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“Por una Escuela real”

POR UNA ESCUELA REAL

PROYECTO DE ACCIÓN PEDAGÓGICA

I. IDENTIFICACIÓN
1) Marco Institucional: Grupo de Acción Pedagógica “Mbo’e Jera”
2) Año: 2021
3) Ciudad: San Lorenzo – Paraguay

II. NATURALEZA DEL PROYECTO

II.1. Fundamentación

La tarea pedagógica contemporánea se dirige, por todas sus trazas,


hacia el oscuro abismo de la deshumanización.

Despojada de significado, de carácter y de sentido, la educación formal


va camino a convertirse en el mecanismo social legitimador de una nueva
normalidad, impuesta mediante el consenso silencioso de las masas, que dista
inmensamente de aquello que los seres humanos de todas las épocas han
valorado como razonable, encomiable o plausible. 1

Lejos de ello, esta realidad artificial apunta claramente a la paulatina


sustitución de la presencia por la apariencia, del contenido por el continente, de
la verdad por la ilusión, de la experiencia por la latencia, del espíritu por la
materia, y, finalmente, conduce hacia una sociedad de clones en donde la
práctica totalidad de los instintos, anhelos, sentimientos, ideas, ideales y
patrones de comportamiento del ser humano estarían predeterminados por una
metaestructura transpersonal, indivisa, anónima y, potencialmente, letal.

Ante tan evidentes intenciones, sustancialmente aceleradas por el efecto


inercial del Encierro Global (“lockdown”) resuelto sinérgicamente por las
autoridades mundiales (salvo raras excepciones) poco después de la aparición
de la “pandemia del Covid-19” (así declarada por la OMS), no caben
respuestas tímidas ni evasiones pusilánimes. Lo que corresponde es asumir la
carga de cuánto representa la humanidad y defender los fundamentos de la
misma en cuanto seres humanos concretos dotados de una vocación
pedagógica intensa y congruente con los imperativos culturales de la hora:
recuperación del sentido de lo sagrado, epifanía del encuentro y redención de
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la individualidad; oposición a una ética sin asidero espiritual, centrada apenas


en la supervivencia y en la continuidad ecológica de la especie, es decir,
asumida como un reduccionismo biológico sin otra meta que la preservación
centrípeta del sujeto ante las supuestas agresiones del medio.

II.2. Metodología

Concebido como un camino nuevo, aunque inspirado en grandes gestas


míticas e históricas de la humanidad, este proyecto se define como una
incursión decidida en el terreno de la acción pedagógica alternativa, opuesta al
concepto y a la filosofía (por así decirlo) de esta nueva normalidad vigente en el
mundo globalizado. Normalidad que se describe y defiende desde los medios
como imprescindible y necesaria para “cuidarnos”, pero que fuera de su
inaudita difusión mediática y su aún más increíble aceptación acrítica por parte
de las masas, no se sostiene mediante argumentos científicos válidos o
premisas ontológicas serias.

Debido a esta orfandad teórica, la nueva normalidad ha recurrido


2
a una
especie de acopio de argumentos extraídos del campo de la medicina oficial,
de la climatología escatológica, del big data y de la realpolitik caracterizados
por su apelación constante al miedo como principal herramienta de disuasión.
Un miedo que, según los entusiastas arúspices de esta nueva ola política, no
es otra cosa que amor, amor expresado como supuesto cuidado hacia los
demás. Veamos ahora, cuidadosamente, en qué consisten las mistificaciones y
falacias del punto de vista “neonormalista”.

Las aberraciones lógicas conocidas como falacias del pensamiento en


que caen, sin solución de continuidad, los defensores de la nueva normalidad
son variadísimas y crecientes, pero, con el objeto de resumirlas, citaremos
solamente las más frecuentes.

