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HERMENEUTICA

BIBLICA
DEI VERBUM n° 12;
CATIC, n° 109-119;
PONTIFICIA COMISIÓN
BÍBLICA, La interpretación de la
Biblia en la Iglesia, 1993.
VERBUM DOMINI n° 29-49

Pbro. Lic. Oscar A. Tapia


1.- Principios generales de interpretación
bíblica.
2.- Presupuestos de la interpretación bíblica.
3.- Criterios científicos y espirituales de la
interpretación bíblica.
4.- Los Sentidos bíblicos.
5.- Métodos y lectura.
6.- Funciones del Pueblo de Dios en las
interpretacion de la Biblia.
1.- Principios generales de
interpretación bíblica
Para que se dé una auténtica
interpretación bíblica, hay que recordar
que ésta es PALABRA HUMANA, por eso
se requiere de la ciencia (“texto”); es
también PALABRA DIVINA, por eso se
exige la fe para su comprensión (“con-
texto”); es también PALABRA ACTUAL,
por eso se requiere una referencia a la
vida del lector y a su situación concreta
y actual (“pre-texto”).
:A) LA BIBLIA ES PALABRA HUMANA
• necesita de la filología, de la traducción y de la
lingüística para su comprensión.
• es una palabra concreta e histórica, que
responde a una determinada situación, por lo
que su interpretación necesita recurrir a las
ciencias históricas como la geografía, la
sociología, la economía, la política, etc.
• para encontrar el sentido literal, es preciso
conocer la intención del autor, es decir, tratar de
situar bien su tiempo y espacio, sus
destinatarios, la problemática que enfrentaban
ambos, la intención del escritor, etc.
• un medio importante para descubrir la
Escritura como palabra humana es el
conocimiento de los géneros literarios (DV 12).
B) LA BIBLIA ES PALABRA DIVINA:
• Se debe mirar
siempre la unidad y
contenido de la
Escritura
• Leer en la
Tradición de la
Iglesia
• Respetar la
analogía de la fe, es
decir, la iluminación
mutua que hay entre
un misterio y otro.
• Buscar la lectura litúrgica
como el ambiente ideal de
interpretación, con la
necesidad de crear para ello
un ambiente de oración.
• Respetar el carácter
mistérico de la Palabra de
Dios realizando nuestra
interpretación con sencillez y
con la conciencia de que no
poseemos la verdad total, sino
que hay que estar siempre con
el espíritu abierto a otras
perspectivas.
• Es sumamente importante el
horizonte hermenéutico del lector, es
decir, la perspectiva existencial desde
la que se debe leer la Escritura, en
otras palabras, el LUGAR SOCIAL
en el que nos ubicamos que debe ser
siempre la tradición de los pobres,
que es la tradición de Dios y de su
Mesías.
C) LA BIBLIA ES PALABRA ACTUAL,
y como palabra viva, me cuestiona y
responde, me juzga y me salva, me habla
constantemente. Por ello es preciso que yo
me apropie del texto, que yo lo lea a la luz de
mi vida concreta, que yo interrelacione la
palabra escrita con los acontecimientos que
me toca iluminar.
2.- Presupuestos de la interpretación bíblica

1) LA ESCRITURA ES LA MEMORIA
ESCRITA DE LA REVELACIÓN;
2) LA ESCRITURA ES EL LIBRO DEL
PUEBLO DE DIOS;
3) LA ESCRITURA ES ÚNICA Y MÚLTIPLE A
LA VEZ;
4) LA ESCRIT URA ES RELATIVA.
3.- Criterios científicos y espirituales de la
interpretación bíblica
(DV no 12; CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, no
109-114)

La DV nos 12 describe un preciso itinerario


hermenéutico:

A.- Necesidad de una investigación exegètica seria:


“Dios ha hablado en la Escritura por medio de hombres y de una
forma humana”.
- Los hagiógrafos son verdaderos autores
- Fidelidad al texto y a su sentido literal
- Investigar “aquello que lo autores sagrados han querido
significar”
- Investigar aquello que “Dios quiso manifestar a través de sus
palabras”
B.- Necesidad de una crítica literaria e
histórica:

Critica textual: reconstruir un texto lo más


próximo posible al original.
Crítica literaria: estudio de los géneros literarios
y su contexto.
Crítica histórica: situar al texto en su ambiente
(lugar, fecha de composición, autenticidad, etc).
Descubrir el valor histórico de aquello que el
texto narra
C.- Principios de una hermenéutica
teológica

El Concilio Vaticano II señala tres criterios:

1.- Prestar una gran atención “al contenido y a


la unidad de toda la Escritura”.
2.- Leer la Escritura en “la tradición viva de
toda la Iglesia”.
3.- Estar atento “a la analogía de la fe” (cfr.
Rom 12,6)
Una exigencia fundamental para todo
creyente que quiera interpretar
rectamente la Escritura es observar los
tres ángulos del llamado “triángulo
hermenéutico”:
1) Aceptar. el PRE-TEXTO o situación en
que se encuentra el lector. Darse cuenta de
los propios condicionamientos y evitar que
se conviertan en prejuicios. Estar abiertos
para dejar que la Palabra cambie nuestros
valores, critique nuestra vida, transforme
nuestros criterios.
2) Ser fieles al TEXTO analizado críticamente,
en su contexto histórico- literario global.
Debemos evitar la simplicidad fideísta y el
literalismo ingenuo que genera el
fundamentalismo. Una lectura global de la
Escritura es imprescindible, para que estemos
abiertos a la Palabra y su misterio.
3) Situarnos en el auténtico CON-TEXTO de la
fe en una lectura militante, abierta al Dios que
habla en la comunidad eclesial, situándonos en
la línea de la legítima tradición de la iglesia y
de las directrices del magisterio. Así sabremos
ubicarnos en el papel que nos corresponde:
pastores, especialistas, agentes de pastoral,
pueblo fiel, etc.
4.- Los Sentidos bíblicos
(Cfr. CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, no 115-118).

1.- SENTIDO LITERAL que es el sentido que


intentó directamente el autor humano y que
expresó en sus palabras. No hay que
confundirlo con lo que dice el texto al pie de
la letra; eso es literalismo y
fundamentalismo.

2.- SENTIDO PLENO, que es aquel sentido que


está en las palabras, en el texto, pero no
necesariamente en la intención humana, pero
ciertamente sí en la divina (cfr. Is 7,14).
3.- SENTIDO TÍPICO, al que
algunos autores denominan
alegoría o sentido espiritual.

4.- SENTIDO ACOMODATICIO,


que no es propiamente un sentido
que se desprende de la Escritura,
sino que le damos nosotros.
5.- Métodos y lectura
Ningún método agota de por sí la riqueza de la Biblia,
sino que todos son complementarios. Las dos principales
posiciones pueden resumirse así:

a) métodos diacrónicos o histórico-críticos: el texto se


ve como proceso o desarrollo. Hay una referencia a
elementos textuales y extratextuales, fundamentalmente
la historia.
b) métodos sincrónicos o estructuralistas: el texto es
considerado como un producto ya terminado y acabado.
La referencia se concentra sólo en los elementos
textuales.
1) Lectura histórico crítica: pretende investigar el
proceso de formación del texto, buscar la historia
del texto actual y el suceso que está detrás del
texto.
2) Lectura estructuralista: pretende investigar el
texto como un producto y ve la estructura del
escrito como una red de significaciones.
3) Lectura sociológica: busca descubrir los
condicionamientos sociales que impulsaron la
producción del texto determinado por un autor y
una comunidad concretos.
4) Lectura popular: pretende hacer accesible
la Escritura al pueblo, reforzar su
compromiso social, hacer puente entre la
realidad vivida en los tiempos bíblicos y’ la
realidad de hoy.
5) Otras lecturas son la sicológica, la
literaria, la simbólica etc.
RELECTURA.
Hay tres características importantes para que
nuestras relecturas sean válidas:
a) Eclesiales: hechas en comunidad, en unión
con la iglesia del pasado y con las comunidades
actuales.
b) Espirituales: es decir, guiadas por el Espíritu
Santo, abiertas al Señor, humildes para saber que
no somos dueños de la Palabra, sino sus
servidores.
c) Comprometidas: es decir, desde la solidaridad
con los pobres y encaminadas a la promoción de
los valores del reino: justicia, paz, solidaridad,
fraternidad, etc.
6.- Funciones del Pueblo de Dios en las
interpretación de la Biblia

(Cfr. CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, no 115-118).

1) LOS EXÉGETAS: son los especialistas, a quienes les


toca lo más técnico y especializado, la verdad
histórico crítica, el conocimiento objetivo de los
hechos, el dato que está en el fondo de la Escritura.

2) LOS FIELES: les toca la verdad “existencial” de la


Palabra, es decir, buscar en la Palabra la respuesta a
las grandes interrogantes sobre el sentido de su
vida.
3) EL MAGISTERIO: en una actitud
de escucha a la Palabra y unido al
resto del Pueblo de Dios, le compete
la proclamación e interpretación
auténtica de la Palabra de Dios.

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