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Tú me quieres

blanca, Alfonsina
Storni

Tú me quieres alba,
me quieres de
espumas,
me quieres de
nácar.
Que sea azucena
Tú que hubiste
sobre todas, casta.
todas
De perfume tenue.
las copas a mano,
Corola cerrada.
de frutos y mieles
los labios morados.
Ni un rayo de luna
Tú que en el
filtrado me haya.
banquete
Ni una margarita
cubierto de
se diga mi hermana.
pámpanos
Tú me quieres
dejaste las carnes
nívea, Huye hacia los
festejando a Baco.
tú me quieres bosques,
Tú que en los
blanca, vete a la montaña;
jardines
tú me quieres alba. límpiate la boca;
negros del Engaño
vive en las cabañas;
vestido de rojo
toca con las manos
corriste al Estrago.
la tierra mojada;
Tú que el esqueleto alimenta el cuerpo
conservas intacto con raíz amarga;
no sé todavía bebe de las rocas;
por cuáles milagros, duerme sobre
me pretendes escarcha;
blanca renueva tejidos
(Dios te lo perdone), con salitre y agua:
me pretendes casta
Habla con los
(Dios te lo perdone),
pájaros
¡me pretendes alba!
y lévate al alba.
Y cuando las carnes
te sean tornadas,
y cuando hayas
puesto
en ellas el alma
que por las alcobas
se quedó enredada,
entonces, buen
hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.

El dulce daño (1918)

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