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Traducción: Lupita
Formato: Pedro
3
Lo que ves
Hijos del
Superviviente 3
Cherise Sinclair
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Sinopsis
Ella lo arriesgará todo con tal de rescatar a su amiga.
La mejor amiga de Frankie y su hijo de cuatro años
están retenidos en un recinto de una milicia fanática. En
Alaska, nada menos. Un rescate en terreno agreste no está
dentro de las habilidades de los neoyorquinos. Pero ella lo
conseguirá. Tiene que hacerlo.
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RECONOCIMIENTOS
Os quiero a todos.
6
Prólogo
7
La ira surgió dentro de él. Papá había muerto porque la
dueña del restaurante de Los Ángeles lo quería, llamándolo
siempre su “chef guapo” y tocándolo. Pero después de que
terminaran con el sexo, ella cambió y se volvió malvada y le
puso apodos a Papá y lo golpeó, aunque él nunca le había
respondido con gritos ni nada.
No vomites.
Siguió caminando.
8
Vale, puede que los cuatro se hubieran enfrentado al
pervertido de la casa de acogida, aunque apenas se conocían.
Y cuando Mako aseguró que los llevaría a Alaska y los criaría,
todos aceptaron. Mejor que ser un sin techo en las calles,
¿verdad?
1
Lower 48. Término utilizado por los habitantes de Alaska cuando se habla de otros estados.
también llamados —el exterior— (outside) e — infierno— (hell).
9
debía de tener unos quince años, igual que los otros tres que
rodeaban a Hawk y Caz.
2
En español en el original. De aquí en adelante los términos en Español e Italiano están en
Negritas
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un asesino sanguinario se cayó, se levantó y corrió como una
gallina.
Joder.
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Lo habían hecho bien, decidió Bull, contra todos esos
chicos mayores. Era una buena sensación.
Tal vez.
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Mako resopló. —Estás viendo la suciedad y la ropa. Mira
más allá de esa mierda, chico.
13
Y Bull no estaría en Alaska entre un montón de
extraños.
Capítulo Uno
—Gracias, Francesca.
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irritara últimamente, aunque la molestia con su nombre de
pila era antigua.
3
Pechugona en inglés
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planta del dinero y otra que limpiaba el aire. Kit buscaba
plantas útiles.
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Sinceramente, mi familia. Todos están obsesionados
con los horarios, la nutrición y el ejercicio.
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—En serio —continuó su hermana—, tienes que
practicar HIIT4 y alternar eso con Pilates y...
—De nada.
4
HIIT: El entrenamiento de intervalos de alta intensidad, es un entrenamiento de fuerza-resistencia, ya que
combina ejercicios anaeróbicos y aeróbicos. Habitualmente las sesiones HIIT pueden variar de entre 4 y 30
minutos
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profesional, pero cómoda. Era una ventaja de estar en
administración en vez de en la pasarela.
—De nada.
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Cuando la oficina volvió a quedar vacía, echó un vistazo
a su hamburguesa. Fría. Qué asco.
Risas, murmullos.
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Él frunció el ceño, y luego vio su almuerzo. —Qué pena.
Si te pusieras a dieta, te arreglaras, podrías conseguir un poco
de amor, o incluso adoración. Inténtalo alguna vez.
21
Frankie:
Necesito ayuda.
Kit
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Rubio, de ojos azules, Aric se parecía a su padre
biológico, un hombre que había estado en la vida de Kit menos
de una semana. Ni siquiera sabía su apellido.
Oh, Kit.
23
—Amica mia, deberías haber vuelto a Nueva York
cuando tu marido murio. —En cambio, Obadiah había
engañado a Kit hasta que se convirtió en “la mujercita”. La
esposa perfecta.
24
Pero no había forma de que dejara a su mejor amiga o a
su ahijado con un imbécil abusivo. Con suerte, todo lo que Kit
necesitaba era alguien que moviera los hilos para sacarla a ella
y a Aric.
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Capitulo Dos
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Una valla de dos metros coronada con alambre de púas,
¿en serio? Qué poco amistoso. Una puerta bloqueaba el camino
y dentro de la cerca, una pequeña choza se situaba al lado de
la carretera. De alguna manera, dudaba de que fuera una
parada de autobús, más bien una garita de vigilancia.
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—No lo creo. —Frankie le mostró una amplia sonrisa,
algo que rara vez tenía que forzar, pero todo en este lugar era
espeluznante. —¿Es aquí dónde viven los Patriotas Zelotes?
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Se le ocurrio la idea de que podía hacer ruido y hacer
salir a Kit y a Aric.
5
En la frase enterior Cazzo puede traducirse como Joder.
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No es que me parezca a un pescador, de todos modos.
¿Cocinar pescado? Era una profesional. ¿Pescar? No. En
absoluto. Fingir ser una turista sería su último recurso.
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Y no he tenido vacaciones en... bueno, nunca.
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Capítulo Tres
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Nativo de Oklahoma.
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estar tan irritables como los alces esqueléticos de invierno.
Había empezado a usar su cinturón de spray para osos.
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Conmocionados, los perros se separaron.
Lo dejó inconsciente.
Ya era suficiente.
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Bull levantó el puño y sonrió. —Sucede que aquí nos
gustan los perros. Los capullos, no tanto.
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El perro se acercó más.
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Era un edificio enorme hecho de troncos con un letrero en la
fachada: Taberna Bull's Moose. Afortunadamente, había un
cartel de SE BUSCA AYUDA en una ventana delantera.
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veranos en Italia con su abuela e imitaba a Nonna. Habiendo
descartado su lengua materna, el noruego, como si fuese la
ropa del año pasado, mamá no lo aprobaba.
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Hora de salir a la pasarela y caminar. Respiró hondo,
cruzó el aparcamiento, abrió la puerta y entró.
39
Genial. Una entrevista con un tipo gruñón. Ah, bueno,
este Wylie no podría ser peor que las modelos divas, fotógrafos
gritones y organizadores de eventos irritables.
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Capítulo Cuatro
7 Breakup: La ruptura. Así se llama en Alaska a la primavera porque la mayor parte del hielo de
los ríos de Alaska se derrite y se rompe en pedazos
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veinte años y luego desapareció en el bosque para lidiar con su
trastorno de estrés postraumático y su paranoia por su cuenta.
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Revolvió el pelo de Gryff. —Echo de menos a ese viejo
rudo.
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Incluso sin llevar uniforme, Gabe tenía el aspecto de un
agente de policía: pelo castaño corto, afeitado, mandíbula
firme. Y el cinismo cauteloso de un policía en sus agudos ojos
azules que miraban al perro. —Creo que tienes algo que
compartir, hermano.
Un año más joven que Bull, más bajo y delgado que los
demás, Caz sonrió a Gryff, sus ojos marrones amables. — Este
es un chico muy guapo.
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—Ay, pobrecito. —Caz se arrodilló y extendió una mano.
Entrenado como paramédico por las Fuerzas Especiales, ahora
era enfermero practicante, Caz tenía un corazón especialmente
tierno con las mascotas.
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—Sí. Te daré una pomada para él —dijo Caz.
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—Mira a otro lado, no lo mires directamente a él y
extiende la mano —murmuró Caz.
47
rodillas artríticas sufrían con el frío del suelo, apreciaba la
ayuda de la joven y había tomado a la chica de la ciudad bajo
su ala.
48
siete años atrás. ¿No debería acompañar a los papeles de baja
del DD-214 una licencia de las pesadillas?
49
Incapaz de evitar su abrazo sin apartarla, giró la cabeza
para escapar de su intento de beso. Ni siquiera el viento del
lago alimentado por la nieve podría enfriar su irritación. —
¿Qué quieres, Paisley?
—Pero...
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ella vivía pendiente del teléfono, excusaba las veces que ella no
respondía a sus mensajes.
51
—Mi muchacho, ¿estás bien? —La nítida voz de Lillian
con acento británico era tan clara como si todavía estuviera
interpretando a Shakespeare en el West End de Londres.
52
—Viejo tonto nudoso 8—murmuró la británica, pero la
forma en que apoyó la cabeza en su brazo contradijo el insulto.
Y no lo había logrado.
8
Insulto proveniente del libro “Enrique IV” de Shakespeare
53
manga larga tenía manchas húmedas en el puño. —Es una
locura esta noche.
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—Me alegra oírlo —respondió—. Es bueno tener un
descanso entre las temporadas turísticas.
55
Desafortunadamente, cuando ella lo miró, él no recibió
nada. De hecho, sus grandes ojos eran fríos. Parecía que esta
belleza no coquetearía con él. Después de echarle una mirada
ilegible, ella se alejó.
Ese hombre estaba aquí. El que había sido tan cruel con
la mujer del aparcamiento. Y era un camarero.
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¿verdad?... pero esto de vivir juntos no es para mí. Es hora de
seguir adelante.
No la amaba.
57
Cuando la risa penetrante de una mujer vino de una
mesa cerca del bar, Frankie sacudió la cabeza, tratando de
escapar de los recuerdos. Cavolo, esa fea escena en el
aparcamiento le recordó todo, como si hubiera sido ayer
cuando Jax la hizo pedazos con sus palabras y su indiferencia.
58
Después de trabajar un poco, ella notó que los pedidos
de bebidas se completaban más rápido. El nuevo camarero era
muy eficiente. Y, aunque ella odiaba admitirlo, su llegada
había cambiado el ambiente del lugar. Todos parecían más
amigables. Más felices.
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Le sorprendía lo mucho que disfrutaba estar aquí e
incluso trabajar en un bar. Repartir bebidas era mucho mejor
que tratar con modelos, fotógrafos y agentes con mucho
renombre.
60
Con una mano, el barman estaba sacando una cerveza,
con la otra, deslizó un micrófono inalámbrico por la barra. —
Te toca, Doc. Que sea 'Hakuna Matata’.
—Siempre.
9
En el original cribbio-sheesh: Una doble maldición en italiano e inglés. Cribbio es una forma suave de decir
“mierda”. Sheesh·, una interjección muy flexible que se usa en muchas situaciones, pero especialmente
cuando: 1. Por una persona explota de ira, directamente en tu cara . 2. Cuando estás realmente, realmente
aburrido de algo, o simplemente aburrido en general
61
—Eso fue increíble —le dijo a Audrey mientras hacía sus
pedidos de bebidas.
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—Viejo estás asustando a la cheechako10 —lo regañó
Caz.
10
Un recién llegado a Alaska que no ha pasado en el estado un invierno.
63
—Es... —No había forma de explicarlo. Frankie se
encogió de hombros.
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—No. —No se molestó en suavizar su respuesta.
Levantando las cejas, esperó, con el bolígrafo encima del bloc.
—Pero...
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¿Por qué tendría él que soportar su comportamiento?
66
—En ese caso, son todos tuyos.
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Cuando llegó al centro de la sala, respiró hondo para
liberar su ira y su frustración. ¿Necesitaba un trago para
borrar el mal sabor de los fanáticos?
