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La Rehumanización del taller de arquitectura como estrategia para

repensar la habitabilidad
El Taller Integrado de Diseño Arquitectónico (TIDA) V, centra su atención en dos temas básicos: la habitabilidad y la
flexibilidad. Antes de ocuparnos de los temas, resulta pertinente reflexionar sobre El Taller, pues antes de “la
pandemia” trabajábamos en grupo, o al menos se intentaba, siete profesores y algo más de un centenar de alumnos,
juntos en un aula, a la que también se la llamaba taller, tratando de aprender conjuntamente a través de la práctica
proyectual, de alguna manera estábamos conectados. De repente nos encontramos aislados, cada docente de manera
individual, con su grupo de alumnos, tratando de mantener la esencia del taller a través de una pantalla. Pero ¿es
posible mantener esta esencia, este “aprender haciendo juntos” sin la presencia física de los actores? No se pretende
responder ahora a este cuestionamiento, pero si algo ha dejado claro este aislamiento físico al que hemos debido
someternos, es la importancia de las relaciones humanas, hasta hace poco soslayada por una presencialidad que se daba
por hecho.

Sin duda los esfuerzos de los docentes en esta modalidad de “contingencia” debe redoblarse, y no me refiero a cumplir
con los contenidos, que también, sino fundamentalmente a reforzar la presencialidad. Pues la presencia es fundamental
para conectar con nuestros alumnos. El reto está en lograr hacerlo a través de la pantalla con los múltiples problemas
que esto implica. Por supuesto que conectar con los alumnos va más allá de una buena clase sincrónica, debe existir la
voluntad de construir una relación cercana y de confianza que posibilite obtener la mayor calidad posible de un aspecto
clave en el taller, el proceso proyectual.

Desde este enfoque deberemos Re humanizar el taller, deberemos tomar consciencia del valor de la presencia y de la
interacción humana en el proceso de aprendizaje. Pero cuando se decidió titular a este trabajo la rehumanización del
taller de arquitectura como estrategia para repensar la habitabilidad, el objetivo era centrar la atención sobre el rol de la
arquitectura o, mejor dicho, del arquitecto en nuestra sociedad. Rol que al parecer se ha ido sistemáticamente
deshumanizando. Para ejemplificarlo me permito citar a Illich: "Habitar es un arte que se les escapa a los arquitectos".

Aquí es cuando enlazo el rol del arquitecto con el verbo habitar. Recalcando que “la habitabilidad” es el contenido
fundamental de TIDA V. Hago mías las palabras de Sarquis: “Nunca parece ser suficiente aclarar la cuestión de la
relación entre la arquitectura y el habitar, que merece un nuevo llamado de atención para los arquitectos, ya que no
debe estar fuera de la agenda de los estudios de arquitectura” (2006). Si pensamos en esta relación podríamos inferir
que para construir el hábitat se lo ha de hacer con y para el habitante.

“La COVID-19 se ha convertido en una gran lupa que nos ha permitido ver con mayor claridad nuestros
problemas. Se ha hecho patente la inaceptable inequidad del hábitat urbano en nuestras ciudades, asumida
incluso como la “normalidad”. (…) hemos sentido a flor de piel la precariedad tanto del espacio público como
del doméstico. La pandemia nos permite ver, (…) como estos problemas se traducen en inequidades sanitarias
(…).
La pandemia y el confinamiento permiten reflexionar sobre la importancia de la calidad del hábitat y sus
repercusiones en la calidad de vida” Sandoval, 2019

Si estamos de acuerdo en la importancia del hábitat, deberíamos estar de acuerdo en la importancia de los profesionales
que hacen posible su construcción, entre ellos el arquitecto, cuyo rol se cimienta en la función social de su profesión.
Sin embargo, cabría preguntarse si la sociedad reconoce la importancia y la utilidad de los arquitectos en la
construcción de su hábitat, si como dice Martín y Díaz, para la gran mayoría de la población, ese 90 por ciento de la
gente, las disciplinas de la arquitectura y el urbanismo no han podido, o no han querido, dar respuestas. (2018). “Si se
sigue defendiendo de un modo endogámico que la arquitectura es sólo arte y que los arquitectos son los únicos que
saben de arquitectura, la profesión quedará reducida a la más absoluta irrelevancia. El planteamiento aquí seguido 1
pediría una arquitectura y un urbanismo pensados ahora de abajo arriba, pero para ello se tendría que modificar
completamente la profesión y la enseñanza de la arquitectura y el urbanismo. (Marín, Díaz; 2018)

