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"La queja de Jesús", poema a la Virgen María

¡Qué bonito sería! Si nadie te rechazara, si todo el mundo


Te amara a ti, Virgen María.
Si en cada amanecer, todos te saludaran, con el Ave
María
¡Qué bonito sería! Y al anochecer, en todos los hogares
rezando el rosario, juntos en familia
¡Qué bonito, qué bonito sería! Pero por desgracia, tantos
te rechazan, y hasta te calumnian y creen que con eso
dan honor a Dios. Y, van por el mundo con la frente en
alto repitiendo a voces:
¡Señor! ¡Señor! Contigo todo, pero con tu Madre, ¡no!
Si pudieran contemplar cara a cara al Señor, en Ella
encontrarían una queja de dolor, y llegaría a sus oídos el
eco triste de su voz. ¿Por qué se empeñan en
separarnos a los dos? Si en donde se encuentra Ella ¡Allí
me encuentro yo! ¿Por qué me la hieren tanto? ¿No
comprenden mi dolor?
Sí, ella me llevó en su vientre con su sangre me alimentó
¡Y su corazón y el mío son un mismo corazón!
Si la desprecian a Ella el despreciado soy yo.
Amor eterno
Tu eres la esperanza que a nosotros
en forma de mujer mando el señor
le pides con paciencia que su enojo
no caiga sobre el mundo pecador

Tan puro es tu amor y tan hermoso


que humildes nos postramos a tus pies
no me atrevo a mirarte a los ojos
de indigno que me siento ante tu ser

Como quisiera ay mi virgen bella


que mi cariño se convirtiera en una ofrenda
y así entregártelo reina del cielo
la mas amable
como lucero maravilloso que siempre está
cuidándonos

hoy ante tu alter y tu presencia


te quiero regalar mi corazón
va lleno de oraciones y promesas
para que se lo entregues al señor

tu eres el orgullo de mi tierra


pues méxico escogiste para hacer
la casa donde el pobre le pudieras
tu amor y bendiciones conceder

Como quisiera ay mi virgen bella


que mi cariño se convirtiera en una ofrenda
y así entregártelo reina del cielo
la mas amable
como lucero maravilloso que siempre está
cuidándonos
Madre Mía que tanto me quieres
Que estás en el cielo rogando por mí.
Yo te pido que el día que me muera
Piadosa en tus Brazos me lleves a ti.

Por la mañana , cuando me levanto


Mi primer suspiro siempre es para ti,
Y te rezo tres Ave Marías
Para que en el día te acuerdes de mí.

Madre Mía que tanto me quieres


Que estás en el cielo rogando por mí.
Yo te pido que el día que me muera
Piadosa en tus Brazos me lleves a ti.

Por las noches antes de dormirme


Mi primer plegarias siempre es para ti,
Y me duermo tranquilo soñando
Que tus Bellos Ojos velan sobre mí.

Madre Mía que tanto me quieres


Que estás en el cielo rogando por mí.
Yo te pido que el día que me muera
Piadosa en tus Brazos me lleves a ti.

Son Señora, tres aves Marías


Que toda mi vida yo te prometí
Y te pido que el dia que me muera
Piadosa en tus brazos me lleves a Ti.

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