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LOS NUEVOS

MOVIMIENTOS
RELIGIOSOS

MAESTRÍA EN FILOSOFÍA Y CRÍTICA DE LA CULTURA


EMANUEL CUBIAS IBARRA

UNIVERSIDAD INTERCONTINENTAL | [Dirección de la compañía]

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INTRODUCCIÓN

En el presente ensayo se abordará la temática de los nuevos movimientos


religiosos, tema de una bibliografía reducida lo cual denota su novedad y la
complejidad de la investigación al no poder ser contrastado desde la amplitud.
Tras las lecturas sugeridas y la complementaciones que se anexaron reconozco
mi desconocimiento y la suma relevancia sobre el estudio cultural que se extiende
hacia horizontes políticos, sociológicos, antropológicos etc.

El ensayo se segmentará en tres apartados. El primero tendrá por objetivo


aclarar las características y el origen que delimitan a los nuevos movimientos
religiosos, tomando en cuenta el proceso de secularización del que hace 400 años
viene modificando la estructuración social y el valor jerárquico religioso. En
segundo lugar, se vislumbrará los rasgos esenciales de los movimientos religiosos
con la finalidad de exponer la finalidad de los mismos. Por último, a criterio
personal, se busca exponer cuál es el rol que juega dentro del orden social en la
época posmoderna.

CONTEXTO CULTURA Y SOCIAL DEL FENÓMENO RELIGIÓN

En el comienzo de la modernidad, con Descartes como fundador de dicha


época, se puede establecer una ruptura entre el pensamiento y la teología. Las
resoluciones a los problemas fundamentales de la metafísica serán establecidos
por la res cogitans como punto indudable de verdad y del cual, el sujeto pensante
a través de sí mismo resolverá la existencia de Dios [ CITATION Gon11 \l 2058 ]. Esto
hace referencia a una transformación de paradigma entre un teocentrismo a un
antropocentrismo; y más allá, de una objetivización de las cosas a una
subjetivización de las mismas.

Al momento en el que la teología se desprende poco a poco de la


relevancia de la sociedad comienza un proceso en el que hoy por hoy vivimos el
resultado del movimiento; a saber, se refiere a la secularización. Dentro de la
concepción de la cultura popular dicho término puede hacer referencia a una
desvinculación religiosa de carácter casi ateísta, en donde todo lo que se refiere a

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la vida cultura, social y colectiva existe una ausencia de Dios y que, por lo tanto, el
ente divino pierde se esfuma en la constelación vital del hombre. No obstante, y
aunque la fe pierde importancia en la construcción de la identidad cultura colectiva
[ CITATION Gon11 \l 2058 ] la fe y la experiencia trascendental no se desvanece, sino
que se adapta y transforma en una privatización o individualización del credo y
expresión.

En el consciente colectivo se observa un prisma en el proceso de


transformación en el que se está adaptando la religión en la época posmoderna.
La etapa a la que se hace alusión es el debilitamiento de la estructura eclesial que
provoca que los imperativos categóricos dejen de valer como principios
reguladores[ CITATION Gon11 \l 2058 ].

¿A dónde nos ha llevado dicha adaptación religiosa aunado a la


transformación antropocéntrica del pensamiento? La respuesta empírica sería la
sociedad que vemos ante nuestros ojos; empero, como la filosofía se encarga de
describir a que se refiere cuando hablamos de nuestra sociedad será importante
explayar esta sociedad en los siguientes aspectos: posmodernidad, secularización
y nuevos movimientos religiosos.

De la época tradicional donde la religión constituye el pilar de soporte de la


vida de la sociedad por antonomasia hasta la época preindustrial y la posmoderna,
se han presentado cambios que involucra una perspectiva distinta en comparativa.
En la posmodernidad se destacan tres elementos en los que el hombre se
relaciona con el objeto; la racionalización, mercantilización y la diferenciación son
característicos de la posmodernidad[ CITATION DeD17 \l 2058 ] . Siguiendo a la escuela
de Frankfurt podríamos resumir a dicho movimiento como una correlación de
razón instrumentalizada, en el que la razón deja de ser de carácter crítico e
ilustrador como Kant lo proponía, a una razón que se encarga de burocratizar y
administrar el mundo. Weber llama a este aspecto la jaula de hierro donde la
eficacia y la eficiencia conceden una extrema burocratización y desencantamiento
del mundo debido a que estas características junto con el cambio de relaciones
brindadas por el capitalismo a una relación de consumo y mercantilización hacen

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de la naturaleza una cosa pragmática desvinculado su simbolización
divina[ CITATION DeD17 \l 2058 ].

