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A menudo los arrecifes de coral son llamados "selvas del mar", ya que forman uno
de los ecosistemas más diversos de la Tierra. Aunque ocupan menos del 0,1 %
de la superficie total de los océanos, equivalente a la mitad de la superficie de
Francia, son el hábitat de 25 % de todas las especies marinas, incluyendo peces,
moluscos, gusanos, crustáceos, equinodermos, esponjas, tunicados y otros
cnidarios. Paradójicamente, los arrecifes de coral prosperan a pesar de estar
rodeados por aguas oceánicas que proporcionan pocos nutrientes. Son más
comúnmente encontrados en aguas tropicales poco profundas, pero también
existen, en menor escala, corales de aguas profundas y corales de aguas frías en
otras zonas.
Por su situación estratégica entre la costa y el mar abierto, los arrecifes sirven de
barrera que protege a los manglares y las praderas de hierbas marinas contra los
embates del oleaje; los manglares y praderas de hierbas, a su vez, protegen al
arrecife contra la sedimentación y sirven como áreas de reproducción y crianza
para muchas de las especies que forman parte del ecosistema del arrecife.
La mayor parte de los arrecifes de coral se formó después del último periodo
glacial, cuando el deshielo (derretimiento del hielo) condujo a la subida del nivel
del mar y la inundación de las plataformas continentales. Esto significa que la
mayoría de los arrecifes tiene una edad de menos de 10.000 años. Cuando las
comunidades coralinas se establecieron en las plataformas continentales, los
arrecifes crecieron hacia arriba, siguiendo el ritmo de la subida del nivel del mar.
Los arrecifes con un crecimiento demasiado lento se convirtieron en arrecifes
ahogados cubiertos por tanta agua que no recibieron suficiente luz para
sobrevivir. Algunos arrecifes de coral se encuentran en aguas marinas profundas,
alejados de las plataformas continentales, en torno a islas oceánicas y como
atolones. La gran mayoría de estas islas es de origen volcánico. Las pocas
excepciones tienen un origen tectónico, donde movimientos de las placas
tectónicas elevaron el fondo marino hacia la superficie.
En la medida que se hunden la isla y el fondo marino, el crecimiento del coral resulta en la
formación de un arrecife, a menudo incluyendo una laguna poco profunda entre la tierra y la
principal estructura arrecifal.
En última instancia, la isla se hunde bajo el mar, y el arrecife de barrera se convierte en un atolón
que encierra una laguna abierta.
Darwin predijo que, debajo de cada laguna se encontraría una base de roca
madre, que representa los restos del volcán original. Perforaciones posteriores
demostraron que esta teoría era correcta. La teoría de Darwin se basó en su
entendimiento de que, los pólipos de coral crecen en las aguas marinas limpias y
agitadas de los trópicos, pero que sólo pueden vivir dentro de un rango de
profundidad limitado, comenzando justo debajo del nivel de la marea baja.
Con la continuación de subida del nivel del mar, el agua sobrepasó las cumbres
de la mayoría de las islas continentales, y los corales pudieron cubrir las colinas
enteras, formando los actuales cayos y arrecifes. En los últimos 6.000 años, el
nivel del mar de la Gran Barrera de Coral no ha cambiado significativamente, y la
edad de la estructura viva de los arrecifes modernos, se estima entre 6.000 y
8.000 años. A pesar de que la gran barrera de coral se formó a lo largo de una
plataforma continental, y no alrededor de una isla volcánica, los principios de
Darwin se aplican también en este caso. Si bien el desarrollo se paró en la fase
de barrera de coral, ya que Australia no está a punto de sumergirse, se formó la
mayor barrera de coral del mundo, que se extiende por 2.000 kilómetros, a una
distancia de 300 -1.000 m de la costa.
• Arrecife de banco - tiene una forma linear o semicircular, más grande que
un arrecife de parche.
