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La Pascua Judía y la Pascua Católica

por Luciana el 10 marzo, 2018 en Estudios, Fiestas judias en su plenitud, Pensamientos


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Hace unos cuantos años, cuando
no conocía casi nada sobre el
cristianismo, siempre me
llamaba la atención la
“casualidad” que la pascua
Judía coincida casi siempre en
la misma fecha que la pascua
Católica.
Cuando fui conociendo más
sobre el cristianismo me di
cuenta que esa “casualidad” no
era tal, sino que tenía una
relación importante.

Y hoy en día, habiendo


estudiado las raíces judías del catolicismo y las raíces judía de la eucaristía, está claro que no
sólo se trata de una casualidad que estas dos fiestas conicidan alrededor de la misma fecha, y que
no sólo tienen una relación importante, sino que ambas son dos caras de la misma moneda.
Se podría decir que la pascua católica está escondida o prefigurada, en la pascua judía, y la
pascua judía es llevada a su plenitud, a su comprensión completa, en la pascua católica.

Fue justamente en la celebración de la pascua judía cuando Jesús instituye la eucaristía, en la


recordada última cena.

NOTA: ambas fiestas no caen siempre en el mismo día porque la pascua judía se rige bajo el
calendario lunar.
Cómo surgió la Pascua Judía?
En la Biblia, en el Libro del Éxodo , encontramos el relato completo de esta historia y es donde se
da origen a la liturgia pascual celebrada hasta hoy en día por todas las generaciones del pueblo de
Israel.

Comienza el relato en Egipto, donde el pueblo de Israel había estado oprimido como esclavo por
siglos:

“…los egipcios redujeron a los israelitas a la condición de


los esclavos, y les hicieron insoportable la vida,
forzándolos a realizar trabajos extenuantes: la preparación
de la arcilla, la fabricación de ladrillos y toda clase de
tareas agrícolas.” (Ex. 1. 13-14).
Luego:
“Pasó mucho tiempo y, mientras tanto, murió el rey de Egipto. Los israelitas, que gemían en la
esclavitud, hicieron oír su clamor, y  ese clamor llegó hasta Dios, desde el fondo de su
esclavitud. Dios escuchó sus gemidos y se acordó de su alianza con Abraham, Isaac y
Jacob. Entonces dirigió su mirada hacia los israelitas y los tuvo en cuenta” (Ex. 2. 23-25)
El pueblo de Israel no sólo salió de Egipto, sino que fue liberado por Dios, “por su brazo
poderoso”, obrando, entre otras cosas, a través de las 10 plagas. Y fue con la última plaga,
cuando la muerte de los primogénitos cayó en Egipto y atravesó, “pasó”, las casas de los
israelitas, cuando el faraón finalmente los dejó partir.
Para que esto ocurriera, Dios le dio a Moisés indicaciones acerca de lo que su pueblo debía hacer,
y la práctica de éstas consistió en lo que fue la primera pascua. (Esto se puede ver detalladamente
en el capítulo 12 y 13 del libro del Éxodo.)

El libro del Éxodo no sólo cuenta la historia sobre lo que ocurrió en la noche de la Pascua, sino
que también establece la liturgia pascual, el rito pascual, que debía ser llevado a cabo por el
pueblo de Israel esa misma noche y para siempre.
Cada padre debía actuar como un
sacerdote para su familia, ofreciendo
un sacrificio. Debía llevar un cordero
puro, sin ningún defecto, de un año de
edad y matarlo. Cortar su cuello y
colocar la sangre en un recipiente. Y
luego el padre debía tomar una rama de
la planta de hisopo, y mojarla en esa
sangre y poner en los marcos de la
puerta de su hogar, como un signo de
la alianza con Dios. Un signo para que
el ángel de la muerte “pase”,
“atraviese” ese hogar, y no muera el
primogénito.
Ese “paso” es lo que da lugar al
nombre de la festividad.  Pesaj viene
del verbo Pasaj, que siginifica “pasó,
“atravesó”.
Fundamentalmente, al final de este ritual, la familia debía juntarse en la cena y comer la carne
de ese cordero. Esa era la culminación del sacrificio pascual. Era esencial hacer esto. Sí o sí
debían consumirlo todo, de lo contrario, no se cumplía el sacrificio.
A lo largo de los años, la celebración de la pascua, Pesaj, se fue desarrollando en la tradición
judía. No sólo se hace lo que está detallado en la biblia sino que se le fueron añadiendo aspectos
tradicionales. Y hoy en día esta cena especial, se da en torno a un orden de 15 pasos que veremos
en otro artículo. (Orden en hebreo se dice Seder, y por eso esta cena se llama Seder de Pesaj)
Este seder da inicio a la fiesta de la Pascua y de los panes ácimos. Durante 8 días no se puede
comer levadura y se rememoran todos estos acontecimientos.

