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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

FACULTAD DE CIENCIAS
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE ENFERMERIA

ASIGNATURA : Enfermería en Salud del Niño II

TEMA :

“QUEMADURAS EN NIÑOS”

DOCENTE : Ms. Irene Pinto Flores

ALUMNAS:

 Acuña Ulloa Katherine


 Armas Cruz Merci
 Cabanillas Castillo Jhoselyn
 Capa Castillo Mónica
 Huertas Gutiérrez Evelyn
 López Terrones Dalia
 Mendoza Torres María
 Ramos Mendoza Keiko
 Santolalla Trujillo Stephany

CICLO : VII

NUEVO CHIMBOTE, MAYO DEL 2017


INTRODUCCIÓN

Consideradas dentro de las lesiones térmicas, estas son causadas por


temperaturas extremas.

Las quemaduras en los niños son un problema frecuente de salud pública.


Presentan mortalidad asociada y morbilidad tanto aguda como a largo plazo
pudiendo ocasionar tantas secuelas funcionales como estéticas. Estas a su vez
pueden provocar trastornos psicológicos, sociales-familiares y laborales.

Las quemaduras son una causa importante de morbimortalidad infantil,


constituyendo la tercera causa de muerte por accidente en menores de 14 años
(detrás del accidente de tráfico y el ahogamiento) y la segunda en menores de
4 años. Son más frecuentes en varones y con edades entre 2 y 4 años. La
mayoría ocurren en el ámbito doméstico, un 80-90% son producidas por
agentes térmicos y hasta un 15% son debidas a maltrato físico. La localización
más frecuente es en extremidades superiores seguida de cabeza y cuello. Es
importante conocer el manejo inicial de este tipo de pacientes, así como los
criterios para derivarlo a un hospital con posibilidad de atención más
especializada.

Los daños derivados de las quemaduras representan la tercera causa de


hospitalización y muerte por trauma en los niños. Las lesiones por quemaduras
representan entre el 6-10 % de las consultas en Servicios de emergencia.
I. QUEMADURAS
Las quemaduras son lesiones producidas en los tejidos vivos, debido a
la acción de diversos agentes físicos (llamas, líquidos u objetos
calientes, radiación, corriente eléctrica, frío), químicos (cáusticos) y
biológicos que provocan alteraciones que van desde un simple eritema
hasta la destrucción total de las estructuras.
Los daños derivados de las quemaduras representan la tercera causa de
hospitalización y muerte por trauma en los niños chilenos. Esto genera
altísimos costos no solo económicos sino también emocionales,
sociales, estéticos, funcionales, alteración en el crecimiento y desarrollo.
Provocando secuelas de por vida.
Los agentes productores de quemaduras son muy variados.

AGENTES PRODUCTORES DE QUEMADURAS

Solidos :
Metales calientes, hielo seco
Líquidos hirvientes: agua, leche, caldos,
aceite, ceras, colas, etc
Líquidos inflamables: kerosene, gasolina,
bencina, etc.
Gases:
TÉRMICOS Explosiones de artefactos (ollas a
presión)
Explosión de pólvora y fuegos
artificiales
Explosión de balones de gas
AGENTES Vapores:
FÍSICOS vapor de agua hirviente
Llama o fuego directo
Electricidad Industrial
(alta tensión)
Electricidad Comunitaria
ELÉCTRICOS
(baja tensión)
Electricidad atmosférica
(descargas eléctricas)
Sol
Radium
RADIANTES
Rayos x
Energía Atómica
AGENTES CÁUSTICOS Ácidos:
QUÍMICOS Incluyen los hidróxidos, carbonatos o sodas
causticas como las de sodio, potasio, amonio,
litio, borio y calcio. La mayoría se encuentran
en líquidos limpiadores y cementos.
Álcalis:
El hidroclorhídrico. El ácido oxálico se usa
como removedor. El ácido muriático se usa
como acidificador en las piletas de natación. El
ácido sulfúrico se usa como purificador en la
industria
Insectos
AGENTES Medusas
SERES VIVOS
BIOLÓGICOS Peces eléctricos
Batracios

II. QUEMADURAS EN NIÑOS


Las quemaduras en la población infantil constituyen un serio problema. A
parte del riesgo de morir que tiene el niño quemado, que es mayor que
el adulto, estas lesiones pueden dejar severas secuelas invalidantes,
funcionales y estéticas que causaran desajustes psíquicos, sociales y
laborales serios durante toda su vida.
Desde el punto de vista de Salud Publica el tratamiento de estas
lesiones consume una gran cantidad de recursos durante tiempos que
suelen ser prolongados, como ocurre con la prevención y manejo de las
infecciones luego de la quemadura, así también en la preparación de la
zona injuriada para el injerto y finamente en la cirugía reparadora de las
secuelas retráctiles. Pero tal vez lo más importante, es que trata un
problema en el cual la prevención juega un rol fundamental.
La quemadura es una lesión accidental, en el cual el agente daña los
tejidos, produciendo alteraciones locales y generales en el organismo,
influyendo en su crecimiento y desarrollo posterior.
La quemadura no respeta la integridad de ningún órgano o tejido, no
importa cuál sea su tamaño, ni su naturaleza, frente a ella no existe
inmunidad, resistencia, adaptación ni defensas de ninguna especie.
Pueden ser producidas por cualquier agente capaz de producir calor,
energía o corrosión. En los niños la mayor incidencia es producida por
fuego (incendios) y líquidos calientes.
Las quemaduras son accidentales y un tercio se producen en el hogar,
principalmente en la cocina. Generalmente afecta más a los varones en
una relación 2:1. Es una de las primeras causas de muerte en niños de 1
a 5 años.
Habitualmente la madre o familiar más cercano del niño quemado tiende
aliviar el dolor del niño mediante la aplicación de algunos productos que
van desde mantequilla, harina, pasta dental o medicamentos como la
leche de magnesia y otros. Esta acción sólo compromete más daño de
los tejidos.

III. ETIOLOGÍA:

 Los niños en los distintos estados del desarrollo están en riesgo de


diferentes tipos de quemaduras.
 Los lactantes sufren con más frecuencia quemaduras térmicas
(escaldaduras por líquidos, incendios en el hogar).
 Los niños pequeños están en riesgo de quemaduras térmicas (por
tirarse encima líquidos o grasa caliente), quemaduras eléctricas (por
morder cables eléctricos) y quemaduras químicas (por la ingestión de
agentes de limpieza u otras sustancias) asociadas con la exploración
de su entorno.
 Los niños en edad preescolar son los más frecuentemente afectados
por quemaduras por escaldadura o contacto con aparatos calientes
(planchas del pelo, hornos).
 Los niños en edad escolar presentan riesgo de sufrir quemaduras
térmicas (por jugar con cerillas, petardos), quemaduras eléctricas
(por escalar a torres de alta tensión, a árboles y contacto con cables
eléctricos) y quemaduras químicas (experimentos de combustión)
asociadas con su curiosidad e interés en la experimentación.