• El fondo marino fuera del arrecife es el fondo del mar, poco profundo, que
rodea un arrecife. Suele ser arenoso y a menudo sustenta praderas marinas, que
representan importantes zonas de alimentación para los peces del arrecife. Esta
zona está asociada con los arrecifes que se encuentran en las plataformas
continentales. En contraste, los arrecifes que rodean las islas tropicales y los
atolones, bajan de manera abrupta a grandes profundidades y no tienen un fondo
marino superficial.
Aunque los corales pueden vivir, tanto en aguas templadas, como tropicales, los
arrecifes de aguas someras (aguas poco profundas) se desarrollan únicamente
en una zona que se extiende desde 30°N y 30°S del ecuador terrestre. Como
norma general, los corales hermatípicos no crecen a profundidades de más de 50
m. La temperatura óptima para la mayoría de los arrecifes de coral es 26-27 °C, y
pocos arrecifes existen en aguas con temperaturas debajo de 18 °C. Sin
embargo, los arrecifes del golfo Pérsico lograron adaptarse a temperaturas de 13
°C en invierno y 38 °C en verano.
Los arrecifes de coral son raros a lo largo de las costas occidentales de América y
África. Esto se debe principalmente a la surgencia y las fuertes corrientes
costeras frías, que reducen las temperaturas del agua en estas zonas (las
corrientes de Perú, Benguela y Canarias, respectivamente).
Los corales rara vez ocurren a lo largo de la costa del Sur de Asia, desde el
extremo oriental de la India (Madras) hasta las fronteras de Bangladés y Birmania.
También son raros a lo largo de la costa noreste de América del Sur y la costa de
Bangladés, debido al drenaje de agua dulce de los ríos Amazonas y Ganges,
respectivamente.
• El Mar Rojo — incluye arrecifes bordeantes con una edad de 6000 años,
que se extienden a lo largo del litoral sobre una distancia de 2000 km.
BIODIVERSIDAD
Los arrecifes de coral forman uno de los ecosistemas más productivos del mundo,
proporcionando hábitats marinos complejos y variados, que sustentan una amplia
gama de otros organismos.
Corales
Existen varios tipos de corales: los corales blandos o corales ahermatípicos y los
corales duros, mejor conocidos como pétreos o corales hermatípicos. En los
arrecifes del Indo-Pacífico se han identificado hasta 700 especies, mientras que
en el Atlántico hay alrededor de 146 especies y en el Caribe se han descrito 60
especies de corales pétreos.
Algas
Invertebrados
Un número de invertebrados
ocupan el substrato esquelético
del coral, ya sea perforando en los
Peces
Más de 4000 especies de peces habitan en los arrecifes de coral. Cuando están
sanos, los arrecifes de coral pueden producir hasta 35 toneladas de peces por
kilómetro cuadrado cada año; en cambio los arrecifes dañados producen mucho
menos.
• Peces que cruzan los límites de los arrecifes de coral y de las praderas
marinas cercanas, incluyen depredadores, como Trachinotus, Serranidae,
Caranx, ciertos tipos de tiburón, barracudas y Lutjanidae (pargos). Peces que se
alimentan de plantas o de plancton también pueblan los arrecifes. Los que se
alimentan de pastos marinos incluyen Caranx, Lutjanidae, Pagellus y Conodon.
Los peces que se alimentan de plancton incluyen Caesio, Batoidea (mantarayas),
Chromis y peces nocturnos como Holocentridae, Apogonidae y Myctophidae (pez
linterna).
Los peces que viven en los arrecifes de coral pueden ser tan coloridos como los
propios corales. Algunos ejemplos son los peces loro, la familia Pomacanthidae
(pez ángel), damisela, Clinidae o los peces mariposa (Chaetodontidae). Por la
noche, algunos cambian a un color menos intenso.
Aves marinas
Otros
En el año 2010, informes preliminares sobre los efectos de El Niño mostraron que
el blanqueo de coral alcanzó su peor nivel desde el año 1998, cuando los efectos
de El Niño causaron la muerte del 16 % de los arrecifes coralinos, como
consecuencia del aumento de la temperatura del agua. En la provincia de Aceh,
en Indonesia se registró una tasa de mortalidad del 80 % de los corales
blanqueados. Los científicos aún no entienden el impacto a largo plazo del
blanqueo de corales, pero sí saben que el blanqueo los hace vulnerables a
enfermedades, detiene su crecimiento y afecta su reproducción, mientras que el
blanqueo severo resulta en muerte masiva. En julio de 2010, Malasia tuvo que
cerrar varios sitios de buceo en los cuales prácticamente todos los corales fueron
dañados por el blanqueo.
