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Universidad Autónoma Metropolitana

Unidad Xochimilco
Licenciatura Medicina Veterinaria y Zootecnia

"LEPTOSPIROSIS EN PERROS
DOMÉSTICOS: ALTERACIONES EN PRUEBAS
DE DIAGNÓSTICO CLÍNICO EN AMÉRICA
LATINA EN EL PERIODO DE AGOSTO A
OCTUBRE DE 2021"
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
Equipo 4
Alva Rosas Diana
Orocio Ortega Cynthia Anaid
Ortiz Monroy Octavio Rubén
Ramírez Rodríguez Paulina
Reynoso Rocha Eivar

Módulo: Diagnóstico Clínico e imagenología


Grupo: BH03V
M. en C. M. V. Z. Esp. James Romero Artemisa
15 de Octubre de 2021
ÍNDICE
RESUMEN........................................................................................ 1

INTRODUCCIÓN........................................................................... 1

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.................................. 2

JUSTIFICACIÓN.......................................................................... 2

HIPÓTESIS..................................................................................... 2

OBJETIVO GENERAL..................................................................3

OBJETIVOS PARTICULARES.................................................3

MARCO TEÓRICO.........................................................................3

MATERIAL Y MÉTODOS...........................................................6

RESULTADOS.................................................................................7

DISCUSIÓN......................................................................................12

CONCLUSIÓN..................................................................................12

BIBLIOGRAFÍA..............................................................................13

ANEXOS.............................................................................................16
Resumen
Introducción. La leptospirosis canina es una enfermedad infecciosa y zoonótica causada por bacterias del
género Leptospira spp. son bacterias aerobias obligadas móviles en forma de espiroqueta, afectan a mamíferos,
incluyendo al hombre, animales silvestres y roedores. Se presenta en más de 250 serovares distribuidos a nivel
mundial por esta razón es considerada como una de las enfermedades zoonóticas con alta prevalencia en el
mundo. Objetivo. Identificar y diferenciar las alteraciones que se producen en pruebas de laboratorio y
diagnóstico por imagen que causa la leptospirosis en perros domésticos. Material y métodos. Se realizó un
estudio no experimental de tipo longitudinal retrospectivo en el periodo de tiempo comprendido de agosto a
octubre del año 2021 en Latinoamérica, para lo cual se consultaron las siguientes bases de datos: Wiley Online
Library y Web of Science; se obtuvo una población total de 372 artículos y una muestra significativa de 190
artículos. Para el análisis estadístico se utilizó ANOVA mediante la base de datos Excel Microsoft®.
Resultados: Se demostró que en hemograma y química sanguínea se presentan alteraciones que pueden ser
indicativas de leptospirosis en perros, sin embargo, en el urianálisis las alteraciones encontradas no indican la
presencia de leptospirosis. En los casos presentados se menciona con mayor frecuencia el uso de pruebas
específicas como MAT, ELISA y PCR para confirmar el diagnóstico de leptospirosis. Conclusión: A pesar de la
estadística significativa obtenida en los resultados de las alteraciones hematológicas, bioquímicas, y de
urianálisis, se rechaza la hipótesis debido a que dichas pruebas son de baja especificidad y sensibilidad y solo
dan un acercamiento diagnóstico, y las pruebas que confirman el diagnóstico son específicas según la literatura
consultada.

Palabras clave: Leptospirosis; pruebas; laboratorio; diagnóstico; perros.

