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Biol Fertil Soils (2000) 32: 228-233
PAPEL ORIGINAL
Milton en Vargas 7 Ieda C. Mendes
Mariangela Hungria
Respuesta del frijol cultivado en el campo (Phaseolus vulgaris L.) a Rhizobium
inoculación y fertilización con nitrógeno en dos suelos de Cerrados
Recibido: 26 de mayo de 1999
Abstracto La mayoría de los suelos sembrados con frijoles (
Phaseolus vulgaris L.) contienen rizobios autóctonos que
podrían interferir con el establecimiento de cepas inoculadas.
Como consecuencia, los beneficios de la inoculación de
frijoles generalmente se cuestionan y el uso de fertilizantes
nitrogenados se está convirtiendo gradualmente en una
práctica común. El presente estudio tuvo el objetivo de
evaluar la efectividad de la inoculación y fertilización con N
en suelo de campo con (sitio 1) y sin (sitio 2) un historial
previo de cultivo de frijol. En el sitio 1, que tenía una
población de rizobios de 7! 102 células g–1 suelo, la inoculación
no tuvo ningún efecto sobre la nodulación o el rendimiento,
mientras que en el sitio 2 (~ 10 células g–1 suelo) inoculación
aumento de nodulación, ocupación de nódulos por la cepa
inoculada y rendimiento de grano. El fertilizante N redujo la
nodulación en ambos sitios, pero aumentó el rendimiento de
grano en el sitio 1 pero no en el sitio 2, lo que indica que la
respuesta a la inoculación y la fertilización con N depende del
historial del cultivo. Cuando se cultivó frijol por primera vez,
las poblaciones autóctonas de rizobios eran bajas y los altos
rendimientos se lograron únicamente con la inoculación de
semillas, sin más respuesta al fertilizante nitrogenado. Por el
contrario, el cultivo previo de frijol aumenta los rizobios del
suelo, evitando la formación de nódulos por las cepas
inoculadas, y el fertilizante N puede ser necesario para
obtener los máximos rendimientos. Se detectó un efecto de
interacción significativo entre el fertilizante N y la inoculación
para la distribución de serogrupos solo en el sitio 2,
MAT Vargas (Y) BIOAGRI-Laboratorios, Cx.
Postal 08.287, 73301-970, Planaltina, DF,
Brasil
correo electrónico: mtvargas@uol.com.br
IC Mendes
EMBRAPA-Cerrados, Cx. Postal 08.223,
73301-970, Planaltina, DF, Brasil
correo electrónico: mendesi@cpac.embrapa.br
M. Hungria
EMBRAPA-Soja, Cx. Postal. 231, 86001-970, Londrina, PR,
Brasil
correo electrónico: hungria@cnpso.embrapa.br
Q Springer-Verlag 2000
cepas genosas. En consecuencia, aunque no se
obtuvieron beneficios con la combinación de inoculación
y fertilizante N, esta práctica puede ser factible con la
selección de cepas apropiadas tolerantes al N de la
población de rizobios autóctonos.
Palabras clave Competitividad rizobial 7 Inoculación 7
Fijación de dinitrógeno 7 Nodulación 7 Phaseolus vulgaris
Introducción
Una quinta parte de Brasil (204 millones de ha) constituye una
sabana edáfica conocida como “Cerrados” (Adámoli et al. 1986). Con
el desarrollo de prácticas de fertilización económicamente viables,
gran parte de esta área está ahora disponible para agricultura
intensiva. Frijol común (Phaseolus vulgaris L.) es una de las
principales leguminosas de grano cultivadas en la región de
Cerrados, con su producción centrada en los campos de pequeños
agricultores donde el uso de fertilizantes nitrogenados es limitado y
los rendimientos promedio son bajos, generalmente ~ 500 kg ha.–1.
Sin embargo, más recientemente, con la introducción de nuevos
cultivares de frijol y prácticas de riego, algunos agricultores han
obtenido rendimientos13000 kg ha–1 con el uso de altos niveles de
fertilizantes, incluido el mineral N. La inoculación de frijoles no es
adoptada por la mayoría de los agricultores debido a dudas sobre la
capacidad de esa práctica para traducirse en incrementos
significativos de rendimiento. Los agricultores a gran escala, que por
lo general hacen grandes inversiones, buscan rendimientos máximos
que tal vez no se logren con N2
fijación como la principal fuente de N. En estas circunstancias, los
ensayos de inoculación deben enfatizar no solo los beneficios de
la inoculación del frijol, sino también de la combinación de esa
práctica con la fertilización con N, con el fin de lograr una
disminución en el aporte de N mineral y al mismo tiempo
obtener el máximo rendimientos.
En Brasil, la respuesta del rendimiento a la inoculación de
frijol en condiciones de campo es variable, desde ninguna
respuesta hasta aumentos sustanciales. La falta de respuesta
a la inoculación fue informada, por ejemplo, por Vargas et al.
(1983), Pereira et al. (1984) y Ramos y Boddey (1987).