IV. FISIOLOGIA:

La fisiologia de las quemaduras consiste en la interrupcion de las tres


funciones clave de la piel : regulacion dela perdidia de calor,
mantenimiento de los liquidos corporales y barrera para las infecciones.
Las quemaduras liberan medidadores de la inflamacion y vasoactivos
que producen un aumento de la permeabilidad capilar, disminucion del
volumen plasmatico y disminucion del gasto cardiaco,El cuerpo e vuelve
hipermetabolico, con un aumento del gasto energetico en reposo y del
catabolismo proteico.Este estado hipermetabolico puede continuar hasta
1 año despues de la lesion.
Las quemaduras sulene clasificar según cuatro criterios:

 Profundidad de la quemadura
 Porcentaje afectado de la superficie corporal
 Localizacion de la quemadura
 Asociacion con otras lesiones

Fuente: Maya, LC. Guía a seguir ante un paciente quemado. En: Sastoque C.
Guía práctica para el tratamiento del niño quemado. Bogota.
V. EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO DE QUEMADURAS
Frente a una quemaduras es escencial efctuar un buen diagnóstico
de la lesión para poder planificar el tratamiento adecuado. El
diagnóstico se fundamenta en cuatro conceptos precisos :

V.1. Profundidad: Va a determinar le evolucíon clínica que va a seguir


el proceso , de ahí la importancia de fijarse en el primer momento
la exactitud dl espesor comprometido.Es dificil diagnosticar la
profundidad de una quemadura dentro de las primeras 48 horas.

- Quemaduras superficiales ( De 1° Grado): Suelen tener


importancia limitada. Existe un periodo de la tenencia que va seguido
de eritema. son eritematosas y bastante dolorosas al tacto, se
caracterizan por su color rojizo e hipersensibilidad .La lesion de tejido
es minimo, las funciones de proteccion permanecen intacta y los
efectos sistemico son raros. El dolor es el sintoma predominante y la
quemadura cura sin cicatrizacion en un plao de 3-5 dias.

No producen secuelas histologicas permanentes.


Ejemplo: Quemadura solar o escaldadura
- Quemaduras de grosor parcial se dividen en dos categorias de
grosor superficial y de grosor parcial:

o Grosor superficial (De 2° Grado Superficial): Afectan a la


epidermis y parte de la dermis. Quedan elementados dermicos
intactos que permiten que la herida cure espontaneamente en
14-28 dias, con grosor de cicatrizacion, variable.
Suelen aparecer flictenas como resultado del edema
subyacente.
Son dolorosas y de aspecto rosáceo. Retorno venoso normal.
Folículo piloso conservado. Escarotomía no conservada.
Secuelas de despigmentación. Es dolorosa al aire ambiental.

o Grosor parcial ( De 2° Grado Profundo): Anejos dermicos


permiten intactos. Estas heridas pueden curar de forma
espontaanea en altrededor de 39 dias con una cicatrizacion
variable, tambien puede convertirse en quemaduras de grosor
total si se infectan.
Son poco dolorosas y de aspecto pálido y moteado.
Despigmentación cutánea.
- Quemaduras de groso total lesiones graves en las que todas las
capas de la piel, epidermis, dermis, resultan destruidas a la vez que
existe una afeccion del tejido subcutaneo. Requiere la extirpacion
quirurgica de la escara y la colocaion de un autoinjerto para
conseguir una cobertura permanente de la herida. En este tipo de
quemadura se destruyen las terminaciones nervioas, por lo que n
este tipo de lesiones no deberia haber dolor. Sin embargo la mayoria
de las quemaduras de grosor total se producen junto a una
quemadura superficiales y de grosor parcial, en que las
terminaciones nerviosas quedan intactas y expuestas.
El paciente manifiesta una anestesia local debido a la afectación de
las terminaciones nerviosas, además del resto de los anejos
cutáneos.
Se distingue por la formación de una escara de consistencia
pergaminada y de color blanquecino.
Vasos trombosados. Tratamiento quirúrgico obligado. Puede requerir
amputación.

V.2. Extensión :La lesión termica ocasiona un grado variable de


destrucción celular. La extensión de la lesión depende de la
intensidad del calor, la duracíon de la exposición el grosor de la piel y
la conductancia del tejido.
En una quemadura se pueden describir tres zonas concentricas : un
área central de espesor comleto de necrosis que es irreversible.

Aquí es donde la lesión es mayor.Rodeando a esta área usualmente


hay una zona puede sobrevivir o morrir dependiendo de la
preservación del flujo sanguineo .La infección , exposición o
deshidratación pueden aumentar la isquemia y el resultado es la
progresión de isquemia a necrosis.Rodeando elarea de isquemia ,
generalmente hay un área de hiperemia.El flujo aumentado en esta
zona es promovido por numeross mediadores que son liberados
desde los tejidos tejidos dañados.

La extensión de una quemadura es muy variable, pero debe


determinarse con la mayor exactitud posible, ya que es un factor
determinanteen la producción de shock .Por lo general hay tendencia
a sobredimensionarla , lo que conduce a la sobrehidratación durate el
periodo agudo, con los peligros correspondientes.
Dónde:
1 ½ = 1.5
1 ¼ = 1.25
1 ¾ = 1.75
2 ½ = 2.5

5.6. Localización: La localizacíon de una quemadura tiene mucha


importancia, especialmente las tipo B por el riesgo de dejar secuelas
funcionalesy /o esteticas mas o menos graves.Benaim las denimina
zonas especiales a todas aquellas que son potencialmente
productoras de secuelas , cuando la destrucción de la piel es total y
por otra parte estas mismas zonas no podrían ser dadoras de
injertos ,aun cuando esten indemnes .Se consideran zonas
especialmente : cara , cuello,manos,codos,axilas,región
inguinal,geitales, hueco popliteo , pies.

5.7. Edad:Se debe tener muy claro que el niño no es una miniatura del
adulto.Es un organismo en evolución cuyas caracteristicas
anatomofisiológicos y de todo orden son muy distintas a las del
adulto.