Causas Naturales
Los plásticos enferman los corales. Según una investigación científica el contacto
de los corales con residuos plásticos aumenta las posibilidades de que estos
organismos contraigan enfermedades.
Esta situación se suma al problema del blanqueo de corales que ha afectado los
dos últimos años consecutivos la Gran Barrera, el mayor sistema coralino del
mundo situado en el noreste de Australia.
Las áreas marinas protegidas (AMP) se han vuelto cada vez más importantes para
el manejo de los arrecifes. Las AMP's promueven formas responsables de gestión
de pesca y manejo de hábitat. Al igual que los parques nacionales y los refugios
de vida silvestre, las AMP's restringen actividades potencialmente dañinas. Las
AMP's incorporan objetivos sociales y biológicos, incluyendo la restauración de los
arrecifes, estética, biodiversidad y beneficios económicos. Los conflictos que
rodean a las zonas marinas protegidas se deben a la falta de participación,
opiniones opuestas, eficacia y financiación. En algunas situaciones, las AMP's
pueden proporcionar ingresos equivalentes a los que habrían generado sin
limitaciones, como ocurrió en las islas Fénix en Kiribati.
Los habitantes de la isla Ahus, provincia de Manus, Papúa Nueva Guinea, han
seguido una práctica desde hace muchas generaciones, consistente en restringir
la pesca en seis áreas de la laguna arrecifal. Sus tradiciones culturales permiten la
pesca con caña, pero prohíben pescar con una red o la pesca submarina. Esta
práctica resulta en una producción de biomasa significativamente mayor a la de
lugares donde la pesca no tiene restricciones.
RESTAURACIÓN
Una corriente eléctrica de baja tensión, aplicada a través del agua de mar produce
la cristalización de los minerales disueltos en estructuras de acero. El carbonato
blanco (aragonita) resultante es el mismo mineral que forma los arrecifes de coral
naturales. Los corales rápidamente colonizan estas estructuras revestidas y
también crecen a tasas aceleradas. Además, las corrientes eléctricas aceleran la
formación y el crecimiento, tanto de roca caliza química, como de los esqueletos
de los corales y otros organismos que producen conchas. La proximidad del ánodo
y cátodo crea un entorno con alto pH, que inhibe el crecimiento de algas
filamentosas y carnosas competitivas. Mayores tasas de crecimiento dependen
plenamente de la actividad de acreción. Durante la acreción, los corales muestran
una mayor velocidad de crecimiento, y mayor tamaño y densidad, pero después
de completar el proceso, la densidad y velocidad de crecimiento vuelven a niveles
comparables al crecimiento natural, con tamaños iguales o ligeramente más
pequeños.
Los arrecifes del Pacífico predominan en islas cercanas a la costa, con los
mejores arrecifes bordeando la costa situados dentro del Golfo de Chiriquí. En
1991 el Parque Nacional de la Isla Coiba, situado en el extremo sudeste del Golfo
de Chiriquí con una área marina
estimada de 270,125 hectáreas,
fue creado que comprenden las
áreas insulares de Coiba,
Rachería (Coibita), Jicarón,
Jicarita, Afuerita, Canal de Afuera,
Uva, Contreras, Pájaros y
Brincanco. En Julio de 2005 se
convirtió en Patrimonio Mundial
Arrecife de coral de Bahía Damas, Isla Coiba, Panamá
por la UNESCO. La rápida
degradación de los arrecifes de
coral en el Pacífico este fue observada durante la década de los 80 y ahora dos
grandes regiones la costa del Pacífico de Panamá, el Golfo de Chiriquí y el Golfo
de Montijo, fueron recientemente identificadas por la Autoridad Nacional del
Ambiente Panamá como “áreas críticas” altamente vulnerables a las
perturbaciones antropogénicas y a la polución.