Sin embargo, en condiciones óptimas, con riego y en un
suelo húmico gley sin poblaciones indígenas de Rhizobium,
Mendes et al. (1994) observaron que la inoculación de los
cultivares de frijol Capixaba Precoce y CNPAF-178 promovió
incrementos en el rendimiento de grano similares a los
obtenidos con 100 kg N ha–1. También se informaron
resultados similares en un Oxisol de Duque et al. (1985) con
los cultivares Carioca y Negro Argel. Peres y col. (1994)
observaron, en Oxisoles de Cerrados bien drenados sin riego,
que las ganancias de rendimiento por inoculación fueron
menos pronunciadas, oscilando entre 63 y 290 kg ha.–1, que
los de los tratamientos no inoculados.
Uno de los principales factores limitantes para el éxito de
la inoculación de frijol común es la presencia en el suelo de
una gran población de rizobios autóctonos con la capacidad
de nodular ese cultivo (Graham y Halliday 1977; Graham
1981; Moxley et al. 1986; Kucey 1989; Vargas et al. 1991;
Lovato et al. 1991; Peres et al. 1994). La mayor capacidad de
nodulación de las cepas autóctonas generalmente se debe a
una ventaja numérica en los sitios de infección nodular, más
que a la competitividad (Brockwell et al. 1988; Triplett y
Sadowsky 1992). Thies y col. (1991) encontraron que una vez
que el suelo contenía más de 10 rizobios de frijol g–1 suelo,
casi no se obtuvo respuesta con la inoculación de rizobios,
pero Vlassak et al. (1996) observaron que la reinoculación
antes de la segunda cosecha de frijol con un rendimiento
muy competitivoRhizobium tropici La cepa IIB resultó en un
alto porcentaje de ocupación de nódulos por la cepa
inoculada, ¡incluso con una población de rizobios del suelo
tan alta como 30!3 células g–1.
En condiciones de riego se ha debatido si la
inoculación con Rhizobium es capaz de aportar todo el N
necesario para altos rendimientos. Por lo tanto, en este
estudio examinamos la respuesta de cultivos irrigados y
cultivados en el campo.PAGS. vulgaris a varios niveles de
fertilizante N con y sin inoculación. Otro objetivo fue
comparar las respuestas en un suelo cultivado por
primera vez con frijol y otro suelo previamente cultivado
con esta leguminosa y con una población establecida de
rizobios de frijol.
Materiales y métodos
Pruebas de campo
En 1993 se llevaron a cabo dos experimentos de campo en el
Centro Brasileño de Investigaciones Cerrados (EMBRAPA CPAC;
Planaltina, DF, Brasil) en un Oxisol franco arcilloso Rojo Amarillo.
El experimento I se realizó en un sitio que había sido cultivado
durante 5 años con varios cultivos, y en 1992 se cultivó con frijol
inoculado con el Rhizobium leguminosarum bv. Phaseoli cepa
UMR 1135 (de la Universidad de Minnesota). El Experimento II se
llevó a cabo en un sitio que se había cultivado con soja en 1991 y
maíz en 1992, y nunca se había cultivado con frijol. El análisis
químico de los dos suelos antes de la siembra arrojó los
siguientes valores para los experimentos I y II, respectivamente:
pH (H2O) 5,5 y 5,5; 0,04 cmolC Al dm–3 y 0,05 cmolC Al dm–3; 4,42
cmolC Ca más Mg dm–3 y 4,45 cmolC Ca más Mg dm–3; 14 mg P dm–
3y 8 mg P dm–3; 123 mg K dm–3 y 33 mg K dm–3. Se extrajeron Ca,
Mg y Al con KCl 1 N y se determinaron mediante absorción
atómica (Ca y Mg) y titulación con NaOH (Al) 0,025 M; P y K
229
se extrajeron con el reactivo de Mehlich 1 (0,0125 MH2ENTONCES4
más HCl 0,05 M) y se determinó mediante espectrofotometría de
llama (K) y el método del azul de molibdeno (P) (EMBRAPA 1979). En
ambos suelos 500 kg NPK ha–1 (0/20/20) se aplicaron para corregir las
deficiencias de P y K. En cada sitio, se tomaron 15 muestras al azar y
se mezclaron minuciosamente.Rhizobium los números se
determinaron en estas muestras de suelo mediante la técnica del
número más probable (NMP) (Vincent 1970). Se estimó que la
población de rizobios autóctonos capaz de nodular plantas de frijol
era de 7! 102 rizobios g–1 suelo en el experimento I y ~ 10 rizobios g–1
suelo en el experimento II.
Ambos experimentos tuvieron un diseño experimental de bloques
completamente al azar con cuatro repeticiones. Las parcelas tenían 5.0 m de
largo y consistían en nueve hileras plantadas a 50 cm de distancia, con 20
semillas m–2 del cultivar de frijol Carioca. R. tropici cepa CIAT 899 (cepa original
proporcionada por el Dr. Peter Graham, Universidad de Minnesota; otras
denominaciones para esta cepa son UMR 1899, USDA 9030, TAL 1797, HAMBI
1163, SEMIA 4077 y ATCC 49672), que se recomienda como inóculo comercial en
Brasil, se aplicó como inóculo de turba en polvo de una sola cepa. El inóculo se
preparó a partir de un cultivo puro desarrollado en caldo de manitol de
levadura. Se aplicó cultivo en caldo a turba esterilizada (cuyo pH se había
elevado previamente a 6,5 con CaCO3) para alcanzar aproximadamente el 50%
de su capacidad de retención de agua. Se dejó madurar la mezcla a temperatura
ambiente durante 30 días. Los recuentos de platos mostraron 1! 109 células g–1
turba y un MPN de 2! 108 células g–1. Inmediatamente antes de la siembra, las
semillas se inocularon preparando una suspensión de turba con una solución
adhesiva de sacarosa al 25%, la cual se aplicó a razón de 1 kg de inóculo 40 kg–1
semillas.
En el experimento I, tres niveles de urea (20 kg N ha–1, 40 kg N
ha–1y 60 kg N ha–1) se probaron con y sin inoculación, mientras
que en el experimento II, cuatro niveles de urea (20 kg N ha–1, 40
kg N ha–1, 60 kg N ha–1 y 80 kg N ha–1) se probaron con y sin
inoculación. La fertilización con N se dividió en tres apósitos
laterales a los 14, 26 y 40 días después de la emergencia (DAE) en
el experimento I y 11, 26 y 43 DAE en el experimento II. En
ambos experimentos hubo dos tratamientos control, uno sin
inoculación y sin fertilizante N y otro con inoculación sin
fertilizante N.
Se recolectaron doce plantas por parcela a los 20 y 15 DAE para
evaluar el número de nódulos y el peso seco, en los experimentos I y II,
respectivamente. Se recolectaron seis plantas por parcela para la
determinación del número y peso seco de nódulos, análisis serológico y
peso seco de la planta, a los 40 y 35 DAE, en los experimentos I y II,
respectivamente. Las plantas vecinas se retiraron cerca del final de la
tercera y séptima hileras de cada parcela. Las copas de las plantas se
secaron inmediatamente después de la cosecha colocándolas en un
secador de aire forzado durante 72 ha 72 C. Se enjuagaron los sistemas
radiculares con agua del grifo, se desprendieron los nódulos y se secaron
a 72ºC.7C durante 72 h, se pesó y se contó.
En el momento de la cosecha, se retiró una sección de 4.0 m de las cuatro hileras
centrales de cada parcela. Las semillas recolectadas se limpiaron y pesaron. Los
rendimientos se ajustaron al 13% de contenido de humedad.
Serotipificación de nódulos
La serotipificación de los nódulos se realizó mediante inmunoaglutinación
(Vincent 1970) y se prepararon antisueros contra las cepas CIAT 899, CENA
C05, UMR 1135 y CPAC V23, como describen Somasegaram y Hoben
(1994). Las tres últimas cepas se utilizaron anteriormente en inóculos de
frijol común producidos en Brasil, por lo que se incluyeron en este análisis.
Los niveles de fondo del serogrupo de inóculo (CIAT 899) y los serogrupos
UMR 1135, CPAC V23 y CENA C05 se determinaron mediante la
serotipificación de las parcelas no inoculadas. Se prepararon suspensiones
de nódulos en NaCl al 0,8% estéril y se hirvieron durante 1 ha 100ºC.7C.
Para cada nódulo, se realizó la aglutinación en bandejas de
microtitulación. Se mezclaron 300 microlitros de la preparación de
nódulos (antígeno) con una gota del antisuero apropiado, además del
control de antígeno que contenía solo el antígeno en solución salina
fisiológica. Las reacciones positivas vistas a través de una fuente de luz
fueron determinadas por el
230