VI. GRAVEDAD DE LA LESION:

Los pacientes quemados pueden clasificarse en:

VI.1. Quemaduras menores: Requiern los servicios y el equipo de


una unidad especial de quemados.

o Quemaduras de grosor parcial en menos de 10% de la


superficie corporal.
o Quemaduras de grosor en menor del 2% de la superficie
corporal

VI.2. Quemaduras moderadas


o Quemaduras de grosor parcial en el 15% al 25% de la
suerficie subcutanea, depende de la edad.
o Quemaduras de grosor toal en menos del 10% de la
superficie subcutanea salvo en niños pequeños y cunado las
quemaduras afectan a zonas criticas como la cara, las
manos, los pies o los genitales

VI.3. Quemaduras graves o criticas

o Quemaduras complicadas por lesión del aparato respiratorio.


o Quemadura de grosor parcial en el 25% o más de la
superficie subcutánea
o Quemaduras de la cara, manos, pies o genitales, incluso
aunque parezcan de grosor parcial
o Quemaduras de grosor total en el 10%o más de la superficie
corporal
o Niños menores de 2 años, a menos que las quemaduras
sean muy pequeñas o superficiales (se considera como
critico un 20% o más de la superficie corporal en los niños
menores de 2 años)
o Quemaduras eléctricas que penetran.
o Profundas quemaduras químicas
o Lesión del aparato respiratorio
o Quemaduras complicadas por fracturas o lesiones de los
tejidos blandos
o Quemaduras complicadas por enfermedades concurrentes
como obesidad, diabetes, epilepsia y enfermedades
cardiacos renales

VII. RESPUESTAS FISOPATOLOGICAS DE LOS DIVERSOS


SISTEMAS

Inmediatamente después de producirse la quemadura, se produce


intensa vasoconstricción como respuesta a las sustancias liberadas por
las células dañadas. La isquemia debida a la vasoconstricción puede
aumentar la profundidad de la quemadura. Entonces las hormonas
vasoactivas se liberan y aumentan la permeabilidad capilar. Esto permite
al fluido y al plasma extravasarse al tejido intersticial produciendo edema
y disminuyendo el volumen circulante en los vasos sanguíneos. La
integridad capilar no se recupera hasta entre 18 y 36 h después de
producirse la quemadura. El niño pierde líquidos y calor a través de la
epidermis dañada. La tasa metabólica del niño, así como la necesidad
de calorías aumentan en un intento de mantener la temperatura corporal.

VII.1. RESPUESTA CARDIOVASCULAR:

Los cambios circulatorios que ocurren inmediatamente


después de una lesión térmica se denominan choque por
quemadura. En las quemaduras graves se liberan gran
cantidad de mediadores inflamatorios, que producen alteración
de la permeabilidad microvascular tanto del tejido quemado,
como del no quemado, con pérdida de líquido rico en proteínas
del compartimento intravascular al extravascular. En los
pacientes quemados, el volumen circulante efectivo se reduce
rápidamente pudiendo llegar hasta la disminución de 20% con
respecto al nivel basal. Con la reanimación adecuada, el gasto
cardíaco alcanza valores normales en 24-36 horas, pudiendo
tornarse hiperdinámico a las 48 horas (aumento del gasto
cardíaco y disminución de la resistencia vascular sistémica).
Afortunadamente, la frecuencia del choque por quemadura ha
disminuido al aumentar el conocimiento del proceso de la
reanimación y la administración rápida de líquidos.
Inmediatamente después de la quemadura hay aumento de la
permeabilidad por trastorno de la integridad microvascular,
además de un discreto aumento de la presión hidrostática, lo
que permite el escape de agua, electrolitos y moléculas de
peso hasta de 350.000 daltons del espacio vascular al
intersticio, con la consecuente formación de edema. Aunque el
incremento de la permeabilidad no se ve en los tejidos no
quemados a las veinticuatro horas, este aumento todavía se
observa en los tejidos quemados a las 72 horas.

Los pacientes quemados precisan de la canalización de dos


vías periféricas, no debiendo demorar la colocación de una vía
intraósea si fuera necesario. El inicio de fluidoterapia en las
primeras horas, reduce la mortalidad y el fallo multiorgánico.
Durante las primeras 24 horas se emplea Ringer lactato y se
debe asegurar una diuresis igual o mayor de 1 ml/kg/h. Para
calcular las necesidades de líquidos durante el primer día en
quemaduras superiores al 10%, la fórmula más empleada es la
de Parkland: 4 ml/kg/SCQ, contabilizando desde el inicio de la
quemadura, reponiendo la mitad de lo calculado en las
primeras 8 horas y el resto en las siguientes 16 horas. En
pacientes menores de 5 años se añaden las necesidades
basales a lo calculado.

VII.2. RESPUESTAS DEL SISTEMA GASTROINTESTINAL

La hipovolemia en el paciente quemado provoca una


vasoconstricción esplácnica para redistribuir el flujo sanguíneo
hacia los órganos principales: Cerebro, corazón y pulmón,
dejando hipoperfundido el sistema gastrointestinal y vulnerable a
complicaciones principalmente íleo paralítico y úlceras
gastroduodenales.

El tracto gastrointestinal responde a las quemaduras extensas


con atrofia de la mucosa, alteraciones en la absorción y aumento
de la permeabilidad intestinal. La mucosa intestinal se atrofia
dentro de las primeras 12 horas postquemadura, hay pérdida de
las células epiteliales por aumento de la apoptosis, con atrofia del
borde en cepillo, hay disminución en la absorción de glucosa,
ácidos grasos y aminoácidos, por una actividad disminuida de la
lipasa del borde en cepillo. El intestino del paciente quemado está
sometido a isquemia y a la falta de alimentos, estos factores
favorecen la proliferación bacteriana y la producción de grandes
cantidades de toxinas, que al ser liberadas, pueden pasar al
torrente circulatorio y ocasionar daño a órganos distantes como el
pulmón.

Las úlceras multifactoriales de Curling aparecen generalmente en


la primera semana post quemadura, sin embargo pueden
aparecer dentro de las primeras tres semanas. Pueden ocurrir en
todo el tracto gastrointestinal pero el sitio más frecuente es el
duodeno, seguido en orden de frecuencia por estómago, esófago,
yeyuno y colon.

Clínicamente la totalidad de los pacientes que desarrollan este


tipo de úlceras tienen algún período de shock, ya sea
hemorrágico, cardiogénico o séptico, aunque sea transitorio.

VII.3. RESPUESTA RENAL

Los pacientes quemados presentan una disminución del flujo


renal y de la tasa de filtración glomerular, debido a una
disminución del volumen sanguíneo y del gasto cardiaco.
Una insuficiencia renal puede ocurrir como consecuencia de un
problema generalizado que se deteriora más, al final, antes de la
muerte, como parte de una falla orgánica, multisistémica o
inicialmente por lesión renal por shock debido a una inadecuada
resucitación. Al inicio de la quemadura los reportes hablan de una
incidencia de 1.3 a 15.3% de insuficiencia renal y esta variación
es grande porque se analizaron múltiples series estadísticas de
pacientes con quemaduras de más de 15%.