Mientras los ecosistemas de los arrecifes del lado del Caribe en Panamá han sido
a veces bien estudiados, las áreas costeras del Pacífico son menos estudiadas y
contienen menos asesoramientos comprensivos del hábitat y la diversidad de
especies existentes en esta región. Más estudios regionales han sido dirigidos a
un pequeño número de arrecifes sin una escala de medición adecuada para
capturar la diversidad de los hábitats y las especies, así como el requerimiento de
un aumento en esfuerzo y escala de muestreo para poder evaluar
comprensivamente la complejidad de estas zonas costeras.
Turbidez y Respiración
La costa entre la boca del Golfo de Montijo y Pixvae tiene islotes como Isla Santa
Catalina, Isla Pelonas y Los Octavios lo general, está compuesto en su mayoría
por rocas de origen volcánico que llegan a formar una serie de canales y paredes,
encontrándose pliegues en las paredes de las rocas, los cuales forman cavidades
o grutas ideales para el desarrollo de peces u otros invertebrados. Esa misma
sección incluida Bajo Negro, Isla Chocoyo, Isla Pelonas, Islotes de Cativo, e Isla
Pacora está dominada por una exuberante fauna de octocorales, donde el género
Pacifigorgia es el dominante. Leptogorgiacofrinni, descrita como una nueva
especie de octocoral, así como Pacifigorgia sculpta fueron identificadas creciendo
sobre rocas basálticas en área con corrientes rápidas (con una velocidad máxima
estimada de 0,5 m/s) a profundidades cercanas a los 20 metros. Dentro de varias
cuevas y grietas se puede observar al erizo del mar Acanthaster planci y varios
Echinoidea como Echinothrix sp., Astropyga pulvinata y a veces Diadema
mexicanum. El avistamiento de la esponja Aplysina chiriquiensis, descrita como
una nueva especie, fue verificada en varios sitios incluido Bajo Negro, Isla
Chocoyo, Isla Pelonas, Islotes de Cativo, e Isla Pacora; generalmente a profundos
mayores de 12 metros.
"Nos sorprendió encontrar que 2.500 años de crecimiento de los arrecifes habían
desaparecido", afirma Toth, quien agrega que "esta brecha representa un colapso
de los ecosistemas de arrecifes, que duró un 40 por ciento de su historia total".
Toth relacionó el colapso de los arrecifes de coral a los cambios en ENSO. ENSO
es el ciclo climático responsable de unas condiciones meteorológicas, que ocurren
cada pocos años, conocidas como El Niño y La Niña. El colapso de los arrecifes
se corresponde con un período de cambios bruscos en ENSO.
Isla Buenaventura, Arrecife Salmedina, Islas Tres Marías, Isla Drake, Piedra La
Gallina y Segundo Arrecife. Los arrecifes de esta región poseen una gran
diversidad de especies coralinas y fauna asociada, destacándose las variedades
de moluscos y crustáceos así como una extensa población de peces.
INFOGRAFÍA
Foto: Fellbach/Alemania.
Los corales muertos son sustituidos por otras especies más resistentes, pero
menos eficientes como sumideros de CO2
Los corales devastados por el cambio climático están siendo sustituidos de forma
natural por otras especies como las gorgonias, menos eficientes como sumideros
del CO2 de la atmósfera, pero también más resistentes al impacto humano y al
calentamiento global.
El artículo analiza por qué las gorgonias (u octocorales) están resultando una de
las especies “vencedoras” en este proceso de transición provocado por la
vertiginosa muerte o deterioro de los corales en los fondos marinos y los arrecifes.
Se calcula que tras el último fenómeno de El Niño (2015-2016), un 50% de la
barrera de coral de Australia ha dejado de ser funcional: los corales han muerto o
han sido severamente dañados.
El cambio climático está erosionando a todos los niveles los sistemas más
complejos, como los arrecifes estructurados por corales escleractinios, eficientes
animales que capturan la luz a través de sus simbiontes (algas microscópicas)
para nutrirse y construir “piedra”.
