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“AÑO DEL BICENTENARIO DEL PERU: 200 AÑOS DE

INDEPENDENCIA”

POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ

ESCUELA DE EDUCACIÓN SUPERIOR TÉCNICO


PROFESIONAL

ASIGNATURA :

TEMA :

DOCENTE :

ALUMNO :

LIMA - PERÚ

2021

1
AGRADECIMIENTO

A los docentes de la carrera


Profesional policial, quienes son los
principales protagonistas de mi
realización profesional, así mismo
quienes nos apoyaron incansablemente
en nuestro crecimiento moral, ético y
personal Especialmente a nuestros
padres.

2
DEDICATORIA

A DIOS, por haberme


permitido llegar hasta este
punto y haberme dado salud
para lograr mis objetivos,
además de su infinita bondad
y amor.

Este trabajo va dedicado con mucho


cariño y amor a nuestros padres,
quienes nos ayudan diariamente en
nuestros estudios para poder lograr
nuestras metas.

A mis compañeros y a nuestro


Docente por darnos las
pautas necesarias y por sus
sabias cátedras para poder
realizar el presente trabajo.

3
INDICE

AGRADECIMIENTO.............................................................................................2

DEDICATORIA.....................................................................................................3

INTRODUCCION..................................................................................................4

MARCO TEORICO...............................................................................................5

LEGÍTIMA DEFENSA..........................................................................................5

ELEMENTOS....................................................................................................6

- GRESIÓN ILEGÍTIMA.................................................................................7

- NECESIDAD Y RACIONALIDAD DE LA DEFENSA.................................7

- FALTA DE PROVOCACIÓN SUFICIENTE................................................9

REGULACIÓN DE LA LEGITIMA DEFENSA EN EL CÓDIGO PENAL.......10

RESTRICCIÓN DE LA LEGÍTIMA DEFENSA...............................................11

DECRETO LEGISLATIVO 1186........................................................................13

USO DE LA FUERZA POR PARTE DEL PERSONAL POLICIAL...................13

OBJETO..........................................................................................................14

ALCANCE.......................................................................................................14

DEFINICION....................................................................................................14

PRINCIPIOS DEL USO DE LA FUERZA.......................................................15

USO DE LA FUERZA EN EL EJERCICIO DE LA FUNCION POLICIAL.....15

CIRCUNSTANCIAS Y REGLAS DE CONDUCTA EN EL USO DE LA

FUERZA..........................................................................................................17

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DECRETO LEGISLATIVO (N° 1186) ARTÍCULO 8.- CIRCUNSTANCIAS Y

REGLAS DE CONDUCTA EN EL USO DE LA FUERZA..............................17

DERECHOS EN EL USO DE LA FUERZA....................................................20

DECRETO LEGISLATIVO (N° 1186).............................................................21

USO DE ARMAS DE FUEGO............................................................................25

CONCLUCIONES...............................................................................................26

RECOMENDACIONES......................................................................................29

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS..................................................................29

ANEXOS.............................................................................................................32

5
INTRODUCCION

El presente trabajo de investigación (Monografía), sobre “LEGITIMIDAD, USO


DE FUERZA Y USO DE ARMAS DE FUEGO” se desarrolla acorde a lo
solicitado por el catedrático del curso, a fin de cumplir con los lineamientos
establecidos.

En la actualidad, en donde la delincuencia nos asecha al despertar, es


necesario tener un mayor alcance referente a la Legítima Defensa. Al respecto,
es de mencionar que en el Congreso se ha presentado un Proyecto de Ley
referente a ello, en donde se está solicitando aprobación a efectos de
perfeccionar y reforzar los alcances de la legítima defensa. De ser aprobado
dicho proyecto se constituirá un elemento de mayor defensa para quienes
sufren el rigor del ataque delincuencial.

El presente trabajo se refiere a los aspectos más relevantes de la legítima


defensa como causa que exime o atenúa la responsabilidad penal. La legítima
defensa constituye un derecho de la persona por lo tanto debe ser apreciada
por el juzgador como atenuante o eximente de responsabilidad penal según
corresponda el caso.

Y también se detallara sobre el uso de la fuerza y el uso de armas de fuego los


cuales son unos temas de vital importancia para la convivencia pacífica y la
efectiva vigencia de los derechos humanos en nuestro país

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MARCO TEORICO

LEGÍTIMA DEFENSA

Es aquel acto en el cual se repe le una agresión ilegitima que se está llevando
a cabo o que se va a llevar a cabo (cuando es inminente la agresión), y en
donde peligra un bien propio o el bien de un tercero.

A ésta definición hay que agregarle una serie de pautas para poder entender
de mejor manera a que nos referimos cuando hablamos de una agresión
ilegitima.

Siempre se escucho decir que si el ataque era producido mediante un arma


de fuego, entonces quien se defendía podía hacerlo mediante otra arma de
fuego;  o que si el ataque era producido mediante un cuchillo, quien se
defendía podría hacerlo con otro cuchillo; pero que de ninguna manera, si el
ataque era producido con un cuchillo, el agredido podía defenderse con un
arma de fuego, pues si no, no era legítima defensa. Este dicho o afirmación
es totalmente falso. Pues lo mas importante en estos casos es justamente la
razonabilidad. Si el cuchillo del agresor se está dirigiendo directamente hacia
tu cuello para cortar te la yugular, entonces es totalmente viable que repelas
este ataque con un arma de fuego. Tu vida está en juego y, en ese sentido,
no cabe anteponer la proporcionalidad antes que la razonabilidad. Y por
lógica, y tengo que decirlo, si alguien te quiere robar utilizando para ello
solamente la fuerza de sus puños y el tamaño de sus músculos, es difícil que
un juez considere que hubo legítima defensa si a ese individuo le disparaste
tres balazos en el cuerpo.

Asimismo, considero que la Legítima Defensa es aquel acto en el cual se


repela una agresión ilegitima que se está llevando a cabo o que se va a llevar
a cabo (cuando es inminente la agresión), y en donde peligra un bien propio o
el bien de un tercero.

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La Legítima Defensa, está normativizado en su artículo 2 inciso 23 de nuestra
Constitución Política del Perú, así como en el artículo 20 inciso 3
del Código penal vigente, que la instituye como una eximente
de responsabilidad y al mismo tiempo como atenuante de la culpabilidad o
responsabilidad penal.

