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Capı́tulo 3.

Conjuntos infinitos y cardinales

Lección 1. Conjuntos infinitos

Deseamos poner de presente en este capı́tulo las primeras ideas sobre el


tamaño de los conjuntos infinitos, usando como medida del tamaño precisamente
su número de elementos.
Un conjunto finito se define como aquel cuyo número de elementos es un
natural y el concepto “infinito” se toma como la simple negación de “finito”,
o sea que un conjunto A es infinito si no existe un natural n tal que A sea
equipotente con {0, 1, · · · , n − 1}.

En la presente sección introduciremos una forma de comparar tamaños de


conjuntos y estableceremos dos resultados intuitivamente simples, pero formal-
mente difı́ciles de probar: todo conjunto finito posee estrictamente menos ele-
mentos que N y todo conjunto infinito tiene mayor o igual cantidad de elementos
que N .
Antes vimos que dos conjuntos poseen igual cantidad de elementos cuando
son equipotentes, o sea cuando sus elementos se pueden poner en correspon-
dencia biunı́voca; si al tratar de establecer una tal correspondencia entre A
y B sobrasen elementos en B, es decir B poseyera mayor (o igual) cantidad
de elementos que A, solo se obtendrı́a una función inyectiva de A en B. En
consecuencia,

3.1 Definición Diremos que el conjunto A es dominado por el conjunto B


(o que B domina a A) para significar que existe una función inyectiva de A en
B. En tal caso escribiremos A  B ó B  A .

Nótese que “A es dominado por B” es equivalente a “A es equipotente con un


subconjunto de B”, puesto que si f : A → B es inyectiva, al restringir el codo-
minio al recorrido se obtiene f : A → f (A) biyectiva de modo que A ≈ f (A) ⊆ B
y recı́procamente si A ≈ A y A ⊆ B,

existe una biyección g : A → A y al componerla con la inyección canónica
i : A → B (i(x)=x) se obtiene una inyección de A en B.
En particular si A ⊆ B, entonces A  B ya que A ≈ A.
Es trivial comprobar que si A ≈ B, entonces A  B ∧ B  A.

3.2 Proposición La relación de dominación es reflexiva y transitiva, es


decir A  A cualquiera sea A y para A, B, C, conjuntos cualesquiera,

(A  B ∧ B  C) → (A  C).

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Demostración Para cualquier conjunto A su aplicación idéntica
IA : A → A es biyectiva, en particular inyectiva, de modo que A  A.
Si A  B ∧ B  C, A es equipotente con el subconjunto A de B y existe
g : B → C inyectiva; su restricción g : A → g(A ) es una biyección, luego
A ≈ g(A ) ⊆ C y siendo A ≈ A , la transitividad de la equipotencia permite
concluı́r A ≈ g(A ) ⊆ C, o sea A  C.

3.3 Proposición

a) Si A ≈ A ∧ A  B, entonces A  B ,

b) Si A  B ∧ B ≈ B  , entonces A  B  .

Demostración Es inmediata y la dejamos al lector. Supongamos A ≈ B y

A = B; existe una biyección f : A → B y su inversa f −1 : B → A también es


una biyección; siendo las dos en particular inyectivas se cumple que A  B y
B  A.
Esto hace ver que “” no es antisimétrica: (A  B) ∧ (B  A) ∧ (A = B).
Sin embargo posee una propiedad sustitutiva:

3.4 Teorema Teorema de Cantor-Bernstein.

Si AB y B  A, entonces A ≈ B.

Existen muchas pruebas de este resultado, algunas de las cuales son muy
complicadas. Nos permitimos presentar, con ligeras modificaciones y algunas
explicaciones adicionales, una demostración realizada por los matemáticos G.
Birkhoff y H. MacLane; es elegante, sencilla y fácil de comprender.
Sean f : A → B y g : B → A inyectivas; podemos suponer sin pérdida de
generalidad que A ∩ B = ∅
1
, y que ninguna de las dos funciones es sobreyectiva ya que si alguna lo
fuese se tendrı́a inmediatamente la equipotencia deseada.
Queremos construir una función biyectiva F : A → B; la táctica será la sigu-
iente: Descompondremos cada uno de los conjuntos A y B en tres subconjuntos
disyuntos dos a dos y hallaremos biyecciones entre tales subconjuntos, las cuales
al ser reunidas darán como resultado la biyección deseada.
1 Si A y B poseen elementos en común, existen A = A × {0} y B  = B × {1} equipotentes