La filtración glomerular está disminuida en quemaduras extensas


pero menos que el flujo plasmático renal y las dos regresan a lo
normal en un período temprano si el paciente es bien tratado. Las
pruebas de función renal están diseñadas para situaciones
comunes pero para catástrofes metabólicas hay que tomar en
cuenta muchos otros factores:

o El nitrógeno ureico y la creatinina: suben cuando 2 / 3


partes del parénquima renal está dañado (si se habla de
daño renal).
o El sodio en la orina: Varía por cambios de flujo medular o
tubular, por cambios hormonales, o por las soluciones
intravenosas usadas.
o El volumen de orina: Cambia mucho, está aumentado en
insuficiencia renal de alto gasto.
o La gravedad específica urinaria: No es confiable, si se dan
proteínas es iso-osmolar con el plasma.
o Osmolaridad urinaria: Está alterada cuando hay pérdida de
sustancias moleculares mayores en la orina.

VII.4. RESPUESTA ENDOCRINO-METABOLICA:

En los pacientes con quemaduras también se producen profundas


alteraciones del ambiente hormonal interno. Así, se han detectado
cambios significativos en los niveles plasmáticos de vasopresina
(incrementos de hasta 50 veces los valores normales),
catecolaminas (incrementos de hasta 20 veces los valores de
epinefrina y norepinefrina) actividad de renina plasmática
(incrementos hasta 4 veces los valores basales al cuarto día tras
la quemadura), angiotensina (incrementos hasta 7 veces los
valores normales a las 48 horas de la quemadura) y aldosterona.

Los niveles de cortisol plasmático también aumentan después de


las quemaduras en relación directa a la superficie corporal
quemada, pudiendo su elevación ser transitoria (2-3 días) en
pacientes con quemaduras poco extensas, o prolongarse durante
semanas en pacientes con quemaduras graves. También la
prolactina se encuentra aumentada tras la quemadura en relación
directa a la superficie corporal quemada. Por el contrario no se ha
encontrado un patrón evolutivo definido cuando se han estudiado
los niveles de hormonas tiroideas en pacientes quemados,
oscilando entre niveles normales o bajos.

VII.5. RESPUESTA DEL SISTEMA TERMORREGULADOR

El centro termorregulador está situado en el hipotálamo, que


capta la temperatura de la sangre y también es informado por
aferencias nerviosas procedentes de la superficie cutánea, donde
existen receptores para el calor y el frio. Entonces el centro
termorregulador, con esta información se pone en marche la
termogénesis o la termólisis:

 Termogénesis: Contracciones musculares, aumento del


metabolismo con aumento del tono simpático y de la
secreción de catecolaminas y de hormonas tiroideas.

 Termólisis: Tratar de mantener la temperatura central como


constante. El calor se transporta de la zona central a la
superficie corporal a través de la sangre hasta la piel,
donde se elimina, así como por mucosas y vías áreas por
conducción, convección, radiación y por evaporación. La
sudoración es esencialmente eficaz.
Así, el centro termorregulador controla la termólisis aumentando o
disminuyendo la circulación cutánea para promover o reducir la
eliminación del calor al exterior por conducción, convección o
radiación y estimulación o frenando la secreción sudorípara.

EFECTOS SISTÉMICOS Y CAMBIOS FISIOPATOLÓGICOS


EN PACIENTES QUEMADOS
SISTEMA EFECTOS
Dermatológico Evaporación y pérdida de calor con
tendencia a la hipotermia
Neurológico Letargia, delirio, convulsiones y coma
Tempranos: disminución del gasto
cardíaco; aumento de las resistencias
sistémicas y
Cardiovascular pulmonares; depresión miocárdica y
aumento de la permeabilidad capilar
Tardíos: aumento del gasto cardíaco,
disminución de la resistencia vascular
periférica
Estridor, edema de la vía aérea,
disminución de la compliance,
Pulmonar aumento del espacio muerto
fisiológico, atelectasias, hipoxemia,
edema intersticial, alteración V/Q*,
SDRA**
Tempranos: oliguria, necrosis tubular
aguda si la reanimación no es
Renal adecuada
Tardíos: disfunción renal proximal
tubular, glucosuria, proteinuria
Infiltración grasa, disfunción hepática,
Hepático aumento de gluconeogénesis,
disminución
de albúmina
Gastritis erosiva, úlceras de estrés,
Gastrointestinal íleo adinámico
Aumento de consumo de oxígeno, de
gluconeogénesis, de producción de
Endocrinológico y metabólico CO2,
de catecolaminas y de lipólisis;
hiperglicemia; catabolismo proteico;
hiponatremia;
hipocalcemia e hipofosfatemia
Tempranos: aumento de viscosidad
sanguínea, disminución de la vida
media de eritrocitos,
Hematológico trombocitopenia, aumento de
productos de degradación de
fibrinógeno y disminución de
factores V y VIII
Tardíos: anemia y coagulopatía
Disminución de la inmunidad, con
Inmunológico mayor susceptibilidad a infecciones
Fuente: Elaborada con base en: Abdi S, Cortiella J. Burn injury-related
anesthetic emergencies. Seminars in Anesthesia, Perioperative Medicine and
Pain 1998.
VIII. TRATAMIENTO:

1. Evaluación del ABC:


Vía aérea y respiración:
En niños con poli-traumatismo asociado se manejará la vía aérea
con control de la columna cervical hasta excluir lesión de la
médula espinal cervical. La inhalación de aire caliente puede
provocar edema y obstrucción de la vía aérea en las primeras 24-
48 horas. Se valorara intubación precoz si las quemaduras son
faciales, en cejas, ante la presencia de esputo carbonáceo,
disfonía, estridor, estertores, sibilancias, alteración del estado de
conciencia o cianosis.

Se iniciará oxigenoterapia con mascarilla reservorio al 100% con


monitorización de saturación de oxígeno y controles gasométricos
con medición de carboxihemoglobina.
Circulación:
Los pacientes quemados precisan de la canalización de dos vías
periféricas, no debiendo demorar la colocación de una vía
intraósea si fuera necesario. El inicio de fluidoterapia en las
primeras horas, reduce la mortalidad y el fallo multiorgánico.

Durante las primeras 24 horas se emplea Ringer lactato y se debe


asegurar una diuresis igual o mayor de 1 ml/kg/h.

Para calcular las necesidades de líquidos durante el primer día en


quemaduras superiores al 10%, la fórmula más empleada es la de
Parkland: 4 ml/kg/SCQ, contabilizando desde el inicio de la
quemadura, reponiendo la mitad de lo calculado en las primeras 8
horas y el resto en las siguientes 16 horas. En pacientes menores
de 5 años se añaden las necesidades basales a lo calculado.

Se analizará el tratamiento ambulatorio (pacientes con quemaduras


menores) y el tratamiento del paciente hospitalizado.