ELEMENTOS

GRESIÓN ILEGÍTIMA.
La agresión debe entenderse no solo como una conducta que implique
violencia o fuerza, sino cualquier comportamiento que amenace afectar
un interés jurídicamente protegido. El término agresión se debe entender
no en sentido natural, sino normativo social.

La agresión consiste en un comportamiento humano que pone en peligro


o lesiona un legítimo interés ajeno protegido por el ordenamiento jurídico
(bien jurídico del autor de la legítima defesa o de un tercero), por
ejemplo: A un automóvil se le vencen los frenos, asciende a la acera, y
obliga a quien está a su paso a saltar bruscamente y golpear a otro. Este
tipo de casos dan lugar a conductas defensivas por parte de quienes ven
amenazadas sus bienes jurídicos, pero en los límites de la necesidad
justificante o exculpante, según las circunstancias.

Asimismo, el autor ZAFFARONI menciona que “…la agresión ilegítima


puede ser dolosa o imprudente”, pues la ley no exige una forma de ilícito
especial o calificado, procediendo en ambos casos la legítima defensa.

Al respecto, se entiende que la Agresión Ilegítima es el ataque frente al


cual se responde por un ataque previo, el cual consiste en un acto que
atenta contra los derechos constitucionales como lo es la vida y/o a la
integridad física y/o psíquica.

NECESIDAD Y RACIONALIDAD DE LA DEFENSA.


El segundo elemento objetivo de la legítima defensa se haya recogido en
el párrafo b), del inc. 3 del art. 20º de nuestro Código penal, en los

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siguientes términos: Necesidad racional del medio empleado para
impedirla o repelerla (a la agresión ilegítima se entiende).

Redacción que, a decir de Hurtado Pozo resulta defectuosa, pues puede


hacer pensar que esté sólo relacionado con el medio empleado, cuando
en realidad se refiere a la defensa contra la agresión ilícita, es decir a
toda forma de comportamiento al que incurre quien se defiende y no solo
el objeto, instrumento o arma que puede utilizar para hacerlo mejor.
Asimismo, sostiene correctamente Hurtado Pozo que el vocablo medio
debe ser comprendido como acción para conseguir un objetivo (en este
caso, la protección del bien jurídico). Se puede afirmar, pues, que el
medio constituye, según el texto legal, el comportamiento defensivo de
quien actúa en legítima defensa.
Esta conducta defensiva puede ser una defensa pasiva o de protección
pura; parar un golpe con fractura de la mano al agresor, o puede tratarse
de una defensa ofensiva o de contraataque.
La necesidad de la defensa debe ser valorada desde una perspectiva
objetiva, tal como hubiera reaccionado cualquier otra persona en la
situación del agredido. “Debe tenerse en cuenta, entre otras
circunstancias, la rapidez e intensidad del ataque, el carácter inesperado
o no del mismo, las características del agresor, los medios que tenía el
agredido, así como su estado de ánimo”. No debemos partir de una
consideración subjetiva del agente, sino reflexiva y analítica, pues en
una situación de agresión ilegítima la persona normalmente actúa con el
impulso del momento.
Así, ejemplificando lo dicho en el parágrafo anterior; si el sujeto “Z”
entra con un arma de fuego descargada a robar en una farmacia y, el
dueño de ésta –sujeto “B-” posee un arma de fuego le dispara a “Z”,
ocasionándole la muerte, creemos que “B” estaría amparado por la
legítima defensa pues su conducta constituiría una defensa necesaria
contra la agresión en su contra, pues la situación descrita valorada
objetivamente por un tercero llegaría a la conclusión de que la pistola
estaba cargada, y el defensor no tenia porque correr riesgo alguno,
aunque se haya descubierto que el arma de “Z” estaba descargada.

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Una defensa puede ser necesaria, pero no siempre será racional;
cuando no lo sea no podremos decir que se trate de un defensa legítima.
Por ejemplo el célebre caso de laboratorio del empleo (disparo) de una
escopeta por parte de un paralítico que tiene solo esta arma al alcance
de su mano, no disponiendo de ningún otro recurso para impedir que un
niño se apodere de una manzana; en este y otros casos análogos, la
acción de disparar es necesaria, porque no existe otra menos lesiva
para evitar el resultado, pero no cumple el requisito de la racionalidad.
La simple razón jurídica es que no constituye ejercicio de un derecho la
acción que lesiona los derechos de otro. Este fundamento del requisito
de racionalidad excluye la posibilidad de considerar a la defensa
irracional como una forma de ejercicio abusivo o como un exceso en la
legítima defensa.
Ahora bien, no se debe confundir la relación que debe haber entre
agresión y defensa y la proporción entre el daño que hubiera causado la
agresión y el causado por la defensa. La racionalidad de la necesidad
de la defensa sólo se vincula con la primera cuestión. Siendo que, en
relación al individuo que sólo puede escapar de una paliza apuñalando
al agresor, ejerce la defensa necesaria y está justificado por legítima
defensa aunque la lesión del bien jurídico causada con el homicidio sea
mucho más grave que la que se hubiera producido con la paliza, como
también por ejemplo, cuando la víctima de agresión sexual, mata a su
agresor para evitar ser ultrajada sexualmente. Con estos ejemplos, se
puede considerar que la legitimidad de la defensa no se determina, en
principio, por el valor atacado, sino por la intensidad y la peligrosidad de
la agresión.

FALTA DE PROVOCACIÓN SUFICIENTE

Si bien se reconoce el derecho a la legítima defensa, cuando no se


puede deparar protección al agredido, el derecho no fomenta el
innecesario y gratuito aumento de la conflictividad y, por ende, reconoce

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el derecho en la medida en que el agente, no haya caído en esa
práctica. La conducta provocadora excluye la legítima defensa por ser
jurídicamente desvalorada como contraria a principios elementales de
coexistencia. No puede equipararse “provocación suficiente” con
“agresión ilegitima”, pues si así fuera se terminaría concluyendo que esta
tercera condición impuesta es superflua al resultar innecesario que la ley
dijera dos veces la misma cosa.

En este sentido, la provocación es distinta de la agresión y supone una


situación anterior a la agresión misma, por lo que no pueden confundirse
ambas situaciones.