formación de un precipitado blanco. El porcentaje de recuperación de las
cepas CIAT 899, UMR 1135, CPAC V23 y CENA C05 se determinó mediante
la serotipificación de 50 nódulos seleccionados al azar de cada parcela.
Análisis estadístico
Los datos se analizaron utilizando el paquete de software SASmi (SAS, Cary,
Carolina del Norte). Los datos porcentuales se sometieron al arco sin;X Se
presentan transformaciones previas al análisis y medios retransformados.
El experimento se analizó como factorial con dos niveles de inoculación (con
y sin) y tres (experimento I) y cuatro (experimento II) niveles para las dosis de
fertilizantes nitrogenados. El principal interés de estos experimentos fueron las
diferencias entre tratamientos con y sin inoculación, entre las tasas de N y la
interacción entre la inoculación y los niveles de fertilizantes nitrogenados. Si las
interacciones fueran significativas (PAGS~ 0.05) se presentan; de lo contrario,
solo se muestran los efectos principales. Las comparaciones entre las tasas de N
se realizaron utilizando la prueba de rango múltiple de Duncan.
La mayoría de los suelos en los que se cultivan
habitualmente frijoles contienen poblaciones de rizobios
autóctonos (Graham 1981; Rennie y Kemp 1983; Moxley et al
1986; Lovato et al. 1991; Peres et al. 1994) que compiten por
los sitios de nodulación con rizobios agregados como
inóculos. . Con una población alta de rizobios, es probable
que los rizobios autóctonos tengan una ventaja numérica
para los sitios de infección nodular en relación con la cepa
inoculada. Thies y col. (1991) encontraron que una vez que el
suelo contenía más de 10 rizobios g–1 suelo, casi no se obtuvo
respuesta con inóculos de rizobios, y Kucey (1989) tampoco
logró obtener ninguna respuesta positiva en suelos con
poblaciones nativas 18! 103 células g–1 tierra. Sin embargo,
Vlassak et al. (1996), al reinoculando un rizobio de frijol muy
competitivo, reportaron un gran porcentaje de nódulos
ocupados por la cepa inoculada antes de la segunda cosecha,
cuando el suelo tenía una población de 30! 103 células g–1,
pero no antes de la tercera cosecha, cuando el suelo tenía 10
4 células g–1. En el experimento I, aunque se utilizó CIAT 899