En primer lugar, se encuentra la falacia del alegato especial, también


conocida como falacia del embudo, definida como aquella “que tiene lugar
cuando alguien, en su argumentación, recurre o hace alusión a una visión o
sensibilidad especial del tema objeto de debate y, bien sea de manera implícita
o explícita, esta persona mantiene que el oponente posiblemente no puede
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comprender las sutilezas o complejidades del tema en cuestión, porque no


alcanza el nivel de conocimiento o la empatía que supuestamente se requiere.
Detrás de tal alegato especial o pretensiones de una visión profunda o empatía
se presume que las opiniones del sujeto no pueden ser evaluadas por el
oponente porque este no tiene la capacidad de hacer ningún juicio válido.”

Esta falacia ha estado presente en los argumentos empleados para


sostener el encierro, la educación virtual, el uso permanente de mascarillas, el
distanciamiento, el cierre de negocios, etc., bajo el común denominador de la
sensibilización o el sentimentalismo forzado. Expresiones como “alejémonos
ahora para volver a abrazarnos todos después”; “me distancio porque así te
cuido y te quiero”; “usar mascarilla es cuidarse y cuidar al otro” y otras del
mismo jaez estuvieron presentes –y lo están aún- de manera ininterrumpida
durante el bombardeo mediático masivo al cual se ha visto sometida la
población mundial. Lo que nadie ha podido comprobar, empíricamente, ha sido
si tales eslóganes –real y positivamente- han aportado algo más sustancial,
desde el punto de vista lógico, que su discutible y forzada apelación a la
sensibilidad, una sensibilidad más cercana a argumentos de telenovelas
3 o
folletines dieciochescos que a la generalmente más compleja y muchas veces
contradictoria realidad. Apelación al sentimentalismo esta, aún más falaz,
debido al hecho de que ha permitido dividir, artificial y apriorísticamente, a la
humanidad en dos sectores claramente diferenciados: el de los conscientes y
responsables (los seguidores del alegato especial) y el de los inconscientes e
irresponsables (aquellos que apenas empezaban a preguntar en voz alta por
qué, sin obtener respuesta desde luego, antes de seguir las directivas de los
“conscientes” y “sensibles”).

La segunda falacia que no han dudado en emplear los heraldos


neonormalistas ha sido, tristemente, la conocida como falacia ad baculum (o
falacia del bastón) la cual implica sostener la validez de un argumento
basándose en la fuerza, en la amenaza o en el abuso de la posición propia; en
otras palabras: «La fuerza hace el derecho». No cabe más que recordar que
ante las tímidas protestas de la población ante el encierro indiscriminado y
forzoso, ante la veda de toda actividad pública, ante el escrache mediático de
las voces divergentes (por autorizadas que fueran) o hasta la fuerte censura al
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mero contacto humano, las autoridades han respondido, inmediatamente, con


aquello que debería constituir, en palabras del mismísimo Luis XIV, el último
argumento de los reyes (última ratio regum): la fuerza. Así, han procedido a
multar y luego a clausurar negocios, despedir empleados reticentes a cumplir
con las medidas, suspender cuentas en redes sociales, invalidar el acceso a
videos y textos divergentes en Internet, desmonetizar y/o clausurar canales
disidentes en Youtube, motejar como “conspiranoicos” o “negacionistas” a los
incómodos ciudadanos que se animaron a preguntar más de la cuenta o a
buscar información en sitios no oficiales y, lo que es aún más grave, en
numerosos episodios (Colombia, Argentina, España, Francia, Alemania,
México, Estados Unidos, Perú, etc.) a imponerse mediante la represión policial
directa y desproporcionada, la cual ha derivado en no pocas ocasiones en el
desenlace fatal de la muerte de los incautos y los “desobedientes”. Dio igual
que estos “desobedientes” se arriesgaran a evadir el encierro no por ansias
subversivas o de desobediencia civil, sino por el básico impulso de salir a
buscar el pan para sus hijos, medicinas para sus seres queridos; o, en
ocasiones, por atreverse a colorear con un poco de aire puro, sol y cielo azul la
4
gama de monótonos grises del largo encierro decretado por los gobiernos (aire
puro, sol y cielo abierto que, por cierto, constituirían otros agentes irremisibles
del mal según los fanáticos de la nueva consciencia) En fin, sea por a, por b, o
por los motivos que fueran, las detenciones, las multas, el escrache mediático,
los procesos inconstitucionales, o, ¿por qué no?, las balas, no faltaron, y no
dejaron de enviar su contundente y disuasivo mensaje de que “quién no se
amolde, tendrá motivos para arrepentirse de ello”.