Introducción
La leptospirosis canina es una enfermedad infecciosa y zoonótica causada por la bacteria Leptospira spp., son
bacterias aerobias obligadas muy móviles que miden aproximadamente 0.25 por 6 a 25 µm, en forma de
espiroqueta. Afecta a todos los mamíferos, incluyendo al hombre, animales silvestres y roedores. Se presenta en
más de 250 serovares a nivel mundial por esta razón es considerada como una de las enfermedades zoonóticas
con alta prevalencia en el mundo (Díaz, 2019; Alonso, 2020).
Los perros cumplen un papel muy importante en la epidemiología de la leptospirosis humana como reservorios y
fuentes de contagio, la Leptospira spp. en perros fue descrita por primera vez en 1899 y ha cobrado importancia
por ser una causa importante en la falla renal y hepática, se han descrito unos factores que pueden predisponer a
la exposición de la enfermedad, perros entre los 4 a 10 años de edad se ven afectados con mayor frecuencia que
los cachorros de 1 año o menos, también se ven más afectados los machos debido a su comportamiento natural,
así como los perros de trabajo (pastoreo o caza) ya que están más expuestos, que los perros que habitan y
siempre están en sus hogares y al estar expuestos al ganado su contacto puede ser un factor de riesgo para
desarrollar positivo en algunos serovares (Alonso, 2020).
Las pruebas de laboratorio correctamente realizadas permiten analizar, localizar y tratar la enfermedad. Es
importante reconocer, según la patología presentada, los cambios hematológicos, bioquímicos, úricos y de
imagen que se puedan presentar y que estos puedan ser reconocidos (Sánchez, 2016). Todos estos métodos
presentan serias limitaciones respecto a su metodología, utilidad, sensibilidad y especificidad, lo que ocasiona
una subestimación mayor aún de los casos de Leptospirosis (Díaz, 2019).
Este trabajo de investigación pretende identificar y diferenciar alteraciones en las pruebas de diagnóstico clínico
y por imagen que se puedan presentar en casos de leptospirosis en perros.

1
Planteamiento del problema
La leptospirosis es una enfermedad zoonótica, causada por la infección con uno de los más de 250 serovares
(Alonso, 2020; Sánchez, 2017) de una bacteria Gram negativa en forma de espiral de la clase de las Spirochaetes
del género Leptospira spp. Los perros domésticos juegan un papel muy importante en la epidemiología de la
enfermedad, ya que pueden actuar como hospederos de Leptospira spp (Torres, 2021). Esta patología se encuentra
distribuida mundialmente, y es considerada como una de las enfermedades zoonóticas de mayor prevalencia global.
Su transmisión es mediante el contacto, orina o fluidos del animal infectado (Rathinam, 2017; Uribe, 2016). Las
pruebas de laboratorio son esenciales para el diagnóstico de la enfermedad, que puede ser subclínica o de urgencia
médica, por esta razón es importante realizar las pruebas necesarias para su detección y así mismo tratamiento
(Alonso, 2020).

Justificación
Los perros domésticos cumplen un papel muy importante en la epidemiología de la leptospirosis humana como
reservorios y fuentes de contagio (Alonso, 2020). En México es un problema de salud pública, se registran pocos
casos que están asociados a factores ambientales como la temperatura, humedad y alta precipitación pluvial
(Torres, 2021), representa una causa relevante de morbilidad y mortalidad en dicha población (Uribe, 2016). Los
perros son portadores de numerosas especies y serovariedades patógenas de Leptospira spp, donde factores como la
edad, sexo, entre otros predisponen su exposición (Torres, 2021; Alonso, 2020).

El contacto de especies animales infectados por leptospirosis da pie a la transmisión de leptospirosis al humano,
siendo en primera instancia el roedor el principal huésped transmisor de la enfermedad, seguido por los perros y los
bovinos como animales domésticos, en este sentido la trasmisión de la infección hombre-animal ocurre de manera
directa por el contacto con la orina de animales infectados o de manera indirecta por el contacto con agua
contaminada con Leptospira (Galarde, 2017).