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Capítulo Cinco
11
En inglés bush pilot: pilotos que operan en areas remotas en donde no hay pistas de aterrizajes
convencionales.
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Los dueños de los negocios habían comenzado el arreglo
de primavera. La ferretería de dos pisos era ahora verde
bosque. Claramente inspirado en ella, el dueño de la tienda de
artículos deportivos había usado el mismo color para pintar los
adornos de su edificio blanco. La galería de arte era de color
amarillo pálido, la cafetería verde y blanca. Edificios
rectangulares de colores brillantes se mezclaban con la
reproducción de la arquitectura victoriana creando un centro
urbano pintoresco, especialmente con el telón de fondo de los
picos nevados al sur.
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había hecho una comprobación de antecedentes y Frankie no
los tenía.
71
En un pasillo, un par de hombres Patriotas Zelotes
estaban comprando. Los espejos mostraban a sus mujeres en
otro pasillo.
72
Cruzando los brazos sobre el pecho, él esperó.
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La miró por el rabillo del ojo. Tenía un cuerpo fantástico,
con exuberantes curvas y unos atractivos ojos marrones
enmarcados por largas pestañas oscuras.
—El Profeta nos dice lo que una buena mujer debe llevar
y nuestra seguridad proviene de seguir su guía en todas las
cosas —le dijo a Frankie la mujer con vetas grises en el pelo.
74
Sin embargo, el personal de los restaurantes era su
responsabilidad, casi como una familia extendida. Maldita sea,
no quería pensar que Frankie se encerrara tras una valla alta
donde un gilipollas le impondría todas sus decisiones, desde la
ropa hasta lo que tenía que pensar. ¿Qué la llevaría a
plantearse esa mierda?
Cazzo, Kit.
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Ella asintió con la cabeza en los momentos apropiados.
—Eso tiene sentido. —No, no, no lo tenía. ¿Cómo podría
alguien recibir órdenes de un chiflado acerca de cómo vestirse
y con quién hablar? No cuenten conmigo.
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capaz Kit de inventar una excusa y deshacerse de sus
vigilantes para que pudieran hablar?
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Kit sacudió la cabeza frenéticamente. —Los guardias
matarían a Aric antes de que los policías pudieran atravesar la
puerta. Con el tiempo, tal vez, alguien encontraría su cuerpo
en el bosque y dirían que se escapó y lo mató un oso o algo así.
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—Algunas mujeres se irían si pudieran llevarse a sus
hijos. Pero otras están allí por voluntad propia. Como ellas. —
Kit hizo un gesto hacia la tienda de comestibles—. Creen con
todo su corazón en el Profeta, el Reverendo Parrish. Le dicen al
Capitán Nabera si alguien habla de irse o critica algo.
—¿Cuándo, Kit?
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Habrá menos guardias y con el capitán ausente, se descuidan
en sus rondas. Hoy es jueves. Así que no este sábado.
—De acuerdo.
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Todavía atado, el bonito perro marrón se levantó y movió
el rabo.
81
¿Qué les había dicho exactamente a Audrey y a Bull
sobre su coche? Parecía que fue hace mucho tiempo. — Hum,
bien. Todo bien.
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—¿En serio? —Otra persona de ciudad—. Entonces lo
entiendes... sobre la falta de ruido. ¿Y los extraños sonidos
alrededor de la cabaña?
Una leve sonrisa profundizó las líneas del sol junto a sus
ojos. —Estás en un lago. Muchos animales bajarán a beber o
a cazar. A los alces y osos no les importa hacer mucho ruido.
Los gritos son...
83
Su boca se abrió.
84
Audrey se echó a reír.
85
—Renuncié al romance. —Después de Jaxson, había
perdido la esperanza de que hubiera algún chico bueno en el
universo—. Pero me encantan las novelas de suspenso y el
grupo de mujeres rebeldes me parece genial.
86
Los ojos de Audrey se iluminaron. —Me encanta vivir
aquí, especialmente porque es muy pequeño. Tengo una
sensación de pertenencia, y puedo ayudar a decidir qué hacer
con la ciudad. En Chicago, yo era... oh, sólo otra hormiga en
una colonia. Una más de las masa. Aquí, la gente me conoce.
Se dan cuenta si estoy enferma. Se preocupan por mí.
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Capítulo Seis
Es un cóctel hecho de una mezcla de una cerveza pálida (normalmente pale ale o lager) con
12
88
sin coquetear... y esquivaba alguna que otra mano larga sin
preocuparse.
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Raymond le echó un vistazo a Bull. —¿Qué hizo, jefe,
orinar en su cerveza o algo así?
Todavía irritado.
Frankie mala.
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Un chillido de dolor llegó desde la parte trasera de la
taberna donde estaba la cocina. Alguien gritaba.
91
—Trasladaremos a uno de los empleados del restaurante
para que ocupe tu puesto. Aparte de Bull, eres la única aquí
que ha trabajado en primera línea de cocina antes. No podemos
prescindir de él, el bar está loco esta noche.
Madonna, gracias.
92
—Claro. —Empezó a cerrar la parrilla—. Sabes, apuesto
a que la comida italiana sería popular aquí, o quizás una noche
temática italiana.
Oh, de verdad.
93
Mientras ella trataba de eliminar el hormigueo de su
contacto, él habló con Wylie por encima de su cabeza. —
Deberíamos contratar a un gerente. Estoy de acuerdo. Pero
tenemos que hablar de la jerarquía del chef por encima del jefe.
—Su risa baja indicó que no se sentía amenazado en lo más
mínimo por su comentario.
94
—No. Apenas he hablado con él. —Se encogió de
hombros—. Prefiero alejarme de… —mujeriegos, gilipollas—…
los tíos buenos.
13
Juego de palabras ya que en inglés Bull también significa Toro.
95
Capítulo Siete
Ella no era así. Ella no era una mujer valiente que patea
culos. Ella era una chica de ciudad. Le gustaba ser una chica
de ciudad. Aún así, no importaba lo que costara, sacaría a Kit
y a Aric del recinto PZ. Porque el ayudar a su amiga sí era
propio de ella.
96
Después de leer sobre los desastrosos tiroteos de Waco
y Ruby Ridge, Frankie entendió por qué. En Ruby Ridge, el
líder supremacista blanco había sobrevivido al enfrentamiento,
pero su pobre esposa y un niño de catorce años murieron a
tiros. En Waco, el asedio causó setenta y una muertes,
incluidos veinticinco niños.
Así que cruzar la valla era el mejor plan que tenía, lo que
significaba averiguar dónde estaban los barracones de las
mujeres y los niños.
97
visión. Volaría justo por encima de la gente. Estaría
husmeando en lugares donde los residentes esperaban
privacidad.
Iron Boy voló más allá de la valla sur hacia los tejados.
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artificiales. Esos chasquidos y estallidos resonaron en las
montañas. Su pantalla se quedó en blanco.
Corre.
Más rápido.
No te atasques, no te atasques.
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No, no, no podía. Tendría que pasar por la salida hacia
el complejo PZ para volver a Rescue y a su cabaña. ¿Y si
alguien estaba vigilando la carretera?
100
El obediente soldado del Profeta tenía una barba castaña
clara, pelo corto marrón, fuerte como un bisonte de Texas, y se
movía con la misma lentitud. —El perímetro ha sido registrado
sin que se hayan encontrado huellas.
Conrad se agitó.
101
nuestros fieles fueron tras ellos e informaron. —Levantó los
informes.
102
Cuando una de sus mujeres se había escapado y
declarado que había sufrido abusos, los reporteros habían
acudido en masa al recinto de Texas. Aunque no pudieron
entrar.
103
y el del sol los mantenían confortables a todos. Sin duda el
invierno era mucho más agradable cuando un día soleado
superaba apenas el punto de congelación.
104
Gabe y Audrey habían traído patatas con queso y una
tarta de chocolate. Por las manchas de glaseado en la mejilla
de Regan, ella había ayudado a preparar el pastel.
105
se había echado al suelo con la obvia preocupación de haberla
fastidiado. Gryff era un tipo sensible. Bull se giró y acarició las
suaves orejas. —Eres un buen perro.
106
—Sí, esa es Frankie —le dijo a Regan—. Dante le alquiló
una cabaña.
107
Después de que un inquilino idiota usara un árbol
ornamental como leña, el viejo Okie había comenzado a
abastecer de leña las cabañas.
—Bueno, sí.
108
Audrey obviamente había llegado a la misma conclusión.
Le guiñó un ojo a Bull, antes de inclinarse hacia Gabe, quien
automáticamente la rodeó con su brazo.
109
Capítulo Ocho
110
¿Una ninja de la jungla salvaje? Eso, no.
111
que fuera debería haber llamado antes si quería que ella
estuviera arreglada.
No era Dante.
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Enmarcados por la perilla negra, sus labios se movieron.
—¿Aún no te has tomado el café?
113
peludo y él se apoyó en sus piernas con tanta fuerza que casi
se cae. —Buenos días, perro.
114
A cargo de un veterano de los Boinas Verdes. Las lecciones de
modales eran escasas y poco frecuentes.
Él no reaccionó.
115
—Está bien. —Su entrenamiento de aikido podía esperar
hasta más tarde. Inclinó la cabeza—. Hazme un fuego y yo haré
café.
Vive y aprende.
116
a juego constituían la zona de estar. Con un fuego crepitante
en la estufa de leña, la habitación era agradable y acogedora.
117
A él le gustaba mucho su sentido del humor.
118
Frankie parpadeó, obviamente asustada por el gruñido
de su voz.
—¿Enseñaba casas?
119
Al volver a su asiento, Frankie estudió a Bull. Era todo
un hombre. Sus hombros eran más anchos que el respaldo de
la silla grande. Era fácil ver que era el tipo de persona que
prefería guardarse los problemas emocionales para sí mismo,
pero había hablado de su esposa y su divorcio.
120
También era demasiado bueno en la multitarea.
—Ya lo entendiste.
121
—Gracias —Sus ojos empezaron a arder por las
lágrimas. Cebollas. En realidad, sólo era la cebolla y no el gesto
de comprensión o la simpatía en la profunda voz. Más de lo
que había recibido de su familia. Cuando se enfureció por lo
que había hecho, su madre le dijo que no debía jurar o hablar
en italiano, pero no dijo una palabra sobre el engaño de
Jaxson. No había intentado romper el contrato y deshacerse
de él.
122
únicas. Aparentemente, esa parte de su cerebro no se había
detenido, ni siquiera en Alaska.
14
Queso aromatizado con pimienta.
123
Una desconcertante necesidad brotó en su interior
mientras sus hormonas cobraban vida.
124
Y siempre existía el riesgo de que hiciera algo lógico,
como llamar a la policía.
125
Capítulo Nueve
126
—Sí. —Hawk observaba la pelea con una leve sonrisa.
15
En el original —assassin—, en operaciones encubiertas es quien tiene una misión para matar
a una persona.
