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EL OBJETO DE LA

IDEOLOGÍA
Análisis de la obra de Clifford Geertz

UNIVERSIDAD INTERCONTINENTAL
Maestría en Filosofía y Crítica de la Cultura
La interpretación de las culturas – Clifford Geertz

La ideología como sistema cultural

Introducción

El análisis interpretativo que formula Geertz (2006) en estas páginas


consiste en abordar el problema de la ideología en los nuevos estados que se
forman en el siglo XX después de la segunda guerra mundial y que llevan a la
liberación de los estados de las colonias europeas para fundar un nuevo estado,
una nueva política con relación a sistemas simbólicos que se materializarán por
medio de la institución política que burocratiza y organiza la formación de la nación
a raíz de la cultura y sus bases tradicionales, costumbre y usanzas.

La interpretación de la ideología no sólo nos lleva a un análisis político-


cultural sino a las bases de los estudios antropológicos, sociológicos,
epistemológicos, éticos y todo lo que engloba la naturaleza humana en el
desarrollo de su objetividad en la sociedad y la relación intersubjetiva como
formación individual y social.

Podemos partir de una cuestión epistemológica que será el despegue del


ulterior análisis de Geertz a lo largo de los capítulos que desarrolla. Al hablar de la
ideología podemos iniciar definiéndola como una forma de pensamiento en la que
un grupo o un sujeto rige su conducta y la construcción de la realidad en la que se
envuelve tanto, si esta de acorde o no con la sociedad en donde se encuentra
inmerso. Si bien, la ideología es un fenómeno social que consigue estabilidad en
los grupos sociales, el problema estriba en que suele ser dogmática y poco
cuestionable, logrando en algunas ocasiones distorsionar el ser con el “debería
ser” llevando a fanatismos de carácter político o religioso. En el siglo XX la moda
fundamentalmente consistía en una ideología nacionalista, aunque no haya sido la
única y con diversos matices que particularizaba.

El hombre como animal político se constituye en esa forma debido a que su


situación de histórico lo cobija en un contexto donde cree y hace lo que el

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pensamiento colectivo demanda para que, estando a favor o en contra, se revele
en una postura política de cual profese un credo.

Al vivir desde la ideología, nuestra interpretación de la vida y los fenómenos


sociales, colectivamente hablando, nacen desde una postura ideologizada. En
México, por ejemplo, las ideologías son muy marcadas y se hacen tan evidentes
en los discursos políticos de nuestro presidente; un presidente que profesa una
economía moral en la que está en contra del neoliberalismo y que de una manera
demasiado simplista consigue hacerlo causante de todos los malestares de
nuestra sociedad. Este comportamiento y forma de (a)crítica social se le ha
denominado la paradoja de Mannheim en la cual los análisis y la metodología de
carácter científico positivista de la sociología se ve contaminado por la inmersión
del sujeto analizador en el análisis del objetivo social y que nos lleva, al igual que
nuestro presidente, distorsionar la realidad.

Desde esta paradoja de Mannheim, nos lleva a tres posturas de análisis


para la ideología; la primera de ellas consiste en saber que es la ideología a
manera interpretativa, por lo cual Geertz utiliza ejemplos de la formación de los
nuevos estados que nacen en el medio oriente y oriente en el siglo pasado; y por
otro lado, la transformación ideológica en las distintas épocas de un territorio ; y
por último la relación político-cultura como base ideológica para la estabilidad de
una nación como una comunidad última.

1. La concepción de la ideología

Para Geertz existe una falta de claridad al momento en el que hablamos del
término ideología. Al trata de conceptualizar intentamos que desde métodos
propios de las ciencias exactas determinar una universalidad como apoyo y
aplicación del término que de manera deductiva aterrice y encaje bien en cada uno
de los rubros de sociedades particulares. Es por eso por lo que el autor considera
que la mejor manera de abordar el significado de la ideología es discernir
contextos sociales y psicológicos. Aunque es verdad que los aparatos ideológicos
en la actualidad están sometidos en su gran mayoría a estudios como
mecanismos de poder y que desde una postura de Zizek (2003) se estudian de

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esta manera con apoyo fundamental de psicoanálisis de las masas con
inclinaciones fuertemente lacanianas. No obstante, Geertz anclado a su época lo
estudiará desde la particularidad de estados nacientes como independientes y de
los cuales los conflictos internos por el poder nacen desde la inadecuación de la
ideología revolucionaria y un país que nace libre del sometimiento extranjero.

Hablando desde la postura marxista la ideología se concibe como la


alienación en la que no sabemos porqué creemos, pero lo hacemos. En el texto se
menciona la relación entre el mentiroso y el ideólogo; el primero miente a un
tercero pero dentro de él conoce la verdad y juega a persuadir para conseguir algo
a cambio sin salirse de la realidad en la que vive. En cambio, el ideólogo puede
ser peligro debido a que socava la realidad en la que esta, persuade a alguien
para pensar igual a él y ni siquiera es consciente de lo que está haciendo. La
realidad, por lo tanto, se ve deformada por la relatividad y la simplicidad con la que
la ideología construye la sociedad con naipes endebles de posturas morales y
epistemológicas. La ideología contiene una parte evaluativa en el que forma un
criterio de una manera parcial con la cual construye su mundo.

