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El concepto de anormalidad
Criterio Popular
Criterio legal
Sin embargo, como se ve, este criterio sólo se establece para tomar decisiones
jurídicas basándose a su vez en categorías o comportamientos que forman parte de la
psicopatología, lo que no soluciona el problema de la limitación de la normalidad. El
establecer que una persona es inimputable porque tiene una enfermedad mental, o
que tiene una enfermedad mental porque es inimputable no soluciona el dilema.
Criterios subjetivos
Por otro lado, el tener quejas o sentirse infeliz o angustiado por diferentes motivos,
o incluso ir al psicólogo, no implica tener problemas psicopatológicos, al igual que no
sentirse físicamente bien en algunos momentos o ir al médico no implica
necesariamente enfermedad (del mismo modo que la gente ve normal tener un médico
de cabecera e ir a citas de control o cuando preocupa alguna situación física, debería
ser normal tener un psicólogo de cabecera y consultar los problemas que preocupen).
El sufrimiento puede ser una reacción normal ante una situación estresante (en el
caso, por ejemplo, de una muerte o de un accidente).
Criterios biológicos
Modelos en Psicopatología
Modelos bio-médicos
Este modelo tiene una gran influencia a partir de los años 50 del siglo XX
debido a la síntesis de distintas drogas psicotrópicas usadas como tratamiento en
diversos trastornos (ansiolíticos, antidepresivos, antipsicóticos, etc.).
Dentro de esta concepción, tiene gran relevancia el desarrollo de nosologías,
habiéndose diferenciado dos tipos de trastornos, unos con causa orgánica clara
(trastornos mentales orgánicos como el Alzheimer), y otros donde no hay indicios
claros de tales causas (trastornos mentales funcionales). Pese a que las técnicas
diagnósticas más apropiadas para este modelo serían las biológicas, dado que no
existen bases claras y definitorias para la mayoría de los trastornos, generalmente
estas técnicas diagnósticas se reducen a la entrevista clínica.
Pese a que este modelo tiene bastantes virtudes (atender a las posibles bases
orgánicas de los trastornos, así como de las consecuencias biológicas de los mismos,
o aportar abordajes farmacológicos bien cuando otras técnicas son insuficientes, bien
como tratamiento coadyuvante), el modelo biológico también tiene varios problemas y
limitaciones. La mayor de todas estas limitaciones, es la propensión a ver la conducta
humana exclusivamente en términos biológicos. Además, la aceptación rígida de este
modelo tiende a considerar al individuo como alguien pasivo (o paciente), que no es
responsable del inicio, mantenimiento o resolución del trastorno y por tanto nada
puede (ni debe) hacer para cambiar su situación, más que adherirse al tratamiento
farmacológico.
Modelos psicológicos
Modelos dinámicos
Los modelos dinámicos pueden considerarse modelos a caballo entre los bio-
médicos y los psicológicos ya que, pese a que asume que los procesos psicológicos
constituyen la causa de los trastornos mentales, mucho de sus postulados centrales,
son equivalentes a los defendidos por los modelos bio-médicos.
Modelos conductuales
La madurez alcanzada por la psicología del aprendizaje (condicionamiento
clásico y operante) y la insatisfacción con el estatus científico y el modo de proceder
del modelo bio-médico y dinámico, determinaron el surgimiento con fuerza del modelo
conductual en psicopatología y su visión como alternativa teórica en psicopatología.
1. Programas simples
a. Razón: El ref. depende sólo del número de conductas
b. Intervalo: El ref. depende del tiempo trascurrido tras el último reforzador
c. Tasa: El ref. depende del tiempo transcurrido entre conductas
2. Programas compuestos
a. Programas alternados
i. Mixto: El ref. aparece cada vez que se cumple el criterio de cada
uno de los componentes sin que se avise del cambio del mismo
ii. Múltiple: Igual que el mixto pero con aviso de cambio de
componente.
b. Programas secuenciales
i. Tándem: El ref. aparece sólo tras cumplir los criterios de todos
los componentes, sin aviso del cambio del mismo.
ii. Encadenado: Igual que el tándem pero con aviso del cambio
Modelos cognitivos
La TRE tiene como objetivo no solo tomar conciencia de las creencias irracionales,
sino también su sustitución activa por creencias más racionales anti-exigenciales y
anti-absolutistas, así como su puesta en práctica conductual mediante tareas fuera de
la consulta. La TRE usa un esquema ABC, que poco tiene que ver con el de los
modelos conductuales en el que “A” representa los acontecimientos antecedentes de
las consecuencias emocionales y conductuales (C), mediados por las creencias y
pensamientos irracionales (B) de la persona, siendo estos factores mediacionales los
responsables principales y más directos de tales consecuencias. La Terapia Cognitiva
destaca las distorsiones cognitivas como factores clave, centrando la mayor parte del
esfuerzo en producir cambios a ese nivel. Por tanto, el tratamiento irá encaminada a
cambiar esas distorsiones para que las creencias del sujeto sean más funcionales. El
cambio, eso sí, ha de ser experimentado; si se incorporan nuevas formas de ver el
mundo, éstas han de validarse, experimentarse (pruebas de realidad).
Modelos sociológicos
Por último, cabría hablar del modelo de diátesis del estrés o modelo bio-psico-
social. A la vista de los diferentes modelos psicopatológicos, parece obvia la
importancia del ejercicio de una metodología multidisciplinar, donde cada modelo
tiende a enfatizar un aspecto de la problemática psicopatológica.