127
Cierto. Audrey la había mencionado durante una de sus
comidas en el patio. —Esa es. Es una delicia verla en acción.
La otra noche, cuando se inclinó para poner un trago, un
turista imbécil puso su cara contra sus pechos.
—¿Lo mataste?
Hawk lo siguió.
—No.
128
—¿Qué diablos? ¿Quieres decir que no va a haber
ninguna confidencia fraternal en nuestro pequeño paseo?
129
Al final de la tarde Frankie dejó su coche escondido
detrás de unos arbustos, se sentó en un tronco y utilizó una
brújula para marcar su posición de partida en el mapa.
130
Y luego ver qué necesitaría para acercarse sigilosamente
a la cerca detrás del edificio de los niños.
131
Merda, era una valla muy alta y fuerte. Muy
desalentadora. No había forma de que ella o Kit pudieran
trepar por esa estructura, especialmente con los rollos de
alambre de púas que había en la parte superior. ¿Tal vez un
corta alambres serviría?
132
dándole a una persona demasiado tiempo para preguntarse
sobre lo mal que podrían ir las cosas. E inevitablemente, el
paseo terminaría con los vagones deteniéndose bruscamente.
133
Aterrizó con fuerza, prácticamente en el lecho de un
pequeño arroyo y apretó los dientes para evitar gritar.
134
El bosque se oscurecía a su alrededor. No podía ser ya
la puesta de sol. No, no era la puesta de sol. Nubes negras
cubrían el cielo. Iba a llover; lo sabía.
Sigue caminando.
135
Una extraña sensación recorrió su columna vertebral y
le levantó el pelo de la nuca. Se detuvo. Qué sensación tan
espeluznante, como... como si alguien la estuviera observando.
—¡Bull!
A salvo.
136
Frankie se echó hacia atrás, sujetó los brazos de Bull y
le dio una sacudida. —Silencio. Te oirán. Tienen armas.
137
Bull se dio la vuelta y consideró la dirección en la que
había venido y vio a Hawk haciendo lo mismo. Sus miradas se
encontraron. Las únicas personas que estaban allí atrás eran
los PZs. No era la primera vez que se disparaba a alguien por
acercarse demasiado a su territorio.
138
ella respondía. —Me alegro de haberte encontrado, entonces.
Vamos a cuidar tu brazo.
139
También estaba sin sujetador, ya que el suyo estaba empapado
de sangre, la cual debería de mantenerse a resguardo dentro
de su cuerpo, sin arruinar su ropa.
140
—Es verdad. —Caz asintió solemnemente—. Cuando
Bull era pequeño, le robábamos la comida. Lo matábamos de
hambre. Por eso ahora es tan pequeño.
Él estaba sonriendo.
—Oh, ay.
141
Ella le dio la misma información que a Bull y a Hawk.
Había salido de excursión. No había visto quién le disparó.
—Sólo vagando por ahí, ¿eh? —Los ojos azules del jefe
se agudizaron—¿No tiene idea de dónde estaba
—Eso es...
Uy.
142
Se apresuró a añadir—: Me cansé de que me vieran como
la chica de ciudad y busqué en YouTube algunos vídeos sobre
senderismo. De todos modos, di mi paseo en dirección al tan
secreto recinto de los Patriotas Zelotes. Sólo para ver lo que
había allí.
143
probarlo. —Parecía que el jefe MacNair quería destrozar el
complejo con sus propias manos.
144
Ella había notado cómo la alta valla metálica unía las
casas entre sí y luego continuaba bajando hasta el lago a cada
lado, cerrando totalmente el semicírculo, dejándolo abierto
sólo por el agua. —¿Por qué la valla alrededor del complejo PZ
parece una prisión pero la tuya parece segura?
145
ventanales. En la terraza, las jardineras tenían alegres
pensamientos que iluminaban el día gris.
16
Juego de palabras entre dos significados de la abreviatura yorkie: un perro de raza Yorkshire
Terrier y una nativa de Nueva York.
146
—Gracias. Realmente, realmente lo agradezco. —Ella vio
una media sonrisa en su cara antes mirar a Bull y señalar la
terraza con la cabeza.
147
Se había duchado y cada vez que respiraba le llegaba el
aroma fresco y limpio de su jabón.
148
apartamento. —El dolor atravesó su corazón. Cómo echaba de
menos sus veranos de jardinería con Nonna en los que
recogían vegetales y luego cocinaban juntas. Sus hermanas
nunca habían querido pasar tiempo en la granja; sólo habían
sido Frankie y Nonna y el resto de la familia italiana.
149
Refunfuñando en voz baja, acarició a Gryff, dejó que el
deseo que se había encendido se desvaneciera y escuchó los
sonidos que la rodeaban. Había tanto silencio que podía oír el
ligero golpeteo del teclado de su portátil. A través de la puerta
abierta de la terraza llegaba el suave chapoteo de las olas
contra la orilla del lago, y los pájaros llamándose unos a otros.
Sin tráfico, sin sirenas, sin vecinos hablando o gritando o
poniendo música alta.
150
Capítulo Diez
151
respiración acelerada. Un pliegue entre sus cejas y sus
gemidos indicaban que no estaba teniendo un buen sueño.
152
Él se encogió de hombros. —Diría que lo siento, pero no
sería verdad. Tienes unos pechos preciosos.
153
—Un beso es bueno. Mejor que recibir una tarjeta por
correo. —Le habían enviado las tarjetas una o dos veces
después de un rescate de rehenes.
Más.
154
—Tenemos gente disparando en el bosque —dijo con un
tono judicial—Sería mejor realizar una comprobación de partes
perdidas o dañadas. —Le quitó la camisa, se sentó a su lado
con una mano a la espalda y la otra en el pecho.
La besó.
155
Pasó las manos por su cabeza, disfrutando de la
sensación del cuero cabelludo afeitado. No tenía la piel
rasposa, sino muy suave, como el cuero mantecoso calentado
por el sol.
Era un guerrero.
156
—Bien, me duele un poco la espalda. Las calles de Nueva
York no son una buena preparación para el senderismo y las
caídas por los acantilados de Alaska.
—Eso es maravilloso.
157
pesar de que estaban a punto de tener sexo, él había puesto
sus propios deseos en espera para hacerla sentir mejor.
—¿Perdón?
158
tan grosera y desagradecida? —Lo siento, no quise decir... —
Ella trató de sentarse.
159
Espera un minuto. —¿Quieres decir... lo que estás
diciendo es que los modelos masculinos son posiblemente
superficiales y poco confiables, pero eso podría no aplicarse a
los hombres guapos que no son modelos?
160
Él la recompensó su honestidad con un beso. Un beso
grandioso. Los labios firmes y seductores se volvieron tan
hambrientos y exigentes que sus sentidos empezaron a girar.
— Bull...
161
¿Objetar? No, en absoluto. Todo su cuerpo quería esas
manos hábiles en su coño. Levantó sus caderas. Su sonrisa
resplandeció, y luego se quitó los calzoncillos y los tiró sobre
la mesa de café.
162
Sus dedos seguían estando resbaladizos al pasar de su
vientre a su montículo. ¿Acaso no se alegraba de haberse
afeitado esa mañana? Él deslizó los dedos por los pliegues
exteriores y la piel comenzó a cosquillear, recordándole la
extraña loción que había estado usando. Lentamente, la abrió,
la dejó expuesta y deslizó esos dedos fuertes recubiertos de
loción justo sobre su palpitante clítoris.
—Mírame, cariño.
163
Riéndose, pasó su mandíbula por el pliegue entre el
muslo y el coño, la perilla un raspón en la piel y volvió a
atormentarla. Los chasquidos de su lengua se alternaban con
la succión áspera.
164
Mmmm. Su polla era totalmente proporcional a su
tamaño, gruesa, larga y muy erguida. Sus bolas colgaban entre
sus piernas, poderosamente llenas.
165
su amabilidad con Gryff. Cómo le hablaba a Hawk sin mostrar
miedo. La forma en que se había sumido en su orgasmo con
un grito. Joder, casi llegaba en ese momento como un
adolescente cachondo.
166
Soltando su pecho, le levantó la pierna izquierda,
poniéndola en su hombro y manteniéndola ahí, eliminando su
capacidad de mover o levantar sus caderas. Forzándola a
tomar lo que él tenía para dar. Mientras empujaba con más
fuerza, la vio tragar, vio cómo su color se profundizaba, sus
pezones se apretaron más.
167
Era bien pasada la hora del amanecer.
—¿El sarge?
168
ayudamos a comprarla y a construir aquí, para poder estar
cerca del sarge cuando tuviéramos tiempo.
—Lo extrañas.
169
Un tema mucho más fácil de tratar.
170
Se levantó de la cama, de un tamaño intimidante, pero
muy tentador. Porque sabía que la sensación de sus dedos en
su piel, el sabor de su boca, su piel, su...
171
Capítulo Once
172
—Buenos días. —Bueno, merda. No sería apropiado que
los niños de Irene vieran cómo tener una rabieta. Además...
tetas grandes, brazo herido. Dolería demasiado.
173
una linterna sería como pintarse una diana. ¿Dónde estaba su
super-poder de ver en la oscuridad?
174
Cuando las quejas de su hermana se calmaron, Frankie
se las arregló para intervenir—: Lamento que estés pasando
por un momento difícil, Anja, pero tendrás que afrontarlo.
Aprende a usar el despertador y llega a tiempo.
175
—Sí, es bonito, ¿verdad? —Él inclinó la cabeza—. Eres
la nueva camarera de la taberna de Bull, ¿verdad?
—Lo vi.
—Aquí arriba.
176
ceño. Félix estaba desaliñado, con el pelo alborotado y una
sombra de barba— ¿Noche difícil?
Le dolía.
—Un café con leche y el bollo del día cualquiera que sea.
177
Cuando llegó a la ferretería con todas esas cosas, se
alegró de que Bull le hubiera dado la noche libre. La herida de
bala le causaba dolor en el brazo... ¿y eso no parecía malo?
—Está abierta.
17
Sticky bun, bollo pegajoso o pastelito pegajoso. En argot hace referencia a una eyaculación
fuera de la vagina: en el pelo, entre los pechos, entre las nalgas.
178
No, realmente no lo estaba.
—Puaj.
179
Aquí en Alaska, había aprendido lo que se sentía al estar
sola sin nadie a quien llamar. Ninguno de sus compañeros de
trabajo debería sentirse así. No si ella podía decir algo al
respecto.
180
— Oh, ¿uy, uy? —Felix sacudió la cabeza—. Lo haría,
también. Es un gran jefe.
181
Lillian sacó una nueva venda adhesiva y miró con
preocupación su bebida. —La cafetería está más lejos de lo que
puedes caminar en estos momentos.
182
—No, simplemente un turista que se pasó de la raya. —
Le preocupaba que Bull se enfadara, pero él la había felicitado
por arreglárselas por su cuenta y le había recordado que lo
llamara cuando quisiera que se ocupara de un problema. Su
confianza en ella y su actitud protectora eran una combinación
abrumadora.
