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TEMA:

Investigación Formativa

ASIGNATURA: Filosofía

DOCENTE: Mellado Salazar , Ana Maria

ALUMNO: Yanque Fuentes Robert Elvis

CÓDIGO: 019201825h

Cusco – Perú
Reflexión Informativa:

Utilidad de la Filosofía en Dirigir y Conducir al hombre al


conocimiento y la posición de la verdad

El Hombre y la Filosofía, coexistente¡

Vitalmente la filosofía se origina en el momento en que el hombre experimenta


un asombro o admiración frente a la realidad que lo rodea. En un principio, la
respuesta a este asombro primigenio surgió en forma de mitos.

Esta conducio al hombre a lo largo de la evolución.

¿Cambian las especies?

Durante mucho tiempo predominó la creencia de que las características de los


seres vivos eran algo permanente y fijo en el tiempo. Esta teoría,
denominada fijismo, afirma que los seres vivos siempre se han mantenido
iguales, transmitiendo fielmente sus características de generación en
generación.

El fijismo está ligado a la explicación creacionista, basada en el relato de la


Creación que se recoge en la Biblia. De acuerdo con el creacionismo, las
especies vivas fueron creadas por Dios al comienzo de los tiempos. Desde
entonces, las especies vivas permanecen eternamente fijas e inalterables.

La interpretación fijista concuerda a primera vista con la experiencia que tenemos


sobre los seres vivos. Aunque observemos distintas generaciones de caballos,
todos ellos parecen muy similares. Los testimonios que tenemos de épocas
históricas anteriores (en forma de escultura o pinturas, por ejemplo) nos
muestran que los caballos eran entonces iguales a los de ahora. ¿Acaso hay
motivo para pensar que las especies cambian a lo largo del tiempo?
La evolución de las especies conducida siempre por la Filosofía

El descubrimiento de fósiles de seres vivos muy antiguos ofrece una buena razón
para pensar que las especies cambian con el tiempo. Al estudiar estos fósiles,
podemos comprobar que los animales y las plantas que existían en el pasado no
eran iguales a los que conocemos hoy. Sin embargo, no apreciamos a simple
vista estos cambios porque para producirse requieren de un largo período de
tiempo. Para explicar estas modificaciones surgió el evolucionismo, según el
cual las especies vivas cambian con el tiempo.

El darwinismo.

Aunque la teoría de Lamarck parece bastante convincente, su explicación no se


corresponde con los datos disponibles. Hoy sabemos que los caracteres
adquiridos no se pueden heredar; así que, aunque una jirafa se esfuerce durante
años en alargar su cuello, ese rasgo no será transmitido a su descendencia.

Entonces, ¿cómo podemos explicar el mecanismo de la evolución? La


explicación correcta del proceso evolutivo fue ofrecida por C. Darwin a mediados
del siglo XIX. El darwinismo se apoya en dos ideas básicas: la variabilidad de
la descendencia y el proceso de selección natural:
*Variabilidad de la descendencia. Al estudiar la reproducción de los seres
vivos, Darwin se dio cuenta de que no todos los descendientes son exactamente
iguales. Aunque las características básicas de una especie se transmiten de
generación en generación, existen pequeñas variaciones entre los individuos.
Por eso no todos los hijos son idénticos entre sí, y por eso tampoco son
exactamente iguales a sus padres.

*Selección natural. Darwin observó que las variaciones existentes entre


distintos individuos podían tener mucha importancia para sobrevivir. Algunas de
esas pequeñas modificaciones pueden ser beneficiosas, mientras que otras
pueden resultar perjudiciales. Los seres vivos que estén mejor adaptados
tendrán más probabilidades de sobrevivir y reproducirse, mientras que los peor
adaptados morirán sin descendencia.

Este es el proceso de selección natural, que favorece a los seres vivos más
aptos. Estos individuos tendrán más éxito reproductivo y podrán transmitir sus
rasgos a su descendencia. De esta manera esos rasgos adaptativos se
manifestarán en las generaciones sucesivas. Por el contrario, los rasgos
desfavorables desaparecerán porque los individuos peor adaptados tendrán más
dificultades para sobrevivir y reproducirse.