La pascua judía y la última cena


“El primer día de los Acimos, los discípulos fueron a preguntar a Jesús: «¿Dónde quieres que te
preparemos la comida pascual?». El respondió: «Vayan a la ciudad, a la casa de tal persona, y
díganle: «El Maestro dice: Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis
discípulos». Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua.” (Mt. 26.
17-19)
Como decía al principio, no es casual que Jesús haya elegido la celebración de pascua para su
última cena y la institución de la eucaristía.

La primera pascua, el primer éxodo, implicó la salvación de un pueblo, un paso de la esclavitud


física a la libertad física. Y además una libertad de culto, ya que al estar oprimidos y vivir como
esclavos no podían hacerlo.

Jesús vino como alguien aún más grande que Moisés, a liberar ya no sólo a un pueblo sino a toda
la humanidad. Y no de la esclavitud física sino espiritual.

Y un nuevo éxodo requería de una nueva pascua. Y Jesús instituye la nueva pascua del
nuevo éxodo. Pero esta vez el cordero sin defecto, era Él mismo.
Por medio de este sacrificio Jesús inaugura el nuevo éxodo que los profetas habían anunciado y
que el pueblo judío tanto anhelaba. Esta noche, Jesús pronuncia por primera vez las palabras que
consagran su propia sangre, como expiatoria. “Derramada por muchos, para el perdón de los
pecados”.
Esta vez será su propia sangre la que
librará a la humanidad. De la misma
manera que la sangre de los corderos
hacía saltear las casas de los
israelitas de la plaga de la muerte,
quien consuma la sangre del cordero
de Dios, lo “salteará” también de la
muerte espiritual al consumirla, y así
tendrá vida eterna.
Del mismo modo que para el pueblo de
Israel era obligatorio consumir el
cordero para completar el sacrificio
pascual y evitar así, la décima plaga;
nosotros debemos también consumir el cuerpo y la sangre de Jesús, transustanciado en pan y
vino, para completar la salvación.

Jesús reemplaza el sacrificio del cordero pascual por el sacrificio de sí mismo. Será “el cordero
de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan, 1.29). Él establece en ese momento y para
siempre un nuevo sacrificio. Y de esta forma tan sagrada y misteriosa, se inaugura el nuevo
éxodo.
Jesús reconfigura la pascua judía a través de su propio sufrimiento y su propia muerte y marca la
nueva pascua y la nueva alianza.
Que en esta pascua sepamos ver las huellas que fue dejando Dios a lo largo de la historia, para
que este magnífico misterio sea a un más grande y hermoso.
¿Por qué esta pascua es diferente a todas las demás?
por el en Fiestas judias en su
plenitud, Pensamientos Visibles 0
Es tradición que en la celebración de la
Pascua Judía, durante la cena se cante una
canción que se llama Manishtana, o en
español: “¿Por qué esta noche es diferente
a todas las demás?“. Y, a través de las
preguntas que tiene la canción, se les va
explicando a los más pequeños de la familia
la historia del éxodo y lo que se celebra esa
noche.
En este artículo voy a utilizar algunas de
esas preguntas para recorrer algunos datos de
los evangelios sobre la última cena de Jesús.
Y por los cuales podemos ver claramente
que esa noche fue una celebración de la Pascua judía, un Seder de Pesaj.

Seder significa orden. Y la cena judía de pascua se llama Seder de Pesaj porque no es una simple
cena de festejo sino que tiene un orden concreto, podría decirse, un orden litúrgico.

Y la palabra Pesaj, significa “paso”. El paso de la esclavitud a la libertad. El paso a través del
Mar Rojo que los condujo al inicio de esta libertad.

