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Brujería Apocalíptica

Peter Grey
traducido y editado por A.A.

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ORIGINAL

1
Contenido
Exordio…………………………………………………....5
I. Inanna asciende
-BRUJERIA
APOCALÍPTICA.……………………....….8
II. Esto es Guerra
-UN MANIFIESTO DE BRUJERÍA
APOCALÍPTICA...,....................................................15
III. ¿Quien firma esto?
-ELLA ESTÁ DESPOJADA…………………….……..17
-LA COPA, LA CRUZ Y LA CUEVA……….………...20
IV. Esta danza por Inanna
-UN HECHIZO PARA DESPERTAR A
INGLATERRA……………………………..…………….3
4
V. Las cuchillas están afuera
LA ESCALERA DE
RAYO………………………….....42
VI. La bengala fosforea de Venus
LOS NIÑOS, QUE ESTÁNESCONDIDOS
LEJOS…………………………………………………...52
VII. Sol de Medianoche
EL LOBO ENVIADO ADELANTE PARA
ARREBATAR UN CORDERO……….………………..70
VIII. Desollado por los rayos del sol
QUINCE…………….…………………………………....86
IX. La copa de sangre
¡HIC RHODUS, HIC
SALTA!......................................96
X. Estrella puta del cielo

2
Bibliografia Selecta………………………………….107
Index…………………………………………………….11
1

3
Imagenes

9. Disco lunar grabado de un colmillo de mamut


de una tumba en Brno, Moravia c. 20 000 aEC
63. Un estudio por Le Strenghe, Alkistis
Dimech
85. Venus Cornuda, graba como saturno
94. Relieve La Reina de la Noche. Antigua
Babilonia, 1800-1750 aEC
107. Ishtar. Irving Amen, 1970

4
Yo era una princesa y vos me vilipendiasteis. Yo era una virgen y vos
despojasteis la virginidad de mi. Yo era casta, y vos llenasteis mis venas con
fuego. ¡Ah! ¡ah! ¿Por qué no volvisteis vuestra mirada hacía mi? Si vos me
hubieseis visto me hubieseis amado. Bien sé yo que me hubieseis amado, y el
misterio del Amor es más grande que el misterio de la Muerte.
-Salomé

5
Exordio
Brujería Apocalíptica está escrito en el ocaso de una era. Es un libro que se atreve a
profetizar. Es una nueva visión de un método antiguo, pero no violenta la tradición,
pisandola como lo hacen los caminos del linaje. Esta es una infusión de energía y
movimiento. Es una brujería para aquellos que saben que la rueda del año se ha roto de los
radios de las estaciones. No pide creencias, adherencia o seguidores. Esta es mi parresia, y
simplemente te pide que escuches.
Este es un libro peligroso, y uno que no pretende complacer. No necesitamos el permiso de
dios ni del hombre para lo que hacemos. La brujería proyecta su glamour a través de estas
páginas, pero no será maquillado. La guadaña lunar corta. La maldición daña. La herida
sangra. Sin estas no hay vida en brujería. No todo es funesto; celebramos el crecimiento
curativo, la alegría de la existencia y los éxtasis incomparables del Sabbat, cuyo significado
empañado se revela pacientemente. Es un misterio lunar, el secreto de la mujer, guardado
por el mismísimo demonio.
Este no es un libro de instrucciones, ni un compendio de remedios caseros, ni es una lista
de rituales para seguir, ni la historia estricta. Estos tienen su lugar, pero mi objetivo es más
extraño. No soy otro posible rey de las brujas. No me doy títulos. Esta es una propuesta
desnuda presentada ante ti; leer de nuevo las verdades que dan sentido a todas estas
cosas. Preguntar, ¿qué es lo que subyace en los modelos de nuestra magia? ¿Cuál es la
esencia de la misma brujería?
Tampoco es un libro fácil, aunque las ideas son lo suficientemente simples y deben
expresarse en el lenguaje de la magia, como poesía. No debemos olvidar que los poetas
están en el extremo agudo y sangriento de la lucha. Voy a nombrar a los poetas cuyo
trabajo se encuentra detrás de mi enfoque: Robert Graves, Peter Redgrove y Penélope
Shuttle, y Ted Hughes. Es posible que no conozcas sus nombres ni obras. No importa, este
no es un libro sobre poesía - un arte marginado por derecho propio - sino un libro sobre
brujería. Estos escritores se atrevieron a confrontar el cuerpo de la bruja y, a partir de su
trabajo, y de aquellos a quienes inspiraron (especialmente Chris Knight), pude dibujar todo
el paisaje mítico en un profundo relieve. Este no es un reclamo menor. He encontrado un
significado y un mito que tiene el poder de reavivar la brujería, una estructura mítica que no
pide anular la adhesión a ningún camino dado, ni viola ningún voto, pero puede enviar el
fuego a través de todas nuestras extremidades. En última instancia, esta tesis peligrosa
aconseja la unidad y establece una tregua. Por esa razón, hay quienes optarán por
rechazarlo sin más.
He evitado el lenguaje arcaico, decorado majestuosamente ya que a menudo tiene
afirmaciones infundadas. Mi camino es estrecho y habla directamente al corazón. Esto
puede ser aterrador para quienes confunden estilo con sustancia. Espero que este trabajo
demuestre ambos, pues reconozco francamente mis fuentes, acreditando a los académicos,
antropólogos y arqueólogos que prestan su rigor y disciplina a mi argumento, y a los
escritores, artistas y poetas cuyo augurio es avistado cuando las palomas y los cuervos
alzan el vuelo, como deben hacerlo. He proporcionado una bibliografía selecta para
Investigaciones adicionales, evitando las notas al pie ya que encuentro que interrumpen el
flujo del texto. Tengo la libertad de escribir más polémicamente que si estuviera encerrado
en la torre de marfil de la academia, pero no tengo sus recursos. Si me he tomado
libertades con ideas, entonces los errores son míos. Si las alas de mi escritura son más
irregular que los escritores que me preceden, respondo que aún puede alzar vuelo. Si este

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trabajo necesita más tiempo, confieso que es un lujo que ninguno de nosotros posee. Mi
deseo es que los lectores encuentren nuevas vías de inspiración de estas fuentes y
enriquezcan su práctica con ellos. El tiempo apremia.
En mi empresa, he elegido las palabras con cuidado. No como un cirujano que arregla su
instrumento para diseccionar un cadáver bajo una luz que no parpadea, sino como un
ladrón que trabaja en la oscuridad. Este trabajo necesita dedos hábiles e ingenio rápido. Es
como insiste Jean Genet: el arte de un amante. Mis herramientas son las de instinto y de
oficio, perfeccionadas por observación y aplicación. Algunos pueden parecer curiosos a
primera vista, pero al igual que las afiladas palabras de los trovadores, están diseñados
para un propósito. Entiéndase que este no es como cualquier libro de brujería que hayas
leído antes. Espero que sea mejor por eso. Así que hago esta solicitud al lector: siga el
orden del libro, ya que está diseñado para abrirse de una manera particular. Hay una lógica
peculiar en juego. Me arrodillé en el umbral de este estrecho portal de Judas, este reloj de
arena lleno de noche, y encontré un camino a través del vacío entre la estrella del ocaso y
la del alba. O tal vez, como suele ser el caso con este trabajo, me he visto compelido,
atravesado a mí mismo, escuchando el susurro sub-auditivo de mi Señora que quiere que la
puerta ceda. No presento este libro como una clave, pues las claves no contienen arte. En
el mejor de los casos, he dejado entreabierta la puerta del laberinto.
Mi linaje es bastante simple, se revela como el registro de mi trabajo. Mi bolígrafo es una
lanza que se hunde entre los sueños. Esta no es una secuela de The Red Goddess: se
considera mejor como su corazón secreto. He llegado más lejos ahora; mi comprensión se
ha profundizado y se ha vuelto aún más potente. Al tiempo que intenté destruir el lenguaje
exclusivo y excluyente de la magia en ese libro, esta es una tarea más literaria. También
hay un poema dentro de este trabajo, una serie de diez himnos a Inanna por razones que se
harán evidentes y por otras razones que aún me quedan ocultas. No esperaba la respuesta
que recibiría cuando vi a la Diosa de la brujería. La tarea me fue dada. La brujería
apocalíptica es la revelación, el descubrimiento de la mujer y el tema del famoso baile de
Salomé. Tal acto tiene consecuencias tanto para quien baila como para quienes miran pero
no participan.
Reconocerás que he escrito sobre la Diosa que se suicida con sangre y semen. La que se
proclama Finis, que este es el fin. Ella, que es la lujuria, el impulso, el hambre, el estado
más elevado de la vida y la muerte. Como el oponente, ella encanta, seduce, miente y
finalmente mata; pero no sin un propósito. La brujería no es un conjunto de acciones
desarticuladas, sino que tiene significado, sustancia, carne.
Como el alma, este libro se ha coagulado de la sangre menstrual. Mi argumento caza desde
las cuevas de nuestra prehistoria, a través del creciente fértil, se coagula en la cámara de
incubación de Patmos, nace como una pesadilla en Europa y se sueña a sí misma con una
apoteosis en el monte Sabbat. Nos desafía a ser la Brujería de nuestro tiempo, para que
podamos obtener el control de los sueños, de nuestra tierra perdida, del cuerpo. Nos
devuelve el mito roto con una forma de belleza devastadora y renovada relevancia.
Este trabajo surge de la amistad duradera de quienes desde una amplia variedad de
tradiciones mágicas y de brujería han apoyado mi trabajo, y el de Scarlet Imprint. La
discreción aconseja que permanezcan sin nombre. Solo nombraré a Alkistis, cuyas ideas
impregnan este trabajo compartido, la amada que pensé que nunca se encontraría. Sin ella,
ni una sola de estas palabras existiría. También me gustaría agradecer a los Amigos del
Museo de Brujería de Boscastle que me permitieron presentarles el primer borrador de mi
tesis de Sabbat, y a nuestros lectores que asistieron a A Pleasure Dome, donde se inauguró
el ensayo fundador de esta colección. Por último, no debo olvidar agradecer a las palomas y

7
los cuervos por las conversaciones que han compartido conmigo. Ha sido un largo viaje de
regreso a este comienzo.
Comenzamos ahora con platillos y terminamos con truenos. El arado se detiene, obstinado
en el surco, sobre la tormenta gira como una rueda de molino que ningún demonio puede
detener.

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I
Inanna asciende
Adórenla
Sudor atascado brilla
En la garganta de la mañana
Flameantes ojos penetrantes
De la luna hija primera
Canta ardientes canciones
Pues la humillada se levanta
Doncella reflectante
Chichón alzado
Forzado de la corsetería
Del inframundo
Una puta renacida

BRUJERIA APOCALÍPTICA
¿Cuánto se puede estirar el momento antes del clímax? El vertiginoso borde de la
consumación. Cerraduras en el complejo de puertas concéntricas. Vasos criptográficos
mallados con el altar de rosas. Exhortaciones usadas. Una vacilación ante la inexorable
conquista. Una inhalación que debe, finalmente, vencer, resistiendo, al final, exhalar.
Transformado el plasma crudo de las tormentas de la boca del dragón. La onda de choque
se dispara con la precisión geométrica del corazón que late, y late, y late. Ha comenzado.
Esta fuerza atómica, esta fuerza bruta es Babalon. La tormenta estalla como un vaso tirado
cuya campana temblorosa brilla hasta el infinito. La nota sigue destilando siempre el mismo
tono. En el Sabbat resuena convirtiéndose en un tintineo de címbalos cuando el ataque cae
incesantemente enfrentado por un creciente contraataque. Este es el sonido que hace la
bailarina cuando se mueve. Las campanas en las muñecas, los tobillos, las caderas, los
aretes, agitándose. El ruido de la batalla reverbera a través de la armadura en las profundas

9
cavidades secretas de nuestros cuerpos. Aquí, entre las extremidades trilladas, entre la
matanza, ella camina.
Este es el emblema del desarrollo de la rosa entre las llamas. Un millón de orgasmos que
cruzan sus pétalos a través de todo el espacio y el tiempo. Un mensaje llega a quienes
están presentes en tal Sabbat: Deshazte de ti mismo.
Pero en este momento interminable, el bacanal puede alejarnos del hecho más destacado
de la brujería. Aunque, como dice Jack Parsons, la brujería es la religión más antigua, nos
saca de nosotras mismas y cambia nuestra piel erizada, el hecho es que la brujería surge
del mundo. Proviene de la tierra, la gente, las plantas, los animales, de toda la red de la
vida. No dejes que nadie te diga lo contrario. La brujería está aquí en el tiempo presente.
Cuando digo brujería apocalíptica es deliberadamente antagónico, porque veo que la
brujería se usa como una excusa para el escapismo solipsista cuando es exactamente lo
contrario. Sitúo la brujería en el mundo tal como es. A medida que los cambios radicales
caen en cascada a través de los sistemas vivos de la biosfera, la tradición debe cambiar
necesariamente. Esta transformación fluida es la belleza y la fuerza que marca la verdadera
Artesanía1. Como tal, molestará a quienes se aferran a la forma. Que así sea. No hay
simplemente tradición, hay innovación, se está convirtiendo y hay revolución. Esta es la
verdad de una mujer, esta es la Diosa que tejió a través de la historia para estar con
nosotras ahora.
La Brujería tiene un historial de recordar su herencia radical ya sea a través de Michelet,
Jack Parsons o del feminismo; y también de reinventarse de nuevo. Montague Summers
escribe: Las brujas, los satanistas y toda la tripulación profana se entrometieron y se
mezclaron en política desde el principio, y así como su insidioso señor, el Diablo, se rebeló
contra Dios en el cielo, también se rebelaron contra cualquier forma de gobierno ordenada y
legítima. en la tierra.
Yo digo que está a punto de hacerlo de nuevo, y con razón. Aunque se podría decir que el
Sabbat solo data de 1650, este conecta con una tradición mucho más antigua de reuniones
nocturnas en las alturas nacidas como celebración y respuesta a los ataques contra las
personas, así como a la demonización de tales asambleas para protegerlas de ojos curiosos
y para criminalizar a los participantes. Es en esta renovación, y no en la falsa antigüedad o
la inquisición interminable de lo tradicional, donde se encuentra la brujería.
El brezo calvo ha sido testigo de cómo la danza del átomo se voltea. La división de la luz en
un apocalipsis que hemos forjado. El fin del mundo no es una amenaza desde el púlpito, lo
hemos ensamblado con dedos diestros y siniestros, lo hemos ocultado en el olvido hasta los
días de la división final del saqueo, que ahora están al alcance de la mano. No seguiremos
el humo hasta las estrellas para que nos quememos en la pira de la tierra. El amor es la
guerra para poner fin a todas las guerras, y la guerra está sobre nosotros.
Mientras tanto, nuestra cultura se lamenta: ¿qué hemos hecho mal? No tiene concepto de
pecado, sino de consumo. Y aun sabe que algo va terriblemente mal. Infantilizada, se repite,
impotente, ¿qué, qué hemos hecho mal?
Es simple: la humanidad ha roto el pacto con la naturaleza. Dee y los alquimistas sabían
esto y trataron de sacar de sus alambiques una reconciliación más suave, un intercambio
armónico de los elementos cruzados. Esa ventana se ha cerrado. No hay oro que nos
compre la libertad de nuestro destino, tenemos una tarea más temible. A medida que
nuestra preciada sofisticación tecnológica llega a su obsolescencia incorporada, son los

1
N. del T.: Referencia a la brujería como acto artesanal. En inglés la palabra “Craft”, aquí traducida
como “artesanía”, forma parte de la palabra “Witchcraft”, aquí traducida como “Brujería”.

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actos y herramientas engañosamente simples de la brujería los que perdurarán. Confiaría
en mi cuchillo de mango negro por más tiempo que mi computadora portátil. Si más grandes
magos hubieran escuchado, como Paracelso, a los practicantes populares en lugar de a su
vanidad, tal vez no estaríamos en este punto. Sin embargo lo estamos.
Debemos reconocer que somos los jinetes que cubren los vientos. Nosotros las ángeles
vertiendo frascos de veneno. Nosotros los rompedores de sellos. Nosotros los ancianos de
los días girando alrededor de un trono vacío. Nosotras las hijas de Jerusalén, los reyes de
Edom, los Cains y Liliths, los hombres escorpión. Antes de poner nuestra ira merecedora en
la clase de los súper ricos y sus corporaciones merodeadoras debemos reconocer que
nosotros también somos los consumidores. Nuestras acciones han aumentado el peso del
desencanto. Hemos dejado que esto suceda.
La violación de la tierra está a punto de entrar en una horrible fase final en la que las últimas
tierras silvestres serán despojadas por sus últimos recursos. ¿Deberíamos llorar? Las
palabras de Medea, hija del Sol y sacerdotisa de la diosa bruja Hekate, pueden
considerarse aquí, como una inspiración de la pluma afilada de Séneca. Mientras su
enfermera le pide cautela, Medea responde como hechicera:
MEDEA: La luz es el dolor que puede tomar consejo y esconderse; los grandes
males no se esconden. Es agradable enfrentar al enemigo.
ENFERMERA: Mantén este arrebato frenético hija mia; incluso la calma silenciosa
apenas puede defenderse,
MEDEA: La fortuna teme a los valientes, la cobardía abruma.
ENFERMERA: Ninguna esperanza señala un camino para nuestras fortunas rotas.
MEDEA: Quien nada tenga de esperanza, ante nada podrá desesperar.
ENFERMERA: Los Colchianos ya no están de tu lado, los votos de tu esposo han
fracasado, y no queda nada de toda tu riqueza.
MEDEA: Medea queda, en ella ves el mar y la tierra, y la espada y
fuego y dioses y rayos.
Tal es nuestro estado. Tal es la diosa de la brujería y la figura de la bruja en las líneas de
Medea. No hay escapatoria. La brujería ya está muerta como una anciana, tan árida como
la luna, tan contaminada como las arenas bituminosas. Sin embargo, la Brujería nace de
nuevo en este sagrado paisaje despojado, y será despreciada como una abominación por
aquellos que no pueden navegar a la luz de las velas de las deslumbrantes estrellas.
Aquellos que buscan escapar del destino y de las furias, aprenderán que son inexorables.
Celebramos esto, envueltas en el resplandor que tiene una vida media de un millón de
millones de años. Nosotras las asesinas, las envenenadoras, el nudo ciego de la maldición,
el fuego en la montaña.
Tenemos una respuesta a este mundo salvaje, una confesión que no necesita ser extraída
de nosotras: somos nosotras quienes hemos bebido de la copa. Las que estamos ebrias
con la sangre del sacrificio. Nosotras que florecemos de nuestras heridas. Nosotras las que
celebramos el Amor y la Guerra. Nosotras las que conocemos el misterio. Nosotras somos
la Brujería.
La Brujería no espera por la liberación. Besa y mata con la misma boca enrojecida y
ensangrentada. No podemos frenar su discurso, habla la ramera. No estamos separadas
del destino del mundo. Estamos acostumbradas a ser inoportunas, perseguidas, culpadas,
violadas, torturadas, desposeídas, desaparecidas. Ahora somos irrelevantes, una
excentricidad inofensiva, una bola de hadas con un palo en las orejas y una desviación al
cajon de disfraces, una broma social. Sin embargo, ya que la brujería está llena del espíritu
de la época, volveremos a ser peligrosos, porque la brujería tendrá un significado arraigado.

11
El apocalipsis no es escapismo como algunos sugieren. Se lleva a cabo en las fauces del
umbral de la vida y la muerte. Es sagrada confrontación y revelación. Es utopía y distopía
en intercambio eterno. Se ve a través. En el cristianismo, el apocalipsis es usado por los
que odian el mundo y abogan por la guerra, en la New Age es una panacea para aquellos
que anhelan la ascensión. Yo lo uso para despertarnos del sueño.
No hay otra forma de hablar sobre el apocalipsis. No ahogo la inspiración en mi garganta.
No solo miraré el último baile o describiré a los bailarines sin perderme entre ellos.
Debemos ser conscientes del momento. Tenemos el poder de destruir el mundo y lo
estamos haciendo. La brujería debe responder como siempre lo ha hecho, a los eventos
que se desarrollan a nuestro alrededor con los dones que nos han dado y los que hemos
ganado en la salud. Habiendo entrado en el momento, podemos regresar, pero no un
momento antes. Entonces le preguntamos al espejo nuestra cuestion, ¿qué es la brujería?
En la búsqueda de orígenes nos preguntamos quiénes somos. No es un miasma de engaño
para cubrir la piedra del espectáculo, sino un hilo de sangre que gira en un manto, una red
viva de conexión.
¿Qué es la brujería?
La respuesta es simple: la brujería es obra del enemigo. La brujería es el sexo que tienen
otras personas, la brujería es la droga que otras personas toman, la brujería es el rito que
otras personas realizan. La brujería es la magia que otras personas hacen. La brujería es la
ropa que usan otras personas. Brujería son las palabras que hablan otras personas. La
brujería es la Diosa que veneran.
Es imposible llegar a ninguna otra conclusión. Durante toda la historia registrada, la brujería
ha sido maléfica, benéfica, incesto y asesinato. La villa de al lado, el pueblo de al lado, el
país de al lado, la anciana, la joven, el judío, el leproso, el cátaro, el templario, el ofita, el
bogomil. Ellos lo hacen. No nosotros. Tu entiendes, ellos. Encontrarás a la bruja al final de
un dedo que apunta.
Argumentar lo contrario es un error fatal que nos abre a dividir y conquistar. Embellecer la
brujería es tan insano como desfigurarla. No puedes negar a la diosa en ninguna forma de
luz de linterna o juego de sombras. No puedes decir brujeria blanca o brujeria negra sin
violentar a su ser completo. Es hora de que curemos esta herida. Considere las palabras de
Thunder Perfect Mind: soy la prostituta y la santa.
Así que exploremos nuestra definición con la ayuda de un libro que significa mucho para
nosotros. El Malleus Maleficarum al definir la brujería identifica tres componentes vitales: la
bruja, el diablo y la voluntad de Dios. La bruja como hemos visto es la otra, la extranjera y,
la mayoría de las veces, la mujer. El diablo es el doble, cuyo culto es nocturno, orgiástico y
asesino de niños. La voluntad de Dios es simplemente el poder de la iglesia y el Estado
para oprimir, acusar y promulgar el auto de fe. Como tal, la brujería apocalíptica contendrá
estos mismos elementos: la bruja, como mujer extranjera, ejemplificada por Inanna-Ishtar y
demonizada en la Biblia como Babalon. A medida que las poblaciones se ven desplazadas
por la guerra, las inundaciones, el fuego y la hambruna, veremos a muchas más extranjeras
en una tierra extraña. Para la bruja, son acólitas.
El Diablo como la máscara de la naturaleza salvaje y la Diosa, dándonos la opción de
controlar nuestros cuerpos, mentes y destinos. Ya hemos visto a Baphomet como un cifrado
para Mahoma, y el Islam no será el único enemigo maldecido. Las ecologistas, feministas,
psiconautas, chamanas, continuarán siendo denigradas en estos términos. Pero así como
Tupac Shakur se enfrentó a la psique estadounidense como el negro fortachon y sacó
fuerzas de ella, devolviendoles la pesadilla, así podemos elegir abrazar al Diablo que
niegan.

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La voluntad de Dios es un claro entendimiento y oposición a los designios de nuestro
enemigo. Esto no es simplemente destruir la estructura mítica de la Iglesia Cristiana que
despojó a la naturaleza del hombre, tal como cortó los cedros del Líbano, sino la fea fase
final de Yahweh: el fascismo corporativo. Somos la línea final de resistencia.
¿Pero qué hay de la brujería pagana moderna? ¿Por qué no se ha enfrentado a estos
desafíos? La dificultad con la brujería pagana moderna es que comenzó con un
compromiso. Gardner tenía un ojo puesto en la reciente derogación de las leyes de brujería.
Y su “No harás daño a nadie” era más conveniente que los espeluznantes pronunciamientos
de Cecil Williamson o la misantropía de Spare. Sin embargo, es una tontería simplemente
atacar a Gardner o Sanders o Cochrane o Graves. Estaban respondiendo al espíritu de su
época. Parecía por un momento embriagador imposible que la brujería se convertiría en la
nueva religión de Inglaterra. Ese proyecto está descarriado.
Ahora Ronald Hutton dice que no solo no hagas daño a nadie, sino que seas inofensivo.
Después de ver a los asesinos de brujas nigerianos y el pánico satánico de los años
ochenta, argumenta que estaríamos mejor viviendo en un mundo desencantado y escapar
los fines de semana a nuestros mundos imaginarios de fantasía caprichosa.
Yo digo, que nos tengan miedo.
Digo que el poder de la bruja está en tener todas las opciones abiertas. La brujería no
estará debajo, no será desarmada. Las mujeres lo saben. No queremos estar adentro,
teniendo reuniones interreligiosas con los monoteístas de manos retorcidas cuyos libros
sagrados promueven nuestra lapidación, asesinato y violación.
La brujería, y con eso quiero decir maléfica, es la cara fuerte que mostramos a este mundo.
Este es el camino despiadado.
Un buen ejemplo de brujería de esto es la solonaceæ, la familia que incluye mandrágora y
datura. Solonaceæ proviene de la raíz solari, “para calmar”; de hecho, estas hijas del
consuelo curan y matan. Nos permiten combatir veneno con veneno. No hay forma de
separar los poderes y tampoco debemos separarnos de nuestros derechos a ejercer.
Entonces, ¿hay una narrativa alternativa a la de Gardner? Un enfoque es el de Traditional
Craft. Paul Huson explica claramente la diferencia cuando dice:
La brujería tradicional es lo que Margaret Murray (una historiadora británica que
durante los años veinte adelantó la noción de que la brujería era originalmente una
religión pagana clandestina que había seguido existiendo junto al cristianismo)
conocida como "Brujería Operativa", para distinguirla de lo que ella llamó "Brujería
Ritual". La Brujería Operativa, para usar sus palabras, abarcaba todos los hechizos y
hechizos, ya fueran utilizados por una bruja profesa o por un cristiano profeso, ya
sea para bien o para mal, para matar o curar. La Brujería Ritual, por otro lado,
abrazó las creencias religiosas y el ritual de aquellos que practicaban lo que Murray
llamaba el Culto Diánico, el culto a una deidad encarnada en un hombre, una mujer
o un animal, cuyos rastros creían que se encontraban en Italia, en el sur de Francia
y en las Tierras Medias Inglesas. El dios se llamaba Janus o Dianus, la diosa Diana.
"Wicca" o "Wica" era posiblemente la aproximación personal de G.B. Gradner del
culto Diánico.
Mastering Witchcraft de Huson es un texto clave de Traditional Craft, pero Huson afirma
claramente que se basó en el mismo material que Gardner de la biblioteca de folklore en la
University College de Londres. En pocas palabras, ambos cortaron de la misma tela. Es
justo decir que Traditional Craft, aunque contiene elementos anteriores y folklóricos, es tan
inventado como la Wicca Gardneriana, y con eso no quiero faltarle el respeto.

13
Sin embargo, ahora vemos la fabricación de un cisma entre una supuesta artesanía
tradicional y la Wicca iniciática. Es un intento de separar lo inseparable y reescribir una
historia de protagonistas compartidos, como lo demuestra el ejemplo de The Regency, y en
una isla de práctica tan diversa que no puede bordarse limpiamente en un mito gitano. Los
nuevos hilos de la brujería "antigua" muestran que Wicca era negligente, es decir, tradición
vegetal, baja magia y folklore. Pero definirse a sí mismo en oposición a sus aliados más
cercanos en una batalla de autenticidad parece fatalmente erróneo, especialmente cuando
la mayor parte de nuestra historia es narrada por nuestros enemigos y se extiende aún más
por los cambiantes paisajes de la literatura, la poesía, la visión y el sueño.
Además, ¿cómo es un mito de Cain-Lilith diferente o más válido que uno de Diana-Lucifer?
¿Quién exactamente hace cumplir que las Wiccanas no hagan magia operativa o asegura
que las artesanas tradicionales no tengan una fijación religiosa o mítica? De hecho, lo que
vemos ahora es una artesanía supuestamente tradicional que crea con entusiasmo
exactamente el tipo de brujería ritual contra la que han clamado los gardnerianos. La razón
es que son parte de un todo dividido que no es simplemente cierto para la brujería, sino el
cisma de toda nuestra cultura y la negación de la diosa completa a la que nos atrevemos a
conocer encarnada como Babalon.
Esta hostilidad horizontal entre personas que deberían compartir los mismos intereses es
exactamente la táctica empleada por COINTELPRO. Nos astilla, nos disipa, nos impide
comprometernos con el enemigo real. Hay problemas más apremiantes que si trabajamos
desnudos o vestidos. Suficiente. Yo digo, el enemigo de mi enemigo es mi amigo. Cuando
digo Brujería Apocalíptica también me refiero a la destrucción de las falsas diferencias entre
las tradiciones.
La brujería de Gerald Gardner no se trataba en última instancia de la forma, sino de la
fuerza. Una cultura que se arrastra desde las bodegas bombardeadas de Londres hacia el
nuevo mundo de píldoras y posibilidades. La brujería de Jack Parsons no se trataba de la
forma, sino de la fuerza de la revolución sexual bohemia y las drogas enteogénicas. La
brujería tradicional no se trata de la forma, se trata de la terrible pérdida del folclore, la vida
rural y, lo que es más importante, el significado en un mundo posmoderno.
La Brujería Apocalíptica trata de un mundo en guerra con los últimos restos de la naturaleza
salvaje, los últimos restos de la humanidad, así que aquí estoy, concentrado en conjurar esa
fuerza en lugar de caer en la trampa de circunscribirla. Quienes hayan leído The Red
Goddess sabrán que me opongo firmemente a la imposición de la ortodoxia. Entonces,
cuando digo Brujería Apocalíptica, estoy describiendo un conjunto de ideas que se pueden
incorporar en cualquier enfoque de brujería. Deberíamos celebrar toda forma de herejía
emergente. Nuestros correos electrónicos son, después de todo, leídos por las mismas
agencias de inteligencia. Nuestros sitios rituales fotografiados por los mismos satélites
militares. Nuestros pozos envenenados por los mismos fertilizantes, fracking y productos
farmacéuticos.
Nunca debemos olvidar a nuestro enemigo. Por pacíficos que creamos que somos, nos
definen con violencia. La brujería nació en las cámaras de tortura de la inquisición.
Desnudas, atadas, rotas, aprendimos a volar en las garrochas.
En los años 1200, el enemigo eran los Cátaros que amenazaban a la Iglesia católica
defendiendo la pobreza. En la década de 1300, el enemigo era la Herejía ejemplificada en la
destrucción de los Templarios. En la década de 1400 se convirtió en la figura de la Bruja
que posteriormente se convirtió en una conspiración satánica internacional. ¿Por qué pasó
esto? ¿Por qué el Sabbat obtuvo tanta prominencia? ¿Por qué la bruja se volvió tan
vilipendiada? Sin entender al enemigo no hay respuesta que se pueda dar. La creación de

14
una figura puramente maléfica de la Bruja fue un ataque contra las mujeres, aunque los
hombres también fueron quemados. La mujer fue atacada de esta manera para permitir al
estado encerrar la tierra común. La mujer fue atacada para quitarle el control sobre su útero.
La mujer fue atacada para dividir los sexos y desgarrar el tejido social. La mujer fue atacada
para destruir el sentido de lo sagrado en la naturaleza. La mujer era memoria de linaje y
clan.
No necesitamos seguir a Marx, simplemente debemos seguir al dinero. El proceso ha
continuado porque el enemigo tiene avaricia inagotable y rendimientos decrecientes. No se
trata simplemente de los bienes comunes que se incluyen, todo se vende en manos de unos
pocos. Esto significa guerra, y la guerra está sobre nosotros.
El Sabbat surgió como una conspiración para destruir el edificio podrido de la Iglesia y el
Estado, reuniéndose en el brezal para evitar la mirada de la autoridad, disfrazado de
anonimato y presentimiento. Esto revolucionó la naturaleza de la brujería,
independientemente de la pre-existencia de la forma del Sabbat. No me refiero simplemente
a las fantasías inspiradoras de Jules Michelet, sino al importante trabajo moderno de Silvia
Federici. Vemos los mismos ataques a la libertad de reunión en la destrucción de los
festivales libres, la cultura rave y el movimiento de ocupación. Estos han sido cumplidos por
los anónimos enmascarados, los anarquistas del bloque negro sin rostro, las acciones
directas del ELF (Earth Liberation Front). Estas son expresiones de brujería popular y han
sido perseguidas por la misma inquisición que vino por nosotras. No digo que estos sean
ejemplos de brujería operativa, digo que nosotras, las personas que somos la Brujería,
tenemos el deber sagrado de unirnos a esta guerra. Necesitamos celebrar Sabbats Grandes
de nuevo, infundirles nuestra sangre de bruja, nuestra astucia.
Aquí está mi profecía. La brujería se excitará y enojará más. La naturaleza se levantará. No
solo venimos por tus hijas, somos tus hijas y todas aquellas que heredarán las ruinas del
mundo. Bienvenido al Apocalipsis. Este es el momento en que nos damos cuenta de que el
clima está roto. Todo es sangre y rosas de aquí en adelante. Como brujas debemos
prepararnos para volar en las alas de la tormenta.

15
II
Esto es Guerra
Los dioses esperan su juicio
Esposados y de rodillas
Intimidados
Pequeña cuna estrella asesina
La visión dada
Sangre de luna nueva
Derramada desde el corte
Cae sobre la tierra como lluvia

Manifiesto de
Brujeria Apocalíptica
1. Si la tierra es envenenada la Brujería debe responder.
2. No es nuestro modo de vida, es la vida misma la que está bajo amenaza.
3. La Brujería es nuestra íntima conexión con la red de la vida.
4. Nosotras somos la Brujería
5. Nuestro mundo ha sido cambiado para siempre.
Los senderos recorridos ya no corresponden más.
La Brujería prospera en este páramo liminal, lunar, sin huellas.
6. Somos tormenta, fuego y sangre.
7. No seremos negadas.
8. La Brujería es el recurso de los despojados, los impotentes, los hambrientos y los
abusados.
Le da corazón y lengua a las rocas y árboles.
Luce la piel áspera de las bestias.
Se vuelve en contra de una civilización que conoce el precio de todo y el valor de
nada.
9. Si no tienes precio no puedes ser comprado.
Si no deseas no puedes ser sobornado.
Si no tienes miedo no puedes ser controlado.
10. La Brujería es magia popular, la magia del pueblo para el pueblo.
11. Hacemos un llamado a acabar con la pretensión de respetabilidad.
12. No seremos desarmadas.
13. La Guerra está sobre nosotras.
14. Elijamos, entonces, convertirnos en una Máscara.
15. Aquellos con nada que perder lo arriesgarán todo.
16. Hay una sola Brujería bajo varios nombres.

16
Hay un solo Gran Sabbat en solo una montaña.
Hay muchas maneras de volar.
No hay testigos presentes en el Sabbat.
17. La Brujería es una fuerza, no una orden.
La Brujería es rizomática, no jerárquica.
La Brujería desafía la organización, no el significado.
Nosotras simplemente portamos las marcas.
18. La Brujería es poder y lo posee en éxtasis, sexo y ordalía.
19. La Brujería es la sexualidad desenfrenada.
En la Brujería, es la mujer quien inicia.
Desafiamos al hombre a ser el igual de esta mujer.
20. La Brujería es el arte de la inversión.
21. La Brujería es la belleza que es el terror.
22. La Brujería es un mito, que dibujando sobre el pasado, se viste a sí misma en los
símbolos de su era.
La Brujería no confunde mitos por historia, los aprovecha para transformar el futuro.
La Brujería conoce el suelo sobre el que se levanta.
23. La Brujería honra a los espíritus.
La Brujería encanta por los desaparecidos.
La Brujería no olvidará.
24. La Brujería encarna a nuestros ancestros y santos, ellos nos llevan consigo.
25. A Ella le es ofrecida la sangre, a nosotras, el cuidado de las cenizas y huesos.
26. El ejemplo que seguimos es el nuestro propio.
27. La práctica de Brujería es de revolución y del poder de la mujer.
28. La Diosa que habla a través nuestro es conocida entre los hombres como Babalon.
29. La Brujería se preocupa por el misterio.
A través del portal del misterio llegamos al conocimiento.
El conocimiento nos entra por el cuerpo.
La forma más elevada de conocimiento es Amor.
30. Cada gota de sangre es sacrificada al grial.
El Amor no puede ser comprado con ninguna otra moneda.
31. Buscamos y bebemos este vino juntas.
32. La Voluntad es finita, la pasión, renovada infinitamente.
33. La Brujería es presente, está ensangrentada y vivificada.
La Brujería es presciente, vigila hacía el futuro.
La Brujería es oracular, no se morderá la lengua.
Nuestro tiempo ha llegado.

17
III
¿Quién canta esto?
¿Los himnos de nuestra señora?
¿Las monedas que tintinean los címbalos?
¿Los tambores en la tormenta?
Reinas putas encueradas
Catástrofes lesbiánicas
Vengan al frente
Vengan afuera
Vengan armadas
En el nombre santo de Inanna
La supernova destella
En las entrañas, el sexo y la garganta
En los pechos, las espaldas y las palmas
Ella está aquí
En calientes clavadas de lanza
En violación interminable

Ella está despojada


Los gatos nos han visto. Cazadores panzones de barrancos que atronan tormentas
invernales en la bahía de espera. Los lagartos que lanzan rocas calientes hacia la ruta de
espera huyen de nuestros pasos. Hinojos, tréboles y orquídeas, sombras nocturnas y
espinas son vigiladas por cuervos plateados. Los pinos se aferran a la espuma de la saliva
de los insectos. Somos los únicos peregrinos en este camino no establecido, y los
peregrinos deben caminar descalzos cuando sea posible, y absorber los mensajes que les
deja la historia.
El eucalipto, otro invasor alienígena, envenena el agua y, con hojas parpadeantes, distrae
de los gemidos de los árboles resinosos. Así que sacamos nuestra navaja de bolsillo y
grabamos nuestros nombres en uno. Justo debajo de una rama, con un surco suave y
cálido como el sexo de mi amante. Cortada en la escritura griega angular y un corazón
arrancado. Seguirá allí, desde el pozo donde descubrimos un himen de telaraña hilado
pacientemente sobre el agua negra. Un secreto bajo piedra áspera y rejas oxidadas. Pero
todo esto está despojado.
La cueva está oculta ahora, bajo una blanca espiral de escalones construidos sobre la
telúrica roca viva. Debajo de una iglesia destartalada arrojada sobre ella. Debajo de una
luna que vierte su copa en ella desde un cielo azul perfecto.
Milagrosamente, un rosal se enrosca desde el jardín monástico y nos ofrece flores. Apenas
podemos creer que estamos aquí. Que la cueva no está protegida contra nosotros. Los
letreros del Patrimonio Mundial se inclinan descuidadamente aquí y allá, como si la isla

18
somnolienta tampoco pudiera creer que la cristiandad cuidaría este nicho en sus pocas
millas cuadradas de piedras y bahías rotas. Y en gran medida, no lo hace. Las náuseas
gasolineas de un ferry nocturno desde el Pireo se han despejado. Una Atenas de disturbios
cicatriza lejos detrás.
La puerta está cerrada, así que nos soleamos en el lecho de roca y contemplamos las
colinas, los afloramientos, los litorales arenosos, la distancia. Recogemos amargos de entre
las piedras y los probamos con nuestros dientes. Nos relajamos como leones en las rocas
mientras los monjes se ocupan cualesquiera que sean sus asuntos en un mundo que ha
perdido su ortodoxia, detrás de paredes blancas de cuatro pies de espesor. Desde la
primera incursión regresamos con una rosa y en la plaza del puerto tomamos café,
comemos pastel empapado en miel. Somos dos amantes en una isla vacía de turistas que
merodean en altamar sobre cruceros humeantes encorralados que atraviesan buffets de
comida segura no griega y esperan ser conducidos a través de los más cortos desembarcos
por sus pastores uniformados. Nuestra noche en la isla tiene estrellas y cigarras inalteradas.
Las voces de los muertos en una estática de caparazones y piernas dobladas.
Nos levantamos temprano, caminamos por el sendero, llevándolo a la familiaridad. Los
entrenadores avanzan por el camino, ocultos para nosotros. La cueva estará abierta, como
decía el cartel pintado a mano. No nos verán, no nos esperan, los peregrinos que Juan ha
enviado a los lagos de azufre y a la cadena y al piñón por el anfitrión angelical. Somos las
últimas personas que volverían aquí, artistas escapistas escatológicos, el enemigo.
Entramos, aún inadvertidos, y descendemos una escalera más, antes de cruzar el umbral
del mosaico de la estrella de siete puntas, en la cueva del Apocalipsis de Juan.
Así que es aquí donde Juan se escondió. Una concha rizada con estalactitas agujereadas y
piso fisurado. Una oreja adornada con las baratijas de la ortodoxia. Cadenas de linternas de
tonos plateados y llamativos. Iconos que deben ser besados en los pies. El olíbano aligera
el aire fresco, la mierda de cabra que apesta a pasado es enmascarada.
Encendemos una vela para ella. Una oración silenciosa en el jardín de votos de Nerón.
Nosotros traspasamos.
Una cruz está cortada en la pared. Extremos triangulares ásperos, como montones de trigo.
Es posible que él haya cortado esto, antes de que el ícono se fijara, el marchitado dios Sol
Norteño en largas pajillas. O tal vez Proclo lo cortó, o algún peregrino posterior. En esta
tumba se habrá sentido como el Cristo, tan frío, tan muerto, tan ciego; preguntándose
cuándo terminaría el exilio. Una súplica de tamata donde estaba su almohada. Cura mis
ojos, mis oídos, mi corazón... Peticiones que los paganos habrían encontrado ortodoxas, y
que Juan había despreciado. Su cabeza hundida en una cubierta de roca solo incuba
pesadillas más profundas.
De alguna manera, Juan captó susurros amplificados en esta cámara nautila. Una trompeta
de caracola que ahora nos esforzamos por escuchar. Se fisura a través de sus huesos que
se sienten iluminados por un rayo.
¿Qué fue esto para él? ¿Quién fue su Babilonia? Puede el presente llevar a las palabras
desentrañadas de la defiexión, las extremidades torcidas de nuevo en formas atractivas. Es
nuestra presencia la que rompe rompe el sello del recipiente.
Cristianos en línea, trogloditas enfermos y pálidos, hacen la peregrinación en calcetines
tobilleros, en autobús. Una raza enferma y subterránea. Las babooshkas que se codean
acompañan a la última generación de Rasputines que mantienen ortodoxas cruces de
gángster de gran tamaño y barbas poco confiables. Los turistas están vomitados y
desconcertados por los cruceros, inseguros incluso del verso más ligero de la Biblia, pero
contentos de ser rodeados por otra atracción vista a través de un visor. Pero estas

19
distracciones pasan, y día tras día tenemos más tiempo a solas en la cueva. Un sacerdote
irrumpe inexplicablemente en una canción que prueba la roca por resonancia. Atendemos
devotamente.
La isla nunca lo encuentra. Las maravillas, las rojas amapolas, las púrpuras orgullosas se
abren en una primavera que no puede desplegarse en la cueva. Se alimenta de hierbas
amargas, no de miel. Un Hades se ha vuelto tan odioso que la Perséfone que arrastra sigue
siendo casta, escupida con maldiciones. Contra los Sybils y Pythia se llena la boca no con
hojas de laurel, sino con espinas. En su testamento de cripta, su Griego esforzado preserva
la herejía. Sus ojos ciegos están en Éfeso, en Roma, en Helena en su habitación. A todas
las sacerdotisas que hablan con la voz de la Tierra el las condena al Invierno eterno. Ningún
pétalo se abrirá al sol, a menos que el torturado Cristo regrese a la plaga y la culpa. Ishtar
es dividida en la María y la Puta, la herida se abre.
Es una guerra de ensueño, conviértete en pesadilla. Juan habla de los mitos de los titanes
despojados de sus partes de estrellas y ahora vestidos con las pieles de lobo de Roma.
Inserta su célula hipnagógica en las catacumbas resentidas de las mentes de los obispos en
Nicea. Convierte su persecución en una cadena resonante de maldiciones abiertas. La
fecha, los números son inciertos y borrados en una profecía ahora desatada para devorar
en el jardín.
Los corredores de la antorcha habrán pasado la boca de la cueva, tal como lo hicimos
nosotros, hacia Chora en la colina. Pero los templos cayeron a una piedra negra
melancólica. Una monstruosa erupción de basalto enterró las columnas de mármol blanco
en un osario cristiano imponente. Una casa del tesoro para desafiar a los piratas turcos. Un
sustituto puesto sobre la isla. Una irrelevancia en la parada de la tienda turística que marca
el final de la cadena de islas. Una oportunidad para tomar otro frappé. Aun así, un par de
palomas en la puerta del monasterio esperan el regreso de Scythian Artemis, y aplaudieron
hacia el cielo cuando nos acercamos.
Hay pocos íconos del Apocalipsis en el monasterio, un Jesús con lengua de espada
escondido en el altar con candelabros de siete caras, siete ángeles con las iglesias de Asia
Menor a través del mar resplandeciente. Existe el evangelio de Juan, no la plaga de Juan,
no fuego de Juan, no langostas de Juan. Los ángeles con ruedas y alados nos miran de
manera sombría desde los frescos. Saben por qué hemos venido.
Es la Edad Media cuando su Cristo habla, lengua roja como la lanza húmeda de Longinos.
Picadura marcada y rosa desfigurada con bubones: una viruela en la mujer y el hombre. Las
cruces de sangre del cordero no logran impedir al frio Ángel de la Muerte Negra. Los judíos
sufren menos, para horror de la Iglesia. Vienen los cometas, las estrellas fugaces y las
cruces no pueden desviar su huida funesta, su cruel influencia en el destino.
El Nazareno permanece resueltamente clavado en su cruz. Se niega a descender. Insiste
en que presenciemos su tormento un poco más. Se burla de un regreso que nunca
cumplirá. La naturaleza actuará antes que él.
Caminamos más por la isla como Juan podría haberlo hecho. Déjate caer por el flanco y
bordea al convento, que al igual que las monjas está encapuchado, con espaldas y hombros
redondeados, cerrado al mundo. Matinales y Vespertinos, anticipando el orbital de los
piratas. Un conjunto de rocas traqueteadas, una víbora silbadora. Nos refrescamos en la
roca del mar y bebemos el último agua. Relájese sobre caminos de tierra y canteras,
caminos blanqueados sin marcas. Capturamos miradas de una bahía que podrían ser las
arenas restantes de un intento abortivo de la playa por regresar a Turquía, un mar que
vomitó monstruos. Sin embargo, parece que Juan no llegó a alejarse mucho de su cueva,

20
mirando hacia el lado de sotavento del puerto, para siempre en otro lugar, con sus cartas y
un amargo miasma de sueños corruptos mientras sus ojos se desvanecian.
Los griegos han mantenido sus rostros antiguos, beben retsina y se tiran pedos por la plaza
en ciclomotores con sombreros de capitán mientras los sacerdotes deambulan por kafedaki
y karidopita. Los hombres, apotropaicos, tocan sus bolas cuando el pilar contenedor y los
hierofantes negros han pasado. El tiempo se repara lentamente y desenreda las redes de
monofilamento en el muelle. Durante una semana, como amantes, somos bienvenidos,
jarras de retsina, queso feta de leche de oveja, horta al vapor aparece milagrosamente en
nuestra mesa de taberna y el costo se ahorra. Nuestra habitación es reabastecida con aún
más rosas. No hay otros visitantes alojados en la isla tan temprano en la Primavera.
Buscamos más rastros de Juan. Hay una capilla en el lugar del asesinato. Aquí el
salmonete de boca suave devolvió el brillo al cráneo de Knopos que los pulpos ocultaban en
las profundidades de un ánfora destrozado. Otra gloriosa matanza de un santo pagano que
ya no arroja lápidas de los promontorios rocosos. Es una historia recurrente familiar.
Aquí está despejado, las hachas de bronce hicieron su trabajo demasiado bien y los árboles
se alejaron, seguidos de la capa superior del suelo. La flota pesquera no tienen sangre roja
en sus branquias abiertas. Los yates llegan desde Turquía, aunque no los suficientes como
para marcar la diferencia. Es un mundo en proceso de ser olvidado. En la cámara de eco de
la cueva comenzamos una nueva canción, aunque del mundo que Juan transformó solo le
queda una aproximación.
Examinando nuestros tesoros en la cama, tenemos una rosa recién florecida, rocas de
incienso en caja, velas de iglesia, tierra, apenas lo esencial para el encanto. Es tiempo de
irse. Patmos está vestido de sol, abierto por todos lados con bahías y playas, coronado
todas las noches con estrellas, iluminado. Hay una última jarra de vino y una noche en el
piso de un transbordador palpitante con gitanos que, cuando los griegos se apresuran al
amanecer del Pireo advierten a sus hijos, dejan ir a los peces. De tal fin solo pueden venir
comienzos.

