Descubren un osario de 2000 años que perteneció a una nieta de Caifás
Proviene de una cueva funeraria en el Valle de Elah. Por EFE
Arqueólogos israelíes han descubierto un osario de 2.000 años de
antigüedad que pertenece a una hija de la familia de Caifás, dinastía de grandes sacerdotes judíos que vivieron en el siglo I.
El hallazgo llegó a manos de la Autoridad de Antigüedades de Israel hace
unos tres años tras su robo por profanadores de tumbas antiguas, aunque solo ahora los investigadores de la Universidad de Tel Aviv y de la de Bar Ilán, han llegado a la conclusión sobre la identidad del difunto.
En su exterior, el osario tiene grabado en arameo -lengua vernácula en la
región en aquella época- la inscripción "Miriam, hija de Yeshua hijo de Caifás, sacerdote (de) Maaziah de la Casa de Imri". "La importancia de la inscripción radica en la referencia a los ancestros de la difunta: Miriam hija de Josué, de la familia de Caifás, y la referencia a la conexión entre ellos y el linaje sacerdotal de Maaziah y la Casa de Imri", aseguran los investigadores en un comunicado.
Un distinguido miembro de esta dinastía, José hijo de Caifás (Yosef ben
Caifas, en arameo), fue el sumo sacerdote al que el Nuevo Testamento atribuye la responsabilidad por la condena y crucifixión de Jesús por los romanos. La investigación reveló que el osario de su descendiente provenía de una cueva funeraria en el Valle de Elah, en lo que eran las llanuras de Judea, a unos 30 kilómetros al suroeste de Jerusalén.