaba volviendo loco, pero esto
realmente estaba manteniéndome fuerte en la fe y con la mente sana.”
21
Ese misionero no estaba solo, aunque estaba incomunicado, y esto es cierto sin importar dónde esté cualquiera de los
siervos de Jehová. Como dijo además ese misionero: “Podía estar aislado de mis semejantes, pero nadie podía aislarme de
Dios. . . . ¡Cuánta fortaleza y confortación espirituales me produjo la oración! . . . ¡No hay pistolas, paredes, ni barrotes de
prisión que puedan impedir que el espíritu de Dios llegue hasta su pueblo! Si nos hemos aplicado a un estudio de su Palabra
y hemos permitido que se hunda profundamente en nuestro corazón, no hay nada que temer. No subsistimos con nuestra
propia fuerza. ¡Pero con el todopoderoso poder de Dios él puede hacer que aun el más frágil de nosotros salga victorioso
ante la persecución!”
22
Otro misionero encarcelado en circunstancias similares explicó: “¡Tenía tanto tiempo a mi disposición! . . . Comencé a
recordar muchos textos bíblicos y los escribía. . . . Habiendo escrito suficientes textos, escogía uno para un texto diario, lo
copiaba y lo mantenía prominente en alguna parte para poder considerarlo a través del día.”
23
De todas partes del mundo llegan ejemplos del día moderno que prueban que los cristianos verdaderos nunca están
solos. En Alemania, durante la II Guerra Mundial, miles de Testigos fueron puestos en campos de concentración de Hitler,
por lo general despojados de sus Biblias. Uno de estos Testigos, después de ser puesto en libertad, escribió: “Cuando fui
arrestado me sentí agradecido de no haber desatendido el estudio bíblico personal, ya que éste me ayudó a tener fe para
aguantar. Con frecuencia pensaba en el aguante que mencionó el escritor bíblico Santiago, que dijo: ‘¡Miren! Pronunciamos
felices a los que han aguantado.’—Sant. 5:11.
24
“Aunque los oficiales de la prisión me quitaron la Biblia, permitían que otros presos [que no eran Testigos] la
tuvieran. Pensaban que mi fe se debilitaría si no tenía la Biblia, y que renunciaría a mi fe firmando una declaración en ese
sentido, preparada por los nazis. No comprendían que yo había grabado la verdad de la Palabra de Dios con gran
profundidad en mi mente por medio del estudio bíblico personal y en grupo mucho antes de haber sido encarcelado.
No pudieron quitar de mi mente aquellas verdades fortalecedoras de la fe.”
25
Testigos en la República Árabe Unida que fueron puestos en un campo de concentración también conocieron por
experiencia el poder fortalecedor de la fe de la Palabra de Dios y ellos también nunca se sintieron solos. Observó un Testigo
que había sido representante viajero de la Sociedad Watch Tower antes de su encarcelación: “Sin importar la cantidad de
insultos y golpizas que recibíamos, pasaban unos cuantos segundos y no sentíamos nada más, aunque continuaban las
golpizas. Estábamos sintiendo que Jehová Dios siempre estaba con nosotros.”
26
¿Y cómo se las arreglaron esos Testigos para adquirir alimento espiritual dador de fortaleza? Uno de ellos contestó:
“Cada mañana considerábamos un texto bíblico apropiado, escogiendo uno que fuera animador para nuestros hermanos
cristianos. También escogíamos dos capítulos de la Biblia sobre los cuales hablar. Entonces cada uno de nosotros sacaba de
363
su memoria la información que podíamos recordar de estos capítulos. Cada noche, también, nos reuníamos para un discurso
bíblico. Estas discusiones y discursos bíblicos diarios de veras resultaron fortalecedores para nosotros.”
27
Realmente son muchos los ejemplos del día moderno que prueban que los cristianos verdaderos nunca están solos;
Jehová está con ellos si se encomiendan a él y confían enteramente en él.

La compañía de los hermanos

1Corintios 15:33 No se extravíen. Las malas compañías echan a perder los hábitos útiles.

Hebreos 10:24,25 Y considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, 25 sin abandonar el
reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día
se acerca.

La predicación

Mateo 24:14 Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y
entonces vendrá el fin.

Mateo 28:19,20 Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy
con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.

La oración

Proverbios 15:29 Jehová está muy lejos de los inicuos, pero oye la oración de los justos.