183
—Puedo adivinar en qué lado están los PZs —dijo
Frankie, con el estómago encogido. Kit había escogido el
sábado porque los oficiales de los PZ estarían fuera bebiendo.
Pero no se irían si estaban confinados dentro del recinto. Y los
guardias estarían especialmente alerta durante una
evaluación de la preparación. Seguramente sería el momento
equivocado para intentar escapar o cortar una valla.
184
Audrey tenía una expresión de oh mierda, mientras que
Felix y Lillian parecían confundidos.
Sin palabras.
185
—Ahora, ¿no me suena conocido eso? —Lillian señaló
con el dedo a Audrey—. Sin embargo, me temo que Bull no ha
encontrado a nadie que le interese, lo cual es una pena. Él
sería mucho más feliz con una buena mujer, ¿no estás de
acuerdo, Regan?
186
Ella parpadeó y luego sonrió. —Me encanta cocinar. Mi
abuela me enseñó mucho, y luego, trabajé en un restaurante
cuando estaba en la universidad y aprendí muchas de sus
especialidades. ¿Y a ti? ¿Te gusta estar en la cocina?
187
Frankie sonrió—. Si intentara practicar las patadas en la
cabaña, rompería una ventana y Dante me echaría.
Regan asintió.
188
Capítulo Doce
189
comida, lo que significaba quemar algunas de esas calorías.
Así que volvió al aikido y a correr.
190
El hombre era un anuncio andante de masculinidad. Y a veces,
él sostenía su mirada... una larga mirada a través del bar que
era tan palpable como una caricia.
191
figuras de ocho, la energía se elevó y fluyó desde su centro
hacia afuera y hacia el bastón.
192
Luego, Frankie siguió practicándolo porque estaba de
acuerdo con su filosofía.
Esto iba a ser divertido. —Está bien. Las reglas son que
puedes dar puñetazos y patadas, sin golpes en la cara o en la
entrepierna.
193
—Ha demostrado que puede diferenciar entre la
diversión y la ira.
Estaba perdida.
194
—Tengo un par más, pero este es mi bastón de calle. —
Estaba pintado con motivos celtas en espiral y tenía goma en
un extremo—. Nadie se fija en él cuando lo uso como bastón.
—¿Sobrevivimos?
195
cosas de nuestro apartamento y empezó a golpear a Ki… a ella.
Al entrar, aprendí que el aikido es bueno para evitar que me
golpeen, pero menos útil para incapacitar a un atacante.
196
—Tuvimos nuestro propio instructor personal al crecer.
El sarge, nuestro padre adoptivo, nos inició en el
entrenamiento matutino el día siguiente a nuestra llegada a
Alaska. —Bull se rio a carcajadas—. Tenía nueve años y
pensaba que estaba en muy buena forma. Después de que
Mako terminara con nosotros, no estaba seguro de poder
volver a caminar.
197
—¿Y cuando no te gustaba, peleabas? —Frankie lo
miraba con los ojos muy abiertos.
198
—Llevó un tiempo, pero nos convertimos en un equipo,
y luego en una familia. —Bull suspiró—. Hace un año y medio
que perdimos al sarge. Eso fue...
No tenía palabras.
Corazón suave.
199
—Mujer, elegiste este sitio porque es discreto. —Si Regan
no le hubiera dicho que entrenaba en el parque, si no la
hubiera estado buscando y si Gryff no hubiera captado su olor,
Bull habría pasado corriendo. No hubiera podido ver su
entrenamiento. Había sido todo un espectáculo con el bastón
corto pasando a su alrededor tan eficazmente que casi podía
ver a sus atacantes imaginarios y oír sus huesos romperse.
200
—Exactamente. —Maldita sea si él pudiera resistirse a
ella. Aunque sólo se había quedado una noche, la echaba de
menos en su cama.
201
¿Había cambiado de opinión?
202
—Ahora —ordenó.
18
Cazzo puede traducirse también como joder.
19
Más en Italiano
203
Ante un grito inminente, él le cubrió la boca, al tiempo
que su dedo presionaba con más fuerza sobre su clítoris. El
control de la mano en su boca y la forma en que la tenía sujeta
a la mesa con su peso, de alguna manera aumentó cada
sensación, haciéndola caer sobre el precipicio. Una bola de
fuego de placer irrumpió y rugió a través de ella tan fuerte que
el mundo se volvió blanco a su alrededor.
204
También le recordaba dónde estaban. —Deberíamos
irnos, en realidad, antes de que alguien nos encuentre.
205
sujetador deportivo por la cabeza. Naturalmente, la ajustada
banda elástica se enrolló, y la tela aplastó sus grandes pechos
de manera extraña. En algún lugar un demonio se rio y se frotó
las manos con sádico deleite. Ella siseó con exasperación.
206
Capítulo Trece
207
Luego estaba Bull. Se puso la mano en el pecho porque
sólo pensar en él le alegraba el corazón. Luego se lo entristecía.
Desde la sesión de entrenamiento del pasado viernes, Bull se
había reunido con ella en el parque para los ejercicios
matutinos... lo llamó Entrenamiento Físico y después tenían
sexo sudoroso e increíble en su cabaña. Maldita sea, pero sus
momentos en la cama se estaban convirtiendo en algo más que
amistosas sesiones de sexo. Al menos por su parte.
208
salud. Los hermanos de Bull tenían ambos frentes cubiertos,
¿no es así?
209
EmmaJean tenía treinta y tantos años, delgada y llena
de vida. —¡Hola, Frankie! —Frankie sabía que EmmaJean y su
marido dirigían uno de los B&B.
210
Antes de que se separaran, Audrey les pidió que eligieran
el siguiente libro, lo que inició una nueva discusión.
20
Bromance es el acrónimo de las palabras brother (hermano masculino en inglés) y romance. Es una forma
de referirse a un vínculo afectivo intenso, no-sexual, entre dos (o a veces más) varones. Estas relaciones
suponen un mayor vínculo afectivo y emocional que el de la tradicional amistad.
211
mercenarios probablemente devolverían los disparos. Así es
como mujeres y niños inocentes podrían resultar heridos o
muertos. Mejor ellos... probablemente... que llamar a los
federales e instigar una situación de asedio, pero ninguno de
los dos escenarios parecía seguro.
212
—Hay tiza, incluso tiza reflectante, que se borra en un
día más o menos. —Guzmán se mesó la barba—. Me gustan
las chinchetas reflectantes. O... si es un lugar que prefiero
mantener oculto, uso un spray reflectante claro para marcar
los rastros. No se puede ver durante el día.
213
Capítulo Catorce
214
que estaba en la misma unidad de mercenarios, había estado
en el extranjero y Caz prestando un servicio de voluntariado
sanitario en Sudamérica.
215
Desafortunadamente, él no había conseguido
convencerla de pasar las noches juntos. Se mantenía firme en
mantener un trato casual, no una relación. Mujer testaruda
216
Hablando de eso, —¿Tienes el recibo de la tienda para
que te lo reembolse? ¿Prefieres un cheque o un depósito
bancario a dónde va tu cheque de pago?
Él se rio.
217
—¿Qué vas a hacer para la noche mexicana? —Estaba
poniendo en capas la pasta de lasaña, la ricotta y la salsa de
carne— ¿Tienes un chef para eso?
—Vi los coches y pensé que Wylie estaba aquí —le decía
Amka a Frankie—. Quería darle mi renuncia... ya sabes,
discretamente. ¿Puedes aceptarla y dársela al jefe?
218
Por el amor de Dios. “Él” era obviamente alguien de la
taberna. ¿Quién demonios estaba acosando a la chica? La ira
creció en Bull lo suficientemente rápido como para sentir que
su sangre se había convertido en lava. Pero si aparecía ahí
fuera, sólo asustaría más a la joven.
219
Qué maldición que eso hubiera sucedido en su local.
Quería machacar a Harvey, pero conocía al tipo. No era un mal
hombre. ¿El idiota no se daba cuenta de lo que estaba
haciendo? Por el amor de Dios, ¿era realmente tan tonto?
—Fuiste...
220
La necesidad de ocuparse de todo él mismo estaba ahí,
pero... —Nuestra cultura, especialmente en Alaska, enseña
este comportamiento, demonios, incluso lo alienta. A pesar de
saberlo, todavía quiero darle un puñetazo. Así que si puedes
resolver esto sin disparar o sin que te rompan la cara, estaría
bien.
221
Giró en un camino de tierra y se detuvo frente a una
antigua casa prefabricada. Una vieja camioneta estaba
aparcada al costado. —La casa de Harvey. Vive solo, se divorció
hace un tiempo y ella tiene a sus dos hijos adolescentes.
222
Y se había quedado con él. Frankie suspiró. ¿Por qué la
gente no puede ser todo mal o todo bien? Una mezcla de rasgos
hacía las cosas mucho más difíciles.
223
—¿Estás de acuerdo en que eres más grande y fuerte que
las chicas que trabajan en la taberna? —Cuando él se encogió
de hombros, ella asintió a Bull— ¿Algo así como que Bull es
más grande y fuerte que tú?
Harvey se congeló.
224
Harvey lo miró horrorizado, se aclaró la garganta y se
puso de lado en el sofá. —Escucha, yo...
225
Harvey miró fijamente a Bull, luego a Frankie, antes de
volver su mirada a la ventana. Con suerte, estaría recordando
la forma en que se había comportado con las empleadas y se
daría cuenta de que no habían visto sus acciones como
amables en absoluto.
—Es una forma diferente de ver las cosas, pero, sí, está
bien. —Harvey miró a Bull—. Lo siento. Me disculparé con las
camareras. ¿Estás de acuerdo con eso?
—Gracias, jefe.
226
—Sí, pero no empieces a llamarme Skull. —Bull se
levantó, y luego se inclinó para darle al perro un achuchón en
la costilla que lo hizo menearse felizmente.
227
era su elección. Ella involucraría a otros únicamente si no
podía arreglárselas por sí misma.
228
Riendo, Frankie miró las cajas de comida y arrastró una
hacia adelante. —¿Por qué no llevas el antipasto?
—¿El qué?
229
¡Ah! Todavía tan locuaz como entonces.
21
Es intraducible. la niña se equivoca y en vez de decir antipasti dice —ant-ant-pasta—. Ant es
hormiga en inglés.
230
Bull cruzó el garaje y se reunió con Frankie. —Puse el
pan de ajo dentro... y hay un temporizador.
Muy alto.
231
Le dio el recipiente más pequeño, tomó la última caja
grande y se dirigió a la casa. Pasaron por un pasillo y entraron
en una enorme habitación abierta bajo un alto techo
abovedado. El diseño era similar al de la casa de Bull. La
cocina estaba a la derecha. Pasada ésta, una larga mesa de
comedor se encontraba frente a la pared de dos pisos de
ventanas que daban al lago. A la izquierda estaba el amplio
salón con un largo sofá en forma de U, mayor que el de Bull,
así como el televisor que ocupaba gran parte de la pared.