No es casual que el evangelista San Juan utilice este verbo en el inicio del relato de la última
cena:

“Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasarde este mundo
al Padre, él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin.” (Jn.
13.1)
El paso de Jesús de este mundo al Padre, es el inicio de un nuevo éxodo, una nueva Pascua.
El Seder de Pesaj
En la celebración del Seder de Pesaj,
no sólo se conmemora o recuerda el
evento del éxodo, el pasaje del pueblo
de Israel de la opresión y esclavitud
hacia la libertad. Esta noche se hace
memoria, anamnesis sería el término
correcto, en el que no sólo recordamos
como un evento pasado, sino que
“actualizamos el misterio”, y lo
vivimos como si estuviéramos allí,
como si fuésemos parte de ese
acontecimiento.
Somos nosotros hoy, los judíos que celebran la pascua, quienes fuimos liberados siglos atrás de la
opresión del faraón. Somos nosotros hoy, quienes fuimos liberados por Dios, esa noche. Y por
eso en esta cena, en este Seder, damos gracias a Dios y lo alabamos por lo que hizo por nosotros,
y celebramos que somos seres libres.

La acción de gracias, la alabanza y el relato de la historia, son los aspectos centrales de la cena y
son parte de este orden que consta de 15 pasos.

De estos 15 pasos hay algunos que se pueden distinguir claramente leyendo los relatos de los
Evangelios sobre la última cena.

La última cena, no fue una pascua judía más, sino que fue la pascua que llevó a su plenitud
todas las pascuas anteriormente celebradas, y esencialmente la primera, la noche del éxodo, la
liberación del pueblo de Dios. (en este artículo se analiza esta perfecta relación y completud de
La Pascua Judía y La pascua Católica)
¿Por qué esta noche es diferente a todas las demás?
Todas las noches comemos sentados, erguidos o reclinados, ¿Por qué esta noche comemos
reclinados?
“El primer día de la fiesta de los panes Ácimos, cuando se inmolaba la víctima pascual, los
discípulos dijeron a Jesús: «¿Dónde quieres que vayamos a
prepararte la comida pascual?». Él envió a dos de sus
discípulos, diciéndoles: «Vayan a la ciudad; allí se
encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua.
Síganlo, y díganle al dueño de la casa donde entre: El
Maestro dice: «¿Dónde está mi sala, en la que voy a comer
el cordero pascual con mis discípulos?”. Él les mostrará en
el piso alto una pieza grande, arreglada con
almohadones y ya dispuesta; prepárennos allí lo
necesario». (Mc.14.12-15)
“…digan a su dueño: El Maestro manda preguntarte: “¿Dónde está la sala en que podré comer
la Pascua con mis discípulos?”. Él les mostrará en el piso alto una pieza grande, arreglada
con almohadones: preparen allí lo necesario».” (Lc. 22. 11-12)
“Uno de ellos –el discípulo al que Jesús amaba– estaba reclinado muy cerca de Jesús”
(Jn.13.23)
¿Por qué este detalle de los almohadones o que un discípulo estaba reclinado? Una de las
tradiciones que se hace en una cena de Pesaj, es comer “reclinados”, como si fuésemos reyes. Esa
noche
estamos celebrando que ya no somos esclavos sino seres libres, de modo que nos sentamos
reclinados como reyes para la cena. Por eso era necesario en ese momento una habitación
dispuesta con almohadones de esa manera para celebrar la pascua.

Todas las noches no precisamos sumergir ni siquiera una vez los alimentos, ¿Por qué esta
noche lo hacemos dos veces? Y todas las noches comemos cualquier clase de verdura, por
qué esta noche comemos maror, hierbas amargas?
“Jesús le respondió: «Es aquel al que daré el bocado que voy a mojar en el plato». Y mojando
un bocado, se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote.” (Jn. 13.26)
No era extraño encontrar en una cena
común y corriente, panes y salsas para
mojar. Pero sí es destacable el rol que
tiene el “sumergir” algunos
comestibles durante el Seder de Pesaj.

Uno de los principales símbolos que se


hacen en uno de los pasos del Seder, es
mojar hierbas amargas (apio por
ejemplo), en un recipiente que tiene
agua con sal. Es una forma de recordar
la amargura de los israelitas cuando
eran esclavos en Egipto, y el agua con
sal nos recuerda a sus lágrimas.