Una tercera falacia –y esta sí probablemente la más característica de


esta inmensa campaña de manipulación- ha sido la conocida como el
argumento ad nauseam, la cual se describe como aquella en la que se
argumenta a favor de un enunciado mediante su prolongada reiteración, por
una o varias personas. La apelación a este argumento implica que alguna de
las partes incita a una discusión superflua para escapar de razonamientos que
no se pueden contrarrestar, reiterando aspectos discutidos, explicados y/o
refutados con anterioridad. El ejemplo histórico más célebre de esta falacia
corresponde a aquella expresión atribuida a Joseph Goebbels, Ministro de
“Por una Escuela real”

Propaganda del régimen nazi, el cual empleara como lema de trabajo la frase:
“una mentira mil veces repetida se convierte en verdad”.

Esta falacia ha sido, sin lugar a dudas, la modalidad preferida de


perversión del verdadero pensamiento científico por parte de los referentes de
la neonormalidad. Así, la televisión, la radio, los periódicos, la cartelería, las
redes sociales y las autoerigidas autoridades científicas, han constituido un
frente de acción propagandístico de dimensiones inverosímiles por su magnitud
y su unanimidad. Desde sus respectivas atalayas comunicativas, han sido los
artífices cotidianos del consenso, organizado en base a postulados de una más
que dudosa relación con la verdad como: “la educación virtual es la modalidad
más adecuada para este nuevo tiempo”; “el uso constante de las mascarillas no
implica ningún peligro”; “no hay evidencias científicas de tratamientos
alternativos para el Sars-Cov 2”; “el encierro es la única opción de prevención
de la epidemia, aun para los individuos sanos”; “el feto es un fenómeno, no un
ser humano”1; “los países que antepongan la economía por sobre la salud,
perderán ambas”; “cuidémonos para que, muy pronto, todo vuelva a ser igual”;
“aún no hemos llegado al pico de la pandemia”; “el relajamiento social
5 obliga al
retroceso de fases”, y otros dichos del mismo estilo, repetidos hasta el
cansancio y con un entusiasmo digno de mejor causa desde todas las troneras
del establecimiento informativo.

Podríamos seguir citando aún más falacias en que han incurrido los
propagadores de esta inversión monumental de valores, costumbres y
creencias conocida como “nueva normalidad”; pero, para los fines de este
proyecto, resulta más que suficiente con lo expuesto hasta este punto. Baste
repetir que en lo que atañe a la educación, como actividad formal y oficial, la
implantación sin resalvas de la modalidad virtual, ha supuesto un golpe bajo al
corazón de todo proceso de enseñanza y aprendizaje, que no es otro que el
encuentro entre docente y alumno, el contacto entrañable, cercano y singular
entre quien tiene algo para dar y quien tiene sed de recibirlo.
1
Frase recientemente expresada ante los medios de prensa por el Ministro de Salud de la República
Argentina, Ginés González García, en la semana previa a la discusión del Proyecto Gubernamental de
Despenalización del Aborto en el vecino país. La secuencia completa de su alocución reza así: ““Acá no
hay dos vidas como lo dicen algunos, acá claramente es una sola vida y lo otro es un fenómeno (...). Si no
fuera así, estaríamos ante el mayor genocidio universal, que es el que hace más de la mitad del mundo
civilizado, mucho más de la mitad” (https://www.hispanidad.com/confidencial/argentina-ministro-
salud-dice-feto-no-tiene-vida-sino-es-fenomeno-si-es-fenomeno_12022779_102.html)
“Por una Escuela real”

Es, precisamente, sobre esta roca del encuentro, del diálogo y de la


presencia, que se pretende asentar esta idea, preñada de potenciales
posibilidades de enriquecimiento, interacción y variedad, que constituye el eje
de la praxis de este proyecto.

