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CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PSICOLOGÍA.

DEFINICION.

La psicología es la ciencia que estudia el comportamiento humano y los procesos


mentales a través de diversos métodos de investigación y observaciones empíricas,
sean éstas introspectivas o introspectivas. Explora conceptos como la percepción,
la atención, la motivación, la emoción, el funcionamiento del cerebro, la inteligencia,
la personalidad, las relaciones personales, la consciencia y el inconsciente.

“comportamiento y procesos mentales” implica no sólo las acciones de las personas


sino también sus pensamientos, sentimientos, percepciones, procesos de
razonamiento, recuerdos e incluso las actividades biológicas que mantienen el
funcionamiento corporal.

La psicología se enmarca en distintas áreas de la ciencia. No es posible encasillarla


entre las ciencias naturales, las ciencias sociales, o las humanas, pues abarca todos
los aspectos del funcionamiento psíquico. Las distintas escuelas, teorías y sistemas
psicológicos han enfocado sus esfuerzos en diversas áreas, existiendo desde los
enfoques que se dirigen exclusivamente en la conducta observable (conductismo),
pasando por los que se ocupan de los procesos internos tales como el pensamiento,
el razonamiento, la memoria, etc. (como el cognitivismo) o las orientaciones que
ponen de relieve las relaciones humanas y la comunicación apoyándose en la teoría
de sistemas, hasta las corrientes psicológicas que se enfocan en los procesos
inconscientes (como el psicoanálisis o la psicología analítica). El alcance de estas
teorías abarca desde el estudio del desarrollo infantil de la psicología evolutiva hasta
cómo los seres humanos sienten, perciben o piensan; cómo aprenden a adaptarse
al medio que les rodea o resuelven conflictos.

Entre las ramas principales de la psicología se encuentran la biopsicología, la


psicología experimental y cognitiva, la psicología del desarrollo y de la personalidad,
la psicología de la salud, clínica y la especializada en consejería, la psicología
educativa, la psicología social, la psicología de la mujer, la psicología industrial-
organizacional, la psicología del consumidor y la psicología transcultural.

BREVE HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA.

Wilhelm Wundt, fisiólogo, psicólogo y filósofo alemán, fue quien estableció el primer
laboratorio de psicología en 1879 en la Universidad de Leipzig y su objetivo era
explorar los elementos primarios de la mente y la consciencia. Wundt trabajaba
combinando la medición cuidadosa con la introspección para dejar ver las
estructuras básicas de la mente consciente. Desarrolló con esto un modelo que llegó
a conocerse como estructuralismo. El estructuralismo se concentraba en los
elementos fundamentales que conforman las bases del pensamiento, la
consciencia, las emociones y otros tipos de estados y actividades mentales.

Gracias al trabajo de Wundt, la psicología se ubicó entre las ciencias físicas y las
ciencias naturales pues utilizaría métodos experimentales y de investigación
semejantes a los de las ciencias físicas para documentar cuestiones del
comportamiento y hacer de la psicología una ciencia inductiva y experimental para
entender de qué manera se combinan las sensaciones básicas para producir
nuestra consciencia del mundo.

El proceso de introspección del que se sirvió el estructuralismo se llevaba a cabo


presentando a las personas un estímulo, como puede ser un objeto o u enunciado
escrito, y se les pedía que describieran detalladamente, en sus propias palabras, lo
que experimentaban al respecto. Wundt aseguraba que los psicólogos lograrían
comprender la estructura de la mente por medio de los informes que las personas
describían con relación a sus reacciones.

Con el paso del tiempo los investigadores estructuralistas quedaban cada vez
menos satisfechos con el supuesto de que la introspección fuera suficiente para
descubrir los procesos básicos de la mente. Las personas tenía dificultades para
describir con exactitud sus experiencias internas, además que este método en sí no
podía ser una técnica del todo científica, pues había pocas maneras de que un
observador externo verificara la precisión de las introspecciones de las personas.

El modelo que reemplazó en gran medida al estructuralismo en la evolución de la


psicología se denominó funcionalismo, que surgió alrededor de 1930. En lugar de
centrar su interés en los componentes de la mente, el funcionalismo ponía atención
en lo que hace la mente, las funciones de la actividad mental y el comportamiento
en general. Encabezamos por el psicólogo estadounidense William James, los
funcionalistas se dedicaron a analizar los modos en que el comportamiento les
permite a las personas satisfacer sus necesidades.

Sin embargo, antes del funcionalismo, el estructuralismo y su énfasis en la


experiencia consciente fue criticado en la década de 1920 por John Watson, quien
llegó a ser reconocido como el padre del conductismo estadounidense.

Watson decía que, para ser una ciencia, la psicología debía enfatizar el estudio de
la conducta manifiesta (son, por ejemplo, los movimientos corporales, hablar, llorar,
etc. aquellas que se pueden observar de manera directa) en lugar del de la conducta
cubierta (Son aquellas que solo el individuo que las experimenta puede observar de
manera directa, tales como pensamientos, sentimientos y deseos).

Declaró que es casi imposible observar los procesos mentales de manera directa.
Por consiguiente, sugirió que los psicólogos deberían actuar como si los procesos
mentales no existieran y concentrarse tan sólo en la conducta manifiesta. Watson
fue sucedido como líder del movimiento por B. F. Skinner, quien llevo la postura
conductista a su extremo lógico. Los estudiantes de psicología adoptaron una
metodología científica rigurosa que enfatizaba la observación extrospectiva.