Al hablarse en doctrina de provocación “suficiente”, se infiere que esta


figura admite grados, como lo demuestra la vida cotidiana, cuando
enseña que una persona puede ser sometida por otra a estímulos de
mayor o menor intensidad, con miras al logro de un determinado
cometido que puede ser, por ejemplo, generar en el otro una situación
de agresión para así darle muerte en el ejercicio aparente de una
defensa (el denominado pretexto de defensa).

La provocación puede ser intencional o imprudente. En el primer caso se


da cuando alguien provoca a otro para que realice una agresión y, así
poder hacerle daño bajo la cobertura de la legítima defensa, aquí la
doctrina considera que debe excluirse totalmente la legítima defensa en
la medida que la supuesta agresión ha sido querida y se buscó
deliberadamente por el accionar del provocador.

REGULACIÓN DE LA LEGITIMA DEFENSA EN EL CÓDIGO PENAL.


De las consideraciones efectuadas al momento de referirnos a las
causas de justificación en general, podemos afirmar que la legítima
defensa se configura por la presencia de dos grupos de elementos:
objetos y subjetivos. Los primeros son la agresión ilegítima, la necesidad
racional del medio empleado y la falta de provocación suficiente de quien
hace la defensa. En este punto no consideramos que la agresión
ilegítima merezca el mismo tratamiento que la necesidad racional del

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medio empleado o que la falta de provocación suficiente, considerado
que el primero de los elementos objetivos nombrados es aquel que va a
habilitar el escenario en el cual se ejercitará la legítima defensa, de ahí
que sea más apropiado denominarlo “presupuesto”: mientras que el
segundo y el tercero son elementos que van a determinar el ejercicio
mismo de la defensa (una vez que la posibilidad de ejercitarla ha sido
habilitada), motivo por el cual es preferible denominarlos requisitos. En lo
atinente al elemento subjetivo se considerará la exigencia de
conocimiento de la situación de justificación.

La Constitución Política reconoce el Derecho de toda persona a la


legítima defensa (artículo 2, inciso 23), pero es el Código penal quien se
encarga de hacer una previsión pormenorizada de los elementos que
deben concurrir para que una conducta pueda ser amparada por esta
causa de justificación, así en su artículo 20, inciso 3 regula a la legítima
defensa de la siguiente manera:

Artículo 20.- Está exento de responsabilidad penal:

El que obra en defensa de bienes jurídicos propios o de terceros,


siempre que concurran las circunstancias siguientes:

a) Agresión ilegítima.

b) Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla. Se


excluye para la valoración de este requisito el criterio de
proporcionalidad de medios, considerándose en su lugar, entre otras
circunstancias, la intensidad y peligrosidad de la agresión, la forma de
proceder del agresor y los medios de que se disponga para la defensa.

c) Falta de provocación suficiente de parte del que se defiende.

Si se ha sostenido que la legítima defensa es una causa de justificación,


entonces, como refiere Revilla Llaza, la “exención de la responsabilidad
penal” a que hace referencia este precepto penal, debe entenderse
como la “exclusión de la antijuricidad de la conducta” de quien obra
amparado en ella.

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Por otro lado, la agresión ilegítima, la necesidad racional del medio
empleado y la falta de provocación suficiente de quien hace la defensa
tienen que ser concurrentes según la normativa penal peruana.

RESTRICCIÓN DE LA LEGÍTIMA DEFENSA.

Uno de los mayores problemas prácticos, y de una nada pacifica


discusión doctrinal, ha sido establecer si la existencia de relaciones de
garantía constituyen una limite mayor (se habla de límites ético-sociales,
otros de restricciones normativas) de la legítima defensa. Así la pregunta
gira en torno a averiguar cómo debe ser la conducta defensiva del
ofendido en los casos de agresiones producidas entre personas
vinculadas por una posición de garantía como lo serían las estrechas
relaciones comunitarias, las relaciones familiares, teniendo en cuenta

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que entre agresor y agredido existe de por medio obligaciones de
protección o de impedir daños al otro.
Al respecto una posición doctrinaria, basándose en que en las relaciones
de garantía existe una obligación de sacrificio más elevada, plantea que
la víctima debe procurar desviar el ataque o aceptar menoscabos leves a
sus bienes, antes de lesionar intereses existenciales del agresor. Se
sostiene que el agredido debe recurrir a medios estrictamente
defensivos como parar el golpe, encerrarse en la habitación o a la
retirada prudente.
En la misma línea Bacigalupo Zapater afirma que: “Asimismo se excluye
el derecho de defensa necesaria en los casos de estrechas relaciones
personales (padres-hijos; esposos; comunidad de vida, etcétera). Ello
sólo significa que en estos casos debe recurrirse, ante todo, al medio
más suave, aunque sea inseguro. Por ejemplo: el marido no tiene
derecho a matar a su mujer para impedir que ésta lo abofetee”.
No compartimos la postura doctrinaria aludida, pues no parece correcto
que uno de los cónyuges o concubinos, o en todo caso algún hijo, deba
soportar ataques o situaciones peligrosas por el sólo hecho de estar
casado o porque entre las partes en conflicto se asume una posición de
garante derivada de la relación familiar o de una situación análoga.
Bajo esta orientación a la pregunta de si la existencia de una vinculación
jurídica especial implica la renuncia al mínimo de derechos personales,
la respuesta debe ser en sentido negativo, ninguna sociedad que se
conciba como liberal puede aceptarlo, por lo que no es acertado hablar
de límites al Derecho de legítima defensa con base en una relación
especial. Cuando hay agresiones entre los parientes cercanos o entre
quienes comparten una estrecha relación dichas acciones de
acometimiento hacen cesar automáticamente los deberes de protección
y de solidaridad, en otras palabras la agresión de una de las partes
anula para el caso concreto todo tipo de vinculación jurídica especial en
el sentido de las posiciones de garante, por lo que no cabe una
restricción a la legítima defensa, lo contrario significaría, por ejemplo,
reconocer que las palizas entre cónyuges son parte normativa integrante

