Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DINÁMICAS
de
FE y PODER
Publicaciones Maranatha
Chicago, Il. 60639
Créditos
Nahum Rosario
Chicago, IL 60639
Publicado por
Publicaciones Maranatha
Chicago, IL 60639
Chicago, IL 60639
Impresión Digital
16 de agosto 2019
Todos los derechos reservados. Ninguna porción de este libro puede ser
reproducida, sin la autorización escrita del autor.
Introducción
Estas oraciones contenidas en este libro me han sido de gran ayuda en mis
devociones espirituales. La mayor parte fueron escritas por un servidor.
Otras las he recibido de otras fuentes en el idioma inglés y las he traducido
y adaptado. He tratado de darle crédito a otros hombres de Dios que me
han bendecido con sus escritos. Oro al Señor que esta colección de
oraciones les sea de bendición y provecho a todos los hijos de Dios que
saben que la oración es la llave de los cielos y el secreto del poder
espiritual.
En el amor de Cristo,
Nahum Rosario
Siervo de Cristo
16 de Agosto 2019
Panamá, Panamá
1- ORACIÓN PARA AMAR A MI DIOS PADRE CREADOR
Padre, yo corro hacia aquel tesoro de gloria que Tú has depositado dentro
del velo de mi espíritu. Me vuelvo hacia Ti hoy con mi espíritu, con mi
alma y con mi cuerpo. En el nombre de Jesús empiezo a entrelazar y a
armonizar las tres partes de mi ser en tu presencia, Señor, envolviéndolos
alrededor de Ti. Te estoy abrazando con todo mi corazón, abrazándote con
toda mi mente, abrazándote con toda mi voluntad, abrazándote con
revelación, abrazándote, Padre, con todo mi amor. Señor, hoy yo sé que
todo lo que Tú quieres de mí es mi amor y hoy yo escojo que esta emoción
fluya plenamente hacia Ti. En este día abro la puerta del amor en mi
corazón y permito que fluya hacia Ti. Padre, gracias que por medio de
Jesucristo Tú vives en mí. Gracias que este proceso me capacita para
convertirme en uno con Tu Espíritu, Señor.
Mi Padre, Señor y Rey, quiero estar abrazado con tu gloria; que pueda
danzar contigo en tu presencia y sentirte muy cercano, sólo sentir tu
abrazo de amor y gracia. Hoy, Señor, me vuelvo a tu gloria. Gracias que Tú
me amaste primero. Gracias, Señor, que Tú enviaste a Tu Hijo Jesús para
que yo pudiera hacer esto, espíritu a Espíritu con tu presencia, hambriento
y sediento por Ti, bramando por Ti. Padre, ahora te pido que liberes el río
de Gloria desde el trono de Tu presencia hacia mí y desde mi corazón
hacia todos los que me rodean. Padre Santo, te pido que liberes tu
expresivo e irresistible amor hacia mí como tú hijo. ¡Que Tú seas para mí
quien me hace sombra y mi cobertura, mi escudo, y que yo sea adornado
con tu gloriosa presencia! Todo esto te lo suplico en el nombre de tu santo
Hijo Jesús. Amén.
Gracias, Padre Celestial por enviar a Tu Santo Hijo Jesús a morir en una
cruz y a derramar su preciosa sangre para reconciliarme Contigo y
devolverme la alta y real posición de ser Tu Hijo. Hoy soy redimido por la
sangre de Jesús y estoy libre de toda culpa y condenación, y tengo
asegurada mi salvación en la presencia de Dios por la eternidad. Gracias,
Padre, que la sangre de Jesús me da una nueva identidad y el derecho legal
de ser hijo de Dios y heredero de todas sus riquezas. Por eso, hoy no tengo
ningún miedo de acercarme a Dios porque tengo libertad para entrar al
Lugar Santísimo por la sangre preciosa de Jesucristo.
Padre, te doy las más infinitas gracias que Jesucristo fue hecho maldición
al dar su vida por mí en la cruz. Por la gracia de Dios soy libre de toda
maldición de pecado, enfermedad y pobreza porque la sangre que Jesús
derramó en el madero me redimió de toda la maldición de la ley para que
la bendición de Abraham me alcanzase. Tengo paz y seguridad sabiendo
que tengo asegurada mi eterna salvación porque como yo fui justificado en
la sangre de Cristo, por Él seré también salvo de la ira. Gracias mi Padre,
Dios y Rey eterno porque ahora en Cristo Jesús, yo que en otro tiempo
estaba lejos, he sido hecho cercano por la sangre de Cristo para disfrutar tu
amor, tu gracia, tu misericordia y una eternidad contigo en tu presencia.
3- ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN RADICAL ANTE EL ALTAR
DE DIOS PARA SER LLENO DEL ESPÍRITU SANTO
Padre, Inquíetame a una insatisfacción con lo que soy, lo que sé, y donde
estoy. Entiendo Padre Santo, que aún no soy todo lo que Tú deseas que yo
sea, qué hay más por saber que lo que sé con mi mente finita, y que donde
estoy ahora es el lugar de mi partida, no el lugar de mi destino. Que al yo
ver lo que Jesús era y hacía como morada de Dios Padre, yo sea movido a
una insatisfacción con una vida religiosa, doctrinal, y superficial. Que yo
no tenga una piedad religiosa que es un refugio para esconderme de la
falta de poder y realidad espiritual. Que yo sea retado con los hombres que
no amaron su vida, su reputación, sus recursos, sus conocimientos, sus
lugares de aceptación en la sociedad y lo pusieron todo en el altar del
sacrificio. Que llegue un momento que yo aborrezca mi propia vida (el yo
independiente) que con todo y religión puede estar completamente
separada de Dios. Que la insatisfacción sea el motor para moverme a tener
hambre y sed para buscar a Dios, para ser completamente lleno de Él sin
depender de más nada, ni más nadie.
Dios eterno, esta oración tiene un gran propósito divino que va más allá de
lo que yo pueda pensar o imaginar. Estoy ante tu santa presencia en este
Altar de Sacrificio para que Tú me enseñes a hacer espacio en mí para tu
morada. Que yo recuerde cada día de mi vida que yo fui creado para
contener al Espíritu de Dios. Que nunca olvide que Dios me llama a una
santificación absoluta de mi espíritu, alma y cuerpo para El poder
poseerme completamente. Padre Santo, yo soy el templo para Tú habitar
en esta tierra y nada en el templo de Dios puede ser sucio o inmundo. Que
hoy yo debo pedirle a Dios que me revele aún las cosas más secretas de mi
alma que son enemigas de Dios. Entiendo que el corazón humano puede
ser muy engañoso y puede blindarse con un auto-engaño y una falsa
justicia. Señor, que Tú llenes cada fibra de todo mi ser hasta que no quede
nada del viejo hombre en mi ser, sino que yo sea renovado en el espíritu
del nuevo hombre creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Señor, lléname con el Espíritu Santo y con su Poder para ser testigo de la
vida de resurrección de Jesús a un mundo perdido, y a una iglesia apática y
conformista. Reconozco que necesito denuedo para predicar la Palabra de
Dios sin temor, y el poder para manifestar Tu Reino con demostración del
Espíritu como nunca antes. Que mis mensajes estén llenos de fuego a la
misma vez que son tiernos y amorosos. Que como nunca yo fluya en
revelaciones maravillosas del Espíritu Santo mientras predico tu Palabra.
Padre, que mi predicación no sea con palabras persuasivas de humana
sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder. No quiero
impresionar la mente humana, ni despertar sus emociones síquicas, sino
operar en el poder de Dios para transformar las multitudes, hacer huir los
demonios, sanar los enfermos y glorificar a Dios. ¡Que tu Santo Espíritu
ponga fuego en mi boca, y yo tenga un toque profético en mi predicación
para descubrir los corazones de los hombres!
Dios de poder y milagros, gracias por el poder para manifestar las señales
del dominio de Dios sobre el mundo natural. Que no haya demonio en este
mundo que se resista cuando yo le ordene que deje ir libre a los cautivos.
Que aún si yo tomare una serpiente en mi mano no me hará daño. Yo creo
que de acuerdo a la promesa de Jesús que ninguna comida venososa que
los enemigos me hayan servido podrá dañar mi cuerpo. Y ahora Padre de
mi Señor Jesucristo, a quien Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder,
y que anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el
diablo; que no haya enfermedad o dolencia que se resista cuando en el
nombre de Jesús yo dé la orden de sanidad o cuando imponga las manos
sobre los enfermos.