Otra reacción al estructuralismo fue el desarrollo de la psicología de la Gestalt a


principios del siglo XX. Es un modelo que se enfoca en el estudio del modo en que
se organiza la percepción. En lugar de considerar las partes individuales que
conforman el pensamiento, los psicólogos de la Gestalt emprendieron la labor
opuesta, la de concentrarse en la manera en que las personas consideran a los
elementos individuales como unidades o como un todo. Su principal hipótesis era la
siguiente: “El todo es diferente a la suma de sus partes”, lo que significa que, cuando
se les considera en conjunto, los elementos básicos que componen nuestra
percepción de los objetos producen algo más grande y significativo que esos
mismos elementos individuales por separado.

Como vemos, la psicología procede de muy distintas fuentes, pero yendo más atrás
de los sistemas vistos arriba, sus orígenes como ciencia habría que buscarlos
realmente en los orígenes de la filosofía, en la antigua Grecia. La psicología como
tratado del alma, existe desde que la humanidad comenzó a hacer filosofía y ciencia.
Era en sí una psicología general (filosófica o metafísica) que abarca desde los
estudios de los helénicos sobre el alma y la tipología de Hipócrates de Cos hasta
Immanuel Kant.

Sócrates, Platón y Aristóteles, como otros filósofos griegos, afrontaron algunas de


las cuestiones básicas de la psicología que aún hoy son objeto de estudio: ¿Nacen
las personas con ciertas aptitudes y habilidades, y con una determinada
personalidad, o se forman como consecuencia de la experiencia? ¿Cómo llega el
individuo a conocer el mundo que le rodea? ¿Ciertos pensamientos son innatos o
son todos adquiridos?

Tales cuestiones fueron debatidas durante siglos, pero poco a poco la psicología
logró precisión, se purificó con S. Tomás de Aquino y otros, y se fue introduciendo
la observación y la experimentación (como hemos visto) haciendo de ella una
disciplina diferenciada, con un objeto delimitado, que se aborda empíricamente,
experimentalmente, filosóficamente, o en su conjunto con la visión general propia
del método filosófico, visión en la que confluyen los estudios particulares de los
métodos empíricos y experimentales.

La psicología científica como tal no se inició hasta el siglo XVII con los trabajos del
filósofo racionalista francés René Descartes y de los empiristas británicos Thomas
Hobbes y John Locke. Descartes afirmaba que el cuerpo humano era como una
maquinaria de relojería, pero que cada mente (o alma) era independiente y única.
Mantenía que la mente tiene ciertas ideas innatas, cruciales para organizar la
experiencia que los individuos tienen del mundo. Hobbes y Locke, por su parte,
resaltaron el papel de la experiencia en el conocimiento humano. Locke creía que
toda la información sobre el mundo físico pasa a través de los sentidos, y que las
ideas correctas pueden y deben ser verificadas con la información sensorial de la
que proceden. La psicología que se estudiaba entonces se apartó cada vez más de
la metafísica, y fue continuando en el racionalismo, postulando una base que
intentaba ser más científica: la de no aceptar nada que no proceda de la experiencia
sensible. Esta era la postura del empirismo. Su contribución más importante a la
psicología reside en que hizo explícitas las posibilidades de una teoría de la
asociación, que debía empezar con los datos de la experiencia y elaborar las leyes
que rigen las interrelaciones y sucesiones de unas experiencias con otras; el
germen del asociacionismo ya era evidente en la obra de Hobbes.

Si bien la línea clásica de la teoría asociacionista ha sido desechada, el


asociacionismo dio vida a muchos movimientos psicológicos; así, p. ej., inspiró gran
parte de los trabajos iniciales de Pierre Janet, Sigmund Freud y Karl Jung; perfiló
los primeros trabajos sobre las respuestas condicionadas; y sirvió de guía a los
estudios sobre el aprendizaje efectuados por Edward Thorndike y Hermann
Ebbinghaus.

Gracias al enorme desarrollo de las ciencias naturales en la primera mitad del siglo
XIX y la aparición del método científico-experimental, delimitándose del método
científico-filosófico, se va delimitando también el campo de lo psicológico o psíquico,
como un conjunto de fenómenos peculiares, observables y estudiables empírica y
experimentalmente, atendiendo sobre todo a los datos de la conciencia.

OTRAS PERSPECTIVAS.

Existen también perspectivas contemporáneas que han adquirido notoria


importancia en el desarrollo y evolución de la psicología que destacan distintos
aspectos del comportamiento y de los procesos mentales. Algunas de ellas son:

La perspectiva biológica. Que postula que el comportamiento de personas y


animales se debe considerar en términos de su funcionamiento biológico. La
organización de las células nerviosas, la herencia y la evolución tienen papel
relevante en el comportamiento.

La perspectiva psicodinámica postula que el comportamiento está motivado por


fuerzas y conflictos internos sobre los cuales el individuo tiene poca consciencia y
control. La perspectiva derivada de los trabajos de Sigmund Freud proporcionó un
método útil para el tratamiento de trastornos mentales y comprender fenómenos
cotidianos como los lapsus.

Derivada en parte del estructuralismo, la perspectiva cognitiva se concentra en los


procesos que permiten a las personas conocer y comprender el mundo y pensar
acerca deél. Busca explicar el modo en que procesamos la información y cómo
nuestras formas de pensar sobre el mundo influyen en nuestro comportamiento.
La perspectiva humanista sugiere que las personas están dotadas en forma natural
con la capacidad de tomar dediciones respecto a sus vidas y de controlar su
comportamiento, más que basarse en las normas sociales.

Bibliografía
Texto tomado de http://teoriaypsicologia.blogspot.com

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