Requisito esencial para las posibilidades de éxito de este proyecto será


el estímulo que la comunidad (las comunidades) en la cual se implemente,
pueda brindar al plan de actividades propuesto. Dicho plan educativo, a
desarrollarse necesariamente en breves pero intensas jornadas, constará de
los siguientes contenidos:

- Espacios de refuerzo del currículum educativo oficial en sus


principales disciplinas (lenguas oficiales, matemáticas, ciencias
naturales, historia y geografía, educación física, educación para la
salud, orientación y desarrollo personal).
- Espacios de talleres extracurriculares diversos. Entre los variados
cursos breves e intensos que se podrían desarrollar se citan:
bricolaje, horticultura en macetas, cocina tradicional, permacultura,
6 tai chi,
apicultura, cooperativismo, ajedrez, rastreo y exploración,
kung fu, danza paraguaya, flauta, guitarra, canto, teatro, títeres, etc.
- Espacios de reflexión acerca de diversos temas de interés para los
participantes.

Estas actividades serán adaptadas a los rasgos más característicos de


la comunidad como podrían ser la variedad de lengua usual en la misma, la
ocupación económica de sus individuos, sus intereses primordiales, sus usos y
costumbres invariables, etc. El amplio abanico de posibilidades nace
precisamente de la voluntad de ofrecer a la comunidad espacios de
conocimiento propios de la cultura nacional y universal, que constituyen
terrenos propicios para el cultivo de valores, de conceptos, de destrezas y de
habilidades que constituyen parte del patrimonio espiritual del ser humano, un
patrimonio al cual todos los hombres y mujeres pueden acceder, pero para
cuya apropiación y absorción como sustancia nutriente del conocer, del hacer y
del ser es inmensamente más significativa la comunicación entre seres
humanos reales y corpóreos antes que la mera interfaz virtual que se opera
mediante una pantalla de ordenador o de teléfono.
“Por una Escuela real”

Recurrir a la clásica vivencia de la dualidad maestro-alumno no implica,


necesariamente, una negación de los aportes pedagógicos surgidos desde
diferentes cosmovisiones filosóficas e ideológicas, y hasta de las
contribuciones de la misma tecnología (en tanto y en cuanto no anulen la
primacía del ser humano por sobre la máquina); lo que se pretende con ello,
más bien, es corregir un error muy arraigado en el ámbito académico que
consiste en la tendencia común que ha asumido buena parte de la civilización
occidental en prescindir progresivamente de todo orden, de toda jerarquía, en
nombre de una mal entendida igualdad.

Al respecto, Antonio Caponnetto, el gran pedagogo argentino señalaba


no hace muchos años: “el desconocimiento de la autoridad del maestro es
consecuencia de la confusión entre autoridad y coacción. Se pretende
hacernos creer que toda autoridad es sinónimo de autoritarismo coactivo,
compulsivo, coercitivo, y que, por lo tanto hay que oponer dialécticamente la
autoridad con la libertad. Pero esto es redondamente falso, porque
precisamente la verdadera autoridad, por ser tal, empieza por ser un servicio. Y
si toda autoridad verdadera es un servicio, nunca puede ser un atropello
7 a la
libertad del prójimo. Por el contrario, es un auxilio invalorable e insustituible en
la libertad del prójimo”.

En síntesis, un orden ontológico, es decir nacido del ser y del


reconocimiento de su sustancia, constituye la causa moral de la libertad y no su
negación. Orden y libertad, disciplina y espontaneidad, se conjugarán, pues, en
precisa armonía para concertar el cumplimiento de los planes de acción
pedagógica de este proyecto.