Hasta antes del año 2000 no se llevaba a cabo ningún reporte de la enfermedad, posteriormente a través del formato
“Informe Semanal de Casos Nuevos de Enfermedades” existe un seguimiento de la misma con base en las normas
oficiales mexicanas (Galarde, 2017): la NOM-017-SSA2-2012, para la vigilancia epidemiológica (SEGOB, 2013)
y la NOM-029-SSA2-1999, para la vigilancia epidemiológica, prevención y control de la Leptospirosis en el
humano, la cual establece las medidas de prevención, control y vigilancia epidemiológica de la leptospirosis
(Galarde, 2017). Se hace mención de otro Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-029-SSA2-2014,
para la prevención y control de la leptospirosis en el humano, pero este aún no es aprobado (SEGOB, 2016).

La SEGOB (2021), estableció un “Acuerdo mediante el cual se dan a conocer las medidas aplicables en materia de
epidemiología y de vigilancia epidemiológica en animales terrestres y el uso de la información del Sistema
Nacional de Vigilancia Epidemiológica en los Estados Unidos Mexicanos”, el cual busca preservar la salud, así
como prevenir, controlar y erradicar las enfermedades o plagas de los animales terrestres, contribuyendo a la
autosuficiencia alimentaria y rescate al campo.

Hipótesis
La evaluación, identificación y diferenciación de las alteraciones que se producen por Leptospirosis en pruebas de
laboratorio y diagnóstico por imagen de perros domésticos determinan el diagnóstico adecuado de esta enfermedad.

2
Objetivo general
Identificar y diferenciar las alteraciones que se producen en pruebas de laboratorio y diagnóstico por imagen que
causa la leptospirosis en perros domésticos.

Objetivos particulares
Identificar las diferentes pruebas de laboratorio y diagnóstico por imagen que son de ayuda para determinar la
presencia de leptospirosis en perros domésticos.
Describir las principales serovariedades de Leptospira spp. en perros domésticos.
Identificar si existen factores predisponentes que influyen en la infección de Leptospira spp.
Identificar las principales vías de transmisión de leptospirosis hacia humanos.

Marco teórico
La leptospirosis es una enfermedad zoonótica en países tropicales (Rathinam, 2017). El agente etiológico de la
enfermedad es Leptospira spp., es causada por una espiroqueta Gram negativa. Yescas et al, (2020), menciona que
se han reportado por lo menos 22 especies y más de 300 serovariedades. De las 22 especies solo el 45% son
patógenas para humanos y animales (Leptospira interrogans, L. kirschneri, L. borgpetersenii, L. mayottensis, L.
santarosai, L. noguchii, L. weilii, L. alexanderi, L. kmetyi y L. alstonii) y otras cinco de baja patogenicidad (L.
broomii, L. fainei, L. inadai, L. licerasiae y L wolffii).

La leptospirosis en perros se describió por primera vez en 1899, recibió atención debido a que es una causa
importante de enfermedad renal y hepática (Uribe, 2016). Los perros son portadores de numerosas especies y
serovares patógenas, siendo portadores naturales de L. interrogans serovar canicola, la cual invade el tejido renal,
adaptándose a ese ambiente renal (Torres, 2021). Los serovares Hardjo, Bratislava, Bataviae, Pomona,
Icterohaemorrhagiae y canicola son los más relacionados con la infección en el hombre y perros domésticos
siendo los dos últimos aislados con frecuencia en el perro (Sánchez, 2017). Se han descrito factores que pueden
predisponer a la exposición de la enfermedad; perros entre los 4 a 10 años de edad se ven afectados con mayor
frecuencia que los cachorros de 1 año o menos, también se ven más afectados los machos debido a su
comportamiento natural, así como, los perros de trabajo (pastoreo o caza) ya que están más expuestos, que los
perros que habitan y siempre están en sus hogares, al estar expuestos al ganado su contacto puede ser un factor de
riesgo para dar positivo en algunos serovares (Alonso, 2020). La enfermedad en perros puede tener un curso agudo,
subagudo o crónico, presentándose con mayor frecuencia la infección aguda; que se caracteriza por la presencia de
anemia, ictericia, diarrea, fiebre, deshidratación (Uribe, 2016), insuficiencia orgánica multisistémica grave (Santos
et. al., 2021). Afectando en mayor proporción a los sistemas renal y hepático (Uribe, 2016).