Me gusta pensar en ese momento de la última cena, que lo que Jesús sumerge son hierbas
amargas en agua son sal y se lo da de comer a Judas, como una última oportunidad de
arrepentirse de lo que está por hacer. Un símbolo donde por un lado, demuestra amistad al
compartir el bocado, y a la vez, la amargura
de las hierbas amargas y el agua con sal,
que poseerá todo su cuerpo y todo su
espíritu, una vez que lo traicione.

Todas las noches comemos jametz o


matzá, ¿Por qué esta noche solamente
matzá?
Jametz significa leudado, refiriéndose a los
panes con levadura, y matzá es el pan sin
levadura, el pan ácimo. Éste se come
durante los 8 días de “la fiesta de los
ácimos”,  para recordar que los israelitas la noche del éxodo y durante su vida de nómades en el
desierto no tenían tiempo de esperar que los panes leuden, y por eso comían pan ácimo. También
comieron este pan durante su estadía en Egipto, era el pan de los pobres, no lleva mucho tiempo
de preparación y los hacía sentir más saciados. Lo recordamos también como el pan de la
aflicción.

El pan que Jesús consagró esa noche, y con el cual instituye la Eucaristía, es pan sin levadura, al
igual que lo es, en la mayoría de las iglesias hoy en día, la hostia.

Tanto la matzá, como la hostia consagrada, son a la


vez, panes de la aflicción, ya que nos recuerdan
momentos dolorosos (uno, la esclavitud en Egipto y el
otro, la Pasión de Jesús), y a la vez son panes de libertad,
de salvación.

El canto de los Salmos


“Después del canto de los Salmos, salieron hacia el monte de los Olivos.”(Mc.14.26 y
Mt.26.30)
Los salmos no son cantados en todas las cenas judías, pero sí son parte esencial de la cena de
Pascua. Los salmos que se cantan son los llamados “Hallel” que son los salmos del 113 al 118,
que se recitan en acción de gracias y
alabanzas a Dios por habernos
concedido la libertad y haber hecho
tantos milagros.

Las 4 copas
Por último, y una de las cosas más
hermosas y simbólicas de la
celebración, es la presencia de 4 copas
de vino. Si bien cada comensal tiene su
propia copa, durante el Seder de Pesaj
se hace la bendición con 4 copas diferentes, y cada una tiene un rol concreto durante la cena.
La primera copa es la que nos introduce a la celebración. Es la copa de la bendición, el Kiddush.

La segunda copa, llamada la copa del Juicio o del dolor, se sirve y da inicio a la liturgia pascual
donde se relata la historia de lo que pasó en el éxodo.

La tercera copa está relacionada con la cena, la comida. El pan sin levadura, las hierbas amargas,
y otros alimentos, cuyos símbolos apuntan a rememorar la historia del éxodo. Esta copa es
llamada la copa de la redención.

La cuarta copa, la copa de la alabanza, da fin a la celebración y completa el rito pascual.

Durante la última cena se identifica la presencia de estas copas. Especialmente la segunda y


la tercera:
“Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los Apóstoles y les dijo:
«He deseado ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión, porque les
aseguro que ya no la comeré más hasta que llegue a su pleno cumplimiento en el Reino de
Dios». Y tomando una copa, dio gracias y dijo: «Tomen y compártanla entre ustedes. Porque les
aseguro que desde ahora no beberé más del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de
Dios» .Luego tomó el pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Esto es mi
Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía». Después de la cena hizo lo
mismo con la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre, que se
derrama por ustedes. » (Lc. 22.14)
De acuerdo al evangelista Lucas, esta copa fue la que se tomó luego de la comida, lo que implica
que era la tercera copa:

  “Después de la cena hizo lo mismo con la copa” (Lc. 22.20)


San Pablo en su primera carta a los Corintios hace referencia a la copa de la bendición, que es la
tercera, cuando habla de la copa eucarística de la sangre de Jesús:

“La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la Sangre de Cristo? Y el
pan que partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo?” (10.12)
Existe una bellísima teoría acerca de la cuarta copa, y en qué
momento Jesús la bebió para concluir la celebración de la
pascua. Esto se puede leer en un artículo dedicado
completamente a este tema: La Cuarta Copa)