II.3. Objetivos

1. Proponer un modelo de escuela móvil con sustento ontológico, moral


y racional.
2. Disponer un currículum diferenciado congruente con las necesidades
primordiales del educando.
3. Apoyar conscientemente a las comunidades en su lucha por la
supervivencia de sus tradiciones, historia y conocimientos.
“Por una Escuela real”

4. Predisponer a los docentes y alumnos hacia una lectura


comprensiva, exegética y crítica de la realidad.
5. Sumar a la observación y al conocimiento de los educandos datos
excluidos o silenciados por el relato común vigente en la Educación
Oficial.
6. Alentar el rebrote de actitudes de pertenencia hacia la comunidad,
hacia su historia, destino e identidad.
7. Motivar una recuperación de los saberes humanísticos clásicos como
el pensamiento filosófico, las lenguas y la mitología de los pueblos
fundadores de la civilización occidental.
8. Propender, mediante la práctica y el análisis constante, hacia
experiencias educativas sustanciales y, por ello mismo, permanentes.
9. Defender el papel de la Educación Física y la Expresión Corporal
como áreas de importancia sustantiva en la formación integral de la
persona humana.
10. Fomentar todo tipo de especulaciones, discusiones y análisis de tipo
religioso, político, histórico, social y cultural como desafío a la
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voluntad de pensamiento estandarizado vigente, hoy, a nivel global.
11. Asumir el deber de registrar en forma de archivos veraces y
contrastables los datos de la realidad económica, social, histórica y
cultural a ser transmitidos en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
12. Recuperar el sentido sacro del arte como expresión de los más
hondos anhelos y pulsiones del ser humano antes que mero ornato o,
peor aún, catarsis de los más bajos instintos de la especie.
13. Recuperar, tanto en el programa como en la praxis, la convicción de
la trascendencia de los trabajos y afanes humanos, los cuales, si bien
se enraízan en la temporalidad, resuenan más allá de su tiempo y de
su espacio.
14. Educar bajo la inspiración de los más altos valores de la humanidad:
amor, verdad, bien, justicia, libertad, respeto, solidaridad, fe,
esperanza, fortaleza y templanza.

III. ESQUEMA MODELO DE ACTIVIDADES


“Por una Escuela real”

A continuación, se presenta, tal cual surge en una primera proyección,


sin los ajustes que la práctica irá introduciendo inevitablemente, un Esquema
de Actividades Educativas de posible implementación en las comunidades en
las cuales el proyecto logre arraigarse y, si las circunstancias lo permiten,
sostenerse en el tiempo.

Primera Parte: Bienvenida y orientaciones generales. De 07:00 a 07:30


Explicación (con presencia de padres y de la Hs.
comunidad en general) de la idea central y de los
objetivos del Proyecto.
Segunda Parte: Inicio de las horas de Refuerzo
Educativo con este horario tentativo:
a) Lengua Castellana y Guarani Ñe’ȇ. De 07:30 a 09:00
b) Receso. De 09:00 a 09:20
c) Matemáticas De 09:20 a 10:30
d) Educación Física – Expresión Corporal - De 10:30 a 11:15
Recreación.
e) Reunión de Mediodía. Reflexión y Descanso. De 11:15 a 11:30
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Almuerzo.
Tercera Parte: Inicio de los Talleres Especiales.
a) Taller de Danza Paraguaya. De 14:00 a 14:40
b) Taller de Desecación de Frutas y de Producción de De 14:40 a 15:40
Encurtidos y Conservas.
c) Receso De 15:40 a 16:00
d) Actividades lúdicas y reflexivas finales. Despedida. De 16:00 a 17:00
Cuarta Parte: Reunión con la comunidad. Diálogo y De 18:00 a 20:00
encuentro. Cena y Despedida.
Quinta Parte: Redacción de la Bitácora de Trabajo, De 20:00 a 21:00
lectura y archivo de la misma y de otras notas de
interés.