La Copa, la Cruz y la Cueva


El trabajo de la brujería está íntimamente relacionado con el sueño; algunos dicen que es
simplemente eso.
Sin embargo, es un error simplemente creer que el sueño es el paisaje de un desierto
desencaminado, que nuestras visiones son más sustanciales que las proyecciones
translucidas de Prospero. Debemos preguntar qué y quién ha creado visiones tan
fascinantes para nosotros. Si estamos más afectados por la narcolepsia que embelesados
en vuelo o emprendimos una caminata sonámbula hacia el Sabbat, entonces el sueño
mismo se está haciendo realidad, y los actores reemplazan el mundo interior con utilería,
diseñados para que el arte de otro se revele todas las noches detrás de la caída de los ojos
cansados como las alas de polillas: ¿Los extraños sueños que buscamos se retractan por
un corredor sin fin? ¿Tiene Próspero tanto poder sobre los habitantes de su isla? ¿Podemos
predecir que es la brujería la que encontrará un camino sin huellas a través de todo esto,
volverá del exilio una vez más? Estos son los misterios de la copa, la cruz y la cueva.
El sueño, argumentaré, está hecho. La metáfora que primero hay que comprender es una
que vale la pena repetir, la de una guerra contra los sueños. La acción decisiva aquí es la
emprendida por Juan de Patmos, otro exiliado atado a una isla lejana. La suya fue una
acción deliberada que se propuso no solo soltar quimeras en el jardín de la mente, sino

21
cerrar las puertas del sueño mismo. Entonces aquí es donde decantamos nuestro vitriol y
disolvemos las cerraduras que aplicó Juan, que el Estado y la Iglesia impusieron. Este no es
el final del proceso, sino el punto en el que elegimos comenzar.
Apocalipsis es un texto prismático, uno que refracta cualquier luz que brille sobre él y
muestra su linterna mágica de miedos y esperanzas y, me atrevo a decir, sueños. Lo que
marca mi exégesis es que he seguido los pasos de Juan y, literalmente, lo he seguido hasta
su guarida. Sin hacer peregrinación no podemos entender completamente. El sueño puede
considerarse otra tipología de este futuro, y una que caracteriza todas las formas de
brujería. El sueño era quizás la única arma que le quedaba a Juan, al ver la esperanza que
se desvanecía de su culto y su salvador ausente. Fue exiliado al olvido, y ciego o perdiendo
la vista se metió más profundamente en la roca viva y la compañía, no solo de Proclo, sino
también de recuerdos, esperanzas y odio. Pero el sueño también fue el arma que vio que
sus enemigos manejaban, tanto en propaganda de Dios por Roma, escribiendo sus historias
en piedra, presionandolas sobre monedas, envueltas en ofrendas imperiales de púrpura e
incienso, y críticamente el culto a la sacerdotisa oracular. La genialidad de Juan fue
combinar las figuras de odio en una bruma psicodélica de partes, obras y relatos de la
iglesia primitiva. Su sueño era acabar con ambos imperios, Roma y Amor2, César y Mujer.
Así, en Apocalipsis tenemos a la mujer más despreciada, tan apreciada como cualquier
ícono, tan vilipendiada como cualquier bruja, tan deseada como cualquier puta. La bruja es
simplemente la forma final de la Diosa despojada, su inmortalidad y, en última instancia, la
forma en que representará su venganza.
El acto mágico de Juan fue uno de brujería: soñar. Podemos ser más específicos y darle el
antiguo título: incubación. La incubación es un arte curativo mágico que ha sido olvidado por
nuestra cultura. Soñar en el mundo antiguo era algo que sucedía, no mera imaginación. Por
lo tanto, el primer paso en este proceso de nuestro reclamo es colocar un alto valor sobre el
sueño, algo que esta cultura ha negado. El sueño privado ha sido reemplazado por una
arena publica de símbolos populares, una arena en la que el sueño mismo ha sido
ausentado. La aventura nocturna en el sueño no tiene valor, y ninguno de nuestros estados
liminales tampoco. Está prohibido soñar despierto, perseguir visiones es psicosis. El
inframundo permitido es solo lo que compartimos en la cultura visual de masas. Nuestros
deseos no solo han sido nombrados, sino etiquetados con marcas.
La campana de buceo del psicoanálisis ha sido arrastrada a la superficie, traspasando como
lo hizo en el mundo de la magia, y el sueño ha sido marginado y burlado una vez más como
insustancial. Necesitamos darle peso masivo. Nuestra concepción de los sueños necesita
curación antes de que podamos ser curados por ellos. No hay precio que se pueda colocar
sobre esto.
El segundo paso es evitar fugas, ser casto con quién compartimos nuestros sueños. La
vasija soñadora se pierde en todas las manos, inundada por las olas cuando se expone a
aquellos que no están listos para entender. Guarda silencio. La figura del sueño levanta el
pulgar y el dedo índice hacía los labios en el gesto del iniciado de los misterios. Nuestra
tarea no es abandonar pasivamente, sino desconectarnos conscientemente. El diario de
sueños es una práctica a cultivar, o nuestros sueños se olvidan. Esto nos conecta con un
continuo ritual, ya que la única obligación de quienes eran curtidos a través de la incubación
era escribir su sueño y dejarlo como un voto. Debemos aprender a extender nuestro control,
no permitir que otros desciendan por nosotros y mirar a través del grueso vidrio, sino
sumergirnos en nosotros mismos tan desnudos como buceadores de perlas y regresar con

2
N. del T.: En inglés Roma and Amor.

22
los tesoros del jardín submarino. La incubación es dormir en un lugar sagrado y buscar el
sueño curativo. El culto de incubación se extendió por todo el Medio Oriente y en Egipto,
girando en torno a Serapis e Isis e Imhotep, mientras que al griego le preocupaba el mántico
Asclepio, el sanador divino, y Apolo el de las flechas portadoras de plagas. Asclepio con
serpiente, perro y dedos dorados es el guía que rivalizaría con Cristo como sanador, por lo
cual ha sido eliminado de la memoria de la historia. Entonces, después de una secuencia de
castidad (que no se gana cruzando nosotros mismos o nuestras piernas) y bañándonos y
purificándonos, buscamos el sagrado adytum. Como mínimo, nuestras habitaciones deben
considerarse nuestros santuarios, nuestros templos, nuestros corazones secretos. Aquí es
donde la práctica comienza en serio. También debemos cazar nuestros sueños, buscar y
dormir en los lugares de sabiduría, debajo de los arbustos de espinas, los setos, los árboles
de datura.
Aquellos que regresaron a la cueva estaban envueltos en la ropa de los niños, reforzando la
conexión entre la cueva, el sueño, la muerte y el renacimiento del inframundo literal.
La iniciación en el sueño se revela entonces como el rito de nacimiento de la brujería.
Nuestro origen está incrustado en la tierra de los muertos y las hadas, oculto dentro de las
colinas huecas.
El soñador a menudo se embarcaba en el viaje nocturno por el mar, una imagen de una
raza que habita una isla que quizás conocemos mejor como el vuelo del Sabbat. A menudo,
la cura vendría en forma de serpiente, que tenía el don de pharmakon, siendo veneno y
remedio. Aquí la serpiente se identificó explícitamente con el dios sanador Asclepio. La
serpiente se aceitaría hacia ellos, tan seguramente como las anacondas de los paisajes
oníricos de ayahuasca, deslizándose por la boca. Como dice la afirmación: el veneno es
nuestro néctar, el veneno es nuestro grial, el vino del veneno recorre nuestras venas. La
serpiente era una imagen del ancestro y la sabiduría antes de ser vilipendiada en el
cristianismo, principalmente debido a su papel en el Génesis. Esta demonización nos
separó drásticamente del culto al héroe de nuestros muertos deificados personales, un tema
defendido por Jake Stratton-Kent en su Geosophia. También vale la pena señalar aquí la
veneración de la serpiente en el culto de Isis, otra competidora inoportuna de la historia
cristiana.
Esta serpiente y el perro de Asclepio son motivos ctónicos. El perro es el psicopompo y guía
del Inframundo, así como el comedor de cadáveres. Estos dos animales nigrománticos
también se entregan a Hekate, los aullidos de sus perros y lobos que rasgan el velo entre
los mundos de los vivos y los muertos. Como Reina de la Noche, es la emisora de sueños
nocturnos, visión profética, fantasmas y pesadillas. Ella tiene el poder de convocar a los
muertos para aparecer en visu noctis. Los sueños de brujería ahora habitan estos márgenes
temibles.
Originalmente el sueño era la cura en su totalidad. La visión del dios permitió que la
curación profunda surta efecto. Las tabletas votivas almacenadas en Epidauros dan fe de la
eficacia de la cura. Esta curación profunda se ha observado clínicamente en el estado
hipnótico. Quizás este relato del siglo II del orador romano Ælius Aristides en sus Sagradas
oraciones nos ayudará a comenzar a bajar las escaleras de mármol pulidas por tantos pies:

La revelación fue incuestionable, al igual que en miles de otros casos, la epifanía del
dios se sintió con absoluta certeza. Tienes una sensación de contacto con él y eres
consciente de su llegada en un estado mental intermedio entre el sueño y la vigilia;
tratas de mirar hacia arriba y temes, no sea que antes de verlo se haya desvanecido;
agudizas tus oídos y escuchas, medio en sueños y medio despierto; tu cabello se

23
levanta, las lágrimas de alegría caen, una orgullosa modestia llena tu pecho. ¿Cómo
puede alguien realmente describir esta experiencia en palabras? Si uno pertenece a
los iniciados, sabrá reconocerla.

Aquí Arístides está claramente en el estado de tampoco-tampoco. Esta liminalidad es el


reino del mito, la divinidad, el sueño y los muertos. Tal visión no solo fue dada por un dios,
sino que originalmente fue dada por la gran madre. Su primera forma seguramente debe
haber sido el oso de las cavernas, cuyos cráneos de culto fueron venerados en las cuevas
de nuestros antepasados. Necesitamos ir tan profundo para buscar nuestra visión de la
Diosa o el Diablo, pero citemos por ahora a Apuleyo, quien en sus Metamorfosis nos da la
visión de Isis que recibió:

Apenas había cerrado los ojos, cuando entonces, en medio de las profundidades,
surgió esa cara divina a la que incluso los dioses deben reverenciar. Luego, poco a
poco, lentamente, todo su cuerpo brillante emergió del mar y apareció a la vista. Me
gustaría contarles todas las maravillas de esta visión …
Primero, los mechones de su cabello eran largos y gruesos, y fluían alrededor de
ella suavemente, fluyendo y rizándose sobre su cuello divino. En su cabeza ella
llevaba como corona, muchas guirnaldas de flores, y en el centro de su frente
brillaba blanco y brillante un disco redondo como un espejo, o más bien como la
luna; en su derecha y su izquierda estaban atadas espirales de víboras en ascenso,
y encima había tallos de grano. Su túnica era de muchos colores, tejida con el mejor
lino, ahora con llama brillante. Pero lo que deslumbró mis ojos más que cualquier
otra cosa fue su capa, ya que era de un negro profundo, brillante con un resplandor
oscuro; ... Aquí y allá a lo largo de su borde adornado, y también en su superficie,
habían dispersas lentejuelas de estrellas brillantes, y en medio de ellas, la luna llena
de mediomes brillaba como una llama de fuego. Y en todo el largo del borde de esa
hermosa túnica había una guirnalda ininterrumpida de todo tipo de flores y frutas…
Tal era la visión, y de tanta majestad. Luego, respirando toda la fragancia bendita de
la feliz Arabia, se dignó a hablarme con voz divina.

Estas son las visiones que buscamos en nuestros propios sueños. Estos pueden ser
provocados por la contemplación regular de una estatua o imagen; La idolatría ha sido
prohibida por esta misma razón. La adoración regular, realizada todas las noches antes de
dormir, es una forma simple y poderosa de hacerlo. Notarás a la Diosa cuando ella venga, y
ella vendrá, mostrando otros aspectos, elementos, objetos y una apariencia que deben
anotarse cuidadosamente una vez que la visión ha pasado. Estos pueden incorporarse a
nuestro altar viviente y en nuestras adoraciones. Otros trabajarán con una sacerdotisa viva
o con un espejo.
Esta es la visión envuelta de la belleza, que incluso Platón en su Phædrus vio iluminando
nuestro mundo desde el otro celestial (ahora interpenetrante):

Pero la belleza, brillaba entre esas visiones, y desde que vinimos a la tierra, la
hemos encontrado brillando más claramente a través de los sentidos más claros;
porque la vista es el más agudo de los sentidos físicos, aunque la sabiduría no es
vista por ella, porque la sabiduría despertaría un amor terrible, si se otorgara una
imagen tan clara como la que se vería, y lo mismo es cierto de las otras realidades
encantadoras; pero solo la belleza tiene este privilegio y, por lo tanto, es lo más

24
claramente visto y más hermoso.

Por tanto, somos los discípulos del amor terrible que hemos logrado tal visión y que con
nuestra fuerza podemos encarnarla. Al trabajar en la brujería, es esencial que recorramos el
reino mórfico; y redescubramos y reverenciemos el sueño curativo. Debemos sobrevivir a
las llamas ardientes de su teofanía y aprender a caminar en ellas. Es del contacto del sueño
que viene el culto. Este es el camino por el cual surge la visión oracular.
Los sueños experimentados en la incubación clásica también pueden dar instrucciones
sobre qué acciones tomar para efectuar la cura. Un paralelo a esto se puede encontrar
trabajando con los espíritus de Goetia: El espíritu simplemente puede aparecer y conceder
nuestros deseos, como en los cuentos de los djinn árabes, o puede darnos instrucciones
sobre otras acciones y rituales para realizar. Así como ver los emblemas u objetos sagrados
en los misterios nos reconecta con nuestra iniciación, por lo que la visión del demonio
quimérico puede en sí misma crear el cambio deseado.
La teofanía de la luz, el fuego y las serpientes se trasladaron al culto cristiano. Entonces,
volvemos a Juan de Patmos, cuya cultura entera estaba plagada de sueños. Los ejemplos
bíblicos son multitudinarios, pero cada cueva también tenía su ninfa. Entonces, ¿se puede
ver la Revelación del Apocalipsis como una serie de visiones incubadas? La cueva de Juan
es claramente una cámara de ensueño, aislada con una capucha de piedra adicional en la
que recostó la cabeza. En un exilio exiguo, a través del teatro de su mente interpretó las
imágenes y la situación de la iglesia fundadora y la superpuso con su odio a la mujer y los
cultos oraculares en Éfeso. Las mujeres que colocaron en sus frentes la inscripcion
ΜΥΣΤΗΡΙΟΝ y declararón la profecía pudieron acceder al mismo estado que las que
estaban en incubación, pero luego pudieron hablar como la Diosa. Eran impudicas con la
lengua y, por lo tanto, en términos cristianos, prostitutas, aparte de cualquier prostitución
sagrada real. Juan buscó una visión que abarcara su caída. Impotente, solo tiene a su
discípulo, las paredes de roca desnuda y con su vista atenuada, las vívidas imágenes de
una historia que se siente impulsado a contar. Entonces, ¿es el Apocalipsis una visión
soñada o una madera de acacia con cola de milano superpuesta con oro para parecer
determinada y con un semblante angelical engañoso? El Apocalipsis claramente no está en
lenguaje oracular crudo. Lleva las marcas de herramientas, que no se han borrado como en
la poesía para parecer sin esfuerzo, pero tampoco es simplemente un cifrado o propaganda
desnuda. Entonces, ¿qué es lo que Juan nos presenta? Como escritor, y muy sensible a los
matices del texto, encuentro todos estos elementos presentes en Juan. Una de las
dificultades es el pobre griego del original (asunto de Proclo) y el hecho de que nos
relacionemos con la forma sonora con mayor frecuencia nos aparece en la prosodia de la
versión King James. Hay claramente "pasajes de enlace", por lo que quizás deberíamos, en
lugar de estudiar el texto, mirar las imágenes, ya que son estos emblemas los que
encapsulan y, yo diría, que informan toda la visión. El Jesús del Apocalipsis aparece de la
misma manera que en los relatos clásicos de incubación, inundado de luz y con un nuevo
detalle: lengua de espada. Está la serpiente reveladora, tres formas de diosa que le deben
mucho a la gran diosa de Apuleyo e Inanna. Son estas instantáneas las que detienen
nuestra mirada y buscan encarcelarnos con sus colores morales demasiado vívidos. Juan
busca sobrescribir y exponer sus significados sobre nosotros, y para hacerlo ha descendido
a la incubación, trayendo consigo la cultura y las historias que conoce, pero al verlas
resurgir en la arena de la conciencia adornada con formas fraudulentas.
Sin embargo, en esta propaganda cristiana nos vemos obligados a vernos a nosotros
mismos conteniendo la fuente de animación tanto de lo divino como de lo demoníaco, y

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obligados a tomar la decisión. Este es el error del dualismo. Lo que Juan no puede
comprender es que el veneno de la serpiente es la Medicina de Dios. La serpiente corre con
la médula ardiente de los héroes deificados y los poderosos muertos. Juan no se encuentra
con Asclepio como una serpiente sanadora, sino que lo rechaza como enemigo, eligiendo
en cambio la enfermedad que tanto adoran los enemigos del mundo. La diosa es
rechazada. Como tal no hay curación posible y el conocimiento de los misterios se rompe.
Juann de Patmos no ha podido descifrar su propio manuscrito como algo más que una
maldición, y también lo han hecho aquellos que lo han seguido. Yo diría que la maldición es
deliberada, generalizada y uno de nuestros mitos culturales clave que de la que debemos
despojarnos a nosotros mismos si queremos soñar de verdad. Ted Hughes asume esa
tarea, mi comprensión de esto se da en el capítulo Un Hechizo para Despertar a Inglaterra.
En la brujería debemos abrazar la sabiduría de la vieja serpiente, el Diablo y la Diosa con
quién está íntimamente ligado.
Este arte interior no es uno que nos haya llegado. Quizás esta sea también una razón por la
cual Juan no ha sido visto como un soñador: el arte ha sido devaluado, exteriorizado en
nuestra cultura de superficies. Parece tan simple que se pasa por alto, una interrupción
improductiva a una cinta de correr económica de 24 horas, tal vez un respiro, pero no una
puerta de entrada. Debemos entender la guerra contra los sueños no solo desde el refugio
de la cueva, sino también cómo las sombras de la cruz se convierten en un bosque de
antenas y señales que de una manera aún más radical nos niegan la visión al suplantar
nuestros símbolos con los suyos. No podemos simplemente acercarnos al sueño como si
fuéramos prístinos, sino que debemos entender la historia, la violencia y la distorsión que se
le han hecho. De esta manera, los aspectos curativos y visionarios volverán y nos inundarán
de significado renovado. Para hacer esto, usaré las trayectorias de los psicoanalistas,
surrealistas y ritmos antes de enfrentar el pantano de la cultura de masas y la publicidad.
El entusiasmo de Freud y Jung para probar las puertas ahora es un juego de salón solo
para las clases adineradas. En un momento, fue dinamita. Tal vez el horror de la Primera
Guerra Mundial permitió una brecha en la primera línea de defensa, el no cometereis
fragmentado. Dio por el peso preñado de la negación que había sido canalizada hacia el
Imperio Cristiano, y ahora liberada por sangre, cocaína, emancipación femenina, almas
mojadas en agujeros de zorro, maquinaria implacable, masacre. El sueño fue reconocido
nuevamente e hizo demandas a los soñadores para que se preste atención a la
interpretación y se le diera valor. Se buscó la curación en sueños y su análisis antes de que
el petróleo barato lo reemplazara con lo que sus pacientes llaman la terapia minorista.
Incluso el famoso sofá replicó el kline griego, el sofá utilizado en la incubación y dio un
nombre a su práctica con la palabra clínica.
Al trabajo de los magos vieneses se unió a los surrealistas cuyas planchetas dibujaron
palabras y luego imágenes en mesas de café y galerías de arte, y escribieron la
omnipotencia de los sueños una vez más. El Primer Manifiesto de Surrealismo de André
Breton de 1924 define el problema que enfrentaron:

Disfrazados de civilización, bajo el pretexto del progreso, hemos logrado descartar


de nuestras mentes cualquier cosa que, correcta o incorrectamente, pueda
considerarse superstición o mito; y hemos proscrito todas las formas de busqueda
de la verdad que no se ajuste a la convención.

Esta crítica sigue en pie y nos estremecemos desnudos e insatisfechos por las imágenes
que nos asaltan en su lugar. Sin embargo, como veremos, la respuesta de la civilización a lo

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que se caracteriza como superstición y mito, y lo conocemos como brujería, ha sufrido una
nueva transformación. Pero recordemos primero nuestras historias, Breton define sus
términos, excluyendo notablemente las artes visuales, una omisión que corrigió
rápidamente:

SURREALISMO, sust. masc. Puro automatismo psíquico mediante el cual se


pretende expresar, ya sea verbalmente o por escrito, la verdadera función del
pensamiento. Pensamiento dictado en ausencia de todo control ejercido por la
razón, y fuera de todas las preocupaciones estéticas o morales.
ENCICLOPEDIA: Philos. El surrealismo se basa en la creencia en la realidad
superior de ciertas formas de asociación hasta ahora descuidadas, en la
omnipotencia del sueño y en el juego desinteresado del pensamiento. Conduce a la
destrucción permanente de todos los demás mecanismos psíquicos y a su
sustitución por ellos en la solución de los principales problemas de la vida.

Sin embargo, incluso Breton no insiste en la primacía de un método, o como diríamos, una
visión:

... Es importante tener en cuenta que no existe un método fijo a priori para la
ejecución de esta empresa, que hasta el nuevo orden se puede considerar una
provincia de poetas y académicos, y que su éxito no depende de las rutas más o
menos caprichosas que sigan.

Austin Osman Spare afirma ser anterior a sus experimentos dando una fecha de 1901 para
su primer uso del automatismo, y corroborado por su obra publicada Book of Pleasure en
1913. Sin embargo, debajo de esto hay brujería, sueños, adivinación, magia popular y el
espiritismo de la década de 1840. Estos son los artefactos que se olvidan en la carrera
hacia lo moderno. Quizás nos avergüenzan los raperos de mesa, los hipnotizadores y los
lectores de hojas de té. Pero estos son los impulsos a los que la humanidad siempre ha
respondido. La historia es un río ancho y salvaje con muchos afluentes a menudo escritos
como si se tratara de un solo canal que descifra un curso de agua inevitable para agitar el
molino del progreso.
El método paranoico-crítico de Dalí se construyó en la década de 1930. El objetivo era
percibir conexiones no lineales, como lo hacen los paranoicos. Las obras resultantes a
menudo contienen yuxtaposiciones, ilusiones ópticas. Él escribió: Toda mi ambición en el
ámbito pictórico es materializar las imágenes de mi irracionalidad concreta con la furia de
precisión más imperialista. Sus visiones fotorrealistas se han convertido en taquigrafía
popular para todo el movimiento surrealista. Sin embargo, siento una desconexión, tal vez
provocada por el trauma de la guerra, de toda una historia de brujería que ha navegado
precisamente dentro de este espacio. Los surrealistas están preocupados por acceder al
sueño, pero no necesariamente se mueven dentro de él (una crítica que se aplica al
movimiento enteógeno y psicodélico moderno que puede parecer un poco mejor que los
turistas). De hecho, podríamos llegar a definir la brujería como el arte de navegar el sueño.
Seguramente estamos traspasando aquí en el ámbito de lo oracular, y en brujería tenemos
la metodología para “leer” este lenguaje verde con fluidez. No a través de la inmersión en
las tablas de 777 a las que una generación de magos se ha confinado a sí misma, sino

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a través de una relación viva y cambiante con la realidad mágica y mitopoética subyacente.
Si esto es paranoia en la que nos estamos entregando, entonces tiene un linaje ilustre
espléndidamente forjado en heráldica, alquimia y poesía.
Los juegos que jugaron los surrealistas, ya sea frottage o grafomania entopica, o cualquiera
de las otras tecnicas deliciosamente nombradas, fueron tanto un redescubrimiento de
técnicas que datan de Lascaux, como una admisión de que la transmisión había sido
terriblemente dañada por las estructuras de civilización entre las que hasta ahora estamos
parados. Sugeriría que el ejemplo del juegar, de algún juego en el que participemos con
entusiasmo. El olvido de esto se puede ver en los registros que enumeran los juegos
infantiles aparentes en Sumeria que hasta hace poco no se consideraban un elemento
crítico del culto a Inanna. No debemos guardar nuestras cosas infantiles, ni sacrificar el
espíritu lúdico de la juventud olvidando así el camino hacia lo divino. Debe recordarse que
fueron los juguetes de Dionisos - trompo, nudillos, toro, bola, espejo, lana - los símbolos de
sus misterios. Quizás, me atrevo a decir, inconscientemente, que Dalí y la terminología del
movimiento surrealista permitieron que la patología médica de estados alterados y la
producción artística se vieran como resultado del trastorno de la personalidad. La idea sigue
siendo obstinada de que el LSD nos coloca en el mundo de los esquizofrénicos paranoicos.
El arte, y por extensión la Magia, se convierte entonces en algo de lo que podemos
curarnos. Hemos sido etiquetados como enfermos en lugar de malvados. Ser inofensivo es
ser impotente. Quizás esto se haya facilitado por la desconexión de la tradición que
representan los surrealistas, presentándose como si fueran un fenómeno completamente
nuevo. Esto no sugiere que los surrealistas no produjeran nuevos trabajos, pero no
establecieron una conexión explícita con su ascendencia. Este fue un terrible error que ha
sido explotado sin piedad por nuestros enemigos cuya razón de ser es dividir y conquistar.
La búsqueda del sueño no terminó con los surrealistas. Tampoco comenzó con ellos, aquí
dejo caer algunos cuadros, el desorden deliberado de Rimbaud de los sentidos
ventriloquisados a través de los labios de lagarto de Morrison, Alfred Jarry, Baudelaire,
Lautréamont, Blake. Podemos rastrearlo hasta los ritmos de los años 1940–50s. En la
extraña letanía descriptiva de Ginsburg, y quién lo expresó mejor que en Howl, la
generación estaba buscando algo con lo que ahora es una ira pasada de moda:

... hipsters con cabeza de ángel ardiendo por la antigua conexión celestial con el
dínamo estrellado en la maquinaria de la noche …

Pero en Howl, el enemigo, aquí caracterizado como Moloch, como demiurgo domina. Este
era entonces un sueño americano, ya que los desposeídos, los queer, el poeta, el artista,
todos buscaban encontrar un significado más allá de los límites de la cerca alambrada. El
camino abierto de la gasolina los llevó a sus interiores secretos. Sin embargo, habían
encontrado el boleto a los sueños, el uso de drogas visionarias y con ellas el desbloqueo de
sus identidades sexuales negadas. Me repito, ya que esta repetición también está en la
naturaleza del sueño. Digamos que una brujería sin drogas no es brujería en absoluto. El
sueño todavía se puede encontrar en las lías de la copa de vino en la que la serpiente se ha
disuelto milagrosamente.
Críticamente, los Beats miraban hacia el Este, descuidados y rechazados por un sueño
americano forjado por una industria que no compartía su maraña de miembros y barbas.
Quizás algunos buscaron una India mítica donde todos fuman la hierba de Lord Shiva. Pero
más exactamente, deambularon después de la disolución del ego y la infinitud de la exitosa
sesión psicodélica que no se describió en sus manuales culturales. Si se trataba de un mero

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exotismo, este tropo necesita desafíos. ¿Pero quiénes somos para limitar el alcance de
cualquier sueño? Estados Unidos es un imperio a la deriva, un corte de culturas que es un
extraño en todas partes. Nadie más que William Burroughs, cuyo nombre merece un lugar
en cada libro serio de brujería. Eligió las tierras brujas de México, ese Bardo americano, y la
zona interzonal de Tánger, antes de retorcerse con las cucarachas en el Hotel Beat y en la
9 Rue Gît-le-Coeur. Tienes que viajar para hacer esto, tienes que ser el extraño en la
búsqueda del sueño. Entonces pregunto, ¿podemos encontrar fortaleza en nuestras propias
tradiciones, pero también reconocer nuestro lugar en la encrucijada? ¿O simplemente
somos restos flotantes en Goa, en Freak Street, cavando nuestras tumbas en Mallorca con
cada amanecer? La brujería nos ofrece la conexión que necesitamos para estar atravezar
más que desesperadamente el páramo y peligrosamente bajos de combustible. En un
sentido real, nos hemos separado de las conexiones, sobrescritas, cortadas, perdidas en un
conjunto de símbolos globalizado que no proporciona ningún significado más allá de un
mensaje para consumir.
¿Podemos encontrar un ejemplo que trascienda lo psicoanalítico y que combine lo creativo
y lo mágico? ¿Un nexo que pueda sugerir una salida del estancamiento de simplemente
más drogas, narrativa menos lineal o narcisismo cada vez más hedónico? ¿Hay algún
camino de regreso al laberinto de ensueño de la casa de las brujas? Yo sugiero que
podemos hacer un viaje así, y que un ejemplo de tal vida y trabajo es la del poeta Peter
Redgrove, quien con Penélope Shuttle abrazó el misterio menstrual de la brujería y cuyo
método fue el de los sueños lúcidos.
Redgrove tuvo su despertar chamánico en la inmersión total de la terapia de coma en
insulina. Esto se prescribió después de un colapso cuando fue reclutado en el Servicio
Nacional y diagnosticado inseguro por esquizofrenia incipiente. La respuesta tecnológica a
un cuerpo fuera de servicio fue una inquisición realizada en batas de laboratorio por
doctoras. Una serie de intervenciones, cincuenta descensos en total que lo desmantelaron
pero le dieron el don poético. Ecos aquí de Sylvia Plath, quien sufre el voltaje de EST y
expresa la experiencia en la figura poética compartida de Lázaro.
Redgrove pasó por el psicoanálisis bajo el poco ortodoxo John Layard, una experiencia que
luego ensalzó siendo el mismo calificado en esos métodos. Ciertamente actuaba de Magus
a veces, tanto para sus acólitos universitarios profundamente inspirados como para sus
contemporáneos. Sin embargo, la respuesta no se encontró en Jung, sino en una búsqueda
poética y acciones rituales a menudo obsesivas que se aferran a lo mítico. El suyo fué un
cuerpo de trabajo intensamente personal.
Para nosotros aquí es fundamental The Wise Wound, un libro escrito a través de un sueño
profundo de seis meses. Sigue siendo un texto peculiar, que fusiona la escritura científica
de su primera carrera con el polémico y poético trabajo al que se había despertado. Su
compañero y colega poeta Penélope Shuttle fue sacudido por períodos dolorosos, y a
instancias de Peter comenzó a conquistar el espacio de los sueños. Dibujando los sueños,
describiéndolos, con Peter actuando como analista y psicopompo, las imágenes se hicieron
cada vez más ricas. Al desbloquear los sueños y trazar el flujo del menstruo, Redgrove
entró en el peligroso mundo de la brujería y juntos comenzaron a comprender sus
profundidades sexuales. Wise Wound es tanto un mapa fisiológico del útero como su
periodicidad, el flujo mágico de sangre y el conocimiento de la brujería. Redgrove observa la
necesidad de dormir más durante la menstruación y, en consecuencia, una mayor demanda
hecha por los sueños en este momento. Él huele la magia, la persigue. Él entiende que esta
sangre es un poderoso ungüento mágico y lo aplica. En lugar de verlo como una maldición,
la menstruación se celebra como un momento de gran creatividad y deseo sexual. Para él,

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este es el momento pico. Esto era todo lo contrario a lo que la cultura decía en ese
momento.
No comparto todas las conclusiones de Redgrove, cuyo enfoque está en la Diosa Negra que
envía sueños, la madre envolvente aluvial. Esto, en combinación con su lectura de la
exégesis de Grant, su comprensión de la Cabalá (con especial énfasis en la garganta,
Daath) y su complejo ritual personal 'el juego' lo lleva a equiparar el sexo no procreador
durante la menstruación con el Sabbat. Su enfoque mágico sexual se puede estudiar en
The Black Goddess and the Sixth Sense, donde los adeptos Frater S.C. y Soror S.M. a
quienes pretende entrevistar son, de hecho, Penny y él mismo. Él escribe

… hombres y mujeres juntos produjeron un elixir, y se podía saborear. A veces era


como miel, a veces metálica, a veces burbujeaba en la lengua como champán. Se
podría hacer en las diversas culminaciones del ciclo menstrual, generalmente
señalado por la “cima” sexual de la pareja femenina …

Continúa explicando cómo después del clímax final se fusionaban en estados hipnagógicos
y de sueño, y volverían de nuevo. Esto es parte de cómo el sueño, el sexo, la poesía y la
brujería forman un circuito perfecto. Esta es una forma creativa de salir del callejón sin
salida. Redgrove fué capaz de combinar el exceso mastubatorio de su despertar sexual
embadurnado, a través del charco de la coma de insulina y, como adulto, integrar todo esto
en una mitología menstrual, trabajar en prosa, poesía, obras de teatro y textos escritos en
un vertiginoso lametazo bajo sugestion autohipnótica, o visto a través del lavado vidrioso del
alcohol. Lo que parecen ser peculiaridades personales le permitieron buscar
incansablemente los misterios de la luna oscura, lo cual hace como amante. Esto es
diferente a muchos escritores varones que actúan como si la sangre menstrual fuera algo a
lo que tienen acceso en virtud de su conocimiento especial. Demuestran un sentido de
derecho que ve el cuerpo de la mujer como algo que poseen, un dispensario alquímico y un
medio para sus fines. Redgrove no aparece como tal hombre.
Peter y yo estaríamos de acuerdo con el eclipse lunar, claramente una luna sangrienta, pero
creo que está equivocado en algo de su lógica, impulsado por el imperativo menstrual. Esto
va al núcleo de la estructura mítica que este libro desarrollará gradualmente, y a mi
conclusión muy diferente.
Es importante reconocer la centralidad de The Wise Wound en la historia moderna de la
brujería, un libro que inspiró a otro de los otros textos importantes en mi propia lectura
mítica, Blood Relations de Chris Knight. No veo a mi propia comprensión de la brujería
como antagónica con estos otros textos, pero tal vez les permita ser leídos con nuevos ojos.
Por la tierra, la sangre, la corporeidad de la brujería y la sexualidad ritualista, debemos
pagar nuestra deuda con Peter Redgrove, como su biógrafo Neil Roberts lo titula
incisivamente, un soñador lúcido.
Los mandalas menstruales de Shuttle y Redgrove son un ejemplo para emular. Un diario y
libro de sueños que escribimos para nosotros mismos. Este es el manual de la magia de la
luna oscura, de la introspección necesaria, de la incubación. De cómo la observación y la
integración de los ciclos pueden desbloquear poderosas fuerzas creativas, que nos
permiten explorar nuestras mitologías personales y participar en un proceso que no es
simplemente mirar hacia adentro. La psicología simple y la autoayuda son fantasmas
pálidos en comparación a los beneficios y peligros de la brujería.
Debemos recuperar la historia de los sueños. A medida que nos desconectamos, también
debemos volver a conectarnos para permitir que el sueño fluya. Presiono el boton de

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detener en la cinta de recapitulación. Puedes despertarte ahora, estamos aquí en el tiempo
presente.
Si puede haber una guerra en los sueños, propongo un contraataque devastador.
Reconoce que algo siniestro ha estado esculpiendo el paisaje del sueño. Estamos viendo
una colonia y colonización sin precedentes de los mundos de los sueños. Cuando hablamos
de incubación, quedó claro que el Mundo Antiguo entendía la importancia del sueño, y
desde entonces ha estado acumulando un limo gris. El mundo de los sueños se está
contaminando igual que el mundo natural, igual de despojado. Antes incluso de llegar al
Asclepium, nuestras mentes corren con la charla, asaltadas por las demandas. La estrategia
anterior de no tendréis sueños no autorizados ha sido reemplazada por una estrategia más
terrible. No es simplemente el sueño lo que se ridiculiza como sin sentido, sino todos los
aspectos de nuestras vidas. Es una parodia de Hassan Il Sabbah, en la que nada es verdad
y, por lo tanto, nada está permitido. Desfilamos nuestro ser interior que se revela que no es
más que lealtad a una secta de marcas compatibles. Cuando nos vemos a nosotros mismos
y al mundo que nos rodea no reconocemos lo sagrado. Nuestra cultura se ha devorado a sí
misma. No es de extrañar que el cristianismo vea el final de los días, que el Islam se retire a
las certezas medievales y que todos los demás estén conectados a su esclavitud digital.
El sueño está en competencia, no solo con los marcos de fuerza de Juan, sino también con
una máquina mucho más sofisticada. Aunque la psicología ha sido burlada, son las
herramientas de Freud y Jung las que se utilizan para minar nuestros deseos e
inseguridades en un asalto de propaganda incesante y cambiante. Debemos aprovechar el
trabajo de Edward Bernays, MKUltra, Project Artichoke. Estos son los herederos modernos
de la inquisición cuyo deseo de moldearnos no ha terminado en los ámbitos de
francotiradores de los Candidatos Manchurianos, sino en la guerra de aviones no tripulados
y campañas publicitarias realizadas en líneas militares. No desean que leamos su plan, es
Majic, Top Secret, Eyes Only. Solo estamos destinados a ver el espectáculo mientras nos
envuelve con la excesiva intimidad y la forzada relación de un vendedor. Se está llevando a
cabo una reorganización diseñada de nuestros sentidos para que seamos no-ciudadanos
bajo César, no solo traicionados por nuestra lujuria, sino alienados de la naturaleza y
vendidos a un espectáculo narcótico que nos enferma mientras consumimos sin cesar. La
brujería se opone a esto.
El viejo proverbio TOPY dice: nuestro objetivo es la vigilia, nuestro enemigo es el sueño sin
sueños. Sin embargo, el sueño ha sido hackeado con una serie de visiones más
insidiosamente convincentes. Nos enfrentamos a una industria industrial que fabrica
nuestros sueños por nosotros y los insinúa a través de nuestra cultura y nuestro idioma.
¿Cómo podemos soñar cuando nuestro vocabulario de símbolos solo tiene el matiz de
newspeak? Estos son espectros de deseo y aunque están marcados para la venta,
permanecen inalcanzables. Nuestra cultura está tan enferma como el planeta que está roída
hasta el núcleo sangriento. Hemos alcanzado el estado de sueño sin sueños en el sentido
de que nuestros símbolos nos son dictados por la publicidad de manera más efectiva que
incluso por la Iglesia. Pero espera, repite, estos sueños soñados para nosotros están
destruyendo la estructura misma del planeta. Son la proyección de una civilización en plena
crisis. En un círculo aterrador, nos vemos obligados a un sueño más profundo para hacer
frente a esto. Como brujas debemos atrevernos a enfrentar esto en lugar de buscar
consuelo, debemos pasar la prueba de Gom Jabbar. Debemos mirar a nuestro mundo tal
como es, y es una prueba desesperanzadora y dolorosa que sufrir. Sin embargo, el dolor
del mundo es lo que estamos enmascarando al aceptar los falsos sueños de nuestro

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imperio caído cuyas fauces aún devoran incluso en su agonía. Antes de soñar debemos
abrir los ojos y lavarlos.
El mundo moderno es un ejercicio, no de incubación, sino de aislamiento y fragmentación.
Ofrecemos una alternativa, el Sabbat en el que las células soñadoras se reúnen y se
comparten.
Este proceso no quedará sin oposición. Los herederos de Juan desean cerrar las puertas a
la experiencia numinosa. Eliminar el valor de la visión, desencantar, desposeer, criminalizar
y marginar lo que está en el corazón de la experiencia humana. Este es el verdadero
camino del veneno, el de la soberanía cognitiva, afirmamos claramente que obtendremos el
control de nuestros sueños. La brujería dice que no cortaremos nuestros propios corazones.
Los borradores de los sueños se pueden buscar. Las visiones que filtran los colores falsos
de los rostros de nuestros enemigos están esperando.
La taumaturgia de nuestros enemigos ha evolucionado, pero tenemos estratagemas para
aplicar contra ellos. La brujería nos pide que soñemos los sueños no permitidos, de los
cuales el Sabbat es la forma más elevada. Llegaremos a los lugares altos juntos como
Simurgh, no como cultos competidores, sino con un reconocimiento mutuo de que todos
estamos en el camino de los sabios. Aquí está pues, la estratagema.
Primero debemos desconectarnos de la visión artificial del espectáculo. Un simple paso es
esto, deshazte de tu televisor. Luego, bórrate de lo digital. Obtenga el control de los datos
que se utilizan para mantenernos en un circuito de retroalimentación de señal y el narcótico
de aprobación. El tan alardeado flujo de información es simplemente ruido. Este coloniza
activamente nuestra memoria a corto plazo al sobrecargar su capacidad de procesamiento.
Debemos apagarlo si deseamos soñar de nuevo.
Debemos participar en la autorreflexión libre de los medios, o seremos meros reflejos de los
sueños de otra persona, una pátina de marca que cambia para disfrazar nuestro vacío
interior. La brujería está sobresocializada, para usar el término de Ted de Kaczynski, y no
me disculpo por acudir a pensadores tan radicales y mal representados. Los supuestos
ancianos de la brujería están involucrados en el mismo proceso que el izquierdista
sobresocializado contra el que critica en la cita a continuación. Primero lea el texto tal como
está, luego sustituya la palabra negro por bruja y léalo nuevamente:

Los espectáculos izquierdistas sobresocializados muestra su verdadero apego a las


actitudes convencionales de nuestra sociedad mientras finge estar en rebelión
contra ella. Muchos izquierdistas presionan por una acción afirmativa, por trasladar a
las personas negras a trabajos de alto prestigio, por mejorar la educación en las
escuelas para negros y más dinero para tales escuelas; consideran forma de vida de
la "subclase" negra una desgracia social. Quieren integrar al hombre negro en el
sistema, convertirlo en un ejecutivo de negocios, un abogado, un científico al igual
que los blancos de clase media alta. Los izquierdistas responderán que lo último que
quieren es convertir al hombre negro en una copia del hombre blanco; en cambio,
quieren preservar la cultura afroamericana. ¿Pero en qué consiste esta preservación
de la cultura afroamericana? Difícilmente puede consistir en algo más que comer
comida de estilo negro, escuchar música de estilo negro, usar ropa de estilo negro e
ir a una iglesia o mezquita de estilo negro. En otras palabras, puede expresarse sólo
en asuntos superficiales. En todos los aspectos ESENCIALES, la mayoría de los
izquierdistas del tipo sobresocializado quieren hacer que el hombre negro se ajuste
a los ideales blancos de la clase media. Quieren obligarlo a estudiar materias
técnicas, convertirse en ejecutivo o científico, pasar su vida subiendo la escalera de

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estatus para demostrar que los negros son tan buenos como los blancos. Quieren
hacer que los padres negros sean "responsables", quieren que las pandillas negras
se vuelvan no violentas, etc. Pero estos son exactamente los valores del sistema
tecnológico industrial. Al sistema no podría importarle menos qué tipo de música
escucha un hombre , qué tipo de ropa usa o en qué religión cree mientras estudia en
la escuela, tiene un trabajo respetable, sube la escalera de estatus, es un padre
"responsable", es no violento y demás. En efecto, por mucho que quiera negarlo, el
izquierdista sobresocializado quiere integrar al hombre negro en el sistema y hacerle
adoptar sus valores.