Según Sarquis “Muchos se sorprenderían -o tal vez no- que la gran mayoría de los arquitectos – y muy especialmente
los docentes de arquitectura- no piensan que para hacer un proyecto, conocer a los usuarios sea una genuina fuente de
inspiración, para la creatividad arquitectónica” (2006). Estamos convencidos de lo contrario, no sólo que se debe
conocer al usuario, sino que debe volver a ser el centro de nuestra atención. Este ha sido nuestro empeño en este último
año, sin descuidar los contenidos programáticos, para cumplirlos nada más pertinente que trabajar el tema vivienda
colectiva.

Habitabilidad
La habitabilidad se abordó en una doble dimensión, como objeto de estudio y de proyecto. Como objeto de estudio nos
centramos en los múltiples enfoques y abordajes que tiene la “habitabilidad”.

 El derecho a una vivienda diga y a un hábitat


saludable
 La concepción física, psicológica y social del
hábitat.
 La construcción social del hábitat humano
 Las escalas de la habitabilidad
 Sostenibilidad y habitabilidad
1
El texto hace referencia a otras formas de ver y hacer arquitectura, América latina sería unejemplo
Losclaro
actores enLala
de ello. construcción
autoproducción del hábitat:
del hábitat tiene mucho que
aportar a la disciplina, pero esta persiste en mirar a occidente como su mayor referente.
Estado, mercado, sociedad
 El hábitat en el marco normativo
 Espacio y hábitat
En el concepto mismo de habitabilidad se puede entender el cometido de la arquitectura. El espacio es infinito por lo que
hay que contenerlo para poder habitarlo.

Flexibilidad
La flexibilidad se la abordó desde la complejidad, entendida como una concepción polisémica, para luego de
comprenderla tratar de incorporarla en el proyecto de arquitectura.

“…el arquitecto deberá concebir edificios (…) como recipientes del discurrir de la vida a la que tienen que servir, y que
esta concepción debería ser suficientemente flexible para crear una base adecuada que absorba las contingencias de la
vida…” Gropius
 Flexibilidad
 Polifuncionalidad
 Polivalencia
 Adaptabilidad
 Transformabilidad

Para cumplir el objetivo de acercarnos a las personas, de poder tener contacto con los usuarios, se intentó encontrar
“clientes”, personas con nombres y necesidades reales. Generalmente los alumnos contactaron a familiares, amigos o
conocidos que requieran de un arquitecto, o que tengan una parcela de terreno en la cual se pueda desarrollar un
proyecto de vivienda. Cuando no fue posible se buscó una parcela cercana al lugar de residencia del alumno donde
desarrollar el ejercicio. Alrededor del 40% de los alumnos pudo conseguir un cliente con el cual trabajar. Esto significó
un cambio radical en la concepción del proyecto, pues desde el inicio había un ser humano, una familia, un grupo de
personas, de carne y hueso, con sus propias circunstancias; para quien se iba a proyectar. Se abrió una discusión
importante, y no es que no se haya discutido antes, solo que hoy se lo hacía con plena consciencia. ¿Para qué y para
quién se proyecta? Pregunta que como pocas veces en la historia ha cobrado tanta pertinencia, cuanto más con la
política generalizada del ¡Quédate en casa!
Jean-François Fourtou, 2007

Revisemos algunos de los proyectos que desarrollaron los estudiantes para sus “clientes”
1. Residencia Rodríguez Noboa. Quito
El señor Aquiles Rodríguez, es propietario de un lote de terreno de 392.84 m², esquinero, ubicado en el barrio La Luz en Quito.
El requerimiento principal fue diseñar un departamento, de similares dimensiones y características, para cada uno de sus ocho
hijos. Adicionalmente locales comerciales en planta baja, y espacios comunales para el encuentro familiar.
Proyecto: María Gabriela Rodríguez