Mi adorado Señor, hay una carrera de fe que debo correr en esta vida. Para
ello me despojo de todo peso y del pecado que me asedia y corro con
paciencia la carrera que tengo por delante puesto los ojos en Jesús, el autor
y consumador de mi fe. Sé que para agradar a Dios y cumplir sus
propósitos, debo perseguir una santidad completa de mi espíritu, alma y
cuerpo. Por esto, cada día presento mi cuerpo como un sacrificio vivo,
santo y agradable a mi Dios. El pecado no se enseñoreará más de mí
porque estoy juntamente crucificado con Cristo y ya no vivo yo más vive
Cristo en mí.
Padre bueno, declaro y reconozco que todos los bienes y riquezas que
posea, son resultado de tu gracia y tu favor. Por lo tanto, sé que soy un
administrador de los mismos y que son para avanzar tu Reino, y para ser
de bendición a todas las familias de la tierra. Por lo tanto, pongo todos mis
bienes, tesoros y posesiones a los pies de Jesús. No seré esclavo de ellos,
sino que serán para el servicio del Señor Jesús, que no escatimó derramar
su última gota de sangre para asegurar mi eterna salvación. Señor, líbrame
del amor al dinero y de los dolores y consecuencias de hacer un becerro de
oro con la bendición y prosperidad que el cielo me ha concedido.
Señor, ahora presento todo mi ser en una completa consagración a Tí. Ven
y posee mi espíritu, alma y cuerpo para yo manifestar tu poder y gloria a
un mundo perdido. Al igual que Jesús cumpliré toda justicia para poder ser
impartido con tu naturaleza y ser hecho conforme a la imagen de tu Santo
Hijo Jesús. Padre, viviré para hacer tu voluntad, hacer tus obras y traerte
gloria. Te lo pido, Padre, en el nombre de Jesucristo. Amén.
6-ORACIÓN PARA RECIBIR VISIÓN ESPIRITUAL
Por esta razón, doblo mis rodillas ante el Padre de mi Señor Jesucristo, de
quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra. Y yo te pido,
Señor, que Tú me concedas conforme a las riquezas de Tu gloria, que yo
sea fortalecido con poder por medio de tu Espíritu en mi espíritu, en mi
alma y en mi cuerpo. Que mi hombre interior tome el control sobre todo
mi ser. Señor, yo oro que Cristo mi esperanza de gloria more en mi
corazón por medio de la fe; y que yo sea arraigado y cimentado en el amor
de Dios.
Señor, te pido que yo sea plenamente capaz de comprender con todos los
santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y
personalmente conocer y experimentar el amor de Cristo, que excede a
todo conocimiento, para que yo sea lleno de toda la plenitud de Dios. Y te
doy gracias, Señor, que Tú eres poderoso para hacer todas las cosas mucho
más abundantemente de lo que yo pida o entienda, según el poder de Tu
Espíritu de gloria que actúa en mí.
Señor, Dios de los cielos y la tierra, vengo a Ti con amor y fe. Yo quiero
ser como Tú. Te necesito, Señor; pero más que eso te quiero por encima de
todo. Perdóname, Señor. Tráeme a ese alto y santo lugar contigo donde Tú
moras sentado entre serafines y querubines. Gracias por la cruz. Gracias
por todo lo que Tú has hecho por mí. Dios, es hermoso, es maravilloso, y
es santo. Bendigo tu santo nombre.
Padre, te doy gracias por sanarme, y por restaurar mi alma. Gracias, que
estás preparando mi mente, mi cuerpo y mi corazón para recibir todo lo
que vas a hacer en mí y a través de mí. Señor, Te doy toda la alabanza y la
honra y la gloría.
Oh, Señor, abre mis ojos espirituales y permite que yo venga a un lugar
como Jacob que lo pueda llamar Campamento de Dios. Señor, abre mis
ojos y que encuentre mi Manahaim con una compañía de ángeles. Señor, te
pido intimidad y comunión con Tu Espíritu. Jesús, que Tú y Tu Reino se
me manifiesten en toda su gloria. Señor, que yo Te pueda conocer en
verdad. Permíteme ver la hermosura de Tu rostro. Señor, que Tu Reino
venga. Señor, abre mis ojos para ver Tu Reino aquí en la tierra como es en
el Cielo. Espíritu Santo, gracias. Yo te alabo. Te doy el honor y la gloria.