232
A Frankie le gustó mucho más por no hablar de Harvey
y Amka. No importaba cuánto le gustaban los chismes,
culpaba a Nonna por ese rasgo, algunos asuntos no deberían
ser compartidos.
233
—Los conductores de Nueva York son casi tan agresivos
como los bostonianos, pero no tienen experiencia alguna. —
Audrey le sonrió a Frankie— ¿Tienes coche?
Madonna.
234
Urgidos por una hambrienta Regan, pronto se sentaron
alrededor de la gran mesa. Aunque Frankie sabía que era una
excelente cocinera, seguía preocupada. Hasta los mejores
chefs podían meter la pata y de alguna manera, hoy, era más
importante de lo habitual.
235
una personalidad tranquila. Disfrutaba con la gente, y a ellos
también les gustaba.
236
a los agentes de la ley. —No estoy huyendo de nada. —Le
sonrió a JJ, después al jefe de policía—. No hay ningún crimen
o conexiones con la mafia o cualquier otra cosa en mi pasado,
tampoco.
Que stronzo.
237
—Como hacemos en la escuela, durante el verano. —
Regan asintió—¿Cuál es tu trabajo?
238
El coro de comentarios agradecidos iluminó a Frankie en
su interior. —Gracias. Y... me parece que es el momento
perfecto para el postre.
239
Bull frunció el ceño. Quería a Frankie para la taberna...
y para sí mismo. —Puede que tengas razón.
22
Se refiere a que Frankie lo llamó —orsacchiotto—, oso de peluche en italiano.
240
cuando estaba melancólico, una canción de soldados, la
llamaba.
241
—La yorkie es una mujer bonita. —Hawk se apoyó en la
isla al lado de Bull, mirando a Frankie de una manera que Bull
reconoció. Como un hombre mira a una mujer.
242
asombro su cara fuerte y esculpida. —O me muevo yo o te
mueves tú.
243
Antes de que las olas del clímax disminuyeran, le sujetó
el culo y la levantó y luego la bajó sobre su polla.
244
—Estás pensando demasiado, cariño. —Bull la metió
debajo de las sábanas, la arropó contra su costado, y su cuerpo
empequeñeció el de ella.
245
—Ah... ¿te molesta tener a Gryff en la cama? —preguntó
Bull, y tuvo que suprimir una sonrisa. El hombre estaba tan
seguro de sí mismo que un poco de preocupación le sentaba
bien.
—Que me aspen.
246
—Cariño. —La diversión en su voz la detuvo.
Ella lo miró.
247
Cuando su corazón se derritió de ternura, acarició su
rostro en un intento inútil de calmarse. —No es justo que ser
valiente y arriesgar la vida pueda implicar sufrir por ello
después. Debería quedar en una sola vez, y luego se acabó.
248
Capítulo Quince
249
había alcanzado a Hawk. ¿Quién sabe? Era un consuelo
pensar que el espíritu del lago disfrutaba con su música.
Incluso había compuesto algunas canciones para ella.
250
Una idea estúpida, en realidad. No podía competir con
sus hermanos. Como cuando...
251
y me persiguen. —Bull se volvió hacia él—. Hace un par de
meses, Dante me llevó a ver a un amigo suyo que es consejero
en Anchorage. El tipo es un veterano y trabaja con una extraña
técnica que ayuda a integrar los recuerdos.
252
Frunció el ceño ante sus correos electrónicos, y pensó
que le vendría bien un poco de chocolate. Dos de sus amigas
de Nueva York se habían casado con militares; un par de
modelos de Bocelli tenían amantes en el negocio de la
seguridad. Otro amigo trabajaba en defensa. Después de la
reunión del club de lectura, les había preguntado a todos sobre
la búsqueda de un equipo de mercenarios de renombre. Sus
respuestas fueron desalentadoras, llenas de advertencias
sobre los diversos equipos de mercenarios por varias razones:
mala reputación, incompetente, estafas, criminales. Un tipo
llamado DeVries había dejado el negocio. Tenía un par de
amigos que todavía no habían opinado... y en realidad, sólo
estaba investigando a los mercenarios por si acaso.
Hizo la llamada.
—Mamá...
253
—Sólo dime cuando vuelvas. Nyla no puede ocuparse de
tu trabajo. Dos modelos han renunciado y un fotógrafo se ha
negado a trabajar con Jaxson. Birgit quiere un nuevo
maquillador, y...
254
Fácilmente, pudo sentir la bala que le atravesó el brazo.
Si el disparo hubiera sido más preciso, ella no estaría aquí en
absoluto. Y ya estaba harta. Harta de todas las quejas.
No tenía exigencias.
255
unos cuarenta años. Frankie la había visto con su pequeña
hija y un bebé. Dos hijos, un negocio y vivir en Alaska
explicaban por qué estaba tan delgada, a pesar de hacer
postres deliciosos.
23
C-Word es una forma educada de decir lo que probablemente sea la palabra más ofensiva en
el idioma inglés, cunt (coño)
256
—¿Interrumpiste una follada? Qué grosero de tu parte.
—Sarah estalló en carcajadas.
257
—Podría haber llamado a la policía, en lugar de gritarle
al libertino del baño —dijo Frankie—, pero no conozco bien a
JJ ni cómo reaccionaría.
258
—Vas a tener que pasarme una guía de traducción —
dijo Sarah—. Sólo para... fines... educativos.
Frankie se rio.
259
otros por productos de pastelería. Una persona podía tomar un
pastel y café, o llevar un pastel o una barra de pan a casa para
la familia. A diferencia de Nueva York, donde cada pequeño
negocio tenía una especialidad, los negocios de Rescue a
menudo fusionaban un par de negocios en uno solo. Había una
galería de arte con artesanías y artículos para pasatiempos.
Una tienda de deportes que atendía a los pescadores también
alquilaba equipos de esquí y bicicletas. La ferretería vendía
madera.
260
En la taberna, Bull esperaba la llegada del Frankie. Ayer,
los contratistas habían terminado de remodelar la habitación
que albergaba únicamente su escritorio y sus archivadores.
Ahora tenía una zona de reuniones con una mesa redonda que
podía sentar a una docena de personas. La parte posterior
había sido repartida en dos despachos con paredes divisorias
insonorizadas. Uno era el suyo. El otro estaba equipado con
un escritorio, un ordenador, un teléfono y los accesorios de
oficina habituales. Listo para un gerente, quienquiera que
fuese.
261
Aunque... el entrenamiento y el sexo no tenían rival.
Sonrió. Buenos momentos.
Concéntrate.
262
Se había puesto pálida. —Pensé que te faltaba personal.
Quería que te ayudara.
263
‘quiero’. Tal vez deberías buscar lo que te hace feliz en lugar de
lo que crees que estás obligada a hacer.
264
—Frankie. —Él esperó hasta que ella finalmente
encontró su mirada—Todavía me gustaría ofrecerte el trabajo
de gerente, incluso sabiendo que te irás cuando llegue el
momento. Ya estás haciendo la mayor parte del trabajo. Me
gustaría encargarte el resto.
265
Capítulo Dieciséis
266
especie de paz aquí que nunca había encontrado en ningún
otro lugar.
267
Una mirada a su teléfono, usando el ojo sin el aparato,
indicó que tenía que irse. La taberna estaba cerrada, y Bull
vendría a recogerla pronto. Después de guardar todo en su
pequeña mochila, corrió por el ancho sendero de grava hacia
su casa.
268
Capítulo Diecisiete
269
Además... la idea de volver a Bocelli hacía que su
estómago se revolviera como si hubiera estado bebiendo ácido
de batería.
270
compañía de Mamá. ¿Cómo se había dejado atrapar en un
trabajo que no le gustaba?
Tal vez esta fuese su parte favorita del trabajo. O tal vez
lo fuese encontrar la programación y hablar con el personal,
para que todos estuviesen noventa por ciento satisfechos con
sus horarios de trabajo. El cien por ciento no era alcanzable,
así es la vida, pero por las sonrisas felices cuando la gente veía
los horarios, ella lo había hecho mejor que Bull. Ayudaba que
todo el mundo estuviera dispuesto a hablar con ella y a
formular peticiones. Por muy amable y razonable que fuese,
Bull era realmente intimidante, eso sin contar con que era el
dueño.
271
comenzó su encierro. Seguramente sus ejercicios de
entrenamiento ya habían terminado.
272
Entonces, ¿quién estaba aquí esta noche? Había la
habitual mezcla de lugareños y pescadores con botas,
vaqueros y camisetas. Un tercio más o menos eran turistas con
vestimenta extravagante. Algunos de los empleados del
complejo McNally habían venido a pasar un buen rato y se
habían vestido elegantemente.
273
Félix resopló. —Bien entonces. No me preocuparé
incluso si no lo entiendo.
274
—Es... evita que me siente en casa y me ponga a llorar.
Me siento tan perdida a veces, ¿sabes? ¿Qué sentido tiene?
275
más baja que yo, muy delgada, piel clara, ojos marrones, pelo
largo y castaño.
No le pegues; no le pegues.
276
¿Debería animarlo? Podría ser una forma de entrar en el
recinto. No, no seas estúpida. Ella no podría ocultar su odio,
especialmente porque dejarle tocar su culo se parecía
demasiado a engañar a Bull.
277
Una mirada sobre el hombro reveló que el hombre no
había entrado en la taberna. Dejó escapar un suspiro. Aunque
fuera él, no la reconocería. No con los pocos segundos en la fila
de la recepción de una boda. Y las mujeres de pelo oscuro y
ojos castaños eran moneda corriente en Alaska.
Sus ojos estaban negros como una noche sin luna y eran
demasiado perceptivos. —Me di cuenta.
278
En cambio, saludó a los turistas, les dijo que estaría allí
enseguida y fue a buscar los nachos.
279
mujer para follar esta noche. —Vaya al grano, teniente. ¿Hubo
algún problema cuando la amiga la visitó?
24
En el original es “spic”, término muy ofensivo que se refiere a una persona de habla hispana.
280
¿Ahora estaba en Alaska trabajando por el salario
mínimo? Jodidamente improbable. Sus dientes rechinaron
entre sí. —Ella sabe que Kirsten está en Rescue. Estaba
tratando de obtener información sobre ella. Y sobre nuestro
complejo.
281
Los demás esperaron respetuosamente mientras él
reflexionaba.
282
—Hay veces que es mejor contratar a alguien. Mantener
las manos limpias. —La policía no debe seguir ninguna pista
que lleve a los zelotes.
283
Francesca Bocelli era hermosa.
Sin embargo...
—En un minuto.
—¿Era Nabera?
284
Bull, sólo estaba coqueteando un poco con el comprador. Todo
el mundo lo hace. —Sólo que su coqueteo había sido la
antesala del sexo con sus clientes.