Reservorios
El reservorio es aquel ente biológico el cual sirve como medio de transporte entre el agente infeccioso y el
hospedero. Los roedores y algunos otros pequeños mamíferos suelen ser este reservorio. Dentro de los pequeños
mamíferos que fungen como reservorios podemos encontrar Rattus norvegicus (rata norvegicus), Rattus rattus (rata
común) y Mus musculus (ratón doméstico). Estos roedores son los principales diseminadores de ciertos serovares
de Leptospira spp. (icterohaemorrhagiae y ballum) Debido a la capacidad que tienen de eliminación de bacterias
por medio de la orina (Intriago, 2021).

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Los serovares de Leptospira spp. se contagian hacia los perros por medio de la orina o heces de roedores
infectados, ya que ellos contaminan el agua, alimento y superficies. La presencia de estos roedores en zonas
urbanas provoca que el índice de contagios sea mayor en perros y otros animales que son susceptibles a esta
bacteria (Torres, 2017).

Hábitat
Esta bacteria aerobia para tener un correcto desarrollo debe de encontrarse a una temperatura de 28-30°c en
condiciones ambientales ricas en vitamina B1 y B12, aminoácidos, ácidos grasos de cadena larga, sales
minerales, produciendo catalasa y oxidasa. Esta bacteria sólo es capaz de reproducirse dentro del hospedador
debido a que el calor excesivo, desinfectantes radiación ultravioleta y temperaturas bajo cero afectan su
reproducción, por otro lado en condiciones favorables de humedad y condiciones óptimas puede sobrevivir en el
ambiente por semanas o meses (Intriago, 2021).

Periodo de incubación
Se ha comprobado que en perros infectados con serovariedades patógenas de Leptospira interrogans
serovariedad Canicola, icterohaemorrhagiae, grippotyphosa, pomona, bratislava y autumnalis, esta bacteria
tiene un periodo de incubación de 7 días aproximadamente desde el día del contagio de manera directa o
indirecta (Intriago, 2021).

Epidemiología
La epidemiología de la leptospirosis es compleja debido a que en la presentación de la enfermedad influyen
factores del ambiente, del hospedador y del agente en su presentación, lo cual dificulta la extrapolación entre las
diferentes regiones geográficas y obliga el conocimiento individualizado de cada continente, país, región o zona
(Martín, 2018; Pinta, 2020). Estudios realizados en perros con leptospirosis han incluido variables como raza,
sexo, edad, estado reproductivo, contacto con animales silvestres o de producción, residencia urbana o rural y
utilidad de la mascota (Martín, 2018).
Se realizaron meta-análisis sobre los factores de riesgo de leptospirosis canina y reportaron que la raza mestiza,
las actividades de caza o pastoreo y la ocurrencia de inundaciones constituían factores de riesgo (OR >1),
mientras que la variable canino menor de un año fue un factor protector contra la infección (OR <1), no obstante
ninguna de estas variables fueron estadísticamente significativas. Por el contrario, el sexo macho y la residencia
urbana fueron factores de riesgo estadísticamente significativos (OR 1,6 y 1,58 respectivamente) para contraer
la enfermedad (Martín, 2018).

Signos clínicos
Los primeros signos son a menudo inespecíficos y pueden incluir fiebre, depresión, anorexia, rigidez, mialgia,
escalofríos y debilidad. Estos pueden estar seguidos de signos de enfermedad renal, incluso anuria, hematuria o
aumento en la frecuencia para orinar, vómitos, deshidratación y úlceras bucales (Pinta, 2020; Trujillo, 2020).
En algunos perros aparecen síndromes hemorrágicos: las membranas mucosas pueden tener hemorragias
petequiales y equimóticas extendidas y, en las últimas etapas, puede haber epistaxis y gastroenteritis
hemorrágica (Pinta, 2020).