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de cualquier relación de pareja que ya haya adquirido significado
normativo para el Derecho penal.
Conforme a lo dicho podemos concluir, que en estos casos, la
legitimidad de la defensa se determinará de acuerdo a los elementos
configurativos de la legítima defensa exigidos por la ley, así en el
ejemplo propuesto por Bacigalupo, en principio se puede decir que este
caso no tiene relevancia para la legítima defensa, puesto que va a faltar
el requisito de la actualidad de la agresión, y si esto se repite (la
agresora pretende seguir abofeteando, o si –variando el ejemplo- fuera
el esposo quien pretendiera golpear a su esposa), procede la legítima
defensa, pero utilizando los medios necesarios y racionales para repeler
la agresión, por lo que sin duda, no estará cubierto por la legítima
defensa el matar a la agresora (o al agresor en la variante propuesta)
para impedir otra bofetada, pues existen medios menos lesivos e
igualmente idóneos para neutralizar el peligro, como el coger de las
manos a la persona agresora o en todo caso darle un empellón; si en el
caso concreto la victima de la agresión saca un arma y dispara contra su
cónyuge, ello no estará amparado por la legítima defensa, pero no
porque deba tolerar la agresión por existir una posición de garante (la
agresión ha hecho cesar los deberes de solidaridad y protección) sino
simplemente porque no cumple con los elementos exigidos en la norma
penal para alegar la legítima defensa, así pues el disparar en este caso
resulta ser una defensa innecesaria, desproporcional e irracional, pues
como ya señalamos existen otros medios igualmente idóneos para
acabar con la agresión y mensos lesivos para el agresor.

DECRETO LEGISLATIVO 1186

USO DE LA FUERZA POR PARTE DEL PERSONAL POLICIAL

DECRETO LEGISLATIVO 1186 (REGULA EL USO DE LA FUERZA


POR PARTE DE LA POLICIA NACIONAL DEL PERU)

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OBJETO
El presente decreto legislativo establece el marco legal que regula el uso
de la fuerza por parte del personal de la policía nacional del Perú en
cumplimiento de su finalidad Constitucional.

ALCANCE
Las disposiciones del presente decreto legislativo alcanzan a todo el
personal de la policía nacional del Perú en situación de actividad que
usa la fuerza en defensa de la persona, la sociedad y el estado.

DEFINICION
 FUERZA: Es el medio que en sus diferentes niveles usa el
personal de la Policía Nacional del Perú, dentro del Marco de la
Ley, para lograr el control de una situación que constituye una
amenaza o atenta contra la seguridad, el orden público, la
integridad o la vida de las personas
 VIOLENCIA: Prácticamente es el uso excesivo de la fuerza, es
ilegal, poco profesional.
 USO PROGRESIVO Y DIFERENCIADO DE LA FUERZA: Es la
graduación y adecuación, por parte del personal policial, de los
medios y métodos a emplear teniendo en cuenta el nivel de
cooperación, resistencia o agresión que represente la persona a
intervenir o la situación a controlar.
 MEDIO DE POLICIA: Son las armas, equipo, accesorios y otros
elementos de apoyo, autorizados o proporcionados por el estado,
que emplea el personal policial para enfrentar una amenaza o
atentado contra la seguridad, el orden público, la integridad o la
vida de las personas.
 CUMPLIMIENTO DEL DEBER: Es la obligación del personal
policial en el ejercicio de la autoridad que representa, de
garantizar el orden y la seguridad sirviendo a la comunidad y
protegiendo a las personas en el marco de sus competencias,
funciones y atribuciones legalmente establecidas

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PRINCIPIOS DEL USO DE LA FUERZA
Necesidad, Legalidad y Proporcionalidad son los principios básicos plasmados
en dos documentos principales sobre el tema: los Principios Básicos sobre el
uso de la fuerza de la ONU en 1990 y el Código de conducta de funcionarios
encargados de hacer cumplir la ley, ahora hablaremos de cada uno de ellos:

 Legalidad: Supone que el beneficio del uso de la fuerza se encuentre


velado por ley, porque es una garantía de claridad, de previsibilidad y de
conocer aquellos supuestos en los cuales puede ejercerse la fuerza.
 Proporcionalidad: Supone que existe una relación armoniosa entre el
riesgo que se presenta y las diferentes alternativas para hacer uso de la
fuerza porque, evidentemente, el uso de esta puede ser letal o no letal.
Dentro de cada una de esas categorías hay varias subcategorías.
 Necesidad: Supone que únicamente se use la fuerza cuando no haya
otra alternativa

Estos tres principios son los básicos, además recogen los estándares
internacionales en la materia. Asimismo, deben guiar la actuación de la Policía
y, en general, de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. Por esta
razón, órganos internacionales de DDHH. Los han acogido.

USO DE LA FUERZA EN EL EJERCICIO DE LA FUNCION POLICIAL


Recordemos que el uso de la fuerza debe ser de manera progresiva y
proporcional, variante de acuerdo a la situación, tenemos las acciones activas,
pasivas, preventivas, reactivas.

 ACTIVAS : Agresión letal, agresión no letal, resistencia física.


 PASIVAS : Riesgo latente, cooperador, no cooperador.
 PREVENTIVAS : presencia policial, verbalización, control de contacto.
 REACTIVAS : control físico, fuerza no letal, fuerza potencialmente letal.

A continuación, daremos a explicar cada una de ellas.

RIESGO LATENTE : El riesgo latente se encuentre presente en cada momento


de la vida de un policía, donde valla debe de estar siempre atento, con la frase
“paso corto, vista larga, y mala intención”, ningún lugar es seguro.

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PRESENCIA POLICIAL : Ante un riesgo latente que exista, solo vasta
contrarrestar con la presencia de un efectivo policial, para ello este efectivo
debe de tener un gran porte, una actitud de autoridad y que puede hacer uso
de la fuerza si lo requiere.

COOPERADOR : Es cuando el presunto infractor, no genera ningún tipo de


problema y obedece las indicaciones dada por el efectivo policial.

VERBALIZACION : Ante una buena actitud cooperadora del presunto infractor,


solo basta con informarle lo que procederá a continuación y que no ponga
resistencia.

NO COOPERADOR : Es cuando el presunto infractor genera ciertos problemas


al efectivo policial, como reclamos o ciertas molestias.

CONTROL DE CONTACTO: Ante una actitud no cooperadora del presunto


infractor, el efectivo policial evitara tener contacto físico con este si sigue
oponiendo resistencia, todo ello con el fin de evitar problemas mayores.

RESISTENCIA FISICA : Cuando el presunto infractor ya empieza usar su


fuerza, se resiste a ser detenido originando problemas al personal policial.

