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SYLLABUS

CONDUCTISMO
¿No parece absurdo que una escuela psicológica prescinda de la conciencia y del pensamiento?
Para los conductistas, la “caja negra” del cerebro es inexplorable

Klaus-Jürgen Bruder

“L a psicología tal como la ve un beha-


  viorista es un sector experimental
plenamente objetivo de las ciencias de
todo caso, sus manifestaciones, es decir,
la mímica, el lenguaje o la motricidad
que las acompañan. Por tanto, debería ser
dulas salivales segregaban abundante
saliva. El investigador hacía sonar una
campanilla antes de cada suministro de
la naturaleza. En teoría, se propone pre- objeto de investigación sólo la conducta alimento. Después de unas pocas repe-
decir y controlar las conductas. La intros- (“behavior”). Había nacido el conductis- ticiones, bastaba el sonar de la campa-
pección no desempeña ninguna función mo (behaviorismo). na para desencadenar la salivación. El
esencial en sus métodos, ni el valor cien- Con la exigencia de observabilidad estímulo natural había sido sustituido
tífico de sus datos depende de la medida pretendía Watson establecer la psicolo- por otro “condicionado”.
en que se adecuen a una interpretación gía como ciencia de la naturaleza; y al A esta vinculación aprendida entre
en conceptos de conciencia.” mismo tiempo fijó su objeto a partir del estímulo (sonar la campana) y respues-
El autor de este texto, John B. Watson método. No se puede contar con las ideas ta-reacción (salivación) la denominó
(1878-1958), quería resolver con un golpe ambiguas y las suposiciones no probadas, Pavlov “condicionamiento”. Esquema-
de mano los problemas de su gremio. con las que tratamos de describirnos y tiza una de las formas más sencillas
Este investigador de la Universidad Johns comprendernos a nosotros mismos. La del proceso de aprendizaje, pues se de-
Hopkins en Baltimore se revolvió, provo- mera reflexión sobre estados de ánimo sarrolla sin reflexión consciente. Pavlov
cador, contra la entonces dominante psi- o percepciones no haría progresar la psi- en sus experimentos sólo consideró
cología de la conciencia. Disciplina que se cología. Antes bien, deberían buscarse las estas reacciones fisiológicas elementa-
había separado, en las postrimerías del regularidades objetivas, que están en la les; nunca habló de conducta, sino tan
siglo xix , de la filosofía, para ocuparse base de nuestra conducta. sólo de reflejos. En consecuencia, a su
de la actividad mental con experimen- El programa de investigación que se dominio de estudio se le denomina re-
tos científicos. desprende de estas reflexiones definiría flexología.
Fueron representantes de la corriente a las siguientes generaciones de psicó- En sus experimentos sobre perros, rea-
Wilhelm Wundt (1832-1920), fundador logos. Watson no lo introdujo, por su- lizados a partir de 1905, registró Pav­lov
del primer laboratorio psicológico del puesto, en solitario. Habían realizado meticulosamente bajo qué condiciones
mundo en la Universidad de Leipzig, y su trabajos previos importantes Iván Petró- un reflejo común podía ligarse, por un
discípulo Edward B. Titchener (1867-1927), vich Pavlov (1849- 1936), premio Nobel, condicionamiento, a un desencadenante
de la Universidad de Cornell. Entre sus y Edward Lee Thorndike (1874-1949), de artificial y cómo se volvía a olvidar esa
métodos de trabajo preferidos para “con- la Universidad Columbia en Nueva York. conexión. El condicionamiento se convir-
vertir a la psicología en una ciencia” se Pero a ninguno de los dos se les conside- tió más adelante, con la generalización
contaba la introspección (“mirada inte- ra conductistas. del conductismo, en el principio univer-
rior” o “in-spección” de los propios actos Lo mismo Pavlov que Thorndike ha- sal de explicación del aprendizaje.
psíquicos; la reflexión sobre los estados bían estudiado la capacidad de apren- Edward L. Thorndike procedió de for-
internos tales como pensamientos, sen- dizaje. El nombre de Pavlov se asocia ma distinta. Encerraba a los animales en
saciones y sentimientos). de forma espontánea a su experimento una perrera y observaba cómo intenta-
A Watson le resultaban sospechosos clásico sobre el reflejo condicionado. Ex-
tales narcisismos. En su opinión, sólo perimentó sobre perros, de los que estu- 1. BURRHUS FREDERIC SKINNER (1904-1990)
se podía investigar científicamente lo dió con más detalle su aparato digestivo. en un experimento con ratas en la “caja de
que era accesible a la observación de Si Pavlov retenía a un can hambriento Skinner”. La teoría del aprendizaje debe
un tercero. Por el contrario, la vivencia ante un comedero, al animal se le hacía al psicólogo de Harvard el paradigma del
subjetiva escapa a un estudio directo; en literalmente la boca agua, pues las glán- condicionamiento operativo.