 Tratamiento ambulatorio:
La decisión de tratar un paciente ambulatoriamente debe ser
tomada por un profesional de suficiente experiencia en el
tratamiento de quemados. La decisión debe incluir variables
como la extensión, profundidad, localización, ausencia de
afección de la vía aérea, lesión por inhalación, quemaduras
eléctricas y lesiones asociadas. Además, se debe contar con
una familia que pueda aprender el tratamiento y entienda la
importancia de los controles.
Se pueden tratar ambulatoriamente si cumplen los anteriores
criterios los pacientes con quemaduras de menos de 10% de
ASC intermedias y menos de 2% profundas, de la siguiente
manera:

1. Aplicar compresas frías en el sitio de la quemadura solo si


el niño se ha quemado 30-60 minutos antes del ingreso al
servicio de urgencias. Nunca se deben aplicar aceites,
pues tienden a atrapar calor en la piel.
2. Escoger el analgésico que se administrará.
3. Lavar la herida con gasas y agua estéril para remover todo
tejido necrótico; se debe utilizar técnica aséptica.
4. Secar la herida y cubrirla con un antibiótico tópico como
sulfadiazina de plata o nitrofurazona. Si la quemadura es
adyacente a la boca u ojos, se debe utilizar vaselina y
cubrir la herida con gasas.
5. Administrar toxoide tetánico, si la última dosis la recibió
hace más de diez años o si el niño ha recibido menos de
tres dosis.
6. Si las circunstancias lo permiten, las curaciones las pueden
hacer los padres en la casa, siempre y cuando el nivel
sociocultural y el interés por el niño permitan una adecuada
instrucción en técnicas de curación:
 Lavar la herida con jabón desinfectante dos veces al
día. La crema antibiótica tópica debe ser removida
completamente antes de aplicar una nueva capa.
 Debe administrar el analgésico ordenado antes de
este procedimiento.
 Secar la herida y aplicar la crema antibiótica tópica
formulada. Poner gasas sobre la herida.
 Cuando la herida haya epitelializado, los lavados se
deben reducir a una vez al día.
 Se debe aplicar una crema emoliente para mantener
húmedo el epitelio y debe advertirse que en el
proceso de cicatrización puede haber prurito
marcado.
 Debe instruirse a la familia para consultar
inmediatamente si hay enrojecimiento de la piel
alrededor de la quemadura o si el área quemada se
torna dolorosa o de mal olor; si hay secreción
abundante o si hay fiebre y escalofríos.

 Tratamiento hospitalario:
Este tratamiento incluye reanimación hídrica, aplicación de
coloides, analgesia y nutrición.

Criterios de tratamiento hospitalario:


 Quemaduras de 2º grado con 10-20% de SCQ.
 Quemaduras de 3º grado con SCQ entre el 5- 10%.
 Quemaduras eléctricas.
 Niños con traumatismos concomitantes.
 Problema social.
 La afectación de cara, cuello, manos, pies,
genitales, periné y articulaciones.
 Quemaduras circunferenciales.
 Se valorará la necesidad de equipo multidisciplinar
en relación con lesiones asociadas así como
necesidad de soporte intensivo.

1. Reanimación hídrica:

Una de las prioridades en el paciente quemado es el inicio


de la reanimación con líquidos tan pronto como sea
posible. Los niños con quemaduras que excedan 15% de
ASC requieren terapia hídrica para el tratamiento del
choque por quemaduras.

Esta terapia con líquidos debe ser suficiente para


compensar las pérdidas hídricas, suplir el déficit de sodio,
restaurar el volumen circulante efectivo, proveer buena
perfusión, corregir la acidosis y mejorar la función renal.

Los análisis retrospectivos de los requerimientos hídricos


de los pacientes quemados han permitido el desarrollo de
múltiples regímenes de líquidos que se basan en la
extensión de la quemadura.

La controversia se centra en el volumen, la composición de


los líquidos y el tipo de monitorización para evaluar el nivel
de hidratación del paciente. No hay una fórmula que de
manera exacta pueda predecir el volumen que requiere un
paciente en particular. La falta de exactitud de ellas
requiere que deban ser manejadas de tal manera que
permitan alcanzar unos objetivos específicos de
reanimación.
La fórmula original tiene glucosa al 4,75% y 1,25% de
albúmina. Se prefiere esta fórmula porque los niños tienen
mayor ASC con respecto al peso que los adultos (los
regímenes para quemados expresados en ASC son más
apropiados que los basados en el peso corporal). Esta
fórmula, que usa lactato de Ringer, es la siguiente:

Primeras 24 horas: 5000 mL x ASC quemada (líquidos


de sustitución) + 2000 mL x ASC (líquidos de
mantenimiento), sin administrar potasio.
Segundo día: 4000 mL x ASC quemada (líquidos de
sustitución) + 2000 mL x ASC (líquidos de
mantenimiento), sin administrar potasio.
Tercer día: 3000 mL x ASC quemada (líquidos de
sustitución) + 2000 mL x ASC (líquidos de
mantenimiento). Empezar la administración de potasio:
30 mEq/ ASC/día.

La mitad del volumen total calculado se administra en las


primeras ocho horas, contadas estas desde el momento de
la quemadura y no desde el momento de su llegada al
servicio de urgencias. El resto debe administrarse en las
siguientes dieciséis horas.
Se debe tener en cuenta que durante las primeras ocho
horas ocurre la mayor pérdida de plasma, la cual empieza
a disminuir después de doce horas. Esa es la razón por la
que se administra mayor cantidad de líquidos en la fase
inicial: para tratar de compensar esas pérdidas.
En las siguientes dieciséis horas se necesita menor
volumen de líquidos. En lo posible debe evitarse la
administración de bolos que pueden aumentar el edema
tisular, al incrementar la frecuencia y el tiempo en que el
plasma escape al espacio intersticial.
La capacidad de gluconeogénesis de los escolares y
adolescentes es alta, lo que permite que estos no requieran
glucosa durante las fases iniciales de la reanimación. Los
lactantes y preescolares con menos de 20 kg requieren
monitorización estricta de los niveles de glicemia, pues en
ellos puede ser necesario el uso de glucosa de
mantenimiento.
VALORAR LA CIRCULACION Y EFECTUAR LA
REPOSICION DE LIQUIDOS
Calculo de la superficie corporal:
4 x peso ( Kg )+7
Total=
90+ peso( Kg)

Calculo de la superficie:
SCT x %quemadura
Quemadura=
100

PESO NECESIDADES
CORPORAL
HASTA 10KG 100 ml/kg/24hr
DE 11 – 20KG 1000 ml/kg por los primeros 10kg+50ml/kg por cada kg
después de los 10kg
DE 21 - 30 1500ml/kg por los primeros 20kg+25ml/kg por cada kg
después de los 20kg
DE 31 - 40 1750ml/kg por los primeros 30kg+10ml/kg por cada kg
después de los 30kg

2. Aplicación de coloides:
El coloide puede empezarse a administrar después de las
primeras veinticuatro horas. El tipo de coloides
recomendado puede variar, pero en la mayoría de centros
se usa la albumina al 5% isotónica.
Las soluciones hipertónicas se han propuesto como una
medida para disminuir el volumen de líquidos
administrados y para mejorar la función miocárdica.