CONTROL FISICO : Ante ello el personal policial podrá controlarlo físicamente,


podrá emplear cierta fuerza para reducirlo, así poder detenerlo y esposarlo.

AGRESION NO LETAL : Cuando el presunto infractor ya aumenta el uso de su


fuera para no ser detenido.

FUERZA NO LETAL : Ante la actitud de agresión no letal, el personal policial


podrá hacer uso de la fuerza no letal, podrá emplear vara de ley, los bastones
de goma, gas pimienta, etc.

AGRESION LETAL : El presunto infractor ya genera un gran riesgo tanto para


si mismo como para terceros; genera peligro de muerte o lesiones graves.

FUERZA POTENCIALMENTE LETAL : Ante un riesgo latente de peligro de


muerte o lesiones graves el personal policial podrá hacer uso de su arma de
fuego para poder evitar grandes problemas, poder reducir al individuo que
genera ese riesgo.

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CIRCUNSTANCIAS Y REGLAS DE CONDUCTA EN EL USO DE LA FUERZA
 Estas circunstancias son requisitos de procedibilidad para que el
personal policial pueda usar la fuerza de manera progresiva y
diferenciada, de conformidad con los principios de legalidad necesidad y
proporcionalidad y los niveles de uso de la fuerza en las siguientes
circunstancias: Detener en flagrante delito o por mandato judicial
conforme a ley.
 Cumplir un deber u órdenes lícitas dictadas por las autoridades
competentes.
 Prevenir la comisión de delitos y faltas.
 Proteger o defender bienes jurídicos tutelados.
 Controlar a quien oponga resistencia a la autoridad

DECRETO LEGISLATIVO (N° 1186) ARTÍCULO 8.- CIRCUNSTANCIAS Y


REGLAS DE CONDUCTA EN EL USO DE LA FUERZA
8.1. el personal de la policía nacional del Perú, observando lo prescrito en los
artículos 4, 6 y el numeral 7.2, se identifica como tal, individualiza a la persona
o personas a intervenir y da una clara advertencia de su intención de usar la
fuerza, con tiempo suficiente para que se tome en cuenta, salvo que esa
advertencia lo ponga en peligro o creara un grave riesgo de muerte o de
lesiones graves a otras personas, o cuando la advertencia resultara
evidentemente inadecuada dadas las circunstancias del caso.

El personal de la policía nacional del Perú, excepcionalmente, podrá usar el


arma de fuego cuando sea estrictamente necesario, y sólo cuando medidas
menos extremas resulten insuficientes o sean inadecuadas, en las siguientes
situaciones:

a. En defensa propia o de otras personas en caso de peligro real e


inminente de muerte o lesiones graves.
b. cuando se produzca una situación que implique una seria amenaza para
la vida durante la comisión de un delito particularmente grave.
c. cuando se genere un peligro real e inminente de muerte o lesiones
graves como consecuencia de la resistencia ofrecida por la persona que
vaya a ser detenida.

19
d. cuando la vida de una persona es puesta en riesgo real, inminente y
actual por quien se está fugando.
e. cuando se genere un peligro real o inminente de muerte del personal
policial u otra persona, por la acción de quien participa de una reunión
tumultuaria violenta.

Acciones posteriores al uso de la fuerza.

Con posterioridad al uso de la fuerza el personal de la policía nacional deberá


realizar las siguientes acciones:

a. adoptar las medidas necesarias para que se brinde asistencia y servicios


médicos a las personas heridas o afectadas, salvo que existan
circunstancias que impidan su realización.
b. adoptar las medidas necesarias para comunicar lo sucedido a los
familiares de las personas fallecidas, heridas o afectadas o a aquellas
que estas últimas indiquen, salvo que existan circunstancias que
impidan su realización.
c. presentar un informe a la unidad policial correspondiente, indicando las
circunstancias, los medios empleados, el personal interviniente, el tipo
de armas y las municiones utilizadas, el número e identidad de los
afectados, las asistencias y evacuaciones realizadas. El personal de la
Policía Nacional del Perú empleará la verbalización en todos los niveles
del empleo de la fuerza y, su uso buscará disminuir el nivel de fuerza a
utilizar respondiendo directamente a la evaluación del riesgo o amenaza,
debiendo considerar además:
 Elegir el nivel de fuerza según las circunstancias, optando por la
menos lesiva. Su empleo responderá a la intensidad y
peligrosidad de la agresión y con la duración que sea necesaria
para conseguir su objetivo legal, debiendo ser diferenciada.
 Determinar el nivel del empleo de la fuerza considerando, entre
otras circunstancias, la intensidad y peligrosidad de la agresión, la
forma de proceder del agresor, la hostilidad del entorno y los
medios de los que disponga el personal policial para defenderse
así mismo o frente a terceros.

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 Tratándose de reuniones públicas no violentas de ser necesaria
12 dispersarlas el personal policial evitará el empleo de la fuerza
en el nivel reactivo y de no ser posible lo limitará al mínimo
necesario.
 Cuando durante las reuniones no violentas se originen
expresiones de violencia que alteren gravemente el orden,
creando riesgos contra las personas, se tendrá en cuenta las
consideraciones sobre reuniones violentas de la presente ley.
 Al dispersar reuniones violentas el personal policial solo podrá
utilizar las armas de fuego cuando no se puedan utilizar medios
menos peligrosos y únicamente en la mínima medida necesaria.
En estos casos, se tendrá en consideración las circunstancias
previstas en el artículo 8º de la presente ley. Las reglas de uso de
la fuerza letal frente en casos de protesta social deben ser más
desarrollados.

Reglas de Conducta en el uso excepcional de la fuerza letal

El titular del Interior recordó también que la norma establece que el personal de
la Policía Nacional del Perú, excepcionalmente, podrá usar el arma de fuego
cuando sea estrictamente necesario, y sólo cuando medidas menos extremas
resulten insuficientes o sean inadecuadas. Solo podrá proceder de esta forma
en defensa propia o de otras personas en caso de peligro real e inminente de
muerte o lesiones graves; cuando se produzca una situación que implique una
seria amenaza para la vida durante la comisión de un delito particularmente
grave. Asimismo, cuando se genere un peligro real e inminente de muerte o
lesiones graves como consecuencia de la resistencia ofrecida por la persona
que vaya a ser detenida; cuando la vida de una persona es puesta en riesgo
real, inminente y actual por quien se está fugando. También cuando se genere
un peligro real o inminente de muerte del personal policial u otra persona, por la
acción de quien participa de una reunión tumultuaria violenta.