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A medida que avanza la enfermedad los signos clínicos en pacientes renales presentan síntomas como anorexia,
letargo, depresión, deshidratación, vómitos, polidipsia, poliuria, estomatitis, pirexia, dolor lumbar por
renomegalia, nefritis, dolor muscular, pueden presentar oliguria o anuria, pero va a depender del estadio de la
enfermedad. Pacientes hepáticos presentan bajo apetito, pérdida de peso, ictericia, ascitis, encefalopatía
hepática, diarrea, debido al daño vascular que se presenta en la primera fase de la enfermedad y consecuencia de
la CID, también pueden presentar hemorragias petequiales o equimóticas, hematemesis, epistaxis, glositis,
hemorragias pulmonares (Trujillo, 2020).
Las infecciones crónicas pueden ser asintomáticas o asociadas con fiebre de origen desconocido y conjuntivitis
(Pinta, 2020).

Diagnóstico
El diagnóstico de la leptospirosis basado en un cuadro clínico es difícil de llevar a cabo, el apoyo de pruebas de
laboratorio complementarias es necesario debido al número de enfermedades con las cuales puede ser
confundida. Desde el punto de vista de la salud pública y la epidemiología, el diagnóstico por laboratorio ayuda
a la determinación de la serovariedad que cause la enfermedad, la ubicación, los reservorios y las posibles
fuentes de infección para contribuir a proponer estrategias de control (Galarde, 2017). El diagnóstico definitivo
se basa en pruebas de confirmación para la identificación directa o indirecta del patógeno, como microscopía de
campo oscuro, reacción en cadena de la polimerasa (PCR), cultivo bacteriano y titulación de anticuerpos séricos
(Santos et. al., 2021).

Pruebas serológicas
Microscopía directa en campo oscuro: La visualización de Leptospira spp., a partir de muestras de orina,
sangre o LCR se ha empleado para el diagnóstico de la enfermedad. Sin embargo, presenta baja sensibilidad
debido a que requieren como mínimo 1x104 células/ml para poder visualizarlas y baja especificidad, ya que
otros microorganismos o restos de fibrina pueden ser confundidos con Leptospira spp. Es conveniente que la
observación de bacterias por esta técnica sea confirmada con otros métodos (Galarde, 2017; Martín, 2018).
Ensayo por Inmunoabsorción Ligado a Enzimas (ELISA): Esta prueba ofrece información en infecciones
recientes, pero no detecta serovariedades y todo resultado positivo con ELISA debería ser confirmado por
MAT. Se han desarrollado varios métodos de ELISA para el diagnóstico de leptospirosis en perros
utilizando diferentes preparaciones de antígenos, protocolos o plataformas (prueba en placa o dipstick).
Entre los antígenos utilizados se encuentran las preparaciones de células enteras, las proteínas de membrana
externa (PME) o más recientemente las proteínas recombinantes (Martín, 2018).
Prueba de Aglutinación Microscópica (MAT): Basada en la aglutinación, utiliza una combinación de
antígenos contra Leptospira spp. Permanece como prueba de referencia para detectar y determinar el título
de anticuerpos de tipo IgG e IgM; también puede identificar la serovariedad de Leptospira spp. (Galarde,
2017). En perros se parte de una dilución del suero 1:100 y se enfrenta con los distintos antígenos para
verificar la presencia de anticuerpos contra Leptospira spp. Se considera reactivo un suero que aglutina el
50% de Leptospira spp., en comparación con un testigo (Martín, 2018).
Reacción en cadena de polimerasa (PCR): Basada en la detección de ADN de Leptospira spp., mediante
sangre y tejidos, mostrando sensibilidad y especificidad alta, incluso cuando los hospederos no presentan
signología clínica (Torres, 2021).

