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III
En 1209 todos y cada uno de sus habitantes fueron perseguidos y
muertos sin contemplaciones durante la cruzada contra los
albigenses. Pierre des Vaux-de-Cernat, un monje cisterciense,
escribió en 1213, basándose en los relatos de cruzados que
estuvieron allí. Béziers se había convertido en una especie de refugio
para heréticos y por eso, cuando los cruzados la atacaron, existía allí
un enclave de 222 cátaros que vivían en la ciudad sin que nadie los
molestase. Aunque no se sabe si el conde de Béziers era también
cátaro, o sólo un simpatizante, el caso es que no hizo nada por
perseguirlos o expulsarlos, y esto enfureció sobremanera a los
cruzados. Éstos exigieron que los habitantes católicos entregaran a
los cátaros o salieran de la ciudad, dejando intramuros a los cátaros
para que fuese más fácil exterminarlos.
Aunque estas exigencias se plantearon bajo amenaza de excomunión
y la alternativa concedía a los católicos la oportunidad de salvarse de
la inminente matanza, sucedió algo asombroso: los ciudadanos no
quisieron cumplir ninguna de las dos condiciones. Como escribió
Vaux-de-Cernat, prefirieron «morir como heréticos que vivir como
cristianos». Y de acuerdo con el informe que el Papa recibió de sus
enviados, los habitantes de la población juraron además defender a
sus herejes. En julio de 1209 los cruzados entraron en Béziers.
Después de ocuparla sin dificultad mataron a todo el mundo,
hombres, mujeres, niños y clérigos, tras lo cual incendiaron la
ciudad. Debieron de morir entre 15.000 y 20.000 personas, mientras
que los heréticos eran poco más de doscientos. «No encontraron
refugio ni bajo la cruz, ni ante el altar, ni junto al crucifijo ». Así fue
que los cruzados preguntaron a los delegados del Papa cómo
distinguirían a los heréticos de los demás ciudadanos y recibieron la
célebre contestación: «Matadlos a todos, que Dios conocerá a los
suyos».
¿Qué ocurrió allí en realidad? En primer lugar hay que tener en
cuenta la fecha exacta de la matanza, que fue el 22 de julio, fiesta
de María Magdalena, detalle cuya singular importancia destacaron
todos los autores contemporáneos.
Y fue en la iglesia de la Magdalena de Béziers donde cuarenta años
antes murió asesinado el señor local, Raymond Trencavel, por
motivos que no han quedado claros. En Béziers al menos, la relación
entre la Magdalena y la herejía no era casual, y además proporciona
algunos atisbos sobre el trasfondo de la cruzada albigense en su
conjunto. Como escribió Pierre des Vaux-de-Cernat: ―Béziers fue
tomada el día de santa María Magdalena, ¡oh justicia suprema de la
Providencia! […] los heréticos afirmaban que santa María Magdalena
había sido la concubina de Jesucristo […] era justo, por tanto, que
esos perros repugnantes fuesen vencidos y exterminados en la
festividad de aquella a quien habían agraviado […] ―. Por más que la
idea pareciese repugnante al monje y a los cruzados, es obvio que
no escandalizaba a la gran mayoría de los ciudadanos que se
pusieron activamente a favor de los herejes. Lo cual indica que la
creencia o tradición local en cuestión ejercía un gran ascendiente en
aquellas gentes.
Los evangelios gnósticos y otros textos primitivos describen sin
muchos eufemismos como unión sexual la relación entre María
Magdalena y Jesús. Pero los evangelios gnósticos ni siquiera habían
sido descubiertos. Así pues, ¿de dónde provenía la tradición? El
episodio vino a ser como el preludio de la cruzada albigense, cuyos
estragos en el Languedoc aún habrían de durar cuarenta años más y
dejaron grandes cicatrices en la conciencia colectiva de la población.
Pero, ¿quiénes fueron esos cátaros cuyas creencias justificaron que
se montase toda una cruzada?
¿Qué motivos tenía el poder establecido para temerlos tanto? En el
Languedoc el movimiento se convirtió rápidamente en una fuerza no
desdeñable durante el siglo XI. Llegaron a ser la religión dominante
del país y siempre fueron tratados allí con el mayor respeto.
Los miembros de todas las familias aristocráticas eran cátaros
notorios, o simpatizantes que los ayudaban activamente. Se puede
afirmar que el catarismo era la virtual religión de estado en el
Languedoc.
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10 comentarios »
1. Es acerca del cuadro más famoso de todos la gioconda y su
enigmática sonrisa. Solo hay que fijarse un poco para darse
cuenta que no tiene cejas ni pestañas. Además la parte de
los pechos está minimizada ¿por qué?
2. Fácil; por que la supuesta y enigmática señora es un hombre,
posiblemente el travesti más famoso de la historia,
Ahora habría que preguntarse si el clero lo sabía o no se
dieron cuenta.
Comentario por R. Alfonso | enero 6, 2014 | Responder
3. ¡Ha!, Se me ha quedado en el tintero que tampoco sonríe del
todo, ya que entonces se haría más evidente que en realidad
es un hombre. De ahí lo de la enigmática sonrisa.
Además tiene la cabeza muy grande.
Comentario por R. Alfonso | enero 6, 2014 | Responder
4. […] https://oldcivilizations.wordpress.com/2014/01/
04/las-obras-de-leonardo-da-vinci-escondian-un-
codigo-… […]
Pingback por Las obras de Leonardo da Vinci,
¿escondían un código secreto? | Maestroviejo's Blog |
enero 7, 2014 |Responder
5. El paisaje que se ve tras la mona lisa no es la tierra, ni sigue
nuestras leyes físicas, el lago a la izquierda está más alto q el
resto de las aguas de la derecha y eso es imposible en este
planeta, por lo tanto tenéis una foto de otro planeta, por que
este hombre no caería en ese error. No es que Leonardo se
dibujara a sí mismo en la mona lisa, si no que quería
demostrar que era igual que él, de la misma raza!!!!!!
Comentario por Currobt | mayo 27, 2014 | Responder
6. Un codigo escondido, se ve a simple vista!!!!!
Comentario por Currobt | mayo 27, 2014 | Responder
7. […] Las obras de Leonardo da Vinci, ¿escondían un código
secreto? […]
Pingback por Hoy este blog ha alcanzado los 3 millones
de visitas « Oldcivilizations's Blog | julio 14,
2014 | Responder
8. Este texto está completamente robado de un documental de
history channel, alienigenas ancestrales, Lo robaron con
reconocimiento de voz del documental. Que afano!!!
Comentario por Chrisitian Reyes | diciembre 5,
2014 | Responder
o Tal como indico en el artículo, las fuentes utilizadas
son: Lynn Picknett y Clive Prince – ―La revelación de los
templarios‖; Michael Baigent, Richard Leigh y Henry
Lincoln – ―El enigma sagrado‖; y Gérard de Sède – ―Les
Templiers sont parmi nous‖. Si History Channel se ha
basado en las mismas fuentes, lo desconozco. Pero
como no me lo explique, no conozco la manera de
utilizar el reconocimiento de voz que indica.
Comentario por oldcivilizations | diciembre 5,
2014 | Responder
o Muy buena pero larga no me dio tiempo para leerla
Comentario por Blanca | febrero 25,
2016 | Responder
9. […] Más info […]