respectivamente con A y B y disyuntos, los cuales pueden reemplazar a A y a B

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Puesto que f y g son inyectivas, se obtienen a partir de ellas restricciones
biyectivas al tomar como codominios a los respectivos recorridos, de modo que
f −1 : f (A) → A y g −1 : g(B) → B son funciones también biyectivas.
Sea x ∈ A; si x ∈ g(B), entonces g −1 (x) existe y le llamaremos el primer
ancestro de x (el nombre se debe a que g −1 (x) genera a x mediante g). Si
g −1 (x) ∈ f (A), f −1 (g −1 (x)) existe y será llamado el segundo ancestro de x; si
f −1 (g −1 (x)) ∈ g(B), entonces g −1 (f −1 (g −1 (x))) existe y será llamado el tercer
ancestro de x; si continuamos el proceso de hallar los ancestros cuarto, quinto,
etc., se presentan tres casos:

1. x tiene un número par de ancestros; esto significa que x posee un último


ancestro a en A, el cual no tiene primer ancestro (es decir a ∈ / g(B)).
Notemos por Ap al subconjunto de A formado por aquellos elementos de
A que poseen un número par de ancestros (recuerde el lector que cero es
par).
2. x tiene un número impar de ancestros, lo cual significa que x posee un
último ancestro b en B con b ∈
/ f (A). Notemos por AI al subconjunto de
A formado por tales elementos.
3. x tiene infinitos ancestros. Notemos por A∞ a la colección de aquellos
elementos de A que poseen infinitos ancestros.
Los tres subconjunto Ap , AI y A∞ son disyuntos dos a dos y su unión es
A.
De la misma manera descomponemos B en los subconjuntos Bp , BI y
B∞ , disyuntos dos a dos y con unión igual a B.
En el gráfico que sigue xi es un elemento de A con i ancestros y yk es un
elemento de B con k ancestros; las flechas están en el sentido de las respectivas
funciones directas.

Si x ∈ A posee infinitos ancestros, evidentemente f (x) también los posee;


si y ∈ B∞ , su primer ancestro a = f −1 (b) también tiene infinitos ancestros.

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Esto prueba que la restricción (de f ) f1 : A∞ → B∞ está bien definida y es
sobreyectiva; es además inyectiva por serlo f .
Si x ∈ Ap , su imagen f (x) ∈ B y posee un ancestro más, es decir f (x) ∈ BI ;
recı́procamente si y ∈ BI , por lo menos tiene un primer ancestro x, el cual
evidentemente está en Ap y es tal que f (x) = y. Se concluye que f2 : Ap → BI
dada por f2 (x) = f (x) es una restricción biyectiva de f .
Finalmente, si x ∈ AI , por lo menos tiene un primer ancestro g −1 (x) en B, el
cual obviamente está en Bp , de modo que se puede restringir g −1 correctamente
para obtener g∗−1 : AI → Bp , la cual es inyectiva por serlo g −1 y es además
sobreyectiva ya que si y ∈ Bp entonces su imagen g(y) = x está en AI (tiene un
ancestro más que y) y g −1 (x) = y.
La demostración está completa puesto que como se dijo antes,

F = f1 ∪ f2 ∪ g∗−1 : A = A∞ ∪ Ap ∪ AI → B∞ ∪ BI ∪ Bp = B

es biyectiva.
Dada la importancia del teorema de Cantor-Bernstein, y para ilustrar las
formas tan diferentes como puede resolverse un problema en matemticas, vamos
a dar a continuación una nueva demostración de este teorema:
LEMA DEL PUNTO FIJO. Sea A un conjunto arbitrario no vacı́o
y h : P(A) → P(A) una función creciente con respecto a“⊆”, es decir, tal que
si X1 ⊆ X2 , entonces h(X1 ) ⊆ h(X2 ). 
Sea C = {X ∈ P(A)|X ⊆ h(X)}. Entonces el conjunto T = X∈C X es un
punto fijo de h, es decir, satisface la condición h(T ) = T . Demostración Sea

X ∈ C; por definición de T es claro que X ⊆ T ; por hipótesis h(X) ⊆ h(T ) y


por definición de C, X ⊆ h(X), luego X ⊆ h(T ) y en consecuencia ( Ejercicio
3, sección 5, cap. I)

T = X ⊆ h(T ).
X∈C

Aplicando h se obtiene h(T ) ⊆ h(h(T )), o sea que h(T ) ∈ C, de donde



h(T ) ⊆ X=T
X∈C

De (1) y (2) se concluye que h(T ) = T , como querı́amos probar.


