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LA ESPERANZA ÚLTIMA DE LOS HIJOS DE DIOS
OBJETIVO
Ampliar el entendimiento en
cuanto a la esperanza de vida
eterna a través de una
profunda comprensión de lo
que será la glorificación de los
hijos de Dios.
CONSIDERA
Que Dios nos permita crecer
en el entendimiento de estas
cosas para no dar al cuerpo
mortal un valor mayor al que
merece, pues inevitablemente
se irá desgastando y en breve
dejará de existir. En lugar de
eso, debemos enfocar nuestra
atención en el nuevo hombre
que ha nacido en nuestro
interior por el Espíritu, que es
eterno, y que se renueva día a
día. Léase 2Co.4:16-18.
PRIORIDADES
Sin que esto represente un
sentido de ligereza en cuanto
al cuidado del cuerpo, la
recomendación de Dios es no
dar un cuidado que iguale y
menos que sobrepase el que
le damos a nuestro espíritu.
1Ti.2:9-10; 4:8.
CONDICIONAL
Nota que los vv.10-11
contienen un “si” condicional:
“si Cristo está en ustedes” y “si
el Espíritu… mora en ustedes”.
LA GLORIFICACIÓN/PARTE 1
ROMANOS 8:10-17
INTRODUCCIÓN
¿Te has preguntado cuál es la meta final de los hijos de
Dios? ¿Qué objetivo estamos persiguiendo que le da
sentido y propósito a la vida? ¿Cuál es la llamada
“esperanza” a la que nos hemos asido? Una manera
sencilla de responder a estas preguntas podría ser: la
vida eterna. Eso tendría mucho sentido; sin embargo,
no podemos ignorar que hay un último paso que todos
los redimidos hemos de dar antes de entrar en ese
estado de inmortalidad. A eso la Biblia le llama: la
glorificación de los hijos de Dios.
Como bien se ha dicho en las lecciones previas, Dios nos
ha dado por su Espíritu una nueva naturaleza. Hemos
nacido de nuevo y somos nuevas creaturas. Pero de
igual manera todavía nos acompaña el viejo hombre,
(definido también como: la carne, el cuerpo de muerte o
naturaleza pecaminosa). Este viejo hombre -según dice
la Escritura- no puede heredar el reino de Dios, pero
finalmente seremos librados de él, y en su lugar
seremos revestidos (glorificados) de uno nuevo que
será eterno y que no estará sujeto a la ley del pecado.
UNA DECLARACIÓN IRREFUTABLE
8:10 Esta doble declaración es firme en cuanto al
destino del cuerpo y del espíritu. El cuerpo está
destinado al polvo por causa del pecado. Pero el
espíritu tiene la promesa de inmortalidad por causa de
la justicia que por la fe en Jesús nos fue imputada,
quien nos reconcilia y nos pone en paz con Dios.
Significa que las promesas
escritas en ambos versículos
se aplican solamente a un
grupo específico de personas.
TERMINOLOGÍA
*El término “glorificación” es
tomado de lo que será nuestra
participación de la misma
gloria que Cristo recibió tras
haber sido levantado de los
muertos. Jn.7:39; Fil.3:20-21
HASTA
ENTONCES
Si bien es cierto que hay
muchos misterios que no han
sido revelados en cuanto a
qué sucede con una persona
cuando esta muere, es decir
¿va al cielo inmediatamente o
está a la espera de la
resurrección final? Ambas
posturas tienen argumentos
suficientes como para
coexistir; sin embargo, lo que
sí es cierto, es que la
resurrección de entre los
muertos que será la cosecha
final en la cual toda alma
recibirá un cuerpo glorificado
aún no ha tenido lugar. Solo
sucederá cuando Cristo venga
por segunda vez (2Ti.2:16-18).
COHEREDERO
Un coheredero es aquel que
es llamado a participar de una
misma herencia, ya sea por
testamento o por mandato
legal.