No estoy sugiriendo que la brujería nos coloque en la terrible posición de los negros. Dicha
mitología de la víctima solo es exteriorizada por los privilegiados, y si eres un hombre
blanco en el mundo occidental, eso es exactamente lo que eres, privilegiado; las mujeres lo
tienen más difícil. Debemos rechazar los valores de nuestra cultura y oponernos
activamente a ellos con las visiones que obtenemos de los sueños. Sin embargo, muchos
de los ancianos de la nave han jugado un "juego responsable" que es una anatema a la
misma brujería. Pero esto también es una crítica a esas brujas que piensan que solo se
trata de escuchar 'música de estilo bruja' con 'ropa de estilo bruja' y, en consecuencia, no
lograr nada en absoluto. No importa si escuchas black metal o Bach, la prueba de brujería
es el rechazo de los valores de esta cultura y las acciones que tomas. Donde duermes es
donde sueñas.
La Brujería Apocalíptica no se limita a ningún enfoque ideológico único. Es tan diverso como
el sueño mismo, aunque unido en su diferencia y distinción de la cultura dominante. Con
cada afirmación de la interconexión sagrada, la participación en el flujo erótico de la vida,
nos traslada a un mundo real, el mundo de la naturaleza del que estamos profundamente
alienados. Se da cuenta de que el mundo recortado, vendido, comprado y despojado es
tanto interior como exterior.
Así que, habiéndonos desecho de quienes se asustan por la mera idea de la desconexión,
susurremos la siguiente etapa del proceso, al darnos cuenta de que no es una desconexión,
en realidad es un proceso de encantamiento. A medida que el sueño se nos abre
nuevamente, lo hace con una nueva comprensión de que somos parte del mundo, no
buscando escapar de él. Podemos leer los símbolos del sueño en el vivir de las vidas que
tengan un significado mítico. Esta visión es ridiculizada por nuestra cultura, pero una vez
que estamos libres de las demandas de bucles de retroalimentación incesante y el
comportamiento de búsqueda de aprobación, la burla no tiene poder sobre nosotros. Nos
hemos despertado del hechizo de la taumaturgia y los Prospero comienzan a acobardarse.
Aquí la práctica regular del diario de sueños nos mantendrá a salvo. Aquí los amigos y
amantes que tenemos se mostrarán por lo que son. Espera cambio.
El tercer paso es profundizar. Después de salir de la narrativa oficial y comenzar a
recuperar lo sagrado, el juego de la rosaleda comienza en serio mientras trazamos nuestros
laberintos personales, no los tejidos en los telares industriales de los sueños. Surgen
demandas de purificación, de cambios rápidos, de purga, en la dieta. Comenzamos a
conocernos más allá de lo que hemos repetido de memoria. Ahora es cuando comenzamos
a darnos cuenta de todo el potencial de incubación. Ahora comenzamos a tomar conciencia
de nosotros mismo al soñar. Ahora estamos preparados para ese sueño diferente. Viajamos
más lejos, a un paisaje interior compartido que se encuentra más allá de los sueños
salobres poco profundos de los eventos del día. Este es el kur de los cedros perfumados.

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Antes de partir hacia el Sabbat, buscamos la visión de su Reina. Es en este nivel de sueño
que ella se nos revela. Hay ayudas, de las cuales la artemisa se puede elogiar, al igual que
las tinturas de amapola, solventes de vino de mandrágora, hongos, ruda siria y raíz de
polygala. Sería una grave injusticia para la historia de la brujería si tuviéramos que ver esto
como algo artificial. Necesitamos esta tradición, que es un complemento del trabajo, no una
alternativa. Debemos volver a los primeros principios y hacer una cuidadosa preparación de
nosotros mismos como los vasos preciosos de los sueños. Debemos navegar por el paisaje
interior que se extiende desde almohadas hasta calles, prados y colinas y se eleva a través
del bosque hasta los picos de las montañas. Ella no está simplemente esperando. Ella viene
por nosotros.
Desde la intimidad de este intercambio comienza el proceso de volverse oracular, de ser el
corazón y la lengua. Podemos llamar a esto lo que es, posesión, y con ella el don de
profecía. Cuando se logre esto, podrás hacer más que participar en un ritual privado,
encarnarás lo mítico. La oniromancia se derrama y con la expresión y la acción cambia el
mundo.
Somos el material del que se hacen los sueños. Soñadores, despiertos.

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IV
Esta danza para Inanna
Cruzada
La línea del labial separada
Cuerdas giratorias, guindalezas y cordones,
La triple madeja retorcida
Cielo, Tierra e Inframundo
Está unida
Ajustada como garras de gato
A la brida del león, la trampa del dragón
La lleva escabullida sobre sus caderas
Cuando el artista mediúmico moderno mira en su cristal, ve la última
pesadilla de desintegración mental y vacío espiritual...
Pero puede que vea algo más... Lo vital, un espíritu terrible de la vida
natural, que es nuevo cada segundo. Incluso cuando es envenenado
hasta el punto de la muerte, sus esfuerzos por ser el mismo son nuevos
en cada segundo.

Un Hechizo para Despertar a


Inglaterra
Ciegos de palabras nos perdemos la esencia sangría de la magia. Los poetas no repiten,
reconectan. Ellos no buscan las palabras, más bien las palabras salen de ellos, gritando
como mandrágoras coronadas. Duele realizar este trabajo. Cargar con la maldición de
encontrar un hechizo que despertará a Inglaterra.
Hay obras bien conocidas, La Diosa Blanca, con todas sus fallas, continúa atrapándonos en
letras que salen retorcidas desde árboles húmedos -factualmente defectuosas, pero más
convincentes que el nudoso alfabeto nacido muerto de Spare. La idea insiste en que hay
una tradición secreta y que puede ser sacada del agarre de esfinge del verso. Esa poesía
es una mejor guía a la historia que los documentos desollados de los eruditos. A pesar de
mucho sacudir la cabeza en desaprobación, Graves dio a luz a una tradición, pasando de
Cochrane a la brujería. Cochrane encuentra la belladona que destella para abrir el iris, para
dejar entrar más belleza, más luz, para presenciar ese terrible final a todos los acertijos. No
puede ser expulsado, el mensaje mata al mensajero. El oráculo da la misma respuesta a
cada nuevo buscador.
Pero intuyo que Graves fracasa, esa palpitación de ciervo, esa voz repugnante de
antepasado que retrocede. El mito ya no es vital en este relato, cayendo. El viejo rey en la

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arboleda espera en vano ser asesinado y pasa a la decrepitud murmurante. ¿Dónde están
los que se atreven a buscar la espesura? No es el mito lo que caduca, es la forma de
redactarlo. Se necesitan infinitas voces nuevas para hinchar sus gargantas con canciones.
La poesía es el linaje ininterrumpido.
Peter Redgrove emerge del corrosivo bautismo de sal de la península perdida, junto a
Shuttle, para trenzar el flujo sangriento en mitos y poemas menstruales. Las atmósferas
duras sacuden su cráneo en un discurso valiente, una nueva expresión. Los dos giran
ponderados y resonantes. Aquí hay brujería. Una cosa en parte escuela de arte y en parte
pecio recogido de la tradición occidental, iluminada por las insinuaciones de Tantra
arrancadas de los dedos éldricos de Kenneth Grant. A partir de esto, se fabrica una
escalera de Jacob y se descubre que conduce de nuevo a la puerta de la casa de las
brujas. El sexo vuelve a ser peligroso cuando los artistas lo tienen, recordando lo que
significa más allá del velo de la represión y la mera mecánica de la pornografía. La Diosa
Negra y el Sexto Sentido tienen asuntos pendientes con nosotros, un santuario aún no
venerado, o completamente entendido, La Herida Sabia resucita el sexo femenino. Una
fosforescencia se aferra a la imagen de Peter y Penelope, un espectral rocío marino. Su
trabajo es una inclusión mágica considerada en Datura, lanzada en el museo de brujas
como un hechizo dentro de una botella para romper sus semillas en otra costa.
Mi, o mejor dicho, su propio libro, es una parte deliberada de esta secuencia de negro,
blanco y rojo. Nuevamente, la historia, las escrituras y la poesía se convierten en revelación.
Dramáticamente cortada, perfumada e intoxicada, las semillas de perlas y rubíes y el oro
rojo se sonrojan en su piel viva. Podemos volver a contar pero no repetir, cada narrador
debe hacer que la tradición cobre vida. “¿Dónde está tu prueba?” es la demanda de la
Diosa. Otra vez, muéstrame el truco otra vez. Hazme reir. Hazme sonreír. Enciéndeme con
la forma en que juntas tus palabras. Muéstrame que lo dices en serio.
Somos la generación desencantada y en gran necesidad de poesía. Vocales arrastradas en
voz alta y eclipsadas en txt. Incluso estos poetas y su búsqueda, tan cerca, son un osario de
cráneos alisados como piedras de río. Su lenguaje se vuelve incomprensible a medida que
nos atrofiamos en textos predecibles y cadencias de frases clave. Los terribles nombres de
la Diosa están siendo borrados. Lo que busco en la poesía es el impacto transfigurante de
la visión. Es raro, tan raro que nos hayamos encargado de publicarlo y escribirlo. Si me
preguntas qué magos me inspiran, volveré con una lista de poetas y escritores cuya prueba
esté en la página.
Sin embargo la magia, nunca atrapada en los filamentos de nylon de los sígiles por mucho
tiempo, se desliza hacia atrás y lucha contra la corriente. Asalta a los vertederos con un
drama y una pasión que pocos ven, perdidos en sus propios reflejos confundiendo la
profundidad de las piscinas quietas con los reflejos que corren en la superficie. Los poetas
continúan sin prestar atención, hundiendo sus cabezas en la corriente, jadeando de regreso
a la fuente de todas las cosas mientras su sangre se sofoca por el esfuerzo. Son los poetas
quienes buscan el mito, la canción, el hechizo para despertar a Inglaterra del sueño sin
sueños. Sólo se necesita una voz para recitarlo hacia la vida. Como dice Ted Hughes
repitiendo a Eliot, repitiendo a los poetas anteriores a él, debe leerse en voz alta. Añado, y
con emoción.
Tengo mi propia letanía de santos perdidos para recitar. A medida que Graves se
desvanece, cuando Shuttle y Redgrove comienzan a redescubrirse, le pido que escuche
una hagiografías más. Este ya pasado, un cuento que se descuida tal vez por una muerte
célebre y el eco póstumo, encerrado en el segundo barril. Algunas biografías son inevitables
ya que su poesía se filtró con tanta fuerza como las gruesas venas de cuarzo que

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atraviesan al granito. No doraré el sepulcro. Hay grandes trozos de poesía tan incómodos e
inminentes como el hombre mismo. Secuencias que fallan bajo el peso de las imágenes a
las que están atadas. Está el monarquismo macabro de sus obligaciones laureadas que
debería haber sido decapitado de un golpe, una obligación bárdica que salió mal. Luego
está Crow, el marginal irresoluto en el bronce nudoso y las tintas garabateadas de Leonard
Baskin. El antihéroe que parte cráneos y se ríe de todo, está destinado a quedar inacabado
y con bordes irregulares. Para toda la alquimia de Cave Birds, es la nigredo a la que
siempre debemos primero someternos, y luego, regresar. Este trabajo, este hombre, me
habla de mi propia infancia volviéndose adulta en la naturaleza, del enorme peso y del
miedo a la escritura que no se puede expresar.
Un poeta de la naturaleza, dicen algunos, y esas vistas crudas de lo salvaje son demasiado
para muchos. Las extravagancias salvajes de Crow, la beligerancia encorvada de The Hawk
in the Rain, desde la delicadeza de las arañas a las ovejas más [sluttish] pintan una
naturaleza más primal de lo que es apropiado. Esto ha llevado a algunos críticos a sugerir
que Ted Hughes no tiene una naturaleza sobrenatural, solo natural, pero eso es confundir la
firma y la voz de la Diosa que siempre está presente en su trabajo. Los que tienen ojos la
verán. En Myth and Education, escribe sobre la interdependencia de los mundos exterior e
interior:

Somos simplemente el lugar de su colisión. Dos mundos con leyes mutuamente


contradictorias, o así parecen ser para nosotros, chocando cada segundo, luchando
por la coexistencia pacífica. Y nos guste o no nuestra vida es lo que podemos hacer
de esa colisión y lucha.

Al igual que Blake y Lawrence, tiene la visión de mantener ambos mundos en su mirada. Sus
halcones y lucios son ángeles, su negro Toro Moisés es un dios. Esto es deliberado más que
una presunción poética. En una carta asombrosa a Derwent May, le confía y aclara la
verdadera identidad oculta en los poemas, Hawk como Horus, Pike como el Arcángel Miguel,
Crow como Bran: Yo no solamente anoto las cosas, ya sabes. Si no logro sacarlas del pozo,
no las consigo. Este es el muy preciado esotérico, el lenguaje verde, hablado con fluidez.
Hughes ve más allá de lo social en una ecología que él ha cazado y destripado, pero a la que
crucialmente adora y ha dado una lengua. Como perro del arma de su hermano mayor, hay
cierto horror, no el de un espectador urbano sino el de un hombre de campo sumido en
sangre. No puedes decir que tienes un tótem hasta que hayas vivido como su presa y su
depredador. Hughes sostiene la cola roja cortada de otro zorro innecesariamente sacrificado
y te hace llorar. Su consejo para los poetas es apto para todos los que cambiarían de piel:

Imagina lo que estás escribiendo. Velo y vívelo. No pienses laboriosamente como si


estuvieras haciendo aritmética mental. Solo míralo, tócalo, huélelo, escúchalo,
transfórmate en eso.

No hay sentimentalismo aquí. Necesitamos suciedad debajo de las uñas y humo


endureciendo nuestro cabello. Necesitamos sal secándose en nuestros pechos y zarzas
enganchadas a las pantorrillas. Necesitamos quitarnos los anillos de los dedos y arrojarlos al
lago. Debemos dedicarnos a nuestros cuarenta días en el desierto en lugar de nuestros cinco
minutos de fama. La magia debe volverse más salvaje si quiere tener algún significado en el
mundo, algún poder. Los mitos no deben ser drapeados encima de la poesía, ellos salen de

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la misma sustancia de la tierra, esta es la máscara que debemos usar. Sé feroz con esta
comprensión que se arraiga.
Hughes reconoce que la destrucción de la naturaleza provocará nuestra propia destrucción.
En una entrevista en 1970 dice: Cuando el cristianismo echó al Diablo de Job, lo que en
realidad echaron fue la Naturaleza... y la Naturaleza se convirtió en el Diablo.
Es este Diablo quien Hughes intuye es la Diosa negada; si tan solo la brujería moderna fuera
tan perceptiva. Este tema del destino vinculado está presente en sus poemas desde el
principio. En Monte Sión, los congregantes salen de cacería para exterminar a un grillo
alojado en la pared, en un poema que Blake se vería presionado a mejorar. Su religión ya era
la naturaleza, y Cristo era solo un desnudo gusano sangrante que había abandonado el
fantasma. Puede parecer un mundo alejado del austero metodista Yorkshire, pero todavía
estamos bajo el control de esta furia asesina para destruir nuestra ecología, acelerándose
ahora a medida que disminuyen nuestros recursos. Hughes no desarrolla simplemente una
crítica religiosa. Está alimentado por otra comprensión, duramente obtenida de la matanza
industrial de la Guerra, y una vez más sugerida por el trabajo de Robert Graves.
La Diosa Blanca se le entrega al dejar la Escuela de Gramática a los 17 años para ir a
Cambridge y reemplaza a Tarka the Otter como su texto talismánico. Saliendo del Calder
Valley, el último reino celta de Elmet, persigue a la Diosa misma. Más tarde, en 1967, le
escribirá a Graves que The White Goddess es el principal libro sagrado de mi conciencia
poética. Pero Hughes también confía en una carta de 1995 a Nick Gammage que Graves
está removido de las propiedades demoníacas de la poesía: ... No puedo sentir que él los
experimente de primera mano y los recrea en sus propios términos ocultos. Alguna clase de
distancia seca siempre se interpone entre él y el evento sagrado. Esta es una crítica que
nunca puede ser dirigida a Hughes.
Hughes entiende que está repartiendo culpas, tal como lo hizo Graves, entre Sócrates y
Platón por sus abstracciones que inevitablemente conducirían a ametralladoras y campos de
exterminio. En pocas palabras, estamos asesinando a la Gran Diosa de la naturaleza con
nuestra estúpida inteligencia. De su drama alquímico posterior Cave Birds, escribe: Mi punto
de partida fue la muerte de Sócrates y su asesinato de la Diosa del Mediterráneo. Estamos
separados del poder sobrenatural de la naturaleza, encantados por nuestro racionalismo,
estupefactos por la cultura. De esta división viene la poesía. Siente la herida en sí mismo y la
necesidad de sanar. Una vez más, el aspecto curativo de la magia está ausente en los escritos
de muchos supuestos magos, y muestra que no han entendido la esencia de la tradición y
seguirán siendo meros fragmentos. Hughes tiene la visión verde, y sus libros cubiertos de
musgo están escritos para la Diosa del Ser Completo, incluso cuando el libro de la naturaleza
está siendo destruido. Como afirma en Winter Polen:

Pero mientras los ratones en el campo escuchan al Universo y se mueven en el cuerpo


de la naturaleza, donde cada célula viva es sagrada para cada una, y todas son
independientes, el Desarrollador está mirando el campo a través de una visera, y
detrás de él se alza todo el ejército de ideas de locos y accionistas, impacientes por
cobrar en el mundo.

No podemos permanecer en la alienación, mirando la destrucción del camino por delante.


Debemos curar la herida, y no solo prepararnos para la guerra, sino también saber que
estamos en el campo de batalla. Esto no es un retiro hacia el idilio pastoral y las granjas de
juego. Esto es la naturaleza a por partir el concreto, romper cascos, fortalecer nuestras

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extremidades. Los crímenes en su contra son crímenes contra la Diosa, contra nosotros
mismos, y gritamos por sangrienta venganza.
El lado ecológico radical de Hughes también está presente en sus libros para niños, The Iron
Man y The Iron Woman, nuevamente empuñando el mito para impresionar a aquellos que
siendo niños todavía pueden ver la locura de contaminar y destruir nuestro mundo. Debemos
volver a contar esta historia y, con urgencia, enseñar a la próxima generación las palabras
del hechizo. La ciencia no es magia, es asesinato, un desencanto implacable que todos
debemos contraatacar. Aquí hay una parte del hechizo, insertada para ti como un dardo en
la infancia: otra vez, y otra vez, y otra vez.
Hughes deja de estudiar literatura después de la visita de un zorro con manos humanas
quemado y ensangrentado que pronuncia la declaración: Detengan esto, nos están matando.
Este teriomorfo es un mensajero mágico, no un ángel remilgado hecho de demasiados libros,
sino un espíritu de la naturaleza. La poesía no está para ser diseccionada hasta la muerte, y
tampoco lo está la magia ni, para el caso, el sexo. Quizás su poema más famoso, The Thought
Fox, que alude a este encuentro, puede tomarse como la prueba de fuego para saber si
encontrarás un camino para adentrarte en su escritura, o si los ritmos se agitan y el asalto a
los sentidos es demasiado contundente. Es el zorro que se repite en su trabajo y vida en
momentos críticos, mirando desde un abrigo en Chalk Farm Bridge, convirtiéndose en lobo,
observando al poeta cambiar. Aprende a ser sensible a estas intrusiones, descifrando el tarot
de sus significados. El tótem no es elegido, es otorgado.
Abandonando Lengua Inglesa en su último año, la sabiduría de la decisión se confirma por
su elección de un nuevo tema. La Arqueología y la Antropología le proporcionan otra
palabra con la que conjurar: chamán. Él se pregunta:

¿Cómo puede un poeta convertirse en un curandero y volar a la fuente, y regresar


para sanar o pronunciar oráculos?

Esto no es una afectación de la nueva era. Hughes continúa persiguiendo la literatura y los
relatos de la antropología con una venganza para toda su vida, en lugar de volver a
conformarse con la complacencia de las pipas y los mocasines. Esta es una búsqueda
poética, y perdura hasta el final. El mundo del chamán no es fácil. El Cuervo es el corazón
más oscuro, riéndose del sufrimiento humano, destruyendo todas las ilusiones. Pero no hay
autocompasión, sino una necesidad de regeneración y la aceptación de la ordalía que
encontramos liberándose en Prometheus on his Crag. En la oscuridad, Prometeo se
pregunta: ¿Soy un águila? La mayoría de los magos no llegan más allá de eso. Su grito al
amanecer para alejar a los pajaritos solo sirve para despertar al buitre. Es solo a través de
una larga y sangrienta lucha, de estrofa tras estrofa, de enfrentarse al buitre, que logra
comprender.

¿O era ese, después de todo, el Ayudante


Viniendo de nuevo para picotear el nudo crucial
De todos sus lazos...?

Ella es la Diosa, pero no podemos repetir la respuesta al koan, debemos sobrevivir la


experiencia para pronunciar honestamente las palabras. Ve tu nombre cincelado en la
lápida de tu esposa, entierra a tu hijo, tus hijos, tus amantes, quémate hasta las cenizas.
Trata con ese mago, está presente para eso, vive eso. Algunos de ustedes habrán estado
aquí, tenido sus propios tormentos, seguramente deben agradarle a ella.

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La naturaleza no es malévola, es otra. Nadie elige ser chamán, se nos impone. Es la
cabeza ensangrentada que devora nuestro hígado en constante regeneración. Es el foso
circular de marcas de dientes en su mejilla que lo marcó por amor. Pero la poesía se está
levantando del lienzo cuando la pelea ya está perdida, cuando ya estás muerto. Es la
necesidad de comprender cómo las partes desarticuladas pueden volver a encajar, y qué es
lo que falta. Es toda la Diosa. ¿Puedes reconocerla, cuando ella no responda a tu no
vengas en esa forma? El shock del horror es duende, la herida, el acto crítico en el sendero
mágicko. Esto es algo sobre lo que he escrito y ritualizado en ordalía, y recomiendo, insisto,
que se transite. Todos los pactos, toda la poesía, están escritos con la sangre de nuestro
propio corazón.
The Bacchae ahora está en la cima de su pila de libros talismánicos y allí permanece.
Intoxicación, desmembramiento, lujuria, una poesía dionisíaca en contraposición a Apolo
que, despojado de su carcaj, no es un estallido de flechas sino académico, anémico.
Hughes tiene una forma extraña de llegar al drama del mito que explota en su reelaboración
de Ovidio. Diccionario en mano revela el puro poder del momento de transformación. No
busca palabras oscuras, golpea el ritmo. Ese momento representado una y otra vez en la
pared de la cueva cuando la piel humana está siendo desechada. Esto es mágico y está
batiendo las líneas, las vidas y la poesía de todos nosotros con insistencia enloquecedora.
Hughes entiende las energías que libera. Escribe acerca de la poesía como capturar a un
animal y mantenerlo vivo, pone un poema a vigilar a otro, como lo hace Blake con tygre y
cordero, inocencia y experiencia. Hablando de sus poemas de jaguar a Egbert Faas, relata:

La tradición es que la energía de esta clase, una vez invocada, destruirá una
naturaleza impura y servirá a una pura. En una sociedad perfectamente culta, uno
imagina que los elementales como el jaguar solo serían invocados por
autodisciplinarios de un grado muy avanzado. Yo no soy uno, y estoy seguro de que
pocos lectores lo son, así que tal vez en nuestra condición corrupta tenemos que
considerar los poemas sobre jaguares como éticamente peligrosos. Los poemas
sobre jaguares, claro está, que tengan una fuerza de invocación real.

Sus poemas están todos incrustados con esta fuerza de invocación. Con la desintegración
de los antiguos rituales, la liberación de energía es destructiva, tal como Babalon es vista en
el cristianismo, así como la revuelta y la revolución le parecen al viejo orden. Curiosamente,
Faas ha redactado gran parte de la entrevista, de pasajes brillantes e interesantes, a pedido
de Hughes, preguntándose si era para evitar enviar a sus críticos, como lo hizo Eliot, en una
vana persecución salvaje después de las cartas del Tarot y el Santo Grial. Sugiero que más
bien el mago estaba cubriendo sus huellas, que temía las ramificaciones mágicas de dejar
escapar sus palabras. Ann Skea, quien ha profundizado en los aspectos esotéricos del
trabajo de Hughes más que nadie, escribe:

Cuando conocí mejor a Ted, me di cuenta de que esta aparente ofuscación de la


seria naturaleza alquímica de su trabajo al ofrecer una serie de explicaciones
diferentes de sus orígenes, era característica de su respuesta a preguntas que
tocaban su interés oculto más profundo. No era que él los negara. Ni que estos otros
hilos de inspiración y significado no fueran también parte de su trabajo. Era más que
como cualquier trabajador serio con Alquimia, Cábala o cualquier otra llamada
'magia', necesitaba juzgar la seriedad de la pregunta, y el propósito y el estado de
comprensión del interrogador.

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Sin embargo, el rastro recorre la página, el almizcle se aferra pesadamente. Podemos
buscar su cábala hermética, los números que utiliza, la secuencia de la alquimia, pero antes
de la delicadeza primero necesitamos la crudeza y, al final de la operación, debe revelarse
otra vez vitalmente intacta. Esta generación no tiene más remedio que darle voz a la fuerza
de invocación. No es una cacería inútil, sino una búsqueda peligrosa. ¿Cómo podemos
proceder entonces? Hughes tiene una respuesta para nosotros.
El método definitivo que encuentra para equilibrar las fuerzas es con el que comenzó: el
mito. Al hacerlo, Hughes pone su hombro contra los Audens, los Larkins y todo el enajenado
intelectualismo en blanco de la empresa moderna. Como magos estamos haciendo el
mismo trabajo. Nuestra cultura es hostil a lo numinoso, naturaleza desencantada que puede
ser destruida dividiendo al hombre y a la mujer en esclavos consumidores que nos venden
los bienes graves de la industria. Es hora de que hagamos que nuestros hechizos sean
potentes en canciones y hechos, hagamos del terror nuestro aliado. Hughes relata: El
mundo interno separado del mundo externo es un lugar de demonios, el mundo externo
separado del mundo interno es un lugar de objetos y máquinas sin sentido.
Sugiero que nos hagamos amigos y traigamos de vuelta a los demonios, las
abominaciones, los espíritus de jaguar y con ellos destruyamos la maquinaria que nos está
asesinando, devolviendo el significado a las cosas con canto. Pero también debemos
afrontar nuestra propia complicidad, nuestra propia culpa. La confesión debe hacerse. De
ninguna manera estamos apartados de esto como algunos de los enfoques egocéntricos del
camino de la mano izquierda sugieren, somos inseparables. No puede haber autodeificación
a menos que el héroe sufra un cambio. La entropía no es un logro.
El mito tiene el poder de toda la experiencia humana. No se puede descartar. Hughes no es
pasivo en el proceso; él identifica los mitos falsos tales como George y el Dragón, donde la
naturaleza como dragón y mujer es asesinada, nuevamente un motivo de Revelación.
También busca al mito de los mitos, aquel de la búsqueda de la sanación, que está en
conflicto directo con la tecnología y el cristianismo que sólo destruyen. La tesis de La Diosa
Roja es igual. Nos desafía a participar, aunque esta energía impulsora vital en su trabajo a
menudo está subsumida por el culto trágico de Plath, donde Hughes es presentado como
demiurgo y su verdadera visión de la Diosa caricaturizada como misoginia. Nada más lejos
de la verdad. Es su Diosa intransigente la que está detrás de toda brujería, aunque pocos
se atreven a enfrentarla, y se conforman con la Virgen María vestida de pentagrama y
protegida por el más suave e inofensivo terciopelo. Pero el daño es esencial, porque sin él
no puede haber curación. Ella rebosa de serpientes de maléfica. La verdad con la que lucha
a manos cruzadas es el reconocimiento de Diosa en la naturaleza salvaje, algo que Graves
fue demasiado frágil para encarnar y el paganismo moderno aún demasiado tímido para
pronunciar. Teman, ella es terrible de contemplar. Del entumecimiento del miedo y del dolor
de la herida florecerá el reconocimiento y la comprensión del más profundo de los misterios.
Ella te está hablando directamente en todo momento.
En la vida de Hughes, el proceso de liberar la imaginación para participar en el acto de
transformación es explícitamente mágico. Dando una lectura en Norwich en 1978, dice: La
magia ... es una forma de hacer que las cosas ocurran, de la manera que quieres que
ocurran. Hay aquí sombras de Crowley, con cuyo trabajo estaba familiarizado, pero cuyas
técnicas parecen a menudo hostiles para el proceso poético. Hughes parece haber preferido
el enfoque procesal de Franz Bardon, pero ha abarcado todo el canon hermético. Él usa la
astrología electiva para elegir sus fechas de publicación, tiene una habilidad suficiente tan
envidiable en el arte que incluso considera publicitar sus servicios. En sus cartas hay cartas

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natales, planes para órdenes esotéricas ocultas a la vista del Consejo de las Artes, respaldo
entusiasta de The Wise Wound como el libro más importante desde Graves. Mi
correspondencia personal con una bruja que lo conoció dice: ... estaba claramente muy
seguro de su propio poder mágico y no tenía miedo de usarlo. Al igual que Redgrove, es un
activo mago lujurioso dedicado al arte, en lugar de a la secuenciación clínica o al corte y
pegado del símbolo mal entendido.
Con Sylvia Plath, perfecciona su método. Mientras Poetry in the Making se disfraza como un
libro de texto estudiantil que ha crecido a partir de los implacables ejercicios que él inventa
para sacarla de su estilo excesivamente construido y liberar la voz poética. Estos no son
ejercicios convencionales, el tablero de Ouija elige títulos para poemas, los sueños son
minados, el tarot (un regalo de cumpleaños) se consulta sin cesar, la ars notoria se
persigue. Él le dice a la London Magazine en 1971: Yo estaba a favor de abrir
negociaciones con lo que sea que esté allí afuera. Encuentran espíritus que siguen
regresando, con inteligencias distintas, personalidades extravagantes, pronunciamientos
oscuros. Al aplicar límites de tiempo, sujeto y otros, Plath es empujada a improvisar, algo en
lo que muchos magos son notoriamente malos, y los chamanes tienen como su reserva de
comercio. Esta auténtica voz está disfrazada por las capas de artificio que construimos, y
estos estratos deben ser demolidos meticulosa y ritualmente. Debemos encontrar nuestra
propia voz, no escondernos en la ofuscación. Aquí es donde Crowley y muchos otros fallan,
por haber destruido una estructura falsa que reemplazan por otra. La poesía nos mantiene
honestos, rompe la ortodoxia cerrada.
La horrible verdad con la que Ted ha llegado a un acuerdo es que la tempestad del trabajo
mágico con Sylvia libera la voz de Ariel que la destruye. Aunque ya estaba allí, Hughes se
castiga por no poder salvarla, sin tener el poder chamánico para manejar la crisis. Su
muerte no es inevitable, viene en una serie de percances apilados. Todo apesta a magia.

42
V
Las cuchillas están afuera
Chicos atrapados en cepos de riendas
Jodidos y horadados
Un coro
Para las sirvientas de Inanna
Estrella ama del alto cielo
Mira abajo
Dentro del espejo de sangre
Sonríe a su reflejo.

La Escalera de Rayo
Para definir al Diablo, he recurrido a decir esto: el Diablo revela un camino estrecho hacia
un bosque oscuro. Recuerda eso. Está fuera en todos los climas y estaciones en sus negros
andrajos, pero la forma no es importante. Tampoco lo es qué tipo de corona, cuernos,
espinas, flores, sombrero o gorra luce. Tampoco importa que unas veces parezca el Señor
del mundo, y otras un espíritu más íntimo y local. Es lo que nos muestra lo que cuenta. Esta
definición podría ser cuestionada en el sentido de que la madera ha sido podada y luego
recortada a un puesto de unos pocos árboles flacos. Pero dejaré que la frase se quede, ya
que él es este revelador, y la madera está esperando detrás de los párpados de todos.
Parpadea y podrías perderlo. Camina al extranjero y podrías conocerlo. Su presencia es
inmanente, el camino se abre ante ti.
La fórmula tradicional es simple, arrodillarse con el cabello suelto y rezar en voz alta por su
ayuda. No necesitas que libro te diga las palabras. Están dentro de ti. Si deseas colocar un
intercesor entre ti y tu deseo, entonces ya existe una tradición para ti, se llama cristianismo.
La brujería simplemente elimina las cosas que oscurecen nuestra vista del estrecho camino,
y esta agencia, este juego, se llama el Diablo.
Es hora de que la brujería le pague al Diablo lo que le corresponde. Los apologistas nos
quieren hacer creer que nuestra única historia ha sido la de los curanderos tradicionales y
las parteras incomprendidas, quemados sin piedad por una iglesia y un estado fanáticos e
intolerantes. El tiempo para tales apologías ha terminado. La negación del Diablo es una
ficción conveniente para aquellos que cambiarían su poder por un asiento en la mesa con
las mismas personas contra las cuales la brujería siempre ha recurrido. La brujería fue, es y
siempre será la herejía de las herejías. Es indudable que algunos de los torturados
repitieron lo que buscaban los inquisidores, pero eso no impide una apelación al Diablo por
parte quienes han sido rebajados y maltratados bajo la sombra de la cruz.
Nos hemos vuelto más audaces ahora. Nuestras notas marginales han invadido el cuerpo
del texto, nuestros libros dan testimonio de lo que una vez se escribió solo con iniciales.
Dios está muerto, pero el Diablo vive. Es el atractor o el diablo que se ha hinchado de
priápico vigor para llenar el fracaso de una brujería religiosa basada en erudición pobre,
aunque romántica, y el colapso en el poder de la Iglesia en Occidente. Tal falo

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sobresaliente, brillante y ungido merece ser adorado en toda su orgullosa gloria. El falo
ritual debe estar presente en cualquier altar de brujería en funcionamiento. Quizás podamos
estar de acuerdo con un punto de los inquisidores, que convertirse en bruja requiere que
abracemos al Diablo en el sentido más íntimo. La iniciación es sexual, es sexo.
Para algunos, este será el recuerdo en el que regresan. Encuentran que la cabeza del falo,
por amorosa que sea tallada en la madera de higuera o la piedra, o moldeada en vidrio, es
el dios más feo. Tal es su derecho a elegir. Hablemos claro. El diablo ha sido amante, pero
también violador y abusador, contiene al tonto, al seductor y al dominador. Estas son caras
que debemos enfrentar, y al desbloquear sus poderes, somos llevados a lugares oscuros
que no deberían ser idealizados pero que también pueden ocultar una curación profunda. El
trauma está aquí, es pánico y miedo.
Se ha entendido ampliamente que nuestra relación con el espíritu requiere pacto y no
esclavitud; Sin embargo, esa no es la experiencia histórica. La ficción histórica de Michelet
hace explícita la suerte de la clase campesina que se ve impulsada por el diabolismo
explicito. En su sufrimiento implacable, tenía sentido recurrir al Diablo en el que la Iglesia
invertía un poder cada vez mayor. El Diablo a menudo es engañado por simples artimañas,
pero aquellos que lo invocan están guiados en su mayor parte por la desesperación, y los
tratos logran son el tipo de servidumbre por contrato que eran la mayoría de la clase
corriente. Esos son llamamientos a un maestro diferente y, por lo tanto, a menudo ha
aparecido como un aristócrata demoníaco que azota y golpea a las brujas por infracciones,
y cuyas relaciones carnales con ellos se dan comúnmente como dolorosas, heladas y no
negociables. Las relaciones de poder no se vuelven equitativas de repente, sino que reflejan
la dinámica social existente. Por lo tanto, el Diablo ya se ha duplicado, retozando ante
nuestros ojos, siendo tanto Pan bucólico como Señor privilegiado.
Lo que debemos recordar es que los reportes que tenemos, casi siempre testimonios del
juicio, se realizaban como un teatro penitencial de acusados, judiciales, nobles y clérigos.
Dicha corte se convocaban en un contexto de folklore, mito, leyenda, invención y sueño
desarrollado a través de la tortura, la amenaza y las falsas esperanzas. En lugar de
descartar todo el testimonio de juicio, la última generación de estudiosos se atreve a sugerir
que el Diablo no es simplemente la fantasía misógina de los torturadores, sino que tiene una
existencia entre la gente que la demonología de élite tuvo que tener en cuenta. El diablo es,
por lo tanto, un diálogo más que un libro cerrado. Esto se ve confirmado por el trabajo de
Eva Pócs en Europa del Este, y Emma Wilby en Isobel Gowdie. En su elocuente trabajo,
Wilby invierte lo que había sido la sabiduría previa de la academia. Ella escribe:

El creciente interés en la dimensión folklórica de las creencias de brujería está


llevando a los académicos a considerar que la representación de la confesión del
Diablo podría estar enraizada en ideas genuinamente populares sobre espíritus
populares encarnados, como las hadas y los muertos.

Tenga en cuenta el uso deliberado de la palabra encarnados. Esto es dinamita. Le da al


Diablo una existencia registrada, experimentada y sangrienta entre la gente y la tierra. No
necesitamos imaginarlo a partir de mitos extraños impuestos por ángeles caídos. Esto sigue
siendo una herencia mixta, como observa Pócs:

La demonología de la iglesia, si bien asumió muchas características folclóricas y


absorbió una gran cantidad de demonios de los sistemas de creencias populares,
por sí misma tuvo un impacto en las creencias populares. Estas figuras populares

44
del diablo se encuentran en algún lugar en medio del fuego cruzado de influencias
recíprocas.