Cuando usarla:

 En defensa de la vida propia o de terceros, en caso de peligro inminente


de muerte o lesiones graves.

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 Con el propósito de evitar la comisión de un delito particularmente grave
que entrañe una seria amenaza contra la vida.
 Con el objeto de detener a una persona que represente un peligro para
la vida y oponga resistencia a la autoridad.
 Para impedir la fuga de una persona que, en su huida, ponga en riesgo
real, inminente y actual la vida de una persona.
 En cualquier otra circunstancia en la que sea estrictamente inevitable
para salvar una vida.

DERECHOS EN EL USO DE LA FUERZA


Proteger los derechos humanos tiene por consecuencia que el Estado debe
usar la fuerza legítima contra las personas que ejercen la violencia ilegítima y
contra quienes colaboran con ellas, aunque sea en forma inadvertida (por
ejemplo, facilitándoles un ambiente en el cual operar). Si el Estado, pudiendo
evitarlo, permite que privados violen los derechos fundamentales de otros,
estará vulnerando sus obligaciones nacionales e internacionales. Aquí, debe
recalcarse que la mayoría de los autores afirma que no existe jerarquía entre
los derechos humanos, por lo que la utilización de la fuerza puede y debe
aplicarse no solo para impedir violaciones a las garantías más básicas de las
personas, sino que también a otros derechos humanos, como podrían ser la
libertad de tránsito y la propiedad. El grado de fuerza que se utilice para evitar
estas violaciones debe ser apreciado prudencialmente por la autoridad legítima,
siguiendo principios como el de la legalidad, necesidad y proporcionalidad. En
ocasiones, son varios los bienes que entran en juego en forma combinada, lo
que tornará más compleja la decisión, requiriendo de mayor prudencia por
parte de los encargados de hacer cumplir la ley. Por ejemplo, se hace
necesario distinguir los motivos del uso de la fuerza en situaciones en que la
causa inicial del contacto con la policía fue un acto de baja gravedad. Por
ejemplo, vulneraría los derechos humanos usar el bastón de servicio policial
para enfrentar a alguien que está rayando muros, pero la situación es distinta si
dicha persona resiste airadamente a la autoridad. En este segundo caso, el uso
del bastón de servicio policial estaría siendo usado para hacer frente a la
negativa a cumplir una orden legítima, que buscaba detener a la persona y

22
proteger el derecho de propiedad del dueño del inmueble, no a sancionar
extrajudicialmente a quien está rayando los muros.

Teniendo en consideración que el Estado tiene el deber de usar la fuerza para


resguardar el orden público y los derechos humanos, la desproporción en el
uso de la fuerza no solo se puede predicar respecto de la que es excesiva para
cumplir con un determinado fin, sino que también respecto de la que es
insuficiente para lograrlo.

Los miembros de la policía o de las Fuerzas Armadas tienen derechos


humanos. La respuesta es que sí, por lo que el Estado debe respetar y
garantizar sus derechos. En general, esto significa lo mismo que respecto de
cualquier ciudadano. En relación con la obligación de respetar, el Estado no
puede vulnerar sus derechos humanos directamente, por ejemplo, negándoles
el debido proceso o ciertos derechos laborales -que también pueden ser
derechos humanos-. En materia del deber de garantizar, en cambio, las
obligaciones del Estado son más exigentes, pues no solo tiene que proteger a
los integrantes de las fuerzas de orden del actuar de terceros en situaciones de
la vida corriente, como a cualquier otro ciudadano, sino que tiene que
protegerlos frecuentemente en situaciones peligrosas, en las que ellos se
encuentran por órdenes de un superior jerárquico que representa al mismo
Estado. En efecto, el Estado contrata a los miembros de la policía y de las
Fuerzas Armadas para que desempeñen sus labores en situaciones en las que
pueden poner en riesgo su vida; por ejemplo, pidiéndoles que persigan a
delincuentes que pueden estar armados. Por eso, el Estado está obligado a
poner sus mayores esfuerzos para evitar que terceros violen sus derechos. Si
el Estado no proveyera a estos agentes del debido equipo de protección, como
chalecos antibalas, o si no les permitiera hacer uso de los medios de fuerza
con los que cuentan, ellos podrían demandar al Estado por no protegerlos o por
no darles las herramientas para protegerse en las particulares circunstancias
en las que desempeñan sus labores. Del mismo modo en que instituciones
como la Corte Interamericana de Derechos Humanos ponen un mayor énfasis
en la protección de los derechos de los defensores de derechos humanos, el
Estado debe dar una protección especial a la policía, pues esta defiende los
derechos humanos de la población en general.

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DECRETO LEGISLATIVO (N° 1186)
ARTÍCULO 10.- DERECHOS

En el ejercicio de su función relacionada al uso de la fuerza, el personal de la


policía nacional del Perú tiene los siguientes derechos:

a. A la protección y respeto de su vida, integridad personal, dignidad y a las


consideraciones que su autoridad le otorga.
b. No acatar disposiciones u órdenes superiores para el uso de la fuerza
cuando éstas sean manifiestamente ilícitas o arbitrarias.
c. Recibir formación, capacitación y entrenamiento permanente sobre el
uso de la fuerza en todos los niveles educativos conforme a los
estándares nacionales e internacionales en materia de derechos
humanos.
d. La asignación de armamento, vestuario y equipo que garanticen el uso
adecuado de la fuerza.
e. Recibir tratamiento y asistencia médica, por cuenta del estado cuando
resulte afectado en cumplimiento de su deber.
f. Recibir orientación psicológica por cuenta del estado para sobrellevar las
tensiones generadas por el uso de la fuerza que afecten la vida o
integridad física de otras personas.
g. Recibir asesoramiento y defensa legal por cuenta del estado, cuando se
haya usado la fuerza en el contexto del presente decreto legislativo en el
ejercicio regular de sus funciones.