Sean A, B, f, g como en el enunciado del teorema de Cantor-Bernstein y en el
primer prrafo de la prueba dada antes. Para construir la biyección F : A → B,
descompondremos a cada uno de estos conjuntos en dos subconjuntos disyuntos
y estableceremos biyecciones entre ellos:
Consideremos la función h : P(A) → P(A) definida en la forma siguiente:
h(X) = A − g(B − f (X)) para todo X ∈ P(A).

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Sean X1 , X2 subconjuntos de A tales que X1 ⊆ X2 ; f (X1 ) ⊆ f (X2 ), luego
sus complementos cumplen la relación recı́proca; B − f (X2 ) ⊆ B − f (X1 ) y
aplicando g,
g(B − f (X2 )) ⊆ g(B − f (X1 ))
y tomando complementos, A − g(B − f (X1 )) ⊆ A − g(B − f (X2 )) es decir,
h(X1 ) ⊆ h(X2 ), de modo que h satisface la hipótesis 
del lema del punto fijo.
Por lo tanto si C = {X ∈ P(A)|X ⊆ h(X)} y T = X∈C X, entonces T =
h(T ) = A − g(B − f (T )), de donde g(B − f (T )) = A − T.
Ası́ g1 : B − f (T ) → A − T , restricción de g, es una biyección ( ya que g es
inyectiva por hipótesis ) y su inversa g1−1 : A − T → B − f (T ) tambin lo ser.

Como f es inyectiva, su restricción f1 : T → f (T ) es ası́ mismo una biyección,


luego
F = f1 ∪ f2 : T ∪ (A − T ) = A −→ f (T ) ∪ (B − f (T )) = B
es la biyección deseada. Es el momento de introducir el concepto de dominación
estricta:

3.5 Definición A ≺ B significa A  B ∧ ¬(A ≈ B). Es entonces intuitiva-


mente cierta la equivalencia siguiente:

3.6 Proposición A ≺ B si y sólo si A  B ∧ ¬(B  A). Demostración

Probemos que las conjunciones A  B ∧ ¬(A ≈ B) y A  B ∧ ¬(B  A)


son equivalentes; como de cada una de ellas se deduce A  B, es suficiente ver
que de cada una de las conjunciones se deduce la segunda proposición de la otra.
Si A  B ∧ ¬(B  A) ∧ (A ≈ B), entonces A  B ∧ ¬(B  A) ∧ (B  A)
lo cual es contradictorio de manera que cuando A  B ∧ ¬(B  A) se deberá
tener necesariamente ¬(A ≈ B).
Análogamente, si A  B ∧ ¬(A ≈ B) ∧ (B  A), entonces por el teorema
1, A ≈ B ∧ ¬(A ≈ B) (contradictorio), luego cada vez que A  B ∧ ¬(A ≈ B)
también se tendrá ¬(B  A).

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3.7 Proposición

a) Si (A ≈ A) ∧ (A ≺ B) entonces A ≺ B .

b) Si (A ≺ B) ∧ (B ≈ B  ), entonces A ≺ B  .

Sus demostraciones son realmente sencillas y las dejamos al lector.

3.8 Proposición Si A  B y B  C y una de las dos dominaciones


es estricta, entonces A ≺ C. Demostración Siendo la dominación transitiva,

A  C, de modo que es suficiente probar ¬(A ≈ C); si no se tuviese, o sea que


si A ≈ C, la parte a) de la proposición implicarı́a C  A y la parte b) de la
misma proposición, B  A, es decir A  B y B  A y B  C y C  B, de
donde por el teorema 1, A ≈ B y B ≈ C y ninguna de las dominaciones serı́a
rigurosa, quedando demostrado.