Señor, te pido que mientras espero en tu presencia que Tú empieces a
darme la gracia para recibir todo lo que Tú has preparado para mí desde
antes de la fundación del mundo. En el nombre de Jesús, amén.
9- ORACIÓN PARA MORAR EN EL LUGAR SECRETO
El que habita en el lugar secreto del Altísimo, Morará bajo la sombra del
Omnipotente . Salmo 91:1
No tendré temor del mal ni del terror de la noche ni de la saeta que vuele
de día. Ninguna pestilencia, enfermedad o debilidad vendrá cerca de mí.
Sólo con mis ojos miraré y veré la recompensa de los impíos. Viviré en
abundancia y provisión sobrenatural para cumplir mi llamado y el destino
que Dios ha ordenado para mí.
Porque he puesto en este día al Señor como mi refugio, el Altísimo será mi
morada. Por lo tanto, ninguna cosa mala me tocará, ni ninguna enfermedad
tocará mi hogar.
Y ahora Padre Celestial te pido: ¡Que el fuego del cielo caiga y destruya
todo altar diabólico levantado en contra nuestra, nuestra familia y nuestra
iglesia! ¡Que Espíritu de confusión sea enviado en contra de todos
nuestros enemigos y que caigan en las mismas trampas que hicieron para
nosotros! En el nombre del Señor Jesucristo. Amén.
11- ORACIÓN PARA LIBERAR MINISTRACIÓN, DIRECCIÓN Y
PROTECCIÓN ANGELICAL
Hoy yo oro que tus ángeles asciendan y desciendan sobre mi vida, y que el
Ángel del Señor me libre de todo mal. Me siento muy seguro y protegido
porque el Ángel de Jehová acampa a mi alrededor y me defiende de todo
mal. Padre, Tú me has prometido en tu Palabra que mandarías a tus
ángeles cerca de mí para guárdarme de todo mal y que no tenga ningún
tropiezo.
Padre Santo, reconozco que es sólo por Tu gracia que puedo cumplir el
llamado y ser un instrumento en tus manos para bendición. Al igual que
Pablo me considero el menor de todos los santos, pero me fue dada esta
gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables
riquezas de Cristo. No me enorgullezco por nada porque por la gracia de
Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, y todo
lo que he trabajado y logrado no se lo atribuyo a ningún mérito personal,
sino a que Tu gracia siempre está conmigo.
Dios poderoso, ante la gran responsabilidad y seriedad de anunciar este
glorioso evangelio, renuncio a toda autosuficiencia, y me humillo bajo tu
poderosa mano para que tu unción y tu poder estén sobre mí, para ser un
ministro competente del Nuevo Pacto. Dame revelación que eres Tú Dios
quien me ha hecho un ministro competente del nuevo pacto, no de la letra,
sino del Espíritu. Que yo no vaya a pensar que soy competente por mí
mismo, sino que mi competencia viene de Dios. Por esto, me humillo ante
la poderosa mano de Dios para recibir mayor gracia.
Te pido Padre, que hoy despiertes mi oído para oír la voz del Espíritu
Santo, y dame lengua de sabios para saber hablar palabras al cansado.
Despierta mi oído mañana tras mañana para que oiga como los sabios. Que
yo no sea rebelde ni me vuelva atrás de lo que Tu Santo Espíritu le revela
a mi oído. Líbrame de ser como aquellos profetas que corrían con una
profecía, pero Tú no les habías hablado, mas ellos profetizaban. Pero si
ellos hubieran estado en Tu secreto, habrían hecho oír tus palabras a Tu
pueblo, lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus
obras.
Señor, pido que la unción de tu Espíritu Santo que estuvo sobre Jesús para
sanar a los oprimidos por el diablo, esté sobre mí para poder hacer las
obras de Dios y poder destruir las obras del diablo. Hoy declaro que el
Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas
nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad
a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor.
Padre, líbrame de depender de la excelencia de palabras o de sabiduría
humana para comunicar tu mensaje. Que yo confié en el poder de la
palabra de la cruz y claramente presente a Jesucristo como crucificado.