¿Cómo puede explicar la teoría darwinista el largo cuello de las jirafas? Según
Darwin, existe una cierta variabilidad en las jirafas. Algunas nacen con el cuello
un poco más largo y otras con el cuello un poco más corto. Cuando escasea la
comida, únicamente las jirafas con el cuello más largo pueden alimentarse,
sobrevivir y reproducirse. De este modo tiene lugar un proceso de selección
natural que favorece a las jirafas con el cuello largo. Estos individuos podrán
reproducirse y transmitir sus rasgos a sus descendientes.
La Filosofía conduce a la verdad:

Uno de los problemas principales que encontramos en la actualidad es la


desconfianza en el valor del conocimiento humano. Sin duda, nuestro
conocimiento es muy limitado; pero, con frecuencia, se interpreta esa limitación
como si nunca pudiéramos estar seguros acerca de nada. Ese escepticismo
suele aplicarse, sobre todo, a las verdades morales y religiosas, que se
interpretan, de acuerdo con una postura relativista, como si fueran
completamente subjetivas y nunca fuera posible llegar a conclusiones ciertas.

Es grande el interés de la Iglesia en defender que podemos alcanzar


conocimientos verdaderos, tal como lo afirma el Papa Juan Pablo II: «Para la
Iglesia, nada es más fundamental que conocer la verdad y proclamarla. El
porvenir de la cultura depende de esto. Lo recordaba recientemente a las
Universidades católicas en la Constitución apostólica "Ex Corde Ecclesiae"
(1990, n.4): "Nuestra época tiene una urgente necesidad de esta forma de
servicio desinteresado que consiste en proclamar el sentido de la verdad, valor
fundamental sin el cual perecen la libertad, la justicia y la dignidad del hombre".
Tal es la misión primera de la Iglesia, porque es la sierva de Aquél que se ha
proclamado el Camino, la Verdad y la Vida. La Iglesia hace constantemente de
abogada del hombre, capaz de acoger toda la verdad. También anima la
investigación que explora todos los órdenes de verdades, convencida de que
todos convergen para la gloria del único Creador, que es Él mismo la Verdad
suprema y la luz de todos los hombres, los de ayer y de hoy y del mañana»*(1).

Juan Pablo II ha dedicado la encíclica Fides et ratio a defender la capacidad


humana de conocer la verdad, y a afrontar las dificultades que el conocimiento
de la verdad encuentra en nuestra época.

En la historia de la filosofía el problema de la verdad siempre ha sido objeto de


reflexión. Diversas definiciones e interpretaciones han tratado de aprehender un
contenido que aparentemente resulta inaprehensible y huidizo.

SIN EMBARGO SE DESTACAN CINCO CONCEPTOS POR SU


RECURRENCIA Y EMPLEO:

• La verdad como correspondencia y relación.

• Como revelación

• Como conformidad a una regla.

• Como coherencia.

• Como utilidad.
Gran Utilidad y Muy necesaria para el hombre:

La utilidad de la filosofía solo es posible vislumbrarla en la medida en que el


hombre cuestiona y pregunta radicalmente por su vida y la realidad entera. La
filosofía solamente se revela como necesaria cuando desde lo más profundo nos
preguntamos por el sentido y el significado de la existencia, cuando queremos
tener una visión omnicomprensiva de las cosas, de la historia, de la realidad
entera. La principal ocupación de la filosofía es cuestionar y aclarar algunas
ideas muy comunes que todos nosotros usamos cada día sin pensar sobre ellas.

La filosofía sirve para encontrar los marcos teóricos y los esquemas


conceptuales que nos permiten hacer inteligibles las diversas prácticas en sí
mismas, en sus orígenes y en sus resultados para unificarlas en totalidades
dotadas de coherencia lógica.

Es una herramienta importantísima en la búsqueda de respuestas a la compleja


problemática en que nos movemos en la vida. El mundo problemático es el
campo en el cual se mueve la filosofía. La filosofía solo se pone en movimiento
cuando en el horizonte humano surgen los problemas.

La filosofía facilita la búsqueda de la verdad, de la sabiduría, porque en el hombre


existe un afán de saber. Saber y comprender es una de sus necesidades
superiores. El hombre aspira a saber y no se da por satisfecho con el saber
natural, sino que se siente acosado por preguntas que lo impulsan hacia un saber
fundado y del cual pueda hacerse responsable.