IV. CONCLUSIÓN

El futuro no es otra cosa que la suma de los tiempos pretéritos y los


presentes; así que su elucidación no es tarea de augures ni de nigromantes ni
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de videntes de ninguna índole, sino de los actos de los seres humanos,


hombres y mujeres, que lo edifican, lo configuran y lo concretan, al fin, en
imágenes coherentes con la densidad de sus sueños y esperanzas, la
magnitud y persistencia de sus esfuerzos, la magnanimidad o mezquindad de
sus corazones, la capacidad de donación y de entrega en pos de sus ideales o,
por el contrario, su renuncia a vivir y a luchar en nombre de una pretendida
imposibilidad de erguirse frente a lo preestablecido.

Hoy la humanidad entera, no un país solamente o una región, se


enfrenta de hecho a la pregunta cardinal de nuestra especie: ¿estamos hechos
(por Dios, la Naturaleza o la evolución, pues a estos efectos da idéntico
resultado) para pretender únicamente la supervivencia o podemos aspirar a
algo más, a celebrar la vida como un don, como una oportunidad de encuentro,
de identidad, de ser, de hacer y de aprender?

Para los neonormalistas, cuya praxis basada en la falacia y la


alucinación colectiva hemos descrito en líneas anteriores, la única respuesta
posible parece ser la primera, pues parecen competir día a día en erigir a la luz
pública enemigos reales o imaginarios de la humanidad (virus,10contacto,
cercanía, aglomeración, presencia, abrazo, viaje, palabra, grito, nacimientos,
vejez, población, tradiciones religiosas o profanas, etc.) y mediante la asunción
de los mismos a la categoría de monstruos mitológicos contra los cuales no
cabe otra alternativa que unirse y combatir, han logrado decretar y justificar la
suspensión imperativa de todos las pulsiones espontáneas del ser como la
afección a los demás, el encuentro, el contacto, el libre movimiento, la reunión
con los propios y con los extraños; todo lo cual nos ha llevado a esta paradójica
situación actual en la cual el ser humano “no vive porque quiere vivir” o
“renuncia a vivir para no morir”, postulados estos que, como cualquier lego
puede entender, son aberraciones del pensamiento, contradicciones lógicas
visibles y radicales, además de completos absurdos a la luz del sentido común
y de la experiencia de vivir.

Ante esto, se hace necesaria la crítica y la resistencia. Crítica ante la


deificación del sofisma y del eslogan per se; crítica ante la anulación de las
identidades nacionales y comunitarias; crítica ante la acumulación masiva de
poder que hace, hoy, de los gobiernos, meras correas de transmisión de las
“Por una Escuela real”

decisiones fundamentales de la humanidad en su conjunto, tomadas en


conciliábulos discretos y ratificadas sin réplica posible en el seno de
organismos supranacionales de poderosos tentáculos y soberbias
prerrogativas.

Este Proyecto en particular propone el escenario educativo como campo


de batalla, de batalla por la Humanidad, su historia, su esencia, sus creencias,
sus tradiciones y sus esperanzas. Por la humanidad y su cordura mancillada;
por la humanidad y su candor sin tacha reducido a polvo y a ceniza; por la
humanidad y su futuro, representado en los niños y en los jóvenes,
amenazados de muerte espiritual y física por las omnipresentes manos
invisibles del poder más omnímodo, brutal y ciego que hayan padecido
hombres y mujeres en su historia: la Sinarquía que ha engendrado esta Nueva
Normalidad antihumana, antinatural y distópica que nos ha tocado en suerte
vivir y ante lo cual solo tenemos dos alternativas: o rendirnos o rebelarnos.

La Educación ha sido, en toda época, reducto de rebelión y frontera ante


la barbarie. Es hora de que los maestros la hagan retornar por sus fueros y que
campee la luz por sobre las perversas tinieblas de la hora. 11
“Por una Escuela real”

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