Resultados y discusión
La respuesta a la inoculación fue variable en las dos áreas. En
el experimento I, que se cultivó con frijoles el año anterior y
presentó una población de rizobios de frijol de 7! 102 células g
–1 del suelo, las plantas estaban bien noduladas en el
tratamiento control y la inoculación casi no tuvo efecto sobre
los parámetros evaluados (Cuadro 1). El análisis serológico
confirmó que el tratamiento inoculado no logró incrementar
la ocupación de nódulos por la cepa CIAT 899 en nódulos, y
que la cepa inoculada en el cultivo de frijol anterior, UMR
1135, también se estableció pobremente en el suelo (Cuadro
2). En consecuencia, en este experimento, el 90% de los
nódulos fueron ocupados por cepas autóctonas (Cuadro 2).
Un estudio taxonómico realizado en la misma zona mostró
que el 70% de las cepas de rizobios del frijol podrían
clasificarse comoR. tropici IIA y 19% como R. tropici IIB
(Hungria y col. 1997b).
como inóculo altamente enriquecido (109 células g–1), la cepa
no pudo competir con la población de rizobios del suelo
estimada en 7! 102 células g–1.
En contraste, el sitio 2, que no había sido previamente
cultivado con frijol y mostró una población de rizobios de frijol de
~ 10 células g–1 suelo, las plantas no inoculadas se nodularon mal
a los 15 DAE. La inoculación tuvo un efecto estadísticamente
significativo sobre los parámetros de nodulación a los 15 y 35
DAE y sobre el rendimiento de grano (Cuadro 3), y también
aumentó la ocurrencia de la cepa inoculada en los nódulos de 0 a
91% (Cuadro 4). Mendes et al. (1994) y Peres et al. (1994) también
reportaron incrementos significativos en la nodulación del frijol
con la inoculación de suelos de Cerrados en el primer año de
cultivo. Estos datos son una indicación de que la población de
rizobios capaces de nodular el frijol es pequeña en los suelos de
Cerrados, pero que la población indígena puede aumentar con el
cultivo del frijol, interfiriendo con la formación de nódulos por el
inóculo.

