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HERMENÉUTICA BÍBLICA

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Una Reseña de Lectura

Presentada al

Dr. Dominick Hernández

The Southern Baptist Theological Seminary

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En cumplimiento parcial

de los requisitos para 22100H WW

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Por

Julián Durán

jduranmelo@students.sbts.edu

14 de marzo de 2021
José M. Martínez, Hermenéutica Bíblica. Barcelona: Editorial CLIE, 1984.

José M. Martínez (1924 - 2016) fue pastor en la Iglesia Bautista de Gracia de

Barcelona durante treinta años de ministerio. Posteriormente, docente en la producción de

literatura, y dirección de revistas cristianas Eco de la Verdad y Aletheia. Fue también secretario y

director de la Alianza Evangélica Española (AEE), y presidente del Centro Evangélico de

Estudios Bíblicos (CEEB). Desde la culminación de sus estudios teológicos en el London Bible

College dedicó gran parte de sus esfuerzos a una concienzuda y amplia labor de investigación en

el área de la hermenéutica bíblica1. Los resultados de su trabajo se registran en el libro analizado

en la presente reseña.

Hermenéutica Bíblica es un libro de carácter académico, dirigido a ministros,

estudiantes de seminario, o personas con conocimientos bíblicos previos que desee “ahondar en

el significado de las Sagradas Escrituras a fin de poder recibir y comunicar con mayor

efectividad el maravilloso conocimiento de la revelación de Dios” (12). Su tesis principal

consiste en (1) demostrar la necesidad aplicar el método gramático –histórico para la correcta

interpretación del significado de los pasajes de la Biblia (27, 121), y (2) explicar detalladamente

la aplicación del método, con sus diferentes consideraciones, para los géneros literarios del

Antiguo y Nuevo Testamento.

Resumen
Martínez inicia su libro definiendo la hermenéutica bíblica como la ciencia de la

interpretación de las Escrituras (16-17), que ayuda al lector de la Biblia a entender el verdadero

significado de los textos bíblicos, y su aplicación para las personas de hoy (19,25). Advierte del

riesgo de imponer autoridades humanas que regulen la interpretación de la Escritura (22), y la

1
“Jose M Martinez” en Pensamiento Cristiano. Consultado el 13/3/2021.
https://pensamientocristiano.com/JoseMMartinez.shtml

1
importancia de aplicar la hermenéutica en el contexto de una comunidad de fe: la Iglesia (23,24).

Resalta la objetividad, el espíritu investigativo, y la humildad al tener una aproximación a las

Escrituras (28-31). Y como requisito fundamental la capacidad espiritual, de compromiso, y de

espíritu mediador requerida para quien interpreta la Biblia (31-36).

En segundo lugar, se presentan la naturaleza y características de la Biblia como

escritura sobrenatural, que difiere de otras obras literarias en cuando a origen divino (39) y

relación con los acontecimientos de la historia humana (41). Que incluye una revelación de Dios

en actos, y proposiciones que explican los actos (43), y cuyos mayores actos y proposiciones se

encuentran en Jesucristo (44).El autor refuta la argumentación del origen humano de la Biblia

indicando que atribuir las cualidades de la Biblia al genio ingeniosos de los hombres, separados

en el tiempo, influenciados por contextos diferentes y en plena unidad de propósito y contenido,

es negar voluntariamente toda posibilidad de revelación. (45).

Martínez explica detalladamente el proceso de revelación que Dios dio a seres

humanos inspirados, entendiendo la inspiración como “la influencia sobre el pensamiento o en la

guía divina que dirigiera la investigación y la reflexión del escritor.” (49). Argumenta que debido

a la inspiración la Biblia tiene un origen divino y humano, que usa la personalidad, la formación,

y el estilo de redacción de los escritos sagrados como un “ropaje de la revelación”(50). También,

afirma que Jesucristo corrobora la autoridad del Antiguo y Nuevo Testamento para la vida
cristiana, y se convierte en el centro de la revelación de la Biblia (54). Se sustentan los conceptos

de infalibilidad e inerrancia bíblica, aclarando la existencia de matices en la Biblia en donde hay

preceptos temporales y permanentes, textos esenciales y secundarios, puntos claros y oscuros,

que todo intérprete debe tener en cuenta a la hora de interpretar su significado (55-63).

En tercer lugar, se expone un detallado análisis histórico de la hermenéutica en donde

se destacan algunos sistemas de interpretación con sus posibles ventajas y deficiencias. Se

presenta el método literalista como aquel que toma “el sentido literal del texto, a menos que ello

sea razonablemente inadmisible”, y los peligros del letrismo, y el legalismo (66-68). El método
alegórico que se aproxima a los textos con significados ocultos y simbólicos, y los peligros de

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reemplazar el significado que el autor inspirado quiso transmitir con el subjetivismo del

intérprete. (68-74). El método dogmático, que propone encajar los textos en un orden de temas

bíblicos, y los peligros de imponer esta teología sistemática en su interpretación (74-77). La

interpretación liberal del siglo XX que adapta la teología al uso humano racional, y los peligros

del pragmatismo (79-87). El método histórico-crítico como útil en su correcta aplicación, pero

que se convirtió en una corriente liberal que distorsiona el significado de las Escrituras por los

presupuestos filosóficos de quienes la utilizan (87-93). El método teológico-existencial que

buscaba situar la Biblia por encima del predominio del método histórico-crítico, pero que asigna

erróneamente un carácter mitológico a la Biblia, y por ende una necesidad de descifrar los

aparentes “mitos” (95,107). La nueva hermenéutica que busca una exposición de la Biblia de

forma comprensible y aceptable para el hombre moderno, y el peligro de interpretar la Biblia a

través de la experiencia subjetiva (109, 119).