La utilidad de la filosofía aparece para el que ha accedido a su ámbito como un


conjunto de posibilidades que sólo él entiende, en la medida que el filosofar
genera una dinámica que llega a afectar la raíz y la sustancia misma de la
existencia. La filosofía muchas veces modifica nuestros puntos de vista en la
medida que nos introduce en una forma crítica y sistemática de pensar. La
filosofía, como sabiduría, quiere orientarnos acerca de lo fundamental de la vida,
de aquellos valores que no solamente nos hacen saber más, sino que nos puede
hacer mejores.

La filosofía puede libertarnos de la tiranía del prejuicio y de las aberraciones


derivadas de estrechas miras. La filosofía responde a una inquietud o tendencia
(amor) característica del hombre, que lo lleva siempre de nuevo a preguntarse
qué son las cosas en sus fundamentos mismos. Filosofando se va haciendo el
hombre cada vez más libre. Nos permite hacernos cargo de nuestra situación
(toma de conciencia); cargar la situación (encarnación), y encargarnos de
cambiarla (compromiso). Sirve porque sólo el hombre, mediante la reflexión,
puede autoformarse; porque su espíritu lo puede conducir a la liberación, a
romper sus cadenas.

La filosofía ha sido también requerida por su función crítica como útil en el


esfuerzo por señalar siempre las situaciones que ahogan la vida humana o
cuando el hombre está sometido a múltiples peligros que lo alienan de muchos
modos. La filosofía no salva a nadie, ni al propio filósofo, pues su destino y su
horizonte es como el hombre mismo, un viajero incansable que buscándose a sí
mismo en un laberinto interminable de preguntas y respuestas no tiene cómo
hallar reposo en una meta absoluta y definitiva. La filosofía es un esfuerzo útil
para captar la verdad pensando.

La filosofía no brinda soluciones sino respuestas, las cuales no anulan las


preguntas, pero nos permiten convivir racionalmente con ellas aunque sigamos
planteándonoslas una y otra vez: por muchas respuestas filosóficas que
conozcamos a la pregunta que inquiere sobre qué es la justicia o qué es el
tiempo, nunca dejaremos de preguntarnos por el tiempo o por la justicia ni
descartaremos como ociosas o superadas las respuestas dadas a esas
cuestiones por filósofos anteriores. Las respuestas filosóficas no solucionan las
preguntas de lo real, sino que más bien cultivan la pregunta, resaltan lo esencial
de ese preguntar y nos ayudan a seguir preguntándonos, a preguntar cada vez
mejor, a humanizarnos en la convivencia perpetua con la interrogación. Porque
¿qué es el hombre sino el animal que pregunta y que seguirá preguntando más
allá de cualquier respuesta imaginable?
La filosofía tiene dos utilidades fundamentales: nos procura la libertad y nos
permite desarrollar el sentido crítico. Aunque la filosofía es una contemplación
de los seres y no es un medio para algún fin práctico, sin embargo, ella es muy
útil, porque nos hace más libres y más hombres, pues nos libera de la esclavitud
de la técnica y nos lleva a reflexionar. Que la vida sea un camino que haya que
volver a andar y trasegar en forma personal es el mejor símbolo de entender el
filosofar como autoexperiencia del preguntar radical, del cuestionar, del buscar,
de asumir la vocación de pensar, por fin, por uno mismo para llegar a ser uno
mismo.

La filosofía nos da amplitud de miras en esta época de cientificismos


especializados, en cierto modo indispensable hoy, pero que nos pueden dejar
una mirada miope y aun incompleta de la vida.

Solamente la filosofía, el amor desinteresado a la sabiduría misma, será la que


venga a liberar al hombre. A través de su sentido crítico, el hombre amplía su
visión en el horizonte de posibilidades. Sólo quien logra distanciarse un poco de
su mundo por medio de una reflexión profunda es capaz de juzgarlo. Y es la
filosofía la que da al hombre esta independencia con respecto a su propio
mundo-ambiente.

La filosofía hace de la persona tema de sus reflexiones: cómo el hombre se va


haciendo persona a lo largo de su vida. Por donde quiera que se mire, se
descubre el tema de la persona como uno de los problemas capitales del
pensamiento actual. Una de las funciones más importantes de la filosofía es la
defensa del pensar genuino frente a la exaltación y el desvarío.

La filosofía nos permite revisar los conocimientos, compararlos con otros


saberes, someterlos a un examen crítico, debatirlos con otras personas que
puedan ayudarnos a entender mejor. Sirve para buscar argumentos para
asumirlos o refutarlos.