—¿Qué?
285
Y mintió. —Nada. No está pasando nada. Y me voy a
casa. Ha sido una larga noche.
286
Capítulo Dieciocho
287
Lo mataría.
288
Bien, ¿y hasta qué punto eso sería patético de su parte?
Y tal vez...
289
Todo su lado izquierdo picaba y ardía. ¿Qué estaba
pasando?
290
Bull pasó el tiempo pensando en Frankie. Ella era una
de las personas más francas que había conocido, excepto en
algunos aspectos. Como por ejemplo por qué estaba en Rescue.
Por qué había escondido su coche y se había ido de excursión
por el recinto de los PZs. Por qué había coqueteado con Nabera.
291
Planeando la misión, le echó un vistazo a su hermano.
292
—Buenas noches. —Bull lo estudió rápidamente.
Durante las últimas semanas, habían estado atendiendo las
tareas de primavera: limpiar el gallinero, hacer abono, limpiar
las ventanas, reparar los daños causados por la nieve. Parecía
que Hawk también había hecho limpieza personal de
primavera. Su pelo rubio, que aún le llegaba a los hombros,
estaba igualado, y su barba recortada en torno a su
mandíbula.
293
Con Hawk en el asiento del pasajero, Bull condujo la
camioneta por la carretera. Delante de él, el Jeep de Gabe giró
hacia la Avenida del Cisne. Pasaron por el lago y entraron en
la carretera del lago. El vehículo derrapó y se detuvo en la casa
de Frankie mientras Gabe seguía hacia el último de los cuatro
edificios en llamas.
—¡Aquí!
25
Lizard brain se usa para referirse a la parte más primitiva de nuestro cerebro donde residen los instintos
que nos alertan del peligro y permite que reaccionemos ante una amenaza de una manera inmediata y
automática,.
294
Al oír su voz, el alivio golpeó su pecho como una bala. —
¿Dónde?
—Ahora.
295
—Allá vamos. —Bull la cogió por la cintura,
sosteniéndola mientras tiraba. Su trasero curvado quedo
atrapado por un segundo, y luego él tenía los brazos cargados
con la mujer. Ella estaba vestida sólo con una de sus viejas
camisas de franela, la que había robado riendo para usarla
como albornoz.
296
Caz y JJ habían llegado y estaban ayudando a un
hombre mayor que se tambaleaba. Hawk estaba entre dos
hombres de unos treinta años, ambos tosiendo violentamente.
Una emboscada.
297
Sentada en la camioneta, Frankie observaba como Bull,
JJ, y Gabe perseguían a quienes habían estado ocultos en la
maleza. Nunca había visto a nadie reaccionar tan rápido como
Bull.
298
—Yo no disparo —dijo Hawk. Como si lo hubiera hecho
antes. Bull dijo que todos habían visto acción. Mierda fea. Y
Hawk tocaba el violín por las noches.
299
El hombre arremetió y Bull esquivó el cuchillo, agarró la
muñeca de su oponente y levantó la rodilla. El hombre gritó y
Bull le arrancó el cuchillo de la mano. El hombre se derrumbó
en el suelo, maldiciendo sin cesar, y sosteniendo su brazo
claramente roto.
300
—¿Supongo que esto es una obra de los PZs? —preguntó
JJ a Gabe.
También Bull.
301
Bull sacó una manta de la parte trasera de su camioneta
y la arropó. —Me la llevaré, hermano. Gracias por cuidármela.
26
Pissers en argot es urinarios y también meones. La pronunciación es muy parecida a la de
PZs.
302
—No lo sé. —Estudió a los tres tipos en el suelo que
parecían más miembros de una banda que de los PZs—. Dante
tuvo una pelea con algunos inquilinos hace unos días. Los
echó a patadas.
303
molotov explotaron. Al ser arrastrada por la ventana se había
raspado los hombros, la espalda, los brazos e incluso el
trasero.
304
Ella no debería ir con él. Eso era tonto y cruel para él.
Sólo que... su respiración se trabó mientras miraba fijamente
a la cabaña. ¿Qué otra cosa podría hacer?
305
Cuando Bull dejó entrar a Gryff en la casa, el perro
movió la cola y lloriqueó un poco porque ella estaba
disgustada. Con la cara escondida en su suave pelaje, ella lo
abrazó.
Lo había hecho, por supuesto que sí, pero eso había sido
antes. Las cosas eran diferentes ahora. Tan horriblemente,
tristemente diferentes. Ella negó con la cabeza.
306
Sus ojos negros se suavizaron hasta convertirse en
noche líquida. —Lo siento. No quise hacerte sentir incómoda.
—Pasó una mano por su cabeza afeitada—. Sin embargo,
tenemos que curar esas quemaduras y rasguños, y no creo que
puedas llegar a algunos.
307
Desafortunadamente, el daño en su piel no había
desaparecido. La ducha había irritado todos los rasguños y
ampollas así que todo ardía y picaba. —¿Podemos...? —Señaló
el surtido de artículos de primeros auxilios que había en el
mostrador tan ordenados como en una sala de urgencias.
308
Normalmente, ella era la persona en la que todos
confiaban para mantener la calma y solucionar los problemas.
Era fuerte porque si ella se derrumbaba, nadie en su familia
llena de divas podía ocupar su lugar.
309
La puerta corrediza de cristal se abrió y Frankie salió,
llevando su vieja camiseta, los pantalones de chándal sueltos
y los gruesos y esponjosos calcetines que había dejado en el
mostrador. Su pelo casi seco caía por su espalda. Había
encontrado el secador de pelo que Audrey le había prestado.
310
no es justo para ti. Pero... no volveré a coquetear ni nada
parecido. Me parece muy mal. Horrible.
311
Bull sonrió ligeramente. Era tan transparente como él
pensaba. Cuando se hizo pasar por otra persona, sus ojos
cambiaron y su mirada se distanció. Porque no era ella.
312
Así que la sostuvo, disfrutando de cómo ella cabía en su
regazo, de que ella era lo suficientemente pequeña como para
que sus cabezas estuvieran casi parejas y pudiera frotar su
mejilla contra la húmeda de ella.
313
Esos ojos perfectos se abrieron de par en par,
sorprendidos.
314
Bull se encogió de hombros. —Mis hermanos y yo
luchábamos en equipo incluso antes de la adolescencia.
Aprendí a lanzar uno o dos golpes a quien estuviese aburrido.
315
Finalmente, se movió. —Mejor me voy a la cama.
Mañana será un desastre. Ir de compras, reemplazar mi
licencia y mis tarjetas, encontrar un lugar para quedarme, y...
316
Nunca antes habían hecho el amor tan lentamente. Oh,
Bull normalmente se tomaba su tiempo; de hecho, le
encantaba hacerla llegar primero, a menudo varias veces,
antes de hacerlo él.
317
Sus manos se deslizaron sobre sus duros bíceps, sobre
los deltoides estriados y sobre su musculosa espalda.
318
Capítulo Diecinueve
319
Cuando la compañía de alquiler dijo que le enviaría un
vehículo en perfecto estado, ella se deshizo del pobre coche
chamuscado que Hawk había llevado al Hermitage por ella.
Luego se puso a llorar porque su jo no se había quemado en la
cabaña.
Ellas se rieron.
320
—¿En serio? —Frankie tomó aire—. Chicas, sois un
milagro. Sólo que... ni siquiera tengo zapatos. No dejarán que
entre...
Regan no se relajó.
321
sintiera que él era realmente su padre? Frankie sintió dolor
provocado por la empatía. A veces sentía como si su familia
pesara el amor en una balanza. ¿Cuánto peor sería no haber
crecido en ella?
322
protectores dignos de unos cavernícolas. Estabas en peligro;
los instintos protectores de Bull se activaron. Esto es lo que
pasa.
323
Y una muy buena. Frankie la miró. Tal vez durante el
viaje de compras, podría hacerse una mejor idea de lo que
podría pasar si le pidiera ayuda a la policía de Rescue. Por si
acaso.
Sí, él la amaba.
324
Una hora más tarde, después de llenar un plato con
pollo a la parrilla con limón y ajo, Bull lo puso en la mesa. Ya
sentados, Caz y JJ, Gabe y Audrey, Dante y Lillian habían
traído platos de acompañamiento y servido bebidas. Hawk
salió de su cabaña con un montón de patatas asadas y
guarniciones.
325
necesitaban irse. Para ayudarlos. Pero antes de morir, la
estación de esquí de McNally se abrió, y se dio cuenta de que
el pueblo podría volver a la vida.
326
—No es así, Lillian. —Gabe sacudió la cabeza—. Él es...
327
—Pensé que había una regla de no dejar a ningún
hombre atrás —dijo Audrey— ¿O eso es sólo cuando el soldado
está muerto?
328
—Los inquilinos y los compradores, dánoslos a Caz y a
mí —dijo Gabe— Nos ocuparemos de lidiar con las visitas, las
inspecciones y las reclamaciones.
329
—No desprecies las novelas románticas. —El afilado
codo de Frankie impactó en las costillas de Bull antes de
sonreír a Audrey— ¿Fue maravilloso vuestro primer
encuentro?
330
—Probablemente lo habrías hecho —convino ella—. Las
expectativas de la familia pueden destrozar a una persona.
Rozó con sus labios los de ella y murmuró solo para sus
oídos—: Te quiero, Frankie Bocelli.
331
Capítulo Veinte
~ David Hackworth
332
—Esa sería mi suposición. Debe de haber ocurrido hoy,
ya que cambio las batas de laboratorio a diario.
F,
Te quiero... y lo siento,
O...
333
Él dudó.
334
Las náuseas le revolvieron el estómago. ¿Era ésta la
razón por la que habían quemado las cabañas?
335
ayudar. Arriesgando su vida. Y su plan sólo la pondría en
peligro a ella. Pero ahora...
—Bull.
336
—¿Podrían ser de ayuda, cariño? —Bull señaló a sus
hermanos—. Se están ofreciendo.
337
En los siguientes minutos, el resto se reunió. Gabe con
Audrey, Lillian y Dante. Caz trajo a JJ y a Hawk.
338
—Así fue como te dispararon. —Hawk resopló y miró a
Bull—. Te va a hacer polvo.
Se hizo el silencio.
Uy.
339
La ira irradiaba del poderoso cuerpo de Bull como las
ondas de calor de una acera de Nueva York en verano. Más que
suficiente para abrasar a una persona.
340
Junto a JJ, Caz ojeaba las fotos del teléfono. —Podemos
llegar a la valla del sureste y a esos edificios usando el sendero
de las tierras de Chevy y Knox.
341
¿Problemas legales? Gabe y JJ eran policías. Caz era
una profesional de la salud con licencia. Frankie se mordió el
labio antes de preguntar—: ¿Podemos hacer esto sin infringir
un millón de leyes y que os metáis a todos en problemas?.