tabla 1 Efectos de la inoculación con Rhizobium tropici cepa CIAT 899 y
fertilización N en la nodulación [número de nódulo (NN) y peso seco del nódulo (
NDW)], peso seco de los brotes y rendimiento de grano de la variedad de frijol
Phaseolus vulgaris Carioca cultivada en un suelo previamente sembrado con
esta leguminosa y que muestra un rizobio de frijol.
población de 7! 102 células g–1 suelo (sitio 1). Significa a los 20 días después de la
emergencia (DAE) (nortepags12) y a los 40 DAE (nortepags6) seguido de letras
diferentes fueron estadísticamente diferentes en PAGS~ 0.05 (prueba de
Duncan). ns Estadísticamente no significativo

Nodulación (mg planta–1) Disparar peso seco Producir

(g planta–1) (kg ha–1)
NN NDW NN NDW

20 DAE 40 DAE 20 DAE

N tasa
0 kg N ha–1 50 19,6 a 40 a 71 a 2,89 b 2976 c
20 kg N ha–1 41 11,7 b 37 a 49 ab 2,91 b 3339 b
40 kg N ha–1 47 15,3 b 28 ab 31 a. C. 3,57 una 3292 a. C.
60 kg N ha–1 38 8,8 c 22 b 15 c 4.08 una 3695 a
PAGS~F ns *** ** *** *** ***

Inoculación
Sin que 39 b 11,3 b 30 42 3,21 3292
Con 49 a 16,4 a 32 41 3,51 3360
PAGS~F *** *** ns ns ns ns

* PAGS~ 0.05, ** PAGS~ 0.01, *** PAGS~ 0,001

 231

Tabla 2 Efectos de la inoculación con la cepa CIAT 899 y la fertilización con N población bial de 7! 102 células g–1 suelo (sitio 1). Medios de plantas cosechadas a
sobre la distribución por serogrupos de nódulos de frijol de plantas cultivadas los 40 DAE (nortepags6). Para las abreviaturas, consulte la Tabla 1
en un suelo previamente sembrado con esta leguminosa y que muestra un rizo-

Distribución de serogrupos en nódulos (%)