3. Analgesia:
Los niños quemados requieren alguna forma de sedación y
analgesia. El tratamiento de las lesiones térmicas
necesariamente implica aliviar el dolor y el sufrimiento. Ignorar
el dolor que acompaña a la quemadura no solo es inhumano,
sino que niega innumerables estudios sobre los efectos
deletéreos del dolor, que altera las respuestas
neuroendocrinológicas y la termorregulación y aumenta el
metabolismo.

Sulfato de morfina es la droga de elección en las quemaduras


graves; produce analgesia, euforia y sedación. Además, tiene
amplia distribución y se elimina rápidamente. La dosis es 0,1-
0,2 mg/kg IV dosis cada 4-6 horas. Esta dosis, calculada
según el peso del paciente, debe ser adecuada a las
necesidades individuales de cada uno de ellos.

Fentanilo es cien veces más potente. La dosis usual es 1-2


ug/kg intermitentemente cada 1-2 horas o infusión continúa de
1-5 ug/kg/hora; debe vigilarse la ocurrencia de depresión
respiratoria. Keterolac, antiinflamatorio no esteroide, se usa en
dosis de 0,5 mg/kg dosis cada seis horas. Acetaminofén es
otro potente analgésico en el tratamiento de pacientes
quemados.

Ketamina es útil para procedimientos como los cambios de


vendajes. Produce anestesia disociativa y para evitar las
alucinaciones durante la recuperación se recomienda el uso
concomitante de midazolam. Cuando se administra por vía IV
se alcanza un nivel de inconsciencia en treinta segundos, y la
duración de acción puede ser hasta de diez minutos. Es una
droga que permite efectuar los procedimientos de manera
rápida y efectiva.

Cuando se utilizan estos medicamentos en los pacientes


quemados se debe recordar que ellos tienen alterados
parámetros farmacocinéticos como absorción,
biodisponibilidad, unión a proteínas, volumen de distribución y
aclaramiento.

DIPIRONA 10-30 mg/kg/dosis oral o IM


0.5 mg/kg/dosis 24 horas infusión continua
PARACETAMOL 15 mg/kg/dosis
0.5 mg/kg/dosis oral
0.2 mg/kg/dosis IM
0.002-0.005 mg/kg/dosis/bolo EV
0.5-1 mg/kg/dosis infusion continua

KETEROLACO 0.5-0.9 mg/kg/dosis ev o im

Monitorización: Los líquidos que se administran y el estado


del volumen intravascular deben estarse reevaluando
frecuentemente durante la reanimación aguda, porque es
fundamental estar seguros de cuando los intentos de
reanimación han sido exitosos o fallidos. Los objetivos de la
reanimación en niños quemados son:
Sensorio: que se mantenga consciente y sin irritabilidad
Temperatura distal: que esté tibio periféricamente
Diuresis: que tenga mínimo 1 mL/kg/hora (sin
glucosuria)
Exceso de bases: que se mantenga en < 2
La monitorización del gasto urinario es un indicador clave de
la reanimación exitosa. El reemplazo de líquidos debe
mantenerse en un volumen que asegure un gasto urinario de
1-2 mL/kg/hora en niños menores de 30 kg y 30-50 mL/hora
en los demás.
En los niños bien reanimados generalmente hay disminución
en los requerimientos hídricos después de veinticuatro horas
de la lesión térmica, cuando empieza a mejorar la integridad
microvascular. La administración de líquidos debe disminuirse
a medida que aumente el gasto urinario.
Durante las primeras veinticuatro horas son raras las
alteraciones electrolíticas, porque la reanimación con
cristaloides generalmente compensa las pérdidas
hidroelectrolíticas de los pacientes quemados. Sin embargo,
es necesario monitorizar los niveles séricos de sodio, potasio,
cloro, calcio y magnesio.
4. Nutrición:
El estado hipercatabólico-hipermetabólico marcado de los
pacientes con quemaduras graves hace del soporte
nutricional uno de los retos principales en el tratamiento. La
supervivencia de los pacientes quemados se puede deber en
gran parte a la especial atención que se les hace en este
campo.
Los requerimientos calóricos para los pacientes quemados
han sido ampliamente estudiados: en niños se han descrito
más de veintitrés métodos. Las siguientes son las
recomendaciones sobre los requerimientos nutricionales en
niños quemados:
Menores de doce años: la fórmula revisada de
Galveston es la que se aproxima más a los
requerimientos energéticos en quemaduras de más del
30%: kcal/día:

ℜ=1800 Kcal x ASC +1300 Kcal x ASC quemada

Mayores de doce años: la ecuación de Harris-Benedict,


a la que se agrega un factor de ajuste según la
gravedad de la quemadura.

Fórmula de Harris-Benedict (gasto energético basal):

Hombres:

66 + (13,7 x peso en kg) + (5 x talla en cm) - (6,8 x


edad en años).

Mujeres:

655 + (9,6 x peso en kg) + (1,7 x talla en


cm) - (4,7 x edad en años).
La administración de nutrición enteral en las primeras
veinticuatro horas de las quemaduras es beneficiosa,
pues disminuye la frecuencia de infección, promueve la
cicatrización temprana, disminuye el catabolismo
proteico, mejora el balance de nitrógeno y atenúa la
respuesta hipermetabólica en el paciente quemado. El
objetivo principal es evitar la sobrealimentación y al
tiempo dar los sustratos necesarios para limitar el
catabolismo.

IX. COMPLICACIONES

o Hipoxia

o Lesión respiratoria menos evidente es la inhalación de monóxido de


carbono cuya afinidad por la hemoglobina es superior a la del
oxígeno, lo que se traduce como una deprivacion del oxígeno
necesario para la supervivencia de los tejidos periféricos de los
órganos dependientes del oxígeno

o La insuficiencia respiratoria puede producirse por distintas causas,


sea por lesiones de inhalación, como por aspiración en un paciente
inconsciente, neumonías bacterianas, edema pulmonar, embolia
pulmonar o insuficiencia pulmonar postraumática. En pediatría el
factor más frecuente de la insuficiencia respiratoria es la neumonía
bacteriana.

o Infección. Es la causa más común de muerte (60%). Los patógenos


predominantes son Pseudomonas, E. coli, Klebsiella, estreptococo y
estafilococo. Las quemaduras se encuentran relativamente libres de
gérmenes, a menos que la herida se contamine con material
potencialmente infeccioso, como procedente del suelo o del agua
contaminada. La colonización precoz de la superficie de la herida por
microorganismos predominantemente grampositivo.

o Cardiovasculares. Secundario a la disminución del gasto cardiaco el


cual es condicionado por baja del volumen circulante, aumento de la
resistencia periférica y de la viscosidad sanguínea, además de la
acción de un factor depresor del miocardio. Hipertensión arterial por
liberación de catecolamina y renina plasmática.

o Renal. Insuficiencia renal aguda por hipovolemia e hipotensión


prolongada, mioglobininemia o hemoglobinemia.

o Hematológicas. Anemia por daño térmico o disminución de la vida


media de los eritrocitos. Coagulación intravascular

o Neurológicas. Obnubilación, alucinaciones, coma, crisis convulsivas,


básicamente por la disminución de la perfusión, hipoxia, hipovolemia,
hiponatremia, sepsis, trombosis de las venas corticales y gliosis.

o Digestivas. Dilatación gástrica e íleo (por desequilibrio simpático y


parasimpático). Úlceras de Curling.

o Falla orgánica múltiple. Inflamación generalizada y daño tisular que


afecta pulmón, hígado, riñón, tracto gastrointestinal y corazón.

o Desequilibrio ácido-base. Alcalosis respiratoria secundaria a la


ansiedad, dolor e hiperventilación. Acidosis metabólica por
disminución de la perfusión tisular e hipoxia.