342
Audrey sonrió. —He aprendido cómo le gusta al viejo
trazar planes.
343
No había otra opción. Este era el mejor plan para salvar
al pequeño Aric. Salvar a todas esas mujeres y niños. Pero el
riesgo era... la culpa, el miedo y la determinación se mezclaron.
27
En italiano, idiota, imbécil, gilipollas.
344
Hawk estiró las piernas y sonrió ligeramente. —La Torre
de vigilancia es mía.
345
Sin embargo, ellos lo sabían. Sabían que Frankie estaba
aquí por Kit. Si Nabera pensaba que Frankie sabía demasiado,
la lastimaría, incluso la mataría.
Él era la razón.
Sin hablar, algo que cada vez hacía menos, Aric salió
trotando por la puerta. Puede que volviese a los barracones;
puede que no. Al cabo de un mes de estar aquí, su hijo había
encontrado todos los escondites posibles. Otros niños
intentaban esconderse; Aric lo conseguía.
346
Con un fuerte eructo, Obadiah apartó el plato vacío. —
Límpiate bien antes de irte a la cama. El capitán Nabera te
hará una visita en algún momento de esta noche. Cuando
vuelva.
347
Maldita sea. Bull había sabido que Frankie tenía
secretos, y que involucraban a los PZs. La verdad, sin embargo,
era mucho peor de lo que se imaginaba.
348
Rifles de caza como el Ruger 10/22, así como las anticuadas
Mossberg y las escopetas automáticas Remington.
28
Preparacionista es otro modo de llamar a los supervivencialistas
29
Don't ask, don't tell. No preguntes, no digas es la expresión con la que se conoce
popularmente la ley federal sobre homosexualidad y bisexualidad de las Fuerzas Armadas de
los Estados Unidos desde 1994 hasta 2011, abolida por Obama.
349
En el poco tiempo antes de armarse, Gabe y Caz hicieron
llamadas y movieron hilos. Habían hecho todo lo posible y
ahora le tocaba a Audrey organizar a los profesionales
sanitarios, los servicios sociales y las fuerzas del orden que
llegarían. Bull no se preocupaba; la mujer era magnífica
haciendo malabarismos con los recursos.
350
había hecho, pero Caz se apartó precipitadamente con una
risita ahogada.
351
La expresión agria en la cara de Gabe decía que ella tenía
razón.
—Sí, lo sé.
352
Capítulo Veintiuno
353
Cuando Bull le ofreció a Frankie un par, ella sacó el suyo
junto con el soporte para la cabeza y demostró que estaba
familiarizada con todo ello. Su mirada era muy atenta.
Hora de esperar.
Ya vamos, Kit.
354
Rifle en mano, Hawk se alejó silenciosamente, su
objetivo era un árbol alto frente a la torre de vigilancia de la
esquina. Bull lo calificó como francotirador y dijo que era el
mejor tirador de todos ellos.
355
terremoto. Audrey había enseñado a Knox a leer. Caz atendía
sus enfermedades. Hawk realizaba vuelos de emergencia a los
hospitales de la ciudad. La familia del Hermitage estaba... allí...
para la comunidad. Alimentando a la gente, ayudando con
reparaciones a las personas con mala suerte, organizando
eventos comunitarios, mejorando la ciudad.
Vamos, Gryff.
356
Si Hawk no podía silenciar al guardia, la misión se
abortaría.
357
Unos minutos más tarde, Bull y Gryff regresaron en plan
fantasma, recibiendo silenciosos asentimientos y sonrisas de
aprobación mientras pasaban a hurtadillas por delante de la
fila de hombres.
Nadie se movió.
Esperaron.
Pronto, pronto.
358
El guardia de la torre de vigilancia estaba tranquilo, pero
podía… probablemente habría… gente moviéndose dentro del
recinto. Probablemente incluso algunos guardias para
mantener a las mujeres en el interior, por lo menos.
359
Las luces de las esquinas de los edificios formaban
charcos brillantes en el suelo, dejando el resto en la sombra.
Al menos estaban fuera de la vista de las torres de vigilancia
en las esquinas de la valla. Frankie intentó tragar, pero tenía
la boca demasiado seca.
360
—Esto no es el puto juzgado —gritó otro hombre—.
Sacad vuestros culos de aquí. Este es un camino privado.
361
y le colocaba las esposas tácticas con bridas, Bull hacía lo
mismo con su oponente abatido.
362
Frankie negó con la cabeza. En cualquier otro lugar, los
niños gritarían como locos al ser abordados por extraños. No
aquí, en este lugar tan abusivo. Por muy desgarrador que
fuera, el maltrato jugaba a favor del salvador. Los niños tenían
más miedo de hacer ruido que de los hombres con
pasamontañas.
363
musculatura lo hacía casi tan ancho como alto. Señaló con la
cabeza a Bull. —Soy tu vigilante del gilipollas por esta noche.
364
Las persianas impedían ver el interior. Y la puerta
principal era la única entrada. No había forma de tomar a los
hombres por sorpresa, y una pelea ruidosa alertaría al resto
del complejo.
365
Frankie levantó la voz. —¿Mary? Me han dicho que te
llame y... —Como si acabara de darse cuenta de la presencia
de los hombres, agitó su mano libre en el aire en un gesto
llamativo—. Oh, hola, lo siento.
366
Pero... Kit. Frankie observó durante unos segundos
cómo las manos de Caz se movían sobre el cuerpo de su amiga.
El médico era atento, competente y amable. Kit estaba a salvo
con él.
—Lo haremos.
367
Pero... ni siquiera la notaron. Todas estaban encogidas,
temblando y mirando a Hawk, Caz y Bull. A los rescatadores
masculinos.
368
—Vendrán a por nosotras.
—Nunca escaparemos.
369
Con su bastón en la mano, Frankie estaba sacando a las
mujeres del edificio tras JJ, que había tomado la delantera. El
pequeño rebaño aterrorizado se desvió ampliamente alrededor
de Bull y Caz y se aferraban unas a otras.
30
Downed the Kool-Aid. La expresión es en EEUU una referencia al suicidio masivo de una secta en 1978
en Jonestown , Guyana. Jim Jones, el líder del grupo, convenció a sus seguidores de que se mudaran a
Jonestown. A finales de año ordenó a su rebaño que se suicidara bebiendo Kool-Aid
370
Un niño pequeño salió de debajo de una cama y corrió
hacia la mujer.
Hawk asintió.
371
—De acuerdo. —Bull levantó a Kit con suavidad.
372
Merda. Todo en su interior quería correr... salir
corriendo por la valla hacia el refugio del bosque. No debía
hacerlo.
373
—Sí. —Hawk se puso en marcha, deslizándose de
sombra en sombra.
374
Mientras Frankie elegía una posible apertura, sintió
como si un bastón le hubiera azotado el flanco trasero.
Trastabillando, se sumergió en el follaje, con los brazos en alto
para protegerse los ojos mientras las ramas azotaban su ropa.
Un segundo después, alguien la seguía casi de cerca.
Gracias a Dios.
Volvió a correr.
375
bosque. El cielo se estaba aclarando y el amanecer llegaría en
una hora más o menos. El rescate había durado más de lo
previsto.
—Sí, señor.
376
Los gritos de sus perseguidores se hicieron más fuertes.
377
—Bastardos persistentes. —Les dirigió una mirada
fulminante—¿Estáis preparados para una emboscada?
378
Como una manada de lobos, los bastardi aullaron y lo
persiguieron, ciegos a todo lo demás.
¡Ahora!
379
La luz de la luna brilló a lo largo de una pistola... que
apuntaba a Bull.
380
Volviéndose, Frankie se preparó para el siguiente PZ.
381
roto de forma evidente. Se puso de puntillas y le besó la
mandíbula. —Gracias.
382
Sin embargo...
Por ella.
383
En los asientos del pasajero, Frankie tenía a Aric
abrochado a su lado. Ni ella ni Aric se separaban de Kit.
Aunque el chico se había mostrado bastante cooperativo hasta
que Hawk lo había dejado en el suelo.
384
—¿Estás bien? —Bull pasó la mano por el pelo de
Frankie. Tendría que asegurarse de que alguien revisara su
pierna, todo su cuerpo, mientras estuvieran en el hospital.
Y por él.
¿Y si no...?
385
Los anticristos liberales han invadido su suelo sagrado.
Habían robado a sus mujeres y niños. Matado a algunos de
sus hombres.
386
Siempre habían estado preparados para esta
eventualidad.
387
Capítulo Veintidós
—¿Srta. Bocelli?
388
Oh, uy. Alguien había estado hablando con ella... volvió
a centrarse en el momento y en los dos agentes del FBI que
estaban sentados frente a ella. Unos minutos antes, la habían
llevado de la sala de espera de cirugía a la “tranquila” sala
adyacente. Para poder hablar. —Lo siento. Sigo perdiendo la
noción de... —La conversación, la ubicación, todo. Suspiró.
389
la caja fuerte de su oficina—. Aquí está la carta, con su petición
de que cuide a Aric, mi ahijado. Los demás documentos
también están ahí. Cuando recibí la carta, supe que tenía que
hacer algo.
390
Sintiéndose como si estuviera a punto de desplomarse
en el suelo, Frankie se dirigió a los agentes especiales. —
¿Puedo irme ya?
391
—¿En serio? —Frankie se dio cuenta de que estaba
sonriendo. Tal vez los PZs se hubieran dispersado, pero el
bastardo que había creado el culto fanático estaría rezando
entre rejas.
392
Su hijo había heredado su valor. El pequeño testarudo
no había querido dejar a Kit, no hasta que Frankie se sentó en
el suelo con él y le explicó cómo los médicos iban a curar a su
madre.
393
pensado que era el mejor para escabullirse—. Sabes, el doc es
mejor con los niños que yo.
394
Y luego el perro ayudó a Bull a llevar a Frankie al piso
de arriba y a la ducha. Dejándola allí, se arrodilló frente al
cachorro. —Has hecho un gran trabajo, amigo. Has salvado a
nuestra chica. Valiente perro, buen perro.
—Estoy bien.
395
—Todavía puedo oír los gritos y los chillidos, y no paran,
y quiero vomitar y esconderme. No era yo quien hacía daño a
esos hombres. No lo era.
396
Ella había apretado los labios y parpadeaba con fuerza,
obviamente tratando de no llorar de nuevo. Porque le habían
dado.
Su pezón se tensó.
397
forma en que las manos de ella se aferraban a su cabeza,
acercándolo a ella mientras gritaba y se corría. La dulzura de
su boca cerrándose sobre él y su maldición cuando él se apartó
y la levantó... lo suficientemente alto como para empalarla en
su polla. Su jadeo, y la tensión, luego la respuesta de su cuerpo
alrededor de él, dándole la bienvenida. Cómo lo rodeó con los
brazos y las piernas, envolviéndolo en calor y amor, mientras
él le daba todo lo que tenía.
398
Capítulo Veintitrés
399
El policía bajó un escalón. —Lo siento, señores, pero sólo
las personas autorizadas...