El Diablo debe entonces considerarse un agregado, o para usar el término clásico: legión. Él
es rústico y noble, un confidente y un engañador, un libertador y un maestro cruel. No
podemos analizarlos para formar una identidad con la que nos sintamos cómodos. Hacerlo
sería tan equivocado como cortar las contradicciones emparejadas de Trueno, Mente
Perfecta. Cada uno de nosotros debe llegar a nuestra propia resolución privada del asunto
en cuestión.
Si podemos defender los fenómenos de una brujería moderna, sería poco sincero negar el
crecimiento fértil de nuevas cepas de diabolismo y brujería que se deben más a la pasión de
Michelet y Parsons y la evidencia comprometedora de la demonología europea, que a las
formas pastorales idealizadas. Otros simplemente han recurrido a su propio folklore
remanente en su forma más redactada, la de la cultura de masas. En lugar de rechazar a
quienes rechazan a los dioses falsos y se alían con el opositor, deberíamos estar
escuchando los impulsos que los manejan. Una juventud revolucionaria siempre captará la
forma del futuro y galopará hacia él en los muslos peludos, ya sea que sus mayores lo
aprueben o no. El error cometido es a menudo la inversión, una fórmula potente de brujería
en sí misma, pero que después de romper los lazos sociales a menudo simplemente los
reforma y encadena a sus seguidores a un guión dualista. Esto es fatal. La búsqueda vacía
del apetito hace que quienes muestran esa promesa no sean más que consumidores,
fácilmente manipulados por sus deseos deificados. El diablo tiene sus peligros para todos
nosotros. Esto es lo más delicado, ya que las claves que entregan nuestra liberación
personal pueden convertirse en una garantía de lazos inquebrantables de esclavitud.
El diablo es proteico, cambia a medida que cambiamos, nuestro compañero más cercano
desde la cueva hasta los cielos estrellados. Es por eso que no podemos saltarlo para que
se enfrente a un dios cornudo de nuestros supuestos antepasados celtas. La brujería no
tiene sentido si la usamos para retirarnos a un pasado imaginario y jugar a ser las personas
muy diferentes que lo habitan. El mandato de los misterios de conocerse a sí mismo impide
este tipo de escapismo. Los dioses del pasado vinieron de la tierra, las condiciones
sociales, y la nuestra también debe hacerlo, ninguno más que el Diablo. Se abre paso entre
los campos de parto inquietando incluso a los cuervos.
El Diablo cuenta la historia del Dios de la brujería de la misma manera que Apocalipsis
cuenta la historia de la diosa. Es un ojo abierto inclinado. Si el Diablo no es más que un
pequeño secreto sucio, la emoción detrás de la cara aceptable del dios Brujo, entonces
nosotras debemos conocer la forma de su historia. El error que la mayoría comete es
recurrir a las escrituras, una guía poco confiable en el mejor de los casos, y en el caso del
Diablo, realmente desconcertante. Simplemente no existe tal figura en el judaísmo. No son
de la tradición judía los espíritus salvajes y peludos, sino a través de una secuencia muy
europea de insulto, ajuste, fascinación y fabricación en las que el enemigo se perfila y
reclama la vida como suya, como uno de nosotros, como entre nosotros. El diablo es un
mito de embaucador particularmente europeo. Como esta es una polémica, y no una
historia exhaustiva, se aconseja al lector que recurra a las copiosas fuentes primarias. Mi
trabajo delineará las características en forma reconocible para el presente propósito, y nada
más. Es por diseño una sucesión de cortes ásperos, sombreados que pueden producir
sombras más profundas.
El período de la conversión cristiana europea ocurrió en un entorno rural en gran medida
entre 300 y 1100, y es aquí cuando los dioses cornudos del norte de Europa fueron

45
demonizados. La magia y la brujería fueron condenadas debido a su carácter pagano y en
ataques a individuos particulares. Este período y el que lo precedió es visto con nostalgia
por aquellos que quisieran habitar una Europa hipotética y premiar a los dioses con cuernos
desplazados como auténticos espíritus de la tierra libres de la moral cristiana. Sin embargo,
sucedió, la efigie del pálido galileo conquistó, no a través de la fuerza espiritual sino a través
de la conveniencia política, el poder, la codicia y la amarga verdad que no debe olvidarse: la
aceptación popular. Aunque nos vemos obligados a buscar las primeras formas, debemos
comenzar en el ahora en lugar de en lo que alguna vez pudo haber sido. Los dioses
antiguos todavía hablan, pero deben hacerlo con voces jóvenes. Cada edad necesita que el
Diablo renazca, no la complacencia o la nostalgia, sino paradójicamente la experiencia de
su verdad puede transportarnos vertiginosamente a una confrontacion con los origenes que
alguna vez fuimos y con quienes en realidad podemos llegar a ser.
Los cátaros que caminaron paso a paso hasta su holocausto desgarrado en la Cruzada
Albigense de los años 1200 a menudo se consideran formativos en el proceso de creación
del culto a las brujas posterior. La propaganda contra ellos se había desatado de antemano.
En 1179, Allan de Lille bautizó a los Cátaros con la falsa etimología de gato, derivada del
latín cattus, que parece haber sido un insulto popular, y agregó que besarban las partes
posteriores de un gato, que era Lucifer disfrazado. Walter Map en 1182 parece haber
disfrutado dando soporifera cuenta de sus actividades:

Alrededor de la primera vigilia de la noche, cuando se han cerrado las puertas,


puertas y ventanas, los grupos se sientan a esperar en silencio en sus respectivas
sinagogas, y un gato negro de maravilloso tamaño desciende por una soga que
cuelga en medio de ellos. Al verlo, apagaron las luces. No cantan himnos ni los
repiten claramente, sino que los tararean con los dientes apretados y jadeantemente
se dirigen hacia el lugar donde vieron a su señor. Cuando lo encuentran, lo besan,
cada vez con más humildad ya que él está más inflamado por el frenesí: algunos en
los pies, algunos más debajo de la cola, la mayoría en las partes privadas. Y, como
si obtuviera una licencia de lujuria del lugar de la inmundicia, cada uno agarra al
hombre o la mujer a su lado, y se mezclan por cuanto puedan prolongar el
desenfreno.

Este culto al Diablo como un animal, el sensual felino extranjero sexualmente asertivo,
debía enrollar su cola alrededor de las piernas de las brujas. Muchos descubrieron que les
gustaba. Las ideas de una sinagoga, orgia y osculum infanum también debían persistir. El
estado siempre encuentra conveniente criminalizar las reuniones privadas y atribuir las
peores acciones a quienes participan en ellas. Pero esto no prueba que tales eventos
nocturnos nunca tuvieron lugar, incluso si los cátaros mismos eran perfectamente
irreprensibles.
En 1321 comenzaron los ataques contra los leprosos y los judíos acusados de envenenar
los pozos y propagar enfermedades en un complot universal contra la cristiandad. El
método que se les atribuyó fue el uso de un arma química espectralmente potenciada, un
polvo compuesto de sangre humana, orina, tres hierbas no especificadas y un huésped
consagrado. Hace referencia al uso generalizado de la magia popular del anfitrión, tanto
contrabandeada de la comunión como empleada con la complicidad de clérigos que la
autoridad central de la Iglesia Madre ahora deseaba reducir. Este es el núcleo de la verdad
sobre el cual se formó la mentira.

46
El vínculo entre los leprosos y los judíos fue una repetición de las afirmaciones que
Josephus había refutado en su texto del 1 EC Contra Apion. Se alegaba que los judíos
tenían su origen como leprosos que fueron expulsados de Egipto en una versión invertida
del Éxodo, y además que adoraban a un asno salvaje o un burro que los había llevado del
desierto. De nuevo, este es el Diablo en forma animal. Algunas de las teorías de
conspiración tenían a los judíos y leprosos dirigidos por el rey musulmán de Granada o el
sultán de Babilonia. Estas afirmaciones escandalosas se sellaron con el Libelo de Sangre
Persistente, es decir, la realización del sacrificio humano. Josefo relata la versión contada
por Apión del Templo en Jerusalén: solían atrapar a un extranjero griego, y lo engordaban
todos los años, y luego lo conducían a cierto bosque, lo mataban y lo sacrificaban con sus
acostumbradas solemnidades, y probaban sus entrañas y hacian un juramento sobre este
sacrificio de griego, que alguna vez estarían enemistados con los griegos; y que luego
arrojaron las partes restantes del pobre miserable en cierto pozo. Josephus continúa
desacreditando la historia, pero esta monstruosa historia persiste y adquiere otras
características. El sacrificio griego se convierte en un niño cristiano y la sangre se amasa en
el pan de Pascua. Los judíos se reunian en secreto para hacer esto en una sinagoga o
sábado. Estos elementos fueron transpuestos al supuesto culto a las brujas. Es importante
que sepamos el origen de estos cuentos, ya que se repiten como evidencia esparciendo el
pánico hasta nuestros días. La llegada de la peste a Europa en 1347 vio a los judíos
culpados nuevamente y la letanía se repitió con un efecto devastador.
Pero espera, ¿no es esta una explicación demasiado conveniente que oculta otra verdad
más profunda? ¿Qué pasaría si los insultos dirigidos a los judíos, Cathars y otros, también
fueran ideas folclóricas que describieran en cierto sentido la acción de la brujería? Todos
deberíamos saber de memoria el Canon Episcopi, y el texto detrás de él, las 906
Instrucciones para Obispos, que dice:

No se debe guardar silencio sobre ciertas mujeres malvadas que se convierten en


seguidores de Satanás, seducidas por la fantástica ilusión de los demonios, e
insisten en cabalgar por la noche sobre ciertas bestias junto con Diana, la diosa de
los paganos y una gran multitud de mujeres; que cubren una gran distancia en el
silencio de la noche más profunda; que obedecen las órdenes de la diosa como si
ella fuera su amante; que en noches particulares son llamadas a esperarla.

Aquí con corazones que laten rápidamente, estamos expuestos a la realidad del culto a las
brujas. Un fenómeno paneuropeo de vuelo nocturno, transformación de animales y, a
medida que avanzan las cuentas, la devoración de bestias y hombres que luego vuelven a
la vida milagrosa cuando sus huesos se envuelven en las pieles protegidas. Si nuestra
brujería no es simplemente una repetición de difamación, sino una supervivencia popular:
también lo es el Diablo. Si no fuera así, la historia no habría capturado la imaginación de la
iglesia, el estado y el público lo suficiente como para soportar los excesos que se llevaron a
cabo contra él. Ginzburg en su Ecstasies confirma esto:

En la imagen del Sabbath distinguimos dos corrientes culturales, de origen diverso:


por un lado, tal como lo elaboraron los inquisidores y los jueces laicos, el tema de
una conspiración trazada por una secta o grupo social hostil; por otro lado,
elementos de origen chamánico que estaban arraigados en la cultura popular, como
el vuelo mágico y la metamorfosis animal. Pero esta yuxtaposición es demasiado
esquemática. Ha llegado el momento de reconocer que la fusión entre las dos vetas

47
solo pudo haber sido tan firme y duradera en la medida en que existía una afinidad
subterránea sustancial entre ellas.

El error es pensar que el culto sobrevivió en formas más que instintivas con la proscripción
ritual. Evidentemente no lo hizo, y aquellos que buscan crear tales estructuras y vestirlas
con atuendos antiguos están actuando deshonestamente. La esencia de la brujería se
encuentra en el chamanismo, en los éxtasis que son coreografiados por el Diablo a quien
hemos llamado Pan, Hades, Odin y Rey de las Hadas. Nuestra tradición es una
en constante flujo creativo.
En este período temprano, el Sabbat es una experiencia fantasiosa de sueño, es onírica, y
no se ha congelado en la reunión física que era necesaria para condenar a los leprosos y
Judíos como lo había hecho con los Cátaros. De estas sectas despreciadas encontramos
elementos de nuestra brujería: el Sabbat, el libelo de sangre persistente, el sacramento
orgiástico, la negación de Cristo, el dios animal. Es posible que estos elementos ya hayan
existido, pero es con estos pogromos que adquirieron un nuevo significado. El Estado
fabricaba pruebas contra cualquier grupo que elegia atacar, una cruzada y una metodología
que continúa hasta nuestros días.
El Renacimiento vio un cambio de énfasis, a medida que Europa se volvió más urbana, con
la magia y la brujería ahora convertidas en demoníacas y heréticas. Aunque la iconografía
pagana persistió para dar forma, el carácter de los ataques estaba cambiando. La brujería
no era la práctica imaginada u objetable de los individuos, sino una conspiración muy real
encabezada por un demonio cuyas cohortes abarrotaban el aire. Cualquier discrepancia en
los testimonios de estas narraciones se pasaban por alto rápidamente, incluso en los
registros del juicio. El aire se coagulaba alrededor de las reuniones nocturnas de
campesinos tanto en juerga como en revuelta.
La agitación de finales del siglo XIV y principios del XV agrió mucho la leche. Frente a los
disturbios sociales, se necesitaba un enemigo para unir a los fieles. Así, la magia y la
brujería se convirtieron en un culto demoníaco, una conspiración internacional liderada por
un Demonio barbudo que era herético y criminal, con un elenco claramente árabe.
Es a partir de esta historia que el falso sufí Idris Shah pudo hacer girar su hilo de influencia
árabe directa en la brujería. Esta afirmación desacreditada todavía se repite con credulidad
en algunas tradiciones de brujería de la actualidad, ya que Shah se ganó el oído de Gardner
y Graves. El impacto de la magia árabe en Occidente aún no se ha explorado mucho más
allá de Picatrix y las Mansiones Lunares (con la notable excepción de Charles Burnett), y
aunque influyente e inoculado con elementos de culto anteriores, está demostrado que no
es el origen de la Brujeria o sus herramientas de funcionamiento.
La teoría de la conspiración demoníaca condujo a la derrota de los templarios en los
siguientes cinco puntos de acusación: triple negación de Cristo y la Cruz; besos al iniciador
tres veces en la boca y, eufemísticamente, el bajo vientre y la espalda baja; aceptación de
la “lujuria antinatural”; consagración del procedimiento por un ídolo o jefe; y quinto, no
consagrar al anfitrión de la realización de la Misa. Cada uno de estos tiene claros paralelos
con la brujería y aplicaciones rituales válidas. La acusación adicional que siguió fue que
estaban en alianza con un Baphomet, cuya naturaleza y forma era tan variada como las
ideas europeas imaginadas de la época en cuanto a quién o qué adoraban los
Mahometanos. Una cosa era cierta, eran idólatras. Los jefes de los relicarios, los graffitis de
la prisión y el testimonio de tortura no nos acercan a la verdad, si es que existe. Se nos
niega incluso una ortografía confiable que se pueda enviar de manera esclarecedora a un
cifrado. El Diablo es, en un sentido de culto, este ídolo en disputa, la base ritual sobre la

48
cual se ha dibujado la forma de fantasía del Sabbat. Como arrancadas por un torbellino, las
imágenes talladas en madera bailan sobre esta figura central que aún desafía una definición
final, pero a la que conocemos demasiado bien. Es en esta encrucijada, translocada desde
la Jerusalén perdida y antes de ella en Babilonia, que el culto de brujas pulula. Hay tantas
voces y cuerpos aquí, sin división entre magia alta y baja, hereje y mística, magus y
nigromante, monje y guerrero, hechicero y bruja. Nuestras identidades se fusionan y se
pierden en el baile que ahora podemos llamar correctamente el culto a las brujas. ¿Quién
podría presidir semejante reunión que no sea el abigarrado Diablo?
Lo que está muy claro es que la caza de brujas no comenzó con las brujas y, por lo tanto,
no se evita al hacernos inofensivos o integrarnos y congratularnos con los sistemas
corruptos de gobierno. Los templarios, aunque altivos y diestros, apenas eran una
organización externa. Las acusaciones son siempre las mismas, lo que cuenta es cómo
respondemos a ellas, qué verdades ocultan y cuales podemos revelar. Simplemente
representan el papel de parodia al que nuestros enemigos nos han guiado, no son nuestra
solución. Nosotros necesitamos mayor delicadeza. Sin embargo, cuando nuestro enemigo
nos describe su miedo con tanta elocuencia, nos revela debilidades que sería una tontería
no explotar. Es un juego de máscaras, y la nuestra está tan llena de cuernos que nos
aplastan a través de los muslos, a medida que nos elevamos desde el corazón de la tierra
hasta pararnos en las puntas de nuestros pies.
Sabemos quién persiguió a los templarios con palo y garrocha, no necesito avivar esos
carbones por efecto o deleitarme en colocar los instrumentos ante usted. Esta ha sido la
historia de la brujería, y es una de falsas acusaciones, torturas y asesinatos que nos ha
llevado al pie del falo nudoso con nuestras propias preguntas. Se ha puesto de moda
ignorar esta historia como una que simplemente nos convierte en víctimas. Yo digo que
tenemos mucho de lo que enojarnos, no solo de la oficina de la Inquisición, sino de sus
repercusiones actuales. También digo que cuando nos separamos de esta raíz nos
separamos del origen del poder en las pasiones. Somos parte de esta historia, no porque
necesitemos fijarnos en el dolor para sentirnos justificados, sino porque nuestra historia
encarna lecciones que no pueden ser arrancadas con pinzas de hierro o disipadas como
cenizas en el viento. Nosotros guantamos.
Ignorando las descripciones contradictorias del testimonio del juicio templario, Eliphas Lévi
vistió a Baphomet de manera alquímica alegórica como una cabra sabática alada en su
Dogme et Rituel de la Haute Magie de 1855. Fue a través de Lévi, y el posterior engaño
masónico de Leo Taxil, que Baphomet se convirtió en la imagen icónica del Diablo incluso
hasta nuestro propio siglo. Es esta figura en los paquetes de tarot de Rider-Waite-Smith y
Crowley-Harris como el triunfo XV. Para Lévi, esta era una imagen mercurial, un emblema
alquímico, el Azoth. Su intención no era deificar a los transgénero o los queer, y los intentos
de sugerir esto no comprenden que casi todas las deidades en la historia de Occidente han
sido representadas como de doble sexo, incluido un Afrodita barbudo. No debemos cometer
el error de una lectura puramente literal, ya que nos hace un poco mejor que los
fundamentalistas. Se ha interpretado que la barba significa la estrella o la luminaria (es
decir, Venus o el Sol) con la máxima luminosidad, de la misma manera que los cometas son
estrellas peludas3. Este es el lenguaje verde. Sería mejor establecer un paralelismo con las
figuras femeninas punzantes desenterradas por Maria Gimbutas que desde un ángulo son
Diosas, con abundantes glúteos y senos, y desde otro, el Falo en sí. O antes, la varita de
hueso de Le Placard, cuya base vulvica estalla en una cuchilla fálica. O las subincisiones

3
N. del T.: En inglés, Hairy Star (Estrella Peluda) es el nombre común para referirse a los cometas.

49
del pueblo aborigen de Australia y el sacerdocio del antiguo Egipto. Estos nos acercan
mucho más al secreto que el Diablo finalmente guarda.
Para revelar el secreto, a continuación debemos disolver a las barrocas acumulaciones de
literatura decadente, los orgiastas aristocráticos hastiados y los poseurs de fin de siècle, o
simplemente coagularemos elementos más dispares en la cabra alegórica ya cargada de
Levi. Ella debería poder calzarse sobre sus propios cascos. Quizás deberíamos contemplar
simplemente la cabra con la vela entre sus cuernos, que es fósforo / Venus, como el glifo
apropiado para la brujería en los ritos cuando el falo solo no sea suficiente. Esta fue la
solución del vasco en su Akelarre. Otros usan el stang aquí, que es dominante en su
simplicidad, pero tal vez no el gran guignol cuya iniciación puede requerir y fue
representado en las sociedades de los jinetes y la palabra de Miller. El diablo debe estar
presente y potente.
Como Urban Grandier presenció, el Diablo siempre se encuentra dentro de las paredes del
convento, sin embargo, elabora las cerraduras de las puertas. Algunos dicen que lo atraen.
Por el mismo mecanismo de deseo frustrado, invade nuestra utopía tecnológica
desilusionada. Aunque parezca imposible, no hay contramedida para desterrarlo. Lo mismo
ocurre con la brujería, que periódicamente intenta barrerlo a un lado. Por muy bien
intencionado que esto sea, daña gravemente el poder de nuestra práctica. Su fuerza
prevalece en el mundo porque se renueva constantemente. Esto se puede expresar mejor
en términos y ritos sexuales. Independientemente de cuán 'blancos' pretendamos ser,
siempre se verá al diablo entre nosotros, el lugar extra establecido en la cena del Sabbat, el
otro bailarín que se mueve entre nosotros, el extraño errante que ya está en el exilio y, por
lo tanto, no puede ser expulsado.
Él es la figura misma de todas las edades, y este Diablo gana más luz con cada día que
pasa. No somos simplemente impacientes, nos estamos quedando sin tiempo, sin recursos,
sin esperanza, y solo el Diablo cumple sus promesas. Nuestra situación se está volviendo lo
suficientemente desesperada por esto nuevamente. Puede que sea tan viejo y profundo
como el tiempo, pero cuando nos unimos al Diablo, él también está presionado por nuestra
era. Él tienel las respuestas a nuestras preguntas y lo encontramos al mismo nivel. La
brujería debe proporcionar espacio para que tales preguntas se articulen.
Entonces, ¿dónde se encuentra ahora la brujería en relación con el Diablo? Es aquí donde
podemos invocar la idea del exilio, una imagen de nuestra edad fracturada y un título del
mismo Diablo. Nuestra brujería claramente no es la de nuestros iniciadores, aunque tenga
buenas intenciones o sea dudosa sobre sus propias historias de origen. Somos en su mayor
parte urbanos, habitamos ciudades insostenibles, tal vez nunca hemos visto una cabra, ni
siquiera las estrellas claramente. Nuestros setos son los restos de edificios ahogados por
buddleia y fireweed. Hay poca necesidad de construir astucia cuando cuando al ojo no se le
dá más entrenamiento que en nuestros teléfonos móviles. Somos exiliados del mundo de la
naturaleza, e incluso el Diablo puede parecer distante como Señor de todo esto mientras
navegamos por nuestras frágiles redes. Aunque sería bueno para nosotros hacer una pausa
y recordar las enseñanzas de Bernardo de Claraval:

Los arboles y las rocas te enseñarán lo que no puedes aprender de otros maestros.

No hay retirada para nosotros en la naturaleza virgen, que se está volviendo tan ausente de
nosotros como el latido de un gorrión.
Sin embargo, también tenemos mucho en común con el período de la caza de brujas, es
decir, el colapso financiero y social que surgió de las catástrofes ambientales por nuestras

50
propias obras. Esto provoca la necesidad de un enemigo, una conspiración internacional
invisible y generalizada para que nos unamos en contra, vilipendiemos, torturamos y, en
última instancia, asesinemos. Los inquisidores oficiales del Imperio nombran a su Diablo al-
Qaeda (una invención adecuadamente corrompida de sus propias agencias de inteligencia,
tal como lo fue el Diablo) con una cabeza ahora simbólicamente desencarnada. Este
Baphomet, la paz sea con él, ha reemplazado a los rojos del macartismo bajo el susto de
las camas bajo el cual nació la brujería de Jack Parsons. La tortura por parte del estado
continúa, y sí, las ejecuciones y las listas de asesinatos de enemigos e inocentes por igual.
No sería inexacto llamar a esto una inquisición católica, es parte de la misma franquicia
extendida. Simplemente hemos reemplazado la Iglesia con el Estado Corporativo y predigo
que surgirá una nueva brujería para enfrentarla, una con muchas cabezas.
El Imperio tiene varias otras cazas de brujas que se ejecutan simultáneamente. Primero es
la guerra contra las drogas. Como brujas, nuestro uso de enteógenos, plantas medicinales e
incluso alimentos orgánicos y de cosecha propia nos coloca en esa lista de vigilancia. Esto
se ha convertido en parte de la Guerra contra el Terror más grande, cuya definición se
expande constantemente a medida que los recursos colapsan y aquellos que se oponen a
la destrucción del planeta y sus propias vidas comienzan a tomar las calles en mayor
número. Los departamentos de estudios estratégicos ya han comenzado a perfilarnos como
druidas, un movimiento verde de resistencia popular de espiritualidad basada en la tierra
que decide defenderse. Simplemente al tratar de reconectarnos con los ciclos naturales y
defender nuestros árboles, plantas, animales, pájaros, montañas, ríos y océanos, nos
hemos convertido nuevamente en enemigos. La caída del Imperio que comenzó en el
extranjero está volviendo a la patria y nuevamente se caracterizará como un
herejía extranjera o no patriótica.
Entonces, ¿quiénes somos? Una pregunta que el diablo incansablemente hace y ¿por qué
estamos aquí? Esto es para que cada quien responda para sí, pero cualquiera que sea
nuestra práctica o intención, seremos demonizados. Por lo tanto le pedimos al diablo su
ayuda. Nos convertimos en máscara y estamos llamados a buscar conocimiento a través
del éxtasis.
¿Quién es, entonces, este demonio? Una respuesta simple no será suficiente, la respuesta
es compleja, personal y es la resolución de la polaridad, una palabra cargada cuando la uso
aquí. Tomemos esas figuras de hueso de asta talladas de Gimbutas, contemplemos el falo
esculpido que comenzó esta pieza, lo volteamos en nuestras manos, sentimos su peso. El
poeta Peter Redgrove tuvo una gran comprensión de este misterio. Se dio cuenta en su
propia contemplación de que el falo era la imagen de la Diosa misma. Se forma como la
forma inversa de su sexo. Esta comprensión profética de repente revierte todo lo que
creíamos saber. El diablo no es la mano oculta de la historia, sino que ha sido formado por
el guante que la cubre. El Diablo es, pues, la operación de la naturaleza salvaje,
aparentemente tan distante de nosotros como cualquier Estrella de la Mañana, pero tan
estrechamente unida a nosotros como nuestra propia sombra. El Diablo es una señal de
que Ella también está aquí, como el camino hacia el bosque oculto que el Diablo indica y
por el cual debe caminar la bruja.

51
VI
Bengala fosforera venusiana
Sube y brilla
El campo de batalla iluminado
Animales y hombres
Miran arriba y huyen
Con rayos devastadores
Todo será limpiado
Cuando ella venga
Derramados por Inanna
El sol se ha ido
Una nueva reina alza su dominio
Fuí yo hacia los campos salvajes,
a los yermos de cardos y abrojos
me contaron, que con embustes
de sus castas fueron arrojados.

Los Niños
Que están escondidos lejos
El Sabbat es la fiesta de amor de la brujería. Es el rito central por el cual hemos sido
identificadas y condenadas. Nuestras celebraciones se han vestido con el atuendo más
negro, los actos más terribles que la humanidad puede visitar sobre sí misma, a saber, el
incesto, el infanticidio, el canibalismo y el asesinato. Estos ejercen una fascinación sobre la
imaginación popular, que todavía persigue una visión obsena de los procedimientos que se
unen en este espectacular campo de acción nocturna. Esta lista de atrocidades es la razón
por la cual muchos defensores modernos de la brujería se han distanciado rápidamente de
lo que se ha considerado una imposición demonológica sobre una simple fe popular.
La tesis, propuesta por Carlo Ginzburg, de que hay una supervivencia arcaica de lo pre-
indoeuropeo y lo chamánico en el vuelo nocturno y las batallas de los Benandanti, ha sido
bien recibida, casi como una alternativa a la gran marioneta sangrienta del Sabbat con
guión Inquisitivo. Mira perversamente los elementos más poco característicos de la
narrativa, y por lo tanto descuida la historia oculta en el corazón de las fantasías de la
Inquisición sobre el Sabbat y, por extensión, la gente, porque si estos elementos fueran
familiares, la idea no habría echado raíces a través de Europa. Y de hecho, ya estaba en lo
más profundo del suelo negro de la memoria y práctica cultural. Como bruja que no está
atada por mi cordón umbilical a la academia pero que la lleva puesta con mi cala alrededor
de mi cuello, puedo ir más lejos. Lejos de descifrar el Sabbat, una imposibilidad en sí
misma, Ginzburg se ha utilizado para negarnos el poder del Gran Sabbat demonologico y
llévarnos en un vuelo en otra dirección. Esta noche nos deleitaremos con niños,

52
mutilaciones, asesinatos, sexo y fiesta. Lo que parece monstruoso puede ser simplemente
un truco de la luz de la luna, pero es aquí a donde debemos ir.
Mi tesis es que el Sabbat es la supervivencia de los cultos del Misterio y una resurección
mitológica que se oculta en el Gran Rito, el misterio dentro del misterio. Tengo una intención
clara, y aunque citaré a Ginzburg, Wilby y Pócs, quiero que celebremos el Sabbat
nuevamente, no parándonos inestablemente sobre una pila de libros, sino en la montaña del
Sabbat como tal.
La dificultad para los historiadores es que se encuentran en un estado de revisión
constante, seleccionando el testimonio de cada generación y utilizando la metodología que
actualmente permite la academia. Esto nunca los transformará y los llevará al Sabbat, pero
para ser justos, ese no es su objetivo. La historiografía no es el reino de la brujería en
absoluto. Además, su historia nunca tendrá el testimonio de las creencias de los pobres, los
campesinos, la gente, los que callan, lo cual hace imposible obtener la visión objetiva que
pretende la historia. La vida interior no está escrita. La historia es tan amorfa como cualquier
sueño, los métodos son simplemente intentos de captar su forma de baile diáfana sin entrar
en la locura divina donde reside el conocimiento.
Esto no es para descartar el enfoque académico, simplemente, necesita tener su lugar, que
no es como árbitro o transmisor de mitos. Este es el papel del poeta, el escritor, el chamán,
la bruja. Tampoco es un enfoque académico necesariamente enemigo de la brujería, algo
que los que atacan a los académicos no pueden comprender. Simplemente se sienten
heridos emocionalmente debido al asalto percibido hacia el mito y su desencanto resultante.
Han fallado en comprender el poder trascendente de los símbolos. Al igual que los
desencantadores, tan orgullosos de su disección, que olvidan notar que el corazón hace
mucho que dejó de latir.
Tomemos, por ejemplo, el trabajo de Margaret Murray, cuya lectura errónea del recuento de
cuerpos de la Inquisición fue canonizada como Nueve Millones de Matanzas Menstruales
por Penélope Shuttle y Peter Redgrove en The Wise Wound. Cuando Murray escribió esto,
un ejército de mujeres respondió, porque sintieron la continuidad, el hilo de sangre saliendo
de sus úteros. Ellas sintieron los nueve millones de asesinatos menstruales perpetrados por
el patriarcado y Redgrove, Shuttle y muchos otros dieron voz a eso. Podían ver que la
cultura estaba tratando de destruirlas y proyectaron este sueño en el pasado como una
supervivencia religiosa anticristiana. La verdad emocional creó el mito del que se había
proyectado. ¿Seguramente esto debería celebrarse como brujería poderosa? El deleite con
el que la tesis de Murray ha sido torturada y consignada a las llamas purificadoras por sus
inquisidores es una prueba de su poder. No se toman tales contramedidas contra una
amenaza impotente.
Jules Michelet es el otro mitógrafo notable, cuya brujería revolucionaria sigue siendo una
potente inspiración, particularmente en Europa. Aunque la desacreditación del Histoire de
l'Inquisition en France de Étienne-Léon de Lamothe-Langon como su principal fuente fue un
importante lavado ácido académico, no disuelve la base mítica debajo. Michelet propuso un
culto a las brujas anticristianas, y estamos orgullosos de esa tradición de non serviam, del
No yaceré debajo. Una brujería declaradamente anti o, más exactamente, post-cristiana no
necesita una supervivencia lineal, ni la aprobación a pie de página de nadie, porque
funciona por sí sola, sea que los campesinos franceses se reunieron en asambleas
nocturnas contra la opresión de la Iglesia y el Estado liderados por una hechicera, o no. Yo
diría que nuestra propia existencia prueba que tenemos ascendencia.
Los académicos se horrorizan cuando encuentran ideas desacreditadas que los
practicantes de brujería siguen utilizando y repitiendo. Ven una investigación descuidada

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que debe corregirse, porque fallan completamente en entender las necesidades míticas de
la narración, e ignoran tanto las disputas internas de la academia como el hechizo tejido por
la brujería. Como resultado, me ahorraré tanto el pase de lista neo-pagano de los últimos
transgresores como al padre de las mentiras Robert Graves. Tampoco me veré envuelto en
las controversias de los historiadores profesionales cuyo guión se basa en abrir heridas. Al
describir el mítico Sabbat tampoco estoy privilegiando una tradición sobre otra, y espero que
esta piscina de luz de luna sobre la cual me posiciono no se confunda con todo el océano
de la noche.
Así que elijo involucrarme con el más desacreditado de los mitos y, sin embargo, el más
arquetípico, el Sabbat, no en la variante redactada de Gardner o Ginzburg, o en la oblicua
equivocación personal de Kenneth Grant y Austin Osman Spare, sino en el gran panorama
de la cima del pánico de la bruja. El Sabbat en su pleno derecho y terrible de contemplar.
Deseo entrar en el secreto nocturno más profundo con todos ustedes, porque es un lugar
que ya he pisado. Hay veracidad, verdad, poder y transformación en este baile. Cuando
presento el mito tal como me lo han revelado, es para iluminar con tanta seguridad como la
antorcha que se eleva entre los cuernos de la cabra sabática. Aunque existen tradiciones
iniciadas, ningún grupo puede controlar o monopolizar el Sabbat. No es una marca
registrada, es una experiencia abierta a todos. Para hacer esto, seguiremos la estructura del
mito en sí mismo, que se volverá cada vez más desenfrenado a medida que los vientos se
encrespen alrededor del árido pico, los bailarines y los demonios comenzarán a
desdibujarse y fusionarse a medida que las caras afiladas se claven en un audaz desahogo
solo para perderse una vez más.
¿Quién es el que asiste al Sabbat sino la bruja? Por lo tanto, las discusiones modernas
sobre quién asiste al Sabbat son a menudo diálogos de exclusión, donde un grupo busca
insistir en que tales son las únicas brujas verdaderas, que su experiencia es de alguna
manera más auténtica que cualquier otra. Quienes eligen un camino solitario, ya sea por
inclinación o por circunstancias, son particularmente vulnerables a estos ataques
injustificados. Pero el Sabbat es mucho más igualitario que eso, elimina la diferencia. Nos
convoca. Este llamado es el aspecto interno que define a una bruja, más que el aspecto
social externo del dedo acusador acusador que condena. El primer vuelo al Sabbat es a
menudo un evento espontáneo. Uno que no está mediado por aquelarre o el ritual. Es una
transfiguración lúcida, aunque a menudo impactante.
Al igual que las narrativas de secuestro de los cultos de hadas y ovnis, las que son
contadas una vez tienden a ser contadas otra y otra vez. Tentativamente sugeriría que solo
cuando decidas deliberadamente regresar al Sabbat y se te enseñe cómo acceder a él, se
puede considerarte una bruja. Los arreglos a menudo puntuales hechos con los espíritus,
las hadas o demonios, es algo que también vemos en las conversaciones angelicales de
John Dee y las convenciones de alta magia donde el tiempo es una calibración crítica. El
vuelo se convierte entonces en una elección, más que una coerción, tu eres participante y
no una víctima. La bruja misma domina los poderes de vuelo, ya sea usando su torbellino
de hadas, su tamiz, su ciervo o sus muslos que se aferran a la escoba canosa. Lo que
puedo decir es que algunas son más susceptibles a esto que otras, y que esta sensibilidad
es reconocible como parentesco. Leemos las marcas con mayor seguridad que cualquier
Biblia. Lo que comienza en solitario se convierte en un sueño unido con aquellas con
quienes nos reunimos o nos encontramos por ahí, y así nace la conspiración.
Como brujas, hemos sido constantemente etiquetadas como ilusas, histéricas, enfermas o
simplemente drogadas. A veces eso puede ser cierto. Mientras nos mantenemos firmes en
la inestable fantasía del terreno del Sabbat, debemos considerar estas críticas, ya que

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pueden proporcionarnos sin darse cuenta más pasos que nos llevarán desde la periferia
hacia el centro en torno al cual gira la danza.
Johannes Wier y Reginald Scot con su explicación racional de la brujería como un engaño
de las ancianas no fue bien recibido por el establecimiento legal clerical, que buscaba yesca
que crujiera al tocar el fuego del infierno y no ramas de madera verde que lentamente
apagaran la llama. . Aunque Wier salvó vidas, esta idea comenzó el proceso de patologizar
los estados alterados, ya que los registros de los juicios muestran claramente que aquellas
acusadas de brujería no tenían enfermedades mentales ni estaban simplemente locas. En
un mundo cada vez más materialista, esta idea prevaleció, pero el cambió enfoque de las
ancianas que mantenían viva una tradición oral y una visión encantada del mundo, hacia el
desvanecimiento moderado de la juventud. El engaño fue etiquetado como histeria bajo el
sondeo del psicoanalista. Todos los exponentes del Malleus Maleficarum ahora se pusieron
batas blancas y portapapeles y pidieron a nuestra bruja reclinarse en el sofá del clínico.
Encontramos la resistencia a esto en The Newly Born de Hélène Cixous y Catherine
Clément, en la que Clément escribe:

Una debe pasar por la audiencia de escritores, psiquiatras y jueces para reconstituir
la posición mítica que las mujeres desempeñaron su papel mítico. La última figura, la
histérica, retoma y asume los recuerdos de otros demás; esa era la hipótesis de
Michelet en The Sorceress; esa era Studies on Hysteria de Freud. Ambos pensaron
que el pasado reprimido sobrevive en la mujer, y la mujer más que nadie, se dedica
a la reminiscencia. La Hechicera, que al final es capaz de soñar la naturaleza y, por
lo tanto, de concebirla, encarna la reinscripción de las marcas del paganismo que
reprimió el cristianismo triunfante. La histérica, cuyo cuerpo se transforma en un
teatro para escenas olvidadas, revive el pasado, dando testimonio de una infancia
perdida que sobrevive en el sufrimiento.

La brujería no ha terminado. Clément insiste: en algún lugar cada cultura tiene una zona
imaginaria para lo que excluye, y es esa zona la que debemos tratar de recordar hoy. El
Sabbat es dicha zona, dicho recuerdo, y es por eso que debe ser la práctica central de la
brujería, buscada con algo de presentimiento. Sus aspectos prohibidos no pueden ser
eliminados a bien a menos que deseemos despertarnos con vestidos sin espalda suturados,
sin sexo y mirando con los ojos en blanco a un mundo que ha perdido sus significados
secretos. No lo haremos expulsar esto de nosotras mediante una terapia electroconvulsiva,
ni descartarlos con restricciones químicas.
Ya es hora de que partamos para el Sabbat. Miremos por el ojo de la cerradura, por la
perspectiva del Diablo, y también por la del Sacerdote, donde, a la luz de las velas, la mujer
desnuda unge sus suaves extremidades con el ungüento. Se nos puede permitir este
pequeño acto de voyeurismo porque la brujería y el ritual son eróticos. Todas deseamos
presenciar lo que está prohibido o es sagrado, pero tendremos que participar para
comprender realmente o sufrir el destino de Actæon. Mirando a través de la puerta de la
cabaña a nuestra bruja ahora dormida, a menos que nuestros corazones hayan sido
reemplazados por paja, nosotras también podemos compartir sus sueños que ascienden tan
seguros como el humo que se eleva del fuego en su corazón.
Habiendo descontado la senilidad, la histeria, la locura, ¿está el secreto de la bruja en este
unguento sensual, en esta acción deliberada, esta segunda expedición que sigue al primer
extasis espontáneo?

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Muchos se han comprometido en la búsqueda inútil del soma, el enteógeno o mezcla
perdida que arrojó a las mujeres en vuelo y las llevó a un carrusel sexual de hermosa
juventud. Hay relatos de que esto es un sueño profundo, una narcolepsia, una catalepsia
que nos recuerda en particular a la amanita muscaria y el éxtasis del chamán Tunguskan,
tan rígido como la piel congelada. En algún lugar escuchamos el lento latido amortiguado
del corazón del tambor de piel de reno. ¿Son las drogas las que nos permiten encontrar el
camino de regreso al encuentro del calor desnudo?
Las hierbas eran de hecho la materia mágica de la brujería en el mundo antiguo, como
Plinio afirma en su Historia Natural xxv:5:

No se encontrará nada más que despertó mayor asombro entre los antiguos que la
botánica. Hace mucho tiempo se descubrió un método para predecir los eclipses del
sol y la luna (no solo su día o noche, sino la hora misma). Sin embargo, todavía
existe entre un gran número de personas comunes una convicción establecida de
que estos fenómenos se deben al poder convincente de los encantos y las hierbas
mágicas, y que la ciencia de tales es el área sobresaliente de las mujeres

Fue solo con el período romano que el uso de hierbas en la brujería fue reemplazado por el
uso macabro del cadáver, ya que la figura de la bruja se demonizó en la tradición literaria.
¿Podemos argumentar que el conocimiento a base de hierbas sobrevivió, y en particular,
los secretos de los ungüentos voladores? Hay pruebas. En El libro de la Magia Sagrada de
Abramelin el Mago, fechado tentativamente en 1458, el protagonista se encuentra con una
hechicera en Lintz que frota sensualmente los pulsos de sus manos y pies con ungüento y
lo deja convencido de la corporalidad de la experiencia. Sin embargo, cuando le pide que
repita el experimento y viaja para que él le informe a un amigo, se siente consternado al
verla simplemente quedarse profundamente dormida durante tres horas:

Entonces llegué a la conclusión de que lo que acababa de decirme era simplemente


un sueño, y que este ungüento era causante de un fantástico sopor; con lo cual me
confesó que este ungüento le habia sido conferido por el Diablo.

Volveremos al detalle del Diablo un poco más tarde. Por ahora debemos tener en cuenta el
contexto, esta aventura aparece en una serie de escapadas con el “tipo equivocado” de
magia antes de participar en la operación de Abramelin propiamente dicha. Parece probable
que, aunque sea una especie de historia moral, es una repetición del folklore, y
probablemente represente tanto la comprensión popular como, críticamente, la práctica.
Della Porta, en su Magia Naturalis de 1558, registra un experimento similar con una bruja
que se aplica el ungüento y entra en un estado de trance profundo durante el cual él y sus
compañeros la golpearon, aparentemente para demostrar que ella no se fue volando
físicamente. Della Porta da una receta para el ungüento que se suprime rápidamente, ya
que obtuvo la reprobación del fanático Jean Bodin, entre otros, por desafiar la corporeidad
del Sabbat y proporcionar los medios para asistir a uno. Que conste, el ungüento de Della
Porta es uno de los pocos platos napolitanos que no recomendaría probar, ya que contiene
los ingredientes activos del acónito y la cicuta.
El uso de ungüentos medicinales y mágicos es un hecho histórico, y estos ungüentos
habrán contenido las peligrosas hierbas de brujería. Sus poderes milagrosos aparecen en
los clásicos y, en particular, podemos acreditar el relato de Apuleyo en The Golden Ass

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como una inspiración para este género. Habiendo espiado como Pamphile se convierte en
un búho, Lucius se unta codiciosamente el ungüento:

Me puse de pie, agitando los brazos, uno tras otro, como había visto hacer a
Pamphile, pero no aparecieron pequeñas plumas sobre ellos y no mostraron signos
de convertirse en alas. Todo lo que sucedió fue que el cabello en ellos se volvió más
grueso y más grueso y la piel se endureció hasta volverse cuero. Luego, mis dedos
se juntaron en un bulto duro para que los cinco dedos de mis manos se convirtieran
en cascos, el mismo cambio vino sobre mis pies y Una larga cola brotó de la base de
mi columna. Entonces mi cara se hinchó, mi boca se ensanchó, mis fosas nasales
dilatadas, mis labios colgando y mis orejas erizadas y peludas. La única parte
consoladora de esta miserable transformación fue el enorme aumento en el tamaño
de mi miembro...