Pido que siempre me presente ante los hombres con debilidad, y mucho
temor y temblor; y que ni mi palabra ni mi predicación sea con palabras
persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de
poder, para que la fe de mis oyentes no esté fundada en la sabiduría de los
hombres, sino en el poder de Dios. Hago eco de las palabras de Pedro: “Si
alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra,
ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios
glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los
siglos de los siglos. Amén.” (1 Pedro 4:11). Sé qué hay muchos enemigos
que se oponen a la predicación de la resurrección de Jesús.
Oro con fe que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer
con denuedo el misterio del evangelio, y que se abran puertas en los
corazones de mis oyentes para que reciban la Palabra con fe y con
mansedumbre. Que mis oyentes reciban la palabra que predico, no como
palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual
actúa en los creyentes. Líbrame, Señor de hablar mis propias palabras, y
controla mi ser completo para que pueda estar completamente rendido a
Ti, y pueda llevar a tu pueblo a una nueva dimensión de fe, poder y gloria.
Que yo no hable por mi propia cuenta, porque no ando buscando mi propia
gloria, sino la gloria del que me envió. El predicador que hace esto es
verdadero, y no hay en él injusticia. Padre, Tú me has enviado, y quiero
sólo hablar tus palabras y ser lleno de tu Espíritu Santo sin medida.
Padre misericordioso, gracias que no sólo eres mi Dios, sino mi Pastor que
siempre me guías por el camino derecho en que debo andar. En tu fidelidad
Tú has prometido pastorearme siempre en aguas de reposo. En este ayuno
en que puedo sentir sequías como si estuviera en un desierto, de cierto Tu
saciarás mi alma con las aguas del Río de la vida. Recibo la promesa de
Isaías 58:11, que Tú darás vigor a mis huesos. En el nombre de Jesús todo
cansancio debilidad y enfermedad huyen de mí. Gracias Padre por tener un
alma saciada, un cuerpo fuerte, y un espíritu de vida para compartirlo con
otros. Ahora por tu gracia me convierto en un huerto de riego, y soy como
manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. De mi interior fluirán ríos
de agua viva, como Jesús prometió. ¡Aleluya!
Para evitar que Satanás halle lugar en mí, yo voy a caminar en amor y
perdón. Por la gracia de Dios ninguna palabra que tenga que ver con
enfermedad, dolencia o muerte sale de mi boca. Mi boca es un árbol de
vida, y uso mi lengua para confesar que viviré en salud, fortaleza y vida
abundante para hacer la voluntad de Dios. Creo y confieso que la vida de
resurrección de Jesús se manifiesta cada día en mi cuerpo.
Señor, ayúdame con tu gracia y con tu Santo Espíritu a vivir una vida de
santidad con disciplina en todos mis caminos. Que yo no abuse mi cuerpo
con la glotonería, la embriaguez, y la fornicación, y le cierre todas las
puertas a Satanás para que no entre en mi vida. Sé que puedo contar con la
ayuda del Espíritu Santo para cumplir mis días aquí en la tierra y vivir una
vida santa, fuerte, excitante, y larga. Viviré en completa sumisión a Dios y
con larga vida El me saciará y me mostrara cada día su salvación. Gracias
Padre misericordioso, que mayor eres Tú que estás en mí que el que está
en el mundo, y ninguna arma forjada de enfermedad contra mí prosperará
porque yo soy el redimido del Señor Jehová. Por la sangre y el nombre de
Jesús, Amén.
15- ORACIÓN PARA QUE DIOS SUPLA MIS NECESIDADES
Hago esta oración con la seguridad que todas las cosas ya fueron
preparadas desde antes de la fundación del mundo para aquellos que aman
a Dios. Por lo tanto, voy a mantenerme amandote con todo mi ser porque
Tu Palabra no puede mentir. “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han
subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que
le aman.” (1 Cor. 2:9). Sé que en mi propia prudencia no puedo recibir
estas cosas a menos que me sean reveladas. Por esto, pido que tu Espíritu
Santo me revele, que todas las cosas que yo necesite en este mundo ya
fueron preparadas por mi Padre en el mundo invisible y las puedo recibir
porque son mi herencia en Cristo Jesús. ¡Te alabo Padre, porque si Tú no
reparaste en darme a Jesús, tampoco escatimarás en darme con El todas las
demás cosas!
Señor Jehová, Tú has dicho que el oro y la plata te pertenecen. Hay mucho
dinero en las manos de los pecadores que hace falta para extender tu Reino
y edificar la Última Casa, que será contenedora de una mayor gloria.