USO DE LA FUERZA EMPLEADO POR EL PERSONAL POLICIAL:


RESPONSABILIDADES

De acuerdo a lo estipulado en el Decreto Legislativo 1186, que regula el uso de


la fuerza empleada por la PNP, menciona bajo sus artículos 13, 14 y 15, las
responsabilidades que el personal encargado de usarla, debe de tener antes,
durante y después de toda actuación que se realice en defensa de la persona,
sociedad o Estado.

Artículo 12.- Comunicación

24
12.1. Toda actuación policial en defensa de la persona, la sociedad o el Estado
que conlleve el uso de la fuerza, y en particular el arma de fuego, deberá
comunicarse al superior jerárquico o jefe inmediato, mediante parte, acta,
informe o el documento según corresponda.

12.2. Dicho documento contendrá la fecha, hora, lugar, circunstancias y


fundamentos de legalidad, necesidad y proporcionalidad que motivaron el uso
de la fuerza, precisando el plan u orden de operaciones, la disposición
administrativa, la disposición fiscal, el mandato judicial o el hecho ilícito
flagrante que originó la actuación policial, la duración de la intervención, la
identificación plena del personal policial interviniente, el armamento, el material
y el equipo empleados, la cantidad de munición y material lacrimógeno
utilizados, así como las consecuencias ocasionadas y la posible asistencia
brindada.

SÍNTESIS: Cada situación policial en la que se involucre uso de la fuerza por


parte del personal efectivo, debe ser comunicada hacia el superior jerárquico
inmediato, mediante los documentos estipulados, en estos, se detallará todos
los medios empleados por el agente, y, en el caso si hubiese un plan de
operaciones o una disposición fiscal, entre otros, así como el hecho ilícito
flagrante que dio como inicio el accionar y empleo de la fuerza por parte del
policía.

Articulo 13.- Tratamiento en caso de heridos o muertos

Toda intervención policial con uso de la fuerza que tenga como resultado
heridos o muertos, será informada de inmediato y por escrito a la comisaría de
la jurisdicción o dependencia con funciones de investigación, la cual, además
de realizar los actos de investigación respectivos, con conocimiento del
Ministerio Público, dará cuenta a la Inspectoría General de la Policía Nacional
del Perú, u órgano dependiente de ésta, para el inicio de la investigación
administrativa correspondiente. Asimismo, se comunicará a la Dirección de
Defensa Legal de la Policía Nacional del Perú para la actuación en el marco de
su competencia.

SÍNTESIS: Siempre que el uso de la fuerza por parte del personal policial traiga
consigo heridos, ya sea de menor o mayor gravedad o incluso si llega a perder

25
la vida el ciudadano con el que se ha enfrentado el efectivo, lo primero que se
debe de hacer es dar cuenta por ESCRITO, a la dependencia policial con
funciones de investigación, así como a las entidades públicas para que hagan
la indagación de cómo han suscitado los hechos, y establecer la
responsabilidad debida. También se debe dar cuenta a la IGPNP para que
realice la investigación administrativa en el caso que corresponda y de la
DIRDELEPNP para que actúe como medio defensor.

Artículo 14.- Órdenes manifiestamente ilícitas

14.1. El personal de la Policía Nacional del Perú no puede alegar obediencia a


órdenes superiores, cuando dichas órdenes para el uso de la fuerza, y en
particular del arma de fuego, son manifiestamente ilícitas. En caso de haberse
ejecutado, también serán responsables los superiores que dieron dichas
órdenes ilícitas.

14.2. Las órdenes deben ser lícitas, lógicas, oportunas, claras, coherentes y
precisas. Está exento de responsabilidad el efectivo policial que no acate
órdenes manifiestamente ilícitas.

SÍNTESIS: Todos los incidentes de uso de la fuerza o de armas de fuego por


parte del personal policial, que generen lesiones y que sean emitidas en un
principio por un superior jerárquico a uno de menor jerarquía de forma ilícita,
deberá ser denegada rotundamente, y, asimismo, si el destinatario de una
orden así, la cumple, también acarrearía una sanción para el superior quien dio
tal orden. En tal sentido, dispondrá las investigaciones administrativas
correspondientes. Dicha investigación se realizará sin perjuicio de la
investigación penal correspondiente.

Artículo 15.- Superior jerárquico inmediato

15.1. El superior jerárquico inmediato de quien emplee arbitrariamente la


fuerza, incurre en responsabilidad cuando conozca de este hecho y:

a. No disponga las acciones para evitarlo.


b. No adopte las medidas inmediatas para el cese o control del mismo. c.
Omita comunicar a los órganos de investigación penal y órganos
disciplinarios.

26
15.2. Para establecer que el superior jerárquico inmediato debió conocer del
uso arbitrario de la fuerza por el personal policial a sus órdenes, se debe
determinar objetivamente que tuvo información que le permitiera concluir que
se estaba preparando o haciendo un uso ilícito de la fuerza o, cuando
habiéndose ésta consumado, no haya adoptado las acciones para comunicar
este uso arbitrario a los órganos de investigación penal y órganos disciplinarios.

15.3. En la ejecución de las operaciones, principalmente aquellas de gran


magnitud, en las que la ubicación, comunicación y desplazamiento de los
comandos operativos y jefes operativos no permitan alcance de control
permanente, el superior, por grado o antigüedad, en cada espacio geográfico y
responsable de una tarea específica, incurrirá en responsabilidad solo en el
caso que la fuerza y armas de fuego se usarán arbitrariamente, individual o
colectivamente, y éste no haya adoptado las medidas para evitar o controlar
esta situación.

SÍNTESIS: Los superiores jerárquicos tendrán responsabilidad cuando


conozcan o debiendo conocer el empleo ilícito de la fuerza por el personal
policial a sus órdenes, no adoptaron las medidas necesarias para impedir o
neutralizar dicho empleo o no denunciaron el hecho oportunamente.

