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El colectivo del trabajo está inmerso en la tensión entre la actividad y la prescripción, y


se manifiesta en la trayectoria de Ingaramo en el momento que afirma que el estilo de
enseñanza por él llevado a cabo constituye una oposición con el estilo que él tuvo, ya
que no había espacio para la interacción docente-alumno, era unilateral:“El docente se
ponía a escribir fórmulas en el pizarrón y nosotros teníamos que resolverlas”. Esta
tensión se muestra en las limitaciones que suponen el trabajo cuando es compartido,
donde los Otros en la actividad son agentes de limitación para la actividad: se ve
cuando dice que “Más allá de lo técnico, me gustaría trabajar en lo social, lo político,
[...] pero no encuentro eco en los alumnos” (minuto 43:30). Trabajar en conjunto con las
áreas de pedagogía constituyeron para Ingaramo uno de los pequeños hitos en su
trayectoria como docente, diciendo que los mismos “le abrieron la cabeza”. Esto pone
en relieve la construcción de la identidad profesional, donde lo colectivo del trabajo se
halla inmerso en todo sujeto trabajador que comparta un espacio con sus pares los
Otros. Otro pequeño hito dentro de su trayectoria fue “pasar a dedicación exclusiva en
la UNC, tengo un sentido de pertenencia muy grande en la universidad pública,
gratuita, libre”, reflejando su pertenencia a una organización educativa que reúne todos
los preceptos en los cual él cree, donde se siente reconocido en su identidad y
actividad. Cuando Ingaramo dice “Yo fui aprendiendo mucho de los colegas, desde lo
específico de la materia a actividades pedagógicas de la materia” para luego relatar su
experiencia con el profesor titular, esto indica que lo colectivo del trabajo se evidencia
como identidad profesional en el que se comparten con los pares. También este
colectivo se evidencia en la implicación en un grupo de trabajo, donde se comparte
tiempo, espacio y una actividad con los pares: “También aprendo en reuniones de
departamentos, en organización de talleres y pequeños foros, donde se discuten
experiencias innovadoras sobre la ingeniería o alguna materia”. Lo colectivo del trabajo
desempeña el papel de construcción con Ingaramo en el proceso tarea-actividad, que
va modificándose e innovando. Este colectivo se visualiza con claridad en la figura de
los pares, donde Ingaramo enuncia “Con físicos y matemáticos del FAMAF aprendí,
han aportado su granito de arena, además de personas de la UTN, con especialización
docente o magister en docencia universitaria”. En base a los dos planos del colectivo
del trabajo enunciados (a saber: la identidad profesional compartida y la implicación a
un grupo de trabajo con pares), es posible afirmar que intervienen en la propia
organización del trabajo donde Ingaramo construye vínculos subjetivos que forjan su
identidad dentro del grupo de pares. Sin embargo, es posible identificar en el audio un
momento donde Ingaramo explicita que en su trayectoria hubo un momento previo en
que se replanteó su trabajo (específicamente, en 2014). Había ingresado al área de
extensión de matemáticas y estadística dedicada a evaluar la calidad de una industria,
hasta que en algún momento “me aburrí de correr el ritmo de la industria”, validando el
concepto de Dejours de sufrimiento vía aburrimiento y monotonía en el trabajo. Para
“mantenerte en el sistema en la UNC” según Ingaramo, se deben hacer de forma
constante investigaciones y cursos de extensión en la que se pruebe la capacitación
del docente, siendo la misma una exigencia o prescripción institucional que afecta la
dinámica colectiva de la actividad docente, puesto que este colectivo es algo generado
y creado en el trabajo en la interacción con otros.

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