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fundacion b. f. skinner, cambridge, ee.uu.
ban escaparse. La construcción de la jaula
Altavoz permitía abrirla desde dentro accionando
Diodos
Recipiente luminosos una palanca o una cuerda de tracción;
con alimento
pero el animal tenía primero que hallar
Palanca
el truco. Perros o gatos, después de mu-
cho rascar y arañar, solían tropezar, más
o menos casualmente, con el mecanismo.
La puerta de la jaula saltaba y el animal,
liberado, se encontraba de repente ante
un manjar exquisito.
Si Thorndike volvía a encerrar al ani-
mal después de cada recompensa, se
iba acortando el tiempo de la siguien-
te autosatisfacción. El investigador
Conexión
eléctrica estadounidense describió este patrón
Suelo de la jaula
de aprendizaje por ensayo y error con
muchas variantes y en gran número
2. LABORATORIO DE APRENDIZAJE MOVIL. de pruebas. Su conclusión: cuanto más
El animal del experimento en la “caja de Skinner” puede éxito tiene una prueba (por ejemplo, si
recompensarse con comida presionando reiteradamente la libertad recobrada se ve, además, re-
una palanca. Las ratas descubren, en la mayoría de los compensada con la pitanza), tanto más
casos pronto, si está acoplada temporalmente la entrega empinada es la curva de aprendizaje.
de alimento con determinadas señales luminosas o sono- Y, al contrario, todo toque de la palanca
ras o también con una ligera subida de la corriente. Así que no abra la jaula hace que la acción
se pueden condicionar modelos complejos de estímulo- correspondiente se presente con menos
respuesta. frecuencia. A partir de estas experien-
cias derivó Thorndike la ley del efecto
(“Law of effect”).

Estudio del aprendizaje


sin el lastre del espíritu
Pavlov y Thorndike cimentaron tam-
Pantalla bién la especial predilección de los con-
Tubo para ductistas por analizar en experimentos
recoger de laboratorio el comportamiento de
la saliva
los animales. En especial, ratas y rato-
Alimento nes, aunque también fueron objetos
preferidos de investigación palomas,
gatos y perros. Libres del “lastre de la
mente”, parecían ser especialmente
ambas graficas: gehirn & geist / buske-grafik

muy idóneos para estudiar en ellos


los procesos básicos del aprendizaje.
Intentos anteriores para explorar el
“alma de los animales” fueron, así, de-
jados de lado, como los que suponían
Tambor en caballos y perros una capacidad de
Medidor
de líquidos para registrar juicio análoga a la humana. Los beha-
la intensidad vioristas querían superar dicha visión
de la reacción
antropomorfa.
En ello les iban también las conclusio-
3. CLASICO MIRON.
nes sobre los principios de la conducta
Siguiendo los primeros trabajos sobre los reflejos de Iván
humana. A diferencia de Pavlov, quien
Pavlov podemos provocar la salivación en los perros en res-
había demostrado sobre perros cómo
puesta a señales ópticas, que aparecen en una pantalla.
se puede desencadenar una reacción re-
fleja estable por medio de un estímulo

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“condicionado”, Watson siguió la vía desagradables y vivencias traumáticas en
inversa: quería mostrar que un mismo relación con caballos; esto es lo que le en-
estímulo puede dar lugar a reacciones señaba el ejemplo del pequeño Albert.
distintas, siempre y cuando fueran “reo­ Aunque por razones distintas, psicoa-
rientadas”. nálisis y conductismo se enfrentaban de
Watson confirmó esta hipótesis en plano contra la psicología de la concien-
su famosísimo experimento. Provocó cia, todavía dominante a fin de siglo xix.
en Albert, niño de un año apenas, un Los behavioristas rompieron con la tra-
temor que antes no tenía. Cuando se le dición para sustituir la supuestamente
presentaba a Albert una rata o un bloque insegura introspección por la objetiva
de madera, el crío no mostraba ningún observación externa. Para el psicoana-
miedo, antes bien se acercaba con curio- lista ésta sucumbía a las mismas limita-
sidad. Después Watson y sus colabora- ciones que la introspección. Según Freud,
dores asustaban al niño con un fuerte las pulsiones y deseos secretos encubrían
ruido, por ejemplo, golpeando con un no sólo el propio pensamiento conscien-