En cuarto lugar, Martínez expone el método gramático-histórico como aquel que

permite una exégesis objetiva, para determinar el significado que el autor bíblico inspirado quiso

transmitir (121). En su alcance, el autor llega a los detalles de la aplicación del método de forma

didáctica, con ejemplos que nutren la lectura y estimulan el estudio profundo de la verdad de las

Escrituras. Hace énfasis en: el análisis lingüístico del texto, el contexto, los pasajes paralelos en

la Biblia, las figuras literarias que usa el autor, la tipología y el simbolismo, el estudio del
trasfondo histórico, y la interpretación dentro de la teología sistemática (123-134).

Evaluación crítica
En la lectura del libro, de forma general, la información sobre los diferentes métodos

se presenta de forma objetiva, sin embargo, se nota el sesgo del autor a favor del método

gramático-histórico (27,121). Pude observar en los capítulos 1 al 7 un lenguaje que exige un

conocimiento teológico avanzado de sus lectores. Utiliza términos en latín normalmente

asociados a la filosofía (sine-qua-non, etc.) que pueden dificultar la rápida captura de ideas
asociadas a los sistemas hermenéuticos que se exponen. Además, se presupone un conocimiento

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intermedio de los términos de los movimientos teológicos en la historia de la Iglesia

(liberalismo, modernismo, reforma, ortodoxia, dispensacionalismo, etc.), para una correcta

comprensión de sus argumentos de contraste.

En esta sección, Martínez logra transmitir la importancia y validez del método

gramático-histórico al exponer una crítica desde el punto de vista cristiano a las falencias y

ventajas de otros métodos. Se expone el error de las otras corrientes de interpretación

demostrando que su práctica lleva al subjetivismo. Esto lo hace de forma neutra e imparcial, lo

que genera confiabilidad en el lector. Se destaca que el autor no se centra en eliminar las posibles

ventajas de otros métodos, o usos, que pueden llegar a aplicarse a algunos géneros literarios en

particular. Sino que las propone como posibles actitudes investigativas que ayudan al intérprete

(por ejemplo, la crítica textual) siempre que la Biblia tenga preeminencia en la explicación de su

propio significado.

Martínez guía al lector a apreciar la importancia histórica vigente de la aplicación del

método gramático-histórico para la interpretación objetiva de la Biblia. Menciona el objetivo

principal, que debe ser la comprensión del significado que el autor inspirado por Dios quiso

transmitir. Esto lo realiza principalmente al inicio del capítulo 1 y 2. Por otra parte, considero

que hubiese sido valioso un mayor énfasis a lo largo de su explicación de los otros métodos

hermenéuticos. Por ejemplo, contrastar el histórico-crítico y teológico-existencial con textos


bíblicos, y mencionar sus posibles fallos, hubiese facilitado la enseñanza del punto del autor en

medio de varios conceptos históricos y filosóficos usados en el discurso.

Por otra parte, en los capítulos 8 a 13 se observa una valiosa tarea didáctica que

incluye la ejemplificación de cada una de las partes del análisis de un texto según el método

gramático-histórico. Las ilustraciones, versículos citados, y explicaciones ayudan a comprender

los rasgos a identificar, los riesgos a evitar, y las relaciones gramaticales e históricas a tener en

cuenta en el texto bíblico que se estudia. Su lenguaje se hace sencillo y sus explicaciones

detalladas, lo que facilita la comprensión de su enseñanza. Tras la lectura queda la sensación de


querer profundizar en aspectos como la identificación del lenguaje figurado, la tipología y el

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simbolismo. Por el extenso alcance de la obra, no es posible llegar a más detalles en el análisis de

cada una de las áreas del método, pero su resumen del método es claro, didáctico, y genera

recordación.

Adicionalmente, el autor incluye dentro de los anexos un ejercicio de interpretación

aplicando el método gramático-histórico, es algo de gran valor que puede animar a los lectores a

llevar a la práctica lo aprendido con base en esta muestra. Se destaca lo minucioso del autor en la

explicación del método hermenéutico, y la sencillez del lenguaje en su ejecución.

También, es de valorar el último capítulo de la sección, en donde el autor realiza un

esfuerzo por enlazar la teología bíblica y la sistemática. A pesar que se ha advertido contra el

método dogmático que puede imponer un sistema teológico y subjetivo al texto, Martínez

diferencia la teología sistemática de la dogmática, y la concilia con la teología bíblica, por medio

de la exégesis que prima sobre el sistema teológico del intérprete. Se aprecia el esfuerzo del

autor, que al expresarlo con abundante claridad, le anima al estudio exegético y sistemático de

las Escrituras.

Conclusión
Se puede observar que el libro Hermenéutica Bíblica incluye de forma resumida las

principales corrientes de interpretación a lo largo de la historia de la iglesia. Logra transmitir la

importancia de aplicar el método gramático-histórico, así como presentar las más significativas
pautas de su aplicación. Considero que la presentación de los sistemas hermenéuticos expuestos

se realiza de una forma objetiva, haciendo justicia a las doctrinas de la inspiración, inerrancia e

infalibilidad de las Escrituras cristianas. Por lo anterior, recomendaría este libro a estudiantes de

seminario, líderes eclesiales, y en general a personas con conocimientos teológicos previos, que

deseen mejorar su capacidad de realizar exégesis, e investigar con mayor profundidad el

significado de los textos de la Biblia.

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