Las desventuras de Apuleius confirman una larga historia de vuelo nocturno,


transformaciones animales, ungüentos y hechicería sexual. Estamos muy lejos de una
receta definitiva, pero aquí hay claramente elementos del Sabbat que no son simplemente
las fantasías de la inquisición, sino que son prácticas básicas de brujería. La historia de
Apuleius se repite de hecho por Nicholas Rémy en su influyente obra de 1595 Demonolatry.
Apuleius también nos recuerda, al igual que Circe en su transformación de la tripulación de
Odysseus en cerdos, que hay que pagar un precio por la transgresión. Los cerdos son el
sacrificio ectónico por excelencia en el mundo antiguo. La brujería requiere drogas, pero la
misma preparación puede hacernos cerdos o asnos tan fácilmente como búhos. Esta es
una de las lecciones más importantes, las drogas no son suficientes, nosotras somos un
elemento irreducible en la ecuación.
Como vimos en Della Porta, las hierbas compuestas en el ungüento son venenos. La
extracción y la toxicología son un problema importante aquí. La experimentación debe tomar
en cuenta la variación dramática en la concentración de los alcaloides. Esto se puede decir
del beleño, la belladona, la mandrágora, la datura, la cicuta, y el acónito. Esto no es para
descartar el uso de las plantas venenosas en la experiencia visionaria, pues ellas inducen
sensaciones de vuelo y ensueños eróticos. Sin embargo, la idea de que la brujería es
simplemente un culto a las drogas es una tergiversación profunda. La teoría de que los
ungüentos voladores son simplemente listas de mostos tóxicos tiene algo de verdad. Son
fundamentalmente plantas de los muertos, aquellas que, como el pharmakon, curan y
dañan. Es esta conexión con los muertos, y los lugares de los muertos, lo que
mantendremos cerca de nosotras.
Dado que el vuelo del Sabbat y un encuentro muy físico con el Diablo preceden al uso del
ungüento, se han propuesto otras explicaciones. Algunas cuentas tienen una Europa de
campesinos envenenados, hambruna impulsada por devorar al lobo en el centeno. El
cornezuelo cocido al horno en pan arruinado es el intento racionalista de disolver el Sabbat
en un embrollo drogado de cuentos de hadas regurgitados y recuerdos falsos. Esto parece
un evento improbable dada la dificultad de la dosificación y la falta de una receta confiable o
una tradición certificada del uso ritual del cornezuelo. Los síntomas del ergotismo fueron
reconocidos y no combinados con la brujería. El hambre, la privación y el estrés fueron, sin
embargo, muy reales. Parece que esta es una de las razones de que en el occidente
gordinflón hayamos olvidado tantos encuentros con el otro mundo. El ayuno es un requisito
previo para muchos trabajos mágico. No descuidemos esto, si aspiramos a volar o
prepararnos adecuadamente para las pruebas de las plantas visionarias.

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Los entusiastas enteógenos han sugerido que la razón por la cual el ungüento narcótico no
fue perseguido o criminalizado en una proto guerra contra las drogas por los tribunales y los
inquisidores en Europa es que tenían la intención de probar la existencia física del Sabbat y
de una conspiración criminal real, y no imaginaria. Esta posición sostiene que el Sabbat
recibe corporeidad sólo de las élites; por lo tanto, argumenta que la negación del Canon
Episcopi de la realidad física del Sabbat es la historia a la que debemos unirnos. Sin
embargo, la evidencia de los juicios cuenta una historia muy diferente. Los Inquisidores
cambiaron sus historias como resultado del peso de los testimonios, y no a través de
preguntas orientadas a respuestas cerradas dadas en las acusaciones del Auto de Fe. Es lo
que Emma Wilby estila como una dialéctica entre creencia y experiencia. Los acusados
insistieron ante los interrogatorios de que sus experiencias eran reales. Existe otro vínculo
eclesiástico, si el Diablo es corpóreo, entonces el Sabbat también debe serlo.
Incluso De Lancre acreditó la sugerencia de drogas, pero amplía la red para incluir cigarros,
hierbas, ungüentos; y la compara con la insuflación de cohoba en el Nuevo Mundo (más
conocido como yopo, un rapé que contiene DMT). Los límites de la brujería, incluso
entonces, eran tan permeables como cualquier membrana mucosa o búsqueda torpe de
aduanas. Él escribe:

Otros han dicho, y no sin hacer un gran sentido, que las famosas brujas fueron
transportadas por primera vez a un estado de éxtasis mediante el uso de ungüentos,
hierbas o fumigaciones que embotaron sus sentidos y, durante su extasis, les
hicieron ver todo lo que tuvo lugar en el Sabbat, o algo similar al Sabbat. Esto es
como el efecto de la hierba cohoba en los indios de la isla de La Española. Después
de un sueño violento y problemático, los indios se despiertan y cuentan historias
fantásticas. Luego, el Diablo, habiéndoles enseñado a menudo el Sabbat en sus
sueños durante sus deslumbramientos y éxtasis, los lleva allí muy fácilmente, tanto
en el cuerpo como en el interior y a veces incluso los mantiene en duda sobre si esto
es un efecto de la ilusión o la verdad, para que nunca lo sepan con certeza.

La cuerda floja de De Lancre permite que las drogas den una visión del Sabbat, pero luego
ocurre un evento físico real, lo que hace imposible que la bruja descifre cuál es real. Esta es
la trampa de un demonólogo típico que te condena a cualquier lado de la línea que caigas.
Lo que nos confunde es la naturaleza de la experiencia misma, que no puede ser probada
en laboratorio. No hay lugar para el observador una vez que la bruja ha tomado vuelo. Está
ocurriendo dentro y a través del tumulto del cuerpo de la bruja, y en última instancia solo
ella sabe la verdad. ¿Es el cuerpo de la bruja golpeado por Della Porta una evidencia? No lo
es. El cuerpo dormido que queda es una falsificación, una escoba, un bulto relleno de paja.
Otra dificultad particular es que la clase de drogas enumeradas en los ungüentos destruye
la memoria, nos confronta con los habitantes del otro mundo que parecen tan reales como
nosotras, y generalmente son lugares infernales sofocantes. La navegación aquí es difícil,
incluso para el viajero experimentado, un problema casi insuperable. Esto no coincide con el
extenso testimonio sobre la naturaleza del Sabbat y los encuentros con los habitantes del
otro mundo que a menudo son brillantes, brillantes y brillantes. Los detalles son exquisitos y
la narrativa no está llena de agujeros. No estoy negando el valor de estos compuestos
cuando se aplican con moderación, pero argumentaría que no es donde reside el secreto
únicamente. El ungüento en los registros de prueba no es simplemente una mancha de
grasa de oso y beleño. Casi siempre es dado a la bruja por el Diablo que lo compone o lo
potencializa con su saliva. Tal es una sustancia manifiestamente mágica que se está

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preparando, una alquimia verde si se quiere, que es más que la suma de sus partes. Es una
medicina mágica, no una cadena de polímeros. El compuesto también requiere
encantamiento para potencializarlo, el encanto hablado (o más bien entonado) y cantado,
que es lo que simboliza la saliva del Diablo.
Antes de dejar atrás los venenos, recordemos que estos son venenos. La brujería y el
chamanismo son el arte de ir y volver, como comprenderá cualquiera que haya pasado un
tiempo en las montañas. Si enfocas tu mirada solo en los picos nevados, te matarán, y no
atreverte nunca te mostrará la cima. Los sabios deben equilibrar estos estados
contradictorios. Así que aquí hay una paradoja final a considerar: no necesitamos
necesariamente envenenarnos para ir al Sabbat, pero sí debemos estar muertos. Aquí se
pueden sugerir otros métodos, ya sea que los obtengamos de nuestros cuerpos en trance
postcoital, que nos colguemos de los ganchos, que nos encajemos en cunas o que
simplemente nos balanceemos en una silla, no hay una forma de hacerlo que no sea sabia.
¿Significa todo esto que Michelet estaba equivocada cuando intuyó que tenían lugar
grandes reuniones nocturnas? No. El Sabbat, aunque soñado, también puede coincidir con
el cuerpo y con el ritual, es esto lo que la brujería debe perseguir con la diligencia y
precisión de la puntería élfica. Incluso los estados tangibles pueden ser liminales, una
experiencia de la que los ritualistas son muy conscientes. El tiempo y la realidad no son lo
mismo en el círculo que en el bosque. Mi posición considerada sobre si el Sabbat es físico o
no es que la pregunta en sí misma es absurda. Las brujas no dividen los estados de sueño,
sueño y visión.
Este monismo mágico es algo raro en las mentes modernas alfabetizadas y divididas. Es
una concepción chamánica que debe ser incorporada en nuestra práctica de brujería si es
tanto para tener como para proporcionar significado.
¿Para qué sirve realmente el ungüento? ¿Cuál es la razón de todas estas lúbricas
brujeriles? Gardner lo intenta; prueba lo práctico, manteniéndose caliente mientras está
desnudo, y lo sigue con lo improbable (aunque tal vez con humor chistoso) que se escapa
del agarre de los cazadores de brujas, como una barra de jabón en el baño. Elijo ver la
redención como lo que nos permite pasar de un estado a otro. Al verlo desde esta
perspectiva, podemos comparar la preparación del cuerpo para el Sabbat con los otros tres
grandes rituales de purificación: los del nacimiento, el matrimonio y la muerte. Cada uno de
estos es un ritual de unción con una sustancia física y un análogo, ya sea con líquido
amniótico y agua bendita, fluidos sexuales y nardo o mirra y lágrimas. Estos pueden
considerarse ungüentos de vuelo. El Sabbat es una mezcla que contiene estos tres rituales,
con el matrimonio como el nudo que une el nacimiento y la muerte. Aquí es donde reside el
secreto del Sabbat.
El ungüento tiene otro propósito, oculto en la lista de ingredientes. No la grasa de bebé
sugerida en el Malleus Maleficarum (que Redgrove intuye que es sangre menstrual), sino
una más sutil. A menudo se compone con hollín. Un pequeño detalle, que se pasa por alto
al no ser lo suficientemente sensacional o psicoactivo, pero para mí este pequeño detalle ha
sido revelador. Un propósito del ungüento con este ingrediente es ennegrecer la cara y las
extremidades, al igual que Shiva está manchado de cenizas del lugar de la cremación. Nos
estamos volviendo muertos, como espíritus invisibles para los vivos que no pueden vernos
resucitados en el torbellino. Para ser como ningún hombre, como nadie, para pasar
inadvertidas en la multitud de bacanales y espíritus que han borrado nuestro nombre entre
los vivos, ahora hemos cambiado para siempre, siendo una con los hadas y los muertos.
Somos mummers, morris, beelzebus, quemadas al negro por el feroz sol de la tumba,
involucradas en algo arcaico pero vital.

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Pero, de vuelta a Redgrove. Como encontramos en La Copa, la Cruz y la Cueva, la
menstruación es un momento particularmente febril para soñar. Se produce un vuelo a la
luna oscura, pero este no es el Sabbat. Aunque si aceptamos la inclusión de sangre
menstrual en el ungüento, nos da acceso a las profundidades de los sueños en el punto
opuesto del ciclo. Este es un truco particularmente mágico. La receta luego incluye una
base de cenizas, sangre y grasa que puede no ser demostrablemente tradicional pero que
está altamente potenciada. Es el bindu que une el ojo de arriba con el ojo de abajo; así cenit
y nadir coinciden en el Sabbat.
El vuelo nocturno está ligado a otro aspecto importante, el de la transformación animal. De
nuevo, esta es una alegoría chamánica. Yo diría que cuando nos convertimos o montamos
en animales, es porque son nuestros antepasados, literalmente espiritus familiares. Nos
estamos convirtiendo en los muertos. No en general, sino en particular: nuestros muertos,
nuestra sangre, nuestro tótem. Otros objetos familiares se ponen en servicio como
monturas, en gran medida un motivo de hadas, pero este poder de vuelo también lo otorga
el Diablo, un término matizado que cubre una multitud de criaturas espirituales como
siempre lo ha hecho. Esta transformación a su vez requiere otro elemento vital, la sangre
llorosa, la leche y el rocío de la pesada luna. Entonces tendremos el delicado tema del
tiempo. ¿Cuándo es que se lleva a cabo el Sabbat? Parece imposible no concluir que el
Sabbat ocurre en la luna llena. Esto es crítico para nuestra comprensión de todo el
mecanismo del mito. Una vez más, los registros de los juicios lo confirman, con Isobel
Gowdie asistiendo a cada cambio de la luna, aunque en la escritura febril de De Lancre el
Sabbat ocurre todas las noches; Esto es claramente una exageración. Esta observación
aparentemente simple nos lleva a una conclusión notable, que toda la idea del Sabbat no
era simplemente parte de un insulto a los judíos que luego fue transferido a las brujas
durante el contagio de la Inquisición, sino que es parte de una tradición lunar más antigua. y
calendario. Es a la vez un recuerdo y una supervivencia, aunque a lo largo de un camino
más torcido que lineal. La luna llena es la noche de celebración, no es la única noche en
que se lleva a cabo la brujería, pero es el único candidato para la convocatoria del Sabbat.
Sabbat en sí no es una palabra derivada del hebreo, entró en el léxico a través de los
cananeos que a su vez lo habían heredado de Babilonia y el šabattu sumerio. La palabra se
puede diseccionar conjunta por conjunta, ša-bat-tu o corazon-descanzo-dia, y se celebraba
el decimoquinto día de cada mes. Quince es un nombre codificado de la Diosa debido al
tiempo que significa: no la llegada de la sangre menstrual sino su potencia elevada. El
decimoquinto es el día del descenso de Inanna al inframundo, pero profundizaremos sobre
eso después. Es también la numeración del triunfo del Tarot El Diablo quien, como he
propuesto, es una imagen de la Diosa oculta. Todo esto es importante para nosotras, ya
que Inanna es el origen de las diosas demonizadas a las que la Biblia llama prostitutas, y a
quienes se llevan a cabo nuestros ritos debajo. Este quince se ve reforzado por otro número
importante en la brujería: el trece, el número de lunas llenas en un año lunar y el
complemento completo del aquelarre tradicional necesario para realizar este ritual.
Podemos decir que en tales rayos de luna se extiende nuestra tradición desde la cuna de la
civilización, no siempre boca a oreja, sino sangre a sangre. Entonces las brujas se levantan
como pajitas delgadas de los pisos trillados en remolinos invisibles y motas de polvo. ¿A
dónde se dirigen? Las Escrituras revelan que Cristo asiste a un Sabbat y se deporta de la
manera más desagradable. En Mateo iv leemos cómo, después de ayunar durante cuarenta
días y cuarenta noches en el desierto, se encuentra con el Diablo. El diablo lo reta a
convertir las piedras en pan. Vemos que el Diablo y la gente de las hadas a menudo hacen
lo mismo, convirtiendo piedras en pan y monedas, además de proporcionar el banquete del

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Sabbat o el banquete de hadas que probaremos a su debido tiempo. Cristo no se digna a
hacerlo. Él no es ese tipo de obrador de maravillas. Luego es transportado físicamente al
pináculo del Templo y tentado a saltar para que los ángeles lo atrapen. Se niega a
demostrar el poder de la fuga con la ayuda de espíritus, un espectáculo que Simon Magus y
otros hombres-dios de su edad estaban más que felices de mostrar. La escena cambia una
vez más:

Nuevamente, el diablo lo llevó a una montaña extremadamente alta, y le muestró


todos los reinos del mundo y la gloria de ellos; Y le dijo: Todo esto te daré si te caes
y me adoras.

Esta es la ofrenda del pacto. Tenga en cuenta, como lo hizo la Inquisición, que el Diablo le
da el poder de volar. Seguramente este es el Sabbat, celebrado en el lugar más alto que se
nos advierte con tanta coherencia en la Biblia. Aquí hay poder y significado de que Cristo se
desprecia en un intento de diferenciarse de otros magi. Otra pista está oculta en los
cuarenta días de ayuno; cuarenta es un número de Venus y se equipara con el rito de la
realeza y la resurrección nigromántica que este culto intentó secuestrar como lo ha hecho el
judaísmo desde que Moisés, el asesino, huyó de Egipto. La ironía es que esto es
exactamente lo que conserva el Sabbat de las Brujas.
Pero no necesitamos ni al Príncipe de los Poderes del Aire en una forma tan resumida, ni a
un Mesías reticente. Los vientos que nos transportan, nos elevan en remolinos y corrientes
hacia el Sabbat, en cualquier hendidura o artilugio, son los Muertos, los antepasados como
la Wild Hunt conducidos por el látigo con punta de escorpión de la Diosa que incita a los
leones alrededor del zodiaco sumerio y cuyos lugares altos alguna vez humearon con
incienso. Estamos viajando en nuestros cuerpos transformados a un destino singular: la
montaña sagrada. Esta es la visión del Gran Sabbat. Los participantes provienen de las
cuatro puntas, no hay uniformidad, sino todo lo contrario, todas las herejías están en el ala.
Para nombrar este lugar, debemos tomar prestada una palabra, ya que no hay ninguna en
nuestro léxico que describa el estado coincidente que marca un montículo de hadas.
Llamamos a esto como lo hicieron los mesopotámicos, el kur, que es a la vez el pico y el
inframundo, una cordillera física y un designador del lugar extranjero. La muerte es siempre
el otro país.
El Sabbat se celebra en la montaña, en la colina hueca. Es literalmente un topos, tanto un
lugar como un motivo mítico repetido sin cesar. Muchos pies se han parado en la misma
montaña, que en cierto sentido es el montículo primordial surgido del caos de las aguas.
Cuando bailamos sobre ella, nos convertimos en parte de este gran ciclo. Esta es la
montaña mítica en la que el Sol descendió todas las noches en la Epopeya de Gilgamesh, y
aún lo hace. El camino está vigilado por Escorpio, un signo de la constelación que se eleva
para marcar la inminente muerte del Sol en el Solsticio de Invierno. También es el lugar
donde surge toda la vida. Por lo tanto, la montaña es donde resolvemos los calendarios
lunar y solar, los 12 y 13 que podrían describirse como la unión de mago y bruja, mujer y
bestia, Diosa y Dios. El sol que muere y renace; y la luna que sube, cae y se renueva. En la
epopeya de Gilgamesh, Enkidu describe el inframundo que se le reveló en sueños y tiene
componentes sorprendentemente sabáticos. Primero viene la transformación y vuelo
animal, luego sigue la entrada a la montaña y la fiesta de los muertos. Aquí, como en la
fiesta medieval de los asnos, los reyes sirven a sus sirvientes, todo está revuelto en el
mundo de abajo. Los fragmentos de texto aún crepitan:

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Me paré solo. Su cara estaba oscura. Como un (...) era su rostro. (Como) las garras
de un águila eran sus patas. (...) tiene más poder que yo (...) el salta. (...) me
sumergió. {mutilado o desaparecido} (...) me transformó, de modo que mis brazos
eran (...) como los de un pájaro. Mirándome, me lleva a la Casa de las Tinieblas, la
morada de Irkalla, a la casa de la que nadie sale si ha entrado, en el camino por el
que no hay vuelta atrás, a la casa donde los habitantes carecen de luz, donde el
polvo es su pago y la arcilla su comida. Están vestidos como pájaros, con alas como
vestimenta, y no ven luz, residiendo en la oscuridad. En la Casa del Polvo, en la que
entré, miré (a los gobernantes), sus coronas guardadas; Yo (vi príncipes), aquellos
(nacidos de) la corona, que habían gobernado la tierra desde los días de antaño.
(Estos dobles) ... de Anu y Enlil estaban sirviendo asados de carne; estaban
sirviendo carnes al horno y vertiendo agua fría de las vasijas.
En la Casa del Polvo, en la que entré, reside el Sumo Sacerdote y el acólito, reside
en el encantamiento y el éxtasis, residen en lavatorios-de-unción de los grandes
dioses, reside Etana, reside Sumuqan, Ereshkigal (vive allí), Reina del Inframundo.

El Kur es donde se reúnen los dioses, y donde están sepultados. En el interior de la


montaña, los antepasados están enterrados y los niños están escondidos.
Otra forma de la montaña hueca es el cráneo humano y otra forma del cráneo humano es la
rosa. En la tradición Siddha, la montaña cósmica es el cuerpo del iniciado meditativo, la
cueva, el cráneo, la pista de baile, el paté o la corona. En nuestra Brujería, la veneración del
cráneo como antepasado es una exteriorización de lo que luego puede convertirse en una
transformación interior. Así, la contemplación del cráneo se puede utilizar para acceder a los
misterios del Sabbat. David Gordon White observa: el universo Siddha fue construido de
manera que el practicante pudiera experimentarlo simultáneamente como un mundo en el
que vivía, y como un mundo que vivía dentro de tal. ¿Seguramente este es el Sabbat como
lo describen las brujas medievales que afirmaron asistir en forma corporal? Esto puede no
ser simplemente un vuelo mágico, sino el camino hacia la apoteosis y el poder.
La montaña también es el castillo encantado, es el zigurat de siete escalones con su cueva
de cámara nupcial, es la torre y su princesa debajo de un cielo rayado de relámpagos. Es
Kailash, Blocksberg, Pendle Hill. Para propósitos de brujería, no necesitamos más que
nuestros pies descalzos besando la tierra, ya que estamos atadas al primer momento, la
primera celebración ritual que hicimos. Esto para nosotras es la forma desnuda del Sabbat,
es algo compartido, un lugar en el que todas podemos estar de acuerdo para encontrarnos.
El mago hace una pausa y pregunta ¿con qué fin? Esto se puede responder con otra
pregunta: ¿Qué es lo que ocurre en el suelo del Sabbat? Parece mucho esfuerzo para una
mera orgía. De Lancre reconoce la diversidad del Sabbat, pero señala que, a pesar de esto,
las ceremonias más serias son consistentes. Haré lo mismo y consideraré las temáticas de
desmembramiento, banquetes, bailes y sexo.

62
La experiencia del Sabbat a menudo implica desmembramiento. Aquí el héroe se corta y se
coloca en el caldero. Este es un símbolo chamánico universal de iniciación y es un sueño
que muchas de nosotras habremos tenido antes de encontrarnos con la extensa literatura
antropológica. No es una experiencia agradable. El iniciado a menudo es capturado por una
criatura voladora y desgarrado por sus garras y pico, esto es lo que vimos en la Epica de
Gilgamesh y lo que encontramos en los orígenes de Tantra o en los mitos de Osiris,
Tammuz, Dionysos o el Toro del Cielos. Somos sacrificados Luego, el cuerpo se
reconstituye, a menudo en una olla, aunque se implanta con un hueso, piedra, elemento o
calce secreto con metal, o tal vez se nos regala como un talismán externo y una fuente de
energía.
Mircea Eliade, en su clásico Chamanismo: Técnicas Arcaicas del Éxtasis, describe los tres
grandes temas míticos rituales de desmembramiento, ascenso al cielo y descenso al
inframundo, agregando: pero no debe olvidarse que tal separación rara vez corresponde a
la realidad ... los tres temas principales de iniciación a veces coexisten en la experiencia del
mismo individuo; y que, en cualquier caso, generalmente se encuentran juntos en cualquier
religión. Esto es exactamente lo que encontramos en la brujería. Tres como uno. El caldero
es matriz, cueva, inframundo, montaña y el mismo Sabbat. El giro de los bailarines es la
agitación de la olla. Katabasis y anabasis están contenidos simultáneamente a la
medianoche en la montaña. Pero antes de felicitarnos por ser parte de un continuo
chamánico, debemos dejar que Eliade concluya su cita:

Finalmente, debe tenerse en cuenta que estas experiencias extáticas, aunque


constituyen la experiencia propiamente dicha, siempre forman parte de un complejo
sistema de instrucción tradicional.

63
Como sea que se desee cortarlo, este no es el caso en Occidente. No hay evidencia de la
supervivencia de un sistema complejo, somos las herederas de huesos astillados, cruces
derribados y túmulos violados. Nuestra tarea recién comienza, aunque sería más lucrativo y
tranquilizador afirmar lo contrario. Los retazos de folklore necesitan ser clavados por un
conjunto completo de huesos o simplemente son trapos que soplan en el viento. Sin
embargo, quizás el Sabbat en sí mismo sea la clave para restablecer nuestros cultos.
Debemos ser honestas al respecto y reconocer la deuda que tenemos con las tradiciones
vivas que nos ayudan a reanimar la nuestra.
El desmembramiento y la fiesta son seguidos por la fiesta misma. Aquí hay dos variantes
con un origen común. Primero está el festín de hadas que tiene una cualidad benigna. Esto
ha sido sugerido como la fantasía de una clase campesina que en el hambre contaba
historias de abundancia y soñaba con festejar en la corte de las hadas. Permítanme decir
brevemente que esto es demasiado simplista. También hay tradiciones benéficas del
espíritu anfitrión que pasa por las casas, come sin disminuir la comida y le da prosperidad a
los anfitriones. El segundo tipo es el macabro festín de carne cruda de las brujas.
Este es un elemento arcaico y que encontramos en los Cretanes de Eurípides, donde el
líder del coro afirma: después de celebrar el trueno de la noche deambulando por Zagreus
(Dionysos Chthonios) y el festín crudo, y levantando las antorchas para la Madre de la
Montaña, y siendo consagrado en las danzas armadas de los Kouretes, recibí el título de
bacchos. La carne cruda aquí es el animal desmembrado, el mismo que es derribado por
las bacantes salvajes. Los celebrantes no son humanos, pero tampoco son animales, son
algo más que esto. Parece haber poca diferencia entre esto y la Wild Hunt, Fairy Horde o un
grupo de brujas que vuelan de noche y matan ganado. A menudo, estos animales resucitan
envolviendo los huesos en las pieles y mueren más tarde por lo que parecen ser causas
naturales. Esto quizás revela un estrato paleolítico de toda la construcción del Sabbat,
donde la muerte de los animales en la caza está mediada entre el chamán y la Señora de
las Bestias. Como el Sabbat es donde nos encontramos y festejamos con nuestros
antepasados, no deberíamos sorprendernos cuando algunos demuestran ser muy viejos. En
el caso de las brujas, la carne cruda en particular es la de bebés inocentes. De todas las
imágenes del Sabbat, esta sigue siendo la más preocupante. Sería fácil descartarlo como
propaganda negra, pero debemos detenernos en esta imagen macabra. El Sabbat refleja
una edad de alta mortalidad infantil y muerte aparentemente aleatoria. La brujería fue el
mecanismo por el cual se entendió esto, como lo expresa el chamanismo: no existe una
muerte natural. Las brujas, ya sea que maten a con tiros elfos, muñecas malditas o con el
ojo son parte de la ecología del cosmos. Esto siempre ha sido parte de la función del
chamán, y una que incomoda a la comunidad. Los que sanan pueden dañar, el propio Cecil
Williamson describió a las brujas como asesinas En muchas culturas hay un mecanismo por
el cual los asesinos están exentos de responsabilidad; están actuando como destinos,
valquirias o como los corsos mazzeri. Este papel como destino para nosotras está presidido
por Babalon, cuya copa contiene la sangre de todos los seres vivos y cuyo brebaje da
conocimiento. La malefica con motivos personales se realiza mejor en la luna oscura. Sin
embargo, las brujas pueden verse afectadas por la comunidad si se las ve como injustas
persistentemente.
Si comemos de los animales y granos, los hijos de nuestra madre, entonces se requiere
algo en recompensa. Sin muerte no hay vida. La Diosa devora a sus hijos, ella es la cerda
negra. Al participar del Sabbat, no estás diferenciada de ella. En este acto, eres la diosa. En
nuestra práctica, los niños son la miel roja, la sangre menstrual que es la clave de la colina

64
hueca, tanto saboreada como embadurnada sobre nuestros cuerpos en el ungüento, por lo
tanto, somos los niños que devoramos incestuosamente y ellos son nuestros padres y
progenie. Así, el momento del Sabbat de luna llena es una totalidad que contiene la luna
oscura dentro de ella. Esta orgía caníbal es la naturaleza misma. En The Red Goddess,
aludo a una visión que tenía de que todo follaba con todo, bueno, déjenme revisar eso, el
Sabbat lo es todo comiendo y follandolo todo.
Otra razón para la fiesta es que los muertos tienen hambre, los muertos tienen sed, los
muertos tienen frío. Es imperativo que les proporcionemos, ya que estaremos entre ellos
demasiado pronto. Sería prudente tener amigos entre los muertos cuando llegues. Como las
brujas no comemos a los muertos, cuidamos sus huesos, este es el origen de la
nigromancia, tanto como tomar los huesos de los hombres condenados los hemos tendido
en nuestras carretillas, los hemos exhumado y los hemos lavado con nuestras lágrimas, les
hemos cantado. Lo que nos caracteriza como una cultura sin futuro es que no hacemos
esto. Al festejar como y entre los muertos, les permitimos participar de lo que amaban en la
vida. Hay aún otra razón, la cadena de ascendencia se mantiene y nuestro vínculo con los
muertos que renacerán como sus antepasados, pero que también nos ayudarán en el más
allá. Estas son las grandes líneas y linajes de los espíritus y el misterio de la reencarnación.
La energía furiosa de los muertos se manifiesta en una danza de un carácter
sorprendentemente erótico; Esta es una descripción de los ritos arcaicos del éxtasis
sobrescritos con la sensibilidad sugerente de cualquier edad de la prohibición que
prevalezca entonces. Mientras escribo esto, los fundamentalistas islámicos del norte de
África han anunciado una prohibición de la música y el baile, pero ese acto está condenado
al fracaso. El Sabbat no será negado. La satanización de la música y la danza es el sello
distintivo de una cultura represiva y la inevitable reacción tumescente y desenfrenada. La
danza es una forma de resistencia al cuerpo socializado, ya sea como los autómatas des-
sexualizados de la cultura industrial que la parodian como techno de Detroit, o que las
Monjas se retuerzan celebrando un nuevo pacto con la carne, o la manía danzante que
invadió los patios de las iglesias, o los seguidores de Dionisos y Cibeles deschavetandose
con los platillos y la flauta. Es el fuego irreprimible que barre la médula de los huesos y los
articula nuevamente. Habla, delira. La danza es la máxima extensión, así como la muerte es
la máxima contracción, la interacción entre estos estados es el momento inmortal de la pista
de baile.
Los demonólogos escribieron mucho sobre esto, y ninguno estaba más horrorizado que De
Lancre. No son simplemente las danzas folclóricas las que engendraron una supervivencia
pagana, son las nuevas formas de lascivia extranjera que inundan una cultura casta. De
Lancre culpa a los vascos, y al hacerlo su propia ascendencia es negada:

De esta manera, todos los bailes más excitables, y los que atormentan más al
cuerpo, los que más lo desfiguran, y todos los bailes más indecentes provienen de
allí. Todos los pirrónicos, los moros, los peligrosos saltos, los bailes en cuerdas, las
cascadas de las escaleras altas, el vuelo con alas falsas, las piruetas, el baile en
medias lanzas, balanceándose, haciendo círculos, las fuerzas de Hércules sobre la
mujer al revés sin tocar su espalda en el piso, los canarios de pies y manos, casi
todas estas atrocidades llegaron de España.

Continúa castigando a Saraband como el último y más violento y apasionado de todos los
bailes. Sin embargo, De Lancre está muerto, y los vascos continúan bailando y celebrando
su herencia de brujería.

65
El incesto indiscriminado propuesto por De Lancre con compañeros de baile que cambian
sin cesar difiere del relato de Francesco Maria Guazzo en su Compendium Maleficarum de
1628, donde es el espíritu familiar, un demonio, con quien la bruja retoza:

Cada demonio toma de su mano al discípulo bajo su tutela, y todos los ritos se
realizan con el mayor absurdo en una ronda frenética con las manos unidas y de
espaldas; y así bailan, tirando la cabeza como gente frenética

Curiosamente, este lanzamiento de cabeza también se ve en la danza Mænadica de la


antigua Grecia. El el elemento de ir hacia atrás es uno de una serie de inversiones que
Guazzo detalla tanto representando la descripción clásica de los tres Destinos, como el
aspecto del anonimato que forma parte del Sabbat y otras prácticas populares prohibidas
como el disfraz. Las brujas que asisten al Sabbat también son descritas como
enmascaradas, disfrazadas y veladas por Nicholas Rémy, en quien Guazzo basa en sus
descripciones, aunque omite la nota del primero de que la ronda gira a la izquierda, es decir,
en widdershins, como lo hicieron los 'sacerdotes druidas'.
Rémy agrega algo más aparte: las brujas fueron llamadas masca, máscaras, por los
lombardos y esta es la raíz de la celebración del carnaval de la mascarada, seguramente
una forma del propio Sabbat. La etimología de máscara intriga con su cadena de
asociaciones y acuerdos. Infiltrando nuestro vocabulario a través de la masca latina
medieval que evocativamente significaba un espectro femenino nocturno, o una pesadilla, o
la máscara por la cual se evocaba al espectro; se equiparó con la striga, larva y lamia. Es
una palabra cuya genealogía es oscura y múltiple. Una etimología en disputa deriva masca
del árabe maskharah, bufón, cuya raíz sakhira significa reir, burlarse o ridiculizar. El arameo
judío mesaqqer, que es teñir o pintar de rojo, también ha sido apoyado, conectado como lo
está con la pintura facial durante la mascarada de Purim, celebrada el 15 del mes de Adar
en Jerusalén: las lujuriosas hijas de Sión solían pintarse los ojos de rojo. O tal vez el
mascarar Occitano y el mascurer Francés Antiguo, que es oscurecer o ennegrecer la cara; y
está el Occitano Antiguo masco, una bruja o hechicera, cuyas raíces pueden derivarse de
una lengua pre-indoeuropea. La palabra mascotte está relacionada, siendo el encanto de la
bruja, el talismán o el fetiche. Y me parece curioso que esta raíz, de un linaje tan antiguo y
mixto, permanezca en todos los sentidos convergente sobre la bruja disfrazada, su arte
nocturno y la máscara de las almas vivas y muertas.
La danza requiere música y esto también se ve como infernal, con gaiteros condenados en
Escocia, el violín gitano en España, el tambor y la flauta loca en el mundo antiguo y luego,
por supuesto, el jazz, rock and roll y los ritmos repetitivos. Todos tienen sobre la mente
poderes alteradores seductores. Todavía se dice que el Diablo tiene las mejores melodías y
estas son una parte esencial de la celebración del Sabbat. Todas deberíamos bailar más y
expresar nuestra carnalidad. Rémy informa que:

... todo se hace con una maravillosa mezcla y confusión de ruidos, y está más allá
del poder de las palabras describir los sonidos groseros, absurdos y discordantes
que se pronuncian allí. Alguien le canta a una tubería, o más bien toma una varilla o
un palo del suelo y lo golpea como si fuera una tubería; otro golpea y rasguea con
los dedos sobre el cráneo de un caballo en lugar de una lira, otro golpea un roble
con un garrote o un palo pesado, y produce un sonido rugiente como el de los
tambores pesados; y todo el tiempo los Demonios cantan con una voz ronca y

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trompeteante, y toda la multitud con rugidos y fuertes gritos hace que los cielos
resuenen y se enfurezcan frenéticamente, aullando, silbando y gritando.

En el Sabbat, esta es una ofrenda sagrada y la música ahora está llegando a un punto
culminante. Lo que sucede en el Sabbat es una inversión; no simplemente crucifijos al revés
o el lenguaje de la luna con el que los demonólogos lidiaron, sino una inversión literal de la
Tierra y el Cielo sobre el eje vertical de la montaña sagrada debajo de la cual reside el sol
en su caverna y sobre el cual la luna llena se eleva y proyecta luz espectral sobre los
bailarines. La medianoche en la montaña es un momento peculiar en el que debemos
orientarnos mientras el círculo de máscaras gira cada vez más rápido y nuestro agarre se
tensa y nuestros pies comienzan a volar. Detrás de nosotras está teniendo lugar el misterio
mismo. La unión de Diosa y Rey, Bruja y Diablo.
Las máscaras exteriores de los bailarines son apotropaicas, son Gorgon, Hekate, la araña,
la ruleta, el monstruo menstruante con la lengua ensangrentada. Su papel es como guardias
y pupilos, los 64 dakinis dispuestos en un mandala sobre el shiva-lingam son para nosotros
las trece doncellas lunares del aquelarre. Este círculo giratorio de ojos protectores y
malignos es más fuerte que Querubin o Merkava. Lanza sombras extrañas, pesadillas y
parpadeantes imposibilidades eróticas. Protege los tronos que ahora son invisibles para los
participantes cuyo silencio es absoluto al respecto porque no pueden haber presenciado el
misterio.
El Sabbat es tanto un banquete como una cama nupcial. Es aquí donde se celebra el Gran
Rito. Existe un paralelismo sorprendente con Kaula Tantra, una expresión india medieval de
los mismos misterios, y que al igual que el Sabbat conserva un recuerdo mucho más
antiguo. Esto define la forma de brujería que practicamos, pero no todas las formas de
brujería. Me remito a David Gordon White:

En ciertas noches del mes lunar y del año solar, los practicantes de Kaula se reunían
en los campos de cremación, o en los 'montículos' o 'asientos', 'montañas' o
'campos' del clan. Estas reuniones, llamadas mezclas, involucraban la unión de
iniciados femeninos y masculinos, de yoginis cuya presencia e interacción con sus
homólogos heroicos o perfeccionados masculinos eran el sine qua non de la práctica
de Kaula.
En estas reuniones, las yoginis descendian del cielo para encontrarse con sus
consortes masculinos que los esperaban en el suelo. Estos vuelos de Yoginis fueron
alimentados por la carne humana y animal que era su dieta; Sin embargo, los
Siddhas o Viras en virtud de su propia práctica, pudieron ofrecer a las Yoginis una
fuente de energía más sutil y poderosa. Este era su semen, la esencia destilada de
sus propios componentes corporales. Las yoginis, satisfechas con tales ofrendas,
ofrecerían su forma de gracia a los Siddhas o Viras. En lugar de devorarlos, les
ofrecerían una representación de su propia descarga sexual, algo que estos
compañeros masculinos necesitaban tanto como las yoginis del semen masculino.

No es necesario que nos iniciemos en la tántrica de Kaula cuando tenemos las mismas
prácticas consagradas en el Sabbat de las Brujas y en los tabúes y técnicas de nuestra
propia cultura. Esta fiesta de néctar es una forma del Sabbat, una insanguinación mutua.
Podemos ir más allá: las Yogini voladoras son nuestra Strix. Los Siddhas viajan a nosotras
como Dioniso, que es a la vez héroe, Hades y, en última instancia, el Diablo.

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El monte del Sabbat se ha convertido por arte de magia en el inframundo. El Inframundo en
sí mismo es vivificado por el Sol tan seguramente como el rayo del solsticio del amanecer,
anunciado por Venus, penetra en la necrópolis de New Grange. Estos eventos son
simultáneos. Esto es más que un par de díadas, es una concresencia, una coincidencia,
una simultaneidad en el caldero y el crisol. De la interpenetración de los elementos nacen
tanto la muerte como la vida.
Podemos representar esto con los míticos protagonistas de Padre, Madre, Hijo e Hija, y su
contra-cambio en las estaciones que trae nueva vida. Cuando la hija es violada en el
Inframundo en la primavera, se une al Padre Viejo. Esta es la cabra barbuda, el Viejo
Diablo, apareado con la bruja virgen. Pero el Sabbat se celebra a medianoche, y esto
significa que el Sol, como dios juvenil, ha penetrado en el Inframundo y se une a la Madre.
Así, mientras Dios y Diosa celebran en la montaña, reflejan la unión debajo. El verde es al
blanco, el negro al rojo. Esta sustitución y equilibrio es la ley y la justicia inmutable del
inframundo. Es un ritual de resurrección, no del cuerpo, sino de las almas de los muertos,
los antepasados. En verdad, no hay padre, hijo, madre, hija, sino una unidad en la inmortal
montaña Venus coronada de rayos.
Lo que a menudo se olvida al celebrar el esperma dorado del sol es que la luna tambien
emite rocío nocturno. Plutarco en su Moralia, citando a Castor, señala que las almas
muertas viven en la luna, mientras que el cuerpo se resuelve en la tierra. La luna también
Siembra nuevas almas en la tierra a medida que pasa por encima. Una imagen de esto está
contenida en el Tarot. Es la luna la que trae las lluvias, y la lluvia es nuestra ancestra ya que
despierta las semillas dormidas en sus tumbas. En el Sabbat, esta caída de rocío es
provocada por la frenética erótica. En la brujería de Tesalia son las brujas las que bajan la
luna y para esto deben estar desnudas. El propósito de este rito se omite en la brujería
pagana moderna, es decir, extraerle el rocío. Ericcan, de Lucan, hace esto con fines
nigrománticos. Sin embargo, así es como renacen los muertos, no simplemente en los
cultivos sino en los cuerpos humanos que son los celebrantes en el Sabbat. Este es el Gran
Rito y el secreto central de la brujería. Espero que todas bailemos de esta manera, en los
huesos de nuestros antepasados.