walter w. boyd
martillo un tubo de hierro que estaba te, sino también el modo de interpretar
situado justo detrás de la cabeza del pe- la conducta ajena. Mas para Watson y
queño. Las secuelas fueron dramáticas: sus colegas era claro que, así como nadie
si al cabo de unos días se ponía la rata puede observar un pensamiento, sobra
frente al niño, a éste le entraba pánico y especular acerca de la naturaleza del in- 4. IVAN PETROVICH PAVLOV (1849-1936)
se alejaba de la rata. Tras ulteriores fases consciente. recibió en 1904 el premio Nobel de medici-
de condicionamiento bastaba enseñar- En cuanto defensores de una ética de na “en reconocimiento a su trabajo sobre la
le el roedor desde lejos para que el crío investigación propia de las ciencias fisiología de la digestión”.
rompiera a llorar. de la naturaleza, a los conductistas les
Por supuesto que hoy sería impensable importaba sobre todo la previsión de la Burrhus Frederic Skinner (1904-1990),
maltratar de esta forma a un niño en un conducta; con la intención declarada de de la Universidad de Harvard, caracterizó
laboratorio. Watson y sus colegas se pro- controlarla y encauzarla por vías social- el desarrollo de la psicología del apren-
ponían con su experimento, controverti- mente saludables. Watson consideraba dizaje hasta bien entrados los años se-
do ya en su época, explicar el origen de que la psique y el carácter de una per- senta. Esbozó en su novela Walden Dos
los miedos. Concibieron su relato sobre el sona eran moldeables, como un “trozo (1948) una especie de utopía social be-
“pequeño Albert” como contraproyecto de arcilla”. haviorista. Según Skinner, sólo se puede
alcanzar una comunidad que funcione y
el máximo de felicidad individual, si se
“Denme una docena de niños y, con independencia de siguen las leyes del condicionamiento.
Sería determinante reforzar la conducta
sus talentos y procedencias, los convertiré en artistas y
correcta con una recompensa y, en caso
científicos o, por el contrario, en mendigos y ladrones.” necesario, borrar la equivocada con una
John B. Watson sanción.
Para ello se requería algo más que
el condicionamiento clásico estudiado
al clásico estudio de Freud “El pequeño El behaviorista afirmaba que bastaba por Pavlov y Watson. Skinner amplió
Hans”, en el que el iniciador del psicoa- que le dieran una docena de niños sanos el concepto con una variante impor-
nálisis describía la historia de un niño y que él haría de ellos, con independen- tante: en su dispositivo experimental
de seis años, que sentía un pánico an- cia de sus talentos, inclinaciones y proce- más celebrado, la “caja de Skinner”, se
gustioso a los caballos. Según se sabe, el dencia, o bien unos artistas y científicos premiaba con comida a un animal de
psicoanalista dedujo que Hans sufría un o, por el contrario, unos pordioseros y laboratorio por realizar un comporta-
complejo de Edipo (la fobia a los caballos ladrones. Para lograrlo sólo se requería miento determinado; por ejemplo, ac-
era un mero síntoma de un miedo escon- criar a los niños en un ambiente y en- cionar una palanca. Si el resultado regis-
dido al padre, a quien el chico hubiera torno adecuados. En este supuesto se en- trado se hallaba estrechamente ligado
querido quitar de en medio para poseer cierra una auténtica bomba política, pues a ulteriores condiciones, tales como la
él solo a la madre). hace responsable del destino del indivi- parada en un lugar concreto de la jaula
Watson rehusaba especular acerca duo al medio. Numerosos conductistas se o un diseño temporal del presionar la
de pensamientos reprimidos o deseos de empeñaron en configurar ese entorno de palanca, entonces el director del expe-
incesto. Se puede explicar el desajuste manera que se manifestaran las mejores rimento lograba poco a poco entrenar
mucho más fácilmente por experiencias disposiciones de la persona. al animal en nuevas acciones, que antes

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quien se haga pasar por guardián de configuración de la cognición. Un paso
la libertad resulta ser a menudo un revolucionario; téngase en cuenta que
auténtico manipulador. De ahí la im- el conductismo, antes dominante inclu-
en illustrierte geschichte der psycologie, dirigido por helmut e. lück

portancia de emplear para bien de la so en las universidades alemanas, había


sociedad las técnicas del análisis de la proscrito de la investigación psicológica
conducta, como denominaba Skinner a todo lo no observable.
su método. Ideas originariamente conductistas,
cortesia de angela schorr, universidad de siegen,