Por otro lado, el nacimiento de la posmodernidad con la frase nietzscheana


Dios ha muerto ha dado el inicio para que a pleno inicio del siglo XX comienza una
secularización iniciada por el nihilismo. Aunque, preferiría mantener una postura
más relativista al respecto con una frase del mismo Nietzsche: No existen hechos
sino interpretaciones, frase que funge como inspiración para una relativización de
la verdad despojándola de toda su trascendencia y carácter absoluto.

A través de estas dos frases, que bautizan al posmodernismo, la época se


convierte en una época donde la secularización toma poder a criterio ideológico y
donde se abandonan las posturas tradicionales entre el creyente y el no-creyente.

En el factor intelectual es aquí donde nacen los distintos movimientos


religiosos que en un inicio aluden a un desapego a la tradición y a la
institucionalización cultural o a su exclusiva industrialización. Y en estas
puntualizaciones concuerda con una explicación sujeta al materialismo dialéctico.

En materia de derecho, la laicización [ CITATION Roc18 \l 2058 ] ha jugado un


papel importante el desprendimiento de la moral religiosa en el quehacer del
ciudadano. Hace falta únicamente ubicar en México las leyes de reforma que
provienen desde el siglo XIX con Juárez y Calles contra la Guerra Cristera para
hacer énfasis de los cambios sociales que esto gestó. El individuo ganó su papel
de poder elegir en contra de la imposición que aparentaba ser de una religión
como la católica en este caso. Es en este aspecto donde la religión pasa a ser un
patrimonio de la cultura y de la identidad colectiva a ser una experiencia personal
y privada en donde se forman nuevos fenómenos religiosos.

NUEVOS MOVIMIENTOS RELIGIOSOS (NMR)

El origen de los denominados nuevos movimientos religiosos data a inicios


del siglo XX. Son grupos de doctrinas sincréticas y, generalmente, con niveles y
formas sencillas de institucionalización[ CITATION Sán01 \l 2058 ].

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Uno de los problemas para definir el término NMR es su íntima relación
entre el movimiento religioso y el término secta. Una de las características que por
lo general suelen distinguir a uno de otro, a modo sociológico, es el nacimiento de
las mismas. Por un lado, las sectas suelen considerarse como desprendimiento
conflictivo entre la religión tradicional y la inconformidad de un grupo minoritario de
dicha iglesia que suele fundar una partícula que toma como base la doctrina de
donde se desprende como cambios sustanciales que lograrán diferenciar la recta
de la doctrina original [ CITATION Sán01 \l 2058 ]. Por otro lado, los NMR suelen surgir
como un movimiento orgánico que no se desprende de una tensión con la iglesia
tradicional y que, por lo regular busca la unificación de una organización no
burocratizada y de acompañamiento espiritual dentro de la individuación que
provoca el aislamiento social [ CITATION Sán01 \l 2058 ].

El marco en que se sitúa los NMR condicionan el carácter, la acción y la


posibilidad de ser en la época posmoderna. En cuestión de carácter, gracias a la
urbanización y a la aceleración social que vivimos los NMR se caracterizan como
la agrupación de números limitados de integrantes en donde se elimina el
anonimato y se espiritualiza la religión. En una sociedad en donde, siguiendo a
Durkheim, las relaciones sociales se establecen por una hiperespecialización se
manifiesta un anonimato en el que el individuo, aunque considere una libertad de
expresión y de ser se encuentra aislado en su misma individualidad que le
ocasiona una perspectiva y correlación con el otro no de construcción social ni
identitaria sino de mercantilización. Los NMR por su parte sustituyen la cohesión
social y el monopolio del estado-nación para integrar a los miembros por su
nombre y no por su matricula o serie en el trabajo o la sociedad. Por su parte,
elimina la burocratización de las instituciones religiosas o las mediaciones
sacramentales para ir directamente al plano espiritual y de trascendencia que es el
que busca cada miembro del movimiento.

En cuestión de la acción de los NMR, constituye como su estandarte la


búsqueda de paz y resolución de conflictos personales debido a la forma en la que
se establecen los parámetros de dichos movimientos. El sociólogo de la religión

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Bryan relaciona los NMR con las sectas con las siguientes características: un
grupo que, en general, posee volutariedad, exclusivismo, una prueba de méritos,
la autoidentificación, el status de elite, la expulsión, la autoconsciencia, una
legitimación entre otros [ CITATION Sán01 \l 2058 ].