400
Una vez dentro de la amplia zona de recepción, Bull se
frenó. —Probablemente deberíamos encontrar a Gabe o a Caz.
401
Especialmente por Gabe, Frankie lo sabía. ¿Si hubiera
tenido que sentarse en este lugar, esperando noticias acerca
de Bull? Sacudió la cabeza. —Eres más valiente que yo,
Audrey.
402
—Tan discretamente expresado. —Bull le apretó la
mano—. Frankie, me gustaría que conocieras al doctor
Zachary Grayson, un psicólogo que trabaja con niños
traumatizados y un viejo amigo de Mako. Volaba desde Florida
para asegurarse de que el sarge no estuviera desbordado con
nosotros cuatro.
403
está aquí. Está en el Hermitage, y... lo ha pasado mal. ¿Podría
hablar con él también?
404
ya que Gabe quería que todos se reunieran para una cena
tardía en casa de Mako.
Gracias a Dios.
405
tocaba cuidar de las gallinas, pero estaban en la ciudad con
las mujeres rescatadas.
El niño no se apartó.
406
estuviera en la casa de Mako sin ningún tipo de lenguaje
colorido.
—Hawk.
407
paseos. En una visita posterior, el psiquiatra quería fotografías
las águilas calvas, porque había aprendido que a Hawk le
encantaban los grandes depredadores.
408
—Parece que no. —La diversión se despertó cuando Aric
tomó otro sorbo, con mucho cuidado, y parpadeó— ¿Te gustan
las burbujas, chico?
Aric miró con ojos del azul claro de un cielo otoñal. Sus
labios se inclinaron apenas hacia arriba mientras asentía.
409
observaba el lago mientras continuaba—Recuerdo Buenas
noches, Luna. Y Zapato Rojo, zapato azul y...
410
capaz de cuidarlo. Bien. A Frankie se le habría roto el corazón
si su amiga se hubiera convertido en una maltratadora.
Pero... ¿qué coño iba a hacer Aric hasta que Kit pudiera
cuidar de su hijo?
Oh, joder.
411
Durante toda la velada, Frankie observó cómo el
psicólogo conseguía tranquilizar a casi todos. Incluso a Regan.
—Apuesto a que ese grupo creía que los niños debían ser
vistos y no escuchados. —Bull sonaba como si quisiera golpear
a alguien—. Probablemente lo castigaban si hacía algún ruido.
412
—Fue maltratado por los adultos, especialmente por los
hombres. Por mucho que su madre lo intentara, no podía
protegerlo... ni a ella misma tampoco.
413
al único hombre al que jamás habría vinculado con un niño
pequeño—. Lo siento mucho, Hawk. Ya es bastante malo que
os haya pedido a todos que arriesguéis vuestras vidas, pero
ahora, he complicado la tuya por completo.
—Pero...
414
las hizo vulnerables a la secta. Les llevará tiempo volver a
encontrar el equilibrio.
415
Hawk frunció el ceño y puso la mano en el hombro de
Aric. — ¿Reforzamos la seguridad?
Nabera estaba libre. —Tal vez sea bueno que Kit esté en
un hospital y a salvo hasta que el resto sea arrestado.
416
Regan se levantó de un salto. —Claro. A Sirius le gusta
que lo acaricien.
417
Capítulo Veinticuatro
Tal vez fuera un poco ruidoso, pero para ella todos esos
sonidos significaban seguridad.
418
—Hey. —Trayendo el aroma de la lluvia y el bosque,
Frankie entró cojeando en la habitación del hospital y puso los
ojos en blanco—. Sea lo que sea en lo que estés pensando,
deberías dejar de hacerlo.
Intentar no reír casi le dolía más. Ay, ay, ay. —Eres tan
mala.
419
lo mucho que agradezco su ayuda? ¿Lo mucho que lamento
que hayan resultado heridos?
—Lo hizo. —Su pobre bebé casi había roto a llorar al ver
sus puntos. ¿Cuántas veces la había visto después de una
paliza? Sacudió la cabeza—Estoy preocupada... sigue
susurrando.
—Naturalmente.
420
Frankie era firme, su tono uniforme. Siempre era sincera con
sus amigos, por muy desagradable que fuera la verdad.
421
Eso era un minuto más de lo que había estado antes.
Durante los dos días anteriores, ella sólo lo había visto cuando
dejaba entrar a Aric en la habitación, y luego esperaba fuera
en el pasillo.
422
Los ojos oscuros de Frankie mostraban simpatía, pero
se limitó a reanudar la conversación. —Me decías que Hawk
vino a decir que no debías preocuparte por Aric.
Seguro que sí. —De todos modos, las cosas están más o
menos arregladas. —Tomó aire y dijo las palabras que menos
quería decir—. Frankie, significa... todo... que hayas venido
aquí, que nos hayas sacado a mí y a Aric. Te debo tanto y... —
Ella captó la molestia de Frankie—. Lo sé, lo sé, los amigos no
están en deuda, pero no tengo forma de decirte lo mucho que
significa.
423
hacía por ellas... más bien como si un empleador repartiera
bonificaciones. El amor debería fluir como el Mississippi hacia
el Golfo, no cerrarse y abrirse como un grifo estropeado.
—Lo soy.
424
a sentir increíblemente perdida y sola. Se obligó a sonreír con
confianza mientras Frankie asentía y se dirigía a la salida.
425
Con una sonrisa de disculpa, cogió el teléfono. —Hola,
Mamá. ¿Cómo va la empresa?
426
El jadeo de Mamá fue de horror. —No puedes.
Absolutamente no. Tu trabajo está aquí.
427
Con la cabeza apoyada en el brazo de Bull, Frankie
observó a Aric. El pequeño estaba profundamente dormido en
el regazo de Hawk. Su carita aún tenía la sombra de un
moretón en un lado, pero la tensión había desaparecido de su
expresión. Se sentía seguro.
428
—Mi familia me necesita. —Se encogió de hombros—.
Soy buena en lo que hago. Las cosas funcionan mejor cuando
yo estoy allí.
No, eso era una mentira, ¿no? Ella sabía lo que quería
hacer. Con un suspiro, apoyó la cabeza en su amplio pecho.
En las aguas poco profundas del lago, una madre pato
enseñaba a nadar a sus bebés de peluche.
429
Capítulo Veinticinco
~ Wynn Catlin
430
Audrey frunció el ceño ante la agente. —¿Tu madre era
manipuladora? Creía que habías dicho que era maravillosa.
431
como algo sin importancia. También hacían lo mismo con ella,
pensó.
432
En la taberna, Frankie sonrió a su padre. —Mientras
esperamos a que la camarera prepare la mesa, voy a salir
corriendo a por mi chaqueta. Hace más frío de lo que pensaba.
433
Para todos ellos, las relaciones eran secundarias.
434
—Ya voy. —Frankie acarició la enorme cabeza del alce y
entró en la taberna.
435
Rescue. —Félix les sonrió a todos— ¿Quién quiere una copa
antes de la cena?
436
La herencia de Frankie procedía obviamente de su
padre, moreno y de ojos marrones.
437
Su madre frunció el ceño mirando a Frankie, pero su
padre, que, según todos los informes, tenía una personalidad
como la de Frankie, dijo—: Estaremos encantados.
438
Continuó. —En la familia de Alaska, tenemos a Audrey
Hamilton, que dirige nuestra biblioteca. Gabe MacNair, Jefe de
Policía. La agente de policía Jayden Jenner. Y Caz Ramírez,
que dirige el centro de salud del pueblo. Todos vivimos en el
Hermitage.
439
El padre volvió los ojos furiosos hacia Gabe. —¿No
debería la policía ocuparse de esa secta?.
440
—Es cierto —dijo Caz con su blanca sonrisa—. Es
necesario pensarlo. Sin embargo, como Frankie tiene un
corazón generoso, estoy seguro de que pasaría por alto algunos
errores.
441
Cuando sintió la mano de Bull en su hombro, Frankie
comenzó a apoyarse en él, como lo hacía ahora de forma
natural. Le gustaba ser su apoyo y su protector, casi tanto
como a ella le gustaba darle el afecto abierto que necesitaba...
aunque no se lo confesara.
442
—Sabes, una vez pensé que quería una hermana. —JJ
le dirigió a Birgit su mirada de policía cabreada—. Supongo
que tuve suerte siendo hija única.
443
Anja había pasado por alto todo lo que Frankie había dicho en
el B&B sobre que estaba enamorada y que planeaba quedarse
en Alaska.
444
¿Quería empezar esta pelea aquí, en el restaurante? —
Bull, no es...
445
Y, vale, ella había terminado con esto. —Sin embargo, si
crees que todavía te debo algo, envíame una factura y te lo
devolveré. Fingiremos que fue un préstamo.
446
Después de dar a Frankie un cálido abrazo, Regina se
unió a su sonriente marido, y se dirigieron al bar.
447
Lillian sonrió amablemente sobre la mesa. —Por favor,
disculpen la interrupción. Frankie y yo hemos estado leyendo
a los niños de primaria y mostrándoles cómo la literatura se
convierte en teatro.
448
—Tenemos un gimnasio en casa —dijo Gabe
suavemente—. Me he dado cuenta de que Bull y Frankie
parecen preferir correr y practicar deportes en nuestro parque.
—Claro, me encantaría.
449
—Eres parte de esta familia y de esta ciudad, ¿verdad?
—dijo Anja, y Frankie pudo oír una nota de envidia—. Además,
a ti te sienta bien. No me extraña que seas tan feliz aquí.
Eran su familia.
450
Epílogo
451
postre al volver al Hermitage. Ella se encargaría de cuidarlos
para que Aric se encontrara con alguien conocido.
452
—¿De qué se ríe, Sra. Jefa? —gritó Félix desde donde
esperaba un plato de nachos.
—Estaba...
453
Atravesó el campo de batalla, viendo cómo los habituales
se habían limitado a apartar sus mesas y sillas, considerando
la pelea como el mejor entretenimiento.
Alaskeños.
454
—Eres un buen chico, Aric —dijo Frankie, y luego
frunció el ceño a Hawk con la mayor severidad—. Si es de
cristal, no se tira.
El bastardo le sonrió.
31
Quie asco.
32
Vas a joderte.
455
Ella resopló satisfecha. Los hombres eran tan débiles.
Diles que se jodan, y ceden inmediatamente... aunque no
sepan hablar el idioma.
33
Métete un bote en tu culo con los remos abiertos.
456
Se acercó y la abrazó. —Te quiero, Nueva York. Encajas
aquí como si estuvieras hecha para nosotros. —Miró a la sala—
¿Sí?
—¡Venga, Frankie!
FIN
34
Atta-girl, expresión de felicitación o elogio dirigida a una mujer. Viene de la expresión —that's a good
girl— (esa es una buena chica) que se convirtió en —that a girl— (esa chica) y finalmente —attagirl
457