Ya entonces estaba superada la defensa como condicionamiento y refuerzo, nos


de Skinner del behaviorismo. Hacía tiem- las encontramos hoy reiteradas en la psi-
po que la psicología se había abierto a cología aplicada, en la pedagogía o en la
nuevos horizontes. Albert Bandura, de la terapia. A modo de botón de muestra, se
Universidad de Stanford, hablaba, ya al dice que con el elogio y la alabanza se
final de los años cincuenta, del mito del refuerza el comportamiento de un niño
condicionamiento. El concepto se limita o un paciente. Pero este uso se encuen-
a describir procesos de aprendizaje por tra muy alejado del sentido estricto de
medio de una “experiencia acoplada”, los conductistas, que con tales vocablos
pero no explica en absoluto cómo se designaban la presencia real frecuente
realiza exactamente. del comportamiento en cuestión. Hoy
5. JOHN BROADUS WATSON (1878-1958) Ante todo, el condicionamiento no empleamos estos conceptos más o me-
es considerado el pionero del behavioris- tiene lugar automáticamente, sino está nos metafóricamente. Sólo con refuerzo
mo. Tras su carrera de investigador, que un cognitivamente mediado. “Incluso cuan- o condicionamiento no se capta lo que
lío amoroso con una colaboradora truncó do unas experiencias aparecen repetida- ocurre en una psicoterapia, en el proceso
inesperadamente, trabajó con éxito en una mente acopladas, los humanos lo apren- de comunicación entre terapeuta y pa-
empresa de publicidad. den cuando reconocen que estos sucesos ciente que perfilan conjuntamente los
dependen uno de otro”, dice Bandura. No problemas y buscan soluciones.
no habían formado parte de su reperto- sería decisiva la proximidad temporal de El cambio de paradigma hacia una psi-
rio de conducta. los acontecimientos, sino la capacidad cología cognitiva surgió de la praxis. En
Skinner trasladó y aplicó este proce- humana de predecirlos y de reaccionar la teoría se solía comprender lo que en la
dimiento a cuestiones psicológicas y adecuadamente. vida real se había mostrado como útil y
pedagógicas. Por medio de un “aleccio- Incluso el objetivo respectivo, que práctico. Y, a la inversa, la psicoterapia del
namiento programado” se les debían en- el individuo persigue con su conducta, lenguaje y las ideas basadas en la intui-
señar, a escolares, estudiantes o incluso a puede ser enteramente distinto. Una ción de los pedagogos sólo podían abrir-
enfermos, formas deseadas de conducta, simple visita a la biblioteca puede, en se paso cuando el behaviorismo quedó
dándoles golosinas, bombones o billetes una primera circunstancia, ayudar a ob- definitivamente enterrado, a comienzos
de banco. tener una información, en una segunda de los años ochenta. Persiste, empero, la
ensoñación de un conocimiento objetivo
de la conducta humana. Los conductistas
“Aun cuando unas experiencias aparecen una y otra soñaron con él durante decenios, pero
resultó ser un piadoso deseo.
vez acopladas, los humanos lo aprenden si reconocen
que estos acontecimientos están relacionados entre sí.” Klaus-Jürgen Bruder es catedrático
Albert Bandura (1925) de psicología en la Universidad Libre de Berlín.

Críticas a la “psicología de ratas” al mero pasar el tiempo y, en una terce- Bibliografia complementaria
A partir de los años sesenta esos con- ra, como acicate motivador para otros.
ceptos fueron cayendo en desgracia y No es, pues, decisiva per se la conducta, P sychology as the Behaviorist Views it.
denostados con expresiones del tipo sino cómo la valora la persona y qué J. B. Watson en Psychological Review,
“psicología de ratas”. Según numerosos conclusiones extrae. Eso desempeña en vol 20, págs. 158-177; 1913.
críticos, en el mejor de los casos, ayu- el aprendizaje por observación una fun-
darían a la estabilización de relaciones ción mucho mayor que el mero patrón C on di t i oned E mot i on al R e act ions .
sociales insatisfactorias. Skinner res- estímulo-respuesta. J. B. Watson, R. Rayner en Journal of
pondía en su libro Más allá de la libertad A lo largo de los años setenta volvie- Experimental Psychology, vol. 3, pág.
y la dignidad (1971): en último término ron a entrar en la psicología el pensa- 114; 1920.
la conducta será controlada siempre, y miento y la conciencia. Aconteció en la

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