CIAT 899 UMR 1135 CPAC V23 CENA C05 Sin reacción

N tasa
0 kg N ha–1 4.0 3,0 0,6 0.0 82,3
20 kg N ha–1 1.8 2.0 4.4 0,2 90,1
40 kg N ha–1 1.0 0,8 8.0 0.0 90,3
60 kg N ha–1 1.3 1.0 3.2 0,2 94,3
PAGS~F ns ns ns ns ns
Inoculación
Sin que 2.4 11,8 7,9 0,2 88
Con 1,6 5.9 5.2 0.0 91
PAGS~F ns ns ns ns ns

Tabla 3 Efectos de la inoculación con la cepa CIAT 899 y la fertilización con N población ~ 10 células g–1 suelo (sitio 2). Medios de planta a 15 DAE (nortepags
sobre la nodulación (NN y NDW), el peso seco de los brotes y el rendimiento de 12) y de plantas a 35 DAE (nortepags6) seguido de letras diferentes fueron
grano del cultivar de frijol Carioca cultivado en un suelo que no había sido estadísticamente diferentes en PAGS~ 0.05 (prueba de Duncan). Para las
cultivado previamente con esta leguminosa y que presenta un rizobio. abreviaturas, consulte la Tabla 1

Nodulación (mg planta–1) Disparar peso seco Producir

(g planta–1) (kg ha–1)
NN NDW NN NDW

15 DAE 35 DAE 35 DAE

N tasa
0 kg N ha–1 26 10.0 22 50,0 1,89 b 3030
20 kg N ha–1 36 14,4 29 44,6 2.08 ab 3214
40 kg N ha–1 32 12,1 26 33,1 2.15 ab 3347
60 kg N ha–1 27 11,4 22 25,6 2,42 una 3494
80 kg N ha–1 34 10,8 23 22,4 2,38 una 3402
PAGS~F ns ns ns ns * ns
Inoculación
Sin que 21 b 7,9 b 14 b 28,0 b 2,20 3196 b
Con 41 a 15,6 a 34 a 43,5 a 2.19 3444 a
PAGS~F *** *** *** ** ns *

* PAGS~ 0.05, ** PAGS~ 0.01, *** PAGS~ 0,001

Cuadro 4 Efectos de la inoculación con la cepa CIAT 899 y la fertilización con N sobre la distribución por serogrupos de nódulos de frijol de plantas cultivadas en un
suelo que nunca se había cultivado previamente con esta leguminosa (sitio 2)

Distribución de serogrupos en nódulos (%)

CIAT 899 UMR 1135 CPAC V23 CENA C05 Sin reacción

No- Inoculado No Inoculado No Inoculado No Inoculado No Inoculado

inoculado inoculado inoculado inoculado inoculado

N tasa
0 kg N ha–1 0.0 91,4 0.0 0,5 0.0 3,5 0.0 0.0 100 4.5
20 kg N ha–1 0,6 54,4 0.0 0.0 3.8 1,5 0.0 0.0 98,0 43,9
40 kg N ha–1 0,6 39,9 0,6 0.0 1.3 0,5 0.0 0.0 97,6 59,5
60 kg N ha–1 2,3 42,5 0.0 0.0 1.0 1,5 0,5 0,5 94,6 55,2
80 kg N ha–1 0.0 17,8 0.0 1.0 2,5 3.8 0.0 0,5 90,4 76,7

cepas culadas. Un aumento en la población rizobial de frijol- formación temprana de nódulos (número de nódulos en lación
en suelos con cultivo continuo de esta leguminosa 20 DAE), pero disminuyó el número de nódulos a los 40 DAE y el peso
fue reportado previamente en Brasil por Vlassak et al. seco de los nódulos a los 20 y 40 DAE, particularmente a niveles altos
(1996) y Hungria et al. (1997a, 1997b). de N (Tabla 1). El fertilizante nitrogenado también aumentó tanto la
En el sitio 1 (previamente cultivado con frijol), la aplicación de materia seca de los brotes de las plantas a 40 kg N ha–1 y 60 kg N ha–1
fertilizante N (a partir de los 14 DAE) no tuvo efecto sobre y rendimiento de grano, particularmente con 60 kg de