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Otras pruebas descritas
Radiografía de tórax: No se realiza comúnmente. Aún no es un método diagnóstico específico (Trujillo,
2020).
Ultrasonido abdominal: Sirve para evaluar alteraciones renales, aumento de ecogenicidad cortical,
renomegalia, pielectasia y banda medular con mayor ecogenicidad (Trujillo, 2020).
Biopsia de tejido: Se utiliza para identificar en secciones de tejido la presencia de la bacteria tiñéndose
con giemsa o plata, también con hibridación fluorescente in situ, para detección de ADN leptospiral
dentro de las secciones del órgano; su uso es más para entender su patogenicidad (Trujillo, 2020).
Hemograma: El hemograma completo puede ofrecer una buena información sobre los pacientes,
incrementando la capacidad de diagnóstico y tratamiento de la enfermedad (Tepán, 2017).
Química sanguínea: La química sanguínea brinda información fundamental y específica de requerimiento
para obtener un diagnóstico más preciso, pudiendo encontrar cambios significativos en los valores de los
analitos (Jaramillo, 2019).
Urianálisis: Es un control importante para la aparición, extensión y longitud de enfermedades del tracto
urinario (Yadav et al. 2020).

Tratamiento
La vacunación es relevante en la prevención de la enfermedad. La vacuna dispone de bacterias inactivadas
bivalentes que contienen dos serovares (L. canicola y L. icterohaemorrhagiae). El tratamiento en perros
domésticos previene daños irreversibles causados por Leptospira spp., aunque no garantiza que el paciente se
recupere en su totalidad. Se debe iniciar con el tratamiento de manera inmediata con una terapia
antimicrobiana, ya que las fallas renales y hepáticas son potencialmente reversibles y deben tratarse lo más
rápido y agresivamente posible, no se debe esperar a que salgan resultados de cultivo (Trujillo, 2020). El
tratamiento suele fracasar por la gravedad de la enfermedad y por las lesiones hepáticas y renales. Consiste en
la administración de antibióticos que permitirá mantener al paciente en el mejor estado posible y eliminar al
agente infeccioso. Se ha demostrado que la medicación por vía parenteral es preferible con respecto a la vía
oral, debido a la emesis que acompaña a la enfermedad (Uribe, 2016).

Material y métodos
Se realizó un estudio no experimental de tipo longitudinal retrospectivo (Argimon, 2019) en el periodo de
tiempo comprendido de agosto a octubre del año 2021 en el área de Latinoamérica.
Los criterios de inclusión que se utilizaron para la elección de artículos a revisar en este trabajo fueron:
Que el artículo incluya perros infectados con leptospirosis.
Los artículos deben mencionar análisis clínicos y diagnóstico por imagen en perros domésticos.
Deben de ser de revistas con valor científico, en inglés o español.
Publicaciones con un lapso de antigüedad no mayor de 5 años a la fecha (2016-2021).

La población total se obtuvo realizando una primera búsqueda de artículos en las siguientes bases de datos:
Wiley Online Library y Web of Science. Las palabras incluídas fueron; leptospirosis y perros. Dentro de esta
búsqueda el intervalo de años fue del 2016 al 2021.

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Finalmente se obtuvo una población total de 372 artículos. Posteriormente, el tamaño de muestra se
determinó mediante la siguiente ecuación:

N= 372
Z= 1.95
p= 50
q= 50
e= 5

El cálculo de la fórmula se realizó en la base de datos Excel Microsoft® Excel® para Microsoft 365 MSO
(versión 2019 compilación 16.0.14430.20256) de 64 bits, obteniendo un tamaño de muestra significativo de
190 artículos.