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VII
Sol de Medianoche
Corta el brillo
En la joya de la noche
Alzanos
Reunión sabática
Traed quejidos
Su ojo de bruja
Con vista de francotirador
Destruye
Bloque a bloque
La que es bella
Acecha palacios y guetos

El Lobo Enviado Adelante Para


Arrebatar Un Cordero
¿Nos hemos olvidado de tener hambre? La brujería no lo ha hecho, parada en la delgada
línea entre la decreciente naturaleza y una civilización que se devora a sí misma. Los
huesos destacan arriba de nosotras, un pelaje sucio y ondulante que ofrece una flor roja
para la boca. No esperamos ser entendidas o recibidas por el rebaño o en el hogar.
Tenemos nuestra propia compañía para mantener, nuestros propios amores y costumbres.
La nuestra es la tenacidad que sujeta las coronas hastadas de los reyes. Nuestro deseo, un
brillante carbón robado de un corazón.
Debemos tener hambre de este conocimiento. El hambre que brama y golpea contra la jaula
de hueso y viento, que huele la sangre a través del enloquecido laberinto de abedul
plateado. Debemos irnos si queremos regresar en lugar de gruñir detrás del bozal de
nuestro ser social, e imaginarnos como lobos y nunca sentir ese motor de necesidad cruda
que incrusta en otros mundos y fantasmas a través de la interminable tundra del exilio. En
esencia, debemos volvernos salvajes.
Huellas de lobos anteceden a la historia de la bruja, ahora de leopardo, ahora de león.
Mocasín de dibujo suave. El significado es muy simple, incluso cuando la piel cambia. Es
uno que nos ha visto colgadas de cercas junto a los cuervos andrajosos: todas comemos
carne humana. Cruda. Somos vilipendiadas, sombras arrojadas por el miedo alrededor de la
fogata.
Pero esa es su historia, la que no incluye la matanza de los rebaños, las cercas, la inanición
provocada por el arado, la visión de los empeoramientos del hombre. Nos convirtieron en
esto, y se nos debe culpar por ello, se espera que se derrita como la escarcha. Pero ya
hemos sido reducidas al asunto esencial. Los nómadas y los cazadores no tienen carga,

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simplemente se mueven, pero ahora no queda ningún lugar a donde ir, no hay presas más
que ellos. Aún así seguimos.
Cuando se plantea la incómoda pregunta sobre el papel de los hombres en la brujería, la
respuesta ya se ha dado en la canción del lobo. Los hombres están excluidos de muchos de
los ritos de brujería. Los hombres no menstrúan. Así, sus misterios difieren de los de las
mujeres. Los cultos y reyes guerreros fueron amamantados por la perra supina y destetados
en sangre y batalla, sedientos como frascos de vino agrietados. En uno de los primeros
relatos de brujería, Formicarius de 1437 de Nider, se dice que las brujas masculinas se
transforman en lobos. Pero no debemos olvidar que las mujeres también se convierten en
lobos. Lupa llaman a las prostitutas y cortesanas de la Roma imperial, Lupanar, el hedor del
burdel. Los que quieren, los que acechan, las insaciables fauces jadeantes salpicadas de
saliva.
Convertirse en lobo no es solo para locos, por lo que aquí no nos detendremos en los
asesinos y psicóticos del registro histórico, ya sea Peter Stumpf o Harry Haller. Tampoco
valoraremos al individuo solitario, el resultado dañado de una cultura atomizadora, sino que
veremos al lobo dentro de la esfera del mundo. Para hacer esto, debemos ver cómo se
entrelazan las figuras de lobo, bruja, forajido y guerrero. Con demasiada frecuencia, el lobo
se ha enganchado a las runas en un tótem que el lobo mismo no reconocería. Este
supuesto lobo está destinado a devorar al ser emocional, la debilidad implícita, lo femenino.
No cometemos un error tan elemental en nuestra brujería, ya que vemos la naturaleza como
es, no como una proyección de nuestro propio fracaso desintegrado para ser completos. El
lobo encuentra su propia familia.
Quizás aquí podamos incluir el trabajo de Francis Bacon, la gran carne moteada de mármol
y las mandíbulas dislocadas. La boca, siempre pintando la boca que él encontró tan
hermosa. Esta cualidad de volupté que es a la vez lobuna y exuberante en el cuerpo nos
permite redescubrir nuestros propios cuerpos. No los cuerpos corteses de la sociedad, sino
las brutales colisiones, la vista desde el fondo del vaso de cerveza. Los nuncios papales son
siempre lobos, los Papas también en su guarida secreta, una ciudad dentro de la misma
Roma, así como Soho es una ciudad dentro de Londres. Los queers y los artistas siempre
crean ciudades míticas dentro de sí mismos, se han deslizado lo suficiente en las sombras,
en su propia sociedad, usan sus pieles con orgullo justificado. Intercalo estas imágenes
porque las palabras solas nunca son suficientes. Necesitamos la indecencia de la pintura
húmeda, la conspiración y las acciones instintivas. De los lienzos rotos cortados emergen
los lobos.
El lobo come niños y doncellas, y las víctimas más frecuentes de los festines de las brujas
también son inocentes. Así como las brujas voladoras nocturnas lanzan sus dardos y matan
a los débiles, el ganado, las cosechas, el lobo que merodea juega un papel en un ciclo
continuo de vida y muerte. No es horror, sino honestidad que la forma roja de la Diosa nos
revela en el santuario y la arboleda. Adjuntar el lobo como emblema al secuestro, asesinato
y violación de niños no describe las acciones del animal. Este no es un patrón de
comportamiento que muestre otra cosa que la locura, no cualquier tipo de acción cíclica sino
una fractura de las relaciones naturales. El lobo solitario está enfermo. Así como la bruja
como chamán representa todas las muertes dentro de una comunidad también lo hace el
lobo y este en particular significa tener en cuenta la mortalidad infantil y la de los
desaparecidos que no llegan al país de las hadas.
La cueva es testigo, el arte rupestre, los bailes estampados. Hemos sido animales por más
tiempo de lo que hemos sido hombres, y nada más que esa disputada figura liminal del
chamán. La piel cambia, hiena, león, tigre, gato, liebre, toro, oso y lobo. El animal que no es

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un animal. El hombre que no es hombre. La bruja que se interpone como intercesora entre
los cazadores y la Señora de las Bestias, que era la Maestra de las Bestias. Es ella con
quien corremos.
Es el lobo el que nos enseñó a cazar, las estrategias de empacar y conducir, emboscar y
atraer. El metis, que ya no se reconoce como la cualidad esencial para cultivar, está
incrustado en la forma del lobo. Conocen la vacía piedra de afilar para agudizar el sentido.
Los depredadores son animales que planean y engañan como lo hacemos nosotras, cuyos
ojos mirando hacia adelante están calibrados como miras de armas, fantasmas que
muerden el anzuelo y dejan la muerte en pie. Fantasmas a quienes hemos tomado en
nuestros huesos como antepasados. Poderosos cazadores que cantan a su madre luna.
También son la madre y el hogar, los fundadores de la civilización y las ciudades. Así como
los pájaros nos enseñaron el idioma, el lobo enseñó, aún enseña.
Debemos exudar la mancha de civilización de nosotros, vaciar nuestros vientres, desechar
nuestra ropa humana. Redescubrir la necesidad en las casas de baño y las calles
secundarias. La desnudez significa más que quitarnos la ropa, y esto debe lograrse por
completo para que podamos comenzar a cambiar una piel por la otra. En un texto Hitita del
siglo XVII a. E. C., las pieles de lobo otorgan poderes mágicos, pero esto ha durado más.
Nosotras dividimos sus poderes. Nuestros cuchillos tienen la misma curva que sus dientes.
Nos las atamos al cuello, usamos sus máscaras desolladas, nos convertimos en ellos. Nos
permiten deslizarnos hacia el Inframundo, invisibles. Las colas de coyote rescatadas de la
carretera nos siguen. Pero a medida que esto sucede, los lobos desaparecen de la
naturaleza y los perdemos de nuestra cadena de antepasados. Es solo a través de la
brujería, no de la vivisección, que podemos mantener viva esta conexión, voltear nuestros
abrigos al revés. El último mechón de cola desnudo se convierte en un hechizo de amor, y
uno potente, pero cuando muera el último lobo, pronto lo harán tambien los rebaños
estériles. El lobo es una criatura cuya forma aun tomamos en baile y sueño como la imagen
del Sol Invernal del Norte. El ciervo caído es el Rey del Verano en la bahia. Los hombres
que salen como lobos son el séquito de la cazadora divina, un ajuste de cuentas en general
en la tierra, una noche de tormenta que llama a los valientes mientras los perros yacen
durmiendo en sus camas.
Aquí estamos nuevamente en el campo negro y plateado del Sabbat, tan gastado y familiar
como la vieja moneda en los cielos. Los lobos son los espíritus de los muertos y los
antepasados. Es decir, guerreros y héroes; son las brujas transformadas y la agencia de la
Diosa misma. Se dedican a una cacería, es decir, la exigencia de venganza y restitución
nocturna. Hay tanto disfraz como voracidad sexual, transformación física, acción ritual y
envío de la búsqueda. Como veremos más adelante, también existe el ungüento, el encanto
y el consumo de carne humana cruda. Todo esto ocurre bajo la atenta mirada de la luna
llena. Es el mismo territorio familiar desconocido.
Parece que el lobo como hombre es una idea proto-indoeuropea, que abarca tradiciones
eslavas, bálticas y germánicas. Una máscara de guerrero, cuya ferocidad se elogia en este
contexto ritualistico específico donde la caza tiene un significado particular. Es como lobos
que somos absueltos y capaces de matar a los de nuestra especie; pertenecemos a otra
tribu. Más pasto, más animales significaba que cada joven tenía que atacar, por lo que los
guerreros indoeuropeos se iniciaron con pieles de lobo, y el signo del iniciado era el cinturón
mágico (sin duda de piel de lobo). Esto habría otorgado invulnerabilidad y otros poderes
mágicos al usuario. El capitán de la manada usaba un cinturón y los iniciados mostraban
dos cinturones que mostraban su vínculo tanto con los antepasados como con el líder
asignado. Un diente perforado era atado al cuello con cuerdas de cuero crudo y se

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desnudaban además de eso. De esta manera Korios, la hermandad guerrera ordenada por
los cielos, se fue furiosa al extranjero. Se han derretido en nuestra carne ya que incluso sus
rebaños se han convertido en sebo, las pieles se han hecho jirones, los huesos se han roto
y se han chupado la médula. Debe recordarse que sostenemos este libro con sus manos
lobunas, lo miramos desde debajo de las crestas de sus cejas, aún usamos sus palabras
como el eje alrededor del cual rueda nuestra canción.
El cinturón sobrevivió en el folklore teutónico, donde se convirtió en una ligadura
explícitamente mágica. En el relato dado por Wuttke en su folklore alemán, un cinturón de
piel de lobo o humano, particularmente el de un hombre ahorcado, está formado e inscrito
con el zodiaco y afecta el cambio. El cinturón mágico también es notable en la tradición del
grimorio donde el mago salomónico usa un cinturón de piel de león, pero la transformación
en esta etapa no es explícita ni el objetivo del rito, es un poder implícito que no
aprovechamos, atados en lugar de nuestro aprendizaje y lenguaje. Es una afectación
decadente.
Richard Verstegan en su A Restitution of Decayed Intelligence in Antiquity de 1605 , (citado
por Montague Summers) escribe:

● Los hombres lobo son ciertos hechiceros, que ungieron sus


cuerpos con un ungüento, hechos por instinto del diablo, y al
ponerse una faja encantada, parecen lobos no solo a la vista
de los demás, sino a su propio pensamiento. tienen tanto la
forma como la naturaleza de los lobos siempre que usen dicha
faja.
Este relato se da para demostrar la continuidad, el guerrero se ha convertido en parte de la
conspiración hechicera, la señora de las bestias se ha convertido en el demonio. Somos
simplemente otra muesca más apretada que antes, esforzándonos por respirar, jadeamos.
La faja, el cinturón o el cingulo se siguen empleando en brujería con una intención más
directa. Si vamos a someternos a este cambio, entonces el cinturón es quizás el único
elemento ritual que debe hacerse. El cinturón tampoco carece de propósito marcial, ya que
no solo lleva armas, sino que es el atuendo de un luchador. La naturaleza sagrada de la
lucha a menudo se pasa por alto, pero en una tradición guerrera es una prueba crítica de
fuerza. El cinturón es el requisito mínimo para ejecutar tiros y agarres de cadera mientras se
ayuda a sostener la zona lumbar. Esta forma de pelea requiere un cierto grado de intimidad
y una renuncia al espacio personal y al ego que puede considerarse una forma de
entrenamiento mágico. Los hombres deben luchar, necesitan más trabajo de lobo que
trabajo de escritorio, trabajo de fábrica.
Los berserkers de las sagas con abrigos de lobo muestran una continuidad entre el oso y el
lobo, que también encontramos en la antigua Grecia, donde el oso se llama abeja-lobo. Este
culto guerrero estaba relacionado con el uso de una poción mágica, tal vez amanita
muscaria, y la posesión divina del frenesí. Lo que los modernos no quieren escuchar es que
la guerra es simplemente un tipo especial de caza y que esta es el paralelo masculino a la
menstruación de las mujeres; las lanzas sedientas y las lenguas de espada están húmedas
con una continuidad de sangre que fluye desde la cueva sagrada como hace de los
animales ya sea de dos o cuatro patas. Tal guerra es un frenesí y tales soldados ya están

72
muertos, pertenecen a la Diosa, cuyo deseo como loba nunca podrán igualar. Ella es la
amante de estas bestias de sangre, en casa entre la masacre. Ella favorece a los valientes
y solo tales volverán a correr con ella como lobos en las noches de luna llena. Los cultos
iniciáticos de los soldados mantuvieron el entendimiento de la escuela de misterio del
iniciado y la primera enseñanza de aquellos que se convirtieron en chamanes: ya has
muerto. Este abandono es la lección de la batalla. El lobo es un símil homérico para la línea
que avanza y en la guerra moderna esa línea se ha convertido en una mandíbula circular
dentro de la cual ya no quedan civiles, solo carne. No se nos ha dado otra opción que
recoger la piel despreciada.
Tanto los forajidos como los guerreros se han caracterizado por mucho tiempo como lobos.
En los códigos de leyes germánicas y nórdicas del siglo VI, el término wargo era sinónimo
de forajido. La ley anglosajona establece que tanto los forajidos como los lobos deben ser
asesinados a la vista. Incluso el forajido en el siglo XIII fue descrito como si tuviese una
cabeza de lobo que podría ser cortada impunemente. El antepasado se ha convertido en
alimaña, menos que la manada esclavizada y sin cuernos, pero paradójicamente se ha
vuelto más monstruosa y voraz incluso a medida que disminuye. Un demonio vislumbró al
borde de la aldea, agachado sobre un asesinato mientras el tráfico silbaba. Cuando
escribimos acerca de convertirse en el lobo, no debemos esperar recibir una bienvenida.
Somos los cadáveres resucitados y la piel de los muertos. Al invocarlos, hacemos sonar sus
huesos de hierro y campanas que suenan como rondas perdidas.
Perseguir a nuestro lobo, ahora bajando de las estepas y de regreso a través de los
bosques de pinos negros de Europa, nos lleva a Grecia y a una tradición oral que se
convierte en literaria. Ya no confiamos en las enigmáticas pinturas de los artistas que se
quitaron las articulaciones de los dedos y escupieron pintura sobre ellas para dejar las
firmas de rayos impresos (este dedo perdido se conserva como una reliquia sagrada en los
cuentos de hadas del hombre lobo herido, una pata vendada). No estamos interpretando
una silueta de un disfraz perdido, el eco largo de una canción. Sin embargo, la figura que
veneraban ha sobrevivido aquí. Antes de Apolo está la loba, una diosa hasta los tobillos,
una astilla de hueso bien formada insertada incluso en las sábanas de los papiros mágicos.
Ella es la domadora de lobos, la señora que es Reina entre los depredadores. Homero
conserva esto en su descripción de la bruja, o más propiamente diosa, Circe en el Libro x de
la Odisea.

Encontraron la casa de piedra pulida de Circe, en un claro del bosque, alrededor de


lobos y leones de montaña rondaban, hechizados por Circe con sus drogas mágicas.
En lugar de apresurarse a atacar a mis hombres, se levantaron sobre sus patas
traseras y meneaban la cola. Como perros adulando a su amo, regresando de una
fiesta, ofreciéndoles los aperitivos que disfrutan, los lobos y los leones con garras
afiladas adularon a mis hombres, mientras veían a estas temibles criaturas
atrapados por el miedo. Se quedaron allí en la puerta de la diosa con hermosas
trenzas, y pudieron escuchar la dulce voz de Circe cantando adentro, mientras ella
iba y venía frente a un vasto tapiz divino, tejiendo el fino y encantador, brillante
trabajo de las diosas.

Estos animales fueron los ancestros, héroes y guerreros reales transformados por la magia
de la diosa tejedora que estaba en proceso de ser degradada a agente mortal de la
maléfica, atada por sus propios hilos fatídicos.

73
Si queremos entender a la bruja, entonces debe ser a través de esta imagen arcaica de
Potnia Theron, la cazadora que posa, alada, a menudo enmarcada por un león o un lobo o
un ciervo en alto, uno en cada mano. Ella baja de la montaña sagrada. En su forma de
guerrera, monta un león o un dragón. Ella sostiene serpientes. Sus pechos están desnudos.
Su poder proviene de los poderes del mundo natural y su capacidad para inspirar la pasión
como la fuerza de la vida. Este es el hambre de la loba, deseo sexual explícito cuya
cabalgata nocturna se conmemoraría en el Canon Episcopi, se enfundó en la Emperatriz
Messalina. La brujería, la licantropia como un sestercio plateado fundido sin cesar,
escondido en los pliegues de las túnicas y las nubes espeluznantes. Esto es algo que el
hombre ha tratado de negarle a la mujer, con la diosa que ya no gobierna el deseo, sino que
cada vez más es víctima de él. La fuerza de la mujer se ha debilitado, alcanzando su
apoteosis en el Malleus Maleficarum y la literatura demonológica ha ido aullando hacia atrás
a través del cristal de Apocalipsis. Al aceptar la figura demoníaca de la bruja cuya caída fue
orquestada en el mundo clásico, corremos el riesgo de encerrarnos solo en la piel más
externa sin conectarnos primero con el poder que yace debajo.
Es a la Señora de las Bestias que debemos hacer nuestra súplica, o aprender a través de
su mensajero, el Diablo. ¿Por qué deberíamos negar la carne y al hambre detrás de ella,
que es la vida misma? Es esta sobre la que se extiende nuestra piel. Las clavijas de abedul
sostenían la forma invisible del deseo que resonaba. La iniciación de glifos del lobo en el
sexo y la violencia, como un todo inseparable. Estamos tenazmente encerrados en esta
lucha y no podemos dejarla ir.
Virgilio en su Égloga del 39 AEC, escribe sobre un hechicero que tomó hierbas letales para
convertirse en lobo, se hacen las primeras marcas de esporas, una huella de la que
podemos beber. Quizás aquí tengamos evidencia escrita del ungüento de las brujas:

Estas hierbas, estos venenos, que fueron sacrificados en Ponto, fue el mismo Moeris
quien me los dio. Estas hierbas son plantas comunes en Ponto. Con frecuncia por su
hechicería, he visto a Moeris convertirse en lobo y esconderse dentro del bosque, a
menudo invocando espíritus de sus profundas tumbas, y encantando los otros
campos enteros de cosechas de maíz sembrado.

Esta sección en Égloga ix debe entenderse en contexto. Esto es parte del hechizo de amor
de una mujer que incluye encantamiento, magia de amarres, magia de marionetas, ramitas
de laurel en llamas y arrojar cenizas en el agua corriente, todo realizado por una operadora
que se identifica con y como Circe. Es un tesoro de técnicas mágicas. La historia de Moeris
se inserta ya que esta es claramente la magia del amor potenciada por el lobo, quien es,
poco a poco, un nigromante. El lobo levanta a los muertos de las fauces de la tumba. Las
fauces del lobo son la tumba. Como reconocerán los estudiantes del trabajo de Ginzburg en
las batallas nocturnas, el detalle del encanto del maíz en este pasaje es una clara indicación
de la continuidad de la práctica popular y la batalla por los cultivos en los que el hombre
lobo y la bruja juegan un papel a menudo benéfico.
Moeris como primer hombre lobo es consorte de Moera, un nombre tardío para la diosa del
Destino. Esto es particularmente pertinente dado el hechizo de triple hilo en el pasaje.
Finalmente, las imprecaciones, en su estribillo, sacan de la ciudad, mis canciones, llevan a
Daphnis a casa, dan su resultado:

¡Mirad! las brasas en el altar se han prendido con una llama parpadeante, por sí
mismas, mientras yo me demoro en buscarlas. ¡Sea para siempre! hay algo seguro e

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Hylax ladra en la puerta. ¿Podemos creer? ¿O crean los amantes sus propios
sueños?

El perro está ladrando al lobo, aquí el amante a quien ella ha dibujado como la luna de
regreso al corazón, la guarida y el hogar. Parece sorprendentemente similar a los encantos
mágicos Tracios aún conocidos. Aunque forma parte de una tradición literaria, está claro
que Virgil ha seleccionado su escena de fuentes folclóricas y mágicas que, incluso en esta
fecha, están muy extendidas y no son simples flores de día, sino que se basan en raíces
profundamente arcaicas. Siempre ha habido lobos entre nosotros. Plinio, en su obra de
Historia Natural de 73 d. C., duda de la validez del hombre lobo, pero conserva parte de la
tradición, que persiste obstinadamente entre la gente de las montañas y los bosques,
escribiendo en el Libro VIII: XXXiv:

Estamos obligados a pronunciar con confianza que la historia de hombres


convertidos en lobos y restaurados a sí mismos nuevamente es falsa, o de lo
contrario debemos creer todas las historias que la experiencia de tantos siglos nos
ha enseñado a ser fabulosas; sin embargo, indicaremos el origen de la creencia
popular, que está tan firmemente arraigada que clasifica a los hombres lobo entre
personas bajo una maldición.

El continua para dar un curioso ejemplo de cómo ocurrían dichas transformaciones.

Evanthes, que no tiene una posición despreciable entre los autores de Grecia,
escribe que los Arcadios tienen la tradición de que alguien elegido del clan de cierto
Anthus al echar suertes entre la familia es llevado a cierto pantano en esa región, y
colgando su la ropa de un roble nada sobre el agua y se va a un lugar desolado, se
transforma en lobo y corre con los demás del mismo tipo durante nueve años, y si en
ese período se abstuvo de tocar a un ser humano, regresa al mismo pantano, nada
sobre él y recupera su forma, con nueve años de edad añadidos a su apariencia
anterior; Evanthes también agrega el más fabuloso detalle de que recupera la misma
ropa.

Esto parece ser un registro de una prueba de iniciación, lo que falta es el relato de la
transgresión que se realiza ritualmente. Podemos suponer que es, como el ejemplo que
sigue, el asesinato y el ritual de comer carne humana. El roble al ser sagrado para Zeus
también puede ser revelador. Dada la acción repelente de lobo del muérdago, es posible
que estemos viendo un rito del solsticio de invierno. Nueve es un número sagrado, que
representa la eneada y el horizonte, pero en este contexto es más probable que encripten
los nueve meses de gestación humana. Nueve también se da como un número crítico en la
Mitología Teutónica de los Grimm, donde la colocación de la camisa de lobo da como
resultado una transformación que dura nueve días con el retorno a la forma humana
concedida en el décimo. Números lunares, del tipo grabado y teñido de ocre en los
contadores de huesos por todos nuestros antepasados.
Plinio continúa dando otro ejemplo crítico de la causa de la licantropía, saboreando la
sangre humana, mientras cuenta sobre el ritual realizado en Wolf Mountain en Arcadia:

Del mismo modo, Apolos, el autor de Olympic Victors, relata que en el sacrificio que
incluso en esa fecha los arcadios solían realizar en honor de Lycæan Jove (Zeus

75
Lykaios) con una víctima humana, Dæmenetus de Parrhasia probó los organos
vitales de un niño que había sido ofrecido como víctima y se convirtió en lobo, y
además que fue restaurado diez años después y se entrenó en atletismo para el
boxeo y devolvió un ganador de Olympia.

La culpa está expirada de alguna manera en el elemento de la lotería. Solo un bocado de


vísceras salpica el plato sobre el que caen los adolescentes machos que se inician a través
del rito nocturno. Lo que se convirtió en un rito del rey lobo solo comenzó como una
iniciación para estos niños que deben convertirse en lobos antes de que puedan regresar
como hombres. Platón usó este relato en La República, donde el banquete de Lykaon es
una alegoría del tirano. Sigue habiendo una acusación persistente dirigida a los tiranos con
el canibalismo ritual presuntamente de déspotas africanos, dictadores centroamericanos e
incluso la monarquía británica. Este no es el significado que buscamos. Debe recordarse
que Platón no fue un iniciado y fue deliberadamente hostil a los símbolos de los misterios,
ya sean cuevas o lobos.
Aquí debemos examinar el acto ritual de comer carne cruda y abrir esto con una cita
perceptiva de Karl Marx, otro lobo afuera el rebaño de ovejas, que escribió en su
Grundrisse:

El hambre es hambre, pero el hambre que se satisface con la carne cocinada que se
come con tenedor y cuchillo es un tipo diferente de hambre que devora carne cruda
con la ayuda de manos, uñas y dientes.

No debemos permitir que nuestro yo moderno intervenga entre nosotros y las entrañas
humeantes. Debemos mirar a través de los ojos embrujados de nuestro lobo. Aspire la
sangre cruda, sienta cómo se acumula nuestra saliva, observe la deglución involuntaria. El
festin del lobo es para los iniciados una forma de canibalismo sagrado, un momento de
transformación. Tenga en cuenta que la víctima en el sacrificio de Lykaios es un niño, que
es pariente, así como los candidatos para la iniciación son hasta el momento en que su
boca sabe a sangre fatídica. Esta es una violación profunda, una contaminación, y este es
el asunto crítico. Al comer al niño, se convierten en algo prohibido, y este es un momento
esencial en su transición a la virilidad y un acto que los coloca más allá y fuera del reino
humano. Cuando los niños comen de su propia sangre, literalmente se convierten en lobos
y está claro que debe haber un significado adicional para este rito que simplemente una
capucha de guerrero que evita el peligro espiritual de matar a otros hombres, cuyas almas
estarán vinculadas a ellos en adelante. Una vez más, nos encontramos regresando a los
albores de la civilización para perfumar nuestras respuestas y encontrarnos con nuestro
pasado prehumano y los orígenes de la brujería, en lugar de simplemente relatar historias
de los lobos reyes de Grecia.
Si estamos de acuerdo con Lévi-Strauss, la cultura surge solo cuando los hombres comen
carne que ha sido cocinada, ya no es cruda (no es necesario que hayamos leído los cuatro
volúmenes de sus Mythologiques, pero podemos roer los dulces). Han regresado de la caza
a los fuegos de cocina, no lo devoraron egoístamente aparte de las mujeres. Por lo tanto,
comer carne cruda es revolucionario, aunque no en el sentido de Marx, sino que, como
transgresión, anula la existencia de toda la cultura humana. Al compartir la matanza, los
adolescentes participan de la misma sangre. Están afirmando la union de parentesco. Se
han convertido en la boca de la madre, pero como ella están más allá de la sociedad
humana, y aquí es donde se encuentra. La sangre sobre la que son destetados no es

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simplemente la sangre del animal, es en realidad un sentido de su propia sangre al
succionar las entrañas de la enorme carcasa. Las bocas que se hunden en el canal del
vientre cortado son una imagen inconfundiblemente materna y menstrual. Aquí vemos cómo
la sangre y la leche están relacionadas. En términos herméticos, se le da la imagen del
pelícano; En términos de brujería, la madre loba como Señora de las Bestias, es La
Papessa en el Tarot. Tenga en cuenta aquí el juego de palabras en la palabra pap para la
mama. Además, es la paloma, como luna llena, cuyo pecho unicamente entre las aves filtra
la leche. Y es esta paloma la que corona a la amante minoica. Este es el poder que las
mujeres deben retomar, nuestra generación debe amamantar más lobos.
El festin de los lobos es diferente al de los cazadores que matarían (o rapiñarian) y
regresarían con la carne masacrada a los fuegos de cocina y al hogar de las mujeres.
Comer de la carne cruda y estar manchado por la sangre estaría prohibido. Son las mujeres
las que eliminan el tabú de la carne cocinando la sangre de la carne, así como se calientan
porque ya no están menstruando. Aquí es donde el misterio se revela verdaderamente. La
caza no es un misterio masculino aislado. En las sociedades "primitivas", el vínculo entre la
menstruación y la sangre de los animales muertos en la caza es explícito. La sangre de las
mujeres y la sangre de los animales se consideran idénticas, la lanza del cazador es el falo,
la caza es el sexo.
Por lo tanto, la carne se identifica con el sexo. Aquellos que intentan romper el vínculo entre
el sexo y la caza, de los cuales la guerra es una parábola, se hacen a sí una injusticia. El
amor y la guerra son las caras de Jano, ya que en esencia son la misma sangre, el impulso
que es Eros, la creación y la vida y el poder motriz del universo que también es Thanatos.
En un sentido muy real, el grial, la copa de las abominaciones es la sangre mezclada de
todos los seres vivos, y Babalon, la Señora de las Bestias, con quien honramos y
compartimos la muerte.
Es este complejo de tabúes menstruales el que envió a los cazadores tras su presa. El
signo de sangre menstrual en la luna oscura desencadenó la organización de la caza. El
fuego fue extinguido o atendido por niñas (un eco previo de las Vírgenes Vestales) y las
mujeres se recluyeron deliberadamente. Podría decirse que aquí es cuando se practicaba la
brujería, como un misterio femenino en ausencia de hombres, es decir, por definición, todos
los hombres lo suficientemente mayores como para ser iniciados en la caza. Los rituales de
sangre menstrual son incestuosos en el sentido de que en este momento las mujeres están
apartadas de sus parejas matrimoniales, pero no de sus parientes. Este es el momento de
preparar el ungüento.
El eclipse solar es igual a la menstruación repentina y, por lo tanto, a apagar los fuegos de
cocina y a un clamor de sartenes, este es un fenómeno de luna nueva. El eclipse lunar es
otro desastre, ya que hace que la luna se vuelva sangrienta. Ambos eventos tienen
profundas implicaciones de brujería. La luna oscura requiere menstruación y, por lo tanto,
derramamiento de sangre: de mujer, animal y hombre. Por eso, la sangre es la ofrenda en la
luna oscura, y el rocío es la respuesta en la luna llena cuando las almas de los muertos
vuelven. De esta manera, encontramos los sacramentos de brujería que tenemos ante
nosotros y los preparativos necesarios de la luna oscura que nos preparan para asistir a la
fiesta del Sabbat.
Aunque es una idea controvertida en nuestra especie, la sincronía menstrual lunar puede
haber sido la norma para nuestros antepasados, ya que la cruda sangrienta en luna oscura
y el congreso sexual en llena nos alinean magnéticamente a un patrón de caza de mareas.
Como este no es un texto especializado, estas ideas son por fuerza líneas de carbón, y los
lectores están dirigidos al estudio de la literatura antropológica, en particular a los aspectos

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de la innovadora tesis de Chris Knight que se basa en las intuiciones de Shuttle y Redgrove.
Lo que estoy describiendo es un resumen ideal, un mito el cual es de mi competencia como
narrador. El hombre o la mujer que se convierte en lobo está involucrado en una
transformación cíclica que los lleva fuera de la cultura. Para las mujeres esto es un hecho,
son periódicas, pero para los hombres esto requiere una acción ritual. La brujería de los
hombres se construye y depende de la sangre de las mujeres. La sangre también debe fluir
para que los hombres sean iniciados. Azotes, subincisión, circuncisión, escarificación y
tatuajes son algunas de las acciones rituales que se pueden realizar. Esto no implica un
simple masoquismo.
Lo que vemos en el festín del lobo es una transgresión deliberada de la regla de ingerir
sangre, y esto invoca una maldición. Los hombres se convierten en lobos, tal como estaba
dentro del poder de Circe, y al igual que los muchachos, han sido engañados. Este truco o
metis es la magia de la cultura chamánica y es una cualidad lupina. Comer la sangrienta
matanza es lo mismo que la glotonería y su incontinencia sexual implícita que afecta a la
tripulación del Argo. Sin embargo, no se convierten en sus antepasados, que son los
antepasados de todos los cazadores; los lobos, leones y osos. En un castigo por su falta de
dominio propio, se transforman en cerdos. Pero debemos tener en cuenta que Homero llega
tarde a la fiesta y tiene la agenda de su época. Circe como vestigio de la Gran Diosa y
Maestra de las Bestias se está burlando tanto como las acciones de los hombres, que se
transforman según su propia imagen justo cuando Apuleyo se convierte en un asno en lugar
de un búho en su posterior desgracia. Tenga en cuenta que la transformación del lobo a
menudo se llama maldición, exactamente la misma palabra que el patriarcado atribuye a la
menstruación.
Pero, ¿qué pasa si, en lugar de ver el consumo de carne cruda como una usurpación del
poder femenino, un motivo que se encuentra en todas las sociedades aborígenes, se realiza
bajo los auspicios de la Señora de las Bestias? ¿Cuán cómplices son los hombres y los
niños en este truco ritual? Seguramente aquí también se evoca el miedo a la más peligrosa
y mágica de las sustancias, la sangre menstrual cruda y su poder inconmensurable. Es el
bálsamo mágico definitivo.
El uso del niño en el sacrificio de Lykaios sigue siendo acorde con estas ideas, ya que el
niño que no es hombre sigue siendo literalmente parte de la sangre de su madre. ¿Qué
pasa si podemos probar la sangre prohibida y dedicarnos a la Señora? ¿Qué pasa si nos
convertimos en lobos a su servicio? Yo sugiero que la brujería representa tal inversión, una
reversión de los patrones de abuso y dominación que han esclavizado a las mujeres y
dividido los sexos al colocar a los hombres sobre las mujeres como apetitos sin trabas. No
necesitamos reyes lobo, necesitamos manadas de lobos que entiendan que su primera
alianza es con la madre de la montaña.
Volvemos en círculos, aullando. Las llamadas parecen estar en todas partes ahora. El lobo
seguramente se nos mostrará como algo más que sombra. El festin de sangre del niño lo
convierte en un hombre, pero en la inestable erupción de la adolescencia, en el hambre
insaciable, en la incontinencia sexual, debe ser exiliado como un lobo antes de que pueda
ser recibido una vez más en el hogar. Su relación con las mujeres debe cambiar. Necesita
ser socializado dentro de la manada. Sin embargo, tenemos un alcance más amplio, con
una necesidad adicional, la del Chamán, cuyos vuelos nocturnos pre-calculan el éxito de la
caza.
Comencemos entonces a construir nuestros ritos sobre estos principios. Aparte de saborear
la sangre, ¿cómo ocurre esta transformación?

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El sátiro de 1 d. C. de Cayo Petronicus cuenta que un hombre se convirtió en lobo
desnudándose y orinando en círculo alrededor de su ropa antes de correr hacia el bosque.
Esto se hace porque la orina masculina contiene testosterona y marca el territorio
exactamente de la misma manera que los lobos. La desnudez es el despojo del yo
socializado. El hombre convertido en lobo queda, por lo tanto, excluido del círculo de la
humanidad. El escenario de esta escena es un cementerio a medianoche bajo la luna llena.
El hombre lobo que huye está herido y la herida fue encontrada en el hombre al día
siguiente, un motivo común en los mitos. ¿Es esto un vestigio de la sangrienta iniciación de
los ritos tribales? En la tradición portuguesa y gallega, el hombre lobo también se desnuda
para afectar la transformación, pero en el norte de Europa, la desnudez no siempre es una
opción práctica. Ya hemos mencionado el método alternativo de ponerse una piel, cinturón
o faja encantada.
Otros relatos tienen hombres revolviendose en la tierra para convertirse en el animal que lo
hizo por última vez. Vemos este comportamiento con los perros cuando ruedan en la orina
del zorro. Quizás esta tradición imite ese comportamiento. El olor es nuestro sentido más
olvidado y arcaico, al que respondemos en un nivel puramente instintivo. Aunque la magia
usa incienso en el ritual, a menudo se olvida la importancia del perfume. Es por eso que
aquellos que trabajan con la transformación animal a menudo descubren que evitan todos
los productos químicos y los aromas falsificados. Hacer este trabajo también cambiará tu
dieta. Los alimentos cocidos procesados, los azúcares refinados y las grasas se volverán
rápidamente desagradables, no huelen bien. El olor del hombre necesita ser sacado de
nosotros y nuestro olor natural regresa, algo que nuestra cultura prefiere enmascarar con
anodinas florales y notas “limpias” de sándalo y cedro que son tan artificiales como los
laboratorios que los clonan. El sexo es sobre el olor y volverá, al igual que todos los
sentidos, cuando nos encontremos con nuestro animal nuevamente. Esta es una
experiencia reportada tanto por los cazadores como por los soldados en el campo que
relatan una agudización de la vista, el olfato, el tacto, el oído y ese pinchazo esquivo del
sexto sentido. Aprende a confiar en ellos nuevamente.
Lo que podemos suponer es que la transformación del lobo a veces fue ayudada por el uso
de plantas mágicas. La farmacopea va del beleño a la amanita muscaria hasta la belladona,
y los efectos van de soporíferos a estimulantes. Pero las drogas requeridas para la guerra
no son necesariamente las de los vuelos nocturnos. ¿Un bálsamo que extiende la vigilia
seguramente no sirve para ocupar el turno? Quizás podamos abrir las fauces de esta
contradicción examinando las imágenes del torque del Kobyakovo del 2 E.C. y los
problemas en su interpretación. El relieve dorado y turquesa muestra guerreros con
cinturones licantrópicos que luchan contra un dragón, mientras que en el centro de la pieza
hay un hombre barbudo mayor, sentado con las piernas cruzadas sobre una estera,
sosteniendo un cuenco y una espada en su regazo. Esto es indiscutible. Yulia Ustinova en
su artículo sobre la reliquia afirma que sus ojos están cerrados para reforzar su suposición
de trance, aunque incluso un examen superficial de la imagen muestra que este no es el
caso: sus ojos están bien abiertos. Ella compara aún más su postura con el chamán en el
caldero Gundestrup, aunque esa figura está presionando el talón al perineo y no
estrictamente con las piernas cruzadas. Es una evidencia inestable en el mejor de los
casos. Luego se sugiere que este curioso artefacto muestra dos niveles de iniciación, el del
guerrero como el lobo que sale vestido con pieles y el del líder de la banda que en
meditación deja su cuerpo para luchar contra enemigos sobrenaturales. Lo que no se puede
saber es que contenido reposó sobre el cuenco alguna vez. Un candidato en particular es la
efedra, una droga guerrera si es que alguna vez hubo una. Quizás esta planta lunar, este

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Haoma, era la leche con la que amamantaban. Las anfetaminas relacionadas, como
Dexedrine, siguen siendo un asunto militar y fueron el combustible de la Wehrmacht de
tótem lupino. Pero incluso aquí no podemos estar seguros de que él no sea simplemente el
maestro de la medicina que la ha mezclado y dispensado. No podemos ver si sus labios o
barba están húmedos, pero sus ojos abiertos sugieren fuertemente que sí. Está
comprometido en el acto de ver. Un soporífero que inicialmente parecía la mejor opción
para el vuelo nocturno y la introversión del líder de la banda, y el estimulante para la guerra
física y la extroversión de los adolescentes, una vez examinado, se vuelve traicionero.
Demostrablemente hemos perdido el sentido de lo sagrado en torno a los estimulantes y la
naturaleza divina que otorgan, adoptando las ideas orientales de introversión como trance y
perdiendo la sacristía de la extroversión y la acción. La guerra es tan sagrada como la caza.
A menudo, la Amanita Muscaria se da como una sugerencia para el disputado Haoma en
lugar de la efedra, tal vez debido a este sesgo. Para Ginzburg se debe a su mito (no
comprobado) de origen siberiano. Además de esto, hemos creado nuestras apreciadas
ideas de brujería y el ungüento de los demonólogos con los que nos encontraremos a
continuación. Parece que no existe una medicina universal para el lobo más allá de la
sangre, y no hay una solución rápida o un sustituto para un sistema endocrino totalmente
funcional y compatible. Aquí es donde debe colocarse la investigación, o estamos en riesgo
de desechar nuestros cuerpos como cartucheras. El trabajo del lobo requiere soporte
suprarrenal a base de hierbas, también requiere disfrazarse y bailar, si no derrama sangre
en la batalla misma. Los demonólogos enfrentaron el mismo dilema con el hombre lobo que
con el Sabbat, y se enfrentaron a si la transformación era física o una forma de ilusión. Jean
Bodin en su Demonomanía de 1580 cree que es una transformación física, pero esto está
en desacuerdo con la enseñanza ortodoxa sobre el asunto establecida por Agustín en su
Ciudad de Dios, quien comenta sobre la historia de Circe:

Yo digo que no debéis creer que ningún hombre puede transformarse en lobo o
cerdo; que esto es simplemente un fantasma, o una apariencia que engaña a los
ojos, o creado en la imaginación.

En el mismo pasaje, Agustín afirma que el Diablo puede hacer que la gente vuele y afirma
que las brujas no tienen poder, el diablo simplemente responde a sus acciones rituales
vacías, no son los actos o los individuos los que poseen ninguna fuerza. Es un argumento
pobre que está diseñado para quitarle el poder a la figura cada vez más miserable de la
bruja. En su De la Inconstancia de las Brujas de 1612, De Lancre toma en cuenta a Agustín,
sugiriendo que anteriormente los actos de los hechiceros eran menos conocidos debido a
su escaso número que ahora alcanzaba niveles epidémicos en sus declaraciones febriles.
Mientras permitía la posibilidad del vuelo en sueños, insistió firmemente en la primacía de
su realidad física.
Por el contrario, James I en su Dæmonologie de 1597 culpa a la licantropía de una
superabundancia de melancolía. Es una aflicción de Saturno, que al menos hace referencia
a la alimentación de los niños. Él no acredita una transformación física, pero
obedientemente cita los siete años que Nabucodonosor pasó como buey (Daniel iv: 33) al
igual que Cornelio Agripa. Dada la escasez de lobos en las Escrituras, este es el verso más
citado. Francisco Maria Guazzo en su Compendium Maleficarum de 1628 también ve como
una ilusión que las brujas convierten a los hombres en bestias, culpa a los ungüentos y los
encantos por la transformación y le da esta habilidad a las brujas potenciadas por el Diablo.