X. PREVENCIÓN PRIMARIA
Promoción de la salud
La educación médica proporcionada a padres de familia e incluso al
niño, es fundamental cuando se pretende tener campañas sobre la
prevención. Los esfuerzos deben encaminarse a la modificación de
hábitos y costumbres peligrosas tales como el uso de braseros
intradomiciliarios, veladoras cerca de materiales de fácil combustión o
juegos con elementos explosivos (cohetes). Se debe recomendar a la
familia a no usar manteles, no permitirle a los niños el manipuleo de
elementos inflamables o de pirotecnia. Protección específica Tomando
en cuenta la multiplicidad de factores que intervienen en la génesis de
las quemaduras, el éxito de la prevención dependerá de la aplicación de
medidas que se mencionan a continuación:
o Extremar precauciones con los líquidos y sólidos calientes, no dejar
que los niños se acerquen a la estufa cuando sé esta calentando
algún alimento. Legislar que las llaves y baños tengan un mecanismo
contra sobrecalentamiento.
o No dejar elementos combustibles, encendedores, cigarrillos y cerillos
al alcance de los niños. Promover la fabricación de encendedores no
operados fácilmente por niños.
o Prohibición del uso de explosivos y cohetes.
o Promulgar la construcción residencial y comercial de sistemas contra
incendios.

PREVENCIÓN SECUNDARIA

Diagnóstico precoz y tratamiento oportuno


La evaluación inicial (A,B,C,D,E) de un paciente quemado es igual al de
cualquier paciente de trauma.

1. Examen primario
• Atención al mantenimiento de la vía aérea con protección espinal.
• Buena respiración y Ventilación.
• Circulación con control de hemorragia.
• Discapacidad (evalúe el déficit neurológico).
• Exposición (desvista por completo al paciente, pero mantenga la
temperatura).

2. Examen secundario
a) Estimación del área quemada. De acuerdo con la edad del paciente,
se estimará el porcentaje de SCQ con la sumatoria de las áreas que
presenten quemaduras de II y III grado, de acuerdo con el esquema de
Lund y Browder.
b) Diagnóstico de la profundidad de la quemadura.
c) Estudios iniciales de laboratorio. La lesión porque madura puede
causar disfunción de cualquier sistema de órganos. Por esta razón, las
pruebas básicas de laboratorio pueden llegar a evaluar el progreso del
paciente: Hematócrito, Electrólitos (Na, K, Cl y HCO3), nitrógeno en la
sangre y la orina. Donde existen circunstancias especiales pueden ser
apropiadas pruebas especializadas como: gases arteriales,
carboxihemoglobina, ECG (en las quemaduras eléctricas).

3. Valorar hospitalización en un centro de quemaduras de acuerdo a los


siguientes criterios:
• Quemaduras de espesor parcial mayor del 10% del área corporal.
• Quemaduras que involucran la cara, manos, pies, genitales, periné, o
articulaciones mayores.
• Quemaduras de tercer grado en grupo de cualquier edad.
• Quemaduras eléctricas.
• Quemaduras químicas.
• Lesión por inhalación.
• Cualquier paciente con quemaduras y trauma concomitante.
• Quemaduras por abuso infantil.

PACIENTE NO HOSPITALIZADO
1. Profilaxis antitetánica;
2. Lavado y debridación de tejido muerto
3. Colocar pomada antibiótica “Microcyn” dos veces al día
4. Vigilancia ulterior: lavado dos veces al día, pomada cubierta con gasa;
ejercicios de extensión, cita diaria o cada semana hasta la epitelización.

PACIENTE HOSPITALIZADO

1. Reanimación hídrica. Las quemaduras mayores de 10% por lo


general requieren de aporte hídrico endovenoso. La restitución
adecuada de volumen es de importancia crítica en el niño que ha sufrido
una quemadura extensa. Se puede insertar un catéter intravenoso de
grueso calibre, la colocación de catéter venoso femoral ha demostrado
ser seguro para niños con quemaduras masivas. La solución Ringer
lactato (RL) debe empezarse en pacientes de todas las edades, los
infantes pueden desarrollar hipoglucemias debido a las reservas
limitadas de glucógeno; por lo tanto el índice de glucosa en sangre debe
ser vigilado y mantener el índice de infusión con RL y glucosa al 5%,
este debe ser incluido en los líquidos de reanimación. Los líquidos de
reanimación en infantes y niños pueden ser calculados por las siguientes
formulas:
*Fórmula de Parkland. Es la más utilizada. Volumen inicial en mL (dados
las primeras 24 h): De 3 a 4 mL/peso en kg/% SCQ más necesidades
básales (en menores de 5 años). El mantenimiento de líquidos
requeridos para un niño puede ser calculado como sigue:
• Por los primeros 10 kg de peso: 100 mL/kg/24 h.
• Por los segundos 10 kg de peso: 50 mL/kg/24 h.
• Por cada kg de peso arriba de 20 kg: 20 mL/kg/24 h.
*Fórmula de Galvestón (utilizada en el Hospital Civil Juan I Menchaca).
Estimarse 5 000 mL/m2 de SCQ más 2 000 mL/m2 de SCT (superficie
corporal total) para las necesidades de mantenimiento. El ritmo de
infusión para ambas reanimaciones se logrará administrando la mitad de
lo calculado en las primeras 8 h de la hora de la quemadura y la otra
mitad en las siguientes 16 h.

2. Coloides. Albúmina sólo si es menor de 2 g/dL y se calcula a 0.5 a 1


g/kg/día hasta completar 2g. El estado mental y la uresis (0.5 mL a 1
mL/kg/h) son los dos criterios mayores para valorar la suficiencia de la
reanimación. Deben considerarse también el pulso, temperatura y la
medición de la presión venosa central. La presión arterial no se
considera un parámetro útil ya que el edema que sucede después de la
reanimación puede comprometer las arterias y dar falsas lecturas.

