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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación

Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armadas

Barquisimeto, Edo Lara

Modelos Territoriales de Distribución de


Poder

(Gestión de Municipio)

Integrante:

Genesis Guzmán

C.I: 27.816.338
Introducción

Los modelos territoriales de estado se analizan de dos formas alternativas. La


primera alternativa es que los modelos territoriales sean nuestra variable dependiente, es
decir, la variable que necesitamos explicar, aquí se trata de analizar el surgimiento y
encontrar las causas que explican que algunos países hayan adoptado modelos unitarios y
otros modelos federales.

Así como también, Constitucionalmente los municipios constituyen la unidad política


primaria de la organización nacional (art. 16 C.R.B.V.), por ende es perentorio y necesario
fortalecer su estructura organizativa social, política, cultural y su sistema económico, para
impulsar la gestión municipal, fomentar la participación ciudadana y elevar la calidad de
vida de los ciudadanos y ciudadanas.

Para ello, es menester planificar en función de las necesidades prioritarias del municipio y
transformar el sistema socioeconómico del mismo, en coordinación y articulación con los
otros niveles del poder público (nacional, estadal y comunal). Pero este proceso no se
cumplirá, ni podrá ser posible si desde el gobierno central no se impulsa tanto la
descentralización como la desconcentración de poder como política nacional, se fortalezca
la autonomía municipal y se destinen mayores recursos financieros hacia los municipios
para su desarrollo pleno y total de forma progresiva.
Modelos territoriales de distribución de poder

Los modelos territoriales de estado se analizan de dos formas alternativas. La


primera alternativa es que los modelos territoriales sean nuestra variable dependiente, es
decir, la variable que necesitamos explicar, aquí se trata de analizar el surgimiento y
encontrar las causas que explican que algunos países hayan adoptado modelos unitarios y
otros modelos federales. La segunda alternativa consiste en que el modelo de distribución
territorial del poder sea una variable independiente, es decir, que sirva para explicar el
funcionamiento de un sistema político o determinados resultados de la acción política, el
funcionamiento de la democracia o la política pública, como por ejemplo, el tipo de política
social.

Los procesos de transformación de la organización territorial del poder se producen a dos


niveles. En primer lugar, a nivel interno en los estados se generan procesos de cambio en
direcciones opuestas: centralización, descentralización, devolución, federalización, etc. En
segundo lugar, a nivel externo, se desarrollan procesos de reconstitución de unidades
políticas y creación de nuevos estados, procesos de integración y desintegración supra
regional, etc.

Gestión de municipio, tributos locales

La gestión tributaria municipal tiene por objetivo fortalecer la capacidad de gestión


de la administración tributaria local a través de la generación de ingresos propios,
mejorando las prácticas de tributación, y a través de una mayor eficiencia en el gasto,
implementando mejoras en los procesos de presupuesto, control y transparencia. El
beneficio directo de la implementación de las herramientas de la gestión tributaria
municipal radica en la construcción de capacidades para gestionar y solucionar problemas
locales por parte del municipio con mayores recursos locales, logrando así una mayor
autonomía para implementar políticas públicas.
Las herramientas de gestión tributaria favorecen la obtención de mayores recursos locales
genuinos y al aumento de los porcentajes de cobrabilidad de tasas, derechos e impuestos
locales, en la medida en que se implementen innovaciones administrativas (haciendo mejor
uso de los recursos humanos, mejorando procesos y estructuras, obteniendo un mayor
provecho de la tecnología, etc.). Sobre todo si se facilita a los contribuyentes el
entendimiento y cumplimiento de sus obligaciones de manera voluntaria a través de una
fuerte campaña de educación y cultura tributaria.
Es necesaria la institucionalización de un esquema de premios y castigos, justo y eficaz,
para que el contribuyente incluya en su agenda de pagos permanente las obligaciones
municipales. Lo hará en la medida que perciba los beneficios por cumplir y el castigo o
riesgo por su incumplimiento.
Es importante tener en cuenta que la gestión tributaria municipal es una materia
relativamente nueva y poco conocida, por lo tanto se tiene siempre que ser flexible a nivel
individual y a nivel organización para adaptarse velozmente a los cambios que permitan
mejorar la gestión.
La constitución en su artículo 179 establece los ingresos propios de los municipios donde
menciona tasas e impuestos en materia tributaria. Dichos impuestos municipales recaerán
sobre: actividades económicas de industria, comercio y servicios, entre otras; y sobre los
bienes inmuebles urbanos, vehículos, espectáculos públicos, juegos y apuestas lícitas,
propaganda y publicidad comercial y contribuciones especiales por plusvalía de
propiedades con cambio de fines, uso y aprovechamiento enmarcados dentro de los planes
urbanísticos, el impuesto territorial rural o sobre predios rurales y cualesquiera otros que
determine la ley.

Estos impuestos son confirmados y señalados de igual manera por la ley orgánica del poder
pública municipal (título V, capitulo V). Dichos impuestos contribuyen al fortalecimiento
de la gestión municipal, si el ente municipal se encargará con ahínco a su recaudación y
posteriormente a su redistribución en el municipio a través de planes, programas y
proyectos para elevar y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos y ciudadanas.