Una buena conciencia

1Timoteo 1:18,19 Este mandato te encargo, hijo, Timoteo, de acuerdo con las predicciones que condujeron directamente a
ti, que por estas sigas guerreando el guerrear excelente; 19 manteniendo la fe y una buena conciencia, la cual algunos han
echado a un lado, y han experimentado naufragio respecto a [su] fe.

1Pedro 3:16 Tengan una buena conciencia, para que en el particular de que se hable contra ustedes queden avergonzados
los que están hablando con menosprecio de su buena conducta en lo relacionado con Cristo.

“QUE EL AGUANTE TENGA COMPLETA SU OBRA”

Santiago 1:3,4 puesto que ustedes saben que esta cualidad probada de su fe obra aguante. 4 Pero que el aguante tenga
completa su obra, para que sean completos y sanos en todo respecto, sin tener deficiencia en nada.

W97 15/11 págs. 8,9


Manténgase firme en la fe a pesar de las pruebas

“Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren en diversas pruebas.” (SANTIAGO 1:2.)

LOS siervos de Jehová son sus Testigos, que le sirven con fe y “gozo de corazón”. (Deuteronomio 28:47; Isaías 43:10.)
Lo hacen aunque los asedien las pruebas. Pese a las dificultades, los consuela la siguiente exhortación: “Considérenlo todo
gozo, mis hermanos, cuando se encuentren en diversas pruebas, puesto que ustedes saben que esta cualidad probada de su fe
obra aguante”. (Santiago 1:2, 3.)
2
Estas palabras las escribió el discípulo Santiago, medio hermano de Jesucristo, cerca del año  62. (Marcos 6:3.)
Santiago era un anciano de la congregación de Jerusalén. De hecho, él, Cefas (Pedro) y Juan parecían “ser columnas”, es
364
decir, sólidos pilares de la congregación. (Gálatas 2:9.) Cuando la cuestión de la circuncisión llegó a “los apóstoles y los
ancianos”, alrededor del año 49, Santiago presentó una propuesta basada en las Escrituras, que el cuerpo gobernante del
siglo primero aceptó. (Hechos 15:6-29.)
3
Santiago, pastor espiritual concienzudo, ‘conocía la apariencia del rebaño’. (Proverbios 27:23.) Sabía que los cristianos
de su día afrontaban pruebas severas. Algunos de ellos tenían que modificar su modo de pensar, pues favorecían a los
pudientes. Para muchos la adoración era un puro formulismo. Otros hacían daño con su lengua ingobernable. Se dejaba
sentir el espíritu perjudicial del mundo, y muchos no tenían paciencia ni se ocupaban en la oración. Es más, ciertos
cristianos estaban espiritualmente enfermos. La carta de Santiago trata estas cuestiones de manera constructiva, y su consejo
es tan práctico hoy como lo fue en el siglo primero. Nos será de mucho beneficio analizar esta carta como si se hubiera
escrito para nosotros personalmente.
Cuando afrontamos pruebas
4
Santiago nos indica cómo debemos considerar las pruebas. (Santiago 1:1-4.) Sin aludir a su parentesco con el Hijo de
Dios, humildemente se llama “esclavo de Dios y del Señor Jesucristo”. Santiago escribe a “las doce tribus” del Israel
espiritual, “esparcidas” en un principio debido a la persecución. (Hechos 8:1; 11:19; Gálatas 6:16; 1 Pedro 1:1.) A nosotros
también se nos persigue como cristianos y nos ‘encontramos en diversas pruebas’. Pero si recordamos que nuestra fe se
fortalece al aguantar las pruebas, lo ‘consideraremos todo gozo’ cuando estas nos sobrevengan. La lealtad a Dios durante las
pruebas redundará en felicidad perdurable.
5
Algunas pruebas tienen que ver con adversidades comunes a la humanidad. Por ejemplo, es posible que tengamos mala
salud. Dios no realiza en este tiempo curas milagrosas, pero contesta las oraciones en las que le pedimos la sabiduría y la
fortaleza necesarias para sobrellevar la enfermedad. (Salmo 41:1-3.) Asimismo, sufrimos por causa de la justicia cuando se
nos persigue por el hecho de ser testigos de Jehová. (2 Timoteo 3:12; 1 Pedro 3:14.) Aguantar estas tribulaciones prueba
nuestra fe, y le confiere por tanto una “cualidad probada”. Y luego, el triunfo de la fe “obra aguante”. Por otra parte, la fe,
fortalecida por las tribulaciones, nos ayudará a superar futuras pruebas.
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“Pero —dice Santiago— que el aguante tenga completa su obra.” Si permitimos que la prueba siga su curso y
no intentamos ponerle fin prematuramente por medios contrarios a las Escrituras, el aguante efectuará la “obra” de
convertirnos en cristianos completos, no carentes de fe. Por supuesto, si la prueba pone de manifiesto alguna debilidad,
debemos buscar la ayuda de Jehová para superarla. ¿Y si la prueba es una tentación para que cometamos un acto inmoral?
Oremos acerca de este problema y luego actuemos en armonía con nuestras peticiones. Es posible que tengamos que
cambiar de empleo o tomar otras medidas para mantenernos leales a Dios. (Génesis 39:7-9; 1 Corintios 10:13.)
La búsqueda de la sabiduría
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Santiago nos indica qué debemos hacer si no sabemos cómo afrontar cierta prueba. (Santiago 1:5-8.) Jehová no nos va
a reprochar el hecho de que nos falte sabiduría y se la pidamos en oración con fe. Él nos ayudará a ver la prueba en su justa
perspectiva y a aguantarla. Es posible que se nos llame la atención a algún texto bíblico mediante los compañeros de
creencia o el estudio personal de la Biblia. La providencia divina puede maniobrar los acontecimientos de modo que
percibamos lo que debemos hacer, y el espíritu de Dios puede guiarnos. (Lucas 11:13.) Por supuesto, para disfrutar de esos
beneficios tenemos que mantenernos cerca de Dios y de su pueblo. (Proverbios 18:1.)
8
Jehová nos da la sabiduría para enfrentarnos a las pruebas si seguimos “pidiendo con fe, sin dudar nada”. El que duda
“es semejante a una ola del mar impelida por el viento y aventada de una parte a otra” de forma impredecible. Si somos así
de inestables en sentido espiritual, no debemos ‘figurarnos que vamos a recibir cosa alguna de Jehová’. No seamos
‘indecisos’ ni ‘inconstantes’ en la oración ni de otras maneras. Por el contrario, tengamos fe en Jehová, la Fuente de la
sabiduría. (Proverbios 3:5, 6.)