Robert Nozick (1988), en su obra anarquía, estado y utopía al momento de


hablar de las construcciones de sistemas plasma la realidad a modo de espacio en
el cual tiene que ser cubierto cada uno del vacío con un parte del rompecabezas,
no obstante, tarde o temprano el sujeto se percata que sobran partes o no se
adaptan al entorno, es por eso que las esconde o las elimina para que todo encaje
a la perfección. La ideología es tan parcial que configura todo su mundo
eliminando partes de rompecabezas de la realidad. Las características que
conforma la ideología, según Geertz consisten en: una visión enajenante,
doctrinaria, totalizadora, futurista y de opiniones rígidas.

Los objetivos de la ideología

La ideología como una particularización de la realidad social y política


mantiene como objetivos dos rubros que se expresan en el texto como teoría del
interés y teoría de la tensión, en el que cada uno de ellos puede colocarse en una
época determinada del movimiento social.

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La teoría del interés. Propiamente marxista, o al menos se le puede
catalogar con esta representación clara, ya que ve a la ideología desde una
perspectiva como máscara y arma para la pronunciación de las garantías sociales
como lucha social para lograr tanto las ventajas de los grupos ya acomodados o la
igualdad de aquella parte social proletariada y relegada al trabajo como única
función de vida. Se manifiesta explícitamente como un modelo militar de lucha y
defensa.

La teoría de la tensión. En este caso la ideología se concibe como un


análisis de la sociedad actual en la cual, de manera médica, diagnostica una
enfermedad o los síntomas que aquejan a la sociedad, buscando también el
remedio que curará todos los males. El objetivo de dicha teoría consiste, pues, en
corregir el desequilibrio de la ideología actual, huir de la ansiedad que provoca
dichos desequilibrios, es una salida simbólica a las agitaciones emocionales tanto
del colectivo como de lo individual.

Estos tipos de ideología se combinan en la práctica por medio de los


sistemas de personalidad de Freud, el sistema social de Durkheim y la
interpretación socio-cultural de Parsoniana.

Ejemplos como movimientos obreros que nace después en sindicalización y


partidos de corte comunista, o el multipartidismo democrático son manifiestos
claros sobre el arma ideológica o posibles remedios que no derrocan una
ideología como medio para alcanzar la verdad social a criterios objetivos y
desvinculados de la propuesta particular e inclusive individual en la que un héroe
como Ernesto “El Che” Guevara llega con un movimiento soñador y con fusiles
cegadores a dirigir la libertad humana sino que son movimientos en los que
insaciablemente buscan reemplazar una ideología por aquella se supone el deber
ser social fundado en una justicia utópica.

2. La ideología nacionalista

El segundo aspecto en el que se desenvuelve la obra sigue el hilo


conductor de las teorías de interés y de tensión. Geertz, como se expreso

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anteriormente, toma partido en el análisis del nacionalismo como ideología
predominante en la Historia del siglo XX y que gracias a dicho movimiento emergió
la ideología como tema de interés interdisciplinario para las distintas ciencias del
espíritu.

Describir el proceso de nacionalización en las ideologías del siglo XX


ayudan, por medio del método interpretativo, a revisar la configuración en la que
se estableció en los nuevos estados las ideologías con las que se comenzó a
reestructurar la sociedad independiente cuáles fueron los factores que
beneficiaron a su consolidación, así como aquellos que faltaron y lograr generar
una tensión interna debido a la falta de adhesión social, política y cultural.

Clifford Geertz divide al nacionalismo en cuatro fases, que aunque explica


superficialmente o lo hace de manera implícita, en el análisis nos ayuda a dilucidar
la acción ideológica del siglo pasado y comprender la dialéctica histórica de la
época. La denominación es mía debido a la falta de esclarecimiento del autor;
normativa, triunfo, organización y estabilidad son los cuatro aspectos en el que el
nacionalismo se va consolidando hasta lograr el fin último de la ideología, a saber,
consolidarse como la forma de pensamiento predominante en una cultura y
sociedad.

Hitler puede ser el mayor exponente de un nacionalismo que la historia se


encargo de derrocar; no obstante, consolidó perfectamente las cuatro fases hasta
1945 al terminar la guerra mundial. Main kampf, su obra magna, puede
considerarse como la normativa en la que forma y cristaliza una postura ideológica
en el que establece los parámetros de comportamientos con las bases sociales y
morales de una nueva nación que se sustenta en la xenofobia colectiva y el
darwinismo social. El triunfo de Hitler nivel ideológico se consigue en su mayoría
por una victoria política en el que a revoluciones de pensamiento y
reestructuración política escala cada uno de los peldaños del poder hasta
conseguir la cancillería sin la intervención política de nadie más. La organización
la invade con el desplazamiento militar o la absorción de esta a la militancia nazi,
la cual dominaría por completo y la que se encargaría de los roles

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tradicionalmente militares para comenzar con el dominio político que llevará a la
estabilidad de una nación que esta quebrándose tras haber terminado la primera
guerra mundial.