Finalmente, para el propósito de esta investigación se llevó a cabo una segunda búsqueda en donde se
incluyeron las siguientes palabras:
Leptospirosis en perros domésticos
Análisis clínicos de leptospirosis en perros
Diagnóstico por imagen en leptospirosis en perros
Leptospirosis en perros de Latinoamérica
Hemograma en perros con leptospirosis
Química sanguínea en perros con leptospirosis
Urianálisis en perros con leptospirosis

Para poder elegir los artículos que se usarán para este trabajo, se realizaron dos rondas de selección, en la
primera, solo se revisaron los resúmenes de dichas publicaciones y en la revisión final, fue necesario revisar
el documento completo para poder tomar aquellos que contaran con los factores de inclusión.

Y posteriormente para el análisis estadístico se realizó la prueba de análisis de varianza de un factor


(ANOVA) mediante la base de datos Excel Microsoft® Excel® para Microsoft 365 MSO (versión 2019
compilación 16.0.14430.20256) de 64 bits.

Resultados
Tras una revisión exhaustiva, de los 190 artículos, sólo 12 de ellos contaban con los factores de inclusión
mencionados anteriormente, con base en ello, se determinó cuáles son las alteraciones observadas en
hemograma, química sanguínea y urianálisis que presentaron los perros con Leptospirosis, se pueden
establecer una serie de hallazgos en las diferentes pruebas de rutina que se realizan en los pacientes. También
se menciona el uso de pruebas por imagen que en algunos casos se utilizó, sin embargo, el uso de este tipo de
técnicas como radiografías y ecografías, son mínimamente reportados, ya que en Latinoamérica no se le da
una mayor importancia, su importancia va a radicar en un diagnóstico complementario. También se hace
mención de las pruebas específicas que se utilizaron para el diagnóstico definitivo de leptospirosis (tabla 1).

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Al realizar una recopilación de las alteraciones observadas en el hemograma, química sanguínea y urianálisis,
se elaboró un análisis de varianza (ANOVA) con la finalidad de comparar las variantes establecidas en cada
prueba diagnóstica, y por consiguiente determinar si existe alguna significancia importante de estas técnicas
de diagnóstico en el caso de los perros enfermos con Leptospirosis.

En el caso del hemograma se observó que las alteraciones más presentadas (figura 1) fueron: anemia (75%),
leucocitosis (66.7%), neutrofilia (33.3%) y trombocitopenia (41.7%); mientras que las que menos se
presentan son: eritrocitosis (8.3%), eosinofilia (8.3%), reticulocitosis (8.3%), granulocitosis (8.3%),
linfopenia (8.3%), eosinopenia (8.3%) y neutropenia (8.3%).

Figura 1. Alteraciones encontradas en el hemograma de los casos analizados.

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En el análisis estadístico de varianza del hemograma se observó que el valor de F es mayor que el Valor
crítico para F, esto quiere decir que hay una diferencia estadísticamente significativa y por lo tanto nuestra
hipótesis es aceptada (cuadro 1).

En el caso de la química sanguínea, se observó que las alteraciones (figura 2) que se presentaron con más
frecuencia fueron: ALT aumentada (58%), azotemia (83%), AST aumentada (58%), FA aumentada (50%)
hiperilirrubinemia (50%); mientras que en menor medida fueron: ALT disminuida (8%), hipoalbuminemia
(17%), hiperglobulinemia (17%), relación A/G disminuida (8%), CK aumentada (17%), hiponatremia (25%),
hipocloremia (17%), hipocalcemia (17%), hipofosfatemia (8%) y hiperfosfatemia (17%), hipocalemia (17%)
e hipercalemia (25%).

Figura 2. Alteraciones encontradas en la química sanguínea de los casos analizados.

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En el análisis estadístico de varianza de la química sanguínea se observó que el valor de F es mayor que el
Valor crítico de F, esto quiere decir que hay una diferencia estadísticamente significativa y por lo
tantonuestra hipótesis es aceptada (cuadro 2).

En cuanto al urianálisis se observó que las alteraciones más presentadas (figura 3) fueron: proteinuria (50%),
bilirrubinuria (33.3%) y glucosuria (33%); mientras que las que menos se presentan son: hipostenuria (8.3%),
trazas de sangre (8.3%) y pH alcalino (8.3%).

