Está en la página 1de 1

Las paradojas

En mis inicios en AA se hablaba mucho de un tema que hasta el día de hoy me es agradable y que es nada más y nada
menos que:
LAS CUATRO PARADOJAS DE AA
NOS RENDIMOS PARA TRIUNFAR
Aparentemente el rendirse no significa triunfar. Pero en AA es así. Únicamente cuando hemos llegado al final de nuestros
recursos, cuando nos hemos encontrado frente a una pared de piedra en algunos aspectos de nuestra vida, la cual no nos
permite seguir adelante, únicamente cuando “hemos llegado al fondo” en desesperación y rendiciones, es cuando podemos
alcanzar la sobriedad que nunca antes pudimos lograr. Debemos – y lo hacemos - rendirnos para triunfar.
DEBEMOS DAR PARA CONSERVAR
Esto parece absurdo y falso, ¿Cómo se puede conservar algo si se regala? Pero para conservar  lo que tenemos en AA
debemos darlo a otros, sin honorarios ni recompensa. Si no podemos permitirnos el dar a otros lo que recibimos tan
libremente en AA, podemos prepararnos para nuestra próxima borrachera. Esto sucederá inevitablemente tarde o
temprano. Debemos estar dispuestos a dar para conservar.
TENEMOS QUE SUFRIR PARA CURARNOS
No hay manera de escapar a la crisis, al terrible sufrimiento de remordimientos, arrepentimiento, vergüenza y dolor que nos
pone en el camino de la curación de nuestro mal. No hay manera de evitarse las consecuencias “del otro día” después de
una borrachera. Pasar por la crisis emocional y de temblores tarde o temprano. Es doloroso y para nosotros,
necesario. Debemos sufrir para curarnos.
DEBEMOS MORIR PARA VIVIR
Esta es una hermosa paradoja sacada directamente del “volver a nacer” o de “perder nuestra vida para encontrarla”.
Cuando practicamos Los Doce Pasos”, la vieja vida de beber y pensar torcidamente va gradualmente olvidándose, y
adquirimos un método de vida nuevo, diferente y mejor. Al desaparecer nuestras ambiciones egoístas, una de nuestras
vidas muere y la otra renace. Nosotros en AA morimos para vivir.

También podría gustarte