Como hijo tuyo que soy, ahora en el nombre de Jesús, le ordeno a Satanás
que saque las garras del oro y la plata que le ha robado a Dios, y que este
dinero sea sacado de las manos del pecador y entregado a creyentes santos
que lo van a usar para gloria de Dios. Ángeles de Dios, traigan las finanzas
del norte, del sur del este y del oeste, para que la casa de Jehová sea
edificada y no haya ningún necesitado entre nosotros. Amén.
Jehová, Jireh, Dios fiel y compasivo. Te pido que cada uno de tus hijos
entren en el pacto de prosperidad Contigo. Que seamos dadores generosos
y diezmeros fíeles. Padre, abre mi corazón y el corazón de tu pueblo para
que asumamos la responsabilidad de financiar el Reino de Dios con
nuestros diezmos y ofrendas. Que las ventanas de los cielos sean abiertas
sobre los hijos obedientes de Dios y haya bendición hasta que
sobreabunde. Gracias, Dios Todopoderoso, porque Tú reprenderás al
devorador de nuestras finanzas. Seremos el pueblo de Tu heredad y las
naciones nos llamarán Bienaventurados. Te lo pido, Padre en el nombre de
Jesús, quien es el heredero de todas las cosas en los cielos y en la tierra.
Amén.
16- RECIBIENDO CON REVELACIÓN LA SANTA COMUNIÓN
Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo
del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. 54 El que
come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en
el día postrero. 55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es
verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí
permanece, y yo en él. 57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por
el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. 58 Este es
el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el
maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente . Juan
6:53-58
Padre, quiero darte gracias por este pueblo que ha escuchado y han tratado
de recibir todo lo que he estado diciendo. Padre, lo que he compartido han
sido los muchos años de mi vida, la herencia en un vaso de barro, el tesoro
en un vaso de barro.
Señor, quiero darte gracias por mi vida. Padre, gracias que Tú has estado
capacitando a tu Cuerpo para despojar principados, y porque Tú lo has
hecho, nosotros también lo vamos a hacer. Y entonces nosotros también
haremos un espectáculo público triunfando sobre ellos.
Jesús, quiero darte gracias por estos hombres y mujeres que Tú me has
dado. Yo pido que se les revele la verdad de la realidad de lo que significa
que el tesoro le sea restaurado a ellos, todo lo que ellos habían perdido en
su línea generacional. Padre, te pido que otra vez Tú abras la puerta para
estos hombres y mujeres, que en ese lugar ellos vean que Tu Reino ha
llegado.
Padre, te pido que en el Reino, los ángeles que nos han sido asignados sean
desatados para hacer el trabajo, para hacer el mandato del Padre; todo
ángel que ha sido asignado a la familia, a la línea generacional, a la
ciudad, a la iglesia, y a la nación donde vivimos, para que ellos sean
desatados y liberados para hacer su trabajo y desatar el mandato y pelear a
favor nuestro. Padre hoy nosotros recibimos su ministerio, en el nombre
de Jesús.
Padre, te pido que Tú bendigas este pueblo con su tesoro en vasos de barro,
que llenes sus almacenes hasta que sobreabunde, con una medida buena,
apretada, remecida, y rebosante, en el nombre de Jesús, ¡Aleluya!
Y Dios nuestro, oramos a Ti para que nos eleves a cada uno a la presencia
de Dios, para que pongas en nosotros tal conciencia de Dios, de Su amor,
de Su pureza, de Su santidad y de Su poder, oh Dios, nuestro Cristo. Que
nuestra alabanza a Ti y nuestra adoración a Dios sean en la hermosura de
la santidad. Oh Dios, que te adoremos a Ti en espíritu y en verdad, en el
nombre de Jesús. Te pedimos, Dios nuestro, que toda cosa escondida, todo
lo que no tiene la luz de la gloria de Dios, sea eliminado de nuestra
naturaleza. Oh Dios, nuestro Cristo, que una vez más podamos estar
delante de Jesús, como hizo Natanael el israelita, en el cual no había
engaño. Oh Dios, te pedimos que elimines de nuestras almas, limpies de
nuestras naturalezas, y laves de nuestros corazones todo lo que no es santo,
todo lo engañoso, este demoníaco orgullo espiritual que es tan sutil. Oh
Dios, quítalos. Que podamos permanecer, oh Dios, sin engaño delante de
nuestro Dios, en el nombre de Jesús.