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USO DE ARMAS DE FUEGO

 Las restricciones generales al porte y uso de armas de fuego planteadas


en el artículo 37 de la Ley son aplicables para cualquiera de las
modalidades descritas en el presente Reglamento.
 La SUCAMEC en ejercicio de su facultad de fi scalización y sanción, así
como la Policía Nacional del Perú, pueden proceder a la incautación de
las armas de fuego cuyo porte y uso se den en circunstancias
prohibidas, conforme a lo antes indicado. Las armas incautadas por la
Policía Nacional del Perú, deben ser remitidas a la SUCAMEC dentro de
las 48 horas de realizada la incautación.
 Cuando la incautación se derive de la comisión de un delito, el Ministerio
Público debe remitir el arma y la información pertinente a la SUCAMEC
en el plazo perentorio de realizada la incautación.
 Las armas, municiones y materiales relacionados incautados o
recuperados por las Fuerzas Armadas en zonas declaradas en
emergencia son puestas en conocimiento y a disposición de la
SUCAMEC en el plazo perentorio de realizada la incautación.
 El uso de armas de fuego en actos que atenten contra la seguridad
ciudadana, la protección del orden interno y la convivencia pacífi ca en el
marco del artículo 3 y el numeral 22.6, inciso b, numeral 3 de la Ley.

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 Cuando se ha suspendido judicialmente el porte y uso del arma de
fuego, en casos de violencia contra la mujer y miembros del grupo
familiar.

CONCLUCIONES
 La legítima defensa es la reacción necesaria contra una defensa
ilegitima, actual o inminente y no provocada por la persona.

 No habrá responsabilidad penal si en dicha defensa concurren los tres


requisitos establecidos en la ley, como son: Agresión ilegitima, Falta de
provocación suficiente por parte del que hace la defensa, La necesidad
de hacer la defensa.  

 La proporcionalidad es solo una de las variables de la razonabilidad, no


se requiere de igualdad matemática entre el medio usado como ataque y
el medio usado como defensa para que exista una legítima defensa. 

 En el marco de un Estado Constitucional de Derecho, se encuentra


prohibido hacer justicia por propia mano o hacer valer nuestros derechos
por nuestra cuenta. Debido que para el Estado, su fin primordial es la
defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad, de
conformidad con el artículo 1º de la Constitución, para lo cual se le
concede la competencia exclusiva para el uso de la fuerza para estos
casos.

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 En ese sentido, la legítima defensa se presenta como una situación
excepcional y como tal los criterios bajos los cuales se admite deben ser
interpretados con cautela y de modo restrictivo, de modo tal que
corresponde a los jueces una difícil tarea de dilucidación entre aquellas
conductas que configuran legítima defensa y aquellas que se
extralimitan de este ámbito y pasan a ser delitos.

 En ese sentido, la legítima defensa se presenta como una situación


excepcional y como tal los criterios bajos los cuales se admite deben ser
interpretados con cautela y de modo restrictivo, de modo tal que
corresponde a los jueces una difícil tarea de dilucidación entre aquellas
conductas que configuran legítima defensa y aquellas que se
extralimitan de este ámbito y pasan a ser delitos.
 Solo se puede utilizar la fuerza o el arma de fuego proporcionada por el
Estado, cuando esté en riesgo la vida de otra persona, la de otro policía,
o la suya propia, es decir, exista un peligro inminente de muerte.

 La situación actual de la Policía Nacional del Perú es bastante precaria;


no tienen herramientas, ni la logística suficiente, y es que, la mayoría de
comisarías no tienen acceso a internet, no tienen acceso a RENIEC, a
requisitorias, no tienen teléfono fijo. Se han hecho esfuerzos para
comprar armas no letales y repotenciar a las comisarías, pero son
esfuerzos insuficientes para contrarrestar a la ola de crímenes que se
viene incrementando en todos los departamentos del territorio peruano.

 En temas de capacitación, la improvisación es la regla. Por lo tanto,


policías que hacen bien su trabajo son casi héroes. Esta norma abre la
posibilidad de capacitar mejor a los policías, pero tampoco soluciona el
problema.

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RECOMENDACIONES
 Mejorar las condiciones estructurales generales que obligan a los
ciudadanos a tener que defenderse por su propia cuenta cuando
el Estado no puede acudir en su defensa.
 Esperemos que el Proyecto de Ley, indique una mejora sustancial
en los mecanismos de prevención del delito y se relaciona
directamente con la acción de los cuerpos policiales preventivos,
tales como policías municipales y policías estatales, de manera
que el Estado pueda, en la mayor parte de las ocasiones acudir
en defensa de los ciudadanos.
 Asimismo, que haya una revisión de la legislación y la doctrina
referente a las causas de justificación, específicamente, aquella
relacionada con la Legítima Defensa.
 Por otro lado, al no haberse establecido de manera clara, precisa
y no haberse determinado si el ataque contra los bienes puede
transformarse en una agresión contra las personas, se
recomienda que todo ataque debe ser repelido inmediatamente, si
cuenta con los medios, sin evaluar la proporcionalidad establecida

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en el código penal peruano y sin titubeos, porque cualquier error
puede costar la vida.
 Por último, el Código Procesal Penal, debería contener una
disposición especial para la apreciación de los medios de pruebas
cuando se trate de legítima defensa.
 Los efectivos policiales gozan de derechos humanos y por lo
tanto deben realizarse los mayores esfuerzos para que ellos
mismos no sean víctimas de vulneraciones.
 La claridad y la certeza son dos elementos sobre los que se
puede construir una policía que se adecúe al respeto de los
derechos humanos y marque distancia de los lamentables y
recurrentes casos de represión y muerte en conflictos sociales.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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 Velásquez Velásquez, Fernando. Derecho Penal. Parte General.
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 Código Penal de Venezuela.
 Código Penal de Cuba.
 Código Penal de Argentina
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 Jescheck, Hans Heinrich. Tratado de Derecho Penal, Parte General.
 Bacigalupo Zapater, Enrique. Derecho Penal. Parte General.
 Zaffaroni, Eugenio Raúl. Tratado de Derecho Penal. Parte General.
 Hormazábal Malarée, Hernán.
 Cerezo Mir, José. Curso de Derecho Penal Español. Parte General -
Teoría Jurídica Del Delito.
 Bacigalupo Zapater, Enrique. Derecho Penal. Parte General.
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32
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 Revilla Llaza, Percy. “Derecho A La Legítima Defensa” - Constitución
Comentada 1º Edición.
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 Perdomo Torres, Jorge Fernando. ¿Las Relaciones Familiares Y
Análogas Como Límites Al Derecho De Legítima Defensa? 2008.
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 Comité Internacional de la Cruz Roja 19, avenue de la Paix - 1202
Ginebra, Suiza
 https://idehpucp.pucp.edu.pe/entrevistas/cuales-son-los-principios-
basicos-deuso-de-la-fuerza/

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ANEXOS

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