Figura 1 Efectos del fertilizante N (kg ha–1) sobre la ocupación de nódulos
en Phaseolus vulgaris L. por rizobios nativos no identificados y Rhizobium
tropici cepa CIAT 899
N ha–1. Para el sitio 2, no se detectaron diferencias estadísticas en
la nodulación y el rendimiento de grano debido a la aplicación de
fertilizante N, aunque el peso seco de los nódulos a los 40 DAE
disminuyó hasta en un 55% con los niveles más altos de N
mineral (Cuadro 3).
Los efectos negativos del fertilizante N sobre la nodulación del
frijol han sido bien descritos en la literatura desde que se realizaron
los primeros estudios (Fred y Graul 1916). Sin embargo, muchos
agricultores han ido adoptando gradualmente el uso de fertilizantes
nitrogenados con cultivos de frijoles, con el objetivo de maximizar el
rendimiento de grano, especialmente cuando se utilizan sistemas de
riego. En estas condiciones, la inoculación de rizobios debe
complementarse con fertilización con N para alcanzar mayores
rendimientos. Algunos estudios han informado de la inhibición de la
simbiosis del frijol con la aplicación de las dosis de fertilizantes
nitrogenados normalmente recomendadas para esta leguminosa, es
decir, 40-60 kg N ha.–1 (Ruschel et al. 1979; Graham 1981). Sin
embargo, se han demostrado efectos sinérgicos entre niveles bajos
de N mineral y la inoculación (Silva et al. 1993; Tsai et al. 1993), y Silva
et al. (1993) observaron que el uso de 10 kg N ha–1 después de la
emergencia de la planta aumento de frijol
rendimiento de grano, mientras que 50 kg N ha–1 inhibió la nodulación y
no logró aumentar el rendimiento.
Hubo una interacción estadísticamente significativa entre
el N mineral y la ocupación de nódulos por la cepa CIAT 899 y
por las cepas autóctonas (nódulos sin reacción) en el sitio 2.
Como se muestra en la Figura 1, en las parcelas inoculadas,
el aumento de los niveles de fertilizante N disminuyó el
nódulo ocupación por la cepa inoculada CIAT 899 del 91% al
17%. En contraste, la ocupación de nódulos por las cepas
autóctonas (nódulos sin reacción) siguió una tendencia
opuesta, lo que indica que estas últimas son más tolerantes
al mineral N. Estas cepas autóctonas pueden ser valiosas en
programas para la selección de cepas de rizobios tolerantes
al mineral N.
Los resultados del presente estudio indican que la
respuesta a la inoculación y la fertilización con N difiere
según el historial de cultivo. Cuando se cultiva frijol por
primera vez, las poblaciones de rizobios autóctonos son
bajas y los rendimientos13000 kg ha–1 se puede lograr
exclusivamente con la inoculación de semillas, sin más
respuesta a niveles de fertilizantes nitrogenados tan altos
como 80 kg N ha–1. Por el contrario, el cultivo previo de frijol
aumenta las poblaciones de rizobios autóctonos del suelo y
previene la formación de nódulos por la cepa inoculada, por
lo que puede ser necesario el fertilizante N para alcanzar los
rendimientos máximos. Cuando se aplicó inoculación y
fertilizante N en un sitio previamente cultivado con frijol, no
se obtuvieron beneficios por la combinación de inoculación
con fertilización N, pero esta práctica puede ser factible con
la selección de cepas tolerantes al N y estrategias apropiadas
de manejo de fertilizantes N .
Agradecimientos Agradecemos a Vilderete Alves, Osmar Teago,
Emilio Taveira, Maria Silva y Odete Justino por su asistencia técnica.
Este trabajo fue parcialmente financiado por FINEP / CNPq / MICT,
PRONEX, Grupo de Excelencia en Fijación de Nitrógeno
(41.96.0884.00). El grupo también cuenta con el apoyo de un proyecto
de la CE (INCO - ERBIC18CT980321). M. Vargas (300204 / 89–2) y M.
Hungria (520396 / 96–0) reconocen una beca de investigación del
CNPq.
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