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Evidentemente, Circe no se ha disipado, pero se ha unido al demonio popular que ahora
está tomando un papel principal.
Al igual que hemos encontrado en el enfoque del Sabbat, los demonólogos están divididos
sobre la naturaleza de la transformación animal y el cómo separarla de los milagros
"auténticos" del evangelio. El ungüento a menudo se usa convenientemente para distinguir
entre el éxtasis piadoso de los profetas y las acciones impías de las brujas inspiradas en el
diablo. Lo que claramente no escasea es la creencia popular de que el lobo no es todo lo
que parece, en una lista de sospechosos que incluye notablemente al sapo, al gato y la
liebre. Esto no es simplemente un diálogo de élite.
El lobo como enemigo natural del cordero estaba obligado a sufrir en una época cada vez
más celosa. Junto al lobo guerrero hay establecido un un complejo Europe de cambio de
forma magico que a veces se superpone y luego lo reemplaza casi enteramente. Ginzburg
relata cómo los hombres lobo confesos lucharon con demonios y brujas para evitar la
pérdida de los cultivos en las grandes batallas nocturnas por la fertilidad de la tierra. Pero
incluso el relato que Ginzburg proporciona del viejo hombre lobo Thiess contiene el detalle
de que un brujo le rompió la nariz durante una de esas batallas. Cuando tratamos con
vuelos nocturnos, hay consecuencias físicas, y las líneas que pueden parecer claras entre
la vigilia, el sueño, el soñar y la asistencia física no se corresponden perfectamente con
nuestra querida razón.
El testimonio del juicio que cita Ginzburg fue contrario a la creciente demonización del
hombre lobo en el siglo XV. Argumenta que el hombre lobo y sus parientes son parte de los
estratos más profundos del chamanismo, afirmando: en ambos casos las metamorfosis de
los animales y las cabalgatas a horcajadas sobre los animales expresan simbólicamente
éxtasis: la muerte temporal indicada por la salida del alma del cuerpo en forma animal.
Esto parece demasiado ordenado y psicologizado. Para Ginzburg, estos ejércitos de
muertos e incongruentes testimonios fueron forzados cada vez más a conformarse a la
forma demonológica del Sabbat por los inquisidores. Para él, los vuelos nocturnos dirigidos
por mujeres o las cacerías salvajes se convierten en el Sabbat dirigido por el Diablo. Hay un
gran caché de este material, desde donas de fuera Sicilianas, táltos Húngaros hasta azzeri
Corso para explorar. Se involucran en acciones individuales y batallas rituales masivas. El
ejército de los muertos se extiende por toda Europa, liderado por diferentes figuras, desde
Odín hasta Diana, pero la mayoría de las veces la Buena Señora. Los Podersos Muertos
son a menudo perros o lobos feroces. Sería negligente ignorar la existencia real de las
fiestas nocturnas, no como experiencias extracorporales, sino como acciones físicas.
Entonces encontramos procesiones físicas de jóvenes adolescentes disfrazados de
animales que pasan de casa en casa y reciben comida y bebida. Es una gran y rebelde
Lupercalia celebrada al principio y al final del año ritual, una vorágine tormentosa y en celo
que se desprende de la noche. Pero esto no explica el Sabbat; es un río gris de cuerpos
que lo alimenta.
Tal Lupercalia es un evento anual o semestral. En Pascua, el lobo toma el cordero, en pleno
invierno, el ciervo es derribado. Estos son eventos rituales físicos para toda la comunidad,
épocas de mal gobierno y sexo animal. Es una reconciliación social con los antepasados, y
una advertencia, tal como lo es el Sabbat. Esta es una de las caras de la brujería y una
forma apresuradamente manejada por tales. Incluso en eventos aparentemente abiertos,
hay momentos rituales privados que no se divulgan a personas ajenas o más allá del grupo
ritual central. Una brujería viviente necesita restablecer o presentar estos eventos para dar
sentido a su comunidad.

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Pero los lobos no dejan de correr. Hay un hambre que no se puede saciar. El lobo
transgrede los límites de la aldea pero vive en la naturaleza entre su propia especie. La
bruja es una especialista en rituales cuya transformación animal es provocada por la luna y
hay trece momentos de este tipo cada año. La brujería está fuera de la aldea, ahora
extendida en la ciudad, aparte de ella por necesidad, pero aún actuando en relación con
ella. Mediamos entre las demandas de estos mundos y, a medida que cambia el equilibrio,
también nosotras debemos hacerlo. Nuestra supervivencia depende de ello.
Ginzburg ve el mito humano vital como ir al más allá y regresar, descuidando el decir que
esto es algo que solo los Muertos Heroicos pueden hacer, y el demostrar lo mismo en la
cíclica Cacería Salvaje. Él no explica todos los aspectos del Sabbat. Lo que difiere entre la
cacería y el Sabbat es que la cacería se mueve a través del espacio social, el Sabbat es
una comunión celebrada fuera de él. La cacería salvaje puede ser vista, ya que es una
incursión de los muertos en el mundo de los vivos. Se debe participar en el Sabbat en clara
distinción, debemos volar hacia él, no pasa por nuestra puerta. La caza es una fiesta
itinerante, mientras que el Sabbat es un lugar designado, en la montaña de la Señora. El
Sabbat, en cierto sentido, se detiene, está fuera del tiempo, no va ni regresa, sino que
coincide. En el fondo hay una sensación de estar presente en el momento, una unión
paradójica de la vida y la muerte a la que solo se puede llegar participando físicamente en la
danza.
El ruido y el clamor de la Cacería Salvaje lo caracteriza como un evento de luna oscura,
pero no es simplemente eso, es profundamente catónico, donde la madre tierra misma
arroja el menstruo de los muertos, justo cuando Inanna regresa del reino de Ereshkigal con
su séquito de gallas. Los relatos del folclore varían, pero el elemento que caracteriza la caza
salvaje es el tipo de tormenta que surge en otoño e invierno en la oscura Europa y, en
particular, los días entre Yule y la Duodécima Noche, no en el estado de la luna que
esencialmente es oscurecido por las nubes. Los que participan en la caza son oscuros y
oscurecidos, una cabalgata de héroes míticos, sabuesos y fantasmas. Esta no es la luna
llena del Sabbat, sino la luna sangrienta de fuegos y ruidos extinguidos, de un Sol debilitado
y finalmente llevado a la bahía. En lugar de la inversión del Sabbat, en la cacería los
elementos se mezclan explícitamente, el cielo y la tierra se rompen por terremotos, truenos
y relámpagos, no azotados y girando sobre un punto, sino que se rompen en los yunques
de una tormenta que pasa sobre la tierra. Puede ser importante señalar aquí que el hongo
es considerado el hijo del rayo y esparcido como un ciervo.
Tal cacería y batalla no es la única preocupación del lobo humano. Pero como lobos
tenemos que pasar por las calles como muertos, como ancestros, como venganza. Somos
la generación que está atrapada en la tormenta y la nuestra es un ritual sangriento que debe
realizarse. Nuestra fidelidad ha jurado sangre sagrada.
Ahora podemos adivinar toda la cadena de significado que crea la brujería. Esta es la
esencia de la estructura mítica, no una serie definitiva ni exhaustiva de eventos, sino un
panorama necesario para asimilar.
El hombre aprende a cazar siguiendo el ejemplo del lobo. La caza está guiada por las
visiones y los sueños del chamán que ha negociado la muerte de los animales con la
Señora de las Bestias. Los hombres representan el drama de la caza disfrazados de
animales; esta es la base de todo ritual. La menstruación controla el momento de estos
eventos rituales. La fiesta se celebra comunalmente en la luna llena. Este es el Sabbat
donde se comparten sexo y comida. Los niños se inician en este ciclo con sangre y pasan
un período más allá de los límites de la sociedad. Las niñas se inician en la feminidad con la

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menstruación y la exclusión cíclica dentro de la sociedad. Mujer, bruja, chamana y cazadora
tienen estatus y roles.
El estado de la ciudad surge de la agricultura y genera guerra. Los hombres como lobos son
iniciados para matar a otros hombres. La cacería se extiende a la guerra. El lobo se vuelve
cada vez más ambivalente con la domesticación de los rebaños y el cultivo de cereales;
aunque todavía está sujeto a ritos de fertilidad, el enfoque se está volviendo marcial. El
contrato con la naturaleza se rompe, provocando un sentimiento de culpa. El chamán es
reemplazado por el rey y un sacerdocio politizado. La magia de las mujeres llevada a la
periferia. La Gran Diosa se convierte en la bruja.
El monoteísmo cristiano coloca el monopolio de la agencia espiritual. El lobo es ahora un
paria pagano. El éxtasis no es una tecnología espiritual aplicable. La cacería ritual está
reservada para el rey. La Señora de las Bestias es reemplazada por el Diablo como
naturaleza salvaje y la fuerza del sexo: Venus con cuernos, vestida como Saturno. El bien
común es cerrado. El lobo ahora es enemigo. La celebración de la luna llena está pintada
como un culto orgiastico de asesinato de niños. El paseo nocturno ya sea que la diosa sea
Diana, Herodias o Holda es ahora un vuelo en animales hacia el Sabbat. La caza y el festín
se han convertido en un horrible carnaval cuyo significado está borrado. La bruja y el
hechicero son terroristas antisociales que planean destruir la cristiandad.
¿Deberíamos parar aquí y perseguir nuestras colas? Todavía no hemos llevado nuestra
cantera a tierra. Debemos continuar. El lobo es la sombra del hombre. Hemos cazado la
misma presa. Pero nos hemos peleado con estos hermanos y hermanas, en nuestro
detrimento y su extinción Decidimos volver a jugar el juego. Volteemos las cartas de Dame
Fortune. XVIII La Lune revela que incluso los perros se transforman en ciertas noches en
sus antepasados, y que es la sangre la que proporciona la clave. A través de esta delgada
valla, una vez más los lobos demacrados entran en la ciudad, nuestras gargantas estallan
en una canción.

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VIII
Desollada por los rayos del sol
Ella es primera
Entre mártires
Naciones temen
Su promesa sangrienta
Una estrella
Incrustada en
La mano del aventurero
Inanna nos guia
Quema el cedro limpio
Canciones con himnos
Miel turbia
Las terminales crepitan
En su mesa armada
Atienden los angeles
De la mañana
Al salir del sol
Falanges pasan
La copa de veneno que vuestros amantes verán

Quince
Nos paramos desnudas bajo la luna llena, plateadas como los cedros. Nuestros pies están
desnudos en la tierra, nuestras cabezas se consumen con las alturas. Después de haber
respondido a la convocatoria del Diablo, del que tiene ojos de búho, que tiene patas de oso,
el maestro ciervo desgarrado. Habiendo soñado, habiendo volando, nos preparamos para la
Reina del Sabbat despojándonos de nuestras pieles. Somos igualitarias en nuestro
derramamiento de artificio. Somos como la serpiente que, como el picado óvulo de hueso
de los cielos, se consume y renueva cíclicamente. Debajo del glamour de la luz de la luna
se produce una transformación.
Se necesitan agallas para estar desnuda y sin vergüenza ante tu amante, tu espejo, tu luz
de luna. Para silenciar las pequeñas voces, las imperfecciones que nos marcan, aunque
sean esculturales, no como inmutables, sino como sumergidas en el río del tiempo sin fin.
Somos erosionadas en un río así, no alisadas, sino rayadas, estiradas, marcadas,
retorcidas, veteadas como el paisaje mismo. También lo es nuestra brujería. Nos duele el
tiempo cuyo reloj de sangre ha medido nuestra huella hacia y desde el monte del Sabbat.
Nuestras espaldas se doblan en torno a palos, ciervos y escobas que ya no sostenemos,
sino que ahora nos sostienen. La carne se hunde reticente, el cabello se despega en
nuestras manos, los dientes se aflojan en las encías gastadas. Un esfuerzo de aliento sale

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de nuestros pulmones punzantes. La edad baja las cabezas que ya no pueden soportar el
peso de los cuernos. El viejo lobo también tambien se ralentiza, sabiendo que no puede
correr ni siquiera a este último ciervo para derribarlo. El ritmo se ralentiza a una cojera, a la
resignación, a la muerte. La caza nos ha costado caro.
Sin embargo, nuestra fragilidad está desgarrada con tanta fuerza. Incluso el tiempo puede
cesar, por muchos latidos, durante una noche sagrada. Cuando nuestros cuerpos caen, la
luna nos recoge. Nos levanta, ya que levantará nuestros huesos huecos cuando la médula
ya no nos inunde de sangre. Reconocemos que esto es sacrificio, que es la culminación de
la ordalía. No es para que nos disculpemos, es solo para nosotras y hacer de nuestras
pisadas, por pesadas que sean, un baile. Estamos animadas por la luz de la luna, por el sol
de medianoche en su caverna secreta. Las reglas del día se ejecutan en widdershins. Aquí
es donde comienza el círculo. La unión de manos que afirma que no estamos en
aislamiento, sino en aquelarre. La unión de manos que nos hace una sola carne y una
familia. La unión de manos que se extiende a través de los ancestros. La unión de manos
que nos une en secreto y misterio. Es así de simple y así de profundo. Dentro de este
círculo, se desarrolla el gran rito.
La Diosa no es la luna, esto es un malentendido: ella es el tiempo mismo.
Es hora de que la misma luna marque en todas sus fases, desde la luna oscura de la
sangre menstrual hasta su potencia total. Estos aspectos pueden ser experimentados como
diosas y ritos separados y distintos, sin embargo, es el Sabbat el que marca el momento de
inmanencia en el ciclo de flujo y flujo. La luna llena revela a la verdadera Reina del Sabbat
cuya cara ya no está velada en la sombra.
De acuerdo con la tradición, la Diosa nunca se nombra, sino que se la menciona en
términos oblicuos. La Diosa Roja, Negra o Blanca simplemente describen su aspecto. Otros
nombres son cifras, persianas, acertijos, puntos de origen. Una de las más duraderas es la
Diosa Quince, y quizás un número es la forma en la que podemos comenzar a imaginarla
con mayor claridad, en lugar de las formas culturales en competencia. Ella es esencial, lo
que perdura en el abismo del tiempo. La luna, como la bruja misma, es simplemente una
máscara. Es como la Diosa Quince que estos vectores convergen en el suelo del Sabbat.
Esta es la unidad subyacente que revela la brujería.
No necesitamos un método complejo de gematria para desbloquear el significado de este
número. Los huesos de águila con muescas del paleolítico superior han tenido esta
aritmética incrustada en ellos. Incidido en bastones o varitas, marcan el recuento lunar. Ha
sido calibrado con precisión, desde los dedos hasta los guijarros sembrados en hoyos,
hasta las pizarras de hueso y el pendiente colgado en nuestros cuellos para descansar
entre nuestros senos. Estas varitas de hueso tenían una función ritual, sobre la cual solo
podemos especular. Si se usaron contra el tambor, hemos perdido el ritmo hasta que
aprendamos a escuchar nuestros corazones nuevamente. De nuestros antepasados más
lejanos solo tenemos imágenes y no historias, el hechicero, los rebaños, los rojos glifos
vulvares frotados, los senos pendulares de estalactitas, la silenciosa Diosa sin pies ni boca
pero con el triángulo púbico insistentemente marcado. Sin embargo, aunque no podamos
reconstruirlos con certeza, no somos tan diferentes de estos antepasados en fisiología;
quizás nuestra brujería tiene preocupaciones similares, el núcleo de nuestras acciones
rituales busca delinear o desarrollar los mismos misterios de la vida y la muerte. Antes de
escribir, esta notación se abrió camino a través de nuestro terreno mental, intensa con
detalles. Sería imposible que esto no tuviera un significado menstrual, tal vez en la forma
simbólica que ya hemos discutido y que alcanza su apoteosis en el Sabbat.

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Es de los sueños y recuerdos que fluyen de estos huesos que Juan de Patmos enfatizó su
monstruosa teogonía, y que codificó el misterio de la Mujer y, por lo tanto, huyó del último
culto a las brujas. Son estos huesos los que son nuestros relicarios, ya sea que estén
colocados en sus tumultos o incrustados en los osarios. Los huesos hablan.
El calendario lunar precede a la agricultura y la civilización. Esto revela al hombre, como lo
expresa Alexander Marschack, tanto en factores de tiempo como en factorización de
tiempo, no simplemente un fabricante de herramientas. Podemos eliminar el perezoso
hábito de género que se desliza en nuestros discursos, y decir que es más probable que
este lenguaje simbólico fue creado y preservado por las mujeres, que ellas mismas poseían
estas herramientas rituales. La brujería late con un ritmo menstrual lunar. Cuando miramos
los actos y las herramientas del oficio: la muñeca, el hilo, el nudo, la aguja, el telar, la rueda,
el veneno, la planta, el canto, el hogar, el fuego, el hogar; es una conclusión inevitable que
estos son misterios femeninos y han sido desde los albores del tiempo. Pero la caza y los
ritos de los hombres también están presididos por esta figura preeminente como la Señora
de las Bestias, ante quien el hechicero o el demonio es inferior, y estas corrientes
separadas fluyen juntas en la unión sexual de la luna llena Sabbat.
En la pared de la cueva de Laussel vemos a la Diosa sosteniendo un cuerno, en él se
inciden trece líneas paralelas que marcan el año lunar. Robert Graves también da el número
sagrado de su Diosa Blanca imaginada como 13, y luego continúa: ...hasta ahí su curso
coincide con el Año Solar, pero 15 en la medida en que cae la luna llena el día 15 de cada
lunación. La figura en la pared de Laussel es, como debemos notar, rojo ocre.
¿Podemos encontrar una continuidad de este conocimiento? Nuevamente se puede citar a
Marschack, en su obstinada resistencia a la idea de que los eventos en la prehistoria fueron
una sucesión de momentos repentinos. Adivinó que esto ocultaba nuestra propia falta de
comprensión y nuestra incapacidad para leer la evidencia correctamente. Esto
'repentinamente' ha llevado a otros a especular salvajemente sobre la intervención
alienígena, estrellas de la muerte orbitales, civilizaciones perdidas y empalmes genéticos, y
estas han demostrado explicaciones aún más pobres para llevarnos a la comprensión de
nuestra situación moderna que el paso de las ciencias. La arqueología se ha escondido
detrás de palabras como magia y ritual para significar incomprensible, galimatías y, por lo
tanto, ser ignorado por el homo científico. Lo mismo se aplica a la brujería o vudú y su mal
uso en el lenguaje común. El hilo se extiende ligeramente desde la cueva, su triple tejido
sigue siendo apretado y verdadero, pero la dificultad es la forma en que toma la evidencia,
ya que nos pide que saquemos la historia de ella. A veces parece que debemos adivinar el
laberinto solo de un hilo hecho jirones. Pero la evidencia está ahí, en tonos musicales, el
arpa arqueada, la flauta, el lenguaje simbólico del arte, el gesto en frescos y en jarrónes, la
repetición de frases incrustadas en una transmisión oral, semillas quemadas y la disposición
de los muertos. La brujería no surge ex nihilo.
¿Son estas escasas indicaciones o un tesoro? La respuesta depende de nuestra tekné, las
herramientas mentales que aportamos, las formas que encontramos dentro de nuestros
cuerpos. Este trabajo solo puede hacerse en última instancia a través de la poesía, y su
expresión viva como ritual. Es un recuerdo mori, una puerta lych a través de la cual solo el
héroe y la bruja pueden pasar. Es la respuesta a una ciénaga de vacío posmoderna donde
significado y significante son un arreglo arbitrario en el que el significado finalmente está
ausente. Lo mítico nos inocula de dicha desesperación.
Lascaux está cerrada, corrompida con el aliento y los intentos fallidos de conservación. El
moho verde devorará los últimos caballos y los ciervos que nos quedan. No soy
paleontólogo, por lo que la cueva a la que hice mi peregrinación en este viaje ha sido la de

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Juan. No he llegado a una pared trasera impenetrable, pero he descendido a su cráneo
encapuchado y a los sueños cuya madeja me ha llevado a un pasado primordial y a las
leyes inmutables del Inframundo para traer de vuelta esta historia. Tengo entendido que la
brujería no es un culto continuo, sino que es parte de un proceso histórico, más que una
simple aberración que surgió de las mentes de la Inquisición. Ahora que los huesos de la
tesis de Murray y Graves se han limpiado, podemos en esta generación examinar las
muescas grabadas en ellos y descubrir un lenguaje poético y hasta ahora inexplicable; uno
que nuestros detractores sin duda revelarán como un revoltijo de marcas vulgares y
coincidencias. Sin embargo, sobre todo, cuelga la luna como nuestra prueba, entre nuestras
piernas corre miel y sangre. Ella nos enseña en sueños.
Para que existiera el calendario lunar se requería que tuviera un significado incorporado,
uno que se enredara en una serie de especies y eventos, de salmones y ciervos en celo y
bisontes mudantes y osos dormidos y despiertos. Es un ciclo de estaciones durante el cual
prevaleció una Señora de las Bestias. Para que podamos comprometernos con lo mítico,
debemos estar en sintonía con sus muchos pulsos sobre los cuales gobierna la luna. Pero
la crisis interviene.
El Edén de una Europa glaseada con hielo que se abre en primavera e innumerables
rebaños fue interrumpido por el hombre. El Pleistoceno tardío vio una exageración, una
perfección de las técnicas de caza que provocó la extinción de la mega fauna por los
cazadores. Esta teoría es apoyada por la matanza realizada por los humanos a medida que
se extienden por las Américas, y la incapacidad de las especies para adaptarse y responder
a las acciones de este nuevo y hasta ahora desconocido depredador. No encaja bien con
las ideas de la cultura chamánica en sintonía con su entorno y representando un equilibrio
mortal. Clayton Eshleman en su Juniper Fuse es consciente de esto, y ve incluso el arte
rupestre como un registro de la caída del hombre, nuestra pérdida de animalidad y los
animales mismos, recreados en lo profundo de la roca viva de nuestro inframundo literal
mientras buscamos recurso en sueños para nuestro estado cortado. Yo colocaría esta caida
más tarde, cuando el arado se clavara en el suelo aluvial. La culpa por esta acción no ha
sido expiada. Nos preocupa por una razón.
Si estas ideas lunares fueran moneda cultural, entonces esperaríamos encontrar un vestigio
de ellas en el Creciente Fértil de Mesopotamia, en Egipto, y en el nacimiento de la
civilización. ¿Podría haber un eje, un rayo de luna, que se ilumina desde el Paleolítico
Superior al Mesolítico hasta el Neolítico y más allá? La mudanza a la ciudad y nuestra
pérdida de una forma de vida iban a generar un cambio mítico. Yo coloco la brujería dentro
de este surco, esta herida abierta, intentando tejer y conciliar un equilibrio tal vez perdido
para siempre. Sin embargo, la luna, aunque cambiaba, seguía siendo la misma. Ahora no
era simplemente la carrera del salmón, la historia de las primeras flores en el prado, sino la
canción del grano. No hubo una ruptura irregular, sino un millón de ríos tributarios que nos
llevaron. Su sexo se moja.
Gerald Massey escribe: Fue como madre-luna que Ishtar de Akkad fue designada "Diosa
15", siendo nombrada de la luna llena en un mes de 30 días. Y así, nuestra Diosa se desliza
de los bancos de juncos y se encuentra dentro de una segunda cueva en las alturas del
templo, por encima de la inundación de la inundación. El trabajo de Massey es un montón
de cerámica rota, una masa de fragmentos fascinantes, pero no una base estable o una
metodología sólida. Debemos excavar aquí con cuidado. Por supuesto, Ishtar está asociada
principalmente con Venus, pero el es exacto al dar el decimoquinto día para la luna llena;
tanto Venus como la Luna son simbólicos de fuego e inundación. El papel de Venus es el
matrimonio sagrado entre sol y la luna en los cinco días que combinan su ciclo. Este es el

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pentagrama de la brujería. Era el decimoquinto cuando ella descendió al Inframundo y
Ereshkigal, y aquí su personaje se revela como un orden transformador. Todavía tenemos
una pregunta sin respuesta: ¿cómo puede ella, como Venus el día de la luna llena,
descender al laberinto de la sangrienta luna oscura? La resolución de esta paradoja se da
en Mystery.
Debemos recordar que Ishtar no es una diosa, sino el nombre de muchas. Cada ciudad
tiene una diosa en su nombre. La Ishtar de Nínive se conmemora en la oración del rey asirio
Asurnasirpal, un texto con elementos claramente arcaicos. En la oración se refiere dos
veces a establecer 14 diosas:

Y tú, oh Ishtar, hiciste grande mi nombre,


Y tu le diste a los fieles salvación y recompensa,
Salió de tu boca para renovar a los dioses calcinados,
A los templos que caían, los renové,
A los dioses derrocados los construí, los restauré a sus lugares,
A las catorce diosas fueron exaltadas, las establecí para siempre.

¿Podría ser que estos son aspectos lunares, con la propia Ishtar como la Diosa 15? Esta es
una conclusión a la que otros eruditos también han llegado, ya que la referencia a los 14 es
seguida por la creación de una lujosa cama para que la estatua de Ishtar se recline. Los
registros asirios también dejan en claro que Ishtar comienza a identificarse como Bilit, un
nombre que comenzó como un epíteto y sobrevive en el decimotercer espíritu de Goetia
como Bileth. A Ishtar se le ofrece vino, Assurnasirpal lo describe como la alegría de tu
corazón. También se usa en el rito central de Kingship, la caza del león:

Sobre los leones que maté, levanté el arco, el poder de Ishtar la Reina de la Batalla,
les ofrecí una oración, derramé vino sobre ellos.

El arco siempre es un símbolo lunar y, por lo tanto, un atributo de esta Diosa que aparece
en forma desnuda y totalmente armada. El león es tanto su montura como un sacrificio para
ella. Como mujer, ella es la fuerza motriz de la vida, expresada en el frenesí erótico del
Amor y la Guerra. La brujería preside estos trastornos.
Como hemos mencionado anteriormente, es en la épica de la creación babilónica, Enuma
Elish, donde encontramos a šabattu como el decimoquinto día. En la historia, Marduk crea
el mundo dividiendo las aguas de Tiamat en lo que claramente es el prototipo del Génesis
bíblico. La atadura y la pisada también son temas en la Titanomaquia griega y de ahí el
tratamiento de Satanás en Apocalipsis. Este acto de división se promulgó ritualmente en
cada equinoccio vernal con el lanzamiento de una paloma cuyo vuelo parabólico era cortado
a la mitad con una espada. Es una imagen profundamente impactante, que abarca la
menstruación, el sexo, el derrocamiento de la Diosa, la media luna y la división del día y la
noche, la sal y las aguas dulces, arriba y abajo.
Ishtar es también esta paloma, la hija. John Allegro da su nombre como derivado de uštar,
el útero. Esta es una etimología más segura que los posteriores anillos de hadas en los que
se pierde. Ella ha heredado las características de su bisabuela. Ella se define por su
juventud y vigor. Ella tiene esta conexión terrible porque ha estado en el inframundo, la
ciudad invertida, el laberinto y, en última instancia, la cueva. Ella trasciende las categorías
de ectonica y ouranica, las viola, regresa a la tierra con su séquito de demonios.

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Afrodita no es más que una de las diosas del amor que heredó esta paloma. La paloma es
la mujer, y como símbolo del amor no representa el falo, como se da falsamente en el
simbolismo cristiano, sino el útero, la Diosa. La paloma es hembra, su pecho llora leche;
usarlo como símbolo del espíritu santo o como emblema espermognóstico es un grave
error. Hay otra inversión para insertar aquí, en el mito de las inundaciones de Babilonia, no
es la paloma quien encuentra la tierra sino el cuervo.
En una agricultura basada en el riego, la lluvia y las inundaciones fueron críticas. La
humedad goteante que despertó las flores de primavera, que había presagiado el
movimiento de los rebaños, se unió a una creciente conciencia de la tormenta. La gran
amenaza para el grano eran la sequía y la inundación. Demasiada humedad y demasiado
calor son las amenazas eternas de la mujer, ni cocida ni cruda, pero mutable y lunar, un
ritmo marcado por la devastación caprichosa, quien Inanna también encarnó, cuya magia
buscaba propiciar y arpovechar.
Si estamos buscando un origen de la diosa de la brujería, entonces debemos considerar a
Inanna-Ishtar como la fuente primaria. En The Red Goddess pude rastrear la historia de la
diosa del Apocalipsis hasta esta misma fuente. Esta es una tesis audaz, así que
asegurémonos de nuestra evidencia. En Persian Literature: Ancient and Modern, Elizabeth
A. Reed examina la sexta tabla de la epica de Gilgamesh, la versión más antigua conocida
de la historia, y es sorprendida por la representación de Ishtar de Uruk:

Aquí aparece como la reina de la brujería, se asemeja a la Hécate de los griegos en


su morada fúnebre. De hecho, Hécate fue reformulada para ser el hija de Asteria,
que es simplemente la forma griega del nombre Ishtar, y Pausanias menciona a una
Astrateia cuyo culto fue traído a Grecia desde el este. [Pausanias, III, 25)

Como podemos ver, esta es una hipótesis griega nativa, no una superposición de lapis para
completar el mosaico. Las implicaciones de esto son profundas; es Inanna-Ishtar quien
subyace a toda nuestra concepción de la bruja y cuya imagen resurge en la incubación de
Juan. Ella va más allá aún:

El personaje de Ishtar como se presenta en esta tableta es aparentemente un


prototipo no solo de Hécate, sino también de Medea, cuya carroza era tirada por
serpientes aladas, y el caldero o la olla, que Ishtar llenaba con sus hierbas mágicas,
sugiere la declaración de Ovidio que Medea en una ocasión pasó no menos de
nueve días y noches recolectando hierbas para su caldero, [Metamorfosis, VII, 234].
El personaje de Ishtar también pudo haber sugerido el de Circe, que "mezcló la
poción, fraudulenta para el alma, El veneno cubierto en un cuenco dorado ", y ella
amaba a Ulises e Ishtar amaba a Izdubar, a pesar de que había transformado a
todos sus compañeros en cerdos.

Ishtar es reprendida en la tabla por Gilgamesh / Izdubar, quien dice: la copa de veneno será
vista por tus amantes. Este cáliz venenoso es para nosotros un grial, uno que está presente
en toda la literatura bíblica hasta que la Ramera del Apocalipsis lo ofrezca a nuestros labios.
Es la copa que atraviesa el círculo del aquelarre. Inanna-Ishtar, nuestra señora de los
leones, es la Señora de las Bestias. Ishtar también es la madre de las rameras, y la
prostituta sagrada del templo quien en Sumeria conocía los secretos del sexo, de la
anticoncepción, que si quedaba embarazada la mataban por la quema; el mismo destino
que le espera a la bruja medieval.

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Si eso no fuera suficiente, tenemos la pieza final. En la columna II de la tabla en cuestión,
encontramos la historia del rey que Ishtar transformó en un leopardo: ... y sus propios perros
lo mordieron e hicieron pedazos. Nadie puede dudar aquí de que vemos el original de la
Fábula Griega de Actæon, el héroe que ofendió a la diosa Diana, cuando ella se vengó
convirtiéndolo en un ciervo.
Aunque el trabajo de Reed está anticuado, Fontenrose en su estudio Python hace un gran
aporte a esto, con los aspectos de Ishtar que ayudan a iluminar el enfoque de su propio
trabajo en el mito de Delphic:

Al contemplar a Ishtar se hace fácil entender la identificación de Artemisa con


Hecate, de una diosa de la fertilidad y la caza con una diosa de los fantasmas y la
brujería. En el mito del descenso al mundo inferior, Ishtar regresó a la tierra por una
ruta llena de fantasmas y demonios. Así como Hekate que dirigió sus bandas de
espíritus y fantasmas por la noche; y la banda de ninfas cazadoras de Artemis que
causan la muerte a los intrusos son la correspondiente tropa del mediodía, asociada
con el pánico salvaje de la hora de la siesta.Tanto Hekate como Artemisa lideran la
caza salvaje.

M.L. ha estudiado más a fondo la deuda que los griegos tienen con el Oriente. La fenomenal
The East Face of Helicon y Females Daimons of Oriental Origin de West de David Reid
West, que concluye de manera concluyente que Hekate no es de origen tracio. Inanna,
Ishtar, Medea, Circe, Hekate, Diana, Artemis, tal es la progresión de la bruja, unida en su
viaje por las Reinas de los montículos de hadas, por leyendas locales y un cuerpo hiriente
de mentiras clericales.
En pocas palabras, no hay “de repente” en esta historia de la bruja. Ella fluyó desde el
creciente ferli, tanto del Este como del Oeste, siguiendo las líneas de latitud, y solo más
tarde encontró a su consorte cornudo en el Norte, uno de muchos amantes. Ella se ha
parado sobre los templos y torres del este debajo de una luna gibosa. Ella ha pisado el valle
del Indo y se ha unido a Shiva. Sus denominaciones estelares, en esencia, significan luz
radiante, el símbolo de la divinidad. Este es nuestro linage, que algunos prefieren referirse
como sangre.
Como hemos visto, Inanna-Ishtar ha otorgado su ADN a una gran profusión de diosas y,
como ellas, se sometió a un proceso de demonización; Ningún ejemplo es más revelador
que el de Lilith, quien como figura mitológica muy menor ha sido una caricatura conveniente
del poder mucho mayor que se encuentra detrás de ella. En este cambio, se enfatiza el
aspecto de la matanza de niños y una confusión entre demonios y nuestra señora cultivada
deliberadamente para satisfacer las demandas del patriarcado. Los intentos de leer la
mitología de Lilith a través de los mitos judíos y luego convertirlos en una cosmología de
brujería pueden ser bien intencionados, pero no tienen el beneficio de acercarse realmente
a las fuentes sumerias. El comienzo de la historia se pasa en un vuelo hacia el misticismo
judío medieval tardío. Lilith es el incubo que se transfecta en pesadillas medievales para
robar semen. ¿Nuestra brujería es puramente maligna? ¿O estamos alimentando por error
sus mentiras en nuestra cuna?
Inanna-Ishtar, la gran diosa, está oculta por prejuicios raciales, calumnias y propaganda.
Está borroneada por una escolaridad clásica que favorece la limpieza de Grecia y Roma a
una Venus Vulgaris, una Reina de las Rameras Sagradas, por nuestros orígenes culturales.
El paganismo moderno simplemente se ha arrastrado a este paso y nos ha dibujado la

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imagen de una bruja en su lugar marginado y deshonrado en la literatura posterior. Es
esencial que comprendamos que la historia comienza en Sumer.
Un claro ejemplo de esta sobreescritura es el relieve "Reina de la Noche" (también conocido
como el relieve de Burney), uno de los tesoros del mundo antiguo. En él, una diosa se
encuentra en la parte posterior de dos leones que ella sostiene con garras de patas de
pájaro, está flanqueada por búhos, es alada y lleva una corona con cuernos. Este es un
objeto de veneración ya que la figura está desnuda y mira directamente. Podemos decir que
es una diosa por la corona con cuernos y los dispositivos de anillo y varilla levantadas en
sus manos, estas están reservadas para la divinidad. Las manchas muestran que su piel
era tan roja como cualquier dakini, las alas emplumadas en negro, blanco y rojo, el fondo no
es lapis sino negro como la noche. La identidad de la figura ha sido muy disputada, es una
antigüedad despojada, por lo que su lugar de origen sigue siendo desconocido.
Originalmente se la dio a Lilith, en base a la presencia de búhos. Este es el resultado de
una traducción errónea temprana de una frase en Inanna y el Árbol Huluppu, y descuida el
hecho de que Inanna como diosa de las prostitutas también fue vista al anochecer, como la
lilu, cazando hombres. Los leones supinos son indudablemente suyos y descansan sobre
un zócalo escamado que es la convención para las montañas, el reino del kur. Otros han
sugerido que la figura es su hermana Ereshkigal, pero esto de ninguna manera es seguro.
Lo que es seguro es que la corona con cuernos, la vara y el anillo, las alas y las patas de
los pájaros aparecen en otras representaciones de Inanna.
La capa final de confusión se agrega con un estrato psicoanalítico, en particular el trabajo
de Barbara Black Koltuv, que aunque inspira a muchos, es material fuente poco confiable.
En este último giro, los peores aspectos de un demonio menor se convierten en la sombra
rechazada de la psique femenina. Hacer culto a un demonio asesino de niños puede tener
sentido psicológico, pero es mucho más sabio abrazar a una diosa cuyos poderes se
extienden en las ocho direcciones. La brujería debería tomar todo el poder que pueda
obtener.
Conducida hacia las sombras, la diosa podrida, tal como la diseñó Jacob Rabinowitz, se ha
convertido en el ghoul demonizado de una bruja. La luna ahora se convierte en una farola,
la prostituta no está parada en nombre de la Diosa, sino medio iluminada, vilipendiada. Es
como si solo fuéramos a celebrar el misterio de la luna oscura y la menstruación como una
maldición, nunca lo contrario. Por esta razón, deberíamos adherirnos a quince. Isis también
es nombrada como la Diosa 15, el número se repite con insistencia. ¿Por qué es tan
importante esta luna llena? Ella recibe su nombre por su momento de máxima potencia. La
luna llena es la quintaesencia. Ella no ha sido eclipsada en la malefica pero se encuentra en
estado de éxtasis. La luna llena no es simplemente la culminación del ciclo, es una puerta
que se abre a un camino fuera del tiempo.

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Kali es otra gran dama llamada Diosa 15. Kali merece nuestra atención, pero la suya es la
quincena oscura de la luna menguante. Este es el momento de la menstruación, uno de
retiro y aislamiento en lugar del tiempo expansivo del Sabbat y la Luna Llena. La luna
creciente es más propiamente Lalita, también titulada La Diosa Roja, o si deseamos
considerar a la díada, deslumbrada como Varahi y Kurukulla. Ya hemos resaltado algunos
de los paralelismos vitales entre la tradición del tantra de Kaula y la brujería. En muchos
sentidos, podemos considerar que la yogini es la bruja, aunque al afirmar esto debemos
tener cuidado con la generalización, el loto de ocho pétalos no es la estrella de ocho puntas.
Kali es, en cierto sentido, otra forma de la diosa podrida, porque sus ritos son los del
cementerio, la noche negra del Tiempo, y no un juguete para la apropiación neopagana.
Sería mejor considerar nuestros propios ritos de luna oscura, sin embargo, seduciendo a las
joyas de la Madre India. Hay otro ángulo a considerar: el impacto de la civilización
mesopotámica en el valle del Indo y las diosas pre-arias. Es totalmente concebible que el
mismo Tantra lleve la huella misma de Inanna. La puerta de la luna oscura es otro aspecto
de la Diosa 15, que hemos visto es el momento de preparar la pomada de vuelo. Como
nuestro enfoque se ha centrado en el rito central de la brujería europea, a saber, el Sabbat,
esto ha sido ocluido. Quizás la mejor manera de señalar su importancia y naturaleza es en
esta ausencia y omisión deliberada. Es la sombra debajo de las alas de este texto, pero
envuelta como una semilla de sangre en el corazón del Sabbat.
La Diosa 15 tiene otro secreto para impartir. La naturaleza de la catástrofe que viene sobre
nosotros como el eclipse lunar. Es una sizigia, el sol, la tierra y la luna están alineados. Aquí
nuestra estructura simbólica parece desintegrarse en un caos de ruido, Ishtar, riendo
mientras la luna llena, en oposición al gobierno, se pone roja de sangre. La armonía de la
celebración de la luna llena se sumerge en el tumulto. Este fue un fenómeno que los
astrólogos babilonios calcularon con el ciclo de Saros y vieron como un presagio y una
amenaza para el Rey, quien fue reemplazado por un doble por su duración, que luego fue
rápidamente asesinado. Registraron los fenómenos meteorológicos asociados de viento,
lluvia, truenos y relámpagos con la dirección del viento, indicando cuál de las cuatro tierras

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predeciría el desastre. Esto se relaciona con la mitología menstrual, donde la sangre
femenina es la sustancia mágica más disruptiva y peligrosa. La sangre cruda de la matriz
creativa extingue el fuego. Ningún hombre puede estar presente en este evento. Tal acción
de tabú y capricho aparente es típica de Inanna; la que hace reyes también puede
destruirlos. Para la brujería, oponerse a un orden tiránico, esta es una energía que promete
un coup d’état y un coup de foudre.
¿Cómo, entonces, debemos acercarnos a la Diosa de la brujería? Salgamos del eclipse
sangriento, victoriosas y proclamemos nuevamente la brujería. La diosa ha estado con
nosotras desde el principio. Ella es amor y guerra. Esto no es una paradoja, provienen de la
misma coyuntura erótica. Ella es el centro del escenario en la batalla. Nuestra diosa
encarna los opuestos, y es la quintaesencia de todo lo que fluye a través de ella. Su séquito
de demonios se ha unido al carnaval. Este tumulto de cabras, sátiros y galli, de menades y
mujeres endiosadas. Su nombre ha seguido cambiando a medida que se extrae de nuestras
gargantas desde lo más profundo de nuestros vientres, úteros, heridas. La baja magia ha
preservado sus ritos, al igual que la letanía de nuestros enemigos. No somos una
reconstrucción, somos una reanimación de los huesos de la ascendencia, y estos bailan.
Así es como la encontramos en el suelo del Sabbat. Pero al mirar a nuestro alrededor, ella
se ha desvanecido en este instante. Ted Hughes, en las tribulaciones de su desesperación,
busca escribir un mito de la creación. Lo que resulta es Crow, el vestido de plumas más
oscuro. Crow despoja, asesinatos, picotea las aberturas en bruto. Es el nigredo más
desgarrador e implacable. El caput mortuum no solo lo mira desde las cuencas vacías, sino
que se pavonea, hace palanca, se burla y, como con todos los monstruos, es indestructible.
De esta cabeza muerta vendrá el truco del conjurador. Crow tiene su propia búsqueda, y va
en busca de la bestia negra. Más convincente que Yeats en su demacrada Segunda
Venida, Hughes está sumido en el mundo natural, la fuente de toda brujería. Crow
incansablemente hace la pregunta del poeta: ¿Dónde está la bestia negra? Una pesadilla se
desarrolla en esta búsqueda de visión. Finalmente, quien lee se da cuenta de que tal es
este monstruo, esta bestia. Con esto, la paloma se revela y en el mismo instante se separa,
su sangre de gorgona produce prodigios y quimeras que se multiplican sin fin. El secreto de
la brujería está escrito en esta tinta de mirra.
Pero permítanme hacer esto más evidente. La ausencia de la diosa es el signo de la
presencia de la bruja. Ella no es externa, pero está encarnada. La diosa salvaje ha pasado
por la ciudad de prostitución y ha emergido intacta como la bruja en el brezo. Nunca hubo
una diosa de la brujería, sino más bien mil Ishtars: blanca como la leche, roja como la
sangre, negra como el carbon. Nunca puede haber ortodoxia. Estamos simultáneamente
poseídos, aniquilados y siempre fuera del Tiempo.
Ella es inmanente.
Ella habita dentro de nosotros.

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IX
Esta es la copa de sangre
De Año Nuevo
Calibrado
Guiado por rastro de estrellas
Hacia lugar fatal
Idin-Dagaz va
Una cabra atrapada
En espinas de la esvástica
Tambor del corazón amortiguado
Por vendaval del sur
Una cuenta de lapislázuli perdida
De una gargantilla rota
Su sacerdotisa
Puerta hacedora de reyes
Se monta a horcajadas sobre él
Cedro suave
Golpea un rayo
Con trueno
Del músculo del coño
Inanna baila abajo
...hasta que finalmente es creada esa situación que hace imposibles
todas las retiradas y las condiciones mismas griten: Hic Rhodus, hic
salta! Aquí está la rosa, bailen aquí.

¡Hic Rhodus, Hic Salta!