3. Electrólitos. Después de las 36 h de restitución de líquido, se puede


presentar bajos niveles de K secundaria a alcalosis respiratoria e
hiperaldosteronismo, se recomienda iniciar reposición de potasio a razón
de 30 a 40 mEq/m2 SC en caso de ser necesario. La administración de
calcio, fósforo, magnesio se valorará de acuerdo con cada caso en
particular.

4. Analgesia. Paracetamol o metamizol IV a 10 mg/kg, cloruro mórfico


IV de 0.1 a 0.5 mg/kg en infusión lenta puesto que puede disminuir la
tensión arterial o morfina en bolo de cada 4 h más rescates.

5. Sonda nasogástrica. Los pacientes con quemadura con más de


20%, están propensos a una dilatación gástrica debido a un íleo.

6. Manejo de la herida: Aseo y debridación del tejido muerto. Se debe


cubrir el área quemada con una sábana limpia y seca para ser
trasladado, después deben desbridarse las ampollas y aplicar en la
herida un agente tópico idóneo y cubrirla. El nitrato de plata es efectivo
para áreas injertadas de modo reciente, no infectadas. Vigilancia clínica
y bacteriológica de la herida se debe revisar diariamente la presencia de
cualquier cambio que nos haga sospechar de infección.
7. Antimicrobianos. El empleo profiláctico de antibióticos es
controvertido. Hay tres situaciones clínicas en las que pudiera estar
indicada; si bien no se ha demostrado su eficacia mediante estudios
controlados; éstas son:
• excisión de la herida;
• autoinjerto;
• quemadura extensa en niños.
En estos casos se recomienda el uso de penicilina sódica cristalina, 50
000 a 100 000 U/kg/d i.v. por un lapso de 2 a 5 días. 8. Profilaxis
antitetánica. Toxoide tetánico 0.5 mL i.m. 9. Antiácidos. Gel de hidróxido
de aluminio, 10 a 30 mL cada 2 a 4 h, ranitidina 1 mg/kg/dosis c/ 12 h en
pacientes con quemaduras mayores de 20% de SCQ. 10. Corrección del
hematócrito de acuerdo a la edad, utilizando paquete globular a l0 mL/kg

8. Alimentación. Se recomienda su inicio temprano, posterior al periodo


de la reanimación de 48 a 72 h Las quemaduras de primero y segundo
grado sanaran en 2 a 3 semanas, las quemaduras de tercer grado y
segundo grado profundo que no sanaron deben injertarse lo más pronto
posible una vez que el lecho de la herida se encuentre preparado
aproximadamente a la semana de la lesión inicial. Limitación del daño La
colocación temprana de injertos se relaciona con una disminución de
secuelas funcionales y cosméticas en el paciente quemado, mejorando
con esto la calidad de vida contribuyendo con la prevención de secuelas
físicas y psicológicas.

PREVENCIÓN TERCIARIA

Rehabilitación. Se dirige a la prevención de la pérdida del movimiento


articular, pérdida de masa muscular y prevención de deformidades
anatómicas. En algunos pacientes es necesario el uso de movimientos
pasivos y el uso de dispositivos de restricción y férulas con este
propósito.

XI. CONSIDERACIONES DE ENFERMERÍA

XI.1. DIAGNOSTICOS DE ENFERMERIA

- Alteración de la integridad cutánea en relación con la lesión térmica

- Dolor en relación con el traumatismo y el tratamiento de la piel

- Alto riesgo de infección relacionado con pérdida de protección


cutánea e inmunosupresión, secundario a quemaduras.
- Nutrición alterada inferior a los requerimientos corporales en relación
con el aumento del catabolismo y la pérdida de apetito

- Dolor, relacionado con traumatismo (en pacientes con quemaduras


epidérmicas y dermicosuperficiales)

- Déficit de volumen de líquidos relacionado con evaporación y paso


de líquidos del espacio intravascular al intersticial, secundario a
quemaduras (en pacientes con quemaduras dérmicoprofundas o
subdérmicas

- Alto riesgo de hipotermia relacionado con exposición a ambiente frío,


deshidratación, y pérdida de cobertura cutánea.

- Trastorno de la movilidad física en relación al dolor y la alteración del


movimiento articular

- Alteración de la imagen corporal en relación con la percepción del


aspecto y la movilidad

- Alteración de los procesos familiares en relación a la crisis situacional

- Ansiedad relacionada con traslado, hospitalización, suceso ocurrido y


procedimientos invasivos
XI.2. PLANIFICACION

Los objetivos en los niños con quemaduras son los siguientes:


- Evitar las complicaciones agudas
- Aliviar el dolor
- Facilitar la cicatrización de las heridas
- Aportar nutrición
- Evitar las complicaciones tardías
- Cuidar los injertos cutáneos
- Apoyar al niño y a la familiar
- La preparación para el alta y cuidado del niño

XI.3. EJECUCION

XI.4. EVALUACION
- Observar la conducta del niño durante todos los aspectos
de asistencia, escuchar las señales verbales, usar un
registro de valoración del dolor para evaluar la eficacia de
la analgesia
- Observar las heridas de las quemaduras y el estado
general del niño
- Observar la conducta alimenticia del niño y la cantidad de
alimentos que consume, pesarlo a diario o según las
indicaciones
- Inspeccionar las heridas para detectar signos de infección,
tomar constantemente las funciones vitales, observar
signos de hemorragia gástrica, complicaciones
respiratorias perdidas de peso, nivel de hemoglobina y
signos neurológicos.
- Observar los signos de curación y de formación de
cicatrices, valorar la eficacia de la fisioterapia y de los
aparatos.
- Observar las conductas del niño y de su familia. Interrogar
al niño y a la familia sobre sus sentimientos y
preocupaciones.

FLUXOGRAMA
ALGORITMO DE ATENCION AL GRAN QUEMADO AGUDO

QUEMADO AGUDO

TRANSFERIDO EVACUADO

EMERGENCIA

TRAUMATOLOGIA EVALUACION UCI


INSTALACION DE
CATETERES

RESUCITACION
HIDROELECTROLITICA

HISTORIA CLINICA Y
EXAMENES AUXILIARES

CURACION

ALTA HOSPITALIZACION
MANEJO POR UNIDAD DE QUEMADOS
CONSULTORIO EXTERNO

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
 MARTINEZ, Roberto (1978) salud y enfermedades del niño y el
adolescente. 7 edición. México: manual moderno.
 MARCDANTE, Karen J., KLIEGMAN, Robert. (2008) Pediatría
esencial.7 edición. Barcelona.
 http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-
08072010000100007
 Donna L. Wong. (1995) Enfermería Pediátrica. Cuarta edición. Ed.
Mosby: España
 MAYA, Luis (2006). Evaluación y tratamiento de las quemaduras en
la niñez. 8 edicion. Chile.
 PEÑALBA, Ana ..., MARAÑÓN, Rafael (2010). Tratamiento de las
quemaduras en urgencias. 2° edición. Madrid.

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