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Los 

silicatos, unión de silicio y oxígeno, también denominados sales del ácido silícico, son los
minerales más abundantes en la corteza terrestre. Ocupan el 92% de la superficie continental,
constituyendo componentes básicos de rocas, arenas y arcillas. Presentan elevada dureza
debido a su estructura tetraédrica. Su unidad fundamental es el tetraedro (SiO4)4-.

Los tetraedros de silicio se unen por sus vértices en un proceso de polimerización. Moléculas
simples se adicionan o condensan, formando otras moléculas de mayor peso. Cuatro iones
O2- rodean al ion de silicio tetravalente y compensan la carga al unirse a iones de tetraedros
adyacentes. De la forma de agrupación de los tetraedros se derivan las propiedades de los
minerales clasificados en seis grupos diferentes.

CLASIFICACIÓN DE LOS SILICATOS
Entre los silicatos se distinguen los nesosilicatos, sorosilicatos, ciclosilicatos, inosilicatos,
filosilicatos y tectosilicatos. A continuación se describen algunos detalles sobre su
composición.

NESOSILICATOS
Se caracterizan por poseer tetraedros sueltos o independientes que se enlazan a través de
cationes metálicos. Su estructura atómica es densa, pesada y fuerte, de escasa exfoliación.
Los nesosilicatos son de hábito cristalino equidimensional. En los aluminosilicatos -incluidos
en este grupo- un átomo de aluminio sustituye débilmente a uno de silicio.

Olivinos y granates son los silicatos con tetraedros aislados más conocidos. En los
olivinos pueden observarse series desde la forsterita hasta la fayerita, dependiendo del
contenido del magma, temperatura y presión. Mientras que los granates se encuentran
generalmente en rocas metamórficas. De este último se desprenden la ugrandita, piralespita e
hidrogranates (iones de silicio son sustituidos por grupos de (OH)4. También son nesosilicatos
el Zircón y los Aluminosilicatos: Andalucita, silimanita, cianita y topacio. Son utilizados en la
industria y/o como gemas por su estructura prismática, color y brillo.
SOROSILICATOS
Silicatos formados por tetraedros dobles que comparten un vértice de oxígeno. El
mineral más representativo de este grupo es la epidota. Pero también se encuentra la
idocrasa, similar al jade; la melilita, torveitita, lawsonita y hemimorfita. Todos cristales
monoclínicos, alargados en su eje y de hábito prismático.

CICLOSILICATOS
Grupos de tres, cuatro y seis tetraedros se unen en forma de anillo. El berilo y la
turmalina son ciclosilicatos conformados a partir del anillo Si6O18. Los anillos silicio- oxígeno
están ubicados en un ángulo simétrico en el que se corresponden los orificios centrales.
Concentran en su interior iones, átomos, neutros y moléculas.

El berilo contiene algunos elementos alcalinos. Puede estar clasificado dentro de los
tectosilicatos por la red global tridimensional que presentan los tetraedros BeO4. La turmalina
es un silicato complejo, en el que interactúan boro y aluminio. Está constituida por anillos
polares con fuerzas que van en diferentes direcciones y láminas de BeO3 triangulares
intercaladas entre ellos.

En este grupo se ubican además la dioptasa y la cordierita, esta última de cristalización


ortorrómbica. La cordierita se forma tanto a bajas como a altas temperaturas, adoptando
características particulares según el caso.

INOSILICATOS
Los inosilicatos se distinguen en dos subgrupos: Piroxenos, conformados por tetraedros
en cadenas sencillas; y anfiboles, tetraedros en cadenas dobles. Ambos comparten oxígenos
con las estructuras adyacentes y son cristales monoclínicos, pocas veces ortorrómbicos. Los
anfiboles se caracterizan por la presencia de radicales.

Las series de piroxeno más comunes son el diópsido- hedenvergita, enstatita-ferrosilita. La


primera de ellas alberga la augita, mientras que la segunda comprende la pigeonita,
catalogada como ortopiroxeno.
La de los anfíboles, es una doble cadena que distingue a tres clases diferentes de minerales,
de exfoliación perfecta y una amplia gama de colores. De este subgrupo destaca la
hornblenda.

FILOSILICATOS
Tres de los cuatro oxígenos de cada tetraedro están unidos a los vértices de tetraedros
adyacentes. Conforman estructuras de extensión indefinida, de exfoliación dominante y hábito
cristalino laminar. Las capas o escamas son generalmente flexibles.
En el grupo de los filosilicatos se ubican la caolinita, clorita, micas, talco, serpentinas y
pirofilitas.La estructura de la caolinita alterna hojas tetraédricas y octaédricas, sus capas
neutras se mantienen unidas entre sí por fuerzas físicas. Los filosilicatos son el resultado de la
sustitución de minerales por efectos hidrotermales, se forman a temperaturas más bajas que
los inosilicatos.
TECTOSILICATOS
Tetraedros unidos entre sí por sus cuatro vértices conforman una red o malla tridimensional.
En algunos tetraedros el aluminio sustituye el silicio permitiendo la interacción de cationes,
formando estructuras fuertes. Los tectosilicatos son el grupo de minerales más amplio dentro
de los silicatos y poseen gran variedad de especies.

Pueden agruparse en cuarzo, tridimita, cristobalita, feldespatos, zeolita y escapolita. El


grupo de los feldespatos -el más abundante en la corteza- se divide en alcalinos o
plagioclasas. Su estructura tetraédrica SiO4- AlO4 incluye iones de calcio, sodio o potasio.

IMPORTANCIA DE LOS SILICATOS


El carácter petrogénico les hace fundamentales en la conformación de la masa
continental. Las rocas ígneas están compuestas en más del 90% por minerales silicatos.
Rocas ígneas, granates y aluminosilicatos constituyen las rocas metamórficas. Y hay buena
proporción de silicatos en las rocas sedimentarias.

Es en los suelos -ricos en silicatos- donde se edifica la vida. La agricultura provee de


alimentos al hombre, y los minerales constituyen la materia prima para pequeñas y grandes
construcciones.

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