En principio, era la ciencia que trataba de la esencia, propiedades y efectos de


las cosas naturales. Luego, su ámbito se fue reduciendo, a medida que los
diversos saberes que la componían se fueron independizando. Hoy estudia y
formula distintas teorías sobre la realidad, el pensamiento y la acción humana.
Hace énfasis en el estudio de todas aquellas verdades y principios que son el
fundamento del conocimiento. Además, profundiza en las razones esenciales del
saber, concentrándose en los principales representantes de su pensamiento y
en la evolución de las distintas escuelas.

La filosofía permite entender las grandes dimensiones de la libertad del hombre


para liberarlo de las ataduras que lo esclavizan, porque el hombre actual no vive
su vida en su nivel personal, se ha dejado alienar; se ha comprometido con la
impostura, se encuentra desarraigado, perdido en el anonimato. El hombre de
hoy se siente más comprometido con la impostura que con la misma verdad. El
hombre está cada día sumergiéndose en la angustia y el descontento; rodeado
de tensiones externas, es más que nunca convulsionado por las tensiones de
adentro; es la lucha permanente entre el "querer ser" y el "tener que ser". El
"querer ser" se ha cambiado por el "tener que ser" y este imperativo le ha robado
al hombre su verdad; así, los ideales, en lugar de producir superhombres, han
producido caricaturas.

Vivir y hacer vivir el bien, enseñar y aprender la vía que conduce al remedio y al
consuelo son los móviles fundamentales de la filosofía.

La filosofía abre al hombre el horizonte infinito de la vida espiritual, de la aventura


del pensamiento que lo ensancha en sus miras e intereses, no porque lo aparte
de este mundo, sino porque su forma de mirarlo y asumirlo es diferente.

La utilidad de la filosofía pudiera sintetizarse diciendo que perfecciona la razón


enseñando a pensar rectamente; imparte claridad a las ideas, distinguiendo lo
esencial de lo accidental; vertebra la inteligencia con el conocimiento de lo
universal; fundamenta la ciencia; ejerce influjo en las operaciones y costumbres
humanas en lo individual y en lo social.

La filosofía nos permite desarrollar nuevos estilos de cuestionamiento y de


comportamiento; nos sirve para fomentar, en actitud filosófico-reflexiva los
auténticos valores de la razón, esto es, la emancipación, la argumentación, el
sentido de la palabra dicha, intercambiada, aceptada, y la crítica responsable
para encontrar modos posibles de unificación de las discordancias
intersubjetivas.

La filosofía enseña a pensar, nos dota de los rudimentos necesarios para la


argumentación diaria, nos permite afrontar la vida con la necesaria distancia.
Sirve para pensar mejor. La educación humanística no es solo una educación en
el saber, sino en el saber ser y estar. Una de las mayores satisfacciones es
enterarse de lo que ocurre y comprenderlo. La filosofía no puede enseñar a
dónde nos dirigimos, sino a vivir en la condición de quien se dirige a ninguna
parte. Vivir sin filosofía equivale a permanecer extraviado entre los quehaceres
cotidianos. Está íntimamente emparentada con los dilemas de la vida por
múltiples vías: deshace la ambigüedad de los problemas y ayuda a tomar
decisiones; analiza y aclara las ideas complejas de la ética, la política, la ciencia.
Se dedica a buscar posibles explicaciones de cuestiones abstractas como lo
válido, lo justo o lo injusto, lo cierto y lo falso y plantea preguntas olvidadas por
la sociedad y útiles para su desarrollo. El filósofo tiene la misión de enseñar al
pez a salirse de su red. Es una guía desde el desorden al orden, desde el mundo
de las apariencias al mundo de la verdad.
Platón ve en la filosofía la tabla de salvación, porque ofrece la solución a los
problemas más candentes de la sociedad humana.

Bibliografía:

Gasset, J. O. Y. (1973). Que es filosofia?. Espasa-calpe.

Derrida, J., & Marín, M. D. C. G. (1989). Márgenes de la filosofía (p. 53). Madrid: Cátedra.

Colli, G., & Manzano, C. (2000). El nacimiento de la filosofía. Tusquets.

Bunge, M. (2018). La ciencia: su método y su filosofía (Vol. 1). Laetoli.

Dussel, E. (2011). Filosofía de la liberación. Fondo de cultura económica.

Descartes, R., & Leibniz, G. W. (1995). Los principios de la filosofía. Madrid: Alianza.

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