Estas cuatro fases nos llevan a integración de una identidad nacional en el


que se engloban los distintos aspectos vitales de un ser cultural que se sumerge
en las tradiciones y la consolidación por medio del espejo social. La ideología se
puede ver menguada debido a la falta de la consolidación de dicho aspecto
identitario; esto lo expresan de manera clara Samuel Ramos (2001) y Octavio Paz
(2012) al momento de cuestionarse sobre la esencialidad del ser mexicano y que
conlleva serlo. La meta más importante no es únicamente un cambio de
paradigma social e institucional, sino el sostener dicho paradigma social por el
mayor número de tiempo posible.

En la ideología buscamos un nosotros que nace de los esquemas


simbólicos de la cultura y en el que se materializa en la política en el que el poder
burocratizado da acceso a la nación de formar parte de ella o sustentarse en sus
bases legales. Geertz divide esta raíz ideológica identitaria en el estilo de vida
indígena y el espíritu de la vida en el que la primera connota un esencialismo al
estar fundada en las raíces autóctonas de un territorio; mientras que en la
segunda la identidad se forma en las líneas generales de la historia universal de
nuestros tiempos. Aunque es imposible separar dicha dicotomía debido a que los
nuevos estados del tercer mundo nacen mediante la globalización y la
modernización de las naciones ya actualizadas en la economía capitalista y en la
absorción de la diversidad.

Si en dicha situación se encuentran los nuevos estados del siglo pasado,


entonces ¿dónde se encuentran nuestras raíces? Y entonces ¿qué es la cultura
que nos forma si la enseñanza intergeneracional trasmuta al tiempo de la
modernización? Todo esto nos lleva al último punto en el recate de las ideas en la
obra de Geertz.

3. La relación político-cultural en la ideología

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Partiendo de las dudas de la ideología nacionalista, Geertz interpretará la
historia de los movimientos ideológicos para conseguir las raíces de lo que hace
que la ideología tanga funcionalidad, al menos en una interpretación de carácter
general y nunca seguro. Son dos los elementos que jugarán un papel importante
en la edificación de la política actual en los sistemas ideológicos; el primero de
ellos será la cultura misma por medio de los apegos primordiales; el segundo
aspecto importante será la política del significado en el que se materializa dicha
cultura.

Partiendo de la concepción parsoniana de la cultura dejamos a un lado la


significación de esquemas trasmitidos de generación en generación para dar
origen a un marco significativo en el que la fuente de información nace
simbólicamente por medio de vínculos sanguíneos, la raza, religión, lengua, región
y las costumbres establecen el universo figurativo en el que se sustenta la
civilización.

El problema, y con ejemplos de las naciones medio orientales, cuando existe la


dicotomía entre los sentimientos primordiales de dicha cultura con la
materialización de la misma a nivel político. El problema fundamental en los
nuevos estado como Indonesia, Bali, Jordania entre otros es la falta de estrategias
o marcos significativos en los que logre la comunidad final por medio de la nación.
La fragmentación social debido a las raíces de religión, costumbres, lengua
produce una dominación de los sentimientos primordiales por medio de sectores
que son campo central, mayor número de miembros o según su importancia que
condicionan una imposición y por ende no una ideología en la que se armonice la
realidad social de una comunidad.

La ideología tiene que estar resguardada por lo que Weber denominada el


problema de la legitimidad, problema que conlleva a una aceptación no solamente
de una teología política sino por lo que Weber denominaba la racionalización y
burocratización de la política sustentada legítimamente gracias a la tradición
cultural.

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La política y la cultura, desde el punto de vista ideológico son dos aspectos que
se emparentan no desde la visión expectativa de la política y la visión estética de
la cultura; sino desde una cultura que promueve estructuras de significado y
enraizamiento social e individual y de una política que racionaliza la irracionalidad
de la cultura con la cual dejamos de dogmatizar.

Conclusión

El estudio del sistema ideológico por parte de Clifford Geertz si bien es desde
un estudio de los acontecimientos del siglo pasado y a la actualidad la ideología
ha variado debido al modo en el que la posmodernidad maneja el domino y la
aculturación de las masas por los medios de divulgación y entretenimiento, el logro
más importante es el análisis interpretativo de la ideología con el sustento cultural
y de los sentimientos primordiales de un apego primitivo para la formación de las
naciones y la estabilidad política de los nuevos estado que buscan como
ordenarse y se cuestionan la esencial de su nacionalidad y la estabilidad de sus
instituciones políticas.

Vemos un modelo de análisis interpretativo y no evaluativo que en el se


desprende tanto de la ideologización de la ideología y de los métodos científicos
en sentido estricto para buscar las bases de una particularización que no tiene
criterios generales sino situación que al análisis presentan ciertos criterios de
conceptualización.

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