MEMORIZA
“Queridos amigos, ya somos
hijos de Dios, pero él todavía
no nos ha mostrado lo que
LA GLORIFICACIÓN
8:11 Detrás de la promesa de la glorificación de los
creyentes está Dios. Fue Él quien, por medio de su
Espíritu levantó a su Hijo de la tumba, y Él mismo
promete que vivificará nuestros cuerpos mortales por
el mismo Espíritu.
La garantía de que así será es que Dios ha hecho morar
su Espíritu en nosotros, y éste es quien avala que la
promesa es firme. Léase Ef.1:13-14
Vivificar nuestros cuerpos es otra manera de referirse a
la glorificación. En este punto habremos de detenernos
para considerar con mayor profundidad lo que la
glorificación es*.
1 Corintios 15 nos ofrece algunos detalles en cuanto a
este trascendente momento. Observa algunos de ellos:
- 15:20-21 Cristo es el primero de todos los que al igual
que Él hemos de resucitar. Él es el medio por el cual
recibimos la promesa.
- 15:22 La naturaleza adánica está destinada a morir,
pero por estar en Cristo, seremos vivificados.
- 15:23-26 El orden: Cristo el primero, luego a su
regreso todos los creyentes de todas las edades**.
- 15:35-37 Los muertos no serán levantados con el
mismo cuerpo; será su alma la que se levantará para
recibir un cuerpo glorificado.
- 15:42-44 Será una gloriosa transición de un estado a
otro.
- 15:51-57 Ya sea que estemos vivos o muertos, todos
los santos participaremos de esto.
DE APLICACIÓN HOY
La meta determina cómo realizamos nuestra carrera.
Jesús dijo que donde esté nuestro tesoro, estará
también nuestro corazón. Por lo tanto, un
entendimiento claro de aquello que esperamos debe
afectar nuestra forma de vida hoy.
Las conclusiones a las que llega el Apóstol son:
seremos cuando Cristo venga;
pero sí sabemos que seremos
como él, porque lo veremos tal
como él es.” 1Jn.3:2 NTV
OREMOS
Señor, perdóname por dar un
énfasis desmedido a las cosas
de la vida. Me he dejado llevar
por lo que ven mis ojos y he
descuidado lo más
importante. Te pido que me
des sabiduría para entender
que mi carne es temporal y
destinada al polvo, y que mi
espíritu ha de fortalecerse
cada día más en la esperanza
que me tienes reservada.
Gracias Padre, en el nombre
de tu Hijo Cristo, amén.
1. En virtud de lo que somos y de lo que esperamos, a la
carne no le debemos nada (v.12).
2. Invertir en la carne no traerá más que dolor y tristeza
(v.13a).
3. Por medio del Espíritu que mora en nosotros,
hagamos morir a nuestro viejo hombre cada día (v.13b).
4. Ser dirigidos por el Espíritu es un distintivo del
creyente (v.14)
5. Somos hijos de Dios y tenemos una relación íntima
con Él, por tanto debemos recordar que no somos
esclavos de nuestras pasiones (vv.15-16).
6. La glorificación es parte de la herencia que tenemos
de Dios y es igual a la que Cristo recibió (v.17).
El llamado de Dios para nuestra vida es que pongamos
nuestra mirada en lo que es eterno. Nuestro cuerpo irá
en deterioro de forma irremediable, pero nuestro
espíritu ha de renovarse cada día y de encaminarse
hacia aquello que le espera (2Co.5:1-10).
GUÍA PARA LAS SEMILLAS EN CASA
 ¿Por qué es más importante cuidar de nuestro
espíritu que de nuestro cuerpo?
 ¿Qué es la glorificación y cuándo tendrá lugar?
 Comparte con tus compañeros cuál es tu
percepción de 1Co.15:42-44 en cuanto a la
transición de un estado a otro.
 ¿Qué representa para ti ser coheredero de lo
que Cristo ha recibido?