2.-Rehabilitación vivienda colectiva. Familia Casignia. Quito


Christian Casignia, estudiante de arquitectura, reside con su familia en un departamento en un pequeño edificio. El edificio
infringe la normativa con un adosamiento en 4 plantas, esto complica las condiciones de habitabilidad, por otro lado, el edificio, de
5 pisos no tiene ascensor con lo cual dificulta la accesibilidad a personas con problemas de movilidad que ya habitan el edificio.
El requerimiento principal fue dotar de accesibilidad incorporando un ascensor, eliminar la parte del edificio que incumple la
normativa. Generar espacios más habitables, mejor iluminados y ventilados, y abrir un local comercial con espacio público a la
calle.
Proyecto: Christian Casignia
3.- Residencia estudiantil. Ing. Carlos Rodríguez. Portoviejo
El Ing. Carlos Rodríguez es propietario de una parcela de terreno de 460 m², en la que tiene una pequeña edificación con cuartos
de alquiler para estudiantes universitarios.
El requerimiento principal fue aprovechar la parcela, derribar la edificación existente y proyectar un edificio para residencia
estudiantil. El proyecto debe tener un patio central grande con un árbol de mango. Locales comerciales independientes en planta
bajo.
Proyecto: Karla Rodríguez

4.- Reunificación parcelaria y vivienda colectiva en La Mena 2. Quito


En la Mena 2, donde vive el estudiante, se propone un pequeño proyecto de renovación urbana, reunificando 4 parcelas de 160 m²
cada una. La idea es proyectar un conjunto de 13 viviendas, que reemplazarían a las 4 viviendas unifamiliares existentes. El
objetivo es aprovechar la edificabilidad permitida y mejorar las condiciones de habitabilidad de los residentes.
Proyecto: Michael Pérez

Los proyectos desarrollados permitieron reflexionar sobre la habitabilidad para un usuario determinado, en un lugar y
un tiempo determinado. Este pequeño cambio permitió al estudiante tener un enfoque y posicionamiento diferente, el
objeto arquitectónico ya no sólo se lo ve como un fin en sí mismo, ya no es solo un objeto, es un medio para satisfacer
las necesidades específicas de una persona, de una familia, de un colectivo, que tiene sus necesidades, aspiraciones y
deseos. Se hizo un esfuerzo por poner al usuario en un rol fundamental en el proceso proyectual.

Por otro lado, la diversidad de casos y por tanto de aspiraciones y limitaciones de los clientes permitió enriquecer los
aprendizajes a través de la comparación, pues todos nos nutríamos de proyectos que se desarrollaron en diferentes
climas, con diferentes escalas, de obra nueva y de rehabilitación. Las necesidades y gustos de los clientes, así como sus
limitaciones económicas permitieron discutir otros temas, más allá de los expresados en el sílabo. Esto precisamente es
lo que ha resultado más motivante, pues tanto en la arquitectura como en la docencia podemos dar “liebre por gato”
Creemos que Re humanizar el taller de arquitectura, en el sentido de volver a conectar con la sociedad, con las
necesidades y deseos de esa gran parte de la población que no ve en el arquitecto un profesional accesible y
verdaderamente útil para incidir en mejoras concretas de su hábitat, es un reto que debemos afrontar. Con los ejercicios
realizados este último año aspiramos haber dado un pequeño paso en esta dirección.

Bibliografía

Espinosa, A., Gómez, G. (2010). Hacia una concepción socio-física de la habitabilidad: espacialidad, sustentabilidad y
sociedad. Palapa, vol. V, núm. 10, enero-junio, 2010, pp. 59-69. Universidad de Colima. Colima, México

Martín Hernández, M. (Ed.) y Díaz García, V. (Ed.) (2018). Visiones del hábitat en América Latina: participación,
autogestión, habitabilidad. Barcelona, Editorial Reverté.

Sandoval Juan C. y Torres, E. La rehabilitación del hábitat urbano como proyecto común y como política pública, en
Quito: la ciudad que se disuelve – Covid 19 / editado por Fernando Carrión y Paulina Cepeda. Quito: FLACSO
Ecuador. 2021

Sarquis, J. (2012). Arquitectura y modos de habitar. Editorial Nobuko.

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