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El Rosario de la súplica

poderosa de María
La plegaria insistente a la Madre de Dios
se apoya en la confianza
de que su materna intercesión
lo puede todo ante el corazón del Hijo.
EN EL 1º MISTERIO CONTEMPLAMOS
El ofrecimiento que el Padre Dios le hace
PODEMOS LEER: Lucas 1,26-38 o Lucas 1,39-56
A María de ser madre de su Hijo eterno
Lucas 1,26-38

En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a
una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado
José. El nombre de la virgen era María. El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!,
llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se
preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Angel le dijo: «No temas, María, porque Dios te
ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será
llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de
Jacob para siempre y su reino no tendrá fin». María dijo al Angel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no
tengo relaciones con ningún hombre?». El Angel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti
y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de
Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada
estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios». María dijo
entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho».Y el Angel se alejó.
EN EL 1º MISTERIO CONTEMPLAMOS
El ofrecimiento que el Padre Dios le hace
PODEMOS LEER: Lucas 1,26-38 o Lucas 1,39-56
A María de ser madre de su Hijo eterno
Lucas 1,39-56

En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa
de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno,
e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el
fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu
saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue
anunciado de parte del Señor». María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi
espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador, porque Él miró con bondad la pequeñez de su
servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en
mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación
sobre aquellos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y
despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su
misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia
para siempre». María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.
EN EL 1º MISTERIO CONTEMPLAMOS
El ofrecimiento que el Padre Dios le hace
A María de ser madre de su Hijo eterno
ORAMOS: Alégrate María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita eres entre todas
las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre
nuestra, ruega por nosotros, tus hijos, que somos pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
TODOS: Expresamos una intención. Se puede poner la intención al inicio y sostenerla a lo largo
del rezo, o repetirla luego de la lectura de cada misterio.
SUPLICAMOS 9 VECES: María, para Dios no hay nada imposible, y tu súplica, a través de Jesús,
todo lo consigue.
INVOCAMOS AL PADRE: Padre nuestro querido del Cielo, escucha la súplica de María por la
intercesión de tu Hijo Jesús. Te lo pedimos por la Alianza mesiánica de los Corazones
de Jesús y María.
ORAMOS: Padrenuestro
EN EL 2º MISTERIO CONTEMPLAMOS
A María, esposa del Espíritu Santo
PODEMOS LEER: Lucas 2,1-20 o Mateo 2,13-23
y madre de Jesús, el Hijo de Dios
Lucas 2,1-20
En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo.
Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. José,
que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David,
para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser
madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar
para ellos en el albergue. En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche.
De pronto, se les apareció el Angel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor,
pero el Angel les dijo: «No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la
ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño
recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Y junto con el Angel, apareció de pronto una multitud del
ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por
él». Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que
ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado». Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido
acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban
quedaron admirados de que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su
corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio
que habían recibido.
EN EL 2º MISTERIO CONTEMPLAMOS
A María, esposa del Espíritu Santo
PODEMOS LEER: Lucas 2,1-20 o Mateo 2,13-23
y madre de Jesús, el Hijo de Dios
Mateo 2,13-23

Después de la partida de los magos, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate,
toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a
buscar al niño para matarlo». José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí
permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio
del Profeta: "Desde Egipto llamé a mi hijo". Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y
mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha
que los mayor le habían indicado. Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías: "En
Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la
consuelen, porque ya no existen". Cuando murió Herodes, el Angel del Señor se apareció en sueños a José,
que estaba en Egipto, y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y regresa a la tierra de Israel,
porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño». José se levantó, tomó al niño y a su madre,
y entró en la tierra de Israel. Pero al saber que Arquelao reinaba en Judea, en lugar de su padre Herodes,
tuvo miedo de ir allí y, advertido en sueños, se retiró a la región de Galilea, donde se estableció en una
ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo que había sido anunciado por los profetas: "Será llamado
Nazareno".
EN EL 2º MISTERIO CONTEMPLAMOS
A María, esposa del Espíritu Santo
y madre de Jesús, el Hijo de Dios
ORAMOS: Alégrate María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita eres entre todas
las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre
nuestra, ruega por nosotros, tus hijos, que somos pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
TODOS: Expresamos una intención. Se puede poner la intención al inicio y sostenerla a lo largo
del rezo, o repetirla luego de la lectura de cada misterio.
SUPLICAMOS 9 VECES: María, para Dios no hay nada imposible, y tu súplica, a través de Jesús,
todo lo consigue.
INVOCAMOS AL PADRE: Padre nuestro querido del Cielo, escucha la súplica de María por la
intercesión de tu Hijo Jesús. Te lo pedimos por la Alianza mesiánica de los Corazones
de Jesús y María.
ORAMOS: Padrenuestro
EN EL 3º MISTERIO CONTEMPLAMOS
La alianza mesiánica de los corazones
PODEMOS LEER: Juan 2,1-12
de Jesús y María en las bodas de Caná

Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.
Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo:
«No tienen vino». Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha
llegado todavía». Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga». Había allí
seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien
litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de agua estas tinajas». Y las llenaron hasta el
borde. «Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete». Así lo hicieron. El
encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su o rigen, aunque lo sabían los
sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y les dijo: «Siempre se sirve primero el bu
en vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has
guardado el buen vino hasta este momento». Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo
hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él. Después de
esto, descendió a Cafarnaúm con su madre, sus hermanos y sus discípulos, y permanecieron allí
unos pocos días.
EN EL 3º MISTERIO CONTEMPLAMOS
La alianza mesiánica de los corazones
de Jesús y María en las bodas de Caná
ORAMOS: Alégrate María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita eres entre todas
las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre
nuestra, ruega por nosotros, tus hijos, que somos pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
TODOS: Expresamos una intención. Se puede poner la intención al inicio y sostenerla a lo largo
del rezo, o repetirla luego de la lectura de cada misterio.
SUPLICAMOS 9 VECES: María, para Dios no hay nada imposible, y tu súplica, a través de Jesús,
todo lo consigue.
INVOCAMOS AL PADRE: Padre nuestro querido del Cielo, escucha la súplica de María por la
intercesión de tu Hijo Jesús. Te lo pedimos por la Alianza mesiánica de los Corazones
de Jesús y María.
ORAMOS: Padrenuestro
EN EL 4º MISTERIO CONTEMPLAMOS
A María, madre de la Familia de Dios
PODEMOS LEER: Juan 19,25-27 y Hechos 1,14; 2,1-4
en la Cruz y Pentecostés

Juan 19,25-27 Hechos 1,14; 2,1-4


Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la
Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la
de su madre, María, mujer de Cleofás, y María madre de Jesús, y de sus hermanos.
Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo
a quien el amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos
hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido,
Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó
casa. en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron
aparecer unas lenguas como de fuego, que
descendieron por separado sobre cada uno de ellos.
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y
comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el
Espíritu les permitía expresarse.
EN EL 4º MISTERIO CONTEMPLAMOS
A María, madre de la Familia de Dios
en la Cruz y Pentecostés
ORAMOS: Alégrate María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita eres entre todas
las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre
nuestra, ruega por nosotros, tus hijos, que somos pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
TODOS: Expresamos una intención. Se puede poner la intención al inicio y sostenerla a lo largo
del rezo, o repetirla luego de la lectura de cada misterio.
SUPLICAMOS 9 VECES: María, para Dios no hay nada imposible, y tu súplica, a través de Jesús,
todo lo consigue.
INVOCAMOS AL PADRE: Padre nuestro querido del Cielo, escucha la súplica de María por la
intercesión de tu Hijo Jesús. Te lo pedimos por la Alianza mesiánica de los Corazones
de Jesús y María.
ORAMOS: Padrenuestro
EN EL 5º MISTERIO CONTEMPLAMOS
A María, asunta al Cielo, coronada junto a Jesús
PODEMOS LEER: Apocalipsis 12,1-6
como Reina y Señora de todo lo creado

Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo
sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. Estaba embarazada y gritaba
de dolor porque iba a dar a luz. Y apareció en el cielo otro signo: un enorme
Dragón rojo como el fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y en cada cabeza
tenía una diadema. Su cola arrastraba una tercera parte de las estrellas del cielo, y
las precipitó sobre la tierra. El Dragón se puso delante de la Mujer que iba a dar a
luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera. La Mujer tuvo un hijo varón que
debía regir a todas las naciones con un cetro de hierro. Pero el hijo fue elevado
hasta Dios y hasta su trono, y la Mujer huyó al desierto, donde Dios le había
preparado un refugio para que allí fuera alimentada durante mil doscientos sesenta
días.
EN EL 5º MISTERIO CONTEMPLAMOS
A María, asunta al Cielo, coronada junto a Jesús
como Reina y Señora de todo lo creado
ORAMOS: Alégrate María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita eres entre todas
las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre
nuestra, ruega por nosotros, tus hijos, que somos pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
TODOS: Expresamos una intención. Se puede poner la intención al inicio y sostenerla a lo largo
del rezo, o repetirla luego de la lectura de cada misterio.
SUPLICAMOS 9 VECES: María, para Dios no hay nada imposible, y tu súplica, a través de Jesús,
todo lo consigue.
INVOCAMOS AL PADRE: Padre nuestro querido del Cielo, escucha la súplica de María por la
intercesión de tu Hijo Jesús. Te lo pedimos por la Alianza mesiánica de los Corazones
de Jesús y María.
ORAMOS: Padrenuestro
ORACIÓN DE CONCLUSIÓN

TODOS:

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo


como era en un principio, ahora y siempre.
Gloria a la Comunidad Trinitaria de Dios
en la unidad de su único Ser divino,
por los siglos de los siglos. Amén.

(3 veces)
ORACIÓN DE CONCLUSIÓN
SUPLICAMOS:
Acuérdate, oh piadosísima Virgen María, de que jamás
se ha oído decir que ninguno de los que han acudido
a tu protección, implorando tu asistencia y reclamando
tu socorro, haya sido abandonado de ti.
Animados por esta confianza acudimos también a ti,
oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo
bajo el peso de nuestros pecados
nos atrevemos a comparecer
ante tu presencia soberana.
Oh Madre de Dios, no desprecies nuestra súplica,
antes bien, escúchala y acógela benignamente. Amén.
ORACIÓN DE CONCLUSIÓN
TODOS:

María,
Madre de la Palabra de Dios
y Guardiana de nuestra fe,
ruega por nosotros.

Amén.

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