Una noche distinta a las demás


Identificar todos estos detalles no sólo deja claro que la última
cena de Jesús fue un Seder de Pesaj, sino que Jesús eligió esa
noche para instituir el misterio más hermoso y preciado que nos
dejó, la Eucaristía. Y no fue casual por supuesto, ya que Él es el
verdadero Cordero pascual, el Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo y vino a traernos un nuevo y definitivo
éxodo. Esa noche, la noche en que iba a ser entregado, fue
una noche distinta a las demás, la más diferente a todas las
otras noches.
Jesús, con todo su cuerpo, su alma y su Divinidad llevó a su plenitud la última pascua de la
primera alianza, para instaurar una nueva alianza, celebrando ahora todas las naciones juntas, una
nueva Pascua en Su Nombre.

La festividad hebrea se celebra hasta el 18 de abril

Semana Santa: diferencias entre la


Pascua judía y cristiana
Semana Santa: diferencias entre la Pascua judía y cristiana

 OKDIARIO
 10/04/201709:01

Como ya sabréis, hoy lunes comienza la Semana Santa, una festividad que tuvoorigen
hebreo a raíz de la Pascua judía y que, en la actualidad, es la celebración más
importante del catolicismo.
La Pascua de la Iglesia Cristiana es una fiesta en la que se conmemora la Resurrección
de Jesucristo al tercer día después de haber sido crucificado, según los evangelios
canónicos.
Muchos de vosotros seguramente ya conocéis cómo se celebra la Semana Santa en
nuestro país. Sin embargo, ¿conocéis cuáles son la principales diferencias con la
Pascua judía?

Los cristianos conmemoran la Resurrección de Jesucristo

La Pascua para los cristianos


Durante la Pascua cristiana, que supone la finalización de la Semana Santa, se celebra
la resurrección de Jesucristo. La fecha de la pascua es variable y se ubica entre el 22 de
marzo y el 25 de abril.
Las diversas etapas que culminan en la pascua comienzan con la cuaresma, que son
cuarenta días de penitencia como preparación a la Semana Santa.
¿Qué se celebra en la Semana Santa?
La Semana Santa para los cristianos comenzó ayer con el Domingo de Ramos (que
conmemora el ingreso de Cristo a la ciudad de Jerusalén), el Lunes Santo, el Martes
Santo (Cristo anuncia la inminente traición de Judas), Miércoles Santo (se concreta
dicha traición), Jueves Santo (se lleva a cabo la Última Cena), Viernes
Santo (crucifixión y sepultura de Jesús), Sábado Santo (la vigilia pascual) y, finalmente,
el Domingo de Pascua (la resurrección).

Durante la Pascua judía no se consumen alimentos fermentados

Diferencias con la Pascua judía


La fiesta de la Pascua judía es una de las más importantes del calendario hebreo y junto
con Sucot (fiesta de las Cabañas) y Shavuot (Pentecostés), forma parte de las tres
peregrinaciones bíblicas a Jerusalén.
A diferencia de la cristiana, el Pésaj se celebra este año entre el 10 y el 18 de abril. En
estas fechas los judíos celebran la liberación de la esclavitud en Egipto y los 40 años
por el desierto camino de una tierra donde vivir como nación libre.
El origen de la fiesta
El relato de Pésaj se recoge en el Éxodo y cuenta cómo “los hijos de Israel”, liderados
por Moisés, escapan de la esclavitud en Egipto y se refugian en el desierto donde
sobreviven durante 40 años hasta llegar a Canaán, la tierra prometida.
Plato típico de la cena especial del Séder

¿Cuáles son sus costumbres?


Durante la semana que dura esta gran fiesta no se consumen alimentos fermentados en
recuerdo a la premura por salir de Egipto que impidió hacer pan con
levadura. La Matzá (pan ácimo) sustituye al pan normal.
Es tradición prepararse para Pésaj con una limpieza profunda. Las familias limpian a
conciencia las casas y algunas guardan el menaje de uso diario en la cocina para
sustituirlo estos días de Pascua por una vajilla especial.
Hoy se celebra una cena especial
La gran cita de Pésaj son las dos noches consecutivas del Séder que este año se
celebran hoy, lunes 10, y mañana martes 11 de abril. El Séder es una cena especial
durante la cual se lee la Hagadá (relato de la salida de Egipto) y se comen alimentos
especiales con una gran carga simbólica.

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