Esa misma “piedra” (la parte dura del coral, formada por carbonato de calcio) es
en parte la responsable de la elevada tasa de fotosíntesis de las algas, que le dan
hasta el 95% de los nutrientes que necesita el animal para vivir.
“¿Qué está pasando? Pues que aunque la luz quizás permanece bastante
constante, la temperatura se ha elevado en el mar”, explica autor principal e
investigador del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat
Autònoma de Barcelona (UAB), Sergio Rossi. A más temperatura, más
aceleración de los procesos metabólicos relacionados con el proceso fotosintético,
hasta el punto de que se crean moléculas tóxicas.
El exceso de toxicidad provocado por las algas incomoda al coral…o a las propias
algas, no está claro. Lo que sí está claro es que cuando esa temperatura es
demasiado elevada, las algas, simplemente, se van del coral. Este proceso es
conocido como blanqueamiento. Y sin algas, con solo un 5-15% de nutrientes, el
coral se muere.
Anticipando el futuro
Ante esta situación, las gorgonias (y las esponjas) están relevando al coral una
vez muerto de manera muy significativa. El trabajo trata de entender cómo
funciona el arrecife de coral para poder prever su futuro.
Para ello compara por primera vez la eficiencia fotosintética en nueve gorgonias
del Caribe, uno de los lugares más castigados por la transición de un arrecife de
coral sano a uno dominado por especies diferentes (no sólo por el cambio
climático).
El estudio demuestra que la eficiencia fotosintética tiene que ver con la morfología
de los organismos -de las gorgonias en cuestión-, que tienen más flexibilidad
alimentaria (trófica) respecto a los recursos existentes que los corales
escleractinios.
Estos datos permiten entender mejor por qué los octocorales parecen tener
ventaja en procesos de transición respecto a los escleractinios, “aunque todavía
quedan muchas preguntas por contestar para entender cuál será el futuro paisaje
submarino en zonas tropicales del mundo entero”.
Rossi recuerda que “el 99% de la energía de las olas que golpean las costas en
épocas de huracanes es absorbida por los arrecifes de coral”. Por ello, concluye
que la desaparición de estos arrecifes y otras estructuras biogénicas complejas y
longevas no hace más que acelerar el proceso de degradación de todo el planeta.
DESCUBREN UNA NUEVA CAUSA DE LA MUERTE DE LOS CORALES
Medición del oxígeno en los corales. Imagen: C. Lott/HYDRA Institute/Max Planck Institute for
Marine Microbiology, Bremen.
Los arrecifes de coral, ecosistemas diversos que muchos describen como «selvas
marinas», sufren los efectos de las actividades humanas, y el pronóstico no es
nada bueno. Según un nuevo estudio dirigido por el Instituto Max Planck de
Microbiología Marina (Alemania), la industrialización, la deforestación y la
agricultura intensiva en zonas litorales están haciendo estragos en las condiciones
para la vida subacuática. Según los hallazgos, el agotamiento del oxígeno y la
acidificación del entorno provocan una reacción en cadena que causa la muerte de
los corales.
«Nuestra hipótesis era que la muerte repentina de los corales podía deberse a una
mayor deposición de sedimentos con un contenido elevado de materia orgánica y
la injerencia de ciertos microorganismos naturales», declaró Miriam Weber, del
Instituto Max Planck. «Para comprender los distintos parámetros físicos, biológicos
y químicos que entran en juego, realizamos experimentos en el Instituto
Australiano de Ciencias del Mar (AIMS) de Townsville [en la costa noreste de
Australia, cerca de la sección central de la llamada Gran Barrera de Coral] en
condiciones controladas en grandes cisternas (mesocosmos) que imitaban el
hábitat natural.»