Figura 3. Alteraciones encontradas en el urianálisis de los casos analizados.

En el análisis estadístico de varianza del urianálisis se observó que el valor de F es mayor que el Valor crítico
para F, esto quiere decir que hay una diferencia estadísticamente significativa y por lo tanto nuestra hipótesis
es rechazada (cuadro 3).

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Discusión
Se ha descrito la frecuencia de algunas alteraciones hematológicas y bioquímicas en perros diagnosticados con
Leptospira spp. mediante el uso de análisis de varianza, sin embargo no hay ningún estudio que asegure que las
pruebas de laboratorio tienen una alta especificidad y sensibilidad para el diagnóstico de leptospirosis.
Los resultados obtenidos indican que es posible asociar la leptospirosis con diversas alteraciones obtenidas por
medio de pruebas de laboratorio como son; el hemograma y la química sanguínea. Respecto al urianálisis, no
hubo una asociación significativa con la enfermedad. Es importante mencionar que en esta revisión no se
encontraron artículos que confirmaran el diagnóstico de leptospirosis por medio de pruebas por imágen en perros
domésticos en América Latina; sin embargo, existen diversos autores (Knöpfler et al., 2017; Reagan, 2019;
Alonso, 2020) que reportan afecciones pulmonares observadas en radiografías de tórax en casos ya confirmados
con leptospirosis. Asimismo, Sonet, J., et al., en un estudio ecográfico pudo determinar una similitud de hallazgos
en la ecogenicidad cortical renal, aumento de la ecogenicidad medular, reducción de la definición corticomedular,
engrosamiento cortical, renomegalia, dilatación pélvica y banda medular, así como alteraciones hepáticas. El uso
de estas pruebas de imágen no es común, debido a la existencia de pruebas para Leptospirosis con mayor
sensibilidad y especificidad diagnóstica (anexo tabla 2), dentro de estas se encuentran la Microscopía Directa en
Campo Oscuro, el Ensayo por Inmunoabsorción Ligado a Enzimas (ELISA), la prueba de Aglutinación
Microscópica (MAT) y Reacción en Cadena de Polimerasa (PCR). Sin embargo, en la literatura consultada la
prueba diagnóstica (anexo tabla 3) más empleada para realizar estudios de seroprevalencia de leptospirosis, es la
Microaglutinación (MAT), la cual se considera una prueba de oro recomendada por la OMS, seguida de el Ensayo
por Inmunoabsorción Ligado a Enzimas (ELISA) (Carreño et al., 2017).

Conclusión
En esta revisión se analizaron 12 estudios sobre perros diagnosticados con Leptospirosis, donde se incluyen
hallazgos que se encontraron en pruebas de laboratorio como pueden ser hemograma, química sanguínea,
urianálisis y diagnóstico por imagen, esto es importante para determinar la frecuencia de alteraciones asociadas a
esta patología.
Al ser un estudio longitudinal retrospectivo, no se lleva un control sobre las pruebas necesarias a evaluar en este
estudio, se debe de hacer énfasis en que el diagnóstico de esta enfermedad es mediante pruebas específicas
serológicas para Leptospirosis.
A pesar de la estadística significativa obtenida en los resultados, se demostró que las alteraciones hematológicas,
bioquímicas, y de urianálisis, así como pruebas de imagen son de baja especificidad y sensibilidad, sólo pueden
proporcionar un acercamiento diagnóstico hacia dicha enfermedad, por tal motivo se rechaza la hipótesis. Por otro
lado, en la literatura consultada hacen mención de las pruebas serológicas, las cuales son las más utilizadas para el
diagnóstico de leptospirosis, esto debido a su alta sensibilidad y especificidad para confirmar el diagnóstico.

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Bibliografía
Bibliografía

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Anexos

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Copyright 2021

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