Bendito sea Tu nombre, oh Dios. Te adoramos y levantamos nuestras
manos y nuestros corazones al cielo, y decimos: bendito sea Tu nombre.
Santo, santo, santo es el Señor. ¡Bendito sea Su nombre! Dios nuestro, a Ti
ofrecemos en esta mañana alabanza, adoración, gloria y honor a Tu
nombre para siempre jamás. Bendito sea Tu nombre. Amén.
Padre Celestial,
Padre Celestial, abre mis ojos que yo pueda ver lo grande que Tú eres y lo
completa que es tu provisión para este día. Estoy agradecido que la
victoria que el Señor Jesucristo ganó para mí en la cruz y en su
resurrección me ha sido dada, y que estoy sentado con el Señor Jesucristo
en lugares celestiales. Ahora yo tomo mi lugar con El en los lugares
celestiales y reconozco por fe que todos los espíritus malignos juntamente
con Satanás están debajo de mis pies. Por lo tanto, yo declaro que Satanás
y sus espíritus malignos están sujetos a mí en el nombre del Señor
Jesucristo.
Otra vez, me cubro con la sangre del Señor Jesucristo y oro que Tú,
bendito Espíritu Santo traigas hoy a mi vida toda la obra de la crucifixión,
toda la obra de la resurrección, toda la obra de la glorificación, y toda la
obra de Pentecostés. Me rindo completamente a Ti. Rehusó estar
desanimado. Tú eres el Dios de toda esperanza. Tú has probado Tu poder
resucitando a Jesucristo de entre los muertos, y yo reclamo en todo
aspecto esta victoria sobre todas las fuerzas satánicas en mi vida. Oro con
acción de gracias en el nombre del Señor Jesucristo. Amén.
20- ORACIÓN MILITANTE PARA VICTORIA DIARIA
Padre Celestial, yo reconozco que Tú eres más que digno de recibir toda
gloria, honor y alabanza. Renuevo mi lealtad y mis votos a Ti, y oro que el
bendito Espíritu Santo me capacite en este tiempo de oración. Estoy
agradecido que en Jesús, Tú me has hecho completo, y que Tú te me has
ofrecido para ser mi ayuda y mi fortaleza diaria. Doy gracias que la
victoria que el Señor Jesucristo ganó para mí en la Cruz y en Su
resurrección me ha sido dada, y que estoy sentado con el Señor Jesucristo
en lugares celestiales. Tomo mi lugar con Él en los lugares celestiales y
reconozco por fe que todos los espíritus malignos y el mismo satanás están
debajo de mis pies. Declaro, por tanto, que satanás y sus espíritus
malignos se me sujetan en el nombre del Señor Jesucristo y me regocijo en
Tu misericordia y bondad, Señor.
Doy gracias por toda la Armadura de Dios que Tú has provisto. Me pongo
toda la armadura de Dios y vivo y oro en una completa dependencia a Ti,
bendito Espíritu Santo. Me pongo el Cinto de la Verdad, la Coraza de la
Justicia, las Sandalias de la Paz y el Yelmo de la Salvación. Levanto el
Escudo de la Fe en contra de todos los dardos encendidos del enemigo; y
tomo en mi mano la Espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios, y
decido usar Tu Palabra en contra de las fuerzas del mal en mi vida.
Padre Celestial, abre mis ojos cada día para que yo pueda ver qué
grandioso eres y cuán completa es tu provisión para mí. Padre, por favor
dame ojos para ver y oídos para oír, que yo pueda entender esas cosas que
me estás mostrando y hablándome, para yo entenderte mucho mejor y
hacer exactamente lo que Tú quieres que yo haga. Oh Padre, cuando Tú
dijiste busca mi rostro, mi corazón gritó hacia Ti: "Tu rostro, Señor, yo
buscaré". Padre, no escondas tu rostro de mí, no rechaces a tu siervo en tu
enojo, Tú has sido mi ayuda; no me dejes ni me desampares, oh Dios de
mi salvación; sino muéstrame tu rostro y guíame en el camino que debo
andar para que no me desvié del camino recto y angosto que Tú has puesto
delante de mí. Oh Señor, te pido que los cielos se abran y que yo pueda ver
visiones de Dios.