Nuevos descubrimientos
Descubrieron que, en una primera fase, sobre los corales se forma una capa de
sedimentos ricos en compuestos orgánicos que, cuando alcanza un grosor de dos
milímetros, impide que llegue la luz y, en consecuencia, las algas dejan de realizar
la fotosíntesis. En una segunda fase, se produce una actividad microbiana de
digestión de la materia orgánica contenida en los sedimentos que, a su vez,
reduce gradualmente y termina por agotar la concentración de oxígeno bajo la
película de sedimento. El pH disminuye cuando otros microbios comienzan a
digerir, por fermentación e hidrólisis, compuestos de carbono más grandes. En
una tercera fase, los tejidos coralinos presentan daños irreversibles causados por
la falta de oxígeno y la acidez.
«Al principio pensábamos que la causa de muerte era el sulfuro de hidrógeno, que
es tóxico, pero tras estudios en profundidad en el laboratorio y con modelos
matemáticos, conseguimos demostrar que la causa proximal es el enriquecimiento
orgánico, puesto que causa el agotamiento del oxígeno y la acidificación, todo lo
cual provoca el desequilibrio natural de los corales», explicó la Dra. Weber.
«El sulfuro de hidrógeno no hace sino acelerar la propagación del daño. Nos
sorprendió constatar que, para que se desencadene el proceso, basta con que los
sedimentos tengan un 1 % de materia orgánica. El efecto extremo que surte la
combinación de agotamiento de oxígeno y acidificación resulta relevante, habida
cuenta de la acidificación cada vez mayor de los océanos. Si se quiere detener
esta destrucción, se necesitan medidas políticas que protejan los arrecifes de
coral.»
ALGUNOS CORALES SE ESTÁN ADAPTANDO AL CAMBIO CLIMÁTICO
Para el presente estudio, los investigadores cruzaron los corales de las zonas más
cálidas de la Gran Barrera de Coral de Australia con corales situados en una
latitud más fresca, a cerca de 480 kilómetros al sur.
Descubrieron así que las larvas de coral procedentes de progenitores del norte
(donde las aguas eran alrededor de 2ºC más cálidas), tenían hasta 10 veces más
probabilidades de sobrevivir al estrés por calor que las larvas cuyos progenitores
eran de la zona sur.
Resultados obtenidos
"Nuestra investigación encontró que los corales no tienen que esperar a que
aparezcan nuevas mutaciones. Evitar la extinción del coral puede comenzar con
algo tan simple como un intercambio de corales 'inmigrantes', para expandir las
variantes genéticas ya existentes en ellos", explica Mikhail Matz, profesor asociado
de biología integrativa de la Universidad de Texas en Austin en un comunicado de
dicha universidad.
"Las larvas de coral pueden moverse a través de los océanos de forma natural,
pero los humanos también pueden contribuir, reubicando corales adultos para
poner en marcha el proceso".
A nivel mundial, los arrecifes de coral han sido gravemente dañados por el
aumento de las temperaturas de la superficie del mar. El blanqueo o decoloración
del coral -proceso que puede causar la muerte de los corales y que consiste en la
pérdida de las algas con las que los corales conviven en simbiosis y que a estos
les sirven de alimento- ha sido vinculado al calentamiento de las aguas del mar
como consecuencia del cambio climático.
Algunos corales, sin embargo, tienen una mayor tolerancia a temperaturas
elevadas, aunque hasta ahora nadie había entendido por qué algunas especies se
han adaptado de manera distinta a las demás. "Este descubrimiento se suma a
nuestra comprensión del potencial del coral para hacer frente a los océanos más
cálidos", explican los científicos.
Los corales de los arrecifes del Pacífico norte y del Mar Caribe son similares a los
corales analizados en el presente estudio, por lo que, se supone, también podrían
beneficiarse de una futura reproducción artificial. Por eso, los investigadores
concluyen que el hallazgo "da motivos para la esperanza y el optimismo sobre los
arrecifes de coral y la vida marina que en ellos prospera" (solo en la Gran Barrera
de Coral australiana viven 400 tipos de coral, 1.500 especies de peces y 4.000
variedades de moluscos).
Una buena noticia que contrasta con los datos arrojados por diversos estudios,
que han señalado que, a lo largo de los últimos, treinta años, la Gran Barrera ha
perdido el 50% de sus corales, una pérdida que puede llegar al 80% en algunos
arrecifes del mar Caribe.
Metodo de protección