Aún así, la naturaleza del arte sigue siendo esquiva. Este flujo es la naturaleza misma de la
brujería, y como tal, desalentador para aquellos que desean aprehender un método, algo
que puede parecer completamente ausente. La brujería es poesía, no prosa en blanco,
incluso en su forma más abstracta se basa en ritmo, métrica, rima. Es cíclica. Las palabras
mismas tienen un significado que ha sido usado en ellas, que surge de sus fisuras divididas,
que se extienden con delicados zarcillos, lo que oculta la espada desenvainada de nuestra
canción. La poesía no es una metáfora, es el método de brujería en su totalidad.
La pregunta no es cuáles son las técnicas de la brujería, las que por su naturaleza son tan
simples que pueden enseñarse a un niño, más bien la pregunta es, ¿cómo nos convertimos
en brujas? Esto es más difícil. En un intento por lograrlo, muchos recurren a la supuesta
autoridad, pero no se puede enseñar fácilmente. No necesitamos comenzar con un culto

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exterior si podemos aplicar diligentemente los ejercicios básicos, y al hacerlo, nutrir el
florecimiento de nuestros propios dones. Si no tenemos la voluntad de hacerlo, buscarlo
fuera de nosotros mismos no remediará esto. Incluso si elegimos trabajar en congreso con
otros que nos apoyan, al final necesitaremos emprender el vuelo solos. Esta es la diferencia
fundamental entre la bruja y el celebrante. Se nos pide que demos más. Estamos obligados
por nuestros votos a renunciar a todo.
Tal vez, habiendo aprendido que los secretos son verdaderamente ocultos, necesites algo
más convincente. Permíteme ofrecer el ejemplo de Jorge Luis Borges, cuyos poemas son
demasiado educados, pero cuya prosa faceta es un tesoro compuesto de tigres vivos. En La
Secta del Fénix, Borges describe la existencia de un grupo de adeptos que ocultan un
secreto universal que se plasma en un rito. Me refiero a sus palabras:

El Secreto es sagrado pero no deja de ser un poco ridículo; su ejercicio es furtivo y


aun clandestino y los adeptos no hablan de él. No hay palabras decentes para
nombrarlo, pero se entiende que todas las palabras lo nombran…

Este breve cuento que promete revelar y nunca lo hace es el epítome del juego del mago,
quien en el tarot es simplemente un saltimbanqui, estafando al tonto en un juego de copa y
pelota. Pero, sin embargo, el secreto nos tienta. No puede ser escrito, pero siempre está
siendo revelado. La secta existe en todas partes y en ninguna parte. Este es un juego que
los alquimistas jugaban con mucho entusiasmo, a menudo en intercambios poéticos. Esta
elisión es un arte que Debord eleva al virtuosismo en su autobiografía Panegyric, que
precisamente no revela nada. Este es un texto que vale la pena estudiar, ya que es un tropo
muy utilizado en la escritura oculta, aunque con mucho menos mérito literario. Los poetas
no han sido tan cautelosos, ya que se propusieron revelar en lugar de dividir estos asuntos
simples y al hacerlo, encontrar una expresión creativa interminable. Esto se debe a que la
fuente de la poesía y la brujería son idénticas, algo que Graves entendió pero no pudo
encarnar.
Dado que las técnicas de brujería son simples trucos, o incomunicables para aquellos que
aún no entienden el secreto, es inevitable que crezca a su alrededor una literatura con la
voracidad de espinas que, sin importar lo bien intencionadas que sean las sembradoras, ha
creado una barricada invasiva de púas. Corto esto, cosecho estas espinas, las convierto en
el mango de mi báculo, y golpeando la tierra proclamo claramente mi intención.
Quiero evitar los esquemas piramidales prevalentes proponiendo no una orden, la cual soy
capaz de elaborar, sino una serie de tres principios simples y procesos interconectados que
juntos crean una topografía mítica de brujería que será completamente tuya. Cuando llamo
a este enfoque Brujería Apocalíptica, se asume que todo está perdido, aparte de tu cuerpo,
y como un bailarín debes ser poseído por él nuevamente. Su misma simplicidad es su
guardia.
La brujería puede verse como un arte realizado a través de la acción de un conjunto de tres
principios simples, a saber: orientación, presencia e imperativo. Estas son las tres fases que
juntas crean una topografía mítica de brujería. Sin estos, solo tenemos los mástiles rotos del
folklore, las malas interpretaciones de los apócrifos cristianos y el impulso ciego. Este es mi
camino estrecho hacia el bosque oscuro.
Para comenzar el proceso de orientación, a menudo comenzamos con la comparación. Esto
en sí mismo muestra hasta qué punto se ha roto nuestra propia tradición. Estamos en
Occidente de pie sobre las ruinas de la cultura, y sin una comprensión de nuestra historia no
podemos avanzar. El aturdido paganismo moderno a menudo comete este error, eligiendo

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tomar los aspectos apetecibles de un pasado imaginado y a partir de ellos crear un escape
hacia la fantasía no realizada. Esto se ha exacerbado por el colapso de la creencia en un
culto de brujas europeo, lo que puede llamarse la tesis de Murray, provocada por
historiadores tanto amistosos como hostiles. Con el fin de proteger las preciadas creencias
que han demostrado ser falsas, a menudo nos aferramos a las fantasías, y gran parte de la
brujería pagana moderna se ha encontrado en tal punto muerto. Está en un estado
suspendido de disonancia cognitiva, pero comenzando su arco de descomposición
entrópica de posturas vacías bloqueadas y gestos sin sentido. Otros son más rigurosos,
esto es reconstrucción, un enfoque que podría ser personalmente satisfactorio, pero que en
última instancia sólo puede crear una anomalía histórica condenada. En el peor de los
casos, la brujería en Occidente es simplemente un sentir, un torrente sentimental y una
indulgencia que puede ofrecer un respiro a aquellos emocionalmente heridos por su
educación, pero que no progresa más allá de esta etapa infante. El reflejo de esto es la
canonización de las emociones adolescentes, a menudo la ira o la melancolía, pintadas
como primitivas o atávicas, y una supuesta brujería que privilegia y ancla solo esas
respuestas emocionales. Definirnos en oposición a cualquiera de estos rasgos lleva a
disputas intestinas. Todo esto debe entenderse como intentos honestos de encontrar un
camino, pero es necesario que les propongamos una alternativa constructiva, una que
aborde las necesidades profundas que enmascaran. Todos deberíamos participar en una
introspección crítica, este es el espejo para que la brujería se contemple. Antes de
comenzar a aplicar cualquier kohl, debemos observar con atención, no como estamos
tentados, a los demás, sino a nosotros mismos.
La búsqueda de estructura a menudo conduce a la apropiación cultural de ritos, rituales y
símbolos de otras tradiciones establecidas, a menudo violentando su significado en el
proceso. Extraídos del marco cultural, estos se aplican poco a poco. La Nueva Era es una
de esas formas de imperialismo cultural y profundamente ofensiva para los pueblos nativos.
Sin embargo, los restos que examinamos en nuestra cultura globalizada ocultan una historia
rica en significado, y esta es la historia que ha contado este libro, es un conjunto de
historias que debemos seguir repitiendo. La bruja y la brujería son una realidad histórica.
Aún así, llegamos rápidamente a la conclusión de que la brujería no es la religión que
propusieron Murray o Gardner, ni tampoco el conjunto unificado de creencias y prácticas de
Durkheim. Quizás entonces, ¿hay otra forma en que podamos describirnos a nosotros
mismos?
Sugiero que la brujería se puede describir mejor como animista, es decir, la creencia en la
esencia omnipresente del espíritu en las cosas, ya sean animales, plantas, piedras, estrellas
o elementos. Pero esto ya es problemático, ya que el animismo es un término de abuso.
Fue acuñado para describir la creencia de las personas "primitivas" y su religión "primitiva".
Esto las distinguía del libro, el cáliz, la oblea y el acero llevados en alto por sus
conquistadores. Se asumía que no había ningún método, ninguna cultura, sino un simple
conjunto de creencias erróneamente sostenidas por los nativos a quienes se consideraba
niños. No estaban atadas a la religión (literalmente religare, atar) y, como tal, podían ser
pisoteadas con impunidad. Las prácticas de los pueblos tribales evadían definición en
términos de la cultura abrahámica dominante y, por lo tanto, significado inteligible. Era
simplemente magia y superstición, poderes que no podían igualar a los de adquisición,
propiedad, enfermedad y genocidio sistemático por parte de un invasor militarmente
superior. Nuestra fugaz prosperidad en Occidente se basa en la sangre robada, el trabajo y
el suelo del Imperio. El animismo implicaba una comprensión simplemente personal, y como
tal era inadecuado para explicar las complejas relaciones que subyacen a la experiencia

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chamánica del multiverso. No dio crédito a la subyacente realidad mítica de personas
específicas en un lugar específico.
Este ha sido el mismo destino asignado a la bruja en Occidente, cuya existencia fue escrita
en el agua. Mi tesis no es que anclemos a la bruja en la historia, sino que entendamos que
la brujería es un conjunto de relaciones cuyo ritmo es el de la luna, las estrellas, el sol y la
tierra. Una brujería que se adapta al estado del mundo tal como es, sin retroceder a un
pasado imaginado.
¿Deberíamos buscar en nuestros diccionarios un término menos cargado? Sugiero que no
lo hagamos. La palabra animismo debe ser cruda, ya que es una herida que aún se está
fregando. Al igual que bruja, tiene la ambigüedad y la historia que le da sentido.
¿Deberíamos entonces ofrecer voluntariamente nuestros datos a investigadores, archivos
digitales, al Estado? ¿Debemos volvernos aceptables imitando las convenciones de la
religión organizada? ¿Necesitamos ser parte de la mentira de una progresión lineal que nos
dice que la historia es la edad sucesiva de los metales, es decir, la guerra, y que este final
sangriento de la breve era del petróleo, que todavía puede terminar en el reinado del uranio,
es el pináculo de nuestros logros como especie? Yo digo, suficiente. Digo que este
crepúsculo que nos llama con señas es el espacio dentro del cual se reúne la brujería.
Nuestra fuerza tiene cabeza de hidra, surgiendo de la sangre de la paloma sacrificada.
La orientación exige una topografía mítica para reemplazar el sueño perdido de un Culto de
Brujas unificado. Sin este elemento, estamos realmente perdidos. El terreno sobre el que
caminamos está libre huellas, pero los cielos no. Entonces, en lugar de un mapa del suelo,
necesitamos un mapa de los cielos, y este mapa es el reloj de arena del tiempo: la luna. Al
seguir el trabajo de Shuttle y Redgrove en The Wise Wound, un enfoque perspicaz de Lévi-
Strauss, y a través de la lectura sin complejos de Blood Relations de Chris Knight, el mito ha
sido presentado ante nosotros. Este mito se ha encontrado en las palabras de los poetas y
en los actos del Sabbat de las brujas, el vuelo nocturno y la transformación animal. Está
bajo los auspicios de Diosa y Diablo que han sido revelados como uno. Este mito habita un
paisaje.
Los elementos son simples y no proscriptivos. Mientras describo el paisaje, comprendan
que esta es una forma de ingresar a su propio mundo interior. Es a partir de principios
simples que surgen comportamientos complejos, nunca al revés. Esto lleva a leer de nuevo,
el espejo se repite sin cesar, refleja, refracta. Construyamos nuestro acuerdo a partir de
estas cosas simples, y luego celebremos nuestras diferencias a medida que comiencen a
prosperar por derecho propio y florezcan como el jazmín nocturno; un aroma para inhalar
lentamente de manera constante. Este es el narcótico paisaje sensual en el que
encontraremos la liberación a la luz de la luna. El paisaje que nos atrae. La imagen que de
forma convincente te hincha y te sumerge en la historia. El libro sin palabras, que se abre y
tú con él, en la misma página. El último aleteo, la quietud, el plegado, que se funde con la
sensación de ser elevado, la deriva. Los dos estamos presentes y completamente idos. Al
encontrarnos en este nuevo lugar, nuestras manos se ven diferentes a medida que las
volteamos bajo la luz de la luna. Este es un lugar para explorar lentamente, acostumbrarse
a los alrededores más allá del cuerpo. Comienza a avanzar, sé movido por la ciega sangre
magnética. Hay una montaña, una colina de hadas o un montículo de templos. Se levanta
del paisaje como si girara sobre la estrella polar, un giro vertiginoso. Un movimiento en
espiral que gira paralizado y nunca pierde el equilibrio. La luna sube esta colina y desciende
al otro lado. Esta noche está llena. Dentro de la colina hay una cueva, siempre ha habido
una cueva. Esta cueva es el caldero abrasador del Inframundo. Dentro de la cueva, la
oscuridad, dentro de la oscuridad, el sol, animando el recuerdo encerrado en los huesos

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apilados de los ancestros. Este es el axis mundi. Deja que la imagen florezca como el
jazmín nocturno que estamos inhalando, que los ojos encuentren su lugar de descanso.
Recuerda que has estado aquí antes, descalzo, calzado de lobo. La luna llora mientras
bailas. La copa se llena lentamente hasta el borde, gota a preciosa gota. Tus pies han
encontrado los pasos hacia el Sabbat y, por lo tanto, debes bailar, bailar, bailar.
Esto lleva a leer de nuevo antes de dormir, el espejo se repite, refleja, refracta sin cesar.
Nuestra orientación interna es el resultado de este sueño. La luna quedó atrapada dentro
del cuerpo dormido de la bruja, como en un espejo. Debemos conocer estos, nuestros
interiores secretos y explorarlos nosotros mismos antes de invitar a otros a explorarlos con
nosotros. Aquelarre se forma alrededor del sueño compartido construido a partir de estos
viajes. Todos son iguales en este estado desnudo; es fuerte, totalmente cierto y real. El
cuerpo del Sabbat se forma a medida que el vórtice atrae más integrantes. Todos
compartimos el mismo terreno, simplemente soñamos de manera diferente. Todos
finalmente se agrupan en la consanguinidad ritual de animal, mujer, bruja, espíritu, diablo,
antepasado y hombre.
Esta orientación se vuelve más compleja, ya que nuestra visión se constela a través del
proceso de comunión. Nos sintonizamos con los ritmos lunares, pero al igual que con los
bastones astados de nuestros ancestros, estos pronto se inscriben con otras formas
animales que también marcan el tiempo. A medida que encontramos otros, sus símbolos se
convierten en parte de nuestro paisaje onírico. Tal vez elegimos movernos por el paisaje
con el año solar y las trece lunas. Quizás los espíritus comienzan a pedirnos que les
prestemos atención. Todo esto es una cuestión de libre elección. Surge del cuerpo soñador
que se ha liberado de la influencia indebida, del parásito. El sueño de la bruja no se
construye, se transita. El culto puede ser el resultado de estas acciones, pero no es su
origen.
El segundo principio de una brujería apocalíptica es la Presencia. La bruja, a diferencia del
gnóstico, no hace una división fatal y enemiga entre espíritu y carne. Una paradoja del
Sabbat es que el vuelo nocturno se logra a través de y en la carne misma. Aquí es donde el
motivo del lobo herido una vez más levanta su pata vendada para hacernos testigos. Se
intercambia una comprensión silenciosa. Esta es la esencia del animismo, no como un
enfoque, sino como una existencia vivida.
La bruja debe estar presente, y esta presencia significa el cuerpo. Debemos aprender a
estar dentro de nosotros mismos, para lograr el equilibrio, la fijación de la uña de la bruja.
Antes de que podamos saltar como marionetas, colgadas del cielo, debemos saber que
hemos crecido de la tierra. Nuestro estado es una intermediación cultivada. No somos uno
ni el otro, sino que vamos de un estado a otro en una interminable transformación de
fluidos. Somos capaces de mediar, precisamente porque somos otros. Somos justicia,
preparada para poder moverse libremente en cualquier dirección caótica.
Además, somos impulsados por los cielos, como el bailarín, a expandirnos más allá de los
extremos de nuestra extensión. De la misma forma que entrenan los artistas marciales, no
debemos golpear, sino atravesar. Debemos encontrar los límites de nuestra resistencia y
estirarlos aún más. La presencia no se da, se alcanza, no se retiene, sino que se lucha sin
fin para llegar a ella. Somos tanto un arco para ser tensado como la luna misma. La flecha
busca su blanco.
Nuestro objetivo es llegar a ser tan receptivos como la luna, para poder contener todo el
reflejo del fuego solar y derramarlo como libación, o maldecido. Escuchamos. Observamos.
Absorbemos. Dominamos el silencio y la quietud, el sigilo. Somos capaces de llegar a ser
incesantes y no disminuir en nuestras donaciones. Somos nosotros quienes encendemos,

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atendemos y extinguimos los fuegos del hogar. El fuego fluye a través de nosotros y somos
nosotros quienes soportamos.
La presencia es el refinamiento de los sentidos. Su calibración se logra a través de una
orientación que se encarna. Esto abarca la gestalt de los cinco sentidos. Debemos entrenar
nuestras extremidades, órganos, tendones, músculos y fijar este aprendizaje en nuestros
huesos. De lo contrario, somos animales degenerados, aferrados tristemente a nuestra
enfermedad y malheridos en la lasitud. No aceptaremos el cuerpo de la víctima, así como
tampoco aceptaremos la cultura de la víctima. Tenemos los ojos de los búhos, la pisada de
los gatos, la canción de luto de los lobos y la maestría de los leones. La bruja está integrada
y se mueve desinhibida, como los animales con los que tiene intimidad. La brujería nutre la
fuerza, y de este cuerpo emite habla y acción.
Seguimos los ciclos en los cielos, en nuestros cuerpos, y luego el espíritu viene a través de
nosotros. Este es el secreto de la posesión; se manifiesta donde estamos parados. Sin
presencia, no puede haber posesión, solo obsesión espasmódica a través de un cuerpo
social desordenado. Tal recipiente solo se romperá cuando intente romper su caparazón de
confinamiento. Este es el caso muy a menudo. La brujería es un cuerpo de trabajo.
Estar presente dentro de nosotros mismos requiere que conozcamos el terreno en el que
estamos parados. Este no ha sido tanto el gran fracaso de la brujería, sino la gran victoria
de nuestra época. El mundo ha sido cortado por debajo de nuestros pies. Ya no sabemos
dónde estamos: Tokio, París, Bagdad se confunden bajo las exigencias de otra arquitectura
impuesta de sueños fabricados. Nuestros alrededores son reemplazados por sus espectros,
en una parábola gnóstica que salió mal. Sin embargo, el mundo no es un lugar podrido, ni
una prisión de hierro negro para la bruja. No deberíamos ser tan susceptibles a aceptar un
exceso de nuestro territorio mental y la disminución del mundo mismo. Si hemos encontrado
nuestra orientación interior, podemos considerarnos libres, o al menos comprometidos en la
lucha por esta libertad. Al aceptar con soltura la orientación de nuestra cultura, no estamos
comprometidos con lo mítico, sino con lo banal. Esto tiene consecuencias; la más grande de
estas es la Naturaleza misma.
La brujería no se ha puesto de pie. Ha inhalado los humos cálidos de la fantasía, perdidos
en tantos sueños diferentes. Olvidado tal vez, para qué fue una vez. Es la presencia lo que
se requiere. Aquí debemos establecer la clara diferencia entre la brujería y el llamado
esoterismo: está contenido en ese término ridículo, animismo. En la brujería no hay
separación entre lo espiritual y lo material, están interpenetrados. No buscamos escapar,
sino encontrarnos. Esto se ve reflejado en la unión en el corazón del Sabbat, no solo entre
la Reina y su consorte, sino en la carne de todos los presentes. Esta es la pura verdad de la
que Ted Hughes se dio cuenta, sobre la que escribió, que Peter Redgrove sintió en el juego
eléctrico de las nubes de tormenta que se construían en la fábrica meteorológica del
Estuario Fal en Kernow, cuya descarga hace cantar el barro negro. Está allá afuera en las
colinas, bosques y montañas, está golpeando nuestros cofres, levantándose, hinchándose,
arrugándose, corriendo mojado en nuestra carne mutable. Esta es la brujería, y es la cara
secreta de la naturaleza misma. La naturaleza velada no con las telarañas de rocío del
amanecer, la alta nube que cuelga sobre la cima, el ópalo agitado de las olas, sino por
nuestra propia incomprensión. El mundo natural es el mundo sobrenatural de la brujería,
atravesado por las vívidas sedas del atardecer y el amanecer. Las sombras quemadas
hasta desaparecer por el sol del mediodía, la palidez de la medianoche arrojada sobre
viejas piedras. Qué tontería es no darse cuenta de que este es el paisaje en el que se
basan nuestros sueños.

99
Lo mítico no es una superposición, son las cúpulas gastadas en los techos de roca apilados
en los páramos estériles. Es la tierra negra de los túmulos. La tierra está llena de
significado, con túmulos y entradas premonitorias que se inclinan hacia el inframundo del
que salimos arrastrándonos sobre rodillas desolladas hasta los amaneceres del solsticio.
Esto es mágico, esto es lo que exige nuestra presencia y, además, esto es lo que está en
juego.
Esto lleva a la proposición final de toda la tesis, la tercera y última fase, y la más crítica de
todas. Nos gustaría poner barreras contra la verdad de que todos somos una sola carne.
Necesitamos estrategias rituales para superar nuestra resistencia interna a esta absoluta
realidad tangible de la brujería. Nos conduce a los espacios liminales donde la brujería
puede atravesar, donde somos parte de la urdimbre y la trama, tejiendo en el telar fatal.
Nuestras cabezas mayormente están separadas del nacimiento sufriente de la temporada.
Nuestras vidas ausentes de significado, incluso de tiempo celestial, confundimos mirar por
hacer y el reflejo de otro por el nuestro. Cuánto más fácil si nunca entendemos esta
dolorosa verdad central. Cuánto más preferible sería la pura fantasía del espíritu incorpóreo,
ignorando las demandas mortales, los mensajes y presagios que son el regalo de
Cassandra. Así que derivamos en suaves murmullos como palomas enjauladas,
adormecidas por sueños que nunca revelan lo divino como serpiente, luz, amor. Pero la
bruja, durmiendo con un ojo abierto, observa el secreto.
Vernos a nosotros mismos en sueños requiere que nos veamos en la vida, en un lugar
específico y en un momento específico. El espejo debe ser nuestro propio reflejo verdadero.
No es un escape, hemos sido perseguidos, amarrados exhaustos ante la cazadora con el
tobillo de lobo. Habiéndonos desnudado, el espejo supremo se muestra como la naturaleza
misma. Habitamos el paisaje sagrado que es la forma del cuerpo de la brujería y la bruja,
con el conocimiento encarnado de que su destino es inseparable del nuestro. No puede ser
superado. Los ríos son nuestras venas, los árboles nuestros pulmones, el agua nuestra
sangre, las piedras nuestros huesos, la tierra nuestra carne, los vientos nuestro aliento, la
tormenta nuestra ira. Esta no es una metáfora, es una experiencia vivida, estampada en
nosotros. Por encima de esto, la luna derrama continuamente su vida, y se alimenta sin
cesar de las ofrendas de semen y sangre. Hemos alcanzado el núcleo irreprimible y sexual
de toda práctica de brujería. Una Brujería Apocalíptica necesita una revelación, y aquí está
la mía, declarada con simplicidad como toda brujería debería ser. Después de la orientación
y la presencia, sólo puede haber un resultado. Un tercer principio florece, aunque cuando lo
alcanzamos, cuando el olor nos ha cautivado y los pétalos nos sedujeron en su laberinto, la
vida se sacude sobresaltada por un dedo pinchado. Todo el jardín de rosas entra en foco.
Estamos despiertos. El tercer principio es: Imperativo. La sangre sabe a cobre, el verde
musgo de cardenillo que se extiende y teje el metal vivo, la Diosa cuya guerra sin fin nos
abruma a todos. El conocimiento de la muerte cae en cascada a través de nosotros. Con
esto, se otorga la maldición.
Este veneno, esta muerte, te regala el imperativo. Hablar de la naturaleza no es un banco
suave y cubierto de musgo, ni un idealismo errante. Tiene una respuesta totenkopf, en
plumas de cuervo, máscara de carnaval, perlas. Para llegar tan lejos, sabías cuál sería la
respuesta del oráculo, gruñendo por una garganta adolorida de la risa. Muerte, muerte,
muerte. Robert Graves vio la muerte en el espejo de afeitar, frunciendo el ceño ante su
máscara de edad: aún está listo, con la presunción de un muchacho, para cortejar a la reina
en su alto pabellón de seda. Araña a las chicas jóvenes con dedos huesudos, incapaz de
seguir adelante. Debemos vivir con pasión, pero la muerte es nuestro campo de acción, sin
el cual no puede haber vida. Nunca podemos estar preparados para esto a menos que

100
sigamos muriendo en el suelo del Sabbat con toda la belleza colorada del samurai. Nos
rendimos, dejamos ir todo. La dejamos actuar a través de nosotros hasta que no tengamos
nada que perder.
La brujería se define en que actúa. Este no es un camino de contemplación, sino de
compromiso. Solo puede haber una razón para participar, y es que la acción es
imprescindible. La brujería creció por necesidad. En la cultura chamánica, el papel es muy
claro. Se espera que el chamán se ocupe de los problemas de la vida y la muerte
diariamente. El hambre es una realidad, el hambre, la guerra, la enfermedad, la maldición,
el robo, el asesinato, el parto, la caza. Para nosotros, acurrucados en el estrecho ábside de
la era tecnológica, estas preocupaciones parecen remotas. Cada una de estas habilidades
ha sido apreciada por nosotros. El chamán debe actuar porque hay mucho en juego, es la
supervivencia, la vida lo que pende de un hilo. Su comunidad espera que produzca
resultados o se lo considera inútil. Sus vuelos nocturnos tienen un propósito, sus curas y
maldiciones están en demanda. Su lectura de presagios, su narración de historias, su
organización de la caza o la guerra son vitales. Compare esto con el estado de Occidente.
Nuestros especialistas en rituales no tienen que demostrar ninguna competencia de efecto.
No hay necesidad, simplemente deseo. Sin nada con que jugar, sin apuestas en la mesa, el
juego inevitablemente se convierte en una farsa vacía.
Entonces, ¿cuál es el imperativo de la Brujería Apocalíptica? ¿Qué impide que sea otro
juego de canicas para intentar en vano engañar a la muerte y arrebatarle su premio, pero
que meramente engaña al jugador al absolverlo de toda responsabilidad por sus pequeñas
acciones? La respuesta ya ha sido dada, y es animismo. La brujería es parte de una red
viva de especies y relaciones, un mundo que hemos olvidado observar, comprender o
habitar. Muchas personas que leen este párrafo no sabrán ni siquiera la fase actual de la
luna y, si se les pregunta, no mirarán instintivamente al cuarto correcto del cielo, sino a sus
computadoras. Tampoco podrán nombrar las plantas, pájaros o animales dentro de un
metro o radio de milla de su puerta. La brujería nos pide que hagamos esas cosas primero,
es decir, presencia.
El animismo no está incrustado en el mundo natural, es el mundo natural. Nuestra brujería
es la del espíritu de lugar, que está hecha de una convergencia de elementos y habitantes.
Aquí incluyo animales, tanto vivos como muertos, humanos e inhumanos. Nuestros
ayudantes son mamíferos, reptiles, peces, pájaros e insectos. Algunos se pueden contar
aliados, otros son más ambivalentes. Depredador y presa son interdependientes. Todos
estos tienen el mismo origen y ascendencia, provienen de plantas, de la vida verde cobre.
Los huesos se convierten en tierra. Las plantas se han nutrido de los minerales extraídos de
las entrañas de la tierra. Esas son las herramientas vivas de artesanía de la bruja. El ciclo
de los elementos y las estaciones se lee de esta manera. El flujo, la vida y la muerte son
parte de esto, al igual que las extinciones, catástrofes, incendios e inundaciones. Nos
servimos de estos, y finalmente se busca un equilibrio. Nuestro espacio ritual está escrito en
luz de estrellas, vigilado por el sol y la luna.
Entonces nos quedamos con una pregunta simple. ¿Cómo puede haber Brujería si esto se
destruye? No es una pregunta retórica. Nuestras tierras, nuestros árboles, animales y
elementos tienen espíritu. ¿Dejaremos que nuestros familiares, literalmente nuestra familia,
sean destruidos? Si tenemos alguna creencia y experiencia real del espíritu, entonces no se
nos pregunta, se nos exige luchar por ello.
Nuestra civilización no es una de vida. No es la leona sofocando el aliento de una gacela, ni
el esfuerzo de un virus, ni la honestidad de una espada de bronce. No tiene sentido ni
conciencia, ni presencia ni orientación.

101
He oído decir que a un espíritu telúrico no le importa la política de quién lo convoca. Esta es
una declaración simplista. La política es la que permite la destrucción de la misma tierra
sobre la cual el espíritu está vigilando. El hombre es un animal político, aquellos que dicen
que están fuera o por encima de la política son los esoteristas cuyas manos limpias se lavan
con la sangre de aquellos que no tienen más remedio que meter las manos en la
maquinaria. La política no es opcional para las Primeras Naciones, las mujeres, los
homosexuales, los negros o cualquiera de las otras clases esclavas. La abstención es una
posición de privilegio que ayuda al patrón de destrucción, argumentando solo por nuestra
impotencia. No existe una dicotomía izquierda-derecha, hay quienes están destruyendo el
cuerpo y quienes se oponen a ellos. La economía es la guerra por otros medios, y en esta
guerra asimétrica contra la vida misma, no tienes el lujo de elegir. Este es el momento en
que nuestra brujería vuelve a ser un imperativo o perece.
La brujería no puede venir en otro color que no sea un verde intenso, una resistencia a este
despojo, este sacrilegio. Recoger basura en nuestros sitios rituales no hace ninguna
diferencia cuando nuestro mundo es un vertedero de sueños consumistas rotos. Llamar a
[the quarters] ignorando que la capa freática ha caído y los niveles del mar están subiendo,
las tormentas de fuego barren Australia y Brasil, nuestro suelo, que tarda mil años en crecer
una pulgada, ha desaparecido, es una indulgencia sin sentido. El animismo no puede
desconectarse de la lucha de la vida, el chamanismo no puede desconectarse de la lucha
de la vida, ni tampoco una brujería viva. Nadie más va a hacer esto por nosotros. Somos la
Brujería y debemos defender nuestra tierra, junto a aquellos que luchan por la suya.
Es solo cuando nada se considera sagrado que esta destrucción puede ocurrir. Los
orígenes del androcentrismo están escritos en el Génesis como un meme dominador, el
guión se ejecuta así: todo nos pertenece y es para nosotros, amén. Es una carta de
violador. El cristianismo ha sido dejado de lado, las justificaciones han cambiado, pero el
mecanismo sigue flexionando sus mandíbulas de hierro. Jahweh es ahora el mercado que
aprovecha la civilización industrial, las herramientas que tiene son más que hachas de
bronce, su apetito insaciable, tierras raras, metales, aceites, gas, animales, peces, pájaros,
plantas, ganado, hombres. John Michael Greer destaca la falacia lógica del crecimiento
infinito en un planeta finito, pero este es el eslogan de aquellos que talarán sus últimos
árboles, envenenarán sus últimos pozos y matarán a su gente. Es una continuación de las
acciones que encontramos consagradas en Isaías. Podemos ser llamados perversos por
nuestras creencias, pero esto es una obscenidad. Debemos participar en encantamientos
deliberados, trazar la línea que no se puede cruzar. Nuestra tierra, nuestros antepasados,
nuestros cuerpos, nuestra sangre y nuestros congéneres son inviolables. Nuestros
enemigos pueden ser asesinados.
Los ejemplos que he dado sobre el paisaje, son los míos, no los de un idilio rural imaginado.
Mi naturaleza conocida es roja en dientes y garras. Es por eso que respondo a la poesía de
Ted Hughes, entiendo la obsesión de Redgrove con el agua mientras recorre el granito y la
pizarra de la tierra de mi nacimiento. Tengo cicatrices de caña y cortes de coral, mis
pantorrillas están acordonadas por caminar en bosques y colinas, prefiero estar entre
montañas que hombres, y sé que esto, mi derecho de nacimiento, ahora es un privilegio.
Así que afirmo, no hay escapatoria o retirada posible, tenemos la espalda contra la pared
más alejada de la cueva y las formas de los animales se hinchan contra nosotros,
presionándonos hacia adelante. Ted Kaczinski encontró esto a su costa. No me disculpo
con los de las ciudades, ni dudo de la eficacia de la magia realizada en el mundo de Lyre. A
medida que los oligarcas nos despojan de nuestra tierra, a medida que la expansión se
extiende hasta la última gota de aceite sucio y escorias de coque pulverizadas, más de

102
nosotros nos veremos envueltos. Lo que digo es vital: el entorno urbano no puede existir sin
asesinar al mundo natural. Entonces debemos ser el desierto en el corazón de la ciudad. A
medida que la civilización empuje hacia el desierto, algunos se interpondrán en su camino,
otros ya estarán adentro, asediando sus torres en el crepúsculo. El Diablo nos abrirá las
cerraduras. Nadie se interpondrá delante de Ella.
La desesperación persigue a aquellos que saben que el costo se está cobrando de la tierra.
Son impulsados por el dolor, la ira y la desesperación, están heridos. Tenemos un deber
para con ellos y con todos los que sufren, sin distinguir entre espíritu, animal, planta, piedra
u hombre. Lo que nos impulsa es nuestra sangre, las pasiones no son propiedad de
individuos, sino que están subsumidas en el Amor, compartidas en comunión; somos las
hijas e hijos de la comodidad. La vida misma está en juego no en un Apocalipsis anhelado
que se abre a una Edad de Oro, sino en la traición de nuestros antepasados y nuestro
deber de cuidado, de equilibrio. No veremos que el precio final se exija en la sangre de
todos los seres vivos. Sin acción, estos serán los últimos cien años, no solo del hombre,
sino de toda la vida.
La brujería es inoculada contra la desesperación con veneno, nuestros huesos se entregan,
nuestra sangre es prometida. Nosotros, que ya estamos muertos, bautizaremos a nuestros
hijos en nombre de la brujería. Nuestros Sabbats crecerán. La bruja no se quedará quieta
tirada en el suelo. Es por eso que somos quemados, liberados, para que no podamos
caminar con nuestra venganza, ni levantarnos en el Día del Juicio. Pero sale la luna, roja
con la sangre que repone sin cesar la copa. Estamos presentes, manifestados en carne y
sueño. Regresamos, con la venganza del amor cantando por nuestras venas.
Así que al final damos la vuelta al epigrama: ¡Hic Rhodus, hic Salta! Elegí la frase porque
encapsula tanto el imperativo para la acción como toda la verdad de la brujería. Mi
significado no es el de Marx, ni el de Hegel, ni el de Esopo, de quien vino la frase y su
posterior malentendido. Me gusta que el latín sea simple, tallado y escaso, sin embargo, hay
espacio para que podamos encontrar nuestra lectura ganadora. Es lo suficientemente breve
como para ser inscrito en un sencillo relicario, lo suficientemente corto como para ser
memorizado y dado vuelta por la lengua. Al igual que la brujería, y aquellos que la practican,
el epigrama no ofrece disculpas por sí mismo, simplemente es. No hay trampas religiosas,
ni divinidad nombrada, ni lealtad a la Corona, el Estado o el personaje. Es tan claro como el
agua de manantial. Es el lema de la Brujería Apocalíptica en cuanto que no necesita apoyo,
solo el cuerpo de la bruja a través del cual florecerá el significado. Lanza un desafío
deliberado. Las palabras leídas así:
Aquí está la rosa
Bailen aquí.

103
X
Puta estrella del cielo
Inana asciende en una canción
Un tintineo de enaguas
Dulcemente revela su juventud
Tierna como una cabeza de hacha
Aplastada la granada sabia
Ella nos regala esto
Amor

104
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108
Index
15, Goddess ref1, ref2, ref3, reft, ref5, ref6
Abramelinref1
Agrippa, Cornelius ref1
Akelarre ref1
Allegro, John ref1
Animism ref1, ref2, ref3
Aphrodite ref1, ref2
Apollo ref1, ref2, ref3
Apuleius ref1, ref2, ref3, ref4, ref5
Metamorphosesrefi, ref2
Aristides, Ælius ref1
Sacred Orationsref1
Artemis ref1, ref2
Asclepius ref1, ref2, ref3
Assurnasirpal ref1
Augustine ref1
City of Godref1
Babalon ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6
Bacon, Francis ref1
Baphomet ref1, ref2, ref3, ref4
Basques ref1
Beats, the ref1, ref2
belt, magical ref1, ref2, ref3
Benandanti ref1
Bernard of Clairvaux ref1
Bileth refi Blake, William ref1, ref2, ref3, ref4, ref5
Bodin, Jean ref1, ref2
Demonomanieref1
Breton, Andre ref1
Burney Relief, The ref1
Burroughs, William ref1
Cain ref1
Canon Episcopref1, ref2, ref3
Cathars ref1, ref2, ref3, ref4, ref5
cave ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10, ref11, ref12, ref13, ref14, ref15,
ref16, ref17, ref18, ref19, ref20, ref21, ref22
Circe ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8
Cixous, Hélène ref1
Clément, Catherine ref1
Cochrane, Robert ref1, ref2
Cybele ref1
Dalí, Salvador refi, ref2
dance ref1, iii, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10, ref11, ref12, ref13, ref14
dark moon ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10

109
Dee, John refi, ref2, ref3
De Lancre, Pierre ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6
On the Inconstancy of Witchesref1
Della Porta, Giambattista ref1, ref2, ref3
Magia Naturalisref1
Diana ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6
Dionysos ref1, ref2, ref3, ref4, ref5 dog ref1, ref2, ref3, ref4
donas de fuera ref1
dove ref1, ref2, ref3, ref4
drawing down the moon ref1
eclipse ref1, ref2, ref3, ref4
Eliade, Mircea ref1
Enuma Elishref1
Ephesus ref1, ref2
Epidauros ref1
Ereshkigal ref1, ref2, ref3, ref4
Euripides ref1
Cretansref1
fairy, færie ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10, ref11
Fates ref1, ref2 feast refl, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10, ref11, ref12, ref13,
ref14, ref15
Federici, Silvia ref1
Fifteen, Goddess ref1, ref2, ref3, ref4, ref5. See alsoref6, Goddess flight ref1, ref2, ref3, ref4,
ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10, ref11, ref12, ref13, ref14, ref15, ref16, ref17, ref18, ref19,
ref20, ref21, ref22, ref23, ref24, ref25
flying ointment ref1. See also Witches' salve
Freud, Sigmund ref1, ref2, ref3 full moon ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9
Gardner, Gerald ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7
Genesisref], ref2, ref3
Gilgamesh, Epic ofef1, ref2, ref3, ref4
Gimbutas, Maria ref1, ref2
Ginsburg, Allen ref1
Ginzburg, Carlo ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9
Goetia ref1
Gorgon refi Gowdie, Isobel ref1, ref2
Grant, Kenneth ref1, ref2, ref3
Graves, Robert ii, ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10, ref11, ref12, ref13,
ref14, ref15
The White Goddessref1, ref2, ref3
Great Rite ref1, ref2, ref3
Greer, John Michael ref1
Grimm, Jacob ref1
Guazzo, Francesco Maria ref1, ref2
Compendium Maleficarumref1, ref2
Hades ref1, ref2, ref3
Haoma ref1 Hekate ref1, ref2, ref3, ref4, ref5
Hughes, Ted ii, ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10, ref11, ref12, ref13,
ref14, ref15, ref16, ref17, ref18, ref19, ref20

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Shakespeare and the Goddess of Complete Beingreft, ref2
Huson, Paul ref1
Hutton, Ronald ref1
Inanna-Ishtar ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10, ref11, ref12, ref13, ref14,
ref15, ref16, ref17, ref18, ref19, ref20, ref21, ref22
incubation ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10 Isis ref1, ref2, ref3, ref4
Jews ref1, ref2, ref3, ref4
John the Divine ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10, ref11, ref12, ref13,
ref14, ref15, ref16, ref17
Josephus refi Jung, Carl Gustav ref1, ref2, ref3
Kaczynski, Ted ref1, ref2
Kali ref1 Knight, Chris ii, ref1, ref2, ref3
Blood Relationsref1, ref2 Kur (mountain) ref1, ref2, ref3, ref4
Lalita ref1 Lamothe-Langon, Etienne-Leon ref1
Histoire de l'Inquisition en Francerefi Lascaux refi, ref2
Lévi, Eliphas ref1, ref2, ref3
Dogme et Rituel de la Haute Magierefi Lévi-Strauss, Claude ref1, ref2
Mythologiquesref1
Lilith ref1, ref2, ref3
lunar eclipse ref1, ref2
Lunar eclipse ref1
Lupa ref1
lycanthropy ref1, ref2
Mænad ref1
Magical Papyri ref1
Malleus Maleficarumreft, ref2, ref3, ref4
Marduk refi Marschack, Alexander ref1, ref2
Marx, Karl ref1, ref2, ref3, ref4, ref5
masca ref1, ref2
mask ref1
Massey, Gerald ref1
Mazzeri ref1, ref2
Medea ref1, ref2, ref3, ref4
menstrual blood iv, ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8
menstruation ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9
Messalina ref1 metis ref1, ref2
Michelet, Jules ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7
Mistress of the Beasts ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10, ref11, ref12,
ref13
Meera ref1
Moeris refi, ref2
Murray, Margaret ref1, ref2, ref3, ref4, ref5
music refi, ref2, ref3, ref4
Nider, Johannes ref1
Odin ref1, ref2
Ovid ref1, ref2
Pan ref1, ref2
Paracelsus ref1

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Parsons, John Whitside ref1, ref2, ref3, ref4
Petronicus, Gaius ref1
phallus ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6
pharmakon ref1, ref2
Picatrixref1
Plath, Sylvia ref1, ref2, ref3, ref4
Plato ref1, ref2, ref3
Pliny refi, ref2, ref3
Plutarch ref1
Pócs, Éva ref1, ref2 possession ref1, ref2, ref3, ref4
Potnia Theron ref1.
See also Mistress of the Beasts Rabinowitz, Jacob ref1
Red Goddess, Theiii, ref1, ref2, ref3, ref4
Redgrove, Peter ii, ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10, ref11, ref12, ref13,
ref14. See also Shuttle, Penelope
The Black Goddess and the Sixth Senseref1, ref2
The Wise Woundef1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7
Rémy, Nicholas ref1, ref2, ref3
Demonolatryref1
Revelationref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8
šabattu refi, ref2
Sabbat i, iv, refi, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10, ref11, ref12, ref13, ref14,
ref15, ref16, ref17, ref18, ref19, ref20, ref21, ref22, ref23, ref24, ref25, ref26, ref27, ref28,
ref29, ref30, ref31, ref32, ref33, ref34, ref35, ref36
saliva ref1
Sanders, Alex ref1
Saros cycle ref1
Scot, Reginald ref1
Seneca, Lucius Annæus ref1
Serapis ref1
serpent ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6
Shah, Idries ref1
shaman ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10, ref11
Shiva ref1, ref2
Shuttle, Penelope ii, ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9. See also Redgrove,
Peter
Socrates ref1
Solar eclipse ref1
Spare, Austin Osman ref1, ref2, ref3
Book of Pleasureref1
Stratton-Kent, Jake refi
Geosophiaref1
Summers, Montague ref1
Surrealists ref1, ref2, ref3, ref4
táltos ref1
Tantra ref1, ref2, ref3, ref4
Taxil, Leo ref1
Templars ref1, ref2, ref3

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Thessalian witchcraft ref1
Thunder Perfect Mindrefi, ref2
Tiamat refi Twelfth Night ref1
Underworld ref1, ref2, ref3, reft, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10, ref11, ref12, ref13, ref14,
ref15
Ustinova, Yulia ref1
Venus ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, ref8, ref9, ref10, ref11, ref12
Vernal Equinox refi Virgil ref1, ref2
Eclogueref1 vouarouverie ref1
werewolf ref1, ref2, ref3, ref4, ref5
White, David Gordon ref1, ref2
Wier, Johannes ref1
Wilby, Emma ref1, ref2, ref3
Wild Hunt ref1, ref2, ref3
Williamson, Cecil ref1, ref2
Winter Solstice ref1, ref2
Witches' salve ref1, ref2, ref3, ref4, ref5, ref6, ref7, refs, ref9, ref10, ref11, ref12, ref13, ref14,
ref15, ref16, ref17, ref18
Zeus ref1

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