3.9 Corolario La dominación estricta es transitiva.

3.10 Proposición Para todo número natural n se tiene que n ≺ N . Demostración

Es dejada al lector.
Ya sabemos que N es infinito; se tienen además los resultados que siguen:

3.11 Proposición Si un conjunto A es finito, entonces A ≺ N. Demostración

Si A es finito, existe n natural tal que A ≈ n; como n ≺ N , la proposición 4


permite concluir A ≺ N .

3.12 Teorema (Teorema Fundamental). Todo conjunto infinito posee un


subconjunto equipotente con N . Demostración Sea A un conjunto infinito, es

decir, ¬(∃n ∈ N )(A ≈ n), o sea (∀n ∈ N )(¬(A ≈ n)).


Como A no es equipotente con cero, A no es vacı́o, luego ∃x0 (x0 ∈ A)
Como ¬(A ≈ {0} = 1), entonces (A − {x0 }) = ∅, o lo que es lo mismo,
∃x1 (x1 ∈ (A − {x0 })).
Como ¬(A ≈ {0, 1} = 2), claramente A−{x0 , x1 } = ∅, de modo que ∃x2 (x2 ∈
(A − {x0 , x1 })).

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Como ¬(A ≈ {0, 1, 2}), claramente A − {x0 , x1 , x2 } = ∅, luego existe x3 en
A − {x0 , x1 , x2 }.
Repitiendo este argumento infinitas veces, tantos como números naturales, se
obtiene una sucesión x0 , x1 , x2 , · · · de elementos distintos de A, ya que cada uno
es diferente de todos los que le preceden; en otras palabras, la función f : N → A
definida por f (n) = xn es inyectiva, luego N ≈ f (N ) = {x0 , x1 , x2 , . . . } ⊆ A,
quedando demostrado.
De los tres últimos renglones es claro que:

3.13 Corolario Si A es infinito, A  N .

3.14 Corolario Si A ≺ N , entonces A es finito. Demostración Si A ≺ N

y A fuese infinito, por el corolario 1 se tendrı́a A ≺ N y N  A, de donde por


la proposición 5, A ≺ A (contradicción).

3.15 Corolario Si A es infinito, entonces A es equipotente con alguno de


sus subconjuntos propios. Demostración En el capı́tulo III se vió que N es

equipotente con N ∗ usando la función de N en N dada por f (n) = n + 1; algo


semejante se hace en el caso general.
Sea A infinito; por el teorema 3.12, A posee un subconjunto equipotente
con N , digamos B = {a0 , a1 , a2 , . . . }; sea C = A − B. Si A∗ = A − {a0 } y
B ∗ = B − {a0 }, también C = A∗ − B ∗ , o sea que A es la unión disyunta de B
y C y también A∗ es la unión disyunta de B ∗ y C; sea f1 : B → B ∗ definida
por f1 (an ) = an+1 y sea IC la identidad de C; podemos concluir que f1 ∪ IC :
B ∪ C :→ B ∗ ∪ C es una biyección, de modo que A = B ∪ C ≈ B ∗ ∪ C = A∗ y
claramente A∗ es un subconjunto propio de A.

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3.16 Teorema Un conjunto es infinito si y sólo si es equipotente con al-
guno de sus subconjuntos propios. Demostración Solo hace falta ver que si

un conjunto es equipotente con alguno de sus subconjuntos propios, entonces


es infinito, lo cual es equivalente a su contrarrecı́proca, “si es finito, entonces
con ninguno de sus subconjuntos propios es equipotente”, proposición ya de-
mostrada.

Cuando p ←→ q, también ¬p ←→ ¬q, de modo que además se tiene: Un


conjunto es finito si y sólo si no posee un subconjunto propio con el cual sea
equipotente.
Esta propiedad se toma algunas veces como definición de conjunto finito,
caso en el cual se llama “finitud en el sentido de Dedekind” por haber sido
propuesta por él.
Al concepto de finitud introducido en la definición del capı́tulo IV se le llama
entonces “finitud en el sentido ordinario”. Hemos demostrado la equivalencia
de las dos definiciones, merced al teorema 3.12.

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