Mateo 5:48 Ustedes, en efecto, tienen que ser perfectos, como su Padre celestial es perfecto.

1Juan 2:5 Pero cualquiera que sí observa su palabra, verdaderamente en esta [persona] el amor a Dios ha sido
perfeccionado. En esto tenemos el conocimiento de que estamos en unión con él.

¿CÓMO HA FORTALECIDO TU AGUANTE LA ESCUETA DEL SERVICIO DE PRECURSOR?

Romanos 8:38,39 Porque estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni gobiernos, ni cosas aquí ahora, ni cosas
por venir, ni poderes, 39 ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra creación podrá separarnos del amor de Dios que está en
Cristo Jesús nuestro Señor.

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1Corintios 13:7,8 Todas las cosas las soporta, todas las cree, todas las espera, todas las aguanta. 8 El amor nunca falla. Pero
sea que haya [dones de] profetizar, serán eliminados; sea que haya lenguas, cesarán; sea que haya conocimiento, será
eliminado.

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LA RECOMPENSA DEL AGUANTE

(1 Tesalonicenses 1:3) porque incesantemente tenemos presentes su fiel obra y [su] amorosa labor y [su] aguante debido a
[su] esperanza en nuestro Señor Jesucristo delante de nuestro Dios y Padre.

(2 Tesalonicenses 1:4, 5) Como resultado, nosotros mismos nos gloriamos de ustedes entre las congregaciones de Dios a
causa del aguante y la fe de ustedes en todas sus persecuciones y las tribulaciones que están soportando. 5 Esto es prueba del
justo juicio de Dios, que conduce a que se les considere dignos del reino de Dios, por el cual verdaderamente están
sufriendo.

Lucas 21:19 Mediante el aguante de parte de ustedes adquirirán sus almas.

Santiago 1:12 Feliz es el hombre que sigue aguantando la prueba, porque al llegar a ser aprobado recibirá la corona de la
vida, que Jehová prometió a los que continúan amándolo.

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