Uno de los aspectos que más se les aquejan a estos movimientos es la


oferta mágica que tiene al momento de querer brindar soluciones a la vida.
Muchas de las soluciones buscadas tienen que ver con la salud y el estado de
bienestar emocional, psicológico y corporal en general. Se ofertan la optimización
de dichos malestares que la sociedad puede ser contribuyente debido al
desarraigo cultura con un sentido de pertenencia en el que a través de una
construcción simbólica u espiritista llega a alcanzar una reconstrucción personal
por medo de una restauración de la conciencia y tomar imagen del modelo vital del
movimiento religioso.

EL ROL SOCIAL DE LOS NMR

El último aspecto tiene que ver con la posibilidad de ser de los NMR y el rol
que juega dentro de la sociedad, que al final de cuentas es la estabilidad individual
y el arraigo a un grupo que son factores necesarios en el ser humano como animal
que se forma en sociedad.

El escepticismo que se pone en moda desde el cartesianismo, del que se


hablaba más arriba, es uno de los factores que más aluden a buscar una
respuesta que satisfaga la crisis existencial de la humanidad posmoderna. Cuando
el sujeto se instaura como dueño de la verdad y como absorbente del poder divino
de la religiosidad, la realidad se convierte en un factor demasiado frágil como para
asegurar el ser de lo ente [ CITATION Gon11 \l 2058 ]. Tras la muerte de Dios
promovida por Nietzsche, también se suma un desprendimiento de la divinidad y la
trascendencia por una transvaloración de lo valores sometidos a la subjetividad de
la voluntad de poder. Pero el hombre no confía en el hombre y tampoco confía en
que el superhombre ha llegado o al menos eso aparenta. La transmutación de los
valores se ha puesto tanto en duda que Vattimo considera que sufrimos de un
pensamiento débil, en donde los valores que ya no se sustenta en la

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suprasensibilidad del ser divino son edificios de naipes que se derrumban con
facilidad.

Es aquí donde los NMR juegan un papel en la fragilidad de la conciencia del


hombre posmoderno. El hombre alienado, consumido y consumado, el asesino de
Dios y despojado de su ser para convertirse en cosa toma su lámpara como
Diógenes pero ya no busca al hombre sino busca a Dios.

En la secularización no se anuncia una ausencia de Dios en los entramados


que vivimos, sino su importante necesidad desde el momento en el que sufrimos
la pérdida de luz en el farol tras cambiar la bombilla de lo celestial por la de la
razón y de la cual vimos fundirse rápidamente.

Los NMR brindan la oportunidad de escuchar la voz segregada por la


política elitista y verticalista, intentan dar respuestas a lo que el hombre busca, dan
orientación emocional debido al estrés, la ansiedad y la angustia ante el miedo de
morir en el anonimato. La religión no ha desaparecido, sino que se ha
transformado en lo que las necesidades del hombre sugieren.

CONCLUSIÓN

A modo personal quiero cerrar con la iluminación que me causó las lecturas
del presente trabajo. Me hizo notar que la raíz de los problemas sociales que se
presentan en su mayoría es de carácter religioso ya sea debido a su ausencia o a
su extrañeza en la que caminamos cada día. La política tiene su origen en la
teología-política; las propuestas de Hobbes y Rousseau, por mencionar algunos,
se basan en una construcción social y contractual de una religiosidad civil en
donde los valores y la moralidad se fundamenta en la religión, asimismo sucede
con la implementación de la justicia.

La religión no es la pertenencia exclusiva en un plano suprasensible como


aparente ser, sino la aplicación terrenal de los preceptos que se proponen en la
interpretación de las líneas divinas.

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Referencias

De Diego Cordero, R. (2017). Posmodernidad y nuevas formas de religión.


Methaodos. Revista de ciencias sociales, 334-340.
González Suárez , L. (2011). Secularización, nihilismo y eclipse de Dios. Filosofía
UIS, 159-175.
Rocha Scarpetta, J.-A. (2018). Panorama de la diversidad religiosa en el mundo
en el contexto de una sociedad cambiante. Educació social. Revista
d'Intervenció Socioeducativa, 30-50.
Sánchez Paredes, J. (2001). Perú. Actores y escenarios al inicio del nuevo
milenio. (O. Plaza , Ed.) Perú: Universidad pontificia católica de Perú.

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