Tipos e importancia en el gobierno local

El involucramiento del gobierno local tiene el potencial de enfatizar la importancia


de la prevención. Luego de los procesos de democratización y descentralización del Estado
desarrollados en los 80 en América Latina, el gobierno local comenzó a jugar un papel
activo en la formulación e implementación de políticas públicas. Sin embargo, las
limitaciones propias de estos procesos, junto con el déficit de recursos humanos y
financieros, así como la carencia de cobertura de servicios básicos a la población, han
limitado la consolidación de los gobiernos locales como verdaderos protagonistas en este
tema. Asimismo, en la mayoría de los países de América Latina los gobiernos locales
carecen de una tradición en el tratamiento de la problemática, pues se han dedicado
principalmente a otras cuestiones, como el uso del suelo, la edificación, el tránsito, el
control ambiental y la habilitación de comercios e industrias. Pero a pesar de la débil
vinculación histórica con esta problemática, el crecimiento de la criminalidad generó una
fuerte demanda de políticas locales efectivas. En muchos casos, este reclamo ciudadano
intenta articular una relación entre la sociedad civil y el Estado en la búsqueda de
propuestas de corto, mediano y largo plazo que mejoren la calidad de vida de la ciudadanía.
Sin embargo, a pesar de este interés por políticas multisectoriales y transversales que
articulen las diversas iniciativas vinculadas con el control y la prevención de la
criminalidad, la experiencia reciente muestra un amplio abanico de iniciativas, en general
de corte efectista y carente de coordinación con otros organismos del Estado.

Fortalecimiento en la gestión municipal

Constitucionalmente los municipios constituyen la unidad política primaria de la


organización nacional (art. 16 C.R.B.V.), por ende es perentorio y necesario fortalecer su
estructura organizativa social, política, cultural y su sistema económico, para impulsar la
gestión municipal, fomentar la participación ciudadana y elevar la calidad de vida de los
ciudadanos y ciudadanas.

Para ello, es menester planificar en función de las necesidades prioritarias del municipio y
transformar el sistema socioeconómico del mismo, en coordinación y articulación con los
otros niveles del poder público (nacional, estadal y comunal). Pero este proceso no se
cumplirá, ni podrá ser posible si desde el gobierno central no se impulsa tanto la
descentralización como la desconcentración de poder como política nacional, se fortalezca
la autonomía municipal y se destinen mayores recursos financieros hacia los municipios
para su desarrollo pleno y total de forma progresiva.
La constitución es muy clara en lo que respecta a este asunto (titulo IV, capitulo IV,
artículos del 168 al 184), donde habla de la autonomía municipal, sus competencias
exclusivas y concurrentes, ingresos propios, tributos locales, entre otros aspectos; además
de resaltar la descentralización como principio fundamental y como política nacional
(artículos 4, 157, 158).

Por otro lado, nace la ley orgánica del poder público municipal (LOPPM), instrumento que
busca y viene a fortalecer la gestión municipal regulando sus actuaciones y abriendo un sin
fin de oportunidades para el desarrollo local. Esta ley también define con claridad las
competencias municipales, los ingresos propios y tributos locales, entre otros (Artículos 3,
4, 6, 55, 56, 57, 61, 70, 137, 138, 139, entre otros.).

Se hace urgente estrechar las relaciones intergubernamentales en sus tres niveles político-
administrativos, de tal manera que le permita a los municipios generar políticas públicas
acorde con las necesidades de sus ciudadanos y ciudadanas en concordancia con los
lineamientos y directrices emanados del gobierno central, conjuntamente con el gobierno
regional (articulación) y con las comunidades organizadas y otros actores de carácter social,
político, económico, cultural, privados, entre otros.

Pero debe existir un seguimiento, control y evaluación de los planes, programas y proyectos
implementados por los municipios, no solo por parte de los organismos competentes
tradicionalmente (Contraloría General de la República, Contraloría Municipal, Comisión
Central de Planificación), sino que debe intervenir la nueva contraloría existente. Es por
esto, que entre estos organismos y dentro de la nueva gestión pública, hay uno que debe
resaltarse y que debe ser pilar fundamental en la ejecución de las políticas públicas
municipales “La Contraloría Social”, que debe ser el mecanismo garante de que se cumplan
y lleguen a feliz término los planes, programas y proyectos, además de funcionar como un
sistema de información para los otros organismos competentes de contraloría, para el
municipio, la región y el país; y servir además como recopiladores y suministradores de
datos e información que permitan crear indicadores para mejorar la planificación y las
políticas públicas, y por consiguiente fortalezcan la gestión municipal.
Conclusión

En conclusión de este trabajo podemos decir que más allá de iniciativas como las
guardias municipales, lo cierto es que el gobierno local enfrenta importantes limitaciones
para el desarrollo de estrategias de control. Lo contrario ocurre con la prevención. De
hecho, la literatura internacional coincide en que es el gobierno local el que mejor puede
diseñar e implementar este tipo de iniciativas. El conocimiento directo de los problemas
que aquejan a la población es un elemento que es necesario tomar en cuenta para el diseño
de planes de acción que busquen focalizar las intervenciones en aquellos territorios o
personas que más lo necesitan. Por eso el gobierno local constituye el actor preventivo por
excelencia, porque es el único que puede articular las medidas orientadas a mejorar la
calidad de vida urbana (iluminación, espacios públicos, transporte) con aquellas
directamente vinculadas con la criminalidad (prevención del consumo de drogas y alcohol y
violencia doméstica, entre otros).

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