En todo aspecto me paro firme en la victoria de la ascensión y
glorificación del Señor Jesucristo, por medio de la cual todos los
principados y potestades fueron sometidos a Él. Reclamo mi lugar en
Cristo en este día, y estoy victorioso con El sobre todos los enemigos de
mi alma. Bendito Espíritu Santo, oro que me llenes hasta que rebose,
rompe todo ídolo, y echa fuera todo adversario. Oro que Tú me ayudes a
andar en el Espíritu en este día y todos los días. Oro que no me dejes caer
en tentación, mas líbrame de todo mal, de toda tentación demoníaca, y de
toda trampa del enemigo. Yo oro y creo que ninguna arma formada en
contra mía prosperará, y que toda lengua que se levante contra mí será
condenada.
Estoy agradecido, Padre Celestial, que las armas de nuestra milicia no son
carnales, sino poderosas en Dios para para la destrucción de fortalezas,
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y llevando cautivo cada uno de mis pensamientos a
la obediencia del Señor Jesucristo. Por lo tanto, en mi propia vida, el
nombre de Jesús derriba toda fortaleza de satanás y ata los planes que el
enemigo ha formado en contra mía y los echa fuera de mi vida. Padre, en
el nombre de Jesús, ato toda fortaleza de satanás en contra de mi mente, y
te rindo mí mente Señor, y te pido que Tu mente esté en mí como estuvo
en Cristo Jesús. Afirmo Padre Celestial, que Tú no me has dado espíritu de
temor, sino de poder, amor y una mente sana. Padre, en el nombre de Jesús
yo ato toda fortaleza formada en contra de mi voluntad; yo te rindo mi
voluntad y decido tomar las decisiones de fe correctas para mi vida. Padre,
ato toda fortaleza de satanás formada contra mi cuerpo; y te rindo mi
cuerpo reconociendo que mi cuerpo es el templo del Dios Viviente
Todopoderoso y es el lugar de morada para su Santo Espíritu, y me gozaré
sabiendo que la sangre de Jesucristo me cubre.
Padre, por favor permite que el Espíritu Santo repose sobre mí: el Espíritu
de sabiduría y de entendimiento, el Espíritu de consejo y de poder, el
Espíritu de conocimiento y de temor del Señor; y dame un entendimiento
preciso del temor del Señor; y Padre, que yo no juzgue según la vista de
mis ojos, y que no sentencie por lo que oigan mis oídos. Padre, por favor
toma el carbón encendido y limpia mis labios para que ninguna
comunicación mala y corrupta salga de ellos, sino aquello que sea bueno
para la necesaria edificación, que le ministre gracia a los oyentes, que
liberte los cautivos, y glorifique al Dios Viviente Todopoderoso.
Otra vez, me cubro con la sangre de nuestro Señor Jesucristo y oro que Tú,
bendito Espíritu Santo, traigas toda la obra de la crucifixión, de la
resurrección, de la glorificación, y toda la obra de Pentecostés a mi vida
este día. Me rindo con todo lo que soy a Ti Señor, y rehuso en el nombre
de Jesucristo a escuchar todo lo que me cause desánimo, duda e
incredulidad. Padre, yo te confiaré Señor y no tendré temor. Te confiaré
Señor cada vez que la duda y la incredulidad vengan contra mí. Me
someteré a tus enseñanzas para que pueda experimentar una confianza
completa. Gracias Padre, porque eres mi salvación, mi fortaleza, y mí
esperanza para el mañana. Tú Señor eres mi Jehová Jireh. Padre, Tú me
has probado tu poder al resucitar a Jesucristo de los muertos. Por lo tanto,
te alabaré con mucho gozo en mi corazón y sacaré con gozo aguas de las
fuentes de la salvación.
Padre, te doy gracias por tu unción sobre mí. Por eso confieso con denuedo
que viviré y no moriré. Viviré para hacer las obras de mi Padre, para sanar
al quebrantado de corazón, para predicarle el evangelio a los pobres, para
predicar liberación a los cautivos, y recuperación de la vista a los ciegos.
Viviré para poner en libertad a aquellos que están heridos y les contaré de
las bondades del Señor en la tierra de los vivientes. Yo voy a vivir para
gritar y proclamar la victoria de la cruz sobre todas las fuerzas satánicas
en mi vida. Padre, viviré para alabar Tu Santo Nombre.
17 de Agosto de 2019